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ASESINO DE

PRINCESAS
Por: bloodyparkdrog

Se pide por favor, evitar pasar el PDF a personas ajenas a la persona que
lo compró por respeto a la autora y el esfuerzo empleado en este libro y
la creación del PDF. Por su respeto, gracias y les deseo una buena
lectura.

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PRÓLOGO

Esta no es una historia con un final feliz.

Esta no es una historia de cuento de hadas.

Esta es la historia de mi vida, de mi desgracia.

Yo no soy un chico normal, siempre supe que no lo era. Yo siempre fui un pequeño monstruo que les
deseaba el mal a las personas y disfrutaba de las desgracias y penas ajenas. Yo era un pequeño niño con un
problema, problema que dependía de su querida y adorada madre.

La única persona que me comprendía, me ayudaba y me hacía sentir bien.

Y luego llegó él.

Y me la arrebató.

¿Qué se puede decir de Suga? ¿Un famoso asesino de mi tranquilo pueblo que nos trae aterrorizados? Yo
nunca sentí miedo y de hecho vivía despreocupado al igual que mi madre.

Dicen que Suga no dejaba sobrevivientes.

Aunque, claro que hubo una.

Su nombre era Margaret Beaulon, una chica que fue encerrada en un psiquiatra después de que se volviera
completamente loca. Se obsesionó enfermizamente con Suga a tal punto que trató de suicidarse varias
veces, pero nunca lo logró. No me imagino qué pudo haberle hecho el muy maldito

Y así fue como crecí, con noticias de muertes, miedo por todas partes…

Ingenuamente me comporté como las demás personas pensando que él jamás me quitaría a mi madre o me
encontraría y me mataría. Para mí era imposible, después de dos años en un mismo pueblo con él era muy
improbable que me hiciera daño a mí o a mi madre.

Y ese día que tanto creí que no llegaría, llegó.

Y él asesinó a mi madre.

¿Mi dolor? Inmenso.

¿Mi cordura? Aún estable por fortuna.

¿Mi sed de sangre? Desenfrenada.

Fue como si hubiera enloquecido, la gota que derramó el vaso. Fue el momento en que comencé a dejar mi
poco lado humano de costado y cogí el cuchillo. Juré que lo llenaría de sangre, lo empaparía.

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Así me mentalicé.

Y cuando estuviera sobre el malnacido que me arrebató todo, cuando esté a punto de acabar con el maldito
de Suga, de darle fin a su cuento… Le diré que se lio con el chico equivocado.

Sin embargo, parece que la vida tuvo otros planes.

Unos planes completamente distintos a los que tenía en mente…

"No todos los que están en un hospital psiquiátrico están locos, ni todos los locos que existen están
encerrados."

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Capítulo 1. “Suga”

15 de Octubre del 2018.

Levanto la mirada lentamente, las gotas de lluvia caen sobre mi rostro y se deslizan suavemente por mi
traje provocando pequeños escalofríos por toda mi espalda. Tomo aire y escucho las palabras del padre en
silencio. Siento una mano en mi hombro y me volteo para ver a la persona: la observo fijamente en
silencio.

— Todo estará bien Minnie, te lo prometo. —Dijo mi hermano mayor Namjoon.

Asiento y observo de nuevo la tumba que está frente a mí. Mi saliva se torna agria y difícil de tragar, mis
lágrimas se confunden con la lluvia aunque los presentes saben claramente que estoy llorando. ¿Quién no
lloraría en el funeral de su madre? Mi madre, lo único que tenía además de mi hermano ya que nuestro
padre no lo conocemos. Mi madre nos tuvo muy joven, a mi edad, a los 17 años recién cumplidos.

Me había quedado hasta tarde con unos compañeros haciendo un proyecto de ciencias. Mamá me propuso
ir por mí pero rechacé y la dije que podía llevarme Wendy que vivía cerca de mi casa. Mi madre dijo que
estaba bien y que me esperaría para cenar en ese caso. Volví a rechazar diciendo que llegaría tarde.
¡Maldita sea no debí rechazar ninguna opción!

Al acabar el proyecto, la madre de Wendy y él me llevaron a casa. Eran las vecinas así que ya me habían
llevado varias veces. La madre de Wendy me acompañó a la puerta, toqué pero nadie abrió. Estuvimos
esperando varios minutos sin éxito, marcamos, gritamos y tocamos pero nadie abría. La madre de Wendy
se asomó y con mi ayuda entramos por la sala.

Vi a mi madre que estaba sentada en una silla con una taza en la mano. Por su postura parecía haberse
quedado dormida. Pero lo que resultaba extraño era su vestuario formal y elegante. Según yo, no saldría a
ninguna parte esa noche.

— ¿Mamá? —Pregunté en voz baja.

La madre de Wendy se adelantó un poco. Se quedó helada viendo el perfil de mi madre. Me coloqué junto
a él y sentí el pánico apoderarse de mí al ver que llevaba un antifaz puesto. Con las manos sudorosas, el
estremecimiento de mi cuello y mi corazón retumbando en mis oídos, le quité la máscara. Mi madre no
tenía ojos, su piel por toda esa zona había sido arrancada y no fue hasta que retrocedí llorando que vi la
sangre en su vestuario y heridas por todo su cuerpo. Me dejé caer de rodillas gritando y llorando mientras
veía el mensaje en la pared "Little Princess" encima de él.

La policía llegó minutos después y me estuvieron tratando como pudieron.

— Lo siento mucho. —Dijo la madre de Wendy sobando mi mejilla.

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Le informaron a mi hermano y él vino al día siguiente. Lloramos varios días. Me metieron con un
psicólogo y le dieron los derechos legales a mi hermano para ocuparse de mí. Pagamos el funeral y bueno,
después del asesinato aquí me encuentro… frente a la tumba de mi madre en su funeral.

— Amen. —Dijo el padre finalizando.

— Amen. —Repetimos todos.

La gente fue aventando flores mientras decían una frase sentimental. Yo miraba hipnotizado la tumba para
luego verla desaparecer en la tierra. Sentía como la gente se iba alejando pero yo permanecía inmóvil,
inexpresivo, viendo al frente firmemente, respirando hondo y mordiendo mi labio para calmar el llanto.

Sed de sangre.

Tenía unas terribles ganas de asesinar a Suga de mi madre. ¿Cómo que asesinar? ¡Claro que no! Quería
torturarlo, hacerle sufrir, que pidiera misericordia, que se arrepintiera profundamente de haber atacado a
mi familia... Que se sienta estúpido por haberme elegido a mí para sufrir.

La loca idea me entró cuando la gente dijo que Suga debería morir de una vez por todas. Que esto no
podía seguir así... Y en eso pensé:

¿Y por qué no matarlo yo mismo?

Ya he tenido esos pensamientos antes, de hecho de pequeño era agresivo, mentía, manipulaba a la gente y
siempre me aislaba de los demás. Me gustaba estar solo y quería estarlo. No soportaba estar en grupos
grandes y no llevar las riendas. Adoraba tener el control, me fascinaba.

— Minnie, ya es hora de irnos. —Dijo Namjoon sacándome de mis pensamientos.

— No. —Dije firme sin verlo.

— Minnie...

— ¡Dije que no! —Grité mientras lo volteaba a ver con furia.

Namjoon retrocedió. Respiré hondo para tranquilizarme y volví a ver la tumba en silencio.

— Te veo en casa... No llegues muy tarde por favor. —Dijo Namjoon.

— No me digas qué hacer. —Espeté frívolo.

— Minnie, no empecemos.

— No me digas Minnie, no tienes ningún derecho a hablarme así. —Lo miré acusador. —Tú fuiste quien
nos dejó cuando moviste tu culo a casa de tu novia a los 14 años.

— Jimin eso fue hace años. —Se defendió Namjoon frustrado.

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— ¿Crees que me importa? —Levanté una ceja. —Te fuiste muchos años. Ni siquiera tuviste el
atrevimiento de hablar... No tuviste el valor para regresar y ver a mi madre a los ojos... A la madre que
hiciste sufrir noches enteras y días también.

— Jimin, ya basta. —Amenazó Namjoon severo.

— La madre que te dio todo pero no aceptaste nada. —Me voltee completamente para verlo. —Eres débil,
porque no aceptaste que tu novia fácil no era quien creías que era. Por tu culpa mamá estaba como
estaba... Tú la hiciste sufrir. ¿No te das cuenta, Namjoon? Yo no te necesito, tú no eres nadie. Y si te dejé
que me tocaras hace rato fue por respeto. Porque no iba a golpearte frente a todos... así que mantén
distancia, maldito cobarde.

— Jimin, en serio, cállate. —Amenazó Namjoon aún molesto.

— ¡COBARDE! —Le grité con fuerza. — ¡SI HUBIERAS ESTADO AQUÍ, MAMÁ NO HUBIERA
MUERTO, BASTARDO IMBÉCIL!

Namjoon se tapó la cara y se fue rápidamente.

— ¡NO ACABÉ! —Grité. — ¡NAMJOON, NO ME DES LA ESPALDA! ¡MALDITA SEA, TE ESTOY


HABLANDO!

Pero Namjoon ya se había marchado. Resoplé molesto y me crucé de brazos. Odiaba a Namjoon, mamá
había dado todo por él, y el imbécil lo había dejado todo para irse con su novia a los 14 años. Todo ese
dinero que mamá ahorró durante años fue para nada. ¿Y quién fue la que se quedó en estudios mediocres
por falta de dineros? Yo por supuesto. Aunque claro, mi inteligencia es muy buena. De hecho no merecía
estar en mí escuela tan patética. A simple vista se notaba que era mejor que todos ellos por el simple
hecho de que era mejor que todos ellos.

Gracias Namjoon, muchas gracias. Por cumplir tu capricho mandaste mi vida a la mierda, y si crees que te
lo perdonaré algún día estás muy, pero muy equivocado.

"Todos pagan sus pecados."

Si mi odio a Namjoon es grande, no se compara el odio que le tengo a Suga... el maldito malnacido que se
atrevió a matar a mi madre y hacerme daño. ¡ESE MALDITO BASTARDO ME QUITÓ TODO! ¡ME
QUITÓ TODO! ¡Y PAGARÍA! ¡MUY CARO!

Ese chico definitivamente puede que fuera sexy pero desgraciadamente, se metió con la familia
equivocada, se metió con el chico equivocado y se lo haré saber. Le haré saber el gran error que cometió
al destruirme a mí y a mi familia.

Le enseñaré qué es el dolor, le enseñaré lo que es sufrir.

El padre se volvió a acercar a mi lentamente, creí que se había ido pero por lo visto no.

— Te vengaré mamá. —Dije susurrando. — Haré justicia, esto no se quedará así.

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— No digas esas cosas, hijo. —Oí la voz del padre detrás de mí. —Ahora dios cuida a tu madre y se
encargará luego de ese pobre chico en pena.

— ¿Pobre chico en pena? —Reí. — Dios no hará nada, yo quiero verlo sufrir como me hace sufrir a mí.

— No debes maldecir a los hijos de dios hijo mío, debes mantenerte en paz.

— Al diablo con la paz. —Apreté mis puños. —Yo me vengaré

— Ese trabajo lo hará nuestro señor Todopoderoso, sólo hay que tener paciencia, hijo mío.

— No padre. —Dije sonriendo. — Yo mismo haré el castigo, cruel y despiadado como debe ser.

—Hijo mío, piensa bien en lo que dices. —Advirtió el padre seriamente. — Mancharte las manos de
sangre ajena, te convertirá en lo que es él: un asesino. Y en ese caso, tú habrás matado a tu madre. Sé
razonable hijo, la ira te ciega y no te deja ver con claridad. Oremos y pidamos justicia a los arcángeles.

— Yo quiero vengarme a mi modo, YO, no quiero la justicia de Dios — Dije este último con burla

— Tu conciencia no estará limpia ni tranquila si haces ese tipo de justicia, hijo mío. Será un
remordimiento que tu alma cargará eternamente.

— Yo no siento remordimientos. — Dije mientras me alejaba. — Jamás los sentiré... Ojalá muera de la
peor manera, que alguien igual de sádico y cruel que él, lo mate.

“¿Alguien como tú?”

“No estoy cuerdo.”

“Pero podrías volverte loco.”

“Tal vez, pero no quiero.”

“¿Cómo estás tan seguro?”

“Porque planeo matarlo SÓLO a él.”

“Ni tú te la crees.”

“¿Te callas?”

Era verdad, yo no estaba loco, y si piensan que soy un psicópata o algo así, de una vez digo que no. Tengo
problemas de ira, me enojo fácilmente, pero no soy un demente. No soy un asesino y jamás lo seré. Para
variar, soy sensible a la sangre y odio las películas violentas donde sólo hay sangre y sesos volando. No...
Yo sólo me encargaría de Suga. ¿Lo encontraré? No tengo idea.

La policía lo busca desde hace 2 años y sólo pudieron sacarle una foto, ¿por qué un adolescente como yo
lo encontraría? Es completamente absurdo, pero valía la pena intentarlo. Y si no puedo encontrar a Suga,
yo haré que él me encuentre a mí... Haré todo para ser su candidato perfecto para matar. ¿Qué puedo
morir? Es probable, pero no tengo tiempo para pensar en ello, debo actuar, pero ya.

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— ¿Minnie? —Oigo una voz dulce detrás de mí.

Volteo a ver rápidamente a través de mí hombro y veo a Wendy a unos metros de mí. Está de negro y
tiene una mirada triste en la cara. Me sonríe como puede.

— L-lamento lo de tu madre. —Wendy se acerca más. —La quería mucho.

— Gracias, Wendy. —Contesto fríamente.

— Te dejaré solo. —Wendy retrocede. — Pero recuerda que si necesitas algo, estoy aquí.

Asentí. Era verdad, necesitaba estar solo, reflexionar y aclarar mis ideas. Curiosamente la presencia de
Wendy era la única que no me molestaba. La de los otros casi era insoportable, las niñas hipócritas
hablando bien conmigo y segundos después en bolita diciendo porquería y media a mis espaldas. Los
chicos igual, sólo que a la inversa, es decir, muestran indiferencia cuando estoy con ellos pero a mis
espaldas dicen perversiones. Sin embargo muchos mantenían la distancia.

Todos conocían los riesgos de acercarse a mí.

[***]

Caminé a casa de mala gana y me detuve en el marco de la puerta suspirando. Toqué y Namjoon me fue a
abrir. Lo pasé de largo y me fui a la sala directamente. Admiré de nuevo el sofá donde había sido
asesinada mi madre, lo toqué y suspiré. Me fui a sentar justo enfrente sin dejar de verlo.

— Te extraño, mamá... —Dije mientras apretaba mis labios.

Namjoon estaba recogiendo unas cosas pero se frenó en seco. Observó la radio y subió todo el volumen.

— ¿Qué pasa? —Pregunté.

— Shhh. — Calló él.

—“Suga vuelve a atacar 3 semanas después de su última víctima. La joven fue identificada como Kalim
Cherut de 26 años. Además, desde el centro psiquiátrico nos informan que Margaret Beaulon se ha
suicidado esta mañana. Sí señores, la única sobreviviente de Suga murió, parece que al fin y al cabo
nadie sobrevive a él..."

Sentí mi cuerpo arder. Él seguía allá afuera matando sin piedad, sin recibir de su propia medicina. Debía
hacer algo, rápido y a la voz de ya.

— Tengo que irme. —Dije mientras agarraba mi suéter.

— Acabas de llegar. —Namjoon me observó con cautelo.

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— Me vale. —Namjoon me agarró del brazo, le clavé la mirada amenazante. Apreté mis labios y me
concentré en no perder el control.

— Suéltame. —Alargué lentamente.

— No te dejaré ir con un loco allá afuera, ¿No te das cuenta? —Namjoon me apretó con fuerza. — ¡El
último asesinato fue hace menos de una hora a unas cuantas calles de aquí! —Namjoon se tensó. — ¡No
me arriesgaré a perderte!

— Ya me perdiste hace tiempo, Namjoon. —Me zafé de su agarre. —Hace mucho tiempo.

— Si algo te llega a pasar...

Agarré la navaja de la encimera y le sonreí secamente mientras lo guardaba en mi bolsillo del pantalón.

— ¿Feliz? —No esperé su respuesta, salí azotando la puerta detrás de mí.

Ya estaba anocheciendo, eso era malo pero no importaba. Caminé un rato hasta toparme con la escena del
crimen. La observé fijamente: había un charco de sangre y cintas amarillas alrededor. No había nadie, sólo
pasaban patrullas a unas cuantas cuadras. Seguro verificaban el perímetro por si Suga se ocultaba por ahí.

Lo cual dudo mucho, odiaba admitirlo pero era demasiado bueno.

— ¿Si fuera él a dónde iría? —Me pregunté.

A un lugar alejado de la ciudad obviamente... Huir y alejarme lo más posible de la escena del crimen...

¿Pero qué tan lejos? No tanto, los policías irían de punta a punta seguramente. Iría a un punto céntrico

Sí, un punto medio. Ni muy cerca, ni muy alejado.

Me di la vuelta decidido a ir a algún punto medio pero las gotas de lluvia sobre mi cabeza me hicieron
frenar. Tal vez fuera imprudente, en la noche, lloviendo... Debía hacerlo mañana en la mañana para no
perder tiempo. De mala gana regresé a mi casa, entré y vi a Namjoon que estaba en la sala sin camiseta
viendo fijamente una taza de café humeante.

— Creí que regresarías hasta mañana. —Dijo él con tristeza

— Me iré mañana temprano así que no te emociones. —Aventé mi suéter y me senté frente a él cruzando
las piernas.

Namjoon levantó la mirada y me miró fijamente. Era guapo, de hecho muy guapo, no podía culparlo del
todo porque las chicas y chicos hicieran TODO por llevárselo... Pero si podía culparlo por ser un idiota y
dejarse llevar.

— Me voy a dormir ya. —Dije mientras me levantaba después de minutos sin decir nada.

— No regreses muy tarde ¿bien? —Suplicó Namjoon sin verme

— Trataré.

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Subí las escaleras de dos en dos y entré a mi cuarto. Me puse rápidamente mi ropa para dormir y me dirigí
al baño. Peiné mi cabello oscuro perfectamente y luego admiré mis ojos verdes. Sonreí. Apagué la luz y
me acosté en mi cama. Apagué la lámpara y me acurruqué mientras abrazaba mi almohada.

[***]

Soñé con mi madre.

Estábamos los dos corriendo por un monte de pasto seco, el cielo era azul y no había nubes. Sentía el
viento cálido golpear mi cara, escuchaba los pájaros cantar y sentía el pasto suave debajo de mí.
Desgraciadamente el sueño se convirtió en pesadilla cuando comenzó a llover sangre y vi a mi madre
muerta en mis brazos. Grité horrorizado y comencé a correr pero parecía que su fantasma me seguía.
Agarré el cuchillo de mi bolsillo y me di la vuelta. Mamá no estaba, era él... Suga.

Él se acercó y se colocó detrás de mí. Sentí su cálido aliento en mi cuello. Agarró mi brazo y lo subió más.

— Así está bien. —Dijo con voz fría. — Ahora mata.

Me zafé y comencé a apuñalarlo una y otra vez, pero él reía. Su risa retumbaba sin piedad en mí cabeza,
mi ira crecía más y comencé a enterrarle el cuchillo con más rapidez.

Fue en ese momento que me desperté.

Estaba sudando y las sábanas estaban alborotadas. Observé la hora en mí reloj y noté eran las 7:21, hora
perfecta para salir. Me puse una camisa negra con jeans grises y mi sudadera de ayer. Agarré el tenis que
vi primero, unos blancos. Bajé y agarré un paquete de galletas. Agarré un cuchillo de los cajones y dinero.
Salí de la casa y corrí a la parada del autobús.

— ¿A dónde lo llevo? —Preguntó el chofer.

— Al centro de la ciudad. —Dije mientras le daba el dinero.

Fui hasta el fondo y me senté. Tenía nervios, miedo, pero era excitante. Sólo esperaba que mi plan
resultara. Si no, tendría que seguir sus asesinatos, y si las cosas siguen sin funcionar lo haría venir a mí.

Me convertiría en su chico perfecto.

Observé el paisaje. Pensaba en varias cosas. ¿Realmente arriesgaría mi vida de este modo? Pues parece
que sí. Los policías no harían nada, absolutamente nada, eran unos incompetentes. Eso puede ser también
la razón por la cual no deba ir tras él... Si la policía federal no pudo con él, ¿qué me asegura que yo sí
podré? Era un buen punto, pero cuando el autobús se frenó en la parada del centro de la ciudad, no hubo
tiempo de hacerse para atrás. Además, yo era muy listo, ¡Claro que podría con él!

Me bajé del autobús y respiré el aire fresco. Miré el entorno, había mucha gente. ¿Cómo se supone que lo
encontraría sin llevar su máscara? Puedo usar como referencia su piel pálida y su cabello negro pero... aun

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así no sería fácil. Comencé a caminar a lo bruto con la esperanza de que el azar nos uniera. No sonaba tan
mala idea pero muy improbable.

— ¿Estás perdido? —Me preguntó una voz.

Voltee detrás de mí y vi a un chico de cabello café y ojos verdes sonriéndome. Era bastante lindo.

— No, ¿Por qué preguntas? —Pregunté.

— Ya le diste 5 vueltas a esta misma cuadra. —Dijo él riendo.

— ¿En serio? —Observé el entorno. —No me había dado cuenta.

— ¿Vas a algún lugar en específico?

— De hecho busco a alguien... ¿Por qué estoy hablando contigo?

El chico rio y sacó un cigarro de su bolsillo. Lo encendió y me observó.

— ¿Quieres uno? —Preguntó.

— No fumo. —Dije mientras lo barría con la mirada. — ¿No te vas a ir?

— Estoy esperando a alguien. —Explicó él tranquilamente.

— Ya veo.

— De hecho ahí viene —Señaló un punto.

Seguí su dedo y vi que señalaba a una chica rubia muy guapa. Movía sus caderas y llevaba muchas bolsas
a la mano. Sus tacones parecían colmillos de tigre... eran muy altos.

— Hola Sean. —Saludó la chica. — ¿Y tú eres...?

— Un desconocido. —Contesté con una sonrisa falsa.

— Oh, es que los vi hablando juntos. —Dijo la chica haciendo una mueca.

— Se llama Jimin.

— ¿Cómo demonios lo sabes? —Pregunté impactado y asustado. ¿Qué carajos?

— Lo dice tu sudadera "P. Jimin" —Dijo Sean señalando mi sudadera.

— Deja en paz al pobre chico. — Dijo la rubia dándole un codazo. —Vas a asustarlo.

— ¿Novios? —Pregunté.

— Hermanos, de hecho. —Dijo Sean rascando su nuca.

Los miré a los dos. No se parecían mucho... Mejor dicho, no se parecían en nada.

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— Somos hermanastros más bien —Dijo la chica seguro al notar mi extraña expresión.

— Tiene más sentido. —Contesté asintiendo.

— Soy Cathleen —La chica me dio la mano. — Mucho gusto Minnie... ¿Puedo decirte Minnie?

— Si...Supongo. —Dije suspirando.

— ¿Estudias por aquí? —Preguntó Cathleen.

— No, vivo fuera de la ciudad.

— Oh... Entonces seguro conoces a Suga. —Dijo Sean.

— Bastante bien. —Sonreí con un nudo en la garganta.

Cathleen le susurró algo a Sean. Él rio y luego me volteó a ver.

— Bueno Minnie, fue un placer... Debemos irnos. —Dijo Sean dándome la mano.

Se la di y a Cathleen igual. Los vi alejarse mientras platicaban. Chicos raros... Pero al menos no son
idiotas... O tal vez si pero no pasé tanto tiempo con ellos como para averiguarlo.

Vi el lugar nuevamente, ni de broma encontraría a un asesino aquí. Debía esperar hasta la noche o irme a
un lugar alejado. Más alejado. Caminé por un parque durante unas horas, fui por helado y entré a tiendas
de ropa sólo para perder tiempo. Ya cuando la luz del día comenzó a bajar, me senté en una cafetería al
aire libre.

— ¿Quiere algo? —Preguntó la chica con una libreta en la mano.

— Un café americano con azúcar. —Dije.

— ¿Algo más?

— No.

La señorita se alejó. Vi a la gente caminar con demasiada tranquilidad. La noche cayó en minutos y las
estrellas y la media luna comenzaron a apreciarse. Mi café llegó y le di un sorbo mientras escuchaba el
noticiero de la televisión.

— "Buenas noches querida ciudad, tenemos malas noticias… Suga vuelve a atacar..."

Me quemé la lengua. Maldije en silencio e inmediatamente voltee a ver la pantalla.

— "Estamos en vivo en la escena del crimen que fue no hace más de 20 minutos. La víctima es Wendy de
16 años, la encontraron sentada en una parada de autobús cerca de su casa. Los testigos no vieron nada
ni escucharon nada"

Oh, pobre Wendy... me agradaba, no era como los demás chicos. Jamás creí que fuera a morir.

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No me acabé el café y dejé la propina. No tenía sentido seguir ahí, Suga estaba cerca de donde yo vivía.
Exactamente a 3 cuadras. Cogí el autobús y llegué a la puerta de mi casa. Al abrir, mi hermano me tomó
por sorpresa al abrazarme con fuerza.

— Estás bien... Estás bien... —Se dijo a sí mismo una y otra vez.

— Namjoon. —Me quejé molesto.

— ¿TIENES IDEA DEL TERROR QUE TUVE AL ENTERARME DEL ASESINATO? —Me tomó el
rostro. — ¡MALDITA SEA JIMIN, SI TE PASA ALGO YO ME MUERO!

— Estoy bien... —Contesté helado ante la agresividad de su voz.

Namjoon comenzó a llorar y me pegó de nuevo a él. Subí mis brazos lentamente y le devolví el abrazo.

— Lo siento. —Susurré sin poder creerlo.

Namjoon se separó, se secó las lágrimas y suspiró.

— ¿Puedo saber a dónde fuiste? —Preguntó suavemente.

— A la ciudad, fui a reunirme con unos amigos. —Mentí.

— ¿Y ellos son? —Preguntó levantando una ceja.

— Emmm —Me quedé tieso. — Sean y Cathleen...

— Bien. —Namjoon asintió. — Al menos no fuiste a hacer algo estúpido.

— ¿Cómo qué? —Alcé una ceja.

—No sé, por un segundo llegué a creer que buscabas a Suga...

No dije nada, sonreí con inocencia y dejé discretamente el cuchillo en su lugar. Ordenamos pizza para
cenar y por primera vez en bastante tiempo, platicamos sin pelear. Al finalizar, le dije buenas noches y
subí de nuevo a mi habitación.

— Maldita sea... Mañana escuela. —Me quejé mientras apagaba la luz.

Estuve dando vueltas por la cama durante largo rato, no podía dormir, sentía que algo me observaba. Sentí
bastante frío y tensión en mi pecho. Me levanté y vi fijamente mi ventana. Negué con la cabeza y me forcé
a dormirme otra vez. Suga no vendría a matarme, él ya había cambiado su lugar para matar a la gente.

O al menos, eso es lo que yo haría.

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Capítulo 2. “Un ejemplo a seguir”

Abrí los ojos, me levanté pesadamente de mí cama y bostecé. No me molesté en tender la cama o en
recoger mí cuarto, fui a ponerme unos jeans y una camisa blanca pegada a mi pecho con una sudadera
gris. Peiné un poco mi cabello y bajé lentamente las escaleras. Namjoon estaba ya abajo con su teléfono.

— Buenos días —Dijo él

— Hola —Dije sin verlo

— ¿A dónde vas? —Preguntó

— A la escuela, ¿a dónde más iría? —Levanté una ceja

— No, nada, olvídalo —Namjoon regresó a su teléfono

Agarré un pequeño paquete de cereales, mis llaves y salí de la casa. Comencé a caminar hacia el instituto
mientras escuchaba "Get Ugly" de Jason Derulo

— "Everybody lose control, let's get ugly, dysfunctional" — Canté en voz baja

Eso me animó un poco más. Llegué al instituto, no era la cosa más lujosa del mundo pero si estaba bien
construido. Tenía grandes vitrales, terrazas y muchos árboles. Era naranja y bastante llamativo, tenía unos
cuantos toques rústicos en cuanto a los detalles. Suspiré y entré por el gran túnel. Al pasar por los
casilleros vi que el de Wendy estaba adornado con flores, cartas y velas. Había fotos de él y muchos
regalos pequeños.

Es patético, la gente te odia cuando vives pero al morir, parece que el ser más gentil y caritativo del
mundo hubiese muerto. Hipócritas, no hay nada más que me saque de quicio que la gente falsa. Bueno, la
gente falsa y Jin. ¿Jimin y Jin? No, no me gusta. Sobre todo a porque a ambas nos dicen "Ji", bueno a mí
me dicen “el raro asocial” pero esa es otra historia. No sé qué le pasa a la gente, ¿qué tiene de malo querer
ser así?

Yo alejo a la gente por el simple hecho que odio tener compañía. Siempre es la misma historia, son
amigos, te traiciona, cuenta tus secretos y adiós "mejor amigo favorito". ¿Que tengo mente pesimista? No
lo niego A la gente no le gusta lo directo que soy, digo las cosas tal cual son, me vale un carajo lo que
piensen. ¿Te ofendí? ¡Ay lo siento tanto! ¿No te había dicho la verdad?

Chocar con nuestro famoso Jin hizo que volviera a la realidad

— ¿Fíjate no? —Reclamó con su típico acento francés. Que de hecho dudo que sea Francés, seguro sólo
lo hace para presumir y llamar la atención — Te pregunté algo —Insistió mientras me clavaba sus ojos
azules bastante claros. Le clavé la mirada y sonreí

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— ¿Que me disculpe? ¿De qué? ¿De que seas un pobre idiota que se cree el centro de atención? ¡Claro
que lo siento! Pero no puedo hacer nada — Sonreí. Jin apretó su quijada pero no duró mucho ya que me
dedicó una sonrisa bastante macabra

— Bien, se me olvidaba con quien trataba. No vales la pena —Me fulminó con la mirada como si fuera
alguna especia de bicho extraño

Levanté los hombros y comencé a caminar pero Jin tomó mi brazo

— Suéltame —Dije sonriendo

— No, no terminé de hablar —Dijo apretando más mi brazo. ¿No que sí? ¡Qué bipolar!

— Qué pena, yo sí —Dije mientras torcía su brazo. Jin pegó un grito de dolor y tiró su café. Lo solté y el
muy estúpido se resbaló con el pequeño charco y cayó en seco al suelo. Reí y salí corriendo mientras oía
sus gritos detrás de mí.

Respiré hondo y seguí sonriendo. Deposité mis cosas en mi casillero y me dirigí a mi aula
correspondiente. Sin embargo al ver la máquina de cafés funcionar de nuevo me detuve a comprar
chocolate caliente. Lo sostuve en mi mano derecha ya que en la otra mano portaba los libros. Ahora si me
dirigí al aula. No era la primera, así que tuve que sentarme casi hasta adelante para poder estar solo. La
gente me volteó a ver de mala manera

— ¿Qué ven? —Dije tratando de no sonar muy agresivo.

— Tu camisa está manchada —Dijo un chico de cabello azul.

Bajé la vista y justo en ese segundo el chico de cabello azul golpeó mi vaso por debajo. Sentí el líquido
ardiente en mi cara y en mi cuerpo. La gente comenzó a reír. Me limpié el rostro mientras hacía una
mueca de dolor. Le clavé la vista al chico.

— Nadie, NADIE se mete con Jin ¿oíste? —Preguntó el de azul sonriendo.

Levanté de nuevo el chocolate y sonreí. Me acerqué a él y derramé el resto del líquido en toda su cara. El
muy idiota chico comenzó a gritar y a retorcerse cuando el líquido entró en contacto con sus ojos

— Y nadie, NADIE se mete conmigo ¿oíste? —Pregunté mientras lo soltaba y lo empujaba.

El chico se estampó contra la mesa y se golpeó. Voltee a ver a los demás y retrocedieron. El chico de
cabello azul se levantó cubriendo su golpe y me miró con terror.

— ¿ESTÁS LOCO? —Aulló— ¡PUDISTE HABERME MATADO!

— Hubiera sido divertido —Sonreí.

— Monstruo —Dijo una chica junto a él.

Le clavé la mirada e inmediatamente bajó la cabeza:

15
— ¿Alguien más? —Pregunté. La gente me miraba con cierto enojo pero más con terror. Unas negaron
con la cabeza. — Bien, así me gusta —Dije frívolo.

Me senté y saqué el resto de mis cosas. La gente no hizo nada y volvió a lo suyo. El chico de cabello azul
y la otra salieron del aula no sin antes mirarme muy molestos. Lástima que a mí no me importaba ni lo
más mínimo. Repito, no valía la pena ofenderme con él, yo valgo más.

La profesora llegó no mucho después que regresaron los otros 2. Transcurrió todo con normalidad hasta el
receso. Estaba en mi casillero y un chico del equipo de futbol americano se colocó junto a mí sonriendo.
Lo voltee a ver algo confundido.

— ¿Quieres que te ayude? —Preguntó

— No gracias —Sonreí. — Creo que puedo solo.

— ¿No está pesado? —Preguntó el chico viendo la pila de libros.

— No mucho, pero gracias —Contesté dulcemente.

— Bueno, ¿cómo te llamas? —Preguntó de nuevo.

— Jimin, mucho gusto —Le di la mano.

— Lindo nombre, soy Hoseok —Dijo él.

— Gracias Hoseok... ¿vas a jugar? —Señalé su uniforme.

— Aún estoy en la práctica, pero... puedes venir a ver el partido.

— Tal vez vaya.

— Ven, por favor —Hoseok sonrió.

— Bueno, lo intentaré.

Hoseok sonrió y se fue. Lo seguí con la mirada. El chico de cabello azul y Jin me observaban desde el otro
lado. Les sonreí con arrogancia y salí al patio. Seguro ahora están confundidos...no, no soy bipolar.
Digamos que con ciertos chicos tiendo a ser más...bueno ya vieron, pero con otros chicos soy más
encantador. No malinterpreten creyendo que soy un fácil, también con las chicas soy así... hasta que hacen
algo realmente estúpido para ganarse mi odio. Digamos que tengo encanto superficial, si rasgas bien verás
que no soy tan encantador como parezco. Todo dependerá de cómo seas conmigo. Un movimiento en
falso y adiós el Jimin tierno y encantador.

— ¡Oye Jimin! —Gritó Jin.

¿Uf ahora qué quiere? Lo voltee a ver de mala gana.

— ¿Qué? —Solté secamente.

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— Si fuera tú, me alejaría de Hoseok. No te sientas especial porque haya hablado contigo, sólo quiere
sexo. Además, oí que tiene una enfermedad de transmisión sexual. —Dijo Jin.

— Uy qué pena, ¿tú se la transmitiste? —Pregunté sonriendo.

Algunas personas rieron. Jin se acercó a mí lentamente, tenía una expresión fría pero bastante cínica a la
vez. Otros chicos se acercaron,

— Debes aprender a cerrar la boca conmigo. —Dijo Jin viéndome frío.

— ¿Desde cuándo me dices qué hacer? —Espeté molesto— ¡NADIE ME DICE QUÉ HACER! ¡MENOS
TÚ!

— ¡YO HAGO LO QUE SE ME PEGUE LA GANA! —Gritó Jin con el mismo tono.

La gente comenzó a formar un círculo alrededor de nosotros y comenzaron a susurrar.

— ¿No te da pena? —Preguntó Jin— Nadie en este instituto te quiere.

— Puedo vivir con ello —Dije levantando los hombros indiferente.

