Está en la página 1de 631

«tefe

jgi;.
púa.
a

+"» } V €"854
LAS PEREGRINACIONES
A
SANTIAGO DE COMPOSTELA
CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS
ESCUELA DE ESTUDIOS M E D I E V A L ES

LUIS VÁZQUEZ DE PARGA


A
J O S É M. LACARRA
J U A N U R í A R í U

LAS PEREGRINACIONES
A

SANTIAGO DE COMPOSTELA
PREMIO FRANCISCO F R A N C O

19 4 5

TOMO II

BRAGA DA CRUZ
CASAL DO ASSENTO
TAOIM -BRAGA

MADRID, 1949
Blass, S. A Tipográfica.—Núñez de Balboa, 2 7 . — M a d r i d .
P A R T E CUARTA

LOS CAMINOS DE COMPOSTELA


ADVERTENCIA PRELIMINAR

A l reconstruir los caminos que seguían los peregrinos de


Santiago hemos atendido en primer lugar a los itinerarios que
trazan las Guías y Canciones de los peregrinos, que, redactadas
para facilitar el tránsito, acreditan una continuidad del camino
en muchos años anterior a la composición de aquéllas y com-
probada por los relatos de viajeros y peregrinos. Después,
a la fundación de hospitales o ciudades precisamente para
asegurar el cómodo pasaje de los peregrinos y a la existencia
de leyendas, tradiciones o milagros que aludan al paso de pe-
regrinos, ya que por la persistencia y repetición de los mismos se
prueba la continuidad del paso. También hemos tenido en cuen-
ta las alusiones que hacen los documentos al "caminum Sancti
Iacobi", camino de los peregrinos o "camino francés".

Nos parece aventurado el fijar un camino por la mera exis-


tencia de un hospital u hospedería—pues, como es sabido, los
había en todas partes, y muy especialmente en las grandes igle-
sias y monasterios—, aunque en ellos se hable de peregrinos,
pues ésta era una voz usada en la Edad Media para todo tran-
seúnte, aunque no fuese precisamente devoto de Santiago. N i
tampoco por la existencia de iglesias o santuarios bajo la advo-
cación de Santiago. No es esta advocación la que más abunda
en las iglesias del camino, y los peregrinos solían muchas veces
encomendarse a otros santos especialmente llamados protecto-
res del caminante: San Julián el Hospitalario, San Cristóbal,
San Martín...
Más importancia tiene el estudio de las vías comerciales,
que muchas veces eran creadas por los peregrinos y otras eran
éstos los que se acomodaban a las ya existentes. Vemos, en
efecto, confundirse con frecuencia los caminos comerciales con
los grandes itinerarios de devoción: el camino tradicional de
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Santiago—por Jaca y por Pamplona—era a la vez una impor-


tante ruta comercial y política; en el trayecto Bayona-Burgos
el establecimiento del camino comercial precedió a la desviación
de la ruta de peregrinación; en cambio, el camino de la costa no
prosperó por las dificultades naturales de su trazado, y el co-
mercio entre los pueblos de la costa cantábrica y Francia se
hacía fundamentalmente por mar. Así lo acreditan los itinera-
rios que traza E l Idrisí en el siglo X I I , y que, queriendo ser
esencialmente rutas de comunicación y de comercio, casi todas
convergen en Santiago.
También es peligroso el imaginar la existencia de una ruta
jacobea dondequiera que se halla noticia del paso de un pere-
grino de Santiago, pues éstos se desviaban con frecuencia de
su camino por motivos diversos: los pobres, para pedir limosna
o buscando un mejor cobijo, por lo cual las leyes prohibían ale-
jarse de la ruta propia más de cuatro leguas; no es raro el caso
de haber perdido un peregrino el camino, trazando una vuelta
innecesaria; los peregrinos nacionales tenían en ocasiones que
recorrer largos caminos para incorporarse a la ruta general.
E n muchos de estos casos su paso queda acreditado en hospi-
tales secundarios, pero, como es lógico, fuera de la ruta que de-
bemos estudiar. Si, como es dicho vulgar, por todas partes se
va a Roma, también podría decirse que por todas partes se podía
ir a Santiago.
Los mismos diarios y memorias de los peregrinos nos indi-
can a veces rutas o desviaciones insospechadas, que, de no expli-
carse por el mismo peregrino, podrían inducirnos a suponer la
existencia de un camino de peregrinación por aquellos lugares.
No vamos, pues, a estudiar por dónde se podía ir a Santiago,
sino cuáles eran las rutas tradicionales y sus desviaciones más
frecuentes, y dentro de ellas trataremos de recoger los recuerdos
históricos, artísticos o tradicionales que nos hablen del paso de
los peregrinos.

10
CAPÍTULO I

L A FORMACIÓN D E L C A M I N O D E S A N T I A G O

"... cum gloria apostoli Iacobi rniraculis publicata poeni-


lentium ánimos incitasset, propulsis a strata Sarracenorum
incursionibus, occultae semitae in uiam publicam concre-
uerunt, per quam ferme ab uniuersis Chrislianorum finibus
beati apostoli limina uisitantur..."
( R O D . T O L . : De rebus Hisp., I V , XI.)

Los caminos de la peregrinación hasta Sancho el Mayor.

La leyenda de Carlomagno atribuye al gran Emperador la


x
liberación del camino de Santiago . Otras canciones, especial-
mente españolas, le atribuyen el arreglo o el trazado de este
mismo camino que habían de seguir después tantos peregrinos.

Adobé los caminos del apóstol Santiague,


2
dice un cantar español del siglo X I I I . Pero la realidad es que
no tenemos ninguna noticia concreta sobre los itinerarios que
pudieron seguir los peregrinos con anterioridad al siglo X I .
¿Qué camino seguiría Gotescalco, el obispo de P u y , cuando
se detuvo en el monasterio de Albelda, en la orilla del Iregua?
1
Girando el Apóstol se aparece a Carlos le instiga "ad preparanduní iter
meum... ad liberandum iter nieum", según la Historia Turpini, cap. I. Con-
fróntese R . M E N É N D E Z P I D A L : "Roncesvalles", un nuevo cantar de gesta español
del siglo XIII, en "Rev. de Filología Española", 1917, t. I V , págs. 151-156; y
el cap. II de la parte I I I de la obra presente.
2
Vide la nota anterior. E l arzobispo don Rodrigo decía: "Nonnulli histrio-
num fabulis inhaerentes, ferunt Carolum civitates plurimas, castra et oppida
in Hispaniis acquisisse, multaque proelia cum Arabibus strenue perpetrasse,
et stratam publicam a Gallis et Germania ad Sanctum Iacobum recto itinere dire-
xisse", De rebus Hispaniae, I V , 10 y 11 (PP. Toletanorum Opera, III, Madrid,
1793, pág. 84).

11
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

¿Habría entrado por el Somport y seguido la vía romana que


en dirección norte-sur llegaba por Jaca a Zaragoza, para seguir
desde allí la vía del Ebro, por Calahorra y Tricio, a tomar en
Briviesca el otro gran camino romano de Astorga a Burdeos?
Este intinerario le hubiera forzado a recorrer parte del trayecto
por territorio musulmán, hipótesis que no puede ser rechazada
sin consideración, dadas las circunstancias políticas y la orien-
tación seguida por los gobernantes musulmanes de Zaragoza.
También es posible que ya entonces estuviese en uso el camino
del río Aragón, vía natural que lleva de las montañas del P i -
rineo aragonés a la tierra llana de Navarra. De todos modos
siempre estaremos forzados en este terreno a hipótesis incon-
sistentes, desprovistas de toda posible confirmación.

L a primera alusión concreta, dentro de su vaguedad, de


fecha bastante tardía además, está en la llamada Historia Si-.
lense, redactada hacia 1110; en ella se dice del gran monarca
navarro Sancho el Mayor: "ab ipsis namque Pirineis iugis adus-
que castrum Nazara quidquid terre infra continetur a potestate
paganorum eripiens, iter Sancti Iacobi quod barbárico timore per
devia Alave peregrini declinabant absque retractionis obstáculo
3
currere fecit" . L o que Gómez Moreno traduce a la letra: "desde
los montes Pirineos hasta el castillo de Nájera, sacando de la po-
testad de los paganos cuanto de tierra se contiene dentro, hizo
correr sin retroceso el camino de Santiago, que los peregrinos tor-
l
cían desviándose por Álava" .
Esta noticia del Silense se repite en varios textos posterio-
res: "caminum Sancti Jacobi, quod peregrini per devia Alave
declinabant timore Maurorum, per locum ubi hodie est sine
obstáculo currere fecit et securum", en las Genealogías Naje-
5
renses ; "et uiam publicam quam caminum Sancti Jacobi
uocamus quamque peregrini timore Maurorum per deuia Alaue
euntes declinabant, per locum quo modo itur sine retractationis
ü
obstáculo fecit currere", en el texto de la Crónica Najérense ;
"iter Sancti Jacobi aperuit, quod barbárica infestatione clausum
3
Historia Silense, ed. Santos Coco, Madrid, 1921, págs. 63-64.
1
G Ó M E Z M O R E N O : Introducción a la Historia Silense, Madrid, 1921, pá-
gina C X I I I .
5
"Bulletin Hispanique", 1911, pág. 436.
6
Ibidem, pág. 430.

12
IV, i . - L A C A R R A : L A FORMACIÓN D E L CAMINO DE SANTIAGO

erat, et per devia Alavae peregrini declinaban!, quos Sancius


Rex absque retardationis obstáculo recta uia currere fecit", en
el Tudense '; y en la Traslación de las reliquias de San Millán
escrita por el monje Fernando % con redacción más próxima a
la fuente original: "Stratam etiam Sancti Jacobi, quam timore
Sarracenorum per deuia Alaue peregrini iam declinauerant,
9
absque retardationis obstáculo libere currere fecit" .
Todos estos textos coinciden fundamentalmente, con ligerí-
simas variantes en su redacción, pero Jiménez de Rada modifica
intencionada y profundamente su fuente cuando dice: "iter
Sancti Iacobi quod propter insultus Arabum per Alauam et
Asturiarum deuia frequentabant, ab Anagaro [Nájera] per Bi-
ruescam et Amaiam immutauit, et per confinia Carrionis doñee
10
ad Legionem et Astoricam veniatur" .
Todos los textos que hemos citado en primer lugar coinciden,
dependiendo todos ellos del de la Historia Silense, que es el m á s
antiguo, en la afirmación de que antes de Sancho el Mayor los
peregrinos desviaban (declinabant) su camino per deuia Alaue
(por las sendas extraviadas de Álava), por temor a los moros,
y que éste, habiendo arrancado de manos de los paganos el te-
rritorio comprendido entre los Pirineos y Nájera, hizo correr
libremente el camino sine retractionis obstáculo (sin el inconve-
niente de un retroceso). U n a pequeña variante encontramos
en los dos textos najerenses representada por la aclaración
"per locum ubi hodie est", "per locum quo modo itur", según
la cual a Sancho el Mayor se debería el trazado clásico de la vía
jacobea tal y como lo describe la "Guía" de Aymeric Picaud.
Rodrigo Jiménez de Rada, en cambio, cree saber algo m á s ,
x l
y algo diferente, cuando dice que Sancho el Mayor llevó
7
Chronicon Mundi, en "Hispania Illustrata", de Schott, t. I V , pág. 91,
8
" E l monje Fernando escribió a fines del siglo X I I , o mejor en el primer
tercio del X I I I . " LUCIA.NO S E R R A N O : Cartulario de San Millán de la Cogolla.
Madrid, 1930, págs. X L - X L I . B . D E G A I F F I E R D ' H E S T R O Y : Les sources de la
Translatio sancti Aemiliani" (Extrait du Fasciculus quorundam studiorum
F. Grat memoriae dicatus, t. I, págs. 153-168), París, 1946.
9
Esp. Sagr., t. 50, pág. 366.
10
R O D . T O L : De rebus Hispaniae, V , 25. . .
1 1
L a noticia de Rodrigo pasa a la Crónica General, con una confusión pro-
ducida por la redacción defectuosa del texto latino del arzobispo, por la cual
se atribuye al conde castellano Diego Porcellos la modificación del camino
(ed. Menéndez Pidal, pág. 469).

13
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

desde Nájera por Briviesca y Á m a y a y por los límites de Carrión,


hasta León y Astorga, el camino que por causa de las algaradas
de los árabes seguían antes los peregrinos por Álava y por las
sendas extraviadas de las Asturias (de Santillana).
Cirot, que ha reunido y comentado últimamente estos tex-
1 2
tos , los interpreta diciendo que ios peregrinos antes de San-
cho el Mayor no pasaban por Roncesvalles, "mais par la voie
tout indiquée qu'etait l ' A l a v a , c'est-a-dire aussi le Guipúzcoa
13
et par Irun" , atribuyendo así una gran antigüedad a un
camino que no debió ser frecuentado hasta el siglo X I I I . Me-
néndez Pidal parece creer también en un primer itinerario de
la peregrinación por la costa, diciendo que "primitivamente este
camino de Santiago o francés pasaba por Álava y Asturias, para
14
ir más a cubierto de las incursiones de los musulmanes ; pero
a principios del siglo X I el rey Sancho el Mayor lo mudó por
Nájera a Briviesca, Amaya y Carrión, aprovechando una anti-
1 5
gua vía romana" .
E l supuesto de que antes del siglo X I los peregrinos entraran
por I r ú n y siguiesen la costa, no lo encontramos aceptable: to-
davía en el siglo X I I estas regiones tenían fama de estar habita-
das por gentes salvajes a lo que contribuiría mucho el diferen-
te idioma de sus moradores. Estos vivían dispersos en caseríos,
sin núcleos urbanos de ninguna clase, que no empiezan a apa-
recer hasta fines del siglo X I I (con Sancho el Sabio de Nava-
rra) y en el siglo X I I I con Alfonso V I I I y Alfonso X ; además,
por la costa no había ningún camino fácil, cortada como estaba
por las profundas entradas que hace el mar en las numerosas
rías. Cuando, en 1120, el obispo de Porto toma el camino de la
costa para escapar a las asechanzas que le preparaba el rey de
Aragón en el camino público, el cronista se hace lenguas de los
peligros del viaje "en aquellos montes apartados y lugares ex-
traviados, entre hombres feroces de idioma desconocido y pron-
tos a cualquier crimen". E l camino es una senda impracticable
1 2
"Per devia Alave", en " B u l l . Hisp.", t. 36 (1934), págs. 88-93, y Le che-
min de Composlelle, d'apres Madoz et Morales, " B u l l . Hisp.", t. 38 (1936),
págs. 537 y 538.
13
" B u l l . Hisp.", t. 36 (1934), pág. 90.
14
O, como precisa más tarde, "era entonces penosísimo, pues por te-
mor a los moros iba en continuos altibajos a través de los valles de la costa
de Álava y de Asturias". Orígenes del español, Madrid, 1929, pág. 489.
1 5
M E N É N D E Z P I D A L : Documentos lingüísticos... Castilla, pág. 110.

14
IV, I. - L A C A R R A : L A FORMACIÓN D E L CAMINO DE SANTIAGO

a través de rocas, matorrales y lugares yermos. Tampoco olvida


mencionar el nuevo obstáculo que representan las rías: "mare
ibi quaedam brachia sua ad disterminandas Provincias porre-
xerat, et iter illac agentibus chaos magnum firmatum est".
Y eso que no siguieron el camino de las Asturias de Oviedo, sino
que bajaron, por las de Santillana, a Carrión, ya fuera de la
1G
amenaza aragonesa .
Por otra parte, las dos únicas entradas seguras de los caminos
romanos en los Pirineos occidentales son las de los puertos de
Cisa (Ibañeta) y Somport, que servían de acceso, respectiva-
mente, a la gran vía Burdeos-Astorga y a la desviación de ella,
que desde Dax, por Jaca y el camino del Gallego, llevaba a
Zaragoza, siguiendo desde allí a Toledo y Mérida.
Aunque el recorrido exacto del primero de estos caminos haya
sido objeto de grandes y hasta enconadas discusiones, parece
relativamente asegurado su trayecto, bajando de Roncesvalles
a Pamplona, para entrar después en Álava por el valle del A r a -
quil y Salvatierra, pasando por las inmediaciones de Vitoria
y cruzando el Ebro en un punto a ú n discutido, probablemente
al norte de Miranda, llegando a Briviesca, donde se le unía la
que desde Zaragoza seguía la margen derecha del Ebro, con
estaciones en Tarazona, Cascante, Calahorra y Tricio.
Ahora bien, si procuramos adoptar el punto de vista del
supuesto monje de Silos, que en el primer decenio del siglo X I I
tiene por camino normal el de la Rioja por Estella, Logroño y
Nájera, no cabrá duda de que el antiguo camino romano repre-
senta un retroceso (retractio), y en comparación con el nuevo,
que iba por terreno más abierto y despejado, nada tiene de ex-
traño que se calificasen de devia los territorios del norte de
Navarra y de Álava que cruzaba el camino romano, sin necesi-
dad de pensar, con los comentaristas modernos, en un hipoté-
1 7
tico y poco probable camino costero .

U n camino antiguo, frecuentado ya en los días de Sancho


el Mayor y aún antes, iba por Valmaseda y valle de Mena, pa-
16 2
Cf. Historia Compostelana, en "Esp. Sagr.", t. 20 , págs. 298-299.
Por lo remoto de la fecha citaremos una donación al monasterio de Sal-
cedo, hecha el año 964, de otro "monasterium reliquiis ferente Sancti Victoris
et Iacobi i n loco qui dicitur Gardea". Cf. L . S E R R A N O : Cartulario de San Mi-
Uán, pág. 64, n ú m . 54. Gardea es un despoblado de la provincia de Álava,

1S
L A S ' P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

sando por Bcrcedo, Espinosa de los Monteros, a salir segura-


mente a Reinosa, y desde allí, descendiendo por la orilla del
Pisuerga, iría a parar a Carrión. Este camino, que describe
J
Balparda % y en el que encontramos ya en los siglos I X y X
19
fundaciones monásticas importantes , sería el que siguió
en 1120 el obispo de Porto. Pero debemos confesar que para
los siglos I X al X I no liemos encontrado su enlace entre Bilbao
y la frontera de Francia, y creemos muy dudoso haya existido
para esas fechas.

Aún nos queda otro punto por precisar: es la fecha en que


Sancho el Mayor pudo ordenar este cambio de ruta. E n su largo
gobierno se marca una política constante de expansión hacia
el oeste, que pasa por diversas alternativas. E n 1009, el mo-
nasterio riojano de San Millán de la Cogolla está bajo su sobe-
ranía, y en 1016 llega a un arreglo con su suegro, el conde cas-
tellano Sancho García, por el que se fijan los límites desde San
Millán a Garray (Soria). L a muerte del conde de Castilla pri-
mero (1017), y la de Alfonso V de León después (1028), favore-
cen las pretensiones y expediciones de Sancho el Mayor, no
sólo a Castilla, sino al reino de León, que atravesó por estos
años (1029-1035) una aguda crisis, a la que no eran extrañas
las ambiciones del navarro.
1 8
B A L P A R D A : Historia crítica de Vizcaya, I, 240-241, II, 28-29, 123 y ma-
pas adjuntos. Su continuación hacia Palencia habrá que relacionarla con la
via <j uo discurrent asturianos de que habla el fuero de Brañosera (fin del si-
glo I X ? ) y la via asturiana a que alude un privilegio de 969 al monasterio de
Rezmondo. Las Asturias de que aquí se habla son las de Trasmiera. Refirién-
dose a esta última mención, opinaba D . J U L I O SOMOZA (Gijón en la Historia
General de Asturias, II, 280, nota 188) que se refería a la vía romana que de
Sasamón pasaba por Dessobriga a León; pero si tenemos en cuenta que lo mis-
mo los términos citados en el fuero de Brañosera que los del documento de
Rezmondo se hallan próximos a la vía que bajaba de Juliobriga (Reinosa),
debemos | interpretar que las dos menciones itinerarias se refieren a una
misma calzada que descendía de Reinosa y por el alto Pisuerga iba a enlazar
con la de Pamplona y Zaragoza. E l nombre de asturiana no podría ser más
propio, ya que de las Asturias desciende.
19
E l señor B A L P A R D A ha reunido en su obra ya citada la mayor documen-
tación sobre esta zona. Recuérdese que en una donación del año 800 referente
al monasterio de San Emeterio y San Celedonio de Taranco se consigna una
donación "ut sint i n auxilium servís Dei et peregrinorum vel hospitum qui
hic viverint comuniter cum illis vivant", lo que supone un tránsito o camino
antiguo por esta zona. Cf. S E R R A N O : Cart. de San Millán, pág. 3.

16
IV, I. - L A C A R R A : L A F O R M A C I Ó N D E L CAMINO D E SANTIAGO

Se comprende perfectamente que para estas empresas San-


cho el Mayor debía tener expedito el camino militar de Gra-
ñón-Montes de Oca-Atapuerca-Burgos, que sería recorrido con
frecuencia por sus ejércitos, y cuyos castillos procuró fortificar.
Este sería, pues, el momento adecuado para que el navarro se
ocupara en rectificar la vieja ruta de Santiago.
Por lo demás, no nos convence la razón que arguye el Si-
lense del barbárico timore como motivo de la desviación del ca-
mino por ,Alava, pues no cabe pensar en las expediciones de
Almanzor, para las que sería menguada precaución—ya que
arrasaron León y la propia ciudad del Apóstol—y, por otra
parte, la frontera navarro-riojana con los moros no tuvo modi-
ficación sensible durante el reinado de Sancho el Mayor, pues
20
hasta 1045 no se conquista Calahorra .
Berganza dio a conocer un documento que, de ser auténtico,
probaría la existencia de un camino público de Nájera a Burgos
en el último tercio del siglo X , y bastante frecuentado de via-
jeros o peregrinos, para que se levantaran hospitales en sus i n -
2 1
mediaciones .
Es muy probable, por tanto, que con anterioridad a Sancho
el Mayor hubiera ya un camino y una comunicación normal entre
Nájera, capital efectiva del reino de Navarra en el siglo X , y
2 2
Burgos, sede del nuevo condado de Castilla en la misma época .
20
Únicamente atribuyendo el cambio de ruta a Sancho Garcés I (905-925)
tendría sentido exacto lo de "ab ipsis namque Pirineis iugis adusque castrum
Nazara quidquid terre infra continetur a potestate paganorum eripiens..."
Habría que pensar entonces en una confusión, muy posible, entre Sancho Gar-
cés I (905-925) y Sancho Garcés I I I (1000-1035).
2 1
B E R G A N Z A : Antigüedades de España, II, pág. 406. E l conde Garci
Fernández, con su mujer A b a , hacen donación, en 971, al monasterio de Cár-
dena de una casa propia, que era hospital en el camino público: "meam domum
propriam, quod est hospitale in camino publico quae venit de Naxera cerca
de V i l l a Vascones". Este hospital es el que se llama de Gamerel Balbin de
Unquera. B E R G A N Z A tomó el documento de un cartulario perdido de Cárdena,
llamado Libro de tabla; Y E P E S : Coronica, I, escr. V I I I , publica el mismo do-
cumento añadiendo algunos confirmantes. E l P . S E R R A N O (El Obispado de
Burgos, I, 181, nota 3) rechaza la autenticidad del documento; F R . J U S T O
P É R E Z D E U R B E L (Hist. del Condado de Castilla, III, 1217) lo tiene por autén-
tico. Véase su texto en los Apéndices de la presente obra.
2 2
E n 999 decía el conde de Castilla, D . Sancho, que su territorio se ex-
tendía "de Doyro ilumine usque ad ripam maris et de Carrione usque ad
Granionnem", lo que hace pensar que en estas dos ciudades, situadas en la

TOMO II. T_ I i
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

E n consecuencia, creemos deber interpretar el texto del Si-


lense diciendo que si Sancho el Mayor llevó por el llano de la
Rioja el camino de los peregrinos que antes seguía la vía ro-
mana de la Burunda u otros caminos extraviados de Vizcaya y
2
norte de Burgos % no fué tanto por miedo a los moros—ya que
el territorio entre Nájera y los Pirineos era ya cristiano de mu-
cho tiempo atrás—cuanto porque aquí se afirmaba una nueva
ruta política, militar y económica, de acuerdo con la evolución
de los nuevos reinos cristianos de la Reconquista. Recuérdese a
este respecto la fundación de Burgos por el conde D . Diego (884),
el auge del Condado de Castilla con Fernán González y su erec-
ción en reino por Sancho el Mayor.

Tócanos ahora examinar la segunda cuestión, la de si el


camino de la peregrinación tuvo ya en tiempo de Sancho el
Mayor su trazado clásico, o si hubo un primer período en que,
de acuerdo con las noticias del arzobispo D . Rodrigo, desde
Nájera se dirigía por Briviesca y Amaya, para llegar a León,
pasando por el límite norte del territorio de Carrión, y a que no
podría encontrársele explicación plausible a que bajase otra vez
2i
hacia el sur para tocar en esta ciudad. Menéndez Pidal cree
que al seguir este itinerario el camino trazado por Sancho el
Mayor aprovechaba una antigua vía romana, y que sólo "a fines
del mismo siglo [ X I ] , y a partir del pueblo de Santo Domingo
de la Calzada, el camino se dirigió m á s al sur, para pasar por
Belorado y Burgos", y que "entonces fué cuando Alfonso V I
de Castilla rehizo todos los puentes del tránsito desde Logroño
a Santiago". Pero es el caso que, aunque esta supuesta vía, que
enlazase León con Amaya y Briviesca, tendría una explicación
lógica al evitar en la comunicación de estas poblaciones un ro-
deo considerable, no parece quede de ella huella alguna, ni
hemos visto se la aluda en ninguno de los estudios dedicados
a los caminos romanos de esta región en los últimos tiempos.
tradicional ruta compostelana, estaban los accesos normales de sus Estados:
pero el documento, tal como ha llegado a nosotros, está tan adulterado, que
apenas resulta utilizable. Véase en F R . J . P É R E Z D E U R B E L : Hist. del Condada
de Castilla, III, pág. 1265.
23
E n los días de Alfonso V I en que vive el Silense, con el nombre de Álava
se.comprendía también Guipúzcoa y Vizcaya. Cf. L . S E R R A N O : Cart. de San
Millón, pág. L X .
24
Documentos lingüísticos, 1919, pág. 110.

18
IV, I. - L A C A R R A : L A FORMACIÓN D E L CAMINO DE SANTIAGO

N i Sánchez Albornoz la traza en el mapa que acompaña a su


estudio sobre las "Divisiones tribales y administrativas del so-
2
lar del reino de Asturias en la época romana" % n i tampoco la
encontramos en el muy reciente de Schulten del teatro de la
26
guerra cántabra . No quiere esto decir que creamos deba re-
chazarse sin más la noticia tan concreta de Jiménez de Rada,
pero sí hacer notar que por ahora su testimonio aparece aislado
y sin dato alguno que lo apoye.

E l siglo X I : fijación de la ruta jacobea.

Después de los días de Sancho el Mayor abundan y a los da-


tos que nos permiten fijar con toda certeza la ruta que seguían
los peregrinos camino de Compostela. Los reyes se cuidan de
establecer hospitales, especialmente en los pasos peligrosos, de
construir puentes y calzadas, de poblar las ciudades del camino
y de asegurar, en una palabra, el tránsito pacífico de los pere-
grinos. L a Iglesia y los nobles les secundan en esta piadosa
misión.

E n un principio, aparece la calzada jacobea como el camino


que enlaza los dos grandes santuarios de la cristiandad donde
se veneraban tumbas de los Apóstoles: Roma y Compostela.
Venía a formar como una cadena viva, consolidando así la
unidad del mundo cristiano, según feliz expresión de Camille
27
Jullian . Cuando en 1047 el conde Gómez de Carrión edificaba
en Arconada un monasterio y hospicio para acoger a pobres
y peregrinos, dice que lo levanta "'secus stratam ab antiquis
temporibus fundatam euntium vel regredientium Sancti Petri
28
et Sancti Iacobi apostóli" . E n la llamada "División de Wam-
ba", que se redacta a fines del siglo X I , se delimita la diócesis
,de Osma "de Furca usque Arlancon quomodo currit in camino
29
Sancti Petri qui uadit ad Sanctum Iacobum" .
25
Madrid, 1929.
26
Los cántabros y astures y su guerra con Roma, Madrid, 1943, lám. I.
27
C. J U L L I A N : Routes romaines et routes de France, "Rev. de Paris", 1900,
año 7.°, t. I, pág. 572.
28
Y E P E S : Coronica General de la Orden de San Benito, V I , Apénd. 14.
29
Así lo recogen todas las versiones con la sola excepción del Liber Fidei
de Braga. L a expresión se repite al delimitar las sedes de la provincia cartagi-

' 19
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

García el de Nájera (1035-1054), que, según se dice, visitó


Roma al comienzo de su reinado -de donde trajo importantes
reliquias con las que decoró el monasterio de Santa María fun-
dado por él en Nájera—, mostró interés por facilitar el tránsito
de los peregrinos, y al efecto estableció en el monasterio de
Irache un hospicio para acogerlos (1051-1054), y en Nájera una
alberguería (1052), que dotó espléndidamente. No lejos de A r -
conada, en Frómista, la viuda de Sancho el Mayor construía
en 1066 un monasterio, que luego se incorporaba al de Carrión,
y que también tendría su alberguería, y en Astorga el obispo de
la ciudad, Ordoño (1062-1065), daba los terrenos para cons-
30
truir el Hospital de San Esteban .

Pero el mayor esfuerzo que en el siglo X I se lleva a cabo en


favor de los peregrinos se debe a dos monarcas: Alfonso V I , en
v

Castilla y León, y Sancho Ramírez, en Navarra y Aragón.


Alfonso V I , el monarca europeizante, a quien tantas inicia-
tivas felices se deben en orden al remozamiento cultural de su
reino, y muy aficionado, tal vez con exceso, a las cosas del otro
lado del Pirineo, fué el más decidido protector de los peregrinos
y el que más trabajó por mejorar las condiciones de la ruta.
La primera medida que tomó al volver de su destierro en
Toledo (1072) fué suprimir el portazgo que debía pagarse a la
entrada del reino de Galicia en Santa María de Autares. Quería
hacer, según dice, algo en beneficio de su alma y en provecho
de los demás pueblos, no ya de España, sino de Italia, Francia y
Alemania. E n el castillo de Santa María de Autares, a la en-
trada del puerto de Valcárcel, entre el Burbia y el Balboa, era
frecuente hasta entonces expoliar a los transeúntes so pretexto
de cobrar el portazgo, y el mal venía ya de tiempo de sus padres
y abuelos, "et ex hoc - a ñ a d e — m a g n u s clamor ad Deum fere-
batur omnium transeuntium, et máxime peregrinorum et pau-
perum qui ad sanctum Iacobum causa orationis proficiscebantur*
et erat detestatio et maledictio tanti criminis superinundans in

nense: "Hec sunt X X sedes diuise episcopales de Toleto a mare usque i n ca-
mino Sancti Petri qui uadit ad Sanctnm Iacobum." Cf. L . V Á Z Q U E Z D E P A R G A :
La División de Wamba, Madrid,1943, pág. 71.
30
Las pruebas de las afirmaciones que hacemos a lo largo de este capítulo
se presentan en los capítulos siguientes, al estudiar separadamente las dis-
tintas etapas de la ruta.

20 '
IV, i . - LACARRA: L A FORMACIÓN D E L CAMINO D E SANTIAGO

térra riostra". E l portazgo del puerto de Valcáreel no se pagará


en adelante, y esta remisión la ofrece a Dios y a Santiago Após-
3 1
tol " i n cuius ditione térra vel régimen consistit totius Hispanie .
E n el Monte Cebrero, pasado el puerto de Valcáreel, esta-
bleció un hospital que incorporó a San Gerardo de Orleáns.
E n el Monte Irago, antes de llegar al Bierzo, protege y favorece
la alberguería de Foncebadón (1103).
E n Burgos funda el hospital de San Juan, "qui est in introitu
de Burgos", donde había una capilla que servía de cementerio
para los peregrinos; allí estableció al santo abad de Casa Dei,
Adelelmo, que empleó su vida en servir a los peregrinos. Otro
hospital de peregrinos fundó en Burgos (año 1085), a la salida
dé la ciudad, que de él tomó el nombre de Hospital del Empe-
rador.
Ocupada la Rioja en 1076, un extenso trayecto de la ruta
pasaba a su jurisdicción. E n esta región, el santo ermitaño Do-
mingo, establecido a orillas del río Oja, consagrábase al cui-
dado de los peregrinos. Parece que el camino iba entonces un
poco más arriba, tal vez utilizando parte de la calzada romana
que de Tricio seguía a Leiva y Briviesca. Cuando el santo fijó
su residencia a orillas del Oja, "locus iste tune erat nemoribus
densus et latronibus frequentatus et transeuntibus valde peri-
32
culosus" . Allí fundó un hospital para peregrinos, construyó
un puente sobre el Oja y a su alrededor se fué formando una ciu-
dad. E l santo trazó la calzada que enlazaba más directamente
33
Nájera y Redecilla del Camino . Alfonso V I fué en todo mo-
mento decidido protector de sus empresas. Siguiendo su incli-
nación a las cosas francesas, incorporó a Cluny el monasterio y
alberguería de Nájera que fundara el rey García de Navarra.
Se ocupó el monarca de repoblar los puntos estratégicos de
la ruta, y así como favoreció a Santo Domingo de la Calzada,
repobló, con elementos franceses, Logroño (1095), primera ciu-
dad del reino que pisaban los peregrinos, y reconstruyó su

3 1
L a donación la hace Alfonso al volver de su destierro, y después de ha-
ber sido repuesto en el trono "sine sanguine hostium, sine depredatione regio-
nis et súbito cum non extimabatur", "Esp. Sagr.", t. 36 (1787), págs. L I I I - L I V ,
apénd. X X V I .
3 2
Leccionario Asturicense, A A SS, Boíl. Maii, III, 168-169.
33
"... qui calciatam que est inter Nageram urbem et Radicellas fecit",
Liber V Sancti Tacobi, cap. V I I I .

21
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

puente. Lo mismo hizo en Sahagún (1085) y Villafranca del


Bierzo.
Es Alfonso V I el primer peregrino conocido que acude en
romería a adorar las reliquias de San Salvador de Oviedo (1075),
peregrinación que había de enlazarse pronto con la del Apóstol
de Compostela, y en Oviedo establece en 1096 un hospital para
peregrinos.
"Cuidó el monarca, según dice la Crónica de Pelayo de
Oviedo, que se repararan omnes pontes qui sunt a Locronio usque
ad Sanctum Iacobum. Una mujer llevando oro o plata en la
mano podía recorrer todo el reino, tanto por zonas habitadas
como inhabitadas, por montes o por campos, sin que nadie la
molestara. Los comerciantes y peregrinos que recorrían el reino,
a nadie temían, pues nadie se hubiera atrevido a quitarles el
34
valor de un óbolo" . Pelayo pondera así la paz y tranquilidad
del reino, pensando en los aciagos días de Doña Urraca que v i -
nieron después; pero la ruta del Apóstol quedaba ya fijada y
asegurada para siempre.
A imitación del monarca, los obispos y los nobles secundan
sus iniciativas. E l obispo Osmundo, de Astorga (1082-1096),
construye el puente de Ponferrada, y por entonces se va po-
blando la llanura donde hoy sé asienta la ciudad. E l obispo
Pedro, de León, funda en esta ciudad (1096) un hospital para
peregrinos, y en Carrión, el conde Gómez Díaz, pero especial-
mente su esposa, la condesa Teresa, construyen junto al monas-
terio de San Zoilo, que fundaran, un hospital para peregrinos
y un puente sobre el río:
Ecclesiam, pontem, peregrinis óptima tecta
Parca sibi struxit largamite pauperibus.

E n Navarra y Aragón, Sancho Ramírez llevaba a cabo una


labor semejante. Casado, al igual que Alfonso V I , con mujer
de estirpe francesa, introduce en su reino nuevos gustos y nue-
vas modas: sustituye el rito mozárabe por el romano antes que
en Castilla, renueva las artes, y prelados franceses van ocu-
pando las sedes de sus Estados. Favorece las alberguerías cate-
dralicias de Jaca (1084) y Pamplona (1087); da a la abadía
francesa de Santa Fe de Conques la iglesia de Garitoain, en el
34
Crónica del Obispo Don Pelayo, ed. de Sánchez Alonso, Madrid, 1924,
págs. 83-84.

22
IV, I. - L A C A R R A : L A F O R M A C I Ó N D E L CAMINO DE SANTIAGO

camino de Santiago, y a la de la Sauve Majeure, cerca de Bur-


deos, las iglesias de Tiermas y Ruesta, también en el camino de
Santiago, y todas ellas con sus hospitales o alberguerías. Entre
Pamplona y Nájera se notaba la falta de una población que sir-
viera de descanso a los peregrinos; el rey se decidió a hacerla al
pie de la aldea de Lizarra, a orillas del Ega, donde tenía un cas- •
tillo y había una buena vega. Hasta entonces los peregrinos pa-
saban directamente de Villatuerta por Zarapuz a Irache. E n Za-
rapuz, los monjes de San Juan de la P e ñ a tenían establecido un
priorato y un hospital de peregrinos. L a nueva fundación, a tres
kilómetros de distancia, habría, naturalmente, de perjudicar-
les, y procuraron estorbar los proyectos del rey; éste, "ut non
essent murmurantes adversum me pro hac causa", les otorgó
los diezmos de todas las iglesias que se levantaran en la nueva
35
ciudad . Así se creó la etapa de Estella en 1090. De Puente la
Reina, o, por otro nombre, Puente del Arga, encontramos la
primera mención también alrededor de 1090.
A l igual que Alfonso V I , Sancho Ramírez se interesó por que
en los portazgos de las dos rutas que atravesaban su reino—por
Jaca y por Pamplona—no se cobrara nada a los peregrinos: de
3 6
romeuo non prendant ullam causam .

Así, pues, en los últimos años de la undécima centuria, una


ruta de Santiago está perfectamente trazada y asegurada, y es
la misma que con ligerísimas alteraciones han de recorrer los
peregrinos por espacio de varios siglos. Hemos visto funcionar
alberguerías u hospitales en todas las estaciones de la ruta:
Jaca (1084), Pamplona (1087), Estella (1090), Nájera (1052),
Burgos (1085), Frómista (1066), Sahagún, León (1096), Raba-
nal (1103), Villafranca del Bierzo. Vimos reparar o construir
puentes sobre el Arga en Puente la Reina (1090), sobre el Ebro
en Logroño (1095), el Najerilla en Nájera (1076), el Oja en
37
Santo Domingo de la Calzada, el Arlanzón en Burgos , el Ca-
3 5
Su texto en el Apéndice.
3(i
E l texto del arancel establecido por Sancho Ramírez puede verse en
el Apéndice.
37
Según el Poema, el Cid
llegó a Santa María, luego descavalga;

Salió por la puerta e Arlancon passava (v. 52 y 55).

23
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

rrión en Carrión de los Condes, el Sil en Ponferrada (1082-1096),


el Miño en Portomarín y otros de menor importancia. E n los
pasos difíciles—Somport (Santa Cristina), puerto de Cisa o de
Ibañeta (S. Vicente, S. Miguel y S. Salvador), Montes de Oca
(S. Félix), Monte Irago (Foncebadón) y Cebrero—encontramos
establecidos hospitales y alberguerías, a veces numerosos y
desde muy antiguo. Sabemos, finalmente, que en 1072 esta ruta
era ya recorrida por peregrinos, "non solum Hispanie, sed etiam
Italie, Francie et Alemanie".

E l camino en el siglo X I I .

T a l es el camino que en el primer tercio del siglo X I I describe


Aymeric Picaud y que estudiamos detenidamente en los capí-
tulos que siguen. L a Geografía de E l Idrisí (1100-1166) señala
3 8
el mismo recorrido y las mismas jornadas para ir a Santiago , y
dentro de este mismo siglo X I I podemos encontrar diversas
comprobaciones documentales del trazado del camino y de las
etapas del mismo.
Cuando Gelmírez trata de hacer arzobispal la sede de San-
tiago (1118), envía a Roma a unos canónigos disfrazados de
peregrinos para que lleven ciento veinte onzas de oro. E n Cas-
trojeriz, cuyo castillo estaba todavía en poder de Alfonso I, los
aragoneses los prendieron y les quitaron el dinero. Entonces Gel-
mírez envía una nueva embajada con Diego, obispo de Orense,
y el canónigo Giraldo, portadores de cien onzas de oro, y aun-
que se procuró gran secreto, no faltaron falsos amigos que les
descubrieron, escribiendo cartas a Castrojeriz, Villafranca Mon-
tes de Oca, Logroño, Estella, Puente la Reina, Pamplona y Jaca,
3 8
E D U A R D O S A A V E D R A . : La geografía de España del Edrisí, " B o l . de l a
Real Soc. Geográfica", t. 27, 1889, págs. 166-181. Recuérdese lo que se dice
al tratar de los Itinerarios y Guías de Viajeros. E l Idrisí terminó l a pri-
mera redacción de su obra en 1154. Para su composición se sirvió de diversos
autores del siglo X I . Sobre sus relaciones con l a obra de al-Bakrí (muerto
en 1094) y de al-Udrí (1003-1085), véase L E V I - P R O V E N C A L : La Peninsule. Ibe-
rique au. Moyen Age d'aprés le Kitab Ar-Rawd Al-MVtar Fi-Habar Al-Actár
d'Ibn Abd AlmunHm Al-Himyan. Texte árabe des notices relatives á FEspagne,
au Portugal et au Sud-Ouest de la France, publié avec une introduction, une
répertoire analytique, une traduction annotée, une glossaire et une carte. P u -
blications de la Fondation de Goeje, nüm. X I I . Leiden, 1938, págs. X X I I I -
XXIV.

24
IV, i . - LACARRA: L A FORMACIÓN D E L CAMINO D E SANTIAGO

es decir, a diversos puntos del camino de Santiago por donde


forzosamente habían de pasar. E n Sahagún supieron las ase-
chanzas que les preparaban, y entonces, por consejo de la reina
a
D . Urraca, entregaron la comisión al prior de San Zoil de Ca-
rrión, "que pertenecía al dominio del rey de Aragón y por lo
39
tanto le eran francos los pasos" .
Hemos aludido ya a otro viaje del obispo de Porto, que,
cuando ya se encontraba en Olorón, dentro de la ruta compos-
telana, para regresar a Santiago, se entera de las insidias que
le prepara Alfonso I enviando espías que anuncien su llegada
a Jaca o a Estella. Tiene que tomar un extraño, complicado y
peligroso camino a través de Guipúzcoa y Vizcaya, "per devia
montium, vallium atque marium", y sólo al llegar a Carrión es-
tima que ha entrado en camino público (sicque publicae viae
10
redditus...), es decir, en el camino de Santiago .

E n esta ruta los hospitales y alberguerías de peregrinos se


van multiplicando. E n 1144 encontramos mencionados los de
Monreal, donde la Guía del siglo X I I señala el final de una
etapa en el camino de Jaca a Puente la Reina; en 1182 se cita
el Hospital de las Tiendas, que luego pasó a la Orden de San-
tiago (1190), y se menciona en todas las Guías e Itinerarios con
a
el nombre de "Grand-Cavalier"; en 1185 funda D . María R a -
mírez un hospital de peregrinos en Navarrete; en 1196, D . Tello
Pérez funda el de Villamartín, cerca de Carrión, que más tarde
se traslada a Villasirga, y por esas mismas fechas empezaba
Alfonso V I I I la construcción en las afueras de Burgos del gran
hospital del Rey. No vamos a enumerarlos todos, pues en otros
capítulos se estudia al detalle la fundación y régimen de los
mismos.

Los caminos y los puentes siguen reparándose, pensando


ante todo en el beneficio que han de reportar al peregrino. U n
discípulo de Santo Domingo de la Calzada, Juan de Quintana
Ortuño, empleó su larga vida (1080-1163) en reparar los puentes
y calzadas que iban desde Logroño a Burgos. A él se atribuye la
construcción de los puentes de Logroño, Nájera y Santo Domin-
go de la Calzada y la construcción de una calzada desde A t a -
39
Historia Compostelana, en "Esp. Sagr.", X X - , 260-267, y t. X I X , 260-261.
4U 2
Hist. Compostelana, "Esp. Sagr.", X X , 298-299.

25
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

puerca al monasterio que había levantado en Ortega. E l paso de


los Montes de Oca, donde ya el Liber Sancti Jacobi localiza un
milagro en el año 1108, se encuentra ahora asegurado de ban-
didos y salteadores con la nueva fundación de San Juan de
Ortega, donde los peregrinos encuentran un refugio y un hos-
pital.
Antes de 1120, según nos cuenta la "Guía de los Peregrinos",
fueron reparados los caminos entre Rabanal y Portomarín y re-
construido en esta ciudad el puente sobre el Miño, que había
4 1
destruido la reina Doña Urraca .

Las alteraciones que en adelante se introducen en la ruta


son escasas y de poca monta. Unas, como ocurre en León, se
reducen a alterar el paso de, la vía por la población (transfero
stratam publicara que vulgo dicitur caminum...) por haber abierto
una nueva puerta en los muros de la ciudad (año 1168); otras, a
alterar las estaciones o puntos de parada de los peregrinos a
a causa del desarrollo alcanzado por algunas poblaciones y a la
decadencia de otras: Roncesvalles desplaza a San Miguel el Viejo
y a Viscarret, que todavía en la "Guía" del siglo X I I se señalan
como final de etapa; Santa Cristina sustituye a Borce; San-
güesa, a Monreal; Logroño y Santo Domingo de la Calzada van
reduciendo la importancia de Nájera; Carrión de los Condes des-
plaza a Frómista, y Astorga y Ponferrada, a Rabanal del Ca-
42
mino . .
A veces, monasterios u hospitales al margen de la ruta pro-
vocan desviaciones o caminos secundarios, como la visita a
San Millán, la doble ruta desde los Montes de Oca a Burgos que
citan los Itinerarios de los peregrinos y acreditan las fundacio-
nes hospitalarias; la de Foncebadón y la de Manzanal ál pasar
el Monte Irago, o la desviación hacia Lugo que hacen algunos
peregrinos evitando el paso por las crestas del Cebrero.
Pero en lo fundamental la vieja ruta permanece inalterable.
4 1
Cf. Liber V Sancti Iacobi, cap. V y documento de 1126 que publicamos
en el Apéndice. E n adelante abundan los datos que hablan de reparaciones en
la ruta de Santiago. Baste recordar aquí la donación que hizo Enrique I V ,
en 1461, al hospital de Puertomarín para "reparo de la iglesia e Ospital... e
para reparo del camino francés". Más detalles se encontrarán en el estudio de
la ruta que va a continuación.
4 2
E l Idrisí ya pone los finales de jornada en Carrión y en Astorga.

26
IV, i . - LACARFA: L A FORMACIÓN D E L CAMINO D E SANTIAGO

Los pasos del Pirineo.

U n problema nos queda por aclarar. ¿Por dónde pasaban los


peregrinos el Pirineo? E n toda ruta son las altas montañas y
los ríos los obstáculos principales que ha de vencer el caminan-
te; por eso se concentra en ellos la atención protectora hacia
le peregrino, y de aquí que nos fijemos en estos pasos del Piri-
neo para reconstituir la historia de la formación de la ruta de
Santiago.
Hemos encontrado fundaciones monásticas u hospitalarias
en el Cebrero, en los Montes de León (Monte Irago) y.en los
Montes de Oca. Los Pirineos, de mucha mayor altura y m á s
difíciles de trasponer, han sido a la vez frontera política durante
gran parte de la Historia, y la comodidad y seguridad de su
paso vigilada a la vez por los príncipes de ambas vertientes.
L a "Guía de los Peregrinos" del Liber Sancti Jacobi señala,
en el siglo X I I , dos rutas para atravesar los Pirineos. Una que,
partiendo de Olorón, remonta el valle de Aspe hasta la cumbre
del Pirineo (Summo Portu), donde estaba el monasterio y hos-
pital de Santa Cristina; seguía por Jaca hasta Puente la Reina,
donde enlazaba con la otra que, partiendo de Ostabat, subía
hasta Ibañeta, donde estaba la Cruz de Carlos, y seguía por
Roncesvalles, Pamplona y Puente la Reina. Ambas responden
a dos caminos naturales practicados de antiguo y por los que
pasaban las vías romanas de Burdeos a Astorga (Roncesvalles)
y del Bearne a Zaragoza (Santa Cristina).
R . Fawtier contrapone a la ruta de Roncesvalles el paso por
Veíate, Baztán y Maya, que atraviesa dos puertos (Veíate,
y Maya), cuya altura no rebasa los 900 metros, mientras
43
que el de I b a ñ e t a alcanza los 1.057 . Cree que el paso natural
y antiguo fué el de Veíate, y si los peregrinos prefirieron el de
Ibañeta fué por la atracción que sobre ellos ejerció el nombre ya
famoso de Roncesvalles. Pero sin duda Fawtier se deja impre-
sionar excesivamente por la altura de la cota máxima. De haber
recorrido el terreno, hubiera visto que el subir por el valle de
Ulzama hasta Veíate (888 m.), descender al valle de B a z t á n
(140 m.), para volver a subir el puerto de Otsondo (602 m.),
es mucho más penoso que el recorrido de Pamplona. (444 m.)
R. F A W T I E R : La Chanson de Roland, París, 1933, passim y especialmen-
te, págs. 146-147.

27
L'AS P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

hasta Ibañeta (1.057 m.), sea por el valle de Esteribar o por el


valle de Arce. De la utilización antigua del puerto de Veíate no
hay la menor noticia, y el territorio que atravesaba, el valle
de Baztán, es el más vacío en hallazgos romanos y en memo-
rias históricas de la alta Edad Media de todo el País Vasco.
E n cambio, sobre el paso de Roncesvalles se acumulan las memo-
rias históricas y arqueológicas desde la época romana, cuando
14
menos .
Otro punto que interesa aclarar es el de la prioridad del paso
de los peregrinos por Somport o por Roncesvalles. M . Lambert,
con ocasión de estudiar los monumentos de Roncesvalles y el
arte de las rutas de peregrinación, hace la siguiente afirma-
ción: "No parece que haya habido monumentos de esta especie
(mozárabes) en la ruta descrita por la "Guía" entre Roncesvalles
y Pamplona, porque los edificios que se conservan en esa región no
se remontan más allá del siglo XII, y ésta es una razón que lleva
a creer, con otras muchas, que,esta ruta fué utilizada por los pere-
grinos más tarde que la procedente del Somport de Aspe... Por
el contrario, sobre este último recorrido, que debió servir para
la peregrinación desde su origen, se levantaban antiguos monas-
terios." Aduce como prueba los monasterios de San Juan de la
Peña y San Salvador de Leire ' \
Hay en toda esta argumentación del docto arqueólogo fran-
cés varios puntos débiles.
E n primer lugar, el que no se hayan conservado en el ca-
mino de Roncesvalles monumentos anteriores al siglo X I I no
quiere decir que no hayan existido, y, por otra parte, la existen-
cia de memorias antiguas (siglo I X ) o restos arqueológicos re-
ferentes a los monasterios de San Juan de la Peña o Leire, no
obliga a relacionarlos forzosamente con el tránsito de los pere-
grinos.
Precisamente en el camino navarro hacia las Galias se en-
contraba el famoso monasterio de San Zacarías, del que decía
4 1
E n el capítulo que dedicamos a estudiar el paso del camino por Ronces-
valles recogemos los datos que fundamentan este aserto y la bibliografía per-
tinente al caso.
4 5
E . L A M B E R T : La peregrinación a Compostela y la arquitectura románica,
"Archivo Español de Arte", 1943, n ú m . 59, págs." 278-279. Cf. también del
mismo Roncevaux et ses monuments, "Romanía", t. 61 (1935), págs. 17-54 y
Roncevaux, " B u l l . Hisp.", t. 37 (1935), pág. 417.

28
IV, i . - LACARRA: L A FORMACIÓN D E L CAMINO DE SANTIAGO

San Eulogio, en 851, que estaba situado "ad ra dices montium


Pirineorum, in praefatae Galliae portaris, quibus Arago flumen
oriens, rápido cursu Seburim et Pampilonam irrigans, amni
Cántabro infunditur. Quod famossissimis in exercitatione regu-
1 1
laris disciplinae studiis decoratum, toto refulgebat occiduo" ' .
E n 1071 encontramos en lo alto de I b a ñ e t a un monasterio ya
famoso para esas fechas (nobile et regale monaslerium) que el
rey Sancho el de Peñalén, incorpora a Leire; en 1072, en la
vertiente francesa del camino de Roncesvalles hallamos otro
monasterio, San Vicente de Cisa, que igualmente se incorpora
a Leire; en 1080, y subiendo el Pirineo por* este paso de Cisa,
fecha el Liber Sancti Iacobi uno de los milagros que acaecen a
7
un peregrino de Santiago * ; a principios del siglo X I encontra-
mos en Larrasoaña, entre Roncesvalles y Pamplona, un monas-
terio de San Agustín, que en 1087 se incorpora igualmente a
Leire; poco después (1101-1104) vemos a los monjes de Santa Fe
de «Conques establecidos en Burguete (Villa Roscidavallis);
más tarde (1127-1132) se levanta la gran Colegiata de Nuestra
Señora de Roncesvalles, que había de ir absorbiendo la mayor
parte de estas fundaciones.
Así, pues, la no conservación en este trayecto de monumen-
tos anteriores al siglo X I I no es prueba, como decimos, de que
no hayan existido.
Tampoco se conservan monumentos anteriores al siglo X I
en la ruta de Santa Cristina a Puente la Reina. San Juan de la
Peña está lo suficientemente alejado del camino—por lo penoso
de su acceso y por no ser paso a ninguna otra parte—para que
los peregrinos no lo visitasen; y, efectivamente, n i en los re-
cuerdos de los peregrinos ni en la documentación del monaste-
rio hemos encontrado el menor indicio que nos permita relacio-
narlo con la peregrinación. Los antecedentes de la primitiva
iglesia de San Juan de la Peña no deben tampoco buscarse en
el arte cristiano europeo, sino en lo hispánico, visigótico-mo-
zárabe.
Lo mismo podríamos decir de la abadía de Leire. E l monas-
terio no guarda directamente relación con la ruta de Santiago.
" Carta de San Eulogio a Wiliesindo, "Hisp. Illustr." de Schott, t. I V ,
pág. 328.
Liber Sancti Iacobi, 1. II, cap. I V . Claro está que no se puede atribuir
excesivo valor a este dato cronológico.

29
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Son sus posesiones capillas, prioratos y albergerías -estable-


cidas en los pasos del Pirineo, las más antiguamente relaciona-
das con la ruta de los peregrinos. Además de las que hemos men-
cionado en el camino de Roncesvalles tenía otras en otros pasos
menos frecuentados, que nos nos atreveríamos a negar que
fuesen utilizados por los peregrinos en las primeras centurias de
la peregrinación y antes de haberse acreditado las grandes al-
berguerías de Santa Cristina y Roncesvalles. Nos referimos a
la cadena de monasterios que dependían de Leire, a lo largo de
los valles del Roncal y Salazar, en la vertiente española (Igal,
Urdaspal y Roncal), y en el valle de Soule (Sancta Engrana
de Porto qui ducit ad Gallias intrante ad Soula), en la parte
francesa. Estos cuatro monasterios fueron incorporados a Leire
4 8
en 1085 por donación de Sancho Ramírez . Vemos, pues, cómo
con escasa diferencia de tiempo los pasos principales del Pirineo
navarro dependen de la abadía de Leire, la más importante del
reino.
E n el Pirineo aragonés, las menciones documentales del
tránsito de peregrinos o caminantes se remontan a las mismas
fechas, poco más o menos, que las de Navarra, pero las fundacio-
nes hospitalarias son algo más tardías, más escasas, menos i m -
portantes, y rara vez hacen relación a los peregrinos de San-
tiago, sino más bien a pobres o caminantes en general.
A u n cuando los señores Blázquez y Sánchez Albornoz tra-
zan la vía romana de Zaragoza al Bearne por el valle de Hecho,
basándose en una piedra miliaria de tiempo de los Antoninos
que se encontró en Siresa '% el camino medieval creemos poder
afirmar entró siempre por Canfranc. Aquí se cobraban los

peajes en tiempo de Ramiro I (1035-1063) , y aquí encon-
tramos una alberguería para pobres y peregrinos en 1095. L a
alberguería de Santa Cristina también es tardía. L a primera
4 8
A . H . N . , Leire, leg. 950. E n 1125 se celebró un acuerdo entre los canó-
nigos de Santa Engracia y el monasterio de Leire por resistirse aquéllos a re-
conocer l a dependencia de éste (Becerro de Leire, pág. 172). E n Garde, tam-
bién en el valle del Roncal, había en 1102 una iglesia de Santiago (Becerro de
Leire, págs. 27-29).
19
Vías romanas de... Segovia a Titulcia y de Zaragoza al Bearne, Madrid,
1920, págs. 16 a 18, "Memoria de la Junta Superior de Excavaciones y anti-
güedades"; J . B . L A B A Ñ A : Itinerario del reino de Aragón, Zaragoza, 1895, pá-
gina 31, y C. I. L., núm. 4911.
3(1
I B A R R A : Documentos de Ramiro I, pág. 214.

30
IV, i . -• L A C A R R A : L A F O R M A C I Ó N D E L CAMINO DE SANTIAGO

5 1
mención que conocemos es del año 1100 , y su fundación sería
poco anterior. Su apogeo lo tuvo, según deducimos del examen
de su cartulario, en la primera mitad del siglo X I I , para decaer
en el siglo X I V y desaparecer totalmente a fines del siglo X V I .
L a ruta en la vertiente francesa sigue el curso del Gave de
Aspe y el paso de la vía romana está comprobado por una ins-
cripción que había grabada en la roca de Pene d'Escot. Las
fundaciones hospitalarias del Bearne se remontan también a
los finales del siglo X I , correspondiendo al gobierno de Gastón
I V , vizconde de Bearne (1080-1134). E l puso a los canónigos de
la catedral de Lesear bajo la regla de San Agustín y les enco-
mendó el cuidado del hospital de peregrinos que allí había fun-
dado (1101).
E l camino de Santa Cristina, que nunca alcanzó la impor-
tancia del de Roneesvalles, se vio interrumpido, especialmente
a partir del siglo X V I , al propagarse la herejía por el Bearne.
Enrique de Albret (1517-1555), siguiendo el ejemplo de sus pre-
decesores, se había apoderado de las rentas de los hospitales,
que no podían aplicarse ya a los peregrinos de Compostela.
Aun cuando el vizconde se vio obligado a justificar esta medida
diciendo que distribuiría entre los pobres las sumas incautadas,
parece que esta operación sólo sirvió para engrosar sus propias
5 2
rentas y no para favorecer a los pobres .
Los peregrinos que siguen la ruta de Toulouse prefieren
desviarse en Morláas o en Lesear para ir a Orthez, o en Oloron
para pasar por Hópital-Saint-Blaise a Ostabat, y seguir en uno
y otro caso por Roneesvalles.
De otros pasos antiguos del Pirineo, mucho menos frecuen-
tados, hacemos mención en los capítulos que siguen.

Otras rutas de peregrinación. De Bayona a Burgos.

A principios del siglo X I I I , y con motivo de la incorporación


de Álava y Guipúzcoa a la corona de Castilla, tuvo este reino
A. H. N . , Cartulario de Santa Cristina, fol. 34 v.°. Es un documento
ue Pedro I. Véase más abajo nuestro capítulo titulado "Desde los Puertos de
Aspe a Puente la Reina".
C H . D A R T I G U E - P E Y R O U : La Vicomté de Béam sous le regne d'Henri
d'Albret (1517-1555), París, 1934, pág. 455 ("Publications de la Faculté des
Lettres de l'Université de Strasbourg", fase. 67).

31
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

una comunicación directa con Francia, de que antes carecía;


entonces se intensifican las relaciones de Castilla con Francia
os
y con los Estados europeos en general . Para ello los reyes se
preocuparon de arreglar los caminos y de repoblar las zonas de
tránsito, agrupando a la población en villas, cuando antes es-
taba desparramada en caseríos " .
Hacia 1125 se construye en Bayona el puente sobre el Adour;
a fines del siglo X I I reciben fueros Vitoria y San Sebastián, del
monarca navarro Sancho el Sabio; en 1200 se incorporan a Cas-
tilla Álava y Guipúzcoa, y en 1203 daba Alfonso V I I I un fuero
55
a Fuenterrabía . E n 1256 funda Alfonso X las villas de Segura,
Salvatierra y Tolosa; en 1268, Villafranca de Guipúzcoa, y en
1320 se funda Villanueva de Oiarso—luego llamada Rentería—;,
todas en el camino de Bayona a Burgos. E l puente sobre el Ebro
en Miranda figura ya en el fuero de 1099, pero la zona donde hoy
se asienta la ciudad era hasta entonces pantanosa e intrasitable.
Los peregrinos van acomodando su ruta romera a la evo-
lución general de las comunicaciones. Los que acuden a San-
tiago por París y Burdeos ya no tuercen hacia la izquierda en
Lesperon, sino que siguen por la costa hacia Bayona, centro eco-
nómico de la región, y penetran por Irún, Tolosa, San Adrián
y Vitoria para enlazar con la ruta tradicional en Burgos. Las
canciones e itinerarios de los peregrinos franceses—que todos se
redactan cuando un camino lleva muchos años en uso—siguen
con frecuencia, y a partir del siglo X V I , esta nueva ruta, a la
que ya aluden relatos de viajeros y peregrinos del siglo X V . Las
canciones e itinerarios, forzados por la tradición, obligan muchas
53
Cf. G. D A U M E T : Memoire sur les relations de la Frunce et de la Castille,
1255-1320, París, 1914.
54
" A los que, poco puestos en geografía, se extrañen de que esta ruta de
los Pirineos haya sido preferida—se refiere a la ruta de Roncesvalles—a un
paso más fácil por el Bidasoa, tal como ahora lo vemos, les diremos que el paso
por Behovia e Irún ha existido siempre, pero para el País Vasco, más que
para ir a España, ya que los Pirineos, al apartarse aquí del litoral, multiplican
los obstáculos un poco más lejos. Esto puede comprobarse por el número de
túneles. Los romanos escogieron bien el paso que, una vez franqueado, no
presenta sino llanuras poco accidentadas hasta Castilla." M . L . P E T I T DE METJR-
V I L L E : Une visite a Roncevaux, " B u l l . de la Soc. des Sciences, Lettres et Arts
de Bayonne", 1922, pág. 14.
55
E n 23 de agosto de 1205 daba Alfonso V I I I a la Orden de Santiago su
casa de Gorrocica (en Guipúzcoa) con sus Ibustalizas. Cf. Bullarium Ordinis
S. Iacobi de Spatha, pág. 52.

'32
IV, i . - LACARRA: L A FORMACIÓN D E L CAMINO D E SANTIAGO

veces a desviarse al peregrino hacia Santo Domingo de la Cal-


zada—es el recuerdo del milagro del peregrino ahorcado, tan
popularizado entre los peregrinos desde el siglo X V — p a r a se-
guir luego hasta Burgos por el camino tradicional. Esto ocurre,
por ejemplo, en el siglo X V I I I a Manier y sus compañeros.
A partir del siglo X V I , Roncesvalles e Irún son las dos puer-
tas principales por donde penetran en España los peregrinos de
Santiago.

La ruta de la costa y la peregrinación a Oviedo.

L a ruta de la costa por tierra es más tardía y en realidad


nunca llegó a establecerse un camino normal y único. Las nu-
merosas montañas, ríos y rías que debían cruzarse dificultaban
su trazado. Si bien es verdad que se encuentran menciones de
monasterios y aun hospitales en algunos puntos de la costa can-
tábrica, esto no prueba que existiera un camino público que los
enlazara, pues el comercio lo mantienen esos puertos con el
interior, sobre todo con Burgos, que era el principal centro de
contratación de los productos que se importaban, y tuvo siem-
5<í
pre sus comunicaciones radiales de norte a sur .
Si, como parece, había una comunicación por mar entre B a -
yona y Santiago, que describe Idrisí, quien dice hacían el viaje
57
en trece días poco más o menos , es de pensar que una buena
parte de estos viajeros fuesen peregrinos.

L a peregrinación a Oviedo para adorar las reliquias de la Cá-


mara Santa establece nuevas rutas. Sabemos que esta romería
se menciona ya a fines del siglo X I , pues consta que Alfonso V I
visitó San Salvador como peregrino el 14 de marzo de 1075, y
no sería el primero que lo hiciera. Pronto se enlaza con la pere-
grinación a Santiago y, como ésta, alcanza renombre interna-
cional. U n adagio que circulaba entre los peregrinos estimaba
deshonroso el ir a Santiago y no acudir a Oviedo: " Q u i a esté
06
A . CASTRO: Unos aranceles de Aduanas del siglo XIII, "Rev. de Filo-
logía Española", VIII, 1921, págs. 1 y sigts. L . S E R R A N O : El Obispado de Bur-
gos, II, 211. J . F I N O T : Etude historique sur les relations commerciaeles entre la
Flandre et VEspagne au Moyen Age, París, 1899.
Cf. la traducción de S A A V E D R A : La Geografía de España del Edrisí,
"Bol. de la Real Soc. Geográfica", 1889, t. 27, pág. 170-171.

TOMO n.—3. 33
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A " S A N T I A G O

á Sainct-Jaques, et n'a esté a Sainct-Salvateur, a visité la servi-


58
teur et a laissé le Seigneur" .
Uiios peregrinos acudían a Oviedo desde León, y al salvar
la cordillera cantábrica encontraban el hospital de Santa María
de Arbas, fundado por el conde Fruela (1096-1103?); otra casa-
hospital había en el Puerto de San Isidro (1118), y antes de
llegar a Oviedo están la alberguería del monte Copian (1103) y
la del puente de Mieres. E n Oviedo, Alfonso V I había dado su
palacio con destino a hospital (1096).
Otros acudirían desde Santiago, al regreso de su peregrina-
ción. E n este trayecto encontramos fundaciones hospitalarias
desde el siglo X I I — e l hospital fundado, junto al puente de
Peñaflor, en el paso del Nalón, por Alfonso V I I en 1144—, pero
nunca tan abundantes como en el camino general que hemos
descrito. Alguna desviación introduce Alfonso I X en este ca-
mino, al ordenar, en 1222, que los peregrinos que iban de San
Salvador de Oviedo a Santiago vayan por Tineo y después por
el monasterio de Obona, "sin que se atreva nadie a desviar a
5S>
los peregrinos por otra parte" .

Otros peregrinos, finalmente, irían desde Irún por la costa


hasta Oviedo y Santiago. Este recorrido era el más penoso de
todos y donde el peregrino encontraba menos fundaciones hos-
pitalarias especialmente dispuestas para recibirle. E n 1330 sa-
bemos había en Llanes una hospedería para los peregrinos na-
cionales y extranjeros que transitaban a Santiago de Com-
postela.
E n 1141 hay un hospital en Rioseco, cerca de Pola de Siero,
que podría relacionarse con la peregrinación, y los documentos
de los siglos X V y X V I de la zona de Colloto—entre Oviedo y
Pola de Siero—hablan de un "camino francés" que responde,
sin duda, alguna a la ruta de peregrinación.

Otros caminos menos frecuentados.

E l camino de peregrinación de Portugal a Santiago es tam-


bién antiguo. Comienza siendo un camino político de reconquista
5 8
Así se lee en el Itinerario de la "Nouvelle Guide".
59
Y E P E S : Coronica General de la Orden de San Benito, III, 277.

34
IV, I. - I-ACAREA: L A FORMACIÓN D E L CAMINÓ D E SANTIAGO

y expansión del reino leonés, y sería después utilizado por los


peregrinos portugueses. E l Idrisí describe dos, uno por mar y
otro por tierra, ambos partiendo de Coimbra. E n la ruta por
i0
tierra cuenta ocho jornadas . Este camino seguiría Santa Isa-
61
bel de Portugal en sus peregrinaciones a Compostela .

Otro camino acreditado de antiguo iba de Zamora a León.


Seguiría la antigua calzada romana llamada "Vía de la Plata",
que luego fué utilizada en la Reconquista para descender del
reino de León hacia Salamanca. Sabemos que en el siglo X I I
estaba en uso por los viajeros. E l Idrisí dice que de Zamora a
León había cuatro días, o sea cien millas. Los peregrinos que
partían de la primera de estas ciudades la utilizarían también
desde muy antiguo.
Sabemos que en la provincia de Zamora había una antigua
cofradía—la Hermandad de Nuestra Señora de la Carballeda
o "de. los Falifos", de la que se trata en otro capítulo—que se
dedicaba a dar albergue y socorro a los peregrinos, a reparar ca-
minos y puentes, de los que dicen llegaron a construir hasta
treinta y cinco, los más de piedra y otros de madera. L a Herman-
dad se hace remontar al siglo X I V , aunque las fechas más segu-
ras datan de la primera mitad del siglo X V I .
Los peregrinos amparados por esta cofradía no seguirían,
sin embargo, la "Vía de la Plata", sino que irían más directa-
mente por Verín, Allariz y Orense a Santiago.

Reconquistado el valle del Ebro en el primer tercio del


siglo X I I , es de suponer que muchos peregrinos, no ya catala-
nes, sino provenzales, italianos o de otras tierras, que seguían
el itinerario de Arles a Toulouse, penetrarían por Cataluña y
por Zaragoza para incorporarse al camino general hacia Logro-
ño. Sin embargo, si bien hay noticia de peregrinos catalanes
ü
desde el primer tercio del siglo X I % y sabemos que en el

00
IDRISÍ en la traducción de Saavedra, loe. cit., pág. 167-169 y 173.
6 1
E n la segunda peregrinación, que hizo en 1335, salió efectivamente de
Coimbra. Cf. L Ó P E Z F E R R E I R O : Hist. de la iglesia de Santiago, V I , 299.
62
B A L A R I : Orígenes históricos de Cataluña, Barcelona, 1889, pág. 687,
cita unos peregrinos del año 1023; más datos en G U D I O L : De peregrins i pere-
grinatges religiosos catalans, "Analecta Sacra Tarraconensis", I I I (1927),
pag. 106; antes, en 959, encontramos en un Concilio celebrado en Compostela

35
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

siglo X I I había también en algunos puntos toda una organiza-


ción de "Guías" para conducir a los viajeros °% no conocemos
bien la ruta que seguían, pues no se han conservado itinerarios ni
relatos de peregrinos que la describan. E l Archivo de la Corona
de Aragón nos ha conservado especialmente salvoconductos
otorgados a personajes de importancia que iban a Santiago '",
pero creemos que los peregrinos extranjeros de modesta condi-
ción, como eran la mayoría, se acomodaban a la ruta que seña-
laban los itinerarios y las canciones de peregrinos, todas de mar-
cado sabor popular, y éstas les dirigen siempre por Irún o por
Roncesvalles. E n esta ruta es donde había mayor' número de
alberguerías y fundaciones hospitalarias. Es curioso compro-
bar cómo, creados estos hospitales en un principio para acoger
a los peregrinos que transitaban por la ruta, acaban por fijar
el camino y atraer hacia él a peregrinos que lógicamente de-
bieran seguir itinerarios diferentes.

Finalmente estaba la ruta del mar, que describe E l Idrisí


en el siglo X I I , y-que tal vez tenga muy remoto origen '% la

el abad catalán Cesáreo de Montserrat, proponiendo, en nombre de Borrell II,


la separación del Metropolitano de Narbona de los obispados catalanes, para
reconstituir la antigua provincia eclesiástica de Tarragona. Cf. J . H U F F E R :
I,a idea imperial española, Madrid, 1933, págs. 17 y sigts.
63
E n un documento del Archivo de la Corona de Aragón se registran los
siguientes pasajes de peregrinos que iban o venían a Santiago (años 1157-
1158): "Ebdomada pfima iunii (a. 1157) ueni Iozbert Daualrin et Poncius de
Rocha et alios milites de Roseioni, et ueniet de Sancti Iacobi, et Iohan de Loara
quils guiaua per mandamento de la reina.—Ebdomada I I I I september...
uenit archiepiscopus de Sancti Iacobi, et uenia de Roma, et P . de Regadel
quil guiaua.—Alia ebdomada uenit P . de Regedel et B . de Riela, et ueniant
de episcopo de Sancti Iacobi, que auiant giat, anauant de uas lo comte."
B A L A I Í J : Orígenes históricos de Cataluña, pág. 689.
64
Recogen algunos J . V I E L L I A R D : Pélerins d'Espagne á la fin du Moyen
Age, "Analecta Sacra Tarraconensia", X I I (1936), págs. 265-300, y J . V I N C K E :
Geleitbriefe für deutsche Pilger in Sp&nien, publicado en S C H R E I B E R : Wallfahrt
und Volhstum in Geschichte und Lehen, Dusseldorf, 1934, págs. 258-265.
65
Es muy posible que entre la corte asturiana y la monarquía carolingia
se mantuvieran relaciones por ruta marítima. E l cronista Adam de Bremen,
que se hallaba en esta ciudad en 1069, traza un itinerario de circunvalación
de la Península, en el que se dice: "De Pro] en Bretaña a Sanctum Mathiam
un dia, luego al Far [Coruña] junto a Sanctum Iacobum tres dias y tres no-
ches y se procede aqui siempre en el ángulo hacia Austro y Occidente"; con-
fróntese K . K R E T S C H M E R : Die italienischen Portolane des Mittelalters, vol. X I I I

36
IV, I. - LACARRA: LA FORMACIÓN DEL CAMINO DE SANTIAGO

cual seguían especialmente los ingleses. Estos desembarcaban


en los puertos de L a Coruña, Muros, Noya, Finisterre o Mugía.
Otros partían del puerto francés de la Rochela. Tenemos noti-
cia de una expedición de mercaderes procedente de Inglaterra
8B
y Lorena que llegó al Padrón por mar en 1130 . L a misma ruta
7
seguirían seguramente algunos peregrinos ° . Pero las noticias
más documentadas no empiezan hasta fines del siglo X I V ,
según se dice en otro capítulo.

En Francia no hay un camino único de peregrinación a


Santiago. Sólo pueden citarse diferentes vías de acceso, que
se van complicando en una serie de enlaces secundarios a
medida que se acercan al Pirineo, hasta el punto que puede
decirse que llevan a Santiago toda la red de caminos medie-
08
vales .
Todo lo contrario ocurre en España, según hemos visto,
desde que queda definitivamente fijado el camino en el si-
glo X I : Constituye una-vía única en la que el tiempo introduce
muy ligeras variantes. Es como la espina dorsal de los reinos
cristianos, enlace con el exterior, vía comercial y vía militar
a la vez. E n la ruta de Santiago combaten con frecuencia na-
varros, castellanos y leoneses (Nájera, Valpirre, Atapuerca,
Lantada, Villadangos del Páramo...). Alfonso el Batallador
procura tener expedito el camino de Santiago como enlace y
retirada hacia su reino, y favorece o fortifica las villas de
Sahagún, Carrión, Castrojeriz, Belorado, Santo Domingo de la
Calzada, etc. Ello justifica el mayor interés que prestamos al
estudio de la ruta en España.

de las "Ver offentlich ungen des Instituís für Meereskunde und des Geogra-
phischen I n s t i t u í s " (Universidad de Berlín, 1909), págs. 195, 199 y 235, y
G | O N Z A L O | D E R [ E P A R A Z ] : España: la tierra, el hombre, el arte (Barcelona,
1943), vol. I, pág. 45.
66
Historia Compostelana, lib. I I I , cap. X V I I I .
07
Los siete onzavos del portazgo y anclaje de la villa de L a Coruña per-
tenecían en el siglo X V al arzobispo de Santiago, y los cuatro onzavos a la
iglesia de Compostela; el monasterio de Sobrado percibía el diezmo de todo
lo que rentare el portazgo y anclaje ( L Ó P E Z F E R R E I R O : Fueros municipales de
Santiago y ole su tierra, II, 144).
68
A D R I E N L A V E R G N E : Les chemins de Saint-Jacques en Gascogne, Bor-
deaux, Chollet, 1887, 8.°, 76 págs., llega casi a este resultado en la comarca
que estudió.

37
LAS P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Los nombres del camino.

A medida que va adquiriendo fijeza, la ruta de Santiago em-


pieza a distinguirse, entre las gentes del país, de las demás vías
o caminos generales. Pronto se dan cuenta de que la fundamen-
tal razón de ser de la misma es el conducir a Santiago o el ser
aprovechada por los peregrinos—franceses en mucha parte —
que acuden a Compostela. De aquí los nombres con que pronto
se la conoce de camino de Santiago, camino de los peregrinos o
camino francés.
Naturalmente que para que un camino sea conocido um-
versalmente por uno de estos nombres es preciso que se le reco-
nozca un trazado fijo y que lleve muchos años en uso. Por eso no
lo encontramos todavía en los documentos n i en las crónicas
de los siglos I X y X , que cuando tienen que referirse a él hablan
de strata per quam euntes et redeuntes cives Gallecie soliti sunt
69
ambulare, como se dice en un documento del año 885 . Es a
partir de fines del siglo X I , es decir, cuando ya existe un camino
de Santiago por antonomasia, cuando se le reconoce como tal
en los documentos. Por eso debe tenerse por apócrifo, aparte
7
de las razones que aduce Barrau-Dihigo ", un documento de
Alfonso I I I a la catedral de Lugo del año 897 (3 de junio), en el
que se habla de un iter publicum sancti Iacobi. Pero aun cuando
fuese auténtico, por referirse a una comarca próxima a Compos-
tela, habría de entenderse que se aludía a la vía normal de comu-
nicación con la ciudad de Santiago, sin que hiciera forzosamente
relación con la peregrinación.
E n cambio, el encontrar estas mismas expresiones en zonas
más alejadas de Galicia será una prueba de que el trazado de
la ruta de peregrinación ha adquirido ya una constancia de
muchos años atrás.

E n un principio aparece, según hemos visto, confundida con


la calzada de los peregrinos de Santiago a Roma. Después, y
refiriéndose a Santa María de Nájera, ya dice Alfonso V I (año
69
L Ó P E Z F E R R E I R O : Hist. de la iglesia de Santiago, I I , apénd. X V I I ,
32-33; F I T A , en "Bol. Acad. Hist.", X L I (1902), págs. 334-336. L . B A R R A U -
D I H I G O : Actes des rois asturiens, núm. 44, lo considera auténtico.
70
Es el n ú m . 54 de L . B A R R A U - D I H I G O : Etudes sur les actes des rois astu-
riens (718-910), "Rev. Hisp.", 1919.

38
IV, I. - L A C A R R A : L A F O R M A C I Ó N D E L CAMINO DE SANTIAGO

1079) que está "subter illo castello, latus de illa via qui discurrit
pro ad sancto Iacobo", y aludiendo a Villamoratiel de las Ma-
tas (año 1089), "que est in alfoce de Legione iuxta illo camino
71
de Sancti Iacobi" . E n Navarra, Sancho Ramírez dice en 1090
7
que Zarapuz estaba " i n camino de Sancto Iacobo" % y a par-
tir de estas fechas el nombre de camino de Santiago es voz co-
mún que emplean los notarios y escribas de los diplomas para
designar los límites de alguna finca que linda con él. Así, al do-
nar el capellán de San Martín, de León, la iglesia del Santo Se-
pulcro de la misma ciudad a la del mismo título, de Jerusalén
73
(año 1123), dice que está " i n camino Sancti Iacobi" . E n 1126,
en la escritura de venta de una viña en Nájera se dice: "vendo
vobis unam vineam meam, que est de iuco caminí quod vadit
ad Sanctum Iacobum, ad dexteram manum quando homo ve-
74 76
nit ad Sanctum Iacobum" . Las citas podrían multiplicarse .
Otras veces se emplea la expresión más general de "iuxta
76 7 7
caminum peregrinorum" o " i n strata publica peregrinorum" ,
refiriéndose a la ruta compostelana como camino de peregrinos
por excelencia.

Pero muy temprano empieza a llamársele camino francés o


"iter francorum", comprobando la gran participación que tu-
vieron los franceses en la peregrinación a Compostela. E n un
documento de Alesanco—entre Nájera y Santo Domingo de la
Calzada—se habla, en 1079, del camino de los Francos al seña-
78
lar los límites de una finca ; en otro documento de Lugo,
7
de 1120, se cita un iter francorum % y en la "Guía de los Peregri-

7 1
Tóldanos I y II, Archivo Histórico Nacional.
7 2
Véase el documento en el Apéndice.
73
Véase el documento en el Apéndice.
71
B . A . H . , t. 26 (1895), pág. 269.
7a
E n el estudio detallado que hacemos del camino se recogen muchas de
estas alusiones.
76
Año 1178, donación que hace Bibiano, abad de Irache a D . Ramón
Guillem y a D . Gervás de Falesa de una viña en Estalla, Arch. de Navarra,
Becerro de Irache, fol. 78 y 78 v.°.
Año 1260, donación de García Fernández a la iglesia de Lugo, Esp. Sagr.,
t- 41, pág. 172.
Cita el documento L . S E R R A N O : Cartulario de San Millán, pág. 318.
... in territorio Uliolae (Ulloa)... super iter Francorum et subter", Esp.
Sagr., t. 41, 1798, pág. 298.

39
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

nos" se llama via francigena la que, pasando cerca de San Pedro


de Afuera, penetraba en la ciudad de Compostela por la puerta
8I)
llamada también Francigena . También en la Historia Com-
H
postelana puede verse la alusión al francigenum iter \
Este apelativo del camino de Santiago acaba por generali-
zarse de un extremo a otro de la Península y es tal vez el que
8 2
persiste por más tiempo . Así, en Asturias encontramos en un
8
documento de 1214 un camino francisco % y el Fuero General
de Navarra, también del siglo X I I I , habla siempre del camino
84
francés . E n documentos de la iglesia de Lugo de 1329 y 1346
se citan unas casas "en el burgo de Palas de Rey no camino
8
francés" % y en otros de los años 1343 a 1402 se ve que el ca-
mino francés atravesaba la villa de Castroverde, también en
8 0
Galicia . A fines del siglo X V I sigue usándose en Galicia como
referencia precisa de los linderos de las fincas el camino fran-
8 7
cés , y en varios pueblos de Castilla se han conservado hasta
80
Esp. Sagr., cap. I X .
8 1
ídem, t. X X , 69.
8 2
E n algunos casos es difícil distinguir si el nombre alude a una calle de
la ciudad poblada de francos, o a que esta ciudad era atravesada por el camino
francés. Así, por ejemplo, en Oviedo encontramos en el siglo X I I I las expre-
siones rúa francisca y rúa gascona. L a primera, en la venta de una casa sita
en la Broteria de Oviedo, otorgada en 1236 "et in fronte rúa francisca que vadit
ad ecclesiam Sancti Saluatoris" (A. H . N . , leg. 1.082). L a segunda, en un docu-
mento de 1251 sobre venta de una casa" en Oviedo enna R ú a que dicen gas-
cona" (copia en el Becerro de San Pelayo, al fol. 515). E n el primer caso podría
referirse al camino que lleva el apelativo de francés en documentos del siglo X V ,
como decimos en la nota siguiente; en el segundo quizá aluda al camino general
de l a costa oriental de Asturias que entraba en la ciudad por el barrio llamado
todavía L a Gascona, nombre que tal vez aluda al barrio de los francos, como
indicamos en otro capítulo.
83
Figura en las "exquisiciones" y divisiones de tierras y siervos o fami-
lias, entre el rey y el monasterio de Barcena, hechas en marzo de 1214, Becerro
de Corias, fol. 87.
84
L i b . V , t í t . 6, cap. 2: "Que pena ha qui roba a mercero o romero en ca-
mino francés". L i b . V I , tít. 4, cap. 2: "Cuya deve ser la calonia de camino
franzes".
8 5
J . V I L L A A M I L Y C A S T R O : Pobladores, ciudades, monumentos y caminos
antiguos del norte de la provincia de Lugo, " B o l . de lá Sociedad Geográfica de
Madrid", t. 5 (1878, 2.°sem.), págs. 81-139 y mapa a la pág. 141. Véase l a pá-
gina 139.
8 6
V I L L A A M I L Y C A S T R O : Pobladores, págs. 110-111.
87
Año 1571, Sancho de Orozco cede al monasterio de Villanueva de L o -
renzana una casa y bienes "junto al camino francés que va desde Cillero a

40
IV, i . - LACARBA: L A FORMACIÓN D E L CAMINO D E SANTIAGO

nuestros días el nombre de la francesa o del real camino francés


88
aplicado al antiguo camino de los peregrinos de Santiago .
Las antiguas expresiones de "camino Sancti Iacobi" o
8!>
"strata publica peregrinorum" no desaparecen, pero parece
que se prodigan menos. A veces se emplean conjuntamente los
términos de "camino francés" y "camino de Santiago", y en
ocasiones se aplica el nombre de "camino francés" a itinerarios
secundarios o que nada tenían que ver con la ruta composte-
90
lana , pero lo normal es aplicarlo al itinerario clásico descrito
en la "Guía" del siglo X I I , y a la desviación que se hacía hacia
91
Oviedo para visitar las reliquias de San Salvador . Son éstas,
adémaselas rutas donde, al calor de la peregrinación y de las
actividades comerciales que desarrolla, se establecen poblacio-
nes de francos, como tuvimos ocasión de estudiar en otro ca-
pítulo.

Cabarcos"; año 1578, el mismo Sancho de Orozco vende a los monjes de Villa-
nueva de Lorenzana "una casa según sale el camino francés, que está junto al
lugar de Castro arriba de la villa de Villanueva". V I L L A A M I L Y CASTRO: Pobla-
dores, pág. 109.
88
Así, por ejemplo, en Moratinos ( M A D O Z : Dic, t. 11, p á g . 591), o en
San Nicolás del Real Camino.
89
E n un documento de Santa Cristina de Somport (año 1189), y refirién-
dose a tierras situadas en el partido judicial de Jaca, se habla de "illo camino
unde vadit ad Sanctum Iacobum" (A. H . N . , Santa Cristina, leg. 382, mím. 6);
en documento de Alfonso I X de León (año 1222) al monasterio de Santa María
de Obona, se cita en forma aún más inexpresiva "caminus qui vadit de Sancto
Salvatore ad Sanctum Iacobum" ( Y E P E S : Coronica, III, fol. 267). E n un docu-
mento de 1260 referente a una ermita de San Cosme en Sarria, en la provin-
cia de Lugo, se cita la "strata publica peregrinorum" ("Esp. Sagr.", t. 41, pá-
gina 172).
90
E n documento de 1436 perteneciente a la cofradía de Nuestra Señora
del Rey Casto (Arch. Catedral de Oviedo), se lee: "camino francés que va para
León". E n declaración prestada por un testigo que figura en pleito de 1577
sobre aprovechamiento de términos entre los vecinos de Ciguedres y Balbona
(concejo de Belmonte, en Asturias), se nombra un camino francés de Frejonias,
cabiéndonos la duda de que se refiera al que seguía por la falda de la Sierra de
Peña Manteca a la de la Cabra y la Serrantina para entrar en León, o bien a
otro casi perpendicular que conducía a términos de Tricio, tal vez el mismo
que con el nombre de viam galganam se señala hacia Linares en documento
dé 1031.
9 1
Téngase en cuenta que a partir del siglo X V I la Guías e Itinerarios
franceses y las canciones de los peregrinos de este país sólo describen dos ca-
minos, que entraban en España por Roncesvalles y por Irún. L a afluencia
irancesa persistió hasta el siglo X V I I I por esos dos cauces principales.

41
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Si el nombre de "camino francés" tenía su sentido en España,


en Francia no tenía razón de ser, y al i r adquiriendo permanen-
cia la ruta compostelana, no con la fijeza que en España, según
tendremos ocasión de ver, se recurre a las expresiones de "via
Iacobitana" o "chemin de Saint-Jacques". L a primera la vemos
empleada en la "Crónica de Turpín" (Líber IV Sancti Iacobi),
que para estos efectos debe tenerse como una fuente francesa,
aludiendo al camino en Francia y en España. De la segunda son
92
muchos los textos que podrían aducirse . Para distinguir el
caminó de otras grandes rutas, y acreditando de paso la impor-
tancia del mismo, se llama a principios del siglo X V al camino
9
de las Landas magnam viam Sancti Iacobi % y a mediados del
mismo siglo, encontramos en otro documento el "gran camin
91
communau de Sent-Jacques" . E n algunas regiones francesas,
especialmente en el Mediodía, al camino de Santiago se le llama
chemin romiu, derivado de "romei", romero (fr. "roumieux"),
no porque siguiera las antiguas calzadas romanas, como insi-
95
núan Nicolai y Dufourcet .

92
Así, por ejemplo, en un documento de 1289, publicado por la "Société
des Archives historiques de l a Gironde", t. X , n ú m . 67. R A Y M O N D (Diction-
naire topographique du département des Basses-Pyrénées, París, 1863, págs. 143-
144) cita, refiriéndose a esa zona de l a Gascuña, las expresiones: cami se Sent
Jagme (año 1336), lo camin Sent-Jacme (1372), cami de Sant-Jacme (1489).
9 0
LEÓN DROUYN: Bordeaux vers 1450, p á g . 327 y 360, documentos de
1400 y 1448, respectivamente.
9 4
L . D R O U Y N : Op. cit., documento de 18 dic. 1448, p á g . 360.
95
Del mismo modo que en algún documento navarro se llama a veces al
camino de Santiago camino de rumeage, y en las Ordenanzas de la ciudad de
Oviedo de 1274 a los peregrinos se les llama romios. Cf. documento de 1448
(Arch. de Navarra, Comptos, caj. 154, núm. 58) que publicamos en el Apéndice,
y M . A L . N I C O L A I : Monsieur St. Jacques de Compostelle, Bordeaux, 1897, pá-
gina 51; J . E U G E N E D U F O U R C E T : Les voies romaines et les chemins de Saint-Jac-
ques dans Vancienne Novempopulanie, "Congrés Archéologique de France.
LVe session. Dax-Bayonne", pág. 244.

42
C A P Í T U L O II

LOS C A M I N O S D E S A N T I A G O A T R A V É S D E F R A N C I A

Hemos indicado ya que el camino de Santiago, la vía inter-


nacional conocida con este nombre, no se forma hasta aproxi-
marse a tierras de España, hasta el momento en que los pere-
grinos tienen que escoger entre uno u otro acceso de los montes
Pirineos. L a "Guía" más antigua, la contenida en el Liber Sancti
Iacobi, sólo señala etapas a partir de San Miguel el Viejo, en la
ruta de Roncesvalles, y de Borce, en el camino de Santa Cris-
tina, es decir, desde la vertiente francesa de los Pirineos.
Los peregrinos de remotas tierras solían seguir, si procedían
de Italia o Grecia, o si hacían a la vez la peregrinación a Roma
y Jerusalén—lo que era muy frecuente—, la ruta de Arles,
Montpellier, Toulouse, penetrando en España, algunas veces,
por Santa Cristina y Jaca; si procedían del Norte de Europa
(Países Bálticos, Norte de Alemania o Flandes), entraban en
España por Roncesvalles, y a partir del siglo X I I I , por Irún y
Fuenterrabía. Esta última ruta fué muy frecuentada en la baja
Edad Media y en la Edad Moderna por haberse mantenido más
tiempo el culto a Santiago y la devoción a peregrinar entre los
católicos del norte de Europa. E n ambas rutas, las tradiciones
jacobeas y las leyendas épicas localizadas en los principales san-*
tuarios van preparando el ánimo del peregrino, ávido siempre
de encontrar por doquier el eco de sus devotas inquietudes; su
patrón Santiago y los héroes de las canciones de gesta. Y así los
santuarios de Blaye, Burdeos, Belin, San Juan de Sorde, Alis-
camps, Arles, Saint-Gilíes, todos dicen guardar los despojos
mortales de los caídos en Roncesvalles o sus recuerdos más
l
queridos .
1
L . COLAS: Les sepultures de Roland. Blaye, Sorde, Arles, Aix-la-Chapelle,
Ronceraux. La Chapelle de Charlemagne au col d'Ibañeta, Biarritz, 1911, 24
páginas.

43
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Si bien la "Guía" del siglo X I I no señalaba etapas para los


peregrinos en Francia, sí marcaba—como y a hemos indicado en
otro capítulo—cuatro itinerarios que enlazaban los santuarios
de máxima devoción en el primer tercio del siglo X I I , itinera-
rios cuya exactitud está comprobada por el relato de nume-
rosos peregrinos.
Sin embargo, no deben tomarse estos itinerarios como rutas
fijas y públicamente señaladas. Los peregrinos franceses se in-
corporaban a la ruta más frecuentada en el punto que mejor se
acomodaba con su lugar de partida; además introducían con
frecuencia variaciones en su recorrido, las cuales sabemos es-
taban en relación con el estado de conservación de los caminos
o con la existencia de un hospital acreditado en las inmedia-
ciones; en la vertiente francesa de los Pirineos, donde estos ca-
minos se iban juntando, se establecían enlaces de una a otra
ruta. Por eso junto a las vías principales se van creando otros
caminos secundarios, de algunos de los cuales daremos cuenta
también brevemente.
E l camino en esta última zona francesa se llama en los
documentos camin romiou, cami de Sent-Jagme (1336), lou
cami de Rome (1675), pero más frecuentemente cami Arro-
miu, Arromibau o Romiu, porque era el camino que conducía
romeros.
Describiremos a continuación los itinerarios más frecuenta-
dos en territorio francés, y empezaremos por las cuatro grandes
2
vías que señala la "Guía de los Peregrinos" .

2
Sobre los caminos de Santiago en Francia, y especialmente en Gascuña,
puede verse: A . L A V E R G N E : Les chemins de Saint-Jacques en Gascogne, Bor-
deaux, 1887, 8.°; J . E U G E N E D U F O U R C E T : Les voies romaines et les chemins de
Saint-Jacques dans Vancienne Novempolulanie, "Congrés Archéologiqne de
e
France, L V session. Dax-Bayonne", París-Caen, 1889, págs. 241-264, y
P . H A R I S T O Y : Pélerinage de Saint-Jacques de Compostelle. Les voies romaines, les
chemins romains et les établissements hospitaliers dans le pays basque, P a u ,
imp. Lescher-Montoné, 1906, 8.°, 107 págs. con grab., y además lo que deci-
mos en otros capítulos de esta obra, especialmente al hablar de los itinerarios
y relatos de viajeros (parte I I , cap. II). E n pruebas esta obra, hemos tenido
conocimiento del interesante estudio de E . L A M B E R T : Le Livre de Saint Jac-
ques et les routes du pélerinage de Compostelle ("Revue Géographique des Pyré-
nées et du Soud-Ouest", X I V , 1943, 5-33), en el que se ocupa con detención
de las rutas secundarias en Francia, no mencionadas en la "Guía de los Pere-
grinos".

44
IV, i i . - L A C A R R A : CAMINOS D E SANTIAGO A TRAVÉS DE FRANCIA
AQU13GRAN..O
.O'LIEJA
LOS CAMINOS DE SANTIAGO EN FRANCIA

pTroyes

Arles-Toulouse-Somport.
L a ruta de Provenza, como ya hemos indicado, era utili-
zada por los peregrinos extranjeros que venían a Santiago y
por los españoles que iban a Roma o a visitar los Santos L u -
gares. Vía muy frecuentada para Roma desde los días de Ale-
jandro II (1061-1073) y Gregorio V I I (1073-1085), en que los
reinos de Aragón y Navarra, Castilla y León estrechan sus
relaciones con la Santa Sede % y para los Santos Lugares, desde
3
Para las relaciones de Navarra y Aragón con Roma, véase P . K E H R :
Das Papsttum und die Konigreiche Navarra und Aragón bis zur Mitte des

45
L A S P E R E G R I N ' A C I Q N E S A S A N T I A G O

la predicación de la primera Cruzada (1095). E n ella se estable-


cieron los primeros hospitales de l a Orden de San Juan de Je-
rusalén para asistir a los peregrinos, los cuales tenían su casa
principal, o Gran Priorato, en Saint-Gilíes. Este era un buen
punto de partida para embarcar los peregrinos que iban a
Oriente, y paso también obligado para los que seguían a Roma.
Cuando poco después se creó la Orden del Temple, estableció
también su Priorato en Saint-Gilíes *.
De Saint-Gilíes arranca también el itinerario de la "Guía de
los Peregrinos". Por Santiago vemos desfilar a peregrinos griegos,
genoveses, venecianos, lombardos, provenzales, etc., todos los
cuales seguían la ruta de Saint-Gilíes. Los lombardos, a pesar
de los grandes tributos que tenían que pagar al pasar por Pro-
venza, seguían en el siglo X V acudiendo en gran número a ve-
5
nerar el sepulcro del Santo Apóstol .
Los peregrinos llegaban a Saint-Gilíes desde Arles, donde
cruzaban el Ródano y seguían a Montpellier.
E n Montpellier, Guillermo V y Ermesindis, señores de l a
ciudad, fundaron un hospital a fines del siglo X I , y allí mismo
se creó un instituto o asociación benéficorreligiosa del Espíritu
Santo, que tuvo en el siglo X I I I hospicios en Marsella, Millau,
Brioude y otros lugares de la Francia meridional, para alimen-
tar a los necesitados, vestir a los pobres y socorrer a los enfer-
mos. Había también en Montpellier, en estos tiempos, el hos-
pital de San Eloy, fundación de un particular y puesto bajo l a
protección de los concellers de la ciudad, donde se recogían, a
6
más de los enfermos, los huérfanos y los peregrinos y viajeros .
Hermann Künig, que sigue esta ruta, recomienda tomar la ra-
ción en un convento donde dan pan, vino y carne; al hospital

XII. Jahrhunderts, y para Cataluña Das Papsttum und der Katalanische Prin-
zipat en las publicaciones de la Academia Prusiana de Ciencias, 1926, P h i l .
hist. Klasse, n ú m . 1. H a y de esta última traducción catalana publicada en
'"Estudis Universitaris Catalans", X I I a X V con el título El Papat i el Prin-
cipal de Catalunya fins a la unió amb Aragó, y de l a primera, versión cas-
tellana en "Estudios de Edad Media de l a Corona de Aragón", I I (1946),
págs. 74-186.
4
J . M I R E T Y S A N S : Les Cases de Templers y Hospitalers en Catalunya,
Barcelona, 1910, págs. 11 y sigts.
5
Cf. A . F A R I N E L L I en "Rev. crítica de Hist. y Literatura", ano I I I ,
pág. 158, nota.
6
M I R E T Y S A N S : Les Cases de Templers y Hospitalers, pág. 55.

46
IV II. - L A C A R R A : CAMINOS D E SANTIAGO A TRAVÉS D E F R A N C I A

de Santiago sólo se irá por necesidad, pues suelen burlarse de


los peregrinos. Sin duda habla aquí una triste experiencia. A u n
sería peor el recuerdo que llevarían otros cinco peregrinos que
tres siglos más tarde, en 1777, atravesaban Montpellier: fueron
detenidos, despojados de sus papeles, bordones y sombreros de
cuero y recluidos en el depósito de mendigos de Pau; el oficial
que los detuvo, M . De Tray, añadía al dar cuenta a su inten-
dente "que ees gens doivent s'estimer heureux d'étre condam-
7
nés a la maison de forcé au lieu des galéres perpétuelles" .

De Montpellier a Toulouse, unos irían por el interior—-Saint-


Pons, Castres—•., pero otros, la mayoría, seguían la ruta de la
costa: Beziéres, Narbona, Lézignan, Carcasona, donde había
un buen hospital % Castelnaudary, Villefranche-de-Lauragais,
Baziége % hasta llegar a Tolosa "una ciudad linda y bonita'%
según dice Künig.
Los que seguían el primer camino pasaban no lejos de
Saint-Guilhem-le-Désert, abadía fundada por el antiguo aban-
derado de Garlomagno, cuya visita recomendaba la "Guía de
los Peregrinos". Los que preferían la segunda ruta podían visi-
tar a orillas del Herault el hermoso sepulcro de los santos T i -
berio, Modesto y Florencia, martirizados en tiempo de Dio-
cleciano.

Poco distante del puente sobre el Garona y a la orilla derecha


del río, cuenta el peregrino Laffi que había un capillita dedi-
cada al Patriarca Santo Domingo, en memoria de un milagro
que allí acaeció a unos peregrinos que venían de Santiago y
que al pasar el río en barca—entonces dice que no había puen-
10
te—cayeron al agua y fueron salvados por el Santo .
E n Tolosa no dejarían de referir al peregrino el milagro del
romero que, ahorcado por una falsa acusación de robo, fué sal-
vado por el apóstol Santiago. Desde 1090, en que coloca el su-
ceso el Liber Sancü Jacobi, hasta el siglo X V , el milagro se loca-
7
A D R I E N L A V E R G N E : Les chemins de Saint-Jacques en Gascogne, Bordeaux,
1887, pág. 3.
Así lo declara K Ü N I G . Este parece que no entra en Narbona, sino que
sigue por Capestang, Cuxac a Trébes.
9 3
Todas estas ciudades cita L A F F I : Viaggio , 94-101.
10 3
L A F F I : Viaggio , 109-110.

47
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

M
liza en Tolosa . L a iglesia de Santiago de esta ciudad había
sido fundada por el mismo Carlomagno, según decía la "Crónica
de Turpín", empleando en ella parte del oro cogido en las cam-
pañas de España. Pero si Carlomagno no fundó aquí ninguna
iglesia, otro templo famoso en la historia del arte hablaba ya
a los peregrinos de la iglesia de Compostela a la que se encami-
naban: la iglesia de Saint-Sernin, réplica de la basílica compos-
telana, y en cuya puerta meridional puede verse todavía un
relieve del santo Apóstol entre dos árboles, idéntico al de la
Puerta de las Platerías. Esta iglesia ocupaba el centro del ba-
rrio llamado el Burgo, al nordeste de la ciudad, y en él radi-
caba el hospital de Santiago del Burgo, construido expresa-
1 2
mente para albergar a los peregrinos de Santiago .

De Tolosa seguían los peregrinos el que ya se llama camin


romiou, todo él esmaltado de hospitales: Léguevin, Pujaudran,
13
LTsle-Jourdain, Marestaing, Gimont, Aubiet y Auch . E n la
catedral de Auch daban de comer a los peregrinos; "questo é
un legato fatto da v n gran signore di quella cittá", explica
14
Laffi . De aquí pasaban a Barran, Arbeissan (hoy lTsle-de-
Noé), Montesquiou, Marciac y Maubourguet. Aquí, dice el re-
lato de un peregrino, "si vas al hospital tendrás que acostarte
1 5
en la paja" , De Maubourguet seguían a Lembeye, donde ha-
bía un hospital que dependía de Santa Cristina de Somport,
a Morláas, Lesear y Oloron, dpnde se iniciaba la subida al Piri-
1 6
neo por el valle de Aspe hasta Santa Cristina .
Los otros tres itinerarios que señala la "Guía de los Peregri-
nos" confluían en Ostabat.

1 1
E n el cap. V I de la parte I I I se ha tratado y a de él. N I C O L Á S B E R -
T R A N D , que escribió su Tolosanorum gesta (fol. 49) en 1515, sigue situando
el milagro en Tolosa y certifica de su popularidad: "Unum miraculum quod
legimus ac pictum etiam videmus in singulis beati Iacobi ecclesiis aut capellis..."
(AASS, J u l i i V I , pág. 47, núm. 188).
1 2
C A T E L : Mémoires de Vhistoire de Languedoc, lib. I I , pág. 270.
13
Este trayecto no coincide con la antigua vía romana de Tolosa a Elusa
{Eauze), pues quedaba ésta unos kilómetros a mano izquierda.
1 4 3
L A F F I : Viaggio , 114.
1 5
H E R M A N N K Ü N I G : Die ivallfahrt und Strass zu sant Jacoh, cd. K . Hae-
bler, Strasburgo, 1899.
10
Para el recorrido de esta ruta en el Bearne, véase también el capítulo
X V I I I de la parte I V .

48
I V , II. - L A C A R R A : CAMINOS D E SANTIAGO A T R A V É S D E F R A N C I A

Nótre-Dame-du-Puy - Conques - Moissac - Ostabat.

La ruta que, según la Guía del siglo X I I , seguían los borgo-


ñones y teutones parte de Nótre-Dame-du-Puy, donde toda-
vía puede verse el hospital de peregrinos; los dos capiteles de
la portada, dice Male, invitan al viajero a entrar sin temor: en
uno recibe el pan de manos de la Caridad, Karitas; en otro,
1 7
aparece acostado en un lecho y cuidado con solicitud .
Atravesaba el camino las montañas de Aubrac, en Rouer-
gue. Aquí, regresando de Compostela, el conde Alardo o Ada-
lardo de Flandes fué asaltado por unos ladrones; esto le decidió,
obedeciendo a la voluntad divina que se le manifestó en una
visión, a construir un hospital fortificado en este terreno, so-
litario y cubierto de bosque, donde y a otros peregrinos habían
sido asaltados por homicidas y ladrones; se estableció allí con
algunos compañeros, empleando su vida en asegurar la de los
peregrinos que iban a Nótre-Dame-du-Puy, a Santiago y a
otros santuarios. Esto ocurría a fines del siglo X I o comienzos
del X I I . Sus sucesores extendieron esta protección a los que se
dirigían a Rocamador, cuando más tarde se organizó esta pe-
1S
reginación .
17
M A L E : VArt religieux du XIF siecle en Frunce, París, 1928, pág. 293.
1 8
E l h o s p i t a l estaba en l a c o m u n a de S a i n t - C h é l y - d ' A u b r a c , d i s t r i t o de
E s p a l i o n ( A v e y r o n ) . N o se conserva el t e x t o o r i g i n a l de esta f u n d a c i ó n , y su
h i s t o r i a l a conocemos p o r u n relato que se e n c u e n t r a en l a B i b l i o t h é q u e N a t i o -
nale de P a r i s , Coll. Doat, v o l . 114, folios 1 a 5, que no puede ser anterior a l
siglo X I V . H e a q u í el t e x t o e x t r a c t a d o que t o m a m o s de E . R U P I N : Roc-Ama-
dour, P a r í s , 1904, p á g . 225, nota: " F a c t u m tale est. A n t i q u i s s i m i s t e m p o r i b u s ,
A l a r d o vieecomite F l a n d r e n s i , c u m rediret de peregrinatione B e a t i I a c o b i i n
C o m p o s t e l l a et transiret per diocesim et senescalliam R u t h e n e n s e m , i n quo-
d a m loco nemoroso m o n t a n o r u m , vaste s o l i t u d i n i s , c o m m u n i t e r n u n c u p a t o
de A l t o b r a c o , u b i peregrinantes l a t r o n u m et h o m i c i d a r u m i n c u r s u m i s e r a b i -
l i t e r dies suos clauserunt extremos, a p p a r u i t D o m i n u s noster Iesus Christus
i n itinere p u b l i c o u b i erat i p s o r u m l a t r o n u m tenebrosa spelunca, n u n c i a n d o
eidem atque precipiendo u t i n i b i , i n h o n o r e m s u i , sanctissimeque T r i n i t a t i s et
glorióse V i r g i n i s eiusdem m a t r i s , d o m u m h o s p i t a l i s construeret pauperibus
et peregrinis c a r i t a t i v e recipiendis. í t e m dictus n o b i l i s A l a r d u s t a l i m i r a c u l o s a
et celesti m o n i t i o n e commotus... i u s s u sibi d i v i n i t u s complere cupiens... i n
d i c t o loco hospitale pauperurii et n o t a b i l e m ecclesiam f u n d a v i t . . . i n quo per-
m a n s i t totis t e m p o r i b u s v i t e sue... et i b i d e m s u u m s a c r u m corpus quiescit...
Ipse q u i d e m locus predictus de A l t o b r a c o et hospitale i b i d e m c o n s t r u c t u m
cum ecclesia et aliis congruentibus edificiis n u n c v a l l a t a et p r e m u n i t a t u r r i b u s
et aliis f o r t i f i c a t i o n i b u s necessariis pro r e p u l s u m a l o r u m sunt p r i n c i p a l i t e r s i t a

TOMO II — . 4 49
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

A los peregrinos recomienda la "Guía" que no dejen de ado-


rar en Conques el cuerpo de Santa Fe, virgen y mártir, devoción
que culmina en el siglo X I para decaer bruscamente en el si-
guiente, a pesar de encontrarse la abadía en el mismo camino
1J
de Santiago .
Seguían los peregrinos por Figeac, Marcilhac y Cahors a
Moissac, donde los vecinos que regresaban de Santiago tenían
20
constituida una importante cofradía , atravesaban el Garona
entre Malause y Auvillar, pasaban a Miradoux, donde había
un hospital, y de aquí a Lectoure, Condom, Eauze, Hospital
de Santa Cristina, Aire, Arzacq a Audejos. Aquí los peregrinos
podían escoger entre dos caminos: o bien seguir por Orthez,
Sauveterre a Ostabat, o por Larreoule, Sauvelade—donde en
1127 los condes del Bearne Gastón y Talesa fundaron un monas-
21
terio cisterciense — , Navarrens—que en el siglo X I V tenía un
22
hospital de San Antonio — , Hópital-Saint-Blaise, Mauleon a
Ostabat.
in diócesi Ruthenensi et i n parochia Sancti Elegii per vicarium perpetuum
regi et gubernari sólita circa divisiones seu diffinitiones trium episcopatuum
scilicet Ruthenensis, Mimatensis et Clarmontensis, nimc Sancti Flori, ac strata
publica tendente pro visitatione liminium Beate Marie de Rupe Amatora (sic),
Aniciensis de Cosaco, Sancti Antonii, Sancti Jacobi in Compostello, Sancti Sal-
vatoris de Obede, Beati Dominici de Strematura, el multorum aliorum Sancto-
ram..."
19
Sobre Santa Fe de Conques véase el Cartulaire de Vabbaye de Conques
en Rouergue, publicado por G. D E S J A R O I N S , París, 1879; preparamos una edi-
ción de toda la documentación española de Santa Fe de Conques, tomándola
de la Coll. Doat, t. 143 y 144. Es interesante consultar el Liber miraculorum
Sánele Fidis, ed. por A. B O U I L L E T , París, 1897, y para las relaciones entre esta
basílica y la de Santiago, B O U I L L E T : Sainte-Foy de Conques, Saint-Sernin de
Toulouse, Saint-Jacques de Compostelle, "Memoires de la Soc. des Antiquaires
de France", t. 53, 1893, págs. 117-128; P O R T E R : La escultura románica en Es-
paña, II, 17 y 18; E . L A M B E R T : La peregrinación a Compostela y la arquitectura
románica, "Archivo Español de Arte", 1943, n ú m . 59, págs. 291 y sigts. Con-
fróntese el cap. I V de la parte III.
20
Sobre la abadía de Moissac puede consultarse L A G R E Z E - F O S S A T : Etudes
historiques sur Moissac, París, 1870-1874, 3 vols., y para el arte, A. ANGLESÍ"
UAbbaye de Moissac, París, E . Laurens, 1933. Sobre la cofradía de peregrinos,
Abbé C A M I L L E D A U X : Fondation a Moissac d'une confrérie de pélerins de
Saint-Jacques d'apres les registres de la díte confrérie, "Bol. de la Soc. Archeol. de
e r
Tarn-et-Garonne", l . trimestre 1897.
2X
P . D E M A R C A : Hist. de Béarn, Pau, II, 110 y sigts.
22
Año 1391, "L'espitau de Sent-Antoni de Navarrenx", RAYMOIND, Dict.,
página 122.

50
I V , i i . - L A C A R R A : CAMINOS D E S A N T I A G O A T R A V É S D E F R A N C I A

Yézelay - San Leonardo - Perigueux - Osla ha i .

Esta ruta arrancaba de Vézelay (Yonne), donde los peregri-


nos, según la "Guía" del siglo X I I , debían adorar las reliquias de
María Magdalena, transportadas un siglo antes por el monje
23
Badilón y que atraían gran número de devotos . Pasaba pro-
bablemente por L a Charité-sur-Loire, Bourges, Cháteauroux y
por las inmediaciones de San Leonardo de Limoges, adonde acu-
dían los peregrinos con sus ofrendas; de aquí a Périgueux, donde
adoraban el cuerpo de San F r o n t ó n , obispo y confesor, consa-
2
grado en Roma por el Apóstol San Pedro *. Cruzaban los pere-
grinos el Garona por L a Réole y seguían por Auros, Bazas y
Captieux, al hospital de Besant (en la parroquia de Lencou-
nacq); luego pasaban por Roquefort y Mont-de-Marsan; aquí
el camino coincide con la carretera actual, es decir, por Saint -
25
Sever, Hagetmau a Orthez. De aquí, por Hópital-d'Orion,
Sauveterre, Saint-Palais, llegaban a Ostabat. Este recorrido lo
sigue desde Roquefort, en que se incorpora a la ruta, Nopar II,
señor de Caumont, cuando en 1417 hizo la peregrinación a
2,i
Santiago .

Tours - Poitiers - Burdeos - Ostabat.

E l camino de París a España está representado en la "Guía"


del Líber Sancti Iacobi por el itinerario que parte de Tours, y
su recorrido lo conocemos bien por el relato de numerosos via-
jeros y peregrinos.
París servía de punto de concentración para todos los peregri-
23
J . V I E L L I A R D : Le guide du pelerin de Compostelle, Macón, 1938, pág. 51
y la bibliografía que allí se cita.
24
La Légende Dorée, trad. T. D E W Y Z E W A , París, 1929, pág. 583-587.
25
E n sus inmediaciones, formando un barrio de Hagetmau, está Saint-
Girons, en otro tiempo abadía famosa fundada en honor de San Geroncio,
mártir del siglo V . Queda todavía la cripta con interesantes capiteles del si-
glo X I . Cf. E . T A I L L E B O I S : La crypte de Saint-Girons á Hagetmau (Laudes),
en "Congrés Archéologique de Dax-Bayonne", 1888, págs. 321-338, y M . Pabbé
M E Y R A N : Saint Girons. Son cuite, sa crypte, sa collegiale, en "Bulletin de la So-
ciété de Borda", 1889, págs. 307-318.
26
Se reproduce en J . V I E L L I A R D : Le guide du pelerin de St.-Jacques, pá-
ginas 132-140. E l Reglamento de la cofradía de Santiago de Roquefort, cons-
tituida, a ser posible, por quienes hubieran hecho la peregrinación a Com-
póstela, puede verse en A . N I C O L A I : Monsieur St. Jacques, págs. 83-86.

51
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

nos de Flandes y del Norte de Francia. E l atractivo de la gran


ciudad hacía que muy pocos se desviaran de esta ruta. A fines
del siglo X V , un peregrino armenio, Mártir, obispo de Arzend-
jan, decía: "París es una ciudad muy grande y soberbia. ¿Quién
2 7
podría describir las grandezas de la ciudad?" ; y el alemán
Hermann Künig exclamaba: "No hallo fácilmente ciudad que
iguale a París." Su cofradía de peregrinos era sin duda la más
importante de Francia. Fundada a fines del siglo X I I I y solem-
nemente reconocida por Luis el Huti n en 1315, pronto recibió
liberalidades de los reyes, señores y ricos burgueses de París;
cada año nombraba sus administradores, y tenía su clero, su
iglesia, su hospital, su cementerio y a ú n sus fiestas: un gran
banquete seguido de baile ponía fin a las grandes fiestas del 25
de julio; su apogeo está en el siglo X I V : en 1368 dio hospitali-
2 8
dad a 16.690 peregrinos . Entraban los peregrinos por la
Porte Saint-Denis, y seguían por la rué Saint-Jacques; a mano
izquierda encontraban la iglesia de Santiago, de la que sólo
queda su bellísima torre gótica—la "Crónica de Turpín"atribuye
29
su fundación al mismo Carlomagno —•; atravesaban la Cité por
delante de Nótre-Dame, pasaban al actual Barrio Latino, y un
poco más adelante, a mano izquierda, había otra iglesia de
Santiago, Saint-Jacques-du-Haut-Pas, donde radicaba la enco-
mienda de religiosos hospitalarios de Santiago. Pero los pere-
grinos se alojaban por todas partes. E n el siglo X V I I I , Manier
y sus compañeros de peregrinación se alojaron en el hospital de
Saint-Gervais (rué Vieille-du-Temple) y en otros albergues par-
30
ticulares .
31
Los peregrinos salían de París por la Porte d ' O r l é a n s y

27
Relación de un viaje por Europa con la peregrinación a Santiago de
Galicia verificada a fines deVsiglo XVpor Mártir, obispo de Arzendjan, trad. del
armenio por M . J . S A I N T - M A R T Í N y del francés por E M I L I A G A Y A N G O S D E
R I A Ñ O , Madrid, Fortanet, 1898, p á g . 13.
28
H . B O R D I E R : La Confrérie des Pelerins de Saint-Jacques et ses archives,
en "Mémoires de la Société de l'Histoire de París et de l'Ile de France", t. I
(1875), págs. 186-230, t. I I (1876), pág. 330 y sigts.
29
"Ecclesiam sancti Iacobi que est apud urbem Parisius Ínter Sequanam
fluvium et montem Martirum", cap. V .
30
Pélerinage d'un paysan Picará a St.-Jacques áe Compostelle au commen-
cement áu XVIIP siécle, publié et annoté par le Barón de B O N N A U L T D ' H O U E T ,
Montdidier, 1890, pág. 6.
3 1
Es el itinerario de la Nouvelle Guide, y con ligeras variantes el del Che-

52
IV, IT. - LACAKBA: CAMINOS D E SANTIAGO A TRAVÉS DE FRANCIA

seguían por Etampes, Orleáns, Blois a Tours; otros cruzaban el


Loira por Amboise. E n Orleáns les recomienda la Guía del si-
glo X I I adoren la cruz y el cáliz de San Evurcio, obispo y confe-
sor, en la iglesia de Santa Cruz, su cuerpo conservado en una
iglesia de las afueras y el cuchillo de la Cena, que se guarda en
la iglesia de San Sansón. E n Tours no deben olvidarse del vene-
rable cuerpo de San Martín, "super quem ingens basílica vene-
randa sub eius honore ad similitudinem scilicet ecclesie beati
lacobi miro opere fabricatur". Los peregrinos avivarían su fe en
el Apóstol al contemplar las vidrieras donde se narra la historia
del peregrino que, acusado de robo y ahorcado injustamente,
es salvado por Santiago de una muerte cierta.
De Tours por Chátellerault pasaban a la tierra de Poitiers,
cuyos habitantes eran muy generosos y pródigos en la hospita-
lidad, según Aymeric Picaud; en su "Guía" recomendaba a los
peregrinos adoraran los restos de San Hilario, obispo y confesor;
en el siglo X V , el obispo armenio Mártir, de Arzendjan, veneró
los paños en que fué sepultado Cristo; en el siglo X V I I I enseña-
ban a los peregrinos la piedra que consume los cuerpos muertos
en veinticuatro horas, el sepulcro de Geoffroi-la-Grand-Dempt,
hijo de Merlusines, y un tronco de árbol llamado cuna de San
Hilario, donde se colocaba a los locos mientras se les decía una
32
misa y algunas oraciones para que sanaran . Por Melle pasa-
ban a Saint-Jean d'Angély, adonde en 1014 fué transportada
con gran solemnidad la cabeza de San Juan Bautista, cuya ado-
ración recomendaba la "Guía a los Peregrinos"; a Saintes, donde
33
se veneraba el cuerpo de San Eutropio ; a Pons, donde estaba
uno de los primeros hospitales que los peregrinos encontraban
en su ruta; el camino pasaba aquí por una hermosa bóveda del
siglo X I I , especie de arco de triunfo que conducía al hospital;
unas herraduras que se ven grabadas en la piedra son exvotos
34
de los caminantes .

min de París á Saint-Jacques le Grand, de mediados del siglo X V I I . U n texto


más antiguo en que se traza el itinerario de Navarra a París (año 1333) damos
en el Apéndice; sólo tiene con los anteriores ligeras variantes.
3 2
Pelerinage d'un paysan Picará, pág. 24.
33
Cf. G. M U S S E T : UAunis et la Saintonge á Saint-Jacques de Compostelle,
Saintes, 1899, 11 págs. ,
34
Cf. L A V E R G N E : Les Chemins de Saint-Jacques en Gascogne, pág. 35;
e
E . M A L E : L'Art religieux du XII sítele, pág. 293; Manier habla de él y dice

53
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

En Blaye, donde se veneraba el cuerpo de Roldan, y según


otras versiones estaba también el de su prometida Doña Alda •*,
embarcaban los peregrinos para atravesar el Garona hasta Bur-
deos; en grandes barcazas transportaban viajeros y caballos,
si éstos eran peregrinos distinguidos que viajaban con gran co-
3,i
mitiva, como el barón de Rosmithal .
Las canciones de los peregrinos advertían:

Quand nous fumes au porl de Blaye,


Prés de Bordeaux,
Nous entrames dedans la barque
Pour passer Veau.
II y a bien sept lieues par eau,
Bonnes me semble
Marinier, passe promptement
De peur de la tourmente.

Carlomagno, al regresar de Roncesvalles, había hecho lo


propio: "Passet Girunde a mult granz néfs q u ' i sunt" ("pasa el
3T
Gironda en las grandes naves que allí hay") . A la ida no había
38
encontrado puente n i barco y un ciervo le señaló un vado .
Burdeos era tierra de buen vino y abundante pescado, según
la "Guía" del siglo. X I I . E n el siglo X V , el alemán Tetzel insiste
en lo mismo: '*En el agua ante la ciudad transportan los muy sa-
brosos pescados llamados truchas, tan grandes y tan baratas;
quise comprar uno que tiene una longitud de cuatro a cinco pal-
3S
mas por un florín y cuarto" *.
Los peregrinos deben visitar el cuerpo de San Severino, que
se conserva en una colegiata a las afueras de la población. Allí
se guardaba también el olifante de Roldan, depositado por el
mismo Carlomagno al regresar de Roncesvalles, y era contem-

le dieron un cuartillo de vino y una libra de pan y mala cama, Pélerinage d'un
paysan Picard, pág. 29.
35
Véase el estudio de J . B É D I E R : Les légendes ¿piques, III, 345 y sigts.,
donde resume el trabajo de'C. J U L L I A N : La tombe de Roland a Blaye. "Romania",
t. X X V (1896), págs. 161-173.

Según el relato de T E T Z E L . Véase el texto en J . G Á R A T E : Euskaria a
mediados del siglo XV, en "Yakintza", 1933, n ú m . 5, pág. 368.
37
La Chanson de Roland, ed. B É D I E R , verso 3.688.
38
Karlamagnussaga, citado por G. P A R Í S : Hisíoire poétique de Charlemagne,
página 26.1.
39
Véase la nota n ú m . 36.

54
I V , II. - L A C A R R A : CAMINOS D E SANTIAGO A TRAVÉS DE FRANCIA

piado por todos los peregrinos que pasaban, según asegura la


Chanson de Roland:
3684 Vint a Buréeles, la citet de [renom];
Desur Valter seint Sevrin le barón
Met Voliphan plein (Por e de manguns:
Li pelerin le veient ki la vunt.

(Llega a Burdeos, la ciudad afamada. Sobre el altar del barón San Severino
deposita el olifante, cuajado de oro y de monedas: los peregrinos que pasan lo
pueden ver todavía.)

E l cuerno era de marfil y estaba partido, como explica la


40
"Guía de los Peregrinos" . Según opinaban otros, Carlomagno
depositó el cuerno en la basílica de San Román, en Blaye, a
los pies del sepulcro de Roldan, "sed et tubam postea alius i n
beati Seuerini baselica, aput Burdegalem indigne translata-
4 1
v i t " . E l viejo cementerio galorromano que rodea la iglesia
de Saint-Seurin fué convertido por la leyenda en sepulturas de
los muertos en Roncesvalles. Todavía en el siglo X V I I se mos-
4 2
traban sus tumbas a los viajeros .
E n 1119, el duque Guillermo X de Aquitania fundó en las
afueras de Burdeos un hospital de Santiago para acoger a los
peregrinos, del cual se hizo cargo, a fines del siglo X V I , la Com-
pañía de Jesús, según recuerda una de las canciones:
Au Jésuites sommes alies
Qui nous ont donrié grande joie,
Pain et vin pour notre souper.
a a
(Chanson 11. , estrofa 4. .)

Con el priorato de Santiago, se hicieron cargo los jesuítas


del hospital de Nuestra Señora de Bardenac, en Pessac, a una
legua de Burdeos. Ambos centros hospitalarios disfrutaban en
el siglo X V I I I de rentas importantes, aun cuando el espíritu
de la peregrinación había decaído grandemente. H o y no queda
otro recuerdo de este importante hospital de Burdeos que una
43
capilla dedicada al A p ó s t o l .
40 "Tuba vero ebúrnea, scilicet scissa, aput Burdegalem urbem, in basilica
Beati Severini habetur", ed. Wnitehill, pág. 375.
4 1
Crónica de Turpín, cap. X X I , ed. Whitehill, pág. 337.
4 2
BÉDIER: Les légendes épiques. III, 313-314.
43
MANIER, que hizo el viaje en 1726, se alojó en el Colegio de Jesuítas,
«onde le dieron su cuartillo de buen vino, una libra de pan y una buena

55
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Hermann Künig, que hizo su peregrinación a fines del si-


glo X V , da, como siempre, la nota práctica; dice, hablando del
regreso a Alemania: "Te aconsejo que vayas resueltamente a
Burdeos; allí encuentras mucho despacho de provisiones, y será
necesario que pidas limosna. Dan de grado en la ciudad vino y
pan; así puedes también ahorrar tu dinero, pues tienes que dar
mucho para el pasaje por el río hasta Blaye."

Pasado Burdeos, los peregrinos atravesaban las Landas,


"país desolado donde falta de todo: pan, vino, carne, pescado,
agua y fuentes; las aldeas son raras en esta llanura arenosa",
según la "Guía" del siglo X I I ; "si por casualidad—añade—las
atraviesas en verano, preserva con cuidado tu rostro de unas
terribles moscas que llaman vulgarmente guespe o tábanos y que
tanto abundan por allí; y si no vigilas tu pie, te hundirás rápi-
damente hasta la rodilla en la arena marina que tanto abunda".
Hermann Künig pinta aún las Landas con más negros colo-
res y recomienda a los peregrinos que eviten el paso por esta
región: "Tienes unas treinta y seis millas por la selva de Bar-
dewesch (Burdeos), muy dañosa a los pobres hermanos; provéete
de pan y también de bebida, pues te aseguro que quien allí en-
fermare lo abandonan por completo los peregrinos; entierran
en el camino a muchos hermanos que mueren allí de hambre,
porque el detenerse sería también perderse ellos."
Las canciones de peregrinos insisten en lo mismo:
Quand nous fumes dedans les Laudes
Bien étonncs,
Avions de Veau jusqu'á mi-jambes
De tous cotes.
Compagnons, nous faut cheminer
En grandes journées
Pour nous tirer de ce pays
De si grandes rosees.
a a
(Chanson 1. , estrofa 4. .)

cama. L A C O L O N I E escribía hacia 1760, a propósito del hospital de Santiago: " L a


dévotion du pélerinage est si usée, q u ' á la reserve de quelque mendiant qui se
sert de ce pretexte pour avoir plus de charité, on ne s'apercoit plus qu'il passe
plus un", citado por P A R D I A C : Pélerinage de Compostelle, Bordeaux, 1863,
pág. 180; v i d . también pág. 143. Sobre el hospital ele Santiago, de Burdeos,
ha recogido una abundante documentación A . NlCOLAi: Monsieur Sí. Jac-
ques, págs. 48 y sigts.

56
IV, I I . - L A C A R B A : CAMILOS D E SANTIAGO A TRAVÉS D E F R A N C I A

Para Manier este desolado de las Landas "c'est le pays le


41
plus ennuyeux du monde . Atravesaban los peregrinos Gra-
dignan, el Hospital de Béliet y Belin, donde reposaban los cuer-
pos de Oliveros, Gondebaldo, rey de 'Frisia, Oger el Danés,
Arastain de Bretaña, Garín, duque de Lorena, y otros muchos
compañeros, héroes de las canciones de gesta, que perecieron
en España luchando con los paganos. Belin, dice el peregrino
4S
checo Ssassek, "es un lugar solitario entre bosques" . Los pe-
40
regrinos encontraban aquí un hospicio regido por un p r i o r .
Seguía el camino por L a Tricherie (cerca de Mons), Le M u -
ret, Liposthey, Labouheyre, Eseource, donde había un hospital
de San Antonio, hasta Lesperon.

E n Lesperon el camino se bifurcaba. "Notez q u ' á l'Eperon


—dice la "Guía" que acompaña a las Canciones de peregrinos—•,
qui veut tirer a Navarre, faut prendre a gauche et passer par
la Biscaye." E l camino de la izquierda es el antiguo, indicado
en la "Guía" del siglo X I I , que pasaba por Dax a Ostabat,
donde enlazaba con las otras dos rutas que hemos descrito. E l de
la derecha, más moderno, seguía por Orly (alquería cerca dé
Castets), Magesq, Saint-Vincent-de-Tyrosse, Ondres a Bayona.
No faltan, sin embargo, peregrinos—por ejemplo Rosmithal,
según el relato de Ssassek, y Manier—que van a Bayona, pero
dando la vuelta por Dax, sin duda por buscar un mejor aloja-
miento en esta ciudad.
E l hospital de D a x estaba donde ahora se levanta el esta-
47
blecimiento termal de los Baignots . E n la fachada de la anti-
gua catedral puede verse todavía una imagen de Santiago pe-
regrino, con el bordón partido.

Hasta D a x (Aquae Tarbelicae), los peregrinos seguían la an-


tigua vía romana de Burdeos a Astorga. Desde Dax la calzada
iba por Pouillon*a Sorde, atravesando dos ríos, el Gave de P a u ,
44
Pélerinage cfun paysan Picará, pág. 39.
43
Versión de J . G Á R A T E en "Yakintza", 1933, pág. 367. A Belin no sue-
len citar los Itinerarios y Guías del siglo X V I a X V I I I .
46
Cf. B A U R E I N : Varietés bordoloises, 1784, t. V I , pág. 203.
47
Sobre cómo se atendía en los siglos X V I y X V I I a los peregrinos de
Santiago que se alojaban en el hospital de Saint-Esprit, de Dax, nos ilus-
tra una reglamentación hecha por el Parlamento en 1541, que recoge A . N l -
COLAI: Mojisieur St. Jacques, págs. 69-78.

57
L A S P E R E G R I N A C I O N E S ' A S A N T I A G O

y el Gave de Oloron. M . Dufourcet supone que los peregrinos


marchaban más a la derecha pasando por la antigua abadía de
48
benedictinos de Cagnotte a Peyrehorade, y de aquí a Sorde .
Si bien este itinerario, que coincide con la actual carretera, pudo
ser utilizado en tiempos más recientes, no cabe duda que el pri-
mitivo camino seguía en este punto la calzada romana, ya que
la "Guía" del siglo X I I dice que cerca de San Juan de Sorde atra-
vesaban dos ríos situados uno a la derecha y otro a la izquierda
de dicha villa. No creemos, por tanto, que el puente que había
en este punto, y que fué demolido hace años, fuese romano, como
dice Dufourcet, pues la "Guía" advierte que los ríos no podían
atravesarse sino en barca (que sine rate nullo modo transmeari
possunt) y con barqueros tan poco serviciales que, sin duda, se
condenarán. " E n efecto—dice—, aunque estos ríos son muy es-
trechos, tienen, no obstante, la costumbre de exigir a cada hom-
bre que pasa a la otra orilla, sea rico o pobre, una moneda, y
por cada caballo le arrancan indignamente, por la fuerza, cua-
tro. Además, su barca es pequeña, hecha de un tronco de árbol
en la que apenas caben los caballos; cuando entrares, ten cui-
dado de no caer al agua. Conviene, pues que lleves tu caballo
cogido por el freno junto a ti y por el agua, sin entrar en la barca,
y entra en ella cuando haya pocos, pues si fuese muy cargada,
presto peligraría. Muchas veces ocurre que, después de haber
cobrado su dinero, los barqueros meten tal cantidad de peregri-
nos que la barca se hunde y los peregrinos se ahogan; entonces,
los barqueros se alegran traidoramente, cogiendo los despojos
19
de los muertos" .
Según las tradiciones de la abadía de Sorde, recogidas en su
cartulario, había sido fundada por Carlomagno al dirigirse a
España quien la hizo consagrar por el arzobispo Turpín, y al re-
greso de su fracasada campaña mandó enterrar en ella a Turpín
y a sus compañeros. L a "Crónica de T u r p í n " dice que Carlo-
magno construyó aquí una iglesia de Santiago con el oro traído
5
de España ".
4 8
Les voies romaines et les chemins de Saint-Jacques dans Vancienne No-
vempopulanie, págs. 245, 246, 260.
19
Líber V Sancti Iacobi, cap. V I I .
50
Véase B É D I E R : Les legend.es éjñques, III, 334-340; sobre su iglesia, obra
del siglo X I I , el art. de D U M O L I N en "Bulletin Monumental", t. 94 (1935),
páginas 5-28.

58
I V , II. - L A C A R R A : CAMINOS D E SANTIAGO A TRAVÉS D E F R A N C I A

Desde Sorde el camino seguía por Garrís — Carasa en el Iti-


nerario dé" Antonino—a Saint-Palais y Ostabat, donde se jun-
taba con los otros tres caminos que ya hemos descrito.

Caminos secundarios en territorio francés. De la


abadía de la Sauve Majeure a Bazas o a Captieux.

Este camino ha sido señalado por primera vez por el abate


5 1
Cirot de la Ville , quien dice que "para fomentar la devoción
de los pueblos, San Gerardo convirtió su abadía en punto de par-
tida de todas las peregrinaciones, pero sobre todo de la de San-
tiago de Compostela. Los peregrinos venían a la Sauve Majeure a
confesarse, hacer su testamento y recibir de manos del abad el
bastón y el zurrón benditos. Se les daba con frecuencia un ca-
ballo o un asno para el viaje. Después partían, siguiendo los ca-
minos y reposando en los hospitales que San Gerardo había pre-
parado en este itinerario de Compostela, ya por sí mismo, ya
por su hermandad con otros monasterios. Satisfecha su piedad,
los peregrinos volvían a la abadía a dar gracias a Dios por su
feliz retorno y a recoger los documentos y objetos preciosos
que dejaban allí de ordinario en depósito durante su-ausencia".
En el Cartulario del monasterio han quedado registradas nu-
merosas donaciones de peregrinos agradecidos. Estos proce-
dían, probablemente, de Charroux y Angulema, y pasarían por
Libourne, donde sabemos había un importante hospital de
Saint-James.
L a abadía de la Sauve Majeure (Sylva Maior) había recibido
de Sancho Ramírez (1087) y de sus hijos Pedro I y Alfonso el
Batallador numerosas donaciones en Aragón, sin duda, por su
apoyo a la obra de la Reconquista, y, entre otras, una iglesia de
Santiago, en Ruesta, donde los religiosos establecieron un prio-
rato con su alberguería para los peregrinos, y otra iglesia en
5 2
Tiermas, ambas en el camino de Santiago . H o y la iglesia princi-
• pal de la Sauve Majeure está destruida, pero subsiste la pequeña
51
Hisl. de VAbbaye de la Grande-Sauve, París, 1844, t. I, pág. 504. A . N i -
COLAI (Op. cit., pág« 40) recoge algunas donaciones hechas a la Sauve Majeure
por peregrinos de Santiago.
s a
Además diversas iglesias y derechos sobre el mismo Ruesta, Ejea, Sos,
encastillo, Luesia, Sibrana, etc. Véase M A R T E N E : Thesaurus novus anecdotarum,
*- I, págs. 246 y 366, y Biblioteca Nacional, ms. 746.

. • 59
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

iglesia de San Pedro; su cabecera está decorada con diversas


estatuas del siglo X I I I , entre las que destaca un Santiago con
el bordón en la mano y que lleva la escarcela en banderola de-
53
corada con sus conchas .
A la salida de la Sauve Majeure los peregrinos atravesaban el
s
Carona en Le Tourne * y pasaban a Portet, Saint-Selve, Saint-
Morillon, Saint-Michel-de-Riufroid, Landiras, Sauternes, Leo-
geats y Noaillan. Todas estas localidades, desde la Gran Selva
hasta Bazas, se encuentran en la antigua vía romana. Mon-
seigneur Cirot de la Ville cree que los peregrinos abandonaban
esta vía antes de llegar a Bazas, y que no se incorporaban al
camino de Périgueux a Ostabat hasta Captieux, pasando por
Saint-Michel-de-Bourideys. No se ve claro, dice M . Dufourcet,
por qué habían de evitar Bazas, donde había numerosos estable-
cimientos hospitalarios.
De la Sauve Majeure se podía igualmente ir a Burdeos por un
camino especial que atravesaba las villas de Créon, Calamiac,
Madirac y Sadirac.

E l camino del litoral.

Muchos peregrinos que embarcaban en Blaye, en vez de re-


montar el curso del Garona hasta Burdeos, descendían hasta
Soulac. Les atraía la legendaria tumba de Santa Verónica.
Otros eran ingleses, cuyos barcos transportaban vino a Ingla-
terra y regresaban cargados de peregrinos. Entre Soulac y Ta-
láis, localidad próxima, había cierta rivalidad por este motivo,
y así en 1343 hubo entre ambas poblaciones sangrientos dis-
6 S
turbios con ocasión del embarque de unos peregrinos . Desde
Soulac iban por la costa hasta Bayona siguiendo la antigua vía
5 3
Véase L É O N D R O T J Y N : Álbum de la Grande-Sauve, Bordeaux, 1851,
citado por M A L E : UArt religieux du XIP siécle, pág. 296, y A N D R É M A S I O N :
La Sauve-Majeure, en "Congrés archélologique de France", Bordeaux et Ba-
yonne 1939, París, 1941, págs. 217-236. Una pintura mural de la capilla mayor
de l a iglesia de Saint-Pierre representa a Santiago entregando el bordón a
un peregrino arrodillado.
54
Trazamos este itinerario de acuerdo con D U F O U R C E T : Les voies romai-
nes..., pág. 261.
55
Noticias tomadas de F R . M I C H E L : Hist. du commerce et de la navigation
á Bordeaux, I, 504, 505, 509. Otras noticias de hospitales de esta ruta recoge
A . L A V E R G N E : Les chemins de Saint-Jacques en Gascogne, pág. 56.

60
IV, II. - L A C A R R A : CAMINOS D E SANTIAGO A TRAVÉS D E F R A N C I A

romana de Lapurdum a Noviomagus. E n algunos casos hubo de


desviarse hacia el Este, por la formación de las pequeñas la-
gunas de Cazau, Biscarosse, Aureilhan, L i t , Léon, etc. Pasaba
por Taláis, Hópital-de-Grayan, Hourtin, Carcans, Lacanau, Le
Porge, Andemos, Audenge, Biganos, L a Teste, Sanguinet, Pa-
rentis, Saint-Eulalie y Mimizan, donde aún puede verse entre
los restos de su iglesia de Nuestra Señora una portada en la que
aparece un Cristo majestad y un apostolado, y entre los após-
toles un Santiago con su bordón y su escarcela decorada por l a
66
concha; es obra de los primeros años del siglo X I I I . De Mimi-
zan por Bias a Saint-Julien, Lit, Mixe, Saint-Girons, Vielle, Léon,
Moliets, Messanges, Azur, Soustons, Soorts, Capbreton y Ondres,
57
de donde seguían a Bayona. Según ha demostrado Mg'r. Foix
con documentos y examen del terreno, este camino del litoral
sufrió en los siglos X V I I y X V I I I una desviación en su recorrido
desde Saint-Girons o desde Vielle hasta Soustons: en lugar de
pasar como la antigua vía romana por Léon, siguió algo más al
este, tal vez para evitar las lagunas y las marismas, desviándose
por Saint-Michel-Escalus y el territorio de Magescq para volver
a Lamotte de Soustons, incorporándose al antiguo trazado.
Casi todos los hospitales del litoral pertenecían a la Orden
de Malta, que había reemplazado a los Templarios.

De Mont-de-Marsan a Sorde y a Sauveterre.

Este camino fué señalado por primera vez por M . Dufourcet,


utilizando indicaciones de Mgr. Foix y del P. Labat. Es una des-
viación de la línea de Périgueux a Ostabat. De Mont-de-Marsan
iba a Campagne, Souprosse, Mugrón—cuyo hospital dejó de
5 8
recibir peregrinos a fines del siglo X V I I — , Larbey, Baigts,
36 e
M A L E : UArt religieux du XII siécle, pág. 294.
57
Citado por M . D U F O U R C E T , a quien seguimos en esta exposición. Véase
también M . A . T A R T I É R E : Des voies antiques dans le département des Landes,
en "Annuaire des Landes", 1872.
58
Este hospital no se cita de un modo preciso hasta el siglo X V I I , pero
parece que existió desde la Edad Media. Situado al borde del gran camino de
Saint-Sever, estaba "basty suri e bord d'un précipice, composé d'une sy petite
maison... et sy éloigné du bourg", que se acordó trasladarlo al interior de la
villa, a una casa comprada a este fin en 1680. A partir de este momento ya no
recibió peregrinos, destinándose sólo para enfermos. E n un principio sólo tenía

61
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Castelnau, Estibeaux, cruzaban la vía romana de Dax a Tolosa,


8
y en Bellocq, donde pasaban el Gave de Pau en barca % los
peregrinos podían escoger entre incorporarse al camino de Bur-
deos a Ostabat en Sorde o a la ruta que habían dejado, en Sau-
veterre.
... Sauveterre,
Une ville bonne a devise,
G0
A Ventréc (TEspagne assise .

Entre Mont-de-Marsan y Bellocq, donde había un convento


de Templarios, todos los puntos estaban servidos, por caballe-
ros de Santiago de la Espada.

Otros enlaces secundarios.

A l final de la Edad Media—como y a hemos dicho en pági-


nas anteriores—se nota una tendencia marcada en los peregri-
nos a prescindir del acceso de Somport-Santa Cristina, prefi-
riendo, aun los mismos peregrinos que siguen la ruta de Tolosa,
atravesar los Pirineos por Roncesvalles, así como hemos visto
que los que venían de París-Burdeos utilizan el nuevo paso de
Bayona-Irún. T a l vez contribuyera a la primera desviación el
auge que va tomando el hospital de Roncesvalles y la mejor
organización hospitalaria por esta zona del Pirineo. Es más,
el acceso por Santa Cristina debió tener un momento de apogeo
cuando se redactaba la "Guía de los Peregrinos", en el primer
tercio del siglo X I I , pero creemos que nunca alcanzó la impor-
tancia que siempre tuvo el de Roncesvalles y, en tiempos más
modernos, el de B a y o n a - I r ú n . Los peregrinos que venían de
Provenza podían, desde Tolosa, seguir el curso del Garona por
Muret, Saint-Gaudens, Monréjau, Lescale-Dieu, abadía cister-
ciense madre de tantos monasterios españoles; Saint-Pé de B i -
gorre, el gran monasterio benedictino tan favorecido por los
vizcondes de Bearne; los peregrinos podían descansar en el in-
cinco camas. Tomamos estos datos de l a comunicación de M . l'abbé V . F o i x :
UHópital de Mugrón (Laudes), en el "Congrés archéologique de Dax Ba-
yonne", pág. 377.
5!l
E n documento de 1442 se cita lo passadge de Begloc, R A Y M O N D : Dict.,
página 27.
6 0
G U I L L A U M E G U I A K T : Branche des royaux lignages, p á g . 124, citado por
R A Y M O N D : Dict., s. v.

62
IV, i i . - L A C A R R A : CAMINOS D E SANTIAGO A TRAVÉS DE FRANCIA

63
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

terior de su iglesia, en la parte del crucero, bajo una magnífica


torre que pregonaba una probable influencia hispanomusulma-
na; en la puertecita que hay en un rincón puede leerse todavía:
Est domus hic Domini, via coeli, spes peregrini.
n
Haec data porta Petro. Vade maligne retro .

Desde Saint-Pé podían seguir a Mifaget y Oloron, o ascen-


der al Pirineo por el valle de Ossau pasando por el hospital de
Gabas. De esta ruta nos ocupamos al estudiar el camino de
Santa Cristina.

Los peregrinos de la ruta de Tolosa solían desviarse en Mor-


6 2 G
láas o en Lesear y pasaban por l'Hópital-du-Luy % Lespiau ' ' ,
6 6 67 6
Cescau % Urdes % Arthez , Castetis, Orthez % Hópital d'Orion,
69
Sauveterre a enlazar con las otras tres rutas francesas en Os-
tabat para seguir a Roncesvalles.
Este es el itinerario que sigue en el siglo X V el alemán
70
Hermann Künig , y en el siglo X V I I el italiano Laffi, en su
61
E . L A M B E R T : L^ancienne église de Saint-Pé de Bigorre, en "Al-Andalus",
V I I I , 1943, 189-209.
62
De aquí parece separarse KÜNIG, ya que no pasa por Pau ni por Lesear.
C3
Aldea destruida antes de 1719, commune de Buros, cerca del río Luy,
de Bearne. Se cita en los documentos: hospitalis deu Huy (año 1286), L Espitan
(1385), UEspitau de Luy assis a Buros (1538). L a aldea y su molino dependían
de la abadía de Sauvelade, B A Y M O N D : Dict., s. v.
64
Estaba en las landas de Pont-Long, commune de Bougarber, entre
Lesear y Cescau. Se cita corno existente ya en 1170; cf. M A R C A : Hist. de Béarn,
lib. VI,"cap. 6 (t. I I , pág. 200 de la ed. de Pau, 1912).
65
Encomienda de la Orden de Malta.
KK
Citado en 1220. Dependía de la Orden de Malta; cf. R A Y M O N D : Dict., s. v.
07
" L a ciudad está en una montaña y tiene un hospital; tiene un castillo
insignificante", H E R M A N N . K Ü N I G . E l hospital, que ya se cita en documentos
de 1220, pertenecía a la Orden de Malta.
08
Año 1444: " L o gran camii publie antic Aromi qui va d'Ortes enta Cas-
tetis", R A Y M O N D : Dict., pág. 143. Castetis era igualmente de la Orden de Mal-
ta. " H a y dos hospitales delante de la ciudad, y allí te aconsejo pases una puente
y no te retardes demasiado", H E R M A N N K Ü N I G .
09
"Repara que allí tienes que pagar por los escudos aduana; después irás
por un puente y adornarás tu bolsillo de coronados ("cornados", moneda na-
varra); un coronado debes dar para pasarla, pues bien pudieras ahorrar tu di-
nero", H E R M A N N KÜNIG.
711
K Ü N I G habla después de Sauveterre (Salvaterra) de San Blasio; pero
no creo se trate de l'Hópital-Saint-Blaise, pues supondría una desviación to-
talmente innecesaria, sino de Saint-Palais.

64
I V , II. -1 ACARRA: CAMINOS D E SANTIAGO A TRAVÉS DE FRANCIA

tercer viaje de acuerdo con los itinerarios impresos en Tou-


7 1
louse .
De este camino había una desviación desde Urdes que por
Lacq, Lagor, Navarrenx pasaba a Hópital-Saint-Blaise, Mau-
7 2 73
léon y el hospital de Ordiap, a San Juan de Pie del Puerto .
Otra desviación de la ruta de Tolosa partía de Oloron y seguía a
Hópital-Saint-Blaise a enlazar con la ruta anterior.
Hópital-Saint-Blaise era, pues, un enlace de caminos secun-
darios. Aquí había un hospital de peregrinos con una iglesia de
especial interés. Es de planta de cruz, griega, con ábside semi-
circular al interior y poligonal al exterior. Su crucero lleva una
bóveda de nervios pareados que arrancan de ménsulas de es-
tirpe hispanomusulmana, cuyos precedentes habría que buscar
en bóvedas cordobesas y toledanas a través de ejemplares ara-
goneses hoy desaparecidos. Derivación directa de lo musulmán
serían las bóvedas de Almazán y Torres del Río, ésta en el
camino de Santiago, y parejas de ambas las encontramos en
esta vertiente francesa del Pirineo, siempre en el camino de
74
Santiago, aquí en Hópital Saint-Blaise y en Oloron .

E n una Route pour aller á St. Jacques del año 1790, que
publicamos en el Apéndice, se parte de Brouges (cantón de Nay),
pequeña villa fundada hacia 1345 por Gastón Febo, vizconde
de Bearne, y por Oloron (5 leguas), Geronce (1 legua) y Hópi-
7 1
L e chemin de Tolose á Sainct Jacques de Compostelle en Galice. A Tolose.
De rimprimerie de P. d'Estey á Venseigne de la presse d' Or prés le Collége de
Foix. 1650. 8 hojas en 8.°.
7 2
H u b o a q u í p o b l a c i ó n r o m a n a ; cf. J U L I E N S A C A Z E : Sur les inscriptions
romaihes trouvés a Mauléon, " R e v u e de C o m m i n g e s " , t. I I , 1886, p á g . 290.
7 3
E l H o s p i t a l de O r d i a p f i g u r a y a en 1189, y en 1270 p a s ó a depender
del H o s p i t a l de R o n c e s v a l l e s . Cf. D T J B A R A T : La Commenderie et VHópital d'Or-
diap, P a u - P a r í s , 1887, 341 p á g s . I. I B A R R A : Historia de Roncesvalles, P a m p l o n a ,
1936, p á g . 263. E n t r e M a u l é o n y O r d i a p h a y u n a v i e j a casa solariega, donde
e s t á l a i m a g e n de l a V i r g e n de G e n t e i n , que a l c a n z ó g r a n d e v o c i ó n en l a comar-
ca por encontrarse en el c a m i n o de los r o m e r o s . Cf. J U A N T H A L A M A S L A N D Í B A R :
Contribución al estudio etnográfico del País Vasco continental, " A n u a r i o de
E u s k o - F o l k l o r e " , t. X I , 1931, p á g . 92.
7 4
L E O P O L D O T O R R E S B A L B Á S : Bóvedas de nervios musulmanas en Fran-
cia, " R e v i s t a H i s t ó r i c a " (de V a l l a d o l i d ) , n ú m . 10, 1926, p á g s . 25-30. E . L A M -
B E R T : L'Hopital-Saint-Blaise, en " C o n g r é s a r c h é o l o g i q u é de F r a n c e . B o r -
deaux et B a y o n n e 1939", P a r í s , 1941, p á g s . 426-435, y l a b i b l i o g r a f í a que
cita.

TOMO II. 5. 65
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

tal-Saint-Blaise, que no se eita, se pasaba a Mauléon (4 leguas)


y San Juan de Pie del Puerto (6 leguas) para entrar en Ronces-
valles.

Cuando se organiza la peregrinación a Rocamador, en la


segunda mitad del siglo X I I , este santuario de la Virgen se en-
laza también con las rutas tradicionales de Santiago. Rocamador
recibe de los reyes de Navarra y de Castilla diversas donaciones
a lo largo de la ruta compostelana—Estella (1201), Hornillos y
Orbaneja (1181)—y se incluye en los fueros españoles entre los
T i
grandes santuarios cuyos devotos gozan de protección especial .
L a incorporación de estos peregrinos al camino de Santiago se
7li
haría, probablemente, en Cahors . Otra ruta secundaria, pró-
xima a Rocamador, iría por Aurillac, Souillac y Agen, incorpo-
rándose a la que venía de Le Puy, en Lectoure.
M . Dufourcet señala una vía secundaria de peregrinos que
iba de Perigueux a Gavarnie, pasando por Agen, Lectoure,
Auch, Mirande, Mielan, Tarbes, Azereich, Ossun, Lourdes, aba-
día de Saint-Savin, Pierrefitte, L u z y Gavarnie, para entrar en
7 7
España por l a famosa brecha de Roldan . N o creemos, sin
embargo, que esta vía, de paso tan difícil, fuese muy utilizada
por los peregrinos de Santiago. Desde luego, nosotros no hemos
78
logrado encontrar ningún testimonio que lo compruebe . E n
España, la vía seguiría por Torla a enlazar en Biescas con un
camino secundario—de Gabas, valle de Tena, Jaca—que citamos
en otro capítulo. E n el Pirineo navarro podrían señalarse como
accesos secundarios, aunque suponemos que muy rara vez uti-
lizados por los peregrinos de Santiago, el del valle del Roncal,
partiendo de Santa Engracia (Sancta Engratia de Porto qui
ducit ád Gallias intrante ad Soula), y el del Baztán por Urdax,
donde había un antiguo monasterio premostratense.
Otros muchos enlaces podrían señalarse siguiendo los rela-

"•" Véase el capítulo I V de la parte I I .


711
Sobre Rocamadour véase E . B A L U Z E : Historiae Tatelensis libri tres,
1717, y E . R U P I N : Roc-Amadour, París, 1904.
77
Les voies romaines..., pág. 263.
78
Podría ser un indicio de este camino jacobeo el hospital de Santiago
de Vic-Bigorre que estudia N O R ' B E R T R O S A P E L L Y : Vhopital Sáint-Jacques de
Vic-Bigorre, en " B u l l . de la Société Archéologique du Gers", 2.° trimestre
de 1914.

66
I V , II. - L A C A R R A : CAMINOS D E SANTIAGO A TRAVÉS D E F R A N C I A

tos que nos han dejado los peregrinos o los itinerarios locales;
pero creemos no debe concedérseles excesiva importancia para
reconstituir la historia general del camino, ya que se trata de
casos aislados en que el peregrino se desvía de la ruta general
por móviles particulares. Así hemos visto cómo Rosmithal, en
el siglo X V , y Manier, en el siglo X V I I I , se desvían hacia Dax
en el trayecto de Lesperon a Bayona, contra el trazado más fre-
cuentado que señalan, por ejemplo, la Nouvelle Guide y el Iti-
nerario que acompaña a las Canciones de los Peregrinos. Laffi
en sus peregrinaciones de los años 1666 y 1673, aún realizó otro
recorrido más extraño: Siguió el curso del Garona por Cazeres,
Martres, St.-Martory y St.-Gaudens,de donde se desvía al monte
Aspet a ver al "huomo secco Giovanni Rofat"; de aquí, .por
Montréjeau, L a Barthe, Arreau, un hospital que es la última
tierra de Francia, de donde pasa por el puerto de Bielsa a So-
brarbe, y siguiendo por Ainsa (Castello Insa), Naval, Barbas-
tro, Peralta de Alcofea, Poleñino, Alcubierre, Leciñena, Per-
79
diguera, Villamayor a Zaragoza .
Naturalmente que estos itinerarios, aun cuando hayan sido
recorridos por algunos peregrinos, no pueden señalarse como
vías normales para ir a Santiago.
70 3
L A F F I , Viaggio , cap. V I I I .

67
CAPÍTULO III

DE OSTABAT A RONCESVALLES

"In hac térra, mali portageri hahentur, scilicet circa Por-


tus Cisereos, villa que dicitur Hostavalla et villa Sancti Jo-
hannis et Sancti Michaelis Pedis Portuum Cisere, qui peni-
tus dampnantur."
(JÁber V Sancli Tacobi, cap. VII.)

Podemos considerar ésta como la primera etapa española


del camino de Santiago.
La tierra de Ostabat (Ostabaret) dependía en el siglo X I ,
como toda la región, del rey de Pamplona *, incorporándose a
principios del siglo siguiente a los ducados de Gascuña y A q u i -
tania. E n 1137, estos ducados, que alcanzaban "usque ad mon-
tes Pyreneos et usque ad crucem Caroli", constituyeron la dote
de Leonor de Aquitania en su primer matrimonio con Luis el
Joven. Disuelto este matrimonio, casó Leonor con Enrique,
duque de Normandía, y coronado éste rey de Inglaterra (1154),
los ducados pasaron al hijo de ambos, Ricardo Corazón de León.
En 1177, según cuenta el cronista inglés Roger de Hoveden,
Ricardo ocupó las ciudades de Dax y de Bayona, e hizo avanzar
sus ejércitos hasta los puertos de Cisa "quae nunc Porta Hispa-
niae dicitur", y sitió el castillo de San Pedro—Saint-Pée, junto
2
a San Juan el Viejo, en la subida del puerto de Cisa — , que
tomó y demolió, obligando a vascos y navarros a guardar paz
3
entre ellos y con los peregrinos . Casado Ricardo con Berengue-
No hay unanimidad en los historiadores sobre la fecha en que los reyes
de Pamplona comenzaron a dominar las tierras situadas al otro lado de los
Pirineos. Cf. D U B A R A T et D A R A N A T Z : Recherches sur la ville et sur Véglise de
Bayonne, I I I (1929), 749-751.
Un castillo de Saint-Pée, Samper en 1513, señala R A Y M O N D : Diction-
naire topographique du Département des Basses-Pyrénées, París, 1863, pág. 151.
Ricardus, comes Pictaviae, fuit i n Aquitania, apud civitatem Burde-
galensem, qui statim post Natale Domini contra Akensem civitatem, quam

69
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A , S A N T I A G O

la, hermana de Sancho el Fuerte, rey de Navarra, abandonó


en favor de este sus derechos sobre estos territorios. E n 1196,
Arnaldo Ramón, vizconde de Tartas y de Dax, señor de Mixa
y Ostabaret, hizo homenaje de sus tierras a Sancho el Fuerte,
y aun cuando encontró resistencia en algunos señores, como Pe-
dro Arnaldo de Luxa, que fortificó Ostabat, todos ellos, y el
mismo Pedro Arnaldo en 1228, fueron reconociendo la soberanía
del rey de Navarra. Sus territorios vinieron a formar la merin-
dad de Ultrapuertos, y en 1515, al incorporarse Navarra a la
Corona de Castilla, quedó como reino privativo de los reyes des-
poseídos con el nombre de Navarra francesa o Baja Navarra '.

O S T A B A T (Inzura en vascuence) es hoy una pequeña aldea


del cantón de Yoldi, entre Larceveau y Saint-Palais. Apenas se
repara en ella, a la izquierda de la carretera que de San Juan
de Pie del Puerto conduce a Sauveterre. Sin embargo, tuvo una
gran importancia en la Edad Media, como enlace que era de
los tres caminos principales de Santiago que señala la "Guía"
del siglo X I I : el procedente de San Martín de Tours, el de Véze-
5
lay y el de Nótre-Dame du Puy. Merced a las peregrinaciones
y a ser el paso obligado en las comunicaciones de Francia y Es-
paña, Ostabat fué desarrollándose.
Como centro de confluencia de peregrinos, Ostabat tenía
hospitales importantes y casas especialmente dispuestas para
alojarlos. E l de Harambels, junto a Ostabat, estaba dedicado,
Petrus, vicecomes Aquensis, et comes Bigorniae contra eum munierant et
infra decem dies cepit. Deinde obsedit Baioniam civitatem, quam Ernaldus
Bertrandus, vicecomes Baioniae, contra eum munierat, et infra decern dies
cepit, et inde promovens exercitum suum usque ad Portus Sizarae, quac nunc
Porta Hispaniae dicitur, obsedit castellum Sancti Petri, et cepit et demolitns
est illud, et compulit per v i m Báselos et Navarrenses jurare quod pacem ab
illa hora peregrinis et inter se servarent i n perpetuum, et destruxit omnes
malas consuetudines quae inductae erant apud Sorges et apud Espurim."
R O G E R D E H O V E D E N : Rerum Britanicarum medii aevi scriptores (ed. Stubbs),
t. II, pág. 117. O I H E N A R T : Notitia utriusque Vasconiae, pág. 406. J A U R G A I N :
La Vasconie, I, 232-233.
4
J A U R G A I N : La Vasconie, I, 230 y sigts, II, 63; B R U T A I L S : Documents des
Archives de la Chambre des Comptes de Navarre, pág. 5; L A G R É Z E : La Navarre
francaise, París, 1881, I, 8.
5
T H É O D O R E L E F E B V R E : Les modes de vie dans les Pyrénées atlantiques
orientales, París, Colin, 1933, alude a la transformación de Ostabat por su si-
tuación especial en el camino de Santiago.

70
IV, ni- - LACARRA: DE OSTABAT A RONCESVALLES
en el siglo X I I , a San Nicolás (Hospitale Sancti Nicolai de
Arambels, quod est situm prope Ostavayll) ". Otro había dedicado
a Nuestra Señora % y otro en Utziat bajo la advocación de la
8
Magdalena . E l de Utziat y el de Harambels fueron suprimi-
dos en noviembre de 1784 y agregados al hospital de Saint-
Palais ' .
Como paso importante, los peajes de Ostabat eran uno de
los ingresos más saneados de los señores de la región. Pero,
según se lamentaba el autor de la "Guía" del siglo X I I , "en esta
tierra, es decir, en Ostabat, en San Juan de Pie del Puerto y en
San Miguel el Viejo, hay malos cobradores de portazgos, que de-
ben ser condenados. Pues—añade la "Guía"—salen al encuentro
de los peregrinos con dos o tres dardos para cobrar por la fuerza
impuestos injustos, y si algún viajero rehusa atender su peti-
ción y darles el dinero, le hieren con los dardos y le quitan el
censo, afrentándoles, y hasta los calzones le registran... Aunque
según ley no deben cobrar tributo sino a los mercaderes, lo co-
bran injustamente a los peregrinos y a todos los transeúntes.
Cuando, según costumbre, deben cobrar por una cosa cuatro
monedas o seis, cobran ocho o doce: esto es el doble". "No hay
lengua que pueda contar todo el mal que hacen a los peregrinos
—se dice en el sermón Veneranda dies—; apenas pasa nadie
10
por allí que no sea saqueado" .

6
Hacia 1106, donación de.Lope Iñiguez, vizconde de Baigorri: "In nomine
Domini, amen. Ego Lope Eneconis, vicecónsul de Bygur, cum uxore mea
Condessa et cum consensu filii mei Garsiae, do hospitali Sancti Nicolai de Aram-
bels, quod est situm prope Ostavayll, et pauperibus i b i albergantibus, C sol.
Morían, per singulos annos de reditibus quos capio i n térra Ostabaresii: hanc
autem charitatem feci ut sicut misereor pauperum, ita misereatur Dominus
mei et animae patris mei E . Garsiae et ceterorum antecessorum meorum, etc."
Coll. Duchesne, vol. 114, fol. 161; O I H E N A R T : Notitia utriusque Vasconie, pá-
gina 249, trad. de GORROSTERRATZU, pág. 187, y JA.URGAIN: La Vasconie, I I ,
270. Cf. también R A Y M O N D : Dicl., s. v. Una donación hecha al hospital de
Harambels, en 1209, por Pedro Arnaldo, barón de Luxa, de Ostabat y de L a n -
tabat, véase en J A U R G A I N : La Vasconie, II, 62.
Año 1518, Nostre-Done de Vespitau ¿T Ostabat. Año 1469, Sent-Johan
a" Ostabat. Cf. R A Y M O N D : Dict., pág. 128.
Año 1441, La Magdalene de Vespitau d'Utsiat; R A Y M O N D : Dict., pág. 172.
Nota de M . Batcave a M . COLAS: La voie romaine de Bordeaux á Astorga,
Biarritz, 1921, pág. 23.
Liber V Sancti Iacobi, cap. V I I , ed. V I E L L I A R D , págs. 20-22 y ed. W H I -
TEHTLL. págs. 171 y 356.

71
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Los diezmos del peaje de Ostabat y de San Juan de Pie del


Puerto correspondían ya en el siglo X I I a la iglesia de San-
í :
tiago , que tenía siempre por estas tierras un canónigo como
procurador de Gascuña encargado de administrar los impor-
1 2
tantes intereses de la Iglesia compostelana, según veremos .
A l incorporarse la región al reino de Navarra, los ingresos del
paso de Ostabat, como los de Saint-Palais y Garriz, correspon-
dían al rey, que en ocasiones los arrendaba a los señores de la
13
región , y de cuyo pago eran muy pocos los que quedaban
14
exentos .

E l camino romero o "romiu", como dicen los documentos


de la tierra, pasaba por Larceveau, Lacarre y A P H A T - O S P I T A L ,
donde había desde el siglo X I I un hospital y Encomienda de
15
la Orden de San Juan de Jerusalén . L a ruta coincidía con la
1 6
calzada romana que cita el itinerario de Antonino . De San
11
E n 20 de marzo de 1178, Alejandro I I I confirma a la iglesia de San-
tiago, entre otros bienes, " i n Vasconia i n episcopatu Bayonensi decimam
pedagiorum Sancti Iohannis et Ostauallis cum iure quod habetis i n ecclesia
Sancti Vincentii de Pedemontis." L Ó P E Z F E R R E I R O : Hist. Igl. Santiago, I V ,
Apéndice, pág. 131.
12
Año 1189, 22 agosto: "Hanc autem donationem imperpetuum vaílitu-
ram fecit et confirmavit i n manu magistri Munionis, Compostellani canonici,
et possessionum ipsius ecclesie procuratoris per Gasconiam." D U B A R A T et
D A R A N A T Z : Un procés entre VEvéché de Bayonne et le monaslére de Roncevaux
e
au XIV siécle (1332-1335) avec une préface, des notes et des gravares, Bayon-
ne, 1926, pág. 108.
13
E n 1357 fueron arrendados a los escuderos de D . Arnault L u p , señor
de Luxa, Comptos, caj. 13, núm. 30; publica B R U T A I L S : Documents, pág. 63.
14
E n 1361, el arzobispo de Arles, Guillermo, tenía que dejar a los per-
ceptores del impuesto un certificado de que no había pagado nada por haberle
eximido expresamente el rey de Navarra, y en 1366 daba Carlos el Malo orden
a los encargados de percibir el peaje que no lo cobrasen a las gentes de armas
del rey que iban a pasar. B R U T A I L S : Documents des Archives de la Chambre des
Comptes, págs. 82 y 124. E n el Apéndice publicamos algunas exenciones de
este peaje otorgadas a peregrinos de Santiago.
15
Año 1186, Hospitale et oratorium de Apote, Cart. de Bayona, fol. 32;
cf. R A Y M O N D : Dict., pág. 7. Documentación de esta Encomienda de Apata-
Hospital se conserva en el Archivo Histórico Nacional, Orden de San Juan de
Jerusalén, Priorato de Navarra. Su iglesia sirve hoy de granja.
16
L . COLAS: La voie romaine de Bordeaux á Astorga dans sa traversée des
Pyrénées, en "Rev. des Etudes Anciennes", Bordeaux, 1912, X I V , págs. 175
y sigts. A . S A N J U Á N C A Ñ E T E : El Pirineo navarro y sus geógrafos, BCMNac,
1927, págs. 253-262. A . S A N J U Á N C A Ñ E T E : La frontera de los Pirineos occiden-

72
IV III- - LACARRA: DE OSTABAT A RONCES V A L L E S

Juan el Viejo (Imus Pyrenaeus), cerca de Aphat-Ospital, la


antigua vía abandonaba la carretera actual y seguía las orillas
de un afluente del Harsubi, atravesaba el barrio de Sabalza,
no lejos del cual se hallaba la Encomienda de A R S O R I T Z , tam-
17
bién de la Orden de San Juan , y por la orilla izquierda del
Laurhibar se llegaba a S A N J U A N D E P I E D E L P U E R T O .
San Juan de Pie del Puerto era en el siglo X I I "una ciudad
bonita, situada al pie de la sierra y con una iglesia espaciosa y
l s
concurrida" .
A los peregrinos evocaba las gestas heroicas de Roldan, y
anunciaba la proximidad de Roncesvalles. Pues aquí, según la
versión rimada de la " Chanson de Roland" —último cuarto
del siglo XII—Carlomagno acampó durante una noche llevando
los cadáveres de los doce Pares, que fueron velados por todo el
ejército con cirios colocados sobre las lanzas. Sobre el mismo
campamento hizo levantar un monasterio dedicado a San Juan,
como recuerdo de su sobrino:

Iloc fist Charles un moster estorer,


Por son nevou San Johan apeler,
i a
As piez der Porz si com Von doit passer .

Los alcabaleros de San Juan gozaban de la misma fama que


los de Ostabat, para el autor de la "Guía" del siglo X I I , y la
siguieron gozando varios siglos, si hemos de creer al relato de
Purchas. Como ciudad de alguna importancia, su nombre es
citado en casi todos los itinerarios de viajeros y peregrinos.
E n 1278, los jurados de San Juan pedían al gobernador de N a -
varra Clement de Launay, y éste les concedió, la paz y salvedad,

tales, Toledo, 1936, págs. 193-197. Seguimos a este autor en las descripciones
topográficas, como mejor conocedor del terreno. A . M A R T Í N E Z A L E G R Í A : La
batalla de Roncesvalles, Pamplona, 1929, pág. 19. J . A L T A D I I X : Vías y vestigios
romanos en Navarra, "Homenaje a D . Carmelo de Echegaray", San Sebastián,
1928, págs. 503 y sigts.
17
R A Y M O N D : Dict., pág. 15. E n el siglo X I I I no era todavía de Roncesva-
lles, pero en 1510 figuraba ya entre los bienes de la Colegiata. Cf. I B A R R A :
Historia de Roncesvalles, p á g . 377.
18
IDRISÍ, trad. de Saavedra en " B o l . Soc. Geográfica", 1889, t. 27,
pág. 177.
W. F O E R S T E R : Das altfranzdsische Rolandslied. Text von Cháteauroux
und Venedig, V I I (t. V I de Altfranzdsische Bibliothek, Heilbronn, 1883),
página 303.
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

de la villa, en atención a que, como decían ellos, "lor vielle ere


vielle de camy per la quau anauen Reys, ducxs, comptes,
legadz, arcevesques, abesques, abatz et moltz autres. hommis
de religión et moltz dautres prodomis, qui por pelegrinatge qui
20
per autres negocys" .

A la salida de San Juan de Pie del Puerto, el peregrino tenía


ante sí la inmensa mole de los Pirineos. Para salvarla podía es-
coger entre dos caminos: o bien seguir a la derecha por el valle
de Valcarlos hasta alcanzar la cima en San Salvador de Ibañeta,
o bien ir a la izquierda, ascendiendo a la montaña directamente
por fuertes rampas, siguiendo la cresta o divisoria de aguas
entre la Nive de Valcarlos y la de Beherobie.
Este es el paso o P U E R T O S D E C I S A , tan citados en los tex-
2 1
tos medievales , y el que, según la "Guía" del siglo X I I , era
el preferido de los peregrinos. " E n la tierra de los vascos—dice
la "Guía"—, el camino de Santiago atraviesa un monte altísimo
que se llama Puerto de Cisa (Portus Cisere), o porque allí están
las puertas de España, o porque a través de esa montaña se
transportan de un país al otro las cosas necesarias; tiene ocho
millas de subida y otras tantas de bajada. Su altura es tanta
que parece tocar el cielo, y el que sube cree que va a poder al-
canzarlo con su propia mano."
E l paso imponía terror a los peregrinos, no sólo por las difi-
cultades del terreno, sino también por la fama de sus habitan-
tes. E n 1080, nos refiere el "Libro de los Milagros de Santiago",
un romero se encuentra sólo con su compañero muerto al pie
de los puertos de Cisa y se estremece en la noche oscura "ho-
rrore barbare gentis Basclorum" que moraban por aquellos
2 2
alrededores . " E n esta montaña—dice la "Guía de los Pere-
grinos"—, antes de que el Cristianismo se extendiese por toda
España, los impíos navarros y vascos no sólo acostumbraban
20
B i b l . Nat. París, Coll. Duchesne, t. 110, fol. 96 v.°.
2 1
"Infra Pirineos montes in Ualle Cesar" (Cron. del Obispo D. Pelayo,
ed. Sánchez Alonso, pág. 66); "vallis quae dicitur Cirsia" (bula de Pascual I I ,
año 1106); "ad Portam Cesaris" (Kaiserchonik, año 1132-1152); etc. Cf. R A Y -
M O N D : Dict., pág. 50; B É D I E R : Légendes épiques, I I I , 296; C A M P I Ó N : La Canción
a
de Roldan ("Euskariana", 5. serie, págs. 67 y sigts.); D U B A R A T : Le Somport
de Cize, " B u l l . de la Soc. des Sciences, Lettres et Arts de Pau", janv.-juillet,
a
, 1933, n ú m . 1, I I serie, t. L V .
2 2
liher II Sancti Iacobi, cap. I V .

74
IV, n i . - LACARRA: DE OSTABAT A RONCESVALLES
a desvalijar a los peregrinos de Santiago, sino que cabalgaban
sobre ellos como si fuesen asnos y los mataban." Y a hemos visto
cómo Ricardo Corazón de León, al ocupar el territorio hasta
los puertos de Cisa (1177), obligó a los señores de la tierra a
salvaguardar a los peregrinos.
No obstante, desde los tiempos más remotos encontramos a
lo largo de la ruta fundaciones hospitalarias para acoger a los
peregrinos de Santiago. E s t á n a cargo en un principio del mo-
nasterio de Leire, pasan después a depender de la iglesia de San-
tiago de Compostela, y por fin se hace cargo de ellas el hospital
y colegiata de Nuestra Señora de Roncesvalles. E n lo ecle-
siástico dependían del Obispado de Bayona.

E l camino antiguo, que Colas y Sanjuán identifican con la


calzada romana, mide unos ocho metros de anchura a la salida
de San Juan de Pie del Puerto, a unos cien metros se reduce a
cuatro, y pronto se convierte en un camino vecinal mal entre-
tenido y poco después completamente abandonado. Se estrecha
insensiblemente a medida que gana altura, y no recobra su an-
chura primitiva hasta mucho después de Orisson.
Los peregrinos, sin embargo, parece que preferían subir un
poco más a la izquierda, por el camino que sigue la Nive de Es-
terencubi, donde encontramos en 1072 un antiguo monasterio
de Cirsa que apellatur Sancti Vincenti, que Sancho el de Peña-
2S
lén dio a la abadía de Leire . E n 1178, parte de esta iglesia
(Sancti Vincenti de Pedemontes) era propiedad de la iglesia de
2I
Santiago , y en 1189 recibió como donación la otra mitad.
Estaba junto a la casa e iglesia de S A N M I G U E L E L V I E J O , anti-
guo burgo regio—donde el "Liber Sancti lacobi" sitúa el mila-
gro de 1080 a que hemos aludido—, y en 1189 los frailes de la
misma unieron sus bienes a los de San Vicente y acordaron in-
corporarse también a la Iglesia compostelana; los frailes, según
este acuerdo, llevarían la insignia de Santiago y vivirían some-
2 6
tidos a la regla de los Hospitalarios de San Juan ' . E n este hos-
23
Arch. de Navarra, Becerro de Leire, págs. 255-6. Vid. en el Apéndice.
24
Bula de Alejandro III, 20 marzo 1178, en L Ó P E Z F E R R E I R O : Historia
de la Iglesia de Santiago, I V , Apénd., pág. 131.
25
E l texto del documento de 22 de agosto 1189 publicado por D U B A R A T
y D A R A N A T Z : Un prnces entre V Éveché de Bayonne et le mónastere de Roncevaux,
Bayonne, 1926, págs. 106-111.
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

pital de San Miguel, el prior de Roncesvalles construyó una


iglesia (año 1201) con autorización del obispo de Bayona, Ber-
nardo de Lakarra, y del Cardenal de Santiago de Compostela,
con licencia para poner Sacramento y para que se enterraran
en ella todas las personas de dicho monasterio y los peregrinos
2G
que por allí pasasen .
L a iglesia y hospital de San Vicente pasaron a poder de
Roncesvalles en 1246, por cambio con el arzobispo de Compos-
27
tela , y en 1253 las tres iglesias de San Martín de Zaro, San V i -
cente y San Miguel el Viejo, que eran de Roncesvalles, son reuni-
2S
das en una "propter tenuitatem et paupertatem illarum" .
E n la antigua villa Sancti Michaelis, que corresponde a
San Miguel el Viejo, inicia la "Guía de los Peregrinos" las
etapas españolas del camino de Santiago. A principios del si-
glo X I I parece que era un centro urbano de alguna importan-
cia, debida ésta precisamente a la concentración que allí hacían
los peregrinos para subir el Pirineo; pero al decaer este paso,
sus hospitales perdieron también importancia, como hemos
visto, en beneficio de San Juan de Pie del Puerto, donde los
peregrinos se desviaban a la derecha para tomar la ruta de
Valcarlos. E n las afueras de San Juan se formó un barrio de
San Miguel (vicus Sancti Michaelis) que acabó por sumir en el
olvido el antiguo burgo regio, que ya en 1246 se llama Sanctum
29
Michaelem Veterem . M . Colas ha buscado con paciente minu-
ciosidad sobre el terreno los recuerdos que quedan de las iglesias
26
Figura en el extracto del Becerro de Roncesvalles que publica I B A R R A :
Historia de Roncesvalles, Pamplona, 1936, pág. 1.017.
27
E l arzobispo de Compostela da a Roncesvalles "ecclesiam Sancti V i n -
centii cum hospitali et juribus et ómnibus pertinenciis suis, que sita est juxta
Sanctum Michaelem veterem, ubi primo fuit burgus regius, i n episcopatu Ba-
yonensi" a cambio de la iglesia de Santa María de Salvador, en el obispado de
Lugo, tierra de Lemos, que había sido dada a Roncesvalles por Alfonso I X
de León. Publican D U B A R A T y D A R A N A T Z : Un proces..., pág. 111 y en Recher-
cherches sur la ville et sur Véglise de Bayonne, t. III, 1929, pág. 1.010.
28
E l documento en D U B A R A T y D A R A N A T Z : Un proces..., pág. 115-117.
29
M . J E A N D E J A U R C A I N , en un artículo titulado Le Saint-Michel de Cizé
du Codex de Compostelle et du Guide des Pélerins, publicado en la "Revue des
Etudes Anciennes", 1916, t. X V I I I , pág. 52, sostiene erróneamente que la
"villa Sancti Michaelis" de la Guía corresponde al barrio del mismo nombre
en San Juan de Pie del Puerto. Véase la acertada refutación de los señores
D U B A R A T y D A R A N A T Z en Recherches sur la ville. et sur Véglise de Bayonne,
III, 766-7.

76
IV, III- - LACARRA: DE OSTABAT A RO N CE S V A L L E S

30
y fundaciones hospitalarias que hemos mencionado . Sub-
siste todavía una vieja casa señorial llamada Arbelaenia, antes
Ospitalia, que es el antiguo hospital de San Bartolomé, que
3 1
dependía de Ronces valles ; en su dintel ostenta las armas de
Roncesvalles y la fecha 1671. Casi enfrente estaba una vieja
capilla de San Bartolomé con su cementerio, y de ella apenas
pueden reconocerse los restos de un muro viejo. De la primitiva
iglesia de San Vicente, situada en medio del cementerio de San
Miguel, nada queda y ni aun el emplazamiento puede compro-
barse. U n poco más arriba, en una colina y a orillas del camino,
se perciben todavía los cimientos de la iglesia de San Miguel el
Viejo y en sus inmediaciones restos de un cementerio.
E l camino, conocido con el nombre de Juandone Miqueleco
bidea, ha sido en parte reemplazado por una pista más moderna
y de pendiente más suave; penetra en una cañada, escala una
pendiente y pasa por Etcheversia, no lejos de la casa llamada
de Bidonde. A l salir de Bidonde, y después de atravesar un
bosque de castaños, se llega a una borda, rodeada- de dos mo-
destos edificios: es todo lo que queda del P R I O R A T O D E E R R E C U -
3 2
LTJS, que servía de asilo a los peregrinos de Santiago . Después
de Erreculús, la subida se acentúa en curvas y zigzag. L a rampa
continúa hasta el emplazamiento del antiguo P R I O R A T O D E
O R I S S O N , que dependía de la abadía de Lahonce y antes de la

30
L a descripción detallada de los edificios, ilustrada con dibujos de
M. L . Colas puede verse en la citada obra de los canónigos D U B A R A T y D A R A -
NATZ: Recherches..., III, 769-771.
3 1
Había sido agregado a Roncesvalles por el obispo de Bayona en 1285;
D U B A R A T y D A R A N A T Z : Un procés, págs. 123-124. Dibujo de la fachada en la
pág. 125 y en Recherches..., III, 770.
32
Situamos aquí el priorato de Arrocaluz o Errecoluch, Erreka-luce, lla-
mado también Santa María Magdalena de Beit-beder de Reculus, siguiendo a
Haristoy (Recherches historiques sur le Pays Basque) y a Sanjuán. E l erudito
a
escritor que firma con el nombre de J O S É M . D E L U Z A I D E (Alivio de caminantes
BCMNav, 1925, págs. 150-153), sostiene que ese priorato no estaba por San
Miguel el Viejo, sino siguiendo el camino bajo, como lo indica su nombre de
Beit-beder, y que quizá Reculús, lo mismo que Orisson, no dependió sino de
Roncesvalles. A unos cuatro kilómetros antes de llegar a Valcarlos se encuen-
tra, sobre el camino, el caserío de Reculusa, dueño de amplio término, y muy
cerca de él hay alguna construcción de gran antigüedad. Cf. P . H A R I S T O Y :
"elermage de Saint-,Jacques de Compostelle. Les voies romaines, les chemins ro-
maines et les établissements hospitaliers dans le Pays Basque, Pau, imp. Lescher-
Montoné, 1906, 8.°, 107 págs. con grabados.

.77
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Colegiata de Roncesvalles (Prioratus Sanctae Marías Magda-


lenae de Lurizun, Sancta María Magdalena d'Arisson), y que
88
estaba situado sobre la misma orilla del camino . H o y ha des-
aparecido todo vestigio del edificio.
Se atraviesa el collado de Bidegorry, y después de unos dos-
cientos metros de subida más rápida se ve surgir la cima de
Cháteau-Pignon, que presenta una situación privilegiada con
amplísimos horizontes. Sus vertientes están cubiertas de gran-
des piedras que proceden del reducto que Ventura Caro hizo
demoler en junio de 1798. Cháteau-Pignon ha sido identificado
por Walkenaer como el Summum Pyrenaeum del Itinerario de
Antonino. Los peregrinos tenían aquí un refugio.
Después de Cháteau-Pignon se llega al macizo de Leicar-
Atheca, que es el lugar más alto del recorrido, y en el collado de
Bentartea se halla la frontera actual entre Francia y España.
Sigue un espléndido bosque de hayas, desde donde se domina
el valle de Valcarlos. E l camino a través del bosque es de unos
cuatro metros de anchura, y al salir de él se encuentra una fuente
y las ruinas de una antigua capilla llamada E L I Z E A C H A R , Eliza-
charre Elizazar (iglesia vieja). Este camino, muchas veces repa-
v

rado—por el duque de Alba en 1512, en 1714 para facilitar el


paso de Isabel de Farnesio a San Juan de Pie del Puerto—, se
conoce hoy con el nombre de camino de Napoleón, por haberse
acondicionado para que pasara la artillería del mariscal Soult.
A l pie del gran macizo de Orzanzurieta (1.570. metros) atra-
viesa el paso de Cisa y se desciende faldeando la vertiente meri-
dional de Altobiscar para llegar al puerto y capilla de S A N S A L -
V A D O R D E I B A Ñ E T A , donde los peregrinos de Santiago encontra-
ban un hospital antiguo y afamado (lám. L I ) .

E n I b a ñ e t a confluían los peregrinos que, como dice la "Guía"


del siglo X I I , no querían subir por el camino de la montaña y
3 l
preferían hacerlo por el valle . .
E l valle evocaba también recuerdos queridos a los peregri-
nos franceses. " E n él acampaba Carlos con sus ejércitos cuando
33
R A Y M O N D : Dict., pág. 126. Fué agregado a San Miguel el Viejo en 1251
por el obispo de Bayona Raimundo de Donzag. Su texto en D U B A R A T y D A R A -
NATZ: Un procos..., pág. 125.
34
"Per quam—Vallis Karoli—etiam multi peregrini ad Sanctum Jaco-
bum tendentes transeunt, nolentes montem ascenderé" (ed. Vielliard, pág. 26).

78
IV, n i . - LACARRA: DE OSTABAT A RONCESVALLES
los combatientes eran muertos en Roncesvalles" ' \ " L a voz del
cuerno, conducida por un ángel, llegó a oídos de Carlos, que
había fijado sus tiendas en Valcarlos, a ocho millas hacia Gas-
cuña de donde Roldan estaba." "Tan pronto como el alma de
Roldan salió de su cuerpo, yo, Turpín, celebré en Valcarlos, a
presencia del rey, la misa de los muertos. F u i transportado en
36
éxtasis y oí los coros que cantaban en los cielos" .
3 7
Otra poética leyenda, redactada en el fondo de Germania ,
se localizaba también en este valle. Carlos, después de sus con-
quistas " i n Yspaniam", de sus victorias en Navarra, Arles y
Gerona, se dirigió " i n Galitiam". Pero el rey de los paganos le
causó grandes males; los cristianos fueron todos muertos; Car-
los escapó con dificultad. Todavía hoy la piedra sobre la que se
sentó está mojada de las ardientes lágrimas que derramó.
Hizo oración, acusándose de sus pecados... Entonces un ángel
acudió a consolarle y le dijo: "Carlos, amado de Dios, pronto re-
cibirás una gran alegría. Envía rápido tus mensajeros en busca
de las doncellas; las mujeres casadas déjalas en sus casas. Dios
quiere mostrar aquí su poder. Si le temes y amas, estas donce-
llas te recuperarán la gloria perdida." Los mensajeros fueron re-
cogiendo las doncellas de todo el imperio y las condujeron "ad
Portam Cesaris": allí les esperaba el Emperador. Acudieron mu-
chas, se contaron hasta 53.066, y Carlos alabó a Nuestro Señor.
En el lugar llamado Karlestal (Valle de Carlos) ciñeron las es-
padas y se armaron. Los centinelas de los sarracenos estaban
admirados: "¿Qué pueblo es éste tan maravilloso?". Los paganos
se volvieron rápidos hacia su rey: "Señor, hemos muerto a los
viejos; pero ahora llegan los jóvenes. Quieren, sin duda, vengar
su afrenta. Señor, no intentemos combatirles: son valerosos, sus
cabellos son largos, su caminar bello, es un pueblo valiente..."
Así aconsejaron al rey los más prudentes, y éste envió sus pre-
sentes al Emperador y se hizo bautizar con todos los suyos. Car-
los y sus guerreros tornaron a su imperio. Las doncellas llega-
ron a una verde pradera y, fatigadas de la marcha, plantaron
sus lanzas en tierra y extendieron los brazos en cruz dando
gracias a Dios. Allí pasaron la noche. U n gran milagro se produjo:
35
Liber V Sancti Iacobi, ed. W H I T E H I L L , pág. 357.
36
Historia Turpini, ed. W H I T E H I L L , pág. 334.
La Kaiserchronik, publicada en Ratisbona en 1152, lo más tarde, y
comenzada tal vez hacia 1132, según B É D I E R : Légendes ¿piques, III, 327.
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

las lanzas reverdecieron y se cubrieron de hojas y de flores.


Por eso se llama a este lugar el Bosque de las lanzas, que puede
verse todavía. E l poderoso Carlos construyó aquí una iglesia
bella y sólida, en honor de Cristo, de Nuestra Señora y de todas
las Vírgenes, porque la castidad y pureza de las Vírgenes le
habían dado la victoria; esta iglesia se llama Domini Sanctitas.
Esta bella leyenda, anterior a la "Crónica de Turpín" y a
la "Guía de los Peregrinos", se funda, según Bédier, en relatos
de peregrinos, y sería redactada por algún clérigo con fines de
propaganda piadosa. Saroihandy la cree nacida en los mismos
puertos de Cisa, en Ibañeta, cuyo refugio de peregrinos domina
3 8
toda la V a l de Carlos .

E l camino de Valcarlos estaba también jalonado de hospita-


les y hospederías, y con el tiempo fué desplazando a la ruta de
la montaña. Hemos visto cómo en el siglo X I I I tenían que fun-
dirse tres hospitales de esta ruta "propter tenuitatem et pau-
pertatem illarum". E l camino de Valcarlos, más suave, era el
más seguido en tiempos del P . Moret, y a fines del siglo pasado
se trazó sobre él la carretera de Pamplona a San Juan de Pie
del Puerto (lám. L I I , A ) .
A la salida de San Juan, los peregrinos encontraban la Enco-
mienda de M O C O S A I L o Mokozain, o Bonconseyll—que consejas
locales suponen alojamiento de Carlomagno cuando recibió
el buen consejo de volver en auxilio de Roldan.—Estaba en
Uhart-Cize, inmediata a San Juan de Pie del Puerto, y depen-
39
día de Roncesvalles .
A la entrada en el valle los peregrinos encontraban la casa
y hospital de S A N J U A N D E I R A U Z Q U E T A , que en 1271 fué ven-
10
dida por la abadía de Leire al monasterio de Roncesvalles ;
38
S A R O I H A N D Y : La légende de Roncevaux, "Homenaje a Menéndez Pidal",
II, 266, nota 2.
39
Año 1332: "Dicta vallis Caroli, ab ecclesia Sancti Salvatoris Summi
Portus (Ibañeta) usque ad domum de Bonconseil vocatum que est casi in
éxito dictae vallis versus villam Sancti Iohannis de Pede Portus." Así se dice
en el Proceso de 1332-35 que publican los canónigos D U B A R A T y D A R A N A T Z .
a
Véase t a m b i é n I B A R R A : Hist. de Roncesvalles, pág. 355; J O S É M . D E L U Z A J D E :
Alivio de caminantes, B C M N a v . , 1925, pág. 152.
40
"Domum nostram seu hospitale, sitam et positam i n loco qui dicitur
Iraozqueta, cum ómnibus juribus et pertinenciis suis." D U B A R A T y D A R A N A T Z :
Un procés..., pág. 117.

80
IV, III- LACARRA: DE OSTABAT A RONCESVALLES

junto a ella se fué edificando la que hoy es villa de Valcarlos.


Todavía hoy existe una vieja casa de Irauzqueta, amplia y de
n
gruesos muros . E n el siglo X V I aún conservaba la Colegiata
de Roncesvalles junto a la iglesia de Valcarlos una casa lla-
mada el Hospital, que acogía a los peregrinos pobres que pasa-
ban para Santiago; estaba al cuidado de una mujer llamada la
4 2
ser ora .
Más arriba de Valcarlos y antes de llegar a Ibañeta había
otra casa u hospital llamado Goroscaray—y todavía queda una
venta o borda con este nombre, subiendo a la izquierda de la
carretera—•, que en 1271 fué también vendido por Leire a la
43
Colegiata de Roncesvalles .
E n lo alto del puerto de Ibañeta (Auria), los peregrinos en-
lazaban con la ruta del puerto de Cisa que antes hemos des-
crito.
4 1 a
J O S É M . D E L U Z A I D E : Loe. cit. L a parroquia de Valcarlos está dedicada
a Santiago.
4 2
N Ú Ñ E Z D E C E P E D A : La beneficencia en Navarra a través de los siglos,
Pamplona, 1940, pág. 269.
4 3
D U B A R A T y D A R A N A T Z : Un proces:.., pág. 117. •

TOMO II. 6. 81
CAPÍTULO IV

R O N C E S V A L L E S

Halt sunt li pui e li val tenebrus,


Les roches bises, les destreiz merveillus.

Halt sunt li pui et tenebrus e grant,


Li val parfunt e les ewes curant.
(Cbanson de Roland, v . 8Í4 y 1830.)

Domus venerabilis, domus gloriosa,


Domus admirabilis, domus fructuosa,
Pireneis montibus floret sicut rosa,
Universis gentibus valde granosa.
(Poema del siglo X I I I . )

Los peregrinos y juglares franceses que iban a Santiago, a l


entrar en España por Roncesvalles, "habían de sentir—como
dice Menéndez Pidal—una conmoción profunda en los recuer-
dos propios de su juglaría; en su alma, la vista de aquellos mon-
tes levantaba un hervidero de memorias de los doce pares muer-
tos allí y del gran emperador que había conquistado de l a mo-
1
risma el camino que ellos como peregrinos iban a recorrer" . •
"Habiendo permanecido dos días en Roncesvalles—dice un
peregrino italiano a fines del siglo X V I I — , partimos a la ma-
ñana siguiente, y antes de abandonar este lugar quisimos ver
una vez m á s el sepulcro de Roldan, pensando entre nosotros:
¡Dios sabe si lo volveremos a ver jamás! Lo contemplamos largo
rato, y pusimos en una de las piedras, con la punta de un cu-
chillo, nuestros nombres y apellidos... Después, habiéndolo con-
templado por última vez, nos alejamos lentamente, volviendo

R. M E N É N D E Z P I D A L : Poesía juglaresca y juglares españoles. M a -


drid, 1924. pág. 338.

83
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

muchas veces la mirada para ver de nuevo Roncesvalles, que


2
tanto sentíamos dejar" .
Roncesvalles es más conocido por la leyenda que por la his-
toria, y ésta enlaza directamente con la peregrinación a Santiago
de Galicia. E n vano buscaríamos el nombre de Roncesvalles en
los textos históricos que nos informan de la batalla; pero, en
todas las canciones de gesta, Roncesvalles evoca ya la muerte
de Roldan, la traición de Ganelón y la tristeza del gran empera-
dor al contemplar el cuerpo inanimado de su sobrino:
'•Ami Rollant, de tei ait Deus mercit!
Uanme de tei seit mise en paréis!
Ki tei ad mort Frunce ad mis en exill.
Si grant dol ai que ne voldreie vivre,
De mu muisnee, ki pur mei est ocisel
Co duinset Deus. lefilz seinte Marie,
Einz que jo vienge as maistres porz de Sirie,
Uanme del cors me seit oi departie,
Entre les lur aluee e mise
E mu cur fust delez els enfuie!"
8
Ploret des oilz, sa Manche barbe tiret .

("¡Roldan amigo, que Dios te acoja en su gracia! ¡Que tu alma sea llevada
al Paraíso! ¡El que te ha muerto es a Francia a quien sumió en la desventura!
Tal dolor me abruma, que quisiera dejar de vivir. ¡Oh mis caballeros, que por
mí habéis fenecido! ¡Plegué a Dios, el hijo de Santa María, que mi alma, antes
de llegar a los grandes puertos de Cisa, se separe de mi cuerpo este mismo
día y sea colocada entre vuestras almas, y mi carne enterrada junto a la vues-
tra!" Llora y se mesa la blanca barba.)

O como dice la canción española de Roncesvalles:


Con vuestro esfuerco arriba entramos en Espanna,
matastes los moros e las tierras ganuvas,
adobé los caminos del apóstol Santiague;

¡Finustes sobre moros, vuestra alma es en buen logare! *

Sería de gran interés el aclarar los orígenes de la hospedería


de Roncesvalles, no ya para la historia de la peregrinación, sino
2
Viaggio in Ponente di San Giacomo di Galitia, di D . D O M E N I C O L A F F I .
Soc. impress., Bolonia, 1676.
3
La Chanson de Roland, ed. Joseph Bédier. París, 1931, versos 2.933-2.943.
4
"Roncesvalles". Un nuevo cantar de gesta español, ed. R. Menéndez Pidal,
"Rev. Filología Española", 1917, I V , págs. 114-117.

84
IV, IV. - L A C A R R A : R O N C E S V A L L E S

también por su íntima relación con el origen de la Chanson de


Roland y demás canciones de ciclo carolingio.
Las leyendas formadas a lo largo de las rutas de peregrina-
ción ¿han dado origen a la Chanson, como quiere Bédier? ¿Es
la ruta de Roncesvalles anterior a la canción de gesta, o fué la
leyenda la que forzó a los peregrinos a preferir este paso al m á s
suave y cómodo de Veíate? ¿Por qué se localiza precisamente
en Roncesvalles el encuentro famoso de los vascos con las tropas
de Carlomagno?
Problemas son éstos que han apasionado a la erudición fran-
cesa durante cerca de un siglo, y que acrecientan el interés por
conocer los orígenes de la Real Casa de Nuestra Señora de Ron-
cesvalles.
Desgraciadamente, los archivos de la Colegiata actual están
muy incompletos, por los diversos incendios sufridos y por las
depredaciones guerreras a que ha estado expuesta la Casa,
como lugar fronterizo. Además, el libro Becerro de Roncesva-
lles, en que se recogió la documentación más antigua, desapa-
reció a fines del siglo X V I , sin que dejara más rastro que un
extracto breve y a veces equivocado de su documentación.
5
Frente a las reticencias de Bédier y a las sospechas de
Fawtier % creemos, como y a hemos indicado en otro lugar, que
el paso de Pamplona a Francia fué siempre por Roncesvalles.
Por allí cruzaba la calzada romana que iba de Burdeos a A s -
7
torga , y los hallazgos de I b a ñ e t a parecen confirmar la anti-
s
güedad del paso ; allí tendrían lugar, no ya el encuentro de
5
Legendes épiques, I I I , 298 y siguientes.
s
R. F A W T I E R : La Chanson de Roland. Elude historique. París, 1933, pá-
ginas 146, 148, 169, etc.
7
Véase, entre otros, J . E U G E N E D U F O U R C E T : Les voies romaines et les
chemins de Saint-Jacques dans Vancienne Novempopulanie, "Corigrés Archéolo-
e
gique de France", L V session, Dax et Bayonne, 1888. París-Caen, 1889, pá-
ginas 245-246. P . H A R I S T O Y : Pélerinages de Saint-Jacques de Compostelle. Les
voies romaines, les chemins romaines et les étahlissements hospitaliers dans le
pays basque. Pau, 1906. L . C O L A S : La voie romaine de Bordeaux á Aslorga dans
la traversée des Pyrénées, "Rev. des Etudee Anciennes", Bodeaux, 1912, X I V ,
pags. 175 y sigts. J . A L T A D I L L : Vías y vestigios romanos en Navarra, "Home-
naje a D . Carmelo de Echegaray", San Sebastián, 1928, págs. 503 y siguientes.
Véanse las salvedades que hace F A W T I E R (loe. cit., pág. 148, nota) a las iden-
tificaciones de Carosa y Turisa.
Con ocasión de abrir la carretera de Ibañeta (1882), y en lo alto del
puerto, apareció, entre otras cosas, un anillo de oro con un entalle romano,

85
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

los vascos con Carlomagno (778), sino las asechanzas contra


la expedición de Ludovico Pío (812) y la derrota de los condes
francos Eblo y Aznar (824). E n el paso a las Galias, y tal vez en
las inmediaciones de Roncesvalles, estuvo el famoso monaste-
rio de San Zacarías que visitara San Eulogio en 848, y que for-
zosamente había de guardar recuerdo de los continuos fraca-
9
sos de los francos por dominar esta vertiente del Pirineo .
Una villa de la ruta cerca de Ostabat, Saint-Palais, está pre-
gonando con su nombre el culto al niño gallego Pelayo, mar-
10
tirizado en 925 . Son de retener estas relaciones tan tempra-
nas y directas entre la zona de Roncesvalles y el noroeste de
1
España K
Sin embargo, las noticias más antiguas de fundaciones mo-
násticas u hospitalarias en esta zona del Pirineo, que forzosa-
mente deben relacionarse con la peregrinación a Santiago, sólo
se remontan a la segunda mitad del siglo X I , y dependen todas
de la gran abadía de Leire.
Esta abadía, cuya historia conocemos desde mediados del

que representa un busto con un sombrero y pluma; hoy se guarda en el Ar-


chivo de la Diputación de Navarra; también se encontraron monedas, no estu-
diadas, que sepamos. Cf. R . I. E . V . , 1934, pág. 329.
9
San Eulogio, en su carta a Wiliesindo de Pamplona (año 851), dice que
el monasterio de San Zacarías estaba situado "a la falda de los montes Piri-
neos, y en los límites de la Galia, donde naciendo el río Arga, y regando con
curso arrebatado las tierras de Zubiri y Pamplona, se lanza en el río Cánta-
bro". A su abad Odoario le llama "abad del monasterio Cisariense". Cf. MORET:
Anales de Navarra, ed. Tolosa, I, 233-238; C A M P I Ó N : Euskariana, quinta se-
rie, pág. 70. Véase el informe negativo de la Comisión de Monumentos de Na-
varra sobre la localización del monasterio en Cilveti, como señala el Padre
Moret, en J . I T U R R A L D E Y SUIT: Las grandes ruinas monásticas de Navarra,
Pamplona, 1916, págs. 159-164.
10
B O N I F A C I O D E E C H E G A R A Y : La devoción a algunos santos y las vías de
peregrinos, R . I. E . V . , 1932, págs. 27-29.
1 1
Según la Crónica del obispo D . Pelayo, algunos vecinos de León to-
maron el cuerpo de San Froilán, lo llevaron al pie de los montes Pirineos,
"in valle Cesar", y lo pusieron en el altar de San Juan Bautista (Crónica del
Obispo Don Pelayo, ed. B . Sánchez Alonso, Madrid, 1924, pág. 66). E l cro-
nista sitúa este suceso en el reinado de Bermudo II (982-999). Campión ("Eus-
kariana. Quinta Serie", pág. 73)- relaciona este texto con el territorio de Val-
carlos y valle de Cisa; pero el P . Risco (Esp. Sagr., tomo 34, págs. 189-193)
lo localiza, con mejor acuerdo, en Valdecésar, lugar situado en las montañas
asturleonesas, donde hubo un monasterio que años más tarde fué incorpo-
rado a la Catedral de León.

86
I V , I V . - L A C A R R A : R O N C E S V A L L E S

siglo I X , fué reuniendo en su poder durante el siglo X I todos los


pequeños monasterios del Pirineo, que aseguraban las comuni-
caciones de Navarra con Francia: los de Igal y Urdaspal, que
visitara San Eulogio; el del Roncal y el de Santa Engracia (1085),
1 2
éste en la vertiente francesa ; el de San Vicente de Cisa (1072),
que ya hemos citado; San Agustín de Larrasoaña (1087, existía
ya en 1072), y, en la misma cumbre del Pirineo, el monasterio
de San Salvador de Ibañeta (1071), primer núcleo documental-
mente conocido de lo que había de ser el gran hospital de Ron-
cesvalles. Después (1101-1104) vemos instalados en la llanura
de Burguete a los monjes de Santa Fe de Conques, a quienes
suceden los priores de Santa Cristina de Somport. Más tarde
(1132), el obispo de Pamplona funda la hospedería actual de
Roncesvalles, al pie de I b a ñ e t a , que alcanza una fama bien ci-
mentada por su hospitalidad y buen trato hacia los peregrinos,
y que había de desplazar (siglo X I I I ) a las antiguas fundacio-
nes de Leire, Conques y Santa Cristina, que se incorporan poco
a poco a la Real Colegiata.
Examinemos detenidamente cada una de estas fundacio-
nes, que han sido confundidas y aun olvidadas por casi todos
los historiadores que se han ocupado de la actual Colegiata de
Roncesvalles.

L a "Crux Caroli".

Como anunciando el recinto sagrado de Roncesvalles, los


peregrinos encontraban en lo alto del Pirineo, antes de bajar al
valle, la Cruz de Carlos.
He aquí cómo la describe la "Guía de los Peregrinos": " E n
la cima del mismo monte está el lugar llamado la Cruz de Car-
los, porque sobre él Carlos, al entrar en España con sus ejércitos,
abrió en otro tiempo un camino con hachas, cuchillos, piquetas

1 2
E n 1085 Sancho Ramírez da a Leire, entre otros "quatuor regalía
monasteria, videlicet illud quod vocatur Igali, quod est situm i n valle Sarres-
<;o... aliud vero monasterium quod vocatur Burdaspali... tertium... Roncali
monasterio... quartum... quod dicitur Santa Engracia de Porto qui ducit ad
Galias intrante ad Soula... cum ómnibus... que sunt i n Ispaniis, sive que sunt
in Galliis", A H N , Clero, San Salvador de Leire, leg. 950, copia en el Becerro
antiguo, págs. 22-24.

87
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

y demás herramientas, y elevó el primero el signo de la Cruz


del Señor, y luego, dobladas las rodillas, vuelto hacia Galicia,,
dirigió una plegaria a Dios y a Santiago. Por eso los peregrinos,
doblando allí sus rodillas hacia la tierra de Santiago, rezan se-
gún costumbre y planta cada uno un estandarte de la Cruz del
Señor. Pueden verse allí millares de cruces. Por eso, este lugar
es tenido como el primero de la ruta en que se hace oración a
l?
Santiago" .
¿Dónde estaba esta Cruz de Carlos? Inducido por una im-
precisa redacción de la "Guía", M . Colas la colocaba en Orzan-
zurieta, el punto más alto de la región. "Desde su cumbre—de-
cía la "Guía"—puede verse el mar británico y el occidentaly
la tierra de tres regiones: Castilla, Aragón y la Galia." Pero la
cumbre donde estaba la Cruz de Carlos es distinta de la que aquí
u
se describe . De ser así, quedaría fuera del camino, lo que no
es presumible. E n la cúspide de Orzanzurieta (1.579 m.) creyó
ver M , Colas los restos de la cruz, que no eran sino los escom-
bros de una columna trigonométrica levantada por los ingenie-
15
ros militares, según comprobó Campión .
La Crux Caroli sirvió por mucho tiempo para señalar los
límites del país de Cisa y de las diócesis de Bayona y Pamplona:
i e
"Omnis vallis quae dicitur Cirsia usque ad K a r o l i Crucem" .
E n el siglo X V I , la Cruz había desaparecido, pues Huarte, el
historiador tan concienzudo de la Colegiata, no la cita. Oihe-
nart (siglo X V I I ) alude a ella como a cosa desaparecida: " E s -
13
E d . W H I T E H I L L , pág. 357.
14
Esta interpretación de la "Guía" es razonada con acierto, aunque difu-
samente, por los Sres. D U B A R A T y D A R A N A T Z en sus Recherches, 111,781 y sigts.
15
L . C O L A S : Emplacement de la Croix de Charlemagne, qui formait, au
sud du Val de Cize, la limite extreme de VÉveché de Bayonne, "Congrés d'Hist.
et d'Archéologie de Biarritz", 1911; C A M P I Ó N , La canción de Roldan, en Eus-
kariana, quinta serie, Pamplona, 1915, pág. 47.
16
Bula de Pascual II, de 1106, en D U B A R A T , Le Missel de Bayonne de 1543.
Pau, 1901, p á g . X X X I I . L o mismo se dice en la llamada carta de Arsius, del
siglo X I o X I I (facsímil en D U B A R A T , loe. cit.)„ y en la Crónica de Vézelay (es-
crita de 1156 a 1168), al hablar del matrimonio de Luis el Joven con Leonor
de Aquitania, en 1137: "His est rex Ludovicus, cuius pater Ludovicus usque-
quaque dilatavit regnum suum, et coniunxit et i n matrimonium filiam G u i -
Ilelmi Ducis Aquitanorum et comitis Pictavorum, propter quam acquisivit
omnem Aquitaniam, Guasconiam, Bascloniam et Navarriam, usque ad montes
Pyrenaeos, et usque ad Crucem Caroli", "Pee. des. hist. de la France", t. X I I T

pág. 341.

88
I V , I V . - L A C A R R A : R O N C E S V A L L E S

taba la Cruz de Carlos donde ahora está la capilla de San Sal-


, 7
vador de Ibañeta, en la cumbre del Pirineo" . Esta es.la ver-
sión que hoy aceptan los eruditos canónigos señores Dubarat
y Daranatz, aunque no podamos seguirles en la identificación
que ellos hacen de la Cruz de Carlos con la actual Cruz de los
1 8
Peregrinos . E l nombre de la Cruz pasó, sin duda, a la inme-
diata capilla de San Salvador de Ibañeta, que se cita también
como capella Caroli Magni.

San Salvador de Ibañeta.

E n 1071 (Nájera, 7 d i c ) , el rey Don Sancho el de Peñalén


dio a Fortuno, obispo de Álava (1067-1087), diversos monaste-
rios para que a su muerte se incorporaran a la abadía de Leire.
Incluye en la donación "aliud nobile et regale monasterium no-
19
mine Sanctus Salvator de Ibenieta" con diversas bustalizas .
Es la mención más antigua que encontramos de un santuario
en este paso del Pirineo, y los epítetos que se le adjudican pa-
recen pregonar la antigüedad e importancia de la fundación.
Bien porque el monasterio de Ibañeta no llegara a salir de
la jurisdicción real, o porque Leire no llegara a hacerse cargo
de la donación, en 1110 D . Fortunio Sanz de Yarnoz y la infanta
a
D . Ermesinda, la hermana y cómplice en el asesinato del rey
17
Notitia utriusque Vasconiae, 1638, y trad. Gorrosterratzu, San Sebas-
tián, 1929, pág. 304.
18
D U B A R A T : La Croix de Charlemagne á Ibañeta. La Chapelle de Char-
lemagne et la Croix de Roland, Dax, Imp. O. Pradeau, 1935, 27 páginas con
ilustraciones; D U B A R A T y D A R A N A T Z : Recherches sur la ville et sur l'Eglise de
Bayonne, III, 1929, págs. 792-793, 952-961; A . M A R T Í N E Z A L E G R Í A : Monu-
mentos antiguos de Roncesvalles. La cruz de los peregrinos, " B . C. M . Nav.", 1921,
páginas 288-294, sigue la misma opinión. E n contra de ella habla I B A R E A ,
Historia de Roncesvalles. pág. 74.
19
E l documento fué ya invocado, sin indicar de dónde tomaba la refe-
rencia, por S A R A S A : Reseña histórica de la Real Casa de Nuestra Señora de Ron-
cesvalles, Pamplona, 1878, págs. 16 y 32; pero ha quedado desconocido para
los modernos historiadores del santuario. D U B A R A T (Recherches, III, 963, nota 2)
dice: "Nous avons longtemps et vainement cherché le document d'oü ce texte
a ete extrait". Se conserva escrito en minúscula visigótica, aunque con man-
chas que impiden su lectura íntegra, en el Archivo de Navarra, Sección de
Clero, Roncesvalles, leg. 1, n ú m . 43 (signat, ant. faxo 1, n ú m . 25). Una copia
del mismo hemos visto en la Bibliothéque Nationale de Paris, Col. Duchesne,
t- y9, fol. 111. Lo publicamos en el Apéndice.

89
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Don Sancho en Peñalén, volvieron a donar a Leire " i n portu


de Auric unum monasterium quod uocatur Sanctus Salvator
ao
et unum palacium in Erro, similiter cum suos cubilares" . E n
la donación se enumeran estos cubilares—refugios de ganado —
que ocupan una gran extensión del Pirineo.
E l puerto de Auriz o de Ibañeta es el punto de menor altura
en este paso del Pirineo (1.066 m.). E n él coincidían, como ya
hemos visto, los dos caminos que desde San Juan de Pie del
Puerto conducían a Roncesvalles.
Pronto esta primitiva fundación había de teñirse del am-
biente legendario del lugar. Se la llama en los documentos capa-
ila Caroli Magni (1127-1132) y Capella Rollandi (1174), y se
1
hacía remontar su fundación a l mismo Carlomagno - . "Aquí

20
A r c h . de Navarra, Becerro antiguo de Leire, pág. 271. Véase en el Apén-
dice. Además, Becerro de Leire, págs. 143-144.
2 1
Fundación del Hospital de Roncesvalles por el obispo D . Sancho de
Larrosa, año 1127-1132: "In vértice montis qui dicitur Ronsasvals iuxta cape-
llam Caroli Magni famosissimi regis francorum" (B. A . H . , t. I V , 1884, pá-
gina 180). Bula de Alejandro III confirmando a Leire sus posesiones, año 1174,
28 junio: "Hospitalis de Summo Portu, quod Sancti Saluatoris et capella Rol-
landi nominatur " ( K E H R : Papsturkunden in Navarra und Aragón, II, núm. 133,
pág. 470). E n el diploma de Sancho el Mayor (1027), en que se fijan los límites
de l a diócesis de Pamplona—documento de autenticidad muy discutida—,
pero que figura en el Libro Redondo, fol. 51, de letra del siglo X I I I , se lee: " E t
vallis de Erro usque ad capellam Sancti Saluatoris que dicitur Caroli Magni
et a Capella Caroli usque ad portum de Bellate." HITARTE atribuye la primi-
tiva fundación al mismo San Saturnino, quien "en testimonio de la fee que
havia plantado en Navarra, dio orden se edificase la antiquissima basilica de
San Salvador de Ibañeta... Aquella conversión se hizo en el año de veinte y
dos de l a Ascensión de Christo" (Silva de varia lición, cap. 12, n ú m . 12, fo-
lio 42 v.°); destruida por los moros "después Cario Magno la erigió y la edificó
y por este respecto quedó con título de Capilla de Cario Magno" ( H U A R T E :
Hist., parte I, cap. 41). G A S T Ó N P A R Í S también l a cree obra de Carlomagno:
"Naturellement, i l ne dut pas élever la chapelle au moment méme; mais i l donna
des ordres pour qu'on la construisít" (Roncevaux, "Revue de París", 1901, pá-
gina 245). Para B É D I E R (Légendes épiques, III, 316-320), si bien n i l a capilla
ni el hospital son fundación de Carlomagno, los edificios, en opinión de los
arqueólogos, podían remontarse a los tiempos carolingios. Por el contrario,
los canónigos D U B A R A T y D A R A N A T Z (Recherches sur la Ville et sur VEglise
de Bayonne, III, passim y especialmente, pág. 971), suponen que el nombre
de Capilla de Carlos no aparece antes del siglo X I I I y se encuentra raras veces
en los textos; el nombre se lo dio la Cruz de Carlos, que existía en lo alto de
Ibañeta desde el siglo V I I I , poco más o menos; en el siglo X I I , al componerse
la "Guía de los Peregrinos", no había en Ibañeta más que cruces, sin capilla ni

90
IV, i v . - L A C A R R A : R O N C E S V A L L E 3

—en Ibañeta —-es donde Roldan sonó su cuerno cuando llamó


a Carlomagno en su ayuda, y sonó tan fuerte, que le hizo reven-
tar... Esto parecerá a algunos maravilloso, pero puede creerse,
ya que del lugar donde tocó el cuerno a San Juan de Pie del
Puerto, donde Carlos acampaba, no hay sino seis leguas y me-
dia, y en verdad se dice que tocó tan fuerte que a la tercera vez
la sangre le salía por la boca y la nariz y aun el mismo cuerno
reventó de un lado; yo mismo lo he visto con mis propios ojos
2
partido" - . E n la capilla encontraban los peregrinos un refugio
23
y un hospital .
Sin embargo, su importancia pasó a segundo término cuando
en 1132 se fundó en sus inmediaciones la gran hospedería de
Nuestra Señora de Roncesvalles. Tanto que en 1140, cuando se
radactaba la "Guía de los Peregrinos", sólo ésta parece digna
de recomendarse al peregrino. E n 1271, el Priorato de Nuestra
Señora de Roncesvalles compraba a Leire la casa y hospedería
hospital de ninguna clase. Es de advertir que para los Sres. Dubarat y Dara-
natz son apócrifos no sólo el documento de Sancho el Mayor de 1027, sino el
de Sancho el de Peñalén de 1071; los de Fortunio Sanz de Yarnoz de 1110, el
del conde Sancho de Erro para Conques (1101-1104), l a carta del obispo Sancho
de Larrosa de 1127-1132 y cuantos diplomas se oponen a su particular punto
de vista. Sólo aceptan la "Guía de los Peregrinos" y el poema del siglo X I I I en
elogio del hospital de Roncesvalles. No rechazan l a bula de Alejandro I I I
(28 junio 1174) que citamos más arriba, porque no tuvieron noticia de ella.
A las mismas conclusiones llega M . E . L A M B E R T , Roncevaux, " B u l l . Hisp.",
tomo 37, p á g . 421, aunque sin analizar los documentos: "Elle (la capilla de
e
Ibañeta) existait certainement deja au X I I I siécle, puisqu'elle fut alors
cédée au chapitre de Roncevaux par une donation authentique des moines
de Leyre. Mais, vers 1140, Le Guide du Pélerin n'en parle pas, ce qui tend á
faire penser qu'elle n'existait pas encoré lorsque cet itinéraire, par ailleurs
si précis, fut rédigé. A ce moment, ce n'était pas encoré dans une chapelle,
mais en«plain air, prés de la Croix de Charles, que les pélerins adressaient a
genoux leur prendere oraison á saint Jacques en terre d'Espagne." M . Lam-
bert, a nuestro entender, da excesiva importancia a la omisión de la capilla
en el texto de la "Guía"; pero hay que tener en cuenta que en ésta no se des-
criben todos los santuarios y hospitales de la ruta —a veces n i los más impor-
tantes—; recuérdese, además, que al refugio del alto de I b a ñ e t a había venido
a sustituir en gran parte la nueva fundación del obispo D . Sancho de Larrosa.
2 2 3
L A F P I : Viaggio , pág. 124.
23
Teobaldo I I , queriendo fomentar una cofradía en los valles de
Arce, Erro y Esteribar, les señala como lugar de "salvetat" desde el paraje
llamado Sorinarizaga hasta el hospital de San Salvador de Sumiport (Comp-
tos, cart. 2, fol. 124). Año 1174. 28 junio, bula de Alejandro III, véase en l a
nota 21.

