Está en la página 1de 172

ESCUELA SABÁTICA · GUÍA DE ESTUDIO DE LA BIBLIA

Cómo interpretar
LA BIBLIA
2º TRIMESTRE / ABRIL-JUNIO 2020 / EDICIÓN MAESTROS
2021

Trabajamos cada día para brindar literatura


de crecimiento, acompañando en cada
etapa de tu vida. ¡Suscríbete ahora!

La fuerza de la Palabra
“POR LA GRACIA DE DIOS, ESTUDIARÉ MI BIBLIA
Y MI GUÍA DE ESTUDIO DE LA BIBLIA TODOS LOS DÍAS”.

..............................................................................................................................................
Firma

Colección Guía de Estudio de la Biblia


Edición para Maestros
Frank M. Hasel, Michael G. Hasel
Título original en inglés: How to Interpret Scripture Cómo interpretar la Biblia / Frank M. Hasel, Michael G. Hasel / Dirigido por
Primera edición. MMXIX – 5,5M Marcos G. Blanco / Ilustrado por Lars Justinen. – 1ª ed. - Florida : Asociación
Es propiedad © ACES 2019 Casa Editora Sudamericana, 2019.
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 155 p. : il. ; 21 x 14 cm.

Fecha de impresión: 30 de noviembre de 2019


Traducción de: Claudia Blath.
Impreso en los talleres gráficos de la ASOCIACIÓN CASA EDITORA SUDAME-
ISBN 978-987-798-038-7
RICANA, Gral. José de San Martín 4555, B1604CDG Florida Oeste, Buenos
Aires, Rep. Argentina.
1. Hermenéutica. 2. Estudios bíblicos. I. Blanco, Marcos G., dir. II. Justinen,
Libro de edición argentina Lars, ilus. III. Blath, Claudia, trad. IV. Título.
IMPRESO EN LA ARGENTINA - Printed in Argentina CDD 220.07

ISBN 978-987-798-038-7 (Edición para Maestros)


ISBN 978-987-798-036-3 (Edición para Adultos)

-111443-
DIVISIÓN TRANSEUROPEA
1

GROENLANDIA

FINLANDIA
NORUEGA

SUECIA
ESTONIA

LETONIA
DINAMARCA
LITUANIA
PAÍSES
UNIONES IGLESIAS CONGREGACIONES MIEMBROS POBLACIÓN BAJOS
Adriática 94 15 3.664 9.050.000 IRLANDA
Báltica 89 8 5.986 6.033.000 POLONIA
REINO UNIDO
Británica 294 112 38.213 71.546.000
De los Países Bajos 58 16 6.002 17.235.000
Del Sudeste Europeo 210 6 7.378 15.016.000
Dinamarquesa 39 1 2.447 5.892.000
Finlandesa 62 9 4.678 5.518.000
Húngara 113 29 5.223 9.758.000
HUNGRÍA
Noruega 62 2 4.535 5.314.000
Polaca 115 26 5.790 38.434.000 ESLOVENIA
Sueca 32 4 2.916 10.183.000 CROACIA
SERBIA
2
Sección de Chipre 2 1 103 876.000 BOSNIA Y HERZEGOVINA
Misión Griega 11 3 463 10.600.000
MONTENEGRO KOSOVO
Asociación de Islandia 6 1 469 354.000
MACEDONIA
TOTALES 1.187 233 87.867 205.809.000 ALBANIA

GRECIA

PROYECTOS MISIONEROS
1. Abrir un Centro de Influencia en Sortland, Noruega.
3
CHIPRE
2. Establecer una iglesia en Nuevo Belgrado, Serbia
3. Construir una iglesia y un Centro de Influencia en Nicosia, Chipre.
CÓMO INTERPRETAR LA BIBLIA
CONTENIDO

02
Introducción ........................................................................................................................................................... 2
1. La singularidad de la Biblia........................................................................ 7
2. El origen y la naturaleza de la Biblia ...................................................18
3. Cómo consideraban la Biblia Jesús y los apóstoles ...................29
4. La Biblia: fuente autoritativa de nuestra teología ...................... 40
5. Solo la Biblia: Sola Scriptura .................................................................... 51
6. ¿Por qué se necesita interpretación? .................................................62
7. Idiomas, texto y contexto ........................................................................ 73
8. La Creación: el Génesis como pilar, parte 1 ....................................84
9. La Creación: el Génesis como pilar, parte 2 ................................... 95
10. La Biblia como historia............................................................................106
11. La Biblia y la profecía................................................................................ 117
12. Cómo abordar pasajes difíciles ........................................................... 128
13. Cómo vivir de acuerdo con la Palabra de Dios ........................... 139

La oficina de las Guías de Estudio de la Biblia para Adultos de la Asociación General de


Guía de Estudio de la Biblia los Adventistas del Séptimo Día prepara estas Guías de Estudio de la Biblia. La prepara-
(Lecciones de la Escuela sabática)
Edición para Maestros
ción de las guías está bajo la dirección general de la Comisión de Publicaciones de la Es-
Abril-Junio de 2020 cuela Sabática, una subcomisión de la Junta Directiva de la Asociación General (ADCOM)
que publica las Guías de Estudio de la Biblia. La guía publicada refleja la contribución
Autores de una comisión mundial de evaluación y la aprobación de la Comisión de Publicaciones
Frank M. Hasel y Michael de la Escuela Sabática, y por ello no representa necesariamente la intención del autor.
G. Hasel
© 2020 Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día®. Todos los derechos
Dirección general reservados. Ninguna porción de esta Guía de Estudio de la Biblia puede ser editada,
Clifford Goldstein alterada, modificada, adaptada, traducida, reproducida o publicada por cualquier per-
sona o identidad sin autorización previa por escrito de la Asociación General de los
Dirección Adventistas del Séptimo Día®. Las oficinas de las divisiones de la Asociación General de
Marcos G. Blanco los Adventistas del Séptimo Día® están autorizadas a realizar la traducción de la Guía
de Estudio de la Biblia, bajo indicaciones específicas. Los derechos autorales de esas
Traducción y redacción traducciones y su publicación permanecerán con la Asociación General. “Adventista del
editorial Séptimo Día”, “Adventista” y el logo de la llama son marcas registradas de la Asociación
Claudia Blath General de los Adventistas del Séptimo Día® y no pueden ser utilizados sin autorización
previa de la Asociación General.
Diseño
Carlos Schefer A no ser que se indique de otra manera, todas las citas bíblicas han sido tomadas de la
versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988
Ilustraciones Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca
Lars Justinen registrada de la Sociedad Bíblica Americana, y puede ser usada solamente bajo licencia.
INTRODUCCIÓN

CÓMO INTERPRETAR LA
BIBLIA

C
omo Adventistas del Séptimo Día, somos protestantes, lo que
significa que creemos en el principio de Sola Scriptura: solo la
Biblia como el único fundamento autorizado de nuestra fe y
doctrinas. Esto es especialmente relevante en los últimos días,
cuando, como dijo Elena de White, Dios tendrá “un pueblo en
la Tierra que sostendrá la Biblia y la Biblia sola como regla fija de todas
las doctrinas y base de todas las reformas” (CS 581).
Por supuesto, no somos los únicos entre los protestantes al afirmar
que “la Biblia y la Biblia sola” es el fundamento de nuestra fe, a pesar
de que muchos de los que afirman esto creen en cosas como que en el
Nuevo Testamento el domingo reemplazó al día de reposo sabático; la
inmortalidad del alma; el tormento eterno en el infierno para los per-
didos; e incluso un arrebato secreto en el que Jesús regresa en forma
silenciosa y subrepticia a la Tierra y arrebata a los salvados mientras
todos se preguntan cómo pudo haber desaparecido esa gente.
En otras palabras, podemos simplemente tener la Biblia y afirmar
que creemos en ella, por más que esto tenga su importancia; pero, como
lo revela la proliferación de doctrinas falsas (todas supuestamente de-
rivadas de la Biblia), también necesitamos saber interpretar la Biblia
correctamente.
De allí el tema de la Guía de Estudio de la Biblia para adultos de este
trimestre, “Cómo interpretar la Biblia”. En ella, partimos de la premisa
de que la Biblia, como la Palabra de Dios, es “la revelación [...] infalible
de la voluntad divina” y “la norma del carácter, el criterio para evaluar
la experiencia, la revelación definitiva de las doctrinas, un registro fide-
digno de los actos de Dios realizados en el curso de la historia” (Creencias
de los Adventistas del Séptimo Día, p. 13). En síntesis, las Escrituras son
la fuente fundamental de las verdades que creemos y proclamamos al
mundo. O, como la misma Biblia dice, “toda la Escritura es inspirada por
Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia” (2 Tim. 3:16). “Toda la Escritura”, por supuesto, significa toda la
Escritura, incluso las partes de la Escritura que quizá no nos gustan,
que tal vez nos pisan los talones; y eso, para usar un vocabulario con-
temporáneo, posiblemente no sea “políticamente correcto”.

2
Partiendo de esta base, entonces, analizaremos la manera
en que la Biblia nos enseña a interpretarse a sí misma. Es decir,
en lugar de primeramente ir a fuentes extrabíblicas como la
ciencia, la filosofía y la historia (que, si se usan correctamente,
pueden ser una bendición), buscaremos descubrir dentro de los
textos bíblicos las herramientas que revelan las grandes ver-
dades que se encuentran en sus páginas sagradas. Se nos dice
que “los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por
el Espíritu Santo” (2 Ped. 1:21); y creemos que entre las cosas que
dijeron estos “santos hombres de Dios” hubo verdades esenciales
que nos ayudan a interpretar la Palabra de Dios.
Por ejemplo, ¿cómo interpretaron Pablo o los escritores de los
evangelios el Antiguo Testamento? Si lo que ellos escribieron fue
inspirado por Dios, entonces indudablemente su forma de leer e
interpretar las Escrituras también podría ser fundamental para
ayudarnos a aprender a hacer lo mismo. Y el mismo Jesús ¿cómo
usó e interpretó las Escrituras? No hallaremos un mejor ejemplo
de cómo leer la Biblia que el de Jesús.
Al mismo tiempo, revisaremos nuestras presuposiciones y
razonaremos sobre el contexto, el idioma, la cultura y la his-
toria, y cómo estos afectan la forma en que leemos y entendemos
la Palabra de Dios. ¿Cómo debemos interpretar las parábolas,
las profecías, la historia sagrada, las amonestaciones, los cán-
ticos de alabanza, las visiones proféticas y los sueños; es decir,
todo el espectro de escritos inspirados que se encuentran en las
Escrituras?
Todas estas preguntas y más se abordarán en este trimestre
porque, como lo demuestran ciertas doctrinas como el tormento
eterno en el infierno o la santidad del domingo, creer en la Biblia
en sí no es suficiente. También debemos aprender a interpretarla.

El Dr. Frank M. Hasel es vicedirector del Instituto de Investigación Bíblica (BRI) de


la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día. El Dr. Michael G. Hasel es
profesor de Religión, y director del Instituto de Arqueología y del Museo Arqueológi-
co Lynn H. Wood en la Southern Adventist University, Collegedale, Tennessee, EE. UU.

3
CLAVE DE ABREVIATURAS
ATO Alza tus ojos
BLP Biblia La Palabra, Sociedad Bíblica de España
CC El camino a Cristo
CM Consejos para los maestros, padres y alumnos
CS El conflicto de los siglos
DMJ El discurso maestro de Jesucristo
DTG El Deseado de todas las gentes
Ed La educación
EUD Eventos de los últimos días
FEC Fundamentos de la educación cristiana
LBLA La Biblia de las Américas
MCP Mente, carácter y personalidad, 2 tomos
MJ Mensajes para los jóvenes
MS Mensajes selectos, 3 tomos
NBLH Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy
NTV La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente
NVI Santa Biblia, Nueva Versión Internacional
PDT Santa Biblia, Palabra de Dios para Todos
PP Patriarcas y profetas
PVGM Palabras de vida del gran Maestro
RVA La Santa Biblia, Reina-Valera Antigua
RVA 2015 La Santa Biblia, Reina-Valera Actualizada 2015
RVC La Santa Biblia, Reina-Valera Contemporánea
RVR La Santa Biblia, Reina-Valera 1960
RVR 1977 La Santa Biblia, Reina-Valera 1977
SG Spiritual Gifts, 3 tomos
TI Testimonios para la iglesia, 9 tomos

DATOS BIBLIOGRÁFICOS
Asociación Ministerial de la Asociación General de los Adventistas del
Séptimo Día. Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, 3a ed. Florida,
Buenos Aires: ACES, 2018.
Blackwell, Richard J. Galileo, Ballermine, and the Bible. South Bend, IN:
Notre Dame University Press, 1991.
Boehmer, Heinrich. Martin Luther: Road to Reformation. New York: Me-
ridian Books, 1957.
Dalley, Stephanie. Myths from Mesopotamia: Creation, the Flood, Gilga-
mesh, and Others. Nueva York: Oxford University Press, 1989.
Davidson, Richard. “Interpretación bíblica”, en Raul Dederen, ed., Tratado
de teología adventista del séptimo día. Florida, Buenos Aires: ACES, 2009.
4
Dietrich, Walter. The Early Monarchy in Israel: The Tenth Century B.C.E.
Atlanta: Society of Biblical Literature, 2007.
Foxe, John. The New Foxe’s Book of Martyrs, corregido y actualizado por
Harold J. Chadwick. North Brunswick, NJ: Bridge-Logos Publishers, 1997.
Gitin, Seymour; Dothan, Trude; Naveh, Joseph. “A Royal Dedicatory
Inscription from Ekron”, Israel Exploration Journal 47/1–2 [1997]: pp. 9–16.
Goldstein, Clifford. 1844: Hecho simple. Florida, Buenos Aires: ACES, 2018.
Gulley, Norman R. Systematic Theology: The Church and the Last Things.
Berrien Springs, MI: Andrews University Press, 2016.
Hasel, G. F. y M. G. Hasel, “La cosmología singular de Génesis 1”, en Él dijo
y fue hecho. La Creación en el Antiguo Testamento, ed. Gerald A. Klingbeil.
Trads. Aecio Caïrus y Néstor Alberro. Libertador San Martín, Entre Ríos:
Universidad Adventista del Plata / Montemorelos, Nuevo León: Adventus,
Editorial Universitaria Iberoamericana, 2017.
Hasel, Gerhard F. “The ‘Days’ of Creation in Genesis 1: Literal ‘Days’ or
Figurative ‘Periods/Epochs’ of Time?” Origins 21/1, 1994.
Hasel, Gerhard F. “The Meaning of the Chronogenealogies of Genesis 5
and 11”, Origins 7/2, 1980.
Hasel, Gerhard F., Understanding the Living Word of God. Mountain View,
Calif.: Pacific Press, 1980.
Hornung, Erik. Conceptions of God in Ancient Egypt. Ithica, NY: Cornell
University Press, 1982.
Instituto de Investigación Bíblica, Asociación General de los Adven-
tistas del Séptimo Día. “Métodos de estudio de la Biblia”. Documento apro-
bado por el Concilio Anual en Río de Janeiro, Brasil, el 12 de octubre de
1986. Consultado en: https://adventistbiblicalresearch.org/es/materials/
bible-interpretation-hermeneutics/métodos-de-estudio-de-la-biblia
Josefo. Complete Works. Grand Rapids, MI: Kregel Publications, 1969.
Klingbeil, Gerald A., ed. Él dijo y fue hecho. La Creación en el Antiguo
Testamento. Trads. Aecio Caïrus y Néstor Alberro. Libertador San Martín,
Entre Ríos: Universidad Adventista del Plata / Montemorelos, Nuevo León:
Adventus, Editorial Universitaria Iberoamericana, 2017.
Lutero, Martín. Luther’s Works, Vol. 34: Career of the Reformer IV, eds.
Hilton C. Oswald y Helmut T. Lehmann, t. 34. Filadelfia: Fortress Press, 1999.
__________. Luther’s Works: Career of the Reformer II, eds. Jaroslav
Jan Pelikan, Hilton C. Oswald y Helmut T. Lehmann, t. 32. Philadelphia:
Fortress Press, 1999.
Maier, Gerhard. The End of the Historical-Critical Method. St. Louis:
Concordia, 1977.
Mazar, Eilat. “Is This the Prophet Isaiah’s Signature?” Biblical Archaeo-
logy Review 44/2&3 2018, 64-73, 92.
Netzer, Ehud. “Pottery With a Pedigree: Herod Inscription Surfaces at
Masada”, Biblical Archaeology Review 22/6 [noviembre-diciembre de 1996],
p. 27.
5
Papa Francisco, Laudato Si’, Ciudad del Vaticano: Vatican Press, 2015.
Thiele, Edwin. The Mysterious Numbers of the Hebrew Kings. Grand
Rapids, MI: Zondervan Publishing House, 1983.
Toshio Tsumura, David. “Genesis and Ancient Near Eastern Stories of
Genesis and the Flood: An Introduction”, en I Studied Inscriptions From
Before the Flood: Ancient Near Eastern, Literary, and Linguistic Approaches
to Genesis 1–11, ed. Richard S. Hess y David Toshio Tsumura. Winona Lake,
IN: Eisenbrauns, 1994.
Van Bemmelen, Peter M. “Revelación e inspiración”, en Raul Dederen,
ed., Tratado de teología adventista del séptimo día. Florida, Buenos Aires:
ACES, 2009.
Wegner, Paul D. A Student’s Guide to Textual Criticism of the Bible. Dow-
ners Grove, IL: InterVarsity Press, 2006.
Younker, R. W. “Israel, Judah, and Ammon and the Motifs on the Baalis
Seal from Tell el-cUmeiri”, Biblical Archaeologist 48/3 [1985], pp. 173–180.

6
Lección 1: Para el 4 de abril de 2020

LA SINGULARIDAD DE LA
BIBLIA

Sábado 28 de marzo

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Deuteronomio 32:45-47; Génesis


49:8-12; Isaías 53:3-7; 1 Corintios 15:3-5, 51-55; Romanos 12:2.

PARA MEMORIZAR:
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Sal. 119:105).

ompuesta por 66 libros y escrita durante más de 1.500 años en tres

C continentes (Asia, África y Europa), por más de 40 autores, la Biblia


es única. No hay otro libro, sagrado ni religioso, como este. Y no es de
extrañar. Al fin y al cabo, es la Palabra de Dios.
Hay más de 24.600 manuscritos del Nuevo Testamento que se conservan
de los primeros cuatro siglos después de Cristo. De los manuscritos origi-
nales de Platón, hay 7; de Herodoto, 8; y de La Ilíada, de Homero, un poco
más: son 263 copias las que perduraron. Por lo tanto, tenemos una poderosa
evidencia que confirma la integridad del texto del Nuevo Testamento.
La Biblia fue el primer libro en traducirse, el primer libro impreso en
Occidente, y el primer libro cuya distribución fue tan amplia y en tantos
idiomas que, en la actualidad, el 95 por ciento de la población puede leerlo.
La Biblia también es única por su contenido y su mensaje, los cuales se
centran en los actos redentores de Dios a través de la historia. Es la Palabra
viva de Dios, porque los creyentes de hoy cuentan con la promesa de que el
mismo Espíritu de Dios que inspiró la Escritura (2 Tim. 3:16, 17) los guiará
a toda verdad a medida que estudien la Palabra (Juan 14:16, 17; 15:26; 16:13).
Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 55 - Durante esta semana, CS cap. 29. 7
Lección 1 | Domingo 29 de marzo

LA PALABRA VIVA DE DIOS


Las palabras más importantes que se dicen, a menudo, son las últimas
palabras que una persona pronuncia. Moisés, autor de los primeros cinco
libros –y fundacionales– de la Biblia, entona un cántico al pueblo justo antes
de su muerte (Deut. 31:30-32:43).

Lee Deuteronomio 32:45 al 47. ¿Cómo describe Moisés la Palabra de Dios


y su poder en la vida de los hebreos que están a punto de entrar en la Tierra
Prometida?

Entre las últimas palabras de Moisés, se encuentra una fuerte exhorta-


ción. Al fijar las palabras que Dios había hablado a través de él en el corazón
del pueblo, Moisés quería enfatizarles que debían seguir dándole prioridad a
Dios en su vida, y a su voluntad. Al comunicarles estas palabras a sus hijos,
cada generación transmitiría el plan de salvación del Pacto de Dios. Fíjate
que no debían elegir las palabras, sino que debían observar u obedecer “todas
las palabras de esta ley” (Deut. 32:46).
Al final de la historia de la Tierra, Dios tendrá un pueblo que se man-
tendrá fiel a todas las Escrituras, lo que implica guardar los mandamientos
de Dios y tener la fe de Jesús (Apoc. 14:12). Este pueblo permanecerá fiel
a la enseñanza de la Biblia, porque esta no solo garantiza una vida más
abundante en la Tierra, sino un destino eterno en el hogar que Jesús está
preparando para nosotros (Juan 14:1-3).

Lee Juan 1:1 al 5 y 14; y 14:6. ¿Qué nos enseñan estos versículos sobre
Jesús y la vida eterna? ¿Qué relación hay entre el Verbo hecho carne y la
revelación y la inspiración de las Escrituras?

Jesús es el centro y el objetivo de todas las Escrituras. Su encarnación


como el Mesías fue el cumplimiento de las promesas del Antiguo Testa-
mento. Debido a que él vivió, murió y resucitó, tenemos la confirmación de
las Escrituras y aún más: la gran promesa de la vida eterna en una existencia
completamente nueva.

Vuelve a leer Deuteronomio 32:47. En tu experiencia, ¿cuán cierto es que la obe-


diencia a la Palabra de Dios “no [te] es cosa vana”? ¿Por qué la fe en Dios y la
obediencia a su Palabra nunca son en vano?

8 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 56 - Durante esta semana, CS cap. 29.
Lunes 30 de marzo | Lección 1

¿QUIÉN ESCRIBIÓ LA BIBLIA, Y DÓNDE?


La diversidad de autores, así como sus ubicaciones y antecedentes,
brindan un testimonio único de que Dios obra para comunicar la historia
y su mensaje a personas culturalmente tan diversas como la audiencia a la
que están dirigidos.

¿Qué nos dicen los siguientes versículos sobre los escritores bíblicos y
su contexto? (Éxo. 2:10; Amós 7:14; Jer. 1:1-6; Dan. 6:1-5; Mat. 9:9; Fil. 3:3-6;
Apoc. 1:9).

La Biblia fue escrita por gente de diferentes orígenes y en diversas cir-


cunstancias. Algunos escribieron desde palacios; otros, desde cárceles; otros,
en el exilio; y otros, en sus viajes misioneros para compartir el evangelio.
Estas personas tenían diferentes formaciones y ocupaciones. Algunos, como
Moisés, estaban destinados a ser reyes o, como Daniel, a ocupar altos cargos.
Otros eran pastores sencillos. Algunos eran muy jóvenes; y otros, bastante
ancianos. A pesar de estas diferencias, todos tenían algo en común: fueron
llamados por Dios e inspirados por el Espíritu Santo con el fin de escribir
mensajes para su pueblo, sin importar cuándo o dónde vivieran.
Además, algunos de los autores fueron testigos presenciales de los acon-
tecimientos relatados. Otros hicieron una investigación personal cuidadosa
de los hechos o utilizaron cuidadosamente los documentos existentes (Jos.
10:13; Luc. 1:1-3). Pero, todas las partes de la Biblia son inspiradas (2 Tim. 3:16).
Esta es la razón por la que Pablo declara que “las cosas que se escribieron
antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por [...] la conso-
lación de las Escrituras, tengamos esperanza” (Rom. 15:4). El Dios que creó
el lenguaje humano capacita a los escogidos para comunicar pensamientos
inspirados de manera confiable en palabras humanas.
“Dios se ha dignado comunicar su verdad al mundo por medio de ins-
trumentos humanos, y él mismo, mediante su Santo Espíritu, hizo idóneos
a los hombres y los habilitó para realizar esa obra. Guio la mente de ellos en
la elección de lo que debían decir y escribir. El tesoro fue confiado a vasos
de barro; sin embargo, a pesar de todo, es del Cielo” (MS 1:29).

Tantos escritores diferentes, en contextos tan diversos y, sin embargo, el mismo


Dios se revela a través de todos ellos. ¿Cómo nos ayuda esta asombrosa verdad a
confirmar la veracidad de la Palabra de Dios?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 57 - Durante esta semana, CS cap. 29. 9
Lección 1 | Martes 31 de marzo

LA BIBLIA COMO PROFECÍA


La Biblia es única, entre otras obras religiosas famosas, porque hasta
el treinta por ciento de su contenido se compone de profecías y literatura
profética. La integración de la profecía y su cumplimiento oportuno es fun-
damental para la cosmovisión bíblica, porque el Dios que actúa en la historia
también conoce el futuro y lo ha revelado a sus profetas (Amós 3:7). La Biblia
no es solo la Palabra viva o la Palabra histórica, es la Palabra profética.

¿Cómo revelan los siguientes pasajes los detalles del Mesías venidero?
Génesis 49:8-12 .........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Salmo 22:12-18 ..............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Isaías 53:3-7 ........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Daniel 9:24-27 ...............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Miqueas 5:2 ..........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Malaquías 3:1 .................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Zacarías 9:9 ........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Hay al menos 75 predicciones mesiánicas directas en el Antiguo Tes-


tamento, y muchas más si también agregamos la tipología (la tipología es
el estudio de los rituales del Antiguo Testamento, como los sacrificios, que
se consideran miniprofecías de Jesús). Estas profecías se relacionan con
detalles específicos como: “No será quitado el cetro de Judá” (Gén. 49:10);
que nacería en Belén de Judá (Miq. 5:2); que sería “despreciado y desechado
entre los hombres”; azotado, acusado falsamente, pero sin abrir la boca para
defenderse (Isa. 53:3-7); que sus manos y pies serían traspasados; y que se
dividirían sus vestiduras entre sus verdugos (Sal. 22:12-18).
El hecho de que estas profecías del Antiguo Testamento se hayan cum-
plido con tanta precisión en la vida, la muerte y la resurrección de Jesús es
un testimonio de su inspiración y revelación divinas. También indica que
Jesús era quien él y otros afirmaban que era. Jesús siguió a los profetas de la
antigüedad al predecir su muerte y su resurrección (Luc. 9:21, 22; Mat. 17:22,
23), la caída de Jerusalén (Mat. 24:1, 2) y su segunda venida (Juan 14:1-3). Por
lo tanto, la Biblia predice su encarnación, su muerte y su resurrección, y su
cumplimiento garantiza su confiabilidad.

¿Cuántas razones puedes enumerar por las que crees en Jesús y en su muerte en
nuestro favor? Compártelas en clase el sábado y hazte esta pregunta: ¿Por qué las
evidencias son tan convincentes?

10 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 58 - Durante esta semana, CS cap. 29.
Miércoles 1º de abril | Lección 1

LA BIBLIA COMO HISTORIA


La Biblia es única en comparación con otros libros “santos” porque está
constituida en la historia. Esto significa que la Biblia no es simplemente
el pensamiento filosófico de un ser humano (como Confucio o Buda), ya
que registra los actos de Dios en la historia al avanzar hacia un objetivo
específico. En el caso de la Biblia, esos objetivos son: (1) la promesa de un
Mesías y (2) la segunda venida de Jesús. Esta progresión es exclusiva de la fe
judeocristiana, en contraste con la visión cíclica de muchas otras religiones
del mundo desde el antiguo Egipto hasta las religiones orientales modernas.

Lee 1 Corintios 15:3 al 5 y 51 al 55; Romanos 8:11; y 1 Tesalonicenses 4:14.


¿Qué nos enseñan estos pasajes no solo sobre la verdad histórica de la re-
surrección de Cristo, sino también acerca de lo que significa para nosotros?

El testimonio de los cuatro evangelios y de Pablo es que Jesús murió,


fue sepultado y resucitó de entre los muertos, y se les manifestó a varias
personas. Esto lo corroboraron testigos oculares que lo colocaron en la
tumba y luego la vieron vacía. Hubo testigos que tocaron a Jesús, y él comió
con ellos. María Magdalena, María (la madre de Jesús) y otras mujeres lo
vieron como el Cristo resucitado. Los discípulos hablaron con él camino a
Emaús. Jesús se les apareció para la gran comisión evangélica. Pablo escribe
que, si el testimonio de las Escrituras es rechazado, entonces nuestra predi-
cación y nuestra fe son “vana[s]” (1 Cor. 15:14). Otras traducciones dicen “es
inútil” (NTV), “carecen de sentido” (BLP) o “no sirve para nada” (NVI). Los
discípulos afirman: “¡Es cierto! [...] El Señor ha resucitado” (Luc. 24:34, NVI).
El término griego ontos se refiere a algo que realmente ocurrió. Se traduce
como “realmente”, “de veras” o “verdaderamente”. Los discípulos declaran
que “ha resucitado el Señor verdaderamente”.
A Cristo también se lo describe como las “primicias” (1 Cor. 15:20) de
todos los que murieron. El hecho histórico de que Cristo haya resucitado
corporalmente de entre los muertos y esté vivo hoy es la garantía de que
ellos también resucitarán así como él resucitó. Todos los justos “en Cristo [...]
serán vivificados” (1 Cor. 15:22; énfasis añadido). Este término implica un acto
futuro de creación, cuando aquellos “que son de Cristo” o que permanecen
leales a él serán resucitados “en su venida” (1 Cor. 15:23) “a la final trompeta”
(1 Cor. 15:52).

¿Por qué es tan importante para nuestra fe la promesa de la resurrección, especial-


mente por el hecho de que entendemos que los muertos duermen? Sin ella, ¿por
qué nuestra fe realmente es “vana”?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 59 - Durante esta semana, CS cap. 29. 11
Lección 1 | Jueves 2 de abril

EL PODER TRANSFORMADOR DE LA PALABRA


Lee 2 Reyes 22:3 al 20. ¿Qué hace que el rey Josías rasgue su ropa? ¿Cómo
cambia su descubrimiento no solo a él, sino a toda la nación de Judá?

En 621 a.C., cuando Josías tenía aproximadamente 25 años, Hilcías, el


sumo sacerdote, descubrió “el libro de la ley”, que pudieron haber sido los
primeros cinco libros de Moisés o, específicamente, el libro de Deuteronomio.
Durante el reinado de su padre Amón y su malvado abuelo Manasés, este
rollo se había perdido en medio de la adoración a Baal, Asera y “todo el
ejército de los cielos” (2 Rey. 21:3-9). Cuando Josías oyó las condiciones del
Pacto, se rasgó la ropa totalmente angustiado, ya que se dio cuenta de cuán
lejos se habían apartado él y su pueblo de la adoración al Dios verdadero.
Inmediatamente comenzó una reforma en toda la tierra, derribando los
lugares altos y destruyendo imágenes a los dioses extranjeros. Al terminar,
solo quedaba un lugar para adorar en Judá: el templo de Dios en Jerusalén.
El descubrimiento de la Palabra de Dios lleva a la convicción, al arrepenti-
miento y al poder para cambiar. Este cambio comienza con Josías y, final-
mente, se extiende al resto de Judá.

¿Cómo nos garantiza la Biblia que tiene el poder de cambiar nuestra


vida y mostrarnos el camino de la salvación? Lee Juan 16:13; 17:17; Hebreos
4:12; y Romanos 12:2.

Uno de los testimonios más poderosos del poder de la Biblia es la vida


transformada de una persona. Es la Palabra la que traspone el pecado hu-
mano y la depravación, y revela nuestra verdadera naturaleza humana y
nuestra necesidad de un Salvador.
Un libro único como la Biblia, instaurado en la historia, imbuido de
profecía y con el poder de transformar vidas, también debe interpretarse
de una manera única. No puede interpretarse como cualquier otro libro, ya
que la Palabra viva de Dios debe entenderse a la luz de un Cristo vivo que
prometió enviar a su Espíritu para guiarnos “a toda la verdad” (Juan 16:13).
Por lo tanto, la Biblia como una revelación de la verdad de Dios, debe con-
tener sus propios principios internos de interpretación. Estos principios se
pueden encontrar al estudiar de qué manera los escritores bíblicos utilizaron
las Escrituras y se guiaron por ellas mientras permitían que las Escrituras
se interpretaran a sí mismas.
12 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 60 - Durante esta semana, CS cap. 29.
Viernes 3 de abril | Lección 1

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:


Lee Elena de White, El Deseado de todas las gentes, “No se turbe vuestro
corazón”, pp. 617-635.
Muchos han muerto por defender la Palabra de Dios y permanecer fieles
a ella. Uno de ellos fue el Dr. Rowland Taylor, un pastor parroquial inglés
que se resistió a la imposición de la misa católica durante el reinado de
María la Sanguinaria en su parroquia de Hadley, Inglaterra. Después de ser
expulsado de la iglesia y ridiculizado por su adhesión a las Escrituras, apeló
personalmente al obispo de Wínchester, al Señor Canciller de Inglaterra,
pero este lo mandó a la cárcel y finalmente a la hoguera. Justo antes de su
muerte, en 1555, pronunció estas palabras:
“¡Buena gente! No les he enseñado nada más que la santa Palabra de Dios,
y esas lecciones que he extraído del bendito libro de Dios, la Santa Biblia.
He venido aquí este día para sellarlo con mi sangre” (J. Foxe, The New Foxe’s
Book of Martyrs, p. 193). Justo antes de que se encendiera el fuego se escuchó
al Dr. Taylor repetir el Salmo 51 y entregó su vida.
La pregunta que debemos hacernos ahora es: ¿Seremos tan fieles para
defender las verdades de la Palabra de Dios? Tarde o temprano, en el con-
flicto final, esa prueba vendrá. El momento de prepararse para ello, por
supuesto, es ahora.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. ¿De qué manera la profecía confirma el origen divino de la Biblia?
¿Cómo pueden afirmarnos en nuestra fe estas profecías cumplidas?
2. En cuanto a la pregunta final del estudio del martes, ¿por qué son
tan poderosas las evidencias de Jesús como Mesías?
3. Jesús y los apóstoles demostraron una fe inquebrantable en la ve-
racidad y la autoridad divina de las Sagradas Escrituras. Por ejem-
plo, ¿cuántas veces se refirió Jesús a las Escrituras y a que (a menu-
do en referencia a él mismo) las Escrituras deben cumplirse? (ver, p.
ej., Mat. 26:54, 56; Mar. 14:49; Luc. 4:21; Juan 13:18; 17:12). Por lo tanto,
si Jesús mismo consideraba las Escrituras (en su caso, el Antiguo
Testamento) con tanta seriedad, especialmente en términos de la
profecía que se estaba cumpliendo, ¿cuál debería ser nuestra acti-
tud hacia la Biblia también?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 61 - Durante esta semana, CS cap. 29. 13
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...

Textos clave: Deuteronomio 32:45-47; Génesis 49:8-12; Isaías


53:3-7; 1 Corintios 15:3-5, 51-55; Romanos 12:2.

RESEÑA
En un mundo atiborrado de medios de comunicación, cada vez somos más
bombardeados por ideas que compiten por nuestra atención y prometen las
últimas tendencias para guiar nuestra vida. En este ambiente de sobreestimu-
lación, se ha vuelto más difícil encontrar un momento a solas con la Palabra de
Dios. Algunos incluso pueden comenzar a preguntarse si la Biblia sigue siendo
relevante en el mundo vertiginoso de hoy. Necesitamos que se nos recuerde
el mandato de “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios” (Sal. 46:10) como
una forma de ayudarnos a reconocer que la Biblia sigue siendo el mayor regalo
de Dios para comunicar su plan de redención. No hay otro libro como este en
ninguna parte del mundo.
Varios elementos importantes hacen que la Biblia sea única en comparación
con otros libros religiosos. Cuatro elementos, en particular, contrastan marca-
damente con los pensamientos filosóficos y, en algunos casos, esotéricos de
Confucio, el Corán y los escritos sagrados hindúes: (1) la Biblia se compone de
hasta un treinta por ciento de profecía y literatura profética; (2) la Biblia está
constituida en la historia; es decir, habla de un Dios que actúa en la historia; (3)
los acontecimientos bíblicos se colocan en una dimensión espacial de lugares
geográficos reales; y (4) la Biblia tiene el poder de transformar vidas gracias al
Dios que nos habla a través de su Palabra viviente. ¿Es de extrañar, entonces,
que durante siglos haya inspirado las mejores obras de música, arte y literatu-
ra? Esta semana estudiaremos por qué la Biblia es única e inigualable y sigue
siéndolo, incluso con el rápido crecimiento de la tecnología y el conocimiento
del siglo XXI.

COMENTARIO
Ilustración
Las grandes pirámides de Egipto se elevan por sobre la moderna ciudad
de El Cairo. Las excavaciones han revelado que fueron construidas durante el
Reino Antiguo con una tecnología sofisticada y un conocimiento de edificación
que utilizaba cálculos matemáticos y astronómicos que se creían inexistentes
antes de los griegos. Antes de la conclusión de la Torre Eiffel en París en 1889,
la Gran Pirámide fue el edificio más alto del mundo durante miles de años. Hoy
en día, los arqueólogos todavía no consiguen resolver el enigma de la logística
y la magnitud de esta hazaña. Moisés llegó al antiguo Egipto cientos de años
después de la construcción de la Gran Pirámide y fue educado para ser el fu-
turo rey de este gran imperio. Sin embargo, “por la fe Moisés, hecho ya grande,
rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón” (Heb. 11:24).

14
Material auxiliar para el maestro // Lección 1

Texto bíblico
Las últimas palabras de Moisés al pueblo que él condujo a la Tierra Prometida
fueron estas: “Aplicad vuestro corazón a todas las palabras que yo os testifico
hoy, para que las mandéis a vuestros hijos, a fin de que cuiden de cumplir todas
las palabras de esta ley” (Deut. 32:46). Aplicar el corazón es una expresión que
se usa en la Biblia para describir la internalización y la alineación de la Palabra
de Dios dentro del corazón. Moisés enfatiza esta idea cuando instruye que a los
hijos especialmente se les debe ordenar que sigan las instrucciones, o Ley, de
Dios. Esta Ley es más importante que cualquier otra cosa, porque “es vuestra
vida” (Deut. 32:47).
Analicen en clase cómo manejan las distracciones a su alrededor para mante-
ner una relación viva con Cristo mediante su Palabra. Pide a la clase que evalúe
cuánto tiempo pasan en ciertas actividades todos los días (respondiendo co-
rreos electrónicos, mensajes de texto, redes sociales, televisión, trabajo, familia,
devociones). Observen que las actividades en las que pasamos la mayor parte
de nuestro tiempo a menudo son las más importantes en nuestra vida. ¿Qué
pasos intencionales están tomando los miembros de tu clase para transmitir
su experiencia cristiana a sus hijos? ¿Por qué es tan importante este legado
viviente en nuestra época?

Texto bíblico
La Biblia está llena de lugares donde Dios se reveló. Entre los más memo-
rables están el Monte Moriah, cuando Abraham estuvo a punto de sacrificar a
Isaac (Gén. 22:2); la zarza ardiente en el Monte Horeb, en Sinaí (Éxo. 3:1-4); el
Mar Rojo, por el que Israel escapó por tierra firme (Éxo. 14:1-30); y Capernaum,
donde ocurrieron muchos de los milagros de curación de Jesús. Este patrón de
incorporar una dimensión espacial en los acontecimientos descritos, en realidad,
distingue a la Biblia de la mayoría de los demás escritos sagrados (todo el Corán,
por ejemplo, contiene menos designaciones geográficas que las que se encuen-
tran en Génesis 1 al 20 solamente). La Biblia contiene referencias a cientos de
ciudades y países, incluidas referencias a montañas, espejos de agua, desiertos
y páramos, regiones y Estados específicos. Hay veces en que la geografía es un
elemento crucial que le da un significado y una dimensión adicionales a un hecho.
Belén es un ejemplo de cuán importante es la geografía bíblica para nuestra
comprensión de la historia bíblica. En hebreo, Belén significa “la casa del pan”.
Fue en Belén donde Rut y Booz se conocieron y se casaron. Allí, tuvieron un hijo
llamado Obed, que tuvo un hijo llamado Isaí. Este fue el padre de David, quien
luego estableció una dinastía de reyes que gobernó en Jerusalén durante cien-
tos de años hasta la destrucción del Templo (Rut 4:13-17; Mat. 1:5, 6). Cuando
Samuel fue a ungir a un nuevo rey, se dirigió a Belén, donde Dios le ordenó que
ungiera a David. Luego, setecientos años antes del nacimiento de Jesús, Miqueas
5:2 predice que el Mesías nacerá en Belén, que está en Judea. Por lo tanto, no

15
Lección 1 // Material auxiliar para el maestro

debería sorprendernos que Dios haya enviado a Jesús, “el pan de vida” (Juan
6:33-51), a nacer en Belén, la casa del pan. Jesús, quien nació del Espíritu Santo
a través de María, trae la plenitud del evangelio al mundo, sobre el cual un día
reinará como Rey de reyes para siempre.
Pregúntale a la clase qué otras ideas importantes se pueden extraer al com-
prender la geografía bíblica y los nombres de los lugares de los acontecimientos
históricos circundantes. Por ejemplo, ¿qué relación hay entre el encuentro de
Abraham con Dios en el monte Moria y la muerte de Cristo en las mismas inme-
diaciones casi dos mil años después?

Ilustración
José se crio en el centro de la ciudad de Detroit, Michigan. A los once años,
ya era parte de una pandilla local; hablaba y actuaba como ellos. Sus padres
estaban preocupados por el futuro de su hijo. Un día recibieron un anuncio de
un curso de cocina vegetariana. El padre de José era cocinero en un restaurante
local, y comenzó a asistir con su esposa. En una de las reuniones, se anunció
una escuela bíblica de vacaciones, y José y sus hermanas comenzaron a asistir.
José nunca había escuchado mucho sobre la Biblia. Estaba muy intrigado por la
historia de Josué y su conquista de Canaán bajo la conducción de Dios. Aprendió
que Dios era poderoso y que podía vencer a los enemigos de su pueblo. José
quería saber más, y comenzó a leer la Biblia. Pronto se inscribió en el Club de
Conquistadores local. Sus padres notaron cambios importantes en él. El voca-
bulario de José cambió. Su ropa cambió. Incluso su forma de caminar cambió.
Seis meses después, José solicitó el bautismo. Su familia estaba asombrada
por el cambio en la vida de José. Deseaban lo mismo que José estaba viviendo.
Después de estudiar la Biblia junto con el pastor, toda la familia se bautizó un
sábado de mañana. El poder de la Palabra de Dios había transformado su vida.

Texto bíblico
Josías tenía ocho años cuando llegó a ser rey de Judá. La Biblia dice que su
abuelo Manasés sirvió a los dioses cananeos, y que participó del espiritismo y
sus perversiones sexuales asociadas, junto con la astrología. Manasés incluso
sacrificó a su propio hijo. Condujo a su pueblo a una terrible apostasía, porque
“los indujo a que hiciesen más mal que las naciones que Jehová destruyó delante
de los hijos de Israel” (2 Rey. 21:9). Según los genes y la educación de Josías,
podríamos esperar que Judá estuviera condenada al mismo destino que bajo
el rey Manasés. Sin embargo, la Biblia dice que Josías “hizo lo recto ante los
ojos de Jehová, y anduvo en todo el camino de David su padre, sin apartarse
a derecha ni a izquierda” (2 Rey. 22:2). ¿Qué marcó la diferencia? El hallazgo
y la lectura de la Palabra de Dios, el profundo arrepentimiento de Josías y su
accionar para restablecer a todo Israel a la adoración correcta de Dios. Las
excavaciones en Judá que cubren este período revelaron un templo en Arad

16
Material auxiliar para el maestro // Lección 1

con dos altares y piedras verticales en el Lugar Santísimo que representaban


a más de una divinidad. Este templo fue destruido a fines del siglo VII, lo que
muchos eruditos han atribuido a la obra de Josías. Debido a esta gran reforma,
Dios salvó a Judá y a Jerusalén por algún tiempo y refrenó su juicio hasta unos
35 años después. Dios prometió: “No verán tus ojos todo el mal que yo traigo
sobre este lugar” (2 Rey. 22:20). Después de leer 2 Reyes 21:2 al 9, pregunta a
la clase cómo se compara esta descripción de Judá con los desafíos del mal en
el mundo actual. ¿Cómo pueden las Escrituras transformar nuestra vida para
que nosotros también podamos vencer?

APLICACIÓN A LA VIDA
La Biblia es la Palabra inspirada de Dios para todos los tiempos. No se limita
ni al tiempo ni a las culturas en los que se escribió. Por lo tanto, todavía tiene
poder para transformar vidas hoy. Mientras te preparas para esta lección en tu
cultura específica, reflexiona en el impacto de la Biblia en esa parte del mun-
do en la actualidad. Pídele a la clase que comparta una experiencia en la que
hayan sido transformados por la Palabra de Dios y hayan reconocido su poder
transformador. A continuación, hay algunas preguntas más específicas que se
explayan sobre estos temas.
1. ¿De qué modo las profecías de las Escrituras nos proporcionan esperanza
para el futuro, incluso en el contexto de los acontecimientos de los últimos días?
¿En qué sentido estas profecías nos dan garantías de las promesas de Dios y de
su capacidad de llevar a cabo su plan hasta el final?
2. Comparte una experiencia de tu vida o la de un amigo que atestigüe el po-
der de la Palabra de Dios para cambiar la vida de una persona. ¿Cómo ocurrieron
estos cambios y cómo vieron los demás el poder del Espíritu Santo en acción?
3. ¿De qué manera puedes dar un testimonio permanente del poder de Dios
para transformar a tu familia, tu vecindario o tu ciudad hoy? ¿Cómo puedes
compartir la Palabra de Dios de una manera eficaz para impulsar cambios y
preparar a los demás para un encuentro con Jesús cuando él venga? Recuerda
que somos sus manos y sus pies, y lo que comunicamos en palabras y acciones
se reflejará en cómo los demás perciben a Dios.

17
Lección 2: Para el 11 de abril de 2020

EL ORIGEN Y LA
NATURALEZA DE LA
BIBLIA

Sábado 4 de abril

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 2 Pedro 1:19-21; 2 Timoteo 3:16,


17; Deuteronomio 18:18; Éxodo 17:14; Juan 1:14; Hebreos 11:3, 6.

PARA MEMORIZAR:
“Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando
recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como
palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual
actúa en vosotros los creyentes” (1 Tes. 2:13).

a forma de ver y entender el origen y la naturaleza de la Biblia tiene

L un gran impacto en el papel que desempeña la Biblia en nuestra vida


y en la iglesia en general. La manera en que interpretamos el proceso
de revelación e inspiración determina e influye notablemente en nuestra
comprensión de la Biblia. Cuando queremos entender las Escrituras correc-
tamente, primero debemos permitir que la Biblia determine los parámetros
básicos de cómo se debe abordar. No podemos estudiar matemáticas con
los métodos empíricos empleados en biología o sociología. Nuestra interpre-
tación de las Escrituras debe considerar seriamente la dimensión divino-
humana de la Palabra de Dios. Por consiguiente, lo que necesitamos para
una interpretación adecuada de la Biblia es acercarnos a la Biblia con fe, no
con escepticismo ni dudas metodológicas.
18 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 62 - Durante esta semana, CS caps. 30, 31.
Domingo 5 de abril | Lección 2

LA REVELACIÓN DIVINA DE LA BIBLIA


Lee 2 Pedro 1:19 al 21. ¿Cómo expresa Pedro su convicción sobre el origen
del mensaje bíblico y profético?

La Biblia no es como cualquier otro libro. Según el apóstol Pedro, los


profetas fueron inspirados por el Espíritu Santo de manera que el contenido
de su mensaje vino de Dios. No lo inventaron ellos. En lugar de ser “fábulas
artificiosas” (2 Ped. 1:16), el mensaje profético de la Biblia es de origen divino,
y por lo tanto es veraz y confiable. “Los santos hombres de Dios hablaron
siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Ped. 1:21). Dios obró en el proceso
de revelación al dar a conocer su voluntad a personas escogidas.
La comunicación verbal y directa entre Dios y personas específicas es
un hecho ineludible de las Escrituras. Esta es la razón por la cual la Biblia
tiene una autoridad divina especial, y debemos tener en cuenta el elemento
divino en nuestra interpretación de las Escrituras. Es apropiado llamar
“santas Escrituras” (Rom. 1:2; 2 Tim. 3:15) a los libros bíblicos considerando
que nuestro santo Dios es su autor principal.
La Escritura también fue dada con propósitos prácticos. Es “útil para
enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de
que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra”
(2 Tim. 3:16, 17, NVI).
También necesitamos la ayuda del Espíritu Santo para aplicar a nuestra
vida lo que Dios reveló en su Palabra. Según el apóstol Pedro, la interpre-
tación de la Palabra de Dios divinamente revelada no es una cuestión de
opinión personal. Para entender correctamente su significado, necesitamos
la Palabra de Dios y el Espíritu Santo.
La Escritura también dice: “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que
revele su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3:7). La palabra bíblica
para “revelación” (en sus diversas formas) expresa la idea de que algo que
antes estaba oculto ahora se ha revelado o desvelado y, por lo tanto, se da a
conocer y se manifiesta. Como seres humanos, necesitamos esa revelación,
ya que somos seres pecaminosos, separados de Dios a causa de nuestro
pecado y, por lo tanto, dependemos de él para conocer su voluntad.

Ya de por sí cuesta bastante obedecer la Biblia, incluso creyendo en su origen


divino. ¿Qué pasaría si además desconfiamos o cuestionamos ese origen divino?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 63 - Durante esta semana, CS caps. 30, 31. 19
Lección 2 | Lunes 6 de abril

EL PROCESO DE LA INSPIRACIÓN
Debido a que Dios utiliza el medio del lenguaje para revelar su voluntad
al hombre, la revelación divina se puede escribir. Sin embargo, como ya
hemos visto, la Biblia es el resultado de la verdad divina revelada mediante
la obra del Espíritu Santo, quien transmite y protege su mensaje a través de
instrumentos humanos. Esta es la razón por la que podemos contar con la
unidad fundamental que se manifiesta en todas las Escrituras desde Génesis
hasta Apocalipsis (p. ej., comparar Gén. 3:14, 15 con Apoc. 12:17).

Lee 2 Pedro 1:21; 2 Timoteo 3:16, 17; y Deuteronomio 18:18. ¿Qué dicen estos
versículos sobre la inspiración bíblica?

Toda la Escritura es divinamente inspirada, aunque no todas las partes


sean igualmente inspiradoras para leer ni necesariamente aplicables a noso-
tros hoy (p. ej., las partes sobre las fiestas hebreas fueron inspiradas, aunque
no es necesario que las observemos en la actualidad). Sin embargo, debemos
aprender de toda la Biblia, incluso de aquellas partes que no son tan fáciles
de leer ni entender o que no son específicamente aplicables a nosotros hoy.
Además, no todo lo que está en la Biblia fue revelado en forma directa
o sobrenatural. A veces, Dios utilizó a escritores bíblicos que investigaron
cuidadosamente las cosas o usaron otros documentos existentes (ver Jos.
10:13; Luc. 1:1-3) para comunicar su mensaje.
Aun así, toda la Escritura es inspirada (2 Tim. 3:16). Esta es la razón por
la que Pablo declara que “las cosas que se escribieron antes, para nuestra
enseñanza se escribieron”, para que a través de “la paciencia y la consolación
de las Escrituras, tengamos esperanza” (Rom. 15:4).
“La Biblia señala a Dios como autor de ella; sin embargo, fue escrita
por manos humanas, y la diversidad de estilo de sus diferentes libros nos
muestra la individualidad de cada uno de sus escritores. Las verdades reve-
ladas son todas inspiradas por Dios (2 Tim. 3:16); aun así, están expresadas
en palabras de los hombres” (CS 9).

En la actualidad, existen eruditos bíblicos que niegan la autoría divina de muchas


partes de la Biblia, incluso hasta el punto de negar muchas enseñanzas cruciales:
la Creación, el Éxodo, la Resurrección. ¿Por qué es primordial que no les abramos
la puerta a esas enseñanzas, ni siquiera un poco? Al fin y al cabo, ¿quiénes somos
nosotros para juzgar la Palabra de Dios?

20 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 64 - Durante esta semana, CS caps. 30, 31.
Martes 7 de abril | Lección 2

LA PALABRA ESCRITA DE DIOS


“Y Jehová dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme a
estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel” (Éxo. 34:27). ¿Por qué
querría el Señor que Moisés escribiera estas palabras en vez de pedirle que
se las recitara al pueblo solamente? ¿Cuál es la ventaja obvia de la Palabra
escrita?

El Dios que habla y que creó el lenguaje humano permite que los elegidos
comuniquen las verdades divinamente reveladas y los pensamientos divina-
mente inspirados de una manera confiable. Por lo tanto, no es de extrañar
que Dios les haya ordenado a los escritores bíblicos desde el principio que
pongan sus enseñanzas y su revelación por escrito.

