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REVISIONES REV ESP PATOL 2008; Vol 41, n.

º 1: 11-22

La apariencia óptica de las células y los tejidos patológicos


desentrañada a través del microscopio electrónico.
Bases ultraestructurales de la microscopía óptica
The light microscopic appearance of pathologic cells and tissues revealed
through the electron microscope
Josep Lloreta Trull

RESUMEN SUMMARY
El microscopio electrónico aporta información deta- The electron microscope provides detailed information
llada sobre la estructura de las células y los tejidos, así on cell and tissue structure, as well as on their functional
como sobre las variaciones funcionales que experimentan modifications under physiologic and pathologic conditions.
en situaciones normales y patológicas. Estos datos tienen All these findings have a direct translation into how these
una traducción directa en el aspecto de esas mismas célu- same cells look under the light microscope. In the present
las en las secciones histológicas convencionales. En este article, the main light microscopic features of the cell cyto-
artículo, se revisan las principales características ópticas plasm, the nucleus, and the extracellular matrix are revie-
del citoplasma, del núcleo y de la matriz extracelular y se wed, in the context of the underlying ultrastructural chan-
correlacionan con los rasgos ultraestructurales subyacen- ges. Acquaintance with this ultrastructural background may
tes. Conocer el substrato ultraestructural puede ser de prove extremely helpful to withdraw more abundant and
gran utilidad para conseguir que la información que se more precise information from conventional light micros-
obtiene con el microscopio óptico sea más cuantiosa y copy.
más precisa.
Key words: Electron microscopy, clear cells, rhabdoid
Palabras clave: Microscopía electrónica, células claras, cells, granular cells, foamy cells.
células rabdoides, células granulares, células espumosas.

Rev Esp Patol 2008; 41 (1): 11-22

INTRODUCCIÓN CITOPLASMA

Una cualidad inherente a la microscopía electrónica 1. Citoplasma eosinófilo


de transmisión es que permite una mejor comprensión de
la causa del aspecto óptico de las células y los tejidos La eosinofilia traduce la existencia de un pH predo-
normales, así como de sus cambios fisiológicos o pato- minantemente básico. Por tanto, aquellas estructuras que
lógicos. Así, a través de la microscopía electrónica, es tengan un elevado contenido proteico serán con frecuen-
posible adquirir un conocimiento más profundo de las cia eosinofílicas, debido al predominio de su radical
razones que subyacen en las diferencias de color, textura NH3. Un aspecto eosinófilo puede estar asociado con
y aspecto de las células y tejidos que caracterizan las dis- distintas texturas (granular, esmerilada, fibrilar, etc.), en
tintas enfermedades. El propósito de esta revisión es función de cual sea la organela o estructura predominan-
correlacionar los principales fenotipos celulares con su te en dicha célula.
substrato ultraestructural, tanto por lo que se refiere a sus La textura granular está relacionada, en general,
características citoplasmáticas como nucleares, así como con la presencia de estructuras abundantes, relativamen-
a algunos aspectos del estroma adyacente (1-5). te pequeñas y uniformes (fig. 1). Las organelas que con

Recibido el 3/1/07. Aceptado el 29/3/07.


Servicio de Anatomía Patológica. Hospital del Mar. Universitat Pompeu Fabra. Barcelona.
jlloreta@imas.imim.es

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Lloreta Trull J

Fig. 1: Citoplasmas eosinófilos granulares: a) Imagen óptica finamente granular típica de un oncocitoma. b) Imagen ultraestructural del mismo
tumor, con el citoplasma masivamente ocupado por mitocondrias. c) Células acinares del páncreas con aspecto eosinófilo granular en la mitad api-
cal del citoplasma y color basófilo en la mitad basal. d) Las áreas eosinófilas corresponden a los gránulos de zimógeno y las basófilas al retículo
rugoso. e) Aspecto granular eosinófilo pálido en un carcinoma con células en anillo de sello. f) La relativa palidez del citoplasma de estas células
se debe al grado variable de hidratación que presentan los gránulos de mucígeno, que equivale a las diferencias en densidad electrónica que pre-
sentan al microscopio electrónico.

