Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2132 6756 1 SM
2132 6756 1 SM
Abstract
En el presente trabajo nos planteamos determinar la posición relativa entre un punto y
un polı́gono simple en un plano, para lo cual nos creamos un modelo del polı́gono, cuya
manipulación nos lleva, de una manera muy natural, a la solución de dicho problema y a
plantearnos un problema más ambicioso, basado en el mismo modelo: la determinación
del área del polı́gono. Este ejemplo geométrico es útil para ilustrar el proceso de creación
en matemáticas. Se considera de especial interés la manera en la que la formalización de
un problema sencillo, con una notación afortunada, y con grandes dosis de exploración
algebraica, llevan a redescubrir un interesante resultado geométrico, de mucho mayor
alcance que el objetivo inicial.
In the present paper we consider to determine the relative position between a point and
a simple polygon in a plane. For this purpose we build a model of the polygon, which
manipulation carries us, in a very natural way, to the solution of this problem and it
allows us to arise a more ambitious problem based on the same model: the determination
of the polygon area. This geometric example is useful to illustrate the creation process in
Mathematics. It is especially interesting the way in which the formalization of a simple
problem with a successful notation and a great dose of algebraic exploration results in
a rediscovery of an interesting geometric result which is much more important than the
original objective.
1 Este trabajo está basado en la lección inaugural del curso 2009-2010 en la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir,
21
Cálculo del área de un polı́gono simple
22 F. Arteaga
1 Introducción
A menudo, cuando leemos un artı́culo cientı́fico o un libro especializado para conocer un re-
sultado que ha despertado nuestro interés, nos maravillamos de una ocurrencia del autor o
autora y nos preguntamos ¿como se le ha podido ocurrir esto?. Este fenómeno es especialmente
frecuente en Matemáticas y habitualmente se conoce con el nombre de idea feliz.
Las ideas felices, si bien suponen una gran satisfacción intelectual para quien las experimenta,
pueden desanimar a quien se acerca a los resultados con curiosidad, ya que no es extrañ o
pensar algo ası́ como “eso a mi no se me ocurrirı́a jamás”. Thomas Edison dijo que el genio es
un 1% de inspiración y un 99% de transpiración. Creo que esto también se puede decir de las
ideas felices y, en especial de las ideas felices en Matemáticas.
La existencia de ideas felices en Matemáticas es, frecuentemente, más prosaica de lo que
suponemos, y se debe, en gran medida, a que la forma de exponer los resultados en los textos
cientı́ficos nos hurta, con frecuencia, el proceso seguido para alcanzarlos, que se deshecha por
poco relevante, y sólo se conoce cuando alcanza el nivel de anécdota llamativa, y a menudo de
dudosa credibilidad.
En este trabajo quiero ilustrar la forma real de llegar a un resultado matemático de gran
interés práctico que puede ser enunciado mediante una expresión muy sencilla, pero que dice
muy poco del proceso que hay que seguir para obtenerlo. El resultado que se alcanza es una
fórmula para calcular el área de los polı́gonos simples a partir de la relación de sus vértices en
orden correlativo. En realidad no es un resultado original, ya que la fórmula se conoce desde
hace tiempo, y habitualmente aparece con el nombre de fórmula del agrimensor [1-5], para la que
existe una demostración muy elegante, empleando el Teorema de Green. Lo que se pretende
en este trabajo no es tanto presentar el resultado matemático, sino el proceso seguido para
alcanzarlo. Dicho proceso presenta varios puntos importantes que se destacan a continuación:
• El problema que originalmente se trataba de resolver era otro más sencillo, cuya solución
nos lleva a un nuevo problema más ambicioso.
• La demostración es constructiva y se obtiene empleando sólo resultados matemáticos in-
cluidos en bachillerato, incluyendo la definición de todos ellos para facilitar la comprensión
de la misma. Estos resultados se definen con la precisión estrictamente necesaria para el
alcance de la demostración.
• La notación es a menudo un elemento clave para el éxito de un desarrollo matemático y
el caso que nos ocupa no es una excepción. Aprovecharemos las definiciones previas para
introducir la notación a emplear y para familiarizarnos con ella.
• En los últimos apartados se incluyen algunos casos en los que se emplean resultados
que no se definen en detalle, aunque también están dentro del arsenal de herramientas
matemáticas adquiridas en bachillerato. Estos resultados son la notación de sumatorios,
el cálculo de lı́mites con cambio de variable y aplicando el Teorema de L’Hôpital, el teo-
rema del valor medio, el cálculo de integrales de funciones trigonométricas y el cálculo
de integrales definidas. Todo esto se considera útil para ilustrar la utilidad de la fórmula
presentada y con ese ánimo se incluye en el trabajo.
