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CHINA LA VIGILANCIA ABSOLUTA

Es el proyecto más grande del mundo para controlar de forma digital a sus ciudadanos
para que el estado puede obligar a comportarse bien y el que se comporta bien tiene
bonificaciones y el que se comporta mal tiene una dura sanción y cada vez perderán
puntos a continuación detallaremos mas sobre el video yaqué chino desarrollo muy bien
en la tecnologia y el internet.

Por supuesto, la localización en todo momento de las personas y sus desplazamientos


gracias a la matrícula de sus vehículos (cámaras en la carretera y en la calle) o la
geolocalización de sus teléfonos móviles (cada vez obligadamente más necesarios para
todo tipo de actividades diarias; lo de menos, hablar). La policía ya puede disponer de
unas gafas de aspecto corriente pero que incorporan una cámara y acceso a la base de
datos del Estado, de modo que un policía recorriendo las calles, rápidamente puede
identificar a una persona entre la multitud. En China ya se está avanzando en un sistema
de análisis del movimiento corporal para identificar comportamientos que pueden ser
sospechosos (saltando, corriendo, golpeando, peleándose…). Y también existen en
Occidente aplicaciones de Inteligencia Artificial que identifican las emociones
expresadas con el rostro (comienzos del documental), y que la policía o una Inteligencia
Artificial General (IAG), aprovecharían muy bien para saber qué sentimos, prever
nuestro comportamiento.

Pero si todo esto apesta a vida vigilada y totalitarismo, no es lo peor. El gobierno chino
ha anunciado (aunque la gente no se ha enterado o no le preocupa, lo que sería peor)
que, tras alguna prueba piloto en algún territorio, en 2020 (dentro de nada) instalará para
todos los ciudadanos chinos el llamado “sistema de crédito social”.

Según el documental, gracias a las posibilidades que ofrece la inteligencia artificial y la


vigilancia masiva, cada ciudadano recibirá una puntuación según los datos obtenidos de
su comportamiento, no sólo por los que haya sido sentenciado por los tribunales (la
típica ficha policial o los antecedentes penales), sino por sus actividades en general (en
internet, redes sociales, laborales, políticas). Si al Estado le parece que un
comportamiento es inadecuado, al margen de la sentencia judicial (si la hubiere), podría
denegar a esa persona el acceso a la vivienda, a un crédito bancario, a estudiar o ejercer
una profesión, y limitaría sus desplazamientos prohibiéndole usar el avión o el tren.

Investigando más, descubro que podría afectar también a las citas médicas (una atención
más rápida si tienes buen comportamiento; ¿y lo contrario, si tienes mala puntuación?).
Otras fuentes entienden que sería sobre todo un registro de antecedentes de infracciones
a la ley, (como un registro de sanciones administrativas y antecedentes penales) y de
otras decisiones administrativas. Pero también parece que de eso se derivarían nuevas
consecuencias, extras, negativas y positivas, así que no sería un simple registro
informatizado de todo, para tener un mejor acceso a él.

El gobierno chino sacó esa ley en marzo de 2018, estableciendo que no daría lugar a un
sistema homogéneo para toda China, sino que cada gobierno local podría adaptarlo
según le resulte más conveniente a sus circunstancias. Dada las dimensiones de China,
esto dificultaría mucho que finalmente pudiésemos hacernos una idea exacta de en qué
consiste el sistema. Y, pensando mal, podríamos sospechar que allí donde hubiese más
gente desafecta al

Régimen, éste podría endurecer las características del sistema. El caso es que resulta
bastante confuso y ambiguo, y las autoridades chinas tampoco se preocupan por
aclararlo tanto a sus ciudadanos como sobre todo al mundo exterior, aunque sólo sea
porque el idioma chino es bastante complejo para nosotros, sobre todo en cuestiones
legales, lo que ya de por sí es una mala señal, pues envía el mensaje de “me importa
poco lo que penséis, haré lo que me parezca”, con la excusa de siempre de “no
admitimos la injerencia exterior en los asuntos internos” No es lo mismo que por
sentencia judicial (ley y procedimiento justos, garantías de defensa, hechos probados,
culpabilidad sin duda razonable) se condene a alguien a la cárcel y se le inhabilite de
por vida para ejercer una profesión (imaginemos un médico cirujano irresponsable que
opera borracho o drogado y así han perdido

la vida varios pacientes; un funcionario corrupto que no merece volver a ejercer ninguna
función pública…), a que el gobierno sancione con algo así como una inhabilitación
profesional, por criterios generales de comportamiento dictados por él mismo, y contra
los que ni siquiera cabría recurso. Si alguien se comporta mal en un transporte público
como el tren, merecerá una multa o ir a la cárcel (dependiendo de la gravedad de sus
actos), pero si se le prohíbe coger el tren durante un año o más y no dispone de medio
de transporte alternativo, se le reducen tal vez sus posibilidades de ir al trabajo, al
funeral de sus padres en otra población, etc., y esa pena puede traer otras consecuencias
muy serias y desproporcionadas para lo que se quiere sancionar, causando un mal
mucho mayor al que haya provocado con sus actos.

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