¿Qué enseñan los siguientes versículos sobre la revelación escrita?


Éxodo 17:14; 24:4 ....................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Josué 24:26 ...............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Jeremías 30:2 ...................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Apocalipsis 1:11, 19; 21:5; 22:18, 19 .................................................................................................................................................................................................................................

¿Por qué Dios ordenó escribir sus revelaciones y sus mensajes inspi-
rados? La respuesta obvia es para que no los olvidemos tan fácilmente. Las
palabras escritas de la Biblia son un punto de referencia constante que nos
señalan a Dios y su voluntad. Por lo general, un documento escrito puede
conservarse mejor y ser mucho más confiable que los mensajes orales, que
deben repetirse vez tras vez. La Palabra escrita, que se puede copiar muchas
veces, también puede ser accesible a mucha más gente que si solo se trans-
mitiera oralmente. Por último, podemos hablarle a un número reducido de
personas al mismo tiempo en un lugar, pero innumerables lectores pueden
leer la Palabra escrita en muchos lugares y continentes diferentes, y esta
incluso puede ser una bendición para muchas generaciones posteriores. De
hecho, si hay gente que no puede leer, otros pueden leerle un documento
escrito en voz alta.

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 65 - Durante esta semana, CS caps. 30, 31. 21
Lección 2 | Miércoles 8 de abril

EL PARALELISMO ENTRE CRISTO Y LA ESCRITURA


Lee Juan 1:14; 2:22; 8:31 y 32; y 17:17. ¿Qué paralelismos encuentras entre
Jesús, el Verbo de Dios hecho carne; y la Escritura, la Palabra escrita de Dios?

Existe un paralelismo entre el Verbo de Dios hecho carne (es decir, Je-
sucristo), y la Palabra escrita de Dios (es decir, la Escritura). Así como Jesús
fue concebido sobrenaturalmente por el Espíritu Santo, pero nació de una
mujer, la santa Escritura también tiene un origen sobrenatural, pero se
difunde a través de los seres humanos.
Jesucristo se hizo hombre en el tiempo y en el espacio. Vivió durante un
tiempo específico y en un lugar específico. Sin embargo, este hecho no anuló
su divinidad, ni tampoco hizo que Jesús fuese relativo históricamente. Él
es el único Redentor para todas las personas de todo el mundo y de todas
las épocas (ver Hech. 4:12). Igualmente, la Palabra escrita de Dios, la Biblia,
también se dio en un momento específico y en una cultura determinada.
Al igual que Jesucristo, el tiempo no condiciona la Biblia; es decir, no está
limitada a un tiempo y un lugar específicos; sigue vinculada a todas las
personas de todo el mundo.
Cuando Dios se reveló, descendió al nivel humano. La naturaleza hu-
mana de Jesús mostraba todos los indicios de las enfermedades humanas
y los efectos de unos cuatro mil años de degeneración. Sin embargo, él era
sin pecado. De igual modo, la terminología de la Escritura es humana, no un
lenguaje “perfecto y superhumano” que nadie habla ni es capaz de entender.
Si bien todo idioma tiene sus limitaciones, el Creador de la humanidad, que
es el Creador del lenguaje humano, es perfectamente capaz de comunicar
su voluntad a los seres humanos de una manera confiable e inconfundible.
Por supuesto, toda comparación tiene sus límites. Jesucristo y la santa
Escritura no son idénticos. La Biblia no es una encarnación de Dios. Dios no
es un libro. Dios se hizo humano en Jesucristo. Nosotros amamos la Biblia
porque adoramos al Salvador proclamado en sus páginas.
La Biblia es una unión divina-humana única e inseparable. Elena de
White vio esto claramente cuando escribió: “La Biblia, con sus verdades
de origen divino expresadas en el lenguaje de los hombres, muestra una
unión de lo divino y lo humano. Tal unión existía en la naturaleza de Cristo,
quien era Hijo de Dios e Hijo del Hombre. Así, se puede decir de la Biblia lo
que se dijo de Cristo: ‘Aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros’
(Juan 1:14)” (CS 10).

¿Por qué la Biblia debe ser fundamental para nuestra fe? Sin ella, ¿dónde
estaríamos?

22 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 66 - Durante esta semana, CS caps. 30, 31.
Jueves 9 de abril | Lección 2

CÓMO INTERPRETAR LA BIBLIA CON FE


Lee Hebreos 11:3 y 6. ¿Por qué la fe es tan esencial para entender a Dios
y su Palabra? ¿Por qué es imposible agradar a Dios sin fe?

Todo verdadero aprendizaje se da en el contexto de la fe. Es la fe implícita


del niño hacia sus padres lo que le permite aprender cosas nuevas. Es una
relación de confianza la que guía al niño a aprender los aspectos básicos
y fundamentales de la vida y el amor. Por lo tanto, el conocimiento y el
entendimiento surgen de una relación de amor y confianza.
Del mismo modo, un buen músico ejecuta bien una pieza musical no
solo cuando domina las habilidades técnicas que lo ayudan a ejecutar un
instrumento, sino también muestra amor por la música, el compositor y
el instrumento. En este mismo sentido, no entendemos la Biblia correc-
tamente cuando la abordamos con una actitud de escepticismo o de duda
metodológica, sino con un espíritu de amor y fe. El apóstol Pablo escribió:
“Sin fe es imposible agradar a Dios” (Heb. 11:6). Por lo tanto, es indispensable
acercarse a la Biblia con fe, reconociendo su origen sobrenatural, en lugar
de ver la Biblia simplemente como un libro humano.
Los Adventistas del Séptimo Día han expresado claramente esta percep-
ción del origen sobrenatural de las Escrituras en la primera creencia fun-
damental de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que dice: “Las Sagradas
Escrituras, que abarcan el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento,
constituyen la Palabra de Dios escrita, transmitida por inspiración divina.
Los autores inspirados hablaron y escribieron impulsados por el Espíritu
Santo. Por medio de esta Palabra, Dios comunica a los seres humanos el
conocimiento necesario para alcanzar la salvación. Las Sagradas Escrituras
son la revelación suprema, autoritativa e infalible de la voluntad divina. Son
la norma del carácter, el criterio para evaluar la experiencia, la revelación
definitiva de las doctrinas, un registro fidedigno de los actos de Dios reali-
zados en el curso de la historia (Sal. 119:105; Prov. 30:5, 6; Isa. 8:20; Juan 17:17;
1 Tes. 2:13; 2 Tim. 3:16, 17; Heb. 4:12; 2 Ped. 1:20, 21)” (Creencias de los Adventistas
del Séptimo Día, p. 13).

¿Qué no alcanzan a entender de la Biblia quienes no se acercan a ella con una


actitud de fe? ¿Por qué esta fe no es ciega? Es decir, ¿qué buenas razones tenemos
para esta fe y por qué la fe sigue siendo una necesidad al abordar las verdades de
la Biblia?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 67 - Durante esta semana, CS caps. 30, 31. 23
Lección 2 | Viernes 10 de abril

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:


Lee las siguientes partes del documento: “Métodos de estudio de la Bi-
blia”: 2. Presuposiciones que surgen de las afirmaciones de la Biblia, parte
a) Origen, y parte b) Autoridad. (Los “Métodos de estudio de la Biblia” se
pueden encontrar en http://cort.as/-MdHR).
Aunque la Biblia es fundamental para nuestra fe, por sí sola no tendría
ningún valor espiritual real para nosotros si no fuera por la influencia del
Espíritu Santo en nuestro corazón y nuestra mente al leerla y estudiarla.
“En su Palabra, Dios comunicó a los hombres el conocimiento necesario
para la salvación. Las Santas Escrituras deben ser aceptadas como una
revelación autorizada e infalible de su voluntad. Son la norma del carácter,
las reveladoras de doctrinas y las examinadoras de la experiencia. [...] Sin em-
bargo, el hecho de haber revelado Dios su voluntad a los hombres por medio
de su Palabra no anuló la necesidad que ellos tienen de la continua pre-
sencia y dirección del Espíritu Santo. Por el contrario, el Salvador prometió
el Espíritu para abrir la Palabra a sus siervos, para iluminar y aplicar sus
enseñanzas. Y, como el Espíritu de Dios fue el que inspiró la Biblia, es im-
posible que alguna vez las enseñanzas del Espíritu sean contrarias a las de
la Palabra” (CS 7).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. ¿Por qué Dios se revela a sí mismo y nos revela su voluntad? ¿Por
qué necesitamos la Revelación?
2. ¿Cómo se revela Dios? Él utiliza diferentes medios para revelar
algo acerca de sí mismo. Lo hace de una manera más general a
través de la naturaleza, pero más específicamente a través de los
sueños (Dan. 7:1); las visiones (Gén. 15:1); las señales (1 Rey. 18:24, 38);
y a través de su hijo, Jesucristo (Heb. 1:1, 2). ¿Se te ha revelado Dios
personalmente? Comparte tu experiencia.
3. Algunos eruditos de la Biblia rechazan muchas de las enseñanzas
de la Biblia, al considerarlas meros mitos. La historia de la Crea-
ción, un Adán y una Eva literales, el Éxodo y las historias de Daniel
son solo algunos ejemplos (del Antiguo Testamento) de enseñanzas
que se descartan por considerarlas historias inventadas para ense-
ñar verdades espirituales. Esto es lo que sucede cuando los seres
humanos emiten juicios sobre la Palabra de Dios. ¿Qué debería de-
cirnos esto sobre lo peligrosa que es esa actitud?
4. Dios ha revelado su voluntad de una manera poderosa en la Bi-
blia. No obstante, Dios desea contar con tu ayuda para difundir su
voluntad y las buenas nuevas de su salvación solo en Jesucristo.
Cuando la gente te observa, ¿qué tipo de Dios ve en ti y a través de
tu comportamiento?

24 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 68 - Durante esta semana, CS caps. 30, 31.
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...

Textos clave: 2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:19-21; 1 Tesalonicenses


2:13; 1 Corintios 2:9, 10; Romanos 15:4; Hechos 1:16.

RESEÑA
Nuestra comprensión del origen y la naturaleza de las Escrituras influye sig-
nificativamente en la forma en que leemos y consideramos la Biblia. Si la Biblia
fuera un libro de origen humano, escrito como cualquier otro libro, creado por
seres humanos falibles, no podríamos confiar en él. Bajo esas circunstancias,
indudablemente no tendría autoridad divina. Para ser justos con la Biblia, de-
bemos permitir que los propios autores de la Biblia definan y expliquen lo que
piensan acerca de sus escritos y así permitir que la Biblia determine los paráme-
tros básicos de cómo debemos abordarla. Los escritores bíblicos afirman que su
mensaje no es inventado por el hombre, sino que la Biblia se revela divinamente
y su contenido es inspirado por Dios.
Comprender el proceso de revelación e inspiración es fundamental para
nuestro abordaje de la Palabra de Dios. Debido a que Dios utiliza el medio del
lenguaje para comunicarse con los seres humanos, la revelación divina puede
escribirse. El Espíritu Santo permite que los escritores bíblicos pongan por escrito
en forma fiel y confiable lo que les ha revelado. Esta inspiración divina le da a la
Biblia su autoridad divina y garantiza la unidad que encontramos desde el Géne-
sis hasta el libro de Apocalipsis. Aunque fue escrita por seres humanos, la Biblia
es la Palabra escrita de Dios. En esta dimensión divino-humana, hay un cierto
paralelismo entre Jesucristo, el Verbo de Dios, que se hizo carne, y la Palabra
escrita de Dios, la Biblia. Solo por fe vislumbramos y apreciamos esta realidad.

COMENTARIO
Imagina un libro puramente humano escrito por muchos autores diferentes
durante un período de cientos de años. Imagina que estos diversos autores
recordaran a Dios y su experiencia religiosa en sus escritos. Las diferentes pers-
pectivas otorgarían a sus escritos poca autoridad más allá de sus opiniones
personales. En todo caso, solo transmitirían algo de autoridad humana. Pero la
Biblia no es así. Sostiene que el autor principal es Dios. Dios se comunica me-
diante su Espíritu Santo con los autores de la Biblia, entregando el contenido
que él considera que es importante que conozcamos. El Dios bíblico es un Dios
que habla. Creó a los seres humanos con la capacidad de hablar e interpretar
información verbal. Por lo tanto, utiliza el lenguaje para comunicarse con la
humanidad. Estos mensajes divinos no se dan en un lenguaje celestial artificial
que solo los ángeles entienden. Se dan en el mismo lenguaje de los escritores
de la Biblia. También se dan con fines prácticos, para que el pueblo de Dios
“sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Tim. 3:17). Por
lo tanto, los libros bíblicos en su conjunto se llaman acertadamente las “santas
Escrituras” (Rom. 1:2; 2 Tim. 3:15).

25
Lección 2 // Material auxiliar para el maestro

De este modo, la autoridad de la Escritura es sinónimo de la autoridad de Dios,


que habla mediante la Escritura. Para que la Biblia cumpla su papel divinamente
previsto en nuestra vida personal, así como en la vida de la iglesia, debemos
asumir seriamente sus orígenes divinos. También significa que debemos prestar
atención a toda la Escritura, tal como está escrita.
Si excluimos algunas partes de la Escritura porque supuestamente no son
inspiradas y, por lo tanto, meramente humanas, no tenemos más que una auto-
ridad selectiva de la Biblia. En lugar de colocarnos por encima de las Escrituras
y juzgarlas, debemos ser sumisos a las Escrituras, permitiendo así que ellas nos
juzguen.
En 1 Tesalonicenses 2:13 aprendemos algo importante acerca de la actitud
con que los creyentes de Tesalónica recibieron la Palabra de Dios. Lee este pasaje
y reflexiona en cómo los creyentes de Tesalónica recibieron la Palabra de Dios.
Su manera de aceptar la Escritura ¿qué nos dice en cuanto a cómo debemos
recibir el mensaje bíblico al leerlo o escucharlo?

Texto bíblico
Vemos la revelación más sublime y más explícita de Dios en la encarnación
de su hijo Jesucristo. Adicionalmente, la forma más eficaz y más ampliamente
utilizada de revelación divina es cuando Dios habla. En la Biblia encontramos
referencias constantes al Dios que habla. Sus portavoces, los profetas, reciben
su Palabra. Las diversas frases como la “palabra de Jehová”, “así dice Jehová”
o la “palabra que habló Jehová” dan testimonio de este hecho. Cuando Dios
habla, se produce la Palabra de Jehová y esta finalmente termina plasmada en
un documento escrito. La redacción de la Palabra de Dios también es resultado
de la iniciativa de Dios (ver Éxo. 17:14; 24:4; Jos. 24:26; y otros).
¿Cuál es el propósito de la revelación escrita de Dios? Es un punto de refe-
rencia constante para su pueblo. Permite que el pueblo de Dios lo escuche de
manera continua y que esté atento para hacer lo que él dice (ver Deut. 30:9, 10).
Un documento escrito puede conservarse mejor y de manera más confiable que
un mensaje oral. Un texto escrito tiene mayor permanencia que la palabra oral.
Un documento escrito puede copiarse y multiplicarse y, por lo tanto, ponerse a
disposición de muchas más personas que cualquier mensaje oral, y en muchos
lugares diferentes. También está disponible a través del tiempo y puede ser
una bendición para lectores y oyentes de muchas generaciones posteriores.
Como registro escrito permanente, sigue siendo una norma para la veracidad
del mensaje bíblico a lo largo de los siglos.
Si bien es cierto que Dios inspira pensamientos en los escritores bíblicos, no
sabríamos nada acerca de estos pensamientos si no se hubieran comunicado
a través de palabras, es decir, en lenguaje humano. Solo las palabras nos dan
acceso a los pensamientos. Por lo tanto, el proceso de inspiración abarca los
pensamientos, así como el producto final de esos pensamientos: las palabras

26
Material auxiliar para el maestro // Lección 2

escritas de las Escrituras. “En gran medida, es innecesaria la disyuntiva de si la


inspiración debería atribuírseles a los escritores inspirados o a los libros escritos
por ellos. Es evidente que el principal locus de inspiración está en las personas.
El Espíritu Santo impresionó a las personas para que hablaran o escribieran; sin
embargo, lo que ellas dijeron o escribieron era la palabra inspirada de Dios” (P.
M. van Bemmelen, “Revelación e inspiración”, p. 46). Por ende, el apóstol Pablo
pudo escribir: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Tim. 3:16, énfasis añadido).

Ilustración
Existe un paralelismo entre el Verbo de Dios hecho carne (es decir, Jesucristo)
y la Palabra escrita de Dios (es decir, la Escritura). Así como Jesús fue concebi-
do sobrenaturalmente por el Espíritu Santo, pero nació de una mujer en este
mundo, también la Biblia tiene al Espíritu Santo como su autor principal, pero
fue redactada por escritores humanos.
Jesucristo se hizo carne en un momento y un lugar específicos (es decir, nació
en Belén, no en Nueva York, Tokio ni Nairobi; se bautizó en el río Jordán, no en el
Mississippi, el Nilo ni el Ganges). Sin embargo, este hecho en particular no anuló
su divinidad, ni tampoco hizo que Jesús fuese relativo históricamente. Él es el
único Redentor para todas las personas de todo el mundo y de todas las épocas.
Igualmente, los libros de la Biblia también se dieron en un momento específico
y en una cultura determinada. Pero, al igual que Jesús, esta transmisión no hace
que la Biblia esté condicionada al tiempo ni que sea relativa. La Biblia es para
todas las personas de todo el mundo hasta el fin del tiempo.
Jesús se hizo humano y vivió como un ser humano real, con todos los indicios
de las debilidades humanas. Sin embargo, él era sin pecado. De igual modo, el
lenguaje de la Biblia es el lenguaje humano con todas sus limitaciones, no un
lenguaje celestial perfecto. Sin embargo, ¡lo que la Biblia afirma es confiable,
no engañoso!
Cuando Jesús vivió en esta Tierra, quería que lo aceptaran por quien real-
mente era: el divino Hijo de Dios. Asimismo, Dios no quiere que leamos la Biblia
como un libro más. Él quiere que la aceptemos por lo que realmente es: la Palabra
escrita de Dios. Como tal, la Biblia conlleva una autoridad innata que va más
allá de cualquier sabiduría humana. Esta autoridad distingue a la Biblia como la
única norma de Dios para toda doctrina y experiencia religiosa.
Por supuesto, Jesucristo y la Biblia no son idénticos. Hay diferencias impor-
tantes. La Biblia no es una encarnación de Dios. Dios no se hizo libro. Nosotros
no adoramos a un libro. Adoramos al Salvador que se proclama en la Biblia. Pero,
sin la Biblia no sabríamos mucho sobre Jesús. A la Biblia, sin Jesús, le faltaría el
mensaje más importante. Pero, sin la Biblia no sabríamos que Jesús es el Mesías
prometido. No podríamos aceptarlo como el Salvador prometido. Estaríamos
perdidos. Por lo tanto, la Biblia es fundamental e indispensable para nuestra fe.

27
Lección 2 // Material auxiliar para el maestro

Texto bíblico
Las Escrituras son fundamentales para nuestra fe, pero además debemos
acercarnos a la Biblia con fe, si queremos ser justos con su naturaleza divina.
En Hebreos 11:6, leemos que “sin fe es imposible agradar a Dios”. El mensaje
transformador de la Biblia no se discierne adecuadamente a una distancia crítica;
debe aceptarse por fe y obedecerse con amor.

APLICACIÓN A LA VIDA
Saber que la Biblia tiene autoridad divina nos motiva para acercarnos a ella
con respeto y amor. Nosotros no hablamos con frivolidad de aquello que ama-
mos. La forma en que hablamos de la Biblia debería revelar nuestro profundo
aprecio por la Palabra de Dios. Esta apreciación se hará evidente, no solo en la
forma en que cargamos y sostenemos la Biblia, sino también en cómo seguimos
sus enseñanzas y las ponemos en práctica en nuestra vida. Nuestra actitud será
de gratitud y fidelidad. Ser fiel a la Palabra escrita de Dios no es venerar un
libro. Es más bien una expresión de nuestro amor por el Dios trino del que habla
este libro. “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y
sus mandamientos no son gravosos” (1 Juan 5:3). La Biblia nos presenta al Dios
viviente y nos ayuda a ser más semejantes a Jesús.
¿Cómo sería una actitud de gratitud y de fidelidad por la Escritura? ¿En qué
difieren la autoridad de la Escritura y la de otros libros? ¿Cuándo te sientes ten-
tado a no obedecer la Biblia debido a experiencias y sentimientos personales
que te llevan en una dirección diferente? ¿Cómo puedes asumir una actitud de
confianza?
Ser fiel a las Escrituras no es lo mismo que ser fiel a mis ideas preferidas de
la Biblia. En este último caso, sería fiel solo a mí mismo. La fidelidad a las Escri-
turas más bien requiere una actitud abierta para permitir que la Biblia moldee
y transforme mis pensamientos y acciones.

28
Lección 3: Para el 18 de abril de 2020

CÓMO CONSIDERABAN
LA BIBLIA JESÚS Y LOS
APÓSTOLES

Sábado 11 de abril

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Mateo 4:1-11; 22:37-40; Lucas


24:13-35, 44, 45; 4:25-27; Hechos 4:24-26.

PARA MEMORIZAR:
“El respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de
toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mat. 4:4).

or desdicha, en esta era posmoderna, la Biblia se ha reinterpretado

P principalmente desde la óptica de una filosofía que cuestiona tanto


su inspiración como su autoridad. De hecho, la Biblia se entiende
simplemente como un conjunto de ideas de gente que vivió en una cultura
relativamente primitiva y que posiblemente no podría entender el mundo
como lo entendemos hoy. Al mismo tiempo, el elemento sobrenatural se
ha minimizado o hasta eliminado del cuadro. Esto convierte a la Biblia en
un documento que, en vez de ser la opinión de Dios sobre el hombre, se ha
transformado en la opinión del hombre acerca de Dios. Y el resultado es que,
para muchos, la Biblia se ha vuelto prácticamente irrelevante en una época
de pensamiento darwiniano y de filosofía moderna.
Sin embargo, nosotros rechazamos totalmente esa postura. Al contrario,
en el Nuevo Testamento podemos ver la forma inspirada de considerar toda
la Escritura al estudiar de qué manera Jesús y los apóstoles la interpretaron.
Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 69 - Durante esta semana, CS cap. 32. 29
Lección 3 | Domingo 12 de abril

ESCRITO ESTÁ
El bautismo de Jesús por parte de Juan el Bautista marcó el comienzo
del ministerio del Salvador, tras lo cual el Espíritu guio a Jesús al desierto de
Judea donde, en su condición humana más débil, fue tentado por Satanás.

Lee Mateo 4:1 al 11. ¿Cómo se defiende Jesús contra las tentaciones de
Satanás en el desierto? A través de este relato, ¿qué debemos aprender de
la Biblia?

Al sentirse tentado por el apetito, Jesús responde: “Escrito está: No solo


de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”
(Mat. 4:4). Jesús apunta hacia la Palabra de vida y su fuente suprema y di-
vina. De esta manera, confirma la autoridad de la Escritura. Al verse tentado
con los reinos y la gloria del mundo, Jesús responde: “Escrito está: Al Señor tu
Dios adorarás, y a él solo servirás” (Mat. 4:10; Luc. 4:8). Cristo nos recuerda que
la verdadera adoración se centra en Dios y en nadie más, y que la sumisión a
su Palabra es verdadera adoración. Finalmente, ante la tentación del amor a
la ostentación y a la presunción, Jesús responde: “Escrito está también: No
tentarás al Señor tu Dios” (Mat. 4:7; ver además Luc. 4:12).
En las tres tentaciones, Jesús responde con las palabras “Escrito está”.
Es decir, Jesús va directo a la Palabra de Dios sin más para enfrentar los
ataques y los engaños de Satanás. Esta debería ser una lección poderosa
para todos nosotros: la Biblia, y solo la Biblia, es la norma y el fundamento
definitivos de nuestra creencia.
Sí, la Biblia y solo la Biblia fue el método de defensa de Jesús contra los
ataques del adversario. Jesús es Dios, pero en su defensa contra Satanás, él
se sometió únicamente a la Palabra de Dios.
No es opinión; no es un argumento elaborado y complicado; no son pala-
bras de animosidad personal; sino las palabras simples pero profundas de la
Escritura. Para Cristo, la Escritura tiene la máxima autoridad y el máximo
poder. De esta manera, su ministerio comienza con un seguro fundamento
y continúa construyendo sobre la confiabilidad de la Biblia.

¿Cómo podemos aprender a ser tan dependientes de la Palabra de Dios y tan su-
misos a ella como Jesús?

30 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 70 - Durante esta semana, CS cap. 32.
Lunes 13 de abril | Lección 3

JESÚS Y LA LEY
Lee Mateo 5:17 al 20; 22:29; y 23:2 y 3. ¿Qué está enseñando Jesús en estos
contextos?

Jesús les enseñó a sus discípulos a obedecer la Palabra de Dios y la Ley.


No hay ningún indicio de que él haya dudado de la autoridad ni de la rele-
vancia de la Escritura. Al contrario, él acudía constantemente a ella como
la fuente de la autoridad divina. Y a los saduceos, les dijo: “Erráis, ignorando
las Escrituras y el poder de Dios” (Mat. 22:29). Jesús enseñó que un mero
conocimiento intelectual de la Biblia y sus enseñanzas era insuficiente para
conocer la verdad y, sobre todo, para conocer al Señor, quien es esa verdad.

¿Qué nos dice Mateo 22:37 al 40 sobre la postura de Jesús en cuanto a


la ley de Moisés?

En esta declaración al intérprete de la Ley, Jesús resume los Diez Man-


damientos, dados a Moisés casi mil quinientos años antes. Deberíamos re-
conocer el hincapié que Jesús hace en la ley del Antiguo Testamento y cómo
la eleva al más alto nivel. Muchos cristianos han inferido erróneamente que
este es un mandamiento nuevo, y que por eso de alguna manera el evangelio
del Nuevo Testamento reemplaza la ley del Antiguo Testamento. Pero, el
hecho es que lo que Jesús está enseñando se basa en la ley del Antiguo
Testamento. Cristo dio a conocer y reveló la Ley más plenamente para que
“de estos dos mandamientos” (que resumen los Diez Mandamientos: los
primeros cuatro se centran en la relación divino-humana, y los posteriores
seis se centran en las relaciones interpersonales humanas) depende “toda la
ley y los profetas” (Mat. 22:40). De esta manera, Jesús también exalta todo el
Antiguo Testamento cuando dice “la ley y los profetas”, ya que esta es una
forma abreviada de referirse a la Ley, los Profetas y los Escritos, las tres
divisiones del Antiguo Testamento hechas por los judíos en aquel entonces.
Cristo “señaló las Escrituras como algo de autoridad incuestionable, y
nosotros debemos hacer lo mismo. La Biblia debe ser presentada como la
Palabra del Dios infinito, como el fin de toda controversia y el fundamento
de toda fe” (PVGM 21, 22).

¿Qué fuentes de autoridad (familia, filosofía, cultura) es posible que compitan o se


opongan a tu sumisión a la Palabra de Dios?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 71 - Durante esta semana, CS cap. 32. 31
Lección 3 | Martes 14 de abril

JESÚS Y TODA LA ESCRITURA


Lee Lucas 24:13 al 35, 44 y 45. ¿Cómo usa Jesús la Escritura para enseñar
a los discípulos el mensaje del evangelio?

Después de la muerte de Cristo, sus seguidores estaban confundidos


y con dudas. ¿Cómo pudo haber ocurrido esto? ¿Qué significaba? En este
capítulo de Lucas, vemos que Jesús se les aparece dos veces, primero a dos
que van camino a Emaús, y luego a los demás. En dos ocasiones diferentes,
Jesús explica cómo se ha cumplido todo a partir de las profecías del Antiguo
Testamento: “Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los pro-
fetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían” (Luc. 24:27).
Nuevamente en Lucas 24:44 y 45, dice: “Estas son las palabras que os
hablé [...] que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí
en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos”. Jesús “entonces les abrió
el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras”.
Observa la referencia específica en Lucas 24:27 a “todas las Escrituras”.
Esto se vuelve a enfatizar en el segundo pasaje como “la ley de Moisés”, “los
profetas” y “los salmos” (Luc. 24:44); y establece claramente que Jesús, el
Verbo hecho carne (Juan 1:1-3, 14), se vale de la autoridad de las Escrituras
para explicar cómo se predijeron estas cosas cientos de años antes. Al men-
cionar la totalidad de las Escrituras, Jesús les enseña con el ejemplo a los
discípulos. A medida que avanzaran en la difusión del mensaje evangélico,
también debían exponer todas las Escrituras para brindarles entendimiento
y poder a los nuevos conversos de todo el mundo.
Fíjate, también, que en Mateo 28:18 al 20, Jesús les dice a los discípulos
de aquel entonces (y a nosotros hoy) que “toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra”. Pero, esa autoridad permanece arraigada en su Padre
y en toda la Deidad, porque él les dice: “Por tanto, id, y haced discípulos a
todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo”. Luego viene el pasaje clave: “enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo”. ¿Qué enseña y manda Jesús? Sus enseñanzas
se basan en todas las Escrituras. Es sobre la base de la autoridad profética
de la Palabra como él vino, y es en cumplimiento de las profecías de las
Escrituras como se sometió a su Padre.

Si Jesús acepta todas las Escrituras, ¿por qué nosotros debemos hacer lo mismo?
Es decir, ¿cómo podemos aprender a aceptar la autoridad de todas las Escrituras,
incluso cuando comprendemos que no todo se aplica a nosotros hoy necesaria-
mente? Lleva tu respuesta a la clase el sábado.

32 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 72 - Durante esta semana, CS cap. 32.
Miércoles 15 de abril | Lección 3

JESÚS Y EL ORIGEN DE LA HISTORIA DE LA BIBLIA


Jesús enseñó que la Biblia es la Palabra de Dios en el sentido de que lo
que esta dice es sinónimo de lo que Dios dice. Su origen se encuentra en
Dios y, por lo tanto, contiene la máxima autoridad para todos los aspectos
de la vida. Dios obró a lo largo de la historia para revelar su voluntad a la
humanidad a través de la Biblia.
Por ejemplo, en Mateo 19:4 y 5, Jesús menciona una referencia escrita por
Moisés. Pero Jesús toma este pasaje y dice: “El que los hizo al principio [...]
dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre”. En vez de decir “la Escritura
dice”, Jesús dice: “El que los hizo al principio [...] dijo”, atribuyendo a la palabra
del Creador lo que escribió el narrador del Génesis. De hecho, Jesús consi-
dera que Dios es el autor de esta declaración, aunque la haya escrito Moisés.

Lee los siguientes pasajes. ¿Cómo concebía Jesús a los personajes y los
acontecimientos históricos de la Biblia?
Mateo 12:3, 4 ........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Marcos 10:6-8 ..................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Lucas 4:25-27 .....................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Lucas 11:51 ...................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Mateo 24:38 ...........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Jesús sistemáticamente considera a las personas, los lugares y los hechos


del Antiguo Testamento como verdades históricas. Se refiere a Génesis 1 y 2,
a Abel en Génesis 4, a David comiéndose el pan de la proposición y a Eliseo,
entre otras figuras históricas. Habla repetidas veces de los sufrimientos
de los profetas de la antigüedad (Mat. 5:12; 13:57; 23:34-36; Mar. 6:4). En un
mensaje de advertencia, Jesús también describe los días de Noé: “Estaban
comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en
que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los
llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mat. 24:38, 39).
Todo indica que Jesús se estaba refiriendo a este acto poderoso del juicio de
Dios como un hecho histórico.

Debido a que Jesús mismo menciona a estos personajes históricos como reales,
¿qué nos dice sobre el poder de los engaños de Satanás el hecho de que muchos
en la actualidad, incluso los cristianos profesos, a menudo nieguen su existencia?
¿Por qué nunca debemos caer en esa trampa?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 73 - Durante esta semana, CS cap. 32. 33
Lección 3 | Jueves 16 de abril

LOS APÓSTOLES Y LA BIBLIA


Los escritores del Nuevo Testamento abordan la Biblia de la misma
forma que Jesús. En cuestiones de doctrina, ética y cumplimiento profético,
el Antiguo Testamento, para ellos, era la Palabra autoritativa de Dios. No en-
contramos nada, en ninguna parte, que estos hombres hayan hecho o dicho
que desafíe la autoridad o la autenticidad de cualquier parte de la Biblia.

¿Qué nos enseñan los siguientes pasajes sobre cómo entendían los após-
toles la autoridad de la Palabra de Dios?
Hechos 4:24-26 ...........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Hechos 13:32-36 ........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Romanos 9:17 ...................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Gálatas 3:8 ...............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Observa en estos pasajes cuán estrechamente relacionada está la Es-


critura con la voz misma de Dios. En Hechos 4, justo antes de ser llenos del
Espíritu Santo, los discípulos alaban a Dios por la liberación de Pedro y Juan.
En su alabanza, elevan sus voces, reconociendo a Dios como el Creador y
por hablar a través de David su siervo. Es decir, las palabras de David son
las palabras de Dios. En Hechos 13:32 al 36, Pablo cita nuevamente a David,
pero atribuye esas palabras a Dios, porque el versículo 32 se refiere a “la
promesa que Dios hizo a nuestros antepasados” (BLP).
En Romanos 9:17, donde uno esperaría que el sujeto fuese Dios, Pablo
utiliza el término “Escritura”, diciendo: “porque la Escritura dice a Faraón”,
que en realidad podría decirse, “porque Dios dice a Faraón”. En Gálatas 3:8,
el sujeto “Escritura” se utiliza en lugar de “Dios”, y muestra cuán estrecha-
mente relacionada está la Palabra de Dios con Dios mismo.
Por cierto, los autores del Nuevo Testamento invariablemente confían en
el Antiguo Testamento como la Palabra de Dios. Hay cientos de referencias
veterotestamentarias en el Nuevo Testamento. Un erudito ha compilado una
lista de 2.688 referencias específicas: 400 de Isaías, 370 de los Salmos, 220 de
Éxodo, y otras. Si a esta lista se agregaran alusiones, temáticas y motivos, la
cantidad aumentaría considerablemente. Los libros están repletos de refe-
rencias a las profecías del Antiguo Testamento que a menudo se presentan
con la frase “Está escrito” (Mat. 2:5; Mar. 1:2; 7:6; Luc. 2:23; 3:4; Rom. 3:4; 8:36;
9:33; 1 Cor. 1:19; Gál. 4:27; 1 Ped. 1:16). Todo esto confirma que las Escrituras
del Antiguo Testamento son el fundamento sobre el que descansan las
enseñanzas de Jesús y los apóstoles.

¿Qué deberían enseñarnos estos ejemplos sobre cuán peligrosas son las ideas que
menoscaban nuestra confianza en la autoridad de las Escrituras?

34 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 74 - Durante esta semana, CS cap. 32.
Viernes 17 de abril | Lección 3

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:


Lee Elena de White, El Deseado de todas las gentes, “La niñez de Cristo”,
pp. 49-55, y “La tentación”, pp. 89-99.
“Los hombres se creen más sabios que la Palabra de Dios, más sabios
incluso que Dios; y en vez de poner los pies sobre el fundamento inamovible
y confrontar todo con la Palabra de Dios, someten esta palabra a sus propias
ideas de ciencia y naturaleza, y si resulta que aquella no concuerda con sus
ideas científicas, la descartan por falta de credibilidad” (Signs of the Times,
27 de marzo de 1884, p. 1).
“Los que mejor logran familiarizarse con la sabiduría y el propósito de
Dios tal como se revela en su Palabra llegan a ser hombres y mujeres de
fortaleza mental, y pueden hacerse obreros eficientes con el gran Educador,
Jesucristo. [...] Cristo ha dado a su pueblo las palabras de verdad, y todos
están llamados a cumplir su parte en darlas a conocer al mundo. [...] No hay
santificación aparte de la verdad: la Palabra. Entonces, ¡cuán esencial es que
ella sea comprendida por todos!” (FEC, 478, 479).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. Si Jesús, los autores de los evangelios y Pablo consideraban que las
Escrituras del Antiguo Testamento eran la Palabra de Dios, ¿qué
debería decirnos esto acerca de por qué actualmente hay muchas
perspectivas modernas sobre las Escrituras que están erradas, y
por qué no debemos dejarnos engañar por estos argumentos, sin
importar quién los inculque?
2. Solo para dar una idea de hasta dónde han llegado muchos erudi-
tos bíblicos modernos con su escepticismo, estas son algunas de
las cosas que muchos eruditos modernos niegan: Rechazan una
Creación literal de seis días, y en cambio aceptan que hubo miles
de millones de años de Evolución. Rechazan a un Adán sin pecado
en un mundo no caído. Rechazan un diluvio universal. Algunos re-
chazan la existencia literal de Abraham. Algunos rechazan la his-
toria del Éxodo. Algunos rechazan los milagros de Jesús, incluso su
resurrección corporal. Algunos rechazan la idea de la profecía pre-
dictiva, en la que los profetas vaticinan el futuro, a veces siglos o
incluso milenios antes. ¿Qué deberían decirnos estas conclusiones
sobre lo que sucede cuando la gente comienza a dudar de la autori-
dad y la autenticidad de las Escrituras? Además, ¿de qué manera se
podría ayudar a estas personas a llegar a tener una comprensión
clara de la verdad?
3. En respuesta a la pregunta al final del estudio del martes, ¿cómo
entendemos el hecho de que toda la Escritura sea inspirada, inclu-
so las partes que no necesariamente se aplican a nosotros hoy?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 75 - Durante esta semana, CS cap. 32. 35
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...

Textos clave: Mateo 4:1–11; 22:37–40; Lucas 24:13–35, 44, 45;


4:25–27; Hechos 4:24–26.

RESEÑA
El clamor de la Reforma era mayúsculo: “Volver a las fuentes”. En el contexto
de la Ilustración, este lema implicaba que los reformadores decidieron volver a
las Escrituras como la fuente original para comprender verdaderamente la natu-
raleza del cristianismo y los deberes del cristiano. Los reformadores rechazaron
basar su comprensión de la Escritura en las tradiciones y los abusos que habían
llegado a caracterizar a la iglesia medieval. En la actualidad, las presuposiciones
modernas provenientes de una cosmovisión secular minimizan la Biblia y con-
sideran que esta se basa en ideas erróneas y primitivas que hay que adecuar
o rechazar. Por lo tanto, los cristianos también debemos “volver a las fuentes”.
El principal ejemplo con el que debemos orientarnos es Jesucristo. ¿Cómo
consideraba él las Escrituras? ¿Expresó dudas sobre ciertas partes de las Escri-
turas o, al contrario, citó la Biblia (el Antiguo Testamento, en su época) como
autoritativa para todos los aspectos de la vida? Esta era moderna y científica
niega la existencia de Dios. A lo sumo, afirma que Dios no interactúa en la historia
humana. En lugar de seguir estas presuposiciones, ¿no deberíamos contrastar
esas afirmaciones con lo que las Escrituras dicen que Jesús enseñaba y creía?
Y sus discípulos, los apóstoles, que escribieron grandes porciones del Nuevo
Testamento, ¿no siguieron también su ejemplo? Esta semana nos remontaremos
a Jesús y a los apóstoles para ver cómo usaron e interpretaron las Escrituras.
Asumimos que sus métodos de interpretación y aplicación aún sirven de guía
confiable y de inspiración para nosotros hoy.

COMENTARIO
Ilustración
En 1521, Martín Lutero fue convocado por el emperador del Sacro Imperio
Romano-Germánico a Worms, Alemania, donde esperaba ser juzgado por el
concilio, o Dieta. Este fue un punto de inflexión para la Reforma. ¿Se retractaría
Lutero y repudiaría sus escritos que habían conmocionado a toda Europa? ¿O
defendería la Sola Scriptura, “solo la Biblia”, como su norma? Lutero se presentó
ante el emperador y las más encumbradas autoridades civiles y eclesiásticas.
Un grabado del artista Lucas Cranach ese mismo año presenta el perfil claro de
Lutero proyectando fuerza y determinación. Cuando llegó el momento, habló de
manera directa y honesta: “Ya que su majestad y sus altezas exigen de mí una
respuesta clara, voy a darla [...]: A menos que me convenzan con testimonios
bíblicos, o con razones evidentes (porque yo no puedo confiar en las decisiones
del Papa ni de los concilios, porque es muy evidente que ellos han caído mu-
chas veces en el error así como en muchas contradicciones consigo mismos), y

36
Material auxiliar para el maestro // Lección 3

si no se me persuade con los mismos textos que yo he citado, y si no sujetan mi


conciencia a la Palabra de Dios, yo no puedo ni quiero retractar nada, por no
ser digno de un cristiano hablar contra su conciencia. [...] ¡Que Dios me ayude!
¡Amén!” (H. Boehmer, Martin Luther: Road to Reformation), p. 415.

Texto bíblico
Hubo un momento decisivo en la historia de la Tierra cuando Satanás tentó a
Jesús después de su bautismo y su experiencia en el desierto. Apenas cuarenta
días antes, el Padre dijo en el bautismo de Jesús: “Este es mi Hijo amado, en
quien tengo complacencia” (Mat. 3:17). Satanás ahora desafió esta posición. Jesús
¿era el que su Padre dijo que era? La cuestión era la veracidad de la Palabra de
Dios. En su primera respuesta, Jesús cita un pasaje de Deuteronomio 8:3: “No
solo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová”.
El contexto de este pasaje es la providencia de Dios en favor del antiguo Israel
cuando vagaron por el desierto durante cuarenta años. Dios los sostuvo para
que confiaran totalmente en él. Al citar este pasaje, Jesús está diciendo: “Mi
Padre que sostuvo a Israel por cuarenta años me sostendrá a mí. Confío solo
en su Palabra porque sé que él no es solo la Fuente de sustento, sino la Fuente
de la vida misma”. También hay una implicación más profunda aquí. Jesús se
somete a su Padre, así como se le enseñó al antiguo Israel que se sometiera a
la Palabra de Dios. Jesús no habla de su propia autoridad sino de la autoridad
de las Escrituras dichas por Moisés. El argumento en Deuteronomio es que de-
bido a que Dios sostuvo a Israel, y lo amparó como su pueblo para entrar en la
Tierra Prometida, ellos “guardará[n], pues, los mandamientos de Jehová tu Dios,
andando en sus caminos, y temiéndole” (Deut. 8:6).
“Jesús hizo frente a Satanás con las palabras de la Escritura. Dijo: ‘Escrito está’.
En toda tentación, el arma de su lucha era la Palabra de Dios. Satanás exigía de
Cristo un milagro como señal de su divinidad. Pero aquello que es mayor que
todos los milagros, una firme confianza en un ‘Así dice Jehová’, era una señal
que no podía ser controvertida. Mientras Cristo se mantuviera en esa posición,
el tentador no podría obtener ventaja alguna” (DTG 95). ¿Cómo enfrentamos la
tentación hoy? ¿Tenemos textos bíblicos guardados en nuestro corazón a los
que podemos recurrir para responder al tentador? Nunca estamos obligados
a someter nuestra voluntad a la tentación, y tenemos el mismo recurso que
Jesús: su Palabra.

Ilustración
El 23 de octubre de 1844 hubo gran dolor y desilusión cuando los creyentes
adventistas se despertaron ante la realidad de que Jesús no había regresado
para llevarlos al cielo, como esperaban. Habían vendido casas y propiedades.
Habían dado todo por la proclamación de la noticia de que Jesús vendría ese
día. Ahora, su mayor esperanza quedó destrozada. Algunos de los creyentes

37
Lección 3 // Material auxiliar para el maestro

abandonaron la fe. Muchos enfrentaron el ridículo de los escépticos, que habían


dudado todo el tiempo. ¿Qué salió mal? Todo lo que aprendieron del estudio
de las profecías ¿no sirvió de nada? Pero, al volver a las Escrituras, llegaron a
entender que la fecha no estaba errada, sino que habían entendido mal la na-
turaleza de la “purificación del Santuario”. La purificación del Santuario no era la
destrucción de la Tierra; era el paso de Cristo al Lugar Santísimo para comenzar
otra etapa en su obra expiatoria. El estudio llevó a los creyentes adventistas a
comprender la profecía de Apocalipsis 10:9 y 10, el dulce mensaje del libro que
se convirtió en un amargo chasco. Esta decepción no era una experiencia nueva
para los creyentes en Jesús. Ya había sucedido antes.

Texto bíblico
Los discípulos no podían entender la muerte de Cristo en la cruz. Habían creí-
do, al igual que el resto del judaísmo, que el Mesías establecería un reino terrenal
que los libraría de la opresión de los romanos. Ahora que Jesús estaba muerto y
sepultado, quedaron devastados. La respuesta a su chasco fue la misma que la
respuesta a los primeros creyentes adventistas. Era volver a las Escrituras. Jesús
les mostró el camino. “Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los
profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían” (Luc. 24:27).
Esta fue una exposición exhaustiva para que los discípulos pudieran ver “que era
necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de [él] en la ley de Moisés, en
los profetas y en los salmos” (Luc. 24:44). Aquí tenemos otra referencia explícita
a las tres divisiones del Antiguo Testamento que abarca “todas las escrituras”.
Jesús había orado por sus discípulos: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es
verdad” (Juan 17:17). Para Jesús, toda la Escritura era autoritativa y, además, la
base de su autoridad, ministerio y misión.
Los discípulos se tomaron en serio la enseñanza de Jesús y la convirtieron
en la base de los evangelios y las cartas a la iglesia. Mateo citó ampliamente las
profecías del Antiguo Testamento. Lucas comenzó su Evangelio con las genealo-
gías, demostrando que Jesús era el Mesías. Pablo afirma que “toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir
en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado
para toda buena obra” (2 Tim. 3:16, 17). En Hebreos 11, Pablo enumera a muchos
de los hombres y las mujeres que fueron héroes de la fe, y se toma al pie de la
letra sus historias y los escenarios originales del Antiguo Testamento. Nunca en-
contramos que algún escritor del Nuevo Testamento dude de la autenticidad, la
historicidad, las profecías o las enseñanzas de la Biblia. No consideran los relatos
de las Escrituras de otra manera que no sea autoritativa. Los ejemplos de Jesús
y los apóstoles nos dan la evidencia más clara de cómo abordar las Escrituras.
Ellos permitieron que las Escrituras interpretaran las Escrituras. Confiaron en
las Escrituras como su defensa durante la tentación y exigieron un claro “así
dice Jehová” en la interpretación más clara del texto bíblico y sus aplicaciones.

38
Material auxiliar para el maestro // Lección 3

APLICACIÓN A LA VIDA
En la década de 1990, el movimiento WWJD se hizo popular entre los cris-
tianos. Los jóvenes usaban pulseras de plástico con el acrónimo WWJD, que
en español sería QHJ: “¿Qué haría Jesús?” Esta pregunta también podría ser
apropiada al considerar la forma de abordar la Biblia. Podríamos reformular
el acrónimo a QDJ: “¿Qué diría Jesús?” ¿Qué diría Jesús de las interpretaciones
modernas que niegan la historicidad de los principales acontecimientos del
Antiguo Testamento? ¿Qué diría Jesús de los argumentos a favor de la creencia
de que el Antiguo Testamento enseña un mensaje diferente del enseñado en
el Nuevo Testamento, y que debería minimizarse y relegarse a una posición de
menor autoridad? ¿Qué le diría Jesús a alguien de la iglesia que insiste en que
ciertos pasajes del Nuevo Testamento solo son aplicables a la iglesia a la que se
dirigió esa carta en particular (p. ej., Éfeso o Corinto)? ¿Limitaría Jesús la auto-
ridad de la Biblia? Como discípulos de Cristo, ¿cómo emulamos su abordaje de
las Escrituras? ¿Intentaremos interpretar y torcer palabras como lo hicieron los
fariseos y los saduceos para atrapar a Jesús?
1. Pídeles a tus alumnos que relaten experiencias en las que se les vinieron
ciertos pasajes bíblicos a la mente cuando se vieron tentados a dejar de
lado a Jesús. ¿Qué clase de bendiciones recibimos al memorizar la Biblia
y almacenarla en el corazón? ¿Cuántas promesas de Dios has guardado
para cuando ya no tengas acceso a la Biblia?
2. Piensa en otros ejemplos de cuando Jesús y los apóstoles basaron sus
argumentos en las Escrituras. ¿Cuán eficaces fueron esos argumentos?

39
º trimestre

[11167]
[11157]

¿PODEMOS ADELANTAR LA
SEGUNDA VENIDA? DE LAS LÁGRIMAS AL GOZO
Marcos Blanco Mike Tucker

La Iglesia Adventista siempre ha enfatizado Mike Tucker habla desde el corazón y com-
la Segunda Venida. Sin embargo, a más de parte sus luchas a través del dolor del duelo
150 años de haber proclamado la inminente luego de la muerte de quien fue su espo-
venida de Jesús, este evento todavía no se sa por más de cuatro décadas, Gayle Anne
ha concretado, y esta “espera” ha suscitado Whitacre Tucker. Por años, Mike había dic-
varios interrogantes entre los adventistas: tado clases de recuperación del duelo. Aho-
¿Hay una “demora”? ¿Podemos adelantar la ra, se encontró poniendo a prueba todo lo
Segunda Venida? Este libro expone breve- que había enseñado. Al compartir su histo-
mente las posiciones en conflicto, para lue- ria, Mike también presenta investigaciones
go analizar lo que la Biblia y los escritos de y material que le fue útil y confiable en el
Elena de White dicen acerca de esta tensión. proceso de recuperación.

editorialaces.com
Lección 4: Para el 25 de abril de 2020

LA BIBLIA: FUENTE
AUTORITATIVA DE
NUESTRA TEOLOGÍA

Sábado 18 de abril

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Marcos 7:1-13; Romanos 2:4; 1


Juan 2:15-17; 2 Corintios 10:5, 6; Juan 5:46, 47; 7:38.

PARA MEMORIZAR:
“¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha
amanecido” (Isa. 8:20).

o hay ninguna iglesia cristiana que no utilice la Biblia para respaldar

N sus creencias. Sin embargo, el papel y la autoridad de la Escritura en


la teología no son iguales en todas las iglesias. Este es un tema impor-
tante pero complejo que exploraremos al estudiar cinco fuentes influyentes
diferentes que intervienen en nuestra interpretación de las Escrituras: la
tradición, la experiencia, la cultura, la razón y la Biblia misma.
Estas fuentes desempeñan un papel importante en cada teología y en cada
iglesia. Todos somos parte de varias tradiciones y culturas que nos impactan.
Todos tenemos experiencias que dan forma a nuestro pensamiento e influyen
en nuestra comprensión. Todos tenemos una mente para pensar y evaluar las
cosas. ¿Cuál de estas fuentes, o combinaciones de ellas, tiene la autoridad final
en nuestra forma de interpretar la Biblia? La prioridad que se le da a cualquier
fuente o fuentes ocasiona énfasis y resultados muy diferentes y, en última
instancia, determinará la dirección de toda nuestra teología.
40 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 76 - Durante esta semana, CS cap. 33.
Domingo 19 de abril | Lección 4

LA TRADICIÓN
La tradición en sí no es mala. Da a los actos recurrentes de nuestra vida
cotidiana una cierta rutina y estructura. Nos puede ayudar a mantenernos
conectados con nuestras raíces. Por lo tanto, no es de extrañar que la tradi-
ción también juegue un papel importante en la religión. Pero, también hay
algunos peligros relacionados con la tradición.

¿Qué nos enseña Marcos 7:1 al 13 sobre cómo reaccionó Jesús ante algu-
nas tradiciones humanas de su época?

La tradición que Jesús confrontó era cuidadosamente transmitida en la


comunidad judía de maestro a alumno. En los días de Jesús, había asumido
un lugar a la par de las Escrituras. Sin embargo, la tradición tiende a crecer
durante largos períodos, acumulando así cada vez más detalles y aspectos
que originalmente no formaban parte de la Palabra ni del plan de Dios. Estas
tradiciones humanas, aunque eran promovidas por “ancianos” respetados
(ver Mar. 7:3, 5), es decir, por los líderes religiosos de la comunidad judía, no
son iguales a los mandamientos de Dios (ver Mar. 7:8, 9). Eran tradiciones
humanas y, a la larga, llegaron a un punto en el que “invalida[ron] la palabra
de Dios” (Mar. 7:13).

Lee 1 Corintios 11:2 y 2 Tesalonicenses 3:6. ¿Cómo distinguimos entre


la Palabra de Dios y la tradición humana? ¿Por qué es tan importante que
hagamos esta distinción?

