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ENSAYO PORBLEMÁTICA DE “LA OROYA”

Existe un pueblo en el Perú donde las casas, las calles, el hospital, el colegio y unas
pocas áreas verdes están cubiertos por un polvo gris. Entre las partículas de esa nube
negra que parece arena, hay plomo. El plomo que sale de las chimeneas de una
fundición de metales que ha traído trabajo, “progreso” y docenas de historias de niños
que no engordan ni crecen y que tragan esa tierra tóxica cada vez que se meten los
dedos en la boca.
La ciudad de La Oroya, ubicada en la sierra central del Perú a 3800 metros sobre el
nivel del mar, destaca, entre otras razones, porque allí se ubica el denominado
Complejo Metalúrgico de La Oroya, uno de los complejos metalúrgicos más
importantes del mundo por la amplia gama de metales preciosos que se producen en
sus fundiciones.

La problemática actual se remonta a los años 1922 cuando La planta de La Oroya la


construyeron estadounidenses de la compañía Cerro de Pasco Copper Corporation
que desembarcó en estas alturas de los Andes. El complejo metalúrgico permitió que
vivieran las minas a lo largo y a lo ancho de la sierra central del Perú, cuyos minerales
necesitaban ser procesados antes de venderse en el mercado internacional. Por la
complejidad de los procesos que allí se realizaban -procesamiento de minerales
“sucios”, con alto contenido de sulfuros, gracias a esto La Oroya se transforma en un
lugar de referencia para ingenieros metalúrgicos de todo el mundo.

Como ya lo mencionamos antes este complejo ha operado desde 1922 en la ciudad de


La Oroya, y ha supuesto para dicha ciudad el principal sostén de su economía, pero
también la causa principal de los altísimos niveles de contaminación que presenta, tan
altos que esta ciudad ha sido considerada por organizaciones internacionales
especializadas en temas ambientales como una de las diez ciudades más
contaminadas del mundo.
Desde 1997, el complejo metalúrgico es operado por Doe Run Perú, una empresa que
ha incumplido de forma reiterada sus compromisos ambientales, si bien ha realizado
algunas mejoras, no ha implementado las exigencias del Estado peruano,
contraviniendo de esta forma tanto la normativa ambiental internacional como las leyes
peruanas vigentes al respecto.

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