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EL ESTALLIDO SOCIAL CHILENO: A SIETE MESES DEL 18-O

revistaojozurdo.pe/2020/05/18/estadosocialchileno/

mayo 18,
2020

La revolución, la pandemia y el horizonte que se avecina.


Lourdes Murri1Maestranda en Estudios Latinoamericanos (Universidad Nacional de
Cuyo)(texto) y Martín Obreque2Fotógrafo chileno:
https://martinobreque.myportfolio.com/ y @martin.obreke(fotos)
Con la colaboración de Nicole Kramm3Fotografa chilena: @nicole_kramm
En octubre de 2019 se desencadenó un ciclo de protestas en todo el territorio
considerado chileno, con enorme participación popular, poniendo en jaque al gobierno
de Sebastián Piñera. El “estallido social chileno”, la “revolución chilena”, “el despertar de
Chile” se encaminaba hacia la reforma constitucional que finalmente sería plebiscitada el
domingo 26 de abril. Sin embargo, la situación de pandemia global alteró bruscamente la
agenda política y social y el ansiado plebiscito ha sido reprogramado para el 25 de
octubre próximo.

En este fotorrelato no pretendemos exhaustividad frente a un proceso que


consideramos inacabado y que pese a las nuevas restricciones por la situación de salud,
permanece latente y a la espera de un contexto social que permita rehabitar el espacio
público. Sí nos parece importante no dejar pasar estas fechas, visibilizar lo que pasó y lo
que sigue ocurriendo en Chile y aprender de las lecciones que nos deja un pueblo que
ha logrado poner en jaque al sistema neoliberal en su conjunto.

Martín desde Santiago de Chile, con el cuerpo y el lente en las movilizaciones, ha ido
elaborando un registro de las jornadas de lucha popular y represión estatal.
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Concebimos a la fotografía como una forma de arte-denuncia, un manifiesto, un
documento testimonial que ha sido central para difundir la violencia de las fuerzas del
orden, a tal punto que los ojos que despertaron para ver fueron el blanco de perdigones
y balas. Tal es el caso del fotógrafo y estudiante universitario Gustavo Gatica, quien ha
quedado ciego de ambos ojos por disparos de carabineros durante las movilizaciones. A
él, y a todos y todas quienes han sufrido y sufren la represión estatal por luchar por una
sociedad mejor.

18-0: QUE VIVAN LXS ESTUDIANTES

“¡Que vivan lxs estudiantes,

Jardín de nuestra alegría,

Son aves que no se asustan

De animal ni policía!”

La Violeta canta la fuerza de lxs estudiantes. Una generación que nació en democracia
pero que integra el segmento de la población que se enfrenta a las peores condiciones.
Sin salud, sin educación de calidad, sin trabajo digno, SIN MIEDO.

¡Evadir, no pagar, otra forma de luchar! Nicole Kramm. 2019

No son 30 pesos, son 30 años. Cuando lxs estudiantes secundarixs llamaron a evadir el
metro ¿podía vislumbrarse el inicio de una revolución?

Las manifestaciones en Chile han sido las más extensas y profundas desde el retorno a
la democracia. Algo que comenzó como el llamado a evasión del metro por parte de lxs
estudiantes secundarixs, se radicalizó transformándose en una resistencia transversal a
todos los sectores de la sociedad. De octubre a marzo-previo a la cuarentena- el
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gobierno de Piñera estuvo en jaque, prefiriendo la represión a escuchar los reclamos
populares. La popularidad del mandatario se desplomó hasta llegar a apenas un 6%,
según un estudio del Centro de Estudios Públicos (CEP) presentado en enero de este año.
Sólo la crisis del coronavirus pudo darle una tregua a un presidente sin legitimidad, que
en otras circunstancias difícilmente hubiera podido concluir su mandato.