La Palabra viva de Dios origina en nosotros una actitud reverente y fiel


hacia ella. Esta fidelidad genera una cierta tradición. Nuestra fidelidad, sin
embargo, siempre necesita ser leal al Dios vivo, que ha revelado su voluntad
en la Palabra escrita de Dios. Por lo tanto, la Biblia ostenta un papel único
que reemplaza a todas las tradiciones humanas. La Biblia está por encima
y por sobre todas las tradiciones, incluso las buenas. Las tradiciones que
surgen de nuestra experiencia con Dios y su Palabra constantemente deben
cotejarse con la vara de medir de la santa Escritura.

¿Cuáles son las cosas que hacemos como iglesia que podrían ponerse bajo el rótulo
de “tradición”? ¿Por qué siempre es importante distinguirlas de un precepto bíbli-
co? Lleva tu respuesta a la clase el sábado.

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 77 - Durante esta semana, CS cap. 33. 41
Lección 4 | Lunes 20 de abril

LA EXPERIENCIA
Lee Romanos 2:4; y Tito 3:4 y 5. ¿Cómo percibimos la benignidad, la pa-
ciencia, el perdón, la longanimidad y el amor de Dios? ¿Por qué es importante
que nuestra fe no sea solo un conocimiento abstracto e intelectual, sino algo
que realmente experimentemos? Al mismo tiempo, nuestras experiencias,
¿de qué manera pueden entrar en conflicto con la Biblia e incluso engañar-
nos en nuestra fe?

La experiencia es parte de nuestra existencia humana. Afecta nues-


tros sentimientos y pensamientos de una manera poderosa. Dios nos ha
diseñado de modo que nuestra relación con su creación, e incluso con Dios
mismo, está tan conectada a nuestra experiencia que esta la determina.
Dios desea que experimentemos la belleza de las relaciones, del arte, la
música y las maravillas de la Creación, así como el gozo de su salvación y el
poder de las promesas de su Palabra. Nuestra religión y nuestra fe son más
que solo doctrina y decisiones racionales. Lo que experimentamos moldea
significativamente nuestra visión de Dios e incluso nuestra comprensión
de su Palabra. Pero, también necesitamos ver claramente las limitaciones
e insuficiencias de nuestras experiencias a la hora de conocer la voluntad
de Dios.

¿Qué advertencia se encuentra en 2 Corintios 11:1 al 3? ¿Qué debería


decirnos esto sobre los límites de confiar en nuestras experiencias?

Las experiencias pueden ser muy engañosas. Bíblicamente hablando,


la experiencia necesita tener su propia esfera. Necesita que la Escritura la
inspire y la forme, y también que la interprete. A veces queremos experi-
mentar algo que no está en armonía con la Palabra y la voluntad de Dios.
Aquí, debemos aprender a confiar en la Palabra de Dios incluso por encima
de nuestra experiencia y deseos. Debemos estar atentos para cerciorarnos
de que incluso nuestra experiencia esté siempre en armonía con la Palabra
de Dios y no contradiga las claras enseñanzas de la Biblia.

Una fe en la que el amor a Dios y el amor a los demás (ver Mar. 12:28-31) son los
mandamientos principales es, obviamente, una fe en la que la experiencia impor-
ta. Al mismo tiempo, ¿por qué es indispensable que siempre analicemos nuestra
experiencia teniendo la Palabra de Dios como parámetro?

42 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 78 - Durante esta semana, CS cap. 33.
Martes 21 de abril | Lección 4

LA CULTURA
Todos pertenecemos a una cultura (o culturas) concreta y somos parte de
ella. Todos somos influenciados y moldeados por la cultura, también. Nadie
escapa de ella. De hecho, piensa en cuántos relatos del Antiguo Testamento
detallan que el antiguo Israel se corrompió por las culturas circundantes.
¿Qué nos hace pensar que hoy somos diferentes o mejores?
La Palabra de Dios también se da en una cultura específica, aunque no se
limita a esa cultura. Si bien los factores culturales influyen inevitablemente
en nuestra comprensión de la Biblia, no debemos perder de vista el hecho
de que la Biblia también trasciende las categorías culturales establecidas de
etnicidad, imperio y estatus social. Esta es una de las razones por las que la
Biblia supera cualquier cultura humana e incluso es capaz de transformar y
corregir los elementos pecaminosos que encontramos en todas las culturas.

Lee 1 Juan 2:15 al 17. ¿Qué quiere decir Juan cuando declara que no de-
bemos amar las cosas del mundo? ¿Cómo podemos vivir en el mundo y, no
obstante, no tener una mentalidad mundana?

La cultura, como cualquier otra faceta de la creación de Dios, se ve afec-


tada por el pecado. Por consiguiente, también está bajo el juicio de Dios.
Sí, algunos aspectos de nuestra cultura podrían alinearse muy bien con
nuestra fe, pero siempre debemos tener cuidado de distinguir entre ambas.
Idealmente, la fe bíblica debería desafiar la cultura existente si es nece-
sario, y crear una contracultura que sea fiel a la Palabra de Dios. A menos
que tengamos algo arraigado en nosotros que provenga de lo Alto, pronto
cederemos a lo que nos rodea.
Elena de White nos brinda la siguiente mirada:
“Los seguidores de Cristo han de estar separados del mundo en sus
principios e intereses; pero no deben aislarse del mundo. El Salvador tra-
taba constantemente con los hombres, no para alentarlos en cosa alguna
que no estuviese de acuerdo con la voluntad de Dios, sino para elevarlos y
ennoblecerlos” (CM 306).

¿Qué aspectos de tu cultura están en total oposición a la fe bíblica? Más aún, ¿cómo
nos mantenemos firmes en esos aspectos que intentan echar a perder nuestra fe?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 79 - Durante esta semana, CS cap. 33. 43
Lección 4 | Miércoles 22 de abril

LA RAZÓN
Lee 2 Corintios 10:5 y 6; y Proverbios 1:7 y 9:10. ¿Por qué es tan impor-
tante la obediencia a Cristo en nuestros pensamientos? ¿Por qué el temor
de Jehová es el principio de la sabiduría?

Dios nos ha dado la capacidad de pensar y razonar. Cada actividad humana


y cada argumento teológico suponen nuestra capacidad de pensar y sacar con-
clusiones. Nosotros no respaldamos una fe irracional. Sin embargo, como con-
secuencia de la Ilustración del siglo XVIII, la razón humana asumió un papel
nuevo y dominante, especialmente en la sociedad occidental, que va mucho
más allá de nuestra capacidad de pensar y llegar a conclusiones correctas.
En contraste con la idea de que todo nuestro conocimiento se basa en
la experiencia sensorial, otro enfoque considera que la razón humana es la
principal fuente de conocimiento. Esta perspectiva, llamada racionalismo,
es la idea de que la verdad no es sensorial sino intelectual, y deriva de la
razón. En otras palabras, existen ciertas verdades y solo nuestra razón puede
captarlas directamente. Esto hace que la razón humana sea la prueba y el
criterio para la verdad. La razón se convirtió en la nueva autoridad ante la
cual todo lo demás debía inclinarse, incluyendo la autoridad de la iglesia y,
lo que es más grave, hasta la autoridad de la Biblia como la Palabra de Dios.
Se descartó todo lo que no era evidente para la razón humana y se cuestionó
su legitimidad. Esta actitud afectó la interpretación de grandes partes de la
Escritura. Todos los milagros y los actos sobrenaturales de Dios, como la re-
surrección corporal de Jesús, el nacimiento virginal o la Creación de seis días,
por mencionar solo algunos, ya no se consideraban verdaderos ni confiables.
La verdad es que debemos recordar el hecho de que incluso nuestro poder
de razonamiento se ve afectado por el pecado y debe ser sometido al reinado
de Cristo. Los seres humanos tienen el entendimiento entenebrecido y están
alienados de Dios (Efe. 4:18). Necesitamos que la Palabra de Dios nos ilumine.
Además, el hecho de que Dios sea nuestro Creador indica que, bíblicamente
hablando, la razón humana no se crea como algo que funcione de manera
independiente o autónoma de Dios. Al contrario, “el temor de Jehová es el
principio de la sabiduría” (Prov. 9:10; comparar con Prov. 1:7). Recién cuando
en nuestra vida aceptamos la supremacía de la revelación de Dios (encarnada
en la Palabra escrita de Dios), y estamos dispuestos a cumplir lo que está
escrito en la Biblia, podemos razonar correctamente.

Hace siglos, el presidente estadounidense Thomas Jefferson hizo su propia versión


del Nuevo Testamento eliminando todo lo que, en su opinión, iba en contra de la
razón. Desaparecieron casi todos los milagros de Jesús, incluida su resurrección.
¿Qué debería enseñarnos esto acerca de los límites de la razón humana para en-
tender la verdad?

44 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 80 - Durante esta semana, CS cap. 33.
Jueves 23 de abril | Lección 4

LA BIBLIA
El Espíritu Santo, quien reveló e inspiró el contenido de la Biblia a los
seres humanos, nunca nos guiará en contra de la Palabra de Dios ni nos ex-
traviará de ella. Para los Adventistas del Séptimo Día, la Biblia tiene una au-
toridad superior a la tradición humana, la experiencia, la razón o la cultura.
La Biblia sola es la norma por la que todo lo demás necesita comprobarse.

Lee Juan 5:46 y 47; y 7:38. Para Jesucristo, la Biblia es la fuente suprema
para interpretar las cuestiones espirituales. ¿Cómo confirma la Biblia que
Jesús es el verdadero Mesías?

Algunos afirman haber recibido “revelaciones” e instrucciones especiales


de parte del Espíritu Santo, pero estas contradicen el claro mensaje de la
Biblia. Para ellos, el Espíritu Santo ha alcanzado una autoridad superior a la
Palabra de Dios. Quien anula la Palabra de Dios, escrita e inspirada, y evade
su claro mensaje está pisando sobre terreno peligroso y no está siguiendo
la conducción del Espíritu de Dios. La Biblia es nuestra única salvaguardia
espiritual. Solo la Biblia es una norma confiable para todas las cuestiones
de fe y práctica.
“El Espíritu Santo habla a la mente y graba la verdad en el corazón a
través de las Escrituras. Así expone el error y lo expulsa del alma. Es por
medio del Espíritu de verdad, obrando a través de la Palabra de Dios, como
Cristo subyuga a sí mismo a su pueblo escogido” (DTG 625).
Nunca debe interpretarse que el Espíritu Santo reemplaza la Palabra
de Dios, sino que él obra en armonía con la Biblia y a través de ella para
acercarnos a Cristo, por lo que la Biblia es la única norma para la auténtica
espiritualidad bíblica. La Biblia brinda una sana doctrina (ver 1 Tim. 4:6) y,
como Palabra de Dios, es confiable y merece aceptación plena. No es nuestra
tarea emitir juicio sobre las Escrituras. Al contrario, la Palabra de Dios, más
bien, tiene el derecho y la autoridad de juzgarnos a nosotros y nuestro pen-
samiento. Al fin y al cabo, es la Palabra Escrita del mismo Dios.

¿Por qué la Biblia es una guía más segura en cuestiones espirituales que las impre-
siones subjetivas? ¿Cuáles son las consecuencias cuando no aceptamos la Biblia
como la norma con la cual contrastar todas las enseñanzas e incluso nuestra expe-
riencia espiritual? Si la revelación privada tuviese la última palabra en cuestiones
espirituales, ¿por qué esto no conduciría más que al caos y al error?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 81 - Durante esta semana, CS cap. 33. 45
Lección 4 | Viernes 24 de abril

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:


Lee Elena de White, El conflicto de los siglos, “Nuestra única salvaguardia”,
pp. 579-587.
En nuestra reflexión sobre la Palabra de Dios hemos analizado la tradi-
ción, la experiencia, la cultura, la razón y la Biblia. La pregunta concluyente
es: ¿Cuál de estas fuentes tiene la última palabra y la máxima autoridad
en nuestra teología? Una cosa es decir “la Biblia”, pero es completamente
diferente permitir que la Biblia, a través del ministerio del Espíritu Santo,
impacte y cambie la vida.
En cierto sentido, la cultura, la experiencia, la razón e incluso la tradición
en sí tal vez no sean necesariamente malas. Se transforman en problemas
cuando contradicen lo que las Escrituras enseñan. Pero, a menudo es de es-
perarse. No obstante, lo peor es cuando estas cosas se anteponen a la Palabra
de Dios. Mayormente, las historias de apostasía del Antiguo Testamento
y del Nuevo Testamento tuvieron lugar cuando las influencias externas
primaron sobre la revelación divina.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. ¿Por qué es más fácil respetar los detalles de algunas tradiciones
humanas que vivir el espíritu de la Ley de Dios: amar al Señor
nuestro Dios con todo mi corazón, alma y mente, y a mi prójimo
como a mí mismo (ver Mat. 22:37-40)?
2. En clase, analicen las respuestas a la pregunta final del domingo.
¿Qué papel debería cumplir la tradición en nuestra iglesia? ¿Qué
bendiciones y desafíos hay en las tradiciones religiosas?
3. ¿Cómo podemos asegurarnos de que la tradición, por más buena
que sea, no sustituya la Palabra escrita de Dios como nuestra nor-
ma y autoridad final?
4. Supongamos que alguien dice haber tenido un sueño en el que el
Señor le habló, diciéndole que el domingo es el verdadero día de des-
canso y adoración para la era neotestamentaria. ¿Cómo le respon-
derías a esa persona? ¿Qué nos enseña una historia así en cuanto
a que la Palabra de Dios siempre debe comprobar la experiencia?
5. En clase, hablen sobre la cultura en la que su iglesia se encuentra
inmersa. ¿Cómo afecta esa cultura a tu fe? ¿Qué ejemplos podemos
encontrar en la historia donde la cultura haya tenido un impacto
considerable sobre el accionar de los miembros de la iglesia, a tal
punto que, al mirar hacia atrás ahora, los consideramos negativos?
¿Qué lecciones personales podemos sacar de esto para no cometer
errores similares?

46 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 82 - Durante esta semana, CS cap. 33.
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...

Textos clave: Isaías 8:20; Marcos 7:1–13; 1 Corintios 11:2; 2


Tesalonicenses 3:6; Romanos 2:4; Tito 3:4, 5; 1 Juan 2:15–17;
2 Corintios 10:5, 6; Proverbios 1:7; 9:10; Juan 5:46–48; 7:38.

RESEÑA
Muchas veces no somos conscientes de la influencia de otras fuentes en nues-
tro pensamiento y nuestra teología. Incluso si queremos vivir solo de acuerdo con
la Biblia, nuestra comprensión de la Escritura está significativamente moldeada
e influenciada por una serie de factores: las tradiciones a las que estamos acos-
tumbrados y con las que crecimos, la forma en que se nos educó para pensar y
usar la razón para explicar las cosas, nuestra experiencia con ciertas personas
e ideas, y la cultura formativa que nos rodea. La prioridad dada a cualquier
fuente o combinación de fuentes tiene una influencia significativa en nuestra
teología; finalmente determinará la dirección de toda la tarea teológica. En las
iglesias católicas y ortodoxas, la tradición a menudo juega un papel importante
y decisivo. En las iglesias carismáticas y pentecostales, la experiencia a menudo
cuenta como autoridad final. En la teología liberal, la razón humana a menudo
asume la última palabra, que decide qué es aceptable y qué no. Además, cada
iglesia se ve afectada hasta cierto punto por la cultura local. Y ninguna iglesia
existe sin la Biblia. No queremos una fe desprovista de experiencia, ni una fe
en la que no pensemos (una fe irracional y no bendecida por las tradiciones
positivas). Es importante estar al tanto de todas esas influencias y comprender
la contribución positiva que cada fuente tiene en nuestra fe. Pero también es
de vital importancia ver claramente las limitaciones de cada fuente. La cuestión
determinante es esta: ¿a qué fuente otorgamos la autoridad suprema y final en
materia de fe y práctica?

COMENTARIO
La tradición
La tradición a menudo tiene mala reputación. Se la asocia con una mentalidad
estrecha que se apega servilmente a la rígida repetición y ejecución de ciertos
rituales y prácticas. Pero la tradición no es del todo mala.
Piensa en algunos aspectos positivos que cualquier tradición podría tener.
Brinda actos recurrentes de estructura y estabilidad. Nos conecta con nuestro
pasado y quizá incluso con nuestros orígenes. Transmite valores y cosas que
son importantes para nosotros. Ayuda a mantener vivo el recuerdo de aconte-
cimientos y cosas importantes. Todo esto es bueno.
El problema surge cuando esas tradiciones cobran vida propia y finalmente
se vuelven más importantes que las cosas originales que intentan preservar. Las
tradiciones también tienden a crecer con el tiempo y a agregar aspectos que
van más allá de lo que inicialmente desencadenó la tradición.

47
Lección 4 // Material auxiliar para el maestro

En Gálatas 1:9, Pablo exhorta a los creyentes a no predicar otro evangelio


que el que habían recibido. Por lo tanto, existe una tradición que Dios inició,
pero también hay tradiciones humanas que originalmente no forman parte del
plan de Dios ni de la Palabra de Dios.

La experiencia
Los seres humanos fueron creados con la capacidad de experimentar amor.
Podemos experimentar la belleza, la armonía, la música y el arte, y podemos
relacionarnos con cosas y otras relaciones mucho más que de una manera racio-
nal. La experiencia es parte de nuestra vida y también forma parte importante
de nuestra vida espiritual con Dios.
Piensa en aspectos de tu fe donde el hecho de experimentar alegría, perdón,
una conciencia limpia y actos de bondad y amor ha impactado positivamente
en tu relación con Dios y con otros creyentes.
Tu experiencia de rechazo, prejuicio, odio, sospecha, duda, envidia y celos
¿cómo impactó negativamente en tu relación con Dios y en tu comprensión de
él? ¿Qué nos enseña eso sobre nuestra responsabilidad de ser cartas vivas de
Cristo (2 Cor. 3:2, 3) que otras personas podrían leer cuando quisieran aprender
algo acerca de Dios?

Ilustración
Nuestra experiencia humana es poderosa pero también puede ser engañosa
y errónea. ¿Cómo reaccionarías si un cristiano carismático te dijera que, según
su experiencia, Dios le ha dicho que adore a Dios en domingo, mientras que la
Biblia establece claramente que el séptimo día es el día santo de descanso para
Dios? ¿Qué debemos hacer si la experiencia de un don espiritual específico se
convierte en la norma de lo que significa vivir una vida llena del Espíritu?

La cultura
La palabra cultura deriva del latín cultūra, procedente, a su vez, de colere,
que significa cultivar. La cultura abarca, entre otras cosas, el conjunto de cos-
tumbres, valores, el comportamiento social y las normas que se encuentran en
las sociedades humanas. Dios nos ha dado la capacidad de darle forma a la
cultura, pero al mismo tiempo todos estamos influenciados por las respectivas
culturas en las que vivimos.
La Biblia llegó a la existencia en una cultura específica. Es de gran ayuda fami-
liarizarse con la cultura de las Escrituras para comprender mejor algunas de sus
declaraciones. La cultura bíblica no hace que la Escritura sea relativa a la cultura.
Al fin y al cabo, la Escritura es la Palabra revelada de Dios. Como tal, la Biblia pue-
de tener un impacto positivo en la cultura humana y elevar cualquier sociedad.
Enumeren ejemplos en los que el pensamiento bíblico haya cambiado tu so-
ciedad y tu cultura para mejor o donde podría tener un impacto positivo. Piensen

48
Material auxiliar para el maestro // Lección 4

con los miembros de la Escuela Sabática sobre las estrategias para presentar
la Biblia y las ideas bíblicas de manera que sean bien recibidas, creando una
contracultura bíblica positiva en nuestra sociedad.
Ninguna cultura es perfecta, y cada cultura se ve afectada por el pecado. Por
lo tanto, no todo en la cultura es positivo. Algunos aspectos culturales pueden
tener un impacto negativo en nuestra fe o incluso pueden ser de origen demo-
níaco. ¿Cómo podemos distinguir entre los aspectos positivos y los negativos de
nuestra cultura? ¿Cómo podemos evitar simplemente copiar nuestra cultura en
nuestra adoración? ¿Por qué tenemos que ser culturalmente relevantes para lle-
gar a otras personas? ¿Cómo puede la Biblia ser la norma final en esta búsqueda?

La razón
Dios nos creó con la capacidad de pensar. Gran parte de la Biblia nos llama
a reflexionar sobre lo que está escrito en ella, y estimula nuestros pensamientos
y el razonamiento. La repetición de la pregunta: “¿Qué te parece?” (Mat. 17:25;
18:12; 21:28; 22:17; 22:42; 26:66; y otros) o la de la pregunta conexa: “¿No habéis
leído?” (Mat. 12:3, 5; 19:4; 21:16; 21:42; 22:31; y otros) implica que Dios quiere
que usemos nuestra mente para entenderlo a él y su Palabra. Si bien podemos
entender a Dios adecuadamente y con sinceridad, debemos reconocer que nunca
comprenderemos plenamente todo acerca de Dios. A fin de cuentas, somos seres
creados. ¡No somos Dios! Además, nuestro pensamiento está oscurecido y se ve
afectado por el pecado. Por lo tanto, necesitamos incluso llevar “cautivo todo
pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Cor. 10:5). Si no estamos dispuestos
a someter nuestro pensamiento a la autoridad superior de la Escritura, rápida-
mente comenzaremos a juzgar cada vez más partes de la Escritura de acuerdo
con lo que creemos que es razonable y verdadero, convirtiendo así nuestra
razón en la norma de lo que podemos aceptar o no. Esta mentalidad eliminará
los milagros de la Biblia y afectará verdades bíblicas como la doctrina de Dios
y su naturaleza trina o la divinidad de Cristo, la personalidad del Espíritu Santo,
la resurrección corporal, la relación entre los seres humanos, el libre albedrío y
la soberanía de Dios, por mencionar solo algunas enseñanzas. Al fin y al cabo,
“un método crítico está destinado al fracaso, porque presenta una imposibilidad
interna. Porque lo correlativo o el contrapunto de la revelación no es la crítica
sino la obediencia; no es corregir [...] sino un ‘permítanme ser corregido’ ” (G.
Maier, The End of the Historical-Critical Method, p. 23).

La Biblia
La Biblia es nuestra autoridad suprema y definitiva en todos los asuntos de
fe y práctica, porque creemos que el Espíritu Santo ha inspirado a los autores
bíblicos para escribir de manera confiable lo que Dios quería comunicar a través
de ellos. Jesús y los apóstoles abordaron las Escrituras partiendo de esta pre-
misa. Para Jesús, la Palabra de Dios es verdad (Juan 17:17). En lo que respecta a

49
Lección 4 // Material auxiliar para el maestro

Jesús, si no le creemos a Moisés, no creeremos sus palabras (Juan 5:46, 47). Para
Jesús, las Escrituras son la norma de nuestra fe: “El que cree en mí, como dice
la Escritura” (Juan 7:38). De igual modo, los apóstoles repetidamente hicieron
referencia a las Escrituras como la norma de sus enseñanzas (Hech. 17:11; Rom.
10:11; y otros) y creían en las Escrituras, “porque las cosas que se escribieron
antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la
consolación de las Escrituras, tengamos esperanza” (Rom. 15:4). No podemos ser
más apostólicos en nuestro abordaje de las Escrituras que los apóstoles mismos,
y no podemos ser más cristianos que el mismo Cristo. Él es nuestro ejemplo. Ha-
cemos bien en seguir sus pasos en su forma de usar y referirse constantemente
a las Escrituras como la norma decisiva para su fe.

APLICACIÓN A LA VIDA
Cuando amamos a otra persona, entran en juego varios de los factores que
hemos analizado esta semana. En el amor experimentamos algunos sentimientos
fuertes. Sin embargo, el amor es más que un sentimiento. Cuando amamos a
otra persona, normalmente tenemos algunas buenas razones de por qué nuestro
amor por esa persona es real y por qué la otra persona nos ama. Sin embargo,
no es sabio basar nuestro amor solo en la razón.
Cuando comenzamos una relación amorosa, tendemos a desarrollar algunas
prácticas o tradiciones comunes que nos recuerdan momentos significativos
que pasamos juntos. Pero, cuando esas tradiciones se vuelven más importan-
tes que la relación en sí, hemos ido por mal camino y perdimos algo esencial.
Cuando mostramos nuestro amor por otra persona, normalmente lo hacemos
de una manera que se asemeje y refleje las costumbres y normas comunes de
nuestra cultura. Pero, cuando permitimos que solo la cultura defina cómo se
debe practicar el amor, podemos ser conducidos rápidamente a hacer cosas que
están explícitamente prohibidas en las Escrituras. Por esta razón, necesitamos
una fuente que guíe e informe nuestro amor y nuestra vida que no sea solo de
origen humano. Necesitamos una fuente confiable que sea más profunda de lo
que sentimos, más elevada de lo que pensamos y más significativa que cualquier
tradición o cultura humanas. Gracias a Dios por su Palabra duradera y confiable
que encontramos en la Biblia.

50
Profundiza tu estudio

[8142]
[9944]

VERSIONES DE LA BIBLIA LAS RADICALES ENSEÑANZAS


Marcos Blanco DE JESÚS
Derek J. Morris
Esta obra ilustra todo el proceso de forma-
ción de la Biblia tal como la conocemos hoy, Descubre algunas de las ideas radicales en-
desde el fenómeno de revelación e inspira- señadas por él, que desafiaron la sabiduría
ción de los profetas, pasando por la escri- y las costumbres convencionales en su mo-
tura y la transmisión de los manuscritos, mento, y que continúan haciéndolo hoy.
hasta llegar a la formación del canon y la
traducción a los idiomas modernos. Conocer
y comprender la manera en que Dios guio
todos estos procesos nos permitirá tomar
una decisión informada con respecto a cuá-
les son las mejores traducciones.

Pídelos a tu coordinador de Publicaciones.


ventas@aces.com.ar | Síguenos en:

editorialaces.com
Lección 5: Para el 2 de mayo de 2020

SOLO LA BIBLIA: SOLA


SCRIPTURA

Sábado 25 de abril

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 1 Corintios 4:1-6; Tito 1:9; 2 Ti-
moteo 1:13; Marcos 12:10, 26; Lucas 24:27, 44, 45; Isaías 8:20.

PARA MEMORIZAR:
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada
de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y
los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”
(Heb. 4:12).

l postulado protestante de Sola Scriptura (solo la Biblia) elevó la Escritura

E como criterio único y fuente concluyente para la teología. En contraste


con la teología católicorromana, que enfatizaba las Escrituras y la tra-
dición, la fe protestante enfatizaba la palabra clave “sola”; es decir, solo las
Escrituras son la autoridad final cuando se trata de asuntos de fe y doctrina.
Fue la Biblia lo que le dio fuerza y autoridad decisivas a la Reforma
Protestante, y su revuelta contra Roma y los errores que había estado en-
señando durante siglos. Confrontados con una interpretación alegórica
de la Escritura, donde se inferían muchos significados diferentes del texto
bíblico, los reformadores protestantes enfatizaron la importancia de una
interpretación gramatical-histórica de la Biblia, que consideraba seriamente
la gramática y el significado literal del texto bíblico.
Esta semana consideraremos el principio de Sola Scriptura con mayor
detalle. Descubriremos que Sola Scriptura implica algunos principios fun-
damentales de interpretación bíblica que son indispensables para una in-
terpretación adecuada de la Palabra de Dios.
Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 83 - Durante esta semana, CS cap. 34. 51
Lección 5 | Domingo 26 de abril

LA BIBLIA COMO NORMA IMPERANTE


Desde el comienzo, los Adventistas del Séptimo Día se consideran “el
pueblo del Libro”; es decir, cristianos que creen en la Biblia. Para afirmar el
principio bíblico de Sola Scriptura (solo la Biblia), reconocemos la autoridad
única de la Biblia. Solo la Escritura es la norma imperante para nuestra teo-
logía, y la máxima autoridad para la vida y la doctrina. Otras fuentes, como
la experiencia religiosa, la razón humana o la tradición, están subordinadas
a la Biblia. De hecho, el principio de Sola Scriptura tenía la intención de
salvaguardar la autoridad de las Escrituras de la dependencia de la iglesia
y su interpretación, y descartaba la posibilidad de que la norma para su
interpretación fuera ajena a la Biblia.

Lee 1 Corintios 4:1 al 6, especialmente el versículo 6, en el que Pablo dice


que no debemos “pensar más de lo que está escrito”. ¿Por qué este aspecto
es tan crucial para nuestra fe?

No ir más allá de lo que está escrito no excluye las perspectivas de otros


campos de estudio, como la arqueología bíblica o la historia. Otros campos
pueden arrojar luz sobre algunos aspectos bíblicos y el trasfondo de los
pasajes de las Escrituras, y por lo tanto pueden ayudarnos a entender mejor
el texto bíblico. Tampoco excluye la ayuda de otros recursos en la tarea de
interpretación, como los léxicos, los diccionarios, las concordancias y otros
libros y comentarios. Sin embargo, en la correcta interpretación de la Biblia,
el texto de la Escritura tiene prioridad sobre todos los demás aspectos,
ciencias y ayudas secundarias. Otras perspectivas deben evaluarse cuida-
dosamente desde el punto de vista de la Escritura en su conjunto.
Lo que afirmamos positivamente cuando practicamos el principio de
Sola Scriptura es que, si surge un conflicto en la interpretación de nuestra
fe, entonces la Biblia sola posee la autoridad que trasciende y juzga cualquier
otra fuente o tradición eclesiástica. No debemos ir más allá o en contra de
lo que está escrito en la Biblia. El verdadero cristianismo y la convincente
predicación del evangelio dependen de un compromiso firme con la auto-
ridad de las Escrituras.
“Solo la Biblia es el verdadero señor y maestro de todos los escritos y
doctrinas de la Tierra” (M. Lutero, Luther’s Works, t. 32, pp. 11, 12).

Lee Hechos 17:10 y 11. ¿Cómo fundamentan estos versículos lo que estamos ha-
blando aquí en cuanto a la primacía de la Escritura?

52 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 84 - Durante esta semana, CS cap. 34.
Lunes 27 de abril | Lección 5

LA UNIDAD DE LA ESCRITURA
La Biblia misma afirma que “toda la Escritura es inspirada por Dios”
(2 Tim. 3:16) y que “ninguna profecía de la Escritura es de interpretación
privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino
que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu
Santo” (2 Ped. 1:20, 21). Como Dios es el Autor supremo de la Biblia, podemos
asumir que existe una unidad y una armonía fundamentales entre las
diversas partes de las Escrituras con respecto a los temas clave que enseña.

Lee Tito 1:9 y 2 Timoteo 1:13. ¿Por qué es importante la unidad de la Biblia
para nuestra fe?

Únicamente sobre la base de su unidad interna, una unidad que pro-


viene de su inspiración divina, las Escrituras pueden funcionar como su
propio intérprete. Si las Escrituras no tuvieran esa unidad general en sus
enseñanzas, no podríamos encontrar armonía doctrinal sobre un tema
determinado. Sin la unidad de la Biblia, la iglesia no tendría medios para
distinguir la verdad del error y repudiar la herejía; no tendría base para
aplicar medidas disciplinarias ni para corregir desviaciones de la verdad de
Dios. Las Escrituras perderían su poder convincente y liberador.
Sin embargo, Jesús y los escritores bíblicos dan por sentada la unidad
de las Escrituras, que se basa en su origen divino. Podemos ver esto en su
práctica común de citar varios libros del Antiguo Testamento como de igual
peso y armonía (Rom. 3:10-18; donde Pablo utiliza referencias bíblicas de Ecl.
[7:20], Sal. [14:2, 3; 5:9; 10:7] e Isa. [59:7, 8]).
Los escritores de la Biblia consideraban las Escrituras como un todo in-
separable y coherente en el que se desarrollan los temas principales. No hay
discordia entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. El Nuevo Tes-
tamento no contiene un nuevo evangelio ni una nueva religión. El Antiguo
Testamento se desdobla en el Nuevo Testamento, y el Nuevo Testamento
se basa en el Antiguo Testamento. Como tales, los dos Testamentos tienen
una relación recíproca en la que se iluminan mutuamente.
La unidad de las Escrituras también implica que todas las Escrituras
(Tota Scriptura) deben tomarse en consideración cuando estudiamos un
tema bíblico, en lugar de construir nuestra enseñanza solo en declaraciones
aisladas.

¿Qué debemos hacer cuando nos encontramos con versículos o ideas que parecen
contradictorios en la Biblia? ¿Cómo trabajamos para resolverlos?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 85 - Durante esta semana, CS cap. 34. 53
Lección 5 | Martes 28 de abril

LA CLARIDAD DE LA BIBLIA
Cualquier apelación a las Escrituras en sí tiene poco sentido si el texto
bíblico no es claro en su significado.

Lee Mateo 21:42; 12:3 y 5; 19:4; 22:31; Marcos 12:10 y 26; Lucas 6:3; Mateo
24:15; y Marcos 13:14. ¿Qué sugieren las repetidas referencias de Jesús a las
Escrituras con respecto a la claridad del mensaje?

El testimonio bíblico es inequívoco: la Biblia es suficientemente clara


en lo que enseña. La Biblia es tan clara que la pueden entender tanto niños
como adultos, especialmente en sus enseñanzas más básicas. Y, sin embargo,
existen infinitas oportunidades para profundizar nuestro conocimiento
y comprensión. No necesitamos ningún Magisterio de la Iglesia que nos
proporcione el significado de la Biblia. Al contrario, todos los creyentes
pueden entender sus enseñanzas básicas. Esto da por sentado el sacerdocio
de todos los creyentes en vez de restringir su interpretación a unos pocos
elegidos, como el sacerdocio clerical. Por lo tanto, en la Biblia se nos alienta a
estudiar la Biblia por nosotros mismos porque podemos entender el mensaje
de Dios para nosotros.
Se ha señalado acertadamente que “el ejemplo coherente de los escritores
de la Biblia muestra que las Escrituras deben considerarse en su sentido
evidente y literal, a menos que esta quiera proyectar un cuadro figurado
especial. [...] No hay tal cosa como un ‘descascaramiento’ del sentido literal
para llegar al ‘grano’ de un significado místico, oculto o alegórico, que solo
los iniciados pueden descubrir” (Tratado de teología adventista del séptimo
día, p. 76). Al contrario, la claridad de la Biblia guarda relación con el lenguaje,
el sentido y las palabras de las Escrituras, porque los escritores bíblicos
procuran una verdad específica, no significados subjetivos, descontrolados
y diversos del texto bíblico.
Nada de esto significa que, a veces, no encontraremos textos e ideas que
no entendamos plenamente o que no captemos. Después de todo, esta es la
Palabra de Dios, y nosotros no somos más que seres humanos caídos. Sin
embargo, la Palabra de Dios es suficientemente clara sobre las cosas que
realmente necesitamos saber y comprender, especialmente en relación con
el tema de la salvación.

Piensa en alguna ocasión en la que no entendías algunos pasajes, que posterior-


mente se esclarecieron. ¿Qué aprendiste de esa experiencia que quizá podría ayu-
dar a otros a luchar contra algo similar?

54 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 86 - Durante esta semana, CS cap. 34.
Miércoles 29 de abril | Lección 5

LA ESCRITURA INTERPRETA A LA ESCRITURA


Únicamente porque hay una unidad subyacente en las Escrituras, la Bi-
blia puede funcionar como su propio intérprete. Sin esa unidad, la Escritura
no podría ser la luz que revele su propio significado, donde una parte de la
Escritura interpreta otras partes y, por lo tanto, se convierte en la clave para
interpretar pasajes relacionados.

Lee Lucas 24:27, 44 y 45. ¿Cómo alude Jesús a las Escrituras para expli-
car quién es él? ¿Qué nos enseña esto acerca de cómo podemos utilizar las
Escrituras?

La belleza de permitir que la Escritura interprete la Escritura es que


arroja más luz sobre su propio significado. Al hacerlo, no enlazamos varios
pasajes indiscriminadamente para justificar nuestra opinión, sino que con-
sideramos cuidadosamente el contexto de cada pasaje. Además del contexto
inmediato anterior y posterior de un pasaje que estamos investigando, de-
bemos tener en cuenta el contexto del libro en el que se encuentra el pasaje.
Además, puesto que en las Escrituras “las cosas que se escribieron antes,
para nuestra enseñanza se escribieron” (Rom. 15:4), según Pablo, debemos
estudiar todo lo que dice la Escritura sobre determinado tema.
“La Biblia es su propio intérprete. Debe compararse texto con texto. El
estudiante debería aprender a considerar la Biblia como un todo y a ver la
relación que existe entre sus partes. Debería adquirir el conocimiento de
su gran tema central, del propósito original de Dios hacia el mundo, del
comienzo de la gran controversia y de la obra de la redención” (Ed 190).
Cuando comparamos la Escritura con la Escritura, es importante es-
tudiar la Biblia detenidamente. En lo posible, deberíamos hacerlo en sus
idiomas originales, o al menos con una traducción apropiada de la Biblia
del significado del hebreo y el griego originales. Aunque no se necesita
conocer los idiomas originales para tener una buena comprensión de la
Biblia, ciertamente es una ayuda. El estudio fiel y en oración de la Palabra,
con una actitud de humildad y sumisión, seguramente dará grandes frutos.

Piensa en una doctrina, como el estado de los muertos. Enfocarse en algunos pa-
sajes selectos podría conducir a un error si se ignoran otros pasajes. ¿Qué nos dice
esto acerca de lo importante que es reunir y leer todo lo que la Biblia dice sobre un
tema para entender mejor lo que enseña?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 87 - Durante esta semana, CS cap. 34. 55
Lección 5 | Jueves 30 de abril

SOLA SCRIPTURA Y ELENA DE WHITE


Lee Isaías 8:20. ¿Por qué siempre es importante remitirse a “la ley y el
testimonio” bíblicos como las normas para nuestra enseñanza y doctrina?
¿Qué implica esto para el ministerio de los profetas que no han llegado a
formar parte del canon bíblico?

Cuando hablamos de Sola Scriptura (solo la Biblia), los adventistas del


séptimo día nos enfrentamos inevitablemente a la pregunta de qué hacer
con Elena de White, quien también fue inspirada por Dios y sirvió como
mensajera de Dios para su pueblo remanente. ¿Cuál es la relación de sus
escritos con las Escrituras?
Incluso una lectura superficial de los escritos de Elena de White muestra
claramente que, para ella, la Biblia era fundamental y esencial en todos sus
pensamientos y teología. De hecho, ella sostuvo repetidamente que la Biblia
es la máxima autoridad y la norma final para todas las doctrinas, la fe y
la práctica (ver CS 581). Además, ella claramente apoyó y mantuvo el gran
principio protestante de Sola Scriptura (ver CS 12).
Según la misma Elena de White, sus escritos, en comparación con las
Escrituras, eran una “una luz menor para guiar a los hombres y mujeres a
la luz mayor” (MS 3:32), la Biblia. Sus escritos nunca son un atajo ni un reem-
plazo para ningún estudio bíblico serio. De hecho, ella comenta: “No están
familiarizados con las Escrituras. Si hubieran estudiado la Palabra de Dios,
con un deseo de alcanzar la norma bíblica y lograr la perfección cristiana,
no habrían necesitado los Testimonios. Es porque han descuidado el cono-
cimiento del Libro inspirado por Dios por lo que él ha intentado alcanzarlos
por medio de testimonios sencillos y directos” (TI 2:535).
Por lo tanto, debemos apreciar sus escritos. Comparten el mismo tipo
de inspiración que tenían los escritores bíblicos, pero tienen una función
diferente de la de la Biblia. Sus escritos no son una adición a las Escrituras,
sino que están subordinados a las Santa Biblia. Ella nunca tuvo la intención
de que sus escritos ocuparan el lugar de las Escrituras; al contrario, exaltó
la Biblia como la única norma de fe y práctica.

Piensa en el increíble regalo que se nos ha dado a través del ministerio de Elena de
White. ¿Cómo podemos aprender a apreciar mejor la asombrosa luz que proviene
de ella y, al mismo tiempo, defender la supremacía de las Escrituras?

56 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 88 - Durante esta semana, CS cap. 34.
Viernes 1º de mayo | Lección 5

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:


En el capítulo sobre interpretación bíblica del Tratado de teología ad-
ventista del séptimo día, lee las partes sobre la “Analogía de la Escrituras”,
“Las Escrituras son su propio intérprete”, “La coherencia de las Escrituras”
y “La claridad de las Escrituras”, pp. 75-77. Lee La educación, capítulo 20, “La
enseñanza y el estudio de la Biblia”, pp. 185-192; Mensajes selectos, t. 3, “La
primacía de la Palabra”, pp. 31-35.
“Debería enseñarse al estudiante de la Biblia a acercarse a ella con el
espíritu del que aprende. Debemos escudriñar sus páginas, no en busca de
pruebas que apoyen nuestras opiniones, sino para saber lo que Dios dice.
“Solo se puede obtener un verdadero conocimiento de la Biblia mediante
la ayuda del Espíritu que dio la Palabra; y a fin de obtener ese conocimiento
debemos vivir de acuerdo con él. Debemos obedecer todo lo que la Palabra
de Dios manda. [...] El estudio de la Biblia requiere nuestro más diligente
esfuerzo y nuestra más perseverante meditación. Con el mismo afán y la
misma persistencia con que el minero excava la tierra en busca del tesoro,
deberíamos buscar nosotros el tesoro de la Palabra de Dios” (Ed 189).
“Cuando hagan de la Biblia vuestro alimento, vuestra comida y vuestra
bebida, cuando hagan de sus principios los elementos de vuestro carácter,
sabrán mejor cómo recibir el consejo de Dios. Exalto la preciosa Palabra
delante de ustedes hoy. No repitan lo que yo he dicho: ‘La Hna. White ha
dicho así’ y ‘La Hna. White ha dicho asá’. Descubran lo que el Señor de Israel
ha dicho, y entonces hagan lo que él ordena” (MS 3:35).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. ¿Qué creencias erróneas tienen algunos porque solo analizaron al-
gunos textos selectos en vez de estudiar todo lo que dice la Biblia
sobre un tema?
2. En Mateo 11:11, Jesús dijo de Juan el Bautista: “De cierto os digo: En-
tre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan
el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es
que él”. Jesús señala a un profeta que no tiene escritos en la Biblia
y aun así dice cosas de él. ¿Qué debería decirnos esto sobre por qué
un verdadero profeta no tiene que tener un libro en la Biblia y aun
así ser un verdadero profeta? ¿Qué mensaje podemos sacar los ad-
ventistas del séptimo día de este hecho?
3. Como Adventistas, no estamos solos al afirmar que la Biblia es
nuestra autoridad final. Otras iglesias también lo sostienen. En-
tonces, ¿cómo explicamos las doctrinas contradictorias que otros
cristianos dicen encontrar en la Biblia?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 89 - Durante esta semana, CS cap. 34. 57
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...

Textos clave: Hebreos 4:12; 1 Corintios 4:6; Isaías 8:20; Tito 1:9;
2 Timoteo 1:13; Lucas 24:27, 44, 45.

RESEÑA
La Biblia y el protestantismo están entrelazados en una historia común. Se
podría decir que la historia del cristianismo es, en cierto sentido, la historia de
la interpretación de la Biblia. Sola Scriptura, solo la Biblia, ha sido el grito de
batalla de la Reforma Protestante. Sola Scriptura elevó el papel de la Escritura
a un estándar único y a una fuente normativa para la teología. Además, Sola
Scriptura fue un instrumento para criticar las estructuras del poder eclesiástico
y las tradiciones eclesiásticas de larga data. Restituyó la Biblia a las manos de la
gente común. Como tal, Sola Scriptura es el principio rector esencial que dirige
la vida de la iglesia. Denota la convicción de que la Biblia, y solo la Biblia, es el
único criterio para la fe y la vida cristiana. Lo que creemos en cuestiones de fe
es verdad solo si nuestras creencias se ajustan al testimonio de la totalidad de
la Escritura, a toda la Escritura (Tota Scriptura). Este precepto implica la unidad
de la Escritura y la premisa de que la Biblia es lo suficientemente clara en lo
que dice.
Por lo tanto, Sola Scriptura es mucho más que un lema de la Reforma. Sin la
Biblia, la Reforma no hubiera podido lograr lo que hizo. Sola Scriptura también
implica una serie de principios importantes para la interpretación de las Escritu-
ras que están inextricablemente entrelazados con el principio de Sola Scriptura.
Esta semana veremos más de cerca algunos de estos principios de interpretación.

COMENTARIO
Cuando reafirmamos la importancia de Sola Scriptura para nuestra fe, re-
conocemos la autoridad divina única de la Biblia sobre cualquier otra fuente
que pueda influir en nuestra teología. Sola Scriptura no significa solo Scriptura
(texto bíblico sin acompañamiento). Hay otras fuentes que inevitablemente son
parte de lo que creemos. Pero la Biblia sola es la norma imperante y la máxima
autoridad sobre cualquier otra fuente en cuanto a asuntos de fe y práctica. Las
Escrituras están por encima de cualquier credo de la iglesia. Las Escrituras no
están sujetas al juicio de la ciencia ni a la voz de la mayoría, ni a ninguna tradi-
ción, razón o experiencia. En palabras de Elena de White: “Pero Dios tendrá un
pueblo en la Tierra que sostendrá la Biblia y la Biblia sola como regla fija de todas
las doctrinas y base de todas las reformas. Ni las opiniones de los sabios, ni las
deducciones de la ciencia, ni los credos o las decisiones de concilios ecuménicos,
tan numerosos y discordantes como lo son las iglesias que representan, ni la voz
de las mayorías; nada de eso, ni en conjunto ni en parte, debe ser considerado
como evidencia a favor o en contra de cualquier punto de fe religiosa. Antes de
aceptar cualquier doctrina o precepto, debemos exigir un categórico ‘Así dice
Jehová’ ” (CS 653).

58
Material auxiliar para el maestro // Lección 5

La Biblia tiene este papel magistral debido a su origen y su autoridad divi-


nos. Por lo tanto, no deberíamos decir menos de lo que las Escrituras afirman.
Tampoco debemos agregar a las palabras de las Escrituras e ir más allá de
sus claras enseñanzas. Al final del último libro de la Biblia, leemos la siguiente
advertencia que se puede aplicar a toda la Escritura: “Yo testifico a todo aquel
que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas
cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si algu-
no quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del
libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este
libro” (Apoc. 22:18, 19).
¿Por qué crees que es importante no agregar ni quitar palabras de las Escritu-
ras? ¿Qué pasaría si le añadiéramos o le restáramos a su verdad? ¿Qué implicaría
quitarle o restarle autoridad a la Escritura? ¿Qué nos dice esta respuesta sobre
la autoridad de la persona que agrega o quita partes de las Escrituras?
Solo la Biblia es la norma rectora de nuestra fe. Este precepto implica una
serie de otros aspectos y principios, a saber:

La unidad de la Escritura
El hecho de que la Escritura pueda funcionar como una guía y norma teo-
lógica solo es posible debido a su unidad interna. Esta unidad es el resultado
de su inspiración divina. La unidad no se superpone a las Escrituras, sino que
fluye de su origen divino. La Biblia misma testifica de esta unidad por el hecho
de que los escritores del Nuevo Testamento citan básicamente todo el Antiguo
Testamento (la Escritura de su época). Además, las palabras de Jesús y los es-
critos del Nuevo Testamento fueron puestos al mismo nivel de autoridad que el
Antiguo Testamento (comparar con Luc. 10:16; 2 Ped. 3:16). Por lo tanto, ninguna
parte de las Escrituras tiene más autoridad que otra. El Nuevo Testamento no
está por encima del Antiguo Testamento; y el Antiguo Testamento se desdobla
en el Nuevo Testamento.
Si no hubiera inspiración divina, no habría unidad en la Escritura. Sin la inspi-
ración de Dios, solo tendríamos escritos bíblicos dispares y contradictorios. Sin
la unidad de la Escritura, no podríamos desarrollar una teología bíblica integral.
Solo podríamos hablar de las tantas teologías inconsistentes de varios escritores
bíblicos. Solo la unidad de la Escritura nos permite considerar toda la Escritura
y comparar pasaje con pasaje. Si no hubiera unidad de la Escritura, ya no po-
dríamos comparar la Escritura con la Escritura misma. Ya no podríamos volver
a consultar las Escrituras para resolver las preguntas. La unidad de la Escritura
tiene implicaciones de largo alcance para nuestra teología. Sin una unidad básica
de la Escritura, no podríamos distinguir la verdad del error. Tampoco podríamos
oponernos más a la herejía teológica. Sin la unidad de la Escritura, terminaríamos
con una pluralidad de creencias dispares en la Biblia, y la Biblia estaría llena de
contradicciones e inconsistencias. Por lo tanto, la Biblia habría perdido efecti-

59
Lección 5 // Material auxiliar para el maestro

vamente su capacidad de ser la norma y la guía de lo que creemos, y no podría


usarse para aportar una unidad teológica entre los creyentes.

Aplicación
Hoy hay algunos que afirman que el Nuevo Testamento tiene más autoridad
que el Antiguo Testamento. Sostienen que el Antiguo Testamento imparte ira
y venganza y una salvación que se basa en nuestras obras, mientras que en el
Nuevo Testamento encontramos amor y misericordia, perdón y gracia. Por lo
tanto, no hay unidad de pensamiento. Por consiguiente, el Nuevo Testamento,
y especialmente las palabras de Jesús, están por encima de las palabras del
Antiguo Testamento. ¿Cómo responderías a esa postura? ¿Dónde ves proble-
mas con este enfoque? ¿Qué implicaciones tiene este punto de vista para la
autoridad de la Biblia?

La claridad de la Escritura
Cuando apelamos solo a la Escritura, también expresamos implícitamente
nuestra convicción de que lo que la Escritura establece es lo suficientemente
claro como para entenderlo a fin de que podamos ponerlo en práctica. Quizá los
textos más difíciles de la Biblia no sean aquellos que nos desafían en nuestro
conocimiento limitado. Al contrario, los textos más difíciles pueden ser aquellos
que entendemos claramente, pero que a menudo nos resistimos a seguir. Niños
y adultos por igual pueden entender la Biblia claramente. Sin embargo, hay un
alcance infinito para las verdades de las Escrituras más allá de lo que sabemos.
Por lo tanto, incluso las mentes más educadas tienen un amplio espacio para
crecer en una comprensión y un conocimiento más profundos.
Las Escrituras afirman repetidamente que es lo suficientemente clara como
para que la entiendan quienes la leen y la escuchan (ver Neh. 8:8; 12; Efe. 3:4;
Mat. 21:42; 12:3, 5; 19:4; 22:31; Mar. 12:10, 26; Luc. 6:3). Como la Biblia es lo
suficientemente clara, somos totalmente responsables de lo que hacemos o
dejamos de hacer, cuando lo entendemos.
¿De qué serviría la Escritura si fuera oscura y poco clara? ¿Podría funcionar
como una norma y una guía? Explica.

La Escritura interpreta la Escritura


Debido a la unidad de las Escrituras, la Biblia puede funcionar como su propio
intérprete. Una parte de la Escritura puede arrojar luz sobre otras partes. Por lo
tanto, debemos considerar cuidadosamente los contextos históricos y literarios
de las declaraciones bíblicas, en vez de simplemente agrupar los pasajes en los
que aparece la misma palabra. Cuando le damos a la Escritura la oportunidad de
arrojar luz sobre otras partes de la Escritura en las que se muestran las mismas
ideas y palabras, debemos tener en cuenta todo lo que la Escritura dice sobre
un tema determinado. Una cuidadosa comparación y estudio de las Escrituras

60
Material auxiliar para el maestro // Lección 5

debe tener prioridad sobre cualquier comentario o autor secundario que escriba
sobre temas bíblicos o dé una interpretación de las Escrituras. Incluso Elena de
White no debe usarse como un atajo para el estudio cuidadoso de la Biblia. Si
bien podemos obtener información valiosa de sus comentarios, ella no puede
reemplazar una investigación exhaustiva de la Biblia misma.

APLICACIÓN A LA VIDA
No necesitamos sacerdotes ni las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia u
otras autoridades que interpreten las Escrituras por nosotros. Existe el sacer-
docio de todos los creyentes. Sin embargo, hay sabiduría en el conocimiento
colectivo de aquellos que también estudian la Biblia. Dios también guía a mis
hermanos creyentes, y una nueva luz resistirá la prueba de la investigación más
profunda por parte de aquellos que también aprecian el mensaje de la Biblia.
En palabras de Elena de White: “Dios no ha pasado por alto a su pueblo ni ha
elegido a un hombre solitario aquí y otro allí como los únicos dignos de que se
les confíe su verdad. No da a un hombre una nueva luz contraria a la estable-
cida fe del cuerpo. [...] Nadie debe tener confianza en sí mismo, como si Dios le
hubiese dado una luz especial más que a sus hermanos [...]. Uno acepta alguna
idea nueva y original que no parece estar en conflicto con la verdad. Se espacia
en ella hasta que le parece que está revestida de belleza e importancia, porque
Satanás tiene poder para dar esa falsa apariencia. Al fin llega a ser el tema que
lo absorbe todo, el único gran punto alrededor del cual gira todo, y la verdad
queda desarraigada del corazón [...]. Los amonesto a que desconfíen de estas
cuestiones secundarias, que tienden a distraer la mente de la verdad. Nunca
es inofensivo el error. Nunca santifica, sino que siempre produce confusión y
disensión” (EUD 92, 93).
¿En qué sentido corres el riesgo de crear una “nueva luz” tan absorbente
que cree confusión y provoque disensión? ¿Por qué hay sabiduría al consultar
con otros? ¿Qué peligro hay en aceptar “nueva luz contraria a la establecida fe
del cuerpo” de Cristo?