— Todos te odian, eres feo, eres estúpido, eres agresivo... ¿sabes qué dice la gente de ti a tus espaldas?
¿En el blog de la escuela? —Jin sonrió— ¿No? Mark dame mi teléfono

El chico de cabello azul le dio el teléfono a Jin. Él estuvo buscando un rato y luego sonrió

— "Jimin es el ser más desagradable de este planeta", "Debió haber muerto él y no Wendy", "No me
sorprendería si se suicidara", "Lo odio", "Quien lo quiera", "Su madre se mató por PUTA" —Leyó Jin en
voz alta, la gente comenzó a reír.

— No pierdas tu tiempo, no lograrás nada —Sonreí con arrogancia.

— ¡DEJA DE FINGIR QUE NO TE DUELE! —Jin me clavó la mirada— ¡DEJA DE FINGIR


INDIFERENCIA!

Comencé a reír. Le dediqué una enorme sonrisa.

— No sé porque no entiendes —Voltee a ver a todos— TODOS USTEDES, que me vale lo que digan. Yo
soy mucho más que ustedes, ¿por qué una bola de idiotas me tumbaría? ¡Por favor!

— ¿Te quieres poner muy hombre, no? —Jin sonrió

— Sencillamente sé elegir mis batallas.

Jin comenzó a reírse de buena gana.

— Sí, se nota. ¿Eso también le dices a tu madre? Ah no, espera... ¡está muerta! —Gritó Jin riendo, Mark
hizo lo mismo.

— Pobre idiota —Le dije a la gente. — Tan desesperado está por derrumbarme, que se va a límites
personales.

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Ahora la gente rió por mi comentario. Jin apretó la quijada.

— ¡Es que lamento tanto ser mejor que tú! — Dije haciendo movimientos exagerados con mis brazos—
¡Oh soy Jin el desesperado por atención! ¡Ayuda, necesito que me hagan caso! —Dije imitándolo con voz
aguda.

La gente comenzó a reír. Jin se quitó la chaqueta que se la dio a Mark.

— Ahora si realmente te la estás buscando, Park Jimin.

— ¡Espera, que primero me tengo que quitar mi chaqueta de 600 dólares! —Dije imitándolo.

La gente no podía con la risa, cosa que de seguro sacaba de quicio a Jin. En un imprevisto me dio un
fuerte golpe en la cara seguido de un "oh" de las personas. Reí y Jin comenzó a golpearme con fuerza,
aguanté el dolor, eso quería justamente.

— Necesitas atención porque nadie te quiere —Dije en voz baja

Me dio un golpe más. Sonreí por dentro, era impresionante lo fácil que caía justo en lo que quería.

— Niño abandonado... —Dije— ¿Por qué no buscas a mamá?

— ¡CALLATE! —Gritó mientras me volvía a azotar contra el suelo

— ¿Y luego te quejas de que yo perdí a mi madre? —Respondí burlesco — ¡Si la tuya se suicidó después
de tenerte!

Con lágrimas en los ojos me volvió a golpear. La gente gritaba, una profesora se acercó y me quitó a Jin
de encima. Me levanté sonriendo pero fingí llorar y estar adolorido.

— ¡SEOKJIN! ¡BASTA! —Gritó la profesora

— ¡ÉL TIENE LA CULPA! —Gritó Jin— ¡ÉL ME OBLIGÓ!

— ¿Yo? —Pregunté ofendido — Tú fuiste la que empezó a golpearme.

— ¡ME PROVOCASTE! ¡NO TE HAGAS LA VÍCTIMA! —Gritó.

— La gente lo vio. —Me dirigí a los demás— ¿Necesita que ellos lo digan?

Jin me observaba furioso, la profesora se lo llevó a rastras. El muy idiota siguió despotricando. Sonreí,
siempre mis planes funcionaban. Mente maestra un poco retorcida pero seguía siendo bastante astuto.

— Gracias gente, gracias, el rey será ahora llevado a la guillotina —Dije levantando mi mano y
saludando. La gente comenzó a imitarme y a aplaudir. Vi a Hoseok

— Wow, eso fue...Wow —Dijo él

— Gracias —Dije

— ¿Era en serio? —Me observó unos segundos— ¿Lo de tu madre?

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— Si él fue asesinada...por él... ya sabes —Dije

— Lo lamento

— Está bien —Sonreí

— Bueno, al menos pusiste en su lugar a Jin, eso es digno de aplaudirse

— Todo el mundo puede hacerlo, sólo hay que ser valiente. Por desgracia todos son débiles, pero yo no.

— Eso fue muy arrogante —Hoseok sonrió.

—Soy realista —Levanté los hombros.

Hoseok sonrió, le devolví la sonrisa. Él se rascó con nervio la nuca

—Yo… quería saber si querías ir a la fiesta de Andrea... es el viernes en la noche

— No me gustan las fiestas —Hice una mueca

— Te la pasarás bien, anda —Hoseok sonrió

— ¿No es fiesta privada?

— Si, por eso yo te llevaré —Dijo él

Lo miré fijamente. Suspiré

—Bueno... en ese caso... —Dije haciéndome el rogar

— ¿Me das tu dirección?

— Claro, ¿tienes pluma y papel? —Pregunté

— No pero tengo pluma y piel —Señaló su mano

Reí un poco y le di mi dirección. La anotó y me miró fijamente

— Bueno... Te veo mañana —Dijo él

— Supongo, nos vemos Hoseok —Dije

Me di la vuelta y caminé todo derecho para comprarme una torta de milanesa. Me fui a sentar para
aprovechar lo poco que quedaba del receso. La televisión estaba puesta

— "Nuestro querido y odiado Suga ataca otra vez. Se reportó que fue hoy en la mañana cerca del
instituto Wollmore, la víctima fue una recepcionista de nombre Aurora Smith que aparentemente fue
descubierta por su colega. Parece que nuestro asesino sigue por estos rumbos, recomendamos..."

¿Así que sigues por aquí verdad, querido asesino?

19
Oh no, no creas que me olvidé de ti... te tengo aún muy presente. Dejé de escuchar lo que decía el
reportero y volví a lo mío. Finalicé antes de lo previsto de comer y subí a mi siguiente clase. Pasé junto a
la dirección y vi a Jin cruzado de brazos frente al director. Levantó la mirada y me miró fijamente, el odio
desbordaba de sus ojos. Le sonreí y le lancé un beso.

Subí antes de que hiciera otra cosa y me vieran.

[***]

— ¿Qué tal tu día? —Preguntó Namjoon

— ¿Era necesario que vinieras a recogerme hasta la escuela? —Pregunté

— Sí, no me arriesgaré a nada —Dijo él

— ¡Namjoon! —Exclamé— Sé defenderme solo.

Él me observó no muy convencido. Unos chicos salieron y observaron a mi hermano. Le sonrieron,


Namjoon les devolvió la sonrisa. Rodé los ojos y me puse frente a él

— Ni se te ocurra —Dije

— Sólo estoy siendo amable —Dijo él

Levanté una ceja no muy convencido. Vi a Jin salir, me observó como un perro rabioso pero su mirada se
colocó en Namjoon y sonrió. ¡NI SE TE OCURRA! ¡Si lo hizo! Jin comenzó a caminar coquetamente
hacia nosotros y se colocó junto a mí como si esperara a alguien

— ¿Él es tu hermano? —Preguntó Jin

— ¿Qué te importa? —Solté

— Jimin, sé más respetuoso —Dijo Namjoon

— Me golpeó —Señalé mi herida, Namjoon volteó a ver a Jin

— Sí y quería decirte que lo siento Minnie. — ¡Puaj! ¿Me acababa de decir Minnie?— Fui muy tonto por
decirte lo de tu madre, no fue mi intención...

— ¡Uy si claro! —Dije sonriendo

— Bueno, se está disculpando —Dijo Namjoon— Me agradan las personas humildes

— ¡Ay por favor! ¡Namjoon sólo quiere coquetearte para coger contigo!

— ¿Yo? Oh...lamento si te doy esa impresión —Jin hizo cara de víctima

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— Mira Jin —Me puse entre él y Namjoon— No te acercarás a mi hermano ¿oíste?, si tratas cualquier
cosa desearás no haber nacido y…

— S-sólo trataba de ser amable —Dijo Jin con voz de víctima

— ¡Jimin, basta! —Dijo Namjoon— ¡Deja en paz a Jin, no te está haciendo nada!

— ¿Ves? Tu hermano si sabe —Dijo Jin— Ya te dije que lo sentía...

— Tienes de humilde lo que tienes de virgen —Dije sonriendo

— Jimin —Me regañó Namjoon

— ¡Ya vámonos! —Jalé a Namjoon pero se zafó

— ¿Vas a algún lado? —Preguntó mi hermano

— A casa —Dijo Jin

— ¡Qué lindo! ¿Nos vamos? —Pregunté bruscamente

— ¿Te llevamos? —Preguntó Namjoon

— Oh no te molestes, creo que a Minnie no le agradaría —Dijo Jin dulcemente

— ¡No! ¡Para nada! —Dije

— Hay un asesino fuera, y tú eres niño bonito, podría ser peligroso —Dijo Namjoon

— Bueno...si insistes —Dijo Jin "ruborizándose"

— ¡Díganme que no es cierto! —Exclamé tapando mi cara en señal de frustración

Jin se mordió su labio y le sonrió a mi hermano. Namjoon hizo lo mismo y abrió la puerta de su camioneta
para que Jin entrara.

— ¡Oye yo voy enfrente! —Exclamé

— Cierra la boca —Dijo Namjoon entre dientes sonriendo

Rodé los ojos y me subí detrás de ellos. Jin se hacía el inocente mientras le sonreía a mi hermano. ¡Tiene
suerte que no la haya tirado por la ventana!

— ¿Tienes 16 Jin? —preguntó Namjoon

—Voy a cumplir 18 en 2 meses —Dijo él.

— Sí, te ves más grande —Dijo Namjoon sonriendo

Puse los ojos en blanco, Ugh, asqueroso.

— ¿Minnie acaba de cumplir 17 verdad? —Preguntó Jin

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— ¡No me digas Minnie! —Espeté

— Si —Interrumpió Namjoon

— Nos llevamos casi 10 meses, querido —Dijo Jin sonriéndome

— Déjame en paz —Dije rodando los ojos

— ¡No te está haciendo nada! —Soltó Namjoon— ¡Demonios Jimin controla tu genio!

— ¡Por una mierda! —Solté

Me esperé a un alto y bajé del coche. Namjoon bajó corriendo detrás de mí.

— ¿Qué crees que haces? —Preguntó.

— Me voy a casa —Dije sin verlo

— ¡Hey! —Me jaló del brazo— ¡Ya basta! ¡Estoy harto de tu humor!

— Me golpeó y dijo muchas cosas sobre mamá, me lastima —Aunque en realidad no lo hacía pero debía
hacerme la víctima para convencer a Namjoon—Él me hace bullying, Namjoon

— Bien, será la última vez que la llevemos pero sube por favor —Dijo Namjoon

Suspiré y asentí. Subimos de nuevo al coche. Ni Jin ni mi hermano dijeron otra cosa hasta que Jin indicó
el lugar para bajar.

— Gracias —Dijo él sonriendo

— No hay de qué —Dijo Namjoon

Jin anotó algo en un papel y se lo dio a Namjoon mientras le guiñaba el ojo. Acto seguido se dio la vuelta
y se fue contoneándose. Namjoon sonrió y guardó el papel, le clavé la mirada por el retrovisor bastante
molesto.

— ¿Qué? —Dijo él viéndome

— Eres despreciable —Solté

— Gracias —Dijo él ignorando por completo el comentario— ¿No te pasarás enfrente?

— No hasta que mandes a lavar el coche

— ¡Dios eres imposible!

— No lo siento —Dije sonriendo

Namjoon respiró hondo. Llegamos a la casa y lo primero que hice fue irme a tumbar al sofá. Cerré los ojos
y respiré profundamente mientras me acomodaba

— ¿Te vas a dormir? —Preguntó Namjoon

22
— Tal vez —Dije sin abrir los ojos

Oí que Namjoon cerró la puerta y depositó unas cosas

— ¿Namjoon? —Lo llamé

— ¿Si?

— ¿Puedo ir a una fiesta el viernes? —Abrí los ojos

— ¿Tú? ¿Ir a una fiesta? —Preguntó Namjoon

— Si...iré con un chico llamado Hoseok

— No lo sé Minnie, no me fío de ellos

— ¿Pero sí de las zorras?

— Minnie...

— ¡Me la debes! —Exclamé

— Tienes hasta las 10 para llegar

— ¿Bromeas? La fiesta empieza a las 7 u 8... —Dije

— Hay un asesino suelto, ¿no crees que es muy precipitado salir vestido muy formal?

— ¿Qué dijiste?

— Serías candidato perfecto para él tan solo y tan tarde —Dijo Namjoon

Wow, no había pensado en ello. Sonreí por dentro pero traté de mantenerme serio

— Bien, hasta las 12 máximo —Dije suspirando

— Y si llegas más tarde te castigo, o voy por ti —Amenazó.

— Tú ganas —Levanté las manos

—Más te vale. —Dijo él— Voy a preparar la comida

—Bueno... yo voy a subir a mi cuarto a revisar ropa —Contesté.

Namjoon me observó sorprendido pero lo ignoré. Subí las escaleras de dos en dos y fui a abrir mi armario.
Debía ser perfecto para Suga esa noche. Necesitaba un traje increíblemente llamativo. Pero no tenía nada,
sólo ropa oscura, jeans y camisas.

— Tendré que comprar... —Me dije— Y también un toque especial...

Bajé las escaleras y caminé hacia Namjoon sonriente

23
— ¡Hermano! —Dije sonriendo— Tú siempre tan lindo conmigo...

— ¿Cuánto quieres? —Preguntó Namjoon levantando la mirada

— Lo arruinaste —Dije quitando la sonrisa— Necesito un traje.

—Vale. —Namjoon abrió su billetera y me dio dinero— Creo que con eso basta

— Yyyy necesito un poco más para hacer un proyecto de artes —Sonreí.

Namjoon me tendió otro billete. Sonreí y lo guardé

— Gracias hermano —Dije ahora si sonriendo

— ¿De qué es lo de artes?

— Oh, hay que hacer una máscara de carnaval.

— ¡Que sádicos! ¡Eso es de Suga!

— Lo sé, pero bueno... —Levanté los hombros

— No quiero que uses la máscara en la calle

— ¡Ni loco! ¿Y arriesgarme a ser candidato perfecto para Suga? No gracias

— Me alegro que seas listo.

— Si... —Sonreí por dentro— También tengo sentido común

— ¿Cuándo vas a ir a comprar el traje? —Preguntó Namjoon

— Yo creo que... —Pensé un segundo— El miércoles, los autobuses a la ciudad son más baratos

— Buen punto

Iba a darme la vuelta cuando Namjoon me volvió a llamar

— Quiero conocer a Hoseok

— No lo arruines

— Eres demasiado guapo, me cuesta creer que cayó en tu encanto

— Puedo ser encantador si me lo propongo

—Si Minnie, y yo soy virgen

— Eso...fue cruel

— Sólo bromeaba, es que... sabiendo cómo eres...

24
— Puedo ser duro, arrogante, frío y seco pero puedo ser dulce, tierno y bastante mono.

— ¿Y listo?

— Eso lo soy por naturaleza

— Si ya veo —Dijo Namjoon suspirando

— ¿Puedo subir ya? —Pregunté apretando mis labios

— Anda

Subí las escaleras y prendí la computadora. Busqué imágenes de máscaras de carnavales pero luego me
entró una mejor idea. Busqué a Suga. Como siempre aparecieron muy pocas fotos pero imprimí a color la
que mejor detallaba su máscara. Era blanca con las letras "L" y "P" a los costados, además tenía pequeños
detalles que parecían salpicaduras de sangre negras. Sonreí mientras veía la imagen fijamente. La seguí
observando un largo rato mientras imaginaba en mi cabeza como la crearía. Debía ser casi la misma

— Pero mucho mejor —Dije sonriendo.

Sonreí y borré el historial, apagué la computadora y anoté en una hoja lo que necesitaba.

— Esta vez te encuentro porque te encuentro —Dije mientras lamía mi labio inferior.

Puse la imagen a mi costado frente al espejo. Me admiré con superficialidad.

—Y más te vale que vengas por mí... si no, te buscaré, hasta donde sea necesario. No descansaré hasta
encontrarte y matarte con mis propias manos. Es un juramento

Puse mi mano en el espejo y me clavé la mirada.

Es un juramento...

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Capítulo 3. “Fiesta y sangre”

¡Listo! ¡Había acabado mi fabulosa máscara! Era casi igual a la de Suga. Me la puse y me admiré.
¡Hermosa y perfecta! Sonreí y la oculté en una pequeña caja. Me di la vuelta y agarré el traje que estaba
colgado gentilmente en mi armario.

Era negro con detalles dorados. De la parte de arriba era muy apretado y también en la de abajo
amoldando mi exquisito trasero. También era consciente de mis cualidades físicas. Tenía un lindo cinturón
de cristales blanco en la cintura. Me puse ropa interior color negro y después el traje.

Peiné mi cabello oscuro. Hice pequeños ondas con mis dedos sin despegar la vista del espejo. Saqué el
maquillaje y comencé a ponerme un poco de sombra para que mis ojos se vieran más profundos.

Agarré una pequeño mochila negra y coloqué dentro la máscara. Saqué un cuchillo de cocina alemán y lo
coloqué debajo de la máscara. Lo sé, debía ser más discreto, por eso mismo no dejaré que nadie se acerque
a mi preciosa mochila. Aunque deba morder o patear. Esta vez Suga no se salva

Me puse unos zapatos bajos negros (por si debía correr por mi vida) y bajé las escaleras. Namjoon estaba
leyendo una revista, volteó a verme y la dejó caer al suelo con la boca abierta

— ¿Y bien? —Pregunté mientras sonreía

— ¡Wow! —Namjoon rio— ¿Quién eres tú y qué hiciste con Jimin?

— ¡Oh cierra la boca! —Dije riendo

— Decirte precioso sería una burla... eres...dios... ¿cómo puedes ser tan lindo y caliente?

— Gracias —Sonreí tomando un suave rubor.

— ¡No llegues con una infección! —Dijo Namjoon

Lanzó algo. Lo atrapé y lo observé con el ceño fruncido. Era un condón

— ¿En serio? —Lo voltee a ver con una ceja alzada

— Eres muy desobediente, al menos quiero prever por cualquier cosa.

—Gracias hermanito —guardé el condón en mi bolsa— aunque no creo que pase

— Nunca se sabe...

*Ding Dong*

— ¡Oh dios! ¿En serio estoy bien? —Pregunté mientras arreglaba mi cabello una última vez.

— ¡Que sí! Relájate... —Dijo Namjoon

26
Respiré hondo y Namjoon fue a abrir. Reconocí la voz de Hoseok

— Hola buenas noches... ¿aquí vive Jimin?

— Sí... ¡Minnie te buscan! —Gritó Namjoon

Salí detrás de él. Hoseok sonrió y luego abrió mucho la boca, parecía realmente sorprendido

— Wow, estás bellísimo —Dijo él

—Gracias —Dije mientras sonreía

— Tiene hasta las 12 para llegar —Dijo Namjoon mientras frotaba mi espalda

— Lo cuidaré bien —Hoseok agarró mi mano— ¿Nos vamos?

— Claro —Contesté lo más formal que pude

— No tomes mucho —Dijo Namjoon antes de cerrar la puerta

No contesté. Observé a Hoseok y él me sonrió. Vi un Tesla negro estacionado justo enfrente, Hoseok
abrió la puerta del copiloto para que entrara.

— Gracias —Dije. Hoseok cerró la puerta, olía a hierbabuena. — ¿Dónde vive Andrea?

— No muy lejos, cerca del instituto —Dijo Hoseok entrando

— Oh... —Sonreí por dentro

Hoseok arrancó. Bajé la ventanilla y admiré el sol caer detrás del pueblo. Hoseok aceleró más, reímos
juntos. "This love" de los Maroon 5 comenzó a sonar, la cantamos juntos a todo volumen. ¡Wow! Hacía
tiempo que no me la pasaba tan bien... menos con un chico.

Hoseok pasó junto al instituto y luego se desvió en una pequeña ruta privada. Le dio una identificación al
oficial. Entramos y Hoseok se detuvo en frente de una enorme casa naranja. La luz del día ya había casi
desaparecido.

— ¿Listo? —Preguntó Hoseok

— Listo —Sonreí

Hoseok se bajó del coche y me fue a abrir. Decidí dejar mi bolso. Pasé mi brazo por el brazo de Hoseok
quien me lo había ofrecido. Tocó una vez el timbre. Andrea nos fue a abrir, no la conocía muy bien pero
afortunadamente no me caía mal

— ¡Hola Hoseok! —Saludó Andrea— ¿Jimin?

— Hola —Saludé tímidamente

— ¡Qué sorpresa! ¡Pasen! —Dijo Andrea alegremente

27
Entramos. La música estaba a todo dar, la gente bailaba, tomaba y comía. Me empujaban pero no le di
importancia. Hoseok me jaló a la sala que estaba más vacía.

— ¿QUIERES BAILAR? —Preguntó gritando debido a la música

— ¡NO SOY MUY BUENO! —Exclamé

— ¡ANDA! ¡VAMOS! —Hoseok me jaló a la pista de baile

Comencé a moverme torpemente, me fijé en los demás e imité sus movimientos. En cuestión de minutos
bailaba a todo dar con Hoseok mientras cantaba. Pasó un chico con tragos y ambos tomamos uno. Me lo
tomé en un sorbo, Hoseok sonrió.

—No creí que fueras chico malo Minnie —Dijo él

— ¿Me hablas a mí? —Jin apareció y colocó una mano en el hombro de Hoseok.

Él tampoco lucía nada mal. De hecho, se veía asquerosamente bien.

— ¿Te la pasas bien Hoseok? —Jin sonrió

— Vete, ahora —Dijo él

— ¿Me dejaste por él? —Jin me señaló

— Vete —Dije ahora yo— O te vuelvo a dejar en ridículo

— Te haré caso sólo para ver de nuevo a Namjoon —Jin sonrió— Me gustaría que fuéramos
próximamente cuñados ¿a ti no?

— No lo repetiré —Amenacé. — Lárgate.

Jin rodó los ojos y se perdió en la multitud. Hoseok levantó los hombros.

— Déjalo, ya sabes cómo es —Contestó apretando sus labios.

— Lo sé, y no dejaré que arruine mi noche —Dije mientras me movía al compás de la música.

Hoseok sonrió y me siguió el juego. Las bebidas pasaron varias veces y ninguna Hoseok se la saltó. Yo
tenía ganas de hacer lo mismo pero debía estar sobrio para toparme con Suga.

— ¿No tomarás más? —Preguntó Hoseok

— En otra ocasión —Dije sonriendo

La música retumbaba en mis oídos pero no era desagradable. Pusieron una canción tranquila. Hoseok puso
sus manos en mi cintura.

— ¿Me concede esta pieza Monsieur? —Dijo él con acento francés

—Claro, señor francés.

28
Puse mis manos en sus hombros, me pegó más a él. Lo miré fijamente, no podía creer que estaba con un
chico sexy, ex de Jin, jugador de futbol americano y además popular en una fiesta y… bailando una
balada. ¡Era increíble! Puede que esto fuera lo único no desagradable de la fiesta, y era el único punto
positivo de estar ahí. Aunque la verdadera razón era Suga pero bueno...

Seguimos bailando sin despegarnos los ojos de encima. Apoyé mi mentón en su hombro, olía a
hierbabuena y a limón, rico. Su piel ardía pero su respiración era tranquila

— Son las 12 de la noche —Dijo él

— Pasó rápido... —Dije

— No creo que pueda llevarte a tu casa en este estado —Hoseok rio

— No te preocupes, hay camiones justo afuera

— ¿Seguro?

— Al cien por ciento —Dije sonriendo

¡Mentira! ¿Pero qué importaba? Sólo importaba Suga

La música volvió a aumentar. Seguimos bailando, cantando y riendo. No podía creer que me la estuviera
pasando bien. Después de largos minutos Hoseok se acercó a mí

— Necesito ir al coche... olvidé el regalo —Dijo

— ¿No quieres que vaya yo? —Pregunté preocupado porque husmeara en mi bolso

— Puedes acompañarme —Dijo él

— Si —Dije asintiendo varias veces

Hoseok tomó mi mano y a duras penas llegamos a la puerta. Me crucé con Jin quien sólo me observó
molesto. Segura iba a decirme algo pero Hoseok ya me había jalado fuera de la casa. Caminamos al coche

— Entra, hace frío —Dijo Hoseok

Entré al coche, a la parte trasera para ser más exactos. Hoseok también entró y se colocó detrás del asiento
del piloto. Lo observó confundido, Hoseok se estiró y prendió la calefacción.

— ¿No venías por el regalo verdad? —Pregunté riendo

— En realidad no... Sólo necesitaba un respiro —Dijo él

— Somos dos —Dije suspirando

— Tienes algo... —Hoseok señaló su boca— Aquí.

Me limpié y lo voltee a ver.

29
— ¿Ya? —Pregunté

— Ya —Dijo él mientras se acercaba más a mi

Estuvimos en un silencio bastante agradable. Hoseok me clavó su mirada.

— ¿Tú no estás ebrio? —Preguntó divertido.

—No —Dije riendo— Tú si

— ¡Yeah! —Dijo él

Reí y me acomodé en el asiento. Hoseok tomó mi barbilla y me sonrió. Sentí todo dentro de mí explotar,
genial, gracias hormonas. Temblé un poco cuando Hoseok se acercó un poco más. No retrocedí, dejé que
siguiera avanzando. Estaba muy cerca

— Eres realmente precioso, Jimin... —Ronroneó— ¿Sabes cuántos no se mueren por ti?

— E-en realidad, jamás lo pensé.

— Matarían por ti.

Se acercó más. Lo vi venir pero aun así me sorprendí cuando plantó sus labios en los míos. Fue algo rudo
y salvaje pero bastante bueno. Abrí la boca permitiendo un acceso más profundo y me pegué a él. Solté un
pequeño gemido cuando mordió mi labio inferior. Oh si... besaba bien. Me tumbó en el asiento y quedó
encima de mí. Me aferré a su espalda. Hoseok despegó sus labios y comenzó a darme pequeñas mordidas
en el cuello

—H-Hoseok —Susurré suavemente.

—Shhh —Dijo él en mi oído— Sólo disfrútalo

—Tengo un condón en mi mochila —Dije enrojeciendo.

Él me volteó a ver y sonrió. Le devolví la misma sonrisa pícara.

— Y yo que creí que eras niño bueno —Dijo él divertido.

Me estiré y cogí la mochila. Rebusqué un poco y por fin saqué el condón. Me tumbé de nuevo mientras
jugueteaba con él en mi mano. Hoseok lo tomó y se quitó la camiseta. Observé fascinado sus músculos
bien marcados.

— ¿Quieres ponérmelo tú? —Hoseok sonrió

— No sé cómo —Reí avergonzado — Soy virgen

— Nunca es muy tarde para aprender —Dijo él guiñándome el ojo

Volvió a atacar mis labios. Golpearon la ventanilla. Hoseok gruñó y observó: Era Andrea

— Tortolitos aquí no —Dijo él— Si el poli los ve...

30
—Vale —Susurró Hoseok

Se puso de nuevo su camiseta y encendió el motor. Me preocupé debido a que estaba ebrio pero tampoco
se estaba tambaleando. Salimos de la ruta privada y bajamos la colina. Estacionamos el coche junto al
parque que estaba frente al instituto. Todo estaba desierto. Hoseok regresó atrás.

— ¿En qué estábamos? ¡Oh, ya! —Me besó castamente. —Me estabas quitando la ropa.

Sonreí y esta vez fui yo quien le quité la camiseta. Toqué su torso bien formado mientras mordía mi
labio... tan guapo y perfecto... sí, valía la pena.

—Te haré disfrutar hoy mi lindo Jimin, quiero que tu primera vez sea memorable —Dijo él

Regresó a mi cuello, gemí. Se sentía bien, mis hormonas apagadas hasta ahora comenzaban a encenderse.
Sentí la mano de Hoseok deslizarse por la parte baja de mi traje y rozar mi entrepierna. Solté un gemido
más fuerte cuando comenzó a sobar por fuera con suavidad. Me sonrió lujurioso y comenzó a besar mi
clavícula. Cristo.

—No pares… —Susurré suavemente. Rara vez me masturbaba pero él lo hacía sentir bien.

Enredé mis dedos en el cabello de Hoseok. Él dejó su labor abajo y lentamente fue retirando los botones
del traje. Me sonrojé bastante cuando mi pecho quedó al descubierto. Hoseok sonrió y comenzó a besar
muy suavemente. Apreté mis labios y arquee un poco mi espalda. Mi respiración aumentaba. Lentamente
Hoseok me fue reincorporando para que quedara sentado sobre él. Pude sentir su erección debajo de mí.
Mis mejillas se encendieron al rojo vivo.

Por fortuna Hoseok no lo notó, estaba ocupado besando mis hombros y mi clavícula mientras pasaba sus
manos por todo mi abdomen.

—Diablos, sencillamente eres perfecto. —Dijo él sonriendo

Sonreí y me separé de él. Le lancé una mirada pícara y comencé a bajar sus pantalones negros. Lo hice
lento para aumentar la tensión. Hoseok sonreía. Finalmente me desprendí del molesto pantalón y pude
notar su erección a través de su bóxer. Abrí la boca, seguro ahora mismo estaba más rojo que un tomate.

Lo voltee a ver de nuevo y me besó con fuerza y salvajismo. Apoyé mi mano en la ventana del coche con
fuerza mientras respiraba agitadamente. Hoseok estaba a punto de quitarme completamente el traje cuando
escuchamos un fuerte golpe. Nos detuvimos.

— ¿Qué fue eso? —Pregunté asustado.

Escuchamos un grito aterrador. Me pegué a la ventanilla y vi a un chico con un cuchillo apuñalar a una
chica. Me tapé la boca. Tardé en reaccionar pero por fin pude hablar.

— ¡LLAMA A LA POLICÍA! —Aullé escandalizado.

— ¡NO! ¿Y SI NOS MATA? —Gritó Hoseok igual en estrés.

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Observé la escena, el chico yacía en el suelo inmóvil pero parecía que el otro no había terminado su labor
aún. Cuando se levantó y se dio la vuelta, palidecí. Llevaba una máscara blanca de la nariz hasta su
frente... y esos rasgos...sus ojos gatunos...

Oh mierda, es él.

Suga.

—H-Hoseok —Tartamudee temblando.

Él volteó a ver hacia mi dirección y se quedó helado. Se puso sus pantalones y su camiseta en un segundo
y se pasó al frente. Observé de nuevo por la ventana.

—Es él... —Susurré— ¡OH DIOS SANTO ES ÉL!

Hoseok prendió el auto. Me coloqué de nuevo el traje y observé por la ventanilla. Suga se acercaba
lentamente y el maldito coche no arrancaba.

— ¡MALDITA SEA, PRENDE! —Gritó Hoseok.

— ¡SE ACERCA! —Grité.

El coche no arrancaba. Hoseok comenzó a patear y a golpear. Suga ya estaba bastante cerca, lo suficiente
como para ver su sudadera negra en más detalle. Pero luego algo imprevisto pasó:

Suga se desvió y caminó hacia otro lado

— ¿Nos habrá visto? —Pregunté

— No lo creo —Susurró Hoseok

Bien, estoy loco pero esta es mi oportunidad. Saqué la máscara de mi bolsa y me la puse. Agarré mi
mochila con fuerza. Hoseok me volteó a ver escandalizado.

— ¿QUÉ CREES QUE HACES? —Preguntó histérico— ¡JIMIN!

Muy tarde, ya había salido de coche. Sentí el frío calar mis huesos pero no me importó. Me deslicé entre
los árboles buscando con la vista a Suga. ¡Bingo! Estaba cruzando el patio del instituto, se quedó quieto
viendo las bancas. Un estruendo me hizo voltear. Vi el coche de Hoseok salir disparado por la carretera

¡Maldito hijo de...!

Apreté mis labios y me escondí. Vi a Suga pasar no muy lejos. Agarró el cadáver de la chica y comenzó a
arrastrar hacia el instituto.

"Cristo, su espalda es tan ancha y perfecta"

"Maldita sea Jimin, concéntrate"

"Dios, es tan sexy"

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"¡MIERDA JIMIN! ¡MATÓ A TU MADRE!"

"Oh cierto...Aun así es caliente"

“¡Concéntrate!”

“¿Crees que si me acerco pueda ver si se le marca su gran paquete?”

“¿Estás pensando en la polla de Suga?”

“Me está volviendo loco. Estúpido asesino sensual”.

Debía sorprenderlo, agarrarlo desprevenido. Corrí sin hacer ruido por la carretera y le di la vuelta al
instituto. Mis piernas ardían pero no me importó. Me oculté detrás de una pared y vi a Suga sentar a la
víctima en una banca. Abrí mi mochila con cuidado y saqué el cuchillo.

Lamí mis labios que estaban resecos y esperé el momento adecuado. Suga sacó del bolsillo de su sudadera
una máscara de carnaval color oro y la depositó suavemente en el rostro de la chica. Bien... es ahora o
nunca Jimin, tú decides. Tomé aire y apreté el cuchillo con mis manos. Sentí mi respiración agitarse, me
resultó imposible seguir respirando por la nariz. Cerré los ojos unos segundos, los abrí y sin pensarlo dos
veces salí de mi escondite y en un abrir y cerrar de ojos me abalancé sobre Suga como una fiera rabiosa.

Él se mostró sorprendido ya que dio un brinco hacia atrás y me clavó sus ojos cafés. Sin perder la
confianza comencé a mover el cuchillo en varios sentidos mientras soltaba un grito entre cada uno. Suga
esquivó mi cuchillo fácilmente cosa que me enojó aún más.

Mi ira me cegó y comencé a mover el cuchillo a lo loco, Suga dio una vuelta y en un movimiento rápido
me golpeó en el estómago. Sin detenerme seguí moviendo el cuchillo frenéticamente, logré hacerle una
pequeño herida en el brazo. Sin embrago la sangre se me heló cuando Suga sacó su enorme cuchillo frente
a mí y me apuntó con él mientras sonreía.

"Mierda"

Me quedé helado pero no me dejé intimidar. Los latidos de mi corazón retumbaban en mis oídos y estaba
temblando. Suga trató de darme una vez con su cuchillo pero me moví a la izquierda. Sonrió y lo trató de
nuevo pero me agaché. Suga entonces aprovechó y me dio una patada en la mandíbula. Solté un grito de
dolor y me tambalee hacia atrás. Me tapé con una mano y vi lentamente el cuchillo a centímetros de mi
cara. Pegué un grito y me tumbé al suelo.

Suga era ágil, creo que la única cosa que me mantenía con vida era la adrenalina. No tuve otra opción y
comencé a correr. Corrí como si el diablo mismo estuviera detrás de mí. Oía las pisadas de Suga no muy
lejos, aceleré el ritmo como pude. Quería llorar, no estaba listo, era verdad, no estaba listo para esto. ¿En
qué demonios pensaba?

Sentí que rodearon mi cintura y sólo fue cuestión de segundos cuando me tumbaron al suelo. Suga y yo
comenzamos a rodar colina abajo pero no por mucho tiempo. Suga quedó sobre mí y sacó su cuchillo. Yo
agarré el mío y lo apunté también. Nos quedamos los dos en silencio viendo fijamente el arma del otro.
Bajé un poco mi vista, llevaba una camiseta negra bastante pegada, definía su bello cuerpo y pude admirar

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que sus brazos estaban calientemente marcados. Cristo, esperen… ¿manos venosas? Joder, joder, joder.
Levanté de nuevo la vista, Suga me sonrió.