En estas jornadas de lucha sobresalen las exigencias de renuncia del presidente y la


conformación de una asamblea constituyente para una nueva constitución. Las prácticas
represivas en Chile, de especial violencia contra mujeres y jóvenes, parecieran replicar
los métodos dictatoriales, generando un perturbador puente entre los años
pinochetistas y el presente. Puente que además ha sido construido con bases en una
constitución autoritaria y un modelo económico neoliberal cuya fecha de imposición data
del 11 de setiembre de 1973.

El héroe colectivo. Martín Obreque, 2019.

Las protestas de los pingüinos lejos de quedar aisladas en el aumento del transporte se
fueron extendiendo hacia otras cuestiones consideradas intolerables. Ante el apoyo de
amplios sectores sociales, que apoyaban lo justo de los reclamos, ante un
endeudamiento de la vida cada vez mayor, el día 18 de octubre se convocó a una
manifestación que resultó masiva, iniciándose así el “estallido social”.

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Santiagazo. Martín Obreque, 2019.

Pese a la fuerte represión, la declaración de estado de emergencia y toque de queda, las


movilizaciones se fueron acrecentando e intensificando. En lugar de causar el efecto de
retracción, la conciencia frente a la desigualdad social y la represión desmedida de
carabineros y fuerzas armadas chilenas aglutinaron al pueblo y sus consignas. Del
aumento de la tarifa del transporte, rápidamente las demandas fueron extendiéndose,
empezando por el cuestionamiento al alto costo de vida en Chile, uno de los países más
caros de Latinoamérica, hasta llegar a las bases mismas del sistema que subyacen en la
constitución pinochetista de 1980, identificadas como las causantes de la desigualdad y
puestas en cuestión en cada protesta.

Territorialidad: Arica, Valparaíso, Concepción, Coquimbo, Valdivia, Antofagasta,


Rancagua, Temuco, Punta Arenas, Iquique, Talca, protestas y tanques, toques de queda,
cacerolazos en todo Chile.

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Los pacos de Piñera. Martín Obreque, 2019.

La represión y el toque de queda lejos de generar miedo acrecientan la rabia y el


repudio hacia el gobierno. Las movilizaciones se intensifican y en clara alusión contra el
capital se incendian edificios de corporaciones, bancos, malls y se producen cientos de
saqueos a supermercados.

La institucionalidad de la democracia y la propiedad privada son cuestionadas


colectivamente. Nadie tiene derecho a tener tanto.

Resistencia. Martin Obreque, 2019.

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Sin miedo, aguante el pueblo. Martin Obreque, 2019

ACAB, venganza. Enfrentamientos entre manifestantes y policía en calle Corvalán,


Santiago. Martín Obreque, marzo 2020.

A la par de las medidas represivas, la primera “concesión” del gobierno fue, luego de un
fin de semana plagado de revueltas, congelar la tarifa del metro, es decir anular el último
aumento. Sin embargo, pese a la desinformación de los medios, la consigna “no son 30
pesos, son 30 años” se iba imponiendo en la sociedad. Tardía y desactualizada quedó la
medida defensiva de Piñera, que sólo demostraba la poca conexión con los reclamos de
la gente. Eso resultó ser una constante en el modus operandi del gobierno en los meses
siguientes.

EN CHILE

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SE VIOLAN

DERECHOS HUMANOS

En el Informe de Naciones Unidas (ACNUDH), dado a conocer el 13 de diciembre, se


constata que en Chile desde octubre, se han producido violaciones graves, masivas y
reiteradas a los derechos humanos. Entre otras cosas, se denuncian los siguientes actos
por parte de Carabineros:

