Está en la página 1de 82

 Revolución 1848: Francia

Aspectos a desarrollar. YO 1 Ubicación del territorio de ese entonces,2 causas, 3aspectos


políticos, 4aspecto económico, 5 aspecto social, 6consecuencia

Antes de las consecuencias ABANY 7-8dos personajes importantes, 9daros curiosos o de interés,
YO.10anuncio publicitario para la época ……. (estos es para la revista) 27

Revolución francesa de 1848

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

¿Esta página se cargó con suficiente rapidez?

Para obtener más información, consulta la declaración de privacidad de esta encuesta.

Revolución francesa de 1848

Parte de Revolución de 1848

Philippoteaux - Lamartine in front of the Town Hall of Paris rejects the red flag.jpg

Alphonse de Lamartine defiende el uso de la bandera tricolor delante del ayuntamiento de París,
el 26 de febrero de 1848.

Contexto del acontecimiento

También conocido como Revolución de febrero

Fecha 22 de febrero de 1848 - 2 de diciembre de 1848

Sitio París, Reino de Francia

Gobierno previo

Gobernante Luis Felipe I de Francia

Forma de gobierno Monarquía constitucional

Gobierno resultante

Gobernante Jacques-Charles Dupont de l'Eure

Forma de gobierno Segunda República Francesa

Luis Felipe I ←Revolución francesa de 1848

[editar datos en Wikidata]

La Revolución francesa de 1848 fue una insurrección popular que tuvo lugar en París del 23 al 25
de febrero de 1848. Obligó al rey Luis Felipe I de Francia a abdicar y dio paso a la Segunda
República Francesa.
Índice

1 Antecedentes

2 Campaña de los banquetes

3 23-25 de febrero

4 Notas y referencias

5 Bibliografía

6 Véase también

7 Enlaces externos

Antecedentes

El reinado de Luis Felipe I se conoce como la Monarquía de Julio por el mes en que ocurrió la
Revolución de 1830 que lo colocó en el trono de Francia tras deponer al rey Carlos X. Era una
monarquía constitucional que en 1848 tenía a François Guizot como primer ministro y jefe del
gobierno. Guizot había sido líder del pequeño partido de los Doctrinarios (que desapareció con la
revolución francesa de 1830), y representaba la resistencia de la autoridad a cualquier reforma
liberal que se planteara. Su política no era del gusto de la opinión popular ni del creciente
movimiento republicano, que lo hacían responsable de la mala situación en cuestiones
económicas y en asuntos exteriores que Francia sufría en estos años.

Además de la crisis económica, industrial y financiera, el sentimiento de desilusión y el creciente


descontento por el bloqueo de las reformas democráticas, exacerbaron las demandas de
socialistas y republicanos. Sentían que las reformas no se hacían con rapidez suficiente, y las
mociones de reforma electoral que presentaban socialistas y republicanos en la Asamblea
Nacional nunca eran aprobadas.

Campaña de los banquetes

Las elecciones generales de 1846 dieron una confortable mayoría al gobierno de Guizot, pero las
reuniones privadas de la oposición se multiplicaban. El gobierno decidió entonces cancelar el
derecho de reunión. Para eludir esa cancelación, en julio de 1847 comenzaron a celebrarse
grandes banquetes, donde los comensales pagaban para comer y oír los discursos de los líderes
nacionales de la oposición, y para debatir de temas políticos. Eran a menudo organizados por los
periódicos de la oposición. Estos banquetes se extendieron rápidamente por toda Francia (hubo
70 banquetes con un total de 22 000 comensales en todo el país), en lo que se conoce como la
«campaña de los banquetes».1

El gobierno no podía prohibir estas reuniones, ya que, al pagar los asistentes por una comida, ésta
no podía ser considerada como reunión política. Hasta que la relativa tolerancia del gobierno se
agotó. Un banquete organizado por los oficiales de la Guardia Nacional y previsto para el 19 de
febrero de 1848 en París fue repentinamente prohibido por el ministro de Interior Charles Marie
Tanneguy Duchâtel .1 El banquete fue aplazado al día 22 y se convocó una manifestación para el
mismo día. Los organizadores, preocupados por evitar enfrentamientos violentos, cancelaron el
banquete y la manifestación en el último momento, pero tanto la oposición como el gobierno se
vieron rápidamente desbordados por el curso de los acontecimientos.

23-25 de febrero

El 22 de febrero numerosos estudiantes, a los que se unieron trabajadores, marcharon por las
calles de París protestando por la prohibición del banquete e ignorando que había sido cancelado.
Marcharon hasta la Asamblea Nacional demandando el sufragio universal y la dimisión del
gobierno de Guizot. El rey decretó el estado de sitio, contando con el apoyo de 30 000 soldados y
de la artillería de los fortines de las murallas de la ciudad, así como de 40 000 guardias nacionales.
Para sorpresa del gobierno, la Guardia Nacional se interpuso entre los manifestantes y las tropas
del ejército. Mientras tanto, en la Asamblea, el monárquico Odilon Barrot pedía sin éxito la
dimisión del gobierno por su incapacidad de resolver la crisis, en un último intento de salvar la
monarquía.

El 23 de febrero por la mañana, la Guardia Nacional tomó abiertamente partido por la ciudadanía
y la insurrección se extendió. Por la tarde, la situación ya era incontrolable, pero el rey Luis Felipe
se negó a que el ejército disparase contra el pueblo insurrecto. Para templar los ánimos, y de
acuerdo con sus consejeros, destituyó a Guizot y pidió al conde Mathieu Molé que formara un
nuevo gobierno. Para celebrar esta primera victoria, los ciudadanos desfilaron por la noche por las
calles de la capital. También algunos diputados de la oposición rehusaron cooperar con el rey.[cita
requerida]

Durante la noche del 23, en una calle cercana al bulevar de las Capuchinas, un grupo de
manifestantes trató de avanzar pero un grupo de soldados lo impidió. Durante la confrontación
alguien disparó un fusil y los soldados empezaron a disparar a la muchedumbre. Murieron
alrededor de sesenta y cinco personas y hubo aproximadamente ochenta heridos. La masacre
empeoró aún más la situación, ya que los ciudadanos sentían que el gobierno los había engañado.

El 24 de febrero, las manifestaciones se reanudaron. Estudiantes, obreros, artesanos y miembros


de la pequeña burguesía marcharon por la ciudad, asaltando tiendas, robando armas, quemando
edificios públicos y levantando alrededor de 1500 barricadas en toda la ciudad. Las marchas de
protesta llegaron ante el Palacio de las Tullerías donde tropas al mando del mariscal Bugeaud se
disponían a contratacar para aplacar la revuelta. Para evitar un baño de sangre, el rey decidió
entonces abdicar en favor de su nieto de nueve años, Felipe conde de París, confiando la regencia
a su nuera, la duquesa de Orleans.
Por la tarde del mismo día, la duquesa se dirigió a la Asamblea Nacional para la investidura de su
hijo como nuevo monarca de Francia y para que se proclamara oficialmente su regencia. Pero,
recordando el fracaso de la Revolución de 1830, los republicanos y la izquierda parlamentaria
desconfiaban de la monarquía constitucional y exigían ahora la instauración de la república.
Apoyados por la presión popular de los manifestantes que irrumpieron en la Asamblea, se decidió
la formación de un gobierno provisional bajo la presidencia del veterano Dupont de l'Eure.

Este gobierno provisional se encargó de dirigir el país hasta que se celebraran elecciones y se
aprobara una constitución republicana. Estaba formado por republicanos moderados como el
poeta Lamartine, el director del periódico Le National, François Arago, Adolphe Crémieux y el
propio Dupont de l'Eure, y por otro lado por radicales y socialistas que, aparte del sufragio
universal masculino y de una reforma política, pedían profundas reformas sociales para mejorar
las difíciles condiciones de los trabajadores. Estos últimos, reagrupados en torno al periódico La
Réforme, contaban con personas como Flocon, su redactor jefe, Ledru-Rollin, Louis Blanc y el
obrero Albert.

Luis Felipe abdicó y huyó con su familia al Reino Unido. El gobierno provisional proclamó la II
República, decretó el sufragio universal masculino, fijó la jornada laboral en 10-11 horas y
reconoció el derecho al trabajo para todos los ciudadanos.

La revolución francesa de 1848 tuvo una gran repercusión en otros países de Europa como Austria,
Hungría, Alemania e Italia, donde sendas insurrecciones populares consiguieron significativos
avances democráticos. Este movimiento europeo se conoce como la «Primavera de los Pueblos».

Notas y referencias

Levitt, Theresa (2009). The Shadow of Enlightenment:Optical and Political Transparency in France
1789-1848. Oxford University Press. p. 174-175; 200. ISBN 978-0-19-954470-7.

Bibliografía

Roger Price, Revolution and Reaction Barnes & Noble Books: New York, 1975

George Fasel (otoño de 1974), «The Wrong Revolution: French Republicanism in 1848», en French
Historical Studies, vol. 8, n.º 4, pp. 654-677

John J. Baughman (marzo de 1959), «The French Banquet Campaign of 1847-48», en The Journal
of Modern History, vol. 31, n.º 1, pp. 1-15

William Fortescue (2005), France and 1848: The end of monarchy Routledge. ISBN 0-415-31462-3

Georges Duveau, 1848, editorial Gallimard, Colección Idées, ISBN 2-07-035066-5


Philippe Vigier, La Monarchie de Juillet, Presses Universitaires de France (PUF), colección Que Sais-
Je?, 1992, ISBN 2-13-044757-0

Luis Felipe I de Francia


Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Para otros usos de este término, véase Luis Felipe de Orleans.
Para el hijo del rey Carlos I de Portugal, véase Luis Felipe de Braganza.

Luis Felipe I de Francia

Rey de los franceses


Copríncipe de Andorra

Luis Felipe I, por Franz Xaver Winterhalter en 1841.

Rey de los franceses

9 de agosto de 1830-25 de febrero de 1848


Predecesor Él mismo
(Lugarteniente General del Reino)

Sucesor Jacques-Charles Dupont de l'Eure


(Presidente del Consejo de Ministros del Gobierno Provisional

de la Segunda República)

Lugarteniente General del Reino

23 de febrero de 1848 - 24 de febrero de 1848

Predecesor Carlos X
(Rey de Francia y Navarra)

Sucesor Él mismo
(Rey de los franceses)

[mostrar]Otros títulos

Información personal

Nombre Louis Philippe d’Orléans


secular

Nacimiento 6 de octubre de 1773
Palacio Real de París
París, Francia

Fallecimiento 26 de agosto de 1850
(76 años)
Claremont House
Surrey, Reino Unido

Entierro Capilla real de Dreux


Religión Catolicismo

Familia

Casa real Orleans

Padre Luis Felipe II de Orleans

Madre María Adelaida de Borbón

Consorte María Amelia de las Dos Sicilias

Descendencia Fernando Felipe, duque de Orleans


Luisa, reina de los belgas
María, duquesa de Württemberg
Luis, duque de Nemours
Francisca
Clementina, princesa de Sajonia-Coburgo-Gotha
Francisco, príncipe de Joinville
Carlos, duque de Penthièvre
Enrique, duque de Aumale
Antonio, duque de Montpensier

Firma

Escudo de Luis Felipe I de Francia


[editar datos en Wikidata]

Luis Felipe I (en francés: Louis-Philippe Ier; París, 6 de octubre de 1773-


Claremont, 26 de agosto de 1850), de nombre secular Luis Felipe de Orleans,
fue el último rey francés. Reinó con el título de «rey de los franceses» (roi des
français) entre 1830 y 1848, llevando implícito con ello el título de copríncipe
de Andorra.
Era hijo del duque Luis Felipe II de Orleans, primo de Luis XVI, apodado
«Felipe Igualdad» (Philippe Égalité). Durante la Revolución francesa, Luis
Felipe fue conocido como el «Ciudadano Chartres» (a causa de su título de
duque de Chartres) o «Igualdad hijo» (Égalité fils). Fue duque de Valois hasta
1785, duque de Chartres de 1773 a 1793 y, tras la muerte de su padre, duque
de Orleans con el nombre de Luis Felipe III de Orleans de 1793 a 1830.
Ascendió al trono en julio de 1830 con la revolución que obligó a abdicar
a Carlos X, e inició un reinado de corte liberal que la historiografía ha conocido
como la Monarquía de Julio (Monarchie de Juillet). Su gobierno se caracterizó
por el ascenso de la burguesía como clase dominante, por la rápida
industrialización del país y por el surgimiento del proletariado. Fue derrocado
por la Revolución de 1848 que dio paso a la segunda república francesa.
Luis Felipe I recibió varios apodos durante su reinado como: Rey
Ciudadano (Roi Citoyen), Rey de los banqueros (Roi des banquiers) o Rey de
las barricadas (Roi des barricades), este último a causa de que ascendió al
trono a través de la revuelta popular de julio de 1830.[cita  requerida]

Índice

 1Biografía
o 1.1Nacimiento y educación
o 1.2La revolución
o 1.3Exilio (1793-1815)
 1.3.1Viajes
o 1.4Matrimonio
o 1.5Príncipe de sangre (1814-1830)
o 1.6Revolución y ascenso
 1.6.1La Revolución de 1830
 1.6.2Abdicación de Carlos X
 1.6.3Teniente General del Reino
 1.6.4Advenimiento de un nuevo régimen
o 1.7Rey de los Franceses
 1.7.1Entronización
 1.7.2La instalación del nuevo régimen
 2Ancestros
 3Referencias
 4Enlaces externos
Biografía[editar]
Nacimiento y educación[editar]
Retrato de Luis Felipe de Orleans, duque de Chartres, a la edad de dieciséis años en 1789.

