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CODINA MIR, Gabriel S.J.

Aux sources de la pédagogie des Jésuites : le « modus parisiensis »,


Institutum Historicum Societatis Jesu, Vía dei Penitenziero, 20, Roma, 1968 : 151-190

Traducción: Araceli de Tezanos

CAPITULO III

LOS HERMANOS DE LA VIDA COMÚN

¿En qué medida puede considerarse el modus parisiensis un método verdaderamente autóctono
de París? ¿No tomaría prestados ciertos elementos de otros métodos en circulación? Pues el modo
de París ciertamente no fue el único método en Europa. Bolonia también tenía su “modo”
particular generalmente seguido en Italia, en España y en el sur de Francia. Los Hermanos de la
Vida Común, por su parte, habían establecido desde finales del siglo XIV, una nueva corriente
pedagógica extremadamente original, que no estaba conectada ni al arquetipo de París ni al de
Bolonia, del cual los Colegios parisinos del siglo XVI parecen sed tributarios en más de un punto, a
través de Montaigu. ¿No hemos visto, de hecho, aparecer repentinamente en París, a partir de los
reglamentos de Standonck y de Noel Beda, numerosos elementos que no se encuentran en los
siglos anteriores? Sin embargo, estos elementos ya están perfectamente establecidos en las
Escuelas de los Hermanos de la Vida Común desde finales del siglo XIV y principios del XV.

En consecuencia, un estudio en profundidad de las principales características de la tradición de los


Hermanos se devela como de gran interés. Este estudio nos permitirá discernir el verdadero origen
de muchos elementos que con demasiada frecuencia se consideran parisinos de pleno derecho,
cuando en realidad solo lo son por adopción. Es solo mediante este minucioso examen que
podremos decantar con precisión en qué y por qué vía el modus parisiensis es tributario de otros
métodos, para poder juzgar sobre su originalidad.

No es nuestra intención en este capítulo escribir la historia de las Escuelas de los Hermanos, que
todavía está por hacerse, ni realizar una investigación absolutamente exhaustiva sobre todos los
puntos relacionados con su pedagogía. De acuerdo con los documentos de sus Escuelas que nos
han llegado, y los testimonios de sus pedagogos y estudiantes más famosos, solo nos
concentraremos en examinar los puntos que se relacionan con el modus parisiensis y por ese
camino a la pedagogía de los jesuitas, haciendo deliberadamente abstracción de otros datos que
no conciernen a nuestro tema1.
1
I Les principales sources dont nous nous sommes servi pour l'histoire des Ecoles des
Freres de la Vie Commune sont: J. BuscH, Chronicon Windeshemense und Liber de reformation
monasteriorum, elite par K. GRUBER dans Geschicht-
squellen der Provinz Sachsen, XIX. J. BUTZBACH, Auctarium de Scriptoribus Ecclesiasticis;
extraits edites par K. KRAFT et W. CREcEuus dans: Mittheilungen idler Alexander Hegius und
seine Schuler (Zeitsch. des bergisch. Geschichtsve-
rein, VII (1871); 213-288. J. BurzaAcH, Hodoeporicon, elite par D.-J. BEcxER, Chroni-
ca eines fahrenden Schiilers oder Wanderbiichlein des Johannes Butzbach; ex-
traits dans: K. KRAFT et W. CRECELIUS, O. C. J. REVIUS, Daventriae illustratae (1650).
M. SCHOENGEN, Jacobus Traiecti alias de Voecht Narratio de inchoatione domus clericorum in
Zwollis. A. MIRAEUS, Regulae et Constitutiones clericorum in con-
gregatione viventium (1638). Sur les Freres de la Vie Commune, I'auteur fonda-
mental est A. HYMA, The Brethren of the Common Life; The Christian Renais-
sance. A History of the « Devotio Moderna x.; Renaissance to Reformation. Voir aussi: C. VAN
DER WANSEM, Het ontstaan en de geschiedenis der Broederschap van het Gemene leven tot-1400.
Sur la pedagogic des Freres: E. LEITSMANN, Uberblick fiber die Geschichte und Darstellung
der plidagogischen Wirksamkeit der Briider des gemeinsamen Lebens. E. A. Minus, Beitriige
zur Charakteristik der Briider des gemeinsamen Lebens. G. BoNET MAURY, De opera scholastica
fra-

1
1.- LAS ESCUELAS DE LOS HERMANOS DE LA VIDA COMÚN.

Ex alumno de la Universidad de París, apasionado de la filosofía, la teología, el derecho canónico,


la medicina, la astronomía y la magia, Gerard Groote, fundador de los Hermanos de la Vida en
Común (1340-1384), había llevado una existencia muy casual y alegre hasta el día de 1374 o su
viejo amigo de París, Henry de Calcar, finalmente la convenció de la necesidad de enmendar su
vida. Renovando sus prejuicios, cediendo su casa en Deventer a algunas mujeres piadosas y
pobres, había repentinamente forma profunda, para asombro de quienes la conocieron. Durante
cinco años tuvo que practicar mortificación y oración, en contacto frecuente con Ruysbroeck L
'Admirable, bajo cuya guía fue iniciado en el misticismo, y con los cartujos de Monnikhuizen, con
quienes permaneció dos años2.

El celo que lo devoró pronto lo instó a predicar a la gente común, como un profeta de los últimos
tiempos, la penitencia de sus pecados y el castigo divino que se acercaba. Por miles los grandes
burgueses de los Países Bajos y los aldeanos se agolpaban en las iglesias o en los lugares públicos
para escuchar su palabra inflamada. Gerard Groote se dirigió al clero en latín y a las multitudes en
vernáculo, castigando los vicios y exhortando a un cambio de vida similar al que él mismo se
esforzó por testificar. Dondequiera que predicó las conversiones se multiplicaban, las costumbres
cambiaban, se hizo sentir la renovación de la vida cristiana. Estos fueron los humildes comienzos
de este gran movimiento religioso que conocemos con el nombre de Devotio moderna.

Desde el principio, muchos fieles se habían unido a Gerard Groote. En Deventer, un puñado de
doce discípulos, como los doce apóstoles, solían reunirse a su alrededor en la casa de uno de ellos,
Florent Radewijns, quien debía prolongar la obra del maestro Gerard después de su muerte, con la
fundación de la Congregación de Windesheim. El último año de su vida, Groote, reducido al
silencio por los celos de los seglares y los mendigos, sus enemigos jurados, había encontrado
suficiente tiempo libre para reflexionar sobre su trabajo, madurar sus proyectos, instruir a los
suyos. Había comprometido a algunos para vivir en la misma casa, para trabajar y rezar juntos y
ayudarse mejor en el desarrollo de sus proyectos. Fue la primera célula de la Hermandad de la
Vida Común.

En contacto con los maestros y estudiantes de la escuela catedral de Deventer, Groote también se
interesó en la instrucción religiosa de la juventud. Pues, según él, era uno de los medios más
indicados para reformar a los futuros sacerdotes, magistrados, comerciantes y maestros. Por lo
tanto, invitó regularmente a los niños a su casa para copiar manuscritos por un pequeño salario, lo
que a cambio le dio la oportunidad de velar por su formación religiosa. Les proporcionó comida y
ropa de abrigo, buscó alojamiento para estudiantes extranjeros entre las piadosas damas de la
ciudad. Más tarde, Gerard Groote se interesa, seriamente, en la formación de profesores, anima a
su amigo Jean Cele, Rector de la Escuela Municipal de Zwolle, a perfeccionar sus estudios en la
Universidad de Praga, y trabaja para mejorar la enseñanza en todo el valle de Yssel. De este
modo, sentó las bases de la gran reforma educativa de la cual los Hermanos de la Vida Común
serían los principales promotores.

trum vitae communis in Nederlandia.


2
Sur Gerard Groote et les origines des Freres, nous suivons A. HYMA, The Brethren of the Common Life, 15-69.
et J. REVIUS, Daventriae illustratae, 28-34.

2
Cuando Gerard Groote murió un bello día de agosto en 1384, la primera célula de la Hermandad
ya estaba organizada y comenzó a tomar forma. Los Hermanos de la Vida Común llevan una
especie de vida semi monástica. No hacen votos. Ponen todos sus bienes en común y tratan de
imitar a los primeros cristianos con una vida de trabajo, oración y caridad. Estudian la Sagrada
Escritura, los Padres y los autores espirituales, trabajan con sus manos para copiar manuscritos, se
dedican a la enseñanza de la doctrina cristiana y a la educación de los niños.

Estamos asombrados al ver la increíble propagación que pronto conocerá sus hogares. Desde la
primera verdadera casa de los Hermanos, la "Maison de Florent" establecida en Deventer en 1391,
hasta finales del siglo XV, docenas de casas conforman una red que cubre los territorios actuales
de los Países Bajos, Bélgica, el norte de Alemania y se extiende a Polonia 3: Zwolle, Delft, Gouda,
Munster, Colonia, Hildesheim, Rostock, Culm … La influencia de su espiritualidad, inseparable de la
historia de la Congregación de Windesheim, fundada por indicación de Groote, llegaría a toda
Europa. La reputación de sus escuelas, hasta el momento en que los Hermanos se extinguieron
misteriosamente y sin ruido hacia el final del siglo XVI, solo fue igualada por la que los Colegios de
los Jesuitas debían disfrutar en el siglo XVII 4.

Se ha demostrado que los Hermanos no tenían un objetivo propiamente pedagógico desde el


principio: éste es introducido solo con el tiempo, aunque no en todas sus casas 5. A menudo no
distinguimos lo suficiente entre las Escuelas que pertenecen a los Hermanos, las Escuelas que se
les confiaron más o menos, y aquellas en las que solo unos pocos Hermanos enseñaban. De aquí
surge una desafortunada confusión sobre el verdadero papel de los Hermanos en el campo de la
educación, que no se debe separar de la historia general de la educación en los Países Bajos y
Alemania. Las dos escuelas más importantes de los Hermanos, Deventer y Zwolle, en realidad no
pertenecían a los Hermanos. Los Hermanos nunca tuvieron en Deventer una escuela en propiedad.
Las dos Escuelas de la ciudad estaban simplemente controladas por amigos de los Hermanos. No
fue hasta más tarde que los Hermanos van a colaborar allí como maestros (desde 1400 en la
escuela catedral). En Zwolle, los Hermanos también prestan su ayuda a la escuela municipal, que
dirige entre 1375 y 1417 una de las grandes figuras pedagógicas: Jean Cele. Cele sigue en todo, la
vida de los Hermanos, sin ser uno de los suyos, estrictamente hablando.

La fórmula de Deventer y Zwolle parece haber sido ampliamente seguida en muchas ciudades
(Amersfoort, Mechelen, etc.), donde a menudo los Hermanos se contentan con intervenir en las
escuelas locales como maestros, en mayor o menor número, especialmente a partir de 1450,
cuando la imprenta ya no hace necesario su trabajo como copistas. Sin embargo, en muchas otras
ciudades, los Hermanos tienen una Escuela en propiedad: Gouda, Gante, Grammont, Groningen,
Bois-le-Duc, Liege, Magdeburg, Nimegue, Rostock, Utrecht 6. No dejaremos de tener en cuenta esta
reserva cuando hacemos referencia de ahora en adelante a las Escuelas "de los Hermanos".

Muy a menudo, los Hermanos acogen en sus casas un cierto número de escolares pobres; pagan
sus estudios y les ofrecen comida y refugio gratis. Estos escolares toman sus cursos a veces en la

3
3 Pour la genealogie des maisons des Freres, voir H. NcrrrARP, Die Briider von gemein. Leben, dans: Zeitsch. der
Savigny-Stift, Kan. Abteil, 32 (1943), 395.C. VAN DER WANSEM, Het ontstaan en de geschiedenis, 36, n. 3. A. HYMA,
TheBrethren, 105-109.
4
J.-B. HERMAN, La pedagogie des jesuites,101
5
Cf. l'ouvrage de E. LEITSMANN cite en note 1
6
A. HYMA, The Brethren, 115-117.

3
casa de los Hermanos, a veces en la Escuela Municipal. Poco a poco, al aumentar el número de
estudiantes extranjeros que se sintieron atraídos por la reputación de las Escuelas de los
Hermanos, ellos se vieron obligados a extender la fórmula de le los convictorios, abrir dormitorios
e internados para recibir a las diferentes categorías de estudiantes. Así es como a la escuela Saint-
Lebuin en Deventer, bajo Alexandre Hegius (1483-1498), llegaron 2200 estudiantes de todas
partes, y 1200 en Zwolle bajo Cele. Para acoger a esta multitud de escolares, encontramos un
conjunto de edificios, donde los niños se fueron ubicados según sus posibilidades económicas. En
Zwolle, por ejemplo, está la Domus pauperum scolarium, que sostienen los Hermanos, la Domus
divitum scolarium y la Domus vicina o Parva domus), donde se alojan estudiantes ricos a expensas
de sus padres o tutores, y las Domus pro mediocribus, que acogen a una especie de "clase media"
que logra pagar parcialmente sus estudios 7. Este es el sistema de "ricos" y "pobres" que Jean
Standonck establecerá en el Colegio de Montaigu.