— Tú mataste a mi madre —Espeté mientras aguantaba las lágrimas— ¿Por qué?

Él no dijo nada. Observé sus ojos, no parecía molesto... de hecho su mirada parecía burlona. ¿Qué acaso
se burlaba de mí? Observé su pecho que subía y bajaba lentamente, mientras que el mío subía y bajaba
frenéticamente. Parecía que iba a explotar…

— ¡NO TEMO MORIR! —Grité — ¡Y TE MATARÉ! ¡JURO QUE LO HARÉ!

Suga siguió sin decir nada. Sus hermosos...que digo, sus finos labios formaron ahora una sonrisa bastante
macabra pero burlona y coqueta a la vez. ¿Qué jodida mierda?

Estaba harto del juego. Lo más rápido que pude traté de clavar el cuchillo en su rostro pero él agarró mi
brazo justo cuando la punta de mi cuchillo apenas lo rozó. Traté de zafarme pero fue inútil. Suga me
arrebató el cuchillo y lo dejó junto a mí. Me observó detenidamente con una mirada bastante difícil de
descifrar.

— Bien —Dije fríamente — Mátame... —Cerré los ojos listo para afrontar mi destino

Esperé unos segundos pero no sentí nada. Abrí los ojos y vi que Suga estaba examinando mi cuerpo y mi
rostro. Me quedé helado durante unos segundos cuando rozó con su índice mi mejilla. Un escalofrío y
emociones jamás sentidas se apoderaron de mí. Sobó delicadamente mis piernas, me mordí el labio.
Siguió subiendo con toques traviesos hasta sobar mis labios con sus dedos. Jugueteó con ellos y siguió
deslizando sus manos por mi cuerpo. Por fin dejó de manosearme y soltó una pequeño risa. Lo observé
confundido. Él guardó su cuchillo

Esperen...

¿Lo guardó?

Me clavó de nuevo la mirada y retiró mi máscara de la cara lentamente. La observó detenidamente y


después me sonrió divertido.

— ¿Qué pretendes? —Solté molesto— Das miedo

Él siguió sin decir nada. Se levantó y se sacudió las hojas. Negó con la cabeza y comenzó a caminar en
sentido contrario mientras dejaba caer mi máscara al suelo.

¿Qué acaba de pasar?

Me levanté y comencé a caminar detrás de él bastante molesto y confundido.

"¡DEJA DE VER SU CUERPO!"

"Lo siento, su figura es tan..."

"Maldita sea, se está alejando"

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"Dios esa camiseta está muy ajustada, ¿ya viste sus brazos?”

"¿QUIERES CONCENTRARTE JIMIN? ¡SE ESTÁ ALEJANDO MÁS!"

"Oh mierda"

— ¡NO ME DES LA MALDITA ESPALDA! —Grité

Corrí y me coloqué frente a él. Suga me volteó a ver, sacó su cuchillo. La sangre se me heló pero el sólo
usó el arma para apartarme del camino. No lo guardó, lo dejó a la vista y siguió caminando rápidamente.
Tardé en reaccionar pero seguí detrás de él. ¿Pero qué le pasa?

— ¡QUE NO ME DES LA ESPALDA! —Grité— ¿Qué te pasa? ¿No vas a arrancarme la cabeza? —Corrí
de nuevo y me volví a colocar frente a él. Por sus ojos pude notar que comenzaba a enojarse pero no iba a
darme por vencido — Mira, no sé a qué juegas... pero estás actuando muy raro, amigo.

Él negó con la cabeza sonriendo... uf, maldita sonrisa arrogante y asquerosamente hermosa. Sus preciosas
encías lo hacían ver tan… maldita sea.

— ¿Me vas a decir qué demonios te sucede? ¿Por qué demonios no me matas...?

— Porque no sé si eres realmente estúpido o valiente por haberme querido enfrentar

Abrí la boca pero me quedé sin habla. Esa voz... cristo... ronca, varonil e increíblemente sensual. Sonaba
tranquila pero a la vez un poco fastidiada. Retumbó en toda mi cabeza, en mis oídos, recorrió todo mi
cuerpo. Me estremecí y abrí un poco la boca pero no salió ningún sonido. Me quedé plantado frente a él,
agité mi cabeza para romper el letargo.

—N-no tiene sentido —Tartamudee

—Mira, niño —Su voz salió cansada, me volví a estremecer— No tengo tiempo para un obsesionado
como tú, hazle un favor al mundo y piérdete en el bosque o vuelve a casa.

— ¡¿Obsesionado?! —Espeté molesto— Estoy obsesionado con matarte, ¡no por ti!

Suga sonrió de nuevo. Sentí un escalofrío recorrerme la espina dorsal pero me mantuve firme.

— Y...y voy a hacerlo —Me escuchaba nerviosa— Te voy a matar...

— A menos que yo lo haga antes —Contestó con arrogancia

— Pero no lo has hecho

— Porque no tengo ganas, no me hagas cambiar de opinión —Habló molesto

— ¿Pues qué crees? No me... —No pude finalizar

Suga me agarró del cuello y me clavó su mirada, era molesto pero divertida a la vez. Parece que disfrutaba
verme asustado. Comencé a patalear y a tratar de zafarme pero era demasiado fuerte.

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— Tengo poca paciencia, tienes suerte de que te deje vivo, tengo mis razones. —Apretó más mi cuello—
Ahora, deja de fastidiarme con tu presencia a menos que quieras que te mate y créeme, no será nada
bonito. Vas a regresar a tu casa y dejarás esta estupidez de seguirme ¿oíste? Si te vuelvo a ver, no lo
dudes, te sacaré los intestinos lentamente ¿quedó claro?

Me soltó y caí de rodillas al suelo. Colocó su cuchillo en mi barbilla e hizo una fina cortadura, sentí la
sangre escurrir. Solté un pequeño gemido, Suga rio.

—Ahora a dormir pequeño fastidioso.

Sentí un fuerte golpe en mi nuca, todo se volvió negro

[***]

Abrí los ojos. Estaba exactamente en el mismo lugar. Me levanté como pude y miré el entorno, no había
rastro de Suga. Me agarré la nuca que dolía como el infierno. Me levanté tambaleando y fui por el cuchillo
y la máscara que no estaban muy lejos de ahí. Los metí a mi mochila y comencé a caminar por la
carretera.

¿En serio había hablado con él? Dios mío... es que esa voz... no, no puede ser, una voz no puede ronronear
y hacerte estremecer de ese modo. ¡NO A MI! Apreté mi mandíbula y cerré los ojos, su figura perfecta
volvió a mi cabeza. Abrí de nuevo los ojos y traté de esquivar ese pensamiento. Fue inútil, increíblemente
inútil.

"No sé si eres realmente estúpido o valiente por haberme querido enfrentar"

— Estúpido voz sensual —Refunfuñé

Me subí a un transporte público y me dirigí hasta el fondo. Esperé unos segundos en silencio. Bajé y corrí
a la casa, toqué varias veces. Namjoon abrió la puerta, parecía cansado y molesto

— Son casi las 2 de la mañana —Dijo seco

— Lo siento, partimos el pastel a las 12:30 y... y no llegué drogada ni con infecciones —Dije

— Pero si hecho un desastre... ¿qué te pasó?

— Me caí, rodé y... bueno no sé qué pasó exactamente

— ¿Te sientes bien?

— Me duele el cuello

— Vete a dormir, mañana te regaño

— Vale.

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Subí las escaleras y me encerré en mi cuarto. Me tapé la frente con la mano ¿Había sido verdad? ¿En serio
había visto a Suga? No me lo creía, muy en fondo estaba en negación absoluta Levanté mi barbilla y sentí
el pequeño herida que me había hecho con su cuchillo

— Parece que si —Susurré

Me dejé caer en la cama viendo el techo. No importaba dónde estuviera, debía encontrarlo de nuevo. Y
esta vez sí lo mataría. No me asustan sus amenazas.

"Sólo quieres volver a verlo por loco hormonal"

"¡Mentira!"

"Acéptalo, deja de engañarte"

"Primero mi venganza"

"Ni tú te la crees. Quieres follártelo."

“Calla”

Dejé de pelear conmigo mismo. Debía matarlo, sin peros. Sólo que si quería tener mayor éxito debía
practicar más con el cuchillo y combate físico. Cerré los ojos y su sonrisa vino a mi mente... demonios, era
tan sexy.

Díganme... ¿quién no perdería la cabeza?

Bueno tal vez a mí me la corte si me ve de nuevo

¡Qué importa! ¡Creo que ya la perdí de todos modos!

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Capítulo 4. “Imitadores”

Desperté con un terrible dolor de cabeza y cuello. Al fijarme en la hora vi que eran casi las 12. Me puse
unos jeans y bajé como muerto a la cocina. Me serví cereales y no me sorprendí al ver a mi hermano. Por
la visto me esperaba. Me senté frente a él y empecé a comer

—Muy bien Jimin —Namjoon se cruzó de brazos y me observó fijamente— Vamos por partes con el
cuestionario....

Refunfuñé, no estaba de humor para su pequeño encuesta estúpido. Por suerte había formulado todo en mi
cabeza, ya tenía respuestas a todas sus preguntas, lo conozco demasiado bien. Además, soy muy bueno
mintiendo, lo cual es bueno... y un poco malo.

— Vale —Suspiré. Namjoon se sentó frente a mí

— ¿Por qué llegaste tarde ayer? —Preguntó mientras se cruzaba de brazos

— Si te diste cuenta ayer no llevé teléfono, cuando partimos el pastel no sabía que eran casi la 1 de la
mañana. Fue Andrea quien me dijo que ya era tarde —Expliqué tranquilamente

— ¿Hoseok no te iba a traer?

— Iba, pero se quedó en la fiesta, ya sabes cómo soy, no quise interrumpirlo —Dije levantando los
hombros mostrando indiferencia.

— ¿Y el autobús tardó 1 hora en llegar acá? —Namjoon levantó una ceja

— No, el problema es que me perdí. Andrea vive en una calle privada cerca del instituto y no encontraba
la salida, ahí perdí casi unos 20 minutos buscando un oficial.

— Bien, supongamos que dio la 1:20... ¿Qué hiciste luego?

— Los camiones tardaron en bajar, esperé unos 10 minutos supongo

— ¿30 minutos en llegar sin coches?

— El chofer se desvió un poco, no quería pasar por el callejón debido a Suga. Me dejó en la estación
donde hallaron a Wendy. Caminé lento, observaba hacia atrás todo el tiempo para asegurarme que nadie
me siguiera

— ¿Y luego?

— Pues me asusté con un ruido y me caí —Señalé la herida de mi cuello y mis raspones— Al levantarme
corrí a casa. Sólo eso

— Estabas lleno de hojas

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— Resbalé en el parque

— ¿Qué hacías en el parque?

— Está iluminado si no te diste cuenta, no iba a pasar por la calle desierta y oscura.

Namjoon entrecerró los ojos y me observó fijamente como si tratara de descubrir la verdad a través de mis
ojos... Me mantuve firme viéndolo fijamente y parpadeando cada 10 segundos. Namjoon suspiró y se llevó
su mano a la cara.

— Bien, pero por favor la próxima vez lleva teléfono —Dijo él dándose por vencido

— Sí, lo siento —Dije mientras hacía "cara de arrepentimiento"

— Bien —Namjoon se levantó— Aprovecha tu fin de semana, se vienen los exámenes finales y quiero
que estés a todo dar. No quiero que llegues con un 6 ni 7 de promedio

— No lo haré

— Y si este año lo terminas muy bien... puede que en tercero te compre un auto

— ¿Hablas en serio?

— Muy en serio

— ¡Wow! —No lo vi venir, sonreí— Gracias Nam.

Él asintió y se puso su saco negro. Se acomodó el cabello y agarró las llaves de la casa. Lo observé
detenidamente. Se puso loción. Nunca se ponía loción a menos que... fuera a ver un chico. Namjoon se
observó otro rato en el espejo acomodando su ropa. Me volteó a ver cuándo reí secamente.

— ¿A quién te vas a coger ahora? —Pregunté

— ¡Hey! Voy a una entrevista de trabajo —Dijo él

— ¿Eh? —Levanté una ceja

— ¡Claro! ¿Crees que seguiremos viviendo así? ¿Yo sin empleo? —Namjoon rio— Tengo una entrevista
para posiblemente entrar en el departamento de policía —Explicó Namjoon

— ¿Policía? —Pregunté asustado.

— Más bien científico forense, hay buena paga y con todo esto del Suga el trabajo es aún mayor —Me
guiñó el ojo.

— Oh —Me quedé frito. Podía echarlo todo a perder— Suerte, en ese caso

— Gracias Minnie

Namjoon se colocó su corbata y finalmente salió de la casa. Me asomé por la ventana y lo vi montarse a su
lexus blanco y partir. Lo vi bajar la colina y desaparecer. Suspiré y me fui a sentar al sofá. La maldita

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imagen de Suga no me dejaba en paz. Me levanté y fui a buscar el cuchillo que había usado ayer. Me
asomé por la ventana y observé mi patio trasero. Agarré un suéter abrigado y bajé de nuevo con el cuchillo
en mano. Salí a la parte trasera y observé las casas de al lado, no había nadie.

Agarré el cuchillo firmemente con mi mano y comencé a hacer movimientos de vaivén para irme
acostumbrando. Opté por dar vueltas sobre mi propio eje mientras apuntaba con el cuchillo. Bien, aún no
me había matado, eso era bueno. Comencé a imaginar a alguien atacándome así que moví el cuchillo en
varios sentidos pero traté de no hacerlo a lo idiota. Traté de que las maniobras fueran firmes y precisas.

Después de acostumbrarme opté por movimientos más avanzados. Fingí enterrar el cuchillo mientras
brincaba y me agachaba. Combiné también cambiar el cuchillo de mano y agarrarlo en poses un poco
complicadas pero bastante amenazantes. Cerré los ojos y me imaginé a Suga, aún con los ojos cerrados me
imaginé un combate. Me dejé llevar durante mucho tiempo hasta que choqué con algo duro. Abrí los ojos
y vi que había chocado con la pared. Me froté el brazo y vi el cuchillo.

"Quizás este amiguito no sea tan difícil de usar después de todo"

Comencé a dar vueltas en el suelo con el cuchillo en mano, así aprendería a no clavármelo. Gatee con el
cuchillo, lo coloqué en mi boca y rápidamente lo pasaba a mi mano y apuñalaba el aire. Comenzó a ser
bastante divertido. Jugueteaba con el cuchillo en mano y comencé a usar poses de combate. El cuchillo
arriba y la mano abajo cerrada. Me moví en círculos y di ataques sorpresa (o al menos eso creí). Sentía mi
cuerpo fatigado y las gotas de sudor correr por mi frente. Opté por descansar un rato, no había estado nada
mal mi entrenamiento del día de hoy.

— Querido cuchillo de cocina Alemán, tú y yo seremos buenos amigos —Dije mientras rozaba levemente
el cuchillo sobre mi dedo y lo moví levemente.

Pegué un pequeño gemido cuando sentí un ligero ardor, me había cortado. Observé la sangre deslizarse
sobre mi mano, debía comenzar a encariñarme con él para cuando matara a Suga. Planeaba hacerlo sufrir
mucho. Lamí mi dedo y entré a la casa. Estaba empapado de sudor y afuera hacía frío, no quería
enfermarme. Subí a mi cuarto, guardé el cuchillo en mi cajón y me metí al baño.

Aventé mi ropa y prendí el agua caliente. Me metí y dejé que mi cuerpo se relajara, suspiré lentamente y
comencé a sobar mi cuerpo mientras el agua hirviendo caía en mi rostro. Me puse champoo y bastante
jabón en el cuerpo. Salí a mi cuarto después de la larga ducha y vi la hora: 4:56 pm

— Bien... el tiempo pasa muy rápido. ¿A qué hora piensa llegar el idiota?

Me puse ropa de dormir, hacía frío y quería estar abrigado. Me puse pantuflas negras bastante esponjadas
y bajé a la sala. Comencé a pasar los canales a lo bruto pero me frené en las noticias. Eran de hecho
bastante entretenidas si les prestabas atención. Y además, eran bastante útiles para mantenerme informada
de mi querido asesino.

— Parece que hubo un fuerte temblor en la parte Este de la ciudad pero no hubo heridos ni muertos,
afortunadamente sólo se derrumbó un viejo edificio abandonado —Explicó la reportera— Además
tenemos nuevas noticias, encontramos un nuevo cadáver fuera del instituto local. La víctima se reporta
como Marina Chávez que aparentemente era profesora

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— De Educación Física —Me dije— ¡Oh demonios! ¡Es la mujer que Suga había apuñalado ayer en la
noche! —Me sentí terriblemente mal, a esa profesora le había cogido demasiado cariño

— No sabemos si fue obra de Suga, la profesora llevaba una máscara de carnaval puesta pero la víctima
no estaba vestida como princesa y además los policías no encontraron por ningún lado el famoso mensaje
de "Little Princess". ¿Un imitador acaso o Suga está cambiando su modus operandi? No se pierdan el
resto...

—Idiotas —Reí con ironía— No acabó su trabajo porque YO el increíble Park Jimin interrumpió su obra y
aparte sobrevivió... ¡Bum en su cara reporteros! ¡Yo fui quien escuchó su voz y vi fijamente sus preciosos
ojos y labios! ¡En su cara! —Dije cantando

—Esperen... —Un hombre le susurró algo a la reportera— ¡Vaya! ¡NOTICIAS IMPACTANTES! ¡LA
POLICÍA ESTÁ PERSIGUIENDO AL SUGA! ¡REPITO! ¡LA POLICÍA PERSIGUE AL FAMOSO
ASESINO! Según el reportero acaba de cruzar el instituto y van colina arriba cerca del parque Woods

Abrí los ojos como platos y me asomé por la ventana. Vi un coche rojo pasar rápidamente y 10 patrullas
pisarle los talones. El coche rojo se estrelló con el árbol y vi a un chico bajar corriendo entrar en el parque.
Los policías hicieron lo mismo.

— ¡NO PUEDEN MATARLO! —Exclamé escandalizado.

Me importó mierda y me puse mi tenis. Salí en suéter y pantalón de pijama negro. Corrí al parque pero un
oficial me agarró. Comencé a forcejear.

— ¡SUÉLTEME! —Grité

— ¡NO PUEDE PASAR JOVENCITO! ¡ES MUY PELIGROSO!

Escuché unos balazos. Abrí mucho los ojos y sentí que mi aliento se cortó. El oficial me soltó y me caí de
rodillas al suelo. No... No podían haberlo matado... ¡NO! Esperé largos segundos y vi a unos policías salir.
La radio del que me sostenía sonó.

—Agente 345, el sospechoso está herido... repito, el sospechoso está herido. Ya llamé una ambulancia

—Copiado

Me llevé una mano a la boca. Inmediatamente vi una camioneta negra pasar y una mujer salir con varios
hombres y cámaras. Vi a ambulancia llegar detrás de ellos. Me levanté y corrí rápidamente hacia donde
estaban ellos. Algunos vecinos estaban ahí chismeando. Los oficiales arrastraban a un hombre vestido de
negro, portaba la misma máscara... oh dios... era él... ¡ERA ÉL!

La reportera comenzó a hacer preguntas y los camarógrafos a sacar muchísimas fotografías.

— ¡Soy Suga, temedme! —Gritó él con un acento bastante peculiar

Levanté una ceja, no era ni su voz ni su acento. El hombre levantó la mirada, observé sus ojos... eran
verdes y sus labios nada apetecibles. Además no tenía aquél palidez hermosa y sus hermosas manos
venosas. ¡Por dios!

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— No eres él —Dije cuando pasó junto a mí y lo acostaron en la camilla

— Niño hazte a un lado —Dijo la mujer empujándome

— ¡JÓDASE! —Espeté y empujé a la mujer. Observé con burla al otro chico

— ¿Cómo lo sabes niñito? —Susurró él.

—Me hubieras reconocido y además, él es único. Tú eres una farsa —Solté

El hombre quiso levantarse pero lo acostaron. Los camarógrafos me empujaron y la ambulancia se fue. El
resto se subió de nuevo a la camioneta negra y persiguió a la ambulancia junto con los oficiales. Los
vecinos volvieron a sus casas susurrando. Yo suspiré aliviado.

Bueno, al menos aún podía matarlo. Al VERDADERO Suga.

Regresé a la casa y vi las noticias puestas. La reportera estaba en el hospital con muchísima gente y
reporteros. Su voz apenas se oía. Cerré la puerta y corrí a sentarme.

— ¡ESTAMOS EN VIVO EN EL HOSPITAL DONDE SE ENCUENTRA EL FAMOSO SUGA! ¡PARECE


QUE SÍ ES ÉL Y ESTAMOS ANSIOSOS POR SABER QUÉ DIRÁ! ¡EL ALGUACIL SE DIRIGE HACIA
ACÁ PARA INFORMAR Y TOMAR CARTAS EN EL ASUNTO! CON USTEDES...

Apagué el televisor y rodé los ojos. ¡Por favor! ¿Cómo podían confundirlo? Digo... Suga tenía hasta sus
hermosas manos venosas y…

"¿Y si fui yo quien encontré al imitador y el chico de hace rato ES el verdadero asesino?"

"Si claro, ¿y gritaría a los 4 vientos que es Suga y que le teman?"

"No, es un buen punto"

"Además, no tiene pinta de asesino, el de ayer sí"

"Demasiada diría yo"

"El que está en el hospital es un estúpido imitador"

"Tienes razón, que los policías se diviertan con él, más de Suga para mí"

"Eso sonó..."

"Pervertido, lo sé... ahora déjame en paz"

El ruido de la puerta abriéndose me sacó de mis pensamientos. Vi a Namjoon entrar, parecía cansado y
algo frustrado. Lo observé detenidamente. Se acercó y se dejó caer en el sofá.

— ¿Ya viste las noticias? —Pregunté

— Estaba a media entrevista, claro que lo sé —Dijo Namjoon seco

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— ¿Y ahora qué te pasa? —Levanté una ceja

— Me citarán de nuevo mañana para terminar...

— ¿Y? ¿Eso es malo?

— Jin es el hijo del alguacil —Dijo él

— ¿Q-qué?

—Y parece que habla muy mal de ti con su papi, parece que eso me jode un poco al trabajo, hubieras visto
su cara cuando se enteró que soy tu hermano

— ¿CÓMO SE ATREVE ESA IMBÉCIL? —Espeté furioso — ¡LO VOY A MATAR! ¡MALDITA SEA
LO HARÉ!

— Tú quieres matar a todos —Namjoon rio con sequedad

— Estúpido... espero que tengas éxito

— Eso espero —Dijo Namjoon

Nos quedamos unos segundos en silencio. Observé a mi hermano, decidí hablar de otra cosa

— ¿Tú crees que el chico que agarraron sea Suga? —Pregunté después de un rato

—No lo creo, no tiene pinta de asesino... —Dijo Namjoon— Seguro es un imitador

— Eso mismo pienso yo —Dije feliz de no ser la única

— Un asesino tan sádico como Suga tiene experiencia, se nota que es organizado y que planea bien sus
crímenes, tanto que sólo han podido sacarlo 3 fotografías debido a cámaras de seguridad.

— ¿En serio?

— Se tomó la molestia de sonreírla a una, es un asesino demasiado confiado, arrogante me atrevería a


decir. Su sonrisa lo dice todo

— Ja, si supieras...

— ¿Perdón?

— Que me lo imagino... tenerlo de frente debe ser...

— Muy aterrador —Se adelantó Namjoon

— ¿Crees que sería posible que deje viva a una víctima?

— ¿Dejarla viva? —Namjoon negó con la cabeza— No creo... sería muy arriesgado

— Supongamos que esa persona trató de atacarlo, él amenazó con matarlo pero al final no lo hizo. ¿Qué
crees que signifique? —Pregunté inquieta

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— ¿Matarlo? —Preguntó Namjoon

— Sí, supongamos que es chico

— Vaya pues, la verdad no sabría decirte Minnie. Ese chico debería ser el más afortunado del mundo por
ganarse de un cierto modo la simpatía de Suga

— ¿Simpatía? ¿Aunque haya amenazado con matarlo?

— Debe dejar su imagen de asesino despiadado... ¿a qué viene esa pregunta?

— Oh es que pensé en el caso de la chica ésta... no recuerdo su nombre, la que sobrevivió a Suga y dijo
que la mantuvo con él

— No soy Suga Minnie, no podría responderte. Él sabrá sus razones —Dijo Namjoon

Asentí. Las tripas me gruñían. Afortunadamente Namjoon había ido a recoger comida china antes de venir
así que comer un rico arroz con costillas agridulces me hizo feliz. Comencé a ver la película de Chucky.
Namjoon estaba junto a mí y reía de vez en cuando mientras decía "eso es imposible" o simplemente "¡ay
por favor!". Al finalizar la película lavamos los platos y comenzamos a platicar de otras cosas nada
importantes.

— ¿Qué quieres hacer? —Preguntó Namjoon

— No sé... ¿qué hora es? —Pregunté

— Las 20:29 —Dijo él— Aún es temprano... ¿no tienes tarea?

— Sí pero la haré mañana

— ¿Quién demonios deja la tarea para el domingo?

— Mucha gente, incluso hay mucha que la hace el mismo Lunes

— ¡Qué locura!

— Se llama adolescencia, tú la pasaste no hace más de 10 años

— ¡Oye tranquilo con la edad! ¡Tengo 24! —Se quejó Namjoon

— Whatever —Levanté los hombros— Ya eres adulto joven

— No pues... bien gracias —Dijo Namjoon

— También te quiero —Reí

— En fin... yo mañana tengo la cita temprano así que ya me voy a acostar. Descansa Minnie

Namjoon subió las escaleras y desapareció. Yo aún no tenía sueño así que decidí ver otra película de
terror. Elegí ver Viernes 13. Admito que Jason francamente me llegó a asustar y ver toda la sangre

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desparramada y los intestinos... bueno, mejor ni explico. La comida china no me hizo tanto bien cuando
finalicé la película.

"Mierda, gracias al cielo que este asesino es sensual"

"Demonios...sí"

"Aunque en la película exageran"

"Obvio, debe CAUSAR MIEDO"

"Si, pero debo admitir que usa bien las armas"

"Aprendiste un poco, eso es bueno"

"Aunque dudo que pueda con todo esto de tripas y sangre"

"Lo harás por tu madre, además no significa que lo vuelvas a hacer"

"Mmm eso es cierto"

Observé el reloj y eran pasadas de las 11 de la noche. Apagué las luces y subí corriendo a mi cuarto. Me
puse un nuevo pantalón de pijama y me quité el suéter. Me deslicé en la cama y apagué la lámpara de
noche. Observé por la ventana y vi la ciudad colina abajo. Suspiré mientras veía las montañas a lo lejos y
las estrellas invadir el cielo. Sonreí un poco y fui cerrando los ojos. Abracé mi almohada y caí
profundamente dormido.

"No sé si eres realmente estúpido o valiente por haberme querido enfrentar"

Maldita frase que no me dejaba en paz...

[***]

—Minnie...despierta Minnie... ¡JIMIN! —Exclamó alguien

Sentí que me agitaron con fuerza. Me caí de la cama, me levanté y observé furioso a Namjoon con los ojos
entrecerrados. Me tapé de la luz.

— ¿QUÉ TE SUCEDE? —Espeté molesto

— Son las 9, ya me voy —Dijo él apurado

— Pudiste haberme dejado una nota o algo ¿no?

— Sí pero tenía ganas de molestarte

— Jodete —Le mostré el dedo de en medio.

45
— Hay comida abajo. Yo ya me voy

Namjoon salió del cuarto volando. Me volví a tumbar en la cama y me froté los ojos. Me estiré y observé
el techo durante un largo rato. Me puse mis pantuflas y bajé al comedor. Había huevo con jamón en una
sartén humeante y jugo de naranja. Le di otra calentada al huevo y me senté a comer. Me serví jugo de
naranja y mientras le daba grandes tragos puse las noticias.

—... y reportamos también que las temperaturas aumentarán en esta semana.

Suspiré, aún nada importante. Estaba finalizando mi huevo pero el noticiero captó mi atención

— ¡Y por fin el momento que todos esperaban! Seguro muchos se enteraron que agarraron a Suga ayer.
Hoy lo van a transferir a la prisión y el juicio sería el 18 de este mes pero parece que hubo un conflicto a
media carretera. Con ustedes, el alguacil de la ciudad Arthur Crow...

— Gracias reporteras...me temo informarles que aparentemente Suga de ayer no es el verdadero asesino,
o al menos eso creen algunos oficiales incluyéndome

— ¡Hasta que se dieron cuenta! —Exclamé

— Hoy a las 7 de la mañana el "asesino" debía ser transferido a prisión, sin embargo debido a su herida
y a unos problemas en la carretera tendrá que ser transferido hoy en la noche. El psicólogo Holton dice
que la personalidad del chico no concuerda mucho con la de Suga, por lo cual deberá ir a unas pruebas
antes de mandarlo a la comisaría. Estaremos informando, tengan lindo día

— ¡Bah! —Exclamé— En serio se necesita ser idiota... ¡Sólo basta con mirarle las manos y su cuerpo!

"Sólo tú ves sus manos y su cuerpo"

"Y sus ojos"

"Aja, todo eso"

"Y su espalda"

"Si eso"

"Y ése cuerpo..."

"¿Puedes dejar de pensar en él?"

"Puedo intentarlo"

"Dios Jimin, tú no te portas así"

"¡Es cierto! ¡Ningún chico merece mi atención de ese modo!"

"¡Bien dicho Minnie! ¡Ni siquiera Suga!"

"¡BIEN DICHO CONCIENCIA!"

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"Vaya, por fin nos recuperamos"

"Bueno, no merece mi atención verbal pero si mental"

"¡JIMIN!"

"Me doy por vencido, ¿te imaginas las maravillas que hará con esa manos?

“..."

“Lo sé. Casi me da un orgasmo mental”.

Recogí los platos de la mesa y los lavé. Me fui a cambiar de ropa y agarré el cuchillo para entrenar un
poco dentro de la casa. Dejé la televisión prendida y comencé a practicar nuevos movimientos. Las horas
pasaron rápidamente. Estaba a media práctica cuando me detuve en seco.

— ¡Y EL ESCÁNDALO SE FORMA EN EL HOSPITAL! ¡AQUÍ ESTAMOS EN VIVO!

Voltee a ver la pantalla. Los policías trataban de cubrir la cámara en vano y otros alejaban a la gente de un
cuarto. Varios enfermeros entraban y salían, se notaban unas pequeños letras en rojo detrás pero no se
alcanzaba a leer. Me senté y observé la pantalla detenidamente.

— ¡El supuesto asesino termina muerto en el hospital! ¡Nadie sabe cómo ni por qué! ¡Los oficiales están
confundidos y completamente escandalizados! Apunta a las letras...

La cámara apuntó a las letras en rojo del fondo. Me tapé la boca

— ¡Ya lo vieron amigos! ¡"Nadie me supera, ni siquiera un pobre admirador. Little prince, tu historia se
acabó" ¿Qué les parece? ¡Suga sigue entre nosotros! ¿Qué dirá la policía? Lo sabremos en unos minutos,
no se vayan

Abrí los ojos completamente aturdido. ¿Suga había estado ahí y nadie lo había visto? ¿Cómo demonios era
eso posible? ¿Qué acaso eran tan estúpidos?

—No puede ser... parece burla... ¡SUCEDIÓ EN SUS NARICES! —Exclamé en histeria.

La reportera siguió hablando pero me cansé de su voz aguda y escandalosa así que apagué la televisión.
Resoplé frustrado. Yo técnicamente también había sido un pequeño imitador al portar una máscara
idéntica a la de él pero a mí no me había matado. ¡Demonios esto es tan confuso!

— Ahora si asesino —Dije mientras subía a mi cuarto. Abrí el cajón y saqué la máscara— Ya me cansé, te
voy a buscar... suficiente espera

"Ja... ¿cómo se supone que harás eso?"

"Si es necesario recorrer la ciudad durante toda la noche que así sea"

"O puedes usar el plan original"

"¿Cuál?"

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"Ya sabes... "

"¿Ser su candidato perfecto?"

"Qué importa hombre, eres Park Jimin, un chico astuto y de mente fría... ¿qué te diferencia de Suga?"

"Nada, sólo que él mata"

"¡Exacto! Sigue siendo humano... ocúltate como él... muévete como él"

"¿Cómo se supone que haré eso?"

"Fácil... piensa como él..."

"Piensa...como un asesino"

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Capítulo 5. “No te salvas”

— No lo entiendo Namjoon... ¿Por qué tienes que irte a una comida? —Pregunté puchereando

— Es una cena Minnie —Contestó Namjoon

— Misma cosa

— Es una cena importante

— Claaaaro

— Jimin, ya basta

— Pero no me quiero quedar sin cenar —Refunfuñé

— Ten —Namjoon me dio unos billetes— Ya puedes cenar algo

— Gracias

— Pero no salgas

— Tengo que salir

— Pide a domicilio

— Aja.

— Confío en ti Jimin

— Vale.

— Bueno... —Namjoon suspiró— Cuídate por favor

— Sip

— Nos vemos

Namjoon me abrazó, se puso loción y se acomodó el traje. Lo observé salir tranquilamente de la casa,
subirse a su coche y desaparecer colina abajo. Suspiré cansado, eran casi las 6 de la tarde y yo tenía
bastante hambre. Decidí hablar al local de sushi

— Sushi—shi, ¿qué se lo ofrece? —Se oyó una voz femenina del otro lado

— Hola buenas tardes, quería hacer un pedido a domicilio por favor

— Lo sentimos, pero no tenemos servicio a domicilio

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— ¿Cómo no? Hace unos meses aún había servicio

— Por el nuevo reglamento, no podemos llevar alimentos a domicilio a partir de las 6 de la tarde.

— Bah, qué suerte.

— ¿Quiere pedirlo y venirlo a recoger?

— Podría. No suena tan mala idea

— Bueno, ¿qué desearía?

— Un sushi Drogon y un refresco de manzana

— ¿Sería todo?

— Si

— Bien, ¿pagará con tarjeta o llevará efectivo?

— Efectivo

— ¿A nombre de quién la orden?

— Al de Park Jimin

— Bien, su pedido estará listo entre 20 y 25 minutos

— Gracias

— Buenas noches

Colgué y me dejé caer en seco al sofá. Demonios... ¿en serio me había encontrado con Suga? ¡Era muy
difícil de creer! Esos ojos... y ese pelo... y ese cuerpo... y esa voz...

"YA DESPIERTA MALDITA SEA"

"Perdón"

"Calma las hormonas Jimin, tú no te sometes a nadie"

"¿Ni siquiera a un chico sexy?"

"A nadie dije"

"Tienes razón"

Dejé de tener mi extraña plática conmigo mismo y observé la hora: 18h23. Me pregunto por qué tardarán
tanto en hacer los pedidos... Antes estabas listo en 10 minutos.

Maldito Suga todo es tu culpa

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Debía encontrarlo de nuevo... ¿pero cómo? Esa noche lo encontré por pura coincidencia, fue suerte pura,
dudo que tenga la misma suerte otra vez. Debería seguir a TODAS las personas de este pueblo para ver si
lo encuentro.

Rendido, prendí la televisión para pasar el rato y desconectarme de mis pensamientos.