mayor frecuencia se asocian con este aspecto son las ción de los radicales que predominen, los gránulos de
mitocondrias (oncocitomas), los lisosomas (tumores de secreción pueden ser también basofílicos, pero la mayo-
células granulares) y los gránulos de secreción. En fun- ría de ellos son de aspecto eosinófilo. El ejemplo para-

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digmático lo constituyen los gránulos de zimógeno del frecuente que el acúmulo de tonofilamentos dé lugar a
páncreas, que presentan un contorno redondo y una tex- una imagen detectable al microscopio óptico (7).
tura electrondensa muy compacta. Los gránulos de muci- Una proliferación de células fusiformes, en tejidos
na tienden a ser pálidos o casi transparentes si están blandos, que presente un citoplasma de textura fibrilar
hidratados, lo que, en el microscopio electrónico, se tra- tendrá a menudo un fenotipo muscular liso (figs. 2C y D)
duce por un aspecto finamente reticulado y una escasa o miofibroblástico. La intensidad de la eosinofilia se
densidad electrónica. No obstante, cuando la hidratación correlaciona con la cantidad de filamentos de actina de
de la mucina es escasa o nula, las células en anillo de estas células. Así, los miofibroblastos tienden a ser más
sello poseen un citoplasma granular intensamente eosi- pálidos que las verdaderas células musculares lisas y,
nófilo, que se corresponde con un aspecto electrondenso además, en los miofibroblastos, existen áreas ocupadas
al microscopio electrónico. Los gránulos exocrinos son por retículo endoplasmático rugoso (RER), por lo que
habitualmente más fáciles de identificar al microscopio presentan con frecuencia aspecto heterogéneo, con textu-
óptico y confieren una granularidad más grosera, mien- ras distintas en diferentes partes del citoplasma. Por otro
tras que los gránulos endocrinos dan lugar a una apa- lado, en aquellas proliferaciones rabdomioblásticas con
riencia granular mucho más fina y sutil, prácticamente citoplasmas más abundantes, el aspecto suele ser inten-
imperceptible. Por último, puede también observarse una samente eosinófilo, debido a la combinación de abun-
apariencia granular más tosca en aquellos citoplasmas dantes haces de actina y miosina. Puede ocurrir, no obs-
que contienen abundantes organelas de distintos tipos tante, que un tumor de esta naturaleza contenga cantida-
(retículo, mitocondrias, lisosomas, etc.) dispuestas de des relativamente grandes de lípidos y glucógeno
manera desordenada (2). entremezclados con el componente filamentoso, con la
El aspecto en «vidrio esmerilado» puede observar- consiguiente traducción óptica (8). Por último, en el sis-
se tanto en células neoplásicas como no neoplásicas. tema nervioso central, el aspecto fibrilar es muy caracte-
Entre las últimas se incluyen algunas alteraciones hepá- rístico de los astrocitos y sus proliferaciones, que contie-
ticas inducidas por fármacos o por virus, que dan lugar a nen haces ondulados de proteína fibrilar ácida glial. En
los hepatocitos esmerilados. Este aspecto suele estar aso- los gemistocitos, estas colecciones de filamentos son tan
ciado con abundante retículo endoplasmático liso. Ésta abundantes que dan lugar a un aspecto esmerilado o
es también una organela muy abundante en células endo- parecido a células rabdoides.
crinas secretoras de esteroides. Estas células pueden El llamado fenotipo rabdoide fue descrito por pri-
mostrar un aspecto variable al microscopio, que traduce mera vez para definir las células características de un
su estadio funcional: cuando predomina el aspecto esme- tumor renal que es una entidad clínicopatológica bien
rilado debido a un acúmulo masivo de retículo liso, se definida de la infancia. Posteriormente, se describieron
trata de células en fase de síntesis; por el contrario, cuan- en otros órganos tumores con un aspecto parecido y con
do predominan las vacuolas de grasa, suele tratarse de diversos fenotipos (9,10). El aspecto rabdoide puede
células menos activas (3). Otro tipo de estructura cuyo variar de fibrilar a esmerilado y se refiere a la presen-
acúmulo homogéneo puede dar lugar a un aspecto esme- cia de un área redondeada bien definida en el citoplas-
rilado son los filamentos intermedios. Es lo que ocurre ma, que rechaza el núcleo hacia la periferia y que carac-
por ejemplo en los queratoacantomas o en algunos hepa- terísticamente se asocia con la presencia de un nucleo-
tocarcinomas. Finalmente, la presencia de vesículas muy lo prominente. La correlación ultraestructural de este
finas puede también resultar en una morfología esmeri- aspecto consiste en ovillos paranucleares de filamentos
lada al microscopio óptico, tal como ocurre en algunos intermedios (habitualmente vimentina) entre los que se
tumores endocrinos con retículo liso microvesiculado o identifican numerosas organelas atrapadas (fig. 2B). Se
en algunos carcinomas de células renales de tipo cromó- ha sugerido que esta característica podría ser el reflejo
fobo (6). de una alteración en la organización del citoesqueleto,
Los citoplasmas de aspecto fibrilar suelen deberse que se produciría en células en vías de degeneración o
también a la presencia de filamentos intermedios (fig. 2). con la vitalidad comprometida. Pueden observarse tam-
Así, los tonofilamentos son haces de citoqueratina, parti- bién ovillos de filamentos en tumores que no llegan a
cularmente frecuentes en carcinomas de células escamo- adoptar un aspecto rabdoide. En estos casos, se detecta
sas, pero también presentes en muchos otros tumores epi- una positividad paranuclear, puntiforme, con anticuer-
teliales, mesoteliomas y sarcomas sinoviales. En el carci- pos para citoqueratinas o vimentina. Éste es un dato
noma escamoso, existen habitualmente células con una muy útil en tumores neuroendocrinos, por ejemplo en el
gran profusión de dichos tonofilamentos, que a menudo carcinoma de células de Merkel con el anticuerpo de
forman agregados perinucleares concéntricos. Esta dispo- para citoqueratina 20 o en el carcinoma de células
sición da lugar a la apariencia característica de las células pequeñas de pulmón con el anticuerpo para CAM 5.2,
disqueratósicas y puede también detectarse mediante luz y también en algunos tumores de Ewing y en algunos
polarizada (fig. 2A). En células no escamosas, es poco melanomas.

