¿Por qué desinfectar huevos antes de la incubación?

Los huevos se contaminan fácilmente debido a la acción de los microorganismos que se adhieren al
huevo a través de la cloaca; además son muy susceptibles a bacterias, moho, virus y microorganismos,
que se pueden adherir al cascaron del huevo, por su posterior contacto con algún material contaminado
que se encuentre en el ambiente, sea en su recolección, transporte o almacenamiento. Por lo cual es
necesaria una correcta desinfección y descontaminación del cascaron del huevo, para mejorar la
seguridad microbiológica de los huevos, sea para consumo o para incubación. En el caso de incubación,
se evita que el embrión sufra daños por las bacterias y así evitar su muerte o mal formación.

¿Qué usar para desinfectar huevos correctamente?

Los químicos usados para la desinfección de huevos suelen dejar residuos del mismo en el cascaron del
huevo, los cuales pueden filtrarse y dañar al embrión o la capa de la cutícula del huevo, por lo cual no es
recomendable usar químicos que sean muy tóxicos, así como lo son: Cloro, hidróxido de sodio, fenol,
alcohol, amonio cuaternario, etc. Lo mas recomendable es desinfectar los huevos usando desinfectantes
con componentes orgánicos, sea por aspersión o manualmente. Sin embargo, se pueden dar los casos
en que existan zonas en las que el desinfectante no cubra toda la superficie del cascaron del huevo o no
sea suficiente.

¿Qué es un sistema de desinfección por rayos ultravioleta?

Como parte del avance tecnológico se han desarrollado nuevos métodos de desinfección, como lo es la
aplicación de rayos ultravioletas (UV) de tipo C, la cual se caracteriza por encontrarse dentro de un
rango de 315 a 400 nm, la cual le brinda un efecto germicida que inactiva eficazmente microrganismos,
tanto en el aire como en superficies, por lo cual puede ser aplicado para la desinfección del cascaron del
huevo, sin afectar el embrión. Entre sus principales ventajas se destacan que elimina eficazmente la
salmonela, microorganismos, poblaciones bacterianas que se encuentran en grandes cantidades en la
cascara del huevo, sin afectar a la conductancia o a la incubabilidad del huevo.