El autor del Chronicon Windeshemense, Jean Busch, que estudió en Zwolle con Cele, informa que
en su época había personas adineradas que podían pagar sus estudios y vivían a expensas en una
casa; y de pobres, quórum non parvus erat numerus, que cubrió sus gastos rogando de puerta en
puerta o prestando algunos servicios a la burguesía de la ciudad. Por el cual Maitre Jean Cele les
hizo generosas reducciones al costo de la educación, e incluso les proporcionó a menudo dinero
suficiente para comprar hojas de papel u otras bagatelas 8 Eran las pensiones de los ricos las que
servían en parte para apoyar a los pobres. Este sistema financiero no debe haber sido
particularmente deficiente, porque Cele tuvo la posibilidad de erigir cerca de la iglesia de Saint-
Michel en Zwolle, gracias al dinero que obtuvo de su escuela, una hermosa biblioteca para uso de
sacerdotes y gente estudiosa de la ciudad. Donó varios libros de teología que él mimo se había
procurado, cada uno con su cadena, por supuesto 9!

Hemos podido distinguir tres etapas en la evolución de los Hermanos de la Vida Común. La
primera, “mística”, en vida de Gerard Groote y Florent Radewijns, se extiende hasta 1400 y se
caracteriza por un predominio del elemento espiritual y devoto. La segunda, etapa de transición
entre la Edad Media y el Renacimiento, es el período "escolástico" que ve la creación y el
florecimiento de las Escuelas de los Hermanos, y dura hasta principios del siglo XVI. Con el
advenimiento del humanismo y de la Reforma aparece la última etapa, "literaria" o “humanista”,
donde se encuentra el crecimiento de las Escuelas de los Hermanos y su extinción 10. Por nuestra
parte, prestaremos especial atención al estudio del segundo periodo.

Entre todas las Escuelas que los Hermanos han dirigido o en las que han colaborado, las más
representativas y características fueron las de Deventer y Zwolle, esta última especialmente, pues
servirá de modelo para las otras.

Sin perder de vista a los demás, nos detendremos de manera particular a estas dos, cuya influencia
es apenas imaginable. En una fecha mucho más tardía que Zwolle y Deventer, la Escuela de Lieja,
creada en 1495, también desempeñaría un papel importante como modelo del gimnasio Sturm en
7
A. HYMA, The Brethren,104-103, 119, 115-117. G. BONET MAURY, De opera scholastica,69-
70.
8
J. Buse, Chron. Windesh., 206
9
J. Buscn, Chron. Windesh.,221. A. HYMA, The Brethren,94.
10
G. BONET MAURY, De opera scholastica, 49.

4
Estrasburgo y de un buen número de colegios reformados 11. Por lo tanto, también veremos esta
importante escuela.

A la escuela de Zwolle bajo la educación de Jean Cele (1375-1417) se dirigieron cientos de


estudiantes de los condados más distantes. Con el orgullo y el afecto de un exalumno por su
universidad, el cronista de Windesheim informa que de Zwolle salieron innumerables vocaciones,
que llenaban los conventos de los monjes cartujos, de los cruceros, de los cistercienses, de los
benedictinos. Futuros abades, priores, reformadores de religiones y humanistas cuya reputación
se extendió por toda Europa, pasaron por las aulas de Zwolle: "Paris, Colonia, Erfurt y la propia
Curia romana saben cuántos hombres de letras abandonaron la Escuela Zwolle bajo el reinado de
Maitre Jean Cele, quien dirigió la escuela durante más de cuarenta años, hasta su vejez!”, exclama
Jean Busch, prior de los agustinos y reformador de los monasterios 12.

Zwolle estaba lejos de seguir siendo una escuela "humanista", ya veremos. Pero Cele tuvo el
mérito de ser un innovador desde el punto de vista pedagógico: sus geniales intuiciones, tomadas
con un contenido más humanista por Hegius en Deventer, fueron la base de todas las escuelas
posteriores de los Hermanos, e incluso de aquellas que, en una u otra manera son sus deudoras.

La influencia de la Escuela Deventer bajo Alexandre Hegius (Heek), Rector de Saint-Lebuin de 1483
a 1498, no debería ser menos. Ya cuando era profesor en Emmerich (1475-1483), donde los
Hermanos habían abierto dos dormitorios para los alumnos de la Escuela Municipal, la reputación
de Hegius había atraído a unos 1.500 alumnos allí, a pesar de que él aún estaba lejos de ser
ganado por la causa del humanismo. Pero pronto el contacto con Agrícola, recién regresado de
Italia, produce en él un cambio profundo. Hegius aprende griego de Agrícola, cultiva la amistad de
Jean Wessel de Gansfort, se interesa en los clásicos y a los Padres, compone poemas latinos. El día
que se convierte en Rector de Deventer, transformará esta Escuela de acuerdo con los principios
de Cele y la convertirá en uno de los centros más importantes del humanismo europeo. Es cierto
que su humanismo todavía es vacilante, mezclado con todos estos elementos medievales que
hacen el encanto de todos los humanismos de transición. El hecho es que Hegius fue "el mayor
educador de la Europa transalpina en el siglo XV" 13, y que Escuela de Deventer renovada por él
jugó un papel decisivo en la historia de la educación.

Es suficiente echar un vistazo a la larga lista de maestros y estudiantes que pasan por sus clases,
para adivinar la influencia que tuvo Deventer. Hagamos una lista de algunos de ellos 14. Entre los
profesores de Deventer estaban el gramático Jean Synthen, cuyo comentario al Doctrinale de
Villedieu mereció el honor de ser leído y corregido por el propio Erasmo; Jacques de Gouda,
sucesor de Synthen; Roger de Neuss, autor a su vez, de un nuevo comentario sobre Villedieu;

11
L. HALKIN, Les Freres de la Vie Commune de la maison Saint-Jerome de Liege (1495-
1595), dans: Bull. Inst. archeol. liegeois, 65 (1945), 5-67; Jean Sturm et le College Saint-Jerome
de Liege, dans: Bull. Inst. archeol. liegeois, 67 (1949-1950), 103-110; Le College Liegeois des
Freres de la Vie Commune, dans: Annales XXXIe Congras Feder. archeol. et historique, Namur
1938 (extrait 15 pp.).
12
« Novit Parisius, agnoscit Colonia, fatetur Erffordia, nec ignorat Ro-
mana curia, quantos scola Zuollensis literatos viros emiserit, eodem magistro
Iohanne [CeIe]plusquam annos quadraginta usque in suum senium scolas ibidem
regente J. Busca, Chron. Windesh.,
13
A. HYMA, The Brethren, 119. Sur Hegius, cf. J. WIESE, Der Piidagoge Alexander Hegius and seine Schiller
14
Nous les tirons de la chronique de Deventer de J. REVIUS, Daventriae illustratae,130-145, et de J. BUTZSACII,
Auctarium,238-288. Cf. aussi E.-A. Minus Beitrtige zur Charakteristik,46-52. A. HYMA, The Brethren,121-125.

5
Barthelemy de Colonia, sucesor de Hegius al rectorado; Jean Ostendorp y Jacques Fabri, el último
editor de las obras de Hegius; Timann Kemener, Rector de esta famosa escuela de la catedral de
Munster que sirvió de modelo para muchas otras escuelas alemanas. Entre los estudiantes de
Alexandre Hegius encontramos al famoso Jean Murmellius, más tarde profesor en Munster y
Rector de la Escuela Alkmaar, autor de infinidad de obras filosóficas, religiosas, literarias y
pedagógicas, entre los cuales el inolvidable Pappa puerorum , primer libro de lectura latina en
Alemania durante generaciones; sus colegas y sucesores en Münster Jean Pering y Jacques
Montanus, el segundo Hermano de la vida común en Herford, amigo de Luther y Melanchton, y
autor de obras espirituales y gramaticales; el gramático Hermann Torrentinus. (van Beek), a quien
debemos una nueva edición de Doctrinale, y comentarios de autores clásicos; el humanista
Hermann Buschius (Busche); Conrad Goclenius, corresponsal de Erasmus, Jean Butzbach, autor del
Auctarium, futuro prior benedictino en Laach; Ortwin Gratius (van Graes), poeta, erudito y
profesor de la Universidad de Colonia. En una época anterior estudió en Deventer el futuro Papa
Adrien VI, Louis Dringenberg, director de la escuela Selestat durante treinta y seis años, y
Rudolphe Langen, precursor del humanismo alemán y amigo de Hegius y Agricola.

Pero fue Erasmus el más famoso de todos los estudiantes de Deventer. Los días que pasó allí son
de gran interés, ya que dan testimonio de la evolución humanista del Colegio, al que pudo asistir.
Ea schola tunc adhuc erat barbara, informa despectivamente, refiriéndose al momento en que
llegó a Deventer (alrededor de 1477), a la edad de ocho años. Afortunadamente para él, Hegius
llegó cuando su estadía llegaba a su fin casi llegó a su fin (1483), lo que le permitió mantener una
memoria menos mala. Fue Hegius, con Jean Synthen, quien comenzó a introducir aliquid melioris
litteraturae. Erasmo mismo recuerda haberlo escuchado a veces, cuando en los días de fiesta
Maitre Alexandre "leía" a todos los alumnos en conjunto 15.

Es con genuino respeto y veneración que Erasmus hablará de él, al menos al principio, cuando los
buenos recuerdos aún no se hayan borrado. Lo toma por un digno discípulo de Agrícola, elogia su
erudición, su modestia, su elocuencia, la elegancia de su estilo, que no teme considerar digno de
pasar a la posteridad. No dudará en enviar a su antiguo maestro algunos de sus primeros versos 16.
Sin embargo, más tarde Erasmus cambiará su tono y parecerá olvidar a Hegius. Uno podría pensar
que se niega a reconocer que fue allí en Deventer que él que tuvo su primer encuentro con el
humanismo. De su estancia tanto en Deventer como en otras casas de los Hermanos, solo tendrá
recuerdos amargos. Ahora será implacable con sus antiguos educadores y no perderá la
oportunidad de estigmatizar amargamente a los Hermanos, - fratribus istis Hieronymi
dissimillimis!17 -, su sistema de educación oscurantista que estropeaba las mentes talentosas, su
celo indiscreto por reclutar vocaciones18.

15
P. S. ALLEN, Opus Epistol. Des. Erasmi, I 48 (Compendium vitae).
16
P. S. ALLEN, Opus Epistol. Des. Erasmi, I,106(Compendium vitae); ibid., 118. ERASME, Ciceronianus: Op. Omn. I,
1014 B; Adagia, no 339: Op. Omn. II. 167 A-B.
17
P S ALLEN, Opus Epistol. Des. Erasmi, III, 91
18
a ... non video quo pacto valent liberaliter instituere puericiam: certe res ipsa
loquitur non aliunde prodire adolescentes inelegantius doctos aut moribus
deterioribus 0: P. S. ALLEN, Opus Epistol. Des. Erasmi, II, 296. a Per-
nicies bonorum ingeniorum et seminaria monachorum p: ibid., I, 49. Cf. aussi ibid.,
V, 428. Butzbach rapporte que les Freres de Deventer ne recevaient a l'epoque
dans la domus pauperum que ceux qui avaient l'intention a mona-
chandi J. BUTZBACH, Hodoeporicon, 217.
D.

6
¿No deberíamos ver en la acritud de Erasmus una especie de liberación después de su
desafortunada experiencia de Bois-le-Duc, donde debe haber pasado casi tres años con los
Hermanos bajo maestros muy mediocres? El hecho es que, para Erasmus, Deventer y Zwolle
seguirán siendo para siempre los símbolos de la Barbarie, y será precisamente en Zwolle donde
colocará en uno de sus Diálogos la sede de Dame Barbarie 19. El historiador de los Hermanos, Albert
Hyma, ha señalado que, paradójicamente, en el momento en que Erasmus maldijo más
severamente a los Hermanos (entre 1520 y 1530) sus Escuelas estaban más que nunca
comprometidas en el camino del humanismo. Independientemente de lo que dijo Erasmus, se
había hecho mucho en Deventer antes de Hegius, y aún quedaba mucho por hacer bajo su
rectorado y después de su muerte 20. Si es cierto que todos los Hermanos de Deventer, en el
tiempo de Erasmus, estaban lejos de ser humanistas completos, no es menos cierto que el espíritu
introducido por Hegius no fue precisamente el de la Edad Media. Además, ni Erasmus ni los
hombres que hemos visto saliendo de las clases de Deventer justifican que esta escuela pueda ser
calificada como pernicies bonorum ingeniorum! Y lo mismo se puede decir de Zwolle bajo Cele.

Y aunque pronto serán adelantados por sus sucesores, y a pesar de todas sus deficiencias, Jean
Cele y Alexandre Hegius siguen siendo precursores notables y verdaderos innovadores. La forma
en que concibieron y organizaron sus escuelas nos lo mostrará.

2.- EL ORDEN DE LOS ESTUDIOS. PROGRAMAS Y CLASES.

¿En qué se distinguen las Escuelas de los Hermanos de la Vida Común de las otras escuelas de su
tiempo? ¿Cuáles fueron las novedades que introdujeron los Hermanos?

Como en la generalidad de las escuelas latinas de la Edad Media, el Trivium es la base de la


enseñanza de los niños en las Escuelas en los Países Bajos. La gramática, la dialéctica, la retórica,
-la retórica de la época, por supuesto, - el canto de la iglesia y algunos elementos de cálculo
siempre constituyeron el programa de las escuelas llamadas “triviales”. De una manera, más o
menos empírico y amplio, los alumnos se distribuyen en dos o tres grados o niveles, según su edad
y los diferentes capítulos del Doctrinal que ellos estudian, por lo general bajo un solo maestro.
Aunque la articulación de las materias inferiores con las superiores no parece haber sido muy
rigurosa, era normal ingresar a la Universidad después del ciclo trivial, para comenzar el estudio de
las artes.