La lección empieza con el planteamiento del problema que se va a resolver, seguido de un con-
junto de definiciones necesarias para seguir el desarrollo de la resolución. Antes de resolver el
problema que se plantea se incluye un problema más sencillo, que es el que inspiró el problema
objeto del presente trabajo. El problema inicial tiene la virtud adicional de facilitar la com-
prensión de las definiciones y la de ayudar a familiarizarse con la notación que se emplea en la
resolución de ambos problemas.
Una vez estudiado el problema inicial se plantea y resuelve el problema objeto del trabajo, que
se seguirá con algunas ampliaciones y ejemplos que servirán para ilustrar el uso del resultado
que se alcanza.
Figura 2: División del polı́gono de la Figura 1 en 6 triángulos para facilitar el cálculo de su área.
Veremos en la presente lección que esta manera tan intuitiva de resolver el problema es muy
poco eficiente, si la comparamos con la solución que obtenemos al abordar el problema con más
profundidad.
En la resolución del problema planteado emplearemos una baterı́a de conocimientos previos que
se detallarán a continuación en forma de definiciones.
3 Algunas definiciones
En este apartado se definen, con la precisión estrictamente necesaria para el alcance de la lección,
algunos conceptos y herramientas matemáticas que son imprescindibles para el desarrollo.
Pensamos en el plano como en una superficie plana ilimitada. El plano está formado por puntos
y para localizarlos recurriremos a un punto especial al que llamaremos origen y a un sistema
de coordenadas formado por dos direcciones perpendiculares entre si en las que disponemos de
una escala, idéntica en ambas direcciones, de forma que para localizar un punto cualquiera del
plano indicaremos el número de ‘saltos’que debemos dar en cada dirección para alcanzar el punto
desde el origen. Por ejemplo, si decimos de un punto que sus coordenadas son (2, 3), estamos
diciendo que para alcanzar dicho punto debemos posicionarnos en el origen y desplazarnos 2
unidades en la primera dirección y 3 unidades en la segunda dirección. Del mismo modo el punto
cuyas coordenadas son (−1, 2) lo alcanzamos desplazándonos 1 unidad en sentido negativo en
la primera dirección y 2 unidades en la segunda dirección. La localización de estos dos puntos
se ilustra en la Figura 3.
3.2 Segmento
3.3 Vector
Un vector se escribe como un par ordenado de números reales que son sus componentes. Por
ejemplo, el vector v se escribe a partir de sus componentes vx y vy como v = (vx , vy ). Nor-
malmente presentaremos un vector mediante una letra minúscula en negrita. Un vector es un
segmento orientado en el que uno de los dos extremos toma el papel de extremo inicial y el otro
adopta el papal de extremo final. El vector con extremo inicial en A = (xA , yA ) y extremo final
−→
en B = (xB , yB ) se denota AB y se representa a partir de sus coordenadas o componentes:
−→
AB = B − A = (xB − xA , yB − yA ) (3.1)
−→
En la Figura 5 se muestra el vector AB.
Dados dos puntos del plano, A y B, existe una única lı́nea recta que pasa por ambos puntos.
Para determinar la ecuación de dicha recta tenemos en cuenta que, para cualquier punto P (x, y)
de la misma se verificará, por el Teorema de Thales para los triángulos semejantes, la siguiente
relación:
yB − yA y − yA
= (3.2)
xB − xA x − xA
De donde, despejando convenientemente, obtenemos:
yB − yA
y = yA + (x − xA ) (3.3)
xB − xA
La Figura 6 nos ayuda a entender la aplicación del Teorema de Thales para determinar la
ecuación de la recta.
Figura 6: Aplicación del teorema de Thales para hallar la ecuación de la recta que une los puntos A y B.
Se debe notar que la recta dada en la Ecuación 3.3, divide el plano en dos semiplanos disjuntos:
yB − yA
y > yA + (x − xA ) (3.4)
xB − x A
yB − yA
y < yA + (x − xA ) (3.5)
xB − x A
En uno de los dos semiplanos (semiplano superior) están todos los puntos (x, y) tales que el
valor de y está por encima del valor que le corresponderı́a si el punto tuviera la misma x, pero
estuviera en la recta y en el otro semiplano (semiplano inferior) están todos los puntos tales
que el valor de y está por debajo del valor que le corresponderı́a si el punto tuviera la misma
−yA
x, pero estuviera en la recta. La división que la recta y = yA + xyBB −x A
(x − xA ) hace del plano
en dos semiplanos se ilustra en la Figura 7.
Operando convenientemente podemos expresar una recta como una función lineal en las varia-
bles x e y más una constante, igualada a cero, es decir:
Ax + By + C = 0.