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Fig. 2: Citoplasmas eosinófilos fibrilares: a) Célula escamosa con un masivo acúmulo de tonofilamentos que da lugar a las imágenes caracterís-
ticas de disqueratosis. b) Células de un tumor rabdoide, con ovillos paranucleares de filamentos intermedios (*) entremezclados con algunas orga-
nelas. c) Proliferación de células fusiformes con citoplasma fibrilar eosinófilo y núcleo de contorno irregular. d) Estas células poseen abundantes
filamentos de actina y su contracción es responsable de las invaginaciones del núcleo, características de las proliferaciones de músculo liso o de
miofibroblastos. e) Imagen histológica de un tumor de partes blandas con núcleos de cromatina densa y contorno irregular. f) La presencia de sar-
cómeras dispuestas de manera asimétrica es característica del rabdomiosarcoma y su contracción desordenada da lugar a irregularidades extremas
del contorno nuclear, que suelen ser más acusadas en uno de los polos del núcleo.

La presencia de cristales o cristaloides puede ser des de inmunoglobulinas que se acumulan en el retícu-
responsable de la tinción eosinofílica de una determi- lo rugoso se disponen en una estructura homogénea o
nada célula. Este hecho es particularmente frecuente granular, correspondiente a los cuerpos de Russell del
en células plasmáticas, en las que las grandes cantida- microscopio óptico. Otras estructuras típicas son los