La gran innovación de Cele en Zwolle fue, por un lado, la inclusión en el ciclo de su Escuela algunas
disciplinas del Quadrivium y algunas otras materias reservadas hasta ese momento al dominio de
la Universidad, como la ética, la filosofía y el estudio de la Sagrada Escritura. Y, en segundo lugar,
la adopción del sistema de dividir a los estudiantes en varias clases, cada una con su maestro o
responsable a la cabeza21. Echemos un vistazo más de cerca a estas dos innovaciones.

19
ERASME, Conflictus Thaliae et Barbariei: Op. Omn. I, 893 B.
20
A. HYMA, Renaissance to Reformation, 185. Cf. aussi ibid., 157-159.
21
J. BuscH, Chron. Windesh., 206. M. SCHOENGEN, Die Schule von Zwolle von ihren
Anfiingen bis zur Einfiihrung der Reformation, 107, 95. A. HYMA, The Brethren, 93;
Renaissance to Reformation, 183. R. R. Post Scholen en Onderwijs in Nederland
gedurende de middeleuwen, 95, 96.

7
La división de estudiantes en clases fue determinada por el gran número de estudiantes que
acudieron a las Escuelas de los Hermanos. Sabemos, por ejemplo, que, en la época de Jean Busch,
criado en Zwolle primero bajo Jean Cele, y luego a cargo del quinto grado, el conjunto de los
alumnos de esta escuela ascendió de 800 a 1000 22. La inscripción de las otras escuelas no es menos
numerosa: más de 300 en Gouda en 1407, 300 alumnos extranei o escolares foráneos en pensión
en Harderwijk en 1441, 900 alumnos en Alkmaar durante la segunda mitad del siglo XV, 1200 en
Bois-le-Duc, casi al mismo tiempo. En Deventer, alrededor de 1500, hay no menos de 2200
estudiantes. En 1516, los alumnos de Emmerich llegan a 1000. El mismo año, ellos sólos, los
foráneos a quienes los burgueses de Zwolle pagan su pensión, alcanzan el número 500, y en
Maastricht se considera que no es posible pasar de 400 alumnos. Bajo el rectorado de Murmellius
hay exactamente 597 estudiantes en Alkmaar, incluidos 350 extranjeros, a quienes debemos
agregar 200 en las últimas dos clases. En Lieja, en los años 1521-1524, había 1600 estudiantes.
Durante la segunda mitad del siglo XVI, algunas escuelas igualaron y superaron con creces las
cifras: 1,000 alumnos en Nimegue, 2000 en Diisseldorf, etc. 23.

Hubo cientos de estudiantes atraídos por Zwolle bajo Cele, quienes llegaron desde Colonia, Treves,
Lieja, Utrecht, Brabante, Flandes, Westfalia, Holanda, Sajonia, Cleves, Geldern, de Frisia 24. Para
enseñar y gobernar a toda esta multitud, Cele ideó la solución que constituiría uno de los
principales hallazgos pedagógicos de toda la historia de la educación: distribuir los alumnos en
ocho clases distintas, cada una con su programa especial, su maestro o responsable al frente, y su
local o lugar el interior de la Escuela25. Debido al lugar que ocupaban, estas clases se conocían al
principio bajo el nombre de loci, y sus alumnos como locistae. Más adelante también encontramos
el nombre de ordo26.

No está claro si cada locus tenía un local especial, o si varios loci se encontraban en el mismo local.
Diversas indicaciones parecen indicar que esta segunda hipótesis no debe ser excluida 27 Los seis
loci inferiores están liderados por primarii, o alumnos del primer locus, encargados de lecciones e
interrogaciones en las clases de los más pequeños al tiempo que ellos seguían sus propias clases.
Se les llamaba lectores, submonitores o exercitatores, y dependían directamente del Supremus
Magister, en este caso Jean Cele 28. Esta llamada a la colaboración de los propios estudiantes en la
enseñanza es uno de los rasgos más característicos del sistema Cele. Dentro de cada locus se
encuentran las decurias que multiplican también el trabajo del maestro recurriendo a la ayuda
mutua entre los alumnos. Hablaremos de esto en detalle más adelante. El número de “profesores"
estrictamente hablando es sorprendentemente pequeño. Muy a menudo solo hay dos o tres para
las escuelas con cientos de estudiantes; lo que explica el llamado de ayuda de los primarii. Solo los
dos primeros loci tienen profesores, por así decirlo, especializados en las disciplinas que profesan
22
23
J. BuscH, Liber de reformatione, 393.
J. WIESE, Der Ptidagoge Alexander Hegius, 7. R. R. POST, Scholen en On-derwijs, 133-135. M. FOURNIER, Statuts,
IV, 20
24
J. BuscH, Chron. Windesh., 206.
25
« Et quia octo locis separatis scolam suam distinxerat, singulis locis speciales lectiones distribuens...p: J.
Buse, Chron. Windesh., 206.
26
« lectores singulis suis locistis legendo... 0: J. BUSCH, Chron. Windesh., 214. « Ad septimum locor ordinem... ad
octavum deputor locum J. BUTZBACH, Hodoeporicon, 215-216.
D:
27
Ainsi on nous rapporte que Cele avait coutume de prier assis « in aliquo scole angulo », sans être
derange le moins du monde. Or, « Haec autem precipue facere consuevit, cum lectores locorum
sedibus aut truncis suis ascensis singulis suis locistis legendo seu examinando privatim
intenderent J. BuscH, Chron. Windesh.,213-214. Cf. M. SCHOENGEN, Die Schule von Zwolle,68.
D:
28
«primarios de primo loco sex locis inferioribus in lectionibus et examinacionibus preesse constituit )): J. BUSC.H,
Chron. Windesh.,206. Cf. E.-A. Mtimus, Beitrlige zur Charakteristik, 38-39

8
(es interesante anotar que los maestros que enseñaban en la 1ª. y en 2ª. en la época de Cele eran
precisamente maestros en artes de la Universidad de París 29). Dado el gran número de estudiantes
en la Escuela, no era raro que el número de alumnos por clase fuera muy grande, a menudo más
de 10030. Desde la 8ª a la 5ª. inclusive, se estudiaba, muy probablemente la gramática. En 5ª., con
la gramática se comenzaba la lógica: el propio Busch dice que allí enseñó estas dos disciplinas,
siendo primarius. En 4ª. y en 3ª., sin duda se continuaba con la lógica y se iniciaba el estudio de la
retórica. Y, en fin, en 1ª. y 2ª. se enseñaban las materias recién introducidas por Cele, relegadas
hasta entonces al nivel universitario31.

Los nombres de las clases (quinta, prima...) se convertirán con el tiempo en sinónimos de las
asignaturas impartidas allí. Así es como la 5ª. es "la clase donde se inicia la lógica": en los
programas de Zwolle, Deventer, Gouda, es invariablemente a la 5ª. donde se inscribe la
enseñanza de la lógica, que se continúa en 4ª. Esta distribución de materias por clase explica la
semejanza general entre todos los programas escolares de los Hermanos. Al mismo tiempo,
permitió a los alumnos cambiar fácilmente de escuela sin que los estudios sufran problemas 32.

Hasta la 3ª. inclusive, las disciplinas que se enseñaban en Zwolle, coincidieron con las estudiadas
en las escuelas "triviales", con la única diferencia de que practicaban la división de clases solo de
una manera muy rudimentaria, al menos hasta el día en que se unió al sistema de Cele. Dado que
después del estudio de Trivium ya se podía acceder a la Universidad, no es sorprendente que la 3ª.
se convirtiera, en las Escuelas triviales que habían adoptado la terminología de Cele, en la última
de todas las clases. Las escuelas de latín normalmente comenzaron con un 8ª. (y a veces con una
9ª., e incluso con una nulla, o clase elemental de lectura y escritura), y normalmente se terminaba
la 3ª. Después de este grado, se suponía que los estudiantes podían ingresar a un convento o ir a
la universidad. Erasmus, por lo tanto, no exagera cuando dice que después de haber estudiado la
gramática y la lógica de Pedro de España en Deventer, es decir, después de su tercera, ya estaba
maduro para la Universidad33. El hecho de que muchas escuelas en los Países Bajos, incluso
durante el Renacimiento, enumeraron sus clases a partir de la 7ª. (aun cuando no tenían 1ª. y 2ª.),
y que llegaban sólo a la 3ª., muestra claramente que tenían la intención de seguir el sistema Cele,
y reconocían que el escalonamiento de las clases estaba incompleta 34.

En las Escuelas de los Hermanos, la última clase es habitualmente la 8ª. (Lieja, Zwolle) o la 7a.
(Deventer, Bois-le-Duc, Gouda). Esto no significa que siempre haya habido siete u ocho clases. Las
escuelas que contaron una 1ª. y una 2ª. parecen haber sido una minoría, aún en su período más
floreciente: Zwolle, Deventer, la Escuela Saint-Jérôme en Utrecht, la Escuela Saint-Jérôme en
Lieja ... En el mismo Zwolle, el único momento en que se constata la existencia de una 1ª. es
durante la vida de Jean Cele. A su muerte, la escuela declina, e incluso la 2ª. desaparece 35.

En la 1ª. y 2ª., se estudia ética, filosofía - que Butzbach comenzó en Deventer ya en la 3ª. - y
algunas asignaturas del Quadrivium. En cuanto a estas últimas, parece que solo quedaron solo en
29
J. BuscH, Liber de ref ormatione, 393
30
Busch en avait de 60 a 80 en 5e. J. BuscH, Liber de ref ormatione,393, R. R. POST, Scholen en Onderwif s,133-137.
31
J. BuscH, Chron. Windesh.,206. M. SCHOENGEN, Die Schule von Zwolle,88. A. HYMA, Renaissance to Reformation, 182-
183.
32
R. R. POST, Schoten en Onderwijs, 102-103, 95.
33
P. S. ALLEN, opus Epistol. Des. Erasmi, 11, 295.
34
R. R. POST, Scholen en Onderwijs, 98-101.
35
R. R. POST, Schoten en Onderwijs, 100, 107, 105-106. G. BONET MAURY, De opera scholastica, 71.

9
palabras. En Lieja durante los estudios de Sturm (alrededor de 1521-1524), en la 2ª. se encuentra
la Geometría de Euclides, se estudia música en los días festivos, aunque solo en vista del canto de
la iglesia. También se estudian elementos del derecho y de la teología. Con el advenimiento del
Renacimiento, la participación en la "ciencia" se amplía: en Utrecht se introduce el estudio de la
historia; en Groningue se publican libros de historia, geografía, de la "Esfera", de física, etc 36. Los
títulos de algunos de los maestros y doctores que encontramos en Zwolle y Deventer en los siglos
XV y XVI sugieren que no se descuidaron el estudio de los principios de la medicina y del derecho 37.

Pero ¿cómo se estudiaban estas diversas disciplinas en las Escuelas de los Hermanos? Más
específicamente, ¿qué tipo de enseñanza se les dio a los alumnos de los Hermanos con respecto a
las letras? Para no generalizar indebidamente, será necesario vigilar siempre la evolución que está
surgiendo en sus Escuelas hasta el Renacimiento. En Zwolle, Cele, que no era un humanista,
enfatizó puso el acento sobre la primacía de la virtud sobre el conocimiento. En buen discípulo de
Groote, él ve sólo vanidad en el estudio del derecho canónico, o de la astronomía o de la medicina
que no condujeran a Dios y que no harían mejor al hombre. “El Reino de Dios no consiste en el
conocimiento y en el discurso - le gustaba repetir - sino en el trabajo y en la virtud”. Por lo tanto,
rechaza las disputas escolásticas estériles, el formalismo en la enseñanza (hasta un cierto punto,
es necesario aclarar), y él opta por el estudio práctico de las Escrituras y los Padres. Sin embargo,
tiene cuidado de no despreciar o descuidar cualquier estudio profano, como un Radewijns estaría
tentado de hacer. Por el contrario, Cele incorpora en su programa el Quadrivium, y no se opone al
estudio de la geometría, de astronomía, lógica, medicina, siempre que sea "virtuoso" 38.

Con respecto al estudio de la gramática, al principio fueron las viejas gramáticas medievales las
que se usaron en las Escuelas de los Hermanos: Donat, Priscian, los Distiques de Cato y, por
supuesto, el inevitable Alexander de Villedieu y su Doctrinale. En Deventer, en una fecha tan tardía
como 1477, los gramáticos bárbaros seguían siendo honrados, según el testimonio de Erasmo,
quien debió, como los niños de los siglos anteriores, inclinarse noche y día sobre ellos. Se leía el
Pater meus, - probablemente un paradigma para el aprendizaje de las declinaciones – se
estudiaban de memoria las formas verbales, se veía el Grécisme del imperecedero Evrard de
Bethune y las Distiques de Jean de Garlande. Y Erasmo lamentando este tiempo perdido en dictar,
repetir versos estúpidos de memoria, al leer este revoltijo de obras áridas, - el Florista, el Floretus
y muchos otros, - junto a los cuales Alejandro todavía era quien, en su opinión, hacía un mejor
papel39. Es a partir de textos latinos devotos que los niños hacen sus primeras armas en lectura y
en escritura: se utilizan trozos seleccionados de los Evangelios, las Collations de los Padres, las
Sentences de Groote, Florent u otros autores espirituales 4 ° 40.