61
Profundiza tu estudio

[6655]
[6624]

ENTENDER LAS SAGRADAS INTERPRETACIÓN DE LAS


ESCRITURAS ESCRITURAS
George W. Reid Gerhard Pfandl

Este material se enfoca en la presentación ¿Cuáles son las raíces de la interpretación


y la explicación de algunos textos bíblicos bíblica? ¿Cómo saber si un pasaje de la Bi-
de difícil comprensión. Es ideal para todo blia es aplicable a nuestros días? ¿Puede
aquel que busca profundidad en su estudio guiarnos la Biblia cuando la ética está de
de la Biblia y para los líderes que deseen te- por medio? Encuentra respuestas a estos y
ner un material de referencia para dar res- muchos otros interrogantes en este mate-
puestas claras a cuestionamientos difíciles. rial que busca ayudarte a entender mejor la
Palabra de Dios.

Pídelos a tu coordinador de Publicaciones.


ventas@aces.com.ar | Síguenos en:

editorialaces.com
Lección 6: Para el 9 de mayo de 2020

¿POR QUÉ SE NECESITA


INTERPRETACIÓN?

Sábado 2 de mayo

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Lucas 24:36-45; 1 Corintios 12:10;


14:26; Hechos 17:16-32; Juan 12:42, 43.

PARA MEMORIZAR:
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se
acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”
(Heb. 11:6).

eer la Biblia también significa interpretar la Biblia. Pero ¿cómo hacemos

L eso? ¿Qué principios utilizamos? Por ejemplo, ¿cómo abordamos los


diferentes tipos de escritura que encontramos? El pasaje que estamos
leyendo ¿es una parábola, un sueño profético-simbólico o un relato histórico?
Esto implica un acto de interpretación en sí.
A veces, algunos utilizan la Biblia como un oráculo divino: simplemente
abren la Biblia al azar para buscar un versículo bíblico y esperan que les
sirva de guía. Pero unir aleatoriamente los pasajes de la Biblia a medida que
uno los encuentra puede llevar a conclusiones muy extrañas e incorrectas.
Por ejemplo, cuando un esposo dejó a su esposa por otra mujer, la esposa
obtuvo una gran seguridad al encontrar el siguiente versículo: “Y pondré
enemistad entre ti y la mujer” (Gén. 3:15). ¡Ella estaba convencida, sobre la
base de ese versículo, de que la aventura de su esposo no duraría!
Cualquier texto sin un contexto rápidamente se convierte en un pretexto
para los planes y las ideas personales. Debemos interpretarla correctamente.
62 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 90 - Durante esta semana, CS cap. 35.
Domingo 3 de mayo | Lección 6

PRESUPOSICIONES
Lee Lucas 24:36 al 45. ¿Qué impidió que los discípulos, que estaban muy
familiarizados con las Escrituras, vieran el verdadero significado de la
Palabra de Dios, incluso cuando los acontecimientos predichos en ella se
habían desarrollado ante ellos?

Nadie aborda el texto de las Escrituras con la mente en blanco. Todo


lector, todo estudioso de las Escrituras, se acerca a la Biblia con una his-
toria particular y una experiencia personal que inevitablemente afectan
el proceso de interpretación. Incluso los discípulos tenían sus propias ideas
concretas de quién era el Mesías y qué se suponía que debía hacer, según
las expectativas de su época. Sus fuertes convicciones les impidieron una
comprensión más clara del texto bíblico, lo que ayuda a explicar por qué
muchas veces malinterpretaron a Jesús y los acontecimientos en torno a
su vida, muerte y resurrección.
Todos tenemos una cantidad de creencias acerca de este mundo, sobre
la realidad última, sobre Dios, que presuponemos o aceptamos, incluso
sin querer o inconscientemente, cuando interpretamos la Biblia. Nadie se
acerca al texto bíblico con una mente vacía. Si, por ejemplo, la cosmovisión
de alguien descarta categóricamente cualquier intervención sobrenatural
de Dios, esa persona no leerá ni entenderá las Escrituras como un relato
verdadero y confiable de lo que Dios ha hecho en la historia, sino que lo
interpretará de manera muy diferente de alguien que acepta la realidad
de lo sobrenatural.
Los intérpretes de la Biblia no pueden desprenderse completamente de
su propio pasado, de sus experiencias, de sus ideas permanentes ni de sus
nociones y opiniones preconcebidas. No es posible alcanzar la neutralidad
total, o la objetividad absoluta. El estudio de la Biblia y la reflexión teológica
siempre suceden en el contexto de las presuposiciones sobre la naturaleza
del mundo y la naturaleza de Dios.
Pero, lo bueno es que el Espíritu Santo puede abrirse paso y corregir
nuestras limitadas perspectivas y presuposiciones al leer las palabras de
las Escrituras con una mente abierta y un corazón honesto. La Biblia ase-
vera repetidamente que hubo gente de procedencias muy diferentes que
pudo entender la Palabra de Dios y que el Espíritu Santo nos guía “a toda
la verdad” (Juan 16:13).

¿Cuáles son algunas de tus presuposiciones? ¿De qué manera puedes someterlas
a todas ellas a la Palabra de Dios para que la Palabra pueda reformular tus ideas y
así estar más en armonía con la realidad que enseña la Biblia?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 91 - Durante esta semana, CS cap. 35. 63
Lección 6 | Lunes 4 de mayo

TRADUCCIÓN E INTERPRETACIÓN
La Biblia se escribió en idiomas muy antiguos: el Antiguo Testamento se
escribió principalmente en hebreo, con algunos pasajes en arameo, mientras
el Nuevo Testamento se redactó en griego koiné. La mayoría de la población
mundial actual no habla ni lee esos idiomas antiguos. Por lo tanto, la Biblia
tiene que ser traducida a diferentes idiomas modernos.
Pero, como todo buen traductor sabe, toda traducción siempre implica
algún tipo de interpretación. Algunas palabras en un idioma no tienen un
equivalente exacto en otro. El arte y la habilidad de traducir cuidadosa-
mente y luego interpretar textos bíblicos se llama “hermenéutica teológica,
o bíblica”.

Lee 1 Corintios 12:10; 14:26; Juan 1:41; 9:7; Hechos 9:36; y Lucas 24:27. En
todos los pasajes anteriores, vemos la idea de interpretación y traducción.
En Lucas 24:27, incluso Jesús tuvo que explicarles el significado de las Es-
crituras a los discípulos. ¿Qué nos dice esto acerca de la importancia de la
interpretación?

La palabra griega hermeneuo, de la que proviene la palabra hermenéutica


(interpretación bíblica), se deriva del dios griego Hermes. Hermes era con-
siderado un emisario y mensajero de los dioses, y por ende era responsable
de, entre otras cosas, traducir mensajes divinos para el pueblo.
La cuestión fundamental para nosotros en lo que respecta a la herme-
néutica es que, a menos que leamos los idiomas originales, nuestro único
acceso a los textos es a través de traducciones. Afortunadamente, muchas
traducciones hacen un buen trabajo a la hora de transmitir el significado
esencial. No necesitamos saber el idioma original para poder entender las
verdades fundamentales reveladas en las Escrituras, aunque tener ese co-
nocimiento lingüístico podría ser provechoso. Sin embargo, incluso con
una buena traducción, una interpretación correcta de los textos también
es importante, como vimos en Lucas 24:27. Ese es el propósito clave de la
hermenéutica: transmitir con precisión el significado de los textos bíblicos
y ayudarnos a saber cómo aplicar correctamente la enseñanza del texto a
nuestra vida actual. Como lo muestra el versículo de Lucas mencionado
arriba, Jesús hizo esto por sus seguidores. ¡Imagina lo que debió haber sido
tener a Jesús mismo interpretando pasajes de la Biblia para ti!

Muchos tienen acceso a varias traducciones; pero muchos otros, no. Cualquiera
que sea la traducción que tengas, ¿por qué es importante estudiar la Palabra con
oración y buscar obedecer sus enseñanzas?

64 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 92 - Durante esta semana, CS cap. 35.
Martes 5 de mayo | Lección 6

LA BIBLIA Y LA CULTURA
Lee Hechos 17:16 al 32. En Hechos 17, Pablo trató de transmitir el mensaje
del evangelio en un nuevo contexto: la filosofía de la cultura griega. ¿Cómo
impactan los diferentes orígenes culturales en cómo evaluamos la impor-
tancia de varias ideas?

Es útil tener un conocimiento previo de la cultura del Cercano Oriente


para comprender algunos pasajes bíblicos. “Por ejemplo, la cultura hebrea
atribuía la responsabilidad a una persona por actos que no cometió, pero
que permitió que sucedieran. Por lo tanto, los escritores inspirados de las
Escrituras, comúnmente le atribuyen a Dios el tener parte activa en lo que
en nuestra forma de pensar occidental diríamos que él permite o no impide
que suceda, como, por ejemplo, el endurecimiento del corazón de Faraón”
(Biblical Research Institute, “Métodos de estudio de la Biblia”, parte 4).
La cultura también plantea algunas cuestiones hermenéuticas impor-
tantes. La Biblia ¿está condicionada culturalmente y, por lo tanto, solo es
pertinente a esa cultura en lo que afirma? ¿O el mensaje divino dado en
una cultura particular trasciende esa cultura y les habla a todos los seres
humanos? ¿Qué sucede si nuestra experiencia cultural se convierte en la
base y la prueba de fuego para nuestra interpretación de las Escrituras?
En Hechos 17:26, el apóstol Pablo da una perspectiva interesante sobre la
realidad que a menudo pasamos por alto al leer este versículo. Afirma que
Dios nos hizo a todos de una sola sangre. Si bien tenemos mucha diversidad
cultural, bíblicamente hablando existe un vínculo común que une a todas
las personas a pesar de sus diferencias culturales, y eso es porque Dios es el
Creador de toda la humanidad. Nuestra pecaminosidad y nuestra necesidad
de salvación no se limitan a una sola cultura. Todos necesitamos la salvación
que nos ofrecen la muerte y la resurrección de Jesucristo.
Aunque Dios les habló a generaciones específicas, se aseguró de que las
generaciones futuras que leyeran la Palabra de Dios comprendieran que
esas verdades trascienden las circunstancias locales y limitadas durante
las cuales se escribieron los textos bíblicos.
Paralelamente, piensa en el álgebra, que se inventó en el siglo IX a.C. en
Bagdad. ¿Significa esto, entonces, que las verdades y los principios de esta
rama de las matemáticas están limitados solo a ese tiempo y lugar? Por
supuesto que no.
El mismo principio se aplica a las verdades de la Palabra de Dios. Aunque
la Biblia se escribió hace mucho tiempo en culturas muy diferentes a las
nuestras, las verdades que contiene son tan relevantes para nosotros hoy
como para sus primeros receptores.
Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 93 - Durante esta semana, CS cap. 35. 65
Lección 6 | Miércoles 6 de mayo

NUESTRA NATURALEZA PECAMINOSA Y CAÍDA


Lee Juan 9:39 al 41; y 12:42 y 43. ¿Qué impidió que las personas, en es-
tos pasajes, aceptaran la verdad del mensaje bíblico? ¿Qué palabras de ad-
vertencia y precaución podemos extraer de estos incidentes para nuestro
provecho?

Es fácil considerar con desprecio a los líderes religiosos que rechazaron


a Jesús a pesar de una evidencia tan poderosa. Sin embargo, debemos tener
cuidado de no fomentar una actitud similar en relación con su Palabra.
No cabe duda de que el pecado alteró, rompió y fracturó radicalmente
nuestra relación con Dios. El pecado afecta toda nuestra existencia humana.
También afecta nuestra capacidad para interpretar las Escrituras. No es
simplemente que nuestros procesos de pensamiento humano se emplean
fácilmente para fines pecaminosos, sino que nuestra mente y nuestros
pensamientos se han corrompido por el pecado y, por lo tanto, se han ce-
rrado a la verdad de Dios. Las siguientes características de esta corrupción
se pueden detectar en nuestro pensamiento: orgullo, autoengaño, duda,
distancia y desobediencia.
Una persona orgullosa se exalta a sí misma por sobre Dios y su Palabra.
Esto se debe a que el orgullo lleva al intérprete a poner demasiado énfasis en
la razón humana como el árbitro final de la verdad, incluso de las verdades
que se encuentran en la Biblia. Esta actitud disminuye la autoridad divina
de la Escritura.
Algunos tienden a escuchar solo aquellas ideas que les son atractivas,
aunque estas contradigan la voluntad revelada de Dios. Dios nos ha adver-
tido sobre el peligro del autoengaño (Apoc. 3:17). El pecado también fomenta
la duda, que nos hace vacilar e inclinarnos a descreer de la Palabra de Dios.
Cuando comenzamos a dudar, la interpretación del texto bíblico nunca
conducirá a la certeza. Al contrario, quien duda se eleva rápidamente a una
posición en la que juzga lo que es y lo que no es aceptable en la Biblia, y está
pisando un terreno muy peligroso.
Deberíamos acercarnos a la Biblia con fe y sumisión, no con una actitud
de crítica y duda. El orgullo, el autoengaño y la duda llevan a una actitud de
distanciamiento hacia Dios y la Biblia, que seguramente llevará a la desobe-
diencia, es decir, la falta de voluntad para seguir la voluntad revelada de Dios.

¿Alguna vez descubriste que estabas luchando contra la convicción de lo que leíste
en la Biblia? Es decir, que esta claramente te indicó que hicieras una cosa, pero
querías hacer otra. ¿Qué pasó y qué aprendiste de tu experiencia?

66 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 94 - Durante esta semana, CS cap. 35.
Jueves 7 de mayo | Lección 6

POR QUÉ ES IMPORTANTE LA INTERPRETACIÓN


Lee Nehemías 8:1 al 3 y 8. ¿Por qué es tan importante que entendamos
claramente las Escrituras, no solo en el ámbito personal sino también como
iglesia?

El tema más importante en la Biblia es la salvación y cómo ser salvos.


Después de todo, ¿no es esto lo que más importa a largo plazo? ¿De qué sirve,
como nos dijo Jesús mismo, si obtenemos todo lo que el mundo ofrece y
perdemos nuestra propia alma (Mat. 16:26)?
Pero, saber lo que la Biblia enseña acerca de la salvación depende mucho
de la interpretación. Si interpretamos erróneamente la Biblia, es probable
que lleguemos a conclusiones falsas, no solo en el entendimiento de la sal-
vación, sino en todo lo que la Biblia enseña. De hecho, incluso en la época
de los apóstoles, ya se habían infiltrado errores teológicos en la iglesia, sin
duda respaldados por falsas interpretaciones de las Escrituras.

Lee 2 Pedro 3:15 y 16. ¿Qué nos dice esto acerca de cuán importante es la
lectura correcta de las Escrituras?

Por cierto, si somos “el pueblo del Libro”, que quiere vivir de acuerdo con
la Biblia y la Biblia sola (y no tenemos otras fuentes autoritativas como la tra-
dición, los credos ni la autoridad del Magisterio de la Iglesia que interpreten
la Biblia por nosotros), entonces, el tema de una correcta hermenéutica
bíblica es sumamente importante porque solo tenemos la Biblia para que
nos diga qué creer y cómo vivir.
El tema de la interpretación bíblica es vital para la salud teológica y
misiológica de la iglesia. Sin una interpretación bíblica correcta, no puede
haber unidad de doctrina ni de enseñanza y, por lo tanto, no habrá unidad
de la iglesia ni de nuestra misión. Una teología mala y distorsionada con-
duce inevitablemente a una misión deficiente y distorsionada. Después de
todo, si tenemos un mensaje para dar al mundo, pero estamos confundidos
sobre el significado del mensaje, ¿con qué eficiencia podremos presentar ese
mensaje a quienes necesitan escucharlo?

Lee el mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6 al 12. ¿Cuáles son los pro-
blemas teológicos que presenta y por qué es tan importante para nuestra misión
entenderlos correctamente?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 95 - Durante esta semana, CS cap. 35. 67
Lección 6 | Viernes 8 de mayo

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:


Lee Elena de White, El camino a Cristo, “¿Qué debe hacerse con la duda?”,
pp. 105-113; y del documento “Métodos de estudio de la Biblia”, la primera
parte: “Estudio de la Biblia: presuposiciones, principios y métodos”, la se-
gunda parte: “Presuposiciones que surgen de las afirmaciones de la Biblia”, y
la tercera parte: “Principios para acercarse a la interpretación de la Escritura”
(“Métodos de estudio de la Biblia” se encuentra en https://cort.as/-MdHR).
“En el estudio de la Palabra, dejen en la puerta de la investigación sus
opiniones preconcebidas y sus ideas heredadas del ambiente y cultivadas
individualmente. Nunca descubrirán la verdad si estudian las Escrituras
para vindicar sus propias ideas. Dejen estas ideas a la puerta y acérquense
con el corazón compungido para oír lo que el Señor tiene que decirles. Al
sentarse el humilde indagador de la verdad a los pies de Jesús para aprender
de él, la Palabra le da entendimiento. Cristo dice a los que son demasiado
sabios en su propio concepto para estudiar la Biblia: ‘Si quieren hacerse
sabios para la salvación, deben hacerse mansos y humildes de corazón’.
“No lean la Palabra a la luz de opiniones anteriores; investíguenla, en
cambio, cuidadosamente y con oración, con una mente libre de prejuicios.
Si al leerla se produce la convicción, y ven que las opiniones que han acari-
ciado no están en armonía con la Palabra, no traten de hacer concordar la
Palabra con esas opiniones. Hagan concordar sus opiniones con la Palabra.
No permitan que lo que han creído o practicado en lo pasado gobierne el
entendimiento. Abran los ojos de su mente para contemplar maravillas en
la Ley. Descubran lo que está escrito, y después afirmen sus pies en la Roca
eterna” (MJ 183, 184).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. ¿Cómo influyen nuestra cosmovisión, nuestra educación y nuestra
cultura en la interpretación que realizamos de las Escrituras? ¿Por
qué es tan importante que seamos conscientes de las influencias
externas que inevitablemente añadimos a nuestra interpretación
de la Biblia?
2. Todos concordamos en que somos pecadores y que el pecado nos
afecta negativamente. ¿De qué manera afecta el pecado nuestra
forma de leer la Biblia? Es decir, ¿qué nos hace el pecado que podría
causar que malinterpretemos la Palabra de Dios? Por ejemplo, el
deseo de hacer algo que la Biblia condena, ¿cómo puede hacer que
leamos la Biblia de una manera distorsionada? ¿De qué otras ma-
neras filtra el pecado nuestra forma de interpretar la Biblia?
3. El hecho de tener mayor conocimiento de los tiempos bíblicos y su
cultura ¿cómo nos ayuda a entender mejor algunos pasajes de las
Escrituras? Da algunos ejemplos.

68 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 96 - Durante esta semana, CS cap. 35.
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...

Textos clave: Hebreos 11:6; Lucas 24:44, 45; 1 Corintios 12:10;


14:26; Juan 1:41; 9:7; Hechos 9:36; Lucas 24:27; Hechos 17:22–26;
Juan 9:39–41; 12:42, 43; Nehemías 8:1–3, 8.

RESEÑA
A veces la gente dice que toma la Biblia de manera literal, sin necesidad de inter-
pretación. Si bien es loable considerar la Biblia seriamente y estar dispuestos a seguir
lo que nos ordena hacer, nadie se acerca a la Biblia con la mente en blanco. Todos
nos vemos influenciados en nuestra forma de pensar y de interpretar por nuestra
educación, nuestra familia, la cultura en la que crecimos y nuestra experiencia. Todos
tenemos algunas presuposiciones con las cuales nos acercamos al texto. La lectura y
el estudio del texto bíblico inevitablemente implican alguna interpretación. La Biblia
fue escrita en idiomas (hebreo, arameo, griego) con los cuales muchos de nosotros
no crecimos o solo conocemos de manera rudimentaria. Y todo traductor lo sabe:
cada traducción a otro idioma implica alguna forma de interpretación. Debemos
conocer realmente bien un idioma para comprender algunas de sus sutilezas o
cuando la ironía entra en juego. Además, nuestro pensamiento se ensombrece
por el pecado y, por lo tanto, no es neutral cuando se trata de cosas espirituales.
El hecho mismo de que existan diferentes iglesias y confesiones religiosas, a pesar
de que todas afirman vivir de acuerdo con la Biblia, demuestra que todos tenemos
alguna forma de interpretación. Sin embargo, estudiamos el mismo Libro y podemos
llegar a conclusiones que nos unen, a pesar de todas las diferencias anteriores. La
interpretación es esencial para comprender, y esta semana estudiaremos algunos
métodos de interpretación que guiarán nuestro estudio de la Biblia.

COMENTARIO
El significado de una frase no se determina solo por las palabras individua-
les que se usan, sino por el contexto en el que se emplean esas palabras. Si no
consideramos adecuadamente el contexto literario inmediato y más amplio de
una declaración y cómo utiliza las palabras en esa circunstancia, arribaremos rá-
pidamente a conclusiones erróneas. De igual modo, debemos tener en cuenta los
antecedentes históricos de lo que está escrito. Nos ayuda a situar el texto. Cual-
quier texto sin contexto se convierte rápidamente en un pretexto para la opinión
personal. Si ignoramos el contexto, pronto leeremos algo en el texto que el escritor
en realidad no tenía la intención de transmitir. A esto lo llamamos eiségesis. Pero,
en lugar de leer algo en el texto que no está allí, deberíamos hacer una exégesis
minuciosa. Es decir, deberíamos leer en el texto lo que el texto realmente declara.
Los adventistas del séptimo día queremos seguir nada más que la Biblia. No tene-
mos un papa ni una tradición de enseñanza que determine el significado definitivo
de las Escrituras. Por lo tanto, una interpretación cuidadosa y sólida de la Biblia
es crucial para nuestra teología y nuestra misión. Da forma a nuestra identidad
teológica y nuestras creencias.

69
Lección 6 // Material auxiliar para el maestro

Presuposiciones y cosmovisiones
Todos tenemos una serie de creencias que presuponemos en forma consciente
o inconsciente. Asumimos que son ciertas, aunque no podemos probarlas abso-
lutamente. Estas convicciones más básicas sobre el mundo y nuestros valores se
describen en lo que se llama cosmovisión. Nuestra cosmovisión determina lo que
es importante para nosotros y lo que no. Filtra nuestra percepción e interpreta-
ción de la realidad y proporciona un modelo del mundo que nos guía a vivir en el
mundo. Nuestra cosmovisión abarca nuestra comprensión de Dios, de la naturaleza
humana, la moralidad y la verdad. Una cosmovisión se compone de creencias y res-
puestas a preguntas en esos aspectos. Nuestra cosmovisión está influenciada por
nuestros padres, nuestra educación, nuestros compañeros, nuestras experiencias,
los medios, la cultura y la religión. Todos los días utilizamos nuestra cosmovisión,
y percibimos e interpretamos la realidad a través de ella. Influye en nuestro pen-
samiento y también en nuestras acciones y comportamiento.

Para pensar
Piensa en diferentes aspectos en los que nuestra cosmovisión impacta en
nuestro pensamiento y nuestro comportamiento. Comparte con los miembros
de la clase los desafíos que surgen cuando colisionan diferentes cosmovisiones.
Mientras tengamos disposición a aprender, nuestra cosmovisión se amplía.
Cuando el aprendizaje y el crecimiento alteran radicalmente muchas de nuestras
creencias fundamentales, o cuando tenemos una experiencia de conversión, nues-
tra cosmovisión puede cambiar. Este cambio generalmente tiene lugar cuando se
ha demostrado que la cosmovisión anterior es falsa. Después de ese cambio, la
persona continuará haciendo ajustes e intentará alinear otras creencias con el resto
de sus creencias centrales. Una conversión a Jesús no borra automáticamente los
años de educación previa. Pero sí implica un cambio de una cosmovisión a otra y
una armonización de todas las creencias con la Biblia.

Para pensar
Lee Lucas 24:36 al 49. La experiencia del Cristo resucitado y su explicación de
las Escrituras ¿cómo cambió la visión de la realidad de sus discípulos? Comparte
cómo impactó tu comprensión de la Biblia tu experiencia de conversión. Si nosotros
armonizamos gradualmente todas nuestras creencias anteriores con las Escrituras,
¿qué nos dice eso acerca de cómo debemos tratar a quienes están creciendo en
su comprensión?

Traducción e interpretación
Si quieres interpretar la Biblia correctamente, es útil estudiarla en los idiomas
originales en que se escribió. Si eso no es posible, usa una traducción que se aten-
ga a los idiomas originales. Esa traducción formal enfatiza la equivalencia palabra
por palabra en el proceso de traducción y brinda una interpretación más exacta y

70
Material auxiliar para el maestro // Lección 6

literal de los idiomas bíblicos. Cuando estudiamos y comparamos de qué manera


los escritores bíblicos usan ciertas palabras en varios contextos, la Biblia misma
puede revelar su significado. Si bien una traducción tan formal es una excelente
Biblia de estudio, sus lecturas son más rígidas. A diferencia de las traducciones
formales, hay traducciones dinámicas, que enfatizan el significado por significado
en lugar de la equivalencia palabra por palabra. Aquí la traducción se reestructura
en un uso idiomático que representa el pensamiento o significado equivalente en
nuestro idioma. Si bien dichas traducciones son muy amenas, la interpretación
puede ser engañosa o errónea. Finalmente, hay traducciones parafraseadas. Son
mucho más libres con los idiomas originales que las traducciones dinámicas. Debido
a que una paráfrasis es más interpretación que traducción, no es adecuada para
un estudio serio de la Biblia.

Para pensar
Si tienes diferentes traducciones de la Biblia disponibles en tu idioma, muéstra-
las en el grupo de la Escuela Sabática y da ejemplos de las diferentes traducciones
de un pasaje de la Biblia. Hazlo de tal manera que los oyentes se fortalezcan en su
fe y se sientan animados a estudiar la Biblia con más seriedad. Recomienda una
traducción bíblica confiable en tu idioma para el estudio bíblico.
Algunas confesiones publican su propia traducción autorizada de la Biblia.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día no lo ha hecho, pero utiliza traducciones
establecidas que están disponibles a través de las Sociedades Bíblicas. Algunos
adventistas han trabajado con las Sociedades Bíblicas para ayudar a que la Biblia
esté disponible para aquellos que no la tienen y han hecho valiosas contribuciones
para varias traducciones de la Biblia. Piensa en formas en que puedes ayudar en
la promoción, la distribución y el estudio de la Biblia.

La Biblia y la cultura
El conocimiento de la cultura del Cercano Oriente puede ser útil para compren-
der algunos pasajes bíblicos. Lee el pasaje de “Métodos de estudio de la Biblia”,
parte 4, 8, q (ver en Datos bibliográficos, al principio de esta Guía), para ver algunas
ilustraciones. Hoy los eruditos críticos sostienen que la Biblia está culturalmente
condicionada, es decir, reflejaría la cultura en la cual se originó y, por lo tanto, está
restringida en su autoridad porque se limita a un determinado entorno cultural. Si
bien la Biblia en realidad fue escrita en una cultura particular, “los escritores bíbli-
cos insistieron en que el mensaje teológico de las Escrituras no está dentro de los
límites culturales –aplicable solo para ciertas personas en cierto tiempo–, sino que
puede aplicarse universal y permanentemente” (R. M. Davidson, “Interpretación
Bíblica”, p. 99). Jesús nació en una cultura particular y, sin embargo, no es solo el
Salvador de la gente de su época. Él es el Salvador del mundo. Su venida a una
cultura en particular no lo hace culturalmente relativo, sino que le da un significado
que trasciende cada cultura.

71
Lección 6 // Material auxiliar para el maestro

Para pensar
Algunos simplemente se centran en aquellas cosas que difieren de una cultura
a otra y, por lo tanto, pierden rápidamente de vista las similitudes que existen en
todos los seres humanos de todas las culturas. ¿Qué aspectos básicos de la exis-
tencia humana y de los deseos humanos están presentes en todas las culturas? La
respuesta espiritual de Dios a estos aspectos ¿cómo trasciende cualquier cultura
particular y les habla a todos los seres humanos? ¿Cómo puedes ayudar a que el
mensaje de la Biblia sea aplicable a la gente de tu cultura? ¿Cuándo puede con-
vertirse la cultura en un obstáculo para la aceptación del mensaje bíblico?

Nuestra naturaleza pecaminosa y la interpretación bíblica


Además de todos los aspectos mencionados anteriormente que muestran por
qué se necesita interpretación, hay otro factor que a menudo se pasa por alto.
Tiene que ver con las consecuencias de nuestra naturaleza pecaminosa. Lee Efesios
4:17 y 18, y medita en lo que el apóstol escribió allí. Aquí Pablo describe algunas
consecuencias que han surgido debido a la ceguera de nuestro corazón y la vani-
dad de nuestra mente. A veces, incluso nuestra comprensión e interpretación de
las Escrituras se ve contaminada y atenuada debido a nuestro pecado. A veces no
seguimos las cosas de la Biblia porque le tenemos miedo a la presión de nuestros
compañeros o al desprecio de nuestros familiares y amigos. Por eso, necesitamos
la ayuda del Espíritu Santo para que ilumine nuestra mente y nos predisponga a
seguir lo que hemos descubierto.

APLICACIÓN A LA VIDA
Una persona escuchó la verdad bíblica. La lectura de las Escrituras le ha brin-
dado una nueva perspectiva de que Dios es real y activo, y que vale la pena vivir el
mensaje de la Biblia. Sin embargo, cuando algunas oraciones no son respondidas
como se esperaba y la salud de un niño está en peligro, esta persona recurre a
las fuentes tradicionales de curación habituales de su cultura. En estas fuentes
tradicionales de curación intervienen poderosos brujos de la comunidad.
Piensa en tendencias y tentaciones similares a las que te enfrentas cuando tu
fe bíblica se ve desafiada. ¿En qué aspectos te ves tentado a confiar más en la
educación que recibiste, en la educación de tus padres o en tu experiencia que
en la verdad bíblica?
Algunos especialistas en filosofía occidental y pensamiento crítico creen que no
existe un ser sobrenatural que pueda intervenir en la historia ni hacer milagros. Su
cosmovisión cerrada les impide aceptar muchas historias sobrenaturales de la Biblia
como reales. ¿Dónde influye tu cosmovisión en tu interpretación de las Escrituras?
Una persona que es nueva en la fe quiere estudiar la Biblia más a fondo. ¿Qué
traducción de la Biblia podrías recomendarle para esta tarea?
¿Por qué la fe es importante para una comprensión adecuada de las Escrituras?
¿Cuál es el papel de la fe en el proceso de interpretación?

72
Profundiza tu estudio

COLECCIÓN COMENTARIO BÍBLICO


[6466]

Esta es una colección increíblemente valiosa para comprender mejor el texto bíblico,
en un análisis casi de cada versículo. Contiene comentarios teológicos y hermenéuti-
cos, y una gran cantidad de artículos teológicos e históricos. Incluye, también, comen-
tarios de Elena de White, un diccionario bíblico y un tratado de teología.

Pídelos a tu coordinador de Publicaciones.


ventas@aces.com.ar | Síguenos en:

editorialaces.com
Lección 7: Para el 16 de mayo de 2020

IDIOMAS, TEXTO Y
CONTEXTO

Sábado 9 de mayo

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Deuteronomio 32:46, 47; 1


Reyes 3:6; Números 6:24-26; Génesis 1:26, 27; 2:15-23; 15:1-5.

PARA MEMORIZAR:
“Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová
vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti” (Deut. 31:26).

e hablan más de seis mil idiomas en el mundo actualmente. La Biblia

S completa se ha traducido a más de seiscientos idiomas, y el Nuevo Tes-


tamento o algunas porciones se tradujeron a más de dos mil quinientos
idiomas también. Esos son muchos idiomas, por cierto. Pero, al mismo tiempo,
todavía es menos de la mitad de los idiomas que se conocen en el mundo.
Se estima que mil quinientos millones de personas no cuentan con la
Biblia completa traducida a su lengua materna. Si bien todavía hay mucho
por hacer, los esfuerzos de las sociedades bíblicas han garantizado que seis
mil millones de personas puedan leer las Escrituras.
Y ¡qué bendición es estar entre quienes tienen la Biblia en su propio
idioma! A menudo lo damos por sentado, olvidando que muchos no tienen la
Biblia y que, durante siglos en Europa, la Biblia se mantuvo deliberadamente
alejada de las masas. Gracias a la imprenta y la Reforma, eso ya no es así.
Quienes sí tenemos la Biblia seguimos viendo cómo podemos aprender a
estudiar la Palabra, llenos del Espíritu, y conocer al Señor revelado en sus
páginas.

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 97 - Durante esta semana, CS cap. 36. 73
Lección 7 | Domingo 10 de mayo

CÓMO ENTENDER LAS ESCRITURAS


Lee 2 Timoteo 3:16 y 17. ¿Con qué propósito nos fue dada la Biblia?

La Biblia se escribió como testimonio de la obra de Dios en la historia,


de su plan para redimir a la raza caída de la humanidad y para instruirnos
en todos los caminos de la justicia. El Señor eligió hacer esto en lenguaje
humano, haciendo que sus pensamientos e ideas sean visibles mediante
las palabras humanas. Al redimir a Israel de Egipto, Dios eligió una nación
específica para transmitir su mensaje a todos los pueblos. Permitió que esa
nación comunicara su Palabra a través de su idioma, el hebreo (y algunas
partes en arameo, un idioma relacionado con el hebreo).
El auge de la cultura griega trajo una nueva oportunidad, al permitir que
el Nuevo Testamento se comunicara a través del idioma universal, el griego,
que se hablaba ampliamente en esa parte del mundo en ese momento. (De
hecho, también hubo una traducción al griego del Antiguo Testamento, la
versión de los LXX, o Septuaginta.) Este lenguaje “universal” les permitió a
los apóstoles y a la iglesia primitiva difundir el mensaje por todas partes con
un nuevo celo misionero después de la muerte de Cristo. Posteriormente,
el apóstol Juan dio “testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de
Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto” (Apoc. 1:2). De esta manera, la
Biblia indica la continuidad de este “testimonio” inspirado desde el primer
autor de las Escrituras hasta el último.

Lee Deuteronomio 32:46 y 47. ¿Por qué era tan importante que los hijos
de Israel obedecieran “todas las palabras de esta ley” (Deut. 32:46), la Torá?
¿De qué manera la Palabra de Dios “prolonga” nuestros días? ¿Qué podría
significar eso en nuestro contexto actual?

Algunos tienen la Biblia traducida a su lengua materna, e incluso tienen


varias versiones de ella en su propio idioma. Otros quizá tengan una sola
versión a lo sumo. Pero, al margen de lo que tú tengas, la clave es apreciarla
como la Palabra de Dios y, principalmente, obedecer lo que enseña.

¿Por qué nunca es “cosa vana” (Deut. 32:47) obedecer la Palabra de Dios y ense-
ñársela también a tus hijos?

74 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 98 - Durante esta semana, CS cap. 36.
Lunes 11 de mayo | Lección 7

LAS PALABRAS Y SUS SIGNIFICADOS


En todos los idiomas hay palabras que tienen un significado tan rico y
profundo que son difíciles de traducir adecuadamente con una sola palabra
a otro idioma. En la Biblia, ese tipo de palabras requiere un amplio estudio
de su uso para comprender la amplitud de su significado.

Lee 1 Reyes 3:6; Salmo 57:3; 66:20; 143:8; y Miqueas 7:20. ¿Cómo se extien-
den la misericordia y la bondad de Dios hacia sus seres creados?

La palabra hebrea chesed (misericordia) es una de las palabras más ricas


y profundas del Antiguo Testamento. Describe el amor, la benignidad y la
misericordia de Dios y su actitud de pacto hacia su pueblo. En estos pocos
pasajes, lo hemos visto mostrar “gran misericordia (chesed) a tu siervo David
[...] tú le has reservado esta tu gran misericordia (chesed)” (1 Rey. 3:6). Él “en-
viará su misericordia (chesed) y su verdad” (Sal. 57:3). Con respecto a Israel,
él le cumpliría “la verdad a Jacob, y a Abraham la misericordia (chesed)” (Miq.
7:20). Se han escrito libros enteros sobre la palabra chesed, que intentan
captar la profundidad de la misericordia y el amor de Dios hacia nosotros.

Lee Números 6:24 al 26; Job 3:26; Salmo 29:11; Isaías 9:6; y 32:17. En estos
pasajes, ¿qué es la “paz”, o shalom, que se menciona?

La palabra hebrea shalom a menudo se traduce como “paz”. Pero el signi-


ficado de la palabra es mucho más profundo y más amplio. Puede traducirse
como “totalidad, integridad y bienestar”. La bendición y la gracia de Dios nos
mantienen en un estado de shalom, que es un regalo de Dios (Núm. 6:24-26).
Al contrario, la experiencia angustiante de Job produce una situación en
la que no tiene “tranquilidad ni reposo” (RVC) porque carece de shalom. En
este mundo agitado, es una profunda bendición dar la bienvenida al día de
reposo con las palabras shabbat shalom, ya que nuestra comunión con Dios
proporciona la máxima paz y plenitud que nuestra vida anhela.

Cualquiera que sea el idioma que hablemos y leamos, incluso sin saber el significa-
do original de estas palabras, ¿cómo podemos experimentar la realidad de lo que
significan según nuestro leal saber y entender?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 99 - Durante esta semana, CS cap. 36. 75
Lección 7 | Martes 12 de mayo

REPETICIÓN, FORMAS DE ESCRITURA Y


SIGNIFICADO
En el pensamiento hebreo, hay varias formas de expresar ideas que
refuerzan el significado y enfatizan la importancia de los conceptos. A dife-
rencia de los idiomas europeos, el hebreo no contiene signos de puntuación
en el idioma original, por lo que la estructura del lenguaje desarrolló otras
formas de comunicar esas ideas.

Lee Génesis 1:26 y 27; e Isaías 6:1 al 3. ¿Qué palabras se repiten en estos
pasajes? ¿Cómo se realzan estas palabras repetidas con diferentes concep-
tos que se presentan a través de la repetición?

Una de las formas en que el escritor hebreo podía enfatizar determinado


atributo de Dios era repitiéndolo tres veces. A medida que el relato de la
Creación llega al clímax de la obra creadora de Dios, el texto enfatiza la im-
portancia única de la humanidad creada. El término bara’, “crear”, siempre
tiene solo a Dios como sujeto. Es decir, solo Dios tiene el poder de crear sin
depender de la materia preexistente. Este texto describe la creación del
hombre: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y
hembra los creó” (Gén. 1:27). Observa la repetición triple de la palabra “crear”.
Por lo tanto, Moisés enfatizó que Dios creó a la humanidad, y también que
la creó a su imagen. Estas verdades fueron su énfasis.
En la visión y el llamado de Isaías, los serafines repiten las palabras:
“Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos” (Isa. 6:3). El énfasis está en la
santidad de un Dios asombroso cuya presencia llena el Templo. También
vemos esta santidad a través de las palabras de Isaías, mientras se halla en
presencia del Todopoderoso: “¡Ay de mí! que soy muerto” (Isa. 6:5). Incluso
un profeta como Isaías, confrontado con la santidad y el carácter de Dios,
tembló ante su propia indignidad. Por lo tanto, incluso aquí, mucho antes
de la exposición de Pablo sobre el pecado humano y la necesidad de un
Salvador (Rom. 1-3), podemos ver que la Biblia expresa la naturaleza caída
de la humanidad, incluso en una persona “buena” como Isaías.
En Daniel 3, tenemos una repetición (con variaciones) de la frase “la
estatua que el rey Nabucodonosor había levantado” (Dan. 3:1, 2, 3, 5, 7, 12, 14,
15, 18). Esta frase, o sus variantes, se repite diez veces en el capítulo, para
contrastar el proceder de Nabucodonosor en desafío a la imagen que Dios
le reveló a través de Daniel (Dan. 2:31-45). El énfasis aquí está en el intento
de la humanidad de convertirse en dios para que la adoren, en contraste
con el único Dios verdadero, el único digno de adoración.

76 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 100 - Durante esta semana, CS cap. 36.
Miércoles 13 de mayo | Lección 7

TEXTOS Y CONTEXTOS
Las palabras en las Escrituras siempre se dan en un contexto. No están
solas. Una palabra tiene su contexto inmediato dentro de una oración, y es
esta unidad la que debe entenderse primero. Luego está el contexto más
amplio de la unidad general en la que aparece la oración. Quizá sea una parte
del pasaje, un capítulo o una serie de capítulos. Es fundamental comprender
lo mejor posible el contexto de las palabras y las oraciones para no arribar
a conclusiones erróneas.

Compara Génesis 1:27 con Génesis 2:7. Luego lee Génesis 2:15 al 23. ¿Cómo
podemos entender, a partir de estos diferentes pasajes y contextos, la defi-
nición de adam, la palabra hebrea para “hombre”?

Ya hemos visto que la repetición del término bara’ en Génesis 1:27 indica
un énfasis en la creación del hombre. Ahora vemos que el hombre se define
dentro del contexto de este versículo como “hombre y mujer”. Esto significa
que el término hebreo adam debe entenderse en este pasaje como una re-
ferencia al género humano, o la humanidad.
Sin embargo, en Génesis 2:7, el mismo término adam se usa para referirse
a la formación de Adán del polvo de la “tierra” (en hebreo adamah, observa
el juego de palabras). Aquí solo se hace referencia al Adán masculino, ya
que la creación de Eva es posterior y de una manera totalmente diferente.
Así, en cada pasaje, incluso dentro del contexto de dos capítulos, vemos una
diferenciación entre la definición de adam como “humanidad” (Gén. 1:27)
y el hombre Adán (Gén. 2:7). Más adelante en las genealogías se confirma
el hecho de que Adán es una persona (Gén. 5:1-5; 1 Crón. 1:1; Luc. 3:38) y en
la alusión a Jesús, quien se convierte en el “segundo Adán” (Rom. 5:12-14).
Así como la palabra Adán aparece en un pasaje específico, así también el
contexto de la creación de Adán y Eva se encuentra en el relato más extenso
de la Creación, como podemos ver en Génesis 1 y 2. Esto es lo que se entiende
por una unidad más grande. La unidad informa al intérprete de temas, ideas
y desarrollos adicionales. A Génesis 2:4 al 25 a veces se lo llama el segundo
relato de la Creación, pero en realidad solo hay una diferencia en el énfasis
(ver la próxima semana). Sin embargo, en ambos relatos se nos muestran
los orígenes definitivos de la humanidad.

Como podemos ver, el hombre y la mujer, la humanidad, son creaciones directas


de Dios. ¿Qué nos dice esto acerca de cuán necia es realmente la “sabiduría del
mundo” (1 Cor. 1:20) al enseñarnos que surgimos de la mera casualidad?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 101 - Durante esta semana, CS cap. 36. 77
Lección 7 | Jueves 14 de mayo

LOS LIBROS Y SU MENSAJE


Las unidades más grandes de las Escrituras son los libros de la Biblia.
Los libros bíblicos se escribieron con diferentes propósitos y en diferentes
ámbitos. Algunos sirvieron como mensajes proféticos; otros eran compi-
laciones, como los Salmos. Hay libros históricos como Primero y Segundo
de Reyes, y hay cartas a varias iglesias, como las escritas por Pablo y otros.
Cuando intentamos comprender el significado y el mensaje de un libro,
es importante comenzar con la autoría y el entorno. A muchos libros de la
Biblia se les atribuyen autores. Se identifica a Moisés como el autor de los
primeros cinco libros del Antiguo Testamento (Jos. 8:31, 32; 1 Rey. 2:3; 2 Rey.
14:6; 21:8; Esd. 6:18; Neh. 13:1; Dan. 9:11-13; Mal. 4:4). Esto lo confirman Jesús
(Mar. 12:26; Juan 5:46, 47; 7:19) y los apóstoles (Hech. 3:22; Rom. 10:5). En otros
casos, no se identifica a algunos autores bíblicos. Por ejemplo, los autores
de los libros de Ester y Rut, así como los autores de muchos de los libros
históricos como Samuel y Crónicas, no están identificados.

Lee Génesis 15:1 al 5; y 22:17 y 18. ¿Qué significado tiene para nosotros
que Moisés haya escrito el libro de Génesis?

Moisés escribió de Éxodo a Deuteronomio después del Éxodo, por su-


puesto. Pero, como Génesis es fundamental como historia de los actos de
Dios desde la Creación hasta el período patriarcal, es lógico que este libro
se haya escrito antes del Éxodo.
“A medida que pasaban los años y erraba con sus rebaños por lugares
solitarios, meditando acerca de la condición oprimida en que vivía su pueblo,
Moisés repasaba el trato de Dios hacia sus antepasados, las promesas que
eran la herencia de la nación elegida, y sus oraciones en favor de Israel
ascendían día y noche. Los ángeles celestiales derramaban su luz alrededor
de él. Allí, bajo la inspiración del Espíritu Santo, escribió el libro de Génesis”
(PP 255, 256).
El libro de Génesis nos habla de nuestros orígenes y también del plan de
salvación o los medios por los cuales Dios redimirá a la humanidad caída.
Este plan se hace aún más evidente con el pacto que Dios hace con Abraham,
que implica su promesa de establecer a través de él una gran nación com-
puesta por una “descendencia como las estrellas del cielo y como la arena
que está a la orilla del mar” (Gén. 22:17).

¿Qué otras grandes verdades aprendemos con el libro de Génesis, que de otra
manera no podríamos conocer? ¿Qué nos enseña esto acerca de la importancia de
la Palabra de Dios para nuestra fe?

78 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 102 - Durante esta semana, CS cap. 36.
Viernes 15 de mayo | Lección 7

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:


Lee Elena de White, El conflicto de los siglos, “El lucero de la Reforma”,
pp. 75-90; “Un campeón de la verdad”, pp. 135-156. También lee la parte 4, de
los puntos a. al j., del documento: “Métodos de estudio de la Biblia”: https://
cort.as/-MdHR.
“En su Palabra, Dios comunicó a los hombres el conocimiento necesario
para la salvación. Las Santas Escrituras deben ser aceptadas como una
revelación autorizada e infalible de su voluntad. Son la norma del carácter,
las reveladoras de doctrinas y las examinadoras de la experiencia. [...] Sin em-
bargo, el hecho de haber revelado Dios su voluntad a los hombres por medio
de su Palabra no anuló la necesidad que ellos tienen de la continua pre-
sencia y dirección del Espíritu Santo. Por el contrario, el Salvador prometió
el Espíritu para abrir la Palabra a sus siervos, para iluminar y aplicar sus
enseñanzas. Y, como el Espíritu de Dios fue el que inspiró la Biblia, es im-
posible que alguna vez las enseñanzas del Espíritu sean contrarias a las de
la Palabra” (CS 7).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. Independientemente de la cantidad de traducciones de la Biblia
que haya en tu idioma, ¿qué puedes hacer para aprovechar al máxi-
mo lo que tienes? ¿Cómo puedes aprender a apreciar la Biblia como
la Palabra de Dios y procurar, con fe, obedecer lo que esta enseña?
2. Piensa en la diferencia entre lo que la Palabra de Dios enseña acer-
ca del origen de la humanidad (que fuimos creados por Dios en el
sexto día de la Creación) y lo que la misma humanidad enseña, bajo
el nombre de “ciencia” (que evolucionamos durante miles de millo-
nes de años). ¿Qué debería decirnos este enorme contraste entre
ambas enseñanzas acerca de la importancia de atenernos a lo que
enseña la Biblia y de cuán lejos puede llegar la humanidad cuando
se aparta de la Palabra de Dios y de lo que esta enseña claramente?
3. ¿Qué herramientas bíblicas tienes disponibles para ayudarte a
comprender mejor la Biblia? E incluso, si no tienes herramientas
adicionales, ¿cómo puedes aprender a aplicar algunas de las leccio-
nes aprendidas esta semana sobre cómo interpretar la Biblia?
4. A los israelitas se les dijo que les enseñen a sus hijos las grandes
verdades que se les confiaban y que vez tras vez relatasen las histo-
rias de la conducción de Dios en su vida (Deut. 4:9). Más allá del be-
neficio obvio que implica transmitir la fe, ¿qué tienen la enseñanza
y el relato de historias sobre la conducción de Dios en nuestra vida
que tienden a aumentar nuestra fe? Es decir, ¿por qué el hecho de
compartir la verdad bíblica con los demás también es beneficioso
para nosotros?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 103 - Durante esta semana, CS cap. 36. 79
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...

Textos clave: Deuteronomio 32:46, 47; 1 Reyes 3:6; Números


6:24–26; Génesis 1:26, 27; 2:15–23; 15:1–5.

RESEÑA
Las palabras tienen poder. Pueden despertar a un pueblo de la opresión de
la esclavitud a una vida fiel de liberación. Josué instó al pueblo: “Escogeos hoy
a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estu-
vieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis;
pero yo y mi casa serviremos a Jehová” (Jos. 24:15). Las palabras también pueden
ser devastadoras y usarse para destruir y engañar. Cuando Satanás tentó a Eva
en el Jardín del Edén, insinuó la duda: “¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de
todo árbol del huerto?” (Gén. 3:1). Las palabras pueden ser acusatorias y críticas,
y pueden ser relajantes y afables, que traen sanidad al alma.
Dios eligió comunicar la historia de la Creación, la Caída, el plan de redención,
la promesa de restauración y la Segunda Venida al mundo a través de profetas y
escritores. Estos escribieron en hebreo, arameo y griego, idiomas que a menudo
son bastante diferentes de los que aprendimos en la infancia. La Biblia entera ha
sido traducida, por lo menos, a 636 idiomas; y el Nuevo Testamento, a otros 3.223
idiomas o más, por lo que el 95 por ciento de la población de la Tierra puede leer
la Palabra de Dios. En la lección de esta semana, analizaremos cómo interpretar
las palabras, las frases y los relatos de las Escrituras dentro de sus contextos
originales para poder comprender mejor el mensaje de Dios para nosotros hoy.

COMENTARIO
Texto bíblico
Es importante entender que el significado deriva de las partes más peque-
ñas del lenguaje, la palabra individual en sí, y se expande al contexto de una
oración, una narración y finalmente un libro. La palabra dabar, en hebreo, es
muy rica semánticamente, ya que puede significar una “palabra”, una “cosa” o
incluso una “profecía”. Por esta razón, es importante estudiar el contexto más
amplio de las palabras y cómo se pueden usar en la Biblia. Las palabras hebreas
chesed (misericordia) y shalom (paz) son ejemplos de las clases de palabras que
tienen un amplio rango semántico y pueden entenderse más profundamente si
se estudian desde todo el contexto de la Escritura. En otros casos, hay enseñan-
zas bíblicas (doctrinas) o ideas que se entienden mejor al estudiar un grupo de
palabras con significados similares que juntos brindan una gama completa de
interpretación. Una de esas enseñanzas que se beneficia con un enfoque como
este es el concepto bíblico del remanente.

Ilustración
La Iglesia Adventista del Séptimo Día se identifica como la iglesia remanente

80
Material auxiliar para el maestro // Lección 7

de la profecía bíblica. Surgió como un movimiento en este tiempo del fin para


proclamar el mensaje de los tres ángeles con claridad. La iglesia remanente
proclama el sábado como el sello que distinguirá a los que guardan los man-
damientos y tienen la fe de Jesús (Apoc. 14:12). Su capacidad para guardar los
mandamientos solo puede venir a través de los méritos y el poder de Cristo,
como lo demuestra su ejemplo para vencer y heredar la corona de la vida (Juan
16:32, 33; 1 Juan 4:4; 5:4, 5; Apoc. 2:7, 11, 17, 26; 3:5, 12, 21). Sin embargo, esta
afirmación de ser el Remanente suena bastante exclusivista y arrogante en
nuestro entorno moderno. ¿Cómo podemos saber que Dios tiene un remanente?
La idea de remanente se encuentra en toda la Escritura. Una de las pala-
bras para “remanente” es she’ār, que en sus diversas derivaciones aparece 226
veces en el Antiguo Testamento. La forma nominal she’ār puede designar al
“remanente” de Israel (Isa. 10:20, RVA-2015, NVI), o “su pueblo” (Isa. 11:11, 16;
28:5). En este caso, el texto indica que este es un remanente elegido por Dios.
Isaías 4:2 al 6 y 6:13 describen aún más a un remanente que ha pasado por un
fuego purificador de juicio divino y se presenta como un pueblo santo. Otras
palabras hebreas que describen al remanente también pueden estudiarse e
incluir términos como pālat, mālat, yāthar, sārid y ‘aharît. Estos términos también
deben estudiarse en sus contextos. Cualquiera puede hacer esto con una buena
concordancia. Un estudio de este tipo revela que la Biblia describe el concepto
de “remanente” de varias maneras: (1) El “remanente histórico” es el de Isaías
1:4 al 9, que son los sobrevivientes de una catástrofe; (2) el “remanente fiel” son
los que permanecen fieles a Dios y que cumplen todas las promesas del pueblo
de Dios; y finalmente, (3) el “remanente escatológico” son los que pasan por las
tribulaciones del tiempo del fin y salen victoriosos en el gran día del Señor para
recibir su Reino. En Apocalipsis, el dragón se enfurece con la mujer y hace guerra
“contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos
de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apoc. 12:17). La rica naturaleza de
cada uno de estos términos en sus contextos se suma a los demás hasta que,
dentro de todo el contexto de la Biblia, el concepto emerge con claridad, y el
que estudia comienza a comprender la totalidad de la idea del “remanente” (ver
G. F. Hasel, Understanding the Living Word of God, pp. 113–116).