— Buenas noches —Dijo el conductor del programa— Tenemos las noticias del día de hoy. Como muchos
de ustedes sabrán, Suga fue arrestado ayer, sin embargo, está muerto. La policía confirmó que se trata de
un imitador ya que la persona no cumplía con los aspectos psicológicos ni detalles físicos de Suga. La
pregunta es... ¿por qué un imitador?

— ¿En serio se lo preguntan? —Me burlé

— ¿Llamar la atención? —Retomó el conductor— Es probable, pero ya aprendimos la lección: a Suga


no le gusta que lo imiten

— A nadie le gustaría —Rodé los ojos

— En otros temas, nos esperan temperaturas frías para este invierno, hay muchos descuentos para viajes
y parques de atracciones. ¡Viva el invierno y la Navidad! Es un gran momento para pasarla en grande en
pareja o en familia, nunca es tarde para la diversión

— Ja, dígamelo a mí —Contesté sarcástico.

—Vamos con una pausa. De regreso hablaremos acerca del fuerte terremoto que hubo en la parte Este
del país y de algunos detalles más, no se vayan.

Apagué la televisión, realmente siempre era lo mismo. ¿Por qué demonios hablaban y hablaban de Suga
sin siquiera saber nada de él? Ya sabemos que mata, ya sabemos que es peligroso... ¿por qué tanta
insistencia? ¡Sólo un perfecto idiota se atrevería a enfrentarlo!

Oh, esperen... retiro lo dicho...

Era extraño que siguiera pensando en matarlo cuando sabía que no tenía oportunidad alguna con él. Pero
era muy terco así que supongo que es por eso, soy vengativo. Cuando me propongo algo lo hago. Como
matar a Suga sin caer en sus encantos letales.

En nombre del señor... ¿por qué este asesino tenía que ser guapo?

¿Eso se puede? ¿No es ilegal? ¡Es completamente loco!

Observé el reloj y vi que ya habían pasado 15 minutos. Agarré mis llaves y salí de la casa. Caminé por las
calles y observé las casas, antes eran coloridas y había gente por todos lados pero ahora todo era desierto,
las puertas de las casas tenían cadenas, las ventanas las tapaban las persianas y había perros guardianes
vigilando el perímetro. La gente sí que estaba paranoica, Suga había sembrado el terror total... ¡PERO
NADIE LO ATRAPABA!

Caminé colina abajo y llegué a la gasolinera, giré a la derecha, pasé frente al instituto, di vuelta a la
izquierda y finalmente llegué al restaurante de sushi. Observé el cielo, ya casi anochecía, la luz del día

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había casi desaparecido y comenzaba a hacer frío. Me subí el cierre de la chamarra y entré al lugar. Estaba
calientito adentro y olía delicioso.

Mi madre y yo solíamos venir aquí a cenar muchas veces. Cada que veníamos platicábamos de muchas
cosas, mi madre y yo éramos muy unidos. Me senté en una mesa y sentí una fuerte nostalgia contagiarme,
era duro estar aquí sin mi mamá... nunca volveríamos a estar juntos en este lugar. Las paredes seguían
iguales, naranjas con detalles marrones, las lámparas colgaban y el piso era rojo, era tapete. Lo único que
habían puesto eran cámaras de seguridad.

"Exageran demasiado, no es que vayan a matarme" Decía a veces mi madre

¿Irónico no?

Observé a la cajera entrar a la cocina y salir con una bolsa transparente. Me acerqué

— ¿Park Jimin? —Preguntó él

— Es correcto —Dije

— Aquí tiene su pedido —Me tendió la bolsa

— Muchas gracias

Le di el dinero y cuando recibí mi cambio me fui a sentar. Moría de hambre. Destapé mi refresco y le di
unos cuantos tragos, luego ataqué el sushi. Dios, en ese momento supo a gloria pura, manjar de dioses, oh
sí. Observé por la ventana la ciudad que estaba desierta, pasaban pocos coches pero no había ningún
peatón. Al observar el entorno vi que era el único en el local.

Terminé rápidamente mi comida y tiré los botes de plástico a la basura. Agarré unas mentas que daban de
cortesía y me las comí. Adoraba las mentas. Comencé a caminar de regreso a casa pero me empecé a
preocupar cuando vi que las luces cada vez eran más tenues. Al llegar a la punta de la calle que iba colina
arriba, un escalofrío recorrió mi espina dorsal. Tenía miedo, estaba desprotegido, era vulnerable a
cualquier peligro. ¿Cómo sabía que no me iban a violar o algo?

Despejé mi mente de aquellos pensamientos y comencé a caminar en la oscuridad de la calle, sólo había
unos pequeños faroles tintineantes que alumbraban el lúgubre camino. Escuchaba el zumbido de las luces
y los grillos cantar, por el momento todo tranquilo.

*Crack*

Me frené en seco al oír unos crujidos. Un gato negro salió corriendo de un callejón provocándome un
susto de muerte. Pegué un alarido y maldije en voz baja. El gato maulló y comenzó a lamer sus patas. La
respiración se me fue: las patas del gato estaban manchadas de sangre.

Observé el callejón del cual había salido... ¿qué habría allí?

"¿Voy a ver?"

"¿Estás loco? Mejor vamos a casa"

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"¿Pero y si alguien ahí?"

"Ni modo, tú ve a lo tuyo"

"Sólo voy a ver un segundo"

"Si te traumas es problema tuyo"

"Como sea, tú sólo eres una voz estúpida en mi cabeza"

"Allá tú..."

Ignoré a mi pequeño conciencia y entré al callejón. Había bolsas de basura y varios edificios abandonados
con las ventanas rotas y grafitis por todos lados. Llegué al límite y es espacio se volvió bastante amplio.
Vi a una mujer con una botella de alcohol a la mano.

— ¿Señora? —Pregunté tímidamente

No obtuve respuesta

— ¿Puede oírme? —Pregunté de nuevo

Quité el cabello del rostro de la mujer, retrocedí inmediatamente. Llevaba una máscara puesta y la sangre
se deslizaba por los hoyos de los ojos. Me tapé la boca y me tambalee hacia atrás cuando vi que la pobre
mujer en efecto NO TENÍA OJOS y su boca estaba cosida, un charco de sangre estaba formado alrededor
de ella. De su cuello había una línea roja bastante gruesa... no quería saber qué había pasado. Mi
respiración se cortó. Comencé a retroceder lentamente

"¿Llamo a la policía?"

"Pensarán que fuiste tú"

"Esa es la marca de Suga"

"Oh demonios, ya vi la frase"

"Vámonos"

"Es mejor"

Comencé a retroceder más rápido sin quitarle la vista al cadáver cuando sentí que choqué con algo. No era
blando como una tela pero tampoco era duro como una pared. Iba a darme la vuelta pero sentí una mano
deslizarse a mi cintura y otra taparme la boca. Ahogué un grito.

— Una jovencito no debería estar solo en la noche —Oí una carcajada.

Me zafé y quedé frente a la persona. Oh dios mío... Jimin, respira... ¡OH DIOS MÍO! ¡ERA ÉL! Estaba
todo de negro pero su belleza relucía bajo la luz de la luna al igual que sus facciones. Me quedé atónito
pero Suga sólo hizo una mueca

— ¿Otra vez tú estúpido mocoso? —Dijo él con su voz jodidamente sensual

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—Y-yo —Balbucee— ¿Q-qué estás haciendo aquí?

— Limpio mi desastre —Dijo él señalando a la mujer

— Oh —Comencé a temblar— En ese caso creo que me puedo ir...

— No tan rápido —Se puso frente a mí y sonrió— ¿No piensas volver a atacarme o sí?

— Lo haría su pudiera —Retrocedí un paso— Pero no tengo ningún arma

— ¿En serio? —Sonrió— Cuando toqué tu cintura sentí algo duro

— ¿Q-qué?—Sentí mis mejillas arder— No

Suga se acercó y me rodeó con sus brazos. Forcejee un poco pero Suga logró sacar lo que tenía en mi
bolsillo: mis llaves. Rio cínicamente y me las aventó, las atrapé.

— Gracias —Las guardé— ¿Puedo irme ahora?

— ¿Y arriesgarme a que vayas con la policía? No gracias —Dijo sarcásticamente

— ¿No lo entiendes verdad? —Reí

— ¿Entender qué mocoso? —Preguntó de mala gana

— Yo quiero matarte —Dije obvio— No le diré JAMÁS los policías, tú sólo estás reservado para mí y
SÓLO para mí. ¿Oíste? Sólo yo

— Wow —Suga se mordió el labio— Nunca había encontrado un fan tan loco.

— No hagas gestos pervertidos por favor —Espeté ruborizado.

— ¿Cómo esto? —Pasó su lengua por sus labios— ¿O esto? —Comenzó a pasar su mano por su
entrepierna suavemente sin quitarme la vista de encima.

— Eres asqueroso —Susurré más rojo. Seguramente por la oscuridad no lo notaba tanto. Gracias.

— Cachondo que es distinto —Comenzó a acercarse peligrosamente.

La distancia entre él y yo comenzó a hacerse más chica, retrocedí pero él fue más rápido y me estampó
con fuerza contra la pared. Se me fue el aire y lo observé con terror. Cristo, respira. Respira. Respira.

— Amo verte asustado. Eres como un gatito. —Ronroneó— Te ves tan apetecible

— No diré nada, lo juro —Susurré asustado — Sólo déjame ir

— O puedo torturarte

— O puedes dejarme ir

— O puedo entretenerme contigo

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— O puedes dejarme ir

— Sí, eso me gusta

— O puedes... ¿espera qué?

Suga sacó un cuchillo y lo levantó, palidecí. ¡NO VA A MATARME! Suga colocó la punta de su cuchillo
en mi barbilla y la levantó.

— Tu cuello es tentador —Susurró con deseo. —Eres atractivo, mocoso asqueroso.

—Supongo que eso no es… —No pude finalizar

Sentí que mi cuerpo se estremeció al sentir un ardor leve y luego algo húmedo entrar en contacto. Suga
estaba... ¿lamiendo mi cuello? Solté un gemido cuando me pegó con más fuerza a la pared y comenzó a
dejar pequeños mordidas en mi piel, succionaba y lamía. ¿Cómo podía sentirse tan bien? Eran emociones
nuevas, jamás las había sentido. Dolor, deseo, adrenalina, miedo... Muchas cosas a la vez. ¿Cómo
demonios lo hacía?

Sentí su lengua bajar más hasta llegar a mi clavícula, gemí de nuevo. Comencé a respirar por la boca
mientras arqueaba mi espalda, sin poder evitarlo rodee a Suga con mis brazos y mordí mi labio. Se sentía
demasiado bien. ¡Oh, maldita sea con su lengua! ¡No sabía que podías causar tales emociones!

Suga se separó lentamente y me clavó sus hipnóticos ojos. Agarró el cuchillo y clavó la punta en mi
estómago, solté un gemido de dolor y mordí mi labio.

— Me gustan tus gemidos... los de dolor claro —Susurró Suga coquetamente— Me encantaría tenerte
gimiendo todo el día sólo para mí pequeño niño —Se acercó a mi oído para susurrar — Te puedo hacer
gemir de dolor pero también te puedo hacer gemir por otras cosas...

Todos mis vellos se erizaron, mi corazón palpitó con fuerza. Suga clavó más su cuchillo.

— ¡BASTA! —Chillé— ¡DUELE! ¡YA BASTA! ¡POR FAVOR!

— Eso es... ¡GRITA! —Enterró más el cuchillo

— ¡YA! —Aullé— ¡BASTA POR FAVOR! ¡ME LASTIMAS!

— ¡BIEN MOCOSO BIEN! ¡JODER SÍ! ¡GIME MÁS! ¡MÁS, MÁS, MÁS!

El habla se me fue y comencé a gritar, mis ojos se llenaron de lágrimas. Era un dolor insoportable, juré
que iba a vomitar. Suga sonrió. Sus ojos brillaron, tenían un brillo que antes no tenían... era aterrador

— ¡YA, POR FAVOR! ¡PIEDAD! —Supliqué en lágrimas

Suga extrajo el cuchillo, me tumbé a suelo con una mano rodeando la herida. Comencé a toser sangre y a
gemir de nuevo. Sollocé. Suga levantó mi barbilla.

— Esta vez fui generoso —Sus ojos perdieron brillo— La próxima vez te torturaré y no será lindo

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— No me volverás a ver —Susurré débilmente.

— De eso me aseguraré yo —Respondió él fríamente

—Lo juro…

— Más te vale, la próxima vez tu castigo será peor

— ¿Puede haber algo peor que esto? —Sollocé

— Oh mocoso —Suga sonrió como gato— No me conoces...

— No pienso hacerlo —Tosí sangre

Suga sonrió y se levantó. Guardó su cuchillo y se pasó la mano por el cabello. Desearía tanto verlo sin la
máscara... podría apreciar su belleza... aunque ya la tiene pero quería ver más.

Maldita sea yo desangrándome y pensando en verlo sin su estúpida máscara.

— Ve al hospital —Rio— Sino puedes morir desangrado

— Gracias por preocuparte por mi salud —Hablé sarcástico

— Claro, como eres taaan importante en mi vida... —Respondió con el mismo tono

— Lo sé querido, lo sé, para mí no hay nada más primordial que complacerte

Suga levantó una ceja y luego sonrió. Era como ver al mismísimo gato de Alicia en el país de las
maravillas frente a ti. Me estremecí.

— ¿Te gusta complacerme, eh? Niño bonito. —Dijo él lamiendo sus labios lentamente.

— Pero claro, adoraría ver cómo te retuerces mientras escupes sangre

— Como sea —Comenzó a retroceder— Espero no volver a encontrarte estúpido mocoso

—No soy un mocoso —Reclamé débilmente

Suga rio y salió del callejón. Levanté la vista al cielo y me arrastré afuera, sentía una pesadez enorme
invadirme. Necesitaba llamar a urgencias o a alguien... ¡pero no traía mi teléfono!

Me levanté como pude mientras gritaba de dolor, subí colina arriba pero mis piernas me fallaron, traté de
gritar pero me quedé sin habla. Dejé todo mi cuerpo caer sobre la calle, me dejé rodar hasta abajo.
Comencé a toser más sangre, mi vista se volvió borrosa

—Ayúdenme —Susurré como pude

Oí un motor y una voz, luego sentí que me cargaron. Todo se volvió negro

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Capítulo 6. “Sueños extraños”

Abrí los ojos, estaba todo completamente oscuro. Olía mucho a humedad, un poco a sangre y a productos
de limpieza. ¿Qué había pasado? ¿Dónde estoy? ¿Qué es este olor? Mis muñecas estaban atadas al igual
que mis pies. Traté de reincorporarme pero me resultó casi imposible. Resoplé con fuerza y busqué
desesperado un poco de luz.

— ¿Hola? —Pregunté dudoso.

Silencio, si había alguien, era de muy mal gusto fingir ser invisible... se supone que mi trabajo es ese, yo
soy el chico asocial.

— ¿Alguien me escucha? —Comencé a mover mis muñecas

Escuché una puerta abrirse, una pequeño ranura de luz se coló. En cuestión de segundos la habitación se
iluminó por completo, cerré los ojos de golpe y lentamente los volví a abrir.

— Por fin despiertas, estúpido mocoso

Con el rabillo de ojo pude ver a alguien acercarse. Forcejee un poco pero sentí que apretaron más. Voltee
un poco a la derecha y vi a Suga observándome

— Te dije que me divertiría contigo —Su voz se oyó como un eco— Y no te salvas

— ¡Déjame ir! —Solté en un murmullo

— ¿Por qué? ¿No quieres divertirte conmigo?

Sacó su cuchillo y se colocó en cuclillas frente a mí, el aliento se me cortó cuando hizo una fina cortadura
en mi mejilla. La sangre comenzó a escurrir pero Suga la lamió siguiendo el rastro, pasó cerca de la
comisura de mi labio, me estremecí y gemí

— ¿E-esto es divertido p-para ti? —Pregunté

—Me divierte verte asustado —Se acercó a mi oído— Pero me gusta más verte asustado y excitado

Sentí que hizo una cortadura en mi cuello, gemí y sentí la tibia sangre recorrer mi cuerpo. Suga observó el
camino de sangre hasta que desapareció dentro de mi camisa. Levantó mi barbilla y comenzó a lamer, bajó
lentamente a mi clavícula, sentí que entraba al paraíso. Bajó aún más hasta que sentí su lengua cerca de mi
pecho.

Cortó mi camisa y yo inmediatamente traté de taparme pero no pude debido a las cadenas. Suga observó
detenidamente mi abdomen, mi cuerpo. Sonrió y comenzó a lamer el hilo de sangre que se había colado
cerca de mis pezones. Gemí y despegué mi espalda de...de donde estuviera acostado. Escuché la risa
cínica y sensual de Suga

57
— Me encantas —Me clavó sus bellos ojos hipnóticos y sonrió— Pero puesto a que ti te encanta
complacerme, dejarás que juegue contigo un rato...

— ¿Qué? ¡No! Déjame en p...

No me dejó terminar. Puso su mano en mi boca y puso su dedo índice en la suya.

— Shhh —Dijo él— Sólo disfruta

Sentí que deslizó sus manos a mis jeans llenos de sangre, ahogué un grito y comencé a moverme de un
lado a otro... ¡No iba a perder mi virginidad con un asesino! ¡Menos con él!

"¿Quieres cerrar la mente y disfrutar?"

"¡NO!"

Sentí como comenzó a sobar mis muslos mientras les hacía una fina cortadura, gemí un poco, era increíble
cómo podía darme dolor y placer al mismo tiempo. Arquee un poco mi espalda cuando lamió mi estómago
y bajó hasta al inicio de mi ropa interior. Sonrió.

—Espero que estés listo... ¡Por qué te haré mío!

Sentí un fuerte dolor, no...No era él... era en mi cabeza

— ¡JIMIN! —Se oyó un grito

Quise reincorporarme pero me fue inútil... el dolor fue insoportable...

— ¡JIMIN! —Gritaron de nuevo

Todo se tornó negro nuevamente

[***]

Abrí los ojos de golpe, mi pecho subía y bajaba rápidamente, mi boca estaba reseca. Tragué saliva varias
veces, sentí que tomaron mi mano.

— Minnie... —Era Namjoon, sus ojos estaban húmedos— ¡Oh Jimin!

Me abrazó. Sentí un fuerte dolor en el estómago. Estaba en una sala blanca, estaba conectado a muchos
tubos y a una computadora. ¿Estaba en el hospital?

Pero... ¿cómo? Yo estaba atado... Suga estaba... ¿O acaso fue un sueño?

— ¿Puedes oírme Minnie? —Namjoon me sacó de mi burbuja

— S-si —Dije a penas— ¿Qué pasó?

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— ¿Jimin? —Oí una voz femenina, una enfermera bastante guapa entró y me dedicó una sonrisa— Me
alegro que hayas despertado... voy a hablarle al doctor.

Salió y Namjoon sobó mi cabeza: — ¿Qué recuerdas? —Preguntó

— Nada, sólo estar tirado en la calle... creo que alguien me agarró y me trajo aquí... ¿quién fue? —
Pregunté

— Fui yo —Oí una voz a mi izquierda

Me di la vuelta y observé a Hoseok. Fruncí el ceño

— ¿Tú me encontraste? —Pregunté

— Sí, estabas tirado en medio de la calle... Toda tu ropa estaba manchada de sangre, estabas pálido y no
respondías. Te tuve que traer —Dijo él mientras tomaba mi mano— Me alegro que estés bien

Observé a Namjoon y sonrió. Hice una mueca de dolor y observé mi estómago, tenía una venda

— ¿Cuántos días llevo aquí? —Pregunté

— Casi una semana... perdiste mucha sangre —Dijo Namjoon—Al menos estás bien ahora.

Un hombre algo mayor interrumpió nuestra conversación, me sonrió

— Me alegro que ya hayas despertado Jimin, te recuperaste antes de que lo creímos —Observó a Hoseok
y a Namjoon— ¿Pueden salir un momento por favor?

Hoseok y Namjoon asintieron, salieron de la sala. El doctor y yo nos quedamos a solas

— Te voy a sacar unas pruebas —Sacó una jeringa— Sólo para asegurarnos que estás estable. Una
enfermera vendrá a limpiarte la herida en unos minutos

— Bien —Dije mientras suspiraba

Sentí un piquete, hice una pequeña mueca y esperé. El doctor retiró la jeringa, me puso un pequeño curita
y finalmente anotó unas cosas. Quise preguntarle qué me había pasado pero la misma enfermera de hace
rato entró. Me sonrió

— ¿Listo doctor? —Preguntó

— Todo tuyo —Dijo el doctor mientras se retiraba

— Hola Jimin, mi nombre es Danna —Sonrió— Te voy a limpiar la herida. ¿Vale?

— Sólo hazlo —Dije mientras aguantaba el dolor

Retiró la venda suavemente, luego otra, otra y finalmente una última. Vi negro y rojo combinado... se veía
muy mal.

— Va a arder un poco —Advirtió la enfermera

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— Bien —Tomé aire

Danna agarró un bote que contenía un líquido naranja, empapó un algodón y comenzó a retirar la sangre.
Cuando la zona quedó más limpia observé una herida que iba de mi ombligo casi hasta la zona pélvica, era
una herida pequeña pero estaba cosida. Agarró otro algodón y siguió limpiando

— ¡MIERDA! —Me tapé la boca

— Tranquilo, ya acabamos —Dijo él mientras finalizaba

Observé mi piel limpia, la cicatriz era muy notoria... genial

— Aún está cicatrizando, trata de no hacer movimientos bruscos para que no se te abra de nuevo —Dijo
Danna después de ver mi expresión de disgusto— Dentro de unos meses ya estarás bien

— Gracias Danna —Dije mientras suspiraba

— ¿Todo bien? —Preguntó él

— ¿Por qué? —Pregunté

— No, es que... todas las noches —Él hizo una mueca— Nada, mejor olvídalo

— ¿Hablaba dormido?

— Algo así... lo mencionabas mucho a él

— ¿A él?

— A Suga —La enfermera me miró seria— Pero supongo que sólo es por miedo

Me quedé en silencio. La enfermera se levantó y estaba a punto de salir pero la llamé

— ¿Danna?

— ¿Si Jimin?

— ¿Qué decía sobre...él?

— Nada que yo entendiera si te sirve de algo

— ¿Cómo qué?

— Lo que más repetías era que te vengarías de él... luego en otras ocasiones decías que te dejara en paz. Y
bueno, sólo en una ocasión dijiste que sus manos eran hermosas —Danna rio— No te preocupes, muchas
chicos y chicos son fanáticas de él

— Y-yo —Estaba completamente rojo

— Tranquilo —Danna rio— Será nuestro secreto —Me guiñó el ojo y salió

Solté un largo suspiro y cerré los ojos

60
Esto comienza a asustarme...

[***]

— Despierta Minnie... —Dijo una voz familiar

Abrí los ojos y vi a Namjoon. Me estaba sonriendo

— Ya te van a dar de alta, sólo falta hacerte una prueba —Dijo él

— ¿En serio? —Sonreí— Gracias al cielo

— Voy a llamar al doctor —Dijo Namjoon saliendo

Asentí. Ya quería salir de este lugar, digamos que no es lo mío estar quiero y encerrado lejos de mi
libertad. Suspiré y esperé a que el doctor llegara. Entró un enfermero en su lugar

— Hola Jimin —Dijo con voz masculina— Yo me haré cargo de tu última prueba

— ¿No está el doctor? —Pregunté desconfiado

— Está en una cirugía —El enfermero preparó una jeringa— Yo me haré cargo de ti

— Bien —Dije no muy convencido

El enfermero dejó la jeringa de lado y me destapó. Subió mi bata y admiró la venda

— Parece que te hiciste una herida muy fea —Dijo él

— En efecto —Me sentía extrañamente nervioso.

El enfermero agarró unas tijeras y cortó la venda, quitó el resto y admiró la herida. Pasó su mano
lentamente provocándome un cosquilleo.

— Me pregunto cómo te habrás hecho eso —Susurró con un poco de burla

Levanté una ceja. El enfermero soltó una risa y agarró un bisturí. Abrió de nuevo la herida, solté un
pequeño grito de dolor mientras lo veía escandalizado.

— ¿CUÁL ES SU PROBLEMA? —Pregunté cuando vi la sangre salir

— Debo ver bien tu herida —Se quitó sus guantes y tocó la herida, lamió la sangre que había en su
pulgar— Debo averiguar si está sanando realmente

— ¿QUÉ DEMONIOS? ¡ALÉJESE DE MÍ! —Solté

Planeaba gritar pero el enfermero me clavó la mirada. Me quedé completamente petrificada al ver sus ojos
gatunos y aquellas manos venosos… era… mierda…

61
— Tú —Susurré— ¿Cómo demonios lograste entrar?

El enfermero sonrió y se quitó el traje de enfermero, una vestimenta negra salió a la luz definiendo su
cuerpo. Vi que agarró un cuchillo mientras se acercaba lentamente a mí

— Pequeño niño estúpido —Sonrió— Contaba los segundos para que te dieras cuenta

— ¿Qué haces aquí? —Pregunté temblando— ¿Q-qué quieres de mí?

Suga se acercó a mi oído y sentí que bajó su cubre bocas

— Quiero tu cuerpo —Sonrió— Quiero escuchar tus gemidos —Sentí que enterró su cuchillo en mi herida
provocando que sollozara— Gime... ¡gime para mí!

Sentí el cuchillo entrar más profundo rompiendo el tejido sano, Suga tapó mi boca para que mis gritos no
salieran tan fuertes. Patalee y traté de agarrar su brazo para alejarlo pero era demasiado fuerte... parecía
inhumano.

—Gime precioso...gime... ¡GIME! —Clavó más el cuchillo

Mis lágrimas salían seguidas de gritos roncos. Traté de moverme pero me estaba agarrando con demasiada
fuerza, comencé a moverme desesperado debajo de su brazo

— Eso es —Sacó su cuchillo lleno de sangre— Ahora viene lo divertido

Agarró el cuchillo y sin destapar mi boca se colocó en cuclillas frente a mí. Levantó el cuchillo en alto
mientras sonreía de manera satánica.

— ¡AHORA MUERE! —Aulló antes de enterrar el cuchillo en mi pecho

Pegué un fuerte grito y me quedé sin voz mientras sentía mi vida esfumarse en segundos

[***]

Desperté gritando y agarrando mi pecho. Estaba empapado de sudor

— ¡JIMIN! —Namjoon se sobresaltó— ¿QUÉ PASA? ¿QUÉ TE PASA?

Abracé a Namjoon y comencé a llorar, todo mi cuerpo temblaba y se hacía chiquito.

— Shhh tranquilo —Dijo él— Fue sólo un sueño...tranquilo

Bajé la vista a mi camisón y deslicé mi mano, sentí la venda. Abracé más fuerte a Namjoon

— ¿Qué hora es? —Pregunté

— Las 4 de la mañana —Dijo él

62
Observé la sala que estaba casi a obscuras, sólo una pequeño lámpara iluminaba la habitación

— Duerme... mañana el oficial Arthur vendrá a hacerte unas preguntas —Dijo Namjoon

Asentí mientras me volvía a acostar en mi cama. Cerré los ojos pese al miedo que tenía, estos sueños
extraños me iban a volver completamente loco tarde o temprano

"Maldito asesino" Fue lo último en que pensé

[***]

Cuando desperté transcurrió todo con normalidad, la enfermera fue a limpiar la herida, el doctor a
hacerme pruebas, Namjoon a visitarme... la misma rutina aburrida. No dejaba de pensar en aquellos
sueños, ya iban 2 y siempre con Suga... siempre a punto de asesinarme

"Quizás eso es lo que quieres"

"Tengo una vida"

"Pero es una mierda"

"No me apetecería morir a manos de él"

"Sería interesante"

"Espantoso, no pienso permitirlo"

"Aunque esos sueños..."

"Lo sé, pero no quiero pensar ya en ellos"

"Él dijo que te torturaría hasta la locura"

"Soy Park Jimin, no lo permitiré"

"Bien dicho Minnie"

La puerta de mi dormitorio se abrió. Danna asomó la cabeza

— ¿Te sientes bien Minnie? —Preguntó

— Si —Dije

— El alguacil de la ciudad está aquí... quiere hacerte unas preguntas

— Bien

63
La cabeza de Danna desapareció. Un hombre robusto y bastante guapo entró en la habitación. Tenía los
ojos aceitunados, el cabello café, un poco de barba con bigote y la piel un poco morena. Me sonrió y se
sentó en mi cama. Me enderecé.

— Tú debes ser Jimin—Sonrió con coquetería... o tal vez era natural— Soy el alguacil Arthur Crow

— Mucho gusto —Dije estrechando su mano

— Me enteré de lo que pasó, no pienso permitir que una persona que cometió tal atrocidad siga por las
calles... —El alguacil suspiró— ¿Recuerdas qué pasó esa noche?

— Me quedé solo en casa, tenía hambre así que bajé al restaurante de sushi cerca del instituto —El
alguacil asintió— Iba subiendo colina arriba cuando oí unos pasos. Estaba oscuro así que no pude ver
bien...

— ¿Colina arriba? —Levantó una ceja— ¿Pasaste por un callejón?

— Casi, estaba a unos cuantos metros —Dije— Sentí que me agarraron por detrás, no pude ver quién era.
Colocó un cuchillo en mi barbilla y dijo que no me moviera o lo lamentaría

— ¿Era una voz familiar?

— No, nunca antes la había escuchado

— ¿Qué pasó después?

— Es confuso... recuerdo que traté de huir y lo amenacé con un cuchillo pero fue rápido y me golpeó en la
cabeza y me pateó... traté de levantarme pero fue inútil, no sé cómo logró hacerme la herida en el
estómago. Corrí pero trató de alcanzarme, sin embargo oímos unos ruidos y el atacante se asustó, sentí que
me golpearon de nuevo y en un ataque de adrenalina comencé a correr colina abajo, tropecé y rodé hasta
llegar cerca de la carretera. Oí el motor de un coche y que me levantaron... de ahí en fuera nada

— ¿Qué crees que pudo asustar a tu atacante?

— No tengo idea, no pensaba ni veía con claridad

— ¿Te robó algo?

— Mi mochila —Mentí

— No sé si te enteraste... supongo que no pero en esa misma noche que te atacaron encontraron un cuerpo
fresco, víctima de Suga

— ¿Qué? —Fingí mucha sorpresa

— En el mismo callejón que debiste pasar

— ¡Oh mi dios! ¿Cree que haya sido...?

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— Lo dudamos —El oficial tosió— Suga no roba, supongo que los ruidos que escucharon debieron ser de
él

— Eso explicaría por qué mi atacante huyó tan rápido

— Probablemente —El oficial Arthur me sonrió— Gracias por tu tiempo Jimin

— No hay de qué, en serio traten de encontrar al que me hizo esto...

— Lo haremos

El oficial salió de mi habitación. Reí y rodé los ojos. ¡Qué ingenuo!

"Esa actuación merece un nobel"

"Ya parece que dejaré que encuentren a Suga"

"Cierto, él es sólo tuyo"

"Sí, él ya se está divirtiendo conmigo, es mi turno de jugar"

"Me agrada mucho la idea, aunque recuerda lo que dijo..."

"Seguiré entrenando, él debe tener un punto débil"

"La sangre"

"Eso lo vuelve más violento"

"Tú"

"¿Yo?"

"Se desconcentra cuando trata de lastimarte..."

"Oh cierto"

"Puedes aprovechar ese momento"

"En ese caso debo ser muy apetecible cuando lo encuentre"

"Y cuando se distraiga..."

"¡Bum! Game over asesino"

Sonreí, no sonaba tan mala idea después de todo. A estas alturas, todo era posible

— ¿Minnie? —Namjoon asomó su cabeza

— ¿Si?

— Ya regresé

65
— ¡Oh me alegro! —Dije sarcástico

— No seas tan agrio —Me tendió un pastel— Ten, para endulzar tu vida

— Qué gracioso Namjoon, jajá me parto de risa —Dije sin emoción alguna

— Sólo trato de animarte —Namjoon se sentó frente a mí— ¿Cómo te sientes?

— Físicamente, bien, pero mi cabeza parece un torbellino —Dije mientras comenzaba a comerme el pastel

— Es normal, ha sido una semana difícil

— Ni me lo digas —Dije con la boca llena

— Ya informé a la escuela acerca de tu situación —Namjoon sobó mi mano— El director espera a que te
recuperes pronto

— ¿No me odia el director?

— No —Namjoon rio— Dice que de hecho admira mucho como eres, puede que a veces seas un chico
realmente arrogante pero tu personalidad es muy fuerte, le agrada que pongas a los chicos en su lugar

— Ja —Reí— Ahora me agrada un poco más

— Debes ser más abierto Minnie, no te encierres tanto

— Solo nadie te hace daño

— Lo sé, créeme que lo sé, pero no puedes vivir toda tu vida siendo una solitario, se vale tener amigos...
se vale enamorarse

— ¿Enamorarse? —Pregunté confundido

—Sí, e-n-a-m-o-r-a-r-s-e —Deletreó Namjoon— ¿Sabes lo que es?

— ¡Claro que lo sé! Pero... dios, jamás cometería tal acto

— ¿Qué tiene de malo el amor?

—Mucho... ¿sabes? Al principio puede ser lindo y tierno pero seamos realistas, el amor se acaba, y
después del amor viene el dolor. YO no pienso sufrir por alguien, entiende Nam, yo no soy el clásico
chico que espera por su príncipe azul, yo no le ruego a un hombre.

— Debe haber un punto medio Minnie, no puedes siempre darle la espalda a todo y esperar a que la gente
venga por ti, no lo hará siempre

— Y ni pienso que lo hagan

— Eres bastante especial

— No sufro por estupideces —Reí— Amor, amistad... ¡puras tonterías! ¿De qué te sirve?

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— Para ser feliz

— Soy feliz tal cual soy

— Sabes muy en el fondo que no es verdad

— No necesito a nadie, puede lidiar con mis problemas solo, no necesito un hombro ajeno para llorar, no
necesito palabras de otro para sentirme especial... no necesito todas esas cosas

— ¿Entonces morirás solo?

—No lo sé, supongo que en algún momento me enamoraré ¿no? Claro, que ya dependerá de mí y de él
que tan lejos llegue. Pero... siendo muy sincero, no me imagino con una pareja feliz y lleno de hijos y
nietos corriendo de un lado a otro

— ¿Cómo te imaginas?

— En una casa cerca del mar, con un perro, solo, tranquilo... —Levanté los hombros— Yo que sé

— Eres humano, no te creería si en algún momento no te sintieras solo

— A veces, pero sé lidiar con ello, prefiero estar solo a rodeado de gente hipócrita

— ¿Tú no lo eres?

— Digo las cosas tal cual son, lamento si eso te molesta

Namjoon rio un poco, suspiró y se estiró. Levanté los hombros e hice una sonrisa de lado

— Ay hermanito —Agitó mi cabello— Eres muy muy muy especial

— Si tú lo dices

— ¿No te enojas?

—Me vale lo que la gente diga de mí, no pierdo mi tiempo

— A veces me pregunto si no serás algún tipo de alíen sin sentimientos

— Tengo sentimientos pero no los demuestro

— ¿Por qué no?

— No me gusta —Hice una mueca— Sé que me hace ver... débil

— En ese caso yo soy una gallina

— Más que eso idiota —Reí

Namjoon rodó los ojos y rio. Se sentó en mi cama y seguimos platicando durante largo rato.