La norma de un vector es la longitud del mismo, es decir, la distancia entre sus extremos. Para
calcular la norma del vector v (vx , vy ) empleamos la expresión:
q
kvv k = + vx2 + vy2 ,
Dados dos puntos del plano, A = (xA , yA ) y B = (xB , yB ) , podemos calcular la distancia que
los separa mediante la expresión:
p
d(A, B) = + (xB − xA )2 + (yB − yA )2 ,
que se deduce del Teorema de Pitágoras, según se puede apreciar en la Figura 9.
Figura 9: Aplicación del Teorema de Pitágoras para calcular la distancia entre dos puntos.
Para calcular el ángulo entre dos vectores apoyamos el extremo inicial de ambos en el origen.
Las dos escalas de medida de ángulos más empleadas son la escala sexagesimal y la escala en
radianes.
En la escala sexagesimal la circunferencia completa son 360 grados, descomponiendo cada
grado en 60 minutos y cada minuto en 60 segundos (los grados se indicarán con el sı́mbolo o , los
minutos con el sı́mbolo ’ y los segundos con el sı́mbolo ”, por ejemplo 46o 15’ 23”). En la escala
en radianes una circunferencia completa son 2π radianes (1 radián equivale a 1/2π vueltas, es
decir, 57o 17’ 45” y 1o equivale a 2π/360 grados, es decir, 0.01745 radianes).
Para los efectos que nos interesan en este trabajo consideraremos los ángulos en la escala
sexagesimal y consideraremos sólo ángulos entre 0o y 180o grados (ángulos positivos) o entre
Es fácil determinar el signo de un ángulo entre dos vectores, si podemos verlos representados
con el origen de ambos en el mismo punto, tal y como se muestra en la Figura 11, en la que se
muestran los vectores u y v , ambos con origen en el punto A, de manera que para determinar
el signo del ángulo basta con pensar en el sentido en que desplazarı́amos la visual, si estamos
situados en A, mirando en la dirección del primer vector, y queremos mirar en la dirección del
segundo.
Figura 11: El ángulo desde u hasta v es positivo, pero el ángulo desde v hasta u es negativo.
En el caso de la Figura 11, el signo del ángulo desde u hasta v será positivo (giramos la visual
en sentido antihorario) y el signo del ángulo desde v hasta u serı́a negativo (giramos la visual
en sentido horario).
Sin embargo, si estamos interesados en determinar dicho ángulo sólo a partir de las coordenadas
de los vectores implicados, es decir, sin la posibilidad de verlos directamente, necesitamos un
procedimiento analı́tico, que se describe a continuación.
Sean los puntos A = (xA , yA ), P1 = (x1 , y1 ) y P2 = (x2 , y2 ), de manera que estamos interesados
−−→ −−→
en determinar el signo del ángulo entre los vectores AP1 = (x1 − xA , y1 − yA ) y AP2 = (x2 −
xA , y2 − yA ) , según se muestra en la Figura 12
En la Figura 12 se ha añadido la recta que une los puntos A y P1 , cuya ecuación es:
y1 − yA
y = yA + (x − xA ).
x1 − xA
Según hemos visto antes, la recta divide el plano en dos semiplanos y es fácil ver que si el
punto P2 está en el semiplano superior el ángulo es positivo, mientras que en el caso contrario
el ángulo será negativo. En el caso de la Figura 12 el punto P2 está en el semiplano superior,
con lo que el ángulo resulta ser positivo.
Analı́ticamente, si P2 está en el semiplano superior, deberı́a verificarse la siguiente relación:
y1 − yA
y2 > yA + (x2 − xA ).
x1 − xA
Lo anterior equivale a escribir:
ux vy − uy vx > 0.
Con lo que diremos que el ángulo es positivo siempre que el determinante lo sea y negativo en
caso contrario.
Para lo que sigue necesitamos definir la función coseno de un ángulo y lo haremos recurriendo
a una circunferencia de radio la unidad sobre la que representaremos el ángulo, apoyando su
vértice en el centro de la circunferencia y haciendo coincidir una de las lı́neas que definen el
ángulo con la lı́nea horizontal que atraviesa el centro de la circunferencia.
El coseno del ángulo α será la proyección del punto de la circunferencia intersectado por la
segunda lı́nea que define el ángulo, sobre la horizontal que cruza por el centro de la circunfer-
encia. Del mismo modo definimos el seno del ángulo α como la proyección del mismo punto
sobre la lı́nea vertical que cruza por el centro de la circunferencia. En la Figura 13 se ilustra la
definición de seno y coseno de un ángulo.