Ilustración
Dos descubrimientos o avances en los últimos tiempos nos han ayudado a
comprender el origen de la Biblia. La lengua egipcia, escrita en jeroglíficos, fue
descifrada en 1822 por Jean Champollion. Este descubrimiento reveló los secre-
tos perdidos hace mucho tiempo de una de las civilizaciones más antiguas y nos
permitió comparar los antiguos textos egipcios con el texto bíblico. Surgieron va-
rias contribuciones interesantes con el tiempo: (1) Los egipcios, que regularmente
hacían campaña e intercambios con Canaán, registraron muchos de los lugares
geográficos mencionados en la Biblia. Se encontró mucha correspondencia y

81
Lección 7 // Material auxiliar para el maestro

precisión entre los nombres y los lugares mencionados en Egipto y en la Biblia.


(2) Se encontraron muchos términos egipcios de préstamo, especialmente en
los primeros cinco libros del Pentateuco. Los académicos han documentado una
serie de préstamos, como tevah, la palabra para “arca”, que deriva de la palabra
egipcia que significa “caja”, “cofre” o “baúl”. Esta palabra se usa tanto para el
arca de Noé como para el arca en la que Moisés fue puesto cuando era bebé. El
nombre para Egipto que se utiliza en la Biblia es Mitzraim. Este nombre es una
palabra dual en hebreo que proviene del egipcio msr, la palabra para Egipto.
El sufijo dual indica las “dos tierras” del Alto y el Bajo Egipto. También se usan
modismos egipcios. La frase “brazo extendido”, usada para describir la protec-
ción de Dios, es una expresión egipcia común de fuerza. El autor utilizó títulos
egipcios, así como modales y costumbres del lenguaje. Finalmente, aparece una
serie de nombres personales egipcios. Todos estos descubrimientos apuntan
a la conclusión de que los primeros libros de la Biblia se escribieron durante
la generación del Éxodo y que el autor estaba íntimamente familiarizado con
Egipto, sus costumbres y su historia. Moisés indudablemente tenía la educación
y el bagaje necesarios para escribir los libros de Génesis a Deuteronomio, como
a menudo afirma la Biblia.
Otro descubrimiento se refiere al manuscrito original de las Escrituras por
parte de Moisés. La invención del alfabeto, derivado de los jeroglíficos egipcios,
tuvo lugar en la península del Sinaí aproximadamente un siglo antes del Éxodo.
Este gran avance en la comunicación simplificó la escritura e hizo posible la al-
fabetización para la gente común. Por ende, Moisés podría haber escrito no en
jeroglíficos egipcios complicados, sino en el alfabeto protocananeo simplificado
que con el tiempo se convertiría en hebreo. Los tiempos de Dios siempre son
perfectos para poner su mensaje en manos de su pueblo.

Texto bíblico
Otros conceptos y palabras de la Biblia son completamente únicos. En el
relato de la Creación se da más énfasis a la creación de la humanidad que a
cualquier otro elemento o criatura. La humanidad se coloca en el pináculo de
la Creación. Es la obra del Dios trino cuando proclaman su intención: “Hagamos
al hombre a nuestra imagen” (Gén. 1:26). El énfasis triple de este versículo en el
verbo bara’, “crear”, reitera la intención de Dios de crear al hombre y a la mujer
de manera única a su imagen y semejanza. El contexto inmediato de Génesis 1
indica que tanto ‘Elohim, “Dios”, en su majestuosa pluralidad como ruach Elohim,
“el Espíritu de Dios”, participan de la obra creadora (Gén. 1:1, 2). Juan 1:1 al 3 deja
en claro que Jesús era el agente de la Creación, porque “en el principio era el
Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con
Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho,
fue hecho”. Al permitir que la Escritura en su totalidad se interprete a sí misma,
descubrimos que el “hagamos” de Génesis 1:26 incluía a los tres miembros de la

82
Material auxiliar para el maestro // Lección 7

Deidad. Por ende, la humanidad fue creada por una relación para una relación,
a fin de que pudiera “fructifica[r] y multiplica[rse]; llena[r] la tierra” (Gén. 1:28).
Fueron creados para comulgar con Dios en el día de reposo que él creó para
ellos (Gén. 2:1–3; Éxo. 20:8–11). Su propósito para nosotros por toda la eternidad
es que Dios pueda habitar entre su pueblo.

APLICACIÓN A LA VIDA
Entonces, ¿cómo podemos estudiar la Biblia en profundidad sin entender
los idiomas bíblicos originales? Tenemos herramientas disponibles en Internet
como miconcordancia.com y BibleGateway.com, o concordancias impresas, que
son accesibles hoy más que nunca. Podemos estudiar cómo se usan las palabras
dentro de las frases, dentro de los libros y en toda la Biblia. Los fundadores de
nuestra iglesia no tenían todas las herramientas disponibles que tenemos hoy.
Tenían sus Biblias y concordancias. Siguieron cuidadosamente los principios
protestantes de la interpretación bíblica y, bajo la inspiración del Espíritu Santo,
pudieron conocer el plan de salvación de Dios y las verdades enseñadas por los
profetas y por Jesús. A continuación, hay algunas preguntas para debatir que
puedes usar para guiar al grupo:
1. Saber que Moisés escribió los primeros cinco libros de la Biblia ¿cómo nos
ayuda a aceptar las Escrituras como una fuente confiable hoy? Recuérdale a la
clase las palabras de advertencia que Moisés le dio al pueblo al momento de
su muerte (Deut. 32:46, 47). Analicen cómo podemos practicar este principio
con nuestras familias.
2. ¿Qué significa permitir que las Escrituras interpreten las Escrituras? ¿Por
qué es importante entender el significado de lo que dice la Escritura misma en
lugar de introducir nuestras propias ideas a la Escritura?
3. Entender una palabra y su profundidad de significado ¿cómo nos ayuda a
ver el propósito de Dios para nuestra vida? ¿Qué tipo de poder tienen ciertas pa-
labras en el Antiguo Testamento (por ejemplo: justicia, misericordia o esperanza)?
¿Cómo impactan estas palabras en nuestro conocimiento del carácter de Dios?

83
Melody Mason Stella Maris Romero
[10529] [9530]
Atrévete a pedir más es precisamente ¡Cuántos héroes tiene la Biblia! ¿Cono-
el llamado estratégico de Dios a esta ge- ces muchos? ¿Conoces uno cuyo nombre
neración que vive en el límite de la eterni- empiece con la letra S? ¿Y con la J? ¿Y con
dad: más, mucho más del Espíritu Santo; la F? ¡Veamos!
más, mucho más del carácter de Cristo;
Aprende las letras del abecedario, res-
más, mucho más del amor abnegado;
ponde adivinanzas y sorpréndete con las
más, mucho más de una testificación va-
grandes imágenes que saltarán del libro y
liente. ¡Atrévete a pedir más!
fijarán en tu mente los nombres de perso-
najes de la Biblia.

Pídelos a tu coordinador de Publicaciones.


ventas@aces.com.ar | Síguenos en:

editorialaces.com
Lección 8: Para el 23 de mayo de 2020

LA CREACIÓN: EL GÉNESIS
COMO PILAR, PARTE 1

Sábado 16 de mayo

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Juan 1:1-3; Génesis 1:3-5; Éxodo
20:8-11; Apocalipsis 14:7; Mateo 19:3-6; Romanos 5:12.

PARA MEMORIZAR:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este
era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él
nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la
luz de los hombres” (Juan 1:1-4).

os primeros capítulos del Génesis son fundamentales para el resto de las

L Escrituras. Las principales enseñanzas o doctrinas de la Biblia tienen


su origen en ellos. Aquí encontramos la naturaleza de la Deidad, que
trabaja en armonía como el Padre, el Hijo (Juan 1:1-3; Heb. 1:1, 2) y el Espíritu
(Gén. 1:2) para crear el mundo y todo lo que hay en él, culminando con la
humanidad (Gén. 1:26-28). Génesis también nos presenta el sábado (Gén.
2:1-3), el origen del mal (Gén. 3), al Mesías y el plan de redención (Gén. 3:15),
el Diluvio universal (Gén. 6-9), el Pacto (Gén. 1:28; 2:2, 3, 15-17; 9:9-17; 15), la
dispersión de idiomas y pueblos (Gén. 10; 11) y las genealogías, que brindan
el marco para la cronología bíblica desde la Creación hasta Abraham (Gén.
5; 11). Finalmente, el poder de la Palabra hablada de Dios (Gén. 1:3; 2 Tim. 3:16;
Juan 17:17), la naturaleza de la humanidad (Gén. 1:26-28), el carácter de Dios
(Mat. 10:29, 30), el matrimonio entre un hombre y una mujer (Gén. 1:27, 28;
2:18, 21-25), y tantas otras creencias fundamentales.
84 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 104 - Durante esta semana, CS cap. 37.
Domingo 17 de mayo | Lección 8

EN EL PRINCIPIO...
Lee Génesis 1:1. ¿Qué verdades profundas se revelan aquí?

La Biblia se abre con las palabras más sublimes y profundas, palabras


que son simples, pero al mismo tiempo contienen una profundidad inmen-
surable al estudiarlas detenidamente. De hecho, las primeras preguntas de
la filosofía sobre quiénes somos, por qué estamos aquí y cómo llegamos aquí
se responden con la primera frase de la Biblia.
Existimos porque Dios nos creó en un tiempo específico en el pasado. No
evolucionamos de la nada; ni llegamos a la existencia por casualidad, sin un
propósito final y sin una dirección prevista, como mayormente enseña el
modelo científico contemporáneo de los orígenes. La Evolución darwiniana
contradice las Escrituras en todo sentido, y los intentos de algunos de armo-
nizarla con la Biblia hacen que los cristianos parezcan tontos.
También fuimos creados por Dios en un momento específico y absoluto:
“En el principio”. Por ende, esto significa que Dios existió antes de este co-
mienzo. Es decir, Dios existió antes de que se creara el tiempo y que este
se expresara en el ciclo diario de “tarde y mañana”, y en meses y años, todo
ello marcado por la relación del mundo con el Sol y la Luna. Este comienzo
absoluto se refleja en otros pasajes de las Escrituras que lo respaldan, y
reafirman continuamente la naturaleza y los métodos de la obra creadora
de Dios (Juan 1:1-3).

Lee Juan 1:1 al 3; y Hebreos 1:1 y 2. ¿Quién fue el agente de la Creación?


Piensa en lo que significa que él también haya muerto en la Cruz.

La Biblia enseña que Jesús fue el agente de la Creación. La Biblia dice que
“todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho,
fue hecho” (Juan 1:3). Jesús “hizo el universo” (Heb. 1:1, 2). Debido a que todas
las cosas tienen su origen en Jesús al principio, podemos tener la esperanza
de que al final él completará lo que ha comenzado, porque él es el “el Alfa y
la Omega”, “el primero y el último” (Apoc. 1:8; 22:13).

¿De qué te sirve saber que fuiste creado por Dios? Imagina si no creyeras en esto.
¿Cuán diferente te verías a ti mismo y a los demás, y por qué?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 105 - Durante esta semana, CS cap. 37. 85
Lección 8 | Lunes 18 de mayo

LOS DÍAS DE LA CREACIÓN


En los últimos tiempos, viene habiendo una tendencia a considerar que la
semana de la Creación no es literal, sino una metáfora, una parábola e incluso
un mito. Esto ha surgido a raíz de la Teoría de la Evolución, que supone largas
eras de tiempo para explicar el desarrollo de la vida en el planeta Tierra.
¿Qué enseña la Biblia sobre este tema? ¿Por qué los “días” de la Creación
en Génesis 1 deben entenderse como días literales, y no figurativos?

Lee Génesis 1:3 al 5; y Éxodo 20:8 al 11. ¿Cómo se utiliza el término “día”
en estos contextos?

La palabra hebrea yôm, o “día”, se utiliza sistemáticamente a lo largo de


todo el relato de la Creación como un día literal. No hay nada en el relato de
la Creación, del Génesis, que indique algo diferente de un día literal como
lo entendemos hoy. De hecho, algunos eruditos no creen que los días hayan
sido literales; así y todo, admiten que la intención del autor era representar
los días literales.
Es interesante que Dios mismo designe este nombre para la primera
unidad de tiempo (Gén. 1:5). Yôm, o día, se define con la frase “y fue la tarde
y la mañana” (Gén. 1:5, 8, etc.). El término se usa en singular, no en plural, lo
que indica un solo día.
Por lo tanto, los siete días de la Creación deben interpretarse como una
unidad completa de tiempo, introducida por el número cardinal ’echad
(“uno”) seguido de los números ordinales (segundo, tercero, cuarto, etc.).
Este patrón indica una secuencia consecutiva de días, que culmina en el
séptimo día. No hay ninguna indicación en el uso de términos ni en la
forma misma del relato de que debería haber intervalos entre estos días.
Por cierto, los siete días de la Creación son siete días como definimos los
días en la actualidad.
Además, la naturaleza literal del día se da por sentada cuando Dios
escribió el cuarto Mandamiento con su propio dedo, indicando que el funda-
mento para el día de reposo sabático se basa en la secuencia de una semana
literal de los siete días de la Creación.

La Creación relatada en Génesis no es la única creación en la Biblia. También está la


Recreación, en la Segunda Venida, cuando Dios transformará la mortalidad en in-
mortalidad “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta” (1 Cor.
15:52). Sin embargo, si Dios puede hacer esto instantáneamente en la Recreación,
¿por qué usaría miles de millones de años para la primera Creación, como lo enseña
la Evolución teísta?

86 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 106 - Durante esta semana, CS cap. 37.
Martes 19 de mayo | Lección 8

EL SÁBADO Y LA CREACIÓN
Actualmente, el día de reposo sabático está siendo fuertemente atacado
en la sociedad secular y en las comunidades religiosas. Este hecho se puede
ver en los horarios de trabajo de las corporaciones globales; en el intento
de modificación del calendario en muchos países europeos que designa el
lunes como el primer día de la semana y el domingo como el séptimo día;
y en la reciente encíclica papal sobre el cambio climático, que denomina al
día de reposo del séptimo día como “el sábado judío” y exhorta al mundo
a observar un día de descanso para aliviar el calentamiento global (Papa
Francisco, Laudato Si’, pp. 172, 173).

Lee Génesis 2:1 al 3; Éxodo 20:8 al 11; Marcos 2:27; y Apocalipsis 14:7. La
interpretación de la semana de la Creación ¿cómo se vincula con el cuarto
Mandamiento? ¿Y con el mensaje de los tres ángeles?

La Biblia dice: “Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo” (Gén. 2:2).
“Después de descansar el séptimo día, Dios lo santificó; es decir, lo apartó,
como un día de descanso para el hombre” (PP 28). Esta es la razón por la
que Jesús puede decir: “El día de reposo fue hecho por causa del hombre,
y no el hombre por causa del día de reposo” (Mar. 2:27). Jesús pudo hacer
esta declaración autoritativa porque él hizo o creó el sábado como la señal
eterna y el sello del pacto de Dios con su pueblo. El sábado no era solo para
el pueblo hebreo, sino para toda la humanidad.
El Génesis indica tres cosas que Jesús hizo después de crear el día de
reposo. En primer lugar, “reposó” (Gén. 2:2), dándonos un ejemplo divino de
su deseo de descansar con nosotros. En segundo lugar, “bendijo” el séptimo
día (Gén. 2:3). En el relato de la Creación, Dios bendijo a los animales (Gén.
1:22) y a Adán y Eva (Gén. 1:28), pero el único día específicamente bendecido
es el séptimo día. En tercer lugar, Dios lo “santificó” (Gén. 2:3).
Ningún otro día recibe estas tres distinciones en la Biblia. No obstante,
estas tres acciones se repiten en el cuarto Mandamiento, cuando Dios es-
cribe con su propio dedo y señala a la Creación como el fundamento del
sábado (Éxo. 20:11).

En Apocalipsis 14:7 y Éxodo 20:11, el mandamiento del sábado se menciona di-


rectamente como la base para adorar al Creador. Esta asociación directa con el
sábado ¿qué relación tiene con los acontecimientos de los últimos días?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 107 - Durante esta semana, CS cap. 37. 87
Lección 8 | Miércoles 20 de mayo

LA CREACIÓN Y EL MATRIMONIO
La última década ha sido testigo de enormes cambios en la forma en
que la sociedad y los gobiernos definen el matrimonio. Muchas naciones
del mundo han aprobado los matrimonios entre personas del mismo sexo,
anulando leyes anteriores que han protegido la estructura familiar que
comprende en su centro a un hombre y una mujer. Este es un acontecimiento
sin precedentes en muchos aspectos, y plantea nuevas cuestiones sobre la
institución del matrimonio, la relación de la Iglesia y el Estado, y también
la santidad del matrimonio y la familia según se define en las Escrituras.

Lee Génesis 1:26 al 28; y 2:18, y 21 al 24. ¿Qué nos enseñan estos versículos
sobre el ideal de Dios para el matrimonio?

En el sexto día, Dios llega al punto culminante de la Creación, la creación


de la humanidad. Es fascinante que en Génesis 1:26 se utilice el plural para
Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen”. La Deidad en tres Personas en
una relación de amor mutuo ahora crea la relación humana del matrimonio
divinamente instituido aquí en la Tierra.
“A imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Gén. 1:27). Adán
declara: “Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Gén. 2:23,
NVI) y Adán la llama “mujer” (NVI). El matrimonio requiere que “dej[e] el
hombre a su padre y a su madre, y se un[a] a su mujer, y se[an] una sola
carne” (Gén. 2:24).
La Biblia afirma de manera inequívoca que esta relación tendrá lugar
entre un hombre y una mujer, que a su vez se originan de su padre y su
madre, que también son un hombre y una mujer. Este concepto se aclara aún
más en la indicación dada a los primeros padres de la Tierra: “Y los bendijo
Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla” (Gén.
1:28). En el quinto Mandamiento, los hijos (descendientes) deben honrar a
su padre y a su madre (Éxo. 20:12). Esta interrelación no se puede establecer
dentro de nada que no sea una alianza heterosexual.

Lee las palabras de Jesús en Mateo 19:3 al 6. ¿Qué nos enseñan sobre la naturaleza
y la santidad del matrimonio? A la luz de las palabras de Jesús, sin nunca olvidar
el amor de Dios por toda la humanidad y el hecho de que todos nosotros somos
pecadores, ¿con cuánta firmeza y fidelidad deberíamos asumir una postura con
respecto a los principios bíblicos del matrimonio?

88 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 108 - Durante esta semana, CS cap. 37.
Jueves 21 de mayo | Lección 8

LA CREACIÓN, LA CAÍDA Y LA CRUZ


La Biblia presenta un vínculo ininterrumpido entre la Creación perfecta,
la Caída, el Mesías prometido y la Redención final. Estos grandes aconte-
cimientos se convierten en la base del tema de la historia de la salvación
para la raza humana.

Lee Génesis 1:31; 2:15 al 17; y 3:1 al 7. ¿Qué ocurrió con la Creación perfecta
de Dios?

Dios declaró que su Creación era “buen[a] en gran manera” (Gén. 1:31).
“Ahora la Creación estaba completa. [...] El Edén florecía sobre la Tierra. Adán
y Eva tenían libre acceso al árbol de la vida. Ninguna mácula de pecado o
sombra de muerte desfiguraba la bella Creación” (PP 28). Dios les había ad-
vertido a Adán y a Eva que si comían del árbol prohibido indudablemente
morirían (Gén. 2:15-17). La serpiente inició su discurso con un interrogante
y luego contradijo totalmente lo que Dios había dicho: “No moriréis” (Gén.
3:4). Satanás le prometió a Eva grandes conocimientos y que sería como
Dios. Obviamente, ella le creyó.

¿Cómo confirma Pablo la declaración de Dios de Génesis 2:15 al 17? Lee


Romanos 5:12 y 6:23. ¿Qué relación guardan estas enseñanzas con la Evo-
lución teísta?

En las Escrituras, podemos ver que los autores bíblicos posteriores


confirman las declaraciones bíblicas anteriores y brindan apreciaciones
adicionales. En Romanos 5 al 8, Pablo escribe sobre el pecado y la belleza
de la salvación: “Como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el
pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos
pecaron” (Rom. 5:12). Pero, una perspectiva evolucionista presentaría la
muerte durante millones de años antes de la humanidad. Esta idea tiene
graves consecuencias para la enseñanza bíblica del origen del pecado, la
muerte sustitutiva de Cristo en la Cruz y el plan de salvación. Si la muerte
no tuviese relación con el pecado, entonces la paga del pecado no sería la
muerte (Rom. 6:23), y Cristo no habría tenido ninguna razón para morir por
nuestros pecados. Por ende, la Creación, la Caída y la Cruz están inextrica-
blemente vinculadas. El primer Adán está ligado al último Adán (1 Cor. 15:45,
47). Creer en la Evolución darwiniana, aun si se insertase algún concepto de
Dios en el proceso, destruiría la base misma del cristianismo.
Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 109 - Durante esta semana, CS cap. 37. 89
Lección 8 | Viernes 22 de mayo

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:


Lee Elena de White, Patriarcas y profetas, “La Creación”, pp. 23-30; “La
semana literal”, pp. 89-95.
“Hay un cúmulo de evidencias, basadas en consideraciones compara-
tivas, literarias, lingüísticas y otras, que converge en cada nivel y lleva a
la única conclusión de que la designación yôm, ‘día’, de Génesis 1, significa
sistemáticamente un día literal de 24 horas.
“El autor de Génesis 1 no podría haber producido formas más abarca-
doras e integrales de expresar la idea de un ‘día’ literal que las elegidas” (G.
F. Hasel, “The ‘Days’ of Creation in Genesis 1: Literal ‘Days’ or Figurative
‘Periods/Epochs’ of Time?”, pp. 30, 31).
“Las mentes más sobresalientes, si no son guiadas por la Palabra de Dios,
quedan desconcertadas en sus intentos de investigar la relación entre la
ciencia y la Revelación. El Creador y sus obras están más allá de su enten-
dimiento; y porque ellas no pueden ser explicadas por las leyes naturales,
declaran que la historia bíblica no es digna de fe” (TI 8:269).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. Presta atención a la cita anterior de Elena de White. ¿Con cuánta
frecuencia, en la actualidad, vemos exactamente lo que ella escri-
bió, incluso entre los cristianos profesos que, ante las afirmaciones
de la ciencia, preferirán automáticamente dichas afirmaciones por
sobre el relato bíblico; lo que, como ella escribió, implicaría que la
historia bíblica “no es digna de fe”?
2. ¿Por qué es imposible que alguien considere la Biblia seriamente
mientras acepta la Evolución teísta? Si conoces a un evolucionista
teísta que dice ser cristiano, ¿por qué no le pides que explique la
Cruz a la luz de lo que Pablo escribió (ver Rom. 5) sobre el vínculo
directo entre la caída de Adán, la muerte y la Cruz de Jesús? ¿Qué
explicación te da?
3. Si la Biblia es la revelación de Dios, entonces ¿no se abren los ojos y
la fe del creyente a la realidad mayor según se expresa en las Escri-
turas? ¿Cómo pueden decir que los cristianos son “de mente cerra-
da” cuando en realidad abren la mente a las verdades bíblicas reve-
ladas por un Dios infinito? De hecho, una visión atea y materialista
del mundo es mucho más estrecha que la cosmovisión cristiana.
4. Como creyentes fieles a la Palabra de Dios, ¿cómo podemos ayu-
dar a quienes luchan con cuestiones de identidad sexual? ¿Por qué
no debemos ser los que lanzan piedras, incluso con personas que,
como la mujer en adulterio, son culpables de pecado?

90 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 110 - Durante esta semana, CS cap. 37.
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...

Textos clave: Génesis 1:3–5; Juan 1:1–3; Éxodo 20:8–11;


Apocalipsis 14:7; Mateo 19:3–6; Romanos 5:12.

RESEÑA
Jesús dijo una vez: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace,
le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descen-
dió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y
no cayó, porque estaba fundada sobre la roca” (Mat. 7:24, 25). Si la revelación
de Cristo para nosotros, su Palabra, la Biblia, es el fundamento de nuestra vida,
¿cuál es el fundamento sobre el cual se basa toda la Escritura? La respuesta se
encuentra en Génesis, el primer libro de la Biblia, donde se originan las princi-
pales enseñanzas o doctrinas.
Allí encontramos la enseñanza fundamental de la Creación y de Dios el
Creador. Dada la importancia de este fundamento, ¿deberíamos pensar que es
una coincidencia que haya habido un ataque sin precedentes, en los tiempos
modernos, contra la enseñanza bíblica de la Creación? ¿Es casualidad que la
iglesia del tiempo del fin tenga la misión de proclamar a Jesús como Creador,
quien resalta esta característica de sí mismo? En la introducción a la iglesia
de Laodicea (la última de las siete iglesias en Apoc. 2, 3), Jesús se refiere a sí
mismo como “el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de
Dios” (Apoc. 3:14). El mensaje de los tres ángeles comienza con la proclamación
del primer ángel: “Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha
llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las
aguas” (Apoc. 14:7). Durante las próximas dos semanas, estudiaremos por qué la
enseñanza de la Creación es fundamental para el mensaje y la misión del pueblo
de Dios del tiempo del fin y cómo debe interpretarse el relato de la Creación.

COMENTARIO
Texto bíblico
¿Alguna vez te pusiste a pensar en tu existencia? ¿De dónde vengo? ¿Por
qué estoy aquí? ¿Qué significado tiene la vida? ¿Quién soy? Los grandes filóso-
fos han reflexionado sobre estas preguntas durante milenios. Estas preguntas
fundamentales constituyen el núcleo del relato de la Creación y, de hecho, en-
cuentran respuesta en los primeros dos capítulos del Génesis. A lo largo de la
historia, estos capítulos han proporcionado dignidad, significado y propósito a
la humanidad. Han inspirado a las mentes más brillantes para explorar el mundo
que las rodea y descubrir las maravillas de la Creación de Dios.
En la sencilla frase inicial de la Biblia, Génesis 1:1 aborda la más profunda
de las preguntas humanas. Antes de ser creados, en el principio existía Dios. Él
diseñó un ecosistema para nosotros y creó la Tierra como morada perfecta a
fin de sostener la vida para sus nuevas criaturas. Nuestra Tierra está ubicada a

91
Lección 8 // Material auxiliar para el maestro

una distancia precisa del Sol, ni muy lejos ni muy cerca. El Sol tiene el tamaño
perfecto con el fin de no producir demasiada energía para destruir la vida. Hay
abundante agua en la Tierra y una atmósfera respirable. La Luna tiene el tamaño
justo para controlar las mareas. El campo magnético está ajustado para evitar
que nos cocinemos con el Sol. No es de extrañar que, después de cada paso
de la Creación, Dios considere que es bueno (tôv; Gén. 1:4, 10, 18, 21, 25), y al
terminar, tôv mě’ōd, “bueno en gran manera” (Gén. 1:31). La designación “bueno”,
en hebreo, puede incluir tanto belleza estética como los aspectos éticos, porque
la Creación se originó en Dios, que es amor (1 Juan 4:8).

Ilustración
En el Salmo 139:14, David reconoce las complejidades del cuerpo cuando dice:
“Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado,
y mi alma lo sabe muy bien”. Hoy sabemos mucho más que en los días de David
sobre las complejidades del elemento más pequeño del cuerpo humano: la cé-
lula. La célula humana está formada por las máquinas más pequeñas que, para
funcionar, deben tener todas sus partes. Como una trampa para ratones, quitas
una parte, y los dispositivos dejan de funcionar. Cada célula contiene el ADN de
una persona. Una computadora se basa en el código binario de ceros y unos. El
ADN está formado por un código cuaternario (A, C, G y T), que es mucho más
complejo que un código binario. Un lenguaje completo con gramática y sintaxis
está asociado con el ADN, con tres mil millones de bases. Además, este ADN
puede replicarse, y lo hace dentro de casi 40 billones de células en el cuerpo
humano. Cada una de los doscientos tipos de células del cuerpo humano tiene
una función diferente. Estos son los componentes básicos de la vida, y trabajan en
armonía con el fin de llevar a cabo las funciones básicas para que un ser humano
sobreviva. Indudablemente, Dios nos hizo de manera formidable y maravillosa.
Esta complejidad y la homogeneidad entre todos los seres humanos y las cria-
turas vivientes apuntan a un solo Creador que diseñó la vida. Pero, no somos
máquinas simplemente. Se nos ha dado una mente creativa, una conciencia y
la capacidad de experimentar amor, esperanza y felicidad. La conciencia de la
mente humana y la libertad que tenemos para elegir y crear son imposibles de
explicar desde una perspectiva evolutiva. Cuánto más fácil es creer en un Creador
que nos creó a su imagen y semejanza (Gén. 1:27).

Texto bíblico
Después de crear el ecosistema para la vida y llenarlo de peces, aves y ani-
males terrestres, la Deidad comunitaria diseñó a la humanidad como el pináculo
de la Creación para que también viviese en comunidad. “Hagamos al hombre
a nuestra imagen [...]. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios
lo creó; varón y hembra los creó” (Gén. 1:26, 27). La humanidad debía vivir en
comunión con Dios y unos con otros. Dios dispuso que hombres y mujeres se

92
Material auxiliar para el maestro // Lección 8

complementaran mutuamente tanto en forma biológica como física y emocional.


Eran el “complemento perfecto” el uno para el otro, de modo que Adán pudo
exclamar, cuando Eva fue diseñada más tarde a partir de su costilla: “Esto es
ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Gén. 2:23). Por lo tanto, Adán
la llama “mujer” (RVC). El matrimonio requiere que “dej[e] el hombre a su padre
y a su madre, y se un[a] a su mujer, y se[a]n una sola carne” (Gén. 2:24).
La base de la cultura y la civilización en la Tierra era la unidad entre marido
y mujer, y los hijos que nacieran de esta relación mediante la procreación. Por
eso, la Biblia pone tanto énfasis en la unidad familiar. Este énfasis también se
destaca en los Diez Mandamientos. Los primeros cuatro Mandamientos descri-
ben la relación de la humanidad con Dios, que culmina en el día de descanso
sabático, que solidifica la obediencia y el honor dados a Dios por medio de una
relación especial de una semana a otra. Observa que, después del precepto del
día de reposo, la transición al quinto Mandamiento se centra principalmente en
la familia, porque aquí es donde el carácter de Dios se transmitiría a las gene-
raciones futuras: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen
en la tierra que Jehová tu Dios te da” (Éxo. 20:12). El propósito original de la
Creación de Dios era un mundo lleno de familias amorosas que pusieran a Dios
por encima de todo, reflejaran su carácter en su vida y criaran a sus hijos en
humilde obediencia.
El intento de Satanás de destruir el propósito de Dios en la Caída abrió
una brecha entre Dios y la humanidad, y luego entre Adán y Eva. Cuando Eva
se apartó de Adán, esto le dio una oportunidad a Satanás. En un momento
desprevenido, Eva se acercó curiosamente al árbol prohibido del conocimiento
del bien y del mal. Satanás, al insinuar dudas sobre la palabra de Dios, logró
distorsionar e interrumpir el plan de protección divino. Los resultados inmedia-
tos fueron devastadores. Después de que Eva y Adán comieron del árbol, su
sentido de separación y culpa apartó a la primera pareja de su relación con Dios.
Ahora sentían su propia desnudez. Después de que Dios en su amor los buscó,
se culparon mutuamente, lo que fomentó la división que acababa de surgir. En
el capítulo siguiente, Génesis 4, vemos el resultado completo del pecado en el
asesinato de un hijo y un hermano. La desobediencia a la Palabra de Dios dio
su fruto final en la destrucción de la Creación de Dios.
La duda insinuante de Satanás al principio, “¿Conque Dios os ha dicho [...]?”
(Gén. 3:1) todavía está con nosotros hoy a través de la Teoría de la Evolución.
La Palabra de Dios testifica claramente que llamó a los cielos y la Tierra a la
existencia, y que “todas las cosas por él [Cristo] fueron hechas, y sin él nada de
lo que ha sido hecho, fue hecho” (Juan 1:3). Si dudamos de la Palabra de Dios
con respecto a su obra creadora, ¿no estamos tan ciertamente siguiendo una
mentira como nuestros primeros padres al comienzo de la historia de la Tierra?
Cristo vino a restaurar el mundo y su Creación para sí mismo y para su Padre.
Al declarar que “antes que Abraham fuese, yo soy” (Juan 8:58), Jesús afirmó

93
Lección 8 // Material auxiliar para el maestro

que él era el Dios autoexistente del Universo. El viento y los mares le obedecían
porque él los creó. Resucitó a la hija de Jairo de entre los muertos, porque “en
él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” (Juan 1:4). La recreación
final que Cristo promete (Juan 14:1–4) en la Segunda Venida es posible solo si
él en verdad fue nuestro Creador al principio.

APLICACIÓN A LA VIDA
Dios pretendía que la familia fuera la unidad fundamental de la vida hu-
mana. ¿Cuáles son, entonces, los resultados cuando se erosiona la base de un
edificio? La erosión de la creencia en la Creación ¿cómo incide en el resto de
la estructura en la sociedad? ¿Qué diferencia marca la Teoría de la Evolución
para el significado de nuestra existencia? Esta semana, ¿qué da testimonio del
propósito de Dios en tu vida?
“Jesús dirigió la atención de sus oyentes hacia la institución del matrimonio
tal como fue ordenada en la Creación. [...] Entonces tuvieron su origen, para la
gloria de Dios y en beneficio de la humanidad, dos instituciones gemelas: el
matrimonio y el sábado. En aquel entonces, mientras Dios unía las manos de
la santa pareja en matrimonio diciendo: ‘Dejará el hombre a su padre y a su
madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne’ (Gén. 2:24), proclamó la
ley del matrimonio para todos los hijos de Adán hasta el fin del tiempo. Lo que
el mismo Padre eterno había considerado bueno era la ley de la más elevada
bendición y desarrollo del hombre” (DMJ 61, 62).

94
Salud emocional

[11185]

EL PERDÓN ES SALUD
Mario Pereyra

Las relaciones son la base de la vida; y en toda relación, tarde o temprano, se necesita perdón.
Necesitas perdonar y necesitas ser perdonado. El perdón es poderoso: libera, une, construye,
sana. Pero el perdón puede ser muy difícil. En este libro encontrarás definiciones, herramien-
tas, historias y mucho más, todo enfocado en que el perdón sea real en tu vida.

Pídelo a tu coordinador de Publicaciones.


ventas@aces.com.ar | Síguenos en:

editorialaces.com
Lección 9: Para el 30 de mayo de 2020

LA CREACIÓN: EL GÉNESIS
COMO PILAR, PARTE 2

Sábado 23 de mayo

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Job 26:7-10; Génesis 1-2; 5; 11;
1 Crónicas 1:18-27; Mateo 19:4, 5; Juan 1:1-3.

PARA MEMORIZAR:
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus
manos” (Sal. 19:1).

uchos grandes pensadores se inspiraron en las Escrituras para ex-

M plorar el mundo creado por Dios. Como resultado, nació la ciencia


moderna. Johannes Kepler, Isaac Newton, John Ray, Robert Boyle y
otros grandes científicos de la antigüedad creían que su trabajo dejaba ver
aún más la obra creadora de Dios.
Sin embargo, después de la Revolución Francesa, la ciencia del siglo XIX
comenzó a pasar de una cosmovisión teísta a basarse en el naturalismo y el
materialismo, a menudo sin darle lugar para nada a lo sobrenatural. Charles
Darwin popularizó estas ideas filosóficas en El origen de las especies (1859).
Desde entonces, la ciencia se ha distanciado cada vez más de su fundamento
bíblico, volcándose a una reinterpretación radical de la historia del Génesis.
La Biblia ¿enseña una visión anticuada y no científica de la cosmología?
El relato bíblico ¿simplemente fue tomado de las naciones paganas circun-
dantes? La Biblia ¿se vio condicionada culturalmente por el tiempo y el
lugar o su naturaleza inspirada nos eleva a una visión de los orígenes que
está completa en su esquema divino?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 111 - Durante esta semana, CS cap. 38. 95
Lección 9 | Domingo 24 de mayo

¿UNA TIERRA PLANA?


Comúnmente se cree que en el mundo antiguo muchos pensaban que
la Tierra era plana. Sin embargo, por diversas razones, la mayoría entendía
que la Tierra era redonda. No obstante, incluso hasta el día de hoy, algunos
afirman que la Biblia misma enseña que la Tierra es plana.

Lee Apocalipsis 7:1; y 20:7 y 8. ¿Cuál es el contexto de estos versículos?


Más aún, ¿enseñan que la Tierra es plana?

Juan, el autor de estos versículos, escribió una profecía de los últimos


tiempos que describe a los cuatro ángeles del cielo “en pie sobre los cuatro
ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos” (Apoc. 7:1). Repitió la
palabra “cuatro” tres veces para unir a los ángeles con los cuatro puntos
cardinales.
En resumen, solo utilizó lenguaje figurado, como lo hacemos hoy cuando
decimos, por ejemplo, que “el Sol se está poniendo” o que “se levantó viento
del este”. Insistir en una interpretación literal de estos textos proféticos
cuando el contexto indica una idea figurativa de norte, sur, este y oeste es
sacar de contexto estos pasajes y decir que enseñan algo que no enseñan.
Después de todo, cuando Jesús dijo: “Porque del corazón salen los malos
pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos,
los falsos testimonios, las blasfemias” (Mat. 15:19), no hablaba de la fisiología
humana ni del corazón humano literal. Estaba usando una figura del len-
guaje para plantear una cuestión moral.

Lee Job 26:7 al 10; e Isaías 40:21 y 22. ¿Qué nos enseñan acerca de la na-
turaleza de la Tierra?

En Job 26:7, se describe a la Tierra suspendida en el espacio: “Él extiende


el norte sobre vacío, cuelga la tierra sobre nada”. La Tierra es un “círculo”, o
esfera (Job 26:10, LBLA, NBLH, PDT). Isaías 40:22 dice: “Él está sentado sobre
el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los
cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar”.

Ponte en el lugar de alguien que vivió hace miles de años. ¿Qué evidencias tendrías
de que la Tierra se mueve? ¿O te resultarían más convincente las evidencias de que
está quieta? O ¿qué evidencia encontrarías de que es plana o redonda?

96 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 112 - Durante esta semana, CS cap. 38.
Lunes 25 de mayo | Lección 9

LA CREACIÓN EN LA LITERATURA ANTIGUA


Los arqueólogos han descubierto textos del antiguo Egipto y el Cercano
Oriente que contienen historias primitivas de la Creación y el Diluvio. Esto
hizo que algunos se pregunten si el relato del Génesis fue tomado de estas
culturas o si dependía de alguna manera de ellas. Pero ¿es realmente así?
Lee Génesis 1 al 2:4, y luego lee estos extractos de la Epopeya Atra-Hasis:
“Cuando los dioses en lugar del hombre / hicieron la obra, llevaron las cargas;
/ la carga de los dioses era demasiado grande; / la obra, demasiado dura;
la molestia, demasiado grande / [...] ‘Dejen que la diosa-matriz cree des-
cendencia, / ¡Y que el hombre lleve la carga de los dioses!’ [...] A Geshtu-e,
un dios que tenía inteligencia, / ellos lo mataron en su asamblea. / Nintu
mezcló barro / con su carne y sangre [...]” (S. Dalley, Myths from Mesopotamia:
Creation, the Flood, Gilgamesh, and Others, pp. 9, 14, 15). ¿Qué diferencias
percibes?
Aunque existen similitudes entre las historias (p. ej., los primeros seres
humanos fueron hechos de barro), las diferencias son mucho más claras.
(1) En Atra-Hasis el hombre trabaja para los dioses para que los dioses
puedan descansar. En Génesis, Dios crea la Tierra y todo lo que hay en ella
para la humanidad como el punto culminante de la Creación, y luego des-
cansa con ella. En Génesis, los seres humanos también son puestos en un
jardín y se los invita a estar en comunión con Dios y cuidar de su creación,
un concepto que no se encuentra en Atra-Hasis.
(2) En Atra-Hasis, un dios menor muere y su sangre se mezcla con barro
para formar siete machos y hembras. En Génesis, primeramente, Dios
“forma” a Adán personalmente, le sopla aliento de vida, y posteriormente
“hace” a la mujer para que sea su “ayuda idónea”. Dios no creó a Adán y a
Eva de la sangre de un dios muerto.
(3) No hay señales de conflicto ni de violencia en el relato del Génesis,
como vemos en la historia de Atra-Hasis.
El relato bíblico es sublime al representar a un Dios omnipotente que
le brinda a la humanidad un propósito digno en un mundo perfecto. Esta
diferencia radical ha llevado a los eruditos a la conclusión de que, finalmente,
estos relatos de la Creación son muy diferentes.

Algunos han argumentado que, a lo largo de los siglos, las historias de la Creación
y el Diluvio se transmitieron parcialmente basadas en lo que realmente había suce-
dido (de ahí algunas de las similitudes), pero que se distorsionaron con el tiempo.
En contraste, Moisés, bajo la inspiración del Espíritu Santo, reveló lo que realmente
ocurrió. ¿Por qué este razonamiento explica mejor las pocas similitudes entre los
relatos que la conjetura de que Moisés se valió de estas historias paganas?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 113 - Durante esta semana, CS cap. 38. 97
Lección 9 | Martes 26 de mayo

EL GÉNESIS VERSUS EL PAGANISMO


Lejos de valerse de los antiguos mitos de la Creación paganos, Génesis
parece haber sido escrito de una manera que refuta esos mitos y aleja de
ellos a Dios como Creador.

Lee Génesis 1:14 al 19. ¿Cómo se describe lo que aparece el cuarto día y
cuáles son sus funciones?

Seguramente el autor evitó utilizar los términos “Sol” y “Luna” porque


en hebreo eran los nombres de los dioses Sol y Luna del antiguo Cercano
Oriente y de Egipto, o al menos estaban estrechamente relacionados con
esos nombres. El uso de los términos “lumbrera mayor” y “lumbrera menor”
muestra que se crearon para funciones específicas, como “señales para las
estaciones, para días y años” y “para alumbrar sobre la tierra” (Gén. 1:14,
15). Es decir, el texto muestra muy claramente que el Sol y la Luna no eran
dioses sino objetos creados con funciones naturales específicas, tal como
lo entendemos hoy.

Lee Génesis 2:7, y 18 al 24. ¿Cómo interviene Dios íntimamente en la


creación de Adán y Eva?

Los antiguos mitos del Cercano Oriente representan unánimemente la


creación del hombre como una idea de último momento, como resultado
de un intento de aliviar a los dioses de su ardua labor. Esta idea mítica
contradice la idea bíblica de que el hombre gobierna el mundo como el
vicerregente de Dios. No hubo improvisación en la creación de los seres
humanos. Al contrario, el texto indica que son el punto culminante del
relato de la Creación, lo que muestra a las claras cuán diferentes son los
relatos paganos del relato bíblico.
Por lo tanto, Génesis presenta una corrección contra los mitos del mundo
antiguo. Moisés utilizó algunos términos e ideas incompatibles con los con-
ceptos paganos. Y lo hizo simplemente expresando la interpretación bíblica
de la realidad y del papel y el propósito de Dios en la Creación.

Hace miles de años, la historia bíblica de la Creación estaba reñida con la cultura
imperante. En la actualidad, la historia bíblica de la Creación está reñida con la
cultura predominante. ¿Por qué no deberíamos sorprendernos?

98 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 114 - Durante esta semana, CS cap. 38.
Miércoles 27 de mayo | Lección 9

LA CREACIÓN Y EL TIEMPO
Lee Génesis 5 y 11. ¿Cómo traza la Biblia la historia de la humanidad
desde Adán hasta Noé, y desde Noé hasta Abraham?

Hay un elemento que hace que estas genealogías sean únicas en la Bi-
blia: contienen el elemento del tiempo, lo que hace que algunos eruditos
acertadamente las llamen “cronogenealogías”. Contienen un mecanismo
imbricado de información genealógica junto con intervalos de tiempo, de
modo que “cuando la Persona Uno tenía x años, fue padre de la Persona Dos. Y
la Persona Uno, después del nacimiento de la Persona Dos vivió y años, y tuvo
otros hijos e hijas”. Génesis 5 agrega la fórmula: “De modo que la Persona
Uno murió a los z años” (ver NVI). Este sistema imbricado impedía eliminar
o añadir generaciones. Génesis 5 y 11 contienen una línea genealógica con-
tinua, como lo corrobora 1 Crónicas 1:18 al 27, en el que no hay generaciones
agregadas ni ausentes. De esta manera, la Biblia se interpreta a sí misma.
Durante casi dos mil años, los expositores tanto judíos como cristianos
han interpretado que estos pasajes representan la historia y que son una
manera precisa de determinar la fecha del Diluvio y la edad de la Tierra, al
menos desde los siete días de la Creación, como se muestra en Génesis 1 y 2.
En las últimas décadas, ha habido intentos de reinterpretar Génesis 5 y 11
para acomodar edades más largas, como algunas interpretaciones humanas
y falibles de datos arqueológicos e históricos pretenden sugerir. Esto plantea
serias preguntas sobre la fiabilidad del registro bíblico.
Pero, si queremos entender el concepto divino del tiempo y su evolución
a través de la historia, debemos reconocer que estos dos capítulos son “his-
tóricos y teológicos, ya que vinculan a Adán con el resto de la humanidad
y a Dios con el hombre en el ámbito de los alcances del espacio y el tiempo.
Génesis 5 y 11:10 al 26 brindan el marco temporal y la cadena humana que
unen al pueblo de Dios con el hombre a quien Dios creó como el punto cul-
minante del acontecimiento de la creación en seis días de este planeta” (G.
F. Hasel, “The Meaning of the Chronogenealogies of Genesis 5 and 11”, p. 69).
Aunque estos pasajes del Antiguo Testamento existen por razones buenas
e importantes, ¿qué dice Pablo en 1 Timoteo 1:4 y Tito 3:9 que debemos tener
en cuenta al hablar de este tipo de textos?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 115 - Durante esta semana, CS cap. 38. 99
Lección 9 | Jueves 28 de mayo

LA CREACIÓN EN LA ESCRITURA
Lee los siguientes pasajes de las Escrituras y registra de qué manera
estos escritores hicieron referencia a Génesis 1 al 11:
Mateo 19:4, 5 .......................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Marcos 10:6-9 .................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Lucas 11:50, 51 .................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Juan 1:1-3 ..........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Hechos 14:15 ........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Romanos 1:20 ..................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

2 Corintios 4:6 ..............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Efesios 3:9 ...................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

1 Timoteo 2:12-15 ...................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Santiago 3:9 ..........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

1 Pedro 3:20 ............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Judas 11, 14 ................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Apocalipsis 2:7; 3:14; 22:2, 3 .............................................................................................................................................................................................................................................................

Jesús y todos los escritores del Nuevo Testamento se remiten a Génesis


1 al 11 como una historia confiable. Jesús se refiere a los escritos de Moisés
y a la creación del hombre y la mujer (Mat. 19:4, NVI). Pablo utiliza repetida-
mente el relato de la Creación para fundamentar los argumentos teológicos
que plantea en sus epístolas. Les declaró a los sabios de Atenas: “El Dios que
hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la
tierra, no habita en templos hechos por manos humanas” (Hech. 17:24). De
esta manera, los escritores del Nuevo Testamento se basaron en la natura-
leza esencial de Génesis para mostrarle al lector moderno el significado de
este acontecimiento literal.
Lee, por ejemplo, Romanos 5. Más de media docena de veces, Pablo esta-
blece un vínculo directo entre Adán y Jesús (ver Rom. 5:12, 14-19). Es decir,
asume la existencia literal de un Adán histórico, una postura que se ve
gravemente afectada cuando un modelo evolutivo de los orígenes reemplaza
la lectura literal de los textos.

Si los autores del Nuevo Testamento, inspirados por el Espíritu Santo, y Jesús mis-
mo consideraban que el relato de la Creación es una historia confiable, ¿por qué
sería una necedad que, en función de las afirmaciones de seres humanos caídos y
falibles, nosotros no lo consideremos de igual manera?

100 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 116 - Durante esta semana, CS cap. 38.
Viernes 29 de mayo | Lección 9

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:


Lee Él dijo y fue hecho. La Creación en el Antiguo Testamento (G. A.
Klingbeil, editor).
“La Biblia es la historia más abarcadora e instructiva que los seres hu-
manos poseen. Vino fresca de la Fuente de verdad eterna, y una mano divina
ha conservado su pureza a través de todas las edades. [...] Solo aquí podemos
encontrar una historia de nuestra raza, libre de la mancha del prejuicio y el
orgullo humanos” (TI 5:24).
“Se me mostró que sin la historia bíblica la geología no puede probar
nada. Los vestigios hallados en la Tierra dan evidencia de un estado de cosas
que difiere en muchos aspectos del presente. Pero, el momento de su exis-
tencia y por cuánto tiempo han estado estas cosas en la Tierra solo deben
interpretarse mediante la historia bíblica. Quizá sea inocente conjeturar
más allá de la historia bíblica, si nuestras suposiciones no contradicen los
hechos encontrados en las Sagradas Escrituras. Pero, cuando los hombres
abandonan la Palabra de Dios con respecto a la historia de la Creación, y
tratan de explicar las obras creadoras de Dios con los principios naturales,
se encuentran en un océano ilimitado de incertidumbre. Dios nunca les
reveló a los mortales exactamente cómo realizó la obra de la Creación en
seis días literales. Sus obras creadoras son tan incomprensibles como su
existencia” (SG 3:93).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. Cuando las explicaciones científicas sobre la realidad actual (lo que
se puede palpar, oír, ver, probar y comprobar) están llenas de deba-
te y polémica, ¿por qué tantos aceptan sin dudar cada declaración
científica sobre acontecimientos que supuestamente ocurrieron
hace millones o incluso miles de millones de años?
2. La ciencia moderna se basa en la suposición (aparentemente razo-
nable) de que no se pueden utilizar medios sobrenaturales para ex-
plicar los acontecimientos naturales. Es decir, no podemos intentar
explicar, por ejemplo, una hambruna alegando que una bruja lanzó
una maldición sobre la Tierra. Sin embargo, ¿cuáles son las limi-
taciones de este enfoque cuando se trata del relato de la Creación
según se describe en Génesis? En otras palabras, el relato de Géne-
sis fue un acontecimiento puramente sobrenatural. Sin embargo,
si descartamos automáticamente lo sobrenatural como medio de
creación, entonces, ¿por qué cualquier otro modelo que propongas
necesariamente estará equivocado?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 117 - Durante esta semana, CS cap. 38. 101
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...

Textos clave: Job 26:7–10; Génesis 1–2; 5; 11; 1 Crónicas 1:18–27;


Mateo 19:4, 5; Juan 1:1–3.

RESEÑA
En 1872, mientras realizaba una investigación en el sótano del Museo Británi-
co, George Smith tradujo una antigua tableta babilónica que contenía referencias
a Utnapishtim, el sobreviviente del diluvio mundial, y a Gilgamesh, que intentó
obtener de él el secreto de la vida eterna. Los periódicos de todo el mundo
informaron sobre el sorprendente descubrimiento de la epopeya de Gilgamesh
y la primera referencia extrabíblica al Diluvio. Desde entonces, los académicos
han documentado historias del Diluvio difundidas mundialmente de culturas de
todo el mundo. También se han encontrado relatos de la Creación. A medida
que estos nuevos descubrimientos arqueológicos, durante los últimos 150 años,
fueron presentando esas evidencias, han surgido nuevos interrogantes sobre
el origen y la naturaleza de los relatos de la Creación y el Diluvio en la Biblia.
El relato bíblico de Génesis 1 al 11 ¿es simplemente un préstamo del antiguo
Cercano Oriente? ¿Contiene elementos míticos comunes a los demás relatos?
Si el relato del Génesis depende de alguna manera de los relatos anteriores de
la Mesopotamia o de Egipto, ¿cuáles son las implicaciones históricas y teológi-
cas? ¿Cómo se explican las similitudes y las diferencias halladas en los distintos
relatos? ¿Cómo abordan estos relatos la cuestión de la cosmología, o el origen
y la estructura del Universo? La Biblia ¿también debería considerarse un texto
mitológico como los de Egipto y Mesopotamia? Estas y otras preguntas serán el
tema del estudio de esta semana mientras exploramos la Biblia en contraposición
a su contexto del Cercano Oriente y Egipto.