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cristaloides de Reinke, que suelen ser poligonales e aclaramiento citoplasmático, a menudo asociado a otras
identifican las células de Leydig y los tumores que alteraciones que permiten identificar el origen artefac-
derivan de las mismas. Al microscopio electrónico, tual de este cambio.
estos cristaloides muestran un característico aspecto El aspecto claro puede deberse también a vacuoliza-
enrejado. Otro ejemplo de cristales o cristaloides que ción celular verdadera, no degenerativa. Ésta suele
confieren tonalidad eosinófila al citoplasma es el de adoptar la forma denominada citoplasma espumoso.
los cristales que caracterizan al sarcoma alveolar de Con frecuencia, este aspecto se debe a la presencia de
partes blandas, en el que estas estructuras, que son de vacuolas lipídicas. La mayor parte de lípidos suele
forma romboidal o cuadrangular y presentan una tex- extraerse en el proceso de inclusión en parafina. En oca-
tura en fino enrejado, coexisten con gránulos de prose- siones, las vacuolas lipídicas no están delimitadas por
creción. En hematoxilina y eosina, son cristales leve- una membrana celular, como es el caso del carcinoma de
mente eosinofílicos y su presencia se pone de mani- células renales de tipo células claras, en el que los lípi-
fiesto de manera más clara por su intensa positividad dos pueden combinarse con glucógeno. Del mismo
con la técnica de PAS (4). modo, en los liposarcomas de células redondas, las
vacuolas lipídicas carecen de membrana a su alrededor.
No obstante, estas vacuolas muestran una menor tenden-
2. Citoplasma claro cia a fusionarse que en otras formas mejor diferenciadas
de tumor adiposo. Así, los lipoblastos suelen contener
Las células claras denominadas «vegetaloides» reci- vacuolas de diferentes tamaños debido a la coalescencia
ben este nombre por su aspecto vacío (figs. 3A y B). Las de los lípidos libres en el citosol (8) (figs. 3E y F). Por el
organelas de estas células se concentran tanto alrededor contrario, en otros tumores las vacuolas lipídicas están
del núcleo como en la periferia, junto al plasmalema. Las delimitadas por una membrana y suelen ser el resultado
verdaderas células claras se caracterizan por contener de un proceso de fagocitosis. Estas vacuolas lipídicas son
grandes acúmulos de glucógeno, que suelen extraerse al en realidad lisosomas secundarios y tienden a ser mucho
menos en parte durante el procesado de los tejidos (11). más isométricas que las vacuolas de lípido no rodeadas
Los fijadores a base del alcohol tienden a conservar por membrana. Suelen encontrarse en reacciones histio-
mejor el glucógeno, pero no son de uso universal ya que, citarias de naturaleza diversa o en proliferaciones histio-
por ejemplo, no permiten el estudio ultraestructural a citarias neoplásicas, así como en algunos tumores epite-
partir de material parafinado en caso de que sea necesa- liales, tales como la variedad cromofílica o papilar del
rio. Existen carcinomas de células claras (de riñón, pul- carcinoma de células renales. Aunque estas son situacio-
món, útero y ovario entre otros), sarcomas de células cla- nes en las que las vacuolas citoplasmáticas son caracte-
ras (principalmente el melanoma de partes blandas) y rísticas, es necesario señalar que en la mayoría de tumo-
melanomas de células claras, entre otras posibilidades. res malignos es posible encontrar tanto acúmulos lipídi-
En la literatura, el término «de células claras» ha sido cos libres en el citosol, resultado de alteraciones en el
asociado a prácticamente todos los tipos de tumor, pero metabolismo oxidativo de dichas células, como vacuolas
esta denominación tiene que utilizarse en el contexto con membrana, producto de fagocitosis por parte de las
adecuado para que tenga sentido. En ocasiones, tendrá células tumorales, y por tanto ambas formas de presenta-
implicaciones clínico-patológicas, pero en otros casos no ción deben ponerse en el contexto adecuado para que
es más que un detalle anecdótico o una presentación resulten de utilidad diagnóstica. Algunos gránulos de
peculiar que hay que conocer para no diagnosticar erró- secreción, tales como los de mucina, pueden también dar
neamente un tumor determinado. lugar a un aspecto vacuolizado, si bien no son vacuolas
El otro substrato principal de las células con citoplas- totalmente vacías como las que se observan en el caso de
ma claro se debe a la presencia de cambios degenerati- los lípidos. Por otra parte, como se ha señalado más arri-
vos y artefactos y, por lo tanto, es del todo inespecífico. ba, las vesículas pueden ser demasiado pequeñas para
Uno de los primeros cambios degenerativos de la célula que sean apreciables por microscopía óptica y entonces
es la dilatación del RER, debida a la entrada de agua por dan lugar a un aspecto en vidrio esmerilado. En otras
alteración de los mecanismos de control hidroelectrolíti- ocasiones, en cambio, la presencia de vesículas se asocia
co. Aunque no siempre es un fenómeno degenerativo, el a una textura óptica delicadamente espumosa. Una de las
aspecto en forma de macrovesículas que se observa en el situaciones en las que esta característica constituye una
citoplasma de algunas células puede ser una clave diag- clave diagnóstica es el carcinoma de células renales de
nóstica para algunos tumores, como ocurre con las célu- tipo cromófobo. En algunos de estos tumores, dichas
las fisalíferas del cordoma, pero este hallazgo debe vacuolas coexisten con abundantes mitocondrias, con lo
situarse en el contexto adecuado (4). Por último, una que las áreas espumosas se combinan con áreas granula-
conservación deficiente, una inclusión agresiva o una res eosinófilas en el mismo citoplasma y en ocasiones se
excesiva temperatura de la parafina pueden producir plantea el diagnóstico diferencial con un oncocitoma (6)