Dado el punto P con coordenadas (xP , yP ) y una recta r, especificada en forma general r ≡
AX + By + C = 0, la distancia entre el punto P y la recta r se denota por d(P, r) y se define
como la mı́nima distancia del punto P a un punto de la recta r, según se aprecia en la Figura
14.
3.13 Poligonal
Es un conjunto ordenado de segmentos tales que un extremo de cada uno de ellos coincide con
un extremo del siguiente (una concatenación de segmentos).
Es una poligonal cerrada tal que sus segmentos no se cruzan entre si. A los segmentos que
forman el polı́gono les llamaremos lados.
Se debe notar que para todo polı́gono el número de vértices coincide con el número de lados.
Un polı́gono divide el plano en dos partes disjuntas: el interior y el exterior del polı́gono,
separadas por una frontera que es la poligonal que define al polı́gono.
Figura 16: Ejemplo de polı́gono simple con 5 lados: [AB], [BC], [CD], [DE], [EA].
De los puntos interiores al polı́gono diremos que están dentro del mismo, es decir, que están
en el recinto delimitado por el polı́gono.
3.16 Diagonal
Llamaremos diagonal a cualquier segmento que une dos vértices no consecutivos del polı́gono.
Si todos los puntos de la diagonal son interiores al polı́gono diremos que se trata de una
diagonal interior. Si todos los puntos de la diagonal son exteriores al polı́gono diremos que
se trata de una diagonal exterior. La diagonal representada en la Figura 17 es interior,
mientras que la diagonal que se construye uniendo los vértices C y E en la Figura 16 es una
diagonal exterior. La diagonal que se construye uniendo los vértices B y E en la Figura 16 es
parcialmente interior y parcialmente exterior.
Un polı́gono irregular es aquel para el que los lados no son todos iguales.
Figura 21: Polı́gono estrellado.Podemos ver que existe al menos un punto interior al polı́gono conectado con
todos los demás puntos del interior del polı́gono mediante un segmento totalmente interior al polı́gono.
4 Un problema “sencillo”
En este apartado se plantea y resuelve el problema original que se deseaba resolver y cuya
solución nos llevará a otro problema más ambicioso. Empezamos con el planteamiento de este
problema:
Sea un polı́gono simple, definido por la sucesión de sus n vértices P = {Pi }ni=1 , siendo Pi =
(xi , yi ), y sea un punto A = (xA , yA ), que no es ninguno de los vértices del polı́gono ni está
contenido en ninguno de los lados del mismo, ¿Cómo podemos determinar si el punto es interior
o exterior al polı́gono?
Si podemos ver una representación gráfica del problema, éste parece elemental, tal y como se
muestra en las Figuras 23 y 24.
Figura 23: El punto está dentro. Figura 24: El punto está dentro.
Si no podemos ver la representación gráfica el problema no resulta tan sencillo, como se puede
apreciar en el siguiente ejemplo.
4.1 Ejemplo 1
Sea el polı́gono definido por sus 8 vértices:
P = {(9, 1), (6, 6), (9, 7), (5, 9), (5, 4), (4, 9), (1, 1), (4, 3)},
para el que se entiende que el último vértice P8 = (4, 3) está unido por un segmento con el
primero P1 = (9, 1), para cerrar el polı́gono.
Estamos interesados en determinar si el punto A = (6, 5) está dentro del recinto delimitado por
el polı́gono.
Visto ası́, sin disponer de la posibilidad de ver una representación gráfica conjunta del polı́gono
y el punto, el problema es más complicado y requiere un poco de ingenio para ser resuelto. En
los siguientes apartados se sugieren tres métodos de resolución, radicalmente diferentes entre
si, en orden decreciente de complejidad.
Sólo se describirá en detalle el tercer método (el más eficiente y elegante), mientras que los dos
primeros métodos sólo se describirán de forma somera.
La idea es desplazarnos desde el punto hasta las proximidades de la frontera del polı́gono, pero
sin llegar a cruzarla, es decir, si el punto era exterior al polı́gono nuestra posición sigue siéndolo,
mientras que si el punto era interior, este hecho tampoco cambia.
Una vez nos hemos aproximado a la frontera, recorremos el contorno del polı́gono, sin cruzar
la frontera, midiendo la distancia que hemos recorrido al dar la vuelta completa; digamos que
esta distancia es d1 .
Ahora cruzamos la frontera (es un pequeñ o salto, ya que estamos en sus proximidades) y
repetimos el proceso de recorrer el contorno del polı́gono hasta dar la vuelta completa, con lo
que recorremos una distancia a la que llamaremos d2 .
En la Figura 25 se ilustra el proceso descrito en los párrafos anteriores, en el caso de un punto
exterior.
Figura 25: Si al recorrer la frontera antes de cruzarla la distancia es mayor que después de cruzarla, el punto es
exterior. En el caso contrario el punto serı́a interior.
