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Leyendo el Génesis bíblico, nos cuesta mucho comprender la creación del Universo,
Adán y Eva, el Diluvio Universal, la destrucción de Sodoma y Gomorra y otras tantas
cosas. En la Biblia se habla de Elohim como si fuera un dios único, pero eso no es
verdad, es una mala traducción por intereses dogmáticos, ya que la palabra Elohim es
plural, por tanto se debería traducir como “dioses”, además el Génesis se queda corto
en la narración de los hechos, parece que se recortaron las informaciones, se
simplificaron en exceso. Por ello surge la pregunta ¿de donde copiaron los autores del
Génesis? La tradición dice que fue Moisés quien escribió los 5 primeros libros, por ello
llamados Pentateuco, pero ¿de donde tomó la información? Cabe pensar que al ser
tratado como príncipe fue formado en el templo de Amón por los sacerdotes y por
tanto tuvo acceso a los libros antiguos. Todo esto, hasta ahora, había sido imposible
averiguar nada, al no encontrar información alguna que se pudiera relacionar con el
Génesis. Solo unos cuantos investigadores conocían determinado información a través
de la traducción de las tablillas de barro con escritura cuneiforme localizadas en la
actual Irak y atribuidas a la civilización sumeria.
En este resumen la mayoría de los textos son copiados tal cual, los textos eliminados
o resumidos son los que en mi opinión no añaden información importante, añado notas
propias que pongo en cursiva para aclarar ciertas cosas.
“Antes de los Tiempos Previos fue el principio, después fueron los Tiempos de Antaño.
En los Tiempos de Antaño los dioses llegaron a la Tierra y crearon a los terrestres. En
los Tiempos Previos, ninguno de los dioses estaba en la Tierra, ni se habían hecho
aún los terrestres”. La morada de los dioses estaba en su propio planeta, Nibiru es su
nombre.
Nibiru es una planeta del tamaño de Neptuno, rojizo en resplandor, gira alrededor del
Sol con una órbita alargada. En un foco de la alargada elipse está el Sol y desde ahí
se aleja en el espacio sideral de tal manera que una vuelta suya son 3600 años
terrestres, por ello durante un tiempo Nibiru está envuelto en frío, y cuando se acerca,
el Sol fuertemente lo calienta.
Después de eones brotó la especie Anunnaki (Aquellos Que del cielo a la Tierra
Vinieron). Con el tiempo fueron creciendo y extendiéndose hasta que nacieron las
rivalidades y los palos se convirtieron en armas. Una guerra larga y feroz devoró el
planeta. Luego se declaró una tregua y luego se hizo la paz. Se nombró un rey de un
bando y le dieron por esposa a una mujer del otro bando y crearon las leyes
dinásticas, así el primogénito sería el heredero. An se llamó el primer rey.
A una vuelta del planeta le llamaron Shar y lo dividieron en 10 partes. Crearon dos
fiestas la del frío y la del calor, eliminando todas las fiestas anteriores de todas las
tribus. Como las guerras habían hecho que hubiese más mujeres que hombres cada
hombre debía tener varias mujeres, aunque solo una era la esposa oficial. El problema
de herencia vino cuando el primogénito no era de la primera esposa, por ello
definieron que tenía prioridad el hijo de la hermanastra puesto que la herencia
genética era doble herencia del mismo padre.
Hubo varios reyes hasta entonces y más tarde descubrieron que en la atmósfera
tenían una brecha y esto hacía que el clima cambiase peligrosamente, hubo plagas en
los campos y comenzaron a estudiar como resolver el problema, así cuando en su
vuelta estuvieron cerca del Sol, estudiaron los planetas por los que pasaban cerca y
estudiaron sus atmósferas. Llegaron a la conclusión de que para resolver la atmósfera
solo tenían dos caminos: provocar más erupciones volcánicas o esparcir oro en polvo
por la atmósfera para que sirviera de filtro.
El rey que gobernaba en ese momento no se decidía y el planeta cada vez iba peor
comenzando a pasar hambre. Esto calentó la animadversión hacia el rey y un príncipe
llamado Alalu mató al rey y se hizo rey él. El Gran Consejo de ancianos le llamaron y
estudiaron si podía ser rey de acuerdo con las leyes. En realidad no podía por no ser
descendiente de reina sino de concubina.
Además estaba Anu que si era descendiente de reina y era al que correspondía reinar,
pero para evitar otra guerra llegaron al acuerdo de que Alalu reinara y Anu fuese el
heredero e hicieron que el hijo de Anu se casara con la hija de Alalu para sellar el
acuerdo.
Alalu convocó a los sabios y decidieron viajar al cinturón de asteroides que hay entre
Marte y Júpiter donde habían detectado oro, ya que Nibiru tenía muy poco, pero el
Brazalete Repujado, como llamaban al cinturón de asteroides, destrozó las naves y
nadie volvió. Entonces decidieron bombardear los volcanes para aumentar las
erupciones pero no consiguieron resolver el problema pues no aumentaron las
erupciones volcánicas.
La razón por la que el pensaba que había oro en la Tierra era porque los sabios le
habían explicado que en un tiempo lejano, en la posición del Brazalete Repujado antes
hubo un planeta que le llamaban Tiamat el cual estaba lleno de agua y oro. En una de
las vueltas de Nibiru, al acercarse al Sol, su órbita coincidió con la de Tiamat y un
satélite de Nibiru chocó contra él partiéndolo en dos; una mitad formó el Brazalete
Repujado y la otra mitad era el planeta Tierra.
Cuando salió de su nave vio que podía respirar la atmosfera de la Tierra y buscó agua
y comida. Este viaje se produjo hace unos 450.000 años terrestres.
Una de las cosas que sorprendió a Alalu fue la brevedad de un día terrestre. A la
mañana siguiente se dedicó a investigar si en las aguas del pantano donde había
caído había oro y comprobó que si por lo que se puso en comunicación con Nibiru
para transmitirles la noticia y reclamar el trono. Así que Anu plantea ante el consejo la
situación y Ea, hijo de Anu y yerno de Alalu decide coger una nave y dirigirse a la
Tierra para comprobar lo que dice Alalu, haciéndose acompañar por 50 héroes.
Salen de allí rumbo a la Tierra y dan unas vueltas alrededor de la Luna para
desacelerar la nave. Finalmente se acercan a la Tierra y la circundan varias veces
hasta localizar la baliza de la nave de Alalu, de esta forma amerizan cerca de su nave,
en los pantanos.
Al día siguiente en tierra firme decidieron crear casas habitables para ellos en lo cual
tardaron seis días y al séptimo descansaron y vieron que era bueno lo que
habían hecho. A este campamento le llamaron Eridú. Al día siguiente comenzó el
trabajo de extraer de las aguas del pantano el oro. Sacaron cobre, hierro y poco oro.
Simultáneamente Ea se dio cuenta de las fases de la Luna y a cada periodo completo
le llamó mes. Vio también que la Tierra en su ciclo alrededor del Sol, tenía seis meses
de calor y seis meses de frío, a los que llamó Verano e Invierno. A la vuelta completa
llamó Año. Al cabo del año vieron que el oro conseguido era muy poco para enviarlo a
Nibiru por lo que cogieron una nave y desde el cielo inspeccionaron la Tierra para
encontrar otra zona donde el oro fuese más abundante. Mientras tanto Nibiru se iba
acercando a la Tierra y se ponían impacientes por conseguir más oro.
Repararon la nave de Alalu y cargaron el oro conseguido para llevarlo a Nibiru. Allí son
bien recibidos y todos se ponen contentos pensando en que se resolvería su
atmósfera y así parecía pero al acercarse al sol la brecha volvió a crecer por lo cual
dispusieron que viajaran más naves con más héroes hasta la Tierra para extraer más
oro de forma más rápida.
En la inspección de la Tierra localizaron una zona a la que llamaron Abzu (del oro el
lugar de nacimiento) estaba más allá del océano (en la actual África), pero dentro de la
tierra, lo que significaba excavar y extraer el mineral donde habría varios elementos a
separar.
Sabido esto en Nibiru, Anu, el rey, decide enviar a su hijo Enlil hermanastro de Ea para
crear un plan de extracción del oro. Llega Enlil a la Tierra y comprueba que hay oro el
Abzu pero que va a ser muy dura su extracción por lo que decide que han de venir
más héroes desde Nibiru y por tanto Eridú hay que ampliarlo, así como crear
plataforma de aterrizaje y control de naves celestes.
Dada la complejidad de la organización que hay que crear y decidir quienes estarán al
mando de cada grupo, llaman a Anu para que venga a la Tierra y tome las decisiones
in situ.
Anu visita el Abzu y ve que el oro está bastante profundo y que necesitarán más
gente. Hablando Alalu, Enlil y Ea con Anu llegan a la conclusión de que deben crear
otro campamento no muy lejos de Eridú al que llamarán Edin (Morada de los Rectos);
este es el Edén bíblico.
Como entre los dos hermanastros no se ponían de acuerdo en la zona a dirigir, Anu
vio el peligro de que se enfrentaran con lo cual les propuso sortear el mando de Eridú,
Abza, Edin y el trono de Nibiru. Por tanto entre el padre y los dos hijos echaron a
suertes el reparto de mandos. El resultado fue Anu se quedaba en Nibiru, para seguir
siendo el rey, el Edin le tocó a Enlil (señor del Mandato) para fundar más
asentamientos, hacerse cargo de las naves celestes y de sus héroes, para ser el líder
de todas las tierras hasta encontrar los mares.
A Ea le dan el dominio de los mares y océanos, para gobernar la tierra bajo las aguas,
ser el señor de Abzu, para conseguir el oro. Por tanto Eridú pasará al mando de Enlil
pero tendrá Ea allí su casa que pasará ahora a llamarse Enki (Señor de la Tierra).
Entonces Alalu se adelantó hacia Anu y le reclamó que cuando avisó de que estaba en
la Tierra y había descubierto oro se le prometió el señorío de la Tierra y desafió a Anu
y este le respondió ¡Que nuestra disputa se decida en una segunda lucha, peleemos
aquí, hagámoslo ahora! Se desnudaron y comenzaron a pelear hasta que Alalu hincó
la rodilla en el suelo y Anu pisó con su pié el pecho de Alalu, declarando así la victoria.
Entonces Anu dijo: ¡yo soy el rey, Alalu no volverá a Nibiru!
Cuando Anu quitó el pié de Alalu, este se levantó del suelo como un rayo, derribó a
Anu por las piernas, abrió la boca y, rápidamente, le arrancó de un bocado su hombría
a Anu y se la tragó.
Cuando Anu llegó a Nibiru hicieron planes de crear una estación de paso en Marte y
en algún otro planeta o satélites. Mientras tanto desde la Tierra comunicaron que
necesitaría algunas máquinas especiales para extraer el oro: un Agrietador de Tierra,
Lo que Parte y Lo que Tritura.
En Nibiru se preparó un nuevo carro celestial para transportar nuevas clases de naves
espaciales, naves celestes, y las máquinas que Enki había diseñado.
Un grupo de cincuenta héroes partió de Nibiru con algunas mujeres escogidas como
enfermeras. Descendieron en Marte (Lahmu) y encontraron al piloto Anzu, que quedó
con Alalu, muerto. Ninmah (Dama Elevada) hija de Anu, sacó el Emisor de su bolsa y
lo dirigió al cuerpo de Anzu y dio al Pulsador sesenta veces y fue en la sexagésima
ocasión cuando Anzu abrió los ojos y movió los labios. Entonces Ninmah derramó
Agua de Vida sobre su rostro y puso alimento de Vida en su boca y Anzu resucitó. Le
preguntaron sobre Alalu y le dijo que había muerto llevándolos a la cueva donde lo
había enterrado y sobre la montaña rocosa tallaron con rayos la imagen de Alalu. Le
mostraban llevando un casco de Águila (casco de astronauta) dejando el rostro
descubierto. Después comunicó a Anzu que su padre Anu, el rey, quería que
permaneciese allí con veinte héroes para que comenzasen a construir la estación de
paso donde las naves espaciales de la Tierra entregarían el oro y desde allí, carros
celestiales lo transportarían hasta Nibiru. Anzu es nombrado comandante. El carro
partió del planeta Lahmu (Marte) y continuó viaje a la Tierra.
Ninmah que es hermana de Enki y Enlil les cuenta la muerte y entierro de Alalu y de
cómo Anzu queda de comandante de Marte. Después sacó un paquete de semillas
para tener plantas y árboles frutales así como unas especiales para fabricar con su
jugo un elixir para que beban los héroes, pues este ahuyentará las enfermedades y les
pondrá contentos. En la nave celeste de Enlil sube Ninmah con él y la lleva a su casa,
cerca del Lugar de Aterrizaje, e intenta “llevarla al huerto” y ella le corta diciendo que el
hijo que tienen en común, Ninurta, estaba preparado para venir a la Tierra y ayudar a
su padre.
El Abzú estaba más allá de las aguas de Edin donde estaba Enki haciendo planes de
construir su propia casa y también para los héroes que trabajaban en las minas de las
cuales extraían el oro. Allí puso Enki el Agrietador de Tierra, para hacer un corte a la
tierra construyendo túneles para descubrir las vetas de oro. Cerca emplazó Lo-Que-
Parte y Lo-Que-Tritura para trabajar el mineral y separar el oro.
Los preparativos duraron dos Shars, que son dos vueltas de Nibiru al sol, pero que son
3600 años por 2, años terrestres.
Por todo esto seguían llegando héroes desde Nibiru hasta sumar 600 en la Tierra y
300 en Lahmu (Marte). Se reunieron unos en la Tierra y los otros en Lahmu (Marte)
para escuchar la comunicación de su rey Anu desde Nibiru:
-¡Héroes, vosotros sois los salvadores de Nibiru!¡La suerte de todos está en vuestras
manos! Vuestros logros serán recordados por toda la eternidad, se os llamará con
nombres gloriosos ¡Los que están en la Tierra serán conocidos como Anunnaki, Los
Que del Cielo a la Tierra Vinieron! ¡Los que están en Lahmu serán nombrados Igigi,
Los Que Observan y Ven serán! Todo lo que hace falta está dispuesto: ¡que empiece a
llegar el oro, que se salve Nibiru!
Como hemos visto hasta ahora el mando se lo tenían repartido entre los dos
hermanos, Enki y Enlil y luego se suma la hermana Ninmah.
Anu decidió que Enki se casara con Nimah pero ella quería a Enlil, se dejó seducir por
él y tuvo un hijo suyo al que llamaron Ninurta. Anu se enfureció y prohibió a Ninmah
que se casara con nadie. Enki abandonó a su novia y se casó con una princesa
llamada Damkina con la cual tuvo un hijo, el heredero al que llamaron Marduk (El
Nacido en Lugar Puro).