VIOLACIONESMALOSTRATOSTORTURASLESIONES

USOINDEBIDODEARMASLESIONESOCULARES

EJECUCIONESEXTRAJUDICIALESVIOLENCIASEXUAL

DETENCIONESARBITRARIASUSOEXCESIVODEFUERZA

Pese a la masividad de las protestas y la legitimidad de las demandas, la represión de


fuerzas armadas y carabineros de Chile arroja terribles números. Según los resultados
de la misión de observadores de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos
Humanos (ACNUDH) de Naciones Unidas, entre los días 30 de octubre y 22 de noviembre
de 2019, entre otras cosas, el organismo concluyó que desde el 18 de octubre, tanto
Carabineros como el Ejército “no han adherido a las normas y estándares internacionales
de derechos humanos” (ACNUDH, 2019:9), habiendo realizado “un uso innecesario y
desproporcionado de armas menos letales (…)durante manifestaciones pacíficas y/o
fuera del contexto de enfrentamientos” (ACNUDH, 2019:9). También se señala que
Carabineros sólo está autorizado a utilizar perdigones de goma como munición, pese a
lo cual la mayoría de los heridos ha sido por perdigones de plomo. Según el Instituto
Nacional de Derechos Humanos “de las 3.449 personas heridas, 1.554 son por heridas
con perdigones” (INDH, 2019).

El ACNUDH ha registrado en su informe 26 muertes durante las movilizaciones sociales


hasta el 22 de noviembre, siendo la gran parte de estos muertes ilícitas por parte de
agentes del estado. La mayoría de los muertos eran jóvenes, y su deceso se debió a un
abuso de fuerza en el contexto de estado de emergencia.

Al 6 de diciembre, el INDH contaba con 3.449 personas lesionadas durante las protestas
que se hicieron atender en dependencias estatales, sin embargo este es un registro
difícil de llevar con precisión.

Se calcula que más de 350 personas han sufrido lesiones oculares por parte de disparos
de Carabineros entre el 18 de octubre y el 2 de diciembre (INDH). El 28 de octubre, la
Sociedad Chilena de Oftalmología y el Colegio Médico calificaron la situación como «una
emergencia de salud visual nunca antes vista en el país».

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Por los ojos del pueblo. Martín Obreque, 2019.

Por estos disparos, decenas de personas han perdido totalmente la vista en uno o
ambos ojos. Un caso que conmovió al mundo, fue el de Gustavo Gatica, quien el 8 de
noviembre, junto a otras siete personas, fue agredido en Plaza Italia por Carabineros,
recibiendo disparos de las escopetas lo cual le valió la pérdida de la vista en ambos ojos.

Fabiola Campillay (36) trabajadora, dirigenta social y madre, pérdida completa de la


visión en ambos ojos.

Gustavo Gatica (21) estudiante y fotógrafo, pérdida completa de la visión en ambos ojos.

Mario (30), disparo por perdigones de carabineros, pérdida total de la visión en un ojo.

y 350 más…

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Heridos en las cercanías de Plaza Dignidad atendido por voluntarios de salud.
Martin Obreque, 2019.

Particularmente, la represión de Carabineros tuvo como blanco los cuerpos de las


mujeres y disidencias, habiendo un alto registro de violencia sexual y sicológica, que
incluye violaciones, amenazas y todo tipo de torturas hacia mujeres, en su mayoría
jóvenes, y también hacia algunos varones que fueron violentados por su orientación
sexual. Casi todos los hechos documentados fueron perpetuados en las comisarías o
durante los traslados.

Chile, el que paga vive. Ley del Cancer. Martin Obreque, 2019.

LA LUCHA FEMINISTA, ANTIPATRIARCAL Y ANTINEOLIBERAL

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Las mujeres han sido vanguardia en estos meses de lucha, no sólo en Chile, sino en toda
América Latina. Lo cierto es que los feminismos aparecen hoy como uno de los frentes
de resistencia con mayor poder de movilización, visibilización y con amplias
posibilidades de articulación con otros movimientos.

Las mujeres han estado en la Primera Línea de las protestas, como así también han sido
el sostén material y emocional de tantas semanas de lucha, sirva como ejemplo el
Colectivo de “Mamitas Capucha”, mujeres de barrios periféricos que todos los viernes
preparan alimentos para lxs jóvenes que están sosteniendo las protestas desde la
Primera Línea en la Plaza de la Dignidad (ex Plaza Italia).

