Está en la página 1de 4

La Historia del Macramé

Se denomina Macramé a la técnica de crear tejidos usando unicamente con las manos.
Macramé es una palabra de origen francés que significa nudo, y que a su vez deriva de
la palabra turca makrama. Esta tiene su origen en la palabra persa mikrama con el
mismo significado.

Por lo tanto hablar de Macramé, es hablar de nudos, nudos que se ejecutan únicamente
con las manos y que con el paso de los años han pasado de ser nudos simples y necesarios
para el diario vivir a nudos decorativos pensados e ideados para dar forma y textura
a un tejido o entramado, que luzca estéticamente ordenado.

¿ Y de donde surge el Macrame?

Precisamente el antecedente historico es: El Nudo.

Existe mucha bibliografía al respecto, hay gran coincidencia en decir que, no pudiéramos
pensar en la evolución de la humanidad sin nudos por doquier.

El hombre primitivo, en la búsqueda de satisfacer las necesidades básicas, empezó a


anudar desde los tiempos más remotos, tanto para elaborar herramientas que les
permitiera cazar y alimentarse, así como para tejer, con cualquier cuerda orgánica
disponible, algún tipo de vestimenta, para protegerse de la intemperie.

Cubrir estas necesidades básicas no habría sido posible sin nudos, y esto se logró sólo con
la ayuda de sus maos. Son estos nudos primitivos y remotos los primeros antecedentes
del macramé, tal como hoy lo conocemos.

Es sorprendente como en distintos lugares de la Tierra, en tiempos en los cuales cada


cultura permanecía aislada con otras que habitaban en otras regiones, o continentes, se
encuentran muestras de nudos similares. Muchas civilizaciones dotaron de significado y
misticismo dándoles identidad. Es por eso que en la gama de nudos encontramos nudos
celtas, chinos, etc.

Anudar es una de las primeras manifestaciones culturales de la humanidad, una


característica humana importantísima y esencial en muchos tipos de labores manuales,
que son indispensables para la sociedad.

¡Cuánta evolución!
Primero fueron los nudos para sujetar las piedras filosas en palos, para crear flechas y
lanzas que hicieron eficaz la cacería, luego, más nudos y el nacimiento de los entramados,
para crear mallas, era el perfeccionamiento de la actividad pesquera, más peces en
menor tiempo.

Durante la edad de piedra, los hombres realizaban tejidos para cubrirse el cuerpo, a
partir del anudado de fibras vegetales. Siendo las manos su única herramienta, esta
técnica, se constituyó como uno de los primeros métodos de confección textil. Estos
tejidos anudados son los antecesores de la creación del telar y en consecuencia, de la tela.

Como ustedes pueden ver, haciendo una breve hojeada por la “prehistoria” en definitiva
la ejecución de nudos, en un principio no era simple decoración sino que respondía a otras
utilidades.

“Hay un profundo contenido simbólico en el acto consiente de realizar un nudo. Las más
diversas culturas lo incluyen como comportamiento heredado del pasado, vigente y
proyectado hacia el futuro”. (1996, p.7). Palabras de Fernández Latour que aparecen en
el texto de Rubin.

Ahora bien, en el momento en que finalmente el hombre cubre las necesidades básicas,
entonces comienzan los nudos a ser utilizados de manera ornamental.

¿Cuándo surge el macramé como lo conocemos hoy en día?

Históricamente, el origen del macramé se remonta a Oriente (2.300 a. c.), a


Mesopotamia, a los pueblos asirios y los persas, Ellos fueron los primeros en anudar solo
con el fin de decorar con nudos los bordes de los tapetes. Se dice que es de allí que
probablemente surja la primera denominación de este arte, de la palabra
árabe migramah (flecos anudados), que es anterior a la palabra turka makrama, y a la
palabra francesa Macramé (nudo).
Los pueblos árabes, en el siglo VIII, le dieron relevancia al macramé, por su gran destreza
artística en el desarrollo de la técnica y maestría en su ejecución. En la antigua Turquía,
los tejedores solían adornar los bordes de las toallas y manteles. Dado que el tejido era
confeccionado en un telar (en seda, lana, o algodón) estos objetos, dejaban hilos o flecos,
que eran anudados de manera decorativa con macramé.

Decorar manteles con bordes de flecos anudados en Macramé se remonta al siglo XIII y
posteriormente se hizo conocida la técnica desde el Medio Oriente a toda la Europa
mediterránea hasta España, donde fue muy popular a partir del siglo XV, teniendo
especial valor artístico durante el renacimiento, cuando se le comenzó a considerar arte
decorativo.

Luego de propagarse por toda Europa, y desde Europa llegar a América a través de los
españoles y sus viajes conquistadores, con el tiempo y el intercambio comercial entre
continentes, el macramé se propagó por el mundo entero.

En muchísimos ámbitos vemos que tiene un desempeño importante. Desde el marinero,


hasta el cirujano, desde la costurera hasta el alpinista, desde el carnicero hasta un lutier.
Es una herramienta esencial para el desarrollo de las actividades humanas más diversas,
y continúa sirviendo al hombre como instrumento de supervivencia.

El nudo es universal y es una creación humana espontánea, ya que surge de la


experimentación, de la prueba y error a través de la manipulación de fibras y cuerdas.
Hoy en día, es notable cuanto ha avanzado la comunidad tejedora de macramé. Tanta
experimentación e innovación durante la década de los `70 80 y 90. Y ahora este
renacer del macramé moderno y contemporáneo tan versátil y variado.

En la actualidad se elaboran diversos


objetos en Macramé. En las tiendas de
artesanías es muy común ver hamacas,
portamateras, bolsos, carteras,
mantas, sombreros, pulseras o
manillas, chalinas y todo tipo de
mantas.

El macramé tiene tres nudos básicos: el nudo plano (o cuadrado), el nudo retorcido o
espiral y el nudo festón o cavandoli. A partir de estos nudos se pueden hacer más de 50
variaciones diferentes.

Manillas en macramé a
partir del nudo Chevron.


Los materiales necesarios para hacer un trabajo de macramé son el hilo (ya
sea algodón, yute, lino, seda, fibras sintéticas u otras fibras naturales) y una superficie
o soporte en la que sujetar la labor (normalmente, una barra de madera con un clavo).
Cualquier hilo de fuerte consistencia es adecuado para realizar labores de macramé, no
obstante la elección del mismo queda determinada por la obra a realizar. Los hilos más
utilizados suelen ser de algodón o seda.

Tejer macramé permitre fomentar y preservar este milenario y hermoso arte

También podría gustarte