91
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

de San Salvador de Ibañeta, pero todavía en 1405 se la llamaba


2 t
"yglesia basílica de Sant Salvador de Ibayeta" .
"Allí—dice el peregrino Domenico Laffi—cantamos un Te
Deum para dar gracias a Dios por habernos conducido sanos y
salvos. Antes de abandonar la cima de los altos Pirineos, que
con tanto esfuerzo habíamos escalado, reposamos en la capilla.
E n ella vimos multitud de figuras y esculturas antiguas y algu-
nas inscripciones borradas por el tiempo" " ,
L a capilla, por ocupar un lugar tan destacado, expuesto a
2
todos los vientos % fué destruida varias veces y otras tantas
reedificada; pero su misión de acoger a l peregrino fué heredada
por la más reciente y rica hospedería de Nuestra Señora de Ron-
cesvalles. E n el siglo X V I , el visitador y reformador D . Martín
de Córdoba la encontró arruinada y la mandó reparar, ordenando
se pusiera en ella una campana para que el ermitaño que en ella
estuviese " t a ñ a desde que anochezca hasta una hora antes de
la noche, cada día, para guía de los caminantes y pelegrinos
que en los dichos montes les anocheciere, lo qual haga en todo
2 7
tiempo del a ñ o " . Todavía en el siglo X V I I los peregrinos
solían pasar la noche en I b a ñ e t a , descendiendo al día siguiente
2 8
a Roncesvalles .
E n la guerra con Francia en 1794 fué de nuevo destruida,
29
y cuando la visitó Humboldt en 1801 sólo quedaban los muros .
Reedificada de nuevo, fué incendiada en 1884 por una impru-
dencia de los soldados que formaban un cordón sanitario. E n
las ruinas, que pueden verse al lado de la carretera (lám. L I ) , ex-
cavadores optimistas creyeron haber encontrado en 1934 los es-

24
Documento que publican los señores D U B A R A T y D A R A N A T Z , Recher-
ches, I I I , 758. ,
2 5 3
L A F F I : Viaggio , p á g . 124.
26
Su cubierta a dos vertientes dirigía las aguas por un lado al Atlántico
y por otro al Mediterráneo.
27
Reproducen el texto de la sentencia de reformación, I B A R R A , Hist.?
pág. 512, y D U B A R A T y D A R A N A T Z , Recherches, I I I , 973.
28
Véase la información del año 1663 que publicamos en el Apéndice.
29
"Revista Internacional de los Estudios Vascos", t. X V , 1925, pág. 440.
E n 1832 no había sido reedificada todavía, pues "solamente se hizo un cubierto
para Jos pasajeros, y aun éste necesita de reparos continuos por los vientos
recios, humedades y nevadas que allí caen", según dicen en un informe los
canteros y carpinteros, en el pleito entre Roncesvalles y la Inclusa de Pam-
plona. I B A R R A , Hist., p á g . 912.

92
I V , iv. - L A C A R R A : R O N C E S V A L L E S

queletos de los doce Pares, y aun identificaron entre sus huesos


el cráneo de Roldan, por cuya posesión habían de pelear vio-
lentamente dos franceses en San Juan de Pie del Puerto...
Hoy, un sencillo monumento, varias veces destruido también
por los elementos, evoca la más antigua fundación hospitalaria
del Pirineo y al héroe de la Chanson muerto en sus inmedia-
30
ciones .

Burguete (Villa Roscidavallis).

A l sur de Ibañeta, en la vertiente española, se extiende una


apacible llanura de unos cinco kilómetros de longitud por tres
de anchura, cruzada por algunos arroyuelos, donde la "Guía
de los Peregrinos" y la "Crónica de Turpín" sitúan los sangrien-
tos encuentros de las tropas del rey Marsilio con la retaguardia
de Carlomagno. A l pie de I b a ñ e t a , en la misma ladera de la mon-
t a ñ a , está la Real Colegiata de Nuestra Señora de Roncesva-
lles, y tres kilómetros más adelante, en el centro de la llanura,
se encuentra la villa de B U R G U E T E O Burgo de Roncesvalles,
3 1
como se le decía en la Edad Media . Alterando el orden de la
ruta, hablaremos primero de la villa, como fundación más
antigua.
Ibañeta y Nuestra Señora de Roncesvalles son fundaciones
hospitalarias para facilitar a los peregrinos el paso del puerto.
30
E n la citada obra de los señores D U B A R A T y D A R A N A T Z (Recherches, I I I ,
966 y sigts.) se encuentran datos para seguir el paulatino abandono de la capilla
y hospital de Ibañeta, y diversos dibujos de su estado en el siglo X I X . E n un
artículo de V . J U A R I S T I , Roncesvalles y la canción de Roldan, "Revista Geográ-
fica Española", núm. 4 (1939?), págs. 53-72, pueden verse fotografías del su-
puesto cráneo de Roldan y del monumento levantado recientemente. Este,
según hemos podido comprobar en 1947, ha sido destruido de nuevo.
3 1
E l desconocer la documentación del país, que llama a Burguete villa
Roscidavallis, ha despistado a la mayor parte de los historiadores franceses
que se han ocupado de Roncesvalles. Así, por ejemplo, en 1252, Teobaldo I
daba "a Santa María del Hospital de Roncesvalles y a los del Burgo de Ron-
cesvalles aqueyl terminado que es enta parte d'Aezcoa daillent lagoa que des-
ciende del hospital ante Atheguren... en tal manera que los del Hospital sobre-
dito ayan la tercera parte del dicho termino y los del Burgo las dos partes"
(Arch. de Navarra, fajo 1, Burguete, n ú m . 27, reproduce I B A R R A , Hist., pá-
a
gina 168). E n 1262 D . Petronila, mujer de Simón de Oroz, da al "Convento
del Hospital de Roncesvalles" las casas que tenía en "el Burgo de Roncesva-
lles". I B A R R A , Hist., pág. 186.

93
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

32
E n Burguete (Auritz, en vascuence), con menos nieblas , v i -
ven los pastores del país y acogen y confortan al peregrino que
ha logrado pasar los puertos. Como toda la región, sería seño-
río del conde Sancho de Erro, quien en 1101-1104 dio la iglesia
y hospital que allí había (ecclesiam et elemosinariam de Ronzas-
vals) al monasterio de Santa Fe de Conques, prometiendo agre-
gar para después de su muerte "totam ipsam villam de Ron-
3 !
zasvals" . L a villa está formada por una sola calle que coincide
con la calzada de los peregrinos, y los hoteles que hoy sirven
para alojar veraneantes se elevan sobre el solar de lo que serían
3
albergues para peregrinos \ destruidos en 1794 durante la gue-
rra con Francia.
No sabemos cómo, estos derechos de la abadía francesa pa-
saron, en el mismo siglo X I I , a depender del priorato de Santa
35
Cristina de Somport , que en 1219 hacía donación de los mis-
36
mos a la Real Casa de Roncesvalles, entonces en su apogeo .
3 2
"Con no haber mas que un quarto de legua de Roncesvalles a la villa
de Burguete, gozan en esta villa, casi por todo el verano, de serenidad y en
Roncesvalles estamos como Moysen debaxo de niebla por estar tan arrimado
ad aquel monte, que a estar desviado del otro quarto de legua, fuera razona-
ble la vivienda". J U A N D E H U A R T E , Apologías y Discursos, segunda parte,
folio 38, ms. del A r c h . de la Colegiata, citado por A . M A R T Í N E Z A L E G R Í A , La
batalla de Roncesvalles. Pamplona, 1929, pág. 27.
33
F u é publicado por primera vez por G. D E S J A R D I N S , Cart. de Vabbaye
de Conques en Rouergue, París, 1879, n ú m . 472. Damos su texto en el Apéndice,
utilizando además una copia que tomamos de la Bibliothéque Nationale de
París, Coll. Doat, t. 143, fol. 58. L a fecha que señalaba Desjardins (1100-1114)
puede precisarse mejor teniendo en cuenta que D . Ponce sólo pudo titularse
obispo de Barbastro entre 1101 y 1104.
34
Que muchos peregrinos seguían alojándose en Burguete, aun después
de fundado el hospital de Nuestra Señora de Roncesvalles, se prueba por el
relato del peregrino A . von Harff (1496): " í t e m de San Juan de Pie de Port
a Burguete, V leguas. Pasamos la m o n t a ñ a de Roncesvalles. Burguete es una
pequeña villa franca, situada en la montaña de Roncesvalles". H . G A V E L ,
Gure Herria, 1922, pág. 389.
35
E n bula de Eugenio I I I , 5 marzo 1151, se confirma a Santa Cristina
la posesión de "ecclesiam de Ronzisualle cum hospitale et alus pertinentiis
suis". K E H R , Papsturhunden in Spanien, II, 364. No nos explicamos el alcance
que tuvo la donación que hizo, en abril de 1157, Ramón Berenguer I V a Gar-
cía Almoravid de "totam ipsam villam que dicitur Ronzas-valles", cf. Codoin
Aragón, I V , 249.
3B
E l prior Arnaldo de Santa Cristina da al prior del hospital de Ronces-
valles " i n perpetuum ecclesiam quam habemus in villa Roscidevallis, cum de-
cimis et primiciis et oblationibus ac defunctionibus et alus ómnibus ad eam

94
IV, i v . - L A C A R R A : R O N C E S V A L L E S

Hora es ya de que nos ocupemos, con la atención que merece,


de esta fundación, la más importante y famosa de cuantas en-
contraba el peregrino en el camino de Compostela.

3 7
E l hospital de Nuestra Señora de Roncesvalles . I
L a fundación del gran Hospital de Roncesvalles se debe al
obispo de Pamplona, D . Sancho de Larrosa (1124-1142), quien,
pertinentibus et debentibus pertinere, et domos et posessiones ac hereditates
et alias res quascumque in villa Roscidevallis et terminus sicut habemus".
Publica I B A R R A , Hist., p á g . 162. U n a copia hemos visto en la B i b l . Nat. París,
Coll. Duchesne, t. 99, fol. 131 r. y v.
37
Sobre Roncesvalles hay una bibliografía muy abundante. Prescin-
diendo de las obras que se ocupan exclusivamente de la batalla o de las can-
ciones de gesta, citaremos como obras más interesantes para conocer la histo-
ria de la Colegiata: H . S A R A S A : Roncesvalles. Reseña histórica de la Real Casa
de Nuestra Señora de Roncesvalles y descripción de su contorno, Pamplona, 1878;
J . F U E N T E S Y P O N T E , Memoria histórica y descriptiva del Santuario de Nuestra
Señora de Roncesvalles, Navarra (Certamen público celebrado con motivo del
concurso de premios abierto por la Academia Bibliográfico-Mariana en 17 de
octubre de 1880), Lérida, 1880, 246 páginas; F . F I T A , " B o l . Real Acad. de
la Historia", t. I V , 1884, pág. 180; P . M A D R A Z O , Navarra y Logroño^ Barce-
lona, 1886, I, pág. 407; A . C A M P I Ó N , La canción de Roldan, cap. III: Ronces-
valles, en "Euskariana", quinta serie, Pamplona, 1915, pág. 28; J . D E CIRIA,
Una excursión a Roncesvalles, " B o l . Soc. Esp. Excursiones", t. X I X , pág. 314;
M . Louis P E T I T D E M E U R V I L L E , Une visite á Roncevaux, " B u l l . de la Soc. des
Sciences Lettres et Arts de Bayonne", 1922, pág. 66; V . D U B A R A T , La Com-
manderie et FHopital á" Ordiap dépendence du monastére de Roncevaux en Soule
( Basses-Pyrénées). Etude historique sur les relations de VAbhaye Espagnole
avec les dioceses d' Oloron, de Bayonne et dé Pampelune, les souverains de Na-
e e
varre et les Rois de France, depuis le XII siecle jusque'au XIX , Pau-París,
año 1887, 341 páginas; D U B A R A T , Roncevaux: Charte de fondation; poeme du
moyen age; regle de Saint Augustin; obituaire. Etude historique et littéraire,
" B u l l . de la Soc. des Lettres et Arts de Pau", 1888-1889, t. 18, pág. 276; V . D U -
BARAT et J . B . D A R A N A T Z , Un proces entre VEveché de Bayonne et le monastére
e
de Roncevaux au XIV siecle (1332-1335) avec una préface, des notes et de gra-
vares, Bayonne, 1926, 208 páginas; R . V E I L L E T , Recherches sur la ville et sur
VEglise de Bayonne, I I I , Bayonne-Pau, 1929, cuyos voluminosos apéndices,
debidos a los canónigos Sres. D U B A R A T Y D A R A N A T Z resumen y extractan gran
número de publicaciones anteriores sobre la Colegiata; E . L A M B E R T , Les mo-
numents de Roncevaux, " B u l l . du Musée Basque de Bayonne", 11 (1934), pá-
ginas 86-92; L A M B E R T , Roncevaux, " B u l l , Hisp.", t. 37 (1935), pág. 417; L A M -
BERT, Roncevaux et ses monuments, "Romanía", t. 61 (1935), págs. 17-54;
J A V I E R I B A R R A , Historia de Roncesvalles, Pamplona, s. d. (1936), 1.110 pági-
nas, donde mezclados con muy poco orden se encuentran muchos datos apro-
vechables. Entre las obras manuscritas más o menos aprovechadas por los his-
I, A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

rogado por Alfonso el Batallador '% y con su ayuda y la de sus


nobles, levantó una casa "ad receptionem peregrinorum, sive
quorumlibet bominum illic i n necessitate hospitare volentium".
La casa se edificó "in vértice montis qui dicitur Ronzasbals,
iuxta capellam Caroli Magni, famosissimi regis Franeorum, in
quo, ut incole testantur, multa milia peregrinorum mortui sunt
quídam suffoeati a turbine nivium, quamplures v i v i devorati
ab ímpetu luporum".
3!)
Esta primera hospedería se fundó hacia 1127-1132 . E n
ella estableció el obispo una cofradía de prelados, clérigos y lai-
cos que tendrían sus reuniones el día 16 de junio; de ella forma-
rían parte dos clérigos que dirían misa asiduamente por los co-
frades vivos y difuntos; al rezar por los cofrades, los clérigos lo
harían en latín (litteratoriej, los laicos en vascuence (materna
lingua). De las misas, limosnas, oraciones y demás gracias
espirituales disfrutarían también los peregrinos de cualquier
parte que procedieran.
toriadores antes citados están los dos volúmenes de "Historia de Roncesva-
lles" o Silva de varia lición de servicios y demostraciones de fidelidad, etc., que
escribió el Lic.° Juan de Huarte, subprior de Roncesvalles (1550-1625), y la
también manuscrita Historia de Roncesvalles del canónigo M A R T Í N B U R G E S
D E E L I Z O N D O (muerto en 1679), y que se conservan en la Biblioteca de la Cole-
giata. E n la Bibliothéque Nationale de París hay copias de documentos que
afectan a Roncesvalles, especialmente en la Coll. Duchesne, tomos 97 y 99;
algo puede encontrarse también en el Museo Británico, G A Y A N G O S , Catalogue
ofthe mss. in the Span. lang. in the Brit. Mus., I V , 85. Del Archivo de Ronces-
valles, aparte lo que se conserva en la Colegiata, hay mucha documentación
en el Archivo de Navarra, sección de Clero.
38
T a l vez pasara por aquí Alfonso I en su viaje a Bayona, oct. 1130-
oct. nov. 1131.
39
L a fecha 1127 fué dada por el cardenal Espinosa a la vista de documen-
tos del Archivo Catedral de Pamplona: "Las quales dichas escrituras de fun-
dación y dotación contenida en una carta como está dicho, no parece tener fe
de dia, mes e año, aunque por otras escrituras y por un libro de dicho archibo
de la dieha yglesia de Pamplona se sacó de pergamino escrito en latin en el
qual entre otras cosas están los nombres de los reyes de Navarra y obispos de
Pamplona y de otras personas bienhechoras a la yglesia y los dias de sus falle-
cimientos, y por un capítulo del parece que dice que Don Sancho de la Rosa
obispo de Pamplona fundó el hospital de Roncesvalles en el año del Nacimiento
de Ntro. Señor Jesucristo de m i l y ciento y veinte y syete (1127), en el qual
consagró la yglesia mayor de Pamplona y murió en el año de m i l y ciento qua-
renta y dos reynando en Navarra y Aragón el Rey Don Alonso" (Arch. dé
Roncesvalles, fajo 1, núm. 55, reproducido por I B A R R A , Hist., pág. 112). L a otra
fecha de 1132 se señala en el poema del siglo X I I I , en elogio de Roncesvalles.

96
IV, iv. - L A C A R R A : R O N C E S V A L L E S

Esta primitiva organización sufrió muy pronto modifica-


ciones: por una parte, era preciso establecer una comunidad con
carácter fijo que, atendiera a las necesidades permanentes de
la fundación, y por otra, había que dotar con largueza al Hospi-
tal por el crecido gasto que ocasionaba el paso continuo de pere-
grinos. De ambas cosas se ocupó con presteza el obispo funda-
dor, y es posible que entonces se decidiera el establecer la Hos-
pedería no en la cumbre de Ibañeta, sino al pie de la m o n t a ñ a ,
lugar mucho más resguardado *°. U n poema histórico escrito a
principios del siglo X I I I en alabanza de Roncesvalles dice que
fué en 1132 cuando

Ad radicem maximi montis Pirenei


Hospitale statuit... ' .

4 1
Hacia 1134-1135 , el obispo D . Sancho, a ruegos del rey
de Navarra, García Ramírez, y de acuerdo con sus canónigos,
dotó espléndidamente el Hospital y la Hospedería de peregri-
nos: "ad sustentationem hospitalium huius hospicii atque ali-
quantulam refectionem peregrinorum inde t r a n s e u n t í u m " , y
como la dotación se hacía con bienes del Cabildo de Pamplona,
se dispuso que el Hospital estuviera regido siempre "ab uno
de canonicis predicte ecclesie". E n años sucesivos fueron con-
firmadas y ampliadas las donaciones, primero, por el obispo
Sancho y el prior Ponce (1135-6), y después, por el prior Adeo-
4 2
dato (1137) .

40
Algunos historiadores de la Casa, por ejemplo, H I T A R T E , Hist., parte I I ,
cap. 2, dicen que se "trasladaron los edificios abaxo, al pie de la sierra, quando
el rey D . Sancho el Fuerte edificó la nueva iglesia". Pero el poema de " L a Pre-
ciosa" es terminante, y lo mismo la "Guía de los Peregrinos". Por otra parte,
abajo estaba la capilla de Sancti Spiritus (capilla de Roldan), anterior a Sancho
el Fuerte.
4X
Deducimos la fecha por los nombres y cargos de los confirmantes,
idénticos a los del documento de 1135 que publica A R I G I T A , LOS priores de la
Seo de Pamplona, París, 1910, pág. 9. Debe de ser posterior a 1134, pues apa-
rece reinando García Ramírez (1134-1150).
4 2
E n la primera confirmación figura todavía el prior Ponce. L a segunda,
en que aparece el prior Adeodato, tiene que ser anterior al 5 de mayo de 1137,
ya que las posesiones que aquí se citan aparecen confirmadas por Inocencio I I
en dicha fecha (Véase la nota siguiente). Con esta datación y explicación del
documento creo quedan disipadas todas las sospechas de falsedad que emiten
los Sres. Dubarat y Daranatz en las obras anteriormente citadas.

TCMO II. 7. 97
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

E l Hospital se puso bajo la advocación de la Virgen, y a su


servicio se estableció una comunidad de canónigos regulares
de San Agustín, que era la regla por que se regía el Cabildo de
!a Catedral de Pamplona. E l mismo obispo D . Sancho, sin duda
para darle mayor importancia, gestionó de la Santa Sede la
confirmación de todas las donaciones recibidas hasta entonces
(1137), y el Hospital quedó bajo la protección del Papa y exento
8
de la jurisdicción episcopal * (lám. L I I B).

Bajo tan buenos auspicios, el desarrollo del Hospital y


Hospedería de Roncesvalles fué rápido **. E l nombre de Ron-
45
cesvalles , que y a circulaba por las canciones de gesta popula-
rizadas en Francia, serviría de fácil elemento de atracción y
propaganda. E l lugar de la batalla, que la Vita Karoli, de Egi-
nardo, y la Chanson de Roland localizaban en los desfiladeros
de Valcarlos ("halt sunt l i pui e l i v a l tenebrus..."), se sitúa

43
Bula de Inocencio II, Anagni, 5 mayo 1137, publ. K E H R , Papsturkun-
den in Navarra und Aragón, II, n ú m . 32. E n el Liber censuum S. Romanae
Ecclesiae, de C E N C I U S (ed. Fabre-Duchesne, I, 217), se registra: "Hospitale
S. Mariae Casae Dei Roscide Vallis í marabutinum annuatim". Con fecha 6
de mayo de 1137 anunciaba el Papa a los fieles que Roncesvalles quedaba bajo
su protección, y añadía: "Quamobrem caritati vestrae rogando mandamus
atque i n peccatorum remissionem vobis iniungimus quatenus a Deo vobis
praestitis ad eiusdem loci sustentationem opportuna subsidia tribuatis"
M I G N E , P. L., t. 179, pág. 325; S A N D O V A L , Catálogo de los obispos de Pam-
plona, Pamplona, 1614, fol. 79 v. Sobre las relaciones entre el hospital de Ron-
cesvalles y el Cabildo de Pamplona, véase, además de las historias de aquella
Gasa, la opinión, que estimamos más acertada, de J . Z U N Z U N E G U I , El reino de
Navarra y su obispado de Pamplona durante la primera época del cisma de Occi-
dente, San Sebastián, 1942, pág. 54.
44
Para la organización posterior de la Comunidad de clérigos y laicos de
Roncesvalles, véanse los estatutos de 1287, en D U B A R A T y D A R A N A T Z , Re-
cherches, I I I , 1039.
45
Mucho se ha escrito sobre el origen del nombre de Roncesvalles. Las
principales opiniones emit'das pueden verse recogidas por D U B A R A T y D A R A -
NATZ, Recherches, I I I , 1013-1021; véase además G. CIROT, Roscidae valles,
" B u l l . Hisp.", 1926, págs. 375-378. Como curiosidad señalaremos que en la ver-
sión de la crónica del moro Rasis (ed. Gayangos, pág. 61) se llama Roncesva-
lles a los montes Pirineos; no sabemos qué nombre emplearía el original árabe:
"Nasce la otra sierra en la mar de Oriente y viene por Narbona: et esta sierra
parte a Espanya de Francia, et ¡lámanla los franceses Roncesvalles, et va a par
de Viscaya, et a par de las Esturias, et entra en la mar en Galicia, en derecho
del septentrión."

98
I V , I V . . - L A C A R R A : R O N C E S V A L L E S

ahora en la llanura en que se asienta el Burgo de Roncesvalles


(Burguete). A l nuevo Hospital se le llama en la "Guía de los
Peregrinos", escrita pocos años después de su fundación, Hos-
pitale Rotolandi, y una capilla funeraria destinada a servir de
osario de los peregrinos que murieran en el Hospital se supone
edificada sobre la piedra "quem Rotolandus heros potentissi-
mus, spata sua, a summo usque deorsum, per médium trino
ictu scidit". Poco a poco, como dice Lambert, todos los monu-
mentos de Roncesvalles que se levantaron para servir a los pe-
regrinos fueron más o menos estrechamente relacionados con el
46
recuerdo de la b a t a l l a .
Las multitudes de peregrinos pudieron ver durante siglos
los cuernos guerreros, estribo y mazas de Roldan en la capilla
mayor, colgados ante el altar entre las lámparas de plata, y a
17
su sola presencia lloraban de e m o c i ó n . E n la capilla de R o l -
16
E . L A M B E R T : Roncevaux, " B u l l . Hisp.", t. 37, págs. 434-5.
47
"Los franceses principales, como son embajadores, cavalleros y otras
personas principales, pasando por Roncesvalles, stielen entrar en l a yglesia
y las hazen baxar y las veneran, vesándolas, y e visto llorar de ternura algu-
nos por sola l a memoria y representación de cosas tan insignes antiguas."
Ms. de H I T A R T E , citado por D U B A R A T Y D A R A N A T Z , Recherches, I I I , 931. E n
el inventario mandado hacer en 1587 ( I B A R R A , Hist., pág. 505) se dice: "Ade-
más hay en la reja que cierra el presbiterio de un lado al otro de la iglesia al-
gunos recuerdos de los pares de Francia, que fueron abandonados en la derrota
de Carlomagno, entre ellos dos bocinas de marfil, dos mazas de hierro y un
grande estribo." Son raros los relatos de peregrinos y viajeros que no aludan
a estos trofeos. No faltaban, sin embargo, espíritus incrédulos: en las Délices
de VEspagne et du Portugal se lee: "Allí (en Roncesvalles) se venera una ima-
gen milagrosa de la Virgen, a la cual profesan los navarros gran devoción, por
lo cual deben ser alabados. L o que no puede menos de hacer reír es l a avidez
con que creen los cuentos fabulosos que los buenos frailes les cuentan mos-
trándoles las armaduras de Carlomagno, que según el obispo Turpín fueron
depositadas en esta iglesia para ser expuestas a l a posteridad como eterno
monumento de la gloria inmortal que los españoles alcanzaron sobre este mo-
narca y sus pobres pares, que no lograron evitar el mortífero acero de estos
naturales." (Citado por J . J U D E R Í A S , El territorio español afines del siglo XVII,
"Rev. Archivos", t. 26, 1912, pág. 35.) Se conservan las llamadas mazas de
Roldan, que son unos látigos de armas, tal vez del siglo X I I I . Sobre la espada
de Roldan, que Huarte y Laffi aseguran estaba en Roncesvalles y pasó a l a
Armería Real, L A F F I dice: " Y o la he visto en la Armería del Rey de E s p a ñ a " .
Véase J . A L T A D I L L : La supuesta Durindana de Roldan, B C M N a v . 1934, pá-
ginas 230-34. Humboldt, que estuvo en Roncesvalles en 1801, habla además
de "la corona dorada, que llevaba delante del ejército en la batalla" ( R I E V ,
1924. pág. 440), pero no hemos visto otra mención de este trofeo.

99
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

dan (hoy capilla de Sancti Spiritus) estaba la roca que el héroe


de Roncesvalles había partido con su espada
E lutli i peregrin quesla nooella
Riportan di Galizia, ancora spresso
4 8
D^aver veduto il sasso e'Z corno fesso.

En dicha capilla se suponía estaban enterrados los doce Pa-


49
res y demás héroes de la b a t a l l a , y "los peregrinos franceses,
alemanes y otros ultramontanos" se llevaban los huesos "por
reliquias; especialmente se acabó de vaciar el año 1560, cuando
se hizo la entrega de la reina Doña Isabel de la Paz en el mesmo
Roncesvalles por Francia a España... porque los muchos fran-
ceses que acudieron a aquel acto acabaron de vaciarla, lle-
vándose los pocos gruesos que hallaron, y también los llevaron
50
muchos españoles" . Las "Guías de los peregrinos", como una
impresa en Toulouse en 1650, advierten al llegar a Roncesvalles:
"ley se montrent, dedans la dite Eglise, plusieurs belles reliques
et le corps (por le cor) de Rolland, un estrieu du dit Rolland,
comme Ton dit, les deux plombades de Rolland et Olivier, la
chapelle de Rolland, le tombeau oíi furent ensevelis ses com-
pagnons et un hópital pour les pélerins." E n último lugar el

48
Estrofa 108 de II Morgante Maggiore, de Pulci, escrito en 1470.
49
Así se dice expresamente en un inventario de la Colegiata redactado
en 1587: "Iglesia de Sancti Spiritus: Una capilla subterránea, donde dice es el
entierro de los doce pares y gente de guerra que con ellos murieron" ( I B A R R A ,
Hist., pág. 508). Debo advertir que antes de edificarse el hospital de Ronces-
valles ya la Chanson de Roland supone que en Roncesvalles mandó construir
Carlomagno un sepulcro para los héroes de aquella jornada:
Tuz lur amis quHl i unt morz truvet,
Ad un carner sempres les unt portel.
(Versos 2.953-4.)
50
H I T A R T E : Historia, citada por I B A R R A , Hist., pág. 538. Sobre la recep-
ción de» la reina Isabel en Roncesvalles véase La Reception faicte par les de-
,
putez du Roy d Espaigne de la Royne leur souveraine Dame, a la delivrance qui
leur on a este faicte en la ville de Roncevaux, au pays de Navarrois, par les Roy
de Navarre et Cardinal de Bourbon, et les triomphes, honneurs et solemnitez qui
,
y furen faictes et observees, tant d'une part que d autre. A Paris. Pour Vincent
Sertenas, tenant sa boutique au Palais en la gallerie par oú on va a la Chance-
llerie. E t en la rué neuve Nostre Dame a l'enseigne S. Jean l'Evangeliste. Avec
Privilege". Reimpresión moderna s. d. 8.°, 15 páginas.

100
IV, IV. - L A C A R E A : R O N C E S V A L L E S

5 1
hospital para peregrinos . E n tiempo del P . Moret todavía que-
daban huesos "muy frecuentemente de desmedida grandeza y
corpulencia germánica, de que no pocos se llevan de vuelta los
5 2
peregrinos franceses" y aun los compraban a buen precio .

Llenaríamos muchas páginas si quisiéramos recoger los tes-


timonios de los numerosos peregrinos que en este Hospital en-
53
contraron refugio y sustento . E l poema en alabanza de Ron-
cesvalles (1199-1215) " nos cuenta con gran sencillez la acogid*a
que se daba al peregrino en la Edad Media: " A todos está abierta
la puerta, a enfermos y a sanos, no sólo a católicos, sino a paga-
nos, judíos, herejes y vagabundos... E n esta Casa se lava los
pies a los hombres, se les hace la barba, se las corta los cabellos.
Sería largo el contar todos los cuidados que se tiene con ellos.
Si vierais reparar el calzado de los pobres, alabaríais a Dios,
y contando los beneficios de esta Casa, la amaríais con todas las
fuerzas de vuestra alma. Siempre queda alguno a la puerta
ofreciendo pan a los que pasan, y no tiene otra obligación que
ésta y pedir a Dios conceda muchas bendiciones a Roncesvalles...
Aquí se atiende con todo cuidado a los que caen enfermos, ofre-
ciéndoles los mejores productos del campo... mujeres bellas y
honestas se encargan de su servicio, y lo hacen con gran caridad."
Sigue el poema explicándonos cómo había dos casas sepa-
radas, una para hombres y otra para mujeres, bien abastecidas,
hasta de frutas extrañas; l a sala de la enfermería tenía en el
centro el altar de Santa Catalina, donde se veneraba la imagen
de Santa Marina; los enfermos tenían lechos blandos y limpios
y no abandonaban el hospital hasta que habían recobrado la
salud; se les preparaba b a ñ o si lo pedían, y si les acompañaba
algún familiar, quedaba con él hasta que el enfermo sanaba.
5 1
Le chemin de Tolose a Sainct Jacques de Compostelle en Galice. A Tolose.
De Vimprimerie de P. d'Estey á Venseigne de la presse d'Or pres le Collége de
Foix. 1650, 8.°, ocho hojas.
5 2
" E n nuestro tiempo, añade el P . Moret, ha despedido el Cabildo a un
sacristán que los vendió a un peso de onza de plata cada hueso de los grandes
(ojalá durase este comercio, y los que nos sacan la sangre con m i l artes, vol-
viéndonosla a dejar, se llevaran sus huesos). " Anales, lib. V , cap. I, n ú m . 33.
53
Se insiste sobre el particular con nuevos detalles al estudiar los hos-
pitales de peregrinos, y en otros capítulos de esta obra.
4
° Lo publicamos en el Apéndice, donde indicamos las principales edicio-
nes de que ha sido objeto.

101
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

A los que fallecían se les daba sepultura en una capilla especial-


mente dispuesta para ello que, según se dice, era visitada por
legiones de ángeles. Los peregrinos de Santiago, al contemplar
este panteón de peregrinos, doblaban la rodilla y alababan
a Dios:
Iacobite Iacobum pie requirentss,
Sua secum Iacobo muñera ferentes,
Sepulture machinam circumspicientes,
Laudes Deo refferunt genua flectentes.

No era raro el caso de que los peregrinos, al abandonar el


5S
Hospital, le hicieran donaciones en agradecimiento , n i que éste
gozara pronto de la protección de los reyes y pontífices y que
sus posesiones se extendieran no sólo por las tierras próximas de
España y Francia, sino aun a Portugal, Italia e Inglaterra.
E n los tiempos modernos y perdida mucha parte de su ha-
cienda, fué Roncesvalles uno de los pocos hospitales de peregri-
5<i
nos que continuaron en el ejercicio de su caritativa misión , y ,
5 5
Examinando el índice .del Cartulario podrían reconocerse muchos ca-
sos. He aquí uno: "Jayames de Sarsil, passando en romería por Roncesvalles
a Santiago de Galicia, viendo la caridad que allá se hacía a los peregrinos, donó
al dicho monasterio tres sueldos que él tenía de rentas en el priorato de Gui-
bardel, los cuales le debía cada año pagar el día de Ramos, y fray Mundo de
Rosselas, compañero en la peregrinación, daba dos sueldos turonenses cada
año para el Domingo de Ramos, los cuales señala sobre Brocarte" (Nov. 1224).
E n 1234, Teobaldo I, "attendentes charitatem permaximam que pauperibus
et infirmis benigniter exhibetur i n hospitali Roscidevallis, sicut fama per
orbem predicat universum", toma el hospital bajo su protección. ( I B A R R A ,
Hist., págs. 164, 173.) Las extensas posesiones en el extranjero no reconocen
otro origen.
50
A fines del siglo X V I se pensó trasladar el hospital a otro lugar más
apacible y menos expuesto. Son interesantes las reflexiones que hace a este
propósito el subprior Huarte: " E s necesario que el hospital quede y perma-
, nezca en Roncesvalles en el mesmo sitio y asiento que ha estado hasta aquí,
con la hospitalidad y con sus ministros acostumbrados, como son las dos so-
roras, llamadas monjas, mujeres ancianas de buena fama, la una en las enfer-
merías altas para regir los pobres hombres enfermos, y la otra en las enferme-
rías baxas para las mujeres pobres enfermas, con sus camas y demás alajas,
y siendo posible, sean devotas y sin melindres para tratar bien y limpiamente
a los enfermos. H a de haber así mesmo un charitatero como hasta aquí, el
qual tiene cargo de recoger a los peregrinos sanos pasageros y dar las camas
y hazerles lumbre y aparejar la comida... H a de haber de contino en Ronces-
valles dos sacerdotes, un canónigo y un capellán, residentes, y nombrados por
prior y cabildo para el tiempo que les paresciere... para administrar sacramen-

102
IV, iv. - L A C A R R A : R O N C E S V A L L E S

segiin documentos del archivo de la Casa, en el siglo X V I I se


daban por término medio 20.000 raciones a los peregrinos, y
hubo año (en 1660) en que se dieron 25.000 y aun en alguna oca-
sión llegaron a 30.000 las raciones de peregrinos, sin contar las
57
que se daban a los pobres y mendigos .
Laffi, que tenía autoridad para opinar, pues había hecho tres
veces la peregrinación a Compostela, decía que Roncesvalles
"é un grande e bello Ospitale, dove l i pellegrini possono stare
tré giorni á mangiare e dormiré, e l i trattano molto bene, e é
5 8
uno degli Ospitali piíi ricchi, che si ritrovino per detto viaggio" .
En el siglo X V I I I , según las Constituciones de la Casa, a los
peregrinos debe dárseles en el Hospital "cama decente en tres
noches, con cinco comidas y cenas, y en cada una de ellas una
libra y quarto o quarteron de pan y media pinta de vino con una
regular ración de carne salada o de abadejo en los días de vigi-
lia, y un panecillo de queso ó cosa equivalente con media pinta
de vino por desayuno el día en que saliesen para continuar su
viaje. Y a los pobres que se acojen por mero tránsito, se les dará
59
cama por una noche, una comida o cena o desayuno" .
Manier, que con sus compañeros de peregrinación llegó a
Roncesvalles la noche de Navidad de 1727, con todo el campo
cubierto de nieve, nos dice cómo se les recibió con un buen fuego
que fué muy agradecido; una hermosa joven, con los cabellos
en trenzas, les sirvió una sopa, un pedazo de "pan moreno, car-

tos y predicar a los habitantes y celebrar el officio divino de misas y vísperas,


mayormente en las fiestas de guardar y domingos, como se usa en todos los
demás lugares del reyno... A l tiempo que se publicó la fama de la traslación
del colegio de Roncesvalles, hazia los años de 1589 y siguientes, la ciudad áe
Estella dizen que pidió se trasladase a ella... Mas al fin, consideradas bien las
cosas, en parte nenguna estaría con más commodidad y seguridad, como en
la villa de Villaba, a media legua de Pamplona... Si la Virgen por su gran pie-
dad no volviere a deffender su santuario y hospital en aquel Pyrineo, se dirá
antes de muchos años: Aquí fué Roncesvalles." (Citado por D U B A R A T y D A R A -
NATZ en Recherches, I I I , 846.)
57
Véase lo que se dice al estudiar los hospitales de peregrinos, y en el
Apéndice especialmente las descripciones del doctor Navarro, del canónigo
Martín Burges de Elizondo y la información abierta en 1663. Además, J . G O Ñ I
G-AZTAMBIDE: LOS navarros en el Concilio de Trento (Pamplona, 1947), pági-
nas 172-173.
58 3
L A F F I : Viaggio ,,pág. 144.
09
Constituciones de la Real Casa y Monasterio de Nuestra Señora de Ron-
cesvalles. En Pamplona. A. Castilla, 1791, pág. 185. arts. 24 y 25.

103
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

60
ne y dos o tres vasos de vino, permaneciendo allí los tres días
reglamentarios.
E l abate J . Bonnecaze de Pardies cuenta cómo en 1748 se
escapó de la casa paterna para ir en peregrinación a Santiago,
y recuerda cómo, muerto de hambre y frío, y sin dinero ni equi-
6 1
paje, fué bien acogido en la vieja Colegiata .
Los testimonios podrían multiplicarse.

Descendiendo por la suave pendiente de Ibañeta al valle, el


peregrino encontraba a la izquierda del camino el Hospital,
junto a él la iglesia de Nuestra Señora (lám. L i l i , 1), y más ade-
lante, en edificios aislados, la iglesia de Santiago y la capilla de
Sancti Spiritus (lám. L i l i , 2), que es, sin duda alguna, la edifi-
cación más antigua de Roncesvalles. A ambos lados del camino
había sepulcros antiguos que hoy han desaparecido.
Hemos aludido ya a la capilla de Sancti Spiritus, que la "Guía
de los Peregrinos" llama de Roldan. M . Lambert, que la ha es-
tudiado con detenimiento, la cree obra del siglo X I I y puede
ir ay bien responder a la que se levantó poco antes de compo-
G2
nerse la "Guía de los Peregrinos" . Es de forma cuadrada,
y se asienta sobre una cueva de la misma forma, que servía
de osario de los peregrinos que morían en el Hospital:
Mortuorum carnibus eo quod aptatur,
A carne carnarium recle nuncupatur.

Terminaría en una linterna, como las otras dos capillas fu-


nerarias que encontramos en el mismo camino de Santiago:
Eunate y Torres del Río.
Laffi, que la vio en 1670, la describe así: "Muy cerca del
Hospital, al occidente, hay una pequeña capilla que mandó
levantar Carlomagno después de la muerte de Roldan y demás
paladines. Tiene la forma de un cuadrado perfecto, no muy
alta, y está situada en el mismo lugar en que Roldan, después
60
Observa, con razón; el editor señor barón Bonnault d'Houet, que es ex-
traño se les diera de cenar carne la noche de Navidad, por ser entonces vigilia.
6 1
"Roncesbailles, ville ou i l y a un hópital, de trois jours de séjour, deux
repas chaqué jour, pain, v i n soupe et viande pour les pélerins"; B O N N E C A Z E ,
Les Varietés bearnaises, 1906, en " B u l l . de la Soc. des Sciences, Lettres et Arts
de Pau", y separata fase. 1, pág. 89.
6 2
"Super petronum in Runciavalle quedam ecclesia fabricatur" (edi-
ción Vielliard, pág. 78); edic. Whitehill, pág. 375.

104
I V , I V . - L A C A R R A : R O N C E S V A L L E S

de la segunda batalla, se arrodilló... Allí, eíi este mismo lugar,


a dos o tres pasos del sitio en que se confesó, Carlomagno m a n d ó
construir la tumba de Roldan, donde fué enterrado. Esta
tumba es como una pequeña capilla de un cuadrado perfecto y
tiene unos 20 pies de larga por cada lado con una bella cúpula
en pirámide que lleva en lo alto una hermosa cruz; dentro está
el sepulcro, también de forma cuadrada; apenas una persona
puede caminar entre el sepulcro y el muro. Se dice que otros
paladines se enterraron allí con Roldan. Sobre las cuatro pare-
des están pintados todos los combates que allí tuvieron lugar,
y también la traición; todo está pintado a l claroscuro. A l pie
de la puerta de este sepulcro está la piedra que partió R o l -
63
dan..." . H o y no queda nada de tales pinturas, y una arquería
6
ciega rodea la capilla desfigurando el conjunto *.
L a capilla de Santiago es, a pesar del abandono en que se
encuentra, el edificio medieval mejor conservado de Roncesva-
lles; pequeña y sencilla, de dos tramos ojivales del siglo X I I I ,
debió de construirse poco después de 1215, y a que no se cita
6 5
en el poema de " L a Preciosa" . Parece que sirvió de parroquia,
al menos en el siglo X V I I .
L a iglesia de la Colegiata fué edificada por Sancho el Fuerte
6 6
entre 1194-1215, dotada por él con esplendidez y consagrada
6 3 3
LAFFI: Viaggio , p á g . 144.
64
Sobre los temas representados en estos frescos Véase lo que decía el
P. D A N I E L , Hist. de Frunce, t. I I , París, 1729, p á g . 40, y B É D I E R , Les légendes
épiques, III, 168-9. E n el siglo X V I I estaban y a muy borrosas. "Sobre su re-
novación hay dos pareceres. E l uno, de los que dicen que se debe renovar con
pintura perfecta, según se usa en estos tiempos, para que no se acabe de bo-
rrar. E l otro, de los que dicen que no se debe renovar, diciendo que repre-
sente mayor antigüedad y certidumbre con el ser que tiene, y , si se reno-
vase dirían los extranjeros ser ficción nuevamente inventada"; H U A K T E , Hist.,
parte I, lib. I, cap. 36. E n D U B A R A T y D A R A N A T Z , Recherches, I I I , 901 y sigts.,
pueden verse varios proyectos fantásticos de reconstitución.
6 5
B I U R Í U J N , El arte románico en Navarra, págs. 578-582, supone que
la capilla construida por Sancho el Fuerte es precisamente l a capilla de San-
tiago, y que la gran iglesia de la Colegiata es bastante posterior.
6 6
E n el poema de " L a Preciosa", escrito antes de 1215, se dice:
Verum strenuissimus vir, rex Navarrorum,
Construxit ecclesiam hic peregrinorum;
Eis decem milium prebens solidorum
Duraturos redditus et quadringentorum.
•ka el obituario del mismo manuscrito se lee: "Aprilis V I I , sub anno D o -

105
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

7
hacia 1219 " . E l rey y su esposa Doña Clemencia se enterraron
allí en magnífico sepulcro levantado por su sobrino Teobaldo I,
que puede verse hoy en la capilla de San Agustín (antigua Sala
Gs
Capitular) . Sobre él pendían unos eslabones de las cadenas
que se dice traídas por el rey de la batalla de las Navas de
Tolosa. E r a la Colegiata un templo de tres naves, la central ce-
rrada por un ábside de cinco paños y las laterales por un muro
en la cabecera. Los soportes estaban formados por gruesas co-
lumnas redondas con zócalos y capiteles corridos y la nave cen-
tral cubierta con bóvedas sexpartitas. Sobre las bellas arcadas va
un hermoso triforio y unos rosetones hacen el papel de ventanas
altas. " E r a en conjunto una obra de arquitectura gótica muy
pura, cuya planta recordaba ciertas iglesias borgoñonas como
la de Pont-sur-Yonne, y que estaba estrechamente emparentada
con todo un grupo de monumentos elevados en Castilla, en
Cuenca, Sigüenza, Santa María de Huerta y las Huelgas de Bur-
gos por el rey Alfonso V I I I , el arzobispo de Toledo D . Rodrigo
69
Jiménez de Rada y algunos obispos o prelados de su corte" >

mini M.° CC.° X X X I V . ° obiit Sancius, rex Navarrae et iacet i n hac ecclesia
quam ipse aedificaverit, iacet etiam domina Clementia, regina, eius uxor,
filia Frederici, imperatoria Germaniae". Huarte dice, no sabemos con qué fun-
damento, que la construcción se llevó a cabo en 1208. L a iglesia venía a sus-
tituir a la primitiva elevada por el obispo Sancho de Larrosa, y que la bula
de Inocencio I I (1137, 5 mayo) llama "ecclesiam Sánete Marie Case Dei de
Runzasvals".
67
E n un inventario de los documentos que había en 1329 en varios cas-
tillos de Navarra, figura reseñado éste: " í t e m una rescripto del Papa Hono-
rio I I I en cómo escribió al rey de Navarra que babía entendido por los freyres
de Roncasvaylles que muebo bien lis habia fecho, et assi que le rogaba que
los oviesse en encomanda, et la eglesia que lis habia fecho fazer a su mession,
que la fiziesse consegrar. Datum Laterani, I I I Inon. aprilis. Pontificatus nostri,
anno tercio". A R I G I T A , Codoin Nav., pág. 359, n ú m . 593.
68
Sólo subsiste la estatua yacente del Rey, que es magnífica. L a de la
Reina era de madera y fué destruida en el siglo X V I I , cuando se levantó el
nuevo sepulcro en el lado del Evangelio de la capilla mayor. H o y este sepul-
cro, con las restauraciones que se llevan a cabo en la iglesia, ha sido desmon-
tado también. Sobre las incidencias por que ha pasado el sepulcro real véase
I. I B A K B I A , Sepulcro del rey D. Sancho en Roncesvalles, " L a Avalancha", 1908,
página 68 y E C M N a v . , 1912, págs. 89-93; D U B A R A T y D A R A N A T Z , Recherches
III, 909; I B A R R A , Hist. de Roncesvalles, págs. 175, 565 y 961.
69
E . L A M B E R T : Roncevaux, " B u l l . Hisp.", t. 37 (1935), pág. 431. Y a había
llamado la atención sobre ella y publicado unos planos esquemáticos D . ONO-
F R E L A R Ü M B E , Roncesvalles. Impresiones ligeras de un iñaje, artículos en "Dia-

106
I V , I V . - L A C A R R A : R O N C E S V A L L E S

De las dependencias conventuales queda la magnífica Sala


Capitular (siglo X I V ) , hoy convertida en capilla de San Agus-
tín; el claustro, que debía de ser un verdadero museo por el gran
número de sepulcros esculpidos, se hundió por el peso de las
nieves en 1600 y no hubo cuidado al reconstruirlo en salvar las
muchas piezas que pudieron recogerse, pero lo poco que conser-
70
vamos puede bien dar idea de lo que fué . De las muchas joyas
y obras de arte acumuladas en la Colegiata al correr de los siglos,
aún han podido salvarse bastantes para darnos una idea de l a
riqueza e importancia que alcanzó en su larga y gloriosa his-
7 1
toria .
A la salida de Roncesvalles y pasada l a capilla de Sancti
Spiritus estaba la posada o mesón donde se alojaban huéspedes
y pasajeros distinguidos que por no i r en peregrinación y poder
sufragar sus gastos no tenían alojamiento en el Hospital. E n
1590 fué reparada por orden del visitador D . Martín de Cór-
2
doba ' .
A l abandonar el sagrado recinto de Roncesvalles recorrían
los peregrinos la llanura donde la "Guía" del siglo X I I y la
"Crónica de Turpín" situaban los encuentros entre las tropas de
rio de Navarra", días 5, 7 y 11 abril 1925. L a iglesia sufrió mucho con motivo
de un incendio en 1400, y con ocasión de l a lamentable restauración que se
llevaba a cabo estos últimos años, ha podido apreciarse l a calcinación de los
muros, especialmente en las bóvedas y triforio. E l mejor estudio de este tem-
plo ha sido hecho recientemente por D . L . T O R R E S B A L E A S , La iglesia de la
hospedería de Roncesvalles, en "Príncipe de Viana", 1945, págs. 371-403.
70
Aparte algún laude sepulcral y preciosos restos escultóricos del si-
glo X I V , tenemos los datos que facilita Huarte, que lo conoció en su integri-
dad. Véanse las obras de D Ü B A R A T y D A R A N A T Z , Recherches, I I I , 924; I B A R R A ,
Hist., p á g . 572, y L . V Á Z Q U E Z D E P A R G A , Esculturas góticas en Roncesvalles,
en "Príncipe de Viana", 1944, págs. 421.
7 1
Véase J . J . M A R Q U E T D E V A S S E L O T : Notes sur Vabbaye de Roncevaux,
"Mém. de l a Soc. Nation. des Antiquaires de France", 1896; del mismo, Le
trésor de Vabbaye de Roncevaux.. "Gazette de Beaux Arts", 1897; J . A L T A D I L L :
Evangeliarios de Pamplona y Roncesvalles, B C M N a v . , 1924, pág. 46; del
mismo, Sobre el relicario de Roncesvalles, B C M N a v . , 1923, p á g . 131, y La
Virgen de Roncesvalles, BCMNav., 1923, pág. 201, en los que se recoge l a
opinión de Bertaux; delmismo, Sobre el cuadro de Roncesvalles "La Sagrada
Familia"', BCMNav., 1921, p á g . 51; J O S É C. O R I A . Roncesvalles. La cruz-
relicario de las espinas, BCMNav., 1923, p á g . 212, etc.
Los Sres. D U B A R A T y D A R A N A T Z , Recherches, I I I , 936, pubbcan el
acuerdo del visitador y un dibujo de la posada hecho a lápiz por Perreux en
el año 1808.

107
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Carlomagno y los ejércitos de Marsilio. Si al entrar en él fueron


saludados por la Cruz de Carlos, al dejarlo pasaban no lejos de
la Cruz de Roldan, una cruz de término bautizada tardíamente
con este nombre. E l abate Bonnecaze de Pardies, que la descri-
be, dice que cuando iba en peregrinación a Compostela "rezó
una oración ante esta cruz por los cristianos muertos en este
lugar mcmarable". Fué destruida en 1794 por el ejército de la
Convención, vengando así "una injuria antigua hecha a la na-
ción francesa". "Les manes de nos peres ont été consolées",
decían los comisarios franceses en su comunicado oficial a la
73
Convención .
73
Fué publicado en l a "Gazette Nationale ou le Moniteur universel",
15 brumaire an I I I (5 nov. 1794). Puede verse en D U B A R A . T y D A R A N A T Z , Re-
cherches, I I I , 882. L a actualmente llamada Cruz de los Peregrinos, situada a
la orilla de la carretera entre Roncesvalles y Burguete, es la que los documentos
de l a Colegiata llaman "la Cruz vieja", y que fué colocada allí hacia 1880 por
el prior D . Francisco Polit. Fs obra del siglo X I V (lám. 54). Las lucubraciones
de los Sres. Dubarat y Daranatz para identificarla con la cruz de Carlos, y
la lectura que hacen de la inscripción, nos parecen totalmente desprovistas
de fundamento. Véase D U B A R A T y D A R A N A T Z , Recherches, I I I , 776, 952, etc.;
A . M A R T Í N E Z A L E G E Í * . , Monumentos antiguos de Roncesvalles. La Cruz de los
peregrinos. Monografía, BCMNav., 1921, págs. 288-294; I B A R R A , Hist., pág. 74.

108
Nive

O O

Y
Capítulo V

D E H U R G U E T E A P A M P L O N A

"jEí quod nullus homo non vendat pane nec vino a d


rumeu, n i s i i n ista populatione.''''
(Fuero de S a n C e r n i n de P a m p l o n a , año 1129.)

E l trayecto de Roncesvalles o Burguete hasta P a m p l o n a


—44 ó 47 K m . — s o l í a n hacerlo los peregrinos en u n a j o r n a d a .
L a " G u í a " del siglo X I I prescinde de l a detención obligada
en Roncesvalles y señala u n a etapa desde S a n M i g u e l el V i e j o
hasta V i s c a r r e t — u n o s 35 K m . — y otra equivalente desde V i s -
carret hasta P a m p l o n a . E t a p a s análogas hacían los viajeros en
el siglo X I V 1. E n el siglo X V , el señor de C a u m o n t (1418) hace
una etapa de Burguete a Larrasoaña—29 K m . — y otra desde
aquí hasta P a m p l o n a — 1 5 Km.—;.. E n el siglo X V I I I parece
que se había acreditado entre los peregrinos el hospital de l a
T r i n i d a d de V i l l a v a , donde M a n i e r (1726) nos dice que había
ocho buenas camas y que le dieron p a r a cenar u n a l i b r a de her-
moso p a n b l a n c o , u n caldo y dos vasos de v i n o 2. Pero M a n i e r
aún hizo otra etapa en A r n o n d e (¿Larrasoaña?), antes de llegar
a Roncesvalles. E n el Itinerario de J e a n Pierre R a c q (1790)
se indica u n a j o r n a d a desde Roncesvalles a l H o s p i t a l de l a T r i -
nidad de V i l l a v a 3 —siete leguas — y otra desde V i l l a v a hasta
P a m p l o n a — u n a legua—•.. S i n d u d a , el hospital de Larrasoaña
se había ido desacreditando—en 1640 sólo tenía tres lechos con
sus colchones 4—en beneficio del de V i l l a v a . Sólo así se e x p l i c a
esta desigualdad t a n grande en l a división de las jornadas.

Itinerario de P a m p l o n a a París, año 1333. Véase en el Apéndice.


Página 143 de l a e d . de B o n n a u l t D ' H o u e t .
Así le l l a m a n los relatos de peregrinos y los i t i n e r a r i o s ; a u n c u a n d o
mniediato a V i l l a v a , estaba en t é r m i n o m u n i c i p a l de A r r e .
M . N ú ñ e z d e C e t e d a : L a beneficencia en N a v a r r a , P a m p l o n a , 1940,
Página 118.

• 109
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

E l peregrino debía seguir para esta jornada u n camino tri-


llado de antiguo—creemos que la vía r o m a n a de Burdeos a
A s t o r g a — , para no dejarse seducir por l a tendencia natural a
descender por l a cuenca del río U r r o b i (valle de Arce) o por la
del E r r o (valle de E r r o ) que le habían de conducir también a
P a m p l o n a , aunque con u n pequeño rodeo. L a r u t a medieval
y l a carretera a c t u a l , a trueque de remontar dos puertos, el de
V i s c a r r e t y el de E r r o , enlazan Roncesvalles con P a m p l o n a por
el camino más corto.

A l a salida de Burguete, el peregrino caminaba por una apa-


cible l l a n u r a entre bosques de hayas, que alternan con prados y
tierras de labor hasta llegar a E s p i n a l . D e j a b a a su izquierda el
arroyo del U r r o b i , que le conduciría al valle de A r c e , y torcía
a la derecha para buscar el puerto de Viscarret. E n el extremo
del valle de Burguete está E s p i n a l , fundado por Teobaldo II
en 1269, quien, para evitar con l a fundación "daño y menos-
c a b o " a l hospital de Roncesvalles, dio a éste diversos terre-
nos y l a propiedad de la iglesia que se edificara en l a nueva po-
blación 5.

Desde E s p i n a l se comienza a subir el puerto por camino in-


tensamente cubierto de bosque, y a l pie del mismo se encuentra
V i s c a r r e t (Biscaretum y Biscarellus en la "Guía de los Pere-
grinos"), que es h o y u n a aldea de 47 casas, pero que sin duda
a principios del siglo X I I , y antes de que las hospederías de
Roncesvalles alcanzaran t o d a su i m p o r t a n c i a , era utilizada
como f i n de etapa.
E l camino antiguo coincide poco más o menos con la carre-
t e r a , construida en 1878 6. Seguía por L i n z ó a i n y E r r o , donde
dejaba a la izquierda el valle de este nombre para subir el puerto
y pasar a la cuenca del A r g a . Se cruzaba el A r g a cerca de Zubiri
(en vascuence "pueblo del p u e n t e " , lo que prueba l a antigüe-
5 L u s i g n a n , 25 oct. 1269, Compíos, C a r t . 2, f o l . 123; citan M o r e t , Anales
de N a v a r r a , t. I V , ed. T o l o s a , pág. 353, n ú m . 8, Diccionario Geográfico Histó-
rico de l a A c a d . de l a H i s t o r i a , I, 261, y Y a n g u a s , D i c e , de Antigüedades de
N a v a r r a , I, 397, dando l a fecha de 1263. P u b l i c a I b a r r a , H i s t . de Roncesva-
lles, págs. 199-200.
6 P r o y e c t a d a l a carretera en 1834, en 1878 se estaba trabajando en el
trozo entre Z i i b i r i y E s p i n a l . Cf. L . d e U r a b a y e n , Estudios de geografía hu-
m a n a . U n a interpretación de las comunicaciones en N a v a r r a , S a n Sebastián, 1927,
páginas 49-50 (separata de R I E V , t. X V I I , n ú m s . 3 y 4).

110 '
IV, V. - I. A C A R R A : DE BURGUETE A PAMPLONA

dad del paso por este punto), donde parece existió u n a antigua
leprosería 7, y por U r d a n i z se llegaba a Larrasoaña.
L a r r a s o a ñ a es hoy u n a pequeña v i l l a de 34 edificios y
160 habitantes, con las casas dispuestas en u n a sola calle pol-
la que pasaba el camino antiguo. E s y lo ha sido siempre el cen-
tro económico y comercial del valle de E s t e r i b a r . A principios
del siglo X I había, aquí u n monasterio de S a n A g u s t í n , que en
1072 estaba regido por el a b a d A z n a r , a quien el rey Sancho e l
de Peñalén encomendó su h i j a U r r a c a " u t nutricaret eam et
ut faceret docere eam p s a l m o s " 8. E n 1087, el monasterio, que
se titulaba " S a n c t a e Mariae et S a n c t i A u g u s t i n i de L a r r a s s o a i n " ,
fué agregado a L e i r e por Sancho Ramírez 9. L a v i l l a se cita en
la "Guía de los P e r e g r i n o s " (Ressogna), y en 1329 se celebraron
en ella Cortes para determinar el j u r a m e n t o que habían de
prestar los reyes D o n F e l i p e III y D o ñ a J u a n a 10.
T a l vez estuviera en Larrasoaña el hospital que cita H e r m a n n
K ü n i g (año 1495), a tres millas de Roncesvalles y otras tantas
de P a m p l o n a 11. E n el siglo X V I I I había dos cofradías, u n a de
Santiago y otra de San B l a s , con sus hospitales, aunque y a en
franca decadencia. E l de S a n B l a s estaba a l cuidado de u n a
beata o u n casero, con obligación de recoger en l a casa a cuantos
peregrinos transitaran por allí. E n u n proceso instruido contra
el administrador del hospital declara u n testigo en 1668 que
"siempre h a oído decir que en dicha basílica se h a n acogido los
peregrinos y pobres que p a s a n por ella y se les hace buen p a -

7 Véanse las conjeturas que emite sobre el p a r t i c u l a r D . M a r c e l o N ú ñ e z


de C e p e d a en L a beneficencia en N a v a r r a a través de los siglos. P a m p l o n a , 1940,
página 32. E n 1042 fué dado a L e i r e por García el de N á j e r a u n pequeño m o -
nasterio en Z u b i r í a ( M o r e t , A n a l e s , t. I I , pág. 267, n ú m . 52), y en 1097 e l
rey Pedro I dio a l a iglesia de P a m p l o n a " u n a v i l l a mía l l a m a d a Z u b i r í a , c o n -
viene a saber, sita j u n t o a l a p u e n t e " ( M o r e t , A n a l e s , t. I I I , pág. 138, n ú m . 21).
8 A r c h . de N a v a r r a , Becerro de L e i r e , págs. 225-226.
9 Becerro d i L e i r e , pág. 103. E n u n documento de h a c i a 1047 (Becerro
de Leire, págs. 222-224) se hace h i s t o r i a de l a f u n d a c i ó n del monasterio, y parece
que y a entonces fué agregado a L e i r e por el monje A z n a r . E n 1174 sigue f i g u -
rando entre los bienes de Leire " m o n a s t e r i u m sancti A u g u s t i n i de L a r r a s o a y n
cum ómnibus pertinenciis s u i s " , b u l a de A l e j a n d r o I I I , en K e h r , P a p s t u r -
hunden. N a v a r r a und A r a g ó n , I I , p á g . 470.
L a s Cortes se celebraron en l a casa-clavería que el h o s p i t a l de R o n c e s -
valles tenía en Larrasoaña. Cf. I b a r r a , H i s t . de Roncesvalles, pág. 910.
López F e r r e i r o : H i s t . de l a iglesia de Santiago, t. I X , pág. 186 d e l
Apéndice.

111
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

saje". E n este proceso se pone de manifiesto el incumplimiento


de sus obligaciones por parte de los administradores desde el
año 1604 12. H o y queda el recuerdo de estas cofradías en dos
ermitas, l a u n a i n m e d i a t a a l a población en dirección norte,
dedicada a Santiago, y la otra al sur, bajo la advocación de
San B l a s .

D e Larrasoaña a P a m p l o n a , el camino antiguo, lo mismo


que la carretera a c t u a l , v a n por el fondo del v a l l e , siguiendo la
orilla derecha del río A r g a . Pasaba el camino viejo por A n c h o r i z
y luego cruzaba a la. orilla izquierda del A r g a ; seguía por Iroz
y volvía a cruzar el río por u n puente m e d i e v a l , sencillo y airoso
( l á m . L V ) , y por Z a b a l d i c a y Arleta—-aquí y a separado de nuevo
de l a a c t u a l c a r r e t e r a — , se dirigía a V i l l a v a por detrás del
monte de Miravalles 13.
Se cruzaba el río U l z a m a por el puente llamado de l a T r i n i -
d a d — c u a t r o arcos rebajados, uno de ellos destruido h o y d í a — ,
y j u n t o a él hallaban los peregrinos u n a hospedería que, según
y a hemos v i s t o , estaba en su apogeo en el siglo X V I I I 14. De-
pendía de dos Congregaciones, u n a de clérigos y otra de laicos,
las cuales dictaron para su régimen m u y sabias Constituciones
en el siglo X V I . U n o de los capellanes, debía saber hablar fran-
cés, para poder confesar a los peregrinos franceses y gascones
que transitaran por el h o s p i t a l , y por este trabajo se le daban
seis ducados más. E n 1584 tenía el hospital doce camas, con
todas sus ropas y el menaje de u n a casa, y estaba a l cuidado de
dos hospitaleros, marido y mujer 15. Consta que en el siglo X V I I
a los peregrinos que v o l v í a n enfermos solían llevarlos a caballo
desde el hospital de l a T r i n i d a d hasta' Roncesvalles 16. H o y

12 N ú ñ e z d e C e p e d a : L a beneficencia en N a v a r r a , págs. 117-118.


13 E s t e c a m i n o , que puede reconocerse h o y día, está perfectamente des-
crito en el " I t i n e r a r i o español o guía de c a m i n o s " del año 1798, y que repro-
d u c e miss K i n g , The Way of Sí. J a m e s , I I I , 610-617.
14 A q u í vio M a n i e r por p r i m e r a vez emplear las layas p a r a l a b r a r l a tierra,
que describe así: " d a n s les champs j ' y ai v u des jardiniers fouir de cette fagon:
i l s ont u n louchet large de deux ou trois pieds, t o u t d'une piéce, avec trois ou
quatre manches et a chacun manche est u n h o m m e , q u i fouissent tous en-
semble et tous a l a fois, afín d'emporter u n plus gros l o p i n de t e r r e " ( P e l e r i -
nage (Tun p a y s a n P i c a r á , pág. 143).
15 N ú ñ e z d e C e p e d a : Op. cit., págs. 64-68.
16 " A los enfermos, desde l a T r i n i d a d , los traen a caballo deste lugar a

112
IV lacarra: de burguete a pamplona

sólo queda u n a ermita-basílica de t r a z a románica, bajo l a advo-


cación de l a T r i n i d a d , situada a orilla del río, en término de A r r e .
Sobre ella pretendió i n ú t i l m e n t e su señorío el conde de V i -
llares 17.

V i l l a v a ( V i l l a nova) era como u n a a v a n z a d a de P a m p l o n a .


Había sido repoblada por Sancho el Sabio (1184), otorgando a
sus habitantes el fuero de los francos de S a n C e r n i n de P a m -
plona 18. L o s peregrinos desde V i l l a v a d i v i s a b a n y a l a c i u d a d
a l fondo y , en primer t é r m i n o , la catedral. A t r a v e s a n d o en línea
recta—por término de B u r l a d a 19—la l l a n u r a que les separaba,
cruzaban el río por el puente de la M a g d a l e n a , de elegante t r a z a ,
obra al parecer del siglo X I V , y por u n a suave r a m p a entraban
en l a ciudad por el lado norte. Cuando a fines del siglo X V I se
pensó trasladar el hospital de Roncesvalles, uno de los lugares
propuestos era V i l l a v a . H u a r t e , el historiador de l a Colegiata,
encontraba preferible esta residencia a E s t e l l a , que t a m b i é n lo
reclamaba 20.
Antes de entrar en P a m p l o n a y j u n t o a l puente de L a M a g -
d a l e n a , los peregrinos encontraban u n h o s p i t a l bajo esta a d v o -
cación. Y a lo advierte H e r m a n n K ü n i g : " Y cuando a l a puente
llegas puedes torcer a u n h o s p i t a l ; allí dan v i n o y p a n " 21.
Este hospital parece que en su origen estuvo dedicado a
recoger leprosos y pobres; de aquí su situación extramuros de l a

o t r o , a s t a l l e g a r a este h o s p i t a l " . D e c l a r a c i ó n de José de Z a b a l e t a , v i c a r i o de


B u r g u e t e , en l a i n f o r m a c i ó n a b i e r t a p o r los canónigos de R o n c e s v a l l e s en 1663.
P a u , A r c h . de los B a j o s P i r i n e o s , p á g . 222.
17 E l p u e b l o d e A r r e , q u e d e p e n d í a d e " R o n c e s v a l l e s , f u é v e n d i d o e n 1 4 0 6
a N i c o l a u B l a n c . A l t a d i l l : Geografía G e n e r a l del P a í s V a s c o - N a v a r r o . N a v a -
r r a , I J , 164 y 3 0 8 .
18 P u b l i c a L a c a r r a . : N o t a s p a r a l a f o r m a c i ó n de l a s f a m i l i a s de f u e r o s de
Navarra. M a d r i d , 1933, pág. 70.
19 E n u n a d o n a c i ó n d e u n c a m p o p a r a e d i f i c a r h e c h a p o r e l o b i s p o d e
P a m p l o n a , D . P e d r o de P a r i s ( a ñ o 1187), a los c o f r a d e s de S a n S a l v a d o r d e
B u r l a d a , se d i c e q u e e l c a m p o e s t á " Í n t e r v i l l a n a e t c a m i n u m S a n c t i l a c o b i "
( A r c h . C a t e d r a l de P a m p l o n a , L i b r o R e d o n d o , f o l . 1 3 1 ; A r c h . de N a v a r r a , P a -
peles del P . M o r e t , 2 1 4 v . ) .
" M a s a l f i n , consideradas b i e n las cosas, en parte n i n g u n a estaría c o n
ttias c o m o d i d a d y s e g u r i d a d , c o m o e n l a v i l l a d e V i l l a b a , a m e d i a l e g u a d e
P a m p l o n a " , H u a r t e , Hist., parte V I , cap. 20, fol. 73.
L ó p e z F e r r e i r o : f í i s f . de l a i g l e s i a de S a n t i a g o , t o m o I X , pág. 186
¿el A p é n d i c e .

TOMO Ii.—g. 113


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

c i u d a d 22. E n 1285 se incorporaron sus bienes a l hospital de la


C a t e d r a l , pero continuando al frente de l a iglesia de Santa M a -
ría Magdalena u n capellán para acoger a los leprosos que se
presentaran 2;i. E n el siglo X V I sólo servía para albergar a los
pobres que por llegar de noche no podían acogerse a l a ciudad
por estar y a cerradas las puertas. E n 1592, el Padre de Huérfa-
nos, D . M i g u e l de O l l a c a r i z q u e t a , pedía que se clausurara por
estimarlo superfino, y a que había hospitales en B u r l a d a , V i -
l l a v a y otros lugares vecinos que podían c u m p l i r esa misión.
Entonces sólo se usaba, dice, " p a r a recogimieíito de ladrones y
bellacos, que los padres de huérfanos echan de l a dicha ciudad,
y se acogen luego allí, y andan bellaqueando y robando de día
todo el fruto del campo, y a l anochecer, como se cierran las
puertas de l a d i c h a c i u d a d , se recogen en el dicho hospital, y a l
amanescer salen de él y corren l a c a m p a ñ a " 24.

Pamplona.

E n P a m p l o n a encontraba el peregrino de Santiago, desde los


tiempos más antiguos, u n a grata acogida y u n confortable alo-
j a m i e n t o (lám. L V I ) .
E n el siglo X I , al reconstruirse l a Catedral y reorganizarse
el Cabildo por el obispo D . Pedro de R o d a (1084-1115), se
crearon las organizaciones hospitalarias adecuadas 25. Tenemos
n o t i c i a de u n antiguo hospital de S a n M i g u e l , que fué luego ins-
23 E n 1174 d a b a el obispo de P a m p l o n a u n h u e r t o a D o m i n g o , hijo de
Sancho Iñiguez de C i z u r , a c a m b i o de otro sito pasado el puente, j u n t o a l a
casa de los leprosos, p a r a q u i e n se t o m a b a . Cf. L i b r o Redondo de l a catedral
de P a m p l o n a , fols. 161 y 182, y A r i g i t a , L o s Priores de l a Seo de P a m p l o n a ,
pág. 18.
23 D e c r e t o del obispo de P a m p l o n a , D . M i g u e l Sánchez de U n c a s t i l l o .
P u b l i c a M . N ú ñ e z d e C e p e d a , L a beneficencia en N a v a r r a , pág. 156. Parece
que en el siglo X I V había en P a m p l o n a otra leprosería b a j o l a advocación de
San L á z a r o ; véase e l testamento de D.a F l a n d i n a C r u z a t D e z a , año 1346,
xiúmero 30 ( B C M N a v . , 1926, pág. 210).
24 " M e m o r i a l de M i g u e l de O l l a c a r i z q u e t a , P a d r e de Huérfanos de l a c i u -
d a d , este año de 1 5 9 2 " , A r c h . de l a C a t e d r a l de P a m p l o n a ( B C M N a v . , 1895,
páginas 137-143). E n el solar del antiguo h o s p i t a l de l a M a g d a l e n a se l e v a n t a
h o y el A s i l o de Religiosas J o s e f i n a s .
25 " D e d i t eisdem canonicis et Ecclesie honorem... umle e t i a m pauperes
pascerent". Cf. J . M.a L a c a r r a , L a catedral románica de P a m p l o n a , " A r c h i v o
E s p a ñ o l de A r t e y A r q u e o l o g í a " , 1931, n ú m . 19, pág. 74, n o t a .

114
IV, V. - LA CARRA: DE BURGUETE A PAMPLONA

talado ante las puertas de l a basílica catedral, dando origen a


la gran Albergijería de peregrinos, que h a durado hasta el
siglo X I X .
Sancho Ramírez había concedido (año 1087) que de toda
carga de leña que entrara en P a m p l o n a se diese u n leño " a d
albergariam p a u p e r u m " 2r>. A principios del siglo X I I , u n t a l
Miguel, que había sido criado y educado por l a iglesia de P a m -
plona, recordando que en muchas ciudades había j u n t o a l a
iglesia m a t r i z mansiones adecuadas para albergar a los pobres,
dio las casas que tenía ante la iglesia catedral para recibir a
los pobres y peregrinos, a las cuales había de trasladarse el a n -
tiguo hospital de S a n M i g u e l 27.
E s t a Alberguería u Hospitalería estaba a cargo del canó-
nigo hospitalero. E n 1285, a l dotarse mejor por el obispo D . M i -
guel Sánchez de U n c a s t i l l o , se mandó que t u v i e r a cuarenta le-
chos, además de los diez que solía tener, y que a cada peregrino
se le diera su ración de p a n y v i n o con su plato de v e r d u r a ,
carne o legumbres, según el t i e m p o ; l a refacción se hacía tras el
toque de c a m p a n a , hecha oración y bendecida l a mesa 28. A l
frente del H o s p i t a l había religiosas regidas por u n a p r i o r a . U n a
capilla del mismo estaba dedicada a San J u l i á n el H o s p i t a l a r i o .
' A l l í dan de buen grado por amor de D i o s , lo cual te causará
gozo", dice K ü n i g 29.
E n el siglo X V I , l a fundación estaba en decadencia. Sólo
había " e n su hospital ocho camas para recoger las mujeres pe-
regrinas que v a n a Santiago o vienen de allá para sus tierras,
y a éstas se les ha proveído solamente de las cosas necesarias";
para el servicio de las mismas "está d i p u t a d a u n a beata con dos
criadas, y por l a m a l i c i a del tiempo se ha disminuido l a devoción
de la romería de Santiago por manera que por no haber concurso
de peregrinos l a h o s p i t a l i d a d de l a dicha casa se ha quitado casi

26 " A d d i d i e t i a m u t q u i l i g n a a t t u l e r i t ad P a m p i l o n a m de o m n i carca-
t u r a pro a n i m a sua det u n u m l i g n u m a d albergariam p a u p e r u m " . A r c h . cate-
d r a l , P r i v . R e g u m , B . ; L i b r o Redondo, f o l . 57 v . ; Comptos, c a j . 1, n ú m . 9.
P u b l . S a n d o v a l , Catálogo de los Obispos de P a m p l o n a , f o l . 74 a 76 v , , y A r i -
g i t a , H i s t . de S a n M i g u e l de E x c e l s i s , pág. 184, t o m á n d o l o del L i b r o Redondo.
Véase su t e x t o en el A p é n d i c e .
\ é a s e su t e x t o en el Apéndice.
29 K ü n i g le l l a m a H o s p i t a l de N u e s t r a Señora, sin d u d a por estar j u n t o
11 la catedral, dedicada a l a Asunción de l a Virgen.

115
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

totalmente y la dicha dignidad (de hospitalero) se ha descar-


gado de las cargas que los dichos estatutos inflingieron en bene-
ficio de los pobres". P o r todo ello se proponía reservar las habi-
taciones del piso inferior del hospital para mujeres peregrinas
y establecer en el piso superior u n Colegio de estudiantes pobres
o u n recogimiento y Colegio de Huérfanos 30. Pero n a d a de
esto llegó a hacerse.
Creado el H o s p i t a l General a mediados del siglo X V I por
D . R e m i r o de Goñi, allí i b a n a parar l a m a y o r parte de los
peregrinos, que continuaban, sin embargo, comiendo en la
Hospedería de l a Catedral. Así nos lo cuenta en el siglo X V I I el
propio D o m e n i c o L a f f i : " M i e n t r a s se canta l a m i s a mayor
— d i c e — , dan de comer a doce peregrinos en u n a mesa apare-
j a d a en l a m i s m a puerta de l a iglesia; hacen i r a todos los pere-
grinos a l a salida de la c o c i n a , donde el cocinero da a cada uno
una escudilla de caldo en lugar de menestra, que en este país
no se u s a , y cuando todos tienen su escudilla les hacen ponerse
en f i l a , y así v a n en procesión a l a iglesia con su escudilla de cal-
do; se sientan a l a mesa cada uno en su puesto, y viene u n i n -
d i v i d u o con u n cesto de p a n y da uno a cada peregrino; después
se acerca otro con u n gran caldero de carne y reparte u n trozo
por persona; después otro l l e v a u n a t a j a d a de carne de puerco
a cada peregrino, y el ú l t i m o v a con el v i n o y sirve u n vaso
por persona, acabando con esto la ceremonia; por la tarde dan
la bendición del Santísimo con música" 31. E n el siglo X V I I I ,
G u i l l e r m o M a n i e r nos dice que "los peregrinos v a n a comer a
la iglesia catedral a las once; cuando f a l t a n se t o m a en su lugar
algún pobre sacerdote de l a c i u d a d " 32. A M a n i e r le dieron sopa,
bacalao, u n panecillo blanco y dos vasos de v i n o .

N o era ésta, sin embargo, l a única Casa que encontraban


los peregrinos en el barrio de l a C a t e d r a l o Navarrería. L a
Cofradía de Santa C a t a l i n a tenía establecidas dos: u n a , en la

80 S e n t e n c i a a r b i t r a l del año 1549 y acuerdo del señor Obispo y Cabildo


de 1551. Cf. N ú ñ e z d e Cepeda., L a beneficencia en N a v a r r a , pág. 151.
31 V i a g g i o * , pág. 151.
32 Pelerinage d ' u n p a y s a n Picará, págs. 141-143. L o m i s m o decía en 1495
el alemán H e r m a n n K ü n i g : " E n l a c i u d a d dan de comer y de beber a X I I her-
manos, j u n t o a l a c o n c u r r i d a iglesia, de lo c u a l no te o l v i d a r á s " . López F e -
KREIRO, J i i s l . de la iglesia de Santiago, t. I X , pág. 186 del Apéndice.

116
JY^ y. - LACARRA: DE BURGUETE A PAMPLONA

calle de D o r m i t a l e r í a , n ú m . 13, p a r a peregrinos españoles, y


otra, en l a calle del Obispo, n ú m . 3 ( a c t u a l c a l l e de l a C o m p a -
ñía), que tenía t a m b i é n entrada por la calle de C u r i a , y qne se
destinaba a los peregrinos extranjeros 33.
De ésta, que nos interesa más, sabemos por sus libros de
cuentas—el más antiguo es de los años 1534-1680—que acogía
gran número de peregrinos belgas, franceses y alemanes; que a l -
gunos morían en el hospital y no pocos permanecían semanas y
basta meses en calidad de enfermos. A los que fallecían en el
hospital se costeaba el entierro y se celebraban misas por sus
almas. E s t a b a regido por u n hospitalero, que necesariamente
debía ser casado, con obligación de dar a las peregrinos c a m a ,
luz, fuego y cena por tres noches.
Con haber disminuido mucho en el siglo X I X el número de
peregrinos a Santiago, todavía pasaron por esta Casa entre 1818
y 1828 cuatrocientos romeros. Se daba entonces al hospitalero
una peseta para el cuidado de cada peregrino. L a Casa fué v e n -
dida por el Gobierno, como bienes desamortizados en 1851 3*.
Sin embargo, muchos peregrinos franceses de la E d a d M e -
dia preferían alojarse con sus connacionales en los barrios de
francos de San Cernin (San Saturnino) y San Nicolás.
A fines del siglo X I o a comienzos del X I I fueron estable-
ciéndose extranjeros—franceses en su m a y o r p a r t e — e n barrios
extramuros que pronto recibieron la consideración y protección
de los reyes. E n 1129, Alfonso el B a t a l l a d o r daba el fuero de
Jaca a "totos francos q u i populaveritis i n illo plano de S a n e t i
Saturnini de I r u i n a " , y m a n d a b a que no se pudiera vender p a n
n i vino a los romeros sino en esta población35. L a población
se hacía exclusivamente p a r a francos. J u n t o a ella se f o r m ó ,
en el mismo siglo X I I , el B u r g o N u e v o o Población de San N i -
colás, t a m b i é n de francos. E n ellos estarían las hospederías p r i -

33 D . José M.a de H u a r t e cree que son restos del antiguo h o s p i t a l de S a n t a


Catalina unas cuadras con bóveda de yesería y l a d r i l l o que aún se v e n en l a
ú l t i m a casa de l a calle de C u r i a , a mano i z q u i e r d a , según se sube a l a c a t e d r a l .
Cf. Estampas pamplonesas. L a basílica de S a n M a r t í n y el H o s p i t a l del Corpus
Christi, artículo p u b l i c a d o en " D i a r i o de N a v a r r a " , 30 de m a y o 1929..
34 N ú ñ e z d e C e p e d a : O p . cit., págs. 162-166.
L a c a r r a : Notas p a r a l a formación de las f a m i l i a s de Fueros de N a v a -
rra, M a d r i d , 1933, p á g . 16; Í d e m , P a r a el estudio del M u n i c i p i o navarro me-
d i e v a l en "Príncipe de V i a n a " , n ú m . 3; págs. 53-54.

117
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

vadas, de alguna de las euales no se guarda buen recuerdo en


el L i b e r Sancti l a c o b i 1 " .
Doeumentación sobre hospitales de peregrinos en estos b a -
rrios comienza a aparecer en el siglo X I I I . F r e n t e a l a iglesia
de S a n G e r n i n — e n cuyo pórtico puede admirarse todavía una
hermosa imagen de Santiago peregrino—Iiabía u n hospital re-
gido p o r los francos del burgo en el siglo X I V 37, y que en el X V I
todavía servía p a r a alojar peregrinos pobres 38. E s t a b a bajo la
advocación de Santa C a t a l i n a . E n el hospital de l a iglesia de
San L o r e n z o t a m b i é n se acogían peregrinos en el siglo X I V 39.
Existía otro, llamado H o s p i t a l de L a b r a d o r e s , que servía para las
parroquias de San Cernin y San L o r e n z o ; estaba en la calle de
Z o c u d i n d a (calle del Mercado), y acogía igualmente pasajeros
pobres hasta el siglo X V I I I 40. Otro h o s p i t a l , que acogía tam-
bién pasajeros pobres—no precisamente peregrinos de San-
tiago—estaba bajo l a advocación de San M i g u e l , en l a parro-
quia de S a n Nicolás; el piso alto estaba destinado a albergar
viudas pobres 41.

E n el siglo X V I sólo cuatro de estas fundaciones estaban des-


tinadas a los peregrinos de Santiago, y aun se estimaban exce-

36 L i b e r S a n c t i J a c o b i , 11^ c a p . V I (ed. W h i t e h i l l ) , p á g . 268, D e viro P i c -


tavensi c u i apostolus angelum i n specie a s i n i dedit i n a u x i l i u m .
87 J u a n A l b i z u : Catálogo general del A r c h i v o de l a parroquia de S a n S a -
turnino ( S a n C e r n i n ) , de P a m p l o n a . P a m p l o n a , 1925, m i m . 59 (año 1332),
n ú m e r o 64 (año 1346), etc.
38 " U n o (hospital) frente a S a n C e r n i n , que l l a m a n de S a n t a C a t a l i n a ,
dedicado p a r a recoger pelegrinos que v a n y v i e n e n a S a n t i a g o , no dando lugar
a hombres en caso que h a y a n prevenido m u j e r e s " ( M e m o r i a l de M i g u e l de
Ollacarizqueta, año 1592, en B C M N a v . , 1895, p á g . 138). Véanse otros datos
e n l a o b r a de N ú ñ e z d e C e p e d a , L a beneficencia en N a v a r r a , págs. 168-170.
39 " I t t e m a l h o s p i t a l de l a d i t a E g l e s i a de Sant L o r e n t z perals rumeus
pobres m a l a u d e s . . . " (Testamento de D.a F l a n d i n a C r u z a t D e z a , año 1346,
en B C M N a v . , 1926, p á g . 210, n ú m . 32).
40 " I t t e m m a s a l h o s p i t a l deis l a b r a d o r s , que es debant lo mercat..."
( í d e m , n ú m . 33), y N ú ñ e z d e C e p e d a , op. cit., p á g . 171.
41 N ü ñ e z d e C e p e d a : O p . cit., p á g . 173. D e otros varios hospitales se
tiene n o t i c i a , pero no es seguro acogieran de m o d o especial a los peregrinos de
Santiago; p o r ejemplo, el de l a cofradía de S a n Andrés, S a n J a i m e y S a n B a r -
t o l o m é , en l a p a r r o q u i a de S a n C e r n i n , del que se conserva documentación
desde 1409. Véanse los números 15, 16, 18 y 392 del Catálogo del A r c h i v o , por
D. Juan Albizu.

118
jy y. - lacarra: de burguete a pamplona

sivas. " A u n q u e en su primera i n s t i t u c i ó n dice el Padre de


Huérfanos D . M i g u e l de O l l a c a r i z q u e t a — l a fundación de los
dichos cuatro hospitales de los pelegrinos de Santiago debió ser
necesaria, y conveniente que fuesen cuatro por l a m u c h a devo-
ción v frecuencia que de pelegrinos había en aquellos t i e m p o s ,
pero ahora en éstos pasan t a n pocos, ora sea porque se v a res-
friando la devoción, o por las muchas herejías que se h a n le-
vantado, o por las grandes guerras que estorban el paso de
los dichos pelegrinos, que si entonces eran necesarios los dichos
cuatro hospitales, ahora paresce que sobrarían dos"42.

12 M e m o r i a l de M i g u e l de O l l a c a r i z q u e t a , año 1 5 9 2 " , en B C M N a v . , 1895,


págiria 139.

119
i.
Co-minos cíe p e r e o r í n o s

Bl Hospíto-ies

® • Poblcic'iones del ccunmo

/—^ P u e n t e s V i 11 a v a
' R e c o r r i d o d e i e o m m o de Santicuao
ha-stcu el a ñ o " l O S O
P A ] M P L Q K ^ ^ s p , d c , a ^«gdalena
S . J u a n de l a C a d e n a
4 n^í. ^ ^ ^ H o s p i l a l d e S . A n l o n í o

Ci¿ur rienor

N? S^ d ^ l P e r d ó n -^ Zariauiegui
B onaaíz
Leqarda ^ ^

u l .c ; " ^ V 1 ; - l Obanos
. . Eunatc
rqota(desp.)
IlospitalU^
(AñoMl75)

ñoniardln

le
'sca/a 1:2 0 0 . 0 0 0
Capítulo VI

DE P A M P L O N A A E S T E L L A

L a "Guía de los Peregrinos" señala su tercera etapa española


de P a m p l o n a a E s t e l l a . S i n embargo, muchos peregrinos liarían
alto en Puente l a R e i n a , que está a m i t a d de camino y se h a l l a b a
bien p r o v i s t a de hospederías y hospitales. E l trayecto—de 44 k i -
lómetros—coincide, salvo ligeras variantes que indicaremos,
con la carretera actual, construida a fines del siglo X V I I I 1.
A l a salida de P a m p l o n a v a el camino por u n a planicie en
suave pendiente hacia l a sierra del Perdón. E n esta l l a n u r a de
tres leguas, j u n t o al camino de Santiago, sitúa l a "Crónica de
T u r p í n " el campamento de los ejércitos de Carlomagno, en su
tercera expedición para liberar el sepulcro de Compostela 2.
A q u í , y situadas las tropas a cada lado del camino jacobeo
—134.000 cristianos por 100.000 m o r o s — , t u v i e r o n lugar los co-
loquios fracasados entre Carlomagno y A i g o l a n d o , príncipe
m u s u l m á n , que había de m o r i r derrotado ante los muros de
P a m p l o n a 3.
L o s peregrinos encontraban m u y cerca de l a p u e r t a más
occidental de P a m p l o n a , donde se d i v i d í a n los dos caminos de

1 U r a b a y e n : U n a interpretación de las comunicaciones en N a v a r r a . S a n


Sebastián, 1927, p á g . 69.
2 " N o v i s s i m e vero v e n i t K a r o l u s c u m alus ómnibus exercitibus, et coope-
ruerunt t o t a m t e r r a m a i l u m i n e Ruñe usque a d m o n t e m q u i distat ab urbe
tres leugis v i a i a c o b i t a n a " (lib. I V Sancti l a c o b i , cap. X I ) . E l R u n a es, sin
duda, el río A r g a . Cf. Y a n g u a s , D i c e . A n t i g . , I I I , 284; B é d i e r , L e s légendes
¿friques, I I I , 293, y Campión, L a Canción de R o l d a n , A l g u n a s anotaciones a l
estudio de M . Joseph Bédier sobre l a " C h a n s o n de R o l a n d ' " , en " E u s k a r i a n a " ,
q u i n t a serie, págs. 6-11.
3 " Q u i ( K a r o l u s ) c u m suis exercitibus u n o m i l i a r i o ab urbe d i s t a b a t . E t
erat tune exercitus A i g o l a n d i et exercitus K a r o l i i n q u o d a m p l a n o loco et
obtimo q u i est i u x t a u r b e m , habens i n longitudine et l a t i t u d i n e sex m i l i a r i a .
V i a i a c o b i t a n a d i v i d e b a t u t r u m q u e e x e r c i t u m " (lib. I V Sancti l a c o b i , c a -
pítulo X I I ) .

121
L A S V E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Barañain y Acella % una Casa llamada de San J u a n de l a


Cadena, que dependía de la Orden Hospitalaria de San Juan.
Le había sido dada por el obispo de Pamplona, D. Pedro de
París (3 junio 1173), y en dos millas a la redonda no podía
haber otra casa ni oratorio, ni podían enterrarse en él sino los
"fratres" de la Orden, los sirvientes y los peregrinos 5. Fué des-
truida, con otros varios edificios de los alrededores de Pamplo-
na, por razones de estrategia, en 1794, con motivo de la guerra
contra la Convención francesa.

Künig cita, a media milla de camino, "un hospital junto al


pórtico de San Antonio", que no hemos logrado identificar 6.
E l camino de los peregrinos se separaba de la actual carre-
tera para seguir a la izquierda por Cizur Menor; de aquí a Guen-
dulain; luego torcía a la derecha, uniéndose a la carretera ge-
neral, y por Astrain tomaba el puerto de Undiano, o de la
Reniega, que actualmente se llama del Perdón. Otra senda, tal
vez más antigua y más recta, seguía de Guendulain a Zariquie-
gui, y cruzaba la sierra del Perdón, para enlazar con el camino
anterior en Basongaiz, que era de la Orden de San Juan 7.
E n C i z u r M e n o r , un acreditado establecimiento sanjua-
nista acogía al peregrino 8. Poco se ha escrito sobre su historia,
que se remonta al primer tercio del siglo X I I , pero lo que hoy
nos queda del monumento delata ya la magnificencia de la
construcción 9 (lám, LVII).

4 Sobre el despoblado de A c e l l a , a orillas d e l A r g a , véase A l t a d i l l , Los


despoblados, e n B C M N a v . , 1917, p a g . 116.
5 A r c h . c a t e d r a l de P a m p l o n a , L i b r o Redondo, f o l . 122; M o r e t , A n a l e s ,
I V , 35; A r i g i t a , Los Priores de l a Seo de P a m p l o n a . París, 1910, pág. 18. E l
nombre de este antiguo establecimiento se h a perpetuado en el a c t u a l barrio
de S a n J u a n , extramuros de P a m p l o n a .
0 L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . de l a iglesia de Santiago, t. I X , pág. 187 d e l
Apéndice.
7 E n 1780, antes de construirse l a carretera, e l paso del Perdón se hacía
y a p o r A s t r a i n y el p o r t i l l o de U n d i a n o . Véase A r c h . de N a v a r r a , sec. de C a -
minos, l e g . 2.°, car. 20, citado p o r U r a b a y e n , U n a interpretación de las comu-
nicaciones en N a v a r r a . S a n Sebastián, 1927, pág. 68.
8 E s e l que K ü n i g c i t a así: "Después h a y u n h o s p i t a l a l a m e d i a m i l l a
monte a r r i b a . "
9 L a m e n c i ó n más antigua que hemos encontrado es de 18 noviembre 1135,
en que L o p e Enegones y s u m u j e r , S a n c i a Aznárez, d a n a l a O r d e n d e l H o s -
p i t a l l a iglesia de S a n M i g u e l de C i z u r Menor. Hállase original en el A . H . N ,
S a n J u a n de Jerusalén, leg. 671. E n el m i s m o fondo pueden recolectarse más

122
JY, VI. - LACARRA: DE PAMPLONA A ES T E L L A

E n u n altozano a la izquierda del camino, y algo separado


del pueblo, resiste, m u t i l a d o , el abandono a que se le tiene so-
metido. Constaba de un patio o claustro de forma de pentágono
irregular, con crujías y cuatro torres en sus extremos; adosada
al lado sur estaba l a iglesia de u n a sola n a v e , defendida por u n
pequeño torreón. H o y sólo está en pie la iglesia con bóveda de
cañón apuntado, reforzada por fajones e i l u m i n a d a por tres
ventanas románicas que decoran el ábside. Parece obra de
hacia 1200. U n torreón, situado a los pies de l a iglesia a modo
de campanario e invadido por l a y e d r a , completa su pintoresca
silueta. U n a sencilla portada románica de tres arquivoltás con
el crismón en el t í m p a n o , servía de entrada a la iglesia. H o y
toda ella es i n m u n d a cuadra y pajar, hasta que el h u n d i m i e n t o
de la bóveda, que y a se a n u n c i a , ponga f i n a t a n t a h u m i l l a c i ó n .
A b a n d o n a d o el edificio al desamortizarse los bienes eclesiásti-
cos, sufrió mucho por su posición estratégica en l a primera gue-
rra civil10, deshaciéndose parte de l a v i v i e n d a y hospital en
tiempos más recientes p a r a aprovechar los materiales de cons-
trucción.

E n Cizur había otro h o s p i t a l bajo l a advocación de N u e s t r a


Señora del Perdón, establecido en la casa número 1 de l a calle
de San E m e t e r i o , y que era propiedad de l a Cofradía del A p o s t o -
lado o de las A n i m a s . L a f i n c a del h o s p i t a l , l l a m a d a H o s p i t a l e -
coa, fué a d q u i r i d a en 1817 por el Concejo 11.

E n A s t r a i n existió hasta hace unos cincuenta años u n hos-


pitalillo sito en el número 2 de l a calle de S a n Cosme y San D a -
mián 12, E n lo alto de l a sierra había u n a ermita de N u e s t r a Se-
ñora del Perdón, que dio nombre a l a m o n t a ñ a , y frente a ella
u n hospital con su ermitaño para hospedar a los pobres pere-

datos sobre esta E n c o m i e n d a de C i z u r . P a r a su estudio artístico p u e d e n verse


unas acuarelas debidas a D . V i c e n t e C u t a n d a , ejecutadas por los años 1871
a 1875, y que se g u a r d a n en el Museo de C o m p t o s , de P a m p l o n a ; h a n sido
reproducidas en el B C M N a v . , 1917, pág. 284, y en l a Geografía General del
País Vasco-Navarro, N a v a r r a , t. I, pág. 784; fotografías h a y en l a m i s m a Geo-
g r a f í a , t. I I , págs. 318-319. Véase además l a descripción de D . Tomás B i u -
r r u n en el B C M N a v . , 1928, p á g . 150, y en E l Arte románico en N a v a r r a . P a m -
p l o n a , 1936-1940, p á g . 416.
10 Así lo dice M a d o z en su D i c c i o n a r i o , s. v .
11 N ú ñ e z d e C e p e d a : L a beneficencia en N a v a r r a , pág. 74.
12 Í d e m í d . , págs. 36 y 69.

123
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

grinos 18. Y a en el descenso encontraban los romeros l a Casa de


Basongaiz, de la Orden de San J u a n , que dependía de la Enco-
m i e n d a del Crucifijo de Puente la R e i n a ; todavía l a capilla si-
t u a d a a l a derecha de l a carretera ostenta sobre su puerta la
cruz de la O r d e n . P a s a b a n los peregrinos por Legarda y , t a l vez
siguiendo el camino viejo llegaran a Obanos 1% para continuar
de aquí a Puente l a R e i n a .
E n Puente l a R e i n a confluía el otro camino que cruzaba el
P i r i n e o por Santa C r i s t i n a y venía por J a c a y M o n r e a l .

Puente l a R e i n a .

" A l l í — d i c e K ü n i g — h a l l a s dos hospitales a que puedes ir;


encuentras t a m b i é n u n a l i n d a puente." Los hospitales de pere-
grinos y el puente sobre el A r g a sintetizan toda la historia de
Puente la Reina.
Comienza a f i g u r a r en el siglo X I con los nombres de Ponte
de A r g a o Ponte R e g i n a , pues el puente suele atribuirse a la
piadosa m u n i f i c e n c i a de D o ñ a M a y o r , mujer de Sancho el
M a y o r , o de Doña Estefanía, esposa de García el de Nájera, y
construido precisamente p a r a facilitar el tránsito de ios pere-
grinos. E n 1089 había aquí u n a iglesia de S a n Salvador que,
como dotación de l a de Santiago de F u n e s , fué incorporada por
Sancho Ramírez a Montearagón 15, y en 1090 vemos estableci-
dos allí francos (francigene), a quienes el arzobispo de Toledo,
D . B e r n a r d o , y el abad de Irache, San V e r e m u n d o , encargaron la

13 L o c i t a K ü n i g : " y otro (hospital) se asienta en l a m o n t a ñ a i n m e d i a t a " .


Se registra t a m b i é n en l a v i s i t a que hizo en 1816 el obispo de P a m p l o n a , don
J o a q u í n de U r i z . Cf. N u ñ e z d e C e p e d a , op. cit., pág. 36 y 69.
14 O b a n o s fué favorecido p o r Sancho Ramírez, t a l vez con vistas a una
repoblación del camino de Santiago. D e ser así, ahí t e n d r í a lugar, mejor que
en P u e n t e l a R e i n a , l a u n i ó n de las dos grandes vías que describe l a "Guía
del siglo X I I , l a que seguimos de Roncesvalles y la de S a n t a C r i s t i n a . Obanos
d i s t a de P u e n t e l a R e i n a menos de dos k i l ó m e t r o s . L a situación estratégica
de P u e n t e l a R e i n a estriba en el puente sobre el A r g a , lo que j u s t i f i c a l a pro-
tección y repoblación por los reyes p a r a asegurar el paso.
15 A . H . N . : Montearagón, perg. 2 R , códice 1.067, f o l , 4; R. N . , ms. 746,
página 7 0 , y P . H u e s c a , Teatro histórico de las iglesias de Aragón, t. V I I , pa"
gina 301.

124
IV vi. LACARRA: DE PAMPLONA ESTELLA

construcción de unos molinos '. Según la versión legendaria de


la "Crónica de T u r p í n " , Carlomagno, después de vencer a A i g o -
lando en P a m p l o n a , " v e n i t usque ad p o n t e m Arge. v i a i a c o b i -
tana, et i b i hospitatus est" 17.
E n 1121, Alfonso el B a t a l l a d o r encargaba a u n t a l M o n e t a -
rio trajera pobladores de todas partes p a r a habitar en P u e n t e

I G L E S I A OE S A N T I A G O

^ p p ¡—•[? HOSPITAL D E L C R U C I F I J O

P l a n o de Puente l a R e i n a .

l a R e i n a 18, y el año siguiente, deseando hacer aquí u n a gran


población (quod totas gentes veniatis i b i populare cum hona vo-
lúntate et magnam et spontaneam populacionem faciatis i b i ) ,
daba a los que acudieran a poblar hermosos terrenos amplios
y espaciosos, entre el puente y el prado de Obanos, es decir,
donde actualmente se asienta l a v i l l a 19, l a c u a l , por su p l a n t a
regular, parece haber sido construida de u n a v e z : es ésta rec-
tangular, con u n a calle c e n t r a l — " l a r ú a maior p o b l a d a de los

16 A r c h . de N a v a r r a , Becerro de Irache, f o l . 26 r.0 y v.0


17 Cap. X I V .
18 C i t a este d o c u m e n t o , que tiene por original, M o r e t , Invest., ed. T o -
losa, t. V I I I , pág. 76.
19 P u b l i c a L a c a r r a : L a s f a m i l i a s de fueros navarros, apéndice I V .

125
I. A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

r u m e u s " 2" que desemboca en el puente y dos paralelas que


v a n detrás de las m u r a l l a s , las euales, con sus torreones cua-
drangulares, se conservan embebidas entre las construcciones
modernas. N a d a h a cambiado en l a p l a n t a de esta población en
ochocientos años.
T a l vez a l a salida de l a v i l l a estuviera aquella V i l l a Vieja
que el rey García Ramírez dio a los caballeros Templarios
en 1142 2 \ y que en 1146 recibía del mismo monarca el singular
privilegio de poder vender p a n y v i n o , suponemos que a los
romeros, los cuales debían ser acogidos gratuitamente "propter
amorem D e i " 22.
E x t i n g u i d a la O r d e n del T e m p l e , sus bienes pasaron a la de
San J u a n , y hacia 1446 el G r a n P r i o r y Canciller de N a v a r r a ,
D . J u a n de B e a u m o n t , decidía fundar en l a iglesia del Crucifijo,
que había sido de Templarios, u n gran establecimiento hospita-
lario p a r a acoger a los peregrinos de Santiago. O b t u v o para ello
singulares gracias del p a p a Eugenio I V (12 enero 1447) 23, y la
creación de u n a cofradía de trescientos cofrades, en l a cual i n -
gresaron el rey D o n J u a n II y el Príncipe de V i a n a , sobrino del
fundador, quien además les dio el desolado de Soracoiz 21.
Em 1469, l a A s a m b l e a general de l a Orden de San J u a n , re-
u n i d a en O l i t e , aprobó dicha fundación, organizando el régi-
men de l a m i s m a , que había de tener seis frailes capellanes es-
tando a l frente el p r i o r D . J u a n de B e a u m o n t 25. E n el Hos-
p i t a l del Crucifijo se recogían los peregrinos de Santiago, y se
les d a b a p a n , v i n o , ' l e c h o y fuego; a los enfermos se les aten-
día cuidadosamente 2,i. E n 1585, el H o s p i t a l tenía cinco camas;
20 E n 1235, D . P o n c e de D u y m e , senescal de N a v a r r a , c o m p r a unas ca-
sas p a r a T e o b a l d o I, "et estas casas son en l a P u e n t de l a R e i n a , et teñen de
luengo de l a r ú a m a i o r p o b l a d a de los r u m e u s , ata l a r ú a p o b l a d a de l a N a u a -
r r e r i a , et en aquella d r e i t u r a el celer de l a r ú a p o b l a d a de l a N a v a r r e r i a , ata
el m u r o de l a v i l l a " ( A r c h . de N a v a r r a , cart. 3, pág. 225).
21 E x t r a c t a O i h e n a r t , iVoí. utr. F a s e , t r a d . G o r r o s t e k r a t z u , pág. 72.
22 P u b l i c a L a c a r r a , loe cit., apéndice V I .
23 A l e s ó ñ , A n a l e s de N a v a r r a , e d . T o l o s a , t. V I I , pág. 129. L a documen-
t a c i ó n del convento del C r u c i f i j o se conserva h o y en el A . H . N . , Orden de
S a n J u a n de Jerusalén, G r a n P r i o r a t o de N a v a r r a .
24 Véase el t e x t o en el Apéndice.
25 E x t r a c t a sus disposiciones el P . A l e s ó n en los A n a l e s de N a v a r r a ,
t. V I I , ed. T o l o s a , p á g . 128.
26 N ú ñ e z d e C e p e d a : L a beneficencia en N a v a r r a , pág. 221. E n 1576
decía el G r a n P r i o r de N a v a r r a al P r i o r del S a n t o C r u c i f i j o de P u e n t e la R e i n a :

126
JV, vi. - l a c a r r a : de pamplona a estella
en 1629, las camas eran siete y aparte f i g u r a b a l a Hospe-
dería 27.
Todavía nos quedan h o y notables restos artísticos de esta
institución. A l a entrada de la v i l l a , viniendo de P a m p l o n a , el
"camino rumeage", de que h a b l a n los documentos, pasaba por
delante del Crucifijo: a l a derecha quedaba l a iglesia; a l a i z -
quierda, el convento y hospital, y ambos, iglesia y hospital, es-
taban unidos sobre el camino por u n a bóveda de crucería. Se
ve todavía j u n t o a l camino u n a p o r t a d i t a o j i v a l , sin t í m p a n o ,
de bellísima decoración f l o r a l y geométrica, obra, a l parecer, de
los finales del siglo X I I (lám. L V I I I , 1); tras ella se pasa a u n a
capillita románica, de u n a sola n a v e , que estuvo cubierta de
bóveda de cañón reforzada por cuatro arcos fajones; h o y sólo
los dos tramos del hastial se mantienen en pie. A d o s a d a a esta
capillita h a y o t r a , t a m b i é n de cañón, con u n t r a m o menos por
los pies y que suponemos ampliación de D . J u a n de B e a u m o n t
al fundar el H o s p i t a l de Peregrinos; ambas comunicaban p o r
arcos apuntados sostenidos por columnas prismáticas que con-
vertían l a iglesia en u n templo de dos naves 28. E n esta capilla
del siglo X V se conserva el magnífico Cristo doloroso t i t u l a r
del templo, obra t a l vez renana de hacia 1400 29. A q u í mandó
enterrarse el fundador, D . J u a n de B e a u m o n t . Sus restos se
instalaron en 1577, en u n magnífico sepulcro j u n t o al altar m a -
yor, al lado del E v a n g e l i o , "todo él labrado primorosamente de
alabastro con su estatua t a m b i é n de alabastro sobrepuesta y #u
epígrafe en versos castellanos, aunque éstos—dice el P . Alesón,
que nos trasmite estas noticias—desdicen mucho de l a elegan-
cia de lo demás de la obra, quizás porque los escultores p r i -
morosos se buscan con dinero y los poetas ellos se ofrecen de

" T e n g o entendido quelque f u n d ó esa S a n t a cassa fué con propósito de que es-
tuviese siempre abierto el o s p i t a l questa en esa casa p a r a los pelegrinos que
suelen pasar a Santiago de G a l i c i a . . . " ( A . H . N . , Orden de S a n J u a n , lega-
jos 712-714).
27 Véanse l a v i s i t a del año 1585 y el i n v e n t a r i o de 1629 que p u b l i c a m o s
en el Apéndice.
28 P u e d e verse plano en B i u r r u n , E l arte románico en N a v a r r a . P a m -
plona, 1936-1940, p á g . 629. Véase además J . I t u r r a l d e y S u i t , P u e r t a del
convento de Templarios en Puente l a R e i n a , en " L a s grandes ruinas monás-
ticas de N a v a r r a " . P a m p l o n a , 1916, págs. 242-245.
29 L u i s V á z q u e z d e P a r c a : E l C r u c i f i j o gótico doloroso de Puente l a
Reir¡a. " P r í n c i p e de V i a n a " , 1943, págs. 307-313.

127
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

b a l d e " "', Pero todo ello desapareció el año 1836, en las azaro-
sas revueltas de nuestras luchas civiles :i 1. H o y , frente a estas
capillas queda u n m o n u m e n t a l edificio de piedra sillería, sen-
cillo de líneas, obra del siglo X V I I I , y que serviría de convento
y hospedería de peregrinos.

Siguiendo l a m i s m a calle se penetra en el recinto murado de


la v i l l a por u n a puerta flanqueada por dos torres—hoy sólo
quedan éstas—, y y a en l a calle m a y o r , o " d e los r u m e u s " , se
encuentra a la derecha la magnífica p o r t a d a de l a iglesia de
Santiago. L a iglesia de Santiago f i g u r a y a en documentos del
1142 3% pero l a p o r t a d a actual parece obra de finales del si-
glo X I I : abocinada, con dovelas labradas de escenas apenas
identificables h o y , y con el arco de entrada lobulado, novedad
en el arte románico que hemos de v o l v e r a encontrar a poca
distancia en otros dos templos del camino de Santiago 33 (lá-
m i n a L V I I I , 2).
E n l a v i l l a había otros hospitales de peregrinos—Künig
cita dos, según hemos v i s t o — , pero sólo tenemos p u n t u a l noti-
cia de uno establecido por l a O r d e n de la Santísima T r i n i d a d
y que se cita en b u l a de 18 de j u l i o de 1209 3l. Como población
de francos fundada para facilitar el tránsito de los peregrinos,
abundarían t a m b i é n las hospederías particulares. L a f f i nos
cuenta que no pudo alojarse en l a hostería por encontrarla
llena.

30 A n a l e s de N a v a r r a , e d . T o l o s a , t. V I I , p a g . 118. E n l a v i s i t a hecha al
convento del C r u c i f i j o el año 1629 se lee: " . . . v i s i t ó el sepulcro y b u l t o del fun-
dador de l a d i c h a cassa que está a l lado derecho del altar m a y o r a l a ú l t i m a
grada de a r r i b a , que es todo aquel y su altar de alavastro con su reja de hierro
que le rodea y cierra por l a parte de abaxo a l dicho sepulcro, el q u a l se alió
con m u c h a l i m p i e z a y c u r i o s i d a d " ( A r c h . de N a v a r r a , Clero, C r u c i f i j o de
P u e n t e l a R e i n a , n ú m . 148, f o l . 4).
31 M a d r a z o : N a v a r r a y Logroño. M a d r i d , 1886, t. I I , pág. 539.
32 L a donación de García Ramírez que se c i t a en l a n o t a 21 aparece hecha
en l a iglesia de Santiago de P u e n t e l a R e i n a .
33 E l i n t e r i o r de l a iglesia es del siglo X V I . Más detalles de este monu-
mento p u e d e n verse en M a d r a z o , N a v a r r a y Logroño, I I , 540, y en B i u r R ü n ,
E l arte románico en N a v a r r a , págs. 135 y 633.
34 P . A n t o n i n d e l ' A s s o m p t i o n : Les origines de l a Tres Sainte Trinite.
R o m e , 1925, pág. 107. D e l H o s p i t a l de l a V i l l a en el siglo X V I da algunos
datos N ú ñ e z d e C e p e d a , L a beneficencia en N a v a r r a , pág. 222.

128
IV, vi. - l a c a r r a : de pamplona a estella
A la salida de l a v i l l a se encontraba a l a izquierda la parro-
quia de San Pedro :,% y a l fondo el puente que le da n o m b r e ;
puente elegante y airoso, volteado por seis arcos de medio p u n t o
y con los pilares abiertos t a m b i é n por arquitos que aumentan l a
ligereza del conjunto (lám. L I X , 1). U n a poética leyenda cuenta
que de vez en cuando u n pajarillo de especie desconocida en el
país aparecía en las inmediaciones, bajaba al río, se mojaba las
alas y subía a l i m p i a r u n a imagen de l a V i r g e n que descollaba
sobre el p r e t i l de l a vetusta mole. E l pueblo acudía en masa
cuando le d i v i s a b a , y el p á j a r o , sin curarse de l a muchedumbre
ni del estruendo, emprendía y acababa su tarea como si estu-
viera solo. Pasadas algunas horas, levantaba el vuelo, desapare-
cía en los aires y no volvía a dejarse ver en años. Su llegada era
presagio de sucesos prósperos, y de ahí el regocijo del pueblo 36.

A la salida de Puente l a R e i n a , los peregrinos seguían por


B a r g o t a , E n c o m i e n d a de l a O r d e n del T e m p l e , que luego pasó
a depender de la de San J u a n , incorporándose sus rentas a l a
fundación del C r u c i f i j o en 1469. H o y h a desaparecido todo ves-
tigio de población 37. P o r u n a empinada cuesta se subía a M a -
ñ e r u , que desde el siglo X I I I a l X V I pertenecía t a m b i é n a l a
Orden de San J u a n , y por u n camino viejo, que v a h o y a l a iz-
quierda de l a carretera, se llegaba a C i r a u q u i , situado en u n a
altura. Su iglesia de San R o m á n tiene u n a magnífica p o r t a d a
ojival, con arquería l o b u l a d a , de sabor más oriental que l a que
hemos visto en Puente l a R e i n a , y análoga en todo a l a que
encontraremos en San P e d r o l a R ú a de Estella38.

E l camino de los peregrinos desciende de C i r a u q u i , salva u n


arroyuelo por u n puente de u n solo arco de vetusto aspecto,

35 E n el siglo X I I pertenecía a L e i r e . Véase l a b u l a de A l e j a n d r o I I I de


28 j u n i o 1174 en K e h r , P a p s t u r k u n d e n , N a v a r r a und A r a g ó n , II, 469. Sobre
el m o n u m e n t o , cf. M a d r a z o , op. cií., I I , 548.
36 Recoge esta l e y e n d a M a d r a z o (loe. cit., 550) t o m á n d o l a de M a n é y
F l a q u e r , E l Oasis. V i a j e a l País de los Fueros. B a r c e l o n a , 1878.
37 U n a documentación a b u n d a n t e de esta E n c o m i e n d a , a p a r t i r del s i -
glo X I I , puede verse en el A . H . N . , G r a n Priorato de N a v a r r a de l a Orden de
San J u a n de Jerusalén.
38 Véase I t u r r a l d e y S u i t : P o r t a d a de l a iglesia de S a n Román de C i -
rauqui, en " L a s grandes ruinas monásticas de N a v a r r a " , págs. 246-249, y
B i u r r u n , loe. eit., págs. 135 y 297.

TOMO 11.—c
129
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

cruza l a carretera a c t u a l y pasa por el despoblado de Urbe. Su


nombre figura en la documentación del siglo X I I y aparece ya
despoblado en el siglo X V I I I "'. Quedaban no hace mucho tiem-
po las ruinas de u n a ermita románica con su espadaña y cane-
cillos; hace unos veinte años se l l e v a b a n sus restos como mete-
r i a l de construcción; en las inmediaciones, montones de piedras
delataban l a existencia de este pueblo, del que apenas queda el
recuerdo.

E l camino está aquí perfectamente marcado. Poco después


comienza a descender p a r a salvar el cauce del río Salado o Gue-
salaz, que cruzaban los peregrinos por u n puentecillo; el actual
es o j i v a l , de dos arcos desiguales ( l á m . L I X , 2). E l autor de la
" G u í a " del siglo X I I nos previene que no deben beber de él
n i las personas n i las caballerías " q u i a f l u m e n letiferum est".
" C u a n d o íbamos a Santiago ^—dice—encontramos en su orilla
a dos navarros afilando sus navajas según costumbre, para
desollar las bestias de los peregrinos que beben de aquella agua
y mueren, los cuales a nuestras preguntas dijeron, mintiendo,
que era sana para beber; dimos de beber de ella a nuestros
caballos y al instante murieron dos, y en el mismo lugar los
desollaron" 40. E l agua del río es salada, como su nombre indica,
pero no m a l i g n a : podemos asegurarlo por experiencia.
U n a vez pasado el puente, el camino seguía por l a orilla del
río unos cien metros, cruzaba la actual carretera y ascendía
hasta L o r c a .

L o r c a tiene u n a sola calle, l a calle M a y o r , por l a que iba


el camino de peregrinos. A l a derecha quedaba l a iglesia, sencilla
construcción de u n a sola nave o j i v a l , ábside románico, con
ventanitas ciegas y canecillos. E n f r e n t e de l a iglesia había un
hospital dado en 1209 por Gutiérrez Gascón, hijo de Gascón
de M u r e l , a N u e s t r a Señora de Roncesvalles. E n el siglo X I I I ,
las posesiones de Roncesvalles en L o r c a f o r m a b a n u n a E n c o -
mienda, E n el siglo X V I constituyen una Clavería, y y a no se
habla de hospital41.

39 A l t a d i l l : Geografía histórica de N a v a r r a . Los despoblados, B C M N a v . ,


1923, pág. 26.
40 C a p . V I de l a " G u í a " . Véase t a m b i é n Campión, E l camino navarro de San-
tiago y l a seguridad de los viandantes, en " E u s k a r i a n a " , q u i n t a serie, pág. 131-
41 I b a r r a : H i s t . de Roncesvalles. P a m p l o n a , 1936, págs. 152, 1.007 y 1.028.

130 -
IY, vi. - l a c a r r a : de pamplona a estella
E l camino de los peregrinos entre L o r c a y V i l l a t u e r t a , del
que apenas se perciben señales, parece que i b a a la izquierda de
la carretera. A l l í hubo u n hospital de peregrinos ("in camino
Sancti l a c o b i , inter L o r c a et illo ponte de V i l l a t o r t a " ) , que en
1175 fué dado por D . Gascón de M u r e l a la Orden de San J u a n *2.
N i n g ú n otro recuerdo h a dejado esta fundación, n i tampoco se-
ñales sobre el terreno, que cuidadosamente hemos recorrido.
D e V i l l a t u e r t a , el camino pasaba cerca de l a ermita de S a n
Miguel, antiguo monasterio incorporado a Leire en el siglo X I ;
descendía hasta alcanzar las orillas del E g a , y por l a " p i e z a del
Conde" entraba en E s t e l l a .

42 Véase el Apéndice. P a r a su fecha, cf. L a c a r r a . , Rectificaciones a l epis-


copologio pamplonés, " P r í n c i p e de V i a n a " , 1942, n ú m . V I I I , pág. 299.

131

PAMPWm

****-**-» Ccxmímos* efe ji.ejre.Qrire&r

uesixe (xx(^íe¿rt£x.

uréíota.

•¿o^ COrzar

C&ofi
ioc#os/o

« <Snccc¿X 1:4oOtOOO
Capítulo VII

D E E S T E L L A A N A J E R A

Stella, que pane bono et obtimo vino et carne et p i s c i b u s


f e r t i l i s esí, cunctisque felicitatibus p l e n a .
( L i b e r V Sancti l a c o b i , c a p . III.)

L a "Guía de los P e r e g r i n o s " señala l a cuarta etapa del ca-


mino de Santiago desde E s t e l l a a N á j e r a , y dice que era p a r a los
que i b a n a caballo. E f e c t i v a m e n t e , el trayecto es de unos 76 k i -
lómetros, y aun cuando no es demasiado accidentado, excede
del de u n a j o r n a d a n o r m a l . L a etapa siguiente, de N á j e r a a
Burgos, es de 90 kilómetros, y t a m b i é n dice que era p a r a los
que i b a n a caballo. L o s peregrinos las d i v i d i r í a n y alterarían a
su gusto. Los de a pie probablemente harían u n a p a r a d a en L o -
groño (48 K m . ) , otra en Santo D o m i n g o de l a Calzada (48 K m . ) ,
y aun t a l vez otra en V i l l a f r a n c a Montes de O c a (34 K m . ) , antes
de llegar a Burgos. Como había, hospitales acreditados en v a -
rios puntos de l a r u t a , aún s u b d i v i d i r í a n muchos el recorrido
de acuerdo con sus conveniencias.

Estella.

H a s t a el año 1090, los peregrinos de Santiago pasaban d i -


rectamente de V i l l a t u e r t a al monasterio de Irache, sin entrar
en E s t e l l a . C r u z a b a n el río E g a por el puente N a v a r r o ; ascendían
una ligera cuesta hasta pasar por Z a r a p u z , donde había u n pe-
queño monasterio y h o s p i t a l de peregrinos dependiente de
San J u a n de la Peña 1, y por l a f a l d a de M o n t e j u r r a llegaban a
Santa María la R e a l de Irache.

1 L a v i l l a de Z a r a p u z c o n sus tierras p r ó x i m a s había sido d a d a a S a n


J u a n de l a Peña en 992 por Sancho Garcés II A b a r c a , L i b r o Gótico de S a n
J u a n de l a Peña, f o l . 50. P u b l . M a g a l l ó n , Colecc. d i p l . , pág. 73. Más adelante,

133
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

P e r o , en ese año de 1090, el rey Saneho Ramírez decidió hacer


una población de francos en L i z a r r a , a tres kilómetros de la
r u t a de peregrinación. "Querían los monjes de San J u a n — d i c e
el r e y — hacer la población de francos en aquel su término de
Z a r a p u z , en el camino de Santiago, y yo quería mudar dicho
camino por L i z a r r a y hacer aquí u n castillo y población de
francos. Pero como este lugar de L i z a r r a era más sano que donde
ellos querían poblar, les dije que me consintieran de buena vo-
l u n t a d el hacer l a población, que y o les daría l a décima parte
de todas las cosas que D i o s , por su misericordia, se dignase otor-
garme en dicho poblado; ellos de buena v o l u n t a d accedieron a
m i r u e g o " 2.

L a nueva población se estableció en u n paraje pintoresquí-


simo, a l pie de u n a roca donde había u n castillo antiguo y a ori-
llas del río E g a ; el paisaje se reduce considerablemente ante la
p r o x i m i d a d de las montañas que rodean l a c i u d a d , y u n pano-
r a m a siempre verde y frondoso por l a h u m e d a d del río se ofre-
cía al peregrino del N o r t e evocándole sus tierras queridas (lá-
m i n a L X I , 1).
E n E s t e l l a encontraba el peregrino buen p a n , excelente
v i n o , m u c h a carne y pescado, y estaba llena de toda felicidad,
según anunciaba la " G u í a " del siglo X I I . " H a y en tierras de
España u n noble y famoso castillo—decía en el siglo X I I el
abad de C l u n y — q u e , por lo adecuado de su situación y ferti-
l i d a d de las tierras próximas, y por l a numerosa población que
lo h a b i t a , en todo lo cual supera a los castillos que le rodean,

u n monje l l a m a d o A m u s c o , procediendo de m a l a fe, puso el nuevo convento


en manos del a b a d de L e i r e , y fué restituido en 1060 a sus legítimos propie-
tarios por orden de Sancho el de Peñalén ( M o r e t , A n a l e s , l i b . X I I , cap. I l l ,
número 25, y M a g a l l ó n , Col. d i p l . , pág. 75). D e Z a r a p u z no quedan hoy más
que algunos paredones de unos viejos corrales; hace pocos años podían verse
unos relieves románicos y laudas sepulcrales engastadas en u n a p a r e d ; algu-
nas laudas sepulcrales de abades de Z a r a p u z se v e n h o y en u n m u r o del vecino
barrio de N o v e l e t a .
N o m u y lejos de aquí, en O r d o i z , situado entre Z a r a p u z y E s t e l l a , hubo
u n h o s p i t a l en l a E d a d M e d i a , que en 1374 fué donado por Carlos II a l a cate-
d r a l de P a m p l o n a (Comptos, c a j . 28, n ú m . 61). E n 1381 v o l v i ó el R e y a tomar
dicha casa, y en recompensa dio a l a catedral 80 libras sobre l a pecha de Men-
digorría (Comptos, cart. 2, pág. 212). L a s vicisitudes de estas casas de Ordoiz
pueden seguirse en Y a n g t j a s , Dice, de antig., I I , 234, y A d i c . , pág. 487.
2 Véase su t e x t o en el Apéndice.

134
IV, Vil- " 1 A C A R R A : DE ES T EL LA A NA.JERA

estimo que no en vano se l l a m a E s t e l l a " 8. " E s t e l l a la b e l l a " , re-


petía u n adagio d e l siglo X V *.
Pronto se fueron agregando a l p r i m i t i v o núeleo urbano nue-
vas poblaciones, con sus parroquias: San M i g u e l , primero; S a n
J u a n y S a n Salvador del A r e n a l , después % y , justificando a m -
pliamente la necesidad reconocida por Sancho Ramírez, se fué
llenando de hospitales, hospederías y cofradías encargadas de
proteger a l peregrino y a l desvalido e.
Antes de entrar en l a población, el peregrino encontraba a l a
derecha del camino 7 u n h o s p i t a l bajo l a advocación de S a n L á -
zaro. F i g u r a y a en documentos del siglo X I I y estaba destinado
a albergar leprosos. Sobre su puerta lucía u n precioso crismón
del siglo X I I f i r m a d o p o r " A l d e b e r t o " 8 (lám. L X ) . U n docu-
3 P e d r o e l V e n e r a b l e : D e M i r a c u l i s , l i b . I, cap. 28 ( M i g n e , P . L . ,
tomo 189, c o l . 903); cf. J . M.a L a c a r r a , U n a aparición de ultratumba en E s -
tella, " P r í n c i p e de V i a n á " , 1944, p á g . 173.
4 R . M e n é n d e z P i d a l : Poesía juglaresca y juglares. M a d r i d , 1924, pá-
ginas 306, n o t a , y 466.
5 Sobre l a repoblación de E s t e l l a , véase el cap. II de l a parte I I I .
6 L a p r i m e r a h i s t o r i a de E s t e l l a , m a n u s c r i t a , es de D . F r a n c i s c o d e
E g u í a y B e a u m o n t , t i t u l a d a E s t r e l l a cautiva o H i s t o r i a de l a ciudad de E s -
tella (año 1644); está escrita en diálogo y f a l t a de crítica, pero tiene datos
utilizables. H a y copias en l a B i b l i o t e c a de l a R e a l A c a d e m i a de l a H i s t o r i a
(sign. 11-2-7-3), i n c o m p l e t a , y en l a B i b l i o t e c a de N a v a r r a ; t r a b a j o m u c h o más
serio son las M e m o r i a s históricas de l a ciudad de Estella compuestas y dedicadas
a la misma ciudad, p o r el L i c d o . D . B a l t a s a r d e L e z a Ú n y A n d í a , año 1710,
también m a n u s c r i t a s . E s t a o b r a es l a que f u n d a m e n t a l m e n t e u t i l i z ó el P a d r e
S e b a s t i á n I r i b a r r e n p a r a sus Apuntes sobre l a historia antigua de E s t e l l a ,
S e v i l l a , 1912, 244 p á g . Nosotros aprovechamos p r i n c i p a l m e n t e los documentos
del A r c h i v o M u n i c i p a l ( í n d i c e de los documentos antiguos del A r c h i v o M u n i -
cipal de E s t e l l a , p o r D . P e d r o E m i l i a n o Z o r r i l l a y E c h e v e r r í a . E s t e -
l l a , 3914, 48 páginas), los parroquiales y el de l a Cámara de C o m p t o s .
7 E l c a m i n o i b a , hasta l a construcción de l a carretera a c t u a l , a orillas
del E g a , entre el convento de l a M e r c e d y el r í o .
8 Se conserva h o y en el M u s e o de l a Cámara de C o m p t o s , de P a m p l o n a .
D a m o s de él una'fotografía. Cf. B i u r r u n , E l arte románico en N a v a r r a , pág. 354.
E n el crismón se m e n c i o n a a García Ramírez el R e s t a u r a d o r (1134-1150).
E n u n documento de 1187 se c i t a el camino de S a n Lázaro (Comptos, c a j . 1,
n ú m . 39, cart. 1, pág. 184). E n 1196 (3 m a y o ) , M a r t í n L a m i r a t deja " a d i n f i r -
mes S a n c t i L a z a r i " irnos maravedís p a r a c o m p r a r unos m o l i n o s , y P e d r o de
L a r r a g a compró unos que había j u n t o a l a p i e z a del Conde " c u m placeré et
volúntate de omnes i n f i r m o s S a n c t i L a z a r i et c u m c o n s i l i o " del preboste,
alcalde y doce jurados de E s t e l l a (Comptos, c a j . 1, n ú m . 65). E n 1258 (18 de
«ñero), los doce jurados de E s t e l l a d a n a censo u n a v i ñ a " q u e es p r o p i a del C o n -
seill d ' E s t e l a pera obs de l a Casa de Sant L a z d r e " (Comptos, c a j . 1, n ú m . 65).

135
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

mentó de 1302 nos explica que la "casa es hedificada en el ca-


mino franges por do passan muchos pelegrinos et muchos bonos
christianos que v a n a seynnor Santiago, de los quoales son y al-
bergados m u y tos romeros majados daqueilla enfermedat quando
y acahegen, et a los que non traben espensas proveenles del
comer et .del bever et danles aquello que han mester segunt el
su p o d e r " 9, L a Casa dependía del Concejo de E s t e l l a 10, el cual
en 1313 l a cedió en usufructo v i t a l i c i o a D.a E l v i r a R u i z D a n -
trena, con obligación de dar cuentas anuales a los jurados del
Concejo; con ese m o t i v o se hizo u n inventario m u y curioso de
todos los enseres que contenía el hospital 11.

Todas las parroquias tenían sus hospitales, generalmente


regidos por u n a cofradía. Se habla de u n "hospitale Stelle"
en 1188, que estaba j u n t o al barrio del A r e n a l , es decir, a la en-
t r a d a de l a población desde P a m p l o n a 12, otro hospital de San
P e d r o , regido por u n p r i o r 13; otro de S a n J u a n , con su cofradía 14,
y otro de San M i g u e l , propiedad de l a cofradía de Abades y
9 E s l a c a r t a de recomendación expedida por el Concejo p a r a los deman-
dadores de limosnas c o n destino a l h o s p i t a l . A r c h . M u n i c i p a l de E s t e l l a , per-
gamino n ú m . 13. Se p u b l i c a en el Apéndice.
10 M . N ú ñ e z d e C e p e d a : L a beneficencia en N a v a r r a , pág. 47, supone
que fué f u n d a d a en el siglo X I por l a O r d e n de S a n L á z a r o , pero no apoya
esta a f i r m a c i ó n con p r u e b a n i n g u n a .
11 O r i g i n a l en el A r c h . M u n i c i p a l de E s t e l l a , perg. n ú m . 15, copia en
Compíos, c a j . 1, n ú m . 65. L o p u b l i c a m o s en el Apéndice.
12 A r c h . de N a v a r r a ; Compíos, c a j . 1, n ú m . 46, cart. 1, f o l . 184.
13 A . H . N . : Irache, leg. 942, doc. de 21 m a r z o de 1236; en el testamento
de T e o b a l d o II, noviembre 1270, se dejan al h o s p i t a l de S a n P e d r o de E s t e l l a
60 sueldos; M o r e t , A n a l e s , ed. T o l o s a , t. 4 , pág. 380. A r c h . del Convento
de S a n t a C l a r a de E s t e l l a , perg. n ú m . 7, de 6 de j u n i o de 1352.
14 T e o b a l d o II (23 septiembre 1269) a u t o r i z a a los "fielles fradres de
nuestra población de S t e i l l a de l a perroquia de Sant J o h a n que cilios por
fazer algunas obras de piedat en remission de los peccados an entresi esta-
blecido... cilios con lures confradres de l a C o n f r a d r i a del h o s p i t a l de Sant J o h a n
se apleguen dos dias en l ' a y n n o en l a casa que es c l a m a d a conffradria del hos-
p i t a l de S a n t J o h a n por comer en semble et por fazer alguna caritat a poures.
E t por fer cantar missas en l a iglesia de Sant J o h a n por lures deffuntos et
por fazer h y lures capítulos q u o a l h o r a los confradres quisieren o estouieren
por ordenar o por endregar las cosas que pertenescen a l a dicha conffradria,
et n o n por otra r a z ó n " . Compíos, cart. 2, pág. 144; documento del año 1352,
6 j u n i o , en A r c h . d e l Convento de S a n t a C l a r a de E s t e l l a , perg. n ú m . 7; docu-
mento de 20 a b r i l 1428 de los reyes D . J u a n II y D.a B l a n c a , en Compíos,
c a j . 126, n ú m . 53, que p u b l i c a N ú ñ e z d e C e p e d a , L a beneficencia en N a v a -
r r a , pág. 93.

136
IV, VII- " L A C A R R A : D E E S T E L L A A N A J E R A

Legos 1'. E n 1524, por decisión de Carlos V , todos los hospi-


tales que había entonces en la ciudad se fundieron en u n o
solo. E r a n éstos el de la T r i n i d a d y el de San Nicolás, situa-
dos en l a parroquia de S a n P e d r o ; el de los A b a d e s , que es-
taba en l a parroquia de S a n M i g u e l ; l a cofradía hospital de los
Zapateros y l a de las T r o c h a s , que r a d i c a b a n en l a p a r r o q u i a
de San J u a n lli.
Aparte se citan en el siglo X I I una h e r m a n d a d del Santo Se-
pulcro y u n a cofradía de L i z a r r a 17; de ésta sabemos que siem-
pre que se reunían los cofrades a comer d a b a n de l i m o s n a a
cada pobre u n p a n de dos libras y así llegaban a darla a dos m i l
pobres o más, y sentaban a su mesa a trece pobres que comían
igual que los cofrades 1S. H a b í a , además, u n a cofradía l l a m a d a
de "los S e s e n t a " , " L X confratribus de Stella, q u i dicuntur con-
fratres S a n c t i l a c o b i " , que en 1174 recibieron del obispo l a
iglesia de N u e s t r a Señora del P u y , extramuros de l a v i l l a 19.
E n ocasiones, cosa m u y h u m a n a , las cofradías no se l l e v a b a n
bien unas con otras, y así, en 1323 los comisarios inquisidores o
reformadores nombrados por el rey disolvieron las cofradías

15 N ú ñ e z d e C e p e d a : L a beneficencia en N a v a r r a , p a g . 9 3 , d a cuenta
de dos documentos d e l A r c h i v o de Comptos de 26 febrero 1389 y de 2 octu-
bre 1399. E n el A r c h . P a r r o q u i a l de S a n J u a n B a u t i s t a , de E s t e l l a , n ú m . 2 1 3 ,
h a y u n documento sin fecha, con noticias de l a cofradía de los A b a d e s y de
l a fundación del H o s p i t a l .
16 V . L a c a r r a : L o s antiguos gremios de E s t e l l a , B C M N a v . , 1920, p á -
gina 41, n o t a ; y M . N ú ñ e z d e C e p e d a , L a beneficencia en N a v a r r a , p a g . 9 5 .
17 E n u n documento de 1123 ( A . H . N . S a n J u a n de l a Peña, n ú m . 479)
se h a b l a de u n a v i ñ a " q u e est i n t e r m i n u m de L i z a r r a et est s i t a i n t e r v i n e a m
de fraternitate S a n c t i Sepulcri et i n t e r v i n e a m de confratres de L i z a r r a " .
18 P r i v . de T e o b a l d o I, 1253, c o n f i r m a d o en 1274 por E n r i q u e I: " c o m o
los confradres de l a c o n f r a d r i a de Sant Pere de L i z a r r a ouiessen establido
en l u r c o n f r a d r i a que cada que los confradres c o m i a n en l a c o n f r a d r i a d a u a n
en almosna de p a n cuito a c a d a u n pobre dos Huras, e esto b i e n a dos m i l i a
pobres o a m a s , si mas h i uiniessen; e demás, q u a n d o c o m i a n los confradres
en l u r c o n f r a d r i a que d a u a n a comer a treze pobres en l u r t a b l a , assi b i e n
como a cada u n c o n f r a d r e " , Compios, c a j . 3, n ú m . 70. P u b l . en B C M N a v . ,
año 1895, n ú m . 2, p a g . 18.
19 P u b l i c a m o s el documento en el Apéndice. Otras cofradías había en
E s t e l l a que no sabemos g u a r d a r a n relación c o n los peregrinos n i que t u -
vieran hospitales: l a de San J u l i á n , cuyos E s t a t u t o s del siglo X I V se conser-
v a n en el A r c h i v o P a r r o q u i a l de S a n P e d r o ; l a de S a n t a María de l a L o y a ,
de l a que h a y documentos en l a p a r r o q u i a de S a n M i g u e l de p r i n c i p i o s del
siglo X V .

137
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

de los Sesenta o del P u y y la de Santa María de Salas, por fo-


mentar los bandos 20.
L o s peregrinos, como es n a t u r a l , se alojarían en el barrio de
los francos—barrio dé San M a r t í n — , donde estaban las tiendas,
alberguerías y los hospitales de San Pedro y San Nicolás.
E n uno de estos hospitales se alojaría el obispo de Patrás,
que, según u n a tradición l o c a l , m u r i ó en E s t e l l a , camino de
Santiago. Refiere A m b r o s i o de Morales 21 que hacia el año 1270
u n obispo de Patrás, en A c a y a , resolvió ir en peregrinación a
Compostela, y para dejar allí alguna m e m o r i a de su visita deci-
dió llevar como obsequio u n a espalda del cuerpo de San Andrés
apóstol, que había padecido el m a r t i r i o en aquella ciudad y
estaba sepultado allí 22. Sacó de todo testimonio auténtico que,
j u n t a m e n t e con la sagrada reliquia, incluyó en una caja para
traerla consigo. Llegó a E s t e l l a a pie y sin c o m i t i v a de criados,
habiendo emprendido en esta forma l a peregrinación para ma-
y o r h u m i l d a d y m o r t i f i c a c i ó n ; aquí cayó enfermo y , sin decla-
rar quién era, se hospedó con los demás pobres en el hospital,
donde m u r i ó en breve, reteniendo siempre pegada a su cuerpo
l a preciosa reliquia que consigo traía. Enterráronle en el claus-
tro de l a iglesia de San P e d r o , y a l a noche siguiente a d v i r t i ó el
sacristán de la iglesia u n resplandor como de estrellas sobre la
sepultura del obispo peregrino. Repitióse la m a r a v i l l a en las
noches siguientes, y los clérigos, que dudaban de la declaración
del sacristán, quedaron desengañados; se registró el sepulcro y ,
a l desnudar el cadáver, hallaron en su pecho l a caja de madera
y en ella la reliquia de San Andrés y algunas otras, así como la
cabeza de u n báculo, dos vinajeras y unos guantes de seda. Se
conserva todavía el báculo, hermosa pieza de cobre esmaltado
de L i m o g e s , las vinajeras del mismo m e t a l y los guantes de co-
lor pardo oscuro. L a r e l i q u i a , que es u n omoplato del santo, fué
guardada en u n relicario de oro y esmalte, que en 1374 mandó

20 Comptos, c a j . 6, n ú m . 23.
21 A . d e M o r a l e s : Antigüedades de E s p a ñ a , l i b . 9, cap. V I I , pág. 243;
A l e s ó n , A n a l e s de N a v a r r a ( A d i c c . al P . M o r e t ) , ed. T o l o s a , t. I V , pá-
gina 407.
22 Sobre las vicisitudes del cuerpo de S a n Andrés h a y datos curiosos en
las citadas M e m o r i a s históricas de l a ciudad de Estella, de L e z a u n y A n d í a ,
capítulo X I V . E l obispo sería francés, pues franceses eran entonces los pre-
lados de Patrás.

138^
IV, vil. - l a c a r r a : de e s t e l l a a na j e r a

labrar Carlos II el M a l o a8, quien estableció además u n a cape-


llanía espléndidamente dotada 2J. San Andrés fué declarado
más adelante patrono de l a ciudad de E s t e l l a .
Como y a hemos dicho, los peregrinos encontraban antes
de entrar en E s t e l l a el hospital de San Lázaro. J u n t o a él
se estableció en 1524 el H o s p i t a l General, donde estuvo has-
ta 1624. Adosado al hospital estaba el convento de N u e s t r a
Señora de Salas, fundado en el siglo X I I I , que luego pasó a
ser de religiosos mercedarios. Parece que en el siglo X V I I I
se asistía aquí a los peregrinos de Santiago, según atestigua
L a f f i 25.
E n t r a b a n los peregrinos en l a ciudad por San Salvador del
A r e n a l y p a r r o q u i a de San M i g u e l (lám. L X I , 2), donde v i m o s
había u n h o s p i t a l en 1188; t a m b i é n hubo desde el siglo X I I I
u n convento de religiosos agustinos. C r u z a b a n el río E g a —de
agua dulce, sana y excelente, según l a " G u í a " del siglo X I I —
por el l l a m a d o puente de l a Cárcel, atrevida obra medieval de
u n solo arco que fué volado en 1873 2% y siguiendo por l a calle
d é l a Rúa ^—rúa de las Tiendas, se decía en l a E d a d M e d i a —
llegaban a l a p l a z a de S a n M a r t í n , que era el centro económico
y político de l a población de francos, que l e v a n t a r a Sancho R a -

23 L e z a u n y A n d í a , que alcanzó a v e r l o , lo describe así: " U n relicario


p i r a m i d a l de p l a t a sobredorada e s m a l t a d a , de peso de 31 marcos, y al pie dos
escudos de armas c o n las cadenas de N a v a r r a y lises franceses de verde es-
malte, y en l a orla de l a peana de este relicario tiene ¡de l e t r a gótica l a i n s c r i p -
ción siguiente: Carolus D e i g r a t i a R e x N a v a r r e , Comes Ebroicensis armo D o -
m i n i milésimo tercio septuagésimo quarto dedit istud relicarium i n quo fecit re-
p o n i humerum Beati Andreae. Orate pro eo" ( M e m o r i a s históricas de l a ciudad
de Estella, m s . cap. X V ) . E l relicario se vendió h a c i a 1712, y en su lugar pusie-
ron el a c t u a l de f i l i g r a n a de p l a t a del siglo X V I I I .
24 P a m p l o n a , d i c . 1373. E l perg. original se conserva en el A r c h . P a r r o -
q u i a l de S a n P e d r o l a R ú a .
25 H a b l a n d o de Lustella (Estella) dice que en el convento " d e l l a R e d e n -
tione... fanno gran c a r i t a a l l i P e l l e g r i n i d i p a ñ i e v i n o " .
26 Fué v o l a d o p o r el teniente de Ingenieros D . H o n o r a t o de l a S a l e t a p o r
orden del general Ñ o u v i l a s durante l a guerra c i v i l . Se h a d i c h o , sin f u n d a m e n t o ,
que era r o m a n o . P u e d e n t o d a v í a apreciarse los arranques en ambas orillas
y restos de u n a casa f o r t i f i c a d a de l a E d a d M e d i a en l a orilla derecha. H a b í a
además otro puente que c o m u n i c a b a el barrio de S a n P e d r o con el de S a n
J u a n , y que en los documentos del siglo X I I se l l a m a de S a n M a r t í n y a h o r a
puente del A z u c a r e r o . K ü n i c , confuso e impreciso en esta parte de s u r e l a t o ,
h a b l a de cuatro puentes a cinco millas de Puente l a R e i n a . S i n d u d a se refiere
a Estella.

139
L A S P E R E G R I N A C I O N E S S A N T I A G O

•mm

*Q B ^

140
IV, vil. - l a c a r r a : de e s t e l l a a n a j e r a

mírez en 1090. E n l a Casa de San M a r t í n se reunía el Concejo,


y casi enfrente estaba el palacio r e a l , hermosa construcción ro-
mánica del siglo X I I , en uno de cuyos capiteles se ve repre-
sentado el legendario encuentro de R o l d a n con el gigante F e -
rragut 27 ( l á m . L X I I ) . T o d o el trayecto estaba protegido por el
castillo.
E n esta zona r a d i c a b a n , como y a hemos i n d i c a d o , las p r i n -
cipales alberguerías de peregrinos 28, que estarían casi siempre
regidas por francos; las tiendas, de las que unas había en e l
pórtico de San M a r t í n , otras en l a rúa de las Tiendas y en l a
rúa de San Nicolás 29; los hospitales, etc. D e l a capacidad de
estas alberguerías tenemos n o t i c i a por u n a cuenta del año 1331,
en que el gobernador de N a v a r r a , yendo camino de C a s t i l l a ,
se alojó en " l o u hóstel don R e y C h a n d o i l e " y le acompañaban

27 J . M.a L a c a r r a : E l combate de R o l d a n y F e r r a g u t y su representación


gráfica en el siglo X I I , " A n u a r i o del Cuerpo de A r c h i v e r o s , B i b l i o t e c a r i o s
y Arqueólogos", t. I I , pags. 321-338.
28 E n . 1174 encontramos en el b a r r i o de S a n Nicolás u n " G i r a l d o arber-
g a d o r " , Becerro de Irache, f o l . 75 v.0 E n 1318, D r o c o n de M e l d i s , preboste de
E s t e l l a , a n d u v o persiguiendo a J o h a n de L o n d r e s , que había robado a los
peregrinos mientras d o r m í a n en el hospicio de D o m i n g o l l a m a d o el G a l l e g o ,
Comptos, t. X V I I , C a m p i ó n , " E u s k a r i a n a " , q u i n t a serie, p a g . 133. L a Cró-
n i c a de Sahagún h a b l a de l a p r i s i ó n del a b a d de Sahagún y su detención en
las posadas de E s t e l l a por orden de A l f o n s o I: "Fe<jimos nuestra t o r n a d a por
Aragón; e ahe u n d i a , como biniesemos a u n castillo l l a m a d o E s t r e l l a , u n f r a n -
cés que de l a religión m o n a c a l a v i a apostatado, por nonbre G r o f e d o , prendió-
nos, ca p a r a esto del r e y fuera e n v i a d o ; tomáronnos a u n las cavalgaduras e
todas quantas cosas a v i a m o s , dexandonos t a n solamente las bestiduras de
que eramos vestidos; e sacándonos de l a posada donde eramos hospedados,
departiéronnos por otras posadas, poniéndonos buenas guardas. A gran p e n a
podimos alcanzar que y o e el a b b a d quedásemos en u n a m e s m a posada, e como
nos fuese otorgado, n o n nos fué p e r m i t i d o que yaciésemos en o t r a parte si
non antel lecho en el q u a l el señor de l a casa c o n su p r o p i a muger y a c i a ; e
como dende a tres dias fuésemos llevados ante l a presencia del rey, todos los
nobles que le seguían e acompañaban se m o b i e r o n a g r a n misericordia e c o m -
pasión acerca de n o s " , ed. J . P u y o l , p á g . 100.
29 A ñ o 1142. P e d r o , abad de Irache, d a a " A r n a l d o mercero de S t e l l a "
" i l l a nostra tendá que est i n p o r t i c u S a n c t i M a r t i n i " , Becerro de Irache, fo-
lio 55 v.0; año 1174, e l abad de Irache d a a D.a P e t r o n e , m u j e r de S t e p h a n o
Marescoth " q u a t u o r t e n d a s " y huerto " q u e sunt i n b a r r i o S a n c t i N i c o l a y "
y dos tiendas " q u e f u e r u n t de d o n B o d i n ante S a n c t u m M a r t i n u m " . ( B . I r a -
che, f o l . 75 v.0); año 1181 Sancho abad de Irache a r r i e n d a " t i b í P e t r o n e et
i i l i i s tuis de i l l a parte tende r o t u n d e que est ante ecclesiam S a n c t i M a r t i n i " ,
( B . Irache, f o l . 81 v.0, 82).

141
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

120 peones y seis caballeros, más 48 caballerías de impedi-


m e n t a ao.
Parece que en el convento de Santo D o m i n g o se daba tam-
bién u n a limosna a los peregrinos que i b a n a Santiago 31.
L a iglesia de San P e d r o — l l a m a d a San Pedro la R ú a , para
distinguirla de l a otra iglesia de San Pedro de L i z a r r a , que y a
existía antes de 1090—,era l a p r i n c i p a l del barrio de los francos.
A l l í había u n altar de Santiago, ante el que no dejarían de rezar
los peregrinos32. S u hermosa portada de arco lobulado es del
mismo tipo que la que y a hemos visto en San R o m á n de Cirau-
q u i , y su interior muestra u n a gran cabecera románica de tres
ábsides y tres naves cortas, obra estas últimas del siglo X I V .
F o r m a n d o cuerpo aparte h a y u n a c a p i l l a barroca donde se ve-
nera l a reliquia de San Andrés que trajera el peregrino de P a -
trás. D e l claustro románico—cementerio de peregrinos en la
E d a d M e d i a , según hemos v i s t o — q u e d a n todavía dos alas, la
una historiada y la otra con decoración de follaje y animales fan-
tásticos, inspirada ésta en telas orientales. Su construcción data
de h a c i a 1200. Cubierto de vegetación medio salvaje, al pie de l a
imponente roca donde se asentaba el castillo, inspira l a serena
t r a n q u i l i d a d de las ruinas que, en su abandono, concentran toda
nuestra atención en l a evocación de su pasado (lám. L X I I I , 1).
L a afluencia de peregrinos y los fueros t a n favorables que.
alcanzó 33 dieron a E s t e l l a u n a i m p o r t a n c i a comercial que se re-

30 L a c o m i d a parece que l a hicieron en P u e n t e l a R e i n a , y t o m a r o n diez


" e s p a l d a s " de carnero, cuatro gallinas, trece perdices, ocho carneros, vein^
t i o c h o sueldos de t o c i n o , tres gansos, dieciséis pollas ( p o u l a y l l e ) , tres con-
tuns (?), u n puerco, dos libras de azúcar, dos de " g i n g i b r e " y dos de arroz y
garbanzo. Comían a manteles, pues h a y una p a r t i d a de su l a v a d o , y se alum-
b r a b a n con candelas de cera y antorchas. Campión, " E u s k a r i a n a " , quinta
serie, págs. 402-3.
31 L o deduzco de estas palabras de L a f f i : " e dentro del Castello danno
Felemosina d i denari a l l i P e l l e g r i n i che v a n n o a S a n G i a c o m o d i G a l i z i a " .
Cuando L a f f i pasó por E s t e l l a el castillo y a estaba destruido; pero dentro de
su recinto m u r a d o estaban el convento de S a n t o D o m i n g o y l a parroquia de
Santa María.
32 Se c i t a en el fuero de E s t e l l a del siglo X I I I , art. 49; cf. " A n u a r i o de
H i s t o r i a del D e r e c h o " , t. I V (1927), pág. 445. E n 1176 había t a m b i é n una
e r m i t a de Santiago en el t é r m i n o de I b a r r a , que y a h a desaparecido ( B e -
cerro de Irache, f o l . 77).
33 E n el cap. I V de l a parte II nos ocupamos de las disposiciones del
fuero de E s t e l l a a este respecto.

142
IV VII. - L A C A R R A : DE ESTELLA A NAJERA

fleia todavía en sus monumentos: L a iglesia de Santa M a r í a ,


románica del siglo X I I , y l a del Santo Sepulcro, espléndida obra
gótica del siglo X I V ; las parroquias de San M i g u e l y de San J u a n ,
con sus portadas románicas y góticas; el convento de Santo D o -
mingo, cuyas imponentes ruinas góticas d o m i n a n l a c i u d a d ;
el palacio real, de que y a hemos hablado; las numerosas casas
góticas y renacientes, todo está pregonando el éxito de l a f u n -
dación de Sancho Ramírez.
L o s peregrinos salían de E s t e l l a por el p o r t a l de San Nicolás
o portal de Castilla y pasaban delante del Santuario de N u e s t r a
Señora de R o c a m a d o r . E s l a segunda imagen que encontramos
en N a v a r r a bajo esta advocación francesa. E l descubrimiento
en 1166 del cuerpo de San A m a d o r , supuesto criado de l a V i r -
gen 34, atrajo hacia este santuario francés gran número de devo-
tos de todas partes, y en N a v a r r a los t u v o sin duda m u y p r o n t o .
U n a leyenda recogida por las Crónicas francesas 35 cuenta cómo
Sancha, l l a m a d a t a m b i é n Leofás, hija del r e y de N a v a r r a G a r -
cía Ramírez, y casada con el conde Gastón de B e a r n , quedó
v i u d a sin tener descendencia alguna. Pero l a condesa había
quedado encinta, lo que llenó de esperanza a los bearneses. S i n
embargo, poco después abortó. Fué acusada como autora v o l u n -
taria del crimen y condenada a sufrir l a prueba del agua. Se l a
arrojó, atada de pies y manos, a l río desde lo alto del puente de
Sauveterre (Bearn). Más de 3.000 personas, hombres y muje-
res, asistieron a t a n triste espectáculo. Entonces Leofás puso a l a
V i r g e n de R o c a m a d o r como testigo de su inocencia y fué suave-
mente transportada sobre las aguas y colocada sin contusión
alguna sobre u n banco de arena, de donde el pueblo, testigo del
prodigio, l a llevó en t r i u n f o a su palacio 36. E n 1170, Leofás en-
tregaba personalmente a l abad de R o c a m a d o r u n a hermosa t a -
picería para adornar la c a p i l l a de l a V i r g e n 37.

34 E . R u p i n : Légende de S a i n t - A m a d o u r . París, G . Beranger f i l s , 1909,


X X I I , 135 páginas.
35 B a l u z e : Sancti A g o b a r d i opera. París, 1666, p a g . 103; Recueil des
H i s t . de F r a n c e , t. X I I I , p á g . 748; R u p i n , R o c - A m a d o u r , París, 1904, pá-
gina 9 3 .
33 Según J a u r g a i n ( L a Vasconie, I I , 551-2) Gastón V casó c o n S a n c h a
de N a v a r r a hacia 1165 y m u r i ó sin descendencia en 1170. S a n c h a v o l v i ó a
casar en 1173 con D . Pedro M a n r i q u e de L a r a , v i z c o n d e de N a r b o n a , señor
de M o l i n a y de M e s a .
B a l u z e : H i s t . Tutel., c a p . X X I , pág. 153, Sancti A g o b a r d i opera, p á -

i4a
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

E n 1201, Sancho el F u e r t e , reeién llegado de su expedición


a l Á f r i c a , hizo donación al monasterio de N u e s t r a Señora de
R o c a m a d o r del censo que solía percibir en l a carnicería vieja
de E s t e l l a , l a cual estaba situada " i u x t a v i a m p u b l i c a m que
ducit peregrinantes ad l i m i n a B e a t i l a c o b i " , y otras rentas,
para que con ellas se encendiera perpetuamente u n cirio ante su
altar y en determinadas fiestas se pusieran hasta 24 cirios, ade-
más de pagarse a l sacerdote que predicara ante l a Virgen38.
Sin d u d a , con las rentas de esta donación, y p a r a poder perci-
birlas mejor, los religiosos de R o c a m a d o r establecieron en E s -
tella, t a l vez en el mismo lugar donde estaba la carnicería v i e j a ,
su templo a N u e s t r a Señora de R o c a m a d o r 39. Queda de esta
p r i m i t i v a fundación l a imagen de l a V i r g e n , bello ejemplar de
principios del siglo X I I I , y u n ábside románico con hermosos
canecillos.

E l camino hasta Logroño seguía, con ligeras variantes, la


m i s m a r u t a que la carretera a c t u a l , construida en el siglo X I X .
D e R o c a m a d o r torcía a l a derecha de l a carretera hasta llegar
a A y e g u i , y cruzando luego a l a i z q u i e r d a , pasaba ante el mo-
nasterio de N u e s t r a Señora l a R e a l de Irache.
E r a I r a c h e u n monasterio benedictino de los más antiguos
de N a v a r r a , pues y a aparece citado a principios del siglo X , y
algunos historiadores de l a O r d e n hacen remontar su fundación
a la época visigoda. P o r aquí pasaba el camino de Santiago y a
antes de la fundación de E s t e l l a , como hemos v i s t o , y aquí en-

gina 103; C a i l l a u , H i s t . de Notre D a m e de R o c - A m a d o u r , 1834, pág. 85, y


E . R u p i n , R o c - A m a d o u r , pág. 93.
38 A r c h . de N a v a r r a , cart. 3, p á g . 198. P u b l . C . M a r i c h a l a r , Colección
diplomática del rey D o n Sancho V I I I (el Fuerte) de N a v a r r a , P a m p l o n a , 1934,
página 55. T a m b i é n lo p u b l i c a B a l u z e , H i s t . Tutel., c o l . 507, dándole l a fecha
de 1202; u n a c o p i a h a y en l a B i b l . N a t . París, C o l l . Doat, v o l . 125, f b l . 243.
39 L o s autores navarros suelen entender que l a donación de Sancho el
F u e r t e se h i z o a u n monasterio de N u e s t r a Señora de R o c a m a d o r existente
en E s t e l l a , pero el documento no dice n a d a de eso. Sólo dice que l a carnice-
r í a v i e j a (ueteri macello Stelle) estaba j u n t o al camino de Santiago. E l R o c a -
m a d o r del documento es el de F r a n c i a , y en él quedó registrada l a memoria
de esta donación, según vemos en l a n o t a anterior. L a alusión a l a peregri-
nación a R o c a m a d o r que se lee en el F u e r o G e n e r a l de N a v a r r a , se refiere
i n d u d a b l e m e n t e al santuario de R o c a m a d o r en F r a n c i a . Véase el capítulo I V
de l a parte II. T a m b i é n está desprovista de f u n d a m e n t o l a especie v e r t i d a por
algunos autores locales de que esta c a p i l l a de E s t e l l a perteneciera en otro
tiempo a los Caballeros T e m p l a r i o s .

144
IV, VII. - L A C A R R A : DE ESTELLA A NA J E R A

centramos establecido uno de los más antiguos hospitales de


peregrinos de Santiago ( l á m . L X I I I , 2).
E n efecto, poco antes de su trágica muerte en A t a p u e r c a 4n,
el rey D o n García, el de N á j e r a , hizo donación a l abad de Irache
M u n i o , de u n campo que había sido robledal41 entre M u e z e
Irujo, para que sus ingresos se emplearan en u n hospital de pe-
regrinos que había mandado hacer ante las puertas del monas-
terio. N o tenemos noticia de l a suerte ulterior de este h o s p i t a l ,
lo que nos hace pensar no llegó a alcanzar gran i m p o r t a n c i a ,
debido precisamente a l a fundación de E s t e l l a tres kilómetros
antes de llegar a él. E n E s t e l l a , los monjes de Irache tenían
numerosas casas y tiendas, y en 1187, Sancho el Sabio les auto-
rizaba p a r a construir l a p a r r o q u i a de S a n J u a n en u n nuevo
barrio que se levantaba por entonces.
L a a c t u a l iglesia del monasterio es u n a construcción de ca-
becera románica y naves ojivales de finales del siglo X I I , con
pórtico y torres de l a m i s m a época. Sobre el crucero l l e v a b a
u n a interesante cúpula sobre pechinas, h o y i n c o m p l e t a . U n pre-

40 Conservamos dos documentos diferentes que h a c e n relación a l a f u n -


dación del h o s p i t a l de peregrinos. D e l p r i m e r o , en e l c u a l el R e y e x p l i c a que
l a fundación se h i z o a petición s u y a (volutus genibus abbatis domno M u n i o -
nis et omnium f r a t r u m pum o m n i devotione rogavi ut ospitium peregrinorum
hedificaretur), tenemos dos copias: u n a en l a B i b l . N a c i o n a l , m s . 18.387, fo-
lio 115 v.0, que se dice t o m a d a del o r i g i n a l y que d a l a fecha de 1040; o t r a
en el Becerro de Irache, f o l . 2, escrito en el siglo X I I I , donde se fecha
en ,1039; pero al margen h a y u n a n o t a que aclara que en el original se leía
era 1078 (año 1040). E n el segundo d o c u m e n t o , el R e y repite l a donación d e l
mismo campo " u t serviat d o m u i p e r e g r i n o r u m que feci i u x t a p o r t a m Sánete
Marie... u t c u m venerint peregrini sen quolibet hospites i n v e n i a n t elemosi-
nas i n e l e m o s i n a r i a " ; sólo conocemos u n a copia en el m i s m o ms. 18.387, fo-
lio 121, de l a B i b l . N a c i o n a l , que t a m b i é n se dice sacada del o r i g i n a l , que
l l e v a l a fecha de 1054. E x a m i n a d o s los nombres de confirmantes y testigos
del primer d o c u m e n t o , se ve que l l e v a l a fecha e q u i v o c a d a , pues f i g u r a G o -
messano c o m o obispo de C a l a h o r r a , c i u d a d que no se r e c o n q u i s t a h a s t a 1045,
y aparece J u a n en el obispado de P a m p l o n a , que no empezó a regir h a s t a
después de 1051. Así, pues, l a p r i m e r a f u n d a c i ó n del H o s p i t a l de Irache se
haría entre 1051 y 1054. S a n d o v a l , Catálogo de los obispos de P a m p l o n a , fo-
lio 62 v.0, y M o r e t , A n a l e s , t. I I , p a g . 303, d a n al p r i m e r documento l a fecha
de 1050. E l texto de ambos puede verse en el A p é n d i c e .
41 E n el p r i m e r documento de donación el R e y dice que d a " u n u m a g r u m ,
q u i antea f u i t nemus i n quo p l u r i m a erant r o b o r a , n o m i n e A r i s t i a " ; en el se-
gundo documento h a b l a de " i l l o rure... q u o d v o c i t a t u r A r i z t i a " . A r i z t i a en
vascuence quiere decir r o b l e d a l . Cf. M o r e t , Invest. l i b . II, n ú m . 14.

TOMO II. —IO. 145


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

cioso claustro renacentista y otras dependencias conventuales


construidas cuando en el monasterio funcionaba una Universi-
d a d , completan el conjunto m o n u m e n t a l . L a imagen t i t u l a r del
Santuario, forrada de chapa de p l a t a , fué llevada al próximo
pueblo de D i c a s t i l l o al desafectarse el monasterio con la des-
amortización 42.
D e Irache, el camino antiguo seguía, entre Montejurra y
M o n j a r d í n , por U r b i o l a (que citan V o n H a r f f y L a f f i ) a Los A r -
cos. Probablemente utilizarían t a m b i é n los peregrinos u n ca-
mino que v a más a l a derecha para entrar en Igúzquiza, cuya
iglesia se dedicaba en 1179, para seguir a V i l l a m a y o r al pie de
M o n j a r d í n 4í. M o n j a r d í n era u n castillo asentado sobre u n a roca
de m u y difícil acceso que dominaba toda l a región. Jugó papel
i m p o r t a n t e en l a Reconquista—fué tomado por Sancho C a r -
ees I a principios del siglo X — y posteriormente en las luchas
de francos y navarros. L a i m p o r t a n c i a que para los pobladores
francos del camino de Santiago tenía l a ocupación de M o n j a r -
dín explica que su recuerdo pasara a la "Crónica de T u r p í n " ,
donde, desfigurada la historia, aparece Carlomagno expulsando
de M o n j a r d í n a F u r r o , príncipe de los navarros 44.
E l camino sigue p o r u n a l l a n u r a con ligeros accidentes
hasta L o s A r c o s , que l a "Crónica de T u r p í n " , ignoramos con
qué fundamento, l l a m a t a m b i é n U r a n c i a ( U r a n c i a que dicitur
A r c u s ) . P o r aquí, advierte l a "Guía de los P e r e g r i n o s " , corre

42 Sobre Irache puede verse Y e p e s , Coránica General de l a Orden de S a n


Benito, t, I I I , i m p r e s o en Irache en 1610; M a d r a z o , N a v a r r a y Logroño, I I I ,
págs. 126-153; B i u r r u n , E l arte románico en N a v a r r a , págs. 227-292; J . I b a -
r r a , H i s t o r i a del monasterio y de l a U n i v e r s i d a d literaria de Irache, P a m p l o -
n a , 1938, 587 páginas; V . L a m p é r e z , L a iglesia del monasterio de Hirache,
B C M N a v . , 1924, pág. 39; del m i s m o . L a V i r g e n de Santa M a r í a l a Real
de H i r a c h e . " B o l . S o c . Española E x c u r s i o n e s " , X I , pág, 106, reproducido en
B C M N a v . , 1918, pág. 195; del m i s m o , H i s t . de l a Arquitectura c i v i l espa-
ñola, II2, 227; J . E . U r a n g a , Esculturas románicas del R e a l Monasterio de
Irache, en " P r í n c i p e de V i a n a " , 1942, pág. 9; C . P e l l e j e r o , EZ claustro de
Irache, " P r í n c i p e de V i a n a " , n ú m . 5, 1941, pág. 17.
43 E n l a iglesia de I g ú z q u i z a se descubrió n o hace muchos años u n per-
gamino que decía: " D e d i c a t a est aeclesia i s t a i n honore S a n c t i Andree apos-
t o l i , a P e t r o P a m p i l o n e n s i episcopo, X V I o kalendas octobris, auno ab Incar-
natione D o m i n i M0 C0 L X X 0 , V I I I I 0 Indicione X I I * " (16 sept. 1179). L a
iglesia de V i l l a m a y o r de M o n j a r d í n , es r o m á n i c a , con p o r t a d a sencilla de
capiteles iconísticos y bóveda de cañón a p u n t a d o .
44 D e este episodio nos ocupamos en el cap. II de la parte III.

146
IV, Vil. - L A C A R R A : D E E S T E L L A A N A J E R A

u n agua letal, y entre L o s A r c o s y el primer h o s p i t a l corre


agua venenosa para las bestias y los hombres que beben de
ella. P e r o , l a v e r d a d sea d i c h a , en este trayecto no h a y río n i arro-
yo alguno, salvo los que se forman eventualmente con las tor-
mentas y que descienden de la sierra de Codés hacia el E b r o .
E l texto nos revela que en aquel tiempo había u n hospital u
hospedería entre Los A r c o s y Torres. Otro hospital había en
Los Arcos en el siglo X I I I 15.
E l camino pasaba por Sansol—no sabemos si estaría aquí
l a hospedería que cita l a "Guía"—•, desde donde se d i v i s a , a los
pies, la v i l l a de Torres (lám. L X I V ) , cuyas aguas t a m b i é n eran
venenosas para los peregrinos y sus bestias, si hemos de creer
a l a " G u í a " del siglo X I I « .
E n T o r r e s encontramos u n a iglesia singular que h a y que
relacionar con otros monumentos de que y a hemos hecho mé-
rito en l a r u t a de peregrinación. E s la capilla del Santo Sepul-
cro, precioso ejemplar de arquitectura románica, de p l a n t a oc-
togonal y bóveda de crucería hispanoárabe. Hemos encontrado

45 T e o b a l d o II, en su testamento de 1270, dejó diez sueldos p a r a el hos-


p i t a l de L o s A r c o s ; cf. M o r e t , A n a l e s , t. I V , pág. 380.
46 E n u n documento del Becerro de Irache, f o l . 4 3 , sin f e c h a , pero que
parece del siglo X I I , se h a b l a de unas tierras " s u p e r Torres i n c a m i n o S a n c t i
l a c o b i " . M u y apartado del c a m i n o , en l a v i l l a de L a Población, se conserva
l a p o r t a d a de u n antiguo h o s p i t a l de l a E d a d M e d i a . " L a f o r m a n dos arcos
de sillería ligerísimamente apuntados y que parecen obra de los finales del
siglo X V . E s t á n emparejados, f o r m a n d o u n pequeño ángulo, en u n a cons-
trucción de manipostería destinada a v i v i e n d a y corrales que h o y no encierra
n i n g ú n interés. S u orientación es a mediodía, y de los aires del norte le de-
fiende l a imponente m o n t a ñ a a cuyos pies se asienta el pueblo. Sobre las c l a -
ves v a n estas inscripciones en l e t r a gótica de l a época:
IHS S.a M.a
OSPI TAL

Pero lo curioso son los emblemas—siluetas d i b u j a d a s a cincel—que de-


coran las dovelas. F i g u r a n los arreos del peregrino santiagués: el b o r d ó n , l a
concha, l a c a l a b a z a y el sombrero, realizados con singular gracia y soltura
Sin poder asegurar que pasara por L a Población algún camino secundario
de l a r u t a de Santiago, l a existencia de estos emblemas hace ver cuan gene-
ralizada estaba l a devoción a l Santo A p ó s t o l como protector de menestero-
sos y caminantes, a u n fuera de l a r u t a obligada, protección y patronato que
en otras tierras suele encomendarse a S a n Lázaro, S a n J u l i á n el H o s p i t a l a -
rio, San Cristóbal, e t c . " J . M.a L . en " P r í n c i p e de V i a n a " , 1942, pág. 145.
iJamos de l a p o r t a d a una f o t o g r a f í a .

147
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

este tipo de bóvedas en Oloron y H ó p i t a l Saint-Blaise. Otra


iglesia de planta octogonal hemos visto en E u n a t e . A ambas
M . L a m b e r t les atribuye u n destino funerario, no el de iglesias
de templarios, como venía diciéndose. O t r a capilla funeraria
vimos en Roncesvalles, l a capella R o l a n d i , que, si bien con planta
distinta, estima L a m b e r t tenía, como ésta de Torres, su linterna
de los muertos 47.
P a s a b a n los peregrinos j u n t o a la ermita de N u e s t r a Señora
del P o y o 48 y por una aldea l l a m a d a C u e v a s , y a desaparecida
por haberse agregado a V i a n a en 1219, al fundarse esta ciudad 49.
E n Cuevas tuvieron los religiosos de Roncesvalles una E n c o -
mienda desde 1303 hasta 1810 y antes había habido una comu-
n i d a d de trinitarios 50.

V i a n a , situada en u n a pequeña altura frente a Logroño, fué


fundada por Sancho el F u e r t e p a r a asegurar l a defensa de N a -
v a r r a contra los ataques que venían de esta parte de Castilla;
reunió p a r a ello ocho aldeas p r ó x i m a s , y otorgó a sus habitan-
tes fueros m u y favorables 51. Desde su fundación, y en toda la

47 Fué d a d a a conocer por p r i m e r a vez por D . P e d r o E . Z o r r i l l a , Otra


iglesia de templarios en N a v a r r a . E l Santo Sepulcro de l a v i l l a de Torres.
B C M N a v . , 1914, págs. 129-139; después h a n escrito sobre l a m i s m a , S. H u i c i ,
L a iglesia de templarios de Torres del Río, B C M N a v , 1924, páginas 48-51,
y E . L a m b e r t , Les chapelles octogonales d''Eunate et de Torres del Río, en
" M e m o r i a l H e n r i B a s s e t " , París, 1928, separata de ocho páginas; B i u r r u n , E l
arte románico en N a v a r r a , págs. 648-660.
48 L a i m a g e n es del siglo X I V . Véase P . J a c i n t o C l a v e r í a , Iconografía
y santuarios de l a V i r g e n en N a v a r r a . M a d r i d , 1944, II, 99.
49 L a c i t a l a " G u í a de los P e r e g r i n o s " , cap. V I : " I n d e ad v i l l a m que di-
citur C o v a s , f l u m e n d e f l u i t m o r t i f e r u m s i m i l i t e r . "
60 T e o b a l d o II había dejado en su testamento de 1270 a los Freires de
l a T r i n i d a d " q u i m o r a n en Cuevas, dozientos sueldos p a r a l a obra de l a Eccle-
sia, o p o r fer otras casas, si fuesse f e y t a l a E g l e s i a " ( M o r e t , A n a l e s , t. I V ,
pág. 380). E n 1291, el Conde de B a r r o , al pasar por Boncesvalles en peregrina-
ción a C o m p o s t e l a , h i z o donación a l a Colegiata de varias casas, u n molino y
otros bienes en F r a n c i a . P o r no convenir a Boncesvalles l a conservación de
u n a h a c i e n d a situada en tierras t a n lejanas, las cambió en 1303 con el Ministro
general de l a O r d e n de los T r i n i t a r i o s por l a h a c i e n d a de Cuevas. H a b í a aquí
una iglesia de l a Santísima T r i n i d a d y solía residir u n canónigo de Boncesva-
lles h a s t a que en 1810, por exigencias de l a guerra de l a Independencia, fué
v e n d i d a l a E n c o m i e n d a en 110.000 reales. Cf. J . I b a r r a , H i s t . de Roncesva-
lles, pág. 2 2 1 ; J . C l a v e r í a , Iconografía, II, 214.
51 Sobre V i a n a véase el extenso artículo que le dedica el D i c e Geográ-

148
IV, VII- " L A C A R R A : DE E S T E L L A A N A J E R A

E d a d M e d i a , V i a n a jugó u n papel m u y importante en l a defensa


del reino. Su desarrollo fué rápido, y las magníficas iglesias que
nos quedan, especialmente l a de Santa María (siglos X V y X V I )
y sus edificios señoriales, muchos en estado de lamentable aban-
dono, i n d i c a n u n pasado rico y próspero ( l á m . L X V , 1).
Los peregrinos encontraban a l a entrada de l a c i u d a d dos
fuentes y en el interior cuatro hospitales, según dice K ü n i g ,
Sabemos que uno existía en 1270, y a que Teobaldo II en su tes-
tamento le dejó u n a l i m o s n a de diez sueldos. D e l siglo X V I
conocemos tres hospitales: el de S a n J u l i á n , el de Santa C a t a -
l i n a y el H o s p i t a l M a y o r de N u e s t r a Señora de G r a c i a , en el que
se fundieron los primeros. D e este hospital sabemos que en 1784
tenía cinco camas gratuitas para pobres 52.

Se desciende de V i a n a por u n a suave pendiente, y por u n


camino llano, entre huertas y campos siempre verdes, llegaba
el peregrino a Logroño.

Logroño.

C r u z a b a n los peregrinos u n puente sobre el E b r o y entraban


en la c i u d a d .
A C r o i n g n passerent l a rivere
D o n Veawe f u t radde et f i e r e M.

L o s peregrinos entraban en u n nuevo reino. " E s t a es l a p r i -


mera c i u d a d en España—dice Künig—•; allí conocerás otra mo-
neda: acábanse los coronados (cornados, moneda navarra) y tie-
nes que aprender a conocer los malmedis (maravedís)" S4.

f i c o Histór. de l a R e a l A c a d . , I I , 443; Y a n g u a s , D í c c . antigüedades. I I I , 486;


M a d r a z o , N a v a r r a y Logroño, I I I , 500, y E d u a r d o G a n c e d o , Recuerdos
de V i a n a o apuntes históricos de esta... ciudad del reino de N a v a r r a . M a d r i d ,
año 1933; 2.a ed. M a d r i d , 1947.
62 N ú ñ e z d e C e p e d a : L a beneficencia en N a v a r r a , p á g . 274.
53 L e P r i n c e N o i r , poéme du héraut d ' A r m e s , C h a n d o s ; texte critique s u i v i
de notes p a r F r a n c i s q u e - M i c h e l , L o n d o n et P a r i s , F o t h e r i n g l i a m , 1883,
versos 2.471-2. L a " G u í a de los P e r e g r i n o s " nos dice que por L o g r o ñ o corría
u n gran río l l a m a d o E b r o , c u y a agua era sana y abundante en pescado.
54 A r n o l d v o n H a r f f coloca después de Logroño l a e n t r a d a en E s -
paña ( H i s p a n i a ein K o e n i n c k r i j c h ) ; L a f f i dice de i l Grogno, p r i m a cittá del
Regno d i C a s t i g l i a .

149
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

S i n embargo, no siempre estuvo ahí l a frontera de N a v a r r a ,


n i en los primeros tiempos de la peregrinación compostelana tuvo
Logroño i m p o r t a n c i a especial. L i b e r a d a esta zona de l a R i o j a a
principios del siglo X por el esfuerzo conjunto de Sancho Gar-
cés I de N a v a r r a y Ordeño II de León 5% fué Nájera l a capital
de l a región, residencia h a b i t u a l de los reyes de N a v a r r a y
p u n t o de p a r a d a de los peregrinos de Santiago. Logroño, si bien
se cita en algún documento del siglo X '% no empezó a cobrar
i m p o r t a n c i a hasta que en 1076 Alfonso V I incorporó a Castilla
l a R i o j a y quedó Logroño en l a frontera del reino con u n puente
i m p o r t a n t e sobre el E b r o que había que defender. E l puente
había sido construido, o reparado al menos, por Alfonso V I ,
según dice l a Crónica del obispo D . P e l a y o 57,por Santo Domingo
de l a Calzada y más adelante por San J u a n de Ortega, para fa-
cilitar el tránsito de los peregrinos de Santiago. T a l como se
conservaba en el siglo X I X , tenía doce arcos y tres torres defen-
sivas, y era u n a obra interesante de los siglos X I I y X I I I .
Todavía en 1829 acudían los vecinos de Logroño todos los años
a dar gracias a l Todopoderoso por el beneficio que el santo
arquitecto les había hecho, c u y a efigie se veneraba en u n h u m i -
lladero inmediato al puente; p a r a el culto a l santo se edificó
además l a abadía de San J u a n 58.

E l camino de Logroño se cita desde luego en documentos

55 J . M.a L a c a r r a : Expediciones musulmanas contra Sancho Garcés,


" P r í n c i p e de V i a n a " , 1940, n ú m . 1.
56 L o s reyes García Sánchez y D.a Teresa d a n a S a n M i l l á n las v i l l a s de
L o g r o ñ o y A s a . Cf. P . S e r r a n o , C a r i , de S a n M i l l á n , pág. 24. L a fecha de 926
que dice el documento h a b r á que retrasarla algunos años.
57 E d . Sánchez A l o n s o , pág. 84. E s posible que el puente p r i m i t i v o estu-
v i e r a u n poco más a r r i b a , h a c i a el C o r t i j o , donde quedan dos arcos, uno a l a
parte del C o r t i j o y otro a l a de Á l a v a , del puente l l a m a d o de M a n t i b l e . Según
E . O c a y M e r i n o , i í i s í . de Logroño, L o g r o ñ o , 1914, pág. 40, n ú m . 1, parece
que las avenidas se l l e v a r o n cinco arcos de este puente en el siglo X I . E n el
fuero de 1095 se c i t a u n puente de S a n J u a n , parece que en el m i s m o Logroño.
58 E s p . S a g r . , t. X X V I I , segunda ed., págs. 185-186; M a d o z , Dice. s. v.;
L l a g u n o , N o t i c i a s de los arquitectos y arquitectura de España, t. I, pág. 28.
N o sé si será esta l a c a p i l l a de S a n J u a n que se l l e v ó el E b r o en u n a avenida
el año 1775. E n 1145 el puente tenía u n castillo: "hereditates quás habetis a
ponte L u g r o n i i , u b i c a s t e l l u m q u o d d a m s i t u m e s t " , según documento de A l -
fonso V I I que p u b l i c a G o v a n t e s , D i c e . Geog. H i s t . , se. II, M a d r i d , 1846, pá-
g i n a 262. Otras noticias sobre el puente y sus sucesivas reparaciones, en
A p u n t e s históricos de Logroño, t. I, L o g r o ñ o , 1943, págs. 120-130.

150
IV, vii. L A C A R R A DE E S T E L L A N A J E R A

anteriores a la conquista por Alfonso V I ^,9; pero a este rey se


debe la restauración de l a ciudad cuando, arrasada por el C i d
en 1092, es repoblada por el conde García Ordóñez y favorecida
luego con u n fuero de población que tendía a concentrar aquí u n
núcleo urbano potente que asegurara la incorporación a Casti-

0 PARBOQU

CONVENTO
«ANC

P l a n o de Logroño,

Ha. Después, sólo esporádicamente y por breves años, pertene-


ció a N a v a r r a , y las tentativas posteriores de los navarros p a r a
recuperar l a plaza resultaron inútiles.
E l Logroño p r i m i t i v o lo formaban u n a o dos calles, l a R ú a
Vieja y l a Calle M a y o r , en la que estaban l a iglesia de Santiago
y la iglesia de Santa María del P a l a c i o , dada ésta par Alfonso V I I
a la Orden del Santo Sepulcro 60. L a bella silueta de su mag-

59 A ñ o 1073, " a c c e p i t ex v o b i s i n m u t u a alia p i e z a i n v i a L u c r o n i o (le-


vante S a n c t i M i c h a e l i " ( G o n z á l e z , C o l . p r i v . de S i m a n c a s , V I , n ú m . 214);
otro documento sin fecha, dice " d u a s piezas petrosas i n v i a de L u c r o n i o "
(ídem, n ú m . 253). E n 1502 Isabel l a Católica expidió u n a provisión p a r a que se
adobasen los caminos y puertas de Logroño, L l a g u n o , I, 118.
60 Así dice u n documento que p u b l i c a O c a Y M e r i n o , H i s t . de Logroño,
página 66. E n 1164 (3 enero) A l e j a n d r o I I I c o n f i r m ó a l a O r d e n del Santo
oepulcro sus posesiones, y entre otras " i n episcopatu Nagerensi ecclesiam
sánete M a r i e de G r o n i o c u m ómnibus appendiciis suis, hospitale de V i l l a R u -
¿ea c u m ómnibus appendiciis s u i s " , K e h r , P a p s t u r k u n d e n , II, n ú m . 101.

151
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G q

nífica aguja (siglo X I V ) se ofrecía a la vista del viajero que se


acercaba por la orilla opuesta del río ( l á m . L X V , 2). N i en ellas
n i en las de San Bartolomé (siglos X I I I - X V ) y Colegiata de la
R e d o n d a hallamos recuerdos del paso de peregrinos. Sólo en
el antiguo convento de San F r a n c i s c o , que estaba a orillas del
E b r o , encontramos la t r a d i c i ó n de que el Santo de Asís, al pa-
sar p a r a Compostela, sanó en Logroño a l hijo de u n t a l Me-
drano, señor de A g o n c i l l o , quien en agradecimiento fundó este
convento ofreciendo para ello su casa del vado y huerta junto
a l E b r o ; a los pocos días comenzaron los cimientos de l a obra,
mientras el Santo salía para B u r g o s , y a su regreso de Com-
postela pudo ver su fábrica m u y adelantada " . H a b í a en L o -
groño u n antiguo hospital de San J u a n de D i o s , t a l vez para
atender peregrinos, que luego degeneró en refugio para men-
digos forasteros, donde éstos podían pasar una noche. E l hos-
p i t a l c i v i l se t i t u l a b a de Roque A m a d o r , sin duda por que en su
origen dependió del santuario francés, aunque no hemos podido
encontrar documentación que lo c o n f i r m e . A la salida de l a
población había u n hospital de San Lázaro para acoger lepro-
sos 62. O t r o pequeño hospital hubo hasta el siglo X V I bajo la
advocación de Santiago.

P o r u n camino llano, que apenas presenta accidentes, se


llegaba a N a v a r r e t e , situado en u n a ligera eminencia. E n t r e
Logroño y N a v a r r e t e , los peregrinos pasaban por V i l l a r r o y a ,
población h o y desaparecida, pero que cita la "Guía de los Pere-
g r i n o s " ( V i l l a Rúbea), y de l a que sabemos por documentos
del siglo X I I que tenía u n hospital dependiente de la Orden del
Santo Sepulcro 63. A n t e s de entrar en N a v a r r e t e , los peregri-
61 A p u n t e s históricos de Logroño, t. I, p a g . 221,
62 E n 1516 se incorporó a l nuevo h o s p i t a l de S a n t a M a r í a , por orden
del obispo D . J u a n Castellanos de V i l l a l b a . D e s t r u i d o por los vecinos de L o -
groño en 1521, p a r a defenderse de los franceses que los s i t i a b a n , su iglesia sub-
sistió como u n a e r m i t a . De él no queda más recuerdo que u n puente con un
solo arco, l l a m a d o t o d a v í a puente de S a n L á z a r o , sito al lado de l a actual ca-
rretera de N a v a r r e t e . Cf. H e r g u e t a : N o t i c i a s históricas del maestre Diego del
V i l l a r . . . de los hospitales y hospederías que hubo en l a R i o j a en los siglos X I I
y X I I I . . . , en " R e v i s t a de A r c h i v o s " , t. X (1904), pág. 432.
63 Véase l a n o t a 60 y el L i b e r Sancti l a c o b i (ed. W h i t e h i l l ) , pág. 351.
E n u n documento del monasterio de Irache, de 1215, en que se mencionan al
señor de L o g r o ñ o y al de N a v a r r e t e , se c i t a u n a F i l a R u v i a (Becerro de Irache,
f o l . 111 v.0). N o debe confundirse esta población con otra V i l l a r r o y a sita entre
A r n e d o y Cervera del Río A l h a m a y , por t a n t o , fuera de l a r u t a de Santiago.

152
IV, vii. - l a c a r e a : de e s t e l l a a n a j e r a

nos encontraban u n a E n c o m i e n d a de l a O r d e n de S a n J u a n ,
en cuyo hospital tenían acogida; su pórtico abocinado, obra de
hacia 1200, h a sido recogido y sirve h o y de acceso a l cemen-
terio de l a población, situado a l a i z q u i e r d a de l a carretera ac-
t u a l ( l á m . L X V I ) . H a b í a sido fundado por D.a María Ramírez,
v i u d a de D . F o r t ú n de B a s t a n , h a c i a el año 1185, " i n strata
beati l a c o b i prope N a v a r r e t " , y se conocía con el nombre de
hospital y alberguería de San J u a n de A c r e . E n 1840 sólo que-
daban de su hospital e iglesia las paredes exteriores y algunas
interiores, que después desaparecieron t a m b i é n 6*. N o lejos del
hospital de San J u a n h u b o u n a ermita de Santa María M a g d a -
lena, que t a l vez en su origen sirviera de hospital de leprosos.

E n l a m i s m a calzada de los peregrinos h a y u n palacio a n t i -


guo, en c u y a extremidad derecha y a unos tres metros de a l t u r a ,
puede verse todavía u n a hornacina con l a imagen ecuestre del
apóstol Santiago, lastimosamente encalada hace pocos años;
parece obra del siglo X I V (i5.
L a v i l l a de N a v a r r e t e , que había sido despoblada por las
contiendas entre navarros y castellanos, fué repoblada y afo-
rada por Alfonso V I I I en 1195. Entonces se erigiría su castillo
y su iglesia, que a principios del siglo X V I se trasladó a u n
punto más bajo y más céntrico. N a d a diremos de su magnífica
fábrica n i de las muchas obras de arte que todavía atesora y
que amablemente muestran en l a sacristía.
E l camino que v a a l a izquierda de l a carretera a c t u a l sigue
con ligeros accidentes hasta Nájera. A n t e s de llegar a A l e s ó n ,
y a uno y otro lado del camino, se v e n todavía las ruinas de u n
convento de S a n A n t ó n y de otro que se dice de T e m p l a r i o s ,
los cuales deben de relacionarse con el tránsito de peregrinos.
E n Nájera encontraban estos buenos hospitales y alberguerías.

64 H e r g u e t a : Noticias históricas..., pág. 432-433, y A . H . N . ; Cañas?


leg. 671, doc. de 11 de octubre de 1200. V i d , en e l Apéndice.
66 C a n t e r a : L a batalla de C l a v i j a , pág. 322, con u n a fotografía.

153
V*TO*tA

MCWMMIIIMMtiSII (Zrirüzz

¿~CP<*e¿&

Qc*¿*¿xsz&zct/¿!ct

CsocÚjol -/^oo.ooo
Capítulo VIII

D E N A J E R A A B U R G O S

Deinde visitandum est i n Y s p a n i a beati D o m i n i c i


confessoris corp u s , qui calciatam que est inter N a g e r a m
urbem et Radicellas fecit, u b i ipse requiescit.
( L i b e r V Sancti l a c o b i , cap. V I I I . )
Nájera.

Nájera era l a capital histórica de la R i o j a , y alcanza su


m á x i m o apogeo bajo el dominio de la dinastía n a v a r r a . R e c o n -
quistada en 923 por el común esfuerzo de Ordoño II de L e ó n y
Sancho Garcés I de N a v a r r a , fué en los siglos X y X I residencia
de la corte de este ú l t i m o reino. A q u í acuñó Sancho el M a y o r
la primera moneda cristiana de la R e c o n q u i s t a S y y a v i m o s
como este monarca se cuidó de dirigir por Nájera la r u t a de
Santiago que antes se desviaba por el País V a s c o . Fué su hijo
García, llamado el de N á j e r a (1035-1054), quien más se inte-
resó por el engrandecimiento de la población y por proporcio-
nar u n cómodo alojamiento a los peregrinos, y , cuando en 1076
se incorporó la R i o j a a la corona de Castilla, Alfonso V I se pre-
ocupó no sólo de contar con l a adhesión de los nuevos subditos,
sino de que la r u t a de peregrinación que l a atravesaba, estu-
viera perfectamente reparada en sus puentes, alberguerías y
hospitales.
E l puente de Nájera debió de existir de antiguo, pues sin
ser el río N a j e r i l l a de excesivo c a u d a l , es de curso rápido y v i o -
lento y en ocasiones produce grandes avenidas que i n u n d a n las
vegas próximas. E x i s t í a , desde luego, u n puente en 1076, pues
se cita en el fuero de Nájera 2, pero la t r a d i c i ó n atribuye su cons-
1 P . G e r m á n d e P a m p l o n a : Discutibles interpretaciones de l a moneda
de Sancho el M a y o r , R I E V , 1935, págs. 655-660.
' S i aliquis h o m o de foris de N a g a r a d e m a n d a v e r i t ad h o m i n e m de
->agara a l i q u a m r e m , n o n debet exire a d m e d i a n e t u m , n i s i a d p o r t a m de i l l o
j x m t e " , M u ñ o z , CoZ. de Fueros, I, 292.

155
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

t r u c c i ó n , o a l menos su reparación, a San J u a n de Ortega, el


discípulo de Santo D o m i n g o de la Calzada, y sería, por tanto
obra de la p r i m e r a m i t a d del siglo X I I . L a c i u d a d , agradecida,
puso l a imagen del santo en l a puerta del puente y en su día
acudía allí en procesión 3.
E n 1052, los reyes D o n García el de Nájera y Doña Estefa-
nía decidieron hacer en Nájera u n a fundación "de l a que—de-
cían—resultase larga memoria de su n o m b r e " , y al efecto levan-
t a r o n l a iglesia y monasterio de S a n t a María, dotándola con
largueza, y la encomendaron a una c o m u n i d a d de clérigos bajo
l a regla de S a n Isidoro. U n a de sus obligaciones era, como en
todas estas comunidades, albergar a los pobres y peregrinos; pero
aquí el rey, p a r a mejor c u m p l i r esta obligación general de la
Casa, agregó u n a albergería especial, con sus tierras, casas y
rentas propias y le marcó unos límites en la c i u d a d , dentro de los
cuales gozaba de las mismas exenciones e inmunidades de que
estaba dotada l a iglesia de Santa María *. Doña Estefanía, a quien
el rey había encomendado p a r a después de sus días l a prosecu-
ción de l a obra, cinco días después de muerto éste en A t a p u e r c a ,
agregó a l a iglesia de Santa María el monasterio de Santa Co-
l u m b a , y t a l interés puso en l a empresa, que dos años más tarde,
en 29 de j u n i o de 1056, pudo ser consagrada la iglesia por el
arzobispo de N a r b o n a Guillermo Guifredo asistido por los obis-
pos Gómez de Nájera y Gómez de B u r g o s .
L a alberguería de Nájera correría las mismas peripecias que
la iglesia de Santa María, de l a que dependía, pero su decaden-
cia y relajación aun fueron más rápidos. E n 1079 incorporaba
3 E l puente, de p i e d r a sillería, tiene siete arcos. E n el Dice, de M a d o z ,
t. X I I , pág. 18, se dice que S a n J u a n de O r t e g a lo construyó en 1089. Tenía
entonces el santo nueve años.
4 E l acta de f u n d a c i ó n y de dotación de l a iglesia de S a n t a María lleva
l a fecha de 12 de diciembre de 1052. A l a dotación de l a Alberguería da el
P . F i t a l a fecha de 18 de a b r i l de 1052, pero en el t e x t o de l a m i s m a se insiste
varias veces en que l a iglesia de S a n t a M a r í a estaba y a f u n d a d a : " . . . fació
hanc c a r t a m donationis et confirmationis D e o et beatae M a r i a e i n partem
helémosme, q u a m ego i n subsidiis p a u p e r u m componere c u r a v i . . . í t e m dono
i n N a i a r a dúos molendinos q u i sunt i n b a r r i o de tiendas ante d o m u m Sánete
Marie... sed sit l i b e r a et ingenua sicut d o m u sánete M a r i e . . . " . Cf. F . F i t a , Santa
M a r í a l a R e a l de N á j e r a . E s t u d i o crítico, B . A . H . , t. 26, 1895, págs. 155-198,
donde se p u b l i c a el acta de f u n d a c i ó n y dotación de S a n t a María, y del mismo.
P r i m e r siglo de Santa M a r í a de N á j e r a , B . A . H . , t. X X V I , año 1895, pági-
nas 227-275, donde se reproduce el acta de dotación de l a Alberguería.

156
IV, VIH- " L A C A R R A : DE NAJERA A BURGOS

Alfonso V I l a iglesia de Nájera a l monasterio de C l u n y " p r o


v i c t u m atque v e s t i u m servorum D e i i n ipso monasterio deser-
v i e n t i u m , v e l i n elemosinis p a u p e r u m o s p i t u m et p e r e g r i n o r u m " ,
otorgándole el privilegio de i n m u n i d a d 5.
A l a antigua c o m u n i d a d española sustituye u n a c o m u n i d a d
francesa, que tiene al frente a u n prior, t a m b i é n francés, desig-
nado por l a abadía madre de C l u n y . L a donación se hizo no sin
resistencia y protesta general. " Q u o d factum—decía en 1155 el
cardenal J a c i n t o a A d r i a n o I V — t a m enorme i t a universis H i s -
p a n i a r u m f i n i b u s insonuit, quod f a m a hec m i l l a poterit t e m p o -
r u m vetustate d e l e r i " 6. L o s obispos, que residían en N á j e r a ,
trasladan su residencia a Calahorra y , preteriendo a N á j e r a ,
muestran sus preferencias por Santo D o m i n g o de l a C a l z a d a ,
para c u y a iglesia alcanzan los honores de catedral a fines del
siglo X I I . L o s pleitos entre el priorato de Nájera y el obispo de
Calahorra son interminables, con grave daño para los intereses
económicos de aquél. E n 1169 (?), el p r i o r R a i m u n d o se que-
j a b a del obispo de Calahorra por que su monasterio había sido
asaltado y , estando presente el obispo y consintiéndolo, sus
criados habían golpeado por tres veces a los monjes, se habían
llevado furtivamente l a biblioteca y despojado los altares7.
E n 1219, condolido el a b a d de C l u n y de l a pobreza en que había
caído el priorato les dio unas casas nuevas que había j u n t o a l
atrio de Santa María, que se destinarían p a r a el vestido de los
monjes 8. E n 1314 toda l a hacienda de N á j e r a estaba empeñada
y el prior desesperado 9.
L a alberguería de pobres y peregrinos todavía a fines del
siglo X V se conservaba en el destino p a r a que fué creada. H e r -
m a n n K ü n i g , que la v i s i t ó , nos dejó esta p i n t u r a , que refleja

5 E l texto en B. A . H . , t. X X V I , 1895, pág. 261. E n 1155, el cardenal


Jacinto decía a Adriano I V que el Rey hizo la donación "ad suasionem co-
niugis sue, quam ex Burgundiis acceperat"; Alfonso V I , viudo de Inés de Aqui-
tania (+ 6 junio 1078), contrajo inmediatamente matrimonio con Constanza
de Borgoña. E l 10 de mayo de 1079 ya figura como reina en un documento
de Sahagún. Cf. F i e r r e D a v i d : Eludes historiques sur la Galice et le Portugal
du VI* au X I P siecle (Lisboa-París, 1947), pág. 387-389.
6 P. K e h r : Papsturkunden in Navarra und Aragón, II, núm. 77.
7 B. A . H . , t. X X V I , 1895, pág. 345.
8 B. A . H., t. X X V I , 1895, pág. 372.
9 Pérez de U r b e l : Los monjes españoles en la Edad Media, II, 585,
586, 588.

157
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

bien el carácter riojano, b u r l ó n , alborotador y de buen apetito:


" A l l í — d i c e — d a n de grado por amor de D i o s en los hospitales,
y tienes todo lo que quieres. E x c e p t o en el hospital de Santiago,
toda l a gente es m u y b u r l o n a . L a s mujeres del hospital a r m a n
mucho ruido a los peregrinos, pero las raciones son m u y buenas."
C o n f i r m a d a la dependencia de l a alberguería de S a n t a María
por l a reina Doña U r r a c a y su hijo Alfonso V I I 10, acaba, sin
embargo, por olvidarse de su verdadero origen; en el siglo X I X
se le l l a m a H o s p i t a l de la Abadía o del E m p e r a d o r Alfonso V I I ,
y sólo sostenía tres camas p a r a otras tantas mujeres enfermas;
sobre su p o r t ó n aún se veía u n a gastada escultura en piedra, que
se suponía retrato del monarca fundador.

L o s peregrinos entraban por el barrio de San F e r n a n d o , y


j u n t o al puente encontraban u n hospital l l a m a d o de l a Cadena^
que dependía del obispado de Calahorra y del monasterio de
San M i l l á n . E n 1227, D.a María Pérez entregó sus bienes a l
citado hospital y ofreció su v i d a a l servicio de los pobres ^
E n el siglo X I X , olvidado su p r i m i t i v o destino, se le,conoce
con el nombre de " H o s p i t a l de los P e r e g r i n o s " ; su patrono era
el A y u n t a m i e n t o y gozaba de cortísimas rentas con las que se
socorría a v i u d a s y huérfanos enfermos. E l edificio, decía M a -
doz, "es de pobre aspecto y débil construcción; no contiene más
que u n a pequeña y m a l v e n t i l a d a h a b i t a c i ó n ; el p o r t a l del
mismo sirve p a r a la exposición pública de los que se encuentran
ahogados o muertos casual o violentamente en l a jurisdicción de
esta p o b l a c i ó n " 12.
Pasado el puente, a mano i z q u i e r d a , estaba el llamado hos-
p i t a l de l a A b a d í a , de que y a hemos h a b l a d o , y al fondo, al pie
de l a m o n t a ñ a , el monasterio de S a n t a María l a R e a l . N a d a di-

10 Año 1117, 22 enero: " E g o Urraka gratia Dei Hispaniae regina... una
cum filio meo Adefonso regali diademate corónalo, senioribus Sancti Petri
Cluniaci et vobis Domno Petro Priori Sancti Marie de Najera... facimus tex-
tum donationis et scripturam firmitudinis, in primis de illa Albergarla ad
opus pauperum", B. A . H . , t. X X V I , pág. 264. De Alfonso V I I , en 1135, con-
fróntese L l ó r e n t e , Noticias históricas de Vascongadas, IV, 48. De Alfonso VII,
en 1155, cf. B. A . H . , t. X X V I , pág. 338. De Alfonso V I I I , 14 mayo 1179:
"In Naiara vero albergariam pauperum et peregrinorum", Govantes, Dic-
cionario, apénd., núm. 14, y B. A . H . , t. X X V I , pág. 351; para la fecha véase
la pág. 353.
11 Publica Menéndez P i d a l : Documentos lingüísticos, núm. 86,
12 D i c e , t. X I I , pág. 15.

158 .
IV, VIII. l a c a r r a : de na j e r a B U R G O S

'w^m^*' ss
BARBEO DE S.FERNANDO-

&

P l a n o de N á j e r a .

remos de éste, y a que los recuerdos jacobeos se refieren más


bien a la alberguería.
F o r m a n d o como u n pequeño barrio aparte, en el extremo sur
de la población estaba el hospital de N u e s t r a Señora de l a P i e -
dad y refugio de los pobres, fundado en 1648, y algo más ade-
lante, la iglesia de San J a i m e , que y a f i g u r a en documentos del
siglo X I I 13. H u b o otra antigua iglesia de Santiago extramuros
13 A ñ o 1129: " . . . t i b i S a n t i o capellano de Sancto l a c o b o de N a i e r a " ,

159
L A S [ P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

de la c i u d a d , que en 1772 se hallaba "desolada y sita en un


otero del camino que por las cuestas se v a a Santo Domingo
(de l a Calzada), que en lo antiguo l l a m a b a n de los peregrinos" ,».

N o f a l t a r í a n peregrinos que, remontando el curso del Naje-


r i l l a , por caminos pintorescos entre huertas de regadío y árboles
frutales, seguirían por Cárdenas y Badarán a visitar las reli-
quias del santo ermitaño de la Cogolla. Y a sabemos cómo su
culto, t a n extendido por la R i o j a y C a s t i l l a , t r a t a b a de emular
a l del A p ó s t o l de Compostela. Como él, tenía sus V o t o s , que pa-
gaban los pueblos de C a s t i l l a hasta el Pisuerga 15, y , como él,
se había aparecido en u n caballo blanco para defender a los
cristianos de la morisma. A mediados del siglo X I habían levan-
tado los monjes su enfermería, y t a l vez albergues para peregri-
nos, en el v a l l e , j u n t o al r í o , debajo en línea recta del viejo
monasterio de San M i l l á n 16. A l l í acabaron por edificar el mo-
nasterio y trasladar las reliquias del Santo, abandonando el
edificio de Suso. Se levantó t a m b i é n el hospital para pobres y
peregrinos. Estos acudían de toda l a R i o j a y de las tierras de
Castilla, m u y devotas del Santo. E n las luchas que en el siglo X I
tiene Sancho el de Peñalén con su p r i m o Alfonso V I , los pere-
grinos salían perjudicados, pues si venían de C a s t i l l a eran pren-
dados y despojados de sus bienes por los navarros. E l señor de
L a r a , de quien eran vasallos, se quejó a l rey de N a v a r r a , y éste
les dio garantías de que los que acudieran a San M i l l á n "causa
orandi c u m sportella v e l ferrone" no serían molestados lo más
m í n i m o 17. E n u n documento de 1167 se cita u n "medicus pla-
g a r u m " , sin duda del hospital de San M i l l á n 18.
Becerro de L e i r e , págs- 242-3. Parece dependía del prior de S a n t a María, pues
en 1169 (?) el prior R a i m u n d o r e c l a m a b a al obispo de C a l a h o r r a : " P e t i t insu-
per Nagerensis R . P r i o r i n N a g e r a m r e s t i t u í ecclesiam sancti P e t r i et eccle-
s i a m sancti l a c o b i , v i d e t u r e n i m ecclesiam sancti l a c o b i v i occupasse episcopum
C a l a g u r r i t a n u m , i n t r a u r b e m Nagerensem''', B . A . H . , t. X X V I , 1895, pág. 345.
14 " R a z ó n de los Derechos y P r e r r o g a t i v a s que tiene el monasterio de
S a n t a M a r í a l a R e a l de N á x e r a , sacada de los P r i v i l e g i o s y Documentos R e a -
les, que se conservan en su A r c h i v o " , por el P . F r . M i g u e l A z n a r , año 1772,
pág. 4 , c i t a d a por el P . F i t a , B . A . E L , t. X X V I , 1895, pág. 255.
15 P . S e r r a n o : Cartulario de S a n M i l l á n , pág. X X V I I I y siguientes.
16 P . S e r r a n o : Cartulario de S a n M i l l á n , págs. X L I X y L X X I I I .
17 D o c u m e n t o del año 1074, p u b l i c a S e r r a n o , C a r i , de S a n M i l l á n ,
n ú m e r o 215.
18 P . S e r r a n o : C a r i , de S a n M i l l á n , pág. L X X X V , y H e r g u e t a : iVot¿-

160
IV, VIII. - L A G A R H A : D E N A J E R A A B U R G O S

P a r a incorporarse a l a r u t a compostelana tenían que v o l v e r a


pasar los peregrinos p o r Berceo, p a t r i a del "maestro G o n z a l v o
de Berceo n o m n a d o " , que al cantar los milagros de N u e s t r a Se-
ñora no olvidó aquel que hiciera por intercesión del A p ó s t o l
Santiago en el j o v e n G u i r a l t , que u n día decidió " a l apóstol de
España de ir en r o m e r í a " , y que, tentado por el demonio, se
v i o degollado, muerto y a punto de ser condenado 19. P o r C i -
rueña, aldea h o y sin i m p o r t a n c i a , donde u n día cayera prisio-
nero el conde Fernán González de las tropas n a v a r r a s , se lle-
gaba a Santo D o m i n g o de l a C a l z a d a .

Los peregrinos que no se desviaban de su r u t a seguían de


Nájera a A z o f r a , donde en el mismo camino de Santiago había
u n hospital con su iglesia de S a n Pedro destinada a sepultura
de peregrinos, que en 1173 había sido dado por u n a d a m a l l a m a d a
Isabel a l monasterio de S a n M i l l á n 20. A l a derecha quedaba el
campo de V a l p i e r r e , donde t u v i e r a lugar e l famoso encuentro
entre las tropas del conde Fernán González y las del príncipe
Sancho de N a v a r r a , según refiere el " P o e m a de Fernán G o n -
zález" 21, E l camino es llano, sin accidente alguno hasta llegar
a Santo D o m i n g o de l a Calzada.
E n el mismo camino, a l a altura de Ciriñuela y Hervías, es-
taba el h o s p i t a l de V a l l e o t a o B e l l o t a , que dependía de l a
Orden de C a l a t r a v a . E n 1170 ( M o l i n a , 1 febrero), A l f o n s o V I I I
daba l a v i l l a de H o r m i l l a a l a O r d e n de C a l a t r a v a y a d i c h o
hospital " i n lacobensis camino prope N a j e r a s i t o " ; en 1498 p a -
rece que estaba reducido a u n a casa de labranza22. A l g o más
adelante, a la v i s t a de Santo D o m i n g o de l a C a l z a d a , estaba

cias históricas del maestre Diego del V i l l a r , etc., en " R e v . de A r c h i v o s " , t. X


(1904), p á g . 424.
19 B e r c e o : M i l a g r o s de Nuestra Señora, e d . Solalinde, en l a Colee. " L a
Lectura", núm. VIII.
20 P . S e r r a n o : C a r i , de S a n M i l l á n , págs. L X X X V y X C I I I , y H e r g u e -
t a : Noticias históricas, en " R e v . de A r c h i v o s " , t. X I (1904), págs. 126-132.
21 Otros encuentros más probados t u v i e r o n lugar en esta l l a n u r a pedre-
gosa, donde t o d a v í a se percibe el paso de l a a n t i g u a calzada r o m a n a que i b a
de T r i c i o p o r L e i v a y B r i v i e s c a : los de Sancho I I I de C a s t i l l a con Sancho el
Sabio de N a v a r r a (1157) y de P e d r o el C r u e l c o n su hermano E n r i q u e de T r a s -
t a m a r a . C f . G o v a n t e s , D i c e , págs. 203-205.
22 N . H e r g u e t a : N o t i c i a s históricas..., en " R e v . de A r c h i v o s " , t. X I
(1904), págs. 126-127, y Definiciones de l a Orden de Caballería de Calatrava
conforme a l capítulo general celebrado en M a d r i d , año 1652, p á g . 39, escrit. I V .

TOMO II. n . l O l
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

el h o s p i t a l de F u e n t e Cerezo, l l a m a d o t a m b i é n de F o n c h a n -
drío, a d m i n i s t r a d o por los premostratenses de B u g e d o . Había
sido dado a este monasterio por l a condesa A l d o n z a , v i u d a
del conde L o p e Díaz de H a r o , gobernador de Nájera y V i z -
c a y a , con l a expresa condición de dedicar siempre l a tercera
parte de sus emolumentos y rentas al servicio de los pere-
grinos 23.
A l a entrada en Santo D o m i n g o , y en l a m i s m a orilla derecha
del c a m i n o , había en el siglo pasado u n a arruinada ermita de
San Lázaro, restos t a l v e z de u n antiguo hospital de leprosos.

Santo D o m i n g o <le l a Calzada.

L a c i u d a d de Santo D o m i n g o de l a Calzada se funda en la


segunda m i t a d del siglo X I . H e m o s visto cómo el camino anti-
guo i b a por N á j e r a , L e i v a y B r i v i e s c a . Sin embargo, establecida
l a c a p i t a l del reino castellano en B u r g o s , la r u t a de los Montes
de O c a era el camino n a t u r a l para las comunicaciones con el
reino de N a v a r r a . E s t e reino puso sus fronteras en el siglo X I
a catorce kilómetros de B u r g o s , y por mucho tiempo se luchó
por establecer en los Montes de Oca el l í m i t e de los dos E s t a d o s .
L o s ejércitos castellanos y navarros debieron de recorrer este ca-
mino con h a r t a frecuencia durante los siglos X y X I . Pero la
t r a d i c i ó n atribuye el trazado de esta r u t a a l santo ermitaño
D o m i n g o de l a Calzada, y l a historia asegura que construyó, en
efecto, l a calzada entre Nájera y R e d e c i l l a .
N a t u r a l de V i l o r i a , entre Grañón y B e l o r a d o , pastor en su
i n f a n c i a , alumno de V a l b a n e r a después, se dedicó a l a v i d a ere-
mítica tras haber sido rechazado como monje en V a l b a n e r a y
en San M i l l á n . Se estableció en u n bosque a orillas del O j a , una
legua a l sur de donde solían cruzar el río los peregrinos que i b a n
a Santiago. T a l vez al ver las penalidades que pasaban éstos al
atravesar el r í o , o inducido a ello por San Gregorio Ostiense,
como cuenta su v i d a , D o m i n g o se empleó en a l i v i a r en lo posi-
ble los sufrimientos de los peregrinos arreglando los caminos y

23 A ñ o 1195: "... pro a n i m a m a r i t i sui redemptione et p a r e n t u m suorura..-


t r i b u i t et concedit h o s p i t a l e m de F o n t e m - C e r e s o , q u i est i u x t a v i l l a m Sancti
D o m i n i c i , et i n v i a S a n c t i l a c o b i " . L l ó r e n t e , N o t i c i a s históricas de Vascon-
gadas, I V , 338, y H e r g u e t a : Loe. cit., t. X I , pág. 128.

162
IV, VIH. - L A C A R R A : DE NAJERA A BURGOS

construyendo u n puente. Los hagiógrafos nos cuentan los es-


fuerzos que le costó levantarlo con sus pobres recursos, y los
milagros que Dios obró por su mediación p a r a vencer l a resis-
tencia que ofrecían los pueblos próximos a colaborar en l a
construcción (láms. L X V I I I - I X ) . L a v i d a de San J u a n de Ortega
atribuye t a m b i é n a este santo la construcción—^sin d u d a , recons-
t r u c c i ó n — d e l puente sobre el O j a , con pilares de piedra y en-
tramado de madera 24.

L e v a n t a d o el puente, edificó, en lo que fué su antiguo ere-


mitorio, u n a hospedería para los peregrinos, a los que él perso-
nalmente servía y atendía. E s t e es el origen de l a c i u d a d que m u y
pronto había de llevar su nombre. Cuando Alfonso V I pasó por
aquí, al ocupar l a R i o j a (1076), visitó a Santo D o m i n g o y aprobó
sus trabajos, concediéndole todos los terrenos que necesitara.
Con el favor real se fué formando la n u e v a población, y cuando
murió el santo (12 m a y o 1109) pudo ver y a m u y crecido el que
empezó llamándose " B u r g o de Santo D o m i n g o " . Sus discípu-
los hicieron entrega de l a Casa de l a C a l z a d a a l obispo de N á -
jera-Calahorra en el año 1120, y se pusieron bajo su i n m e d i a t a
dependencia 25.
E n v i d a del santo (1106), el obispo de C a l a h o r r a , D . P e d r o
N a z a r , consagró l a iglesia que aquel había levantado en honor
de San Salvador y S a n t a María; más adelante, en 1152, fué eri-
gida en Colegiata, y emprendida su reconstrucción en 1168,
pudieron celebrarse en ella los divinos oficios en 1180. E l t e m -
plo, a pesar de sus muchos arreglos, es uno de los primeros edi-
ficios góticos de España en el que se hace patente l a i n f l u e n c i a
del arte del suroeste de F r a n c i a 26.
Alfonso el B a t a l l a d o r , que, si no conoció personalmente a
Santo D o m i n g o , debió de tener p u n t u a l n o t i c i a de sus empre-
sas y de sus virtudes, se mostró siempre decidido protector de l a
fundación. E n 1124, quince años después de muerto el santo ar-
quitecto, concedió l i b e r t a d y protección a todas las cosas que
fueran de Santo D o m i n g o , casas, hombres y ganado, y añadía:
" y cualquiera que me ame o me tema o tenga alguna esperanza

24 F l ó r e z : E s p Sagr., X X V I I , ed. 1824, pág. 187. P a r a l a población


de Santo D o m i n g o de l a C a l z a d a recuérdese lo que se dice en el cap. I, parte I V .
35 A r c h . de l a catedral de C a l a h o r r a , m í m . 13, c a r t a p a r t i d a p o r A B C .
26 E . L a m b e r t : í / a r í gothique en Espagne a u x X I I e et X I I I e siecles.
París, 1931, pág. 73.