Es claro que en el caso ilustrado en la Figura 25 (punto exterior) la distancia del primer recorrido
(d1 ) es mayor que la del segundo (d2 ) y esto sucederı́a siempre que el punto sea exterior, mientras
que si el punto fuera interior, la distancia del primer recorrido serı́a menor que la del segundo,
es decir, si d1 > d2 el punto es exterior, mientras que si por el contrariod1 < d2 el punto es
interior.
Este método tiene el inconveniente de la complejidad algebraica de posicionarnos en las prox-
imidades del polı́gono, de recorrer el contorno midiendo la distancia recorrida y de cruzar la
frontera.
Si trazamos una semirrecta desde el punto, con un ángulo arbitrario, pueden suceder dos cosas:
que la semirrecta no intercepte a ninguno de los segmentos que conforman el polı́gono, en
cuyo caso es evidente que el punto es exterior; o que la semirrecta cruce al menos uno de los
segmentos que conforman el polı́gono, en cuyo caso caben dos posibilidades: que intercepte un
número par de segmentos, en cuyo caso el punto es exterior; o que intercepte un número impar
de segmentos, en cuyo caso el punto es interior (para ambas posibilidades hay que tener en
cuenta que si la semirrecta cruza por un vértice está interceptando dos segmentos, pero sólo
hemos de contabilizar un cruce).
En la Figura 26 se muestran las posibilidades de un punto exterior.
Figura 26: Si el punto es exterior caben dos posibilidades: (a) la semirrecta no intercepta al polı́gono y (b) la
semirrecta intersecta al polı́gono en un número par de puntos (marcados como cı́rculos en la Figura).
Figura 27: Si el punto es interior la semirrecta interceptará al polı́gono en un número impar de puntos (marcados
como cı́rculos en la Figura).
Para este método la complejidad algebraica es menor que para el anterior, ya que sólo hay que
comprobar el número de intersecciones entre la semirrecta y los lados del polı́gono, pudiendo
elegir la semirrecta de manera que el cálculo se simplifique al máximo (por ejemplo horizontal
o vertical).
Este tercer método está basado en la sencilla idea de imaginar lo que harı́amos si estuviéramos
situados en el punto y quisiéramos saber si estamos encerrados dentro del polı́gono o si estamos
fuera del mismo, siendo la respuesta más evidente: “mirar alrededor”.
Si el punto es interior al polı́gono al “mirar alrededor”, recorriendo desde el primer vértice hasta
el último (que coincidirá con el primero, ya que el polı́gono está cerrado), habremos dado una
vuelta completa, es decir, nuestra mirada habrá descrito un ángulo acumulado de 360o (la
suma acumulada de los ángulos recorridos para los lados del polı́gono, contando como positivo
el ángulo recorrido en el sentido contrario a las agujas del reloj y como negativo el ángulo
recorrido en el sentido de las agujas del reloj). En la Figura 28 se muestra un ejemplo sencillo
de esto.
Figura 28: Al estar el punto dentro del polı́gono la suma acumulada de los ángulos barridos equivale a dar una
vuelta completa (360o ).
Figura 29: Al estar el punto fuera del polı́gono la suma acumulada de los ángulos barridos supone andar (los
tres primeros ángulos son positivos) y desandar (los dos últimos ángulos son negativos) un mismo recorrido
(0o ).
Figura 30: αi es el ángulo barrido si nos situamos en el punto A y desplazamos la mirada desde el punto Pi
hasta el punto Pi+1 .
−−→
Para calcular el ángulo αi recurrimos a la expresión del producto escalar de los vectores v i = APi
−−−→
y v i+1 = APi+1 :
hvv i , v i+1 i = kvv i k · kvv i+1 k · cos(αi ).
Despejando obtenemos:
hvv i , v i+1 i (xi − xA )(xi+1 − xA ) + (yi − yA )(yi+1 − yA )
αi = arccos = arccos p p .
kvv i k · kvv i+1 k (xi − xA )2 + (yi − yA )2 (xi+1 − xA )2 + (yi+1 − yA )2
Para ilustrar el uso de la fórmula recordamos el ejemplo que estamos estudiando, para el que
es A = (6, 5), P1 = (9, 1) y P2 = (6, 6) , con lo que para hallar α1 necesitamos conocer v 1 y v 2 :
v 1 = P1 − A = (9, 1) − (6, 5) = (3, −4), v 2 = P2 − A = (6, 6) − (6, 5) = (0, 1).
hvv 1 , v 2 i h(3, −4), (0, 1)i
α1 = arccos = arccos = arccos(−0.8).
kvv 1 k · kvv 2 k k(3, −4)k · k(0, 1)k
Hay dos ángulos cuyo coseno es -0,8: 143o 7’ 48” y -143o 7’ 48”. Para discernir entre ambos
hemos de comprobar si el ángulo se recorre en sentido horario (signo negativo) o en sentido
antihorario (signo positivo). Para discriminar entre ambos casos hemos visto que podemos
emplear el determinante:
3 0
−4 1 = 3 · 1 − 0 · (−4) = 3 > 0.