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Fig. 3: Citoplasmas claros: a) Células de citoplasma claro «vegetaloide» en un carcinoma de células renales tipo células claras. b) Al microscopio
electrónico, estas células contienen cantidades variables de glucógeno y lípidos no rodeados de membrana, que ocupan el citoplasma (*) y rechazan
las organelas hacia la periferia o hacia la zona paranuclear. c) Células de un carcinoma renal de tipo cromófobo que muestran áreas intensamente eosi-
nófilas y otras más claras y finamente espumosas. d) Las áreas de aclaramiento celular o de aspecto espumoso en estos tumores contienen las carac-
terísticas vesículas isométricas. La eosinofilia se debe a la coexistencia de cantidades variables de mitocondrias. e) Tumor de partes blandas con célu-
las redondas vacuoladas y estroma mixoide. f) Se trata de células que contienen abundantes vacuolas de lípido. Como el lípido se encuentra libre en
el citosol, cuando las gotas entran en contacto tienden a fusionarse en gotas de mayor tamaño, rasgo característico de diferenciación adiposa.

(figs. 3C y D). Por otra parte, los cambios degenerativos Las luces intracelulares y los espacios intracelula-
pueden ser también responsables de una falsa vacuoliza- res semejantes a luces constituyen hallazgos que, aun-
ción que suele relacionarse con vesiculación artefactual que no dan lugar a un aspecto claro del citoplasma, pue-
de RER y también, de manera muy frecuente, con la pre- den tratarse en esta sección porque de algún modo pro-
sencia de mitocondrias hinchadas y degeneradas (3). ducen áreas claras en el interior de las células (fig. 4).

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Fig. 4: Luces verdaderas y falsas: a) Carcinoma de alto grado con espacios que semejan luces glandulares pero podrían ser falsas luces porque
contienen células necróticas. b) Al microscopio electrónico, se hacen mucho más obvias las imágenes de refuerzo apical de la imagen óptica, indi-
cativas de la existencia de un ribete en cepillo y, por tanto, de diferenciación glandular verdadera. c) Tumor mediastínico con aspecto cordonal epi-
telioide y luces intra e intercelulares. d) Estas luces contienen pseudópodos incurvados, filopodios y proyecciones circulares, típicos de la dife-
renciación endotelial de un hemangioendotelioma epitelioide. e) Imagen óptica de un tumor de la pared intestinal que presenta múltiples vacuolas
citoplasmáticas semejantes a luces. f) El examen del material recuperado del bloque de parafina demuestra que se trata de artefactos de retracción
en las células de un tumor estromal.

Las luces intracelulares son características de las prolife- tes gránulos de mucina que rechazan el núcleo. Del mis-
raciones glandulares o de vasos sanguíneos. Aunque la mo modo, es necesario recordar que, si bien las luces
presencia de luces intracelulares suele denominarse «en intracelulares en células epiteliales suelen considerarse
anillo de sello», hay que subrayar que las verdaderas diagnósticas de adenocarcinoma pobremente diferencia-
células en anillo de sello contienen en realidad abundan- do, pueden observarse también en células epiteliales nor-