Enlil no tenía esposa, pues él se casó en la Tierra. Una tarde paseaba por su bosque
de cedros y vio a un grupo de jóvenes de Ninmah bañándose, de las que estaban
asignadas al Lugar de Aterrizaje. Enlil quedó hechizado por la belleza de una llamada
Sud. La invitó a su morada y la ofreció a beber el elixir de Nibiru y después de tomar
unas copas le habló de relaciones sexuales y aunque ella se negó, él la abrazó, beso y
derramó su semen en su matriz.
Al saberlo Ninmah, la comandante de Sud, le increpó y le dijo que afrontaría un juicio.
El castigo fue abandonar la zona y le enviaron a una Tierra sin Retorno. En una
cámara celeste le hicieron abandonar el Lugar de Aterrizaje.
Abgal, su piloto le llevó a un lugar que era justamente donde Enki había escondido
siete Armas de Terror las que sacó del carro de Alalu. Abgal partió dejando solo a
Enlil.
Poco después Enki habló a Ninmah e hizo algo más, de manera que ella quedó
embarazada.
Un día de Nibiru era como un mes de la Tierra para ella. Así se completaron nueve
meses y ella estuvo de parto. Pero fue una niña y Enki se decepcionó pues quería un
hijo para que fuese el heredero, ya que ella era su hermanastra. La volvió a embarazar
y otra niña tuvo. Ella le maldijo y él la dejó. Ninmah se retiró al Edin, para no casarse
nunca.
Enki trajo a la Tierra a su esposa Damkina y a su hijo Marduk.
Enki tuvo cinco hijos más de ella y de concubinas, Nergal y Gibil, Ninagal y
Ningishzidda, y Dumuzi.
Enlil y Ninmah trajeron a la tierra a su hijo Ninurta, con su esposa Ninlil tuvo un hijo
más, hermano de Nannar llamado Ishkur, por tanto tres hijos y ninguno nacido de
concubinas.
Desde el Abzu, se llevaba el oro hasta el Lugar de Aterrizaje y de allí los Igigi lo
transportaban en naves espaciales a Lahmu (Marte) y desde allí a Nibiru en carros
celestiales ¡Lentamente se curó la brecha en la atmósfera de Nibiru!
Enki se hizo una morada deslumbrante en Eridú y allí enseñó a su hijo Marduk la
sabiduría.
Entre los dos hermanos lo tenían todo controlado, tenían una cámara oscura con los
doce emblemas de la familia del Sol, entendiendo los nueve planetas conocidos,
Nibiru, la Luna y el Sol. Así el número doce comienza a tomar importancia que llevará
luego a los 12 meses y las 12 constelaciones lo que repercutirá en nombrar 12 dioses
que gobernarán la Tierra.
Unos dispositivos llamados ME (debían ser como unos CDs, “pen.drive” o algo
semejante) contenían las fórmulas secretas del Sol y la Luna, Nibiru y la Tierra y los
ocho dioses celestiales, es decir los planetas restantes. Pues recibieron los nombres
de los dioses posteriormente.
Las Tablillas de los Destinos debían ser algo así como el sistema de control de vuelos
del espaciopuerto donde se registran las entradas y las salidas de naves con
trayectorias y horarios.
Los Anunnaki trabajaban sin descanso y por equipos se enviaban de vuelta a Nibiru y
venía otro equipo a sustituirlos. Los Igigi que moraban en Lamuh se quejaban mucho
y reclamaban un lugar de descanso en la Tierra.
Enki y Enlil comentaron a Anu lo que pasaba y Anu envió a la Tierra a Anzu. Cuando
llegó le mostraron in situ lo que sucedía. Después, confiadamente, Enlil lo llevó al
centro de control y le explicó como funcionaba todo. Enlil se fue a tomar un baño y
mientras Anzu se apoderó de las Tablillas de los Destinos y huyó en su cámara
celeste hasta el Lugar de Aterrizaje donde le esperaban Igigi rebeldes.
Se lo comunicaron a Anu y este decretó que las Tablillas debían volver al santuario.
Ninurta se comprometió a capturar a Anzu y recuperar las Tablillas de los Destinos.
Los dardos relampagueantes de Ninurta no sirvieron de nada y entonces Enki le
aconsejó ¡Levanta una tormenta con tu torbellino, que el rostro de Anzu se cubra de
polvo, que las alas de su pájaro se encrespen! Enlil forjó una poderosa arma para su
hijo, era un proyectil Tillu ¡sujétalo a tu Arma-Tormentosa, cuando se acerque ala con
ala, dispáraselo a Anzu.
De nuevo se remontó en el cielo Ninurta con su Torbellino, Anzu se elevó con su
pájaro celeste para hacerle frente. Al crear la tormenta de polvo, este cubrió el rostro
de Anzu y quedaron al descubierto los piñones de su pájaro celeste y en medio de
ellos dejó Ninurta ir su proyectil, los piñones de Anzu se vieron sumidos en un
resplandor de fuego y su nave cayó al suelo. Ninurta hizo cautivo a Azu y recuperó las
Tablillas.
Volvió a Nibruki y se reinstalaron la Tablilla. De nuevo volvió el resplandor allí dentro y
se restableció el zumbido de los ME.
Anzu fue juzgado y condenado a muerte con un rayo mortal. Le enterraron en Lamuh
(Marte) con Alalu. Era el vigésimo quinto Shar. (3600x25= 90.000 años terrestres).
Enki se centró en estudiar como se causaban las enfermedades por la atmósfera y los
ciclos de la Tierra y erigió un lugar al que llamó Casa de la Vida para desentrañar los
misterios de la vida y de la muerte de las criaturas de la Tierra.
Llamaron a Ninmah, la hermana de Enki y Enlil, la experta en curación y ella dijo, ¡No
se había oído hablar de algo así! Todos los seres descienden de una simiente. Cada
ser se desarrolló a lo largo de eones a partir de otro, ninguno vino de la nada.
Dejadme que os revele un secreto del Abzu (zona donde estaban las minas) dijo Enki.
¡El ser que necesitamos existe ya! Todo lo que tenemos que hacer es ponerle la señal
de nuestra esencia ¡así se creará un Lulu, un Trabajador Primitivo!
Enki explicó como era el ser que él conocía y que serviría para crear el Trabajador
Primitivo.
Existen criaturas que caminan erectas, sobre dos piernas, las patas delanteras las
utilizan como brazos, de manos están dotados. Viven entre los animales de las
estepas. No saben vestirse, comen plantas con la boca, beben agua de los lagos y de
las zanjas. Tienen todo el cuerpo peludo, el pelo de la cabeza es como el de un león.
Hace eones, en Nibiru, nuestros predecesores quizá fueron así. Dijo Ninmah. ¡Debe
ser emocionante contemplarlo!
Enki les llevó a la Casa de la Vida; en fuertes jaulas había unos de estos seres. Al ver
a Enki se pusieron a saltar y golpear con los puños en las barras de la jaula. Gruñían y
resoplaban; no decían palabras.
Son macho y hembra, dijo Enki. Procrean como nosotros, mi hijo Ningishzida ha
comprobado su Esencia de Elaboración; es similar a la nuestra, como dos serpientes
entrelazadas; nuestra esencia vital se combinará con la de ellos, nuestra señal se
pondrá sobre ellos. Comprenderá nuestras órdenes, manejará nuestras herramientas,
llevará a cabo los trabajos duros en las excavaciones. ¡dará alivio a los Anunnaki en el
Abzu!
Enlil no estaba de acuerdo pues consideraba que era una esclavitud y que se
pretendía traer a la existencia un ser que no existía previamente ¡la creación solo está
en manos del Padre de Todo Principio! Decía.
Enki le respondió: ¡No esclavos, sino ayudantes es mi plan! ¡El ser ya existe! ¡El plan
consiste en darle mayor capacidad! ¡No se trata de hacer una nueva criatura, sino de
hacer más a nuestra imagen una ya existente! ¡Con pocos cambios se puede
conseguir, solo se necesita una gota de nuestra esencia!
Enlil consideraba que hacer esto se saltaba las leyes de no intervención de los viajes
interplanetarios.
Las discusiones fueron largas y duras y se puso en conocimiento de Anu que convocó
al consejo que continuaron las discusiones hablándose de Vida y Muerte, de Hado y
Destino.
Al final aprobaron el plan porque de ello dependía su propia subsistencia.
Comunicaron el plan a los Igigi y aunque no con gusto volvieron al trabajo.
Enki ya había hecho sus experimentos, que mostró a Ninmah, combinando la Esencia
de dos especies y tenía en jaulas criaturas que tenían la parte superior de una especie
y de otra diferente la parte inferior.
Las esencias se transmiten por inseminación de un macho a una hembra, las dos
hebras entrelazadas se separan y combinan para forjar una descendencia.
¡Que un varón Anunnaki fecunde a una hembra bípeda, que nazca una descendencia
de combinación! Así dijo Ninmah.
¡Eso hemos intentado, pero ha habido fallos!, respondió Enki.
¡No hubo concepción, no hubo parto! Respondió Ninmah, pues lo habían hecho en el
tubo de ensayo.
Estudiaron como harían la combinación del ADN que es a lo que se refieren cuando
hablan de las dos hebras y dijeron ¡Se tiene que configurar para que reciba nuestra
esencia gradualmente, solo se puede intentar poco a poco a partir de las fórmulas ME
de la esencia de Nibiru!
El recién nacido creció rápido, lo que en Nibiru era un día, era un mes en la Tierra. Sus
manos no se adaptaban a las herramientas y solo emitía gruñidos.
Volvieron a repetir una y otra vez reajustando las mezclas obteniendo resultados
defectuosos de nuevo, uno tenía los pies paralizados, otro le temblaban las manos, o
no le funcionaba bien el hígado, las manos demasiado cortas, etc.
Siguieron intentándolo sin resultado satisfactorio y Enki pensó que el problema podría
estar en algo diferente de las mezclas. ¡No uses un recipiente de cristales de Nibiru,
hazlo de arcilla de la Tierra! ¡Quizás se requiera lo que es la propia mezcla de la
Tierra, de oro y de cobre!
En la Casa de la Vida , Ninmah hizo un recipiente de arcilla de Abzu (de la mina). Con
un baño purificador conformó el recipiente, para hacer dentro de él la mezcla.
En vista de ello pensaron que de todo lo que se había intentado y cambiado en cada
experimento, había algo que permaneció sin cambiar: siempre el óvulo se había
insertado en una hembra terrestre. Lo que quería decir es que había que implantar el
óvulo en la matriz de una Anunnaki, pero ¿quien sería la mujer que estaría dispuesta a
prestar su matriz al experimento? Al final la propia Ninmah dijo :¡Yo hice las mezclas,
la recompensa y el peligro deben ser míos!
De nuevo unieron un óvulo de una hembra terrestre con la esencia Anunnaki. Enki
implantó el óvulo fecundado en la matriz de Ninmah y hubo concepción. ¿Cuánto
durará el embarazo? ¿Serán nueve meses de Nibiru? ¿Serán nueve meses de la
Tierra? Después que en la Tierra , antes que en Nibiru, llegó el parto y Ninmah dio a
luz un varón. El niño era perfecto y al darle unos azotes emitió los sonidos adecuados.
Le examinaron de manera exhaustiva todas las partes eran adecuadas, orejas, ojos,
boca, manos y pies. No era peludo como los salvajes, su cabello era negro, su piel
tersa como los Anunnaki, el color de la sangre rojo oscuro como la arcilla de Abzu.
Miraron su hombría, su forma era extraña, la parte delantera estaba envuelta en una
piel, ¡A diferencia de la hombría de los Anunnaki, le colgaba una piel de la parte
delantera!
¡Que el terrestre se distinga de nosotros, los Anunnaki, por esta piel! Dijo Enki.
Por esta razón Yahvé ordenó a los hebreos que se circuncidaran, según el Génesis,
distintivo del resto de los terrestres. El pueblo elegido debía parecerse más a los
Anunnaki.
En vista del éxito, pensaron en el procedimiento a seguir para “fabricar” más humanos
y por tanto necesitaban más matrices y Ninmah habló con sus enfermeras,
haciéndoles saber que no era una obligación y siete aceptaron la tarea. Así que
repitieron el procedimiento en los recipientes de arcilla pero con la esencia de Adamu,
además hizo una incisión en las partes masculinas de Adamu para dejar salir una gota
de sangre y les implantaron los óvulos fecundados. Así en el tiempo previsto se
produjeron los partos y nacieron siete terrestres varones, sus rasgos eran adecuados
y emitían buenos sonidos.
En vista del buen resultado pensaron en usar otras siete enfermeras-heroínas para
“fabricar” otros siete trabajadores primitivos, pero consideraron que para tener el
número de Trabajadores Primitivos iban a necesitar demasiadas heroínas. Así pues
llegaron a la conclusión de que debían hacer hembras para parejas de los varones y
que entre ellos se dedicaran a procrear.
En esta ocasión Enki decidió que fuese su esposa Ninki quien fuera la matriz para
procrear a la hembra compañera de Adamu. Hablaron con Ninki y ella aceptó.
Siguiendo el procedimiento se le implantó el óvulo y llegado el décimo mes como no
nacía hubo que practicar una cesárea. Y, efectivamente era una hembra perfecta.
Enki preguntó a su esposa si le pondría nombre pero al final él dijo ¡Ti-Amat será su
nombre, la Madre de la Vida! Será llamada como el planeta de antaño, del cual se
forjaron la Tierra y la Luna.
Desde todos los puntos fueron los Anunnaki y los Igigi a verlos y estaban expectantes.
Esperaron a que alcanzaran la madurez y vigilaron los apareamientos y la sorpresa
fue que no hubo concepción alguna.
Se llevaron un gran disgusto y decidieron analizar el ADN y vieron que tenía solo
veintidós cromosomas:¡no incluían la capacidad de procrear!
Vieron que Adamu y Ti-Amat no tenían el cromosoma necesario y Ningishzida, que era
el experto en estos temas, propuso una solución. Así que hicieron salir a la heroínas
que ayudaban a Ninmah, cerraron las puertas y se quedaron los tres a solas con los
dos Terrestres.
Ningishzidda hizo descender un profundo sueño sobre los otros cuatro, a los cuatro izo
insensibles ( les anestesió).
¡Al Árbol de la Vida de ellos se le han añadido dos ramas, con fuerzas procreadoras se
han entrelazado ahora sus esencias vitales!