Así también, colectivos de mujeres artistas han realizado distintas intervenciones y


performances para levantar los reclamos de las mujeres y para denunciar la presencia
del patriarcado en las instituciones estatales. Tal es el caso de la colectiva Las Tesis de
Valparaíso, que con la performance de “Un violador en tu camino” lograron saltar las
fronteras y hacer uno el reclamo de las mujeres en distintas partes del mundo como
Argentina, Perú,, México, Francia, Turquía etcétera.

Nuestros cuerpos, nuestros territorios. Nicole Kramm, 2019.

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Martín Obreque, 2019

LOS HORIZONTES QUE SE ABRIERON


Las movilizaciones en Chile si bien se encuentran paralizadas por la situación de
pandemia global, dejaron varios aprendizajes y caminos abiertos. Por un lado,
aparentemente la salida será institucional. El plebiscito que se haría para la nueva
constitución sería en abril y ha sido pospuesto para el mes de octubre. Todo indica que
ganaría el sí.

Por otro lado, hubo un proceso constituyente “desde abajo” que se fue dando durante
los últimos meses organizados en cabildos abiertos y asambleas ciudadanas como
nuevas maneras de construir poder popular, democratizando la política. De la mano de
este mismo proceso se consiguió recuperar los espacios públicos para actividades
culturales, sociales y políticas.

A su vez, vale afirmar que en Chile se ha corrido el límite de lo posible. El estallido


comenzó un viernes y ya el martes se había aprobado el proyecto de ley de las 40hs, lo
cual semanas antes era una lucha bastante débil. Y finalmente se ha llegado a cierto
consenso respecto a la necesidad de una nueva constitución, del pueblo dependerá
cómo se realizará ese proceso, qué tan democrático y profundo será.

Otro aspecto a señalar es la presencia de la juventud. Y es que una generación completa


ha sido protagonista, enfrentándose abiertamente a regímenes económicos y políticos
violentos. La generación nacida en los noventa, tiene en común la permanente
flexibilidad laboral, las pocas expectativas de estabilidad y crecimiento económico y un
enorme acceso a la información. Podríamos decir que se trata de una generación
consolidada en el neoliberalismo pero que no ha sacado ninguna ventaja de ello más
que mirar desde las vitrinas. A esto se suma un factor central: es una generación sin

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miedo. Nacida y crecida en democracia, esta generación no sufrió física ni
psicológicamente los efectos del terrorismo estatal que sí han vivido sus padres, madres,
abuelas y abuelos.

Balas y fuego. Martin Obreque, marzo 2020.

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Lxs capucha, sobre el muro y más allá del muro. Martin Obreque, marzo 2020.

Pero, a lo largo de todos los meses de protesta, si bien la juventud ha sido la


protagonista, llama la atención la intergeneracionalidad del movimiento. Todos los
viernes podía verse en las marchas familias enteras, niñes, adultes mayores y mucha
juventud. Las marchas solían ser pacíficas, contando con enorme creatividad para hacer
llegar sus mensajes, con un repertorio de protesta de lo más diversos (música, danza,
performances) y además con una destacada presencia de las mujeres. La

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intergeneracionalidad es un reflejo de que el sistema económico impuesto en Chile
afecta a todas las etapas de la vida: desde las AFP, el acceso a la salud, a la educación, a
la vivienda, etcétera.

Otra de las características que resulta llamativa es la horizontalidad de las convocatorias,


realizadas por medio las redes sociales con ausencia de liderazgos visibles. Esto se
convirtió en una ventaja para el campo popular, ya que la táctica del gobierno ante
conflicto sociales había sido la convocatoria a una mesa de diálogo, sin embargo ahora
no había referentes a quienes convocar para sentarse a negociar. Así como parte de la
dirigencia visible del 2006 terminó en los ministerios y la del 2011 llegó a las bancas
legislativas, el gobierno no ha podido atacar ni coaptar dirigentes por la ausencia de
voceros o cabecillas. Esto resulta una novedad y requiere la actualización en las formas
de hacer política ante una nueva manera de organización de los movimientos sociales.
En este sentido se ha retomado una tradición antigua que es la de los cabildos o
asambleas, las cuales son autoconvocadas y se han extendido a lo largo de todo el
territorio chileno.