Luis Felipe de Orleans1 nació en el Palais-Royal de París el 6 de octubre de


1773, y ese mismo día recibió un bautismo de urgencia de manos de André
Gautier, doctor en la Sorbona y capellán del duque de Orleans, en presencia
de Jean-Jacques Poupart, párroco de la iglesia de San Eustaquio de París y
confesor del rey2. Nieto de Luis Felipe, duque de Orleans, era el hijo
primogénito de Luis Felipe José de Orleans, duque de Chartres (1747-1793),
(más tarde conocido como "Felipe Igualdad"), descendiente del rey Luis XIII, y
de Luisa María Adelaida de Borbón, mademoiselle de Penthiévre (1753-1821),
también descendiente del rey Luis XIV de Francia. Desde su nacimiento tuvo el
trato de Su Alteza Serenísima, el duque de Valois, hasta la muerte de su
abuelo en 1785, cuando su padre tomó el título de duque de Orleans,
correspondiéndole el título de duque de Chartres.
El 12 de mayo, 1788, Luis Felipe fue bautizado el mismo día que su
hermano Antonio de Orleans, en la capilla del Palacio de Versalles por el
obispo de Metz y gran capellán de Francia, Louis-Joseph de Montmorency-
Laval en presencia de Afrodise Jacob, párroco de la iglesia de Notre-Dame
de Versalles: su padrino fue el rey Luis XVI y la reina María Antonieta3.
Su educación fue inicialmente confiada a la marquesa de Rochambeau,
nombrada institutriz, y con madame Desroys, como subgobernanta 4. A la edad
de cinco años, el joven duque de Valois pasó a la tutela del c aballero de
Bonnard, que fue nombrado vicegobernador en diciembre de 1777 4. Después
de las intrigas de Félicité, condesa de Genlis, cerca del duque y la duquesa de
Chartres, Bonnard fue despedido a principios de 1782, mientras que la
condesa de Genlis, que ya era preceptora de sus hijas, fue nombrada
gobernadora de los reales niños en 1781. Se trataba de una mujer ilustrada,
escritora y seguidora de una pedagogía moralizante e inspirada en Rousseau,
en el que ocupaba un lugar preferente el estudio de otros idiomas, llegando
Luis Felipe a dominar la conversación en alemán, inglés, italiano y español.
Madame de Genlis diría del futuro rey: «Era príncipe, he hecho de él un
hombre; era torpe, he hecho de él un hombre hábil; era aburrido, le he
convertido en un hombre amable; era cobarde, le he convertido en un hombre
bravo; era mezquino, no he podido hacer de él un hombre generoso. Liberal,
todo lo que se quiera; generoso, no»5.
La revolución[editar]
Retrato de Luis Felipe de Orleans, entonces duque de Chartres, en 1792.

Al igual que su padre el duque de Orleans, Luis Felipe fue un firme partidario
de la Revolución Francesa. Bajo la influencia de su institutriz, Madame de
Genlis, se unió al grupo de los jacobinos y apoyó la promulgación de
la Constitución civil del clero4..
Con el inicio de su carrera militar, el duque de Chartres tomó el mando del 14º
Regimiento de Dragones el 1 de junio de 1791 con el rango de coronel. Tras el
estallido de la guerra en 1792, fue ascendido a mariscal de campo, luego
participó con el ejército francés del Norte, comandado por Charles François
Dumouriez, en las batallas de Valmy, en la Jemappes, donde jugó un papel
importante al evitar la retirada del centro durante el primer asalto y en la
de Neerwinden (su título como teniente general al servicio de los ejércitos
republicanos le valió su inscripción en el Arco del Triunfo de l'Etoile)6.

El duque de Chartres en Valmy, 1792, Éloi Firmin Féron, 1848, Ministerio de Defensa (Francia). El


duque de Chartres (más tarde rey Luis Felipe I) y su hermano, el duque de Montpensier, informa
sobre la batalla de Valmy al mariscal Rochambeau, cerca del molino de Saint-Sauve el 20 de
septiembre de 1792.

Trató de persuadir a su padre para que no participara en el juicio de Luis XVI.


Felipe Igualdad, sin embargo, votó a favor de la ejecución del rey. Fue visto
con hostilidad por los emigrantes realistas y cargó con la responabilidad de la
participación de su padre en el regicidio.7.
En abril de 1793, tras el guillotinamiento de Luis XVI, se trasladó
a Bélgica cuando su superior, el general Dumouriez se pasó a las filas
enemigas tras su intento un golpe de estado fallido contra la Convención.
Exilio (1793-1815)[editar]
La reacción en París a la participación de Luis Felipe en la traición de
Dumouriez conllevó la desgracia para la familia Orleans. Felipe Igualdad habló
en la Convención Nacional, condenó a su hijo por sus acciones y afirmando
que no lo perdonaría, de forma muy semejante al cónsul romano Bruto y sus
hijos. Sin embargo, las cartas de Luis Felipe a su padre fueron descubiertas y
se leyeron a la Convención. La fortuna familiar fue incautada y Felipe Igualdad
fue puesto bajo vigilancia. Poco después, los girondinos tomaron medidas para
arrestarlo a él y a sus dos hijos menores, Luis Carlos y Antonio Felipe (este
último había estado sirviendo en el Ejército de Italia). Los tres fueron
internados en el fuerte de Saint-Jean en Marsella.
Mientras tanto, Luis Felipe se vio obligado a vivir en las sombras, evitando
tanto a los revolucionarios pro republicanos como a los centros de emigrados
franceses legitimistas en varias partes de Europa y también al ejército
austríaco. Primero se instaló en Suiza con un nombre falso y se reunió con la
condesa de Genlis y su hermana Adelaida en Schaffhausen. De allí se
dirigieron a Zúrich, donde las autoridades decretaron que para proteger la
neutralidad suiza, Luis Felipe tendría que abandonar la ciudad. Fueron a Zug,
donde sería descubierto por un grupo de emigrados.
Se hizo bastante evidente que para que las damas se establecieran
pacíficamente en cualquier lugar, tendrían que separarse de Luis Felipe. Se
fue con su ayuda de cámara, Balduino, hacia los Alpes, y luego a Basilea,
donde vendió todas sus pertenencias menos uno de sus caballos. Se fue
mundando de ciudad en ciudad a lo largo de Suiza. Los monjes les negaron la
entrada a un monasterio pues creían que eran vagabundos. En otra ocasión,
tras pasar la noche en un granero, se despertó apuntado por un mosquete, por
el dueño del granero que pretendía alejar a los supuestos ladrones.
A lo largo de este período, nunca permaneció en un lugar más de 48 horas.
Finalmente, sin revelar su auténtica identidad por temor a ser descubierto, en
octubre de 1793, Luis Felipe consiguió un puesto de profesor de geografía,
historia, matemáticas y lenguas modernas en un internado para varones
en Reichenau, en los Grisones. Su salario era de 1.400 francos y trabajaba
bajo el nombre de Monsieur Chabos. Allí mantiene una relación amorosa con
Marianne Banzori, la cocinera del colegio, con la que tuvo un hijo. Llevaba un
mes en la escuela cuando le llegaron noticias de París: su padre había sido
guillotinado el 6 de noviembre de 1793 tras un juicio ante el Tribunal
Revolucionario.
Viajes[editar]
Luis Felipe entabló una buena amistad con el príncipe Eduardo de Kent, y se mudó a Inglaterra,
donde permaneció desde 1800 hasta 1815.

Finalmente su falsa identidad fue descubierta, lo que lo obligó a huir


nuevamente de Reichenau, comenzando una serie de largos viajes por toda
Europa, bajo un nombre falso. Separó a Adelaida, de dieciséis años, de la
condesa de Genlis, con quien se había peleado, y la instaló con su tía abuela,
la princesa de Conti en Friburgo. Posteriormente la joven princesa se
trasladaría a Baviera y a Hungría y, finalmente, junto a su madre, que
permanecía exiliada en España.
Visitó Escandinavia en 1795 y se trasladó a Finlandia. Durante
aproximadamente un año, permaneció en Muonio, un pueblo remoto en el valle
del río Torne en Laponia. Vivió en la rectoría bajo el nombre de Müller, como
invitado del vicario luterano local. Durante su estancia a Muonio,
supuestamente engendró un hijo con Beata Caisa Wahlborn (1766-1830)
llamado Erik Kolstrøm (1796-1879)8. Posteriormente partió para una
expedición que lo llevó al Cabo Norte. "El primer francés en llegar al Cabo
Norte", presumiría posteriormente, enviando en 1838 una fragata para traer su
busto de bronce.
En 1796, el Directorio consintió en la liberación de sus dos hermanos
menores, Antonio Felipe y Luis Carlos, que permanecían presos, con la
condición de que los tres se embarcaran hacia los Estados Unidos. Se
establecieron en Filadelfia y posteriormente en Nueva York, donde
probablemente se alojaron en la finca de la familia Somerindyck
en Broadway y la calle 75 con otros príncipes exiliados, y Boston, donde
trabajó como profesor de francés, alojándose en el mismo edificio de lo que
hoy es el restaurante más antiguo de la ciudad, el Union Oyster House.
Durante su estadía en los Estados Unidos, Luis Felipe se reunió con políticos
estadounidenses y personas de la alta sociedad de ese país, como George
Clinton, John Jay, Alexander Hamilton y George Washington. En 1797,
visitó Cabo Cod, coincidiendo con la separación de la ciudad de Eastman en
dos municipios, uno de los cuales tomó el nombre de Orleans, posiblemente
en su honor. Durante su estancia, viajaron por todo el país, desde Nashville,
en el sur, a Maine, en el norte. Los hermanos incluso fueron detenidos
brevemente en Filadelfia durante un brote de fiebre amarilla. También se cree
que allí conoció a Isaac Snow, de Orleans (Massachusetts), quien había
escapado de una barcaza prisión inglesa hacia Francia durante la Guerra de
Independencia de los Estados Unidos. En 1839, mientras reflexionaba sobre
su visita a Estados Unidos, Luis Felipe explicó en una carta a Guizot que sus
tres años en ese país tuvieron una gran influencia en su pensamiento político,
cuando se convirtió en rey.
En 1797, mientras permanecía en Boston, Luis Felipe conoció el golpe de
Estado del 18 de fructidor y el exilio de su madre en España, por lo que decidió
volver a Europa junto con sus hermanos. Viajaron hasta Nueva Orleans,
planeando navegar a La Habana y desde allí hasta España, pero sus planes
se vieron alterados por la guerra entre España y Gran Bretaña. Navegaron
hacia La Habana en una corbeta estadounidense, pero el barco fue detenido
en el Golfo de México por un buque de guerra británico. Los británicos se
hicieron cargo de los tres hermanos, aunque de todos modos los llevaron a La
Habana. Tuvieron que permanecer más de un año en Cuba sin encontrar
pasaje a Europa en ningún barco, para terminar siendo expulsados por las
autoridades españolas, deseosas de atraerse la amistad de los franceses.
Viajaron entonces, vía Bahamas, hasta Nueva Escocia, donde fueron recibidos
por el duque de Kent, hijo del rey Jorge III y (más tarde) padre de la
reina Victoria. Posteriormente viajaron hasta Inglaterra, donde llegaron en
enero de 1800, donde permanecerían los siguientes quince años. Durante su
estancia, Luis Felipe entabló una amistad duradera con la realeza británica. En
estos años, enseñó matemáticas y geografía en la prestigiosa Great Ealing
School, considerada, en su apogeo del siglo XIX, como "la mejor escuela
privada de Inglaterra".910
Dos veces en 1808 y 1810, Luis Felipe intentó tomar las armas en España
contra los ejércitos napoleónicos pero vio frustrados sus proyectos por la
negativa del gobierno británico4.
Matrimonio[editar]
María Amelia, duquesa de Orleans con su hijo Fernando Felipe, duque de Orleans.

Retrato de la reina María Amelia de Borbón-Dos Sicilias de 1835, con sus dos hijos
menores Enrique de Orleans, duque de Aumale (1822), y Antonio de Orleans, duque de
Montpensier (1824).

En 1808, Luis Felipe propuso matrimonio a la hija del rey Jorge III, Isabel del
Reino Unido. Pero debido a su fe católica y la oposición de su madre, la
reina Carlota, hicieron que la princesa rechazara la oferta a regañadientes. 11
Luis Felipe se refugió en Sicilia en 1809, en la corte del rey Fernando I de las
Dos Sicilias, que había huído de Nápoles con el apoyo inglés después de que
elejército francés tomara la capital y Napoleón declarase la extinción de
la dinastía borbónica y estableciese a su hermano José I Bonaparte como
nuevo monarca. En Palermo Luis Felipe conoció a la que sería su esposa, la
princesa María Amelia de Borbón-Dos Sicilias, hija del rey Fernando y María
Carolina de Austria. La ceremonia se celebró en Palermo el 25 de noviembre
de 1809. El matrimonio se consideró controvertido, porque ella era la sobrina
de la reina María Antonieta de Francia, mientras que él era el hijo de Luis
Felipe II, duque de Orleans, considerado participante en la ejecución de su tía.
Por este motivo, su madre se mostró escéptica respecto al matrimonio. Había
estado muy unida a su hermana menor y quedó devastada con su ejecución,
pero terminó por dar su consentimiento después de que el novio la
convenciera de que estaba decidido a compensar los errores de su padre. 12.
Durante los primeros años de su matrimonio, la pareja vivió bajo protección
británica en Palermo, en el palacio de Orleans, que les regaló su padre, y
tuvieron diez hijos:
 1º Fernando Felipe de Orleans, duque de Orleans (3 de
septiembre de 1810-13 de julio de 1842). Su hijo Felipe de Orleans, conde
de París, será Pretendiente orleanista al trono de Francia;
 2º Luisa María de Orleans (3 de abril de 1812-11 de octubre de 1850)
después reina consorte de Leopoldo I de Bélgica, madre de Leopoldo II y
de Carlota de Bélgica, Emperatriz de México;
 3º María de Orleans (12 de abril de 1813-6 de junio de 1839) contrajo
matrimonio con el duque Alejandro de Württemberg (1804-1881), madre de
Felipe de Württemberg;
 4º Luis Carlos Felipe Rafael, duque de Nemours (25 de octubre de 1814-26
de junio de 1896) contrajo matrimonio con Victoria de Sajonia-Coburgo-
Gotha (1822-1857), padre de Gastón de Orleans, Conde de Eu, tronco de
la Casa de Orléans-Braganza;
 5º Francisca de Orleans (28 de marzo de 1816-1818);
 6º Clementina de Orleans (3 de junio de 1817-16 de febrero de 1907)
contrajo matrimonio con Augusto de Sajonia-Coburgo-Gotha, madre
de Fernando I de Bulgaria;
 7º Francisco de Orleans, Príncipe de Joinville (14 de agosto de 1818-16 de
junio de 1900) contrajo matrimonio con la Princesa Francisca de
Brasil (1824-1898) hija de Pedro I de Brasil. Son padres de Francisca de
Orleans, casada con su primo Roberto de Orleans, duque de Chartres;
 8º Carlos, Duque de Penthièvre (1 de enero de 1820-1828);
 9º Enrique, duque de Aumale (16 de junio de 1822-7 de mayo de 1897)
contrajo matrimonio con la princesa Carolina Augusta de Borbón-Dos
Sicilias (1822-1869), hija de Leopoldo, príncipe de Salerno. Sus hijos
murieron antes que él;
 10º Antonio, duque de Montpensier (31 de julio de 1824-1890) llegó a
ser Infante de España después de estar casado con Luisa Fernanda (1832-
1897), hija de Fernando VII de España y hermana de Isabel II (tronco de
la Casa de Orleans-Borbón). Su primogénita María Isabel de Orleans se
casó con Felipe de Orleans, Conde de París y su tercera hija (quinta
contando también los hijos varones), María de las Mercedes de Orleans, se
casó con Alfonso XII de España (hijo de Isabel II y por tanto primo de su
esposa).
Príncipe de sangre (1814-1830)[editar]
El duque Luis Felipe III de Orléans en uniforme de húsar, pintado por Gérard en 1817.
Vista de 1810 del Palais Royal de París, donde se estableció Luis Felipe, a su regreso a Francia en
1814.