163
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

en m i , cuide de observar esta m i carta y m a n d a t o " 27. Más ade-


lante le daba las casas y tierras de J u b a r t e (OlgobarteJ para
edificar 2% y en 1133 concedía todo lo que a l rey pertenecía en
el castillo de B i l i v i o , que estaba en Bañares 2".
L a i m p o r t a n c i a alcanzada por el nuevo poblado originó una
disputa sobre su jurisdicción entre las sedes de Burgos y Cala-
horra, que precisamente tenían sus límites por estas tierras, y
que fué fallada por Alfonso V I I en favor de Calahorra l0.
Quien empleó su v i d a en aminorar los sufrimientos de los

27 Cartulario de Santo Domingo de l a Calzada, fols. 11 v,0-12. L o p u b l i -


camos en el Apéndice.
28 C a r i , de Santo D o m i n g o , f o l . 12. D i c e : " F a c t a c a r t a i n F a r o opido,
X V k a l e n d a s i u l i i era M C L X I I I " . E l P . M o r e t ( A n a l e s , ed. T o l o s a , I I I , 217);
f e c h a l a c a r t a en el mes de m a y o , y por l a l i s t a de confirmantes que trae se ve
m a n e j a otro ejemplar diferente del C a r t u l a r i o . E n M a d o z , D i c e , t. V , pá-
gina 309, t a m b i é n se fecha en el mes de m a y o .
29 D i c e que hace l a donación " a d h o n o r e m D e i et sancti eius D o m i n i c i
et ad consolacionem v e l sustentacionem p a u p e r u m clericorum sive laicorum
Deo i b i d e m s e r v i e n t i u m sive etíam causa C h r i s t i p e r e g r i n a n t i u m " . C a r i , de
Santo D o m i n g o , f o l i o 12 v.0
30 E s t a b a el E m p e r a d o r en P i n o de Y u s o (hoy despoblado), j u n t o a L a
C a l z a d a , y en l a sentencia se dice: "Sépase que el rey D . A l o n s o (el V I ) , abuelo
del E m p e r a d o r , en t i e m p o qu§ era obispo de Burgos D . García, dio a Santo
D o m i n g o y le concedió libremente aquel sitio en que Santo D o m i n g o hizo la
iglesia de S a n t a María, y se pobló l a v i l l a (después de l a muerte del santo).
E l m i s m o S a n t o D o m i n g o rogó a D . P e d r o , obispo de C a l a h o r r a , que le con-
sagrase l a iglesia de S a n t a María y en ella fuese dueño y disponedor de todos
los negocios. Consagró l a iglesia de S a n t a María el dicho D . P e d r o , y l a poseyó
por t o d a su v i d a sin contradicción del obispo de B u r g o s . P o r su fallecimiento
l a poseyó y rigió en paz D . Sancho de G r a ñ ó n , como u n a de su obispado, hasta
que siendo obispo de C a l a h o r r a D . Sancho F u n e s le puso d e m a n d a D . G i m e n o ,
obispo de B u r g o . " Sigue expresando las pruebas que se produjeron por las
partes, y v i s t a s , se decidió pertenecer l a iglesia y v i l l a a l obispo de Calahorra,
c o n c u y a decisión se conformó el obispo de B u r g o s . Cf. D r . T e j a d a , Histo-
r i a de Santo Domingo de l a Calzada, l i b . II, cap. I I I , párrafo 1.° Fué dada
esta sentencia en l a era 1175 (año 1137). L o s testigos declararon, entre otras
cosas: que l a iglesia de Santo D o m i n g o había sido e d i f i c a d a en t é r m i n o de
S a n M e d e l (San E m e t e r i o ) , en donde hacía poco tiempo había u n castillo, y
en el de los lugares de Sonsoto y P i n o de Y u s o . E s t o s lugares se despoblaron;
acaso sus vecinos pasaron su residencia a l a v i l l a de Santo D o m i n g o . C f G o -
v a n t e s . D i c e , pág. 177. O t r a sentencia del m i s m o A l f o n s o V I I fué dada en la
v i l l a de S a n t o D o m i n g o de l a C a l z a d a el 5 de n o v i e m b r e de 1140. Cf. A r c h . C a -
t e d r a l de C a l a h o r r a , n ú m . 34 y L l ó r e n t e , iVoí. hist. de Vascong., I V , 117. ^
asunto pasó después a l a jurisdicción eclesiástica, y el P a p a falló igualmente
a f a v o r de C a l a h o r r a .

164
IV, VIII. - L A C A R R A : D E N A J E R A A B U R G O S

peregrinos, no cesó de protegerles aun después de su muerte.


L a historia y l a leyenda del santo recogen las maravillosas cu-
raciones de estos desvalidos: ahora es u n caballero de F r a n c i a
a quien por sus pecados poseía el demonio y que, p a r a librarse
de él, decide ir en peregrinación a Compostela, pero, al pasar por
Santo D o m i n g o de la Calzada y acercarse a l sepulcro del santo,
se siente al momento libre del espíritu maligno; luego es u n
peregrino alemán llamado Bernardo quien emprende la r u t a
jacobea a fines del siglo X I V y es curado ante el sepulcro de
la Calzada de u n a infección purulenta en los ojos, o u n pere-
grino francés, de N o r m a n d í a , que, igualmente por su inter-
cesión, recobra la v i s t a de u n ojo, que había perdido t o t a l -
mente 31.

Pero el milagro más popular, que recogen todas las " G u í a s " y
relatos de peregrinos es el de aquel j o v e n peregrino francés o
alemán que, falsamente acusado de haber robado en l a posada
y condenado a muerte, es salvado en l a horca por mediación de
Santiago—en algunas versiones por mediación de Santo D o -
m i n g o — , milagro éste que desde principios del siglo X V se loca-
liza en l a ciudad de Santo Domingo de l a Calzada 32.

Arrivés á Saint-Dominique,
L e coq chanta
Nous Ventendimes dans V E g l i s e
Nous étonna

3i Sobre Santo D o m i n g o de l a C a l z a d a puede consultarse, A c t a Sancto-


rum, t. I I I de m a y o , 166; L u y s d e l a V e g a , H i s t . de l a v i d a y milagros de
Santo Domingo de l a Calzada, B u r g o s , 1606; G a r i b a y , Compendio historial,
II, pág. 68; G r e g o r i o d e A r g a i z , L a Soledad laureada, II, f o l . 341; J o s e p h
G o n z á l e z d e T e j a d a , H i s t . de Santo Domingo de l a Calzada, A b r a h á n de l a
R i o j a , patrón del Obispado de Calahorra y l a Calzada, y noticia de l a f u n d a -
ción y aumentos de l a Santa Iglesia cathedral y ciudad nobilísima de su nom-
bre, sus hijas, M a d r i d , 1702; M a t h e o d e A n g u i a n o , Compendio historial de
la p r o v i n c i a de l a R i o j a , de sus santos y milagrosos santuarios, M a d r i d , segunda
edición, 1704, pág. 83; M a r i a n o B a r r u s o , H i s t . del glorioso Santo Domingo
de la Calzada, L o g r o ñ o , 1887; J u a n C r u z B u s t o S e n r a , Compendio de l a
vida y milagros de Santo Domingo de l a Calzada y reseña histórica de su c i u -
dad. S a n t o D o m i n g o de l a C a l z a d a , i m p . de H . O r t e g a , 1909; J o a q u í n d e
E n t r a m b a s a g u a s , Sanio Domingo de l a Calzada. E l ingeniero del Cielo. M a -
d r i d , " B i b l i o t e c a N u e v a " ' , 1940, 191 páginas.
32 D e este milagro se t r a t a más extensamente en el capítulo V I de l a
parte I I I .

165
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

On nous clit que le P e l e r i n


P a r un miracle
A ce signe ressuscita
Ce ti'ést pas un fable 33

E n otra canción se decía:

O h ! que nous fumes joyeux


Q u a n d nous f u m e s á Saint-Dominique
E n entendant le coq chanter
E t aussi l a Manche g e l i n e ;
N o u s sommes alies vers l a Justice,
O i i resta trente-six jours Venfant
Que son pere trouva en vie
De Saint-Jacques en revenant 84.

L a veracidad del milagro podía ser comprobada por todos. E n -


trando en l a iglesia por el crucero, a mano izquierda podían ver
los peregrinos colgada una caja de hierro p i n t a d a de a z u l donde
se encerraban u n gallo y u n a gallina blancas 35 (lám. L X V I I ) ,
descendientes de los que el juez de l a ciudad estaba comiendo
cuando llegaron a él los padres del pobre peregrino a pedir que
lo descolgara de l a horca. L a s aves v i v í a n siete años, y el día 12
de m a y o , fiesta del santo p a t r ó n de la c i u d a d , se renovaban en
l a j a u l a 36. " E t je les ay veuz de v r a y et son t o u x b l a n c s " , dice
en 1417 el señor de Caumont. " N o olvides la gallina de junto al
altar, y l a considerarás bien—escribe en 1495 H e r m a n n K ü n i g — ;
piensa que D i o s puede hacer milagros; yo sé bien que no es men-
t i r a que escaparon del asador, pues yo mismo he visto el cuarto
donde echaron a andar y el hogar donde fueron asadas." Manier
a f i r m a que la camisa del peregrino se guardaba todavía en la

33 L a Grande Chanson des pelerins qui vont á Saint-Jacques (ed. D a r A -


n a t z , Chansons des pelerins á Saint-Jacques, B a y o n n e , 1917, pág. 23).
34 Chanson I I , estrofa segunda. L a m i s m a alusión se repite en otras v a -
rias canciones.
35 Así describe l a caja M a n i e b , Pelerinage, pág. 54.
36 Así lo dice L u c i o M a r i n e o S i c u l o , De rebus H i s p a n i e memorabili-
bus (año 1530), l i b . V : " U b i septennio v i v u n t (hunc t e r m i n u m D e u s illis ins-
t i t u i t ) et i n f i n e septennii, a n t e q u a m m o r i a n t u r , p u l l u m r e l i n q u u n t et p u l l a m
suis coloris et m a g n i t u d i n i s et hoc f i t i n ea ecclesia quolibet septennio" (Con-
fróntese A A . S S . , j u l i o , t. V I , pág. 47, núms. 184-186). E . C o c k ( J o r n a d a de
Tarazona hecha por F e l i p e I I en 1592, M a d r i d , 1879, pág. 53) repite: "Crían
de siete en siete años otro gallo y otra gallina ad perpetuam rei rnemoriam.

166
IV, VIII. - L A C A R R A : DE N A J E R A A BURGOS

iglesia, y l a horca, de l a que trae dibujo, estaba sobre u n a v e n -


tana37. L o s peregrinos t o m a b a n dos o tres plumas de estas
aves, que exhibían como trofeo en los sombreros, y , cosa m i l a -
grosa, n u n c a se agotaban éstas 38. E s más, asegura Sobieski que
'"los viajeros supersticiosos, especialmente los franceses y nues-
tros compatriotas polacos, se apresuran a ver estas aves, cre-
yendo que si de la p u n t a de sus cayados de peregrinos ponen
las migajas de su p a n en la j a u l a y las gallinas comen de ellas,
llegarán sin novedad a Compostela, y en caso contrario se i m a -
ginan que m o r i r á n en el camino. E n m i presencia ensayaron
algunos los mismos presagios, pero yo n i siquiera quise m i r a r
semejante c r e d u l i d a d " 39.

Como castigo al juez, refiere M a n i e r , hay u n a sentencia


contra él y sus sucesores, p a r a que lleven a l cuello u n a cuerda
como recuerdo de este j u i c i o , lo cual se practicó por mucho
tiempo, pero después l a cosa cayó en desuso. A h o r a , dice, l l e v a n
u n a c i n t a roja y en reconocimiento dan de comer todos los días
a u n peregrino 40.

37 B a r r u s o : H i s t . , págs. 203-207, dice que en l a catedral se c o n s e r v a ,


" d e b a j o de u n a v e n t a n a , sobre el arco de l a n a v e c l a u s t r a l que d a a l t r a s a l -
t a r m a y o r por el lado de l a Epístola y en el exterior de otra v e n t a n a t a p i a d a " ,
u n a m a d e r a de l a h o r c a d e l peregrino.
38 D i c e M a r i n e o S i c ü l o : " M a g n a e quoque a d m i r a t i o n i s est, q u o d omnes
per b a n c u r b e m transeúntes peregrini, q u i sunt i n n u m e r a b i l e s , g a l l i hujus et
gallinae p l u m a m c a p i u n t , et n u m q u a m illis p l u m a e d i f i c i u n t . H o c ego testor,
propterea q u o d v i d i et i n t e r f u i , p l u m a m q u e m e c u m f e r o . " C o c k t a m b i é n ase-
gura que " s e da a los passageros que passan p l u m a en m e m o r i a de este suc-
ceso", y lo m i s m o F r . L u y s d e l a V e g a . F r . P e d r o d e l a V e g a , F l o s san-
ctorum, 1578, f o l . C X I - I I (acabado de escribir el 25 de septiembre de 1521),
dice que " h a n c o n las p l u m a s dé aquellas gallinas algunos enfermos s a n i d a d ,
por el d o n de l a graaia d i v i n a l " .
59 Viajes de extranjeros por E s p a ñ a y P o r t u g a l en los siglos X V , X V I
y X V I I . Colección de J a v i e r L i s k e , traducidos del o r i g i n a l y anotados por
F . R . , M a d r i d , 1880 (?), p á g . 242. Sobre esta superstición, cf. C a r o B a r o j a ,
A u g u r i u m ex p u l l i s , en " C o r o n a de E s t u d i o s que l a Soc. Española de A n t r o -
pología, E t n o g r a f í a y P r e h i s t o r i a d e d i c a a sus m á r t i r e s " , 1.1, 1941, págs. 63-76.
Sobre el milagro del ahorcado hace u n a extensa recopilación de materiales
R o d ó l e L l o r e n s i J o r d a n a , Sobre u n a llegenda p o p u l a r medieval. U n penjal
preservat de morir miraculosament. U n g a l l i g a l l i n a ressuscitats miraculosament,
en " A r x i u de tradicions p o p u l a r s " , fac. I V , páginas 200-210, fase. V , pági-
nas 266-274, y adiciones al m i s m o de F . B o u z a - B r e y y A . d e A p r a i z , loe cit.,
fase. V I , págs. 323-325.
40 Pelerinage d ' u n p a y s a n P i c a r d , pág. 55.

167
L A S P E R E G R I N A C I O N E S S A N T I A G O

A l a salida de la ciudad en dirección a Burgos había una


capillita elevada en el mismo lugar en que ahorcaron al pere-
grino " .
D e l h o s p i t a l de peregrinos que fundara Santo D o m i n g o
nada queda. Cuando éste v i v í a , según dice la t r a d i c i ó n , daba de
comer a los peregrinos en u n c a m p o , al norte de l a ciudad y

CATEDRAL

ERMITA DE SAN LÁZARO

| | J /CONVI?. DE
FRANC1SC

50LLO

P l a n o de Santo D o m i n g o de l a Calzada.

cerca del río, que se conoce con el nombre de Mesa del Santo;
se conservaban seis enormes encinas, restos del bosque que allí
hubo. F u n d a d o el hospital, a él dejó Santo D o m i n g o todos sus
bienes, y otras almas piadosas fueron acrecentando con sus
rentas la dotación del mismo. E n 1216 (8 diciembre), Hono-
rio III t o m a b a bajo su protección al cabildo de Santo Domingo
de la C a l z a d a , " v i l l a m Saneti D o m i n i c i c u m hospitali eiusdem
í o c i " l2. E n él tenían cabida los enfermos y los peregrinos13.

L a citan L a f f i y M a n i e r .
B . A . H . , t. 26, págs. 379-380.
Así lo dice C o c k . K ü n i g se alojó en este h o s p i t a l .

168
IV, VIII. - LACARRA: DE NAJERA A BURGOS

E n el siglo X V I I I era u n edificio con u n gran claustro, de cuyos


techos colgaba l a piel de u n cocodrilo disecado (láms. L X X - I ) .
A Manier, que lo describe así, le dieron u n caldo, habas, buen
p a n , pero mala cama 44. A l hospital se agregó en 1735 l a obra
pía que allí fundaron D . D o m i n g o Méndez Gallego y su m u j e r ,
D,a A n d r e a de L a r a , p a r a atender a los pobres enfermos de l a
ciudad, y en el siglo pasado, con l a desamortización, el hospi-
t a l , convertido en Casa de Beneficencia de l a l o c a l i d a d , se ins-
taló en el magnífico convento de San F r a n c i s c o , que había sido
levantado en 1573 según los planos de H e r r e r a l5.

A l a salida de Santo D o m i n g o , los peregrinos cruzaban el


río O j a o Glera por el puente que edificara el santo, y , conti-
nuando por l a calzada construida por Santo D o m i n g o , seguían
a Grañón y Redecilla del Camino (Radicellas en l a " G u í a de los
Peregrinos").
G r a ñ ó n queda hoy en u n alto a la i z q u i e r d a de l a carretera
general. Fué ciudad m u r a d a con castillo importante. T u v o dos
monasterios, de Santo Tomé y de San M i g u e l , que en 1063 fue-
ron, dados por Sancho el de Peñalén a A z n a r García en premio
a sus servicios 46. E n 1085, D.a J u l i a n a , t a l vez f a m i l i a r de
A z n a r García, agregaba a San M i l l á n el monasterio de San M i -
guel de V i l l a r t a , término de Grañón, "et sit concesso i n alber-
garía ad pauperes i n S a n c t i E m i l i a n i " 17. E l hospital de Grañón
estaba reducido en el siglo X I X a la p l a n t a baja de u n edificio
arruinado is. E n 1256, Alfonso el Sabio incorporaba la v i l l a de
Grañón a Santo D o m i n g o de l a Calzada 49.
Cerca de Redecilla hubo hospicio de peregrinos t i t u l a d o de
S a n t a P í a o de Santa C r i s t i n a , que fué agregado a San M i l l á n r"}.

44 Pélerinage d ' u n p a y s a n Picará, pág. 53. Véase su descripción, p l a n t a s


y alzado en el v o l . I, págs. 377 y sigts.
45 M a d r a z o : N a v a r r a y Logroño, I I I , 701; A . R u i z d e A r c a u t e , J u a n
de Herrera, M a d r i d , 1936, p á g . 86. .
46 S e r r a n o : C a r i , de S a n M i l l á n , n ú m . 179.
47 S e r r a n o : C a n . de S a n M i l l á n , p á g . 379.
48 M a d o z : D i c e . s. v.
49 P u b l i c a el documento G o v a n t e s , Dice., pág. 303.
50 D o c u m e n t o s de 1035 y 1049, en S e r r a n o , C a r i , áe S a n M i l l á n , p á -
ginas 121 y 151. Sospecho que S a n t a C r i s t i n a no estaba en R e d e c i l l a del C a -
mino, sino en R e d e c i l l a del C a m p o , " u n a m d e c a n i a m q u a m v o c i t a n t S a n c t a
Christina... que est sita i u x t a f l m i u m T i r o n e " . P o r otra parte, el hospicio de

169
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

A orillas del río Peros, ahora l l a m a d o río L a c h i g o o Relachigo,


f u n d a r o n una alberguería " a d r e c i p i e n d u m pauperes" García
Pérez y su mujer M a r í a , h i j a de Sancho Núñez de B a r r i o - E s t a -
bello, que en 1189 era declarada por A l f o n s o V I H libre y exen-
t a de todo pecho. Sus fundadores l a agregaron en 1196 al mo-
nasterio de San M i l l á n con todo su m o b i l i a r i o >,. E l camino pa-
saba por C a s t i l d e l g a d o o V i l l a i p u n , donde en 1074 había un
monasterio de Santiago que fué incorporado a S a n M i l l á n 52
H u b o t a m b i é n u n h o s p i t a l que sirVio de albergue a los pere-
grinos de Santiago, y que se dice edificado por Alfonso V I I
j u n t o a l a iglesia de N u e s t r a Señora l a R e a l del Campo 53. A al-
guno de estos hospitales debe de a l u d i r K ü n i g , cuando cita uno
que había poco después de pasar R e d e c i l l a .

B e l g r a d o , en el fondo de u n barranco, era población más


i m p o r t a n t e ( l á m . L X X I I ) . Había sido repoblada por Alfonso el
B a t a l l a d o r en 1116, otorgándole u n fuero con vistas, sin duda,
a crearse intereses en l a R i o j a , frente a las pretensiones de su
hijastro. Había aquí u n hospital de S a n t a María de Belén, ad-
ministrado por el obispo de Burgos 54; h o y sólo queda u n a er-
m i t a bajo l a m i s m a advocación a l a salida del pueblo en direc-
ción a Burgos. Pasado el puente sobre el río T i r ó n , estaba el hos-
p i t a l de los Caballeros 5r>. Seguía el camino por Tosantos, V i l l a m -
bistia y E s p i n o s a del Camino hasta V i l l a f r a n c a Montes de Oca.

S a n t a Pía f i g u r a en el siglo X I I como dependencia de los religiosos premos-


tratenses de Ibeas de J u a r r o s . Cf. S e r r a n o , E l Obispado de B u r g o s , I I , 325, 327.
51 D i e r o n , en efecto, "dúos boves, et u n a e q u a , et u n a asina, tres cupas
et u n a t i n e a , quinqué arcas, tres halmeras et uno tapet, tres fietros, sex mal-
feggas, dúos licteros, tres colchedras de p l u m a , quinqué capitales, septem
sabanas, octo lenzuelos, m a n u t e r g i a decem, d u o d e c i m cifos et u n a c a l d a r i a " ,
H e r g u e t a : L o e . eit., t. X I (1904), págs. 128-130.
52 S e r r a n o : Cart. de S a n M i l l á n , pág. 317.
53 H i p ó l i t o C a s a s : Valvanera, historia del santuario y monasterio de este
nombre en R i o j a , Z a r a g o z a , 1866, pág. 31.
54 S e r r a n o : E l Obispado de B u r g o s , I I , 215. E n febrero de 1441, Ñuño
y J u a n González, pintores y vecinos de B u r g o s , se comprometen a hacer una
i m a g e n de S a n t i a g o , c o n su f r o n t a l y tabernáculo, p a r a l a iglesia de Santa M a -
ría de B e l o r a d o ( S e r r a n o : L o s conversos D . P a b l o de Santamaría y D . Alfonso
de Cartagena, pág. 254). H e r g u e t a (Loe. eit., t. X I , págs. 126-132) sospecha
que existieron hospitales a orillas del c a m i n o , en el lugar donde está l a ermita
del S a n t o Cristo de S a n Lázaro.
35 Así lo l l a m a K ü n i g .

170
IV, vni. - l a c a r r a : de nájera a burgos
V i l l a f r a n c a es una v i l l a de pobre caserío, emplazada en
l a ladera de u n pequeño valle o barranco a l pie de los Montes de
Oca (lám. L X X I I I ) . H u b o aquí u n hospital dedicado a Santiago
que dio origen a l a población '% pero más nombradía alcanzó
el hospital que en 1380 fundara la r e i n a D.a J u a n a M a n u e l ,
mujer de E n r i q u e II. K ü n i g lo recuerda con agrado: " A c u é r d a t e
allí del hospital de la R e i n a — d i c e — , en el que dan a los h e r m a -
nos una buena r a c i ó n " , y lo mismo dice L a f f i : " F a u n o gran ca-
r i t a allí P e l l e g r i n i , e i n particolare a l l ' O s p i t a l e dando d a m a n -
giare molto bene" 57. E n el siglo X V I I I tenía catorce camas de
hospedería para hombres, cuatro para mujeres, otras cuatro
para sacerdotes y personas distinguidas, nueve p a r a enfermos
y cinco en distinta sala para mujeres enfermas 58.

E n el mismo pueblo de V i l l a f r a n c a se i n i c i a l a subida a los


Montes de O c a , cubiertos de robles y de espesa vegetación, h o y
sin poblado alguno, antiguamente con diversas fundaciones re-
ligiosas y hospitalarias que facilitaban el t r á n s i t o . E n el valle
que queda a l a izquierda del camino estuvo l a antigua Sede
episcopal de A u c a , cuyos orígenes se r e m o n t a n a l a época v i s i -
goda, y en 1075 fué trasladada a Burgos 59. Más abajo, no lejos
de V i l l a f r a n c a , estaba el monasterio de S a n F é l i x de O c a , cuyas
memorias se remontan a l siglo I X y que en 1049 fué agregado a

56 Así lo dice L . S e r r a n o , E l Obispado de B u r g o s , II, 215.


87 L a f f i : V i a g g i o 3, pág. 172. C o c k : J o r n a d a de T a r a z o n a , pág. 50, dice
de V i l l a f r a n c a : " E s u n a v i l l a m u y d e s p a r r a m a d a de casas y tiene u n rico
hospital p a r a enfermos y passageros, que a l l i tienen cierta ración de p a n y
v i n o , que se d a a c a d a uno p a r a passar su c a m i n o . " Véase en G o n z á l e z , Co-
lección de privilegios del A r c h i v o de S i m a n c a s , V , 372 y 382, privilegies y
exenciones otorgadas a este h o s p i t a l en 1380 y 1385.
58 F l ó r e z : E s p . Sagr., t. X X V I I , 1824, pág. 346. H e aquí l a descrip-
ción que hace M a n i e r : " V i l l r a n y u ( V i l l a f r a n c a Montes de O c a ) , v i l l e , o ü
nous avons conché dans de bous lits aprés avoir soupé: une écuelle de b o u i l l o n
dans u n p e t i t gobelet, d u b o u d i n a forcé, mais d u b o n p a i n . Cette v i l l e n ' a
rien de rare. E l l e est petite, située sur l a cote d'une montagne, partie en h a u t ,
partie e n b a s " .
59 D e l a sede de A u c a se ocupan F l ó r e z , E s p . Sagr., t. X X V I ; L . S e -
r r a n o , E l Obispado de B u r g o s , I, cap. I y siguientes; T e ó f i l o L ó p e z M a t a ,
E l territorio de A u c a y su demarcación geográfica a f i n e s del siglo X I , B . C . M .
B u r g o s , 1939-1940, págs. 294-304, 344-351, con u n m a p a del t e r r i t o r i o de O c a
a fines del siglo X I . Sobre el p a p e l desempeñado por el t e r r i t o r i o de O c a en l a
h i s t o r i a , véase B a l p a r d a , Jíist. crítica de V i z c a y a . I I , 231.

171
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

San M i l l á n de l a Cogolla '". Todavía quedan las ruinas de su


iglesia, de reducidas proporciones, con arco de herradura de
tipo mozárabe, sillares de gran aparejo, denotando todo nota-
ble antigüedad. Subiendo a los montes de O c a ocurrió aquel
milagro que nos refiere el Libei- Sancti l a c o b i , del j o v e n fran-
cés que, yendo con sus padres a v i s i t a r el sepulcro de Santiago,
m u r i ó a l atravesar los Montes de O c a , y p o r los ruegos y ora-
ciones de su madre, Santiago intercedió y fué resucitado, p u -
diendo seguir p o r su pie hasta Compostela a rendir gracias al
santo A p ó s t o l 81.

A l llegar a lo alto de los Montes de O c a , seis kilómetros de


subida, estaba el pueblo u hospital de V a l d e f u e n t e s , donde,
en el siglo X I I , se estableció u n priorato de religiosos cister-
cienses procedentes de V e r u e l a (i2. E n 1169, Alfonso V I I I con-
cedió a l a c o m u n i d a d u n a granja en Sajazarra (a orillas del
río O j a ) , y se trasladó allí, vendiendo Valdefuentes a Fer-
nando P a r d o , que y a lo poseía en 1173 63. E n 1197 (7 junio), A l -
fonso V I I I otorgaba u n fuero a los pobladores del hospital de
Valdefuentes "*. Después pasó a depender del hospital del R e y ,
en B u r g o s , y en el siglo X I X sólo quedaba u n a casa grande y
u n a pequeña capilla servida p o r u n cura que n o m b r a b a l a aba-
desa de las Huelgas de Burgos ,i5. L a s ruinas de este hospital
se v e n todavía a orillas del arroyo de Roblegordo. Antes de lle-
gar a Valdefuentes estaba a l a derecha el hospital de V a l b u e n a ,
que dependía de l a iglesia de Burgos ' % y no lejos de aquí el de
M u ñ e c a c'7.

60 Sobre el monasterio de S a n F é l i x de O c a , F l ó r e z , E s p . S a g r . , t. X X V I I ,
páginas 37-40, y L . S e r r a n o , C a r i , de S a n M i l l á n , documentos números 8,
9, 11, 138, etc.
01 L i b e r I I Sancti l a c o b i , cap. I I I .
62 A r g a i z : Soledad laureada, I I , 354.
,i3 S e r r a n o : E l Obispado de B u r g o s , T í , 232-3.
61 R o d r í g u e z L ó p e z : E l R e a l Monasterio de las Huelgas y el Hospital
del R e y , I, pág. 495.
65 M a d o z : D i c e . , t. X V , pág. 2 7 1 .
(i,i E n b u l a 7 de enero de 1182, L u c i o I I I c o n f i r m a b a a l a iglesia de
B u r g o s , entre otras posesiones, "hospitale q u o d d i c i t u r V a l b o n a " , que estaba
en M o n t e s de O c a . Cf. S e r r a n o , EZ Obispado de B u r g o s , I I I , 270.
67 S e r r a n o : E l Obispado de B u r g o s , I I , 216, con referencia a B e r g a n z a ,
A n t i g . de E s p a ñ a , I I , págs. 111, 114 y 460. E n 1152 dio a l h o s p i t a l de Muñeca
l a p r o p i e d a d de población de P i e d r a h i t a , que había pertenecido a Diego Ro_

172
IV, VIII. - L AC A R R A : D E N A . J E R A A B U R G O S

Desde Valdefuentes, para llegar a Burgos, los peregrinos


podían seguir dos caminos diferentes: el de la derecha, siguiendo
el curso del arroyo del Roblegordo a salir a San Juan de Ortega,
Ages y Atapuerca, o a la izquierda, por Zalduendo e Ibeas de
Juarros. E l primero nos parece más antiguo, y sería el más fre-
cuentado en los siglos X I y X I I ; a él se refiere la "Guía de los
Peregrinos". Por el segundo se trazó la actual carretera de L o -
groño a Burgos. Pero ambos caminos fueron utilizados por los
peregrinos 68.

Los Montes de Oca eran para el autor de la "Guía de los Pe-


regrinos"—recuérdese que escribe en el reinado de Alfonso I
(1104-1134)—el límite de las tierras de los navarros y donde
comenzaba la tierra de los españoles, es decir Castilla y la tie-
rra de Campos, tierra llena de riquezas, de oro y plata, hermo-
sos caballos, pan, vino, carne, peces, leche y miel; falta, sin
embargo, de árboles y llena de hombres malos y viciosos 6 9.

San J u a n de Ortega.

Fué San Juan de Ortega otro santo arquitecto del camino


de Santiago que empleó su vida y su hacienda en facilitar el
tránsito de los* peregrinos. Discípulo de Santo Domingo de la
Calzada, su vida no se halla velada por los cendales de la leyenda,
sino que podemos seguirla perfectamente en los documentos 70.

dríguez, señor de dicho hospicio. Más adelante f u é anexionado a l h o s p i t a l de


San C i p r i a n o de M o n t e s de O c a . Cf. S e r r a n o , E l Obispado de B u r g o s , I I , 318.
G8 K ü n i g dice: " E n l a m o n t a ñ a encuentras que se d i v i d e el c a m i n o y
que puedes escoger e l que quieras, a l a derecha hallas a l o lejos u n h o s p i t a l
y a l a i z q u i e r d a u n a t a b e r n a , después pasas u n a b e l l a puente y llegas ense-
guida a B u r g o s " . A r n o l d v o n H a r f f dice que " e l de l a mano i z q u i e r d a es e l me-
jor y e l más c u i d a d o , pero l o s peregrinos siguen e l de l a derecha p a r a recibir
l i m o s n a en el monasterio l l a m a d o de S a n J u a n de O i t e g a , donde tienen u n
h o s p i t a l " . E l de l a derecha siguen L a f f i y el i t i n e r a r i o de J e a n F i e r r e R a c q
en 1790; e l de l a i z q u i e r d a , p o r Z a l d u e n d o , el Repertorio de todos los caminos
de España, p o r P e r o J u a n V i l l u g a , año 1546 ( K i n g , The W a y o f S a n J a -
mes, I I I , 589-596), e l peregrino M a n i e r y el Itinerario español o Guía de ca-
minos, de 1798 ( K i n g , The W a y of S a n James, I I I , 610-617).
59 Líber V Sancti l a c o b i , cap. V I I , e d . W h i t e h i l l , pág. 359.
7U Sobre San J u a n de Ortega y s u iglesia, véase A c t a Sanctorum, mes de
j u n i o , t. I; España Sagrada, t. X X V I I (segunda ed.), pág. 176 y siguientes;
Constituciones sinodales de B u r g o s , folios X X I y L V I I I ; S i g ü e n z a , H i s t . de l a

173
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

N a t u r a l de Q u i n t a n a O r t u ñ o , aldea burgalesa, hijo del caballero


V e l a Velázquez y de su mujer, D.a E u f e m i a , v i o la luz del mundo
hacia el año 1080. Ordenado de sacerdote, colaboró con Santo
D o m i n g o de l a Calzada en sus empresas a favor de los desvali-
dos, y m u e r t o éste (12 mayo 1109) y alterada l a tranquilidad
del reino a raíz del m a t r i m o n i o del Alfonso I y Doña Urraca
(otoño de 1109), abandonó el país haciendo l a peregrinación a
los Santos Lugares. A l regreso fué salvado de u n naufragio por
intercesión de San Nicolás de B a r i , de quien era devoto, y ofre-
ció edificar una iglesia bajo su advocación. E n u n a zona de es-
pesas malezas ( U r t i c a ) del camino jacobeo, refugio hasta en-
tonces de malhechores, edificó su iglesia, casa para los que le
acompañaban y refugio p a r a los peregrinos. A q u í se retiró a v i -
v i r con dos sobrinos suyos y fundó una c o m u n i d a d de canó-
nigos regulares de S a n A g u s t í n , gastando en estas empresas
toda su fortuna. Cuando n a d a quedaba p a r a dar a los pobres
peregrinos que l l a m a b a n a sus puertas. Dios llenaba las arcas
de p a n p a r a poder atenderles.

E n 1138, Inocencio II t o m a b a l a Casa bajo su protección,


quedando bajo la i n m e d i a t a dependencia de l a Santa Sede, a la
que debía pagar en reconocimiento cuatro maravedís anuales 71.
E n 1142, Alfonso V I I le otorgaba todos los terrenos de realengo
que había en los Montes de O c a entre Ortega de A r r i b a y Or-
tega de A b a j o para que con ellos sirviera a los pobres de Cristo 72.
E n 1152, Sancho III c o n f i r m a b a esta donación 73, y en 1155
agregaba el mismo monarca el pueblo de O j u e l a , cercano a
Ortega 74.
Residió el santo largas temporadas en l a R i o j a , donde se le
atribuye l a construcción de diversos puentes, como y a hemos
visto: los de Logroño, Nájera y Santo D o m i n g o de l a Calzada.
Se le atribuye t a m b i é n l a construcción de u n a calzada y puente
entre Ages y A t a p u e r c a , que por ser zona pantanosa era obra
Orden de S a n Jerónimo, l i b . I I I , cap. X ; E . G a r c í a C o n c e l l Ó n , S a n J u a n de
Ortega, " B o l . Soc. E s p . E x c u r s . " , I I I , 1805, págs. 32-38; L a m p e r e z , H i s t o r i a
de l a arquit. cristiana española, I I , 2.a ed., págs. 51-54; L . H ( u i d o b r o ) y S. S(e-
r r a ) . E n el aniversario de S a n J u a n de Ortega, en " E l C a s t e l l a n o " , de B u r -
gos, 2 j u n i o , 1933; L . S e r r a n o , E l Obispado de Burgos, II, 341 y 409-
71 Se p u b l i c a en E s p . S a g r . , t. X X V I I 2 , pág. 182.
72 S u t e x t o , en E s p . S a g r . , t. X X V I I 2 , pág. 460.
73 S u t e x t o , en E s p . S a g r . , t. X X V I I 2 , pág. 461.
74 Se p u b l i c a en E s p . S a g r . , t. X X V I I 2 , pág. 462.

174
IV, VIH. - L A C A R R A : D E N A J E R A A B U R G O S

m u y necesaria, y lo mismo otra pequeña calzada que v a desde


A t a p u e r c a al monasterio. Cerca de C u b o , lugar a seis leguas de
Ortega, levantó u n puente y sus vecinos acudían en procesión
todos los años en acción de reconocimiento a S a n J u a n de
Ortega en el día de su fiesta ?5. E n Nájera se sintió enfermo de '
muerte y pidió ser llevado a O r t e g a , a donde fué transportado
en andas y allí m u r i ó (1163, 2 de junio).
E n su testamento, redactado en 1152 y que se conserva en
Ortega como preciosa reliquia 70, recuerda l a edificación de l a
iglesia de San Nicolás " i n servitio p a u p e r u m i n vía S a n c t i
l a c o b i " , cómo allí h a b i t a b a n ladrones "nocte ac die jacobipetas
interficientes et multos e x p o l i a n t e s " y cómo i n s t i t u y ó u n a co-
m u n i d a d de canónigos regulares de San A g u s t í n , que puso bajo
la protección de l a Silla Apostólica ( l á m . L X X I V , 2). Encargó
que el gobierno de l a c o m u n i d a d pasara a su muerte a su sobrino
M a r t í n E s t e b a n , y a l a de éste, a su otro sobrino J u a n . E n t e r r a d o
en Ortega, a principios del siglo X I I I y a se conocía el pueblo con
el nombre de S a n J u a n de Ortega y l a f a m a de sus milagros
corría por todas partes. L o s peregrinos de Santiago h a l l a b a n en
él singular favor. U n m a t r i m o n i o irlandés, que i b a a Santiago
con u n hijo de siete años, mudo de n a c i m i e n t o , al pasar por V i -
Uafranca Montes de O c a oyó hablar de los milagros que hacía
Dios por intercesión del santo; a r r i m a r o n el niño al sepulcro
sobre el c u a l unas mujeres echaron unas manzanas, y a l p u n t o
empezó el niño a hablar pidiendo aquellas manzanas p a r a co-
mérselas. U n pobre t u l l i d o que c a m i n a b a hacia Santiago m o n -
tado en su b o r r i q u i l l o , halló la salud en Ortega por mediación
del Santo Confesor " .
E l testamento del santo sólo en parte se c u m p l i ó : le suce-
dieron, en efecto, sus dos sobrinos en l a dirección de l a Casa,
pero luego v i n o en gran decadencia. Alfonso V I I I , en 1170, l a
incorporaba a l a iglesia de B u r g o s . Más adelante, el obispo
D . P a b l o de S a n t a María, basándose en que el monasterio no
era sino quaedam domus minus honeste viventium, y l a c o m u n i -
dad había quedado reducida a tres religiosos, instaló aquí u n a
comunidad de l a Orden de San Jerónimo v e n i d a de F r e s d e l v a l

7"5 E s p . Sagr., t. X X V I I 2 , pág. 186.


76 Véase su t e x t o en el Apéndice.
77 N o se escribió l a v i d a de S a n J u a n de O r t e g a hasta que en el siglo X V
iue h a b i t a d o el monasterio por monjes Jerónimos.

17S
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

(1432), que con una mejor administración atendieron a los


fines caritativos de l a fundación.
L a f f i , que por aquí pasó, dice de estos Jerónimos: "Questi
P a d r i sonó molto r i c h i e fauno molte carita alli P e l l e g r i n i " . E n
el siglo X V I I I escribía otro autor: " E n el H o s p i t a l parece con-
t m ú a el Santo su maravillosa caridad hasta h o y , pues tiene el
privilegio de no sentirse n u n c a m a l olor y hallarse los pobres
asistidos de u n modo que parece increíble, porque como está
en l a carrera de otros R e y n o s a Santiago, son muchos los pere-
grinos y pobres que concurren. Dánles de comer cuando llegan,
y llegan casi a todas horas. E l Monasterio es pobre, pero nunca
le f a l t a p a r a los pobres. S i v i e n e n enfermos, les asiste con médico
y medicinas; si alguno muere, les hace el entierro solemne, asis-
tiendo l a C o m u n i d a d con velas encendidas; de modo que parece
v i v e l a c a r i d a d del Santo aunque el cuerpo está m u e r t o " '8.
H o y nos queda en San J u a n de Ortega la iglesia que el Santo
l e v a n t a r a y , al parecer, t a l como él l a dejó, pues tiene una gran
cabecera y crucero de transición, pero con u n solo tramo de na-
ves, y éste m u y posterior ( l á m . L X X I V , 1). L a capilla del Santo,
de estilo o j i v a l f l o r i d o , se encuentra pasado u n claustro sin inte-
rés. Según piadosas historias, fué abogado contra l a esterilidad
por haber nacido cuando y a sus padres llevaban largo tiempo
de m a t r i m o n i o , sin esperanza de tener hijos. Isabel l a Católica,
hallándose largo tiempo sin tenerlos, acudió al Santo y obtuvo
lo que pedía 79, levantando en acción de gracias esta suntuosa
c a p i l l a , que consta de u n a sola nave de esbeltísima arquitec-
t u r a , en l a que se repite en las claves de la bóveda el escudo de
los Reyes Católicos.
E n el centro de la capilla está el sepulcro en u n templete o
baldaquino gótico, que fué colocado el 23 de marzo de 1474. Lo
rodea u n a hermosa reja de hierro con dos cartelas que dicen, la
u n a : Diego de Vargas Secretario del R e y , y l a otra: L a mandó
hacer año 1561 ( l á m . L X X V ) . Guárdase t a m b i é n , como preciada
reliquia l a casulla y alba del Santo, tejidos árabes, el de aquélla
de tipo de B a g d a d , que se supone trajera el santo de su pere-
grinación a T i e r r a Santa.
H o y no h a y hospital en San J u a n de Ortega. L a desamorti-
78 F l ó r e z : E s p . Sagr., t. X X V I I - , pág. 195.
79 P . B e r n a r d o P a l a c i o s : H i s t . de l a dudad de Burgos, ms. citado por
E . García Concellón, loe. cit.

176
IV, VIII. - l a g a r r a : de ná.tera a b u r g o s

zación barrió los últimos restos de esta santa fundación hospi-


t a l a r i a , y San J u a n de Ortega queda hoy reducido a la condición
de una simple aldea de 36 edificios con 73 habitantes pertene-
cientes a l A y u n t a m i e n t o de Barrios de C o l i n a , perdida en las
estribaciones de los Montes de O c a , en u n paisaje t r i s t ó n y mo-
nótono. P a r a llegar a ella desde los Montes de Oca h a y que atra-
vesar u n a zona de extensos robledales, arbustos y maleza con
algunas llanuras peladas. A q u í se perdió el peregrino L a f f i
en el siglo X V I I , alimentándose con los hongos del c a m i n o .
Aquí nos perdimos t a m b i é n nosotros cuando, hace años, camino
de Compostela tratábamos de identificar la r u t a jacobea 80.
Pero tuvimos l a fortuna de experimentar en San J u a n de Ortega
l a caridad no desmentida del Santo fundador, pues, transidos
por el agua de u n a mañana tormentosa del mes de j u l i o , fuimos
asistidos ei^ casa del señor cura párroco, puestas a secar nues-
tras ropas, reposados nuestros miembros fatigados, después de
repartir fraternalmente con nosotros l a c o m i d a que para él tenía
preparada. De este modesto cura de aldea cuyo nombre ignoro,
guardaré siempre u n emocionado recuerdo. Nos enseñó las joyas
que conserva l a iglesia, hoy destartalada y pobre, y que revela
u n abandono de muchos años; nos señaló el camino y aun nos
acompañó parte de él h a c i a A t a p u e r c a .

Somos peregrinantes,
y al separarnos trisies bien sabemos,
que aunque seguimos rutas muy distantes,
a l f i n de l a jornada nos veremos.

E l camino, a l salir de San J u a n de Ortega, se dirige a Ages,


por terreno l l a n o , y de Ages sigue a A t a p u e r c a y R u b e n a , de
donde pasaba a G a m o n a l y Burgos 81. E n t r e Ages y A t a p u e r c a
se conserva el puente de piedra que l a t r a d i c i ó n atribuye a
San J u a n de Ortega. E n l a extensa planicie situada al norte de
estos dos pueblos t u v o lugar el encuentro f r a t r i c i d a de las tro-
pas de F e r n a n d o I de Castilla con las de García el de N á j e r a .
80 E n vez de t o m a r el c a m i n o que parte de l a G r a n j a de Valdefuentes
siguiendo el arroyo del R o b l e g o r d o o Regajos, avanzamos tres o c u a t r o k i l ó -
metros más por l a carretera, p a r a t o m a r otro c a m i n o carretil que h a y poco
después de pasar l a casa del peón caminero, y que conduce igualmente a S a n
J u a n de Ortega.
81 Desde A t a p u e r c a , paso seguro del c a m i n o , podían incorporarse a l a
r u t a de Z a l d u e n d o que describimos a continuación, a l a a l t u r a de S a n M e d e l .

tom^ n.—i: 177


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Todavía puede verse en medio del eampo u n hito de piedra de


dos metros y medio de altura que señala el lugar en que muriera
el n a v a r r o (1 septiembre 1054), y que los vecinos conoeen eon
el nombre de F i n de R e y 82.
E n R u b e n a , u n h o s p i t a l dependiente del monasterio de
Oña 83 anunciaba l a llegada a Burgos por G a m o n a l , primera
residencia de los obispos borgaleses, y a l hospital de D . Miguel
E s t e b a n , situado entre G a m o n a l y Burgos.

T o m a n d o , al descender de los Montes de O c a , el camino que


v a a l a i z q u i e r d a del h o s p i t a l de Valdefuentes, el paisaje seguía
por más largo trecho cubierto de bosques. P r o n t o se encontraba
u n h o s p i t a l de S a n C i p r i a n o d e M o n t e s d e O c a , establecido
allí en 1183 con c o m u n i d a d cisterciense por D . Gonzalo Pérez
de Siones. E s t a permaneció poco t i e m p o , pues en 1196 se esta-
blecía en Santa María de Rioseco, cerca del E b r o (partido de
V i l l a r c a y o ) 81. N o sabemos si el h o s p i t a l siguió funcionando en
San C i p r i a n o , u n a vez trasladada l a c o m u n i d a d .
U n a r u t a , más a n t i g u a , de peregrinos entraba por Arlanzón
a Ibeas de Juarros y B u r g o s . O t r a , que estimo más moderna,
seguía, como l a carretera a c t u a l , por Z a l d u e n d o , también a
Ibeas de J u a r r o s . P o r aquí señalan las " G u í a s " de caminos del
siglo X V I el paso de l a r u t a de Burgos a Logroño y por aquí
siguieron en el siglo X V I I I M a n i e r y sus compañeros.
Pero cerca de A r l a n z ó n encontramos antiguas fundaciones
hospitalarias relacionadas con el paso de peregrinos. Estaba
en p r i m e r lugar el hospicio o alberguería de las A r r e t u r a s ,
que en el siglo X I I dependía de l a iglesia de Burgos 85, y que en
1189 era entregado a D . L o p e y su mujer, D.a Sancha, mediante
ciertas condiciones &s. E n el mismo A r l a n z ó n , el llamado hos-
p i t a l de Santiago, que t a m b i é n dependía del Cabildo de Bur-
gos 87. A l donar l a v i l l a a L a s H u e l g a s , dice Alfonso V I I I que
82 L . H u i d o b r o Y S e r n a : L a batalla de A t a p u e r c a , " P r í n c i p e de V i a n a " ,
año 1942, págs. 43-46, con ilustraciones.
83 L . S e r r a n o : E l Obispado de B u r g o s , II, 216.
84 L . S e r r a n o : E l Obispado de B u r g o s , I I , 316-318.
85 B u l a de L u c i o I I I , 7 enero 1182, p u b l . S e r r a n o , E l Obispado de B u r -
gos, I I I , 270.
8,i P u b l i c a L . S e r r a n o , E l Obispado de Burgos, I I I , 311.
87 C o n f i r m a d a l a p r o p i e d a d de l a m i t r a burgalesa por b u l a de L u c i o H L
7 enero 1182, que p u b l . L . S e r r a n o , loe. cit., III, 270.

178
IY, VIII. - L A G A R R A : D E N A J E R A A B U R G O S

estaba " i n strata p u b l i c a p e r e g r i n o r u m " 88. Antes de llegar a


Ibeas había otra congregación t a m b i é n h o s p i t a l a r i a , l a de
Santa María de V i l l a l b u r a o V i l l a r g u r a , f u n d a d a en 1178
para canónigos regulares. Dependió de l a m i t r a de B u r g o s y
en 1185 fué cedida por Alfonso V I I I al monasterio de L a s H u e l -
gas " q u o d fabricatur nostris largitionibus i u x t a B u r g e n s e m c i -
v i t a t e m " ; después, el mismo monarca estableció u n cabildo de
canónigos hospitalarios con las prerrogativas de l a O r d e n cis-
terciense 89.

E n S a n C r i s t ó b a l d e I b e a s hubo a principios del siglo X I I


u n monasterio, que en 1151 pasó a depender de u n a c o m u n i d a d
premostratense v e n i d a de Casa D e i , en Gascuña 90. Otro h o s p i -
t a l hubo en S a n M e d e l , cerca de Villabáscones, dependiente de
San P e d r o de Cárdena 91>
M u y poco antes de llegar a B u r g o s estaban el lazareto de
V i l l a y u d a y el hospital del Capiscol, y en el llamado m o l i n o del
Capiscol se j u n t a b a este camino con el que venía de San J u a n
de Ortega y con la otra r u t a compostelana que venía de B a -
vona a Burp-os.

88 A . R o d r í g u e z : E l R e a l Monasterio de las H u e l g a s , doc. n ú m . 10.


89 L . S e r r a n o : E l Obispado de B u r g o s , I I , 204, 344-5,
90 L . S e r r a n o : Loe. cit., I I , 324-328.
91 L . S e r r a n o : Loe. cit., II, 216. Cerca de Villabáscones se c i t a u n hos-
p i t a l " i n camino p u b l i c o " , dado en el año 971 a l monasterio de Cárdena por
los condes G a r c i Fernández y D.a A v a . Cf. P é r e z d e U r b e l : H i s t o r i a del
Condado de Castilla, I I I , p á g . 1217.

179
Capítulo IX

B U R G O

Beatissime lacobe
L u x et honor H i s p a n i a e
Venerande Patrone
Custodinos i n paco.

Videant pauperes et letentur et laudabunt D e u m et regem


fundatorem.
(Inscripciones del H o s p i t a l del R e y , en B u r g o s . )

Tiene Burgos dos historias paralelas y que parecen desco-


nocerse l a u n a a la otra. Está por u n lado l a historia de la
caput Castelle que poblara a fines del siglo I X el conde Diego
Porcellos, que más adelante habitara Fernán González, que
conociera al C i d en sus momentos de próspera y adversa f o r t u -
n a , a donde llegaban las embajadas de príncipes extranjeros y
donde se decidían los "fechos granados" del reino. P o r otro lado,
es Burgos u n a de las estaciones fundamentales en la r u t a com-
postelana, con muchos albergues, con grandes hospitales y ac-
tivo comercio, debidos a su situación en l a confluencia de dos
grandes caminos de peregrinación: el de Puente l a Reina-Nájera
y el de B a y o n a - M i r a n d a .
D e l a historia externa y b r i l l a n t e , que hace de l a c i u d a d el
centro político del reino, tenemos que prescindir en absoluto.
Debemos aquí limitarnos a investigar sus recuerdos jacobeos:
qué hacía la ciudad p a r a acoger a los peregrinos y facilitarles el
tránsito, y qué impresión l l e v a b a n éstos de su paso por l a capi-
t a l castellana.

L a s dos historias de Burgos, como decimos, parecen desco-


nocerse; pero si l a c i u d a d se disponía a servir a los peregrinos,
éstos indirectamente i n f l u í a n también en la configuración de la

181
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

c i u d a d , en su desarrollo urbano y en sus fundaeiones públicas '.


Burgos se empieza a poblar hacia el año 884 por el conde
D . D i e g o , siguiendo instrucciones de Alfonso III. L a población
se agrupaba alrededor del castillo, extendiéndose u n poco en
l a ladera sur, que era recorrida por u n a larga calle que corres-
ponde a l a actual de Fernán González. A ambos lados de esta
calle estaban las tiendas, alberguerías y hospitales 2; a la iz-
quierda quedaba l a catedral, a l a derecha el barrio de Santiago;
la calle de Santiago estuvo " e n l a falda de l a cuesta del castillo,
que ascendía a la iglesia de Santa María la B l a n c a por encima
del cementerio a n t i g u o " 3. Estas calles formaron el primer nú-
cleo urbano de Burgos *. U n a leyenda, e r u d i t a , sin d u d a , y muy

1 L a b i b l i o g r a f í a sobre Burgos• es m u y abundante p a r a i n t e n t a r reco-


gerla aquí. P u e d e verse reseñada en L i b r o s burgaleses y noticias publicadas
y anotadas, p o r E . G a r c í a d e Q u e v e d o , B u r g o s , " E l Monte C a r m e l o " , 1931,
307 páginas; E . G a r c í a d e Q u e v e d o , De bibliografía burgense (Disquisiciones
y apuntes), B . C. M . B u r g o s , 1932, X I , páginas 249-259, 288-293, 326-359;
1933, X I I , págs. 389-397, 457-465, 489-498; 1934, X I I I , págs. 1-11, 49-56;
B i b l i o g r a f í a burgalesa. Obras referentes a Burgos y sus pueblos. B u r g o s , i m p .
S. Bodríguez, s. a., 52 páginas. S o n clásicas las obras de A . B u i t r a g o y H o -
m e r o , Guía general de B u r g o s , 1876, 600 páginas, y Compendio de l a histo-
r i a de B u r g o s , 1882, 350 páginas. Véase t a m b i é n J o s é d e l B a r r i o V i l l a -
m o r , H i s t o r i a de B u r g o s , ms. A c a d . H i s t . C o l . Salazar, H . 7; B . A m a d o r de
l o s B í o s , B u r g o s , en l a colección " E s p a ñ a . Sus monumentos y artes, su na-
t u r a l e z a e h i s t o r i a " , B a r c e l o n a , 1888. E n l a obra del P . L u c i a n o S e r r a n o ,
E l Obispado de Burgos y C a s t i l l a p r i m i t i v a , M a d r i d , año 1935-6, tres volú-
menes, h a y abundantes noticias y de m u y segura i n f o r m a c i ó n , referentes es-
pecialmente a l a v i d a eclesiástica. Desde el p u n t o de v i s t a u r b a n o , son inte-
resantes los trabajos de I. G a r c í a B a m i l a , Estudio topo gráfico-histórico del
Burgos de los siglos pasados, B . C. M . B u r g o s (1939-40), páginas 261-269,
305-16, 356-366 y 398-408, y de A . B a l l e s t e r o s B e r r e t t a , Datos p a r a l a to-
p o g r a f í a del B u r g o s medieval, B . C. M . B u r g o s , t / X X (1941), páginas 609-618,
t. X X I (1942), págs. 1-9, 33-44, 73-82, 113-118, y t. X X I I (año 1943), pá-
ginas 145-152.
2 A ñ o 982, 24 febrero, el conde F e r n á n González entra en l a hermandad
de Cárdena y hace donación al monasterio de dos tiendas en B u r g o s : " d o n a -
mus atque concedimus i n n o s t r a v i l l a p r o p r i a q u a m n u n c u p a n t V u r g o s duas
tiendas i n m e d i a v i l l a , u n a m a d d e x t e r a m et a l i a m ad s i n i s t r a m , per médium
v i a p u b l i c a " , P . L . S e r r a n o , Becerro gótico de Cárdena, pág. 7 2 .
8 A ñ o 1156: " D o m u m m e a m q u a m babeo i n v i c o S a n c t i l a c o b i " ; Se-
r r a n o , E l Obispado de B u r g o s , I I I , 200; año 1161, " m e a m casam quam
babeo i n b a r r i o S a n c t i l a c o b i " , Í d e m , I I I , 211. Cf. I. G a r c í a B a m i l a , Estu-
dios, B . C. M . B u r g o s , 1939-40, pág. 314, y A . B a l l e s t e r o s , 1. c. X X I , 36.
4 " S u núcleo u r b a n o , creemos con el arquitecto Iñiguez, se formaba a los
lados de l a v í a de Santiago. L a arteria p r i n c i p a l de l a población era la ruta

182
IV, i x . - l a c a r r a : b u r g o s

posterior, relaciona el nombre de la ciudad con la peregrinación


compostelana, pues dice que se lo puso un caballero alemán,
Ñuño Belchides, que pasó en romería a Santiago y contrajo
matrimonio con una hija del conde Diego, el poblador de
Burgos ' .

L a ciudad creció con inusitada rapidez. L a creación del


reino de Castilla (1035), y el rápido desarrollo de éste—por un
lado al alejarse l a frontera navarra de la vecindad de la ciudad,
después al incorporarse el reino de León, y más tarde al esta-
blecerse por el sur, con Alfonso V I , la línea fronteriza del Tajo —
convirtieron bruscamente a Burgos en capital de un gran reino;
el traslado de la sede episcopal a Burgos, el dirigir por esta ciu-
dad la ruta jacobea, todas estas causas contribuyeron a que el
primitivo casco urbano de Burgos resultara pequeño en el si-
glo X I . E n ese mismo siglo se extendía por la vega que iba entre
el Vena y el Arlanzón, teniendo como calle central la llamada
calle de San Juan, por estar situada en un extremo de la misma,
y ya fuera de puertas, l a capilla de San Juan Evangelista, de que
hablaremos en seguida. Por el otro extremo de la ciudad, y fuera
del cerco murado, estaba el barrio de San Pedro de l a Fuente o
Barrio Eras, también poblado en el siglo X I . E n el siglo X I I
la ciudad contaba con once parroquias % y en el siglo X I I I se
extendía a ambos lados del río Arlanzón 7 (lám. LXXVI).

de los j a c o b i t a s " . A . B a l l e s t e r o s B e r e t t a , Datos p a r a l a topografía del B u r -


gos medieval, B . C . M . B u r g o s , 1941, pág. 611.
5. F l ó r e z : E s p . S a g r . , t. X X V I , pág. 171.
6 B u l a de A l e j a n d r o I I I , año 1163, p u b l i c a S e r r a n o , E l Obispado de
B u r g o s , I I I , 217.
7 E n 1048 F e r n a n d o I enumera entre las dependencias d e l monasterio
de A r l a n z a " i n B u r g o s m o n a s t e r i u m Sánete J u l i a n e , q u o d est i u x t a v i a de
i l l o c a m i n o , i n i l l a b e g a " , pero supongo se referirá no a l l l a m a d o b a r r i o de l a
V e g a , en l a orilla i z q u i e r d a del A r l a n z ó n , sino a l barrio entre e l V e n a y e l A r -
lanzón, que en e l siglo X I se l l a m a b a t a m b i é n l a V e g a , " i l l a v e i c a i n t e r dúo
i l u m i n a A s í a n l o et r i v u m de V e n a " , doc. del año 1085, S e r r a n o , E l Obispado
de B u r g o s , I I I , 64. I d r i s Í dice que l a c i u d a d de B u r g o s está d i v i d i d a p o r u n
río en dos partes, cada c u a l con su m u r a l l a , y que en u n a de ella d o m i n a n los
judíos. C f . l a t r a d . de S a a v e d r a , L a geografía de España del E d r i s í , " B o l e -
t í n Soc. G e o g . " , t. X X V I I , 1889, p á g . 174. P r o b a b l e m e n t e aquí se refiere
t o d a v í a á las dos orillas d e l río V e n a ; en l a orilla derecha, donde estaba e l
«astillo, h a b i t a b a n los j u d í o s :
Passó p o r B u r g o s , a l castiello entrara,
por Raquel et V i d a s apriessa demandara.

183
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Sería d i f í c i l el reconstituir la serie de hospitales de peregri-


nos que había en l a c i u d a d . U n peregrino de Santiago, H e r m a n n
K ü n i g , h a b l a de 32 H o s p i t a l e s , colocando a la cabeza, como el
más i m p o r t a n t e , el H o s p i t a l del R e y . U n manuscrito del si-
glo X V I I c i t a 25 hospitales 8.
L a s alberguerías que en Burgos se dedicaban a hospedar
peregrinos eran numerosas y famosas. E l paso de los peregrinos
por estas alberguerías dio lugar a incidentes y pleitos cuyas
sentencias formaron j u r i s p r u d e n c i a , que en el siglo X I I I se re-
coge en el L i b r o de los Fueros de Castiella y en otros textos le-
gales 9. E l anecdotario picaresco de los caminantes hacía con
frecuencia alusión al paso de éstos por Burgos lü.
D e l siglo X I , a donde se remontan las más antiguas noticias
de hospitales de peregrinos, conocemos dos, ambos fundados
por A l f o n s o V I . E l uno estaba extramuros antes de llegar a la
ciudad por la calle de las Calzadas. E r a el hospital de San J u a n ,
que h a b i t a r a San Lesmes. E l otro fué fundado por Alfonso V I
en 1085 y se h a l l a b a en el barrio de San P e d r o , a la salida de la
ciudad por el arco de San M a r t í n o del C i d .
E l h o s p i t a l de San J u a n f i g u r a y a en 1085, en que fué ane-
xionado por Alfonso V I a l l l a m a d o hospital del E m p e r a d o r 11.

E n l a época del C i d , n i seguramente en el siglo X I I , cuando se escribía


el p o e m a , estaba p o b l a d a l a o r i l l a i z q u i e r d a del A r l a n z o n :
Salió por l a puerta e Arlan<¡on passava.
Cabo Burgos essa v i l l a en l a glera posava.
Cf. A . B a l l e s t e r o s , 1. c , 1943, X X I I , 145.
8 E s p . S a g r . , r. 2 7 , pág. 346.
9 D e ello nos ocupamos c o n m a y o r extensión en el cap. I V de l a parte II.
10 R e c o r d a r e m o s l a explicación que d a u n m a n u s c r i t o de mediados del
siglo X V al r e f r á n : " E l dardillo de B u r g o s , quitadlo e séase vuestro. I n civitate
B u r g e n s i q u i d a m v i a t o r ingressus t a b e r n a m d i x i t tabernariae: d o m i n a , m i -
t a t u r i n i p s u m vas u n a m m e n s u r a m v i n i et l e v a b o i l l u d sodali meo q u i est
e q u i t a n d o e x t r a p o r t a m istius d o m u s , et n e r u m acápite hoc t e l u m et custo-
dite i l l u d ; q u i exiens c u m vase argénteo, dimisso telo loco pignoris, fugit et
n u n q u a m c u m vase reversas est. H i n c e x i i t p r o v e r b i u m hoc: E l d a r d i l l o , e t c '
F . N ( a v a r r o ) S ( a n t i n ) , U n a colección de refranes del siglo X V , " R e v . de A r -
c h i v o s " , 1904, I, t. X , págs. 434-447. E l ms. está h o y en l a B i b l i o t e c a N a -
cional.
11 " U n a ecclesia q u a m d i c u n t S a n c t i l o h a n n i s apostoli et evangeliste i n
i l l a v e i c a i n t e r dúo i l u m i n a A s í a n l o et r i v u m de V e n a super c i v i t a t e m B u r -
gensis, c u m sua sepultura et ortis v e l terris q u i i n c i r c u i t u sunt prope i l l a ec-
c l e s i a " . S e r r a n o , E l Obispado de Burgos, I I I , 64.

184
IV. ix. - l a c a r r a : b u r g o s

Sabemos que había sido fundado por este monarca 12. Constaba
entonces de u n a capilla bajo l a advocación de San J u a n E v a n -
gelista destinada a cementerio de peregrinos, y de u n h o s p i t a l
anejo, de no gran i m p o r t a n c i a . Casado A l f o n s o V I con D.a Cons-
tanza, oriunda de Borgóña, ésta convenció al rey p a r a que lla-
mara a sus reinos al santo v a r ó n A d e l e l m o — l l a m a d o Lesmes
en C a s t i l l a — , que ilustraba con sus virtudes l a abadía benedic-
tina de Casa D e i (Chaise-Dieu) ls. Llegó el abad a C a s t i l l a ,
siguió algún tiempo a l a corte, y por f i n el rey le dio l a citada
capilla de San J u a n y el hospital para que estableciera en ellos
una c o m u n i d a d benedictina. L a donación se hizo el 3 de n o v i e m -
bre de 1091 a l a abadía borgoñona de Casa D e i , quedando el
monasterio de San J u a n constituido en priorato dependiente de
aquélla, l a que n o m b r a b a los priores y formaba a los monjes
de la c o m u n i d a d " . San Lesmes quedó en el monasterio de San
J u a n , gobernando la c o m u n i d a d y atendiendo a los enfermos y
peregrinos que se acogían al antiguo h o s p i t a l , encomendado
t a m b i é n a su cuidado. A l l í m u r i ó el 30 de enero de 1097. Su
v i d a fué escrita por R o d u l f o , antiguo monje de Casa D e i , que
llegó a Burgos después de muerto el Santo, pero recogió infor-
maciones de religiosos que pudieron tratarle en v i d a 15.

L a dotación asignada por Alfonso V I a l monasterio de


San J u a n eran las tierras próximas a él entre los ríos V e n a y
Arlanzón, hasta las cercanías de G a m o n a l . P a u l a t i n a m e n t e
fué creciendo el p a t r i m o n i o monasterial con donaciones reales
y particulares 16, mereciendo citarse como p r i n c i p a l favorece-

12 E n l a V i t a S . A d e l e l m i , escrita en el siglo X I I p o r el monje R o d u l f o ,


se dice: " R e x veritus penes se t a n t u m , t a m s a n c t u m , tajnque d i v i n u m h o m i -
nem habere, destinaverit ei sacellum, q u o d ipse J o a n n i s E v a n g e l i s t a e nomine
substruxerat s e c u n d u m portas c i v i t a t i s Burgensis i n p e r e g r i n o r u m s e p u l t u -
r a m , et x e n o d o c h i u m , i n q u o d v i r D e i , h a u d exiguis ab rege d o n a t u s fundis
redditibusque, se reciperet", E s p . S a g r . , t. X X V I I , pág. 432.
13 H a u t e - L o i r e , arrondissement de B r i u d e .
14 P u b l i c a l a donación F r . A l f o n s o A n d r é s , Monasterio de S a n J u a n ,
de B u r g o s . Apuntes y documentos (1091-1200), B . A . H . , t. L X X I (1917),
páginas 117-136. Cf. pág. 119.
15 P a r a l a v i d a , Y e p e s , Coránica General de la Orden de S a n B e n i t o ,
t. V I , y F l ó r e z , E s p . Sagr., t. X X V I I , págs. 85-104 y apénd. 425-459.
16 U n buen resumen de las donaciones hechas al monasterio de S a n J u a n
hasta el siglo X I I puede verse en S e r r a n o , E l Obispado de B u r g o s , I I , 288-295..
A las que allí se c i t a n debe añadirse l a donación que en 23 de m a r z o de 1149

18 3
Ií A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

dor suyo a Alfonso V I H , que le otorgó el diezmo de toda la


recaudaeión real en el puerto de Castro Urdíales y su mar, la
iglesia de San Pedro de Castro Urdíales y cuantas en lo sueesivo
pudieran levantarse allí.
L a antigua eapilla de S a n J u a n E v a n g e l i s t a trocó su nom-
bre por el de San Lesmes, en honor del santo abad cuyo sepul-
cro guarda 17, y enfrente se levantó el monasterio benedictino
bajo l a advocación de San J u a n B a u t i s t a , adosado al cual estaba
el hospital de peregrinos. E n el siglo X V parece que los religio-
sos se habían olvidado de su misión a c t i v a de cuidar a los po-
bres enfermos y peregrinos, y queriendo restablecer el origen y
razón de su fundación, los Reyes Católicos, el prelado, la comu-
n i d a d benedictina y l a ciudad toda solicitaron del papa Sixto I V
autorización p a r a ello, l a que otorgó el Pontífice en bula de 21
de agosto de 1479, por la que se n o m b r a b a patronos del mismo
a l obispo de Burgos y a l a c o m u n i d a d benedictina de San J u a n .
P o r esta razón, el hospital de peregrinos que fundara Alfonso V I
ase conoció después con el nombre de H o s p i t a l del P a p a Sixto.
E n el siglo X V I I I todavía mantenía más de setenta camas,
haciendo t a m b i é n limosnas a pobres vergonzantes 18.
D e l monasterio benedictino y del hospital de peregrinos
quedan h o y el claustro y l a sala c a p i t u l a r , obras ambas rena-
centistas, más dos fachadas, gótica l a del hospital y herreriana
l a correspondiente a l a antigua iglesia, que se destruyó después
de l a desamortización. Enfrente del hospital está l a fachada de
la iglesia de San Lesmes, y en el otro frente de l a plazoleta se
ve u n puentecillo que salva el foso y tras él l a puerta del re-

h i z o A l f o n s o V I I de diversas tierras situadas en territorio de B u r g o s y que


se c o n s e r v a original en los " A r c h i v e s D e p a r t a m e n t a l e s de l a H a u t e - L o i r e " . Se
p u b l i c a y reproduce en "Musée des A r c h . D e p a r t a m e n t a l e s " . París, 1878, pá-
g i n a 75 y l á m . X X V .
17 Fué d a d a por A l f o n s o V I I en 1128 a l obispo de B u r g o s ( S e r r a n o ,
E l Obispado de B u r g o s , I I I , 163), y después pasó a ser u n a de las parroquias
burgalesas. L a c a p i l l a de S a n Lesmes, erigida a fines del siglo X V I , es " u n a
c a p i l l i t a c u a d r i l o n g a , situada en frente de l a p u e r t a p r i n c i p a l , acaso con el
f i n de que pudiesen v i s i t a r l a desde l a calle, sin i n t e r r u m p i r su tránsito los
peregrinos de S a n t i a g o " . B . A m a d o r d e l o s B í o s , B u r g o s , pág. 668.
18 Y e p e s : Coronica general de l a Orden de S . Benito, V I , pág. 408 y si-
guientes, se ocupa extensamente de l a h i s t o r i a del monasterio y de las aten-
ciones que prestaban los monjes al h o s p i t a l . Cf. t a m b i é n F l o r e z , Esjí. Sagr-,
t. X X V I I , pág. 82.

186 [ • •
I V , IX. - L A C A R R A : B U R G O S

cinto murado medieval. Todo este interesante conjunto h a sido


recientemente declarado monumento n a c i o n a l 19.
E l segundo h o s p i t a l fundado por Alfonso V I p a r a albergar
peregrinos se llamó del E m p e r a d o r , sin duda para distinguirlo
del que f u n d a r a Alfonso V I I I , que se conocía con el nombre de
H o s p i t a l del R e y 20. Se h a l l a b a , como y a hemos i n d i c a d o , a la
salida de l a ciudad por el arco de San M a r t í n , frente a l a parro-
quia de S a n P e d r o .
E n 1085 (22 febrero), Alfonso V I daba " a d i l l a albergaría que
est i n civitate B u r g i s u t deserviat i b i d e m i n u s u m p a u p e r u m
et substentatione p e r e g r i n o r u m " , l a v i l l a de A r c o s , l a iglesia
de San J u a n E v a n g e l i s t a , de que y a hemos hablado, u n horno
en el barrio de S a n L o r e n z o y otros bienes diversos. L a s tierras
del hospital gozaban de i n m u n i d a d que fué a m p l i a d a p o r mo-
narcas sucesivos 21. Alfonso V I I entregó en 1127 l a alberguería
a D o m i n g o de V a z a l a m i o y a P e d r o Domínguez de B u r g o s ,
para que l a poseyeran durante su v i d a 22, y al año siguiente
el mismo monarca hacía donación de l a alberguería, con todos
sus bienes y derechos, a l obispo de B u r g o s ; entre éstos f i g u r a b a

19 Decreto de 31 m a y o 1944 { B . O. 17 j u n i o 1944, pág. 4.738).


20 Se le conocía en u n p r i n c i p i o con el nombre de l a " A l b e r g u e r í a " ; así,
p o r ejemplo, en u n a donación de 26 enero 1094, hecha " a d i l l a m arberga-
r i a m " , S e r r a n o , op. cit., I I I , 87. E n u n documento de 1181 se le dice " p a l a -
t i u m albergarle", S e r r a n o , op. cit., I I I , 265, y en 1231, f u n d a d o y a el H o s -
p i t a l del R e y , se h a b l a del " h o s p i t a l de B u r g o s que dicen del E m p e r a d o r " ,
M e n é n d e z P i d a l , Documentos lingüísticos, 1, 239. E n l a Crónica General
de A l f o n s o el Sabio (ed. Menéndez P i d a l , cap. 1007, pág. 686), se dice: "et
a este o s p i t a l d i z e n el del R e y a departimiento de otro ospital que a y en la
v i l l a de B u r g o s a que l l a m a n ell ospital dell E m p e r a d o r " . S u documentación,
conservada en el A r c h i v o de l a C a t e d r a l , h a sido recogida por el P . A l f o n s o
A n d r é s : E l H o s p i t a l del Emperador en Burgos ( B C M o n . B u r g o s , 1944, X X I I I ,
382-390; 1945, X X I V , 449-455).
21 D e l documento se conservan tres redacciones, que p u b l i c a S e r r a n o ,
E l Obispado de B u r g o s , I I I , 63, 66 y 68. L a p r i m e r a es más breve y parece
l a p r i m i t i v a . E n las otras dos se a m p l í a n las donaciones, y en l a tercera los
privilegios de las tierras dependientes de l a Alberguería. E s t o s privilegios
t a l vez sean de l a época de A l f o n s o V I L E s t a ú l t i m a redacción es l a más co-
nocida. F u é p u b l i c a d a por G o n z á l e z , Documentos de S i m a n c a s , t. V , p á g . 2 5 ,
de quien l a reprodujo M u ñ o z , Colecc. de fueros, pág. 263, y h a sido r e p r o d u -
c i d a en el B . C. M . , B u r g o s , 1914, p á g . 94, todas ellas según u n a c o n f i r m a -
ción de F e r n a n d o III de 15 enero 1237. L a copia que p u b l i c a el P . S e r r a n o
«s del siglo X I I .
22 P u b l i c a S e r r a n o . E l Obispado de B u r g o s , I I I , 159.

187
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G q

la obligación que pesaba sobre los judíos de entregar diariamente


a l a alberguería " i n sustentatione p a u p e r u m " dos sueldos y un.
dinero 2:'. E n 1157, A l f o n s o V I I v o l v í a a eonfirmar a l a alber-
guería de Burgos los fueros y exenciones que le otorgara su
abuelo **.
L a Casa llevó u n a v i d a lánguida, pues a p a r t i r del siglo X I I I
los reyes favorecen l a fundación más reciente del H o s p i t a l del
R e y . E n tiempo de F e l i p e I I fué ocupada por las monjas ber-
nardas de R e n u n c i o p o r haberse destruido su convento en u n
incendio, y lo habitaron hasta 1588. A principios del siglo X V I I I
todavía sostenía seis camas para pobres transeúntes, y los días
de cuaresma se daba u n a buena comida a trece pobres 25. A f i -
nes d e l m i s m o siglo, el prelado de Burgos l a destinó a casa de
galera o de corrección de mujeres, quedando finalmente arra-
sado el edificio en l a guerra de l a Independencia.

E l tercero y más moderno de los grandes hospitales burgale-


ses estaba a l a salida de l a c i u d a d , pasada l a V e g a , en u n lugar
apacible y de frondosas arboledas. E r a el H o s p i t a l del R e y que
f u n d a r a e l vencedor de las N a v a s .
N o es segura l a fecha de su fundación, pero parece lo fué muy
a ú l t i m o s d e l siglo X I I , y después de haberse iniciado l a cons-
t r u c c i ó n d e l R e a l Monasterio de las Huelgas 2(i. Según u n do-
cumento de 1210, el H o s p i t a l estaba y a construido para esa
fecha 27, y en otra escritura de 1211, Alfonso V I I I hacía diver-
sas donaciones p o r su a l m a , p o r l a de sus padres y por l a de su
hijo D . F e r n a n d o , fallecido el mes anterior, y decía: " E t quia
23 P u b l i c a S e r r a n o , op. cit., I I I , 163. E n 1141 (18 abril) volvía A l f o n s o V I I
a dar al obispo " i l l a arbergaria de B u r g o s c u m v i l l i s s u i s " , j u n t a m e n t e con
u n palacio d e l R e y , a cambio de otro. Cf. S e r r a n o , op. cit., I I I , 179.
24 P u b l i c a S e r r a n o , E l Obispado de B u r g o s , I I I , 201.
25 F l ó r e z , E s p . Sagr., t. X X V I I , p á g . 347.
26 F l ó r e z , E s p . S a g r . t. X X V I I (1824), pág. 354, c i t a u n a b u l a de Gre-
gorio I X , en l a que se dice que antes de que L a s Huelgas se incorporaran a
l a Casa d e l Císter (1199) había recibido d e l R e y el h o s p i t a l , y los versos de
las Cantigas que citamos más adelante d a n a entender que l a construcción
era simultánea.-
27 A ñ o 1210, p r i v i l e g i o de A l f o n s o V I I I c o n f i r m a n d o cuanto adquiera
el H o s p i t a l d e l R e y : " h o s p i t a l i nostro... ego et carissima u x o r mea... constru-
x i m u s a p u d B u r g i s circa m o n a s t e r i u m Sánete M a r i e R e g a l i s " , A . R o d r í g u e z
L ó p e z , E l R e a l Monasterio de las Huelgas dr Burgos y el H o s p i t a l del Rey, L
B u r g o s , 1907, C o l . d i p l . n ú m . 2 5 , págs. 352-353.

188
IV, ix. - l a c a r r a : b u r g o s

Ídem filius meus dominus Ferrandus hospitale m e m o r á n d u m


propensius diligebat..." 28. E n 1212 el H o s p i t a l quedaba so-
metido a la j u r i s d i c c i ó n de la abadesa de L a s Huelgas 29 (lá-
mina L X X V I I I ) .
Como ésta no podía encargarse directamente de l a a d m i -
nistración y cuidado de los enfermos y peregrinos, al frente de
la Casa había u n prior, ministro o comendador, que en algunas
bulas se le l l a m a rector y preceptor, con tratamiento de D o n .
Con él estaban para atender a los peregrinos doce freires y para
el servicio espiritual siete capellanes. Parece que los primeros
religiosos encargados del cuidado del H o s p i t a l procedían de la
Orden de C a l a t r a v a , lo que se corrobora con los títulos de co-
mendador y freires que se d a b a n ; incluso en u n p r i n c i p i o l l e v a -
i o n el mismo hábito de l a O r d e n , por lo que los Maestres de C a l a -
trava pretendieron tener jurisdicción sobre el H o s p i t a l , hasta
que en 1338 Alfonso X I mandó que éstos trajeran " e n los
mantos y en los tabardos u n castillo de color de oro en campo
encarnado". E n 1397 recibieron los caballeros de C a l a t r a v a la
cruz como insignia y los del H o s p i t a l del R e y l a t o m a r o n t a m -
bién, psro colocando el castillo en medio; protestaron los caba-
lleros, y los del H o s p i t a l retiraron l a cruz, que v o l v i e r o n a poner
en su escudo, juntamente con el castillo, por concesión de los
Reyes Católicos, c o n f i r m a d a por diversos pontífices.
E l arzobispo Jiménez de R a d a nos cuenta cómo A l f o n s o V I I I ,
levantó el H o s p i t a l j u n t o al monasterio de L a s Huelgas " a e d i -
ficiis et domibus mirabiliter d e c o r a t u m " , y t a n ricamente do-
tado, que permitía acoger en cualquier hora del día a todos los
peregrinos sin que a ninguno fuese negado socorro. " N u n c a fal-
tan lechos p a r a todos los que quieren pernoctar en é l ; mujeres
y hombres misericordiosos atienden a los enfermos h a s t a su
muerte o hasta que recobran l a s a l u d , de f o r m a que allí pueden
contemplarse como en u n espejo todas las obras de misericordia.
28 F l ó r e z : E s p . Sagr., t. X X V I I , pág. 350.
29 " H o s p i t a l e q u o d ego et carissima u x o r mea i n camino gloriosi A p o s -
t o l i l a c o b i atl receptionem et refectionem p a u p e r u m f u n d i t u s c o n s t r u x i m u s
et regaliter d o t a v i m u s , prope m o n a s t e r i u m n o s t n i m sánete M a r i e R e g a l i s ,
ipsi monasterio Sanctae M a r i a e sit i n ómnibus ad p l e n u m s u b j e c t u m , et ad
i l l u d pertineat c u m ómnibus suis pertinentiis, i t a q u o d abbatissa d i c t i mo-
nasterii hujus H o s p i t a l i s i n ómnibus et per o m n i a plenarie c u r a m g e r a t "
R o d r í g u e z L ó p e z : E l R e a l Monasterio de las H u e l g a s . I, Coleccrón d i p l . , m i -
mero 22. págs. 350-351.

189
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Y el que en v i d a mereció alabanzas por sus buenas obras, mere-


cerá, después de su muerte, ser coronado por el Señor"30. Otro
cronista contemporáneo, D . L u c a s de T u y , elogia l a admirable
belleza ( m i r a p u l c h r i t u d i n i s ) del H o s p i t a l , donde los pobres
peregrinos eran albergados por u n día, y nos dice que tanto el
monasterio de L a s Huelgas como su palacio real y el Hospital
con su c a p i l l a estaban construidos con piedra, ladrillo y cal, y
pintados con oro y colores varios31. Casi en los mismos térmi-
nos se expresa Alfonso el Sabio 32.

H e r m a n n K ü n i g dice que en el H o s p i t a l del R e y daban de


comer y beber hasta saciarse. N o lejos del mismo Hospital
enseñaban en su tiempo u n a c o l u m n a "donde asaetearon al
m a y o r del hospital, que en el hospedaje envenenó a cien pere-
grinos". E n el siglo X V I había en el H o s p i t a l del R e y confesores
de todas las lenguas para confesar a los peregrinos que iban a
Santiago 33. E n el siglo X V I I I , según testimonio de algunos pe-

30 D e Rebus H i s p a n i a e , l i b . V I I , cap. X X I V .
31 Chronicon M u n d i , a p u d " H i s p a n i a I l l u s t r a t a " , I V , pág. 109.
32 " E t f i z o l grand a m a r a u i l l a , et fermoso de fechuras et de obras fechas
a l t a m i e n t r e , et m u y noble de casas et de palacios, et con tantas riquezas le
enssancho y l enrriques^io segund que d i x i m o s que f i z i e r a al monesterio de
las duennas, que todos los romeros que passan el camino franges et de otro
logar, d o n d quier que uengan, que n i n g u n o n o n sea refusado d e n d , mas todos
rebebidos, et que a y a n y todas las cosas que mester les fueren de comer et de
beuer et de albergue, en todas las oras del d i a et de l a noche quando quier
que lleguen; et a todos los que y quisieren albergar que les sean dados buenos
lechos et c o m p l i m i e n t o s de ropas. E t esto assi sse mantiene y oy cutianamien-
tre; et al que y uiene enfermo, o enferma o que enfermare y , danle mugieres
et uarones que piensen del y l den guisadas et prestas todas las cosas quel
fueren mester, fasta que sane o m u e r a . E t de guisa se fazen alli en aquel os-
p i t a l las obras de p i e d a d , que quiquier podrie a l l i uer todo lo que dicho es
como se uerie ell en u n espeio; porque este m u y noble rey don Alffonsso, como
meresgio de seer alabado de todos en l a v i d a por ell alteza de las sus buenas
obras, que después de l a muerte assi meresca seer coronado de D i o s , amo-
chiguadas las oraciones de los rogadores por e l . " C o m o se v e , A l f o n s o e^ Sabio
parafrasea el relato de Jiménez de R a d a .
33 C o c k : J o r n a d a de Tarazoyia, pág. 45. E n u n a de las inscripciones de
l a f a c h a d a del h o s p i t a l se lee, segvin R . A m a d o r d e l o s Ríos ( B u r g o s , pá-
g i n a 755):
H i c . recipivntvr . mvltae
D i v e r s i . idiomatis . gentes
Qvibus . vtroqve . avxilio
Favetur vescent

190
IV, ix. - l a c a r r a : b u r g o s

regrinos, daban tres comidas, cada u n a de ración más reducida


que la anterior 31.
L a construcción del monasterio de L a s Huelgas y d e l H o s -
p i t a l parece que se l l e v a b a a la par, aunque aquél se había
fundado antes:
£ pois tornous a Gástela
D e sí en B u r g o s moraba,
E u n Hospital facía
E l , e su moller labraba
O Monasterio das Olgas.

S i n embargo, las construcciones más antiguas del H o s p i t a l


que h a n llegado hasta nosotros son algo posteriores, y l a mag-
nífica sala de l a enfermería, de l a que se h a n salvado algunos
elementos decorativos y dibujos hechos a fines del siglo p a -
sado, revelan u n a construcción de tipo mudejar de mediados del
siglo X I I I 3 5 .
E n tiempo de Carlos V el edificio del H o s p i t a l fué objeto
de grandes reformas, que alteraron profundamente su fisonomía.
E n las construcciones hoy conservadas predomina el estilo R e -
nacimiento en su puerta exterior o P u e r t a de los Romeros
( l á m . L X X I X ) . Sigue u n primer patio que l l e v a en xm lado u n a
galería renaciente que da pasq a la iglesia; en otro está l a casa
l l a m a d a de los R o m e r o s , y en el tercero, l a farmacia del hospital.
E n l a parte correspondiente al cementerio del H o s p i t a l está
la ermita de San A m a r o , santo peregrino que empleó su v i d a
en servir a los peregrinos en esta Casa, y cuyas memorias apenas
trasponen los muros de la m i s m a . L a s más antiguas parecen
remontarse a los finales del siglo X V y r e z u m a n u n aire de
candorosa leyenda en l a que todo pende de u n a t r a d i c i ó n i m -
precisa y v a g a . Se h a b l a de u n peregrino, quizá francés, que,
camino de Compostela, gustó tanto de la caridad con que en
34 M a n i e r : Pélerinage, pág. 60, q u i e n dice les d a b a n en l a p r i m e r a co-
m i d a sopa, carne, u n a l i b r a de excelente p a n blanco y u n c u a r t i l l o de v i n o ,
V en l a segunda, p a n más negro que a medio día y m e d i a ración de carne, sin
vino.
35 Véase l a descripción que hizo a fines del siglo pasado R . A m a d o r d e
l o s R í o s , B u r g o s , B a r c e l o n a , 1888, págs. 758-760; V . L a m p é r e z , Arquitec-
tura c i v i l española de los siglos I al X V I I I , I I , M a d r i d , págs. 260-261, y re-
cientemente L . T o r r e s B a l b Á S , E l H o s p i t a l del R e y , en B u r g o s , " A l - A n d a -
l u s " , 1944, págs. 190-198. Cf. además lo que se dice a l estudiar los h o s p i -
tales de peregrinos, en el cap. V de l a parte II.

191
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

este hospital se atendía a los peregrinos, que resolvió quedarse


en él p a r a servirlos. Cumplió la peregrinación a Santiago, y al
regreso solieitó y o b t u v o el quedar allí a l servicio de los pobres.
Recibía a los peregrinos " c o n perfecta h u m i l d a d y fraternal ca-
r i ñ o " , les l a v a b a los pies, les servía l a mesa, les disponía las ca-
mas. U n día, Satanás pretende tentarle adoptando l a forma de
mendigo, pero es reconocido por el santo y huye de su presen-
c i a , corrido y avergonzado. Salía a los caminos a buscar a los
peregrinos debilitados por sus largas jornadas y los traía sobre
sus hombros a l H o s p i t a l . L a noche de su muerte parecía que el
H o s p i t a l se consumía por u n maravilloso incendio; acudió mu-
cha gente de Burgos a apagarlo, y vieron ser milagro con que
Dios quiso manifestar a todos la muerte de su siervo. L a s cam-
pañas tañeron por sí solas. A l santo A m a r o lo enterraron como
a los demás peregrinos y pobres que mueren en el H o s p i t a l , y le
colocaron en medio del campo, donde se erigió l a e r m i t a que per-
petúa su m e m o r i a 36.

Se conservó el H o s p i t a l en l a misión para l a que fué fundado


hasta el siglo X I X , siempre en estrecha dependencia de la aba-
desa de L a s Huelgas. L a s luchas políticas del siglo pasado afec-
t a r o n t a m b i é n a l a organización y estructura del H o s p i t a l del
R e y , que pasó a depender de l a Corona. V e r d a d es que al cesar
el paso de peregrinos extranjeros, había cesado t a m b i é n la re-
zón f u n d a m e n t a l p a r a que fué creado !i7.

3<i F l ó r e z : E s p . Sagr., t. X X V I I 2 , págs. 392-399, recoge los principales


datos que h a y p a r a reconstituir su v i d a , que son unos cuadros del siglo X V I I
que había en l a c a p i l l a , y algunas menciones sueltas, como l a de F r . Alonso
V e n e r o (1488-1545), que en su h i s t o r i a m a n u s c r i t a de Burgos dice, al tratar
de las reliquias, que " e n el H o s p i t a l del R e y se h o n r a por bienaventurado un
r o m e r o , que l l a m a n San A m a r o " .
37 A m a d o r d e l o s Ríos resume así las peripecias por que pasó el Hos-
p i t a l h a s t a su t i e m p o : " D u r ó h a s t a el año 1822 l a j u r i s d i c c i ó n de l a Abadesa
de L a s H u e l g a s sobre el H o s p i t a l , habiéndose en esta fecha incautado l a J u n t a
M u n i c i p a l del edificio y de todos los bienes que le eran propios; y aunque en
6 de m a r z o de 1823 v o l v i ó de nuevo a l a j u r i s d i c c i ó n de referencia, decretada
diez años después l a u n i ó n e incorporación de los hospitales, t o r n ó a incau-
tarse del de A l f o n s o V I I I l a J u n t a , y así continuó h a s t a que en 1844 mandó
l a r e i n a doña Isabel II fuera reintegrado a su p r i m i t i v o I n s t i t u t o , situación
en que permanecía cuando l a revolución de 1868 se apoderó, en nombre del
E s t a d o , del edificio, el c u a l , a d m i n i s t r a d o en 1874 por u n a J u n t a de patro-
nos, fué p o r ú l t i m o devuelto a l de l a C o r o n a con l a restauración de 1875, con-
t i n u a n d o h o y en t a l e s t a d o " . B u r g o s , pág. 762.

192
IV. ix. - l a c a r r a : b u r g o s

L o s demás hospitales de Burgos no alcanzaron nunca la


importancia n i la fama de los tres que v a n referidos. E l h o s p i t a l
llamado de los M a l a t o s , que y a figura en 1165, estaba en las
afueras de la población, a orillas del río A r l a n z ó n , y su nombre
se ha perpetuado en el llamado puente de Malatos. E n la fe-
cha expresada, el obispo de Burgos dio a u n t a l A r n a l d o u n a
tierra " q u a m habemus i n barrio S a n c t i P e t r i i u x t a p o n t e m "
para que la t u v i e r a n él "et ómnibus leprosis extra Burgensem
c i v i t a t e m c o n m o r a n t i b u s " , pagando como censo anual u n a ca-
rretada de juncos. Se t r a t a , sin d u d a , de l a primera fundación
o establecimiento del hospital de leprosos 38. E n 1319, el infante
D . J u a n , hijo de Alfonso el Sabio, disponía por su testamento:
" O t r o s s i mando que el dia del mío enterramiento, que den t o d a
la m i c a m a , assi como y o l a oviere entonces por m i a l m a , la me-
tad della al ospital del R e y , e la otra m e t a d a los malatos de
Sant Lázaro de y de B u r g o s " 39. E n el siglo X V I seguía pagando
el carro de juncos y más tarde de espadañas. Subsistía en e l
siglo X V I I I y era de patronato r e a l . Tenía seis camas p a r a
hombres y dos para mujeres 40.

A principios del siglo X I I I se funda el hospital de S a n L u -


cas, que después estuvo bajo el patronato y administración d e l
Cabildo catedral41. A l g o posterior debe de ser u n hospital esta-
blecido j u n t o a la parroquia de San M a r í n bajo la advocación de
San J u a n de Ortega. N o se conoce el nombre del f u n d a d o r ,
pero se sabe existía en 1319, y todavía duraba en el siglo X V I I I
con algunas camas 42. L o s cofrades de S a n Vicente poseían u n a
alberguería para peregrinos en el barrio de San E s t e b a n , dentro
de la c i u d a d , a l pie del castillo 43. H e r m a n n K ü n i g c i t a t a m b i é n
el hospital de l a G a l l i n i t a , donde d a b a n buena cama y u n a r a -

38 S u texto en S e r r a n o , E l Obispado de B u r g o s , I I I , 222.


39 M . M a r t í n e z S a n z : H i s t o r i a del templo catedral de B u r g o s . B u r g o s ,
año 1866, págs. 172-173.
40 F l ó r e z : E s p . S a g r . , t. X X V I I 2 , pág. 347.
41 S e r r a n o : Op. cit., I I , 220.
42 F l ó r e z : E s p . S a g r . , t. X X V I I 2 , pág. 195.
43 S e r r a n o : Op. cit., I I , 216. T . L ó p e z M a t a : E l barrio e iglesia de S a n
Esteban de B u r g o s , B u r g o s , 1946. H u b o t a m b i é n en B u r g o s u n a i m p o r t a n t e
cofradía de San P e d r o y S a n t i a g o , f u n d a d a en 1338, de l a que se conserva en
el A y u n t a m i e n t o u n curiosísimo l i b r o con 295 retratos de caballeros cofra-
des, todos a l a j i n e t a y armados, de gran interés p a r a el estudio de l a arme-
ría y heráldica.

TOMO II. — 1 3 . 193


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

ción, y el hospital de los Caballeros. E n el barrio de V i e j a r r ú a ,


e inmediato a la p a r r o q u i a de este n o m b r e , estuvo el hospital
de A n e g u i n , llamado así por su fundador, D . J u a n de A n e g u i n ;
su destino f u n d a m e n t a l era el servir de refugio nocturno a ro-
meros y peregrinos, disponiendo p a r a estos efectos de seis c a -
mas con ropa. E l h o s p i t a l de R o c a m a d o r , en el barrio de las
Carnicerías V i e j a s , sostenía cuatro camas p a r a pobres t r a n -
seúntes 44.

E n el barrio de l a V e g a , que se levantó en l a orilla izquierda


del A r l a n z ó n , estaba el convento de San Agustín, y en él el
Santo Cristo de f a m a m u n d i a l , que no dejaban de visitar los
peregrinos que i b a n a Santiago ( l á m . L X X V I I ) .
E n las " G u í a s " de los peregrinos se advertía: " E n l'esglise
de S a i n t - A u g u s t i n , hors l a v i l l e , est l'image du S a i n t - C r u x oú
se font plusieurs miracles. II y a 48 lampes d'argent devant et
q u a n t i t é d'autres richesses. II ne se monstre que les vendredy
aprés q u ' o n a celebré l a messe. E t dit-on q u ' i l sue tous les ven-
d r e d y s " 45.
L a s canciones de los peregrinos no dejan tampoco de alu-
dir a él:
Q u a n d á Burges fumes arrivés

N o u s avons vue un g r a n d miracle.


L e c r u c i f i x suer 46.

L a iglesia de los agustinos, donde estaba, había sido, según


se dice, u n eremitorio, al que gustaban retirarse Santo Domingo
de Silos y San J u l i á n , obispo de Cuenca. L a s memorias más
seguras datan del siglo X I I I , y la iglesia fué mandada edificar
en el siglo X V por el cronista D . A l v a r García de Santa María,
44 Otros varios hospitales se fueron f u n d a n d o en B u r g o s , especialmente
en tiempos modernos, como el h o s p i t a l de B a r r a n t e s , el h o s p i t a l de l a Con-
cepción, etc.; pero su h i s t o r i a no guarda relación directa con l a peregrinación.
Cf. I s m a e l G a r c í a R a m i l a : L a beneficencia en el B u r g o s de antaño ( B C M o n .
B u r g o s , 1940, X I X , 426-435). L a f f i dice que el convento de l a C a r t u j a había
l e v a n t a d o en Oriuella " u n a . casa en el c a m i n o público donde d a n posada a
los peregrinos de p a n y v i n o " .
45 Itinerario de Senlis, que p u b l i c a m o s en el Apéndice. E n l a " G u í a " de
J e a n F i e r r e R a c q (año 1790), se dice: " B u r g o u s : Charité a F h o p i t a l du R o y
et v o u s acheterés aux A u g u s t i n s l a c r o i x et l a ceinture."
46 Canción de los Parisienses, estrofa 12.

194
IV, ix. - l a c a r r a : b u r g o s

aun cuando no se t e r m i n ó hasta los días de F e l i p e II. Iglesia y


convento quedaron destruidos por la guerra de l a Independen-
cia 47. E n 1846 todavía quedaban las ruinas de la iglesia, en las
que se reconocían algunas ventanas ojivales y muchos blasones
nobiliarios 48. E l Santo Cristo fué llevado en 1835 a u n a capilla
de la C a t e d r a l , donde se venera actualmente 49.
E l Santo Cristo se exhibía en u n a lujosísima c a p i l l a del
claustro. L a decoraban cuarenta y ocho grandes lámparas de
plata y gran número de candelabros de gran tamaño. P a r a mos-
trar el C r u c i f i j o había que descorrer sucesivamente tres corti-
nas: l a p r i m e r a , negra, donde estaba estampada l a i m a g e n de
u n C r u c i f i j o ; l a segunda, de seda color rojo jaspeado, y l a tercera,
de u n a gasa m u y clara que permitía ver a trasluz el C r u c i f i j o 50.
" L o s religiosos que poseen esta preciosa j o y a dicen que es de
carne y hueso. Se le ve sudar. Tiene los cabellos y la b a r b a negros;
la cabeza se posa sobre el hombro derecho. S u altura pasa de
los cinco pies. Los brazos parecen magullados de golpes y heri-
das cicatrizadas y ensangrentadas. Tiene todo el cuerpo ar-
ticulado. Parece que l a sangre corre a vuestros ojos. L o s espa-
ñoles dicen que se le hace la b a r b a cada ocho días, como a l Cristo
de Orense, en G a l i c i a , y que se le cortan las uñas de los pies y
de las manos como a l de Orense" 81.
47 E x i s t e u n a abundante bibliografía sobre el Santo Cristo de B u r g o s .
Recordaremos el L i b r o de los milagros del Santo C r u c i f i x o que está en el mo-
nasterio de S a n A g u s t í n , de l a ciudad de B u r g o s , 1547, 8.°; otra ed. en B u r g o s ,
por P e d r o H u y d o b r o , 1622, 8.°; H i s t o r i a y milagros del santísimo Christo de
Burgos, por F r . P e d r o d e L o v i a n o ( M a d r i d , 1740, 4.°), y otra por F r . J u a n
S i e r r a , s. a. (licencia de diciembre de 1736); otra ed. en M a d r i d , 1762; F l ó -
REZ, E s p . Sagr., t. X X V I I 2 , págs. 242-254.
48 M a d o z : D i c e , t. I V , pág. 569.
49 M . M a r t í n e z y S a n z : H i s t . del templo catedral de B u r g o s , p á g . 84.
50 L a más detallada descripción de l a c a p i l l a hecha por u n peregrino de
Santiago es l a de M a n i e r , Pélerinage, págs. 56-59.
51 M a n i e r : Pélerinage, pág. 58. Creo no estará de más colocar a l l a d o de
esta descripción l a que hace M m e . d ' A u l n o y , que visitó l a c a p i l l a en s u viaje
de 1679: " Q u i s e ver en el convento de los A g u s t i n o s el C r u c i f i j o c o n s e r v a d o '
en u n a c a p i l l a del claustro, t a n p r o f u n d a y oscura que no se apagan n u n c a
sus lámparas, las cuales p a s a n de ciento, y son unas de p l a t a y otras de oro,
de u n t a m a ñ o t a n extraordinario que cubren t o d a l a bóveda de l a c a p i l l a .
H a y t a m b i é n sesenta candeleros de p l a t a más altos que u n hombre de buena
estatura, y t a n pesados, que p a r a moverlos se necesita el esfuerzo de dos o
tres obreros; están alineados en el suelo a uno y otro lado del altar, adornado
con cruces y coronas de r i c a pedrería, donde a b u n d a n los diamantes y las

195
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

L a t r a d i c i ó n a t r i b u í a l a escultura a N i c o d e m u s , y se decía
que fué encontrada en el mar, cerrada en u n a caja, por un mer-
cader de Burgos que v o l v í a de F l a n d e s , el cual la regaló al con-
vento de los agustinos r,2. E n este convento se vendían pequeños
Cristos de papel y de p l a t a que adquirían los peregrinos después
de ser pasados por la imagen del Santo Cristo de la capilla.

L o s peregrinos entraban en la c i u d a d , como y a hemos indi-


cado, por la l l a m a d a calle de las Calzadas, teniendo a la iz-

perlas. L a c a p i l l a está ricamente t a p i z a d a de t i s ú , y t a n cubierta de ofrendas


y e x v o t o s , que no h a y lugar p a r a todos los que allí se destinan, de manera
que se g u a r d a n muchos en las arcas. E l C r u c i f i j o , de tamaño n a t u r a l , está
colocado sobre u n altar y oculto bajo tres cortinas bordadas de perlas y pe-
drería; cuando se descorren, lo c u a l no se hace más que para recibir la visita
de personas de elevada jerarquía o en las grandes ceremonias, repican las
campanas y todo el m u n d o se pone de rodillas. Ciertamente, aquel sagrado
lugar y a q u e l l a d i v i n a imagen i n s p i r a n religioso respeto. E l C r u c i f i j o está
perfectamente modelado y ofrece t o d a l a r e a l i d a d de carne h u m a n a ; desde
el estómago a los pies está cubierto con u n a tela f i n a y m u y plegada, como
u n a enagüilla, que a m i juicio le hace desmerecer bastante. Se le considera
obra de N i c o d e m u s , pero los amantes de lo e x t r a o r d i n a r i o creen que bajó del
cielo milagrosamente. Me dicen que algunas religiosas de l a ciudad le robaron
u n a vez p a r a tenerle en su c o n v e n t o , y a l día siguiente reapareció en su capi-
l l a ; n u e v a m e n t e le l l e v a r o n y nuevamente l a imagen v o l v i ó a su lugar. Sea
de esto lo que quiera, se le a t r i b u y e n muchos milagros y mueve a m u c h a de-
v o c i ó n . L o s frailes que le c u i d a n a f i r m a n que suda todos los v i e r n e s . "
H e aquí, como contraste, l a descripción de u n o f i c i a l francés, precursor,
sin d u d a , de los destructores de l a c a p i l l a , que v i a j ó por España en 1704: " B u r -
gos, que pasa en F r a n c i a por u n a hermosa c i u d a d , no lo es n i mucho menos;
solamente se v e , en u n convento de D o m i n i c o s , e x t r a m u r o s , u n crucifijo m u y
v e n e r a d o . E s de t a m a ñ o n a t u r a l , con Cabello y b a r b a , y parece de cartón pin-
t a d o . E s t á colocado en el fondo del altar y cubierto por tres cortinas, las cua-
les se descorren con cierta devoción y temor supersticiosos. Se encienden una
i n f i n i d a d de velas, y cuando se descorre l a ú l t i m a c o r t i n a , el pueblo se pros-
t e r n a , se da golpes de pecho y parece que sólo adora l a i m a g e n . L o s españoles
dicen que hace muchos milagros, y el que me parece más grande es que este
convento sea t a n rico, pues se v e n en la c a p i l l a más de doscientas grandes
lámparas de p l a t a y de altares t a m b i é n todo de p l a t a . L o s frailes son gran-
des, gordos y m u y ignorantes, pues casi no saben u n a p a l a b r a de latín.
J . P a z : Documentos relativos a E s p a ñ a existentes en los Archivos Nacionales
de P a r í s . M a d r i d , 1934, pág. 200.
52 U n a a n t i g u a v e r s i ó n — t a l vez l a más antigua—de esta leyenda, con
descripción de l a i m a g e n , puede verse en el relato del viaje de R o s m i t h a l , que
publicó E a b i é : Viajes por España de Jorge de E i g h e n , del barón León de Ros-
m i t h a l de B l a t n a , etc., M a d r i d , 1879, pág. 58.

196
IV, ix R R B IJ O S

1 ^
W

197
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

quierda el convento y hospital de S a n J u a n y a l a derecha la


iglesia de San Lesmes; pasaban el puentecillo que h a y sobre un
arroyo que hace de foso del recinto murado, y , atravesada la
P u e r t a de S a n J u a n , entraban en l a calle del mismo nombre.
A l pasar j u n t o a l a Catedral, podían rendir pleitesía a Santa
María y a sus santos protectores Santiago y San Nicolás, que
desde el siglo X I tenían altares en l a m i s m a 53, alojándose en
el barrio de Santiago o en el de S a n E s t e b a n , situados a l pie
del castillo, y los más ricos en el barrio de San Lorenzo, que era
el de los mercaderes 54.

E n el siglo X I , l a salida sería p o r e l arco de San M a r t í n a l


barrio de San Pedro de l a F u e n t e , donde estaban el hospital del
E m p e r a d o r , y otro, s i n d u d a posterior, en l a m i s m a iglesia de
San Pedro llamado de l a Fuente o de B a r r i o - E r a s 55. D e aquí
podían seguir a Villalonquéjar y Tardajos.

83 A ñ o 1092, 16 sept.: " E g o M u n i o n Assure? do et concedo Corpus meum


et a n i m a m m e a m D e o et Sánete M a r i e Burgensis sedis ecclesie, altaribusque
a d h o n o r e m S a n c t i l a c o b i beatique N i c h o l a i illiccine constructis". S e r r a n o ,
E l Obispado de B u r g o s , I I I , 80-81; otro documento de i g u a l fecha y análogo
contenido en l a página 82. A ñ o 1121-1124: " E g o d o m n a A p p a l l a et ego Sancius
presbiter, decrevimus offerre animas nostras s i m u l et corpora Sánete Marie
perpetué v i r g i n i et Sancto J a c o b et Sancto N i c h o l a o , eo scilicet i n loco u b i i n
honore i p s o r u m i n f r a B u r g i s c i v i t a t e m ecclesia e x t a t c o n d i t a . . . " , S e r r a n o ,
Loe. eit., I I I , 154-155. L a h i s t o r i a y engrandecimiento de l a c a p i l l a de San-
tiago puede seguirse en M . M a r t í n e z S a n z , H i s t . del templo catedral de
B u r g o s , págs. 108 y sigts. E x i s t i ó además adosada a l a catedral, y según F l ó -
r e z ( E s p . S a g r . , t. X X V I I 2 , p á g . 332) c o n anterioridad a l a construcción
de ésta, l a p a r r o q u i a de S a n t i a g o , l l a m a d a de l a Fuente, que c o n diversas
peripecias subsistió hasta el siglo X V I I I . C f . M . M a r t í n e z S a n z , H i s t . , pá-
ginas 131 y 291.
54 E n documento de 1366 se lee " b a r r i o s e posadas franqueadas desta
c i b d a d , ansí como son l a c a l de Sant L l ó r e n t e , e el H u e r t o d e l R e y , e l a cal
de las A r m a s " , A . S a l v a : Cosas de l a vieja B u r g o s , pág. 80, y A . B a l l e s t e -
r o s : L o e . cit., p á g . 8. U n " P e r o estolero" a l q u i l a unas casas en B u r g o s , en el
b a r r i o de S a n L o r e n z o , " d e l a n t el c a m i n o " , es decir, en l a actual calle de Fer-
n á n González ( B a l l e s t e r o s : I d . , pág. 7).
55 E n 1194 (28 abril) A l f o n s o V I I I otorgaba a los que p o b l a r a n " i n he-
reditate hospitalis S a n c t i P e t r i de B a r r i o e r a s " los mismos fueros y costum-
bres que tenían los collazos que p o b l a b a n en Burgos en heredad del hospi-
t a l . D . L u c i a n o H u i d o b r o (Hospitales desconocidos en Burgos, B . C . M . , Bur-
gos, 1942, págs. 10-12) supone que debió de desaparecer p r o n t o p o r innecesa-
r i o , d a d a su p r o x i m i d a d a l t i t u l a d o del E m p e r a d o r , aunque sus edificios sub-
sistieron hasta 1808. L a escritura c i t a d a , que el Sr. H u i d o b r o d a como inédita,
había sido y a p u b l i c a d a p o r L . S e r r a n o : E l Obispado de B u r g o s , III? 334.

198
IV, ix. - l a c a r r a : b u r g o s

E n el siglo X I I , y aun antes, se u t i l i z a el puente de Santa


María 56, además del de M a l a t o s , que y a hemos citado, y poco
a poco se v a poblando l a o r i l l a i z q u i e r d a del A r l a n z ó n , l a glera
o arenales, donde a c a m p a r a el C i d . E n esta orilla i z q u i e r d a es-
taba el convento de S a n A g u s t í n con l a capilla del Santo Cristo,
y en ella se construyó, según hemos v i s t o , el H o s p i t a l del R e y
cuando y a el camino jacobeo i b a seguramente por este l a d o .
Pasado este h o s p i t a l , los peregrinos encontraban otro, en l a
m i s m a orilla i z q u i e r d a , a l a v i s t a de T a r d a j o s , llamado H o s p i -
t a l de San J u a n del P u e n t e , que era propiedad del obispo 57.

56 E l C i d parece que sale por este puente, según los versos del p o e m a que
citamos antes.
57 S e r r a n o : E l Obispado de B u r g o s , I I , 216.

199
• CpoSkxjzio-n&r d e l ccvtz^o

X c^ZoncLrierxQp

^ % z z ? ^

qfe¿ • ^ e ^ ^ B U R Q Q S
deCGaji

%%cxmjct3t\x

Crcjcdct jj^OfK ooo


Capítulo X

DE B U R G O S A S A H A G U N

... K a r r i o n u s que est v i l l a a b i l i s et obtima, pane et vino


et carne et omni fertilitate f e l i x .
(Liber V Sancti l a c o b i , cap. III.)

E l recorrido de Burgos a Sahagún lo hacían los peregrinos,


según dice la " G u í a " del siglo X I I , en dos etapas. U n a , que i b a
de Burgos a F r ó m i s t a , y otra, de F r ó m i s t a a Sahagún, cada u n a
de unos cuarenta y cinco kilómetros.
E l camino entre Burgos y Castrojeriz no coincide con n i n g u n a
carretera, pero puede perfectamente identificarse sobre el te-
rreno, por ser u n camino ancho y a veces empedrado. E n todo
él había gran número de fundaciones hospitalarias especial-
mente dispuestas para atender a l peregrino.
Y a hemos indicado que a l a salida de B u r g o s , y pasado el
H o s p i t a l del R e y , antes de cruzar el A r l a n z ó n , estaba el h o s p i t a l
de San J u a n del P u e n t e . K ü n i g dice que aquí había " u n m o l i -
n o " , donde daban ración a todos los que querían t o m a r l a .
Pasado el puente se llegaba a T a r d a j o s , donde había u n
hospital o alberguería que los padres de l a condesa D.a M a y o r
—mujer ésta del conde F e r n a n d o Núñez de L a r a , alférez m a -
yor de Alfonso V I I I — d i e r a n a l a iglesia de Burgos. E n 1182,
la condesa renunciaba en favor de l a iglesia y de su obispo
D . Pedro cualquier derecho que a ella pudiera corresponderle 1,
P o r aquí parece que pasaba u n a vía r o m a n a que i b a de C l u n i a
a J u l i o b r i g a ; atravesaba Rabé de las Calzadas y seguía a T a r -

1 E n 7 enero 1182, L u c i o III c o n f i r m a a l a iglesia de B u r g o s : " I n u i l l a


que d i c i t u r Oterdaios ecclesiam S. l o h a n n i s c u m hospitale et collaciis et do-
mibus et ómnibus pertinentiis suis." E n 27 m a y o 1182, l a condesa doña M a y o r
renuncia a cualquier derecho en " h e r e d i t a t e m de albergeria de O t e r d a i o s " .
S e r r a n o , E l Obispado de B u r g o s , I I I , n ú m s . 166 y 169.

201
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A g q

dajos; de aquí salía por el camino que pasa delante de la resi-


dencia de los P P . Paúles, antiguo palacio de l a m i t r a burgalesa,
a enlazarse con l a carretera que v a a L a s Q u i n t a n i l l a s 2.
L a v i l l a de R a b e d e l a s C a l z a d a s fué dada por Alfonso V I
p a r a sustentar l a alberguería del hospital del E m p e r a d o r , en
Burgos s. U n a iglesia de Santa María había sido incorporada a
Cárdena en 949 4. E n t r e Rabé y H o r n i l l o s estaba el hospital de
Torres, favorecido en el siglo X I I por D.a Teresa Muñoz ». E l
camino llamado "francés" salvaba el río H o r m a z a por un puente
de piedra.
H o r n i l l o s d e l C a m i n o fué dado en 1156 por Alfonso V I I
a l monasterio de San D i o n i s i o , de París. Después se fundó aquí
u n monasterio de benedictinos dependiente de N u e s t r a Señora
de R o c a m a d o r (Francia) y era gobernado por u n p r i o r francés;
sus religiosos llegaban a doce. A l f o n s o V I I I concedió en 1181
a este santuario francés cuanto en esta v i l l a de H o r n i l l o s perte-
necía a l monasterio de San D i o n i s i o , y además l a v i l l a de Orba-
neja. E s t a donación fué c o n f i r m a d a más tarde por Fernando III
(1217), F e r n a n d o I V (1304) y A l f o n s o X I (1318) 6. E n H o r n i -
llos se levantó u n a alberguería y malateria de San Lázaro con
destino a los peregrinos gravemente enfermos. E n 1360, el obispo
de B u r g o s y otros catorce que estaban en A v i ñ ó n concedieron
cuarenta días de indulgencia a las personas que visitasen la
iglesia de S a n t a María de H o r n i l l o s en los días que se expresan 7.
E l camino entre H o r n i l l o s y H o n t a n a s es completamente
l l a n o . A l a m i t a d lo cruza u n arroyo, y j u n t o a él estaba el mo-
nasterio de S a n B o a l o B a u d i l i o de l a O r d e n de los Antonianos,
dependiente del convento de S a n A n t ó n de Castrojeriz, y luego
sucesivamente de los monasterios de Oña (siglo X I V ) y de Car-

2 H e r g u e t a : L a s iglesias de l a M a g d a l e n a y de Santa M a r í a en Tarda-


j o s , B . C. M . , B u r g o s , I I (1926-29), págs. 459-463.
3 S e r r a n o : E l Obispado de B u r g o s , I I I , documentos n u m s . 26 y 27.
4 Becerro de Cárdena, ed, P . L . S e r r a n o , p á g . 365. Suponemos estaría
en l a e r m i t a l l a m a d a N u e s t r a Señora d e l M o n a s t e r i o ,
5 S e r r a n o : E l Obispado de B u r g o s , II, 217.
6 B a l u z e : H i s t . TuteL, c o l . 494 y 495, donde está el t e x t o de estas dona-
ciones. Cf. además S e r r a n o , E l Obispado de B u r g o s , I I , 116, 117, y E . R u p i n ,
Rocamadour, París, 1904, pág. 94.
7 E s p . S a g r . , t. X X V I , pág. 357. E l año 1224 fueron recibidos como fa-
miliares del convento de S a n t a María de H o r n i l l o s , F e r n a n d o Martínez y su
m u j e r , María Díaz. Cf. M e n é n d e z P i d a l , Documentos lingüísticos. I, 221.

202
IV, X. - L A C A R R A : DE BURGOS A SAHAGUN

deña (siglo X V ) . E l término en que estuvo emplazado se conoce


todavía con el nombre de San B o l 8.
E n esta l l a n u r a , abrasada por el sol, sorprendió al peregrino
L a f f i u n a nube de langostas " i n guisa tale, che appena si puó
vedere i l cielo".
H o n t a n a s no es p a r a L a f f i más que u n a v i l l a "nascota nel
fondo d ' u n f u m i c e l o " ; sólo h a y pastores en cabanas rodeadas
de una gran empalizada para defenderse de los lobos. A q u í en-
cuentra u n peregrino francés m o r i b u n d o . " I n questo disgratiato
luogo mangiammo u n poco d i pane con a g l i o " que le dieron
unos alemanes que i b a n vendiendo imágenes, "e bevemmo u n
poco d i v i n o e cosi andassimo a letto per t é r r a , perche n o n c i
era a l t r o " . P o r l a mañana se l e v a n t a n temprano, pero les a d -
vierten que no salgan t a n pronto, hasta que no h a y a n salido
todos los pastores con sus perros 9. L a v i l l a de H o n t a n a s , " i n
publico itinere beati l a c o b i s i t a m " , había sido dada por A l f o n -
so V I I I (1203) a A r l o t h o de M a r z a n , el c u a l , a l año siguiente,
la vendió con permiso del rey a l obispo de Burgos en 500 m a -
ravedís 10.
Dos kilómetros antes de llegar a Castrojeriz estaba el gran
convento de S a n A n t ó n , a orillas del arroyo Garbanzuelo. P e r -
tenecía a l a O r d e n de los A n t o n i a n o s , O r d e n fundada en 1093
en V i e n a (Delfinado) por u n t a l Gastón, a l ser curado, por inter-
cesión de San A n t ó n A b a d , su h i j o , que estaba atacado del i g n i s
sacer o fuego de San A n t o n i o , especie de gangrena dolorosa con
sensación de fuego abrasador, que hizo su aparición en el siglo X .
L a Orden adoptó la regla de San Agustín y se extendió rápida-
mente por E u r o p a . L a Casa de Castrojeriz había sido fundada
por Alfonso V I I en 1146 11, y en 1304 F e r n a n d o I V eximió d e '
todo pecho a cincuenta pobladores que allí fuesen a morar a
" l a Casa del Confesor bienaventurado S a n A n t ó n " 1 2 . " E s t e
hospital—dice M a n i e r — e s para los caminantes. Estos padres

8 S e r r a n o : EZ Obispado de B u r g o s , I I , 217; L . H u i d o b r o : E l Comen-


dador M a y o r D . D a m i á n García Olloqui, " P r í n c i p e de V i a n a " , n ú m . V I I , pá-
gina 155.
9 L a f f i : Viaggio*, 179-183.
10 S e r r a n o : E l Obispado de B u r g o s , I I I , n ú m s . 230 y 231.
11 Así lo a f i r m a F l ó r e z , E s p . S a g r . , t. X X V I I 2 , pág. 12, t o m á n d o l o , al
parecer, de Méndez S i l v a .
12 T . G o n z á l e z : Colecc. de p r i v . de S i m a n c a s , V , 264.

203
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A g 0

llevan una letra sobre el h á b i t o , una T en rojo, y a la moindre


incommodité cortan brazos o piernas y los cuelgan a la puerta
del h o s p i t a l " " . Carlos III obtuvo u n a b u l a de extinción de la
Orden en 1789, y en 1791 suprimió el convento, en c u y a época
había en él doce religiosos y u n comendador. Sus imponentes
ruinas, en su m a y o r parte obra gótica del siglo X I V , pueden
verse todavía al lado del camino. E s t e pasaba, lo mismo que la
carretera a c t u a l , por delante de la fachada de la iglesia y bajo
unas elegantísimas arquerías ojivales 14.

D e l H o s p i t a l de San A n t ó n a Castrojeriz había dos kilóme-


tros de camino llano y polvoriento. C a s t r o j e r i z 15 se anuncia
a distancia por su castillo ( C a s t r u m S i g e r i c i ) , hoy en ruinas,
que se asienta en u n a m o n t a ñ a terrosa y sin vegetación, domi-
nando la l l a n u r a (lám. L X X X , 1). A l pie, en l a vertiente del me-
diodía, está el pueblo formado por u n a larga calle, de u n kilóme-
tro de l o n g i t u d , en l a que estaban las iglesias, alberguerías y
hospitales. E l castillo, por su magnífico emplazamiento, jugó
siempre u n papel importante en la historia de Castilla. F o r t i f i -
cado en el siglo I X , no pudo resistir u n ataque de las huestes
cordobesas en 882 y fué abandonado, pero al año siguiente,
mejor abastecido, no se atrevieron los musulmanes a ocu-
parlo 16. E n estas primeras centurias su posición era t a n i m -
portante como l a de Burgos. E n 1131 fué ocupado por A l -
fonso V I I , expulsando a l a guarnición aragonesa que lo defendía,
"sacándolo del yugo aragonés, como Cristo redimió del infierno
a los pecadores" 17.
A n t e s de llegar a l a población, y algo apartado de ella, en-
contraban los peregrinos el barrio del M a n z a n o , o de Santa M a -
ría del M a n z a n o , donde estaba la colegiata de Santa María (lá-
m i n a L X X X , 2), de remoto origen, pues se dice radicaba aquí la
comunidad de clérigos que cita el conde G a r c i Fernández en su

13 Pelerinage d ' u n p a y s a n P i c a r á , pág. 6 1 .


14 Queda t a m b i é n u n claustro de t i p o r o m á n i c o , pero obra del siglo X I I I ,
con columnas pareadas.
lD L . H u i d o b r o : L a v i l l a santiaguesa de Castrojeriz, " L a H o r m i g a de
O r o " , 1932; L . T o r r e s B a l e a s : L a armadura del claustro de S a n J u a n de Cas-
trojeriz, en " A l - A n d a l u s " , X I , 1946, 230-235.
16 Crónica de A l b e l d a , ed. Gómez M o r e n o , B . A . H . , t. C, págs. 606 y 608.
11 Así lo dice el F u e r o de Castrojeriz, ed. Muñoz, C o l . de Fueros, pág. 42.

204
L A C A R R A : D E B U R G O S A S A H A G Ú IV
IV, x.

5*>J

.1.1 , ^ ,-,

•.^//v^iru^^','.'*

s ^

^
o

D
«M
m.
ílcSM^

205
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

fuero de 974, y a quienes otorga la condición de caballeros l8.


E l gran número de canónigos que tenía esta colegiata en el
siglo X I I I fué reducido a dieciséis en v i r t u d de una concordia
con el obispo de Burgos D . M a u r i c i o ^ L a s " C a n t i g a s " de A l -
fonso el Sabio nos recuerdan la fama de este santuario al re-
coger varios relatos milagrosos obrados por l a V i r g e n :

Quand'' a y g r e i a f a z i a n
a que chaman (PAlmaqan
que é en cabo da u i l a 20.

E n el casco de l a población, y a lo largo de l a calle m a y o r ,


podían reconocerse varios hospitales—cuatro cita H e r m a n n
K ü n i g en 1495, siete había a principios del siglo X I X — y las
iglesias parroquiales en magníficos templos que pregonan la ri-
queza de Castrojeriz: Santo D o m i n g o , a l a derecha; Santiago de
los Caballeros, a l a i z q u i e r d a ; San E s t e b a n , en l a plaza del Mer-
cado, y S a n J u a n , que era la p r i n c i p a l y t a l vez la más antigua.
L a s Guías e Itinerarios franceses suelen llamar a la villa
Quatre-Souris, y H e r m a n n K ü n i g , t a m b i é n con falsa etimología,
le l l a m a castillo de F r i t z .

D e Castrojeriz seguía el camino a I t e r o d e l C a s t i l l o ,


donde se pasaba el río Pisuerga por u n puente de once arcos que
las Guías l l a m a n Ponteroso, Ponte F i t t i r , o Ponte della M u l l a .
E l puente se cita y a en l a " G u í a " del siglo X I L Cuando en 1932
intentamos cruzarlo siguiendo l a r u t a de peregrinación encon-
tramos i n t e r r u m p i d o el t r á f i c o y t u v i m o s que dar la vuelta de
Castrojeriz a A s t u d i l l o para incorporarnos a l camino de San-
tiago en F r ó m i s t a . Pensamos que más de u n peregrino se vería
forzado a hacer desviaciones semejantes en su r u t a 21.

18 " E t illos clérigos habeant foros, sicut caballeros". M u ñ o z , Colección


de F u e r o s , p a g . 38.
19 S e r r a n o : D o n M a u r i c i o , obispo de B u r g o s y f u n d a d o r de su catedral.
M a d r i d , 1922, apénd. I V y V ; S e r r a n o , E l Obispado de B u r g o s , II, 235-236.
20 Véanse las Cantigas de Alfonso el S a b i o , ed. de l a A c a d e m i a , núme-
ros 242, 249, 252 y 259.
21 D o ñ a M e r c e d e s G a i b r o i s d e B a l l e s t e r o s (Sancho I V de Castilla,
I, 116, n o t a 2) cree que Sancho I V , cuando en 1286 fué en peregrinación a
Santiago, se alojaría en el h o s p i t a l de S a n J u a n de Jerusalén, de T á m a r a , que
existía en t i e m p o de A l f o n s o V I I . E s t o supondría t a m b i é n el cruzar el Pisuerga
frente a A s t u d i l l o p a r a seguir por Santiago del V a l a T á m a r a . O t r a desvia-

206
IV X. - L A C A R R A : DE BURGOS A SAHAGÍJN

J u n t o al puente de Itero l e v a n t a r o n el conde Ñ u ñ o Pérez


de L a r a y su mujer, D.a Teresa, u n hospital, que en 1174 quedó
exento de los derechos del diezmo y p r i m i c i a s episcopales en v i r -
tud de u n arreglo llevado a cabo por los fundadores con el obispo
de Burgos, su diocesano 22.

Los peregrinos atravesaban ahora u n a inmensa l l a n u r a ,


como reconoce l a " G u í a " del siglo X I I , bien p r o v i s t a de p a n ,
pero sin arbolado alguno. Poblaciones pequeñas, con casas cons-
truidas de ladrillo o adobes que apenas l e v a n t a n sobre el h o r i -
zonte y cuyo color terroso las funde en u n p a n o r a m a monótono.
Los peregrinos l a atravesaban de p r i s a , sin que apenas les que-
dara recuerdo singular de los distintos pueblos que c r u z a b a n , y
los relatos más puntuales que nos h a n dejado se reducen a u n a
fría enumeración de localidades. A u n cuando el recuerdo del c a -
mino se ha perpetuado en los nombres de muchos pueblos, l a
historia, cual la niebla, parece adherirse mejor a los terrenos
accidentados y cubiertos de vegetación.
E l camino, cruzado el Pisuerga, pasaba por Itero de l a V e g a
y entraba en las discutidas tierras del Cea a l Pisuerga, m o t i v o
de discordias entre C a s t i l l a y L e ó n . Siete kilómetros a l n o r t e
de Itero de la V e g a está L a n t a d i l l a , donde se discutieron san-
grientamente en 1068, con derrota del leonés Alfonso V I . Se-
guía la r u t a por B o a d i l l a del Camino a F r ó m i s t a , l l a m a d a a n t i -
guamente F r ó m i s t a del C a m i n o .
E n F r ó m i s t a fundó Doña M a y o r , v i u d a de Sancho el M a y o r
de N a v a r r a , u n monasterio que sabemos se estaba levantando
cuando hacía su testamento en 1066. Después la reina D.a U r r a -
ca lo agregaba, en el siglo X I I , al monasterio de San Z o i l de
Carrión, quedando reducido a u n priorato del m i s m o . N o s queda
hoy la iglesia, sin duda l a que levantara Doña M a y o r , de tres
naves abovedadas y estupenda decoración escultórica, todo
dentro del nuevo arte románico que i n i c i a b a en España l a cate-
dral de J a c a 23 (lám. L X X X I ) . Había en F r ó m i s t a dos hospitales,

cion, acreditada por l a t o p o n i m i a local que h a b l a de " c a m i n o de peregrinos"


y camino francés", era el paso de B u r g o s a Carrión de los Condes por S a n
Carlos de Abánades, donde c r u z a b a n el P i s u e r g a , a F u e n t e - A n d r i n o y C a -
m ó n , pero no hemos reconocido esta r u t a en n i n g u n a Guía n i I t i n e r a r i o .
• P u b l i c a el documento S e r r a n o , E l Obispado de Burgos, I I I , n ú m . 153.
23 M . Gómez M o r e n o : E l arte románico español. M a d r i d , 1934, págs. 84 a 89.

207
I. A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

el de Santiago y el de los Palmeros, del que todavía se eonser-


v a n restos. E n u n a ermita de Santiago se conservan unos ar-
tesonados de interés 24.
E l camino atravesaba Población de Campos 2% Revenga y
V i l l a r m e n t e r o para seguir a Villalcázar de Sirga o Villasirga.

V i l l a l c Á z a r d e S i r g a no responde h o y a l resonar de su
fama n i a l a i m p o r t a n c i a de su templo de la V i r g e n . E s hoy un
pueblo de corto v e c i n d a r i o , con unas casuchas pobres y u n gran
templo. E n otro tiempo fué E n c o m i e n d a de la Orden de los Tem-
plarios. T u v o t a m b i é n posesiones el conde Pedro Ansúrez 2C\
A d o s a d o a l a iglesia estaba el hospital que era del conde de Ossor-
n o , y luego fué trasladado aquí el que la Orden de Santiago te-
nía en V i l l a m a r t í n , cerca de Carrión de los Condes, previo
acuerdo con el conde de OssOrno, por estimarse que este sitio
estaba mejor dispuesto para atender a los peregrinos 27. L a casa-
24 Catálogo monumental de l a p r o v i n c i a de F a l e n c i a . F a l e n c i a , 1932, pág. 18.
25 A u n a m i l l a de F r ó m i s t a cita K ü n i g u n h o s p i t a l a l lado de u n puente,
<jue debe de ser en Foblación de C a m p o s , j u n t o al río U c i e z a . E n Foblación,
M a n i e r y sus compañeros entraron en u n a v i ñ a v e n d i m i a d a , y con las uvas
que j u n t a r o n se embriagaron.
26 D o s donaciones del Conde F e d r o Ansúrez, en que da a S a n t a María
de F a m p l o n a l a m i t a d de su heredad en V i l l a s i r g a , que pueden verse en el
L i b r o Redondo de l a catedral de F a m p l o n a , f o l . 78 y 78 v.0
27 " Q u e se incorpore en l a Orden el H o s p i t a l de V i l l a s i r g a . E n el Capítulo
que por nuestro m a n d a d o se celebró en l a v i l l a de V a l l a d o l i d , se platicó quánto
mejor estaría el H o s p i t a l de V i l l a m a r t í n en V i l l a s i r g a , que es del Conde de
Ossorno, que no donde agora está. Y v i s t o ser cumplidero al servicio de Nues-
tro Señor, y bien de los Feregrinos, el dicho conde ofreció a l a O r d e n u n Hos-
p i t a l que tiene en l a d i c h a su v i l l a de V i l l a s i r g a , con t a l condición, que l a . H o s -
p i t a l i d a d y limosnas que l a O r d e n solía hazer en V i l l a m a r t í n , l a hiziesse en
e l dicho H o s p i t a l de V i l l a s i r g a . E l dicho Capítulo, después de averio consul-
tado c o n N o s , y con nuestra licencia y m a n d a d o , aceptó el dicho H o s p i t a l con
l a sobre d i c h a condición. F o r t a n t o , establecemos y mandamos que el dicho
H o s p i t a l de V i l l a s i r g a ande y sea contado de oy más con los otros Hospitales
de l a O r d e n , y el A d m i n i s t r a d o r de las Tiendas tome l a possession del, y rija
y mire del dicho H o s p i t a l según e como se debía hazer en el de V i l l a m a r t í n .
Y porque t a m b i é n el dicho Conde dio en l a iglesia de l a v i l l a de V i l l a s i r g a ,
donde se passen los huessos de los que estavan enterrados en V i l l a m a r t í n , y
el dicho nuestro Capítulo con nuestra licencia lo aceptó: M a n d a m o s al dicho
A d m i n i s t r a d o r que tenga en su administración l a d i c h a C a p i l l a , y passe en ella
los dichos huessos, porque en ella estarán más h o n r a d a m e n t e . " Regla y Esta-
blecimientos nuevos de l a Orden y Cavalleria del glorioso Apóstol Santiago...
M a d r i d , 1702, pág. 308 ( t í t u l o X I X , cap. I V ) .

208
IV X. - L A C A R R A : DE BURGOS A SAHAGUN

palacio de V i l l a s i r g a siguió llamándose hasta el siglo pasado


Casa de los Peregrinos y t a m b i é n la Peregrina o Casa-hospital
de Santiago. Ostentaba sobre la puerta p r i n c i p a l el escudo de
l a Orden de Santiago 28.
D e l a fama y devoción de este santuario de l a V i r g e n nos ha
quedado u n amplio eco en las " C a n t i g a s " de Alfonso el Sabio.
N o faltaban enfermos que no habían podido curar en Santiago
y que hallaban l a salud en este templo de V i l l a s i r g a , como aquel
mercader honrado y rico de A l e m a n i a , que de resultas de u n a
larga y penosa enfermedad quedó t u l l i d o y pobre.

E l en esto estando,
u i ú que g r a n r o m a n a
de gente de sa térra
a Santiago y a ;
et q ue con eles fosse
mercée lies p i d i a
et eles d'esti rogo
foron muifenhargados;
ca d ' u a parte u i y a n
ssa grant enfermedade,
et ar da outra parte
a ssa gran p r o b r i d a d e ;
pero porque a u i a n
íTeZe g r a n piadade,
en o leñaren sigo
f o r o n end^acordados.

N o quiso D i o s que curase en Santiago, y al regreso pasaron


ante la iglesia de V i l l a s i r g a . E n el camino había quedado ciego.
Sus compañeros le dejaron solo y abandonado, prosiguiendo
ellos su camino. L a V i r g e n oyó sus plegarias, y el enfermo curó
milagrosamente 29. »
L o s peregrinos de Santiago todos p a r a b a n a orar ante l a
V i r g e n de V i l l a s i r g a . A " u n orne b o o " de Tolosa de F r a n c i a le
impuso el confesor como penitencia que fuese a Santiago en
romería llevando en l a mano u n bordón de hierro de v e i n t i c u a -

28 Cantigas de Santa M a r í a , ed. de l a R e a l A c a d e m i a Española. M a -


d r i d , 1889, I, 90. O t r o recuerdo de l a peregrinación es l a i m a g e n de S a n t i a g o
peregrino, busto en alabastro, obra del siglo X V I , q u e se conserva en l a er-
m i t a de l a V i r g e n del Río. Cf. L . H u i d o b r o : E l culto del P i l a r en los pueblos
paganos, en l a r e v i s t a " D o c e de O c t u b r e " , 1945, págs. 38-40.
29 C a n t i g a n u m . 218, de l a ed. de l a A c a d e m i a .

tomo ii.—14. 209


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

tro libras de peso para que lo pusiese públieamente ("non foss'en


poridade") ante el altar del A p ó s t o l . E m p r e n d i ó su eamino, y
al pasar por V i l l a s i r g a entró a orar al templo de la V i r g e n , co-
locando el pesado bordón ante su altar. P i d i ó a la V i r g e n el
perdón de sus pecados y al momento se p a r t i ó el bordón en dos
pedazos. Cuando quiso levantarlos para proseguir su viaje no
pudo conseguirlo, comprendiendo todos los presentes que Ja
penitencia estaba dispensada. Y y a libre de l a pesada carga,
siguió su romería a Compostela 30.

U n conde francés, que venía en romería, no pudo entrar en


l a iglesia de Santa María por no haberse arrepentido de los pe-
cados que había cometido; le acompañaban diez caballeros que
t r a t a r o n en vano de introducirle por la fuerza, pero u n impulso
superior le rechazaba siempre; tanto se esforzaron, que la san-
gre le salía por l a boca y por las narices.

Quand'aquesto u i ú o Conde,
comeqou-ss' a repentir.

E n t o n c e s pudo y a entrar en la iglesia ensalzando fervorosa-


mente a l a V i r g e n 31.
U n a d a m a francesa, ciega, fué en romería con su hija a l a
Casa del A p ó s t o l . Regresaban de Compostela y habían pasado
Carrión cuando empezó a llover y ambas se refugiaron en el
templo de l a V i r g e n en V i l l a s i r g a . O r a r o n con gran fervor, y l a
madre recobró milagrosamente l a v i s t a . D i e r o n gracias a la V i r -
gen, y al seguir su camino
U n orne cegó ahou
que a Santiago y a ;
mas ela IVaconssellou
que fosse p o r V i l a - S i r g a
se quisiesse lurn' auer.
E contou todo seu feito
cómo f o r a con romeus
muitos pera Santiago,
mas peo nunca dos seus
olios o lumen'' y c o b r a r a ;
mas póis a M a d r e de Deus
IV-o dera en V i l a - S i r g a
pelo seu m u i gran poder.

C a n t i g a n ú m . 253, de l a ed. de l a A c a d e m i a ,
C a n t i g a n ú m . 217.

210
IV, X. - L A C A R R A : DE BURGOS A SAHAGUN

E l ciego creyó a la d a m a , partió rápido para V i l l a s i r g a , oró


ante la imagen de la V i r g e n y sanó

C a non quis Santa M a r í a


en o saar deteer 32.

L a f a m a de los milagros de V i l l a s i r g a era propagada por todo


el mundo a través de los romeros de Santiago. O t r a d a m a f r a n -
cesa, t u l l i d a de todo el cuerpo, había probado alcanzar la salud
en diferentes romerías, pero sin éxito.

Romeas que de Santiago


y a n fóron-lle contando
os miragres que a V i r g e n
f a z en V i l a - S i r g a .

Entonces prometió i r en peregrinación a su santuario. Se


hizo llevar en u n a carreta, y cuando estuvo en V i l l a s i r g a mandó
encender muchas candelas a la V i r g e n , según costumbre de los
romeros. Rezó con fervor

et f o i saa et cobrada
de quantos nenbros a u i a 33.

Los mismos marineros puestos en grave peligro, tras i n v o c a r


en vano a Dios y a S a n P e d r o , a Santiago, San Nicolás y S a n
Mateo
et santos muitos et santas,
outorgando que romeas
de grado seus seerian
se lies quisiesse ualer,

l l a m a n , por indicación de u n clérigo, a Santa María de V i l l a s i r g a

E o mar tornou m u i manso


et a noit escrareceu,
et a ñ a u ' en outro d i a
en saluo porto prenden 3i.

N a d a diremos del majestuoso pórtico, ornado de esculturas

C a n t i g a n ú m . 278, de l a ed. de l a A c a d e m i a .
C a n t i g a n ú m . 268.
C a n t i g a n ú m . 313,

211
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

y presidido por l a serie del apostolado, que presenciara el paso


de tantos romeros (lám. L X X X I I ) , n i de la a m p l i t u d y elegancia
de las naves del templo que cobijara a tantos peregrinos y de-
votos de la V i r g e n y de Santiago. Señales de ruina se perciben
en él, que hacen temer u n f i n a l triste y vergonzoso. E l que tam-
bién amenazó a las imágenes de la V i r g e n que cantara el R e y
Sabio, y que por la resistencia del pueblo de V i l l a s i r g a se libra-
ron de la v e n t a y de la emigración. Los magníficos sepulcros
del infante D . F e l i p e , quinto hijo de San Fernando y de su se-
gunda m u j e r , D.a Leonor R u i z de Castro, convierten hoy, y
quiera D i o s que por mucho tiempo, l a capilla de Santiago en
u n espléndido museo de escultura medieval.

A n t e s de que Villalcázar de Sirga alcanzara entre los rome-


ros l a fama que hemos v i s t o , el camino iba más a la derecha,
pasando cerca de A r c o n a d a , donde en el siglo X I el conde de
Carrión D . Gómez, hijo del conde Diego Fernández, mandó edi-
ficar u n monasterio y hospicio de pobres y peregrinos (cenobium
eleemosynarium convenientium p a u p e r u m vel hospitum) en honor
de San F a c u n d o , San P r i m i t i v o y San Cristóbal, "secus stratam
ab antiquis temporibus f u n d a t a m e u n t i u m v e l regredientium
S a n c t i P e t r i et Sancti l a c o b i a p o s t o l i " . L a iglesia fué consa-
grada por los obispos Cipriano de L e ó n y P e d r o , y en 1047
incorporada a l monasterio de San Z o i l de Carrión 35. Todavía
en uno de los muros exteriores de l a iglesia de San Facundo
se conserva u n a inscripción que conmemora esta consagración 36,
y por las inmediaciones quedan restos del llamado camino fran-
cés o camino de los peregrinos.

35 S u t e x t o en Y e p e s , Coránica general de l a Orden de S a n Benito, V I


apéndice 14. L o reproducimos en el Apéndice.
36 L a inscripción, según el Catálogo monumental de l a p r o v i n c i a de F a -
lencia, II, 3, dice:
" I n honore D o m i n i nostri J e s u C h r i s t i , P e t r u s episcopus et Cyprianus
episcopus conse(cra)vit haec ecclesia i n era M L X X X sub i m p e r i u m F e r d i -
nandus rex. C o m i t i G o m i z " (Año 1042).
E l D i c e , de M a d o z , I I , 474, trae el t e x t o c o n alguna v a r i a n t e , y l a fecha
a todas luces e q u i v o c a d a : " e r a M C C X X X " .
E l m i s m o D i c e , alude a los restos del c a m i n o jacobeo por A r c o n a d a . José
M a r í a Q u a d r a d o ( V a l l a d o l i d , F a l e n c i a y Z a m o r a , en l a colee. "España y sus
m o n u m e n t o s " , B a r c e l o n a , 1885, pág. 505, n o t a 1) proponía l a lectura:
" e r a M L X X X X " (Año 1052).

212
jy? x. - l a c a r r a : de b u r g o s a s a h a g u n

C a r r i ó n d e l o s C o n d e s era l a población más i m p o r t a n t e


que atravesaban los peregrinos en esta T i e r r a de Campos 37. S i -
tuada a l a orilla i z q u i e r d a del río Carrión, con u n a ligera eleva-
ción sobre el r í o , jugó papel i m p o r t a n t e en l a defensa del reino
leonés, y a desde los días del Alfonso III. E r a l a residencia de
los famosos condes de Carrión, y su f a m a trocó el nombre de
la ciudad, que antes se l l a m a b a Santa María de Carrión. N a d a
queda h o y del palacio de los Condes, y apenas se reconocen
los restos del recinto murado de la c i u d a d , que según se dice
estaba d i v i d i d a en doa barrios cerrados, regidos cada uno por
u n conde.

L a c i u d a d , dice l a " G u í a " del siglo X I I , es industriosa y


próspera, rica en p a n , v i n o , carne y toda clase de productos.
Idrisí, en el siglo X I I , dice que Carrión es c i u d a d floreciente, de
mediano tamaño y con abundantes cosechas. P o r aquí pasó
Carlomagno, cuando l i b r a b a de moros el camino de Santiago,
según nos cuenta el poema de " L a Prise de P a m p e l u n e " :

Se drezerent enscemble sens f e r autre devise


Tout droit vers le cemin dou buen seint de Galise,

E viren C a r i o n e l a tour noire e bise.


Isoriés dist a Z a r l l e : " P a r D i e u che tout justice,
S u r le cemin saint Jaques somes, sens gaberise.
Vés l a C h a r i o n , ou est j a mout ocise
De l a giant crestiaine p o u r alier en servise
D e D i e u et de Vapostre..." 38.

Los peregrinos entraban por l a calle donde está ahora el


recoleto convento de S a n t a C l a r a , y u n poco más adelante el
templo de Santa María del Camino, cuyo nombre alude a l c a -
mino por excelencia para u n hombre de l a E d a d M e d i a . S u be-

37 Además de las obras generales, como Q u a d r a d o , V a l l a d o l i d , F a l e n c i a


y Z a m o r a , B a r c e l o n a , 1885, págs. 471-494, puede verse M a r t í n R a m í r e z d e
l a H e l g u e r a , E l libro de Carrión de los Condes con su historia. F a l e n c i a , 1896,
242 páginas, y Recopilación de las grandezas y antigüedades de l a muy noble
villa de Carrión, quienes f u e r o n sus verdaderos señores hasta que se incorporó
a l a Corona R e a l . . . , recopilado todo por D . J u a n d e C i s n e r o s y T a g l e , regi-
dor de l a dicha v i l l a , este año de 1629. M a n u s c r i t o en l a B i b l . de l a A c a d e m i a
de l a H i s t o r i a , Colee. Salazar, H . 14.
L a P r i s e de P a m p e l u n e , ed. A . M u s s a f i a , V i e n a , 1864, versos 5.680
y siguientes.

213
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

l i a p o r t a d a románica, fuerte y r u d a , lleva misteriosas imágenes


en las que l a tradieión local h a pretendido ver una alusión al
fantástico t r i b u t o de las cien doncellas de que se vieron libres
los cristianos por l a providencial i r r u p c i ó n de unos toros en este
mismo lugar.
Casi enfrente estaba el hospital llamado comúnmente de
l a H e r r a d a , y antes de D . Gonzalo R u i z G i r ó n , su fundador,
m a y o r d o m o del rey a principios del siglo X I I I . Fué dotado
con opulencia para que sirviera de albergue a los peregrinos
de Santiago. Se dice que había u n a herrada en l a puerta,
para que pudieran beber los peregrinos, y de aquí le vino el
nombre 39.
A v a n z a n d o hacia el interior se llega a l a P l a z a M a y o r (lá-
m i n a L X X X I I I , 2), y al embocar en la calle de l a Rúa se encuen-
t r a a l a derecha l a iglesia de Santiago, con su espléndida portada
románica, sobre la que campea u n hermoso friso escultórico que
lleva en el centro a Cristo acompañado del tetramorfos, y a los la-
dos, en dos alas, los apóstoles en sus hornacinas (lám. L X X X I V ) .
E l interior de la iglesia es moderno, pues se quemó en la guerra
de l a Independencia. O t r a parroquia había dedicada a San J u -
l i á n , p a t r ó n también de los caminantes. Antes de llegar a ella
se tuerce a la izquierda y se cruza el puente sobre el Carrión,
para llegar a l monasterio benedictino de San Z o i l .
F u n d a d o éste en el siglo X I por l a munificencia del conde
Gómez Díaz y de su mujer, Teresa, recibió como magnífico pre-
sente las reliquias de San Zoilo que desde Córdoba mandara el
hijo de aquéllos, F e r n a n d o 40. San Z o i l o , a quien cita Prudencio
en el I V de sus " H i m n o s " , había sufrido el martirio en una de
las persecuciones del Imperio, pero su cuerpo yacía ignorado
en el viejo cementerio pagano hasta el reinado de Sisebuto, en
que D i o s reveló al obispo de la c i u d a d , A g a p i o , el lugar en que se
hallaba oculto. Se le trasladó a la pequeña iglesia de San Félix,
y allí se le rendía culto hasta que el j o v e n caballero cristiano.

39 Q u a d r a d o , op. cit., pág. 478; R . B e c e r r o d e B e n g o a , E l libro de


P a l e n c i a , 1874, pág. 205. V a r i a s donaciones hechas a este h o s p i t a l en los si-
glos X I I I y X I V pueden verse en M u ñ o z : C o l . Fueros, págs. 136-137, nota.
40 P a í a S a n Z o i l de Carrión, además de Y e p e s y F l ó r e z ( E s p . Sagr.,
t. X , e d . 1901, págs. 304-321) puede verse M a r t í n R a m í r e z d e l a H e l g u e r a ,
E l real monasterio de S a n Z o i l , de la ciudad de Carrión de los Condes, ante la
historia y el arte, P a l e n c i a , 1900, 110 páginas.

214
JV, X . • L A C A R R A : D E B U R G O S A S A I I A G U N

que había pasado a Córdoba a prestar a y u d a m i l i t a r al emir en


las luchas civiles de los reyes de Taifas, p r e f i r i ó , al oro y p l a t a
con que querían pagar sus servicios, se le entregara el cuerpo
del bienaventurado Z o i l o , al que, según las tradiciones monás-
ticas, se agregó el cuerpo de u n S a n F é l i x , probablemente el
titular de la iglesia en que se h a l l a b a , el de A g a p i o , que lo había
encontrado y hasta los objetos que rodeaban su sepulcro. E l
monasterio de Carrión, que estaba bajo l a advocación de S a n
J u a n B a u t i s t a , trocó pronto su nombre por el de S a n Zoilo
— S a n Z o i l , se le dice c o m ú n m e n t e — y fué, con el de Sahagún,
el más importante del reino.
Los milagros obrados por San Zoilo propagaron su nombre y
su culto por tierras lejanas. H u b o en cierta ocasión u n pobre
hombre de Gascuña, t a n contrahecho, que no podía proporcio-
narse lo necesario para v i v i r sino arrastrándose. C o n las limos-
nas así obtenidas compró u n asnillo y determinó i r en peregri-
nación a Santiago, en l a esperanza de a l e a n ^ r así l a curación
de sus males. Pasado el río Carrión y llegado al monasterio de
San Z o i l , se le m u r i ó el j u m e n t o , quedando el hombre descon-
solado, sin ver l a manera de alzarse del suelo, y desesperado
de poder seguir su camino. A l g u i e n que le vio en t a n apurado
trance se apiadó de él y t r a t ó de consolarle: "Tenemos entre
nosotros—le d i j o — a S a n Z o i l o , m á r t i r m e r i t o r i o , de quien ob-
tiene a y u d a todo el que ruega de corazón; si insistes en tus
preces no desesperes de hallar p r o n t a s a l u d . " Oído lo c u a l ,
se hizo llevar arrastrando a la iglesia del monasterio y allí per-
manecía toda l a noche rezando a San Z o i l o . Cuando se cele-
braba cierto día el sacrificio de la m i s a , él, que no se a p a r t a b a
del templo, estando en oración, sintió l a presencia del a u x i l i o
divino que le otorgaba l a t o t a l salud del cuerpo 41.
E l epitafio de la condesa D.a Teresa, que fué enterrada en
el templo, atribuía a ésta l a construcción de la iglesia, del
puente y de magníficas mansiones p a r a los peregrinos:

F a e m i n a chara Deo iacet hoc tumulata sepulchro


Quae cometissa f u i t -nomine Teresia.
Haec mensis i u n i i sub quinto transiit i d u s :
Omnis eam mérito plangere debet homo.

41 Milagros de S a n Z o i l o escritos por el monje R o d u l f o en 1136, v i d . en


España S a g r a d a , t. X (1901), pág. 496.

. 215
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Ecclesiam, pontem, peregrinis óptima tecla.


P a r c a sihi struxit largaque p a u p e r i b u s .
Donet ei regnum quod permanet omne per evum
Q u i manens trinas regnat ubique D e u s .
Obiit era T C X X X I * *

A q u í , en efecto, encontraron los peregrinos en todo tiempo


u n refugio gratuito. K ü n i g dice que Carrión tenía dos conventos
donde d a b a n pan y v i n o , y que había dos hospitales junto al
puente. U n o de ellos era, sin d u d a , el de San Z o i l . E l Itinerario
de Senlis, pasado Carrión ( G r a n d C a r i o n ) , dice: " P e t i t Carien
est a u x f a u x b o u r g d u dit C a r i e n . II y a m a n d a t " . E l Itinerario
de J e a n F i e r r e R a c q (año 1790) dice que en Carrión h a y " c h a -
rité a l ' h o p i t a l et a r e r m i t a g e " .
D e l p r i m i t i v o monasterio apenas pueden verse algunos restos
románicos empotrados en la insulsa fachada actual. L a iglesia,
de u n neoclasicismo sin carácter, n a d a nos dice. Sólo en el claus-
tro, que i n i c i a r a ¿uan de B a d a j o z en el mejor gusto plateresco
(año 1537), podemos hoy recrear la v i s t a y percatarnos de la r i -
queza y grandeza que alcanzara el monasterio en otros tiempos.

Cerca de Carrión estaba el hospital de V i l l a m a r t í n , que


en 1196 f u n d a r a Tello Pérez f i n camino beatissimi apostoli
l a c o b i , circa Carrión loco nominato V i l l a M a r t i n ) p a r a darlo
inmediatamente a l a O r d e n de Santiago como albergue de le-
prosos 43. P o c o después (mayo 1198) Alfonso V I I I le eximía de
portazgo 44; en 1214 (8 agosto), D.a María Rodríguez le daba una
heredad en Q u i n t a n i l l a , a orillas del Pisuerga 45; en 1222 (25 no-

42 Así S a n d o v a l . M o r a l e s , Coron., 3, f o l . 276 v.0, dice era M X C V


(año 1057). A c e r c a del año (1093) concuerdan l a inscripción y los A n a l e s Com-
postelanos, pero no en el día y el mes. E n los A n a l e s Compostelanos (Efemé-
rides riojanas) se lee: " E r a M C X X X I , T a r a s i a c o m i t i s a V n o n . octobr. Haec
a e d i f i c a v i t ecclesiam sancti Z o i l i de C a r r i ó n " (3 oct. 1093). H u b n e r , Ins-
criptiones H i s p a n i a e christianae, B e r l í n , 1871, pág. 105, l a supone del si-
glo X V I , y a Q u a d r a d o t a m b i é n le parecen los dísticos " h a r t o correctos en
el metro y en el estilo p a r a ser del siglo X I " , y supone se p o n d r í a n a l trasla-
darse el entierro de l a condesa desde el atrio al t e m p l o h a c i a el siglo X I V o X V .
43 A r c h i v o H i s t ó r i c o N a c i o n a l , Uclés, caj. 325, n ú m . 6 Véase su texto.
en el Apéndice. Se p u b l i c ó , a b r e v i a d o , en el B u l l a r i u m equestris Ordinis Sancti
l a c o b i de S p a t h a , M a d r i d , 1719, pág. 47.
44 A . H . N . , Uclés, c a j . 325, n ú m . 7. .
45 E s p e c i f i c a el documento del h o s p i t a l de V i l l a m a r t í n " q u o d est situm
i u x t a s t r a t a m beati l a c o b i " , A . H . N . , Uclés, c a j . 325, n ú m . 11.

216 .
IV X. - L A C A R R A : DE. BURGOS A SAHAGUN

VI
embre), H o n o r i o III t o m a b a el hospital bajo l a protección
apostólica 4<', y en 1231, el obispo de F a l e n c i a , D . T e l l o , vendía a
D. García Martínez de B o r d a l i z a u n a heredad l l a m a d a A m a y o l a
de Y u s o con destino al hospital de V i l l a m a r t í n , "que iace en el
camino de Santiago entre C a r r i o n e Santa María de V i l l a C i d " 47.
Y a hemos visto cómo este hospital fué trasladado a V i l l a l c á z a r
de Sirga, por p e r m u t a con el conde de Ossorno.
Desde Carrión a Sahagún seguían los peregrinos u n a c a l z a d a
perfectamente conservada, " c o n s t r u i d a en terraplén elevado so-
bre el terreno circundante y empedrada dé morillos o cantos
rodados m e n u d o s " 48, que pasaba por C a l z a d i l l a de la C u e z a ,
Santa María de las T i e n d a s , L e d i g o s , T e r r a d i l l o s , M o r a t i n o s ,
San Nicolás del R e a l C a m i n o a Sahagún, D e esta r u t a los pere-
grinos se desviarían unos a l a derecha, para entrar en l a abadía
de Benevivere, de canónigos regulares de San A g u s t í n , o en su
priorato de S a n T o r c u a t o ; otros hacia l a i z q u i e r d a , donde t a m -
bién había camino antiguo, por Calzada de los M o l i n o s , c u y a
iglesia p a r r o q u i a l estaba dedicada al apóstol Santiago 49.
Varios hospitales había, de los que apenas se tiene n o t i c i a 50.

46 A . H . N . : Uclés, caj. 325, n u m . 14, y B u l l a r i u m , p a g . 71.


47 A . H . N . : Uclés, caj. 325, n ú m . 18.
48 Catálogo monumental de l a p r o v i n c i a de F a l e n c i a , I I , 5. E s t a parte del
camino l a describe así D . J u a n López Soler: " C r u z a d o el río Carrión por el
puente de p i e d r a , nos encontramos, independiente de l a calzada que v a a
San Z o i l o , con dos carreteras, u n a que se dirige al norte por Saldaña y R i a ñ o ,
y l a otra v a a V i l l a d a ; pero nosotros t o m a m o s el camino l l a m a d o " C a l z a d a de
los P e r e g r i n o s " , pasando por u n país de suaves ondulaciones... Siguiendo por
terreno l l a n o se pasa por l a casa del I n d i a n o ; después se c r u z a la reguera de
O d r a , luego l a de l a R o y a y e l arroyo de los M o l i n o s ; a l a derecha q u e d a n las
ruinas y casas de l a abadía. I n m e d i a t o está el arroyo L a g u n i l l a de l a V e g a , que-
dando V i l l o t i l l a a dos k i l ó m e t r o s a l norte; se sigue por el c a m i n o de los pere-
grinos hasta el arroyo P o z o A m a r g o ; a dos kilómetros a l norte está B u s t i l l o
del Páramo de Carrión; u n a vez cruzado el arroyo, se e n t r a en C a l z a d i l l a de
la Cueza... A l salir de C a l z a d i l l a de l a Cueza se t o m a el c a m i n o francés, se c r u z a
el río Cueza de V i l l a m b r o z ; a l poco de abandonar a C a l z a d i l l a v u e l v e el ca-
mino en dirección norte; se deja a l a i z q u i e r d a l a e r m i t a de l a Dehesa y se
sigue el camino que, y a en el país, se l l a m a c a l z a d a de los peregrinos; se deja
a Ledigos a l a i z q u i e r d a y se llega a T e r r a d i l l o s de los T e m p l a r i o s " . Cf. P e r e -
grinaciones. Caminos peregrinos. Santiago de Compostela, en " B o l . de l a R e a l
Sociedad Geográfica", t. L X X I X (1943), pág. 403.
49 E l Itinerario de Senlis sitúa a u n a legua de Carrión a " M o l i n b l a n c " ,
que supongo será C a l z a d i l l a de los M o l i n o s .
K ü n i g cita los siguientes entre Carrión y Sahagún, que no son fáciles

217
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Los más importantes eran, sin embargo, el de Santa María de


las Tiendas y el de.San Nicolás del R e a l C a m i n o .

E l de S a n t a M a r í a d e l a s T i e n d a s , entre C a l z a d i l l a de la
Cueza y L e d i g o s , era conoeido en las Guías e Itinerarios franee^
ses por el convento o abadía del " G r a n d - C a v a l i e r " . Pertenecía
a l a O r d e n de Santiago y tenía bajo su jurisdicción al hospital
de V i l l a m a r t í n , trasladado luego a V i l l a s i r g a . Gracias a l a docu-
mentación conservada en el A r c h i v o Histórico N a c i o n a l , pode-
mos reconstituir perfectamente l a historia de este hospital, del
que decía L a f f i en el siglo X V I I : " R i t r u o v a m m o poco lungi
d a l l a t é r r a , ou eramo p a r t i t i ( C a l z a d i l l a ) , u n ' O s p i t a l e molto
riceo, e molto grande, e si chiama a TOspitale del G r a n Caua-
liere; q u i danno l a passada a ' P e l l e g r i n i d i pane, v i n o e cascio...
diederci ancora due ricotte, e u n a pagnota per u n o , e da bere."
E n 1182 (4 agosto), Alfonso V I I I concede a l hospital exen-
ción de facendera, fonsado, pedido y cualquiera otro servicio 51.
y en 1190 (15 marzo), D . Bernardo Martínez, con autoridad de
A l f o n s o V I I I , hacía donación a la Orden de Santiago de l a casa
y h o s p i t a l de las T i e n d a s , que, según se expresa, estaba junto
al camino de Santiago y se destinaba a albergar a los pobres 52.
E n 1211, el prior de Uclés D . Pedro dictó unas constituciones
sobre el repartimiento y destino de las décimas del H o s p i t a l 53.
E n 1222, el hospital de las Tiendas, que se l l a m a b a t a m b i é n de
B e r n a l t Martínez, su fundador, recibía u n a espléndida dona-
ción de D . P e d r o Fernández y de su mujer, D.a Teresa: daban

de i d e n t i f i c a r : "Después hallas u n p ó r t i c o a u n a m i l l a ; allí d a n t a m b i é n pan


pero no demasiado. H a y t a m b i é n allí u n h o s p i t a l , y pasada u n a m i l l a , otro.
O t r a m i l l a después h a y u n o , donde te advertiré que d a n v i n o y p a n . Pasada
u n a m i l l a h a y u n a iglesia, a que vas si es preciso. D o s pueblos, u n a iglesia y
xm puente h a y allí cerca (Terradillos y S a n Nicolás?), y u n a c i u d a d llamada
Seguna ( S a h a g ú n ) ' ' \
51 A . H . N . : Uclés, c a j . 325, n ú m . 2, sec. de Sellos. E n 1215 (12 agosto)
E n r i q u e I concedía t a m b i é n exención e i n m u n i d a d de fonsadera, facendera,
pedido y c u a l q u i e r a otro servicio, A . H . N . : Uclés, c a j . 325, n ú m . 12; privi-
legio que v o l v i ó a ser c o n f i r m a d o p o r F e r n a n d o I I I en 31 enero 1219 (Uclés,
cajón 325, n ú m . 13), y A l f o n s o el Sabio en 8 m a r z o 1255 (Uclés, c a j . 325, n ú -
mero 26). E n 1255, A l f o n s o X c o n f i r m a b a u n privilegio de A l f o n s o V I I I , del
año 1187, p o r e l que se ordenaba no se p u d i e r a prendar p o r deudas a ningún
vasallo d e l h o s p i t a l de las Tiendas. Uclés, c a j . 325, n ú m . 27,
52 A . H . N . : Uclés, c a j . 325, n ú m . 5.
53 A . H , N . : Uclés, c a j . 325, n ú m . 9,

218
IV x. - l a c a r r a : de burgos a sahagun
éstos la cantidad de cinco m i l maravedís alfonsíes para que con
ellos se compraran tierras, y de sus rentas y de las que t u v i e r a el
hospital se destinaran 100 maravedís p a r a defender las fronteras
encomendadas a la O r d e n ; a los clérigos de la O r d e n en Uclés, 30
maravedís y otros 70 al hospital de Toledo p a r a l a redención de
cautivos. Además debía pagarse a tres religiosos de la O r d e n de
Santiago que celebraran diariamente m i s a en el hospital de las
Tiendas. E l resto de las rentas de estos y otros bienes que t u -
viera el hospital se emplearía " i n usus p a u p e r u m i n eodem H o s -
p i t a l i sine diminutione a l i q u a " 54.

E n el siglo pasado quedaba de este h o s p i t a l u n edificio de


buena construcción, donde h a b i t a b a u n administrador, que de-
bía ser Caballero de la Orden 5^. E l retablo del h o s p i t a l de las
Tiendas, obra del siglo X V I , se conserva hoy en la iglesia p a -
rroquial de Calzadilla de la Cueza. E n esta iglesia, dedicada a
San M a r t í n , puede verse por doquier l a cruz de Santiago 56.
E l camino sigue por Ledigos, T e r r a d i l l o s , M o r a t i n o s , donde
todavía se conoce la calzada con el nombre de " l a f r a n c e s a " S7
a San Nicolás del R e a l C a m i n o , donde en el siglo X I I había
un hospital de leprosos regido por canónigos regulares de San
Agustín 58. E l hospital amplió, sin d u d a , sus servicios a todos los
peregrinos, los que le conocían con el nombre de " P e t i t - C a -
v a l i e r " . Desde S a n Nicolás, los peregrinos continuaban a Nues-
tra Señora de l a P u e n t e , y a cerca de Sahagún.

54 B u l l a r i u m , pags. 73-74.
65 M a d o z : D i c e , t. X I V , pág. 756.
66 Catálogo monumental de l a p r o v i n c i a de F a l e n c i a , fase. I I , pág. 6.
57 M a d o z : D i c e , t. X I , pág. 591.
58 E n el A . H . N , , Clero, leg. 1.191, se conservan 58 documentos de esta
procedencia, años 1182-1555. E n uno de 1198 se lee: " d o n o Deo et Sancto
N i c h o l a o , q u i est i n camino c i r c a S a n c t u m l a c o b u m , et leprosis q u i i b i a b i -
tant... eclesie S a n c t i N i c h o l a i de camino S a n c t i l a c o b i , et uobis leprosis i n
eadem eclesia regulariter et honeste u i u e n t i b u s . . . " . A . B a l l e s t e r o s (Itine-
rario de Alfonso el Sabio, I, 106-107) c i t a u n a c o n f i r m a c i ó n hecha p o r A l -
fonso X (25 m a r z o 1255) de u n privilegio otorgado por A l f o n s o V I I l a S a n
Nicolás del C a m i n o , y otro privilegio rodado otorgado el día 30 de m a r z o del
m i s m o mes y año.'

219
t Caro aja I

Tro6e/o
O
V/rge/7 de/ Csm/tro
9r fe/verde /álde/aruente
Alcdbuzjs
¿ ^ J". Aligue/ de/ Cáffiim

Vil/árente V-
Vit/amoros
/V ar ne •

•^MANSILLA DE LAS MUÍAS


ándora/

n^Re/regos^

Viliamarco
'nos
Caharíilh de los Hermanillos
J/6NOJ CONVENC/ONALES t i Burgo Ranero

Cd/n/ms oe peregrinos

Ríos * rt/jdfíwrátte/ Calzada del C o t o


<fc /as Afafds. 9
m nospitá/
Bere/anos del SAHAGU
Monas/er/o o Co/eg/d/a Rea/ Can?/no
u
® * Poó/óC/0/7 de/ ca/nino ¡ti? 5N»a«

i=r Puen/e

Sscczlcz /: 3oáooo
Capítulo XI

D E S A H A G U N A L E Ó N

Inde est sanctus F a c u n d u s , ómnibus felicitatibus af-


f l u e n s , u b i est p r a t u m i n quo hasta fulgurantes uictorum
p u g n a t o r u m ad d o m i n i laudem i n f i x e olim froncuisse refe-
rentur. Inde est M a n x i l l a ( " L í b e r Sancti J a c o b i " , l i b . I V ,
cap. I I I ) .

A u n k i l ó m e t r o y medio al este de Sahagún, e i n m e d i a t a -


mente después de pasar el puente sobre el V a l d e r a d u e y , existió
hasta los últimos años del pasado siglo u n a iglesia l l a m a d a de
Nuestra Señora del P u e n t e , románica, con u n pórtico al que
se ingresaba por tres arcos de medio punto y de l a d r i l l o . Cerca
de ella se h a l l a b a una hospedería de dos pisos, como de unos
doce metros de largo por siete de fondo. T o d o pertenecía a u n a
cofradía de clérigos c u y a fundación se atribuye al siglo X I I ,
ignoramos con qué fundamento 1. E n l a iglesia o c a p i l l a aneja

1 W i l b a l d o F e r n á n d e z L u n a : M o n o g r a f í a histórica de Sahagún, L e ó n ,
Imp. M o d e r n a , 1921, pag. 59, dice que en 1188 se estableció l a Cofradía de
Clérigos de N u e s t r a Señora de l a P u e n t e ; pero en l a pag. 98 ó 99 dice que
en 1342 trece clérigos de Sahagún quisieron establecer u n a Cofradía en el
mismo l u g a r , p a r a lo que acudieron a l r e y D o n A l f o n s o [ X I ] , que aprobó l a
regla por ellos acordada. A m b a s noticias p u b l i c a este autor sin d o c u m e n t a r -
las, por lo que ignoramos sus fuentes. E n todo caso, en l a p a g . 59 e x t r a c t a bre-
vemente las disposiciones por que se regía dicha Cofradía, y de su contenido
se desprende que proceden de u n documento fehaciente. T a l vez el único error
fué el de l a fecha del año 1188, y las disposiciones aludidas deben de corres-
ponder al año 1342, si es que no son posteriores. E n cuanto a l a e x i s t e n c i a de
l a ermita de la V i r g e n del P u e n t e en el siglo X I I , es p r o b a b l e , puesto que las
personas que l a conocieron en pie aseguran que era r o m á n i c a y que sabemos
se menciona el lugar de N u e s t r a Señora de l a P u e n t e con relación a sucesos
ocurridos en 1116 ( v i d . E s c a l o n a : H i s t o r i a del R e a l Monasterio de Sahagún,
pág. 102). E n una escritura de cambio de u n huerto en Sahagún, de 3 de a b r i l
de 1352, se m e n c i o n a n los cofrades de S a n t a M a r í a " d e l a puente de A r a d u e "
( V i g n a u : índice de los documentos del monasterio de Sahagún..., n ú m . 2.144,
Pág. 492).

221
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G 0

al h o s p i t a l se enterraban, a l parecer, solamente los eriados


que en él servían y los peregrinos2.
L a h i s t o r i a m e d i e v a l de Sahagún es la h i s t o r i a de su mo-
nasterio, y t a l interés ofreee esta ú l t i m a , que una revisión crí-
tiea de lo que sobre ella escribieron Yepes y Escalona nos pa-
rece suficiente p a r a dar a conocer aquélla en sus líneas genera-
les. N i nos incumbe esta tarea, n i sería éste el lugar apropiado
p a r a desarrollarla, por lo que nos limitaremos a destacar aque-
llos aspectos que guardan u n a relación más o menos directa
con l a h i s t o r i a de la peregrinación compostelana.
B r e v i a r i o s y martirologios españoles a f i r m a n que los san-
tos F a c u n d o y P r i m i t i v o , hijos de San Marcelo y Santa N o n a ,
progenitores t a m b i é n de dilatada prole merecedora del altí-
simo p r e m i o de l a santidad, en l a que f i g u r a n San Emeterio^
San Celedonio, San Servando, San Germano, San Claudio, San
L u p e r c i o y San V i c t o r i c o , padecieron martirio bajo Dioclecia-
n o , siendo dos veces quemados, arrancados sus ojos y some-
tidos a otros horrores y vejámenes y arrojados sus cuerpos al
Cea, de donde unos fieles recogieron los cadáveres % sepultán-
dolos piadosamente en el lugar donde más tarde, en tiempo
de los godos, se levantó u n templo que, destruido cuando la
invasión m u s u l m a n a , fué luego restaurado por Alfonso III el
Magno.
L a crónica Albeldense consigna la destrucción del monas-
terio por las huestes de A l m o n d i r en el estío del año 883, acre-
d i t a n d o l a alusión al mismo hecho contenida en l a carta de do-
t a c i ó n y reedificación que el ú l t i m o M o n a r c a asturiano otorgó
en el año 904 4. Unos monjes huidos de Córdoba fueron los en-

2 W i b a l d o F e r n á n d e z L u n a : í d e m i d . , p á g . 59, en el extracto de las


disposiciones por las que se regía l a Cofradía.
3 V i d . A c t a S S . M a r t y r u m F a c u n d i et P r i m i t i v i en E S . X X X I V , pági-
nas 390-400 de los apéndices. N o se expresa en estas actas el emperador bajo
c u y o r e i n a d o t u v o lugar el m a r t i r i o inclinándose algunos autores a la opi-
n i ó n de que fué bajo A u r e l i o , aunque se acepta en general que en tiempo de
Diocleciano.
4 " A l i o t a m e n die cum alacritate eos R e x noster ad u r b e m pugnaturos
sperabat; sed i p s a hostis n o n t a n t u m ad L e g i o n e m n o n v e n i t , sed et v i a m
p r a e t é r i t i a n n i nullatenus a r r i p u i t , nec E s t o r a m f l u v i u m trascendit, sed per
c a s t r u m C o i a n c a m a d Z e j a m i t e r u m reversi s u n t , d o m u m q u e S a n c t o r u m F a -
c u n d i et P r i m i t i v i usque ad f u n d a m e n t a d i r u e r u n t . " E S . X I I I , 460, ap. 6 de
l a edic. de 1782.

222
J V , X I . - Ü R I A : DE S A H A G U N A LEÓN

cargados de restaurar l a v i d a monaeal en el cenobio ceyanense^


que en los días de A l m a n z o r sufrió n u e v a devastación.
Tales son las noticias más interesantes relativas a l a histo-
ria de los primeros siglos del monasterio de Sahagün. P e r o l a
reacción de la épica carolingia sobre la h i s t o r i a de los lugares
más importantes del camino de Santiago a t r i b u y e , como v a -
mos a ver, la causa de su fundación a l a v o l u n t a d de Carlo-
magno, que lo habría erigido en memoria de l a b a t a l l a que en
la vega del Cea ganó a los musulmanes. E s t a n o t i c i a que nos dejó
el T u r p í n fué acogida con f o r t u n a por otros historiadores, y
todavía se hace eco de ella Yepes en el siglo X V I I , razonando
sus fundamentos en el sentido de que, lo mismo que D o n P e -
layo erigió Covadonga u n monasterio en recuerdo de su v i c t o -
r i a , y que se levantó l a abadía de Roncesvalles para conme-
morar l a famosa batalla dada en aquel r i n c ó n del P i r i n e o , así
el emperador de los francos habría edificado el cenobio de S a h a -
gún p a r a conmemorar l a que ganó en aquel lugar 5.
A p a r t e del nombre de Sahagún, derivado de uno de los p a -
tronos—San F a c u n d o — y del de ceyanense, que se le dio p o r
hallarse situado en la r i b e r a del Cea, llamóse t a m b i é n E s t r a -
tense, dice Y e p e s , porque después que en España comenzó
la romería a Santiago, los Reyes Católicos aderezaron los caminos,
particularmente el que llaman francés, e insistiendo sobre l a
significación itineraria que en relación con la peregrinación
tuvo el monasterio, agrega más adelante que t a m b i é n fué l l a -
mado Caleceatense, como al de Santo D o m i n g o de l a Calzada 6.
Recibió privilegios de los R a m i r o s II y I I I , y de A l f o n s o V
y B e r m u d o I I I , distinguiéndole especialmente F e r n a n d o I, q u e ,
según el arzobispo D . R o d r i g o , v i v í a a veces con los religiosos,
acudiendo y cantando en el coro y comiendo sus mismos m a n -
jares 7. E n relación con l a peregrinación compostelana tiene par-
ticular i m p o r t a n c i a desde los días de A l f o n s o V I , en los que el
Monarca pidió a San H u g o , durante u n a entrevista que con él
tuvo en B u r g o s , enviase de C l u n y unos monjes que introdujesen
en él la reforma. E n 1079 envióle a R o b e r t o y M a r c e l i n o , y de
tal manera fué recibida ésta, que pasó a ser Sahagún l a casa
principal de los cluniacenses del R e i n o , a i m i t a c i ó n de lo que

Yepes, t. III, fol. 172 v.


Ibidem.
D o n R o d r i g o , lib. 6, cap. 14; Yepes, t. III, fol. 177 r.

223
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

en F r a n c i a era la m a t r i z de C l u n y , como dice el arzobispo


D . R o d r i g o con estas palabras: " E t sicut G a l i i s i l l u d Monaste-
r i u m praecellabat i t a , et istud ómnibus Monasteriis eiusdem or-
dinis i n H i s p a n i i s piaesideret" 8. S u engrandecimiento fué ex-
t r a o r d i n a r i o , llegando a tener sometidos entre monasterios y
prioratos más de cincuenta % y a ver ocupadas las sillas de v a -
rias diócesis por monjes salidos de sus celdas.
L o cuantioso de los bienes que llegó a disfrutar le permitie-
ron ejercer la hospitalidad con los peregrinos con largueza suma.
E n tiempos de Alfonso V I edificó su a b a d , D . J u l i á n , u n hospital
no lejos de la casa, en el que llegaron a instalarse hasta setenta
camas p a r a recibir a los romeros que en los días de Yepes eran,
a l parecer, principalmente de A l e m a n i a y F r a n c i a , no olvidan-
do el ilustre Maestro que ello era debido a su situación en
medio de la Estrada francesa. E s t a b a n entonces siempre dos
monjes en el hospital p a r a hospedar y recibir a los pobres, dar-
les de comer, hacerles las camas y curarles cuando caían enfer-
mos, en todo lo cual se gastaba muy gran cantidad y suma de
dineros. P e r o además de esto se d a b a n unas llamadas raciones
reales a personas nobles necesitadas, que eran cuantiosas. E n
f i n , u n dato elocuente revela l a capacidad económica de aquel
g r a n cenobio p a r a la atención de sus necesidades, entre las que
no sería de poca monta l a de la h o s p i t a l i d a d con los peregrinos;
el gasto a n u a l de pan oscilaba según los años, en el siglo X V I I ,
de m i l trescientas a dos m i l hanegas 10.
U n d i p l o m a del año 1195 menciona el " o s t a l i i n quo reci-
p i u n t u r hospites" del monasterio y al " o s t e l a r i o " " . N o sabemos
si este h o s p i t a l era el mismo que t o m ó bajo su amparo la reina
Doña B e a t r i z en 22 de noviembre del año 1231 12. E l diploma
en que esto consta dice que el h o s p i t a l había sido construido
de n u e v o : " i n saltu circa p u b l i e a m stratam peregrinorum" 13.
Como a u n k i l ó m e t r o después de pasado el puente sobre el
Cea, existía tm hospital en el que, según tradición constante

8 D o n R o d r i g o , cap. 25.
9 Yepes, t. III, fol. 186.
10 Ibidem, fols. 191 y v.
11 V i g n a u : índice de documentos del monasterio de Sahagún, núm. 1.759,
pág. 404.
12 E s c a l o n a : Op. cit., ap. III, pág. 587.
13 Ibidem.

224
J V , X I . - U R I A : DE SA H A G U N A L E Ó N

en la v i l l a , solían restablecer su salud los monjes enfermos del


monasterio. Delante de él había u n crucero de piedra, cuyo re-
mate esculpido se h a l l a h o y sobre l a puerta de entrada al ce-
menterio situado en las afueras de Sahagún. T a l vez fuese el
mismo establecimiento a que se refieren los documentos que
acabamos de citar, pero parece más verosímil que se hallase
menos alejado del monasterio.
E n los días turbulentos de las luchas entre Doña U r r a c a y
su esposo, A l f o n s o I el B a t a l l a d o r , de A r a g ó n , u n caballero de
la v i l l a llamado Sanchiáñez, m a l aconsejado de los burgueses,
eternos enemigos de los monjes, c o n v i r t i ó el hospital en pala-
cio ocasionalmente 14.
Como vemos, Sahagún contaba con más de u n h o s p i t a l , y
K ü n i g menciona cuatro en el siglo X V , entre los que deberemos
contar por lo menos el del puente sobre el V a l d e r a d u e y y el del
monasterio 15.~
Los peregrinos franceses, particularmente, debían de e n -
contrar en Sahagún u n ambiente altamente propicio, h a b i d a
cuenta de que monjes y abades fueron en alguna época compa-
triotas, y que l a población de francos allí establecida llegó a ser
considerable. T a l vez su carácter de extranjeros contribuiría a
la agudización de las luchas políticas entre burgueses y m o n -
jes, que llegaron a ensangrentar el suelo del burgo de Saha-
gún fundado en 1085 por el abad D . B e r n a r d o 16.
L a iglesia del monasterio era sencilla: de tres naves y c r u -
cero, tres ábsides de p l a n t a circular, arcos de medio p u n t o entre
las naves, apoyando sobre columnas adheridas a l muro. E l apa-
rejo de muros y arcos es de sillería grande, y las dimensiones
del templo exceden a las de todo edificio románico abovedado, a l
extremo de que sólo las de tipo cisterciense o j i v a l son compara-
bles. Hemos de destacar como n o t a de interés los arranques de
las bóvedas ojivales de los tramos segundos del crucero, c u y a
disposición y adornos parecen denotar i n f l u j o angevino. L a
traza de esta iglesia fué debida t a l vez a u n " G u i l l e l m u s mago-

14 E s c a l o n a : Op. cit., ap. III, pág. 312.


15 Künig en López F e r r e i r o : Historia de la iglesia de Santiago, t. I X ,
pág. 189 de los apéndices.
16 Sobre estas luchas: J . P u y o l A l o n s o : E l Abadengo de Sahagún, M a -
drid, y también las Crónicas Anónimas de Sahagún, publ. en el Bol. de la
R- A . H . , t. L X X V I , 1920, págs. 243 a 253, 512 a 519.

TOMO II. IIJ. 225


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G
0

n e r i u s " , que dirigía t a m b i é n , antes de mediar el siglo X I I , la


obra de l a catedral de Jaea17.
Poeos vestigios quedan de l a obra escultórica románica de
este monasterio. U n Cristo en majestad de fines del siglo X I
al X I I , h o y en el Museo Arqueológico N a c i o n a l , y algunas lo-
sas sepulcrales pertenecientes a su cementerio, es todo lo que
podemos mencionar.
E l refectorio era hermosísimo, y uno de los peregrinos que
le v i o dice que otro más bello no se podía encontrar18.
L a población de Sahagún fué extendiéndose con el tiempo
alrededor del monasterio y enriqueciéndose con otras edifica-
ciones, entre las que sobresalían hasta nueve iglesias, de las
cuales sólo permanecieron cuatro: San T i r s o , San Lorenzo (de
l a que sólo quedan los ábsides de las dos capillas), Santiago y
l a T r i n i d a d . E s en cierto modo airosa l a torre cuadrilonga de
San T i r s o —cercana a l m o n a s t e r i o — de l a d r i l l o , con sus tres
cuerpos perforados de arqueados ventanales, y fundada sobre l a
capilla m a y o r del templo — o j i v a l — que presenta en su interior
tres naves separadas por arcos de medio punto. P a r e c i d a a ella
es l a de S a n L o r e n z o , t a m b i é n rematada por u n a torre cuadri-
longa de l a d r i l l o lo mismo que l a de l a iglesia de l a T r i n i d a d .
Las dos primeras son románicas y de los siglos X I I y X I I I , res-
pectivamente. L a torre de l a T r i n i d a d es del X V I , y lo demás,
mucho más moderno. L a de Santiago es m u y semejante a l a
de S a n L o r e n z o , de l a que apenas se diferencia más que en l a
torre, que en aquélla no existe. H a y en ella u n Crucifijo repin-
tado y d e l siglo X I I I y u n a imagen de l a V i r g e n con el N i ñ o ,
deteriorada y de l a m i s m a época, o acaso más tardía; y del
siglo X I I I son t a m b i é n u n a f i g u r a del Apóstol y u n lucillo con
u n clérigo yacente.
Además de las mencionadas iglesias, contaba Sahagún con
el convento de franciscanos fundado en el siglo X I I I sobre u n a
colina que se levanta hacia el sur de l a v i l l a , a l que pertenecía
el templo modernizado que los naturales del país l l a m a n de
L a P e r e g r i n a , siguiendo u n a advocación popular de l a que co-
nocemos varios ejemplos en comarcas más o menos relacionadas
con los itinerarios de los romeros, como en P o n t e v e d r a , por
17 Gómez M o r e n o : Catál. M o n . de E s p a ñ a . P r o v i n c i a de León, M a d r i d ,
1925, pág. 346.
18 L a f f i , págs. 183-184.

226
I Y , x i . - u r j a : de s a ii a c u n A l e ó n

citar el caso más comúnmente c o n o c i d o 1 " . H o y presenta f i -


sonomía neoclásica, de cruz l a t i n a y u n a sola nave, pero con-
serva la osatura antigua. Otro convento de b e n e d i c t i n a s — S a n t a
Cruz—existió en Sahagún, con iglesia t a m b i é n modernizada,
en la que se descubren algunos vestigios románicos y ojivales.
Cierta alusión a las puertas de l a v i l l a , contenida en uno de
los Anónimos que relatan la historia del monasterio con refe-
rencia a hechos que debieron de ocurrir en el año 1111, hace
suponer que y a se h a l l a b a guarnecida entonces de cerca o m u -
ralla ^ Como es n a t u r a l , la cerca habrá sufrido modificaciones
y restauraciones, y en el siglo X I V estaba en parte destruida
por lo que el abad mandó reconocerla, proyectándose en 1367
su reedificación 21. P o r documentos del mismo siglo sabemos
que existía u n a puerta l l a m a d a de " l a B a r r a " y otra conocida
entonces con el nombre de " P u e r t a del M e r c a d o " 22, Supone-
mos que corresponda a l a época barroca el estado de las m u r a -
llas a l que se refiere cierta descripción 23. E r a n , según ella, de
tierra apisonada, con cuatro metros de espesor por siete de
altura. Se abrían en el muro tres puertas principales y tres
portillos: la p r i m e r a , situada al Oriente, se l l a m a b a "de Nues-
tra Señora", a causa de una imagen de l a V i r g e n que l a r e m a t a -
ba; otra se h a l l a b a cerca de las E r a s de San Sebastián, y u n a
tercera se abría u n poco antes de l a cuesta que sube a l S a n t u a -
rio de l a Peregrina. E n cuanto a los portillos, uno se h a l l a b a

19 E l abad Nicolás de Sahagún, a ruego del p a p a A l e j a n d r o I V , h i z o


donación a l P r o v i n c i a l de C a s t i l l a y a l guardián y h e r m a n o de l a O r d e n de
los Menores, moradores de l a v i l l a de Sahagún, d e l l u g a r en que entonces h a -
b i t a b a n " s i t u m a d p o r t a m S a n c t i P e t r i e x t r a m u r o s " , p a r a que p u e d a n cons-
truir allí u n a iglesia en h o n o r de S a n F r a n c i s c o , con u n cementerio. F e c h a
18 de a b r i l de 1259; o r i g i n a l en l a colección del M u y I l u s t r e Sr. D . R a i m u n d o
Rodríguez, canónigo archivero de l a catedral de L e ó n .
20 E s c a l o n a : Op. cit., p á g . 102.
21 E l A b a d h i z o comparecer a A l o n s o García y a P e d r o R u i z y otros a
los que había m a n d a d o reconocer l a cerca de l a v i l l a , que estaba algo des-
t r u i d a , declarando éstos que debían hacerse "giento veinte tapiales de ante-
pecho, con sus almenas, e mas en derredor de l a v i l l a cient e setenta almenas
e dos c a d a h a l s o s " ; p a r a l a obra se h i z o el conveniente reparto ( V i g n a u : O p . cit.,
d i p l o m a 4 de j u n i o de 1367, n ú m . 2.168, pág. 498). D o c u m e n t o s del siglo X I V
mencionan l a p u e r t a de " l a R a r r a " y l a del " M e r c a d o " .
22 L a p r i m e r a en uno de 15 de febrero de 1333 ( V i g n a ü : Ibidem, n ú m e r o
2.094, pág. 81), y l a segunda en otro d e l año 1382 ( Í d e m , n ú m . 2.195, p á g , 504).
23 W i b a l d o F e r n á n d e z L u n a : M o n o g r a f í a histórica de Sahagún, -pág. 35.

227
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

j u n t o a l matadero de reses; otro tras la iglesia de San Lorenzo,


y el ú l t i m o entre l a ermita de S a n J u a n de Sahagún y la iglesia
de l a Santísima Trinidad24.
D e n t r o de su recinto v i v í a u n a población relativamente
numerosa, y a a fines del siglo X I I , entre l a que, además de los
leoneses, francos y judíos, hemos de contar a los moros, que,
a l parecer, v i v í a n en barrio aparte25.
E n 1255 concedió Alfonso X a Sahagún u n a feria anual de
quince días de d u r a c i ó n , a contar desde l a fiesta de Pente-
costés 26.
E l peregrino italiano L a f f i menciona la m u r a l l a a fines del
siglo X V I I , diciendo que cuando pasó por allí, camino de San-
tiago, se h a l l a b a cubierta de t a n t a langosta (Cauallette), que
daba compasión el verla27.
E l recorrido que los peregrinos hacían al atravesar Sahagún,
después de pasar el puente sobre el V a l d e r a d u e y , seguía por el
camino l l a m a d o del Escobar, pasando, antes de entrar en el cas-
co de l a v i l l a , j u n t o a dos ermitas, dedicadas u n a a San Lázaro
y otra a l Cristo, derruidas hace y a bastantes años. L a dispo-
sición de las calles del Peso, de l a R ú a , de las Monjas y del
R e y D o n A l o n s o , que se enlazan al Sur de l a v i l l a con dirección
media de E s t e a Oeste, hace pensar que éste sería el recorrido
preferido por los peregrinos. N o creemos aventurado el supo-
ner que en algunas ocasiones entrasen en l a v i l l a para seguir
dentro de ella u n itinerario diferente, y llegando acaso por la
calle del A r c o a las de l a V i g a y Sanjurjo —antes del R e y
D o n A l o n s o — , pasarían por entre los monasterios de monjes
y monjas benedictinas, p a r a bajar al camino que conduce al
puente sobre el Cea.
E x t r a m u r o s de l a v i l l a , por el lado de la puerta l l a m a d a de
" l a B a r r a " , existía una leprosería o "casa de San L á z a r o " , que
y a se m e n c i o n a en documentos del siglo X I V 2 8 .
2* W i b a l d o Fernández L u n a : Monografía histórica de Sahagún, pág. 35.
25 V i g n a u : Op. cit., núm. 2.188, pág. 502.
26 Ibidem, núm. 209, pág. 53.
27 L a f f i , pág. 183.
28 E n diploma de 5 de febrero de 1315 se menciona la "casa de Sant Lá-
zaro, que es fuera de la villa de Sant Fagund, a la puerta de la Barra" (Vignau:
Op. cit., núm. 2.041, pág. 470). Otro de 1333 se refiere a la cesión de una tie.-
rra y viña, situadas delante de las casas "de los Malatos de la puerta de la
B a r r a " (Ibidem, núm. 2.094, pág. 481). Si tenemos en cuenta que hacia la Vir-

228
IV, xi U R I A D E S A H A G U N L E Ó N

o ^ a; o; _

C ^ r—t O i CC
CJ M (^ «M

c/3 a

ic ™ t s r4 r-1 r; -

229
L A S P E R E G K I N A C I O r í E S A S A N T I A G O

E l emplazamiento de Sahagún, entre el A r a d u e y al Oriente,


y el Cea a l Occidente, obligó a tender dos puentes, por los que
pasa el camino de Compostela. E l primero y más oriental consta
de dos arcos, y en sus inmediaciones se l e v a n t a l a ermita de-
n o m i n a d a de Nuestra Señora del P u e n t e , de la que y a liemos
hablado. E l que se halla tendido sobre el Cea es más robusto
y consta de cinco arcos. N a d a queda de las murallas que en el
siglo pasado mostraban en lo más alto del pueblo la puerta que
m i r a b a al E s t e , formada por los arcos —interior y exterior —
ojivales.

Todo lo hasta aquí dicho revela el pasado espléndido de


esta v i l l a , que en los siglos medios llegó a alcanzar gran i m -
portancia, mereciendo el elogio de A y m e r i c o , que copiamos
en el encabezamiento de este capítulo.
L a versión del T u r p í n i n c l u i d a en el L i b e r Sancti J a c o b i
sitúa en sus cercanías el lugar de la b a t a l l a que Carlomagno
ganó a los musulmanes, y que refiere de l a manera siguiente:
Carlomagno y M i l o buscaron al caudillo musulmán A i g o -
lando por España, encontrándole al f i n en unos prados, en
u n lugar ameno y llano en el que más tarde fué edificada l a
ingente basílica de los Santos F a c u n d o y P r i m i t i v o , por el
mandato y con el auxilio de Carlos. A l l í descansan los cuerpos
de sus mártires, y en aquel lugar se levantó u n a abadía de
monjes.
A l aproximarse el ejército de Carlos, i n v i t ó l e el musulmán
a que hiciese l a guerra a su gusto, veinte contra veinte, cua-
renta contra cuarenta, o ciento contra ciento, y aceptada esta
ú l t i m a cifra, fueron muertos los sarracenos en el combate. De
nuevo v o l v i e r o n a él ambos contendientes, pereciendo en suce-
sivos encuentros muchos soldados. A i g o l a n d o echó a suertes
—en secreto—al tercer día y averiguó las pérdidas que había
sufrido Carlos, por lo que le desafió a una batalla d e f i n i t i v a
para el día siguiente.
A l g u n o s cristianos prepararon con cuidado las armas y
c l a v a r o n sus lanzas en tierra ante los campamentos, en los
prados j u n t o a l Cea; y aquellos que habían de recibir por la fe
de Dios l a p a l m a (del m a r t i r i o encontráronlas al amanecer
gen del P u e n t e existía, según t r a d i c i ó n , u n a e r m i t a de S a n Lázaro, podemos
suponer que las casas de los M a l a t o s se hallarían más o menos p r ó x i m a s , y que
l a p u e r t a de l a B a r r a , por consiguiente, estaría s i t u a d a al E s t e de l a v i l l a .

230
IV, XI. - u r í a : de s a h a g ú n a l e ó n

adornadas con cortezas y ramas. Se puede decir con gran a d -


miración—continúa el T u r p í n — q u e las partieron a flor de tie-
rra, engendrando las raíces que quedaron después grandes bos-
ques a modo de pértigas que todavía aparecen en aquel lugar.
¡Cosa m a r a v i l l o s a y gran gozo en provecho de las armas y
gran daño para los cuerpos! ¿Qué más? A q u e l día se t r a b ó l a
batalla en l a que murieron cuarenta m i l cristianos; y el duque
Milo, padre de R o l a n d o , juntamente con aquellos cuyas lanzas
florecieron, alcanzó allí l a p a l m a del m a r t i r i o .
E l caballo de Carlos pereció. E n t o n c e s , en pie, con dos m i l
infantes cristianos, en medio de l a pelea desenvainó su es-
pada, l l a m a d a G a u d i o s a , y p a r t i ó por el medio a muchos sa-
rracenos. A l caer de l a tarde v o l v i e r o n los combatientes a sus
campamentos.
A l siguiente día acudieron en socorro de Carlos cuatro mar-
queses de las costas de I t a l i a con cuatro m i l guerreros. C u a n d o
Aigolando los conoció, retiróse volviendo las espaldas a los
confines de León, y entonces Carlos v o l v i ó con sus ejércitos a
Galicia.
Fácil es comprender l a salvación de los luchadores de Cristo
en aquella b a t a l l a . Pues así como los soldados de Carlos prepa-
raron sus armas para luchar, así nosotros debemos preparar las
nuestras—es decir, nuestras v i r t u d e s — p a r a luchar contra los
vicios.
Y antojándosele lacónica l a glosa, el autor del relato agrega
que todo el que emplea l a fe contra l a m a l d a d herética, o l a ca-
ridad contra el odio, lo l a largueza contra l a a v a r i c i a , o l a h u -
mildad contra l a soberbia, o l a castidad contra l a l u j u r i a , o
la oración asidua contra l a tentación diabólica, o l a pobreza
contra l a abundancia, o l a perseverancia contra l a i n c o n s t a n c i a ,
o el silencio contra el b u l l i c i o , o l a obediencia contra el ánimo
carnal, verá f l o r i d a su lanza el día del juicio de D i o s . ¡Oh,
cuan feliz y f l o r i d a aparecerá en el reino celestial el a l m a del
vencedor que luchó en tierra legítimamente contra los v i c i o s !
Así como los soldados de Carlos m u r i e r o n en l a b a t a l l a p o r l a
fe de C r i s t o , así t a m b i é n nosotros debemos morir p a r a los v i -
cios y v i v i r p a r a las santas virtudes en el m u n d o , hasta qfte
merezcamos en el reino celeste l a p a l m a f l o r i d a del triunfo29.

29 L i b e r S a n c t i J a c o b i ; H i s t . de T u r p í n , l i b . V I I I , c a p . V I I I , págs. 308-309.

231
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G 0

Con esta conseja moral termina el episodio bélico el galo


narrador, que t a l vez localiza en aquel lugar de tierra de Cam-
pos, atraído por vagos o lejanos recuerdos guerreros que flota-
b a n todavía alrededor de l a basílica de los Santos Facundo
y P r i m i t i v o ii0.
E s el ú l t i m o que en su género encontramos, a lo largo de la
vía jacobea, en el insigne códice. E l C a l i x t i n o y el T u r p í n sa-
ben más de N a v a r r a y C a s t i l l a que de León y aun de G a l i c i a ,
si exceptuamos a Santiago. P o r ello, l a ilustración de los luga-
res del camino de Compostela con textos coetáneos del esplen-
dor de las peregrinaciones resulta allí más f á c i l . L a s hazañas
de Carlomagno y de R o l d a n , o las del gigante Ferragut—gra-
tas sobre todo a los peregrinos franceses—, les dan color y v i d a .
A p a r t i r de Sahagún, los acentos épicos de aquellos relatos
se apagan p a r a siempre. E n adelante, las noticias son lacónicas;
parece como si el A r z o b i s p o y A y m e r i c o se hubieran cansado
de referirnos historias maravillosas.
L a monotonía del páramo leonés, u n i d a a su pobreza, así
como l a escasez relativa de lugares poblados de importancia
en su trayecto, habrán contribuido a m o t i v a r este laconismo.
Así vemos que el autor del c a l i x t i n o pasa por León, Astorga,
P o n f e r r a d a , V i l l a f r a n c a y demás lugares que se interponen en
el resto del camino hasta Santiago, sin que utilice ninguno como
escenario de hechos dignos de mención.
A p a r t i r de Sahagún, pues, tenemos que limitarnos a docu-
mentar el camino de la peregrinación con l a prosa fría y seca
de l a diplomática y l a arqueología.
L a Nouvelle Guide estima en nueve leguas el recorrido entre
Sahagún y León, pasando por las localidades de " B r i s a n n e "
(Bercianos del Páramo), " B u r g o ' (Burgo Ranero), " R e l i g o u x "
(Reliegos) y " L a M o u c e l l e " (Mansilla) 31.
E l C a l i x t i n o señala entre las jornadas del camino de Espa-
ña l a o c t a v a : " a sancto F a c u n d o usque ad u r b e m L e g i o n e m " ,
y l a n o v e n a : " a Legione usque ad R a p h a n e l l u m " , sin mencio-
nar localidades intermedias en n i n g u n a 32.

# 30 P u d o permanecer v i v a en el siglo X I I alguna t r a d i c i ó n de las luchas


que h a b r á n tenido lugar con m o t i v o de las depredaciones de A l m a n z o r , de las
que fué v í c t i m a Sahagún.
31 B a r ó n d e B o n N a u l t d ' H o u e t , págs. 181-182.
32 L i b e r Sancti J a c o b i , l i b . I V , cap. I I I , pág. 352.

232
J V , X I . - U R I A : D E S A H A G Ú N A L E Ó N

A m b a s jornadas constituyen recorridos de poco más de


sesenta kilómetros aproximadamente; y t a l vez teniendo en
cuenta que de León a A s t o r g a no h a y cincuenta, alargó A y m e -
rico el f i n a l de la novena etapa hasta R a b a n a l del C a m i n o .
E n todo caso, las jornadas del Líber Sancti J a c o b i resultan exa-
geradas y , por ello, su elección nos parece hecha pensando en
los que las recorrían a caballo, o bien con miras a u n a eficaz
propaganda del viaje a Santiago, sin tener en cuenta l a reali-
dad y las comodidades del mismo.

Cuando leemos los itinerarios escritos por los peregrinos,


nos encontramos con que éstos, a veces, elegían a su a r b i t r i o
no solamente las distancias a recorrer en cada j o r n a d a , sino
también desviaciones de l a r u t a p r i n c i p a l , mostrándonos que
ésta no era única e i n v a r i a b l e . Pero lo general era que c a m i -
nasen siguiéndola, y t a m b i é n que hiciesen alto, con preferencia
en ciertas ciudades y lugares.
U n a de ellas era Sahagún, como hemos v i s t o .
Pasado el puente sobre el Cea, los peregrinos c o n t i n u a b a n
a Calzada del Coto, lugar antiguo llamado V i l l a de Zacarías
en documentos de los primeros años del siglo X , en los que
consta t a m b i é n que era propia del monasterio de Sahagún 33.
Subían luego a l monte de Valdelocajos, conservándose en l a
actualidad trozos, antes de Bercianos, de la antigua calza-
da. Más al Oeste queda Bercianos del C a m i n o R e a l Francés,
—como le n o m b r a el m a p a de López en el siglo X V I I I — lugar
también mencionado en diplomas de l a alta E d a d M e d i a 3*, y
con rumbo al Noroeste continuaba luego al B u r g o R a n e r o y a
Reliegos, por donde pasó V o n H a r f f en 1499, que le l l a m a " R e -
ligus" en su itinerario 3r>.

33 C a r t a del r e y D o n A l f o n s o I I I concediendo al monasterio de Sahagún


l a j u r i s d i c c i ó n sobre sus moradores y los que en lo sucesivo h a b i t a s e n l a v i l l a
de Zacarías " i n l o c u m de C a l z a t a " , fechada en 22 de octubre del año 904
( V i g n a u : O p . cit., n ú m . 1, p á g . 1). O t r a del m i s m o M o n a r c a , de 30 de n o v i e m -
bre del año 905, menciona entre las v i l l a s concedidas a l p r o p i o m o n a s t e r i o ,
la " u i l l a de Zacarías que u o c i t a n t C a l z a d a " ( I b i d e m , n ú m . 5, pág. 2).
34 Ordoño F a f i l a z y otras personas donaron a l monasterio de Sahagún
l a v i l l a l l a m a d a B e r c i a n o s en 2 de septiembre de 1046 ( V i G N A U : Op. cit., pá-
gina 206 y n ú m . 897). E n 15 de octubre del año 963, el presbítero Sisebuto y
otros hicieron donación de l a v i l l a de B e r c i a n o s " i n ualle de R a t e r o " a D . F a -
f i l a y a su m u j e r D . a P a y a ( I b i d e m , n ú m . 642, pág. 149).
3o Véase en la pág. 231 del v o l u m e n I de esta obra.

233
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

E n 1786, el geógrafo D . Tomás López rotula el camino cuyos


trazos atraviesan estas localidades Camino de los peregrinos de
Santiago— véase l a l á m i n a — , si bien las últimas tres letras de
este t o p ó n i m o sobrepasan el itinerario, penetrando algo en
otro que, procedente de Sahagún, viene a unirse al norte de
B u r g o R a n e r o con el anterior, pasando antes por Calzadilla
de los H e r m a n i l l o s . T o m a d o en rigor, el rótulo parece expresar
que el camino de los peregrinos es el que pasa por Calzadilla,
y sin d u d a lo habrá sido para algunos. Pero se halla m á s pró-
x i m o a V i l l a m o r a t i e l el trayecto por B u r g o R a n e r o , y cerca de
V i l l a m o r a t i e l pasaba precisamente el camino de Santiago en
el siglo X I -

Así se deduce de u n a carta otorgada por Alfonso V I en el


año de 1084, en l a que se n o m b r a l a " u i l l a M o r a t e l l que est
i n alfoz de Legione i u x t a illo camino de Sancti l a c o b i non longe
a monasterio S a n c t i F a c u n d i " 3e.'
S i tenemos en cuenta que B u r g o R a n e r o — p o r donde sa-
bemos que pasaba el camino de los peregrinos en el siglo X V S7 —
se h a l l a situado entre V i l l a m o r a t i e l (al SO.) y C a l z a d i l l a (al
N O . ) , pero más distante de este ú l t i m o lugar que del primero,
no vacilaremos en a f i r m a r que su trazado más antiguo i b a por
el B u r g o , a no ser que en l a a l u d i d a fecha pasase todavía más
a l S O . 38.
E l recorrido entre Sahagún y M a n s i l l a , al que acabamos de
referirnos, en el que se conservan algunos trozos de l a vieja cal-
z a d a , se h a l l a b a jalonado por los lugares que hemos menciona-
do, en general pobres y miserables, pero repoblados y a desde

30 C a r t a de A l f o n s o V I donando l a v i l l a c o n sus pertenencias a l monaste-


rio de P e ñ a f i e l en 30 de a b r i l del año 1084 ( V i g n a u : Op. cit., n ú m . 63, pág. 19).
37 L a mención que V o n H a r f f hace de " B o r g o r i u e r o " , perfectamente iden-
t i f i c a b l e c o n B u r g o R a n e r o , a pesar de su defectuosa grafía, no deja lugar a
d u d a a l g u n a sobre lo que a f i r m a m o s .
38 E s d i f í c i l precisar el trazado exacto del camino en todas las épocas, y
aunque las variaciones h a y a n sido poco i m p o r t a n t e s , sabemos que existieron,
de lo que tenemos pruebas, h a c i a G o n d a r — e n t r e Castróverde y L u g o — y en
O b o n a — T i n e o , en A s t u r i a s — , según e x p l i c a m o s en los correspondientes i t i -
nerarios. L a sugerencia de u n c a m i n o más m e r i d i o n a l , por V i l l a m o r a t i e l , no
pasa de u n a simple conjetura. E n cuanto al nombre de " V í a T r a j a n a " con
el que se conoce en aquella comarca el camino que pasa por C a l z a d i l l a de los
H e r m a n i l l o s , t a l vez es u n recuerdo de l a época del imperio romano, bien
persistente por cierto.

234
i
j y ^ X I . " U R Í A : D E S A H A G U N A L E Ó N

la alta E d a d M e d i a y casi todos más o menos dependientes del


insigne monasterio.
Cuando L a f f i pasó por allí con otros peregrinos, u n a legua
antes de llegar a B u r g o Ranero encontró el cadáver de u n ro-
mero en el que se cebaban los lobos, a los que el bolones.y sus
compañeros dieron caza, continuando a l B u r g o , donde b u s c a -
ron un sacerdote para que diese sepultura al muerto. A l l í pro-
curaron t a m b i é n albergue, encontrándole " m a tanto pouero
—agrega—che bisogno dormiré per t é r r a , poiche questi sonó
t u t t i P a s t o r i d ' a r m e n t i , che stanno i n questa V i l l a t u t t a f a t t a
di Capanne coperte d i p a g l i a " 39.
N a d a más elocuente, respecto a la naturaleza salvaje de
aquella tierra, que la escena macabra de que fué testigo y las
palabras con que define l a miserable aldea del B u r g o R a n e r o ,
con sus humildes chozas cubiertas de p a j a , habitadas por pas-
tores. Todo ello podría haber sido escrito, seguramente, por
cualquier otro romero seis siglos antes, pues la v i d a y el paisaje
apenas habrán sufrido modificaciones en aquella comarca.

Mansilla.

L a existencia de tres lugares con este mismo nombre en l a


provincia de León d i f i c u l t a en algunos casos p u n t u a l i z a r a
cuál de ellos se refieren los documentos de l a alta E d a d M e d i a
al mencionar este topónimo40. L a s dificultades a u m e n t a n s i ,
como opinan algunos, fuese M a n s i l l a l a M a y o r más antigua que
la de las Muías 41. E n todo caso, y dado su emplazamiento a l
pie del Cea, M a n s i l l a de las Muías debió de existir bastante an-
tes de 1188, en que F e r n a n d o II le concedió carta-puebla y el
fuero de Benavente cuando se ocupaba de organizar l a defensa
de las fronteras del reino 42. Desde entonces fué creciendo su

39 L a f f i , pág. 184.
40 Son éstos: M a n s i l l a de las Muías, M a n s i l l a l a M a y o r — n o lejos y a l
Noroeste de l a a n t e r i o r — y M a n s i l l a del P á r a m o , en el p a r t i d o de L a B a ñ e z a .
A una donación de casas en M a n s i l l a se refiere cierto documento del a r c h i v o
de l a catedral de L e ó n , del año 990 ( n ú m . 883 d e l Catálogo del P . V i l l a d a ) .
E n otro del mismo a r c h i v o , c o n fecha del año 989, se m e n c i o n a M a n s i l l a , de
la que se hace donación a l monasterio de P a r d o m i n o ( I b i d e m , n ú m . 894).
41 Q u a d r a d o : A s t u r i a s y León, B a r c e l o n a , 1885, pág. 559.
42 J u l i o G o n z á l e z : Repoblación de M a n s i l l a , B e v . H i s p a n i a , año 1942,
págs. 279-283, y Regesta de Fernando I I , pág. 474.

235
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

i m p o r t a n c i a . Alfonso I X le dio, en 30 de agosto de 1189, a su


coneejo y alfoz u n privilegio eximiéndoles de l a m i t a d de los
fumadgos '% y más tarde reeibió algún otro de los monarcas
castellanos 44.
A ú n se conservan restos de las murallas que l a circundaban.
S u r e c i n t o d i b u j a b a , a juzgar por ellos, como u n semióvalo
c o r t a d o en línea recta por l a parte norte, donde casi coincidía
con el curso del E s l a , mientras por el Mediodía cerraba en cur-
v a . A ú n permanecen en pie algunos lienzos de piedra labrada
r e m a t a d o s en almenas; otros están medio derruidos, existiendo
bastantes espacios completamente desmantelados, sobre todo
entre e l saliente y el Mediodía.
Abríanse en las murallas cuatro puertas. U n a , en el lado
N o r t e , de la que no quedan vestigios, daba acceso al puente
sobre el E s l a ; otra se abría al Sur. D e l lado del Poniente existía
l a l l a m a d a A r c o de S a n A g u s t í n , del que persisten las paredes
laterales. L a única puerta que permanece casi intacta es la del
E s t e , l l a m a d a A r c o de la Concepción, al f i n a l de l a calle del
m i s m o nombre, por donde se sale al cementerio. E l arco es apun-
t a d o , y en él h a y dos hornacinas con sendas imágenes de la Con-
cepción. D e los muchos cubos que tenía l a muralla sólo existen
dos, bastante bien conservados, y vestigios de otros tres 45.
E l monje servita K ü n i g califica a M a n s i l l a de " c i u d a d " , y
recordando t a l vez que allí no cobran portazgo, dice: " e n ella
puedes entrar l i b r e m e n t e " 46. E n cambio M a n i e r , que pasó por
allí, camino de Santiago, en 21 de octubre de 1726, y a no la
l l a m a c i u d a d , sino " v i l l a de poca cosa, en l a cual los muros

43 J u l i o G o n z á l e z : Repoblación de M a n s i l l a , R e v . " H i s p a n i a " , año 1942,


págs. 279-283, y Regesta de Fernando I I , p á g . 281.
44 D o n P e d r o I de C a s t i l l a c o n f i r m ó u n p r i v i l e g i o concedido por su padre,
A l f o n s o X I , a l a v i l l a de M a n s i l l a p r o h i b i e n d o a los merinos entrar en ella
(copia en Reseña histórica de M a n s i l l a de las M u í a s , por C i p r i a n o Robles,
L e ó n , I m p . M o d e r n a , 1924, págs. 28-32).
45 G e r m á n G o n z á l e z : D e l a historia de M a n s i l l a . L a s murallas seculares
(en " V i d a R e l i g i o s a " , año I I I , n ú m . 2 1 , de 10 de j u n i o de 1946).
46 L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . de l a iglesia de Santiago, t. I X , apéndices,
pág. 189. L a exacción de este género de t r i b u t o s , con l a que fueron favorecidos
los peregrinos, no les l i b e r a b a de las violencias con que se e x t r a m i l i t a b a n los
encargados de cobrarlos. E j e m p l o s de ello q u e d a n referidos en otras partes
de n u e s t r a o b r a . S i el citado t e x t o de K ü n i g no tuviese esta significación,
ignoramos cuál puede tener.

236
J Y , X I . - U R Í A : DE S A H A G U N A L E Ó N

a g r e g a - no son hechos más que de tierra a m a r i l l a , altos y


elevados" " •
Por t r a d i c i ó n sabemos que en la actual calle de P o r t u g a l
perpendicular a l a de O l l e r o s — , y en l a acera situada del
lado Oeste, existía u n a casa de Peregrinos, que suponemos se-
ría uno de los hospitales de l a v i l l a . H a c i a el N o r t e c o n t i n ú a
la calle, pasando por delante del convento de A g u s t i n o s , d o n d e
se abre u n a p l a z a , y de allí seguía el camino de los romeros
hacia el puente sobre el E s l a . H o y se halla este camino casi
convertido en senda por el estrechamiento a que le redujeron
los cierres de las fincas inmediatas.
L a cofradía de S a n c t i Spiritus sostenía u n hospital p a r a los
cofrades y pobres de l a v i l l a , que habrá acogido t a m b i é n oca-
sionalmente a los peregrinos. Ignoramos de cuándo d a t a esta
fundación, de l a que hemos visto noticias del siglo X V I 48.
Relativamente p o b l a d a , tenía esta v i l l a , desde l a época b a -
rroca, siete iglesias con títulos de San L o r e n z o , San N i c o l á s ,
San A d r i á n , San M a r t í n , Santa M a r í a — h o y p a r r o q u i a l — y las
del convento de Agustinos y V i r g e n de l a G r a c i a . D e ellas se
conservan en nuestros días S a n M a r t í n , de estilo r o m á n i c o y
cerrada al culto en la a c t u a l i d a d , l a p a r r o q u i a l o de S a n t a M a -
ría de l a Asunción y l a de N u e s t r a Señora de l a G r a c i a .
Existían t a m b i é n por lo menos dos monasterios: el de S a n
Adrián—fuera de m u r o s — , del lado oriental de l a v i l l a , y el
de los Agustinos. K ü n i g señala l a existencia en ella de "tres
buenos hospitales"49.
Pocos kilómetros al Oeste de M a n s i l l a se halla el monaste-
rio cisterciense de S a n d o v a l , no lejos del E s l a , y que h a b r á n
visitado algunos peregrinos, aunque se hallase algo f u e r a de
mano del camino más generalmente frecuentado.
A l l í , cerca de l a confluencia del E s l a con el P o r m a , h a l l á -
base el saltas novalis—de donde Sandoval^—, del que en 1142
hicieron donación Alfonso V I I y su mujer D o ñ a B e r e n g u e l a ,
al conde D . Ponce de M i n e r v a , su m a y o r d o m o , y a su m u j e r

47 B a r ó n B o n n a u l t d ' H o u e t , págs. 63-64.


18 Se hallan estas noticias en la "Regla de la Compañía de Sancti Spiritus
y Santiago De la villa de Mansilla L a qual se hizo para seruir a dios nues-
tro señor en el año de mili y quinientos y setenta", escrita en vitela, en veinti-
cuatro folios, que se halla en el archivo parroquial, donde la hemos examinado.
49 López F e r r e i r o : Op, cit., t. I X , pág. 189 de los apéndices.

237
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

D.a Estefanía. Años más tarde levantaron en aquel soto los Con-
des u n monasterio, viniendo a habitarlo algunos monjes del
que se había fundado en 1143 en N u e s t r a Señora de l a Espina
buscando los magnífieos próeeres enterramiento bajo sus bó-
^vedas 50.
P e r o u n a poética leyenda, c u y a antigüedad y procedencia
desconocemos, puso en relación con l a romería compostelana
el origen de aquel cenobio. Empéñase en afirmar la tradición
que, v o l v i e n d o de M a n u e c o s D . Ponce (donde había estado
c a u t i v o muchos años), y como peregrino a Santiago en cumpli-
miento de u n v o t o , detúvose en el monasterio de Carrizo—si-
tuado en l a r i b e r a de O r b i g o — , edificado por D.a Estefanía,
durante l a c a u t i v i d a d de su m a r i d o , para hospedar a los pere-
grinos. D e d i c a d a la m i s m a condesa a atenderles, tocóle en
suerte l a v a r los pies a su esposo, al que en el acto reconoció por
las manos. H i c i e r o n promesa de continencia, después del reco-
n o c i m i e n t o , e, i m i t a n d o el ejemplo de D.a Estefanía, erigió el
Conde a S a n d o v a l 61.
L a iglesia no tiene fecha conocida, pero sí sabemos por
el cartulario el nombre de dos de los maestros que traba-
j a r o n en ella: Domenicus (1202-1203) y M i c a e l (1206). E s de
tres n a v e s , de a l t u r a poco desigual y desproporcionadas con
relación a l crucero, terminando en tres ábsides, en los que
se destacan haces de tres columnillas que hermanan con los re-
fuerzos exteriores, y entre los cuales se abren unas ventanas
de arcos peraltados y de medio p u n t o , con dobles columnas en
sus j a m b a s , que i m p r i m e n u n a fisonomía particular al con-
j u n t o , aumentando su belleza. A p a r e c e n cubiertos con semicú-
pulas v o l t e a d a s , sobre cuatro nervios en abanico. L a nave cen-
t r a l aparece con bóveda v á i d a , y las laterales con ojivas capi-
alzadas. Quedó sin construir hasta el siglo X V , añadiéndole
en 1462 el abad P e d r o de l a V e g a dos tramos a los pies b2.
E l sastre picardo M a n i e r anota en su itinerario que de M a n -
silla pasó a Limosse, l o c a l i d a d que su editor i d e n t i f i c a con el
lugar de M a r n e , desviado unos tres kilómetros al oeste del ca-
m i n o . L a reducción a M a r n e debió de ser hecha por el editor
del i t i n e r a r i o referido pensando en l a significación que en fran-
50 Y e p e s , t. V I I , fol. 332 v.
51 Q u a d r a d o : Op. cit., págs. 554-556.
52 Gómez , M o r e n o : Catálogo, págs. 422-424.