¿Se estudiaron los autores clásicos durante este período bárbaro, aunque solo fuera bajo el canon
medieval? No lo parece así. En cualquier caso, en Deventer en la época de Erasmo, la biblioteca de
la Casa de los Hermanos solo tenía tres libros de autores clásicos, sobre cuarenta y dos títulos
36
J. BUTZBACH, Hodoeporicon, 220. G. Bohr MAURY, De opera scholastica,75-77. A. HYMA, Renaissance to
Reformation, 183.
37
. R. R. POST, Scholen en Onderwijs, 119-120
38
A. HYMA, The Brethren, 90-92.
39
P. S. ALLEN, Opus Epistol. Des. Erasmi, I, 48 (Compendium vitae). ERASME, De pueris
statim ac liberaliter instituendis: Op. Omn. I, 514 F-515 A. Butzbach fait mention des
Paraboles d'Alain, du Caton, des Fables d'Esope et d'autres auteurs quos modemi
contemptui videntur habere »:J. BUTZBACH, Hodeoporicon,236-
237. Sur tous ces auteurs, cf. le commentaire de J.-C. MARGOLIN au De pueris d'Erasme, 592-596.
40
G. Bohr MAURY, De opera scholastica, 77-79.

10
conocidos. En cuanto a los manuscritos de los Hermanos, ninguno estaba relacionado con temas
clásicos41.

Pero poco a poco un nuevo aire invade las Escuelas de los Hermanos. Los viejos gramáticos se
están retirando. En Deventer, obras como el Disciplina scholarium, el Gemma gemmarum, los
Léxiques de Jean de Genes y Hugutio, la Medulla y otros tesoros de la misma harina están
irreparablemente prohibidos por Alexandre Hegius. Pronto Jean Synthen comienza su reforma de
la gramática. Entre 1480 y 1500, salen de las prensas de Deventer el nuevo comentario al
Doctrinale de Jean Synthen, cuyas glosas están hechas en el espíritu del Renacimiento, y una serie
de obras gramaticales de los autores "modernos Laurent Valla, Francesco Niger, Nicolo Perotti,
etc.42. A partir de 1500, se produce un verdadero renacimiento gramatical en toda Europa, gracias
a los libros y los autores que provienen de las Escuelas de los Hermanos: Timann Kemener,
Hermann Buscius, Murmellius, de Hermann Torrentinus, Massaeus, Macropedius, y especialmente
el gran Despautere (Van Pauteren), profesor de la Escuela de Bois-le-Duc. Al final de un prestigio
que duró varios siglos, la estrella del Doctrinale de Villedieu declina inevitablemente. Impreso aun
hasta cuarenta veces en Deventer entre 1483 y 1511, el antiguo manual es finalmente
destronado por el Despautere. Entre 1520 y 1536, Alexandre de Villedied desapareció
definitivamente de las Escuelas de los Países Bajos 43.

Un estudio sobre el papel de la imprenta en las ciudades donde se encuentran las Escuelas de los
Hermanos sería de gran interés. Pero eso nos llevaría lejos de nuestro propósito. Para hablar solo
de Deventer, se constata que más de 450 libros son impresos en los veinte años que van de 1480 a
1500, la mayoría de los cuales son libros de texto (manuales escolares). A través de los títulos
podemos tener una idea de los viejos autores que eran explicados en la Escuela bajo el rectorado
de Hegius: los Proverbes de Seneque, las Comédies de Plauto y Terence, las Satires de Perse, los
tratados filosóficos y las Lettres de Cicerón, obras de Virgilio, Tibulle, Properce, Ovidio, Salustio,
Plinio, Horacio, Calpurnio Siculus. También se encuentran obras de Hesíodo, Plutarco, Platón y los
humanistas modernos tales como Aeneas Sylvius (Pie II), Petrarque, Philelphe, Giovanni Battista de
Mantoue, Robert Gaguin, Maffeo Vegio, Gasparini Barzizzi 44. En el umbral del Siglo XVI el
humanismo entra, decididamente, en las Escuelas de los Hermanos. Entre 1500 y 1525, se
imprimen en Deventer Martial, Juvenal, Aululaire de Plaute, l'Heautontimoroumenos de Terence,
Ciceron, Virgile, Ovide, Pline, Salluste, Jerome, Prudence, Esope traducido por Valla, Isocrate
comentado por Agrícola, el Mantouan, Andrelini, Sulpizio Verulano, y un número considerable de
obras de Erasmus45.

Deventer no fue la excepción. En Lieja, aunque Sturm no nos proporcionó muchos detalles sobre
los autores que fueron explicados allí en el momento en que estudió (1521-1524), la inspiración
del programa también fue claramente humanista. Vemos poetas, oradores, historiadores, se
cultiva con el mismo cuidado la prosa que el verso, se estudia griego a partir de la 5ª. y la dialéctica

41
A. HYMA, Renaissance to Reformation, 155, note 10.
42
A. Minus, Beitriige zur Charakteristik, Append. I, 56-57.
43
R. R. POST, Scholen en Onderwijs, 143, 146. G. Bolin MAURY, De opera scho-
lastica, 77-79. L. KUMNBEIM, Contributions a l'histoire de la grammaire grecque, latine et
hdbraique, 137.
44
E.-A. Moms, Beitriige zur Charakteristik, Append. II, 58-60. G. Boner MAURY, De opera scholastica,79-80. A.
HYMA, Renaissance to Reformation,155.J. REVIUS, Daventriae illustratae,191.
45
J. REUUS, Daventriae illustratae, 191-192, 196-197.

11
de la 4ª. El Organon de Aristóteles, Platón, Euclide y los elementos del derecho se estudian en 2ª.
En 1ª., se aborda la teología46. El programa de otro Colegio de Hermanos, el de Gouda alrededor
de 1521, también puede ayudarnos a representarnos cuál era en ese tiempo el programa
promedio de una escuela ordinaria de los Hermanos. En Gouda, vemos obras escogidas de
Giovanni Battista de Mantua (“el Mantouan”), se utilizan frecuentemente los manuales de Eramus
(Colloquia, las Constructiones, el Copia verborum ac rerum, la Institutio scholastica, traducciones
de Plutarco y los Evangelios), se explican las Lettres y los Officia de Cicerón, la Enéide y las
Bucóliques de Virgile, las Comédies de Plauto, Théocrite, cartas griegas, etc. (¡Por desgracia, no
fueron estos autores que Jean Standonck debió haber tenido en sus manos durante sus estudios
en Gouda!). La lógica se aborda en 5ª. y el griego en 4ª. en lo que Gouda difiere ligeramente de
Lieja. Pero, en Gouda, alrededor de 1521, no hay 1ª. o 2ª 47.

Tanto en Lieja como en Gouda, el griego figura ya en las clases de letras, lo que solo sucederá en
París alrededor de la mitad del Siglo XVI. A decir verdad, no siempre fue así en los colegios de los
Hermanos. El griego, de hecho, no se estudió en Zwolle con Jean Cele, al contrario de lo que a
veces se ha afirmado. Fue Hegius quien lo presentó a Deventer, bajo la influencia de Agrícola: por
primera vez, después de una noche que había durado siglos, el griego figuraba en los programas
escolares en Europa del Norte48. En cuanto a la lengua vernácula, fue especialmente cultivada en
las Escuelas de los Hermanos conforme a los principios de su fundador, siempre tan preocupado
por mantener contacto con el pueblo por razones apostólicas. Los domingos y los días festivos,
maestros y escolares asisten conjuntamente a los sermones públicos en lengua vernáculo. Es muy
sintomático comparar la importancia que los Hermanos acuerdan a la lengua vulgar al poco interés
que en esta misma época se le otorga en los Colleges de Paris. En esta área, los Hermanos fueron
verdaderos precursores, no por razones humanistas, ciertamente, sino apostólicas. Adelantándose
a sus contemporáneos más de un siglo, Gerard Zerbolt de Zutphen (1367-1398) promovió el
primer estudio de holandés y tomó partido en su escrito De precibus vernaculis a favor de la
oración en lengua vernácula. En otro libro, De utilitate sacrarum literarum in lingua vulgari,
sostuvo duramente que era en su lengua materna que los laicos debían leer las Sagradas
Escrituras49. Fieles a sus principios, los Hermanos publicaron numerosas obras piadosas y
edificantes en lenguaje vulgar. Sin embargo, por grande que sea la importancia que se le dé a la
lengua vernácula, será siempre el latín el que ocupe el primer lugar en la enseñanza. Como en
todas las escuelas de la Edad Media, el latín es la lengua oficial entre maestros y escolares. Y como
en todas partes, las regulaciones escolares de los Hermanos recordarán la obligación de hacer uso
del latín en todas las actividades de la Escuela, incluida la recreación 50. El cuerpo especial des
notatores, ya veremos, se encargará de vigilar.

3.- VIDA ESCOLAR. EL MÉTODO Y LOS EJERCICIOS.

46
M. FouRtirER, Status, IV, 19.
47
48
R. R. POST, Scholen en Onderwijs, 105-106, 102-103.
E.-A. Minus, Beitriige zur Charakteristik, 38, 42. J. REVIUS, Daventriaeil- lustratae,129.
49
E.-A. Meatus, Beitrage zur Charakteristik, 15. G. BoNET MAURY, De opera scholastica,75-76. J. REvius, Daventriae
illustratae,41-58.
50
Par exemple a Leyde (1393), Culenborg (vers 1455), Zwolle (1505), Gouda (1524), etc. Cf. R. R. POST, Scholen en
Onderwijs, 152.

12
¿Cómo se concretaron los programas de los Hermanos en su puesta en práctica? No pretendemos,
repetimos, elaborar el cuadro completo de la pedagogía de los Hermanos de la Vida Común. Solo
repasemos los rasgos que se relacionan con el modus parisiensis, en particular aquellos en los que
el modo de los Hermanos constituyó una verdadera novedad y podría haber servido de modelo a
la manera de París.

Uno de los rasgos más característicos de las escuelas de los Hermanos es la distribución de los
alumnos en decurias. Abrumados por la gran cantidad de estudiantes que acuden a cada clase. los
Hermanos, de hecho, subdividen sus clases en grupos de ocho o diez alumnos (decuriae), a la
cabeza de las cuales colocan un decurión (décurio, monitor). La misión del decurión tal como la
conoció Sturm en Lieja, consiste en vigilar la conducta de sus camaradas, tomar nota de
eventuales faltas y enviarlas al Rector. El decurión se cambia semanalmente. Si es negligente en el
cumplimiento de su cargo, se lo retira de su puesto 51. Se dice que Jean Cele desarrolló el sistema
de las decurias en Zwolle, y es a partir de ahí que habría pasado a las otras escuelas. A veces no se
trata de “decurias" sino de "octurias" como en Deventer. Así que sabemos que Erasmus se
encontró en la misma octuria que Timann Kemener, el futuro Rector de la Escuela de Münster 52.

¿Jean Cele habría inventado desde cero el sistema de las decurias? ¿O lo habría tomado prestado
de una tradición anterior a él? No parece inútil detenerse más particularmente en este punto,
especialmente porque aún no se ha arrojado toda la luz sobre el origen de las decurias en la
enseñanza.

Según varios historiadores de los Hermanos de la Vida Común, la división de los estudiantes en
decurias no es una invención de Cele, sino que sería un proceso bien conocido de las Escuelas de la
Edad Media. Ya en el siglo X, una organización similar habría sido adoptada en la escuela de la
catedral de Lieja bajo el obispo Heraclius (959-972), fundador de esta Escuela. Según estos
autores, en última instancia sería a Ferreol d'Uzes (t 581) a quien debería atribuirse el origen de las
decurias.

La Regla de Ferreol, de hecho, estableció que los monjes se agrupen en decurias (partito agmine
toto en decurias), cuando se ocupan de escribir, leer y estudiar los salmos, cada uno de los cuales
tiene a su cabeza un prefecto que dirige el trabajo 53.

Fue una lectura defectuosa de un texto de Thomassin lo que dio lugar a esta hipótesis. En realidad,
no es en la Regla de Ferreol donde se trata de las decurias, sino en la Regla del Maestro (Regula
Magistri), que data de los primeros años del siglo VI. La Regla del Maestro, en efecto, ordena que
durante el invierno, cuando el clima es menos adecuado para el trabajo manual, los hermanos
compartan en decenas (decadae) y separados en diversos lugares para no molestarle los unos a los
otros, trabajando en las ocupaciones que le han sido asignadas - lectura, escritura, estudio de los
salmos - bajo la dirección de sus prefectos respectivos (praepositi)54.
51
M. FOURNIER, Statuts, IV, 20. Cf. G. BoNEr MAURY, De opera scholastica, 71, 72-73.
52
J. REVIUS, Daventriae illustratae, 137.
53
Cf. M. SCHOENGEN, Die Schule von Zwolle, 70. G. Boxer MAURY, De opera scholastica,
70. Ces deux auteurs suivent F. CRAMER, Geschichte der Erziehung and des
Unterrichts in den Niederlanden wiihrend des Mittelalters, 91-93. Cramer a son tour
s'appuie sur Thomassin: J. THOMASSINUS, Vetus et nova Ecclesiae disciplina circa
beneficia et beneficiarios, t. II, 1. I, c. 93 (dd. 1688), 284a.

54
A. DE VOGUE, La Regle du Maitre (Sources Chretiennes, t. 105 et 106). Nous citerons les passages de la Regle: Reg.
Mag. cap.50,8-15: SC, t.106,224.

13
Sin embargo, no es solo en invierno sino en todo momento que la comunidad se divide en
decenas, a la cabeza de cada uno de los cuales se colocan dos prefectos. La misión de estos es
distribuir el trabajo de acuerdo con las instrucciones recibidas del Abad, vigilar y corregir a los
monjes, en resumen, cuidarlos en lo inmediato. A la vez repetidores y vigilantes son los prefectos
como colaboradores del Abad quienes organizan el trabajo manual, la enseñanza de los hermanos,
el servicio de la comunidad siguiendo un plan semanal extendiendo en cierto manera la autoridad
y la acción educativa del Abad55.