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Pues sí, así soy yo, un chico que se muestra completamente desinteresado de tener amistades o un amor.
No le hago caso a los comentarios porque aprendí a que lo único que quieren es tumbarte, con la pena, yo
no permitiré eso. De ahí salió mi orgullo, lo admito, soy todo un orgulloso pero me sirve. Pero cuidado,
tampoco dejo que el ego tome control de mi vida.

Algunos dicen que los asusto, otros dicen que me admiran. Pero bueno... así soy yo. Además, muchas
veces la amistad te hace sufrir el triple de lo que sufrirías solo. Tuve amigos en algún tiempo pero después
ya no.

Respecto al amor... admito que estuve enamorado durante mucho tiempo de Matt Stevenson, 5 años para
ser exacto. Después me di cuenta que era un maldito engreído, mujeriego y patán asqueroso. Me rompió el
corazón de manera muy brutal y cruel. De esos tropezones me fui haciendo cada vez más frío, seco,
sarcástico y completamente anti-sentimientos amorosos. Yo no pienso enamorarme, no pienso sufrir de
amor de nuevo... es una estupidez.

Yo no me imagino rogándole a un chico para que se quede a mi lado, no me imagino en una relación
donde sea yo el títere. Definitivamente debería pasar un enorme milagro para que un chico logre que caiga
en sus redes y no escape. Cosa que no ha pasado y no pienso que pase. Nunca, jamás.

Y el día en que me dé cuenta que caí profundo ante un chico, que sigo con él pese a que me lastima, el día
en que confiese QUE ESTOY ENAMORADO, ese día... le haré un altar al chico. Y ahí sí la gente no
sabrá quién soy y no me reconozca.

Y puede que yo tampoco.

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Capítulo 7. “Cara a cara otra vez”

3 semanas fueron necesarias antes de que saliera del hospital... 3 semanas después del incidente, ya estoy
como nuevo y afortunadamente la fea cicatriz apenas se nota. ¡Gracias doctores! ¡Gracias Danna! ¡Muchas
gracias! Ahora me encontraba caminando por la calle de vuelta al instituto.

Entré un poco inseguro, estaba algo nervioso pero afortunadamente tenía todo bajo control. La gente me
volteó a ver inmediatamente. Todo se quedó en silencio y la gente clavó la vista en mí como si estuviesen
viendo a un fantasma. Comencé a caminar bastante incómodo y oía a la gente susurrar cosas, se abrían y
me observaban

"¿Qué demonios les sucede?"

"Es una excelente pregunta"

"¿No vienes mal vestido?"

"O quizás solamente están impresionados por tu regreso"

"¿Por?"

"Las noticias..."

"Ah, claro"

Llegué a mi casillero. Lo abrí pero en 3 segundos lo volvieron a cerrar. Jin estaba apoyado viéndome con
una radiante sonrisa. Lo voltee a ver de mala manera.

—Miren quién decidió aparecer —Jin sonrió

Por su aliento parecía estar comiendo chicle, al verlo masticar confirmé mi teoría

— Me extrañaste mucho ¿verdad? —Sonreí— Extrañabas al hijo de puta que te dejaba callado.

Jin seguía sonriente. El pasillo seguía en silencio y observando la escena, estaba comenzando a ser
aterrador. Jin acarició mi cabello y lo enredó en sus dedos, hizo unos rulos y lo soltó riendo. Lo observé
confundido... y asustado.

— Parece que no estás en tan mal estado —Jin infló el chicle y acto seguido lo reventó— Creo que nos
interesaría saber cómo demonios escapaste de él

— ¿Él? —Pregunté levantando una ceja

— Dijiste en las noticias que te robaron y te hirieron gravemente —Jin tornó su sonrisa un poco más
maniaca— Y luego el ratero salió corriendo debido a un ruido. Casualmente una víctima del Suga estaba a
metros de ti.

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La gente comenzó a susurrar y se acercaron. Me sentí invadido, todos me veían

— Eso pasó —Dije— Además, no sabemos si fue él

En un imprevisto Jin levantó mi camisa y la fea cicatriz quedó a la luz, ahogué un grito y me volví a tapar.
Lo observé furioso.

— ¿QUÉ TE SUCEDE? —Espeté

— ¿Que qué me sucede? —Jin me observó furioso— Que eres un mentiroso.

— ¿QUÉ? —Solté

— Esa historia del robo no me la trago —Jin sonrió con maldad pura— Esa cicatriz querido... —La
señaló— Te la hizo Suga

La gente comenzó a ahogar gritos, otros susurraban, otros comenzaron a gritar

— ¿Eso cree tu padre? —Pregunté

— Y muchos otros —Jin se cruzó de brazos— Llegamos a creer que estás mintiendo para salvarle el
pellejo a Suga... el que mató a TU madre

Apreté mis puños, la gente retrocedió un poco. Jin tronó de nuevo el chicle

— Mira, puedes hacer lo que quieras —Jin rio— Sólo que si fuera tú, no dejaría que un asesino que mató
a MI madre se saliera con la suya. ¿Qué te sucede Jimin? ¿Ahora te volviste mucama de los desastres
masculinos?

— Jamás caería ante un chico, menos ante él

— Entonces —Jin me clavó profundamente la mirada— Deja de defenderlo

Mi corazón comenzó a latir a mil por hora. ¿Así de obvio era? Demonios...

— No lo estoy defendiendo —Comenzaba a perder la paciencia— Yo no me topé con él, no sé quién fue,
me hirieron eso pasó —Troné mis puños— Y si no quieres que te parta en dos, sugiero que te alejes
lentamente y no me hables más.

Jin se quedó en silencio, parecíamos dos leones a punto de brincar una encima del otro y despellejarlo. Jin
se reincorporó aún más y sonrió.

—Bien —Dijo mientras peinaba cabello de lado— Sólo tenía curiosidad

Se dio la media vuelta y siguió caminando. La gente comenzó a dispersarse, siguieron hablando o
simplemente se fueron. Suspiré profundamente y volví a abrir mi casillero para sacar mis cosas. Al
cerrarlo vi a Hoseok recostado en los casilleros a unos metros de mí. Jin estaba hablando con él y él sólo
me veía. Azoté el pequeño puerta y comencé a caminar furioso por el pasillo.

70
[***]

Salí del instituto más molesto. No había sido precisamente mi día, la gente no dejaba de verme, los
profesores de hacerme preguntas, comenzaba a ser fastidioso. ¿Por qué la gente no se podía simplemente
tragar que me habían asaltado? ¿Por qué creen que todos los heridos son víctimas del Suga?

¡No tiene sentido! Él... bueno él mata, a mí no me ha matado (sepa dios porqué) pero... pero... ¡Diablos ya
se me olvidó que iba a decir!

Me senté en el pasto cruzado de brazos. Quería relajarme un poco antes de caminar a casa. Sentí que
alguien se acercaba, al ver con el rabillo del ojo vi a Hoseok sentarse junto a mí. Parecía tranquilo pero yo
necesitaba estar solo

— ¿Qué quieres? —Pregunté con mi típico tono seco

— Entiendo que estés de malas pero...

— ¡No! —Solté— ¡NO RESPONDERÉ A NADA! ¡NO ME PREGUNTES ACERCA DE ESA NOCHE!

Hoseok me volteó a ver confundido, sonrió y soltó una pequeño risa. Lo observé confundido. ¿Qué era tan
gracioso? Yo no encontraba la gracia

— En realidad Park —Hoseok se acercó— Quería decirte otra cosa —Rió— Entiendo que estés de malas
pero quisiera que me acompañaras a un bar cerca de aquí, habrá una banda musical y dicen que es bueno.
Irán algunos del instituto pero ninguno que te moleste

— Oh —Me sentí como un estúpido— Bueno... creo que una salida no me haría daño

— ¡Perfecto! —Hoseok sonrió

— Sólo deja avisarle a mi hermano —Abrí mi mochila pero Hoseok tomó mi brazo

— No creo que sea necesario, no tardaremos mucho

— Pero son las 5

— Tranquilo, saldremos como a las 8 o 9

— Pero...

— Además él tenía una reunión hoy ¿no? Eso dijiste hace rato... tranquilo, te llevaré a casa antes de que él
llegue. No tiene por qué enterarse —Me guiñó el ojo

— Eh… —Observé mi teléfono— ¿Seguro?

— Confía en mí —Hoseok sonrió

— Bueno

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Guardé mi teléfono otra vez y seguí a Hoseok hasta su coche. Me subí y dejé que me guiara por la ciudad
mientras escuchábamos música electrónica. Algo no me daba buena espina, entiendo que Hoseok sea
buena persona...bueno más o menos, pero no entiendo. ¿Por qué me sigue buscando?

Parece que quiere estar cerca de mí pese a todo lo que he dicho y hecho. No, definitivamente necesitaba
saberlo. Saberlo ya

— ¿Hoseok? —Pregunté

— ¿Si Minnie?

— ¿Por qué decidiste traerme?

— No sé, supuse que lo que necesitabas era relajarte un poco

— ¿Pero por qué te preocupas por mí? —Agité mi cabeza— No tiene sentido, soy seco, frío, no me gusta
estar cerca de la gente, te he tratado un poco mal... ¿por qué sigues conmigo?

— No lo sé —Hoseok levantó los hombros— Siento que eres una persona bastante misteriosa y especial.
Me gusta que seas diferente, supongo que quiero conocerte mejor.

— Yo no hago amigos —Advertí

— No te pedí serlo

— Ni me enamoro

— No pienso enamorarte

— ¿Entonces?

— Sólo quiero conocerte, no tenemos que ser amigos forzosamente

— Eres raro, Hoseok

— Tenemos eso en común

Solté una pequeño risa sin poder evitarlo. Hoseok sonrió también y en el alto me volteó a ver fijamente.
Yo levanté una ceja cuando se acercó a mí. En un imprevisto se acercó rápidamente, me dio un beso
rápido y se volvió a reincorporar para arrancar.

— ¿Q-qué hiciste? —Pregunté aún atontado

— Te robé un beso

— Pero... ¿espera qué? —Toqué mis labios— ¿Qué diablos?

— Oh vamos Minnie —Hoseok rio— Te gusta como beso

— Si... digo ¡NO! —Me puse rojo— Sólo que... acabas de decir acerca del amor y...

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— Una cosa es que quiera enamorarte y otra completamente distinta que sólo quiero tener una relación
divertida contigo

— O sea en resumen sólo quieres sexo

— No iba a ser así de directo pero sí... se podría decir que sí

— Sabes que no lograrás ¿verdad?

— Casi lo logro el día en que saliste huyendo de mi coche

— No estaba pensando... y... No sé por qué accedí

— Tienes debilidades Jimin —Hoseok sonrió— Eres humano, no siempre puedes tener tu máscara de niño
anti—sentimientos, no siempre tienes que ser tan indiferente.

— Es protección

— ¿A qué?

— Al dolor

— Todos sufrimos en algún momento, no puedes esquivarlo, debes sentirlo de vez en cuando

— Antes de lo de mi madre no lo había sentido desde hace mucho

— Puede que seas Aquiles pero tarde o temprano mostrarás tu talón

— Ni yo sé cuál es

— ¿No sabes qué es tu debilidad? ¿O quién es?

— No —Negué con la cabeza— No sé a qué le tengo miedo o qué me hace vulnerable

— Definitivamente no el sexo

— No, el sexo no —Reí

— Y supongo que por ende los chicos tampoco

— Nop

— ¿Y chicas?

— ¿Tengo cara de heterosexual? —Ambos reímos.

— ¿Qué me dices de la venganza?

— Soy vengativo pero eso no me hace vulnerable

— Debe haber alguien o algo

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— No sabría decirte, no tiendo a crear lazos sentimentales con la gente

— Interesante, por un segundo juré que eres una sociópata

— ¡Oye!

— Es verdad

Iba a contestarle pero se estacionó con brusquedad. Estábamos en un bar o más bien casa de madera
bastante grande, había coches estacionados. Observé el entorno y vi que estaba pegado al bosque. Salí y
me subí el cierre de la sudadera. Hacía frío, bastante.

Hoseok sonrió y caminó al lugar, lo seguí de cerca pero tenía la jodida sensación de ser observado. Entré
al bar y vi que era estilo cowboy con las meseras con ombligueras a cuadros y mini—shorts, además había
música tipo ranchera y todo era de madera. Sin embargo, era bastante agradable.

— ¿Dónde te quieres sentar? —Preguntó Hoseok

— Ahí está bien —Señalé una ventana que daba la vista al bosque

— Bien

Hoseok y yo nos sentamos, llegó una chica y le sonrió a Hoseok

— Hola —Sonrió la mesera

— Hola Lu —Dijo Hoseok— ¿Nos puedes traer 2 cervezas?

— Hoseok...

— Anda Lu

La chica rodó los ojos y fue a la barra. Miré a Hoseok y él me sonrió

— ¿En serio? —Pregunté

— Sí —Dijo él

— ¡Qué manera de conseguir alcohol! —Reí

— Ya tienes 17 Minnie, ya podrías entrar a unos cuantos bares

— No me gusta la borrachera ni las fiestas

— Esta sí te va a gustar

Levanté los hombros. Las cervezas llegaron, yo le di un pequeño trago mientras que Hoseok casi se la
tomó a la mitad. Levanté una ceja y él sonrió mientras la depositaba bruscamente en la mesa. Le di un
gran trago a la cerveza y la deposité también.

— ¿A qué hora llegan los chicos? —Pregunté curioso

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—A las 7 —Dijo él

Observé el reloj, faltaban 18 minutos. Me apoyé en la silla y vi un convertible blanco estacionarse. Vi al


chico de cabello azul (sí, al mismo a quien había golpeado) bajar junto a Jin. Hice una mueca, Hoseok se
percató de ello.

— No te preocupes —Dijo— No creo que se dediquen a joderte

— Más les vale —Sonreí suavemente

Ambas chicos entraron riendo y platicando. El chico de cabello azul me volteó a ver, le dio un codazo a
Jin quien también observó en la misma dirección. Desvié la mirada hacia Hoseok quien veía a la banda
ranchera. Sentí sus pasos y en cuestión de segundos ambos chicos estaban frente a mí

— ¿Qué haces aquí? —Preguntó Mark de forma acusadora

— Vine a ver a la banda —Espeté de mala gana. — ¿Qué más?

— Viene conmigo —Intervino Hoseok

— ¿Ahora lo invitas a salir? —Jin rió— Wow Hoseok, caíste muy bajo

— ¿Por qué no mejor mueven sus culos fuera de mi vista y nos dejan en paz? —Pregunté de manera
maleducada para dejar en claro que no los quería allí.

— Vaya, lo siento —Jin le sonrió a Mark— Es que necesitábamos hablar contigo

— ¿Quieres hablar conmigo? —Me levanté y agarré mi cerveza— Muy bien

En un imprevisto les lancé la cerveza a ambos chicos. Soltaron una exclamación mientras retrocedían.
Hoseok se estaba riendo y yo sólo sonreí con orgullo, los dos chicos comenzaron a frotar su ropa. Me
dedicaron una mirada asesina.

— Ahora sí... —Mark agarró la cerveza de Hoseok y me la lanzó

Retrocedí pero me alcancé a mojar. Levanté una ceja y comencé a reír.

— ¿Es lo mejor que tienes? —Pregunté

Mark iba a decir algo pero Jin lo cayó. Ambos me voltearon a ver

— Déjalo —Jin rodó los ojos— Vamos por allá

Ambos chicos se alejaron. Hoseok comenzó a aplaudir lentamente muriéndose de la risa, yo me incliné e
hice un saludo. Chocamos puños

— Eso fue... increíble —Hoseok lucía complacido.

— Tenía que hacer algo —Levanté los hombros

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Seguimos platicando hasta que por fin la banda musical llegó. Eran unos chicos de unos 20 años o 19,
vestían bastante bien y estaban muy guapos. Se subieron al escenario y se presentaron. Hoseok me jaló
hasta el frente para verlos bien. Las chicas comenzaron a aplaudir y a gritar. Cuando comenzó a sonar la
música el ambiente se alocó. Sonreí, la música era muy buena para ser sincero.

Hoseok comenzó a bailar, reí y comencé a seguirle el juego. Me dejé llevar. Le subieron el volumen y
comenzó a resonar por todo el bar, el piso temblaba, yo reía mientras agarraba otra cerveza y me la
tomaba a tragos. ¡Al diablo la seriedad! ¡Yo quiero estar ebrio! ¡Y mucho!

Comencé a moverme de manera más lenta y sensual mientras veía a Hoseok, nos pegamos y comenzamos
a bailar. Sólo nos rozábamos o él pasaba sus manos por mi cintura, yo por su cuello o lo abrazaba. La
música se tornó muy brusca, era como estar en un verdadero concierto. No oía nada que no fuera la
música y los gritos.

Observé a mí alrededor y vi a Jin tambaleándose con Mark riendo por todo y por nada. Ellos si estaban
muy ebrios. Seguimos bailando pero en eso sentí que tocaron mis pantalones. Voltee y vi a Jin agarrando
las llaves de mi casa

— ¡Hey! —Dije tratando de sonar molesto

— ¡QUIERO VER A TU HERMANO! —Gritó— ¡NO TARDO!

— ¡Jiiiin! —Dije riendo— Nooo

Demonios, estaba muy borracho. Él rio y comenzó a alejarse, iba a seguirlo pero Hoseok me volvió a
pegar a él. No pensaba con claridad así que dejé que se fuera. Seguí bailando y moviendo mi cuerpo.
Mucha gente comenzó a unirse y los chicos de la banda comenzaron a animar el ambiente. Apagaron las
luces y prendieron luces de muchos colores, salió humo y serpentinas. Mi ropa comenzó a brillar. Reí y
comencé a gritar feliz mientras brincaba con Hoseok.

Seguí tomando. Todo iba bien hasta que sentí mareos y nauseas. Me alejé de Hoseok y fui a los baños. Me
tambalee y me fui apoyando en la pared como pude. Entré al baño que apestaba a vómito y a sudor. Me
puse agua en la cara. Un hombre estaba sentado con botella de agua, pagué una y me la tomé. Me sentí
mucho mejor. Salí y ordené un poco de comida para rebajar. Hoseok se acercó

— ¿TE DIVIERTES? —Gritó debido al ruido

— LE VOY A BAJAR UN POCO —Dije

— OKAY —Gritó mientras seguía bailando

Seguí comiendo y tomando agua. Todo comenzó a ser más claro... ¡MIS LLAVES! Me levanté, ya no
estaba tan mareado pero seguía ebrio. Salí del lugar y vi aún el coche de Jin. Comencé a rodear el lugar
buscándolo pero no aparecía. Chasquee la lengua y comencé a llamarlo. Observé el bosque y vi el suéter
de Mark tirado cerca de unos árboles.

Lo recogí. Sí, era de Mark. Observé huellas en el lodo, estaban frescas. Comencé a seguirlas lentamente,
me fui adentrando en el bosque. Me frené en seco ya que era de noche y estar solo en el bosque no era

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muy astuto. Menos sin nada con qué defenderme. Al estar ebrio no le di tanta importancia y seguí
caminando. Hubo un momento donde perdí el rastro. Me iba a dar la vuelta pero no sabía cómo regresar,
era muy confuso todo.

Resoplé y saqué mi teléfono pero escuché unas voces. Me quedé en silencio y escuché unos gritos.
Comencé a correr hacia ellos, vi a lo lejos una fogata. Los gritos se hicieron más intensos. Me escondí
detrás de un árbol y vi a Jin: estaba atado y lloraba desconsoladamente, se removía a todos lados mientras
gritaba por ayuda. Salí de mi escondite y me acerqué a él.

— ¿Jin? —Pregunté asombrado

— ¡JIMIN! —Exclamó— ¡TIENES QUE AYUDARME! ¡SE LO LLEVÓ! —Comenzó a llorar— ¡ÉL SE
LO LLEVÓ! ¡SE LO LLEVÓ!

— Hey, tranquilo —Me acerqué más— Tranquilo, ¿quién se llevó a quién?

— Suga —Dijo con voz ronca— Se llevó a Mark... s-se lo...

— De acuerdo, tranquilo, primero voy a zafarte —Dije mientras desataba sus nudos— Tranquilo

— Gracias Minnie, gracias, gracias —Dijo llorando con fuerza

Cuando terminé Jin me abrazó. Resoplé y lo aparté delicadamente

— Escúchame, tenemos que irnos y denunciarlo a la policía —Dije

— ¡VA A MATARLO! —Exclamó Jin

— No podemos hacer nada, hay que irnos antes de que...

Jin retrocedió de golpe. Fruncí el ceño, ¿qué le pasaba? Él abrió la boca y se la tapó mientras me señalaba.
Caminé hacia él pero sentí algo puntiagudo en mi espalda.

Oh demonios...

— ¿Irte? —Escuché un ronroneo en mi oído— Pero la fiesta apenas comienza, mocoso.

Corrí hacia Jin y me di la vuelta. Vi a Suga sonriente, estaba lleno de sangre en el rostro y en la ropa. Jin
tomó mi mano y se colocó detrás de mí. Suga sonrió.

— No deben preocuparse más por él —Lamió su cuchillo lleno de sangre— El chico de cabello azul ahora
duerme eternamente.

— No tenías por qué matarlo —Susurré tembloroso

— Tenía muchas razones estúpido mocoso —Suga sonrió con arrogancia

— Jimin hay que irnos —Susurró Jin tomando mi brazo y jalándome

— ¿Jimin? ¿Ese es tú nombre?—Preguntó Suga frotando su barbilla suavemente. Pasé saliva y él


entrecerró los ojos, complacido. — Me gusta. Jimin, Jiminnie…

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Suga comenzó a acercarse lentamente. Jin y yo retrocedimos, los ojos de Suga desbordaban deseo, deseo
de matar y llenarse las manos de sangre. Mi respiración se fue cortando y comencé a temblar con fuerza.
Me sentía acosado, rodeado. Suga en un rápido movimiento nos alcanzó. Me aventó y agarró a Jin del
cuello. Él comenzó a gritar.

— ¡Suéltalo! —Grité— ¡Por favor suéltalo!

— ¿Por qué? —Suga sonrió— ¿Es amigo tuyo?

— ¡No! —Exclamé— Pero no le hagas daño...

— Si no te agrada, ¿entonces por qué te preocupas por él?

— Porque quiero estar a solas contigo —Susurré tan firme como pude.

— ¿A solas, eh? —Suga sonrió— Y dime niño bonito, ¿por qué querrías estar a solas con un asesino?

— Porque tú y yo tenemos asuntos pendientes

Suga soltó una risa bastante macabra. Soltó a Jin quién comenzó a toser.

— Tienes 10 segundos para correr —Dijo Suga observándolo— O te mato

— Jimin —Susurró Jin

— Uno... —Comenzó Suga

— ¡CORRE! —Solté

Jin se levantó de golpe y salió corriendo. Me molestó de cierto modo pero bueno, no esperaba que se
quedara. Yo haría lo mismo. Suga sonrió con perversidad mientras se fue acercando a mí. Yo comencé a
retroceder lentamente.

— Te dije la última vez que si te volvía a ver no sería tan amable

— Estoy consciente de ello, no necesitas repetirlo

— ¿Cómo va la herida?

— Muy bien, gracias

— Me alegro, así puedo seguir aprovechando tu cuerpo

— No lo creo querido asesino —Agarré una rama rota, las puntas eran bastante filosas— Yo aún quiero
matarte ¿recuerdas? Y no, si crees que es broma lamento arruinar tu momento

— ¿Qué? —Suga soltó una carcajada— ¿Qué te hace pensar que creo que es broma?

— No pareces asustado —Contesté molesto

— ¿Se supone que debo asustarme de un niño estúpido? —Rió con fuerza. —Claro.

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— ¡NO SOY UN NIÑO! ¡SOY MAYOR! ¡TENGO 17! —Espeté

— ¿17 años? —Suga sonrió y se fue acercando— ¿Quieres mostrármelo? Anda, deja ver ese cuerpo tan
lindo y virgen que tienes, lindo mocoso.

— Eso sí que no, si quieres verme deberás pasar sobre mi autodefensa

"¿En serio acabas de decir eso?"

"N-no estaba pensando"

"Estás ebrio, ¿cómo se supone que lo vencerás?"

"¡No sé!"

"Oh no, no me gusta para nada la sonrisa que está poniendo"

"¿Crees que me vaya a violar o algo?"

"Es probable"

"¿Se acaba de lamer los labios?"

"Joder sí, qué sensual..."

"NO TE DISTRAIGAS, ESTÁ AVANZANDO"

Reaccioné y levanté más la rama. Suga se frenó.

— Dijiste que tendría que pasar sobre tu autodefensa —Habló él sonriendo

— Exacto, seamos realistas: tú eres un asesino, yo un adolescente. Déjame tener una chance aunque sea
—Hice un puchero inevitable.

— Hagamos esto —Dijo él— Si me vences, te dejaré ir y es más... me iré de este pueblo

— ¿E-en serio? —Estaba sorprendido. ¿No bromeaba?

— Lo juro, pero, si yo gano —Sonrió con malicia— Tú, pequeño fastidioso, dejarás que haga contigo lo
que quiera, y después te largarás y me dejarás de buscar... si es que sigues vivo

— ¿Vas a violarme? —Pregunté sin poder evitarlo

— ¿Eso quieres? —Preguntó coquetamente— ¿Quieres que te folle duramente, pequeño pervertido?

— No, bueno, es que dijiste "lo que quieras" y... y bueno... —Me puse rojo nuevamente.

— Si quisiera follarte ya lo habría hecho, desafortunadamente no tienes un cuerpo muy... —Hizo su


cabeza de lado— De mi estilo

— ¿Disculpa?

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— Ya sabes —Sonrió. —Buenos culos, apretaditos, calientes labios, buenos con mamadas.

— Maldito pervertido hormonal —Espeté apretando mis dientes.

— ¿Entonces es un trato?

— Es un trato. —Alcé mi barbilla.

"Eres un estúpido Jimin"

"Gracias, gracias lo sé"

Suga lamió su labio inferior y se colocó en posición. Me hizo una seña para que fuera a por él. Toda la ira
que sentía la dejé salir. Con un grito me abalancé sobre él, me esquivó y caí al suelo. Me levanté molesto
y volví a intentarlo.

Nada, mis movimientos eran torpes debido al alcohol. Me enojaba cada vez más, traté de atacarlo por
abajo pero brincó, comenzó a reírse mientras más fallaba. El choque de la rama contra el suelo me estaba
haciendo perder la paciencia, con el aliento corto y enormes ganas de llorar me levanté y traté de taclearlo
de nuevo. Falla, Suga agarró mi rama y la aventó.

Me quedé sin nada con qué atacar. Me puse en pose de combate y traté de atacarlo a mano suelta. Él
esquivó mis golpes y mis patadas con facilidad. Reía cada que exclamaba una palabrota.

— Eres rápido pero muy torpe —Respondió tranquilamente.

— ¡CIERRA LA BOCA! —Traté de darle otra patada

Mi cuerpo comenzaba a agotarse. Con un último aliento traté de golpearlo pero me sujetó la muñeca. Me
tumbó al suelo y quedó encima de mí con una sonrisa. Mi pecho subía y bajaba, no podía respirar muy
bien. Observé los labios de Suga: eran tentadores, sus ojos, hipnóticos. Cerré los ojos unos segundos y los
volví a abrir. Negué con la cabeza.

— No puedo... —Dije apenas— N-no puedo

— Claro que no puedes mocoso estúpido —El tono de Suga sonó molesto— Soy mejor que tú

— Me quedó claro, gracias —Dije apenas

— Ahora —Su tono regresó a coqueto/burlón— Tú y yo tenemos un trato

— Ah eso... ¿en serio quieres utilizarme? Digo, no soy bonito y mi cuerpo es de niño

— ¡Qué conveniente que lo dices ahora!

— Es la verdad, anda, no te volveré a buscar, sólo... déjame ir

— No pienso hacerlo

— Dios —Puse los ojos en blanco— Eres muy terco

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Suga rió suavemente y apretó más mis muñecas, hice una mueca y gemí mientras maldecía

— Me encanta cuando haces eso —Ronroneó

— ¿Maldecir?

— No, gemir de dolor

— Duele —Espeté de mala gana— Ni modo que comenzara reír

— No me gusta tu sarcasmo

— Soy así querido asesino, puedes soportar mi fastidiosa presencia o dejarme ir

— O puedo matarte

— O puedes dejarme ir

— O puedo torturarte

— ¿Puedes pensar en otra cosa que no sea torturar o matar?

— Degollar

— En general que no tenga que ver con muerte

— Sexo —Suga sonrió

— Aparte de asesino, pervertido —Contesté aburrido

— Y guapo —Sonrió arrogante

— Si eso todos lo saben... —Suga sonrió — ¡QUIERO DECIR QUE ESO DICEN! No es que a mí te me
hagas guapo... o sea, no eres feo de hecho estás bien pero... si no fueras asesino probablemente me fijaría
en ti y saldríamos a tomar un café... espera no, tal vez ni te hablaría... si eso... o tal vez…

— ¿Te puedes callar? —Preguntó Suga molesto

— ¡Ayyyy bueno! —Dije

— Creo que a veces se te olvida que estás frente a un asesino

— O en este caso debajo de él

— Me fastidias estúpido mocoso

— Déjame ir

— No, ya fue suficiente de charla —Suga sacó su cuchillo y clavó la punta en mi estómago— Quiero
divertirme un poco y embriagarme con tus gritos

— Espera, creo que puedes considerar...

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— Cállate —Soltó Suga de muy mala manera— Déjame hacer lo que quiera

— Considerando que es mi cuerpo...

— ¡Santa mierda, mocoso! ¿Te vas a callar?

— Bueno, bueno ya me callo —Refunfuñé de mala gana.

Suga sonrió y se acercó a mi cuello. Me estremecí un poco cuando sentí su cálido aliento cerca de mi oído.
Todo en mí se estremeció, mejor dicho,

— Te haré retorcerte de dolor —Ronroneó— Te haré revolcarte a mi manera

— ¿Tanto así me harás sufrir? —Pregunté pálido

— Pequeño niño —Suga rió de manera jodidamente sensual— Te dolerá, tómalo por hecho, amo ver
sufrir a mis víctimas, sin embargo... digamos que tu dolor será por otra cosa

Todo en mí se estremeció al escuchar sus palabras y captar su indirecta Él se separó y me clavó sus bellos
ojos mientras una sonrisa iluminaba su rostro

Algo me decía que esto no acabaría para nada bien

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Capítulo 8. “Maravilloso delirio”

"Mierda"

"¿Acaba de decir eso en serio?"

"Noooooooooo”

"Mierda"

"Mierda x2"

Suga sonrió y deslizó sus manos a mi cadera

— ¡Hey! —Agarré sus brazos— ¡¿Hablas en serio?!

— ¿Te parece que estoy bromeando? —Me clavó la mirada

— ¿VAS A VIOLARME? —Aullé

— Estoy considerándolo —Levantó los hombros

— ¡DETENTE! —Grité cuando volvió a tocarme— ¡DETENTE, MALDITA SEA!

— Calla —Me clavó la mirada enfurecido

Sus ojos, eran como ver 2 hoyos negros, te atraían de un cierto modo pero eran aterradores, los noté
mucho más sombríos que hace rato, estaban... apagados, de un cierto modo. Comencé a temblar, su
sonrisa era como ver al mismo gato sonriente de Alicia en el país de la maravillas frente a ti. Claro, más
escalofriante, sexy y algo...muy pervertido.

— No lo hagas por favor —Rogué

— Eso lo decidiré yo —No sonrió— Ahora estúpido mocoso, ruega porque ésta no sea tu última noche de
vida

— ¿Planeas matarme? —Pregunté tembloroso

— Es muy probable —Seguía sin sonreír— Sigo siendo un asesino —Lo susurró en mi oído— Un asesino
con sed de sangre —Clavó la punta de su cuchillo en mi estómago— Que busca un poco de placer —Oí su
carcajada cuando ahogue un grito de dolor— Que su delirio más maravilloso es ver la sangre escurrir en
piel blanca y fina

Clavó más el cuchillo, arquee la espalda y levanté mi cadera. Mi entrepierna quedó contra la suya, me
puse rojo pero Suga estaba tan ocupado que creo que ni lo notó. Cuando comenzó a brotar sangre, el brillo
de sus ojos regresó, su sonrisa volvió y todo en él pareció cobrar vida de nuevo. Sonrió y arrancó parte de

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la tela de mi camisa. Mi estómago se apreciaba perfectamente. Me tapé pero él agarró mis brazos y los
colocó con fuerza en el suelo. Le clavé la mirada enfurecido.

— ¡NO ME VAS A TOCAR! ¡TE MATARÉ! —Grité

— ¡Jo! Estoy ansioso —Se burló

Él comenzó a apretar mi cuerpo, sonreía mientras me provocaba dolor. Era una sensación más dolorosa
que placentera pero a la vez era tan única e irreal. Un maravilloso delirio sin duda alguna, me estaba
torturando, provocando sensaciones nunca antes sentidas y experimentadas.

Fue recorriendo con sus dedos lentamente el trayecto de la sangre, la lentitud era asfixiante, delirante,
torturadora, increíblemente placentera. Tenía tantas ganas de gritarle que no se detuviera cuando dejó de
manosearme. No me había dado cuenta que estaba mordiendo mi labio hasta que sentí el fuerte dolor.
Sentí la sangre escurrir, muy poquita pero la sentí. La lamí antes de que Suga la viera, era capaz de
cortarme los labios. Ahogué otro grito cuando Suga lentamente colocó sus manos en mis muslos. Sentí
todo en mí explotar, un tacto de que inmovilizó, mi respiración se agitó y sentí que el corazón se me
saldría del pecho.

Suga sonrió y fue sobando mis muslos lentamente, abrí la boca pero me detuve. Bajó más sus manos hasta
posarlas en mis rodillas, me agarró con fuerza y me jaló hacia él. Sentí el raspón de mi espalda con la
tierra, las piedras y ramas. Me guardé la mueca de dolor. Diablos... estaba más cerca de él. Literal, ahora
estábamos a la misma altura.

Sentí su aliento en mi cuello. Olía a menta y... a sangre. ¿Sangre? Oh, claro. Suga ignoró por completo mi
suspiro cuando subió de nuevo sus manos a mis muslos, comenzó a acercarse peligrosamente a mi zona
íntima. Comencé a rogar que no lo hiciera pero a la vez tenía muchas ganas de que lo hiciera. Era la feroz
batalla entre el sí y el no. Suga me clavó la mirada y todo en mí se estremeció, se acercó peligrosamente a
mí, si subía un centímetro mi cabeza era muy probable que terminaría besándolo.

— ¿Qué tanto miras? —Preguntó finalmente— Desde que empecé no has gemido, hablado, nada

— Prefiero quedarme callado —Dije en voz baja

— Sólo me observas, observas fijamente mis movimientos —Hizo una mueca— Así que te preguntaré de
nuevo... ¿qué observas?

— Ya lo dijiste... sólo te observo en silencio —Un escalofrío recorrió mi espalda cuando sonrió como gato

— A mí me gusta el ruido

— ¿Quién te entiende? Quieres que me calle pero te gusta el ruido

— Cuidadito, lindo niño —Suga se sentó— No me hagas perder paciencia

— Por eso prefiero estar calla... —No finalicé

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Con su fuerza sobrehumana me jaló de los brazos para reincorporarme y que quedara sentado sobre él.
Sentí mis mejillas arder cuando noté que estaba sentada encima de él... o sea... si estaba sentado encima de
él, significaba que estoy sentado sobre su... oh dios...

— Eres muy inocente estúpido mocoso —Suga rió

— ¿D-de que ha-hablas? —Balbucee

— No tendré una erección debajo de ti, tranquilo.