Estas frases recuerdan al Génesis cuando presuntamente Yahve hace a Eva de una
costilla de Adán. ¡Como se desvirtúan las cosas cuando se copia!
Dejémosles vagar libremente, que se conozcan entre si como una sola carne!
En los huertos del Edin se puso a Adamu y a Ti-Amat para que vagaran libremente.
Tomaron conciencia de su desnudez, se hicieron conscientes de su virilidad y su
femineidad. Ti-amat se hizo un mandil de hojas, para distinguirse de las bestias
salvajes,
Enlil paseaba por el huerto con el calor del día, disfrutaba de las sombras. Se encontró
con ellos y vio los mandiles con los que se cubrían.
¿Qué significa esto? Preguntó Enlil; Enki se lo explicó.
Enlil se enfadó mucho porque se oponía a actuar como creadores.
¡Ahora les has dado a estas criaturas las últimas porciones de nuestra esencia vital,
para que sean como nostros en el conocimiento de la procreación, quizás para
conferirles a ellos nuestros ciclos vitales!
Pues entonces que estén todos donde se les necesita, dijo Enlil furioso, ¡Al Abzu, lejos
del Edin, sean expulsados!
Aquí vemos claramente que Enlil es el Yahve bíblico y Enki es el demonio en forma de
serpiente porque la cadena de ADN tiene forma de dos serpientes entrelazadas.
Solo que quí los significados están claros, cosa que no ocurre en la Biblia.
Ti-Amat tuvo gemelos, hijo e hija, y se desarrollaron rápidamente. Para cuando Adamu
y Ti-Amat tuvieron más hijos e hijas, los primeros ya estaban procreando por si
mismos. Antes de que pasara un Shar de Nibiru ( un año nibiruano, 3600 años
terrestres) los terrestres estaban proliferando y como estaban dotados de
entendimiento, entendían los mandatos y trabajaban duro, con sus raciones de
comida, no se quejaban de calor ni de polvo, no refunfuñaban y así los Anunnaki se
vieron liberados de las penurias del trabajo y Nibiru iba sanando su atmósfera con el
oro de la Tierra.
Los Anunnaki también proliferaron y más rápido que en Nibiru, por ser los ciclos más
rápidos. Ya iban por la tercera generación y a estos se les asignaron trabajos.
El calor iba aumentando en la Tierra, la vegetación florecía, las lluvias eran más
fuertes, los ríos manaban, las zonas de nieve se fundían en agua. Vieron que todo
estaba cambiando y compararon los movimientos celestes con los datos que tenían en
los ME las Tablillas de Destinos. En Lamuh fuertes vientos levantaban irritantes
tormentas de polvo, en el Brazalete Repujado había trastornos. Sobre la Tierra caía
azufre del cielo, es decir meteoritos.
Desde Nibiru dijeron los sabios que la familia del sol estaba tomando posiciones,
Nibiru se acercaba a la morada del Sol y esto estaba provocando alteraciones
electromagnéticas y gravitacionales de manera que los planetas se movían de su sitio.
Cuando Nibiru emprendió el regreso a su profundo destino las anomalías cesaron.
Aquí se inspeccionó todo para asegurarse del suministro del oro y Enki vió que
respecto al oro no había problema pero la Tierra derramaba líquidos ígneos, brumas
sulfúricas y betunes.
Salir desde la Tierra directamente hacia Nibiru suponía un gran gasto de energía de la
nave espacial por lo que se plantean utilizar la Luna como estación de paso. Por tanto
Enki y su hijo Marduck se van a la Luna en una nave espacial para examinar la
situación. Circundaron tres veces a la Luna y aterrizaron en un lugar de ondulantes
colinas y desde allí observaron la Tierra y la amplitud de los cielos. Tuvieron que
ponerse los cascos de águilas pues la atmósfera no era suficiente para respirar. Vieron
que no se podía utilizar como estación pues no se parecía a Lamuh al estar todo
desolado y no tener atmósfera.
Pero Enki vió la posibilidad de estudiar los cielos mejor que en la tierra precisamente
por no haber atmósfera. Hicieron su morada en la nave espacial y durante tres vueltas
de la Tierra permanecieron en la Luna, es decir tres años terrestres y midieron sus
movimientos respecto de la Tierra y calcularon la duración de un mes.
Durante seis vueltas de la Tierra, durante doce vueltas alrededor del Sol, midieron el
año de la Tierra. Tomaron nota de cómo se emparejaban ambos, haciendo
desaparecer a las luminarias. Después prestaron atención a la región del Sol y
estudiaron las órbitas de Mercurio y Venus. Junto con la Tierra y la Luna, Marte
constituía la segunda región del Sol. Seis eran los celestiales de las Aguas inferiores
(entre los asteroides y el Sol). Seis eran los celestiales de las Aguas Superiores,
estaban más allá de la barrera del Brazalete Repujado (Cinturón de Asteroides) :
Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón y Nibiru. Eran doce en total, doce era la
cuenta del Sol y su familia.
Estudiaron también las estrellas, Enki estaba fascinado con sus proximidades y
agrupamientos. Dibujó imágenes de doce constelaciones, de horizonte a horizonte, en
toda la vuelta de los cielos.
En la Gran Banda, el Camino de Anu, emparejó a cada una con los doce de la familia
del Sol, es decir que emparejó a cada constelación con un planeta. A cada una le
designó una estación, por nombres serían llamadas.
Así nacieron las constelaciones, el Zodíaco, ese agrupamiento arbitrario de estrellas
por sectores de 30º, luego se le buscaría el presunto dibujo del nombre/símbolo, pero
todo es tal como se le ocurrió a Enki, él es el creador. Recordemos que las estrellas
que se ven en un sector zodiacal, no están todas a la misma distancia de la Tierra,
sino que unas pueden estar a pocos años luz y otras en cambio están a cientos, miles
de años luz, por eso el tema de la Astrología, aunque se base en la Astronomía no
tiene base científica la presunta influencia de las estrellas o de los planetas. En su
momento veremos cuando y porque la Astronomía se transforma en Astrología por la
obsesión de Marduck, hijo primogénito de Enki, de gobernar él la Tierra.
El inicio del ciclo, la medida del Tiempo Celestial fue cuando Enki llegó a la Tierra,
pues la estación al que dio final fue a PISCIS, “el de las aguas” el nombre de Enki.
Mientras tanto Enlil comunicaba con Anu que estaba preocupado porque Enki y
Marduk se quedaron muchas vueltas en la Luna y no habían vuelto, sospechando que
estuvieran tramando algo. Pero en cuanto volvieron explicaron que no era posible usar
la Luna como estación y decidieron construirla en el Edin, pero Enlil quería que la
controlase su hijo Ninurta y Enki que lo hiciese su hijo Marduk. Anu se dio cuenta de la
rivalidad entre los dos y decidió que se hiciera cargo la tercera generación.
Las expectativas de los Anunnaki eran muy buenas pues los humanos habían
proliferado y se encargaban del trabajo duro, pero los héroes del Edin también querían
ayuda y reclamaban humanos.
Mientras Enlil y Enki discutían el asunto, Ninurta, el hijo de Enlil, dirigió una expedición
hasta el Abzu con cincuenta héroes y capturó a los Terrestres con redes, llevándose
varones y hembras. Luego los entrenaron para hacer todo tipo de faenas. Iban
desnudos al realizar sus trabajos y como se apareaban con frecuencia, proliferaban
con rapidez. Los Anunnaki no se saciaban de alimentos y los Terrestres estaban
constantemente buscando comida. Todavía no se habían hecho los cereales, no había
ovejas, ni corderos.
Enki vió que los descendientes de los Terrestres con las repeticiones de las cópulas,
se estaban degradando hacia sus antepasados salvajes. Por ello estaba planeando
crear una Humanidad Civilizada.
Un día navegando por los ríos vio a un grupo de Terrestres que retozaban y se
bañaban y entre ellos había dos hembras de salvaje belleza, firmes eran sus senos.
Contemplándolas, el falo de Enki se humedeció, tenía un ardiente deseo. Enki saltó de
la barca y llamó a una de ellas, ella le ofreció fruta. Enki la abrazó y besó. En su matriz
derramó su semen, en el apareamiento la conoció. Ella guardó el sagrado semen y
quedó fecundada.
Enki llamó a la segunda joven, ella le ofreció bayas del campo y…la fecundó también.
¡Quédate con las jóvenes, por ver si quedan embarazadas! Así le dijo Enki a su visir.
Pasados los nueve meses las dos dieron a luz, en el mismo día, la primera un niño y la
segunda una niña.
En el Shar noventa y tres nacieron los dos en el Edin. El visir avisó a Enki de los
alumbramientos. ¡Se consiguió la concepción entre Anunnakis y Terrestres, he traído
al ser al Hombre Civilizado! Enki avisó a su visir de que esto debía permanecer en
secreto.
Una vez pasado el período de amamantarlos el visir los llevó a casa de Enki según las
instrucciones y dijo que los había encontrado entre las aneas, en cestas de junco.
Ninki, la esposa de Enki, tomo cariño a los expósitos y los crió como a sus propios
hijos.
Adapa, el Expósito llamó al niño; Titi, Una con Vida, llamó a la niña.
A diferencia de los niños Terrestres, la pareja era de crecimiento más lento que los
Terrestres, mucho más rápidos de comprensión, estaban dotados de inteligencia, eran
capaces de hablar con palabras. Hermosa y agradable era la niña, muy diestra con las
manos. La esposa de Enki le enseñó todo tipo de oficios a Titi.
A Adapa fue el mismo Enki quien le enseñó, le instruyó en como hacer anotaciones.
¡He creado al Hombre Civilizado! Le dijo a su visir. ¡De mi simiente ha sido creado un
nuevo tipo de Terrestre, a mi imagen y semejanza!
De las semillas harán crecer alimentos y apacentarán ovejas. ¡A partir de entonces, los
Anunnaki y los Terrestres quedarán saciados.
Enki le contó a su hermano Enlil que en el desierto había aparecido un nuevo tipo de
Terrestre, son rápidos en aprender y se les pueden enseñar conocimientos y oficios.
Que traiga de Nibiru semillas y ovejas para repartir por la Tierra y enseñemos a esta
nueva raza de Terrestres la agricultura y el pastoreo.
¡Ciertamente es una maravilla que hayan aparecido por si mismos en el desierto, que
la Tierra haya hecho un hombre civilizado! Decía Enlil a Enki.
Se lo comunicaron a Anu y este contestó ¡Que un tipo de esencias vitales lleve a otro
no es algo inaudito! ¡pero nunca se había oído algo así, que en la tierra apareciera tan
rápidamente un Hombre Civilizado a partir del Adamu!
Mientras Adapa “conoció” a Titi y tuvieron gemelos. Cuando Anu lo supo pidió que
Adapa subiera a Nibiru.
A Enlil no le gustó la decisión pues pensaba que el Trabajador Primitivo se haría como
uno de ellos y al ir a Nibiru bebería de las aguas de larga vida, comería el alimento de
larga vida. Enki estaba de acuerdo en que no debía Adapa beber de las aguas de
larga vida, para controlar esto enviaron a los hijos de Enki de acompañantes y de paso
estos conocerían Nibiru.
Antes de que Adapa partiera hacia Nibiru Enki le llamó para darle instrucciones.
Adapa, vas a ir a Nibiru, el planeta de donde hemos venido, ante Anu nuestro rey. Le
explicó como debía presentarse y actuar y luego le dijo: Te darán un pan que no se
encuentra en la Tierra ¡el pan es mortal, no lo comas! Te darán un elixir en un cáliz ¡no
lo bebas, el elixir es mortal! Luego llamó a sus hijos y les dio instrucciones también.
¡Vuestra misión es traer a Adapa de vuelta a la Tierra, no os dejéis hechizar por las
delicias de Nibiru!
A hurtadillas puso una tablilla sellada en la mano de Ningishzida y le dijo ¡A mi padre
entregarás esta tablilla en secreto!
Luego se dirigieron a Sippar el Lugar de los Carros Celestiales y a los hijos de Enki
(Ningishzida y Dumuzi) se les dio el atuendo de Igigi, se vistieron como águilas
celestiales. En cuanto a Adapa, se le afeitó su cabello suelto, se le dio un casco como
el de un águila, en lugar del taparrabos, le hicieron ponerse una vestimenta ajustada y
le pusieron entre los dos hermanos en el interior de Lo Que Asciende. Cuando se dio
la señal El Carro Celeste rugió y se estremeció; Adapa se encogió y gritó: ¡El águila
sin alas se está elevando!
Cuando llegaron a Nibiru había mucha curiosidad por conocer a los nietos del rey que
habían nacido en la Tierra pero más por ver a un Terrestre
Anu llevó a todos hacia el salón de banquetes y las mesas estaban llenas de alimentos
y bebidas. Anu ofreció comida y bebida a Adapa pero este rehusó y Anu estaba
ofendido pues se dijo: ¿Por qué ha enviado Enki a Nibiru a este mal educado
Terrestre, para revelarle los caminos celestes?
Al preguntarle Anu a Adapa porque no comía ni bebía este le dijo. Mi maestro el señor
Enki me ordenó: ¡No comas pan, no bebas elixir!
Extrañado les preguntó a sus nietos si sabían algo y entonces Ningishzidda le dijo
¿Quizá se encuentre aquí las respuesta y le dio la tablilla secreta que llevaba
escondida.
Anu leyó la tablilla metiéndola en el explorador para descifrarla. ¡Adapa nació por mi
simiente de una mujer Terrestre! Así decía el mensaje. Del mismo modo nació Titi en
otra mujer Terrestre. Están dotados de sabiduría y de palabra; pero no de la larga vida
de Nibiru. Adapa no debería comer el pan de larga vida y tampoco el elixir de larga
vida. Adapa debe volver para vivir y morir en la Tierra, la mortalidad debe ser su
suerte. Con la siembra y el pastoreo de sus descendientes, habrá saciedad en la
Tierra.
En el viaje Ningishzidda le habló a Adapa de los dioses planetas, del Sol, la Tierra y la
Luna, le enseñó como siguen los meses y como se cuenta el año de la Tierra.
Al llegara la Tierra Ningishzidda contó a su padre Enki todo lo que había sucedido y
Enki se rió mucho diciendo: ¡Todo fue como yo esperaba!
Llamaron a Ninmah y a Enlil y les contaron todo lo que había sucedido incluido el
secreto de la cohabitación con las dos hembras Terrestres ¡No he roto ninguna norma,
he asegurado nuestra saciedad! Dijo Enki.