Sin embargo, tampoco fue el autor de la Regla Maestra quien inventó el sistema de decenal y lo
introdujo en los monasterios. La institución decenal pertenece a la más antigua tradición del
cenobitismo egipcio, que Jerome y Cassien dieron a conocer al Occidente Cristiano 56. Ya en
Cassien vemos a los monjes de Egipto divididos en decaniae, cuya cabeza es un praepositus o
senior, responsable de la formación de los iuniores57. Jerónimo, hablando de los cenobitas, cómo
están divididos en decurias atque centurias. Cada curia tiene su decanus, y cada decena de decani
compone a su vez una nueva unidad con su encargado (préposé). Estas decurias constituyen
verdaderos equipos de trabajo en común. San Agustín también habla de los monjes agrupados por
diez, los decani y los praepositi 58.

Es en última instancia al análisis de la Biblia y de la tradición judía que debemos regresar para
encontrar el precedente de la institución decanal en los monasterios. El Deuteronomio, de hecho,
cuenta cómo Moisés, sintiéndose incapaz de soportar solo la carga de todo el pueblo, había
seguido el sistema decimal al elegir en cada tribu hombres sabios y probados, constituyéndolos en
jefes de miles, de cientos, de cincuentenas y de decenas (Dt. 1, 13). No hay duda de que es sobre
todo en esta institución de carácter esencialmente religioso que debemos ver el origen del sistema
monástico de las decurias, sin negar tampoco que el sistema militar decimal de los Romanos
también haya podido desempeñar un cierto papel secundario 59.

Después de la Regla del Maestro, se encuentra el sistema decanal firmemente establecido en toda
la tradición monástica occidental. Si no fue gracias a la Regla del Maestro, cuya difusión parece
haber sido bastante restringida, es por la intermediación de la Regla de San Benoit, que se hace
cargo de lo mejor del trabajo del Maestro que ésta se difunde 60. En definitiva, es gracias a la regla
benedictina de que la Edad Media conoce la antigua tradición cenobita de las decenas.
Encontramos, de hecho, el monasterio perfectamente organizado en decenas (decaniae), cada
uno con su jefe de diez o decano (decani). Son los decanos, también llamados ancianos (seniores),
a los que apela el Abad para el gobierno de su monasterio. Son ellos los que organizan el trabajo,
vigilan los dormitorios, se encargan de la formación de jóvenes 61. El mismo sistema surge tal cual
en las Reglas posteriores a la Regla benedictina, como la Regla de los fructíferos de Braga o la
Regla de Isidoro. Los monjes trabajan y estudian distribuidos en decenas, y el Abad delega su
autoridad sobre los decanos que dirigen cada decena. Así como las piedras cortadas se apoyan
55
Reg. Mag. cap.50, 18-19, 62-64; cap.11, 20-24: SC, t.106, 225,234, 12. Cf. A. DE VOGUE, La communaute et ''abbe
dans la Regle de Saint Benoit, 291; Id., La Regle du Maitre: SC, t.105,30.
56
A,,j2 :g La communaute et ''abbe, 305.
57
58
7. CASSIEN, De coenobiorum institutis,1. 4, c. 7, 10, 17: PL, t. 49,160, 163, 175-176.
JEROME, Epist. 22, 35: PL, t. 22, 419-420. AUGUSTIN, De moribus Eccl. Cath. 1. 1, c. 31: PL, t. 32, 1338
59
A. DE VOGilt, La communaute et l'abbe, 289-306
60
A. DE Voctit, La Regle du Maitre: SC, t. 105, 150.

61
Regula Benedicti, c. 21, 22, 62, 65: PL, t. 66, 483-486, 489, 864, 892

14
entre sí, de esta manera todo el monasterio se mantiene sólidamente armado, los jóvenes monjes
descansan sobre los decanos, los decanos sobre los prefectos, los prefectos sobre el Abad 62.

Para volver a Zwolle y Jean Cele, podemos afirmar que si Cele no inventó el sistema de las decurias
tuvo al menos la originalidad de haber secularizado esta costumbre monástica, de haberla
entendido y aplicado a la enseñanza de las letras. Fue la gran cantidad de alumnos y el deseo de
facilitar el trabajo de los maestros lo que, seguramente, lo llevó a la adopción del sistema. Las
consecuencias pedagógicas no serán menores. Es sin duda, este proceso el que marcará las
características de la pedagogía de los Hermanos como el compartir responsabilidades, el trabajo
en equipo, la enseñanza mutua entre los alumnos, y el apelar a la emulación.

Otra novedad de las Escuelas de la Fraternidad son los exámenes de aprobación a nivel de
estudios literarios, con miras a ascender a una clase superior. No es sorprendente que no haya
rastros de esta práctica anteriores a los Hermanos, ya que solo tiene sentido en función de la
existencia de la división en clases, introducida también por los Hermanos.

Cuando un estudiante se presenta para ser admitido en una Escuela de los Hermanos, se lo
somete a un examen previo, a partir del cual será ubicado en tal o tal clase. Jean Butzbach, antiguo
alumno de Deventer bajo Hegius, se recuerda de haber sido examinado a su llegada a la escuela y
de haber sido ubicado en 7ª. con los niños que estaban aprendiendo los conceptos básicos de la
gramática. Obligado a abandonar la escuela debido al hambre, el frío y la escasez de alimentos que
prevalecieron en Deventer, regresó a la escuela un poco más tarde, en 1498. Las dificultades
sufridas aparentemente debieron actuar sobre su inteligencia, pues esta vez lo ubicaron en una
clase aún más baja: "El Rector me examinó de nuevo, ¡y me colocaron en 8ª."! 63

En el tiempo de Hegius, en Deventer, está bien establecido el sistema de exámenes y


promociones. Solo pasamos a un grado superior, después de un examen. Cada año tienen lugar
dos sesiones de exámenes, a final del semestre, es decir, una sesión en Pascua y la segunda
probablemente en octubre. Nadie informa sobre el tiempo que se permanece en cada clase: el
pase a una clase superior se hace de una manera individual, a partir de las habilidades y el grado
de conocimiento de cada alumno. La fórmula de los exámenes semestrales permite que un
alumno sea promovido en relación con su madurez, sin quedarse más tiempo que el necesario en
una clase inferior. La duración de los estudios, en consecuencia, es bastante elástica, en función de
cada individuo. En clases inferiores se puede pasar fácilmente a la clase siguiente en seis meses,
mientras en las clases superiores, parece que se permanece, en promedio, más tiempo. Así vemos
que el pequeño Butzbatch pronto recupera su ciencia y su salud, y salta rápidamente a 7ª., luego a
6ª. y en Pascua, pasa en 5ª., pasa a 4ª. al final de un semestre, y permanecerá un año completo
allí, siendo promovido enseguida a 3ª. donde el considera quedarse sólo seis meses, hasta
Pascua64. Jean Busch, por el contrario, nos recuerda que se quedó casi tres años en 1ª. en Zwolle.

62
Regula Monachorum Fructuosi, c. 6: PL, t. 87, 1103. Fructuosi Regula mo-
nastica comm., c. 12: PL, t. 87, 1120. Isidori Regula, c. 14: PL, t. 103, 567. Isidori
de ecciesiasticis officiis, 1. II, c. 16: PL, t. 83, 800.
63
J. BUTZBACH, Hodoeporicon, 215, 216.

64
J. BUTZBACH, Hodoeporicon, 217, 218, 220. D'autres allaient moins vite que Butzbach. Ainsi ce camarade assez
borne qui, au bout de 4 ans en 8e, ne parvenait pas encore a lire convenablement! Ibid., 217

15
Esto puede explicarse por el hecho de que él al mismo tiempo estaba a cargo de cursos en una de
las clases inferiores65

En algunos casos excepcionales parece que uno podía “quemar” las etapas iniciales. En las
memorias de Butzbach se trata de dos alumnos prodigios de Deventer, Paul de Kitzingen y Pierre
de Spira, que luego del examen fueron colocados directamente en 3ª. "lo que rara vez sucedió".
Uno de ellos, del cual nos dijeron que era el primero de su clase, - ¡un detalle muy interesante que
demuestra que hubo un orden de clase! - incluso podía pasar a 2ª. después de seis meses, en la
siguiente sesión de exámenes66. También sabemos que los exámenes semestrales marcaban el
tiempo en el cual los alumnos pasaban o renovaban su contrato con sus maestros por un período
de seis meses. Por lo tanto, este monje del que nos habla Butzbach había elegido el momento
equivocado cuando se presentó a recoger vocaciones entre los alumnos de 3ª., justo después de
que los alumnos acabaran de pasar su contrato: ¡tuvo que regresar sin el menor candidato para su
claustro!67

El sistema de exámenes seguidos en Lieja en el momento de Sturm se presenta mucho más


perfeccionado que el de Deventer. Cada año, el 1ero. de octubre, tiene lugar la solemne
ceremonia de las promotiones o el pasaje a una clase superior, una vez terminados los exámenes
según los cuales se establece el orden de los alumnos. Los alumnos que no se sienten contentos
con el lugar obtenido, en ese momento pueden apelar en diferentes formas, provocando un duelo
con los mejores estudiantes en el campo de un ejercicio de estilo sobre un tema determinado o
una improvisación que les permita medirse entre ellos. En el caso donde esta contentio se resuelva
en beneficio del estudiante menos bien ubicado, los dos camaradas intercambian sus lugares
después de la confirmación del Rector. Por su parte, los dos estudiantes mejor posicionados de
cada promoción reciben un premio; el premio del primero será, por supuesto, de un valor mayor
que el del segundo, a menos que la contentio haya puesto en evidencia que las fuerzas son iguales.
Por lo tanto, si el primero recibe las obras completas de Virgilio, el segundo solo debería recibir las
Georgiques 68

La práctica de otorgar premios a los mejores estudiantes también estaba vigente en Lieja cuando
Sturm estudiaba allí. Es probable que también fuera una práctica en otras escuelas de los
Hermanos, al menos en las del mismo período. En Lieja, cada mes los estudiantes traen un poco de
dinero para comprar un libro o una pequeña recompensa para quien, según el maestro, se ha
distinguido más69.

En el extremo opuesto de los premios, el uso de sanciones y de castigos corporales se


establecieron sólidamente en todas las Escuelas de la Fraternidad desde el inicio y ampliamente
practicados. En la época de Cele, strenuus indisciplinatorum corrector, en Zwolle reina una
disciplina de hierro, de acuerdo con el estilo de la época. Somos implacables particularmente
sobre aquellos que practican el ausentismo, sobre aquellos que prefieren expresarse en holandés
en lugar de en latín, sobre los vagos y trufatores. Nos dicen que Cele se mostraba con extrema
65
tribus pene annis in primo loco sedimus J. BuscH, Chron. Windesh., 220. Cf. M. SCHOENGEN, Die Schule von
Zwolle,
66
101. E.-A. MoBIUS, Beitrdge zur Charakteristik, 45.
« Quorum etiam post dimidii anni sessionem alter primus in ordine cum ingenti
laude...
67 ad secundum migravit locum D: J. BurzsAcH, Hodoeporicon, 251.
« quandoquidem quisque se pro dimidio anno tune ad novarum lectio- num studium accinxerat pretiumque
magistris... pro exercitiis faciendis erogaverat »: J. BUTZBACH, Hodoeporicon, 222.
68
M. FOURNIER, Statuts, IV, 20.
69
M. FOURNIER, Statuts, IV, 20.

16
severidad hacia los culpables de faltas contra la templanza o la moralidad: el malhechor estaba
tirado en el suelo y era flagelado frente a toda la Escuela, para el ejemplo. En casos muy graves, el
estudiante era expulsado. Sin embargo, parece que Cele había mitigado considerablemente el
sistema disciplinario vigente. Sabemos, por ejemplo, que elimina todo tipo de castigo monetario.
En cuanto al uso de varas en el castigo debía ser proporcional a la falta y a la condición de la
persona70. Cele raramente castigaba con su propia mano: probablemente era el lector el
responsable de la aplicación de la pena. Hemos podido ver en esta forma de actuar de Cele un
parecido con las costumbres de las Escuelas monásticas, donde el Magister principalis, dictaba la
sentencia pero dejaba a otro la ejecución 71. El procedimiento permite recordar también la solución
de los jesuitas, quienes introdujeron en sus Colegios la tarea del "corrector" para la ejecución de la
sentencia. En nuestra opinión, esto es solo una coincidencia ya que los jesuitas, como veremos,
solo llegaron a esta solución después de haber intentado varias otras soluciones, y por otros
medios.

La autoridad del Rector de Zwolle en materia disciplinaria se extiende mucho más allá de los
límites de su escuela. En 1450, el obispo de Utrecht confirmó el derecho del Rector de Zwolle a
procesar a los culpables e incluso a apelar a los magistrados de la ciudad para castigarlos. Diez
años después, el municipio de Zwolle señala que nadie puede intervenir para evitar que el Rector
castigue a un estudiante. Se requiere que todos los ciudadanos abran las puertas de sus hogares al
Rector de la Escuela en caso de que él quiera verificar si el culpable no está en su casa. Este
ordenanza se reitiró en 1488 y nuevamente en 1540 72.

