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DERECHO AGRARIO, AGUAS y MEDIO AMBIENTE

El Derecho agrario es "el orden jurídico que rige las relaciones sociales y económicas,
que surgen entre los sujetos intervinientes en la actividad agraria. La expresión
Derecho Agrario implica, la conjunción de dos conceptos fundamentales: el de
derecho y el de agrario. Por derecho se entiende a todo orden normativo y coactivo,
tendiente a regular la conducta humana dentro del grupo social, y agrario, significa, la
tierra con aptitud productiva y a toda actividad vinculada con la producción
agropecuaria".
La agricultura tiene un gran impacto en el medio ambiente. En los últimos años,
algunos aspectos de la agricultura intensiva a nivel industrial han sido cada vez más
polémicos. La creciente influencia de las grandes compañías productoras de semillas y
productos químicos y las procesadoras de comida preocupan cada vez más tanto a los
agricultores como al público en general.

LEY DE RECURSOS HIDRICOS- LEY 29338 Y SU REGLAMENTO


la cual regula el uso y gestión de los recursos hídricos y comprende el agua superficial,
subterránea, continental y los bienes asociados a esta y se extiende al agua marítima y
atmosférica en lo que resulte aplicable. Además presenta el reglamento de la
mencionada ley.

EL DERECHO AMBIENTAL
 Pertenece a la rama del derecho social y es un sistema de normas jurídicas que
regulan las relaciones de las personas con la naturaleza, con el propósito de preservar
y proteger el medio ambiente en su afán de dejarlo libre de contaminación, o
mejorarlo en caso de estar afectado. Sus objetivos son la lucha contra la
contaminación, la preservación de la biodiversidad, y la protección de los recursos
naturales, para que exista un entorno humano saludable.

EL PROBLEMA DE LA CODIFICACION DE LA ESTRUCTURA AGRARIA

Objetivos de la reforma agraria

La Reforma Agraria desarrollada por el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado,


constituyó el último capítulo de un proceso que se vino desencadenando a lo largo del
siglo veinte. En efecto, desde inicios del siglo veinte, se venía planteando la necesidad
de una transformación profunda de la situación económica y social del campo,
generándose una nueva estructura agraria.
En 1963, el gobierno de los generales Ricardo Pérez Godoy y Nicolás Lindley López,
promulgó la denominada Ley de bases para la Reforma Agraria; por otro lado,
Fernando Belaunde promulgó el 21 de mayo de 1964, una Ley de Reforma Agraria, que
como característica principal tuvo el exceptuar a los complejos agroindustriales
azucareros y en general a la gran propiedad.
El 24 de junio de 1969, el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas promulgó el
Decreto Ley Nº 17716, contemplándose entre sus objetivos principales los siguientes:

a. Eliminación del latifundio, del minifundio y de toda forma antisocial de tenencia de


la tierra.

b. El establecimiento de empresas de producción de carácter asociativo, de base


campesina.

c. La reestructuración de las comunidades campesinas tradicionales.


d. El establecimiento de una agricultura organizada a base del esfuerzo asociativo de los agricultores.

e. La creación de nuevos mercados a través de una justa distribución del ingreso que incremente el
poder adquisitivo de la población marginada.

f. El desarrollo paralelo de las industrias de transformación primaria en el campo.

LA TIERRA EN EL INCANATO
DISTRIBUCIÓN DE LAS TIERRAS DE PROPIEDAD SOCIAL
El usufructo de las tierras era para el bienestar de todos y para todos distribuido de la
siguiente manera:
Las tierras eran distribuidas en tres clases: las tierras del Sol, las tierras del Inca y las
tierras del pueblo o de los ayllus:
Las Tierras del Pueblo: No hay duda que en el reparto de la tierra se daba preferencia
a la comunidad o al ayllu.
Cada individuo recibía una parcela de tierra o tupu, es decir la superficie necesaria
para el sostén de una familia de modo que nadie padeciera hambre ni penuria. Esta
extensión podía variar de acuerdo a la mayor o menor fertilidad del suelo, el clima y la
región. A un varón le correspondía un tupu y a cada mujer medio tupu.
La diferencia RADICABA EN QUE EL VARÓN, POR LAS TAREAS PESADAS QUE
COTIDIANAMENTE REALIZABA, DESPLEGABA MAYOR ENERGÍA. En consecuencia,
necesitaba mayor alimento, lo que no era posible con una pequeña extensión de
tierras. No sucedía igual con la mujer, que por dedicarse a tareas más livianas
desgastaba menos energía, y, por tanto, recibía una menor extensión.