¡No has roto ninguna norma, pero con una acción precipitada has determinado los
hados de los Anunnaki y los Terrestre! Esto dijo con furia y con ira se marchó.
Marduck volvió a Eridú y se encariñó con los niños, los hijos de Adapa y Titi, pero no
le revelaron el secreto.
Ninurta se llevó al gemelo que nació primero a su ciudad,a Bad-Tibira, Ka-in, Aquél
Que en el Campo Hace Crecer Alimentos, le llamó. Le enseñó a cavar canales de
irrigación, a sembrar y a cosechar. Ninurta hizo para Ka-in un arado con madera de los
árboles, para que con él labrara la tierra.
Al otro hermano se lo llevó Marduk a las praderas, Abael, El de las Praderas Mojadas,
le llamó a partir de entonces. Marduk le enseñó como construir rediles ; para empezar
con el pastoreo, esperaron el regreso de Dumuzi. Cuando se cumplió el Shar, Dumuzi
regresó a la Tierra, la simiente esencial de la oveja y ovejas para la cría trajo con él,
¡transportó animales cuadrúpedos de Nibiru hasta otro planeta, la Tierra! Nunca antes
había habido una oveja en la Tierra, nunca se había dejado caer un cordero desde los
cielos a la Tierra, nunca antes una cabra había alumbrado a su cabrito ¡nunca antes
se había tejido lana de oveja!
Ante los Anunnaki reunidos se presentaron los primeros granos y los primeros
corderos, la Celebración de las Primicias, a los pies de Enki y Enlil, Ka-in puso su
ofrenda y de igual forma hizo Abael. Enlil los bendijo y ensalzó sus labores. Enki
abrazó a su hijo Marduk y levantó el cordero para que todos lo vieran.
La cara de Ka-in estaba sombría cuando acabó la fiesta, se sentía muy herido porque
Enki no le había bendecido.
Cuando los hermanos volvieron a sus trabajos, Abael alardeó delante de su hermano
¡Yo soy el que trae la abundancia, el que sacia a los Anunnaki, el que da fuerza a los
héroes, el que proporciona lana para sus ropas!
Ka-in se sintió ofendido con las palabras de su hermano, objetó contundente su alarde:
¡Soy yo el que llena de abundancia las llanuras, el que hace pesados de grano los
surcos, en cuyos campos se multiplican los pájaros, en cuyos canales se hacen
abundantes los peces, el pan sustentador lo produzco yo, con pescado y caza he
variado la dieta de los Anunnaki!
Los hermanos discutían con frecuencia y al llegar el verano, no hubo lluvia, las
praderas estaban secas, los pastos disminuían. Abael llevó sus rebaños a los campos
de su hermano, para que bebieran agua de los surcos y los canales. Ka-in se
enfureció por esto, le ordenó a su hermano que se llevara los rebaños. Agricultor y
pastor se insultaron y pelearon. Sumamente enfurecido, Ka-in tomó una piedra, con
ella golpeó en la cabeza a Abael una y otra vez hasta que Abael cayó muerto.
Ka-in se quedó junto al hermano al que había dado muerte, durante mucho tiempo
estuvo sentado, llorando.
Titi fue la primera en saberlo pues tuvo una premonición, entonces despertó a Adapa y
le contó su visió-sueño, que vio la sangre de Abael en las manos de Ka-in. Buscaron a
Ka-in y le encontraron todavía junto al muerto. Le gritaron a Ka-in pero este solo lloró.
Adapa volvió a Eridú y le contó al señor Enki lo sucedido. Enki se enfureció e increpó a
Ka-in. Le expulsó de Edin y enseñó a Adapa como debían enterrar a Abael, pues él lo
desconocía. Al saber la noticia Marduck montó en cólera y quería que se le matara.
Enki buscaba que se le condenara al exilio. Enki explicó a su hijo Marduck como
habían sido concebidos Adapa y Titi, por tanto no podían ahora extinguir la
descendencia, debían dejar vivir a Ka-in. Enki pronunció la sentencia. ¡Ka-in debe
partir hacia el este, a una tierra por la que errará por su mala acción, pero su vida debe
ser perdonada, a él y a sus generaciones se les distinguirá! Ningishzida alteró la
esencia vital para que en su cara no creciera la barba. Con su hermana Awan como
esposa, Ka-in partió del Edin a la tierra de Errar.
Dadas las circunstancias instaron a Adapa a que tuviera más hijos, pero solo tenían
hijas hasta que llegó otro hijo, el noventa y cinco Shar, Sati, El Que Ata la Vida de
Nuevo, le llamó Titi, por el se contaron las generaciones de Adapa. En total treinta
hijos y treinta hijas tuvieron Adapa y Titi, de ellos hubo labradores y pastores que
trabajaron para los Anunnaki y así volvió la saciedad para Anunnaki y Terrestre
Civilizados. En el noventa y siete Shar a Sati le nació un hijo de su esposa Azura. Se
le llamó Enshi, Maestro de la Humanidad.
Adapa le enseñó la escritura y los números y le explicó quienes eran los Anunnaki y
Nibiru. Y los hijos de Enki le enseñaron muchas más cosas. A partir de entonces los
Anunnaki fueron llamados señores por el Hombre Civilizado. El hijo de Enshi fue
enseñado en el arte de la hornería y aprendió a hacer fuego con betunes y como fundir
y refinar. El y sus descendientes trabajaron en la fundición y refinado del oro. Era el
noventa y ocho Shar.
En el noventa y nueve Shar le nació un hijo a Kunin al que llamaron Malalu, El que
Interpreta, porque sobresalía en música y canto. Ninurta le hizo un arpa y una flauta.
En el centésimo Shar, le nació un hijo a Malalu, Irid, El de las Aguas Dulces. Dumuzi le
enseñó a cavar pozos, como proveer de agua a los rebaños. Fue allí donde pastores y
doncellas se reunieron y propiciaron desposorios, proliferando la Humanidad
Civilizada.
Irid tuvo un hijo al terminar el centésimo Shar, al que llamaron Enki-Me, por Enki ME
Comprensión, sabio e inteligente, comprendió con rapidez los números y Enki le
enseñó los secretos de la familia del Sol y de los doce dioses celestiales, como los
meses se contaban con la Luna y los años por el Sol, como se contaban los Shars por
Nibiru, el círculo de los cielos en doce partes, cada una de las constelaciones y como
para honrar a los líderes Anunnaki había puesto nombres a las estaciones. Enkime
hizo dos viajes celestiales.
Enkime fue con Marduk, en una nave espacial a la Luna y le enseñó lo que había
aprendido de su padre Enki y al volver se quedó con Utu en Sippar, el Lugar de los
Carros. Utu lo instaló en su brillante morada como un Príncipe de los Terrestres
y le enseñó los ritos, para comenzar con las funciones del sacerdocio. Le nació
un hijo en el ciento cuatro Shar. Matishal le llamó su madre, El que se Elevó por las
Brillantes Aguas. Después Enkime hizo su segundo viaje con Marduk hasta Lahmu
para visitar a los Igigi. Antes de partir, Enkime entregó a su hijo Matushal un registro
por escrito de todo lo que había aprendido para que lo estudiara con sus hermanos.
A Matushal le nació un hijo, Lu-mach, Hombre Poderoso. En sus días, las condiciones
sobre la Tierra se hicieron más difíciles; en los campos y las praderas, los trabajadores
se quejaban y nombraron capataz a Lu-Mach para controlar a los trabajadores.
A Adapa le llegó la hora de morir y pidió ver a sus hijos y por tanto a Ka-in que estaba
en las tierras de Errar y Ninurta fue a buscarlo con su Pájaro del Cielo. Cuando
estuvieron Ka-in y Sati, tocó sus rostros por estar ya ciego. El rostro de Ka-in era
imberbe y el de Sati tenía barba. Adapa pidió que se le enterrara en cueva mirando al
sol naciente. En mitad del Shar noventa y tres nació y al final del Shar ciento ocho
murió. Una vida larga para un Terrestre, pero no tenía el ciclo vital de Enki.
Ka-in volvió a sus tierras donde tuvo hijos e hijas y con ellos construyó una ciudad, y la
caída de una piedra lo mató mientras trabajaba en la construcción.
En el Edin Lu-Mach sirvió a los Anunnaki como capataz. En ese tiempo los Igigi se
casaban con las Terrestres.
Enki y Enlil se miraban y se veían viejos. Enki dijo: ¡Han pasado más de 100 Shars
desde que llegué! Entonces era un gallardo líder, ahora con barba, cansado y viejo.
Enlil dijo: yo era un héroe entusiasta dispuesto a la aventura. Ahora tengo hijos que
tienen hijos, todos nacidos en la Tierra, pero los que nacieron en la Tierra serán aún
más viejos dentro de poco.
Igualmente habló Ninmah ¡En cuanto a mi me llaman vieja oveja! Ellos se preguntaban
si el problema del envejecimiento rápido era cosa de Nibiru o cosa de la Tierra. Quizá
tenga que ver con las diferencias con los ciclos vitales. Recordemos que un año de
Nibiru eran 3600 en la Tierra.
Marduk vino a plantear a su padre Enki, que los hijos de Enlil habían elegido esposa
¡Deseo elegir novia, tener una esposa es mi deseo!
Cuando Enki quiso saber quien era la novia, Marduk respondió: ¡Es una descendiente
de Adapa, de la Tierra no de Nibiru, es! Enki se quedó sin palabras.
Un príncipe de Nibiru, un primogénito titulado para la sucesión, casarse con una
Terrestre?
¡No una Terrestre sino una descendiente tuya! Le dijo Marduk. Una vez aprobada la
decisión de Marduk por sus padres, llamaron a Matushal que era el hermano de la
novia le hablaron de su deseo y el pobre Matushal, abrumado pero con alegría dijo
¡Así sea!
Fijáos las sensaciones de Matusalén que un dios le pide casarse con su hermana, eso
es lo máximo. Pero cuando Enlil lo supo se llenó de furia.
Comunicaron esto a Anu y este preguntó a los sabios del consejo. Ellos no vieron
ninguna ley que lo impidiera pero decidieron que no podría regresar a Nibiru.
Se prepararon los esponsales y se celebró asistiendo muchos Terrestres Civilizados y
también los Igigi pues Marduk era su líder.
Los Igigi planearon raptar mujeres terrestres para tener esposa y descendencia. Así
descendieron 200 a la Tierra desde Lamuh y se decían ¡Venid, elijamos esposas de
entre las mujeres Adapitas y engendremos hijos!
Así pues, una vez terminada la ceremonia de boda de Marduk y Sarpanit, a una señal
convenida previamente, cada uno de los Igigi tomó a una doncella Terrestre, por la
fuerza y se reunieron en el Lugar de Aterrizaje en la Montaña de los Cedros y alli se
hicieron fuertes. Los líderes exigieron a Marduk, como comandante de los Igigi, que
controlase la situación pero Marduk dijo: ¡Si tengo que buscar una solución al asunto,
mi corazón está de acuerdo con los Igigi! ¡Lo que yo he hecho no se les puede impedir
a ellos!
Así que tuvieron que aceptar la situación, pero Enlil se enfureció y dijo: ¡Una mala
acción ha sido seguida por otra, los Igigi han adoptado de Enki y Marduk la
fornicación! Muy disgustado quería que los Igigi se fueran a Marte pero dada la
situación inestable de Marte al final los dejaron en la Montaña de los Cedros, así a los
hijos que tuvieron les llamaron Hijos de las Naves Espaciales.
A Marduk le concedieron los dominios de arriba del Abzu y él invitó a los Igigi a fundar
una ciudad, le siguieron algunos de los Igigi y el resto se quedó en La Montaña de los
Cedros.
Ninurta observaba de que modo Marduk incrementaba su propia fuerza con los
Terrestres y Enlil le dijo: ¡La Tierra será heredada por los Terrestres! ¡Ve encuentra a
Ka-in, prepara con ellos tus propios dominios.
Ninurta fue al otro lado de la Tierra; encontró a los descendientes de Ka-in. Les
enseñó como hacer herramientas e interpretar música, las técnicas de minería y a
fundir y refinar, como construir embarcaciones de madera de balsa y les guió para que
cruzaran un gran mar. En una nueva tierra establecieron sus dominios, construyeron
una ciudad con dos torres gemelas.
En el Edin, Lu-Mach era el capataz de los Terrestres y su deber era reducir las
raciones de estos. Su esposa Batanash era de una belleza deslumbrante y Enki se
quedó encandilado, por lo que dijo a Marduk que llamara a Lu-Mach a sus dominios
para que aprenda como construir una ciudad los Terrestres y, entonces, se llevaron a
su esposa a la casa de Nimah, la hermana de Enki, para protegerla de los Terrestres.
Así , Enki, cuando Batanash se estaba bañando, la cogió por los muslos, la besó,
derramó su semen en su matriz y ella quedó embarazada. Enviaron mensaje a Lu-
Mach diciéndole que volviera porque iba a tener un hijo. Cuando vio al hijo se encontró
con que tenía la piel blanca como la nieve, del color de la lana era su cabello, sus ojos
eran como los cielos, sus ojos brillaban con un resplandor. Asombrado y asustado
estaba Lu.Mach y corriendo se lo dijo a su padre Matushal (Matusalén) y éste, cuando
vio al niño quedó muy sorprendido por su aspecto. Batanash no quiso revelar quien
era el padre aunque juró que no era alguno de los Igigi. Así Matushal le dijo a su hijo:
el niño es un misterio, pero su misma extrañeza se te ha revelado un augurio, es único
para una tarea única ha sido elegido por el destino.
En aquellos días, los sufrimientos iban aumentando en la Tierra, los días se hacían
más fríos, no llovía por lo que las cosechas disminuían, en los rediles había pocos
corderos. Batansh llamó a su hijo Ziusudra, El de Largos y Brillantes Días de Vida. El
niño estaba dotado de comprensión y Nimah y Enki le enseñaron diversas cosas entre
otras a leer los escritos de Adapa y cuando joven, aprendió como observar y realizar
los ritos sacerdotales.
Ziusudra nación en el 110 Shar. Creció, se casó, y tuvo tres hijos. En sus días, los
sufrimientos aumentaron en la Tierra con plagas y hambre.
Enlil estaba muy molesto con la unión de los Igigi y las hijas de los Terrestres, así
como la unión de Marduk. A sus ojos la misión de los Anunnaki en la Tierra se había
pervertido, para él, las ruidosas y estridentes masas de los Terrestres se habían
convertido en anatema; las declaraciones de los Terrestres se le hacían agobiantes.