"Erección". Esa simple palabra hizo que todas mis hormonas se prendieran, sin poder evitarlo me puse
rojo, rojo, rojo. Suga comenzó a atacarse de la risa, mis manos temblaron y mi voz apenas salía... ¡qué
vergüenza!.... ¡Diablos!

— Y-yo —Me tropecé con mis propias palabras— No era... yo... no me refería a...

— Si tan sólo vieras tu cara ahora mismo —Suga parecía muy divertido— No te preocupes mocoso, tengo
mis hormonas bien controladas. No se me parará... aún

Me mordí el labio cuando sentí mis mejillas arder el triple, una sonrisa quiso escaparse pero lo evité. Suga
se rio de buena gana yo estaba realmente... ¿cómo decirlo? Bueno, no estaba acostumbrado a... a tanta
honestidad. Bueno, no es que esté acostumbrado a que un chico me hable de ése modo... digo... ¿quién no
se pondría como yo?

— Estúpido mocoso —Suga negó con la cabeza— Me divertiré mucho contigo

— Aja eso —Traté de ocultar mi rubor— S-si te importa, preferiría que te ahorraras los comentarios
pervertidos...

— No me conoces pequeño mocoso —Su sonrisa hizo que mis hormonas se afloraran— No me conoces
en el modo sucio...

— No pienso hacerlo

— Ni yo, mi suciedad está reservada a chicos más buenos y sucios igual que yo

— ¿Disculpa? —Pregunté ofendido— Puede que sea un pequeño mocoso bastante sensible a las palabras
pervertidas pero dime querido asesino... —Me acerqué mucho a él— ¿Qué te hace pensar que no soy un
chico sucio, eh?

— ¿Me estás provocando estúpido mocoso? —Preguntó burlón y coqueto

— Bueno —Me reincorporé— No puedes juzgarme sin conocerme

— ¿Entonces te apetece que lo averigüe? —Sonrió con perversidad

— Gracias pero prefiero que sea un autodescubrimiento

Suga pasó sus manos por mi espalda y me acercó más a él. Nuestros pechos chocaron con fuerza, sentí que
me estremecí, su aliento, su mirada penetrante.... Quise besarlo... besarlo y devorarlo ahí mismo. Me

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acerqué pero creo que adivinó mi movimiento. Agarró mis brazos y se tumbó en el suelo. Para no caer
encima de él coloqué mis manos.

Suga quedó debajo de mí entre risas divertidas. Yo sentí que mis mejillas estallarían debido al rubor.
Respiré hondo, no iba a darle el placer de verme tan indefenso. Le devolví la sonrisa y él se mostró
sorprendido, supongo que no creyó que fuera a devolverle la moneda.

— ¿Decías...? —Pregunté rozando casi mi nariz con la de él y esbozando una sonrisa.

Suga se hizo un poco más hacia abajo, no comprendí qué quería hacer hasta que sentí que pasó sus brazos
por mi cintura y me bajó un poco. Sentí que comenzó a chupar mi herida. ¡Él y las malditas heridas! Gemí
debido al ardor y arquee un poco la espalda. Sentí las manos de Suga dirigirse a mis jeans, traté de
reincorporarme pero no había manera sin que cayera encima de él.

— ¿Oye, chico? —Pregunté en un intento de evitar lo que haría

— ¿Y ahora qué? —Soltó

— Me arde el cuello —Mentí— Creo que...

No finalicé. Con sus piernas se impulsó de nuevo debajo de mí y observó mi cuello. Levantó una ceja y
tocó delicadamente con la yema de sus dedos.

— Yo no veo nada —Habló él un poco molesto

— Maravilloso, eso significa que no harás ninguna herida... ¿verdad?

— Te dejaré con las ganas —Sonrió

Tenía que hacer algo ya. Me di la vuelta y caí en seco en el suelo. Suga se levantó y me volteó a ver
riendo.

— ¿Qué estás haciendo? —Preguntó sin dejar de reír. — ¡Rayos, mocoso! ¡Eres muy divertido!

— Me duele la espalda —Eso ya no era mentira

Suga me dio la vuelta bruscamente. Solté una exclamación de dolor cuando sentí sus manos rozar mi
espalda toda raspada. Comenzó a sacudirla.

— Maldito mocoso, te lastimaste —Contestó él divertido.

— ¿Me lo juras? —Soné sarcástico

— Te lo afirmo —Me volvió a colocar en la pose anterior: debajo de él— Pero eso no es lo importante

— Respecto a quitarme la ropa —Me adelanté— ¿Tú no deberías quitártela también?

— ¿Por qué lo haría? —Sonó confundido

— Porque… —No sabía qué decir— No sé... sería lo justo ¿no?

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— Soy antónimo a la justicia —Sonrió

— Bueno, el punto es que...

— Es que te arrancaré la ropa cuando se me dé la gana

— Eres muy...

— Directo, gracias, lo sé

— ¿Puedes dejar de...?

— ¿Finalizar tus frases? No

— Eres realmente...

— ¿Apuesto? Ya lo sé mocoso

— Iba a decir arrogante

— Gracias de igual modo

Traté de moverme pero fue inútil. Levantó mi cadera y mi parte entrepierna rozó la suya. Me puse rojo
otra vez, Suga deslizó sus manos por mi espalda y se dirigió a mí camisa. Me removí y quedé pecho tierra.
Eso fue peor: literalmente me arrancó la camisa. Suga quiso darme la vuelta pero no me dejé

Suga resopló con fuerza y me dio la vuelta con brusquedad. Gracias a mis brazos seguía sin ver nada.
Suga levantó una ceja pero yo los mantenía cruzados sobre mi pecho.

— ¿No que muy sucio? —Sonrió con sarcasmo

— Me refería a que puedo hacerte cosas sucias, no que me hagas cosas sucias

"No debiste decir eso Jimin"

"Oh no... esa sonrisa"

"¡Eso te pasa por no pensar antes de hablar!"

"Bueno al menos esto es mejor que el cuchillo"

— ¿Hacerme cosas sucias? —Suga sonrió— Suena tentador pero no... No por ti, no vales la pena. Sólo
eres un pobre chiquillo inocente, virgen y completamente débil

— ¿Eso piensas?

— Eso y mucho más

Mordí mi labio con fuerza, Suga sonrió, sabía que estaba a punto de lograr su objetivo pero no iba a
dejarlo. Idee un plan.

— Desnudarme no es el problema

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— ¿Ah no? —Suga se mostró confundido— Entonces explícame

— Que me vayas a dejar traumado de por vida es el problema —Debía hacerme la víctima

— Ya veo... te da miedo no olvidarme nunca, cerrar tus ojos y verme siempre

— Exacto —Mentí, esto debía acabar rápido... debía conseguir el momento perfecto para matarlo o huir

— Desgraciadamente no me importa niño —Sonrió— Quita tus brazos

— Tendrás que obligarme

— Bueno

Suga lamió mi cuello. ¿Qué demonios? ¿Así planeaba retirar mis brazos? Iba a responderle pero sus
lamidas y chupetones fueron salvajes, bruscos y muy apasionados. Bajó hasta mi clavícula, ahogué los
gemidos pero no duró bastante, necesitaba agarrarlo y pegarlo a mí. LO QUE SEA. Me abracé a mí mismo
resistiendo el exquisito placer de la lamida y su magistral lengua. Bajó a mi vientre hasta donde
comenzaban mis jeans. Me sonrió y lentamente fue bajándolos, me mordí el labio... no podía detenerlo. Se
deshizo de él y admiró el bóxer que guardaba mi erección. Observó mis piernas y gracias a la forma que
movió sus labios, supongo que dijo "sexy".

— Será divertido —Dijo él después de un rato

Agarró una hoja que estaba junto a él y comenzó a pasarla por mis piernas, mejor dicho, por mis muslos.
¡Oh maldita sea! Apreté mi quijada mientras trataba de ahuyentar la risa y el placer. Siguió el trayecto de
mis pies hasta mis muslos lentamente mientras tarareaba una canción, era torturador. Sí que sabía torturar
el maldito. Gemí sin evitarlo pero no me zafaba. Me revolqué un poco pero él me mantuvo inmóvil, rodé
los ojos y le di un fuerte golpe al suelo con mis piernas.

— Bien —Suga dejó la hoja— Probemos el plan B

Suga subió sus manos, acariciando mis piernas, provocando electricidad pura, mi cuerpo rogaba más,
rogaba que me hiciera suyo de una vez por todas. Llegó hasta mi bóxer y comenzó a bajarlo. Fue un
reflejo inevitable. Agarré sus manos para evitarlo. Me puse rojo cuando él sonrió mientras veía mi pecho
al desnudo y mis pezones. No perdió el momento para morderse el labio.

— ¡HIJO DE PUTA! —Exclamé mordiendo mi labio— ¡NO ME VEAS, JODER!

— Interesante —Suga soltó mi bóxer de abajo y observó mis pezones— Son rosados y adorables.

— ¡Deja de decir eso! —Me cubrí de nuevo todo rojo

— Oh no —Suga me destapó de nuevo— Es hora de pasarla bien estúpido mocoso

Suga se acomodó y colocó su lengua en mi ombligo y comenzó a subir, mientras más se acercaba a esa
zona, más intenso se tornaba todo. Llegó a mi estómago, el delirio creció. Fue lento, lento, lento hasta que
finalmente se detuvo. Yo rogaba porque siguiera y de hecho me sorprendió cuando mordió mi pezón
izquierdo. Pegué un fuerte gemido. Lo mordió nuevamente con más fuerza.

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No... No... Esto no puede sentirse tan bien... No por favor... ¡BASTA! ¡BASTA! ¡NO PUEDE
HACERME ESTO!

Suga comenzó a lamer y a apretar con brusquedad mis pezones. La burbuja del placer creció, sólo oí mis
gemidos en el silencio de la noche, la risa de Suga y los latidos de mi corazón retumbando en mi cabeza.
Arquee la espalda cuando comenzó a chupar mi piel y a morderla jugando suciamente con ella.

— ¡BASTA! —Exclamé sudando y sintiendo mi erección empujar contra mi ropa interior — ¡PARA POR
FAVOR! — Él rió— ¡QUE PARES HE DICHO!

— Oblígame —Rió de manera cínica

— ¡BASTA! —Sentí un fuerte ardor en la garganta

Traté de golpearlo pero lo evitó frenando mi mano. Lo observé enfurecido.

— Esto te costará caro —Advirtió

Ahogué más gritos cuando comenzó a morder mi piel, comenzó con mi clavícula y bajó. Solté un gruñido,
no podía ser verdad. Comenzó a lamer mi clavícula y mi cuello mientras masajeaba mis pezones con sus
manos. Ahogué un grito y lo jalé del cuello. Enredé mis dedos en su cabello negro y lo jalé un poco más,
se sentía bien. Se colocó entre mis piernas, sin poder evitarlo las enredé en su cadera. Levanté mi cuello y
Suga volvió a mis pezones. Lamía, chupaba, succionaba, pero no lo hacía con delicadeza. ¡Me estaba
devorando! Era rudo, salvaje, desbordado de deseo y placer.

¡Maldita sea joder! ¡Y podía sentir perfectamente nuestras erecciones rozando!

Cuando me clavó su mirada vi sus ojos, brillaban, pero era un brillo diferente. Sus ojos desbordaban
lujuria, deseo. Agarré sus mejillas con el aliento corto, sentí su cuerpo tensarse. Recorrí su rostro
lentamente con mis manos, él cerró los ojos. Tuve la tentación de quitarle su máscara pero sería mala idea.
Dirigí mis manos hacia su pecho, abrió los ojos y observó mis manos. Aunque tenía la camiseta negra, se
podía observar su cuerpo. Lo toqué suavemente mientras sentía mi respiración calmarse. No me importaba
que estuviera llena de sangre.

— ¿Quieres quitármela verdad? —Preguntó sonriente

— Sólo te admiraba —Dije mientras lo veía fijamente— Mis tentaciones no son tan altas

Suga bajó mis manos y volvió a mi cuello, lo mordió. Solté un gemido de dolor, volvió a agarrar su
cuchillo y me hizo un fino corte. Sentí la sangre deslizarse y pasó por mi cuerpo. Eso quería justamente ya
que comenzó a lamerlo. Apreté mis puños mientras sentía mi respiración agitarse, Suga reía y lamía. Se
detuvo y me observó sonriente.

— ¿Qué haces? —Su sonrisa no me dio buena espina

Suga pasó su lengua lentamente por su labio superior. Me derretí frente a él, no pude evitarlo. Él sonrió y
lamió la comisura de mis labios, maldita sea, fue torturador no besarlo ahí mismo. Agarré su cuello y lo
pegué a mí. Él rio cuando volví a enredar mis piernas en su cadera con fuerza y traté de frotar nuestras

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entrepiernas. Comenzó a deslizar su índice por mi abdomen hasta mi bóxer. Rozó mi erección sobre la tela
provocando un fuerte gemido, todo en mí brincó.

— Estás duro —Sentí su sonrisa sobre mi cuello. — Casi goteando líquido pre-seminal, cosita pervertida

— Sólo acaba esto —Mi cuerpo ardía—Por favor... sólo... hazlo y ya

— Dilo —Me clavó su mirada— Te reto a que lo digas

— ¡SÓLO HAZLO! —Grité— ¡POR FAVOR SÓLO HAZLO! ¡QUIERO ACABAR CON ESTO YA!

Suga se levantó de golpe. Se sacudió las hojas y guardó su cuchillo. Yo seguía en el suelo completamente
confundido. Suga sonrió.

— Disfruta tu semana mocoso —Dijo riendo con cierta sequedad

— ¿Espera, qué? ¿Te vas? —Pregunté mientras me levantaba

— Sí. Tienes suerte de que acabaste mejor que la otra vez

— ¡No puedes dejarme así!

— ¿Así de excitado? Sí, sí puedo —Sonrió con soberbia

— Eres un... un... —No sabía cómo expresarme— ¡JAMÁS VUELVAS A JUGAR CON MI
VIRGINIDAD!

— No lo lamento —Levantó los hombros riendo

— Si tan sólo esto fuera un sueño ya te hubiera... —Pero me interrumpió

— Trata de no soñar mucho conmigo —Se acercó a mí sonriente— Si piensas mucho en ello eres capaz de
cualquier estupidez por hacerlo realidad

Me quedé frito. ¿Así que eso era todo? ¿Me dejaba con el susto de mi vida? Lo agarré del brazo cuando
se dio la vuelta, le clavé la peor de mis miradas

— Me las pagarás —Solté— Me las pagarás caro maldito Suga

— Maravilloso delirio, nunca lo olvides mocoso —Respondió simplemente— Se llama tortura mental

Soltó una carcajada y fue retrocediendo. Fue cuestión de tiempo antes de que me quedara solo de nuevo.
¿Cómo carajos hacía eso? ¡Yo un pobre virgen de cualquier tacto, me hacía creer que me violaría! ¡Y se
había sentido bien que fue lo peor de todo!

Tembloroso me coloqué mis jeans y lo poco que quedaba de mi camisa rasgada y aún bastante aturdido
corrí hacia la misma dirección que Suga. Observé el estacionamiento de la cabaña no muy lejos. Vi a
Hoseok con el teléfono. ¡MIERDA MI TELÉFONO! Muy tarde, no había tiempo. Corrí hacia él

— ¡HOSEOK! —Grité

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Él colgó y me vio horrorizado, quizás mi estado no era el mejor pero al menos había llegado

— ¿Qué demonios te sucedió? —Preguntó horrorizado

— Me caí —Dije— Fui a buscar a Jin y a Mark pero resbalé

— Te ves muy mal —Dijo él— Anda, sube, son casi las 11

— ¡Oh mierda! —Solté

Nos subimos rápidamente al coche. Hoseok aceleró y se pasó muchos altos, no hablamos durante todo el
trayecto lo cual agradezco. Llegamos en poco tiempo. Le di las gracias a Hoseok y bajé del coche volando
con mis cosas. Toqué el timbre varias veces. Hoseok arrancó y salió disparado. Namjoon me observó
fijamente... muy molesto

— ¿DÓNDE ESTABAS? —Aulló

— Fui a un bar pero se me fue el tiempo y...

— ¡NO PUEDES SEGUIR HACIENDO ESTO MINNIE! —Me jaló adentro— ¡MÍRATE NADA MÁS!

— Me caí, resbalé, lo siento —Dije

— ¡ESTÁS SANGRANDO!

— ¿Qué?

Namjoon cerró la puerta y se abalanzó sobre mí. Tocó la herida, mi piel desnuda estaba sucia y llena de
sangre. Namjoon se tapó la boca

— ¿Cómo te hiciste eso? —Preguntó

— No sé... —Mentí— Namjoon estoy cansado y...

— ¿Dónde está tu teléfono?

— Lo perdí

Namjoon soltó una palabrota. Entró a un cuarto y salió con alcohol y algodones, me sentó en el sofá a la
fuerza y comenzó a curarme. Me estuvo regañando durante varios minutos pero para ser sincero mi mente
estaba en otro lado. Sólo asentía de vez en cuando. Finalmente terminó.

Lo observé y no pude evitar sentirme mal por él, se veía afligido, molesto y preocupado

— Lo siento Namjoon, no vuelvo a salir —Dije

— No lo harás —Rió con sequedad

— Y no pienso hacerlo...

— ¿Te sientes bien?

91
— Quiero dormir, mañana hay clases...

— Pues anda, vete

Le dije buenas noches y subí. Estaba muy sucio así que no dudé en darme un baño. Me quité la ropa y
entré al agua. Me froté todo y toqué suavemente la herida, la lengua de Suga regresó a mi mente. Sus
ojos... su burla... su deseo. No podía con ello. Traté de tocarme como él lo había hecho pero no sentí nada,
ni siquiera un cosquilleo. Golpee la pared frustrado. Sobé mi erección y froté mi glande esperando sentir
lo mismo pero apenas sentí el cosquilleo. Comenzó a doler y no me excitaba.

No podía creer que realmente hubiera caído. Yo, yo no podía caer. No, no iba a permitirlo. Respiré hondo.
Yo Park Jimin había dejado muy claro que no caería ante él. No iba a volver a pasar. Resoplé, no debía
volver a pasar...

Me terminé de enjuagar. Salí y me coloqué mi pijama negra inmediatamente. Me sequé un poco el


cabello, puse una toalla en la almohada y me acosté. Observé fijamente la ventana en silencio, la luna se
apreciaba apenas debido a las nubes, todo era silencioso y sólo oía los grillos. Suspiré y observé el pueblo
que estaba completamente oscuro, no como antes que la iluminación era frustrante.

Cerré los ojos y traté de dormir pero fue inútil. Cada que cerraba los ojos la imagen de Suga volvía a mí.
Comencé a forzarme a pensar en otras cosas pero no... Siempre volvía a mí

"Tortura mental"

¡No! ¡No pasará! ¡NUNCA CAERÉ ANTE ÉL!

92
Capítulo 9. “No me conoces”

Escuché el horroroso ruido de mi alarma. Me cubrí con el cojín forzándome a volver a dormir, estaba
agotado, me dolía la cabeza, tenía hambre... ¡Un desastre! Me arrastré fuera de la cama y bajé a desayunar,
luego me vestiría. Choqué con las cosas provocando un gran alboroto.

— ¿Ya despertaste? —Preguntó Namjoon que estaba en la cocina

— Cierra la boca —Me froté el codo y me senté en la mesa

— Oh no, hermanito —Dijo Namjoon— Tú te preparas el desayuno

— Maldita sea —Solté

— ¿Despertaste de malas? —Namjoon levantó una ceja

— Nooo idiota, estoy de hecho bastante feliz —Espeté secamente

Empujé a Namjoon y saqué el cereal y la leche, me serví bastante y me senté de nuevo en la mesa frotando
mis ojos y bostezando. Namjoon se sentó frente a mí y comenzó a comerse un pan tostado con mermelada.
Me observó fijamente en silencio.

— ¿Qué miras? —Espeté

— Nada, sólo te veo —Dijo él

— Namjoon...

— ¿Hasta cuándo seguirás con tus mentiras? —Soltó Namjoon finalmente

Le clavé la mirada ofendido pero me di cuenta que era inútil. No podía seguir mintiéndole, no, él era
bastante listo y me conocía muy bien.

— ¿De qué hablas? —Hice un último esfuerzo

— Tú sabes de qué hablo —Namjoon bufó— El día de la fiesta regresaste bastante sucio y un poco
herido, no me engañas, en tu rostro había terror —Abrí la boca pero Namjoon hizo seña para que lo dejara
terminar— Unos días después me entero que estás en el hospital con una gran herida y ayer regresaste en
un estado realmente terrible. Parecía que te había atacado una bestia salvaje

— No ha sido mi semana —Levanté los hombros

— Y en todas las veces... —Namjoon se frenó

— ¿En todas las veces qué? —Pregunté viendo mi cereal

93
— En esas 3 ocasiones siempre actuabas como si no fuera de importancia... y evitas mi mirada, justo
como lo estás haciendo justo ahora

— ¿En serio? —Lo voltee a ver fijamente— Ya te dije lo que pasó, no oculto nada

— Jimin, puedes ser el rey del engaño pero soy TÚ HERMANO, a mí no me engañas, te conozco
perfectamente. Mira, no sé qué diablos sucede contigo, no sé si te proteges de algo o proteges a alguien,
realmente no lo sé pero ten claro que esto comienza a salirse de control. ¿Estás siendo abusado? ¿Te han
estado acosando?

— Depende...

— ¿¡Cómo que depende!? —Rugió Namjoon

— O sea quiero decir —Comencé a balbucear— Yo supongo que me están acosando

— ¿Quién?

— El chico que me atacó las 3 veces...

— ¿Qué?

— El chico que me atacó en esas 3 ocasiones

— Jimin tú dijiste que habías resbalado

Me tensé, Namjoon se pasó la mano por el cabello completamente frustrado. Tragué con dificultad
mientras sentía todo en mí apretarse y estrujarse una y otra vez.

— Ya estuvo bueno —Namjoon apretó su mandíbula— Me vas a contar todo de una maldita vez Jimin, no
permitiré que sigas con esta mentira... si no lo haces no te dejaré salir a ningún lado. Yo te llevaré y
recogeré del instituto, te mantendré encerrado aquí hasta saber qué pasa.

— ¡No lo hagas! —Rogué— Sólo dame una semana...

— ¡NO!

— Bueno, 6 días

— ¡DIJE QUE NO!

— ¡Te contaré todo! ¡Todo de todo! ¡Sin mentiras! —Supliqué— Por favor Namjoon, por favor, por
favor, por favor sólo dame 6 días...

— 5 días

— ¡Bien! ¡Por favor sólo dame 5 días!

— Y más te vale tener una buena excusa

— ¡Diablos, te amo! —Lo abracé pero me empujó, realmente estaba molesto

94
No le di importancia, terminé rápidamente y me fui a vestir. Cuando terminé de asearme salí de mi casa y
fui directamente a la parada de autobús, pero estaba vacía. Observé de izquierda a derecha y no había
ninguna persona. Refunfuñé y comencé a caminar colina abajo.

Mientras tanto estaba pensando en mil cosas a la vez. Necesitaba darle una buena explicación a Namjoon,
necesitaba decirle algo NO TAN GRAVE para que no hiciera escándalo con la policía. Aunque, no podía
culparlo, sólo éramos él y yo... sólo... nosotros dos...

¿Cómo sería mi padre? Mi madre nunca nos habló de él... de hecho no sabía nada de él, ni su edad, su
nombre, nacionalidad o aspecto físico, era como si él no existiera y nunca hubiera existido. Prefiero no
pensar en ello porque pese a todo me duele de un cierto modo, no es fácil para mí cuando es día del padre
o cualquiera de esas estupideces. La gente realmente jode con cualquier cosa para hacerte sentir mal, en
serio, con cualquier cosa.

Llegué al instituto, entré lentamente evitando contacto visual con cualquier persona. Vi a Hoseok junto a
mi casillero, observaba a todos lados. Me di la vuelta, no tenía ganas de estar junto a él ahora mismo. Vi al
baño de chicos y no dudé en entrar. Comencé a sentir nauseas, me metí con mis cosas a un retrete y esperé
mientras me apoyaba en la puerta. Oí que la puerta se abrió y que entró alguien. Oí unos sollozos, unos
lamentos. Salí y vi a Jin poniéndose un poco de base de maquillaje desesperado.

Lucía fatal, parecía un muerto, pálido, seco, llena de marcas... realmente horrible. Él me observó y pegó
un grito, me volteó a ver y sus ojos se salieron de sus órbitas.

— Tú —Dijo señalándome— T-tú estás muerto

— ¿Yo? —Pregunté confundido— ¿Jin te sientes bien?

— Yo te vi con Suga ayer... —Comenzó a llorar— ¡TÚ ESTÁS MUERTO!

— ¿De qué hablas? —Prefería hacerlo pasar por loco

— Mark está muerto —Dijo él temblando— Encontraron su cuerpo cortado a la mitad...

— Jin —Traté de acercarme pero se alejó

— Tú no puedes estar vivo —Me señaló acusante— N-ninguna persona sobrevive a él...

—Jin soy real, no estoy muerto

Jin se levantó y me tocó, sus labios estaban secos y partidos, su cabellera opaca y sucia. Cuando me tocó
se dio la vuelta y comenzó a toser, tosía cada vez más fuerte y comenzó a hacer ruidos con la boca muy
extraños.

— ¡Jin! —Exclamé cuando comenzó a ponerse rojo— ¡OYE!

Jin estaba rojo y sus ojos salían de sus órbitas, abrió su mano y un bote pequeño amarillo lleno de pastillas
se estrelló con fuerza en el suelo. Jin se apoyó en el lavabo.

— ¡JIN! —Exclamé en histeria— ¡MALDITA SEA! ¿QUÉ PASA?

95
Jin se metió dos dedos en su boca, retrocedí y se apoyó de nuevo en el lavabo. Me acerqué un poco pero
me frené cuando la pobre chico vomitó. Me tapé la boca, Jin volvió a vomitar otra vez. Vi como la saliva
amarillenta se deslizaba por su labio y se depositaba en su camisa. Observé horrorizado como expulsaba
las pastillas entre cada vomitada, el olor agrio comenzó a marearme. Necesitaba ayuda. Dejé mis cosas y
salí corriendo en busca de la enfermera

— ¿Qué sucede joven Park? —Preguntó la enfermera

— ¡Un estudiante está vomitando pastillas en la baño! —Hablé agitado — ¡VENGA!

La enfermera corrió detrás de mí hasta el baño. Abrimos la puerta pero yo me quedé afuera, el olor era
insoportable. La enfermera sacó a Jin casi arrastrándolo, él estaba cubierto de vómito, de su labio inferior
escurría un hilo naranja y trozos de comida estaban en su camisa y jeans. Siguió vomitando mientras
lloraba y gritaba. La gente comenzó a acercarse y a taparse la boca y otros la nariz. Estaban
completamente pálidos viendo a Jin gritar y vomitar.

Muchos siguieron a la enfermera, otros grabaron, unos reían... me quedé plantado en el pasillo hasta que
desapareció. Corrí al baño por mis cosas y me aseguré que estuvieran limpias, acto seguido corrí a los
laboratorios.

Dejé mis cosas aún con la respiración agitada, realmente creí que se iba a morir ahí mismo. Respiré hondo
y solté aire lentamente, observé a unas chicas depositar unas flores en el asiento de Mark... el asiento
donde nunca más se volvería a sentar. Rodé los ojos, no me agradaba Mark, a decir verdad lo odiaba. Me
recargué en la silla y cerré los ojos.

Pensé en Suga, sus ojos, su boca, su tacto... se me escapó una sonrisa y sentí un cosquilleo en mi espalda.
Fue como si todo mi cuerpo se estremeciera de tan sólo recordar en lo de la otra noche, no me cansaba de
recordarlo. ¿Quién hubiera dicho que podría sentir tales cosas?

¿Cómo demonios nunca había pensado en lo maravilloso que podía ser... que te tocaran?

"Hoseok te tocó"

"No como Suga..."

"¿No se supone que lo odiamos?"

"¡Lo odio! Pero hay que admitir ciertas cosas"

"¿No que eras muy fuerte Jimin?"

"Tienes razón... me tendré que ahorrar los pensamientos pervertidos"

"No digas esas palabras, tus hormonas viven aplacadas"

"Es cierto"

"Él no te conoce.... muéstrale quién realmente eres"

"¿Y eso es...?"

96
"Cruel, frío, grosero y sarcástico... y muy orgulloso"

"No me conoce"

"No"

"Me conocerá..."

Sentí que tocaron mi hombro. Pegué un brinco y abrí los ojos, el profesor me estaba agarrando y
viéndome fijamente. Los demás me estaban viendo, reían en silencio.

— ¿Todo en orden joven Park? —Preguntó el profesor

— Oh, sí... ¿por qué? —Traté de sonar malhumorado

— Llevo hablándole desde hace años y usted sólo tiene los ojos cerrados y una enorme sonrisa iluminando
su rostro... y también susurraba no sé qué —Dijo el profesor severo

— Lo lamento, estaba pensando en muchas cosas

— Pues baje de las nubes de una vez por todas, la clase está en la tierra

— Gracias profesor, es un descubrimiento importantísimo —Contesté con claro sarcasmo

— Baje ese tono jovencito —Me apuntó con su índice

El profesor volvió a lo suyo. Voltee a mi derecha y me sobresalté un poco al ver a Hoseok.

— ¿A qué hora llegaste? —Pregunté

— Hace unos 2 minutos —Dijo él

— Vergonzoso... —Susurré rojo

— No escuché lo que decías, tranquilo —Rió

— Supongo que mejora la situación —No estaba muy convencido— ¿Viste a Jin?

— Sí, realmente lucía fatal... ¿qué pasó ayer en la noche? —Me clavó la mirada

— Los busqué pero me perdí en el bosque, estaba borracho y me tambalee a todos lados, resbalé en una
pequeño colina. Finalmente encontré el camino y te vi pero jamás me topé con él —Mentí

— ¿Seguro? —Hoseok levantó una ceja

— Absolutamente —Asentí— Estaba ebrio pero recuerdo bien las cosas

— Eso es bueno, su papá venía en camino

— ¿Su pa-p-pá? —Balbucee

— El alguacil de la ciudad

97
— Ya sé... pero... ¿viene para acá?

— Pues por lo que llegué a escuchar, él venía en... —No finalizó

— ¿Park Jimin? —El director irrumpió con fuerza en la clase

— ¿Si? —Asustado

—El alguacil desea verlo, acompáñeme por favor —Dijo el director

La gente comenzó a susurrar y a hablar. Hoseok me observó pero yo levanté los hombros. Guardé mis
cosas y me dirigí hacia el director, caminamos por el pasillo y nos detuvimos fuera de la enfermería. El
alguacil Arthur estaba ahí con Jin, él estaba llorando pero se mostraba firme y bastante serio. Nos
acercamos, no tenía miedo ni nervios... nada de eso.

— Buenos días Jimin —Dijo el alguacil no muy feliz

— Buenos días —Sonreí con alta falsedad— ¿En qué le puedo ayudar?

—Verás —El alguacil tosió un poco— Mi hijo está en muy mal estado y... él asegura una historia que en
realidad es muy... impresionante. ¿Nene? —Jin levantó la mirada— ¿Nos dices qué sucedió?

— Fui al bar ayer con Mark —Dijo Jin— Estábamos en el bosque riendo cuando nos atacaron por detrás.
Lo vi papá... a Suga —Comenzó a sollozar— Me amarró con cuerdas y se llevó a Mark, oí sus gritos
desde donde estaba. Yo comencé a llorar y a pedir ayuda.

— ¿Y luego qué pasó? —Preguntó el director

— Jimin llegó —Me clavó la mirada— Jimin llegó y me quitó las cuerdas mientras me preguntaba qué
había sucedido. Yo le expliqué que ahí estaba Suga.

— ¿Cómo llegaste ahí Jimin? —Me preguntó el oficial

— Primero dejemos que termine el chico —Dijo el director

— Gracias —Jin sonrió a penas— Estábamos a punto de salir corriendo pero Suga llegó, nos acorraló y
comenzó a acercarse a nosotros, me agarró del cuello pero Jimin le rogó que me dejara ir. Dijo que tenía
asuntos pendientes con él.

El alguacil me volteó a ver pero yo estaba serio, me hacía el confundido

— Luego Suga me dijo que tenía 10 segundos para correr, Jimin me gritó que corriera también, así que lo
hice. Estaba aterrado y corrí a más no poder, me oculté y traté de convencer a la gente pero ellos reían. Me
cansé y... y... no sabía si él sobreviviría... hui y... —Comenzó a llorar

— Está bien —El director sobó su espalda— Es una historia bastante impactante

— Muy fumada —Dije divertido— Yo jamás encontré a Jin... yo estaba con Hoseok, salí a buscarlo pero
nunca lo encontré —Mentí— No sé de qué habla.

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— ¡Jimin! —Jin me miró suplicante— ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?

— Aquí hay un problema —Dijo el alguacil— Uno de las dos está mintiendo y realmente...

— ¿Creen que si realmente me hubiera encontrado a Suga estaría vivo? —Interrumpí

Touché

—E-es un buen punto —Balbuceó el director.

— ¡NO ES VERDAD! ¡PAPÁ POR FAVOR! —Jin le tomó el brazo— ¡TIENEN QUE CREERME!
¡JIMIN ESTUVO CON SUGA!

— Jin, estabas muy ebrio —Dije suavemente

— ¡NO! ¡CIERRA LA BOCA! ¿POR QUÉ HACES ESTO? ¡JIMIN ÉL MATÓ A TU MADRE! ¿POR
QUÉ LO DEFIENDES? —Aulló Jin

— ¿Necesita algo más alguacil Arthur? —Pregunté tranquilamente observándolo

— No, lamento mucho este malentendido —Dijo él riendo— Mi hijo debe descansar

— ¡NO ESTOY MINTIENDO! ¡SÉ LO QUE VÍ! —Gritó Jin

— Vámonos Jin, necesito llevarte al doctor —El alguacil agarró a Jin

— ¡NO! —Él se zafó— ¡JIMIN POR FAVOR! ¡MALDITA SEA DI QUE ES VERDAD!

El oficial Arthur jaló a Jin y se la llevó casi a rastras pese a sus gritos. El director se frotó los ojos
suavemente y me volteó a ver.

— Lamento esto Jimin, tú no eres un chico problemático... pero Jin parecía tan firme que...

— Lo entiendo —Dije suavemente— No se preocupe

— Sólo espero que se mejore —El director suspiró.

— Ojalá, debe dejar esa mentira

— Regresa a clases Minnie —El director me dio unas palmaditas en la espalda— Tú concéntrate en lo
tuyo, los exámenes finales ya van a comenzar y te quiero a todo dar

— Como siempre

— Anda, ve

Cuando me di la vuelta sonreí a gusto. Seguro muchos pensarían que soy una maldito o algo por el estilo
pero seamos sinceros... Si afirmo lo que Jin decía, estaría sometido a un cuestionario eterno. No podía
arriesgarme a que hallaran a Suga, no podía arriesgarme a que descubrieran que estaba... pues... viéndolo.
No, la policía no podía enterarse de nada.

99
Si Jin se volvía el loco de la escuela, no me importaba. Con tal de guardar el secreto soy capaz de
cualquier cosa, no dejaré que mis planes se vayan al diablo. YO mataré a Suga pero a su debido tiempo...
también quiero torturarlo... dulcemente, placenteramente. Lo haré sufrir y luego lo mataré de manera
exquisita. ¡Oh sí! ¡La venganza es tan fría y dulce!