LAS TIERRAS DEL INCA: Eran aquellas destinadas al sostenimiento de la nobleza


imperial y del ejército. Que eran diferentes a aquellas que se destinaban al culto o
tierras del sol y también distintas a aquellas destinadas a los ayllus o comunidades.
Los excedentes de la producción de las tierras del Inca conformaban las reservas
nacionales, con las que se atendía a la población en caso de desastres naturales o para
el abastecimiento del ejército en casos de guerras.

LAS TIERRAS DEL SOL:


Las tierras del sol eran aquellas destinadas al sustento de los miembros del culto: los
sacerdotes y las acllas, y para la obtención de productos destinados a las ofrendas de
los dioses en los días festivos.
En caso de sequías, inundaciones o cualquier calamidad, las reservas de los templos
servían, igualmente, para atender a los damnificados

LA AGRICULTURA EN EL VIRREYNATO
AGRICULTURA EN EL VIRREINATO: Se caracterizó por la aparición de grandes
haciendas o latifundios, que eran los pilares básicos de la agricultura en el virreinato.
La mano de obra en la costa fue proporcionada por los esclavos, en la sierra los
yanaconas fueron la mano de obra explotada.

Aunque la minería era la fuente más buscada de riqueza, la mayoría de los habitantes
de Nueva España se dedicaba a la agricultura y la ganadería. De ellas se obtenían
alimentos para la población y productos para comerciar con Europa y Oriente.

Había grandes diferencias entre la agricultura practicada por los españoles y la de las
comunidades indígenas. Los españoles explotaban grandes extensiones, las haciendas,
compradas o recibidas como donación del monarca. Al principio de la Colonia los
grandes propietarios hacían trabajar sus tierras a grupos de indígenas recibidos en
encomienda, a quienes supuestamente debían proteger y educar cristianamente, a
cambio de tributos y trabajo gratuito. Cuando a mediados del siglo xvi se suprimió la
encomienda y se prohibió la esclavitud de indios, los propietarios obtenían
trabajadores por salarios muy bajos.

En las zonas templadas, los españoles sembraban preferentemente


trigo, a veces con maíz en surcos intercalados. Las regiones cálidas
vieron surgir plantaciones de caña e ingenios azucareros y en menor
medida plantíos de cacao.

La ganadería en gran escala también fue practicada por los


españoles. Las planicies del Bajío y del norte fueron dedicadas a la
crianza de reses, caballos, mulas y ovejas. Los hatos sumaban
decenas de miles de cabezas, con tal abundancia que a veces se
sacrificaba al ganado simplemente para aprovechar la piel.

Los indígenas fueron expulsados de las mejores tierras y tenían


constantes problemas para conservar sus propiedades, lo que
provocó rebeliones en distintos momentos de la época colonial. Sin
embargo, subsistieron centenares de comunidades campesinas, dedicadas sobre todo
a los cultivos tradicionales de maíz, frijol y chile. De acuerdo con la antigua costumbre
indígena, la tierra era propiedad de la colectividad, pero cada familia era responsable
por su trabajo y dueña de sus productos.

La mayor parte de la agricultura en Nueva España era de temporal. A años de buenas


cosechas seguían con alguna frecuencia temporadas de sequías, causantes de escasez
y hambrunas en las ciudades y el campo.

Observa que dos de los rasgos de la agricultura mexicana de los siglos xixy xx se


originaron en la Colonia: la concentración de tierras en pocas manos y la propiedad
comunal de superficies pequeñas.
https://www.youtube.com/watch?v=0PQrxtQBuYM
PELICULA SOBRE LA REFORMA AGRARIA. LA REVOLUCION y LA TIERRA.