COMENTARIO
Ilustración
Galileo Galilei llegó a la conclusión de que el Sol era el centro del Sistema
Solar, y que la Tierra y los demás planetas giran alrededor del Sol (cosmovisión
heliocéntrica). Pero, había otros en la Iglesia Católica que enseñaban que la
Tierra era el centro del Universo (cosmovisión geocéntrica). Esto llevó a un juicio
por parte de la Inquisición en el que Galileo se vio obligado a retractarse y fue
puesto bajo arresto domiciliario hasta su muerte en 1642. El caso de Galileo a
menudo se ha citado como un ejemplo en el que la Biblia frena la ciencia. Pero,
esto plantea varios interrogantes. La interpretación de la Iglesia que se utilizó
para condenar a Galileo ¿realmente deriva de la Biblia? ¿Se opuso Galileo a la
Biblia en favor de la ciencia? En realidad, la Iglesia Católica había adoptado una
cosmología basada en la filosofía aristotélica griega y las matemáticas de Ptolo-
meo, que luego trató de defender sobre la base de la Biblia. Galileo respondió
defendiendo su interpretación sobre la base de la Biblia también. En primer

102
Material auxiliar para el maestro // Lección 9

lugar, afirmaba que Dios es el Autor tanto de la naturaleza como de la Biblia. Si


se las entiende adecuadamente, estarían en armonía. En segundo lugar, Gali-
leo señaló que los intérpretes posteriores pueden errar. Luego declaró que el
lenguaje utilizado en la Biblia está adaptado a la persona común y no siempre
debe tomarse de manera literal. Finalmente, argumentó que era incongruente
la interpretación literal de la insistencia de Josué para que el Sol se detuviera
sobre Gabaón (Jos. 10:12) a la luz de la concepción ptolemaica reinante de que
la Tierra siempre estaba inmóvil y ocupaba el centro del Universo, pues en ese
caso el día habría sido más corto, no más largo (ver R. J. Blackwell, Galileo, Be-
llarmine, and the Bible, pp. 66-69). Hoy no hay dudas de que su interpretación
era la correcta, pero a la Iglesia Católica le llevó más de 350 años exonerar a
Galileo: lo hizo en 1992.
La lección que debemos aprender es que el intérprete de la Biblia no debe
leer la Biblia a través de la lente de las cosmologías del antiguo Cercano Orien-
te, Egipto, Grecia o la última cosmovisión moderna. Cuando hay dificultades de
comprensión, es importante considerar cuidadosamente el contexto, los patrones
del lenguaje y el sentido del pasaje bíblico.

Texto bíblico
La Biblia ¿contiene una visión anticuada de la cosmología? Durante siglos,
los eruditos críticos pensaron que Génesis 1 reflejaba las ideas de los antiguos
babilonios. Por lo tanto, insistieron en que el término tĕhôm, “abismo”, derivaba
del nombre Tiamat, la diosa del mundo oceánico primitivo en la epopeya de
Enuma Elish. La epopeya representa al dios babilónico Marduk matando a Tiamat
en un combate mortal. En la actualidad se reconoce que tĕhôm es simplemente
un término para un gran cuerpo de agua que es totalmente antimítico. De he-
cho, es “imposible concluir que tĕhôm, ‘océano’, proceda de Tiamat” (D. Toshio
Tsumura, “Genesis and Ancient Near Eastern Stories of Genesis and the Flood:
An Introduction”, p. 31). Sugerir que Génesis 1 refleja un conflicto pagano entre
los dioses es leer en el texto algo que el texto realmente combate. La descrip-
ción del estado pasivo, impotente y desorganizado del “abismo” en Génesis 1:2
revela que el término no es mítico en contenido y que es antimítico en propósito.
El término rāqîa‘ a veces se traduce como “firmamento” (Sal. 19:1; Dan. 12:3),
del término firmamentum en la traducción Vulgata Latina del Antiguo Testamen-
to, lo que da una falsa impresión de que el firmamento es una cúpula metálica
sólida. Sin embargo, el término rāqîa‘ se traduce mejor como “expansión”, como
se puede ver, por ejemplo, en Génesis 1:6, 7, 8, 14, 15, 17 y 20; y Ezequiel 1:22,
23, 25 y 26. Del mismo modo, la lluvia ¿viene literalmente a través de “las cata-
ratas de los cielos” (Gén. 7:11; 8:2)? En otros pasajes, la cebada (2 Rey. 7:1, 2), el
terror y la angustia (Isa. 24:18, 19) o las bendiciones (Mal. 3:10) llegan a través
de “las ventanas de los cielos” o expresiones similares. Evidentemente, estas
expresiones no son literales y sirven como metáforas, así como en la actualidad

103
Lección 9 // Material auxiliar para el maestro

se utiliza la frase “las ventanas de la mente”. Si la Biblia se lee e interpreta en sus


propios términos, generalmente no es difícil detectar y reconocer ese lenguaje.
Intentar interpretar que la Biblia habla de algún tipo de universo de tres pisos
con una cúpula de metal que contiene ventanas sostenidas por pilares con un
inframundo debajo es tomar lo que no tiene intenciones de ser literal dentro
del contexto de estos pasajes e interpretarlo literalmente. De hecho, los autores
bíblicos se apartaron intencionalmente de esas ideas míticas que mezclaban el
reino de los dioses y el de los humanos. Podemos aludir a esta intención como
un enfoque polémico de los mitos del antiguo Cercano Oriente y Egipto.
Creación mediante la Palabra. “Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz” (Gén. 1:3).
Este modo de creación está en contraste directo con los mitos antiguos. En
Enuma Elish, Marduk crea dividiendo horriblemente a Tiamat. En la epopeya
de Atra-Hasis, la humanidad se crea a partir de la carne y la sangre de un dios
sacrificado mezclado con arcilla. En Egipto, la creación del hombre ocurre como
resultado de la autogeneración o emanación de los dioses. Pero, en Génesis no
hay indicios de ninguna divinidad en la humanidad misma. Los seres humanos
son criaturas separadas de Dios.
Criaturas marinas. En el quinto día de la Creación (Gén. 1:20–23), Dios creó
las “grandes ballenas” (RVA), los “grandes monstruos marinos” (RVR), o los
“grandes animales marinos” (NVI), según traducen el término hebreo diferen-
tes versiones. En los textos ugaríticos, aparece un término parecido, como un
monstruo o dragón personificado, que fue vencido por la diosa creadora Anath.
Pero la creación de estas grandes criaturas acuáticas sin esfuerzo alguno por
parte de Dios, tal como se expresa a través del verbo “crear”, siempre enfatiza
la creación sin esfuerzo y exhibe un argumento deliberado contra la idea mítica
de la Creación mediante una batalla o combate.
Semana de siete días. “Al llegar el séptimo día, Dios descansó porque había
terminado la obra que había emprendido” (Gén. 2:2, NVI). En las cosmologías
egipcias no existe ninguna finalidad para la Creación. Más bien, el ciclo de crea-
ción recurrente del dios sol Amun-Re ocurre a diario. Este concepto de vida
y muerte es tan intrínseco al pensamiento egipcio que este considera que la
muerte misma es parte del orden normal de la Creación. Un papiro funerario
de la XXIII Dinastía muestra una serpiente alada con la leyenda “muerte, el gran
dios, que hizo dioses y hombres”: una “personificación de la muerte como dios
creador y una realización visual impresionante de la idea de que la muerte es una
característica necesaria del mundo de la Creación” (Erik Hornung, Conceptions
of God in Ancient Egypt, p. 81).
La concepción exaltada del relato de la Creación en Génesis presenta, como
centro, a un Dios trascendente que, como Creador supremo e inigualable, llama
al mundo a la existencia mediante su palabra. El centro de toda la Creación es
la humanidad como hombre y mujer. La cosmología del Génesis revela más
ampliamente los fundamentos sobre los que descansa la realidad del mundo

104
Material auxiliar para el maestro // Lección 9

bíblico y su cosmovisión. Génesis nos da una imagen de totalidad que sienta


todas las pautas para el resto de las Escrituras. La Biblia puede hablar de los
acontecimientos del fin porque aquel que hizo todas las cosas en el principio
todavía es soberano sobre su Creación (ver además G. F. Hasel y M. G. Hasel, “La
cosmología singular de Génesis 1”, pp. 1-16).

APLICACIÓN A LA VIDA
En nuestra cultura actual, prevalece la idea de que la Biblia es un libro an-
ticuado con poca relevancia para los principales interrogantes del siglo XXI. En
gran medida, la cosmovisión evolutiva deriva de la idea mítica de que no existe
un límite específico entre los seres humanos, el mundo natural y el mundo divino.
Todos son uno. Para el hinduismo, evolucionamos a través de la reencarnación
a otra forma de vida cuando morimos. Dios está en todo y es todo. Según el
hinduismo, hay 33 millones de dioses personificados mediante la naturaleza. Este
concepto se remonta al antiguo Egipto, donde había 22 mil dioses, y donde la
muerte y la vida se percibían como parte del gran círculo de la vida.
1. ¿Por qué es importante que, como cristianos, entendamos que fuimos
creados en un estado perfecto y sin pecado en un momento en que la muerte
no existía? ¿Por qué son importantes las decisiones, según lo describe Génesis
3? La decisión equivocada de un hombre, Adán ¿cómo se corrigió con la decisión
del Hijo del Hombre, Jesucristo?
2. ¿Cómo puede brindar alguna esperanza para el futuro una teoría evolu-
tiva de millones de años de muerte de una especie tras otra, en un holocausto
de dolor? Si la muerte siempre fue la contraparte de la vida en este Universo,
¿podría darse una existencia sin muerte?
3. La enseñanza de la Biblia sobre la vida y la muerte ¿por qué difiere total-
mente de las otras religiones principales del mundo? ¿De qué manera la muerte
física y la resurrección corporal de Cristo marcan la diferencia en el mundo?
Compartan por qué tienen esperanza hoy en las promesas que se encuentran
en las Escrituras.

105
Novedad para niños

+9
años
[11132]

EN LOS ZAPATOS DE THIAGO


Charlotte F. Lessa

Thiago es un niño con síndrome de Down, con dificultades y una sonrisa contagiosa. En su
historia conocerás más detalles sobre los portadores de este síndrome y los preconceptos
que enfrentan. Además, verás la gran diferencia que marcaron en Thiago el cariño y la aten-
ción de quienes estuvieron dispuestos a amar sin distinción.

Pídelo a tu coordinador de Publicaciones.


ventas@aces.com.ar | Síguenos en:

editorialaces.com
Lección 10: Para el 6 de junio de 2020

LA BIBLIA COMO HISTORIA

Sábado 30 de mayo

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 1 Samuel 17; Isaías 36:1-3; 37:14-
38; Daniel 1, 5; Mateo 26:57-67; Hebreos 11:1-40.

PARA MEMORIZAR:
“Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto” (Éxo. 20:2; tam-
bién Deut. 5:6).

a Biblia está constituida en la historia. La historia bíblica avanza en

L dirección lineal desde un principio absoluto, cuando Dios creó todas las
cosas, hasta una meta final, cuando restaurará la Tierra en la Segunda
Venida.
La naturaleza histórica de las Escrituras es una característica que la
distingue de los libros sagrados de otras religiones. La Biblia da por sentada
la existencia de un Dios que actúa personalmente en la historia; no intenta
probar esa existencia. En el principio, Dios habla, y se crea vida en la Tierra
(Gén. 1:1-31). Él llama a Abram a salir de los caldeos. Libera a su pueblo de
la esclavitud de Egipto. Escribe los Diez Mandamientos en tablas de piedra
con su propio dedo (Éxo. 31:18). Envía profetas. Envía juicios. Llama a su
pueblo a vivir y compartir su divina Ley y el plan de salvación con otras
naciones. Finalmente, envía a su Hijo Jesucristo al mundo, dividiendo así
la historia para siempre.
Esta semana, analizaremos algunos de los aspectos clave de la historia
según se describen en la Biblia y también algunas de las evidencias arqueo-
lógicas que ayudan a corroborar la historia según se expresa en la Biblia.

106 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 118 - Durante esta semana, CS cap. 39.
Domingo 31 de mayo | Lección 10

DAVID, SALOMÓN Y LA MONARQUÍA


Las monarquías de David y de Salomón representan la edad de oro en la
historia de Israel. Pero ¿y si David y Salomón no existieron, como algunos
afirman? ¿Qué pasaría si su reino no fue tan vasto como la Biblia lo describe,
como algunos también afirman? Sin David no habría Jerusalén, la capital de
la nación (2 Sam. 5:6-10). Sin David no habría Templo construido por su hijo,
Salomón (1 Rey. 8:17-20). Finalmente, sin David no habría un futuro Mesías,
porque es a través del linaje de David que se promete un Mesías (Jer. 23:5, 6;
Apoc. 22:16). La historia israelita tendría que reescribirse completamente.
Sin embargo, esa historia, según leemos en las Escrituras, es precisamente
la que le da a Israel y a la iglesia su función y su misión únicas.

Lee 1 Samuel 17. ¿De qué manera Dios le da una victoria decisiva a Israel?
¿A quién se usa para esta victoria? ¿Dónde ocurre la victoria?

Observa la descripción geográfica precisa de las líneas de batalla en


1 Samuel 17:1 al 3. El sitio de Khirbet Qeiyafa está ubicado en las colinas
exactamente en la zona del campamento israelita descrito en este capítulo.
Las recientes excavaciones revelaron una ciudad guarnecida, masivamente
fortificada, de la época de Saúl y David, que dominaba el valle. Se excavaron
dos puertas contemporáneas. Como la mayoría de las ciudades del antiguo
Israel tenían una sola puerta, esta característica puede ayudar a identificar
el sitio como Saaraim (1 Sam. 17:52), que en hebreo significa “dos puertas”.
Si es así, entonces hemos identificado por primera vez esta antigua
ciudad bíblica. En 2008 y 2013, se encontraron dos inscripciones que mu-
chos creen que representan la escritura hebrea más antigua que se haya
descubierto. La segunda inscripción menciona el nombre Es-baal, el mismo
nombre de uno de los hijos de Saúl (1 Crón. 9:39).
En 1993, las excavaciones en la ciudad norteña de Tel Dan descubrieron
una monumental inscripción escrita por el rey Hazael de Damasco, quien
registra su victoria sobre el “rey de Israel” y el rey de la “casa de David”. Esta
es la misma forma en que se describe la dinastía de David en la Biblia, lo
que añade una evidencia arqueológica muy poderosa de que David existió
en la historia, exactamente como lo dice la Biblia.

Piensa en las implicaciones de lo que significaría para nuestra fe si, como dicen
algunos, el rey David no hubiese existido en realidad.

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 119 - Durante esta semana, CS cap. 39. 107
Lección 10 | Lunes 1º de junio

ISAÍAS, EZEQUÍAS Y SENAQUERIB


Lee Isaías 36:1 al 3 e Isaías 37:14 al 38. En este relato de una campaña
asiria masiva contra Judá, ¿cómo libera Dios a su pueblo?

En 701 a.C., Senaquerib hace campaña contra Judá. El relato se registra


en las Escrituras. El mismo Senaquerib también lo registra de varias ma-
neras. En sus anales históricos, descubiertos en la ciudad capital de Nínive,
alardea: “Cuarenta y seis de sus [de Ezequías] fuertes ciudades amuralladas
e innumerables pueblos más pequeños en los alrededores sitié y conquisté”.
En el palacio de Senaquerib, en Nínive, celebra su derrota de la ciudad judía
de Laquis cubriendo las paredes de una sala central del palacio con repre-
sentaciones en relieve del asedio y la batalla contra la ciudad.
Las recientes excavaciones de Laquis han descubierto los escombros de
destrucción masiva de la ciudad después de que Senaquerib la incendiara.
Pero Jerusalén se salvó milagrosamente. Senaquerib solo puede presumir de
esto: “En cuanto a Ezequías el judío, lo encerré en su ciudad como un pájaro
en una jaula”. No hay ninguna descripción de la destrucción de Jerusalén, y
no se relata que los cautivos hayan sido tomados como esclavos.
Es cierto que Jerusalén fue sitiada, pero la Biblia registra que el asedio
duró solo un día, ya que el Ángel del Señor liberó a Jerusalén. Como Isaías
había predicho: “Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No en-
trará en esta ciudad, ni arrojará saeta en ella; no vendrá delante de ella con
escudo, ni levantará contra ella baluarte. Por el camino que vino, volverá,
y no entrará en esta ciudad, dice Jehová. Porque yo ampararé a esta ciudad
para salvarla, por amor de mí mismo, y por amor de David mi siervo” (Isa.
37:33-35).
Curiosamente, solo Laquis se destaca prominentemente en Nínive, la
capital asiria. Jerusalén no se encuentra en las paredes del palacio. Sena-
querib solo pudo jactarse de derrotar a Laquis. El enfrentamiento entre el
Dios del cielo y los dioses de los asirios se demuestra en la liberación de su
pueblo. Él ve los actos de agresión por parte de Asiria. Oye las palabras de
la oración de Ezequías. Dios actúa en la historia.

¿Cómo puedes recordar que el Dios que milagrosamente liberó a Israel en aquel
momento y en aquel lugar es el mismo Dios a quien oras, en quien te amparas y
confías?

108 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 120 - Durante esta semana, CS cap. 39.
Martes 2 de junio | Lección 10

DANIEL, NABUCODONOSOR Y BABILONIA


En julio de 2007, un académico de la Universidad de Viena estaba traba-
jando en un proyecto en el Museo Británico cuando encontró una tablilla
de la época de Nabucodonosor, rey de Babilonia. En la tablilla, encontró
el nombre “Sarsequim”, el nombre de un funcionario babilónico mencio-
nado en Jeremías 39:3. Sarsequim es uno de los tantos reyes y oficiales que
(gracias a la arqueología) se han redescubierto desde la época de Daniel y
Nabucodonosor.

Lee Daniel 1 y 5. ¿Cómo se corresponden las primeras decisiones de Da-


niel con los actos de Dios al usarlo como siervo y profeta para impactar a
millones de personas a lo largo de la historia?

Daniel “propuso en su corazón” (Dan. 1:8) permanecer fiel a Dios en rela-


ción con lo que comía y a quién oraba. Estos buenos hábitos, que se formaron
al comienzo de su experiencia, llegaron a ser el patrón que le daría fortaleza
para su larga vida. El resultado fue un pensamiento claro, sabiduría y enten-
dimiento provenientes de lo Alto. Nabucodonosor y Belsasar reconocieron
esto, por lo que Daniel fue elevado a los puestos más encumbrados del reino.
Pero, quizá lo más importante sea que dio lugar a la conversión del mismo
rey Nabucodonosor (Dan. 4:34-37).
Nabucodonosor era hijo de Nabopolasar. Juntos construyeron una
ciudad gloriosa e inigualable en el mundo antiguo (Dan. 4:30). La ciudad
de Babilonia era enorme, con más de 300 templos, un palacio exquisito, y
rodeada de enormes paredes dobles de 3,66 y 6,70 metros de espesor. Las pa-
redes estaban jalonadas por 8 puertas principales, todas con nombres de las
principales divinidades babilónicas. La más famosa es la puerta Ishtar, ex-
cavada por los alemanes y reconstruida en el Museo de Pérgamo, en Berlín.
En Daniel 7:4, se describe a Babilonia como un león con alas de águila.
El camino procesional que conduce a la puerta Ishtar está recubierto con
imágenes de 120 leones. También, durante las excavaciones, se encontró
la imagen de un enorme león que se abalanza sobre un hombre, que aún
se encuentra hoy fuera de la ciudad. Todos estos testifican del león como
símbolo apropiado de Babilonia la Grande. Se confirma la historia bíblica
y su mensaje profético.

Daniel 1:8 dice que Daniel “propuso en su corazón”. ¿Qué significa eso? ¿Qué cosas
necesitas “proponerte (hacer o no hacer) en tu corazón”?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 121 - Durante esta semana, CS cap. 39. 109
Lección 10 | Miércoles 3 de junio

EL JESÚS HISTÓRICO
Lee Mateo 26:57 al 67; y Juan 11:45 al 53 y 18:29 al 31. ¿Quién fue Caifás
y cuál fue su papel en la muerte de Cristo? ¿Quién fue Poncio Pilato y cuál
fue su decisión más importante para que el Sanedrín lograra sus objetivos?

Caifás era el sumo sacerdote e instigó la conspiración para procurar la


muerte de Jesús. Josefo, el historiador judío que escribe en nombre de los
romanos, también registra su existencia. “Además de eso, también privó
a José, que también se llamaba Caifás, del sumo sacerdocio, y nombró a
Jonatán, el hijo de Anano, el ex sumo sacerdote, para que lo sucediera” (Jo-
sefo, Complete Works, lib. 18, cap. 4, p. 381). En 1990, se descubrió una tumba
familiar al sur de Jerusalén que contenía doce osarios o cajas de huesos.
Las monedas y la cerámica de la tumba datan de alrededor de mediados del
siglo I d.C. El más adornado de los osarios, con múltiples grupos de huesos,
contiene el nombre de “José, hijo de Caifás”. Muchos eruditos creen que esta
fue la tumba y la caja de huesos de Caifás, el sumo sacerdote que participó
en forma tan directa de la muerte de Jesús.
En 1961, se halló una inscripción con el nombre de Poncio Pilato, prefecto
de Judea bajo el emperador Tiberio, en una piedra del teatro de Cesarea
Marítima.
Por lo tanto, en ambos casos, la historia corrobora algunas de las prin-
cipales figuras que rodearon la muerte de Cristo.
Los historiadores seculares de los dos primeros siglos también hablan
de Jesús de Nazaret. Tácito, el historiador romano, escribió de Cristo, su
ejecución por parte de Poncio Pilato durante el reinado de Tiberio, y los
primeros cristianos en Roma. Plinio el Joven, un gobernador romano, le
escribió en el año 112 o 113 al emperador Trajano y le preguntó cómo debía
tratar a los cristianos. Describe que se reunían en un día determinado antes
del amanecer para entonar himnos como a un dios.
Estos descubrimientos arqueológicos y fuentes históricas brindan un
marco extrabíblico para la existencia de Jesús, quien era adorado dentro
de los primeros cincuenta años después de su muerte. Los mismos evan-
gelios son las fuentes principales de información sobre Jesús, y debemos
estudiarlos cuidadosamente para aprender más de Jesús y su vida.

Aunque siempre es bueno contar con evidencias arqueológicas que respalden


nuestra fe, ¿por qué debemos aprender que nuestra fe no dependa de estas cosas,
por más útiles que sean?

110 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 122 - Durante esta semana, CS cap. 39.
Jueves 4 de junio | Lección 10

LA FE Y LA HISTORIA
No vivimos dentro de una burbuja. Nuestras decisiones no solo influyen
sobre nosotros, sino también en los demás. De la misma manera, la vida de
muchos que pertenecieron al antiguo pueblo de Dios han tenido un gran
impacto en el futuro de otros además de ellos mismos. En Hebreos 11, ese
famoso capítulo de la fe, vemos una síntesis de la influencia de muchos de
estos antiguos héroes de la fe.

Lee Hebreos 11:1 al 40. ¿Qué lecciones podemos aprender de estos anti-
guos héroes al estudiar su vida?
Enoc .................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Noé ......................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Abraham ........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Sara ...................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

José ....................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Moisés .....................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Rahab .........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Sansón ....................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

La fe no es simplemente creer en algo o en alguien; es actuar en respuesta


a esa creencia. Es una fe que obra; esto es lo que se cuenta como justicia.
Son esos actos de fe los que cambian la historia. Cada uno de estos actos
depende de nuestra confianza en la Palabra de Dios.
Noé actuó con fe cuando construyó el arca, confiando en la Palabra
de Dios por sobre la experiencia y la razón. Como nunca había llovido, la
experiencia y la razón sugerían que un diluvio no tenía ningún sentido.
Pero Noé obedeció a Dios, y la raza humana sobrevivió. Abraham, entonces
llamado Abram, dejó Ur en el sur de Mesopotamia, la ciudad más sofisticada
del mundo en ese momento, y salió sin saber a dónde lo llevaría Dios. Pero
él eligió actuar según la Palabra de Dios. Moisés eligió hacerse pastor para
guiar al pueblo de Dios a la Tierra Prometida en lugar de convertirse en el
rey de Egipto, el imperio más grande de su época. Confió en la voz del To-
dopoderoso, que lo llamó desde la zarza ardiente. Rahab decidió confiar en
los informes de liberación de Dios, protegió a los dos espías y se convirtió
en parte del linaje de Jesús. ¡Cuán poco sabemos acerca de cómo nuestras
decisiones influirán en la vida de innumerables personas en esta generación
y las que vendrán!

¿Qué decisiones cruciales son inminentes para ti? ¿Qué influye en tus decisiones,
y por qué?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 123 - Durante esta semana, CS cap. 39. 111
Lección 10 | Viernes 5 de junio

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:


Lee Elena de White, Patriarcas y profetas, “David y Goliat”, pp. 631-636;
Profetas y reyes, “Ezequías”, pp. 245-251; “Librados de Asiria”, pp. 259-271;
“Métodos de estudio de la Biblia”: parte 4.k. (Los “Métodos de estudio de la
Biblia” se pueden encontrar en https://cort.as/-MdHR.)
“La Biblia es la historia más antigua y abarcadora que poseen los hom-
bres. Nació de la fuente de la verdad eterna y una mano divina ha preservado
su pureza a través de los siglos. Ilumina el lejano pasado en el cual en vano
trata de penetrar la investigación humana. Solamente en la Palabra de Dios
contemplamos el Poder que puso los cimientos de la Tierra y extendió los
cielos. Solo en ella hallamos un relato auténtico del origen de las naciones.
Solo en ella se da una historia de nuestra raza, libre de prejuicios u orgullo
humanos” (Ed 173).
“El que tiene un conocimiento de Dios y de su Palabra tiene una fe que
está asentada en la divinidad de las Sagradas Escrituras. No mide la Biblia
a la luz de los conceptos científicos. Al contrario, somete esos conceptos
al escrutinio de la norma inequívoca. Sabe que la Palabra de Dios es la
verdad, y la verdad nunca se contradice a sí misma; lo que de la enseñanza
de la presunta ciencia contradice la verdad de la revelación de Dios es mera
conjetura o suposición humana.
“Para los que son verdaderamente sabios, la investigación científica abre
ante ellos un vasto panorama de estudio e información” (TI 8:339).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. Desarrollen la pregunta formulada al final del estudio del miérco-
les. Sí, es bueno encontrar evidencias arqueológicas que confirman
la historia bíblica. Pero ¿qué sucede cuando se encuentran eviden-
cias arqueológicas cuya interpretación contradice la historia bí-
blica? ¿Qué debería decirnos esto sobre el hecho de que debemos
depender de la Palabra de Dios como tal y confiar en ella indepen-
dientemente de las afirmaciones de la arqueología o de cualquier
otra ciencia humana?
2. Piensa en todas las profecías bíblicas que, desde la perspectiva ac-
tual, podemos ver que se han cumplido en el pasado. Piensa, por
ejemplo, en la mayoría de los reinos de Daniel 2 y 7. ¿Cómo pode-
mos aprender de estas profecías que se han cumplido en la histo-
ria, y confiar en el Señor acerca de las profecías que aún están en
el futuro?

112 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 124 - Durante esta semana, CS cap. 39.
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...

Textos clave: 1 Samuel 17; Daniel 1; 5; Isaías 36:1–3; 37:14–38;


Mateo 26:57–67; Hebreos 11:1–40.

RESEÑA
La historia es importante porque toda la vida tiene sus raíces en ella. La hu-
manidad no existe fuera de la historia; es la urdimbre de la vida. Es donde Dios
eligió colocarnos y revelarse a sí mismo. Como la Biblia está constituida en la
historia, esta última es el “lugar”, por así decirlo, donde Dios nos da la oportuni-
dad de probar y confirmar la veracidad de su Palabra. Por eso, la historia y los
detalles históricos son donde la confianza en la Biblia y en la Palabra de Dios se
ve desafiada al máximo y donde a menudo comienzan las críticas. Pablo aborda
este mismo problema con la iglesia en Corinto cuando menciona que algunos
de la iglesia han cuestionado el testimonio de la palabra del apóstol: “Pero si
se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre
vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección
de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces
nuestra predicación, vana es también vuestra fe” (1 Cor. 15:12-14). Pablo afirmó
que la confiabilidad del suceso histórico de la resurrección corporal de Cristo era
la piedra angular de la fe cristiana. Si ese acontecimiento nunca ocurrió, enton-
ces nuestra fe se basa en un engaño piadoso, no en la realidad. La fe bíblica se
basa en los hechos de la historia. Se basa en un Dios que actúa en la historia, y
la historia bíblica es el tema del estudio de esta semana.

COMENTARIO
Ilustración
El teólogo veterotestamentario Walter Dietrich escribió recientemente: “En la
era moderna, la historia debe interpretarse y describirse etsi deus non daretur
(‘como si Dios no existiera’)”. Pero admite que esto es difícil al analizar la historia
bíblica. En la Biblia, “Dios desempeña un papel activo [...]. Dios se interesa per-
sonalmente [...]. Envía profetas [...]. Mueve situaciones”. Dietrich concluye: “¿Qué
iluminado puede aceptar todas estas cosas como relatos históricos?” (The Early
Monarchy in Israel: The Tenth Century B.C.E., pp. 102, 103). Toda una serie de
métodos críticos ha eliminado el marco histórico de la Biblia y sus enseñanzas,
negando los mismos hechos que Dios ha dado para confirmar su obra personal
a lo largo de toda la vida de su pueblo. Durante los últimos doscientos años,
estos métodos de la Ilustración a menudo se han utilizado para deconstruir la
clara enseñanza de la Biblia. La crítica histórica cuestiona los acontecimientos
bíblicos, e incluso períodos enteros de la Biblia, y los relega al mito, la saga, la
historia o simplemente a la teología en el sentido de la imaginación humana.
Estos períodos incluyen la Creación, el Diluvio, el período patriarcal, la per-
manencia en Egipto, el Éxodo y la Conquista, la monarquía unida y otros. Los

113
Lección 10 // Material auxiliar para el maestro

eruditos neotestamentarios que utilizan estos métodos han diseccionado los


dichos de Jesús para determinar, según afirman, qué dijo realmente y lo que
otros le atribuyeron (falsamente). Muchos de nuestros jóvenes se enfrentan a
estos enfoques críticos cuando asisten a universidades seculares. Esto plantea
algunas preguntas importantes para el que estudia la Biblia con seriedad. Los
asuntos históricos ¿realmente tienen importancia para la fe? ¿Cómo puedo vivir
por fe cuando esa fe es desafiada por el pensamiento moderno y posmoderno?
¿De qué manera la Biblia, como la Palabra inspirada de Dios, me abre los ojos
y expande mi pensamiento?

Texto bíblico
Como estudiosos diligentes de la Biblia, debemos preguntarnos si la Biblia
debe analizarse según los supuestos externos y las normas del modernismo
y la posmodernidad o si la Biblia debe evaluarse en sus propios términos. El
testimonio interno de las Escrituras indica que Dios habló a su pueblo a través
de profetas y, a veces, directamente. Se dirigió a ellos en tiempo y espacio. Es
decir, actuó en tiempo real (acontecimientos), entre gente real en lugares reales.
Gente. Se ha confirmado la existencia de al menos cien personajes bíblicos,
incluyendo reyes, siervos, escribas y gobernadores, a través de cuidadosas
investigaciones arqueológicas e históricas. En las últimas dos décadas, se agre-
garon muchos más a esta lista con el descubrimiento de sellos, impresiones de
sellos, pequeñas inscripciones e inscripciones monumentales. Estos son solo
algunos ejemplos:
Baalis. En 1984, en el sitio del Tell el-cUmeiri, en Jordania, los arqueólogos
de la Universidad Andrews descubrieron una impresión de sello de arcilla con
el nombre “Milkom’ur [...] siervo de Baalyasha, indudablemente una referencia
a Baalis, el rey de la antigua Amón, mencionado en Jeremías 40:14. Se decía
que este oscuro rey había conspirado contra el rey de Judea en vísperas de la
destrucción de Babilonia” (R. W. Younker, “Israel, Judah, and Ammon and the
Motifs on the Baalis Seal from Tell el-cUmeiri”, pp. 173–180).
Isaías el profeta. Las excavaciones de Jerusalén en 2009 descubrieron una
impresión de sello que contenía el nombre “Isaías, [el] profe[ta]”. El excavador
Eilat Mazar por cierto cree que esta era la impresión del sello del profeta Isaías.
Se encontró a menos de tres metros de la impresión del sello de “Ezequías, hijo
de Acaz, rey de Judá” (Eilat Mazar, “Is This the Prophet Isaiah’s Signature?”, p.
92). En 2014, alumnos de la Southern Adventist University hallaron dos impre-
siones de sellos de Eliaquim en la ciudad de Laquis. Según Isaías 37:1 y 2, los
tres (Ezequías, Eliaquim e Isaías) estuvieron presentes en Jerusalén durante la
invasión de Senaquerib a Judá.
Herodes el Grande. En 1996, los estudiantes que trabajaban con Ehud Netzer
en Masada, la fortaleza del desierto de Herodes, descubrieron un fragmento
importado de un ánfora de vino. En el fragmento, había una inscripción: regi

114
Material auxiliar para el maestro // Lección 10

Herodi Iudaico, “para Herodes, rey de Judea”. Era la primera mención del título
de Herodes el Grande, fuera del Nuevo Testamento y de Josefo, hallado en un
contexto arqueológico (ver “Pottery With a Pedigree: Herod Inscription Surfaces
at Masada”, p. 27).
Ciudades. Se han excavado docenas de sitios en Medio Oriente que revelan
sus secretos y confirman la existencia de culturas prósperas descritas en la Biblia.
Las excavaciones de Babilonia revelaron coloridas paredes de ladrillo vitrificado
cubiertas con imágenes de leones, grifos y toros. Las ruinas de Hazor, Meguido
y Gezer estaban rodeadas de enormes muros dobles y puertas, atribuidas a las
actividades de construcción de Salomón (1 Rey. 9:15).
Las ciudades filisteas de Ascalón, Asdod, Ecrón y Gat han sido excavadas
intensamente. Estas excavaciones revelaron una cultura sofisticada de arqui-
tectura, arte y tecnología. En 1996, se descubrió una inscripción en Ecrón que
revelaba una línea dinástica de cinco reyes, incluido Aquis, el hijo de Padi, que
gobernó Ecrón hasta la destrucción de la ciudad por parte de Nabucodonosor
(ver S. Gitin, T. Dothan y J. Naveh, “A Royal Dedicatory Inscription from Ekron”,
pp. 9–16). La cerámica decorada de estilo egeo y la tecnología de estas ciudades
revelan que los filisteos eran la élite en el antiguo territorio de Canaán. A esta
breve lista se podrían agregar docenas de otros sitios, como Jericó, Jerusalén,
Aco, Dan, Abel, Azeca, Libna, todos actualmente en excavación en Medio Oriente.
Acontecimientos. Uno de los acontecimientos más ilustrados de la Biblia es
la campaña de Senaquerib contra Judá en 701 a.C., como se registra en Isaías
36; 37; 2 Reyes 18; 19; y 2 Crónicas 32. Las excavaciones de Nínive en el Iraq
moderno han descubierto los anales del rey Senaquerib, quien describe su
campaña en contra de Judá en detalle: “En cuanto a Ezequías de Judá, que no
se sometió a mi yugo, lo encerré en su ciudad real como un ave en una jaula”.
Los relieves tallados en la sala central de su palacio representan el ataque asirio
contra la ciudad de Laquis, su derrota y la procesión de prisioneros ante el rey
sentado en un trono. Expediciones recientes de 2013 a 2017 realizadas por la
Southern Adventist University y la Universidad Hebrea de Jerusalén excavaron
la destrucción masiva de Laquis en Israel, y recuperaron docenas de puntas de
flecha, hondas y elementos de armadura en medio de los escombros que dejaron
los ejércitos asirios. Sin embargo, Jerusalén se salvó, un testimonio vívido de la
exactitud del registro bíblico sobre este acontecimiento.
No obstante, después de doscientos años, la arqueología apenas ha explo-
rado la superficie de lo que se podría encontrar. Hoy solo se ha localizado una
fracción de los cientos de sitios que existían. Y de esos sitios ubicados, solo una
fracción ha sido excavada. Y de esa fracción de sitios excavados, solo una frac-
ción se ha excavado en su verdadera medida (muchas veces, menos del cinco
por ciento). Solo se ha publicado una fracción de esas excavaciones. Y solo una
fracción de las que se han publicado contribuyen directamente a la comprensión
de los personajes y los acontecimientos bíblicos. Por lo tanto, no es de extra-

115
Lección 10 // Material auxiliar para el maestro

ñar que haya muchas personas, lugares y hechos por descubrir. A medida que
cientos de arqueólogos, voluntarios y otros especialistas vayan descubriendo
estos restos antiguos, se seguirán acumulando más evidencias que confirmen
el marco histórico de la Biblia, completando los detalles de cómo trabajaban,
vivían e interactuaban los pueblos de estas culturas antiguas.

APLICACIÓN A LA VIDA
La historia no es simplemente una asignatura árida que hay que aprobar
en el colegio secundario y la universidad o debatir en esta clase. Es nuestra
historia, y es “la historia de Dios”. Si Dios ha estado obrando personalmente a
lo largo de la historia de este mundo, ¿crees que todavía está activo en tu vida
hoy? ¿Todavía experimentamos liberaciones milagrosas del poder de nuestros
enemigos, de enfermedades y dificultades? A menudo leemos sobre los milagros
realizados en la Biblia y nos preguntamos si esos milagros todavía ocurren hoy,
¿verdad? Si tuviéramos que recopilar las verdaderas historias de los milagros
de curación de Dios, de los sueños que envió y de su obra en el transcurso de
nuestra vida personal y de nuestra familia de la iglesia en todo el mundo hoy,
¿no podríamos llenar un libro?
1. Comparte con la clase cómo Dios ha obrado en tu vida. ¿Qué ha hecho por
ti o, quizá, por un familiar o un amigo? Formula esta pregunta a la clase. ¿Qué
testimonios tienen para compartir en respuesta?
2. Un joven adventista comienza las clases en una universidad pública y se
enfrenta a un profesor que dice al principio de la clase que, si bien algunos de
los alumnos de la clase quizá crecieron en iglesias y sinagogas, ahora están en
la universidad, y aprenderán lo que realmente sucedió en el pasado. ¿Cómo
debería responder ese alumno en esta situación?

116
Novedad para niños

+3
años
]
[11126

EL PEQUEÑO SALOMÓN
Sueli Ferreira de Oliveira

Era domingo, y el pequeño Salomón estaba muy aburrido. Nadie quería jugar con él. Pero,
entonces, viendo a algunos animalitos en su jardín, ¡tuvo una gran idea! Aprende sobre el uso
del tiempo con el pequeño Salomón.

Pídelo a tu coordinador de Publicaciones.


ventas@aces.com.ar | Síguenos en:

editorialaces.com
Lección 11: Para el 13 de junio de 2020

LA BIBLIA Y LA PROFECÍA

Sábado 6 de junio

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Daniel 2:27-45; Juan 14:29; Nú-
meros 14:34; Daniel 7:1-25; 8:14; 1 Corintios 10:1-13.

PARA MEMORIZAR:
“Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario
será purificado” (Dan. 8:14).

a profecía bíblica es fundamental para nuestra identidad y misión. La

L profecía provee un mecanismo interno y externo para confirmar la


exactitud de la Palabra de Dios. Jesús dijo: “Y ahora os lo he dicho antes
que suceda, para que cuando suceda, creáis” (Juan 14:29; ver además Juan
13:19). La pregunta esencial es: ¿Cómo interpretar la profecía correctamente
para saber cuándo se ha cumplido?
Durante la Reforma, los reformadores siguieron el método historicista.
Este método es el mismo que usaron Daniel y Juan como la clave para su
interpretación. El método historicista considera que la profecía tiene un
cumplimiento progresivo y continuo en la historia, que comienza en el
pasado y termina con el Reino eterno de Dios.
Esta semana, estudiaremos los pilares de la interpretación profética
historicista. “Hemos de ver en la historia el cumplimiento de la profecía,
estudiar las intervenciones de la Providencia en los grandes movimientos
de reforma y entender la progresión de los eventos que culminan en la
reunión de las naciones para la última batalla del gran conflicto” (TI 8:321).

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 125 - Durante esta semana, CS cap. 40. 117
Lección 11 | Domingo 7 de junio

EL HISTORICISMO Y LA PROFECÍA
El método básico que los Adventistas del Séptimo Día aplican para es-
tudiar las profecías se llama historicismo. Es la idea de que muchas de las
profecías más importantes de la Biblia siguen un flujo lineal ininterrumpido
de la historia, desde el pasado hasta el presente y hacia el futuro. Se asemeja
a la forma de estudiar historia en la escuela. Lo hacemos de esta manera
porque así es como la Biblia interpreta estas profecías para nosotros.

Lee Daniel 2:27 al 45. ¿Qué aspectos del sueño indican una sucesión con-
tinua e ininterrumpida de poderes a lo largo de la historia? ¿De qué manera
la Biblia nos muestra cómo interpretar la profecía apocalíptica (del tiempo
del fin)?

Fíjate que el reino de Nabucodonosor se reconoce como la cabeza de


oro. De este modo, Daniel identifica a Babilonia como el primer reino (Dan.
2:38). Entonces, Daniel dice: “Y después de ti se levantará otro reino infe-
rior al tuyo; y luego un tercer reino” (Dan. 2:39), y luego un cuarto (Dan.
2:40). El hecho de que estén sucesivamente uno tras otro, sin espacios, está
igualmente implícito en la imagen, ya que cada uno de los reinos está re-
presentado en las partes de un cuerpo mayor que va desde la cabeza hasta
los dedos de los pies. Están conectados, así como el tiempo y la historia
también están conectados.
En Daniel 7 y 8, en vez de una imagen, se utilizan símbolos de bestias
específicas, pero la enseñanza es la misma. Se nos da una secuencia inin-
terrumpida de cuatro reinos terrenales (tres en Dan. 8). Comienzan en la
antigüedad, atraviesan la historia hasta el presente y continúan en el futuro,
cuando Cristo regrese y Dios establezca su Reino eterno.
De este modo, la imagen de Daniel 2 y las visiones sucesivas de Daniel 7
y 8 proveyeron la base para la interpretación profética historicista protes-
tante, que los Adventistas del Séptimo Día aún mantienen en la actualidad.

Lee Juan 14:29. ¿Qué dice Jesús que nos ayuda a entender cómo puede
funcionar la profecía?

¿Qué gran ventaja tenemos los que vivimos en la actualidad, cuando ya ha transcu-
rrido tanta historia, con respecto a alguien que vivió en los tiempos de Babilonia?

118 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 126 - Durante esta semana, CS cap. 40.
Lunes 8 de junio | Lección 11

EL PRINCIPIO DE DÍA POR AÑO


Una de las claves interpretativas del historicismo es el principio de día
por año. Muchos eruditos, a lo largo de los siglos, aplicaron este principio a
las profecías de tiempo de Daniel y Apocalipsis. Ellos extrajeron el principio
de varios textos clave y del contexto inmediato de las profecías mismas.

Lee Números 14:34 y Ezequiel 4:6. ¿Cómo enuncia Dios el principio de día
por año en estos versículos específicos?

En estos pasajes, podemos ver muy claramente la idea del principio de


día por año. Pero ¿cómo justificamos el uso de este principio con algunas
de las profecías de tiempo, como en Daniel 7:25 y Daniel 8:14, así como en
Apocalipsis 11:2 y 3; 12:6 y 14; y 13:5?
Otros tres elementos respaldan el principio de día por año en estas
profecías de Daniel y Apocalipsis: el uso de símbolos, los largos espacios de
tiempo y algunas expresiones peculiares.
En primer lugar, la naturaleza simbólica de las bestias y los cuernos
que representan reinos sugiere que las expresiones temporales también
deben interpretarse como simbólicas. Las bestias y los cuernos no deben
tomarse literalmente. Son símbolos de otra cosa. Por lo tanto, debido a que
el resto de la profecía es simbólica, no literal, ¿por qué deberíamos tomar
como literales solo las profecías de tiempo? La respuesta es, por supuesto,
que no deberíamos.
En segundo lugar, muchos de los acontecimientos y los reinos represen-
tados en las profecías cubren un lapso de muchos siglos, lo que sería impo-
sible si las profecías de tiempo que los representan se tomaran literalmente.
Una vez que se aplica el principio de día por año, el tiempo se ajusta a los
acontecimientos de una manera notablemente precisa.
Finalmente, las expresiones peculiares utilizadas para designar estos pe-
ríodos sugieren una interpretación simbólica. En otras palabras, las formas
en que el tiempo se expresa en estas profecías (p. ej., “dos mil trescientas
tardes y mañanas”, de Dan. 8:14) no son las formas normales de expresar el
tiempo, lo que indica que los períodos que se muestran deben tomarse en
forma simbólica, no literal.

Observa la profecía de las 70 semanas de Daniel 9:24 al 27. Leemos que “desde la
salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe”
(Dan. 9:25), habrá literalmente 69 semanas, o solo un año, 4 meses y una semana.
Si esta profecía se la interpretara literalmente, no tendría sentido, ¿verdad? Sin
embargo, ¿qué sucede cuando aplicamos el principio bíblico de día por año, y las
70 semanas se convierten en 490 años?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 127 - Durante esta semana, CS cap. 40. 119
Lección 11 | Martes 9 de junio

IDENTIFICACIÓN DEL CUERNO PEQUEÑO


Durante siglos, los reformadores protestantes identificaron el poder del
cuerno pequeño de Daniel 7 y 8 como la iglesia romana. ¿Por qué?

Lee Daniel 7:1 al 25 y 8:1 al 13. ¿Cuáles son las características comunes
del cuerno pequeño en ambos capítulos? ¿Cómo podemos identificarlo?

Hay siete características comunes entre el cuerno pequeño de Daniel 7 y


8: (1) se describe a ambos como un cuerno; (2) ambos son poderes persegui-
dores (Dan. 7:21, 25; 8:10, 24); (3) ambos se exaltan a sí mismos y son blasfemos
(Dan. 7:8, 20, 25; 8:10, 11, 25); (4) ambos atacan al pueblo de Dios (Dan. 7:25; 8:24);
(5) el tiempo profético delinea aspectos de la actividad de ambos (Dan. 7:25;
8:13, 14); (6) ambos se extienden hasta el fin del tiempo (Dan. 7:25, 26; 8:17,
19); y (7) ambos serán destruidos en forma sobrenatural (Dan. 7:11, 26; 8:25).
La historia identifica al primer reino como Babilonia (Dan. 2:38); al se-
gundo, como Medopersia (Dan. 8:20); y al tercero, como Grecia (Dan. 8:21). La
historia es inequívoca: después de estos imperios mundiales viene Roma.
En Daniel 2, el hierro que representa a Roma continúa en los pies de
hierro mezclado con barro cocido; es decir, hasta el fin de los tiempos. El
cuerno pequeño de Daniel 7 surge de la cuarta bestia, pero sigue siendo
parte de esta cuarta bestia.
¿Qué poder salió de Roma y continuó con su influencia político-religiosa
durante al menos 1.260 años (ver Dan. 7:25)? Solo un poder encaja con la
historia y la profecía: el Papado. El Papado llegó al poder entre las diez
tribus bárbaras de Europa y eliminó a tres de ellas (Dan. 7:24). El Papado
era “diferente de los primeros” (Dan. 7:24), lo que indica su singularidad en
comparación con las otras tribus. El Papado hablaba “palabras contra el Al-
tísimo” (Dan. 7:25) y “se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos” (Dan.
8:11) al usurpar el papel de Jesús y reemplazarlo por el del Papa. El Papado
cumplió la predicción de perseguir a “los santos del Altísimo” (Dan. 7:25) y de
echar por tierra a “parte del ejército” (Dan 8:10) durante la Contrarreforma
cuando los protestantes fueron masacrados. El Papado procuró “cambiar los
tiempos y la ley” (Dan. 7:25) al eliminar el segundo Mandamiento y cambiar
el día de reposo del sábado al domingo.

En Daniel 2, 7 y 8, después de Grecia, surge un poder que existe hasta el fin. ¿Qué
otro poder podría ser ese aparte de Roma, ahora en su etapa papal? Por más polí-
ticamente incorrecta que sea, ¿por qué esta es una enseñanza vital del mensaje de
los tres ángeles y, por lo tanto, un componente vital de la Verdad Presente?

120 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 128 - Durante esta semana, CS cap. 40.
Miércoles 10 de junio | Lección 11

EL JUICIO INVESTIGADOR
El bosquejo profético estudiado esta semana ha encontrado un apoyo
abrumador entre los historicistas protestantes desde la Reforma. Pero no
fue hasta el movimiento millerita a principios del siglo XIX que los 2.300
días y el Juicio Investigador fueron cuidadosamente reconsiderados y es-
tudiados. Mira el siguiente cuadro:
Daniel 7 Daniel 8
Babilonia (león) No aparece en este capítulo
Medopersia (oso) Medopersia (carnero)
Grecia (leopardo) Grecia (macho cabrío)
Roma pagana (cuarta bestia) Roma pagana (el cuerno avanza horizontalmente)
Roma papal (cuerno pequeño) Roma papal (el cuerno avanza verticalmente)
Lee Daniel 7:9 al 14; y 8:14 y 26. ¿Qué ocurre en el cielo según muestran
estos versículos?

Después del período de persecución medieval, que terminó en 1798 con


la captura y la reclusión del Papa por parte del general Berthier (Apoc. 13:3),
Daniel 7 y 8 hablan de juicio. El Juicio se llevará a cabo en el cielo, donde “el
Juez se sentó” (Dan. 7:10) y “con las nubes del cielo venía uno como un hijo
de hombre, que vino hasta el Anciano de días” (Dan. 7:13). Esta es una escena
de juicio que ocurre después de 1798 y antes de la segunda venida de Jesús.
Esta escena de juicio en Daniel 7 es directamente análoga a la purifica-
ción del Santuario en Daniel 8:14. Hablan de lo mismo. Según Daniel 8:14, el
tiempo de esta “purificación del santuario”, que es la terminología del Día
de la Expiación, es de 2.300 tardes-mañanas, o días. Con el principio de día
por año, estos días representan 2.300 años.
El punto de partida de los 2.300 años se encuentra en Daniel 9:24, en el
que la profecía de las 70 semanas (490 años) está chatak, “cortada” o “de-
terminada”, de la visión de los 2.300 días (Dan. 9:24). De hecho, muchos
eruditos consideran acertadamente que la profecía de 2.300 días (años) de
Daniel 8:14 y la profecía de las 70 semanas (490 años) de Daniel 9:24 al 27 son
dos partes de una profecía. El siguiente versículo de la profecía de las 70
semanas, Daniel 9:25, indica el comienzo del período: “desde la salida de la
orden para restaurar y edificar a Jerusalén”. La fecha para este hecho es “el
séptimo año del rey Artajerjes” (Esd. 7:7), o 457 a.C. Si contamos 2.300 años
hacia delante, llegamos a 1844, que no es mucho después de 1798 y antes de la
segunda venida de Jesús. Esto es cuando Jesús entró en el Lugar Santísimo
y comenzó su obra de intercesión, de purificación del Santuario celestial.
Observa la tabla en el estudio del viernes.
Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 129 - Durante esta semana, CS cap. 40. 121
Lección 11 | Jueves 11 de junio

LA TIPOLOGÍA COMO PROFECÍA


Los símbolos de las profecías apocalípticas, como los que se encuen-
tran en Daniel y Apocalipsis, tienen un cumplimiento único. Por ejemplo,
el macho cabrío encontró su cumplimiento en Grecia, un reino singular
(Dan. 8:21). ¡Al fin y al cabo, el texto lo menciona directamente! ¿Podría ser
más evidente?
Sin embargo, la tipología se centra en personas, hechos o instituciones
reales del Antiguo Testamento basados en una realidad histórica, pero
que señalan a una realidad mayor en el futuro. El uso de la tipología como
método de interpretación se remonta a Jesús y a los autores del Nuevo
Testamento, e incluso la encontramos en el Antiguo Testamento. La única
guía para reconocer un tipo y un antitipo es cuando un escritor inspirado
de las Escrituras los identifica.