238
J V , X I . - U R I A : D E S A H A G U N A L E Ó N

cés tiene la palabra M a r n e , y que M a n i e r pudo escribir de-


fectuosamente Limosse, en lugar del sinónimo L i m ó n . Pero
Marne queda m u y desviado del camino. T a l vez sería más
acertado reducir Limosse a V i l l a m o r o s que, a pesar de la l i -
gerísima homofonía que presenta con L i m o s s e , pudo ser con-
fundido así por el sastre p i c a r d o . D e confusiones más i n e x p l i -
cables h a y algunos ejemplos e n su itinerario 53.
Casi a la m i t a d del camino entre M a n s i l l a y V i l l a r e n t e , y
fuera de él, hállase, a poca distancia hacia el E s t e , el Castro
de V i l l a s a b a r i e g o , antigua L a n c i a , c a p i t a l de los astures augus-
tanos, a r r u i n a d a cuando las guerras cantábricas; y en el m i s m o ,
itinerario de los peregrinos, " V i l l a m o r o s del Camino Francés",
como se l l a m a en papeles de los siglos X V I I y X V I I I 54.

Villarente.

Como a dos kilómetros y medio más allá, hállase el lugar


de V i l l a r e n t e , cerca y al Oeste del P o r m a , donde ha crecido
alrededor del hospital l a población, que hoy cuenta con unas
cuantas edificaciones. L a anchura del río obligó a los arquitec-
tos a construir u n magnífico puente que aún hoy conserva su
vieja t r a z a , afeada, sin embargo, por l a modernísima b a r a n d i -
lla. Debió de sufrir no pocas modificaciones y arreglos, algunos
motivados, sin d u d a , por los efectos de las avenidas, como l a que
en marzo de 1396 derribó los pilares, causando muy g r a n daño
a la ciudad de León et a su tierra et a los viandantes que habían
de pasar por l a dicha puente, según manifiesta E n r i q u e II a
los jueces y regidores de l a c i u d a d 55. Quizá por dificultades en
la cimentación de los pilares, o por movimientos que éstos su-
frieron, es lo cierto que el puente actual presenta, como el de
Orbigo, u n plano irregular, formando como él corcovas, como

53 B a r ó n B o n n a u l t d ' H o u e t , pág. 64. E n l a pág, 117 refiere M a n i e r


el viaje desde L e ó n a M a d r i d , pasando por V a l l a d o l i d , y después de A l c a -
bueja (Alcouesque) n o m b r a o t r a vez a L i m o s s e , y luego el " H ó p i t a l de l a P o i n -
t e " , que no es otro que el de V i l l a r e n t e .
54 Así se d e n o m i n a este lugar en documentos del A r c h . C a t e d r a l de L e ó n ,
catalogados con los núms. 2.549 y 2.550.
55 A l b a l á fechado en S e v i l l a en 12 de a b r i l del año 1396, a u t o r i z a n d o a
la ciudad de León p a r a echar u n r e p a r t i m i e n t o de 15.000 maravedís c o n des-
tino al arreglo de l a puente de V i l l a r e n t e . O r i g i n a l en p a p e l en el A r c h i v o m u -
n i c i p a l de L e ó n , n ú m . 197.

239
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

dice Gómez Moreno. E s t e puente, al que la Guía de Aymerico


denomina " i n g e n t e m " , es uno de los dos que K ü n i g menciona
entre M a n s i l l a y León (i.
U n a vez atravesado, queda a mano i z q u i e r d a y cerca un
edificio de dos cuerpos, al que da entrada u n a puerta con arco
de medio punto, de ancho dovelaje. Fué en otro tiempo hospital
de peregrinos fundado por u n arcediano de Triacastela—digni-
dad del cabildo leonés ^ n el siglo X V I .
A nuestro paso por aquel lugar interrogamos a personas más
que sexagenarias sobre l a suerte que había corrido cierto re-
lieve bizantino representando el C a l v a r i o , que al parecer vio
Q u a d r a d o , en l a segunda m i t a d del pasado siglo, encima de la
puerta 57. N a d i e le recordaba, y en su lugar ábrese h o y u n bal-
cón que da luz a u n a sala; pero no encontramos otra explica-
ción a este anacronismo arqueológico—un relieve " b i z a n t i n o "
en u n edificio del siglo X V I — q u e el supuesto razonable de
que el " C a l v a r i o " mencionado por Quadrado hubiese sido
aprovechado de otro edificio para ser colocado donde éste al-
canzó a contemplarle, pues no h a y noticia alguna de que le
hubiese antecedido por allí algún otro hospital.
N o hubiera tenido nada de( extraño que, j u n t o a u n puente
t a n antiguo y p r i n c i p a l como el dé V i l l a r e n t e , se hubiese edifi-
cado alguna alberguería en la E d a d M e d i a ; pero lo único que
sabemos de cierto es que en el testamento otorgado ante A n -
drés Pérez de las Capillas, en 23 de febrero de 1536, por el
arcediano de Triacastela, éste manifiesta haber edificado el dicho
hospital de l a puente a sus propias expensas " p o r uer la gran
necesidad que abia del en aquel lugar donde se hedifico por ser
despoblado y por estar en camino francés y a causa del rrio
que por allí pasa que cuando cresge y m p i d e el paso a los pere-
grinos y caminantes y por no hallar donde se acoger rrescebian
m u c h a f a t i g a en sus personas y a las veces peligro délas vidas
considerando que era mucho servicio de Dios y gran obra de
caridad proveer cerca de todo ello—añade—me determine de
hazer y edificar dicho ospital de la manera que agora esta para

56 L i b e r Sancti J a c o b i , edic. M u i r W h i t e h i l l , pág. 354. Después de men-


cionar M a n s i l l a , dice K ü n i g : "después encuentras dos puentes, uno en pos
d e l o t r o " . " A las dos millas está L e ó n " (López F e r r e i r o : Op. cit., t. I X ,
pág. 189 de los apéndices).
57 Q u a d r a d o : Op. cit., pág. 559.

240
I V , ^ , - " U R 1 A : D E S A H A G Ú N A L E Ó N

que dios nuestro señor y su b e n d i t a madre sean servidos y en


el se c u m p l a n las obras de misericordia y por que mejor se haga
e c u m p l a todo lo suso dicho p a r a agora e para siempre j a m a s " B8.
Hace a continuación el otorgante donación de abundantes bie-
nes, que fueron enriqueciéndose en años sucesivos, según l a
documentación que hemos podido e x a m i n a r en el convento de
Capuchinos, de León.
De l a disposición arquitectónica del edificio damos cuenta
en la parte dedicada a l a h o s p i t a l i d a d . A l g ú n tiempo debió de
transcurrir desde l a fecha en que se edificó este h o s p i t a l y l a
del otorgamiento de l a disposición testamentaria que acaba-
mos de copiar y , salvo prueba en contrario, es admisible supo-
ner que su construcción no sería anterior a los primeros años
del siglo X V I .

De Villarente a León.

Desde el hospital de V i l l a r e n t e , el camino c o n t i n u a b a pa-


sando no lejos de San F e l i s m o y por A l c a b u e j a y V a l d e l a f u e n t e ,
ascendiendo a l alto del P o r t i l l o , p r i m e r p u n t o de donde se di-
visaba y a l a ciudad insigne, y al comienzo de cuyo descenso
existía u n hermoso crucero labrado en piedra a fines d e l si-
glo X V . Fué no hace mucho trasladado a L e ó n , p a r a s u s t i t u i r
a l que por i n c u r i a fué derribado ante el convento de S a n M a r -
cos y del que sólo quedó l a escalinata o pedestal.
Su situación anterior a l a a c t u a l , en pleno campo y lejos de
poblado, da m a y o r i m p o r t a n c i a a su papel indicador de l a r u t a
jaeobea, contrastando con l a que generalmente tenían los cru-
ceros existentes en las afueras de las ciudades y villas del N o r t e
de España. P o r ello le consideramos como r e l i q u i a de interés
entre las de su género y vamos a hacer u n a breve descripción
de él.
Como en S a n Marcos, se salvó de l a destrucción l a escalinata
del que antes había; queda en el Caño del P o r t i l l o l a que sus-

58 A r c h . C a t e d r a l de L e ó n , testamento n ú m . 3.418. S. DE M i Ñ a n o : D i c c i o -
nario Geográfico-Estadístico de España y P o r t u g a l , t. I X , M a d r i d , p á g . 450,
dice que el lugar de V i l l a r e n t e c o n t a b a entonces con ochenta y c i n c o h a b i -
tantes. M e n c i o n a el puente, consignando que tenía dieciocho arcos y el " h o s -
p i t a l suntuoso con su c a p i l l a y rentas destinadas p a r a hospedar p e r e g r i n o s " ,
agregando que d i c h a i n s t i t u c i ó n dependía de los franciscanos de L e ó n .

tomo ii.—16. 241


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

tentaba su gemelo. Consta de cinco peldaños de 29 centímetros


de altura cada uno, y sobre ella asentada una pilastra ochavada
de más de dos metros y medio de a l t u r a , con base cuadrada
de simple m o l d u r a en los ángulos. U n sencillo capitel con deco-
ración de follaje soporta una peana t r o n c o p i r a m i d a l con escudo
de armas en cada una de sus caras, correspondiendo las del
N o r t e — e n l a posición en que h o y se halla ante San M a r c o s — a
la R e a l Casa, y las del Sur, a u n linaje que ostentaba cuatro
cuarteles alternando lises con bandas oblicuas.

L a s dos caras de la peana que soporta la cruz de remate,


aunque de l a b r a algo deteriorada, l l e v a n decoración, pareciendo
ofrecer más interés la que acaso representa a San R a f a e l A r -
cángel, que acompañó en su viaje a Tobías. S u indumentaria
y b o r d ó n son los de u n peregrino.
Sobre l a peana v a u n crucifijo de tres clavos, y a ambos l a -
dos de las manos — como p o t e n c i a s — , l a V i r g e n y San J u a n ,
en p i e , apoyando su mejilla en l a izquierda. Sobre l a cabeza
del C r u c i f i c a d o v a una cartela con el I N R I , y encima, como
u n n i d o de pelícanos, de conocido simbolismo. E n el reverso
de l a cruz aparece l a V i r g e n en pie, con el N i ñ o Jesús en brazos,
y , por ú l t i m o , se ve otro angelito como en a c t i t u d de adoración
sobre l a cabeza de la V i r g e n .
B a j a b a desde el alto del P o r t i l l o el camino hacia Puente de
Castro, antiguo Castro de los judíos, o Castro judaeorum de l a
Guía de ^ y m e r i e o , que lo poblaban y a desde el siglo X I , se-
gún acreditan los epitafios allí descubiertos •'0. E l puente que
le da nombre hállase sobre el T o r i o , y l a construcción que
nos queda pertenece al siglo X V I I I . U n a vez atravesado,
entrábase en el antiguo suburbio leonés de Santa A n a , antes
de c u y a iglesia se l e v a n t a l a leprosería de San Lázaro, si-
guiendo l a costumbre generalmente adoptada de edificar los
establecimientos de este género en las afueras de las ciudades.

59 L i b e r Sancti J a c o b i , edic. cit., p a g . 354. Sobre el Castro de los judíos


v i d . R . A l v a r e z d e l a B r a ñ a : Apuntes p a r a l a historia del Puente del Castro?
L e ó n , 1902, y F . C a n t e r a : Nuevas inscripciones hebraicas leonesas, " S e f a r a d ,
1943, págs. 329-358.

242
S. Román Brañue/as ViUa^tóa ^"V*
Cerezal*
Bembibre

/liberes
Torrt lósiboa Riofrio

Manzanal del Puerro


Carr/zo

S Migueldel Camino,

Alcoba

'uiníani/fa
Combarros
V/lladancfos
^ J l Acebo
Afanjarm
FOnCEBADOn
ProdoreI/m Bonillos S. Martin del Camino
y r L abor ¿le Ifej0 A BANAL DBL
CAklIflO
% Carracedo Gerga Maldevkjss
t i Ganso
ASI ~ D E OfíBIGO
vS.- Catalina
5. Justo de la Vega

Bal'im°re
SIGNOS CONVENCIONA L ES

Caminos de peregrinos.

Ríos.

Hospltef.
Monasterio o Colegiala.
Población del camino

^í Puente.

Crfacilcí f:2oosooo
Capítulo XII

D E L E Ó N A A S T O R G A

""Inde Legio, urbs regalis et curialis, cunctis felicitatihus


plena. Inde est Orbegu'" ('"Líber Sancti Jacobi", lib. I V ,
cap. I I I ) .

E l autor del Lib-er Sancti J a c o b i , haciéndose cargo de l a


magnificencia de la c i u d a d , escribe, al n o m b r a r a L e ó n , las p a -
labras que encabezan el presente capítulo.
L a gran ciudad llena de todas las felicidades—en l a época
que escribe A y m e r i c d — e s l a sucesora ilustre de l a L e g i o V I I
Gemina, que acampó después del t r i u n f o sobre cántabros y
astures, en l a ribera oriental del Bernesga. Desde que Oviedo
perdió su categoría, pasó a ser l a c i u d a d más importante de
España.
Desierta muchos años desde l a segunda m i t a d del siglo V I I I ,
es oscuro su pasado hasta los días de A l f o n s o I I I el M a g n o ,
comenzando a ser mejor conocida su historia desde l a época de
Ordoño II, cuando se convierte en l a c i u d a d más i m p o r t a n t e
de la España cristiana.
U n a ojeada a l plano que acompaña a l a obra de R i s c o
Historia de la ciudad de León, p u b l i c a d a en 1792, y que repro-
ducimos en la página 246, descubre el rectángulo amurallado
—más largo de N o r t e a S u r — a p r o x i m a d a m e n t e inscrito entre
los paralelos que pasan por las puertas del Obispo y del A r c o ,
y los meridianos que cortan hacia la fachada del palacio de los
Guzmanes (al Oeste) y el ábside de la C a t e d r a l (al E s t e ) .
L a mencionada m u r a l l a es sucesora de l a que y a existía
cuando Ordoño I repobló la c i u d a d . D e s t r u i d a p a r c i a l m e n t e
por el Sur y el Oeste cuando los ataques de A l m a n z o r , con-
servó, a pesar de ellos, buena parte de sus lienzos y torres;
fué restaurada por Alfonso V a principios del siglo X I , y se

243
L A S F E R E G R t N A C I O N E S A S A N T I A G O

hicieron en ella otras obras en tiempos de Doña Berenguela y


Alfonso I X 1.
Consérvase en relativo buen estado la parte occidental, sobre
todo en las inmediaciones de San Isidoro, donde aún perma-
necen los cubos con cerca de ocho metros de diámetro a.
E l crecimiento de los barrios de extramuros por el Sudoeste
y t a l vez el recuerdo de los daños que sufrieron varios edificios
de la c i u d a d durante las luchas con el rebelde infante D o n J u a n ,
dieron lugar a que el Cabildo y el Concejo acordasen pocos años
después, en el de 1324, hacer de piedra y cal l a cerca de tapial
que circundaba por aquel lado el B u r g o nuevo: "desde la puer-
t a de C a l i de Escuderos fasta el postigo de l a Ollería"3.
N i n g u n a c i u d a d de l a Península t u v o en l a alta E d a d Me-
dia mayor número de iglesias y monasterios. P a m p l o n a , Burgos
y P a l e n c i a , no son equiparables a León en este aspecto.
E n el siglo X I iniciábase el progreso de B u r g o s , pero no
logró eclipsar a León. L l a y que sobrepasar bastante la fecha
de la t o m a de T o l e d o — e n l a que el centro activo de l a Monar-
quía v a a desplazarse—para que comience su decadencia.
E l c a m i n o más frecuentado por los peregrinos entraba en
l a c i u d a d frente a l a iglesia de Santa A n a , que, al parecer, per-
teneció después del siglo X V a l a O r d e n de San J u a n de Jerusa-
lén, c u y a cruz ostenta aún sobre l a puerta p r i n c i p a l 4. Pero en
el X I I pertenecía a l a del Santo Sepulcro, como vamos a ver.
S u interior es de pobre arquitectura, de tres naves, con ar-
cos apuntados sobre pilastras. E n el retablo barroco del altar
mayor h a y imágenes de t a l l a en madera representando, del lado
de la Epístola al del E v a n g e l i o , a San A n t o n i o A b a d , Santa A n a
y San Lázaro; y sobre l a hornacina de l a p a t r o n a , l a de u n San-
tiago Matamoros con l a espada en alto y a sus dos lados cru-
ces inscritas en círculos de follaje.
H a de ser esta iglesia l a m i s m a que f i g u r a como templo de
la Orden del Santo Sepulcro de Santa A n a en cierta escritura
1 M . Gómez M o r e n o : Catálogo monumental de España. P r o v i n c i a de
León. M a d r i d , 1915, págs. 176-177.
2 I b i d e m , pág. 176.
3 R a i m u n d o R o d r í g u e z : Guía artística de León. L e ó n , I m p . Moderna,
1925, p á g . 9.
4 M . D o m í n g u e z B e r r u e t a : E n el camino de los peregrinos a Compostela.
Passo honroso defendido p o r D o n Suero de Quiñones. L e ó n , 1934, pág. 17. Sin
consignar l a fecha n i l a fuente.

244
JY v X T I . - I K I A : D E L E Ó N A A S T O R G A

fechada en León a 28 de diciembre de 1293, y como no sabemos


de otra que h a y a pertenecido a dicha O r d e n , tenemos que iden-
tificarla igualmente con la mencionada en dos documentos del
siglo X I I r'.
Consta, en efecto, en uno del año 1122, que el obispo D . D i e -
go hace donación de l a iglesia del Santo Sepulcro de L e ó n , a l a
del mismo t í t u l o de Jerusalén, expresando que había sido he-
cha por mandato de l a reina Doña U r r a c a para sepultura de
peregrinos, y que l a donación se hace con el "conssensu tocius
populi collacionis sancti m a r t i n i atque adclamacione o m n i u m
francorum sánete marie de camino sancti i a c o b i " . Más ade-
lante i n d i c a el documento l a situación del templo "ante bur-
gum francorum inter L e g i o n e m et f o r u m prephate c i v i t a t i s " G.
No cabe, por consiguiente, d u d a de que se t r a t a de u n a iglesia
extramuros de L e ó n , ante el burgo de los francos de Santa M a -
ría del C a m i n o — d o n d e le mencionan otras escrituras—o del
Mercado, y que no puede ser otra que l a que más adelante
conocemos con l a advocación de Santa A n a .
Confirman l a escritura, representando a l consilium franco-
rum, algunos sujetos de nombre seguramente francés que allí
se hallaban establecidos lo mismo que en otras poblaciones del
camino de Santiago, según puede ver el lector en l a parte del
presente estudio dedicada a las poblaciones de francos 7.
A l Oeste, y no lejos de l a iglesia de Santa A n a , existía u n
hospital para peregrinos y transeúntes y a en el siglo X I I % a l

5 A r c h i v o M u n i c i p a l de L e ó n , n ú m . 688. T e s t i m o n i o a u t o r i z a d o p o r
M a r t í n J u a n e s , notario público del R e y en l a c i u d a d de L e ó n , de u n a concor-
dia hecha por l a O r d e n del S a n t o Sepulcro de S a n t a A n a con l a c i u d a d , p o r
la que aquélla se obliga a pagar a ésta ocho maravedís de guerra, a ocho sueldos
el maravedí, p a r a los muros de l a m i s m a . P e r g a m i n o original. O t o r g a d a en
León a 28 de diciembre de 1293.
6 A r c h . de l a C a t e d r a l de L e ó n , n ú m . 8.812 del Catálogo. L l e v a l a fecha
de 13 de diciembre.
7 Vid.
8 E n 1123, B e r m u d o P e t r i hizo cierta donación a l " s i n o d o c h i u i d est
d o m u m h o s p i t a l e m i n s u b u r b i o legionis i n loco determinato sub calle franco-
r u m i u x t a f o r u m m a i o r e m a d suscipiendos pauperes x p i et peregrinos quous-
que transeúntes", señalando ciertas cantidades como penas a los que l a que-
brantasen, que h a b í a n de ser pagadas a l h o s p i t a l de Jerusalén ( A r c h . C a t . de
León, n ú m . 8.810 d e l Catálogo de V i l l a d a , donde erróneamente se dice que
el documento más antiguo desde el n ú m . 8.810 a l 8.861 es d e l año 1661, y a
que hemos consultado varios pertenecientes a l a E d a d M e d i a entre los de este

245
L A S P E R E G R I N A C I O N E S
S A N T I A G O

límmm ft
mMÜhí w

UuUÍMÚÍ

JiÍH.l|íJ

246
I Y , X I I . - U R I A : D E L E Ó N A A S T O R G A

|. Calzada que va al Puente del Castro. 19.—Puerta de Santn Domingo.


2.—Hospital del Sanio Sepulcro. 20.—Casa de los Guzmanes.
3.—Iglesia de Santa A n a . 21.—Calle de las Recoletas.
4.—Capilla del Cristo. 22.—Plaza de San Isidoro.
. 5.—Puerta Moneda. 23.—Iglesia y convento de San Isidoro.
6.—Convento de San Francisco. 24.—Convento de los Descalzos.
7.—-Puerta de San Francisco. 25.—Puerta Castillo.
8.—Iglesia de Nuestra Señora del Mercado. 26.—Puerta de Renueva.
9.—Plaza del Mercado. 27.—Calle de Renueva.
11.—Avenida del Generalísimo. 28.—Iglesia de San J u a n de Renueva.
13.—Catedral. 29.—Calzada de Puerta Castillo.
14.—Plaza de San Marcelo. 30.—Palacio episcopal.
15.—Iglesia de San Marcelo. 31.—Puerta de Peso.
16.—Hospital de San Antonio. 32.—Puerta de Cañobadillo.
17.—Ayuntamiento. 33.—Puerta de Sol.
18.—Puerta de Peso a las Animas de Malbar. 34.—Plaza Mayor.

que se nombra t a m b i é n de Jerusalem y del Santo Sepulcro en


diplomas del siglo X I I I 9. Pertenecía a l Cabildo y a los parro-
quianos de l a iglesia del mismo t í t u l o , que es l a m i s m a de Santa
A n a , como acabamos de ver. E n el siglo X I V aparece d e n o m i -
nado de D o n Gómez este hospital10, y , p o r ú l t i m o , en el X V I I
se refundió en el de S a n A n t o n i o 11. Todavía existía hace pocos
grupo). E n 1178, e l obispo D . J u a n h i z o donación a l h o s p i t a l d e l S a n t o S e p u l -
cro de u n a casa que tenía " i n r ú a f r a n c o r u m " y le d e n o m i n a " o s p i t a l i q u o d
est i u x t a ecclesia sancti s e p u l c h r i " ( i d . n ú m . 8.816).
9 E n el año 1218, M a r i n a A r i a s donó a l obispo D . R o d r i g o " a d opus h o s -
p i t a l i s a n t i s e p u l c h r i " l a c u a r t a parte de las heredades que ella y su m a r i d o
poseían en San J u s t o de Oteros de R e y ( i d . n ú m . 8.815).
E n m a y o de 1204, cierto I s i d r o , c o n su m u j e r M a r í a , h a c e n otra donación
" a d illo h o s p i t a l i q u o d est de capitulo sánete marie et de confratribus et p a r r o -
chianis ecciesie sancti s e p u l c h r i " (id. n ú m . 8.813). E n el Recerro de presenta-
ciones de Curatos y Beneficios—Códice n ú m . 13 d e l A r c h i v o catedralicio de
León-—figura en el siglo X I I I como de presentación de l a encomienda de T o r o .
10 L a p r i m e r a v e z que se d e n o m i n a de D o n Gómez entre los documentos
que conocemos es en u n o d e l año 1394, en el que se dice que J u a n Z a p i c o ,
vecino y morador de L e ó n , era "tenedor del h o s p i t a l que dicen de D o n Gómez,
que es en el arrabal de L e ó n " , y a l m i s m o tiempo " r e c t o r " de l a iglesia del " S a n t
S e p u l c r o " . T a m b i é n consta en l a m i s m a escritura que dicho rector a d m i n i s t r a -
ba los sacramentos de los pobres que allí se hospedaban. Creemos que l a
iglesia a que se refiere el documento es l a de S a n t a A n a , y que el h o s p i t a l s i -
tuado en el " a r r a b a l " , l l a m a d o de D o n Gómez, es el m i s m o adscrito a l a de
Santa A n a y que algunas veces se d e n o m i n a b a d e l Santo Sepulcro ( A r c h . C a -
tedral de L e ó n , Sentencia sobre los diezmos debidos a l a iglesia del S a n t o Se-
pulcro, n ú m . 8.820).
11 E n el acta c a p i t u l a r correspondiente a l 2 de a b r i l d e l año 1615 consta
haberse cometido: "plenariamente a los señores comisarios de l a obra d e l ospi-
t a l de D o n Gómez, que en ella y en l a m u d a n z a d e l dicho o s p i t a l h a g a n t o d o
lo que les paresciere" ( A r c h . Catedral). E n otra acta de 4 de m a y o d e l m i s m o

247.
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G 0

años buena parte de la easa donde estuvo instalado, casa que


fué d e m o l i d a al hacer el ensanche que conduce a la A v e n i d a
de Fernández L a d r e d a .
L o s romeros procedentes de P u e n t e de Castro encontra-
b a n antes del hospital que acabamos de mencionar el de San L á -
zaro, con su ermita, dedicado a los leprosos, y que y a poseía
importantes bienes en el siglo X I I 1 2 .
Desde S a n t a A n a , los peregrinos podían penetrar en la ciu-
dad por dos puertas—en l a época en que León conservaba
como límites los de l a m u r a l l a antigua (siglos X I al X I I I ) — :
la del A r c o del R e y , que se abría al lado del Sur, junto a la
iglesia de San M a r t í n , o por l a Cauriense, siguiendo antes la
carral de Santa Eugenia—Sánchez A l b o r n o z (plano): Estam-
pas de l a vida en León, 3.a edic. M a d r i d , 1934—o calzada que
v a a l P u e n t e de C a s t r o — p l a n o de R i s c o — , aunque parece
más directa l a primera. Pero en el siglo X I V , en que la muralla
abarcaba y a más de la m i t a d de extensión que la antigua, el
ingreso en l a urbe se hacía por l a puerta de Santa A n a , que
i b a a salir al antiguo A r c o del R e y , o por l a puerta Moneda,
que conducía a l a C a r r a l de Santa E u g e n i a y l a r ú a de los F r a n -
cos, que más tarde se llamó de l a Rúa simplemente.
E n ella se halla l a antigua iglesia de Santa María del C a -
m i n o , obra probablemente del siglo X I I , en l a que hoy se pue-

año se encarga a los comisarios de l a obra de dicho h o s p i t a l , j u n t a m e n t e con


el licenciado Remesón, l a p l a n t a de su f á b r i c a , y otras cosas, y en l a de 10 de
febrero de 1616 se dice que " l o que hasta h o y día está hecho en el ospital de
D o n Gómez a Santo A n t ó n se hi(jo con parecer y acuerdo de los señores D i p u -
tados a quienes se c o m e t i ó " . E s decir, que l a obra n u e v a se hizo en el hospi-
t a l de S a n A n t o n i o , anejo a S a n M a r c e l o , que en otro tiempo se llamó de
S a n M a r c i e l , como más adelante veremos.
12 E n el A r c h . C a t . de L e ó n h a y varios documentos medievales relativos
a esta leprosería, el primero de los cuales d a t a del año 1171 ( v i d . cat. núme-
ros 8.862 y siguientes). R i s c o ( E . S. X X X V , 223) m e n c i o n a u n a escritura de
v e n t a de u n a t i e r r a en T r o b a j o a l p r i o r y leprosos de l a casa de S a n Lázaro,
otorgada en 1175. O t r a del año 1181 m e n c i o n a a P e d r o D a m i á n , ministro de
los leprosos de S a n Lázaro (id., p á g . 232). O t r a del año 1207 contiene una
donación de casas en S a n M i g u e l del C a m i n o a dicho h o s p i t a l (id., pág. 279).
Se h a l l a b a s i t u a d a esta leprosería no lejos de l a iglesia de S a n t a A n a , y cerca
había u n a e r m i t a de S a n Lázaro, j u n t o a l a que l a Pícara J u s t i n a conversó
con u n a leprosa que pedía l i m o s n a tañendo unas tabletas con l a mano i z -
quierda mientras en la derecha tenía " u n plato o c e p o " ( E d i c . M a d r i d , 1735,
págs. 163-164).

248
I V , XII. - U R I A : DE LEÓN A A S T O R G A

den admirar algunos i estos constructivos y decorativos que la


asemejan a la de San Isidoro.
Antes y después de l a ampliación de l a m u r a l l a , los pere-
grines tenían ocasión de visitar iglesias y monasterios en buen
número; y como saldríamos de los límites de nuestro estudio
si les mencionásemos todos añadiendo alguna noticia histórica,
sólo daremos cuenta de aquellos que t u v i e r o n más i m p o r t a n c i a ,
lo mismo que liaremos respecto de las iglesias.
Destaca entre los monasterios el de S a n Isidoro, levantado
en la antigua iglesia de San J u a n , edificada por Alfonso V , y
a la que trasladaron en diciembre del año 1063 las reliquias del
Santo D o c t o r , que fueron a* buscar a S e v i l l a por mandato de
Fernando I los obispos legionense y asturicense, A l v i t o y Or-
deño, con algunos caballeros de l a corte. E n el hecho t u v o , a l
parecer, buena parte l a reina Doña Sancha, m u y devota de l a
iglesia de San J u a n edificada por su padre, y a l a ceremonia
de la traslación de t a n venerables reliquias asistió u n b r i l l a n t e
cortejo, en el que f i g u r a b a n los abades S a n I ñ i g o de Oña y
Santo D o m i n g o de Silos. D u r a n t e su estancia en S e v i l l a m u r i ó
el obispo A l v i t o , siendo su cuerpo trasladado y sepultado en l a
catedral de Santa María —su sede— por aquellos mismos días.
Y como si se hubiera apoderado de los leoneses cierta codicia
reliquiaria, trasladaron el cuerpo de San V i c e n t e , en l a p r i m a -
vera del mismo año, de A v i l a a l a iglesia de San J u a n 13.
Desde que aquel tesoro de reliquias fué depositado en esta
antigua iglesia y su culto adquirió más i m p o r t a n c i a y esplendor
con la traslación de los canónigos de S a n A g u s t í n , procedentes
de Carvajal—donde poco antes se había fundado u n monaste-
r i o — multiplicáronse los milagros y acudieron en número cre-
ciente los peregrinos que hacían alto en L e ó n , camino de S a n -
tiago. E l libro de los milagros de San Isidoro, de D . L u c a s de
T ú y , haciéndose eco de l a t r a d i c i ó n , nos muestra cómo el i n -
flujo de lo sobrenatural v i v í a en el ánimo de los devotos del
Santo D o c t o r , a los que D i o s p e r m i t i ó recibiesen sus favores,
lo mismo que en el de aquellos que merecieron sus castigos.
P o r su intercesión, paralíticos, sordos y mudos, siéntense
curados; el infante D o n Sancho, h i j o de F e r n a n d o I I , recobra

13 Risco: E. S. X X X V , 86-93; y sobre la traslación de las reliquias de


San Vicente, Id., pág. 86.

249
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

la v i s t a ; el propio M o n a r c a y su sucesor, Alfonso I X , alcanzan


milagrosas victorias contra los moros, mientras éstos reciben te-
rribles castigos; conviértense^y resucitan clérigos disolutos, aplá-
canse las sequías, y hasta la mora Z a y d a , h i j a del rey de Sevi-
l l a , abraza el cristianismo por l a mediación de San Isidoro.
L o s peregrinos acudían al templo del Santo D o c t o r , y al-
guna vez presenciaron sus milagros, según refiere el propio T u -
dense en el capítulo 37 de su obra. E l mismo nos dice haber
sido testigo presencial de lo ocurrido con u n clérigo de mala
v i d a , que, resucitado p a r a volver a m o r i r a los tres días a f i n
de que tuviese tiempo durante ellos a reconciliarse debidamente
con D i o s , tenía que ser enterrado en determinada sepultura
por mandato del Santo. N o l a encontraban el pueblo y clero
allí congregados, hasta que algunos acordaron que un mucha-
cho de los muchos extranjeros que pasaban en romería a Santiago
tirase en el claustro —adonde se había de e n t e r r a r — u n a pie-
d r a , con l a esperanza de hallar donde ella parase las señales que
San Isidoro había dado del sepulcro para él dispuesto. Cierto
j o v e n , alemán de nación, e ignorante del motivo con que se
le dio l a orden, fué el encargado de t i r a r l a , y lo hizo con éxito,
apareciendo las señales exigidas por el Hispalense 14.
E s t e relato del siglo X I I I , que nos presenta a los jacobitas
p a r t i c i p a n d o en el culto del Santo D o c t o r de las Españas en
L e ó n , nos parece u n testimonio de alto valor respecto a lo que
en otro lugar hemos dicho sobre la forma en que se incremen-
t a b a n las devociones a las reliquias, en varios lugares, a costa
de los peregrinos que recorrían el camino de Santiago.
E n ello puso p a r t i c u l a r interés el M o n a r c a abuelo de San
F e r n a n d o , a l m o d i f i c a r el itinerario que aquéllos recorrían al
s a l i r de la c i u d a d . E n el año 1168 otorgó u n decreto, en el
que, refiriéndose a l templo de San I s i d o r o , dice: " u t i l i t e r pro-
videre volens transfero s t r a t a m p u b l i c a m que vulgo dicitur
c a m i n u m quod solebat iré ante ecclesiam beati marceli et pono
eam per p o r t a m Cauriensem et deinde ante ecclesiam predicti
confesoris beati isidori et deinde per p o r t a m q u a m ego mandavi
i n m u r o aperire deinde per sensam p r e d i c t i monasterii usque
ad p o n t e m bernesge" 15. E s decir, que los peregrinos solían
" E . S. X X I I .
15 A r c h . de l a R e a l Colegiata de S a n Isidoro, de L e ó n , n ú m . 169, otor-
gado en 1 de diciembre del año 1168.

250
IV, x i i . - u r i a : de l e ó n a a s t o r g a

hacer l a salida de la c i u d a d , antes del decreto citado, en direc-


ción de Oriente a Occidente, por la carrale qui discurrit a d
porta kauriense, mencionada en documento del año 972 1!, cu-
yos términos nombra de manera más explícita e i n d u b i t a b l e
Otro del 1025: karrale qui discurrit de sánete M a r i e a porta có-
rlense l% que no es si no la calle p r i n c i p a l del viejo L e ó n , hoy
A v e n i d a del Generalísimo.
Desde la puerta Cauriense —luego l l a m a d a de C o r e s — que
se abría en d i c h a calle j u n t o al Cristo de l a V i c t o r i a , poco antes
de la t e r m i n a c i ó n de l a casa de los G u z m a n e s , pasaban ante l a
iglesia de San M a r c e l o , para continuar en dirección a l Oeste
hasta las proximidades del Bernesga, y no lejos de l a o r i l l a ,
i b a n a ganar el puente de San Marcos, continuando c a m i n o de
Astorga.
E n v i r t u d del mandato de F e r n a n d o II, los peregrinos te-
nían que seguir desde la puerta de Cores a S a n Isidoro, por l a
actual calle del C i d , que conserva probablemente u n trazado
no m u y diferente del antiguo, y d-espués de v i s i t a r el monas-
terio, saliendo por la puerta l l a m a d a del Perdón, i b a n a salir
por la nueva puerta que el M o n a r c a dice mandó a b r i r en el
m u r o , que no sería otra que l a que luego se llamó de R e n u e v a .
De esta puerta al puente de San Marcos debían de ir siguiendo
un trayecto no m u y distinto de la calzada de R e n u e v a (plano
de Risco).
Si las reliquias de S a n Isidoro obraban prodigios entre los
peregrinos, como hemos v i s t o , t a m b i é n los o b r a b a n — a u n q u e
menos numerosos e i m p o r t a n t e s — l a s de los santos mártires leo-
neses C l a u d i o , L u p e r c i o y V i t o r i c o . E n efecto, como hubiesen
recobrado l a v i s t a dos ciegos, por su intercesión, divulgóse r á p i -
damente el milagro por todas partes, por lo que los romeros
que en muchedumbre pasaban hacia Compostela a i m p l o r a r
los favores del Apóstol comenzaron a acudir al templo que en
León tenían dichos mártires y a encomendarse a ellos. L l e v a r o n
allí una vez a u n sordomudo por el cual rogaron a los santos,
siéndole al pronto devueltos el habla y el oído 18.

10 Arch, Cat. de León: Carta de venta de una corte en León, núm. 122.
17 Ibidem: Donación de una corte al monasterio de San Vicente, tumbo
núm. 11, fol. 271 v.
18 E . S. X X X I V , ap. V : " A c t a SS. Martyrum Claudii, Luperci et Victo-
l i c i . E x Breviario antiquo Legionensis Ecclesiae." "Eaden die dúo viri diutur-

251
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G o

U n a peregrina francesa, v í c t i m a de gran hinchazón en un


ojo, a l extremo de hallarse p r i v a d a de l a v i s t a , logró también
r e c o b r a r l a implorando l a a y u d a de los mártires19.
P o r los ejemplos examinados puede el lector juzgar el am-
biente que en l a urbe legionense rodeaba a los peregrinos y,
si las fuentes fuesen más numerosas y explícitas podríamos
alargar la l i s t a .
P e r o prescindiendo y a de hechos milagrosos, la piedad de
los romeros tenía ocasión de ejercitarse con l a v i s i t a de otras
muchas iglesias que en l a ciudad había y a en el siglo X I , como
la p r i n c i p a l de S a n t a María, la de San Pedro y San P a b l o , a
ella p r ó x i m a , o las de S a n F é l i x , San Salvador y otras edifica-
das en los siglos siguientes, o bien acudiendo a los monasterios
de S a n A d r i á n , S a n M i g u e l , Santa C r i s t i n a , San Andrés, San V i -
cente, S a n R o m á n , San P e l a y o , y los de Santo D o m i n g o y San
F r a n c i s c o , que como menos antiguos quedaron emplazados ex-
tramuros de l a u r b e .
L a iglesia de Santa María de la R e g l a fué levantada en el
antiguo palacio de Ordoño II, establecido a su vez sobre las
termas de l a L e g i o V I I , de las que aún quedan vestigios en el
subsuelo.
M a l t r a t a d a cuando l a invasión de A l m a n z o r y restaurada
a fines del siglo X I , fué totalmente demolida en los últimos
años del siguiente para edificar en el mismo sitio l a más pre-
ciada m a r a v i l l a del gótico español, l a P u l c h r a L e o n i n a , cuyas
obras se completaron a poco de mediar el siglo X I I I 2 0 .

n a h u m i l i a t i caecitate e o r u m d e m M a r t y r u m meritis restituto gaudebant l u -


m i n e . T a l i u m v i r t u s s i g n o r u m c u m f a m a celeri u n d i q u e innotesceret, t a m
incolae, q u a m a d v e n a e , q u o r u m p l u r i m a m u l t i t u d o causa devotionis cum
báculo peregrinationis b e a t i s s i m i A p o s t o l i J a c o b i petebat suffragia, Legio-
nensem adire u r b e n , et S a n c t o r u m i n i b i M a r t y r u m l i m i n a petera, seque p r i -
m u m p a t r o c i n i i s intensissime commendare coeperunt. í n t e r quos q u e m d a m
ex eadem p r o v i n c i a h o m i n e m nec v e r b a l o q u e n t e m , aut ullius v e r b a perci-
p i e n t e m , scilicet, m u t u m et s u r d u m secum ad S a n c t o r u m m a r t y r u m detule-
r u n t a t r i a . P r o quo d u m suppliciter orarent, ille repente m a r t y r u m beneficiis
p r o r u p i t i n organa v o c i s , et ex o m n i parte sanus alios a u d i v i t loquentes, et
pro sua sospitate D e u m , et Sanctos D e i victores g l o r i f i c a n t e s " (pág. 413).
19 I b i d e m : " Q u i d a m e t i a m F r a n c i g e n a n i m i o t u m o r e e x c r e t u m habens
o c u l u m , et ipso v i s u i i n u t i l e m d u m pro eadem molestia pretiosorum M a r t y -
r u m quaereret s u b s i d i a , m i r a b i l i t e r est e x a u d i t u s , oculusque oculo t a m aequi-
litate q u a m officio c o n j u n c t u s " (pág. id.).
20 R i s c o ( E . S. X X X I V , págs. 212-217) e x t r a c t a los documentos más a n -

252
J Y , XII. - U R 1 A : DE LEÓN A AS T O R G A

E n todas las épocas se distinguió a Santiago en el bellísimo


templo, como lo acreditan las numerosas imágenes suyas es-
culpidas o pintadas, en el p ó r t i c o , retablo m a y o r , capillas y v i -
drieras. Y permanecen visibles las huellas que las medallas,
cruces, y t a l vez otros objetos de los peregrinos, dejaron i m -
presas en l a portada de Santa María l a B l a n c a .
D e l lado izquierdo, y como a unos dos metros del suelo,
descansan en pie varias estatuas de apóstoles sobre arcos apun-
tados sostenidos por columnas, entre los que se h a l l a la de
Santiago, y como a poco más de u n metro de a l t u r a , l a co-
lumnilla que le sirve de soporte aparece gastada con u n a re-
gular concavidad y estriada con diversas hendeduras, algunas
de varios milímetros de p r o f u n d i d a d . T o d o ello fué originado
por el rozamiento intencionado con objetos metálicos—meda-
llas y cruces principalmente—de los que los peregrinos lleva-
ban consigo.
L a t r a d i c i ó n así lo a f i r m a ; pero si no lo supiéramos por ella
bastaría observar que en n i n g u n a de las otras muchas c o l u m -
nas iguales que hay en ésta y las otras portadas, existe n a d a se-
mejante. ¿Quiénes sino los peregrinos habrían de mostrar t a n
singular preferencia por tocar sus objetos de devoción en aque-
lla piedra?
H e r m a n n K ü n i g dice en su guía, a fines del siglo X V , que
León es una ciucíad no muy pequeña, y que en ella se encuen-
tran bastantes hospitales 21. Así era, en efecto, aunque hemos
de tener en cuenta que l a escasa documentación conocida que
a ellos se refiere sólo menciona una parte de los que en reali-
dad había. Algunos podemos añadir a los que suelen mencio-
narse, merced a la l o n g a n i m i d a d limosnera de u n F e r n a n d o
Alfonso, que en su testamento otorgado a mediados del s i -
glo X I I I , dejó varios maravedís a los de San A n t o n i o , S a n Isi-
doro, San M a r c i e l (San Marcelo) y a los de R o d r i g o Martínez,
de los Capellanes, de los Curtidores, de Santa María del C a -

tiguos relativos a las primeras obras de la iglesia de León, y las referencias


oportunas de Sampiro, el Tudense, y el arzobispo D. Rodrigo, con otras de
Ambrosio de Morales, Trujillo y Lobera. M. Gómez M o r e n o (Catálogo, pági-
nas 218-228) bizo la mejor descripción arqueológico-histórica que poseemos de
la obra medieval del templo legionense.
21 K ü n i g : E d . López F e r r e i r o : Hist. de la iglesia de Santiago, t. I X ,
ap. X X X V I , pág. 189.

253
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

m i n o , del Santo Sepulcro y de San Andrés 22. O t r o , otorgado


por M a r t í n de J u a n el año de 1270, n o m b r a el de la eofradía
de Santiago í8, y el de cierto Doji Ibanes, de la misma fecha,
hace donación a los de las cofradías de P a l a z de R e y y de
Santivanes de Santa María de Regla21. O t r a noticia menciona
en L e ó n u n hospital de San M i g u e l en el siglo X I I 2 5 . A estos
tenemos que agregar el de San F r o i l á n y el de San Marcos,
quedando por ú l t i m o en las afueras el de San Lázaro, hacia
S a n t a A n a 2fí.

T e n e m o s , por consiguiente, diecisiete hospitales, incluyen-


do en el número al de San Lázaro, dedicado a recoger leprosos
entre los que habría que contar algunos peregrinos 27; pero no
h a y certeza (ni mucho menos) de que estos h a y a n sido los úni-
cos. D e l a historia de algunos de ellos poseemos noticias, aun-
que escasas en general, con excepción del de D . Gómez, y el
de S a n A n t o n i o , que por haber sido más tarde el escogido para
c e n t r a l i z a r l a refundición que se hizo de varios, y haber du-
rado hasta nuestros días, conservó bastante documentación de
época moderna que hoy se halla en el A r c h i v o catedralicio,
donde hemos podido examinarla.
Consideramos como más antiguo el llamado de S a n J u a n
— " S a n t i v a n e s de Santa María de R e g l a " en el testamento de
D o n I b a n e s — , que ha de ser el mismo que fundó el obispo D . P e -
layo él año 1084, pues, aunque le m e n c i o n a ' s i n t í t u l o alguno
l a escritura fundacional, consigna su situación "ante J a n u a m
Ecclesie, i n hereditate Sánete M a r i e " , y sabemos que los hos-
pitales más antiguos fundados por los obispos en las inmedia-
ciones del templo p r i n c i p a l de su sede solían llevar la advoca-

22 A r c h . C a t . , t u m b o n ú m . 40, f o l . 46. S i n fecha, pero por los testigos


parece de mediados del siglo X I I I .
28 I b i d e m , f o l . 16.
24 I b i d e m , f o l . 27.
25 J u l i o G o n z á l e z (Alfonso I X , M a d r i d , 1944, t. I, pág. 444) menciona
u n a donación hecha a este h o s p i t a l en 1175 por U r r a c a González.
26 V i d . n o t a 12. E n t r e los hospitales mencionados se-hallaría t a l vez uno
en l a calle de " C a l de M o r o s " , donde, según acta del Cabildo catedralicio
de 20 de j u l i o de 1481, m o r a b a n algunos judíos, " u n ospital adonde se acogen
los p o b r e s " ( F . C a n t e r a : Nuevas inscripciones hebraicas, " S e f a r a d " , 1943, pá-
ginas 355-356).
, 27 E n el v o l . I, pág. 410, consignamos noticias que prueban l a acogida
ocasional de los peregrinos leprosos en los lazaretos, malaterías o leproserías.

254 "
j y 5 XII- - U R I A : U E. L E Ó 1N A AS T O R G A

ción de San J u a n , como ocurre en P a m p l o n a , en A s t o r g a y


en Oviedo. P o r otra parte no tenemos m o t i v o alguno en que
fundar l a posible sospecha de que inmediatos a S a n t a María
de Regla hubiese dos hospitales. Con largueza le dota el refe-
rido Obispo de muchas viñas y diezmos, más l a v i l l a de P a l a n -
quinos con todas sus posesiones, excepto l a m i t a d de los p r a -
dos; todo ello " u t servitio redderet i n hospitio p e r e g r i n o r u m " 28.
Otro prelado legionense, D. P e d r o , enriquecióle en 1093 con
cuantiosa donación29.

T a l vez le sigue, en el orden del t i e m p o , el que después de


fundado se llamó de San Marcelo. L o fué por el propio D . P e d r o
hacia 1096, con el consentimiento del r e y D o n A l f o n s o V I ,
cuando, pensando en restaurar las destruidas iglesias de S a n
Marcelo y San A d r i á n —situadas en las inmediaciones de l a
puerta Cauriense, fuera de la m u r a l l a y debajo del R e a l P a l a -
cio— las refundió en u n solo templo, y j u n t o a él " c o n t r u x i t
— d i c e — u n a m d o m u m que fieret i n hospitio p a u p e r u m et pe-
r e g r i n o r u m " , donándole al mismo tiempo muchas viñas y t i e -
rras en T r o b a j o , San Andrés, Santa E u l a l i a , V e g a de S a n
A d r i á n , Montefrío y otras pactes, y agregando a esta donación
el Monarca la heredad de Gerenzana, según consta en la m i s m a
escritura30. E n 1101 fué nuevamente dotado por el mismo
Prelado con l a heredad de " P a r a t e l l a " y varias viñas, en servi-
cio de los pobres y peregrinos que allí morasen 31. A estas d o n a -
ciones podemos agregar l a que el obispo D . P e d r o hizo en 1134,
y otras de Alfonso V I , de su h i j a Doña U r r a c a , y las del deán
Martín Miguélez, el arcediano P e d r o Juanes y otros 32.
• T a n enojosa enumeración de donaciones la creemos casi
indispensable p a r a llevar al ánimo del lector el convencimiento
de la i m p o r t a n c i a que la peregrinación debía de tener en L e ó n
por entonces. Así nos lo dicen lo cuantioso de los bienes de este
hospital y el corto espacio de tiempo en que fueron otorgados.

28 E . S. X X X V I , apéndices, págs. L X I X - L X X I I . C o p i a corregida a l a


vista del t u m b o legionense en el v o l . I I I de l a presente obra.
29 E . S . , i b i d . , págs. L X X I X - L X X X de los apéndices.
30 I b i d . , págs. L X X X I V - L X X X V I I de los apéndices.
31 I b i d . , págs. X C I I - X C I V . T u m b o de l a C a t . de L e ó n , n ú m . 11, fols. 78
vuelto y 79 r.
32 L e s m e s S á n c h e z d e C a s t r o : M o n o g r a f í a del hospital de S a n A n t o n i o
A b a d , de León. L e ó n , 1880, I m p . de Á n g e l González, pág. 74.

255
L A S P E R E G R I N A C I O PS K S A S A N T I A G O

Hallábase el hospital de San Marcelo casi adosado al tem-


p l o , que después de sucesivas restaxiraciones se convirtió en
l a a c t u a l p a r r o q u i a del mismo t í t u l o . Según cierta noticia
el obispo D . Gonzalo y el C a b i l d o , acordaron en 1302 que el
hospital y l a iglesia de " S a n M a r c i e l " a él aneja fuesen reedifi-
cados, el uno por su escasa capacidad y l a otra por su estado
ruinoso 3:!. Fué luego administrado por los abades de aquella
iglesia, hasta que en el año de 1531 el abad D . G u i l l e n , de
acuerdo con el O b i s p o , renunció la administración para que to-
das las rentas fuesen consagradas a los pobres como antigua-
mente. D e esta fecha data el nombre de hospital de San A n -
tonio que consagró el obispo D . Pedro M a n u e l bajo el ponti-
ficado de Clemente V I I , perdiendo el t í t u l o de San Marcelo
que antes se le daba 34.

Como en otro lugar dejamos referido, a este hospital se agre-


gó, en el siglo X V I I , el llamado de D o n Gómez—antes del
Santo S e p u l c r o — , construyéndose en el de San A n t o n i o nueva
edificación a cuenta de éste.
E l incendio de 16 de enero de 1864 destruyó en gran parte,
siendo restauradas casi totalmente salas y galería, con lo que
debió de ser alterada l a antigua disposición de su interior.
E n l a fachada'—perpendicular a l a del A y u n t a m i e n t o —
abríase l a puerta p r i n c i p a l , de sencilla decoración barroca,
que desapareció a l ser totalmente demolido el edificio a fines
del pasado siglo; pero se conserva su fotografía que reproduci-
mos en las láminas.
L o recomienda K ü n i g a los peregrinos con estas palabras,
después d e decir que en León se encuentran bastantes hospita-
les: " V e al de Sant Thonges, bastante bien arreglado. También
están allí pendientes de las enseñas de Sant l a g o " 35. S i la traduc-
ción es correcta, las veneras jacobeas aludidas por el servita ale-
m á n se hallarían, pues, colgadas en lugar visible del edificio
y no esculpidas como las vemos en San Marcos y otras partes.
A l h o s p i t a l de San F r o i l á n alude Risco en sus Monasterios
de León3*. U n documento de fecha tardía (1602) nos descu-
bre que este hospital era de los canónigos de San Isidoro y que
33 L e s m e s S á n c h e z d e C a s t r o : L o e . cit.
3* I b i d e m , L o e . eit.
35 E d i c . L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . Igl.a de Santiago, t. I X , ap., pág. 189.
36 Iglesia de León y monasterios antiguos y modernos de la misma ciudad,

256'
j V , X I I . - U R I A : D E L E Ó N A A S T O R G A

e n él h a c í a n " a n t ^ i a m e n t e " l i m o s n a e n f o r m a de h o s p i t a l i d a d ,
q u e c o n s i s t í a e n " r e c o g e r de n o c h e e n e l y u i e r n o doce p o b r e s
m e n d i g a n t e s y d a r a c a d a u n o u n a l i b r a de p a n " , l e ñ a p a r a c a -
l e n t a r s e y c u a t r o o c i n c o c a m a s , a g r e g a n d o q u e e n 1597 e l
p r i o r y c a n ó n i g o s de S a n I s i d o r o a c o g i e r o n , e n l u g a r de l o s p o -
b r e s — a c a u s a de los escándalos q u e se h a b í a n d a d o — , a los f r a i -
les de S a n F r a n c i s c o , d á n d o l e s l a m i s m a l i m o s n a q u e d a b a n a
aquéllos; y v i e n d o el gran beneficio que h i c i e r o n d u r a n t e l a
peste a c a e c i d a e n l o s años a n t e r i o r e s a d m i n i s t r a n d o s a c r a -
m e n t o s , d a b a n a d i c h o s f r a i l e s e l h o s p i t a l de S a n F r o i l á n ,
para que f u n d a s e n u n m o n a s t e r i o ; que quedaría sujeto al p a -
t r o n a t o de S a n I s i d o r o 37. P o c o después, e l p r i o r y c a n ó n i g o s de
S a n I s i d o r o t r a s p a s a r o n a l a C o r o n a el p a t r o n a t o de d i c h o
m o n a s t e r i o , d i c t a m i n a n d o e l C o n s e j o de l a C á m a r a s u a c e p t a -
c i ó n , e n l a q u e h a c e c o n s t a r se h a l l a b a j u s t i f i c a d a l a l i m o s n a
de h o s p i t a l i d a d q u e l o s c a n ó n i g o s h a c í a n a los f r a n c i s c a n o s ,
s i n a g r a v i o de l o s p o b r e s v i a n d a n t e s , p a r a l o s q u e h a b í a d e s t i -
nado en l a c i u d a d otro h o s p i t a l m u y grande, p r o b a b l e alusión
a l de S a n A n t o n i o o a l d e S a n M a r c o s 38.

N o es de c r e e r q u e l a c o l e g i a t a e n q u e r e p o s a b a n l o s r e s t o s
del S a n t o D o c t o r t u v i e s e b a j o s u d e p e n d e n c i a c o m o ú n i c o
h o s p i t a l a l de S a n F r o i l á n , a n o ser q u e e l " h o s p i t a l i S a n c t i
I s i d o r i j u x t a s t r a t a m de T o r i o " , que m e n c i o n a c i e r t a e s c r i t u r a de
c o n c o r d i a d e l a ñ o 1 2 1 4 , t u v i e s e a q u e l o t r o t í t u l o 39. E n t o d o c a s o
v e m o s p o r e s t a ú l t i m a m e n c i ó n q u e l o s c a n ó n i g o s se p r e o c u p a -
b a n de a c o g e r p o b r e s — e n t r e l o s q u e d e b e m o s c o n t a r a l g u n o s
peregrinos ^ c o n u n establecimiento dedicado a l efecto.
P r e s c i n d i e n d o de l o s h o s p i t a l e s d e p e n d i e n t e s d e l a s c o f r a -
días, s o b r e los q u e n o p o s e e m o s d a t o s , n o d e j a r e m o s de h a c e r
notar l a i n s t i t u c i ó n del que perteneció a l S a n t o S e p u l c r o , que
acaso n o e s t a b a l e j o s de l a i g l e s i a de S a n t a A n a .

M a d r i d , 1792, págs. 190-193. L a m a y o r parte de las noticias que consigna en


estas páginas proceden del d o c u m e n t o que citamos en l a n o t a siguiente.
37 A r c h . M u n . de L e ó n , n ú m . 575. T r a s l a d o de u n a Cédula de F e l i p e I I I ,
dada en A r a n j u e z a 6 de m a y o de 1602, aceptando y c o n f i r m a n d o como p a t r o n o
de l a R e a l Colegiata de San I s i d o r o , de L e ó n , l a cesión que el prior y canónigos
de dicha Colegiata hacían a los frailes descalzos, del h o s p i t a l de S a n F r o i l á n .
38 R i s c o : Iglesia de León, pág. 192.
39 R i s c o : H i s t o r i a de l a ciudad y corte de León y de sus reyes, M a d r i d ,
1792, pág. 4 0 1 , " C o n c o r d i a i n t e r G a r s i a m A b b a t e m , et C o n c i l i u m Legionense
constituta".

tomo i i . — i y . •257
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

P o r ú l t i m o , mencionaremos el de San Mareos, que, j u n t a -


mente eon el de San A n t o n i o , eran los que más peregrinos aeo-
gían. L a i n f a n t a Doña Sancha donó en 1152 u n a heredad cer-
cana a l puente de San Marcos para hacer u n a iglesia y u n hos-
p i t a l " a d recipiendum pauperes C h r i s t i , ad hedificandos domos
et ad m o r a n d u m i b i servientes ipsius t e r r e " 40. E n 24 de no-
viembre de 1171, el obispo de León D . J u a n A l b e r t i n o dio
" a d opus illius pontis et de illo H o s p i t a l e de Sancto M a r c o "
otra heredad t a m b i é n cercana y unas casas situadas en la pro-
x i m i d a d de la iglesia de Santa María41. Según R i s c o , nada
tuvo que ver en sus comienzos este hospital—destinado, lo
mismo que su iglesia y heredades, al socorro de los peregrinos
a Santiago^—con l a O r d e n del mismo nombre, fundada poco
antes. Y e r r a n , según el propio autor, los historiadores que sin
fundamento afirmaron l a dependencia de aquel establecimiento,
de los canónigos de L o y o , con anterioridad a su hermandad con
los F r e y l e s , y asegura que el dominio y administración de esta
casa pertenecía al Cabildo de l a iglesia de León42.

L a donación de D . J u a n A l b e r t i n o prueba desde luego el


interés que el Prelado manifestaba por l a c a r i t a t i v a i n s t i t u c i ó n ,
y la remuneración que su sucesor, D . M a n r i q u e , concedió en
1172 a D.a Cristina Laínez en recompensa de cierta heredad
por ella cedida a l puente y al hospital de San Marcos 43, dan
mayor fuerza a sus argumentos; pero donde resplandece la ver-
dad sin dejar sombra de duda es en l a escritura de concordia
entre el Obispo y C a b i l d o , de u n a parte, y el Maestre y Freyles
de la O r d e n de Santiago, de l a otra. E n efecto, en esta escritura,
fechada en 1190, se dice entre otras cosas que s i , lo que Dios
no p e r m i t a , l a casa de S a n Marcos fuese en algún tiempo des-
amparada de los F r e y l e s , volverá al dominio antiguo de la
iglesia de León 44.
C o n esto se desvanecen las afirmaciones que i n v o l u c r a n la
40 G . G u t i é r r e z d e l A r r o y o : P r i v i l e g i o s reales de la Orden de Santiago
en l a E d a d M e d i a , M a d r i d , J u n t a Técnica de A r c h i v o s , 1932, núm., 23, pág. 53.
41 A r c h . H i s t . N a c : San Marcos C i t . por J u l i o G o n z á l e z : Regesta de Fer-
nando I I , pág. 103. H a y otras varias en el m i s m o archivo de años próximos
a esta f e c h a . R i s c o : E . S . , t. X L I , pág. 7 d e l Prólogo.
42 E . S. X X X V (pág. 243-244) se refiere a las noticias contenidas en los.
Establecimientos y en l a Crónica de Santiago de R a d e s .
43 I h i d e m , pág. 245.
44 I b i d e m , págs. 247-248.

258
jy5 XII. - URÍA: DE LEÓN A A S T O R G A

fundación de la ínclita Orden con la del hospital, que, en f i n


de cuentas, era uno de tantos establecimientos dedicados al so-
corro de los romeros, con frecuencia erigidos j u n t o a los puen-
tes, como hemos visto.
L a t r a d i c i ó n , aún v i v a , distingue entre la casa-hospital, que
era l a que aún hoy existe al lado E s t e de l a monumental cons-
trucción, con sus dos cuerpos de simplicísima arquitectura, y el
edificio insigne del convento, j o y a preciada del arfe barroco-
renacentista, que n a d a tiene que ver con los peregrinos, a
lo menos de u n a manera directa. S i n embargo, M a n i e r nos
dice, sin establecer esta distinción, que es: " c o m m e une m a i -
son r o y a l e " y que sirve " p o u r recevoir les pélerins q u i v o n t á
St. J a c q u e s " 45, agregando que dentro de León h a y otro llamado
hospital de S a n A n t o n i o , p a r a recibirlos a l retorno.
Ignoramos de cuándo data esta d i s t r i b u c i ó n alternativa
de los alojamientos de los peregrinos, que prueba u n a organi-
zación en consonancia con el buen número de los que en todas
las épocas transitaron por allí.
Conviene tener 'en cuenta que León era lugar de concentra-
ción de romeros, y a los que venían por l a vía p r i n c i p a l debe-
mos agregar los procedentes de otros territorios del Mediodía
que subían hacia el N o r t e por l a vía V a l l a d o l i d - M a y o r g a , y
también algunos que, habiendo hecho el viaje a Compostela
por la vía de l a costa, pasaban antes por O v i e d o , concentrán-
dose todos en León.
Desde San M a r c o s , los peregrinos se dirigían al P u e n t e ,
dejando atrás l a ciudad con sus hospitales, sus monasterios,
sus iglesias y sus milagros, todo lo cual j u s t i f i c a suficientemen-
te las palabras con que l a alaba l a Guía de A y m e r i c o .
Si alguno prefería seguir el camino sin entrar en León—o se
veía obligado a ello, como ocurría en las épocas en que había
peste—, podía hacerlo dirigiéndose desde el puente de Castro
al de R o d r i g o J u s t e z , sobre el Bernesga, p a r a continuar direc-
tamente a T r o b a j o , por u n antiguo camino que, conservado en
parte, aún sirve para el tránsito a ciertas fincas. D e l puente
de Rodrigo J u s t e z — a l Sur del monasterio de San C l a u d i o — ,
como del antiguo puente de Castro, sólo quedan restos de algu-

45 B a r ó n de B o n n a u l t d ' H o u e t : Pélerinage d'un paysan picará, pági-


nas 64-65.

259
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

nos pilares. E l primero y a se hallaba derruido hace siglos, utili-


zándose p a r a pasar el rio, en su lugar, u n a b a r c a ; pero no debía de
ofrecer m u c h a seguridad este pasaje, por cuanto el Cabildo
m u n i c i p a l ordenó en 1577 construir, u n poco más al Oeste, u n
pontón " .
Pasado el puente de San Marcos, continuaban los peregri-
nos a T r o b a j o del C a m i n o , que en lo alto de este lugar seña-
laba otro crucero casi i g u a l a los que hemos hecho referencia,
por lo que prescindimos de su descripción. L a vía, casi para-
lela a l a carretera y a pocos metros al N o r t e de ella, continuaba
a l a V i r g e n del C a m i n o , y aún conserva h o y este trayecto, que
u t i l i z a n algunos para el servicio de las fincas colindantes.
Según l a t r a d i c i ó n , en el lugar en que se l e v a n t a l a vieja
ermita de l a V i r g e n — a l g o más a l N o r t e del templo n u e v o — a p a -
recióse ésta a u n pastor llamado A l v a r Simón, manifestándole
diese aviso a l obispo para que fuera colocada allí su imagen. Te-
meroso de no ser creído si refiriese lo que estaba viendo, pidió el
pastor a la V i r g e n que le mostrase u n a señal testimonio del
prodigio, y , demandándole su honda, lanzó l a Santa Madre de
Dios u n a piedra que cayó a unos seiscientos pasos del lugar en
que se h a l l a b a n , adviertiendo l a V i r g e n al pastor que cuando allí
volviesen él y los que le acompañasen les sería fácil reconocer
el sitio elegido por lo mucho que l a piedra lanzada había cre-
cido. Así ocurrió, levantándose luego u n a ermita que fué i n -
corporada a l R e a l P a t r o n a t o en 2 de enero del año 1516 y
construyéndose más tarde el templo que h o y admiramos 47.
Desde l a fecha indicada t u v i e r o n , por consiguiente, los pere-
grinos ocasión de admirarse de u n milagro más, y de otros que
sucesivamente fué obrando l a prodigiosa imagen, como aquel

46 A c u e r d o del Consistorio de L e ó n de 8 de n o v i e m b r e de 1577, en el


que se dice que " p o r quanto en el paso de las aguas hermosinas anda u n barco
el c u a l es dañoso p a r a l a costa [por costo] de los pasajeros del valle de la
V e g a de A r d ó n y V a l d o n c i n a , y pelegrinas, se ordena construir u n poco más
a l Oeste u n p o n t ó n " ( A r c h . M u n . , L i b r o de acuerdos correspondientes a la
f e c h a , n ú m . 1.109, sin foliar).
47 L a s actas del M u n i c i p i o de León del año 1514 d a n cuenta de esta apa-
r i c i ó n . Sobre e l l a , v i d . el artículo p u b l i c a d o p o r el canónigo archivero de la
C a t e d r a l , D . R a i m u n d o Rodríguez, en el n ú m e r o extraordinario del D i a r i o de
León de 18 de octubre' de 1930 (suplemento a l n ú m . 9.180), bajo el t í t u l o
L a fecha de la aparición de l a V i r g e n del C a m i n o , el Convento de la Purísima
Concepción.

260
J Y , X I I . - U R Í A : D E L E Ó N A A S T O R G A

que todavía se cuenta a los pasajeros, oeurrido a u n Alonso de


R i v e r a , librado en A f r i e a de l a c a u t i v i d a d de los infieles por
su intercesión. E n uno de los muros del templo quedan pendien-
tes las cadenas que le aprisionaban durante su cautiverio como
testimonio del hecho.
Sigue el itinerario por V a l v e r d e del C a m i n o , aldea i n s i g n i -
ficante, pero que y a existía en el siglo X 48, para llegar a l a c u a l
hay que pasar antes u n riachuelo. M u y cerca queda San M i g u e l
del C a m i n o , en una suave hondonada. A l l í existía en el siglo X I I
un hospital40. Poco más al E s t e se h a l l a V i l l a d a n g o s del Pá-
ramo (lám. X C I I ) , distante por l a actual carretera veinte k i l ó -
metros de León y veintiséis de A s t o r g a . E s u n a antigua v i l l a ,
que perteneció a la iglesia de León desde el año 1122, por do-
nación de l a reina D o ñ a U r r a c a r,0.
A nuestro paso por este l u g a r , nos r e f i r i ó su actual párroco
que en el archivo p a r r o q u i a l existía u n libro de apeos, del s i -
glo X V I I o del X V I I I , en el que se menciona u n hospital p a r a
peregrinos. Hallábase situado en la que hoy se l l a m a calle
R e a l , a l N o r t e de l a carretera, y aún se recuerda el sitio en que
se hallaba emplazado, en la casa que allí posee D . . F e l i p e Carrizo.
E l trazado del antiguo camino dejó en este como en otros
lugares las huellas, visibles, de l a f o r m a en que se a g r u p a b a n
a ambos lados y a lo largo, las casas de l a calle por donde pasaba.
E l templo p a r r o q u i a l de V i l l a d a n g o s está dedicado al Após-
t o l , y como p a r t i c u l a r i d a d relacionada en cierto modo con las
peregrinaciones, no dejaremos de consignar que en l a parte s u -
perior de cada u n a de las dos hojas de l a p u e r t a de entrada h a y
tallados en madera dos relieves. E l de l a i z q u i e r d a d e l espec-
tador representa u n a escena en la que aparece u n grupo de
seis caballeros, al frente de los cuales m a r c h a Santiago, con
su caballo b l a n c o , y debajo de él u n cadáver de moro sin c a -
beza. E n el de la derecha h a y caballeros con lanzas e infantes
con p i c a s , delante de los que cabalga el rey D . R a m i r o . T o d o

48 Donación o t o r g a d a por F i n i ó l o y su m u j e r al monasterio de S a n P e -


layo, de A b e l g a s , de u n a t i e r r a en V a l v e r d e del C a m i n o , en el año 976 ( A r -
chivo de l a c a t e d r a l de L e ó n , n ú m . 912).
49 A r c h . H i s t . N a c : S a n Mareos. D o c . del año 1177, cit. por J u l i o G o n -
z á l e z : Alfonso I X , t. I, pág. 444.
50 A r c h . C a t . de L e ó n , n ú m . 1008. D o n a c i ó n de l a reina D o ñ a U r r a c a a
l a iglesia de L e ó n de los lugares de V i l l a v e l i s y V i l l a d a n g o s .

261
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

ello está policromado con mucho descuido, lo mismo que el arte


con que fué tallado. U n letrero orna los relieves, t a n repintado
que no es fácilmente legible, pero sí lo suficiente para que con
seguridad podamos afirmar que se refiere al t r i b u t o de las cien
doncellas y a l a batalla de C l a v i j o .
E l retablo del altar mayor presenta en su primer cuerpo,
sobre el sagrario, tres hornacinas, y en l a central u n Santiago
a caballo tocado con u n sombrero m u y siglo X V I I I . A su iz-
quierda vese u n a p i n t u r a figurando l a aparición de l a V i r g e n
del P i l a r al Santo P a t r ó n .
A u n q u e Villadangos no conserva vestigio arqueológico al-
guno que nos haga suponer su antigüedad, sabemos que exis*
tió en l a E d a d M e d i a , por lo menos, y a que su reducción a la
antigua mansión de V a l l a t a , eñ la vía de A s t ú r i c a , no parece
fundada 51, y que debió ser lugar de algún valor estratégico,
en medio del páramo que l a rodea, nos lo dice el encuentro
que allí se realizó en octubre de 1111 entre las huestes de Alfonso
el B a t a l l a d o r , de Aragón, y las de su esposa. Doña U r r a c a 52.
M u y semejante es el paisaje que se contempla en todo este
recorrido desde V a l v e r d e hasta más allá de San M a r t í n del
Camino. S u monotonía hállase apenas i n t e r r u m p i d a por las
ondulaciones que en sentido casi perpendicular a su dirección
se presentan de vez en cuando. Con todo, no logran desvanecer
la impresión de llanura desolada que el viajero recibe a su paso,
propicia a l desarrollo de una economía r u r a l de pastores. Pero
no se h a l l a exenta de bellezas, pues aparte las que le presta el
color, agradan a l a v i s t a las montañas de Teleno hacia Occi-
dente, visibles en la lejanía a ratos, y hacia el N o r t e las crestas
afiladas de la ingente cordillera Cantábrica, m u r a l l a de las A s -
turias, destacando entre todas l a mole de Peña U b i ñ a , que en-
seña su cumbre casi siempre nevada y cuya* imagen es t a n ca-
racterística que n i aun a tantos kilómetros de distancia se
desdibuja. ,
N o h a y d u d a de que el trazado del c a m i n o de Santiago
desde León a A s t o r g a coincide, en la m a y o r parte de su reco-

51 Sobre l a reducción de V a l l a t a , v i d . C. S á n c h e z A l b o r n o z : Divisiones


tribales y administrativas del solar del reino de A s t u r i a s en l a época romana,
B o l . de l a R . A . H . , año 1929.
52 T a l es l a fecha asignada por l a H i s t . Compostelana ( E . S. X X , 129) a
l a b a t a l l a de V i a d a n g o s o F o n t e d a n g o s .

262
jy7 X I I . - URIA: DE LEÓN A ASTORGA

r r i d o - r u n poco al N o r t e de l a carretera a c t u a l — c o n el de la
antigua vía r o m a n a de Legio a A s t ú r i c a . Demuestranlo los
hallazgos de vestigios romanos en V i l l a d a n g o s y San M a r t í n
del Camino, aunque es dudoso su trazado para algunos, que
afirman la existencia de trozos conservados de la propia cal-
zada romana que cruzaría el T o r i o j u n t o a M a r i a l v a , continuan-
do por V i l l a r de Mazarife y M i l l a del Páramo, para salir a la
Puente de Orbigo y a A s t o r g a 5í.
De V i l l a d a n g o s , la vía jacobea seguía a San M a r t í n del C a m i -
no, con iglesia dedicada al Obispo turonense, de una sola nave, y
con cruz l a t i n a , cuyo retablo presenta en l a hornacina central,
sobre el sagrario, una imagen del P a t r o n o de regular tamaño.
De u n cuaderno con cubierta de pergamino conservado en
el archivo p a r r o q u i a l , en el que hemos leído actas de las visitas
pastorales correspondientes a diferentes años del siglo X V I I I ,
se deduce l a existencia en S a n M a r t í n de u n hospital fundado
por el licenciado D . T i r s o Carbajo, párroco que fué de este
lugar en fecha que desconocemos, pero que t a l vez no se re-
monta más allá del siglo X V I I . A p a r t e de otras noticias rela-
tivas a las condiciones en que se fundó y a los bienes de que se
sustentaba, encontramos en u n a de dichas actas la de que el hos-
p i t a l era para hospedar peregrinos pobres, contando con cuatro
camas para hombres, u n a para mujeres y otra para sacerdotes 54.
Todavía señalan h o y los vecinos de S a n M a r t í n del C a m i n o
el lugar donde se levantaba este h o s p i t a l , en la calle R e a l , donde
se halla l a casa de D.a E m i l i a T r i g a l , a mano derecha, yendo
para A s t o r g a .

Puente y hospital de Orbigo.

Unos cinco kilómetros al Sudoeste de San M a r t í n encuén-


trase lá Puente de O r b i g o , por el que los romeros pasaban so-
53 A . B l á z q u e z y D e l g a d o A g u i l e r a y C. S á n c h e z A l b o r n o z : Vías
romanas del valle del Duero y C a s t i l l a l a N u e v a . M e m o r i a s de l a J u n t a Superior
de Excavaciones. M a d r i d , " R e v . de A r c h . " , 1917, pág. 8.
54 E n este cuaderno se d a n o t i c i a d e l f u n d a d o r , en l a v i s i t a h e c h a a l hos-
p i t a l en 2 de a b r i l del año 1727 por el obispo de A s t o r g a , F r . B a r t o l o m é , así
«orno de los bienes que el h o s p i t a l poseía y atenciones a los enfermos. E n
otra v i s i t a hecha en 1 de j u l i o del año 1731 por D . José Bermúdez de M a n d í a
se dice que el h o s p i t a l es " p a r a hospedar peregrinos p o b r e s " , haciéndose cons-
tar t a m b i é n el n ú m e r o de camas de que entonces disponía.

263
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G
0

bre este río. Conserva buena parte de su obra medieval, supe-


rando en el aspecto de antigüedad a todos los de l a provin-
cia. L a parte más antigua se halla donde se abren cuatro
grandes áreos ojivos y el arranque de otro, pasada la m i t a d de
su recorrido hacia el Oeste. L a excelente fotografía, hecha desde
avión y procedente del archivo del E s t a d o M a y o r de la quinta
Región Aérea, que figura entre las láminas, presenta una vista
de c o n j u n t o en la que aparecen a l a izquierda del espectador
el lugar d e l P u e n t e , y a l a derecha — y a l f i n a l — el comienzo
de l a r i b e r a Este del Orbigo y algunas casas del pueblo de Hos-
p i t a l . Como en ella puede verse, el río se interpone con bastante
a n c h u r a , siendo necesario m u l t i p l i c a r los arcos del puente, que
no b a j a r í a n de veinte cuando aún no se hallaban derruidos los
d e l t r o z o f i n a l . E n algunos sillares quedan marcas de cantero
que parecen del siglo X I I I B5.
D e l lado Oeste del río queda, como hemos dicho, el lugar
de H o s p i t a l de Orbigo, así llamado a causa del que allí levanta-
r o n los caballeros de la Orden de San J u a n . N o nos quedan
vestigios de él, y sólo por tradición que conservan los natura-
les del lugar, sabemos que se levantaba « n el solar que hoy
ocupa u n a de las casas que h a y algo más allá de la iglesia en la
actual calle de A l v a r e z V e g a , por donde pasaba el camino.
U n a caballeresca a v e n t u r a , bien conocida de los aficiona-
dos a las de este género, i n m o r t a l i z ó el nombre de L a Puente
de O r b i g o ; y por haber tenido lugar en pleno camino francés y
en año j u b i l a r o de perdonanza, en el que l a afluencia de pere-
grinos a Santiago era extraordinaria, la referiremos breve-
mente.
E l año 1434 cayó el día del Apóstol en domingo, y en días
próximos a esta fecha, allá j u n t o a l a P u e n t e , imaginó el gran
caballero leonés Suero de Quiñones unas justas o passo hon-
rroso, del que nos quedan sabrosas memorias siempre solicita-
das por aquellos que gustan de solazarse con las lecturas de las
cosas propias de l a caballería. Entregó D . Suero u n cartel de
desafío a u n heraldo, en el que decía que, hallándose en prisión
de u n a Señora desde hacía t i e m p o — e n señal de l a cual traía
todos los jueves un fierro al cuello—, había concertado, en
nombre del A p ó s t o l , u n rescate consistente en la r u p t u r a por

55 M . Gómez M o r e n o : Catálogo, pág. 4 8 5 .

264
I V , XII. - U R I A : DE LEÓN A A S T O R G A

el asta de trescientas lanzas, que habían de lograr él y sus c a -


balleros.
E l lugar de las justas se hallaba "cerca de la puente de
Orbigo,'arredrado u n tanto del c a m i n o " , expresándose en otro
lugar de la crónica que las n a r r a , que era camino romero de S a n -
tiago, por donde las mas gentes suelen passar p a r a la cibdad,
donde su sancta sepultura esta.
A l l í , junto al camino francés, había u n a floresta, por el me-
dio de l a cual armaron los maestros u n a gran l i z a de madera.
D u r a r o n las justas t r e i n t a días, a contar de 10 de j u l i o , y jus-
taron como buenos D . Suero y los suyos, en número de nueve
caballeros contra sesenta y ocho, franceses, italianos, alemanes,
portugueses y españoles, en l a forma que día por día v a rela-
tando el escribano P e d r o Rodríguez de L e n a , presente al acto.
L a s justas habían de realizarse condicionadas por veintidós
capítulos, de los cuales el 14 se refería al caballero que fuere
camino derecho de l a santa romería, y a l que se promete en el
referido capítulo no estorbar, no acostándose al dicho lugar del
Passo. Disponía el cuarto que la señora que no llevase caballe-
ro que por ella hiciese armas, había de entregar el guante de l a
mano derecha, mas dióse el caso.de que hasta algunas de las
que venían con sus maridos en peregrinación se hallasen en
trance de perderle ante l a negativa por parte de aquéllos de
tomar parte en las j u s t a s .
L o s jueces, comprendiendo las razones de estos caballeros
peregrinos, devolvieron a las damas sus guantes, por non p a -
rescer que i b a n contra l a devoción de l a cristiana romería. Ter-
minada l a fiesta de caballería—sólo i n t e r r u m p i d a el día de
Santiago, en el que a jueces y justadores no pareció bien tratar
las a r m a s — y en la que hubo que lamentar la muerte de u n
caballero aragonés en l a l u c h a , encamináronse muchos a C o m -
postela, donde Suero de Quiñones ofreció al A p ó s t o l u n b r a -
zalete de oro, regalo al parecer, y recuerdo, de l a d a m a p o r
quien t a n denodadamente lizó 56.

56 Sobre el Paso honrroso' de Suero de Quiñones, seguimos el relato


contenido en el L i b r o del passo honroso defendido por el excelente caballero
Suero de Quiñones, copilado de u n libro antiguo de mano p o r F r . J u a n de
P i n e d a , religioso de l a Orden de S a n F r a n c i s c o , segunda e d . , M a d r i d , I m p . de
D . A n t o n i o S a n c h a , 1783. Según l a versión a b r e v i a d a que del relato d e l es-
cribano Rodríguez de L e n a hace el P . P i n e d a (pág. 9), Suero de Quiñones Ue-

265
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Desde el puente de Orbigo, y dejando a la derecha a San Fe-


l i z , y a la izquierda a V e g u e l l i n a , asciende algo el camino hasta
una eminencia —dando vista a San Justo de la V e g a — en la
que aún se conserva u n sencillo crucero de piedra sin labra al-
guna. E n documentos de los siglos X I I I y X V '' hemos encon-
trado menciones del camino de Santiago y camino francés li8,
que corresponden probablemente a esta parte de su trayecto.
C o n t i n u a b a al lugar de la C a l z a d a — j u n t o a Estébanez—y
a San J u s t o de la V e g a , donde, según memorias que al parecer
existen, hubo también u n hospital de peregrinos 59, y después
de salvar el río T u e r t o , acercábase a A s t o r g a , atravesando

v a b a en el passo, " e n el brazo derecho, cerca de los m o r c i l l o s , su empresa de


oro, r i c a m e n t e o b r a d a , t a n a n c h a como dos dedos, c o n letras azules alrededor,
que decían:
S i a vous ne p l a i t de avoyr mesure,
Certes ie dis
Que ie suis
Sans venture".

L ó p e z F e r r e i r o ( H i s t . de l a iglesia de Santiago, t. V I I , pags. 154-155


y n o t a 1) dice, acertadamente, que como esta m i s m a empresa se lee en l a cinta
de p l a t a d o r a d a que ciñe el cuello del busto de Santiago, en l a c a p i l l a de las
r e l i q u i a s , es de creer que d i c h a c i n t a o aro, con su inscripción en l e t r a alemana,
fué d e j a d a p a r a m e m o r i a por Suero de Quiñones cuando v i n o a dar gracias
al Apóstol.
57 E n el e x t r a c t o de u n a escritura de c o m p r a de u n a t i e r r a por los co-
frades y " p e l l i t e r o s " de l a Cofradía de Santiago, de A s t o r g a , de cuyo original
se dice que estaba en pergamino y en l a t í n , fechada en m a y o del año 1225,
se consigna que l a tierra c o m p r a d a se h a l l a b a " e n l a vega de S a n F r e m e , que
d e z i a d e t e r m i n a r con el camino de S a n t i a g o " . H e m o s v i s t o este extracto en el
A r c h i v o del h o s p i t a l de las Cinco L l a g a s , en el " L i b r o y m e m o r i a l de todas las
escripturas de l a cofradía del señor sant m a r t i n y santiago, e san fabian e
sant Sebastian y sant a d r i á n de l a c i u d a d de astorga, fecho por francisco
dalbarez scriuano siendo procurador pedro b r a u o " , etc., y fué redactado este
i n v e n t a r i o , en el año 1574, en u n cuadernillo de papel de seis folios.
58 O t r a escritura procedente del m i s m o a r c h i v o y cofradía—venta de
v a r i a s f i n c a s a María Fernández y J u a n R a m o s — d i c e que l a t i e r r a llamada
" d e los p a d r o n e s " l i n d a , entre otros t é r m i n o s , " d e l a otra parte del camino fran-
cés", y que d i c h a tierra se h a l l a " a l a redonda del dicho l u g a r " de Santibáñez
de V a l d e i g l e s i a s (carta en p e r g a m i n o , fechada en 13 de m a y o del año 1484).
E n u n apeo d e l archivo de l a cofradía de S a n t a M a r t a (hoy d e l h o s p i t a l de
las C i n c o L l a g a s ) consta i n v e n t a r i a d a l a m i s m a f i n c a , repitiéndose el deslinde
con el c a m i n o francés.
59 P . S o t e s : E l convento de S a n F r a n c i s c o , de A s t o r g a , M a d r i d , 1934,
página 5.

266
IV, xii u r i a : de l e ó n a a s t o r g a

antes u n puente sobre l a presa de la Molinería, que en viejos


documentos se l l a m a río de los Molinos.
Todas las localidades mencionadas entre León y A s t o r g a
aparecen en el itinerario de M a n i e r , y a u n alguna otra como
" F r a i s e n e " y ' T A l d é e " , que su editor reduce respectivamente
a Fresno y la A l d e a . Después de mencionarlas, se entretiene el
peregrino en describir l a forma en que se envasa el v i n o en
España, cantando las excelencias de su c a l i d a d y b a r a t u r a 60.
U n a nueva localidad menciona M a n i e r antes de V i l l a d a n g o s a
la que llama " R o b r a i d e s " , que el editor i d e n t i f i c a con R o b l e d o
de la V a l d o n c i n a , y después v a intercalando en su itinerario
hasta A s t o r g a noticias sobre el precio del p a n y de l a manteca.
E n Calzada se acuesta sobre u n m o n t ó n de p a j a , en u n corral
de ovejas, diciéndonos que es l a primera vez que duerme a
cielo abierto 61. ,

60 B a r ó n de B o n n a u l t , págs. 66-67.
61 Ibidem.

267
Capítulo XIII

DE ASTORGA A P O N F E R R A D A

"inde urhs O s t u r g a ; inde R a p h a n e l l u s , qui captiuus


cognominatus est; inde portus montis Y r a c i ; inde Sicca-
m o / i n a " ( " L i h e r Sancti J a c o b i " , l i b . I V , cap. I I I ) .

Ligeramente elevada sobre l a planicie, se divisa Astorga-


desde el alto que hay antes de San J u s t o de la V e g a , desta-
cando del conjunto urbano las agujas de su Catedral. A l apro-
ximarnos a la c i u d a d por el antiguo c a m i n o , podemos todavía
contemplar u n trozo empedrado de guijarros perteneciente a
la vieja calzada, que zigzaguea ascendiendo cerca de l a m u r a -
lla, atravesándola por l a P u e r t a S o l — h o y d e r r i b a d a — , que se
abría unos metros a l a derecha de uno de los cubos.
U n amante de los recuerdos asturicenses salvó en u n a foto-
grafía—que hoy tiene v a l o r arqueológico—la imagen de aquella
puerta con arco de medio p u n t o , que reproducimos entre las
láminas.
E l recinto amurallado de A s t o r g a cierra u n trapecio alar-
gado de E s t e a Oeste, c u y a superficie se l e v a n t a en meseta
más o menos elevada sobre las tierras circundantes, por to-
das partes menos por l a del Oeste, que se h a l l a al mismo n i v e l .
Construidas con manipostería de sillares desiguales, aparecen
entre ellos a veces inscripciones—fragmentarias o completas —
y trozos de ladrillos y de tegulas, todo ello de época r o m a n a .
Tienen cubos semicilíndricos, cuyo diámetro variable excede
de cinco metros, sin llegar a siete, equidistando entre sí unos
dieciséis1;. >
L a antigüedad de estas murallas no alcanza probablemente
la época r o m a n a , aunque sin fundamento se h a y a sostenido
semejante o p i n i ó n . L a s huestes de A l m a n z o r causaron en ellas
1 M . Gómez M o r e n o : Catálogo M o n u m e n t a l de l a P r o v i n c i a de León, M a -
d r i d , 1925, pág. 319.

269
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

desperfectos, y sabemos que hacia el año 1230 fueron repara-


das por mandato del obispo D . Ñ u ñ o 2.
A fines de la época barroca se abrirían en l a muralla cinco
puertas de arco. A l E s t e , l a del S o l ; al N o r t e , la de H i e r r o ; al
Noroeste, la del R e y ; al Oeste, la del Obispo, y al Sur, la de
P o s t i g o , siendo más importantes por l a frecuencia del t r á n -
sito, a l interponerse en el camino de Santiago, l a primera y
la c u a r t a 3.
P a s a d a P u e r t a S o l , el camino — y a convertido en calle —
ascendía hasta l a plazuela donde se hallaba el convento de
San F r a n c i s c o , y a la izquierda, casi al f i n a l i z a r la cuesta, ha-
llábase el hospital de San E s t e b a n , perteneciente a l a cofradía
del m i s m o t í t u l o con antigua sede en B r i m e d a . E r a uno de los
más antiguos de la c i u d a d , remontándose su fundación a los
comienzos de l a segunda m i t a d del siglo X I 4 .
Acogíanse a él, no sólo enfermos, sino t a m b i é n caminantes
y peregrinos % sin que quepa duda alguna sobre su emplaza-
m i e n t o , pues en apeos del siglo X V I se le deslinda entre la calle
de P u e r t a S o l , l a m u r a l l a y el hospital de S a n F e l i z % y de u n
documento del siglo X V se deduce que se hallaba situado
cerca del monasterio de Sant francisco ' ; otros consignan su si-
t u a c i ó n en el camino francés 8. O c u p a b a precisamente parte del
2 M . Gómez M o r e n o : Catálogo M o n u m e n t a l de l a P r o v i n c i a de León, M a -
d r i d , 1925, pág. 320.
3 L a s m e n c i o n a t o d a v í a P . M a d o z en s u D i c c i o n a r i o Geográfico-Estadís-
tico-Histórico de España, t. I I I , M a d r i d , 1847, pág. 55. L a f f i , en el siglo X V I I ,
m e n c i o n a solamente tres: u n a al Oriente, pequeña; otra grande al N o r t e ; por
l a del S u r se entra cuando se llega a l a c i u d a d ; y otra t a m b i é n grande al P o -
niente, por l a que se sale de A s t o r g a (págs. 186-187). Suponemos equivocó
l a orientación de l a segunda, que es l a que debe de corresponder al Oriente;
fué c o n o c i d a con el nombre de P u e r t a de S o l , denominación explicable te-
niendo en cuenta que su v e r d a d e r a orientación era a l Noreste.
4 E n el i n v e n t a r i o de los documentos pertenecientes a este h o s p i t a l ,
hecho en el año de 1589, consta como p r i m e r a escritura u n a donación de terre-
no p a r a su edificación, hecha por el obispo D o n Ordoño en 16 de marzo, sin
expresión del año—por lo menos en el e x t r a c t o del I n v e n t a r i o — , pero t u v o
que ser otorgada entre los años 1062 y 1065, en que fué obispo ( Á n g e l S a n
R o m á n : H i s t o r i a de l a Beneficencia en A s t o r g a , A s t o r g a , 1908, pág. 179).
5 A s í resulta de noticias relativas a los h o s p i t a l i z a d o s en él según docu-
mentos e x a m i n a d o s por A . S a n R o m á n ( O p . cit., pág. 137).
6 I b i d e m , p á g . 136.
7 I b i d e m , pág. 136.
8 I b i d e m , pág. 292 y n o t a 1.

270
J V , X I J I - - U R I A : D E A S T O R G A A P O N F E R R A D A

solar en que h o y se levanta el hospital de las Cinco L l a g a s ,


resultante de l a refundición de otros cinco, en el siglo X V I , y
que t a m b i é n sabemos acogió peregrinos.
U n a vez dentro de l a c i u d a d , éstos debieron de recorrer,
entre otros itinerarios variables con el tiempo y las circunstan-
cias. U n o , más frecuentado y a desde l a baja E d a d M e d i a por
lo menos, i b a por delante de l a fachada poniente de S a n F r a n -
cisco ^—que u n a t r a d i c i ó n considera fundado a raíz del paso del
Santo por A s t o r g a , aunque no existen noticias sobre él hasta
el año 1273 9—, continuando con el nombre de r ú a de las Tyen-
das 10, en dirección a l a actual P l a z a M a y o r . A l poniente de
esta rúa, que más tarde t o m ó el nombre del Santo, h a s t a hoy
conservado, estaba u n a de las dos juderías que los documentos
medievales mencionan en A s t o r g a , con su sinagoga. E s posible
que el antiguo nombre de rúa de las Tyendas fuese debido a
las que los propios judíos pudieron establecer allí " , y t a l vez
los francos, que t a m b i é n encontramos aquí, habitando l a rúa
de su nombre, extramuros de l a urbe 12, y por donde pasaba
la vía per quam vadunt peregrini ad sanctum jacobum, a l Oeste
de la c i u d a d .
Desemboca l a calle de San F r a n c i s c o en la P l a z a M a y o r , y
tal vez recorrieron el m i s m o o m u y parecido itinerario los pe-

9 E l m u n i c i p i o ofreció a los franciscanos terreno p a r a l e v a n t a r iglesia y


casa. E s t a donación de terreno fué c o n f i r m a d a p o r A l f o n s o X , según carta
fechada en B u r g o s en 10 de octubre del año 1273, a u t o r i z a n d o t a m b i é n a los
frailes p a r a que el convento ocupase l a extensión de cinco cubos o torreones
de l a m u r a l l a ( P . S o t e s : O p . cit., págs. 12-13).
10 Ibidem, pág. 13.
11 D e esta j u d e r í a h a y noticias en varios documentos, de las que se de-
duce su e m p l a z a m i e n t o h a c i a S a n B a r t o l o m é , l o m i s m o que el de l a S i n a g o g a ,
j u n t o a l j a r d í n del lado sur de l a c i u d a d ( A . S a n R o m á n : Op. cit., págs. 24-28).
12 P . R o d r í g u e z L ó p e z : Episcopologio Asturicense, t. II, pág. 559 copia
una escritura del A r c h . C a t . de A s t o r g a del año 1173, c a r t a de v e n t a de u n a
casa situada " e x t r a muros c i v i t a t i s A s t o r i c a e i n loco q u i d i c i t u r R ú a de F r a n -
cos et est i t a d e t e r m i n a t a , ex u n a parte de J o a n n e Cebera, ex a l i a p a r t e de
Petro G a l e n d i z , e x t e r t i a p a r t e v i a per q u a m v a d u n t peregrini a d S a n c t u m
J a c o b u m " . N o existiendo en A s t o r g a más puertas en el i t i n e r a r i o de los pere-
grinos que las del S o l al este y l a del Obispo a l oeste, y teniendo en cuenta
que no se conoce d e l lado E s t e n i n g ú n b a r r i o .poblado en l a E d a d M e d i a , n i en
la M o d e r n a , a causa probablemente de las malas condiciones del t e r r e n o , m u y
pendiente por aquella parte, forzoso será a d m i t i r que la r ú a de F r a n c o s , o ex-
tranjeros, se h a l l a b a en el b a r r i o de R e c t i v i a .

271
L A S P E R E G R I N A C I O N E S S A N T I A G O

ANO DE A S T O R G A
ÁRHABjtL OF
RCCTIVIA P u e r l a Sol.
Puerta R e y .
Puerta Hierro.
Puerta Obispo.
—Postigo.
- H o s p i t a l de San Esteban.
— H o s p i t a l de San Feliz.
^ H o s p i t a l de la Cofradía de San Feliz
(antes de Rocamador?).
—Hospital de la Cofradía de Santa Marta.
—Antiguo palaeio episcopal.
—Hospital de San Martín, o de los Zapa-
teros.
Capilla de la Cofradía de Santiago de los
' Pelliteros.
Iglesia de Santa María, catedral y hos-
p i t a l de San J u a n .

A R R A B A L DE
PUEHTAREV

Iji
¥^7 fST/ÍC/ OíJ F.0-

13.—Convento de San Francisco.


14.—Fortaleza o castillo del marqués de As-
torga.
15.—Barrio de los Judíos.
16.—Emplazamiento de la sinagoga (hoy jar-
dín público).
17.—Antigua capilla de la cofradía de San E s -
A r r a b a l de teban, con el patio que los documentos
s?amores
nombran "corral de los romeros".

A - H . — I t i n e r a r i o probable de los peregrinos dentro de l a ciudad.

A . — R ú a de las Tiendas (de Puerta Sol a la que va de Santa María a la fortaleza,


Plaza). y en otros, de Santa María a la Jude-
B.—Plaza Mayor. ría (actual calle de Leoncio Núñez, an-
C — R ú a N o v a (hoy calle de Pío Gullón). tes de la Catedral). Desde ella se salía
D . — " C a l e y a y e r m a " , luego calle de Santiago fuera de murallas por Puerta Obispo al
(hoy se llama su primer trozo calle de arrabal de Rectivía para Valdeviejas.
Santiago Crespo, y el resto, de San- G.—Variante de este trazado, que es el que
tiago). San Román considera itinerario de los
E . — P l a z u e l a de la Laguna (hoy parte fle la peregrinos dentro de la ciudad (pá-
calle de Santa Marta y plaza del In- gina 292).
geniero D. Eduardo Castro). H . — E r a de San Martín, hoy plaza del mismo
F.—Calle que los documentos antiguos dicen nombre.

.272
JY, X I I I . - I R I A : DE ASTORGA A P O N F E R R A D A

regrinos medievales, continuando por la rúa N u e v a — h o y de


pío G u l l o n — a enlazar con la calle de Santiago, p a t r ó n de una
cofradía de pelliteiros en ella establecida13, y , torciendo a la
derecha por esta calle, llegaban hasta l a p l a z a de l a C a t e d r a l .
E s t a creemos nosotros que sería l a r u t a más frecuentada
por los peregrinos y no la propuesta por San R o m á n , desde l a
rúa N u e v a a l a E r a de San M a r t í n y P u e r t a O b i s p o . L o co-
rriente era su v i s i t a a la C a t e d r a l , en las ciudades que exis-
tía. Sabemos por otra parte que era t a m b i é n bastante ge-
neral el establecimiento de hospitales que les acogían en las
proximidades de estos templos. Este sería el p r i m i t i v o destino
del hospital de San J u a n , inmediato a la catedral de A s t o r g a ,
como lo eran los de emplazamiento análogo—por cierto con l a
misma advocación en varias c i u d a d e s — según hemos visto.
E n contra de estas sugerencias, nos parece pierde v a l o r l a d i -
rección del recorrido propuesta por S a n R o m á n , que supone
precisamente u n alejamiento, o por lo menos u n rodeo innece-
sario para ir a l a Catedral.
E x i s t e todavía el h o s p i t a l de San J u a n , casi adosado al p r i -
mer templo de la c i u d a d , y del lado del E v a n g e l i o , siendo l a
mención más antigua que de él se conserva u n a del año 1187,
pues carecemos de datos sobre su fundación, que seguramente se
habrá remontado al siglo X I 1 4 . N o creemos que el de S a n E s -
teban h a y a sido anterior, aunque lo es el p r i m e r documento en
que se n o m b r a 15. E n a b r i l del año 1226, el obispo D . P e d r o I V

18 E l i t i n e r a r i o de los peregrinos por l a r ú a N u e v a resulta claramente


establecido por l a referencia de cierto documento sin f e c h a , pero que sería de
fines del siglo X I I I , a j u z g a r por l a l e t r a , por el que se hace donación de unas
casas " e n R ú a N o v a en n o C a m i n o francés so l a c a n p a n a de ssant b a r t h o l o -
m e y " ( A . S a n R o m á n : O p . cit., págs. 294-296, en l a que copia esta escritura).
14 E l documento más antiguo que conocemos con l a mención d e l h o s p i -
t a l de S a n J u a n es u n a donación de F e r n a n d o I I a V e l a s c o Fernández y su
mujer D . a Teresa González, del año 1187, de u n a casa dentro de l a m u r a l l a
de A s t o r g a , entre cuyos linderos expresa el " t e r m i n u m domus hospitalis
S a n c t i J o h a n n i s " (extracto y copia de una parte del o r i g i n a l en P . R o d r í -
g u e z L ó p e z : Episcopologio Asturicense, t. I I , págs. 567-68). J u l i o G o n z á l e z
(Regesta de Fernando I I , p á g . 512) e x t r a c t a este documento c o n l a fecha
25 de febrero, consignando que se h a l l a en el C a r t u l a r i o de Carracedo, f o l . 228.
15 E n e l i n v e n t a r i o d e e s c r i t u r a s d e l h o s p i t a l d e S a n E s t e b a n , h e c h o e n
e l a ñ o 1 5 8 9 , se m e n c i o n a u n a q u e " e s t a b a . . . e n p e r g a m i n o c o n s u s e l l o d e z e r a
p e n d i e n t e e n c u e r d a s c o l o r a d a s " , f e c h a d o e n 16 de m a r z o , s i n e x p r e s i ó n d e l
año, c o n s i g n a n d o l a d o n a c i ó n q u e el o b i s p o D . O r d o ñ o h i z o de u n t e r r e n o

TOMO II. jg. 273


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G
0

expresa en su testamento que, hallándose para marehar a la


guerra, deja bienes a diferentes iglesias e instituciones, entre
las que n o m b r a el hospital de Astorga, que suponemos sería el de
San J u a n 1 0 . H a y notieia sobre los bienes que poseía en docu-
mentos del siglo X I V " , y sabemos que permaneció en pie
hasta su destrucción por u n incendio en el año de 1756, levan-
tándole renovado sobre el antiguo solar el obispo D . J a v i e r
Sánchez de Cabezón, que t e r m i n ó l a obra en el de 1764 18. U n a
t r a d i c i ó n i n f u n d a d a admite que cuando San Francisco hizo su
viaje a Santiago, hallándose enfermo en A s t o r g a , entró como
pobre en el hospital de San J u a n o en el de San Roque 19.
Desde l a Catedral, y para salir de l a c i u d a d , el camino con-
t i n u a r í a h a c i a P u e r t a Obispo, en dirección a p r o x i m a d a a la
que h o y l l e v a la calle de aquel n o m b r e — h o y de Leoncio N ú -
ñ e z — , o b i e n siguiendo l a de la Portería, paralela a ésta y más
al O r i e n t e , p a r a salir fuera de muros por P u e r t a Obispo a San
P e d r o de A f u e r a y a r r a b a l de R e c t i v i a .
L a i m p o r t a n c i a que l a c i u d a d de A s t o r g a t u v o en los siglos
medios, y su categoría de lugar p r i n c i p a l del camino entre
L e ó n y Santiago, e x p l i c a n los recuerdos que en relación con su
t r á n s i t o se conservan.
Destaca en p r i m e r t é r m i n o el gran número de hospitales que
en l a c i u d a d existían, en su m a y o r parte desde l a E d a d M e d i a .
D e los datos que poseemos resulta que sólo Burgos aventajaba
ligeramente a A s t o r g a en la relación de veinticinco a veintidós.
B i e n es v e r d a d que l a m a y o r parte fueron establecidos en
beneficio de las cofradías, lo mismo que en B u r g o s , y que no se
pueden relacionar todos en l a m i s m a forma con las peregrina-
ciones, como alguna vez se ha hecho. Pero como sabemos que
a veces acogían romeros 20, aunque en menor número que los

p a r a c o n s t r u i r el h o s p i t a l (A. S a n R o m á n : O p . cit., pág. 179). Como D . O r -


doño fué obispo de A s t o r g a de 1062 a 1065, entre estos años t u v o que ser otor-
gada l a e s c r i t u r a a que nos referimos.
16 R i s c o : E . S . , t. X V I , pág. 230.
17 A . S a n R o m á n : O p . cit., p á g . 93. A l siglo X I V atribuye G . M o r e n o
u n a i m a g e n de S a n t a n a con l a V i r g e n y el N i ñ o existente en este hospital
(Catálogo, p á g . 339).
18 R i s c o : E . S . X V I , 314. P . R o d r í g u e z L ó p e z : Episcopologio A s t u r i -
cense, t. V , págs. 43-44.
19 P . F r . J a c o b o d e C a s t r o : Á r b o l Cronológico, pág. 16.
20 Véase lo que sobre esto decimos en el v o l . I, pág. 345.

274
j y , x i i i - - u ría: de a s t o r g a a ponferrada
hospitales a ellos preferentemente dedicados, precisamos te-
nerlos en cuenta.
Creemos h a y a sido el más i m p o r t a n t e p a r a los peregrinos
el de San J u a n , y es del m a y o r interés a este respecto l a n o t i -
cia que apunta L a f f i , en la segunda m i t a d del siglo X V I I , al
pasar por A s t o r g a , diciendo que, a mano izquierda de l a Cate--
dral, está el hospital "done fanno gran carita a l l i P e l l e g r i n i " 21.
Esta noticia v a de acuerdo con lo que dice M a n i e r en 1726,
pues no debemos interpretar l a simple mención que de él hace
con estas palabras: " i l y avait u n pelerin de m o r t a r h o p i t a l " 22,
sino en el sentido de que el verdadero hospital de peregrinos
era éste.
E n cuanto a los establecidos por las cofradías, parece ser
que los que les acogían eran principalmente los de S a n t a M a r -
ta, San F e l i z y San E s t e b a n , t a l vez por ser los primeros que se
encontraban en la c i u d a d y a mano i z q u i e r d a de la P u e r t a Sol23.
Como al referirnos a las cofradías en el capítulo dedicado
a la hospitalidad tratamos de las de A s t o r g a , no hemos de i n -
sistir aquí nuevamente sobre ellas. Solamente recordaremos
que había dos, con advocaciones de santuarios extranjeros,
como lo eran l a de Santa María de R o c a m a d o r , c u y a devoción
debieron de t r a n s m i t i r los navarros a C a s t i l l a y L e ó n 2% y la
de Santo Tomás de Cantorbery, en el a r r a b a l de R e c t i v i a , del
lado occidental y fuera de los muros de l a c i u d a d . A u n q u e
desconocemos l a fecha de fundación de l a p r i m e r a de estas co-

21 V i a g g i o , pág. 187.
22 B a r ó n d e B o w n a u l t , pág. 68.
23 A . S a n R o m á n : O p . cit., pág. 310.
24 U n o de los más antiguos de España entre los que l l e v a n esta a d v o c a -
ción era el de S a l a m a n c a , f u n d a d o al m i s m o t i e m p o que u n a cofradía, h a c i a
el año 1120, por los navarros que v i n i e r o n a C a s t i l l a con A l f o n s o I e l B a t a l l a -
dor. L a devoción a N u e s t r a Señora de R o c a m a d o r sería p r o p a g a d a p r i m e r o
en N a v a r r a , pasando luego a C a s t i l l a y L e ó n , donde arraigó al e x t r e m o de
que algunos monarcas otorgaron donaciones a aquel santuario. A l f o n s o I X ,
hallándose en M a n s i l l a , d i o , en 27 de m a r z o del año 1224 a N u e s t r a Señora
de R o c a m a d o r , l a heredad de S a n R o m á n ( B e r g a n z a : Antigüedades de E s p a ñ a ,
t. II, pág. 478, y J u l i o G o n z á l e z : A l f o n s o I X , t. I I , pág. 553, n ú m . 439).
Cítase o t r a otorgada por el p r o p i o m o n a r c a a l m i s m o santuario de v a r i a s tie-
rras en F o r n e l l a s y O r b a n e j a ; pero l a fecha asignada a esta donación (1181)
es equivocada, y a que aquel m o n a r c a no comenzó a reinar h a s t a el año 1188.
(A. S a n R o m á n : O p . cit., p á g . 14), N o hemos logrado i d e n t i f i c a r el solar en
que se h a l l a b a emplazado el h o s p i t a l de R o c a m a d o r en A s t o r g a .

• 275
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T 1 A G

Csm* eíefe Benavente

S a l i d a de A s t o r g a , según el p l a n o levantado en 1809 p o r el general Santocildes.

1.—Puerta del Obispo. 4 . — A r r a b a l de R e t t i v i a .


2.—Catedral. 5 . — E r m i t a del Ecce H o m o .
3.—Palacio del Marqués o castillo arrui- 6 . — E r m i t a de San Lázaro (demolida),
nado. 7.—Valdeviejas.

fradías y el documento más antiguo que l a n o m b r a corresponde


al año 1310, p u d o tener antecedentes más lejanos, que si se re-
montasen a l siglo X I I habría que interpretar como posible prue-
b a de que lo mismo l a cofradía que su hospital fueron una
mera creación de los francos astorganos, dado el origen francés
de aquella devoción.
L a devoción a Santo Tomás de C a n t o r b e r y fué introducida
en A s t o r g a , a poco de su m a r t i r i o , p o r el canónigo de aquella
iglesia, D . P e d r o F r a n c o , que t u v o l a fortuna de ser uno de

276
J Y , X I I I . - U R I A : DE A S T O R G A A P O N F E R R A D A

¡os familiares del m á r t i r . I n s t i t u y ó D . Pedro u n a festividad


en memoria suya 25 y fundó además u n hospital con su advo-
cación extramuros de la ciudad,- ante la P u e r t a O b i s p o — e s
decir, j u n t o a l a rúa de los Francos—•, al cual concedió A l -
fonso I X u n privilegio, tomándole bajo su encomienda y am-
paro y decretando su i n m u n i d a d con severas penas 26.
A fines del siglo X V I I I contaba A s t o r g a con cuatro parro-
quias. L a de Santa María, hijuela de l a C a t e d r a l , con el anexo de
Santa C o l o m b a ; la de S a n B a r t o l o m é , de u n a sola n a v e , con
antigua espadaña en el testero, que parece anterior al si-
glo X I I 27, y u n a torre, a los pies, del siglo X I I I , habiendo su-
frido agregaciones y renovaciones en los siglos X V I y X V I I I 2 8 ;
la de S a n Julián^—con el anexo de San M i g u e l — , de c u y a obra ro-
mánica no queda más que u n a pequeña p o r t a d a , siendo el resto
posterior, con excepción de u n a imagen de l a V i r g e n con el
Niño en brazos, del siglo X I V , que se conserva en su interior 2 %
y, por ú l t i m o , l a de S a n Andrés. A ellas podríamos agregar
otras varias iglesias y capillas.
Existían cuatro conventos. E l de San F r a n c i s c o , en el que
existen vestigios góticos 30; el de Santo D o m i n g o , antes t i t u l a d o
de San D i c t i n o , remontando al siglo X 31, y desde el año 1480
convento de D o m i n i c o s traídos entonces por el marqués de
Astorga, D . P e d r o Osorio32; el de Sancti S p i r i t u s , antiguamente
de beatas sin clausura, y desde el siglo X V I de religiosas de l a
Orden Tercera; y el de Santa Clara, fuera de l a c i u d a d , que
aún conserva vestigios de l a obra m e d i e v a l , de época posterior
a la de San Francisco 83.

25 F l ó r e z : E . S . X V I , 223 y 495, con referencia a documento o noticia


del año 1195, que le fué e n v i a d a por el archivero y notario apostólico de aque-
lla iglesia. P . R o d r í g u e z : Episcopologio Asturicense, t. I I , pág. 574.
26 F l ó r e z : Loe. cit.
27 M . Gómez M o r e n o : Catálogo, pág. 338.
28 Ibidem, pág. 339.
29 Ibidem, p á g . 337.
30 E l P . Sotes trae noticias documentales r e l a t i v a s a l a fábrica de l a iglesia
y del convento en varios pasajes de las págs. 14 a 48 de su obra. M . Gómez
M o r e n o : Catálogo, pág. 338, hace u n a breve y concisa descripción arqueoló-
gica del convento.
31 F l ó r e z : E . S . X V I , 66 y 84.
32 Ibidem.
33 M . Gómez M o r e n o : O p . cit., pág. 338.

277
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Como en las demás ciudades del eamino, hay en Astorga


varias imágenes del Santo P a t r ó n . Solamente la Catedral cuen-
t a con cuatro: u n a en l a fachada p r i n c i p a l , rematando la horna-
cina que cobija l a imagen de l a Asunción, vestido de peregrino
con ancho sombrero y bordón en la diestra, bien visible, a pesar
de su exiguo tamaño. Dentro del templo podemos ver la que talló
Becerra para el altar m a y o r , entre el grupo de Apóstoles, la que
h a y en el testero de l a sillería de coro y , por último—aunque
m o d e r n a — , otra en el altar a él dedicado en l a nave del po-
niente.

Saliendo de l a ciudad hacia Ponferrada por P u e r t a Obispo,


pasaba el camino por el barrio de R e c t i v i a , donde se halla la
capilla de San Pedro de Afuera—advocación y emplazamiento
que recuerdan a la del mismo nombre en C o m p o s t e l a — , que
debió de pertener a la cofradía del mismo t í t u l o , y t a l vez la de
N u e s t r a Señora de R o c a m a d o r , aunque, como y a hemos dicho,
no h a y seguridad sobre su emplazamiento. Con el mismo tra-
zado que la actual carretera de M a d r i d a L a Coruña, continuaba
hasta las ventas de Peñicas, desde donde descendía para entrar
en V a l d e v i e j a s . E n el plano de Santocildes puede observarse el
p u n t o de bifurcación entre los itinerarios de Galicia y de F o n -
cebadón, según aparecen en él rotulados (v. pág. 276).
E n V a l d e v i e j a s , situado u n k i l ó m e t r o a l poniente de A s -
torga aproximadamente, existía u n hospital llamado en el si-
glo X V de Sancha Pérez, sin duda por el nombre de su funda-
d o r a — d a d o en fecha que desconocemos—; pero en 1481 perte-
necía a la cofradía de los Mártires, a la que t a l vez lo habría
donado aquella señoraSi. E n deslindes de heredades de este
h o s p i t a l , hechos en 1488, consta que u n a confinaba con el
camino francés, y es probable que sea el mismo estableci-
miento a que se refieren escrituras del siglo X V I 3 S .
Desde Valdeviejas continuaba el camino hasta Murías de
R e c h i v a l d o , pequeña aldea de l a que acompañamos fotografía
aérea, en la que se percibe la diferencia entre los trazados del an-
tiguo camino y la carretera a c t u a l , aquél bordeado por ambos
lados de casas a todo lo largo de su recorrido, y el emplazamiento

34 A . S a n R o m á n : Op. cit., págs. 82-84.


35 C o n s t a este deslinde en u n apeo de bienes pertenecientes a dicha co-
f r a d í a , hecho en 5 de febrero del año 1488 ( I b i d . , p á g . 83).

278
IV, x i i i . - u r i a : de a s t o r g a a ponferrada
de la iglesia p a r r o q u i a l a la i z q u i e r d a , marchando h a c i a Fonce-
badón. Cerca de dos kilómetros más allá, y pasando antes el
Gerga—afluente del Tuerto—sobre u n viejo puente, probable-
mente medieval, se llega a Santa C a t a l i n a después de subir u n a
regular pendiente. E s t e pequeño lugar tenía t a m b i é n h o s p i t a l
según referencia que consideramos fidedigna36.
De S a n t a C a t a l i n a a E l Ganso v a el camino ondulando con
un recorrido de unos cuatro kilómetros a p r o x i m a d a m e n t e , y en
E l Ganso existían u n hospital y u n monasterio. D e l p r i m e r o nos
queda noticia de haber sido donado por el presbítero M i g u e l
J u a n a los canónigos de A s t o r g a hacia el año 1142 37; pero pos-
teriormente se h a l l a b a , al parecer, bajo l a dependencia de las
monjas premonstratenses de Santa María de V i l l o r í a de Orbigo,
y el monasterio pertenecía a l de A g u i l a r de Campoó, de l a mis-
ma O r d e n , según v o l u n t a d de su fundador en 1243 38.
Desde E l Ganso se asciende hacia el Oeste, con recorrido de
unos echo kilómetros, hasta R a b a n a l del C a m i n o , donde exis-
tía casa de Templarios a comienzos del siglo X I I ^ que t a l
vez estuvo adosada a l a iglesia p a r r o q u i a l románica del mismo
siglo, y calificada de ejemplar único por su escuela en el romá-
nico leonés. Así lo hace sospechar u n a pequeña p o r t a d a que
daba acceso a la sacristía, de arco de medio punto ornado de
grueso baquetón, presentando l a anomalía de a p o y a r , por el
lado izquierdo, directamente sobre el m u r o , mientras que por
el derecho descansa sobre columna de basa ática y c a p i t e l có-
nico ornado con hojas 40.
De R a b a n a l a Foncebadón h a y u n a subida bastante pen-

36 A . S a n R o m á n ( O p . cit.,rpág. 293) da l a n o t i c i a sin consignar l a fuente;


pero nos parece suficientemente autorizado p a r a que podamos considerarla
como f i d e d i g n a . . '
37 F l ó r e z : E . S . , X V I , págs. 205-6.
38 M a n u e l F e r n á n d e z N ú ñ e z ( A p u n t e s p a r a l a H i s t o r i a del partido de
L a Bañeza, 1919, p a g . 90) a f i r m a que el h o s p i t a l era feudatario d e l convento
de V i l l o r í a , y que el monasterio fué f u n d a d o p o r R o d r i g o Fernández de V a l -
d u e r n a , según c a r t a otorgada en el año de 1243, encomendándose más tarde
a los premonstratenses sujetos al a b a d de A g u i l a r de Campoó, d o n d e existía
otro de l a m i s m a regla.
39 C o n s t a b a esta n o t i c i a en l a escritura n ú m . 225, del año 1204 ó 1205,
según P . R o d r í g u e z L ó p e z : Episcopologio Asturicense, t. I I , pág. 248 y n o t a 1.
40 J . M . L u e n g o : Fortalezas militares leonesas: E l castillo de P o n f e r r a d a ,
L e ó n , 1929, pág. 175 y n o t a 3.

279
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

diente, de otros ocho kilómetros de trayecto, contemplándose


desde este lugar un bello p a n o r a m a a l E s t e . Hállase Fonceba-
don en l a vertiente o r i e n t a l , y no lejos de la cumbre de la mon-
taña denominada desde m u y antiguo " M o n t e Irago". E n 1554
contaba con quince vecinos, y pasaba por estar tan bien abaste-
cido como Rabanal41.
E n el siglo X convocó R a m i r o II u n concilio en Monte Ira-
go, debiendo suponer nosotros que lo sería en algún monaste-
rio o lugar poblado, que silencia el documento que esto refie-
re 42. E l P . Flórez lo reduce al que en su tiempo se llamaba
P u e r t o de R a b a n a l , a l sur de Foncebadón, advirtiendo que a
veces se decía t a m b i é n S a n S a l v a d o r de Irago, por ser común este
nombre a la m o n t a ñ a de los dos puertos 43. E s t a montaña i n
confinio bergidense presenta h o y u n aspecto desolado, sin que
aparte de unas tierras de labor próximas al lugar de Fonceba-
dón, h a y a en ella otra cosa que pastizales. E n u n punto c u y a
localización no podemos precisar existía u n a iglesia dedicada
a San S a l v a d o r , probablemente y a en el siglo X I 4 4 , de la cual
se dice en otro del X I I que "está sita en el Monte Irago, con la
alberguería que h a y en el paraje vulgarmente llamado Fons-
sabatón" 45. E s t a denominación de paraje parece i n d i c a r que
allí no había poblado alguno.
T a m b i é n se n o m b r a en otro documento del mismo siglo la
iglesia de San Salvador de M o n t e Irago, con su alberguería de
Foncebadón, palabras éstas que acaso significan su dependen-
cia de aquella iglesia 4'i. P o r si fuera poco t a l v a r i e d a d de deno-

41 M e m o r i a l de las provisiones que se h i c i e r o n para el camino de Astorga


a L a Coruña con m o t i v o del viaje de S. S. el Príncipe D o n F e l i p e , año 1554
( B o l . de l a R . A . G . , t. I I I , pág. 141).
42 F l ó r e z : E . S . , X V I , pág. 438 de los apéndices: Concilio de 1 de sep-
t i e m b r e del año 946: " M o n a s t e r i i sanctae M a r i a e , q u o d s i t u m est j u x t a r i v u -
l u m q u e m v o c a n t T a b l a t e l l o sub M o n t e Irago, i n confinio V e r g i d e n s e . "
43 I b i d e m , pág. 60.
44 E l p r i v i l e g i o que A l f o n s o V I concedió a esta alberguería ( A . S a n R o -
m á n : C o p i a t r a d u c i d a por el Secretario del Consejo de S. M . , D o n Felipe Sa-
maniego, en 19 de octubre de 1790, págs. 297-299) l l e v a l a fecha del año 1103^
debiendo suponer nosotros que fué e d i f i c a d a algunos años antes, por lo menos.
46 I b i d e m , p á g . 297.
40 P r i v i l e g i o concedido por F e r n a n d o II en B e n a v e n t e , a 8 de m a y o del
año 1180, i n c l u i d o en l a c o n f i r m a c i ó n de F e r n a n d o I I I ; copia t r a d . por D . F e -
lipe Samaniego en 1790 ( A . S a n R o m á n : Op. cit., pág. 303).

280
I V , X I I I . - U R I A : D E A S T O R G A A P O N F E R R A D A

minaciones, en escritura del año 1135 encontramos mencionada


la iglesia de l a alberguería de Irago*7; en 1136, l a del convento
de Irago 4S; en 1167, el hospital de Santa M a r í a de Foncehadón 49,
y, por ú l t i m o , en 1188, el hospital de S a n J u a n de Irago 60.
Tenemos, por consiguiente, una iglesia de San S a l v a d o r en
el monte Irago, u n a alberguería de Foncehadón, u n h o s p i t a l
de Santa María de Foncehadón, u n h o s p i t a l de San J u a n de
Irago, u n convento de Irago y , por ú l t i m o , u n a iglesia de l a
alberguería de Irago.
¿A qué v a r i e d a d de edificaciones corresponderían estos
nombres? Nosotros, creemos que a dos o a tres. U n a sería el hos-
pital, acaso denominado de S a n J u a n ; o t r a , el templo de San
Salvador, y o t r a , la iglesia o capilla de S a n t a María, que debía
de hallarse p r ó x i m a a l h o s p i t a l , a no ser que l a advocación de
Santa María correspondiese al mismo h o s p i t a l , en c u y o caso
sólo dos edificios debemos suponer que existían. L a p a l a b r a
convento acaso fué a p l i c a d a t a m b i é n a este ú l t i m o , pues de m o -
nasterios en aquella m o n t a ñ a no conocemos n a d a en l a biblio-
grafía n i en los documentos, y , por otra parte, no parece pro-
bable—aunque no sería i m p o s i b l e — q u e en aquellas alturas se
fuera a emplazar monasterio alguno 51.
E l lugar de Foncehadón no habrá existido como p o b l a d o
hasta que, fundado el h o s p i t a l , i r í a n estableciéndose en sus i n -
mediaciones algunas casas. Su aspecto actual es el de u n a mise-
rable aldea, en que se v e n algunas viviendas con techumbre de
paja. Algunos metros más al Noroeste hemos reconocido parte
de u n lienzo de pared, de r u d a sillería, que sus naturales dicen
por t r a d i c i ó n haber pertenecido a u n convento.

47 A r c h . C a t . de A s t o r g a , n ú m . 295 de p a r t i c u l a r e s . P . R o d r í g u e z L ó p e z :
Episcopologio Asturicense, t. II, p a g . 193.
48 Ibidem.
49 P r i v i l e g i o de F e r n a n d o II a Foncehadón, otorgado en M a l o g r a d o a
24 de noviembre d e l año 1167 (copia t r a d u c i d a por S a m a n i e g o , A . S a n R o -
mán: Op. cit., págs. 300-301).
50 C o n f i r m a c i ó n otorgada por A l f o n s o I X a l a iglesia de A s t o r g a , de sus
heredades. P u h l . en R i s c o : É . S i , X V I , 492 de los apéndices, y J u l i o G o n z á -
l e z : Alfonso I X , t. II, n ú m . 4.
61 H e m o s de insistir en que estas reducciones son hipotéticas, sin que
podamos asegurar que todas son acertadas. E s , entre ellas, más d u d o s a l a
identificación del h o s p i t a l de S a n t a M a r í a , m e n c i o n a d o en 1167, c o n el de
San J u a n de Irago, mencionado en 1188. ¿Eran dos hospitales diferentes?

281
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G q

E s i n s t r u c t i v a sobre la situación de Foncebadón l a foto-


grafía aérea que publicamos entre las láminas. Está tomada de
manera que el espectador contempla cara al Occidente la ca-
rretera y senderos que conducen a R a b a n a l y otras partes, cru-
zándose aquélla con el camino viejo poco antes de llegar al pue-
blo. Se observa que este ú l t i m o le atravesaba, mientras l a mo-
derna v í a sólo lo hace en parte. Pasado el pueblo, percíbense
en p r i m e r término las lomas que enlazan la ladera con el alto
de l a Cruz de Ferro, de la que luego hablaremos. Y entre estas
lomas y el pueblo se ve claramente, con l u p a , u n cercado de
muro bajo, rematado en uno de sus ángulos por el lienzo de
pared m u t i l a d o , con apariencia de campanario—aunque po-
dría tratarse de u n v e n t a n a l del edificio a que perteneció—,
que, como hemos dicho, consideran los vecinos de Foncebadón
vestigio de u n antiguo convento. ¿Serán estas ruinas las del
hospital?

E n lo más alto de l a senda o camino que conduce a Manja-


r í n - ^ d i v i s o r i a entre los términos de A s t o r g a y del B i e r z o — h a y
u n gran m o n t ó n de piedras de aspecto cónico, en cuyo vértice
aparece h i n c a d a u n asta de palo de unos cinco metros de altura,
a los que hay que añadir metro y medio que mide l a cruz de
hierro en ella encajada. L a s piedras que amontonadas sujetan
este p r i m i t i v o crucero, eran colocadas por los segadores galle-
gos que pasaban a C a s t i l l a por vez p r i m e r a , siguiendo una cos-
t u m b r e de abolengo pagano 52. A l l í sigue todavía h o y como
r e l i q u i a venerable de las antiguas peregrinaciones a Santiago,
desafiando l a intemperie y los siglos, a pesar de su endeble con-
t e x t u r a , contrastando su permanencia con l a r u i n a de tantas
construcciones ingentes como desaparecieron en todas partes 53.
L a a l t i t u d de aquel paraje, a 1.490 metros sobre el n i v e l
del m a r , fácilmente permite l a acumulación de nieve, que dura
allí varios meses. Según t r a d i c i ó n recogida en el lugar del

52 Y a D . P e d r o de A l b a se f i j ó en estos montones de piedra formados por


las que los caminantes depositaban a su paso en diferentes comarcas, llamán-
dolos " M o n t e s de M e r c u r i o " ; pero l a costumbre debió de ser anterior a l a ro-
m a n i z a c i ó n (vid. su Diseño de Geografía e H i s t o r i a de l a P r o v i n c i a y Obispado
de León, L e ó n , V i u d a e H i j o s de M i ñ ó n , 1855, págs. 86-87.
63 H a c e y a cerca de veinte años se había caído, siendo levantado de
nuevo p o r u n p a r t i c u l a r , según referencia d e l párroco de M o l i n a s e c a . E l caso
h a b r á tenido antecedentes a través de los siglos.

282
IV, x i n . - u r i a : de a s t o r g a a p o n f e r r a d a

A c e b o — a l oeste de M a n j a r í n — , y que al parecer se comprueba


clocumentalmente, sus vecinos estuvieron exentos de todo t r i -
buto, a cambio de l a obligación que tenían de colocar ocho-
cientas estacas que indicasen el camino a los pasajeros, y fun-
daron allí u n a alberguería 64.
Debía de haber transcurrido y a algún tiempo desde que se
fundó la alberguería de Foncebadón hasta el año 1103, en que
el rey D o n Alfonso V I le señaló los términos del coto con cru-
ces, concediéndole privilegio de i n m u n i d a d a ella y a los que
la sirviesen, lo mismo que a los servidores de la iglesia de San
Salvador—que está en el monte Irago—. D i c e el R e y en esta
escritura, que concede lo antedicho con el consentimiento de l a
reina Doña Isabel, su mujer, " y a súplica del hermitaño G a u -
celmo", y " p a r a que se empleen los que v i v e n en ellas—iglesia
y alberguería—en servir a Dios y en hospedar a los pobres ro-
meros, o sea, peregrinos", añadiendo que del coto señalado h a
de reconocerse por señor a dicho ermitaño G a u c e l m o , y no
a n i n g ú n otro de l a tierra 55. E l propio Gaucelmo cedió en
1106 l a iglesia y el lugar a l a de A s t o r g a 56.
T a m b i é n F e r n a n d o II de León concedió i n m u n i d a d y exen-
ción de "todo género de t r i b u t o y c o n t r i b u c i ó n real a los po-
bres del hospital de Santa María de Fuencebadón" y a todos
sus vasallos, hallándose en M a l o grato, en 24 de noviembre del
año 1167 57. E n fechas anteriores y posteriores a l a de este p r i -
vilegio recibió numerosos bienes, según documentos de los que
tenemos referencias 58; pero muchos más se debieron perder,

54 C i m a y V i n e n t : Excursiones por l a p r o v i n c i a de León, M a d r i d , 1909.


J . L ó p e z S o l e r (Peregrinaciones. Caminos peregrinos. Santiago de Compos-
•tela. P u b l . de l a R . S. Geográfica, M a d r i d , 1943, pág. 104) dice que: " E n A c e b o
había u n a hospedería f u n d a d a por los vecinos en compensación a las exac-
ciones que en 1487 les concedieron los Reyes Católicos, imponiéndoles como
obligación h i n c a r cuatrocientos palos en el camino que unía a esa hospedería
con l a alberguería de G a u c e l m o , a l objeto de que p u d i e r a n s e r v i r de guía a
los peregrinos y c a m i n a n t e s , en las épocas en que las nieves borrasen el t r a z a d o
del c a m i n o ; esos privilegios fueron c o n f i r m a d o s por Carlos I, F e l i p e I I , F e l i -
pe I I I , F e l i p e I V y Carlos II." N o hemos tenido ocasión de e x a m i n a r este do-
cumento.
65 V i d . n o t a 44.
56 F l ó r e z : E . S . , X V I , 59.
67 A . S a n R o m á n : O p . cit., págs. 300-302.
68 Son éstos: U n a c a r t a de foro otorgada en 16 de m a r z o de 1162 por el
•abad de Foncebadón, D . Ñ u ñ o , c o n consentimiento d e l cabildo de A s t o r g a ,

283
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

o se hallarán en archivos que desconocemos, pues su dotación


debió de llegar a ser cuantiosa o i m p o r t a n t e , y esto justificaría
que uno de los capitulares del cabildo de A s t o r g a se denomi-
nase A b a d de Foncebadón. E n 1195 era administrador de su
h o s p i t a l el deán de aquella iglesia, D . P e l a y o 5!), que en 1210
se i n t i t u l a b a abad de aquel lugar, y que, a pesar de haber sido
electo obispo de Mondoñedo, seguía gozando aquella abadía 60.
D a d a su situación, l a alberguería de Foncebadón presenta
alguna semejanza, en cuanto a los servicios que debió de pres-
tar, a las de Roncesvalles, A r b a s y Cebrero, como ella en los
puertos de m o n t a ñ a sometidos a l a inclemencia de los tempora-
les y a l rigor de las nieves.
N o lejos existía otro hospital llamado de V a l t e j a d a , que
fundó cierto E s t e b a n Yáñez, donándolo al gobierno de la igle-
sia de A s t o r g a no sabemos cuándo, t a l vez en l a E d a d Media eit
Después de l a Cruz de F e r r o continúa el camino bajando en
dando en c a l i d a d de t a l l a heredad que d i c h a alberguería tenía en B o e z a
en el l u g a r de V a l v e r d e , l a que se d e t e r m i n a de u n a p a r t e con M a t i e l l a (hoy
M a t a c h a n a ) , de otra Castropodame y de o t r a A l m á z c a r a , con l a obligación
de l a b r a r l a , p o b l a r l a y c u l t i v a r l a , y l a de pagar l a décima de todo a l a misma
alberguería, a condición de que, cuando muriese García P e t r i z — a quien se
a f o r ó — , hubiese de v o l v e r a ella con todo su haber, l a b o r y ganado que a l l í
hubiese, y además, de los bienes del sobredicho García se había de dar u n
buen caballo o u n a buena m u í a o u n a heredad ( v i d . R o d r í g u e z L ó p e z : E p i s -
copologio Asturicense, t. I I , págs. 218-219). E n 1163, y en A g o s t o , el rey
D o n F e r n a n d o I I , hallándose en M o r a t i n o s , hizo donación al hospital de
Foncebadón de l a heredad de Q u i n t a n a y Q u i n t a n i l l a , en M a n r u b i o . E s c r i t . 90,
cit. p o r P . R o d r í g u e z L ó p e z : Episcopologio Asturicense, pág. 216.
58 E n 14 de j u l i o de 1195 t u v o lugar u n convenio celebrado por D o n P e -
l a y o , deán de A s t o r g a y a d m i n i s t r a d o r del h o s p i t a l de Foncebadón, con J u a n
P e l a g i , que había donado a dicho establecimiento l a m i t a d de los bienes que
tenía en B e n a v e n t e ( P . R o d r í g u e z L ó p e z : Episcopologio Asturicense, t. I I ,
págs. 246-247).
60 A u t o r i z a n cierta declaración de los edificadores de l a iglesia de San Sal-
v a d o r , de B e n a v e n t e , hecha en noviembre de 1210, entre otros, D . P e l a y o ,
obispo de Mondoñedo, que seguía gozando de l a abadía de Foncebadón, como
lo había hecho cuando era deán de A s t o r g a , según se consignaba en escrituras
de su t i e m p o , en las que se lee: " P e l a g i u s E p i s c o p u s M i n d o n i e n s i s , tenente
F o n c e b a d ó n " y " P e l a g i u s , D e c a n u s A s t o r i c e n s i s , tenente F o n c e b a d ó n " ( P . R o -
d r í g u e z L ó p e z : Op. cit., t. I I , pág. 258). E n el testamento del obispo de A s -
t o r g a , D . P e d r o Fernández, del año 1264, dice haber sido deán de l a m i s m a
iglesia y tesorero del h o s p i t a l de Foncebadón ( I b i d . , págs. 273-74). E l docu-
mento, citado t a m b i é n por Flórez, es sospechoso en cuanto a l a fecha.
61 F l ó r e z : E . S . , X V I , 59.

284
IV, x i i i . - U R i a: de astorga a ponferrada
rápida pendiente, que zigzaguea, al lugar de M a n j a r í n , del que
poseemos u n a fotografía aérea que el. lector puede contem-
plar en la lámina X C I X . A l l á en u n rellano y al fondo del valle,
pero más alto que l o s que le suceden hacia abajo, hállase
el pueblo con su típica fisonomía p r o p i a de las aldeas de la
montaña del B i e r z o , sudoeste de A s t u r i a s y sudeste de L u g o .
Con sus casas de techumbre de p a j a , agrupadas a ambos lados
del camino. A pesar de su aspecto misérrimo t u v o t a m b i é n su
hospital, según se desprende de unas cuentas pertenecientes a
la cofradía de San E s t e b a n de A s t o r g a del año 1534 62, siéndo-
nos desconocida la fecha de su fundación.

. Como a dos kilómetros al sudoeste de M a n j a r í n hállase L a b o r


de R e y , y t a n sobre l a vertiente, que parece como si las casas
estuviesen colgadas. U n a t r a d i c i ó n asegura que, pasando u n rey
en peregrinación a Santiago, acercóse con su caballo más de lo
debido a aquellos despeñaderos, por los que rodaron caballo y
caballero, siendo verdadero milagro que saliese sólo contusio-
nado del accidente; u n a vieja que presenciaba la escena exclamó
al observar el suceso: "¡Qué labor de r e y ! " , quedándole desde
entonces este nombre a l pueblo. Se t r a t a de una simple etimolo-
gía popular, no m u y afortunada por cierto y que t a l vez no es
m u y antigua 63.
E l camino continúa hacia el Oeste, cortando los riachuelos
que vierten a l Carracedo y después de pasar por el lugar del
Acebo, donde t a m b i é n queda memoria de haber habido hospi-
t a l <i4, con r u m b o a l N o r t e sigue a R i e g o de A m b r ó s , que per-
tenecía y a a l a iglesia de A s t o r g a en el siglo X I I 63. Descen-
díase luego por l a margen derecha de otro afluente del B o e z a ,
hasta M o l i n a s e c a , lugar el más i m p o r t a n t e de cuantos venimos
mencionando a p a r t i r de A s t o r g a , a c u y a iglesia pertenecía l a
m i t a d por donación que de ella le hizo l a condesa D.a E l v i r a
Osoriz en 1173 c6. E n 1192 l i t i g ó l a sede astorgana esta pro-

62 Se n o m b r a en u n a cuenta del año 1534, como perteneciente a l a cofra-


día de S a n E s t e b a n , de A s t o r g a ( A . S a n R o m á n : O p . cit., pág. 289).
63 L o recoge C i r i a V i n e n t en l a conferencia c i t a d a .
04 A . S a n R o m á n , p á g . 293 y n o t a 54.
65 Fué cedido a esta iglesia por F e r n a n d o II de L e ó n , según c a r t a otor-
gada en S a l a m a n c a en j u n i o del año 1168, j u n t a m e n t e con el h o s p i t a l de S a n
J u a n de U v a g o ( J . G o n z á l e z : Regesta de F e r n a n d o I I , pág. 408).
66 F l ó r e z : X V I , p á g . 217.

285
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A g q

piedad con la condesa D.a María P o n c e , quien acabó cediéndo-


sela 67. L a misma iglesia compartía l a jurisdicción de este luear
con los monasterios de Carrizo y Carracedo 68. Tiene hoy una,
p a r r o q u i a l con t í t u l o de S a n Nicolás, y dos ermitas: l a de las
A n g u s t i a s y l a de San R o q u e . H a c i a el año 1512 fundó allí u n
h o s p i t a l el prelado asturicense D . Sancho de Acebes 6% que to-
davía existía a mediados del pasado siglo, aunque deteriora-
do 70. T a l vez servía al mismo f i n la "casa de M o l i n a " , mencio-
nada en 1188 como perteneciente a l a iglesia de Astorga 71.

D e A s t o r g a a P o n f e r r a d a por el puerto de M a n z a n a l . ,

P o d e m o s decir que este itinerario fué menos frecuentado


que el que pasaba por Foncebadón, pues las noticias que nos
h a n t r a s m i t i d o los propios peregrinos al referirse a él, así nos
lo c o n f i r m a n con sólo u n a excepción.
H e r m á n K ü n i g les aconseja al llegar a A s t o r g a que no si-
gan el camino que v a por Foncebadón con estas palabras: " L l e -
gas a A s t o r g a , pero si quieres seguir mis enseñanzas te dirigirás
a m a n o derecha. A l l í no te arriesgas a pasar montaña alguna,
pues a l f i n todas están a l a i z q u i e r d a . T e aconsejo que te guar-
des de " R a b a n e l " (Rabanal). E n este camino llegas pronto a
" B o n f o r a t " (Ponferrada). A l l í preguntas luego por " S a n M a u r í n "
(Santa M a r i n a ) . Y deja quedar a A s t o r g a a tres millas en la
mano derecha, entonces encuentras como u n pueblo en otro.
Y tienes b u e n a gente y v i a j a r seguro y dan voluntarios vino
y p a n " 72. L a forma confusa en que K ü n i g da estos consejos,

67 F l ó r e z : X V I , pág. 222.
68 E n el año 1193 concurrieron a M o l i n a s e c a el obispo de A s t o r g a D . L o p e ,
y l a abadesa de C a r r i z o , D.a Teresa, como señores de l a v i l l a , acordando las
ordenanzas p o r las que había de gobernarse ( T u m b o de A s t o r g a , n ú m . 694,
cit. p o r F l ó r e z : E . S . , X V I , 59).
69 A u n q u e fué Obispo desde 1501 a 1515, no parece h a y a venido a resi-
d i r a su sede h a s t a el año 1512, por lo que ponemos l a fundación del hospital
de M o l i n a s e c a h a c i a este año ( F l ó r e z , X V I , 283).
70 P . M a d o z : D i c c i o n a r i o Geográfico-Estadístico-Histórico de España, M a -
d r i d , 1847, p á g . 466.
71 F i g u r a en l a c o n f i r m a c i ó n , c i t a d a en l a n o t a 50, del año 1188, en esta
f o r m a : " d e i n d e R e g u m de A m b r o z , c u m H o s p i t a l i S a n c t i J o a n n i s de Irago,
et c u m casa de M o l i n a " . E . S „ X V I , 492.
72 L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . de l a I g l . de Sant., t. I X , ap., pág. 190.

286
J V , X I I I - - U R I A : D E A S T O R G A A P O N F E R R A D A

y tal vez la traducción d i f í c i l que utilizamos, permiten, sin em-


bargo, identificar este itinerario " a mano derecha de A s t o r g a "
con el que pasa por el puerto de M a n z a n a l . L a mención de
Santa M a r i n a , " S a n M a u r í n " , que en este itinerario no parece
se refiera a otra que Santa M a r i n a de Torre, nos descubre su
trazado, que no debió de separarse mucho del que tenía l a a n -
tigua vía r o m a n a y a mencionada, en l a m a y o r parte de su
recorrido 73.
L a salida n a t u r a l de A s t o r g a , para tomar esta v í a , era por
Puerta H i e r r o , desde donde seguía con r u m b o N o r t e a l p r i n -
cipio, para inclinarse luego h a c i a el Noroeste. Cuando J o v e l l a -
nos pasó por allí, a mediados de j u n i o de 1792, había " u n ca-
mino nuevo de guijo, ancho y bien h e c h o " , pero no bien t r a z a -
do, pues daba "grandes rodeos". Pasaba cerca y a l a derecha
de B o n i l l o s , y luego por Combarros y el alto de M a n z a n a l ?4.
Y a hemos dicho que en este lugar hubo u n a casa h o s p i t a l a r i a
que habrá servido de albergue a los peregrinos75. P a r a llegar
al alto de M a n z a n a l h a y u n a buena pendiente que asciende por
u n paisaje desolado. H a c i a mediados del siglo pasado contaba
con treinta casas. E s más transitable en el i n v i e r n o que F o n -
cebadón, donde nieva más. L a subida y b a j a d a de este puerto
son menos ásperas que las vertientes de Foncebadón, y t a l vez
por ello aconseja K ü n i g h u i r de R a b a n a l , situado cerca de a q u e l
monte. P e r o no responde del todo a l a realidad su a f i r m a c i ó n de
que allí—^es decir^, por M a n z a n a l — n o h a y que afrontar mon-
taña alguna. E l camino debió de sufrir alteraciones en su t r a -
zado a través del t i e m p o , pues cuando pasó por allí J o v e l l a n o s
dice que " a u n cuarto de l e g u a " comenzaba el construido por
D . Carlos L e m a u r h a c i a 1872, con sus "tres largas l e g u a s " de
enorme bajada hacia B e m b i b r e , y de c u y a construcción hace
grandes elogios 76.
Como a dos leguas y media se halla el lugar de T o r r e , en e l
que se entra después de pasar u n puente sobre el río Tremor,,

73 J . M . L u e n g o : Fortalezas militares leonesas, págs. 63-64, y M . Gómez


M o r e n o : Catálogo, págs. 86-87.
74 Obras de D . G a s p a r M e l c h o r d e J o v e l l a n o s : D i a r i o s ( M e m o r i a s
í n t i m a s ) , 1790-1801. Publícalas el I n s t i t u t o J o v e l l a n o s , de G i j ó n . M a d r i d ,
Suc. de H e r n a n d o , 1915, p á g . 68.
75 M . Gómez M o r e n o : Catálogo, pág. 87.
76 J o v e l l a n o s : D i a r i o s , ed. cit., pág. 68. • v

287
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

y poco más allá B e m b i b r e , rodeado de una vega baja y bien


c u l t i v a d a . P a r a Gómez Moreno, allí estaría situado el Inte-
r a m n i u m F l a v i u m del Itinerario de A n t o n i n o 77. A l g u n a im-
p o r t a n c i a debió de tener este lugar en la E d a d M e d i a , pues en
el siglo X I I sabemos que contaba con varias iglesias que fue-
r o n donadas por A l f o n s o I X a l obispo de Astorga D . Lope jun-
tamente con l a de S a n P e d r o !% t i t u l a r de l a p a r r o q u i a l , la cual
había sido sinagoga de los judíos en el siglo X V 7% según cierta
n o t i c i a de l a que podemos inferir a la vez la existencia de al-
gún género de comercio en aquel lugar. Todavía eran visibles
en el siglo X V I I I las ruinas de l a fortaleza que dominó \ i
v i l l a 80.

E l c a m i n o c o n t i n u a b a a San R o m á n de B e m b i b r e , y des-
pués de pasar u n puente que había a la salida sobre el río No-
ceda, y de recorrer cierto trayecto con i n c o m o d i d a d a causa
de los grandes guijarros que le embarazaban, se llegaba a A l -
mázcara, donde y a en el siglo X existía u n monasterio con tí-
t u l o de S a n M i g u e l 81. Más a l sudoeste se h a l l a San M i g u e l de
las Dueñas, donde l a i n f a n t a Doña Sancha, hermana de A l -
fonso V I I , f u n d ó otro de la O r d e n del Císter, que v i o aumenta-
da su población hacia el año 1530, en que se trasladaron a él
otras religiosas de l a m i s m a Orden procedentes del de V i l l a -
b o n a — t a m b i é n fundado por l a p r o p i a I n f a n t a — p o r no poder
resistir las inundaciones del río C u a , en c u y a margen occiden-
t a l se h a l l a b a situado 82.
C o n t i n u a b a luego el camino ascendiendo en cuesta m u y pe-
nosa a l monte de A r e n a s , desde donde se v e n el lugar de Mata-
chana y , h a c i a el Sur y entre montañas, el de Molinaseca. Este
trozo de subida se h a l l a b a cubierto de abundantes guijarros, y
desde el alto comenzaba u n a " c r u e l b a j a d a " a la vega de P o n -
ferrada 83.
N o parece ofrecer d u d a que, con inclinación al N o r t e , salía
77 M. Gómez M o r e n o : Catálogo, pág. 60.
78 F l ó r e z : E . S., X V I , pág. 223.
79 P. Madoz: Diccionario Geográfico, t. IV, pág. 159.
80 Ihidem.
81 Arch. Cat. de León, núms. 3 y 4 diploma del año 992, en el que consta
la entrega del monasterio de San Miguel en Almázcara a Sampiro (Cat. del
P. Z. Villada).
83 F l ó r e z : E . SI, pág. 50.
83 J o v e l l a n o s : Diarios, pág. 69.

288
J Y , X I I I - - U R I A : D E A S T O R G A A P O N F E R R A D A

de Astorga hacia el puerto d e l M a n z a n a l u n a vía r o m a n a , que


luego descendía hacia T o r r e , B e m b i b r e , Almázcara y S a n M i -
guel de Dueñas, b i e n documentada p o r restos de c a l z a d a y el
hallazgo de nada menos que cinco miliarios, lo que p e r m i t i ó a
Gómez Moreno opinar que l a mansión I n t e r a m n i u m se h a -
llaba en B e m b i b r e , aunque parezca más en consonancia con l a
etimología l a t i n a el lugar de confluencia entre los ríos N o c e d a
y B o e z a , dos kilómetros más a l Noroeste.
Este itinerario sirvió t a m b i é n p a r a los peregrinos, pues en
el alto de M a n z a n a l hubo u n a casa de hospitalarios, obra que
aún existe y que d a t a del siglo X I I y u n a ermita d e l Cristo de
la Calzada, prueba de su paso hacia G a l i c i a , como dice a l autor
antes mencionado 84.
N o autorizan, sin embargo, estos testimonios l a a f i r m a c i ó n
de que el itinerario p o r Foncebadón, n i a u n respecto de l a E d a d
M e d i a , resulta seguro 85, pues siendo anterior a l año 1103 l a
fundación de su h o s p i t a l , como hemos v i s t o , queda perfecta-
mente asegurado. A ú n podemos añadir que el camino se remon-
taría a l siglo X si se pudiese probar que l a stratam de Trago,
nombrada en el concilio del año 946 8% se refiere a l mismo.

Gómez M o r e n o : Catálogo, p á g . 87.


Ihidem.
V i d . n o t a 42.

9PO
TOMO II.-—IQ. . •"«J^
Nogales

Dóneos ELACEBCVVIDUEDO
*» Fonfria
Piedrafíta

Pa d o m e lo CtBRERO
'" > ^ HOSPiTÁL ¿iva.

Linares

% La r a

V I . . - \ L Rui M a n
^ X ^ ^ ^ ^ ^ ^ v -Cast'"<'de bulares
Herrerías ^ ^ ^ ^ L s V e g a de felcarcel
Castillo de S a r r a c i n o V ^ ^ * ^ ^ 0 ^ ^ ^ ^
Pórtela & > ^<^mJreóa</elo

S.fioman ^%
VILIAPRANCA
rieros
U Frí • Congosto

4I mateara t'^ü
%¿amponaraya
Columbrianos S . M i g u e l de l a s
SIGNOS CONVENC/ONALZS nao
Dueñas
(Pons ferraiaj s.
ni Caminos de peregrinos S'.'Tomas dey^\
</c
•tafoiías.
——<^" ^/¿'í
M O L Í ÑASECA
cd Hospifa/
Sn.B a s Campo 'egodeAmbss
i Monasterio o Colegíate
@ • Población del camino
>=• Puenfe eiÁcebo

A Casíillo

6<rccz/ci 7:200.000 Carracedo


Capítulo XIV

DE P O N F E R R A D A AL CERRERO

" I n d e P o n s f e r r a t u s ; inde C a r c a u e l l u s ; inde U i l l a f r a n e a de


hueca uallis C a r e e r i s ; inde castrum S a r r a c e n i c u m ; inde
U i l l a u s ; inde portas montis F e b r u a r i i ; inde hospitale i n c a -
cumine eiusdem montis...'''' ( L i b e r Saneti J a e o b i , l i b . I V ,
cap. III.)

E l camino que desde Molinaseca conduce a P o n f e r r a d a


acercábase, por el lado sur del R o e z a , al paraje denominado
Paso de l a R a r c a , casi en el recodo que allí hace el río con l a
m a y o r anchura. L o s peregrinos pasaban a l a o t r a margen, su-
biendo luego para salir por debajo de la actual huerta del
señor A l c ó n , situada a l este y fuera de P o n f e r r a d a . Todavía
se conocía a principios de este siglo u n a parte del trayecto
con el nombre de camino de los f r a i l e s , sin d u d a por haber ser-
vido de paseo a los carmelitas y agustinos de l a v i l l a . C o n t i -
nuaba su recorrido a l a ermita de San M i g u e l í n , situada debajo
y no lejos de la iglesia mozárabe de S a n P e d r o de las Ollas,
descendiendo en seguida hasta la o r i l l a derecha del S i l y en el
término que h o y se denomina Pozo de l a Sepultura1.
A l l í estuvo, según a f i r m a la t r a d i c i ó n , en otro tiempo l a
" P o n s f e r r a t a " , casi a u n k i l ó m e t r o distante de l a población
que luego t o m ó este nombre del puente reforzado con hierros
construido en el siglo X I por mandato del obispo O s m u n d o ,
de A s t o r g a 2.
1 F l ó r e z ( E . S . , X V I , 58) dice que l a P o n s F e r r a t a se h a l l a b a en el l u g a r
llamado C o m p o s - t i l l a , despoblado de viñas, donde había canteras c o n p i e d r a
de l a m i s m a especie que u n a existente en S a n P e d r o de M o n t e s , con i n s c r i p -
ción en letra gótica, en l a que se leía: " I s t e lapis a d f u i t e c o m p o s t e l l a m " ,
refiriéndose no a l a de G a l i c i a , sino a l a que h a y j u n t o a P o n f e r r a d a . Q u e d a
este lugar más allá y del l a d o norte del P o z o de l a S e p u l t u r a .
2 F l ó r e z ( E . S . , X V I , pág. 189) c i t a l a e s c r i t u r a n ú m . 369 de particulares
del a r c h i v o de l a iglesia de A s t o r g a , en l a que c o n s t a l a fábrica d e l puente de
Q u i n t a n i l l a , sobre el S i l , por m a n d a t o de aquel P r e l a d o , y aunque no consigna

291
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

E s t e debió de ser el itinerario que habrán reeorrido los ro-


meros antes de que existiese la v i l l a . Pero cuando ésta eomenzó a
dar señales de v i d a , desde el paso de l a barca atravesaban en una
chalana el B o e z a , o bien por u n puente, según cierta opinión que
ofrece algunas dudas, ganando el poblado después de atravesar
el burgo de P o m b o e z a . Dícese que en aquellas inmediaciones y a
u n a o r i l l a del río, se conservaba en 1908 el pilar izquierdo de
u n puente romano % que habría sido el mismo mencionado en
escritura del año 1331 con el nombre de " l a P o n d e r r i b a d a " ,
pero lo cierto es que n i se recuerda que existiese aquel pilar
hace cuarenta años, n i resulta claro que l a denominación de
" P o n d e r r i b a d a " se refiera forzosamente a l a que se a f i r m a exis-
t i ó en el Paso de l a B a r c a *, P o r otra parte, l a anchura del río
en a q u e l sitio, con cerca de doscientos metros, no era m u y a
propósito p a r a edificar allí u n puente que, además, no iba a
comunicar n i n g u n a ciudad i m p o r t a n t e , sino una pequeña v i l l a .

Dos cosas debemos e x p l i c a r , sin embargo, antes de optar


por l a negativa en cuanto a la existencia de este puente: la exis-
tencia de su p i l a r " i z q u i e r d o " , que no pudo ser afirmada gra-
t u i t a m e n t e , y el nombre de P o m b o e z a , aplicado en otro tiempo
a u n a r r a b a l o barrio extramuros de P o n f e r r a d a por el sudeste.
Cerca de u n k i l ó m e t r o aguas abajo del Paso de la Barca
existe otro puente edificado a principios del siglo pasado; pero
unos metros más allá aparecen bien visibles, a la orilla izquier-
da del r í o , las ruinas de u n gran p i l a r correspondiente al que
existía antes de ser edificado el que h o y vemos, y en la orilla
derecha apenas se descubren las de otro, voladas casi totalmen-
l a f e c h a , el hecho debió de ocurrir entre los años 1082 y 1096, en que Osmundo
rigió a q u e l l a diócesis. T a m p o c o parece que en esta escritura se mencionase
l a P o n s F e r r a t a , y no sabemos, por consiguiente, si su e m p l a z a m i e n t o hacia
C o m p o s t i l l a , a f i r m a d o por Flórez, procede de alguna t r a d i c i ó n interpretada
por el sabio agustino.
3 S. L o s a d a C a r r a c e d o : Santuarios marianos del B i e r z o , p u b l . en l a Coro-
nación canónica de Nuestra Señora de l a E n c i n a , de P o n f e r r a d a , L e ó n , F e r r e r ,
1908, p á g . 190.
4 E s c r i t u r a de donación hecha por J u a n Pérez de Nicolás al monasterio
de C a r r a c e d o , c o p i a d a en el t u m b o de dicho monasterio, del c u a l debió de
e x i s t i r en P o n f e r r a d a alguna copia que habrá u t i l i z a d o el señor L o s a d a ( S a n -
tuarios, loe. cit.). E n ella se consigna u n " c a m i n o que v a de C a m p o para la
P o n d e r r i b a d a " ; pero desde el lugar de C a m p o , situado a l sur de B o e z a , hay
c a m i n o que conduce al puente a c t u a l lo m i s m o que a l antiguo, situado algo
más a b a j o , según hemos d i c h o .

292
IV, x i v . - u r i a : de p o n f e r r a d a a l c e r r e r o

te hace pocos años por los buscadores de v o l f r a m i o , que acaso


correspondería al " p o n t e m de B u y e z a " , mencionado en 1188 s.
E l primero de ellos pudo ser el pilar que dio pie p a r a asentar
las afirmaciones que reputamos m a l fundadas.
E n cuanto a l B u r g o del P o m b o e z a , pudo t o m a r este n o m -
bre, no del hipotético puente, sino del antecesor del que h o y
conocemos. Fué donado a l a iglesia de A s t o r g a por F e r n a n d o II
en el año H 7 3 % y aparece mencionado en alguna escritura del
siglo X I I I '.
Según el P . Flórez, existía "de l a parte de acá del río B u e z a ,
medio quarto de legua de l a v i l l a " (de Ponferrada), u n a ermita
llamada de N u e s t r a Señora de P o m b u e z a % y sabemos que
adosada a l santuario había u n a hospedería para descanso de
los peregrinos sanos y u n hospital dedicado a S a n B l a s para los
peregrinos enfermos, siendo probable que alrededor de estas
edificaciones naciese el B u r g o .
E x i s t í a n l a hospedería y el santuario a fines del «iglo X V I I ,
época en que fueron destruidas por u n incendio, del que se sal-
vó la capilla de San Blas^—anexa a l a hospedería—, conserván-
dose hasta l a segunda m i t a d del pasado siglo 9.
E n la b a j a E d a d M e d i a atendía el h o s p i t a l la cofradía " d e
Santa María de l a P o n t e B u e z a " , proporcionando además paso
gratuito en l a b a r c a a los peregrinos. Después que el incendio
destruyó el santuario y el h o s p i t a l , se encargaron d e l culto en
la capilla de San B l a s los agustinos de Ponferrada10.

5 F l ó r e z : .E. 5 . , X V I , 492: C o n f i r m a c i ó n de las heredades de l a iglesia


de A s t o r g a p o r A l f o n s o I X , en 1 de enero de 1188. N o l a m e n c i o n a M . Gómez
M o r e n o (Catálogo, pág. 448), que t a m b i é n c o n s i g n a . l a n o t i c i a .
6 F l ó r e z : I h i d . , p á g . 217. J u l i o G o n z á l e z (Regesta de F e r n a n d o I I ,
pág. 429) dice existen copias en las colecciones de S a l a z a r y de Morales exis-
tentes en l a R e a l A c a d e m i a de l a H i s t o r i a , a d v i r t i e n d o que l a fecha debe de
estar e q u i v o c a d a y correspondería a l año 1173, a j u z g a r por los c o n f i r m a n t e s .
7 E n l a sentencia d a d a por A l f o n s o I X , en j u n i o de 1218, c o n t r a los t e m -
plarios, sobre el A l f o z de V a l d o z a , en l a que f i r m a n , entre otros testigos, " P e l a -
gius J o a n n e s , de P o n t e - B u e z a " (cit. sin l a procedencia por S. L o s a d a : S a n -
tuarios, pág. 190).
8 E . S . , X V I , 285. D e l lado acá del río debe de entenderse c o n relación a
la v i l l a de P o n f e r r a d a , es decir, a l norte del B u e z a .
9 S. L o s a d a : O p . cit., pág. 191.
10 Ibidem, págs. 190-191. R i s c o ( E . S . , X V I , 285) dice que los agustinos se
trasladaron a l a v i l l a en tiempos del obispo de A s t o r g a , F r . A l v a r o Osorio
(1515-1539), y que en el año 1529 y a se h a l l a b a n establecidos en ella.

293
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

D e los términos de P o m b o e z a subían los peregrinos a la v i l l a .


L o s que pasaron después del año 1617, en el que los carme-
litas de L a Bañeza edificaron u n convento h a c i a donde hoy
se h a l l a el cementerio, recibían socorro en u n hospicio dedi-
cado por los frailes a los peregrinos. L a iglesia, que es lo
único que se conserva de aquellas edificaciones, estaba dedi-
cada a l a V i r g e n del C a r m e n ; era grande y suntuosa, con her-
moso retablo y buenas imágenes11. Cerca comienza el casco
de l a v i l l a actual.
Además de estos caminos existía otro, forzoso para algunos
procedentes de otras vías secundarias del Mediodía, pero que
t a m b i é n aprovechaban los que venían por Molinaseca a salir a
C a m p o , pasando el B u e z a por el cercano puente que existía
poco más abajo del actual.
Pasado este puente, se entraba en el barrio de l a B o r r e c a ,
extramuros de P o n f e r r a d a . Subiendo u n a pendiente hasta el
R e a l H o s p i t a l de Santa A n a , fundación de l a reina Doña Isa-
bel l a Católica en 1498 12, situada en la calle todavía hoy lla-
m a d a del H o s p i t a l ; continuaba el itinerario de los romeros do-
blando a l a i z q u i e r d a , por delante de l a puerta de la iglesia de
San Andrés, en c u y a sacristía hemos visto u n crucifijo tallado
en m a d e r a , obra del siglo X I I I o X I V . L a tradición afirma
que este crucifijo perteneció al castillo de los Templarios.
Delante de la puerta de San Andrés se extiende la plaza del
T e m p l e , y a la i z q u i e r d a el castillo, c u y a puerta p r i n c i p a l ,
regularmente conservada, m i r a a l Sudeste, flanqueada de
torreoncillos almenados. N a c e allí l a antigua calle del Co-
mendador, hoy del Cristo, por donde los peregrinos continua-
b a n hasta el templó de l a E n c i n a , situado al comienzo y a mano
izquierda de la calle del Bañadero, donde aún se puede ver

11 S. L o s a d a : Santuarios, págs. 170-171.


12 E x i s t e n documentos relativos a este h o s p i t a l en el A r c h i v o m u n i c i p a l ,
registrados c o n los n ú m s . 77 a 96, en l a " C o p i a de parte del i n v e n t a r i o de p a -
peles y d o c u m e n t o s " hecha no hace muchos años, y que no hemos podido exa-
m i n a r . L a fecha de l a f u n d a c i ó n , en P . M a d o z : D i c c i o n a r i o Geográfico...,
t. X I I I , M a d r i d , 1849, pág. 115, y en J . M . L u e n g o : Monumentos militares leone-
ses, pág. 260 y n o t a 1. E l h o s p i t a l poseyó u n a cuantiosa propiedad con l a que fué
dotado por l a reina D o ñ a Isabel, l l a m a d a " C a b a n a s de F a b e r o " , que c o m p r e n -
día l a m a y o r parte de l a l l a n u r a que se extiende desde P o n f e r r a d a a los pue-
blos de F u e n t e s N u e v a s , C a m p a n a r a y a , N a r a y o l a y Dehesas, con los que hubo
de sostener largos pleitos.

294
J V, X I V . " üría: d e p o n f e r r a d a a l cerrero
una pequeña puerta de época b a r r o c a que le d a b a acceso 13.
Bajando l a calle del Rañadero por e m p i n a d a cuesta, se llegaba
al puente de la P u e b l a , sobre el río S i l , quedando a l a derecha
—una vez a t r a v e s a d o — l a iglesia de S a n P e d r o , ante l a c u a l
pasaba el camino hacia Fuentes N u e v a s y C a m p o n a r a y a . E n
la fotografía aérea que publicamos en las láminas se contempla
la parte septentrional de l a v i l l a , distinguiéndose perfectamente
en ella el templo de San A n d r é s — t a p a n d o l a calle del H o s p i -
t a l — , con su torre de p l a n t a cuadrada y sus dos cuerpos su-
periores, el ú l t i m o rematado por u n a cúpula con ventanas.
Vense t a m b i é n el ámbito del castillo, cada día más ruinoso y
digno de mejor suerte; l a calle del Rañadero, el puente, y el
barrio de l a P u e b l a , éste del lado noroeste del río S i l , cuyo
punto de confluencia con el Boeza se percibe claramente a l
fondo. Casi en el ángulo superior izquierdo de l a foto se ve el
puente sobre el B o e z a , que atravesaba como hemos dicho uno
de los caminos que daban acceso a P o n f e r r a d a , y en el barrio
de l a P u e b l a , cerca del puente, l a iglesia de San P e d r o .

A s e n t a d a esta v i l l a en u n a eminencia tajada por el noroeste


sobre el S i l , y dentro del ángulo que f o r m a l a confluencia de
este ú l t i m o con el B o e z a , t a l vez no existía como lugar poblado
antes del siglo X I . S u reducción geográfica a l í n t e r a m n i u m
j l a v i u m romano h a sido desechada por los arqueólogos más
autorizados, si bien algunos de los que se h a l l a n conformes con
esta opinión negativa a d m i t e n para l a v i l l a antecedentes ro-
manos, fundándose en ciertos vestigios de aquella época des-
cubiertos en el solar del Castillo u.
Menos dudoso parece que en l a E d a d M e d i a u n puente re-
forzado con hierros le dio nombre y v i d a .
P o r el remedio de su alma y l a de sus padres, y en compen-
sación del d a ñ o — " d a m n i et jacturae gravissimae"—que a l a
iglesia de A s t o r g a causaron las poblaciones de Ponteferrato,
13 L a t r a d i c i ó n refiere que l a i m a g e n de N u e s t r a Señora de l a E n c i n a fué
casualmente encontrada en el hueco de uno de estos árboles cuando b u s c a b a n
madera p a r a edificar el castillo. Se h a i l u s t r a d o esta t r a d i c i ó n con datos histó-
ricos pretendiendo r e m o n t a r su origen a l a estancia de Santo T o r i b i o de A s t o r g a
«n Jerusalén, de donde l a habría t r a í d o , colocándola en su iglesia. C o n l a i n -
vasión m u s u l m a n a , l a i m a g e n fué ocultada en l a f o r m a referida ( v i d . S. L o -
s a d a : Op. cit., pág. 176).
14 R . B e c e r r o d e B e n g o a : D e F a l e n c i a a L a Coruña, F a l e n c i a , 1883,
pág. 110; y J . M . L u e n g o : Op. cit., págs. 39-40.

295
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Castro de V e n t o s a y V i a n a , hizo donación a aquella sede A l -


fonso I X de todas las que se habían construido y se constru-
yesen en V i a n a y en Ponteferrato, con fecha del año 1209 1\ lo
que p r u e b a que y a entonces tenía alguna i m p o r t a n c i a la v i l l a .
Pero debemos contar t a m b i é n entre las causas de su progreso
la edificación del hermoso castillo de la Orden del Temple, que
probablemente había f i j a d o y a u n a de sus sedes en Ponferrada
bien entrada la segunda m i t a d del siglo X I I , puesto que en 118S
eran los templarios señores de aquella villa16.

P o r otros de fecha posterior sabemos que constituían una


bailía m a n d a d a por u n comendador, pero sólo se conocen dos
nombres de esta clase de jerarcas 17. Contrastando con su gran-
deza, es m u y poco lo que conocemos sobre l a historia del cas-
t i l l o de P o n f e r r a d a , lo mismo que sobre los establecimientos
templarios de León y C a s t i l l a ; por ello sin d u d a , y por el des-
graciado f i n que alcanzaron, constituyen u n a institución a
los ojos del vulgo y de los poetas, a p t a para inspirar relatos le-
gendarios que alguna vez lograron éxito bien merecido18.

18 F l ó r e z ( E . S . , X V I , ap. X X X V I , pági 499, y J u l i o G o n z á l e z : A l -


fonso I X , t. I I , n ú m . 250, donde c i t a las copias manuscritas que de esta escritura
existen en l a B i b l . de P a l a c i o , R e a l A c a d . de l a H i s t . y B i b l . N a c i o n a l . L a Guía
de A y m e r i c o le denomina " P o n t e m f e r r a t u m " (edic. M u i r W h i t e h i l l , pág. 354).
16 M i g u e l B r a v o y G u a r i d a ( P á g i n a s leonesas. E l Castillo de P o n f e r r a d a :
M e m o r i a históricodescriptiva, L e ó n , 1923) lo deduce de escrituras del monaste-
rio de Carracedo. O t r a del año 1218, c i t a d a por este m i s m o autor, corrobora
que los templarios eran entonces señores de P o n f e r r a d a con todo su alfoz.
E n el p r o p i o año sostuvieron pleito con los t e m p l a r i o s , el c u a l falló A l f o n s o I X
a f a v o r de éste (S. L o s a d a : Santuarios, pág. 190, donde por error se lo atribuye
a A l f o n s o V I I I ) . M . Gómez M o r e n o (Catálogo, pág. 448) se refiere a otro do-
c u m e n t o de 1218, sin consignar l a fuente, y en el que consta que "los freires
d e l T e m p l e t e n í a n l a honor de P o n f e r r a d a " . P o d r í a ser el m i s m o citado por el
señor B r a v o G u a r i d a , al que antes nos hemos referido.
17 F u e r o n éstos: J u a n " E l v i e j o " , m e n c i o n a d o en documento del año 1249,
citado por B r a v o , y F e r r a n d o M o ñ i z , que ejerció el cargo por el año de 1307,
según l a referencia de J . L ó p e z y L ó p e z en su obra L a Orden del Temple. S u
v i d a e importancia en l a p r o v i n c i a de León, L e ó n , I m p . M o d e r n a , 1911 (cit. por
J . M . L u e n g o : Op. cit., pág. 161).
18 E n r i q u e G i l y Carrasco escribió E l señor de Bembibre, b i e n conocido
de los lectores españoles aficionados a l a n o v e l a r o m á n t i c a , donde f i g u r a n los
templarios de P o n f e r r a d a en l a época de su caída. P e r o l a obra no es erudita
n i arqueológica, sino t o p o g r á f i c a , como dice su mejor recensor ( v i d . J . R . L o m -
b a d e LA P e d r a j a : E n r i q u e G i l y C a r r a s c o : S u vida y su obra literaria, " R e -
v i s t a de Filología E s p a ñ o l a " , t. II, 1915, pág. 165).

296
I V , X I V . - U R I A : DE P O N F E R R A D A A L C E R R E R O

E n cuanto a su relación con las peregrinaciones y el papel


de protectores de los romeros que generalmente se les asigna,
nada sabemos con fundamento verdaderamente histórico. S i n
duda lo fueron si tenemos en cuenta el espíritu religiosomilitar
de la Orden y las violencias y desórdenes de que los romeros
eran víctimas, especialmente en ciertos parajes del c a m i n o ,
entre los que tenemos que contar algún r i n c ó n del B i e r z o , como
vamos a ver en seguida.
Ignoramos qué fueros concedió a Ponferrada A l f o n s o I X ,
según se ha dicho 19. E l obispo de A s t o r g a t u v o hasta el
año 1248 el portazgo de esta v i l l a 20, referencia que, t o m a d a al
pie de la letra, podría significar que y a se hallaba f o r t i f i c a d a
en aquella época, y se ha afirmado que lo estaba en 1226, se-
guramente refiriéndose al castillo 21. Desde luego, lo estuvo
con u n a cerca o m u r a l l a que cerraba u n pequeño recinto en
el que se abrían cuatro puertas 22, pero ignoramos desde qué
fecha.
A comienzos del pasado siglo, y cuando las peregrinaciones
aún no se habían extinguido, tenía cuatro iglesias parroquiales:
la de Santa María de l a E n c i n a , la de San Andrés, l a de San
Pedro A p ó s t o l , anexo a la p r i m e r a , y l a de S a n t a María de V i z -
bayo, fuera y a l sur de la v i l l a . L a más suntuosa de todas es l a
de la E n c i n a , comenzada a edificar en el año 1573 23. H a b í a en-
tonces tres conventos: el de los A g u s t i n o s , trasladado de P o m -
boeza en el siglo X V I ; el de los Carmelitas Descalzos y el de las
Franciscanas de la Concepción, obra del siglo X V I , y cuatro
ermitas.
Y a fuera de P o n f e r r a d a y de la P u e b l a , hállase más al nor-
oeste Vadesantiago, donde existía u n a ermita dedicada al
Apóstol24, y cerca, Columbrianos con su hospital, del que no

19 F l ó r e z : E . S . , t. X V I , pág. 58.
20 Ibidem.
21 Ibidem.
22 P . M a d o z : D i c c i o n a r i o Geográfico, t. X I I I , pág. 114.
23 S. L o s a d a : Santuarios, pág. 176. P . M a d o z ( O p . cit., pág. 115) dice que
la torre comenzó a edificarse en 1614.
24 A f i r m a n que éste era el i t i n e r a r i o de los peregrinos J u l i o L a r e d o
B l a n c o : Geografía Médica Española, A s t o r g a , F i d a l g o , 1899, págs. 15-16,
y S. L o s a d a : Sa/Uwarios, p á g . 189. E n c a m b i o , J o v e l l a n o s : D i a r i o s , pág. 7 3 ;
regresando de Cacabelos en 20 de j u n i o de 1792, pasa p o r C a m p o N a r a y a y
Fuentes N u e v a s , dejando a l a i z q u i e r d a M a g a z y C o l u m b r i a n o s .

297
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

hace aún cincuenta años existían vestigios a8. E l camino con-


t i n u a b a a Fuentesnuevas y C a m p o n a r a y a . Pero no todos los
peregrinos seguían exclusivamente este itinerario, n i el que
pronto vamos a describir. L a m u l t i t u d de lugares poblados y
de monasterios que existían en el B i e r z o atraían a algunos que,
siguiendo derroteros más o menos desviados del p r i n c i p a l , iban
allá por devoción y aun por simple curiosidad. Así Bartolomé
de V i l l a b a , a fines del siglo X V I , yendo hacia Compostela,
desvió al monasterio de Cariacedo no sin perderse en el tra-
yecto según él mismo nos dice2".

A l a entrada de C a m p o n a r a y a se encuentra el barrio de


N a r a y a , en l a margen derecha del río que lleva su nombre, y
allí fué l e v a n t a d a en los primeros años del siglo X V I , una igle-
sia dedicada a N u e s t r a Señora, en sustitución al parecer de
otra más antigua. E n ella se venera una imagen de l a Virgen,
acaso contemporánea a l a reedificación del templo, y de la que
son m u y devotos los pueblos inmediatos. A ambos lados exis-
t í a n dos hospederías de las que quedó m e m o r i a : u n a l a de la
Soledad, y o t r a , la de San J u a n de Jaberos, distante como un
k i l ó m e t r o 27.
E l recorrido desde Ponferrada a Cacabelos era de unos 14 k i -
lómetros, a causa del rodeo que se hacía pasando por Colum-
brianos.

C acábelos.

D i c e la H i s t o r i a Compostelana, refiriéndose a sucesos del


año 1108, que el arzobispo Gelmírez encontró destruido el
lugar de Cacabelos, propio de su m i t r a , y que le reedificó con-
sagrando luego su iglesia con grande honor28. Levantaríase
donde h o y se halla l a p a r r o q u i a l de N u e s t r a Señora de la P l a -
z a , quedando del antiguo templo solamente l a cabecera, con
su capilla y ábside abovedado; el arco t o r a l , con sus columnas
y capiteles, y los modillones del alero. L o demás es del si-
glo X V I o del X V I I , a excepción de l a pequeña imagen pétrea
25 J u l i o L a r e d o : O p . cit., pág. 16.
26 B a r t o l o m é d e V i l l a l b a : E l Pelegrina Curioso.
27 S . L o s a d a : Santuarios, pág. 182.
28 " C o n s t r u x i t n a m q u e B u r g u m C a c a v e l l o s , q u o d solo tenus destructum
r e p e r i i t , et d o m i n u s i n i b i factis c u m magno honore E c c l e s i a m consecravit
E . S . , t. X X , pág. 69.

298
IV, X I V. - U B í A : UE P O N F E R R A D A AL CERRERO

Je una V i r g e n situada sobre l a puerta, y que podría ser del


siglo X I H 2 9 .
Que era u n a v i l l a i m p o r t a n t e y a t n este siglo, nos lo dicen
las tres iglesias que entonces había edificadas allí. L o s prela-
dos compostelanos eran sus señores y se preocupaban de su
engrandecimiento; la f e r t i l i d a d de las tierras inmediatas, lo
mismo que su situación en pleno camino de Santiago, h a b r á n
contribuido t a m b i é n a proporcionárselo. Pero no la favorecie-
ron menos algunos monarcas, y así vemos que cuando los h a b i -
tantes de Cacabelos comenzaron a emigrar a l a nueva v i l l a del
Castro de la V e n t o s a , establecida por Alfonso I X , sintióse per-
judicada la iglesia de Santiago, alcanzando privilegio del M o -
narca, por el que concedía a l a m i t r a compostelana la m i t a d de
los pechos y servicios que pagaban los de Castro, y las tres igle-
sias parroquiales que allí existían. N o se l i m i t a a estas concesio-
nes el aludido privilegio, sino que, previniendo u n nuevo posi-
ble daño, promete no cambiar hacia otra parte el camino p ú -
blico que pasaba por Cacabelos, es decir, el camino de San-
tiago. Todo ello se h a l l a contenido en el privilegio referido,
que otorgó el M o n a r c a en febrero del año 1209 80.
L a disposición r e l a t i v a a l a promesa de no v a r i a r el camino
nos muestra que existía la p o s i b i l i d a d de que lo hiciese, como
ocurrió con el que pasaba por l a v i l l a de T i n c o , en A s t u r i a s , des-
viado hacia el monasterio de O b o n a por el mismo M o n a r c a ,
o la que hizo su padre en f a v o r del de S a n Isidoro, de L e ó n , que
en otra parte hemos mencionado. L a política de repoblación
de los reyes de León—asemejándose en esto a l a de los monar-
cas medievales en general—recurría a este género de medidas
por diversos motivos 31.
Hemos dicho antes que en Cacabelos existían tres iglesias
en la E d a d M e d i a , pero t a l vez existieron más. A p a r t e de las
desaparecidas de San E s t e b a n , San Lázaro y San B a r t o l o m é ,
tenemos la de l a S a n t a de l a P l a z a — p a r r o q u i a l — y l a de San
Roque. A l poniente del río C u a — q u e atravesaba u n viejo puen-
te cuyo arranque aún se percibe unos metros al sur del actual—-

29 Gómez M o r e n o : Catálogo, págs. 394-395..


30 Arch. Cat. de Santiago, tumbo A , fol. 64, cit. por López F e r r e i r o ,
t. V, págs. 52-53, y J u l i o González: Alfonso I X , t. II, pág. 327.
31 Gama B a r r o s : Historia de la Administragao, Lisboa, 1896, t. II, pá-
gina 181.

299
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

se halla el santuario de N u e s t r a Señora de la Q u i n t a Angustia


advoeación ésta que no apareee en los documentos hasta el si-
glo X V I I . Otros n o m b r a n l a iglesia de Santa María circa pon-
tem (1199), v i a m francorum (1243), sub ponte (1272), R i v u m de
Cúa (1307) y Jora del ponte (1351), siendo probable que. todas
estas denominaciones se refirieran a l a m i s m a , dada l a genera-
l i d a d con que se refieren al río y al puente, o a la vía o camino
francés 32.
Afírmase que al oriente de Cúa existía una capilla levanta-
da en el siglo X l l , y que en el siguiente fué sustituida por otra
l e v a n t a d a al oeste del mismo río y en el solar donde ahora se
h a l l a la de l a Q u i n t a A n g u s t i a ; . y se menciona como adosado a
ella u n h o s p i t a l que serviría a los peregrinos, por lo menos
hasta el siglo X V I 3 3 . Pero no era éste el único que existía en
Cacabelos. Conservamos noticia de uno llamado de Alfonso Ca-
b r i t o , y de otro fundado mucho después que él, donde se aten-
día a los peregrinos enfermos 34. E n cuanto al santuario de la
Q u i n t a A n g u s t i a , habrá sufrido sucesivas reedificaciones hasta
l a de tipo neoclásico que hoy ofrece, y fué en todo tiempo
objeto preferente de devoción entre los naturales del país y
entre los romeros que por allí pasaban.
U n k i l ó m e t r o más al oeste se encuentra F i e r o s , cuya anti-
güedad en el camino de Santiago queda acreditada por la ins-
cripción r e l a t i v a a la consagración de su iglesia, dedicada a
San M a r t í n , y que a ú n existe colocada como a metro y medio
del suelo en el costado que m i r a hacia la actual carretera.
Consta en ella su dedicación al turonense, a San Salvador, los
doce Apóstoles, Santa María y demás santos confesores y vír-

38 S. L o s a d a ( S a n t u a r i o s , págs. 162-163) m e n c i o n a los documentos cita-


dos c o n las advocaciones de l a V i r g e n , y dice que l a hospedería y l a iglesia de-
b i e r o n de p e r d u r a r h a s t a fines del siglo X V I , y a que sólo después constan en
documentos públicos l a casa-administración y el santuario actuales. E n la
p á g . 63 v u e l v e a decir que el ú l t i m o fué l e v a n t a d o en el siglo X V I I , sobre las
r u i n a s del antiguo.
33 Ibidem, pág. 162.
34 Ibidem, pág. 189. Considera l a a c t u a l iglesia de N u e s t r a Señora de la
P l a z a como sucesora de otra que había e d i f i c a d a al oriente del C u a , entre el
puente que le atraviesa y l a p a r r o q u i a l de Cacabelos. Y a existía en 1128, y a
" s u costado estaba el ospital de Santiago, q u e — a g r e g a — n o debe confundirse
c o n el E s p i t a l de A l f o n s o Cabrito, de f u n d a c i ó n m u y posterior, donde se cu-
r a b a y atendía a los peregrinos aspeados o e n f e r m o s " .

300
IV, x i v . - u r i a : de p o n f e r r a d a a l c e r r e r o

genes, y que fué edificada a costa del presbítero P e d r o y de


Alvaro García y su mujer A d o s i n d a , t e r m i n a n d o su o r n a m e n -
tación interior y exterior el presbítero R o d r i g o . P o r ú l t i m o ,
¿ice la inscripción que consagró aquella iglesia en 19 de no-
viembre de 1086 3r' el obispo asturicense O s m u n d o , el mismo
que sabemos levantó l a Pons Ferrata no lejos de esta fecha,
y que, como vemos, se preocupaba de facilitar el t r á n s i t o de
la ruta jacobea con ésta y otras obras. S u trazado desde P i e -
ros conducía al término l l a m a d o Prados de V a l d o n e j e , poco
después del cual existía, y existe h o y , u n a bifurcación h a c i a el
nordeste que lleva a V a l t u i l l e de A r r i b a .

Villafranca.

E l camino de los peregrinos continuaba h a c i a la i z q u i e r d a


con el nombre de Camino de l a Virgen, hasta las inmediaciones
de V i l l a f r a n c a , entrando en esta v i l l a j u n t o a l a iglesia dedicada
al Apóstol, situada al sur cerca del alto, y no lejos del palacio del
marqués de V i l l a f r a n c a , comenzado a edificar en l a segunda
mitad del siglo X V .
L a iglesia es románica, de u n a sola nave, con dos puertas,
una al norte y otra al oeste. Tiene ventanitas arqueadas y de-
rramadas, arco t o r a l peraltado, capilla y ábside abovedados,
éste con ventanas y columnas y capiteles decorados con figuras
humanas y animales. L o más interesante es la portada norte,
que suelen denominar allí Puerta del Perdón, de acuerdo con u n a
tradición l o c a l — c u y o fundamento desconocemos—, que asegura
tenía aquel templo el privilegio de sustituir al compostelano a
los efectos de l a peregrinación, cuando algún m o t i v o fundado i m -
pedía a los romeros llegar hasta él. H o y está condenada, y con-
serva cuatro arquivoltas a p u n t a d a s — t a l vez por i n f l u j o poite-
vino, como a p u n t a Gómez M o r e n o — q u e descansan sobre pa-
rejas de columnas. L a s dos más interesantes están molduradas;
la tercera, ornamentada de follaje, y l a cuarta, o más exterior,
con parejas de figuras humanas, algunas m u y m u t i l a d a s .
De los cuatro capiteles del lado izquierdo del espectador,
y de afuera adentro, aparecen en relieve: l a C r u c i f i x i ó n , los M a -
gos a caballo, los mismos dormidos al pie de una p u e r t a de
P e d r o Rodríguez López: Episcopologio Asturicense, Astorga, 1907,
t- H , pág. 129.

301
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

medio punto y u n ángel sobre ellos y , por ú l t i m o , la decoración


del N i ñ o , que reposa en los brazos de l a V i r g e n . D e n t r o del terñ-
plo existía u n crucifijo no m a l ejecutado, a l que faltaba la cruz
obra del siglo X I V . E n u n estribo del ábside h a y u n a inscrip-
ción, de l a que Gómez Moreno sólo pudo leer entre otras estas
p a l a b r a s : era m c c x x v i i i x v i Id sept-it don B a r d o n Bonet3*.
A u n q u e no m u y a f o r t u n a d a s , presentamos unas fotos de
esta iglesia en las láminas.
P o r t r a d i c i ó n se sabe existía cerca de ella u n hospital de
peregrinos, pero no h a y m u c h a seguridad en las referencias
que allí nos dieron sobre su emplazamiento ;".
L a v i l l a de V i l l a f r a n c a , cuyo casco urbano comienza hoy
poco después de pasada esta iglesia, constituía, según l a Guía,
l a o c t a v a etapa del viaje a Compostela, con el nombre de
V i l l a f r a n c a i n hueca V a l l i s carceris, a causa de hallarse precisa-
mente s i t u a d a donde el Valcárcel se une con el B u r b i a , después
de b a j a r por u n valle más o menos encarcelado o cerrado de las
m o n t a ñ a s de P i e d r a f i t a y el Cebrero, en el confín de Galicia.
C o m o en otros lugares de l a r u t a , estableciéronse aquí los
francos en el reinado de Alfonso V I . Erigióse una iglesia dedi-
cada a N u e s t r a Señora, que l l a m a r o n de Cluniaco, y después,
de Cruñego, por haber sido monjes cluniacenses los que man-
t u v i e r o n su culto, dedicándose al mismo tiempo a atender,
bajo diferentes aspectos de su ministerio, a los peregrinos ex-
tranjeros—en su mayoría franceses—y a los compatriotas allí re-
sidentes 38. Todavía en el siglo X V se l l a m a b a a l a iglesia Santa
María de C l u n i e g a " 39. L a f e r t i l i d a d de las tierras, l a amenidad
del valle y la situación en l a confluencia del B u r b i a y el V a l -
cárcel, explican su origen y su progreso.

36 M . Gómez M o r e n o : Catálogo, págs. 380-381.


37 A nuestro paso por V i l l a f r a n c a nos señalaron como antigua Casa-Hos-
p i t a l l a p r i m e r a que se encuentra a mano i z q u i e r d a bajando desde l a iglesia
de S a n t i a g o a l a v i l l a .
38 Así en el t r a t a d o de p a z entre A l f o n s o V I I I de C a s t i l l a y A l f o n s o I X
de L e ó n , f i r m a d o en 6 de enero d e l año 1217 ( F l ó r e z : E . ' S . , X V I , 28-29). E l
a p e l a t i v o de francos se d a b a a todos los extranjeros en general. J u l i o Gonzá-
l e z ( A l f o n s o I X , pág. 223) m e n c i o n a u n Giráldo " s a n c h a v i n e n s i s " en V i l l a -
f r a n c a h a c i a el siglo X I I I .
39 Así l a d e n o m i n a u n B r e v e de S i x t o I V del año 1464, cuyo original se
h a l l a b a en el cajón n ú m . 21 del monasterio de Carracedo ( v i d . Memorias
del monasterio de Carracedo, ms. en l a B i b l . de l a R e a l A c a d . de l a H i s t . 3-1084).

302
IV, x i v . - u r í a : de p o n f e r r a d a a l c e r r e r o

L a iglesia debe de ser la que aparece en cierto documento


del año 1120 con el nombre de Santa María de Vico F r a n c o r u m ,
equivalente a v i l l a o lugar de francos 40. E n la referida fecha,
la reina Doña U r r a c a , madre de Alfonso V I I , dio al monasterio
de Santa M a r i n a de Valcárcel—más tarde incorporado al de
Carracedo—la décima parte del portazgo que tenía en V i l l a -
franca41. L a v i l l a perteneció después a Doña U r r a c a A l f o n s o ,
hija del primer M o n a r c a portugués y esposa de F e r n a n d o II
de León 42, pero cuando, por disposición del Pontífice, hubo
de separarse de ella, y casado nuevamente con D o ñ a Teresa
quedó pronto v i u d o , hizo donación de aquella v i l l a a su nueva
prometida D o ñ a U r r a c a López de Vizcaya43. Según v a r i a s re-
ferencias, A l f o n s o I X otorgó u n fuero a V i l l a f r a n c a 44.

Carecemos de datos que nos aseguren si el hospital p r ó x i m o


a la iglesia de Santiago, que antes mencionamos, era el mismo
que pertenecía a los cluniacenses, aunque t a l vez fuese otro
diferente y más p r ó x i m o a la de C l u n i a c o . Que hubiese más
de u n o — c o m o era n a t u r a l ocurriese en t a n i m p o r t a n t e v i l l a — ,
es probable. E l prior de V i l l a f r a n c a llevó a efecto cierta recla-
mación o protesta contra u n h o s p i t a l cercano "porque le usur-
paba injustamente sus derechos en los peregrinos" 45.

40 M . Gómez M o r e n o : Catálogo, p á g . 379. F l ó r e z ( E . S . , X V I , p á g . 29)


dice que aparece en varias escrituras con el n o m b r e de " v i l l a f r a n c o r u m " .
41 B i b l . de l a R e a l A c a d . de l a H i s t . : M e m o r i a s del monasterio de C a r r a -
cedo, sign. 0-3.
42 J u l i o G o n z á l e z : O p . cit., t. I, pág. 36.
43 P u s o en ella como teniente a P e d r o Ibáñez, que f i g u r a como t a l en 1185.
44 Q u a d r a d o : A s t u r i a s y León, B a r c e l o n a , C o r t e z o , 1885, p á g . 635, dice
que lo otorgó antes del año 1196 y en 1230. M . Gómez M o r e n o (Catálogo,
pág. 379) recoge esta referencia sin comentarios. J u l i o G o n z á l e z ( A l f o n s o I X ,
t. II, págs. 78-81) transcribe u n fuero de V i l l a f r a n c a otorgado por a q u e l mo-
narca en B e n a v e n t e en 1 de febrero de 1192; pero en el t e x t o no hace referen-
cia a él, n i de su contenido se desprende que l a V i l l a f r a n c a f a v o r e c i d a c o n esta
ley sea l a del B i e r z o . E n l a Colección de Fueros y Cartas-Pueblas de E s p a ñ a ,
publ. por l a R e a l A c a d . de l a H i s t . en 1852 (pág. 279), se m e n c i o n a u n a copia
existente en el Colegio M a y o r de C u e n c a , del fuero de V i l l a f r a n c a del B i e r z o ,
otorgado p o r A l f o n s o I X en el año 1230, que debe de ser l a que p u b l i c a J u l i o
González, pues, aunque procede de l a B i b l . de P a l a c i o , hace referencia a l C o -
legio M a y o r de Cuenca. E l error de l a fecha d a d a por Q u a d r a d o y l a Colección
de la A c a d e m i a consiste en h a b e r t o m a d o l a era por el año.
4o P . J u s t o P é r e z d e U r b e l : L o s monjes españoles en l a E d a d M e d i a ?
*• II, pág. 446, con referencia a A . B r u e l : R e c u e i l des chartes de V A h a d i e de
C l u n y , pág. 680.

. •• 303
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Según el P . F r a y J a c o b o de C a s t r o , donde se hallaba el


eonvento de Franciscanas Descalzas, levantado por el mar-
qués D . P e d r o de Toledo Osorio en el año 1606, estuvo antes
el de Franciscanos, que pasó luego a ser hospital y finalmente
convento de monjas de aquella O r d e n en l a fecha expresada1».
P r ó x i m o al colegio de los Jesuítas, y no lejos de l a iglesia
de Santa María, se hallaba el hospital de Santiago, restaurado
en el año 1768, y en cuyo piso inferior sé hallaban la capilla,
l a b o t i c a , l a habitación del enfermero y l a sala para peregrinos
(noticia de P . M a d o z ) . P o r su p r o x i m i d a d a Santa María de
Cluniaco, debemos suponer que allí estaría el antiguo hospi-
t a l de ella dependiente.
Otro con la advocación de S a n J u a n existía hacia el si-
glo X I I I , j u n t o a uno de los puentes47.
Inmediato a este edificio estaba el convento de monjas
A g u s t i n a s Recoletas.
A l sudoeste de l a v i l l a hállase el convento de Franciscanas
R e f o r m a d a s , llamado de l a A n u n c i a t a , edificado sobre las rui-
nas del antiguo hospital de San Iloque a expensas del quinto
marqués de V i l l a f r a n c a , D . Pedro de Toledo y Osorio, cuya
iglesia atesora verdaderas riquezas artísticas—altar mayor, ta-
bernáculo y pinturas renacentistas—y el magnífico panteón de
la f a m i l i a del fundador.
V i l l a f r a n c a cuenta con cuatro parroquias: la de Santa Ca-
t a l i n a , que está en l a Colegiata; l a de San Nicolás, que estuvo
situada en la plazuela del C a m p a i r o , en cuyo centro había en
otro tiempo una gran cruz de madera.
L o s monasterios e iglesias más importantes, y que habrán
sido visitados por los peregrinos, son los de Santiago y Santa
María de Cruñego, y a mencionados, el de Santa Clara o de la
A n u n c i a t a , y el templo de San J u a n , j u n t o al arroyo de San F i z .
L a de Cruñego se hallaba casi arruinada por completo a princi-
pios del siglo X I V , reedificándose e instituyendo su colegiata
más tarde el marqués de V i l l a f r a n c a , D . Pedro de Toledo; pero
no se concluyó l a obra hasta el X V I I I . P o r tratarse de un
t e m p l o cluniacense, debemos suponer h a y a sido concurrido de
46 Á r b o l Cronológico, pág. 340; pero en otro pasaje dice " q u e cuando lo
a d m i t i ó el S a n t o , el convento era h o s p i t a l de esta v i l l a " , pág. 16.
47 J u l i o G o n z á l e z : Alfonso I X , t. I, pág. 445, con referencia al Tumbo
díe S o b r a d o , I I , f o l . 121 v.

304
IV, x i v . - u r í a : de P o n t e v e d r a al c e b r e r o

peregrinos, sobre todo franceses, en los días que precedieron a


su r u i n a . N o deja de tener interés l a obra del siglo X V I , semi-
gótica, d i r i g i d a por G i l de H o n t a ñ ó n , que entonces t r a b a j a b a
en la iglesia de A s t o r g a , y en l a que sabemos que i n t e r v i n o
como maestro de cantería u n t a l J u l i , que Gómez Moreno sos-
pecha era francés. D e grandes proporciones en su i n t e r i o r , con
columnas de enorme diámetro por abajo, presenta en varias
partes esculturas entre las que merecen especial atención las
que decoran las jambas de las capillas laterales. E n el retablo
de la capilla de la T r i n i d a d — c o n relieves que la representan
y a los Reyes Magos y otras escenas—hay dos bustos relicarios
de Santas, a l parecer obra alemana de l a primera m i t a d del
siglo X V I 4 8 .

L a impresión de magnificencia que recibimos al contempla!


su interior, lo mismo que su exterior, nos hace pensar qué de
no hallarse i n c o m p l e t a , hubiera sido, por su t a m a ñ o , u n a edi-
ficación de los vuelos de San Francisco el G r a n d e , de M a d r i d ,
o poco menos.
Todo lo que hasta aquí hemos dicho nos parece suficiente-
mente elocuente respecto a lo que en el pasado fué l a v i l l a ,
y a desde l a E d a d M e d i a , en que los Osorio, P i m e n t e l y T o -
ledo tenían allí establecidas sus moradas. S u señorío lo poseían
los Osorio, que pasaron a marqueses de V i l l a f r a n c a en 1497 4 9.
Según el m e m o r i a l en que constan las provisiones que se hicie-
ron en diferentes lugares del camino, desde A s t o r g a a G a l i c i a ,
en preparación del viaje que F e l i p e I I hizo en 1554, e n V i l l a -
franca había abundancia de todo bastimento 50, entre el que po-
díamos contar el v i n o . H e r m a n n K ü n i g nos dice a este res-
pecto que en aquella v i l l a — " V i l l e f r a n k e n " , distante, según é l ,
cinco millas de Cacabelos—se debe beber el vino con discreto
miramiento, pues saca a algunos de sentido, dejándose correr
•como u n cirio B1, T a m b i é n Jerónimo Münzer pasó p o r V i l l a -
franca a fines del siglo X V , dedicando unas palabras a l a v i l l a ,
con l a mención del castillo y las de los dos monasterios de B e -

48 M . Gómez M o r e n o : Catálogo, p. 385-386.


49 Ibidem, pág. 379.
50 M e m o r i a l de las provisiones que se hicieron p a r a el camino de Astorga
o L a Coruña con motivo del viaje de S . A . el Príncipe D o n F e l i p e , etc. " B o l . de
la R e a l A c a d . G a l l e g a , t. I I I , pág. 142.
51 L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . de l a I g l . de Santiago, t. I X , pág. 188.

TOMO II. 20. 305


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

nedictinos y Franciscanos52. L a f f i dice que, al salir de V i l l a -


f r a n c a , pasó un gran puente, continuando siempre al lado del
río. L e parece u n bellísimo lugar que más bien " s i puo chiamare
c i t t á " por ser m u y grande y abundante en muchos conventos,
" s i d i F r a t i , come d i M o n a c h e " . L e parecen igualmente bellas
la p l a z a y las casas, y grande el h o s p i t a l . D i j o misa en el con-
vento de los P P . Jesuítas, donde le dieron colación. E n el de
San F r a n c i s c o le explicaron por qué en V i l l a f r a n c a eran muy
caritativos con los peregrinos, especialmente con aquellos que
l l e v a b a n capa, según cierta t r a d i c i ó n r e l a t i v a al robo de un
tabardo hecho a u n peregrino en aquella v i l l a , y aparecido
luego milagrosamente en Compostela, alrededor de l a estatua
de Santiago, cuando estaba abrazándola. Desde entonces co-
menzaron a ser especialmente caritativos con los peregrinos
que se cubrían con aquella prenda. Después de visitar San F r a n -
cisco, estuvo L a f f i en las Descalzas, y a l a salida atravesó un
gran puente al oeste, caminando siempre j u n t o al río para lle-
gar a Salvatierra 53.

E l paso de los peregrinos por l a v i l l a se hacía bajando desde


la iglesia de Santiago a l a calle de Salinas, continuando por la
del A g u a , para salir del casco u r b a n o — p o r lo menos desde el
siglo X V I — p o r el término del P o r t a j e , donde había u n puente
sobre el B u r b i a que todavía existe. Poco más allá del puente,
inclínase el camino hacia el Noroeste, siempre por l a margen
izquierda del río Valcárcel, atravesando el lugar de Pereje, y
más a r r i b a los de Trabadelo, Pórtela, A m b a s Mestas y R u i t e -
l a n . E l valle por el que asciende este recorrido v a como encajo-
nado a veces entre ásperas montañas. E n u n lugar del valle
que no hemos logrado identificar, u n abad del monasterio de
Santa M a r i n a de Valcárcel, " r r o m p i o u n a peña para por me-
dio della dar camino a t a n terrible angostura como l a del V a l -
cárcel", quedándole por t r a d i c i ó n el nombre de Peña del A b a d 54-
52 V i a j e p o r España y P o r t u g a l en los años 1494 y 1495. Versión del l a t í n ,
n o t i c i a p r e l i m i n a r y notas p o r J u l i o P u y o l A l o n s o , M a d r i d , " R e v . de A r c h i v o s " ,
1924, p á g . 133.
53 V i a g g i o , págs. 188-191.
64 M e m o r i a s de Carracedo (ms. de l a R e a l A c a d . de l a H i s t . , sign. 0-3,
f o l . 327 v.) dice que el abad de S a n t a M a r i n a de Valcárcel, F l o r e n c i o , agrade-
cido a l a donación de l a décima parte del portazgo que tenía D o ñ a U r r a c a en
V i l l a f r a n c a : " c o n sus monjes y criados r r o m p i o u n a Peña p a r a por medio
della dar c a m i n o en t a n terrible angostura como l a del Valcárcel como aque-

306
IV, x i v . - u r í a : de p o n f e r r a d a al c e r r e r o

Castillos de Autares y Sarracín.

E n u n cerro de l a vertiente norte el eamino, j u n t o a l a vega


del Valcárcel, asentaba u n castillo, t a l vez el mismo que u n do-
cumento del año 1072 denomina de S a n t a María de A u t a r e s 5%
y en el que el noble gallego Nezano Gudesteiz podía i m p e d i r
el tránsito en el siglo X I I 56. Llámase t a m b i é n Castro de V e i g a
en el país, atribuyéndole l a t r a d i c i ó n residencia de T e m p l a r i o s ,
aunque no existen pruebas fehacientes de que lo h a y a sido. Los
vestigios de reductos de tierra y fosos aseméjanle a u n castro
p r i m i t i v o ; pero lo mismo ocurre en otras ruinas de castillos
medievales.
Frente a éste—y dejando en medio el camino—levantábase
al sur del r í o , sobre u n a altura rocosa, el de Sarracín, obra de
manipostería de p i z a r r a , bastante bien conservada, y que t a m -
bién se a t r i b u y ó a los templarios. M u r o s , puertas pequeñas
de arco de medio punto y señales de haber tenido dos torres
de desigual a l t u r a , muestran probabilidades de que l a o b r a co-
rrespondiese a l siglo X V I o a l X V 57. Pero el nombre que l l e v a
recuerda el del conde de A s t o r g a y el B i e r z o , Sarracino, citado
en u n a donación de bienes—precisamente de aquella tierra —
hecha por Alfonso I I I el M a g n o a la iglesia de Santiago, en el
año 883 58, lo que, u n i d o a l a situación altamente estratégica
en que se h a l l a b a , de gran v a l o r en todos los tiempos, hace pen-
sar que le hubiese precedido otro en el siglo X .
E l primero de estos castillos sirvió desde el siglo X I de re-
sidencia—que mejor podríamos calificar de g u a r i d a — a los por-
tazgueros de aquel territorio t a n transitado por los peregrinos.

dado por t r a d i c i ó n llamarse Peña del A b a d , es de los mas malos pasos des-
paña".
35 R i s c o : E . S . , X X X V I , ap. X X V I , pág. L i l i .
56 E . S . , t. X X , pág. 170. T r a t a n d o de sucesos del año 1113. Refiriéndose
a este noble, dice: " S a n e i l l e C a s t e l l u m S. M a r i a e de O c t a r i s tenebat, et ó m n i -
bus Galleciae m o n t a n a i n g r e d i e n t i b u s , per f a u c i u m m o n t i u m , et c o n c a v a
v a l l i u m a d i t u m prohibere p o t e r a t . " E l castillo era i m p o r t a n t e , y en ocasión de
las disensiones .con el arzobispo Gelmírez, J u a n Díaz t r a t ó con D o ñ a U r r a c a
sobre encerrar u n a noche a l prelado en la fortaleza ( I b i d . , pág. 334).
57 M . Gómez M o r e n o : Catálogo, pág. 483.
58 A r c h . C a t . de S a n t i a g o , t u m b o A , f o l . 3. L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . de
la I g l . de Santiago, t. I I , apéndices, pág. 30. C o n f i r m a como " m a i o r d o m u s " .
L e mencionan t a m b i é n otras escrituras de la época sin este t í t u l o .

307
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

B r i n d a b a n éstos buena presa a los agentes codieiosos de aque-


lla tenencia y , como en casos análogos y que y a hemos men-
cionado, asaltábanles, desvalijándoles e hiriéndoles a veces, a
pretexto de c u m p l i r u n a obligación que habían rebasado con
exceso. Poseemos u n claro testimonio documental de lo que
acabamos de decir en u n d i p l o m a y a aludido del año 1072 6».
Como éste conoceríamos otros si la historiografía hubiera des-
cendido a l a mención, no sólo de violencias y despojos de esta
naturaleza—que habrían sido harto frecuentes en los lugares
de portazgos-—, sino a las que se habrán cometido en las encru-
cijadas de los altos, o en las revueltas pendientes de las mon-
tañas alejadas de los poblados, por verdaderas cuadrillas de
bandoleros.

Desde la vega de Valcárcel súbese a R u i t e l a n , y m u y cerca,


frente a Herrerías, cambia el camino a l a margen derecha del
río, atravesando u n puente. H a c i a el f i n a l de l a aldea de He-
rrerías, cuyo caserío se alarga con exceso al borde del camino,
existió u n hospital para los peregrinos ingleses, situado en el
arrabal del lado oeste del pueblo, y todavía hoy se conoce el
barrio de cuatro o cinco casas situadas cerca de su antiguo so-
lar con el mismo nombre de H o s p i t a l de los Ingleses, que le
da t a m b i é n , en 1178, la b u l a c o n f i r m a t o r i a de privilegios y
posesiones a Santiago, otorgada por el p a p a Alejandro III <i0.
A u n q u e eran frecuentes las peregrinaciones desde Inglaterra
por mar, no debemos olvidar que l a región aquitana le estaba
entonces incorporada 61, y que los que v i v í a n allí l a hacían por
la vía p r i n c i p a l lo mismo que los franceses.
E l peregrino K ü n i g , que y a se nos mostró temeroso de los
caminos accidentados, al preferir el paso del M a n z a n a l al de
Foncebadón después de salir de A s t o r g a , recomienda a los
demás abandonar el itinerario que sigue a L a F a b a con estas
palabras: "Después—de V i l l a f r a n c a — , pasarás u n puente. Pero
al llegar a otra, si me entiendes b i e n . N o subirás a Allefaber.

59 V i d . nota 55.
60 A r c h . Cat. de Santiago, t u m b o B , f o l . 234. L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . de
l a I g l . de Santiago, t. I V , ap. L I I , pág. 131: " I n valle Carceris hospitale quod
d i c i t u r A n g l o r u m cuín ecclesia sua et a l i a m ecclesiam que i p s i ex eadem
parte superiacet."
61 Recordaremos que desde E n r i q u e I I Plantagenet Inglaterra poseía
extensos dominios en F r a n c i a .

308
IV, x i v . - u r i a : de p o n f e r r a d a a l c e r r e r o

Déjalo quedar a la mano i z q u i e r d a , y ve por el puente a mano


derecha" l'a. Debemos suponer que el p r i m e r puente de los dos
a que se refiere es el que h a y sobre el B u r b i a a l a salida de V i -
Uafranca, y que el segundo es el de Herrerías, pues en todo el
trayecto que h a y entre estos dos puentes no se conoce otro
ninguno.

Itinerario por Lugo.

Como diremos más adelante, K ü n i g no siguió la r u t a más


frecuentada hacia Santiago. Desvió por L u g o , cosa que t a m -
bién hacían otros peregrinos. Precisamente lo ordinario era su-
bir a L a F a b a , desde donde, con r u m b o al norte, en l a mayor
parte del recorrido, se ascendía a l a L a g u n a , y de allí, pene-
trando en seguida en l a r a y a de G a l i c i a , se llegaba a Cebrero.
L a bifurcación del camino recorrido por K ü n i g desde V i -
ilafranca se hallaría algo más arriba de Herrerías. Después del
hospital de los ingleses había que pasar u n puente tendido
sobre el Valcárcel, y luego otro tendido sobre el afluente que
baja del puerto de P i e d r a f i t a . A q u í señala precisamente l a
bifurcación el M a p a General del Obispado de L u g o , delineado
por orden de su prelado, D . J u a n Sáenz de B u r u a g a , y p u b l i -
cado el año 1768 63.
P a s a d o el ú l t i m o puente, se separan los dos caminos: uno
va por la derecha, hacia P i e d r a f i t a , y el otro sube a L a F a b a ,
que queda a l a i z q u i e r d a , como señala exactamente K ü n i g .
A u n q u e hasta L u g o — a la que denomina L u c a s — n o menciona
n i n g ú n otro lugar en el trayecto, teniendo en cuenta el m a p a
referido pedemos suponer con fundamento que pasaría por
Dóneos, Nogales y Becerrea, desviando algo más allá por Cons-
t a n t í n , con priorato de l a O r d e n de S a n J u a n , para continuar

62 L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . de l a I g l . de Santiago, t. I X , ap., pág. 190.


L a f f i dice que, a las dos leguas de V i l l a f r a n c a , llegó a Salvatierra—¿He-
rrerías?—, situado sobre el m i s m o río Valcárcel, donde e x p l o t a b a n el m i n e - .
r a l de hierro, beneficiándolo con u n horno y u n martinete m o v i d o p o r agua.
N o estaría lejos de l a vega de Valcárcel, pues a c o n t i n u a c i ó n de estas n o t i -
cias menciona u n castillo que sería el de A u t a r e s ( V i a g g i o , pág. 191). L a
industria del hierro en esta comarca se r e m o n t a a l a E d a d M e d i a , pues sa-
bemos que h a c i a el siglo X I I I existían " f r a g o a s " e n V i l l a f r a n c a ( J u l i o G o n -
z á l e z : Alfonso I X , t. I, p á g . 287, con referencia al T u m b o de Sobrado).
63 L o publicó R i s c o : E . S . , t. X L , uniéndolo a l t e x t o antes de l a pág. 1.

309
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

a S o b r a d o , cuyos monjes socorrerían a los peregrinos, y a tér-


minos de Campelo que quedaba algo más al n o r t e — , a V i l l a -
celeiro y a Bóveda, y a cerca de L u g o .

L a tierra de Galicia según el Liber Sancti lacobi.

E l L i b e r Sancti l a c o b i , al acercarse al Cebrero, vuélvese


más explícito y dice que, después de pasados los límites de
León y los puertos del monte Irago, se encuentra la tierra de los
gallegos^—aterra g a l l e c i a n o r u m " — , con ríos y prados y óptimos
frutos, con fuentes clarísimas, pero r a r a en ciudades y en mie-
ses. E s estrecha en p a n de trigo y v i n o , pero abundante en
p a n de trigo candeal y en sidra, y en ganados, jumentos, leche,
m i e l y peces marinos, m u y grandes pero escasos; tiene oro y
p l a t a , y en paños y pieles silvestres y otras cosas es abundante.
Más lo es en piedras sarracénicas. Agrega que nuestras gentes
gálicas concuerdan mejor con la gente gallega que con los otros
pueblos hispánicos, de costumbres incultas, pero que son te-
nidos por iracundos y m u y litigiosos fi4. L a p i n t u r a que hace de
l a tierra y gentes de G a l i c i a es lacónica, pero atinada, y aun
podemos decir que nos sorprenden algunas de sus observacio-
nes, como l a de l a m a y o r a f i n i d a d entre galos y gallegos, que
hace pensar en lo que l a raíz céltica habrá dejado, a través de
sus alteraciones, en ambos pueblos, o la de l a i r a c u n d i a , y sobre
todo el espíritu pleitista, que tanto caracterizan a los gallegos.
A y m e r i c o subraya en esta parte que deja u n país para en-
t r a r en otro diferente, aunque en mucho semejante a la región
occidental que dejó atrás.
A 1.293 metros sobre el n i v e l del mar contémplase desde
l a cumbre del Cebrero u n bellísimo paisaje, lo mismo del lado
de L u g o que hacia el B i e r z o . S u situación es comparable en
cierto modo a l a de Roncesvalles, A r b a s , Foncebadón y Manza-
n a l , que, con el de Cebrero, podríamos l l a m a r los cinco puer-
tos secos de l a peregrinación compostelana. E n todos ellos
encontraba alivio el caminante, que, ansiando llegar al alto,
pensaba a l mismo tiempo en el descenso, siquiera no fuese en
ocasiones mucho menos penoso que l a s u b i d a .
A la espalda queda el B i e r z o , tierra de contrastes, con ele-

64 L i b e r Sancti J a c o b i , l i b . I V , cap. V I I , págs. 359-360.

310
I V , X I V . - U R I A : DE P O N F E R R A D A AL C E R R E R O

vadas montañas desoladas, valles unas veces profundos y an-


gostos, otras amenos y fértiles. Fué desde la época v i s i g o d a
refugio de anacoretas y monjes que, consagrados a l a peniten-
cia y a la p i e d a d , v i n i e r o n a convertir la pequeña comarca leo-
nesa en una especie de T e b a i d a , como se ha dicho repetidas
veces.

E l ambiente monástico en el B i e r z o .

D e los cenobios allí fundados salieron figuras como San V a -


lerio y San F r u c t u o s o , cuyas virtudes y v i d a ejemplar i b a n a
servir de modelo a varias generaciones de monjes. Más de veinte
monasterios—en su mayor parte existentes y a en el siglo X —
conocemos en aquella región. Y si algunos se refundieron con
el tiempo en otros más importantes, o sé agregaron a l a iglesia
de Astorga como simples parroquias, otros llegaron a alcanzar
gran f a m a , sobrepasando la E d a d M e d i a . N o existía en el B i e r -
zo ciudad alguna de l a categoría de A s t o r g a , pero sí muchos
lugares y cenobios; y esto nos explica en parte la v a r i e d a d de
comunicaciones, que a su vez dio lugar a las desviaciones oca-
sionales que hacían muchos peregrinos en busca de l i m o s n a ,
o de l a veneración de los tesoros de reliquias depositados en
sus iglesias.
E l monasterio de Santa María de T a b l a d i e l l o , situado en
la vertiente occidental y debajo del monte Irago, prestaba
ya en el siglo X a u x i l i o a los pauperes et hospitum, siendo pro-
bable que comunicase con l a l l a m a d a en el mismo documento
stratam de Irago, y que h a y a sido como el antecedente de l a
alberguería p r i v i l e g i a d a en tiempos del ermitaño G a u c e l m o .
Unos ocho kilómetros al sur del camino francés y del lugar
de Riego de A m b r ó s hallábase el monasterio de C o m p l u d o ,
el primero de los fundados por San Fructuoso a mediados del
siglo V I I , y que persiste en el siglo X I I . E l de canónigos regu-
lares de P o i b u e n o — m u y favorecido por Alfonso V I I — s e h a -
llaba casi en las inmediaciones de l a vía que de l a M a l u e n g a
baja a Paradasolana. N o lejos de la que i b a por M a n z a n a l exis-
tía, también en el siglo X , el de San J u a n B a u t i s t a de Cerezal,
y cinco kilómetros aproximadamente más al norte del lugar
de Fieros hallábase el monasterio cisterciense de V i l l a b u e n a ,
fundado por la infanta Doña Teresa, hermana de A l f o n s o I X ,

311
L A S P E K E G R I N A C I Ó N E S A S A N T I A G O

que en él t o m ó su hábito. Casi a la m i s m a distancia de Caca-


belos se encuentra, hacia el sur, el de Carracedo, uno de los más
ilustres de l a comarca berciana, de u n arte exquisito, pero
desgraciadamente en completa r u i n a 85.
Renunciamos a alargar la lista de monasterios situados más
o menos próximos a la vía p r i n c i p a l de la peregrinación. E l he-
cho de que muchos de ellos se hallasen a algunos kilómetros de
su paso no anuló la acción p o s i t i v a que en beneficio de ella rea-
l i z a r o n . U n a gran parte se hallaba en vías secundarias de
acceso a l a p r i n c i p a l y contribuyeron a fomentar el ambiente
de devoción en que se desarrollaba el viaje santo a Compos-
tela y a dar ejemplo de caridad con los pauperes C h r i s t i .
T o d o , pues, contribuía a que l a peregrinación encontrase
favorable ambiente. Benedictinos, cluniacenses, cistercienses,
premostratenses, franciscanos, templarios y hospitalarios se-
ñalaban a través del Bierzo u n a estela de devoción y de fe, ali-
mentando con ello los anhelos de penitentes y devotos, que
esperaban alcanzar el consuelo de sus males por l a intercesión
del A p ó s t o l en la meta de Compostela.
D e manera parecida al B i e r z o h a y en el camino de San-
tiago otras comarcas con abundancia de monasterios e institu-
ciones hospitalarias en las proximidades de su itinerario. Corres-
ponden a verdaderas zonas de concentración de romeros, que se
presentan allí donde convergen diversos itinerarios, pues lo
mismo que los ríos de largo recorrido v a n aumentando su cau-
dal a medida que se alejan del nacimiento, a costa de los afluen-
tes que sucesivamente aportan al suyo, así el camino de San-
tiago i b a recogiendo diversas corrientes de peregrinos que, pro-
cedentes de territorios situados al sur, ascendían por las vías
secundarias—sobre todo en la baja E d a d M e d i a — , llegando a
u n m á x i m u m de concentración en el B i e r z o , que sólo era supe-
rado en l a m i s m a Compostela. P o r ello ofrece esta comarca un
aspecto de remanso que tendría su paralelo h a c i a N a v a r r a y
la Rioja.

65 R e s u m i m o s en los anteriores párrafos lo que sobre los monasterios del


B i e r z o dice F l ó r e z en el t. X V I de la E . S . , págs. 26 a 68.