Tras la caída de Napoleón, en mayo de 1814, Luis Felipe regresó a Francia


durante el reinado de su primo Luis XVIII, en el periodo de la Restauración.
Para entonces había logradao la reconciliación, durante el exilio, de la familia
de Orleans con Luis XVIII, y una vez más se encontraba en la corte. Recibió el
título de duque de Orleans, y se le devolvió la tradicional residencia de su
familia en París, el Palais-Royal. A su llegada, tuvo que pelearse con los
guardias del palacio que no le dejaban acceder y que aún llevaban
la librea imperial. Lo primero que hizo nada más entrar fue besar los escalones
de la escalera principal. En septiembre de ese mismo año, llegaron la duquesa
María Amelia, sus hijos y la hermana del duque, Adelaida. Durante todo el
verano se habían hecho ingentes esfuerzos para restaurar el edificio y darle la
importancia que tuvo antes de la Revolución. Para ello Luis Felipe tuvo que
expulsar a comerciantes, locatarios e incluso a comediantes de la
vecina Comédie-Française que habían ocupado varias partes del palacio
durante los años previos. El 25 de octubre, nació el duque de Nemours en el
Palais-Royal.13
Se inició entonces un proceso de recuperación de las propiedades de los
Orleans, o al menos de aquellas que no habían sido vendidas como bienes
nacionales. La propiedades se dividían en tres tipos:

 El apanage: el Palais-Royal y el castillo de Villers-Cotterêts.


 Los bienes patrimoniales: el parque Monceau y el castillo de Le Raincy.
 La fortuna: 12 millones de francos que el Estado entregó por la venta de los
bienes de Felipe Igualdad, restándole las deudas.
Todo ello quedó a medias debido a la huida de Napoléon de la isla de Elba y la
macha de nuevo al exilio en Inglaterra, de donde no volvería hasta 1817,
debido a su oposición manifiesta con la política del rey y a su resentimiento por
el trato a su familia, una rama de la Casa de Borbón bajo el Antiguo Régimen.
Todo ello provocó fricciones entre el monarca y él, poniéndose abiertamente
del lado de la oposición liberal. En esa época, creció la popularidad de Luis
Felipe, al encarnar una oposición mesurada a la política ultrarrealista del
monarca y no rechazar la Revolución Francesa en su totalidad. Oposición que
se ilustra en su condena del denominado Terror Blanco4.
Luis Felipe mantenía un estilo de vida modesto y burgués, enviando a sus hijos
al Lycée Henri IV. Sin embargo, esta "comedia de modales sencillos" no
correspondía realmente al personaje de Luis Felipe, que mantenía "el orgullo
de raza" y se aferraba a sus derechos de sangre 14.
Lentamente, se rehizo la fortuna de los Orléans ampliándose gracias a la
herencia de la duquesa viuda María Adelaida de Borbón, fallecida en 1821 y
que legó a sus hijos la fortuna del duque de Penthievre que incluía los castillos
de Amboise, Chanteloup, Anet, Bizy, La Ferté-Vidame y la capilla de Dreux.15
Luis Felipe mantuvo términos mucho más amigables con el hermano y sucesor
de Luis XVIII, quien accedió al trono en 1824 y con quien socializó. Al día
siguiente de la muerte de Luis XVIII, Luis Felipe obtuvo el rango de alteza real
otorgado por Carlos X, siendo además muy beneficiado a raíz de la "Ley
del millardo a los emigrados", aprobada en 1825, que le aportó una enorme
indemnización. Sin embargo, su oposición a las políticas de Villèle y más tarde
de Jules de Polignac hizo que se le considerara una amenaza constante para
la estabilidad del gobierno borbónico, lo que pronto resultó ser una ventaja
para él.
Revolución y ascenso[editar]
La Revolución de 1830[editar]

Combate frente al Ayuntamiento de París el 28 de julio de 1830 de Jean-Victor Schnetz.


Paris, museo del Petit Palais.

Después de un largo período de agitación ministerial, parlamentaria y


periodística, el rey Carlos X publicó unas ordenanzas en julio de 1830,
buscando la consolidación de su poder absoluto. Se suspendía la libertad de
prensa, se disolvía la Cámara de los Diputados y se reformaba la ley electoral,
restringiendo el derecho al sufragio, para beneficiar a los grandes
terratenientes, que se suponía que estaban al lado del rey. En respuesta a
estas medidas, los parisinos se levantaron en las llamadas "tres jornadas
gloriosas", erigieron barricadas y se enfrentaron a las fuerzas armadas,
comandadas por el mariscal Marmont, en combates que dejaron alrededor de
200 soldados muertos y casi 800 entre los insurgentes. 16 La revuelta
rápidamente se convirtió en una revolución.
Abdicación de Carlos X[editar]

Carlos X de Francia.

En el tercer y último día de la insurrección, el 29 de julio de 1830, Carlos X


cedió ante los insurgentes: destituyó al ministro Polignac y nombró a Casimir-
Louis-Victurnien de Rochechouart de Mortemart, un moderado, como jefe de
gobierno. Pero ya era demasiado tarde: el 30 de julio, la comisión municipal,
convertida en gobierno provisional anunció: "Carlos X ha dejado de reinar
sobre Francia".
El 2 de agosto, Carlos X, se retiró a Rambouillet, abdicó y convenció a su hijo,
el Delfín, de que refrendara esta abdicación. Encomendó a su primo, el duque
de Orleans, la tarea de anunciar que, por tanto, su abdicación se llevaba a
cabo en beneficio de su nieto el duque de Burdeos (futuro "Conde de
Chambord"), convirtiendo a Luis Felipe en regente.
No habiendo sido planeado nada, comienza entonces una discusión entre las
diferentes formas de suceder a la monarquía borbónica. Algunos aclaman el
nombre de Napoleón, otros avanzan al grito de la República, de la que La
Fayette sería la esperanza, pero estas dos soluciones no son generalmente
bien acogidas. Una gran parte de los diputados no creen que el
establecimiento de un régimen republicano estable sea posible, pero, aunque
el reinado de los Borbones se da por terminado, hay algunos, como Thiers,
que están a favor de una alternativa monárquica orleanista encabezada por
Luis Felipe, que era bastante popular.
Thiers, junto con Mignet, logró superar a los republicanos y fortalecer la causa
orleanista. Convenció, sin mayor dificultad, al duque 17, por mediación de su
hermana, Madame Adelaida. Finalmente los diputados nombraron al duque de
Orleans teniente general del reino, título que aceptó el 31 de julio.
Teniente General del Reino[editar]
El 31 de julio de 1830, los diputados liberales presentes en la capital lograron,
con la complicidad de La Fayette, terminar con la insurrección republicana que
había expulsado a Carlos X y se había apoderado de la capital, proclamando a
Luis Felipe de Orleans como teniente general del reino.
En Francia, este título se había atribuido en raras ocasiones, y siempre a
príncipes que han ejercido la autoridad real en ausencia o incapacidad del rey
legítimo. Así, durante la primera restauración en 1814, el conde de Artois, que
había precedido a Luis XVIII en París, había tomado el título de teniente
general del reino hasta la llegada del legítimo monarca. Al final de las jornadas
de julio, se eligió esta fórmula porque se consideraba un puente para el futuro,
pero sin subrayar nada.
Por entonces, el duque se encarga de la salida de la familia de Carlos X de
Francia. Pues el mismo día en el que es nombrado Teniente General, envió al
capitán Dumont d'Urville a El Havre con la orden de fletar los dos cruceros
estadounidenses más grandes que pudiera encontrar y llevarlos a Cherburgo18.
El prefecto marítimo de Cherburgo era el destinatario de un despacho secreto
que le indica el destino de los cruceros y recomienda que "SM el Rey Carlos X
y su familia sean rodeados de muestras del mayor respeto tanto en Cherburgo
como a bordo de los barcos". Finalmente, Luis Felipe nombró a los comisarios
responsables de acompañar al rey en el camino al exilio: Odilon Barrot, el
mariscal Maison, Auguste de Schonen y el duque de Coigny19.
Advenimiento de un nuevo régimen[editar]

Pierre Sébastien Guersant, el duque de Burdeos, biscuit de Sevres, 1827, Museo de Artes


Decorativas y Diseño de Burdeos

Siguiendo el consejo de Marmont, Carlos X intentará una última maniobra


abdicando a favor de su nieto, el joven duque de Burdeos, de diez años, para
intentar salvar la dinastía. Encargó a su primo, el teniente general que
anunciara a la Cámara de Diputados elegida por el pueblo su deseo de que su
nieto lo suceda. Sin embargo, para aumentar sus propias posibilidades de
sucesión, evade el encargo, y termina así con el reinado virtual de “Enrique
V”20. Posteriormente, Luis Felipe citó tres razones diferentes para negarse a
reconocer la doble abdicación de Carlos X y su hijo:

 Los revolucionarios ya no querían a los Borbones y era imposible pretender


imponerles uno, fuera el que fuese ("Me hubieran echado con ellos"): de
hecho, Luis Felipe, elevado al trono "aunque Borbón", habría tenido
dificultades para escapar de este rechazo él mismo 21.
 El joven duque de Burdeos habría estado bajo la influencia de su familia, en
particular de su madre, la duquesa de Berry.
 Finalmente, la delicada salud del duque de Burdeos y las sospechas de que
su posible declive muerte habría caído sobre Luis Felipe. ("Al menor cólico,
me habrían acusado de haberlo envenenado").
Carlos X y su familia, incluido su nieto, se exiliaron en Gran Bretaña. El joven
pretendiente, el duque de Burdeos, que en el exilio tomó el título de conde de
Chambord, se convirtió más tarde en el pretendiente al trono de Francia y sería
apoyado por los legitimistas.
El 3 de agosto, el teniente general concedió, de su fortuna personal, una
pensión de 1.500 francos al autor de La Marsellesa, Rouget de Lisle. Asciende
al grado de subteniente a todos los estudiantes de la École polytechnique que
combatieron durante la Revolución de 1830 y otorgó condecoraciones a los
estudiantes de las facultades de Derecho y Medicina también se distinguieron.
Cuestionable fue el nombramiento del barón Pasquier, quien sirvió en todos los
regímenes anteriores, como presidente de la Cámara de los Pares, el otorgar
al duque de Chartres el derecho a sentarse en la Cámara de los Pares 22 y
al duque de Nemours la Gran Cruz de la Legión de Honor. El 6 de agosto
decidió que el Gallo galo adornase el asta de la bandera de la Guardia
Nacional23.
Sin embargo, en el palacio del Luxemburgo los pares parecen notar su falta de
control sobre el curso de los eventos. Chateaubriand pronunció un magnífico
discurso en el que habló a favor de Enrique V y en contra del duque de
Orleans24. Por 89 votos de los 114 presentes (de un total de 308 pares con
derecho a voto), la cámara alta aceptó la propuesta de la Cámara de los
Diputados con un ligero cambio en los nombramientos de pares realizados por
Carlos X, para lo cual se contó con la gran prudencia de la príncipe-teniente
general.
Rey de los Franceses[editar]
Artículo principal: Monarquía de Julio
Entronización[editar]
Las características de la entronización del nuevo rey se fijan el domingo 8 de
agosto:
 Luis Felipe quería reinar bajo el nombre de Felipe VII. Esto es defendido
ardientemente por la duquesa de Orleans y apoyada por los doctrinarios,
partidarios de la continuidad entre la Restauración y la Monarquía de Julio.
Pero es rechazado por los revolucionarios moderados y los republicanos.
Finalmente gana estos últimos gracias al apoyo de La Fayette: por lo tanto,
el nuevo rey llevará el nombre de Luis Felipe I.
 Las expresiones "Por la gracia de Dios ..." y "El año de gracia ...", aunque
defendidas por el duque de Broglie, se descartan por recordar demasiado
al Antiguo Régimen y no se corresponden con el nuevo dogma de
la soberanía nacional, fuente de legitimidad de la nueva monarquía. Lo
mismo se aplica al término "súbdito", sustituido por el de "conciudadanos" 25
.
 La izquierda se muestra partidaria de que Luis Felipe renuncie a la flor de
lis de Francia. Pero el rey se niega categóricamente. No lleva las armas
completas de Francia que lució Carlos X, sino que conserva las de la casa
Orleans, de Francia con el lambel plateado, que aparecerá en el sello
oficial del Estado26.
La ceremonia oficial de proclamación de la Monarquía de Julio tuvo lugar el 9
de agosto de 1830 en el palacio Borbón, en la sala provisional de
deliberaciones de la Cámara de Diputados27, adornada con banderas
tricolores. Frente al trono se colocaron tres taburetes, junto a los cuales se
disponen, sobre cojines, los cuatro símbolos de la realeza: la corona, el cetro,
la espada y la mano de justicia. En el hemiciclo se instalaron a la derecha a
unos noventa pares, con traje de chaqueta, en lugar de los diputados
legitimistas que rehuyen de la ceremonia, mientras que el centro y la izquierda
están ocupados por los diputados. Ninguno de los diplomáticos acreditados en
París apareció en las galerías reservadas al cuerpo diplomático.
A las dos de la tarde, Luis Felipe, escoltado por sus dos hijos mayores,
el duque de Chartres y el duque de Nemours, apareció entre vítores. Los tres
iban de uniforme, sin más adorno que el gran cordón de la Legión de Honor. El
duque de Orleans saludó a la asamblea y ocupó su lugar en el asiento central,
frente al trono, con sus hijos a cada lado, luego, una vez sentado, se cubrió, de
acuerdo con las antiguas costumbres monárquicas. El presidente de la
Cámara de Diputados, Casimir Perier, leyó la declaración del 7 de agosto, tras
lo cual el presidente de la Cámara de Pares, el barón Pasquier, trajo el acta de
membresía de la cámara alta. Luis Felipe declaró entonces que aceptaba sin
restricciones ni reservas "las cláusulas y compromisos [de estos dos actos] [...]
y el título de rey de los franceses" y que está dispuesto a jurar cumplirlos. El
Guardián del Sello, Dupont de l'Eure, le presentó el formulario de juramento,
inspirado en el de 1791, que Luis Felipe, descubriéndose y levantando la mano
derecha, pronunció en voz alta:
« En presencia de Dios28, juro observar fielmente la Carta Constitucional,
con las modificaciones expresadas en la declaración; gobernar solo por ley;
hacer el bien y hacer justicia a cada uno según su derecho, y actuar en
todas las cosas con el único propósito del interés, la felicidad y la gloria del
pueblo francés. »
La asamblea entonces aclama al nuevo rey mientras tres mariscales y un
general del Imperio vienen a presentarle los atributos de la realeza: la
corona para Macdonald, el cetro para Oudinot, la espada para Mortier y la
mano de la justicia para Molitor. Ascendiendo al trono, Luis Felipe se sienta
en el y da un breve discurso antes de regresar al Palais-Royal en
compañía de sus hijos, sin escolta y dando muchos apretones de manos
por el camino.
Despertando el entusiasmo de los partidarios del nuevo régimen 29, la
ceremonia fue objeto del sarcasmo de sus adversarios 30.
El nuevo régimen, fruto de un compromiso contra natura, disgusta tanto a
los republicanos, que le reprochan su falta de ratificación popular, como a
los legitimistas, que lo ven como una usurpación. Pero la Monarquía de
Julio no está tan mal considerada para la opinión pública. El pueblo que se
rebeló contra los Borbones no lo hizo para instaurar la república, y el
pequeño puñado de activistas que avivó el fuego lo sabe bien; se levantó
espoleado sobre todo, como Thiers vio claramente, por el odio al "partido
sacerdotal" que Carlos X y Polignac parecían instalar en el poder. En
cuanto a la burguesía de las ciudades y la aristocracia del Imperio,
buscaban, con el favor del movimiento, hacerse con su parte de un poder
que consideraban cada vez más confiscado, bajo la Restauración, en
beneficio de una aristocracia muy limitada. Desde este doble punto de
vista, la monarquía de julio, decididamente laica y que dará un lugar
privilegiado a la burguesía, respondía a las aspiraciones del país.
La instalación del nuevo régimen[editar]
En plena recesión económica, para reactivar la actividad, el gobierno votó,
en el otoño de 1830, un crédito de 5 millones para financiar obras públicas,
principalmente carreteras31. Luego, ante la proliferación de quiebras y el
aumento del paro, especialmente en París, el gobierno propone otorgar
una garantía estatal a los préstamos a empresas en crisis con una dotación
de 60 millones; finalmente, la Cámara vota a principios de octubre un
crédito de 30 millones destinado a subvenciones 32..
A diferencia de la de su antecesor, Carlos X, su monarquía fue
constitucional, y recibió (al menos mientras se sostuvo) el apoyo social de
la burguesía y el beneficio de un ciclo económico expansivo, durante el que
Francia accedió plenamente a la Revolución Industrial (la época del
«enrichissez-vous»), con lo que las diferencias sociales entre la burguesía
y el proletariado se agudizaron. Suele recibir el nombre de Monarquía de
Julio, por el mes de la revolución que lo ascendió al trono. Por tal motivo,
las monarquías europeas le motejaron como Rey de las barricadas.
Las barricadas de 1848 le apartaron del poder, dando paso a la Segunda
República.
En 1837, bloqueó el río de la Plata, afectando a Argentina y Uruguay. En
1838, sus barcos llegaron a Veracruz, México , bloquearon el puerto e
intervinieron en el país, en el episodio histórico que se conoce
como Guerra de los pasteles.
Al frente del gobierno, se mostró reservado y prudente y manifestó un gran
apego por el poder. Contaba con el apoyo social de la burguesía y el
beneficio de un ciclo económico expansivo. Sin embargo, poco a poco se
apoyó en el partido de la resistencia monárquica y, a partir de 1840,
en Guizot. En política exterior, comenzó por acercarse a Gran Bretaña,
debido al temor que tenía que los insulares iniciasen cualquier tipo de
conflicto. Por ello firmó la «primera Entente Cordiale» (1840-1846), que
ponía fin a la rivalidad franco-británica en el Mediterráneo y en España.
Luis Felipe inició entonces un acercamiento a Viena para que su reinado
fuera mejor valorado por los países autoritarios.

Efigie de Luis Felipe I en una moneda de oro de 20 francos.

En 1846 Luis Felipe supuestamente formó parte de una tentativa


monarquista en el país sudamericano de Ecuador. Según Francisco
Michelena y Rojas, embajador ecuatoriano en Londres, los planes de crear
un Reino de Ecuador que había trazado el expresidente de ese país, Juan
José Flores, habrían tenido eco en las principales cortes europeas con
pretensiones en América. Michelena acusaba principalmente a Francia de
agitarse en distintas formas para establecer su dominación, ofreciendo sus
príncipes bajo alianzas de familia, o su protectorado, tratando de influir en
los gobiernos contra los intereses nacionales y humillando sus nóveles
nacionalidades; y para ello el dinero necesario para la expedición
prevendría del mismo rey Luis Felipe.3334
Por otra parte Manuel Moreno, embajador argentino en Londres,
sospechaba también de la intervención francesa en Ecuador, pues creía
que la candidatura al trono ecuatoriano que le habían ofrecido a Agustín
Muñoz y Borbón, tercer hijo del segundo matrimonio de la reina María
Cristina de Borbón-Dos Sicilias, no era sino aparente y provisional, y que
en el fondo todo estaba dirigido por el monarca francés para acabar con la
otra parte del Tratado de Utrecht, y atraer con el tiempo a la Casa de
Orleans hacia Hispanoamérica. Moreno basaba su hipótesis en el
casamiento de Antonio de Orleans, duque de Montpensier y noveno hijo
del rey francés, con la infanta española Luisa Fernanda de Borbón,
también hija de la mencionada María Cristina y hermana de Isabel II, en
cuyo beneficio sería en realidad la futura monarquía que pretendían
instaurar en América desde Ecuador.333435 Finalmente, y por diferentes
motivos, estos planes de Flores no se llegaron a concretar nunca.
Los últimos meses de su reinado se caracterizaron por la crisis general que
azotaba el país. Era una crisis financiera, económica, política y moral, que
se vio agudizada por la imprudencia del propio rey, quien no supo ver el
peligro que corría su dinastía bajo la política ultraconservadora de Guizot.
Con su abdicación, Luis Felipe afirmó que la colección reunida por él en
la Galerie Espagnole del Louvre hasta 1848, era su colección de arte y por
tanto debía considerarse como una posesión personal, una reclamación
que le permitió disponer de ella en última instancia. La colección fue
vendida en una subasta en 1853.36

Ancestros




 Independencia de Brasil, expo para el 28 de enero

3.- Explique en forma clara, coherente, ordenada en qué consiste la Reflexión Teleológica sobre la educación
en el autor. La exposición de este ítem debe abarcar los siguientes aspectos: (Extensión sugerida: 5 páginas
aproximadamente) (Valor 10 puntos) Raymond

A.- ¿Cuál es el ideal o fin educativo propuesto por el autor? ¿Qué tipo de ideal es (político, ético,
epistemológico, estético, religioso, etc.)? ¿En qué consiste?

Nuestro autor propone la educación en la democracia como forma de concebir la


escuela ya que del mismo modo que se haga una escuela se hará una sociedad
de hacer una escuela más democrática se hará una sociedad más democrática y
nos dice el autor que para esto es necesario saber primero qué clase de sociedad
queremos. Con esto quiero decir de antemano que nuestro autor nos está
planteando un ideal polito ya que el fin último de hacer una educación más
democrática es que estos niños y jóvenes reproduzcan estos caracteres en su
vida.
Así mismo, para entender la filosofía de John Dewey debemos entender primero
sus ideas políticas y como ya lo hemos mencionado nuestro autor propone ideales
políticos. Dewey creía que no se podía separar escuela de sociedad, y uno de los
problemas que el percibía era que los estudiantes estaban siendo preparados para
una sociedad que es injusta antidemocrática y que sufre de control corporativo.
Además, que los niños y jóvenes están siendo preparados para responder a los
problemas de su vida adulta es decir para responder los problemas de su vida
futura que no conoce en vez de ser preparados para los problemas reales de su
vida presente.

En este mismo orden de ideas vemos como John Dewey nos dirá de qué manera
reproducirá sus ideas y afirmara que; la educación no es una preparación para la
vida, es vida. Lo que con esto nos dice Dewey es que la mejor forma de vivir es
haciendo vida y vida real con problemas concretos que resolver, esta forma de
vivir la realidad no es más que hacer de la escuela laboratorio de la sociedad

Por tanto, la vida de las escuelas según Dewey debe mejorar la vida de fuera de la
escuela, siendo esta vida de la escuela como especie de micro sociedad donde
situaciones como conflictos dentro de la escuela deben ser ejemplares para la vida
de fuera, sobre todo por lo democrática que estas tienen que ser. Un ejemplo
pueden ser las reglas, las reglas de dentro de la escuela deben estar marcadas
esencialmente por la democracia donde los alumnos participen de estas por igual,
otro ejemplo. En la vida hay formas diferentes de ser de desarrollarse entonces la
escuela tiene que dar ámbito a todas las situaciones dado que todo somos
diferentes, tenemos capacidades y formas de aprender distintas, teniendo encanta
esto nadie se tendrá que quedar atrás.

Eso hace que la escuela sea un laboratorio un micro cosmos una micro sociedad
de la vida democrática de ciudadanos y probablemente de como quisiéramos que
fuera la vida. de esta forma niños y adolescentes están creciendo y formándose
como ciudadanos en una democracia. En definitiva, John Dewey presenta un
modelo pedagógico basado en la acción del niño y su participación social, este
busca el desarrollo pleno de capacidades humana tales como, la creatividad la
resolución de problemas, su finalidad última es que cada uno de nosotros logre su
plena realización.

B.- ¿Justificación y relevancia de tal ideal?

C.- ¿Quién es el sujeto encargado de realizar este ideal educativo? ¿El Estado, un partido político, una clase
social, la familia, un determinado tipo de maestro o de escuela, etcétera?

Si bien, aunque desde que vemos los planteamientos de Dewey habla en gran
medida sobre la hacer de la escuela esa micro sociedad con valores y principios
democráticos con la esperanza que más tarde estos niños y jóvenes formados en
este ambiente reproduzcan esta vida de la escuela en la sociedad, y esto dicho si
pareciera dar mucha importancia y responsabilidad al joven al niño en formación,
lo cierto es que aquí es donde recae fuertemente la responsabilidad en el maestro
ya que de el dependerá esencialmente que esta idea de la escuela laboratorio
para una mejor sociedad democrática se lleve a cabo.

De igual modo, el maestro será en este micro cosmos el anunciador del verdadero
reino de dios nos afirma John Dewey. Pero este reino, este laboratorio de la futura
sociedad que queremos del que nos habla Dewey parece bastante sencillo de
construir cuando lo plantea, pero sin embargo la creación en el aula de las
condiciones favorables para la formación del sentido democrático no es tarea fácil,
ya que los maestros no pueden imponer ese sentimiento a los alumnos; tienen que
crear un entorno social en el que los niños asuman por sí mismos las
responsabilidades de una vida moral democrática. Entonces, aunque la
responsabilidad última y más compleja la tenga el maestro y este sea en primera
medida el sujeto encargado de ejecutar el ideal educativo es preciso que estos
ideales sean deseados por la sociedad de modo que esta exija a quienes ejerzan
el poder político todo lo necesario para concretar estos ideales que se quieren
sembrar desde la escuela.

La creación y el cultivo de estos planteamientos que nos ofrece Dewey deben y


tienen que ser asumidos por diferentes actores sociales, des las familias, el estado
y claro los docentes a ya que el mismo autor reconoce que en sus planteamientos
hay na obra tan compleja que solo dejándole todo el trabajo al maestro sería
demasiado pedir.