Toda una red de escucha ayuda al Rector a mantener la disciplina. Los notatores le aportan la lista
de los que hablan en neerlandés en lugar de latín. En algunos reglamentos (Culenborg alrededor
de 1455, Zwolle en 1563), se menciona a los praesides o custodes nombrados en cada convictorio,
cuyo papel es informar al Rector todos los sábados por la noche sobre la conducta de los alumnos
en sus respectivas casas. Los pobres de Domus pauperum de los Hermanos juegan un papel muy
importante (y particularmente odioso) como informantes del Rector. En Zwolle, estos celosos
supervisores espían sus condiciones incluso fuera de la escuela, los denuncian e incluso ayudan a
castigarlos73.

El camino fuerte siempre estuvo en vigor en las Escuelas de los Hermanos, incluso en el
Renacimiento, si juzgamos por ciertas escenas de las comedias de Macropedius (Langeveldt, circa
1475-1558), profesor en Liege y Rector en Utrecht y en Bois-le-Duc. En dos de ellos, Rebelles y
Petriscus, ven, por ejemplo, los alumnos de los Hermanos que desertan de la Escuela para escapar
del brutal trato del Rector. No hace falta decir que la férula se usa generosamente en las clases, sin
que el autor de la obra se sienta particularmente avergonzado 74.

70
J. BuscH, Chron. Windesh., 205, 207. a Fuit ergo [Cele] dissolutis virga ti-
moris et bene discentibus baculus sustentacionis D: ibid., 208. Cf. M. SCHOENGEN, Die Schule von Zwolle,
70-77.
71
Spech Gesichechte des Unterrichswessen in Deutschland 158 cité para M.SCHOENGEN, Die Schule von
Zwolle, 75
72
R. R. POST, Scholen en Onderwijs, 126-127.
73
R. R. POST, Scholen en Onderwijs, 126. Erasme park du satelles ou chien de garde: ERASME, De pueris statim
ac
74
liberaliter instituendis: Op. omn. I, 505 C
L. HALKIN, Les Freres de la Vie Commune de la maison Saint-Jerome de Liege, 34.

17
El horario escolar parece haber sido significativamente aliviado por los Hermanos de la Vida
Común. Hyma y Schoengen anotan tres horas y media hora o cuatro horas por día, en lugar de
nueve, ya que se utilizó en varias otras escuelas de su tiempo 75. En cuanto a nosotros,
encontramos sus estimaciones poco creíbles. Al menos los horarios de Gouda (alrededor de
1521), en una época en que los programas escolares estaban más aligerados que en la Edad
Media, fijan al menos seis horas de clase por día, distribuidas en tres horas en la mañana (de 6 a 7,
de 7 a 8, de 9 a 10) y tres horas por la tarde (desde el mediodía a la 1, de 1 a 2 y de 4 a 5). Es
necesario señalar que el tiempo de los cursos estaba cortado, quizás por recreos, de manera que
no hubiera nunca más de dos horas de clases seguidas 76.

Una o dos veces por semana los alumnos de Zwolle no tienen clases por la tarde. Encontramos lo
mismo en Gouda hacia 1521. En Liege, en el tiempo de Sturm, el jueves está dedicado al
descanso, aunque las lecciones no se detienen por completo, de acuerdo con el Rector. Los
domingos y festivos están especialmente reservados al servicio divino y las cosas espirituales. Los
alumnos que estudian la Escritura, asisten a sermones públicos (que ocupan lugar de la instrucción
religiosa), y participan en los oficios religiosos. Sin embargo, incluso en estos días las actividades
escolares no se suspenden totalmente. En Gouda (alrededor de 1521), vemos que los alumnos
tienen una clase en la mañana y se ejercitan en la tarde con ensayos, declamaciones y
composiciones en prosa o en verso77.

En cuanto al método propiamente tal utilizado en las escuelas de los Hermanos, Jean Sturm nos
dejó en su informe a los "scolarques" de Estrasburgo una descripción que uno no podría haber
detallado más sobre el “modo” que el conoció durante su estancia en la escuela de Lieja 78. Muchos
de sus rasgos característicos se asemejan extrañamente a los modos de Montaigu bajo Standonck
y Beda – y esto por causa que la fuente para una y otra Escuela era la misma. En Lieja, la
enseñanza está escalonada de manera gradual y progresiva a lo largo de ocho clases, cada una de
las cuales comparta un programa bien preciso, perfectamente articulado a la clase precedente y a
la siguiente. El Rector vigila que los regente “lean” sus libros hasta el final, sin invadir las materias
de las otras clases. El principio parece ser “una sola cosa a la vez, y en orden”.

No se es promovido a un grado superior sin haber asimilado sólidamente la materia del grado
anterior. Las revisiones continuas aseguran que esto sea así: en 6ª. se repiten los preceptos de
gramática aprendidas en 7ª., y algunos se agregan; lo mismo se hace en 5ª. con el tema de 6ª. y así
sucesivamente. Los preceptos se estudian al unísono con los autores, quienes arrojan luz sobre
ellos de manera práctica. Estos a su vez están meticulosamente graduados: primero se ven
oraciones simples, tomadas de oradores y de poetas latinos, luego se explican a los autores, más
tarde se abordan los historiadores, autores griegos, etc. Después de la gramática latina, que se
desarrolla progresivamente - lectura y escritura, declinaciones, conjugación, sintaxis, versificación
-, se comienza en 5ª el estudio del griego, se continúa con la retórica y la dialéctica estudiadas
conjuntamente, y finalmente podemos emprender en la 2ª y la 1ª el estudio de la filosofía, la

75
A. HYMA, The Christian Renaissance, 292. M. SCHOENGEN, Die Schule von
Zwolle, 66.
76
R. R. POST, Scholen en Onderwijs, 105-106.
77
M. ScHoExcEN, Die Schule von Zwolle, 66. R. R. POST, Scholen en Onderwijs, 124. M. FOURNIER, Statuts, IV, 20. A.
HYMA, The Brethren, 110-111.
78
M. FOURNIER, Statuts, IV, 18-21.

18
teología y las disciplinas superiores. Cada clase tiene su propio maestro, con la excepción de las
dos clases superiores, que tienen maestros especiales para cada disciplina.

Los ejercicios escolares a los que se someten los alumnos se presentan en las formas más variadas
y son muy frecuentes. La memoria juega un papel preponderante. A partir de la 7ª los estudiantes
se preparan para la composición construyendo nuevas oraciones a partir de los diversos
componentes de una oración dada (esta es la variatio erasmiana). A partir de la 6ª, los estudiantes
practican pequeñas composiciones escrtias, primero en prosa, luego en verso. El estilo latino se
pule y se cepilla continuamente en las clases superiores, de acuerdo con modelos precisos
propuestos para imitar. Paralelamente al estudio de la retórica y la dialéctica los alumnos
comienzan a prestar mayor atención al razonamiento y a la expresión oral mediante frecuentes
declamaciones. En teología se proponen questiones y se mantienen disputationes, según el
método escolástico tradicional.

El solo hecho de haber concentrado todos estos ejercicios y todo el ciclo de enseñanza al interior
de un solo establecimiento, confiere al sistema de los Hermanos una unidad y una eficiencia que
sería en vano querer alcanzar de otra manera. Contrariamente a lo que llegaba a París, donde cada
colegio de "ejercicio completo" doblaba la enseñanza de los otros colegios de ejercicio completo ",
las Escuelas de los Hermanos y sus sucesores optarán por el principio de una sola escuela para
cada ciudad. Esto es en gran medida lo que será la fuerza de su enseñanza 79.

Este fue el método seguido en Lieja en los años 1521-1524. En esa época, Erasmus ya había
publicado la mayoría de sus principales manuales escolares, - los hemos visto entre los textos de
Gouda, - y la pedagogía ya se había embarcado en los caminos del humanismo. Pero es obvio que
ni Cele en Zwolle ni Hegius en Deventer siguieron un método tan avanzado como el de Lieja, en un
momento en que la "barbarie" aún no se había disipado, y donde la imprenta era desconocida o
apenas comenzaba. Por falta de textos, la memoria y los dictados tenían un lugar preponderante.
Aún después de la invención de la imprenta, numerosos maestros en Deventer se habían
mantenido apegados al antiguo sistema de dictados, como lo testimonio Butzbach 80.

Y, sin embargo, en Zwolle y Deventer, ya se encuentra en germen el método y los principios


pedagógicos que Liege desarrollará más plenamente. El ejercicio continuo era la ley en la escuela
de Zwolle, ordenada como estaba por la división de clases. Esto último, de hecho, es lo que
establece un nivel de conocimiento que se debe alcanzar en cada grado y exigía un control
efectivo, implicaba pruebas y una práctica constante. El papel de los maestros no está solo
definido por la carga de legere sino también por la de examinare, es decir, de preguntar a los
alumnos sobre lo que se explicaba81. Como en París, es el argumento y el método escolástico que
dominan en Zwolle y Deventer a nivel de la enseñanza de la gramática: las disputas tienen un lugar
preponderante82. Pero en ello el método de los Hermanos no tenía nada de original, pues sobre
ese punto era deudora de la escolástica parisina, veremos por qué vía.

79
L. HALICII•1, Le College Liegeois des Freres de la Vie Commune, 10.
80
J. BUTZBACH, Auctaritim, 243
81
Singulis suis locistis legendo seu examinando »: J. BuscH, Chron. Windesh.,214.... in lectionibus et
examinacionibus
82 >: ibid., 206.
J. BuTzsAcH, Auctarium,251. Cf. E.-A. Mosms, Beitrdge zur Charakteristik,43.

19
Al interior de este método, un punto típico de la tradición espiritual y pedagógica de los Hermanos
está constituida por el rapiarium, un cuaderno donde los alumnos recogían los pensamientos que
más los habían impresionado en el curso de sus lecciones o sermones. Jean Cele quería que
durante sus explicaciones de la Biblia los días festivos, todos los alumnos tuvieran a la mano su
rapiarium theologicale, para anotar los extractos de las Epístolas o de los Evangelios que merecen
ser retenidos y aprendidos de memoria 83. La aplicación a las letras de este uso dará lugar a los
cuadernos loci comunes, empleados para la copia verborum o adquisición de vocabulario.
Butzbach aporta el ejemplo de uno de sus condiscípulos en Deventer, Jerome de Neuss, célebre
por su aplicación a poner de inmediato negro sobre blanco todo lo que podía ser susceptible de
serle útil84.

Es necesario reservar un lugar especial para el teatro escolar en las escuelas de los Hermanos,
tanto como medio de entretención que como ejercicio literario. Desde los tiempos más antiguos,
hay siempre en los registros de varias ciudades subvenciones otorgadas a los estudiantes para la
puesta en escena de pequeñas obras dramáticas, en particular con ocasión de algunas
celebraciones populares como la fiesta de los Santos Inocentes, la fiesta del "niño obispo", el "rey
de mayo", etc. Los registros de Deventer informan sobre toda una serie de piezas actuadas por los
estudiantes, cuyos temas les permiten, por sí solos, rastrear la evolución del teatro escolar en esta
ciudad: que van desde representaciones religiosas a los juegos profanos, y de los misterios y las
moralidades de la Edad Media a las obras clásicas del Renacimiento.

Es así que en I394 se pone en escena por primera vez una pieza de la Pasión, que se repetirá varias
veces. En 1441, se representaron imágenes en vivo de la historia de la salvación. Siguen piezas
tomadas del Antiguo Testamento: Assuérus en 1474, David y Goliath en 1500, etc. Finalmente, la
comedia clásica. Ya en 1454 se representó un Hercules furiens. En el siglo XVI, los Rectores van a
permitir la puesta en escena de obras de Plauto y Terencio, representadas siempre por los
alumnos85. En Lieja, la Escuela de los Hermanos representó el Phormion de Terencio en la plaza
pública en 152286.

Pero la gran figura del teatro escolar de Hermanos es Georges Macropedius, de quien hablamos
más arriba. Sus comedias y tragedias tuvieron un éxito sin igual, si juzgamos por la cantidad de
traducciones, imitaciones y ediciones que se hicieron de ellas, las piezas de Macropedius
terminaron prevaleciendo sobre las de Terencio. Son de carácter religioso y moral, y sus temas
provienen de la vida cotidiana o de la historia sagrada: Lázaro mendicus, Josephus, Adamus ... Su
objetivo es tanto instructivo como moralizante. Los alumnos encuentran una manera de practicar
la pronunciación latina y actuar en público, al mismo tiempo que se divierten honestamente. Estas
piezas probablemente se produjeron en el momento de la estancia de Macropedius en Lieja, y
ciertamente en Utrecht y Bois-le-Duc 87.

Ya sea bajo la influencia de las Escuelas de los Hermanos de la Vida Común o por otras razones, es
seguro que en el umbral del siglo XVI en los Países Bajos y en Alemania se encuentran una serie de
83
J. BuscH, Chron. Windesh.,207.
84
J. BUTZBACH, Auctarium, 251
85
R. R. POST, Scholen en Onderwijs, 129-130.
86
J. ST.)RN, Classicae Epistolae,64.
87
L. HALKIN, Les Freres de la Vie Commune de la maison Saint-Jerome de Liege, 30-35.