Lee 1 Corintios 10:1 al 13. ¿A qué acontecimientos históricos se refiere


Pablo al amonestar a la iglesia de Corinto? ¿Qué relación tiene esto con
nosotros hoy?

Pablo se remite a la realidad histórica del Éxodo y elabora una tipología


basada en la experiencia de los antiguos hebreos en el desierto. De esta ma-
nera, Pablo muestra que Dios, quien inspiró a Moisés para registrar estos
acontecimientos, quiso que “estas cosas sucedier[a]n como ejemplos para
nosotros” (1 Cor. 10:6), y de ese modo amonestaran al Israel espiritual para
que resistiera la tentación mientras vivimos en los últimos días.

Lee los siguientes pasajes y escribe el tipo y el cumplimiento del antitipo


de cada uno, según lo describen Jesús y los autores del Nuevo Testamento.
Mateo 12:40 ............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Juan 19:36 .....................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Juan 3:14, 15 ...........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Romanos 5:14 ...................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Juan 1:29 ...........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

En cada caso, Jesús y los escritores del Nuevo Testamento aplican el tipo
y la interpretación antitípica que permiten resaltar el significado profético.
De esta manera, apuntan a un mayor cumplimiento de la realidad histórica.

Piensa en el servicio del Santuario terrenal, que funcionaba como un tipo de todo
el plan de salvación. ¿Qué nos enseña esto acerca de la importancia del mensaje
del Santuario para nosotros hoy?

122 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 130 - Durante esta semana, CS cap. 40.
Viernes 12 de junio | Lección 11

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:


Lee 1844: Hecho simple, de Clifford Goldstein, como un lugar entre tantos
para encontrar más material sobre la profecía de los 2.300 días.
Estudia el siguiente cuadro:
Daniel 7 Daniel 8
Babilonia (león) No aparece en este capítulo
Medopersia (oso) Medopersia (carnero)
Grecia (leopardo) Grecia (macho cabrío)
Roma pagana (cuarta bestia) Roma pagana (el cuerno avanza horizontalmente)
Roma papal (cuerno pequeño) Roma papal (el cuerno avanza verticalmente)
Juicio en el cielo Purificación del Santuario celestial

El aspecto central que se debe considerar aquí es que la escena del Juicio
de Daniel 7, que tiene lugar después de 1.260 años de persecución (Dan. 7:25),
es lo mismo que la purificación del Santuario de Daniel 8:14. Y esta escena
de Juicio celestial es lo que conduce, en última instancia, al establecimiento
del Reino eterno de Dios al final de la triste historia de esta Tierra caída.
Por lo tanto, tenemos poderosas evidencias bíblicas de la gran importancia
que las Escrituras le dan a Daniel 8:14 y al acontecimiento que representa.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. Repasa Daniel 2. Fíjate con qué claridad se revela el método histo-
ricista: una secuencia ininterrumpida de imperios mundiales, que
comienza en la antigüedad y termina con el establecimiento del
Reino eterno de Dios. Dios nos da la clave para interpretar estas
profecías. Sin embargo, ¿qué dice sobre el estado del mundo cris-
tiano el hecho de que muy pocos cristianos empleen el método his-
toricista en la actualidad? ¿Por qué este hecho ayuda a establecer
aún más la relevancia del mensaje adventista para el mundo en
este tiempo?
2. ¿Qué tan bien entiendes la profecía los 2.300 días de Daniel 8:14?
Si no la entiendes, ¿por qué no te tomas el tiempo necesario para
estudiarla y compartirla con la clase? Quizá te sorprendas con la
solidez de nuestra interpretación de esta profecía.
3. Lee Daniel 7:18, 21, 22, 25 y 27. Observa el enfoque en lo que les su-
cede a los santos. ¿Qué les hace el cuerno pequeño? En contraste,
¿qué hace el Señor por ellos? ¿Cuáles son las buenas noticias para
los santos con respecto al Juicio? ¿Qué les da finalmente el Juicio?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 131 - Durante esta semana, CS cap. 40. 123
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...

Textos clave: Daniel 2:27–45; Juan 14:29; Números 14:34; Daniel


7:1–25; 8:14; 1 Corintios 10:1–13.

RESEÑA
El reavivamiento de la Reforma Protestante se produjo como resultado directo
del estudio de las emocionantes profecías de Daniel y Apocalipsis, y el redescu-
brimiento del método de interpretación historicista, derivado de Sola Scriptura.
De hecho, la forma interna en que Daniel y Juan interpretaron las profecías se
convirtió en la clave para el estudio protestante de la Biblia. El método histori-
cista ve la profecía como un cumplimiento progresivo y continuo a lo largo del
tiempo. Esta visión llevó a hombres como Wiclef, Lutero, Zuinglio, Knox y otros
a identificar el cuerno pequeño en Daniel 7 y 8 y la bestia que sube del mar,
como se muestra en Apocalipsis 13, como la Iglesia Católica Romana, el poder
papal. La corriente reformista tuvo una enorme influencia en Europa, con lo que
la gente salió de la Edad Media. Esta corriente fue seguida por la Inquisición
Romana y la persecución masiva. Muchos de los reformadores huyeron a las
costas pacíficas del Nuevo Mundo, donde pudieron adorar a Dios en espíritu y
en verdad (ver Apoc. 12:13-17).
Hoy la Biblia sigue siendo única en comparación con otros libros religiosos del
mundo porque el treinta por ciento de su contenido es de naturaleza profética.
La profecía bíblica proporciona un mecanismo interno y externo para confirmar
la precisión de la Palabra de Dios. La profecía que apunta a la esperanza del
Mesías venidero, la Segunda Venida, mantiene a la iglesia con expectativa y
esperanza. Le otorga sentido y le da urgencia a la misión, porque si Jesús viene
pronto llama a los creyentes a preparar al mundo para su gran advenimiento. Esta
semana estudiaremos los pilares de la interpretación profética historicista que
proporcionan la identidad y la misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

COMENTARIO
Ilustración
Muy alejados de los inquisidores de Europa, los protestantes estadounidenses
establecieron las primeras universidades importantes: Harvard, Yale y Princeton,
para preparar a sus pastores. Durante más de un siglo y medio, los presidentes
y los profesores de estas instituciones produjeron obras importantes que es-
bozan las profecías de Daniel y Apocalipsis desde una perspectiva historicista.
Pero Roma no estaba ociosa. Los eruditos católicos, durante la Contrarreforma,
reaccionaron a los protestantes con nuevas interpretaciones que desviaron la
atención del Papado.
El jesuita español Luis de Alcázar (1554–1613) formuló el preterismo, que
interpretaba las profecías bíblicas simplemente como comunicación de aconte-
cimientos que sucedieron en el pasado. Los preteristas mayormente negaban la

124
Material auxiliar para el maestro // Lección 11

posibilidad de la profecía predictiva. De Alcázar proyectó el poder del anticristo


hacia el pasado, identificándolo con el emperador romano Nerón.
Otro jesuita español, Francisco Ribera (1537-1591), publicó un comentario de
quinientas páginas sobre el libro de Apocalipsis, que enseñaba que la mayoría
de las profecías se cumplirían en el tiempo del fin en un breve período de tres
años y medio. El futurismo iba en dirección opuesta a la de Alcázar, al colocar el
énfasis de la profecía en el futuro y dejando a la iglesia papal de la Edad Media
totalmente fuera del marco de tiempo profético.
Ninguna de estas posturas tuvo mucha influencia al principio. Dos aconte-
cimientos cambiaron este hecho afortunado. El enfoque histórico-crítico en el
siglo XVIII afirmó eliminar la posibilidad de la profecía predictiva, al adoptar
algunos principios de la postura preterista. Esta postura ahora es la predomi-
nante, ampliamente sostenida por eruditos de la Alta Crítica, tanto de tradiciones
católicas como protestantes. Mientras tanto, los cristianos más conservadores
fueron fuertemente influenciados por la Biblia de Referencia Scofield (1906),
lo que llevó a que la gran mayoría en la actualidad acepte una visión futurista
(dispensacionalista) que prevé un rapto secreto, la reconstrucción del Templo de
Jerusalén y un milenio anterior a la segunda venida de Cristo. Solo los Adventistas
del Séptimo Día siguen siendo un remanente entre los protestantes que defien-
den el método historicista. ¿Cómo utilizaron los profetas bíblicos este método?

Texto bíblico
Daniel interpretó la imagen del sueño de Nabucodonosor en el capítulo 2, y
los símbolos de los capítulos 7 y 8, como una serie de imperios que aparecen uno
tras otro en una secuencia continua. Específicamente le dijo a Nabucodonosor
que él, como representante de Babilonia, era la cabeza de oro (Dan. 2:38). Los
siguientes tres reinos ocurren sucesivamente como partes del cuerpo conectadas
entre sí. Estas partes están compuestas por varios metales, que las distinguen
unas de otras, pero están conectadas por la imagen corporal en orden descen-
dente. El ángel Gabriel identifica específicamente al segundo y al tercer reinos
después de Babilonia como “los reyes de Media y de Persia” (Dan. 8:20) y el
“rey de Grecia” (Dan. 8:21). Indudablemente, las piernas de hierro, que vienen
después, deben identificarse con Roma, como lo ha demostrado el curso de la
historia. La continuación del hierro en los dedos de los pies, aunque mezclado
con arcilla, indica la continuación de Roma con el poder católico-romano. Cada
visión sucesiva expande con mayor detalle las cosas que sucederán “en los pos-
treros días” (Dan. 2:28). Daniel 7 y 8 se centran cada vez más en el poder del
cuerno pequeño. La recapitulación, expansión y ampliación de detalles continúa
en Daniel 11, en el que el Papado se convierte en el punto focal predominante.
Este énfasis en el Papado es apropiado cuando vemos que la fuerza principal
por enfrentar en la profecía de los 1.260 días/años debe ser, y solo puede ser,
el Papado, hasta la herida mortal en 1798, y más allá. Esta interpretación nos

125
Lección 11 // Material auxiliar para el maestro

conecta con los poderes de los que Juan habló proféticamente en Apocalipsis
12, 13 y 17.
En Apocalipsis 13, el poder de la bestia que sube del mar refleja las activi-
dades del cuerno pequeño en Daniel 7 y 8. Reina por el mismo período de 42
meses (Apoc. 13:5), o 1.260 años. Blasfema el nombre de Dios y su tabernáculo
(Apoc. 13:6). Mata a espada y hace guerra contra los santos (Apoc. 13:10). Será
adorado (Apoc. 13:8). Estas descripciones se cumplen en el Papado. Pero Dios
protegió a la mujer, su iglesia, del poder (inducido por la serpiente) de la bestia
que sube del mar, y la Tierra “tragó el río” (Apoc. 12:16).
El preterismo le asigna una nueva fecha al profeta Daniel en el siglo II, después
de que Babilonia, Medopersia y Grecia entraran en escena. Además, el preteris-
mo reinterpreta el poder del cuerno pequeño como un rey seléucida, Antíoco
Epífanes IV. (El futurismo también tiende a interpretar que el cuerno pequeño
es Antíoco IV, pero luego también sugiere que aparecerá un futuro anticristo en
el tiempo del fin.) Sin embargo, esta identificación no encaja, por varias razones:
(1) el origen del cuerno pequeño. El cuerno pequeño salió “de uno de ellos” (Dan.
8:9). Los preteristas sostienen que el cuerno pequeño salió de uno de los cuatro
cuernos (los generales Lisímaco, Casandro, Ptolomeo y Seleuco, y sus sucesores
como jefes de los cuatro reinos macedonios en los que se dividió el imperio de
Alejandro Magno). Pero la evidencia gramatical, contextual y sintáctica apunta
a la conclusión de que el cuerno pequeño salió de uno de los “cuatro vientos”,
o puntos cardinales, una expresión que precede inmediatamente a la frase. (2)
La progresión del poder en los reinos. El carnero medopersa “se engrandecía”
(Dan. 8:4), el macho cabrío griego “se engrandeció sobremanera” (Dan. 8:8), el
cuerno pequeño “se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos” (Dan. 8:10,
11). Pero este engrandecimiento del poder no puede atribuirse a un solo gober-
nante débil como Antíoco IV. (3) La disposición del orden. Antíoco IV gobernó en
medio de la dinastía seléucida, la séptima de una serie de 27 reyes. El poder del
cuerno pequeño aparece “al fin del reinado de estos” (Dan. 8:23). Roma aparece
en la última parte del Imperio Griego, no así Antíoco IV. (4) La dirección de la
conquista. El poder del cuerno pequeño era para conquistar hacia el este, el sur
y “hacia la tierra gloriosa” (Dan. 8:9); es decir, desde la dirección del oeste. Pero
Antíoco IV fue el responsable de la pérdida de Judea, la “tierra gloriosa”, no de
su conquista, y solo tuvo un éxito limitado en el sur (Egipto). (5) La abominación
desoladora. Los eruditos creen que Antíoco IV causó la desolación del Santua-
rio, pero Jesús en su época cita a Daniel y menciona que esta desolación aún
está en el futuro (Mat. 24:15), y Antíoco IV ya había muerto hacía dos siglos. (6)
Los “días” tarde/mañana. Las 2.300 tardes/mañanas se interpretan como los
sacrificios que cesaron durante la profanación del Templo por parte de Antíoco
IV. Por lo tanto, para adaptar la interpretación de Antíoco, el número se reduce
a 1.150 días literales. Pero la frase ‘ereb bōqer es muy similar a la designación
utilizada en Génesis 1 para referirse al día de 24 horas. Sin embargo, los sacrificios

126
Material auxiliar para el maestro // Lección 11

matutinos y vespertinos relacionados con el Santuario terrenal se mencionan


en un orden diferente; por ende, la desolación mencionada en Daniel 8:13 no se
refiere a la interrupción de los servicios del Santuario terrenal durante la época
de Antíoco. (7) El cierre profético de la profecía. La estrecha relación entre Daniel
2 y 7 indica que hay una conclusión gloriosa. Pero, si Judas Macabeo, el judío,
derrotó a Antíoco IV, ¿cómo llega Judas en las nubes de los cielos, como el hijo
de hombre (Dan. 7:13), y en qué sentido su reino es eterno (Dan. 7:14)? (N. R.
Gulley, Systematic Theology: The Church and the Last Things, pp. 713–717). Ni la
interpretación preterista ni la futurista coinciden con los criterios del texto ni con
el testimonio de Jesús. Por lo tanto, por estas y otras razones, la interpretación
de Antíoco para Daniel 8 es insostenible. Solo la interpretación historicista de
la profecía es la que identifica con precisión los últimos 2.600 años de historia
en una perspectiva profética y secuencial.

APLICACIÓN A LA VIDA
¿Por qué en el siglo XXI nos importan estos detalles? Al examinar algunos
de los desafíos planteados al modelo historicista de interpretación profética,
debemos admitir que cuando usamos las Escrituras para interpretar las Es-
crituras y permitir que los profetas Daniel y Juan hablen sobre estos asuntos,
debemos concluir con los reformadores que el poder del cuerno pequeño salió
de la cuarta bestia (Dan. 7) desde el occidente hacia los cuatro vientos (Dan.
8) y gobernó durante 1.260 años, poco antes de que Cristo entrara en el Lugar
Santísimo del Santuario. Juan se refiere a este mismo poder como la bestia que
sube del mar (Apoc. 13:1-10). Solo hay una entidad que se ajusta a los criterios
de las Escrituras y la historia: la Roma papal. También debemos reconocer que
los otros dos métodos principales de interpretación, el preterismo y el futurismo,
se originaron en Roma con el objetivo principal de rechazar la interpretación
protestante durante la Contrarreforma. Este hecho plantea serias dudas sobre
las principales iglesias protestantes actuales que han adoptado estos modelos
católicos. Sin duda, esta situación apunta al cumplimiento de nuestra misión
para proclamar el mensaje de los tres ángeles de llamar al pueblo de Dios a salir
de la confusión de Babilonia, mientras todavía haya tiempo en la historia de la
Tierra. Plantea estas preguntas en la clase:
1. ¿Cuánto han cambiado las iglesias protestantes en la actualidad? ¿De qué
manera la posición historicista los ha protegido de los errores que enseña la
Iglesia Católica, y cómo se ha eliminado esa protección en la práctica?
2. ¿De qué maneras puedes compartir el singular mensaje del “evangelio
eterno” incorporado en el mensaje de los tres ángeles “a toda nación, tribu,
lengua y pueblo” (Apoc. 14:6, 7)?

127
Lección 12: Para el 20 de junio de 2020

CÓMO ABORDAR PASAJES


DIFÍCILES

Sábado 13 de junio

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 2 Timoteo 2:10-15; 1 Crónicas


29:17; Santiago 4:6-10; Gálatas 6:9; Hechos 17:11.

PARA MEMORIZAR:
“Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación;
como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha
sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de
estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los
indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para
su propia perdición” (2 Ped. 3:15, 16).

l analizar las cartas del apóstol Pablo, Pedro escribe que, en ellas y en

A algunos otros lugares de las Escrituras, hay algunas cosas “difíciles de


entender”. “Los indoctos e inconstantes” (2 Ped. 3:16) tuercen o distorsio-
nan estas palabras para su propia destrucción. Pedro no dice que todas las
cosas sean difíciles de entender, sino solo algunas.
Esta semana le daremos una mirada, no tanto a los textos difíciles propia-
mente dichos, sino a las posibles razones de estos desafíos y de qué manera
podemos resolverlos. En definitiva, algunas de estas declaraciones desafiantes
quizá nunca se resuelvan de este lado del cielo. Al mismo tiempo, la gran ma-
yoría de los pasajes bíblicos no presentan ninguna dificultad, y no debemos
permitir que el escaso número de pasajes difíciles debilite nuestra confianza
en la confiabilidad y la autoridad de la Palabra de Dios en su conjunto.
128 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 132 - Durante esta semana, CS cap. 41.
Domingo 14 de junio | Lección 12

RAZONES POSIBLES PARA CONTRADICCIONES


APARENTES
Lee 2 Timoteo 2:10 al 15. Pablo le advierte a Timoteo que sea diligente
y que “us[e] bien la palabra de verdad”. ¿Qué mensaje importante nos está
dando a todos nosotros aquí?

Nadie que estudie la Biblia con reflexión y honestidad negará el hecho


de que hay cosas en la Biblia que son difíciles de entender. Esta realidad no
debería perturbarnos. De hecho, en cierto sentido, esas dificultades son de
esperar. A fin de cuentas, somos seres imperfectos y finitos, y nadie tiene
un conocimiento exhaustivo de cada esfera de aprendizaje, y mucho menos
de las cosas divinas. Por lo tanto, cuando los seres humanos ignorantes y
finitos intentan comprender la sabiduría del Dios infinito de las Escrituras,
es probable que haya alguna dificultad. Sin embargo, esa dificultad para
entender las enseñanzas bíblicas de ninguna manera prueba que lo que la
Biblia afirma es falso.
Quienes rechazan la enseñanza bíblica de la revelación y la inspira-
ción divinas a menudo afirman que esas dificultades son contradicciones
y errores. Como para ellos la Biblia es casi como cualquier libro humano,
creen que la Biblia debe contener imperfecciones y errores. Con esa actitud,
a menudo no hay un intento serio de buscar una explicación que tenga en
cuenta la unidad y la confiabilidad de las Escrituras como consecuencia de
su inspiración divina. Quienes comienzan a cuestionar las primeras páginas
de las Escrituras, el relato de la Creación (por ejemplo), pronto también
pueden verse tentados a poner bajo un manto de duda e incertidumbre gran
parte del resto de las Escrituras.
Algunas discrepancias en las Escrituras podrían deberse a errores me-
nores de copistas o traductores. Elena de White declaró: “Algunos nos miran
serios y dicen: ‘¿No creen que pudo haber habido algún error de copista o
traductor?’ Todo es probable, y los que son tan estrechos para vacilar y tro-
pezar en esa posibilidad o probabilidad también estarán listos para tropezar
en los misterios de la Palabra inspirada, porque su mente débil no puede
discernir los propósitos de Dios. Sí, tropezarían con la misma facilidad en los
claros hechos que acepta la mente común que discierne lo divino, y para la
cual las declaraciones de Dios son claras y bellas, llenas de meollo y grosura.
Todos los errores no ocasionarán dificultad a un alma ni harán que ningún
pie tropiece, a menos que se trate de alguien que elaboraría dificultades de
la más sencilla verdad revelada” (MS 1:18, 19).

¿Por qué es tan importante que abordemos la Biblia con un espíritu de humildad
y sumisión?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 133 - Durante esta semana, CS cap. 41. 129
Lección 12 | Lunes 15 de junio

AFRONTAR LAS DIFICULTADES CON HONESTIDAD


Y CUIDADO
¿Alguna vez te encontraste con un versículo o un pasaje que no enten-
días, o que te resultaba difícil armonizar con otros textos o con la realidad
en general? Es difícil imaginar que en algún momento no hayas enfrentado
este problema. La pregunta es: ¿cómo respondiste? O, mejor aún, ¿cómo
deberías responder?

Lee 1 Crónicas 29:17, Proverbios 2:7 y 1 Timoteo 4:16. ¿Qué dicen estos
versículos que puede aplicarse a la cuestión de cómo abordar los pasajes
difíciles?

Solo con honestidad podemos enfrentar las dificultades en forma ade-


cuada. La honestidad nos protege para no evadir ninguna dificultad ni
intentar ocultarla. La honestidad también nos impedirá dar respuestas
superficiales que no soporten realmente la prueba del escrutinio. Dios se
complace con la honestidad y la integridad. Por lo tanto, debemos emular
su carácter en todo lo que hacemos, incluso en nuestro estudio de la Biblia.
Los honestos afrontarán las dificultades de la Biblia de tal manera que
tendrán cuidado de no presentar información fuera de contexto, distor-
sionar la verdad con lenguaje cargado o engañar a otros mediante la manipu-
lación de pruebas. Es mucho mejor aguardar una respuesta sostenible para
una dificultad que intentar brindar una solución evasiva o insatisfactoria.
Un efecto secundario positivo de ser honesto en nuestro estudio bíblico es
que genera confianza, y la confianza es la base de todas las relaciones perso-
nales sanas; convence a la gente mucho más que las respuestas endebles. Es
mejor decir que simplemente no sabes cómo responder la pregunta o cómo
explicar el texto con precisión que procurar que este diga lo que tú quieres
que diga cuando, quizá, realmente no sea así.
Las personas cuidadosas fervientemente desean conocer la verdad de la
Palabra de Dios y, por lo tanto, se cercioran constantemente de no apresu-
rarse a llegar a conclusiones basadas en un conocimiento limitado o en una
evidencia endeble. Los cuidadosos deciden no pasar por alto ningún aspecto
ni detalle que pueda ser importante. No se apresuran en su pensamiento;
son minuciosas y diligentes en el estudio de la Palabra de Dios y en toda la
información relacionada.

¿Qué haces tú, o qué deberías hacer, con textos que no entiendes plenamente o
que parece que no encajan con tu interpretación de la verdad?

130 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 134 - Durante esta semana, CS cap. 41.
Martes 16 de junio | Lección 12

AFRONTAR LAS DIFICULTADES CON HUMILDAD


Lee Santiago 4:6 al 10, 2 Crónicas 7:14 y Sofonías 3:12. ¿Por qué es impor-
tante la humildad cuando tratamos de abordar pasajes bíblicos difíciles?

Muchos han llegado al increíble y aleccionador descubrimiento de que


dependen de algo y de alguien fuera de sí mismos. Se dan cuenta de que
no son la medida de todas las cosas. Estas personas valoran la verdad por
sobre la necesidad de su ego de tener la razón, y son conscientes de que la
verdad no es creación suya, sino que esta los confronta. Quizá la verdad
más grande que estos conciban sea lo poco que realmente saben acerca de
la verdad. Ellos saben, según escribió Pablo, que “vemos por espejo, oscu-
ramente” (1 Cor. 13:12).
Los beneficios de esta humildad de pensamiento son diversos: el hábito
de la indagación humilde es la base de todo aumento de conocimiento, ya
que genera una libertad que naturalmente produce un espíritu dócil. Esto no
significa que los humildes muchas veces estén necesariamente equivocados,
o que siempre cambiarán de opinión y nunca tendrán una convicción firme.
Solo significa que son sumisos a la verdad bíblica. Son conscientes de las
limitaciones de su conocimiento y, por lo tanto, son capaces de expandir su
conocimiento y su comprensión de la Palabra de Dios de una manera que
el intelectual arrogante y el orgulloso no pueden.
“Todos los que acudan a la Palabra de Dios en busca de orientación, con
mente humilde e inquieta, decididos a conocer los términos de la salvación,
comprenderán lo que dice la Escritura. Pero, los que aportan a la investiga-
ción de la Palabra un espíritu que esta no aprueba, extraerán del estudio
un espíritu que Dios no ha impartido. El Señor no le hablará a una mente
desinteresada. No desperdicia su instrucción en alguien que es irreverente
o que se corrompe por voluntad propia. Pero el tentador educa a todas las
mentes que se someten a sus sugerencias y están dispuestas a hacer que la
Ley santa de Dios no tenga ningún efecto.
“Necesitamos humillarnos de corazón, y con sinceridad y reverencia
investigar la Palabra de vida; solo la mente que es humilde y contrita puede
ver la luz” (The Advent Review and Sabbath Herald, 22 de agosto de 1907).

¿Cómo lograr el equilibrio justo entre la humildad y la certeza? Por ejemplo, ¿cómo
responderías a la siguiente acusación: ¿Cómo pueden estar tan seguros los adven-
tistas del séptimo día de que tienen razón con respecto al sábado y que casi todos
los demás están equivocados?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 135 - Durante esta semana, CS cap. 41. 131
Lección 12 | Miércoles 17 de junio

DETERMINACIÓN Y PRÁCTICA
Lee Gálatas 6:9. Si bien Pablo aquí habla sobre nuestra persistencia en
hacer el bien a los demás, necesitamos tener la misma actitud al ocuparnos
de cuestiones difíciles. ¿Por qué la determinación y la paciencia son impor-
tantes para resolver problemas?

Conseguir algo siempre requiere tenacidad. Lo que logramos con de-


masiada facilidad a menudo lo consideramos con demasiada ligereza. Las
dificultades en la Biblia nos dan la oportunidad de poner a trabajar nuestro
cerebro, y la determinación y la persistencia con la que buscamos una so-
lución revelan cuán importante es el tema para nosotros. Siempre que
dediquemos tiempo a estudiar la Biblia para tratar de descubrir más sobre
su significado y su mensaje es un tiempo bien invertido. Tal vez la expe-
riencia de buscar diligentemente una respuesta en las Escrituras, incluso
durante mucho tiempo, será de mayor bendición que la solución al problema
si finalmente lo hallamos. Al fin y al cabo, cuando encontramos la solución
a un problema acuciante, esto es muy valioso para nosotros.
El hecho de que no puedas resolver una dificultad rápidamente no prueba
que no se pueda resolver. Es notable la frecuencia con la que pasamos por
alto este hecho evidente. Hay muchos que, al toparse con una dificultad
en la Biblia, al pensar un poco al respecto y no poder ver ninguna solución
posible, inmediatamente llegan a la conclusión de que el problema no puede
resolverse. Algunos comienzan a cuestionar la credibilidad de toda la Biblia.
Pero, no debemos olvidar que puede haber una solución muy fácil, por más
que en nuestra limitada sabiduría humana (o ignorancia) no la veamos. ¿Qué
pensaríamos de un principiante en álgebra que, después de haber intentado
en vano durante media hora resolver un problema difícil, declara que no hay
una solución posible al problema porque no pudo encontrarla? Lo mismo
ocurre con nuestro estudio de la Biblia.
Cuando algunas dificultades desafíen incluso tus mayores esfuerzos
para resolverlas, déjalas a un lado por un tiempo y, mientras tanto, practica
lo que Dios te ha mostrado claramente. Algunas ideas espirituales se ob-
tienen solo después de haber estado dispuestos a seguir lo que Dios ya nos
ha dicho que hagamos. Por lo tanto, sé persistente y paciente en tu estudio
de la Biblia. A fin de cuentas, la paciencia es una virtud de los creyentes del
tiempo del fin (ver Apoc. 14:12).

¿Qué podemos aprender de otros que han estudiado pasajes bíblicos desafiantes
con diligencia y paciencia? ¿Cómo podemos alentar a otros a no rendirse en su
búsqueda de la verdad?

132 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 136 - Durante esta semana, CS cap. 41.
Jueves 18 de junio | Lección 12

AFRONTAR LAS DIFICULTADES DE MANERA


ESPIRITUAL Y CON ORACIÓN
Lee Hechos 17:11; 8:35; y 15:15 y 16. ¿Qué hicieron los apóstoles y los miem-
bros de la iglesia primitiva cuando se enfrentaron con cuestiones difíciles?
¿Por qué la Biblia sigue siendo la mejor fuente para su propia interpretación?

La mejor solución para las dificultades bíblicas todavía se encuentra en


la Biblia misma. Los problemas bíblicos se abordan mejor cuando se estu-
dian a la luz de toda la Escritura en vez de tratar solo un texto aislado de
los demás o de toda la Escritura. De hecho, debemos utilizar la Biblia como
herramienta para entenderla. Aprender a extraer las grandes verdades que
se encuentran en las Escrituras es una de las cosas más importantes que
podemos hacer.
Si no comprendes un pasaje de la Biblia, trata de encontrar algo de luz
de otros pasajes bíblicos que aborden el mismo tema. Siempre trata de en-
contrar declaraciones rotundas de las Escrituras para arrojar luz sobre esos
pasajes que son menos claros. También es muy importante no oscurecer ni
empañar declaraciones bíblicas contundentes sumándoles pasajes difíciles
de entender. En vez de que las fuentes extrabíblicas, o la filosofía o la ciencia
expliquen el significado de la Biblia, debemos permitir que el mismo texto
bíblico nos revele su significado.
Se ha dicho que, de rodillas, literalmente miramos las dificultades desde
una nueva perspectiva. Porque al orar, expresamos que necesitamos ayuda
divina para interpretar y comprender las Escrituras. Al orar, buscamos la
iluminación de nuestra mente a través del mismo Espíritu Santo que inspiró
a los escritores bíblicos para que escribieran lo que escribieron.
Al orar, nuestros motivos se dan a conocer, y podemos decirle a Dios por
qué queremos entender lo que leemos. Al orar, le pedimos a Dios que abra
nuestros ojos a su Palabra y que nos dé un espíritu dispuesto a seguir y
practicar su verdad. (¡Esto es fundamental!) Cuando Dios nos guía a través
de su Espíritu Santo en respuesta a nuestras oraciones, no contradice lo
que ha revelado en la Biblia. Dios siempre estará en armonía con la Biblia,
confirmará lo que comunicó mediante los escritores bíblicos y construirá
sobre eso.

¿Cómo te ayuda la oración a prepararte mentalmente para comprender y obedecer


mejor la Palabra de Dios?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 137 - Durante esta semana, CS cap. 41. 133
Lección 12 | Viernes 19 de junio

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:


Lee Elena de White, El camino a Cristo, “Qué hacer con la duda”, pp. 90-
97; y del documento “Métodos de estudio de la Biblia”, la octava parte, que
se encuentra en https://cort.as/-MdHR.
En la Biblia hay muchos misterios que a los seres humanos finitos se
nos hace difícil comprender y que son demasiado profundos para poder
explicarlos completamente. Por eso, necesitamos una mente humilde, y
deberíamos estar dispuestos a aprender de las Escrituras con oración. La
fidelidad a las Escrituras permite que el texto bíblico, a pesar de que su signi-
ficado vaya en contra de nuestro razonamiento, diga lo que realmente dice.
La fidelidad a las Escrituras respetará el texto; no lo alterará (sí, algunos en
efecto cambian los textos) ni evadirá su verdadero significado.
“Cuando la Palabra de Dios se abre sin oración ni reverencia; cuando
los pensamientos y los afectos no están fijos en Dios, o en armonía con su
voluntad, la mente es oscurecida con dudas; y entonces, con el mismo es-
tudio de la Biblia se fortalece el escepticismo. El enemigo se posesiona de los
pensamientos y sugiere interpretaciones incorrectas. Cuando los hombres
no procuran estar en armonía con Dios en obras y en palabras, entonces,
por más instruidos que puedan ser, están expuestos a errar en su modo de
entender las Escrituras y no es seguro confiar en sus explicaciones. Los que
acuden a las Escrituras para encontrar contradicciones no tienen discerni-
miento espiritual. Con visión distorsionada, encontrarán muchos motivos
para dudar y no creer en cosas que son realmente claras y sencillas” (CC 95).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. ¿Por qué las actitudes hacia la Biblia que analizamos esta semana
son esenciales para una comprensión adecuada de las Escrituras?
¿Qué otras actitudes hacia la Biblia crees que son básicas para en-
tenderla mejor?
2. ¿Por qué no deberíamos sorprendernos de encontrar cosas en la
Biblia que son difíciles de explicar y entender? De hecho, ¿cuántas
cosas del mismo mundo natural a veces son difíciles de entender?
Hasta el día de hoy, por ejemplo, el agua (¡el agua!) está llena de
misterios.
3. Como adventistas, ¿cómo podemos responder la pregunta de Lu-
cas 23:43, donde (según la mayoría de las traducciones) Jesús le dice
al ladrón que ese día estará en el cielo con Jesús? ¿Cómo responder
en forma honesta? ¿Cómo pueden, por ejemplo, pasajes como Juan
20:17, Eclesiastés 9:5 y 1 Corintios 15:16 al 20 ayudarnos a entender
este tema?

134 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 138 - Durante esta semana, CS cap. 41.
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...

Textos clave: 2 Pedro 3:15, 16; 2 Timoteo 2:15; 1 Timoteo 4:16;


1 Crónicas 29:17; Proverbios 2:7; Santiago 4:6; Gálatas 6:9.

RESEÑA
En algún momento, todo aquel que estudia la Biblia ha encontrado algunos
pasajes en las Escrituras que son difíciles de entender. Esta dificultad no de-
bería sorprendernos. Cualquiera que enfrente otra cultura y cosmovisión sabe
que, inevitablemente, habrá aspectos de ella que no entenderá de inmediato,
porque le son extraños. Lo mismo se aplica a la cosmovisión bíblica. Si enten-
diéramos todo en las Escrituras, no habría necesidad de adquirir nuevas ideas,
y habría menos incentivos para crecer en conocimiento espiritual. La forma en
que abordamos pasajes difíciles no solo revela mucho acerca de nuestra actitud
hacia las Escrituras; también muestra cuán serios somos en nuestra búsqueda
de respuestas. La cantidad de tiempo y energía mental que invertimos para
abordar las dificultades, tratando de encontrar soluciones que sean fieles a la
Escritura, revela cuán importante es la Escritura para nosotros y cuán importante
es encontrar respuestas para nosotros. Los pasajes difíciles no solo nos desafían,
sino también brindan una oportunidad única de profundizar e investigar las
Escrituras más a fondo para poder entender aún más cabalmente a los autores
bíblicos y el mensaje de Dios. No necesitamos tener miedo de encontrar aspectos
de las Escrituras que no entendemos. De hecho, podemos estar agradecidos
incluso por los pasajes desafiantes y difíciles de la Biblia, porque nos brindan la
oportunidad de crecer en nuestra comprensión. Hay algunas actitudes impor-
tantes que determinarán si esas dificultades se convertirán en una bendición o
una maldición para nosotros.

COMENTARIO
Posibles razones de las dificultades y las aparentes
contradicciones
Muchos eruditos que no creen en la inspiración divina de la Escritura supo-
nen que la Biblia es contradictoria y está llena de errores, porque a su modo
de ver ser humano significa ser falible e imperfecto. Si bien es cierto que los
seres humanos son falibles y no siempre son fidedignos, también es cierto que
incluso los seres humanos falibles son totalmente capaces de discernir y decir la
verdad. Si hasta los seres falibles son capaces de comunicar la verdad fielmente,
¿cuánto más deberíamos esperar que Dios, que es imposible que mienta (Heb.
6:18), pueda evitar que los escritores bíblicos nos confundan con lo que escriben?
Cuando la gente se acerca a las Escrituras con dudas metodológicas, aceptará
su veracidad solo cuando haya evidencias y pruebas indudables de su exactitud.
En lugar de otorgar a la Escritura el beneficio de la duda cuando no tenemos toda
la información disponible, muchos eruditos críticos solo aceptan esos pasajes

135
Lección 12 // Material auxiliar para el maestro

como confiables y verdaderos cuando la razón humana ha demostrado que


son correctos o cuando las evidencias externas han revelado claramente que la
Escritura está en armonía con hallazgos arqueológicos o científicos. Si estos cri-
terios externos son la norma final para lo que es aceptable, y la Escritura a veces
no responde a ello, estos intérpretes piensan que han hallado contradicciones.
Al analizar las declaraciones bíblicas, debemos recordar que sus escritores
con frecuencia utilizaban un lenguaje cotidiano, no técnico, habitual, para des-
cribir las cosas. Por ejemplo, hablaban de la salida del Sol (Núm. 2:3; Jos. 19:12)
y de la puesta del Sol (Deut. 11:30; Dan. 6:14); es decir, utilizaban el lenguaje
del aspecto en lugar del lenguaje científico. Además, no debemos confundir
una convención social con una afirmación científica. La necesidad de precisión
técnica varía según la situación en la que se hace una declaración. Por lo tanto,
la imprecisión no es lo mismo que la falsedad.
Algunas discrepancias pueden deberse a pequeñas variaciones y errores
causados por copistas y traductores de la Biblia. La mayoría de esos errores
de transmisión son cambios no intencionales, donde los copistas confunden
letras similares o, al copiar un texto, el copista accidentalmente “salta a otra
palabra o línea con la misma palabra o letra. Esta tendencia se agrava cuando
no hay espacios entre las palabras o los signos de puntuación, lo que sin duda
ocurrió con los textos griegos y también pudo haber sido el caso con el texto
hebreo” (P. D. Wegner, A Student’s Guide to Textual Criticism of the Bible, p.
46). A veces se presenta una inversión en el orden de dos letras o palabras. Por
ejemplo, en Juan 1:42, el nombre “Juan” [Iōannou], como se encuentra en varios
manuscritos, se lee “Juna” [Iōna] en algunos otros manuscritos (ver Wegner,
p. 48, para este y otros ejemplos). Esos problemas no deberían angustiarnos.
En primer lugar, los manuscritos bíblicos son, con mucho, los manuscritos más
confiables y mejor conservados del mundo antiguo. No existe dentro de la
literatura otra obra que se transmita en tantos manuscritos y se copie tan
meticulosamente en referencia a la composición original como los manuscritos
bíblicos. En segundo lugar, esos cambios menores pueden corregirse a la luz
de las demás evidencias disponibles. No afectan ninguna doctrina principal ni
enseñanza de la Biblia. Si bien los copistas y los traductores generalmente han
sido extremadamente cuidadosos en su trabajo, no eran inspirados como los
autores bíblicos originales. Elena de White era consciente de que “pudo haber
habido algún error de copista o traductor”. Pero, para ella, todos esos “errores
no ocasionarán dificultad a un alma ni harán que ningún pie tropiece, a menos
que se trate de alguien que elaboraría dificultades de la más sencilla verdad
revelada” (MS 1:18, 19).

Enfrentar las dificultades con honestidad y cuidado


Dios se complace en la honestidad (1 Crón. 29:17). Si buscamos sincera-
mente la verdad, la encontraremos. La honestidad ganará, a la larga. Tratar las

136
Material auxiliar para el maestro // Lección 12

dificultades honestamente significa que no las negamos ni distorsionamos las


evidencias, sino que las tratamos de manera imparcial. Es mucho mejor admitir
honestamente que no tenemos una respuesta satisfactoria a una dificultad
que torcer las evidencias para hacerlas más agradables a nuestro gusto. Las
respuestas superficiales no resistirán la prueba del escrutinio y arrojarán sombra
sobre nuestra credibilidad. Una mentira piadosa es quizá la mentira más des-
tructiva de todas, porque arroja una sombra oscura sobre el carácter de Dios y
su Palabra, y pondrá en duda incluso nuestra propia integridad. Si ignoramos la
honestidad en nuestra búsqueda de respuestas, mataremos nuestra conciencia
y pondremos en peligro nuestra vida espiritual. A la larga, corremos peligro de
no valorar para nada la verdad. Quizás al final, hasta podríamos ser incapaces
de distinguir la verdad del error. Pero, la honestidad trae consigo una bendición
desde el mismo comienzo: genera confianza con las mismas personas a quienes
queremos ganar para la verdad de la Biblia. La honestidad es la base de todas
las relaciones personales saludables. Nuestra honestidad debe ir acompañada de
cuidado. La honestidad puede esperar y no se apresurará a sacar conclusiones
apresuradas que se basen en información limitada. La honestidad hará todo lo
necesario para evaluar cuidadosamente las evidencias disponibles.
¿Recuerdas algún ejemplo de respuestas deshonestas sobre la Biblia y el
impacto negativo (a largo plazo) que han tenido en los demás? ¿Recuerdas
situaciones en las que las respuestas honestas a las preguntas bíblicas hayan
tenido un impacto positivo (a largo plazo) en quienes las escucharon?

Enfrentar las dificultades con humildad


La humildad es lo opuesto al orgullo. El orgullo nos impide apreciar las ideas
y los logros de los demás. El orgullo no necesita aprender, porque piensa que
ya lo sabe todo. La humildad, por otro lado, reconoce que la verdad no es algo
creado por nosotros mismos, sino que es inspirada por Dios (ver 2 Tim. 3:16).
Los humildes tienen un espíritu dócil y no pretenden tener todas las respuestas.
Son capaces de expandir su conocimiento de la Palabra de Dios de una ma-
nera que los arrogantes y orgullosos no pueden hacer. Debido a que el orgullo
está profundamente arraigado en todos nosotros y la humildad va en contra
de nuestra cultura y sociedad, una actitud humilde quizá sea la más difícil de
asumir en el estudio de la Biblia.
¿Conoces a alguien que tenga un carácter intelectual auténticamente hu-
milde? ¿Quién es? ¿Qué es lo que más te impresiona de su vida y sus estudios?
Reflexiona en la siguiente declaración de Elena de White sobre este tema:
“Los que desean dudar tendrán abundante ocasión para ello. Dios no se propo-
ne evitarnos toda oportunidad de ser incrédulos. Él da evidencias, que deben
ser investigadas cuidadosamente con mente humilde y espíritu susceptible de
ser enseñado; y todos deben decidir por el peso de la evidencia” (MCP 2:674).

137
Lección 12 // Material auxiliar para el maestro

Enfrentar las dificultades con determinación y paciencia


Algunas dificultades desafían las respuestas fáciles y rápidas. Requieren de-
terminación y paciencia. Durante siglos, los eruditos estuvieron perplejos sobre
una de las discrepancias más desconcertantes de la Escritura: los números dis-
pares de los reinados de los reyes hebreos en el Antiguo Testamento. La Biblia
proporciona mucha información sobre estos reyes, pero cuando la información
se junta, parece contradictoria. Hubiera sido fácil para el erudito adventista Ed-
win Thiele aceptar como un hecho esta discrepancia sin resolver. Pero, debido
a que creía en la veracidad y la confiabilidad de las Escrituras, estaba decidido
a no darse por vencido, y durante años estudió todas las evidencias. Al estudiar
cuidadosamente los datos bíblicos y compararlos con fuentes extrabíblicas, fi-
nalmente pudo demostrar que se utilizaron diferentes métodos para contabilizar
los años en los reinados de los reyes hebreos. Su solución es coherente con el
registro de las Escrituras y los registros de otras naciones del mundo antiguo.
Su libro The Mysterious Numbers of the Hebrew Kings [Los números misterio-
sos de los reyes hebreos] ha llegado a ser una obra de referencia ampliamente
reconocida en los círculos académicos, mucho más allá de las fronteras de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día.

APLICACIÓN A LA VIDA
Muchos de los llamados errores no son resultado de la revelación de Dios,
sino de nuestras malas interpretaciones. No surgen de ninguna oscuridad de la
Biblia sino de la ceguera y el prejuicio del intérprete. Sin embargo, hay algunas
dificultades bíblicas que desafían las soluciones rápidas. Son difíciles de enten-
der, incluso para la persona más honesta y decidida. Pero, el hecho de que yo
no haya encontrado una solución a un problema en particular no significa que
no haya ninguna solución. Es muy probable que otros que estudian la Biblia
cuidadosamente hayan luchado con la misma dificultad mucho antes que yo, y
probablemente haya una respuesta, por más que yo no sea consciente de ello.
Pero, también podemos experimentar lo mismo que Daniel cuando se encon-
tró con pasajes de las Escrituras que no entendía. Él oró (ver Dan. 8:27–9:27). Al
arrodillarnos, podemos obtener una perspectiva completamente nueva sobre
algunos problemas.
¿En qué situaciones la oración ha marcado una diferencia en tu vida, tratán-
dose de preguntas difíciles? Comparte tu experiencia con los demás.
Para más principios y ejemplos específicos sobre cómo abordar pasajes
difíciles, ver Gerhard Pfandl (ed.), Interpretación de las Escrituras: Preguntas y
respuestas bíblicas (Florida, Buenos Aires, ACES, 2012).

138
Lección 13: Para el 27 de junio de 2020

CÓMO VIVIR DE ACUERDO


CON LA PALABRA DE DIOS

Sábado 20 de junio

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Filipenses 2:12-16; Lucas 4:4, 8,


10-12; Salmos 37:7; 46:10; 62:1, 2, 5; Colosenses 3:16.

PARA MEMORIZAR:
“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañán-
doos a vosotros mismos” (Sant. 1:22).

l mejor método para estudiar la Biblia no sirve de nada si no estamos

E decididos a vivir de acuerdo con lo que aprendemos de las Escrituras. Lo


que es válido para la educación en general también lo es para el estudio
de la Biblia en particular: aprendemos mejor no solo leyendo o escuchando,
sino practicando lo que sabemos. Esta obediencia abre un tesoro lleno de
bendiciones divinas que de otro modo nos estarían vedadas, y nos guía por
un camino emocionante que transforma la vida para aumentar nuestra
comprensión y nuestro conocimiento. Si no estamos dispuestos a cumplir
con la Palabra de Dios y no estamos dispuestos a practicar lo que hemos
estudiado, no creceremos. Y nuestro testimonio se verá afectado porque
nuestra vida no armoniza con nuestras palabras.
Crecemos en gracia y sabiduría mediante modelos inspiradores que nos
ilustran lo que significa vivir según la Palabra de Dios. No hay mejor ejemplo
que Jesucristo y ninguna fuerza motivadora más poderosa que él. Él nos
dio un modelo para seguir. Vivió en plena armonía con la voluntad de Dios.

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 139 - Durante esta semana, CS cap. 42. 139
Lección 13 | Domingo 21 de junio

LA PALABRA VIVA DE DIOS Y EL ESPÍRITU SANTO


Estudiar la Palabra de Dios cuidadosamente y con el método apropiado
es muy importante. Pero también es importante, y quizás incluso más, que
pongamos en práctica lo que aprendimos. El objetivo final de estudiar la
Biblia no radica en adquirir un mayor conocimiento, por maravilloso que
sea. El objetivo no es que dominemos la Palabra de Dios, sino que la Palabra
de Dios nos domine a nosotros, que cambie nuestra vida y nuestra forma de
pensar. Eso es lo que importa. Estar dispuestos a vivir la verdad que hemos
aprendido significa estar dispuestos a someternos a esa verdad bíblica. Esta
decisión a veces implica una lucha intensa, porque estamos librando una
batalla sobre quién tendrá la supremacía en nuestro pensamiento y en
nuestra vida. Y, al final, solo hay dos bandos para elegir.

Lee Filipenses 2:12 al 16. ¿Qué dicen estos versículos acerca de cómo
debemos vivir?

Sí, Dios obra en nosotros, pero lo hace a través del Espíritu Santo, el único
que nos da sabiduría para entender la Santa Biblia. Además, como seres hu-
manos pecaminosos, a menudo nos oponemos a la verdad de Dios y, librados
a nuestras propias maquinaciones, no obedeceríamos la Palabra de Dios
(Rom. 1:25; Efe. 4:17, 18). Sin el Espíritu Santo, no hay aprecio por el mensaje
de Dios. No hay esperanza, no hay confianza, no hay amor en respuesta.
Mediante el Espíritu Santo, Dios en verdad “es el que en vosotros produce
así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Fil. 2:13).
El Espíritu Santo es un maestro que desea guiarnos a una comprensión
más profunda de las Escrituras y a una apreciación gozosa de la Palabra de
Dios. Trae la verdad de la Palabra de Dios a nuestra atención y nos da nuevas
ideas sobre esas verdades, para que nuestra vida se caracterice por la fide-
lidad y una obediencia amante a la voluntad de Dios. “Nadie puede explicar
la Biblia sin la ayuda del Espíritu Santo. Pero, cuando reciban la Palabra de
Dios con corazón humilde y dócil, los ángeles de Dios estarán a su lado para
impresionarlos con las evidencias de la verdad” (MS 1:493). De esta manera,
las cosas espirituales se interpretan espiritualmente (1 Cor. 2:13, 14) y podemos
seguir con alegría la Palabra de Dios “mañana tras mañana” (Isa. 50:4, 5).

Filipenses 2:16 dice que debemos “asi[rn]os de la palabra de vida”. ¿Qué crees que
significa eso? Y ¿cómo lo logramos? Ver además Deuteronomio 4:4, que enseña
algo similar. ¿Cuál es nuestro papel en todo este proceso?

140 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 140 - Durante esta semana, CS cap. 42.
Lunes 22 de junio | Lección 13

APRENDAMOS DE JESÚS
No hay mejor ejemplo para seguir, ni más inspirador, que Jesucristo.
Él conocía las Escrituras, y estuvo dispuesto a seguir la Palabra escrita de
Dios y cumplirla.

Lee Lucas 4:4, 8 y 10 al 12. ¿Cómo utiliza Jesús las Escrituras para contra-
rrestar las tentaciones de Satanás? ¿Qué nos dice esto sobre cuán medular
debe ser la Biblia para nuestra fe, especialmente en momentos de tentación?

Jesús conocía bien las Escrituras. Estaba tan íntimamente familiarizado


con la Palabra de Dios que podía citarla de memoria. Esta familiaridad con
la Palabra escrita de Dios debió haber sido el resultado de un valioso tiempo
de calidad con Dios al estudiar las Escrituras.
Si no hubiera sabido las palabras exactas de las Escrituras y el contexto
en el que aparecen, podría haber sido engañado fácilmente por el diablo. El
mismo diablo citó las Escrituras y las utilizó para sus propósitos engañosos.
Por lo tanto, el solo hecho de citar las Escrituras, como lo hizo el diablo, no
es suficiente. También es necesario saber qué más tiene que decir la Escri-
tura sobre un tema y saber su significado correcto. Solo esa familiaridad
con la Palabra de Dios nos ayudará, como Jesús, a no ser engañados por
el adversario de Dios, sino a resistir los ataques de Satanás. Vez tras vez
leemos que Jesús abría la mente de sus seguidores para entender la Escri-
tura al remitirlos a lo que “está escrito” (Luc. 24:45, 46; Mat. 11:10; Juan 6:45;
y otros). Daba por sentado que quienes leen las Escrituras pueden llegar
a comprender correctamente su significado: “¿Qué está escrito en la ley?
¿Cómo lees?” (Luc. 10:26). Para Jesús, lo que está escrito en la Biblia es la
norma por la que debemos vivir.
En Juan 7:38, Jesús, el Verbo de Dios hecho carne, les señaló a sus segui-
dores lo que dice la Escritura. Solo mediante la Biblia sabemos que Jesús es
el Mesías prometido. Son las Escrituras las que dan testimonio de él (Juan
5:39). Jesús mismo estuvo dispuesto a cumplir con las Escrituras, la Palabra
de Dios puesta por escrito. Si él estuvo dispuesto a hacerlo, ¿qué nos dice
esto sobre lo que deberíamos hacer nosotros también?

¿Cuál ha sido tu experiencia al utilizar las Escrituras en tu lucha contra la tentación?


Es decir, cuando te viste tentado, ¿comenzaste a leer la Biblia o a citar las Escritu-
ras? ¿Qué sucedió como resultado y qué aprendiste de esa experiencia?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 141 - Durante esta semana, CS cap. 42. 141
Lección 13 | Martes 23 de junio

¿JESÚS VERSUS LAS ESCRITURAS?


Lee Juan 5:45 al 47. ¿Qué poderoso mensaje nos da Jesús acerca de su
relación con la Biblia?