LA REFORMA AGRARIA
La reforma agraria fue un proceso político social ejecutado a nivel mundial. Muchos
países, básicamente los del llamado Tercer Mundo, se sumaron a la nueva forma de
distribución de la riqueza.
Entre los años 1900 y 1918 más de mil ciento catorce haciendas que representaban el
49 % de la superficie agrícola del país fueron adquiridas por tres gigantes de la
industria: los hermanos Larco (relacionadas con la familia de José A. Larco), Rowe and
Co y los Gildemeister (familia de origen judío de Polonia). En total estos tres trust
pertenecientes a cinco familias poseían más de once millones de hectáreas.
Entre junio de 1969 y junio de 1979 se expropiaron más de nueve millones de
hectáreas de tierra, que representaron unos 15,826 lotes, con las cuales se
beneficiaron unas 370,000 familias. Los propietarios de las tierras expropiadas fueron
obligados a aceptar a cambio Bonos de la Reforma Agraria, de tres clases: a pagar en
20 años (clase A), 25 años (clase B) y 30 años (clase C), que se pagarían con un interés
anual del 4 al 6% al rebatir. En la actualidad, se discute en los tribunales el actual valor
de dichos bonos, cuyos principales propietarios son el Gramercy Funds Management
(USA) y el Banco de Crédito del Perú.

Ley de Reforma Agraria del gobierno de Velasco

Sello postal de la reforma agraria (1969).


La reforma fue retomada durante la dictadura de Juan Velasco Alvarado. El 24 de junio
de 1969, se promulgó el Decreto Ley N º 17716, con el cual se inició el proceso. En los
años siguientes, alrededor de 11 millones de hectáreas fueron adjudicados
a cooperativas y comunidades campesinas. Dos tipos de cooperativas fueron
formados: las Cooperativas Agrarias de Producción Social (CAPS) y las Sociedades
Agrícolas de Interés Social (SAIS). Las CAPS fueron formadas en las haciendas agrícolas
de la costa como propiedad colectiva de los trabajadores agrícolas. Las SAIS fueron
organizadas en las haciendas ganaderas de los Andes como combinación de
cooperativa de trabajo asalariado y comunidades campesinas tradicionales.
Como resultado no solo se repartieron siete millones de hectáreas de tierras, sino que,
además, liberó a una fuerza social que había estado oprimida durante la colonia
española y la república criolla.
Los complejos agroindustriales de la costa fueron los primeros en ser alcanzados por la
reforma. El 24 de junio de 1969 soldados armados ingresaron a las haciendas
azucareras de la costa norte para tomar las instalaciones y desalojar a sus
propietarios[cita  requerida], avanzando así, según Enrique Mayer, en la toma de los
"privilegios de la oligarquía terrateniente nacional".2:344-345
La Confederación Campesina del Perú apoyó la expropiación de las haciendas, pero
criticó la formación de estas súper cooperativas y defendió el derecho de las
comunidades campesinas a recuperar las tierras de las haciendas adjudicadas a las
SAIS.
En 1972, fue promulgada la Ley n.º 19400, la cual liquidó las organizaciones de los
hacendados: la Sociedad Nacional Agraria, la Asociación de Ganaderos y la Asociación
de Productores de Arroz. Para 1979, se habían expropiado 9.1 millones de hectáreas
de las 30 de tierra cultivable del país. De 1969 a 1979, que fue lo que
aproximadamente duraron los gobiernos de los generales Juan Velasco
Alvarado y Francisco Morales-Bermúdez, se expropiaron 9. 065, 772 haciendas y 15,
826 fundos. Haciendas tradicionales como: Huyro, Pucuto, Pistipata (Familia De La
Torre Romainville); Cartavio y Paramonga (W. R. Grace & Co.), Casa Grande (Familia
Gildemeister), Roma (Familia Larco), El Choloque, La pared (Familia
Muro), Cayaltí (Familia Aspíllaga), Pucalá (Sociedad Vda.de Virgilio
Dallorso), Pomalca (Familia de la Piedra), Tumán (Familia Pardo), Laredo (Familia
Chopitea), Huando (Familia Graña) y Calipuy (Familia Ganoza) pasaron a ser
cooperativas administradas por los trabajadores.

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