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CL 4
CL 4
Cuando existen estos diferentes modelos es importante hacer un ranking de proyectos que
jerarquice las inversiones en función de los indicadores relevantes de rentabilidad.
El IVAN es una aplicación particular del método general propuesto por Senju y Toyada, que
busca asignar óptimamente recursos insuficientes a proyectos que son indivisibles y que
muestran una rentabilidad atractiva para la empresa.
El ordenamiento de proyectos por comparación de los IVAN o las TIR no es válido en los
proyectos que se encuentran en el margen, cuando la sumatoria de sus inversiones no coincide
con el presupuesto disponible. En este caso, queda un remanente presupuestario inferior a la
cuantía de la inversión requerida para desarrollar el proyecto siguiente del ordenamiento.
En una situación como ésta, se podría lograr una combinatoria mejor si se utilizan todos los
recursos disponibles, en vez de dejarlos ociosos, sustituyendo proyectos que tienen un mejor
indicador por otros, que, siendo inferiores, posibilitan utilizar una mayor cantidad de los
recursos disponibles.
Esto sucede porque se supone que los recursos disponibles no invertidos en estos proyectos
pueden destinarse a otros fines que le retornan a la empresa una rentabilidad equivalente al
costo de capital. En otras palabras, el VAN de la inversión ociosa será igual a cero, ya que
genera una rentabilidad equivalente a la tasa que se utiliza para actualizar los flujos.
En conclusión, se puede afirmar que el IVAN, siendo el mejor método para jerarquizar
proyectos, no logra superar al procedimiento de analizar todas las combinatorias posibles.