Al resultar positivo el determinante concluimos que el signo del ángulo es positivo y nos
quedamos con α1 =143o 7’ 48”.
Para calcular la suma acumulada de los ángulos repetimos el proceso para todos los ángulos
barridos en el ejemplo que estamos estudiando y rellenamos la Tabla 1.
Tabla 1. Cálculo de la suma acumulada de los ángulos barridos por la visual para el ejemplo.
Figura 31: Representación gráfica del polı́gono P del ejemplo, junto al punto A para confirmar visualmente que
el punto es interior.
5.2 Ejemplo 2
En este ejemplo aplicaremos el método Monte Carlo para calcular, de manera aproximada, el
área del polı́gono P del Ejemplo 1. Para ello, emplearemos como recinto superior el cuadrado
cuyos vértices son los puntos (0, 0), (10, 0), (10, 10) y (0, 10), cuyo área es S = 100. En la
Figura 32 se muestran conjuntamente el polı́gono P y el recinto superior que lo contiene.
Figura 32: Representación conjunta del polı́gono P y el cuadrado de área 100 que lo contiene.
Figura 33: Evolución de la aproximación al área del polı́gono al aumentar el número de puntos seleccionados al
azar en el recinto superior.
Ya hemos mencionado que no daremos detalles adicionales en relación a este método y sólo
nos quedaremos con que empleando 20000 puntos seleccionados al azar en el recinto superior
P ) ≈ 28.44u2 .
hemos obtenido una aproximación al área del polı́gono igual a S(P
Figura 34: Un polı́gono estrellado de n vértices se puede dividir en n triángulos a partir de un punto interior al
polı́gono.
Pensamos en un triángulo cualquiera, de entre los n en que hemos dividido el polı́gono estrellado,
T i ), cuyos vértices son los puntos: {A, Pi , Pi+1 }. Para calcular el área del triángulo
el i-ésimo (T
T i recurrimos a la conocida fórmula del área de un triángulo: Área del triángulo igual a
base multiplicada por altura partido por dos.
Si consideramos como base el segmento [Pi Pi+1 ], la base es igual a la distancia entre ambos
vértices: p
base = (xi+1 − xi )2 + (yi+1 − yi )2 .
La altura se calcula como la distancia del vértice A hasta la recta definida por los vértices Pi
y Pi+1 :
−−−−→
altura = d(A, Pi Pi+1 ).
La recta definida por los vértices Pi y Pi+1 es:
yi+1 − yi yi+1 − y
= .
xi+1 − xi xi+1 − x
Se debe notar que la fórmula anterior sólo nos dará un signo positivo para el área si al situarnos
en A mirando hacia Pi , y desplazamos la mirada hacia Pi+1 , el ángulo barrido por la visual es
positivo (sentido antihorario). En caso contrario el área obtenida tendrı́a signo negativo.
La expresión de se puede escribir de forma mnemotécnica como:
1 xA xi xi+1 xA
T i) =
S(T .
2 yA yi yi+1 yA
Según hemos dicho con anterioridad, el área del polı́gono estrellado es igual a la suma del área
P ) al área del mismo, se verifica:
de los n triángulos, es decir, si llamamos P al polı́gono y S(P
n n
X 1X
P) =
S(P T i) =
S(T xi yi+1 + xi+1 yA + xA yi − yi xi+1 − yi+1 xA − yA xi .
i=1
2 i=1
En la anterior fórmula se debe recordar que Pn+1 = (xn+1 , yn+1 ) es P1 = (x1 , y1 ), para cerrar el
polı́gono.
P ), obtenemos:
Si desarrollamos la expresión de S(P
1
P) =
S(P x1 y2 + x2 yA + xA y1 − y1 x2 − y2 xA − yA x1
2
+ x2 y3 + x3 yA + xA y2 − y2 x3 − y3 xA − yA x2
+ ...
+ xn−1 yn + xn yA + xA yn−1 − yn−1 xn − yn xA − yA xn−1
+ xn y1 + x1 yA + xA yn − yn x1 − y1 xA − yA xn
En la fórmula anterior es fácil apreciar que todos los términos que contienen xA ó yA se cancelan,
quedando:
1
P) =
S(P x1 y2 − y1 x2 + x2 y3 − y2 x3 + . . . xn−1 yn − yn−1 xn + xn y1 − yn x1 .
