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La Historia Del Macramé
La Historia Del Macramé
Se denomina Macramé a la técnica de crear tejidos usando unicamente con las manos.
Macramé es una palabra de origen francés que significa nudo, y que a su vez deriva de
la palabra turca makrama. Esta tiene su origen en la palabra persa mikrama con el
mismo significado.
Por lo tanto hablar de Macramé, es hablar de nudos, nudos que se ejecutan únicamente
con las manos y que con el paso de los años han pasado de ser nudos simples y necesarios
para el diario vivir a nudos decorativos pensados e ideados para dar forma y textura
a un tejido o entramado, que luzca estéticamente ordenado.
Existe mucha bibliografía al respecto, hay gran coincidencia en decir que, no pudiéramos
pensar en la evolución de la humanidad sin nudos por doquier.
Cubrir estas necesidades básicas no habría sido posible sin nudos, y esto se logró sólo con
la ayuda de sus maos. Son estos nudos primitivos y remotos los primeros antecedentes
del macramé, tal como hoy lo conocemos.
¡Cuánta evolución!
Primero fueron los nudos para sujetar las piedras filosas en palos, para crear flechas y
lanzas que hicieron eficaz la cacería, luego, más nudos y el nacimiento de los entramados,
para crear mallas, era el perfeccionamiento de la actividad pesquera, más peces en
menor tiempo.
Durante la edad de piedra, los hombres realizaban tejidos para cubrirse el cuerpo, a
partir del anudado de fibras vegetales. Siendo las manos su única herramienta, esta
técnica, se constituyó como uno de los primeros métodos de confección textil. Estos
tejidos anudados son los antecesores de la creación del telar y en consecuencia, de la tela.
Como ustedes pueden ver, haciendo una breve hojeada por la “prehistoria” en definitiva
la ejecución de nudos, en un principio no era simple decoración sino que respondía a otras
utilidades.
“Hay un profundo contenido simbólico en el acto consiente de realizar un nudo. Las más
diversas culturas lo incluyen como comportamiento heredado del pasado, vigente y
proyectado hacia el futuro”. (1996, p.7). Palabras de Fernández Latour que aparecen en
el texto de Rubin.
Ahora bien, en el momento en que finalmente el hombre cubre las necesidades básicas,
entonces comienzan los nudos a ser utilizados de manera ornamental.
Decorar manteles con bordes de flecos anudados en Macramé se remonta al siglo XIII y
posteriormente se hizo conocida la técnica desde el Medio Oriente a toda la Europa
mediterránea hasta España, donde fue muy popular a partir del siglo XV, teniendo
especial valor artístico durante el renacimiento, cuando se le comenzó a considerar arte
decorativo.
Luego de propagarse por toda Europa, y desde Europa llegar a América a través de los
españoles y sus viajes conquistadores, con el tiempo y el intercambio comercial entre
continentes, el macramé se propagó por el mundo entero.
El macramé tiene tres nudos básicos: el nudo plano (o cuadrado), el nudo retorcido o
espiral y el nudo festón o cavandoli. A partir de estos nudos se pueden hacer más de 50
variaciones diferentes.
Manillas en macramé a
partir del nudo Chevron.
Los materiales necesarios para hacer un trabajo de macramé son el hilo (ya
sea algodón, yute, lino, seda, fibras sintéticas u otras fibras naturales) y una superficie
o soporte en la que sujetar la labor (normalmente, una barra de madera con un clavo).
Cualquier hilo de fuerte consistencia es adecuado para realizar labores de macramé, no
obstante la elección del mismo queda determinada por la obra a realizar. Los hilos más
utilizados suelen ser de algodón o seda.