Comencé a reír sin darme cuenta. Llegué a los laboratorios de nuevo y me senté alegremente junto a
Hoseok, unas personas me voltearon a ver raro (incluyéndolo a él). Yo no borré mi sonrisa, seguí
sonriendo durante toda la clase. ¡Estaba feliz! ¡Y no sabía ni por qué!

[***]

Finalmente el timbre sonó, no fue hasta la salida que pude descansar. Me senté debajo de un viejo árbol y
suspiré. Observé el cielo que estaba nublado y bastante triste pero a mí me gustaba más así, me gustaba
nublado, con truenos, lluvia... me gustaba el clima violento. Comencé a cantar en voz baja. Sólo para
pasar el rato.

— ¿Qué cantas? —Escuché una voz detrás de mí

Levanté la mirada y vi a una niña observándome fijamente. Levanté una ceja, llevaba un vestido negro, un
gorrito negro y zapatos bajos bastante monos. Portaba una muñeca linda pero bastante macabra en los
brazos. El pequeño parecía bastante dulce a primera vista.

— Nada en especial —Dije— Solo canto...

— ¿Te gusta cantar? —Preguntó de nuevo

— Bastante —Dije— ¿Qué haces en la sección de grandes?

— Mi hermano se va a inscribir aquí el próximo año, aquí finalizará sus estudios —Dijo la niña

— ¿Cómo te llamas? —Pregunté

— ¿Eso realmente importa? —La pequeña levantó una ceja

Sonreí, me agradaba. Me recordaba mucho a mí a su edad. Yo también era muy desconfiado y un poco
seco, claro que ahora lo era mucho más pero siempre fui así. Lo que no entiendo es por qué soy así pero
bueno, esa es otra historia.

— ¿Tú también te vas a inscribir? —Pregunté

— Sí, no quiero pero estoy forzada —La niña suspiró sentándose frente a mí

— No es tan mala escuela...

— Sólo me cuido de las zorras, lo entiendo

100
— ¿Qué edad tienes? —Pregunté riendo

— 12 años

— ¿12? Wow... ¿no estás muy chica para conocer esas palabras? —Pregunté

— Tal vez —Levantó los hombros— ¿Cómo te llamas tú?

— Park Jimin, pequeña.

— Me gusta —Dijo sin sonreír— Yo soy Emma

— Mucho gusto Emma

— ¿Quieres conocer a mi hermano? Creo que se llevarían bien

— No tiendo a ser sociable

— Él tampoco, de hecho es igual que yo... o incluso peor —Seguía sin sonreír

— ¿Cómo se llama? —Pregunté curioso

— Taehyung —Dijo la chica viendo el patio— Entró con mis tíos a inscribirse

— ¿Tus tíos?

— Mis padres murieron en... una larga historia —La niña suspiró— Pero fue hace tiempo

— Comprendo... yo perdí a mi madre hace apenas unos meses

— ¿Fue un accidente?

— La asesinaron

— Lo lamento mucho

Me rasqué la nuca, la pequeña Emma seguía viéndome fijamente. Daba un poco de miedo pero no me
incomodaba. Ella me sonrió y yo le devolví el gesto, se levantó y comenzó a hacer señas. Un chico
cubierto con una sudadera blanca salió. Fruncí el ceño y comenzó a acercarse. Me di la vuelta y vi a la
pequeña que parecía feliz. Sentí las pisadas y luego un olor a loción perforó mi nariz.

— Taehyung, él es Jimin —Dijo Emma

No iba a ser grosero así que me di la vuelta. Me topé cara a cara con un chico rubio, tenía los ojos cafés
muy oscuros y la piel ligeramente canela. Era bastante guapo y mono. Me levanté para quedar a su altura,
él me observó de pies a cabeza. Emma se colocó junto a él y le tomó la mano. Diablos, si era guapo.

— Mucho gusto —Dije para tomar la iniciativa, Taehyung estrechó mi mano sonriendo

— Mucho gusto Jimin —Dijo él

— Me agrada mucho —Dijo Emma

101
— ¿Te agrada? —Taehyung rio

— Sí, llévalo a la casa, quiero jugar con él a las muñecas —La pequeña Emma me volteó a ver— Te
quiero con mi hermano, si no, me enojaré mucho.

Emma se dio la media vuelta y caminó hacia una pareja que estaba platicando con el director. Comencé a
reírme un poco, la niña estaba un poco loca pero me agradaba

— Lamento eso —Taehyung rio con nerviosismo— Ella es muy...

— Lo sé, yo soy igual —Dije sonriendo

— Ella tiende a odiar a todos... me sorprende que le hayas agradado

— ¿Tan mala persona parezco?

— No, para nada. De hecho... pareces muy misterioso

— Lo soy

— Y solitario

— También

— Y orgulloso

—A más no poder

— Eres como ella

— No lo dudo

Taehyung sonrió, tenía la típica sonrisa perfecta y cuadrada. Yo suspiré y peiné mi cabello hacia atrás. Vi
que algunas chicas me observaban con cierta envidia. No era mi culpa, atraía chicos guapos aun siendo
hombre.

— ¿Vas a estar aquí el próximo ciclo escolar? —Pregunté

— Sí —Dijo Taehyung— Aquí terminaré

— ¿Te mudaste?

— Hace unas semanas

— Entonces supongo que sabes acerca de... bueno...

— ¿De Suga? Sí —Contestó con indiferencia— Pero no me intimida

— Eso es bueno, la mayoría de la gente vive aterrorizada por él

— Supongo que eres la excepción

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— ¿Por qué crees eso? —Sonreí

— No tienes cara de niño asustadizo... —Me observó fijamente— Pareces frío y bastante fuerte

— Gracias

— ¿Tú qué opinas de mí? —Me sonrió con coquetería

— Bueno, no sé si eres mujeriego o misterioso

— La segunda suena mejor

— Bien, en ese caso supongo que eres como tu hermana pero cambias dependiendo con quién estés —Lo
analicé— Socializas con la gente con quien sientes confianza

— Nada mal Jimin

— Supongo que tú y yo nos llevaremos bien

— Eso espero, aunque no te conviene mucho estar cerca de mí

— Créeme, afronté peligros más grandes —Reí

Él rio también. Sin embargo por su mirada parecía estar hablando enserio

— Tengo una personalidad muy complicada —Dijo él— No sabes cuándo puedo cambiar de malas a
buenas, soy muy especial

— Ya somos dos, yo soy igual —Levanté los hombros

— ¿Estarías dispuesto a soportarme?

— Puedo vivir con ello

— ¿Pese a todo?

— Creo que tú deberías asustarte de mí

— ¿Por?

— No sé, soy agresivo y bastante frío, odio los sentimentalismos y soy muy vengativo

— Me agradas ahora mucho más

— ¿Buscas un compañero así?

— Es exactamente el tipo de compañero que busco

— En ese caso tú y yo podemos relacionarnos

Taehyung iba a decir algo pero la pareja comenzó a llamarlo. Él rodó los ojos y sonrió como diciendo
"qué lata dan". Yo levanté los hombros y sonreí. Supongo que la charla no tan común había finalizado.

103
Emma tenía razón, su hermano me agradaba, sentía que podía contarle todo con la aseguración que me
comprendería y ayudaría.

— Supongo que hasta aquí llegó la plática —Dijo él

— Sí, pero podemos vernos

— Vivo colina arriba, cerca de la panadería

— Yo te busco

— De acuerdo.

Nos despedimos y caminó lentamente hacia las personas. Emma se despidió con la mano sonriente, le
devolví el saludo, la pareja me observó unos segundos y siguieron caminando. Agarré mi mochila para
regresar a casa, debía pensar en un plan, uno muy bueno. Las veces que había encontrado a Suga habían
sido por pura coincidencia. Sinceramente dudaba mucho que volviera a correr la misma suerte.

Si él no viene, yo tendré que hacerle venir a mí, aunque eso implique salir todas las noches a buscarlo, no
me importa. Tengo un plan pero debo perfeccionarlo para que no haya errores y todo salga tal cual lo
tengo planeado.

Ya es hora de contraatacar.

104
Capítulo 10. “Plan perfecto”

Después de aquél extraña charla decidí regresar a casa cuanto antes. Observé el cielo que ahora estaba gris
oscuro y pequeños gotas de lluvia comenzaban a caer. Suspiré molesto y me puse mi capucha, me
desesperaba un poco la lluvia salpicando mi cara.

Comencé a caminar por las estrechas calles que llevaban colina arriba. Me detuve en el callejón donde
Suga me había atacado y un sentimiento de nostalgia me inundó. Admiré fríamente el edificio donde me
había metido y luego seguí caminando. Odiaba seguir pensando en él... odiaba el hecho de tan sólo
tomarme la molestia de pensar en él.

Finalmente llegué a casa y toqué el timbre varias veces, Namjoon me fue abrir

— Comenzaba a creer que te habías escapado —Dijo él cerrando la puerta cuando entré

— Te dije que no saldría más —Me dirigí al comedor

— Tenemos cosas pendientes —Dijo él sentándose en una silla

— Lo sé, lo sé —Me senté frente a él

— Vayamos por partes, debes decirme TODA la verdad —Namjoon me observó— TODA, sin mentiras

— Vale —Dije resoplando

— Dijiste que un chico te atacó las 3 veces —Comenzó— Pero dices que te resbalaste... algo no cuadra

— Mira te explico qué pasó —Interrumpí— La primera vez estaba muy borracho, en la casa de Andrea
¿bien? me metí en una pelea con Jin, por eso llegué así. Me corrieron de la fiesta y por eso vine solo a
casa.

— ¿Te peleaste? —Preguntó Namjoon riendo

— Sí —Mentí— Lo hice, por eso no te dije nada

—Bien, eso es creíble —Namjoon refunfuñó— La segunda vez... te lastimaron

— Esa historia es cierta, bajé por comida china pero de regreso alguien me atacó, dijo que me diera mi
mochila pero yo como soy MUY... bueno, ya sabes, me negué. Fue por eso que me hirió, sin embargo
oímos unos ruidos y el atacante salió corriendo, yo traté de caminar pero rodé colina abajo y de ahí en
fuera no sé qué pasó

— Bien —Namjoon suspiró— Y esta última vez... ¿qué pasó?

— Fui a un bar con Hoseok —Namjoon levantó una ceja— Lo sé, no sé por qué acepté... bueno, el punto
no es ese —Agité mis manos— Jin me quitó mis llaves de la casa porque quería estar contigo, traté de

105
seguirlo pero se metió en el bosque así que lo busqué. Sin embargo era de noche, estaba ebrio, estaba
mareado y sin querer rodé colina abajo... ¿tienes idea de cuántas ramas y piedras hay? Te puedo mostrar
los raspones en mi espalda

— Te creo —Dijo Namjoon— ¿Pero por qué dijiste que te atacaron 3 veces?

— No lo sé, estaba apurado, estresado... la verdad lo dije por estúpido —Reí

— ¿Jimin? —Namjoon entrecerró los ojos

— ¿Sí? —Pregunté

— ¿No ocultas nada más verdad?

— ¿Debería?

— No lo sé, dime tú

— No te oculto nada más

— ¿Seguro?

— Absolutamente

— Bueno, pero sigues castigado

— Ugh, vale.

Namjoon suspiró y salió del comedor. Lo escuché subir las escaleras y encerrarse en su cuarto. Wow, no
podía creer que realmente me hubiera creído... O tal vez no lo hizo pero fingió hacerlo No lo sé, la verdad
no me importaba

[***]

A la mañana siguiente las cosas no mejoraron mucho. Cada vez la gente hablaba menos de Suga, los
noticieros pasaron de hablar cada hora de él a hablar moderadamente de él. ¿Dónde demonios se había
metido? Llegué al instituto y me sorprendí bastante al ver a la gente tan callada. Me acerqué a Hoseok que
no estaba muy lejos.

— ¿Qué demonios sucede? —Pregunté preocupado

—El director nos quiere a todos en el auditorio en 10 minutos, dice que es importante —Dijo Hoseok sin
verme

Comencé a avanzar junto a los demás para entrar al auditorio, las luces eran muy débiles y la gente
susurraba consecutivamente. Evité que me empujaran varias veces y comencé a caminar por las filas,
quedé casi hasta adelante. Hoseok se sentó junto a mí, cosa que me sorprendió. La gente hablaba, otros

106
susurraban, algunos reían pero eran muy pocos los que parecían asustados. Arriba del escenario había una
mesa con 3 sillas, supongo que para las 3 personas que estarían ahí.

— ¿Dijo sobre qué hablaría? —Le pregunté a Hoseok

— No, sólo dijo que estuviéramos aquí —Dijo Hoseok mientras me clavaba la mirada

Observé el entorno, casi todo el auditorio estaba lleno. Vi a una profesora susurrarle algo al guardia de
seguridad, él asintió y levantó su índice. Vi a otro grupo de personas llegar segundos después, cuando
entró la profesora que acompañaba ese grupo, el oficial cerró las puertas. Arquee mis cejas al ver a Jin
entrar junto a su padre, él le dijo algo y Jin se fue a sentar de mala gana. Observé el escenario de nuevo y
vi al director sentándose en la silla de en medio.

— Buenos días estudiantes —Dijo el director con su voz áspera y ronca pero el micrófono hizo que su voz
saliera aún más grave y un poco aterradora. La gente comenzó a guardar silencio y a callar a los demás.
Cuando todo se quedó en silencio el director prosiguió— Seguramente muchos de ustedes se preguntan
por qué convoqué a todo el instituto

— Espero que no sea grave —Susurró Hoseok

— No lo creo —Dije mientras veía al alguacil Arthur caminar hacia el escenario cautelosamente

— Todos conocen a Suga —Prosiguió el director tras una breve pausa, la gente comenzó a murmullar— Y
seguro muchos de ustedes saben que no han habido noticias de él desde hace unos días. En lo personal yo
estoy aliviado pero nunca sabemos...

— ¿A dónde quieren llegar? —Murmullé molesto

— El Alguacil Arthur tiene un mensaje para nosotros —El director extendió su mano y observamos al
alguacil subir al escenario y estrechar su mano. Se sentó a su izquierda y sonrió— Les pido de favor que
primero ESCUCHEN lo que dice y después den sus opiniones

— Buenos días estudiantes —Saludó el alguacil— Efectivamente, como lo dijo su director, Suga ha
estado ausente. Sin embargo no hay que bajar la guardia...

— ¿Crees que esto tenga algo que ver con Jin? —Preguntó Hoseok

— ¿Por qué piensas eso? —Levanté una ceja

— Aún queda un asiento libre y Jin está caminando hacia el escenario

Observé a Jin pasar lentamente por los pasillos, la gente lo observaba pero él ignoraba las miradas y
caminaba decidido hacia el director y su padre.

— Algunos seguramente escucharon rumores —El alguacil me sacó de mis pensamientos— Todos saben
que un estudiante, saben quién, resultó ser víctima de este sujeto. Mi hijo, Jin, él estaba presente cuando
eso sucedió y créanme cuando les digo que la pasó muy mal... Hijo mío, sube por favor

107
Jin subió al escenario y se sentó a la derecha del director. Nos observó a todos en silencio. La gente
comenzó a susurrar y otras a soltar exclamaciones de confusión. Yo comenzaba a temblar.

— Gracias padre, gracias director —Dijo Jin— Realmente siento que esta situación pueda parecer
perturbadora pero en fin, sólo muy pocos sabemos realmente qué sucedió esa noche

Me hice chiquito en mi asiento y sentí un escalofrío recorrer mi espalda. Solo esperaba que Jin no me
viera o se le ocurriera enfrentarme ahí mismo frente a todos.

—Pese a la calma que hay ahorita, no nos podemos dar el lujo de pensar que esto terminó —Dijo el
alguacil— Por eso, habrán nuevas reglas, tanto para la escuela, tanto como para la ciudad. Ustedes
terminan este curso dentro de 2 semanas o menos, pero para su próximo ciclo escolar habrá algunos
cambios.

— Les pido de favor que respiren y no comiencen a gritar —Advirtió el director

— A partir del siguiente ciclo escolar, el uso del transporte escolar será OBLIGATORIO —El alguacil
dijo esa palabra muy fuerte y claro— No estará permitido salir a comer en el receso de 1 de la tarde a 2 de
la tarde a lugares a más de 500 metros de la escuela...

— ¿QUÉ? —Gritó Hoseok

— ¡NO PUEDEN HACER ESO! —Gritó otro

— ¡NO PUEDEN OBLIGARNOS A NO SALIR! —Gritó otra voz

La gente comenzó a acelerarse y a gritar. Yo me di una palmada en la cara mientras resoplaba, era
increíble lo estúpidos que eran. Entiendo que quieran mantenernos a salvo pero no va a cambiar nada. Una
vida más, una vida menos... ¿qué cambia?

— ¡SILENCIO! —El director dio una palmada en la mesa y todos se callaron— Dejen que el alguacil
termine de hablar y luego podrán quejarse, bola de malagradecidos

— Gracias —Dijo el alguacil— También todos los estudiantes deberán utilizar una credencial para salir y
entrar a la escuela, si no, su pase será denegado —La gente no dijo nada— Instalaremos un segundo piso a
la cafetería y comidas corridas al menú para que coman bien. Por último, quiero agregar que una psicóloga
entrará al equipo del colegio para los que sientan... bueno, con ganas de hablar. A partir de hoy ella estará
disponible y el próximo ciclo escolar. Estará junto a la oficina del director, en el antiguo cuarto del
conserje.

La gente se tranquilizó, sólo hubo algunos murmullos y unas cuantas risas

— Ahora sí —El director se acomodó su corbata— Nuestro estudiante y compañero tiene un informe para
ustedes, es una proposición que se llevará a cabo si la mayoría está a favor.

—Gracias director —Jin se acercó más al micrófono y se apoyó en sus codos— Sé que muchos de
ustedes han sufrido la pérdida de un amigo o familiar, víctima de Suga —La sala se tornó completamente
silenciosa, daba un poco de miedo— Yo perdí a mi mejor amigo, no sé ustedes, pero yo estoy cansado de
sufrir. Estoy cansado de ver muerte por todos lados y agonía

108
La gente comenzó a susurrar, observé a algunos que asintieron con la cabeza. Algunas personas tenían los
ojos húmedos. Voltee a ver a Jin de nuevo.

— Muchos me tachan de loco, pero yo sé qué sucedió esa noche —Jin observó a su padre y él asintió—
La noche en que Mark murió, no estaba solo. La razón por la cual estoy vivo se debe a un estudiante que
está entre ustedes —Jin observó el entorno y depositó sus ojos en mí— Park Jimin, querido, no tienes idea
de cuánto te lo agradezco.

La gente ahogó gritos y algunos soltaron gritos de sorpresa. Todo el mundo me volteó a ver, incluso
Hoseok. Abrí la boca para contestar pero no salió ningún ruido. Me sentí invadido y entrar en pánico.

— Así es —Dijo Jin— Gracias a ese chico, sigo aquí. Él me ayudó a librarme de Suga, aunque, no
entiendo él como logró salir vivo, pero bueno, ese no es el punto...

La gente comenzó a hacer escándalo tras oír eso. Apreté mis puños. La gente comenzó a atacarme a gritos
con preguntas. Me levanté de mi asiento frente a todos.

— ¡Yo te ayudé a escapar! —Grité— ¡Y salimos vivos porque Suga no estaba!

— Deja ya eso Minnie —Dijo Jin suavemente— No tiene sentido que protejas a Suga... ¿por qué lo haces?
Él mató a tu madre después de todo

— Voy a matarlo —Dije entre dientes

— Hey, tranquilo —Hoseok agarró mi brazo

— ¡SILENCIO! —Volvió a gritar el director

La gente se calmó pero aún seguía oyendo las exclamaciones de algunas personas

—Repito, ese no es el punto —Jin sonrió— Propongo que hagamos donaciones a la policía para que las
posibilidades de encontrar a Suga sean aún mayores. Si conseguimos suficiente dinero el FBI y policía
extranjera podrían ayudarnos a resolver esto y atrapar de una vez por todas al maldito que está causando
terror en nuestro tranquilo pueblo.

— Estoy de acuerdo —Dijo Hoseok

—Es momento de contraatacar —Jin se levantó de su asiento— ¡Él no nos va a intimidar! ¡Traeremos a
todos los investigadores y policías del mundo si es necesario! ¡Atraparemos a Suga! ¡NOS
VENGAREMOS DE ÉL!

— ¡SI! —Comenzó a gritar la gente

— ¡LO METEREMOS A LA CÁRCEL! —Gritaron algunos levantando la voz

— ¡ESO HAREMOS! —Gritó otro grupo mientras aplaudía

— ¡ATRAPEMOS A SUGA! —Gritó Jin

— ¡ESO HAREMOS! —Gritó la gente mientras silbaba y aplaudía

109
— ¿CUÁNTOS A FAVOR? —Preguntó en voz alta el director

Observé a todos levantar la mano, excepto yo, claro. Todos tenían expresiones de felicidad y sus ojos
brillaban del éxtasis. Observé con pánico mí alrededor, no podía permitir que eso sucediera. No podían
coger a Suga, ese trabajo era mío. ¡Me había jurado que yo lo torturaría y mataría! Jin me sonrió y agarró
el micrófono de nuevo.

—Sin embargo necesito un segundo al mando para ayudarme con este proyecto —Todo el mundo
comenzó a gritar que los eligiera— Agradezco los voluntarios pero ya sé a quién elegir. Te quiero a ti
Jimin, él chico que me ayudó a vivir.

Todo el mundo me volteó a ver, me levantaron de mi asiento y comenzaron a aplaudir con fuerza mientras
gritaban. El director me hizo señas para que avanzara, me quedé quieto pero la gente comenzó a
empujarme hacia el escenario. El guardia me cargó y quedé frente a todos. Jin se acercó a mí con el
micrófono en mano.

— ¿Y bien Jimin? ¿Serás mi segundo al mando para atrapar a Suga? —Preguntó sonriendo

Todo el mundo me volteó a ver, me sentí completamente vulnerable.

— N-no lo sé —Tartamudee

— ¿No lo sabes? ¿Cómo que no sabes? Jimin... ¿qué acaso no quieres atrapar a Suga? —Preguntó Jin con
cierto tono ofendido, aunque claramente era falso.

— Es que, tengo muchas cosas que hacer y un proyecto así de grande... siento que no podría con él —
Mentí, era un buen punto

— Eres Park Jimin, la chico que alardea que es mejor que todos —Jin me puso el micrófono en la mano—
Demuéstralo...

La gente me vio completamente sonrientes, como perritos esperando su premio después de un halago. Mis
manos temblaron mientras acercaba el micrófono a mis labios. Cerré los ojos y tomé aire. Los abrí de
nuevo y traté de que mi voz no saliera temblorosa

— No puedo hacerlo —Pareció más un tartamudeo que una afirmación— T-tengo m-muchos problemas y,
y realmente me gustaría pero, pero no puedo porque… pues porque... tengo muchos problemas ahorita, y
debo primero… pues, arreglarlos. Agradezco esta oportunidad pero... no puedo tomarla. N-no puedo y lo
siento, de veras lo siento.

Le regresé el micrófono a Jin y bajé del escenario. Evité todas las miradas y volví a mi asiento. Todo mi
cuerpo temblaba, Hoseok comenzó a hablarme pero no podía escucharlo.

Cerré los ojos y esperé a que la reunión terminara para salir corriendo...

[***]

110
Me tumbé en el pasto del parque mientras pensaba en todo y en nada. Todo estaba desierto, silencioso y
vacío. Observé el cielo, era naranja y un poco lila, los suaves rayos de luz me rozaban pero no era
molesto, el viento era cálido y el silencio acogedor, perfecto. Cerré los ojos y respiré profundo. Pensé en
mi madre, ella hubiera querido que entrara al proyecto de Jin pero no podía hacerlo. Simplemente no
podía.

Muchas veces ella y yo veníamos aquí a hacer un picnic los sábados o simplemente a relajarnos,
desahogarnos, platicar a gusto. Mierda, extrañaba a mi madre, la extrañaba mucho. Apreté mi quijada, mi
paz se transformó en odio. Mi mente se volvió a aclarar: YO IBA A MATAR A SUGA, NO IBA A
DEJAR QUE JUGARA CONMIGO.

Me senté y me sacudí el pasto, todo volvió a aclararse una vez más. Apreté mis dientes y golpee el suelo
con mis manos, me levanté molesto y comencé a golpear un árbol. Sentí ira desenfrenada, las imágenes
del cadáver de mi madre inundaron mi cabeza, la sangre, Suga, Namjoon, la reunión de hace rato, las
miradas de odio y decepción de los estudiantes...

Era uno de esos momentos donde sentía que me volvería loco. Estaba solo. Completamente solo. No tenía
con quien desahogarme, con quien compartir mi odio y mi tristeza.

— ¡MIERDA TODO ES TU CULPA! —Grité refiriéndome a Suga

Mis hombros subían y bajaban rápidamente, respiraba por la boca y mis puños dolían por tanto apretarlos
con fuerza. Me relajé y respiré profundo. Observé el cielo y era azul oscuro, era increíble como el tiempo
cambiaba en tan sólo 5 minutos... igual que yo.

Me crucé de brazos y vi el pobre árbol golpeado. Me senté en el pasto de nuevo... realmente Suga me
asustaba. Tenerlo cerca me ponía los pelos de punta, sentía el peligro pero a la vez la emoción y el deseo.
Sí, dije deseo, ¿y qué?

Pasaron largos minutos, las estrellas iluminaron el cielo negro que estaba completamente despejado. Oí
unos pasos detrás de mí. Me levanté y me di la vuelta rápidamente mientras levantaba una rama para
defenderme. Era Taehyung.

— Wow —Dijo él riendo— Cuidado con la rama

— Cristo, me asustaste —Me llevé una mano a la boca y solté la rama— Perdón, perdón creí que eras
alguien más

— No pasa nada —Taehyung sonrió— ¿Disfrutando de la noche?

— Algo así —Reí

Taehyung se rió también y se sentó, me senté junto a él

— ¿Qué haces aquí? —Pregunté curioso

— Me gusta la soledad —Dijo él

111
— Somos dos

Taehyung sonrió, su sonrisa era realmente hermosa, muy tierna y de un cierto modo sexy. Observamos el
cielo en silencio. Todo era tranquilo, no incómodo. Después de unos segundos observé a Taehyung, él
veía el cielo fijamente. Su cabello rubio estaba un poco despeinado pero le daba el look de chico
malo/desaliñado. Él se percató que lo veía, me clavó sus ojos marrones. Desvié la mirada completamente
ruborizado.

— Tranquilo, si quieres admirarme puedo darte una foto —Dijo él

— Jaja, qué gracioso —Dije son sonreír

— No seas penoso —Me dio un codazo— Soy muy guapo, ya lo sé

— Un guapo arrogante

— A veces

— ¿Lo guapo y arrogante?

— Sólo lo arrogante, lo guapo lo tengo siempre

Ambos reímos. Me agradaba Taehyung, era algo realmente loco porque yo jamás tendía a formar lazos
sentimentales con alguien, era difícil, sólo con las personas con las que me sentía identificada era bastante
abierto. Y Taehyung se parecía a mí, nos parecíamos en muchas cosas y eso era asombroso. Yo siempre
creí que el raro era yo. O tal vez era raro, pero encontré otro igual de raro que yo...pero no pasa nada, es
un logro enorme. Nunca creí que pasaría...

— ¿Tú qué opinas acerca del amor y la amistad? —Pregunté

Taehyung me volteó a ver, se rió y levantó los hombros

— Francamente lo veo como una debilidad —Dijo él— Aunque bueno, a veces no podemos evitarlo

— Concuerdo contigo, yo por ejemplo soy muy... anti-sentimientos. Realmente odio todo lo que tenga que
ver con amor. La amistad la tolero más pero el amor —Negué con la cabeza— Fatalidad extrema

— Vaya Jimin, no te creí tan duro respecto a ese tema —Dijo Taehyung

— Tuve un día difícil, me quejo el triple —Reí débilmente

— ¿Entonces nunca te has enamorado?

— Una vez, pero fue horrible y realmente doloroso. Ahí aprendí que el amor aunque parezca dulce y
tierno al principio, se tornará realmente malo y doloroso al final

— A menos que encuentres a tu alma gemela

— No creo en esas cosas

— ¿No? ¡Qué mal! Tenía ganas de hablar de cuentos de hadas contigo —Bromeó Taehyung

112
— Si este fuera un cuento de hadas definitivamente sería el villano —Sonreí

— ¿Por qué dices eso? —Taehyung se acomodó

— No soy un príncipe, no soy dulce, no soy bondadoso, mucho menos cariñoso o frágil, no amo a todos,
no le hablo a los animales y lo más importante: no espero el amor verdadero.

— No por no ser un príncipe, eres un villano.

— Según yo sí

— Quizá puedes ser un término medio o una combinación de ambos —Taehyung sonrió

— ¿Coooomo qué? —Pregunté mientras observaba fijamente a Taehyung

— Podrías ser un príncipe oscuro —Taehyung me observó de pies a cabeza— O tal vez podrías ser un
villano que se fue por el camino de la luz

— Ninguna suena a mi caso

— ¿Entonces quien serías en este cuento de hadas?

— ¿Quién sería? —Reflexioné un poco— Pues, probablemente el príncipe que tomó el camino
equivocado... sería el príncipe azul que se transformó en villano

— Wow, muy fuerte —Taehyung arqueó las cejas— Creo que voy a llorar debido a la profundidad

— Ay, cálmate —Le di un codazo

— Pero dime algo... ¿ese príncipe que se convirtió en villano, se vuelve a enamorar?

— Es muy poco probable

— ¿Y si otro príncipe azul trata de salvarlo de sus demonios?

— Aun así nunca se enamoraría, él es tan oscuro por dentro que ni siquiera la luz del amor podría
iluminarlo un poco

— ¿Y en la vida real? ¿Ese príncipe convertido en villano se enamora?

— No lo sé —Me percaté que estaba muy cerca de Taehyung— El príncipe ahora está muy ocupado
persiguiendo a la bestia

— ¿Y quién es la bestia?

— El que asesinó a la reina —Susurré

Taehyung sonrió. Agarró mi mano y lo observó fijamente. Nos quedamos en silencio durante largo rato.
Era extraña la forma en que hablábamos, supongo que ambos teníamos el mismo grado de rareza

— ¿Te digo qué opino? —Taehyung me volteó a ver

113
— ¿Qué? —Pregunté

— Opino que hasta el ser más cruel y podrido por dentro puede enamorarse

— ¿Cómo estás tan seguro? —Pregunté suspirando

— Somos humanos Jimin, hasta el ser más despiadado o sanguinario tiene sentimientos. Algunos usan
máscaras para ocultarlos pero si encuentras el punto débil de la máscara, puedes acceder a sus
sentimientos con mucha facilidad.

— Ninguna bestia se enamora —Dije sonriendo

— ¿Entonces cómo Bella y Bestia terminaron juntos? —Taehyung sobó mi mano

Parpadee varias veces mientras unía mis cejas. Observé el suelo, un foco se encendió en mí

— Hasta el ser más cruel se enamora —Repetí en voz baja

— Correcto, seguimos siendo humanos. ¿Aunque sabes por qué tantos ocultan los sentimientos de amor?

— ¿Por qué? —Pregunté

— ¿Tú por qué lo haces?

— Para no parecer débil y no lastimarme

— Tú mismo lo dijiste, nada lastima tanto como el amor. Es una enfermedad peligrosa y mortal

— Porque es la única que alcanza la mente y el corazón —Me adelanté

Sonreí con Taehyung. Mi mente se aclaró. Finalmente todas las ideas se organizaron, todo agarró sentido
y las pistas pude entenderlas con facilidad. Acababa de encontrar el modo de torturar exquisitamente a
Suga.

Amor

Esa simple palabra, la palabra que causa felicidad, confianza, esperanza y fe. La palabra que causa agonía,
dolor, tortura y locura. Amor Ya sabía lo que haría con Suga, ya tenía su tortura perfecta:

Yo lo enamoraría

114
PARTE II

He was a normal guy until blood became his best lover

Slowly he destroyed his own world and became the best friend of madness

[*]

Él era un chico normal hasta que la sangre se convirtió en su mejor amante

Lentamente destruyó su propio mundo y se convirtió en el mejor amigo de la


locura

115
Capítulo 11. “Perdido”

Última semana de clases. Podría soportarlo, claro que podría. Comencé a caminar felizmente por las
calles, estaba eufórico de que exactamente en menos de una semana me iría de este infierno. No más Jin,
no más Hoseok, no más nada. ¡ADIÓS!

Entré al instituto por primera vez con una enorme sonrisa en la cara, me dirigí a los casilleros y vacié mi
mochila. Agarré los pocos libros que tenía y guardé todo. Observé la oficina del director y vi el
consultorio de la psicóloga. Me impresioné bastante al ver a Jin dentro. Esperé unos segundos y lo vi salir,
afortunadamente no me vio. Seguí mi camino y me detuve frente a la sala de artes plásticas. Hoseok llegó.

— Feliz lunes —Dijo Hoseok sonriendo— El viernes salimos de vacaciones, ¡oh sí!

— ¡Lo sé! ¿No es hermoso? —Exclamé sonriente

— Wow... ¿estás feliz? ¿Es eso posible? —Hoseok me observó sorprendido

— Es posible, pero si no te callas no durará mucho esta sonrisa —Advertí

— Tú ganas Park, me callo —Dijo Hoseok levantando las manos

Reí y me senté en el suelo, observé a la gente pasar. Jin estaba hablando con una chico de cabello negro y
ojos azules, muy bonita de hecho. Hoseok se sentó junto a mí y comenzó a anotar unas cosas en su
cuaderno.

— ¿Sabías que Jin está con la psicóloga? —Pregunté

— Sip —Dijo Hoseok mientras seguía escribiendo

— ¿No te sorprende? —Volví a preguntar— Es decir, como chico popular debe ser un poco incómodo

— Nop —Hoseok seguía escribiendo tranquilamente— No me sorprende para nada

— ¿Me estás escuchando siquiera? —Solté un poco molesto

— Sip —Hoseok sonrió y me observó— Todo eso ya lo sé, no me sorprende. Jin está con un psiquiatra
además de la psicóloga.

— ¿Qué él está con quién? —Pregunté abriendo los ojos

— Todos lo saben —Hoseok me volteó a ver— Por eso tantos lo consolaban

— ¿Por qué siempre soy el último en enterarme? —Murmullé

— Porque nunca prestas atención a tu alrededor, pero tranquilo, hay bastantes personas que seguro no lo
saben. Además, Jin es tu peor enemigo, no tendrías por qué saber acerca de su vida personal.

116
— ¿Puedo saber por qué va con un psiquiatra? —Pregunté curioso

— Es bulímico, su trastorno empeoró después de la muerte de Mark —Dijo Hoseok suspirando

— Auch —Hice una mueca

— Sí, auch, pero bueno, él se lo buscó

— Creí que te agradaba

— Quizás cuando éramos novios pero ahora... de tan sólo verlo me pregunto qué demonios vi en él. Dios,
parece que tiene una estricta dieta a base de ego y fastidio. Es realmente insoportable

No pude evitar soltar una carcajada. ¿Hoseok acababa de decir eso? Wow, ahora me agradaba mucho más.