2
Agrupando los términos que se suman por un lado y los que se restan por otro lado, obtenemos:
1
P) =
S(P x1 y2 + x2 y3 + . . . xn−1 yn + xn y1 + − y1 x2 − y2 x3 − . . . − yn−1 xn + −yn x1 .
2
Este resultado se puede resumir de forma mnemotécnica mediante la expresión de “productos
cruzados” enunciada anteriormente, según la siguiente expresión:
1 x1 x2 . . . xn x1
S(PP i) = . (3.6)
2 y1 y2 . . . y n y1
@MSEL 45 ISSN 1988-3145
Cálculo del área de un polı́gono simple
46 F. Arteaga
En primera instancia el resultado anterior nos sorprende por su sencillez, ya que no depende
del punto A elegido, aunque si reflexionamos esto es lógico, ya que para cualquier punto A del
interior del polı́gono, que esté unido con todos los vértices mediante segmentos interiores al
polı́gono, S(PP ) debe proporcionarnos el área del polı́gono, según hemos razonado con anterior-
idad. Sin embargo, recuperamos la sorpresa si pensamos que el desarrollo que se ha hecho serı́a
el mismo para cualquier punto A que elijamos, incluso si A es un punto exterior al polı́gono,
con lo que hemos encontrado un resultado de gran importancia, ya que disponemos de una
expresión extraordinariamente simple para calcular el área de un polı́gono estrellado a partir
de sus vértices especificados de forma correlativa, en sentido antihorario (si disponemos de los
vértices ordenados en sentido horario obtenemos el mismo resultado, pero con signo negativo).
Llegados a este punto tiene interés saber si el resultado obtenido puede extenderse a polı́gonos
no estrellados y ese será el objetivo del siguiente apartado.
Figura 35: Partición mediante una diagonal inte- Figura 36: Renumeración de los vértices para
rior de un polı́gono de 8 lados en dos polı́gonos con hacer coincidir P1 con uno de los vértices de la
4 y 6 lados, respectivamente. diagonal interior que particiona el polı́gono.
7.1 Ejemplo 3
Para ilustrar el uso de la fórmula que hemos construido calcularemos el área del polı́gono P del
Ejemplo 1, definido por sus 8 vértices, expresados de forma correlativa como:
P = {(9, 1), (6, 6), (9, 7), (5, 9), (5, 4), (4, 9), (1, 1), (4, 3)},
Para calcular el área de P empleamos la expresión (3.6), adaptada a los vértices indicados:
1 9 6 9 5 5 4 1 4 9
P) =
S(P .
2 1 6 7 9 4 9 1 3 1
Si calculamos los productos cruzados, obtenemos:
1 9·6+6·7+9·9+5·4+5·9+4·1+1·3+4·1 57
P) =
S(P = = 28.5u2 .
2 − 1·6+6·9+7·5+9·5+4·4+9·1+1·4+3·9 2
Es decir, el área del polı́gono es igual a 28.5 unidades de superficie.
Para el caso especial de polı́gono simple cuyos vértices son puntos de una retı́cula, como el
ejemplo de la Figura 37, existe una fórmula muy simple para el cálculo de su área, debida al
Vienés George Alexander Pick, publicada en 1899, con el tı́tulo: Geometrisches zur Zahlenlehre,
en la revista Sitzungberg, que precisa sólo del número de nodos de la retı́cula interiores al
polı́gono (I) y del número de nodos de la retı́cula en el perı́metro del polı́gono (B).[1, 5]
Figura 37: Polı́gono cuyos vértices son todos puntos de una retı́cula.
Figura 38: Recuento de puntos interiores (cı́rculos grises) y puntos sobre el perı́metro (cuadrados grises) para
el polı́gono de la Figura 37.
9 Algunos ejemplos
En este apartado vamos a demostrar las fórmulas elementales del cálculo de áreas, que son las
correspondientes al cuadrado de lado l, al rectángulo de lados a y b, al triángulo cuya base y
altura son b y h, respectivamente y el cı́rculo de radio r. Todos los resultados que vamos a
probar son conocidos por los estudiantes de primaria y nos van a servir para ilustrar el uso de
la Fórmula del Agrimensor.
Es fácil ver que el cuadrado de lado l puede especificarse mediante los vértices ordenados en
sentido antihorario como: (0, 0), (l, 0), (l, l) y (0, l), según se muestra en la Figura 39, con lo
que se obtiene:
1 0 l l 0 0 1 2 2
= l2 .
Área = = l + l
2 0 0 l l 0 2
Que es la conocida fórmula de la geometrı́a elemental para el cálculo del área de un cuadrado
de lado l.