Durante un Shar los Terrestres comieron las hierbas de los campos, y durante dos
Shar más el sufrimiento se hacía insoportable.
Los mismos Anunnaki también tenían problemas alimentarios y sus raciones
disminuían. Tanto en la Tierra como en Marte las estaciones habían perdido su
regularidad. Desde Nibiru estudiaron nuestro sistema y vieron cosas extrañas en el
comportamiento orbital así como manchas negras en el Sol y se disparaban
llamaradas. El Brazalete Repujado (cinturón de asteroides) se veía estirado y
empujado por extrañas fuerzas gravitatorias.
Durante cuatro Shar estuvieron observando los instrumentos frente a la Blanca Tierra
(círculos polares) y habían registrado extraños estruendos y llegaron a la conclusión
de que el hielo empezaba a deslizarse y por otras zonas ocurrían terremotos y
temblores.
Desde que Dumuzi estuvo en Nibiru, se ha estado examinando a los Anunnaki que
volvían a Nibiru, aquellos que más tiempo habían estado en la Tierra eran los más
afectados al volver y sus cuerpos ya no se habituaron a los ciclos de Nibiru, su sueño
estaba alterado su visión fallaba, la fuerza gravitatoria de Nibiru pesaba en sus pasos.
Sus mentes también se vieron afectadas, dado que los hijos eran más viejos que los
padres a los que habían dejado. La muerte, camaradas míos, llegó con rapidez a los
retornados ¡por eso estoy aquí para advertiros! Los tres líderes se quedaron mudos y
Ninmah dijo: ¡Era de esperar!. Enki dijo: ¡Era evidente!
Pero Enlil montó en cólera: ¡Antes los Terrestres se estaban haciendo como nosotros,
ahora nosotros nos hemos hecho como los Terrestres, para quedar prisioneros de este
planeta! ¡Toda la misión se ha convertido en una pesadilla, con Enki y sus Terrestres
como señores, acabaremos siendo esclavos!
Galzu dijo: En Nibiru se está pensando mucho en esto ¿se debería haber dejado a
Nibiru a su suerte, fuera lo que fuera que el Creador de Todo pretendiera, para dejar
que ocurriera o fue la llegada a la Tierra concebida por el Creador de Todo y nosotros
no fuimos mas que emisarios inconscientes?
Y les dio las órdenes secretas de Nibiru:
¡Vosotros tres permaneceréis en la Tierra, solo volveréis a Nibiru para morir!
En carros celestiales circundaréis la Tierra, esperaréis la calamidad en el exterior; al
resto de los Anunnaki, se les debe dar la opción de irse o de esperar la calamidad en
el exterior.
Los Igigi que se casaron con Terrestres deben elegir entre la partida o las esposas: a
ningún terrestre, ni siquiera Sarpanit, la de Marduk, se le permitirá viajar a Nibiru.
Todos los que quieran quedarse y ver lo que sucede, deberán salvaguardarse en los
carros celestes. En cuanto a los demás, deben estar preparados hacia Nibiru de
inmediato.
Se organizó la marcha y a los que quedaron se les asignaron carros para estar
circundando la tierra mientras durase la catástrofe.
Enlil habló a su hermano Enki: para el caso que se pudiera sobrevivir a la calamidad,
que se recuerde todo lo sucedido. ¡Que se entierren y resguarden las tablillas de los
registros en Sippur, en las profundidades de la Tierra para que en los días por venir se
descubra lo que desde un planeta se hizo en otro!
Enki aceptó de buen grado las palabras de su hermano. Almacenaron los ME y otras
tablillas en arcones dorados, los enterraron para la posteridad en Sippar. Así dispuesto
todo, los líderes esperaron la señal de partir y vigilaron con aprensión la aproximación
de Nibiru.
Enki dijo a su hermana Nimah que era importante preservar a todos los seres vivos los
propios del planeta y los traídos de Nibiru, para lo cual planearon la tarea de preservar
la simiente de vida, esencia masculina y femenina y huevos de vida de cada especie.
Anunciaron luego que los estruendos de la Tierra eran tremendos y que la Blancatierra
se estremecía.
En Sippur, mientras esperaban el momento del Diluvio Enki tuvo una visión –sueño
mientras dormía. Se le apareció un hombre brillante y resplandeciente y vió que se
trataba de Galzu, el del cabello blanco, sosteniendo en su mano derecha un estilo
grabador y en la izquierda una tablilla de lapislázuli, lisa y brillante. Y le dijo: Toma el
Hado en tus manos para que los Terrestres hereden la Tierra, llama a tu hijo Ziusudra,
revélale la inminente calamidad sin romper el juramento. Dile que construya una
embarcación que pueda soportar la avalancha del agua, una embarcación sumergible,
semejante a la que te muestro en esta tablilla, que se salve él y su familia en ella, y
que lleve también la simiente de todo lo que sea valioso, sea planta o animal ¡Esa es
la voluntad del Creador de Todo!
Galzu dibujó una imagen en la tablilla co el estilo y dejó la tablilla grabada junto al
lecho de Enki y cuando se desvaneció la imagen, la visión-sueño terminó y Enki
despertó con un estremecimiento.
Así que realmente la tablilla estaba en su cama y vio un diseño de una embarcación
con indicación de las medidas. Mandó buscar a Galzu pero le dijeron que había vuelto
a Nibiru hacía tiempo.
Entonces le explicó lo que iba suceder y que debía construir una embarcación de
acuerdo con el diseño de la tablilla que dejaría junto a los juncos. Le indicó que la
embarcación debía estar techada en toda su extensión y no debía verse luz desde su
interior, aparejo fuerte y muy fuerte y espesa la brea para que no entrase el agua ¡Que
sea una embarcación de pueda darse la vuelta y caer, para sobrevivir a la avalancha
de agua! Construye la embarcación en siete días, reúne en ella a tu familia y tus
parientes, acumula en la embarcación comida y agua para beber, lleva también
animales domésticos.
Cuando Enki calló, Ziusudra gritó ¡mi señor! ¡mi señor! ¡Tu voz he escuchado, deja
que vea tu rostro!
¡No te he hablado a ti Ziusudra, a la pared de juncos he hablado!
Por decisión de Enlil, por un juramento estoy ligado a lo que juraron todos los
Anunnaki. Ahora cabaña de juncos, presta atención a mis palabras: ¡El propósito de la
embarcación, deberás guardarlo como un secreto de los Anunnaki!
Al sexto día llegó Ninagal, Señor de las Grandes Aguas, era hijo de Enki y había sido
elegido para ser el navegante de la embarcación. Sostenía en sus manos una caja de
madera de cedro que contenía todas las esencias vitales y los huevos de vida de las
criaturas vivas, reunidas por Enki y Ninmah. Entonces Ninagal y Ziusudra esperaron
en la embarcación la llegada del séptimo día. En el Shar 120 se esperaba el diluvio.
En la estación de la constelación del León se hizo inminente la avalancha.
Durante días antes del diluvio la tierra estuvo retumbando y se estuvo viendo en los
cielos a Nibiru como una estrella resplandeciente, después se hizo la oscuridad
durante el día y la noche, la Tierra tembló y se vio agitada por una fuerza gravitacional
desconocida hasta entonces. Con el resplandor del amanecer, una nube negra se
levantó por el horizonte, la luz de la mañana reconvirtió en oscuridad. Después se oyó
como un estruendo de truenos y los cielos se incendiaron con los rayos.
Utu dio la señal para partir a los Anunnaki.
A dieciocho leguas de distancia Ninagal vio las brillantes erupciones y le gritó a
Ziusudra para que atrancase la portezuela de la embarcación. La cerraron de forma
hermética.
Después de que la inmensa ola barriera la Tierra se abrieron la compuertas del cielo y
se desató un aguacero desde los cielos a la Tierra, durante siete días se mezclaron las
aguas de arriba con las del Gran Abajo, cesando luego la muralla de agua, pero las
lluvias continuaron durante cuarenta días y noches más. Las cimas de las altas
montañas eran como islas y el resto un inmenso mar. Cuando las lluvias se detuvieron
Ziusudra abrió la portezuela de la embarcación para inspeccionar los alrededores. Era
un día luminoso y soplaba una suave brisa. La embarcación cabeceaba sobre un vasto
mar.
Ninagal, nombrado por Enki, dirigió la embarcación hacia los picos gemelos de Arrata,
hizo una vela para ella, hacia el Monte de la Salvación llevó la embarcación.
Ziusudra liberó a las aves que había abordo para que buscaran tierra firme, soltó a una
golondrina y un cuervo; ambos volvieron a la embarcación. Dejó salir a una paloma ¡y
volvió a la embarcación con una ramita de un árbol!
Ahora sabía Ziusudra que la tierra firme había emergido de debajo de las aguas. Unos
cuantos días más y la embarcación se detuvo en unas rocas. Abriendo la portezuela
hermética, Ziusudra salió de la embarcación; el cielo era claro, el sol brillaba, soplaba
un suave viento.
Llamó a a su familia para que salieran y dieran gracias al señor Enki, para lo cual
construyó un altar, hizo fuego con incienso aromático y ofreció una oveja sin mancha
en sacrifico.
Enlil comunicó con Enki desde su barco celestial para indicarle que descendiera al
pico Arrata y así lo hicieron. Al salir de las naves Enlil quedó desconcertado con el olor
del fuego y de la carne asada.
Desde los barcos celestiales y desde los torbellinos, los anunnaki inspeccionaron los
paisajes ¡todo lo que había existido en los tiempos de Antaño en el Edin y en el Abzu
estaba enterrado bajo el barro pero el lugar de Aterrizaje, hecho en las Montañas de
los Cedros seguía en pie. Allí fueron aterrizando y luego comunicaron con Marduk en
Marte y a Nannar en la Luna, así ellos volvieron a la Tierra.
Comentaron que Marte también había sido desvastado al paso de Nibiru quedándose
sin atmósfera y sin agua, al igual que la Luna.
Sacaron del arca todas las simientes y esencias vitales de los animales cuadrúpedos
como ovejas y vacas para obtener leche y pieles y se encargó a Dumuzi las tareas de
pastoreo.
Hicieron obras de ingeniería para canalizar las aguas, construyeron presas y lagos
para controlar las aguas.
Enlil comunicó con Nibiru para comentar la nueva situación en la Tierra y entonces
supo que Nibiru también había recibido daños, habiéndose desgarrado el escudo de
polvo de oro, la atmósfera estaba disminuyendo de nuevo.
Inspeccionaron donde habían estado las minas de oro y todo estaba bajo el barro, los
cientos de Anunnaki que habían trabajado allí se habían marchado de la Tierra y los
Trabajadores Primitivos se habían convertido en barro.
Ninurta marchó más allá de los océanos y desde allí, al otro lado de la Tierra envió un
mensaje: La avalancha de aguas produjo profundos cortes en las laderas, desde las
laderas, oro incontable, en pepitas grandes y pequeñas, caen a los ríos de abajo ¡se
puede recoger oro sin tener que extraerlo.
Y además añadió: en las altas tierras montañosas, en este lado de la Tierra, han
sobrevivido algunos Terrestres! Son descendientes de Ka-in, saben como manipular
los metales.
Buscaron una llanura en el nuevo lugar cercana al Lugar de Aterrizaje para hacer el
nuevo Lugar de los Carros Celestiales desde el cual enviarían el oro a Nibiru.
Sobre una tablilla dibujaron el diseño de las nuevas instalaciones incluyendo en este
diseño el Lugar de Aterrizaje en las Montañas de los Cedros en Mesopotamia.
Consideraron también construir un nuevo Centro de Control de Misiones a mitad de
camino entre los dos lugares sobre un monte que recibió el nombre de Monte de
Mostrar el Camino, donde se construyó una plataforma de piedras, parecidas pero
más pequeñas que las del Lugar de Aterrizaje.
El Sendero de Aterrizaje se ancló en el Norte, en los picos gemelos de Arrata para
demarcar el Corredor de Aterrizaje. En la parte meridional de la desolada península,
un lugar de montañas, Enlil eligió dos picos contiguos y sobre ellos se ancló el límite
meridional; pero donde se necesitaban la segunda serie de picos gemelos no había
montañas, solo sobresalía del suelo una planicie. Levantaron un modelo de picos
artificiales, por encima del valle del río, a escala para, sobre él perfeccionaron los
ángulos de elevación y los cuatro lados lisos. Junto a él, situó un pico más grande,
estableció sus lados a las cuatro esquinas de la Tierra; los Anunnaki cortaron y
levantaron las piedras con sus herramientas de poder. Junto a él en una ubicación
precisa, se colocó un pico que era su gemelo; se diseñó con galerías y cámaras para
cristales pulsantes.
Cuando este pico artificial se elevó a los cielos, se invitó a los líderes para que
pusieran el remate sobre él. De electro, una mezcla que elaborar Gibil, se hizo la
piedra Ápice. Reflejaba la luz hasta el horizonte, era como un pilar de fuego en la
noche, concentraba en un rayo hacia los cielos el poder de todos los cristales.
Deduzco de todas estas explicaciones que está hablando de las pirámides de Egipto y
vemos que se trataba de balizas y faros aéreos para sus naves y no panteones para
enterrar a los faraones que aún no existían, pues eso vino mucho después. Los
cristales pienso que habla de los que se usan en los rayos láser.
Cuando se terminaron las obras y entraron los líderes Anunnaki en el Gran Pico
Gemelo, se maravillaron con lo que vieron; Ekur, Casa que Como una Montaña Es, lo
llamaron, era una baliza para los cielos.
¡Ahora, el nuevo Lugar de los Carros Celestiales puede recibir oro de allende de los
mares, desde allí, los carros llevarán el oro de la supervivencia a Nibiru; desde allí
hacia el Este, donde el Sol se eleva en el día designado, ascenderán, hasta allí al
sudoeste, donde el Sol se pone, en el día designado, descenderán!
Dicho de forma más clara, se tomará el oro de las minas de Perú, probablemente, la
península de Sudamérica, que está al sudoeste de Egipto, mirando en un Mapamundi,
y llegarán a Mesopotamia donde tenían la plataforma de lanzamiento de las naves
hacia Nibiru, que estaba al Este de Egipto, que está en medio de los dos puntos y por
ello se instala el Centro de Control.
Enlil activó con su propia mano los cristales procedentes de Nibiru. Dentro luces
espeluznantes comenzaron a parpadear, un zumbido hechizante rompió el silencio;
fuera el remate se puso a brillar de repente, era más brillante que el sol.
Entonces Ninmah recitó un poema que no es más que una descripción de lo que eran
las Pirámides.