— Pero aun así siento un poco de pena por él—Hoseok la observó— Todos piensan que está loco y que
comienza a desarrollar una pequeño obsesión por Suga

— ¿Por qué creen eso? —Agite la cabeza confundida

— Se está tomando muy en serio esto de Suga, con la venganza de Mark y el proyecto —Explicó Hoseok

— ¡Qué locura! —Exclamé

— Jin parece obsesionado con Suga —Hoseok resopló— Da miedo

— Creo que cualquiera se obsesionaría con él

— Es probable, pero sigue siendo una locura, las mujeres están locas. Hasta los hombres.

— Ja... si supieras...

— Y además, su discurso en el auditorio fue tipo día de la independencia o algo así

— Lo sé

— Y luego se le ocurrió elegirte a ti, su peor enemigo como mano derecha

— ¡Finalmente me comprende alguien!

Hoseok me observó durante unos segundos y luego suspiró riendo

— ¿Tú crees que vaya tras Suga? —Pregunté después de unos segundos en silencio

— No estoy seguro —Hoseok se frotó la barbilla — Pero lo que es seguro es que si no le baja a su
obsesión puede hacerlo

— Espero que no —Murmullé

Finalmente el timbre sonó, Hoseok y yo nos levantamos para entrar a la sala de Artes. Me senté lo más
alejado posible de la gente cuando comenzaron a llegar. Algunos murmullaban cosas, otros me veían con

117
odio y algunas personas me señalaban mientras susurraban cosas. Un grupo de 6 o 7 chicos se me acercó.
La líder, una chica de cabello café lacio y muy largo y ojos verdosos se me acercó.

— ¿Puedo preguntarte algo? —Dijo con una voz chillona asquerosamente falsa

— No

— Te lo preguntaré de todos modos —La chica me observó de pies a cabeza— ¿Por qué no aceptaste
ayudar a Jin con su proyecto?

— Tengo muchas cosas que hacer —Levanté los hombros— No tengo tiempo para contar dinero de una
fundación

— Pero estamos hablando de SUGA —Dijo la chica resaltando mucho las últimas palabras— El tipo que
mató a TU MADRE

— ¿Puedes dejar de hablar de mi madre por favor? —Solté molesto

—Si se tratara de mi madre yo aceptaría, además Suga ha estado muy ausente los últimos días así que...—

— ¿Qué dijiste? —Interrumpí

— ¿Qué dije de qué? —Preguntó la chica confundida — ¿La fundación?

— No, no, lo de antes

— ¿Qué?

— Algo de Suga —Dije impaciente

— Que ha estado ausente los últimos días —Repitió la chica

— ¿Qué tan ausente? —Me comencé a preocupar

—Ningún asesinato, ninguna muestra, ningún testigo... nada. Es como si se hubiera esfumado
completamente —Habló suavemente.

— ¿Entonces dices que su último asesinato fue Mark?

— Eso parece... ¿por qué pones esa cara?

— ¿Qué cara? —Levanté una ceja

— Tienes una cara de horror que no puedes con ella

— Me preocupa que se haya ido

— ¿Por qué te preocuparía? —La chica levantó una ceja— No es que estuvieras encubriéndolo o algo
así... ¿verdad?

— ¿Por qué demonios haría eso? —Solté secamente

118
—Por la manera en la que me miras, hablas e incluso reaccionas ante su nombre. Todos vimos en el
escenario como te pusiste cuando Jin te hiso la proposición de unirte al proyecto. Fue como si te
hubiéramos descubierto de algo que hiciste —La chica se acercó más— Pero no tienes nada que ocultar,
¿verdad Jimin? Si ocultas algo las consecuencias serán muy malas para ti

— La única consecuencia que habrá es que si no te alejas, van a pasar cosas malas. —Sonreí— Con su
permiso, madame

Las otras chicas me observaron de mala manera y se alejaron junto con su líder. Me di cuenta que toda la
clase me estaba observando, incluso el profesor y Hoseok. Resoplé con fuerza y los observé de mala gana

— ¿Quiere compartir algo con nosotros? —Me preguntó el profesor

— Ellas empezaron —Señalé al grupito

— No es razón para amenazar con violencia —El profesor me observó seriamente

— Sólo digo lo que pienso en voz alta, no puede culparme. Es libertad de expresión profesor

— No se pase de listo, Park

—No necesito, ya lo soy profesor

— Y por favor controle su ego

— Lo haré cuando usted se vuelva profesor de francés

— Y deje el sarcasmo.

— Mais je m'en merde avec ce putain professeur

— ¿Qué dijo?

— Nada, que el arte es aburrido

El profesor suspiró y comenzó a dar las instrucciones del dibujo. Cuando finalizó me puse los audífonos y
comencé a dibujar. Teníamos que dibujar un paisaje que significara algo para nosotros, yo obviamente
elegiría el parque ya que siempre estaba ahí con mi madre. Y a mi madre la había perdido así que ahora
ese parque era muy importante para mí. Me hacía sentir acompañado de un cierto modo, me hacía sentir
aún con ella, y eso...eso era mágico.

Después de largos minutos oí los gritos de unas personas. Me quité los audífonos y vi a la gente
abalanzarse sobre la ventana gritando y empujando. Levanté una ceja. El profesor trató de apartarlos pero
la gente salió corriendo al pasillo, los seguí de cerca. Todos se detuvieron en el pasillo que tenía vista a la
calle mientras susurraban cosas y sacaban fotos.

— ¿Qué sucede? —Le pregunté a Hoseok

— Ni idea —Dijo él

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Traté de abrirme paso pero resultó inútil. En cuestión de segundos la gente se calló y poco a poco se
fueron dando vuelta. Todos me voltearon a ver. Yo traté de esquivar sus miradas pero TODOS me estaban
viendo. Se abrieron paso para que pasara, comencé a pensar en lo peor. ¿Y si era el cadáver de mi
hermano? ¿Y si Suga lo había matado? O pero aún... ¿Y SI ERA SUGA? Pero entonces la gente no
tendría por qué verme. ¿Y si era el alguacil con un retrato mío para arrestarme por mentirle a la policía?
Oh dios...

Finalmente llegué hasta el vidrio. Bajé la mirada lentamente hacia la calle, justo al patio exterior del
instituto junto a la entrada. Divisé unas manchas y unas líneas pero no podía observar bien. Finalmente mi
vista se calmó y vi que era un mensaje enorme de letras rojas.

"I'm coming for you, Jimin" (Vengo por ti, Jimin)

Tragué saliva. Sentí todos mis músculos tensarse, mi respiración se cortó. Me tambalee un poco hacia
atrás... esto no podía ser cierto. Sólo una persona podría escribir ese mensaje... sólo una persona. Suga.
Suga venía por mí. ¿Por qué? No tengo idea, pero lo haría. Vendría por mi tarde que temprano. Retrocedí
lentamente, la gente comenzó a susurrar más cosas, otros negaban con la cabeza y hasta algunos
comenzaron a alejarse de mí. Choqué con el director, lo voltee a ver.

— Todos regresen a sus clases, ahora —Dijo el director con firmeza

La gente comenzó a dispersarse, yo iba a avanzar pero el director me agarró del brazo. Suspiré y le clavé
la mirada

— Tú te quedas Jimin —Dijo él

El pasillo finalmente se vació. La secretaria se acercó también.

— ¿Tienes idea de lo que significa ese mensaje Jimin? —Preguntó el director suavemente

— No lo sé... —Fingí estar asustado

— ¿Crees que sea Suga? —Preguntó la secretaria

— No sé... no sé... quizás quería matarme el día en que estuve en el hospital y no lo logró y por eso viene.
O quizás quería matarme a mí y no a mi madre —Comencé a llorar, aunque falsamente— ¿Qué querría de
mí? ¡Yo no he hecho nada!

— No lo sabemos, quizás sea una broma pesada —El director observó a su secretaria— Checa las cámaras
de seguridad externas

— Enseguida —Dijo la secretaria mientras se alejaba

— Mira Minnie —El director apoyó su mano en mi hombro— Entiendo que esto es difícil para ti,
realmente no sé por qué todas estas cosas te pasan pero... necesitas amigos. Amigos en quienes confiar

— Nadie me quiere —Dije con voz de víctima

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— Tienes un carácter muy fuerte pequeño, pero quizás debas dejar de pensar en que todos son malos e
inútiles y darles una oportunidad

— No pasará —Dije en un susurro

El director observó su teléfono y luego me observó

— Quiero que vayas a ver a la psicóloga —Dijo el director— Dice que está disponible. Si no vas abrirte
con la gente de tu edad quizás lo hagas con una persona mayor. Una con quien puedas compartir todo

— Siempre terminan diciendo tus cosas

— Por favor Jimin

— Bien, lo haré —Dije de mala gana

El director sobó mi espalda. Suspiré y comencé a caminar hacia el consultorio de la psicóloga. Toqué 3
veces y luego oí el "pasen". Entré. Había una mujer de piel café clara, cabello negro muy lacio y largo y
facciones bastantes lindas. Me sonrió.

— ¿Park Jimin? —Preguntó con voz muy dulce

— Es correcto —Dije mientras me sentaba frente a ella

— Mucho gusto, puedes decirme Jeannette —Me dio su mano para que la estrechara

Observé fijamente su mano y dudoso, la estreché. Ella me sonrió y sacó unos papeles y un portafolio. Se
acomodó en su silla negra bastante ancha y sacó una pluma.

— ¿Me das tu nombre completo por favor? —Dijo la psicóloga

— Jimin Park Bordeaux —Dije suspirando

— ¿El apellido francés es de tu madre? —La psicóloga me observó

— No, de mi padre. Yo sólo uso el apellido de mi madre que es Park.

— Entiendo —La psicóloga siguió anotando cosas— ¿Qué edad tienes Jimin?

— 17

— Muy bien... —La psicóloga comenzó a hojear unas hojas rosas y sacó una bastante larga. La observó
detenidamente— El director de la escuela me estuvo comentando de tu situación o parte de ella

— ¿Cómo qué? —Pregunté preocupado

—Acerca de tu increíble potencial de liderazgo, un poco de tus problemas académicos y bueno, del
fallecimiento de tu madre

— Yo lo llamaría homicidio, señorita

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— Entiendo —La psicóloga sonrió— No quería usar ese término

— No se preocupe —Suspiré

— También parece que estuviste 6 semanas ausente, estuviste en el hospital, ¿correcto?

— Efectivamente

— Y ahora estás en la custodia de tu hermano... —Siguió leyendo la hoja rosa— Y parece que tienes
problemas con el hijo del alguacil

— ¿Podemos saltar todo esto? Ya lo sabe

— Bueno —La psicóloga dejó la hoja— ¿Quieres hablar acerca de algo en específico?

— No, estoy bien —Dije sonriendo

— ¿Me quieres contar acerca de cómo te sientes?

— Estoy bien

— ¿Quieres hablar respecto al mensaje fuera de la escuela?

— No

—Bien —La psicóloga suspiró y me observó fijamente— Mira Jimin, puedes confiar en mí. Entiendo que
seas un chico cerrado pero ¿por qué lo eres?

— Para evitar el dolor

— El dolor es un sentir natural en el ser humano, querido

— No me gusta sentirlo

— ¿Por qué?

— Siento que me hace ver débil

— Ya veo —La psicóloga anotó unas cosas— ¿Eso es con todos?

— Sí. Tiendo a ser asocial, muy pocas veces soy agradable con la gente

— ¿Y te gusta estar solo?

— Me fascina, soy solitario porque quiero

— ¿No te gusta estar en grupos grandes? —La psicóloga siguió anotando cosas

— No, a veces siento que no encajo. Me siento diferente

— ¿En qué aspecto te sientes diferente? —La psicóloga me observó

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— En todo, respecto a los pensamientos, ver las cosas... siento que soy demasiado para ellos

— Vaya —La psicóloga rió un poco— Parece que eres bastante seguro, eso es bueno

— Soy orgulloso —Sonreí— Creo que eso sería la palabra

— Astuto también ¿no?

— En efecto

— Eso es bueno, que tengas mucha confianza en ti. ¿Crees que por eso a la gente le cuesta hablar contigo?
¿Porque eres muy seguro?

—Tal vez los intimido, por eso algunos me evitan

— ¿Y cómo te sientes respecto a eso?

— Me da igual, no necesito amigos ni amor para ser feliz

— Bien —La psicóloga anotó otra cosa en la hoja— Hablemos de tus sentimientos negativos... ¿qué me
dices del temor? ¿La tristeza? ¿El estrés?

— Me estresa mucho no tener mi libertad

— ¿Es muy importante para ti la libertad?

— Sí, no soporto ser controlado, debo estar siempre al mando

— Buena característica de líder, aunque debes aprender a que eso no te afecte. No siempre puedes llevar
las riendas en todo

— Lo sé... aunque también odio ser a veces el centro de atención

— Comprendo... supe que tuviste algunos problemas de conducta con unos chicos. ¿Crees que la violencia
es una buena manera de desahogar tu estrés? ¿O tus emociones negativas?

— No, cuando golpeo a los chicos siempre les doy advertencias —Sonreí

— Entonces siempre adviertes tus movimientos

— Siempre, no me gusta ir directo al grano. Quiero que estén conscientes, me gusta amenazarlos,
causarles temor

— ¿Al igual que lo hiciste con Jin? —Preguntó la psicóloga

— Jin es un idiota que se metió con el chico equivocado

— Pero le dijiste algunas cosas no muy amigables

— Me gusta ser grosero, me gusta sembrar odio

— ¿Y luego no te sientes mal?

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— ¿Debería? —Levanté una ceja— Remordimiento es lo único que jamás siento

— ¿A qué te refieres? —La psicóloga se apoyó en sus codos

— Cada que le hablo mal a alguien, lo lastimo, golpeo o lo que sea, nunca me siento mal. No siento
remordimiento.

— ¿Nunca?

— Nunca

— ¿Si lastimaras a tu hermano no te sentirías mal?

— Siempre lo lastimo y hiero, y nunca me he sentido mal respecto a eso. Es más, si lo matara puede que
tampoco me sentiría mal

La psicóloga me observó durante unos segundos. Asintió y comenzó a anotar una frase muy larga. Luego
la encerró en un círculo.

— ¿Quieres hablarme de otra cosa? —Preguntó ella

— No, hasta aquí te dejaré conocerme —Sonreí

— ¿No quieres hablar de Suga?

Me quedé frito, apreté mis puños, abrí la boca pero la volví a cerrar. Me acomodé en la silla y crucé mis
piernas. ¿Qué quería esta mujer? O más bien... ¿A dónde quería llegar? ¿Por qué quería hablar de Suga?
¿Qué acaso para eso era la cita? ¿Una encuesta secreta pagada por Jin para que confesara que conocía a
Suga y que casi me viola? Esperen... no, eso no lo sabe él.

— ¿Por qué querría hablar de él? —Pregunté fríamente

— No lo sé, él mató a tu madre. Casi te ataca... deberías sentir algo respecto a ese tema, ya sea enojo,
tristeza o venganza tal vez. Recuerda que estoy aquí para ayudarte y para guiarte, no para hablar mal de ti
ni para juzgarte. Nunca haría eso. Todo lo que hablemos aquí se queda aquí.

— ¿Le digo qué pienso? —Me acerqué a ella lo suficiente para ver bien el color de sus ojos— Pienso que
debería morir, y que YO debería vengarme... es más... lo mataría con mis propias manos. Cuando pienso
en él es como una bomba, no sólo por el odio sino también por todo lo que crea en mí —La psicóloga me
observó detenidamente, como queriendo analizarme a fondo— Así que eso es: pienso que es un maldito, y
espero que tenga un final espantoso. No espero que la policía lo atrape, nunca lo harán, es demasiado
bueno. Necesita ser alguien que esté a su altura

— ¿Y quién sería esa persona Jimin? —La psicóloga me observó

"Yo"

— Alguien —Me volví a sentar y sonreí

— ¿Y cómo te sientes respecto a eso? —Preguntó la psicóloga

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— ¿Cómo debería sentirme? —Pregunté

— Normalmente sentirías miedo

— ¿Miedo?

— Miedo a que vaya por ti, mucha gente sufriría un trauma a largo plazo. Además en ese mensaje fuera de
la escuela, si es que es de él, también te advierte que vendrá por ti. Eso debe al menos preocuparte.

— No me preocupa en absoluto, que venga por mí. Lo estaré esperando ansioso —Sonreí como gato

Jeannette me observó fijamente como tratando de excavar en mi mirada para saber qué realmente quería
decir con esa frase. Aunque resultaba bastante obvio. Quizás pensaba que decía todo esto para no verme
débil, usar una máscara. O de plano creía que lo decía enserio (y realmente lo decía enserio) y se
preguntaba qué clase de mente retorcida poseía. O quizás ninguna de las anteriores y sólo pensaba qué
decir a continuación. Finalmente el timbre del receso sonó.

— Fue un placer hablar contigo Jeannette —Sonreí y estreché su mano con inocencia— ¿Para cuándo me
darás mí próxima cita?

— Dejaré que tu vengas voluntariamente —Ella sonrió y se volvió a sentar

— Bien, no te ilusiones mucho. Dudo que pase... —Dije haciendo una mueca mientras me dirigía a la
puerta

Salí del consultorio y caminé directo al patio después de cerrar la puerta detrás de mí.

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Capítulo 12. “Último día”

No hubo noticias de Suga en toda la semana, hasta los noticieros dejaron de hablar de él. Los policías
igual, parecía que a la gente ya no le importaba... era como si se hubiera esfumado. Él no podía haberse
esfumado, no, debía tener algo en mente

Todas las tardes después de la escuela lo buscaba, en la ciudad, en el bosque, las carreteras, los
restaurantes, los callejones, las casas abandonadas e incluso fuera del pueblo. Pero no había ningún trazo
de él, era un fantasma, Suga se había transformado en un alma desaparecida. Mi desesperación fue
aumentando, entré en ansiedad, era como si mi mente pidiera a gritos encontrarlo. Quería encontrarlo, no
sabía por qué mi cuerpo y mente reaccionaba de esa manera, era como si él fuera mi droga. Estaba
desesperado por encontrarlo. Si fuera él, correría, porque puede que los policías se cansaran de buscarlo
pero yo jamás. Así que corre querido, corre porque yo te voy a alcanzar tarde que temprano. Oh sí, cuando
te encuentre vas a sufrir.

Por fortuna mi estrés se calmó al levantarme y ver el calendario, era el último día de clases. Finalmente el
largo verano llegaba al pequeño pueblo. Eso significaba que sólo este día tendría que soportarlo lo mejor
posible para luego salir y correr hacia la libertad. Observé las casas, ya no habían perros guardianes, ya no
habían cadenas ni trampas, tampoco cámaras. Era como si el lugar hubiera vuelto a cobrar vida, como si el
miedo y las tinieblas se hubieras dispersado lentamente. El miedo había terminado, eso era increíble.

Después de 2 años viviendo con terror, en menos unas semanas la gente ya volvía a suspirar aliviada.
¿Qué les sucede? Si yo fuera ellos jamás bajaría la guardia. ¿Iban a esperar a que alguien muriera antes de
volver a poner la guardia? La gente en serio sí que es extraña. Suspiré y observé el instituto a lo lejos,
había mucha gente caminando en las calles. Vi a un grupo de amigas que reían mientras se sacaban fotos y
se abrazaban. Vi a otro grupo de chicos que estaban en un convertible mientras gritaban "¡ÚLTIMO DÍA
DE CLASES!". Rodé los ojos, en serio a la gente no se le ocurría otra cosa que no fuera hacer escándalo.
Vaya que la sociedad y la humanidad es una mierda.

Finalmente me encontré frente al instituto, observé a todo el mundo, muchos estaban gritando, otros
brincando, unos llorando, incluso habían algunos chicos que llevaban papel higiénico a la mano y lo
estaban poniendo en los árboles y en la entrada. Vi al grupo de chicos de la clase de artes, las que me
habían intentado enfrentarme ayer, estaban sacándose fotos con algunos chicos. Suspiré y me di la vuelta
pero choqué con Hoseok. Él sonrió

— ¿Cómo va la vida Park? —Preguntó él

— Bien, feliz de que es el último día —Dije sonriente

— ¿Harás algo en vacaciones? —Preguntó él

— No tengo idea, tal vez me vaya de viaje

— ¡Cool! Yo me voy a Canadá

126
— ¿En serio? ¡Qué padre!

— Tal vez podemos vernos en Agosto

— ¿Ah sí? —Levanté una ceja y sonreí con maldad— ¿Y por qué querría verte?

— Te agrado demasiado —Hoseok me devolvió la misma sonrisa pícara

— ¿Y por qué estás tan seguro? —Crucé mis brazos

— Porque conmigo eres un encanto a comparación de los demás

— Eres un idiota

— Si Jimin, yo también te quiero

Reí con él, me rodeó con su brazo derecho y me pegó a él. Resoplé y me pellizcó la nariz, comenzamos a
caminar. La gente me observó entre fascinados y sorprendidos. ¿Qué? ¿No podía estar cerca de una
persona sin herirla? ¡Pues fíjense que sí puedo! Soy encantador con la gente con quien puedo sacar
provecho. Sólo si me sirven, si no, me da lo mismo.

— ¿Qué tienes ahorita? —Preguntó Hoseok

— Deportes, basquetbol

— Wow, yo quiero ver eso

— ¿Ver qué?

— El partido, debes ser rudo y sexy

— Soy perfecto querido —Le guiñé el ojo— Pero eso ya lo sabes

— Mrs. arrogante, ya llegamos al gimnasio

— Gracias señor mujeriego

Me despedí de Hoseok y entré al gimnasio. Entré a los vestidores de chicos y me quité la camisa y los
jeans. Cuando ya estuve cambiado salí, observé a Jin acercarse a mí con una radiante sonrisa. ¿Por qué
me agarra ya fuera de los vestidores y a punto de entrar al gimnasio?

— Hola Jimin —Dijo él sonriendo

— ¿Hola? —Pregunté en modo duda mientras una ceja

— Mira, seré breve —Jin suspiró— Nuestros problemas son estupideces, ya casi tenemos 18 años,
debemos comportarnos como tal

— Más bien, TÚ deberías madurar

127
— Sí, lo sé. Quiero hacer las paces contigo —Jin me extendió su mano— Olvidemos la competencia,
ambas sabemos que somos igual de buenos

"¿Desde cuándo hago competencia con él?"

"Te ve como su competencia"

— Bueno —Estreché su mano— Me alegro que por fin te dieras cuenta que... —Me detuve, ya debía ser
más dulce— Pues, que puedes estar a mi altura

— ¡Wow Minnie! —Jin sonrió— Creo que es lo más dulce que me has dicho

— Si —Sonreí con falsedad, realmente tenía ganas de vomitarle encima

— Bueno, nos vemos luego, querido—Jin sonrió y se fue

¿Querido? Bueno, entiendo que los piropos es algo a lo que estoy acostumbrado pero... ¿era necesaria
tanta amabilidad? ¿Qué sigue? ¿Terrón de azúcar? ¿Rosita fresita?

— Date prisa Minnie —Una chica rubia y de ojos verdes me observó sonriendo— Se hará tarde

— Perdón... ¿te conozco? —Pregunté secamente

— Oh perdón, soy la prima de Jin —La rubia se tensó— No quería molestarte

¿Prima de Jin? ¡Oh dios es perfecto! Puede mantenerme informada acerca de su padre y él. ¿Cómo nunca
antes había oído hablar de ella?

— No te disculpes —Le sonreí— Lamento si fui agresivo, no pretendía serlo. ¿Cómo te llamas?

— Natasha, mucho gusto —Me tendió su mano

— Mucho gusto Nat —Estreché su mano y le dediqué una radiante sonrisa

— ¿Eres bueno en básquet? —Preguntó ella mientras se ajustaba los shorts turquesa

— No sé, supongo que sí... eso creo, tal vez sólo parezco perro corriendo detrás de la pelota —Reí

— Oh ya veo —Natasha rio también— Tal vez podemos estar en el equipo

— ¡Yo encantado! —Dije mientras terminaba de ajustarme y acomodarme la ropa deportiva

— ¡Bien! —Natasha sonrió

— Por cierto Nat, se te ve muy bien el uniforme. Me sorprende que los chicos no estén babeando por ti,
eres mucho más que varios acá —Sonreí

— ¡Wow! ¿En serio piensas eso? —Los ojos de Natasha se iluminaron

— Sí —Me coloqué mis tenis— Tu cabello rubio encanta más que el negro de Jin. Te lo digo como chico,
aunque no me atraigan las mujeres, sé reconocer cuando son especialmente atractivas.

128
— ¡Gracias Jimin! ¡Oh dios eres un amor de persona! —Dijo Natasha mientras me abrazaba

— No hay de qué —Le devolví el abrazo

— ¡Vamos! Se hará tarde —Natasha comenzó a caminar hacia la salida

Guardé mis cosas y me coloqué junto a ella, podía sacar mucho provecho de esa chica. Lo que quiere es
atención, si se la ofrezco puedo obtener toda la información que quiero. Entramos y la profesora nos
recibió un poco molesta. Formamos los equipos y eligieron a Jin y a Natasha de capitanes, Natasha me
eligió a mí de inmediato. La abracé como si fuera mi mejor amiga favorita y chocamos palmas. Todos los
chicos me vieron boquiabiertas. Cuando el equipo se completó fingí hipocresía hacia las demás. Muchos
se mostraron dulces y sorprendidos de mi cambio de actitud.

Quizás si era encantador podría aprovechar mejor a las personas, así ganaba su confianza más rápido y
podría usarlas a mi antojo. Choqué palmas con todos y nos colocamos en posición. Cuando el partido
comenzó logramos organizarnos muy bien (gracias a mí y mis técnicas perfectas en el juego). Al final
terminamos 6—20 favor nuestro. Los chicos y chicas de mi equipo comenzaron a dar brincos y a chocar
palmas. Les seguí el juego aunque me daba repugnancia fingir ser un escandaloso.

— Buen juego, Jimin —Dijo Jin mientras sonreía

— Gracias Jin —Fingí un rubor inocente— Tú también jugaste bien

Las demás chicos se unieron y fuimos platicando. Ahí los chicos se fueron acercando a mí, decidí dar un
informe público. Así se irían con una buena perspectiva de mí.

— Chicos, ¿puedo decir algo? —Dije en voz alta

— ¡Pero claro bebé!

— ¡Te escuchamos!

— ¡Claro!

— Sip

— ¿Qué pasó Minnie?

— Bueno —Dije cuando todas se callaron— Quería disculparme con ustedes, sé que he sido una mala
persona pero la muerte de mi madre me afectó mucho. Tuve un año difícil pero no es pretexto para ser tan
rudo y seco con ustedes —Suspiré — Por favor perdónenme todos

Las chicas se abalanzaron sobre mí para abrazarme y consolarme. Dijeron que estaba bien y que me
perdonaban, que era un amor, tierno, que me adoraban... Yo recibí los cumplidos con timidez, aunque por
dentro estaba encantado. Salimos todas de los vestidores juntos mientras reíamos y platicábamos. Nos
dirigimos a clase de inglés. Me senté con el grupo de chicos "populares". Hoseok me observó sorprendido,
yo le sonreí y levanté los hombros.

129
El día fue bastante curioso, me había ganado a casi todo el instituto con mi encanto. En la cafetería todos
querían estar conmigo al igual que en el salón de clases. Digo, en serio es increíble la facilidad con la que
caen todos. Te dedicas a hacerles cumplidos y ya están locos por ti. Y si tienes a las chicas, los chicos por
default también se juntan. Soy astuto, de mente fría. Todo lo calculo. Si logro tener de mi lado al instituto
podría pasar desapercibido fácilmente, la gente me cubriría.

¡Ja! ¡Qué ingenua y débil es la gente!

Por fin el timbre sonó. La gente comenzó a gritar y a bailar. Las clases terminaron. Muchos se despidieron
de mí, fue algo realmente tonto. Con tan sólo decir: "Gracias a todos por darme una segunda chance, los
amo" y ruborizarme me fueron a abrazar y decir que me veía muy tierno.

— ¿Me vas a marcar, verdad Park? —Me preguntó Hoseok

—Tal vez —Dije mientras cerraba mi casillero

— ¿Al menos vas a pensarlo? —Volvió a insistir

— Tal vez —Repetí mientras le sonreía

— ¿Puedo abrazarte?

— Tal vez

Hoseok me dio un beso en la mejilla y me abrazó. Lo observé dirigirse a la salida mientras me decía adiós
con la mano. Le devolví el saludo. Observé el entorno y vi a la psicóloga en su consultorio, el director
estaba hablando con ella. La psicóloga volteó a ver por la ventana y me observó, el director hizo lo
mismo. Aparté la vista pero seguían viéndome. El director le dijo algo a la psicóloga y anotó algo. La
psicóloga asintió y agarró su teléfono. El director salió del consultorio y me saludó con la mano, sonreí y
lo saludé. El director borró su sonrisa y se alejó a paso rápido.

Terminé de despedirme y me dirigí a la salida. Observé rápido el consultorio y la psicóloga estaba


guardando su teléfono. Segundos después me llegó un mensaje de Namjoon:

"Tengo una cita, llegaré tarde, no me esperes"

Observé el consultorio, la psicóloga había hablado con mi hermano, estaba seguro. Natasha se acercó a mí
sonriente.

— ¿Nos veremos en el verano? —Preguntó

— ¡Claro! —Borré mi sonrisa poco a poco y suspiré

— ¿Todo bien, Jimin?

— Oh sí —Dije con voz triste— No pasa nada, no te preocupes

— ¿Te puedo ayudar con algo?

— Sí, pero... no quiero que te metas en problemas

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— No te preocupes

— No Nat, en serio no —Dije con cara de súplica triste

— ¡Ay ya! Dime qué hago —Natasha sonrió

Bingo, logré mi objetivo. Sonreí por adentro y me acerqué a ella para susurrar

— Debo entrar al consultorio de la psicóloga... ¿crees que puedas distraerla? —Pregunté

— ¡Pfff pan comido! —Natasha sonrió

Me oculté y Natasha tocó la puerta del consultorio. La psicóloga asomó la cabeza, Natasha le dijo algo. La
psicóloga cerró la puerta y se alejó con Natasha a paso rápido. No perdí tiempo y entré corriendo al
consultorio. Cerré las cortinas y comencé a observar el entorno. Todo estaba bien organizado. Observé la
mesita y estaba anotado el número de mi hermano.

— Oh genial... ¿qué querrá decirle? —Pregunté en voz alta

Comencé a buscar mi portafolio, quizás ahí decía algo. Rebusqué en los cajones, nada. Me asomé un poco
por la ventana y vi a la psicóloga cruzando el patio. ¡Mierda! Me abalancé sobre el armario de vidrio y
comencé a buscar la letra P.

"Park"

Agarré mi portafolio y lo abrí pero las hojas sueltas se cayeron y se repartieron por todo el suelo.

— ¡ME LLEVA LA FREGADA! ¿ES EN SERIO? —Aullé mientras agarraba todos los papeles como
podía

Me levanté y metí los papeles dentro del portafolio, me asomé y vi que Natasha estaba hablando con la
psicóloga. Bien, tenía unos segundos más. Abrí el portafolio con cuidado mientras respiraba agitadamente.
Agarré la primera hoja, la leí pero no había gran cosa. Sin embargo mi vista se posó en una larga línea
subrayada con rojo.

"Posible trastorno sociópata"

Oí las voces más cercanas. Guardé la hoja como pude y la metí en el armario rápidamente. Aproveché que
la psicóloga estaba de espaldas y salí con cuidado. Natasha me observó y otra vez vio a la psicóloga.
Jeannette me observó fijamente, le sonreí

— Hola Jeannette —Sonreí

— Hola Jimin —Ella sonrió— ¿Ya te vas?

— Sí, esperaba a Natasha

Natasha sonrió, me despedí de la psicóloga y salimos juntos. Le agradecí y ella dijo que no había
problema, intercambiamos números y nos despedimos. Suspiré mientras observaba el cielo.

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¿Posible trastorno sociópata? ¿En serio? ¿Yo sociópata? Bueno... no me sorprendería pero mi madre debió
saber algo. ¿O no? Creo que mejor no pienso en eso, no es momento. Finalmente decidí ir al centro de la
ciudad para despejar mi mente. Tomé el autobús y me senté hasta el fondo. Observé el entorno, todo
estaba tranquilo, la ciudad parecía la misma de siempre. Antes de que llegara Suga. La gente iba de un
lado a otro, todo estaba abierto, la gente vivía en paz.

El autobús se detuvo, bajé lentamente y quedé frente a la plaza principal. Aquí había sido el primer lugar
donde había buscado a Suga. Reí y sentí la nostalgia, en ese entonces no sabía exactamente a qué me
enfrentaba, o más bien... no estaba listo para tales acciones. El tacto de Suga sobre mi piel regresó a mi
mente provocando vibraciones en todo mi cuerpo, sonreí un poco mientras agitaba mi cabeza. Me senté
frente a la fuente y me acosté, pensé en muchas cosas. Observé las nubes, eran rosas y esponjadas, el cielo
era lila muy claro y algo anaranjado en el horizonte. Una banda de pájaros pasó frente a mí, sonreí, mi
madre amaba ver pasar a los pájaros.

Ella siempre me comprendió, ayudó y aconsejó. Fue la única persona a quien no le importó mi mal humor,
la única persona que me aceptaba tal cual era, extrovertido o anti-social, siempre decía que estaba bien.
Era la única persona en quien confiaba y ahora todo me recordaba a ella. Es torturador y desgarrador.
Quería olvidarla pero parecía que su fantasma me seguía sin piedad.

— ¿Jimin? —Oí una voz familiar

Me reincorporé como pude y observé el entorno. Mi vista se clavó en un chico sonriente frente a mí

— ¿Sean? —Pregunté levantando una ceja

— ¡Heyyy! —Dijo él saludando

Sí, Sean. El chico con quien me encontré la primera vez que vine aquí a buscar a Suga. Él me había
ofrecido ayuda pero le dije que estaba bien. Venía con una chica... Cathleen creo.

— ¿Cómo vas? —Sean se sentó junto a mí

— Bastante bien, gracias —Sonreí

— ¡Hola Jimin! —Saludó Cathleen llegando

— Hola Cath —Saludé de beso

— ¡Se acordó de mi nombre! Qué mono —Cathleen me sonrió

— ¿Qué haces aquí Minnie? ¿Otra vez perdido? —Bromeó Sean

— No, vine a relajarme, hoy salí de la escuela —Dije mientras suspiraba

— Nosotros igual —Dijo Cathleen con voz chillona

— ¿A qué instituto van? —Pregunté

— Al Greengor —Dijo Cathleen

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— ¿Al instituto de la ciudad? —Pregunté sorprendido

— Sí, de hecho de ahí venimos —Dijo Cathleen

— ¡Wow! Yo creí que eran pueblerinos —Bromee

— No, sería divertido pero no, vivimos en la gran ciudad —Explicó Sean

— ¿Y vienen aquí seguido? —Pregunté curioso

— No, sólo de compras o a pasar el rato. Amo el pueblo, es hermoso —Explicó Cathleen

— La verdad sí —Observé el entorno, era un pueblo bastante mono

— ¿Qué hay colina arriba? —Preguntó Sean señalando la ruta que iba hacia arriba

— Oh, más casas. Nosotros estamos en la "planta baja" por decir de un modo. Aquí está el instituto, los
restaurantes, el supermercado, las plazas etc..., colina arriba sólo hay un par de casas. Yo vivo colina
arriba —Dije feliz

— ¿Entonces puedes ver el pueblo desde tu ventana? —Sean abrió los ojos

— Completito —Dije orgulloso y asentí

— ¡Oh, lo que daría por tener una vista así! —Cath suspiró

— ¿Ustedes dónde viven? —Pregunté

— ¿Ya has ido a la ciudad? —Preguntó Sean

— Sí, el verano pasado