Para entender la filosofía de jon Dewey debemos entender primero sus ideas políticas

El creía que no se podía separar escuela de sociedad, uno de los problemas que el percibía era
que los estudiantes estaban siendo preparados para una sociedad que es injusta
antidemocrática y que sufre de control corporativo. Fijo que la política es la sombra de los
grandes negocios en la sociedad

El objetivo real de la educación es que los estudiantes aprendan ciertas lecciones de memoria
para ser recitadas a un maestro los estudiantes toman nota luego toma un prueba parq medir s
conocimiento y compararse con otros estudiantes para ver quien tiene mejor rendimiento en
almacenar, acumular el máximo de información

Hemos creado una sociedad en la que alabamos a el estudiante sobresaliente tanto así que
tanto padres y maestros muchas veces se preocupan más por las notas de los niños sean altas y
no por lo que aprenden

Dewey creía que los filósofos debían centrarse en los problemas de la humanidad en vez de
centraren en el pensamiento abstracto que no beneficia en nada a la humanidad

La concepción de la educación como un proceso y función social no tiene significado definido


hasta que definamos el tipo de sociedad que tenemos en mente

La sociedad ideal es na democracia que nutra el desarrollo el desarrollo de un espacio de


cooperación social y vida comunitaria-

La gran mayoría de los trabajadores no tienen idea de los objetivos de sus actividades y ningún
interés en saberlo

John Dewey vasa su teoría en el pragmatismo y la sociedad

Pragmatismo, todo conocimiento es mejorara la vida del humano, es decir que hay que dedicar
el conocimiento para resolver problemas concretos, el pragmatismo le da más importancia a lo
practico de los abstracto. La teoría filosófica debe estar para ayudar a l ser humano
Según Dewey el conocimiento tiene 3 tapas

- Un niño ve una langosta volando y a partir de eso deduce que todos los insectos pueden
volar
- Cuando valla a la aplicación práctica se puede encontrar con incestos que no vuelan,
entonces la contrastación empírica le dirá que algunos incestos pueden volar y otros no

Conocimiento es constrctar hechos

La educación debe ser practica orientada a la resolución de problemas reales, es decir que el
alumno debe aplicar no memorizar,

Se deben tratar problemas reales de nuestra sociedad, no tiene sentido plantear problemas que
no tenemos en nuestra sociedad,

Visión de la sociedad de Dewey

Sostiene que el hombre que vice y se desarrolla en sociedad,

La educación es un modo en que las generaciones mayores trasmiten conocimientos y valores a


las generaciones más jóvenes.

La organización encargada de esto es la escuela, la escuela debe formar parte de la sociedad, no


preparar al niño para una vida futra que un no conoce si no partir de su vida actual para
conseguir sus interese concretos de su vida cotidiana

Y la consecuencia de ello es que ellos no verán importancia en todo esto edemas esto tiene que
ver con la familia

Según Dewey se deben preparar para las realidades que están viviendo y no a las que van a vivir

La escala debe estar enmarcada en la sociedad, no estar en una burbuja apartada de la sociedad

- La concepción de la educación de la educación como un proceso y función social no tiene


sentido hasta que definimos que tipo de sociedad queremos

Para esto es importante educar a los niños para eso, es decir si queremos una sociedad
democrática temémonos que tener una sociedad democrática que permita la creatividad de los
niños

Si cambian las, pero sana cambia la sociedad.

La finalidad del modelo de Dewey


En conclusión, jonh Dewey presenta un modelo pedagógico basado en la acción del niño y su
participación social, este busca el desarrollo pleno de capacidades humana tales como, la
creatividad la resolución de problemas, su finalidad última es que cada uno de nosotros logre su
plena realización

La educación según jonh Dewey –

Filosofo pedagogo

Innovador en el campo de la pedagogía

Frase: la educación no es una preparación para la vida, es la vida en si

Hoy en día se entine más. ya que los profesores y pedagogos actuales que saben que no pueden
saber lo que tendrían que saber los alumnos para el futuro para la vida les está reservada. No
pueden saber qué cosas en concreto deben aprender los niños

Y por tanto empiezan a pensar que esta frase tiene razón, la educación no puede ser una
preparación para la vida es vida y así esta frase se concreta en las cosas prácticas de la vida. Y
esto es porque Dewey pensaba que se forman ciudadanos para una democracia ese era su
objetico, y por tanto la escuela deben crear vida y hacer partícipe de esa vida a los niños y
adolescentes de manera que vivieran una vida diferente a la vida que estaban sometidos estos
estudiantes.

Esta pronto vida de las escuelas según Dewey debe mejorar la vida de fuera de la escuela,
siendo esta vida de la escuela como especie de un laboratorio donde situaciones como conflictos
dentro de la escuela deben ser ejemplares para la vida de fuera, sobre todo por lo democrática
que estas tienen que ser. otro ejemplo pueden ser las reglas, las reglas de dentro de la escuela
deben estar marcadas esencialmente por la democracia donde los alumnos participen de estas
por igual

Otro ejemplo. En la vida hay formas diferentes de ser de desarrollarse entonces la escuela tiene
que dar ámbito a todas las situaciones de manera que no deje a nadie atrás

Eso hace que la escuela sea un laboratorio de la vida democrática de ciudadanos y


probablemente de como quisiéramos que fuera la vida. de esta forma niños y adolescentes
están creciendo y formándose como ciudadanos en una democracia

Y aquí se le da un papel importantísimo al maestro y es tal vez lo que no han entendido los
políticos que los maestros son la primera piedra base para formar una democracia sólida.

Ejemplo es flinlandia, es lo que mas se acerca este pensamiento de Dewey donde se resulven
los conflictos donde las reglas se discuten

Todo mundo participa de la vida sino qe es vida


.

El método Dewey. Democracia y educación

"El diálogo no agota la experiencia cuando esta se hace común, ni aquel


cesa entonces, sino que la comunicación es dialéctica y reconstruye la
experiencia, es decir, la inquieta, la motiva a renovarse. Por ello, el
maestro debe obrar de tal manera que aumente el significado de la
experiencia presente".

Dewey afirmaba que el alumno es un sujeto activo, y que es tarea del


docente generar entornos estimulantes para desarrollar y orientar esta
capacidad de actuar. De este modo, es el maestro quien debe conectar
los contenidos del currículum con los intereses de los alumnos. También
entendía que el conocimiento no puede ser impuesto desde afuera o
transmitido en forma repetitiva, dado que en esa imposición ciega el
alumno pierde la posibilidad de comprender los procesos que
permitieron la construcción de ese conocimiento.
Dewey definía la EDUCACIÓN como un instrumento
de transformación social y un método fundamental del progreso
donde el maestro al enseñar no solo educa individuos, sino que
contribuye a formar una vida social justa. Así pues, las críticas de John
Dewey a la escuela tradicional dieron lugar a la propuesta de una nueva
forma de hacer, de un nuevo método que se fundamentó en la
experiencia y en la acción y cuya finalidad estuvo encaminada a la
formación de ciudadanos aptos para la vida en democracia.

La "escuela Dewey" o "escuela del


laboratorio"

Dewey llevará adelante un proyecto de escuela experimental en el


contexto de la Universidad de Chicago. Su escuela, conformada por
maestros especialmente formados de acuerdo con los principios de su
pedagogía, puso en práctica sus ideas respecto de la necesaria
interacción entre teoría y práctica en los procesos de enseñanza y
aprendizaje. El desafío de esta escuela era, según Dewey, "descubrir en
la administración y la selección de materias los métodos de aprender,
enseñar, y disciplinar. Cómo una escuela podría volverse una comunidad
cooperativa mientras desarrolla en los individuos sus propias
capacidades y satisface sus propias necesidades".

En esta escuela los niños desarrollaban, divididos en clases por edades,


tareas vinculadas al mundo de la producción y la práctica, que llamaba
"ocupaciones". La búsqueda se orientaba a que los alumnos tuvieran la
posibilidad de experimentar con situaciones concretas de trabajo y
producción, debiendo recurrir a los conocimientos curriculares toda vez
que fueran necesarios para resolver problemas. Dewey nunca pierde de
vista que los contenidos escolares no son sino el resultado de un largo
proceso durante el cual la humanidad ha tenido que resolver diferentes
problemas.

Además, en este proyecto pudo Dewey llevar adelante su propuesta de


articular escuela y democracia, tema fundamental de sus desarrollos en
pedagogía. Su propuesta consistía -de manera sintética- en convertir las
escuelas en sociedades en miniatura, que pudieran sostener aspectos
positivos de la vida adulta dejando fuera elementos rutinarios e
imitativos. La escuela se convierte, de ese modo, en el principal
motor de progreso social e individual. Decía Dewey que en la
escuela, el ideal debía ser la reconciliación de los intereses
individuales y colectivos.

Durante la mayor parte de su vida, Dewey fue


profundamente optimista respecto del rol transformador de la
educación sistemática.

El método Dewey

Desde un punto de vista epistemológico Dewey considera que los


conceptos en los que se formulan las creencias son construcciones
humanas meramente provisionales, pues tienen una función
instrumental y están relacionados con la acción y la adaptación al
medio.
Dewey critica el enfoque clásico sobre el conocimiento y lo
contrapone a su perspectiva experimental y científica.

El principal elemento que se relaciona con la teoría del conocimiento de


Dewey, y probablemente el más importante de toda su filosofía, es el
concepto de experiencia.

Dewey propone una visión dinámica del concepto de experiencia: para él


la experiencia es un intercambio entre el ser vivo con su medio
ambiente físico y social y no una mera cuestión de conocimiento. La
experiencia para Dewey está basada en conexiones y continuidades e
implica procesos de reflexión e inferencia; experiencia y pensamiento
son dos términos que van ligados.

Dewey criticó la sociedad industrial, pero se mantuvo enormemente


distante respecto del marxismo. Critica la sociedad industrial porque
reduce a las personas a un estado de aquiescencia pasiva con respecto a
las rutinas externas y esta es la actitud contraria a la que debería
promover la democracia, que es la postura que él defiende. Dice este
autor que la democracia no es sólo un asunto institucional sino
una forma de vida asociada que se construye con la colaboración
activa de todos. Esto implica un ideal moral que entronca la
construcción democrática con la dimensión ética. Las personas deben
poder determinar inteligentemente sus objetivos participando, a
la vez, libremente y en pie de igualdad en la realización de un
asunto común.
Por tanto, hablar de supuestos filosóficos de Dewey y hablar de su
propuesta pedagógica llega a ser casi la misma cosa.

Conceptos pedagógicos

Dewey estuvo profundamente interesado en la reforma de la teoría y de


la práctica educativa. Contrastó sus principios educativos en la escuela
laboratorio de carácter experimental, denominada Escuela Dewey,
instituida en la Universidad de Chicago en 1896. 

Los principios educativos proponían el aprendizaje a través de


actividades de diferente índole más que por medio de los
contenidos curriculares establecidos y se oponían a los métodos
autoritarios. Dewey pensaba que lo ofrecido por el sistema educativo
de su época no proporcionaba a los ciudadanos una preparación
adecuada para la vida en una sociedad democrática. Consideraba
además, que la educación no debía ser meramente una preparación
para la vida futura, sino que debía proporcionar y tener pleno sentido en
su mismo desarrollo y realización. Su trabajo y sus escritos influyeron
significativamente en los profundos cambios experimentados en la
pedagogía de Estados Unidos en los inicios del siglo XX, manifestados en
el cambio del énfasis de lo institucional y burocratizado a la realidad
personal del alumno. Criticó la educación que enfatizaba tanto la
diversión relajada de los estudiantes, como el mantenerles
entretenidos sin más, así como la orientación exclusiva hacia el
mundo profesional.
Dewey concibe la escuela como un espacio de producción y
reflexión de experiencias relevantes de la vida social que
permite el desarrollo de una ciudadanía plena.

Para Dewey filosofía y educación no pueden desligarse la una de la


otra. La filosofía para Dewey era concebida como un medio de ajuste
social, un método para descubrir, y a la vez un instrumento para
interpretar, los conflictos sociales y la educación es el laboratorio de
comprobación de las hipótesis que la filosofía va trazando. La educación
es vida y la indisolubilidad de la vida y la educación constituye el
propósito de la filosofía, cuyo objetivo es enjuiciar los hechos
constatados, proporcionando interpretación y crítica.

El recién nacido es una animal que tendrá que aprender


atribuyendo sentido a sus experiencias. La experiencia es lo que
hace posible una educación que ayude a los seres humanos a
crear significados colectivos, y toda experiencia implica pensamiento;
no es sólo verificación sensorial, sino percepción consciente de las
relaciones de reciprocidad entre individuo y entorno. En la continuidad
entre naturaleza y experiencia humana radica la fe democrática
de Dewey y sus recomendaciones educativas.

La inteligencia humana constituye el recurso del que nuestra especie


está dotada para asegurar su supervivencia, de ahí que sea siempre
social, y no un atributo individual. Como su función específica es dirigir
nuestros modos de comportamiento, nunca alcanza una forma definitiva
y su desarrollo permanente se cumple en interacciones sociales que
se realizan a través de la comunicación.
De estos supuestos se derivarán importantes consecuencias
socioeducativas: la educación es un proceso inacabado y las
actividades son los elementos centrales de aprendizaje escolar. 

A su vez, puesto que el aprendizaje es una función social, aparece


siempre ligada a los objetivos de la propia sociedad. En consecuencia, la
educación en sí misma es una forma de acción política cuya mayor
o menor legitimación dependerá del partido que tome por un
determinado orden social.

Aquí es donde entra en juego la democracia, que Dewey siempre


considerará una forma de vida, y no un régimen de gobierno. La
democracia es el nombre de ese proceso permanente de
liberación de la inteligencia. La construcción de la democracia
sólo puede lograrse desde la educación, por tanto, es necesario
que los sistemas educativos sean democráticos. Para que la
educación pueda formar demócratas y ser crítica ante la sociedad, la
praxis educadora habrá de fundarse en la razón y los métodos
científicos.

En este punto es donde política y educación funden su identidad,


consistente en dotar de dirección racional a los asuntos sociales. Esta
teoría del conocimiento justifica para Dewey tanto la política
democrática como la educación de la cual depende esa política.

Aunque la vida y la educación no pueden darse una sin la otra, la


educación abonada a la casualidad sólo consigue consolidar las
relaciones de clase existentes y reproducir los intereses sociales
dominantes. Por ello esa educación “funcional” debe ser
complementada por otra educación “intencional” en que la competencia
educativa se delega en las escuelas. Estas instituciones serán las únicas
capaces de asegurar los intereses democráticos, es decir, programar
procesos experienciales continuados que posibiliten la formación en el
seno de las comunidades sociales.