Del mismo modo que en el caso del cuadrado, podemos especificar el rectángulo de lados a y b
mediante los vértices (0, 0), (a, 0), (a, b) y (0, b), con lo que se obtiene:
1 0 a a 0 0 1
Área = = ab + ab = ab.
2 0 0 b b 0 2
Que es la conocida fórmula de la geometrı́a elemental para el cálculo del área de un rectángulo
de lados a y b.
Para especificar el triángulo de base b y altura h, giramos el triángulo hasta conseguir que su
base coincida con el eje horizontal del sistema de coordenadas, apoyando uno de los vértices de
la base sobre el origen, tal y como se muestra en la Figura 40 Al aplicar la fórmula obtenemos:
1 0 b x 0 1
Área = = bh.
2 0 0 h 0 2
Que es la conocida fórmula de la geometrı́a elemental para el cálculo del área de un triángulo
de base b y altura h.
De manera que para calcular el área del polı́gono multiplicaremos por n el área de uno cualquiera
de dichos triángulos, por ejemplo el 1o , para el que i = 1:
n 0 r cos(0) r cos 2π 0 n 2 2π
P n) =
S(P n
2π = r sen .
2 0 rsen(0) r sen n 0 2 n
Figura 41: Polı́gono regular de 6 lados (hexágono) inscrito en una circunferencia de radio r.
Es fácil ver que, para el caso del apartado anterior, al incrementar el número de lados del
polı́gono (n) el área del mismo es cada vez más próxima a la de todo el cı́rculo de radio r en
que está incluido el polı́gono, verificándose la igualdad en el lı́mite, cuando n tiende a infinito,
es decir:
Área cı́rculo de radio r = lim S(P P n ).
n→∞
Con lo que hemos probado que el área del cı́rculo de radio r es πr2 , que es la conocida fórmula
de la geometrı́a elemental que se usa a tal efecto.
Para demostrar la conocida fórmula del área de un cı́rculo de radio r hemos llevado al lı́mite
el concepto de polı́gono regular de n lados. En este apartado haremos algo similar para curvas
expresadas en forma paramétrica, es decir, empleando dos funciones dependientes de un mismo
parámetro para indicar las coordenadas de los puntos que definen la curva.
El ejemplo más conocido de curva cerrada en forma paramétrica es la circunferencia, que se
puede escribir como:
x = r cos(t)
t ∈ [0, 2π].
y = r sen(t)
y, análogamente,
x(t + dt) = x(t) + x0 (t)dt,
Con lo que resulta: Z b Z b
1 0
y(t)x0 (t)dt .
P) =
S(P x(t)y (t)dt −
2 a a
Aplicando el método de integración por partes y teniendo en cuenta que x(a) = x(b) e y(a) =
y(b), por ser la curva cerrada, es fácil comprobar que:
Z b Z b
0
x(t)y (t)dt = − x0 (t)y(t)dt.
a a
Vamos a aplicar la expresión integral anterior para volver a demostrar la conocida fórmula del
área de un cı́rculo de radio r.
A partir de la expresión de los puntos de una circunferencia de radio r en forma paramétrica:
x = r cos(t)
t ∈ [0, 2π].
y = r sen(t)
Z 2π Z 2π
2 2 2 1 + cos(2t)
Área cı́rculo de radio r = r cos (t)dt = r dt.
0 0 2
Es decir, 2π
r2 r2
sen(2t)
Área cı́rculo de radio r = t+ = 2π = πr2 .
2 2 0 2
Con lo que hemos probado de nuevo que el área del cı́rculo de radio r es πr2 , que es la conocida
fórmula de la geometrı́a elemental que se usa a tal efecto.
[1] Blatter, C. Another proof of Pick’s theorem, Math. Mag. 70 (1997) 200.
[2] Bockman, S.F. Generalizing the Formula for Areas of Polygons to Moments. The American
Mathematical Monthly, Vol. 96, Number 2 (Feb., 1989), pp.131–132.
[3] Braden, B. The Surveyor’s Area Formula. The College Mathematics Journal, September
1986, Volume 17, Number 4, pp. 326–337.
[4] Lopshits, A.M.. Computation of areas of oriented figures. D C Heath and Company:
Boston, MA, 1963.
[5] Stewart, I. ¿Cuántas cabras hay en el huerto? Investigación y Ciencia: 165-Junio 1990.
[6] Stone, M.G. A Mnemonic for Areas of Polygons. The American Mathematical Monthly,
Vol. 93, Number 6 (Jun.-Jul., 1986), pp.479–480.
[7] Strang, G. Polar Area is the Average of Strip Areas. The American Mathematical Monthly,
Vol. 100, Number 3 (Mar., 1993), pp.250–254.
55