Algunos afirman que cuando Jesús hablaba sus palabras reflejaban un


marcado contraste con las palabras de las Escrituras, según se encuentran
en el Antiguo Testamento. Dicen que las palabras de Jesús estaban incluso
por encima de las palabras de la Biblia.
En el Nuevo Testamento, leemos que Jesús dijo: “Oísteis que fue dicho
[...]. Pero yo os digo [...]” (Mat. 5:43, 44; comparar con Mat. 5:21, 22, 27, 28, 33,
34, 38, 39). Cuando Jesús pronunció estas famosas palabras en el Sermón
del Monte, no trató de desechar ni de abolir el Antiguo Testamento, como
afirman algunos intérpretes. Él respondió a varias interpretaciones de las
Escrituras y a las tradiciones orales que algunos intérpretes de su época
utilizaban para justificar su comportamiento hacia los demás que Dios no
toleraba y que nunca ordenó, como aborrecer al enemigo (ver Mat. 5:43).
Jesús de ningún modo abolió el Antiguo Testamento ni disminuyó su
autoridad en ninguna medida. Al contrario. El Antiguo Testamento, por
cierto, prueba quién es él. Es más, Jesús profundizó el significado de las
declaraciones del Antiguo Testamento al señalarnos las intenciones ori-
ginales de Dios.
Utilizar la autoridad de Jesús para descalificar la Santa Biblia o para
denigrar algunas de sus partes como no inspiradas quizá sea una de las
críticas más sutiles a las Escrituras, y sin embargo es la más peligrosa,
porque se hace en el nombre mismo de Jesús. Tenemos el ejemplo de Jesús
de cuánta autoridad le dio a las Escrituras, que, en su época, consistía solo
en el Antiguo Testamento. ¿Qué más evidencia necesitamos sobre cómo
deberíamos considerar el Antiguo Testamento también?
Lejos de debilitar la autoridad de la Escritura, Jesús siempre la defendió
como una guía confiable. De hecho, declara inequívocamente, en el mismo
Sermón del Monte: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los
profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir” (Mat. 5:17). Y sigue
diciendo que “cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy
pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino
de los cielos” (Mat. 5:19).

¿Cuáles son algunas de las doctrinas clave que, hasta el día de hoy, se fundamen-
tan en el Antiguo Testamento? Piensa, por ejemplo, en la Creación (Gén. 1; 2) y
la caída (Gén. 3). ¿Qué otras verdades cristianas primordiales encontramos en el
Antiguo Testamento que luego se amplifican en el Nuevo Testamento?

142 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 142 - Durante esta semana, CS cap. 42.
Miércoles 24 de junio | Lección 13

TIEMPO A SOLAS CON LA PALABRA DE DIOS


Nuestra vida tiende a ser agitada, y llena de tensión y estrés. A veces
tenemos que trabajar mucho, solo para sobrevivir y poner comida en la
mesa. Otras veces, incluso cuando tenemos cubiertas las necesidades bá-
sicas de la vida, nos atosigamos porque queremos cada vez más. Queremos
las cosas que creemos que nos harán sentir felices y realizados. Pero, como
nos advierte Salomón en el libro de Eclesiastés, eso no siempre es así.
Cualquiera que sea la razón, quizás estemos tremendamente ocupados
en nuestra vida, por lo que es muy fácil desplazar a Dios en medio del aje-
treo. No es que no creamos en él, sino que simplemente no pasamos tiempo
de calidad leyendo, orando y acercándonos al Señor “en cuya mano está tu
vida” (Dan. 5:23). Podemos estar demasiado distraídos con otras cosas como
para pasar tiempo de calidad con Dios. Todos necesitamos momentos en
los que deliberadamente reduzcamos la velocidad para encontrarnos con el
que es nuestro Salvador, Jesús. ¿Cómo puede hablarnos el Espíritu Santo si
no hacemos una pausa para escuchar? En el momento especial a solas con
Dios, en la lectura de su Palabra y en la comunicación de la oración está la
fuente de nuestra vida espiritual.

Lee Salmos 37:7; 46:10; y 62: 1, 2 y 5. ¿Qué nos enseñan estos versículos
sobre pasar tiempo a solas con Dios? ¿Por qué es tan importante este tiempo
a solas con Dios?

Si amas a alguien, disfrutas pasar tiempo a solas con ese ser amado. Elige
un lugar en el que puedas leer y reflexionar sobre la Palabra de Dios sin
interrupciones. En nuestra vida agitada, esto puede tener éxito solo si deli-
beradamente reservas un tiempo específico para este encuentro. A menudo,
el comienzo del día es ideal para estos minutos de tranquilidad y reflexión.
Esos momentos antes de que comience el día de trabajo pueden convertirse
en una bendición para el resto del día, porque los valiosos pensamientos
que obtienes te acompañarán durante muchas horas. Pero, sé creativo para
hallar el tiempo de calidad adecuado que necesitas para encontrarte con
Dios sin interrupciones.
Estar conectado con el Dios viviente de la Biblia mediante la oración
afecta tu vida como ninguna otra cosa. Con el tiempo, esto contribuirá a
que seas más semejante a Jesús.

¿Cuán deliberado eres al hacerte un tiempo para pasar a solas con el Señor? ¿Cómo
son esos tiempos y cómo te ayudan a conocer aún mejor la realidad y el amor de
Dios?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 143 - Durante esta semana, CS cap. 42. 143
Lección 13 | Jueves 25 de junio

LA MEMORIA Y EL CANTO
“En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti” (Sal.
119:11).
Memorizar las Escrituras trae bendiciones multiplicadas. Cuando con-
servamos pasajes preciosos de la Palabra de Dios en nuestra mente, podemos
dar nueva vida a lo que aprendimos de memoria y aplicarlo en circunstan-
cias nuevas y cambiantes. De esa manera, la Biblia impacta directamente
en nuestro pensamiento y nuestras decisiones, e influye en nuestros valores
y comportamiento. Memorizar las Escrituras da vida a la Biblia en nuestra
experiencia diaria. Además, nos ayuda a adorar a Dios y a vivir una vida
fiel, de acuerdo con las Escrituras.
Recordar las Escrituras palabra por palabra es una tremenda protección
contra los engaños y las falsas interpretaciones. Aprender las Escrituras de
memoria nos permite citarlas, incluso cuando no tenemos una Biblia a mano.
Esto puede convertirse en un tremendo poder para el bien en situaciones
en que surgen tentaciones o cuando nos enfrentamos a desafíos adversos.
Recordar las promesas de Dios, y fijar nuestra mente en la Palabra de Dios
antes que en nuestros problemas, eleva nuestros pensamientos a Dios,
quien tiene mil maneras de ayudarnos cuando nosotros no vemos ninguna.

Lee Efesios 5:19 y Colosenses 3:16. Cantar la Palabra de Dios, ¿cómo puede
establecerla y fortalecerla en nuestra mente?

Entonar las palabras de la Biblia también puede ser una forma poderosa
de memorizar pasajes de las Escrituras. Al cantar, recordamos más fácil-
mente las palabras de la Biblia. Combinar las palabras de las Escrituras con
bellas melodías las arraigará en nuestros pensamientos con mayor firmeza
y será una forma efectiva de disipar los estados de ánimo ansiosos. Niños
y adultos por igual fácilmente pueden entonar y memorizar pasajes de las
Escrituras relacionados con melodías sencillas pero armoniosas. Las Es-
crituras fueron la inspiración para numerosos oratorios, sinfonías y otras
obras musicales de fama mundial que han dado forma a la cultura cristiana
y la han influenciado a lo largo de los siglos. Las composiciones que elevan
nuestra mente y dirigen nuestros pensamientos a Dios y su Palabra son una
bendición maravillosa y una influencia positiva en nuestra vida.
“La música forma parte del culto tributado a Dios en los atrios celestiales,
y en nuestros cánticos de alabanza deberíamos procurar aproximarnos
tanto como sea posible a la armonía de los coros celestiales” (PP 645).

144 Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 144 - Durante esta semana, CS cap. 42.
Viernes 26 de junio | Lección 13

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:


Lee Elena de White, El camino a Cristo, “El privilegio de orar”, pp. 79-89.
“El ojo natural no puede nunca contemplar la gracia y la belleza de Cristo.
La iluminación interior, obra del Espíritu Santo, que revela al alma su real
impotencia, su condición desesperada, desprovista de la misericordia y el
perdón del que cargó con el pecado –de la total suficiencia de Cristo–, es lo
único que puede capacitar al hombre para discernir la infinita misericordia,
el inconmensurable amor, la benevolencia y la gloria de Jesús” (ATO 153).
“Habría que aprender de memoria algunas porciones de la Biblia, incluso
capítulos enteros, para repetirlos cuando Satanás aparece con sus tenta-
ciones [...]. Cuando Satanás trata de conducir la mente para que piense en
cosas terrenas y sensuales, la forma más eficaz de resistirlo es decir: ‘Escrito
está’ ” (MCP 2:661).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:


1. ¿Qué papel juega la realidad del libre albedrío en todas nuestras de-
cisiones en lo relacionado con la fe y la obediencia? Aunque muchos
aspectos de la vida escapan a nuestro control, tenemos libertad de
elección con respecto a las cosas cruciales, las que pertenecen a la
vida eterna. ¿Qué estás haciendo con el libre albedrío que Dios te
ha dado? ¿Qué tipo de decisiones espirituales estás tomando?
2. Piensa en el papel que el sábado puede y debe desempeñar en
términos de darnos un tiempo a solas con Dios. ¿De qué manera
guardar el sábado te protege de estar tan atrapado trabajando y
haciendo cosas que no pasas suficiente tiempo con Dios? ¿Cómo
puedes aprender a hacer del sábado la bendición espiritual para la
que fue creado?
3. ¿Cuál es tu experiencia de pasar tiempo a solas con Dios en oración
y estudio? ¿Cómo impacta tu fe en esta práctica espiritual? ¿Cómo
debería impactar tu fe? En clase, si se sienten cómodos, hablen de
los momentos personales de lectura y oración y lo que obtienen de
ellos. ¿Cómo podrían beneficiarse los demás de lo que aprendiste?
4. ¿Cuáles son algunos de tus versículos de memoria preferidos?
¿Qué es lo que te gusta de ellos? ¿Por qué ha sido una bendición
memorizarlos?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Salmos 145 - Durante esta semana, CS cap. 42. 145
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...

Textos clave: Santiago 1:22; Lucas 4:4, 8, 10–12; Juan 5:46, 47;
1 Corintios 2:12–14; Filipenses 2:13; Salmos 37:7; 46:10; 62:1, 2,
5; 119:11.

RESEÑA
Este trimestre hemos estudiado varios principios de interpretación bíblica.
Pero, los mejores principios hermenéuticos no servirán de nada si no conducen
a una práctica gozosa del mensaje bíblico. La exposición de la Escritura no es
solo un ejercicio intelectual. El objetivo de cualquier estudio de la Biblia es más
que adquirir conocimiento mental. Si se hace correctamente, conducirá a la
obediencia del corazón. Es una obediencia que es más profunda y más signi-
ficativa que la simple conformidad externa. Conducirá a una alegre fidelidad a
la voluntad de Dios. Las verdades de las Escrituras son para ser vividas, no solo
para ser creídas. Esa respuesta al mensaje bíblico es posible solo gracias a la
obra transformadora del Espíritu Santo, que trae las palabras de las Escrituras a
una nueva vida. Él enciende en nosotros el deseo de abrazar las verdades de las
Escrituras y seguirlas con corazón y mente. El mejor ejemplo de esta respuesta
a las Escrituras se encuentra en Jesucristo, quien nos ha mostrado cómo rela-
cionarnos con la Palabra de Dios e implementarla en nuestra vida. Jesús nunca
anuló las Escrituras. Es más, constantemente señaló a las Escrituras como la
norma autoritativa incluso para sus palabras. Jesús también nos dio el ejemplo
para que dediquemos momentos a estar tranquilos y a solas con la Palabra de
Dios. Esta disciplina es algo que tenemos que recuperar intencionalmente en
nuestro mundo agitado. También podemos cumplir la Escritura cuando la me-
morizamos. A menudo, al entonar las palabras de la Escritura, estas se graban
firmemente en nuestra mente y corazón, y nos animan.

COMENTARIO
La Palabra viva de Dios y el Espíritu Santo
La Biblia deja en claro que el hombre, en su estado pecaminoso y caído, es
espiritualmente ciego y no acepta las cosas de Dios, porque son locura para él.
Ni siquiera puede entenderlas, porque necesitan discernirse espiritualmente
(1 Cor. 2:14). Incluso si llegásemos a entender claramente el significado de las
palabras de las Escrituras, no tendríamos ningún deseo de seguirlas sin la obra
transformadora del Espíritu Santo en nuestro corazón. El Espíritu Santo inspiró
a los autores bíblicos para que escribieran la verdad que Dios les reveló (ver 2
Ped. 1:19–21; 2 Tim. 3:16). Pero, no alcanza con tener la inspirada Palabra de
Dios. También debemos interiorizar, aplicar e implementar la Palabra de Dios
en nuestra vida. Sin el Espíritu Santo, no apreciaremos el mensaje divino ni
desearemos obedecerlo. Sin el Espíritu Santo, no evidenciaremos fe, esperanza
ni amor en respuesta a la Palabra de Dios. El Espíritu Santo nos permite ver el

146
Material auxiliar para el maestro // Lección 13

significado espiritual y existencial de la Escritura para nuestra vida (ver 1 Cor.


2:12, 14, 15; Efe. 1:17–19; Sal. 119:8).
El Espíritu Santo continúa hablando a las personas a través de la Biblia
hoy, haciendo que la Palabra escrita de Dios cobre vida. Por lo tanto, la letra
muerta del libro bíblico se convierte en la Palabra viva de Dios, que es más
filosa que una espada de dos filos (Heb. 4:12), ya que atraviesa nuestro ser
más íntimo y transforma nuestra vida a la luz de las Escrituras. Varios pasajes
bíblicos señalan que la tarea del Espíritu Santo es hacer de Jesucristo el centro
de atención, exaltar al Hijo de Dios y lo que ha hecho por nosotros (ver Juan
15:26; 1 Juan 4:2, 3).
¿Alguna vez recibiste ayuda del Espíritu Santo para guiarte alegremente a
obedecer las palabras de las Escrituras en tu vida?

Aprender de Jesús
Al aceptar que la Biblia es confiable y verdadera, el Espíritu nos guía a aceptar
la Palabra viva de Dios, Jesucristo, como nuestro Salvador y Señor personal, y
como nuestro más elevado ejemplo para emular. Podemos aprender mucho de
la forma en que Jesús usó las Escrituras. Él estaba íntimamente familiarizado con
todo lo que las Escrituras tenían que decir y pudo citar las palabras exactas de
las Escrituras cuando fue tentado por el diablo (Mat 4:4, 7, 10). Su familiaridad
con la Escritura lo protegió de ser engañado por el uso selectivo de los pasajes
de la Biblia. Conocía toda la Escritura, y para él la Escritura no podía ser que-
brantada (Juan 10:35). Toda la Escritura era santa para él. Por lo tanto, Jesús se
refirió repetidas veces a la Escritura y a lo que está escrito (ver Luc. 24:45, 46;
Mat. 11:10; Juan 6:45; 7:38).
¿De qué manera el ejemplo de Jesús te inspira a conocer mejor el texto bíbli-
co? ¿Cómo puedes familiarizarte más con la Biblia? ¿En qué aspectos necesitas
hacer de la Biblia la norma para tu vida y seguirla fielmente?

¿Jesús versus las Escrituras?


Una de las cosas que a menudo escuchamos hoy es una supuesta dicotomía
entre “el evangelio y la doctrina”. Puede sonar extraño sugerir una contradicción
e incluso un antagonismo entre Jesús y la Biblia. Pero, en la historia de la iglesia
ha habido repetidos intentos de enfrentar a Cristo con las Escrituras y elevar
a Cristo como la norma de interpretación sobre lo que dice la Biblia. En última
instancia, algunos incluso usan a Cristo para juzgar las Escrituras y hacer que
algunos pasajes sean nulos y carezcan de valor. Quizás el ejemplo más famo-
so se encuentre en el conocido principio de Martín Lutero por el cual juzgó la
Escritura: “Todos los libros sagrados auténticos concuerdan en esto: que todos
ellos predican e inculcan [treiben] a Cristo. Y esa es la verdadera prueba por
la cual juzgar todos los libros, cuando vemos que inculcan a Cristo” (M. Lutero,
Luther’s Works, p. 396).

147
Lección 13 // Material auxiliar para el maestro

Por consiguiente, la Escritura debe interpretarse a favor de Cristo, no en


contra de él. Según Lutero, Cristo y las Escrituras pueden enfrentarse entre sí,
porque Lutero consideraba que la personificación de la Palabra (Cristo) estaba
por encima de la palabra hablada (el evangelio) y la Palabra escrita (la Escritura).
Este criterio implicaba que, si bien la Escritura es la reina, ¡Cristo es Rey, incluso
por encima de la Escritura! Si un pasaje de la Escritura parece estar en conflicto
con la visión que Lutero tenía de Cristo, su interpretación cristocéntrica se con-
vierte en una crítica de la Escritura centrada en los evangelios, donde se critica
el contenido de la Escritura en el nombre de Cristo. En consecuencia, el método
cristológico de Lutero se convirtió en una herramienta de crítica teológica de
las Escrituras. Esta distinción y clasificación lleva a un canon dentro del canon,
donde Cristo se convierte en la clave y la norma interpretativa para interpretar
la Biblia, pero también relega algunas partes de la Biblia y hasta libros enteros a
la periferia, como la epístola de Santiago, como si estuviesen vacíos y crecieran
de valor, porque se cree que no apuntan a Cristo. La siguiente cita de Lutero
ilustra este aspecto problemático y es particularmente reveladora porque trata
del sábado:
“Brevemente, Cristo es el Señor, no el siervo, el Señor del sábado, de la Ley
y de todas las cosas. Las Escrituras deben entenderse a favor de Cristo, no en
contra de él. Por esa razón, deben aludir a él o de lo contrario no deben consi-
derarse verdaderas Escrituras [...]. Por lo tanto, si los adversarios contraponen
las Escrituras a Cristo, nosotros anteponemos a Cristo contra las Escrituras. No-
sotros tenemos al Señor, ellos a los siervos; nosotros tenemos la Cabeza, ellos
los pies o miembros, sobre los cuales la Cabeza necesariamente domina y tiene
prioridad. Si alguno de ellos tuviera que decidir entre deshacerse de Cristo o de
la Ley, tendría que ser la Ley, no Cristo. Porque si tenemos a Cristo, fácilmente
podemos establecer leyes y juzgaremos todas las cosas correctamente. De he-
cho, haríamos nuevos decálogos, como lo hace Pablo en todas las epístolas, y
Pedro, pero sobre todo Cristo en el evangelio. Y estos decálogos son más claros
que el decálogo de Moisés, así como el semblante de Cristo es más brillante que
el semblante de Moisés (2 Cor. 3:7–11)” (M. Lutero, Luther’s Works, pp. 112, 113).
Contrasta esta cita con Juan 7:38, donde Jesús se remite a las Escrituras en
lugar de a sí mismo como la norma para las auténticas creencias.

Los momentos de tranquilidad con la Palabra de Dios y la


memorización de las Escrituras
Jesús estaba todo el día ocupado sanando gente y predicando las buenas
noticias. Pero, sacaba fuerzas espirituales al dedicar tiempo de calidad a solas en
oración (Mar. 1:35) y recordar las promesas de las Escrituras. En nuestra vida agi-
tada y ocupada, deliberadamente tenemos que planificar momentos tranquilos
con Dios donde no haya interrupciones, donde tengamos tiempo para reflexionar
en la Palabra de Dios y podamos orar. Esos momentos de tranquilidad nos darán

148
Material auxiliar para el maestro // Lección 13

fuerza y vitalidad espiritual que ninguna otra cosa puede darnos. Cuando leas las
Escrituras por placer, lee menos, pero lee más de lo que es importante para tu
vida espiritual. Cuando tus pensamientos comiencen a divagar y te dejes llevar
por temas sin importancia, centra tu atención en lo que Dios ha hecho por ti y
practica la concentración espiritual en la Palabra de Dios. A veces, entonar un
canto o un himno espiritual ayuda a centrar nuestros pensamientos e incluso
hacen que sea más fácil recordar y memorizar las palabras de las Escrituras.
¿Qué momentos del día son los más tranquilos para ti? ¿Qué te ayuda a
enfocarte en la Palabra de Dios y a pasar un momento de calidad con Jesús?
¿En qué circunstancias el canto te ayuda a recordar la Biblia? ¿Qué ventajas en-
cuentras en memorizar partes de las Escrituras, y cómo puedes usar eso como
una bendición para los demás?

APLICACIÓN A LA VIDA
A veces la gente dice: “Guardar la ley bíblica de no comer alimentos inmun-
dos no es esencial para la salvación, siempre y cuando creas en Cristo”. O quizá
diga: “Si viven juntos, aunque no estén casados, eso no es decisivo para ti como
cristiano, siempre y cuando ames a Jesús”. ¿Dónde ves el peligro en esa línea
de argumentación? ¿Por qué no es seguro ir en contra de los claros enunciados
de las Escrituras, incluso cuando se hace en el nombre de Jesús?
Elena de White expresó acertadamente: “El Espíritu no fue dado –ni jamás
puede ser otorgado– para suplantar a la Biblia; pues las Escrituras declaran
explícitamente que la Palabra de Dios es la regla por medio de la cual toda
enseñanza y experiencia debe ser probada” (CS 7).
A la luz de lo que hemos estudiado durante este trimestre, ¿por qué crees
que este principio es tan importante? ¿Qué quieres asimilar de la forma en que
Jesús se familiarizaba con las Escrituras y del modo en que seguía la Palabra
de Dios? ¿Cómo puede la Escritura convertirse en una parte integral de tu vida
e influir en las decisiones que tienes que tomar?

149
EN QUÉ CREEMOS

Las
28
de la Iglesia Adventista del Séptimo Día
creencias
fundamentales

Los adventistas del séptimo día aceptamos la Biblia como nuestro único credo y
sostenemos una serie de creencias fundamentales basadas en las enseñanzas de
las Sagradas Escrituras. Estas creencias constituyen la forma en que la iglesia
comprende y expresa las enseñanzas de la Biblia. A continuación, se encuentra
una versión abreviada de estas creencias. La versión completa puede consultarse
en www.adventist.org/es/creencias/

1. LAS SAGRADAS ESCRITURAS


Las Sagradas Escrituras, que abarcan el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, constituyen
la Palabra de Dios escrita, transmitida por inspiración divina. Los autores inspirados hablaron y
escribieron impulsados por el Espíritu Santo. Las Sagradas Escrituras son la revelación suprema,
autoritativa e infalible de la voluntad divina (Sal. 119:105; Prov. 30:5, 6; Isa. 8:20; Juan 17:17; 1 Tes. 2:13;
2 Tim. 3:16, 17; Heb. 4:12; 2 Ped. 1:20, 21).

2. LA TRINIDAD
Hay un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, una unidad de tres personas coeternas. Dios es
inmortal, todopoderoso, omnisapiente, superior a todos y omnipresente. Es infinito y escapa a la
comprensión humana, aunque se lo puede conocer por medio de su autorrevelación. Dios, que es
amor, es digno, para siempre, de reverencia, adoración y servicio por parte de toda la creación (Gén.
1:26; Deut. 6:4; Isa. 6:8; Mat. 28:19; Juan 3:16; 2 Cor. 1:21, 22; 13:14; Efe. 4:4-6; 1 Ped. 1:2).

3. EL PADRE
Dios el Padre eterno es el Creador, Originador, Sustentador y Soberano de toda la creación. Es justo
y santo, misericordioso y clemente, tardo en airarse, y abundante en amor y fidelidad (Gén. 1:1; Deut.
4:35; Sal. 110:1, 4; Juan 3:16; 14:9; 1 Cor. 15:28; 1 Tim. 1:17; 1 Juan 4:8; Apoc. 4:11).

4. EL HIJO
Dios el Hijo Eterno se encarnó como Jesucristo. Por medio de él se crearon todas las cosas, se reveló
el carácter de Dios, se llevó a cabo la salvación de la humanidad y se juzga al mundo. Aunque es
verdadero y eternamente Dios, llegó a ser también verdaderamente humano, Jesús el Cristo (Isa.
53:4-6; Dan. 9:25-27; Luc. 1:35; Juan 1:1-3, 14; 5:22; 10:30; 14:1-3, 9, 13; Rom. 6:23; 1 Cor. 15:3, 4; 2 Cor. 3:18;
5:17-19; Fil. 2:5-11; Col. 1:15-19; Heb. 2:9-18; 8:1, 2).

5. EL ESPÍRITU SANTO
Dios el Espíritu Eterno desempeñó una parte activa, con el Padre y el Hijo, en la creación, en la
encarnación y en la redención. Es una persona, de la misma manera que lo son el Padre y el Hijo.

150
Inspiró a los autores de las Escrituras. Infundió poder a la vida de Cristo. Atrae y convence a los
seres humanos, y renueva a los que responden y los transforma a la imagen de Dios (Gén. 1:1, 2;
2 Sam. 23:2; Sal. 51:11; Isa. 61:1; Luc. 1:35; 4:18; Juan 14:16-18, 26; 15:26; 16:7-13; Hech. 1:8; 5:3; 10:38; Rom.
5:5; 1 Cor. 12:7-11; 2 Cor. 3:18; 2 Ped. 1:21).

6. LA CREACIÓN
Dios reveló en las Escrituras el relato auténtico e histórico de su actividad creadora. El Señor
creó el universo y, en una creación reciente de seis días, hizo “los cielos y la tierra, el mar, y todas
las cosas que en ellos hay”, y reposó en el séptimo día. De ese modo, estableció el sábado como un
monumento perpetuo conmemorativo de la obra que llevó a cabo (Gén. 1, 2; 5; 11; Éxo. 20:8-11; Sal.
19:1-6; 33:6, 9; 104; Isa. 45:12, 18; Hech. 17:24; Col. 1:16; Heb. 1:2; 11:3; Apoc. 10:6; 14:7).

7. LA NATURALEZA DE LA HUMANIDAD
Dios hizo al hombre y a la mujer a su imagen, con individualidad propia, y con la facultad y la li-
bertad de pensar y obrar. Aunque los creó como seres libres, cada uno es una unidad indivisible de
cuerpo, mente y espíritu, que depende de Dios para la vida, el aliento y todo lo demás (Gén. 1:26-28;
2:7, 15; 3; Sal. 8:4-8; 51:5, 10; 58:3; Jer. 17:9; Hech. 17:24-28; Rom. 5:12-17; 2 Cor. 5:19, 20; Efe. 2:3; 1 Tes. 5:23;
1 Juan 3:4; 4:7, 8, 11, 20).

8. EL GRAN CONFLICTO
Toda la humanidad está ahora envuelta en un gran conflicto entre Cristo y Satanás en cuanto al
carácter de Dios, su Ley y su soberanía sobre el universo. Este conflicto se originó en el cielo cuando
un ser creado, dotado de libre albedrío, se exaltó a sí mismo y se convirtió en Satanás, el adversario
de Dios, y condujo a la rebelión a una parte de los ángeles (Gén. 3; 6-8; Job 1:6-12; Isa. 14:12-14; Eze.
28:12-18; Rom. 1:19-32; 3:4; 5:12-21; 8:19-22; 1 Cor. 4:9; Heb. 1:14; 1 Ped. 5:8; 2 Ped. 3:6; Apoc. 12:4-9).

9. VIDA, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE CRISTO


Mediante la vida de Cristo, de perfecta obediencia a la voluntad de Dios, y por medio de sus sufri-
mientos, su muerte y su resurrección, Dios proveyó el único medio para expiar el pecado humano,
de manera que los que por fe aceptan esta expiación puedan tener vida eterna, y toda la creación
pueda comprender mejor el infinito y santo amor del Creador (Gén. 3:15; Sal. 22:1; Isa. 53; Juan 3:16;
14:30; Rom. 1:4; 3:25; 4:25; 8:3, 4; 1 Cor. 15:3, 4, 20-22; 2 Cor. 5:14, 15, 19-21; Fil. 2:6-11; Col. 2:15; 1 Ped. 2:21,
22; 1 Juan 2:2; 4:10).

10. LA EXPERIENCIA DE LA SALVACIÓN


Con amor y misericordia infinitos, Dios hizo que Cristo, que no conoció pecado, fuera hecho pecado
por nosotros, para que pudiésemos ser hechos justicia de Dios en él. Guiados por el Espíritu Santo,
sentimos nuestra necesidad, reconocemos nuestra pecaminosidad, nos arrepentimos de nuestras
transgresiones, y ejercemos fe en Jesús como Salvador y Señor, Sustituto y Ejemplo (Gén. 3:15; Isa.
45:22; 53; Jer. 31:31-34; Eze. 33:11; 36:25-27; Hab. 2:4; Mar. 9:23, 24; Juan 3:3-8, 16; 16:8; Rom. 3:21-26; 8:1-4,
14-17; 5:6-10; 10:17; 12:2; 2 Cor. 5:17-21; Gál. 1:4; 3:13, 14, 26; 4:4-7; Efe. 2:4-10; Col. 1:13, 14; Tito 3:3-7; Heb. 8:7-12;
1 Ped. 1:23; 2:21, 22; 2 Ped. 1:3, 4; Apoc. 13:8).

11. EL CRECIMIENTO EN CRISTO


Por su muerte en la cruz, Jesús triunfó sobre las fuerzas del mal. Él, que durante su ministerio
terrenal subyugó a los espíritus demoníacos, ha quebrantado su poder y asegurado su condenación

151
final. La victoria de Jesús nos da la victoria sobre las fuerzas del mal que aún tratan de dominarnos,
mientras caminamos con él en paz, gozo y en la seguridad de su amor (1 Crón. 29:11; Sal. 1:1, 2; 23:4; 77:11,
12; Mat. 20:25-28; 25:31-46; Luc. 10:17-20; Juan 20:21; Rom. 8:38, 39; 2 Cor. 3:17, 18; Gál. 5:22-25; Efe. 5:19, 20;
6:12-18; Fil. 3:7-14; Col. 1:13, 14; 2:6, 14, 15; 1 Tes. 5:16-18, 23; Heb. 10:25; Sant. 1:27; 2 Ped. 2:9; 3:18; 1 Juan 4:4).

12. LA IGLESIA
La iglesia es la comunidad de creyentes que confiesan que Jesucristo es Señor y Salvador. Como
continuadores del pueblo de Dios del Antiguo Testamento, se nos invita a salir del mundo; y nos
reunimos para adorar, para estar en comunión unos con otros, para recibir instrucción en la Pa-
labra, para la celebración de la Cena del Señor, para servir a toda la humanidad y para proclamar
el evangelio en todo el mundo (Gén. 12:1-3; Éxo. 19:3-7; Mat. 16:13-20; 18:18; 28:19, 20; Hech. 2:38-42; 7:38;
1 Cor. 1:2; Efe. 1:22, 23; 2:19-22; 3:8-11; 5:23-27; Col. 1:17, 18; 1 Ped. 2:9).

13. EL REMANENTE Y SU MISIÓN


La iglesia universal está compuesta por todos los que creen verdaderamente en Cristo; pero, en
los últimos días, una época de apostasía generalizada, se llamó a un remanente para que guarde
los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Este remanente anuncia la llegada de la hora del Juicio,
proclama la salvación por medio de Cristo y pregona la proximidad de su segunda venida (Dan.
7:9-14; Isa. 1:9; 11:11; Jer. 23:3; Miq. 2:12; 2 Cor. 5:10; 1 Ped. 1:16-19; 4:17; 2 Ped. 3:10-14; Jud. 3, 14; Apoc. 12:17;
14:6-12; 18:1-4).

14. LA UNIDAD EN EL CUERPO DE CRISTO


La iglesia es un cuerpo constituido por muchos miembros, llamados de entre todas las naciones,
razas, lenguas y pueblos. En Cristo, somos una nueva creación; las diferencias de raza, cultura,
educación y nacionalidad, y las diferencias entre encumbrados y humildes, ricos y pobres, hom-
bres y mujeres, no deben causar divisiones entre nosotros (Sal. 133:1; Mat. 28:19, 20; Juan 17:20-23;
Hech. 17:26, 27; Rom. 12:4, 5; 1 Cor. 12:12-14; 2 Cor. 5:16, 17; Gál. 3:27-29; Efe. 2:13-16; 4:3-6, 11-16; Col. 3:10-15).

15. EL BAUTISMO
Por medio del bautismo, confesamos nuestra fe en la muerte y la resurrección de Jesucristo, y
damos testimonio de nuestra muerte al pecado y de nuestro propósito de andar en novedad de
vida. De este modo, reconocemos a Cristo como nuestro Señor y Salvador, llegamos a ser su pueblo
y somos recibidos como miembros de su iglesia (Mat. 28:19, 20; Hech. 2:38; 16:30-33; 22:16; Rom. 6:1-6;
Gál. 3:27; Col. 2:12, 13).

16. LA CENA DEL SEÑOR

La Cena del Señor es una participación en los emblemas del cuerpo y la sangre de Jesús como
expresión de fe en él, nuestro Señor y Salvador. El servicio de Comunión está abierto a todos los
creyentes cristianos (Mat. 26:17-30; Juan 6:48-63; 13:1-17; 1 Cor. 10:16, 17; 11:23-30; Apoc. 3:20).

17. LOS DONES Y LOS MINISTERIOS ESPIRITUALES


Dios concede a todos los miembros de su iglesia, en todas las épocas, dones espirituales para que
cada miembro los emplee en amante ministerio por el bien común de la iglesia y de la humanidad.
De acuerdo con las Escrituras, estos dones incluyen ministerios –tales como fe, sanidad, profecía,
predicación, enseñanza, administración, reconciliación, compasión, servicio abnegado y caridad–,

152
para ayudar y animar a nuestros semejantes (Hech. 6:1-7; Rom. 12:4-8; 1 Cor. 12:7-11, 27, 28; Efe. 4:8,
11-16; 1 Tim. 3:1-13; 1 Ped. 4:10, 11).

18. EL DON DE PROFECÍA


Las Escrituras dan testimonio de que uno de los dones del Espíritu Santo es el de profecía. Este don
es una señal identificadora de la iglesia remanente y creemos que se manifestó en el ministerio de
Elena de White. Sus escritos hablan con autoridad profética, y establecen con claridad que la Biblia
es la norma por la cual debe ser probada toda enseñanza y toda experiencia (Núm. 12:6; 2 Crón. 20:20;
Amós 3:7; Joel 2:28, 29; Hech. 2:14-21; 2 Tim. 3:16, 17; Heb. 1:1-3; Apoc. 12:17; 19:10; 22:8, 9).

19. LA LEY DE DIOS


Los grandes principios de la Ley de Dios están incorporados en los Diez Mandamientos y ejem-
plificados en la vida de Cristo. Expresan el amor, la voluntad y el propósito de Dios con respecto
a la conducta y a las relaciones humanas, y son obligatorios para todas las personas en todas las
épocas. Estos preceptos constituyen la base del pacto de Dios con su pueblo y son la norma del
Juicio divino (Éxo. 20:1-17; Deut. 28:1-14; Sal. 19:7-14; 40:7, 8; Mat. 5:17-20; 22:36-40; Juan 14:15; 15:7-10;
Rom. 8:3, 4; Efe. 2:8-10; Heb. 8:8-10; 1 Juan 2:3; 5:3; Apoc. 12:17; 14:12).

20. EL SÁBADO
El bondadoso Creador, después de los seis días de la creación, descansó el séptimo día, e instituyó
el sábado para todos los hombres, como un monumento conmemorativo de la creación. El cuarto
mandamiento de la inmutable Ley de Dios requiere la observancia del séptimo día, sábado, como
día de reposo, adoración y ministerio, en armonía con las enseñanzas y la práctica de Jesús, el Señor
del sábado (Gén. 2:1-3; Éxo. 20:8-11; 31:13-17; Lev. 23:32; Deut. 5:12-15; Isa. 56:5, 6; 58:13, 14; Eze. 20:12, 20;
Mat. 12:1-12; Mar. 1:32; Luc. 4:16; Heb. 4:1-11).

21. LA MAYORDOMÍA
Somos mayordomos de Dios, a quienes se nos ha confiado tiempo y oportunidades, capacidades y
posesiones, y las bendiciones de la tierra y sus recursos. Y somos responsables ante él por el empleo
adecuado de todas esas dádivas. Reconocemos el derecho de propiedad por parte de Dios mediante
nuestro servicio fiel a él y a nuestros semejantes, y mediante la devolución del diezmo y las ofrendas
que damos para la proclamación de su evangelio, y para el sostén y el desarrollo de su iglesia (Gén.
1:26-28; 2:15; 1 Crón. 29:14; Hag. 1:3-11; Mal. 3:8-12; Mat. 23:23; Rom. 15:26, 27; 1 Cor. 9:9-14; 2 Cor. 8:1-15; 9:7).

22. LA CONDUCTA CRISTIANA


Somos llamados a ser un pueblo piadoso, que piense, sienta y actúe en armonía con los princi-
pios bíblicos en todos los aspectos de la vida personal y social. Para que el Espíritu recree en
nosotros el carácter de nuestro Señor, nos involucramos solo en aquellas cosas que producirán
en nuestra vida pureza, salud y gozo cristiano (Gén. 7:2; Éxo. 20:15; Lev. 11:1-47; Sal. 106:3; Rom.
12:1, 2; 1 Cor. 6:19, 20; 10:31; 2 Cor. 6:14-7:1; 10:5; Efe. 5:1-21; Fil. 2:4; 4:8; 1 Tim. 2:9, 10; Tito 2:11, 12; 1 Ped.
3:1-4; 1 Juan 2:6; 3 Juan 2).

23. EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA


El matrimonio fue establecido por Dios en el Edén, y confirmado por Jesús para que fuera una
unión para toda la vida entre un hombre y una mujer, en amante compañerismo. Para el cristiano,
el matrimonio es un compromiso con Dios y con el cónyuge, y debería celebrarse solamente entre

153
un hombre y una mujer que participan de la misma fe (Gén. 2:18-25; Éxo. 20:12; Deut. 6:5-9; Prov. 22:6;
Mal. 4:5, 6; Mat. 5:31, 32; 19:3-9, 12; Mar. 10:11, 12; Juan 2:1-11; 1 Cor. 7:7, 10, 11; 2 Cor. 6:14; Efe. 5:21-33; 6:1-4).

24. EL MINISTERIO DE CRISTO EN EL SANTUARIO CELESTIAL


Hay un Santuario en el cielo, el verdadero Tabernáculo que el Señor erigió y no el ser humano. En
él ministra Cristo en favor de nosotros, para poner a disposición de los creyentes los beneficios de
su sacrificio expiatorio ofrecido una vez y para siempre en la cruz. Cristo, en su ascensión, llegó a
ser nuestro gran Sumo Sacerdote y comenzó su ministerio intercesor, que fue tipificado por la obra
del sumo sacerdote en el Lugar Santo del Santuario terrenal (Lev. 16; Núm. 14:34; Eze. 4:6; Dan. 7:9-27;
8:13, 14; 9:24-27; Heb. 1:3; 2:16, 17; 4:14-16; 8:1-5; 9:11-28; 10:19-22; Apoc. 8:3-5; 11:19; 14:6, 7, 12; 20:12; 22:11, 12).

25. LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO


La segunda venida de Cristo es la bienaventurada esperanza de la iglesia, la gran culminación del
evangelio. La venida del Salvador será literal, personal, visible y de alcance mundial. Cuando el
Señor regrese, los justos muertos resucitarán y, junto con los justos que estén vivos, serán glorifi-
cados y llevados al cielo, pero los impíos morirán (Mat. 24; Mar. 13; Luc. 21; Juan 14:1-3; Hech. 1:9-11; 1 Cor.
15:51-54; 1 Tes. 4:13-18; 5:1-6; 2 Tes. 1:7-10; 2:8; 2 Tim. 3:1-5; Tito 2:13; Heb. 9:28; Apoc. 1:7; 14:14-20; 19:11-21).

26. LA MUERTE Y LA RESURRECCIÓN


La paga del pecado es la muerte. Pero Dios, el único que es inmortal, otorgará vida eterna a sus re-
dimidos. Hasta ese día, la muerte constituye un estado de inconsciencia para todos. Cuando Cristo,
que es nuestra vida, aparezca, los justos resucitados y los justos vivos serán glorificados, y todos
juntos serán arrebatados para salir al encuentro de su Señor. La segunda resurrección, la resurrec-
ción de los impíos, ocurrirá mil años después (Job 19:25-27; Sal. 146:3, 4; Ecl. 9:5, 6, 10; Dan. 12:2, 13; Isa.
25:8; Juan 5:28, 29; 11:11-14; Rom. 6:23; 16; 1 Cor. 15:51-54; Col. 3:4; 1 Tes. 4:13-17; 1 Tim. 6:15; Apoc. 20:1-10).

27. EL MILENIO Y EL FIN DEL PECADO


El milenio es el reino de mil años de Cristo con sus santos en el cielo, que se extiende entre la primera
y la segunda resurrección. Durante ese tiempo, serán juzgados los impíos; la Tierra estará comple-
tamente desolada, sin habitantes humanos con vida, pero sí ocupada por Satanás y sus ángeles.
Al terminar ese período, Cristo y sus santos, y la Santa Ciudad, descenderán del cielo a la Tierra.
Los impíos muertos resucitarán entonces y, junto con Satanás y sus ángeles, rodearán la ciudad;
pero el fuego de Dios los consumirá y purificará la Tierra. De ese modo, el universo será librado del
pecado y de los pecadores para siempre (Jer. 4:23-26; Eze. 28:18, 19; Mal. 4:1; 1 Cor. 6:2, 3; Apoc. 20; 21:1-5).

28. LA TIERRA NUEVA


En la Tierra Nueva, en que habita la justicia, Dios proporcionará un hogar eterno para los redimidos,
y un ambiente perfecto para la vida, el amor, el gozo y el aprendizaje eternos en su presencia. Porque
allí Dios mismo morará con su pueblo, y el sufrimiento y la muerte terminarán para siempre. El Gran
Conflicto habrá terminado y el pecado no existirá más. “Todas las cosas, animadas e inanimadas,
declararán [...] que Dios es amor” (CS 737); y él reinará para siempre jamás. Amén (Isa. 35; 65:17-25;
Mat. 5:5; 2 Ped. 3:13; Apoc. 11:15; 21:1-7; 22:1-5).

154
MOMENTO DE TODO MIEMBRO, INVOLUCRADO
¿Qué es Todo miembro, involucrado?
Todo miembro, involucrado (TMI) es un programa mundial de evangelismo a gran
escala que involucra a cada miembro, cada iglesia, cada entidad administrativa, cada
tipo de ministerio de evangelismo público, como así también la testificación personal
e institucional.
Es un plan intencional de ganancia de almas que sigue un calendario preestablecido
en busca de descubrir las necesidades de las familias, los amigos y los vecinos. Luego,
comparte cómo Dios suple cada necesidad, llevando al crecimiento de la iglesia y la plan-
tación de nuevas iglesias, con un enfoque en retener, predicar, compartir y discipular.

CÓMO IMPLEMENTAR TMI EN LA ESCUELA SABÁTICA


Dedica los primeros 15 minutos* de cada lección para planificar, orar y compartir.
TMI INTERNO: Planifiquen visitar, orar y cuidar de los miembros ausentes o
dolidos, y distribuyan territorios. Oren y comenten cómo pueden ministrar las ne-
cesidades de las familias de la iglesia, a los miembros inactivos, tanto jóvenes como
hombres y mujeres, y las diversas maneras en que pueden lograr que toda la familia
de la iglesia participe.
TMI EXTERNO: Oren y comenten maneras de alcanzar a su comunidad, su ciudad
y el mundo, cumpliendo con la comisión evangélica de sembrar, cosechar y conservar.
Involucren a todos los ministerios de la iglesia al planificar proyectos de ganancia
de almas a corto y largo plazo. TMI tiene que ver con actos intencionales de bondad.
Aquí hay algunas maneras prácticas en las que puedes involucrarte personalmente:
1) Desarrolla el hábito de descubrir necesidades en tu comunidad. 2) Haz planes para
suplir esas necesidades. 3) Ora por el derramamiento del Espíritu Santo.
TMI PERSONAL: Estudio de la lección. Anima a los miembros a estudiar la Biblia
individualmente; haz del estudio de la Biblia en la Escuela Sabática algo participativo.
Estudien en busca de transformación, no de información.

TMI TIEMPO EXPLICACIÓN


*
Camaradería 15 min Orar, planificar, organizar para la acción. Cuida-
Testificación do de miembros ausentes. Planificar actividad
Misión mundial misionera. Ofrenda misionera.
Estudio de la lección 45 min Involucrar a todos en el estudio de la lección.
Hacer preguntas. Resaltar los pasajes clave.
Almuerzo Planifica un almuerzo con la clase después
del culto. ¡LUEGO SALGAN A MINISTRAR Y
TESTIFICAR!

155
Profundiza tu estudio

CRISTO, JUSTICIA NUESTRA


Arthur G. Daniells

¿Es la justicia en algún grado inherente a la natu-


raleza humana? La incertidumbre y la confusión
en cuanto a nuestra relación con la justicia de
Dios son innecesarias. En este libro, Arthur G.
Daniells presenta citas claras de la Palabra de
Dios sobre el tema de la justificación por la fe, y
de los escritos del Espíritu de Profecía, que am-
plían y esclarecen el asunto.
[10209]

1844: HECHO SIMPLE


Clifford Goldstein

¿Qué significado tiene para nosotros hoy la


profecía de los 2.300 días y los eventos señala-
dos por el año 1844? ¿Habrá alguna manera de
orientarnos dentro del confuso laberinto de bes-
tias, fechas y reinos en el libro de Daniel? Este
libro te guiará a través del laberinto de 1844 y te
conducirá a la luz de la Verdad Presente.
[10207]

Pídelos a tu coordinador de Publicaciones.


ventas@aces.com.ar | Síguenos en:

editorialaces.com
Historias de vida

NACIDA AYER
Rachel Williams-Smith

Aunque nació en 1965, la historia de Rachel fá-


cilmente podía haberse desarrollado en el 1800.
Utilizaba vestidos largos y bonetes de ala ancha;
y vivía sin comodidades modernas. La familia se
separó de la sociedad y vivió en una vieja casa
abandonada en la cima de una remota cadena de
montañas de Tennesse, mientras esperaban el
fin del mundo. Luego, a los 16 años, Rachel se vio
forzada a enfrentar el mundo. Finalmente encon-
[10211]

tró su camino a una vida completa, equilibrada y


vibrante. Rachel comparte una historia maravi-
llosa que, a fin de cuentas, testifica de la fidelidad
y el amante cuidado restaurador de Dios.

CADENAS EN CHINA
Bradley Booth

Este libro ilustra la pesadilla de tribulación que


el pueblo de Dios a menudo ha tenido que en-
frentar por causa de Cristo. Es una crónica sobre
una devoción inquebrantable y un tributo a la
fidelidad de un Dios que nunca nos abandona.
Chen sabe esto por experiencia personal por-
que, de no haber sido por el milagro que Dios
hizo para salvarle la vida, él hubiera muerto en
[9941]

la cárcel Wu Xi.

Pídelos a tu coordinador de Publicaciones.


ventas@aces.com.ar | Síguenos en:

editorialaces.com
Profundiza tu estudio

90]
[95

CARTAS Y MANUSCRITOS nuscritos con notas aclaratorias que iluminan


Elena G. de White sus visiones, registros en diarios personales,
datos biográficos y un riguroso trabajo de
Millones de lectores conocen a Elena de Whi- introducción. Una tarea monumental, que le
te por sus obras publicadas, pero pocos sa- permite al lector encontrar principios rela-
ben que gran parte de lo escrito en ellas sur- cionados con casi todas las circunstancias de
ge de las cartas dirigidas a personas reales, la vida, además de una herramienta valiosa
que fueron beneficiadas por su fervor evan- para ayudar a “hacer de Cristo lo primero, lo
gelizador. Este libro reúne sus cartas y ma- último y lo mejor en todo”.

Pídelo a tu coordinador de Publicaciones.


ventas@aces.com.ar | Síguenos en:

editorialaces.com
[9057] [9058]

Disponible en dos encuadernaciones: Cuero y símil cuero


q 11:8 Gn 12:1,4 p Ap 3.7 la llave de David, el que abre y nin
que l 11:9 Gn 12:8; bién, de uno, y es 5.2 a gran voz: «¿Quién es digno de a
buen 13:3,18; 18:1,9 salieron como las e Estudiar la Biblia
m 11:10 Heb 12:22
n 11:10 Ap 21:14 multitud, como la ABROGAR véase Anular, Quitar
uni- 11:10 Heb 13:14;
o que está a la orilla d Dn 6.8 y de Persia, que no puede ser abr ¿Cómo podemos estudiar mejor
os, c pAp11:11
21:2,10 13 En la fe mu Heb 7.18 Queda, pues, abrogado el manda otras dos preguntas: ¿Qué herramie
Gn 17:19
o de q 11:12 Ro 4:19 sin haber recibido ELAM
r 11:12 Gn 22:17
ABSOLVER serán nuestras guías? Susa
mirándolo de lej Dt 25.1 los jueces los juzguen, estos abso Babilonia
sobre la SEGURIDAD del cristian
Herramientas de estudio de la
gre»; BJ/LPH: ABSTENER BABILONIA
santificador. 11:3 Por la fe comprendemos Lv 22.2 y a sus hijos que se abstengan d propia Biblia. En este caso, como
stificado con ejemplo en la lista de héroes d e es Hch 21.25 que se abstengan de lo sacrificad
DREWS, nos referiremos en ocasion Ur
nde» que ha prendemos, y no al revés. / fue he 1 Co 9.25 que lucha, de todo se abstiene; e
e pecador lo «lo que se ve no fue hecho de lo q 1 Ts 5.22 Absteneos de toda especie de m la p. xii). Antigua
g
dujo después es decir, fue hecho «de la nada» p 1 Ti 4.3 y mandarán abstenerse de alime costa
verdad (v. 26; la nada no es un material a partir s: 1 P 2.11 que os abstengáis de los deseos La Biblia es en realidad una co Go
este pecador lo que se expresa es que no hub Pér
o un pecador a partir de la cual se originara e ABUNDANCIA véase Plenitud Nuevo Testamento). Cada vez que
a provisto, es información sobre la CREACIÓN Job 20.22 la plenitud de su abundancia pad
8). Sal 33:6,9. Mt 12.34 la abundancia del corazón habla que una herramienta muy útil es la 0 100 200 300 mi
vivirá» (NBE: 11:8-22 Abraham es un ejemplo Lc 6.45 la abundancia del corazón habla
12.15 en la abundancia de los bienes q
precedido de una introducción cu
son fieles en que los destinatarios de esta Cart
n las prome- Abraham (2:16) y herederos de la Jn 10.10 y para que la tengan en abundanc forma parte del texto bíblico, pero h 0 200 400 km
everancia) en (1:14; 9:15). Flp 4.18 lo he recibido y tengo abundancia
t l f 11 10 L J lé (A 21 1 Ti 6 17 nos da todas las cosas en abunda autor del libro, de la fecha en que F G

Notas Concordancia Guía de estudio Mapas

Pídela a tu coordinador de Publicaciones.


es.
ventas@aces.com.ar | Síguenos en:

editorialaces.com
Para aprender, pintar y armar
ABECEDARIO
Stella M. Romero

¡Cuántos héroes tiene la Biblia! ¿Conoces muchos? ¿Conoces uno cuyo nombre
empiece con la letra S? ¿Y con la J? ¿Y con la F? ¡Veamos!
Aprende las letras del abecedario, responde adivinanzas y sorpréndete con las
grandes imágenes que saltarán del libro y fijarán en tu mente los nombres de
personajes de la Biblia.

+4

S
U
UZÍA
U

VAST
I V
W

UIÉN
....... ES Q
.......... ¿SAB DÓ
R AYU
EBLO
O MÓN AL PU S?
SA
S ALLO
A IO
D
S D E
2
.........
.......
.............. D
TEO Josué
TIMO
T ESTER E

A ÁN
Á
DÁN
ADÁN
ADÁ
AD
A N
[9530]

B BA
B AC
ARA
RAC
BARAC C

C B
EB
ALLEB
CALEB
C
¿SABES QUIÉN
DERRIBÓ A UN
GIGANTE?
1 Samuel 17

¿QUÉ ES LA LEY PARA MÍ? +5


Stella M. Romero

¿Quieres saber que es la Ley para ti?


Entonces, encuentra las respuestas
de la Palabra de Dios en este bello
libro.
Observa qué historias se relacionan y
juega con los seis rompecabezas, con
distintos niveles para armar.
Además, debajo de cada uno de los
[10052]

rompecabezas, tienes espacios para


colorear. ¡Diviértete!

editorialaces.com

También podría gustarte