La constante reorganización o reconstrucción de la experiencia


constituye la educación y el fundamento de su teoría de la escuela,
concebida como “agencia democrática de la formación”. Toda
experiencia es un movimiento continuo; pero para que desemboque en
el crecimiento ha de estar orientada. Si la continuidad es un primer
criterio de significatividad de la experiencia, el segundo es el de la
interacción entre condiciones subjetivas y objetivas o ambientales. La
escuela ha de consistir en un ambiente organizado en el que se
fortalezcan las experiencias valiosas y se haga posible a la vez la
continuidad de las experiencias de los alumnos y su aportación a
la reconstrucción de la sociedad.

Hacer posible esta preparación para la vida en una comunidad


democrática requiere esbozar un programa educativo que se basará en
dos ideas fundamentales:

A. La escuela ha de construir un entorno especial en el que


puedan llevarse a cabo experiencias ejemplares de la vida social.
B. La formación democrática requiere enfrentar al individuo con
unos contenidos específicos.

A partir de estos presupuestos la vida en la escuela se basará sobre


todo en el intercambio de experiencias mediante la comunicación entre
los individuos, porque la comprensión del mundo emerge de la
experiencia, la cual cobra significado a través del lenguaje.

Según Dewey la escuela democrática requiere la modificación completa


de todos los presupuestos estructurales que codeterminan esa relación
de dependencia entre la Administración y los enseñantes y por tanto
entre éstos y los alumnos.

Aportaciones Metodológicas

Dewey pensaba que la nueva educación tenía que superar a la


tradicional no sólo en los fundamentos del discurso, sino también en la
propia práctica.

Sin embargo, la obra de Dewey no tiene una orientación


fundamentalmente didáctica o metodológica como la de Decroly o
Freinet. No existe, en rigor, un método Dewey, ya acabado y codificado
para ser aplicado o adaptado. Cuando Dewey habla de método, de la
materia de estudio y del proceso de enseñanza-aprendizaje, lo hace en
un nivel discusivo muy alto e incluso abstracto, lo cual llega a veces a
decepcionar a los educadores que se acercan a su obra.
Dewey estima que la praxis educativa implica un manejo
inteligente de los asuntos y esto supone una apertura a la
deliberación del educador en relación con su concreta relación
educativa y con las consecuencias que se pueden derivar de los
diferentes cursos de acción.

Dewey distingue entre un método individual y un método general.

El método general supone una acción inteligente dirigida por fines.


El método individual, en cambio, se refiere a la actuación singular entre
educador y educando. El maestro desarrolla su labor ponderando las
diferentes alternativas que se presentan y para ello se sirve del
pensamiento reflexivo.

Esta gestión reflexiva e inteligente del método científico debe de estar


guiada por la sabia del método científico. Por eso, Dewey considera que
el método educativo debe derivarse del método científico, con todas las
adaptaciones que sean necesarias. En este sentido amplio existe un
“método Dewey” , el llamado “método del problema”, que consiste en
un proceso secuenciado mediante el cual se plantea el aprendizaje como
una actividad de investigación, llevada a cabo por grupos de alumnos
bajo la tutela y orientación de un educador. Con este método, el cual es,
para Dewey el método de pensar humano, el método de aprendizaje
pasa a ser un capítulo del método general de investigación. 

La propuesta metodológica de Dewey tiene cinco fases:


1ª Fase: Consideración de alguna experiencia actual y real del niño,
en el ámbito de su vida familiar o comunitaria.

2ª Fase: Identificación del algún problema o dificultad suscitados a


partir de esa experiencia; es decir, un obstáculo para la experiencia
sobre el cual tendremos que trabajar para intentar estudiarlo y salvarlo.

3ª Fase: Inspección de los datos disponibles, así como la búsqueda


de soluciones viables; en esta etapa, los materiales escogidos y los
trabajos se convierten en partes del programa escolar.

4ª Fase: Formulación de hipótesis de solución, que funcionará como


idea conductora para solucionar el problema planteado.

5ª Fase: Comprobación de hipótesis por la acción, pues de acuerdo con


el enfoque pragmatista, la práctica es la prueba del valor de la reflexión
hecha por el educando con objeto de resolver el problema.

Fuente: http://movimientosrenovacionpedagogica.wikispaces.com/La+escuela+progre

siva+y+la+pedagog%C3%ADa+de+Dewey
John Dewey
(Burlington, 1859 - Nueva York, 1952) Filósofo, pedagogo y psicólogo
norteamericano. John Dewey nació en una ciudadela del "yankismo" de
Nueva Inglaterra, en el seno de una familia de colonizadores de humilde
origen, el mismo año en que apareció Sobre el origen de las especies, de Darwin.
El "yankismo" y el darwinismo fueron los dos puntos iniciales de una
actividad filosófica que, empezada en una época hoy arcaica, había de
terminar en 1952, y de una filosofía cuyas repercusiones mundiales se
dejan sentir aún en nuestros días.
John Dewey

Los fundamentos no racionales del pensamiento de John Dewey se apoyan


en la tradición "yankee" de la práctica, del obstinado empirismo y del
"sentido común y nada absurdo" procedentes, por lo menos, de los tiempos
de Benjamin Franklin, quien, como Dewey, consideró objetivos legítimos la
mentalidad y el método experimentales. Según parece, las tradiciones más
estrictamente filosóficas y morales de Nueva Inglaterra -denominadas
normalmente puritanismo- no dejaron huella en nuestro autor.
La estructura racional por él erigida sobre los mencionados fundamentos
derivó, originariamente, de Darwin; en el pensamiento de Dewey, la mente
humana es un producto de la evolución biológica, un "instrumento" que,
como el cuello de la jirafa, se ha ido desarrollando para permitir la
adaptación y supervivencia del organismo en el mundo físico. La
inteligencia, pues, debería ser utilizada, juzgada y modificada de acuerdo
con su eficacia práctica de instrumento de subsistencia.
La juventud casi rural de Dewey y sus años de universidad transcurrieron
en el Este; en 1884, sin embargo, inició la actividad docente en el Midwest,
donde vivió durante los veinte años siguientes. De tal región -de sus
genéricos estados de ánimo y de su "liberalismo americano" a la antigua-
parece haber sido siempre el intérprete. El contacto, en los últimos años de
estudios, con la obra de Hegel había dejado, según él mismo afirma, "un
poso permanente" en su pensamiento. El intento de una nueva
interpretación del ilustre filósofo alemán en modernos términos
norteamericanos -o sea "yankees" y darwinianos- fue el primer paso en la
elaboración de lo que había de llegar a ser el "instrumentalismo" (la teoría
y el nombre resultaron variantes de lo que un autor contemporáneo pero
de más edad, William James, denominó "pragmatismo").
La primera obra publicada por Dewey fue -lo cual es significativo-
una Psychology (1887); en ella demostró su autor que la naturaleza y la
función "instrumentales" de la inteligencia son el principio esencial del
pensamiento filosófico; la filosofía -da a entender allí- no es una parienta
de la psicología, sino una hija bastarda de la misma. La forma de esta
descendiente empezó a aparecer en Esbozos de una teoría crítica de la
ética (Outlines of a Critical Theory of Ethics, 1891), que tres años después se
convirtió en The Study of Ethics.
Entre las dos obras, y como explicación, según Dewey, del desarrollo que
se había producido de la primera a la segunda, surgieron los Principios de
psicología de James, quien, después de Hegel, ejerció sobre su ideología la
mayor influencia. Tales estudios iniciales sobre las bases psicológicas de la
ética provocarían (Ethics, 1908) la virtual reacción de ésta en muy pocas de
sus componentes psicológicas.
Mientras tanto, Dewey había empezado a aplicar la teoría instrumentalista
a otros ámbitos -la educación y la lógica- en los cuales, con unas
conclusiones alabadas por unos y condenadas por otros, contribuiría a la
aparición de revoluciones de alcance mundial. Llegado en 1894 a la
Universidad de Chicago, pronto inició aquí un curso experimental
fundamentado en los principios de la doctrina instrumentalista. Sus
principios pedagógicos -renuncia total a los métodos y objetivos
tradicionales de la enseñanza- fueron expuestos en Escuela y sociedad, texto
publicado en 1903.
Dewey sitúa el fin de la educación en el adiestramiento de los hombres en
la "adaptación" a su ambiente y en la reconstitución de éste de la manera
más adecuada a sus deseos y necesidades. El razonamiento, inspirado en la
mentalidad norteamericana de la iniciativa práctica en su forma más
inteligente, era formalmente impecable; sólo cabía reprocharle el olvido de
casi todos los "deseos" y las "necesidades" considerados fundamentales por
cuantos, desde la Antigüedad hasta Freud, habían analizado el espíritu. Ello
desquiciaba además, naturalmente (y como Dewey parecía admitir muy
gustoso) el anticuado concepto de alma.
En 1916, cuando publicó su tratado más elaborado, Democracia y educación, el
"Movimiento de la Educación Progresiva" podía considerarse
definitivamente en marcha. En 1903, Dewey había escrito asimismo Studies
in Logical Theory, obra que en 1938 daría lugar a Lógica. La teoría de la
investigación, pero también, singularmente, en 1920 a Reconstrucción en filosofía,
acusación plena de la metafísica tradicional y de la práctica misma de la
contemplación o de la especulación como fin en sí en cuanto lujo inútil de
las ociosas clases ricas (hablaba un democrático plebeyo).

He aquí los elementos de juicio empleados por Dewey en la comprobación


de la verdad y el valor de una idea: "¿Funciona? ¿Produce resultados
provechosos?" Como en otras partes, el problema de lo "provechoso" -o
sea la cuestión fundamental de la ética clásica- no tuvo, en la obra de
nuestro autor, una respuesta satisfactoria. El "provecho" se ve equiparado,
en general, a lo que determina el "crecimiento", el "progreso", el
"mejoramiento", el "desarrollo", la "evolución"... En la base de estas vagas
nociones racionalistas existía cierto horror irracional de lo inmóvil y fijo;
nos hallamos, pues, ante la convicción típicamente norteamericana según
la cual la inmovilidad es, por sí misma, algo maléfico, en tanto que el
movimiento y el cambio resultan, ya por ellos solos, beneficiosos.

La filosofía de Dewey encontró el favor de un público ávido no sólo en


América, sino también en cualquier otro lugar del mundo en el cual hubiese
aparecido la conciencia de la necesidad del cambio, la impaciencia contra el
orden tradicional, ya de la mente como de la sociedad: Rusia, México,
China, Turquía, Japón... Varios viajes y ciclos de conferencias le llevaron al
establecimiento de un contacto directo con tales países; enormes fueron los
efectos recíprocos de tales visitas. La dilatada existencia de Dewey le
permitió llegar a deplorar ciertas consecuencias, profundamente ajenas a
su liberalismo humanitario, de algunos movimientos revolucionarios
alentados por sus propias teorías.

Tan prolífico en cuanto escritor, como tosco, desvaído y carente de


atractivo resultara en este mismo aspecto, compuso, entre otras obras
importantes, varias interpretaciones instrumentalistas: Naturaleza y conducta
humanas, Experiencia y naturaleza, La búsqueda de la certeza, El arte como
experiencia, Experiencia y educación (Experience and Education, 1938) y Libertad y
cultura (Freedom and Culture, 1939). Su teoría de la "adaptación" evolutiva
tiende cada vez más, entre los discípulos más lejanos y menos numerosos,
a convertirse en una disciplina de conformismo a cualquier "norma"
mediocre y una especie de sutil y con frecuencia inconsciente tiranía
intelectual. La inevitable rebelión contra el "deweysmo" en el ámbito
educativo ha adquirido la forma de un autoritarismo opuesto que afirma
inspirarse en Santo Tomás de Aquino.
Cómo citar este artículo:
Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de John Dewey. En Biografías y Vidas. La enciclopedia
biográfica en línea. Barcelona (España). Recuperado
de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/d/dewey.htm el 4 de enero de 2021.
.

 2.- Filosofia
En el primer debate entre Sócrates y Protágoras acerca de si se puede o no enseñar la
virtud, ¿qué autor argumenta mejor su posición sobre este punto? ¿Sócrates o
Protágoras? En cualquier caso. ¿Cuáles son los mejores argumentos del autor que has
escogido y en qué radica la fuerza persuasiva de éstos que te llevan a apoyar tal
posición? Asimismo, ¿Por qué los argumentos del otro autor no son buenos? ¿En qué
estriba la debilidad de éstos? (Valor 8 puntos) (Extensión sugerida: 5 páginas) Vicente y
Raymon

En lo que a mi humilde interpretación respecta no puedo si no es dar la


razón a Protágoras, en su discurso el plantea de forma muy clara que la
virtud si se puede enseñar, y nos da ejemplos de ello, para empezar
Protágoras prosigue con un mito sobre el del reparto de dones por parte de
los dios a los seres vinientes, y con esto va a explicar de dónde provienen
estas facultades tan maravillosas que el hombre posea como la ciencia,
sabiduría, justicia sentido moral y la política, con el mito el autor nos
quiere decir que estas facultades son de un carácter trascendente, es decir
que sin ellas se imposibilita la vida asociada de la humanidad
imposibilitando el progreso y desarrollo, esto por un lado, mientras tanto
quiere reflejar el carácter divino y por ende natural que dichas facultades en
el hombre, y esta disposición ya natural que poseemos nos hace seres en
los cuales dichas disposiciones se pueden desarrollar y sacarle un máximo
provecho. Por tanto por ser estos dones de carácter natral en el hombre
Protágoras va a responder a Sócrates la pregunta que le hacía sobre
¿porque son tomadas en cuenta todas las personas para asuntos políticos
mientras que para asuntos técnicos solo son tomados en cuenta las
opiniones de los especialistas?
La respuesta es clara y según el autor nos trasmite con el mito, que todo el
ser humano estamos capacitados de manera natural a participar en asuntos
que atañen el bien común, pesto que cuando se trata de asuntos que afectan
a todos por igual tanto tiene derecho y sobre todo el deber a participar y
opinar ya que gracias a esto nos organizamos en ciudades y naciones de
otra forma fuera muy improbable una convivencia estable y llegar acuerdos
que beneficien a todos los ciudadanos y es por ello que tanto como el
doctor como el obrero, así como el más humilde ser humano debe y tiene
que participar de estos asuntos.
Y claro esta dichas disposiciones a la justicia y de más virtudes son
cultívales es decir que la disposición se desarrolla y se trasmite es decir se
enseña y quien se sale de ella no las viola, son castigados, y aquí Protágoras
argumenta lo siguiente.
Y si quieres reflexionar, Sócrates, qué efectos logra el castigo de los malhechores,
esto te va a enseñar que los hombres creen que es posible adquirir la virtud.
Porque nadie castiga a los malhechores prestando atención a que hayan
delinquido o por el hecho de haber delinquido, a no ser quien se vengue
irracionalmente como un animal. Pero el que intenta castigar con razón no se
venga a causa del crimen cometido -pues no se lograría hacer que lo hecho no
haya acaecido-, sino con vistas al futuro, para que no obren mal de nuevo ni éste
mismo ni otro, al ver que éste sufre su castigo. Y el que tiene ese pensamiento
piensa que la virtud es enseñable
En lo anterior el autor manifiesta de forma concreta, sobre el castigo, sin
bien este existe para reprender a aquellos que incumplen las normas
sociales que previamente se han acordado y esto gracias a la política que
permite a las sociedades definir los que está bien o no según la justicia y el
que hacer con aquellos que violen dichas normas con el fin de intentar
reformar al que ha violado la ley y denostar al resto de los ciudadanos que lo
previamente cordado se respetan. Dicho de otro modo, con el castigo a los
malhechores se enseña la virtud tanto para el castigado como para el resto
de los ciudadanos.