312
V^D Lajosa
a LIBIPEffiO
* Corgo

Y t l a r de D o n a s

PALAS DtL REY


• BaraJ/a
Carbalfat ^LestetM^^^^ y '
Puente de Compaña

HOSP/ULOE LA CRUZ
Bedro

JOoréapezas

mTOMARjN^^Portomarin & * * * }
(San JÚ3n}y¿C@^*_ Cortes
Meigente • wonse/ro
üülar de harria
m+LSarr/'a *
Ca/yor^ p ^
'/{asante •
'^Montan ^ • ^ M
BARBADELQ
Ramíl
Reinz TRtJiCASTELA
9
Pascáis
Yíduedo ''
' % m m ^ ^ s s S l S m ^m Rende
3/GA/OS CONV£MC/0MALES Samos

C a m i n o s de p e r e g r i n o s

R/'os

^ Nospi/a/

% Monasterio o Co/egiata.

(^) » Población d e / c a m i n o

^ Puente

¿scaícL f: 2oo.ooo
Capítulo XV

DEL CEBRERO A PORTOMARIN

" J n d e portus montis F e h r u a r i i ; inde hospitale i n cacumine


eiusdem m o n t i s ; inde L i n a r de R e g e ; inde Triacastella, i n
pede scilicet eiusdem montis i n Gallecia, ubi p e r e g r i n i acci-
p i u n t petram et secum deferunt usque ad Castaniollam a d
faciendam calcem a d hopus hasilica apostolice. Inde est u i l l a
sancti M i c h a e l i s ; inde B a r b a d e l l u s , inde Pons M i n e e . " ( L i -
ber S a n c t i J a c o b i , l i b . I V , cap. I I I . )

P o r su elevada a l t i t u d de 1.293 metros sobre el n i v e l del


mar, constituye el puerto de Cebrero uno de los pasos de m o n -
taña más importantes y difíciles de salvar, en el i n v i e r n o , de
todos los que se encuentran en el camino de l a peregrinación
compostelana.
E l paso debe de ser m u y antiguo, y t a l vez no lejano de
una vía romana % a l a que habrá sucedido el camino m e d i e v a l .
P a r a la atención de peregrinos y caminantes levantáronse
allí u n monasterio y u n h o s p i t a l , a c u y a fundación se a t r i b u y ó
excesiva antigüedad, admitiendo el P . Yepes que d a t a b a n del
año siguiente a l descubrimiento del sepulcro del A p ó s t o l . T a m -
bién V i l l a a m i l y Castro consideraba fundado el h o s p i t a l en
este siglo, llegando a f i j a r l a fecha del año 836; pero más tarde
cambió de opinión2. Ño obstante, el insigne benedictino re-
conocía que los diplomas que hacen referencia a estos estable-

1 D e l a v í a r o m a n a que pasaba por el v a l l e del Valcárcel apenas q u e d a n


vestigios. V i d . M e m o r i a s de l a J u n t a Superior de Excavaciones (1921-1922),
M a d r i d , 1923.
J . V i l l a a m i l y C a s t r o ( G a l i c i a histórica, t. I, Reseña histórica de los
establecimientos de beneficencia que hubo en G a l i c i a , etc., pág. 242), se re-
fiere a Yepes (t. I V , f o l . 63 r.), y dice que este h o s p i t a l debió de ser de f u n -
dación bien a n t i g u a , " s i n llegar a l extremo a que extendió el P . Y e p e s sus
suposiciones"; pero l a Crónica de l a p r o v i n c i a de L u g o , p u b l i c a d a años antes
(pág. 50), consideraba que había sido f u n d a d o p o r A l f o n s o I I el Casto en 836.

313
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

cimientos no remontan más allá de U r b a n o II (1088-1099) y


de Inocencio I I I (1160-1216) 3.
Destruidos los documentos relativos al hospital y al monas-
terio durante l a guerra de l a Independencia, no nos queda otro
recurso que examinar las referencias que da Yepes sobre los
que alcanzó a ver en sus días y algunas otras que constan en
los extractos de otros relativos al Cebrero existentes en el
A r c h i v o Histórico N a c i o n a l . E l primero al que Yepes con-
cede i m p o r t a n c i a es u n privilegio de Fernando II de León,
del año 1166, del que copia estas palabras: "Concedo et con-
f i r m o hospitali montis Z e b r u a r i i donationes quas pater meus
imperator, pro añusque meus R e x Adephonsus, ipsi praedicto
hospitali et F r a t r i b u s i b i d e m sub R e g u l a B e a t i G e r a l d i de gen-
t i b u s , d i u i n a inspiratione, i n p e r p e t u u m , sunt largitae" i. De
ellas se deduce l a dependencia de este establecimiento de la
abadía de San Geraldo de Orleáns, explicable, según el cronista
benedictino, teniendo en cuenta su situación en el camino
francés, por el que tantos peregrinos de esta nación pasaban.
A l f o n s o V I I recibió el hospital bajo su amparo, concediendo
a sus ganados libertad de pastar y otras exenciones 6.
Con rentas abundantes, cedidas en su m a y o r parte por
los monarcas, sustentaba el monasterio a l p r i o r , monjes, cléri-
gos y porcionistas; pero con el tiempo y los azares de la guerra,
intromisiones de los nobles y m a l a administración de los prio-
res, viéronse éstas m u y disminuidas, lo mismo que las del hos-
p i t a l . E n el siglo X V I no había allí más que cuatro monjes, y
l a iglesia se hallaba en m u y m a l estado, según nos dice Barto-
lomé de V i l l a l b a *.

3 Y e p e s : Loe. cit.
4 Ibidem.
5 C o n fecha de 1186, D o n F e r n a n d o II c o n f i r m ó otro del rey D o n A l f o n -
s o , su p a d r e , por el que recibe el h o s p i t a l bajo su a m p a r o , catando las bestias,
dándoles l i b e r t a d p a r a i r libres p o r t o d o el reino, y eximiendo de moneda y
foro real las casas que el h o s p i t a l tenía en V i l l a f r a n c a . ( E x t r . en el A r c h . H i s -
t ó r i c o N a c : L e g . único del Cebrero: " A m p a r o def Cebrero y C o n f i r m a z i o n de
sus c o t o s " . S i g n . del A r c h . del Cebrero, c a j . 3, A - l , y Y e p e s , t. I V , f. 163 v).
6 E l Pelegrino Curioso (ed. B i b l i ó f i l o s Madrileños, M a d r i d , 1886, t. l h
págs. 374-376), dice " l l e g a r o n a N u e s t r a Señora del Cebrero, que según esta
a h u m a d a y d e r r o y d a , no d a b a esperanza de t a n t a grandeza o misterio como
dentro tiene; h a y en ella cuatro monjes, y uno de ellos, que se l l a m a b a F r . M i -
g u e l de D u r a t ó n , le mostró el Santísimo S a c r a m e n t o , el c u a l es de las cosa»

314
IV, xv. - u r i a : d e l c e r r e r o a p o r t o m a r í n

E n todo caso, l a i m p o r t a n c i a del monasterio queda oscu-


recida por l a que tenía el hospital, siendo precisamente las ins-
tituciones del Cebrero—monasterio y h o s p i t a l — u n o de los ejem-
plos más elocuentes a este respecto, pues en A r b a s , que como
hemos dicho presenta con ellas gran analogía por l a situación
y los fines de su establecimiento, l a Colegiata sostenía buen n ú -
mero de canónigos y su cabildo representaba bastante más que
los cuatro monjes del Cebrero, por lo menos en el siglo X V I .
E r a entonces el Cebrero u n priorato, anejo a San B e n i t o de
V a l l a d o l i d , y estaba bien regido su hospital en aquel puerto
t a n áspero y paso o r d i n a r i o de los peregrinos, según dice M o -
rales 7.

E n r i q u e II c o n f i r m ó en T o r o , a 22 de septiembre de 1371,
al hospital, p r i o r , monjes y capellanes, todos los privilegios de
sus antepasados. Pero l a nobleza t u r b u l e n t a se entrometió,
abusando de los derechos de l a encomienda, en l a a d m i n i s t r a -
ción de sus bienes, con los daños consiguientes. D e los p r i m e -
ros años del siglo X V poseemos por lo menos u n testimonio 8.
Por esta época aún dependía de A u r i l l a c , según cierta p r o v i -
sión allí despachada 9,

más notables que h a y en el m o n d o t o d o , porque se ve el cuerpo de Cristo d i -


v i d i d o , sangre p u r a y carne v e r a . L a s partículas son pequeñas; más es real-
mente confusión de herejes ver u n a cosa t a n antigüísima c o n s e r v a d a ; quié-
reos a este propósito contar u n dicho de a q u e l i n v e n c i b l e Carlos V , empera-
dor y r e y de España, que, loándole en l a m i s m a casa este gran m i s t e r i o , res-
pondió que él no lo quería ver, pues no d u d a b a d e l misterio del S a c r a m e n t o ,
que el hereje que lo n e g a b a ése lo podía v e r p a r a confusión s u y a , sentencia
por cierto del e m p e r a d o r . " E n las págs. 375-376 refiere el m i l a g r o .
7 A . d e M o r a l e s : V i a j e Santo, 2.a e d . , pág. 212, agregando que gober-
naban l a h a c i e n d a del monasterio y h o s p i t a l íres o cuatro monjes, y refiriendo
el m i l a g r o en t é r m i n o s análogos a los que y a conocemos.
8 A r c h . H i s t . N a c , L e g . del Cebrero y a c i t a d o : " C a r t a del r e y D o n J u a n
el 2do. que m a n d a a P e r o Hernández de Bolaños y a R o d r i g o García B a l e a r -
ce que dejen a l H o s p i t a l , P r i o r y Monges d e l Cebrero el coto d e l Cebrero y
de Perexe que le t e n í a n en encomienda, y que les pagasen los daños que de
esto se les h a b í a n seguido, después que se hizo l a l e y en S o r i a de que n i n g u n o
tome en E n c o m i e n d a de V a s a l l o s . " M e d i n a d e l C a m p o , 10 de febrero de 1419,
en pergamino, sello de p l o m o , y Y e p e s , t. I V , f o l . 64 r.
9 A r c h . H i s t . N a c . , L e g . único del Cebrero: " P r o v i s i ó n que el A b a d del
Monasterio, A u r e l i a c o , de l a O r d e n de S a n B e n i t o , de l a Diócesis de S a n F l o r o
de F r a n c i a , hizo en F r . G o n z a l o López, del P r i o r a t o de Cebrero, que h a v i a
vacado por aceptación que hizo G o n z a l o J u a n ú l t i m o Posehedor de l a A b a d í a
Salmonicense de l a Diócesis de L u g o , y m a n d a a los Monges y Capellanes

315
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

A pesar de hallarse en u n a vía de c o m u n i c a c i o i | principal


el lugar, creado al calor del monasterio y del hospital, ofrece un
ejemplo de arcaísmo por su urbanización verdaderamente ex-
t r a o r d i n a r i a . L o s etnógrafos han f i j a d o su atención en él, sobre
todo después de los estudios y divulgaciones que de l a estruc-
t u r a de sus interesantes viviendas hizo el señor D e l Castillo 10.
A q u e l l a s pallazas—casas de p l a n t a o v a l o curvilínea y techum-
bre de tendencia cónica—son u n v i v o testimonio de lo que
eran las de los castros prehistóricos de l a E d a d de H i e r r o , en
el noroeste de l a Península; y aunque no son únicas, y a que al-
gunas otras existen en ciertos rincones de la montaña astur-
g a l a i c a , debemos considerar singularísimo el hecho de que allí
se h a y a n conservado hasta nuestros días (lám. C X I ) .

A mediados del siglo X V I era u n lugar t a n bien abastecido


como el de l a V e g a de Valcárcel11.
L o más interesante que en relación con las peregrinaciones
dio f a m a a l Cebrero, fué cierto milagro ocurrido en fecha impre-
cisa, pero dentro de l a E d a d M e d i a , que los peregrinos debieron
de d i f u n d i r por todas partes, incluso refiriéndole en sus relatos
de viajes. U n o de los más antiguos que del milagro conoce-
mos es el del licenciado M o l i n a , quien lo oyó contar a su
paso por aquel Jugar, a mediados del siglo X V I . Refiere, en
suma, que, celebrando el Santo Sacrificio en la iglesia del Ce-
brero cierto clérigo, asaltóle l a d u d a en el momento de con-
sagrar l a Sagrada F o r m a sobre si en ella se contenía lo que sus
palabras expresaban; al instante se le demostró s i n ninguna
nube lo que estaba debaxo della, pues se c o n v i r t i ó la H o s t i a ,
visiblemente, en u n a perfecta carne y el vino en n a t u r a l y ver-
dadera sangre 12.

que le obedezcan. D a d o en A u r e l i a c o a 28 de D i c i e m b r e de 1403, en Perga-


m i n o , signado de G e r a l d o Salesja de A u r e l i a c o . F a l t a el sello pendiente."
10 Y i á . " B o l . de l a R e a l A c a d . G a l l e g a " , n ú m s . 78 y 82, correspondientes a
n o v i e m b r e de 1913 y a b r i l de 1914, donde se p u b l i c a n dos trabajos que llevan
respectivamente por t í t u l o : L a s casas del Cebrero y Origen y antigüedad de las p a -
llazas del Cebrero. M u c b a s de las casas miserables y cubiertas de p a j a que por G a -
l i c i a y L e ó n m e n c i o n a el peregrino L a f f i en s u v i a j e , serían semejantes a éstas.
11 M e m o r i a l de las provisiones que se hicieron p a r a el camino de Astorga
a L a Coruña con motivo del viaje que S . A . el Príncipe D o n F e l i p e , etc., año l o 5 4 ,
B o l . de l a R e a Í A c a d . G a l l e g a , t. I I I , pág. 142.
12 E l L i c e n c i a d o M o l i n a : Descripción del Reyno de G a l i c i a , i m p . por
A g u s t í n P a z en 1550, f o l . 21 v u e l t o .

316
IV, XV. - U R I A : D E L C E B R E R O A P O R T O M A R I N

I
E n términos más o menos parecidos relata la t r a d i c i ó n
el Pelegrino curioso, que pasó por allí pocos años después
que el licenciado M o l i n a . Como uno de los monjes le mos-
trase las redomas de vidrio donde se contienen las p a r t í c u -
las y el vino ^-convertidas en carne y s a n g r e — , allí ence-
rradas por mandato de l a R e i n a D o ñ a Isabel l a Católica, co-
menta que: "es realmente confusión de herejes ver u n a cosa
tan antigüísima c o n s e r v a d a " , refiriendo luego u n dicho de
Carlos V , quien, a l oír a su paso por el Cebrero las alaban-
zas con que e x p l i c a r o n aquel prodigio, "respondió que él no
lo quería ver, pues no d u d a b a del misterio del sacramento;
que el hereje que lo negaba, ése lo podía ver p a r a confusión
s u y a " 13.
E l P . Y e p e s dice que el milagro ocurrió cerca del año 1300,
y lo mismo que los autores citados, a f i r m a que según l a t r a d i -
ción se realizó en el instante en que cierto campesino del l u -
gar B a r j a m a y o r m u y devoto de l a m i s a , llegó al t e m p l o en u n
día de gran t e m p o r a l de nieves, después de no pocas fatigas.
E l sacerdote y a había consagrado, creyendo que con aqnel tem-
poral nadie i r í a a oírla, y a l observar l a presencia del devoto,
menosprecióle entre sí mismo, considerando extraordinario lle-
gase hasta allí, en aquellas circunstancias, a ver un poco de p a n
y vino 14, ocurriendo entonces el milagro.
E l peregrino L a f f i cuenta que antes que en l a c i m a del Ce-
brero fuese edificado el monasterio, v i v í a allí u n ermitaño
francés dedicado a l a penitencia; decía misa todas las maña-
nas, a la que asistían las gentes de M a l a f a u a ( L a F a b a ) , cuando
podían ir. U n o de los vecinos de este lugar fué el protagonista
del milagro, según L a f f i , que narra todo lo demás en l a f o r m a
que lo hacen los autores antes mencionados, agregando que el
P a p a P a s c u a l II quiso ver este milagro—es decir, las ampo-
llas de v i d r i o que lo c o n t i e n e n — , yendo a Santiago en hábito
de peregrino 15.
Todavía añaden los naturales del país algún detalle al t r a -
dicional relato, asegurando que l a imagen de l a V i r g e n de los
Remedios, existente en el altar en que se obró el m i l a g r o , i n c l i -

13 V i d . nota 7.
11 Yepes: Op. cit., t. IV, fol. 64 v.
15 L a f f i : Op. cit., pág. 192-193.

317
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G
0

nóse en adoración en el instante que se realizaba, por lo que sien-


ten por ella particular devoción. L a que los campesinos de la
comarca y otras personas consagraron al Santo M i l a g r o , dio lu-
gar a que llegasen a sacarlo en la procesión del Corpus, lo que,
advertido por los visitadores del priorato, les movió a prohibir
semejante costumbre, ordenando que en adelante se sacase
solo el Santísimo Sacramento 1(i. Se ha intentado, por varios
escritores, relacionar este milagro con l a leyenda del santo
G r i a l ; pero hemos de reconocer que resultan conjeturales los
fundamentos aducidos en pro de que l a leyenda bretona se
h a y a inspirado en l a galaica17.
E l P a p a Inocencio V I I I otorgó u n a B u l a en el año 1487,
en l a que viene a referir el milagro en l a forma que conocemos.
Se a f i r m a en ella que ocurrió transcurridos muchos años 18, mien-
tras que el licenciado M o l i n a dice que no muchos tiempos ha,
diferencias de expresión que por su relativismo respectivo po-
drían incluso no ser contradictorias. Yepes silencia los funda-
mentos de la fecha que se le asigna, y así, sólo podemos asegu-
rar que la^ tradición se refiere a u n hecho acaecido en la E d a d
M e d i a , siendo lo probable que no remontase más allá del si-
glo X I V .
Según u n a referencia de fecha t a r d í a , los monjes del Cebre-
ro no podían salir sin licencia del prior fuera de la clausura se-
ñalada por los términos cerrados entre las fachadas del convento
e iglesia, el camino que v a a L a F a b a y a L a Calera, de L a C a -
lera a l a esquina del Cercado, y de aquí a la " d e l hospital que
mira a Barja mayor"19.
A fines del siglo X V I I I , los monjes hicieron u n mesón que
debió de proporcionarles algunos ingresos destinados al resar-
cimiento de los gastos que ocasionó su fábrica 20.

16 A r c h . del Monasterio de Samos. L i b r o de V i s i t a s del Cebrero. Visitas


de 31 de m a y o de 1750 y 24 de j u n i o de 1771.
17 I b i d e m . Son especialmente aventuradas las consideraciones que hace
J . A r i a s S a n J u r j o en su artículo Sobre l a localización de Sant G r i a l ( " A r q m -
v o s " , S a n t i a g o , 1927, págs. 129-137).
18 M o r a l e s : Viaje Santo, M a d r i d , M a r í n , 1765, pág. 166 " p l u r i í n i s annis
eiiusis .
19 A r c h . del Monasterio de Samos. L i b r o de V i s i t a s del Cebrero. V i s i t a
del 4 de j u n i o de 1734.
20 I b i d e m . V i s i t a de 4 de j u n i o de 1716.

318
IV, XV. - U R Í A : D E L C E B R E R O A P O R T O M A R Í N

peí Cetrero a Triacastela.

Pasando el puerto del Cebrero se desciende por u n lugar


que la Guía de A y m e r i c o l l a m a L i n a r de Rege21, y que no
es otro que el actual San E s t e b a n de L i n a r e s , donde se levan-
taba tina c a p i l l a dedicada a San R o q u e en el alto del mismo
nombre, y de l a que hoy no queda vestigio alguno. Descen-
diendo, pasa luego el camino por el hospital de l a Condesa,
lugar que aún hoy recibe el nombre de H o s p i t a l y que aparece
consignado en algunos itinerarios franceses, desde el siglo X V I ,
con el de hospital de l a " C o m t e s s e " 22. V o n H a r f f señala en su
itinerario, después del Cebrero, o M a r i e de Sebrero, u n a l o c a l i -
dad que l l a m a Hospitales de " G u n d i s " , de reducción dudosa y
que se ha identificado con H o s p i t a l de Padornelo 23; pero gundis
pudo ser l a forma que u n alemán h a y a dado a condesa.
Pasando este lugar, el camino vuelve a ascender n u e v a -
mente en P a d o r n e l o . U n a n o t i c i a contenida en l a H i s t o r i a Com-
postelana nos dice que el arzobispo Gelmírez adquirió de Oveco
Sánchez el burgo de " P a t u r n e l o " 24. Existía allí u n a iglesia de
la encomienda de S a n J u a n , l l a m a d a de Santa María del P o y o ,
hoy convertida en cementerio, y más adelante hallábase no le-
jos el paso del mismo h o m b r e — c a s i a l a m i s m a a l t i t u d que el
Cebrero—, bajando luego a Fonfría, donde aún se conserva u n
trozo empedrado de l a antigua calzada formado por pequeños
bloques de cuarcita. C o n t i n u a b a a l a cumbre de San P e d r o de
V i d u e d o , donde existió otro priorato de l a O r d e n de S a n J u a n ,
que en las etapas que vamos recorriendo y a desde el valle de
Valcárcel, poseía muchos bienes. De V i d u e d o i b a el camino a
R a m i l , pasando antes por F o y l l e v a r y los Pasantes 25, y de
aquí a Santiago de T r i a c a s t e l a , t é r m i n o de l a undécima jornada
a Compostela, señalada por el códice de A y m e r i c o , según el
cual se halla " i n pede sicilicet eiusdem montis i n G a l l e c i a , u b i

21 L i b e r S a n c t i J f i c o b i , l i b . I V , cap. I I I , pág. 352.


22 Así se l l a m a en los itinerarios franceses al f i n de las. Chansons des Pele-
rins de St. Jacques, impreso en T r o y e s , en 1718, y en el de M a n i e r ( E d . B a r ó n
B o n n a u l t d ' H o u e t , pág. 69.)
23 V i d . v o l . I, pág. 232 de l a presente o b r a .
u E . S . , X X , 71.
25 M e n c i o n a estos lugares F r . M a r t í n S a r m i e n t o en su viaje a G a l i c i a .
Ms. en la B i b l . de la R . A c a d . de l a H i s t . , 11/1372, f. 486 v .

319
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

peregrini accipiunt p e t r a m et secum deferunt usque ad Casta-


n i o l l a m a d faciendam calcem ad hopus basilice a p o s t o l i c e " " .
E s t o nos hace suponer que en Castañeda—Castaniolla—venían
a constituir los peregrinos como u n depósito p a r a hacer cal
del que luego se abastecían los artífices de la basílica com-
postelana.
E s t a piadosa costumbre, mediante la cual el peregrino se
convierte en partícipe de la fábrica de l a iglesia dedicada al
A p ó s t o l , t u v o u n valor más que simbólico, pues si el número
de los que pasaban a Santiago era y a i m p o r t a n t e en el siglo X I I ,
podemos imaginar con fundamento la acumulación de materia-
les pétreos de alguna consideración con el transcurso de unos
cuantos lustros.
A pesar de que, como hemos v i s t o , desde el Cebrero hasta
T r i a c a s t e l a el camino tiene pendientes y contrapendientes, al-
gunos peregrinos, sin tenerlas en cuenta, sólo consignan en sus
itinerarios la bajada desde aquel puerto, como L a f f i , que, a
p a r t i r del mismo se l i m i t a a decir que pasó por " a l c u n i V i l l a g -
gietti d i P a s t o r i , done cominciassimo a scendere a basso per
molto t e m p o " , agregando: " i n fine arriuammo i n u n a pianura,
dou'é v n a térra [aldea] al quanto grande, con assai buoni ca-
s a m e n t i ; questa—añade—si d o m a n d a Tre Castelli, lontana sei
l e g h e " 27.

Triacastela.

E l lugar de Santiago de Triacastela se asienta en el fondo de


u n pequeño v a l l e , que atraviesa u n riachuelo al sur del pueblo.
E s h o y capital del ayuntamiento del mismo nombre, y en el
siglo X se menciona u n Territorium triacastelle i n provinciam
gallecie28, cuya extensión acaso no difiriese mucho de l a que
tiene aquél, y u n locum nominatum triacastella, situado i n f i n i -
bus g a l l e c i e 2 \ que es el lugar a que nos referimos. E n el terri-
torio existió u n monasterio y u n a iglesia con las advocaciones

2<i Liber Sancti Jacobi, lib. IV, cap. III, pag. 352.
27 L a f f i : Op. cit., pag. 193.
28 Arch. Cat. de Santiago, tumbo A , fol. 9 v., publ. López F e r r e i k o :
Hist. de la Igl. de Santiago, t. II, pag. 94 de los apéndices.
29 Ibidem, pag. 103.

320
IV, xv. - u r i a : d e l c e b r e r o a p o r t o m a r í n

de San Pedro y San P a b l o , que fueron donados a l a de Santiago


por Ordoño II en 18 de diciembre del año 922 30.
Ignórase cuáles fueron los tres castillos que dieron origen
a este t o p ó n i m o y que f i g u r a n en el campo del escudo del m u -
nicipio y l a v i l l a . P e r o no debió de ser ésta i m p o r t a n t e hasta
que l a a c t i v i d a d repobladora de Alfonso I X de León 31 l a favo-
reció. E n todo caso, ofrece todavía h o y u n aspecto m e z q u i n o ,
con pobre urbanización a lo largo del valle y del c a m i n o de
Santiago.
L a iglesia p a r r o q u i a l con t í t u l o de Santiago fué reedificada
en el año 1790, según inscripción que h a y en el p ó r t i c o , y sólo
conserva de l a obra a n t i g u a el curvo ábside con gruesos contra-
fuertes de dos cortas—acaso hechos cuando l a reedificación —
y en el alero unos sencillísimos modillones. N a d a de p a r t i c u l a r
hay en su interior. E n l a h o r n a c i n a central del a l t a r m a y o r
existe u n a imagen de Santiago peregrino.
E l camino pasa por delante de l a iglesia,; hacia el sudoeste,
y es hoy u n a mala calle con casas a ambos lados, de las que
u n a — s i t u a d a a mano derecha y precisamente donde l a calle
tuerce a l a mano c o n t r a r i a — s i r v i ó en otro tiempo de hos-
pital para peregrinos según l a t r a d i c i ó n .
También en T r i a c a s t e l a se presentaban los agentes de l a
30 C o n f i r m a c i ó n h e c h a por Ordoño II de las donaciones que h a b í a otor-
gado el conde del B i e r z o , D . G a t o n , a l monasterio de M o n s e i r o , f e c h a d a en 22
de noviembre del año 919 ( A r c h . de l a C a t . de S a n t i a g o , t u m b o A , f o l . 9 v . ,
p u b l . en L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . de l a I g l . de Santiago, t. I I , apéndices, p á g i -
nas 94-95). Se refiere a d i c h o monasterio c o n estas p a l a b r a s : " f u n d a t u m est
i n territorio triacastelle i n p r o u i n c i a galléele, q u o d r e s t a u r a v i t auus noster
G a t o n a d r a d i c e m m o n t i s q u o d d i c u n t monte seiro i n h e r e m o " . D e b i ó de estar
situado el l u g a r de M o n s e i r o al norte de C a l v o r , a no ser que a l sur de T r i a c a s -
tela existiese o e x i s t a otro monte Seiro. E n 18 de diciembre del año 922, O r -
doño II hizo o t r a donación a l a m i s m a iglesia del " m o n a s t e r i u m c u m ecclesia
sanctorum a p o s t o l o r u m p e t r i et p a u l i que est i n f i n i b u s galléele l o c u m n o m i -
n a t u m t r i a c a s t e l l a " ( A r c h . C a t . de S a n t i a g o , t u m b o A , f o l . 10, p u b l . en L ó p e z
F e r r e i r o : H i s t . , t. I I , p á g . 103). P a r e c e m u y probable que esta cláusula se
refiera a l m i s m o monasterio que m e n c i o n a l a escritura a n t e r i o r , r e s u l t a n d o l a
irregularidad de que m i e n t r a s que en aquélla sitúa el cenobio a l comienzo
del monte Seiro, en " t e r r i t o r i o " de T r i a c a s t e l a , en l a segunda se p u n t u a l i z a
su situación en el " l u g a r " de este ú l t i m o n o m b r e .
31 L u c a s d e T ú y : C h r o n i c o n M u n d i , " H i s p . I l l u s t r . " , t . I V , p á g . 1 1 0 :
H e x a u t e m A d e f o n s u s m u l t a s p o p u l a t i o n e s i n r e g n o feeit et e u m v a l d e a m -
pliavit. P o p u l a v i t n a m q u e i n Galléela C l u n i a m , B a i o n a m , S a l v a t e r r a m , V i -
U a m N o v a m de S a r r i a , M e l i d e , t r i a c a s t e l l a M i l m a n d a et a l i a s m u l t a s . "

TOMO 11.—21. 321


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

hostelería compostelana haeiéndose los encontradizos con los


peregrinos y aprovechando el f i n g i d o encuentro para reco-
mendarles posadas, en las que, con estudiadas artimañas, les
r o b a b a n en los precios por l a v e n t a de objetos, cambio de mo-
neda y pupilaje 32.

De Triacastela a Sarria.

Saliendo de la v i l l a en dirección a Samos, y como a unos


dos kilómetros, quedan, a mano derecha sobre l a carretera,
vestigios de la antigua calzada que por allí atravesaba entre
dos grandes tajos hechos en la roca para darle paso, por lo que
es conocido aquel paraje con el nombre de Pena P a r t i d a . A la
izquierda y al fondo corre el río Santalla. Más adelante se en-
cuentran las aldeas de R e n c h e — e n cuya iglesia hay otra ima-
gen de Santiago peregrino—Lastres y Freituje. L a iglesia de
este ú l t i m o lugar, dedicada a Santiago, fué dada al monasterio
de Samos por el P a p a P a u l o III en 2 de a b r i l del año 1538, para
que acudiese con el "sustento ordinario y v i n o a los peregrinos
que pasaban en romería a visitar el cuerpo del Apóstol"33.
Seguían éstos a San M a r t i ñ o , plegándose el camino a las ondu-
laciones del terreno, hasta descender en fuerte pendiente al
monasterio de Samos.
M e t i d o entre dos montañas, en angosto valle, sorprende a
l a v i s t a del viajero la gran mole del actual convento, c u y a su-
perficie se calcula en cerca de u n a hectárea.
Referencias de d i f í c i l comprobación admiten su restaura-
ción en el siglo V I I 3 4 ; pero sabemos que durante el V I I I y los
primeros años del X se albergaron allí algunos eclesiásticos y
monjes huidos de Andalucía 35. E n r i q u e c i d o con diferentes do-
32 L i b e r Sancti J a c o b i , l i b . I, cap. X V I I , pág. 162.
33 A r c h . del Monasterio de Samos: " L i b r o de Registro de esta Abadía
de Samos que mandó hacer N u e s t r o P a d r e Maestro f r a y Andrés García, A b a d
y Señor de dicho Monasterio de S a n J u l i á n de S a m o s , año 1746", fol. 4. .
34 R i s c o : E . S . , X L , 81, dice haber sido encontrada en 1753 cierta inscrip-
ción g r a b a d a en p i e d r a , al abrir u n a p u e r t a en el claustro pequeño del mo-
nasterio, en l a que consta haber restaurado l a observancia monástica en aquel
cenobio el obispo de L u g o E r m e f r e d o (años 653-656, según R i s c o ) .
35 R i s c o : E . S . , X I V , ap. III. P r i v i l e g i o de Ordoño II a Samos otorgado
el año 922 (págs. 367-372), en el que se dice: " A d m u l t u r o m vero tempus
v e n i t O p h i l u s A b b a , c u m D e o v o t a nomine M a r i a , de S p a n i a et posiderun
ipso Monasterio ab integro, per concessione A b i i mei D o m i n i H o r d o n u .

322
IV, XV. - U R I A : D E L C E B R E R O A P O R T O M A R Í N

naciones por los monarcas asturianos y por sus sucesores, llegó


a poseer cuantiosos bienes y a ser una de las abadías más céle-
bres de G a l i c i a .
N o hemos podido lograr noticias relativas a las atenciones
que el monasterio debió de proporcionar a los peregrinos du-
rante la E d a d M e d i a . U n a , de la primera m i t a d del siglo X V I ,
hemos consignado antes, y del X V I I I conocemos otras, por las
que sabemos que, en su mayor parte, entraban a comer en el
refectorio, donde podían hacerlo durante tres días, proporcio-
nándose a cada uno l a m i s m a ración que a u n monje. Cuando
los peregrinos eran sacerdotes o personas de c a l i d a d , se les daba
cama y mesa " c o m o a l huésped más h o n r r a d o " 30. Aquellos
que por su condición no disfrutaban de este privilegio eran
recogidos en una casa que el convento tenía destinada a este
objeto en el pueblo de Samos, p r ó x i m o ah convento 37.
E l Camino continuaba por el valle del Río Grande h a c i a V i -
llanueva de S a r r i a , distante unos doce kilómetros por la carre-
tera actual, qué recorre u n trayecto diferente, algo más al sur.
M u y cerca del lugar de Samos queda T e i g u i n , y a l a salida, a
mano izquierda, una pequeña ermita dedicada a Santo D o m i n g o
de Silos. Más adelante, podemos suponer que i b a por Santa
E u l a l i a de Pascáis, a Garolfe y V e g a de R e i r i z , continuando
por Sevil, Perros, A g u i a d a y San M a m e d del C a m i n o , así lla-
mado, sin d u d a porque lo atraviesa, lo mismo que otro lugar
que le sigue, denominado San Pedro del C a m i n o , y de allí
continuaba al barrio de V i g o y al puente sobre el río F r o l l a i s ,
muy cerca de V i l l a n u e v a , a donde subía en pendiente. N o te-
nemos seguridad en cuanto a este itinerario que h a c i a el f i n a l
pudo pasar más al sudoeste.
Pero no era éste el único camino que recorrían los peregri-
nos a p a r t i r de Triacastela. M a n i e r , cuyo itinerario es el más
detallado que conocemos, menciona en su viaje: " T e s l i a c a s -
telle" (Triacastela), " S t . C h e n i s " (San G i l ) , " F o u r e l l e " ( F u r c i a ) ,

36 A r c h . del M o n a s t e r i o de S a m o s : " R e l a c i ó n s u c i n t a de los sucesos p r i n -


cipales del R e a l M o n a s t e r i o de S a n J u l i á n de Samos desde el año 759, en que
se f u n d ó , hasta el presente de 1723. C o n l a serie chronologica de todos los
Abades e hijos insignes que h a tenido en S a n t i d a d y L e t r a s , y dignidades ecle-
siásticas" y " R e s p u e s t a s a las preguntas que se hazen en cada cossa por S a n
M a r t í n de S a n t i a g o " . M s . en el m i s m o A r c h i v o . ,
37 I b i d e m : " R e l a c i ó n s u c i n t a . . . " , loe. cit.

323
I. A S P E R E G R I N A C I O N E S A. S A N T I A G O

" P i n t y " (no identificado por su editor, y que nosotros creemos


sería P i n t í n , situado al norte de M o n t a n y el este de Calvor),
" A q u i d e s " (Aguiada) y " S a r s " (Sarria)38. Este camino es el
que señala el " R e p o r t o r i o " de A l o n s o de Meneses, en el si-
glo X V I , a l mencionar " m u t a n " (Montan), equidistante, se-
gún él, dos leguas de Triacastela y de Sarria 39, y el mismo que
recorrió el P . Sarmiento a fines del siglo X V I I I 4 0 . Partiendo
del primero de estos lugares, i b a por San G i l , subiendo luego
u n a pendiente p a r a descender a M o n t a n ; continuaba a P i n t í n
y a C a l v o r , con iglesia en l a que se conserva u n a p i l a bautis-
m a l que es u n capitel aprovechado de l a alta E d a d Media 41,
conservándose l a t r a d i c i ó n de haber sido hospital l a ú l t i m a
casa del lugar en dirección a S a r r i a . Luego pasaba por Aguiada
y S a n M a m e d , que aún se l l a m a b a " d e l camino francés" en do-
cumentos del siglo X V I 4 2 , continuando a San P e d r o del Ca-
m i n o , m u y cerca de V i l l a n u e v a , como hemos dicho.

L a f f i describe brevemente este recorrido diciendo que, des-


pués de pasar muchas montañas, comenzó a descender ba-
j a n d o a u n a pequeña v i l l a distante dos leguas de Triacastela.
U n a vez pasada esta v i l l a , y siempre descendiendo—agrega—,
"se llega a u n a l l a n u r a hermosa y f r u c t í f e r a , m u y abundante
en frutos, donde h a y muchas casas, huertas y jardines, se
pasa u n río en el que h a y muchos molinos, luego se sube un
poco y se llega a S a r r i a " 43. S i no es fácil decidir acertadamente
cuál sería el lugar distante dos leguas de Triacastela al que el

38 B a r ó n B o n n a u l t d ' H o u e t , pág. 69.


39 A l o n s o d e M e n e s e s : Reportorio de Caminos Ordenado por..., i m p . eii
A l c a l á de Henares por Sebastián Martínez, año 1576, f o l . 38 v . y 35 y 36.
40 B i b l . de l a B e a l A c a d e m i a de l a H i s t o r i a , 11-1.372 Viaje... en 1754,
f o l . 486. C o n s i g n a los lugares siguientes: S a n G i l , M o n t a n , F o n t e a r c u d a ,
F u r c i a , P i n t í n , C a l v o r , L a A g u e a d a (por A g u i a d a ) , S a n M a m e d del Camino,
S a n P e d r o del C a m i n o , V i g o , P u e n t e de S a r r i a y S a r r i a ,
41 L ó p e z F e r r e i r o : Lecciones de Arqueología Sagrada, Santiago, 1894,
p á g . 56 y f i g . 57.
42 A r c h . H i s t . N a c , leg. 830. Cuaderno de copias de escrituras del con-
v e n t o de S a n t a María M a g d a l e n a , de S a r r i a , fol. 59 v . Donación otorgada al
monasterio p o r el clérigo G o n z a l o López en 8 de octubre de 1523, cit. por
F . V á z q u e z S a c o : S a r r i a en el camino francés de las peregrinaciones, " B o l . de
l a Comisión de M o n u m e n t o s de L u g o " , 1945, t. II, pág. 94 y testamento del
m i s m o otorgante de 25 de n o v i e m b r e de 1526 en el mismo cuaderno, fol. oü
(Ihidem).
43 L a f f i , pág. 194.

324
IV, XV. - U R I D E L C E B R E R O P O R T O M A R I N

s
-o

,*)

50

S
e

üq

325
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

peregrino italiano se refiere no parece en cambio dudoso que


Ja f é r t i l l l a n u r a sea otra que l a vega de Sarria. D e f é r t i l , mon-
tuosa y poco poblada califica Münzer la comarca, consignando
que l a carne es el p r i n c i p a l alimento de sus naturales, cuya
suciedad le parece extraordinaria44.

Sarria.

E l camino subía a l a colina donde se h a l l a la v i l l a , entrando


en ella por la calle M a y o r — e m p e d r a d a hasta hace unos años—,
j u n t o a l a antigua iglesia de Santa M a r i n a , del siglo X I I , cuyo
pórtico existía en l a segunda m i t a d del pasado siglo. P o r u n
dibujo que ha sido p u b l i c a d o , sabemos que l a portada constaba
de dos arquivoltas de medio punto ^—la exterior ajedrezada—,
apoyadas en columnas con capiteles 45, Continuaba luego ha-
cia a r r i b a por delante de l a de San Salvador, bastante bien con-
servada, con dos puertas (al oeste y al norte) de arcos apun-
tados con arquivoltas molduradas, y en el t í m p a n o de la que
da a l n o r t e — l a más t o s c a — u n Salvador bárbaramente escul-
p i d o . E s de u n a sola n a v e , con ábside semicircular, y hay por
fuera u n a v a r i a d a serie de canecillos con decoración floral y
a n i m a l sosteniendo el tejaroz 4,!.
F r e n t e a esta iglesia queda u n caserón de unos 22 metros
de f a c h a d a por 16 de fondo, en el que hoy se halla instalado
el J u z g a d o de p r i m e r a instancia y en otro tiempo el hospital
de San A n t o n i o , según t r a d i c i ó n constante én l a v i l l a . Su fun-
dación se atribuye—ignoramos con qué f u n d a m e n t o — a la casa
de L e m o s , pudiendo considerarse como p r i n c i p a l restaurador a
u n hijo bastardo del marqués de S a r r i a , que en su testamento
del año 1588 dispuso fuesen agregados " a l hospital que esta
en l a v i l l a de Sarria en la calle p r i n c i p a l f i n de ella junto a la
fortaleza de frente San S a l v a d o r " los bienes que al efecto
mandó comprar en los alrededores de l a v i l l a por valor de cien
hanegas de p a n de r e n t a , para que juntamente con los demás
que el hospital tuviese se gastasen " e n dar de comer a los
peregrines pasajeros pobres" y reparar el edificio y las ca-
mas, agregando en otra cláusula el donativo de quinientos

44 V i a j e de Münzer, edic. cit., pág. 132.


45 A . d e l C a s t i l l o : B o l . de l a R e a l A c a d e m i a Gallega, t. I, 1906, pág. 188.
46 I b i d e m , t. I V , 1911, págs. 14-16.

326
IV, xv. - u r í a : d e l c e b r e r o a p o r t o m a r í n

ducados 47. L a reforma de este edificio se llevó a cabo hacia el


año 1594 18.'
E n el siglo X V I I I tenía trescientos ducados de vellón de
renta f i j a , y socorría a los peregrinos "de v u e l t a de l a romería
del A p ó s t o l Señor S a n t i a g o " , dándoles posada más ocho mara-
vedís a los que presentasen la cédula de comunión l l a m a d a
"Compostela. T a m b i é n a d m i t í a enfermos, y les proporcionaba
cama, luz y veinticuatro maravedís al día para su alimenta-
ción, siendo asistidos por u n a hospitalera y u n cirujano, bajo
la dependencia de u n administrador49.
L a desastrosa administración de que fué v í c t i m a desde los
últimos años del siglo X V I I I arruinó esta i n s t i t u c i ó n , que por
R e a l orden del año 1839 dedicó las rentas que le quedaban a l
sostenimiento de u n a escuela p r i m a r i a 60.
T a m b i é n en S a r r i a había leprosería, que se supone situada
en las proximidades de l a a c t u a l c a p i l l a dedicada a S a n Lázaro,
donde hoy tienen lugar las ferias anuales de la v i l l a . L o s do-
cumentos más antiguos que la mencionan corresponden a l a
segunda m i t a d del siglo X V , pero su fundación sería anterior
en más de u n siglo 61.
Desde l a iglesia de San Salvador sube el camino p o r debajo
del castillo situado en lo alto de l a v i l l a , del que restan u n a
torre y parte de l a m u r a l l a , para llegar pronto al convento
hoy habitado por los padres mercedarios.
De noticias consignadas en el siglo X V I I se deduce que dos
religiosos de la congregación de l a P e n i t e n c i a de los Mártires
de Cristo, que v i n i e r o n de I t a l i a en peregrinación a Santiago,
quedándose en u n a capilla dedicada a San B l a s , f u n d a r o n en
1200 u n h o s p i t a l en V i l l a n u e v a de Sarria. Se dice t a m b i é n que
acompañaban a los .peregrinos, eran agustinos y usaban u n há-
bito blanco con cruz roja como los t r i n i t a r i o s 52. T a l debió de

17 V á z q u e z S a c o : A r t . cit., pág. 100.


48 Ibidem. C i t a u n contrato otorgado ante el escribano de S a r r i a , Gregorio
Fernández, en 16 de agosto del año 1594, entre el Concejo de l a v i l l a y el A d m i -
nistrador del h o s p i t a l de S a n A n t o n i o con el maestro de obras J u a n de Seara.
49 N o t i c i a s del Catálogo del marqués de l a E n s e n a d a , cit. p o r F . V á z -
quez Saco, art. cit., p á g . 101.
00 F . V á z q u e z S a c o : Ibidem, págs. 101-102.
51 Ibidem, págs. 103-105, e x t r a c t a varias escrituras pertenecientes a está
Jeprosería desde el año 1475.
52 Proceden estas noticias de las memorias manuscritas del canónigo de

327
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

ser el origen del convento de Santa María Magdalena, del que


se i n t i t u l a b a p r i o r , a principios del siglo X I V , cierto fray J u a n
pues sabemos que sus monjes seguían l a regla de San Agustín
como los religiosos italianos a quienes acabamos de referir-
nos li3. S i en el siglo X I I I no existió otro hospital diferente en
l a v i l l a , habrá que pensar que dependían de él ciertos hospita-
larios mencionados en documento del año 1219, poco después
de su fundación 54, a no ser que perteneciesen a la Orden de
San Juan.

J u a n X X I I , en u n a b u l a dada en A v i ñ ó n , en 1332—año
sexto de su p o n t i f i c a d o — , concede indulgencias a los que be-
neficiasen a los peregrinos y asistiesen a los oficios de su en-
tierro en el hospital del convento de l a Magdalena. Consta
t a m b i é n que los religiosos daban a los que pasaban a Santiago
limosnas, y que les proporcionaban cama, les curaban y a d m i -
n i s t r a b a n los Sacramentos y les enterraban, con independencia
del párroco de l a v i l l a 55. También Clemente V I I concedió
en 1531 todas las indulgencias que se ganaban en R o m a y fuera
de ella a las personas que hiciesen algún beneficio a este hospi-
t a l de peregrinos 58. Tales privilegios habrán contribuido a
"despertar l a piedad de algunos fieles que se convirtieron en
benefactores suyos y del monasterio, otorgándoles ciertos
bienes 57. v
Iglesia y convento se h a l l a n en lo más alto de l a colina, y a
fuera de l a v i l l a , con u n a fachada común del lado del medio-
día de elegante estilo plateresco. E n el interior queda en el
L u g o , Piñeiro, t. I, f o l . 326, de donde las t o m a r o n J . V i l l a a m i l y C a s t r o
(Reseña de los establecimientos de Beneficencia. " G a l i c i a H i s t ó r i c a " , pág. 298)
y los que después de él escribieron, según F . Vázquez Saco. P e r o V i l l a a m i l
dice las t o m ó de u n ms. escrito h a c i a el año 1666 por el P r i o r de aquel con-
v e n t o , F r . M a r c o s de Quesada.
53 R i s c o : E . S . , X L I , 172.
54 Ibidem. E s c r i t u r a de empréstito hecho por el obispo de L u g o , D o n
O r d o ñ o , a V i d a l Pérez, en el que f i r m a n " C o m e n d a t o r F e r n a n d u s Cervarius,
Petrus Michel. Hóspitalarius. Fernandus Petri, Frater Hospitalis".
65 P e r g a m i n o de 0,67 X 0,54, en letra francesa con tendencia a gótica y
en m a l estado, en el A r c h . H i s t . N a c , cit por F . Vázquez Saco, art. cit., pági-
n a 96 y n o t a 19 de l a pág. 106.
56 P e r g a m i n o en l e t r a gótica de 0,79 X O-72 en el A r c h . H i s t . N a c . cit. por
Vázquez Saco (pág. 97 y n o t a 27 de l a 107).
57 E l p r o p i o autor e x t r a c t a otras v a r i a s donaciones hechas por particu-
lares en los siglos X V y X V I (págs. 96 y 97).

328
IV, xv. - u r i a : d e l c e b r e r o a p o r t o m a r í n

claustro algún vestigio gótico, principalmente en u n a de las


puertas que le comunican con otras dependencias. A mano
izquierda de l a puerta de ingreso en el convento h a y o t r a más
pequeña que remata en arco, cobijando u n corazón en re-
lieve reverberado y traspasado por dos flechas cruzadas en
aspa, que orla la siguiente inscripción en letras capitales: c h a -
r i t a s a e d i f i c a t . P o r esta puerta se entra a u n a habitación
en cuyo m u r o lateral derecho existe u n hueco correspondiente
a u n a chimenea. E s t a habitación, lo mismo que otras que
le siguen por el lado oeste, debieron de pertenecer, a lo me-
nos en parte, a los llamados " h o s p i t a l i l l o s " 5S.

Saliendo del h o s p i t a l con r u m b o a l sudoeste, los peregri-


nos descendían por rápida pendiente, en l a que a l p r i n c i p i o se
descubren todavía vestigios del empedrado de p i z a r r a en p a -
quetes oblicuos; y serpenteando por l a ladera b a j a b a n a l valle
por el que discurre u n riachuelo afluente del Sarria, que atra-
vesaban por el puente del Áspera, de u n solo arco. D e l lado de
allá del río pasa h o y l a vía férrea del N o r t e , y casi paralelo a
ella seguía el c a m i n o , p a r a subir luego hacia B a r b a d e l o , dis-
tante como linos cinco kilómetros.
Sin subir a l a v i l l a había otro itinerario, que ignoramos si
sería el mismo p a r a los que venían por Samos que p a r a los que
venían por C a l v o r , pasando por u n lugar que el L i b e r Sancti
Jacobi denomina " V i l l a S a n c t i M i c h a e l i s " .
N o se h a n atrevido a proponer u n a i d e n t i f i c a c i ó n de esta
v i l l a los editores del L i b e r Sancti J a c o b i a9. L e reduce a V i l a -
sante (en l a p a r r o q u i a de F o n t a o ) Á n g e l del Castillo 60, y es p o -
sible que el actual t o p ó n i m o se h a y a formado con las dos p a -
labras latinas del supuesto patrono, viniendo a simplificarse
por u n fenómeno análogo al apócope. F . Vázquez Saco prefiere
su localización en u n paraje llamado San M i g u e l , bañado por
el río Celeiro, situado a pocos metros de l a estación del fe-
58 " L i b r o de las sepulturas así dotadas como por dotar, nichos y Capillas
que tiene este C o n v e n t o de l a M a d a l e n a de S a r r i a . . . " , en poder de u n p a r t i c u -
lar de l a v i l l a de S a r r i a , cit. por Vázquez Saco (pág. 97-99), en el que se dice
que " p o r los años de 1777 se hicieron los h o s p i t a l i l l o s n u e v o s " , y que el c a m i n o
estaba enfrente de ellos.
59 V i d . edic. de W a l t e r M u i r , Santiago de C o m p o s t e l a , 1944, p á g . 352.
60 A . d e l C a s t i l l o : E l famoso camino francés de las peregrinaciones com-
Postelanas. S u recorrido en G a l i c i a , en " E l Mensajero del Santo G r i a l del Ce-
t r e r o " , año I V , nxim. 7.

329
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

r r o c a r r i l en Sarria y en direceion a Barbadelo. Persisten el


recuerdo de haber habido allí u n a iglesia o capilla dedicada a
San M i g u e l , c u y a imagen de piedra se guarda, al parecer, en
u n a casa de aquella comarca, y l a tradición de hallarse situado
en el mismo lugar el antiguo pueblo de Sarria, antecesor de la
actual V i l l a n u e v a .
Cualquiera de las dos reducciones significa que el camino
bordeaba la colina de V i l l a n u e v a de S a r r i a — p o r la que no
ascendería al hospital y convento de l a Magdalena, t a l vez
hasta el siglo X I I I 61 —; pero, sin otros elementos de juicio que
el hipotético trazado de los dos itinerarios que bordeaban la
v i l l a , nos parece justo reconocer como más breve y directo el
que v a a V i l a s a n t e , y a que por el paraje de San M i g u e l se daría
u n innecesario rodeo para marchar hacia Barbadelo viniendo
de San Pedro del C a m i n o .
P a r a pasar a V i l a s a n t e , hacia donde quedan restos del an-
tiguo c a m i n o , se atravesaba el río Sarria por u n puente que
habrá sufrido restauraciones, pero y a se l l a m a b a Viejo en el
siglo X V I 62.
Después de V i l a s a n t e se encuentra, siguiendo el camino,
Barbadelo.

Barbadelo.

E l lugar de Santiago de B a r b a d e l o asienta en u n alto y es


cabeza de una parroquia del A y u n t a m i e n t o de Sarria de bas-
tante extensión. A l l í existía en l a alta E d a d M e d i a u n monas-
terio, según Yepes " m u y conocido antiguamente" y anexio-
nado a Samos en el año 874 63. Se supone se hallase emplazado
dicho cenobio en el actual barrio de Mosteiro, alrededor de la
iglesia. Su dependencia de Samos continuó durante varios si-
glos, constituyendo uno de sus prioratos 64.

61 F u n d a d o , como hemos v i s t o , el h o s p i t a l de l a Magdalena en 1200,


es n a t u r a l suponer que por allí pasarían entonces los peregrinos. E n 1260,
García Fernández cedió a l obispo de L u g o , D . M i g u e l , l a e r m i t a de San Cosme
" i n strata^publica p e r e g r i n o r u m " ( E . S . , X L I , 172), c u y a situación se ignora,
pero que t a l vez estaba en l a m i s m a v i l l a o m u y cerca. Sobre el paraje de ban
M i g u e l , v . V á z q u e z d e S a c o , op. cit., pág. 94.
62 Ibidem.
"8 Y e p e s : III, 217.
64 E n l a escritura de C o n c o r d i a entre el cabildo de L u g o y el monasterio

330
IV, xv. - u r i a : d e l c e b r e r o a p o r t o m a r í n

L a iglesia, hoy p a r r o q u i a l , ha despertado el interés de los


arqueólogos, y es u n a de las más bellas, en relativo estado de
buena conservación, entre las románicas que se h a l l a n en el
camino de Santiago.
L a puerta p r i n c i p a l , tiene dos arquivoltas de medio punto,
lisas, pero rodeada l a exterior de u n semicírculo ajedrezado.
Descansan en imposta de billetes sobre capiteles con figuras
de hombres y leones afrontados con cabeza h u m a n a . E n el
tímpano h a y decoración de rosetas en círculos, y encima u n a
f i g u r a humana con brazos extendidos con rosetas a los lados.
Las mochetas en que apoya el tímpano se hallan decora-
das c o n pinas. E n el muro que da al N o r t e se abre una
puerta de arco de medio p u n t o de u n a sola a r q u i v o l t a de-
corada con dientes de sierra y trenzado, reposando sobre i m -
posta, capiteles y columnas. L a imposta del lado izquierdo
presenta decoración de conchas, y l a de l a derecha, de rose-
tas. E n c i m a y a ambos lados de esta puerta hay ventanas de
arco de medio punto con a r q u i v o l t a decorada, descansando,
como la del muro norte, sobre i m p o s t a , capiteles y c o l u m -
nas. Sobre el ángulo noroeste de l a nave se l e v a n t a u n a ro-
busta torre. E n el interior de la iglesia h a y arcos apoyados
en gruesas columnas y capiteles con decoración vegetal. Menos
interés ofrece el muro del lado sur, m u y reformado, y en el
que quedan vestigios de haber existido otra puerta como l a
del norte 65.
U n lugar de la antigüedad de B a r b a d e l o debió de contar
con algún hospital de peregrinos, como a f i r m a la t r a d i c i ó n .
Pero bastaría el hecho de ser mencionado por aquel códice
para suponerlo, y a que es probable no h a y a n faltado esta-
blecimientos de este género en ninguno de los lugares que
registra.
Barbadelo era otro de los escogidos, según dice A y m e r i c o ,
por los criados de los hosteleros compostelanos para embaucar
a los romeros con fraudulentas recomendaciones de posadas
en Santiago 66.

de Samos f i g u r a entre las iglesias a cuyos derechos renunció el primero l a


" S . J a c o b i de B a r v a d e l o " ( R i s c o : E . S . , X L I , 346, ap. X X I V ) .
65 F . V á z q u e z S a c o : Iglesias románicas de G a l i c i a , " B o l . de l a C o m . de
M o n . de L u g o " , t. II, 1945, págs. 64-66, y M . K i n g .
66 L i b e r Sancti J a c o b i , l i b . I, cap. X V I I , pég. 162.

331
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

D e Barbadelo a P o r t o m a r í n .

Desde B a r b a d e l o , el camino continuaba con r u m b o al norte


a l a F e i r a da Serra y a Barreiros B7, para seguir a Meijente, que
el editor de M a n i e r identificó acertadamente con "Stomes-
quentes", mencionado por este ú l t i m o en su viaje entre Sarria
y Ferreiros 68. T a l vez el Meijente a que se refiere Manier es
el de los términos de la p a r r o q u i a , y el camino pasaría por el
lugar de D o m i z , como se h a pensado G9. Desde este ú l t i m o l u -
gar, y con dirección al oeste, seguía a Peruscallo (en l a parro-
quia de Belante), dejando a l a i z q u i e r d a su iglesia románica,
c o n t i n u a b a a L a v a n d e i r a , donde quedaba en la misma direc-
ción otra iglesia de aquel estilo, y a B r e a (parroquia de Pinza),
p a r a entrar en el A y u n t a m i e n t o de P a r a d e l a por Santa María
de F e r r e i r o s — " F e r r e r e " en M a n i e r — . A q u í existía otra iglesia
r o m á n i c a , que fué derribada y a hace años, y u n priorato de
San J u a n . Poco más adelante pasaba por las inmediaciones de
l a capilla de M i r a l l o s , y por Cortes, no lejos del convento de
los Freires de Santa María de L o y o , de la Orden de Santiago,
que y a se hallaba arruinado en los últimos años del siglo X V I 70.
A n t e s de l a fundación de aquella Orden se dice existía allí un
monasterio de canónigos regulares de San A g u s t í n , que ha sido
considerado como el p r i m e r convento de aquella institución y
el l u g a r donde se acordaron sus primeros estatutos 71. Pero el
c a m i n o pasaba bastante a l este de L o y o , aunque probable-
mente dentro de l a jurisdicción de los santiaguistas, a los que
F e r n a n d o II hizo donación, en 1181, del cofo de L o y o , y de
P o r t o m a r í n hasta L o y o 72.

07 Se menciona en documento del año 1586 con el nombre de " B a r r e i r o s


do c a m i n o francés" (cit. por Vázquez Saco, art. cit., pág. 106, n o t a 12).
08 B a r ó n B o n n a u l t d ' H o u e t , pág. 70.
69 F . V á z q u e z S a c o , art. cit., pág. 95.
70 C a s t e l l á y F e r r e r : H i s t o r i a del Apóstol Santiago, M a d r i d , i m p . A .
M a r t í n de B a l b o a , 1600, f o l . 390 v . E n el año 1600 hizo otra v i s i t a a L o y o ,
e n c o n t r a n d o " l a yglesia en partes c a y d a " , lo m i s m o que las sepulturas, coro,
c a b i l d o y celdas (fol. 391).
71 Regla y Establecimientos de la Orden y Cavalleria del glorioso Santiago,
etc., M a d r i d , 1655, f o l . 5 v .
73 A r c h . H i s t . N a c . T u m b o menor de L e ó n , f o l . 161. J u l i o G o n z á l e z :
Regesta de Fernando I I , pág. 306: " L o y o c u m suo c a u t o , P o n t e m M i n e i [ror
t o m a r í n ] usque L o y o . " B u l l a r i u m O r d i n i s M i l i t i a e Sancti J a c o h i , 1719, pag1'
n a 23: " L o i o c u m suo c a u t o , - P o n t e m M i n i i versus L o y o . "

332
IV, XV. - U R T A : D E L C E B R E R O A P O R T O M A R Í N

De Cortes, el camino continuaba a la feligresía de San P e -


dro de P o r t o m a r í n , situada a la izquierda y al Sur del río M i ñ o .
E l largo recorrido que h a y entre R a b a n a l del C a m i n o y
Portomarín es el que presenta los trozos más accidentados desde
N a v a r r a , a causa de l a interposición de las cumbres de Fonce-
badón y E l Cebrero. A y m e r i c o consigna en su Guía los n o m -
bres de algunos artífices contemporáneos del papa C a l i x t o I I ,
Alfonso V I I y Gelmírez, que restauraron l a vía de Santiago
entre R a b a n a l y P o r t o m a r í n . E x p r e s a que lo hicieron por de-
voto amor a Dios y al A p ó s t o l antes del año 1120, reinando
Alfonso I el B a t a l l a d o r en A r a g ó n y L u i s en F r a n c i a , y que se
llamaban Andrés, R o g e r i o , A l v i t o , F o r t u n , A r n a l d o , E s t e b a n y
Pedro, que—Lagrega—rehizo l a Puente M i ñ a , destruida por l a
Reina U r r a c a ; y t e r m i n a rogando porque sus almas y las de los
que les ayudaron descansen para siempre en paz (lib. I V , cap. V ) .

333
B KO

. Rendat
FERREIROS
fj. /er/ó/mo (
CASTAÑEDA
Pr-'RlV<i(/ÍSD
LAVA EOLIA
\ Á rrfA
/W/*'
S. deCOMPOSTELA sav mareos A/ne/Tá/ BOE,
rure/os
^""s.U
LlBUREm

SIGNOS COA/yENClONALBS

Cominos de peregrí/ios
Rm
vz Hospital
í Monasterio o Coleg/éte
• MJddón del Cámño-

Í=C Puente

ójccz/a /:2oo.ooo
Capítulo XVI

DE PORTOMARIN A SANTIAGO

" I n d e P o n s M i n e e ; inde S a l a R e g i n e ; inde P a l a c i u m


Reg i s ; inde Campus L e u u r a r i u s ; inde Sanctus lacobus de
B o e n t o ; inde C a s t a n i o l l a ; inde V i l l a n o u a ; inde F e r r e r a s "
( L i b e r Sancti J a c o b i , l i b . I V , c a p . III).

E l lugar de P o r t o m a r í n f i g u r a desde antiguo en l a diplo-


mática medieval. A principios del siglo X era de los condes
D. Gutierre y D.á I l d u a r a , padres de S a n R o s e n d o , que comen-
zaron a edificar allí u n monasterio, y el obispo de L u g o , R e -
caredo, les cedió l a iglesia de Santa M a r i n a , situada t a l vez en
i el mismo lugar que h o y l l e v a este nombre en l a p a r r o q u i a de
San Nicolás 1.
A fines del siglo X pertenecía a l rebelde conde Gonzalo M e -
néndez, uno de los que se l e v a n t a r o n contra B e r m u d o I I , por
lo que le fué confiscada, donándola luego el M o n a r c a a la igle-
sia de Santiago en el año de 993 2.
E l procer gallego D . Pedro A r i a s hizo donación a l a O r d e n
de Santiago, en el siglo X I I , de u n burgo de P u e r t o m a r í n 3.

1 R i s c o : E . S.', X L , 133. T o m á n d o l o de u n a escritura del monasterio de


Celanova. E n l a e s c r i t u r a , en que consta l a restauración del monasterio de
Santa María de L o y o ( F l ó r e z : E . S . , X V I I I , 328), del año 927, se dice que
éste se h a l l a b a situado " j u x t a b a s e l i c a m Sanctae M a r i n a e i n l o c u m P o r t o m a -
r i n i " . F . V á z q u e z S a c o (Iglesias románicas de G a l i c i a , " B o l . de l a C o m . de
Mon, de L u g o " , t. I, pág. 186, n o t a 4) cree que l a iglesia de S a n t a M a r i n a
estaría situada en u n l u g a r h o y l l a m a d o así, en l a p a r r o q u i a de S a n Nicolás.
2 A r c h . C a t . de S a n t i a g o , t u m b o A , f o l . 19 v . F l ó r e z : E . S . , X I X , 382-384.
López F e r r e i r o : H i s t . de l a I g l . de Santiago, I I , apéndices, págs. 192-194.
Donación otorgada por B e r m u d o II a l a iglesia de Santiago de las v i l l a s de
Portomarín y Recelle. Refiriéndose a G o n z a l o Menéndez, dice: "perderet
v i l l a m suam P o r t u m a r i n i , que est i n r i p a M i n e i " , y más adelante que se le h i z o
eartulam concessionis ipsius v i l l e P o r t u m a r i n i " .
3 López F e r r e i r o : H i s t . de l a I g l . de S a n t i a g o , t. I V , pág. 299.

335
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

S u nombre parece dar a entender la i m p o r t a n c i a que debió


de tener siempre aquel paso sobre el río M i ñ o . E n las láminas
presentamos una foto en l a que se ven los vestigios del antiguo
puente y poco más allá el n u e v o . T a l vez existió también
puente en aquellas inmediaciones en la época r o m a n a . L o s ves-
tigios que h o y nos quedan es lo único que se salvó del viejo,
c u y a anchura mide 3,25 metros, pero de bastante l o n g i t u d , pues
el río es allí ancho, aunque poco profundo. Fué edificado por
u n cierto P e d r o Peregrino hacia 1120 4.

Como en otros muchos lugares del c a m i n o , existía aquí un


hospital inmediato a l puente, obra del mismo artífice que edi-
ficó éste, y en su fachada se inscribió l a frase Domus D e i ,
datando su fundación del año 1126. P a r a dotar el entreteni-
miento de obras t a n útiles a l tránsito de los peregrinos—el
puente y el h o s p i t a l — c o n f i r m ó Alfonso V I I en aquel año, a
su autor, la donación que su madre, D o ñ a U r r a c a , le conce-
diera de l a iglesia de S a n t a María de P o r t o m a r í n 5.
Concurren, pues, en este l u g a r diversas circunstancias que
acreditan l a i m p o r t a n c i a que tenía como etapa en el camino
de l a peregrinación. T o d o nos h a b l a allí de ella: el puente, el
h o s p i t a l , l a encomienda de l a O r d e n de S a n J u a n , de l a que
dependía, y hasta el sobrenombre del edificador de aquellas
obras, P e d r o Peregrino.
N o sabemos si u n monasterio de Santa M a r i n a , donado por
F e r n a n d o II de L e ó n a l a referida O r d e n en 1158, como exis-
tente en este lugar, sería l a m i s m a iglesia de Santa M a r i n a a
l a que atrás hemos hecho referencia 6. L a encomienda de Por-
t o m a r í n mereció l a atención de los monarcas, como hemos visto
respecto de Doña U r r a c a y de su h i j o ; y en tiempos posteriores,
fué favorecida con u n privilegio otorgado por E n r i q u e I V en
1461, haciéndole merced de seis cornados, en lugar de los cua-
tro que hasta entonces cobraban los comendadores de portaz-
gos de las bestias e mercadurías e ganados e otras cosas, aumento

4 T e n i e n d o en cuenta l a fecha de l a c o n f i r m a c i ó n de A l f o n s o ^ H (1126),


a l a que luego nos referimos, y en l a que &e m e n c i o n a el h o s p i t a l , h a y que su-
poner que su edificación habrá tenido l u g a r unos años antes.
5 A r c h . C a t . de S a n t i a g o , t e x t o p u b l . en los Apéndices del v o l . I H tle
esta o b r a .
6 B i b l . N a c i o n a l , Sec. de M s . , Colee. " V e l á z q u e z " , n ú m . 8, cit. por J u l i o
G o n z á l e z : Regesta de Fernando I I , p a g . 351.

336
IV, XVI. - U R I A : D E P O R T O M A R I N A S A N T I A G O

tributario que, según v o l u n t a d del M o n a r c a , había de ser de-


dicado al reparo de l a iglesia e ospital... e p a r a el reparo del ca-
mino francés? como lo era t a m b i é n la c a n t i d a d que antes de este
aumento cobraban 7. T a m b i é n los particulares favorecían a
los Freyres de P o r t o m a r í n con algunas donaciones; así, A l f o n s o
Fernández hace u n a en 1322 a dicha b a y l i a , del casar de S a n t a
E u l a l i a , en l a feligresía de San Salvador de M a r t í n del señorío
del obispo de L u g o 8. Estas y otras muchas donaciones h a b r á n
enriquecido sucesivamente esta bailía, que llegó a poseer n u -
merosos bienes, gran parte de ellos m u y próximos o sobre el
mismo camino de Santiago, pues sabemos que los tenía en F e -
rreiros, F o n t a o , Sobrado, V i d u e d o , S a n J u a n del P o y o , P a -
dornelo, Furelos, L a m a s del Cebrero y otros 9.

L a casa de los freyres de San J u a n de P o r t o m a r í n o P a l a -


cio de la E n c o m i e n d a , que h o y no existe 10, daba frente p a r a -
lelo a l a fachada de l a iglesia de San Nicolás, con u n a puerta
de entrada en l a que se veían dos fuertes ménsulas y u n a ins-
cripción precedida de u n a cruz de M a l t a — q u e h o y se h a l l a en
el Museo P r o v i n c i a l de L u g o — , en l a que se leen estas palabras:
" E r a de m i l i e quinie(n)tos e treze an(n)os el honrrado caba-
llero frey Jua(n) pin(n)ero Come(n)dador de las Encomie(n)das
de Portomari(n) e Trebeyo fizo estas casas" 11. E n el p r i m e r
piso del edificio existía u n gran salón con chimenea y restos de
artesonado mudejar y grandes armarios del siglo X V I I o
del X V I I L S u fábrica ha sido casi t o d a ella derribada hace a l -
gunos años.
E l hospital era u n edificio de p l a n t a rectangular de 11,50 por
10,50 metros, con otro añadido al Sur. D a b a a l a calle, y estaba
situado tras de la iglesia, con escalera exterior de acceso al p r i -

7 C o p i a existente en el p r o t o c o l o del e s c r i b a n o J u a n de C a s t r o v e r d e ,
del año 1573, s a c a d a d e l o r i g i n a l q u e presentó en esta f e c h a a 30 de n o v i e m -
b r e e l a l c a l d e d e S a n t i a g o , L o p e S á n c h e z d e U l l o a e n B o l . de l a R e a l A c a d .
G a l l e g a , C o l e e , de D o c u m e n t o s , t. I, p á g s . 1 4 7 - 1 4 8 .
8 Ihidem, págs. 198-199.
9 A r c h . H i s t . N a c , Ordenes M i l i t a r e s , S a n J u a n , cuaderno n ú m . 145.
Arpeos c o r r e s p o n d i e n t e s a l o s a ñ o s 1 5 5 0 , 1 6 8 5 , 1 7 1 8 y 1 7 1 9 .
10 A . d e l C a s t i l l o : L a A r q u i t e c t u r a e n G a l i c i a , e n l a G e o g r a f í a G e n e r a l
del R e i n o de G a l i c i a , p á g . 1 0 4 6 . M . V á z q u e z S e i j a s : E l h o s p i t a l de S a n J u a n
^ P u e r t o m a r í n , " B o l . d e l a C o m . de M o n . de L u g o " , t. I I , p á g s . 2 8 - 3 3 .
11 P u b l i c ó l a L ó p e z F e r r e i r o , A r q u e o l o g í a S a g r a d a , 1 8 9 7 , p á g . 4 1 8 . B u e -
nos d i b u j o s en M . V á z q u e z d e S e i j a s , a r t . c i t . e n l a n o t a a n t e r i o r , p á g . 2 9 .

TOMO II. 22. 337


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

mero y único piso. E n su frente, y al lado de u n escudo, había


u n a inscripción precedida de u n a cruz de M a l t a , en l a que se lee:
" E r a de m y l l e D : X X I an(n)os el b a y l i o frey Jua(n) Pinero
Conie(n)dador de T r e b e y o e P o r t o m a r i ( n ) m a n d o v fazer este
e s p i t a l " . Parece hecho con piedras de otro edificio anterior
t a l vez de u n p r i m i t i v o h o s p i t a l , pues tiene los mismos signos
que l a iglesia, aunque en menor número 12.
L a puerta de entrada a l h o s p i t a l era de arco exterior apun-
tado e interior de medio p u n t o . P o r su estado ruinoso fué l a -
mentablemente demolido en agosto de 1944.
T a m b i é n existía en P o r t o m a r í n u n a leprosería a la que sa-
bemos hizo donación de ciertas heredades el obispo de L u g o ,
D . M i g u e l , en 1266, p a r a que los malatos hicieran allí una igle-
sia y unas casas. Son notables las iglesias de San Nicolás (o de
San J u a n ) y de San P e d r o 13.
D e la obra románica de esta ú l t i m a sólo queda la puerta,
parecida a l a de Santa María de Ferreiros en el A y u n t a m i e n t o
de P a r a d e l a , del partido de Sarria. Tiene arco de medio punto
con tres arquivoltas de baquetón descansando sobre otras tan-
tas columnas a cada lado, y capiteles decorados con hojas, aves
y grifos y u n sencillo tímpano con dos pequeños arcos deco-
rativos. E n el tímpano h a y u n a inscripción en la que consta
fué consagrada en tiempos del obispo R o d r i g o II, era de 1220
(año 1182), y debajo aparece el nombre de " F e r n a n d u s " , t a l vez
artífice de la obra 14.

De Portomarín a Mellid.

Desde P o r t o m a r í n , el camino continuaba subiendo por en-


tre el U U a y el F e r r e i r a , pasando por términos de las feligre-
sías de Cortapezas, B e d r o y G o n z a r , c u y a parroquia de Santa
María era del patronato de l a ¡encomienda de Portomarín15.
Seguía a N a r ó n y R í o , y m u y cerca de este ú l t i m o lugar, por el
que aún hoy se l l a m a H o s p i t a l y H o s p i t a l de la Cruz, recor-

12 M . V á z q u e z d e S e i j a s : I b i d e m , f i g . 6, pág. 30.
18 A r c h . H i s t . N a c , legajo 729, n ú m . 160, p ú b l . por F . Vázquez Saco,
Iglesias Románicas de G a l i c i a , " B o l . de l a C o m . de M o n . de L u g o " , t. I, pág. l o * *
14 Ibidem, pág. 188. ,
15 Señalada con el signo de P r i o r a t o de San J u a n en el M a p a de L u g o del
año 1768, i n c l u i d o por R i s c o en el t. X L de l a E . S .

338
IV, x v i . - u r í a : d e p o r t o m a r í n a s a n t i a g o

dando el que en otro tiempo existiría para albergar romeros.


Descendía luego a L i g o n d e , m a l identificado por el editor del
peregrino Manier 1% y donde sabemos que t a m b i é n existía hos-
pital del patronato de los Ulloa17. Continuaba a Lestedo, a
donde enlazaba otro itinerario procedente de la P u e b l a de Sa-
nabria y otros lugares del mediodía18. E n L e s t e d o — p a r r o q u i a
dedicada a Santiago, lo mismo que l a de Ligonde—existía u n
hospital19.
E l camino salía poco después a l llano del F e r r a d a l , a l a v i s t a
del monasterio de V i l a r de D o n a s , situado no lejos y hacia el
norte. |Pertenecía éste a la Orden de Santiago desde el año 1184,
en que le fué donado por el obispo de L u g o , D . J u a n A r i a s ,
juntamente con otros coherederos que a u t o r i z a n t a m b i é n l a
escritura de donación20. Fué considerado Casa C a p i t u l a r y
sepultura general de los caballeros que v i v i e s e n en los conven-
tos de G a l i c i a 21, y de él sólo nos queda hoy l a iglesia, románica,
y una de las más bellas de l a comarca lucense en su estilo.
Subiendo al alto del R o s a r i o , desde el que se contempla u n
hermoso p a n o r a m a , y en la lejanía, al oeste, el P i c o Sagro de
Compostela, descendía suavemente y casi en línea recta a Palas
de R e y , lugar mencionado en el L i b e r Sancti J a c o h i entre " S a l a
Regina" y "Campus Leporarius".

16 M a n i e r anota en su v i a j e , después de P o r t o m a r í n — a l que d e n o m i n a


" P o n m a r i n " — - , el lugar de " S a i n t - J a c q u e s de B i g o n d e s " , que el b a r ó n B o n -
nault d ' H o u e t (pág. 70) i d e n t i f i c a con " B a g u d e " , pero no ofrece d u d a que se
trata de Santiago de L i g o n d e .
17 J . V i l l a a m i l y C a s t r o : Crónica de l a P r o v i n c i a de L u g o , A . B o n c h i ,
M a d r i d , 1866, pág. 51.
18 Procedente de P u e b l a de S a n a b r i a , venía por R e q u e j o , P a d o r n e l o , P e -
reiro, G u d i ñ a , B a r r e r a , V e r í n , G i n z o de L i n d a , A l l a r i z , Orense, B o u z a s de
Tamallanes, P u e n t e S o b r e i r a , C e a , A r e n t e i r o , S a n M a r t í n , S a n t o D o m i n g o
de Cabeza, G e s t a , L a l í n , L a j e , F o j o del D e z a , C h a p a , A m b a s a g u a s , S a l g u e i r o ,
Puenteulla y Lestedo. E s t e ú l t i m o lugar, en que enlaza l a v í a que acabamos
de mencionar, f i g u r a como prestimonio de l a iglesia de Santiago en l a C o m p o -
sición acordada entre el arzobispo D . B e r n a r d o y el C a b i l d o , en el año 1228
(vid. L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . , t. V , pág. 41).
19 J . V i l l a a m i l y C a s t r o : Crónica de l a P r o v i n c i a de L u g o , pág. 51. E l
editor de M a n i e r i d e n t i f i c a erróneamente a " L o u t i e d e " , que éste m e n c i o n a
después de " B i g o n d e s " con L i g o n d e ( v i d . pág. 70). " L o u t i e d e " es sin d u d a
Lestedo.
20 R i s c o : E . S . , X L I , págs. 10 y 12 del prólogo, sin p a g i n a r .
Ibidem, pág. 11.

339
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Documentos de l a p r i m e r a m i t a d del siglo X I V mencionan


" e l burgo de Pallas de R e y no camino francés" 2% y allí existe
una iglesia con vestigios románicos.
N o hemos identificado el lugar de S a l a R e g i n a , mencionada
en el aludido Códice, que parece de d i f í c i l reducción, pero se
h a l l a b a , según aquél, entre P o r t o m a r í n y " P a l a t i u m Regís".
N o lejos de Palas de R e y , y en u n a eminencia, se hallaba la
fortaleza de F e l p o s , de l a que salían en el siglo X I V las gentes
de A l v a r o Sánchez de U U o a a asaltar las que transitaban por
el camino de Santiago, sometiéndolas a todo género de violen-
cias y exacciones, hasta que el A r z o b i s p o D . Berenguel decidió
poner sitio a aquella guarida de malhechores, que al f i n se
r i n d i e r o n en 29 de j u l i o del año 132123.
L o s peregrinos continuaban h a c i a C a r b a l l a l de la Repos-
tería pasando antes u n arroyo, y a l a G a y o l a y San J u l i á n del
C a m i n o , nombre bien expresivo d e l itinerario jacobeo—lo mis-
mo que otros iguales a lo largo de l a r u t a — . L a antigua vía
fué desapareciendo bajo las tierras que rodean el Castro de
San J u l i á n , pero reaparece después p a r a llegar a l a orilla del
P a m b r e . Salvaba este río por u n puente del que quedan sólidos
estribos de sillería de granito, sobre los que se habrá asentado
en otro tiempo u n arco en lugar de l a sencilla armazón de ma-
dera que hoy vemos. Llámase el puente de Campaña, y se halla
a unos siete kilómetros de l a v i l l a de M e l l i d .
Pasado el puente, se sube a l a a l t u r a de San J u a n del M a t o ,
j u n t o a l , m o n t e L o s o i r o , y hacia l a izquierda quedan los vesti-
gios del castillo de los U l l o a s , condes de Monterrey, con sus
muros, almenas y torres. L o s señores de esta fortaleza, con-
trastando con sus consanguíneos de l a de F e l p o s — p o r lo me-
nos en algunas generaciones—, favorecieron a los peregrinos,
instituyendo los hospitales de L i b u r e i r o y M e l l i d , que sostenían
a su costa.
Después de pasar l a desolada gándara de F o n t e do M a l l o , se
llega al Coto, en el l í m i t e de las provincias de L u g o y Coruña,
desde donde se ve y a el caserío de M e l l i d . A l l í llega u n mo-
mento a coincidir casi l a moderna carretera con el antiguo ca-
m i n o ; pero pronto se desvía éste más a l sur. Pasa por el Cam-
22 J . V i l l a a m i l y C a s t r o : Pobladores, etc., pág. 139, con referencia a do-
cumentos de los años 1329 y 1346.
23 L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . de la I g l . de Santiago, t. V I , págs. 62-63.

340
IV, x v i . - u r i a : de p o r t o m a r í n a s a n t i a g o

pus Leporarius, mencionado en el L i b e r Sancti J a c o b i , o C h a m -


plevrier de los itinerarios franceses del siglo X V I , h o y L i b u -
reiro. Todavía goza fama de ser abundante en liebres, entre
los cazadores, el campo de L i b u r e i r o , por lo que podríamos de-
cir que el topónimo no perdió el sentido de su significación
originaria. E n el año 1185 fué donado por Fernando II a l mo-
nasterio de Sobrado el " B u r g o de campo L e p o r a r i o " con su
realengo '¿l.
L a pequeña iglesia parroquial de Santa María de L i b u r e i r o
es románica de transición, de una sola nave con techumbre de
madera. L o s muros, de sillería, y l a puerta p r i n c i p a l , de u n solo
arco en o j i v a , con dos sencillas arquivoltas de bocel el interior,
y de cabezas de clavo el exterior. E n el tímpano h a y u n tosco
relieve representando la V i r g e n sentada con el N i ñ o en brazos
y dos ángeles a los lados, apoyando todo sobre almanques o
ménsulas representando t a m b i é n ángeles. Tiene capiteles y co-
lumnas adosadas 25. E n c i m a de l a p u e r t a lateral h a y u n a cruz
potentada en relieve.
Frente a la puerta p r i n c i p a l y a pocos metros está la l l a -
mada casa de la enfermería o antiguo h o s p i t a l de peregrinos,
fundado p o r los U l l o a s , cuyas armas ostenta tanto d e l lado de
la iglesia como del camino francés, que pasa al mediodía. E s
de buena sillería, bien conservada en el frente que da al c a -
mino, con puerta de entrada en el que da a la iglesia, y tiene
dos pisos.
Desde L i b u r e i r o continúa el camino, casi paralelo a la c a -
rretera cercana, en suave pendiente hacia a r r i b a por u n paraje
desolado, llamado de l a Magdalena. B a j a luego a l puente de
Furelos, que salva el río del mismo nombre sobre cuatro arcos.
A pocos metros y á l a izquierda h a y u n a casa allí l l a m a d a " d o
hospital", que conserva, a l fondo de u n pórtico cerrado, l a en-
trada con buen arco de medio p u n t o . D e l lado norte d e l c a m i n o ,
y ligeramente desviada de é l , se h a l l a l a casa rectoral, antes l l a -
mada de l a Encomienda, con entrada de arco de medio p u n t o

24 A r c h . H i s t . N a c . Sobrado R . 10. C i t . por J u l i o G o n z á l e z : Regesta de


Fernando I I , pág. 503.
25 T a m b i é n l a describen los señores C a r r o , Camps y F . O j e a en T e r r a
de M e l i d e , C o m p o s t e l a , 1933, págs. 279-281. Sobre esta m i s m a i g l e s i a , A l v a -
REz C a r b a l l i d o : Santa M a r í a de L i b o r e i r o , en G a l i c i a D i p l o m á t i c a , 1899, p á -
gina 278.

341
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

de anchas dovelas. Desde Furelos, el eamino sube suavemente


acercándose a la carretera con l a que enlaza y a cerca de Mellid
en él Campo de San R o q u e .
E n este t r a y e c t o , desde L i b u r e i r o , se conservan trozos de
l a v i e j a calzada.

Mellid.
L a antigua v i l l a de M e l l i d t u v o cierta importancia en la
E d a d M e d i a . A l a entrada se conservaba hasta hace poco la
iglesia románica de San P e d r o , y a l a salida existe la de Santa
M a r í a , de la m i s m a época. Fué de l a m i t r a compostelana, quien
a veces la cedía en tenencia a particulares, y se hallaba guar-
necida por u n castillo que se mandó cercar con muro en 1316,
lo mismo que l a v i l l a ; pero aún no se había cumplido el man-
dato en 1320, según se desprende de l a concesión de tributos
destinados a l mismo objeto que A l f o n s o X I hizo en dicho año 26.
J u n t o a l a iglesia de Santa María había, en el siglo X I V , un
h o s p i t a l de San Lázaro, y otro dedicado a pobres y peregrinos
j u n t o a la de San P e d r o . E n l a escritura de 8 de enero del
año 1375, que luego citamos, se n o m b r a este hospital varias ve-
ces. N o conocemos otras noticias sobre esta fundación, que
suponemos más antigua que la del hospital de Sancti Spiritus,
de l a m i s m a v i l l a . López Ferreiro se l i m i t a a mencionar el hos-
p i t a l de San Pedro87.
Fué fundado el de S a n c t i Spiritus por el n o t a r i o Fernán Ló-
pez en 1375 "ante a porta da v i l l a de M i l i d e a que chaman do
c a m i n o dovedo fora da d i t a v i l a " 28, y delante de l a puerta del
monasterio. E n él había entonces doce lechos "apostados e for-
nidos de toda ropa de estrar e c u v r i r para albergar e meter en
26 A r c h . C a t . de S a n t i a g o , t u m b o B , f o l . 24, cit. por L ó p e z F e r r e i r o :
Jíisí. de l a I g l . de Santiago, t. V I , pág. 3 1 , n o t a . E n esta fecha, y con cargo a
l a o b r a de l a cerca de l a v i l l a , concedióle a q u e l M o n a r c a " l a castellage... de to-
das las bestias que por y passaren et de todas las otras cosas segunt que la
t o m a n en T r i a c a s t e l l a et en S a r r i a " .
27 H i s t . de l a I g l . de Santiago, t. V I I , pág. 71, n o t a 2.
28 J . C a r r o , E . Camps y J . R . F . O j e a : Arquelogía religiosa de M e l l i d ,
T e r r a de M e l i d d e , pág. 292. D o n a c i ó n otorgada en 8 de enero del año 1375
p o r el notario de M e l l i d F e r n á n López y su esposa A i d ara González, copia
defectuosa. P a r t e de esta escritura fué p u b l i c a d a t a m b i é n por A l v a r e z C a r -
b a l l i d o en G a l i c i a Diplomática, t. I I I , pág. 66, t o m á n d o l a del T u m b o viejo
del convento de S a n c t i S p i r i t u s de M e l l i d .

342
JV, x v i . - u r i a : de p o r t o m a r í n a s a n t i a g o

ellos los Pobres e romeus que quisiesen albergar", cuyos le-


ehos habían de servir para veinticuatro personas, dos en cada
lecho. Agrégase en esta escritura de dotación que se habrá de
dar a los pobres en dicho hospital "fogo camas alvergue es-
mola e caridade en el amor de Deus e se h a v i a de dar p o r a siem-
pre esmola de doce paas cada dia e que se digan cada dia u n a
Misa en dicho Monasterio de S a n c t i Spiritus para siempre
jamas por sus almas e de aquellos a que eran obligados"29.
E l notario Fernán López y su esposa disponen además que se
diga una misa en el monasterio todos los días por l a mañana
para que los romeros pobres y "otras personas que quisieren
andar de camino v i e r a n antes el Cuerpo de D i o s " 30.

Los frailes del monasterio Sancti Spiritus t u v i e r o n a su


cargo este hospital. T a m b i é n tenían su convento f u n d a d o , según
la tradición, por algunos caballeros de l a O r d e n Tercera. L o
cierto es que y a existía en 1363, y no lejos de l a iglesia de
San Pedro 31; pero como en años posteriores se hace cierta
donación de casas, huertas y terreno para edificar el convento,
hace esto suponer su dedicación a u n a nueva obra, p o r haber
sido abandonada otra anterior, o bien porque se hicieron en
ella ampliaciones. E n el siglo X V I era cabeza de todos los de l a
misma Orden en G a l i c i a , sujeto a los frailes menores, y su iglesia
pasaba por ser pequeña, conservando algunos sepulcros 32.
E s de u n a sola nave y p l a n t a de cruz l a t i n a de brazos poco
salientes, con capilla cuadrada en l a cabecera, cubriendo u n a
bóveda de cañón l a nave, y otra de crucería el testero. E l arco
toral, de medio p u n t o , descansa sobre pilares. E n e l año 1498
fué reconstruida por mandato de D . Sancho Sánchez de U l l o a ,
con l a piedra del castillo de l a v i l l a , cedida por el arzobispo
D. Alfonso de Fonseca33. D e l a obra anterior sólo queda u n a
credencia de doble arquillo apuntado y recto, t r i l o b u l a d o y
con decoración que parece del siglo X I V 3 4 .

29 J . C a r r o , E . Camps y J . R . F . O j e a : Arqueología religiosa de M e l l i d ,


Terra de M e l i d d e , gág. 292.
30 Ibidem, pág. 296.
31 López F e r r e i r o : H i s t . de l a I g l . de Santiago, t. V I I , p á g . 7 1 , n o t a 2.
32 B a r t o l o m é d e V i l l a l b a : E l Pelegrina Curioso, t. I, p á g . 379.
33 J . C a r r o , E . Camps y J . R . F . O j e a : Arqueología religiosa de M e l l i d .
Terra de M e l i d e , pág. 286.
34 Ibidem, pág. 302.

343
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

E n la capilla m a y o r h a y sarcófagos de las dos esposas de


D . L o p e Sánchez de U l l o a (siglo X V ) , y en las de Santa Catalina
S a n t a M a r g a r i t a y de l a Soledad, otros sepulcros de los Váz-
quez de Insúa y Gómez de V e n t o s a . A mediados del siglo X I X
fué convertida esta iglesia en p a r r o q u i a l .
E n la pared exterior de la cabecera, quizá correspondiente
a l antiguo claustro, y en el mismo sitio destinado luego a osa-
r i o , h a y pinturas representando a la V i r g e n , u n cardenal, dos
obispos, y otras, entre las que hemos de mencionar la de un
Santiago matamoros con cruz y espada. A l g u n a s se hallan en
m u y m a l estado de conservación, y debieron de ser ejecutadas
todas a fines del siglo X V o comienzos del X V I 3 5 .
L o cierto es que l a dedicación de los frailes menores a la
atención del hospital debió de ser su p r i n c i p a l a c t i v i d a d , pues
en el privilegio que les otorgó E n r i q u e II, en 4 de a b r i l de 1379,
se n o m b r a n ambos conjuntamente, expresándose que le otorga
" p o r fazer bien e merced e limosna a l monesterio e ospital de
S a n t spiritus de M e l l i d " s6.
I m i t a n d o l a largueza de su padre, y por grande devoción que
dice tener a l dicho monasterio y h o s p i t a l , eximióle J u a n I de
todo t r i b u t o y pecho, lo mismo que a sus labradores y servido-
res, ordenando a los señores y autoridades que les amparen y
defiendan. N o o l v i d a el M o n a r c a que el hospital fué fundado
por el notario Fernán López y dispone que se defiendan las
limosnas que hizo Andrés Sánchez de Gres y las que hicieron
otros para c u m p l i r las siete obras de misericordia y demás
beneficios que se hacen en dicho monasterio y hospital " a los
romeros e peregrinos que v a n de romería a Santiago de Galicia,
en cuyo camino yaz el dicho monasterio y o s p i t a l " . L a fama
de estos establecimientos debió de alcanzar cierta resonancia,
pues entre l a prosa f o r m u l a r i a de esta escritura, el amanuense
dejó escapar estas palabras: " p o r las virtudes e milagros que
Dios y demuestra en muchas cosas marauillosas que h y de-
muestra queremos se sepan"37.
E r a , por consiguiente, M e l l i d etapa de alguna importancia

35 J . C a r r o , E . Camps y J . B . F . O j e a : Arqueología religiosa de M e l l i d ,


T e r r a de M e l i d d e , pág. 304-305.
36 P u b l . en el B o l . de l a R e a l A c a d . Gallega, C o l . de Doc., t. III, pág1"
nas 60-61.
37 Ibidem, págs. 72-77.

344
IV, X V I . - tí R I A t D E P O R T O M A R Í N A S A N T I A G O

en el camino de Santiago, y los peregrinos encontraban, como


hemos v i s t o , acogida en sus hospitales, atendidos en uno de
ellos—el otro sería para leprosos, dado su t í t u l o de San L á -
z a r o — p o r los venerables hermanos de l a O r d e n T e r c e r a , que en
el siglo X I V parecen haber dedicado su atención a estos cari-
tativos menesteres en diferentes lugares del camino de l a pere-
grinación. L a i m p o r t a n c i a que le hemos atribuido h a de hallarse
en relación con su emplazamiento, punto de enlace entre l a vía
p r i n c i p a l que vamos describiendo y l a que, procedente de l a
costa asturiana desde R i b a d e o , pasando por V i l l a n u e v a de L o -
renzaná, Mondoñedo, V i l l a l b a y P a r g a , recorrían algunos pere-
grinos que a la i d a o a l a v u e l t a de Santiago se detenían en
Oviedo a venerar las reliquias que atesoraba el A r c a Santa en
la vetusta c i u d a d .

E n efecto, y a hemos visto cómo u n a de las puertas que se


abrían en el muro de M e l l i d era la que chaman do camino do-
vedo (probablemente Oviedo) 38, y que j u n t o a ella se hallaba
•uno de los hospitales para albergue de rromeus. T o d o ello con-
t r i b u y ó a convertir a M e l l i d en u n punto de concentración de
peregrinos, explicándonos^—al menos en p a r t e — l a necesidad de
las edificaciones y privilegios a que nos hemos referido y l a
prosperidad consiguiente. D e l M e l l i d anterior a l siglo X I V , el
monumento que nos queda es la iglesia de San P e d r o , situada
en l a calle que fué p r i n c i p a l hasta el siglo pasado y en pleno
camino de Santiago. H a sido trasladada hace poco a l Campo
de San R o q u e , aprovechando únicamente l a p o r t a d a . E r a de
una sola nave rectangular, lo mismo que l a c a p i l l a m a y o r , l a
cual tenía arco apuntado y doblado sobre columnas adosadas
con capiteles de sencilla decoración. E n medio de l a nave había
un arco semejante. L a cubierta era de m a d e r a , y las ventanas
modernas, con excepción de u n a t a p i a d a , de arco de medio
p u n t o , que existía en la parte del testero.
Ofrecía particular interés l a puerta del lado del E v a n g e l i o ,
la única que se conservó en relativo buen estado. E s de triple
arquivolta descansando sobre capiteles y columnas, y sobre l a
ú l t i m a a r q u i v o l t a h a y otras tres decorativas, l a p r i m e r a de
38 V i d . n o t a 28. E s m u y p r o b a b l e , p o r no decir seguro, q u e se t r a t e d e l
nombre de O v i e d o . L ó p e z F e r r e i r o ( H i s t . de l a I g l . de Santiago, t. V I I , p á -
gina 71 y n o t a 2) lo reduce a esta c i u d a d , con i n t e r r o g a n t e . E n l a copia p u b l i -
cada en Térra de M e l l i d (pág. 292) se escribe "Mo o v e d o " .

345
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

puntas de diamante, la segunda de arquillos y l a tercera de


vegetación. Estas no a p o y a n sobre capiteles, sino sobre mol-
d u r a de i m p o s t a .
L a s capillas eran del patronato de los condes de Lemos (la
mayor) y de los Várela de l a casa de L i n a r e s (las laterales), y
h a y en ellas sepulturas bajo arcos, y estatuas yacentes.
Saliendo por la calle p r i n c i p a l de la v i l l a , los peregrinos
c o n t i n u a b a n hacia Santiago, pasando por debajo del castillo del
Castro, que dejaban a l a i z q u i e r d a , y como cerca de u n kilóme-
t r o , y en el mismo c a m i n o , se h a l l a b a la iglesia de Santa María
de M e l l i d , otro recuerdo románico de los muchos que jalonaban
la ruta.
E s de u n a sola nave rectangular y ábside semicircular, arco
t o r a l de medio punto doblado sobre columnas con capiteles.
L a c a p i l l a m a y o r , cubierta de bóveda de cañón; el ábside, con
semicúpula, y l a nave con a r m a d u r a de madera. P o r el exte-
rior h a y u n a interesante v e n t a n i l l a abocinada de arquivolta
m o l d u r a d a sobre columnas embebidas y capiteles, y del lado"
norte, u n a p u e r t a adintelada con guarnición externa de medio
p u n t o . Más interesante es l a p o r t a d a del lado oeste, de triple
a r q u i v o l t a sobre capiteles y columnas y puerta adintelada con
mochetas lisas, y t a m b i é n l a del lado sur, entre contrafuertes
poco salientes con doble a r q u i v o l t a apoyando en moldura de
nácela sobre parejas de columnas con capiteles de decoración
vegetal. A l a i z q u i e r d a h a y u n a inscripción con l a fecha de 1388,
que suponemos corresponde a l a e r a , y en l a que consta hallarse
allí enterrado el clérigo A l f o n s o P(ere)s. E n la cabecera hay
p i n t u r a s de apóstoles semejantes a las de la iglesia de Sancti
S p i r i t u s y acaso coetáneas o algo anteriores39.

De Mellid al Monxoi.

L o s peregrinos seguían a Sanctus Jacobus de Boente y a Cas-


t a n i o l a , l a a c t u a l Castañeda (hoy con advocación de Santa M a -
r í a ) , lugar en el que, según hemos v i s t o , depositaban los pere-
grinos, a l decir de A y m e r i c o , las piedras que como piadosa

39 Se ocupan de esta iglesia J . C a r r o , E . Camps y J . R . F . O j e a : Op. cU.,


págs. 261-264, y A l v a r e z C a r b a l l i d o : L a v i l l a de M e l l i d y su comarca, " G a -
l i c i a D i p l o m á t i c a " , t. I I I , 1888, pág. 124. U t i l i z a m o s l a descripción hecha por
los p r i m e r o s autores.

346
IV, x v i . - u r i a : de p o r t o m a r í n a s a n t i a g o

ofrenda t r a í a n desde Triacastela, y de las que se obtenía la


cal para las obras de l a iglesia de Santiago.
Desde Castañeda, el camino continuaba hasta descender en
la hondonada de R i v a d i s o , cortando l a a c t u a l carretera. A l
fondo de ella corre el Iso, que se salva por u n pequeño puente
de u n solo arco. J u n t o a él, y del otro lado del río, h a y dos
caserones en parte ruinosos y de v i e j a t r a z a , uno con a m p l i a
corralada cerrada con t a p i a , en la que se abre u n p o r t ó n casi
a la orilla del agua, que debió de servir p a r a dar entrada a
los que la vadeaban en lugar de pasar por el puente. Según
tradición que allí hemos recogido, aún en el siglo pasado se
albergaban los peregrinos en uno de aquellos edificios. N o du-
damos que en el mismo solar se habrá levantado en otro tiem-
po el " h o s p i t a l de R i b a d i s o da p o n t e " , al que se refiere cierto
documento de la p r i m e r a m i t a d del siglo X V I . Pertenecía a
la cofradía compostelana de plateros l l a m a d a de S a n E l o y ,
que en 1523 le aforaron a R o d r i g o Sánchez de V o a d o , vecino
de Santa María de R e n d a l , mediante el pago de medio real de
plata cada año, a condición de que tuviese " l a s casas del dicho
hospital elevantadas e reparadas e camas e ospitalero en e l l a s "
para acoger "los peregrinos que al dicho ospital v i n i e r e n " y
les hiciese " t o d a c a r i d a d " 40.
Desde este h o s p i t a l subía el camino por u n a regular pen-
diente asentada en l a ladera occidental de l a h o n d o n a d a , hasta
enlazar con l a carretera actual que p a r a salvar mejor l a de-
presión dibuja u n a m p l i o recodo cortado dos veces p o r el an-
tiguo camino.
E n la fotografía que de este paraje publicamos entre las lá-
minas, tomada mirando hacia el este, aún podemos contem-
plar una parte de su trazado en u n a de las dos veredas que
se descubren a l fondo (la del lado derecho).
A unos cuatro kilómetros comienza el caserío de A r z ú a ,
con iglesia dedicada a Santiago situada j u n t o a l a p l a z a p r i n -
cipal de la v i l l a — h o y p a r r o q u i a l y antes anejo de San P e d r o de
L e m a — c o n buena torre. D e su pasado no conocemos m e m o r i a
alguna de interés. E x i s t í a allí u n h o s p i t a l l l a m a d o de l a M a g d a -
lena, a cargo de los Agustinos del convento p r ó x i m o .

40 A r c h . de l a U n i v e r s i d a d de S a n t i a g o . R e g i s t r o 30, f o l . 2024. D e b o l a
noticia al señor F r a g u a s , profesor de aquel C e n t r o , que me f a c i l i t ó l a copia.

347
I. A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Cerca de Arzúa hallábase la ermita de Santa María del Viso


en donde sabemos que hubo en el siglo X V I varios capellanes
entre ellos "muchos clérigos franceses", que, después de pres-
tar allí sus servicios unos años se m a r c h a b a n , t a l vez a su pa-
t r i a n. López Ferreiro, (t. V I I , pág. 420) t o m a esta noticia de
cierta declaración prestada por u n anciano en el año 1529 en
l a que p u n t u a l i z a " q u e estaban dos et tres años".
D e Arzúa c o n t i n u a b a h a c i a el oeste, cruzando el arroyo dé
Ferreiros cerca de este mismo lugar, con caserío disperso y hos-
p i t a l , en ameno v a l l e , y a D u a s Casas, lugar existente y a en la
E d a d M e d i a , y que l a m i t r a de Santiago protegió contra los
exactores de yantares42. P o c o más al oeste se halla A m e n a l , y
cerca, L a v a c o l l a , t o p ó n i m o que corresponde a l Lavamentula del
Códice de A y m e r i c o , y en el que los peregrinos hacían sus
abluciones 43.
L a costumbre perduró p r o b a b l e m e n t e — t a l vez alterada —
hasta fines del siglo X V I I por lo menos, pues L a f f i nos dice en
su Viaggio que más allá de " a l M e n a r " (Amenal) llegó a una
fuente en compañía de otros peregrinos, añadiendo: "aquí re-
frescamos bien, mudando los vestidos, porque sabíamos estar
cercanos a Santiago"44.
A u n q u e no n o m b r a el lugar donde el hecho ocurrió, cree-
mos h a y a sido en L a v a c o l l a o en sus inmediaciones, pues sitúa
luego a media legua de distancia el monte del Gozo, aproximán-
dose bastante a la realidad. Tampoco especifícala forma en que

41 Declaración prestada en el año 1529 por u n anciano de l a comarca, en


l a que p u n t u a l i z a " q u e estaban dos et tres años". L ó p e z F e r k e i r o : H i s t . de
l a I g l . de Santiago, t. V I I , p á g . 420.
42 A r c h . C a t . de S a n t i a g o : C a r t a de F e r n a n d o I V (tumbo C, fol. 296), fe-
c h a d a en Burgos a 20 de j u l i o del año 1308, p r o h i b i e n d o , en v i s t a de las que-
j a s del arzobispo y e l c a b i l d o de S a n t i a g o , que los encargados de recaudar sus
y a n t a r e s en G a l i c i a lo hiciesen en el lugar de D u a s Casas y otros. López í e -
r r e i r o : H i s t . , t. V , pág. 285 y n o t a 2.
48 L i b e r Sancti J a c o b i , l i b . I V , cap. V I , pág. 354: " f l u i u s q u i d a m qui
d i s t a t de urbe S a n c t i l a c o b i duobus m i l l i a r i i s innemoroso loco, q u i Lauamen
t u l a d i c i t u r , i d c i r c o q u i a i n eo gens G a l i l e a peregrina a d S a n c t u m lacobum
tendens, n o n s o l u m méntulas suas v e r u m e t i a m tocius corporis sui sordes
a p o s t o l i amore lauare solet, uestimentis suis e x p o l i a t a " .
44 V i a g g i o , pág. 195. Según E s t e b a n i l l o González ( V i d a . . . Bibhot, de
Autores Españoles. Novelistas posteriores a Cervantes, t. II, M a d r i d , 1 >
pág. 304), los peregrinos que c a m i n a b a n por l a r u t a de Orense acostumbra
h a n a l a v a r sus cuerpos en unas fuentes cálidas que había en esta ciuda

348
JV, x v i . - u r i a : de p o r t o m a r í n a s a n t i a g o

él y sus compañeros refrescaron en aquella fuente, pudiendo i n -


terpretar nosotros sus palabras en el sentido de que se l i m i t a -
ron a beber, en lugar de tomar el baño a que se refiere el L i b e r
Sancti J a c o b i y a m u d a r la vestimenta, con lo que l a antigua
costumbre se habría simplificado. Pero sería aventurado ne-
gar que entre los muchos peregrinos que por allí p a s a r o n , a u n
en la época b a r r o c a , algunos h a y a n dejado de hacer e l l a v a t o -
rio que podríamos calificar de r i t u a l .
Marchando por l a actual carretera, queda este lugar a mano
derecha y cerca del Campo de A v i a c i ó n , en cuyas i n m e d i a c i o -
nes se encuentra el bellísimo crucero trasladado desde las afue-
ras de Compostela, donde se hallaba situado cerca de l a c a p i l l a
de San A n t o n i ñ o . S u esbelto fuste cilindrico descansa en u n a
mesa de piedra, mostrando en lo alto, por u n lado, el C r u c i f i j o ,
y por el otro, l a Dolorosa con el p u ñ a l . M u y cerca se h a l l a u n a
iglesia moderna de sencilla t r a z a , rematada por u n campanario
de estilo compostelano.

El Monxoi.

A unos kilómetros de L a v a c o l l a se halla situado el " M o n t e


G a u d i i " o M o n t e del Gozo, en una eminencia de p o c a a l t u r a .
Este topónimo expresa el j ú b i l o que los peregrinos experimen-
taban al encontrarse próximos al f i n a l de su viaje, y se repite
en las cercanías de otros santuarios venerados en l a E d a d
Media 15. Desde aquella eminencia veían por p r i m e r a vez los
peregrinos, después de t a n largas caminatas, l a Basílica com-
postelaua.
U n lugar t a n señalado había de tener recuerdos que le ilus-
trasen.

*5 Cerca de O v i e d o , y en l a r u t a que los peregrinos seguían v i n i e n d o de


León, se encuentra L a M a n j o y a , c o n l a m i s m a significación, y n o lejos de
Proaza m e n c i o n a u n M o n t e Gandió u n documento del siglo X I I , acaso porque
como en la M a n j o y a era en este lugar donde p o r p r i m e r a vez v e í a n l a iglesia
de S a n S a l v a d o r los que m a r c h a b a n h a c i a O v i e d o desde el p u e r t o de l a M e s a
por u n antiguo camino que no era r u t a de peregrinos ( D o n a c . a l a I g l . de
Oviedo por F e r n a n d o II en 14 de octubre de 1184; V i g i l , p á g . 9 3 ; J . G o n z á -
l e z : Regesta, p á g . 498). E l L i b e r (I, págs. 352-353), h a b l a n d o de las tres hos-
pederías más notables d e l m u n d o , m e n c i o n a l a del monte l o c c i . ( M o n t J o u x ,
en el G r a n S a n Bernardo.)

349
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Refiere l a H i s t o r i a Compostelana, tratando de sucesos del


año 1105, que Gelmírez ordenó construir l a iglesia de la Santa
Cruz en el Monte del Gozo. L a consagró según l a costumbre
l i t ú r g i c a , y , pasado u n año, t u v o lugar u n a solemne procesión
desde Compostela hasta aquella iglesia, con gran concurrencia
de clero y pueblo a l estilo de la C u r i a romana, el día de la fes-
t i v i d a d de San Marcos, Celebró el Prelado misa solemne, en l a
que todos comulgaron, regresando luego a l a ciudad46.
Según acuerdo concertado por el arzobispo D . Bernardo con
el cabildo de su iglesia, en el año 1228 percibían los capitula-
res ocho marcos de las limosnas que en el santuario se reco-
gían '7.
N o lejos de l a capilla edificada por Gelmírez, debía de
hallarse u n a cruz de t é r m i n o , que debe de ser l a que men-
ciona u n texto del año 1228 18. T a m b i é n l a encontramos re-
presentada en l a p i n t u r a del retablo de l a catedral de León
r e l a t i v a a la leyenda jacobea49 y mencionada por K ü n i g en
su itinerario, agregando que j u n t o a ella había u n gran montón
de piedra 50.
A l iniciarse el descenso del Monte del Gozo, los peregrinos
entraban en l a ermita de San Lorenzo a venerar el Cuerpo
Santo de u n romero lorenés allí traído milagrosamente, como
ahora veremos.
D i c e el L i b e r Sancti J a c o b i q u e , caminando hacia Santiago
t r e i n t a peregrinos—todos los cuales se habían juramentado,
con u n a sola excepción, p a r a prestarse m u t u o auxilio allá en
t i e r r a de Gascuña—sintióse uno de ellos gravemente enfermo,
viéndose obligados sus compañeros a transportarle, unas veces
a caballo y otras en brazos, h a s t a l a falda del P i r i n e o . Pero
como las jornadas se hacían demasiado lentas—pues habían

46 Hist. Compostelana, E . 5., X X , 224. López F e r r e i r o (t. III, pág. 241)


dice que la primitiva iglesia de la Santa Cruz estaba situada unos dos kiló-
metros más próxima a la ciudad, sobre un altozano luego cubierto de pinos,
a la derecha de la carretera que va a Lugo. L a Compostelana dice que Gelmí-
rez arrasó esta iglesia para construir otra nueva (pág. 53).
47 Arch. Cat. de Santiago. Constituciones, lib. 2.°, fol. 6. Copia López
F e r r e i r o , t. V , apéndices, págs. 39 y 42.
48 Loe. cit.
49 Alrededor de ella hay piedras amontonadas y un peregrino en pie.
V i d K ü n i g , pág. 190, y López F e r r e i r o , t. III, pág. 241 y nota 1.
50 López F e r r e i r o : Hist., t. I X , Apéndice X X X V I , pág. 190.

350
IV, XVI. - U R I A : DE PORTOMARÍN A S A N T I A G O

tardado quince días en recorrer lo que se andaba en cinco—.>


abandonaron allí al enfermo, permaneciendo solamente uno de
los peregrinos a su lado. P a s a r o n ambos la noche en el lugar de
San M i g u e l , a l pie de la sierra, y r e a n u d a r o n a l a m a ñ a n a , a
petición del doliente, el camino hasta llegar en l a noche a l a
cumbre, donde éste m u r i ó . Cuando el superviviente, perplejo, se
encomendaba al A p ó s t o l , apareció de súbito u n caballero que
le interrogó sobre lo que hacía allí, y como le contestase que
intentaba dar sepultura al compañero muerto sin lograr conse-
guirlo, a deshora y en aquel desierto, le replicó el caballero:
"Ponme sobre el arzón el cadáver y m o n t a t ú a l a g r u p a hasta
que lleguemos a algún lugar en el que pueda ser s e p u l t a d o . "
Obedeció el peregrino, y al alba se h a l l a b a n los dos j u n t o a u n
crucero, frente a Compostela.

E r a el del Monte del G o z o , a donde llegaron los canónigos


de aquella iglesia, que el celestial jinete había avisado por m e -
dio del peregrino p a r a que v i n i e r a n a sepultar el cadáver. R e a -
lizado el sepelio, dirigióse por ú l t i m a vez el extraño aparecido
al atribulado romero, exclamando: " C u a n d o vuelvas a t u t i e -
rra, en l a ciudad de León encontrarás a tus compañeros y les
dirás que por haber sido poco leales con su c a m a r a d a no a d m i -
tirá el apóstol Santiago sus preces n i sus peregrinaciones, m i e n -
tras no hagan l a debida p e n i t e n c i a . " Reconocióle entonces e l
peregrino; pero cuando i n t e n t a b a postrarse a sus pies, desapa-
reció 61. E s t a milagrosa aparición de Santiago como protector
de los peregrinos fué p i n t a d a por J u a n de Orvieto en 1441, en
la capilla dedicada a l Santo P a t r ó n en l a iglesia de A r a c e l i ,
de R o m a 52.
P o r estos y otros recuerdos que acaso existieron, pero so-
bre todo por ser el primer lugar del largo i t i n e r a r i o desde
donde se divisaba l a C i u d a d S a n t a , el M o n x o i venía a ser t a m -
bién el punto donde se desataba con fuerza l a emoción religiosa
del peregrino. Más de uno lo consigna en el relato del v i a j e ; pero
lo hacen con p a r t i c u l a r esmero y v i v e z a dos de ellos: B a r t o l o m é
V i l l a l b a y Doménico L a f f i .
P o r el alto valor expresivo que tienen sus textos, copiamos
a continuación los párrafos que nos parecen más oportunos.
51 Liber Sancti Jacobi, lib. II, cap. I V , págs. 265-266, edic. W . Muir
Whitehill, Santiago, 1944.
52 López F e r r e i r o : Hist., t. III, pág. 241, nota 1.

351
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A ]N T 1 A
G o

H e a q u í los de V i l l a l b a : " Y o sólo a f i r m o q u e o t r o d í a , aún


D i a n a n o se h a b í a d e s a p a r e c i d o , n i e l s o l c o n sus c r i s t a l i n o s
r a y o s se h a b í a a p o d e r a d o de l a o s c u r i d a d de l a n o c h e , c u a n d o
n u e s t r o p e l e g r i n o , c o n o t r o g r a n n ú m e r o de e l l o s , e s t a b a y a en
p i e d a n d o g r a c i a s a D i o s p o r v e r s e y a a l f i n de s u d e s e o , y que
t o d o s s u s t r a b a j o s , c o m o c u c h i l l a d a s d a d a s e n l a g u e r r a , se h a -
b í a n c o n v e r t i d o e n c o n t e n t o . V e í a n s e c o m o se v e n los a t o r -
m e n t a d o s de l a m a r c u a n d o e s t á n e n p u e r t o s e g u r o , p u e s y a
que vieron fortificado su espíritu con oraciones, comenzaron a
t o m a r s u c a m i n o . N u e s t r o p e l e g r i n o , c a l l a n d o , íbase e n t r e ellos
c o n s u c o m p a ñ e r o , g u s t a n d o m u c h o de l a a l g a z a r a q u e l l e v a b a n
y d e l r a z o n a r de sus d e v o c i o n e s , q u e es c o s t u m b r e de b o r d o n e -
r o s m o v e r t r o p e l , y ansí u n o d e c í a : ¿de d ó n d e v e n í a ? ¿a d ó n d e
h a b í a de y r ? ; o t r o e x p l i c a b a l o s m e j o r e s h o s p i t a l e s ; o t r o s , los
mejores m a n d a t o s ; otro r e l a t a b a las e x t r a o r d i n a r i a s limosnas
o l o a b a los c a b a l l e r o s y p r e l a d o s q u e le h a b í a n d a d o a l g o ; o t r o
h a c i a d e m o s t r a z i o n e s de l a s A s t u r i a s , y m a ñ a s de q u e a l l í h a -
b í a u s a d o . D e z i a o t r o de l o q u e d e v o t a s le h a b í a n d a d o ; e l u n o
m o s t r a b a l a c a m i s a , el o t r a el l i e n z o , el otro el j u b ó n , el otro
l a c a p a . O t r o d e z i a l a s m i s a s q u e t r a í a a c a r g o de d e c i r , y o t r o
c o m p a r a b a d e v o c i ó n a d e v o c i ó n , y o t r o le t o m a b a l a c o n t r a .
T o d o l o c u a l le p a r e c í a a n u e s t r o p e l e g r i n o r e t r a t o de t o d a su
p e l e g r i n a c i o n " 53.
P e r o s i l a e m o c i ó n r e l i g i o s a e r a m á s v i v a e n t r e los pere-
g r i n o s a m e d i d a q u e se a c e r c a b a n a l M o n x o i , desatábase c o n
t a l f u e r z a en algunos c u a n d o l l e g a b a n a lo a l t o , que no p u -
d i e n d o r e p r i m i r l a , p r o r r u m p í a n e n s o l l o z o s , a n e g a n d o l a faz
e n l á g r i m a s . E l t e x t o de L a f f i s o b r e e s t a e t a p a d e l c a m i n o es
t a n e l o c u e n t e a este r e s p e c t o , q u e n o s v e m o s o b l i g a d o s a re-
p r o d u c i r l o . D i c e así: " L l e g a n d o e n c i m a de u n a m o n t a ñ i t a que
se l l a m a e l M o n t e G a n d í o , d o n d e d e s c u b r i m o s e l t a n s u s p i r a d o
y g r i t a d o S a n t i a g o , d i s t a n t e c e r c a de m e d i a l e g u a , d e s c u b i e r t o
s ú b i t a m e n t e , p o s t r á n d o n o s de r o d i l l a s , y p o r l a g r a n alegría
c a y e r o n de l o s ojos l a s l á g r i m a s , y c o m e n z a m o s a c a n t a r el
T e D e u m ; p e r o d i c h o s dos o t r e s v e r s i l l o s , y n o m á s , pues no
p o d í a m o s p r o n u n c i a r p a l a b r a p o r l a s m u c h a s l á g r i m a s que
a b u n d a n t e s s a l í a n de l o s ojos c o n t a l c o m p a s i ó n q u e e l c o r a -
z ó n se e s t r e m e c í a y los c o n t i n u o s s o l l o z o s h i c i e r o n cesar e l c a n -

58 B a r t o l o m é V i l l a l b a : E l Pelegrina Curioso, t. I, pág. 381-382.

352
IV, XVI. - U R I A : D E P O R T O M A R Í N A S A N T I A G O

to, hasta que, desahogado el llanto y acabado, retornamos a


decir el comenzado Te D e u m , y así cantando, c o n t i n u a m o s
descendiendo hasta que llegamos a l burgo, que es bello y gran-
de y siempre en o b r a ; terminado el burgo, llegamos a l a
puerta" 51.
Difícilmente se podría describir esta escena del descenso d e l
Monte del Gozo por los peregrinos con l a f i d e l i d a d c o n que l o
hace quien transmite en su relato l a experiencia i n t e r n a de l a
emoción que sintió. L a evolución de l a sensibilidad no permite
a muchos hombres de h o y comprender í n t i m a m e n t e estados de
ánimo como el que vemos reflejado en el t e x t o de L a f f i . H e m o s
de tener en cuenta que el peregrino bolones era sacerdote; pero
como él h a b r á n sentido muchos legos.
E r a costumbre que los que hacían el viaje a caballo desmon-
tasen en el M o n x o i p a r a seguir a pie los kilómetros que falta-
han hasta Compostela. Dos testimonios poseemos de lo que aca-
bamos de afirmar y , aunque probablemente redactados en época
más moderna que l a de los hechos a que se refieren, podemos
utilizarlos, y a que reflejan por lo menos l a realidad d e l tiempo
en que fueron escritos.
E l primero se refiere a l a peregrinación de l a reina D o ñ a Isa-
bel de P o r t u g a l — a R a i n h a S a n t a — , quien llegó a Santiago en
julio del año 1324. N o debió de v e n i r por el M o n x o i ; pero otros
miñadoiros o humilladeros había en los alrededores de C o m -
postela en los que los peregrinos hacían alto, c o n t e m p l a n d o
desde allí con emoción l a c i u d a d del A p ó s t o l . E l autor anónimo
del relato de l a real peregrinación nos dice que a l llegar a l l u -
gar desde donde se d i v i s a b a l a iglesia de Santiago, distante
una legua de l a m i s m a , marchó a pie con gran devoción h a s t a
el templo 55. Refiérese el otro testimonio de esta costumbre a
la peregrinación del vencedor del Salado, según cierta versión.
Después de decirnos que el M o n a r c a salió de B u r g o s , agrega:

54 V i a g g i o , págs. 195-196. T a m b i é n V i l l a l b a dice que los peregrinos des-


cendían del Monte- del G o z o c a n t a n d o , y pone en el t e x t o unos versos que n o
sabemos si serían i n v e n c i ó n s u y a , pues a lo largo de su obra i n t r o d u c e c o n
t a r t a frecuencia composiciones de p r o p i a cosecha, poniéndolas en labios
ajenos.
55 A c t a S a n t o r u m , t. II, pág. 204, según relación hecha a l Consistorio
secreto ante U r b a n o V I I I en 13 de enero de 1625. A u n q u e se t r a t a de u n tes-
t i m o n i o t a r d í o , es u t i l i z a b l e , pues l a costumbre no desentona de l a época.

TOMOH. 23. 353


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

" e t fue por sus jornadas en romería a v i s i t a r el euerpcf Sancto


del A p ó s t o l Sanctiago. E t ante que llegase a l a ciubdat, fue de
pie desde u n lugar que dicen la M o n j o y a et entro asi de pie en
l a ciubdat et en l a iglesia de S a n t i a g o " *".
E s probable que algunos romeros recorriesen descalzos esta
ú l t i m a etapa del camino " .
Transcurridos los instantes que los peregrinos se detenían
en el M o n x o i — d o n d e existía cierto culto al Cuerpo Santo y
se hacían algunas ofrendas de las que se beneficiaba l a iglesia
de S a n t i a g o — , los últimos pasos del camino eran recorridos
por ellos con celeridad como s i , arrastrados por una fuerza
irresistible, las cobrasen nuevas precisamente cuando se halla-
b a n a l f i n a l del viaje. Así lo refleja esta canción de los peregri-
nos franceses:
Q u a n d nous vinsmes a une mille
Prés de l a fameuse ville
M o n s i e u r Saint Jacques le G r a n d ,
J e me sentois p l u s h á b i l
A cheminer que devant.

Según costumbre que ignoramos cuándo comenzó a ser


p r a c t i c a d a , aquel de los peregrinos que destacándose del grupo
llegase a ver el primero las torres de l a Catedral, recibía el so-
brenombre de R e y , y en opinión de algunos, muchos de los
apellidos franceses R o y y L e r o i habrían tenido origen en estos

56 Crónica de Alfonso X I , cap. C, pág. 179, de l a redac. cit. por López


F e r r e i r o , t. V I , pág. 89. N o se encuentra este pasaje en las ediciones hasta
h o y más autorizadas.
57 L a costumbre de m a r c h a r descalzos con ocasión de ciertas solemnida-
des y devociones no debía ser e x c e p c i o n a l en l a E d a d M e d i a . Cuando en el
año 1102 regresaba el obispo Gelmírez de P o r t u g a l , trayendo consigo las reli-
quias de los santos F r u c t u o s o , S i l v e s t r e , Cucufate y Susana, avisó desde el
l u g a r de G o e g i l d o — q u e López Ferreiro i d e n t i f i c a con R e d o n d e l a (t. III, P a '
g i n a 225)—al clero compostelano, que a l saber t a n fausta n o t i c i a , fué a su
encuentro como dice l a C o m p o s t e l a n a c o n estas palabras: " E x e u n t i b u s ergo
o b v i a m nudis pedibus C l e r i c i subsequenti p o p u l o totius C i v i t a t i s usque a
l o c u m H u m i l i a t o r i u m d i c i t u r , religiose processerunt", E . S . , X X , 4 -
S a n G u i l l e r m o de V e r c e l l i y S a n T e o b a l d o de M o n g o v i hicieron l a peregrina-
ción a Santiago descalzos, en los siglos X I y X I I ( V . d e P a r g a , págs. 5 0 " 5 i ^
E l a u t o r del relato del V i a j e de R o s m i t h a l dice que, a l llegar ante la iglesia e
S a n t i a g o , su señor ordenó a l a gente de su c o m i t i v a -que entrasen todos en
t e m p l o descalzos (edic. A . M . Fabié, pág. 101).

354
IV, XVI. - U R I A : DE PORTOMARÍN A S A N T I A G O

reyes de caravanas de romeros, quienes los t r a n s m i t i r í a n a sus


descendientes 58.
•Poco más al oeste comienza la m u r a l l a , t a l vez de tiempos
de Gelmírez; pero antes de continuar el itinerario dentro de l a
ciudad de Santiago, nos parece oportuno hacer u n a breve des-
cripción de lo que ella fué en relación con las peregrinaciones.
Interesa conocer, aunque sea a grandes rasgos, algo de l a his-
toria y situación de sus iglesias, monasterios, hospitales, calles
y plazas. Intentaremos hacerlo prescindiendo de los detalles
que nos parecen ajenos a l a v i d a de los peregrinos dentro de
la ciudad, y que el lector puede conocer de u n a manera más
completa acudiendo a otros elementos de i n f o r m a c i ó n .

58 E l abate P a r d i a c (Pelérinage de Compostelle, pág. 151, cit. p o r


B o n n a u l t , pág. 72 y n o t a 3) cree que muchos de los apellidos franceses de
R e y , R o y , L e r o y , h a b r á n derivado de esta costumbre.

355
Capítulo XVII

SANTIAGO DE COMPOSTELA

Descubierto el sepulcro del A p ó s t o l , mandó A l f o n s o II le-


vantar sobre él, y en su honor, u n a pequeña iglesia " e x petra
et luto opere p a r v o " 1 . Pocos metros hacia el N o r t e de ella se
erigió u n baptisterio con t í t u l o de San J u a n , y del lado E s t e
de ambos monumentos, respectivamente, u n a iglesia dedicada
a San Salvador y a monasterio de B e n e d i c t i n o s , y o t r a dedicada
a Santa María, más tarde conocida con el nombre de Santa
María de l a Corticela. E l Monasterio fué llamado de A n t e a l t a -
res, por hallarse situado delante de los del templo de Santiago,
y l a c o m u n i d a d benedictina alternaba con el clero b a s i l i c a l en
el culto que en él se celebraba 2.
Rodeando estas edificaciones levantaríanse, más distantes
por el Sur, viviendas para los canónigos, y más t a r d e — e n el
siglo X I — e l monasterio de S a n M a r t í n P i n a r i o , p o r el N o r t e ;

1 H i s t . Compostelana, E . S. X X , 344.
2 L a E s c r i t u r a de C o n c o r d i a del obispo D . Diego Peláez c o n el abad de
Antealtares S a n F a g i l d o , de 17 de agosto d e l año 1077 ( v i d . L . F e r r e i r o :
H i s t . , t. I I I , ap. I, págs. 3-7) da noticias sobre los orígenes de este monasterio
t i t u l a d o de S a n P e d r o , y del culto que en l a Basílica de S a n t i a g o m a n t e n í a n
los monjes. E l t í t u l o de S a n P a y o (San P e l a y o M á r t i r ) se le dio más tarde,
hacia el año 1152 ( J o s é M a r í a F e r n á n d e z S á n c h e z y F r a n c i s c o F r e i r é
B a r r e i r o : Santiago, Jerusalem y R o m a , S a n t i a g o , I m p . del " B o l e t í n E c l e -
siástico", 1881, t. I, p á g . 270). A l ensachar l a C a t e d r a l , a fines d e l siglo X I ,
gran parte del solar de A n t e a l t a r e s quedó englobado en l a n u e v a o b r a ( L . F e -
k r e i r o : H i s t . , t. II y nota). D e l a escritura de C o n c o r d i a c i t a d a se desprende
que, por desavenencias habidas entre el obispo y los monjes, se separaron
éstos del servicio del altar de l a Basílica, trasladándose el monasterio c i n -
cuenta pasos más al E s t e , adpnde h o y se h a l l a el de S a n P a y o . A p a r t e de las
noticias referidas, h a y otras sobre este monasterio y su iglesia en los Apuntes
históricos sobre el Monasterio de S a n Pelayo de Antealtares, en l a ciudad de
Santiago, publicados p o r López Ferreiro en el " E c o de l a V e r d a d " , en el
año 1868.

357
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

el de S a n P e d r o de Antealtares, por el Este y el palacio epis-


copal por el Noreste 8.
P a r a librar de las incursiones musulmanas estas edificacio-
nes, el obispo T e o d o m i r o , de acuerdo con el M o n a r c a , debió
de circundarlas de muros que se h a supuesto cerraban en rec-
t á n g u l o alargado de E s t e a Oeste, y cuyos límites aproximados
t a l vez no serían m u y diferentes de los que separan el Pregun-
toiro del O b r a d o i r o , y l a calle del Obispo Gelmírez de la de la
Azabachería 4.
E n tiempos de Alfonso III el M a g n o , el obispo de I r i a , Sis-
n a n d o , reedificó, por v o l u n t a d del M o n a r c a , la pequeña iglesia
de Santiago, dándole mayores proporciones, quedando englo-
bados en su recinto los solares del monasterio de San Salvador
y del baptisterio, en sustitución del cual debió de edificar
otro separado del cuerpo del nuevo templo 6.
E l pequeño oratorio donde se hallaba el sepulcro del Após-
t o l fué respetado, permaneciendo intacto; pero l a mayor parte
de las edificaciones hasta aquí referidas, con excepción del se-
p u l c r o , fué destruida cuando la incursión de A l m a n z o r en el
año 997.
L i b r e para siempre del peligro musulmán la región galaica,
c o m i e n z a en el siglo X I l a a c t i v i d a d constructora de los obispos
irienses y compostelanos, trasladándose l a sede de I r i a a Com-
postela. E l obispo D . Cresconio levantó nuevas murallas, ex-
tendiendo algo la c i u d a d , probablemente por el Sur, y en pre-
visión de posibles agresiones de los piratas normandos edificó
en la desembocadura del U l l a — s u entrada natural hacia San-
3 L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . de l a I g l . de Santiago, t. II, pág. 29 y plano
c o n j e t u r a l de l a pág. 33. Seguimos l a reconstrucción i m a g i n a d a por el ilustre
c a p i t u l a r compostelano, que t u v o l a precaución de advertir lo que tienen de
hipotéticas algunas de sus afirmaciones. Sólo futuras excavaciones podrían
esclarecer mejor l a r e a l i d a d , entre t a n t o , y de no renunciar al intento descrip-
t i v o de los orígenes de C o m p o s t e l a , n a d a nos parece más oportuno que resu-
m i r brevemente lo que nos dice aquel historiador.
4 Más expuesta a las incursiones m u s u l m a n a s G a l i c i a que A s t u r i a s , las
sufrió c o n m a y o r frecuencia, y si A l f o n s o II protegió con muros a Oviedo (asi
consta en l a donación solemne otorgada a l a Iglesia ovetense en 16 de noviem-
bre del año 812, E . E . X X X V I I , 311-316) no n o ^ parece dudoso que h a y a he-
cho lo m i s m o con l a iglesia y edificaciones a ella próximas, en Compostela.
E n cuanto a los límites que i m a g i n a m o s , se deducen del plano conjetural alu-
d i d o en l a n o t a anterior.
5 L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . , t. I I , págs. 184-185.

358
JY, XVII. - U R I A : S A N T I A G O D E C O M P O ' S T E L A

tiago—el castillo de Honesto, del que son restos las torres del
Oeste aún enhiestas en Catoira c. D o n Diego Peláez, que rigió
la diócesis compostelana dentro del ú l t i m o tercio del siglo X I ,
cuando las peregrinaciones al sepulcro del A p ó s t o l c a m i n a b a n
hacia los días de su esplendor, inició las obras de l a gran C a -
tedral románica. L a afluencia creciente de peregrinos, el en-
riquecimiento de l a iglesia con importantes donaciones, l a pro-
tección que los monarcas le dispensaban, y el celo episcopal,
ansioso p o r conseguir la esplendidez y l a m a g n i f i c e n c i a de su
sede en todos los órdenes, contribuyeron a l a obra restauradora
iniciada bajo su gobierno.

Estas iniciativas fueron rematadas por la acertada y genial


actividad del gran arzobispo D . Diego Gelmírez.
E l circuito amurallado de Compostela debía de presentar
en los días del gran prelado l a forma acorazonada que tenía
en los siglos posteriores, y los muros, casi concéntricos por el
Norte y el E s t e a los de épocas anteriores, abarcarían l a m a y o r
parte de las nuevas urbanizaciones.
Las calles principales se extendían en su m a y o r parte con
una orientación m e d i a de N o r t e a S u r , lo mismo que l a figura
cordiforme de su circuito amurallado. Sólo u n a vía i m p o r t a n t e
cruzaba la ciudad de Este a Oeste desde tiempos m u y antiguos:
la prolongación de l a vía francígena, que continuaría por l a
calle del Camino cuando aún no estaba abierta l a de Casas R e a -
les a l a plaza y Rúa del Campo y a l a Azabachería.

6 i í i s f . Compostelana, E . S. X X , 15. Se consideraron estas torres como


cindadela l e v a n t a d a en u n a especie de i s l e t a de l a ría del P a d r ó n por A l -
fonso V , a comienzos del siglo X I , en defensa de los ataques de los n o r m a n -
dos. R e e d i f i c a r o n l a fortaleza los prelados D . Cresconio y D . D i e g o Peláez,
aumentando el número de torres a las que dio m a y o r a l t u r a D . D i e g o Gelmí-
rez entre los años 1109 y 1122, en el que l a rodeó de fuerte m u r o , edificando
además u n a n u e v a c a p i l l a y diferentes habitaciones, a las que d a b a acceso
un puente t a m b i é n o b r a s u y a . A l g u n o s o p i n a n que l a p r i m i t i v a o b r a defen-
siva se edificó en t i e m p o de A l f o n s o I I I , a j u z g a r por el aspecto del aparejo
de algunos lienzos de p a r e d y por el blasón y cruz que solían ostentar m u -
chas obras de aquel m o n a r c a , esculpidos t a m b i é n en u n a lápida que pertene-
ció a aquella fortaleza, h o y en el museo de P o n t e v e d r a . V i d . G a l i c i a diplomá-
tica, t. I I I , págs. 229-232; A . # d e l C a s t i l l o : Arquitectura en G a l i c i a , i n c l u i d a
en l a obra Geografía General del Reino de G a l i c i a , págs. 1009-1011; y L a s
famosas torres del Oeste, ¿cuándo f u e r o n en su origen levantadas?, en " L a N o -
che", año X X V I I , n ú m . 7.905, 13 de j u n i o de 1946, pág. 1; J . M a r í a P r a d a :
Las torres del Oeste, F i n i s t e r r e , P o n t e v e d r a , 1944, año II, n ú m . 10, págs. 28-29.:

359
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

P a r a entrar en el easeo u r b a n o , existían a mediados del


siglo X I I las siguientes puertas, según l a guía de Aymerieo:
l a P u e r t a Francígena, más tarde denominada P u e r t a del Ca-
mino (letra A del plano adjunto); la P o r t a Penne o P u e r t a de
la Peña, nombre que conservó durante siglos (letra C ) ; la de
Subfratribus, más tarde l l a m a d a de San M a r t í n (letra D ) ; la
de Sancto Peregrino, que después se llamó de l a T r i n i d a d (le-
t r a E ) ; l a de F e l g a r i i s , hasta nuestros días denominada F a -
j e i r a (letra F ) , y l a de M a z a r e l l i s , más tarde conocida con el
nombre apenas alterado de Mazarelas (letra H ) '.
E r a n , pues, siete las puertas entonces conocidas, y algunas,
como veremos más adelante, d a b a n acceso a los caminos fre-
cuentados por los peregrinos procedentes de diferentes rumbos.
S u situación, como l a de las murallas, sufrió variaciones cuya
cronología no hemos podido precisar.

L a Basílica de Santiago.

Fué esta iglesia el fundamento originario de l a ciudad que


podemos considerar como u n a de las más típicas entre las que
nacieron en l a E d a d M e d i a europea occidental por motivos
religiosos.
F u e r a de lugar en este capítulo u n a descripción arqueo-
lógica de este gran monumento románico, considerado hoy como
u n o de los más acabados y perfectos modelos en su género,
sólo añadiremos a las noticias y a consignadas algunas que se
refieren a los tres momentos más interesantes de su fábrica y
cieitas notas descriptivas de su aspecto exterior, que tanto ad-
m i r a b a n los peregrinos.
E l primero de los períodos que ofrecen mayor interés es el
de las obras de D . Diego Peláez; el segundo transcurre en los
primeros años del siglo X I I y corresponde a l a prelatura de
D . Diego Gelmírez (1100-1140). A p a r t e de las obras realizadas
en la capilla mayor de que luego hablaremos, las hizo también

7 L i b e r Sancti J a c o b i , l i b . I V , cap. I X , págs. 376-377, edic. de W . Muir.


U n a de las láminas que acompañan al t e x t o del Viaje de Cosme de Mediéis
p o r España (1668-1669) con u n a v i s t a de Santiago t o m a d a desde l a actúa
A l a m e d a , reproduce l a P u e r t a F a j e r a , t a l como entonces se conservaba, con
su arco de medio p u n t o entre dos torreones cilindricos y almenados. Fue de-
m o l i d a en el primer tercio del pasado siglo (vid. edic. de J . P u y o l , l á m . L X 1 - /•

360
IV, XVII. - U R I A : S A N T I A G O D E C O M P O S T E L A

en el coro, e inició las del claustro; en sü^ tiempo se inauguró l a


p o r t a d a de las Platerías, y después de l a revolución que tras-
tornó l a c i u d a d en 1116-1117, convirtiendo l a iglesia en lugar
de l u c h a , l a f o r t i f i c ó dotándola de almenas que le daban as-
pecto de fortaleza.
E n la segunda m i t a d del siglo X I I comienza l a tercera
época de l a historia arquitectónica de l a Basílica, destacando
durante ella las obras del Maestro M a t e o , que c u l m i n a n en l a
fábrica del más bello pórtico románico del m u n d o : el Pórtico
de l a G l o r i a 8,
L a consagración d e f i n i t i v a de l a iglesia t u v o l u g a r en el
año 1211, y desde entonces tienen interés las obras que en ella
se r e a l i z a r o n y que podríamos calificar de aditamentos, a pe-
sar del arte que a veces revelan.
Su aspecto exterior h a sido reconstruido en nuestros días
con escrupuloso rigor y método por el profesor norteamericano
Conant, cuyos dibujos puede ver el lector entre las láminas del
tercer v o l u m e n de l a presente obra 9.
A y m e r i c o describe con p u n t u a l i d a d la " P u e r t a Septentrio-
n a l " , que l l a m a t a m b i é n " F r a n c í g e n a " , y que debió de ser en-
tre todas las de l a Basílica aquella bajo cuyas arcadas desfila-
ron las concentraciones más numerosas de romeros en l a E d a d
Media.
N o s dice que se encuentra después de pasar el "paraíso" y
que tiene dos entradas, deteniéndose, con el afán estadístico que
caracteriza sus descripciones, a consignar el número de colum-
nas que sostenían las arquivoltas y las esculturas representando
a Cristo en M a j e s t a d con los Evangelistas alrededor, sobre l a
parte intermedia de las dos aracadas, y las representaciones del
Paraíso, con l a reprensión a A d á n y E v a a l a derecha y su ex-
pulsión a l a i z q u i e r d a . A l u d e t a m b i é n a los santos, bestias,
hombres, ángeles, mujeres y flores que había alrededor, de cuyo

8 Véase en l a n o t a 13 la bibiografía más i m p o r t a n t e sobre esta obra es-


cultórica.
9 T a m b i é n López F e r r e i r o ideó u n a reconstrucción de l a a n t i g u a C a t e -
dral ( H i s t . , t. I I I , págs. 133-137), p u b l i c a n d o en l a pág. 134 u n dibujo de
" L a cabecera de l a i g l e s i a v i s t a e x t e r i o r m e n t e " . K e n n e t J o h n C o n a n t : L a
Catedral medieval de Santiago de Compostela, en " C u a d e r n o s A m e r i c a n o s " ,
Méjico, t. I, págs. 149-152 describe l a seis láminas i n c l u i d a s en e l t e x t o , parte
de las cuales reprodticimos en el tercer v o l u m e n de l a presente o b r a .

361
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

arte se a d m i r a , y después a la escena de l a Anunciación, escul-


p i d a sobre la puerta de l a i z q u i e r d a , y las de los meses del año
y otras en el ingreso lateral. T a m b i é n menciona los dos gran-
des y feroces leones que había en las paredes, mirando hacia
las puertas como si fuesen sus vigías, y los Apóstoles d e las
j a m b a s 10.
Con la m i s m a o m a y o r p u n t u a l i d a d describe la " P u e r t a del
M e d i o d í a " , con la escena de L a Flagelación sobre la puerta
de l a i z q u i e r d a , y Pilatos juez, advirtiendo que sobre ella
t o d a v í a h a y otra que por los detalles descriptivos que con-
signa, sabemos era l a Adoración de los Reyes Magos. E n las
jambas de l a m i s m a puerta había dos Apóstoles, uno a cada lado,
y sobre la de l a derecha se representaba l a tentación del Señor,
según explica que se deducía de los ángeles infernales y otras
figuras que aparecían delante de él. E n cambio, a su espalda,
y t a m b i é n encima, había ángeles hermosos preparándose a
adorarle. Se refiere a otros dos leones semejantes a los de la
p u e r t a septentrional, y enumera con l a acostumbrada exactitud
las columnas que flanqueaban las puertas, aludiendo a su de-
coración, y describiendo luego l a impresionante escena de la
m u j e r adúltera, condenada por su esposo a besar dos veces al
día la fétida calavera de su amante, muerto por su propio ma-
r i d o . T e r m i n a aludiendo a la escena del Señor con los Apósto-
les, esculpida en la parte alta sobre las puertas, y las decora-
ciones profusas con santos, aves, peces y "demás labores" que
r e n u n c i a a detallar11.
Menos espacio dedica A y m e r i c o a describir la " P u e r t a Occi-
d e n t a l " , a pesar de reconocer que en belleza, tamaño y labo-
res aventaja a las otras dos, y que es mayor y más hermosa que
las demás. Se l i m i t a a consignar la existencia de dos entradas
y l a de columnas, pero sin enumerarlas, agregando que esta
decorada con diversas imágenes y figuras, entre las que des-
t a c a l a escena de l a Transfiguración del Señor, cuya composi-
c i ó n pormenoriza.
Se refiere luego a las torres de la iglesia, que dice son nueve,
pareadas, sobre cada uno de los portales: de la Fuente, Medio-
día, Occidente y escaleras de caracol, situando la novena so-

L i b e r Sancti J a c o b i , l i b . I V , cap. I X , pág. 380.


Ibidem, pág. 381.

362
IV, XVII. - U R I A : S A N T I A G O D E C O M P O S T E L A

bre el crucero en medio de l a Basílica", y termina ponderando


todas las construcciones, délas que unas—agrega—"están ter-
minadas del todo y otras por a c a b a r " 12.
A ú n habían de durar las obras del templo algunos años.
Puede considerarse como fecha de su t e r m i n a c i ó n l a del año 1188,
en el que fué concluido el Pórtico de la G l o r i a , según l a ins-
cripción existente en el dintel de su arcada central.
Hállase este p ó r t i c o , valorado como verdadera m a r a v i l l a
de l a escultura románica por su decoración, a los pies de l a
basílica, y sus tres arcadas corresponden a las respectivas n a -
ves del templo, descansando sobre pilares que, a su v e z , a p o y a n
sobre basas esculpidas con animales monstruosos.
L a arcada central, d i v i d i d a en dos por u n parfeluz formado
por u n haz de columnas, de las cuales l a del frente tiene el fuste
muy decorado y representación del árbol de D a v i d , susten-
tando el capitel que l a remata u n a buena estatua del A p ó s t o l .
Ofrece u n bellísimo t í m p a n o , en el que f i g u r a n esculpidas l a
imagen del Cristo en Majestad rodeado del tetramorfos y de
ángeles y otras figuras, mientras en las arquivoltas aparecen
los veinticuatro ancianos del Apocalipsis tañendo diversos ins-
trumentos musicales. Todo cuanto se diga respecto de lo a d m i -
rable de la técnica y de l a expresión de esta obra escultórica,
queda m u y por debajo del sentimiento que despierta l a con-
templación directa.
E n los pilares laterales de esta arcada central existen co-
lumnas rematadas p o r capiteles, en los que a p o y a n estatuas de
los Apóstoles y Profetas, y de Moisés, Isaías, D a n i e l y Jeremías.
E n la arcada de l a derecha h a y figuras divinas en las ar-
quivoltas, alusivas a l J u i c i o f i n a l , y en las de l a i z q u i e r d a , otras
con decoración foliácea y símbolos, mientras en los arranques
de las propias arquivoltas h a y estatuas de Profetas.
E l arqueólogo gallego D . Ángel del Castillo ha hecho n o t a r
acertadamente que las arcadas laterales, lo mismo que l a cen-
t r a l , debieron de ser proyectadas por el artista p a r a colocar en
ellas sus respectivos tímpanos, esculpidos con escenas del P u r -
gatorio y el I n f i e r n o , y ha observado que existen vestigios m a -
teriales de los apoyos preparados p a r a estas piezas, que t a l vez
no se esculpieron n u n c a .

L i h e r Sancti J a c o b i , l i b . I V , c a p . I X , p a g . 382.

363
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A q q

B a j o los arcos de l a fachada, y sobre los capiteles que rema-


t a n columnas sobrepuestas a los pilares, h a y estatuas de Após-
toles, y de J u d i t h , E s t e r y J o b , y en los ángulos, de ángeles.
N o nos incumbe u n a descripción más detallada de tan es-
pléndida obra de arte, que el lector puede conocer mejor a tra-
vés de l a abundante bibliografía con que cuenta 13.

13 1 8 5 0 . — H i s t o r i a de u n a cabeza, p o r A n t o n i o M e i r a de Mosquera. (De


las Monografías de Santiago.) Santiago, 1850.
1861.—Estudios arqueológicos.—La g l o r i a de l a Catedral de Santiago, por
A n t o n i o de l a Iglesia. (De l a r e v i s t a G a l i c i a . ) L a Coruña, 1861. ( E n varios
números de ese año.)
1865.—Some Account of Gothie Architecture i n S p a i n , p o r George E d m u n d
Street. Londres,,1.a e d . , 1865; 2.a i n g l e s a , 1869. E d i c i ó n española, M a d r i d , 1926.
1 8 6 6 . — E l Pórtico de l a G l o r i a . (De l a Descripción histórico-artística-arqueo-
lógica de l a Catedral de Santiago, p o r J . V i l l a a m i l y Castro.) L u g o , 1866.
1 8 6 9 . — E l Pórtico del Occidente de l a Catedral de Santiago de Compostela,
p o r R . W . L o n e s d a l e , t r a b a j o p u b l i c a d o en el n ú m . 23 de l a revista técnica
The Arquitect, de L o n d r e s , el 5 de j u n i o de 1869. R e p r o d u c i d o en las pági-
nas 257 a 261 de G a l i c i a Diplomática, t. I, año 1883, y antes, en el Boletín
Eclesiástico de l a Diócesis de Santiago, en 1870, y en ambos casos con notas
de Inocencio V i l a r d e b ó ; t a m b i é n en t i r a d a aparte, en folleto de 15 páginas,
S a n t i a g o , 1870.
1 8 7 0 . — E l Pórtico llamado de l a G l o r i a . (De l a H i s t o r i a y descripción ar-
queológica de l a Basílica Composteland, p o r José M.a Zepedano.) L u g o , 1870.
1 8 8 5 . — E l Pórtico de l a G l o r i a . (De l a Guía de Santiago y sus alrededores,
p o r José M.a Fernández Sánchez y F r a n c i s c o Freiré Rarreiro.) Santiago, 1885,
págs. 105 a 115.
1 8 8 6 . — E l Pórtico de l a G l o r i a , p o r A n t o n i o López F e r r e i r o ; monografía
de 60 páginas en 4.° m a y o r . Santiago, 1886. (1.a monografía dedicada exclu-
sivamente a l Pórtico.)
1 8 8 8 . — G a l i c i a . (De España y sus monumentos, por M a n u e l Murguía, pá-
ginas 512 a 521.) R a r c e l o n a , 1888.
1 8 9 3 . — E l Pórtico de l a G l o r i a , por A n t o n i o López F e r r e i r o ; 2.a ed.
m u y a m p l i a d a , 4.°, 155 págs. y grabados. Santiago, 1893. (Obra funda-
mental.)
1906.—-ffisíoire de V A r t , por A n d r é M i c h e l (t. II, v o l . de l a 1.a parte,
págs. 266 a 272). París, 1906.
1 9 0 8 . — H i s t o r i a de l a Arquitectura C r i s t i a n a Española en l a E d a d M e d i a ,
p o r V i c e n t e Lampérez y R o m e a ; t. I, 1.a e d . , 1908; 2.a. M a d r i d , 1930.
1915.—Santiago de Compostela. Guía del peregrino y del turista, por Román
López y López; 1.a e d . ; S a n t i a g o , 1915 (siguen publicándose ediciones).
1919.—Der Pórtico de l a G l o r i a , p o r E r n s t H . R u s h b e c k . Rerlín, 1919.
1920.—Tfte Way of Saint J a m e s , p o r M i s s Georgiana G o d d a r d K i n g (vo-
l u m e n I I I , pág. 69 y siguientes). N e w - Y o r k - L o n d r e s , 1920.
1923.—The Romanesque Sculpture of the P i l g r i m a g e Roads, por A r t h u r
K i n g s l e y P o r t e r . B o s t o n , 1923.

364
IV, xvii. - u r i a : s a n t i a g o de composte l a

E l cuerpo de Santiago.

L o s peregrinos podían venerar el sepulcro de Santiago, por


lo menos hasta los primeros años del siglo X I I 1 4 . A y m e r i c o
dice que, "según se refiere", el cuerpo del A p ó s t o l " y a c e escon-

1 9 2 6 . — L a Catedral. E l Pórtico de l a G l o r i a , por R a m ó n O t e r o P e d r a y o ,


hablando de S a n t i a g o , en su Guía de G a l i c i a , págs. 383 y 419 a 4 2 4 , de l a 1.a
edición, M a d r i d , 1926; 2.a e d . L a Coruña, 1945 (es d e c i r , i m p r e s a ese año en
L a Coruña, aunque no l o dice, e d i t a d a pone en S a n t i a g o ; las páginas en que
habla del P ó r t i c o , r e p i t i e n d o , son las 488 a 496).
1 9 2 6 . — E l Pórtico de l a G l o r i a de l a Catedral de Santiago, p o r M a n u e l
V i d a l Rodríguez. Santiago, 1926. (2.a monografía, especialmente d e d i c a d a
al Pórtico.)
1926.—The early Architecture history of the Caihedral of Santiago de Com-
postela, p o r K e n n e t h J o h n C o n a n t . C a m b r i d g e , 1926.
1 9 3 0 . — L a escultura románica en España, p o r A r t h u r K i n g s l e y P o r t e r .
Barcelona, 1930; t. I I , págs. 47 y 51 y 52.
1 9 3 1 . — H i s t o r i a del A r t e hispánico, por J u a n de C o n t r e r a s , marqués de
L o z o y a . B a r c e l o n a , 1931; t. I, págs. 428 a 433.
1 9 3 1 . — E l estilo románico en España, p o r A u g u s t o L . M a y e r . M a d r i d , 1931;
págs. 109 a 168.
1 9 3 2 . — L a Arquitectura en G a l i c i a , por Á n g e l d e l C a s t i l l o L ó p e z . (De l a
Geografía General del R e i n o de G a l i c i a , de l a Casa A l b e r t o M a r t í n , de B a r c e -
lona;, sin año, pero p u b l i c a d o el t o m o de Generalidades en 1932; págs. 886
y 887, 956 y 959.) ( P r i m e r a vez que hablé de l a teoría de " l o s t r e s tímpanos
del P ó r t i c o " . )
1932.—Guía de Santiago de Compostela, p o r José F i l g u e i r a V a l v e r d e . M a -
d r i d , 1932. ( D e l P a t r o n a t o N a c i o n a l de T u r i s m o . ) Págs. 42 a 4 5 .
1 9 3 5 . — E l arte románico en España, p o r E m i l i o C a m p s C a z o r l a . B a r c e -
lona, 1935. Págs. 212 y 213, y cap. X V I I , págs. 224 a 238.
1 9 4 2 . — E l Pórtico de l a G l o r i a en Santiago de Compostela, por José F r a n -
cés, trabajo p u b l i c a d o en D o m i n g o , de M a d r i d , el 12 de a b r i l de 1942.
1948.—Datos y conjeturas p a r a l a biografía del maestro M a t e o , por José
F i l g u e i r a V a l v e r d e , en e l fascículo I X de Cuadernos de Estudios Gallegos,
año 1948, M a d r i d .
1 9 4 8 . — L a Catedral de Santiago, por S a n t i a g o A l c o l e a . M a d r i d , s i n año
(a l a v e n t a en 1948). (De Los monumentos cardinales de E s p a ñ a , E d i t o r i a l
Plus-Ultra.)
14 N o es f á c i l decidir l a fecha en que l a c r i p t a donde se h a l l a b a el sepulcro
fué cerrada. L ó p e z F e r r e i r o ( E l A l t a r de Santiago, " B o l e t í n Eclesiástico",
Santiago, 1877, pág. 319) a f i r m a que fué cerrada en el año 1138, después de
baber extraído del sepulcro u n trozo del cráneo del A p ó s t o l , que fué enviado
como reliquia a P i s t o y a . S i n embargo, las palabras de A y m e r i c o a que nos
referimos en el t e x t o , i n d u c e n a pensar que l a clausura de l a c r i p t a se realizó
algunos años antes, pues su v i s i t a a C o m p o s t e l a — a n t e r i o r a l a redaccción
del Líber Sancti J a c o b i — . debió tener lugar antes, de aquella f e c h a .

365
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T l A
G O

d i d o " en u n arca marmórea, bajo el altar mayor, " e n u n sepul-


cro excelente, a b o v e d a d o " y hecho con admirable labor. Las
palabras "según se refiere, yace escondido" casi dan a enten-
der que l a c r i p t a donde se hallaba el sepulcro estaba entonces
cerrada, y el hecho de que en 1138 se h a y a abierto para sacar
u n hueso del cráneo no debe ser interpretado sino como un
caso excepcional15. N o es posible precisar exactamente la fecha
en que los peregrinos dejaron de tener acceso al sepulcro.
A u n q u e poseemos u n valioso testimonio de haber sido abier-
to en el siglo X V I I , poco o casi nada se supo de lo que el se-
pulcro era hasta las excavaciones practicadas en la cripta en el
año 1878. Encontróse entonces u n enterramiento y a violado,
pero con vestigios que fueron considerados como de época ro-
m a n a 16.

E l altar p r i m i t i v o .

Se suponía que los discípulos del Apóstol levantaron en-


c i m a de su t u m b a u n altar que se creía trasladado al monaste-
15 Sobre el envío de l a r e l i q u i a a P i s t o y a , v i d . A c t a Sanctorum, t. V I I I
(Julio) y L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . , t. I V , págs. 182-183. E l pasaje en el que
A y m e r i c o se refiere al cuerpo del A p ó s t o l con las palabras que consignamos en
el t e x t o , en L i b e r Sancti J a c o h i , l i b . I V , cap. I X , pág. 383
10 Se encontraron entonces tres cámaras rectangulares cerradas con
muros de sillería, que fueron considerados como correspondientes a los ente-
rramientos de Santiago (la del centro) y sus dos discípulos (las de los lados),
y restos de u n " m o s a i c o r o m a n o " ( v i d . F . F i t a y A . F e r n á n d e z G u e r r a :
Recuerdos de u n viaje a Santiago, pág. 71), E s t e mosaico quedaba al mismo
n i v e l que el resto del p a v i m e n t o , formando como u n a orla alrededor de la cu-
b i e r t a del sepulcro, c u y a decoración consistía en " u n a ancha faja negra sobre
fondo b l a n c o , ribeteada en lo i n t e r i o r de los bordes por sendas líneas blancas
a l m e n a d a s " engalanada " c o n flores de colocasia, rojas hacia el tallo y blancas
después, alternando con hojas sueltas blancas y l a n c e o l a d a s " . O t r a faja rodea-
b a esta ú l t i m a con círculos entrelazados. L o s cubos del mosaico tenían como
u n centímetro de l a d o . L o s blancos, negros y cárdenos, eran de m á r m o l , y los
encarnados, de p a s t a .
Se encontraron t a m b i é n restos de u n a " c a m p a n i l l a " , de u n collar y ae
u n vaso o r e d o m a , granos de trigo y fragmentos de objetos de vidrio azu-
lado con hermosos cambiantes. T a m b i é n aparecieron entre los escombros un
fragmento de oro perteneciente a u n utensilio indeterminable y unas mone-
das. D e l a " c a m p a n i l l a " sólo apareció el b a d a j o , de v i d r i o . LÓPEZ FerREIRO
( H i s t . t. I, págs. 289-300) refiere estos hallazgos, relacionando los aludidos
fragmentos con otros análogos ( " c a m p a n i l l a " y cuentas de collar de vidrio;
que existen en el Museo V a t i c a n o , procedentes de las catacumbas.

366
IV, xvil. - u r í a : s a n t i a g o de c o m p o s t e l a

rio de San P a y o poco antes del año 1077, al comenzar las obras
de la Basílica en tiempos de D . Diego Peláez17. P e r o P o r t e r
a f i r m a que debió de ser trasladado algunos años después. E n
las excavaciones del año 1878, se encontraron entre los escom-
bros tres piezas: u n p l i n t o o tablero cuadrangular de m á r m o l
blanco de 0,40 por 0,34; u n capitel de la m i s m a materia sin
otra m o l d u r a que u n "conato de e q u i n o " ; y u n trozo de graní-
tica columna18. Se supuso que las tres piezas correspondían a
otro altar t a m b i é n p r i m i t i v o y distinto del que se conservó en
San P a y o de Antealtares. L o único que sabemos de u n a m a -
nera cierta es lo que nos dicen los textos de l a Compostelana
y el L i b e r Sancti J a c o b i sobre la existencia de u n altar a n -
tiguo, encima del sepulcro, que sufrió dos restauraciones o a m -
pliaciones, de las que la más importante fué realizada por
Gelmírez.

17 A m b r o s i o de M o r a l e s v i o en 1573, en S a n P a y o , u n ara que servía de


altar m a y o r y se decía había sido t r a í d a por los discípulos del A p ó s t o l j u n t a -
mente con su santo cuerpo. E r a u n a losa de m á r m o l blanco con cenefa deco-
rada de follaje y con u n a inscripción pagana f u n e r a r i a . E s t o ú l t i m o decidió
a Morales a manifestar a l A r z o b i s p o que eran erróneas las tradiciones sobre
ella corrientes ( V i a j e Santo, edic. M a d r i d , 1765, pags. 132-133). E l arzobispo
San Clemente, escandalizado, m a n d ó b o r r a r l a inscripción ( F . E i t a y A . F e r -
n á n d e z G u e r r a : Op. cit., pág. 62). D e b a j o d e l altar m a y o r de S a n P a y o v i o
t a m b i é n Morales u n a c o l u m n a con letras que no pudo leer y sobre l a que se
decía había sido degollado el A p ó s t o l ( V i a j e Santo, p á g . 133). E l P . F . F i t a y
Fernández G u e r r a i m a g i n a r o n que esta c o l u m n a de S a n P a y o , sostén d e l
ara, debía de ser l a m i t a d de l a p r i m i t i v a , que habría sido aserrada p a r a l l e v a r
una parte a A n t e a l t a r e s , mientras l a otra m i t a d quedaría en l a C a t e d r a l ; pero
esta supuesta m i t a d no apareció en las excavaciones practicadas en l a c r i p t a
en 1878 ( L . F e r r e i r o : H i s t . , t. I, pág. 308).
Según el P . B r a u n , S. J . , este altar sería el m i s m o que l e v a n t ó A l f o n s o I I
sobre el sepulcro de Santiago ( D e r christliche A l t a r , M ü n c h e n , 1924, t. I,
pág. 62).
Con el ara h a b r á n sido trasladadas a S a n P a y o t a m b i é n tres c o l u m n a s , c a d a
una con u n A p ó s t o l t a l l a d o en e l fuste, suponiéndose que h a y a n pertenecido
juntamente c o n otra desaparecida, al altar m a y o r de l a Basílica c o m p o s t e l a n a ,
y que serían talladas en 1105 o en 1135 ( K i n g s l e y P o r t e r : S p a n i s h Romanes-
que Sculpture, v o l . II, parte 3.a, cap. 3.°). L . V á z q u e z d e P a r g a ( C o l u m n a s
esculpidas románicas procedentes del monasterio de S a n Pelayo de Antealtares,
Museo Arqueológico N a c i o n a l , M a d r i d , 1931) admite l a p o s i b i l i d a d de que
existiesen f o r m a n d o parte del altar de S a n P a y o , antes que allí fuese l l e v a d a
el ara de l a Basílica de Santiago, y aunque entonces las creía d e l p r i m e r ter-
cio del siglo X I I , h o y las cree algo posteriores.
18 L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . , t. I, págs. 308-309.

367
T. A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

L a s ampliaciones del altar de Santiago.

Gracias a unos textos de l a H i s t o r i a Compostelatia, conoce-


mos de u n a manera más completa las obras de restauración
que Gelmírez llevó a cabo en el altar apostólico o M a y o r de la
iglesia, no sin vencer l a resistencia de sus canónigos que, teme-
rosos de l a d i v i n a v e n g a n z a , se oponían a l a destrucción del pri-
m i t i v o . L a reforma que en ellos se refiere queda confirmada
por lo que unos años después nos dice l a guía de A y m e r i c o .
E l altar atribuido a los discípulos de los Apóstoles—sin duda
el mismo que v i o Morales en San P a y o — s u f r i ó u n a primera am-
p l i a c i ó n , según la Compostelana, en época que no se determina,
pero que pudo ser l a de l a edificación del segundo templo por
A l f o n s o III19.
Gelmírez dispuso u n a n u e v a ampliación en el año 1105,
l e v a n t a n d o u n altar con mesa de mayores proporciones que ce-
r r ó con u n f r o n t a l de p l a t a — a l que se refiere t a m b i é n la guía
de A y m e r i c o , como hemos de v e r — , edificando luego debajo una
confessio o habitáculo donde los peregrinos podían recogerse a
orar. Como el altar quedaba levantado a cierta altura sobre el
suelo, dispuso unos escalones p a r a darle acceso y le cubrió con
u n ciborio. Años más tarde, en 1135, completó l a obra, aña-
diendo a l a parte trasera del altar otra t a b l a argéntea que debía
ser u n verdadero retablo 20.
E n el capítulo I X del L i b e r Sancti J a c o b i , dirigido a manera
de guía a ilustrar a los peregrinos sobre las maravillas de la
Basílica compostelana, se advierte que sobre el sepulcro del
A p ó s t o l se h a l l a el altar que hicieron sus discípulos, por lo que
nadie se había atrevido luego a deshacerlo, y encima el "altar
grande y a d m i r a b l e " , que tiene cinco palmos de alto por doce
de largo y siete de ancho, agregando A y m e r i c o que él mismo
lo había medido con sus propias manos, como para disipar toda

19 H i s t . Compostelana, E . S. X X , 51.
20 I b i d e m , págs. 51 y 566. D e l a " T a b u l a retro a l t a r i s " , que l a compos-
t e l a n a dice fué colocada por Gelmírez en el año 1135, se conserva en el Archivo
de l a c a t e d r a l de Santiago u n dibujo hecho en el siglo X V I I por el canónigo
de a q u e l l a iglesia, V e g a V e r d u g o — q u e reproducimos entre las láminas , q1*6
c o p i a L ó p e z F e r r e i r o en el t. I V , pág. 159 de su H i s t . S u f o r m a , de templo
grecorromano, sólo se prestaba a ser colocada en la parte trasera del altar,
como retablo.

368
IV, XVII. - u r í a : s a n t i a g o de composte l a

duda sobre l a e x a c t i t u d de las medidas que consigna. Continúa


diciendo que estaba adornado por l a derecha, por l a i z q u i e r d a
y por detrás, pero abierto por delante, " p o r lo que, q u i t a d a l a
tabla de p l a t a " , podía verse el altar antiguo 21. E s t o s últimos
detalles nos c o n f i r m a n la referencia al f r o n t a l de p l a t a con el
que Gelmírez decoró su obra, según el t e x t o de l a Compostelana
antes aludido.
L a b r a d o en oro y p l a t a , representaba al Señor en el trono
y los veinticuatro ancianos del A p o c a l i p s i s — d o c e a cada l a d o —
con cítaras y áureos vasos llenos de perfumes. L o s cuatro evan-
gelistas sostenían el trono y los doce Apóstoles se ordenaban a
ambos lados en dos filas en cada uno de ellos, entre flores y
columnas. L a descripción t e r m i n a con la copia del letrero es-
crito en l a t a b l a , conmemorando l a obra del obispo D . D i e g o ,
que en ella se n o m b r a , lo mismo que el rey Alfonso y D . R a i -
mundo, su yerno 22.
E l propio texto describe luego el ciborio cuadrado y levantado
sobre cuatro columnas, y l a ornamentación de pinturas por fue-
ra y por dentro, m i n u c i o s a m e n t e detallada, con figuras de án-
geles, San P a b l o , el cordero de D i o s , Moisés, A b r a h a m , Issac
y J a c o b , y los doce Apóstoles, entre los que destaca Santiago,
pintado en l a parte exterior y alta del ciborio, en medio de
otros dos, con u n l i b r o en l a mano izquierda mientras da l a
bendición con l a derecha; y otras figuras. E n l a cúspide se re-
presentaba l a T r i n i d a d esculpida en triple arquería, sobre l a
que aún se sobreponía u n a manzana de p l a t a reluciente rema-
tada por u n a cruz 2:!.
Detrás del altar se supone fué colocada l a imagen en piedra
del A p ó s t o l , varias veces r e p i n t a d a después de l a ú l t i m a con-
sagración de la iglesia hecha en el año 1211. Fué considerada
obra románica de l a escuela del Maestro M a t e o , aunque debe
ser posterior 24.
21 L i b e r Sancti J a c o 6 i , pág. 383.
22 Ibidem, pag. 384.
23 Ibidem, págs. 384-385.
24 López F e r r e i r o : H i s t . , t. V , pág. 56, supone sería c o l o c a d a poco des-
pués de l a consagración del año 1211, teniendo en cuenta el m a n d a t o que
los custodios del altar de Santiago debían hacer a los peregrinos " q u o s p o n a n t
candelas ante f i g u r a m beati J a c o b V contenido en unas constituciones del
A r c h i v o de l a C a t e d r a l hechas h a c i a mediados del siglo X I I (copia en Ibidem,
aP- X X V , pág. 67). J . V i l l a a m i l Y C a s t r o (Descripción históricoartística

TOMo U.—24_ 369


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

E n el año 1665 había de desaparecer la bella obra decorativa


l o g r a d a por el esfuerzo de Gelmírez, siendo sustituida por la
que hoy vemos en el altar mayor. Con arreglo a los planos y
dirección del canónigo V e g a V e r d u g o , sustituyóse el antiguo
ciborio por el gigantesco dosel de madera dorada, especie de
pirámide sostenida en hombros por ocho ángeles que a su vez
se a p o y a n en el cornisamento de l a capilla, con representa-
ciones de las virtudes cardinales y l a imagen ecuestre de San-
tiago. Colgadas en lo alto h a y banderas y trofeos ganados en
diferentes combates y ofrecidos al A p ó s t o l , que, impasible, per-
manece sentado y convertido en el sumo peregrino con su es-
c l a v i n a , bordón y calabaza, apoyada l a diestra en una car-
t e l a con el índice hacia abajo que señala el lugar del sepulcro^
i n d i c a d o por l a inscripción en ella grabada con estas palabras:
" H i c est corpvs D i v i l a c o b i A p o s t o l i ac h i s p a n i a r v m Patroni25.

Las capillas.
N o se l i m i t a b a n los peregrinos a venerar al Apóstol. E x t e n -
d í a n sus devociones a otras reliquias que atesoraba desde anti-
guo l a iglesia compostelana y visitaban las capillas, según sa-
bemos por testimonios que ellos mismos nos dejaron, por lo
menos desde el siglo X V .
P o r ello nos consideramos obligados a describir brevísima-
mente las que existían hasta l a época barroca inclusive, dete-
niéndonos algo más en aquellas que sabemos visitaban con pre-
ferencia.
Estas últimas eran tres: l a de Santa María de l a Corticela,
denominada t a m b i é n del Santo Sepulcro por u n peregrino fran-
cés en el siglo X V I I I , la del R e y de F r a n c i a y l a de las Reliquias.
L a c a p i l l a de Santa María de l a Corticela, c u y a actual dis-
posición corresponde a l a letra P del adjunto croquis, fué edi-
f i c a d a en el siglo I X , probablemente no mucho después que
l a de Santiago, y a mediados de dicha centuria pertenecía a

de l a catedral de Santiago, L u g o , Soto Freiré, 1866, pág. 68) se l i m i t ó a decir


que sus facciones " r e v e l a n que es obra m u y anterior al estudio de l a estatua-
r i a g r e c o r r o m a n a " . Sobre esta estatua, v i d . J . C a r r o : A imagen pétrea ao
Apóstol Santiago, " N o s " , 15 de octubre de 1931.
25 J . M a r í a F e r n á n d e z y F . F r e i r é B a r r e i r o ^ Santiago, Jerusalem
y R o m a , t. I, págs. 45-46.

370
IV, XVII. - U R Í A : S A N T I A G O D E C O M P O S T E L A

un monasterio de benedictinos, cuyos sucesores fueron los de


San M a r t í n P i n a r i o . Sobrevivió a l a destrucción del monaste-
rio, necesaria para l a restauración del templo del A p ó s t o l , lle-
vada a cabo por Alfonso III el M a g n o , continuando acaso sin
alteraciones con sus tres altares dedicados a los Santos Este-
ban, Silvestre y C o l u m b a , que b o y tienen otras advocaciones.
Los benedictinos siguieron celebrando allí sus o f i c i o s — a u n des-
pués que a fines del siglo X se levantó para ellos el monasterio
de San M a r t í n — , probablemente p a r a no perder el derecho de
propiedad que sobre ella tenían, y sufrió sucesivas restaura-
ciones en los dos siglos siguientes hasta quedar casi en el mismo
estado que h o y l a conocemos, a p a r t i r del año 1213.

Con portada románica de seis arquivoltas cubiertas de de-


coración f l o r a l , sostenidas por cuatro capiteles finamente orna-
mentados y otras tantas columnas, presenta p l a n t a cuadrada
de doce metros de lado y tres naves. L a s laterales arrancan
con arcada de medio punto que se i n t e r r u m p e en l a clave, y l a
central, de medio cañón, apoya en los extremos sobre colum-
nas empotradas, y dos exentas en el centro, todas rematadas
por capiteles. Destaca entre sus imágenes u n a del S a l v a d o r en
la Oración del H u e r t o , gótica, p o l i c r o m a d a , bajo u n arco en el
muro N o r t e . E n el mismo muro existe otra del Señor en el Se-
pulcro, por lo que t a m b i é n le dieron algunos este n o m b r e . D e l
lado Sur se abre, después de atravesar u n pequeño p a t i o , u n a
sencilla puerta románica que da acceso a l a Q u i n t a n a sólo en
ciertas solemnidades, permaneciendo casi siempre cerrada. E n
el mismo muro y bajo arco o j i v a l se halla el sepulcro del canó-
nigo D . Gonzalo Eanes 2fi.
Tiene p a r t i c u l a r i m p o r t a n c i a para la historia de las peregri-
naciones por haber sido como l a antecesora de l a c a p i l l a del
R e y de F r a n c i a , pues en l a Corticela confesaban y c o m u l g a b a n
antes los peregrinos. Que era objeto de cierta predilección por
parte de éstos aun en l a época b a r r o c a , lo atestigua el hecho

26 J . V i l l a a m i l y C a s t r o : Descripción, págs. 136-144; Í d e m : L a Cate-


dral de Santiago. Breve descripción histórica con l a p l a n t a y u n diseño icono-
gráfico. M a d r i d , 1909. T i p . de l a " R e v i s t a de A r c h i v o s " , págs. 91-95; Z e p e -
d a n o : H i s t o r i a y descripción arqueológica de l a basílica de Santiago, L u g o , 1870,
págs. 50-52; F e r n á n d e z : Guía, págs. 136-139; J . M a r í a F e r n á n d e z y F . F r e í -
Re B a r r e i r o : Santiago, t. I, págs. 93-95; F i l g u e i r a : Guía, pág. 4 7 ; O t e r o P e -
d r a y o : Guía, págs. 503-504.

371
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

de que manifestaban a veces en sus testamentos la voluntad


de ser en ella enterrados, encargando t a m b i é n se dijesen misas
en su altar27. Fué considerada- como parroquia de los extran-
jeros desde u n a época que no podemos precisar.
L a c a p i l l a del R e y de F r a n c i a t o m ó este nombre a causa de
l a renta con que L u i s X I , siendo D e l f í n , la dotó en el año
de 1447. E r a u n a de las absidales p r i m i t i v a s , situada en el cen-
tro de la giróla (letra C del croquis), y estaba dedicada al Sal-
v a d o r , mencionándola A y m e r i c o en quinto lugar como situada
en l a cabecera m a y o r 28. Conserva su p r i m i t i v a f o r m a , y en ella
depositó Gelmírez, en el año 1102, el cuerpo de San Fructuoso,
traído de P o r t u g a l , después de consagrarla29.
E s interesante l a inscripción fragmentada al abrir las hor-
nacinas de los muros laterales 30. Llamóse t a m b i é n esta capilla
de l a Magdalena, por u n altar a ella dedicado, y en su interior
se v e n lápidas sepulcrales e imágenes modernas de San Rosendo

27 V i d . lo que decimos en el cap. V I sobre los testamentos de los peregrinos.


28 L i b e r Sancti J a c o b i , p a g . 383.
29 E n v i r t u d de l a B u l a concedida a Gelmírez por el p a p a Pascual II,
en l a p r i m a v e r a del año 1102 h i z o u n a v i s i t a a las iglesias de P o r t u g a l que
eran propias de l a sede compostelana, siendo recibido en B r a g a por el arzobispo
S a n G i r a l d o con gran honor. Convocó luego a parte del clero, manifestándole
que, habiendo en aquellas iglesias cuerpos santos a los que apenas se daba
allí c u l t o , debían ser trasladados a C o m p o s t e l a , donde habían de recibirles
c o n l a veneración que les era d e b i d a . A c o r d a r o n el traslado con sigilo, temero-
sos de que el pueblo se levantase al saberlo, y , sacando de l a iglesia de San
V í c t o r dos cajas de p l a t a que descubrieron en u n sarcófago bajo el altar mayor
c o n reliquias de J . C. y de varios santos—de l a iglesia de S a n t a Susana, los res-
tos de los santos mártires Silvestre y C u c u f a t e , y de l a de S a n F r u c t u o s o los de
su t i t u l a r — , encargó a l arcediano H u g o y a otro canónigo que marchasen por
senderos ocultos y e x t r a v i a d o s a T ú y . D e p o s i t a r o n t a n sagrado tesoro, primero
en l a iglesia de San B a r t o l o m é , y luego en l a de S a n P e d r o de Cela (cerca de
P o r r i n o ) , donde esperaron a l A r z o b i s p o , que llegó diez días después. A l f i n
l l e g a r o n al H u m i l l a d o i r o , u n a legua distante de Santiago, donde salieron a
recibirles solemnemente y con gran j ú b i l o el clero y pueblo de Compostela,
p r e v i a m e n t e avisados desde R e d o n d e l a . L a H i s t . Compostelana ( E . S . X X ,
l i b . I, cap. X V , págs. 36-41) n a r r a t o d o esto detalladamente, calificando la
sustracción de los restos de S a n F r u c t u o s o de " p í o l a t r o c i n i o " (pág. 39), y re'
fiere su colocación en l a Basílica c o n estas palabras: " C o r p u s e n i m S. t r u c -
t u o s i Confessoris atque P o n t i f i c i s ad A l t a r e S. Salvatoris i n majore ejusdem
Ecclesiae C r y p t a p o s i t u m est" (pág. 41).
30 D e lo legible en esta inscripción deduce Gómez Moreno ( E l Arte Románico
Español, pág. 113) " q u e fué consagrada en t a l día [post dominica incarnationisj-
a los t r e i n t a años después del 1075, en que se fundó la iglesia de Santiago

372
IV, xvii. U R I A S A N T I A G O D E C O M P O S T E L A

r-T—v

j v - M ¿IJuS

Catedral de Santiago. P l a n t a de l a cabecera.

A . — A l t a r mayor de Santiago. J.—Capilla de Mondragón.


B.—Puerta Santa o del Perdón. J . — í d e m de San Pedro.
C.—Capilla de San Salvador o del R e y de K . — í d e m de Santa María de la Cor-
Francia. ticela.
D.—Capilla de Nuestra Señora l a Blanca. L . — í d e m de San Andrés.
E.—ídem parroquial de San J u a n . M . — í d e m del Espíritu Santo.
F.—ídem de San Bartolomé (antes de iV.—Puerta del Reloj o de la Quintana.
Santa Fe). O.—ídem de las Platerías.
G.—Capilla de la Concepción. P.—ídem de la Azabachería.
H.—ídem del Pilar. R.—Bordón del Apóstol.
Las indicaciones señaladas con letras griegas en la capilla Mayor se refieren a ^as excava-
ciones de 1879, e indican, según Barreiro: a: Lugar donde se hallaron ocultas las reliquias.
p S: Muros de granito de construcción romana. S: Espacio que se halló cubierto de mosaico.
s s: Sepulcros de los discípulos de Santiago, San Teodoro y San Atanasio. t t: Paredilla
divisoria, y. y.: Galería subterránea, abierta en las exploraciones y vuelta a cegar.

y San Pedro Mezonzo en las referidas hornacinas. L a dotación


con que l a enriqueció el M o n a r c a francés se a t r i b u y e a l a es-
pecial consideración que le t u v o , p o r ser aquélla en l a que los
peregrinos recibían l a comunión y después l a auténtica, o cer-
tificado de haber cumplido la peregrinación—recibido el sa-
cramento de la E u c a r i s t í a — , l l a m a d a t a m b i é n Compostela. A l l í
encontraban además los extranjeros a los sacerdotes llamados
lenguajeros, que les confesaban en su i d i o m a 31.
Sobre l a dotación de esta c a p i l l a por el m o n a r c a francés Carlos V ,
A r c h i v o de l a catedral de Santiago, legajo de " P a p e l e s de la R o c h e l a " , f o l . 4 3 ,

373
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

L a c a p i l l a l l a m a d a de las R e l i q u i a s era t a m b i é n objeto de


especial predilección por parte de los peregrinos. Con puerta
gótica de ingreso, se halla situada a los pies de l a iglesia, en-
t r a n d o por el Pórtico de la G l o r i a , poco después y a mano
derecha. L a s entalladuras de l a puerta, bien ejecutadas, repre-
sentan estrellas, sepulcros, conchas, bordones y calabazas. Es
rectangular, de diez por cerca de nueve metros, con alta bó-
v e d a o j i v a l y colosal estatua ecuestre de Santiago en el borro-
minesco retablo. E n los bajorrelieves de los zócalos hay esce-
nas del martirio del A p ó s t o l , traslación de su cuerpo, descubri-
miento de su sepulcro y otras. E n los intercolumnios hay urnas
y cajas que guardan numerosas reliquias que f i g u r a n en las
hojas impresas que se repartían a los peregrinos.

E s obra debida al arzobispo Fonseca, cuyas armas campean


sobre la p u e r t a , y fué t e r m i n a d a en 1527, trasladándose a ella
las reliquias a fines del año siguiente. Interinamente había ser-
v i d o para guardarlas l a capilla del arzobispo D . L o p e ; pero en
l a E d a d M e d i a habrán estado en otra parte, t a l vez en el lla-
m a d o " t h e s o u r o " en documento del año 1371, que f i j a su situa-
ción " E n n a claustra n o u a " ( J . V i l l a a m i l , L a Catedral de San-
tiago... M a d r i d , 1909, pág. 144).
A l l í se h a l l a n , entre otras, las reliquias que Gelmírez trajo
de P o r t u g a l en el año 1102—las de los cuerpos de los Santos
F r u c t u o s o , Silvestre y Susana—otras del mismo Apóstol San-
tiago y de San J u a n E v a n g e l i s t a , San P e d r o , San P a b l o , San
Andrés, etc.32.

p u b l . por L ó p e z F e r r e i r o : H i s í . , t. V I , apéndices, págs. 151-153 y pág. 210


d e l t e x t o . L a describen V i l l a a m i l y C a s t r o , págs. 126-129; J . M a r í a F e r -
n á n d e z y F r e i r é B a r r e i r o : Santiago, pág. 102; F e r n á n d e z : Guía, pági-
nas 149-150; F i l g u e i r a : Guía, pág. 50; R . O t e r o P e d r a y o : Guía de Galicia,
Santiago, 2.a edición, 1945, pág. 505; M a n i e r ( B a r ó n Bonnault d'Houet,
p á g . 83) alude a l a costumbre que t e n í a n de comulgar en ella los peregrinos
recibiendo el certificado de su peregrinación, que costaba^—con l a bula de
confesión—cuatro cuartos en m o n e d a española, equivalentes a dos sueldos
e n m o n e d a francesa. E n l a v i s i t a del C a r d e n a l H o y o , realizada en l a primera
m i t a d del siglo X V I I ( A r c h i v o arzobispal, leg. n ú m . 496, folio 144 v.), se
dice que el A r z o b i s p o y el C a b i l d o ponían u n lenguajero en l a capilla del Rey
de F r a n c i a como confesor, al que solían dar t r e i n t a maravedís, y cada vez
que se abrían las reliquias, u n real.
32 A m b r o s i o d e M o r a l e s ( V i a j e Santo, edic. M a d r i d , A . N a r í n , 176a,
págs. 121-126) t r a t a de las numerosas reliquias que había en l a capilla de la»

374
IV, xvii. - u r i a : s a n t i a g o de c o m p o s t e l a

L a s capillas restantes y a no ofrecían el mismo interés a los


peregrinos, pero t a m b i é n las v i s i t a b a n . E l sastre picardo M a n i e r
se entretuvo en anotar en su diario de viaje algunas de las
cosas que v i o en las de San Fructuoso33, San Andrés34—que
llama de San H i p ó l i t o — , E s p í r i t u Santo35, N u e s t r a Señora30,

Reliquias y otras de esta iglesia. J . M a r í a F e r n á n d e z y F . F r e i r é B a r r e i r o :


Svntiago, t. I, págs. 62-69, con detallado i n v e n t a r i o de las reliquias y lápidas
sepulcrales de las personas reales allí enterradas; J . V i l l a a m i l y C a s t r o :
L a Catedral de Santiago. Breve descripción histórica. M a d r i d , 1909, p á g . 111.
R. O t e r o P e d r a y o , págs. 499-500.
33 E s l a p r i m e r a que m e n c i o n a M a n i e r " e n t r a n d o p o r l a p u e r t a q u e
está a l a i z q u i e r d a " , y en ella dice que v i o dos lámparas de p l a t a , de las que
una tenía f o r m a de n a v i o ( B a r ó n B o n n a u l t d^Houet, p á g . 81). Fué erigida
en el año 1696 ( F e r n á n d e z y F r e i r é B a r r e i r o : Santiago, t. I, pág. 9 1 ;
Í d e m : Guía, pág. 134; J . V i l l a a m i l , págs. 144-145).
3Í E s p a r r o q u i a l . F u é c o n s t r u i d a en el siglo X V I y d e d i c a d a a p a r r o q u i a
desde el año 1696. Se h a l l a a l a i z q u i e r d a del t r á n s i t o que l l e v a a l a C o r t i c e l a .
N o sabemos p o r qué M a n i e r i n c u r r i ó en l a confusión de l l a m a r l a de S a n
H i p ó l i t o , y se deduce que se refiere a esta c a p i l l a , del orden en que menciona
antes l a de S a n F r u c t u o s o y luego l a C o r t i c e l a . Se r e f i e r e n a e l l a : V i l l a a m i l ,
pág. 144; J . M a r í a F e r n á n d e z y F r e i r é B a r r e i r o : Santi'ago, t. I, pág. 9 3 ;
Í d e m : Guía, pág. 136.
35 Fué f u n d a d a en el siglo X I I I p a r a doce clérigos l l a m a d o s Capellanes
de Sancti S p i r i t u s . D e estilo o j i v a l , había en ella u n a i m a g e n de l a A n u n c i a -
c i ó n — t a m b i é n l l a m a d a de N u e s t r a Señora de l a Preñada o de l a O — , a c t u a l -
mente en el M u s e o , que fué considerada como del siglo X V . T a m b i é n exis-
tían otras representando al Arcángel S a n G a b r i e l y a S a n Sebastián, l a ú l t i m a
de las cuales pertenecía desde los comienzos d e l siglo X V a l a cofradía de A z a -
bacheros allí f u n d a d a c o n ocasión de u n a peste. Se refieren a esta c a p i l l a :
V i l l a a m i l , págs. 135-136; Í d e m : L a Catedral de Santiago..., M a d r i d , 1909,
págs. 95-97; J . M a r í a F e r n á n d e z y F r e i r é B a r r e i r o : Santiago, t. I, p á -
ginas 95-97; Í d e m : Guía, págs. 139-143; M a n i e r ( B a r ó n B o n n a u l t d ' H o u e t ,
pág. 81) se l i m i t a a d e c i r que en esta c a p i l l a había dos lámparas de p l a t a .
36 Se d e n o m i n a t a m b i é n de N u e s t r a Señora de l a Concepción o de l a
P r i m a , porque en ella se c a n t a b a n las misas a l toque de p r i m a . Se h a l l a con-
tigua a l a del E s p í r i t u S a n t o , y su bóveda correspondía antiguamente a l a c a -
p i l l a de S a n t a C r u z , que c o n l a de S a n Nicolás o c u p a b a el b r a z o septentrional
del transepto. L a de S a n t a C r u z desapareció c u a n d o , en 1525, se autorizó a
la cofradía de clérigos de P r i m a p a r a ensancharla y dedicar xm altar a l a C o n -
cepción. V i d . V i l l a a m i l , págs. 133-134; Í d e m : L a Catedral de Santiago...,
M a d r i d , 1909, págs. 99-100; J . M a r í a F e r n á n d e z y F r e i r é B a r r e i r o :
Santiago, t. I, pág. 97; Í d e m í d . : Guía, págs. 143-145; F i l g u e i r a : Guía,
págs. 48-49; R . O t e r o P e d r a y o : Guía, p á g . 503. E n ella v i o M a n i e r l a i m a -
gen de l a V i r g e n coronada y u n a l á m p a r a de p l a t a delante de e l l a , y en otro
altar de la m i s m a c a p i l l a , otras dos del m i s m o m e t a l ( B a r ó n B o n n a u l t d'Houet,
Pág. 82).

375
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A
G O

San Bartolomé37, San J u a n ' 8 , N u e s t r a Señora la B l a n c a »


San Pedro10, Mondragón 41 y el Pilar42.
D e los diarios o memorias de viaje escritas por algunos
peregrinos se deduce su v i s i t a a las iglesias de Santiago y sus
alrededores, y a los monasterios.

37 L l e v ó primero el nombre de S a n t a Fe^—virgen y m á r t i r , con famoso


s a n t u a r i o en Conques, situado t a m b i é n en el c a m i n o de l a peregrinación v
c o n éste l a n o m b r a A y m e r i c o entre las cinco capillas absidales primitivas que
eran, además de ésta, las de S a n J u a n E v a n g e l i s t a , S a n S a l v a d o r , San Pedro
y S a n Andrés ( L i b e r Sancti J a c o b i , p á g . 383). E n 1515 fundó en esta capilla
cinco capellanías el canónigo Gómez Rodríguez de Sotomayor—allí ente-
r r a d o — , siendo entonces dedicada a S a n B a r t o l o m é , y en el mismo año se dis-
puso celebrasen en su altar los sacerdotes que venían en peregrinación. Del
l a d o d e l E v a n g e l i o h a y u n sepulcro plateresco, con magnífica estatua yacente
de D . Diego de C a s t i l l a , maestrescuela de aquella Catedral y bisnieto de D o n
P e d r o I el C r u e l , allí enterrado. E n su a l t a r — p l a t e r e s c o — h a y imágenes de
l a V i r g e n del B u e n Consejo, S a n B a r t o l o m é y Santiago peregrino. De sus
cinco v e n t a n a s , románicas, f u e r o n tapiadas las dos de los extremos. V i d . V i -
l l a a m i l , págs. 131-133; Í d e m : L a Catedral de Santiago..., M a d r i d , 1909,
págs. 101-102^ Z e p e d a n o , págs. 145-147; J . M a r í a F e r n á n d e z y F . F r e i r é
B a r r e i r o : Santiago, t. I, págs. 99-100; Í d e m Í d . : Guía, págs. 146-147; F i l -
g u e i r a : Guía, pág. 49; O t e r o P e d r a y o : Guía, pág. 506; B o n n a u l t (pág. 82)
cree que M a n i e r se refiere a l a que el L i b e r Sancti J a c o b i l l a m a de Santa
C r u z ; pero y a hemos visto cómo ésta desapareció. E n cuanto al "évéque
c o n c h e " que el peregrino picardo v i o , sería el sepulcro de D . Diego de
Castilla.
38 H o y se l l a m a de S a n t a Susana. E s t á s i t u a d a a continuación de la an-
terior y conserva de l a obra románica las columnas del arco de entrada, al-
guna v e n t a n a t a p i a d a y parte de l a bóveda de cascarón. Fué ampliada por
p r i m e r a vez a comienzos del siglo X V I . D e l lado de l a epístola h a y u n sepul-
cro bajo arco perteneciente a u n a h e r m a n a del arzobispo S a n Clemente, y en
el altar m a y o r , u n a i m a g e n de S a n J u a n , del siglo X V . V i d . V i l l a a m i l , pá-
ginas 130-131; Í d e m : L a Catedral de Santiago..., M a d r i d , 1909, págs. 102-103;
Z e p e d a n o , pág. 144; J . M a r í a F e r n á n d e z y F . F r e i r é B a r r e i r o : San-
tiago, t. I, pág. 110; Í d e m : Guía, pág. 147; F i l g u e i r a : Guía, pág. 49; O t e r o
P e d r a y o : Guía, pág. 506. M a n i e r se l i m i t a a decir que vio en ella una lám-
p a r a de p l a t a ( B o n n a u l t , pág. 82).
39 Fué f u n d a d a por J u a n de España a fines del siglo X I I I . E s ojival, y
se r e a l i z a r o n en ella obras i m p o r t a n t e s de 1401 a 1450, según inscripción
sobre l a puerta. H a y en ella sepulcros del fundador y otros familiares. í u e
de u n a cofradía de plateros que allí celebraban l a fiesta de San E l o y , su pa-
t r o n o . V i d . V i l l a a m i l , pág. 130; Í d e m : L a Catedral de Santiago..., M a d r i d , 1909,
pág. 103; Z e p e d a n o , pág. 143; J . M a r í a F e r n á n d e z y F . F r e i r é B a r r e i r o :
Santiago, t. I, págs. 100-101; Í d e m í d . : Guía, pág. 147; F i l g u e i r a : Guía, Va-
gina 49; O t e r o P e d r a y o : Guía, pág. 505; tradiciones sobre N u e s t r a Señora
l a B l a n c a y su culto en esta capilla en M . M o n t o t o F i j o o : E l culto y capilla

376
IV, XVII. - U R I A : S A N T I A G O D E C O M P O S T E L A

Iglesias y monasterios.

D i e z iglesias registra A y m e r i c o dentro y fuera de l a ciudad,


contando en su número la del A p ó s t o l : " q u e i n medio refulget
gloriosa". Son éstas: l a de San Pedro Apóstol:, " q u e monacho-
r u m est abbacia, i u x t a u i a m francigenam s i t a " ; l a de San M i -
de Nuestra Señora la Blanca en la S. I. Catedral Basílica de Santiago de Com-
postela, " C u a d e r n o s de E s t u d i o s G a l l e g o s " , V I I , 1947, págs. 395-441.
10 E r a u n a de las cinco absidales p r i m i t i v a s , y conserva tres ventanas
• parecidas a l a que q u e d a en l a de S a n J u a n , pero oculta l a del centro por el
retablo barroco. E n ella depositó Gelmírez el cuerpo de San Silvestre. P o r h a -
berla dotado Mencía de A n d r a d e en 1571, según inscripción sobre el sepulcro,
del lado de l a Epístola, se llamó t a m b i é n con el nombre de su favorecedora,
pero todavía es más comúnmente conocida con l a denominación de C a p i l l a de
la A z u c e n a , c u y a i m a g e n se venera en el retablo. Menos común es el nombre de
C a p i l l a del M a g i s t r a l , que t a m b i é n se le dio por haberla encomendado Mencía
de A n d r a d e a uno. V i d . V i l l a a m i l , págs. 125-126; Í d e m : L a Catedral de S a n -
tiago..., M a d r i d , 1909, págs. 105-106; J . M a r í a F e r n á n d e z y F . F r e i r é B a -
r r e i r o : Santiago, t. I, pág. 104; Í d e m í d . : Guía, págs. 153-154; F i l g u e i r a :
Guía, pág. 50; O t e r o P e d r a y o : Guía, pág. 505.
41 Se llamó tarabién de l a P i e d a d , y fué f u n d a d a por el canónigo D . J u a n
de Mondragón en 1521, "entre l a p u e r t a de l a Q u i n t a n a e del p e r d ó n " , d o t á n -
dola de varios capellanes y dos " m o z o s " de coro. E l nombre de l a P i e d a d se le
dio por el relieve de l a V i r g e n con su H i j o muerto en brazos y S a n J u a n y
demás personas que le e m b a l s a m a r o n . V i d . V i l l a a m i l , págs. 124-125; Í d e m : L a
Catedral de Santiago..., M a d r i d , 1909, págs. 106-107; J . M a r í a F e r n á n d e z y
F . F r e i r é B a r r e i r o : Santiago, t. I, pág. 105; L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . , t. V I I I ,
págs. 70-72; O t e r o P e d r a y o : Guía, pág. 505.
42 Se l l a m a t a m b i é n de M o n r o y , es m u y r i c a en mármoles y se h a consi-
derado como de i m p o r t a n c i a c a p i t a l en el barroco compostelano. O c u p a el es-
pacio que antes ocuparon las p r i m i t i v a s capillas de S a n Andrés y S a n M a r t í n
de T o u r s , que hacían juego con las de S a n B a r t o l o m é y S a n t a C r u z ( J . M a r í a
F e r n á n d e z y F . B a r r e i r o ) ; pero, según F i l g u e i r a , fué l a de S a n F r u c t u o s o ,
y no l a de S a n Andrés, u n a de las dos cuyo espacio ocupó. D e p l a n t a r e c t a n -
gular, con bóveda octogonal cubierta por pechinas y l i n t e r n a , pilastras c o m -
puestas en los muros y p a v i m e n t o de m á r m o l . L a i m a g e n pétrea de l a V i r -
gen del P i l a r pasaba p o r haber sido t a l l a d a en u n a piedra h a l l a d a milagrosa-
mente en l a catedral de Z a r a g o z a , y arrodillado ante ella aparece Santiago
peregrino, con escarcela sobre l a que h a y u n a concha que se d i j o había s a -
lido " p o r raro f e n ó m e n o " ( Z e p e d a n o ) dentro de u n a piedra de jaspe que se
estaba labrando para hacer l a c a p i l l a (véase lo que decimos sobre estas c o n -
chas en el cap. V I ) . E n u n a h o r n a c i n a alta se h a l l a l a i m a g e n orante del arz-
obispo M o n r o y . V i d . V i l l a a m i l , págs. 122-123; Í d e m : L a Catedral de S a n -
tiago..., M a d r i d , 1909, págs. 107-108; Z e p e d a n o , pág. 116; J . M a r í a F e r -
n á n d e z y F r e i r é B a r r e i r o : Santiago, t. I, págs. 105-108; Í d e m í d . : Guía,
Págs. 152-157; O t e r o P e d r a y o : Guía, págs. 504-505.

377
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

guel, "que dicitur de C i s t e r n a " (luego l l a m a d a de San Miguel dos


Agros); l a de San M a r t í n Obispo, "que dicitur de P i n a r i o , que
e t i a m monachorum est a b b a c i a " ; l a de Santa T r i n i d a d , "que est
i u x t a u i a m P e t r o n i " ; l a de San F é l i x , m á r t i r (San F é l i x de Solo-
v i o ) ; l a de San B e n i t o ; l a de San P e l a y o , m á r t i r , "que est retro
b e a t i l a c o b i b a s i l i c a m " , y el altar de San Nicolás y Santa Cruz 43.
D e algunas sólo quedan vestigios y de otras n a d a , por haber
sido rehechas con nueva traza y mayores proporciones, como
l a de San M a r t í n P i n a r i o (del siglo X V I a l X V I I I ) y l a de San
P a y o (en el X V I I I ) .
A estas iglesias podemos agregar como existentes y a en l a
E d a d M e d i a , l a de S a n t a María Salomé, situada en l a r ú a N o v a ,
mencionada en l a H i s t o r i a Compostelana como obra de Gel-
mírez, con p o r t a d a y muros románicos y aditamentos barro-
cos, y las de los monasterios de San Francisco y Santo Do-
m i n g o , Clarisas, D o m i n i c a s y alguna más. A p a r t e de estos
cuatro monasterios y los de San M a r t í n P i n a r i o y San P a y o ,
existía en l a E d a d M e d i a algún otro como e l de las Freirás de
S a n t a C r i s t i n a , trasladadas en parte a Santa Clara, en el si-
glo X V , cuyo solar existía en l a rúa del mismo nombre 44.
A mediados del siglo X V había ocho conventos " e n el tér-
m i n o de media legua de l a c i u d a d " , según R o s m i t h a l de Blat-
n a 45. E n e l siglo X V I I había siete monasterios de religiosos y
tres de monjas, y hacia fines de l a época barroca multiplicá-
ronse de t a l manera, que a mediados del X I X había en San-
tiago nada menos que doce comunidades 4,i. N o menos de una
docena de ermitas existían t a m b i é n por l a m i s m a época47.
; 43 Liber Sancti Jacobi, pag. 377.
44 J . M a r í a Fernández y F. F r e i r é B a r r e i r o : Santiago, t. I, pág. 264,
y B. B a r r e i r o : Guía histórica artística, etc., déla antigua capital de Galicia
Santiago de Compostela (publ. en un programa de Fiestas del Apóstol del
año 1889), pág. 16, núm. 37.
45 Viaje, traducción de A . M. Fabié en Libros de antaño, pág. 103.
46 De la visita del Cardenal Hoyo, hecha en 1611, se deduce que había
entonces en Santiago siete monasterios de religiosos y tres de monjas (Ar-
chivo Arzobispal de Santiago, núm. 496, folio 48 v.). S. de Miñano consigna
en su Diccionario Geográfico-Estadístico: los de San Martín, San Francisco, •
Santo Domingo y San Agustín, dentro de la ciudad, y los de San Lorenzo y
La Merced (éste en la parroquia de Conjo), fuera de ella. De monjas menciona:
las Carmelitas, Santa Clara, Belvis, San Pelayo, Mercedarias y Salesas. (Dic-
cionario..., t. V I I I , Madrid, 1827, pág. 133.)
47 Ibidem.

378
jV, xvn. - u r i a : s a n t i a g o de composte l a

l o s hospitales.

L a gran concentración de peregrinos que tenía lugar en C o m -


postela, sobre todo desde fines del siglo X I , hizo seguramente
muy difícil que el número de establecimientos dedicados a hos-
pedarlos caritativamente guardase allí l a m i s m a proporción
que en otras ciudades, con el de los que de ordinario recurrían
a este género de albergue.
Muchos peregrinos que en P a m p l o n a , Burgos y L e ó n se aco-
gían con preferencia en los hospitales a ellos dedicados, en San-
tiago se habrán encontrado en l a necesidad de albergarse en
hospedajes de pago, con lo que la i n d u s t r i a de l a hostelería
debió de alcanzar allí gran desarrollo. Y a hemos visto cómo el
Liber Sancti J a c o b i se refiere a los hosteleros compostelanos
en el siglo X I I 4 8 . P a r a nosotros no es dudoso que Münzer los
incluya en el XV^—aunque no les nombre—entre las "numerosí-
simas personas que no v i v e n más que de explotar a los pere-
grinos" *9.
E s , por todo lo dicho, m u y probable que l a cifra r e l a t i v a de
los hospitales compostelanos que los acogían fuese menor en
Santiago que en otras ciudades del camino.
L o s primeros romeros que v i s i t a r o n Compostela se h a b r á n
hospedado en los monasterios, según l a general costumbre,
ignorando nosotros cuál habrá sido el primer hospital construí-
do ad hoc.
U n a referencia del cronicón Iriense nos dice que el obispo
Sisnando, que gobernó esta diócesis en los ú l t i m o s decenios del
siglo I X y pjimeros del siguiente, f u n d ó L o v i o p a r a recibir a
los pobres, entre los que podemos i n c l u i r a algunos peregrinos,
allí donde "ahora—dice—está edificada l a iglesia de S a n Fé-
l i x " 50. Este sería uno de los primeros hospitales de Santiago
que los albergó.

48 L i b . I, cap. X V I I , págs. 161-163.


49 Viaje por España en los años 1494 y 1495, versión del l a t í n , por J u l i o
^ P u y o l A l o n s o , B o l . de l a R . A c a d . de l a H i s t . , t. L X X X I I I , págs. 221-222. Cf.
* Apéndice 87, v o l . III de l a presente obra.
50 E . S. X X , 603 " D e i n d e supradictus Sisnandus P o n t i f e x . . . fecit...
L o v i u m ad susceptionem p a u p e r u m , u b i n u n c E c c l e s i a S. F e l i c i s est consti-
t u t a " . López F e r r e i r o ( H i s t . , t. I I , págs. 217-218), refiriéndose a este pasaje
del Cronicón Iriense, que a continuación dice " e t sedes ad suscipiendos p a u
Peres de f a m i l i a t a m viros q u a m feminas inter t u r r e s " , traduce o i n t e r p r e t a

379
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

E n 19 de agosto del año 1061, Fernando I de Castilla hizo


donación a l monasterio de Celanova de u n solar y una huerta
en Compostela para que sus monjes tuviesen dónde hospedar-
se cuando allí venían, y cuando no sirviese al recibimiento de
los pobres dé Dios " (et reliquis diebus sit cenodocium D e i in-
susceptiene pauperum). N o conocemos noticias que acrediten
l a situación de este hospital en l a c i u d a d .
D e l año 1094 existe cierta referencia ad fratres et sórores de
i l l a porta, que se ha interpretado, t a l vez acertadamente, como
u n a alusión a los que con aquel nombre servían en el hospital
dependiente de l a Basílica compostelana (núm. 2 del plano),
b i e n conocido por documentos de fechas posteriores 52. Su si-
tuación i n m e d i a t a a San M a r t í n P i n a r i o , y cerca de la puerta
septentrional de l a Basílica, quedó f i j a d a en u n texto del
L i b e r Sancti J a c o b i al decirnos que delante de esta última
se h a l l a b a , j u n t o al camino, la hospedería de los peregrinos de
Santiago pobres 53.
E n los primeros años del siglo X I I , el arzobispo Gelmírez
ordenó que l a m i t a d de las limosnas dadas por los fieles a l a
iglesia fuesen cedidas a los peregrinos y enfermos del hospi-
t a l 54. E l L i b e r Sancti J a c o b i especifica que dicho establecimien-
que Sisnando reedificó l a iglesia de San F é l i x de L o v i o y levantó j u n t o a ella
u n a casa que sirviese de v i v i e n d a a los ministros j u b i l a d o s del T e m p l o A p o s -
t ó l i c o " y de hospedaje a los pobres y peregrinos". L o s pauperes de f a m i l i a
serían, según él, los siervos de l a Iglesia (loe. cit.), y , según V i l l a a m i l y Cas-
t r o (Reseña histórica de los establecimientos de beneficencia..., pág. 368), las
personas pertenecientes a l a servidumbre de l a m i s m a iglesia. N o h a y duda
de que el t e x t o del Iriense se refiere a dos edificaciones diferentes, una para
los " p a u p e r e s " , entre los que debemos contar los peregrinos, y otra para l a
servidumbre de l a iglesia.
51 C a r t u l a r i o del monasterio de C e l a n o v a , l i b . I, n ú m . L I X , otorgada
en 19 de agosto de 1061 (copia en L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . , t. II, ap. X C I V ,
págs. 236-237). L a escritura especifica que el solar se h a l l a b a " a d fontem
q u e m dicunt meo s a m e l l i " que L . Ferreiro dice no sabe si sería la l l a m a d a eri
otros documentos de C i q u e l l i o Sequelo.
52 L ó p e z F e r r e i r o ( H i s t . , t. V , pág. 101) se refiere a una cláusula conte-
n i d a en el testamento de cierto Gonzalo V i d r a g i l l i t , vecino de Compostela.
53 L i b . I V , cap. I X , pág. 379 dice, refiriéndose a l a p u e r t a norte de l a
Basílica: " A n t e cujus i n t r o i t u s est i u x t a u i a m hospitale p a u p e r u m peregrino-
r u m sancti l a c o b i . "
54 E . S . X X , 53: " M e d i a s o m n i u m eleemosynarum largitiones a fidelibus
superporitas, peregrinorum et d e b i l i u m h o s p i t a l i u m d o m u i concessit , con
referencia al año 1105.

380
IV, XVII. - u r i a : s a n t i a g o de c o m p o s t e l a

to había de recibir las oblaeiones que se hacían entre R a m o s y


Pascua en el altar de Santiago, agregando que " s i se atendiese
a la justicia de D i o s , l a décima p a r t e " de aquellas ofrendas " d e -
biera darse en todo tiempo a los pobres que vienen a l a hospe-
ena ".
Además de estos ingresos, debía contar con importantes
rentas procedentes de legados y donaciones que se h a b r á n ido
aumentando al correr del tiempo •"•'. E n el año 1175 le fué
agregado el hospital de B r u m a (partido de Ordenes), con sus
rentas.
Parece verosímil que este hospital h a y a sido el que l a H i s -
toria Compostelana dice que Gelmírez "suo pretio a c q u i s i v i t
et propriis facultatibus propensius d i l a t a v i t " antes de ser
consagrado obispo 67. Concedióle, como en otro l u g a r hemos
dicho, un solar para que en él se edificase u n a iglesia desti-
nada a servir de sepultura a los peregrinos—número 26 del
plano—, señalada t a m b i é n con el mismo f i n en el L i b e r Sancti
Jacobi 5% y p a r a acallar ciertos rumores sobre l a administración
del hospital dictó u n privilegio " e n quot de K a l . Decembris del
año 1128". Y a debía tener su reglamentación en el siglo X I I >íl.

55 L i b e r Sancti J a c o b i , l i b . I V , cap. I X , p a g . 387: " S e d e b d o m a d a que est


inter P a l m o s et P a s c h a m debet d a r i rite pauperibus peregrinis s a n c t i l a c o b i
in hospitali. Y m m o si i u s t i c i a D e i teneatur, d e c i m a pars o b l a c i o n u m altaris
sancti l a c o b i o m n i tempore pauperibus i n h o s p i t a l i superuenientibus d a r i de-
betur." E l texto c o n t i n ú a diciendo que todos los peregrinos pobres deben
recibir h o s p i t a l i d a d c o m p l e t a — p l e n a r i u m h o s p i t i u m — l a p r i m e r a noche s i -
guiente al día que llegan a l altar de Santiago. L a h o s p i t a l i d a d c o m p l e t a se
referiría al suministro de l a a l i m e n t a c i ó n , pues poco después a d v i e r t e que así
se hace en S a n L e o n a r d o , donde se da refección a todos los pobres que allí
llegan peregrinando.
56 A r c h . C a t e d r . de S a n t i a g o , t u m b o G, f o l . 80, p u b l . en L ó p e z F e r r e i r o :
Hist., t. I V , ap. X L V I I , págs. 117-118.
57 E . S. X X , 53.
58 Ibidem, pág. 472: " C o n c e d i m u s Ecclesiae B . J a c o b i H o s p i t a l i a d cons-
truendam E c c l e s i a m q u a m d a m ad u t i l i t a t e m et s a l v a t i o n e m p a u p e r u m et
peregrinorum q u i jacent j a m i b i s e p u l t i , et a d s e p u l t u r a m a l i o r u m q u i adhuc
ibi sunt t u m u l a n d i . " E l L i b e r S a n c t i J a c o b i se l i m i t a a m e n c i o n a r entre las
iglesias de Santiago la " q u i n t a sánete T r i n i t a t i s , que est p e r e g r i n o r u m sepul-
tura" (pág. 377).
59 E . S. X X , 481-482. Se había m u r m u r a d o que Gelmírez recibía dinero
a cambio de los n o m b r a m i e n t o s de procurador o a d m i n i s t r a d o r d e l h o s p i t a l ,
lo que dio lugar a que muchos se retrajesen de dar limosnas a este estableci-
miento. E n la fecha expresada en el t e x t o , D . Diego dio u n decreto p r o m e t i e n -

381
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Sabemos los nombres de algunos de los administradores


que fueron nombrados p a r a gobernar este establecimiento des-
de los primeros años del siglo X V , en que se le conoeía con la
denominación de espital mayor 00, y algunas de las facultades
que éstos tenían en el cometido de su cargo 61, de las que se
desprende t a m b i é n que a mediados de aquel siglo había una
cofradía dependiente de él.
A fines del m i s m o siglo se inició su reedificación y ensanche
con obras a las que c o n t r i b u y ó t a m b i é n el Cabildo composte-
l a n o , incluso cediendo u n a casa en l a Azabachería fi2. T a l vez se

do solemnemente a Santiago y a todos los Santos que no haría jamás t a l cosa


y que elegiría siempre persona sabia, discreta y religiosa, que sería nombrada
p a r a ejercer el cargo mientras él v i v i e s e , rogando a sus sucesores en el epis-
copado que hiciesen lo m i s m o . E n l a escritura de cesión del H o s p i t a l de B r u m a
a l de S a n t i a g o , otorgada en 25 de m a y o del año 1175, se dispone que el or-
den que se estableciese en éste se habría de guardar en aquél, según l a siguien-
te cláusula: " E t qualis ordo statuendus est i n ipso h o s p i t a l i b e a t i J a c o b i . " A r -
c h i v o de l a c a t e d r a l de S a n t i a g o , t u m b o C , f o l . 80, p u b l . en L ó p e z F e r r e i r o :
H i s t . , t. I V , ap. X L V I I , pág. 117. V i d . t a m b i é n J . V i l l a a m i l y C a s t r o :
Reseña y n o t a 1 de l a pág. 383.
60 Según el citado p r i v i l e g i o del año 1128, era entonces administrador
de este h o s p i t a l D . P e d r o ( " E r a t a u t e m t u m temporis illius H o s p i t a l i s P r o c u -
r a t o r D o m i n u s P e t r u s a v u l g o R e x M a n c i p i u m v o c i t a t u s " . E . S . X X , 482).,
L ó p e z F e r r e i r o ( H i s t . , t. V I I , págs. 127-128) menciona como adminis-
tradores en el siglo X V a F r . A l o n s o , ministro del Convento de Terciarias
franciscanas de S a n t a C r i s t i n a da P e n a ; a F r . M a r t í n de F r o m e s t a , y a su
sucesor en 1416, F r . A l o n s o C e r v i n o .
61 P r o t o c o l o del notario de C o m p o s t e l a Gómez Méndez, v o l . 15, fol. 16
v u e l t o (extr. en L ó p e z F e r r e i r o : Ibidem, págs. 402-403). Contiene l a autori-
zación concedida a F e r n a n d o Castañal, vecino de Santiago, p a r a que pudiera
por sí m i s m o o p o r otra persona d e m a n d a r , cobrar y recaudar en el A r z o b i s -
p a d o demandas, limosnas, cofradías, baciins, votos, testamentos y cuales-
quier otras cosas pertenecientes al h o s p i t a l , como ropas de vestir o de c a m a ,
j o y a s , ornamentos, p a n , v i n o y ganados. L e autoriza t a m b i é n p a r a que pueda
" d e v u l g a r et d e c l a r a r " los perdones, bulas e indulgencias otorgadas por los
Santos Padres a los benefactores de aquel establecimiento y recibir cofrades,
servidores, hermanos y familiares de dicho h o s p i t a l . D e c l a r a finalmente que
concede esta autorización p a r a el sustentamiento de los pobres y enfermos
que allí vienen " d e todas las quatro partidas del m u n d o " . A r c h . del R e a l Hos-
p i t a l de Santiago, t. II del i n v e n t a r i o , f o l . 14 ( V i l l a a m i l : Reseña, pág. 384).
62 L a reedificación y ensanche del h o s p i t a l v i e j o se hizo siendo su admi-
n i s t r a d o r F r . P e d r o de A r a g ó n , que lo fué muchos años, y sabemos ejercía la
M e d i c i n a . E n noviembre del año 1490 cedió el C a b i l d o p a r a l a obra de ensan-
che, p a r t e de u n a casa que tenía en l a Azabachería, en l a que m o r a b a J u a n a
Rodríguez (López F e r r e i r o : H i s t . , t. V I I , pág. 355).

382
IV, xvii. - u r i a : s a n t i a g o de c o m p o s t e l a

debe relacionar esta reedificación con l a n o t i c i a de haber sido


quemado (combustum), consignada en 1490 <i3.
Cuando en los primeros años del siglo X V I se edificó el gran
Real H o s p i t a l , el V i e j o perdió su destino, pasando luego a ocu-
par su local el Colegio de San Jerónimo, anejo a la U n i v e r s i d a d ,
y en la planta b a j a se establecieron algunas tiendas de azaba-
cheros 6*. E s t e h o s p i t a l coexistió con el Grande y R e a l , según
V i l l a a m i l y Castro, hasta 1555, en que fué incorporado al E s t u -
dio viejo de l a c i u d a d , destinándose las rentas a pagar leccio-
nes de cirugía establecidas gratuitamente allí65.
Pero en el año 1651 l a U n i v e r s i d a d lo vendió al monasterio
de San M a r t í n , reservándose l a p o r t a d a , que colocó en e l nuevo
edificio destinado a Colegio de San J e r ó n i m o , donde después
estuvo l a Escuela N o r m a l . A l l í permanece h o y esta p o r t a d a
del siglo X V , con engañoso aspecto de románica 66.
D e l hospital llamado de Jerusalén poseemos algunas n o t i -
cias. E l obispo D o n R o d r i g o lo donó con todas sus posesiones,
derechos y pertenencias, en el año 1309, a l C a b i l d o c o m p o s -
telano, al que impuso l a condición de que continuase ejerciendo
la hospitalidad con los pobres según se había a c o s t u m b r a d o
hasta entonces. Ordenó t a m b i é n que sirviesen en él dos buenas
63 Consta este incendio en l a B u l a expedida por el P a p a Inocencio V I I I
en el año 1490, concediendo al h o s p i t a l ciertas gracias espirituales, a p e t i c i ó n
del arzobispo D . A l o n s o de Fonseca p a r a su H e r m a n d a d . Según V i l l a a m i l y
Castro (Reseña, p a g . 384 y n o t a 3), esta B u l a se h a l l a b a en s u t i e m p o en e l
archivo del H o s p i t a l B e a l " a l a cabeza del legajo registrado en el f o l i o 14 v .
del I n v e n t a r i o " .
64 López F e r r e i r o : H i s t . , t. V I I , pág. 355. Sobre las tiendas de a z a b a -
cheros establecidos en l a p l a n t a b a j a del h o s p i t a l v i e j o de S a n t i a g o existen
algunos datos en escrituras conservadas en el A r c h i v o de l a U n i v e r s i d a d .
E n 8 de febrero de 1520 fué arrendada l a t i e n d a " d e l dicho ospital j u n t o a l a
parede de l a p u e r t a del dicho ospital d e v a x o d e l a i m a g e n de S a n F r a n c i s c o ,
en la cual solía residir M a r i a D o y r a defunta e agora residía sancho gongalez
azabachero". Í d e m i d . R e g i s t r o 29, fols. 293-294. E n 22 de octubre d e l año 1590,
el rector declara haber averiguado el i m p o r t e del arrendamiento d e l " s i t i o de
los azabacheros h a b l a n tenido e tienen puesto tiendas p a r a t r a t a r en su o f i -
cio en t o d a l a p a r e d del colegio de S a n Gerónimo asi como viene de l a calle
de la azabacheria hasta abajo al arca del agua que esta en l a e s q u i n a del c o -
legio". A r c h . de l a U n i v e r s i d a d , t u m b o 3, doc. n ú m . 11. A . F r a g u a s : iVoías
«e azabacheria compostelana. E l Museo de Pontevedra, n ú m . 14, 1947, p á g i -
nas 63-65.
V i l l a a m i l y C a s t r o : Reseña, pág. 385.
Ibidem. D i c e que l a p o r t a d a fué l a b r a d a en el año 1491.