“Casa que es como una montaña con un pico puntiagudo, construida para los barcos
celestiales, es brillante y oscura; cuyo interior resplandece con una luz rojiza del cielo,
emite un rayo pulsante que llega lejos y alto. Noble montaña de montañas, creada
grande y noble, está más allá de la comprensión de los Terrestres. Casa de
equipamiento, noble casa de eternidad, las piedras de sus cimientos tocan las aguas,
su gran circunferencia se fija en la arcilla. Casa cuyas partes están hábilmente
entretejidas, hace descender a los grandes que en los cielos circulan para descansar,
casa que es un punto de referencia para las naves espaciales, de entrañas
inabarcables”
Entonces Enki sugirió a Enlil que se hiciera un monumento para cuando en los días
futuros las gentes se preguntaran ¿Cuándo y quien hizo estas maravillas?
Y dijo: Creemos junto a los picos gemelos un monumento que anuncie la era del León,
la imagen de Ningishzida, el diseñador de los picos, sea su cara, que mire
exactamente hacia el Lugar de los Carros Celestiales. ¡Cuando, quien y el propósito
revélese a generaciones futuras! ¡que el León de mirada fija, exactamente orientado al
este, tenga la imagen de Ningishzida.
Esto provocó que todos se sintieran molestos, los hijos de Enlil y los hijos de Enki
¿todos exigían tierras para si mismos, y Terrestres devotos!
Ninmah tuvo que hablar para quitar hierro al asunto, recomendando que se escuchase
a todos y se repartiesen las tierras. Así se hizo y de m omento reinó la calma.
Cuando se terminó el reaprto y cada uno se asentó en sus dominios Enlil y Enki se
dijeron uno a otro: ¡Haremos a Ninmah la pacificadora, con un nuevo nombre-epíteto,
sea su nombre Ninharsag, Señora de la Cima de la Montaña.
Lentamente la tierra volvió a inundarse de vida, con las simientes que preservara Enki,
y lo que había sobrevivido se acrecentó en la tierra, en el aire y en las aguas. ¡Pero lo
más preciso de todo, descubrieron los Anunnaki, fueron los proios remanentes de la
Humanidad!
¡Claro! se habían acostumbrado a tener a los Trabajadores y así ellos solo tenían que
organizar. Hasta Enlil se alegró de que no hubiesen desaparecido los Terrestres.
Para cuando terminó el primer Shar después del Diluvio, la pacífica tregua se hizo
pedazos a causa de una lucha entre los clanes de Marduk (hijo primogénito de Enki) y
Ninurta (hijo primogénito de Enlil)
Los hijos varones de Marduk, Asar y Satu se casaron con Asta y Nebat,
respectivamente, hijas del líder de los Igigi, Shamgaz.
Shamgaz estaba preocupado con los dominios en la Tierra ¿Dónde serán señores los
Igigi? Se preguntaba.
Asar era el primogénito de Marduk, por tanto el heredero de los dominios. Shamgaz y
su hija Nebat, tramaban como hacer que la sucesión cayese sobre Satu en vez de
sobre Asar. Así que montaron un banquete al cual invitaron a Igigi y Anunnaki.
Nebat se embelleció y con una lira cantó al poderoso Asar, su cuñado; Satu, le daba
tajadas de carne y Shamgaz, su suegro le daba vino mezclado con elixir, hasta que
borracho perdido cayó al suelo.
¡Llevémosle para que duerma profundamente! Dijeron los anfitriones, pero lo que
hicieron fue meterlo en un ataúd, lo cerraron con fuertes precintos y lo arrojaron al
mar. Cuando Asta, la esposa de Asar se enteró, elevó lamentos a Marduk, el padre de
Asar. Lo buscaron en el mar y lo encontraron pero ya estaba muerto.
Enki dijo: ¡Se ha repetido la maldición de Ka-in!
Asta, la esposa de Asar reclamó a Marduk tener un heredero con él, para que
sobreviviera el linaje, pero Enki le dijo que eso no podía ser así sino que la ley decía
que debía tenerlo del hermano aunque fuera su asesino, pues “El hermano que
asesinó, deber ser el custodio del hermano!
Así que Asta sacó la simiente del falo de su marido y con esta ella concibió y tuvo un
hijo y un vengador de Asar nació.
Satu hizo saber que él era el heredero pero Asta dijo: Estoy con el heredero de Asar,
con su hijo. Así que tuvo que ocultarse entre los juncos del río para evitar la venganza
de Satu., Horon llamó al niño y lo educó para que fuera el vengador de su padre.
Satu estaba desconcertado por esto y Shamgaz no abandonaba sus ambiciones.
Los Igigi se propagaban de año en año terrestre e iban ocupando cada vez más
terreno. Los Igigi y sus Terrestres amenazaban con invadir el Lugar de los Carros
Celestiales.
En las tierras oscuras, el niño Horon se convirtió en un héroe, entrenado por su tío-
abuelo. Le proveyó de armas y le enseñó el arte de la herrería. Montó un ejército con
leales Terrestres y fueron a desafiar a Satu y los Igigi. Satu le dijo que la lucha sería
solo entre ellos dos y así fue. Cada uno montó en su Torbellino (nave voladora) y se
tiraron unos cuantos proyectiles hasta que Horon cayó. Ningishzida le tuvo que
resucitar y le proveyó de otro tipo de nave llamada Pilar Ígneo. Volvieron a luchar y
cayó Satu al suelo, Horon lo maniató y lo llevó hasta el consejo, entonces vieron que
estaba ciego y con los testículos aplastados, se aguantaba en pie como un cántaro
desechado. Fue condenado a vivir con los Igigi como un mortal.
Se declaró a Horon triunfador, para heredar el trono de su padre.
Marduk y su esposa Sarpanit, estaban muy apenados y con el tiempo les nacería otro
hijo al que llamaron Nabu, el Poseedor de la Profecía.
Enlil convocó a sus tres hijos y les dijo: en el principio, los trrestres se hicieron a
nuestra imagen y semejanza; ahora los descendientes de los Anunnaki se han hecho
a imagen y semejanza de los Terrestres. ¡entonces, fue Ka-in quien mató a su
hermano, ahora un hijo de Marduk es el asesino de su hermano! Les comentó como
Horon había levantado un ejército de Terrestres y que los Igigi no dejaban de dar
problemas.
Los picos baliza están situados están situados en los dominios de Marduk y por tanto
el Lugar de Aterrizaje está en manos de los Igigi. ¡Que se establezca en la tierra de
Ninurta más allá de los océanos, en medio de Terrestres de confianza!
En aquel tiempo, Dumuzi, el hijo más joven de Enki, se encaprichó de Inanna, la hija
de Nannar. Inanna, nieta de Enlil, quedó cautivada por el señor del pastoreo.
A Dumuzi, su hijo más joven, Enki le asignó un gran dominio por encima del Abzu,
Meluhha, la Tierra Negra, se llamaba, allí crecían árboles de tierras altas, sus aguas
eran abundantes. Dumuzi era muy amado por su padre pero Marduk estaba celoso de
su hermano más joven.
Inanna era muy amada por suspadres y por Enlil, era muy hermosa, más allá de toda
descripción, competía en artes marciales con los Anunnaki y sabía viajar en los cielos
con los barcos celestiales y los Anunnaki le regalaron una nave celeste para que
deambulara por los cielos de la Tierra.
Fue a pedir ayuda a Utu el hermano de Inanna y Dumuzzi escapó a través del desierto
de Emush, el Desierto de las Serpientes y corrió para ocultarse de los malhechores
hasta el lugar de las poderosas cataratas donde resbaló en las mojadas rocas y cayó;
la avalancha de agua destrozó, entre la blanca espuma, su cuerpo sin vida.
Ninagal recupera el cuerpo de Dumuzi y lo pone sobre una losa de piedra en la casa
de Nergal. Avisó a Enki y como padre se rasgó las vestiduras y se puso ceniza en la
frente. Comenzó a lamentarse en voz alta recordando que el era el Señor de las
Aguas y que después del Diluvio que barrió la Tierra, su nieto Asar muere por las
aguas y ahora su hijo Dumuzi
Después descubrió como había sucedido todo y su angustia fue aún mayor ¡ahora,
Marduk, mi primogénito, también sufrirá por su propia acción!
Inanna fue hasta el Bajo Abzu, para enterrar el cuerpo de Dumuzi y llegó hasta las
puertas del recinto, cuando su hermana Ereshkigal, supo de la llegada de Inanna,
sospechando de un retorcido plan, le quitó todo lo que llevaba puesto incluidas las
armas. Desnuda e indefensa se presenta ante el trono de su hermana y fue acusada
de intrigar para tener un heredero de Jergal, el hermano de Dumuzi y no quiso
escuchar las razones de Inanna. Ordenó a su visir que soltara las sesenta
enfermedades contra ella.
Ante la desaparición de Inanna, cuando Enki lo supo fabricó con arcilla dos emisarios,
seres sin sangre e inmunes a los rayos de la muerte, enviándolos a Abzu para rescatar
a Inanna. Cuando llegaron Ereshkigal no sabía si eran Terrestres o Anunnaki por lo
cual dirigió contra ellos las armas mágicas pero salieron indemnes. Cogieron el cuerpo
sin vida de Inanna que estaba colgado de una estaca. Los emisarios dirigieron contra
el cadáver un Pulsador y un Emisor, después rociaron sobre ella el Agua de Vida,
pusieron en su boca la Planta de vida en Inanna se movió y abrió los ojos, así se
levantó de entre los muertos.
Así estalló una guerra de desconocida ferocidad entre los dos clanes.
Inanna cruzó con su nave celeste los dominios de los hijos de Enki y desafió a
combatir a Marduk persiguiéndole hasta las tierras de Ninagal.
Para ayudarla, Ninurta disparó los Rayos Fulminantes de su Pájaro de la Tormenta
contra las fortalezas del enemigo, Ishkur atacó desde los cielos con relámpagos
abrasadores y truenos demoledores destruyendo todo lo que pillaban.
Marduk huyó hacia el norte, al lugar de los montes artificiales (a las Pirámides)
Ninurta le persiguió y roció con su Arma Que Despedaza les robó los sentidos a las
gentes de aquellas tierras, los canales que llevaban aguas se tornaron rojas de
sangre, los resplandores de Ishkur convertían las oscuridad de las noches en días
llameantes, mientras las devastadoras batallas avanzaban hacia el Norte, Marduk se
aposentó en el mismo Ekur, Gibir diseñó un escudo invisible para este, Nergal elevó
hasta el cielo su ojo que todo love. Innanna atacó el lugar oculto con una arma de
Brillantez, dirigida con un cuerno; Horon llegó para defender a su abuelo; la Brillantez
le dañó el ojo derecho. Mientras Utu mantenía a distancia más allá de Tilmun a los
Ogigi y a sus hordas de Terrestres, los Anunnaki, los que apoyabana uno y a otro clan,
entablaban batalla a los pies de los montes artificiales.
En su guarida, dentro del Ekur (la pirámide), Marduk seguía desafiando a sus
perseguidores; de la Casa que Como una Montaña Es hizo su último baluarte.
Viendo que nada podían hacer Inanna, Ishkur y Ninurta, decidieron dejarle encerrado
en la Pirámide como castigo, como su tumba, y cerraron los tres bloques de piedra
que taponaban la entrada.
Sarpanit, la esposa de Marduk. Elevó un lamento por su prisión y castigo sin juicio y
acudió a Enki, su suegro para que hiciera por liberarle. Entre las dos familias hablaron
y llegaron al acuerdo de que Marduk sería exiliado a las tierras a las tierras sin
Retorno, debería cede sus derechos de sucesión a Ninurta, los Igigi deben abandonar
el Lugar de Aterrizaje Así declaró Enlil enérgicamente, pretendiendo ser el principal
entre los hermanos. Enki asintió.
Con su esposa e hijo partió hacia una Tierra sin Retorno, donde se cazan bestias con
cuernos.
Tras la partida de Marduk, Ninurta volvió a entrar en el Ekur a través del conducto, a
través deñ corredor horizontal fue hasta la vulva del Ekur donde estaba la Piedra del
Destino que emitía una radiación roja y ordenó que se la llevaran y la destruyeran.
Después fue a la cámara más elevada donde estaba el corazón de Ekur. La Piedara
de Gug, cuya fuerza se potenciaba con cinco compartimentos, que determina las
direcciones. Se la llevaron para instalarla en otro lugar. Después examinó los
veintisiete pares de cristales, los que habían sobrevivido se sacaron y el resto los
destruyó con su rayo.
Fuera de la Casa Que Como una Montaña Es, Ninurta se remontó en el cielo con su
Pájaro Negro para romper la piedra que representaba a Marduk dejándola caer.
Para sustituir la incapacitada baliza se eligió un monte cercano al Lugar de los Carros
Celestiales y en sus entrañas se dispusieron los cristales rescatados y le llamaron
Monte Mashu, Monte de la –barca Celestial Suprema.
Después Enlil reunió a sus hijos y Enki hizo lo propio con los suyos y definieron como
repartirse los mandatos sobre las tierras. Todos estuvieron conformes menos Inanna
que reclamaba el señorío que correspondía a su novio Dumuzi y no viendo como
contentarla consultaron a Anu.
Habían pasado casi dos Shars desde los tiempos del Diluvio, la Gran Calamidad, los
Terrestres habían proliferado, desde las tierras montañosas volvían a la tierras bajas.
Eran descendientes de la Humanidad Civilizada a través de Ziusudra, estaban
entremezclados con la simiente Anunnaki. Los descendientes de los Igigi mezclados
con humanas también estaban por ahí, en las tierras distantes sobrevivían los
descendientes de Ka-in.
Pocos y nobles eran los Anunnaki que habían llegado de Nibiru y pocos sus
descendientes perfectos.
Los grandes Anunnaki consideraron como establecer asentamientos para ellos
mismos y para los Terrestres, como mantener su nobleza sobre la Humanidad, como
hacer que los muchos obedecieran y sirvieran a los pocos. Hablaron con Anu, acerca
del futuro y Anu decidió venir a la Tierra una vez más, con su esposa Antu.
En un santuario, un lugar donde no podían entrar los que no eran invitados, Enki
guardaba las fórmulas ME.
Para Enlil y Ninlil se fundó una nueva Nibiru-ki sobre el lodo y el cieno, en mitad de las
moradas del pueblo, de los rediles y los establos, se amuralló un recinto sagrado.
En su interior se construyó una morada para Enlil y Ninlil, en siete niveles se elevaba;
una escalinata que parecía ascender al cielo, llevaba hasta la plataforma más elevada.