En otro argumento, Protágoras responde a la pregunta de Sócrates del


¿porque los padres de bien enseñan a sus hijos toco cuanto sean mejores
haciéndoles sabios, procurando para estos los mejores profesores mientras
respecta a la virtud en la que los mismos padres se distinguen nada hacen?
A este cuestionamiento Protágoras responderá con un razonamiento
haciendo un recorrido por toda la vida de un ateniense desde que empieza a
tener conciencia del mundo que le rodea.

El autor argumenta como desde muy pequeños e madre, nodriza de


empeñan todo lo posible para enseñarle a l niño que es lo bueno y que es lo
malo, que debe hacer y que no debe hacer que es lo justo y que no, y estas
distinciones de lo bueno y malo se enseñan al niño a golpes si es necesario.
Protágoras nos va comentando como luego en niño es enviado a maestros
de letras que le encañan a leer y memorizar escritos y poemas de hombres
de antaño con el fin que puedan apropiarse de los que trasmiten y puedan
hacerse semejantes a estos hombres ilustres.
También en este recorrido del joven ateniense nuestro autor nos comenta
como encañan a tocar la citara y a aprender poemas de los mejores poetas
liricos con el fin que el joven en formación sean equilibrados en su hablar y
obrar, además de esto también un ves que el joven abandona a su maestro
este es curtido en leyes que rigen la ciudad, para que las espete gobierne o
sea gobernado bajo estas.
Con todo lo antes expuesto Protágoras demuestra a Sócrates como de
manera personal e institucional es enseñada y cuidad la virtud. Y así como lo
plantea nuestro autor la virtud se nos va enseñando desde casa hasta la
escuela y no se descuida en ningún grado o profesión que cursemos hoy
por hoy en cualquier instrucción d la que formemos parte, está el respeto,
justicia sentido moral como base de la formación de la persona, y es así
como la virtud es enseñable y en este argumento Protágoras vuelve a tener
razón.
En n tercer argumento Protágoras responde a Sócrates ¿Por qué, entonces,
de padres excelentes nacen muchas veces hijos vulgares?
De padres virtuosos pueden salir hijos vulgares y de padres vulgares pueden salir
hijo virtuoso, y no hay nada extraño en eso dice Protágoras
Y le pone el siguiente ejemplo: si la ciudad no pudiera subsistir, a no ser que todos
fuéramos flautistas, fuera cual fuera la calidad que cada uno consiguiera; de que
esto, tanto por cuenta particular como pública, todo el mundo lo enseñara a todo
el mundo; de que se castigara a golpes al que no tocara la flauta bien, y de que a
nadie se le privara de eso. Pues creo que la justicia y la virtud nos benefician
mutuamente, y por eso, cualquiera a quienquiera que sea le habla y le enseña
animosamente las cosas justas y legales. Si fuera así, y también respecto del arte
de tocar la flauta pusiéramos todo empeño y generosidad en enseñarnos unos a
otros, ¿crees, Sócrates, que de algún modo los hijos de los buenos flautistas se
harían buenos flautistas mejor que los hijos de los mediocres? Yo lo que creo es
que el hijo de aquel que resultara el más dispuesto naturalmente para el tocar la
flauta, ese se haría famoso, y el que fuera incapaz por naturaleza sería ignorado.
Y muchas veces, del buen flautista, saldría uno vulgar, y muchas otras, del vulgar,
uno excelente. Pero de cualquier modo todos serían flautistas capaces, en
comparación a los particulares y los que nada entendieran de la flauta.
De esta forma y con este ejemplo Protágoras aclara cómo es posible que de
padres virtuosos puedan salir hijos vulgares. Que no hay garantían que
siendo un virtuoso tus hijos los sean y así mismo siendo n vulgar los hijos
sean virtuosos, en cualquier caso, considero que dependerá como el
ejemplo lo dice de una disposición natural pero también de un cultivo de
dicha disposición.

En este primer dialogo, Protágoras tiene la mayor fuerza de persuasión ya que su


argumento tienen fuerza en hechos muy concretos, como lo hace el recorrido de
la educación de un joven ateniense, que hace ver de manifiesto que el trascurrir
de la formación del joven la transmisión de la virtud esta de manera implícita y
que con esto se explica que grandes virtuosos pusieran empeño e que sus hijos
tuvieran los mejores profesores en diferentes disciplinas no pusieran empeño en
buscarles maestros de virtudes como lo expresa Sócrates.
Otro argumento que me parce bastante importante y tiene mucha fuerza es el
usado en el mito que expone Protágoras donde nos refleja que todos tenemos una
disposición natural que viene dado por los dioses a las virtudes. En cierta medida
este argumento me parece muy favorable porque realmente todo ser humanos
tenemos ese timón para navegar llamado conciencia de donde radica la virtud,
dicho timón podemos cultivarlos para hacerlo más fuerte o dejarlo a la deriva

NSEÑAR LA VIRTUD?
A PARTIR DE LA VIEJA POLÉMICA DEL PROTÁGORAS
FILOSOFÍA
 Fecha: 26/09/2012 - 14:33 /  Enviado por: Miguel /  0 Comentarios
En los mismos días en los que parece que el gobierno tiene la intención de suprimir la

enseñanza de tipo ético de la secundaria, los profesores de filosofía nos afanamos en explicar

la polémica que en su día enfrentó a Sócrates y a Protágoras. El tema es bien conocido: ¿Es

la virtud enseñable" Si nos fiamos del diálogo que nos ha dejado el "secretario" de Sócrates,

que no es otro que Platón, el asunto tuvo bien entretenidos tanto a Sócrates como a Protágoras.

De partida las posiciones parecían encontradas: Protágoras, que llegaba a Atenas con cierto

aura de sabiduría, estaba convencido de poder enseñar a ser un buen

ciudadano. Sócrates reconoce de partida su ignorancia, de una forma tan humilde como

irónica, y expresa cierta perplejidad respecto a que la virtud se pueda enseñar. Ambos, el

sabio y el ignorante, se enzarzan en un viaje a través de las palabras, que les terminará llevando
a destinos inesperados. Dejamos el tema indicado, para quien se anime a leer el Protágoras, y

retomamos su tema central: ¿pensamos hoy que se puede enseñar la virtud"

Decía que dejamos el diálogo, pero no del todo: la respuesta a esta pregunta dependerá de qué

entendemos como el "buen ciudadano" o la virtud. No faltan hoy quienes se alinearían con

Protágoras, y pensarían que un buen ciudadano es la persona que logra un cierto éxito

profesional, político y social. Formar buenos ciudadanos es formar los dirigentes del mañana,

los "prohombres", esa palabra que ha quedado tan anticuada, pero cuyo significado sigue en la

mente de muchos. Seguro que todos estamos de acuerdo en que sí es posible enseñar este tipo

de cosas. Cierta condición social y económica es una garantía. En este sentido, hay

instituciones de nuestros días que son herederas directas de la sofística: internados y colegios

privados, dirigidos sólo para quienes pueden permitírselo. Para los mejores, comparativo de

superioridad, no lo olvidemos, de lo bueno. Universidades que asignan tutores personales a los

alumnos y que cuentan con convenios que prácticamente aseguran un puesto destacado en

estamentos sociales de la más diversa índole. Los "buenos ciudadanos" de guante blanco.

Sin embargo, no es esta la única interpretación. Ni quizás sea la más acertada. Derivar el

concepto moral de virtud hacia el terreno político, profesional o económico es en cierta forma,

valga la expresión, desvirtuarlo. El sentido fuerte de la palabra, al que parece aludir Sócrates

en el diálogo, tiene un significado claramente moral. Ser bueno. Ni más, ni menos. Algo que

quizás escapa a cualquier tipo de instrucción académica y que implica de la propia

experiencia y la vida como lugar específico del crecimiento moral. Aprendemos a ser buenos

en el seno de una buena sociedad. Pero sin que intervenga en ningún momento una enseñanza

de tipo teórico, o algo con lo que se pueda comerciar. No hay una técnica, ni mucho menos una

ciencia, que nos asegure que los seres humanos van a adquirir este tipo de virtud. Y esta

cuestión es hoy tan importante como hace 2500 años: los buenos padres se preocupan no sólo

del progreso académico o intelectual, sino también del moral, y así lo atestiguan en las
entrevistas con sus tutores. Y frente a esta preocupación, la incertidumbre: ¿Qué pasos dar

para formentar ese desarrollo moral" Es más que posible que Sócrates tenga razón y que

estemos hoy tan perdidos como antaño: no hay fórmulas mágicas, ni forma de asegurar que

ciertos rasgos o valores morales se mantengan en el tiempo. Quizás haya un argumento de peso

y concluyente: si la virtud moral fuera enseñable, deberíamos haber alcanzado ya sociedades

bastante más justas y equitativas que las nuestras.

P.D: Recuperando la teoría socrática: ¿Se puede defender que la virtud no es enseñable, como

hacía Sócrates, y a la vez que quien hace el mal lo hace por ignorancia" Hay que ver los líos en

los que nos meten las ideas socráticas...

 Comentarios bloqueados

Asesoramiento

Guiatura

Objetivos de la hora guia

Obligatoria

Pagada

Contenidos que tengan que ver con el área psicológica, con la parte vocacional, destrezas,
valores
Debería estar de primero a quinto

Debería hacer un profesor por salón

Debe dar otra materia

Profesor guía que debe estar entrenado, o por lómenos debe tener una formación básica por el
departamento de orientación

Debe ser un profesor con tiempo de trabajo en el colegio, así como pertenencia de la institución

El profesor es el responsable del grupo, es el el intermediario entre el estudiante y el cuerpo


docente, los directivos y demás estudiantes, bala por sus estudiantes en cuanto desempeño , se
reúne con los padres

Es representante del salón en el consejo estudiantil, aboga por el estudiante

Es encargado de la parte administrativa, entrega boletas, se reúne con los padres,

El prfesor guía debe crear un ambiente de clase adecuado, en cuanto al mantenimiento del salón
ejmplo d ello

Función

El da la hora guía de una hora o 2 . semanal, debe dar el contenido del anual de guiatra del
colegio

Debe llevar un registro paralelo de lo que sucede en el salón de clases, aparte de ser el
responsable de todo el record de sus estudiantes, como libro de vida

Registro detallado de lo que les sucede a los estudiantes, además de acompañar al estudiante,
de igual modo deben poder canalizar las necesidades del estudiante, es decir si al estudiante le
acontece un problema el docente debe estar preparado para canalizar las instancias en la que se
entenderán los estudiantes.

El profe guía nos remite a los muchachos que necesitan atención, bien sea psicológico,
pedagógico etc., y esto sucede que el docente debe poder hacer un pre diagnostico

Debe orientar a los estudiantes en las actividades extracurriculares, en este sentido el profe guía
debe estar preparado para atender a estos elementos

El profesor guía requiere un perfil. No todo mundo lo puede hacer

Requiere cercanía al estudiante

Se entrenan y se evalúan a los profesores

El compromiso se debe asumir por todo el año académico,

Se espera que la hora de guiatura sea dada a primera hora de la mañana de mondo que le
estudiante le pueda prestar atención.

En algunos colegios se dan puntos en otras materias por la actuación en otras materias.
Esta hora de guiatura no debe ser usada para otra cosa

Es una hora donde se trabaja, con materiales con recursos dependiendo de lo que se dnecesite

Hay 4 actividaes diferentes que se ejecutan, educativas, formativas, de educación ciudadana y


relaciones humansa, están actividades varian de año en año

Cada año tiene sunprogrma

Formativas;

Conocimiento del estudiante de las normas, el manual de convivencia, personal de la


institución , los servicios que están presente en la institución.

También se puede infamar de la hora de guiartura, elementos y cual es la misión y la vicion de la


instrucción

Educativas -,

La importancia de las evaluaciones, sobre todo en el primero año, ya que se viene de una
evaluación cualitativa a una cuantitativa

También, que aprenden a platicar s tiempo, hacer hábitos, saber gestionar el tiempo, también
con lo que tenga que ver con técnicas de aprendizajes, para que tenga estrategias claras de
aprendizaje o para resolver preguntas y argumentar de manera lógica, como responder un
examen, como hacer un investigación

Tambien debe conocer que materia va a cruzar, ahora que se cambio el curriculom escolar

Relaciones humana

Autoestima

Autoconocimiento. Respeto a los demás

Sexualidad responsable

Sistemas de valores, como mejorar la relación con figuras de autoridad

Trabajar el maltrato, violencia

Formación ciudadana.