383
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

mujeres, que se instalasen doce lechos, advirtiendo que lo que


sobrase después de pagar algunos emolumentos señalados a
los capitulares, y las atenciones de las sirvientes, fuese divi-
dido entre los pertenecientes a dicho capítulo li7.
Noticias del siglo X V I a f i r m a n que este hospital estaba
destinado al hospedaje de los peregrinos armenios, y según
investigaciones posteriores cuyas fuentes no se consignan, se
h a l l a b a en el antiguo barrio de los mercaderes hebreos, fuera
de muros, en l a calle h o y l l a m a d a de Jerusalén y antes rúa
de A b r i l y da F i g u e i r a — c o n sinagoga situada en las casas que
l l e v a b a n los números 1 y 2 en 1889—, donde luego estuvo el
palacio de los condes de Espasantes y Torrenovaes (núm. 5
del plano). A l g u n o s h a n exagerado l a antigüedad de este hos-
p i t a l , del que poseemos escasas noticias, y sabemos que en 1525
el Cabildo de Santiago lo abandonó, incorporando sus rentas
a l H o s p i t a l Real68.

67 A r c h . C a t e d r a l de S a n t i a g o , t u m b o C , f o l . 266, copia en L ó p e z F e r r e i -
r o : H i s t . , t. V , págs. 130-131 de los apéndices. . ...
68 L a n o t i c i a r e l a t i v a a l hospedaje de los armenios en este hospital pro-
cede de C a s t e l l á y F e r r e r ( H i s t . del Apóstol, etc. A . M a r t í n B a l b o a , M a -
d r i d , 1610, f o l . 23 recto), que dice, además, había en este h o s p i t a l "libros en
su l e n g u a , y dezian [allí] M i s s a con sus ceremonias", y más adelante, que "los
libros perecieron con las m u d a n z a s " , siendo infuctuosas las diligencias que
h i z o p a r a encontrarlos. L a repite Z e p e d a n o ( H i s t o r i a y descripción arqueo-
lógica de l a Basílica compostelana, L u g o , I m p . de Soto Freiré, 1870, pág. 84
y n o t a 1). D e l a referida donación del año 1309 se deduce que este hospital
era de l a plena j u r i s d i c c i ó n del O b i s p o , pasando desde aquella fecha a ser
a d m i n i s t r a d o por el C a b i l d o . E l hecho de que los canónigos del Santo Sepul-
cro de Jerusalén tuviesen casa en Santiago en 1175 (consta en carta de venta
de u n a casa en 5 de a b r i l de aquel año, copiada en el T u m b o del monasterio
de Tojosoutos, f o l . 77 en el A r c h . H i s t . N a c . según L ó p e z F e r r e i r o , t. I V ,
p á g . 307 y n o t a 3) induce a l a . sospecha de que en el siglo X I I , o t a l vez
antes, sostuviesen o administrasen este h o s p i t a l dichos capitulares, y ello po-
dría e x p l i c a r el t í t u l o de Jerusalem con el que fué conocido. Pero no reposan
e n n i n g ú n dato fehaciente estas simples conjeturas sobre l a relación de los
canónigos del Santo Sepulcro con este h o s p i t a l . E n todo caso, y por l a que
c o n los datos de Castellá y F e r r e r p u d i e r a n tener, recordaremos existen al-
gunas noticias relativas a las relaciones que con los armenios y Tierra
S a n t a m a n t u v o l a sede compostelana en: H i s t . Compostelana, E . S. is-X-,
págs. 274 y 523; P a r d i a c : H i s t . de St. Jacques le M a j e u r , etc., pág. 156; P . B e r -
n a b é M a i s t e r m a n n : N u e v a Guía de T i e r r a S a n t a , t r a d u c . del P . S. E i j a n .
B a r c e l o n a , 1908. pág. 134; L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . , t. X , ap. págs. 127-13 í;
M a d e l e n a SÁez Pomés: U n rey de Oriente en Compostela. León V de Arme-

384
jV, xvii. - u r i a : s a n t i a g o de c o m p o s t e l a

E n l a i n m e d i a t a r ú a de T r o y a existió otro h o s p i t a l debido


a la caridad de cierto Fernando B e n y su mujer, fundadores
de l a Obra Pía de los azabacheros en 1550. ( B , B a r r e i r o ,
Guía... 1889, p á g . 13, n.o 21.)
E n el siglo X I I existía u n hospital en l a calle de Carnice-
rías Viejas ( n ú m . 3 d e l plano), a l que sabemos se hicieron otros
legados en los siglos X I I I y X I V C9.
Además d e l antiguo h o s p i t a l de Santiago, p r ó x i m o , como
hemos visto, a San M a r t í n de P i n a r i o , existía cerca d e l mismo
monasterio otro, considerado p o r algunos como f u n d a c i ó n d e l
año 1302 y , según López F e r r e i r o , de fecha m u y anterior aun-
que desconocida ( n ú m . 7 d e l plano). Fué fundado p o r el caba-
llero Sarracino González, donando su propia casa, c o n t i g u a a l
monasterio de San M a r t í n , para que sirviese de albergue a po-
bres y peregrinos, e incorporándole bienes en V i l l e s t r o y en el
valle de " T e o d e r i c i " p a r a atenderles; de su administración h a -
bían de estar encargados los monjes de S a n M a r t í n , poniendo
allí u n hospitalero y u n presbítero 7Ü.

nia. Señor de M a d r i d , " C u a d e r n o s de E s t u d i o s G a l l e g o s " , 1946, págs. 243-249.


V i l l a a m i l y C a s t r o (Reseña, p á g . 373) cree que esta " d o m i n u d o m i n o r u m
Sci. S e p u l c r i " , c i t a d a como deslinde e n l a referida escritura, era u n h o s p i t a l ;
pero no expresa en qué se f u n d a p a r a a f i r m a r l o . Más tarde, y e n circuns-
tancias y fecha que desconocemos, habría pasado a depender d e l A r z o b i s p o
compostelano. E n l a v i s i t a d e l C a r d e n a l H o y o (leg. n ú m . 496 d e l A r c h . arz-
obispal) se dice en el siglo X V I I que existe l a escritura de C o n c o r d i a entre
el Arzobispo d o n R o d r i g o — t a l v e z de L u n a — y el Deán y C a b i l d o , en l a que
consta se realizó entonces l a referida incorporación. E n cuanto a s u situa-
ción, v i d . B a r r e i r o : Guía, 1889, p á g . 15, y F e r n á n d e z S á n c h e z y F r e i r é
B a r r e i r o : Santiago t. I, p á g . 269. E s t o s ú l t i m o s creen que existiría " c a s i
desde el descubrimiento de las reliquias del A p ó s t o l " , sin f u n d a m e n t o a l -
guno.
69 B . B a r r e i r o ( G u í a histórica, artística, etc. Santiago, 1889, pág. 8,
núm. 9) (iice que recibió rentas de C u n t o de Sanuiz en 1195, de J u a n F r o i l a
Marín en 1220, y de cierto Sarracino en 1302.
70 H i s t . , t. Y , pág. 104, se f i j a e n los nombres, citados en l a f u n d a c i ó n ,
de Sisulfo, L e o v i g i l d o , A d u l f o y L e o f r e d o , apenas usados a fines d e l siglo X I I I
Para suponer m a y o r antigüedad a este i n s t i t u t o ; pero reconociendo que t a m -
bién f i g u r a n en l a escritura el d e l deán D . A r i a s González, que efectivamente
vivió a fines d e l siglo X I I I , supone que l o que se hizo en 1302 fué u n a declara-
ción o allanamiento de los bienes de este h o s p i t a l . P o r otra p a r t e , como de
* escritura f u n d a c i o n a l n o quedan más que copias m u y posteriores, llenas
e erratas, agrega que es d i f í c i l f o r m a r j u i c i o exacto sobre su v e r d a d e r a fecha,
Hue, sin embargo, no pasaría de mediados d e l siglo X I I .

tomo n.-25. 385


I, A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Con el mismo f i n se edificó en 1333 otro en la calle de Santa


C r i s t i n a ( n ú m . 6 del plano) 71.
A fines del siglo X I V fundó el canónigo R u y Sánchez Hos-
coso uno cerca de l a iglesia de N u e s t r a Señora del C a m i n o , en
l a a c t u a l calle de Casas Reales, en unas de su propiedad y en
el mismo solar que llevaba la n ú m . 23 a fines del pasado siglo
( n ú m . 8 del plano). E l fundador expresa que el establecimiento
había de ser dedicado a l recibimiento, mantenimiento y conso-
lación de pobres y peregrinos, disponiendo que u n a parte de las
casas fuese destinada a mesón p a r a albergue de los romeros a
Santiago que, por pertencer a l a clase acomodada, "toberen
guissado de p a g a r " . T a m b i é n dejó sus libros, ordenando se ins-
talasen en u n armario al servicio de los clérigos que allí se al-
bergasen viniendo en romería, y dispuso que el mesón fuese
denominado de Sancto Spiritus, y el hospital, de Santa María " .
Más tarde se le conoció con el t í t u l o de San M i g u e l 73.

71 Colección Diplomática. G a l i c i a Histórica, n ú m . L X X I I I . E n .1333,


M a r i n a Fernández de T u d e l a , v e c i n a de Santiago, edificó u n a capilla dedicada
a S a n t a C r i s t i n a en l a calle que h o y l l e v a «ste nombre y u n h o s p i t a l para re-
coger pobres y peregrinos (López F e r r e i r ü : H i s t . , t. V I , p a g . 289). N o men-
c i o n a n este h o s p i t a l n i Zepedano n i B . B a r r e i r o .
72 Fué p u b l i c a d o en l a Colección Diplomática de G a l i c i a Histórica, t. III,
p á g . 321, con l a fecha de 24 de diciembre del año 1450. V i l l a a m i l y C a s -
t r o (Reseña, pág. 379) dice que lo f u n d ó R u y Sánchez de Hoscoso " a fines
del siglo X I V " , y copia u n a b u e n a parte de su contenido en las págs. 379-382
de l a citada Reseña; B . B a r r e i r o ( G u í a , pág. 20, n ú m . 52) sitúa este hos-
p i t a l en l a r ú a de Casas Reales, y dice que el canónigo f u n d a d o r v i v í a en 1400
y que lo dejó al M u n i c i p i o . E n el A r c h i v o M u n i c i p a l de Santiago hemos visto
u n a copia p a r c i a l de este testamento según l a l e c t u r a hecha en Cabildo de
24 de diciembre de 1450 (legajo del H o s p i t a l de S a n M i g u e l "Antecedentes
v a r i o s " , fols. 7 v. y 8). O t r a copia p a r c i a l i g u a l a ésta consta en el mismo
legajo, en el cuaderno r o t u l a d o " A c t a s de V i s i t a s y C u e n t a s " , poniendo al
f o l . 2 de este cuaderno l a fecha de 1400, y a l margen l a de 1402, lo que p a -
rece i n d i c a r que l a v e r d a d e r a fecha de este testamento no es bien conocida.
73 E l nombre de S a n M i g u e l le h a b r á sido impuesto t a l vez por el del
t i t u l a r de l a c a p i l l a . E n u n i n v e n t a r i o de las cosas que en él había, hecho en
12 de a b r i l del año 1546, f i g u r a u n a i m a g e n " d e S a n M i g u e l " ( A r c h i v o M u n i -
c i p a l de Santiago, legajo del H o s p i t a l de S a n M i g u e l " A c t a s de Visitas y
C u e n t a s " , f o l . 16 v.). E n esta fecha, según el citado documento, l l e v a b a el
nombre de S a n t a María del C a m i n o . Según Z e p e d a n o ( H i s t . y descripción
arqueológica de l a Basílica compostelana, nota 1 de las págs. 84-86), el nom-
bre de S a n M i g u e l se le dio a causa de l a i m a g e n del Arcángel, situada encima
del ingreso, y da l a fecha de 1400, como l a de su fundación.

386
IV, XVII. - u r í a : sa n t i a g o de c o mp o s t e l a

H a c i a el año 1446, D. Pedro E a n s Leiteiro f u n d ó , con el


mismo destino '% el llamado de San Andrés ( n ú m . 33 del plano),
en la rúa del V i l l a r , y adonde, en los últimos años del siglo p a -
sado, estaba situada l a casa número 52. E n 1611 v i v í a sola-
mente de limosnas "s.
E n una casa con soportal situada frente a l a iglesia de San
Félix existía otro hospital ( n ú m . 9 del plano), el m i s m o que
aparece denominado de Santa A n a en 1435, pero de f u n d a c i ó n
más antigua, aunque de fecha desconocida70.
A estos hospitales medievales habría que agregar los de las
cofradías gremiales, cuyo número no sería escaso en S a n t i a -
go 77, y en los que nos parece acertado suponer que h a b r á n sido

71 Z e p e d a n o ( O p . cit.) dice que tenía v e i n t i c i n c o camas y que l a casa


de l a r ú a del V i l l a r , donde se h a l l a b a situado, l l e v a b a entonces (en 1870) el
número 52, habiendo sido reedificada hacía muchos años. E n su solar estu-
vieron " a n t i g u a m e n t e las campanas de l a p a r r o q u i a " , según este autor.
B. B a r r e i r o ( G u í a , p á g . 14, n ú m . 25) lo sitúa donde Zepedano, pero pone
como fecha de l a f u n d a c i ó n l a de 1448, en l u g a r de 1446. L a n o t i c i a de haber
tenido 25 camas l a refiere al año, 1611, t o m á n d o l a de l a v i s i t a del cardenal
H o y o , aunque no lo expresa. L ó p e z F e r r e i r o ( H i s t . , t. V I I , pág. 123), extrac-
tando el testamento de los fundadores P e d r o E a n s L e i t e i r o y D . a C o n s t a n z a
Ares, su m u j e r — o m i t i e n d o el lugar donde se h a l l a b a dicho d o c u m e n t o — , dice
fué fundado " h a c i a el año 1446", cerca " d e sus casas de m o r a d a de l a r ú a del
V i l l a r " , agregando que l a m i t a d las tenía por p e r m u t a que h i c i e r a e n a q u e l l a
fecha con el C a b i l d o , y que l a otra m i t a d pertenecía a l a f a m i l i a de s u m u j e r ,
"que era una de las más ilustres de S a n t i a g o " . Según el m i s m o a u t o r , en el
testamento otorgado por D . P e d r o en 1451, abierto en 1452, éste n o m b r ó
administrador del h o s p i t a l a su cuñado J u a n A r e s do V i l a r , con l a condición
de que si muriese sin hijos, pasaría l a administración a los feligreses de l a p a -
rroquia de San Andrés.
75 Z e p e d a n o , loe. cit. L a v i s i t a del cardenal H o y o y a c i t a d a , dice que era
una casa grande de l a r ú a del V i l l a r , en l a que estaban las campanas de l a p a -
rroquial de S a n Andrés. Tenía v e i n t i u n a camas, y en él se acogían entonces
1611—mujeres pobres (folio 152 v.).
76 López F e r r e i r o : H i s t . , t. V I I , pág. 127, con referencia a u n legado
hecho al h o s p i t a l en esta fecha por cierto J u a n G o n z a l o T o l á n . D e b e ser el
mismo que l a v i s i t a del cardenal H o y o (fol. 15 v.) d e n o m i n a de S a n F i n s como
situado frente a l a iglesia de dicho t i t u l a r y consistente en " u n a casa con su
P o r t a l " . De las investigaciones practicadas c o n ocasión de d i c h a v i s i t a , se
deduce que según decían los familiares de l a f a m i l i a de A r o c a , su antepasado
Pedro de A r o c a lo había fundado dejando su casa " p a r a los p o b r e s " sin do-
tación alguna.
López F e r r e i r o ( F u e r o s munieipales de Santiago y s u tierra, t. I,
Pág. 100) enumera en hipótesis más de veinte, suponiendo que cada uno ten-

387
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

acogidos* los peregrinos probablemente en m a y o r número que


en los demás establecimientos del mismo género existentes en
otras ciudades del c a m i n o . T o d a v í a debemos agregar a los
h a s t a aquí mencionados las leproserías de San Lázaro y Santa
M a r t a , D e la p r i m e r a , s i t u a d a en l a rúa de San Pedro de A f o r a ,
en el b a r r i o llamado en l a E d a d M e d i a de las Cabanas, y hoy
de San Lázaro, hemos dado algunas noticias en otra parte '8.
D e l segundo sólo sabemos que su situación en las inmediacio-
nes del camino francés q u e d a b a a l oeste de l a c i u d a d en el ca-
m i n o de P o n t e v e d r a 79.

Sobre l a fuente del F r a n c o existió otro hospital llamado


da R a i n h a ( n ú m . 10 del plano), a l parecer por cierta t r a d i c i ó n
que a f i r m a haber sido hospedada en él S a n t a Isabel de P o r t u -

d r í a su cofradía, por lo que podemos i m a g i n a r que los hospitales sostenidos


p o r las cofradías gremiales en u n a c i u d a d i n d u s t r i o s a como Santiago serían
r e l a t i v a m e n t e numerosos. D a noticias de u n a alberguería que i n t e n t a r o n ha-
c e r los zapateros compostelanos y que se mandó derribar en el año 1250 (pá-
g i n a 211).
78 F u é f u n d a d o en l a iglesia de S a n t a María del Sar, p a r a canónigos le-
prosos, en 1149, por A l f o n s o A n a y a y su raujer, D.a A d o s i n d a Menéndez,
j u n t a m e n t e c o n P e d r o P a r d o , canónigo de Santiago y arcediano de O v i e d o '
y P e d r o G u d e s t e i z ; pero se previene en l a escritura de f u n d a c i ó n que sean ad-
m i t i d o s otros leprosos pobres ( v i d . V i l l a a m i l y C a s t r o : Reseña, p á g . 376).
L a escritura dice t a m b i é n que el p r i o r del Sar h a de edificar "ecclesiam et
d o m o s " en u n a h e r e d a d de veinte pasos " h a b e n t e m certo loco c a b a n a r u m i n
latere uie p e r e g r i n o r u m " , y que allí h a de sustentar a los canónigos elefancía-
cos y a otros ( I b i d e m ) . L a escritura fué p u b l i c a d a en l a Colección Diplomática
de " G a l i c i a H i s t ó r i c a " , n ú m . X V I I , págs. 77-78. E n 1167, A l f o n s o A n a y a y
s u m u j e r h i c i e r o n u n a donación a esta leprosería, de u n a p a r t e del camino de
los peregrinos que V i l l a a m i l i n t e r p r e t a acertadamente "terrenos cruzados por
é l " , p a r a e v i t a r los daños y escándalos que se originaban p o r haberse hecho allí
otras cabanas que se a l q u i l a b a n a enfermos extraños. L o s términos de la do-
nación expresan que se d a " t o t a i l l a u i a et camino per q u o d ueniunt et re-
d e u n t peregrini b e a t i J a c o b i ab ecclesia de i l l a cruce usque a d t e r m i n u m ubi
clicitnr a q a a i a i p e z a d a et d i c i t u r m u l i e r c r e m a t a " . L a iglesia de l a Cruz aquí
m e n c i o n a d a sería acaso l a que antecedió a l a del M o n t e del G o z o , que, según
L ó p e z F e r r e i r o ( H i s t . , t. I I I , n o t a 2 de l a p á g . 241), se h a l l a b a situada
unos k i l ó m e t r o s más p r ó x i m a a l a c i u d a d , sobre u n altozano cubierto luego
de pinos, a l a derecha de l a carretera de L u g o .
79 V i l l a a m i l (".Reseña, pág. 376) dice que se h a l l a b a unos dos kilómetros
a l oeste de l a c i u d a d p o r el c a m i n o del P a d r ó n . E n l a v i s i t a del cardenal H o y o
( A r c h . a r z o b i s p a l , n ú m . 496, f o l . 155) se dice que l a e r m i t a de S a n t a M a r t a
es anexa a S a n t a Susana, y que se h a l l a en el camino de P o n t e v e d r a , teniendo
" c a s i l l a s p a r a los l a c e r a d o s " .

388
IV, xvii. - u k i a : s a n t i a g o d e c o m p o s t e l a

gal con m o t i v o de su peregrinación 80. Desconocemos l a fecha


Je su i n s t i t u c i ó n , que t a l vez podría corresponder al período
medieval.
L a s fundaciones hospitalarias compostelanas continuaron
en los siglos siguientes, como era de esperar, si tenemos en
cuenta que t a m b i é n se hicieron en otros lugares del ca-
mino menos frecuentados por los peregrinos, hasta en el s i -
glo X V I I L
Desconocemos l a fecha en que fué instituido el l l a m a d o de
Salomé, que se hallaba situado en u n a casa detrás de l a igle-
sia del mismo t í t u l o (núm. 11 del plano), en la r ú a de Callo-
bre 81, y tampoco sabemos si su p r i m i t i v o destino era diferente
del que se dice tenía para mujeres pobres, sin otro socorro que
la habitación. Se h a dicho que en 1589 carecía de rentas 82 y
que en 1611 fué restaurado por cuenta del limosnero del arz-
obispo D . M a x i m i l i a n o de A u s t r i a , para que en él se recogiesen
muchachos pobres y huérfanos que pernoctaban en las calles,
bajo l a dirección gratuita del párroco de Santa María Salomé 83,
Todavía existía el edificio en el año de 1887, en que fué demolido
por el particular que lo adquirió 84.
De mediados del siglo X V I databa el de San J u a n ( n ú m . 12
del plano), situado no lejos de la Basílica, m u y cerca del ca-

80 Z e p e d a n o (pág. 85, nota) dice se f u n d ó en u n a casa de l a calle del


mismo nombre que había j u n t o a l a fuente y que tenía nueve c a m a s , dato este
último que consta en l a v i s i t a del c a r d e n a l H o y o ( A r c h . a r z o b i s p a l , leg. 496,
folio 52 v.). S u renta era de u n a carga de centeno, siendo a d m i t i d o s los en-
fermos por designación del cardenal de l a p a r r o q u i a , según c o n s t a b a de l a
visita arzobispal. B . B a r r e i r o ( G u í a , pág. 14, n ú m . 28) se l i m i t a a a d v e r t i r
se hallaba sobre l a fuente del F r a n c o , y que el nombre fué d e b i d o , según se
decía, a que fué hospedada en él S a n t a Isabel de P o r t i i g a l c u a n d o v i n o en
peregrinación a Santiago.
81 B . B a r r e i r o ( G u í a , pág. 19, n ú m . 49) dice que l a calle de Callobre
fué también l l a m a d a antes de los Ferreiros. Consta en l a v i s i t a del c a r d e n a l
H o y o , varias veces c i t a d a (fol. 152), que este h o s p i t a l se h a l l a b a s i t u a d o a l a
espalda de l a i g l e s i a , y que sobre l a puerta había u n a imagen de N u e s t r a Se-
ñora con una l á m p a r a que solían encender los sábados. A estas n o t i c i a s agrega
la mencionada v i s i t a que el h o s p i t a l "se cayó todo u n a n o c h e " , y que el limos-
nero de S u l i m a . , D . M a x i m i l i a n o de A u s t r i a , acabó de d e r r i b a r sus paredes
reedificándolo, gastándose en l a obra más de 1.300 ducados.
82 Ibidem.
83 Z e p e d a n o (loe. cit.) dice que se desconoce su fundador.
B . B a r r e i r o , loe. eit.

389
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

m i n o , ti^is de la torre que lleva el mismo nombre y donde sub-


sistían a fines del siglo pasado las eampanas de aquella pa-
rroquia 85.
P o r haber sido fundados con destino a curación de deter-
minadas enfermedades o a albergues de simples mendigos, no
guardan relación con las peregrinaciones, sino de una manera
ocasional, algunos * de los mencionados y otros hospitales de
Santiago como el de San R o q u e ( n ú m . 13 del plano), debido al
arzobispo D , . F r a n c i s c o B l a n c o Salcedo, que en 1577 dio 10.000
ducados para que se edificase con destino a "pobres enfermos
de las bubas y otros males contagiosos" 8'i. L a obra quedó ter-
m i n a d a a los tres años 87. L a sospecha de que habría admitido
peregrinos enfermos de aquellos males queda confirmada docu-
mentalmente 88.
L a afluencia de mendigos tullidos que, especialmente en los
años de jubileo, invadían l a c i u d a d conducidos en carretas in-
dividuales era t a l , que el arzobispo R a j o y decidió en 1764 po-
ner f i n a aquel lamentable espectáculo que embarazaba las
plazas y calles de Compostela, adquiriendo una casa con su

85 Z e p e d a n o (loe. cit.) agrega que se desconocen su fundador y las rentas


de que disponía. E n l a v i s i t a del c a r d e n a l H o y o se dice que entonces—si-
glo X V I I — s e h a l l a b a a las espaldas de l a casa en que v i v í a D.a María de
Torquemada. ,
86 A r c h . C a t e d r a l de S a n t i a g o , colee, de Documentos sueltos, n ú m . 252,
donación otorgada en I de j u n i o (publ. L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . , t. V I I I , apén-
dices, págs. 178-180. Ibidem, págs. 264-267); dice que esta f u n d a c i ó n se hizo
c o n ocasión de los estragos causados por l a peste en los años 1576-1578 (pagi-
nes 262 y 264). B . B a r r e i r o ( G u í a , p á g . 16, l e t r a E ) lo sitúa en l a p l a z a de
S a n B o q u e , y da l a fecha de 1578 p a r a su edificación. J . M a r í a F e r n a n d e z
y F . F r e i r é B a r r e i r o (Santiago, t. I, págs. 262-264) refieren su restauración
c o m p l e t a en el p r i m e r tercio del siglo X I X copiando l a inscripción en que
consta. Tenía claustro de orden dórico, sencillo y elegante, y por el norte
había u n i d a al edificio u n a c a p i l l a con el mismo t í t u l o , que se considera algo
anterior. Sobre esta c a p i l l a , v i d . t a m b i é n Z e p e d a n o (loe. c i t . ) .
87 Z e p e d a n o , loe. cit.
88 A r c h . C a t e d r a l de Santiago, " P e d i m e n t o e i n f o r m a c i ó n del canónigo
D r . P a l a c i o s , a d m i n i s t r a d o r del H o s p i t a l de S a n B o q u e , pidiendo l a huerta
de B u b i e l , 20 de marzo de 1 5 8 3 " , en l a que se c a l i f i c a de beneficio provechosí-
simo esta f u n d a c i ó n , agregando que entre los que vienen en romería a Com-
postela " m u i de ordinario se ue y acontece uenir enfermos de las dichas enier-
medades que a no hallar p a r a ello remedio y cura gratis se m o r i r í a n y echa-
r í a n a perder y c o n t a m i n a r í a n a otras muchas personas sanas". (Noticia de
D . Jesús Carro.)

390
IV, XVII. - U R I A : S A N T I A G O D E C O M P O S T E L A

huerta en el barrio de Taras situado extramuros y al N O . ,


donde edificó- u n hospital ( n ú m . 14 del plano), cuyas obras no
terminaron hasta el año de 1770 89. Se le conocía con el n o m -
bre de hospital de Carretas, lo mismo que l a calle en que se h a -
llaba situado.

El gran Hospital Real.

A pesar de los varios hospitales que había en Santiago, por


escasez o m a l empleo de sus recursos, no recibían conveniente
asistencia los peregrinos en l a c i u d a d , por lo que los Reyes C a -
tólicos pensaron, poco después de su v i s i t a a C o m p o s t e l a , en l a
edificación de u n gran hospital. L a historia de su f u n d a c i ó n y
fábrica, así como la de su administración, h a sido hecha por
D. José V i l l a a m i l y Castro con t a l acopio documental y t a n con-
cienzudamente, que hemos de limitarnos a extraer de ella las
cosas que nos parecen de m a y o r interés. (Véase Reseña H i s -
tórica de la erección del G r a n H o s p i t a l de Santiago, f u n d a d o por
los Reyes Católicos, en G a l i c i a Histórica. 1903, págs. 449-480;
513-546, 577-606 y 625-637.)
Doña Isabel y D o n Fernando habían pensado primeramente
establecer u n hospital anejo al monasterio de San M a r t í n P i n a -
rio, refundiendo en él las rentas de los de San P a y o y S a n P e d r o
de A f o r a , y obtuvieron con este f i n B u l a del p a p a Inocencio V I I I ,
en 27 de j u l i o de, 1487, en l a que consta el propósito de los mo-
narcas al ver la insuficiencia con que los peregrinos eran atendi-
dos cuando ellos estuvieron en Santiago. D e esta idea desistieron
por no malversar el destino que a las rentas de aquellos monas-
terios dieron sus favorecedores, y en 5 de m a y o de 1492 otorga-
ron carta distribuyendo por terceras partes el i m p o r t e de los
^oíos del reino conquistado a los musulmanes, entre l a Cate-
dral y el H o s p i t a l , al que destinaron u n a de ellas. E n 3 de mayo
de 1499 otorgaron cédula al deán de Santiago D . D i e g o de M u -
ios para que fuese a su iglesia y eligiese solar a propósito para
su edificación, autorizándole para hacer tasaciones de predios,
pagos y contratos de las obras; y poco después otras cédulas

89 Z e p e d a n o , loe. c i t . ; J . M a r í a F e r n á n d e z y F . F r e i r é B a r r e i r o :
Santiago, t. I, págs. 231-232; B . B a r r e i r o : Guía. pág. 29; L ó p e z F e r r e i r o :
H i s t ; t. X , págs. 123-125.

391
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

a los priores de San B e n i t o de V a l l a d o l i d , y San M a r t í n P i n a -


r i o , p a r a que, de aeuerdo con lo dispuesto por Su S a n t i d a d , ce-
diesen al hospital el sobrante de las rentas que poseían, satis-
fechas sus necesidades.
E n 4 de noviembre de 1499, A l e j a n d r o V I expidió u n Breve
dirigido a los referidos Monarcas autorizándoles a gastar en
l a edificación del hospital, con sus dos capillas y cementerio,
ciertas cantidades concedidas por Letras Apostólicas. Más ade-
lante enviaron los propios Monarcas u n p r o y e c t o — o "tracja" —
con u n memorial f i r m a d o por el Contador M a y o r Pedro Taujel,
con muchos detalles sobre l a distribucióji del futuro edificio y
modo de ejecutar l a o b r a .
A pesar de todas estas provisiones, casi n a d a se había
hecho todavía del edificio en el año 1501, y hasta el de 1505
h a y varios documentos relativos a compras de casas y solares
para su edificación por el maestro E n r i q u e Egas, según consta
en uno de ellos. E n 1510 aún no se había completado la ad-
quisición de los solares necesarios a este f i n .
L a obra debió de dar comienzo en la p r i m a v e r a del año 1501,
su año i n i c i a l según l a inscripción que existe en l a portada prin-
c i p a l , y en 1509 sabemos por u n a R e a l Cédula dirigida a D . Die-
go de M u r o s , que y a se hallaba en disposición de "ejercer en
ella l a h o s p i t a l i d a d " , aunque en 1512 todavía se trabajaba en él.
H u b o dificultades con l a ciudad sobre l a construcción de la
lonja o andén que se halla delante de l a fachada p r i n c i p a l , y
t a m b i é n para abastecerlo de aguas.
D e 1509 a 1511 se hicieron los artesonados y las vidrieras, se
concluyeron los p a t i o s — c o n excepción de los del f o n d o — y l a
capilla con sus altares. Pero no fué m u y esmerada la obra en
algunas partes, pues u n acta del Cabildo de 11 de octubre
de 1555 se refiere a l a v e n i d a del maestro R o d r i g o G i l de H o n -
t a ñ ó n para hacer reparaciones en ella.
Tenía u n edificio accesorio llamado " p a l a c i o de f u e r a " , en
el que se hospedó Carlos I en 1521, con ocasión de las Cortes
reunidas en aquella c i u d a d , y que, según u n reconocimiento he-
cho en 1554, tenía patio, corredores, grandes salas, chimenea,
y hasta veintiséis piezas.
L a administración fué poco afortunada. Se sacaron millo-
nadas para atender diferentes apuros del R e a l Tesoro, con daño
de los fines de tan c a r i t a t i v a i n s t i t u c i ó n .

392
IV, XVII. - U R I A : S A N T I A G O D E C O M P O S T E L A

Itinerarios de los peregrinos en Compostela y sus alrededores.

L a vía p r i n c i p a l de la peregrinación, antes de entrar en l a


ciudad, enlazaba con la rúa de San P e d r o de A f o r a , t í t u l o de
una iglesia de l a que no quedan n i las ruinas, pero que fué t e m -
plo y priorato en el siglo X I I , persistiendo hasta su derribo
en 1839. Hallábase situada l a iglesia, románica, subiendo por
la rúa de S a n P e d r o , frente a las primeras casas de S a n A n t o -
niño, en el mismo solar en el que se levantó una c a p i l l a con
igual t í t u l o . Según Y e p e s , era u n monasterio t a n antiguo como
los de San P a y o y S a n M a r t í n , y venía a ser como u n a decanía
incoporada en la iglesia Catedral de Santiago, que se unió a
San M a r t í n con algunos anejos y prioratos suyos el m i s m o año
que San P a y o 90. Se supone habrá sido levantado n u e v a m e n t e
después de l a invasión de A l m a n z o r y enteramente restaurado
en el siglo X I I , a j u z g a r por el t í m p a n o de l a puerta N o r t e de
su iglesia, que se conservaba en el pasado siglo en u n a casa del
barrio de San Lázaro, con u n A g n u s D e i en relieve, u n a cruz
y una estrella por ornamento, e inscripción alusiva a l a edi-
ficación del pórtico por el monje V e r e m u n d o Martínez, en el
año 1173. E n tres nichos sobre l a puerta había imágenes de
santos benedictinos. Incorporado a S a n M a r t í n P i n a r i o a fines
del siglo X V , desapareció, como hemos dicho, en el año 1839 91.
Se ha supuesto que este monasterio tenía hospital p a r a po-
bres y peregrinos 92. U n a de sus puertas laterales m i r a b a hacia
la llamada Cruz do home Santo, magnífico crucero en piedra,
de fines del siglo X I V , hoy en L a v a c o l l a , adonde n u n c a debió
ser trasladado (vid. l á m . C X V I I I ) . H a y labradas en l a piedra
nada menos que trece figuras en este crucero, con representa-
ciones de Nuestro Señor Jesucristo, San J u a n , l a V i r g e n , San-
tiago con sus dos discípulos y otras 93.

80 Y e p e s , t. I V , f o l . 54 r., C e n t u r i a c u a r t a , año 835.


81 J . M a r í a F e r n á n d e z y F . F r e i r é B a r r e i r o : Santiago, t. I, p á g i -
nas 200-201.
92 Ibidem, pág. 201, interpretando cierta lápida f u n e r a r i a e n c o n t r a d a
entre los escombros de S a n P e d r o de A f o r a , dicen que el M o n a s t e r i o t e n d r í a
sn cementerio en el que se enterrarían " l o s pobres y peregrinos que fallecían
en su h o s p i t a l " .
83 B . B a r r e i r o : G a l i c i a Diplomática, t. I I I , 4 de marzo de 1888; L a
" " 2 del Home Santo, pág. 68, l a describe diciendo que aparece " e l cristo de-
baJo de la u m b e l a o doselete o c h a v a d a y gótica, teniendo a los l a d o s , sobre

393
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

A n t e s de llegar al crucero, y cerca del monasterio de Santo


D o m i n g o , había u n pequeño robledal que se atravesaba para
llegar a la A n g u s t i a del Monte 9*. E l nombre de este crucero
dio lugar a u n a leyenda según l a cual cierto reo invocó a la
i m a g e n de la V i r g e n que había en el dintel de la puerta de
Santo D o m i n g o , a su paso hacia el p a t í b u l o , diciendo: " V e n
e v a l m e " . E l reo m u r i ó en aquel instante, antes de que la jus-
t i c i a lo ejecutase, lo que fué interpretado por el pueblo como
señal de milagro, y en m e m o r i a del hecho levantóse el cru-
cero, recibiendo la calle el nombre de B o n a v a l que hoy con-
serva.

Como se v e , trátase de u n a simple etimología popular.


Más acertada parece la opinión de López Ferreiro, quien, te-
niendo en cuenta que l a calle en cuestión—o por lo menos el
b a r r i o — y a se l l a m a b a así en el siglo X I I I , rechaza la explicación
t r a d i c i o n a l , dando en cambio esta otra: consta en carta de foro
que en 1465 hizo el convento de San P e d r o de A f o r a al pintor
Cristóbal Francés de u n terreno para la edificación de l a capilla
de N u e s t r a Señora de l a A n g u s t i a de A r r i b a , que dicho terreno
deslindaba por uno de sus lados " a donde edificou o home
santo predicador o m o x o n de pedras con hua crux que esta e
no camino francés acerca do dito noso mosteiro e cerca da A l -
m a c e g a " , y este edificador no podía ser otro que San Vicente
F e r r e r , según el ilustre capitular compostelano 95.

dos ménsulasj las imágenes de S a n J u a n y l a Virgen'7, y debajo, " p o r l a parte


del c r u c i f i j o " , el apóstol Santiago con S. Teodoro y S. A t a n a s i o , " q u e des-
cansan en pie sobre el c a p i t e l de l a v a r a " . E n el reverso: l a Madre de Dios
c o n el N i ñ o debajo de l a otra u m b e l a o c h a v a d a , con S a n P e d r o y S a n Pablo
a los lados, en pie y sobre repisas circulares; debajo de éste h a y otro grupo
c o n l a V i r g e n de los Dolores en menor t a m a ñ o , adorada por dos ángeles cuyas
rodillas descansan sobre el c a p i t e l de l a c o l u m n a .
94 A n t o n i o N e i r a M o s q u e r a ( M o n o g r a f í a s de Santiago, t. I, Santiago,
1850, pág. 357 y n o t a 3), lo f u n d a m e n t a en u n acta de acuerdo m u n i c i p a l del
año 1670.
95 L ó p e z F e r r e i r o : G a l i c i a en el último tercio del siglo X V , t. I, Coruña.
A . M a r t í n e z , 1896, pág. 64, dice que c o p i a l a escritura otorgada en 8 de agosto
de l a fecha expresada, según el ejemplar ms. de l a B i b l i o t e c a de la Escuela
D i p l o m á t i c a de M a d r i d , y que su amigo D . F r a n c i s c o González posee el origi-
n a l y algún otro ejemplar antiguo de l a m i s m a , agregando (nota 2) que hay
algunas ligeras variantes en ellos. S a n V i c e n t e Ferrer estuvo en Santiago
e n 1408. (Vid. F r . S e r a f í n Tomás M i g u e l : H i s t o r i a de l a portentosa vida y
milagros de S a n Vicente Ferrer, M a d r i d , 1856, págs. 151-152.)

394
IV, XVII. - U R I A : S A N T I A G O DE COM P OST E L A

poco más al Oeste eomenzaba la m u r a l l a donde se abría l a


Puerta del Camino en sustitución de l a antigua P o r t a F r a n c i -
gena, que la Guía de A y m e r i c o denomina p r i m u s introitus de l a
e
urbe 96. Como correspondiente al camino p r i n c i p a l de l a pere-
grinación, debió de ser la más transitada de las siete puertas
que aquélla enumera, y, sin duda por ello, se realizaba allí l a
.entrega simbólica de las llaves de l a c i u d a d a los arzobispos,
sus señores feudales 97. Traspasada aquélla, los peregrinos con-
tinuaban por l a calle de la P u e r t a del C a m i n o , más t a r d e y con
trazado algo diferente l l a m a d a de las Casas Reales, donde exis-
tía desde el siglo X I V el hospital de San M i g u e l , dedicado por
su fundador, D . R u y Sánchez de Hoscoso, al sostenimiento de
los pobres enfermos de la c i u d a d y al hospedaje de peregrinos.
E l trayecto que vamos describiendo llevaba en la E d a d M e d i a
—por lo menos hasta el siglo X I I I — e l nombre de V i a F r a n -
cigena, y en ella estaban establecidos "los cambistas, las hos-
pederías y los demás mercaderes", según nos dice l a Guía de
Aymerico ''8.

Ensanchábase la calle de las Casas R e a l e s — a n t i g u a de l a


Puerta del C a m i n o — e n la p l a z a de las A n i m a s , n o m b r e que
tomó de la capilla a ellas dedicada, en estilo neoclásico del si-
glo X V I I I ; pero continuaba hasta desembocar en l a l l a m a d a
Fuente del C a m p o , en l a E d a d M e d i a , por hallarse e x t r a m u r o s ,
y más tarde del P a n — a causa de las panaderías en ella esta-
blecidas'—(hoy de Cervantes). A l l í se hallaba situado, del lado
Este, la pequeña iglesia de San B e n i t o , y enfrente, el palacio
de los condes de A l t a m i r a , hace años derribado, y del que fue-
ron depositados en el Museo algunos restos. Cierta t r a d i c i ó n
insegura, a f i r m a haberse hospedado en él Santo D o m i n g o de
Guzmán " . A l f i n a l de esta p l a z a , y a l a mano derecha, quedaba

96 L i b e r Sancti J a c o b i , pag. 376.


97 B . B a r r e i r o : Guía, pág. 22; pero, según el acta de entrega del se-
ñorío de l a c i u d a d al arzobispo D . R o d r i g o del P a d r ó n , en el año 1311, l a de
las llaves se hizo en el monasterio de San P a y o , donde se j u n t a b a n de c o s t u m -
bre las justicias y el concejo (López F e r r e i r o : Fueros municipales de Santiago
J su tierra, t. I, pág. 306).
98 Liber Sancti J a c o b i , pág. 380: " C a m b i a t o r e s uero et hospitales ceteris-
^ue mercatores i n uia francigena h a b e n t u r " .
99 B . B a r r e i r o : Guía, pág. 20, n ú m . 51. T a m b i é n se le a t r i b u y ó l a f u n -
dación del monasterio de su Orden ( J . M a r í a F e r n á n d e z y F . F r e i r é B a -
r R e i r o : Santiago, t. I, pág. 194). Se supone estuvo dos veces en S a n t i a g o ,

395
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

l a calle da F i g u e i r a (después de Jerusalén), estrecha, pendiente


y todavía enlosada en parte, donde se h a l l a b a el hospital del
mismo nombre. D e l lado snc de l a m i s m a p l a z a levantábase
l a m u r a l l a antigua de Compostela, c u y a p l a n t a , curvilínea en
esta parte, es parcialmente visible en el plano, y entrando en
la rúa de los A z a b a c h e r o s — d o n d e muchos de ellos tenían esta-
blecida esta i n d u s t r i a — c o n t i n u a b a a l Paraíso, ante la puerta
norte de l a Basílica.
L o s que entraban por l a del Perdón seguían en parte otro
itinerario, a lo menos desde l a época barroca. H a c i a el f i n a l de
l a r ú a de los Azabacheros abríase a mano izquierda l a antigua
p u e r t a de la V i a Sacra, t a m b i é n en l a p r i m i t i v a m u r a l l a , y por
ella descendían con bastante pendiente, después cubierta por la
escalinata que h o y conduce a l a p l a z a de los Literarios. A l l í ,
i n m e d i a t a al ábside del templo, abríase la P u e r t a del Perdón,
sólo franca en los años de jubileo.
Estas descripciones itinerarias corresponden a l recorrido de
l a época barroca, y en sus líneas generales pueden t a m b i é n acep-
tarse p a r a la baja E d a d M e d i a . Pero de los siglos X I al X I V la
p l a n t a de Compostela era diferente—y el itinerario por lo tan-
t o — , siendo d i f í c i l el p u n t u a l i z a r su recorrido sin hacer una
investigación detenida. N o s contentaremos entre tanto con lo
que hemos dicho y con algunos detalles más, contenidos en el
L i h e r Sancti J a c o b i .
E s t e dice que cuando los franceses quieren entrar en l a B a -
sílica compostelana, lo hacen por l a parte norte, ante c u y a en-
t r a d a se h a l l a , j u n i o al camino, la hospedería de los peregrinos
de Santiago, pobres, añadiendo que desde allí, pasada l a vía,
h a y u n atrio y nueve escalones de b a j a d a . A l f i n a l de éstos
—continúa diciendo—está la admirable fuente sin igual en el
m u n d o . Prosigue su descripción y l a del recipiente cóncavo en
el que podrían bañarse quince hombres, mencionando también
l a c o l u m n a central broncínea r e m a t a d a por cuatro leones que
arrojaban por sus bocas el agua p a r a deleitar a los peregrinos y
los ciudadanos, terminando con alabanzas a sus cualidades y
con l a copia de l a inscripción que en l a columna había con el

u n a a fines del siglo X I I y otra h a c i a 1220 (López F e r r e i r o : H i s t . , t. V , pa-


gina 115), y se a f i r m a que descendía por línea m a t e r n a de l a ilustre Casa de
T r a b a ( I b i d e m ) , de donde pudo nacer l a t r a d i c i ó n de su hospedaje en l a casa
de A l t a m i r a .

396
jV, xvii. - u r i a : s a n t i a g o de c o m p o s t e l a

nombre de su e d i f i c a d o r - el tesorero de la Basílica D . Ber-


nardo—y la fecha de 13 de a b r i l de 1125 lo0.
E n la espaciosa plaza que h o y se abre entre l a C a t e d r a l y
San M a r t í n P i n a r i o había en otro tiempo diferentes edificios.
Del lado de S a n M a r t í n , y delante del ángulo sudoeste del mo-
nasterio, quedaba el hospital viejo p a r a los peregrinos pobres,
según hemos dicho; y más a l Mediodía, el atrio de l a Basílica,
o paradisus, ante l a puerta " s e p t e n t r i o n a l " o " F r a n c í g e n a " .
E n el siglo X I I medía a lo largo, " c o m o u n tiro de p i e d r a " de
un lado a otro, y estaba enlosado con p a v i m e n t o pétreo. A l l í
se estableció desde m u y antiguo el mercado jacobeo de l a
ciudad, donde los peregrinos c o m p r a b a n las insignias del Após-
tol: conchas, botas de v i n o , zapatos, morrales de piel de ciervo,
bolsas, correas, cinturones y todo género de hierbas medicina-
les y demás pociones, y otras muchas cosas que allí había p a r a
vender 101.
Nos parece significativa l a lista de mercancías que A y m e -
rico consigna, todas a propósito p a r a los peregrinos: testimo-
nios de la peregrinación, remedios p a r a los enfermos, y objetos
necesarios a los caminantes (botas de v i n o , zapatos, morra-
les, etc.).
E l mercado se hallaría m u y concurrido en los días de l a P a s -
cua y de S a n M i g u e l de septiembre, las dos épocas del año en
que las peregrinaciones eran más numerosas, y los f a b r i c a n -
tes de insignias harían entonces buen comercio en las muchas
tiendas que existían en l a ciudad102.
A l fondo del " p a r a í s o " se abría l a p u e r t a " F r a n c í g e n a " ,
que describe l a Guía de A y m e r i c o en l a f o r m a que hemos visto.
E n c i m a de las jambas de las dos portadas, cuatro apóstoles con
la diestra levantada daban l a bendición a los peregrinos que en-
traban en l a Basílica103, muchos de los cuales c o m p r a b a n antes

100 L i b e r Sancti J a c o b i , pág. 379.


101 Ihidem, p á g . 379-380.
102 A r c h . catedral de Santiago, convenio entre el arzobispo D . P e d r o
Suárez y los vendedores de conchas, otorgado en 19 de febrero del año 1200.
Tumbo C, f o l . 82 (piibl. en L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . , t. V , ap. V , págs. 15-17
de los apéndices y t r a d u c i d a en Fueros municipales de Santiago y su tierra,
t- I? págs. 109-111).
103 Liber Sancti J a c o b i , pág. 380: " I n l i m i n a r i b u s uero s u r s u m q u a t u o r
aPostoli... et dextris m a n i b u s , eleuatis introeuntibus b a s i l i c a m i n n u u m bene-
<i^ctionem.,,

397
1. A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G 0

cirios que sabemos se vendían t a m b i é n en el mercado I". A l g u -


nos entraban descalzos en el templo 10».
U n a vez dentro, se les ofrecía u n animado espectáculo, del
que l a Guía nos dejó u n a p i n t u r a cuyos colores reaparecen en
otras de épocas posteriores. Así, Münzer declara, a fines del
siglo X V , que era increíble el bullicio que allí había de con-
t i n u o a causa de la charla de las gentes 108, cosa n a t u r a l entre
u n a m u l t i t u d f o r m a d a de elementos heterogéneos por la nacio-
n a l i d a d y por la clase. N o f a l t a r í a n entre los charlatanes los
cicerones, que se dedicaban a enseñar a los peregrinos las cosas
más notables que había en el templo107.
E n t r e todas era objeto de l a m a y o r veneración el sepulcro
del A p ó s t o l , donde, según se decía, se hallaba su cuerpo en u n
arca de m á r m o l , bajo el altar m a y o r , en sepulcro excelente,
abovedado y fabricado con " a d m i r a b l e labor y grandeza". E r a
i m p o s i b l e mover aquel cuerpo, y así lo había asegurado el obispo
San T e o d o m i r o , que en sus días lo i n t e n t ó , sin poder conseguirlo
de n i n g u n a manera108.
A l g u n o s peregrinos franceses rechazaban la creencia de que
allí reposase el santo cuerpo, parte del cual afirmaban se halla-
b a en t i e r r a de F r a n c i a , por lo que, dirigiéndose a ellos, exclama
A y m e r i c o : "Ruborícense los transmontanos que dicen tener una
parte de su cuerpo o reliquias, pues todo el cuerpo del Apóstol
está allí, ilustrado con carbunclos divinos del Paraíso, honrado
con incesantes divinos aromas fragantes", etc.109.
L a m a y o r parte de los peregrinos sabían que el cuerpo de
Santiago yacía en aquel sepulcro; pero se decía que nadie la
había visto 110, y aunque algunos aseguraban haberle contem-

104 B a r t o l o m é V i l l a l b a ( E l Pelegrina Curioso, t. I, pág. 383) dice que


ante l a entrada de l a iglesia de Santiago " h a y m u c h a gente, que v i v e n sólo
de vender candelas sin [contar] los azabaches y p l o m o s " .
loa V i a j e de R o s m i t h a l de B l a t n a , edic. A . M . Fabié, pág. 101: "Púsose
luego en pie el señor [ R o s m i t h a l ] , nos mandó que nos levantásemos, y en-
tramos todos en la iglesia descalzos."
100 Viaje por España, edic. J . P u y o l , págs. 130-131.
107 B a r t o l o m é V i l l a l b a : Op. cit., t. I, pág. 383: " E n entrando por la
iglesia h a y y a algunos que sólo por costumbre a n d a n mostrando cada cosa
lo que e s . "
108 L i b e r Sancti J a c o b i , pág. 383.
109 Ibidem.
130 J . M ü n z e r : Viaje por España, pág. 131, agregando que le v i o D o n Fer-

398
JY7 XVII. - U R I A : S A N T I A G O D E C O M P O S T E L A

piado a través de u n agujero, otros consideraban l a referencia


como algo fabuloso 31,. P o r lo demás, el cierre de la c r i p t a donde
se hallaba no fué t a n r a d i c a l como creía López F e r r e i r o , y y a
hemos visto cómo, a fines del siglo X V I I por lo menos, se
abrió 112.
Debemos considerar, sin embargo, como excepcional dicha
apertura, y a que los peregrinos así lo daban a entender, refi-
riendo leyendas explicativas de aquel hermetismo. Decíase que
había habido en otro tiempo u n santo obispo que celebraba to-
dos los días l a misa en l a c r i p t a , en apariencia solo, pero en rea-
lidad ayudado por los ángeles. Ciertos murmuradores e n v i a r o n ,
en u n a ocasión, a u n sobrino del santo prelado, encargándole
observase quién le a y u d a b a ; mas cuando llegó al lugar donde
éste oficiaba, el muchacho perdió súbitamente l a v i s t a , que pudo
recobrar luego gracias a los méritos y plegarias de su tío.
Muerto éste, quiso su sucesor hacer lo m i s m o ; descendió u n día
a la cripta p a r a celebrar, y encontró sobre el altar seis cirios
que ardían sin consumirse, y en memoria de los c u a l e s - agrega
el relato que seguimos—otros seis arden constantemente sobre
el altar de Santiago. Cuando el nuevo prelado se estaba revis-
tiendo, al ceñirse el alba, se partió su cuerpo en dos, m u r i e n d o
miserablemente. L a milagrosa venganza d i v i n a había caído sobre
aquel que i n t e n t ó i m i t a r al santo antecesor, y desde entonces
nadie se atrevió a entrar en aquel lugar113. Cerca de u n siglo

nandb el Católico en 1487, fecha que el editor corrige por l a de 1488, que es
la que corresponde a l a peregrinación de este M o n a r c a con su esposa, según
Galíndez de C a r v a j a l y otras fuentes.
111 B a r t o l o m é V i l l a l b a : Op. cit., pág. 383: " L o que algunos pelegrinos
dizen, que por u n agujero v e n el cuerpo del S a n c t o , es f a b u l o s o . "
112 C u a n d o , en 15 de noviembre del año 1673, llegó a C o m p o s t e l a p o r
tercera vez el andariego peregrino L a f f i , i b a a abrirse el sepulcro " p e r adornar-
lo di n u o v o " . H a c í a , según nos dice, muchos años que no se h a b í a a b i e r t o .
Los canónigos^—agrega—habían restaurado l a c a p i l l a del Santo y cubrieron
su sepulcro con bellísimas láminas de p l a t a (debe referirse a las del a l t a r m a -
yor) y penetraron en su i n t e r i o r haciendo saltar " m o l t e pietroline d i f i n i s s i m i
marmi di v a r i i colorí delle q u a l i e adórnate per d i dentro i l sepolcro con v a r i i
lavori alia m u s a i c a " ( V i a g g i o , pág. 243). L a s piedrecillas del m o s a i c o fueron
luego recogidas por el A r z o b i s p o , colocadas en una b a n d e j a de p l a t a c o n
gran devoción, puesto que sobre ellas había reposado t a n t o t i e m p o el santo
cuerpo. P o r ú l t i m o se cerró el sepulcro, después de cantar sobre él himnos y
salmos" (págs. 24 3-244).
113 Viaje de A . de L a l a i n g , M . Gaintzelles y A . de Q u i e v r a i n a Santiago

399
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A ' S A N T I A G Q

después, los peregrinos oían referir la m i s m a leyenda con alguna


v a r i a n t e ; sólo u n santo clérigo decía misa en la c r i p t a , su ayu-
dante cegó cierto día, v o l v i e n d o a recobra|- l a v i s t a merced a
las súplicas del clérigo, y a l a promesa de que jamás volvería a
entrar allí; "después acá—se decía — nadie más h a entrado"114.
E n el altar m a y o r , los peregrinos veían l a hoz o hacha con
que cortaron l a cabeza a l A p ó s t o l , atada con u n a cadena de
hierro 115, y el bordón que le había servido de apoyo en sus via-
jes, del que p r o c u r a b a n arrancar pedazos a hurtadillas para
llevárselos como reliquias. P o r ello fué revestido de plomo, y
desde entonces sólo se veía del báculo el clavo de hierro rema-
tado por el regatón, que p r o c u r a b a n tocar con sus manos 116;.

(en 1501), en l a Colect. des Voyages des Souverains des P a y s B a s , de G a c h a r d ,


t. I, B r u x e l l e s , 1876, págs. 158-159.
114 B a r t o l o m é d e V i l l a l b a : O p . cit., t. I, págs. 401-402, y agrega que
otros d i c e n que se puede entrar allá, mas no se atreven, y que el rey D o n F e -
lipe II n u n c a quiso entrar, por l a veneración grandísima que tenía al Santo.
115 Viaje de Rosmithal (pág. 101) dice que " e s t a b a a t a d a a l ara con una
cadena de h i e r r o " . J . C a r r o : O coitelo do Apóstol Sant-iago da Catedral Com-
postelá, L o g o s , j u n i o de 1931, dice que en el siglo X V I y a no se m e n c i o n a , ni
se sabe cuándo desapareció de l a C a t e d r a l . R e c u e r d a haber v i s t o , en el Museo
d e l L o u v r e , de París, u n mango de cuchillo de m a r f i l con imágenes talladas
en relieve de S a n Andrés y de Santiago el M a y o r en traje de peregrino, que
sería o b r a del siglo X V . E l que se m o s t r a b a a los peregrinos en l a C a t e d r a l com-
p o s t e l a n a — c o n c l u y e — p u d o ser u n d o n a t i v o de algún ilustre peregrino que
sería colocado en el altar del A p ó s t o l , ocasionando p r o n t o l a leyenda de que
fuese e l i n s t r u m e n t o con que le degollaron.
116 Viaje de RosmitJial, pág. 102. L a s s o t a de Steblovo (Colee, de J . L i s k e ,
p á g . 137), que estuvo en Santiago en 1581, dice que se h a l l a b a de l a ú l t i m a
c o l u m n a a l a i z q u i e r d a de l a v e r j a , de bronce y h u e c a , que h a y alrededor
d e l coro, agregando que " l o s peregrinos c u i d a n b i e n de asirlo p o r debajo .
A . L a l a i n g (ed. cit., pág. 159) advierte en 1501 que allí ' T o n sent l a pointe
d u b o u r d o n de S a i n t - J a c q u e s " . L a t r a d i c i ó n de este b o r d ó n es bastante anti-
g u a , y y a el L i b r o de l a H e r m a n d a d de los Caballeros Cambeadores, relatando
e l descubrimiento del sepulcro del A p ó s t o l por el obispo T e o d o m i r o , dice
que encontraron dentro su santo cuerpo " q u e t i n a a Cabeza courtada e o
B o r d ó n d e n t r o " . E s t a c o l u m n a de cobre f u n d i d o está a p o y a d a en u n codillo
d e l m a c h ó n S O . del crucero que d a frente al p u l p i t o de l a Epístola, sos-
teniendo l a verja del coro que c o m i e n z a allí, y su fábrica se h a atribuido
—creemos que sin f u n d a m e n t o — a l obispo D . Diego Peláez. V i d . López f e-
r r e i r o : E l bordón de Santiago, p u b l . en el n ú m . 1.098 de " E l P o r v e n i r " , de
S a n t i a g o , 28 de septiembre de 1878; v i d . t a m b i é n J . M a r í a F e r n á n d e z y
F . F r e i r é B a r r e i r o : Santiago, t. I, págs. 7 y 53-54; O t e r o P e d r a y o : Guía,
pág. 507.

400
jy, xvii. - u r i a : s a n t i a g o de c o m p o s t e l a

Uno de los que así lo hizo refiere a fines del siglo X V que " t e n -
dría u n palmo de l a r g o " ,17.
Tras del altar m a y o r , por lo menos desde el siglo X I V , los
jacobitas veían la estatua de Santiago peregrino, sedente, a
la que testimonios de siglos posteriores nos dicen abrazaban
en la forma que referimos en otra parte 118. U n o del siglo X V I
parece dar a entender que no siempre se hallaba colgada a la
misma a l t u r a , o que en algunos casos se q u i t a r í a n las escaleras
que daban acceso a l a imagen, pues, refiriéndose a l a costum-
bre general que los peregrinos "extrageros" tenían de tocarla
con la mano, agrega que " s i está en a l t o " colocaban en la punta
de sus bordones " e l sombrero o lienzo que quieren tocar y lo
refriegan b i e n " , insistiendo en que esto se hacía en el caso de
que no se pudiese abrazar l a imagen119.
Después de v i s i t a r la capilla m a y o r , los peregrinos deambu-
laban por l a Basílica recorriendo las naves y las capillas, los
más curiosos " m i r a n d o bene ogni c o s a " , como hizo Laffi120.
Alguno describe los movimientos del B o t a f u m e i r o o gigantesco
incensario, cuyo sahumerio debió de ser beneficioso a las gran-
des concentraciones de romeros que podemos i m a g i n a r conve-
nientemente aromatizadas por este procedimiento. S u instala-
ción data t a l vez del siglo XIV121.
E n algunos relatos de viajes hay alusiones a las capillas de

117 P o p i e l o v o , que visitó l a Basílica compost^lana en 1484 ( V i a j e ,


edic. J . de L i s k e , pág. 16), dice haber tocado con su p r o p i a m a n o el báculo
del Apóstol y que t e n d r í a esta l o n g i t u d .
118 V i d . pág. 153 del v o l . I.
119 B a r t o l o m é V i l l a l b a : Op. cit., t. I, pág. 385. E n S a n S a l v a d o r de
Oviedo, los peregrinos p r o c u r a b a n tocar con sus bordones l a " h i d r i a " , y en
la Cámara S a n t a de aquella Catedral t o c a b a n y besaban los pies d e l A r c a de
las R e l i q u i a s ( v i d . n o t a 77 del capítulo X X ) , actos que, como los referidos
por V i l l a l b a , responden a l a u n i v e r s a l costumbre que los devotos t u v i e r o n
siempre de tocar el objeto de su veneración.
120 Viaggio, pág. 196.
121 Cosme d e M e d i c i s : Viaje, págs. 336-337. V i d . t a m b i é n J . M a r í a F e r -
nández y F . F r e i r é B a r r e i r o : Guía, pág. 81; V i l l a a m i l y C a s t r o : M o b i l i a -
rio litúrgico de G a l i c i a en l a E d a d M e d i a , M a d r i d , 1908, pá*gs. 173-175. E l gran
incensario (o botafumeiro) de l a catedral de S a n t i a g o ; J . C a r r o : O Botafu-
meiro da Catedral compostela, N o s , 15 de enero de 1933, dice que en el lib. I I I
del Liber Sancti J a c o b i (ejemplar del A r c h . de la Catedral) h a y a l fol. 162
una nota m a r g i n a l que parece ser del siglo X I V , que menciona este incensa-
rio- J . V i l l a a m i l y C a s t r o : G a l i c i a Diplomática, t. I V , págs. 84 y 217.

TOMo II.—26. ^Ol


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

l a Basílica, bien en términos generales, consignando que "son


m u y buenas y m u c h a s " y que en ellas se ganan numerosas in-
dulgencias 12% o describiendo algunas particularidades dignas
de mención relativas a las del R e y de F r a n c i a y de las Reli-
quias principalmente. Y a hemos descrito con algún detalle es-
tas dos capillas, de las que encontramos breves noticias en
Münzer y Lassota.
L a de las reliquias parece haber llamado más su atención.
Suelen consignar que les enseñaban la cabeza de Santiago el Me-
nor o Alfeo123, u n trozo de la Santa Cruz y otro de l a corona de
espinas; pero alguno menciona t a m b i é n seis cabezas de las once
m i l vírgenes y u n a canilla de San Cristóbal124. P o r lo general,
después de consignar dos o tres reliquias, dicen que había además
otras muchas. Como hemos v i s t o , la capilla no estuvo en dispo-
sición de guardar t a n piadoso tesoro hasta el año 1528, y algu-
nos como R o s m i t h a l le v i e r o n antes en " u n a capilla pequeña" 125;
otros dicen, después de mediados del siglo X V I , que se halla-
b a n " e n la sacristía" 126. Se guardaban en u n suntuoso armario,
delante del cual había u n a balaustrada o enrejado de madera
cerrado por los lados con dos puertas, para que los peregri-
nos pudiesen entrar por u n a de ellas y salir por l a otra des-
pués de tocar los "rosarios, Sanctiaguitos, cruces, medallas,
medidas y otras cosas" a los sagrados objetos contenidos en
a q u e l relicario. A l l í se recibían t a m b i é n limosnas, acudiendo in-
f i n i d a d de gente a ver las reliquias cada vez que las mostra-
ban127. Los devotos adquirían unas bulas impresas en las que
se consignaban las que allí había, lo mismo que en algunas
pequeñas Guías publicadas para uso de los peregrinos128.

122 B a r t o l o m é V i l l a l b a : Op. cit., t. I, pág. 387.


123 T r a í d a por el arzobispo de B r a g a D . M a u r i c i o desde Jerusalén, y por
él colocada en S a n Z o i l o de Carrión, fué t r a s l a d a d a a S a n Isidoro de L e ó n por
m a n d a t o de l a R e i n a D o ñ a U r r a c a , que luego l a donó, j u n t a m e n t e con otras
reliquias metidas en u n a caja de p l a t a , a l a iglesia de Santiago, cuyos capitu-
lares, en u n i ó n del pueblo, l a recibieron solemnemente en el humilladero del
monte del G o z o , en l a f o r m a que refiere l a H i s t . Compostelana ( E . S. X X ,
l i b . I, c a p . X C I I , págs. 221-224).
, 124 B a r t o l o m é V i l l a l b a : O p . cit., t. I, pág. 401.
125 Viaje, pág. 172 de l a edic. cit.
12(i L a s s o t a d e S t e b l o v o , pág. 137 de la edic. cit.
127 B a r t o l o m é V i l l a l b a : O p . cit., t. I, p á g . 401.
128 A l f i n a l de las Chansons de Saint-Jacques, publicadas por A l e x i s so*

402
JV, XVII. - U R I A S A N T I A G O D E C O M P O S T E L A

M E M O I R E DES SAINTES
QUES,
R E L I
QUI SONT EIQ GRAN DE VENERATION
cUns ccttc Saínte Apostolíque, &
Mctropolitaine m
Eglise de Saint
m
JACQUES ZEBEDÉE, B
i LE GRAND PATRÓN
($

Uniyersel d1 .Espagne, & prirnier Fondateur de la


Chrccicntc en elle.
4
P R E M I E R M E N T AÜ DESSOUS D U G R A N D A U T E L , SE T R O U V E ^
le Corps tout entier de notre Grand Patrón Saint Jacques Zebedée , & de
ses Disciples Saint Athanaze, & Saint Theodore. «01

E n la capilla de N u e s t r a Señora l a B l a n c a , y en el enrejado


en que se encerraba u n a lámpara de p l a t a , los peregrinos veían
una de las cuentas del rosario (!) de Santiago, enfilada en u n
dispositivo o máquina parecida a las de h i l a r , que aquéllos
iban a tocar y voltear por devoción129.
Sobre el techo de l a iglesia, contemplaban una cruz que a l -
gunos creían era la que Santiago solía llevar consigo cuando pre-
dicaba; pero no se podía saber si era de oro, p l a t a , cobre u otro
metal, y al pie de ella había u n agujero en u n a piedra cuadrada
por el que procuraban pasar, a rastras, los peregrinos130;
alguno dice que esta cruz se hallaba sobre l a cúpula y que el
agujero se hallaba en medio de ella, atribuyendo a l vulgo l a
especie de que los peregrinos que no podían pasar por él se ha-

card, h a y una Memoire des Saintes Reliques qui sont en V E g l i s e de Compós-


telle. Fijándose en que en este i n v e n t a r i o , según l a reimpresión d e l año 1718,
Qo figuran las reliquias que se conservaban en alguna c a p i l l a de l a Basílica de
fines del siglo X V I I (la del P i l a r , Bonnault d'Houet, pág. 196), concluye que
las primeras impresiones de las Chansons son anteriores a l a segunda m i t a d
del siglo X V I I L
129
M a n i e r ( B o n n a u l t , págs. 82-83).
130
L a s s o t a , pág. 140.

403
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

l i a b a n en pecado m o r t a l , y calificándola de "superstición de


l a iglesia131. E s t a es l a cruz d e n o m i n a d a "dos F a r r a p o s " , cer-
c a n a a l a p i l a de piedra en l a que eran quemados los harapos
de los peregrinos.
• S i hasta los hosteleros de Compostela, y a en el siglo XII182,
contaban fábulas absurdas del A p ó s t o l , haciéndolas pasar "por
actos venerables", no debemos extrañar que los cicerones
habituales o espontáneos que los peregrinos encontraban en
l a Basílica se hicieran eco de las creaciones imaginarias del v u l -
go, entreteniendo con ellas su curiosidad. E n el parteluz del
pórtico de la G l o r i a se v e í a n — y se v e n h o y — c i n c o pequeños
huecos, que los romeros decían corresponder a las huellas de
los cinco dedos del Señor, marcadas en ocasión que él mismo
v a r i ó l a orientación de la iglesia 133.
T a m b i é n las campanas eran objeto de leyendas fabulosas.
Cerca de l a cruz que remata l a cúpula había u n a torre con dos,
regaladas por el rey de F r a n c i a ; pero estaban partidas, según
se decía, porque su extraño sonido había asustado a muchas
mujeres que, hallándose encintas, abortaron 134. Otros referían
que u n a de las campanas había sonado misteriosamente cuando
ocurrió el milagro del peregrino ahorcado en Santo Domingo de
l a C a l z a d a , y t a m b i é n en el momento en que el R e y S a n L u i s de
F r a n c i a entró en el templo, en recuerdo de lo cual fué cortada
en dos mitades, sin que h a y a vuelto a sonar más 133.

Iglesias y Conventos.

Realizados los actos de devoción y las visitas a las c a p i l l a s ,


los peregrinos salían del templo recorriendo las calles de la ciu-
d a d , buscando las posadas o los hospitales, pero t a m b i é n visi-
t a b a n los monasterios y algunas de las iglesias de Compostela
y sus alrededores. U n peregrino nos dice en el siglo X V I que en
torno a Santiago había doce entre conventos e iglesias, en las
131 L a f f i : V i a g g i o , p a g . 200.
132 L i b e r Sancti J a c o b i , pág. 162: " A l i i prefatas fábulas ac mendosas siue
nefandas peregrinis interrogantibus ueridica b e a t i l a c o b i acta ueneranda
narrant."
133 M a n i e r ( B a r ó n B o n n a u l t d'Houet, pág. 96).
184 L a s s o t a , p á g . 140 de l a edic. cit.
135 V i a j e de L a l a i n g (pág. 159) dice que era de l a t ó n ; L a s s o t a (pág. 139),
que no se puede saber si era de alguno de aquellos metales.

404
IV, xvii. - u r i a : s a n t i a g o de c o m p o s t e l a

que "les pélerins, a l a jubilée, font leurs stations" 1"i. E n el


monasterio de San M a r t í n tenían por costumbre situar en l a
puerta dos monjes con el portero m a y o r p a r a d i s t r i b u i r limos-
aas, según l a c a l i d a d de las personas, desde u n real a cuatro
y pan blanco. D a b a n generalmente de comer y beber a cuan-
tos acudían, y a los religiosos les hospedaban en el monaste-
rio, proporcionándoles " c o n g r u a r a c i ó n " cuando p o r algún
motivo no podían hacerlo 137, T a m b i é n en el de San Francisco
eran socorridos por los frailes.

D e las iglesias o capillas de los alrededores parece haber lla-


mado más l a atención de los peregrinos l a de S a n t a Susana*
Cerca de medio k i l ó m e t r o al sudoeste de la c i u d a d , en u n
cerro que h a y en el campo de l a feria ceñido por el paseo de
Buenavista—también llamado de Bóveda y de l a H e r r a d u r a — , ,
edificó Gelmírez, en el año 1105, u n a iglesia con el t í t u l o de
Santo Sepulcro, instituyendo u n aniversario a l que concurrían
el clero y el pueblo de Santiago con gran solemnidad138. D e
este t e m p l o , en el que el arzobispo D . Diego colocó entonces el
cuerpo de l a Santa, quedó sólo el p ó r t i c o , con arcos abocina-
dos, columnas románicas, alguna ventana y canecillos y fustes
que fueron aprovechados p a r a la restauración que se hizo en el
pasado siglo. Su i n t e r i o r es de u n a sola nave y p l a n t a de cruz
latina139.
L a l a i n g sólo n o m b r a ésta entre las de los alrededores, d i -
ciendo que allí yace el cuerpo de la Santa liberada de l a muerte
por el profeta Daniel140.
Bartolomé V i l l a l b a fué con otros dos peregrinos a v i s i t a r
su ermita, que dice no era grande y que se h a l l a b a situada en
el camino del P a d r ó n , agregando que a l cabo del altar yacía su
cuerpo allí trasladado111.

130 L a l a i n g : V i a j e , edic. cit., pág. 160.


137 B a r t o l o m é V i l l a l b a : Op. cit., pág. 388; Y e p e s dice que en l a hos-
pedería de este Monasterio se recibía a cuantos hombres graves y de calidad
venían a la c i u d a d de S a n t i a g o , y que en l a P u e r t a R e a l se d a b a a los pobres
limosnas todos los días, agregando que " e n todos los anejos s u y o s , que son
muchos, h a y este perpetuo c u i d a d o " (t. I V , f o l . 52 v.).
138 í f t s í . Compostelana, E . S. X X , 53 " a d eam [iglesia de S a n t a Susana]
aunuatim processionem f i e r i f i r m a stabilitato s t a b i l i v i t " .
13 9
J . M a r í a F e r n á n d e z y F . F r e i r é B a r r e i r o : Santiago, t. T, pág. 2 2 1 .
140
L a l a i n g , pág. 160.
111
B a r t o l o m é V i l l a l b a : Op. cit., t. I, pág. 388.

405
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Otros itinerarios de acceso a Compohtela.

Y a hemos visto l a enumeración que A y m e r i c o haee en su


Guía de las puertas principales de entrada en la c i u d a d . Aparte
de l a " F r a n c í g e n a " , desde la que hemos acompañado a los
peregrinos hasta l a Basílica, nos interesan otras que servían
p a r a l a entrada y salida de los que caminaban siguiendo rutas
diferentes de l a que hemos descrito.
U n testimonio del siglo X V I dice, refiriéndose a la de la
Peña, que "es l a puerta por donde entran los romeros y pere-
grinos que vienen del reino de F r a n c i a e Inglaterra y de F l a n -
des y de otras partes, que desembarcan en el puerto de L a Co-
r u ñ a " 142, de lo que podemos deducir que era la entrada de
los romeros procedentes de U l t r a m a r .
Desde L a Coruña saldrían a l P o r t a z g o , continuando t a l vez
a V i l a b o s (Rutis) y a A l b e d r o , Sigras, C a r r a l , Herbes, Mesón del
V i e n t o , L e i r a , Ordenes, puente de Guindibó^—sobre u n riachue-
lo-—, p a r a seguir a Montaos, Oroso y Puente Siqueiro, sobre
el río T a m b r e . E r a éste de varios arcos, remontando por lo
menos a la segunda m i t a d del siglo X I V , y de él f o r m a b a parte
u n a piedra con las armas de los A n d r a d e , uno de c u y a fami-
l i a — F e r n á n Pérez—lo edificó. Pasado el puente, continuaba a
A g u a l a d a , c u y a iglesia conserva algunos restos medievales, en-
tre ellos u n arco románico, t a l vez aprovechado de otra iglesia
de Ordenes, y canecillos. C o n t i n u a b a el camino a l puente de
X i o n y a , en E n f e s t a , acercándose a Santiago p a r a entrar en el
barrio de la P a s t o r i z a y San Cayetano. Seguía luego por entre
los conventos de las Carmelitas descalzas—fundado a mediados
del siglo X V I I I — , a l a derecha, y el de S a n t a Clara, a l a iz-
q u i e r d a — d e l a segunda m i t a d del siglo X I I I — , desde donde con-
t i n u a b a , pasando a la derecha del H o s p i t a l de San R o q u e , en
l a p l a z a del mismo t i t u l a r , c u y a pequeña capilla adosada le
precede, ostentando sobre el d i n t e l de l a portada incripción
alusiva a su edificación en 1647. E n l a puerta h a y tallados

142 Declaración de J u a n de P o r r a s en l a i n f o r m a c i ó n abierta por el A y u n -


t a m i e n t o de Santiago p a r a dar c u m p l i m i e n t o a u n a R e a l Provisión de Car-
los I, de 22 de septiembre de 1545, p u b l . por D . José Couselo en u n periódico
l o c a l , del que no se conservan ejemplares. D e b o a l a a m a b i l i d a d de dicho ca-
p i t u l a r compostelano esta referencia, que dice t o m ó de u n documento exis-
tente en el A r c h i v o m u n i c i p a l de S a n t i a g o , donde no hemos p o d i d o encon-
trarlo.

406
V

^^rf

Santiago de Compostela. P l a n o de la ciudad (sobre el de M a y e r ) .

-J- Puerta del Camino (en la antigua muralla Francígena).—B. Puerta de San Roque (abierta en el
Mglo X V I , según Barreiro).—C. P u e r t a de la Peña.—D. Puerta de San Martín (antes de S u h - F r a t n b u s ) .
p u e r t a de la Trinidad (antes de Soneto P e r e g r i n o ) . — F . Puerta de Fajeira (antes F e l g a r i i s ) .
• puerta de Mazarelas (antes M a c e r e l l i s ) . — H . Puerta de la Mámoa (antes de S u s a n n i s ; . — 1 . Iglesia
eJ*n Félix, junto a la que existió un hospital.—2. Hospital Viejo.—3. Hospital de l a calle de C a r m -
Salas Viejas.—4. Monasterio de San P a y o . — 5 . Hospital de Jerusalén.—6. H o s p i t a l de la calle de
T- a Cristina.—7. Hospital fundado por Sarracino González.—8. H o s p i t a l de Nuestra Señora del
mino—9. Hospital de Santa Ana.—10. H o s p i t a l de la Reina,—11: Hospital de Salomé.—12. H o l -
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

pital de San Juan.—13. Hospital de San Roque. — 1 4 . Hospital de Carretas.—15. Hospital


Real.—16. Catedral.—17. San Martín Pinario.—18. Monasterio de San Payo.—19. Colegio de
San Jerónimo (hoy Escuela Normal).—20. Colegio de Nuestra Señora de los Remedios o de
las Huérfanas. — 21. Universidad. — 22. Iglesia y Convento de Nuestra Señora déla Cerca
23. Convento de la Enseñanza.—24. Convento de las M M . Mercedarias.—25. Iglesia y plaza
de San Miguel dos Agros. — 26. Lugar donde se hallaba la iglesia de la Trinidad, fundada
por Gelmírez para sepultura de los peregrinos.—27. Plaza de Cervantes (antes del P a n , y en
la E d a d Media, del Campo). — 28. Travesía de Salomé. — 29. Convento de San Francisco.
30. Carnicerías Viejas y Cuesta de Antealtares.—31. Plaza y capilla de las Animas.—32. Rúa
y plaza de la Algara de Abajo. — 33. Hospital de San Andrés. — 34. Calle de las Huertas
(antes rúa de la Trinidad) e iglesia de la Angustia.

emblemas jacobeos, bordones cruzados en aspa, veneras y


cruces de Santiago. Siguiendo por la calle de la A l g a l i a de
A r r i b a , se salía a la plazuela de San M i g u e l , desde donde los
peregrinos continuaban por el mismo trayecto, y a descrito, que
recorrían los que penetraban por la puerta Francígena.
Otro itinerario frecuentado por algunos peregrinos se acer-
caba a l a ciudad por el lado sudoeste, entrando en el casco
urbano por l a puerta F a j e i r a , por la que, según el testimonio
del siglo X V I antes aludido, penetraban "los que vienen del reino
de P o r t u g a l " 143. A l l í llegaban los que pasaban el Miño desde la
nación v e c i n a , y a por L a G u a r d i a o por T ú y ; unos, como el
barón de R o s m i t h a l , c a m i n a b a n desde esta ciudad a Redondela
y P o n t e v e d r a , p a r a continuar hacia el noreste, pasando entre
bosques de castaños y por u n a venta donde solían detenerse
los viajeros a comer y beber, pues en cinco millas no había po-
blado hasta llegar al Padrón 144, lugar de peregrinación comple-
mentaria de la de Santiago. L a s s o t a pasó por P o r r i n o ("Porigno")
y Redondela ( " R o t o u n d e l l a " ) al puente de S a n P a b l o , sobre
el río L e r e z , y luego a Pórtela, Caldas de Reyes ("de R e y " ) y el
río " F e r r a r í a " , salvando el U l l a por el puente Cesures ("Puente
Ceruras"), desde donde continuó al Padrón y Santiago 115.
Algunos peregrinos, deseosos de ver con sus propios ojos
los recuerdos jacobeos del P a d r ó n , i b a n allá desde Santiago.
A l l í terminaba la verdadera peregrinación compostelana, frente
a las olas del A t l á n t i c o misterioso, confín del m u n d o conocido
durante tantos milenios, frente a l mar tenebroso de los árabes
o mar de los muertos de la leyenda céltica.

143 Véase n o t a anterior.


144 R o s m i t h a l : V i a j e , edic. A . M . Fabié, págs. 91-92.
115 V i a j e , edic. cit., págs. 134-135.

408
^ ^ ,o >7^.

s;55m

Í2<

< * •

S|
;<

ü
Capítulo XVIII

DESDE LOS PUERTOS DE ASPE A PUENTE


LA REINA

''Tres columnas ualde necessarias ad sustinendos pauperes


suos máxime D o m i n u s i n hoc mundo i n s t i l u i t : hospitale
scilicet Iherusalem, et hospitale M o n t i s J o c c i , et hospitale
Sánete Christine quod est i n Portibus A s p e r i . . . loca sancta,
dornus D e i , refectio sanctorum peregrinorum, requies egentium,
consolacio i n f i r m o r u m , salus mortuorum, s u b s i d i u m u i u o r u m . . . "
( L i b e r V Sancti J a c o b i , c a p . I V . )

E l camino de los puertos de A s p e (Portus Asperi)¿ o de


Somport, era seguido, según l a "Guía de los P e r e g r i n o s " , por
los que venían a Santiago desde Saint-Gilíes du G a r d , M o n t -
pellier y Toulouse. S i n embargo, no todos los que acudían de
la zona del M i d i entraban por S o m p o r t , pues y a hemos v i s t o
en u n capítulo anterior 1 cómo u n a r e d de caminos s e c u n d a -
rios jalonados de hospitales de peregrinos conducían a éstos
por L e s p i a u , Cescau, U r d e s , A r t h e z , Castetis, O r t h e z , H ó p i t a l -
d'Orion, Sauveterre, a enlazar con la vía del puerto de C i s a , en
Ostabat, que y a hemos descrito. O b i e n , de Olorón por H o p i t a l -
Saint-Blaise a Mauléon y Ostabat.
L a " G u í a " señala p a r a este camino tres etapas, que dice
eran cortas: u n a , desde Borce hasta J a c a (50 k i l ó m e t r o s ) ; o t r a ,
de J a c a a M o n r e a l (90 kilómetros), y o t r a , de M o n r e a l a Puente
la R e i n a (28 kilómetros), etapas desiguales, y en la que se o m i -
te la que creemos sería parada forzosa del h o s p i t a l de S a n t a
Cristina.

L a vertiente francesa de este trayecto corresponde a l a


tierra del Bearne, en los siglos X I y X I I í n t i m a m e n t e l i g a d a a
ta política del reino de A r a g ó n . E n 1077, el vizconde C e n t u l o I V ,
Parte I V , cap. II.

411
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

verdadero creador del E s t a d o , f u n d a b a el monasterio de Santa


F e de Morláas, y lo d o t a b a con esplendidez, incorporándolo a
l a abadía de C l u n y ; en 1080 repuebla y da fueros a Olorón, en
l a r u t a compostelana, y en 1090 moría en el valle de Tena
por l a t r a i c i ó n de u n vasallo suyo que le había alojado en su
casa. L a historia de su hijo, Gastón I V — c a s a d o con Talesa
h i j a de Sancho Ramírez, hermano de su homónimo el rey de
Aragón—pertenece más a l a epopeya y a la leyenda: con su
hermano Centulo acude a la primera cruzada (1096-1099), y
allí se distingue en l a t o m a de N i c e a , en la batalla de Antio-
quía, en la conquista de Jerusalén y en la batalla sostenida
j u n t o a Ascalón; a su regreso introduce en l a catedral de Les-
ear l a regla de San A g u s t í n y encomienda a sus canónigos el
h o s p i t a l de peregrinos que allí había fundado (1101) 2. Des-
pués, 1117, se incorpora a las huestes de Alfonso el Batallador
y t o m a parte en todas las victoriosas campañas de éste, que
c u l m i n a r o n con la conquista de Zaragoza (1118), en cuyo
asedio tomó parte destacada y fué premiado con el señorío o
tenencia de la c i u d a d 3. Combatiendo con los moros murió
en 1131, y fué enterrado en la iglesia de N u e s t r a Señora del
P i l a r . E n el tesoro de esta iglesia se conserva todavía su trompa
de g u e r r a . S u v i u d a , D.a Talesa, daba a l a Orden del Temple,
en 1144, las heredadas que tenía en Zaragoza y en Sobradiel
" p o r a n i m a d o m i n i m e i Gastón vicecomitis, q u i eam adquisivit
c u m sanguinis effusione et gloria t r i u m p h a l i " *. Su hijo y su-
cesor, Centulo V I , moría en F r a g a (1134), acompañando al
rey B a t a l l a d o r . E l vizconde P e d r o , su sobrino, asiste a los ase-
dios de F r a g a y L é r i d a (1149), y su hijo Gastón V se pone con
su territorio bajo l a protección de R a m ó n Berenguer I V en la
asamblea de C a n f r a n c (1154).

E n tierras del B e a r n e , el camino " r o m i u " pasaba por igle-


sias y hospitales que en su m a y o r parte dependían del gran
2 " . . . ad h o n o r e m et u t i l i t a t e m eiusdem ecclesie (Lascurrensis) elemosi-
n a r i a m d o m u m , q u a m . . . ad sustentationem peregrinorum aliorumque indigen-
t i u m e d i f i c a v e r a n t . . . " . M a r c a : i í i s í . de Béarn, l i b . V , c a p . X . Véase también
H i l a r i ó n B a r t h e t y : L ' h ó p i t a l et la maladrerie de Lesear, P a u , 1880, 41 páginas.
3 J . M.a L a c a r r a : L a conquista de Zaragoza por Alfonso I, en " A l - A n d a -
l u s " , X I I , 1947, 65-96.
4 P u b l i c a n M i r e t y S a n s : Cartoral deis Templars... de Gardeny y Barbens,
B a r c e l o n a , 1899, págs. 13-14, y A l b o n : Cartulaire du Temple, n ú m . 338.

412
I V , X V I I I . - L A C A R R A : PUERTOS D E A S P E A P U E N T E L A R E I N A

hospital de S a n t a C r i s t i n a , t a n favorecido y aun se dice que


fundado por Gastón I V de B e a r n e , el conquistador de Zaragoza.
E l camino atravesaba L e m b e y e , donde había u n h o s p i t a l
que dependía de S a n t a C r i s t i n a 5. Seguía por S a i n t - J a m m e s a
M o r l a a s , c a p i t a l entonces del E s t a d o . A q u í se c o n s t r u y ó en
1154 una capilla en el h o s p i t a l p a r a que u n a mujer n o b l e l l a -
mada J u l i a n a se consagrara a l cuidado de los pobres y pere-
grinos "•. Hemos aludido y a a l h o s p i t a l de peregrinos de l a
catedral de Lesear. C a m i n o de O l o r ó n , otro h o s p i t a l , f u n d a d o
en A u b e r t i n por los mismos Gastón I V y T a l e s a , dependía
igualmente del priorato de S a n t a C r i s t i n a ; su iglesia recuerda
en muchos detalles monumentos españoles 7. E n O l o r ó n , u n a
parte de los peajes que se recaudaban los días de feria eran
percibidos por los religiosos de Santa C r i s t i n a , j u n t a m e n t e con
el obispo de Olorón 8. E n su iglesia de Santa Cruz encontramos
una bóveda sobre trompas en forma de venera análoga a l a que
hemos visto en H o p i t a l - S a i n t - B l a i s e , y gemela de l a de T o -
rres del Río, t a m b i é n en el camino de Santiago. C a m i n o del v a -
lle de Aspe, para ascender a l a cumbre de los P i r i n e o s , u n a a n -
tigua encomienda y hospital de S a i n t - C h r i s t a u , t a m b i é n pro-
piedad de Santa C r i s t i n a , acogía a l peregrino 9.

5 R a y m o n d : D i c t i o n n a i r e topographique d u département des JBasses-Py-


rénées, París, 1863, p a g . 99.
6 D i c e A r n a l d o , obispo de O l o r ó n y p r i o r de M o r l a a s , en su d o c u m e n t o :
"concessi f i e r i capellam i n h o s p i t a l i de M o r l a n o , supplicante et rogante q u a -
dam n o b i l i f e m i n a , n o m i n e J u l i a n a , que i b i d e v o v e r a t pauperibus et peregri-
nis d u m vivere s e r v i t u r a m " . M a r c a : i í i s í . de Béarn, l i b . V , c a p . X X V I I I .
7 C o n c o r d i a con los herederos de G u i l l e r m o A r i o l de Bedosse, que preten-
dían derechos sobre los hospitales de F a g e t y A u b e r t i n , 17 enero 1128; " T á n -
dem d o m i n a T a l e s a B e a r n i v i c e c o m i t i s s a , que c u m v i r o suo G a s t o n e viceco-
mite s u p r a d i c t u m H o s p i t a l e e d i f i c a v e r a t , et A c e n a r i tune p r i o r Sánete Chris-
tine et eiusdem H o s p i t a l i s minister, i n presentía p r e f a t i Gastonis v i c e c o m i t i s
constituerunt f i n e m , et pro definitione querele, dederunt D u r a n d o et u x o r i
et filüs supranominatis, nonaginta oves p r e g n a n t e s " . M a r c a : i í i s í . de B é a r n ,
lib. V , cap. X X I . E n b t i l a de E u g e n i o III (5 marzo 1151) se c o n f i r m a a S a n t a
Cristina " e c c l e s i a m de A l b e r t i n o c u m h o s p i t a l i et ómnibus a p p e n d i t i i s s u i s " .
K e h r : Papsturkunden. I I , N a v a r r a und A r a g ó n , pág. 364. E l h o s p t i a l estaba
en el lugar l l a m a d o h o y L a c o m m a n d e .
8 C h . D a r t i g u e - P e y r o u : L a vicomté de Béarn sous le régne d ' H e n r i e
d'Alhret (1517-1555), París, 1934, pág. 47.
9 Cantón de L u r b e . N o sé si se refiere a este h o s p i t a l el acuerdo entre l a
sede de A u x y el priorato de S a n t a C r i s t i n a a propósito de l a iglesia de S a n
Cristóbal Pardiacensis territorii, que se reconoce p r o p i e d a d de S a n t a C r i s t i n a

413
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

E l puerto y el valle se i n i c i a n en E s c o t , donde una inscrip-


eión r o m a n a grabada en la roca ( P e n e d'Escot) indicaba que
estamos sobre l a vía r o m a n a de A q u i t a n i a a Zaragoza lü. E l
c a m i n o bordea l a Gave de A s p e y pasa por Accoüs ( A s p a L u c a
del Itinerario de A n t o n i n o ) u , por E y g u n — s o b r e cuyo reloj se
lee la inscripción Sic umbra v i t a f u g i t , l a v i d a huye como la som-
b r a — , y por B o r c e , donde l a "Guía de los Peregrinos" señala
el comienzo de l a primera j o r n a d a de España. Borce ( B o r d a
en la " G u í a " , .Borza en 1186) no ha sido n u n c a población de
i m p o r t a n c i a . E n 1385 tenía 66 vecinos12. P o r Urdos ( F o r u m
L i g n e u m del Itinerario de Antonino)18, el camino, por pendien-
te más áspera, asciende hasta el Somport (Summo P o r t a ) ,
donde los peregrinos encontraban el gran hospital y priorato
de Santa C r i s t i n a .

N o era éste el único camino seguido en l a E d a d Media


para atravesar los Pirineos por esta zona aragonesa, aunque
sí el más frecuentado, pues no faltaban quienes acendían por
el valle de Ossau. Antes de llegar a éste, en el cantón de A r u d y ,
estaba el hospital de M i f a g e t ( M é d i u m - F a g e t ) , fundado por
los vizcondes Gastón I V y Talesa e incorporado por ellos a
por haber sido d o n a d a por el arzobispo D . R a i m u n d o , y sujeta a u n censo anual
del seis sueldos de Morláas, pagaderos ocho días antes de Todos los Santos,
A . H . N . : C a r i , de Santa C r i s t i n a , fols. 46 V.-47 r. E n 1438 se l l a m a b a Sen-Jac-
me de Bager, y en 1538, L ' e s p i t a l de Sanct-Jacme et Sanct-Cristau de Bager,
R a y m o n d : Dict., pág. 146.
10 M a r c a : H i s t . de Béarn, l i b . I V , cap. I, y R a y m o n d : Dict., pág. 60;
su t e x t o en W e n t w o r t h W e b s t e r : S u r quelques inscriptions du P a y s Basque
et des environs, en " L e s L o i s i r s d ' u n E t r a n g e r a u P a y s R a s q u e " , Chalon-sur-
Saoné, 1901, pág. 198. E n 1886, u n obrero voló l a roca sobre l a que estaba
l a inscripción r o m a n a , p a r a hacer g r a v a . Cf. D u b a r a t : Etudes historiques et
religieuses du diocese de Bayonne (lre année, 5.e l i v r a i s o n , j u i n 1892, pág. 274).
11 E n t r e Redous y A c c o u s se reconoce t o d a v í a " l o u c a m i b i e i l h " , el viejo
c a m i n o , recubierto actualmente de césped y heléchos. D a r t i g u e - P e y r o u :
L a vicomté de Béarn, pág. 538.
12 R a y m o n d : D i c t . , pág. 33.
13 L a s identificaciones son de T r a g g i a ( A p a r a t o a l a H i s t . eclesiástica
de A r a g ó n , 1792, t. I I , págs. 375-377) y de R a y m o n d ( O p . cit.) L o s señores
R i á z q u e z y Sánchez A l b o r n o z ( V í a s romanas de... Zaragoza a l Bearne,
" M e m o r i a de l a J u n t a Superior de E x c a v a c i o n e s y Antigüedades", M a d r i d ,
1920) ponen F o r u m L i g n e u m en L e s c u n y A s p a L u c a en B e d o u s , pues condu-
cen la vía por el valle de H e c h o y puerto del P a l o en vez de l l e v a r l a por Jaca
y Canfranc.

414
IV, x v m . - l a c a r r a : puertos d e aspe a p u e n t e l a reina

Santa C r i s t i n a . Todavía queda una iglesia con c r i p t a románica


del siglo XII.11- E n lo alto del v a l l e , u n a E n c o m i e n d a y hospital
fundado en G a r a s por G u i l l e r m o , prepósito de S a n t a C r i s t i -
na, asistía a los pobres y peregrinos que se decidían a t r a n s i t a r
por estas montañas 15; desde Gabas dos senderos podían condu-
cirles a España; el de la derecha, por el C o l de los Monjes (2.204
metros), les llevaría a Santa C r i s t i n a ; el de l a i z q u i e r d a , por el
paso del Portalet (1.758 m.), a Sallent y el valle de T e n a , de
donde, siguiendo el curso del Gallego hacia Sabiñánigo, podían
pasar a J a c a .
H o r a es y a de que nos ocupemos del p r i o r a t o y h o s p i t a l
de S a n t a C r i s t i n a d e S o m p o r t .
"Tres columnas m u y necesarias para sostener sus pobres
instituyó el Señor en este mundo... S o n estos hospitales, pues-
tos en sitios adecuados, lugares santos, casas de D i o s , repara-
ción de los santos peregrinos, descanso de los necesitados, con-
suelo de los enfermos, salud de los muertos, protección de los
vivos. Así, pues, quienquiera que h a y a edificado estos lugares
sacrosantos, sin d u d a alguna poseerá el reino de D i o s . " U n a
de estas tres hospederías que así elogia l a "Guía de los P e r e g r i -
nos" es la de Santa Cristina de los Puertos de A s p e : H o s p i t a l e
Sánete Christine quod est i n Portibus A s p e r i .

14 R a y m o n d (Dict., pág. 113) lo supone fundado en 1100. D e s d e luego


fué antes de 1128, y a que en 13 de j u n i o de ese año los vizcondes Gastón y
Talesa cambiaron las rentas de Morláas con que le habían dotado p o r otras d i -
ferentes, y dicen que " i n S i l v a F a g e t i ospitale e d i f i c a v e r u n t , q u o d d o m n o
Vilelmo Sánete Christine et eius successoribus i n p e r p e t u u m g u b e r n a n d u m
commiserunt" ( A . H . N . : C a r i , de Santa C r i s t i n a , fols, 8 r. y 8 v . ) . N o debe
confundirse este h o s p i t a l con el monasterio de Sauvelade f u n d a d o por G a s -
tón I V el 6 de a b r i l de 1127, " i n s i l v a que v o c a t u r F a j e t , i n loco que d i c i t u r
Silva L a t a que hereditario jure m i h i succedit" ( M a r c a : H i s t . de B é a r n , l i b . V ,
cap. X X I ) , como parece hacerlo C a d i e r : Les Etats de Béarn, p á g . 38.
15 L a f u n d a c i ó n debió de hacerse antes de 1115, s i , como hace M a r c a , se
identifica al p r i o r G u i l l e r m o de F i t a con G u i l l e r m o Gastón, obispo de P a m p l o -
na (1115-1122). L a iglesia de Gabas fué consagrada por el obispo A r n a l d o de
Olorón: " E t ut h a b i t a t o r e s ipsius l o c i o r a t o r i u m haberent, a d m o n i t i o n e G u i -
Helmi coedificatoris de G a v a s , v e n i t dominus episcopus A r n a l d u s Oloronensis
ad supradictum hospitale, et consecravit altare i b i d e m et benignitate sui a n i m i
tenedicendo c e m e n t e r i u m eis concessit" ( M a r c a : H i s t . de B é a r n , l i b . V ,
cap. X X I I I ) . E n 1147 h u b o u n acuerdo entre el prior D o n a t o de S a n t a Cris-
tina y los frailes de G a b a s a propósito de los pastos de sus rebaños en el
Pirineo ( M a r c a : H i s t . de B é a r n , l i b . V , cap. X X V I I I ) .

415
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

E l origen de esta Casa es oscuro. U n a poética tradición


cuenta que dos caballeros, conmovidos a l ver los muchos pa-
sajeros que perecían en aquel lugar, fundaron u n oratorio y
albergue p a r a su h o s p i t a l i d a d y a l i v i o . U n a p a l o m a llevando
una cruz de oro en el pico fué a posarse u n a mañana sobre un
b o j , escapando a m e d i d a que se acercaban a ella, hasta que,
habiendo dejado la cruz en determinado lugar, se estimó aquél
de buen augurio p a r a l e v a n t a r l a iglesia. E l escudo de la Hos-
pedería había de ser u n a p a l o m a blanca con la cruz de oro en
el pico ie.

Parece, en efecto, que en su origen la hospedería de Santa


C r i s t i n a fué u n a alberguería p a r t i c u l a r , análoga a otra que en-
contramos en Canfranc en 1095 " a d servicium p a u p e r u m vel
p e r e g r i n o r u m " , que pronto se v i o favorecida por los reyes de
A r a g ó n y vizcondes del B e a r n e , en primer lugar por Pedro 117,

16 M a r c a : H i s t . de B é a r n , l i b . V , cap. X X I I I , quien relaciona esta leyenda


c o n l a de l a f u n d a c i ó n de C o n s t a n t i n o p l a según l a cuenta Zonaro. P . F r . J a -
c i n t o F a b i á n d e E s c r i c h e : E l u c i d a r i o del ínclito convento de Santa Christina
de Summo P o r t u de A s p a , de la Orden de Predicadores, ordenado por el ... prior
de dicho monasterio, año 1618, citado por el P . R a m ó n d e H u e s c a en u n ma-
n u s c r i t o de materiales p a r a su Teatro histórico, conservado en el B i b l i o t e c a
P r o v i n c i a l de H u e s c a . E n él se a t r i b u y e l a f u n d a c i ó n de S a n t a C r i s t i n a a
W a m b a . Véanse t a m b i é n P . H u e s c a : Teatro histórico de las iglesias de A r a -
gón, t. V I I I , págs. 300 y sigts., y R i c a r d o d e l A r c o : E l monasterio de Santa
C r i s t i n a de " S u m m o P o r t u " , en " L i n a j e s de A r a g ó n " , V (1914), 101-116, donde
se aprovechan los materiales del P . H u e s c a y se recogen los datos de E s c r i -
c h e . P a r a estudiar h o y l a h i s t o r i a de S a n t a C r i s t i n a h a y que acudir al A r c h i v o
H i s t ó r i c o N a c i o n a l , donde se conserva u n a documentación abundante (unos
450 documentos) y el C a r t u l a r i o con diplomas desde los siglos X I y X I I .
P a r t e s menos importantes del A r c h i v o de S a n t a C r i s t i n a fueron a parar al
A r c h i v o C a t e d r a l de J a c a , al de l a Seo de Z a r a g o z a y al de l a catedral de
P a m p l o n a , según nos i n f o r m a K e h r : P a p s t u r h u n d e n , I I N a v a r r a und Aragón,
p á g . 100. L a t a s s a ( B i b l i o t e c a N u e v a , t. I V , pág. 590) c i t a u n a historia del
P . F r . J u a n F r a n c i s c o D e s s e y F e r r e r : Fundación del convento de Santa
C h r i s t i n a , del Orden de predicadores, de l a ciudad de J a c a , y memorias de su
f u n d a c i ó n en l a iglesia y casa " i n summo portu'''' por la parte de Canfranc y de
su colegio de p r i o r y canónigos del orden de S a n A g u s t í n , que dice existía ms. en
dos pliegos en el citado c o n v e n t o , pero que no hemos podido ver.
17 E l documento en que Sancho Ramírez (marzo de 1078) otorga al hos-
p i t a l de S a n t a C r i s t i n a determinados privilegios judiciales para l a defensa de
sus propiedades, entre ellos l a ordalía del hierro candente, es una falsificación
m a n i f i e s t a que h a y que relacionar con las análogas de S a n J u a n de la i en
y A l q u é z a r . Cf. R a m o s L o s c e r t a l e s : L a formación del dominio y privilegios
del monasterio de S a n J u a n de la Peña entre 1035 y 1094, en " A n u a r i o de la

416
IV, x v i n . - l a c a r r a : p u e r t o s d e aspe a p u e n t e l a reina

y sobre todo por Alfonso el B a t a l l a d o r y Gastón I V de B e a r n e ,


hasta el p u n t o de tenerse a éste por verdadero f u n d a d o r de l a
misma.
Si no llegó Gastón I V a fundar la hospedería 18, sí t u v o oea-
sión de apreciar los caritativos menesteres en que se e m p l e a b a ,
con motivo de sus frecuentes expediciones por tierras de A r a -
gón, a las que hemos a l u d i d o , lo que sin d u d a le i n d u j o a favo-
recerla en t a l forma que llegara a atribuírsele l a f u n d a c i ó n .
Hemos tenido ocasión de mencionar, por estar situados en
caminos estratégicos, diversos hospitales del Bearne dados a
Santa C r i s t i n a por Gastón I V y Talesa 1\ Pero son muchas más
las posesiones que llegó a alcanzar esta Casa, especialmente en
Aragón, N a v a r r a , Gascuña, H u n g r í a y B o h e m i a . E n u n a b u l a
de Inocencio III (4 j u n i o 1226), d i r i g i d a al p r i o r de S a n t a C r i s -
tina, se enumeran catorce iglesias en F r a n c i a y t r e i n t a en
Aragón dependientes de su priorato 20.

Historia del D e r e c h o E s p a ñ o l " , t. V I (1929), págs. 5-107. H a y c o p i a de ese


documento en el A r c h . C a t e d r a l de J a c a , leg. I de docs. reales, n ú m . 9, y en
el A . H . N . : Santa C r i s t i n a , l e g . 382, n ú m . 1. E l p r i m e r m o n a r c a aragonés
que se relaciona con S a n t a C r i s t i n a es, sin d u d a , P e d r o I; véase más abajo l a
donación que citamos de 1100. E l P . H u e s c a c i t a u n documento de P e d r o I,
en que d a a S a n t a C r i s t i n a l a v i l l a de C a n f r a n c , Castiello, Aratorés, E s p o r r í n ,
Guermellué y l a p a r d i n a de O r o ; pero no lo hemos v i s t o . E n u n documento
de A l f o n s o II ( J a c a , n o v . 1169) que aduce el P . H u e s c a (Teatro hist., V I I I ,
pág. 304) se c o n f i r m a n las exenciones y donativos de los cinco reyes predece-
sores suyos a p a r t i r de Sancho Ramírez; pero creo que en este caso se alude al
privilegio j u d i c i a l de 1078, que y a se había falsificado p a r a aquellas fechas.
18 M a r c a ( H i s t . de B é a r n , l i b . V , cap. X X I I I ) dice que se le tiene por f u n -
dador, sin d u d a por h a b e r l a restaurado y a u m e n t a d o , o por haber c a m b i a d o
la antigua O r d e n de San B e n i t o por l a de Canónigos regulares de S a n A g u s t í n .
No h a y prueba de que h a y a h a b i d o n u n c a en S a n t a C r i s t i n a religiosos de
San B e n i t o , y apareciendo l a alberguería en u n documento del año 1100, no
hay que pensar en Gastón I V , que por entonces regresaba de los Santos L u -
gares y no había empezado a f i g u r a r a c t i v a m e n t e en l a política aragonesa.
19 A ú n recibió otros varios de estos príncipes; por ejemplo, en 1107 D.a T a -
lesa daba a S a n t a C r i s t i n a l a p a r d i n a de " N o v e C e r c o s " , y dice lo hace " D e o
«t H o s p i t a l i Sánete Christine de S u m m o P o r t u A s p e pro redemptione anime
Biee v e l p a r e n t u m m e o r u m et q u o d i n p e r p e t u u m sim particeps ego i n elemo-
siniis pauperum inde t r a n s e u t i u m " ( A . H . N . : C a r i , de Santa C r i s t i n a , folios
12 v.-13 r., y S a n J u a n de l a Peña, n ú m . 466).
L a b u l a v a d i r i g i d a a García A r n a l d o "prepósito hospitalis S. C h r i s t i n e ,
quod i n A s p e n s i p o r t u p o s i t u m e s t " , y dice de él " H o s p i t a l e S. C h r i s t i n e u n u m
de tribus m u n d i " , inspirándose, s i n d u d a , en l a " G u í a de los P e r e g r i n o s " .
M a r c a : H i s t . de Béarn, l i b . V , cap. X X I I I , y R . d e l A r c o : E l monasterio de

lOMo II.—27. 417


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Pedro I concedió en marzo de 1100 a Santa Cristina 200


sueldos de la moneda de J a c a , pagaderos en v i d a del rey " a d
elemosinam pauperum inde t r a n s e u n t i b u s " 21, y otorgó otros
fueros que fueron confirmados por Alfonso I en 1108, añadiendo
que n i n g ú n hombre de Santa C r i s t i n a fuese en hueste, cabal-
gada n i apellido, n i hiciese servicio alguno a nadie, sino a su
Hospital22. E n u n a ocasión se quejaba este monarca de los ve-
cinos del valle de A s p e porque apacentaban sus rebaños en los
montes que había dado a Santa C r i s t i n a p a r a que pudieran
tener heno, "et caritativo amore bestias peregrinorum v e l om-
n i u m egencium possent i n h o r r i b i l i yeme sustentare", y les ame-
z a b a con vedarles todas las tierras de su reino para comprar
y vender y^—añadía—"habebitis me fortissimum i n i m i c u m " 2S.
R a m i r o II se lamentaba t a m b i é n en tonos amargos de los
abusos de los del valle de A s p e por los pastos en tierras de
S a n t a C r i s t i n a , "et est causa—decía—quod m i h i fortiter pe-
sat q u i a qui facit u l l a contraria ad Sancta Cristina m i h i f a c i t " 24.
E n otra ocasión ordenaba a los barones de Ansó no contra-
dijeran la entrega de u n a heredad dejada a Santa C r i s t i n a por
D.a María, madre de M a r t í n López, " q u i a causa que fuit la-
x a t a ad Sancta Cristina v e l ad illo hospitali n o n debet i l l a con-
trastare ullo h o m i n e " 25. Sancho el Sabio de N a v a r r a también
decía que quien hiciera algún daño a Santa Cristina "perdería
su amor y cuanto tuviese en su t i e r r a " 2G.

E l priorato y hospital de Santa Cristina fué t o m a d o bajo


l a protección de P a s c u a l II (14 j u l i o 1116), quien c o n f i r m ó los
privilegios y donaciones que le habían hecho los reyes de A r a -

Santa C r i s t i n a , en " L i n a j e s de A r a g ó n " , V (1914), págs. 102-103. E s t o mismo


v u e l v e a repetirse en u n rescripto de B e r n a r d o , legado de M a r t í n V (Zara-
goza, 16 agosto 1420), pero es de a d v e r t i r que l a i d e a i b a y a en l a súplica
hecha por el prior y canónigos de S a n t a C r i s t i n a . Cf. P . H u e s c a : Teatro
histórico, V I I I , págs. 310-311.
21 " . . . a d i l l a albergarla de S a n t a C r i s t i n a de S u m m o P o r t u per omnes
annos v i t e mee q u a n d i u v i x e r o C C solidos de dineros de mea moneta de l a k a
a d elemosinam p a u p e r u m inde t r a n s e u n t i b u s " . A . H . N . : C a r i , de Santa Cris-
t i n a , f o l . 34 v .
22 Véase en el Apéndice.
23 E l documento carece de fecha. Véase en el Apéndice.
24 S i n fecha. Véase en el Apéndice.
25 A . H . N . : C a r i , de Santa C r i s t i n a , fols. 32 v.-33 r.
26 M a n d a t o , sin fecha. Véase en el Apéndice.

418
I V , x v i i i . - l a c a r r a : p u e r t o s d e aspe a p u e n t e l a r e i n a

gón y príncipes del B e a r n e , y lo mismo hicieron H o n o r i o I I


(16 febrero 1125) y E u g e n i o I I I (5 marzo 1151) 27. P e d r o 11
de Aragón, a l tomar bajo su protección l a Casa de S a n t a Cris-
tina (6 septiembre 1208), dice que lo hace " t u m q u i a f a m a
bonitatis ejus e x i v i t i n o m n e m t e r r a m et sonus hospitalis i p -
sius i n finis orbis t e r r e " 28.
Sin embargo, p r o n t o se inició l a decadencia. Causa primor-
dial fué, sin d u d a , l a división que en 1374 se hizo de las men-
sas prioral y c o n v e n t u a l , repartiéndose el prior, las dignidades
y los canónigos las rentas que hasta entonces habían permane-
cido unidas, por lo c u a l pronto comenzaron a mirarlas como
propias y , por t a n t o , a enajenarlas: los priores y a no residían
ordinariamente en S a n t a C r i s t i n a , y su ejemplo siguieron los
canónigos 29.
L a s guerras de religión entre hugonotes y católicos hicie-
ron el resto. Se perdieron primero todas las posesiones del
Bearne. E n 1569, las tropas del conde de M o n t g o m e r y pasaron
la frontera de España y obligaron a l gobernador de A r a g ó n ,
D. J u a n de G u r r e a , a recoger tropas que condujo h a s t a Santa
Cristina, donde permaneció largo tiempo. A l retirarse, mandó
al prior y canónigos que le siguieran, estableciéndose éstos en
la iglesia dedicada a N u e s t r a Señora y palacio que tenían en
el Burgo N u e v o ( B u r n a o , B u r g o novo) de J a c a . D e esta forma
el hospital quedó desierto, por temor a los herejes d e l B e a r n e ;
pero l a comunidad continuó en J a c a hasta 1592. P o r entonces,
D. Alonso de V a r g a s , capitán general de A r a g ó n , hizo l e v a n t a r
la ciudadela de J a c a , en el barrio de B u r n a o , p o r orden de
Felipe I I , pues los bearneses habían pasado en armas l a fron-
tera por Biescas p a r a ayudar a los rebeldes de A r a g ó n 80, y con
este m o t i v o hubo que destruir l a iglesia que allí t e n í a n los re-
ligiosos de Santa C r i s t i n a . E l prior y canónigos se dispersaron.
Fué nombrado v i s i t a d o r de l a c o m u n i d a d f r a y J e r ó n i m o X a -
vierre, de l a Orden de Predicadores, luego cardenal, quien

27 Véanse las referencias y el t e x t o de esta ú l t i m a b u l a e n K e h r : P a p s -


turkunden, I I N a v a r r a u n d A r a g ó n , B e r l í n , 1928.
28 P . H u e s c a : Teatro histórico, V I I I , 306.
29 P . H u e s c a : Teatro histórico, V I I I , 311, y R . d e l A r c o : Loe. cit., pág. 103.
30 D . F r a n c i s c o G u r r e a y A r a g ó n : Comentarios de los sucesos de A r a -
gón en los años 1591 y 1592. M a d r i d , 1888, y R . d e l A r c o : E s t u d i o s varios,
Huesca, 1911, c a p . C a r i a s del Concejo de Huesca (siglo X V I ) , p á g . 63.

419
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

en 1597 puso en prisión al canónigo más antiguo y trasladó a


los demás a Montearagón. E n el mes de junio de 1597 visitó
el hospital de Santa Cristina y halló en él a un clérigo francés
encargado de la hospitalidad de los pobres y peregrinos por
comisión de los canónigos; el visitador lo removió y puso en su
lugar a un religioso dominico. E n 1607, Paulo V , a instancias
de Felipe III, suprimió el priorato regular y erigió la dignidad
secular, incorporándola a la Seo de Zaragoza. Por otro breve
(mayo de 1607) se mandaba suprimir el convento y hospital
de Santa Cristina, pasándose sus rentas a la Orden de Predica-
dores, para que instalara un convento de doce religiosos en
Jaca. E n 1614 les fué cedida, a l efecto, por el obispo y cabildo
de Jaca la antigua iglesia de Santiago de esta ciudad31.

Por entonces (24 noviembre 1610) fué visitado el antiguo


convento de Somport por el cosmógrafo portugués Juan Bau-
tista Labaña, quien nos hace esta descripción: "Santa Cristina
es un edificio pequeño y malo; hay en él una iglesia y coro alto
con recogimiento de celdas... en este monasterio vive un fraile
dominico; junto a él hay una gran casa que sirve de venta para
los pasajeros" 32.
Hoy sólo quedan de un hospital tan antiguo y glorioso cua-
tro paredones y restos de cimentación antigua, que ni siquiera
mencionan los mapas ni itinerarios 33 (láms. CXXIII y CXXIV).

31 M a r c a : H i s t . de Béarn, l i b . V , cap. X X I I I ; P . H u e s c a : Teatro histórico,


V I I I , 3 1 1 ; R . d e l A r c o : E l monasterio de Santa C r i s t i n a , en " L i n a j e s de
A r a g ó n " , V (1-14), págs. 103-104, y S a n g o r r i n : E l L i b r o de l a Cadena del Con-
cejo de J a c a , Z a r a g o z a , 1920, p á g . 109.
32 J u a n B a u t i s t a L a b a ñ a : Itinerario del Reino de A r a g ó n , Zaragoza,
1895, p á g . 34. E l religioso d o m i n i c o que v i o L a b a ñ a sería e l P . F r . J u a n Blás-
q u i z , procedente d e l convento de Predicadores de Zaragoza, que permenecio
en S a n t a C r i s t i n a catorce años, desde 1599 h a s t a que se incorporó e l Priorato
a l a O r d e n de P r e d i c a d o r e s , y a u n después continuó en é l p o r mucho tiempo.
Cf. P . H u e s c a : Teatro histórico, V I I I , 314.
33 E n el croquis de L a b a ñ a se dice (pág. 35): " H a y de S. C r i s t i n a ao cume
do porto u n t i r o de mosquete polo mais donde logo comenza a b a i x a r os P i r i -
neos p a r a B e a r n e , e todas estas 2 l e g . de Canfranc a S. C r i s t i n a saon de subi-
d a . " L o s cimientos que h o y q u e d a n , cubiertos de h i e r b a , apenas permiten
f o r m a r u n croquis de su p l a n t a . E s t á n en l a vertiente española, a corta distan-
c i a de l a frontera, cerca de l a carretera y sobre u n recodo de l a misma. U n
puentecillo p r ó x i m o todavía se l l a m a " d e S a n t a C r i s t i n a " . C f . P . G a l i n d
R o m e o : E l Refugio de Santa C r i s t i n a . E l antiguo Monasterio y el nuevo Reju-
gio, en " A r a g ó n " , a b r i l de 1931, p á g . 80.

420
I V , X V I I I . - L A C A R R A : PUERTOS D E A S P E A P U E N T E L A R E I N A

De Santa C r i s t i n a a J a c a el camino recorre u n paisaje p i n -


toresquísimo, por el fondo de u n v a l l e , por donde serpentea el
río Aragón, en medio de altas montañas, entre las que descuella
a la izquierda el picacho siempre nevado de C o l l a r a d a (2.886
metros). A trece kilómetros de S a n t a C r i s t i n a está C a n f r a n c
(1.040 m. de a l t i t u d ) , en el fondo del v a l l e , primer núcleo ur-
bano de i m p o r t a n c i a que se encuentra al descender del P i r i n e o ;
es una v i l l a a r t i f i c i a l , sin v i d a propia31, donde solían cobrarse
los peajes y lezdas a los que pasaban los puertos; con este
motivo había allí mercados importantes, cuyos ingresos cedió
R a m i r o I (1035-1063), juntamente con los de J a c a , a l a catedral
de esta c i u d a d 35.

E n 1095, l a condesa D.a Sancha, hermana de Sancho Ramí-


rez, hizo libre y exento (franco sine u l l a azofra) a García Sanz,
a su mujer D.a L e d i n a y a sus hijos " t a l i pacto v e l t a l i tenore
ut teneatis i l l a alvergueria de Campo franco ad s e r v i c i u m p a u -

34 E n u n documento de J u a n I I (16 septiembre 1458) l i b e r a n d o a los de


Canfranc del pago de peajes en Canfranc y Candanchú, se dice: " C o n s i d e r a n -
tes q u o d locus de C a m p f r a n c i n montaneis Jaccae a p u d S a n c t a m C h r i s t i n a m
Portuus saxoso i n loco constructus aedificatus, illiusque b a b i t a t o r e s tantis
subjiciunt dispendiis ac molestiis q u o d nisi gratiis ac faboribus p r o s e q u a n t u r
quibus habitare i l l i c a l l i c i a n t u r , faciliter locus ipse i n h a b i t a b i l i s ac desertus
efficeretur. N o n e n i m l o c i amoenitas quae n u l l a est, n o n f r u g u m f r u c t u u m -
que quibus o m n i n o carent fertilitas d i c t i l o c i babitatores retineret, quibus
omnia ad c u l t u m atque v i c t u m necessaria oportet abunde quaerere, preterea
eis a francigenis et biernesibus quibus c u m confines d i c t i l o c i t e r m i n a n t u r
plures i n f e r u n t u r oppresiones, vexationes et molestiae proptereaque ab seme-
tipsis et a transeuntibus per d i c t u m l o c u m violentias atque i n j u r i a s que eis
inferri conantur q u a n t u m possunt p r o p u l s a n t , q u i d u l t r a b i e m a l i tempore
babitatores d i c t i loci adeo n i v i s algue et t u r b i n e molestantur q u o d n i s i eorum
opera passus et viae aperirentur m u l t i ex v i a t o r i b u s i b i nive obruerentur, et
ob i d etiam fieret q u o d nemo i l l i n c transiret n o n sine d e t r i m e n t o , et t o t a l i
perditione iuris nostri p e d a t i c i , et e t i a m j u r i s generalitatis d i c t i regni que i n
dicto loco c o l l i g u n t u r . " L . B o y a S a u r a : E l A r c h i v o de Canfranc. Inventario
y documentos, en " U n i v e r s i d a d " , 1933, pág. 4 7 .
35 S i n fecba (1062 ?); " . . . donamus omnes et singulos r e d d i t u s , emolu-
mento que habemus i n foro seu mercato de pedagiis i n J a c a et i n C a m p o f r a n c o
cum ejus scribania de a u r o , argento, f r u m e n t o seu v i n o , sive de c u n c t i s rebus
quibus venientes et redeuntes sponte ac coacte e x o l v u n t nobis t a m c b r i s t i a -
ui quam sarraceni ex ómnibus terris atque p r o v i n c i i s . " A r c b . C a t . J a c a , leg. I,
de docs. reales, n ú m . 2, I b a r r a : Documentos de R a m i r o I, Z a r a g o z a , 1904,
Pág. 214. E n el siglo X I I I babía aduanas en Canfranc y Candancbú. U n o s A r a n -
celes pueden verse en Codoin A r a g ó n , t. 39, págs. 281 y 282.

421
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

p e r u m v e l peregrinorum i n o m n i v i t a t u a , et q n i d q u i d i b i ad-
quirere post v e s t r a m m o r t e m t o t u m sit i n servicio dictorum
p a u p e r u m ad opus de i l l a a l v e r g u e r i a " 3<i. N o sabemos si esta
alberguería p r i v a d a de Canfranc se trasladó luego a Santa Cris-
t i n a , dando origen al hospital que hemos estudiado. L o que
sí consta es que Alfonso el B a t a l l a d o r , sobrino de la condesa
D.a Sancha, dio a Santa C r i s t i n a u n palacio, u n molino y un
horno que tenía en Canfranc por habérselo comprado a su tía
y que sobre todos estos bienes se estableció u n a cofradía que
gozaba de l a más a m p l i a protección del rey A l f o n s o 37. L a ac-
t u a l iglesia de Canfranc, dedicada a N u e s t r a Señora, es romá-
n i c a , del siglo X I I , y de rústico aparejo 38.

E l camino pasa por Castiello de J a c a , y dos kilómetros an-


tes de llegar a esta c i u d a d el panorama se ensancha; al fondo
se destaca l a enome mole de l a Peña O r o e l , dominando el valle,
y a l pie, en una l l a n u r a apacible y verdeante, l a ciudad de Jaca
(lám. C X X V ) .

Jaca.

E n la E d a d M e d i a y hasta no hace muchos años. J a c a estu-


vo rodeada de fuertes m u r a l l a s , de las que apenas se a d i v i n a n
restos. A l a derecha de l a c i u d a d estaba el B u r n a o o Burgo
N u e v o , sin murallas, y que fué destruido varias veces—una
en 1141 por García Ramírez de N a v a r r a — , acabando por des-
aparecer en 1596, a l construirse l a actual cindadela por orden de
F e l i p e II, según y a hemos indicado. E l B u r n a o , poblado a fines
d e l siglo X I o comienzos del siguiente a favor de los grandes
fueros otorgados por los reyes, sería burgo de comerciantes y

86 E l documento está expedido el 21 de diciembre en el monasterio de


S a n t a Cruz de l a Seros. E r a el documento más antiguo que había en el A r c h i v o
de S a n t a C r i s t i n a v i v i e n d o E s c r i c h e . Véase R . d e l A r c o : E l monasterio de
S a n t a C r i s t i n a , " L i n a j e s de A r a g ó n " , V (1914), pág. 105.
37 A . H . N . : C a r i , de Santa C r i s t i n a , fol. 30 r. y v. E l documento carece
de fecha. E n 1205 (25 abril) dio P e d r o II al monasterio de S a n t a Cristina las
heredades y baños que tenía en l a v i l l a de C a n f r a n c , R . d e l A r c o : Loe. ctt.,
pág- 106- o - -m
38 R . d e l A r c o : Catálogo monumental de Huesca, M a d r i d , 1942, pag. a-o.
T o d o ello h a quedado destruido en el terrible incendio que arrasó l a vula e
25 de a b r i l de 1944.

422
I V , x v m . - l a c a r r a : p u e r t o s de aspe a p u e n t e l a reina

hospederos. Cerca estuvo l a Casa de Hospitalarios de S a n J u a n ,


mucho tiempo ha desaparecida 39.
L a ciudad de J a c a tiene su apogeo en el siglo X I , cuando
R a m i r o I l a c o n v i e r t e en c a p i t a l del pequeño reino de A r a -
gón y antes de ser reconquistada H u e s c a (1096), que trasladó
hacia el sur el eje político y económico del reino. E n t o n c e s se
construyó l a magnífica catedral románica que h o y a d m i r a -
mos, con u n a n o v e d a d en soluciones sobre lo que entonces se
hacía en España y a u n en E u r o p a , que dice mucho de l a c a p a -
cidad artística y económica del reino de A r a g ó n . " E s t a m o s
—dice Gómez M o r e n o — a n t e u n edificio grande y perfecta-
mente románico; más avanzado que el de S a n Isidoro, de L e ó n ,
y sobre influjos diversos de los que venían actuando en C a t a -
luña, y aun en el país m i s m o . C u l m i n a n d o sobre todo ello, l a
Seo de J a c a se llevó tras de sí el impulso artístico de las regio-
nes occidentales españolas, cuyo romanicismo procede, en cuanto
a bases construtivas y decoración, de J a c a . A u n fuera de aquí
no se sabe de otro edificio coetáneo que pueda c o m p e t i r con
éste en avances arquitectónicos y , sobre t o d o , escultóricos"40.
R a m i r o I reunió en J a c a (1063) u n Concilio p a r a restaurar y
dotar l a iglesia; Sancho Ramírez, decidido a f u n d a r aquí u n a
ciudad (quod ego voló constituere civitatem i n mea v i l l a que d i c i -
tur l a k a ) , otorgó a sus pobladores fueros y libertades excep-
cionales 41.
E n J a c a confluía el otro camino de Santiago, menos frecuen-
tado, que, viniendo del h o s p i t a l de Gabas, cruzaba e l P i r i n e o
por el P o r t a l e t y b a j a b a por el valle de T e n a , torcía a l a dere-
cha en Sabiñánigo y seguía la V a l A n c h a por O r a n t e , dojade
en 1080 vemos y a u n a iglesia dedicada a Santiago 42.

39 P . H u e s c a : Teatro histórico, V I I I , págs. 71-73, y S a n g o r r i n : E l L i b r o


de la Cadena del Concejo de J a c a , Z a r a g o z a , 1920, págs. 143 y 167. E n 1170,
Bernardo L e g a m a n y su mujer E r m i s e n d a f u n d a n u n a capellanía " t a l i v e r o
pacto, u t c a n o n i c i jaccenses teneant i n p e r p e t u u m u n u m p r e s b i t e r u m i n
ecclesia sancti S t e p h a n i de B u r g o N o v o , que est prope d o m u m i n f i r m o r u m " ,
A s s o : H i s t . de l a Economía de A r a g ó n (Zaragoza, 1947), pág. 181.
40 M a n u e l Gómez M o r e n o : E l arte románico español, M a d r i d , 1934, pág. 66,
41 J . M.a R a m o s L o s c e r t a l e s : E l Fuero latino de J a c a , " A n u a r i o de H i s -
toria del Derecho E s p a ñ o l " , t. V (1925), págs. 408-411. A c e r c a d e l desarrollo
iirbano de J a c a , véase J o s é M a n u e l C a s a s T o r r e s : Esquema de l a geografía
urbana de J a c a , en " C u r s o s de V e r a n o en J a c a . A n a l e s " , v o l . I (1947).
42 A ñ o 1080, testamento del conde Sancho Galíndez y su esposa U r r a c a :

423
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

D e m u y antiguo hubo en J a c a u n barrio de Santiago í3 y


u n a iglesia de Santiago. D e s t r u i d a ésta, fué restaurada en 1088
por el obispo D . Pedro con a y u d a de los vecinos y entregada a
l a iglesia y cabildo catedral. Todavía pueden h o y admirarse los
restos de u n a construcción del siglo X I embebidos en obras
modernas 44.
Poseemos pocas noticias de albergues y hospitales para pe-
regrinos en J a c a , pues l a documentación conservada habla más
de l a i m p o r t a n c i a comercial y m i l i t a r de la p l a z a . E n marzo
de 1084, Sancho Ramírez hizo varias donaciones a la albergue-
ría de J a c a , que estuvo establecida en l a iglesia de S a n c t i Spi-
r i t u s 45. D o s jurados del concejo estaban encargados en 1223
de d i r i g i r l a obra de caridad (factum caritatis) que allí funcio-
n a b a , y que en los siglos siguientes se llamó L a s Caridades de
J a c a , i n s t i t u c i ó n que tenía por objeto dar albergue y socorro
a los transeúntes pobres, y que perduró hasta el siglo X V I I ,
por lo menos. Además estaban el y a citado hospital de l a Orden
de S a n J u a n de Jerusalén, l a iglesia y hospital de San Andrés,

" I n O r a n t e ecclesiam S a n c t i J a c o b i c u m domibus et c u m o m n i suo t e r m i n o " ,


I b a r r a : Documentos de Sancho Ramírez, II, 137.
48 A ñ o 1063: " S i m i l i t e r et i n J a c c a illas meas casas que sunt i n illo barrio
S a n c t i J a c o b i c u m terris et vineis et m o l e n d i n i s . . . " , I b a r r a : Documentos de
Sancho Ramírez, t. I I , p a g . 5.
44 P u b l i c a S a n g o r r i n : E l L i b r o de l a Cadena del Concejo de J a c a , Zarago-
z a , 1920, pág. 105. A q u í se estableció el convento de dominicos que sucedió a
los canónigos regulares de S a n t a C r i s t i n a . Q u e d a del siglo X I l a torre con
su v e n t a n i t a a j i m e z a d a , l a cabecera y u n c a p i t e l , hermoso ejemplar de estilo
jaqués, que sostiene l a p i l a del agua b e n d i t a . E s t a es u n a pieza c a l i f a l , cf. José
C a m ó n : Restos del siglo X I en l a iglesia de Santo Domingo de J a c a , " A r c h . E s -
p a ñ o l de A r t e " , t. X V , 1942, págs. 112-113.
45 "... fació c a r t a m ingenuitatis de u n a v i l l a p r e n o m i n a t a que dicitur B a -
rosse, et dono et concedo eam ad i l l a albergaría de l a c a . . . ut i l l a albergaría
s u p r a d i c t a habeat i l l a m v i l l a m p r e n o m i n a t a m i n g e n u a m et l i b e r a m ad suam
p r o p r i a m alodem... E t similiter dono et concedo ad i l l a albergarla supradicta
u n o m o l i n o rotero que faciant i n A r a g o n e , et i l l o molino habeat tales usaticos,
sicut illos meos de l a c a habent, de moleré ad totos homines q u i i b i moleré
v o l u e r i n t . . . " , H u e s c a , A r c h . C a t e d r a l , copia de fines del siglo X I I , y Libro de
l a Cadena, pág. 403. E n 1293, 23 octubre, decía J a i m e II " q u e habiendo dado
sus predecesores l a v i l l a de Barós, j u n t o a J a c a , a l a l i m o s n e r i a o albergueria
d e l a iglesia de S a n c t i S p i r i t u s p a r a dar alimentos a los pobres viandantes que
s e acogían a e l l a " prohibe severamente que se enajene n i se pignore d i c h a villa?
L i b r o I de Actas del Concejo, f o l . 55. Cf. S a n g o r r i n : E l L i b r o de la Cadena del
Concejo de J a c a , pág. 307.

424
I V , X V I I I . - L A C A R R A : PUERTOS D E A S P E A P U E N T E L A REINA

servido por H e r m a n a s de l a C a r i d a d de San A g u s t í n , e l hospital


de la Magdalena, t a m b i é n servido p o r religiosas, y l a enfermería
de San Nicolás p a r a canónigos y demás clérigos 4G.
P o r J a c a pasó L u i s V I I de F r a n c i a (1154), a l regresar de su
conocida peregrinación a Santiago; y u n a t r a d i c i ó n l o c a l dice
que San Francisco de Asís, a su paso para Compostela (1213),
estuvo varios días en J a c a y e n San J u a n de l a Peña, cuyos m o n -
jes le dieron el solar en que f u n d ó el convento de frailes meno-
res de J a c a . L o que sí consta es que en 1246, veinte años des-
pués de muerto S a n F r a n c i s c o , se recogían limosnas p a r a con-
cluir la iglesia y dependencias conventuales 47. E n 1435 vemos
peregrinando por J a c a , de regreso a su tierra, a u n cierto T h o -
mas, conde de E g i p t o , del que no tenemos otra referencia que
un incidente que tiene con los perceptores del peaje de J a c a ,
del que se consideraba exento 48,

E l camino de Santiago, a la salida de J a c a , seguía l a C a n a l


de B e r d ú n , por la orilla izquierda del río A r a g ó n , sin que ape-
nas en el largo trayecto hasta Puente l a R e i n a , de N a v a r r a ,
hayan dejado los peregrinos señales de su paso 49. A l a izquier-
da, fuera del camino, y sin relación alguna con l a peregrinación,
quedaba el monasterio benedictino de San J u a n de l a Peña 5<l.
No sabemos si los peregrinos cruzaban el r í o , lo m i s m o que l a

46 S a n g o r r i n : Op. cit., págs. 305-307.


47 P . H u e s c a : Teatro histórico, V I I I , 294.
48 Véase el curioso documento del P r o t o c o l o de Sancho de A c t o de J a c a ,
hoy en el A r c h i v o H i s t ó r i c o de Protocolos de H u e s c a , n ú m . 7.907, y que p u -
blicamos en el Apéndice.
49 E n u n cambio hecho entre el h o s p i t a l de S a n t a C r i s t i n a y P a s c u a l
Galiazán y su mujer B e r n a r d a (12 j u n i o 1189), éstos dieron al h o s p i t a l u n c a m -
po " i n Monchororos, q u i est i u x t a c a m i n u m S a n t i P e t r i . . . et c a m p u s S a n c t i
lohannis de P i n n a , et tenet i n longitudine de illo c a m i n o unde v a d i t ad S a n c -
t u m l a c o b u m , usque a d i l l a m c a r r e r a m de super i l l a c o r o n a . . . " , A . H . N . : S a n t a
Cristina, leg. 382, n ú m . 6. Ignoro l a situación e x a c t a de estos t é r m i n o s .
50 E n l a H i s t o r i a de l a f u n d a c i ó n y antigüedades de S a n J u a n de l a P e ñ a
(Zaragoza, 1620), del a b a d B r i z M a r t í n e z , sólo encuentro esta alusión, p o r
demás v a g a : " y además de estos huéspedes, se reciben y s u s t e n t a n todos los
pobres peregrinos, en su h o s p i t a l aparte que p a r a ellos tiene l a c a s a " (pág. 76).
Estos peregrinos no serían extranjeros que c a m i n a r a n hacia S a n t i a g o , c u y o
Paso por Somport creemos había cesado en el siglo X V I I casi en absoluto,
sino devotos que i b a n peregrinando de santuario en santuario, y especialmen-
te allí donde había comunidades religiosas con hospederías p a r a atenderlos.

425
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

carretera a c t u a l , por Puente de la R e i n a en A r a g ó n , donde


había una antigua sede regia, A s t o r i t o , y a desapareeida, y que la
" G u í a de los P e r e g r i n o s " l l a m a Osturit, o seguían por u n vieio
camino a Martes—donde había p u e n t e — , A r t i e d a , cuya iglesia
dependía de Santa C r i s t i n a , y R u e s t a , donde vemos en 1087
había una iglesia de Santiago, que fué d a d a a l a abadía fran-
cesa de L a Sauve-Majeure ( S y l v a M a j o r ) por Sancho Ramírez
y en ella u n a alberguería 51; de R u e s t a se podía pasar a Tiermas
por u n puente, del que quedan restos (lám. C X X V I I ) . E l ca-
mino de la orilla derecha del A r a g ó n atravesaba B e r d ú n , que
tenía mercado importante en el siglo X I I r'2 ( l á m , C X X V I ) . Este
c a m i n o era más llano y probablemente más concurrido.

L a "Guía de los P e r e g r i n o s " nos dice que el camino pasaba


por T i e r m a s , "donde h a y baños reales siempre calientes", alu-
diendo a las termas todavía h o y acreditadas. S u iglesia había
sido donada t a m b i é n a l monasterio de L a Sauve-Majeure roZ.
Seguía el camino a l pie del monasterio de L e i r e , por terri-
torio de éste, como Y e s a , pero sin que en la historia n i en la
documentación del mismo monasterio se encuentre ninguna
n o t i c i a sobre el paso de los peregrinos por sus inmediaciones.
E l camino de los peregrinos puede reconocerse, a l a salida de
Y e s a , en u n viejo camino de herradura que luego se une con
l a carretera actual y en el que h a y u n a fuente. E l río I r a t i se
c r u z a b a en las inmediaciones de Liédena. Todavía se percibe
h o y el antiguo camino sobre u n a ladera de roca caliza; salía de

51 A ñ o 1087: " E g o Sanchius... a d servienduiji Sanctae Genitricis Mariae


M a j o r i s S y l v a e . . . fació h a n c d o n a t i o n e m c u m f i l i o meo P e t r o de ecclesiae S. Ja--
c o b i , quae sita est sub castello R o s t r i " , M a r t e n e : Thesaurus nov. anecdot.,
I, 246. E n documento de A l f o n s o I, de marzo de 1125, se c i t a n como dadas
p o r Sancho Ramírez-y P e d r o I " e c c l e s i a m Sánete M a r i e de R o s t a c u m decimis
et p r i m i t i i s totius t e r m i n i sui et alus partinenciis suis, ecclesiam Sancti P e t n
de A r o s t a et albergarían c u m v u l g o suo, m o n a s t e r i u m S a n c t i l a c o b i c u m per-
t i n e n t i i s suis, e t c . " , B i b l . N a c i o n a l , ms. 746, pág. 136. E l castillo de Ruesta
lo t e n í a n los judíos a principios del siglo X I V , Codoin A r a g ó n , t. 39, pág. 324.
52 S a n g o r r i n : E l L i b r o de l a Cadena del Concejo de J a c a , pág. 182.
53 M a r t e n e : Loe. cit. E l h o s p i t a l de S a n t a C r i s t i n a recibió aquí (mayo
de 1146) diversas casas y heredades de P o n c i a , m u j e r de Sancho A p o n s , A r -
c h i v o H i s t ó r i c o N a c i o n a l : C a r i , de S a n t a C r i s t i n a , fols. 3 r. y 3 v . Sabemos por
l a relación de " R e n t a s del bailío general, de A r a g ó n en 1294" que hubo aquí
u n horno " d e los frayres del E s p i t a l " , del c u a l el rey solía percibir l a m i t a d de
l a r e n t a {Codoin A r a g ó n , t. 39, pág. 271). N o sabemos si además tendrían
los hospitalarios de S a n J u a n algún otro establecimiento en T i e r m a s .

426
IV, x v i i i . - l a c a r r a : p u e r t o s de aspe a p u e n t e l a reina

Liédena, atravesaba el río por l a gran garganta de l a F o z de


L u m b i e r , en la que quedan restos de u n atrevido puente de
u n solo arco (lam. C X X I X ) , y seguía en dirección oeste r u m b o
a Monreal.
A u n cuando l a " G u í a " del siglo X I I no lo i n d i c a , muchos
peregrinos se separarían ligeramente del camino p a r a hacer es-
cala en Sangüesa, que precisamente se estaba repoblando
cuando se componía la " G u í a " . T r a t a n d o de j u s t i f i c a r sobre el
terreno esta lógica desviación hacia u n a c i u d a d que se f u n d a b a
por el rey a dos pasos de l a r u t a t r a d i c i o n a l , dimos efectiva-
mente con l a calzada y puente sobre el río A r a g ó n , que atrave-
saban los peregrinos. L a desviación se hacía cerca de Y e s a , casi
frente al monasterio de L e i r e , donde se conserva u n b u e n trozo
de calzada m e d i e v a l . E l puente está rehecho y roto el arco cen-
tral, si es que lo t u v o alguna v e z , pues h u b i e r a sido de m a -
siado atrevido. Se conserva antiguo e l arco que t o c a a l a orilla
de Y e s a ; a l otro lado se v e n todavía dos arcos, aunque t a l v e z
rehechos en época posterior, cuando se arreglara el puente p a r a
adaptarle u n t r a m o central de m a d e r a ; los dos grandes p i l a -
res centrales se asientan sólidamente en dos islotes de p i e d r a
que hay en el centro del río (lám. C X X V I I I ) .
Sangüesa recibió fueros de Sancho Ramírez, y A l f o n s o I
en 1122 f u n d ó otra población "prope illo ponte i u x t a i l l o nostro
p a l a t i o " 51. E n diciembre de 1131 daba este M o n a r c a a l a O r d e n
del hospital de San J u a n de Jerusalén " m e u m p a l a t i u m q u o d
est i u x t a i l l a ponte de Sangossa" y l a iglesia de S a n t a M a r í a ,
que estaba a l comenzar el burgo nuevo de Sangüesa 55. L a
actual iglesia de Santa María, con su espléndida p o r t a d a r o m á -
n i c a , cuajada de escultura, pregona influencias diversas y e n -
tre ellas de l a P u e r t a R e a l de Chartres por sus estatuas c o l u m -
nas. E n su i n t e r i o r , u n a imagen de N u e s t r a Señora de R o c a -
mador está anunciando la i n f i l t r a c i ó n de las devociones france-
sas a lo largo del camino efe Santiago.
H a y en l a c i u d a d otra'iglesia dedicada a Santiago, obra d e l
siglo X I I a X I I I , pero de fundación más antigua 56; en el pres-

54 E n L a c a r r a (Notas p a r a la formación de las f a m i l i a s de fueros de N a -


varra, M a d r i d , 1933, p á g . 18) se encuentran las referencias a este y otros fue-
ros de Sangüesa.
55 A r c h . de N a v a r r a , P a p s . del P . Moret, ras., f o l . 150.
50 Celestino II, al c o n f i r m a r las posesiones de l a Sede de P a m p l o n a (26 fe-

427
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

biterio de la m i s m a pueden verse t o d a v í a eneuadrados en un


marco barroco los emblemas del peregrino: los bordones, con-
chas y calabazas; los bordones y las conchas presiden también
l a fachada de l a casa p a r r o q u i a l de Santiago. E n las afueras,
c a m i n o de Sos, se conservan todavía restos de l a iglesia y torre
románicas del antiguo hospital de l a M a g d a l e n a , destinado a
recoger leprosos, y a l a entrada desde Liédena, y antes de lle-
gar a l puente, hubo u n h o s p i t a l de San Nicolás, que en el si-
glo X I I fué incorporado a l a Colegiata de Roncesvalles 57.
Tenía su iglesia, según l a describe M a d r a z o , que alcanzó a verla,
tres preciosos ábsides románicos, como los más bellos de las
basílicas de Segovia, pero con l a circunstancia curiosa de ser
p o l i g o n a l el del centro y los laterales de t a m b o r ; en su interior
los pilares eran cilindricos, y , cosa poco frecuente en N a v a r r a ,
bóvedas de cuarto de cañón en las naves laterales !i8. A l des-
truirse, a fines del siglo pasado, fueron recogidos los capiteles
por l a Comisión de Monumentos de N a v a r r a , y se conservan en
el Museo de l a Cámara de Comptos de P a m p l o n a 59.

A l a salida de l a población se encontraban los peregrinos con


u n magnífico puente—el que Alfonso I cita en 1122—, uno de
cuyos estribos conserva u n a inscripción romana (lám. C X X X ) .
E n t r e Sangüesa y Liédena, en u n a altura a mano izquierda
del camino, está R o c a f o r t e , donde algunos autores suponen
estaba l a antigua Sangüesa. A l l í colocan la mayoría de los cro-
nistas españoles de la Orden F r a n c i s c a n a , l a p r i m e r a detención

brero 1144), i n c l u y e " e c c l e s i a m S a n c t i J a c o b i de Sangosse"; K e h r : Papstur-


hunden i n S p a n i e n , I I , 339; p a r a su estudio artístico, B i u r r u n : E l arte romá-
nico en N a v a r r a , p a g . 398.
57 I b a r r a : H i s t . de Roncesvalles, págs. 131-132. L a clavería de S a n Nico-
lás de Sangüesa fué v e n d i d a por el G o b i e r n o , como b i e n desamortizado, en 1841.
58 M a d r a z o : N a v a r r a y Logroño, I I , 495; B i u r r u n : E l arte románico en
N a v a r r a , pág. 402.
59 C o n ocasión de su destrucción se suscitó u n a polémica entre los seño-
res Lampérez y A n s o l e a g a , que se reproduce en el " B o l e t í n de l a Comisión de
M o n u m e n t o s de N a v a r r a " , 1911, anexo a l n ú m . 5; aquí y en el " B o l e t í n " de
1917, p á g . 281, h a y reproducciones de los capiteles y canecillos que se con-
servan en el Museo de l a Cámara de C o m p t o s , de P a m p l o n a . E n carta dirigida
por D . J u a n L e a r d e , párroco de Sangüesa, al gobernador del obispado de
P a m p l o n a , en 1780, se dice: " e s t a Casa hospedaba a los peregrinos en el tiempo
que d u r ó l a carretera por Sangüesa h a s t a los tiempos del D r . N a v a r r o , y en
ella h a b i a Seroras que c u i d a b a n del h o s p e d a j e " . N u ñ e z d e C e p e d a : L a bene-
f i c e n c i a en N a v a r r a , pág. 234.

428
IV, x v m . - l a c a r r a : p u e r t o s de aspe a p u e n t e la reina

de San Francisco en España, durante su peregrinación a C o m -


postela. E l primero que alude a ella es Gonzaga i,,. Se dice que
el Santo se retiró a u n a c a p i l l i t a que había en R o c a f o r t e d e d i -
cada al apóstol S a n B a r t o l o m é . Ésta sería l a p r i m e r a casa y
convento de la seráfica religión en España, e d i f i c a d a por e l
mismo San Francisco cl. W a d i n g o dice que el Santo f o r m ó
además en Rocaforte u n huertecillo y en él plantó u n m o r a l 6*.,
que se secó a l abandonar los religiosos este sagrado lugar y
volvió a reverdecer cuando otra vez v o l v i e r o n a é l . E x i s t í a
también en este sitio u n a fuente que l l e v a b a el n o m b r e de
Fuente de S a n Francisco, donde el Santo acudía a apagar l a
sed. H a y también aquí u n a peña, que se l l a m a P i e d r a del des-
canso de S a n Francisco porque sobre ella se sentaba a descansar
el Santo 63. E l cronista de B u r g o s , Hernández-Sáenz, da p o r
cierto que F r . Bernardo de Q u i n t a v a l , compañero de S a n F r a n -
cisco en su peregrinación a Compostela, quedó en R o c a f o r t e
por orden del Santo, cuidando a u n pobre enfermo que habían
encontrado en el camino. E l P . Castro, cronista de S a n t i a g o ,
dice que el seráfico p a t r i a r c a , antes de pasar a P a m p l o n a y T u -
dela, predicó en Sangüesa, donde compuso los ánimos de sus
habitantes, que se hallaban turbadísimos por guerras intes-
tinas 64.

E l camino de los peregrinos seguía, con ligeras v a r i a n t e s , el


mismo recorrido que l a carretera a c t u a l : ascendía a las estri-
baciones del monte de T a b a r , y luego, con u n a pendiente suave,
se deslizaba por u n ancho valle entre l a Peña de Izaga y l a
60 De origine Seraphicae R e l i g i o n i s , P r o v i n c i a Cantabriae, conv. V I I I .
Seguimos p a r a esta exposición el estudio del P . A t a n a s i o L ó p e z : V i a j e de S a n
Francisco a E s p a ñ a , " A r c h . Ibero A m e r i c a n o " , 1914, págs. 369-390; 542-563.
61 H e r n á e z - S á e n z : Chronica, l i b . I, caps. II y I I I .
62 W a d d i n g o : A n n a l e s , a n . 1300, n. X I V .
63 H e r n á e z - S á e n z : Chronica, l i b . I, cap. III. E l P . G a r a y : Compendio
chronologico de l a Santa P r o v i n c i a de Burgos, citado por el P . B e a u l i e u : F / o -
recillas, año 1913, pág. 243; dice que en Sangüesa se conservaba como r e l i q u i a
una concha que San F r a n c i s c o l l e v a b a , según costumbre de los peregrinos
que i b a n a C o m p o s t e l a . E l m i s m o P . B e a u l i e u menciona u n d o c u m e n t o en
que se anota " u n a p i t a n z a que se dio al siervo de D i o s F r . F r a n c i s c o de A s í s "
en u n convento de carmelitas. Citas del P . A t a n a s i o López.
64 Á r b o l cronológico de la Santa P r o v i n c i a de Santiago, p a r t e I, l i b . I,
cap. I. Sobre el escaso f u n d a m e n t o histórico de estas tradiciones locales que
aluden al viaje de S a n F r a n c i s c o a España, véanse las discretas palabras d e l
P- A . P é r e z G o y e n a : L a santidad en N a v a r r a ( P a m p l o n a . 1947). pág. 161.

429
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

H i g a de M o n r e a l , pasaba por I d o c i n , p a t r i a del guerrillero


E s p o z y M i n a , y llegaba a M o n r e a l ( M o n s Reellus), donde la
" G u í a de los P e r e g r i n o s " señala el f i n a l de u n a jornada.
M o n r e a l es h o y u n a v i l l a de unos cien vecinos, con una
calle p r i n c i p a l que atravesaba el camino antiguo—hoy la carre-
tera v a a la derecha del p u e b l o — ; restos de u n castillo situado
a poniente es el único recuerdo que queda de su pasada histo-
r i a (lám. C X X X I ) . L o s hospitales de M o n r e a l , que y a se citan
en algún documento de 1144, dependían de la iglesia de P a m -
p l o n a 65. E n 1149 recibió el fuero de E s t e l l a , lo que prueba que
por entonces se p o b l a b a con francos y se esperaba aumentar
su población CG. E n 1366 sólo tenía ochenta y cinco vecinos.
E l camino a l a salida de M o n r e a l cruzaba el río E l o r z ,
y a pocos pasos estaba la iglesia y hospital de G a r i t o a i n . E r a
u n antiguo priorato dependiente de Santa F e de Conques; la
v i l l a había sido declarada libre e ingenua por Sancho el Mayor
en 1032. E n 1086 su iglesia era incorporada a la abadía de
S a n t a F e de Conques por el obispo de P a m p l o n a D . Pedro de
R o d a , antiguo monje de Conques. E n 1542, este priorato, j u n -
tamente con el de B a r c i a g u a , sólo rentaba veinte ducados e7.
H a s t a hace poco tiempo q u e d a b a n allí u n a granja y u n a ermita
de u n a sola n a v e , con p o r t a d i t a románica: l a ermita se estaba
desmontando en el verano de 1942, ¡a pretexto de que se alber-
gaban gitanos! Todavía quedaba en el país el recuerdo de que
allí se acogió a los peregrinos en tiempos pasados (lám. C X X X I I ) .
E l camino antiguo, todavía u t i l i z a b l e , i b a al pie de la sierra
de A l a i z , a l a izquierda de l a carretera a c t u a l , y pasaba por
Y á r n o z , O t a n o , E z p e r u n , Guerendiain y Tiebas, donde había
u n antiguo castillo y a arruinado, obra de Teobaldo I, que se
dice guardaba los archivos reales. E l camino pasaba a los pies
del castillo.
65 Celestino II, en b u l a de 26 de febrero de 1144, c o n f i r m a a l a Sede de
P a m p l o n a sus posesiones, y entre ellas " d o m o s hospitales de Roncesvals et
de M o n t e regali c u m suis ecclesiis et terminis ac p e r t i n e n t i i s " ( K e h r : P a p s -
turkunden i n S p a n i e n , I I , 340).
66 A r e b . de N a v a r r a , cart. I, p á g . 173, ilegible en parte; caj. I, n ú m . 24,
v i d i m u s del siglo X I V , casi en absoluto ilegible.
67 D o c u m e n t a c i ó n referente a G a r i t o a i n y a otras posesiones españolas
de S a n t a F e de Conques se conserva, en copias, en l a Collection D o a t de la d i -
b l i o t h é q u e N a t i o n a l e de París, t. 143 y 144; y además G . D e s j a r d i n s : Cartu-
laire de Vahhaye de Conques-en-Rouergue, París, 1879.

430
I V , XVIII. - LACARRA: P U E R T O S DE ASPE A PUENTE L A REINA

Seguía el camino a l pie d e l C a r r a s c a l , que t a n i m p o r t a n t e


papel ha jugado en todas las guerras, y cruzaba la carretera
actual por l a V e n t a d e l a s C a m p a n a s , donde h a y n n a ermita
de San Nicolás de B a r i , que en otro tiempo sirvió de asilo a lo&
peregrinos de Santiago C8. T a l vez estuviera aquí el hospital y
cofradía de A r t e d e r r e t a que se cita en documentos de 1432 G9.
E l camino torcía a l a derecha para entrar en el valle de Ilzarbe,
y pasando por Enériz y Obanos enlazaba con l a r u t a , que y a
hemos descrito, de Roncesvalles a Puente l a R e i n a .

A n t e s de llegar a Obanos, en término de M u r u z a b a l , y en el


mismo camino de Santiago, está l a ermita de N u e s t r a S e ñ o r a
DE E u n a t e , de gran devoción en l a comarca. L a singularidad
del edificio, de graciosa silueta, ha llamado de antiguo l a a t e n -
ción de los historiadores del arte, que varias veces lo h a n des-
crito con todo detalle 70. Tiene p l a n t a octogonal, recordando l a
disposición del Santo Sepulcro de Jerusalén, de lados desigua-
les, en uno de los cuales se abre el ábside semicircular. L a c a -
pilla se cubre por u n a bóveda de nervios de sección c u a d r a d a
que se j u n t a n en el centro; el ábside lleva bóveda de horno re-
forzada por nervios que se unen en l a clave del arco t r i u n f a l .
Todos los arcos de ventanas y puertas son románicos, y sólo se
emplea el arco apuntado en algún arco de descarga. P e r o lo que
realza la silueta de t a n bello monumento es el pórtico románico
que lo rodea siguiendo la p l a n t a octogonal del edificio. L a cons-
trucción de este pórtico y el destino del edificio h a n sido objeto
de controversia entre eruditos y arqueólogos (lám. C X X X I H ) .
Lampérez supuso que l a arquería que rodea el monumento
63 M a d o z : D i c e , t. 11, pág. 772.
69 A r c h . de N a v a r r a , Papeles sueltos, segunda serie, leg. 7.°, n ú m , 2, c i -
tado por N ú ñ e z d e C e p e d a : L o e . cit., pág. 131.
70 E l l o m i s m o nos releva de dar u n a más a m p l i a descripción y estudio.
Cf. M a d r a z o : N a v a r r a y Logroño, I I , 5; L a m p é r e z : L a iglesia de templarios
de E u n a t e , en " C u l t u r a E s p a ñ o l a " , 1907, págs. 1074-1084, con fotos y p l a n o s ,
y en H i s t o r i a de l a Arquitectura cristiana española, II2, 238-244; E . L a m b e r t :
E l pórtico octogonal de l a iglesia de E u n a t e , en " B u l l e t i n M o n u m e n t a l e " , t. 83
(1924), 169-172, y " B o l . de l a Comisión de M o n u m e n t o s de N a v a r r a " , 1925,
págs. 219-223; E . L a m b e r t : Les chapelles octogonales d"Eunate et de Torres del
Río, parte del " M e m o r i a l H e n r i B a s s e t . N o u v e l l e s études N o r d - A f r i c a i n e s et
orientales publiées par l ' I n s t i t u t des H a u t e s E t u d e s M a r o c a i n e s " , París, 1928;
B i u r r u n : E l arte románico en N a v a r r a , págs. 605 y sigts. J . Y á r n o z , L a s igle-
sias octogonales en N a v a r r a , en " P r í n c i p e de. V i a n a " , 1945, págs. 515-521, con.
Planos y fotos.

431
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

respondía a u n claustro circular, c u y a cubierta no se apoyaba


en las paredes del t e m p l o , sino en otras exteriores hoy desapa-
recidas, y que dejaba u n espacio descubierto entre la iglesia y
e l claustro, a l modo como dice San Jerónimo estaba en su
tiempo el sepulcro del Señor. M . L a m b e r t , por el contrario,
cree que l a arquería en su f o r m a a c t u a l es cosa moderna, t a l
vez del siglo X V I I , cuando se rehicieron cinco de sus lados, apro-
vechándose p a r a los otros tres los capiteles y columnas de al-
g ú n claustro p r ó x i m o , que no podía faltar a l edificio. M . L a m -
bert o l v i d a que en 1520 el claustro circular de E u n a t e se en-
c o n t r a b a , por las descripciones que conocemos, en i g u a l dis-
posición que en l a a c t u a l i d a d 71.

E l destino del templo t a m b i é n h a sido discutido. Desde


M a d r a z o , y por l a p l a n t a especial del edificio, se a t r i b u y ó a los
caballeros templarios, sin que hubiera indicio alguno documental
que lo c o n f i r m a r a . M . L a m b e r t supone, con gran verosimilitud,
que se t r a t a de u n a capilla funeraria, de las que existen otros
ejemplos en el arte francés, y , en N a v a r r a mismo, la de Torres
del R í o , t a m b i é n en el camino de Santiago 72. L a capilla fune-
r a r i a , según t r a d i c i ó n a n t i g u a , fué fundada por u n a reina o se-
ñora p r i n c i p a l . E n el siglo X I I I parece que hubo aquí u n hospi-
t a l dependiente de l a Orden de San J u a n de Jerusalén 73; en el
71 E s t a opinión fué e m i t i d a por M . L a m b e r t en su artículo citado E l pór-
tico octogonal... y r e a f i r m a d a en su segundo estudio Les chapelles octogonales...
E l documento de 1520, que publicó D . Jesús E t a y o ( " B o l . Comisión de M o n u -
mentos de N a v a r r a " , 1914, p a g . 64), dice t a x a t i v a m e n t e "<¡rue a l derredor de
l a dicha y g l e s i a de l a parte de f u e r a ay u n claustro m u y hermoso e solempne
l a b r a d o de muchas grandes y hermosas piedras, en el q u a l ay muchos arquos...
y a l pie de los arquos entre arquo y arquo ay muchos enterrónos carnarios y
sepulturas, y en ellas h a u n oy en d i a parescen claramente muchos huessos de
los que en ellos fueron enterrados, y ay algunas grandes piedras que cubre las
dichas s e p u l t u r a s " . T o d o lo cual conviene exactamente con l a disposición
a c t u a l . E n 1607 consta que se habían caído varios arcos y l a p o r t a l a d a del claus-
t r o , y los demás estaban p a r a caerse (cf. B i u r r u n : Op. cit., pág. 602); con ese
m o t i v o se reconstruyeron los cinco sectores modernos, pero siempre con la
disposición de los p r i m i t i v o s .
72 Véanse en el " M e m o r i a l H e n r i B a s s e t " , y a c i t a d o , las razones técnicas
que aduce, y t a m b i é n J . M.a L a c a r r a , en "Príncipe de V i a n a " , n ú m . V (1941),
página 39.
73 E l 6 de m a r z o de 1251, el p r i o r del h o s p i t a l de S a n J u a n en N a v a r r a
conviene con los cofrades de Obanos sobre l a u t i l i z a c i ó n por estos últimos
" d e l nuestro h o s p i t a l del c a m i n o " : allí p o d r í a n tener sus reuniones, guardar
sus viandas entregando las sobrantes al h o s p i t a l , y allí p o d r í a n enterrarse los

432
IV, XVIII. - LACARRA: PUERTOS DE ASPE A PUENTE LA REINA

siglo X I V tenía allí establecida su sede u n a cofradía de caba-


lleros de la comarca, de l a que era abad el prior del c o n v e n t o
¿el Crucifijo de Puente l a R e i n a 74. C o n m o t i v o de l a restau-
ración llevada a cabo recientemente (1941-1943), se h a com-
probado lo que decían antiguas escrituras de que alrededor de
la iglesia y entre las arquerías había sepulturas; se encontra-
ron además algunas conchas de peregrino con sus orificios p a r a
coserlas al traje ( l á m . I), lo que prueba que sirvió en alguna
ocasión de cementerio de peregrinos.

cofrades. Creo que sin v i o l e n c i a puede identificarse este " h o s p i t a l d e l c a m i n o "


con l a actual e r m i t a de N u e s t r a Señora de E u n a t e , s i t u a d a precisamente en
el camino y a l pie de O b a n o s . A . H . N . : S a n J u a n de Jerusalén. Priorato de
Navarra, legs. 708-711. Véase en el Apéndice.
74 H a y unas constituciones de l a Cofradía de 25 de octubre de 1387
( B i t j r r u n : Op. cit., p á g . 612) que subsistía a comienzos del siglo X I X .
Cf. Dice. geog. hist. de l a A c a d e m i a , t. II, 1802, pág. 5 1 , s. v . M u r u z á b a l .

TOMO II —28- 433


tdBs&sssk

¿San/oJ*
SAN S
Oj/i¿áz¿ ate jQn¿oc^ó>

V/TOñ/A
* CjxxiZol "/'^OO.OOO *
Capítulo XIX

E L CAMINO DE BAYONA A BURGOS *

N o u s avons cheminé longtemps


D a n s les montagnes de B i s c a y e ,
Cheminant toujours rudement
P a r les p a y s en droite voie,
Jusqu'au Mont Saint-Adrien.
(Canción de los Peregrinos de París,
siglo X V I I . )

Hemos indicado y a , al hacer la historia del camino de S a n -


tiago, el origen tardío de esta r u t a . Confluían hacia ella en p r i -
mer lugar los peregrinos que seguían el camino de París-Burdeos,
y a veces los de otros itinerarios, y a que todo el territorio vasco-
francés estaba jalonado de pequeños hospitales y encomien-
das de l a Orden de S a n J u a n , del H o s p i t a l de R o n c e s v a l l e s , de
la Orden de Santiago y de iglesias o fundaciones p a r t i c u l a r e s .
E n 1254 se hizo u n cambio entre la O r d e n de Santiago y l a Igle-
sia de Compostela en v i r t u d del c u a l recibía ésta todos los hos-
pitales que l a O r d e n tenía en Gascuña hasta B u r d e o s , R o c a m a -
dor y Toulouse 1. L o s que dependían de Roncesvalles se fueron

* Véase l a continuación del i t i n e r a r i o , entre V i t o r i a y B u r g o s , en el cro-


quis que acompaña al capítulo V I I I .
1 E n 1230, Gregorio I X c o n f i r m a a l a O r d e n de Santiago todas sus pose-
siones y hospitales en Gascuña; se enumeran entre otros: " i n e p i s c o p a t u A q u e n -
si Hospitale S a n c t i l a c o b i de F o r e s c u m pertinentiis suis... i n diócesi B a i o -
nensi H o s p i t a l e de B o n o l o c o [cerca de H a s p a r r e n ] c u m pertinentiis suis... i n
diócesi T h o l o n e n s i H o s p i t a l e de A m b o u c u m ómnibus pertinentiis s u i s . . . " ,
B u l l a r i u m equestris Ordinis S . l a c o b i de Spatha, M a d r i d , 1719, págs. 91-93.
E n l a escritura de p e r m u t a de 1254 se dice: " í t e m damus et concedimus v o b i s
Hospitale P o n t i s de O r t i g a , q u o d est i n V a s c o n i a c u m ómnibus alus H o s p i t a -
ubus, quae habemus, v e l habere debemus i n t o t a V a s c o n i a et i n ómnibus aliis
locis confinibus usque ad S a n c t a m M a r i a m de R u p e A m a t o r i s , et usque ad c i -

435
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

perdiendo t a m b i é n poco a poco, especialmente a partir del si-


glo X V I , en q u e , por las rivalidades políticas entre F r a n c i a y
España, resultaba d i f í c i l destacar allí u n canónigo que admi-
nistrara las encomiendas e h i c i e r a valer los derechos del Hos-
p i t a l de Roncesvalles 2.
Estas tierras de Gascuña, q u e , según hemos indicado % p a -
saron en el siglo X I I a depender de l a Corona de Inglaterra,
entraron más tarde en l a esfera de acción de Castilla por el
m a t r i m o n i o de Alfonso V I I I c o n L e o n o r , h i j a de E n r i q u e II
de Inglaterra. Entonces se pactó su entrega a l castellano como
dote de l a reina, y aquél, u n a v e z t o m a d a V i t o r i a (1200) y so-
m e t i d a voluntariamente Guipúzcoa, pasó a ocuparlas inmedia-
tamente. E n 1204 se t i t u l a A l f o n s o V I I I señor de Gascuña, y
aun hizo otra expedición en 1205, s i n d u d a p a r a ventilar con
J u a n , hijo y sucesor de E n r i q u e II en e l trono de Inglaterra,
sus derechos sobre l a Gascuña. S i n embargo, no pudo ocupar
las ciudades principales: B a y o n a , Burdeos y L a Réole. A l f o n -
so V I I I , que había emprendido l a campaña p a r a rescatar unos
derechos de su mujer, no se interesó grandemente p o r l a conser-
vación de estos territorios. N o eran realmente m u y codiciadas
las tierras de las L a u d a s , entonces despobladas, B a y o n a no
tenía tampoco l a i m p o r t a n c i a comercial que alcanzó en el s i -
glo X I I I , y otras ocupaciones más apremiantes, como l a i n -
vasión de M i r a m a m o l í n , distrajeron s u atención. Alfonso X
no mostró más interés p o r mantener sus derechos, y a pesar de
las excitaciones de Gastón de Bearne y d e l conde de B i g o r r a ,
renunció definitivamente a las tierras de Gascuña a l acordarse
el m a t r i m o n i o de su h e r m a n a L e o n o r c o n E n r i q u e I I I de I n -
glaterra, con lo que reintegró a l a soberanía de este país l a dote
que aportara a C a s t i l l a su bisabuela D.a L e o n o r .
Sin embargo, esta desviación de l a atención castellana hacia
V a s c o n i a y Gascuña t u v o sus consecuencias en orden a l esta-

v i t a t e m T o l o s a n a m , et usque B u r d e g a l u m c u m ómnibus possessionibus et


p e r t i n e n t i i s , quae a d praesens habent p r a e d i c t a H o s p i t a l i a , i t a q u o d c u m óm-
n i b u s supradictis pleno et integro iure proprietatis et d o m i n i i perpetuo ad
O r d i n e m v e s t r u m spectent". Ibidem, p á g . 190.
3 A p r i n c i p i o s d e l siglo X V I I se c a l c u l a b a que Roncesvalles había dejado
de p e r c i b i r en sus posesiones de F r a n c i a 50.000 ducados y babía gastado en
pleitos unos 10.000 ducados. Cf. I b a r r a : H i s t . de Roncesvalles, pág. 482.
3 Véase parte I V , c a p . I I I .

436
XV, XIX. - LACARBA: EL CAMINO DE BAYONA A BUBGOS

blecimiento de comunicaciones directas entre Castilla y F r a n -


cia y a la intensificación del comercio a través de Á l a v a y G u i -
púzcoa.
E l comercio exterior de Castilla se realizaba hasta entonces
por L a r e d o , Santander, Castro Urdíales y San Vicente de l a
Barquera con B u r g o s , que ejercía l a c a p i t a l i d a d política y eco-
nómica de C a s t i l l a . A l incorporarse Á l a v a y Guipúzcoa a l a
Corona de C a s t i l l a , los reyes, deseosos de enlazar con E u r o p a
más directamente, cuidaron de establecer comunicaciones y
de repoblar el país. Á l a v a , y especialmente Guipúzcoa, seguían
con la población d i s t r i b u i d a en caseríos, comunicados con sen-
deros de trazado d i f í c i l por l a configuración del terreno. A l f o n -
so V I I I primero, y Alfonso el Sabio más tarde, i n i c i a r o n l a f u n -
dación de las principales v i l l a s del interior y les dieron fueros
que facilitaran la concentración en ellas de l a población dis-
persa 4.
Entonces se intensificaron t a m b i é n las relaciones políticas
con F r a n c i a y se fueron trazando los principales caminos. Estos
eran dos: uno que de Á l a v a pasaba a Guipúzcoa por el t ú n e l
natural del puerto de San A d r i á n , y seguía por Cegama, Segu-
ra, V i l l a f r a n c a , T o l o s a , H e r n a n i , O y a r z u n , Fuenterrabía o I r ú n
a F r a n c i a . E s t e es el que seguían los peregrinos. E l otro pasaba
de V i t o r i a a U l i b a r r i - G a m b o a , Salinas, Mondragón, Oñate,
L e g a z p i a , V i l l a r r e a l , Ormáiztegui y B e a s a i n , donde enlazaba
con el camino anterior. E s t e ú l t i m o , más largo y accidentado,
era menos usado p a r a l a comunicación con F r a n c i a . E l barón
de R o s m i t h a l siguió en 1466 u n i t i n e r a r i o más complejo, pues
pasó por Tolosa y de allí a V i l l a r r e a l , según el segundo camino
que hemos citado; siguiendo por V e r g a r a , E l g u e t a , E l o r r i o y
Durango a B i l b a o , y de aquí, por u n camino m u y antiguo, a
V a l m a s e d a , V i l l a s a n a de M e n a y M e d i n a de P o m a r , estas dos
ú l t i m a s en l a p r o v i n c i a de Burgos 5. U n itinerario parecido de-
bió de seguir el obispo de P o r t o en el siglo X I I , en el viaje a
que y a hemos hecho relación.

4 C. d e E c h e g a r a y : L a s P r o v i n c i a s Vascongadas a f i n e s de l a E d a d M e -
dia, San Sebastián, 1895, y M . C i r i q u i a i n - G a i z t a r r o : L a f o r m a c i ó n de las
villas de Guipúzcoa, en " R e v . de E s t u d i o s de l a V i d a L o c a l " , 1947, núriis. 31,
32 y 33.
5 Seguimos las identificaciones que propone J . G á r a t e : E u s k a r i a a me-
diados del siglo X V , " Y a k i n t z a " , 1933, 369-372.

437
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Bayona.

E l nombre de B a y o n a empieza a f i g u r a r en los documentos


a principios del siglo X I I , reservándose e l antiguo de L a p u r d u m
p a r a l a diócesis (en francés L a b o u r d ) . A mediados del siglo X I I
contaba con ocho puertas, u n a de las cuales, situada a l f i n a l de
l a calle M a y o r o M a y o u (hoy rué d ' E s p a g n e ) , se l l a m a b a puerta
de España. H a c i a el año 1125 se construyó u n puente sobre el
río A d o u r "; pero fué sobre todo en el siglo X I I I cuando B a -
y o n a empezó a cobrar i m p o r t a n c i a comercial y política. V i n o
a ser el puerto n a t u r a l de N a v a r r a , desplazando a S a n Sebas-
t i á n y. a Fuenterrabía; sus barcos eran numerosos y sus mari-
nos aguerridos acabaron por expulsar l a ballena del golfo de
Gascuña, persiguiéndola hasta los mares d e l N o r t e ; adquirie-
r o n por su valor u n justo renombre en Inglaterra y , no olvidando
su raigambre española, pusieron sus barcos en ocasiones a l ser-
v i c i o de l a reconquista contra e l moro 7.
T a m b i é n en B a y o n a pueden rastrearse los recuerdos jaco-
beos. E n l a catedral había u n a capilla de Santiago y en el pór-
tico se v e todavía u n a preciosa imagen d e l siglo X I I I repre-
sentando a l santo A p ó s t o l c o n hábito de peregrino y con su
b o r d ó n . N o f a l t a b a n los hospitales de peregrinos n i las hospe-
derías particulares. E n el siglo X V I I I , aminorado el paso de
peregrinos, era u n a señora, M m e . B e l c o u r t , que m o r a b a en el
" f a u b o u r g d u S a i n t - E s p r i t " , l a que m o n o p o l i z a b a el albergue de
peregrinos. " V i v e en l a p r i m e r a casa, entrando a mano derecha
— d i c e Manier^—, y ostenta u n a concha de Santiago sobre l a
p u e r t a . A q u í se alojan todos los peregrinos de Santiago a l a

6 " E g o R a i m u n d u s , Baionensis episcopus et minister, c u m B e r t r a n d o ,


B a i o n e n s i v i c e c o m i t e , et c u m sua m a t r e U r r a c a , et c u m canonicis et c u m
ó m n i b u s baronibus L a b u r d e n s i s p r o v i n c i e , p o n t e m supra mare B a i o n e perfi-
cere i n c i p i o . Q u a de causa t e r t i a m p a r t e m t r i b u t i pontis Beate M a r i e supra-
d i c t u s vicecomes, o m n i tempere concessit. Testes affuerunt... ", L i v r e d ' O r
de Bayonne, p u b l . p o r M . l'abbé B i d a c h e , pág. 2 1 .
7 " R e x , M a j o r i et c i v i b u s suis B a i o n e n s i b u s . S a l u t e m . C u m venerabilis
pater... E p i s c o p u s O v e t o n , sedis A p o s t o l i c a e L e g a t u s , p r o defensione fidei
christianae et terrae H i s p a n i a e c o n t r a mauros, galeas i n c i v i t a t e nostra pre-
d i c t a p r o p o n a t faceré, f i e r i et a r m a r i , nos volentes t a m laudabile propositnm
per nostros aliquatenus i m p e d i r i . . . (año 1278, 6 febrero). E n 1280, 18 mayo-
n u e v a autorización: " . . . galeas et naves contra sarracenos inimicos christiaoe
f i d e i . . . " , R y m e r : Foedera, t. I.

438
IY, XIX. - l a c a r r a : el CAMINO DE BAYONA a burgos

ida y a l a v u e l t a . P o r eso es conocida esta mujer p o r todo el


m u n d o " 8.
L a Cofradía de peregrinos de Santiago se fundó en 1603 y
subsistió hasta la Revolución. L o s cofrades bayoneses tenían
su altar especial y su procesión general. E n las ceremonias p ú -
blicas debían llevar " l a caja que contenía los certificados de
ser verdaderos peregrinos; l a l l e v a b a n al lado i z q u i e r d o y en
el derecho dejaban colgar u n a c a n t i m p l o r a ; de las espaldas p e n -
dían u n manto con reliquias y conchas, y en la mano l l e v a b a n
un bastón de seis pies de alto. L o s cofrades d i f u n t o s eran e n -
terrados con estos atavíos, y cuando el bastón r e s u l t a b a d e m a -
siado largo para meterlo en el a t a ú d , lo cortaban a l a m e d i d a
de éste". Antes de las ceremonias, el vicesuperior solía e x a m i -
nar todas las cantimploras para verificar si estaban vacías. Se
impusieron multas para castigar a los que se detuviesen d u r a n -
te las procesiones en alguna taberna para refrescar.
L a parroquia de A s s o n tenía u n a cofradía y conserva t o d a -
vía el traje de peregrino. D e B i d a c h e , fué enviada u n a repre-
sentación a Santiago de Compostela para traer reliquias d e l
santo A p ó s t o l , que era patrono p r i n c i p a l del p r i n c i p a d o de B i -
dache 9.
E l Itinerario de l a Nouvelle Guñie recomienda a los peregri-
nos la c a l i d a d de los cortaplumas de B a y o n a . E n esta c i u d a d
se aprestaban a cambiar su moneda y se disponían a entrar en
un país de lengua misteriosa e ininteligible:

Changer f a l l u t nos gros Manes,


Q u a n d nous f u m e s dans B a y o n n e ,
N o s quarts d^écus qu^on nomme F r a n e s ,
Avee notre monnoie en somme,
Semblablement nótre eouronne,
C'esí p o u r l a Biscaye passer,
Q u H l y a d^étrange monde,
On ne les entend pas parler.

Manier hace esta ú l t i m a observación al llegar a I r ú n : " N u e s -


tra mayor d i f i c u l t a d estaba en haber desaparecido de pronto
el empleo de la lengua francesa y oír hablar, no y a español, sino
8 Pélerinage d ' i m p a y s a n P i c a r d , pag. 43.
9 P r o p o r c i o n a estos datos el abate C h a k b o n a u , párroco de Q u i c h e , D e -
vociones y prácticas supersticiosas de algunos santuarios vascos y bearneses,
" A n u a r i o de E u s k o - F o l k l o r e " , 1931, t. X I , pág. 110.

439
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

v i z c a í n o , lengua más d i f í c i l que el alemán. N o s vimos obliga-


dos a pedir lo necesario por señas, como los m u d o s " 10.

Salían los peregrinos por A n g l e t , B i d a r t a San J u a n de L u z .


A q u í había u n viejo h o s p i t a l bajo l a advocación de Santiago,
construido p a r a dar albergue a los peregrinos. Pasado el pala-
cio de U r t u b i se entraba en U r r u g n e , con bella iglesia del s i -
glo X V . E n el pórtico h a y u n relieve con tres figuras, en el cen-
tro S a n V i c e n t e , p r i m e r obispo de D a x ; a l a i z q u i e r d a , Loetus,
su hermano y compañero de apostolado, y a l a derecha, el
apóstol Santiago. E n el reloj de l a torre puede leerse l a cono-
cida inscripción: Vulnerant omnes, ultima necat.
P o r B i r i a t o u pasaban los peregrinos a B e h o v i a y entra-
b a n en España11.

L a s canciones francesas y los relatos de los peregrinos ex-


presan bien el contraste entre l a tierra que éstos dejaban y la
t i e r r a en que i b a n a entrar:
Quand nous fumes á S a i n t - J e a n - d e - L u z
Les biens de D i e u en abondance:
Car ce sont gens de D i e u élus.
Des charités onttsouvenance,
Donnant aux pauvres chevance,
E t de leurs biens en abondance,
D i s a n t : Vous aurez souvenance,
D i e u vous conduise á sauvement.

M a i s nous fumes bien étonnés,


Quand nous fumes á S a i n t - M a r i e ,
L a tous mes compagnons et moi
Dimes adieu a la Frunce j o l i e .
E n pleurant nous nous mimes á diré:
A d i e u les nobles f l e u r s de lys.
E n E s p a g n e nous f a u t s u i v r e ;
C'esí un. étrange p a y s 12.

lü Pélerinage d ' i m p a y s a n P i c a r á , p a g . 4 8 .
11 E l palacio de U r t u b i d a t a de 1341, en que M a r t í n , señor de U r t u b i a ,
o b t u v o del rey de I n g l a t e r r a autorización p a r a construir sobre el camino de
España u n castillo de p i e d r a con m u r a l l a s y fosos, " p o r q u e no existía otro a
tres leguas de aquel lugar, y a f i n de proteger esta parte de l a frontera contra
los ataques del e n e m i g o " . E n H e n d a y a , en 1448, no babía t o d a v í a más que
dos casas, l a de I t u r r i a g a y l a de E c b e v e r r i ; cf. M ú g i c a : Geografía general del
país vasconavarro. Guipúzcoa, p a g . 27.
12 Canción de los peregrinos parisienses, en C a m i l l e D a u x : Les chansons

440
JV, XIX. - LACARRA: EL CAMINO DE BAYONA A BURGOS

Tetzel todavía es más duro en sus apreciaciones: " T r a s ello


cabalgamos a u n país aún más p o b r e , y allí había u n pueblo
malvado y asesino llamado B i s k e i n . E n este país no h a y nece-
sidad de caballo: no h a y heno, n i p a j a , n i cuadras y , además,
los albergues son malos. Se lleva allí el v i n o en pellejos de c a -
bras; no se encuentra buen p a n , carne n i pescado e n el país,,
pues se alimentan de frutas en su m a y o r p a r t e " 13.
M u y otra era l a impresión del j o v e n M a n i e r y sus c o m p a -
ñeros í " V i m o s primero gran número de muchachas y señoras
de t a l belleza que parecíamos estar en u n lugar de delicias, con
sus trenzas colgando, sus corpinos azules o rojos, su rostro gra-
cioso como no puede imaginarse. P u e d o decir que esta c i u d a d
(Irún) se distingue por unas mujeres t a n bellas como pueden
verse en cualquier c i u d a d de E u r o p a y , a l revés, por l a fealdad
de los hombres" 14.

Penetraban los peregrinos generalmente por I r ú n , en donde


aún se l l a m a " e l paso de S a n t i a g o " a l punto en que se atravesaba
el Bidasoa en aquella jurisdicción 15. M u y cerca de l a o r i l l a f r a n -
cesa existía el p r i o r a t o de Santiago de Z u b e r n o a , señalado t o -
davía con u n a cruz de m a d e r a , que se l e v a n t a en el solar que
ocupó el convento y que los vecinos de l a c i u d a d c u i d a n con
solicitud 16. E s t e h o s p i t a l de Santiago lo encontramos citado y a
en u n documento de 1355 17.
des pélerins de Saint-Jacques, M o n t a u b a n , 1899. D a r a n a t z : Curiosités du
Pays Basque, B a y o n n e , 1927, v o l . II, trae esta o t r a :
E n passant a Sainte M a r i e ( I r ú n )
H e l a s ! mon D i e u
N o u s eumes danger de la vie
D a n s tout ce lien.
N o u s regrettames le p a y s
De notre F r a n c e , •,
O u nous avions dans nos logis
Une grande ahondance.
13 E s t e pasaje no fué t r a d u c i d o por F a b i é , y puede verse en J . GÁRATE:
E u s k a r i a a mediados del siglo X V , " Y a k i n t z a " , 1933, pág. 369.
14 Pélerinage d'ura p a y s a n P i c a r á , pág. 47.
15 Está a l a i z q u i e r d a del puente i n t e r n a c i o n a l , entrando p o r H e n d a y a
entre B e h o v i a e I r ú n .
16 Así lo dice D . S e r a p i o M t j g i c a en l a Geografía general del país vasco-
navarro. Guipúzcoa, p á g . 400.
17 E n las cuentas rendidas p o r L u c a s L e f f e v r e , abad de A r r ó n i z , dé los

441
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

A la parte de I r ú n p r ó x i m a al B i d a s o a continúan llamán-


dole " b a r r i o de S a n t i a g o " . P a r a que los peregrinos cruzaran el
r í o se hizo en el siglo X I V u n puente o pasarela de madera 1\

L a v i l l a de I r ú n es de fundación moderna. Desde 1203, en


que A l f o n s o V I I I dio a Fuenterrabía el fuero de San Sebastián,
dependió de aquella v i l l a , hasta que en 1766 se constituyó en
A y u n t a m i e n t o aparte. P o r eso, cuando en ocasiones las Guías
e Itinerarios citan a Fuenterrabía, pueden m u y bien referirse
a I r ú n , o a S a n t a María de I r ú n , como antes se decía.

Sopo B e r n a l d del C a r p y o q u e f r r a n g e s e s p a s s a v a n ,
Que a Fuente R r a b y a todos y a r r y b a u a n .
P o r conqueryr E s p a n n a segunt que ellos cuydavan 19.

I r ú n , más que Fuenterrabía, era l a verdadera entrada de


España p a r a los que llegaban por tierra. L a leyenda de su es-
cudo explicaba b i e n esta su m i s i ó n : Vigilantiae cusios.
L o s peregrinos que penetraban en Fuenterrabía tenían se-
ñalado el tránsito al interior por l a ermita de Santiago que
a ú n subsiste.

Seguían los peregrinos a O y a r z u n y H e r n a n i . E s t e era el


camino más antiguo y el que más se c i t a en todas las Guías e
Itinerarios de peregrinos. Se dice incluso que por aquí i b a u n
antiguo camino romano que pasaba por I r ú n , O y a r z u n , A s t i -
garraga, H e r n a n i a A n d o a i n 20.
E l " I t i n e r a r i o de Senlis" i n d i c a , además de esta r u t a , una
desviación por Rentería y San Sebastián, p a r a seguir por Her-

gastos originados con m o t i v o del v i a j e de Carlos II el M a l o a N o r m a n d í a , se


dice: " í t e m por el loguero de X X V I bestias q u i l e v a r o n X X V I cargas del dito
v i n o de l a v i l l a de P a m p l o n a ata l o s p i t a l de Sant J a y m e cerca F u e n t e r r a b i a
X X s. por carga v a l . X X V I 1.", B C M N a v , 1911, pág. 137. E l h o s p i t a l de San-
tiago de Z u b e r n o a (antigua p a r r o q u i a , cuyo t e r r i t o r i o se d i v i d i ó entre Beho-
v i a , U r r u g n e y H e n d a y a ) dependía de l a abadía de A r t h o u s , diócesis de B a -
yona.
18 S e r a p i o M u g i c a : Loe. cit.
19 P o e m a de F e r n á n González, ed. A . Z a m o r a V i c e n t e , M a d r i d , 1946,
«strofa 132. Siglos después había de repetir M i l t o n : " C a r l o m a g n o cayó con to-
dos sus pares cerca de F u e n t e r r a b í a " , The P a r a d i s e Lost, l i b . II.
20 P e d r o M.a d e S o r a l u c e : Arqueología romana de Guipúzcoa, B . A . H . ,
t. X X X I I I , 1898, pág. 110-113.

442
jy, XIX. - LACARRA: EL CAMINO DE HAYONA A BURGOS

nani. T a m b i é n se h a pretendido reconocer u n trozo de c a l z a d a


romana frente al caserío de Celaycho y que iría de O y a r z u r a
Ancho 21. Pero éste será u n camino posterior. Rentería no se
funda hasta 1320, en que el antiguo lugar de Orereta fué desig-
nado para formar u n a v i l l a con el nombre de V i l l a n u e v a de
Oiarso, donde se concentraría la población del v a l l e . H a b i é n -
dose resistido los pueblos del valle a trasladarse a l a n u e v a v i -
lla y a reconocer su supremacía, se procedió por f i n a l a sepa-
ración en 1495. V i l l a n u e v a adoptó entonces el n o m b r e de R e n -
tería, que sin duda venía y a usándose por percibirse allí las r e n -
tas reales. L a desviación por Rentería a San Sebastián sería
utilizada principalmente por los peregrinos que seguían l a r u t a
de la costa a O v i e d o , como en el siglo X V el obispo armenio
M á r t i r , o por otros que se desviarían llevados por la c u r i o s i d a d
o por motivos especiales, como le ocurrió a M a n i e r , que entró
en Pasajes y allí le enseñaron u n barco que se hacía p a r a el r e y .
Recuerdo del paso por este camino es la casa l l a m a d a P e l e g r i -
ñanena, c u y a fachada ostenta una o dos conchas de peregrino
grabadas en l a piedra.

Seguía el camino por H e r n a n i , A n d o a i n 22, V i l l a b o n a a T o -


losa o Touloussette, como solían decir las Guías e I t i n e r a r i o s ,
para distinguirla de l a Tolosa de F r a n c i a . L a v i l l a de T o l o s a
había sido f u n d a d a por A l f o n s o el Sabio en 1256, recibiendo el
fuero de V i t o r i a . A l l í se fueron concentrando los habitantes
desparramados por los caseríos de los montes U r q u i z u y M o n -
tescue, las laderas del U z t u r r e e I z a z c u n y l a vega de L a s c o a i n .
Tolosa aseguraba el tránsito de mercancías hacia S a n Sebas-
tián y Fuenterrabía y defendía a l a vez l a frontera n a v a r r a .
Por su i m p o r t a n c i a estratégica recibió muchos privilegios de
los reyes p a r a que estuviera siempre bien p o b l a d a . T o l o s a t u v o
un antiguo hospital de peregrinos, situado en u n p r i n c i p i o cerca
de la p a r r o q u i a de Santa María, en el lugar que luego se cono-
ció con el nombre de hospital-zarra (hospital viejo); h a c i a 1773

21 S o r a l u c e : Loe. cit.
22 M a n i e r c i t a L i c h a r t , que el editor no i d e n t i f i c a , pero que debe de ser
Lasarte, aunque parece que lo sitúa después de A n d o a i n . E n l a enumeración
que vamos haciendo procuramos citar todos los lugares que se encuentran
mencionados en alguna Guía o Itinerario de peregrinos, p a r a f i j a r l a r u t a con
mayor precisión.

443
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G 0

se trasladó a l lugar que hoy ocupa l a Casa de Beneficiencia 23.


A f i n de arbitrar recursos p a r a l a construcción de la nueva
Casa se vendieron, además del h o s p i t a l v i e j o , las ermitas de
Santa María Magdalena y de S a n t a Lucía con sus casas anexas 2\
Sospecho que esta e r m i t a de Santa María Magdalena fué anti-
gua leprosería de San Lázaro. Se dice que antes se l a conocía
con el nombre de e r m i t a de Santiago; lo que sí es cierto es que
el cabildo de S a n t a María tenía obligación de cantar el día 24
de j u l i o las vísperas de Santiago en esta e r m i t a , donde en u n
nicho se veneraba l a imagen " a n t i q u í s i m a " del santo Apóstol.
Parece que hubo t a m b i é n en Tolosa u n a encomienda de ca-
balleros templarios, establecida donde luego se fundó l a Casa
de Beneficencia. A l disolverse l a O r d e n , pasó a ser propiedad de
los caballeros hospitalarios de San J u a n de Jesuralén, los cua-
les en 1671 vendieron encomienda y capilla a D . Diego A n t o n i o
de Z a b a l a y A r a n g u r e n 25.

E l camino seguía por el pintoresco valle del río O r i a , siem-


pre v e r d e , por donde ahora pasan el ferrocarril y l a carretera
general. A t r a v e s a b a Alegría, Icazteguieta, Legorreta, Isasondo
y V i l l a f r a n c a de Guipúzcoa. E s t a v i l l a t a m b i é n debía su nom-
bre y fuero a A l f o n s o el Sabio (1268); más adelante (1399) se le
agregaron aún voluntariamente hasta siete lugares vecinos y
las casas de L a z c a n o 26. E n el siglo X V I I I , según Manier, to-
davía estaba cerrada con puertas.
Seguían los peregrinos por B e a s a i n , Segura, v i l l a fundada
por A l f o n s o X en 1256, a Cegama 27 y P u e r t o de San A d r i á n .
E l v a l l e se v a estrechando, dejando a l a i z q u i e r d a el A l t o de
S a n t a B á r b a r a y l a Peña de A i t z a c u n d i a . E n este valle vio
M a n i e r por p r i m e r a vez el carro montañés t i r a d o por dos bue-

23 G o r o s a b e l : Bosquejo de las antigüedades de Tolosa, pág. 343.


24 E . U r r o z : Compendio historial de l a v i l l a de Tolosa, T o l o s a , 1913, pág. 94^
25 E . U r r o z : Loe. cit., p á g . 79.
26 Cf. C. d e E c h e g a r a y y S. d e M u g i c a : V i l l a f r a n c a de Guipúzcoa. M o -
nografía histórica, I r ú n , V a l v e r d e , 1908, X I V , 503 págs.
27 L a i m a g e n de N u e s t r a Señora de las N i e v e s , venerada en l a ermita de
s u n o m b r e , se dice que corresponde a u n a hospedería que había en el camino,
l l a m a d a Gesalbiscar y destinada a los peregrinos de Santiago. Cf. " A n u a r i o
de l a Sociedad de E u s k o - F o l k l o r e " , I V , 1924, pág. 107. E l Venerable M á r t i r ,
F r a y F r a n c i s c o B e l , en 1633 dice que d u r m i ó " e n una huespedería o P o s a d a ,
a l pie del monte de Sant A d r i á n " , R I E V , 1923, pág. 25.

444
IV, xix. - l a c a r r a : el CAMINO DE BAYONA a burgos

yes: " L a s ruedas a l marchar os entretienen por las armonías


que emiten a fuerza de no cuidarse de engrasarlas. S i l b a n como
cornetas de todas clases. E s m u y d i v e r t i d o . "

A l empezar la subida del puerto, el camino de peregrinos se


separa de l a carretera actual y tuerce a l a derecha p a r a atrave-
sar la sierrai por el t ú n e l de S a n A d r i á n . Se percibe todavía el
antiguo camino de peregrinos perfectamente empedrado 28. A l
llegar a lo alto, cuando parece que el horizonte se cierra con l a
masa rocosa, se abre u n t ú n e l n a t u r a l de unos setenta metros
<le longitud y de u n a anchura y altura variables, que f a c i l i t a el
paso a l a otra vertiente.
L a impresión que producía esta m a r a v i l l a de l a N a t u r a l e z a
a peregrinos y viajeros se refleja bien en las numerosas descrip-
ciones que nos h a n dejado de su paso por este lugar. E l C a r t u -
jano lo compara con l a boca del i n f i e r n o :

A l puerto de S a n A d r i á n horadado
M e semejaba l a tal abertura;
E n partes estrecha su concavadura,
Y tal que llevaba m i cuerpo de lado 29.

A J u a n Vasco le parecía ver desde su altura el Océano y


el Mediterráneo 30. Manier cree que esta m o n t a ñ a es u n a de las
más altas del mundo y se t a r d a en subir dos horas. B'raun, que
la atravesó en sentido contrario en el siglo X V I (lám. C X X X I V ) ,
compara e l t ú n e l a l a gruta de Pausílipo, cerca de Ñapóles.
" P o r lo fragoso del terreno, se hace m u y dificultoso el viaje en

28 B r a u n lo tomó p o r una calzada r o m a n a : " I n d e , mons i n c l i v u m p a u l a -


t i m se subdere i n c i p i t , unius rnilliaris itinere et v i a q u e m ad m o d u m A p p i a n a
lapidibus s t r a t a , R o m a n o r u m opus e x i s t i m a t u r " , B r a u n y H o g e n b e r g : C i -
vitates orbis terrarum (ed. 1593), v o i . V , f o l . 16.
29 J u a n de P a d i l l a ( E l Cartujano) liaría el viaje en sentido i n v e r s o , desde
Álava a Guipúzcoa:
A s í comenzamos subir a l a sierra
M u y nubilosa con p e n a y a f á n .
Como quien sube por S a n A d r i á n
Partiendo de noche de su Salvatierra.

F o u l c h é - D e l b o s c : Cancionero castellano del siglo X V ( " N u e v a B i b l . de


Autores Españoles, t. X I X , pág. 34), y M . H e r r e r o G a r c í a : N o t a - a l C a r t u -
jano ( " R e v . I n t e r n a c i o n a l de E s t u d i o s V a s c o s " , 1924, págs. 589-591).
80 S u testimonio recogido p o r B r a u n y H o g e n b e r g : Loe. cit.

445
I. A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

caballerías sin llevarlas de la m a n o , - y aun es imposible por


n i n g u n a otra parte atravesar las escarpadas rocas, cubiertas
todo el año de nieves y hielos constantes. A p l i c a b l e es a esta
m o n t a ñ a lo que del monte Breñero dijo u n poeta germánico:

B l a n c a nieve corona su alta cima


I Y f a l d a y valle cubre horrendo hielo...

Impone, en efecto, el contemplar desde el llano aquellos


peñascos y alturas cubiertas siempre de hielos y perpetuas nie-
ves. H a l l ó , pues, l a i n d u s t r i a h u m a n a , e s t i m u l a d a por la nflsma
necesidad, medio y arte para hacer u n c a m i n o , horadando el
monte. Su anchura es regular, y su largura, como de u n tiro de
ballesta. S u entrada por el lado que m i r a a España (Álava) es
u n poco oscura, se i n c l i n a algo hacia abajo, tuerce al medio ha-
cia l a i z q u i e r d a , y desde allí se empieza a percibir l a luz que en-
t r a por la parte que m i r a hacia F r a n c i a (Guipúzcoa), y ciérranla
por este lado u n muro y u n a puerta. E s tanto lo que por aquí
se a t a j a , y t a n grandes las molestias y trabajos que se evitan
a los viajeros, que con razón me atrevo a l l a m a r a esta obra
otro Pausílipo... Pasado el subterráneo, se ofrece a la v i s t a una
hermosa perspectiva, y h a y amenos sitios donde, si se llevan
bien provistas las alforjas, puede cada uno tomar alegremente
su refacción. T a m p o c o f a l t a n pastos abundantes y de balde
para los caballos" 31.
L a soledad del lugar imponía al viajero. " U n flamenco fué
asesinado allí quince días antes de que pasásemos n o s o t r o s " ,
se dice en u n relato del siglo X V I I 3 2 , y M m e . D ' A u l n o y cree
t a m b i é n que las cuevas de las inmediaciones son ordinario a l -
bergue de forajidos que hacen peligroso el tránsito a los que
no v i a j a n con medios bastantes p a r a defenderse 33.
A l a entrada del t ú n e l y cerrando el paso h a y u n arco gó-
t i c o , y adosada a él había u n a casa, h o y arruinada, donde es-

31 U t i l i z o l a versión de R . B e c e r r o d e B e n g o a : M a r a v i l l a s vasconava-
rras. E l camino y puerto de S a n A d r i á n , en " R e v i s t a del antiguo reino de N a -
v a r r a " , t. I, 1888, 15 de enero, págs. 9-14.
32 Les voyages de monsieur de Monconys en E s p a g n e , A P a r i s , chez Fierre
D e l a u l n e , 1645, avec privilége d u R o y , citado por J . J u d e r í a s en " R e v . de
A r c h i v o s " , t. 26, 1912, pág. 22.
33 U n viaje p o r España en 1679, por l a condesa D'AüLNOT, M a d r i d ,
s. a. e d . L a N a v e , pág. 27.

446
IV, xix. - lacarra: el CAMINO DE BAYONA a burgos

taba la capilla de San A d r i á n y u n a v e n t a " ( l á m . C X X X V ) .


A la c a p i l l a de San A d r i á n subían todos los años en romería
]os vecinos de Cegama. D e la v e n t a dice M m e . D ' A u l n o y que
las nieves y los fríos obligaban a dejarla abandonada durante
el invierno s 5.
E n su buena época t u v o honores de h o s p i t a l , en el que se
cobraba a los peregrinos:

Q u a n d nous fumes á l a montee


S a i n t A d r i e n est apeelée,
II y a u n hopital fort p l a i s a n t
Oü les pelerins qui y passent
Ont p a i n et v i n pour leur argent.
( C h a n s o n V I , estrofa 6.a)

A q u í se alojaron M a n i e r y sus compañeros y les c o b r a r o n


dos ochavos a cada uno.
E l t ú n e l lo creen los viajeros obra, h u m a n a , y B r a u n lo a t r i -
buye a los romanos. L o s caminantes, dice este v i a j e r o , acos-
tumbraban a esculpir en l a roca sus nombres, su p a t r i a y e l
año en que por allí pasaron. " S o n i n n u m e r a b l e s — d i c e — l o s h o m -
bres que allí quisieron dejar grabada su m e m o r i a . Así se sabe
también los que de t a n distintas y lejanas tierras v i s i t a r o n los
espantosos precipicios, horribles peñascos y fragosas gargantas
del P i r i n e o . "
Pasado el t ú n e l , todavía se sube u n poco por u n bosque de
hayas. E l paisaje es delicioso. " N u n c a he gozado de t a n her-
moso retiro—dice M m e . D ' A u l n o y — . L o s arroyos corren como
en las cañadas; la v i s t a , sin obstáculos que se le o p o n g a n , sólo
está l i m i t a d a por el poder de los ojos. R e i n a el silencio y se re-
piten los ecos en todas direcciones. P r o n t o empezamos a b a j a r

34 " S u b i d o hasta a q u e l peñasco se pasa el monte como por p u e r t a por l a


qual h a de pasar por f u e r z a cualquier h o m b r e o bestia que por a q u e l l a p a r t e
quiere entrar en E s p a ñ a . " D e l D i a r i o de F r . F r a n c i s c o B e l (1590-1643)^
en R I E V , 1923, pág. 25. Véase en el Apéndice l a descripción que hace d e l
monte de San A d r i á n el I t i n e r a r i o de Senlis; allí se dice que h a b í a dos h o s p i -
tales, el de S a n A d r i á n y el de S a n A n t o n i o .
35 E n Les voyages de M r . de Monconys se dice que " h a y u n a casucha e n
la cual una m u j e r m u y gruesa da de beber a los c a m i n a n t e s " . E l P . F r . F r a n -
cisco B e l , que pasó por aquí en a b r i l de 1633, dice que l a t a b e r n a , donde " s e
halla para comer y beber todo lo que h a menester u n h o m b r e " , era del rey y
cogía " c i e r t a renta de los arrieros, t a n t o por cada muía que e n t r a o sale". .

447
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

t a n t o como habíamos subido; de vez en euando descubríamos


pequeñas planicies poco fértiles, arenales y montañas rocosas-
no sin r a z ó n , con frecuencia se teme que se desprenda una
roca y aplaste a l a c a r a v a n a , porque se advierte que muchas
h a n caído y a y se detuvieron en l a pendiente a l tropezar con otras
más f i r m e s . " M a n i e r , t a n sobrio en sus descripciones, dice que
a l salir del t ú n e l y descender se v e n a l a derecha unas montañas
rojas, de distintos tonos m u y curiosos, que semejan a las más
bellas tapicerías 3G.

L a comunicación con F r a n c i a a través del t ú n e l de San


A d r i á n , quedó casi totalmente abandonada desde 1765, y aun
cuando a principios del siglo pasado se i n t e n t ó restablecer el
antiguo camino, no prosperó l a idea37. Los viajeros siguieron
primero por A r l a b a n , Oñate o V e r g a r a a T o l o s a , y sólo avanza-
do e l siglo X I X se establece la actual comunicación por Alsasua.

P a r a descender a la l l a n a d a de Á l a v a había varios caminos.


U n o , a l a i z q u i e r d a , pasaba por A r a y a y Eguílaz, donde se en-
t r a b a en l a calzada r o m a n a de A s t o r g a a B u r d e o s . Pienso que
este descenso es el más antiguo. E n Eguílaz había en el siglo X I I
u n monasterio de Santiago que fué donado por D . García
Garceiz de G a u n a a l a abadía de Irache38. O t r a b a j a d a había
por Zalduendo a S a l v a t i e r r a . E s t a l a siguen, en 1726, Manier y
sus compañeros y l a encontramos mencionada en el Itinerario
de París de 1535, en el de Senlis y en el Itinerario que acom-
paña a las canciones de peregrinos 39. L a tercera i b a por G a l a -
r r e t a , L u z u r i a g a , H e r e d i a y G u e v a r a , y es l a que sigue en el
siglo X V V o n H a r f f , en el siglo X V I B r a u n , y en 1679 Madame
D ' A u l n o y 40.
S a l v a t i e r r a , l a v i l l a más importante de la l l a n a d a de Á l a v a ,

36 S o n manchones de hierro de m u y pobre c a l i d a d (hematites p a r d a s ;


que no se h a n beneficiado por su escaso valor. B r a u n creía que precisamente
el t ú n e l había sido abierto p o r los romanos p a r a explotar las minas.
37 J o a q u í n d e Y r i z a r : E l camino de S a n A d r i á n y los dos mares, " B o l . de
l a Sociedad V a s c o n g a d a de A m i g o s del País", 1947, 515-523.
38 E l documento no tiene fecha. Becerro de Irache, f o l . 33 v .
39 N o es f á c i l i d e n t i f i c a r los nombres que señala M a n i e r . E l editor da
estas correspondencias: Lousourdes (Zalduendo), Ligoeslesgria (Luzuriaga),
A r b o n a ( A r b u l o ) , Laroges (Ilarraza), Louluere ( E l o r r i a g a ) .
40 J . GÁRATE hace estas identificaciones del viaje de V o n H a r f f : Galarda
( G a l a r r e t a ) , Tredies (Heredia); cf. Viejas rutas, en R I E V , 1930, pág. 260.

448
jy^ xix. - l a c a r r a : el camino de bayona a burgos

había sido f u n d a d a por Alfonso el Sabio en 1256, q u i e n en u n a


aldea sin i m p o r t a n c i a l l a m a d a H a g u r a h i n hizo u n a p u e b l a i m -
portante, a l a que otorgó el fuero de V i t o r i a . E n lo que h o y es
caserío de l a Magdalena existía por los años de 1487 u n hospi-
tal de San Lázaro, donde se acogía a los peregrinos de Santiago.
E n 1489, los Reyes Católicos cedieron su p a t r o n a t o a la v i l l a
de S a l v a t i e r r a . Q u e d a todavía u n a sencilla p o r t a d i t a gótica
adosada a construcciones modernas " .

Vitoria.

V i t o r i a , asentada en u n a colina de no gran elevación, do-


minaba l a l l a n a d a de Á l a v a . F u n d a d a o repoblada p o r el r e y
de N a v a r r a , Sancho el Sabio en 1181 le dio u n fuero i m p o r t a n t e
derivado del de L o g r o ñ o , que pronto se aplicó a muchas v i l l a s
de Vascongadas. E n 1200 fué conquistada, tras g r a n resisten-
cia, por Alfonso V I I I , y desde entonces i n c o r p o r a d a d e f i n i t i -
vamente a C a s t i l l a . E r a V i t o r i a , dentro de sus exiguas d i m e n -
siones, el m a y o r centro urbano de las P r o v i n c i a s V a s c o n g a d a s .
Sus calles, bien trazadas, f o r m a n u n óvalo rodeando l a colina 42,
y a distintas alturas estaban las iglesias de S a n t a María y S a n
Pedro, San M i g u e l y San V i c e n t e , hermosas construcciones gó-
ticas de los siglos X I V y X V ( l á m . C X X X V I ) .
Tenemos n o t i c i a de dos hospitales relacionados c o n los pe-
regrinos. U n o es el h o s p i t a l de Santiago, fundado en 1419 por
D. Fernán Pérez de A y a l a j u n t o a l convento de S a n F r a n c i s c o .
E n 1492 se quemó, y tardó varios años en reconstruirse. E n
1535, su poseedor, D . A t a n a s i o de A y a l a , decidió v e n d e r l o a
la ciudad p a r a que lo reedificara, obteniendo licencia p a r a ello
de los reyes D o n Carlos y su madre Doña J u a n a , quienes de-
cían que " p o r estar como está l a dicha c i u d a d en c a m i n o p a -
sajero de los que vienen en romería a Santiago p a r t e destos
nuestros reinos, p o r lo c u a l concurren a ella m u c h o s pobres,

41 F o r t u n a t o G r a n d e s : Cosas de Salvatierra, V i t o r i a , 1939, p a g . 155,


donde h a y además buenas ilustraciones de las iglesias de S a l v a t i e r r a . F o t o -
grafía del h o s p i t a l puede verse en V . V e r a : Geografía general del p a í s vascona-
varro. Á l a v a , pág. 507.
42 P a r a M a n i e r " c e t t e ville est peu de chose, i l n ' y a que quelques belles
v u e s " . E l perímetro urbano de V i t o r i a apenas sufrió v a r i a c i ó n desde el s i -
glo X I V al X V I I I .

TOMO II.—29. 449


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

los cuales ha acaecido m o r i r muchas veces en las calles por


no tener donde se acoger, aunque h a y otros hospitales, por
estar impedidos aquellos". E r a éste el H o s p i t a l General de l a
c i u d a d , que en el siglo X V I I I tenía a l frente dos médicos, u n
cirujano y u n hospitalero. E n él se asistía a los enfermos de la
l o c a l i d a d e inmediaciones y se acogía por u n a noche a los pere-
grinos que i b a n de t r á n s i t o , y si caían enfermos se les curaba
como a los demás " .
E l otro hospital estaba a la^s afueras de la población,
donde ahora se está edificando l a nueva catedral, y era co-
nocido con el nombre de l a Magdalena o de San Lázaro, sin
d u d a por destinarse a albergar leprosos. Se cita como exis-
tente en 1291. E n 1589 lo ocuparon religiosas carmelitas des-
calzas, y en 1653 fué cedido por el Concejo a las religiosas de
Santa Brígida i l .
H u b o , además, en V i t o r i a otro hospital llamado de Santa
A n a , que y a se cita en 1428, y que debió de funcionar hasta 1581
en que se instaló en él u n a cátedra de Letras H u m a n a s , apli-
cándose sus rentas al h o s p i t a l de Santiago, y lo mismo se hizo
con el de l a Magdalena15.

L o s peregrinos entraban en V i t o r i a por el p o r t a l de San I l -


defonso y salían por l a P l a z a V i e j a y a c t u a l calle de Cadena y
E l e t a , teniendo a l a derecha el hospital de l a M a g d a l e n a y a l a
i z q u i e r d a el actual P a r q u e de l a F l o r i d a . E l camino que seguían
no coincidía con la calzada r o m a n a , aunque l l e v a b a n l a misma
dirección; ésta quedaba más a l a derecha (por I r u ñ a , N a n c l a -
res. Salinas a Puentelarrá), y , en cambio, el camino coincidía en
gran parte con l a a c t u a l carretera general a F r a n c i a . Pasaban
los peregrinos por A r m e n t i a , p a t r i a de San P r u d e n c i o y anti-
gua sede episcopal, con su preciosa iglesia románica de transi-
ción; Ariñez, P u e b l a de Arganzón, A r m i ñ ó n , donde cruzaban

43 L a s frases entrecomilladas las tomamos de l a escritura de cesión. L o s


demás datos pueden verse en J o a q u í n J o s é d e L a n d á z u r i : H i s t o r i a . . . civil?
eclesiástica, política y legislativa de V i t o r i a . . . V i t o r i a , 1929, pags. 309 y si-
guientes.
44 L a s vicisitudes de este h o s p i t a l pueden seguirse en la citada obra de
L a n d á z u r i , págs. 274-306, y en el D i c e . geog. hist. de l a A c a d e m i a , sec. I, t. 2,
página 474.
45 L a n d á z u r i : Loe. cit., pág. 307.

450
JV, XIX. - LACARRA: EL CAMINO DE BAYONA A BURGOS

el Zadorra por un puente m e d i e v a l que todavía subsiste, y se-


guían por L a c o r z a n a hasta M i r a n d a de E b r o .
E l cambio de paisaje entre el accidentado y l i m i t a d o pano-
rama del valle del O r i a , en Guipúzcoa, y l a riente l l a n u r a ala-
vesa, se refleja bien en las canciones de los peregrinos, que
evocan el aromado ambiente al florecer del espliego y del ro-
mero.
N o u s f u m e s grandement joyeux
E n t r e Peuple et Victoire
D e voir f l e u r i r le cicador,
E t égrener l a lavande,
E t tant de romarin qui branche
D , o ü sortoit si grande odeur
N o u s chantantes tous ensemhle
P o u r en louer le créateur i6.

E l camino era l l a n o , apenas sin accidentes o con ligeras o n -


dulaciones, entre arroyuelos de escaso c a u d a l . E l río más i m -
portante que debían cruzar hasta M i r a n d a era el Z a d o r r a .

U n viejo cuento francés de la E d a d M e d i a , relacionado con


el " R o m á n de R e n a r t " , tiene su acción en estas tierras que des-

46 D e l a canción l l a m a d a de los Parisienses (siglo X V I I ) . E n fodas se


repiten análogas frases, por ejemplo:
E n t r e Peuple et Victoire
Fumes joyeux
D e voir sortir des montagnes
S i grande odeur
D e voir le romarin f l e u r i r
T h i m et lavande.
( C h a n s o n I, estrofa 6.a.)
y lo mismo l a Chanson des Pélerins de Saint-Jacques, á T o u l o u s e , chez H e -
rault, I m p . rué Tripiéres, prés les C h a r g e s " (edit. por el canónigo G . B . D a r a . -
n a t z : Curiosités du P a y s Basque, B a y o n n e , 1927, v o l . II):

Pres de l a Victoire
A h ! quel bonheur
D e rapeller dans ma memoire
L a bonne odeur
Que nous donnoit le romarin
E t l a lavande.
D e p u i s le soir jusqu^au matin
N o u s chantantes louange.

• 451
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

c r i b i m o s , y nos i l u s t r a m u c h o sobre el efecto m o r a l de las pe-


regrinaciones:
" U n leal caballero acaba de entrar en España con su fiel
escudero, camino de Santiago. H a salido m u y temprano y es-
pera llegar, a l a caída de l a tarde, a M i r a n d a , sobre el E b r o .
M a i t r e R e n a r d , por su parte, buscando aventuras o t a l vez
caminando t a m b i é n hacia C o m p o s t e l a , cruza el camino que
t o m a b a el caballero.
— ¡ H e aquí—exclama éste—un zorro de buen tamaño!
— ¡ O h señor!—dice el escudero—. E n las tierras que recorrí
antes de entrar a vuestro servicio, los he visto, a fe mía, de un
t a m a ñ o m u c h o m a y o r , y entre ellos uno t a n grande como
u n buey.
— H e r m o s a piel—responde el caballero—para u n cazador
hábil.
Y c a m i n a n en silencio. Después, elevando de repente la
v o z , dice:
—Señor, presérvanos h o y a los dos de l a tentación de men-
t i r , o danos fuerzas para reparar nuestra falta a f i n de que
podamos atravesar el E b r o sin peligro.
E l escudero, sorprendido, le pregunta el porqué de este ruego:
— ¿No sabes—le responde su señor—que el Ebro^ que de-
bemos atravesar para i r a Santiago, tiene l a propiedad de su-
mergir a l que h a mentido durante l a j o r n a d a , a menos que se
enmiende?
Llegan al Zadorra.
—¿Es éste, señor, el río?
— N o ; todavía estamos lejos.
— E s p e r e , señor caballero; ese zorro que yo v i no era quizá
sino del t a m a ñ o de u n becerro.
— ¡ E a ! ¿Qué me i m p o r t a a m í t u zorro?
P r o n t o el escudero g r i t a :
— E l agua que vamos a v a d e a r ahora no será el...?
— N o ; todavía no.
— E n todo caso, señor, este zorro del que le hablaba no era,
según creo recordar, m a y o r que u n a oveja.
A l a v i s t a de l a sombra de las montañas, que se aleja, el
peregrino t o m a su caballo y descubre a l f i n M i r a n d a .
— ¡ H e aquí el E b r o ! — e x c l a m a — , y el t é r m i n o de nuestra
primera jornada.

452 .
IV, xix. - lacarra: el CAMINO DE BAYONA a burgos

< &

P l a n o de M i r a n d a de E b r o .

— ¡ A h ! , m i buen p a t r ó n — g r i t a el escudero—. Y o le declaro


que este zorro era lo más t a n grande como el que hemos visto
esta m a ñ a n a " 47.

U n a desviación del camino de M i r a n d a señala el " I t i n e r a r i o


de Senlis", que v a de L a P u e b l a de Arganzón a Z a m b r a n a
( S a i n t - B r e v e ) , después cruzaba el E b r o por u n puente 48 a H a r o
47 L e C l e r c : H i s t . littéraire de l a F r u n c e , t. X X I , p á g . 291, c o n referencia
a las Fabulae et V i t a J E s o p i (Amberes, 1486), foL D I I v., y R o b e r t : Fables
inéd., t. I, pág. C I .
48 E l I t i n e r a r i o m a r c a dos leguas a Z a m b r a n a , otras dos a l E b r o , que dice
cruzaban por u n puente, y otras tres a H a r o . Sobre el E b r o no conocemos más
puente antiguo que el de H a r o a B r i ñ a s , de siete arcos desiguales y de dife-
rentes épocas; l a parte más a n t i g u a l a f o r m a n los arcos ojivales. Fué reparado
en 1416 por orden de D . a L e o n o r , reina de A r a g ó n y señora de H a r o .