Allí guardaba Enlil sus Tablillas de los Destinos, con sus armas se protegían: el Ojo
Elevado que explora las tierras, el Rayo Elevado que todo lo penetra. En el patio, en
su propio recinto, se guardaba el Pájaro Celeste de Enlil.
Mientras se seleccionó un nuevo lugar para la estancia de Anu y Antu, que no fuera ni
de Enlil ni de Enki. Unug-ki El Lugar Encantador se le llamó. Su exterior se elevaba a
siete niveles, su interior era como la residencia de un rey.
Cuando llegó el Carro Celestial de Anu, Utu el comandante del Lugar dio la bienvenida
a sus bisabuelos. Los tres hijos de Anu, Enlil, Enki y Ninharsag estaban allí para
recibirles.
Se miraban unos a otros examinando el paso del tiempo ¡aunque mayores en Shars
eran los padres, parecían más jóvenes que los hijos! A los dos hijos se les veía viejos
y con barba, Ninharsag, en otro tiempo bella, estaba encorvada y arrugada.
Todos los Anunnaki que habían quedado en la Tierra acompañaron a Anu hasta su
nueva morada. Mientras Anu se lavaba y descansaba, las mujeres escoltaron a Antu
hasta la Casa del Lecho Dorado y luego se sentaron sobre tronos en un patio abierto,
flanqueándolos sus hijos Enlil, Enki y Ninharsag.
Los asistentes Terrestres que iban completamente desnudos, sirvieron vino y buen
aceite; otros asaban al fuego un toro y un carnero. Se preparó un buen banquete para
Anu y Antu, se esperaba la señal en los cielos para comenzar.
Anu hablando con sus tres hijos fue informado de cual era la situación en la Tierra,
como habían proliferado de nuevo los Terrestres, el descubrimiento de oro más allá
del océano y el sueño que tuvo Enki que le llevó a salvar y entonces supo que Anu
nunca envió a emisario alguno a la Tierra, lo que dejó a todos desconcertados.
Llegaron a la conclusión de que el Creador de Todo había decidio que la raza
Terrestre perdurara y por ello envió a Galzu para salvarla.
¡La tierra pertenece a los Terrestres, se nos ha utilizado para preservarlos y para
hacerles avanzar!
¡si esa es nuestra misión aquí actuemos de acuerdo con ello! Dijo Enki.
Así los Grandes Anunnaki decidieron crear regiones civilizadas, para proporcionar en
ellas conocimientos a la humanidad; fundar Ciudades de Hombre y crear e ellas
recintos sagrados como morada de los Anunnaki; establecer la realeza en la Tierra, al
igual que en Nibiru, dar corona y cetro a un hombre escogido; transmitir a través de él
la palabra de los Anunnaki al pueblo, hacer cumplir el trabajo y la destreza; establecer
en los recintos sagrados un sacerdocio, para servir y dar culto a los Anunnaki como
señores nobles. Enseñar los conocimientos secretos, transmitir la civilización a la
humanidad. Resolvieron crear cuatro regiones, tres para la Humanidad y una
restringida para los Anunnaki.
La primera región para enlil e hijos en las tierras del antiguo Edin, la segunda para enki
y sus hijos en la Tierra de los dos Estrechos, la tercera región para Inanna en una
tierra distante para que no se mezclara con ninguna, la cuarta solo para los Anunnaki,
sería la Península del Lugar de los Carros.
Luego queda claro que se repartieron nuestro mundo y a los Terrestres para que les
sirvieran, unos como sirvientes directos en los templos o moradas de los jefes y otros
para que trabajaran proveyendo de alimento a todos. Los Anunnaki hicieron de
maestros y de control supremo volviéndose inaccesibles y para controlar a los
Terrestres nombraron reyes y todo lo que eso implica y así seguimos solo que los
reyes y gobernantes son otros, aunque nos explotan igual que aquellos de antaño.
Anu se interesa por ver a su nieto Marduk que fue desterrado a las tierras de más allá
de los océanos. Y después de inspeccionar todas las nuevas construcciones de Edin,
Eridú y Nibru-ki, Anu con su esposa Antu y sus hijos parten hacia la tierra del oro.
Ninurta había construído para Anu una casa de bloques de piedra cortados a la
perfección y cubierta de oro interiormente. A orillas de un gran lago de montaña.
Le mostró como extraían el oro y también otro metal que al combinarlo con el cobre
resultaba un metal duro (el bronce) . después, desde las tierras del norte llegó Marduk
con su hijo Nabu. Anu abrazó a su nieto y le perdonó.
Anu indicó a sus hijos y demás Anunnaki: ¡Sea lo que sea que el Destino pretende de
la Tierra y de los Terrestres, dejad que así sea! Si el Hombre, y no los Anunnaki, está
destinado a heredar la Tierra, ayudemos al destino. Dadle el conocimiento a la
Humanidad, enseñadles hasta cierta medida los secretos del cielo y de la Tierra,
enseñadles leyes de justicia y rectitud ¡luego partid e iros!
Marduk, lleno de ira preguntó por los nuevos cambios de los que nada sabía y no le
gustó que Inanna tuviese su propia región.
Para conmemorar la visita de Anu, se introdujo una nueva cuenta del paso del tiempo,
por años de la Tierra, no por shars de Nibiru, para contar lo que sucediera en la Tierra.
En la era del Toro dedicada a Enlil, comenzó la cuenta de años de la Tierra.
En las nuevas ciudades se consagraron recintos sagrados para los grandes Anunnaki,
a los que la humanidad llamó Templos; en ellos se servía y daba culto a los Anunnaki
como Señores Nobles, se les honraba con rango-números, la línea sucesoria a la
Humanidad hicieron saber:
Anu tenía rango 60, Enlil 50, a Ninurta, su hijo principal, le dio el mismo rango.
Enki 40, Nannar, hijo de Enlil y Ninlil rango 30, a su hijo sucesor Utu, 20. y al resto de
los hijos de los líderes se les dio rango 10. Los rangos 5 fue para las mujeres
Anunnaki y esposas.
El nuevo centro de Ninharsag se estableció en Adab y su morada-templo recibió el
nombre de Casa del Socorro y del Conocimiento Sanador; en su santuario guardó
Ninhasarg los MEs de cómo se había creado a los Terrestres.
Fue un tiempo glorios para Ninurta y se le relacionó con la constelación del Arquero.
Mientras tanto Inanna esperaba su señorío en la Tercera Región y urdió la maera de
obtener sus ME, enviando a su doncella de cámara Ninshubur anunciando su visita.
Al oir esto Enki dio instrucciones a su mayordomo para que preparara sus cámaras
interiores con perfumes, cerveza y agua fresca, donde debía introducir a Inanna.
Cuando ella llegó el mayordomo cumplió las órdenes y enki se vió abrumado por su
belleza. Inanna iba engalanada con joyas y a través de su fino vestido se revelaba su
cuerpo; cuando se inclinaba, Enki admiraba completamente su vulva. Bebieron vino y
compitieron en beber cerveza.
¡Enséñame los Mes! Le dijo Inanna jugueteando ¡Deja que sostenga uno en mi mano!
Siete veces le dejó Enki sostener los Mes a Inanna mientras bebían cerveza. Inanna
sostenía los MEs del atuendo amoroso y de la guerra, de la música y el canto, del
trabajo de la madera, los metales y las piedras preciosas, las fórmulas divinas del
señorío y la realeza, del sacerdocio y la escribanía. Los noventa y cuatro MEs
necesarios para los reinos civilizados le dio Enki a Inanna y ella se escabulló del
adormilado Enki llevándose su premio. Aunque la localizaron y la hicieron volver los
MEs habían desaparecido.
Marduk volvió a enfurecerse al ver que no se le tenía en cuenta para gobernar zona
alguna y le exigió a Enlil una ciudad sagrada para si mismo en el Edin pero Enlil no le
hizo caso.
Marduk llamó a los Igigi y sus descendientes desde sus tierras dispersas para fundar
una ciudad sagrada para Marduk, un lugar para naves celestes. Reunidos sus
seguidores en el lugar no encontraron piedras para construir y entonces él les enseñó
a hacer ladrillos y cocerlos al fuego para que sirvieran como piedras. Comenzaron a
construir una torre cuya cima pudiera alcanzar los cielos.
Enlil al enterarse fue a hablar con él para disuadirle pero nada consiguió. Llamó a sus
hijos y nietos para estudiar que se podía hacer.
Él se marchó a una tierra de más allá de los océanos con sus seguidores. Seiscientos
cincuenta años era la cuenta entonces, pero en los nuevos dominios se le llamó la
Serpiente Alada y comenzó una nueva cuenta propia.
Vemos como Ra une los dos Egiptos y funda una gran ciudad, cambia la cara de la
Esfinge, crea el nuevo lenguaje.
Reguló el flujo del río y no tardó en llegar la abundancia a los fértiles suelos, hombres
y ganado se multiplicaron.
Los líderes entonces crearon la Tercera Región que fue para Inanna y como
previamente compartía con su hermano Utu la estación de los Gemelos, a partir de
ahora, como regalo de Ninharsag, se le asignó su propia constelación la Doncella.; en
el año ochocientos sesenta según la cuenta de la Tierra se le asignó.
Como exigía el decreto de Enlil, el señor Enki, Señor de la Sabiduría, diseñó una
nueva lengua para la Tercera Región, un nuevo tipo de signos de escritura. En su
sabiduría Enki creó para Aratta una lengua de hombre hasta entonces desconocida,
pero Enki no dio los MEs de los reinos civilizados a la Tercera Región.
Por aquí alguno de los reyes buscaban hacerse los amos de todo. Así el rey Enmerkar
de Unug-ki codiciaba la riqueza de Aratta y envió un emisario a su rey para que le
pagase como tributo todas sus riquezas pero el rey no le entendió, le sonaba como el
rebuzno de un burro. El rey de Aratta le dio un cetro de madera con un mensaje escrito
que Enmerkar tampoco entendió, así que clavó el cetro en tierra y al pasar de los años
creció un frondoso árbol. Recurrieron a un escriba para que enviara otro mensaje a
Aratta de forma que lo entendieran. Al recibirlo el rey le planteó que repartiría parte de
su riqueza si le daba parte de los MEs, pero el emisario de vuelta falleció en el camino,
así que uno se quedó sin la riqueza y el otro sin los MEs. Por tanto en esta región no
floreció del todo la Humanidad Civilizada.
Inanna ambicionaba otros reinos y no se sentía satisfecha, ella soñaba con su Dumuzi,
tenía visiones-sueños en que él le decía ¡Volveré!
En el recinto sagrado de Unug-ki Unanna estableció una Casa para el Placer
Nocturno. A este Gigunu atraía con engaños y dulces palabras a los jóvenes héroes:
les prometía larga vida y un dichoso futuro; ella imaginaba que su amante era Dumuzi.
A la mañana siguiente, a todos se les encontraba muertos en la cama de Inanna.
Fue entonces cuando el héroe Banda, al que se le había dado por muerto regresó a
Unug-ki vivo. Innana creyendo que era su amado Dumuzi hizo que lo lavaran y
vistieran para llevarlo a su lecho y a la mañana siguiente se llevó la gran sorpresa de
que estaba vivo y ella alborozada dijo ¡Se ha puesto en mis manos el poder de no
morir, a través mío se ha concedido la inmortalidad! Después Inanna decidió llamarse
así misma diosa. Sus padres no estaban complacidos, Enlil y Ninurta quedaron
desconcertados, Enki y Ninharsag se dijeron ¡No es posible revivir a los muertos!
Marduk tenía muy en cuenta todos los asuntos de lo que acontecía en las otras
regiones. Ra estaba inquieto con los sueños y visiones de Inanna y estaba decidido a
contrarrestar los planes de expansión de Inanna; encontró mucho que ponderar en
cuestiones de resurrección e inmortalidad. Le resultaba muy atractivo el pensamiento
de la divinidad ¡de modo que se anunció como un gran dios!
¡Si a los semidioses se les muestra el pórtico hacia la inmortalidad, que se le aplique a
los reyes de mi región! Así se dijo Marduk conocido con el nombre de Ra en la
Segunda Región. ¡Que los reyes de mi región que sean descendientes de Neteru,
viajen a Nibiru en la Otra Vida!
Esto decretó Ra en su reino. Enseñó a los reyes a construir tumbas orientadas al este,
les dictó un gran libro a los escribas-sacerdotes, en él se describía con detalle el viaje
a la Otra Vida, se contaba como llegar al Lugar de los Barcos Celestiales y desde allí
mediante una Escalera al Cielo viajar hasta el Planeta Imperecedero, de la Planta de
la Vida comer, beber hasta saciarse de las Aguas de la Juventud. Ra les habló a los
sacerdotes de la llegada de los dioses a la Tierra. ¡El oro es el esplendor de la vida!
Dio instrucciones a los reyes para que hiciesen expediciones al Abzu para obtener oro.
Los reyes conquistaron tierras que no eran suyas por la fuerza de las armas,
invadiendo los reinos de sus hermanos y estos se preguntaban que estaba tramando
Marduk. Su plan era hacerse el Señor de las Cuatro Regiones.
¡La Tierra es mía para que la gobierne! Así habló a su padre Enki/Ptah. 50
A Enlil le llamaban Padre Elil, Nibru-ki era para ellos Nippur; ki-Engi, Tierra de los
vigilantes Nobles, fue llamada en su lenguaje Sumer. En Sumer, la Primera Región, la
realeza rotaba entre las ciudades; en la Segunda Región, Ra no permitía la diversidad,
él deseaba reinar solo. ¡El mayor del Cielo, primogénito que está en la Tierra! Así
quería que se le conociera entre los sacerdotes. ¡El principal desde los primeros
tiempos! Así decretó que se le llamara en los himnos, señor de la eternidad, el que ha
hecho la eternidad que preside sobre todos los dioses ¡Aquel que no tiene igual, el
gran solitario y único!
Así se situaba así mismo Marduk, como Ra, por encima de todos los demás dioses,
por si mismo se asignaba sus poderes y atributos.
Los líderes Anunnaki se alarmaron con estas proclamas, los hermanos de Marduk
hablaron con su padre Enki.
¿Qué es lo que te pasa? Dijo Enki a su hijo Marduk ¡Inauditas son tus pretensiones!
¡Los cielos hablan de mi supremacía! Respondió Marduk. El Toro del Cielo, signo de la
constelación de Enlil, ha sido muerto por su propio descendiente, en los cielos la era
del Carnero, mi era, está llegando ¡los augurios son inequívocos! 51
Los líderes estudiaron el cielo y todos comprobaron que seguían en la Era del Toro y
que la Era del Carnero todavía era remota.