20
piezas de neolatina sobre temas de la historia sagrada, cuyos títulos, si no el contenido en sí,
recuerdan extrañamente varias comedias o tragedias que se representarán más adelante en
muchos otros Colegios. Así, el Acolastus representada en el Colegio Jesuita de Córdoba en 1555, la
primera verdadera comedia interpretada en un Colegio de jesuitas, probablemente sea solo una
adaptación expurgada del Acolastus o comedia del hijo pródigo, del Rector de la Escuela de La
Haya Guillaume Gnaphaeus (Volder), editado en 1529. La misma pieza se representa en el Colegio
de Lisboa en 155688. Hemos visto que los Samarites o la comedia del buen samaritano, de Pierre
Papeius, se imprimió en Toledo en 1542 y probablemente se representó en Alcalá. El tema del
Buen Samaritano reaparece frecuentemente en los diálogos y comedias de los jesuitas. Otro tema
muy utilizado es la historia de José, cuyo diálogo estará representado en el Colegio Protestante de
Rive en Ginebra en 1547, y una tragedia en los Colegios Jesuitas de Medina del Campo (1556) y de
Ocaña (1558) del Padre José de Acosta 89. ¿Habría alguna conexión entre estas obras y el Josephus
de Cornelio Crocus, Rector de la Escuela de Amsterdam, y Jesuita en los últimos días de su vida
(1550), que obtuvo un gran éxito desde su primera publicación en 1536? 90 El mismo tema fue
tratado en otras comedias por Dietherus (1547) y Macropedius (1544) 91.

Aquí no podemos arriesgar el enunciar hipótesis sobre las fuentes en las cuales se inspiraron
ciertas obras escolares. El hecho es que un estudio comparativo entre las diferentes piezas que
tratan el mismo tema nos parecería, nos parece, tan sugerente como fecundo, y permitiría sin
duda descubrir más que un simple parecido de título entre ciertas obras. Vamos a conformarnos
tratando de acercar algunos. La Historia de divite y de egeno Lazaro, publicado en 1540 con una
obra de Sapidus interpretada el año anterior por los alumnos de Estrasburgo ( Lazarus redivivus),
¿no tendría alguna relación con Lazarus mendicus de Macropedius92? Del mismo modo, sería
interesante comparar la Isaci immolatio de Ziegler (1544), o la inmolación Dialogus de Isaaci
immolati de Philicinus (Campson, 1546), con Abraham sacrifiant de Theodore de Beze, realizada
en Ginebra en 155093; Susanna, representada en Strasbourg en 1541 por la corporación de
curtidores, con la Susanna de Xyste Betulius (Birck), que data de 1538 94; Judith del mismo autor
(1539), con las piezas del mismo nombre presentadas en los colegios Jesuitas de Ocaña (1559) y
Messina (1565)95; el Hamanus de Naogeorgus (Kirchmeyer, 1543), con el Assuérus representado
en el Colegio jesuita de Murcia en 1558 96.

Una última palabra es necesaria sobre el papel del elemento religioso en la vida escolar de las
Escuelas de los Hermanos. Si los Hermanos se dedicaron a la enseñanza, no fue tanto por
preocupaciones pedagógicas si no por razones eminentemente espirituales. La educación de la
juventud no era el medio que Groote había concebido para poder realizar una profunda reforma
en las costumbres de la sociedad de su tiempo. El cronista de Windesheim señala que Cele
“aunque trabajó incansablemente para asegurarse de que sus alumnos obtuvieran el mayor
88
Litt. Quadr. III,521; IV,455. Cf. C.-H. FRECHES, Le theatre neo-latin au Portugal,116. J.-C. BRUNET, Manuel du
libraire, II, 1629.
89
J. LE COULTRE, Mathurin Cordier, 245-246. Pol. Chron. VI, 567, n.2447. C.-H. FittcnEs, Le theatre neo-latin au
Portugal, 116.
90
J.-C. BRUNET, Manuel du libraire, II, 429
91
92
J.-C. BRUNET, Manuel du libraire, II, 835; III,1287.
J.-C. BRUNET, Manuel du libraire, I, 834. C.-H. Flt oms, Le theatre ndo-latin au
Portugal,
93
117. E. AGUILERA, Provinciae Siculae Soc. Iesu ortus et res gestae, I, 166.
5.-C. BRUNET, Manuel du libraire, IV, 10. Litt. Quadr. V, 467, n. 9.
94
5. CRUGER, Zur strassburger Schulkomodie, I, 308, J.-C. BRUNET, Manuel du libraire, I,834.
95
J.-C. BRUNET, Manuel du libraire, I, 834. C.-H. Flt oms, Le theatre ndo-latin au
Portugal, 117. E. AGUILERA, Provinciae Siculae Soc. Iesu ortus et res gestae, I, 166.
96
5.-C. BRUNET, Manuel du libraire, IV, 10. Litt. Quadr. V, 467, n. 9

21
beneficio de todas las disciplinas enseñadas en su escuela, gramática, lógica, ética y filosofía,
estuvo siempre preocupado de hacerlos avanzar en el conocimiento de las Sagradas Escrituras, las
buenas costumbres y la práctica de la vida cristiana, y en el amor y el temor de Dios, y a esto
último le dio una gran importancia” 97. La piedad y las letras estaban tan estrechamente ligadas en
el pensamiento de Groote que no faltó gente que creyera que Gérard fue el inventor de esta
“piedad letrada” que será el leitmotiv de los colegios protestantes y jesuitas en el Siglo XVI 98.
Poniendo en cuestión esta afirmación, demasiado exclusiva para nosotros, no hay duda que
Groote fue incontestablemente uno de los más grandes promotores de la pietas litterata.

Una de las principales características de las Escuelas de los Hermanos es, precisamente, la
introducción de una instrucción religiosa en sus establecimientos, lo que constituye una novedad
en su época. Esta instrucción se lleva a cabo los domingos y días festivos y, es interesante señalar,
que se hace a partir de la Biblia. Toma la forma de una "collation (colación)” o discusión familiar
entre los Hermanos, a la que los niños y las personas tienen acceso. Se elige un pasaje de la Biblia
que contiene una enseñanza doctrinal o moral, se lee en público y se explica en un estilo que esté
al alcance de la audiencia. Estos no son, estrictamente hablando, sermones: los Hermanos
exhortan e instruyen con simplicidad, sea en conjunto o por separado en pequeños grupos. Esta
instrucción siempre se realiza, por supuesto, en la lengua vernácula, los niños señalan en su
rapiaria los pensamientos más útiles. Sus conocimientos religiosos, en consecuencia, van mucho
más allá de memorizar el Padre Nuestro, los Mandamientos, el Credo o las oraciones más
comunes. Es a causa de estas "collations" o conferencias que los Hermanos a menudo también se
conocen como “Fratres Collationarii "99.

También los domingos, los estudiantes participan en los oficios religiosos. En Zwolle, Cele es
particularmente aficionado al canto de iglesia, que él mismo enseña. Los escolares intranei y
algunos extranei, vestidos con sobrepelliz, canta el oficio en el coro. Los otros escolares fuera del
coro asisten a las misas y a las vísperas, vestidos con sus trajes grises con capuchón, como también
lo hará los "pobres" de Montaigu bajo Standonck. El cronista de Windesheim cuenta la escena en
la que un día Maitre Cele le hizo a un escolar arrogante que se había permitido disponer su
pequeña capa deshacerse de una manera demasiado secular 100. Las prácticas de piedad de los
escolares son, de hecho, una réplica a una menor escala del régimen de vida de los Hermanos, lo
que le da a sus Escuelas un fuerte tinte clerical, incluso monástica. No debemos olvidar que, en su
pensamiento, las Escuelas de los Hermanos son en gran parte semilleros de futuros sacerdotes y
religiosos que tendrán que reformar el clero regular y secular. Por lo tanto, no es sorprendente
que los Hermanos hayan extendido y aconsejado a sus alumnos numerosos ejercicios de piedad
que ellos mismos practicaban. Señalemos, entre otras cosas, el uso de la corrección fraterna, - que
va a dar lugar a la

denunciación mutua entre los alumnos -, el examen de conciencia y la confesión y comunión


frecuentes – unas quince veces por año, en las grandes fiestas 101.
97
J. BuscE, Chron. Windesh., 206.
98
G. Boner MAURY, De opera scholastica, 37. L'affirmation nous semble pour le mons simpliste. On
ne voit pas pourquoi Groote devrait etre l'inventeur de la piete lettree plutot que saint Jerome ou
saint Basile
99
A. HYMA, The Brethren, 111-112; The Christian Renaissance, 293-294; Renaissance to Reformation, 130.
100
J. BUSCH, Chron. Windesh., 207.
101
Cf. le reglement de Zwolle dans M. SCHOENGEN, Jacobus Traiecti alias de Voecht
Narratio de inchoatione domus clericorum in Zwollis, 239-273.

22
4. CONCLUSIÓN. LA INFLUENCIA PEDAGÓGICA DE LOS HERMANOS DE LA VIDA COMÚN.

Si quisiéramos resumir en algunos puntos los elementos más característicos de las Escuelas de los
Hermanos, es decir, lo que representa una verdadera innovación pedagógica en comparación con
otras escuelas de la misma época, creo que deberíamos retener lo siguiente:

1. La organización de una red completa de convictorios o casas de recepción, donde las diferentes
categorías de alumnos que siguen sus cursos en la escuela de una ciudad, en particular los pobres,
reciben apoyo desde el punto de vista material y disciplinario.

2. La división de los escolares en un cierto número de clases, cada una con su programa preciso, su
maestro particular y un nivel determinado para alcanzar, todos los cuales están encadenados de
manera progresiva y ordenada.

3. Inclusión en el programa de la Escuela del Quadrivium y algunas otras asignaturas hasta ahora
reservadas a nivel universitario, donde cada asignatura tiene su maestro especializado y se
coordina orgánicamente con las otras disciplinas inferiores que se imparten en la misma Escuela.

4. La importancia otorgada a la instrucción religiosa a través del estudio de la Biblia y un ideal de


vida cristiana hacia la cual están orientadas todas las ciencias y las letras.

De estas características principales surgen lógicamente un cierto número de detalles que los
Hermano fueron desarrollaron en sus Escuelas, y que pueden considerados como elementos
constitutivos de su pedagogía. Entre los más originales, enumeraremos: la adopción del sistema de
decurias, los exámenes de pasaje a nivel de estudios literarios y promociones, el rapiarium, la
preocupación por cultivar la lengua vernácula, el uso de otorgar pequeños premios a los mejores y
estudiantes, etc. Otros puntos particulares como el teatro escolar, ejercicios y disputas, castigos,
etc. que, aunque firmemente establecidos en sus Escuelas, ciertamente no parecen ser
características, pues con pocas diferencias se encuentran en la generalidad de las Escuelas de esta
época102.

En todos los puntos que acabamos de identificar, los Hermanos de la Vida Común fueron, sin duda,
innovadores. Es cierto que todos estos elementos tal vez no son de su invención (lo vimos con
respecto a las decurias). Sin embargo, el hecho es que fueron ellos los primeros en desarrollarlos
de manera poderosamente original e integrarlos felizmente en un sistema educativo sólidamente
estructurado y coherente, que se revelará como una influencia prodigiosa en la historia de la
pedagogía

La influencia ejercida por los Hermanos de la Vida Común como educadores es, de hecho, más
extensa de lo que uno podría pensar. Pensemos solo en todos estos hombres eminentes,
egresados de sus Escuelas, que jugarían un papel tan decisivo en la Europa del Renacimiento y la
Reforma. A los nombres de los estudiantes de Deventer mencionados anteriormente, también

102
Les historiens des Freres s'accordent plus ou moins sur les caracteris-
tiques que nous avons donnees. Cf. M. SCHOENGEN, Die Schule von Zwolle, 95, 107.
G. Bon-r, MAURY, De opera scholastica, 81-88. L. HALKIN, Le College Liegeois des Freres de la Vie
Commune, 13-14. A. HYMA, The Christian Renaissance, 292-294.

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debemos agregar los de Jean Wessel Gansfort, el segundo fundador de la Universidad de Paris, de
Josse Bade Ascensius, de Nicolas de Cusa, de Gabriel Biel, de Lutero, alumno de los Hermanos en
Magdeburgo, de Paracelso, de Nanninck (Nannius), profesor del Colegio Trilingüe de Lovaina, su
sucesor Cornelius 'Wouters, profesor de Juste Lipse, etc. 103

Sin embargo, si la influencia de los estudiantes de los Hermanos en toda Europa fue muy grande,
la influencia ejercida por las propias Escuelas de los Hermanos, como modelos a partir de los
cuales se inspirarían de lejos o de cerca muchas Escuelas posteriores, no es menos considerable.
Pues, no se puede dudar que un buen número de los nuevos College de letras humanas creados en
el siglo XVI son de una manera u otra tributarios de las Escuelas de los Hermanos. El historiador de
los Hermanos, Albert Hyma, no tiene miedo de argumentar que es Jean Cele quien debe ser
considerado el fundador y creador de lo que ahora llamamos escuelas secundarias. De hecho, fue
su escuela Zwolle la que sirvió de modelo para las de Louis Dringenberg en Selestat, de Hegius en
Deventer, de Murmellius en Münster, de Melanchton en toda Alemania, de Sturm en Estrasburgo.
de Calvin en Giebra, de los colegios jesuitas y todos sus sucesores 104; veremos por qué medios
diferentes.