453
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

( A r o n ) , Z a r r a t o n ( F a r a t ) y Santo D o m i n g o de la Calzada
E s t e intinerario está i m p l í c i t o t a m b i é n en las canciones france-
sas de los peregrinos que, después de citar V i t o r i a y L a Puebla
hablan de Santo D o m i n g o de l a Calzada y del milagro del ahor-
cado. Atraídos t a l vez por este itinerario, M a n i e r y sus compa-
ñeros, después de pasar P a n c o r b o , preguntaron, sin d u d a , por
Santo D o m i n g o e hicieron por caminos secundarios u n a des-
viación innecesaria.

M i r a n d a había sido repoblada por el conde García Ordóñez


el r i v a l del C i d , alcanzando de Alfonso V I u n fuero m u y favo-
rable (1099). Desde Logroño hasta M i r a n d a no debía de haber
puente n i b a r c a , y todas las mercancías que pasaran de Álava
a Logroño, Nájera o R i o j a debían hacerlo forzosamente por
M i r a n d a , so pena de ser decomisadas. P o r esas fechas se cons-
t r u í a u n puente en M i r a n d a , y en esta forma l a v i l l a se fué po-
blando a ambas orillas del E b r o y a l a sombra de u n castillo
situado en u n cerro de l a margen derecha19 (lám. C X X X V I I ) .
H a s t a entonces M i r a n d a había sido u n a zona pantanosa y des-
poblada. E l paso del E b r o se haría antes siguiendo la antigua
vía romana por Puentelarrá, cuyo puente romano fué reparado
en l a E d a d M e d i a 50.

E n territorio de Burgos, el peregrino encontraba gran can-


t i d a d de hospitales y alberguerías, pues, como corazón del reino,
estaba surcado de caminos en donde nunca faltaban funda-
ciones hospitalarias para socorrer a los necesitados 51. Muchas

49 F u e r o de M i r a n d a , año 1099: "...et, a l i a m t e r c i a m habeant populatores


pro opere pontis et m u r i s v i l l e . . . E t opines homines de t é r r a L u c r o n i i , aut
de N a g e r a , aut de R i o g a , q u i v o l u e r i n t transiré mercaturas versus A l a v a m ,
aut a d a l i a m t e r r a m u l t r a E b r o , aut omnes de Á l a v a aut de alia t é r r a quacum-
que versus L u c r o n i u m , aut a d N a g a r a m , aut R i o g a m , transeant per M i r a n d a m ,
et n o n per a l i a l o c a ; si n o n , perdant mercaturas. E t de L u c r o n i o a d M i r a n d a
n o n sit pons, nec b a r c a " , F . C a n t e r a : Fuero de M i r a n d a de E b r o (Madrid,
1945), núms. 35 y 38. E l puente a c t u a l de seis arcos fué construido reinando
Carlos I I I (año 1787) p o r F r a n c i s c o A l e j o de A r a n g u r e n .
5(1 B a l f a r d a : H i s t o r i a crítica de V i z c a y a , II, 201.
51 Cf. L . S e r r a n o : E l obispado de Burgos y C a s t i l l a p r i m i t i v a , M a d r i d ,
1935, I I , 218-221. P r ó x i m o a l a r u t a estaba el monasterio de Obarenes, con
hospedería p a r a peregrinos en u n a granja p r ó x i m a a l monasterio, r a r a e
h o s p i t a l de Frías véanse los documentos que p u b l i c a M e n é n d e z P i d a x : JJo-

454
IV, XIX. - LAGARBA: EL CAMINO DE BAYONA A BUBGOS

de ellas, aun apartadas del camino, serían frecuentadas por


peregrinos de Santiago. Enumeraremos aquí las que j a l o n a b a n
el camino hasta Burgos 52.

I b a n los peregrinos por O r ó n , A m e y u g o a P a n c o r b o , c u y a s


inmensas moles rocosas parecían cerrar el paso a l c a m i n a n t e .
Muchas veces lo cerraron en la H i s t o r i a , pues desde los albores
de la Reconquista—encuentros en los años 882 y 883 de los
condes castellanos con el príncipe A l m o n d i r y el general H á x i m -
b e n - A b d e l a z i z — h a s t a la guerra de l a Independencia, en que
fué tomado por W é l l i n g t o n , ha sido Pancorbo l a puerta de
Castilla. " L a s rocas no dejan sino el paso preciso p a r a el c a -
m i n o , y se llega a u n paraje en que las dos masas graníticas,
inclinadas l a una hacia l a o t r a , simulan el arco de a l g ú n puente
gigantesco que hubiese sido cortado por medio p a r a detener el
paso de u n ejército de titanes. U n segundo arco más pequeño,
practicado en el espesor de l a roca,, contribuye a mantener l a
ilusión. Jamás p i n t o r escenógrafo imaginó decoración más p i n -
toresca y a r m ó n i c a " 6S ( l á m . C X X X V I I I ) . E l p u e b l o , encajo-
nado en el fondo del valle, adopta u n a f o r m a alargada a ambos
lados del río O r o n c i l l o ; a l a orilla derecha está l a iglesia de San-
tiago; a l a i z q u i e r d a , y a sin c u l t o , l a de S a n Nicolás 54.
Seguía el camino por Zuñeda y Grisaleña, dejando a la de-,
recha la carretera actual y l a calzada r o m a n a 55, a B r i v i e s c a , l a
antigua Birovesca del Itinerario de A n t o n i n o . B r i v i e s c a em-
pieza a t o m a r i m p o r t a n c i a en el siglo X I V a costa de P a n c o r -
cumentos lingüísticos, núms. 56, 60, 61, 62, 64, 65, 66, 69, 70. E n M o r c u e r a
había, en 1194, " a l v e r g a r i a m i l l a m que v o c a t u r M o r c u e r a i n alfoz de M i r a n d a
s i t a m " ( B . N . , ms. 704).
52 L o s itinerarios más completos p a r a este trayecto son el de V o n H a r f f
y el Reportorio de todos los caminos de España... por P e r o J u a n V i l l u g a ,
año 1546 ( K i n g : The W a y , I I I , 589-596).
53 T . G a u t i e r : V i a j e por E s p a ñ a , cap. I V .
54 P a r a su h i s t o r i a , cf. Fueros y privilegios del concejo de Pancorbo, por
L- S e r r a n o , en " A n u a r i o de H i s t . del D e r e c h o E s p a ñ o l " , t. X (1933), pá-
gina 325, y B C M B u r g o s , II (1926-29), 249-254.
55 Estos dos puntos citan los Itinerarios de V o n H a r f f y l a " G u í a de C a -
m i n o s " de 1546. L a c a l z a d a r o m a n a iría por S a n t a María de R i v a r r e d o n d a y
Calzada, donde " u n t r o z o de camino ancho, duro y f i r m e , en dirección a P a n -
corbo, se h a l l a todavía en el pueblo a que l a vía dio n o m b r e " . S á n c h e z A l -
b o r n o z : De Birovesca a Suessatio, " R e v i s t a de l a B i b l i o t e c a A r c h i v o y Museo
^ e l A y u n t a m i e n t o de M a d r i d " , 1931.

455
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

b o , que era l a a n t i g u a c a p i t a l de la B u r e b a , i m p o r t a n c i a que


aumentó a fines de ese siglo cuando l a v i l l a pasó a depender
de los señores de V e l a s c o . H u b o aquí u n h o s p i t a l llamado de
los Peregrinos o de S a n t a María l a M a y o r , situado extramuros
en dirección a B u r g o s , y otros dos p a r a pobres y enfermos de
l a l o c a l i d a d : el l l a m a d o de los Cartujos y el de las V i e j a s , en rea-
l i d a d asilo p a r a recoger ancianas desvalidas.
D e B r i v i e s c a , por l a orilla derecha del río O c a , iba el c a m i -
no antiguo a Prádanos, C a s t i l de Peones, donde l a " N o u v e l l e
G u i d e " advierte que se h a b l a "le meilleur langage d ' E s p a i g n e " ,
Q u i n t a n a v i d e s , Monasterio de R o d i l l a , Q u i n t a n a p a l l a , R u b e n a ,
V i l l a f r í a , G a m o n a l , H o s p i t a l de D . M i g u e l E s t e b a n 5% a entrar
en B u r g o s por la calle de las Calzadas y hospital de San J u a n .

56 E s t a b a en el c a m i n o francés, fuera de l a p u e r t a v i e j a de S a n Juan,,


c a m i n o de G a m o n a l . M i g u e l E s t e b a n m u r i ó en. 1286. Cf. S e r r a n o : Fuentes
p a r a l a historia de C a s t i l l a , I I Cartulario del Infantado de Covarrubias, doc. 163
(año 1342), y H u i d o b r o : Fundadores del Santuario de Nuestra Señora l a Real
y antigua de G a m o n a l , B C M B u r g o s , I, 405-409; II, 13-14.

456
¿mtf9T*¡L2ís
Capítulo X X

LA PEREGRINACIÓN A OVIEDO E N RELACIÓN


CON L A COMPOSTELANA

" C i v i t a s i p s a vocatur Ovetum... Distat autem a civitate


regia quae Leonis vocatur itinere duorum dierum, et sita
est ad dextram manum euntibus ad Sanctum J a c o b u m et
quinqué dietis a Sancto J a c o b o " (Anónimos de K o h l e r ,
Rev~. de V Orient l a t i n , 1898, pág. 12).

E n diversas partes del presente estudio hemos insistido so-


bre las peregrinaciones que, en relación con la de Santiago, rea-
lizaban algunos peregrinos, como las de S a n M i l l á n de l a Cogo-
11a, Santo D o m i n g o de Silos, N u e s t r a Señora de V i l l a s i r g a ,
San Isidoro de L e ó n y algunas otras. E n general, no t e n í a n
aquéllos que dar grandes rodeos n i practicar desviaciones de
importancia en l a r u t a jacobea. E r a n estas peregrinaciones
objeto de devociones ocasionales para muchos romeros, y a l -
gunas nacieron precisamente al calor de Santiago y a l i m e n t á n -
dose de la corriente de peregrinos que se dirigía a l a t u m b a del
Apóstol. Pero h a y entre todas u n a que t u v o significación e
importancia extraordinarias, al extremo de que no podemos
prescindir de su estudio sin dejar incompleto el que nos hemos
propuesto.
Nos referimos a la peregrinación ovetense que los peregrinos
emprendían para venerar el tesoro de reliquias depositadas
en el arca de l a Cámara Santa. Como culto local o c o m a r c a l ,
el de las reliquias de Oviedo es t a n antiguo o algo más que el
del sepulcro de Santiago, y en el aspecto internacional repre-
senta, sin duda de n i n g ú n género, l a segunda peregrinación de
la Península por su importancia—después de l a compostelana —
en la E d a d M e d i a , como luego vamos a demostrar. Bastaría
considerar la gran desviación itineraria que ella significa p a r a

457
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

comprender su carácter excepcional si l a comparamos con las


demás peregrinaciones antes mencionadas.
U n problema de cronología se nos presenta a l intentar es-
tablecer l a fecha en que l a peregrinación ovetense comienza a
tomar carácter i n t e r n a c i o n a l , enlazada a l a de Compostela
Antes existía con carácter n a c i o n a l , y podemos contar entre
los peregrinos ilustres que l a realizaron a l rey Alfonso V I , que
v i n o a Oviedo con este objeto en el año 1075. B u s c a r u n a fecha
determinada en u n hecho de esta naturaleza es tarea i n ú t i l
pues nadie pretendería tener l a f o r t u n a de averiguar cuál fué
el primer peregrino extranjero que realizó el viaje santo a Ovie-
do. P e r o señalar u n período o época en que y a eran relativa-
mente frecuentes las desviaciones de los peregrinos jacobitas
p a r a visitar las reliquias de l a Cámara Santa ovetense es nece-
sario, si queremos esclarecer las relaciones que existieron entre
esta peregrinación y l a compostelana.
E l L i b e r S a n c t i J a c o b i i g n o r a en absoluto a Oviedo como
etapa de l a r u t a jacobea, sin mencionar esta c i u d a d n i sus reli-
quias donde parece oportuno le hubiese dedicado algún re-
cuerdo, es decir, en el capítulo V I I I del L i b r o I V , titulado:
" D e Corporibus S a n c t o r u m quae i n Y t i n e r e S a n c t i J a c o b i re-
quiescunt quae peregrinis eius sunt u i s i t a n d a " . E s t o podría
ser interpretado en el sentido de que hacia el año 1140, en que
parece ser redactado, todavía no tenía i m p o r t a n c i a Oviedo
p a r a los peregrinos que se dirigían a Santiago. Más el concepto
de l a importancia que se puede conceder a u n hecho de esta
naturaleza es siempre algo subjetivo, por lo que sólo podemos
concluir del aludido silencio que p a r a A y m e r i c o no l a tenía en
su tiempo l a peregrinación a Oviedo.
L a p r i m e r a vez que se declara como lugar santo en relación
con el camino de Santiago, a nuestro conocimiento, es en u n
relato sobre l a traslación de l a famosa arca de las reliquias, re-
dactado probablemente con el objeto de exaltar su culto a fines
del siglo X I I 1 .
E s t e interesante relato, al que volveremos a referirnos al
t r a t a r de la t r a d i c i ó n r e l a t i v a al arca de las reliquias, fué in-
dudablemente compuesto con u n f i n de propaganda a favor del
culto ovetense, y K o h l e r le atribuye origen español; pero noS-

1 Rev. de V Orient L a t í n , 1897, p á g . 12.

458
IV, XX. - U R Í A : L A P E R E G R I N A C I Ó N A O V I E D O

otros creemos que lo mismo pudo ser redactado por algún


monje extranjero conocedor de las cosas de España a medias,
dados los yerros que contiene.
Después de referir las vicisitudes del traslado del A r c a de
Jerusalén a O v i e d o , el autor de este relato escribe: " C i v i t a s
ipsa vocatur O v e t u m a vetando m a l u m , quia i n ea rex mora-
batur q u i j u s t i t i a m tenebat et m a l a vetabat. D i s t a t autem a
civitate regia quae Leonis vocatur itinere d u o r u m d i e r u m , et
sita est ad d e x t r a m m a n u m euntibus ad S a n c t u m J a c o b u m et
quinqué dietis a Sancto J a c o b o " 2. E s t a indicación revela i n -
terés en que se conozca dónde se hallaba situado Oviedo con
relación a l camino de Santiago, obedeciendo a que por enton-
ces—fines del siglo X I I o comienzos del X I I I — y a se le conce-
día i m p o r t a n c i a como lugar santo por los jacobitas. D e l año 1214
data l a p r i m e r a referencia al camino francisco que conocemos
en A s t u r i a s , r e l a t i v a a términos del concejo de T i n c o 3.
E l hecho de haber sido encontrada en u n códice de V a l e n -
ciennes cierta l i s t a de las reliquias de O v i e d o , escrita en letra
francesa del siglo X I , y que se cree l l e v a d a a F r a n c i a por algún
peregrino % podría ser interpretado con l a significación de que
el carácter internacional de l a peregrinación ovetense fuese
anterior; pero a u n dando todo esto por bueno, debemos contar
con que podría tratarse de u n caso esporádico o, simplemente
de las primicias de la romería a las reliquias de O v i e d o . E l i n -
terés que Alfonso V I y su corte mostraron por conocer el con-
tenido del A r c a S a n t a , según revelan el acta de 1075 y l a c u a n -
tiosa donación de bienes que entonces hizo a la iglesia de O v i e d o ;
el hecho de que en los últimos años del siglo X I existiese en
esta ciudad u n a colonia de francos con alguna i m p o r t a n c i a , y
hasta l a denominación de francisco con que era conocido el
hospital ovetense de peregrinos en el año 1100, v i e n e n a signifi-
car, según creemos, que l a peregrinación a Oviedo comenzaba a
tener precisamente entonces alguna i m p o r t a n c i a i n t e r n a c i o n a l 5,

2 -Reí;, de V O r i e n t L a t i n , págs. 11 y 12.


3 E x q u i s i c i o n e s y divisiones de tierras y siervos entre el R e y y el monas-
terio de B a r c e n a en t e r r i t o r i o de T i n e o , hecha en m a r z o de 1214 (Becerro de
Corias, fol. 87 v.).
4 D o n a t i e n DE B r u i n e : L e p l u s a n d e n catalogue des reliques d ' O v i e d o ,
A n a l e c t a B o l l a n d i e n a , X L V , año 1927, págs. 93 y siguientes.
5 L a disposición del F u e r o de O v i e d o ordenando qxie los francos t u -

459
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

E n el siglo X I I I aquella i m p o r t a n c i a aumenta y se conso-


l i d a , lo mismo para los peregrinos extranjeros que para los
nacionales.
E n 1228, Alfonso I X promulgó cierta Constitución en el
Concilio nacional de S a l a m a n c a en f a v o r de los peregrinos
" l i m i n a gloriosissimi apostoli l a c o b i u e l sancti Saluatoris in
asturiis... u i s i t a n t i b u s " y otros santuarios e.
Los itinerarios por ellos escritos siglos después consignan el
p u n t o de p a r t i d a del camino a las Asturias desde L e ó n , y así
lo hacen K ü n i g , las Chansons y M a n i e r , como luego veremos.
E n cuanto a l a i m p o r t a n c i a que a l a romería ovetense se
concedió en segundo lugar después de l a de Santiago, queda
t a m b i é n acreditada por las palabras del R e y Sabio cuando en
l a P a r t i d a P r i m e r a i n t e n t a definir los peregrinos diciéndonos,
entre otras cosas, que son los que " a n d a n en pelerinaje a San-
tiago o a San Saluador de Oviedo o a otros lugares de luenga
e de estraña t i e r r a " . E l m o t i v o puramente ocasional de mencio-
viesen su j u e z , lo m i s m o que l a existencia de nombres personales de clara
f i l i a c i ó n francesa en varios documentos ovetenses del siglo X I I , hicieron sos-
pechar hace tiempo l a existencia de u n a colonia de francos en esta ciudad;
pero no se conocía b i e n su origen e i m p o r t a n c i a hasta que R . L a p e s a publicó
s u m a g i s t r a l estudio A s t u r i a n o y Provenzal en el Fuero de A v i l e s (Universi-
d a d de S a l a m a n c a , 1948). L a p e s a cree que en los ú l t i m o s decenios del si-
glo X I , o primeros del siguiente, se debió de f o r m a r en Oviedo " u n núcleo
considerable de población e x t r a n j e r a " (pág. 10). Después de estudiar minucio-
samente el lenguaje de los textos conservados de los fueros de A v i l e s y Oviedo,
concluye que l a c o p i a que de este ú l t i m o poseemos t u v o como modelo u n a
p r i m i t i v a versión asturianoprovenzal d e l t e x t o l a t i n o originario, como él per-
d i d a . E s t a copia m u e s t r a que el amanuense asturiano eliminó gran parte de
los provenzalismos del modelo, pero se h a n conservado en ella bastantes
p a r a poder decir " q u e el h a b l a de l a c a p i t a l asturiana llegó, si no a incorpo-
r a r totalmente esos extranjerismos, a estimarlos por lo menos moneda co-
r r i e n t e " (pág. 105). O t r o argumento en f a v o r de l a antigüedad de los francos
ovetenses, nos parece l a denominación de " P a l a t i o | F r a n t i s c o " (por F r a n -
cisco) a p l i c a d a a l que A l f o n s o V I donó a l a iglesia de Oviedo con destino a
h o s p i t a l de peregrinos en el año 1096 ( E . S . X X X V I I I , 338). E s posible que
esta denominación fuese d e b i d a a su situación en el b a r r i o de los francos,
pues más adelante (siglo X I I I ) aparece mencionado en aquella parte de
Oviedo el t é r m i n o de L a Gascona, que debe tener l a m i s m a significación
(Véase C . M . V i g i l : Colee. Diplomática del Ayuntamiento de Oviedo, pági-
nas 52 y 67).
6 A r c h . Cat. de S a n t i a g o , t u m b o B , f o l . 4 1 , l l e v a l a fecha de 5 de febrero.
C o p i a en López F e r r e i r o : H i s t . de l a I g l . de Santiago, t. V , apéndices, pági-
nas 46-47.

460
IV, xx. - u r i a : l a p e r e g r i n a c i ó n a o v i e d o

nar aquí a San Salvador de Oviedo como lugar de peregrina-


ción, después de Santiago, fué sin duda la notoriedad que
como t a l había alcanzado por aquella época. D e acuerdo con esto
se hallan los datos que nos proporcionan los registros penales
belgas, donde constan los lugares de peregrinación a los que
eran condenados a ir los reos de ciertos delitos en l a b a j a E d a d
Media. E n efecto, de los seis lugares españoles adonde aquéllos
eran enviados, es, en p r i m e r t é r m i n o , Santiago el preferido
nada menos que por veinticinco comunas. L o s demás no pare-
cen haber tenido i m p o r t a n c i a — a excepción de O v i e d o — , pues
a Nuestra Señora de B a r c e l o n a sólo l a i m p o n í a l a comuna de
Lierre, y a S a n G u i l l e r m o en " G a l i c e " y a S a n t a M a r t a de
Ortigueira, las de G a n d y A l o s t , que t a m b i é n l a i m p o n í a n a
Roncesvalles, con la de Termonde. E n cambio, a S a n S a l v a d o r
de Oviedo la i m p o n í a n G a n d , A l o s t , A u d e n a r d e , Terjonde,
A n v e r s y T o u r n a i . E s decir, que, después de Santiago, Oviedo
era el lugar preferido para las peregrinaciones expiatorias y
judiciales en l a Bélgica medieval 7.

E l prestigio de las reliquias de Oviedo atrajo más de u n a


vez a los monarcas castellanos y leone'ses a realizar su romería;
y si ignoramos que entre ellos h a y a venido F e r n a n d o I, sabemos,
en cambio, que distinguía aquella iglesia, según nos dice el
Silense con estas palabras: " C o l e b a t prae ceteris sacris et vene-
ralibus locis E c c l e s i a m S a n c t i Salvatoris ovetensis, q u a m m u l t o
auro, et argento d o n a v i t " 8. F e r n a n d o II de L e ó n hizo en 1164
u n a i m p o r t a n t e donación a aquella iglesia, en l a que no deja
de consignar la veneración que su tesoro de reliquias merecía %
y no es dudoso, teniendo esto en cuenta, que él m i s m o las h a y a
venerado en los repetidos viajes que hizo a O v i e d o . D e su hijo
Alfonso I X nos quedan abundantes memorias de sus estancias
en A s t u r i a s , y él mismo a f i r m a haber hecho la peregrinación a
Santiago a través del camino francisco que hizo v a r i a r por
Obona en el año 1222 10. E n 1345 visitó Alfonso X I la Cámara
Santa y dio gracias en el templo ovetense por l a v i c t o r i a del Sa-
lado, haciendo a l propio tiempo u n a cuantiosa donación de

7 E. V a n Cauwenbergh: Les pélerinages expiatoires et judiciaires dans


le droit communal de la Belgique au Mojen Age, Louvain, 1922, pág. 145.
8 E. S., X V I I , 328.
9 V i g i l : Asturias Monumental, pág. 92.
10 V i d . la parte "Camino de Oviedo a Santiago".

461
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

alhajas y ornamentos, con lo que en cierto modo venía a com-


pensar el auxilio que su cabildo le había prestado en 1339 en-
viándole los 50.000 maravedís que el M o n a r c a había demandado
desde M a d r i d para los gastos de l a guerra contra los moros11.
N o queremos alargar l a l i s t a de monarcas peregrinos, n i la
de donativos por ellos concedidos; pero nos parece oportuno
cerrarla con las palabras que sé leen en l a donación que hizo
J u a n I, hallándose en Segovia, el año 1383, y que dicen así:
" P o r q u e sabemos que l a E g l e s i a Catedral de Sant Salvador de
Ouiedo es lugar santo y devoto, e m u í abonado de cuerpos
sanctos, e de reliquias m u y sentuosas, más que ninguna de las
otras Eglesias Catedrales de España; por las cuales vertudes,
e reliquias que en l a dicha Eglesia son los Reyes Catholicos
Godos, onde nos venimos escogieron, y sus sepulturas e son en-
terrados; e nos con devoción devota creemos verdaderamente
que p o r ruego de los santos cuyos cuerpos e cuyas reliquias
que en la d i c h a eglesia son, nos quiso ayudar, e aiudó, dándo-
nos siempre lugar y v i c t o r i a contra nuestros enemigos, e que-
brantando a desfaciendo el poderío de nuestros contrarios; por
ende a honrra a conoscimiento de D i o s , etc." 12.

D e L e ó n a Oviedo.
D e acuerdo con lo dicho anteriormente, consideraremos como
fecha en l a que la peregrinación a Oviedo se halla enlazada con
l a Compostelana el ú l t i m o tercio del siglo X I . L a iglesia de
O v i e d o se preocupó desde entonces de exaltar el culto de sus
reliquias en cierta competencia con Santiago, y todavía se decía
a principios del siglo X I X :
Quien va a Santiago
Y no a S a n Salvador
Sirve a l criado
Y deja a l Señor 13.

11 Risco: E . S., X X X V I I I , 235.


12 E x i s t e en el A r c h . C a t . de O v i e d o él original (?), y u n a copia en la
R e g l a colorada, f o l . 139. O t r a existía en el de l a A u d i e n c i a , bajo l a sig.: leg. 49,
n ú m . 1. L a publicó R i s c o : E . S . , X X X I X , 264, y trae de e l l a u n extracto el
P . C a r b a l l o , f o l . 413 de l a p r i m e r a edición de sus Antigüedades y cosas memo-
rables del P r i n c i p a d o de A s t u r i a s , M a d r i d , 1695.
13 F e r m í n C a b a l l e r o , en su Nomenclatura geográfica de España, M a -
d r i d , 1834, pág. 207, consigna este adagio, agregando que esto dicen los astu-
rianos " p o r q u e en el S a l v a d o r de l a c i u d a d de Oviedo tienen muchas reliquias,

462
IV, XX. - U R I A : L A P E R E G R I N A C I Ó N A O V I E D O

E l estribillo tiene antecedentes bien antiguos, pues l a iVoit-


velle Guide, impresa en París en 1583, dice t a m b i é n a l reseñar
el camino de León a Oviedo:
Q u i a esté a Sainct Jacques
E t 11'esté a Sainct Salvateur
A visité le serviteur
E t a laissé le seigneur u.

Todavía podemos considerar más antigua l a vigencia de


esta popular sentencia, y así vemos que cuando, en agosto
de 1539, el peregrino italiano B a r t o l o m e o F o n t a n a llega a
León, dice: " Q u i m i disposi andar a v i s i t a r lo santo saluatore,
perché so gliono diré l i P e r e g r i n i , che c h i v a a s. G i a c o b o , e n o n
a s. Saluatore, u i s i t a i l seruo, e lascia i l signore" 15.
T a l vez en el siglo X V se decía y a lo mismo. P e r o u n a cosa
era oír la sentencia, y otra seguir su consejo. E l autor de l a des-
cripción del viaje que, peregrinando hacia Santiago, hicieron el
señor de M o n t i g n y y sus compañeros en 1501, dice, refiriéndose
a la desviación hacia Oviedo, que por este camino muchos pere-
grinos temen pasar, p a r a i r a Santiago, porque es m a l poblado y es-
téril y mucho más montuoso que el otro, es decir, que el principal16.
H e r m a n n K ü n i g consigna, al mencionar León, que: " t a m -
bién se parte allí el camino en tres direcciones—uno que v a a
San Salvador - , a él se sale por l a parte superior" 17. Debe refe-
que estiman ellos en más que las de C o m p o s t e l a " , pero—agrega—es m a y o r
la celebridad de S a n t i a g o , " c e l e b r i d a d de que en v a n o se resienten los de A s -
t u r i a s " (páginas 207-208).
14 P u b l . en los apéndices del Pelerinage d ' u n p a y s a n p i c a r á . . . , por B o n -
n a u l t d ' H o u e t , M o n t d i d i e r , 1890, pág. 183.
15 B a r t o l o m e o F o n t a n a : Itinerario o vero viaggio da V e n e n a a R o m a
con tutte le citta... seguendo p o i per ordine di R o m a f i n o a Santo Jacobo i n
Galitia, F i n i b u s ierre, l a B a r c a i l Padrone, e Santo Saluatore, p e r p i u d ' u n a
uia... con privilegio i n V i n e g i a appreso di Agostino B i n d o n i , M . D . L . , pág. 2 5 .
16 Voyage de P h i l i p p e L e B e a u en E s p a g n e en 1501, p o r A n t o í n e L a -
laing, señor de M o n t i g n y , en M . G a c h a r d : Collections devoyages des Souverains
des P a y s B a s , t. I, B r u x e l l e s , 1876, pág. 155.
17 K ü n i g , pág. 189 L a s Chansons t a m b i é n consignan l a m i s m a d e s v i a -
ción hacia O v i e d o , en los siguientes t é r m i n o s :
Q u a n d nous partimes de León,
A v e c moi et mes compagnons,
Trouvames deux c h e m i n s :
L ' u n á Saint Salvateur mene,
L ' a u t r e a Saint-Jacques le G r a n d .

463
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

rirse a u n camino que i b a por l a orilla izquierda del río desde


San M a r c o s ; pero aparte de este itinerario, los peregrinos reco-
r r í a n t a m b i é n otro que desde P u e r t a Castillo i b a a unirse al an-
terior poco más de u n k i l ó m e t r o al norte de S a n Marcos.
E n efecto, u n documento del año 1490 n o m b r a el camino
francés que va de puerta castillo a carvajal1*. Se refiere induda-
blemente a l a desviación hacia O v i e d o , siendo C a r v a j a l de la
L e g u a el lugar más i m p o r t a n t e que, partiendo de León, se
encuentra en l a p r i m e r a parte de su recorrido. A l l í existía
u n monasterio de benedictinas, que fué antes de los canóni-
gos de S a n A g u s t í n ; pero trasladados éstos cuando en 1147
se f u n d ó el de S a n Isidoro de L e ó n , v i n i e r o n a ocuparlo en
sustitución de aquéllos las monjas del de San P e l a y o de la
m i s m a c i u d a d , permaneciendo allí hasta su instalación en el
mercado de L e ó n , bajo el patronato de D . A n t o n i o de Quiño-
nes en 1517 19.
E l camino era en el siglo X V I I I todo guijoso y subía a la
H o j a de L e ó n , dejando a l oeste el Bernesga y a l este el Torio,
continuando hasta L a R o b l a , pasando antes por L a Seca y
Cascantes. A p a r t i r de L a R o b l a , el valle se formaliza, levan-
tándose más las montañas, y el camino que unos cuantos kilo-
metros antes había pasado a l oeste del Bernesga atravesaba De-
vesa y L l a n o s de A l b a p a r a v o l v e r a repasar el río en Puente de
A l b a , cuyo nombre nos i n d i c a que el tránsito debió de ser por
allí antiguo. P o r P e r e d i l l a , H u e r g a s y el M i l l a r llegaba a Pola
de Gordón, continuando a Beverinos y B u i z a , estrechándose
aún más el v a l l e . Se subía luego a l a C o l l a d a , para bajar des-
pués a V i l l a s i m p l i z , con u n trayecto hasta este ú l t i m o lugar
en el que había u n a pendiente de u n cuarto de legua de su-
b i d a y otro de b a j a d a . N o lejos de V i l l a s i m p l i z se hallaba el
puente T u e r o , por l a derecha del río.
E n V i l l a s i m p l i z f u n d ó , en 24 de a b r i l de 1548, u n hospital
p a r a peregrinos él canónigo de León D . F a b i á n B a y ó n , dotán-
dole con algunos bienes y disponiendo que hubiese en él una
Persona que v i n a e rresida en el dicho o s p i t a l e cassa e tenga
agua e fuego e sal e P u e r t a abierta de día e de noche y en
qualquiera tiempo que los pelegrinos que llegaren e rresciua por

A r c h . C a t . de L e ó n .
Gómez M o r e n o : Catálogo, pág. 307.

464
IV, XX. - U R 1 A : L A P E R E G R I N A C I Ó N A O V I E D O

inbentario e quenta e rrazon todas las camas e r r o p a e otras


cosas cada u n año sea obligado a dar quenta y exsebirlo delante
de sus executores que para ello sean n o m b r a d o s " , agregando que
se tocase l a c a m p a n a del hospital cuando fuese necesario p a r a
orientar a los peregrinos 20.
A poca distancia de V i l l a s i m p l i z hallábase el puente de
Tuero, y caminando por l a derecha del río se subía en regular
pendiente a V i l l a m a n í n . Más a r r i b a y a l a derecha quedaba
Camplongo, continuando el camino a l a R e a l Colegiata y hos-
p i t a l de A r b a s , fundado a fines del siglo X I , a l parecer, p o r
el conde D . F r u e l a , hermano de D.a J i m e n a , la esposa del C i d ,

L a Colegiata y el H o s p i t a l de A r b a s .

E l documento más antiguo relativo a A r b a s de que tene-


mos noticia corresponde a l año 1103, y de u n breve extracto
de éste se desprende que en el monasterio existía u n a b a d
llamado D . M u n i o y varios canónigos. E s n a t u r a l que l a f u n -
dación arbense datase de algunos años antes, pues del mismo
año 1103 h a y escritura r e l a t i v a a l a edificación de otro hospi-
tal en el monte C o p i a n — e n t r e Mieres y O U o n i e g o — , donde
no era t a n necesaria como en A r b a s . E n 1117 y a se n o m b r a
" i l l a albergaría quae sunt (sic) constructa i n illo p o r t i c u de
A r b a s " . D e otros documentos y a m u y posteriores se deduce
que los monjes o canónigos de A r b a s v i v í a n en c o m u n i d a d ;
los abades eran perpetuos y podían imponer censuras a los
que se hallaban bajo su obediencia con l a denominación de
freires, canónigos o porcioneros, siendo comunes los oficios de
hospitalero, enfermero y otros 21.
E n cuanto a l a regla por que se regía aquella C o m u n i d a d
sería la de S a n A g u s t í n .
E n consonancia con los servicios que prestaba no solamente
a los peregrinos, sino t a m b i é n a todo género de caminantes,
recibió numerosas donaciones de monarcas y particulares, siendo
entre ellas acaso más i m p o r t a n t e la que D o n A l f o n s o I X de

20 A r c h . del marqués de S a n t a Cruz de M a r c e n a d o (Oviedo).


21 J . U r í a R i u : L a s fundaciones hospitalarias en los caminos de l a peregri-
nación a Oviedo, p u b l . " A n a l e s de l a U n i v e r s i d a d de O v i e d o " y t i r a d a a p a r t e ,
O v i e d o , 1940, págs. 17-28.

TOMO II. 30. ^"^


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

León le otorgó en el año 1216 y a lá que nos referimos en otra


parte 22.
E n o t r a del mismo M o n a r e a , del año 1214, se nombra una
capilla que allí mandó edificar, t a l vez unos años antes; pero
ignoramos si l a osamenta de esta fábrica es la que corresponde a
l a actual. Su interior es románico avanzado, de tres naves se-
guidas, sin crucero y con tres ábsides. Presenta pilares muy
fuertes, con gruesas columnas en los frentes; los arcos de co-
m u n i c a c i ó n de las naves son de medio p u n t o , siendo apuntado
el de t r i u n f o y t a m b i é n los de comunicación de los tramos en
las naves bajas, que se cubren con bóvedas de arista a excep-
ción de l a a l t a , que tiene crucería estrellada, obra de principios
del siglo X V I . E n el siglo X V I I I sufrió reformas.
Nos parece acertada l a clasificación que Lampérez hace
de esta fábrica, considerándola de escuela m i x t a de leonesa y
a s t u r i a n a , pues sus proporciones y l a tendencia a dar gran a l -
t u r a a l a nave central v a n de acuerdo con el estilo que mues-
t r a n muchas iglesias asturianas prerrománicas y también l a
de l a Colegiata de San Pedro de T e v e r g a , obra del románico
primitivo.
L a p u e r t a opuesta a l a l t a r tiene modillones figurando tos-
cas cabezas de oso y toro, de c u y a representación habrá nacido
uno de los elementos de cierta leyenda popular en las monta-
ñas de P a j a r e s .
Según ella, l a fundación de A r b a s fué debida a dos infantes,
hijos de u n rey extranjero, enviados por su padre a v i v i r con
dos ermitaños en aquel solitario retiro y en castigo de cierto
gravísimo c r i m e n que habían cometido. Arrepintiéronse al f i n ,
y a y u d a b a n a los ermitaños a favorecer el tránsito de los pe-
regrinos a Oviedo y a Santiago. E l monarca extranjero intentó
f u n d a r Cn A r b a s u n monasterio, a cuyo deseo se adelantó el
rey de A s t u r i a s .
A ñ a d í a n los narradores de esta t r a d i c i ó n que, durante su
f á b r i c a , cierto virtuoso v a r ó n llamado P e d r o , que en ella tra-
b a j a b a , oyó mientras dormía esta exclamación: "¡Pedro, des-
p i e r t a ! " , haciéndolo no sin sorpresa al ver cerca de sí u n terri-
ble oso que se cebaba en los restos de uno de los bueyes de la
y u n t a de que se servía p a r a el acarreo de los materiales de la

22 E n l a parte d e d i c a d a a l a a l i m e n t a c i ó n en los hospitales.

466
JV, XX. - U R I A : L A P E R E G R I N A C I Ó N A O V I E D O

obra; acercóse a l a fiera y , como inspirado, uncióla a l único


buey que le quedaba, logrando con t a n original pareja dar re-
mate a l a tarea 23.
Pasar aquellas montañas era u n acto de verdadera auda-
cia para los romeros, que y a se impresionaban con las de L a
R o b l a , mucho menos imponentes. Así vemos que en u n a de las
Chansons decían:
Q u a n d nos fumes á L a Ravelle \ L a R o b l a \ ,
M o n compagnon f u t mis en ¡Cerré,
Dont j ' e n a i le cceur dolent,
J ' a i cherché dans sa pochette.
J e n'y a i trouvé gu'ure h l a n c :
C e s t p o u r écrire une lettre,
P o u r écrire á ses parents.

O t r a r e l a t i v a a las montañas inmediatas a A r b a s y Pajares


dice así:'
Quand nous fumes a u M o n t Etuve [por M o n t d ' E s t u r e s ] ,
Q u i est si f r o i d et s i rude,
E t f a i t plusieurs cceurs dolents,
O n f a i t p l u s i e u r s femmes veuves,
Orphelins petits enfants...

L a prueba de l a preocupación que aquellos puertos inspira-


ban está en l a v a r i e d a d de canciones de contenido análogo, pues
también cantaban esta otra:
M a r c h e devant, j e í'en p r i e ,
Compagnon, ne t'ebahis mié,
S i f a i mué mon semblant.
E n passant les M o n t s Etüves
E t les bois qui sont dedans...

A ú n conocemos una más que dice así:


J a m á i s nous n'eumes si grand f r o i d
Que quand nous f u m e s au M o n t d'Etuves,
E t i o n s transís jusques au cceur,
N e voyant S o l e i l n i L u n e ,
L e vent, la p l u i e nous importune,
M o n D i e u , le v r a i Médiateur,
N o u s a délivrés de l a p l u i e
Jusques dans Saint-Salvateur...

J . Ü r í a R i u : O p . cit., págs. 20-21.

467
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T Í A
G O

Sobre ser alto, frío y desolado aquel paraje, los peregrinos


podían extraviarse en é l , como le ocurrió a Bartolomeo de F o n -
t a n a , a l oscurecer del sábado 16 de agosto de 1539, que, bus-
cando el albergue de l a Colegiata, imposible de divisar con una
oscuridad t a n grande que no veía n i el sendero n i el monte, an-
duvo errabundo, con u n viento terrible "e pioggia tanto cru-
dele, che parea, che le cattaratte del cielo, e l i f o n t i dell'abisso
fossero a p e r t i " . A l f i n , no encontrando el camino, se sentó "e
con i l manto i n testa stando sotto t u t t o coperto—agrega
passai quella notte n e l l ' i r a de v e n t i , e diluvio di pioggia che
da alto c a d e n a " . A l amanecer levantóse y pudo llegar al hospi-
t a l de P e r e g r i n i , secándose a l calor del fuego que dentro había.
A l t e m p o r a l del sábado debió de suceder u n a hermosa ma-
ñana del domingo, pues F o n t a n a califica a A s t u r i a de "belli
simo p a e s e " , añadiendo "che parea proprio i l paradiso deli-
c i a n o " 24.

De Arbas a Ujo.

Según el autor del Viaje del Señor de M o n t i g n y , el P r i n c i -


pado comenzaba en el monte de S a n A n t o n i o , después del cual
añade que pasaron el de S a n t a María, caminando luego cinco
leguas hasta el de " L a P a l l i o R o d i g h e " , donde se detuvieron a
comer. N o acertamos a i d e n t i f i c a r el nombre " R h o d i g h e " , pero
sí " L a P a l l i o " , semejante a " L a p a i o l a " , empleado por F o n t a n a ;
" L a P a i l l e " , por l a Nouvelle Guide; " P a y s a g e s " , por Manier, y
" P a h a r s " , por J e a n F i e r r e L u r d o s .
E s t e ú l t i m o advierte que después de pasar el puerto de P a -
jares, distante, según é l , u n cuarto de legua de Santa María de
A r b a s , h a y que t o m a r l a derecha hasta " B e g a r i n a " (Veguellina).
M a n i e r n o m b r a " L a r m i e " ( L a R u m i a ) después de Pajares, lugar
este ú l t i m o donde dice que se acostó en buenos lechos en su
hospital.
T o d a esta zona es sumamente montañosa. E l itinerario de
M o n t i g n y dice que allí no hay más que montañas, que no se co-
secha n i p a n n i v i n o , siendo necesario traer de otras comarcas
l a m a y o r parte de los comestibles con recuas. S i n embargo,
considera que A s t u r i a s vale más que V i z c a y a , a causa de los

24 B. F o n t a n a : Op. cit., pág. 25.

468
IV, XX. - U R I A : L A P E R E G R I N A C I Ó N A O V I E D O

puertos de mar, y que ambos países son los de v i d a más cara


de España.
Descendiendo siempre por l a ladera derecha del v a l l e , ser-
pentea el camino hasta el lugar de P u e n t e de los F i e r r o s , dis-
tante de P a j a r e s , según el viaje de M o n t i g n y , tres leguas, y
según F o n t a n a , dos 25. A l a entrada de este lugar había u n p u e n -
te por el que se pasaba p a r a dejar el río a mano derecha, y a
la izquierda existía u n hospital para refugio de peregrinos 26.
B a j a b a n éstos, después de salvar el arroyo de A b e s c o , por l a
Frecha a Campomanes, donde existía otra alberguería, y a la
Vega del Ciego, lugar inmediato al de M e m o r a n a , por donde
pasaba l a vía r o m a n a que i b a a L u c u s y que, en líneas genera-
les, coincidiría en buena parte con el itinerario que vamos si-
guiendo 27.
A la derecha y sobre u n montículo encuéntrase l a iglesia
de Santa C r i s t i n a de L e n a , obra de l a época de R a m i r o I, de
reducidas p r o p o r c i o n e s — p l a n t a de once por quince m e t r o s — ,
con bóveda de cañón, contrafuertes exteriores, precedida de
u n pórtico pequeño que conserva completo y elevado sobre el
piso su magnífico iconostasis. F i g u r a s humanas y elementos
decorativos de uno de los capiteles fueron interpretadas p o r
los canónigos de Santiago como representativos de las donce-
llas del famoso Tributo y de l a concha jacobea, cuando busca-
ban testimonios con que probar l a l e g i t i m i d a d del p r i v i l e g i o
del voto? según Jovellanos 28.
A unos tres kilómetros de l a V e g a del Ciego está P o l a de
L e n a , c a p i t a l del concejo del mismo n o m b r e , l a que menos h a

25 A . L a l a i n g , señor de M o n t i g n y : Op. cit., pág. 156. F o n t a n a , p á g . 2 5 .


26 I n v e n t a r i o de Obras Pías. M s . perteneciente a l h i s t o r i a d o r a s t u r i a n o
D . F e r m í n C a n e l l a ; dice que no se conoce l a f u n d a c i ó n del h o s p i t a l de P u e n t e
de los F i e r r o s , y que a principios del siglo X I X tenía 598 rs. de r e n t a .
27 E s t a v í a es l a p r i n c i p a l de A s t u r i a s h o y , y l a m e n c i ó n d e l l u g a r de
M e m o r i a n a , perfectamente réductible a M e m o r a n a , donde se h a n e n c o n t r a d o
abundantes vestigios r o m a n o s — e n t r e ellos u n mosaico de buenas d i m e n s i o -
nes—por el anónimo de Rávena (cit. por R i s c o , X X X V I , 16), nos hace s u -
poner que existiría t a m b i é n en l a a n t i g ü e d a d , m á x i m e hallándose como se
h a l l a en el t r a y e c t o de L e g i o V I I a L u c u s A s t u r u m (actual L u g o de L l a n e r a ,
a siete k i l ó m e t r o s de Oviedo).
28 D i a r i o s , edic. A d e l l a c , M a d r i d , 1915, pág. 107, dice que las figuras de
los capiteles fueron dibujadas p o r los canónigos de Santiago " c u a n d o araña-
ban documentos p a r a su pleito de v o t o s " .

469
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A
G O

prosperado de las pueblas asturianas privilegiadas por Alfon-


so X . L o fué en 1266 con el F u e r o de Benavente 2». N a d a queda
en L a P o l a como recuerdo de su pasado medieval. Existía tam-
bién u n h o s p i t a l . D e otro existente poco más allá, en el lugar
de V i l l a y a n a , queda noticia30.
E l camino c o n t i n u a b a a U j o ( " O u c h e s " en Manier), donde
el valle se ensancha y el río aumenta su caudal con las aguas
de los que bajan de A l l e r y T u r ó n .
E n U j o existía u n a iglesia románica considerada de fines
del siglo X I I o principios d e l X I I I , de una sola nave cubierta
de madera y el presbiterio de bóveda de cañón. Son notables
los capiteles decorados de l a p o r t a d a de ingreso, los del arco
t o r a l y el ábside semicircular 31.
E n este lugar existe u n arroyo llamado en el siglo X V I I I
de l a Alberguería, t a l vez a causa de alguna que en otro tiempo
existió 32.

C a m i n o por el valle de A l l e r .

A l a derecha de U j o se abre el valle de A l l e r , que con reco-


rrido de cerca de t r e i n t a kilómetros se transita por u n antiguo
camino que sube a l puerto de San I s i d r o , donde hemos visto
había y a en el siglo X I I u n h o s p i t a l para peregrinos fundado
p o r u n a cofradía leonesa d e l lugar de Pardomino33. Casi a
m i t a d de camino fundó otro u n francés llamado Andrés Bore-
t a , en el año 1778, según inscripción colocada en su capilla34.
Desde S a n Isidro se b a j a por l a vertiente leonesa a L i l l o , donde
había otro h o s p i t a l , y de aquí a Boñar, donde también le había

29 S a n g r a d o r y V í t o r e s : H i s t . de l a Administración y l a J u s t i c i a y del
A n t i g u o Gobierno del P r i n c i p a d o de A s t u r i a s , O v i e d o , B r i d , 1879, págs. 344-345.
Copia.
30 J . U r i a R i u : L a s fundaciones hospitalarias en los caminos de la Pere-
grinación a Oviedo, O v i e d o , 1940, pág. 63.
31 V i g i l : A s t u r i a s M o n u m e n t a l , págs. 431-432.
32 J o v e l l a n o s : D i a r i o s , n o v i e m b r e 1793, pág. 111.
33 V i d . v o l . I, pág. 308.
34 E l a d i o García J o v e , A l l e r en l a obra A s t u r i a s , d i r i g i d a por F . Canella
y O . B e l l n m n t , t. I I I , pág. 414 y n o t a 1. E n l a c a p i l l a aneja a l h o s p i t a l bay una
i n s c r i p c i ó n donde se lee: " S e h i z o a costa de Andrés B o r e t a , francés, y ordena
se alberguen los peregrinos y pasajeros, y se les dé l u z , l u m b r e , agua l i m p i a Y
c a m a por u n a noche, y a los enfermos se les asista y m a n t e n g a hasta que estén
a l corriente, a costa de dicho h o s p i t a l y sus r e n t a s . "

470
IV, xx. - u r i a : l a p e r e g r i n a c i ó n a o v i e d o

en la E d a d M e d i a , siendo probable que todos estos hospitales


sean otros tantos jalones de u n a r u t a t a l vez empleada al regre-
so de San Salvador de Oviedo por algunos peregrinos que l a
preferían a la de A r b a s , por ser menos accidentada y porque
podía conducirles a la r u t a p r i n c i p a l castellanoleonesa sin p a -
sar por L e ó n o t r a vez35.
A p a r t i r de U j o , sigue el v a l l e , relativamente ancho por
Santullano, donde el camino pasa a la margen derecha del
río Caudal por u n puente, en la a c t u a l i d a d 3% pero el que seguían
los peregrinos — e l camino a n t i g u o — continuaba por l a mar-
gen izquierda hasta cerca de Mieres, donde existía u n antiguo
puente y a en el siglo X I I . J u n t o a él había u n a alberguería lla-
mada del Puente en 1186, que t a l vez es el mismo hospital n o m -
brado como de peregrinos y enfermos en una n o t i c i a de fines
del siglo X V I J I 37. E n el X I V se h a l l a b a l a puente a r r u i n a d a ,
según cierta referencia, en l a que leemos que " p o r no estar ado-
bada e rreparada han de pasar los rromeros que u a n a ssantiago
e otras personas por el r i o " íts.
Más arriba y cerca de Mieres pasaba por l a R e h o l l a d a ,
donde existía u n a malatería39, y luego subía por l a Cuesta de
Santa Lucía al P o l l o y a Copian.

L a Alberguería de Copian.

Desde Mieres i b a subiendo el camino por la l a d e r a de l a sie-


rra de M o n t e A g u d o y por el lugar de C o p i a n , adonde, en 1103,
mandó edificar Alfonso V I u n a alberguería 40. T a m b i é n se n o m -
35 E l h o s p i t a l de L i l l o consta en documentos del siglo X V I y por l a t r a -
d i c i ó n . E l de B o ñ a r l o c i t a n , entre otros d o c u m e n t o s , l a donación de A l f o n s o X I
a Valdediós del año 1334 y a 12 de n o v i e m b r e . V i g i l : A s t u r i a s M o n u m e n t a l ,
pág. 605. Se h a l l a b a , según nos c o m u n i c a r o n allí, a l a salida del antiguo puente,
que aún se c o n s e r v a , y en l a m a r g e n i z q u i e r d a del río.
36 J o v e l l a n o s ( D i a r i o s , n o v i e m b r e 1791, pág. 60) m e n c i o n a en este l u -
gar el " n u e v o p u e n t e " .
37 L . S e r r a n o : Cartulario del monasterio de S a n Vicente, pág. 282.
38 A r c h . Cat. de O v i e d o . Sentencia entre l a iglesia de O v i e d o y los vecinos
de Mieres sobre el peage de aquel puente, d a d a por J u a n I en 4 de septiembre
de 1386, en l a que se añade " p o r seruicio de dios e obra de p i e d a t e por que to-
dos los que passaren por l a d i c h a ponte serán tenidos de r r o g a r a dios p o r l a
nuestra u i d a y ssalut e de l a r r e i n a m i muger e de los i n f a n t e s ' .
39 J o v e l l a n o s : D i a r i o s , p á g . 112.
40 J . U r í a R i u : O p . cit., págs. 35-36. V i g i l : A s t u r i a s M o n u m e n t a l , pág. 84.

471
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

bra allí, en 1220, u n a iglesia dedicada a Santa María, cerca de


la cual el obispo de Oviedo D . J u a n mandó levantar una cruz de
t é r m i n o " . E l vulgo decía en el siglo X V I I I que había habido allí
templarios, t a l vez repitiendo u n a explicación popular que en otro
tiempo se dio a algunas edificaciones entonces y a en ruinas 12.
N o h a y d u d a de que esta iglesia mencionada en 1220 es l a
m i s m a que, con l a advocación de S a n t a María, edificaron G o n -
zalo Bermúdez y C r i s t i n a Peláez, su mujer, en " A g u i l a r i n
monte c o p c i a n o " , dándola a l a iglesia de O v i e d o , en julio del
año 1143, con otros bienes, p a r a l a atención de los peregrinos
y transeúntes 43.
E l propósito que A l f o n s o V I expresó en 1103 de que se edi-
ficase en C o p i a n u n a alberguería, no se cumplió hasta los días
de G o n z a l o Bermúdez y su mujer, debiendo suponer nosotros
que los bienes que el conquistador de Toledo donó a l a iglesia
de Oviedo con aquel f i n fueron a parar de algún modo a estos
ú l t i m o s , y a que f i g u r a l a v i l l a de Baiña en ambas donaciones.
Según este supuesto, G o n z a l o Bermúdez y C r i s t i n a Peláez, a l
pasar a ser usufructuarios o propietarios de l a v i l l a de Baiña,
le agregaron otros bienes, construyeron l a iglesia de Santa M a -
ría y entregaron una y otros a l a de Oviedo para el sosteni-
miento de l a hospedería que había mandado edificar Alfonso V I .

41 V i d . apéndice.
42 D i a r i o s , p a g . 112.
43 A r c h . C a t . de O v i e d o . D o n a c i ó n otorgada por G o n z a l o Bermúdez y
C r i s t i n a Peláez a l a iglesia de O v i e d o , de otra que ellos habían edificado en
A g u i l a r con diferentes v i l l a s y heredades, p a r a el sostenimiento de u n h o s p i t a l
en el que se h a b í a n de acoger peregrinos y transeúntes. L o s otorgantes hacen
donación de l a " p o p u l a t i o n e n o s t r a q u a m u o c i t a t aguilar i n monte copciano
c u m ecclesia s a n c t i m a r i e q u a m c o n s t r u x i m u s c u m u i l l i s nostris nominatis
uerlia et l o r e d o " y otras v i l l a s y heredades que especifican, dándolas a l a igle-
sia de O v i e d o , con l a condición de que h a n de conservar durante su v i d a estos
bienes, entregando anualmente a los canónigos de S a n S a l v a d o r u n 'quarta-
r i u m " de p a n y u n carnero. A su m u e r t e había de subsistir este t r i b u t o a favor
de l a iglesia de O v i e d o , a d v i r t i e n d o los donantes que no se entregasen los
bienes en préstamo a n i n g u n a persona y que habían de ser confiados a un
h o m b r e religioso, a disposición d e l obispo y el c a b i l d o , el c u a l " había de usu-
fructuarlos y r e c i b i r a los peregrinos y transeúntes en l a c a r i d a d de Dios con
techo, lecho y a l i m e n t o , según las posibilidades del lugar ("et peregrinos ue
transeúntes i n dei caritate tecto lecto obsequio refectione pro l o c i posibilita e
r e c i p i a t " ) , agregando que dicho u s u f r u c t u a r i o debía entregar anualmente
referido fruto de p a n y carne.

472
IV, XX. - U R Í A : L A P E R E G R I N A C I Ó N A O V I E D O

Del Padrún a la Manjoya.

E l alto del P a d r ú n es como u n pequeño puerto de mon-


taña, que separa los valles de Mieres y Olloniego, y el nombre
de P a d r ú n significa seguramente l a presencia de algún hito o
mojón de p i e d r a — t a l vez de buenas dimensiones—pero no la
cruz de t é r m i n o que impuso el obispo D . J u a n , como alguien
podría sospechar, pues en l a donación de Alfonso V I , y al h a -
cer el deslinde de términos, nómbrase y a " i l l o p a t r u n o " " ,
N o existía entonces población alguna en varios kilómetros
alrededor, ofreciendo, lo mismo el de C o p i a n que los montes
inmediatos, u n aspecto s o l i t a r i o — " v a s t e s o l i t u d i n i s " dice el
prelado ovetense—e impresionante. E s t a circunstancia b r i n -
daba buena ocasión a facinerosos y ladrones que, a l parecer,
con frecuencia desvalijaban y m a l t r a t a b a n a peregrinos y tran-
seúntes 45.
E l descenso del P a d r ú n hacia Olloniego no se hacía en l a
E d a d M e d i a por donde h o y , sino más hacia l a derecha, s i -
guiendo l a ladera norte del riachuelo de San Frechoso, en l a
que se h a n encontrado centenares de metros de u n a antigua
calzada.
Pasados algunos kilómetros, y en el fondo del v a l l e , está
situado Olloniego y , relativamente p r ó x i m o a l torreón de l a
Casa de Quirós, el puente antiguo, con cinco arcos de desigual
altura, hace tiempo abandonado, por haberse desviado el cauce
del N a l ó n hacia l a i z q u i e r d a . Coronando sobre l a derecha el
valle, en u n alto montículo levántanse las ruinas del castillo
de T u d e l a , edificado por Alfonso III el M a g n o . Cedido al Obispo
después de la rebelión del conde Gonzalo Peláez por Alfonso V I I ,
tuviéronle después los comenderos de l a iglesia, cuyas gentes,
a veces desaprensivas y rapaces, excedíanse a pretexto de re-
clamar portazgos cometiendo violencias con algunos transeún-
tes, de las que no siempre se habrán librado los peregrinos 4íi.

44 V i d . nota 29.
45 E l obispo D . J u a n m a n d a p o b l a r el h o s p i t a l de C o p i a n p a r a que los
"peregrini et a l i i per transeúntes possint euadere p e r i c u l u m t a m r e r u m q u a m
corporum q u o d a r a p t o r i b u s et predonibus et peruersis b o m i n i b u s multos i n
eodem l o c u m frecuenter cognouimus i n c u r r i s s e " .
46 C o n t r a los comenderos de los cotos y sus gentes t e n í a n que defenderse
los concejos apoyándose a veces en otros poderosos de l a m i s m a l a y a . \ i d . C o n -

473
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I a
G O

E n los primeros años del siglo X I X menciónase también en


Olloniego u n h o s p i t a l , que t a l vez no era m u y antiguo.
Pasado el puente, c o n t i n u a b a el camino hacia Oviedo por
la margen i z q u i e r d a del N a l ó n , subiendo en seguida a las inme-
diaciones del P i c o L a n z a , y por l a V e n t a del A i r e , San Miguel y
el P o n t ó n de la V e n t a , salía a Santiago de l a M a n j o y a , a menos
de dos kilómetros de las murallas de Oviedo.

L a Manjoya.

L a p o s i b i l i d a d de relacionar este topónimo con el de M o n x o y ,


cercano a la iglesia compostelana, en el sentido de que derivase
—como algunos suponen respecto del lugar gallego —de la impo-
sición del grito de guerra francés trasladado por los peregrinos
(en su mayoría franceses) a l punto desde el que divisaban el
término de su viaje, como manifestación de j ú b i l o , nos h a pre-
ocupado más de u n a vez. Hemos visto luego que otros pensa-
b a n lo mismo 47, afirmando que el M o n j o i de los itinerarios me-
dievales a Jerusalén, lo mismo que los de Santiago y la Man-
j o y a de O v i e d o , situados no lejos de importantes santuarios,
deben ser considerados como muestra de l a universalidad de
l a c u l t u r a de las peregrinaciones, cualesquiera que sean sus
orígenes.
L a forma escrita más antigua que del topónimo ovetense
en cuestión conocemos, aparece en u n obituario de l a Catedral
de los siglos X I I I o X I V , de esta manera: ,,eccl(es)sia s(an)c(t)i
j a c o b i de l a m o ^ i o y a " . E n cuanto a l a etimología propuesta
por Bédier, a que hemos a l u d i d o , h a sido y es discutida 48.
Desde el alto de l a M a n j o y a descendían los peregrinos a

cierto d e l d e O v i e d o con Suer D a d o , en 1308, p a r a que los libre de los asaltos


de las gentes del coto de Olloniego: V i g i l : C o l . Diplomática del A y u n t a -
miento de Oviedo, p a g . 128. O t r o con los hijos de Suer Menéndez de Valdés,
en 1309, en i d . , p a g . 139. C o n García Rodríguez de B a n d u j o , vecino de Puerto,
en 1309, pag. 140. R e f l e j a n daños, muertes y robos otros documentos de los
años 1314, 1316 y 1336, en i d . , págs. 148-151, 167-168 y 154-155. A éstos po-
demos añadir otros documentos como el C o n c i l i o de O v i e d o en 1115 y una
C a r t a del obispo de O v i e d o del año 1251, exigiendo respeto a . l a persona de
su p o r t a d o r ( v i d . R i s c o , E . S . X X X V I I I , 266 y 340).
47 A . A p r a i z : L a cultura de las peregrinaciones, t i r a d a aparte de la revista
" L a s C i e n c i a s " , M a d r i d , 1942, pág. 22.
" F o l . X X X V I I I v.

•474
JV7 XX. - U R I A : L A P E R E G R I N A C I Ó N A O V I E D O

Oviedo por la vieja c a l z a d a que aún en parte conserva su em-


pedrado característico. B a j a b a n al b a r r i o l l a m a d o de San L á -
zaro desde el siglo X V I , en que se estableció en él l a leprose-
Tia o malatería reedificada en nuestros días con destino a a n -
cianos inválidos19.
Más cerca de l a c i u d a d hallábase el barrio o arrabal de S a n
Cipriano, adonde los profesionales de l a hostelería ovetense acu-
dían a esperar a los peregrinos, acosándoles, como en las afue-
ras de Compostela, con el ofrecimiento de posadas. L o s fraudes,
que aquí como en Santiago preparaban a los romeros, fueron
atajados por las Ordenanzas del M u n i c i p i o del año 1274, dispo- ,
niendo "que n o n albergue el Sennor o el mancebo si n o n p a r a
la casa de h u n sennor et si quisier ir al campo albergar que u a
ya el sennor o el mancebo uno de cada casa e n o n maes que a t a
San C i b r i a n o " ,', disposición que nos i n d i c a que antes de ser
dictada, mancebos y posaderos alargaban más allá de San C i -
priano sus incursiones en busca de romeros que albergar.

La entrada de los peregrinos en Oviedo.

Desde San C i p r i a n o , situado en el barrio luego llamado de


la P u e r t a N u e v a , por hallarse allí l a que se edificó al extenderse
la población hacia el sur, entraban en l a actual calle de l a M a g -
dalena, donde se encuentran el edificio y capilla del h o s p i t a l
de aquella cofradía del siglo X V I , con l a imagen en piedra de
la P a t r o n a dentro de u n a hornacina.
Los peregrinos entraban a veces en tropel portando en sus
manos candelas de cera o sebo, acompañados de los albergue-
ros, que, inquietos con l a suerte que habría de caberles con los
futuros huéspedes, a r m a b a n gran algarabía de voces con pre-
guntas y proposiciones. N o de otra manera nos parece que se
deba interpretar l a ordenanza del citado año, que dice así:
"Otrossi establecieront quelos albergueros de albergar e los R o -
ímos que cuando uinierent conellos que uengan calando ata que
legant asnas posadas et non fagant roydo nen tragant lumne
nenguno: ergo de C a n d e l a ho de Seuo. ye si contra esto passar
perder V . solidos" 51.
49 R o e l : Etiología de l a Pellágra, pág. 220.
60 C. V i g i l : Colección Diplomática del Ayuntamiento de Oviedo, 1889, pág. 67.
51 Í d e m : I b i d . , pág. 40.

475
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G (I

Imaginemos el espectáculo que l a llegada de las caravanas


de romeros debía de ofrecer a los habitantes de l a vetusta
c i u d a d , que a mediados del siglo X I I I sólo contaba con unos
novecientos vecinos 52. Cubiertos de p o l v o y fatigados del ca-
m i n o , hablando entre sí en lengua extranjera, contestando con
algunas palabras en castellano, m a l aprendidas, a las demandas
de los albergueros, debieron de animar los atardeceres de las
rúas ovetenses en más de u n a ocasión. L a antigua corte de los
descendientes de los reyes godos cobraba en aquellos instantes
n u e v a v i d a , y , en medio de su alejamiento y de su pobreza, era
esto, l a peregrinación a l a Cámara S a n t a , lo único que l a unía
con el mundo exterior. E r a el bien ganado t í t u l o de Sancta O v e -
tensis que se dio a su iglesia, l a única razón de su prestigio y
f a m a ; y si no h u b i e r a sido por l a peregrinación, su pasado me-
d i e v a l se habría desarrollado oscuro e ignorado, como el de San-
tander u otra v i l l a cualquiera de l a costa cantábrica.

Itinerario dentro de la Ciudad.

E n el siglo X I I I , l a m u r a l l a no comenzaba hasta el arco


que se abre en el centro de l a fachada del Consistorio, donde
existía u n a p u e r t a de entrada en l a c i u d a d a l a que s u s t i t u y ó
l a l l a m a d a P u e r t a N u e v a a que antes nos referimos. P o r aquí
se entraba a las actuales calles de C i m a d e v i l l a y de l a R ú a , de-
nominación esta ú l t i m a que es t a l vez u n vestigio de la Rúa
F r a n c i s c a , prolongada a l a de S a n J u a n en algunos documentos
medievales. A l f i n a l de l a calle de l a R ú a , y en dirección per-
pendicular a mano derecha, se abría l a de l a Platería, que por
el lado norte bordea l a p l a z a de Alfonso II, abierta hace pocos
años, y desde aquélla entraban en seguida los peregrinos en el
templo de San Salvador. E s t e recorrido, frecuentado en época
barroca, debió de serlo t a m b i é n en líneas generales en l a E d a d
Media " .
52 A r c h . del A y u n t a m i e n t o de O v i e d o . E n el I n v e n t a r i o de D o c u m e n t o s
f o r m a d o en 1536 constaba el e x t r a c t o de dos cartas en p e r g a m i n o d e l año 1269
sobre el r e p a r t i m i e n t o de 2.000 maravedís que fueron prestados al rey D o n A l -
fonso X , y de ellas se deducía que l a c i u d a d tenía entonces 900 vecinos, sin
c o n t a r los del Concejo ( v i d . V i g i l : Colee. D i p l o m á t i c a del Ayuntamiento de
Oviedo, p á g . 292, n ú m . 13).
53 E n u n a c a r t a de v e n t a del q u i n t o de u n a casa otorgada por M a n a
Peláez j u n t a m e n t e c o n su m a r i d o , a F e r n a n d o Bermúdez, se expresa qoe se

476
IV, XX. - U R Í A : L A P E R E G R I N A C I Ó N A O V I E D O

W J2 s 2

H J
«

C3 5) • &,

I
o o

s2 3
K 3^
g*^ ^

.—i a> '"O

O 05

^ ^ cj . * _*• sa

Q-2

fO -r* ^ •*->
^ o
H ^
o 3 a
•5 ns > ° B
"e es

, « .2 O
Ph

^ Tí
e

r2 &

fe -B

So1.

13 "a cj
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Antes o después de venerar las reliquias en l a Cámara Santa


los peregrinos buscaban alojamiento en el h o s p i t a l de San
J u a n , existente en l a a c t u a l calle de Schulz desde los días de
Alfonso I I I el M a g n o , pues n a d a menos que el palacio del gran
M o n a r c a era el albergue destinado a los pobres de Cristo por
v o l u n t a d de su descendiente, el conquistador de Toledo, desde
el año 1096, según con más detenimiento explicamos en la parte
dedicada a l estudio de los hospitales. Y los que no querían o
no podían albergarse allí, se esparcían por las calles en busca de
hosterías que suponemos debían de existir en buen número, te-
niendo en cuenta que entre ellas había u n a denominada " R ú a
que dicen de los albergueres" 54.

h a l l a b a s i t u a d a en l a B r o t e r í a y que l i n d a b a por u n a parte con l a alberquería


de l a zapatería, por l a otra con u n ejido que i b a h a s t a el muro de l a cerca, y
p o r l a otra con l a r ú a f r a n c i s c a ( A r c h . H i s t . N a c , documentos procedentes
d e l C a b i l d o de Oviedo). E n otra, que otorgó en 1236 A l d o n z a L o r e n z o a don
M u n i o V e l e , cantor de l a iglesia de S a n S a l v a d o r , se sitúa u n a casa en " e l
C a n t a l " y " p o r donde entran al c a s t i l l o " , expresando que detrás h a y otra
casa que fué de P e d r o G a l l e g o , l a c u a l llega, a su v e z , por l a parte de atrás
h a s t a el m u r o del castillo, y que enfrente se h a l l a l a rúa f r a n c i s c a , situación
ésta que parece corresponder a l a a c t u a l calle de S a n J u a n ( A r c h . H i s t . N a c ,
í d e m id.). E n o t r a , otorgada en el m i s m o año por Nicolás Guión y su mujer
a D . F e r n a n d o Pérez y l a s u y a , se m e n c i o n a u n a casa s i t u a d a en l a B r o t e r í a ,
l i n d a n d o p o r u n a parte con l a " r ú a francisca que v a d i t a d ecclesia sancti sal-
v a t o r i s " (ídem id.). Como en u n foro perpetuo del año 1451 se sitúan unas
casas en l a P u e r t a N u e v a : " f r u e n t e c a m j n o francés que v a de O v i e d o p a r a
L e ó n " (Becerro del monasterio de S a n P e l a y o , folio 1225), y como en otro
documento que se refiere a t é r m i n o s de los E s t a n c o s se sitúa por allí el camino
de Santiago, parece n a t u r a l que las calles que ponen en comunicación estos
t é r m i n o s , o alguna de ellas por lo menos, r e c i b a l a denominación de f r a n -
cisca. C o n éstas y las referencias de las cartas de v e n t a de casas que dejamos
consignadas —especialmente las contenidas en l a p r i m e r a del año 1236—, se
puede deducir que l a calle de San J u a n se l l a m a b a en el siglo X I I I rúa F r a n -
cisca, siendo probable que el m i s m o nombre llevase l a a c t u a l de l a R ú a .
54 Que las posadas debían ser r e l a t i v a m e n t e numerosas p a r a u n a ciudad
como O v i e d o , sin t r á f i c o alguno de i m p o r t a n c i a , se desprende del hecho de
e x i s t i r u n a calle c o n el nombre de " R ú a de los A l b e r g u e r o s " . V i d . Bacerro de
S a n P e l a y o : V e n t a del tercio de u n a casa en 1305, f o l . 647. Ignoramos si los
que se h a l l a b a n a l cuidado de las alberguerías de las cofradías se denomina-
b a n t a m b i é n albergueros, mas en todo caso no i b a n a v i v i r en u n a m i s m a
calle. P o r otra parte, en el decreto dado en 1133 en C o m p o s t e l a ( E . S . X X ,
l i b . III, cap. 33, pág. 534), se n o m b r a n los albergarii en el sentido de hostele-
ros. E n O v i e d o encontramos u n " L o r e n z o alberguero" en c a r t a de v e n t a de
l a m i t a d de una casa otorgada por P e d r o Pérez y su mujer, a f a v o r de Nicolás

478
IV, XX. - T R Í A : L A P E R E G P I N A C I Ó N A O V I E D O

Las puertas del hospital se cerraban a la u n a de l a noche,


por lo menos en el siglo X V I , según disposición de las O r d e n a n -
zas que copiafnos entre los Apéndices y, pasada aquella h o r a ,
era p r o h i b i d a l a entrada a cualquier persona. A l a mañana si-
guiente—si no lo habían hecho a n t e s — , los peregririos se d i r i -
gían a la Cámara S a n t a , donde practicarían los actos de vene-
ración adecuados, y cuyo ceremonial desconocemos.

Tradiciones relativas a l A r c a S a n t a .

E l objeto de l a peregrinación a S a n Salvador de Oviedo era


la veneración de u n A r c a cuyo interior guardaba u n precioso
tesoro de reliquias.
Sobre su origen y contenido conocemos varios textos que
datan de los siglos X I a l X I I I , casi todos coincidentes en l o
sustancial.
E l más antiguo de fecha conocida se h a l l a en u n a donación
otorgada p o r A l f o n s o V I para "honorare i l l a m d o m u m . , . u b i
hec reliquie sunt reperte". L l e v a fecha del 6 de marzo del
año 1075, y consiste en u n a cesión de bienes sitos en L a n n e y o
— L a n g r e o — , en cuyo preámbulo se declara que el día ante-
rior había sido abierta el A r c a en presencia del propio M o n a r -
ca, de su hermana Doña U r r a c a y de los obispos: B e r n a r d o de
Falencia, Simeón de O c a , A r i a s de O v i e d o , Pedro de A s t o r g a ,
y otros dignatarios eclesiásticos y seglares, entre los que se h a -
llaba el C i d .
E l A r c a , según el propio texto, había sido traída de Toledo
por los cristianos fugitivos ante l a invasión de los árabes, per-
maneciendo oculta durante mucho tiempo en la iglesia ove-
tense, hasta que su obispo, D . Ponce, l a abrió en cierta ocasión,
quedando deslumhrado por la claridad que salía de su i n t e r i o r ,
al punto que no pudo distinguir nada de su contenido 55".

Guión y l a s u y a en 1229 ( A r c h . H i s t . N a o . , docs. procedentes del C a b i l d o de


Oviedo); a " J o h a n n u s p e t r i a alberguero", en otros de l a m i s m a procedencia d e l
año 1236: a " l o h a n i o h a n n e s " , en otra de 1241; a " B a r t o l o m é P e d r e z " , en otra
Je 1258, y a " J o h a n rouio alberguero", en u n a de 1119.
35 L a p r i m e r a referencia i m p r e s a de esta escritura fué d a d a en e x t r a c t o
Por el P . L u i s A l f o n s o d e C a r b a l l o , en sus Antigüedades y cosas memorables
del P r i n c i p a d o de A s t u r i a s , M a d r i d , J u l i á n Paredes 16, fols. 375 y 308. T r e l l e s
(Asturias Ilustrada, M a d r i d , 1760, t. I, fols. 548-552) publicó u n a t r a d u c c i ó n

479
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Sigue verosímilmente en antigüedad a este texto la "histo-


r i a de Arcae t r a n s l a t i o n e " , redactada por el obispo D . Pelayo
según consta en el t í t u l o que l a precede, a los folios 1 al 3 del
L i b e r T e s t a m e n t o r u m o L i b r o Gótico de su A r c h i v o Cate-
d r a l B0. E s t e relato, adornado con abundantes noticias históri-
cas, fruto de l a erudición pelagiana, refiere que el arca, cons-
t r u i d a por los discípulos de los Apóstoles, fué trasladada a
Á f r i c a desde Jerusalén por el m a r Mediterráneo, y luego a
Cartagena, en España, cuando l a invasión m u s u l m a n a . Des-
pués de muchos años, l a l l e v a r o n desde allí a Toledo, y , por ú l -
t i m o , el obispo D . J u l i á n y el príncipe P e l a y o l a trajeron a las
montañas de A s t u r i a s en el año 735, fuera del alcance de los
enemigos, colocándola en l a iglesia de San M i g u e l , levantada
del lado norte de l a de San S a l v a d o r y a la c u a l dice el prelado
ovetense: "ascensio fit per g r a d u s " .

H a c e pocos años fué dado a conocer cierto inventario de las


reliquias de O v i e d o , escrito a l parecer en letra francesa del si-
glo X I , que fué encontrado en u n códice de Valenciennes. L e
precede u n a abreviada h i s t o r i a del A r c a , que se l i m i t a a consig-
n a r que fué f a b r i c a d a por los discípulos de los Apóstoles y a
señalar el itinerario de su traslación de Jerusalén a A s t u r i a s .
E s t a breve h i s t o r i a , lo mismo que l a l i s t a de las reliquias en
ella contenida, coinciden con l a relación del obispo D . P e l a y o ,
que t a l vez le serviría de modelo 57.

de l a parte histórica prescindiendo del i n v e n t a r i o de las reliquias. R i s c o


( E . S . , t. X X X V I I I , ap. X X I , págs. 318-322) publicó u n a copia. V l G i L ( A s t u -
rias M o n u m e n t a l , págs. 76-78) otra de u n ejemplar en b u e n estado existente
e n e l A r c h . de l a C a t e d r a l , escrita en l e t r a francesa, en u n pergamino cua-
d r a d o de 0,36 de l a d o , en c u y o respaldo se leía, en l e t r a del siglo X V I I I , que
l a e s c r i t u r a estaba c o p i a d a en u n l i b r o de a q u e l a r c h i v o t i t u l a d o " T r a s l a d o
de testamentos y p r i v i l e g i o s " al f o l . 29 v . , y en el l l a m a d o de l a " R e g l a colo-
r a d a " a l f o l . 60 v . A d v i e r t e t a m b i é n como notable l a c i r c u n s t a n c i a de que el
d o c u m e n t o comienza en el año de l a E n c a r n a c i ó n del Señor de 1075 y t e r m i n a
c o n l a E r a del César de 1113. T o d o s p o n e n l a fecha de 14 de m a r z o conforme
a l a de " p r i d i e i d u s m a r t i i " , a excepción de Gómez M o r e n o , que f i j a l a del
día 6 ( E l A r c a S a n t a de Oviedo documentada, " A r c h i v o E s p a ñ o l de A r t e " , M a -
d r i d , 1945, n ú m . 69, p á g . 128).
56 A r c h . C a t e d r a l : L i b e r t e s t a m e n t o r u m , f o l . 2.°. C o p i a en R i s c o :
E . S . , X X X V I I , p á g . 356.
57 D o n P e l a y o fué obispo de O v i e d o en 1101 a 1129; de m a n e r a que si con-
sideramos que su relato sirvió de modelo a l a l i s t a e n c o n t r a d a en el Código de
V a l e n c i e n n e s , y esta ú l t i m a es del siglo X I , como se dice, t a m b i é n sería del

480
IV, xx. - u r í a : l a p e r e g r i n a c i ó n a o v i e d o

Cronológicamente sigue a estos relatos el contenido en u n


texto de l a Crónica Silense, en el que se a f i r m a que el A r c a fué
traída de Jerusalén a S e v i l l a , luego a Toledo, y de allí, cuando
la i r r u p c i ó n sarracena, a A s t u r i a s , pero por el m a r , hasta u n
puerto llamado Sub Salas, situado debajo de G i j ó n r'8. L a no-
vedad que este itinerario nos ofrece, frente a los demás relatos,
debe ser interpretada en el sentido de que, en los primeros años
del siglo X I I existían diferentes versiones respecto a la histo-
r i a del A r c a , dando a entender al mismo tiempo que l a t r a d i c i ó n
p r i m i t i v a sobre su origen y procedencia contaba y a entonces
con bastantes años de antigüedad.
E n t r e los años 1175 y 1187 debió de ser redactada otra re-
lación sobre la historia de aquel tesoro de reliquias, que sigue en
general l a del obispo D . P e l a y o , apartándose de ella en algunos
detalles interesantes y en parte útiles. Se conservan de esta re-
lación dos versiones manuscritas, casi desconocidas de los eru-
mismo siglo aquel relato. E l t e x t o inserto en el l i b r o de los testamentos (fols. 1
al 3) lo fué durante s u episcopado, pero l a redacción o r i g i n a r i a sería anterior.
Acaso fué escrita antes de ser obispo. ¿Cabría suponer que l a l i s t a de V a l e n -
ciennes fuese, por el c o n t r a r i o , l a base de l a relación pelagiana? E s lugar co-
m ú n p a r a l a m a y o r parte de nuestros medievalistas considerar al obispo
D . P e l a y o como u n experto f a l s i f i c a d o r de documentos, y y a los eruditos del
siglo X V I I I le consideraron t a m b i é n autor de no pocos yerros e i n t e r p o l a -
ciones. E s i m p o s i b l e a d m i t i r que el obispo africano F u l g e n c i o de R u s p e h u -
biese l l e v a d o el a r c a a C a r t a g e n a , como dice D . P e l a y o en s u h i s t o r i a , y a
que había muerto antes de l a t o m a de Jerusalén, como dice R i s c o . C. C a b a l
supone que el F u l g e n c i o obispo a que se refiere el ovetense sería S a n F u l -
gencio, hermano de S a n Isidoro y obispo de A s t i g i ( A l f o n s o I I el Casto,
O v i e d o , L a C r u z , 1943, págs. 277-278). O t r o yerro de D . P e l a y o fué el a f i r m a r
que el obispo D . J u l i á n ayudó a l l e v a r las reliquias a A s t u r i a s en t i e m p o de
l a i n v a s i ó n de los árabes, siendo así que este prelado h a b í a m u e r t o m u c h o s
años antes, error que se h a i n t e n t a d o e x p l i c a r como errata de J u l i a n u s por
U r b a n u s , es decir, en l u g a r del obispo toledano que v i v í a efectivamente por
aquella época (C. C a b a l : O p . cit., págs. 288-289). E n cuanto a l depósito del
arca en l a iglesia de S a n M i g u e l , más tarde d e n o m i n a d a Cámara S a n t a , es D . P e -
layo el p r i m e r o que refiere su edificación p o r A l f o n s o II.
88 E d i c . Santos Coco, M a d r i d , 1921, págs. 23-24. R a r r Á u - D i h i g o / U e -
cherches sur le royanme asturien, París, 1921, pág. 40 y n o t a 1) considera que
lo relativo a las reliquias de O v i e d o en el t e x t o del Silense es i n t r o d u c c i ó n s u y a .
L a traslación del arca a A s t u r i a s por m a r se consigna t a m b i é n en el m a n i f i e s t o
de l a Cofradía de l a Cámara S a n t a del año 1465, existente en el A r c h . de l a
catedral ovetense, q u e a f i r m a desembarcaron en A v i l e s . L a f e c h a de redacción
de l a Crónica silense se a p r o x i m a , según Menéndez P i d a l , al año 1115 ( F l o -
resta de leyendas españolas, t. I, pág. 56).

TOMO II. 3I_ 481


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

ditos, a pesar de haber sido publicadas hace más de cincuenta


años 5i). Dos santos varones llamados J u l i á n y " S e r i a n u s " , que
se h a l l a b a n en Jerusalén, metieron, por temor a los paganos,
según este relato, varias reliquias en u n a c a j a , abandonándola
sobre las olas del m a r en el puerto de J a f a , mientras, atentos a
l a suerte que ella pudiera correr, marcharon por la costa de
Á f r i c a , averiguando en Cartago que había ido a parar allí. P a -
sado algún tiempo, los cartagineses, abrigando el mismo temor
que en Jerusalén, l l e v a r o n l a caja a Toledo juntamente con
otras reliquias de sus iglesias. Más tarde, cuando los árabes en-
t r a r o n en España, l a trasladaron a u n monte llamado Monte
S a c r o — a causa de haber permanecido en él el sagrado depó-
s i t o — , distante nueve jornadas de Toledo, y las colocaron en
lo alto de su cumbre. Cuando el R e y Casto edificó l a iglesia de
O v i e d o , fué trasladada desde aquel monte y colocada en l a
iglesia de San M i g u e l , en otra arca m a y o r que el M o n a r c a había
m a n d a d o fabricar con este f i n fi0.
Cuando en el siglo X V I se i m p r i m i e r o n hojas para repartir
entre los peregrinos con la explicación del contenido del A r c a ,
se aprovecharon en gran parte estos relatos para ilustrarles 01.

59 F u e r o n p u b l i c a d o s por C h . K o h l e r en l a Revue de V Orient L a t i n ,


año 1897, págs. 6-21. U n o de los manuscritos existe en l a B i b l i o t e c a de C a m -
b r a i con l a signatura n ú m . 804, y el otro en l a de S i r T h o m a s P h i l i p p s , en
Cheltenhaus, y apenas difieren entre sí más que por v a r i a n t e s de algunas for-
mas sin i m p o r t a n c i a . D e ellos, el más antiguo parece ser el de l a B i b l i o t e c a
de C a m b r a i , y ambos proceden de u n o r i g i n a l c u y a redacción terídría lugar
entre 1175 y 1189. A K o h l e r no le parece que su autor conociese l a historia
de l a traslación del a r c a del obispo D . P e l a y o , aunque le considera español,
a t r i b u y é n d o l e haber forjado su relato con v a r i a s piezas a las que agregó ele-
mentos de u n a t r a d i c i ó n a n t e r i o r por lo menos en u n siglo. S i n habernos de-
t e n i d o en su estudio, n o t a m o s desde luego l a intercalación de l a leyenda de
l a p é r d i d a de España, l a n o t i c i a de u n combate con los musulmanes en e l
M o n t e s a c r o , c u y a redacción parece depender de algún t e x t o de l a crónica de
A l f o n s o I I I r e l a t i v a a l a de C o v a d o n g a , y l a t r a d i c i ó n de l a fábrica de l a Cruz
de los Angeles; pero t a m b i é n introduce algunos detalles relativos a l a f u n d a -
ción de l a c i u d a d de O v i e d o , a l a edificación de su iglesia, a l a colocación del
arca en l a de S a n M i g u e l , y otros que parecen de p r o p i a cosecha.
60 Ibidem, pág. 10. Refiriéndose a l R e y Casto, dice: " R e x a u t e m castus
fecerat a l i a m a r c h a m p a r a r i m a j o r e m i l l a i n q u a relique continentur... i n hac
m a j o r i archa c o l l o c a v i t sanctan a r c h a m . "
ül V i g i l ( A s t u r i a s M o n u m e n t a l , págs. 78-79) p u b l i c a u n a de estas b u l a s
o sumarios de las santas r e l i q u i a s , extendido en pergamino e impreso p o r
disposición del deán y c a b i l d o , según dice en el primer tercio del siglo X v l l -

482
IV, XX. - U K í A : L A P E R E G R I N A C I Ó N A O V I E D O

O t r a t r a d i c i ó n recogida y a en el siglo X I a f i r m a fueron de-


positadas en Oviedo parte de las reliquias traídas de Oriente
por los siete varones apostólicos 63.

Inventarios de las reliquias.

Todos los textos que hemos examinado contienen cada u n o


su inventario de las reliquias guardadas en el A r c a , con excep-
ción del Silense. E l más completo aparece en el acta d e l año 1075
consignando nada menos que ochenta y tres, y el más lacónico
en los relatos publicados por K o h l e r , que, aludiendo a l a aper-
tura del A r c a en tiempos de A l f o n s o V I , refiere solamente el
contenido de u n a de las doce cajitas que había dentro 63.
Pertenecen unas a l a t r a d i c i ó n del A n t i g u o Testamento s %
otras a las del N u e v o 65; pero t a m b i é n f i g u r a n en el i n v e n t a r i o
02 M a b i l l o n (Veterum analectarum, t. I, pág. 287) nos t r a n s m i t e u n a epís-
tola del obispo de A s t o r g a , O s m u n d o , del año 1089 a 1096 d i r i g i d a a l a condesa
Ida, madre de Godofredo de B o u i l l o n , que, a l f u n d a r l a colegiata de L e n s en
A r t o i s ; solicitó de a q u e l l a diócesis algunas r e l i q u i a s , d e m a n d a n d o a l m i s m o
tiempo noticias de l a m a n e r a en que habían llegado b a s t a l a f a m o s a c i u d a d leo-
nesa. E n esta carta se consigna que, babiendo perseguido [a Jerusalén los genti-
les (sin expresar nombres n i fecha), siete discípulos de los apóstoles, T o r c u a t o ,
Iscio y otros cinco n a v e g a r o n h a c i a España t r a y e n d o muchas r e l i q u i a s que v i -
nieron a p a r a r a T o l e d o ; luego, cuando l a i n v a s i ó n m u s u l m a n a , "los.clérigoss
y todas las personas religiosas se refugiaron en nuestros alpes l l a m a d o s a s t o r i -
censes por l a c i u d a d de A s t o r g a , y todo lo precioso que t r a í a n consigo lo depo-
sitaron en ella y en O v i e d o " (traduc. de R i s c o : E . S . , X V I , 193).
63 E s t o s relatos d i c e n que ciento c i n c u e n t a años después de m u e r t o e l
R e y Casto, reinando otro m o n a r c a l l a m a d o A l f o n s o " e l B u e n o " , el cual t o m ó
la ciudad de T o l e d o , quiso en cierta ocasión abrir e l arca, a l o que accedió,
no s i n t e m o r , cierto a b a d l l a m a d o " A l v e r e d u s " , encontrando d e n t r o doce c a -
jitas cuidadosamente cerradas c o n cerrojos o pestillos, de las que solamente
abrió u n a donde había reliquias de l a leche de l a V i r g e n , de l a c r u z d e l Señor,
de los clavos, de los paños en que fué e n v u e l t o , de l a sangre de u n a i m a g e n
de nuevo c r u c i f i c a d a y herida p o r los j u d í o s , de l a v a r a de Moisés, del m a n á ,
de l a escarcela de S a n P e d r o , de l a de S a n Andrés, de l a c u n a e n que Jesús
yació siendo n i ñ o , de l a suela d e l calzado de S a n P e d r o , de l o s cabellos de
Santa María M a g d a l e n a , y " m u c h a s otras que no fué posible v e r " .
(iJ A l a t r a d i c i ó n del A n t i g u o Testamento sólo corresponden las del m a n á ,
manto de E l i a s , piedra d e l monte Sinaí, t r o z o de l a v a r a de Moisés y huesos de
los Profetas, las cuales aparecen n o m b r a d a s t a m b i é n en el relato de D . P e -
l a y o y en l a l i s t a de Valenciennes. Sobre el j u i c i o que merecieron a A m b r o s i o
de Morales algunas de estas y otras reliquias, v i d . Opúsculos..., t. I I , M a d r i d ,
B- Cano, 1793, págs. 93-99.
65 L a s relativas a l a v i d a de Jesucristo y los Apóstoles s o n numerosas,

483
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

del año 1075 otras de santos españoles martirizados durante la


dominación r o m a n a y que^ mencionan nuestros calendarios
como Fructuoso en T a r r a g o n a , Cucufate en B a r c e l o n a , Justo
y P a s t o r en A l c a l á , Servando y Germán en Mérida, J u s t a y
R u f i n a en S e v i l l a , F a c u n d o y P r i m i t i v o en Sahagúh, etc.; a
ellas debemos añadir las de algunos como C i p r i a n o de Cartago
y Verísimo y M á x i m o de L i s b o a , que no podemos l l a m a r pro-
piamente españoles. A p a r e c e n t a m b i é n las de Jeremías y P o m -
p o s a , mártires cordobeses mozárabes del siglo I X y " e x t r a
p r e d i c t a m a r c h a m " , l a Cruz de los Angeles, l a de P e l a y o , u n a
de las seis hidrias en las que el Señor c o n v i r t i ó el agua en v i n o ,
y los cuerpos de los mártires cordobeses E u l o g i o y L e o c r i c i a ,
más los de E u l a l i a , virgen y m á r t i r , P e l a y o y V i c e n t e , y los
obispos J u l i á n y Serrano ^

contando entre las p r i n c i p a l e s — y a que las m e n c i o n a t a m b i é n l a inscripción


d e l a r c a — l a s de l a cruz del Señor, de su v e s t i m e n t a , del p a n de l a Cena, del
S e p u l c r o , d e l sudario, de l a sangre, de l a t i e r r a santa que p i s a r o n sus pies,
de l a v e s t i m e n t a de l a V i r g e n y de s u leche y de los apóstoles S a n P e d r o ,
S a n t o T o m é y S a n B a r t o l o m é . A ellas podemos agregar parte de l a corona
de espinas, t i e r r a del monte O l i b e t , del sepulcro de Lázaro, cabellos de l a Mag-
d a l e n a , de l a frente de S a n J u a n B a u t i s t a y algunas otras que t a m b i é n men-
c i o n a D . P e l a y o . L a s únicas reliquias de origen occidental que aparecen en los
i n v e n t a r i o s pelagiano y de Valenciennes son el palio regalado por l a V i r g e n
a S a n Ildefonso y l a sangre que b r o t ó de u n a i m a g e n de Jesucristo alanceada
p o r los j u d í o s en B a r ú .
06 L o s santos españoles aparecen sin l a mención del lugar donde fueron
m a r t i r i z a d o s . Sobre los santos Jeremías y P o m p o s a , v i d . J . S i m o n e t : Histo-
r i a de los mozárabes de E s p a ñ a , M a d r i d , 1897 1903, págs. 335, 392, 395-396,
4 2 0 , 449 y 451. L o s restos de los cuerpos de S a n E u l o g i o y S a n t a L u c r e c i a de-
b i e r o n de ser traídos de Córdoba con ocasión de l a e m b a j a d a que allá envió A l -
fonso I I I por el presbítero D u l c i d l o , en el año 883 (da l a n o t i c i a escueta de la
e m b a j a d a c o n esta fecha l a Crónica A l b e l d e n s e ; v i d . E . S . , X , 456). Se hallaban
en l a c r i p t a o c a p i l l a de S a n t a L e o c a d i a , debajo de l a Cámara S a n t a , de donde
f u e r o n trasladados a u n a a r q u i t a de p l a t a , por orden del obispo D . Fernando
A l v a r e z , en 9 de enero del año 1300, según inscripción que en ella leyó M o r a -
les. Sobre estos cuerpos, v e r A . d e M o r a l e s : Viaje Santo, págs. 83-94; L . A . d e
C a r b a l l o : Antigüedades, pág. 373, y Crónica, l i b . X V , cap. 15, pág. 159;
M a s d e u : H i s t . , t. I X , págs. 243 y 280; R i s c o : E . S . , X X X V I I I , pág. 223.
E n cuanto a los obispos J u l i á n y Serrano, el primero sería el " s a n c t i i u l i a m
p o m e r i i q u i a r c a m i p s a m a toleto ouetum t r a n s t u l i t " de l a l i s t a de Valencien-
nes. E n los relatos p u b l i c a d o s p o r K o h l e r no se le i d e n t i f i c a con el arzobispo
t o l e d a n o ; se le d e n o m i n a santo v a r ó n , lo m i s m o que a su compañero ' Sena-
n u s " — S e r r a n o — , y se dice que ambos siguieron de por v i d a a l arca, siendo
llevados sus cuerpos, después de muertos, en pos de ella.

484
XV, XX. - U R I A : L A P E R E G R I N A C I Ó N A O V I E D O

Los inventarios contenidos en el relato del obispo D . P e l a y o


y en el códice de Valenciennes enumeran unas t r e i n t a y tantas,
prescindiendo precisamente de las de los mártires de l a época
romana y alguna otra ,i7. L a inscripción en relieve que corre
por los bordes de l a t a p a del arca sólo menciona las que se re-
fieren a Jesucristo, la V i r g e n y los Apóstoles, expresando al
f i n a l que hay allí otras muchas reliquias de santos " q u o r u m
nomina sola D e i sciencia c o l i g i t " 68. L a consecuencia más i n -
teresante que, á nuestro modo de v e r se desprende de estos i n -
ventarios, es la de que tanto el clero como los peregrinos daban
preferencia en sus devociones a las primeras reliquias .mencio-
nadas concretamente y que ninguno omite.

A pesar de los yerros del relato de D . P e l a y o y de los que ^


encontramos en los demás t e x t o s — e n parte los mismos—-, la tra-
dición del A r c a S a n t a ovetense reposa en fundamentos verosí-
miles en sus líneas generales. L a existencia de depósitos de r e l i -
quias en l a c a p i t a l de la monarquía v i s i g o d a , convenientes p a r a
ser utilizadas según el r i t o , en l a consagración de las iglesias, es
admisible. T a m b i é n lo es que entre ellas existieseíi algunas traí-
das del N o r t e de Á f r i c a , con t r a d i c i ó n de su origen oriental.
Estos lotes de reliquias habrán sido guardados en " c a p s a s " , para
su mejor conservación y transporte.
E s n a t u r a l pensar que l a devoción y l a fe h a y a n procurado
hurtar a los saqueos de los musulmanes las reliquias veneradas
por el clero y pueblo toledanos, y que entre el bagaje de los
fugitivos hacia las montañas del N o r t e se h a y a n salvado algu-
nas que v i n i e r o n a parar a A s t u r i a s . Y a la crónica de A l -
67 E s de n o t a r l a " c l a v e m p a r v u l a m , i n q u a est f e r r u m de catenis B e a t i
P e t r i A p o s t o l i i n c l u s u m " , m e n c i o n a d a en el i n v e n t a r i o de D . P e l a y o , pues en
ningún otro de los medievales que conocemos f i g u r a esta r e l i q u i a que, j u n t a -
mente con l a de cabellos de S a n J u a n B a u t i s t a , dice el obispo ovetense que e l
papa S a n Gregorio envió a S a n L e a n d r o de S e v i l l a . E n u n a de las epístolas
de aquel gran P o n t í f i c e d i r i g i d a al rey R e c a r e d o c o n s t a , e f e c t i v a m e n t e , el
envío de u n a pequeña l l a v e en l a que había hierro de las cadenas de S a n P e -
dro (Epíst., l i b . V I I I , epíst. 122).
68 E s t a s palabras recuerdan las que cierran el i n v e n t a r i o d e l contenido
del arca en el acta del año 1075, que dice había t a m b i é n en ella cuerpos, h u e -
sos y reliquias " q u o r u m n u m e r u m D e u s solus s c i t " , y las de l a l i s t a de V a l e n -
ciennes, que dice, refiriéndose a lo m i s m o , " q u o r u m n u m e r u m sola dei scien-
cia c o l l i g i t " , i g u a l que l a inscripción referida, con l a sola diferencia de " n u m e -
r u m " en lugar de " n o m i n a " . D . Pfelayo, en c a m b i o , escribe, refiriéndose a las
numerosas reliquias del arca, " q u a e nos scribere o m n i a i p s a abnegat i n f i n i t a s " .

485
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

fonso III, refiriéndose a la edificación de la iglesia de San Sal-


v a d o r por el R e y Casto, nos dice que escondió en sus altares
reliquias de los Apóstoles, y en diplomas inéditos y publicados
pertenecientes a los éiglos X y X I . m u y anteriores a l obispo
D . P e l a y o , blanco u n i v e r s a l de la crítica e r u d i t a , se contienen
referencias generales o particulares a otras varias (i9.
T a n absurdo sería negar en conjunto su a u t e n t i c i d a d , aun-
que en gran parte fuesen estas reliquias representativas, como
a d m i t i r a l pie de l a letra lo que consignan los inventarios antes
examinados.

L a Cámara Santa.

L a Cámara S a n t a , sucesora de la iglesia de San M i g u e l , le-


v a n t a d a según el obispo D . P e l a y o por Alfonso II el Casto,
quedó como englobada en l a catedral gótica por el sur y el oeste,
a causa de las obras del claustro y capillas de Covadonga y
San Ildefonso. E n el siglo X I V todavía existía u n pequeño
patio a cielo abierto entre la capilla l l a m a d a de D o n Gutierre,
que se abría en el mismo solar que hoy ocupa l a de San Ilde-
fonso—pero con u n tamaño acaso reducido a l a m i t a d — y el
lienzo de muro de la iglesia de San M i g u e l o Cámara Santa 7".
Quedaba ésta, por consiguiente, exenta por aquella parte.
69 i L a crónica de A l f o n s o I I I dice, refiriéndose a l a iglesia de San Salva-
dor, " a d j i c i e n s p r i n c i p a l i a l t a r i ex utroque latere b i s e n u m n u m e r u m t i t u l o - ,
r u m reconditis reliquis o m n i u m A p o s t o l o r u m " . A p a r t e de los documentos co-
piados en el L i b r o de los T e s t a m e n t o s , de orden del obispo D . P e l a y o , que alu-
den a reliquias en l a iglesia de O v i e d o (donación del año 957, al f o l . 46; de 972,
f o l . 47; de 1006, f o l . 52; de 1044, f o l . 65), existen otros en el a r c h i v o de l a ca-
t e d r a l ovetense que no se h a l l a n i n c l u i d o s en él y en los que h a y fórmulas de
i n v o c a c i ó n a las r e l i q u i a s , como l a donación otorgada por l a condesa M u m a -
d o n a en 1012, que m e n c i o n a las del S a l v a d o r , S a n t a M a r í a , los apóstoles San
P e d r o , San P a b l o , S a n J u a n , Santo Tomé y otros santos, como S a n C i p r i a n o ,
S a n t a C o l u m b a , etc. I m a g i n a r todos estos documentos como " a d o b a d o s " por
D . P e l a y o , o rechazar estas invocaciones a las reliquias, considerándolas simples
f ó r m u l a s sin r e a l i d a d a l g u n a , sería i m a g i n a r , rechazar y considerar demasiado.
70 P o r disposición d e l c a b i l d o f u e r o n trasladados a l a de S a n Ildefonso
los restos del obispo D . Gutierre de T o l e d o , f u n d a d o r de l a c a p i l l a que llevaba
su n o m b r e , que desapareció a l ser a m p l i a d a p a r a e d i f i c a r l a de S a n Ildefonso
y el trascoro, lo m i s m o que su sepulcro. D e l l a d o del E v a n g e l i o de esta ú l t i m a
c a p i l l a , h a y u n a i n s c r i p c i ó n p i n t a d a en l a que consta el traslado de los restos
de D . Gutierre " p o r h a u e r d e - s e c h o s u c a p i l l a + p a r a h a c e r t r a s c o r o
( V i g i l : A s t u r i a s M o n u m e n t a l , pág. 32).

486
jy, xx. - u r í a : l a PEREGRINACIÓN A OVIEDO

Se supone con fundamento que en el siglo X I I sufrió una mo-


dificación consistente en dar m a y o r altura a l a c u b i e r t a , ador-
nando su interior con las estatuas de los doce Apóstoles p a -
readas y adosadas por l a espalda a columnas apoyadas sobre

Estado en que se hallaría la Cámara Santa antes de las modificaciones realizadas


en el siglo X I I .

pilastras y rematadas por amplios capiteles—cada uno sobre


u n par de c o l u m n a s — q u e sostienen los tres arcos fajones de
la bóveda de cañón que cubre su única nave ?1.

71 F . S e l g a s (Monumentos ovetenses del siglo I X , pág. 65) cree que l a


ampliación y l e v a n t a m i e n t o de l a techumbre se h i z o en el siglo X I , pero l a
escultura o decoración parece más b i e n d e l X I I , como o p i n a P o r t e r ( L a es-
cultura románica en E s p a ñ a ) . Según H . S c h l u n c k ( L a arquitectura española del
tiempo de l a M o n a r q u í a asturiana. " I n v e s t i g a c i ó n y P r o g r e s o " , año X I , n ú m . 6,
septiembre de 1941, pág. 171), l a Cámara S a n t a repite el t i p o de c a p i l l a f u n e -
raria de fines de l a E d a d A n t i g u a , m u y semejante a l mausoleo de M a r u s i n a c ,
«n las cercanías de S a l o n a ( D a l m a c i a ) , del siglo I V , t i p o que c o n t i n u ó l a t r a -
dición c a r o l i n g i a , en c u y a época h a y capillas de S a n M i g u e l de dos pisos. Sobre
l a Cámara S a n t a , v i d . , además, J . A m a d o r d e l o s R í o s : L a Cámara S a n t a
de Oviedo y, sus más antiguos monumentos artísticoindustriales, en " M o n u m e n -
tos A r q u i t e c t ó n i c o s de España, M a d r i d , F o r t a n e t , 1877, y J . C u e s t a F e r -
n á n d e z y A . S a n d o v a l : Trabajos realizados en la Cámara S a n t a , O v i e d o ,
L a Cruz, 1919.

487
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Sería p r i m i t i v a m e n t e , por lo t a n t o , más b k j a , sobresaliendo


poco encima del camarín, igualmente abovedado, que corres-
pondería a l ábside. E n el lado opuesto a este camarín se halla
h o y l a entrada, dando a la antecámara que se considera parte
de u n a torre a la que l a Cámara habría sido adosada 72.
A l hacer las obras de restauración subsiguientes a l a v o l a -
d u r a que sufrió durante l a revolución de octubre del año 1934^
se picó l a pared de l a c a p i l l a de San Ildefonso, adosada a dicha
antecámara, descubriéndose los huecos que le daban entrada,
c o n gruesas j a m b a s de p i e d r a , lo mismo que los dinteles sobre
los que v o l t e a n arcos de descarga semicirculares de ladrillo.
L a p u e r t a del piso bajo queda a l a derecha, y l a del superior, a
l a izquierda. P o r esta ú l t i m a entraban, antes de fines del si-
glo X V , los peregrinos a venerar las reliquias, después de su-
b
b i r p o r u n a escalera exterior, conforme da a entender don
P e l a y o en su relato ( " A latere meridionali i n u l t i m a parte
ecclesiae S a n c t i S a l v a t o r i a , u b i ascensio f i t per gradus, Sancti
Michaelis achengeli ecclesiam rex beatae memoriae p o s u i t " ) .
A fines d e l siglo X V se construyó el lado m e r i d i o n a l del
crucero del templo de San S a l v a d o r , agregándole por el exte-
r i o r l a c a p i l l a l l a m a d a de C o v a d o n g a , que precede a l a antecá-
m a r a , y por esta c a p i l l a entraron desde entonces los peregrinos
a venerar el A r c a Santa 73. P e r o antes de que fuese construida
l a escalera p o r donde h o y se sube (en el siglo X V I I I ) , los rome-
ros subían a l a c a p i l l a de C o v a d o n g a por otra de piedra " b i e n
l a b r a d a aunque l i s a " y con " v e i n t e y dos escalones", según M o -

72 E s t a supuesta torre asienta sobre u n a z a r p a de losas y h o r m i g ó n m u y


sólida, y a l hacer dichas obras de restauración se h a c o m p r o b a d o que no se
h a l l a enlazada c o n l a Cámara S a n t a , pues se descubrió el adosamiento al reco-
nocer el estuco que cubría d i c h a t o r r e p o r l a c a r a que d a a l a Cámara después
de u n a detenida exploración en f o r m a que no deja lugar a d u d a a l g u n a . E s t e
descubrimiento hecho por D . V í c t o r H e v i a p l a n t e a b a u n p r o b l e m a arqueológico
de interés, c u a l era l a averiguación de l a época en que l a torre fué e d i f i c a d a y
d e l f i n con que lo fué. Desde 1942 se h a n v e n i d o haciendo excavaciones en las
inmediaciones de l a catedral, que dieron como resultado el i m p o r t a n t e des-
c u b r i m i e n t o del palacio de A l f o n s o II, del que esta torre f o r m a b a p a r t e
(v. J . M . F . B u e l t a : R u i n a s del Oviedo p r i m i t i v o , " B o l e t í n del' I n s t i t u t o de
E s t u d i o s A s t u r i a n o s " , agosto de 1948, pág. 96).
78 L a fecha de construcción d e l crucero debe ser a p r o x i m a d a a l a de l a
capillas que en él había y que lo fueron según inscripciones existentes de los
lados del E v a n g e l i o y de l a Epístola con las fechas respectivas de 1479 y 147o
( V i g i l : A s t u r i a s M o n u m e n t a l , pág. 23).

488
IV, XX. - U R Í A : L A P E R E G R I N A C I Ó N A O V I E D O

rales % que conducían a u n a p u e r t a de entrada a l a antecá-


mara, cobijada por u n arco decorativo lanceolado y rematado
por una cruz de los ángeles. Debajo de este arco es b i e n visible
hoy el macizado de sillares con que se tapó este hueco a l per-
der su distino cuando se construyó l a escalera a c t u a l .
A r r a n c a esta ú l t i m a del lienzo de pared frontero a l altar
de Santa Teresa, después de una magnífica p o r t a d a m u y deco-
r a d a , desarrollando el ascenso en tres t r a m o s — e l ú l t i m o más
corto—que se unen entre sí en dos ángulos rectos, y en el a m -
plio descanso f i n a l cierra u n verja de hierro l a e n t r a d a de l a
capilla de Covadonga. Y a dentro de esta c a p i l l a , se ve en la
pared izquierda u n a p u e r t a de madera de dos hojas, h o y con-
denada, que se corresponde con l a entrada a n t i g u a m a c i z a d a
con sillares por el lado que da al crucero, y a l a que acabamos
de referirnos. E n ella hubo u n altar que menciona Morales en
su viaje 75. E l piso de esta c a p i l l a queda algo más alto que el
de l a antecámara, con l a que se c o m u n i c a bajando dos altos
escalones, frente a los que se abre l a puerta de l a Cámara S a n t a .
Cuando Morales l a v i s i t ó , sorprendiéronle: el p a v i m e n t o
hecho con u n a argamasa de dureza pétrea y decorada con "cas-
cos pequeños de p i e d r a de diversos colores", las estatuas de los
Apóstoles, y las c o l u m n a s que h a y en el arco del camarín—que
él l l a m a c a p i l l a — e n c u y a bóveda pudo ver u n a p i n t u r a " t a n a n -
t i g u a " que l a c r e y ó " d e l tiempo del R e y C a s t o " . D e l a n t e de
esta capilla ardían siempre tres lámparas de p l a t a , y cerrándola
había u n a reja de hierro " c r u z a d a , como de m o n j a s " y " c o n
grande a n t i g ü e d a d " . Más a l i n t e r i o r , pasada l a r e j a , había
"otro cerramiento con b a r a n d a b a j a de madera h a s t a en b a j o
de los pechos, p a r a que, según l a d i g n i d a d de los peregrinos,
o se detengan fuera de l a reja de hierro o entren h a s t a esta de
madera, admitiéndose dentro de ella solos Sacerdotes puestos
en d i g n i d a d , y desto^ no tampoco t o d o s " 76.

E l Arca Santa de las reliquias.

Colocada casi en el centro del camarín o c a p i l l a de la Cá-


mara, sobré una base de piedra ahuecada para su encaje, h á -
74 Viaje Santo, M a d r i d , A . M a r í n , 1765, pág. 69.
75 Ibidem.
76 Ibidem, pág. 70.

489
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

liase el A r c a , objeta p r i n c i p a l de veneración para los peregri-


nos que venían a San S a l v a d o r de O v i e d o . E s de base rectangu-
l a r , de 1,18 x 0,90 m. en los lados y 0,82 de a l t u r a , y cons-
t r u i d a con madera de roble m u y oscuro, f o r m a d a con barrotes
encajados unos en otros por medio de espigas y muescas. Está
cubierta p o r sus cuatro caras con láminas de p l a t a , faltándole
el tablero inferior.
Según l a inscripción que corre por los lados de la chapa de
l a cubierta, fué f a b r i c a d a por mandato de A l f o n s o V I . Se h a
supuesto que su fábrica se a p r o x i m a r í a a l año 1075, en que el
propio M o n a r c a presenció l a apertura de otra más a n t i g u a , a
l a que sustituyó l a que h o y existe, si hemos de creer el relato de
los documentos publicados por K o h l e r . Sus artífices serían an-
daluces, según cree Gómez M o r e n o , a juzgar por la orla cúfica
con algunos atauriques que adorna l a chapa f r o n t a l y parte de
las de los costados, y por cierta t r a z a de arco lobulado hecha a
compás y punzón que el ilustre arqueólogo descubrió sobre l a
madera a l restaurarla 77.
L a cubierta l l e v a grabada y nielada u n a representación del
C a l v a r i o , completada con figuras simbólicas del Sol y l a L u n a .
L a chapa del frente, dos filas de seis apóstoles, u n a encima de
l a o t r a , cobijados bajo arcos y con el Cristo en Majestad en
medio, incluido en u n cerco ovaloide sostenido por cuatro án-
geles, y en los costados h a y escenas de l a Asunción, Visitación,
N a c i m i e n t o , h u i d a a E g i p t o y o t r a , orladas por algunos lados
con la inscripción cúfica decorativa.
E l arte que en todas estas representaciones se revela ha sido
v a l o r a d o como de gran m é r i t o tanto por su técnica como por
l a composición 78.
L a contemplación y la oración serían los elementos p r i n c i -
pales del culto que a las reliquias en ella contenidas se daba en
u n a u otra f o r m a . P e r o , gracias a los anónimos publicados por
K o h l e r , conocemos u n detalle interesante que nos muestra
é h a s t a dónde llegaba el afán en l a adoración del A r c a . Dice-
nos el referido texto que, habiendo mandado fabricar el R e y
Alfonso el Casto u n arca m a y o r que l a p r i m i t i v a , y para en-
cerrar ésta, perforáronla en sus ángulos de t a l manera que
77 M . Gómez M o r e n o : E l A r c a S a n t a de Oviedo documentada, en " A r c h i v o
E s p a ñ o l de A r t e " , M a d r i d , 1945, págs. 133-134.
78 M . Gómez M o r e n o : E l arte románico español, M a d r i d , 1934, pág. 29.

490
IV, xx. - u r i a : l a p e r e g r i n a c i ó n a o v i e d o

cuatro pies sobresalían fuera: " i n hanc m a j o r i a r c h a collocavit


sanctam a r c h a m t a l i modo quod quatuor pedes d a n c t i s c r i n i i
perforatis angulis majoris arche foris a p p a r e n t " . Y los pere-
grinos tocaban y besaban devotamente aquellos maderos con
preces y lágrimas: "et a peregrinis t a n g u n t u r et devotissime os-
culantur et sub archa i l l a preces et lacrime coram Deo effun-
d u n t u r " . L a n o t i c i a a p u r a u n detalle más: " D e uno quoque
pede sánete arche foris apparet longitudo pedis et d i m i d i e " 79.
N a d a desea t a n t o el devoto como el objetó de su devoción
y por ello se buscó siempre su presencia y , en caso posible, su
contacto. L a p r o p i a esposa de Alfonso I X de León y u n a her-
mana s u y a , según el autor de los anónimos que comentamos,
intentaron con ocasión de u n a v i s i t a a l arca s a n t a acercarse
demasiado a las cajitas que fuera de ella se m o s t r a b a n con n u -
merosas reliquias; el a b a d que las mostraba, temeroso de que
quisiesen arrebatar a l g u n a , cerró, a l verlas acercarse, suave-
mente (en silencio) u n a de las cajas; n u n c a jamás se i n t e n t ó
abrirlas después: " r e g i n a enim et sóror regis i n t e r i m at a r c h a m
p a u l a t i m accedabant volens, si possent, a l i q u i d preripere de
scriniaria quod abbas animadverterit, festinanter clausit seri-
n i o l u m q u o d peruerat et obseravit, et n u n q u a m postea aliquis
eum eripere t e m p t a v e r i t " , detalle no exento de cierta gracia
en l a f o r m a en que aparece narrado, m u y propio de l a curiosi-
d a d femenina 80.

M u y veneradas por los peregrinos eran t a m b i é n l a imagen


de San Salvador y l a h i d r i a de las bodas de C a n a .
L a p r i m e r a se halla desde el siglo X V adosada a l haz de co-
lumnillas del arco de l a c a p i l l a m a y o r del lado de l a E p í s t o l a ,
labrada en p i e d r a , p o l i c r o m a d a y de tamaño n a t u r a l . Fué c o n -
siderada obra del siglo X I I 81, y l l e v a plegado el m a n t o sobre
la c i n t u r a , sostiene en la mano izquierda el orbe, y l a derecha,
79 Revue de V Orient L a t i n , 1897, p á g . 12. Desconocemos si h a y en l a m a -
dera señales de estas perforaciones. M . Gómez M o r e n o ( E l A r c a S a n t a de Ovie-
do documentada, " A r c h i v o E s p a ñ o l de A r t e " , 1945, pág. 133) señala l a exis-»
tencia de " c u a t r o taladros r e d o n d o s " en l a c u b i e r t a " q u e l a c h a p a m e t á l i c a ,
superpuesta, deja o c u l t o s " , y c u y a u t i l i d a d dice i g n o r a r . C o m o no sabemos
en qué parte se h a l l a n estos taladros n i qué dimensiones t i e n e n , no podemos
ponerlos en relación c o n l a n o t i c i a de los relatos p u b l i c a d o s p o r K o h l e r .
80 Revue de F O r i e n t L a t i n , 1897, pág. 12.
81 V i g i l : A s t u r i a s M o n u m e n t a l , pág. 2. E s t a i m a g e n habría sido e s c u l p i d a
Por lo menos u n siglo después.

491
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

l e v a n t a d a con el índice h a c i a a r r i b a , parece iniciar u n a bendi-


ción. Descansa en u n a peana de sección circular y curvos perfi-
les, c u y a superficie convexa está adornada con grandes veneras o
conchas, reposando sobre una c o l u m n a c i l i n d r i c a que baja hasta
el suelo del presbiterio. E n la E d a d M e d i a estaba colocada en
el altar m a y o r del templo y gozaba f a m a de milagrosa 82.
L a h i d r i a f i g u r a entre las reliquias que había extra arcam
en los i n v e n t a r i o s , y fué colocada a fines del siglo X V , en una
h o r n a c i n a bordeada de arco decorativo lanceolado, que se abre
en l a pared que separa el crucero de l a c a p i l l a del R e y Casto,
—junto a l altar de l a Concepción—^tras una bella portezuela de
m a d e r a dorada y p i n t a d a . E r a t a l el afán devoto que los pere-
grinos m o s t r a b a n hacia esta r e l i q u i a , que, en u n a v i s i t a pas-
t o r a l del siglo X V I I , se pensó en t o m a r medidas p a r a evitar
que padeciese algún daño, pues los romeros p r o c u r a b a n alcan-
z a r l a y tocarla con sus bordones 8S. T a l vez sería entonces cuando
se colocaron debajo de l a hornacina los dos escalones de piedra
que h o y vemos, p a r a que los devotos pudiesen contemplarla más
de cerca, sin hacer uso de los bordones. E l segundo de los es-
calones presenta u n a gran c o n c a v i d a d , sin d u d a p r o d u c i d a por
el desgaste que el calzado de los romeros ocasionó al correr
de los siglos mientras se detenían a contemplar l a h i d r i a .
A n t e s o después de terminados los actos de veneración de
las reliquias en l a Cámara S a n t a , muchos peregrinos tenían la
costumbre de dejar m e m o r i a de su paso por el templo de
San Salvador grabando nombres y emblemas en la piedra de
sus muros.

Grafitos de los peregrinos.

E n t r e las láminas p u b l i c a m o s los que hemos creído más i n -


teresantes y legibles, pareciéndonos de algún interés el dar a
82 Hallándose S a n V i c e n t e F e r r e r en S a n t i a g o , preséntesele u n ciego,
n a t u r a l de O v i e d o , rogando le concediese l a v i s t a . L e recomendó el Santo
volviese a su c i u d a d n a t a l y repitiese el ruego en su nombre a l a i m a g e n de San
S a l v a d o r que se v e n e r a b a entonces en el a l t a r m a y o r de aquel t e m p l o . Obe-
deció el ciego y recobró a l instante milagrosamente l a v i s t a ( F r . S e r a f í n
Tomás M i g u e l : H i s t o r i a de l a portentosa v i d a y milagros de S a n Vicente F e -
rrer, M a d r i d , 1856, págs. 151-152).
83 A r c h . Cat. de O v i e d o . C o n s t a en u n a v i s i t a del obispo D . J u a n de T o -
rres Osorio (1625-1627); p u b l . por A . S a n d o v a l en el d i a r i o ovetense E l Car-
hayón de 20 de m a r z o de 1925.

492
IV, XX. - U R I A : L A P E R E G R I N A C I Ó N A O V I E D O

conocer esta práctica, de l a que ignoramos existan testimo-


nios en otros lugares del camino de Santiago.
E n c o n t r a m o s estos grafitos en tres lugares diferentes de l a
iglesia ovetense: en el lienzo de pared frontero a l a l t a r de S a n t a
Teresa, en l a escalera que sube a l a capilla de C o v a d o n g a y en las
paredes de esta m i s m a c a p i l l a . E s decir, en lugares por los que
h a y que pasar p a r a subir a l a de las reliquias.
Los grafitos consisten en nombres y apellidos o c r u c e s — a l -
gunas en aspa, pero con rasgos de swástica—y emblemas i n -
descifrables o heráldicos; todo ello grabado a c i n c e l y con me-
nor o m a y o r p r o f u n d i d a d , sobre l a piedra de v a r i a b l e dureza.
H a y algunos letreros largos y profundos, c u y a tarea de grabado
debió ocupar no poco tiempo a sus autores.
E n l a pared frontera a l altar de S a n t a Teresa, y antes de la
puertecilla que da acceso al t r i f o r i o , h a y algunos pequeños
rectángulos, escudos heráldicos, u n t r i á n g u l o , cruces en aspa y
otras rayas indescifrables, y en el bisel de su marco otros del
mismo género, con algún letrero que no hemos p o d i d o leer, y
hacia abajo el nombre de u n t a l P i e r e R v l i e . P a s a d a l a puer-
tecilla, y en el trozo de pared intermedio entre ésta y la de la
escalera que sube a l a c a p i l l a de C o v a d o n g a , se lee claramente
el nombre de T h i e r r i L e f e b v r e d e C v m i e r , e inmediatamente
debajo, con letra de l a m i s m a m a n o , e n C h a m p a g n e , i n d i c a n d o
sin duda l a l o c a l i d a d de donde el peregrino era n a t i v o . N o po-
demos saber si algunas rayas y el contorno i n c o m p l e t o de u n a
f i g u r a que parece ser l a de u n corazón, tienen relación con este
nombre. M u y cerca, a l a i z q u i e r d a y algo más a b a j o , se lee el
de I a c q v u e M a l l e v r e , e i n m e d i a t a l a fecha de 1669. Otros h a y
no lejos menos legibles, entre ellos uno que sería apellido:
P i e r r i n , bajo el que parece leerse otro p a r c i a l m e n t e : B i o t . . .
Casi hasta la B de este ú l t i m o sube u n a cruz a p o y a d a en u n a
peana con tres gradas, superpuesta a u n a circunferencia con
ocho radios, en c u y a parte inferior no hemos logrado descifrar
otro nombre.
E n l a pared derecha de l a escalera que sube a l a c a p i l l a de
Covadonga, y no lejos del primer descanso, se lee claramente:
FRANgois d e T o u r e e l a s C l a u e r i e s , seguido de dos palos
o trazos verticales sin p u n t o e n c i m a , por lo que nos parecen
ajenos a l nombre.
Y a en l a c a p i l l a de C o v a d o n g a , l l a m a l a atención, por lo clara

493
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

y profundamente grabado, el nombre inscrito en una cartela


rectangular verticalmente colocada, de F i e r r e d v - P o n t , de
P a r í s d e l a h a l , vocablo este ú l t i m o que no sabemos si debería
ser transcrito con l a p r i m e r a sílaba separada. Debajo hay una
cruz y a los lados—separados cada par de guarismos por el vas-
t a g o — l a fecha de 1664. L a cruz v a apoyada en u n a peana de
tres gradas. Se halla grabado todo en la pilastra que h a y en el
ángulo a mano derecha de la entrada.
E n el lienzo de pared izquierdo de esta c a p i l l a , cerca del gran
arco rebajado que cobija la puerta de salida al balcón desde el
que se enseña en ciertas solemnidades el Santo Sudario, hay
otros cuantos letreros. E n uno leemos A d e L o u v a i n d e L o u a r e ,
y más abajo, J a c q v e s P r i q a e . E n l a línea inferior inmediata,
P i l i p e R e n a r , y debajo del apellido l a fecha de 1629, acaso en
relación con él. Debajo del nombre P i l i p e h a y otras letras que no
sabemos si podrían leerse d e Champ(agne), y a l a derecha del
apellido y de l a fecha, Satmme... E n líneas sucesivamente infe-
riores leemos P j e r r e C h a . . . y debajo M i t . Otro letrero dice A n -
t o n e P a i n i , y otro, con grandes letras, E t i e n n e . Más a la i z -
q u i e r d a , N i c o l á s , con el emblema de unas tijeras c u y a hoja de-
recha inscribe l a n, indicándonos que el peregrino era sastre 84.
T o d a v í a h a y más letras, pero no acertamos a leer los nombres
que f o r m a n .
A u n q u e desapareció casi todo el estuco que cubría las pa-
redes interiores de l a Cámara S a n t a , recordamos había graba-
das sobre él algunas cruces, que debemos a t r i b u i r también a
los peregrinos; pero no recordamos, n i recuerdan tampoco
otras personas bien conocedoras de aquel lugar, que existie-
sen letreros como los que acabamos de examinar. Tampoco los
h a y h a c i a l a antigua puerta de entrada que da a l a capilla de
San Ildefonso, aunque l a pared, probablemente estucada, habrá
perdido el estuco hace varios siglos. E n todo caso, es de supo-
ner que esta costumbre no fuese anterior al R e n a c i m i e n t o , y a
que el hombre m e d i e v a l , más h u m i l d e , no debió de sentir el
afán i n d i v i d u a l i s t a que caracteriza a l moderno. E n l a época
b a r r o c a , por lo que hemos v i s t o , la costumbre era bastante
general.
84 L o s emblemas de oficios, entre ellos las tijeras, aparecen en l a época
b a r r o c a en lápidas funerarias, como se v e n en las que existen en el Museo
San T e l m o , de S a n Sebastián.

494
IV, XX. - U R Í A : L A P E R E G R I N A C I Ó N A O V I E D O

^HS-irtíV

P l a n t a de la Catedral de Oviedo

^•—Claustro. I.—Cementerio de los peregrinos,


-B-—Cámara Santa. ].—Lugar que ocupa el A r c a de las R e -
C.—-Antecámara. liquias.
•D-—^Tránsito ^ capilla de Covadonga (en- 2.—Balcón desde donde se expone el Santo
cima). Sudario.'
-E-—Torre Vieja. 3.—Lugar donde se halla la imagen de San
F.—Capilla de D. Gutierre. Salvador.
G.—^Capilla del R e y Casto. 4.—Lugar donde se guarda l a hidria.
H.—Capilla Mayor. 5.—Puerta de acceso a la Cámara Santa.

495
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Imágenes de Santiago y relieve con uno de sus milagros.

Como en otras catedrales del camino de Compostela, había


en l a de Oviedo varias imágenes del A p ó s t o l : l a de l a Cámara
S a n t a ( v i d . lámina C X L V ) , l a de l a portada del R e y Casto, ves-
t i d o de peregrino; l a de l a c a p i l l a de San J u a n , entre el grupo
de apóstoles del retablo m a y o r , y l a que se h a l l a en el altar de
S a n P e d r o , sobre u n relieve en t a l l a de madera y policromado,
donde el capricho de u n a r t i s t a del siglo X V I I I representó uno
de los milagros obrados por l a v i r t u d del Santo p a t r ó n .
L o consigna el Silense como sucedido a u n peregrino griego,
mezquino de espíritu, que, a l contemplar el constante i r y venir
de gentes a l templo p a r a interpelar al A p ó s t o l y nombrarle
b u e n caballero, a f i r m a b a no ser de esta condición. L l e g a d a la
noche, y hallándose el peregrino en oración, se le apareció San-
tiago con alegre semblante, y , echándole en cara su falta de fe,
motótó en u n caballo de gran tamaño y de n i v e a c l a r i d a d , res-
plandeciente, mostrando unas llaves a l peregrino y anuncián-
dole que al día siguiente, a l a tercera hora, daría l a ciudad de
C o i m b r a a l rey D o n F e r n a n d o . A s o m b r a d o el peregrino de
t a n t a magnificencia, puso el hecho en conocimiento de unos
legados que, personados en l a c i u d a d l u s i t a n a , comprobaron
que el R e y había entrado en ella, cumpliéndose l a predicción
d e l A p ó s t o l 85. E n el relieve reproducido se contempla, sobre
el fondo de u n círculo, al peregrino, l a ciudad de C o i m b r a amu-
r a l l a d a y Santiago caballero.

85 Crónica Silense, E . S . , X V I I , págs. 320-321.

496
Capítulo XXI

LA R U T A D E L A C O S T A

" I n d e per I s p u c i a m , et per N a v a r r a m , et per A s t u r i a m


praeter mare quod extremis H i s p a n i a e r u p i b u s a l l i d i t u r ;
nunc eques nunc pedes praeterit... Praeterea mare i b i quaedam
brachia sua... porrexerat et iter i l l a c agentibus chaos magnum
f i r m a t u m esí" ( H i s t . C o m p . , l i b . II, c a p . X X ) .

E l relieve de l a l l a m a d a con acierto O r l a Montañosa Cantá-


brica ofreció en todo tiempo graves dificultades a su tránsito
en el sentido de los paralelos. Estas dificultades nacen en p r i -
mer t é r m i n o de l a inconveniente dirección del curso de sus ríos,
por lo general orientada casi normalmente a l a del itinerario,
de t a l manera que el caminante se ve con harta frecuencia o b l i -
gado a salvarlos, dando rodeos—muchas veces considerables—
y vueltas por las hondonadas en cuyo fondo discurren aquéllos.
P e r o , además, se interponen a l a m a r c h a en esta dirección n u -
merosas colinas que, en ocasiones, alcanzan l a categoría de
verdaderas montañas.
L o s que h a y a n v i a j a d o por las vías férreas y las carreteras
de la región cantábrica saben h a s t a qué punto es u n a c l a r a
realidad cuanto acabamos de decir. Como los inconvenientes
referidos lo son e n todas las épocas, es f á c i l explicarse por qué
la ingeniería r o m a n a ideó, para comunicar aquellas comarcas,
vías secundarias, en l a dirección de los meridianos, p a r t i e n d o
de diferentes puntos de l a que anteriormente se había cons-
truido de B u r d i g a l a a A s t ú r i c a 1. L o s vestigios de las que casi

1 A p a r t e de otras más o menos discutibles, son c l a r a m e n t e vías r o m a n a s :


la que salía a Castro Urdíales, desarrollando u n recorrido de 180 m i l l a s a

TOMO II.—32. 497


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

paralelas a la costa se h a n señalado como r o m a n a s — p o r cierto


de manera poco precisa y documentada^—más que u n a vía ge-
neral concebida como u n i d a d , no eran sino trozos interpuestos
entre poblados de alguna i m p o r t a n c i a , que sólo tardíamente se
habrán soldado 2.

Antigüedad de l a r u t a de l a costa.

N i la diplomática n i la arqueología nos proporcionan elemen-


tos de juicio suficientes para poder afirmar que la r u t a de la
costa h a y a sido frecuentada casi hasta el siglo X I I I , sobre todo
por los extranjeros. Tenemos que llegar a los días de los A l -
fonsos V I I I y X p a r a encontrar allí villas de alguna impor-
t a n c i a por su población, aunque m a l comunicadas. P o r ello,
cuando en el año 1120 el obispo de P o r t o se ve obligado a des-
v i a r hacia aquellas latitudes, escribe las palabras que encabezan
este capítulo.

p a r t i r de H e r r e r a de Río P i s u e r g a , según u n m i l i a r i o encontrado en Castro


( B a l p a r d a : H i s t o r i a de V i z c a y a , t. I, p a g . 94), vía que debía de enlazar con
l a de B u r d i c a l a a A s t ú r i c a , algo más a l S u r ; l a que pasando por J u l i ó b r i g a i b a
al P o r t u s V i c t o r i a e ( S c h u l t e n : L o s cántabros); l a que desde Legio V I I i b a
a L u c u s A s t u r u m , según se deduce del anónimo de Rávena; l a que creemos
haber descubierto, desde A s t ú r i c a a u n p u n t o de la costa de A s t u r i a s no deter-
m i n a d o , siguiendo el v a l l e d e l río L u n a p r i m e r o y l a d i v i s o r i a de aguas que
después f o r m a n , dentro de A s t u r i a s , las sierras de l a M e s a , Cuero, Porcabeza
y el P e d r o r i o ( v i d . Boletín del Centro de Estudios A s t u r i a n o s , E n e r o - M a r z o
de 1924, pág, 73. Sánchez A l b o r n o z : U n a vía romana, H o m e n a j e a Mélida,
M a d r i d , 1935).
2 L a s noticias relativas a u n a v í a r o m a n a paralela a l a costa cantábrica
y p r ó x i m a a e l l a , parecen b a b e r sido acogidas con escepticismo. S i n llegar a
a d m i t i r l a existencia de l a Vía m a r í t i m a de A g r i p a , que Gómez A r t e c h e y otros
suponían abierta b a s t a A q u i t a n i a durante l a campaña de A u g u s t o , tenemos
que reconocer que los vestigios señalados en varios lugares por diferentes ar-
queólogos e historiadores j u s t i f i c a n l a hipótesis de que h a y a existido como una
especie de soldadura entre ellos c o n el transcurso del t i e m p o . Se puede supo-
ner l a existencia de u n a v í a de Oeste a E s t e por A s t u r i a s y que su prolonga-
ción enlazase con el Portus Victoriae de u n a manera o de o t r a ; es decir, por-
que en l a t o t a l i d a d de su r e c o r r i d o hubiesen ejecutado obra los legionarios
imperiales, o p o r q u e , habiéndolo hecho solamente en algunas partes, los iti-
nerarios naturales v i n i e r o n a hacer los enlaces (vid. J . G . A r t e c h e : " B o l . R e a l
A c a d . de l a H i s t o r i a " , t. I, pág. 338; P . M . d e S o r a l u c e , en Ibidem, t. X X X H L
pág. 107; B l á z q u e z y D e l g a d o A g u i l e r a : Ibidem, t. X X I V , pág. 382;
S o m o z a : Gijón en l a H i s t o r i a General de A s t u r i a s , t. I, págs. 271-280).

498
IV, x x i . - u r í a : l a r u t a de l a c o s t a

N o podemos i m a g i n a r , por consiguiente, que los primeros


peregrinos a Santiago h a y a n u t i l i z a d o este i t i n e r a r i o , a no ser
en circunstancias excepcionales, de las que, por o t r a parte, no
conocemos otro caso más que el que acabamos de recordar.
Respecto de las palabras del arzobispo D . R o d r i g o relativas a
la peregrinación a Santiago a través de las A s t u r i a s , y a hemos
elicho lo suficiente a l t r a t a r del p r i m i t i v o camino 3.
Descrito el que desde B a y o n a salía a Castilla pasando por
el monte de S a n A d r i á n , réstanos ahora el estudiar la r u t a
que desde B i l b a o conducía a Compostela pasando por O v i e d o .
L a empresa ofrece no pocas dificultades en alguno de los trozos
de su recorrido, por la escasez de datos verdaderamente elo-
cuentes. E n todo caso, adelantaremos la a f i r m a c i ó n de que esta
ruta tiene m u y poca i m p o r t a n c i a , si tenemos en cuenta que su
frecuentación por los peregrinos se realiza en época tardía, y
que, a no ser el trayecto de Oviedo a S a n t i a g o — q u e como
camino de los peregrinos es seguramente más a n t i g u o — , el resto
del itinerario habrá sido m u y poco animado por los romeros,
pues todo nos dice que eran escasos los que por él t r a n s i t a b a n .
U n afán inmoderado de convertir en vías jacobeas las innume-
rables que se pueden imaginar desde cualquier p u n t o del globo,
intentará en vano dar i m p o r t a n c i a a las que no l a tienen, i n -
ventando desviaciones arbitrarias hasta de las mismas rutas de
segundo orden.
Creemos prudente h u i r de semejantes exageraciones, y v a -
mos a exponer los resultados a que hemos llegado en esta parte
de nuestro estudio.
Comenzaremos por decir que las palabras iter sancti iacobi,
via francigena y otras análogas, que hemos visto consignadas
en la diplomática medieval correspondiente a los territorios
por donde pasaba la vía p r i n c i p a l de l a peregrinación, no tie-
nen paralelo en los de l a costa, y es necesario llegar cerca de
Oviedo p a r a encontrarlas. A u n en este ú l t i m o caso, hemos de
hacer la observación de que se t r a t a de documentos que no
remontan más allá del siglo X V , y que probablemente repre-
sentan los primeros reflejos de las denominaciones dadas al
camino de la peregrinación entre León y O v i e d o , o entre Oviedo
y Santiago, que, como hemos d i c h o , son más antiguas. U n do-

3 V i d . págs. 13-15.

499
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

cumento del año 1489, relativo a términos de G r a n d a (cerca


d e l puente de Colloto), unos cinco kilómetros a l E s t e de Oviedo
menciona el " c a m i n o francés" % y otro de 1516 referente a N o -
reña—unos siete kilómetros más a l E s t e y en l a m i s m a ruta
que llamamos de l a costa—consigna l a m i s m a denominación6.
E n t r e los numerosos documentos publicados e inéditos que he-
mos leído en busca de análogas denominaciones, relativos a
Santander y A s t u r i a s , son éstas las más antiguas que hemos
encontrado, y aunque no podríamos asegurar que no apareciese
cualquier día alguna o t r a , nos atrevemos a a f i r m a r a p r i o r i
que no sería mucho más a n t i g u a que las a l u d i d a s , y que no ha
de corresponder a l trayecto que separa a B i l b a o de los concejos
de V i l l a v i c i o s a o Siero, en A s t u r i a s . E s decir, que así como a
principios d e l siglo X I I I el pueblo tiene conciencia de que los
caminos que enlazan a Oviedo c o n L e ó n y Santiago son cami-
nos frecuentados p o r los peregrinos extranjeros, a l que une l a
p r i m e r a de estas ciudades c o n l a costa vasca no le atribuye
esta significación hasta más tarde, y ello probablemente por
i m i t a c i ó n de los nombres que se d a b a a los otros caminos, y
en l a época t a r d í a en que a l parecer comienza a tener alguna
i m p o r t a n c i a su frecuentación.

Tampoco encontramos documentación r e l a t i v a a l a funda-


ción de hospitales en l a v í a cantábrica hasta tiempos más re-
cientes de los que corresponden a estas fundaciones en los otros
trayectos de los caminos asturianos. E l más antiguo de que
tenemos n o t i c i a es e l de Siero, fundado en 1141 6 sobre e l ca-
m i n o que v a a V i l l a v i c i o s a y a L l a n e s .
H a y , p o r consiguiente, cierta concordancia entre l a ausen-
cia de datos diplomáticos relativos a denominaciones del ca-
m i n o de S a n t i a g o , y fundaciones de hospitales sobre l a r u t a
de l a costa, hasta el siglo X I I I p o r lo menos.
Respecto de los relatos escritos p o r peregrinos que l a reco-
r r i e r o n , sólo conocemos el d e l obispo M á r t i r , de A r z e n d j a n ,
del siglo X V — y a l que y a nos hemos referido más de una v e z — ,

4 A r c h . d e l monasterio de S a n P e l a y o , de O v i e d o , B e c e r r o , 1.a parte,


fol. 822.
5 I b i d e m . E n 1536 se d e n o m i n a a l que pasa p o r C o m i l l a s " c a m i n o por
donde ^ban l o s peregrinos a. S a n t i a g o " ( v i d . n o t a 118 de este capítulo).
6 L . S e r r a n o : Cartulario del monasterio de S a n Vicente, de Oviedo, p a -
ginas 187-189.

500
I V , X X I . - U RÍA: LA RUTA DE LA COSTA

que hizo su viaje desde B i l b a o por Santander, S a n t i l l a n a y


San Vicente de l a B a r q u e r a a Oviedo 7,

L a frontera de F r a n c i a . I r u n .

Según la Nouvelle Guide, los peregrinos p o d í a n i r desde


B a y o n a a San J u a n de L u z , después de recorrer cinco leguas; y
continuando otras dos, llegaban a I r ú n 8. E s t e i t i n e r a r i o corres-
ponde a l paso del B i d a s o a por el puente de B e h o b i a , j u n t o a la
isla de los Faisanes, y debió de ser el más frecuentado, dada
la alusión de l a Nouvelle G u i d e ; pero t a m b i é n p o d í a n seguir
desde S a n J u a n de L u z a H e n d a y a , p a r a pasar luego a F u e n -
terrabía, como hizo V o n H a r f f en 1496. D o n d e h o y se h a l l a
la estación de ferrocarril, en H e n d a y a , existía l a a n t i g u a parro-
quia de Z u b e r n o a , cuyo territorio se d i v i d i ó luego entre B e h o -
b i a , U r r u ñ a y H e n d a y a , y allí t a m b i é n el h o s p i t a l de Santiago,
que dependía de l a A b a d í a de A r t h o u s (diócesis de D a x ) , m e n -
cionado en documento del año 1581 9.
L a p r i m e r a n o t i c i a que poseemos de l a v i l l a de I r ú n apa-
rece en el F u e r o que A l f o n s o V I I I otorgó a F u e n t e R a b i a en
18 de a b r i l del año 1203 10, concediéndole, entre otras cosas,
su t é r m i n o . Su situación i n m e d i a t a a l a frontera y en el camino
que v a a l monte de San A d r i á n , m u y frecuentado por pere-
grinos y viajeros que pasaban a V i t o r i a y a la r u t a p r i n c i p a l ,
fueron causa de su crecimiento y prosperidad en los siglos p a -
sados.
L o s peregrinos franceses aluden seguramente a esta v i l l a
con el nombre de Santa María en u n a de sus canciones, en esta
forma:
M a i s nous f u m e s bien etonnés
Q u a n d nous fumes a Sainte M a r i e ,
L a tous mes compagnone et moi '
D i m e s adieu a l a Frunce jolie.
E n pleurant nous nous mimes a diré

' 7 M á r t i r , O b i s p o d e A r z e n d j a n : Relación de un viaje p o r E s p a ñ a , t r a -


ducción de D.a E m i l i a G a y a n g o s de R i a ñ o , M a d r i d , 1898.
8 V i d . B a r ó n B o n n a u l t D ' H o u é t , op. cit. Apéndice I I , p á g . 180.
9 H a r i s t o y : Paroisses du P a y s Basque, t. I I I , págs. 10 y sigts.
10 J . A . L l ó r e n t e : N o t i c i a s Históricas de las tres P r o v i n c i a s Vasconga-
das... P a r t e I I . O r i g e n de sus F u e r o s , t. I I , M a d r i d , 1807, p á g . 251. P u b l . en
T . G o n z á l e z : Colección de cédulas, cartas-pueblas, provisiones, etc., concernien-
tes a las P r o v i n c i a s Vascongadas... M a d r i d , 1829, t. III, pág. 3.

501
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

A d i e u les nobles f l e u r s de lys.


E n Espagne nous f a u t suivre
C e s t un étrange pays u.

L a iglesia p a r r o q u i a l , que llegó hasta nosotros, data del


año 1508, y está dedicada a la V i r g e n , con el nombre de Nuestra
Señora del J u n c a l , que debe de ser l a Santa María de las Chan-
sons de los peregrinos franceses. S u imagen se venera en l a
p a r r o q u i a l y se ha considerado como obra de fines del siglo X I I
a mediados del X I I I , siendo m u y venerada por los peregrinos
extranjeros 12.
N o sabemos si el hospital de Santa M a r g a r i t a , que fué arrui-
nado con ocasión de la entrada que los franceses hicieron en la
v i l l a el año 1638, habrá acogido alguna vez a los peregrinos
que t r a n s i t a b a n por ella. E l de l a Purísima Concepción, fun-
dado en 1646 por el marino D . Sancho de U r d a n i b i a , lo fué
para pobres enfermos e impedidos de la v i l l a 13.
Desde I r ú n , el camino más frecuentado hacia San Sebastián
pasaría por Rentería 14, pues aunque podían hacerlo también
por O y a r z u n , el trozo que v a hasta San M a r c i a l aparece seña-
lado como " c a m i n o n u e v o " en el m a p a de Guipúzcoa dibujado
por D . Tomás López a fines del siglo X V I I I . Antes de llegar
a Rentería pasaría por términos de L a p i c e , Ventas de I r ú n y
E r r o t a , atravesando el río O y a r z u n entre este ú l t i m o lugar y
el de A n c h o , en cuyo intermedio tenemos como recuerdo de la
peregrinación u n a casa l l a m a d a Pelegriñene, que ostenta escul-
pidas en la piedra de l a fachada dos conchas o veneras. Desde
aquí se pasaba al barrio occidental de Pasajes, llamado de San
Pedro 15.
11 D e l a colección Cantiques et Noels. de M . A . S o c a r d , op. cit. por A . N i -
COLAi: M o n s i e u r St. Jacques, B o r d e a u x , 1897, pag. 18.
12 Así opinaba el P . L i z a r r a l d e , según B . E c h e g a r a y : L a s rutas de la F e ,
en el diario " L a G a c e t a del N o r t e de B i l b a o " , número correspondiente al
día 9 de m a y o de 1930.
33 P . M a d o z : D i c c i o n a r i o ..., M a d r i d , 1847, t. I X , págs. 447-450.
14 E s t a v i l l a debe su n o m b r e , según algunos, a que en ella se cobraban
Jas rentas reales, suponiéndose que su nombre aparece por vez primera en
el año 1495, en s u s t i t u c i ó n del antiguo de V i l l a n u e v a de Oiarso, fundado por
A l f o n s o X I en 1320. T o d a v í a t u v o antes otro nombre, que fué el de Orereta:
S. M u j i c a : O p . cit., pág. 791; C. d e E c h e g a r a y : Investigaciones históricas
referentes a Guipúzcoa, S a n Sebastián, 1893, pág. 181.
15 S. M u j i c a : P r o v i n c i a de Guipúzcoa, pág. 792, recuerda que el nombre

502
IV, x x i . - u r í a : l a r u t a de l a c o s t a

Desde Pasajes de San P e d r o , el camino c o n t i n u a b a a San Se-


bastián, distante unos seis kilómetros y situado en l a solda-
dura de l a pequeña península del monte U r g u l l , bañada por
una a m p l i a rada a l Oeste y la ría de la Z u r r i ó l a a l E s t e .

San Sebastián.

L a v i l l a de S a n Sebastián figura como donada por Sancho


el M a y o r de N a v a r r a al Monasterio de S a n S a l v a d o r de L e y r e
en el año 1016, según d i p l o m a en el que se m e n c i o n a n sus dos
parroquias de S a n t a María y San V i c e n t e y el monasterio de
San Sebastián el antiguo 16. Su aventajada situación m a r í t i m a
contribuyó a darle v i d a , y en 1150, el rey D o n Sancho el Sabio
de N a v a r r a le otorgó u n extenso F u e r o , que más adelante
alcanzó a otras poblaciones de la costa, incluso en l a p r o v i n c i a
de Santander 1?, siendo confirmado por A l f o n s o V I I I en 17 de
j u l i o del año 1202 18. T u v i e r o n i m p o r t a n c i a en l a E d a d M e d i a
su comercio con F r a n c i a y sus pesquerías, llegando a formar
parte de l a hermandad de las villas del Cantábrico, constituida
en 1294 19. Desde fines del siglo X I V , por lo menos, estuvo
amurallada 2Ü.
L a p r i n c i p a l de sus iglesias es la de Santa M a r í a , varias
veces edificada de nuevo; l a p r i m e r a después del incendio del
año 1278 y la tercera a mediados del siglo X V I I I , según el
diseño del entonces director de l a A c a d e m i a de S a n F e r n a n d o ,
D . Diego V i l l a n u e v a 21. L a de S a n V i c e n t e , m e n c i o n a d a , como
la anterior, en la donación a L e y r e del año 1014, debió de sufrir
parecidas renovaciones, l a ú l t i m a en 1507. E s de tres naves

de Pasajes le sería dado por hallarse a q u e l puerto interpuesto p a r a los viaje-


ros que pasasen de España a F r a n c i a y a l c o n t r a r i o . A n t e s de que se fundasen
las parroquias de S a n J u a n y de S a n P e d r o , al E s t e y Oeste de l a pequeña
bahía, las dos bandas recibían r e s p e c t i v a m e n t e los nombres de Fuenterrabía
y Pasajes de San Sebastián, I b i d e m , p á g . 797.
16 C. d e E c h e g a r a y : Investigaciones históricas referentes a Guipúzcoa,
San Sebastián, 1893, pág. 91.
17 Ibidem. E . d e G a r i b a y : Compendio H i s t o r i a l , t. I I , p á g . 145.
18 E . d e G a r i b a y : Loe. cit. C. d e E c h e g a r a y : Ibidem.
19 S. M Ú j i c a : Guipúzcoa ..., pág. 567.
20 C. d e E c h e g a r a y : Op. cit., p á g . 112. E n el año 1864 f u é acordado que
se derribasen sus m u r a l l a s : S. M Ú j i c a : O p . cit., pág. 569.
21 S. M Ú j i c a : Op. cit., pág. 590.

503
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

como l a de S a n t a M a r í a , pero de menores dimensiones y de es-


t i l o o j i v a l . L a de S a n Sebastián el antiguo, que es l a primera
mencionada en l a a l u d i d a donación a L e y r e , fué cedida en
1542 a los dominicos y destruida durante l a p r i m e r a guerra
c i v i l en 1836, siendo reedificada con menores proporciones 22.
E s t o s son los tres templos más antiguos de S a n Sebastián.
D e los monasterios es fundación más antigua la de San B a r -
t o l o m é , de monjas agustinas, y a mencionado en u n a B u l a del
P a p a Inocencio I V , del año 1250, y a l que sigue el de San Telmo,
de l a Orden de Predicadores — h o y convertido en Museo —, levan-
tado a mediados del siglo X V I merced a l a m u n i f i c e n c i a del
secretario de Carlos I, D . A l o n s o de Idiáquez, y de su esposa,
que t a m b i é n f u n d a r o n otro de dominicas agregándole a la
p a r r o q u i a l de S a n Sebastián el antiguo. A principios del siglo
X V I I se edificó el de franciscanos; poco después, el de los
jesuítas 23.
E x i s t í a n en San Sebastián, por lo menos, dos hospitales
i m p o r t a n t e s ; u n o , con t í t u l o de S a n A n t o n i o A b a d , fundado
p o r l a c i u d a d en el año de 1538, j u n t o a l a iglesia de Santa
C a t a l i n a , que fué derribada como él por orden d e l m o n a r c a
en 1719. Se instaló posteriormente en el Colegio de la extin-
g u i d a Compañía de Jesús 24.
Su fundación por l a c i u d a d parece excluir l a idea de que
en él fuesen acogidos los peregrinos transeúntes, pero no los
enfermos. Más antiguo era el de San M a r t í n , dedicado a lepro-
sos por su f u n d a d o r , que se dice fué u n dueño del solar de
U r d i n z o , y habiendo sido quemado en 1512, durante el sitio
de l a ciudad por el D u q u e de B o r b ó n , se v o l v i ó a reedificar 25.
E l peregrino armenio M á r t i r , que a fines del siglo X V pasó
por l a c i u d a d de San Sebastián procedente de F r a n c i a camino
de Santiago, elogia l a h o s p i t a l i d a d de sus habitantes, diciendo
22 C. d e E c h e g a r a y : Investigaciones ..., pág. 150. S. MÚJiCA: Op. cit., pá-
ginas 593-595.
23 Ibidem, págs. 599-601.
24 S, B e r a s t e g u i : H i s t o r i a y situación actual de l a Beneficencia en S a n
Sebastián, S a n Sebastián, 1894, pág. 13, i g n o r a b a l a fecha de s u f u n d a c i ó n ,
limitándose a decir que en l a I n t r o d u c c i ó n a las Ordenanzas aprobadas para
este h o s p i t a l por Carlos I I I en 1787 se hacía constar que dicho estableci-
m i e n t o existía y a hacía v a r i o s siglos. S. M u j i c a : Op. cit., pág. 602, consigna
l a f e c h a y datos que damos en el t e x t o .
25 S. M u j i c a : I b i d e m .

504
jV, x x i . - u r í a : l a r u t a de l a c o s t a

que el dueño de l a posada donde se alojó y su m u j e r le " t r a -


taron con una c a r i d a d sin l í m i t e s " , y agregando que "le hos-
pedaron durante cinco días, haciendo dos o tres veces petito-
rios en su f a v o r " 20.

De San Sebastián a G u e t a r i a .

P a r t i e n d o de S a n Sebastián y subiendo por el monte Igueldo


existe u n a calzada antigua que continúa hacia el Oeste por el
monte M e n d i z o r r o t z , y se h a supuesto l a p o s i b i l i d a d de que
este itinerario h a y a sido aprovechado por los peregrinos 27.
Estos pasarían por el lugar de O r i o , pequeña aldea depen-
diente de l a jurisdicción de San Sebastián en el siglo X I I , con-
vertida en V i l l a r r e a l de S a n Nicolás de Orio p o r privilegio
otorgado por J u a n I en Burgos a 12 de j u l i o de 1379, en el que
concede t a m b i é n el fuero de S a n Sebastián. L o s R e y e s Cató-
licos le concedieron otro en 1484 facultando a la v i l l a p a r a tener
en la ría dos barcos en los que podía pasar de u n a orilla a l a
otra viandantes y mercaderías mediante el pago de u n maravedí
por persona, dos p o r bestia sin carga, tres si era caballar o m u l a r
e i b a cargada; pero establecía t a m b i é n u n a excepción con los
pobres y los peregrinos, a los que, se ordenaba, no se exigiese
cosa alguna 28.
Como unos cinco kilómetros a l Oeste y sobre el m a r , se h a l l a
Zaráuz, en u n a gran l l a n u r a , a l pie del monte de S a n t a B á r -
bara, Fernando I I I concedió en 1237 a esta v i l l a el F u e r o dé
San Sebastián, que le fué confirmado por varios monarcas
posteriores^ y por concordia celebrada en 1393 entró en l a
vecindad de la de G u e t a r i a bajo ciertas condiciones 29. L a
iglesia p a r r o q u i a l , con advocación de N u e s t r a Señora de l a
Asunción, es a m p l i a y de cruz l a t i n a ; fué reformada en los ú l t i -
mos años del siglo X V I I I , y en sus bóvedas se h a l l a r o n vesti-
26 Relación de u n viaje por E u r o p a verificado a f i n e s del siglo X V p o r
M á r t i r , obispo de A r z e n d j a n ... trad. del francés por E m i l i a Gayangos de R i a ñ o ,
M a d r i d , F o r t a n e t , 1898, pág. 14.
27 B . E c h e g a r a y : L a s rutas de l a F e , " G a c e t a d e l N o r t e " del 14 de febrero
de 1930, cree que l a c a l z a d a i b a por el monte l l a m a d o de los Canónigos, p r o -
piedad de l a Colegiata de Roncesvalles.
23 P . d e G o r o s a b e l : Diccionario histórico-geográfico-descriptivo de los pue-
blos, valles..., de Guipúzcoa, T o l o s a , 1862, págs. 368-369.
29 P . d e G o r o s a b e l : Op. cit., págs. 635-636.

505
:las p e r e g r i n a c i o n e s a s a n t i a g o

gios de su p r i m i t i v o estilo gótico. F e r n a n d o I V concedió su


p a t r o n a t o , en 1305, al señor de Oñate 30. D e l paso de los pere-
grinos por esta v i l l a poseemos testimonio del año 1586, relativo
a l genovés " B a r t h o l o m e u s C a s s a n u " 31.
E l camino seguía cerca de l a costa a G u e t a r i a , F a v o r e c i d a
esta v i l l a , como otras de l a costa, por Alfonso V I I I con el
F u e r o de San Sebastián (en 1209), que fué confirmado por otros
monarcas, recibió de los mismos otros varios privilegios, lle-
gando a alcanzar v i d a próspera su puerto en el siglo X I V .
Desde la E d a d M e d i a estuvo a m u r a l l a d a . Su iglesia parroquial,
con el t í t u l o de San S a l v a d o r , gótica y de tres naves, llegó a tener
doce beneficiados. Sus habitantes fueron buenos marinos en
todos los tiempos y pescadores de ballenas, como los de otras
v i l l a s del Cantábrico 32. H u b o en Guetaria dos hospitales: uno
con el t í t u l o de San Sebastián, fundado por la m i s m a v i l l a para
recoger pobres, en el que se albergarían alguna vez los pere-
grinos, y otro, con el de San Lázaro, para leprosos 33.
P o r G u e t a r i a pasó de v u e l t a de Santiago, a fines del si-
glo X V , el peregrino armenio M á r t i r , obispo de A r z e n d j a n ,
según él mismo refiere en el relato de su viaje 84.

De Guetaria a Guernica.

E l camino desde G u e t a r i a continúa hacia E l o r r i a g a , inter-


nándose, aunque no m u y lejos del mar, y dejando ligeramente
desviada la v i l l a de Z u m a y a a mano derecha. Poco antes de la
desviación, los peregrinos tenían que atravesar el río U r o l a .
Z u m a y a fué creación de Alfonso X I , que en 1347 le otorgó pri-
vilegio con el F u e r o de S a n Sebastián, autorizándola para ser
a m u r a l l a d a 35; pero antes y a debía tener alguna población cerca
del monasterio de Santa María de Z u m a y a , que Sancho I V
donó a l convento de Roncesvalles en 1 de marzo del año 1292 36.

30 P. G o r o s a b e l , pág. 638. S. M u j i c a , pág. 887.


31 V i d . t. I, pág. 123.
32 P. G o r o s a b e l , págs. 201-203. S. M u j i c a , págs. 858-861.
33 P. G o r o s a b e l , pág. 203.
34 Relación de un viaje por Europa..., trad. del francés por Emilia Gayangos
de Riaño, Madrid, 1898, pág. 17.
35 E . de G a r i b a y : Compendio historial ..., t. II, lib. X I I I , cap. X X I I ,
pág. 289.
:!!i P. G o r o s a b e l : Diccionario ..., pág. 660.

506
IV, x x i . - u r í a : l a r u t a de l a c o s t a

L a parroquial cambió el t í t u l o de Santa María p o r el de San


Pedro: es a m p l i a y de estilo gótico. L a ermita de N u e s t r a Señora
de A r r i t o k i e t a y de A n d r e - M a r í a , que algunos suponen fué la
p r i m i t i v a p a r r o q u i a de la v i l l a , tenía p r ó x i m o u n hospital
que sabemos v i s i t ó en 1551 San F r a n c i s c o de B o r j a 37. Desde
Z u m a y a , el camino debía de continuar hacia E l o r r i a g a e I c i a r .
Hállase Iciar en alto, y es u n a pequeña v i l l a al parecer
bastante antigua38.
Sancho I V otorgó u n privilegio en V a l l a d o l i d en 1294 con-
cediendo a la v i l l a de Iciar el F u e r o de V i t o r i a y eximiéndola
de varios tributos. Confirmado este privilegio por Alfonso X I
en 1318 y 1323, sus habitantes decidieron trasladar la fundación
de esta v i l l a , a causa de la situación desfavorable de I c i a r ,
en paraje elevado y lejos del m a r , pasando al l u g a r de D e v a
con las mismas exenciones de que antes g o z a b a n , lo que el
propio M o n a r c a autorizó por nuevo privilegio otorgado sobre
Algeciras en 1343 39.
Desde Iciar, el camino debía descender para buscar el paso
del río D e v a en Sasiola, m u y cerca de A s t i g a r r i b í a , en c u y a
iglesia, moderna, queda u n a v e n t a n a a l parecer románica, y
donde sabemos que en el siglo X I existía u n monasterio 40.
Desde allí subiría aguas arriba por la orilla del D e v a hasta M e n -
daro, desde donde debía de ir a salvar la divisoria entre el D e v a
y el A r t i b a y por el puerto de A r n o a t e , que aparece y a mencio-
nado en documentos del siglo X I I I , penetrando en seguida en
la p r o v i n c i a de V i z c a y a 41. Y a en el valle de A r t i b a y continuaría
a Bolívar y C e n a r r u z a . E n este ú l t i m o lugar existe una Cole-

37 S. M ú j i c a : Op. cit., pág. 892.


38 P . G o r o s a b e l : D i c c i o n a r i o ..., pág. 229, supone que es el " T i c i a r "
mencionado en l a escritura de demarcación de l a diócesis de P a m p l o n a en
el año 1027, y el " I c h i a r " , que f i g u r a en el t r a t a d o de paz que en 1179 ajus-
taron los Reyes de C a s t i l l a y N a v a r r a .
39 E . d e G a r i b a y : Compendio historial ..., t. II, pág. 282. P . G o r o s a b e l :
Diccionario ..., págs. 229-230.
40 C. d e E c h e g a r a y : Geografía del País Vasco-Navarro, P r o v i n c i a de V i z -
caya, B a r c e l o n a , A l b e r t o M a r t í n , (s. a.), pág. 351. A l f o n s o V I hizo donación
en 1081 a l presbítero E m i l i a n o y al a b a d " B l a s c o n i " del Monasterio de San
Andrés, l l a m a d o " S t i g a r r a b i a " , situado " i n t e r B i z c a h i a m et I p u z c o a m " ,
J . A . L l ó r e n t e : N o t i c i a s históricas de las tres P r o v i n c i a s Vascongadas, M a -
d r i d , 1807, t. I I I , pág. 434.
41 Ihidem.

507
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

giata con el t í t u l o de Santa María, que data de la E d a d Media


y u n h o s p i t a l , y a mencionado en las constituciones de l a Cofra-
día de N u e s t r a Señora de l a Asunción en 1384 42.
Se ha considerado l a iglesia de Cenarruza como muy anti-
g u a , haciéndose notar al mismo tiempo que dicho lugar no cons-
t i t u í a u n centro de población, y se h a afirmado t a m b i é n que
el h o s p i t a l anejo a l a Colegiata era p a r a peregrinos 43.
D e C e n a r r u z a , por el alto de O r o n z u g a r a y , pasaba a la
cuenca del río L e a , y a A r b a c e g u i , de donde, acaso por A r r a -
z u a , se dirigiría a G u e r n i c a .

Guernica.

L a v i l l a de G u e r n i c a debe su fundación al señor de V i z -


c a y a , D . T e l l o , hermano de D . E n r i q u e de T r a s t a m a r a , que le
otorgó carta puebla en O r d u ñ a , en 28 de a b r i l del año 1366,
aunque como lugar lo menciona antes l a Crónica General de
España. D o n Tello le otorgó l a exención de pechos y t r i b u t o s
y el Fuero de L o g r o ñ o , absolviéndole t a m b i é n del pago de los
derechos marítimos de los barcos que fuesen o saliesen " d e l
puerto de G u e r n i c a " , y concediéndole u n mercado todos los
miércoles " .
E s t e privilegio fué confirmado por varios monarcas suceso-
res, y las exenciones que en él se contienen, unidas a su situa-
ción, fertilidad de l a tierra y circunstancia de tener lugar las
J u n t a s generales del Señorío en sus inmediaciones—bajo el
árbol tradicional—-contribuyeron sin duda a labrar su prospe-
ridad.
L a iglesia m a t r i z de S a n t a María es grande, de tres naves;
se h a l l a en lo alto de l a v i l l a , fué comenzada a edificar en el
año 1418 y conserva en l a fachada u n a puerta gótica. L a de
42. J . J , d e M u g a r t e g u i y T o r r e s V i l d o s o l a : L a Colegiata de S a n t a
M a r í a de Cenarruza, B i l b a o , 1930, págs. 51 y 52. E n estas Ordenanzas se c o n -
signa el destino de l a l i m o s n a p a r a el reparo de l a casa, iglesia y h o s p i t a l ,
asistencia de los pobres y otros gastos. Otras Ordenanzas del año 1516 dicen
que el h o s p i t a l se h a l l a j u n t o a l a iglesia y que en él deben ser recibidos " l o s
pobres de D i o s " y se les ha de atender, debiendo ser enterrados con gran
s o l e m n i d a d los que allí muriesen, por los abades y canónigos de aquella iglesia.
43 C. d e E c h e g a r a y : Op. cit., pág. 351.
44 G . d e H e n a o : Averiguaciones de las Antigvedades de C a n t a b r i a , S a l a -
m a n c a , 1691, l i b . 3, cap. 7, pág. 110. J . A . : Noticias históricas de las tres P r o -
vincias Vascongadas, parte II, t. I I , M a d r i d , 1807, pág. 297.

508
IV, x x i . - u r í a : l a r u t a de l a c o s t a

San J u a n , menos i m p o r t a n t e , tiene varias capillas de f u n d a -


ción particular *5. Ignoramos si en esta v i l l a existió algún otro
hospital antes del que f u n d a r o n unos particulares en el año
1666 4S.
E n el siglo X V I I existían en G u e r n i c a dos conventos de
monjas—franciscanas y m e r c e d a r i a s — , y era notable la e r m i t a
de N u e s t r a Señora la A n t i g u a , con u n a imagen de l a V i r g e n ,
que tenía f a m a de milagrosa. A l l í estaba t a m b i é n el A r c h i v o
General de los papeles del Señorío 47.
Se h a imaginado el itinerario de los peregrinos desde Guer-
nica a B i l b a o pasando primero por S a n t a L u c í a , donde h a y
u n a ermita que conserva u n a v e n t a n a o j i v a l " d e l ú l t i m o pe-
r í o d o " ; luego por el alto de Gueréquiz, donde se h a n encontrado
lápidas romanas, siendo probable que desde Gueréquiz conti-
nuasen p o r S a n t a María de M o r g a y A r e c h a b a l a g a n a a l a v i l l a
de Larrabezúa 48. Hállase esta v i l l a en u n a l l a n u r a rodeada
de montes, y fué f u n d a d a por el infante D . J u a n , que en 1 de
agosto del año 1376 le otorgó el F u e r o de Logroño y otros p r i -
vilegios y exenciones, todo lo cual c o n f i r m a r o n el propio
D . J u a n en 1381 y más adelante otros monarcas49. Tenía dos
iglesias, u n a dedicada a N u e s t r a Señora de l a A s u n c i ó n , que
fué reedificada en 1784, y otra a los Santos E m e t e r i o y Cele-
donio, que era u n a de las llamadas juraderas y en las que los
señores de V i z c a y a debían de j u r a r que guardarían los Fueros
de l a tierra. A principios del pasado siglo tenía cinco ermitas
y se c o m u n i c a b a con G u e r n i c a por u n camino que pasaba por
el alto de A r e c h a b a l a g a n a 50.
Se considera probable que el camino continuase desde L a r r a -
bezúa p o r L e z a m a , p a r a subir luego a salvar l a cumbre de A r -
c h a n d a y descender a Begoña, y a en las inmediaciones de
B i l b a o 51.

45 G . de H e n a o : Ojo. cit., lib. 3, págs. 212-213.


46 P. Madoz: Diccionario ..., t. I X , Madrid, 1847, pág, 68.
47 G. de H e n a o : Ibidem.
48 C. de E c h e g a r a y : Provincia de Vizcaya, pág. 352. G. de B a l p a r d a :
Historia crítica de Vizcaya y de sus fueros, Madrid, 1924, t. I, pág. 241.
. 49 J . A . L l ó r e n t e : Noticias históricas de las tres Provincias Vascongadas,
Madrid, 1807, parte II, t. II, págs. 301-302. P. Madoz: Diccionario ..., t. X ,
Madrid, 1847, pág. 86.
60 P. Madoz: Loe. cit.
51 C. de E c h e g a r a y : Provincia de Vizcaya, loe. cit.

509
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

E n la orilla derecha del río N e r v i ó n , y sobre una colina, exis-


tía una iglesia m u y antigua dedicada a N u e s t r a Señora de l a
Asunción, c u y a imagen fué encontrada, según la tradición, en
u n a encina que había en el mismo punto donde hoy se halla colo-
cada en el altar m a y o r . H a b i e n d o sido escogido para edificar el
templo u n lugar situado u n poco más arriba que el actual, se
observó que los materiales en él reunidos durante el día eran
trasladados durante la noche por la m i s m a V i r g e n hasta el sitio
en que su imagen había sido h a l l a d a ; uno de los principales del
lugar, según la referida t r a d i c i ó n , oyó a la V i r g e n decir que no
quería mudarse del sitio en que apareció, y en él se hizo la igle-
sia. Fué reedificada y a m p l i a d a de nueva p l a n t a entre 1519
y 1558, y es uno de los santuarios más venerados por el pueblo
vasco 52.

Bilbao.
A u n q u e no existen vestigios arqueológicos de época romana
en B i l b a o , se le h a identificado con el A m a n u m Portas o Flavió-
briga de P l i n i o y P t o l o m e o , y se ha supuesto que por allí iba
u n antiguo camino, acaso romano, que, procedente de Herrera
de Río P i s u e r g a , continuaría hacia B e r m e o , pasando antes por
Larrabezúa y G u e r n i c a , en l a forma que antes hemos referido 53.
N a d a se sabe del B i l b a o m e d i e v a l hasta que en el año 1300
el señor de V i z c a y a , D . Diego López, otorgó en V a l l a d o l i d , a
15 de j u n i o , la carta f o r a l por l a que concede a los pobladores de
aquella v i l l a la exención de tributos y demás franquicias consig-
nadas en el F u e r o de Logroño, l a libertad de movimiento de
las barcas que entrasen o saliesen del puerto previo el pago de
los derechos acostumbrados a l señor, y l a celebración de u n
mercado todos los martes 54.
L a s explotaciones de las venas de hierro y el tráfico del
puerto debieron y a a n i m a r l a v i d a de la v i l l a con anterioridad a

52 P . M a d o z : D i c c i o n a r i o ..., t. X , págs. 109-110.


53 G . d e B a l p a r d a : H i s t o r i a crítica de V i z c a y a , t. I, págs. 57-68,
desecha r o t u n d a m e n t e l a hipótesis de que dichos topónimos correspondan a
Castro U r d i a l e s n i a B e r m e o . N o menciona más hallazgo de época romana
que algunas monedas frente a P o r t u g a l e t e ( I b i d e m , p a g . 64).
54 J . A . L l ó r e n t e : N o t i c i a s históricas de las tres P r o v i n c i a s Vascongadas,
p a r t e II, t. I I , págs. 283-284. T . G u i a r d L a r r a u r i : H i s t o r i a de l a noble villa
de B i l b a o , t. I, B i l b a o , 1905, págs. 9-11, c o p i a .

510
I V , X X I . - U R I A : LA RUTA DE LA COSTA

este privilegio del señor de V i z c a y a , y , desde que les fué conce-


dido, sus habitantes se m u l t i p l i c a r o n e hicieron prosperar la v i l l a ,
que a fines de l a E d a d M e d i a gozaba f a m a de ser populosa y
bien u r b a n i z a d a . Tienen lugar, desde el siglo X I V , repetidas
luchas intestinas entre los linajes de la v i l l a , luchas que no ter-
minaron hasta el reinado de los Reyes Católicos.
E n 1334 concedió A l f o n s o X I a B i l b a o privilegio p a r a que
pudiese obtener anualmente, durante cinco años, 1.500 m a r a -
vedís, destinados a construir murallas de defensa 5% lo que se
realizó posteriormente cerrando u n recinto más o menos rectan-
gular entre las diferentes torres que existían en l a v i l l a . D e n t r o
de este recinto fueron alineándose las casas y formándose las
calles de la Somera, A r t e c a l l e , Santiago, Tendería, de F r a n -
cos, etc. Se ha calculado que su población no sería superior a
300 vecinos poco después de l a fundación, y que no pasaría
de 700 en la época de los Reyes Católicos 56.
Las iglesias parroquiales existentes en la época barroca eran
las de Santiago, San A n t ó n , los Santos Juanes y S a n Nicolás.
De l a p r i m e r a tenemos noticias en la carta foral del año 1300,
que la menciona, consignando que D . Diego López l a cede a
los vecinos, reservándose l a tercera parte de los diezmos " .
E n 1404 fué reedificada y mejorada 58, siendo en todo t i e m p o
iglesia de mucho culto, dado su emplazamiento relativamente
céntrico. E s gótica, de tres naves, con giróla, crucero y claustro
del siglo X V .
L a de San A n t ó n fué i n a u g u r a d a en 1433 59; es gótica en
el interior y tiene p o r t a d a p r i n c i p a l renacentista. S u situación
cercana a l puente viejo es visible en el grabado con la v i s t a
panorámica de l a v i l l a d i b u j a d a p o r Hogenberg en el año 1544,
así como en otro del año 1737 60. N o lejos de S a n A n t ó n , h a c i a
el E s t e , se halla l a de los Santos Juanes ( B a u t i s t a y E v a n g e -
lista), de estilo renacentista, con algunos detalles churrigueres-

56 T. G u i a r d : Historia de la noble villa de Bilbao, t. I, pág. 59 y nota.


50 Ibidem, pág. 214.
57 J . A . L l ó r e n t e : Noticias históricas de las tres Provincias Vascongadas,
parte II, t. II, pág. 284.
68 G. de H e n a o : Averiguaciones ..., lib. I, cap. 43, pág. 245.
59 Ibidem.
60 Ambos han sido reproducidos por C. de Echegaray en su Provincia de
Vizcaya, entre las láminas que al final ilustran el texto.

511
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

eos en l a forma eon que h o y l a eonoeemos, pero su p r i m i t i v a


t r a z a del siglo X V sería bien diferente. L a iglesia de San N i -
eolás, frente a l paseo del A r e n a l , es obra del siglo X V I I I .
H a b í a t a m b i é n varias ermitas o capillas, eomo l a de Santo
D o m i n g o de M e a z a b a l , San J u s t o de A r b o l a n c h a , L a P i e d a d ,
en A l l e n d e el P u e n t e , y S a n R o q u e , situada en el alto del
mismo nombre G1. T u v o t a m b i é n B i l b a o conventos de francis-
canos y agustinos—ambos extramuros de l a v i l l a — y otros de
franciscanas y dominicas, agustinas y mercedarias 63.
Se ha afirmado—ignoramos con qué f u n d a m e n t o — l a exis-
tencia de u n a hospedería, que perduró hasta tiempos no m u y
lejanos, en el lugar donde más tarde se edificó el pórtico del
templo de Santiago e3. Acaso sería fundación de l a cofradía de
Santiago, l a más antigua de l a v i l l a , a l parecer 64.
Cercano a l a iglesia de los Santos Juanes, en el barrio de
A c h u r i , existía desde mediados del siglo X V , en que fué fundado,
u n h o s p i t a l que, según los documentos de l a época barroca que
a él se refieren, servía para recoger a los pobres naturales de la
v i l l a . E s t e hospital, visible en los grabados antes aludidos entre
las iglesias de los Santos Juanes y S a n A n t ó n , sufrió diferentes
modificaciones y u n a n u e v a organización m u y completa des-
pués de haber sido arruinado en l a inundación del año 1651 05.
E x i s t í a t a m b i é n otro h o s p i t a l dedicado a S a n Lázaro, cuyas
noticias alcanzan a l siglo X V , y c u y a advocación mueve a pen-
sar en su destino p a r a leprosos; pero cierta noticia del año 1645
dice que, a l i g u a l que el de los Santos Juanes, este estableci-
miento sólo había "servido hasta entonces p a r a refugio de los

61 G , d e H e n a o : Ojo. cit., pág. 420.


62 G . d e H e n a o : Ibidem, p á g . 246.
63 G . d e B a l p a r d a : H i s t o r i a crítica de V i z c a y a , t. I, p á g . 241.
64 T . G u i a r d : O p . cit., t. I, págs. 429-430 y n o t a , así lo a f i r m a sin men-
cionar h o s p i t a l alguno.
65 T . G u i a r d : Op. cit., t. I I , págs. 363 y 377-378. Según este autor, el
h o s p i t a l se construyó a mediados d e l siglo X V y aparece mencionado en la
escritura de concordia del año 1477 y en l a de 1480. Se c i t a una b u l a de S i x t o IV
c o n esta ú l t i m a fecha y otra de J u l i o II, del año 1504, en que consta su amplia-
ción (t. I, pág. 418, nota). G . d e H e n a o : Averiguaciones ..., p á g . 246, dice que
el h o s p i t a l era de gran socorro p a r a los enfermos pobres y que en tres inscrip-
ciones constaban las limosnas que Andrés de B e r m e o y Doña Catalina ele
A r r a t i a , su m u j e r , y F r a n c i s c o del B a r c o , le asignaron, y con las que aumento
sus rentas.

512
I V , X X I . - U R í A : L A R U T A D E JL A C O S T A

naturales y vecinos de B i l b a o , faltos de hacienda, viejos y m i -


serables, y a este respecto se les daban raciones y c a m a , con
arreglo a las r e n t a s " c".
De uno con t í t u l o de l a M a g d a l e n a , que se supone adosado
a la m u r a l l a del lado oriental de la v i l l a , cercano a l p o r t a l lla-
mado de Z a m u d i o , h a y simples referencias de los años 1399
y 1463 "'.
Como v i l l a industriosa y con i m p o r t a n t e comercio de m a n u -
facturas de hierro, lanas y otras mercancías, que alcanzaba a
F r a n c i a , H o l a n d a e Inglaterra, B i l b a o mantenía u n a población
activa de mercaderes y oficiales de distintos oficios que se
agruparon en cofradías como las de Santiago, S a n M i g u e l , de
l a V e r a C r u z — p r o p i a de los traperos o mercaderes de t e l a s — ,
l a de S a n Nicolás, que gozó f a m a de m u y antigua, las de Nues-
t r a Señora de la Misericordia y N u e s t r a Señora de la P i e d a d ,
y otras varias. E s n a t u r a l que algunas de estas cofradías, por
lo menos, tuviesen fundados hospitales, y no debemos dudar
que, aunque su f i n no hubiera sido el de acoger peregrinos,
algunas veces se habrán albergado en ellos los que pasaban
hacia Oviedo y Santiago por la r u t a de la costa.
N o deja de ser extraño que el Obispo armenio M á r t i r h a y a
mencionado como único lugar a su regreso por V i z c a y a " l a ciu-
dad grande de P o r t u g a l e t e " , donde dice que descansó cuatro
días " S y es probable que lo mismo h a y a hecho a la i d a . N o
excluímos de lo posible l a confusión de P o r t u g a l e t e con B i l b a o ,
en la que el prelado armenio pudo i n c u r r i r al escribir su relato
de viaje. L a m i s m a calificación de grande más conviene a la
c a p i t a l de V i z c a y a que a l pequeño puerto.
E n él h a b r á n desembarcado alguna vez peregrinos france-
ses o flamencos que harían su viaje por m a r 69.
N o tenemos por qué imaginar que el camino que desde B i l -
bao seguían los peregrinos a Santander fuese diferente del más
generalmente conocido y transitado por lo menos desde l a p r i -
mera m i t a d del siglo X V I . E n el Reportorio de todos los caminos

6ti Sesión del Concejo en 6 de diciembre del aiño 1645. T . G u í a r d : O p . cit.,


t. II, pág. 476. Se menciona t a m b i é n en documentos del siglo X V ( I b i d e m ,
pág. 375 y nota).
67 Ibidem.
88 Relación de u n viaje p o r E u r o p a , pág. 14.
M Ibidem, pág. 17.

TOMO [[ — 3 3 . 51o
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

de España..., publicado por el valenciano J u a n V i l l u g a en el


año 1547 70, f i g u r a como p u n t o del que arrancan diferentes
comunicaciones el lugar de L a r e d o , puerto de alguna impor-
tancia desde l a b a j a E d a d M e d i a , y como t a l , relativamente
bien comunicado con el resto de las villas de la costa cantá-
b r i c a . P o r allí debemos suponer que pasó, en el siglo X V , el
obispo M á r t i r , desgraciadamente t a n parco en mencionar las
etapas principales del itinerario que recorrió.

De Bilbao a Castro Urdíales.

E l trayecto v a desde B i l b a o a la ría de Portugalete, lugar


mencionado por aquel obispo en a b r i l del año 1494 71. E l paso
de l a ría se hacía en malas condiciones, pues a fines del si-
glo X V I I I no había r a m p a para embarcar en la orilla oriental.
D e l otro lado, y cerca del paraje del Desierto, existía u n con-
vento de carmelitas descalzos, situado entre dos brazos de la
ría. Se subía luego a l Desierto, continuando por junto a la er-
m i t a de San R o q u e y luego a la ría de Somorrostro. N o sería
éste el único itinerario, pues el m a p a de López señala en el
siglo X V I I I , u n camino que desde l a orilla izquierda del Ner-
v i ó n , frente a B i l b a o , sube a B a r a c a l d o , Desierto, Portugalete,
S a n t a J u l i a n a y A b a n t o , p a r a seguir a O n t ó n pasando el río
Somorrostro frente al lugar de este n o m b r e , o bien más arriba,
por M u z q u i z . D e l lado Oeste de la ría de Somorrostro hállase el
pequeño puerto, continuando el camino con r u m b o a l Noroeste
para pasar u n riachuelo poco antes de Poveña, y desde aquí,
con rumbo al Oeste, continuaba al F i t o de l a R a y a y a Ontón,
y a en l a p r o v i n c i a de Santander, con u n recorrido de malísimo
c a m i n o , formado en parte por estrechas calzadas m a l construi-
das con "malísima piedra c a l i z a , extremadamente bruñida por
el u s o " 72.
Desde O n t ó n se pasaba l a p l a y a , a no ser en horas de plea-
m a r , en las que había que t o m a r u n camino alto, continuando a
Castro Urdíales.
70 Reportorio de todos los caminos de E s p a ñ a , hasta agora nunca visto,
en el qual h a l l a r a n qualquier viaje que quieran andar muy prouechosos p a r a
todos los caminantes. Compuesto p o r pero J u a n v i l l u g a valenciano. A ñ o de
M D X L V I . C o n priuilegio i m p e r i a l E d i c . f a c s i m i l de l a Soc. H i s p . de N e w - Y o r k .
71 M á r t i r , o b i s p o d e A r z e n d j a n : O p . cit.
72 J o v e l l a n o s : D i a r i o s , edic. M - A d e l l a c , pág. 379.

514
IV, x x i . - u r í a : l a r u t a de l a c o s t a

Castro Urdíales.

L a v i l l a de Castro Urdíales, como algunas otras de la costa


cantábrica, se h a l l a situada en u n a c o l i n a , ofreciendo u n aspecto
que se ha comparado al de u n inmenso bajel encallado entre los
arrecifes de l a costa. S u historia carece de i m p o r t a n c i a hasta
el reinado de Alfonso Y I I I , que en 10 de marzo d e l año 1163
|e concedió el fuero de Logroño. T a m b i é n recibió privilegios de
Fernando I I I , Sancho I V , Fernando I V , A l f o n s o X I y otros
monarcas que concedieron a los moradores de Castro diferentes
exenciones y franquicias 73.
Cerca de l a iglesia p a r r o q u i a l existían, a fines d e l pasado
siglo, ruinas de u n castillo, consistentes en trozos de muros y
de matacanes, barbacanas, ventanas, y el arco apuntado de u n a
puerta 74. N o lejos veíanse las de l a iglesia de S a n P e d r o , a l
parecer románica, que gozaba f a m a de haber sido p a r r o q u i a l ,
antecesora de l a de Santa María. Casi u n i d a a l a de S a n P e d r o ,
fué edificada en l a p r i m e r a m i t a d del siglo X I I I , m u y trans-
formada luego p o r l a obra gótica y otras restauraciones pos-
teriores 75. Guardábanse en ella algunas reliquias m u y venera-
das, especialmente el día de los Santos Inocentes, y que, según
t r a d i c i ó n , aparecieron entre unas peñas, dentro de u n arca de
piedra, luego colocada bajo el altar de la iglesia de S a n Nicolás 76.
L a v i l l a t u v o muros torreados, abriéndose al E s t e la puerta
de San F r a n c i s c o , y cerca se encontraba el monasterio de su
religión, edificado en el siglo X I V , a j u z g a r p o r los vestigios
todavía visibles en la pasada centuria 77, no lejos de la iglesia
y el hospital de S a n Nicolás. Hallábase éste b i e n dotado de
rentas p a r a el socorro de los pobres, entre los que hemos de
73 Sobre Castro Urdíales, v i d . el P . G a b r i e l d e H e n a o : Averiguaciones
de las antigüedades de C a n t a b r i a , S a l a m a n c a , 1691, págs. 273-282; R . A m a d o r
d e l o s R í o s : Santander, B a r c e l o n a , " A r t e s y L e t r a s " , 1891, págs. 528-583;
E l a d i o L a r e d O : M e m o r i a descriptiva de las obras de restauración de l a iglesia
monumental de Santa M a r í a de Castro Urdiales, Castro U r d í a l e s , 1891; J a -
v i e r E c h e v a r r í a : Recuerdos cástrenos, S a n t a n d e r , 1899.
74 J . E c h e v a r r í a : Op. cit., p á g . 3 1 .
75 Ibidem y P . G . H e n a o : Averiguaciones, p á g . 279. Según E . L a r e d o
( M e m o r i a descriptiva, pág. 15), l a iglesia de S a n P e d r o se h a l l a b a a unos cua-
tro metros d e l solar de l a de S a n t a María. Sobre esta ú l t i m a , además de l a me-
moria de E . L a r e d o , v e r R . A m a d o r d e l o s R í o s : Santander, págs. 552 y sígts.
76 P . G . H e n a o : O p . cit., p á g . 279.
77 R . A . d e l o s R í o s : O p . cit., pág. 543.

515
l ^ A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

contar los peregrinos, aunque no poseamos dato alguno que a


ellos se refiera 78.
Hemos de recordar que l a Irecuentación de este camino de
l a costa cantábrica p o r los peregrinos fué escasa, a u n en l a
época barroca, si l a comparamos c o n l a que a n i m a b a el de
N a v a r r a , Castilla y L e ó n .
Desde Castro Urdíales continuaba a Urdíales, y , no lejos,
veíase sobre una peña u n viejo castillo, y a en r u i n a en el pasado
siglo, que el vulgo creía haber pertenecido a los templarios.
P o r términos de A l l e n d e l a g u a , Cerdigo e Islares, llegaba a l a
barca de Griñón sobre l a ría del Agüera, a no ser que se pasase
algo más a l S u r el río para c o n t i n u a r a M o l l a n e d a . Pasada la
barca, el camino i b a ganando en a l t u r a , desde l a que se con-
t e m p l a b a el valle de L i e n d o , bien cultivado, y por el monte
Candína subía u n a b u e n a pendiente, continuando después por
el alto para descender hacia L a r e d o en cuesta t a n precipitada,
que en el siglo X V I I I eran visibles las señales de haber sido
preciso empedrar en espiral e l centro de l a calzada c o n piedra
arenisca 79.

Laredo.

Importante y bien p o b l a d a , fué L a r e d o cuna de arriesgado


marinos, que, como los de Castro y otras v i l l a s del Cantábrico'
surcaban sus aguas para pescar l a ballena, co merciar con F r a n -
cia y los Países Bajos o ayudar a los monarcas de C a s t i l l a en
l a t o m a de puertos andaluces. Concedióle A l f o n s o V I I I el fuero
de Castro Urdíales en 1201, y en él advierte que su amado clé-
rigo D . Pelegrín había comenzado a poblar l a v i l l a , poniendo en
ello gran diligencia, p o r lo que le concede iglesias y derechos 90.
A mediados d e l siglo X I I I debió comenzar l a fábrica de l a p a -
r r o q u i a l , de tres naves, con altas bóvedas ojivales, en cuyo
altar m a y o r se venera l a imagen de Nuestra Señora de l a Asun-
ción patrona de l a v i l l a . T u v o ésta su cerca con puertas que lle-
v a b a n los nombres de B i l b a o , del Muelle, de l a V i l l a , de l a B l a n -

78 P . G . H e n a o : Loe. cit.
89 J o v e l l a n o s : D i a r i o s , edic. M . A d e l l a c , pág. 3 7 9 .
80 B r a v o y T u d e l a : Recuerdos de l a v i l l a de Laredo, M a d r i d , 1873, pági-
nas 298-300, copia t r a d u c i d a ; R . A m a d o r d e l o s R í o s : Santander, apéndices,
pág. 894, i b i d e m .

516
IV, x x i . - u r í a : l a r u t a de l a c o s t a

ca, y algunos portillos 8I. E n el barrio de B a r r i e t a , unos tres


kilómetros al S u r de l a v i l l a , existía un convento de francisca-
nos, y a en ruinas en el pasado siglo y c u y a fecha de fundación
no podemos precisar, aunque los restos de su arquitectura, en-
tonces visibles, presentaban u n marcado estilo gótico con carac-
teres de otras varias épocas, siendo de notar que a poco trecho
de la entrada de la v i l l a y a mano derecha "existía l a hospedería
para albergar a los camiriantes" 82, entre los que hemos de con-
tar los peregrinos. Menciónase también u n hospital para pobres
enfermos, con t í t u l o de Sancti Spiritus, que fué reedificado en
el año 1787 83, y entre el casco de la v i l l a y alrededores había
ocho e r m i t a s a mediados del pasado siglo y otras cinco enton-
ces a r r u i n a d a s . L a intensa v i d a m a r í t i m a y comercial que llegó
a alcanzar esta v i l l a en la E d a d M e d i a , fué causa de que se con-
virtiese en uno de los lugares de arribada para los peregrinos
que hacían el viaje a Compostela por mar, como h a demostrado
G . Musset 84.

Santona.

A unos cinco kilómetros en línea recta sobre el Cantábrico,


en dirección a l Noroeste desde L a r e d o , queda l a v i l l a de San-
t o ñ a , asentada en la orilla izquierda de la bahía, en una l l a n u r a
l i m i t a d a al N o r t e por el monte que lleva su n o m b r e . Monte y
v i l l a se h a l l a n situados en la pequeña península, casi cerrando
la ensenada que se interna por el mediodía hasta T r e t o , atena-
zándola con la lengua de tierra que a v a n z a al Oeste de L a r e d o ,
al punto de dejar sólo u n k i l ó m e t r o escaso de agua en medio.
Los documentos de la alta E d a d M e d i a le d a b a n el n o m -
bre de Porto y a desde el siglo X , y en la primera m i t a d del s i -
guiente edificó allí cierto monje denominado P a t e r n o 85 u n mo-

81 M a d o z : Loe. cit.
82 B r a v o y T u d e l a : Recuerdos de l a v i l l a de Laredo, M a d r i d , 1873, pági-
na 255. P . F . G o n z a g a e : De origine seraphicae religionis, R o m a e , 1587, pági-
nas 1056-1057.
83 M a d o z : Loe. cit.
8', G . M u s s e t : Pélerinages a S . Jacques de Compostelle en Santonge et
A u n i s . Communication f a i t e au Congres des Sociétés Savantes de l a Sorbonne,
año 1898.
8¡i M u ñ o z y R o m e k o : Colección de Fueros municipales y Cartas pueblas,
pág. 189; F e r n á n d e z G u e r r a : E l libra de Santoña, ap. I I I , págs. 110-112.

517
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

nasterio que dependió del de Santa María de Nájera desde f i -


nes del X I I lo mismo que la jurisdicción secular de la v i l l a ,
hasta el reinado de F e l i p e II, en el que se secularizaron uno y
otra 8(i. A l calor del monasterio creció la población, que fué
privilegiada por diferentes monarcas, constituyendo con Laredo
y Castro uno de los núcleos de v i d a m a r í t i m a más importante
de l a E d a d M e d i a de C a s t i l l a . Pero desviada del camino prin-
cipal, que i b a por el mente Candína y por Colindres, debió ser
poco v i s i t a d a por los peregrinos.

Su igleáia p a r r o q u i a l conserva algo de románico en una


puerta lateral que da al Sur, pero la mayor parte de su fábrica
de tres naves pertenece a l siglo X V . E s lo único que nos queda
de l a obra que sustituyó a l antiguo monasterio edificado por
P a t e r n o en l a p r i m e r a m i t a d del siglo X L E n ella se venera una
imagen de Santa María, probablemente de la baja E d a d M e d i a ,
en la que eran m u y concurridas las romerías a aquel templo 87.
Existía a principios del siglo X V I I I un hospital para pobres
en Santoña, c u y a fecha de fundación desconocemos, y que acaso
era el que la tradición asegura se h a l l a b a situado en la actual
calle de Rentería Reyes, donde hoy se halla una casa solariega
que perteneció a los M a q u e d a 88.

De Santoña a Santander.

Desde Santoña, u n camino continuaba hacia Santander por


Meruelcs, A j o , Galizano y L a n g r e , p a r a tomar en el embarca-
dero de Somo la barca que conducía a la v i l l a 89.
811 A . F e r n á n d e z G u e r r a : Ibidem, M a d r i d , 1872, págs. 47-48.
87 Cantigas de Alfonso X el S a b i o , edic. de l a R e a l A c a d . , v o l . II, pag. 346,
refiriéndose a l a iglesia de S a n t a M a r í a , dice:
C a ssa y g r e i a que dixe
que sobe lo mar está,
et que u a n en romería
as gentes muitas ala
rogar aa Gror'iosa , ,
aquela que senpre dá
consello aos cuitados.
88 L a única mención que de él conocemos se h a l l a en l a p a r t i d a de defun-
ción de J u a n M u n i c o t , francés pobre que falleció en 6 de febrero del año 1739
" e n el h o s p i t a l de esta v i l l a " (fols. 16 v. y 17 del L i b r o p a r r o q u i a l correspon-
diente).
89 J o v e l l a n o s : Op. c/í., p á g . 381.

518
IV, x x i . - u r i a : l a r u t a de l a c o s t a

E s m u y probable que l a m a y o r parte de los peregrinos, pre-


firiendo u n itinerario más directo, prescindiesen d e l paso p o r
Laredo y por Santoña, como hemos dicho anteriormente, p a r a
salir desde el monte C a n d i n a a Colindres el V i e j o , donde a
finales d e l siglo X I existía u n monasterio dedicado a San J u a n
y San Jorge y en 1086 se menciona " i l l a k a r r a r i a p u b l i c a " 9C.
Los vecinos de este lugar l e v a n t a r o n a mediados d e l siglo X V I
u n hospital para acoger pobres, según licencia que con t a l f i n
les concedió Carlos I 91.

Poco más a l Oeste de Colindres se h a l l a el lugar por donde


el paso de l a ría que precede a l a ensenada de Santoña es más
f á c i l , por más estrecho, y en l a orilla i z q u i e r d a , e l pueblo de
Treto, topónimo t a l vez derivado de Trayectum, como pensaba
Asas. L a v í a r o m a n a que subía desde V a l m a s e d a a Castro U r -
díales pasando p o r Otañes, según el m i l i a r i o allí encontrado en
e l siglo X V I I I , debió de dar lugar a l a construcción de otros
caminos laterales enlazados con ella, y no deberá extrañarnos
que éstos h a y a n dejado señales toponímicas m u y antiguas, de
su paso.
L o cierto es que en documentos del siglo X I I I se n o m b r a
l a "carrera antigua que i b a p a r a Cicero y para T r e t o " 92. N o
lejos de l a orilla i z q u i e r d a de l a r í a , e l camino c o n t i n u a b a h a -
cia el N o r t e , pasando, p o r H a d a l , donde existió u n a iglesia que
se menciona en documento de comienzos del siglo X I I I 9% s i -

90 E s t e monasterio fué cedido a l de S a n t a María de P u e r t o en 21 de


noviembre d e l año 1083, según l a escritura X I X del m o n a s t e r i o de P o r t o ,
c i t a d a p o r F . d e S o j o y L o m b a : Ilustraciones de l a H i s t o r i a de l a muy noble
y siempre leal M e r i n d a d de T r a s m i e r a , t. I, p a g . 471. F . d e S o j o y L o m b a
(Comunicaciones en C a n t a b r i a , " B o l . R . S o c . Geogr., L X X X I I I , p á g . 35)
menciona " i l l a k a r r a r i a p u b l i c a " c o n referencia a u n d o c u m e n t o del M o n a s -
terio de P o r t o de los publicados p o r Serrano Sanz en el " B o l . de l a R . A c a d . de
la Hist.".
91 F u é despachada en V a l l a d o l i d e n 22 de febrero d e l a ñ o 1544, a u t o r i -
zando a los vecinos de Colindres p a r a echar una sisa hasta l a cuantía de 50.000
maravedís, en v i s t a de l a p e t i c i ó n que le habían hecho. C o p i a en l a B i b l i o t e c a
M u n i c i p a l de S a n t a n d e r , colee. L a P e d r a j a .
92 B i b l . N a c i o n a l , escrituras de N á j e r a , t. I I , fols. 67 y 75, d o c u m e n -
tos de los años 1294 y 1295, c i t . p o r F . S o j o y L o m b a : Ilustraciones, etc.,
Pág. 117.
93 I b i d e m , p á g . 477, c i t a u n a escritura del año 1 2 1 3 — n ú m . X C I — , e n l a
que consta u n arreglo entre e l a b a d de S a n t a M a r í a de P u e r t o y el obispo de
Burgos sobre derechos de esta iglesia. J u n t o a l a iglesia de A d a l se n o m b r a

519
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

guiendo a Cicero y B a r c e n a de Cicero y a A m b r o s e r o , cuya igle-


sia de San Andrés fué cedida al monasterio de Puerto por
Alfonso V I I 94. E n B e r a n g a exist|a u n hospital para acoger
pobres enfermos transeúntes, que a mediados del siglo X V I I I se
hallaba sin más ingresos que los proporcionados por la caridad
y l i m o s n a de los vecinos !'r,. Más al Oeste pasaba por Beranga,
j u n t o a la casa de V i e r n a U r q u i j o , todavía hoy l l a m a d a Torre
de Vía, saliendo de este lugar por el barrio llamado de L a C a -
rrera p a r a llegar a la aldea de P r a v e s por otro barrio denominado
de Vía, en el que se hallaba situada la iglesia p a r r o q u i a l , proba-
blemente en el mismo solar en que se levantó en otro tiempo
una que y a se menciona a comienzos del siglo X I I I 9G. E l Repor-
torio de todos los caminos de España, a que más atrás nos hemos
referido, lo menciona escrito pmwes como distante dos leguas de
puerto, es decir, Santoña.

P o c o más allá están el valle de H o z y el término de las E s -


tradas indicando p l u r a l i d a d de caminos, de los cuales, el que
seguían los peregrinos remontaba la ladera Norte del valle, pa-
sando junto a l a ermita de N u e s t r a Señora del C a m i n o , conti-
nuando por el barrio de Vía en el lugar de O m o ñ o , y a Pontones
y V i l l a v e r d e de Pontones. E n el lugar de Pontones existía el hos-
p i t a l de San Lázaro de Teas, c u y a época de fundación ignora-
mos. E l t í t u l o de su patrono hace sospechar que se trataba de
u n a leprosería, y así parece darlo a entender cierto documento
de la primera m i t a d del siglo X V I I I 97, pero en u n a R e a l Cé-

en 1294 l a " c a r r e r a a n t i g u a " ( F . DE S o j o : Comunicaciones en Cantabria,


pág. 36).
94 Se d u d a de si l a fecha de l a e s c r i t u r a — n ú m . L X X — e n que esto consta
es del año 1122 ó 1137 ( v i d . F . S o j o , pág. 473).
95 Consta esta n o t i c i a en el Catastro m a n d a d o hacer por el marqués de
l a E n s e n a d a en 1752, correspondiente a l a p r o v i n c i a de Santander, h o y en
su A r c h i v o M u n i c i p a l .
96 F . S o j o : Ilustraciones, t. I, págs. 118 y 477.
07 R e a l Cédula de F e l i p e V , d a d a en San Ildefonso a 3 de octubre del
año 1741 (copia en l a B i b l i o t e c a M u n i c i p a l de Santander, Colee. L a P e d r a j a ) ,
en l a que se m e n c i o n a n " p o b r e s enfermos l a c e r a d o s " p a r a los que fué fundado,
agregándose que, por no haberlos o p o r descuido de que se acojan en él, deberá
a d m i t i r peregrinos pasajeros, pero sólo por t é r m i n o m á x i m o de cuatro días,
a n o ser que se hallasen i m p o s i b i l i t a d o s de c o n t i n u a r su c a m i n o , " e n cuyo
caso se les asistirá con lo n e c e s a r i o " . E n l a m i s m a colección de L a P e d r a j a
h a y otras copias de Reales Cédulas relativas a este h o s p i t a l . L a más antigua
está fechada en S a n L o r e n z o del E s c o r i a l , a 24 de n o v i e m b r e de 1740, n o m -

520
IV, x x i . - u r í a : l a r u ta de l a c o s t a

dula del año 1743 se refiere la conveniencia de concluir en él


a la mayor brevedad u n a " c o c i n a o c u a r t e l " p a r a los vagos y
peregrinos que frecuentaban aquel tránsito, agregando que se
les diese u n a ración decente y se procurase pan y v i n o para los
pobres 9e. A fines de este siglo v i v í a n en él, aparte de los hospe-
dados, u n capellán y u n inquilino que llevaba en arriendo v a -
rias fincas propias de aquel establecimiento, consistentes en u n a
pieza en la planta b a j a , u n piso con su cocina y seis d o r m i -
torios " .

Es en este hospital donde por primera vez encontramos u n a


referencia documental de los peregrinos desde V i z c a y a , sin que
brando su a d m i n i s t r a d o r a D . Santiago Gómez de R e b o l l a r ; o t r a de 28 de m a y o
de 1743 n o m b r a p a r a el m i s m o cargo a D . García de E s c a j a d i l l o , clérigo pres-
bítero, y o t r a de 26 de septiembre del m i s m o año se refiere a la. diligencia
p r a c t i c a d a por dicho a d m i n i s t r a d o r p a r a recobrar papeles de aquel estableci-
miento y según l a c u a l en l a iglesia se veneraba u n a i m a g e n de l a V i r g e n del
C a r m e n , a l a que se hacía fiesta con i n d u l g e n c i a p l e n a r i a , sermón, procesión,
fuegos, etc.
98 B i b l i o t e c a M u n i c i p a l de S a n t a n d e r , Colee. L a P e d r a j a .
99 E n el " A p e o general de los bienes raíces, muebles, semovientes, f i n c a s ,
t í t u l o s , valores, y rentas pertenecientes a l R e a l H o s p i t a l de S a n Lázaro de
Teas, sito en el lugar de P o n t o n e s " , uno de los que componen l a J u n t a de R i v a -
m o n t á n , leemos: " L a casa p r i n c i p a l , en que se i n c l u y e el h o s p i t a l , l a v i v i e n d a
del capellán y l a de u n i n q u i l i n o arrendatario de varias t i e r r a s , tiene de largo,
en f i g u r a angular f o r m a n d o u n a porción del p a t i o , ciento t r e i n t a y cuatro
pies de l a r g o , qUarenta y cinco de hueco y veinte y ocho de a l t o , con soporta-
les de quince pies de fondo, y uno a t e j a v a n a que corre p o r t o d o el paredón
del norte, t r e i n t a y seis pies, y hasta su m i t a d de lo alto de dicho p a r e d ó n ,
que es el de l a iglesia. E l h o s p i t a l es u n a pieza en el suelo, piso con su cocina
y seis dormitorios separados p a r a los pobres. L a v i v i e n d a del capellán se c o m -
pone de tres piezas principales con seis d o r m i t o r i o s , una c o c i n a , una caballe-
r i z a y bodega. L a v i v i e n d a del i n q u i l i n o tiene u n cuarto p r i n c i p a l en que h a -
b i t a , una c o c i n a , u n p a j a r que es pieza de l a m i s m a casa, y lo demás, c a v a l l e -
rizas, que componen las accesorias, están separadas y sitas en e l ángulo opues-
to de dicho p a t i o : tienen de largo cincuenta y cinco pies, veinte y ocho de hueco,
diez y seis de alto p o r su frente que m i r a a l p a t i o . . . " F o l . 16 v . de dichos A p e o s ,
en el A r c h . M u n i c i p a l de S a n t a n d e r , A p e o del año 1781. D e l a existencia de
este h o s p i t a l en el siglo X V I I q u e d a n noticias en u n t e s t i m o n i o dado por
J u a n de R u b a l c a v a , escribano de l a J u n t a de C u d e y o , de l a cláusula d e l testa-
mento que otorgó D . F é l i x de V e r e t e r r a B r a c a m e n t e en 9 de a b r i l de 1670;
ante dicho escribano, f u n d ó u n aniversario de u n a m i s a c a d a d o m i n g o , que
habían de celebrar los curas de S a n J u a n de P o n t o n e s o h a c e r l a decir en l a
iglesia de este h o s p i t a l , " p a r a que los pobres mancos y t u l l i d o s de é l " p u d i e -
sen oír m i s a en los citados días, y por l a l i m o s n a de cada u n a señaló tres rea-
íes. ( A r c h . del M u n i c i p i o de Santander.)

521
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

ello deba significar otra cosa que el escaso alcance de nuestras


investigaciones o la poca fortuna para encontrar datos que se
refieran a ellos.
L a situación de u n h o s p i t a l para peregrinos en Pontones nos
muestra que éstos debían pasar el río M i e r a por V i l l a v e r d e ,
continuando al embarcadero del P u n t a l de Somo por el de Pe-
dreña, ambos en la bahía de Santander, si es que no decidían
evitar el rodeo que supone caminar a Heras, S a n Salvador,
G u a r n i z o , B o o y Maliaño, y a j u n t o a Santander.

Santander.

D e l antiguo Portus V i c t o r i a e quedan escasísimos vesti-


gios 100, y su h i s t o r i a , hasta que en 1187 l a repobló y dio fuero
A l f o n s o V I I I , es m u y oscura. Su abuelo, Alfonso V I I , fundó
la abadía en fecha que desconocemos, y por el aludido fuero se
otorgó el señorío t e m p o r a l de l a v i l l a a su abad 101, naciendo en-
tonces la p u e b l a , que había de convertirse en la población más
i m p o r t a n t e de l a m a r i n a de C a n t a b r i a . D e l nombre de uno de
sus patronos, Sancti Emetheri, derivó el de Santander con que
se le conoce desde la b a j a E d a d Media102. Todavía en el siglo X V I
conservaba su cerca de murallas torreadas, según aparecen en
el d i b u j o que entonces publicó B r a u n — q u i e n menciona también
sus siete puertas 103—, abarcando u n exiguo recinto que comen-

100 R . A m a d o r d e l o s R í o s : E s p a ñ a : sus monumentos y artes... Santan-


der, B a r c e l o n a , 1891. Señala l a existencia de vestigios que podrían ser un
h i p o c a u s t o j u n t o a l a M a g d a l e n a . Pág. 294.
101 Sobre l a f u n d a c i ó n de la A b a d í a por A l f o n s o V I I , v i d . F l ó r e z : E . S . ,
t. X X V I I , págs. 50-56, que m e n c i o n a t a m b i é n el fuero de A l f o n s o V I I I (pá-
gina 54). E s t e fué p u b l i c a d o por A . E s c a l a n t e : Costas y Montañas, Santander,
1871, págs. 670-675, y R . A m a d o r d e l o s R í o s : Santander, B a r c e l o n a , " A r t e s
y L e t r a s " , 1891, apéndices, págs. 892-893. E n él se dice a los vecinos de l a v i -
l l a " n u l l u m habeatis d o m i n u m i n v i l l a , nisi t a n t u m A b b a t e m S a n c t i E m e -
t h e r i " o su v i c a r i o .
102 F l ó r e z ( E . S . , X X V I I , págs. 47-54) c i t a varios documentos desde
fines del siglo X I I que m e n c i o n a n " S a n c t i E m e t h e r i i " refiriéndose a esta
villa.
103 J o r g e B r a u n : Civitates orbis terrarum, i n eas incisae, et descriptione
topográphica, morali et política illustratae, Coloniae, 1572-1618, v o l . II, pág- 9,
m e n c i o n a las puertas de S a n Nicolás, S a n P e d r o , de las A t a r a z a n a s , San F r a n -
cisco, de l a S i e r r a , de S a n t a C l a r a y del A s t i l l e r o .

522
IV, x x i . -u r í a : l a r u t a de l a c o s t a

zaba por el lado oriental a continuación de los muelles, exten-


diéndose algo por el Norte y cerrando por el Oeste poco más
allá de la iglesia p r i n c i p a l .
Sin documentación que precise la fecha de su f á b r i c a , pode-
mos colegir que l a iglesia baja fué edificada en los ú l t i m o s años
del siglo X I I o primeros del X I I I , dada l a f o r m a y disposición
de las bóvedas de sus tres naves, pilares, columnas, y capiteles 104
L l e v a el t í t u l o moderno de iglesia o c a p i l l a del C r i s t o , y en el
altar de los santos E m e t e r i o y Celedonio—cuyas reliquias, con-
sistentes en los cráneos de estos mártires, milagrosamente apa-
recidos en la bahía según la t r a d i c i ó n , poseía aquella iglesia—
sabemos que se decía m i s a c a n t a d a todos los miércoles a p r i n -
cipios del siglo X I V . Que gozaba f a m a de poseer otras reliquias,
se desprende de l a lectura que hizo el P . Sota de cierta inscrip-
ción, en el siglo X V I I I , antes de que desapareciese. E s t a b a
escrita en antiquísima letra, según nos dice, leyéndose en ella:
" m u l t a corpora sanctorum hic sepulta s u n t " 103. E l l o v a de
acuerdo con la n o t i c i a contenida en u n documento de fines del
siglo X I , en el que se menciona el envío de u n L i g n u m Crucis
y el cuerpo de u n Santo a l rey D o n Alfonso V I p o r el a b a d del
monasterio de S a n Emeterio 106. E s t e se hallaría p r ó x i m o a la
iglesia o t a l vez adosado a ella, según referencias del siglo XIV107.
E n c i m a de esta iglesia está la que pasó a ser catedral en el
siglo X V I I I , con obras góticas y posterrores.
Se dice que en el ángulo Sudoeste del claustro hubo u n a
capilla con t í t u l o de S a n c t i Spiritus, de l a que se conserva l a
puerta, ú l t i m o vestigio " d e l hospicio fundado p a r a doce po-
b r e s " por el a b a d D . Ñ u ñ o Pérez de M o n r o y en el siglo X I V .
E s t a i n s t i t u c i ó n , en la que el número simbólico de doce sub-

104 V . L a m p é r e z : H i s t o r i a de la arquitectura cristiana española en l a E d a d


M e d i a , M a d r i d , E s p a s a - C a l p e , 1930, t. I I I , págs. 79-82.
105 C i t . por R . A m a d o r d e l o s R í o s : O p . cit., pág. 340. B r a w n (Civitates
Crbis T e r r a r u m , t. I I , pág. 9) dice que l a iglesia era l l a m a d a por el vulgo
" d e los Cuerpos S a n c t o s " , y recoge l a t r a d i c i ó n de l a a r r i b a d a milagrosa de los
cuerpos de los santos E m e t e r i o y Celedonio desde el D u e r o , por el m a r , a
Santander.
106 F l ó r e z : E . S . , X X V I I , pág. 53.
107 Ibidem, pág. 55, con referencia a l a aceptación de las constituciones
redactadas por el a b a d D . Ñ u ñ o Pérez, en las que se leía que los monjes o
canónigos j u r a r o n por D i o s , S a n t a María y los Mártires, " e n c u y a casa—agre-
gan—vivimos".

523
L A S P E R E G R I 1 N A C I O N E S A S A N T I A G O

siste, recordando el de los apóstoles, lo mismo que en otras


muchas análogas fundadas en el camino de Santiago, sobrevi-
v i ó varios siglos, siendo de lamentar no hayamos podido co-
nocer algunos datos sobre su historia1 ü8. Otro hospital era el de
la cofradía de la M i s e r i c o r d i a , fundado para enfermos pobres
primero con seis y luego con doce camas, ignoramos en qué
fecha. E l obispo D . R a f a e l Menéndez de L u a r c a le sustituyó,
hacia el año 1791, por el gran edificio que h o y vemos en la calle
A l t a . N o es dudoso que en aquel hospicio se h a y a n albergado
peregrinos de los que se a v e n t u r a r o n a hacer el viaje por la
costa.

Además de l a catedral, Santander llegó a contar con otras


cinco iglesias en el siglo X V 1 I 1 : la de la Compañía de Jesús,
la de Santa Lucía, la de l a Consolación y las conventuales de
San Francisco y Santa Clara. De estas dos últimas, la primera
se hallaba extramuros de la ciudad, lo mismo que el convento,,
j u n t o a l a puerta p r i n c i p a l dé San Fernando. L a tradición
recogida por el P . Gonzaga atribuía al propio San Francisco la
f u n d a c i ó n del convento, a su paso en peregrinación a Santiago,
pero no se a p o y a en testimonios ciertos 109. E l de Santa Clara se
hallaba en la parte alta de l a ciudad hacia el N o r t e , j u n t o a la

108 R. A m a d o r d e l o s R í o s ( O p . cit., pág. 357), t o m a n d o l a noticia de


E s c a l a n t e (Costas, pág. 229), escribió, refiriéndose a este h o s p i t a l : " I n t u s ,
i n c i r c u i t u x e n o d o c h i u m habet S. S p i r i t u s , v b i pauperes q u i l i b e t benigne ex-
c e p t i , humanissime pro necessitate, d i l i g e n t i cura t r a c t a n t u r . " O t r a noticia
m a n u s c r i t a del siglo X V I I I nos dice que este hospital estaba " i n t r a c l a u s t r a "
y que lo había f u n d a d o el referido a b a d , agregando: " h o y no tiene este desti-
n o , n i se h a l l a ser más que el hueco y las paredes, aunque aumentado de p i -
lastras para l e v a n t a r edificio que, según tiene acordado el c a b i l d o , ha de ser
p a r a fabricar u n a iglesia que s i r v a de s a g r a r i o " . B i b l i o t e c a M u n i c i p a l de San-
t a n d e r , F r a n c i s c o J a v i e r B u s t a m a n t e , "Descripción general de l a ciudad de
S a n t a n d e r , año 1787, Colee, de documentos p a r a l a h i s t o r i a de l a provincia
de Santander por G . E . F . " , ms., t. I I I , 1867, fols. 37-38. Sobre el hospital de
l a M i s e r i c o r d i a , luego de S a n R a f a e l , v i d . " M e m o r i a r e d a c t a d a p o r el alcalde
cónsul de S a n t a n d e r , en c u m p l i m i e n t o de l a comisión que el señor Gobernador
de l a p r o v i n c i a se h a servido conferirle con fecha 20 de agosto ú l t i m o , sobre
el origen del h o s p i t a l de S a n t a n d e r . A ñ o 1 8 5 3 " . M s . en l a B i b l i o t e c a M u n i c i p a l
de S a n t a n d e r , Colee. L a P e d r a j a .
109 P . G o n z a g a : C e n t u r i a X V I , y A . E s c a l a n t e : Cosías y montañas, pá-
ginas 261-263. E l P . A t a n a s i o López, que h a estudiado el viaje de San F r a n -
cisco en España ( A r c h . Iberoamericano, año I, núms. I, II, 111)5 nada dice
de su paso por l a p r o v i n c i a de S a n t a n d e r . P . F . G o n z a g a e : De origine serapni-
cae religionis, R o m a e , 1587, págs. 1055-1056.

524
I V , X X I . - URI A : I. A RUTA DE LA COSTA

puerta de San Sebastián, y su fundación se ha atribuido al


siglo X I V ll<l.
Dentro y fuera de Santander existían varias ermitas, entre
las que parece haber sido más frecuentada por devotos y ro-
meros la de S a n t a M a r i n a , situada en el islote de Jorganes o
de los Conejos, p r ó x i m a a u n monasterio de Jerónimos que
desde el siglo X V dependió del de C o r v a n 111.

De Santander a Santillana del Mar.