Trabajo con las comunidades,

Temas del ambiente


Olimpiadas de materias

Mantener al alumno informado de lo que pasa en el mundo, proceso sociales, económicosm,


políticos,

Trabajar el tema de familia, mejorar el clima familiar

Hora de giatura

Asesoramiento académico

Es el asesoramiento aplicado a la educación

Ese mismo es, Sócrates, el programa que yo profeso. -¡Qué hermoso objeto científico te has
apropiado, Protágoras, si es que lo tienes dominado! Pues no se te va a decir algo diferente de lo
que pienso. Porque yo eso, Protágoras, no creía que fuera enseñable, y, al decirlo tú ahora, no sé
cómo desconfiar. Y por qué no creo que eso sea objeto de enseñanza ni susceptible de previsión
de unos hombres para otros, es justo que te lo explique. Yo, de los atenienses, como también de
los griegos, afirmo que son sabios. Pues veo que, cuando nos congregamos en la asamblea,
siempre que la ciudad debe hacer algo en construcciones públicas se manda a llamar a los
constructores como consejeros sobre la construcción, y cuando se trata de naves, a los
constructores de barcos, y así en todas las demás cosas, que se consideran enseñables y
aprendibles. Y si intenta dar su consejo sobre el tema algún otro a quien ellos no reconocen como
un profesional, aunque sea muy apuesto y rico y de familia noble, no por ello le aceptan en nada;
sino que se burlan y lo abuchean, hasta que se aparta aquel que había intentado hablar, al ser
abucheado, o los arqueros lo retiran y se lo llevan a una orden de los prítanos. 24. Cf. nota 13.
Acerca de las cosas que creen que pertenecen a un oficio técnico, se comportan así. Pero cuando
se trata de algo que atañe al gobierno de la ciudad y es preciso tomar una decisión, sobre estas
cosas aconseja, tomando la palabra, lo mismo un carpintero que un herrero, un curtidor, un
mercader, un navegante, un rico o un pobre, el noble o el de oscuro origen, y a éstos nadie les
echa en cara, como a los de antes, que sin aprender en parte alguna y sin haber tenido ningún
maestro, intenten luego das su consejo. Evidentemente, es porque creen que no se trata de algo
que puede aprenderse. No sólo parece que la comunidad ciudadana opina así, sino que, en
particular, los más sabios y mejores de nuestros ciudadanos no son capaces de trasmitir a otros la
excelencia que poseen. Por ejemplo, Pericles, el padre de estos muchachos de aquí, les ha
educado notablemente bien en cosas que dependían de maestros, pero en las que él
personalmente es sabio, ni él les enseña ni lo confía a ningún otro, sino que ellos, dando vueltas,
triscan a su antojo, como reses sueltas, por si acaso espontáneamente alcanzan por su cuenta la
virtud 25. Por si prefieres otro caso, a Clinias, el hermano más joven de d e 319a b c d e 320a
Alcibíades, al que aquí ves, para quien hacía de tutor el mismo varón, Pericles, éste, por temor de
que no se corrompiera con el ejemplo de Alcibíades lo separó de él y lo confió para su educación a
Arifrón 26. Antes de que pasaran seis meses, éste lo devolvió no sabiendo qué hacer con él. Y
otros muchísimos puedo citarte, que, a pesar de ser ellos buenos, jamás lograron hacer mejor a
ninguno ni de los propios ni de los ajenos. Así que yo, Protágoras, atendiendo a estos ejemplos,
creo que no es enseñable la virtud.

Así es, Sócrates, y por eso los atenienses y otras gentes, cuando se trata de la excelencia
arquitectónica o de algún tema profesional, opinan que sólo unos pocos deben asistir a la decisión,
y si alguno que está al margen de estos pocos da su consejo, no se lo aceptan, como tú dices. Y es
razonable, digo yo. Pero cuando se meten en una discusión sobre la excelencia política, que hay
que tratar enteramente con justicia y moderación, naturalmente aceptan a cualquier persona,
como que es el deber de todo el mundo participar de esta excelencia; de lo contrario, no existirían
ciudades. Ésa, Sócrates, es la razón de esto.

duda se producen indignaciones, castigos y reprimendas. De estos vicios uno es la injusticia,


también lo es la impiedad y, en una palabra, todo lo opuesto a la virtud política. En éso sí que
cualquiera se encoleriza y reprende a quien sea, evidentemente con el pensamiento de que se
trata de algo que puede adquirirse por el cuidado y el aprendizaje. Y si quieres reflexionar,
Sócrates, qué efectos logra el castigo de los malhechores, esto te va a enseñar que los hombres
creen que es posible adquirir la virtud. Porque nadie castiga a los malhechores prestando atención
a que hayan delinquido o por el hecho de haber delinquido, a no ser quien se vengue
irracionalmente como un an
imal.

Mujeres al poder
un pelele en el trono

Apuntes, es una revista enfocada de manera didáctica y entrenada para hacer del saber una
aventura entusiasmaste, hoy en este mundo posmoderno donde existen un sin números de
ventanas por donde se nos cuela toda clase de información repetitiva y monótona, Apuntes
quiere hacer un esfuerzo por darle al lector en pequeñas pero sustanciosas notas el saber de
forma ordenada resumida además
de entretenida. Sopa de letras de LA REVOLUCION FRANCESA M E I D S I I E A T E T O T A Q R I A C
AALNATOSCZIVNUFEXAOVTIIOBDARRLNDALVMIEIIIIBNLDEAOCSDOO
ERIDSQIEENTSTZRRATLNEFTUUOUBRELARLLNNUASOARCODELTRIUN
FOICDLLTSDLADRTAAEAPUEIISSUPOYALCREDAOATAOIAUIIXNOVAID
AIARTMNCLEANSFRATERNIDADAFEDIYIAXPLARFUCAEVLRMEGRLEPV
MAEQRGARMMANAUAARROIRRCEITNAVNRTAREMNALARCSCTICDCD
OLRCQMANEIIOAAIGAEQRDTSAEODRODACELTMSQOARARMRALNNM
C I U F L A T L D N E M A R I A A N T O N I E T A N A Palabras a encontrar: REVOLUCIONFRANCESA
MONARQUIA LUISXVI LIBERTAD IGUALDAD FRATERNIDAD NAPOLEON MARIAANTONIETA
ARCODELTRIUNFO Esta sopa de letras fue realizada en buscapalabras.com.ar/crear-sopa-de-
letras.php ¡En buscapalabras.com.ar/ensopados podes jugar miles de sopas de letras compitiendo
en tiempo real! Resuelve en linea esta sopa: http://buscapalabras.com.ar/sopa-de-letras-de-la-
revolucion-fra
El guzmanato 1870 1888
1. 1. El Guzmanato 1870-1888 Por: Yumey Acevedo
2. 2. Introducción Con el ascenso al poder de Guzmán Blanco, el único de los líderes
federales capaz de capitalizar el éxito de la Guerra Federal, se instauró un modelo
económico, político y cultural que mantuvo su vigencia hasta el ascenso al poder de
Juan Vicente Gómez. Con Guzmán se produjo el primer intento de modernización, que
encontró su máximo impulso durante el período de 1870 a 1888. En este período se
acentúa la asimilación a las corrientes europeas, sobre todo al Positivismo, con sus
concepciones sobre el orden, la paz, el progreso y el ideal de vida urbana; es por ello
que se hacen intentos para que la educación abra el camino hacia estas tendencias.
3. 3. Contexto Social Guzmán inicia una política de apertura absoluta al capital foráneo,
en un momento en que la economía internacional se mueve hacia la expansión
capitalista. Guzmán pretende colocar a Venezuela entre los países desarrollados, es
por ello que desarrolla 3 polos de acción, entre los que tenemos: En lo político La
creación del Estado central por medio de la consolidación de la conciencia nacional y
la imposición de la autoridad en todo el territorio nacional. En los económico Aplicación
de una política económica tendiente a la penetración del capital foráneo. En lo cultural
Asimilación de las corrientes europeas, principalmente el Positivismo, y la creación de
las primeras cátedras que procrearan sucesivas generaciones de intelectuales
positivistas
4. 4. Evolución de la Educación Antecedentes del Los antecedentes directos provienen
de Decreto de una doble vertiente: por un lado, los Instrucción antecedentes explícitos
de la educación Pública del 27 de después del triunfo de la federación y, por Junio de
1870 otro, los antecedentes representados en los decretos guayaneses sobre la
instrucción.
5. 5. 1.La Federación y la En la Constitución de 1864 se estableció la Educación
protección de la libertad de enseñanza y la obligación del Poder Público de establecer
gratuitamente la educación primaria y la de artes y oficios. El proyecto de Ley de
Instrucción Pública preparado en 1867 con el fin de aprobarse en el Congreso en 1869
establecía los principios de gratuidad, obligatoriedad y la popularización de la
instrucción primaria. 2. Los Decretos de En 1865 el Gobernador de Guayana lanzó el
Guayana primer decreto creando una escuela experimental, en el cual se establecía
como un deber de todo gobierno ilustrado proteger el adelanto y la perfección de las
artes mecánicas.
6. 6. Decreto de Instrucción Pública Motivación: 1. El mantenimiento de una lealtad
política; entre ellas es decir, hacer de la educación primaria tenemos las el vehículo de
aprendizaje del pueblo, de siguientes los principios del Estado liberal, burgués y
democrático que propiciaba Guzmán. 2. La firme creencia de que la instrucción y la
formación del ciudadano era el preciado instrumento que había permitido a los
Estados Unidos y a los países desarrollados de Europa alcanzar el grado de progreso
que tanto deslumbraba a las élites de nuestro país.
7. 7. Contenido del 1. En el artículo 1 del Título I, dedicado a las Decreto de
disposiciones generales, se expresaba que Instrucción “La Instrucción Pública de
Venezuela es de Pública dos especies. Obligatoria o necesaria y libre o voluntaria”. a.
Obligatoria o necesaria: es aquella que la Ley exige a todos los venezolanos de ambos
sexos, y que los Poderes Públicos están en el deber de dar gratuita y preferentemente.
b. La Libre o voluntaria: es aquella que debía ofrecer el Estado en la medida de sus
posibilidades y debía ser gratuita.
8. 8. 2.Se establecía como obligatorio que todo padre, madre, tutor o persona cuyo cargo
esté un niño o niña mayor de siete años, estaba obligado a proporcionar la educación
obligatoria. 3.Se establecía que las escuelas primarias podían ser fijas o ambulantes
para los niños o niñas, y nocturnas o dominicales para adultos, de forma que los
conocimientos obligatorios estuvieran al alcance de todas las condiciones sociales.
9. 9. Decreto de Instrucción Pública 4. El Título II tenía un carácter de reglamento,
presentaba la estructura organizativa que controlaba y promovía la escuela primaria 5.
Se establecía la creación de fondos especiales destinados a crear un Fondo de
Instrucción Pública. 6. Por último, se establecía nuevos elementos como la necesidad
de llevar a estadísticas actualizadas, la función de supervisión, la jubilación de los
maestros y algunos consejos de orden metodológico
10. 10. Evolución de las Matrículas y de las Realizaciones escuelas de 1830 a 1886 Este
decreto no fue echo meramente proclamativo. Los Años N. N.Alumnos efectos se
hicieron sentir Escuelas rápidamente y, a pesar de que 1830-31 200 7500 muchos
autores cuestionan la 1839-40 212 8078 validez de las cifras, acusándolas de
inflación, ellas 1846-47 480 12815 son elocuentes como se puede 1872-73 392 15081
ver en el siguiente cuadro. 7874-75 877 31389 1876-77 1345 55800 1881-82 1684
61013 1883-84 1786 94561 1885-86 1957 99466
11. 11. Otras Acciones Educativas 1. Se fundó la escuela “Guzmán Blanco” con el fin de
que sirviera de escuela experimental. 2. Se fundaron 7 escuelas normales. 3. Se creo
el Ministerio de Instrucción Pública 4. La instrucción secundaria recibió renovado
impulso. En 1881 se emitió el Reglamento Orgánico de los Colegios Nacionales. 5. Se
dictó el Decreto Orgánico de la Instrucción Superior 6. Con Guzmán Blanco el
positivismo recibió un gran apoyo e impregnó con sus postulados las aulas
universitarias y la cultura venezolana
12. 12. Conclusión Algunas Realizaciones Educativas del Guzmanato • Promulgación del
Decreto sobre Instrucción Pública, Gratuita y Obligatoria, el 27 de junio de 1870. •
Creación del Ministerio de Instrucción Pública, el 24 de mayo de 1881. • Reglamento
Orgánico de los Colegios Nacionales de 1881. • Decreto Orgánico de la Instrucción
Superior y Científica de 1883. • Establecimiento de un impuesto para el sostenimiento
de las escuelas primarias. • Iniciación sistemática y organizada de las estadísticas
educacionales. • Publicación del periódico “ABC” para el fomento de la instrucción. •
Iniciación de la enseñanza normalista. • Iniciación de las escuelas experimentales con
la creación de la “Escuela Guzmán Blanco”, con ese propósito. • Iniciación de la
enseñanza de Adultos A partir de estas líneas y de los contenidos vistos, genere Usted
sus propias conclusiones.
13. 13. Bibliografía 1. CARVAJAL, Leonardo. La Educación en el proceso histórico
venezolano (II). Cuaderno de Educación, No. 61, Laboratorio Educativo, Caracas,
1979. 2. GIL FORTOUL, José. Historia Constitucional de Venezuela, tres tomos, 2da.
edición, Editorial Sur América, Caracas, 1930. 3. LEMMO, Angelina. La Educación en
Venezuela en 1870. Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de
Venezuela, Caracas, 1961. 4. Parte de este encuentro fue extraído de: 1. Organización
y Consolidación del Sistema Educativo (1830-1935). Centro de Reflexión y
Planificación Educativa. 2da Edición, Caracas 1984.

También podría gustarte