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Normas Generales de Edición

La fijación de la crónica Ermita de Tomás Carrasquilla se caracterizó por buscar un


equilibrio entre el estilo del autor o usus escribendi y las actualizaciones ortográficas
pertinentes de acuerdo a la Real Academia Española.
No fue posible acceder a una versión manuscrita de la crónica por lo que la edición en presa
y príncipe marcó la disposición del texto que se mantuvo en su totalidad.
Frente al uso de las comillas se mantienen las angulares tanto por recomendación de la
Ortografía (2010) como por su utilización en la primera edición de la crónica. Aunque se
omiten cuando se refieren a un nombre propio cuyo uso es innecesario y que conservamos
al igual que la edición de la Editorial Universidad de Antioquia.
Se agregan además los signos de interrogación y exclamación de apertura (¿¡) un punto en
el que coincidimos con ediciones posteriores a A, dónde inicia la pregunta o la
exclamación. Para las tildes, se actualizan las usadas en palabras graves por al autor e
innecesarias ahora. Se agregan las tildes en mayúsculas que no estaban presentes en la
tipografía de prensa.
Respecto a la raya se mantiene en su única aparición omitida por B, C y D en cuyos casos
fue reemplazada por coma. Esto independiente de las recomendaciones de su uso por ser
una marca a consideración del editor del estilo original y puede generar un pausa más
marcada en su lectura modificando el ritmo de la oración.
La variante más numerosa y relacionada con el uso de la comas representó el mayor reto
para su fijación. Si bien se consultaron las recomendaciones de la Ortografía, se buscó un
equilibrio entre el uso más generalizado de ellas pero también que restaurara el estilo
original del autor. Aunque se trate de situar al lector con la edición más legible posible
también consideramos que este uso es un rasgo característico de Carrasquilla. Por lo que se
optó generalmente por reestablecer muchas de las comas omitidas en B, C y D.

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