Desde Santander, el camino seguido por los peregrinos iría


en dirección a S a n t i l l a n a , pasando por " l a s t r a s " y por " h u m i -
l l a s " , según el Reportorio más de una vez citado. L a reducción
geográfica del segundo de estos lugares no ofrece dificultades:
se trata del lugar actual de Comillas, y que era frecuentado
este camino, nos lo dice la existencia en Cóbreces—entre Lastras
y Comillas—de u n hospital con t í t u l o del B u e n Subzeso a media-
dos del siglo X V I I I , c u y a fecha de fundación desconocemos.
Sólo consta que se mantenía de la l i m o s n a que diferentes veci-
nos habían dejado para su conservación llí!.
A u n q u e la guía del valenciano J u a n V i l l u g a , tantas veces
citada, no menciona el lugar de S a n t i l l a n a como etapa del c a -
mino de la costa, no podemos dudar que por allí pasase, pues
entre Santander y Comillas el camino no puede ir por otra
parte, y menos el de los peregrinos, y a que el antiguo monas-
terio, secularizado en la primera m i t a d del siglo X I I , poseedor
de numerosos bienes, practicaría con ellos la c a r i d a d en su hos-
pedería.
¿Qué recorrido correspondía al camino que desde Santander
se dirigía a Lastras y Comillas? L o probable es que fuese por
términos de Igollo. Pasaría luego por A r c e , salvando el Pas
por un puente, y después a la V e n t a de P e d r o s a , V a l m o r e d a ,
V e n t a del A c e b o , V e n t a de R u m o r o s o , R a m e r a y Q u e v e d a , sj
110 Se considera fundado en 1323 por D.a María de G u i t a r t e , v i u d a d e
Gonzalo García de Santander, capitán de las naos de A l f o n s o X y de San-
cho I V . L a calle de Santa C l a r a tomó su nombre del c o n v e n t o , l o m i s m o que
una de las dos antiguas puertas de la v i l l a . R. A m a d o r d e l o s R í o s : O p . cit.,
pág. 369.
111 I h i d c m , pág. 392.
112 Catastro de l a p r o v i n c i a de Santander m a n d a d o hacer por el marqués
de la E n s e n a d a en el año 1752. ( A r c h . M u n i c i p a l . )

525
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A g O

querían evitar el paso de l a r í a de Suances en la barea, al Oeste


de B a r r e d a , haciéndolo más a l Sur sobre el B e s a y a . Más al
N o r t e , y pegado a l a costa, no h a y camino, por interponerse
con bastante anchura las rías del P a s y del B e s a y a , solamente
distantes entre sí unos diez kilómetros.
L a v í a más practicable hacia A s t u r i a s era, desde luego, la
que hemos referido, pues aunque existía otra más a l interior
y de trazado casi igual a l a actual carretera, por Puente San M i -
guel, Carranceja, V i r g e n de l a Peña, Cabezón de l a S a l y T r e - *
ceño, para salir a S a n Vicente de l a B a r q u e r a , significaba este
itinerario u n rodeo con recorrido más accidentado. ¿Quién
podría a f i r m a r , sin embargo, que jamás fué transitada por los
peregrinos? E n l a época de decadencia de las peregrinaciones,
los aventureros que deambulaban so capa de romeros reco-
r r í a n a su antojo itinerarios a veces m u y desviados de los nor-
males. Pero no es de nuestra i n c u m b e n c i a seguirles p o r t a n v a -
riados derroteros. N o s interesan únicamente, como hemos d i -
cho, los caminos que fueron real y verdaderamente frecuenta-
dos por los que hacían el viaje santo a Compostela, y no otros.
Desde Queveda, el camino c o n t i n u a b a a S a n t i l l a n a del M a r ,
pasando antes por L a Fuente y V i v e d a , donde h a y u n a iglesia
del siglo X V I I con portada románica c o n s e r v a d a .

Santillana del Mar.

L a v i l l a de Santillana nació alrededor de u n antiguo monas-


terio, en el que se guardaban reliquias de Santa J u l i a n a , y
c u y a fundación se h a querido remontar n a d a menos que a l
siglo V I I I . Q u e d a n noticias de su existencia en el X , y sabemos
que Alfonso V I I fundó l a colegiata, abundantemente d o t a d a
con bienes por otros monarcas castellanos, p o r lo que llegó a
ser rica y poderosa en l a b a j a E d a d M e d i a ll3.
Ejercía su a b a d l a jurisdicción temporal de l a v i l l a por ce-
sión que le hizo Alfonso V I I I , hasta que otro abad pactó en el
siglo X V con el duque del Infantado y marqués de S a n t i l l a n a ,
a quien se l a entregó a cambio de otros bienes " * .
113 Y e r j0g documentos del siglo X en E . J u s u É : L i b r o de l a Regla o C a r -
tulario de l a A n t i g u a A b a d í a de S a n t i l l a n a del M a r , M a d r i d , 1912. Sobre la fun-
dación F l ó k e z , E . S . X V I I , págs. 64-65..
114 F l ó r e z : Ibidem, p á g . 67.

526
I V , X X I . - U RÍA: LA RUTA DE LA COSTA

Es notable l a obra románica de la portada de la iglesia


colegial con sus cinco arquivoltas, y el interior, de planta de
cruz l a t i n a y tres naves, lo mismo que las decoraciones de las
pilastras que sostienen los arcos, con escenas del P u r g a t o r i o ,
del Paraíso y otras. E l claustro, con pilastras y columnas gemi-
nadas y capiteles de profusa y v a r i a d a decoración, es bellí-
simo 115.
E n S a n t i l l a n a hubo más de u n hospital. E s de suponer que
el monasterio, y luego la colegiata, h a y a n tenido su hospedería.
Otro existía dentro de l a v i l l a , llamado de la M i s e r i c o r d i a , p a r a
"ospedar pobres transeúntes habiendo de ser sacerdotes, dán-
doles ospedaje y c a m a " , según cierta referencia del año 1753,
cuya ambigua f o r m a de redacción permite suponer que se dis-
tinguen dos clases de huéspedes, pobres y sacerdotes 116. T a l vez
era distinto este hospital del que mencionan en su capítulo 67
las Ordenanzas de la v i l l a aprobadas veinte años después. E n él
se dice había allí u n hospital " p a r a albergar en él a los pobres
peregrinos y pasajeros", advirtiéndoles que por l a escasez de
recursos sólo les era permitido detenerse en S a n t i l l a n a dos días,
a no ser que el rigor del tiempo les impidiese continuar, o que
se hallasen enfermos, en cuyo caso deberían ser atendidos y
mantenidos con limosnas del vecindario, trasladándoles u n a
vez en condiciones de reanudar su m a r c h a , " a l a v i l l a más i n -
mediata según c o s t u m b r e " 117.
E n el itinerario que v a desde S a n t i l l a n a a San V i c e n t e hállase
el lugar de E l T e j o , donde existía u n a casa de l a O r d e n de San
J u a n , t a l vez en relación con la función hospitalaria que las de
esta clase solían practicar; pero no poseemos sobre ella más dato
que su simple mención. Desde Santillana iba el camino por

115 V i d . L a m p é r e z : H i s t o r i a de l a Arquitectura, M a d r i d , E s p a s a - C a l p e ,
1930, t. II, págs. 63-67.
116 E l Catastro del marqués de l a E n s e n a d a l o c a l i z a este h o s p i t a l descri-
biéndolo así: " T i e n e u n a casa que sirve para hospedarse los clérigos", que
tiene de largo diez y seis v a r a s , de ancho otras diez y seis y de alto ocho, l i n -
dando " a l c i e r z o " c o n casa de l a mesa c a p i t u l a r de l a R e a l C o l e g i a t a , a l " s o -
lano y abrigo con p r a d o de D . B e r n a r d o V e l a r d e , y a l regañón con calle p ú -
b l i c a " . ( A r c h . B i b l i o t e c a M u n i c i p a l de S a n t a n d e r , fol. 89.)
117 Ordenanzas de l a m u y noble, l e a l y a n t i g u a v i l l a de S a n t i l l a n a , cabeza
de la m e r i n d a d de A s t u r i a s de su n o m b r e , aprobadas por los señores del Supre-
mo Consejo de C a s t i l l a en M a d r i d , a 10 de febrero de 1773 (ms.), en l a Colección
L a P e d r a j a , de la B i b l i o t e c a M u n i c i p a l de S a n t a n d e r .

527
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

Oreña y Figuerga a la f é r t i l vega de Comillas; pasaba por V i a -


l l a n , Toñanes, Cóbreces y la V e n t a del Cramalón. E n Comillas
había un hospital para pobres y peregrinos, fundación de los
primeros decenios del siglo X V I , debido a la caridad de u n
p a r t i c u l a r . De él se dice en 1536 que estaba fundado " e n el ca-
mino por donde i b a n los peregrinos a S a n t i a g o " 118, fijándose
con ello, sin lugar a dudas, el itinerario que éstos recorrían.
Veíase todavía en el siglo X V I I I , poco más allá, un antiguo
castillo m u y arruinado"119.

S a n Vicente de l a B a r q u e r a .

Pasaba luego a L a R a b i a , donde había una barca sobre


el río T u r b i o , de la que se podía prescindir vadeándole en la
b a j a mar. Continuando hacia el Oeste, se llega a la margen
oriental del río E s c u d o , cerca de c u y a desembocadura le salva
el llamado puente de M a z a , construcción llevada a cabo por
orden de los Reyes Católicos de 25 de agosto del año 1495 130.
C o n sus t r e i n t a y dos arcos—hoy reducidos a veintiocho—
daba paso a la v i l l a de San V i c e n t e de l a B a r q u e r a , situada al
Oeste de l a ría.
E s t a obra sustituyó al antiguo paso de l a barquería o bar-
q u e r a que dio nombre al pueblo. Sobre l a fundación de esta
barquería poseemos u n documento de interés, encontrado entre

118 A r c h . M u n i c i p a l de C o m i l l a s . C a r t a otorgada en V a l l a d o l i d en 30 de
agosto del año 1536, por l a que el C a r d e n a l D . García de L o a y s a , obispo de S i -
güenza, del Consejo de S S . M M . y C o m i s a r i o G e n e r a l de l a S a n t a C r u z a d a ,
a u t o r i z a a E l v i r a U r u e n a p a r a pedir limosnas para u n h o s p i t a l que había edi-
f i c a d o en l a v i l l a de C o m i l l a s y " e n el camino por donde v a n los peregrinos
a S a n t i a g o , donde los acoge y s u s t e n t a " , a l que el P a p a había concedido las
gracias e indulgencias de que gozaba l a iglesia de S a n J u a n de L e t r á n . Se or-
d e n a en esta carta a los coruisarios, tesoreros y receptores de l a Santa Cru-
z a d a , de los Obispados de O v i e d o , C a l a h o r r a y L a C a l z a d a , que no i m p i d a n
n i embaracen las demandas de limosnas p a r a esta obra pía, bajo pena de ex-
c o m u n i ó n m a y o r , encargando a los curas y clérigos de aquellas diócesis enco-
m i e n d e n a sus feligreses la a y u d a a t a n c a r i t a t i v a obra con sus limosnas.
119 J o v e l l a n o s : D i a r i o s , agosto 1791, pág. 17.
12,1 E s t e puente sufrió varias reedificaciones. V i d . Diligencias acerca de
l a construcción de los puentes de S a n V i c e n t e , Pesués y U n q u e r a , hechas en
1783 en E . L e g u i n a : Apuntes p a r a l a historia de S a n Vicente de l a Barquera,
S a n t a n d e r , 1875, ap. V I , págs. 120-121; R . A m a d o r d e l o s R í o s : España, sus
monumentos... Santander, B a r c e l o n a , 1891, pág. 734.

528
IV, x x i . - u r í a : l a r u t a d é l a c o s t a

los de l a abadía de S a n t i l l a n a . Corresponde a los ú l t i m o s años


del siglo X I I , y en él se a f i r m a que u n presbítero l l a m a d o P e d r o ,
intitulándose prepósito de l a cofradía que i n s t i t u y ó , dice haber
edificado una barquería cum sua ecclesia i n honore Sánete D o m i -
niee ut peregrinis et pauperes v i d u i s , orfanis, opressis, divites et no-
hiles habeant egressum i n ipso f l u m i n e et egressum, ut omnes
confratres et homines peccatores habeant remissionem o m n i u m
peccatorum 121.
N o deja de l l a m a r l a atención que se n o m b r e n peregrinos en
esta escritura, pues, refiriéndose a u n lugar p o r el que luego
sabemos que pasaba u n a de las rutas de C o m p o s t e l a , p u d i e r a
ser interpretada en el sentido de que su tránsito p o r allí y a era
frecuente en t a n lejana fecha. Pero si tenemos en cuenta l a
p r o l i j i d a d con que el amanuense se extendió enumerando las
circunstancias y carácter de aquellos a quienes l a barquería i b a
a beneficiar, no podemos dar m a y o r alcance a esta mención de
los peregrinos que el que tienen en las cláusulas documentales
de los siglos I X y X , al consignar el destino de los bienes dona-
dos a iglesias y-monasterios. E n todo caso, el establecimiento de
la barquería de San V i c e n t e por u n grupo de cerca de t r e i n t a
cofrades, vecinos algunos de ellos de pueblos bien distantes d e l
lugar de la B a r q u e r a , muéstranos u n estado de necesidad, ante-
rior a l a fecha del documento que debió de afectar a los h a b i -
tantes de u n a extensa comarca. ¿Habrá existido alguna hospe-
dería p r ó x i m a a l a ecclesia i n honore Sánete D o m i n i c e ? A u n q u e
no poseemos n o t i c i a alguna en que f u n d a r u n a contestación
a f i r m a t i v a , sí diremos que nos parece complemento obligado
del f i n de aquella i n s t i t u c i ó n .
E l progreso de la modesta v i l l a debió de alcanzar alguna i m -
p o r t a n c i a en el siglo X V , pues en 1468 edificóse allí u n con-
vento de franciscanos—precisamente frente a l extremo occi-
dental del p u e n t e — , que, sin d u d a alguna, h a b r á n ejercitado
su caridad con los peregrinos que pasaban hacia A s t u r i a s . N a d a
nos queda de é l , y en el siglo pasado era y a u n m o n t ó n de
ruinas 122.
San V i c e n t e de la B a r q u e r a aparece mencionado, en el si-
121 E . J u s u e : L i b r o de l a R e g l a o Cartulario de l a a n t i g u a Abadía de S a n -
tiUana del M a r , M a d r i d , 1912, págs. 114-115.
122 Según el P . G o n z a g a ( D e origine seraphicae religionis franciscanae,
1587), fué e d i f i c a d o de l i m o s n a en 1468.

tomo ii.—34. oZy


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

glo X V , como etapa del c a m i n o en el itinerario del obispo de


A r z e n d j a n . E n su b r e v í s i m o relato se l i m i t a a decirnos: " E n
f i n , después de haber c a m i n a d o i r n c h c s días, llegué a la ciudad
grande de P o r t u g a l e t e , donde descansé cuatro días. Salí de allí
solo y f u i a S a n t a n d e r , después a Santillana, y enseguida, a
S a n V i c e n t e de l a B a r q u e r a , a l a orilla del mar, en donde me
t r a t a r o n con m u c h a b e n e v c i e n c i a " 123. Lástima que el intré-
pido prelado se h a y a mostrado t a n excesivamente lacónico, en
lugar de ilustrarnos más largamente sobre las incidencias del
viaje y lugares intermedios del recorrido que refiere. E n todo
caso, este ú l t i m o queda perfectamente asegurado con los datos
que hasta aquí hemos destacado.

E n t r e dos brazos de mar a los que afluyen pequeños riachue-


los, encuéntrase l a v i l l a de S a n V i c e n t e , hoy bien poblada y con
buen caserío en l a p a r t e b a j a . L a antigua población, amura-
l l a d a , se asentaba en la colina donde se hallan l a iglesia pa-
r r o q u i a l y las ruinas d e l castillo. L a colina viene a ser una pe-
queña península de f o r m a o v a l unida al continente por una
lengua de tierra casi perpendicular.
C o m o las demás v i l l a s de la m a r i n a de Castilla, San Vicente
no alcanzó i m p o r t a n c i a hasta los días de Alfonso V I I I , que le
concedió el fuero de S a n Sebastián 124, confirmado por varios

123 Relación de u n viaje por E u r o p a verificado a f i n e s del siglo X V por


M á r t i r , etc., pág. 16,
124 E . d e L e g u i n a : Apuntes p a r a l a H i s t o r i a de S a n Vicente de l a B a r -
quera, M a d r i d , S a n t a n d e r , 1875, págs. 126-130, copia. Fué confirmado por
Sancho I V y por F e l i p e I I , F e l i p e I V , Carlos II y Carlos I V ( I b i d . , págs. 44-45).
E l fuero concedía a los vecinos de S a n V i c e n t e derechos de pesca y el mono-
polio de l a descarga de buques en el espacio de dos leguas hacia Llanos y
otras dos hacia S a n t a n d e r . T u v o el señorío de la v i l l a el infante D o n P e d r o ,
por cesión de su h e r m a n o F e r n a n d o I V ; pero l a cedió a su sobrino D o n A l f o n -
so X I . E n r i q u e I V l a cedió, a su v e z , al marqués de S a n t i l l a n a en 1466 (Ihidem,
págs. 59-64). E l p r i v i l e g i o que les concedía el fuero debió de ser punto de
p a r t i d a de la p r o s p e r i d a d que llegó a alcanzar S a n V i c e n t e , beneficiándose
con i m p o r t a n t e comercio, que se extendía hasta I r l a n d a , según se afirma,
con g r a n provecho. E n el año 1579 cesaron las relaciones con aquella nación
( v i d . Descripción de l a v i l l a de S a n V i c e n t e de l a B a r q u e r a , ms. del A r c h i v o
del marqués de V i l l a t o r r e s , h o y en l a B i b l i o t e c a M u n i c i p a l de Santander,
f o r m a n d o parte de l a Colee, de L a P e d r a j a , t. I I I , año 1867, f o l . 201). L o s fre-
cuentes incendios que s u f r i ó , lo m i s m o que las demás v i l l a s de l a costa santan-
d e r i n a , a r r u i n a r o n su caserío y c o n s u m i e r o n gran parte de l a documentación
de sus archivos.

530
IV, x x i . - u r i a : l a r u t a de l a c o s t a

monarcas. T a m b i é n participó con aquéllas en los triunfos ma-


rítimos de Andalucía.
L a iglesia p a r r o q u i a l , dedicada a Santa María de los A n g e -
les, con aspecto exterior de fortaleza, sufrió diferentes reedifi-
caciones. E s de tres naves, con amplias ojivas del siglo X I I I ,
que mueren en u n crucero del X V , siglo al que t a m b i é n corres-
ponde la capilla mayor. D e l lado de la Epístola h a y u n altar de
San P e d r o , sobre c u y a imagen existe en el retablo otra de San-
tiago peregrino. E ñ la nave lateral del E v a n g e l i o ábrese la ca-
p i l l a de San A n t o n i o , f u n d a d a por el inquisidor Corro en el si-
glo X V I , con sepulcro sobre el que yace su efigie maravillosa-
mente esculpida, al p u n t o de ser considerada como u n a de las
mejores obras de la escultura funeraria española.
L a p r i m i t i v a iglesia, de proporciones más reducidas que
la a c t u a l , fué alargada en el siglo X V I por l a parte del presbi-
terio hasta situarse debajo de la anulada torre m i l i t a r , de la que
conservó el m u r o saliente, al ser convertida en campanario 125.
C i e r t a referencia inédita a f i r m a la existencia en otro tiempo
de doce hospitales en S a n Vicente de la B a r q u e r a , cifra que p a -
rece exagerada, aun contando con que fuesen casi todos propios
de las cofradías gremiales 126.
A l Nordeste de la v i l l a existe todavía, aunque en m u y m a l
estado, buena parte de la antigua ermita de N u e s t r a Señora
de la B a r q u e r a , con vestigios que acreditan su antigüedad gó-
t i c a . Hállase emplazada en la parte b a j a de l a v i l l a a c t u a l , no
lejos de la ría. Sabemos que a ella se hallaba aneja una hospe-
dería " c o n las correspondientes oficinas de salas y d o r m i t o r i o s "
al cuidado de u n ermitaño, y que el santuario era "de la m a y o r
devoción en l a provincia"127. Parece por todo ello haber sido

125 J . F r e s n e d o d e l a C a l z a d a : S a n Vicente de l a Barquera. Apuntes


retrospectivos p a r a su reconstrucción. " A r t e E s p a ñ o l " , año V I I , t. I V , 1918,
pág. 145,
126 Descripción de l a v i l l a de S a n V i c e n t e de l a B a r q u e r a , m s . de l a Colee,
de L a P e d r a j a , t. I I I , f o l . 196. N o coincide esta n o t i c i a c o n l a que consigna
J . F r e s n e d o d e l a C a l z a d a (art. cit., pág. 146), según l a c u a l en u n incendio
ocurrido en el siglo X V I I f u e r o n destruidas 600 casas y " c i n c o de los siete
h o s p i t a l e s " que en l a v i l l a existían. E n t r e los hospitales h a b r í a que contar l a
leprosería de S a n R o q u e , s i t u a d a entre los barrios A c e b o s a y A b a ñ o , y que
y a existía en el siglo X V ( v i d , E . d e L e g u i n a : Apuntes p a r a l a H i s t o r i a de
S a n Vicente de l a Barquera, S a n t a n d e r , 1875, m s . 96-97).
127 Descripción de l a v i l l a de S a n V i c e n t e de l a B a r q u e r a , ms. procedente

531
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

u n a f u n d a c i ó n destinada a los pasajeros que cruzaban la ría. y


si l a advocación no fuese diferente que la de Santo D o m i n e o .
propia de la iglesia fundada a l mismo tiempo que la barquería
por el presbítero Pedro a fines del siglo X I I , creeríamos que
era l a m i s m a .
S i los que atravesaban la ría t o m a r o n tierra en otro tiempo
por esta parte, el recorrido de los peregrinos puede suponerse por
la calle A l t a , a l a que se dirige l a que pasa a l lado de esta
e r m i t a c o n regular pendiente hasta cerca del mismo templo
parroquial.
Subiendo por la calle A l t a , hállase el h o s p i t a l fundado por
el licenciado A n t o n i o del Corro, edificio renacentista de dos
cuerpos, con su puerta p r i n c i p a l apilastrada y rematando en
f r o n t ó n , i g u a l que los tres balcones del piso superior, entre
los que campean dos escudos de armas. U n a inscripción graba-
da en el arquitrabe dice así: Pavperibvs vt svbveniat—Hanc ex
vetvstissima reedificavi domvm—pvlchram sed pvlchriorem qvae-
ramvs. E n el testamento otorgado en 1553 por el l i c s n c i a d o
e inquisidor Corro dispone que h a y a en el h o s p i t a l por él f u n -
dado u n a cama p a r a " q u e se pueda aposentar algún sacerdote
clérigo o religioso que sea peregrino", lo que parece significar
cierta restricción en cuanto a l hospedaje de los que por allí
t r a n s i t a b a n ; pero en el p r i m e r codicilo que luego agregó a su
testamento se extiende a todos ellos, sin distinción a l g u n a , con
estas palabras: " y que en esta casa se acojan peregrinos" 128.
L a i n c r i p c i ó n existente en el hospital de Corro a f i r m a haber
reedificado H a n c ex vetvstissima domvn, como dando a en-
tender que allí existía alguna edificación anterior, acaso des-
t i n a d a a l mismo f i n . N o tenemos datos que acrediten el su-
puesto.
L a escasa documentación, que de este establecimiento he-
mos p o d i d o e x a m i n a r , pertenece a l siglo X V I I I y se halla en
el archivo p a r r o q u i a l . D e ella se deduce su t í t u l o de hospital
de la M i s e r i c o r d i a y l a Concepción, y en las cuentas constan las

del A r c h i v o del marqués de V i l l a t o r r e s , i n c l u i d a en l a Colee, de documentos


p a r a l a H i s t o r i a de l a p r o v i n c i a de S a n t a n d e r , h o y en l a B i b l i o t e c a M u n i c i p a l
de S a n t a n d e r , t. I I I , 1867, págs. 198 y 199.
128 U n e x t r a c t o de este testamento en M . E s c a g e d o y S a l m ó n : S a n V i -
cente de l a Barquera. Notas p a r a su H i s t o r i a , S a n t a n d e r , 1917, pág. 28. Nosotros
u t i l i z a m o s l a c o p i a existente en el A r c h . M u n i c i p a l de S a n t a n d e r , sig. 7.5.19.

532
I V , X X I . - U RÍA: LA RUTA DE LA COSTA

limosnas dadas a diferentes sacerdotes, unas veces calificados


como peregrinos y otras como pasajeros129.
E l recorrido que los peregrinos hacían p a r a entrar y salir
de la v i l l a en l a época barroca seguía l a calle d e n o m i n a d a de
la B a r r e d a , pendiente y empedrada, y poco antes de que t e r m i -
nase ésta, p a s a b a por debajo de u n arco a p u n t a d o , aún en pie,
en el que se abría u n a de las puertas; enfrente, y a l f i n a l de l a
calle, levantábase la casa-hospital fundada por el i n q u i s i d o r
Corro, y a descrita. A l l í e m p a l m a b a con l a calle A l t a , perpendi-
cular a l a de B a r r e d a , por l a que c o n t i n u a b a , pasando frente a l
hospital de Corro, delante de u n a sólida torre m i l i t a r de vas-
tas dimensiones, cuyas ruinas son visibles, a m a n o derecha.
E n seguida y a l a i z q u i e r d a hállase u n a vieja casa solariega de
Corro, en ruinas; pero conserva l a fachada de sillería con puerta
de ingreso de medio p u n t o y amplias dovelas, tres ventanas y
u n escudo heráldico con las armas de f a m i l i a .
A pocos metros ábrese la puerta N o r t e de l a p a r r o q u i a l , por
donde ingresaban los peregrinos, saliendo, después de practica-
das sus devociones, por l a del lado opuesto, de arco en o j i v a ,
descendiendo por unos escalones y a fuera d e l t e m p l o . A n t e s
de bajar los ú l t i m o s y a mano i z q u i e r d a , hay e m p o t r a d a , en el
muro saliente de la iglesia, u n a piedra con l a cruz de Santiago
en relieve, que, según tradición l o c a l , besaban los peregrinos
antes de abandonar l a v i l l a . E s posible que l a costumbre se
h a y a establecido en época tardía (siglo X V I I I ) , y que la p i e d r a
e m p o t r a d a en el muro a que nos referimos h a y a pertenecido a
u n sepulcro de algún caballero de Santiago, siendo luego apro-
vechada con aquel f i n .
E l camino de San V i c e n t e de l a B a r q u e r a h a c i a las A s t u r i a s
de Oviedo se ve forzado a derivar hacia l a c o s t a , porque las
montañas del interior, con sus estribaciones accidentadas le
obligan a ello. Continuaba por Santa C a t a l i n a , a B u s t i o y a
129 E n el L i b r o de cuentas del h o s p i t a l , desde 14 de j u l i o de 1757 a l m i s m o
día del mes del año 1760, f i g u r a n " d o z e reales dados a q u a t r o sacerdotes
peregrinos" (fol. 113 v.). E n las del año 1763: " q u a r e n t a y nuebe reales que
se dieron de l i m o s n a a ocho sazerdotes transitantes pobres y parte de ellos
celebraron missa p o r el F u n d a d o r " (fol. 133 v.). E n las de 1773: " c u a t r o rea-
les que se dieron a u n sacerdote peregrino por c a m a , cena y desaiuno y dos
por l a m i s a que o f i c i o en l a c a p i l l a " (fol. 167). E n p a r t i d a s de defunción d e l
A r c h . p a r r o q u i a l hemos v i s t o algunas de pobres extranjeros fallecidos en el
h o s p i t a l , que debemos suponer serían peregrinos.

533
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

U n q u e r a , donde hoy se halla la divisoria p r o v i n c i a l , en el


puente moderno sobre el río D e v a . N o lejos del puente ábrese
la ría de T i n a m a y o r . Pero entre San Vieente y U n q u e r a había
que atravesar el N a n s a , lo que se hacía, en el siglo X V I I I , por
u n puente al que se llegaba después de subir u n a pésima cues-
ta 1¿0. E n t r e U n q u e r a y Colombres, la calzada era m a l a , p a -
sando a L a F r a n c a con u n ascenso hasta Santiuste, tan incó-
modo, que sólo era transitable a pie l81.
De Colombres a Llanes el camino era algo mejor, pues,
aparte de las depresiones por donde corren los riachuelos que
v a n a desembocar en las rías de Santiuste y P u r ó n , no hay acci-
dentes importantes. E l cronista flamenco L a u r e n t V i t a l , que
recorrió con el emperador Carlos V este trayecto en el año 1517,
reconoce que era algo más f á c i l de transitar 132.
E n l a pequeña ría de Santiuste desemboca el río Cabra, al
Oeste del cual quedan en el camino B u e l n a y Pendueles.
Desde Pendueles el trayecto v a por V i d i a g o y Puertas, con-
tinuando por San Roque del A c e b a l , con ermita dedicada a i
Santo, y a m u y cerca de L l a n e s .

Llanes.

E x t r a m u r o s de esta i m p o r t a n t e v i l l a edificó u n hospital,


para albergar en él peregrinos nacionales y extranjeros que tran-
sitaban p a i a Santiago de Compostela, el presbítero J u a n Pérez
de Cué el año 1330, según referencia dada por C. M . V i g i l , cuya
escrupulosidad diplomática hace creer que las palabras subra-
yadas constaban, en una o en otra forma, en la escritura o
extracto que él pudo ver, con más fortuna que nosotros 133. De
toda l a r u t a de l a costa cantábrica oriental, es ésta l a primera

130 D i a r i o s de J o v e l l a n o s , agosto de 1791, edic. A d e l l a c , M a r d r i d , 1915.


pág. 16.
131 Ihidem.
132 M . G a c h a r d : Collections de Voyages des Souverains des P a y s - B a s ,
t. I, B r u x e l l e s , 1876, pág. 111.
133 C i r í a c o M i g u e l V i g i l : A s t u r i a s M o n u m e n t a l , E p i g r á f i c a y Diplomá-
tica, O v i e d o , 1887, pág. 423. Y allí hace u n breve i n v e n t a r i o de otras escritu-
ras medievales referentes a bienes del h o s p i t a l . L a r e n t a a que nos referimos
en el t e x t o se consigna en los papeles de Martínez M a r i n a en el A r c h . de la R e a l
104
A c a d e m i a de la H i s t o r i a correspondiente a " L l a n e s " , sig. ..- ye "7 '

534
IV, x x i . - u r i a : l a r u t a de l a c o s t a

hospedería medieval de euya fecha de f u n d a c i ó n poseemos


noticia concreta; pero necesariamente h a b r á n existido otras
por Santander y V a s c o n i a edificadas en fecha más o menos
p r ó x i m a a la del hospital de L l a n e s .
A l tránsito de los peregrinos p o r esta v i l l a se refiere el Fuero
que le otorgó Alfonso I X de León en e l año 1206 con estas p a -
labras: " q u e los que andan caminos en pelligrinos pasen en p a z " ,
eximiéndoles de tributos en otro lugar del m i s m o 134.
Cabe, sin embargo, cierta d u d a sobre l a o p o r t u n i d a d de esta
disposición aplicada a L l a n e s , pues el F u e r o a que a l u d i m o s es,
como se sabe, e l mismo de B e n a v e n t e , y p u d i e r a ocurrir q u e ,
al trasladar a Llanes todas las disposiciones contenidas en
aquél, se copiasen las relativas a los peregrinos que acaso t r a n s i -
taban en el siglo X I I I por la v i l l a z a m o r a n a en m a y o r número
que por l a vía de l a costa; pero esta sugerencia no está c o m p r o -
bada, debiendo de acogerse entre tanto las referidas disposicio-
nes con l a debida reserva. D e l siglo X V I poseemos, en c a m b i o ,
noticias más concretas, pues constan en las cuentas del m u n i -
cipio algunas limosnas dadas a los romeros a su paso por aquel
lugar, y del X V I I I conocemos hasta l a p a r t i d a de defunción de
u n peregrino francés muerto e n el h o s p i t a l . C o m o otras m u -
chas, llegó a e x t r e m a d a decadencia aquella benéfica i n s t i t u -
ción, que sólo tenía a fines del siglo X V I I I "sesenta y tres ze-
lemines y quatro maquilas de p a n de r e n t a " 135.
Situada en l a m a r g e n occidental de u n a pequeña r í a , asen-
taba en u n a c o l i n a sobre l a que el vecindario construyó a fines
del siglo X I V l a iglesia p a r r o q u i a l , e n s u s t i t u c i ó n de l a a n t i -
gua de l a M a g d a l e n a , c o n v e r t i d a desde entonces en c a p i l l a .
Es amplio este templo, y de tres naves, pero de u n gótico dege-
nerado que ofrece escaso interés, siendo l o más notable el r e t a -
blo 13S. C o n e l t i e m p o , l a urbanización rebasó los muros de l a
v i l l a hasta extenderse en l a f o r m a a c t u a l .

134 L a mejor edición, la de Bonilla San Martín, Madrid, 1918, que repro-
duce la versión inserta en la confirmación de los Reyes Católicos, fechada en
Valladolid a 8 de octubre de 1481. L a exención a que nos referimos en el
texto dice: " E l que fuire en rromeria, ese año non peche fonsadera" (edic. Bo-
nilla, pág. 29).
135 Papeles de Martínez Marina en la Acad. de la Historia, loe. cit.
136 J . Fernández Menéndez: Monografía de Arte e Historia. Sta. María
de Llanes (s. X I I I ) , ed. Gráfica. Oviedo. 1925.

535
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

H a s t a la depresión del Sella, el camino v a cerca de la costa


sobre una l l a n u r a con leves ondulaciones, que se extiende entre
la sierra de Cuera y el mar. Pasa por Póo, y por las inmedia-
ciones del monasterio de S a n J u a n de Celorio, fundado por los
benedictinos en el año 1017, alcanzando larga y próspera v i d a
hasta la desamortización. Renovados la iglesia y el claustro
sólo se salvaron de l a obra antigua l a torre y u n arco romá-
nico sencillamente decorado 137.
Desde Celorio continúa a P o s a d a , San A n t o l í n de Bedón
—con interesante templo monástico de fines del siglo X I I — .
N a v e s , O n t o r i a , N u e v a — d o n d e había hospital 138—y Pría,
coincidiendo l a p r i m e r a parte de este trayecto con el trazado
de l a carretera a c t u a l en muchos puntos. B a j a b a luego desde
Pría a l a v i l l a de R i b a d e s e l l a , que se asentaba en la mar-
gen oriental de l a ría, antes que l a colonia de veraneantes
extendiese l a urbanización del lado Oeste en l a forma que hoy
vemos. Pero además del descenso que acabamos de referir
había otro por las inmediaciones de Collera con trazado en
zigzag, como el que b a j a de Pría, y más a l Sur.
E n Ribadesella se ofrecen dos itinerarios: uno por la mar-
gen derecha del río, internándose en el valle por Margolles y
T r i o n g o , p a r a salir a A r r i o n d a s , y el otro más p r ó x i m o a la
costa hacia C a r a v i a .

Itinerario por Arriondas.

Desde A r r i o n d a s el camino continuaba por el valle del río


P i l o n a al lugar de V i l l a m a y o r , unos cinco kilómetros distante
de la v i l l a de Infiesto. A l l í existía u n monasterio de benedicti-
nas c u y a iglesia parece edificada en el siglo X I I . Sólo conserva
las paredes de su única nave y la capilla m a y o r con bóveda de
medio cañón y ábside semicircular con impostas bellamente de-
coradas y canecillos que corren por todo el exterior. E l ábside
recibe l a luz por u n ajimez de arco de medio p u n t o . D e l lado
de la Epístola se h a l l a u n a p u e r t a con arco t a m b i é n de medio
punto y decorada lo mismo que o t r a — h o y t a p i a d a — , que
se abría del lado del E v a n g e l i o . E s notable la decoración del

137 C. M . V i g i l : A s t u r i a s M o n u m e n t a l , pág. 425.


138 I n v e n t a r i o de obras pías que citamos varias veces en los caminos de
A s t u r i a s . M s . perteneciente a l a colección de D . F e r m í n Canella y Secades.

536
I V , X X I . - U R Í A : L A R U T A D E L A C O S T A

ábside por su interior, con una arquería m u r a l m u y bien c o n -


servada, lo mismo que los capiteles del amplio arco t o r a l X30.
Más al Oeste, y continuando a lo largo del v a l l e por e l Sur
del río, hállase l a v i l l a de Infiesto.

L a cofradía de l a V i r g e n de l a C u e v a .

E n 15 de enero del año 1564 expidió el papa Pío I V en R o m a


u n B r e v e dirigido al obispo de O v i e d o , en el que decía que
Fernando Peláez de V i l l a n u e v a le había manifestado que en el
espacio que mediaba entre la v i l l a de Llanes y l a de A v i l e s
(puertos de mar que se h a l l a b a n frente a los reinos de F r a n c i a
e Inglaterra, que a veces se proveían en estas costas de mante-
nimientos y otras cosas), estaban expuestos los caminantes a los
agravios de ladrones, siendo muchas veces robados y despojados^
y algunas muertos, por salteadores de caminos; y no habiendo
en aquella p r o v i n c i a u n a m i l i c i a que los castigase, era necesario
u n hospital en el que los peregrinos y otros pobres se hospedasen
y curasen, por todo lo cual estaba dispuesto a edificarlo en l a
v i l l a de I n f i e s t o — p r e v i a autorización p o n t i f i c i a — , levantando
además varios altares en el trayecto de u n a m i l l a desde Infiesto
a l a cueva de V i l l a n u e v a , en l a que t a m b i é n p e n s a b a l e v a n t a r
una capilla. P r o y e c t a b a i n s t i t u i r al mismo t i e m p o una cofra-
día de naturales de aquellas montañas bajo l a advocación de
la Concepción de la V i r g e n . L o s cofrades debían defender e l
distrito que había entre las v i l l a s de Llanes y A v i l e s , desde
las montañas de León hasta el m a r , en diez leguas de contor-
no, de cualesquiera infieles, ladrones o malhechores, que h u -
biesen agraviado a los naturales y extranjeros en sus personas
y bienes, haciéndolos prender en caso necesario y entregándo-
los a l a justicia secular. E l Pontífice concede l i b e r t a d a F e r n a n -
do Peláez para establecer las condiciones de l a f u n d a c i ó n a las
que se refiere largamente en el B r e v e 140.
T a l vez debamos pensar que la exposición de m o t i v o s h e c h a
por Fernando Peláez al P a p a solicitando autorización p a r a
esta obra pía, rebosa hipérbole, pues desconocemos que ingle-

i.ís V i g i l : O p . cit., pág. 466-467.


140 Se conserva en el a r c h i v o p a r r o q u i a l de l a v i l l a de I n f i e s t o u n t r a s l a d o
autorizado de d i c h o breve, c o n l a c o n f i r m a c i ó n , al f i n a l , d e l sucesor de Pío I V ,
fechada en el V a t i c a n o en 5 de m a y o de 1566.

537
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G 0

ses y franceses h a y a n llevado a cabo los desmanes que se les


a t r i b u y e , aunque existen Reales órdenes próximas a l año 1564
con previsoras medidas ante la p o s i b i l i d a d de desembarcos de
navios franceses que cruzaban aquellas costas 141,
E l hospital que en Infiesto proyectaba F e r n a n d o Peláez
fué edificado por Pedro García, abad de Bierces, cura de S a n
J u a n de B e r b i o , en la cueva de V i l l a n u e v a , y de él hizo donación
en 1577 a la capilla de la Concepción, levantada por u n hijo de
F e r n a n d o Peláez dentro de l a m i s m a cueva 142.
E n Infiesto se atravesaba u n viejo puente de dos arcos que
aún existe, salvando el río P i l o n a , para continuar por su mar-
141 E n R e a l Cédula de 1 de m a r z o del año 1558 se dispone que el alcalde
m a y o r del p a r t i d o de L l a n e s visite aquel concejo y los de C o l u n g a y R i b a -
desella p r o v e y e n d o a su defensa, en previsión de u n desembarco de los n a -
vios franceses que c r u z a b a n por l a costa. M . V i g i l : A s t u r i a s Monumental,
p á g . 428, dice se h a l l a b a esta R e a l Cédula en poder de D . José Parres y Sobri-
n o , v e c i n o de L l a n e s . E l m i s m o a u t o r e x t r a c t a otra de 9 de m a r z o de 1557,
d i r i g i d a a los concejos del m a r situados entre el de Gozón y L l a n e s , anunciando
l a r u p t u r a de treguas por el r e y de F r a n c i a y disponiendo pregonar l a continua-
ción de l a guerra, el cese del comercio con el vecino reino, y que se proceda
a l secuestro y embargo de los bienes y navios franceses que se hallasen en el
P r i n c i p a d o , f o r t i f i c a n d o los puertos de los concejos que m e n c i o n a , armando
los navios mercantes en p u n t o de guerra, con otras disposiciones relativas a
l a g u a r d a y defensa de l a costa ( I b i d . , pág. 243, dice se h a l l a b a en poder de
D . R r a u l i o V i g ó n , vecino de Colunga). L a s o l i c i t u d de F e r n a n d o de V i l l a n u e v a
debió de ser anterior al año 1566, reflejando u n estado de cosas que y a había
pasado.
142 C. M . V i g i l : A s t u r i a s M o n u m e n t a l , pág. 466. E l B r e v e de Pío I V
dice que h a de ser a d m i n i s t r a d o r d e l h o s p i t a l el h i j o del f u n d a d o r , Pedro P e -
láez, de l a O r d e n de S a n F r a n c i s c o , autorizado por l a S a n t a Sede para v i v i r
fuera del c o n v e n t o . Sobre l a i m a g e n de l a V i r g e n de l a C u e v a de Infiesto
h a y u n a l e y e n d a según l a c u a l se apareció l a V i r g e n a u n caballero de l a co-
m a r c a , a d v i r t i é n d o l e deseaba recibiese culto u n a i m a g e n s u y a que ella misma
había dado a cierto e r m i t a ñ o que por allí v i v í a . E l caballero encontró en la
c u e v a i m a g e n y e r m i t a ñ o , en el que reconoció a u n antiguo compañero de ar-
mas en campañas c o n t r a los moros. E r a u n caballero portugués que luchó
bajo l a b a n d e r a de C a s t i l l a , al lado de u n señor c u y a h i j a era p r o m e t i d a suya.
C u a n d o cesó l a campaña y v o l v i e r o n ambos a l castillo que en Z a m o r a tenía el
f u t u r o suegro, e x p i r a b a l a p r o m e t i d a . E l portugués marchó sin despedirse,
desolado, y tras andar m u c h o t i e m p o , v i n o a parar a aquella c u e v a , donde
t u v o l a m i s m a d i v i n a aparición que su compañero de armas. Llegó éste a la
c u e v a cuando el e r m i t a ñ o estaba a p u n t o de m o r i r , quedando l a imagen de
l a V i r g e n a b a n d o n a d a . M u e r t o el e r m i t a ñ o , su compañero continuó l a propa-
gación de su devoción y culto. R o g e l i o J o v e y B r a v o : A s t u r i a s , obra diri-
gida por O. B e l l m u n t y F . C a n e l l a , O v i e d o , 1895, t. I, págs. 366-369.

538
IV, x x i . - u r í a : l a r u t a de l a c o s t a

gen izquierda a S a n Bartolomé de N a v a , donde había u n con-


vento o priorato dé benedictinas, del que quedó l a iglesia con
una sola nave, ábside semicircular más bajo, decorado al exterior
con canecillos, lo mismo que el cuerpo de la n a v e . L a portada
constaba de dos arquivoltas de medio punto lisas, apoyadas en
dos pares de columnas con capiteles decorados con pajarillos
entrelazados con cuadrúpedos 143. T o d o fué totalmente destruí-
do durante la reciente guerra c i v i l . D e N a v a , el camino conti-
n u a b a a l a P o l a de Siero, uniéndose poco antes de llegar a esta
v i l l a con el que venía de R i b a d e s e l l a p o r V e g a de P o j a .

De Ribadesella a Pola de Siero.

A l paisaje dominante en la costa desolada que caracteriza


el trayecto entre U n q u e r a y R i b a d e s e l l a , sucede desde la depre-
sión de R i b a d e s e l l a otro más accidentado, y de vez en cuando
se asoma el camino a l a orilla del Cantábrico, cuyos sordos r u -
mores a n i m a n en ocasiones l a soledad de aquellos parajes.
P a s a b a por Leces y T o r r e , pero t a m b i é n se podía i r por L a m a
y V e g a , a Santiago de C a r a v i a , donde hubo u n monasterio que
fué donado a l a iglesia de O v i e d o , en el año 1176, por F e r -
nando II 144.
U n a v i e j a n o t i c i a m a n u s c r i t a de fines del siglo X V I I I nos
dice, refiriéndose al riachuelo que allí desagua en el mar,
que lo hace " e n el sitio que l l a m a n de los romeros, y por eso
a este riachuelo l l a m a n el río de los r o m e r o s " , agregando que
" s u desagüe está poco más de quinientos pasos del sitio donde
estaba l a a n t i g u a Y g l e s i a o Monasterio de C a r a v i a " , y que
" q u a s i llega el agua del m a r donde h a i el vestigio o M i n a sub-
terránea donde dicen hubo v n a Ospederia de T e m p l a r i o s " ,
finalizando el curioso autor de l a noticia sus observaciones con
estas palabras: "no he visto instrumento que lo acredite"145.
Los nombres del término y río de los R o m e r o s , conservados
hasta nuestros días, podrían ser interpretados p o r los a f i c i o n a -
dos a las etimologías en relación con las peregrinaciones como
significando el paso de los peregrinos por aquel l u g a r . P e r o , sin

143 V i g i l : Asturias Monumental, pág. 447.


144 E . S., X X X V I I I , pág. 164, y C. M. V i g i l : Op. cit., pág. 92.
145 Papeles de Martínez Marina en la Real Acad. de la Historia. También
A. del L l a n o : E l libro de Caravia. Oviedo. 1919, pág. 92.

539
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

rechazar de una manera absoluta semejante interpretaeión


bueno será advertir que, aparte de los que iban a Santiago
hubo en todos los tiempos romeros a diferentes santuarios
que pudieron dejar su nombre en muchos lugares.
D e Santiago de C a r a v i a , el camino continuaba a Santiago
de Goviendes, c u y a iglesia sabemos fué donada por Ordoño II
a l a iglesia de Oviedo el año 921 146.
Así como desde S a n t i l l a n a a Santiago de Goviendes encon-
tramos escasas memorias de templos y monasterios de la alta
E d a d M e d i a , desde el ú l t i m o de estos lugares a Oviedo son
aquéllas más frecuentes, sin duda porque en el espacio que se
interpone entre el mencionado lugar y la c i u d a d , existía una po-
blación más densa y a en aquella época; y a l a m a y o r fertilidad
de la tierra debemos agregar como causa de dicha densidad la
acción restauradora de los monarcas ovetenses, que se extendía
hasta aquí con cierta p u j a n z a y a antes del siglo X I .
E n la m i s m a C a r a v i a existía una ermita dedicada a San L o -
renzo, y en ella u n a lápida con inscripción fechada en elaño 1146
indicando la existencia de reliquias de la V i r g e n , San V i c e n t e y
aliae multae, aunque ignoramos si a la e r m i t a — o b r a del s i -
glo X V I I I — t r a j e r o n la inscripción de otra parte147. Desde
Santiago de Goviendes continuaba el camino, bien a Colunga,
Sales, L u é , la V e n t a del P o b r e — a d o n d e salía t a m b i é n otro ca-
mino procedente de L a s t r e s — y , recorriendo u n a pequeña me-
seta del tipo de las llamadas rasas en el país, descendía a V i l l a -
viciosa.

Colunga.

E n Colunga había u n h o s p i t a l que recogía pobres y peregri-


nos sin más renta que el subsidio con que le atendía el M u n i c i -
pio 148, y en Lastres—más fuera de mano en el itinerario—^ha-

146 A r c h . de l a C a t e d r a l de O v i e d o . L i b r o Gótico, f o l . 26 v .
*147 E . S.', X X X V I I I , pág. 146, y C. M . V i g i l : O p . cit., pág. 325.
148 E n t r e los- papeles de Martínez M a r i n a correspondientes a Colunga se
lee: " H a y u n a casa que sirve de albergue a los pobres peregrinos y demás m e n -
digos que t r a n s i t a n por d i c h a población, donde no reciben más caridad que
u n albergue, a causa de no tener r e n t a alguna m á s que u n subsidio que c o n -
t r i b u y e l a J u s t i c i a y R e g i m i e n t o de d i c h a v i l l a para este f i n , del caudal del
104
a r b i t r i o " . R e a l A c a d . de l a H i s t . — 1Q ^~'

540
I V , X X I , - U RÍA: LA RUTA DE LA COSTA

bía otro que sostenía la c a r i d a d de u n p a r t i c u l a r a fines del


siglo X V I I I 14i), Además del camino que i b a por l a V e n t a del
P o b r e , existía otro algo más al S u r , pasando por Pernús, Pries-
ca y M i r a v a l l e s , que descendía por Fuentes a V i l l a v i c i o s a . L a
mención de la v i l l a de Pernús en documento del año 1090 160, la
existencia en el siglo X de la iglesia de P r i e s c a , a ú n hoy bastante
bien conservada, y la situación de la de San S a l v a d o r de Fuentes,
con inscripción del año 1023, ordenando la d i s t r i b u c i ó n de l i -
mosna a los pobres, acredita la m a y o r antigüedad de este i t i -
nerario, pero ello no asegura que fuese preferido; y aun hemos
de hacer notar que en el otro, entre los lugares de T o r n ó n
y C a r d a , se encuentra una fuente l l a m a d a de los Peregrinos.
que t a l vez alude a los que por aquí pasaban h a c i a Santiago,
lo mismo que en C a r a v i a el río de los R o m e r o s , aunque l a
m i s m a reserva que hicimos al mencionar éste debemos tenerla
ahora presente 151.

Villaviciosa.
L a antigua P u e b l a de M a l i a y o , V i l l a v i c i o s a , se asienta en
l a gran depresión del riachuelo de L i n a r e s , a l E s t e de l a larga
y estrecha ría que a l i m e n t a n éste y otros afluentes de escaso
c a u d a l . D a t a su fundación con el nombre de P u e b l a de M a -
l i a y o del año 1270, en que el gran repoblador Alfonso X le
otorgó C a r t a p u e b l a con l a concesión de los realengos y el
fuero de Benavente 152. S u templo p r i n c i p a l l l e v a el t í t u l o de
Santa María, conservando t o d a su p r i m i t i v a fábrica con l a
bella p o r t a d a o j i v a l en cuyo vértice contemplamos como sus-
pendida la imagen de N u e s t r a Señora con el N i ñ o en brazos.
Existía frente a ella u n h o s p i t a l con l a advocación de Sancti
S p i r i t u s , en el que se acogían pobres y peregrinos, según i n -

148 " H a i vna casa nombrada Hospital propiedad de D. Bernardo del Cas-
tillo, quien, por debocion y a sus expensas, mantiene siete camas para los
pobres que transitan, y vna muger para la asistencia sin mas renta que la De-
voción de dicho Castillo." Ibidem.
150 Arch. Cat. de Oviedo. Libro Gótico o de los Testamentos, fol. 108 v.
161 V i d . en el presente estudio, vol I, pág. 287.
152 C. M. V i g i l : Op. cií., pág. 606, y M. S a n g r a d o r y V í t o r e s : Historia
de la administración de la justicia en el Principado de Asturias, Oviedo, 1866,
pág. 401, copia; R i s c o : E . S., X X X V I I I , pág. 199; extracto.

541
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

forme manuscrito de fines del siglo X V I I I , a los que se aten-


día con seis camas lr,3. U n a noticia algo posterior agrega que
"como no puede verificarse el f i n de su fundación, se destina
para pobres enfermos de l a v i l l a o de sus inmediaciones en
donde tienen una decente cama y se les cura y mantiene a ex-
pensas de la c a r i d a d " 164. D . Francisco de P a u l a Caveda—padre
del ilustre historiador de nuestra a r q u i t e c t u r a — , que es quien
escribió estas palabras, agrega que si no es del tiempo en que
se fundó la v i l l a , en el que las peregrinaciones de los extrange-
ros eran bastante frecuentes, habrá sido fundado en el siglo X V ,
" e n que estas peregrinaciones eran mucho más comunes y en
que, por lo mismo, se hicieron fundaciones en todos los pueblos
de la costa"155. Como se v e , el propio Caveda tenía conciencia
de que la peregrinación por la r u t a de l a costa era u n hecho
tardío.

Itinerario por Gijón.

L o s peregrinos se dirigían a Oviedo remontando hacia el


Sur, por el v a l l e de L i n a r e s , hacia Camoca y Valdediós. Pero
en l a época de l a decadencia, en que a b u n d a b a n los romeros
vagabundos, muchos i r í a n hacia G i j ó n alargando el recorrido de
su romería a cuenta de mejor provisión de limosnas y nuevos
hospedajes. Dirigíanse entonces por San J u s t o a la v e n t a de las
Ranas y Castiello, pasando antes el río España p o r u n puente
de piedra que destruyó u n a avenida en 4 de mayo del año 1617.
Este itinerario a G i j ó n era denominado en aquella época C a -
mino R e a l y t a m b i é n camino público de l a costa desde S a n Se-
bastián a B a y o n a de G a l i c i a , según consta en u n acuerdo m u n i -
c i p a l del A y u n t a m i e n t o d^ V i l l a v i c i o s a tomado el 14 del mismo
mes y año sobre los arbitrios a imponer p a r a la reconstrucción.
D e Castiello continuaba el camino por Quintueles, o bien por
Cabueñes, para llegar a G i j ó n después de unos ocho kilómetros

153 Consta en los papeles relativos al Concejo de V i l l a v i c i o s a reunidos por


Martínez M a r i n a p a r a redactar u n D i c c i o n a r i o Geográfico-histórico de A s t u -
104
rias, h o y en l a R e a l A c a d . de l a H i s t . , sig. '
154 H i s t o r i a de V i l l a v i c i o s a , m s . en la B i b l i o t e c a del I n s t i t u t o de J o v e l l a -
nos de Gijón, fol. 96.
155 Ibidem.

542
I V , X X I . - U R Í A : L A R U T A D E L A C O S T A

de recorrido desde Castiello, o algo más, según se prefiriese uno


u otro itinerario ir',i.

Valdediós.
L o general era, sin embargo, continuar desde V ü l a v i c i o s a
a Valdediós, donde los cistercienses del monasterio allí fundado
en el año 1200 157 atenderían a los peregrinos con refección o
limosna. A pocos metros de su t e m p l o , dedicado a S a n t a María^
buen ejemplar monasterial del estilo de los de aquella O r d e n , *
levántase la minúscula iglesia mozárabe de S a n S a l v a d o r , bien
conocida por los arqueólogos y los turistas. C o n t i n u a b a el c a -
mino por S a n P e d r o , subiendo u n a b u e n a pendiente h a s t a e l
alto de A r b a z a l , especie de pequeño puerto de m o n t a ñ a desde
el que se d i v i s a el valle de Sariego, y descendiendo en f o r m a
análoga al ascenso, es decir, serpenteando en l a ladera de l a
m o n t a ñ a , torcía hacia el Oeste, pasando por las inmediaciones
de la iglesia de N a r z a n a , bello modelo de románico avanzado^
que se a t r i b u y ó no sabemos con qué fundamento a los t e m p l a -
rios, a los que t a n a f i c i o n a d a se m o s t r ó siempre l a t r a d i c i ó n
p o p u l a r 158.
E n lugar de continuar a Sariego y a l alto de l a Secada, como
lo hace la carretera, el camino antiguo i b a p o r S a n M a r t í n de
Vega de P o j a , c u y a iglesia p a r r o q u i a l presenta restos r o m á n i -
cos t a m b i é n a v a n z a d o s , según nos muestran su p o r t a d a y arco
t o r a l , que es lo único que de aquella época se conserva.

P o l a de Siero.

A unos cuatro kilómetros hállase l a P o l a de Siero, c a p i t a l


concejo de Siero, a l a que dio origen la urbanización que se
156 E . R e n d u e l e s L l a t v o s ( H i s t o r i a de l a v i l l a de G i j ó n , G i j o n , 1867,
pág. 259) dice existía en G i j ó n u n h o s p i t a l que en el siglo X V I I cambió su n o m -
bre de h o s p i t a l de peregrinos p o r el de R e m e d i o s .
157 F r a y J u s t o P é r e z d e U r b e l ( L o s monjes españoles en la E d a d M e -
d i a , t. I I , pág. 499) pone l a fecha de f u n d a c i ó n en el año 1198.
1I58 Q u a d r a b o (Recuerdos y bellezas de E s p a ñ a : A s t u r i a s y León, edic. B a r -
celona, 1885, p á g . 277) se l i m i t a a recoger l a t r a d i c i ó n . Desconocemos que los
templarios h a y a n t e n i d o bienes en A s t u r i a s , y aunque ranchos de los que
poseían en diferentes lugares de l a Península p a s a r o n después de su e x t i n c i ó n
a l a O r d e n de S a n J u a n de Jerusalén, t a m p o c o f i g u r a N a r z a n a , que sepamos,
entre los lugares en que tenía posesiones esta ú l t i m a .

543
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

fué extendiendo alrededor de u n hospital fundado sobre el ca-


mino que conducía a O v i e d o , en 28 de febrero del año 1141.
Conocemos los términos de l a donación que de éste hizo María
Ordóñez al monasterio de S a n Vicente de O v i e d o , expresando
en ella que con sus propias manos lo había construido desde
los cimientos, y que se h a l l a b a situado en el Valle de Siero y
en el lugar vulgarmente l l a m a d o Río Seco, adquirido por com-
pra y por ella poblado con l a ayuda de D i o s . L a s heredades que
dona se h a l l a n comprendidas en u n amplio perímetro cuyo des-
linde especifica l a escritura, y aunque no son identificables
todos los lugares que en ella se enumeran, bastan los del río
N o r a y F o r f o n t í a , y l a agregación de l a heredad de V e g a de
P o j a , para j u z g a r que los términos donados eran extensos. L a
donación se hace con l a reserva condicional de que todo sea
siempre p a r a el hospital de los pobres, debiendo v o l v e r a sus
descendientes si este f i n fuese abandonado 1S9. Todavía agrega
su fundadora nuevos bienes a este h o s p i t a l , según escritura
fechada en j u l i o de 1142 160.

Como vemos, no se n o m b r a n en ella los peregrinos, sino los


pobres en cuyo beneficio se establece la hospedería. N o hu-

169 L . S e r r a n o ( C a r t u l a r i o del monasterio de S a n Vicente de Oviedo, M a -


d r i d , 1929, págs. 187-189) p u b l i c a el documento expresando que existe otro
o r i g i n a l de l a m i s m a escritura, s i n el deslinde de términos, y con algunas
v a r i a n t e s gramaticales, leyéndose a l dorso del p r i m e r o , y en letra del siglo X I I ,
" t e s t a m e n t u m de i l l a albergarla de S i e r o " , y en el segundo, en l a m i s m a forma
y l e t r a del siglo X V I , " S i e r o , E s p i t a l de l a P o l a " .
E n 1103 concedió A l f o n s o V I I l a v i l l a de B a i ñ a p a r a f u n d a r u n hospital
en C o p i a n , en el c a m i n o de León a Oviedo ( v i d . cap. X X , pág. 472 y nota 42
d e l presente v o l u m e n ) ; en 1144 se hace otra p a r a poblar el h o s p i t a l de San Cle-
m e n t e — e n términos de A v i l e s — ( L . S e r r a n o : Cartulario S a n Vicente, pági-
nas 195-196); en el m i s m o año concede A l f o n s o V I I u n a heredad para fundar
u n h o s p i t a l j u n t o a Peñaflor, en el camino de Oviedo a Santiago (vid. capituló
X X I I , pág. 551 y n o t a 10, d e l presente v o l u m e n ) . Otras hospederías se fundaron
fuera del i t i n e r a r i o de Compostela dentro de A s t u r i a s , por estos años, como la de
T a r n a , en 1142 ( v i d . V i g n a u : Cartulario del monasterio de E s l o n z a , M a d r i d ,
1885, págs. 21-22), y el de S e n u c i a , entre L a v i a n a y Caso ( V i g i l : Asturias M o -
numental, pág. 92); l a f u n d a c i ó n d e l h o s p i t a l de Siero tiene lugar precisamente
alrededor de estas fechas, en las que observamos cierta preocupación carita-
t i v a que i n c l i n a el ánimo de los reyes y los particulares a proteger con estos
establecimientos l a peregrinación compostelana, preocupación que contribuye
a establecerlos t a m b i é n fuera del c a m i n o .
160 L . S e r r a n o : Op. cit., pág. 192.

544
IV, x x i . - u r i a : l a r u t a de l a c o s t a

biera sido, sin embargo, u n a prueba de que por allí transitaban


en el siglo X I I el hecho de que los nombrase, pues y a sabe-
mos la a m b i g u a significación que la p a l a b r a peregrino tiene en
muchos casos. L o interesante de esta f u n d a c i ó n consiste en ser
la primera que aparece antes del siglo X I I I a lo largo de t a n
dilatado itinerario como el que venimos describiendo, y no
dudamos que esta manifestación del espíritu de c a r i d a d se pro-
pagó a mediados del siglo X I I a comarcas como la de Siero,
por i m i t a c i ó n de fundaciones análogas en otros lugares astu-
rianos del c a m i n o de Santiago frecuentado por los peregrinos
con anterioridad a la vía de l a costa vasco-cantábrica ^1'.

Con el nombre de Alberguería de San Pedro conocemos más


tarde el lugar de P o l a de Siero, que no debió de recibir esta
denominación hasta el 14 de agosto de 1270, en que Alfonso X
concedió a sus moradores u n a C a r t a p u e b l a , recordada en otro
privilegio que con el mismo, carácter les otorgó el procer astu-
riano D . R o d r i g o A l v a r e z de A s t u r i a s , en 16 de octubre de
1310 162. E s t a alberguería, como l a l l a m a el privilegio de D . R o -
drigo A l v a r e z , era, sin d u d a alguna, l a m i s m a edificada en el
siglo X I I por María Ordóñez, y no tenemos m o t i v o s para supo-
ner que su emplazamiento fuese distinto que el que hoy tiene
la c a p i l l a que aún se conoce con el nombre del H o s p i t a l , en el
arranque de l a calle que conduce a l a estación del ferrocarril.
Nómbrase en t o d a la documentación de época *barroca con el
t í t u l o de San Fabián y San Sebastián, o, s i m p l e m e n t e , de los
Mártires, lo mismo que el h o s p i t a l , y en l a f o r m a que ha llegado
a nosotros es obra del siglo X V I I o del X V I I I . Sobre l a p u e r t a
p r i n c i p a l de esta capilla h a y u n relieve en p i e d r a — d e 0,40
por 0,50 m.—con dos figuras toscamente esculpidas que pare-
cen representar santos traspasados con flechas y desnudos; su
apariencia es l a de u n relieve románico tosco, y se la h a con-
siderado infundadamente del siglo X 163.

161 E n la parte del presente estudio dedicada al c a m i n o entre L e ó n y


Oviedo estudiamos otros hospitales c u y a f u n d a c i ó n es anterior a ésta.
162 L e s concede el terreno de l a " A l b e r g a r l a de S a n P e d r o " , c o n sus dos
términos y el fuero de B e n a v e n t e . L a p u b l i c a M . S a n g r a d o r y V í t o r e s en
su H i s t o r i a de l a A d m i n i s t r a c i ó n de l a Ju'sticia en el P r i n c i p a d o de A s t u r i a s ,
O v i e d o , 1866, pág. 404, lo m i s m o que el p r i v i l e g i o de D . R o d r i g o A l v a r e z
de A s t u r i a s , págs. 409-411.
103 V i g i l : O p . cit., págs. 335-336.

TOMO II. 35. -J-t-J


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

De P o l a «le Siero a Oviedo.

Desde P o l a de Siero c o n t i n u a b a el camino hacia Oviedo


pasando por los cerros que q u e d a n al norte de la actual carre-
tera a las inmediaciones de San M a r t í n de l a Carrera, nombre
expresivo de la antigua vía que continuaba a Noreña. E n esta
v i l l a , del señorío del prelado ovetense desde que fué confis-
cado en tiempos de E n r i q u e III a su medio hermano el rebelde
conde D . A l f o n s o , fundaron por testamento de 4 de enero de
1593, u n hospital para acoger peregrinos, D . G a b r i e l de L o r e n -
z a n a y su mujer D.a Clara de Arguelles164. Cerca se halla San
M a r t í n de Arguelles. A m b a s iglesias dedicadas a l mismo t i t u -
l a r — L a Carrera y A r g u e l l e s — r e v e l a n antigüedad. L a primera
conservaba antes de su destrucción, en 1936, u n a p o r t a d a pro-
bablemente del siglo X I I , y l a de A r g u e l l e s — c o n más for-
t u n a — conserva la suya lateral del mediodía, con relieves tos-
cos alusivos a la v i d a del patrono, y una celosía con arquillos
semicirculares en u n pequeño v e n t a n a l que se abre en la misma
f a c h a d a m e r i d i o n a l , m u y en consonancia en cuanto a la época
c o n la inscripción del año 951, que existía, labrada en piedra,
en el desván de la propia iglesia 165.
D e Arguelles seguía el camino antiguo—siempre algo a l
N o r t e de la carretera—a S a n M i g u e l de la B a r r e d a , a B a l b o n a
y a B o v e s , yendo a atravesar el río N o r a por el antiguo puente
de C o l l o t o , que aún permanece en pie con sus dos arcos de airo-
sa t r a z a . Los cinco kilómetros que lo separan de Oviedo eran
recorridos pasando por S a n t a E u l a l i a de Colloto, ermita del
E s p í r i t u Santo, y Cerdeño.
Desde Cerdeño—hoy barrio p r ó x i m o a la c i u d a d — e l camino
ascendía hacia la colina de O v i e d o , pasando cerca del monaste-
rio de S a n t a María d^ l a V e g a , que en 1143 había fundado
D.a G o n t r o d o , la c o n t r i t a amiga del conquistador de A l -
mería, instituyendo por vez primera en España la observancia
francesa de Fontevrolt166. E l ideal de su fundadora realizóse
durante siglos en aquel cenobio, hasta que, en los primeros

ic4 A r c h . p a r r o q u i a l de S a n t a María de Noreña. M e m o r i a sobre esta fun-


dación.
íes V i g i l : O p . cit., pág. 538.
166 F r a y J u s t o P é r e z d e Ü r b e l : Los monjes españoles en l a E d a d M e d i a ,
t. II, págs. 488-489.

546.
IV, x x i . - u r í a : l a r u t a de l a c o s t a

años del pasado siglo, a l rumor de las plegarias monjiles susti-


tuyeron las detonaciones en el probadero de la F a b r i c a N a c i o -
n a l de Fusiles que el E s t a d o estableció en el p r o p i o monasterio-
L a entrada en la ciudad se hacía, en la época barroca, por
la puerta l l a m a d a de l a N o c e d a , p r ó x i m a al antiguo convento
de benedictinas de San P e l a y o , desde donde los peregrinos i b a n
por delante del de San V i c e n t e a salir a la plaza del O b i s p o , para
entrar en la Cámara Santa por l a puerta que se abre en el c r u -
cero meridional de la C a t e d r a l .

547
Capítulo XXII

DE OVIEDO A SANTIAGO

Saliendo por la p u e r t a l l a m a d a de S o c a s t i e l l o — y t a m b i é n
de S a n t i a g o — , que se abría en l a m u r a l l a en el cruce de las
calles de San J u a n y Jovellanos l, c o n t i n u a b a n los peregri-
nos h a c i a el b a r r i o que h o y se l l a i u a de l a Argañosa, pasando
primero j u n t o a Los Estancos, ante l a p u e r t a p r i n c i p a l del
monasterio de Santa C l a r a , para salir por las actuales calles de
Covadonga, Melquíades A l v a r e z e Independencia al acueducto
de los Pilares, obra del siglo X V I , en uno de cuyos arcos y a
m a n o derecha alcanzamos a v e r nosotros u n a hornacina con
i m a g e n de la V i r g e n , antes de su demolición. E s t e trayecto se
conocía y a en l a p r i m e r a m i t a d del siglo X V con el nombre de
Camino de Santiago \ lo mismo que la puerta de donde hemos
visto que arrancaba.
A l a salida del barrio de la Argañosa, y u n poco más allá,
había u n riachuelo que aún conserva el nombre expresivo de
Lavapiés, sin duda debido a que allí acostumbraban a lavarlos
les viandantes que desde el occidente se d i r i g í a n a Oviedo 3.

1 Se n o m b r a de Socastiello en numerosísimas escrituras. E l h o s p i t a l de


Santiago estaba casi al f i n a l de l a calle de S a n J u a n e i n m e d i a t o a ella, y le
n o m b r a de Santiago u n documento de l a Casa de Omaña. T a m b i é n se m e n c i o n a
sin l o c a l i z a r l a en A c u e r d o del 7 de agosto de 1693.
2 E n u n documento del A r c h . C a t . de O v i e d o del año 1436 se hace refe-
rencia a dos tierras situadas entre los E s t a n c o s N u e v o y V i e j o , deslindadas
en esta f o r m a : " d e l a parte de c i m a t i e r r a de los zapateros e García Qonzález
de L e n a e de l a parte de fondos t i e r r a de los alfayates e de Taresa r o d r i g u i z
e de l a u n a fronte c a m i n o real que v a p a r a n a r a n c o e de l a o t r a fronte c a m i n o
real que v a para santiago e tierra de alfonso fernandes O r i s , e l a o t r a t i e r r a
yaze cabo el reguero de l a parte de c i m a camino francés que v a para santiago
. e de l a parte de fondos c a m i n o real que v a p a r a n a r a n c o " .
3 Debía de ser costumbre frecuente l a de l a v a r los pies antes de entrar
en m u c h a s v i l l a s y ciudades. E l n o m b r e del b a r r i o m a d r i l e ñ o de Lavapiés
h a sido t a m b i é n i n t e r p r e t a d o en este sentido.

549
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

U n poco más allá levantábase la leprosería de San Lázaro de


Paniceres, y a mencionada en documento del año 1331 *, pero
probablemente de fundación bastante más a n t i g u a , y por el
S u r pasaba cerca el camino continuando hacia L o r i a n a , atra-
vesando después el N o r a por el que a ú n hoy se denomina
P u e n t e Gallegos para llegar a l lugar del E s c a m p l e r o , en u n alto
a l que se sube por m u y suave pendiente, y donde existió con
t í t u l o de S a n M a r t í n u n monasterio que se nombra: en docu-
mento del año 1097 B. T a l vez se h a l l a en relación con este
monasterio, que debió de tener corta v i d a , la alberguería que
con el nombre de H o s p i t a l de E s c a m p l e r o conocemos en el
siglo X V , aunque ignoramos la fecha de su fundación '».

H a s t a nuestros días existió, allí cerca, u n a venta para des-


canso de los caminantes. Desde E s c a m p l e r o seguía el camino
por debajo y a l Sur de B a l s e r a ' y A n i a , hacia Bolgues, acercán-
dose a la margen derecha d e l río N a l ó n , que atravesaba u n viejo
puente aún existente, aunque renovado, en l a garganta de Pe-
4 F i g u r a entre las que favoreció c o a sus limosnas el procer asturiano
D . R o d r i g o A l v a r e z de A s t u r i a s , según testamento otorgado en l a fecha ex-
presada. L o publicó J . M . T u b i n o en el Museo Español de Antigüedades,
M a d r i d , 1877, T , F o r t a n e t , t. I X , págs. 271-274, n o t a .
5 E n u n a escritura de donación de bienes hecba p o r P e d r o E c t a z y sus h i -
jos en 1097 a l a iglesia de O v i e d o se n o m b r a el monasterium sancti martini
j i i n d a t u m i n u i l l a m scampriero ( v i d . L i b r o Gótico, f o l . 105 v.).
8 J u a n I I concedió a R o d r i g o A l f o n s o de E s c a m p l e r o y a l hospital de
E s c a m p l e r o diferentes regalías e i n m u n i d a d e s en 29 de septiembre de 1409.
L u i s A l f o n s o C a r b a l l o : Antigüedades y cosas memorables del P r i n c i p a d o
de A s t u r i a s , f o l . 390; T r e l l e s y V i i x a d e m o r o s : A s t u r i a s Ilustrada, tomo I,
f o l . 233, e x t r a c t o . C a r b a l l o , p á g . 207 de l a e d . de Sangrador, donde añade
que " R o d r i g o A l f o n s o . . . por su devoción tenía costumbre de dar posada a to-
dos los peregrinos que l l e g a b a n a su c a s a " . V i g i l : A s t u r i a s M o n u m e n t a l , pá-
gina 487. L o cierto es que en 978 y a había allí iglesia, y. en u n documento de
j u n i o de este año encontramos entre los confirmantes a " F r o y l a presbiter
d e s c a m p r i a r i o " ( P . S e r r a n o : Cartulario de S a n Vicente, pág. 22). E n 1075,
el a r c e d i a n o P e d r o A n a y á donó esta iglesia a S a n S a l v a d o r , según l a siguien-
te cláusula: " C o n c e d o e i d e m sedi ecclesiam sancti m a r t i n i de escamprero
c u m i l l a v i l a de c o r t i n a t o t u m ab i n t e g r o " , según c o p i a de C h r i v o g a (Col. de
P r i v i l e g i o s , A r c h . H i s t . N a c , Cámara de C a s t i l l a , n ú m . 1196 b), y el propio
C h i r i v o g a añade " l a y g l . de s. m a r t i n o de escamprero es u n a h e r m i t a q. ay
aora q . es h o s p i t a l en que se recogen P e r e g r i n o s " (letra del siglo X V I I ) .
7 E n u n a escritura de foro otorgada por el c a b i l d o de O v i e d o a J u a n
Fernández de T a m a r g o en 25 de enero de 1419, de u n a heredad en Balsera,
c o n s t a que d e s l i n d a b a " p o r l a p a r t e de c i m a heredat de herederos et camino
f r a n c é s " . A r c h . C a t . de O v i e d o .

550
I V , X X I I . - U R Í A : D E O V I E D O A S A N T I A G O

ñaflor. Sobre ambas cabeceras álzanse sendas montañas que


d a n la sensación de que el caminante atraviesa casi u n des-
filadero.

Peñaflor y G r a d o .

E s el puente de Peñaflor paso de v a l o r estratégico p a r a c o m u -


nicar con el occidente de A s t u r i a s , según l a H i s t o r i a nos mues-
t r a 8, y como simple curiosidad no dejaremos de recordar que allí
sitúa Lesage a G i l B l a s de S a n t i l l a n a en uno de los pasajes de su
conocida obra 9. Cerca de este puente mandó A l f o n s o V I I edifi-
car u n a hospedería en 1144 10-
Pasados el puente y el lugar de P e ñ a f l o r — y a en l a o r i -
l l a i z q u i e r d a — , c u y a p a r r o q u i a l conserva vestigios románicos,
recorrían los peregrinos el trayecto de unos tres kilómetros p o r
l a fértilísima vega de Peñaflor, a m p l i a y l l a n a , p a r a llegar a l a
v i l l a de G r a d o , después de salvar p o r u n p u e n t e el pequeño
río M a r t í n , en las inmediaciones de su a c t u a l población. D a d a
l a fertilidad extraordinaria de l a vega de G r a d o , que se une
con l a de Peñaflor, debemos suponer h a y a sido h a b i t a d a desde
tiempos m u y antiguos, y su iglesia p a r r o q u i a l conservaba to-
davía en el pasado siglo restos de estilo románico 11, V i l l a de

8 D u r a n t e l a guerra de l a Independencia t u v o allí l u g a r un encarnizado


combate, en el que los asturianos defendían c o n tesón esta entrada n a t u r a l
a l centro del país. E n octubre de 1934, el general López O c h o a t u v o otro en-
cuentro con las fuerzas rebeldes y h u b o de retroceder, u n a v e z en l a o r i l l a
oriental del N a l ó n , h a c i a el N o r t e , buscando el c a m i n o de A v i l e s .
9 Aventuras de G i l B l a s de S a n t i l l a n a . . . p o r M o n s i e u r L e Sage, M a d r i d ,
M a n u e l González, 1787, t o m o I, p á g . 4 y sigts.
10 N o existe h o y en el A r c h . de l a catedral de O v i e d o l a escritura c i t a d a
p o r C. M , V i g i l , ( A s t u r i a s M o n u m e n t a l , pág. 89), p o r l a que A l f o n s o V I I , c o n
s u m u j e r D . a B e r e n g u e l a y sus h i j o s , donó en 22 de j u n i o de dicho año u n a
tierra en el v a l l e de U n i ó ( V a l d u n o ) , j u n t o a l puente de Peñaflor, con cláu-
sula de f u n d a r u n h o s p i t a l . R i s c o dice que el propio R e y , con su m u j e r e h i -
j o s , concedió en l a m i s m a fecha u n a t i e r r a l l a m a d a d e l C a r r i l , p a r a l a fábrica
del puente de " P e ñ a s i e v e " , disponiendo que los vecinos de este lugar se h a l l a -
sen sometidos a l a iglesia de O v i e d o , y que en e l día de S a n C i p r i a n o ofreciesen
todos los años u n a c a n d e l a grande ante el a l t a r de S a n S a l v a d o r ( E . S . ,
X X X V I I , 146). L a m i s m a v e l a a n u a l se dispone ofrezcan en el extracto d a d o
por V i g i l , y l a discrepancia en c u a n t o a u n a parte del c o n t e n i d o de l a escritu-
r a entre estos dos extractos, sería d e b i d a a que lo h i c i e r o n de u n a m a n e r a i n -
completa, o b i e n a que existía a l g u n a copia c o n v a r i a n t e s del o r i g i n a l .
11 Se dice fué arrancado p o r el río c o n v a r i a s de sus tierras, y a fines d e l

551
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

alguna i m p o r t a n c i a en la b a j a E d a d M e d i a , era lugar de


t r á n s i t o para comunicar con el occidente de A s t u r i a s y G a l i -
c i a , más frecuentado que el camino del l i t o r a l . Existió en
Grado u n h o s p i t a l bajo la advocación de Nuestra Señora de las
Candelas, c u y a fecha de fundación ignoramos, pero sabemos por
documentos fehacientes que existía en el siglo X V I I , siendo
m u y posible que datase de tiempos m u y anteriores, dada la re-
l a t i v a prosperidad que esta bien poblada v i l l a había alcanzado
y a en l a E d a d M e d i a , como hemos dicho. Que acogía peregri-
nos, lo sabemos de manera indudable por la documentación que
le pertenecía y hemos podido examinar 12.

A l a salida de l a v i l l a levantábase u n a cruz de término i n d i -


cando l a continuación del camino, en el barrio que todavía
recibe h o y el nombre de L a C r u z .

L a encomienda de San J u a n de Villapañada.

Subiendo en fuerte pendiente los seis kilómetros que se-


p a r a n l a v i l l a del alto del F r e s n o , continuaba con rumbo a l
oeste por el lugar de San J u a n de Villapañada o Leñapañada,
como t a m b i é n se le l l a m a , situado cerca de G r a d o ; todavía
existe allí u n viejo caserón con el nombre de V e n t a del Cuerno,
para descanso de los caminantes.

pasado siglo t o d a v í a devengaban r e n t a algunas tierras que le habían perte-


necido ( v i d . A . F e r n á n d e z d e M i r a n d a : Grado y su concejo, M a d r i d , 1907,
pág. 69, c o n referencia a papeles de Martínez M a r i n a ) .
12 A r c h . del H o s p i c i o P r o v i n c i a l de O v i e d o , leg. 8, fols. 1 y 2. C o n s t a en ellos
l á v i s i t a que hizo a este h o s p i t a l D . E m e t e r i o Cacho en 14 de febrero de 1770,
refiriendo que había en ella u n m a t r i m o n i o de hospitaleros cuyos nombres ex-
presa, que el edificio ocupado entonces por u n a t i e n d a que pagaba r e n t a , tenía
u n poco de establo y tres cuartos pequeños. E n l a p l a n t a alta había cocina y
dos aposentos deteriorados, u n pedazo de sala con otros dos aposentos en ella,
otro más que servía de d o r m i t o r i o a los hospitaleros, y pegado a él y al lado
del Noídeste había u n a c a p i l l a con su t r i b u n a con t í t u l o de N u e s t r a Señora
de las Candelas. Sólo encontró en el h o s p i t a l u n a m u j e r t u l l i d a . P a r a albergar
pobres no había más que ocho m a n t a s del país, viejas y rotas, y algunas otras
que se h a l l a b a n a medio uso. E s t e h o s p i t a l poseía bienes en Castañedo, P e -
ñ a f l o r , P r a h ú a , H a c e s , los Panes, G r u l l o s , L l a m e r o , L a C a b o r n a , V i o , P a n i z a l
y V i l l a n d á s , según constaba en u n cuaderno e x a m i n a d o por el v i s i t a d o r (en
l á i ñ i s m a pieza a l f o l . 4). D e l l i b r o de las cuentas se deduce que acogía pere-
grinos, pues en las d e l año 1668 se gastaron cuatro hanegas de p a n " p o r l a
asistencia y l i m p i e z a del dicho h o s p i t a l y l a r o p a de él; dar luz y leña a los pe-
r e g r i n o s " (fol. 27).

552
I V , X X I I . - U R Í A : D E O V I E D O A S A N T I A G O

H a s t a los primeros años del siglo X I X perteneció el curato


de este lugar a l a O r d e n de San J u a n de Jerusalén, que n o m b r a b a
para su asistencia u n v i c a r i o , encargado de administrar el
pasto espiritual y las rentas pertenecientes a l a O r d e n 13. Poseía
ésta en el concejo de Grado y en el de Candamo numerosos bie-
nes, y algunos en el de Salas, todos los cuales dependían de l a
E n c o m i e n d a de Yillapañada, a la que t a m b i é n estaban agrega-
dos otros en l a comarca de B a b i a — p r o v i n c i a de L e ó n — , sin
que podamos decir cuándo fueron adquiridos por la í n c l i t a
Orden 14. Pero lo más interesante p a r a nuestro estudio es el hos-
p i t a l que sostenía en el mismo lugar de Y i l l a p a ñ a d a , bien ante-
rior al año 1450, considerado como el de -su fundación15. Y a
en 1309, M a r í a Pelayz f r e i r á de S a n J u a n de Leñapañada hizo
cierta donación a u n G u i l l e r m o Pérez, siendo suficiente este
dato p a r a saber que el hospital había sido fundado mucho a n -
tes de mediado el siglo X Y 16.

E l alto de Cabruñana hállase situado en la cumbre de l a sie-


r r a , desde donde se d i v i s a uno de los más bellos panoramas dé
A s t u r i a s , y allí mismo fué f u n d a d a una leprosería en el año 1519^
bajo l a advocación de San Lázaro, como casi todas. C o n s t i t u y e
esta cumbre u n a divisoria geográfica, con v a l o r histórico, pues
era el límite occidental del extenso territorio gobernado por el
conde Suero Bermúdez, uno de los magnates predilectos de A l -
fonso Y I I , según nos dice l a Crónica de este m o n a r c a 1'. N o p a -
saba el camino viejo que seguían los peregrinos por el mismo
lugar de Cabruñana, sino algo más al Sur por el lugar del F r e s n o ,
y todavía se conservan entre G r a d o y el Fresno algunos trozos

13 N o t i c i a contenida en el códice 18.001, en l a Sección de M a n u s c r i t o s de


la Biblioteca Nacional.
14 C o n s t a de los apeos de bienes relativos a esta e n c o m i e n d a de Y i l l a p a -
ñada, en el cuaderno correspondiente: A r c h . H i s t . N a c , Ordenes M i l i t a r e s .
L a posesión de numerosos bienes en el concejo de G r a d o y otros de A s t u -
rias e incluso en l a parte de B a b i a A l t a , en l a p r o v i n c i a de L e ó n (cuaderno
núm. 153).
15 A s í lo a f i r m ó A . F e r n á n d e z M i r a n d a y V i v e s : Grado y su Concejo,
M a d r i d , - 1 9 0 7 , pág. 77.
16 E x t r a c t o en el B e c e r r o del monasterio de S a n P e l a y o , f o l . 1409.
17 Crónica Adefonsi Imperatoris, E . S . , X X I , pág. 3 2 1 : " C o m e s S u a r i u s ,
v i r i n consilio strenuus, v e r i t a t i s q u e i n q u i s i t o r , q u i & A s t o r i c a m , L u n a m ,
Gordonem, cum Bergidi parte, necnon V a d a v i a m , & F l a c i a n a m , totumque
v a l l e m usque ad r i p a m f l u m i n i s q u o d d i c i t u r O v a , & usque a d C a b r u n i a n a m . "

553
1,AS P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

de la calzada empedrada que después de doblar el alto des-


cendía a S a n t a E u l a l i a de Dóriga, y de allí a l valle del Narcea.
por el que continuaba hacia el monasterio de Cornellana.

D e Cornellana a L a E s p i n a .

F u n d a d o en 1024 por l a i n f a n t a D.a C r i s t i n a , hija de Ber-


m u d o II de León y de su p r i m e r a mujer, D . a V e l a s q u i t a , pasó
a depender este monasterio de l a O r d e n de C l u n y , por donación
que hizo el conde Suero Bermúdez en 1122 18, E s el único
cluniacense que existió en A s t u r i a s , siendo en cierto modo
significativo su emplazamiento en el camino de Santiago, dada
l a preocupación que por el fomento de l a peregrinación compos-
t e l a n a parece haber distinguido a aquella Orden monástica.
A l g ú n dato poseemos sobre su hospedería, p r ó x i m a al puen-
te sobre el Narcea, en el siglo X V I , si bien en este caso no pode-
mos dudar que su establecimiento sería mucho más antiguo 19.
E s de tener en cuenta que de los itinerarios que nos son conoci-
dos, escritos por peregrinos, sólo el copiado por J e a n Fierre
R a c q recorre el camino que vamos describiendo; pero su laco-
nismo nos impide en absoluto conocer las incidencias de su
viaje o las observaciones que a su paso por los diferentes luga-
res del recorrido pudo hacer, como ocurre con los que otros nos
h a n dejado. Limítase R a c q a anotar el nombre de l a v i l l a , a la
que l l a m a " C o u r n e i l l a n e " , distante, según su cálculo, dos leguas
de G r a d o , en lo que se ajustó bastante a la realidad-0.
Después de salvar el N a r c e a por u n puente antiguo situado
18 J . U r í a R í u : L a donación del monasterio de Cornellana a l de Cluny,
t i r a d a aparte de l a Rev. de l a U n i v e r s i d a d de Oviedo, año 1940.
19 Se n o m b r a el h o s p i t a l del monasterio de C o r n e l l a n a en l a pieza rotu-
l a d a Sobre Señorío y J u r i s d i c c i ó n , A r c l i . H i s t . N a c , O v i e d o , leg. 114, con
d o c u m e n t o s relativos a este monasterio en letra de fines del siglo X V , o co-
mienzos del X V I . E l a b a d de C o r n e l l a n a v i s i t a b a este h o s p i t a l llamado de
" A l l e n d e l a p u e n t e " , poniendo y q u i t a n d o sus m a y o r d o m o s e interviniendo
sus cuentas. Tenía su c a p i l l a c o n a l t a r dedicado a N u e s t r a Señora de l a O, o
" d e l a E x p e c t a c i ó n " . Se conserva n o t i c i a de alguna donación de bienes a este
h o s p i t a l . Todos estos datos f i g u r a n en u n índice de D o c u m e n t o s del monaste-
r i o de C o r n e l l a n a , redactado en el año 1732, encontrado bajo el t i l l a d o de una
d e sus habitaciones a l hacer en ella obras de restauración, y que se halla
a c t u a l m e n t e en el A r c h i v o p a r r o q u i a l .
20 V i d . el I t i n e r a r i o de Jeanpierre Racq. B r u g e s , 28 m a r z o 1790. en el
A p é n d i c e n ú m . 88.

554
I V , X X I I . -URÍA: DE O V I E D O A SAISTIAGO

casi en el mismo sitio del que h o y existe, y de r e c i b i r la c a r i d a d


en el h o s p i t a l y en el monasterio, los peregrinos continuaban
por el valle d e l N o n a y a — a f l u e n t e del N a r c e a — c o n r u m b o a l
Oeste, pasando por el lugar de V i l l a z ó n a la v i l l a de Salas, unos
once kilómetros distante de l a de C o r n e l l a n a . Cerca del N o -
n a y a , y como a u n k i l ó m e t r o de la v i l l a , hállase el templo de
San M a r t í n , que fué su parroquia hasta el año 1886, H i z o de él
donación a la iglesia de Oviedo el arcediano D . Gonzalo, hijo
de A l f o n s o I I I el M a g n o , y más tarde y como monasterio de
monjes, la reina D o ñ a U r r a c a lo donó a l a m i s m a iglesia en
1006 21. Sus importantes restos mozárabes h a n sido estudia-
dos p o r D . M a n u e l Gómez Moreno 22.

E n documento del año 1120 nómbrase el castello antiquo de


l a v i l l a , del que es probable sucesora la torre que, todavía en
pie y a l m e n a d a , se l e v a n t a casi en su centro. T o d o a c r e d i t a ,
pues, que Salas tenía alguna i m p o r t a n c i a en l a alta E d a d M e -
d i a , debida, entre otras causas, a su situación sobre uno de
los itinerarios de A s t u r i a s más frecuentados en todas las épo-
cas 23. Sólo u n a referencia conocemos de l a existencia de u n
h o s p i t a l de peregrinos en Salas, en l a que se dice que era del
p a t r o n a t o de l a J u s t i c i a y vecinos de l a v i l l a 24. S u iglesia parro-
q u i a l , de fines del siglo X V a comienzos del X V I , atesora el
magnífico monumento funerario, obra de P o m p e y o L e o n i , eri-
gido en m e m o r i a del i n q u i s i d o r D . F e r n a n d o de Valdés. E n el
año 1586 cometió en ella sacrilego robo el peregrino genovés
B a r t o l o m é Cassano 25.
Desde Salas se sube por la sierra de B o d e n a y a , con u n re-
21 C . M ' V i g i l : O p . cit., págs. 514 y 515, respectivamente.
22 Gómez M o r e n o : Iglesias mozárabes, M a d r i d , 1919, págs. 88-90.
23 L o a c r e d i t a n en p r i m e r t é r m i n o el e x a m e n de l a t o p o g r a f í a , los c a s t i -
llos de Salas y T i n e o — e s t e ú l t i m o demolido hará unos cuarenta años—, l a
e x i s t e n c i a en s u recorrido de los monasterios de C o r n e l l a n a y S a n M a r t í n de
Salas, l a p r o p i a peregrinación de A l f o n s o I X expresada en el p r i v i l e g i o que
h i z o v a r i a n d o l a r u t a por O b o n a , el haber sido l a v í a estratégica escogida p o r
el m a r i s c a l N e y cuando i n v a d i ó A s t u r i a s en. 1809, y h a s t a l a m o d e r n a carre-
t e r a , que es l a más t r a n s i t a d a p a r a pasar a G a l i c i a , c o n v e n t a j a sobre l a que
v a p o r C u d i l l e r o , no solamente p o r el estado de s u c i m e n t a c i ó n , sino porque
f u e r a d e l trozo que h a y entre L a E s p i n a y Cañero r e s u l t a menos a c c i d e n t a d a .
24 Se h a l l a este documento en el t u m b o C d e l A r c h . de l a c a t e d r a l de
S a n t i a g o , que copiamos en los Apéndices.
25 P . F é l i x G . O l m e d o : Origen de l a leyenda del Salón A z u l , en " E l E s -
p a ñ o l " , 22 de a b r i l 1944, pág. 6, y t. I, pág. 123 de l a presente o b r a .

555
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

corrido de cerca de doce kilómetros, para llegar a la meseta de


la E s p i n a , que presenta u n paisaje de excepción entre los de
A s t u r i a s . S u aspecto es de l l a n u r a desolada, y a no ser porque
alrededor existen montañas aún más elevadas, creeríamos ha-
llarnos en la meseta castellana. E n otro tiempo debió de estar cu-
bierta de bosque. Existían en L a E s p i n a , por lo menos, dos hos-
pitales. U n o fué debido a la caridad del arzobispo inquisidor
Valdés, que allí lo fundó bajo la advocación de San Pedro 2,i; el
otro dependía de la m i t r a compostelana, caso excepcional en la
diócesis ovetense, y, sin que sepamos la fecha de su fundación,
nos queda testimonio de su existencia en 1268, por el que tene-
mos noticia de que su comendero había de dar anualmente al
arzobispo de Santiago, por San M i g u e l de Septiembre, euatro
bueyes buenos. Sospechamos haya sido fundado por éste sobre
los bienes que a su iglesia donó D o n Alfonso III en el año 883,
situados en el concejo de T i n c o y en términos no m u y alejados
de L a E s p i n a 27.

D u a l i d a d de itinerarios desde L a E s p i n a .

A p a r t i r de L a E s p i n a , existían dos itinerarios diferentes


para llegar a Santiago. U n o continuaba a T i n c o , A l l a n d e y Sa-
lime, para salir a la P u e b l a de B u r ó n y L u g o ; el otro i b a a ga-
nar las proximidades de la costa por el valle que f o r m a n los
ríos Ore y Cancro, para llegar a l a localidad que lleva también
este ú l t i m o nombre, y en donde enlaza con el camino que venía
de P r a v i a , por Cudillero y Soto de L u i ñ a .
Cualquiera de estos itinerarios resulta penoso y acciden-
t a d a ; aunque, al llegar a Cancro, los que i b a n por la costa a
L u a r c a , N a v i a y R i b a d e o , podían caminar en el trayecto que
une estas tres villas con más facilidades que los que remontaban
las montañas de A l l a n d e y Grandas de Salime. S i n embargo,
los itinerarios escritos por los peregrinos no mencionan este
26 M a r q u é s d e A l v e n t o s : H i s t o r i a del Colegio Viejo de S a n BartoloméT
t. I, pág. 246.
27 H a c e el M o n a r c a esta donación de bienes expresando que se h a l l a n
i n commiso T i n e g i o , y n o m b r a entre ellos las villas de Castiello (Castellum)
y u i l l a m H e r m e g i l d i , y después las de Colinas y Cerredo (Cerritum), a m b a s
existentes b o y a l Sudoeste de T i n e o (copia en L ó p e z F e r r e i r o : H i s t . , t. I L
pág. 48). L o n a t u r a l es que se h a y a n empleado estos bienes en alguna f u n d a -
ción dentro de A s t u r i a s .

556
I V , X X I I . - U R Í A : D E O V I E D O A S A N T I A G O

ú l t i m o c a m i n o , siendo lo general que se refieran al tránsito por


P r a v i a , M u r o s , Cudillero, Soto de L u i ñ a , L a s B a l l o t a s y Cañero,
para continuar hacia R i b a d e o por L u a r c a . E s t e es el camino
que recorren: en 1501, A n t o i n e L a l a i n g , señor de M o n t i g n y , y
sus acompañantes; en 1538, el peregrino i t a l i a n o B a r t o l o m e o
F o n t a n a , y en 1726, el picardo G u i l l e r m o M a n i e r , en dirección
contraria, es decir, de Santiago a Oviedo, L a única excepción
en los itinerarios conocidos es la de J e a n F i e r r e R a c q , que
desde Grado pasa a C o r n e l l a n a , y luego a Cañero, L u a r c a ,
ISavia, etc.

U n p r o b l e m a de cronología se plantea al i n t e n t a r l a a v e r i -
guación de la antigüedad de cada uno de estos itinerarios. N o
es fácil su solución; pero si tenemos en cuenta que las villas de
Salas y Tineo t u v i e r o n v i d a antes que las de Cudillero y L u a r c a ,
y que el monasterio de Cornellana no t u v o par en cuanto a r i -
queza y poderío, n i era comparable por ello con los que existían
desde P r a v i a a R i b a d e o cerca de la c o s t a — m u y pocos y de
corta v i d a — , nos inclinaremos a considerar como camino más
antiguo de los frecuentados por los peregrinos p a r a ir de Oviedo
a Santiago el que desde G r a d o sube al F r e s n o y continúa a
Cornellana, Salas y L a E s p i n a 2 3 .
E n el año 1214 nómbrase el Camino F r a n c i s c o en términos
del concejo de Tineo. E s posible que hasta el año 1222 el c a -
mino desde L a E s p i n a no pasase por l a v i l l a de Tineo n i p o r
O b o n a , pues, hallándose en el monasterio de éste ú l t i m o lugar en
dicha fecha D o n A l f o n s o I X de L e ó n , le concedió u n p r i v i l e g i o ,
en el que le señala, con el lugar de T i n e o , como paso obligado
de los*peregrinos, prohibiendo se intentase desviarles de esta
r u t a 29; y comentándolo el P . L u i s Alfonso de C a r b a l l o — b u e n

28 V e r las razones que exponemos en l a n o t a 23.


29 L a mención del camino francisco en términos de T i n e o , en 1214, aparece
«n el Becerro de Corlas a l f o l . 87 v.0 D e l p r i v i l e g i o de O b o n a copia parte
Y e p e s , t. III, f o l . 227, así: " C o n c e d o D e o et monasterio sanctae M a r i a e de
Obcwia, quod caminus q u i v a d i t de sancto salvatore a d s a n c t u m l a c o b u m ,
vadat per p o p u l a t i o n e m m e a m de T i n e o deinde per p r e d i c t u m M o n a s t e r i u m
de O b o n a . E t m a n d o q u o d nullus ait ausus deuiare peregrinos per a l i u m c a m i -
n u m , hoc fació ob r e m e d i u m animae meae, et propter p e r e g r i n a t i o n e m , q u e m
ego fació, q u o d i p s u m sit i n s e r v i t i u m Beatae M a r i a e . " N o pasa al P . Y e p e s
i n a d v e r t i d o el e x t r a ñ o l a t í n en que estaba redactado este documento, y a d -
v i e r t e que " s o n sus palabras groseras y b á r b a r a s " , añadiendo que no lo t r a -
duce a l romance " p o r q u e tampoco es... l a t í n " , pero no d u d a de su a u t e n t i -

557
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G 0

conocedor de la comarca, como nacido en el lugar de E n t r a m -


bas A g u a s , en el concejo de Cangas del N a r c e a — , dice que con
este m a n d a t o "se rodeaban algunas leguas, y de m u y áspero
c a m i n o " 30. E l P . Carballo se refiere a este rodeo, sin duda te-
niendo en cuenta que el camino más generalmente frecuentado
por los peregrinos antes de la regia disposición era el que iba
de L a E s p i n a a L u a r c a por Trevías. Con la desviación por Tineo
y O b o n a para llegar a L u a r c a , había que internarse por los valles
y montañas que se interponen hacia B a r c e n a del Monasterio,
Navelgas y N a r a v a l , salvando luego el alto situado entre las
sierras del Rañadorio y E l E s t o u p o , con bien áspero camino, por
cierto, como dice el referido historiador.

De L a E s p i n a a Cañero.

P a r a salir a Cañero y L u a r c a desde L a E s p i n a hay que


descender al valle por donde discurren los ríos Ore y Cañero,,
como lo hace la carretera a c t u a l . Pero el camino antiguo no se
plegaba a las exigencias de l a moderna vía de comunicación,
obligada a tener en cuenta el desarrollo de las innumerables
curvas que, en u n recorrido de cerca de t r e i n t a kilómetros, ago-
t a n la paciencia de cualquier turista. Así como en las cercanías de
Trevías el camino antiguo no tenía mejor trayectp que elegir
que el de la orilla del río, entre L a E s p i n a y Trevías es dudoso
su antiguo trazado, siendo posible que no pasase por las R u b i a s
y Brieves como hoy lo hace l a carretera. V a entre gargantas
profundas a veces, lo que suelen rehuir los trazados de los a n t i -
guos caminos si por las cumbres cercanas tienen espacio donde
extenderse.
E n consonancia con la f e r t i l i d a d del v a l l e , que se ensancha
y a unos kilómetros antes de Trevías, debió de mantener este
lugar población desde tiempos bien antiguos, pues su iglesia,
dedicada a San M i g u e l , fué consagrada en el año 1000, según

c i d a d . L o s monarcas medievales ordenaban muchas veces variaciones de r u t a


para favorecer algunos lugares. Y a hemos v i s t o cómo F e r n a n d o II hizo l a
que los peregrinos recorrían d e n t r o de l a c i u d a d de L e ó n , y cómo el propí o
A l f o n s o I X p r o m e t i ó , en 1209, no v a r i a r l a que pasaba por Cacabelos ( v i d .
Pág. 299).
30 , P . L u i s A l f o n s o d e C a r b a l l o : Antigüedades y Cosas memorables del
P r i n c i p a d o de A s t u r i a s , edic. M . S a n g r a d o r , pág. 150.

OO 8
I V , X X I I . -URÍ A : DE O V I E D O A S A N T I A G O

inscripción existente en el pórtico " , f i g u r a n d o c o n el nombre


de monasterio en 1086 y 1144 32. Algunos restos góticos se ob-
servan en el templo a c t u a l , entre ellos unas imágenes de t a l l a
representando a Santa A n a con la V i r g e n y el N i ñ o , y a San
B l a s . Tras el retablo del altar mayor existe, al parecer, u n
fresco de tamaño colosal representando a Santiago, imagen del
Apóstol que habremos de agregar a l a numerosa serie de las
que los peregrinos contemplaban a lo largo del camino 33.
De Trevías y con r u m b o al N o r t e c o n t i n u a b a por C o r t i n a ,
Ranón y Casielles, llegando a las inmediaciones del puente de
Cancro, antes de pasar el cual existía a mano derecha u n hos-
pital34.
A q u í enlazaba, con el que acabamos de describir, el camino
que venía por P r a v i a y Cudillero, sobre el cual diremos algunas
palabras.

De Oviedo a Cañero por P r a v i a .

H a s t a Grado era el mismo que hemos descrito, pues aunque


existía otro, que y a desde cerca del E s c a m p l e r o , y u n a vez
pasado este lugar, salía hacia el noroeste p a r a remontar las
laderas de l a m o n t a ñ a y pasar por L a R a i g a d a , sobre l a
margen derecha del N a l ó n , era éste u n atajo más incómodo. L o
cierto es que el único de los itinerarios escritos por peregri-
nos que consigna el trayecto de Oviedo a P r a v i a — e l de M a -
n i e r — m e n c i o n a estos dos lugares, y en medio a G r a d o , es decir,
que no siguió aquel atajo, sino el camino que, después de
pasado el puente de Peñaflor, v a por la margen izquierda del
río N a l ó n . N o le asigna esta r u t a el Barón de B o n n a u l t , pues
31 C . M . V i g i l : Op. cit., pág. 580.
32 D e l año 1086 es el Testamentum de Osorius F r o i l a z , copiado en e l
L i b r o Gótico al f o l . 100, d e l que trae extracto T r e l l e s y V i l l a d e m o r o s en
su A s t u r i a s Ilustrada, t. I, f o l . 413, y el P . C a r b a i x o : Antigüedades... 1.a e d i -
ción, f o l . 300. E n 1144, A l f o n s o V I I concedió al de S a n P e l a y o de O v i e d o ,
entre otros bienes, l a m i t a d de los que poseía el de T r e v í a s , según escritura
que se conserva en el A r c h . de S a n P e l a y o .
33 C. M . V i g i l : Op. y loe. cit.
34 N o poseemos documentación de este h o s p i t a l ; pero los naturales de los
lugares p r ó x i m o s señalan dónde se h a l l a b a no hace m u c h o s años el caserón
sobre c u y o solar se reedificó u n a casa, que l l e v a b a el n o m b r e del ' h o s p i t a l " y
como t a l había sido conocido por los ancianos. Se h a l l a b a a mano derecha a n -
tes de atravesar el puente en dirección a L u a r c a .

DD u
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

le hace cruzar a la margen derecha del JNalon, identificando ar-


bitrariamente con Soto del B a r c o el topónimo "Sancobiesde"
que el sastre picardo menciona entre Muros y G r a d o , Manier
m a r c h a de Oeste a E s t e , y si recorriendo l a margen derecha
del N a l o n hubiera de seguir a G r a d o tendría necesariamente
que hacer u n a desviación incomprensible p a r a pasar y repasar
el puente de Peñaflor en dirección a Oviedo.
P a r a señalar el camino hacia G r a d o pudo elegir el editor de
M a n i e r otro t o p ó n i m o cualquiera más parecido ai que t a l vez
escribió m a l el peregrino en su diario de viaje—según hizo en
otras ocasiones—, como el de Santianes, por ejemplo, situado
poco más de dos kilómetros al nordeste de P r a v i a , y que se
halla en el camino entre Muros —bien identificado con el lugar
de M o r í que M a n i e r menciona después de C u d i l l e r o — y Grado
(Grandes en Manier). Si Grandes equivale a G r a d o — y nosotros
así lo creemos t a m b i é n — , no cabe otro itinerario desde Muros
que el que sale a aquella v i l l a por la margen izquierda del Nalón.
Recorre el valle de C a n d a m o , uno de los más fértiles de
A s t u r i a s , y , pasando el río Narcea algo más al norte de P r o n g a ,
llega a P r a v i a , asentada en la ladera occidental del N a l ó n , en
uno de los puntos donde río y valle alcanzan m a y o r anchura.
Fué elegida por Silo como sede del minúsculo reino astur, des-
pués de abandonada Cangas de Onís y, t e m p o r a l m e n t e , Oviedo.
A la entrada oriental de l a v i l l a de P r a v i a , y dentro de ella,
existía u n hospital cuya fecha de fundación ignoramos, pero que
aún se hallaba en pie a comienzos del pasado siglo, con sus dos
pisos y una capilla aneja, dedicada a los dos santos A n t o n i o de
P a d u a y A b a d , que tenía bóveda de medio cañón, y se hallaba di-
v i d i d a por u n a reja de madera. N o tenía el hospital rentas, afir-
mándose que ya era pobre en 1584. E s t a b a situado en la anti-
gua plaza del Caí, nombre que se daba a principios del si-
glo X I X a la parte Norte y debajo de la cerca. E l informador
que nos transmite estas noticias agrega que es de los muchos
que había en la p r o v i n c i a y camino que llaman de Santiago,
agregando que ya son bien excusados—estos hospitales—, según
los pocos peregrinos que hacen esta romería z'0.
Desde P r a v i a , el camino sigue con r u m b o al Norte por las

35 A n t o n i o J u a n d e B a n z e s V a l d é s : Noticias históricas del Concejo de


P r a v i a , año 1806. M a d r i d , F o r t a n e t , 1911, pág. 22.

560
I V , X X I I . -URÍA: DE O V I E D O A S A N T I A G O

inmediaciones de Los Cabos, para ascender p o r u n a regular


pendiente hasta el de Muros del N a l ó n , c a p i t a l del pequeño
concejo del mismo n o m b r e , y donde sabemos que existía u n
hospital en el siglo X V I I I , según el m a p a de T . López del
año 1777. L a pendiente continúa desde Muros p a r a subir a tér-
minos de S o m a o , que, a l igual que Muros se h a l l a n emplaza-
dos frente a uno de los más bellos panoramas de España, sin
que h a y a hipérbole alguna en esta a f i r m a c i ó n . C o n la a m p l i a
desembocadura del N a l ó n al fondo, el antiguo castillo de San
M a r t í n , y a mencionado en la diplomática desde el siglo X I 36,
el lugar de Soto del B a r c o y otros que bordean l a margen orien-
tal del río, todo ello coronado por u n a perspectiva de m o n t a -
ñas cuyas cumbres se suceden en líneas innumerables hacia
el Sur, es d i f í c i l que se presenten a l a v i s t a t a l complejidad de
elementos de paisaje n i aun en las comarcas que los poseen de
este género.

Desde Somao y m u y cerca del Cantábrico, cuyas azuladas


aguas se perciben a veces desde esta parte del c a m i n o , m a r c h a -
han los peregrinos con r u m b o hacia el Oeste, sin pendientes apre-
ciables hasta el pequeño puerto de pescadores de Cudillero,
mencionado en los itinerarios de M o n t i g n y , F o n t a n a y M a n i e r .
Pero los dos primeros no hicieron el viaje por G r a d o , sino que
desviaron desde Oviedo a. A v i l e s antes de t o m a r en P r a v i a el
camino que vamos describiendo. E l autor del relato del viaje
del señor de M o n t i g n y y sus acompañantes nos dice que de O v i e -
do fueron a A v i l e s ( " V i l l i e r " ) , que califica de " p o r t de mer
ung peu hor d u chemin de S a i n e - J a c q u e s " , agregando que allí
comieron pensando embarcar p a r a llegar a L a Coruña, pero
como M r . D e M o n c e a u x — u n o de los viajeros—se sintiese i n -
dispuesto, y los vientos fuesen contrarios, viéronse obligados
a continuar el viaje por tierra pasando más adelante u n brazo
de mar—seguramente en Soto del B a r c o — p a r a llegar a C u d i -
llero (Codifier), a cuatro leguas de Aviles37.

36 S e r r a n o : Cartulario del monasterio de S a n Vicente, de Oviedo, M a d r i d ,


1929, donación d e l presbítero G e v o l d o a l monasterio de S a n V i c e n t e en 13
de a b r i l de 1045: " l u x t a a l b e u m N i r u m , et i n latere c a s t e l l u m S a n c t i M a r t i n i
i n l i t o r e m a r i s " , pág. 42.
37 P u b l . en G a c h a r d : C o l . de Voyages des Souverains des P a y s B a s , t. I,
B r u x e l l e s , 1876, en l a pág. 27: " L e dimanebe X X V I I de febvrier, passe-
rent u n bracb de mer et disnerent a codifier quatre lieues de V i l l i e r . "

tomo ii.—36. OOi


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

E n c a m b i o , B a r t o l o m e o F o n t a n a no nos explica por qué


dio t a n inexplicable rodeo, limitándose a decir que, a l día si-
guiente del miércoles 20 de agosto del año 1539, salió de Oviedo
per monti passando, y que v i o A v i l e s ( " A u i g l i e s " ) , cinco leguas
distante de O v i e d o , y una de Pravia38, en lo que no se muestra
por cierto buen calculador, pues si el primer trayecto se halla
ajustado a l a r e a l i d a d , el segundo constituye u n yerro por de-
fecto. Como hemos visto en l a parte dedicada a los itinerarios
de los peregrinos, F o n t a n a es u n curioso inquieto que gustaba
deambular en busca de novedades e impresiones, como cual-
quier t u r i s t a moderno, alejándose por ello de la r u t a jacobea
en más de u n a ocasión.

Hállase Cudillero emplazado en el fondo de u n a ensenada


con aspecto de c o n c a v i d a d , de donde los aficionados a las fá-
ciles etimologías dedujeron que su nombre podría derivar de
" e s c u d i l l a " . Pero t a l vez no data su fundación de tiempos muy
antiguos, pues l a d i p l o m á t i c a m e d i e v a l que alude a l a comarca
en que se h a l l a , no lo menciona, que nosotros sepamos. Acaso
es u n a de esas villas en í n t i m o contacto con el m a r , debiendo
su origen a los pescadores de cualquier punto de l a costa cánta-
broatlántica, que a veces se f i j a b a n en lugares a propósito para
ejercer su i n d u s t r i a haciendo u n alto en sus arriesgados peri-
plos. L a iglesia p a r r o q u i a l , con t í t u l o de San P e d r o , es de una
sola nave, gótica, moderna y debida a l maestro de las obras de
la catedral ovetense, J u a n de Cerecedo, que comenzó a edificar
dicha parroquial en el año 1553. Sobre el arco de l a puerta que
da a los pies del templo se ve u n a cruz de S a n J u a n de J e r u -
salén 39. A l l í existía t a m b i é n u n h o s p i t a l para albergue de los pe-
regrinos, y en él d u r m i ó M a n i e r el 4 de noviembre del año 1726.
L a s noticias reunidas por Martínez M a r i n a , que tantas veces
citamos en las notas, consignan l a existencia de este hospital.
Desde C u d i l l e r o , y después de u n a corta pendiente a la sa-
l i d a de l a v i l l a , sigue el camino a V i l l a d e m a r y a M u m a y o r ,
" M o n t - M a y o r " en el diario de M a n i e r , donde anota que se
monte une rude montagne fort raidei0, que en el sentido que

38 I t i n e r a r i o o vero viaggio da Venetia, etc. I n V i n e g i a appresso d i Agos-


t i l l o B i n d o n i , M . D . L . , pág. 26.
39 J o v e l l a n o s : D i a r i o s , págs. 90 y 91, y CeÁn B e r m Ú d e z : Noticias de
los Arquitectos y Arquitectura de E s p a ñ a , t. I, pág. 57.
40 Pág. 101, O p . cit.

562
I V , X X I I . -URÍA: DE O V I E D O A S A N T I A G O

nosotros vamos describiendo—contrario, como y a hemos d i -


cho, a l recorrido del peregrino p i c a r d o — h a y que bajar, llegan-
do a los pocos kilómetros a Soto de L u i ñ a , pequeña aldea h o y
bien u r b a n i z a d a , con a m p l i a p a r r o q u i a l , a los pocos metros de
la cual y del lado del ábside se levanta la v i v i e n d a del párroco,
en otro tiempo destinada a h o s p i t a l . E s de los poquísimos que
conservan su edificio, de dos cuerpos con a m p l i o zaguán a l a
entrada, en cuyo ángulo izquierdo se ve t o d a v í a hoy u n a p i l a
de agua b e n d i t a , acaso correspondiente a alguna c a p i l l a u ora-
torio que habrá existido hacia aquel lado. L a s habitaciones
de l a p l a n t a b a j a presentan en l a parte superior de sus paredes
u n a cenefa malísimamente p i n t a d a con figuras que parecen re-
presentar a J o b , l a M a g d a l e n a , San A n t o n i o y otros Santos.
U n a de ellas, n i m b a d a , lleva u n palo en la mano derecha, mien-
tras coge con l a izquierda una n i ñ a que p o r t a escarcela. L a parte
a l t a tiene u n gran salón orientado a l poniente, con dos pie-
zas contiguas situadas respectivamente al N o r t e y al S u r . E n
el exterior corre, separando los dos cuerpos de l a fachada p r i n -
c i p a l , u n a cornisa de piedra, l a b r a d a con decoración f l o r a l , y
del lado N o r t e se abre u n patio cercado, sin d u d a destinado a
caballeriza 41.

Desde Soto de L u i ñ a se pasa a Castañera; pero y a desde u n


poco antes, y hasta cerca del lugar de B a l l o t a , hállanse inter-
puestas siete colinas o pequeñas montañas que los naturales
l l a m a n las B a l l o t a s . E l autor del diario del V i a j e de M o n t i g n y
dice que " e l lunes veinte y ocho de febrero del año 1 5 0 1 "
pasaron él y sus compañeros sept maulvaises montaignes nom-
mées les Sept-Soers, por lo que, si no tradujo m a l el nombre que
oiría aplicarles, debemos pensar que éste era el que entonces
se le d a b a 42. Después de las Siete H e r m a n a s agrega que p a s a r o n

41 D e una i n f o r m a c i ó n h e c h a en Soto de L u i ñ a en 31 de agosto del año


1800, existente en el A r c h . M u n i c i p a l de P r a v i a , resulta que en aquella f e c h a
no tenía m a y o r d o m o n i a d m i n i s t r a d o r , que en l a casa v i v í a una v i u d a de
setenta años, c u i d a n d o de tenerla l i m p i a " y d a r albergue a los peregrinos, p o r
cuyo t r a b a j o se le dan diez y ocho copinos de p a n que p a g a n a n u a l m e n t e
P e d r o , R o d r i g o y Carlos López, vecinos de A l b u e r n e , p o r tres t i e r r a s " , de las
que, sin d u d a , serían arrendatarios, perteneciendo aquéllas a l h o s p i t a l .
42 E n c a m b i o , c u a n d o en los primeros decenios del p a s a d o siglo pasa por
allí el v i a j e r o inglés J o r g e B o r r o w , el guía gallego que t r a í a consigo ( v i d . J . B o -
RROW: L a B i b l i a en E s p a ñ a , t r a d . de M . A z a ñ a , M a d r i d , e d . Jiménez F r a u ,
1921, pág. 262) las l l a m a " b e l l o t a s " , pero en r e a l i d a d su v e r d a d e r o n o m b r e es,

563
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

l a montaigne des Chievres qui est l a p i r e . E n t r e esta montaña y


L u a r c a atravesaron le pont qui tremble, así denominado powr
ce q u H l siet sur une abisme que on ne puet piloter.

"Le Pont qui tremble".

U n a canción de peregrinos impresa en Valenciennes en 1616


dice a propósito de este puente:
Quand nous vinsme au pont qui tremble
N o u s etions bien trente ensemble,
Tant de walons qu"1 allemande,
E t nous disions, s H l vous semble
Compagnon marchez deuant 43.

L a inseguridad causada por el balanceo de los troncos de


que estaría formado, y l a contemplación del río al fondo, inspi-
r a b a n a los peregrinos temor a aquel paso, cuyas primicias se
b r i n d a b a n unos a otros, a l decir de esta canción no exenta de
cierta vis cómica.
O t r a , impresa repetidas veces, dice así:
Q u a n d nous fumes au pont qui tremble
B i e n etonnés
D e nous votr une-troupe ensemble
F o r t exposés
Voyant les ondes de l a mer
D a n s leur f u r i e ,
Dont le choc nous f a i s a i t trembler
E t craindre pour l a vie
N o u s p r i o n s l a Vierge M a r i e
E t son cher f i l s 44.

Este puente se hallaba situado en la vaguada de Tablizo,


al Oeste de las B a l l o t a s , unos ochenta metros al Sur del mar
cuyas olas se v e n entre las dos laderas que recortan el perfil de
u n valle en forma de V . P o r allí pasaba el camino real antiguo^

y sería entonces, el de B a l l o t a s , E l de Siete H e r m a n a s que le da el autor del


diario de v i a j e de M o n t i g n y p u d o ser i m p u e s t o en razón de l a semejanza de
f o r m a que entre sí t e n í a n las siete colinas.
43 P u b l i c a d a en v a r i a s ediciones de las Chansons, nosotros l a tomamos de
N i c o l a i : iVíonsieur Sí. Jacques de Compostelle, B o r d e a u x , 1897, pág. 23.
44 L a t o m a m o s de l a ed. de Carcasonne, ed. P i e r r e P o l e r e , 1862; pero la
p u b l i c a n otras ediciones.

564
I V , X X I I . - U R Í A : DE O V I E D O A S A N T I A G O

que f i g u r a todavía en el m a p a de Coello, y que fué abandonado


al ser trazada l a moderna carretera. E x i s t e hoy sobre el riachue-
lo que desemboca en el m a r ; construido en piedra y de u n solo
arco, pero los ancianos de l a comarca recuerdan los tiempos
en que era de madera. M i d e aproximadamente doce metros
de largo p o r seis de a l t u r a , pero antiguamente el lecho del
río sería algo más profundo, pues los efectos de l a erosión de-
bieron rellenarle. Cuando arreciaba l a m a r e j a d a , el mar llega-
b a m u y cerca del puente, según manifestaciones de los ancianos
a quienes hemos interrogado. Todas las circunstancias que de
este paso consignan las canciones de los peregrinos, despojadas
de l a hipérbole, se a j u s t a n , pues, a l a r e a l i d a d . E l geógrafo
D . Tomás López recibió noticias de sus informadores, en los
ú l t i m o s decenios del siglo X V I I I , señalando a T a b l i z o como
punto por el que pasaba el camino real entre Gudillero y L u a r c a
(vid. B i b l i o t e c a N a c i o n a l , Sec. de M s . , n ú m . 7295).

Y a mucho después que M o n t i g n y , M a n i e r alude t a m b i é n


a l pont qui tremble; pero, sin duda creyendo metafórica l a alu-
sión a las olas del m a r , le sitúa en l a ría de R i b a d e o , un des
endroits les p l u s perilleux et a craindre de toute VEspágne, agre-
gando: "veis las olas espantables del m a r lanzarse en el aire unas
sobre otras, que parece que os amenazan de r u i n a , j u n t o con el
ruido espantoso que ellas hacen; dan u n m o v i m i e n t o a l a l a n -
cha en que os halláis, la hacen descender entre dos olas como si
bajase a u n precipicio; luego, creyéndoos sumergidos por ellas,
otra os l e v a n t a de pronto como encima de u n a m o n t a ñ a . H e
aquí el efecto que esto causa durante el pasaje; os hace pasar
u n miedo pavoroso, al punto de que os figuráis perecer en todo
momento... y por este peligro se da a este paraje el nombre de
pont qui tremble'''' 45.
P e r o no podemos tomar a l pie de l a letra estas localizacio-
nes. L o s peregrinos que pasaban a I t a l i a conocían t a m b i é n u n a
l o c a l i d a d denominada Puntremble, mencionada en l a Gesta H e n -
r i c i I I et R i c a r d i , o Pont de Tremble, según el itinerario conte-
nido en la Crónica de M a t h i e u de París (muerto en 1259), deno-
minación que más tarde se f i j ó en l a forma Pontremoli 46. T e -
45 P á g . 99, B a r ó n B o n n a u l t d ' H o u e t , Op. cit.
46 C i t . por A . A p r a i z : L a cultura de las peregrinaciones, tiracla aparte de
las A c t a s del Congreso de l a Asociación p a r a el P r o g r e s o de las Ciencias de
Z a r a g o z a , 1940, pág. 23.

565
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

niendo esto en cuenta, pudo ocurrir que los peregrinos trasla-


dasen a cualquier puente de A s t u r i a s —donde tantos había
el nombre del italiano, o bien nació aquí independientemente
este t o p ó n i m o , a causa de la peligrosidad y temor que u n ar-
tefacto m a l acondicionado les i n s p i r a b a .
. Desde B a l l o t a continuaba el camino a Cadavedo y luego a
Cañero, donde enlazaba con el que desde L a E s p i n a se dirigía
a Luarca.

D e Cañero a Ríbadeo.

A unos seis o siete kilómetros a l noroeste de Cañero hállase


el lugar de B a r c i a , que perteneció a la Orden de Santiago 47,
L a t r a d i c i ó n refiere existía en B a r c i a u n hospital. Recorriendo
otros seis kilómetros hacia el Oeste, desciende el camino a la
v i l l a de L u a r c a , emplazada en la desembocadura del río Negro,
con su pequeño puerto.
Con iglesia del t í t u l o de Santa E u l a l i a , donada por F r u e -
l a II en 912 a la de Oviedo 48, y en l a que se reconocieron i m á -
genes en t a l l a de madera representando a Jesús y a la V i r g e n ,
t a l vez del siglo X I V , fué demolida aquélla como ruinosa, para
l e v a n t a r sobre el mismo perímetro el t e m p l o a c t u a l , en el que
se conservan las aludidas imágenes. Debe su repoblación, lo
mismo que otras villas del Cantábrico, a A l f o n s o X , que en
1270—fecha en que favoreció igualmente otras p u e b l a s — c o n -
cedióle privilegio otorgándole el fuero de B e n a v e n t e , que t a n
extendido encontramos en las villas de la costa49.
E n la calle de l a iglesia, frente al templo p a r r o q u i a l , y en
el solar que h o y ocupa l a casa número 10, existía u n h o s p i t a l
de peregrinos fundado por A l o n s o González R i c o en el año 1440,
según escritura otorgada ante el escribano G a r e i Méndez, que

47 A l f o n s o V I I hizo en 1130 donación de l a v i l l a de " B a r c h i a " (Barcia)


a l conde D . Suero B e r m ú d e z , con otros lugares y posesiones. Hallábase esta
e s c r i t u r a en el c a j . 1, A . 1, n ú m . 10, según el índice de documentos del mo-
nasterio de C o r n e l l a n a , redactado en 1732, existente en el archivo p a r r o q u i a l ,
de donde t o m a m o s esta referencia. F e r n a n d o II donó en 1181 a l a Orden de
S a n t i a g o , entre otros lugares, " i n A s t u r i i s B a r g i a " , que debe de ser l a v i l l a
de B a r c i a ( v i d . B u l l a r i u m O r d i n i s M i l i t i a e Sancti J a c o b i , M a d r i d , 1719,
pág. 23).
48 L i b r o G ó t i c o , f o l . 32 v., y R i s c o , copia en E . S . , X X X V I I , 343 y sigts.
49 C. M . V i g i l : Op. cit., pág. 582.

566
I V , X X I I . - U R Í A : D E O V I E D O A S A N T I A G O

se guardaba entre papeles pertenecientes a esta f a m i l i a so. A l l í


d u r m i ó l a noche del 12 de noviembre del año 1726, daris de
bons lits, de los que nos dice había unos ocho, agregando que
en lo alto de l a sala había u n Santiago a caballo (vid. entre las
láminas). Sabemos que este Santiago es el m i s m o que h o y se
h a l l a en l a iglesia de V i l l a p e d r e , del concejo de N a v i a , a donde
fué trasladado en el pasado siglo 51.
E l camino salía de l a hondonada de L u a r c a — q u e v i n i e n d o
de R i b a d e o no se ve hasta que se está a l a p u e r t a , como
dice M a n i e r — y c o n t i n u a b a a O t u r , pero dejando u n poco a l
N o r t e a Santiago, y después de atravesar dos riachuelos. M a n i e r
l l a m a " A u t o u r " a este lugar, mientras que en e l diario de M o n -
t i g n y escribe " T h o u " , diciendo que allí pernoctó con sus c o m -
pañeros en 28 de febrero del y a citado año, y que a l día s i -
guiente continuaron a N a v i a . E n t r e L u a r c a y N a v i a h a y unos
veintidós kilómetros de c a m i n o , pero el antiguo probablemente
sería algo más corto, y a que no necesitaba t a n t o desarrollo
como l a carretera; por ello parece bastante ajustada a l a p o s i -
ble r e a l i d a d l a distancia de tres leguas que, según B a r t o l o m e o
F o n t a n a , separa a estas dos v i l l a s . Se s a l v a recorriendo u n
itinerario que pasa por P o l a v i e j a y l a V e n t a , que se h a l l a b a no
lejos de P a d e r n e , descendiendo luego a N a v i a , en l a margen
oriental del río del mismo nombre.
E s esta v i l l a l a sucesora de la antigua F l a v i o n a v i a mencio-
n a d a por P t o l o m e o ; pero no se conservan allí vestigios arqueo-
lógicos que merezcan nuestra atención, y su templo p a r r o q u i a l
es moderno. P e r o su ventajosa situación, en l a ría más a m p l i a
e i m p o r t a n t e de A s t u r i a s — p u e s l a de R i b a d e o pertenece en
parte a G a l i c i a — , debió de atraer la p o b l a c i ó n , favorecida

50 C i t a esta escritura M . T k e l l e s y V i l l a d e m o r o s en A s t u r i a s I l u s -
trada, t. I I I , p a r t e tercera, págs. 207-8, agregando que el f u n d a d o r hizo d o n a -
ción a l h o s p i t a l de unas casas que tenía j u n t o a l a i g l e s i a p a r r o q u i a l de l a
v i l l a . F r e n t e a éste, y entre las calles de l a Iglesia y d e l L o b o , se h a l l a b a el
h o s p i t a l en el siglo pasado. N o sabemos si l a t r a d i c i ó n v u l g a r que a t r i b u í a
a los t e m p l a r i o s u n h o s p i t a l en L u a r c a se referiría a este m i s m o ( F . C a n e l l a :
A s t u r i a s , t. I I , pág. 350).
51 " N o u s avons conché a l ' h o p i t a l dans de bons l i t s . II y en a h u i t de
méme. D a n s le h a u t de l a salle est u n S a i n t J a c q u e s á c h e v a l " , pág. 101. Fué
l l e v a d a desde L u a r c a , donde se conservaba en casa de u n a señora de l a f a -
m i l i a de A n c l ó l a , a l a iglesia de V i l l a p e d r e por D . A l e j a n d r i n o Menéndez de
L u a r c a , e r u d i t o asturiano del pasado siglo.

567
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T l A G
0

por Alfonso X en 1270 con u n mercado semanal 52. E n t r e los


datos reunidos por Martínez M a r i n a , varias veces aludidos
consta la existencia, a fines del siglo X V I I I , de dos hospitales
en N a v i a , con los títulos de Santiago y San A n t o n i o , éste con
1.133 reales de renta, y el anterior con 343, siendo probable
que ambos acogiesen peregrinos 53.
U n a vez pasada la ría por el puente, o por u n a barca cuando
no existía, continuábase al lugar de J a r r i o , donde, en 1370
fundó A l v a r o Pérez de Coaña u n hospital para peregrinos 64,
que aún existía en el siglo X V I I I , disfrutando entonces u n a
renta de 1.542 reales 58. Siguiendo al Oeste, pasaba por C a r t a -
v i o , en cuya p a r r o q u i a l existe u n a v e n t a n a circular c a l a d a ,
al parecer de estilo románico 5'i; pero otros restos nos quedarían
si no hubiera desaparecido totalmente el antiguo monasterio de
este lugar donado a l a iglesia de Oviedo en 976 67.
D e Cartavio continuaban los peregrinos a Arboces, men-
cionado en el itinerario de Manier (Arbosse), cruzando antes
dos riachuelos en el camino que más al Oeste atravesaba M o -
hices, que no sabemos por qué el editor de Manier identifica
con L a M a c h a l i o l de P a r l e , que el picardo apunta en su diario
a continuación. M u y cerca sigue el lugar de L a C a r i d a d ,
t o p ó n i m o que puede guardar alguna relación con l a que t a l
vez se hacía a los peregrinos allí 58. Poco más de dos kilómetros

52 C . M . V i g i l : Op. cit., pág. 454.


53 Papeles de Martínez M a r i n a en l a R e a l A c a d . de l a H i s t . de l a parte
correspondiente al concejo de N a v i a .
54 M . T r e l l e s : A s t u r i a s Ilustrada, t. I I I , pág. 44, e x t r a c t a d a .
65 Papeles de Martínez M a r i n a y a citados, correspondientes al concejo
de Coaña.
56 C. M . V i g i l : Op. cit., pág. 347.
57 Í d e m : I b i d . , pág. 348.
58 U n lugar del m i s m o nombre existe a l a salida de G r a d o y en el i t i n e -
rario del puerto de l a M e s a , donde no es f á c i l que se hiciese c a r i d a d sino a los
mendigos, entre los que podría i n c l u i r s e algún peregrino a S a n S a l v a d o r de
O v i e d o , pero no a Santiago. E n c a m b i o , en l a r u t a de l a costa occidental de
A s t u r i a s l a recibirían los que m a r c h a b a n h a c i a allí, aunque no sepamos con
certeza en v i r t u d de qué i n s t i t u c i ó n fué i m p u e s t o este nombre al lugar. E x i s t e
t a m b i é n en otros países de lengua r o m á n i c a este t o p ó n i m o ; así, en F r a n c i a en-
contramos L a Charité en N i e v r e , a causa de u n p r i o r a t o de C l u n y f u n d a d o
en el siglo X I I , y el m i s m o nombre aparece en t e r r i t o r i o de Cháteau-Thierry,
a causa de u n h o s p i t a l allí existente ( v i d . A u g . L o n g n o n : Les noms de lieu de
l a F r a n c e , París, C h a m p i o n , 1920-1929, l a p a l a b r a " C h a r i t é " , págs. 386-87).

568
I V , X X I I . -URÍA: DE O V I E D O A S A N T I A G O

al Sur de Arboces existe el l u g a r de M i u d e s , donde había u n


monasterio, c u y a tercera parte de sus bienes eran dedicados a
los huéspedes en 1042, aunque por entonces no es de creer re-
montasen los peregrinos este itinerario de O v i e d o a Compos-
tela 59, por lo que sólo a t í t u l o de curiosidad anotamos esta
n o t i c i a , sin relación directa con el paso de los romeros por el
camino.
D e L a C a r i d a d c o n t i n u a b a a Valdepares y a l F r a n c o , c a p i -
t a l del concejo del mismo n o m b r e , y , pasado el río P o r c i a , u n
k i l ó m e t r o más allá, seguía a S a l a v e — d o n d e había h o s p i t a l ,
según el m a p a de-T. L ó p e z — y M a n t a r a s , lugares los tres m e n -
cionados por M a n i e r , pero m a l identificado el ú l t i m o por su
editor con M a r t í n , pues escribe " M a n t e " , que no dudamos
sea l a f o r m a incorrecta de M a n t a r a s . Dos k i l ó m e t r o s más a l
Noroeste se encuentra l a v i l l a de T a p i a , cerca del mar, y des-
pués los lugares de Serantes y B a r r e s . E n t r e T a p i a y Barres
n o m b r a M a n i e r Saint-Thiedes, Casellian y V i l l e , i d e n t i f i c a d o s ,
respectivamente, por B o n n a u l t d ' H o u e t , con S a n t a Gadea, Sal-
cedo y V i l l a r v e l l e 60.
A l Oeste ábrese l a gran ría de R i b a d e o , en cuyas orillas
asientan diferentes lugares de v i e j a t r a d i c i ó n marinera y a en
l a E d a d M e d i a . L a gran a n c h u r a que presenta por l a parte
cuyo itinerario vamos describiendo obligaba a muchos peregri-
nos a salvarla embarcados p a r a evitar u n rodeo de varias
leguas.
P e r o esta v e n t a j a casi desaparecía .cuando las aguas se en-
crespaban en los días de intensa m a r e j a d a , pues los peregrinos
h a b l a n del paso en l a n c h a por aquel lugar en tono i m p r e s i o -
nante. Así, el autor del itinerario que siguieron M o n t i g n y y
sus acompañantes, después de referirnos que pasaron u n b r a z o
de m a r en N a v i a , agrega que salvaron luego otro más grande y
más peligroso " o u ils furent en dangier, car i l faisoit tour-
m e n t " 61; en cuanto a M a n i e r , y a hemos v i s t o cómo describe
l a impresión que en él dejó este paso a l t r a t a r del Pont q u i
tremble.
E l itinerario de las Chansons menciona t a m b i é n a R i b a d e o ,
donde los peregrinos recuerdan el peligro en que se h a l l a b a n
~ Risco: E. S., X X X V I I I , 292.
60 Pág. 100, Barón Bonnault d'Houet.
61 Gachard: Op. cit., pág. 157.

569
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

de ser víctimas de las medidas que el E s t a d o tomaba eontra


vagos y maleantes haeiéndoles remar en galeras, en esta f o r m a :

Quand nous f u m e s dans l a Galice,


A Rivedieu,
On voulait nous mettre aux galéres
Jeunes et v i e u x ;
M a i s nous nous sommes defendus
De notre l a n g u e :
A v o n s dit qu'etions espagnols
E t nous sommes de Frunce 02.

Ribadeo.

E n la orilla izquierda de l a ría del E o , d i v i s o r i a desde


antiguo entre A s t u r i a s y G a l i c i a , existía en el siglo X I I una
pequeña v i l l a situada u n poco más abajo del a c t u a l b a r r i o de
V i g o , que conservó hasta nuestros días el nombre de V i l l a v i e j a
y que en aquel siglo se denominaba " R i p a m E u v e " . E r a enton-
ces del conde D . R o d r i g o , al que F e r n a n d o II se l a compró,
en 1.500 maravedís de oro, en el año 1182 t3.
Este M o n a r c a , c u y a política de repoblación fué m u y a c t i v a ,
p a r a llevar la sede minduniense a la orilla del mar, creando
u n centro de comercio al mismo t i e m p o , dispuso fundar una
n u e v a población en l a parte l l a n a que se extiende al N o r t e de
V i g o , donde h o y se halla situada la v i l l a de R i b a d e o . E n 8 de
j u l i o de 1183 otorgó a la iglesia de Mondoñedo y su obispo
R a b i n a t o las que tenía en aquellas inmediaciones y , entre
otras cosas, sus derechos sobre l a puebla de Santiago de V i g o ,
vendiéndoles además la m i t a d de l a v i l l a en 1.000 áureos 64. Su
sucesor, Alfonso I X , dio a l a m i s m a iglesia, en el año 1199,
varios bienes dentro del coto de Mondoñedo, cuyos límites es-
pecifica extendiéndolos hasta el río E o 65, y en 1209 otros bie-
nes a l a v i l l a de R i b a d e o , que y a se hallaría donde h o y 66.
Años antes, en 1206, el obispo de Mondoñedo, con sede en
R i b a d e o y a , c o n f i r m ó cierta donación hecha por unos p a r t i c u -

62 N i c o l a i : Op. cit., p á g . 10.


63 F l ó r e z : E . S . , X V I I I , ap. X X V I , págs. 360-362.
64 Ibidem, ap. X X V I I I , págs. 362-364.
65 Ibidem, pág. 143; J u l i o G o n z á l e z : Alfonso I X , M a d r i d , 1944, t. II,
d o c . n ú m . 132, págs. 189-191.
66 F l ó r e z : E . S . , X V I I I , ap. X X V I I I , pág. 146.

570
mtarcoc/nr

'.'Cava
@ m Z & Barrio
Foente Ctjva

tmbareadero
Fidueírúa

VARAS C A S T E L L A N A S

Barrio del
Pont/'go

P l a n o de Ribadeo.
A . Puerta de las A n g u s t i a s . — B . Puerta de Guimarán.—C. P u e r t a de Santo Domingo.—
D. Puerta de Cavanela o del Canónigo.—E. Postigo de la Fortaleza.—1. Campo de la V i l l a . —
2. Plaza M a y o r . — 3 . Real Colegiata.—4. Capilla y hospital de San Sebastián.—5. Convento
de San Francisco.—6. Convento de Santa Clara.—7. Puerta de la V i l l a o de P a z . — 8 . Calle
Mayor.—9. Calle de Ares (y Puerta de las Angustias).—10. CaUe de la Trinidad.—11. Calle
de San Roque y Camino para Vivero.—12. Calle que va del campo al Pontigo.—13. Camino
de San Lázaro que va a Mondoñedo.
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

lares conjuntamente al monasterio del S a r — p r ó x i m o a C o m -


p o s t e l a — y a l a iglesia de S a n t a María de R i b a d e o , cediéndoles
u n a casa que poseían en esta ú l t i m a v i l l a , cuyos réditos habían
de disfrutar por mitades, disponiendo habitase en ella u n ca-
nónigo del Sar, que había de vestir el monasterio y a l i m e n t a r
la sede de Santa María. Además quedaban obligadas las dos
comunidades a mantener en aquella casa u n marinero que
había de llevar y traer en su barco los transeúntes por el P u e r t o
J u l i á n (hoy arrabal de Porcillán) 67.

L a fundación de esta barquería debió de reportar u n i m p o r -


tante beneficio a los pasajeros que transitaban aquella comar-
c a , especialmente a los peregrinos.
C o n el traslado de la sede minduniense a R i b a d e o , a fines
del siglo X I I , comenzaría la prosperidad de la v i l l a ; pero a los
pocos años v o l v i ó a V i l l a m a y o r de B r e a , por otro nombre
Mondoñedo—en tiempos del episcopado de D . M a r t í n (1219-
1248)—, con perjuicio de los habitantes de l a naciente v i l l a ,
cuyo concejo reclamó al obispo D . Ñ u ñ o II, llegando las
partes a u n a avenencia en el año 1270, mediante la cual el
Prelado se comprometió a poner en R i b a d e o u n canónigo y
cuatro racioneros de Mondoñedo, que habían de r e s i d i r — " d e
p o r t a a p o r t a " — d e n t r o de l a v i l l a , manteniendo el culto en su
iglesia 68.
R i b a d e o y su comarca pertenecieron hasta mediados del
siglo X I V al señorío de los obispos de Mondoñedo, que allí co-
b r a b a n portazgos y otros t r i b u t o s , con la f a c u l t a d , además, de
hacer salinas en el puerto 69.
E n el año 1369 pasó a ser cabeza del condado con que D o n
E n r i q u e de T r a s t a m a r a premió los servicios a Pierre de V i l l a i -
nes; pero V i l l a i n e s vendió el condado, pasando siglos después
a l a casa d u c a l de H í j a r 70.
L a situación a f o r t u n a d a de esta v i l l a c o n t r i b u y ó , j u n t a -
mente con el celo de sus señores, obispos y condes, a su prospe-

67 F l ó r e z : E . 5 . , X V I I I , ap. X X X , págs. 370-371, y J . V i l l a a m i l y


C a s t r o : Reseña histórica de los establecimientos de beneficencia, etc., " G a l i c i a
H i s t ó r i c a " , 1902, p á g . 313.
68 A r c h . C a t . de Mondoñedo. C a r t a p a r t i d a por A B C c o p i a d a al f o l . 67
del T u m b o , y copia en F l ó r e z : E . S . , X V I I I , págs. 161-162.
69 I b i d e m , pág. 167.
70 Sobre este condado h a y monografías de Q u i c h e r a t , Fabié y G . Teijeiro.

572
I V , X X I I . - U R Í A : D E O V I E D O A S A N T I A G O

r i d a d e i m p o r t a n c i a . Debió de ser cercada a fines de l a E d a d


M e d i a de muros, de los que todavía a mediados del siglo X V I I I
se conservaba la m i t a d 71. L a cerca tenía cuatro varas de ancho
por tres o cuatro de alto y estaba construida por dos paredes
paralelas de u n pie a dos de espesor, en c u y o intermedio se
h a l l a b a rellena de escombros y arena 72. Ceñía este muro u n a
superficie curvilínea irregular con tendencia a l círculo, en l a
que se abrían varias calles, hallándose orientadas las dos p r i n -
cipales con ligera inclinación a l Nordeste. E r a n éstas l a calle
M a y o r o G r a n d e , más tarde l l a m a d a de l a P a z , a l a que se
entraba por l a p u e r t a l l a m a d a de l a V i l l a , coronada por l a
torre del reloj. Casi paralela se extendía l a de las A n g u s t i a s ,
l l a m a d a en otro tiempo de los Ferreiros, a l a que daba acceso
l a puerta del A g u a .

L o s peregrinos, que en el siglo X I I I desembarcaban en


Porcillán, lo hicieron más tarde en el embarcadero de Figueirúa,
y desde allí subían por empinada pendiente a salir a l Campo
de l a v i l l a , j u n t o a la iglesia de Santa, María. Delante de l a
puerta de l a v i l l a , y en el lugar llamado L a s Cuatro Calles —
h o y englobado en el casco urbano^^—, se h a l l a b a el hospital de
San Sebastián, con su capilla haciendo esquina a la p l a z a del
C a m p o 73. L o s peregrinos podían penetrar desde allí en l a pobla-
ción, pero el camino hacia Santiago seguía por el Sudoeste,
pasando j u n t o a l a capilla de San Lázaro, p a r a continuar hacia
A r a n t e y V i l l a n u e v a de L o r e n z a n a ( n ú m . 13 del plano).
N a d a queda de la obra románica de la iglesia de Santa M a -
r í a , que fué derruida para edificar l a actual en el siglo X V I I I 74.
Poco más a l Sur de l a c a p i l l a del hospital de San Sebastián,
hallábase el convento de San Francisco que, según la t r a d i c i ó n ,
fundó u n discípulo del Santo, y enfrente, al E s t e , el de Santa
C l a r a , nacido de cierto beaterío que existía en Santiago de
V i g o , cuando este lugar era más i m p o r t a n t e que R i b a d e o , si
hemos de creer a l P . J a c o b o de Castro 75.
E n relación con las peregrinaciones, nos interesa p r i n c i p a l -

'i F l ó r e z : E . S., X V I I I , págs. 59.


72 F . L a n z a A l v a r e z : Ribadeo antiguo, M a d r i d , " M e r c u r i o " , 1933, p á -
ginas 109-110.
73 Ibidem, pág. 124.
74 Ibidem, págs. 93, 94.
75 F r . J a c o h o d e " C a s t r o : D e l Á r b o l cronológico, p á g . 28.

573
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G 0

mente el hospital de San Sebastián, fundado en época descono-


c i d a , y que algunos creen sucesor de otro que existiría en el si-
glo X I I en el a r r a b a l de P o r c i l l á n , en relación con la barquería
allí f u n d a d a , según hemos v i s t o .
E n el siglo X V I se h a l l a b a situado en la calle que durante
muchos años llevó el nombre del H o s p i t a l y h o y el de V i l l a -
franca del B i e r z o , en u n a casa que hoy llevaría el número 3.
E r a u n edificio de veintidós varas de frente por once de fondo
con dos espaciosas habitaciones o cuadras en l a p l a n t a alta
y seis camas en cada u n a , más otras dos cuadras en l a planta
b a j a destinadas a los peregrinos. E n el siglo X V I I sabemos que
a r r i b a v i v í a el capellán administrador en departamento aparte,
y abajo, el hospitalero con su mujer 76.
E n 1550 tenía veinte camas, pero se h a l l a b a en m a l estado,
pues llovía dentro y carecía de leña 77. E n 1591, el M u n i c i p i o
ajustó en v e i n t i c u a t r o ducados anuales los servicios del licen-
ciado Bartolomé Fernández, médico, por ejercer su profesión
en l a v i l l a , asistiendo t a m b i é n en el hospital, y en cuatro los
del cirujano y barbero Pedro Fernández 78. P o r una n o t i c i a del
siglo X V I I I sabemos que los enfermos eran socorridos con diez
cuartos diarios. L a m i s m a fuente consigna que esta i n s t i t u c i ó n
era del patronato del m u n i c i p i o y del párroco, y que había sido
fundada p a r a pobres, peregrinos, transeúntes y enfermos 79. E n
1766 sus rentas fueron unidas a las de la malatería de San L á -
zaro. L a s Constituciones p a r a gobernar y administrar los hos-
pitales de Ribadeo, del año 1803, disponen, entre otras cosas,
que a los peregrinos se les dé albergue en las cuadras bajas del
de San Sebastián, pero sólo por veinticuatro horas, proveyéndo-
les de leña p a r a hacer l u m b r e , p a j a p a r a acostarse y u n a m a n t a
del país p a r a cubrirse 80.
Enajenado el edificio en el año 1853, edificóse con su pro-
ducto y otros recursos, años después, el hospital que con a l -
gunas reformas existe h o y en las afueras de l a v i l l a .

78 F . L a n z a A l v a r e z : Ribadeo antiguo, con referencia a u n a n o t i c i a d e l


siglo X V I , pág. 120.
77 A c t a d e l M u n i c i p i o correspondiente al año 1550, extracto en Apuntes
sobre Ribadeo, de M e n e n d e z S a n J u l i á n , R i b a d e o , 1931, pág. 35.
78 M e n e n d e z S a n J u l i á n : A p u n t e s sobre Ribadeo, R i b a d e o , 1931, pág. 52.
78 Ibidem. A c t a s del año 1766, pág. 172.
80 F . L a n z a A l v a r e z : Op. cit., pág. 123.

574
I V , X X I I . - U R Í A : D E O V I E D O A S A N T I A G O

U n i d a al hospital y con uno de sus ángulos en la p l a z a del


C a m p o , había una capilla dedicada a San Sebastián, b a j a , pe-
queña y pobre, con soportales en dos de sus lados.

De Ribadeo a M o n d o n e d o .

F u e r a de R i b a d e o , y en el lugar todavía h o y denominado


MaZaíos, hacia Obe, se h a l l a b a en otro t i e m p o l a malatéría de
San Lázaro, de la que sólo quedó en pie l a c a p i l l a . S u f u n d a -
ción se r e m o n t a a l a E d a d M e d i a , y sabemos que existía y a
en l a p r i m e r a m i t a d del siglo X I V 81.
N o lejos de l a c a p i l l a de S a n R o q u e , y por el c a m i n o que v a
a V i v e r o , existía otra dedicada a la V i r g e n del C a m i n o . Q u e d a -
b a , por lo tanto, fuera del itinerario más frecuentado por los
peregrinos que sabemos se dirigían a M o n d o n e d o . E n 1698 fué
entregada, juntamente con l a casa y h u e r t a que le pertenecían,
al presbítero D . Sebastián G a t t i , n a t u r a l de A g r e s e n d o , en el
reino de S i c i l i a , según el i n v e n t a r i o hecho c o n ocasión de d i -
cha entrega, en el que consta se dirigía con o t r o compañero en
peregrinación a Santiago de Compostela. Ignoramos el t i e m p o
que G a t t i permaneció en R i b a d e o , y sabemos que a su m a r c h a
la capilla quedó al cuidado de u n ermitaño b a j o el p a t r o n a t o
del M u n i c i p i o a l que pertenecía 82.
E n el lugar de N u e s t r a Señora da P o n t e , perteneciente a l a
parroquia de A r a n t e , fundó a mediados del siglo X V I u n h o s -
p i t a l para peregrinos el canónigo de M o n d o n e d o J u a n M a r -
qués. E n 1579 se mencionan los bienes de esta fundación bajo
la advocación de S a n Andrés, consistentes en " l a Casa en que
estaba establecido, l a h u e r t a e plaga que tiene por la parte de
delante, dos molinos en una pieza j u n t o s , u n a heredad cerca
de ellos, en dicho lugar del P u e n t e , y otra heredad en el c a m i n o
de B a r r e i r o s " . L o s peregrinos sólo recibían en él socorro de
casa, c a m a , luz y leña 83.

81 V i l l a a m i l Y C a s t r o (Reseña histórica, etc., p á g . 395) c i t a u n a m a n d a


del canónigo de M o n d o n e d o J o h a n E a n e s , en 1327, a l a m a l a t é r í a de R i b a d e o .
82 F . L a n z a A l v a r e z : Ojo. cit., págs. 206-208.
83 J . V i l l a a m i l y C a s t r o : Crónica de l a p r o v i n c i a de L u g o , M a d r i d ,
1866, pág. 80, y F . L a n z a A l v a r e z : O p . cit., págs. 129-130. Se refiere t a m b i é n
a u n i n f o r m e e n v i a d o p o r el A y u n t a m i e n t o a l jefe p o l í t i c o de l a p r o v i n c i a
en 1813, en el que se declara que el h o s p i t a l carecía de r o p a s y que no se recor-

575
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

E l camino continuaba a S a n P e d r o de Rente y a San J u s t o


de Cabarcos, mencionados p o r M a n i e r en su viaje ( V . B o n n a u l t
d ' H o u é t , pág. 99).
E n t r e Cabarcos y V i l l a n u e v a de Lorenzana se n o m b r a en un
documento del siglo X V I el camino francés 84, y a V i l l a n u e v a
proseguía para continuar a Mondoñedo. Denominóse V i l l a de
la Puente en otro tiempo l a de L o r e n z a n a , y debió de ser l u -
gar donde los peregrinos se acogerían a la hospedería del mo-
nasterio, de la que por f o r t u n a tenemos antecedentes m u y
remotos y que alcanzan al siglo X , y en los que no podemos
pensar que existiese la peregrinación a través del itinerario que
vamos describiendo. E n el año 969 dotaba el conde Osorio G u -
tiérrez a l monasterio de mobiliario consistente en lechos y
otras cosas, reservando, de los t r e i n t a y tres que concede, doce
para los pobres 85. E s de suponer que la tradición c a r i t a t i v a del
cenobio de L o r e n z a n a se h a y a mantenido y aun mejorado en
los siglos siguientes a aquella fecha, hallándose como se ha-
l l a b a en el camino de los peregrinos. Precisamente pasaba éste
no lejos del lugar de Castro, situado encima de la v i l l a 86.
D e V i l l a n u e v a de L o r e n z a n a , y después de pasar el río Mas-
m a , continuaba el camino a Mondoñedo.

Mondoñedo.

L a a c t u a l c i u d a d de Mondoñedo, sede del Obispado min-


duniense, t u v o como antecedente el lugar de " M i n d u m n e t o " o
San M a r t í n de Mondoñedo, en l a costa de L u g o , al Oeste de R i -
badeo, en u n valle cercado de montes poco elevados, entre los
ríos M a s m a y O r o .
A l l í se refugió el obispo de B r a g a o D u m i o , Sabarico, en la

d a b a h u b i e r a hospedado pobres, sino peregrinos, y ello hacía muchos años que


n o se p r a c t i c a b a .
84 J . V i l l a a m i l Y C a s t r o ( " B o l . Soc. G e o g r . " , t. V , pág. 109) cita una es-
c r i t u r a de cesión que h i z o Sancho de O r o z c o , en 1571, de u n a casa y bienes
j u n t o a l camino francés que v a desde Cillero a Cabarcos.
85 E . S . , t. X V I I I , p á g . 337.
86 J . V i l l a a m i l y C a s t r o ( " B o l . Soc. G e o g r . " , t. V , pág. 109) cita una
e s c r i t u r a de v e n t a del año 1578, h e c h a por Sancho de Orozco en el camino
francés, j u n t o al Cillero del C o m p r a d o r , sito en el lugar de Castro, arriba de
l a v i l l a de V i l l a n u e v a .

576
I V , X X I I . - U R Í A : DE O V I E D O A S A N T I A G O

segunda m i t a d del siglo I X 87. Permaneció en a q u e l lugar l a


c a p i t a l de l a diócesis hasta el año 1112, en que se trasladó a l
valle de B r e a , donde existía u n pueblo l l a m a d o V i l l a m a y o r , ro-
deado de montañas p o r el Noroeste y situado en l a orilla i z -
quierda de u n riachuelo afluyente del M a s m a 88. E n recuerdo
del lugar donde primero estuvo l a sede, c o n t i n u ó llamándose el
nuevo Mondoñedo, nombre que prevaleció h a s t a nuestros días.
L a reina D o ñ a U r r a c a enriqueció l a reciente sede con a m -
p l i a donación en 1117, y lo mismo hizo su h i j o , A l f o n s o V I I ,
ocho años después 89; pero en el p o n t i f i c a d o del obispo R a b i n a t o
(1176-1199) pasó aquélla a R i b a d e o , como antes referimos, v o l -
viendo en el de D . M a r t í n (1219-1248) otra v e z a V i l l a m a y o r
de B r e a 90, donde y a se h a l l a b a m u y a d e l a n t a d a l a obra de su
c a t e d r a l 91.
Según V i l l a a m i l y Castro, l a v e r d a d e r a f u n d a c i ó n de l a c i u -
d a d en el sitio que h o y ocupa no pasa del año 1217, en que e l
arcediano P e l a y o y otros canónigos otorgaron c a r t a puebla a
los que quisiesen v e n i r a m o r a r a V i l l a m a y o r , en el P u m a r de
l a Canónica, según el fuero de L e ó n , y concediéndoles ciertos
términos y derechos 92.
P a r a m a y o r seguridad de l a población, y teniendo en cuenta
las turbulencias ocurridas en l a m i n o r i d a d y primeros años del
reinado de A l f o n s o X I , el obispo m i n d u n i e n s e D . Gonzalo
cercó l a c i u d a d , de acuerdo con el concejo, en el año 1320 9S,
rodeándola de muros, que en parte se conservaron hasta los co-
mienzos del pasado siglo.
González D á v i l a señala l a existencia de c i n c o puertas en e l
cercado, de las que sólo quedaban tres en el siglo X V I I I : l a

87 F l ó r e z : E . S., t. X V I I I , pág. 63.


88 E . 5., X V I I I , pág. 127.
89 L a reina Doña Urraca confirma los cotos de la Sede de San Martín de
Mondoñedo, trasladada al valle de Brea. Ibidem, ap. X I X , págs. 342-345.
Confirmación de las heredades de la iglesia vallibriense por Alfonso V I I en
1125, Ibidem, ap. X X , págs. 344-45, copia.
90 Ibidem, pág. 150.
91 Ibidem, pág. 152, con referencia a una escritura del cabildo de Mon-
doñedo en la que se refieren las posesiones aplicadas a la capilla de la Trini-
dad y en la que aparece mencionada dicha capilla en el año 1233.
92 J . V i l l a a m i l y C a s t r o : Crónica de la provincia de Lugo, Madrid, Aqui-
les Bonchi, 1866, pág. 66.
93 F l ó r e z : E . S., X V I I I , págs. 175 y 285.

TOMO II. 37. Oí í


L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

de las A n g u s t i a s , que t o m ó el nombre de u n a capilla que exis-


tía sobre el arco con aquella advocación a comienzos del si-
glo X V I ; .la del P u m a r , frente a l a rúa de este nombre, antes
l l a m a d a de l a I m p r e n t a , y l a que estaba u n i d a a l palacio epis-
copal, j u n t o a l a fuente que hizo el obispo Soto. L a de B a t i t a -
les fué demolida a principios del X V I I I , y de l a N u e v a no que-
daba entonces más indicio que el barrio del mismo nombre 94.
L a catedral gótica, de tres naves, fué construida en la p r i -
m e r a m i t a d del siglo X I I I , pero sufrió restauraciones y agre-
gaciones hasta l a época barroca inclusive. H a y en el altar
u n a imagen de N u e s t r a Señora l l a m a d a l a inglesa por haber
sido traída de l a catedral de Londres, según tradición, al
introducirse el protestantismo en aquel reino. Recibe tam-
bién el nombre de l a Grande por su gran tamaño. A espaldas de
la capilla m a y o r h a y u n altar, y en él, u n relicario con u n lignum
crucis, u n hueso de San R o s e n d o , más otras de las cabezas de
Santa Úrsula y sus compañeras de m a r t i r i o , de San M a r t í n D u -
miense y de San V i t o , allí colocadas de los siglos X V I al X V I I
y X V I I I inclusive 96. N o existe en l a c i u d a d más que una pa-
rroquia con t í t u l o de Santiago; pero entre el casco de la pobla-
ción y los alrededores había, a mediados del siglo X V I I I ,
nada menos que veintidós ermitas 96, de las que l a p r i n c i p a l
era l a de los R e m e d i o s , en el campo del mismo nombre y en las
afueras de l a c i u d a d . Fué f u n d a d a por el obispo fray F r a n -
cisco de Santa María a mediados del siglo X V I y m u y enri-
quecida por uno de sus sucesores—fray A n t o n i o Sarmiento—
en el siglo X V I I I 97.
E n relación con las peregrinaciones, hemos de mencionar

84 L a s puertas mencionadas por G . D á v i l a son: l a de l a F u e n t e , l a de


B a t i t a l e s , l a N u e v a , l a de las A n g u s t i a s y l a del P u m a r (Teatro Eclesiástico,
t. I I I , e d . 1650, pág. 408), las que q u e d a b a n en el siglo X V I I I . E . S . , t. X V I I I ,
pág. 285.
95 L a s obras de l a catedral que sustituyó a l a a n t i g u a iglesia, levantando
otra desde los cimientos, fueron debidas al obispo D . M a r t í n , que gobernó
l a sede de 1219 a 1248 ( E . S . , X V I I I , 150). Se deben t a m b i é n , el claustro al
prelado D . P e d r o Enríquez de Castro (1426-1445) y otras varias restauracio-
nes y reformas a uno de sus sucesores, F r . Diego de Soto (1546-1549). Sobre
las reliquias, véase A m b r o s i o d e M o r a l e s : Viaje Santo, M a d r i d , 1765, pagi-
nas 114-115, y E . S . , X V I I I , pág. 287.
96 Ibidem, pág. 290. '
97 Ibidem, pág. 243 y 279.

578
I V , X X I I , - U R Í A : DE O V I E D O A S A N T I A G O

en primer t é r m i n o el hospital de S a n P a b l o , que existía en l a


plaza de donde fué trasladado, en el siglo X V I I I , por el obispo
f r a y A n t o n i o S a r m i e n t o , a l C a m p o de los Remedios 98. Se
ignora la época de su f u n d a c i ó n , pero se puede suponer que se-
ría el m i s m o a que aluden noticias que d a t a n del siglo X I V .
Sabemos que, en 10 de a b r i l del año 1379, el obispo D . F r a n -
cisco I hizo donación a l hospital de Mondoñedo de varias casas
y bienes sitos en V i v e r o " , y que aquel P r e l a d o gozó f a m a
de c a r i t a t i v o con los pobres y los peregrinos 100. También los
obispos f r a y Diego de Soto (1546-1582) y D . R a f a e l Díaz de C a -
brera (1618-1630) se preocuparon del h o s p i t a l , haciendo en él
algunas obras y visitándole con alguna frecuencia 101.

E x t r a m u r o s de l a c i u d a d , y en el sitio en que se unen los


ríos B r i a y P e l o u r i n , había u n a leprosería con el t í t u l o de
San Lázaro, en el mismo barrio de este n o m b r e y al E s t e 102.
A t e n d í a n t a m b i é n a los romeros los franciscanos del con-
vento de S a n M a r t í n de V i l l a m o r i e n t e de los P i c o s — s i t u a d o en
las inmediaciones de Mondoñedo—, según consta en el p r i v i -
legio concedido por J u a n I en 1382 e x i m i e n d o de tributos a
los frailes que en él v i v í a n " d o se a c o g e n — d i c e — m u c h o s pere-
grinos e rromeros de los que v a n al apóstol s a n t i a g o " , que a su
vez i r í a n a l convento atraídos " p o r las grandes virtudes e m i -
raglos que dios y demuestra en muchas maneras e cosas m a r a -
uillosas que acaescen e se demuestran en el dicho monasterio" 108.
Desde Mondoñedo continuaban a Sandónigas y A b a d í n ,

98 E . S . , X V I I I , pág. 289.
99 A r c h . C a t . de Mondoñedo. " M e m o r i a histórica de l a S a n t a Iglesia de
Mondoñedo que en el año de 1763 recogió D o n F r a n c i s c o A n t o n i o V i l l a a m i l
y S a a v e d r a de P r i o r y Canónigo de d i c h a Iglesia por acuerdo de los Señores
Deán y C a b i l d o de ella, p a r a r e m i t i r al R e v e r e n d o P . M a e s t r o F r . E n r i q u e
F l o r e s " , etc. (ms. en A r c h . C a t e d r a l ) ; a l f o l . 122 dice que se desconoce l a a n t i -
güedad de los dos hospitales de Mondoñedo (San L á z a r o y S a n P a b l o ) , y que
no p u d o averiguar el obispo S a n t a M a r í a , en el año 1555, l a del segundo de
estos establecimientos, según consta en u n auto que t r a n s c r i b e . A t r i b u y e a l
obispo S a r m i e n t o su traslado al c a m p o de los R e m e d i o s . L a donación de b i e -
nes en V i v e r o , en la pág. 184.
100 F l ó r e z ( E . S . , X V I I I , pág. 186) dice que en uno de los " K a l e n d a r i o s "
de aquella iglesia se lee de este prelado " q u i b o n a sua d a b a t pauperibus et
peregrinis".
101 Ibidem, págs. 236 y 263.
102 F . A . A n t o n i o V i l l a a m i l y S a a v e d r a : M e m o r i a , etc., loe.
103 J . V i l l a a m i l y C a s t r o : " R o l . Soc. G e o g . " , t. V , año 1876, pág. 110.

579
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

pasando aquí el río Moarés, y luego a C a s t r o m a y o r , donde cru-


z a b a n el Támega; pasaban después por G o i r i z , claramente men-
cionado en el itinerario de M a n i e r 1(H, y de allí a V i l l a l b a , con
u n recorrido de t r e i n t a y tantos kilómetros a contar desde M o n -
doñedo. A l Sudoeste de V i l l a l b a cruzaban el río L a d r a conti-
nuando a B a h a m o n d e , no sin atravesar antes otro brazo más
occidental del mismo río, y pasando el P a r g a continuaban a
S a n t a L e o c a d i a del mismo n o m b r e — a m b a s mencionadas por
Manier105—, y más a l S u r , a M i r a z 106, Sobrado y S a n t a María
de G o n z a r , que t a m b i é n menciona. Creemos no debía de ser
éste el único itinerario, pues en esta parte de G a l i c i a hay n u -
merosos caminos. E n t r e G o n z a r y Compostela, M a n i e r mencio-
n a como lugares intermedios. Sobrado, G o n z a r , " L a F o u g u e r e " ,
L a v a c o l l a , San Marcos y " T a l a t t e " 107.

Camino de Tineo a Santiago, por Lugo.

Cúmplenos ahora describir este accidentado itinerario, del


que n a d a escribieron los peregrinos.
Desde L a E s p i n a a T i n e o no h a y por qué suponer que
siguiesen otro camino que el indicado por los accidentes del
terreno, por L a P e r e d a — n o m b r e expresivo de c a l z a d a — y
el P e d r e g a l , continuando a Santa E u l a l i a , unos cinco kilóme-
tros distante de l a v i l l a .
A s i e n t a Tineo en el borde meridional de las tierras que con
l a meseta de L a E s p i n a f o r m a n cierta u n i d a d , y en u n punto
que es y habrá sido en otro tiempo nudo de las comunicacio-
nes de todas las comarcas del occidente de A s t u r i a s por el inte-
r i o r . Venía a ser como c a p i t a l i d a d de l a tenencia o condado
que en e l siglo X I I se extendía desde las montañas que al E s t e
l i m i t a n las cuencas del Pigueña y del N a r c e a , hasta el río E o ,
como en otra parte hemos visto108. E s t a circunstancia—sin
d u d a condicionada por la de su emplazamiento—debió con-
t r i b u i r a que T i n e o llegase a alcanzar alguna importancia

104 B a r ó n B o n n a u l t , pág. 98.


105 Ídem, id.
106 Ibidem, pág. 98. B o n n a u l t reduce arbitrariamente M i r a s s e , citado por
M a n i e r , a M o e i r o , i g n o r a n d o que en este itinerario existe h o y M i r a z .
107 Ibidem, pág. 95.
108 V i d . n o t a 17.

580
I V , X X I I . -URÍA: DE O V I E D O A S A N T I A G O

en l a E d a d M e d i a , i m p o r t a n c i a que en cierto modo perduró


hasta el pasado siglo, por lo menos en el aspecto a d m i n i s -
t r a t i v o 109.
Existía en la v i l l a u n hospital con t í t u l o de M a t e r C h r i s t i ,
que se h a l l a b a situado en el centro de l a a c t u a l y p r ó x i m o a
l a casa de l a f a m i l i a de los T i n c o y a l convento de francisca-
nos. E n ocasión de u n a de las desamortizaciones, fué a d q u i r i d a
l a parte del edificio destinada a los enfermos p o r l a f a m i l i a d e l
m a y o r d o m o u hospitalero. E l resto, con excepción de u n a h a b i -
t a c i ó n donde se instaló u n a escuela, quedó a b a n d o n a d o h a s t a
que el E s t a d o lo cedió p a r a teatro, en el que los jóvenes de l a
v i l l a pertenecientes a l a M i l i c i a N a c i o n a l se dedicaron en el
pasado siglo con entusiasmo a l arte escénico. P o r f i n pasó a
ser p r o p i e d a d del M u n i c i p i o .
E r a u n edificio de regulares proporciones, a l que daba acce-
so u n soportal con cuatro columnas, en el que había u n a h o r n a -
cina con l a imagen de Santa A n a — h o y t r a s l a d a d a a l a iglesia—•:,
que habrán venerado los peregrinos. S u c a p i l l a era a m p l i a , c o n
alta nave y arcadas de cantería en el p r e s b i t e r i o , que luego se
c o n v i r t i ó en escenario. N a d a queda de todo aquello. Según r e -
ferencias fidedignas, cuando en el pasado siglo se h i c i e r o n e n
él arreglos para acomodarlo a las necesidades escénicas, apare-
cieron soterrados muchos huesos humanos probablemente p r o -
cedentes de antiguos enterramientos. N o conocemos d o c u m e n -
tación alguna sobre este h o s p i t a l , cuyo p a t r o n a t o pertenecía
a l a J u s t i c i a y R e g i m i e n t o de l a v i l l a 110.
E l camino de los peregrinos llegaba hasta é l , después de e n -
trar en l a v i l l a por l a parte a l t a , desde el C a m p o de S a n R o q u e ,
donde existía u n a e r m i t a dedicada a este S a n t o . P a s a b a t a m -
bién por delante del convento de S a n F r a n c i s c o , en el que los
frailes h a b r á n atendido t a m b i é n a los peregrinos, y torciendo
h a c i a el E s t e se dirigía a O b o n a , pasando a l a salida de l a v i l l a
por ante l a ermita de San J u a n , que hoy no existe. C o n t i n u a b a
por l a sierra de T i n c o y por S a n t u l l a n o h a s t a las puertas d e l
mismo monasterio, según m a n d a t o de A l f o n s o I X . O b o n a era
cenobio m u y antiguo, aunque l a escritura f u n d a c i o n a l — a lo
menos en l a forma en que llegó hasta nosotros—sea u n docu-
109 Todavía tenía audiencia Tineo en la segunda mitad del siglo pasado'
110 F. I n f a n z ó n y García M i r a n d a : Tineo, en la obra Asturias, por Fer-
mín Canella y Secados, t. III, pág. 18.

581
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

mentó i n u t i l i z a b l e . E l monasterio habrá sido fundado en la


a l t a E d a d Media111.
E l camino más directo desde T i n c o no tenía por qué i r a
O b o n a . C o n t i n u a b a de Santullano a Gera, pasando luego el río
d e l mismo nombre, y por l a izquierda del M i r a l l o , ascendiendo
hasta el alto de Tamallanes, seguía al Campo del Río, descen-
diendo luego en pendiente para llegar a l a P o l a de A l l a n d e .
P e r o desde O b o n a a A l l a n d e había otro; i b a por términos de
V e g a R e y , Espín, P e r e d a y B o r r e s — c o n hospital de peregri-
nos112—, y por San B l i s m e , L a s Horteras y Colinas, y desde
aquí ascendía para atravesar la sierra de Fonfaraón, donde
existían dos hospitales que prestaban u n gran servicio a los
caminantes en aquel despoblado. Sólo conservamos la simple
referencia de que existían, y uno de ellos todavía se hallaba
atendido hace unos t r e i n t a y tantos años por u n a mujer que
mediante el exiguo j o r n a l de u n a peseta daba abrigo a los
caminantes en u n a reducida estancia donde sólo había un
hogar con poyos alrededor113. E n P o l a de Allande—pequeña
v i l l a — h a b í a n a d a menos que tres hospitales, y desde allí se
ascendía siguiendo el valle por donde corre u n pequeño río con
r u m b o Noroeste desde el pueblo, inclinándose luego hacia el
Sudoeste p a r a llegar a Montefurado, donde había otro hospi-
t a l 114, como t a m b i é n los había eñ los lugares de L a g o y Ber-
ducedo 115, que a continuación recorrían los peregrinos.

111 B a r r a u - D i h i g o (Etude sur les Actes des rois asturiens, Cat. páginas
167-168) r e p u t a l a escritura considerada como f u n d a c i o n a l , calificándola de
apócrifa. C o p i a de este d o c u m e n t o del año 781 en M a t í a s S a n g r a d o r y V í -
t o r e s : H i s t . de l a A d m o n . de l a J u s t i c i a en el P r i n c i p a d o de A s t u r i a s , Oviedo
1866, págs. 339-342.
112 Según las noticias enviadas a Martínez M a r i n a sobre A s t u r i a s , varias
veces citadas en el presente estudio, y que se h a l l a n en l a R e a l A c a d . H i s t . , en
B o r r e s " h a y u n h o s p i t a l p a r a peregrinos... es de fábrica m u y a n t i g u a , así como
l a iglesia p a r r o q u i a l " . Ignoramos l a fecha de su f u n d a c i ó n , pero t a l vez se
h i z o con los bienes que A l f o n s o I I I donó a l a iglesia de Santiago en el año 899,
entre los que n o m b r a , en A s t u r i a s , el locum Vaurres ( v i d . L ó p e z F e r r e i r o :
H i s t . , t. II, pág. 48 de los apéndices).
113 Además de citarlo las anteriores noticias reunidas por Martínez M a r i -
n a , lo m e n c i o n a n t a m b i é n F . C a n é e l a : A s t u r i a s , t. I I I , págs. 275-276.
114 Según las noticias de Martínez M a r i n a y a citadas, a comienzos del si-
glo X I X tenía 845 reales de renta de diferentes tierras.
116 í d e m i d . c o n t a b a en l a m i s m a época con 461 reales de r e n t a de prados y
tierras, tres de unas casas y , además, con parte de los diezmos de l a parroquia.

582
I V , X X I I . - U R I A : DE O V I E D O A S A N T I A G O

Desde B e r d u c e d o , con r u m b o hacia el Oeste, llégase en se-


guida a S a l i m e , en la margen oriental del río N a v i a , que pasa
profundo y encajonado en casi todo su curso medio. P o r ello,
el puente allí tendido sobre él se halla a gran a l t u r a , dejando a
los lados u n impresionante abismo (vid. entre las láminas). H a y
otro u n poco más a r r i b a , c u y a fábrica de m a d e r a contrasta con
las paredes roquizas que aprisionan el N a v i a . N o es dudoso que
a los peregrinos h a y a causado impresión este paso, y t a l vez
con más razón que el Pont qui tremble de las Chansons.
D e l lado Oeste del río queda Grandas de S a l i m e , c a p i t a l del
concejo, por donde el camino continúa, subiendo a Castro y
P r a d a i r a , donde existía u n a leprosería f u n d a d a en 1594 116, y
más arriba a Peñafuente y a l hospital de Guiña, el ú l t i m o de
los establecidos en el occidente de A s t u r i a s . Desde aquí conti-
n u a b a el camino a F o n s a g r a d a . E n el l í m i t e de A s t u r i a s y no
lejos del hospital de Guiña h a y u n a sierra d e n o m i n a d a de P i e -
dras Apañadas, t a l vez porque, como en l a Gruz de F e r r o , pró-
x i m a a Foncebadón—entre Molinaseca y M a n j a r í n , en l a pro-
v i n c i a de L e ó n — , habría en otro tiempo a l g ú n m o n t ó n de pie-
dras depositadas en aquel l í m i t e por los caminantes. Todavía
se conserva h o y el camino de herradura que conducía a F o n s a -
grada. Desde aquí continuaba por el P a d r ó n , V i l l a r d o n g o , P e -
drafitela y M o n t o u t o , donde aún se v e n las r u i n a s del antiguo
hospital fundado por Pedro I.
U n privilegio del A r c h i v o de Simancas del año 1586 nos
dice que en l a m o n t a ñ a de M o n t o t o , j u r i s d i c c i ó n del conde de
A l t a m i r a en el reino de G a l i c i a , se h a l l a u n h o s p i t a l " e n el c a -
mino francés de los peregrinos que v a n a S a n t i a g o " y en " t i e r r a
despoblada donde perecían los pobres de frío y nieve y que
p a r a remedio dellos y para l a obra del dicho hospital el dicho
señor rey D o n P e d r o concedió privilegio a R o d r i g o Yáñez P a l -
mero para que él y todos sus descendientes fuesen a d m i n i s t r a -
dores del y gozasen de ciertas honras y f r a n q u e z a s " . E l mismo
documento nos da l a noticia de que por entonces la iglesia y su
h o s p i t a l se h a l l a b a n arruinados y que éste era " u n a casa te-
rrena casi caída" con dos ermitas, u n a del A p ó s t o l Santiago y
otra de S a n L o r e n z o , agregando que se h a l l a b a situada en el
camino real que va de A s t u r i a s a Santiago, y que el rey D o n P e d r o

F. R o e l : Etiología de la pelagra, Oviedo, 1880, pag. 224.

583
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

lo dotó con cuarenta fanegas de trigo y centeno pagadas por


los labradores que l a b r a b a n sus tierras. Continúa diciendo que
a los peregrinos que se acogían a él se les daba comida y lumbre
y que se hacían limosnas a los pobres, hasta que las autoridades
dependientes del conde de A l t a m i r a se entrometieron a nombrar
administradores 11T.
D e M o n t o u t o c o n t i n u a b a el camino a P a r a d a b e l l a , Dego-
l a d a , L a s t r a , F o n t a n e i r a , T r a b e i r o , Campo de l a M a t a n z a , Cá-
dabo, P r a d e d a , A l t o de la B a q u e r i z a , V i l a l l e y Castroverde.
L a v i l l a de Castroverde conserva todavía los muros exteriores
y l a torre del homenaje de u n castillo que perteneció a los A l t a -
m i r a , edificado antes del siglo X V sobre las ruinas de u n anti-
guo castro. Su p r i n c i p a l iglesia, con t í t u l o de Santiago, es
o j i v a l y a m p l i a , y fué edificada por el magnate D . Fernando
de C a s t r o — d e l a Casa de L e m o s — e n l a segunda m i t a d del
siglo X V , a l mismo tiempo que u n convento de franciscanos del
que dependió. D e l a existencia de u n hospital en Castroverde
tenemos n o t i c i a en 1307, y que atendería a los peregrinos,
se deduce de su situación i n m e d i a t a a l Camino francés 118.
V a r i o s documentos de l a E d a d M e d i a acreditan que el Camino
pasaba por Castroverde; uno del año 1343 deslinda u n a tierra
por uno de sus lados con el camino francés, y otros dos de los
años 1398 y 1402 consignan deslindes de casas en esta misma
forma 119.
Desde Castroverde, el camino c o n t i n u a b a p o r Trashorras,
San M i g u e l de Recesende, Sonto, San P a y o , P a d e r n e , R o m e a n ,
Bascuas, C a r b a l l i d o , J a z a y , Castelo, E l R a t o , llegando en se-
guida a L u g o .
E n t r e Castroverde y L u g o se halla G o n d a r , y por aquí pa-
saba el camino según cierta c a r t a de p e r m u t a del año 1369,
por el que el obispo de L u g o concede a las monjas de Santa M a -
ría la N u e v a " o espital de gondar con suas rrendas e dereitos

117 Se h a l l a p u b l . este doc. en G a l i c i a D i p l o m á t i c a , año 1889, t. I V , pági-


nas 65-67.
118 A r c h . Cat. L u g o , L . 4, 54, seg. V i l l a a m i l : Reseña, Ipag. 301. T o -
mamos las noticias relativas a Castroverde de: A . d e l C a s t i l l o : Boletín
de l a R e a l A c a d e m i a Gallega, n ú m . 6 1 , 1912, págs. 7-12; R i s c o : E . S . , X L I ,
138; M . A m o r M e i l a n : Geografía General del Reino de G a l i c i a , B a r c e l o n a ,
1928, págs. 240-244.
119 J . V i l l a a m i l y C a s t r o : " B o l . Soc. G e o g . " , t. V , págs. 110-111.

584
I V , X X I I . -URÍA: DE O V I E D O A S A N T I A G O

e p e r l e r í a s " , agregando que " p o r quanto o dito camino se m u -


d o u por outra parte e o dito espital n o n rebebe os ditos proues
n o n se faz y aquelo p a r a que f o y estabelescido" 120. I g n o r a m o s
en qué consistía l a variación i t i n e r a r i a a l a que alude este d o c u -
m e n t o , pero nos parece aventurado a f i r m a r , basándose en é l ,
que el camino de los peregrinos era mudado con frecuencia.
D a d a l a situación de G o n d a r , no h a y d u d a alguna de que e l
camino en cuestión era el que procedía de A s t u r i a s , siguiendo
el itinerario a que nos hemos referido.

Lugo.
L a a n t i g u a c a p i t a l i d a d del Convento J u r í d i c o , L u c u s
A n g u s t í , debe su origen a l a situación estratégica que d i s f r u t a .
R o d e a d a p o r todas partes, menos por el N o r t e , de tierras más
bajas, se eleva sobre el v a l l e del M i ñ o que corre al Sudoeste,
en lugar a propósito p a r a servir de nudo de comunicaciones
con otros territorios del noroeste de la Península.
S u m u r a l l a , restaurada en diferentes épocas, cierra una s u -
perficie de 2.117 metros, con aspecto de rectángulo, cuyos á n g u -
los r e m a t a n en c u r v a y cuyo eje m a y o r se orienta a l N o r o e s t e ,
conservando en l a t r a z a , cimientos y muro bastante obra de
época r o m a n a . D e esta época se h a n encontrado en l a c i u d a d
otros monumentos y vestigios, como el mosaico de l a calle de
B a t i t a l e s , y fragmentos de aras, pedestales e inscripciones121.
Fué teatro de luchas durante l a dominación sueva, y h a s t a
allí llegó el caudillo m u s u l m á n M u z a , ea. el año 714 122, a t r i b u -

120 V i l l a a m i l : Reseña, pág. 296.


121 J . d e D i o s d e l a R a d a y D e l g a d o : M o s a i c o romano de l a calle de
Batitales, en L u g o , en " M u s e o E s p a ñ o l dei A n t i g ü e d a d e s " , t. I, año 1872,
págs. 169-184; J . V i l l a a m i l y C a s t r o : L u g o . L a m u r a l l a y otras antigüedadesf
L u g o , T i p . de V i l l a m a r í n , 1896, p á g . 14; I. A . R i c h m o n d : F i v e town walls i n
H i s p a n i a Citerior, en " J o u r n a l of R o m á n Studies, 1931, págs. 89-90; M . V á z -
q u e z S e i j a s : L u g o bajo el Imperio romano, L u g o , 1939.
122 L a n o t i c i a de l a llegada a L u g o del c a u d i l l o m u s u l m á n M u z a , en e l
año 714, se encuentra en I b n A l - A t i r : A n u a l e s d u M a g h r e b et de V E s p a g n e ,
traduites et annotées p a r E . F a g n a n , A l g e r , 1901, p á g . 4 9 , y en A l - M a k k a r i :
A n a l e s , t r a d . de M . G a s p a r R e m i r o , t. I I , pág. 31. E l p r i m e r o a f i r m a q u e
M u z a realizó aquella expedición " m a t a n d o y r o b a n d o t o d o , destruyendo l a s
iglesias y r o m p i e n d o las c a m p a n a s " ; pero no existe f u n d a m e n t o p a r a a f i r m a r
que l a c i u d a d de L u g o fué d e s t r u i d a en esta ocasión, c o m o t o d a v í a escriben

585
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

yéndose a l obispo Odoario su restauración unos lustros des-


pués 123. Interpretando u n t e x t o de S a m p i r o , se supone que la
atacaron los normandos en el año 969 124, y se a f i r m a también
que por ella pasó A l m a n z o r a su regreso de Santiago en el
año 997 12B.
P o r su situación alejada de l a capitalidad de l a Monar-
quía, como por su fortaleza, fué sede de revueltas en tiempos
de Alfonso V I , y más tarde de luchas intestinas, a veces san-
grientas, entre los burgueses y los obispos que en ésta como
en otras ciudades disputaron entre sí los derechos del seño-
río 126. Confirmados por F e r n a n d o II los fueros que le dieron
otros monarcas, debió alcanzar L u g o desde el siglo X I I I rela-
t i v a prosperidad, siendo posible que, atraídos por ella, algunos
peregrinos h a y a n desviado de l a r u t a generalmente frecuentada,
situada más a l S u r , rodeando así algunas leguas en su recorrido
hasta Santiago.
A u n q u e no a b u n d a en monumentos medievales, existen en
l a ciudad algunos, entre los que descuella su catedral, suce-
sora de la antigua iglesia edificada en el siglo V I I I , cuyo solar

algunos (vid. t a m b i é n C. S á n c h e z A l b o r n o z : ¿Muza en A s t u r i a s ? , Buenos


A i r e s , 1944, págs. 23-24).
123 B a r r a u - D i h i g o : Recherches sur le Royaume asturien, París, 1921,,
pág. 321, considera que las cartas r e l a t i v a s a l a repoblación de L u g o por
el obispo O d o a r i o , de 1 de febrero de 745, 18 de febrero y 15 de m a y o de 747
b a n sido forjadas a fines del siglo X I o principios del X I I . L a s copia Risco
en E . S . , X L , apéndices I X , X I y X I I .
124 E s § . , X I V , 457, S a m p i r o d i c e : " A n n o II regni N o r t m a n n o r u m cum
rege suo G u n d e r e d o ingresae sunt urbes Galleciae... et t o t a m G a l l a e c i a m
d e p r a e d a v e r u n t . " E s corriente entre los historiadores gallegos el suponer
que entre las ciudades atacadas p o r los normandos en esta ocasión u n a fué
l a de L u g o , y es m u y probable que así fuese.
125 F i j a l a fecha de esta expedición l a crónica silense ( E . S . , X V I I , 308-
309). N o consta en las noticias que conocemos sobre esta incursión que l a
c i u d a d padeciese daños; pero entre 951 y 985—época del episcopado de D. H e r -
menegildo, según Risco—juntáronse los que pagaban t r i b u t o s a l a iglesia de
L u g o , acordando instalarse en ella p a r a defenderse de los normandos ("simus
i b i d e m h a b i t a n t e s , et dimicantes c o n t r a sevientem L o t h o m a n o r u m " , R i s c o ,
X L , apéndice), siendo posible que h a y a n tenido que hacerlo en el año 997.
126 A . L ó p e z P e l á e z : E l señorío temporal de los Obispos de L u g o , Coruña,
1879; J . V i l l a a m i l Y C a s t r o : E s t u d i o histórico acerca del señorío temporal de
los Obispos de L u g o en sus relaciones con el M u n i c i p i o en l a E d a d M e d i a ,
L u g o , 1897; E . H i n o j o s a : Origen del Régimen M u n i c i p a l en León y Castilla,
en Estudios sobre l a H i s t o r i a del Derecho Español, M a d r i d , 1903.

586
I V , X X I I . - U R Í A : DE O V I E D O A S A N T I A G O

rebasó la obra románica, sufriendo diversas modificaciones en


los períodos o j i v a l y barroco. D e cruz l a t i n a , con tres naves,
bóvedas de arista y arcos apuntados, posee el único triforio
cubierto con bóveda de cañón que existe en España. C o n t r a s t a
el aspecto de la capilla central dedicada a N u e s t r a Señora de
los Ojos G r a n d e s — o b r a del siglo X V I I I - con el estilo o j i v a l
de las demás existentes en l a cabecera. S u fachada m e r i d i o n a l
es neoclásica, f l a n q u e a d a por dos torres, y en la del N o r t e se
abre u n pórtico o j i v a l con puerta r o m á n i c a , cuyo t í m p a n o
ostenta en el centro u n a imagen del S a l v a d o r , admirablemente
esculpida, dentro de l a m a n d o r l a .

P r i v i l e g i o singular de l a capilla m a y o r de esta iglesia es el


de l a exposición c o n t i n u a del Santísimo S a c r a m e n t o , del que
goza desde hace siglos, siendo desconocido su origen.
A diferencia de lo que ocurre en otras ciudades del N o r t e
de España, no existieron en L u g o , durante l a b a j a E d a d M e d i a ,
otros monasterios que los de San F r a n c i s c o y Santo D o m i n g o ,
situados casi en el centro del recinto a m u r a l l a d o y no m u y dis-
tantes el uno del otro.
A p a r t e dé estos monumentos medievales, guardan especial
relación con las peregrinaciones, como en las demás villas y
ciudades del c a m i n o , los hospitales, de los que poseemos bas-
tantes datos merced a la infatigable laboriosidad del historia-
dor gallego D . José V i l l a a m i l y Castro.
D e sus estudios se deduce que existían en la E d a d M e d i a
cinco hospitales en L u g o : los dos denominados viejo y nuevo
en algunos documentos, uno que t a m b i é n f i g u r a con el nombre
de alberguería, existente dentro de la c i u d a d , otro situado en
las afueras, no lejos de la puerta M i ñ a , y , p o r ú l t i m o , la lepro-
sería de S a n Lázaro.
E l más antiguo sería probablemente el que debió de hallarse
no lejos de l a C a t e d r a l , t a l vez en u n a casa situada enfrente y
del lado N o r t e . C o n escudo de armas en l a f a c h a d a , esta casa,
l l a m a d a de Campomanes, tiene u n patio en el que se abre u n a
p u e r t a c u y o d i n t e l a p o y a en ménsulas y u n arco de aspecto
románico. L a calle que la separa de l a C a t e d r a l debió de ser
u n a de las recorridas por los peregrinos. A p a r e c e por p r i m e r a
vez mencionado este h o s p i t a l en u n a donación del año 1118
con el nombre de hospitale p a u p e r u m , y sabemos que dependía
del C a b i l d o , y que recibió diferentes legados, según consta en

587
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

nueve documentos de los años 1185 a 1224 127. D e los mismos


se desprende que era eonocido t a m b i é n con los nombres de
hospital Incensé y alberguería 128. Debe ser el mismo que apa-
rece en alguna ocasión con l a denominación de veteri.
S i n d u d a p a r a distinguirle de éste se menciona en 1239 u n
hospitali nouo, que debe ser l a albergaría noua, consignada
en 1235, 1234 y 1232, probablemente f u n d a d a pocos años
antes 129.
Otro hospital o alberguería se hallaba j u n t o a la carnicería
en 1187, y l i n d a b a por u n a parte con la calle entonces l l a m a d a
de B e r m u d o Sánchez, poseyendo horno, corral y huerta 130.
127 A . d e l C a s t i l l o : L a Arquitectura en G a l i c i a (en l a Geografía General
del R e i n o de G a l i c i a , t. I, p a g . 1046), admite l a posible localizacion de este
h o s p i t a l en l a casa llamada de Campomanes. Respecto a su emplazamiento,
nos puede dar alguna l u z l a p e r m u t a del año 1132, que, después de nombrar
" i l l a s casas integras que f u e r u n t h o s p i c i u m q u o n d a m p e r e g r i n o r u m " , agrega
que se h a l l a b a n "prope ecclesias sánete marie et sancti p e t r i " ( V i l l a a m i l :
Reseña, pág. 354, con referencia a l pergamino n ú m . 75, unido al T u m b o de
L u g o ) . Siendo m u y probable que el palacio episcopal se hallase siempre pró-
x i m o a l a C a t e d r a l , t a m b i é n parece deducirse l a p r o x i m i d a d de esta hospe-
dería a l a m i s m a , de otra escritura del C a b i l d o lucense, en l a que se menciona:
" a nosa casa... que esta entre l a cassa do hispo de h u n a parte et h a do espital
da o u t r a " ( J b i d e m , pág. 357 y n o t a 1, con referencia a l L . A . , f o l . 73 v.0 del
A r c h . C a t e d r a l de L u g o ) .
128 E n 1632, el procurador del Obispo y el C a b i l d o de L u g o fué por ellos
i n v i t a d o a reclamar ante el O b i s p o de Mondoñedo sobre ciertos bienes que
decía eran " d a iglesia de L u g o y d a albergaría d y " ( I b i d e m , pág. 355 y n o t a 2
con referencia al L . 9, f o l . 13 del A r c h . de l a iglesia de L u g o ) , de lo que se
deduce que l a mesa c a p i t u l a r y el h o s p i t a l estaban unidos. L o s documentos
en que aparecen las diversas denominaciones de este h o s p i t a l , predominando
la de " h o s p i t a l e p a u p e r u m " , corresponden a los años 1185, 1195, 1198, 1204,
1213, 1218, 1219, 1222 y 1224, y contienen cláusulas de donación de una
b o r r i c a ( a s i n a ) y m e d i a t e r c i a de centeno, m e d i a tercia de p a n , u n a almohada
y varios sueldos ( I b i d e m , pág. 355).
129 Ibidem, pág. 357 (con referencia a documentos del A r c h . Catedral
de L u g o ) , deduce, por aparecer n o m b r a d o el h o s p i t a l -^-refiriéndose probable-
mente a l v i e j o — en u n testamento del año 1227, que l a n u e v a alberguería debió
ser e d i f i c a d a entre esta fecha y l a de 1232.
180 Ibidem, págs. 358-359; l a escritura dice " i u x t a m a c e l l u m " . E n carta
de v e n t a de Nicolás Núñez y su m u j e r a P e d r o Peláez ( L . B . , f o l . 280 del
A r c h . de l a iglesia de L u g o ) se dice que l a casa v e n d i d a era colindante con
l a alberguería, y que se h a l l a b a s i t u a d a " i n r ú a u e r e m u d i s a n c i i " , y en otros
documentos posteriores se consigna análogo deslinde. A l horno hace reíeren-
cia cierta v e n t a del año 1222, y a su corral y c o r t i n a , otros de 1212, 1214 y 1 2 3 / .
E s t a m i s m a alberguería debe de ser l a que algunos documentos lucenses l i a -

588 ;
I V , X X I I . -URÍA: DE O V I E D O A S A N T I A G O

E s t o s son los tres hospitales existentes en aquella, época


dentro de l a c i u d a d , de los que, como h a b r á visto el lector,
no aparecen noticias que guarden relación a l g u n a con los pere-
grinos. Pero en cierto d i p l o m a del año 1132, relativo a u n a
p e r m u t a , se m e n c i o n a n " i l l a s casas integras que fuerunt ospi-
c i u m q u o n d a m p e r e g r i n o r u m " , fijando su situación: " p r o p e
ecclesias sánete marie et sancti p e t r i " 131, y n o sería m u y aven-
t u r a d o pensar que fuese el m i s m o — a lo menos como i n s t i t u -
ción—que en 1118 se d e n o m i n a , como hemos v i s t o , hospitale
p a u p e r u m , es decir, el h o s p i t a l más antiguo y p r i n c i p a l de
L u g o . N a d a dice en este sentido V i l l a a m i l y Castro.

F u e r a de l a c i u d a d , y cerca de l a p u e r t a M i ñ a , existía otro


h o s p i t a l que l l e v a b a el t í t u l o de S a n M i g u e l en el siglo X V ,
distinguiéndose claramente en el X I I de las tres alberguerías
u hospitales y a mencionados y de l a leprosería 132. Se ha su-
puesto que quizá fuese éste el hospital de peregrinos, como si se
diese a entender que no existía otro en los términos de L u g o ;
pero si, como hemos v i s t o , existió uno dentro de l a c i u d a d , no
podemos aceptar semejante hipótesis, a no ser que comprobáse-
mos que, al cesar l a h o s p i t a l i d a d en este ú l t i m o —cuando fué ce-
dido por el Obispo al canónigo P e d r o D í a z — , se hubiese trasla-
dado la piadosa i n s t i t u c i ó n a las cercanías de l a puerta Miña 133.
E n cuanto a l a leprosería o malataria, se h a l l a b a situada
a las orillas del M i ñ o , fuera de l a c i u d a d y en el l u g a r deno-
m i n a d o de San Lázaro 134.

m a n de los pobres vergonzosos (pauperum v e r e c u n d o r u m ) en los siglos X I I I ,


X I V y X V ( I b i d e m , págs. 360-362), pues aparece en ellos s i t u a d a j u n t o a l a
Carnicería.
131 Ibidem, pág. 354, con referencia al pergamino n ú m . 75 unido al T u m b o
de l a iglesia de L u g o en el que consta l a referida p e r m u t a entre el obispo
D , P e d r o y el canónigo P e d r o Díaz.
132 Ibidem, págs. 362-364; se supone que sería el denominado h o s p i t a l
de ponte m i n e i en el legado que le dejó J i m e n a F r o y l a z en 1199, que estaba
situado extra portam mineam, según anotación que existe en el calendario de
L u g o r e l a t i v a a l aniversario f u n d a d o en 1278 por el clérigo P e l a y o Ovéquez,
en el que se hace referencia a u n a casa contigua a este h o s p i t a l . E n cuanto a
l a d i s t i n c i ó n entre dicho h o s p i t a l y los demás de L u g o , aparece claramente
en el t e s t a m e n t o otorgado en 1242 por el canónigo P e d r o Yáñez, en e l que
se n o m b r a n " t r i b u s a l b e r g a r i s " y l a "albergarie que est e x t r a u i l l a m " .
133 I b i d e m , pág. 362, silencia los m o t i v o s que le m d u c e n a opinar de esta
manera.
134 Ibidem, pág. 362. Se m e n c i o n a n los leprosos en el testamento otor-

589
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G
0

E n los comienzos del siglo X V , los documentos nombran


además del hospital de San M i g u e l , los de Santa Catalina y
San B a r t o l o m é , que mencionan t a m b i é n como patronos o t i t u -
lares de otras tantas cofradías. E l de San Bartolomé se hallaba
j u n t o a las Cortinas de S a n Román, es decir, hacia donde a fines
del siglo X V I I se edificó el Consistorio;.y el de S a n t a Catalina
no lejos de l a puerta de S a n Pedro *8S,
E s difícil precisar l a identificación de los que llevan estas
advocaciones con los que hemos visto existían dentro de la
ciudad.
A p a r t e del de San M i g u e l , desconocemos los patronos de
los demás hospitales a que nos hemos referido. E n el siglo X V
se n o m b r a n en los documentos los de S a n t a C a t a l i n a y San
B a r t o l o m é , que a su vez f i g u r a n por la m i s m a época como t i t u -
lares de otras tantas cofradías, y sabemos que el primero se
hallaba cercano a las Cortinas de S a n Román, y el segundo no
lejos de l a puerta de San P e d r o . Pero no hemos logrado iden-
t i f i c a r n i n g u n a de estas alberguerías con ninguno de los cinco
hospitales arriba mencionados.
Suponemos errónea cierta noticia según l a cual existían en
L u g o veinte hospitales a mediados del siglo X V I I , siendo pro-
bable que el autor que la consigna h a y a confundido este n ú -
mero con el de los que habría en la p r o v i n c i a 136.
E n cuanto a los itinerarios que los peregrinos recorrían
dentro de l a c i u d a d , v a r i a b a n según su procedencia. L o s que

gado por el canónigo P e d r o Yáñez en 1242, y la m a l a t a r i a en los dos otorga-


dos por Teresa Fernández en 1251 ( A r c h . C a t . de L u g o , L . B . 139).
135 I b i d e m , pág. 364, foro del año 1519 ( A r c h . C a t . , L . C. 55 v.0), de u n a
" p l a y a de las cortinas de S a n R o m á n a b a x o del h o s p i t a l de s. v e r t o l a m e u " .
Según A m o r Meilán (Geogr. General del R e i n o de G a l i c i a , pág. 141 y n o t a 39),
las cortinas de S a n R o m á n se h a l l a b a n h a c i a donde se edificó el Consistorio,
y se n o m b r a n y a en documento del año 1403. E n c u a n t o al h o s p i t a l de Santa
C a t a l i n a , se dice en foro del año 1513 ( V i l l a a m i l : Reseña, pág. 364, con refe-
rencia a l L . C , f o l . 44 v.0 del A r c h . Cat.), que se afora en l a r ú a del " b u r g o
n o v o " u n a f i n c a " a m a u do mosteyro contra a p o r t a de S. P e r o en frente do
H o s p i t a l de S a n t a C a t a l i n a " .
136 G i l G o n z á l e z D Á v i l a : Teatro Eclesiástico de l a iglesia- de L u g o ,
M a d r i d , 1650, pág. 169, consigna este n ú m e r o refiriéndose a l a c i u d a d ; pero
a u n suponiendo que existiesen muchos hospitales dependientes de cofradías
piadosas,- nos parece exagerado el n ú m e r o p a r a u n a p o b l a c i ó n que el propio
autor v a l ú a en 600 vecinos solamente. S. d e M i ñ a n g ( D i c . Geográfico, M a d r i d ,
1826, t. V , pág. 275) solamente registra dos hospitales en L u g o .

590
I V , X X I I . -URÍA: DE O V I E D O A S A N T I A G O

venían del Cebrero por Dóneos, Nogales y B e c e r r e a , se acer-


caban a l a ciudad después de pasar u n puente cerca del que
K ü n i g menciona unos baños, refiriéndose sin d u d a a los restos
de las termas romanas, existentes donde h o y se halla el B a l n e a -
r i o , y penetraban en el casco urbano por l a p u e r t a de San P e d r o ,
o p u e r t a " T o l e t a n a " , p a r a c o n t i n u a r por el B u r g o N u e v o si-
guiendo l a " u i a m q u a i t u r a p o r t a m i n e a n a . . . " , cuyo t r a y e c t o ,
t a n lacónicamente mencionado, no podemos puntualizar137.
L o s que hacían el viaje desde A s t u r i a s p o r F o n s a g r a d a y
Castroverde, entrarían por l a puerta que se abre p a r a dar paso
a l a actual calle del Generalísimo, continuando hacia la Cate-
d r a l , después de pasar cerca del monasterio de San F r a n c i s c o .
P o r l a p u e r t a de San F e r n a n d o o por l a N u e v a debían entrar
aquellos que, viniendo de R i b a d e o , preferían desviar hacia L u g o
en lugar de seguir el itinerario de Mondoñedo y V i l l a l b a 138.
L a salida hacia Santiago l a harían p o r p u e r t a M i ñ a , h o y
del C a r m e n 139, o por l a del Castillo o de S a n t i a g o , cercana a l a
Catedral. P o r cualquiera de las dos se desciende hacia el puente
sobre el río Miño p a r a continuar con r u m b o a l Oeste por el b a r r i o
de San Lázaro.
P o r tratarse de u n itinerario secundario, y no encontrarse
en él villas n i lugares de i m p o r t a n c i a , nos l i m i t a r e m o s a e n u -
merar las localidades por donde debieron pasar los peregrinos
hasta enlazar con el camino p r i n c i p a l procedente del Cebrero.
Desde el barrio de S a n L á z a r o , de L u g o , c o n t i n u a b a n a
Louzaneta, al A l t o , E l Burgo, E l Hospital—denominación
que se puede relacionar con el paso de los p e r e g r i n o s — , R e t o r t a ,
B u r g o de N e g r a l y Pacios. Desde Pacios podían i r a A g u a s
Santas y b a j a r por l a margen derecha del P a m b r e por cerca

137 E n unos apuntes manuscritos de l e t r a de D . José V i l l a a m i l y C a s t r o


que me f a c i l i t ó el d i s t i n g u i d o escritor Incensé D . M a n u e l Vázquez Seijas
f i g u r a como^ m e n c i o n a d a en d o c u m e n t o Incensé del año 1147 ( L . B . , 42) l a
" u i a m qua i t u r a p o r t a m i n e a n a a d t o l e t a n a m " , y que l a ú l t i m a de estas p u e r -
tas se h a l l a b a en el B u r g o N u e v o , se deduce según estos mismos apuntes de
l a c a r t a de v e n t a de u n a casa otorgada en 1163 p o r cierto Pelagius R o d e -
r i c i ( L . B . , 115) y en otras de años posteriores.
138 E n los referidos apuntes de V i l l a a m i l aparec« m e n c i o n a d a l a P o r t a
N o v a en d i p l o m a del año 1188 ( L . B . , 42) y en otros.
139 E s t a p u e r t a aparece m e n c i o n a d a en diferentes documentos desde el
año 1147 h a s t a el de 1546, en el que, como hemos v i s t o , se sitúa j u n t o a e l l a
el h o s p i t a l de S a n M i g u e l .

591
¡LAS P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G

ESCALA APKOYIMADA /:7000

P l a n o de l a ciudad de L u g o .
A . Puerta de Santiago o del P o s t i g o . — B . Puerta del Castillo.—C. Puerta de San Pedro
{oToletana).—D. Puerta F a l s a . — E . Puerta N u e v a . — F . Puerta de San Fernando.—G. Paerta
Miña (hoy del Carmen).

de F e l p o s , para salir a L i b u r e i r o . T a m b i é n podían recorrer,


p a r t i e n d o de L u g o , el camino que v a por E l T o r r e ó n , Santa
M a g d a l e n a y San M a r t í n de M o n t e de M e d a y M e i j a b o y , pa-
sando aquí el puente del m i s m o nombre p a r a continuar a P o r t o ,
y a cerca de Lestedo, donde enlazaban con l a vía p r i n c i p a l .

592^
í n d i c e d e m a t e r i a s DEL TOMO II (*)

PARTE CUARTA

LOS CAMINOS DE COMPOSTELA

Advertencia preliminar.

C a p í t u l o I.—La f o r m a c i ó n d e l camino de S a n t i a g o 11-42


L o s caminos de l a peregrinación hasta Sancho el M a y o r (11). -
E l siglo X I : f i j a c i ó n de l a r u t a jacobea (19). — E l camino en
el siglo X I I (24). - L o s pasos del P i r i n e o (27). - O t r a s rutas
de peregrinación. D e B a y o n a a B u r g o s (31). — L a r u t a de l a
costa y l a peregrinación a O v i e d o (33). — Otros caminos me-
nos frecuentados (34). - L o s nombres del c a m i n o (38).

C a p í t u l o I I . — L o s caminos de S a n t i a g o a t r a v é s d e F r a n c i a . 43-67
A r l e s - Toulouse - S o m p o r t (45). - N ó t r e - D a m e - d u - P u y - C o n -
ques - Moissac (49). - Vézelay - S a n L e o n a r d o - O s t a b a t (51).-
Tours - P o i t i e r s - B u r d e o s - Ostabat (51). - C a m i n o s secun-
darios en t e r r i t o r i o francés. D e l a abadía de l a S a u v e - M a j e u r e
a B a z a s o a C a p t i e u x (59). — E l camino del l i t o r a l (60). - D e
M o n t - d e - M a r s a n a Sorde y a Sauveterre (61). — O t r o s enlaces
secundarios (62).

C a p í t u l o III.•—De O s t a b a t a R o n c e s v a l l e s . 69-81
O s t a b a t (70). - A p h a t - O s p i t a l (72). - S a n J u a n de P i e d e l
P u e r t o (73). - P u e r t o s de Cisa (74). - S a n M i g u e l el V i e j o (75).
P r i o r a t o de Erreculús y Orisson (77). - E l i z e a c h a r ; S a n S a l -
v a d o r de I b a ñ e t a (78). — E n c o m i e n d a de M o c o s a i l y hospi-
t a l de S a n J u a n de I r a u z q u e t a (80).

Capítulo IV.—Roncesvalles 83-108


L a " C r u x C a r o l i " (87). - S a n S a l v a d o r de I b a ñ e t a (89). - B u r -
guete ( V i l l a R o s c i d a v a l l i s ) (93). - E l h o s p i t a l de N u e s t r a
Señora de Roncesvalles (95).

Capítulo V . — D e Burguete a Pamplona 109-119


V i s c a r r e t (110). - Larrasoaña (111). - V i l l a b a (113).-Pam-
plona (114).

(*) Los capítulos I-X, X V I I I y X I X han sido redactados por José M.a L a c a r r a ; los
X I - X V I I y X X - X X I I lo han sido por J u a n Uría.

TOMO II. 38. 593


L A S P E R E C R T N A C I O N E S A S A N T I A G O

l'úginaa

Capítulo VI.—De Pamplona a E s t e l l a 121-131


S a n J u a n de l a C a d e n a ; C i z u r M e n o r (122). - A s t r a i n (123). -
Puente l a R e i n a (124). - B a r g o t a ; C i r a u q u i (129). -
L o r c a (130).

Capítulo V I L — D e E s t e l l a a Nájera 133-153


E s t e l l a (133). - Irache (144). - L o s A r c o s (146). - C u e v a s ;
V i a n a * ( 1 4 8 ) . - Logroño (149). - V i l l a r r o y a (152). - N a v a -
rrete (153).

Capítulo VIII.—De Nájera a Burgos 155-179


Nájera (155). - A z o f r a ; h o s p i t a l de B e l l o t a (161). - Santo D o -
mingo de l a C a l z a d a (162). - Grañón (169). - Castildelgado
o V i l l a i p u n ; B e l o r a d o (170). - V i l l a f r a n c a (171). - V a l d e f u e n -
tes (172). - San J u a n de Ortega (173). - San C i p r i a n o de
Montes de O c a ; A r r e t u r a s ; A r l a n z ó n (178). - V i l l a b u r a ; San
Cristóbal de Ibeas (179).

Capítulo IX.—Burgos 181-199

Capítulo X . — D e B u r g o s a Sahagún 201-219


Tardajos (201). - Rabé de las Calzadas; H o r n i l l o s del C a -
m i n o ; San B o a l (202). - H o n t a n a s (203). - Castrojeriz (204). -
Itero del Castillo (206). - F r ó m i s t a (207). - Villalcázar de
Sirga (208). - A r c o n a d a (212). - Carrión de los Condes (213). —
H o s p i t a l de V i l l a m a r t í n (216). - S a n t a María de las T i e n -
das (218).

Capítulo X I . — D e Sahagún a L e ó n '..'•• 221-242


M a n s i l l a (235). - V i l l a r e n t e (239). - D e V i l l a r e n t e a León (241).

Capítulo XII.—De León a Astorga 243-267


Puente y h o s p i t a l de Orbigo (263).

Capítulo XIII.—De Astorga a P o n f e r r a d a 269-289


D e A s t o r g a a P o n f e r r a d a por el puerto de M a n z a n a l (286).

Capítulo X I V . — D e P o n f e r r a d a a l C e r r e r o 291-312
Cacabelos (298). - V i l l a f r a n c a (301). - Castillos de A u t a r e s y
Sarracín (307). - I t i n e r a r i o p o r L u g o (309). - L a t i e r r a de
G a l i c i a según el " L i b e r S a n c t i l a c o b i " (310). - E l ambiente
monástico en el B i e r z o (311).

Capítulo X V . — D e l C e r r e r o a Portomarín 313-333


D e l Cebrero a T r i a c a s t e l a ( 3 1 9 ) . - T r i a c a s t e l a ( 3 2 0 ) . - D e T r i a c a s -
tela a S a r r i a (322). - S a r r i a (326). - B a r b a d e l o (330). - D e
B a r b a d e l o a P o r t o m a r í n (332).

594
Í N D I C E D E M A T E R I A S

Páginas

Capítulo X V I . — D e Portomarín a Santiago 335-355


D e P o r t o m a r í n a M e l l i d (338). - M e l l i d (342). - E l M o n x o i (349).

Capítulo X V I I . — S a n t i a g o de Compostela 357-408


L a Basílica de Santiago (360). — E l cuerpo de S a n t i a g o (365). —
E l a l t a r p r i m i t i v o (366). - L a s ampliaciones d e l a l t a r de S a n -
tiago (368). - L a s capillas (370). - Iglesias y monasterios (377).
L o s hospitales (379). - E l gran H o s p i t a l R e a l (391). - I t i n e -
rarios de los peregrinos en C o m p o s t e l a y sus alrededores (393).
Iglesias y conventos (404). — Otros i t i n e r a r i o s de acceso a
C o m p o s t e l a (406).

Capítulo X V I I L — D e s d e l o s puertos de Aspe a P u e n t e la


Reina . 411-433
Ja,ea (422),

C a p í t u l o X I X . — E l camino de B a y o n a a B u r g o s 435-456
B a y o n a (438). - V i t o r i a (449).

Capítulo X X . — L a peregrinación a Oviedo en relación con


LA COMPOSTELANA 457-496
L a C o l e g i a t a y el H o s p i t a l de A r b a s (465). - De A r b a s a U j o (468).
C a m i n o por el v a l l e de A l l e r (470). - L a A l b e r g u e r í a de C o -
p i a n (471). - D e l P a d r ú n a l a M a n j o y a (473). - L a M a n -
j o y a (474). - L a e n t r a d a de los peregrinos en O v i e d o (475). —
I t i n e r a r i o dentro d e l a c i u d a d (476). — T r a d i c i o n e s relativas a l
A r c a S a n t a (479). — I n v e n t a r i o s de las r e l i q u i a s (483). — L a
Cámara S a n t a (486). - E l A r c a S a n t a de las r e l i q u i a s (489). -
G r a f i t o s de los peregrinos (492). — Imágenes de Santiago y
relieve con uno de sus milagros (496).

C a p í t u l o X X L — L a r u t a de l a c o s t a 497-547
A n t i g ü e d a d de la r u t a de la costa (498). — L a f r o n t e r a de F r a n c i a .
I r ú n (.501). - S a n Sebastián (503). - D e San Sebastián a G u e -
t a r i a (505). - D e G u e t a x i a a G u e r n i c a (506). - G u e r n i c a (508).
B i l b a o (510). — D e B i l b a o a Castro Urdíales (514). - Castro
Urdíales (515). — L a r e d o (516). — Santoña (517). — D e Santoña
a S a n t a n d e r (518). - S a n t a n d e r (522), - De S a n t a n d e r a S a n -
t i l l a n a del M a r (525). - S a n t i U a n a del M a r (526). - S a n V i -
cente de l a B a r q u e r a (528). - L l a n e s (534), — I t i n e r a r i o por
A r r i o n d a s (536),— L a Cofradía de l a V i r g e n de l a C u e v a (537).
De R i b a d e s e l l a a P o l a de Siero (539), - C o l u n g a {540), - V i -
Uaviciosa (541). - I t i n e r a r i o por G i j ó n (542). - Valdediós (543).
P o l a de Siero (543). - D e P o l a de Siero a O v i e d o (546),

Capítulo X X I I . — D e Oviedo a Santiago, , 549-592


P e ñ a f l o j y G r a d o (,551). — L a e n c o m i e n d a de S a n J u a n dje V i l l a -

595
L A S P E R E G R I N A C I O N E S A S A N T I A G O

panada (552). - D e Cornellana a L a E s p i n a (554). - D u a l i d a d


de itinerarios desde L a E s p i n a (556), - De L a E s p i n a a C a -
ñero (558). - D e O v i e d o a Cañero por P r a v i a (559). - " L e
P o n t q u i t r e m b l e " (564). - D e Cañero a R i b a d e o (566). -
R i b a d e o (570). - D e R i b a d e o a Mondoñedo (575). - M o n d o -
ñedo (576). - C a m i n o de T i n e o a Santiago, por L u g o (580). -
L u g o (585).

MAPAS, PLANOS Y GRABADOS INTERCALADOS

L o s caminos de Santiago en F r a n c i a (45). - L o s caminos de Santiago en el


Sudoeste de F r a n c i a (63). - P l a n o de P u e n t e l a R e i n a (125). - P l a n o de
E s t e l l a (140). - P l a n o de L o g r o ñ o (151). - P l a n o de Nájera (159). - P l a n o
de Santo D o m i n g o de la C a l z a d a (168). - P l a n o de Burgos (197). - P l a n o
de Castrojeriz (205). - P l a n o de Sahagún (229). - P l a n o de la ciudad de
L e ó n (sobre el de Risco) (246). - P l a n o de A s t o r g a (272). - Salida de A s -
t o r g a , según el plano l e v a n t a d o en 1809 por el general Santocildes (276). -
E l camino de Santiago en las inmediaciones de S a r r i a , entre Calvoir y
B a r b a d e l o (325). - C a t e d r a l de Santiago. P l a n t a de l a cabecera (373). -
[Encabezamiento de u n a l i s t a de reliquias francesa, s. X V I I I ] (403). -
Santiago de Compostela. P l a n o de l a c i u d a d (sobre el de Mayer) (407). -
C a m i n o de Santa C r i s t i n a a Puente l a R e i n a (410), - P l a n o de M i r a n d a
de E b r o (453). - P l a n o de Oviedo dibujado bajo l a dirección de D. F r a n -
cisco de l a Concha M i e r a (477). - E s t a d o en que se h a l l a r l a la Cámara
S a n t a antes de las modificaciones realizadas en el siglo X I I (487). - P l a n t a
de l a catedral dé O v i e d o (495). - P l a n o de R i b a d e o (571). - P l a n o de la
c i u d a d de L u g o (592).

C R O Q U I S GEOGRÁFICOS D E L CAMINO DE SANTIAGO

Páginas

De Ostabat a Burdeos 69
San J u a n de P i e del P u e r t o a P a m p l o n a . 109
De Pamplona a Estella • • 121
De E s t e l l a a Nájera 133
De Nájera a Burgos y V i t o r i a a Burgos , , , . 155
De Burgos a Sahagún. 201
De Sahagún a S a n M i g u e l del C a m i n o • • 221
D e S a n M i g u e l del C a m i n o a E l A c e b o 243
De E l Acebo a Viduedo ' . . . 291
De Viduedo a Libureiro 313
D e L i b u r e i r o a Santiago 335
De B a y o n a a V i t o r i a '*35
De León a Oviedo ^57
' M i DE Pj

También podría gustarte