Los líderes Anunnaki apelaron a Ningishzida, como enseñar al pueblo a observar los
cielos. Este diseñó estructuras de piedra que fueron erigidas con ayuda de Ninurta e
Ishkur y mostraron a la gente que el Sol seguía saliendo en la Constelación del Toro.
Enki se dijo ¡Después de declararse así mismos dioses, los Anunnaki se han hecho
dependientes del apoyo de la Humanidad!
En la Primera Región decidieron unificar las tierras bajo un único líder, deseaban un
rey guerrero. Nombraron a Sarru-kin rey y Enlil le dio poderes y sus tropas se
estacionaron en los límites de la Cuarta Región para protegerla.
Nergal logró persuadir a su hermano Marduk a que esperara la verdaderas señales del
cielo y al final partió de allí, viajando de tierra en tierra observando los cielos. Amun se
le llamó, el Invisible, se le llamó a Ra a partir de entonces en l Segunda Región.
Durante un tiempo se aplacó Inanna y dos de sus hijos fueron sus pacíficos sucesores.
En la Primera Región, Enlil y Ninurta estaban ausentes, habían ido a las tierras de más
allá de los océanos; en la Segunda Región Ra no estaba, viajaba como Marduk por
otras tierras; Inanna vió la oportunidad en sus manos para hacerse con todos los
poderes y ordenó a Naram-Sin que se apoderara de todas las tierras y cometió el
sacrilegio de cruzar la Cuarta Región con un ejército de Terrestres, invadió Magan e
intentó entrar en el sellado Ekur, Casa Que Como una Montaña Es.
Enlil se enfureció y mandó matar a los que dirigían el ejército Naram-Sin y Agadé.
Enlil tras consultar con Anu, depositó la realeza en manos de Nannar, por tercera vez
se concedió la realeza a Urim, en cuyo suelo seguía implantado el divino Objeto
Brillante Celestial. 52
En Urim, Nannar designó como rey a un Pastor Justo de hombres, su nombre era Nur-
Nammu, que estableció igualdad enlas tierras, hizo poner fin a la violencia y los
conflictos, en todas las tierras fue abundante la prosperidad.
En aquel tiempo en la noche, Enlil tuvo una visión. Se le apareció la imagen de un
hombre, era brillante y resplandeciente como los cielos; se aproximó y se quedó de pie
junto al lecho de Enlil ¡entonces reconoció Elil a Ganzu, el del cabello blanco!
Sostenía en la mano izquierda una tablilla de lapislázuli, en ella estaban dibujados los
cielos estrellados; los cielos estaban divididos en los doce signos de las
constelaciones, Galzu los señalaba con la mano izquierda. Galzu dejó de indicar al
Toro para señalar al Carnero; tres veces repitió el movimiento. Después en la visión-
sueño, Galzu habló y le dijo a Enlil:
El tiempo justo de la benevolencia y de la paz vendrá seguido por la fechoría y el
derramamiento de sangre. El Carnero de Marduk sustituirá al Toro de Enlil en tres
porciones celestiales, el que así mismo se ha declarado como Dios Supremo se
apoderará de la supremacía de la Tierra.
¡Por decreto del Hado, sucederá una calamidad como nunca ha ocurrido! Como en los
tiempos del Diluvio, hay que elegir a un hombre justo y digno; por el y por su simiente
se preservará la Humanidad Civilizada, tal como pretende el Creador de Todo.
Así dijo Galzu, el emisario divino, a Enlil.
Cuando Enlil despertó de la visión-sueño nocturna, no había ninguna tablilla junto a su
lecho. ¿Era un oráculo del cielo, o lo he imaginado todo en mi corazón? Se preguntaba
Enlil así mismo. No le contó la visión a ninguno de sus hijos. Entre los sacerdotes, en
el templo de Nibru-ki, Enlil inquirió sobre sabios celestiales, el sumo sacerdote le
indicó a Tirhu, un sacerdote oracular.
Enlil recordando el sueño, dio las órdenes para que se fundara una ciudad como Urim
para Nannar y Ningal y que en su mitad se erigiese un santuario-templo poniendo a
su cargo al Príncipe Sacerdote Tirhu.
Cuando se completaron las dos porciones celestiales de las tres profetizadas Tirhu fue
a Jarán.
El rey de Urim falleció al caerse de su carro, le sucedió su hijo y sus ansias de batallas
le llevó a ungirse sacerdote así mismo y gozándose de la vulva de Inanna la convenció
para meter a su gente en el ejército de ella y así invadió las tierras occidentales
ignorando la santidad del Centro de Control de Misiones. En la sagrada Cuarta Región
puso su pie y se declaró así mismo Rey de las Cuatro Regiones. 53
Enlil se enfureció por las profanaciones y habló con Enki sobre las invasiones:
¡Los soberanos de tu región han sobrepasado todos los límites! Le dijo Enki a Enlil.
¡Marduk es la fuente de todos los problemas! Replicó Enlil.
Enlil mandó a Ibruum, hijo mayor de Tirhu, a proteger los lugares sagrados y permitir
los ascensos y descensos de los carros. Tan pronto como Ibruum partió de Jarán llegó
Marduk a esa ciudad, él había observado las profanaciones, las consideraba como
dolores de parto de un Nuevo Orden. Desde Jarán en los umbrales de Shumer planeó
su golpe final y desde ahí dirigió el levantamiento de los ejércitos.
Después de pasar 24 años terrestres en Jarán, Marduk, con lágrimas en los ojos, hizo
un llamamiento al resto de los dioses, fueran cuales fueran sus ascendientes;
confesando sus trasgresiones, pero insistiendo en su señorío, a ellos les dijo así:
Yo soy el divino Marduk, un gran dios, en mis dominios soy conocido como Ra. Por
mis pecados fui al exilio, a las montañas he ido, por muchas tierras he deambulado,
desde donde el Sol se eleva hasta donde el sol se pone he ido, hasta la tierra de
Ishkur llegué.
Así anunció Marduk su llegada a los otros dioses, confesando y apelando. Los dioses
Anunnaki se inquietaron y se alarmaraon ante la llamada a la sumisión hecha por
Marduk.
Enlil convocó a todos a una gran asamblea para tomar consejo. Todos los líderes
Anunnaki se reunieron en Nibr-ki; también fueron Enki y los hermanos de Marduk.
Todos estaban inquietos por los acontecimientos, todos se oponían a Marduk y a
Nabu. En el consejo de los grandes dioses, las acusaciones se desenfrenaron, las
recriminaciones llenaban la cámara. ¡Nadie puede impedir lo que se aproxima;
aceptemos la supremacía de Marduk! Únicamente Enki aconsejó.
¡Si se aproxima el tiempo del carnero, privemos a Marduk del Enlace Cielo-Tierra!
Propuso Enlil iracundo.
Todos, salvo Enki, acordaron arrasar el Lugar de los Carros Celestiales; Nergal sugirió
para ello utilizar las Armas de Terror; solo Enki se opuso: de la decisión, la Tierra
pronunció las palabras a Anu; Anu repitió las palabras a la Tierra.
¡Lo que estaba destinado a ser, fracasará por vuestra decisión de deshacer! Así habló
Enki mientras partía.
Cuando se tomó la decisión de usar las Armas de Terror, Enlil no había contado a
nadie su visión-sueño.
Enki, cuando abandonó la Sala del Consejo, sonreía pensando que nadie sabía donde
estaban las Armas de Terror salvo él, pues fue él, junto con Abgal, quien ocultó esas
armas antes de que Enlil llegara a la Tierra. ¡Enki no sabía que Abgal desveló a Enlil,
el lugar secreto durante su exilio. Después al saber del conocimiento de enlil, pensó
que el terror de las ramas se habría evaporado.
Enlil reveló a los dos héroes el lugar de ocultación¡Las siete Armas de Terror moran en
una montaña! ¡Moran en una cavidad de la tierra, se requiere revestirla con el terror!
Enlil les reveló como despertar a la armas de su profundo sueño y les advirtió ¡Antes
de que se usen las armas, el lugar de los carros debe estar vacío de Anunnaki; las
ciudades deben ser perdonadas, la gente no debe perecer!
Mientras Nergal se dirigía al lugar oculto, Ninurta se retrasó hablando con su padre,
Enlil, que le habló de la profecía de Galzu y de la elección de Ibruum.
¡Nergal es irreflexivo, aseguraté de que las ciudades son perdonadas, hay que advertir
a Ibruum!
Cuando Ninurta llegó al lugar de las armas, Nergal ya las había sacado de la cavidad y
mientras despertaba su MEs del largo sueño, Nergal dio un nombre de trabajo a cada
una de las siete: LA QUE NO TIENE RIVAL, LLAMA ARDOROSA, LA QUE
DESMORONA CON TERROR, FUNDIDORA DE MONTAÑAS, VIENTO QUE BUSCA
LOS CONFINES DEL MUNDO, LA QUE ARRIBA Y ABAJO A NADIE PERDONA, y la
última la llenó con un poderoso veneno y la llamó VA`PORIZADORA DE LOS
VIVIENTE.
¡La decisión de los Anunnaki me es conocida! Dijo Nergal. Ambos esperaron la señal
de Enlil durante siete días y siete noches. Tal como era su intención, cuando terminó
su espera, Marduk volvió a Babili, en presencia de sus seguidores, pertrechados con
armas, declaró su supremacía; la cuenta de años terrestre será entonces de mil
setecientos treinta y seis. En aquel día, fatídico día, Enlil le envió la señal a Ninurta;
Ninurta partió hacia el Monte Mashu, tras el iba Nergal.
Sobre el Lugar de los Carros liberó la segunda arma, con el resplandor de siete soles,
las rocas de la llanura se convirtieron en una herida chorreante, la Tierra se sacudió y
se desmoronó, los cielos se oscurecieron después del resplandor; la llanura de los
carros se cubrió de piedras quemadas y trituradas, de todos los bosques que habían
rodeado la llanura, solo tres troncos quedaron en pie.
Sobre las cinco ciudades una tras otra, Erra envió un arma de terror desde los cielos
destruyó por completo las cinco ciudades del valle, se convirtieron en desolación. Con
fuego y azufre fueron arrasadas, todo lo que allí vivía se convirtieron en vapor.
Con tan terribles armas las montañas se vinieron abajo, la barrera que contenía las
aguas del mar se partió, las aguas del mar se derramaron en el valle, el valle quedó
inundado por las aguas y al caer sobre las cenizas el vapor subió hacia los cielos.
¡Hecho! Gritó Erra en su nave celeste. En el corazón de <Nergal ya no había
venganza.
Inspeccionando su maligna obra, los dos héroes quedaron confundidos con lo que
vieron: los resplandores fueron seguidos por el oscurecimiento de los cielos, después
se puso a soplar la tormenta. Arremolinándose dentro de una oscura nube, un Viento
Maligno llevaba la penumbra desde los cielos, con el transcurso del día, el Sol
desapareció sobre el horizonte con la oscuridad, por la noche, un pavoroso replandor
dibujaba sus bordes, hizo desaparecer a la Luna cuando salía. Cuando llegó el
amanecer del día siguiente. Desde el oeste, desde el Mar Superior, se puso a soplar
un viento de tormenta, la nube marrón oscura se dirigió hacia el este, hacia las tierras
habitadas se extendió la nube; allí donde llegaba, traía sin misericordia la muerte a
todo lo que vive.; desde el Valle de Sin Compasión, engendrada por los resplandores,
la muerte fue transportada hacia Sumer.
Ninurta y Nergal dieron la voz de alarma a Enlil y Enki: ¡Implacable , el Viento Maligno
lleva la muerte a todos!
Enlil y Enki transmitieron la alarma a los dioses de Sumer: ¡Escapad! ¡Escapad! Les
gritaron a todos.
¡que se disperse el pueblo! ¡Que el pueblo se oculte!
Los dioses huyeron de sus ciudades, como pájaros asustados escaparon de sus
nidos.
Las gentes de las tierras cayeron bajo las garras del Viento Maligno; inútil fue su
carrera. Sigilosa era la muerte, atravesaba los muros más gruesos como las aguas de
una inundación, no había puerta que pudiera dejarla fuera ni cerrojo que pudiera
impedirle el paso.
Los pechos llenos de esputos y flemas, las bocas rebosantes de saliva y espuma;
cuando el Viento Maligno atrapaba a la gente sin ser visto, sus bocas se empapaban
en sangre.
Lentamente sopló sobre las tierras, cruzó de oeste a este sobre llanuras y montañas;
todo lo que vivía, tras el quedaba muerto y moribundo, la gente y el ganado perecían
por igual. Las aguas se emponzoñaron, en los campos se marchitó toda vegetación.
Desde Eridú en el sur hasta Sippar en el norte, el Viento Maligno arrasó el país;Babili
donde Marduk había declarado la supremacía, se libró del Viento Maligno. 56
Babili donde Marduk había declarado la supremacía, se libró del Viento Maligno.
Todas las tierras al sur de Babili fueron devoradas por él y también alcanzó al corazón
de la Segunda Región. Cuando con posterioridad a la Gran Calamidad, Enlil y Enki se
encontraron para estudiar el desastre, Enki le hizo considerar a Enlil el libramiento de
Babili como un augurio divino.
¡El libramiento de Babili confirma que Marduk ha sido destinado para la supremacía!
Le dijo Enki a Enlil.
¡Debe haber sido la voluntad del Creador de Todo! Dijo Enlil a Enki.
¡Habrían sido diferentes las cosas si no se hubieran usado las Armas de Terror?
Cuestionó Enki a su hermano.
Yo hice lo que hice. Tu hiciste lo que hiciste. ¡no se puede desandar el pasado!
¿Acaso no hay en eso también una lección? Preguntó Enki para ambos.
¿acaso lo que ha ocurrido en la Tierra no es un reflejo de lo que tuvo lugar en Nibiru?
¿Acaso no está escrito en el pasado el esbozo del futuro? ¿Repetirá la Humanidad,
creada a nuestra imagen, nuestros logros y nuestros fracasos?
Enlil guardó silencio. Cuando se puso en pié para marcharse, Enki le tendió el brazo.
¡Estrechemos los brazos como hermanos, como camaradas que juntos se enfrentaron
a muchos desafíos en un planeta extraño!
Y Enlil asiendo el brazo de su hermano, lo abrazó también.
Las palabras de Enki. Escritas de boca del gran señor Enki, ninguna palabra perdida,
ninguna palabra añadida, por el escriba maestro Endubsar, un hombre de Eridú, hijo
de Udbar.
Por el señor Enki, con larga vida he sido bendecido. 58