Luchar hasta que la dignidad se haga costumbre. Martín Obreque, 2019.

EL NEOLIBERALISMO MATA MÁS QUE EL CORONAVIRUS


¿Cuál es el camino que tomará la sociedad chilena luego del confinamiento por la
pandemia? ¿Cómo será el contexto politico y economico chileno tras vivir un estallido
social sin precedentes para luego ser uno de los paises mas afectados por el COVID-19?

Los últimos datos del Ministerio de Salud de Chile señalan que hay más de 46 mil
contagios y unos 470 decesos por coronavirus. Chile aparece como el cuarto país
latinaomericano con mayor cantidad de contagios, despues de Mexico, Perú y Brasil.
Estos números dejan en evidencia la posiblidad de colapso del sistema de salud chileno.

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El piñera virus. Últimas protestas antes de radicalización del confinamiento. Martin
Obreque, marzo 2020.

Pese a estos números, las medidas de las autoridades chilenas han sido irregulares . La
pandemia nuevamente ha dejado en evidencia que los intereses del presidente y su
gestión están puestos en salvar los mercados más que a las personas. A fines de abril
Piñera autorizaba la apertura de malls, tiendas, obligaba a las personas a tener que
desplazarse a sus lugares de trabajo alegando la vuelta a una “nueva normalidad”. De allí
que no fueran suficientes las medidas de aislamiento sólo en algunas comunas. Frente al
aumento brusco del número de contagios- que también se registraron entre
congresistas- recién el 15 de mayo se decretó el aislamiento obligatorio para la Región
Metropolitana y el gran Santiago.

Lo que sí se apresuró a decretar Piñera fue el toque de queda, en Chile antes de tener el
aislamiento o aumentos para la salud, se sacaron a las fuerzas armadas nuevamente a
las calles. Además de contar nuevos protocolos de represión, el panorama pos-
coronavirus no es muy alentador. En plena pandemia, el estado chileno ha solicitado un
crédito al FMI de 23.800 millones de dólares. El porcentaje de desocupación va en
aumento, y la crisis está afectando a los sectores más pobres.

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Despliegue militar en Estado de Catástrofe por pandemia en ciudad fronteriza de
Arica. Martin Obreque, abril, 2020.

Sabemos que la crisis que vivimos a nivel planetario no afecta a todos por igual. Las
desigualdades estructurales quedan en evidencia y esto también se siente duramente en
Chile. Muchas personas no pueden sostenerse en este momento y necesitan salir a
trabajar, porque si no los mata el coronavirus los mata el hambre y la falta de recursos.

SI bien las movilizaciones ya no están permitidas, las personas han hecho sentir su
descontento con la gestión de Piñera durante estas semanas de aislamiento a través de
las redes y de algunas protestas reducidas, como el pasado 27 de abril donde se vieron
algunas barricadas en Santiago, Antofagasta, Concepción y Valparaíso. Sin embargo, más
que el riesgo de contagio, el mayor temor está en salir a calles que se encuentran
militarizadas, lo cual es agrava si pensamos en el accionar de las fuerzas represivas
durante el estallido social.

Piñera quiere apresurar el retorno a la “nueva normalidad”, aun a costa de la vida y la


salud de las personas. Pero vale preguntarnos ¿qué normalidad es esa? Seguramente
para él, la normalidad del “oasis” antes del 18 de octubre. Claramente, es la normalidad
que el pueblo rechaza. Lo que venga después sabemos que no será fácil, una crisis
económica y social afectará a todo el mundo, y más aún a nuestra región.

La salida es colectiva. Que nunca más torturen, violenten y asesinen a los pueblos por
luchar por justicia social. FORTALEZCAMOS LOS VÍNCULOS, NO NORMALICEMOS LA
VIGILANCIA Y EL AISLAMIENTO.

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Fuera Piñera, volveremos. Martin Obreque, Plaza Dignidad, marzo 2020.

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