En cuanto a la influencia de Zwolle en Deventer, y de estas dos escuelas en la mayoría de las


escuelas en los Países Bajos y Alemania, está fuera de toda duda. Entre 1500 y 1550, hay pocas
escuelas primarias o secundarias en los Países Bajos que no tienen conexión con las Escuelas de
Zwolle o Deventer, o que no están dirigidas por hombres formados en los pasos de Hegius: tan
grande fue el número de maestros proporcionados por estas escuelas solo a todas las demás
escuelas del país. Y podríamos decir lo mismo de las Escuelas de Westfalia y del Alto Valle del
Rin105. Si estudiamos los orígenes de cada una de las Escuelas instaladas en todo el norte y oeste
de Alemania a lo largo del siglo XV y principios del XVI, es fácil trazar las líneas de influencia de
Zwolle y Deventer. Esto es particularmente evidente para las dos casas renacentistas que más
contribuyeron a la difusión de la enseñanza en Alemania desde 1450 hasta 1520: las escuelas de
Selestat y Munster ''106.

La escuela de Selestat dirigida desde 1441 a 1477 por Louis Dringenberg, ex alumno de Deventer,
sigue el espíritu y el método de los Hermanos de la Vida Común. Se convierte en la primera
escuela humanista de la región de Alsacia dirigida por elementos no eclesiásticos que incluso logra
eclipsar durante un tiempo la antigua metrópoli intelectual: Estrasburgo. De Selestat egresarán
Beatus Rhenanus, Jacques Wimpheling y dos futuros profesionales del Gimnasio de Sturm en
Estrasburgo: Jean Sapidus (Witz) y Martin Bucer. 107

Münster, por su parte, constituyó en el siglo XV la puerta a través de la cual la Devotio moderna y
todas las reformas religiosas y pedagógicas de los Hermanos de la Vida Común entran en
Alemania. Desde allí se extienden hacia Hildesheim, Rostock, Magdeburg, Cologne y a muchas
ciudades del norte donde los Hermanos ni siquiera tenían casas: Lübeck, Essen, Dortmund ... Casi
todas las escuelas más importantes de Alemania Occidental fueron organizadas y reformadas por
103
A. ROERSCH, L'humanisme beige a l'epoque de la Renaissance, 13-14, 17-19. A. HYMA, The Brethren, 106.
104
A. HYMA, The Brethren, 90.
105
A. HYM.k, Renaissance to Reformation, 369.
106
A. HYMA, The Brethren, 121-122.
107
A. HYMA, The Brethren, 122; The Christian Renaissance, 340. Sur 1'Ecole de Selestat et ses eIeves, cf. P. ADAM,
L'humanisme a Selestat.

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hombres de letras y profesores de Münster y Deventer, cuyo número es tan grande que sería
absolutamente imposible contarlos 108.

Jean Sturm se inspiró en la escuela Saint-Jerome de Liege para su gimnasio de Estrasburgo, él


mismo lo confiesa en su informe a los "escolarcas" de la ciudad. Tendremos la oportunidad de
verlo en el próximo capítulo. En cuanto al Colegio de Calvin, también veremos la influencia de los
Hermanos de la Vida Común, no directamente sino a través de Estrasburgo.

Ahora surge el problema de saber hasta qué punto la pedagogía jesuita también es tributaria del
sistema pedagógico de los Hermanos. No vemos ninguna inconsistencia en llegar a reconocer con
Hyma que los colegios jesuitas se inspiran en el último análisis del modelo de Zwolle. Sin embargo,
esta influencia, creemos, no se ejerció directa e inmediatamente, sino precisamente a través del
intermediario del modus parisiensis, en la medida en que a su vez tomó prestados muchos
elementos de la tradición de los Hermanos y los integró en su propia tradición.

La semejanza entre el método y los programas de los primeros Colegios Jesuitas y los de los
Hermanos de la Vida Común es, de hecho, tan sorprendente (por ejemplo: Messina y Lieja), que
uno quería ver una influencia directa del sistema de los Hermanos en los jesuitas a través de una
de las copias más fieles de los Hermanos, el Gimnasio de Estrasburgo. Así es como las Escuelas de
los Hermanos no solo son el origen de los Colegios Jesuitas, sino que serían prácticamente la
fuente principal, el modelo primero y único. En realidad, como veremos en nuestro capítulo sobre
el Colegio de Messina, no hay evidencia de que los jesuitas se hayan propuesto como modelo la
Escuela Saint-Jerome en Lieja o el Gimnasio de Estrasburgo. Todo converge para demostrar lo
contrario, que es sobre todo el patrón de París que los jesuitas se han fijado ante sus ojos y que
ellos pensaron copiar.

El historiador de la pedagogía jesuita, Jean-B. Herman, minimiza una posible influencia de los
Hermanos sobre los jesuitas, pero desde un punto de vista completamente diferente. Si ha habido
una influencia, solo se hubiera dado, según él, en la región que estaba en la esfera de acción de los
Hermanos (Lieja, Colonia, etc.), lo que la reduciría a una simple influencia local y secundaria. En
resumen, el sistema de los Hermanos solo sería una corriente secundaria que se perdería en la
corriente principal que tiene su origen en la Universidad de París, el modus parisiensis 109. Pero
Herman, que intenta explicar las semejanzas locales y tardías, no considera que la influencia de los
Hermanos podría haberse ejercido al interior mismo del modus parisiensis, y por allí pasar al
sistema de los jesuitas.

Nosotros sostenemos por nuestra parte que la influencia de los Hermanos en la pedagogía de los
jesuitas no fue solo esta influencia local y tardía que querría Herman, sino que se ejerció en la raíz,
desde el primer programa de Messina, en la medida en que el modus parisiensis, que los jesuitas
pretendían seguir, era tributario de Zwolle en muchos puntos. Es por esta vía y no de otra manera
que deben ser explicadas las semejanzas entre Lieja, Estrasburgo y los Colegios de los jesuitas. El

108
HYMA, The Brethren, 123-126. Sur l'Ecole de Miinster, cf. D. REICHLING, Die Reform der Domschule zu
Munster in Jahre 1500.
109
J.-B. HERMAN, La pedagogie des jesuites, 99-106, 43-45.

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problema que se plantea es, entonces, determinar de qué manera el modus pariensis es, a su vez,
tributario del sistema de los Hermanos.

Los intercambios entre París y los Países Bajos fueron desde siempre muy fáciles y frecuentes.
Conocemos la huella de Devotio moderna en París y en todo el movimiento de Reforma, en
particular a través de la obra de Standonck 110. Para hablar solo del aspecto pedagógico, es obvio
que París, a su vez, no dejó de irradiar a los Países Bajos y a toda Europa del Norte, especialmente
gracias a la escolástica. La gramática que se estudia en toda Europa del Norte a partir del Siglo XII –
y en las escuelas de los Hermanos a partir del Siglo IV – es la gramática impregnada de dialéctica
que París puso de moda. La lógica, la filosofía, la teología que se estudia son las de los maestros
de París. Y el método que se sigue tanto en las disciplinas superiores como en la gramática no es
otro que el método escolástico de París.

Los holandeses que estudian en París, comenzando por Gerard Groote, son innumerables. De 1336
a 1466, se registran no menos de 240 nombres holandeses en el Elenchus Procuratorum de la
nación alemana; encontramos 21 de ellos en el Elenchus Receptorum de la misma nación111.
Reconocemos entre otras cosas el nombre de un futuro Rector de la Escuela Zwolle 112. Ya hemos
visto que los maestros de las dos últimas clases de esta Escuela en los tiempos de Cele eran
magistri parisiensis. Sería inútil agregar una nueva evidencia para confirmar que París tuvo una
influencia en el norte de Europa y, particularmente, en las Escuelas de los Hermanos a través de la
difusión del método escolástico.

Pero la influencia no se ejerció en una sola dirección. No tenemos miedo de mantener por nuestra
parte que, en última instancia, fue la Escuela de Zwolle la que sirvió de modelo en muchos puntos
para los Colegios de letras humanas en París, a través de la intermediación del College de
Montaigu. Es cierto que no era del lado del método que los Colegios parisinos tenían algo que
aprender de las Escuelas de los Hermanos, ya que, por el contrario, eran los Hermanos quienes se
los habían tomado en préstamo. Pero, junto con el método, ¿no hemos visto practicar en las
Escuelas de los Hermanos una cantidad de usos absolutamente desconocidos en París hasta la
llegada de Standonck a Montaigu? La división de clases, las decurias, exámenes de aprobación y
promociones a nivel de la gramática, el rapiarium, el puesto o cargo de notator, no se encuentran
en el modus parisiensis antes del siglo XVI, mientras que todo esto ha sido bien establecido mucho
tiempo antes en las Escuelas de los Hermanos. Sin embargo, es precisamente con la reforma de
Montaigu por Standonck que estos usos aparecieron repentinamente en Montagne Sainte-
Genevieve.

El fenómeno se explica fácilmente si consideramos que Standonck, un ex alumno de los Hermanos


en Gouda, se inspiró manifiestamente en el espíritu y los métodos concretos de sus primeros
maestros. Se ha demostrado la dependencia principal de la Regla de Montaigu en relación con las
Reglas de Deventer y Zwolle, hasta el punto de que podríamos considerar la institución de

110
Cf. A. RENAUDET, Prereforme at humanisme, 174-183, 337 ss; Jean Standonck, un
reformateur catholique avant la Reforme, dans: Bull. Soc. hist. prot. franc.57 (1908), 5-81.
M. GoDET, La Congregation de Montaigu, 43-58. A. HymA, Renais-
sance to Reformation, 337-370.
111
G. BROM, Nederlanders aan de Hoogeschool van Parijs, dans: Archief voor de Geschiedenis van het
Aartsbisdom Utrecht, 26 (1900), 120-133. II faut tenir compte du fait que les noms se repetent par reelection.
112
a Jacobus de Hattem de Campis D. Cf. M. SCHOENGEN, Jacobus Traiecti, 176.

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Standonck como una sucursal de los Hermanos 113. Ahora, teniendo en cuenta la influencia del
College reformado de Montaigu sobre el ambiente universitario de París, no es sorprendente que
los otros colegios parisinos se hayan puesto a imitar en mayor o menor grado las novedades
introducidas por Standonck. Así es como el modus parisiensis que había modelado el método
escolástico y lo había puesto a disposición de los Hermanos de la Vida Común, retoma a cambio,
después de más de un siglo, algunas de las fórmulas pedagógicas más exitosas que los Hermanos
habían desarrollado en sus Escuelas.

La influencia pedagógica de los Hermanos en París no se detendrá en Montaigu, sino que


aumentará a partir de entonces. Pensemos solo en la enseñanza de la retórica en conjunto con la
dialéctica de Jean Sturm en París, siguiendo los principios de Agrícola, como en las Escuelas de los
Hermanos. Pensemos todavía en la influencia de la gramática de Despautere en París, y en los
hombres egresados de las Escuelas de los Hermanos, de los cuales Erasmo no es la joya más
pequeña. Nosotros nos quedaremos allí. En cualquier caso, es cierto que en el momento en que
los primeros jesuitas estudiaban en París y cuando Ignace se alojaba en Montaigu, el modus
parisiensis ya había sido marcado con la huella de los Hermanos.

Por otra parte, no se puede olvidar que la espiritualidad de la Compañía de Jesús se inscribe en
gran parte en la corriente general de la Devotio moderna; y que, aunque los primeros contactos de
Ignace con la Devotio moderna datan de mucho antes de su llegada a Montaigu, fue en este
College, uno de los lugares más importantes del movimiento, que Ignacio tuvo particularmente la
ocasión de compenetrarse de su espíritu 114. La fábula extravagante de Bouleze, repetida a saciedad
durante siglos, según la cual la fundación de la Compañía de Jesús se originó en una separación de
la Congregación de Montaigu, ha sido refutada desde hace mucho tiempo, al igual que la opinión
de aquellos que desean ver en el instituto de Loyola una versión simple y corregida del trabajo de
Standonck, con pocos cambios 115. El hecho se funda en la innegable semejanza entre ciertos
puntos de la Regla de Montaigu y algunos pasajes de las Constituciones de la Compañía de Jesús,
lo que bien puede haberse prestado a esta confusión.

El papel del Colegio de Montaigu en la génesis de la espiritualidad de la Compañía de Jesús resulta


difícil de precisar, pero es muy probable que haya existido alguna influencia. Sin embargo, si es
cierto que el espíritu de Devotio moderna podría haberse transmitido al fundador de la Compañía
de Jesús en gran medida a través de Montaigu, es aún más certero que las fórmulas pedagógicas
de los Hermanos de la Vida Común entraron en la pedagogía de los jesuitas a través de este
colegio. Por lo tanto, vemos el papel capital desempeñado, tanto para el modus parisiensis como
para los colegios jesuitas, por el antiguo Colegio de Gilles Aycelin de Montaigu.

113
A. HYMA, Renaissance to Reformation, 348-350; The Christian Renaissance. 245-250. M. GODET,
La Congregation de Montaigu, 45.
114
Ce fut a Montserrat qu'Ignace de Loyola se familiarisa avec Ia Devotio moderna et
le courant de Windesheim, qui y avait ete introduit par l'Abbe Jime-
nez de Cisneros. Cf. I. RODRfGUEZ-GRAHIT, Ignace de Loyola et le College de Mon-
taigu. L'influence de Standonck sur Ignace, dans: Bibl. Hum. Ren., XX (1958), 388-401.
Voir aussi R. RICARD, L'Eglise et la Renaissance, dans: A. FucHE-V. MAR-
TIN,
115
Histoire de l'Eglise, t. 15, 306.
Sur les rapports entre Montaigu et Ignace de Loyola, voir aussi A. RE, NAUDET, lean Standonck, 81. M.
GODET, La Congregation de Montaigu, 93-108. A. HYMA, Renaissance to Reformation, 366-370. R. G. VILLOSLADA,
La Universidad de Paris,110-111. J.-B. HERMAN, La peclagogie des jesuites, 41.

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