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LA SANGRE

Levítico 17:1-16

[35] En nuestros días no hay Tabernáculo y el Templo está destruido, por tanto, no se
pueden hacer sacrificios de sangre. Entonces la persona que no está limpia por la sangre
del Mesías Yahshúa no tiene salvación, tales como los Judíos Ortodoxos que no han
aceptado al Mesías Yahshúa, Heb_9:12-28. También se refiere a todos los sacrificios de
labios [alabanza y adoración] que se hacen y no son traídos a YAHWEH, son llevados a
los demonios de las iglesias y los HaShems de las "sinagogas" que no conocen el
Nombre al cual hay que llevar los sacrificios, se los llevan a demonios machos cabríos
pero no a ABBA YAHWEH. ¡Esto es igual que los hechiceros y brujos que sacrifican al
diablo sin ocultarse!

[36] Es para siempre, si no estás adorando, alabando, orando al Nombre de YAHWEH,


lo haces a demonios, señores, baalim.

[37] Esta es una referencia clara a la necesidad vital de la expiación de sangre para
perdón de pecados y la limpieza de las almas de los hombres, como también el uso
del altar de Yom Kippur para alcanzar este fin. Ahora ese mismo servicio está siendo
ejecutado en los cielos de acuerdo al libro de Hebreos 9:12-28:

...y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró
una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra
rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la
sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha
a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para
la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban
la promesa de la herencia eterna. Porque donde hay testamento, es necesario que
intervenga muerte del testador. Porque el testamento con la muerte se confirma; pues
no es válido entre tanto que el testador vive. De donde ni aun el primer pacto fue
instituido sin sangre. Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la
ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con
agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo,
diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado. Y además de esto, roció
también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio. Y casi todo es
purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace
remisión. Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen
purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos.
Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en
el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; y no para ofrecerse
muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con
sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el
principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una
vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. Y de
la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después
de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de
muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los
que le esperan.

¡Qué todos los que no tienen al Mesías y los que lo desechan escuchen! Esto es, Los
Judíos Ortodoxos, y los que quieren hacerse más Judíos que nadie y abandonan a
Yahshúa Ha Mashíaj, los cristianos y los católicos que adoran ídolos y estatuas de
mujeres muertas y un afeminado que llaman j-zeus.

[38] El hombre no puede pagar el precio de redención eterna, todos nosotros, sin
excepción, estamos destinados a morir. Todos: Judíos, Gentiles, libre, esclavo, todos
contaminados por la sangre de Adam. TODOS MENOS UNO,
YAHSHÚA….Yahshúa es la única excepción a la contaminación de Adam, porque El
no tiene la sangre de Adam fluyendo en Sus venas. En vez, El tiene la Sangre Pura de
Su Padre Celestial.

Génesis 9:4. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.

Levítico 17:10-16. Si cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que


moran entre ellos, comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que
comiere sangre, y la cortaré de entre su pueblo. Porque la vida de la carne en la sangre
está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la
misma sangre hará expiación de la persona. Por tanto, he dicho a los hijos de Israel:
Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que mora entre vosotros
comerá sangre. Y cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran
entre ellos, que cazare animal o ave que sea de comer, derramará su sangre y la cubrirá
con tierra. Porque la vida de toda carne es su sangre; por tanto, he dicho a los hijos de
Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su
sangre; cualquiera que la comiere será cortado. Y cualquier persona, así de los
naturales como de los extranjeros, que comiere animal mortecino o despedazado por
fiera, lavará sus vestidos y a sí misma se lavará con agua, y será inmunda hasta la
noche; entonces será limpia. Y si no los lavare, ni lavare su cuerpo, llevará su
iniquidad.

Levítico 17.7. En la antigüedad, particularmente en Egipto, de donde los israelitas


acababan de escapar, los ídolos de machos cabríos (llamados también demonios) eran
objeto de adoración y sacrificio. Dios no quería que el pueblo hiciera este tipo de
sacrificio ni en el desierto ni en la tierra prometida hacia donde se dirigía.

17.11-14 ¿Cómo actúa la sangre en la expiación por el pecado? Cuando se ofrecía el


sacrificio con la actitud correcta, este y la sangre que derramaba hacían posible el
perdón del pecado. Por una parte, la sangre representaba la vida del pecador, infectada
por su pecado y encaminada a la muerte. Por otro lado, la sangre representaba la vida
inocente del animal que era sacrificado en lugar del culpable que hacía la ofrenda. La
muerte del animal (de la que era prueba la sangre) satisfacía la pena de muerte.
Entonces Dios concedía el perdón al pecador. Es Dios el que perdona, basado en la fe de
la persona que ofrece el sacrificio.

17.14 ¿Por qué estaba prohibido comer o beber la sangre? La prohibición de comer
sangre nos lleva hasta Noé (Gen_9:4). Dios prohibió beber o comer sangre por varias
razones: (1) Para desalentar las prácticas paganas. Israel tenía que ser separado y
distinto de las naciones paganas que lo rodeaban. Comer sangre era una práctica común
entre los paganos. A menudo se hacía con la esperanza de obtener las características del
animal muerto (fuerza, velocidad, etc.). Para tener fuerzas, el pueblo de Dios debía
confiar en El, no en el consumo de sangre. (2) Preservar el simbolismo del sacrificio. La
sangre simbolizaba la vida del animal que era sacrificado en lugar del pecador. Beberla
cambiaría el simbolismo del castigo sacrificial y destruiría la evidencia del sacrificio.
(3) Proteger al pueblo de infecciones, ya que muchas enfermedades mortales se
transmiten a través de la sangre. Los judíos tomaban seriamente esta prohibición, por
eso fue que se sintieron tan incómodos cuando Jesús les habló de beber su sangre. Juan
6:52-58:
Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer
su carne? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo
del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y
bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi
carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y
bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo
vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Este es el pan
que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el
que come de este pan, vivirá eternamente.

Jesús, sin embargo, como Dios mismo y como el último sacrificio requerido jamás por
los pecados, les estaba pidiendo a los creyentes que se identificaran con El
completamente. Dios quiere que tomemos su vida dentro de nosotros y quiere también
participar en nuestras vidas.

Aquí hay una confirmación de la ley que prohíbe comer sangre. No debían comer
sangre. Pero esta ley era ceremonial y ahora ya no rige; la venida de la sustancia elimina
la sombra. La sangre de los animales ya no es el rescate, sino sólo la sangre de Cristo;
por tanto, ahora no hay razón para abstenerse, como antes. Ahora la sangre es permitida
para nutrición de nuestro cuerpo; ya no tiene el designio de hacer expiación por el alma.
Ahora la sangre de Cristo hace expiación real y eficazmente; por tanto, a ella debemos
consideración y no debemos tratarla como cosa corriente o con indiferencia.

17.1-9 Esta orden de ofrecer sacrificios a Jehová en un solo santuario coincide con lo
establecido en Dt 12.1-28. La presencia de un solo lugar de sacrificios ponía de
manifiesto que el pueblo de Israel rendía culto a un único Dios, y así se eliminaban los
santuarios locales, demasiado expuestos a la contaminación con ritos y costumbres de la
religión cananea.

NOTA: Levítico 3:17 Estatuto perpetuo será por vuestras edades, dondequiera que
habitéis, que ninguna grosura ni ninguna sangre comeréis.

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