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males, especialmente en células foliculares de tiroides, Cuando se observan citoplasmas de tinción basofíli-
células epiteliales de mama y células uroteliales de la ca mal definida, de aspecto sucio o empastado, el subs-
vejiga urinaria. Las luces intracelulares glandulares sue- trato suele corresponder a diversas combinaciones hete-
len tener microvellosidades en su superficie y, en espe- rogéneas de orgánulos, incluyendo RER y ribosomas.
cial en el caso de los tumores mamarios, acúmulos de Con frecuencia, el aspecto sucio se debe a cambios dege-
secreciones densas en el centro de la luz («cuerpos nerativos. Ésta es la base del denominado fenómeno de
magenta» de la citología de estas lesiones). La angiogé- «células claras y células oscuras» en el que las células
nesis normal, con la apertura progresiva y convergencia oscuras se encuentran en estado más avanzado de dege-
de espacios luminales para formar canales, es reproduci- neración que las más claras (figs. 5C y D). Esta aparien-
da por los tumores vasculares. También, en este caso, cia, que puede observarse tanto al microscopio óptico
pueden observarse microvellosidades en la luz, pero como al microscopio electrónico, fue la responsable, en
están asociadas con filopodios y lamelipodios (proyec- los primeros años de la microscopía electrónica, de que
ciones irregulares cilíndricas o laminadas, respectiva- en muchas descripciones de tumores de distinta naturale-
mente), que permiten distinguir este tipo de luces de las za se consideraran erróneamente estos dos aspectos como
de origen epitelial glandular (figs. 4C y D). Es impor- dos subpoblaciones celulares con significado biológico.
tante no interpretar cualquier tipo de espacio vacío intra-
celular como una luz ya que muchos artefactos de proce-
samiento pueden resultar en agujeros, especialmente CONTORNO CELULAR Y SUPERFICIE
como consecuencia de la retracción desigual que se pro- DE LA CÉLULA
duce en el citoplasma de células con abundantes fila-
mentos, como son las células del epitelio escamoso o las En muchos tumores epiteliales y algunos no epitelia-
células musculares lisas (12) (figs. 4E y F). les, especialmente en algunos sarcomas, las células se
encuentran agregadas entre sí de manera compacta.
Este aspecto suele deberse a la presencia de abundantes
3. Citoplasma basofílico uniones intercelulares, ya sea en forma de desmosomas,
uniones adherentes o uniones estrechas. Tal apariencia es
Existen situaciones en las que una textura granular indicativa, por lo general, de una histogénesis epitelial ver-
puede asociarse a una mayor afinidad por la hematoxili- dadera (en sentido amplio que incluye las proliferaciones
na (figs. 5A, B, C y D). En la mayoría de estos casos, la de células endoteliales y mesoteliales) (13,14). En otros
basofilia granular se debe a que el citoplasma está car- casos, no obstante, puede ser simplemente el resultado de
gado con abundantes cisternas de RER. Las cisternas de interdigitaciones celulares, directa aposición de las mem-
RER se encuentran presentes prácticamente en todas las branas de las células adyacentes o unión entre células
células, pero sólo dan lugar a un citoplasma basofílico mesenquimales por las denominadas densidades subplas-
en aquellas en las que la síntesis proteica es elevada, malémicas «en tándem». Esta última especialización es un
como es el caso de las células plasmáticas, las neuronas, hallazgo frecuente en los tumores musculares lisos o mio-
las células acinares del páncreas o las de la glándula fibroblásticos. Así pues, la estrecha aposición de células
salival. Estas células y los tumores relacionados con las suele ser habitualmente resultado de uniones bien estruc-
mismas pueden tener un citoplasma característicamente turadas, aunque existen múltiples excepciones a esta regla.
granular azulado en las secciones teñidas con hematoxi- En muchos tumores, pueden observarse espacios inter-
lina y eosina. Aunque la mayoría de los gránulos de celulares bien organizados, especialmente luces intercelu-
secreción son eosinofílicos, los gránulos serosos de las lares y rosetas. De manera parecida a lo ocurre con las
glándulas salivales y, en ocasiones, también los del pán- luces intracelulares, las luces intercelulares pueden
creas pueden ser intensamente basofílicos. Esta caracte- observarse tanto en proliferaciones epiteliales glandulares
rística puede ser útil para identificar un tumor como car- como en tumores vasculares. Cuando un tumor forma
cinoma de células acinares, en cualquiera de estas dos estructuras glandulares bien definidas, ello es un signo de
localizaciones, aunque los gránulos no son tan abundan- polarización celular, con la formación de complejos de
tes en este tipo de tumor como en las células acinares unión en los dominios laterales y especializaciones de
normales de estos mismos órganos (13). Por último, superficie en los dominios apicales: microvellosidades y,
algunos gránulos lisosomales, restos apoptóticos y gru- más raramente, cilios. Sin embargo, la formación artefac-
mos cromatínicos de células fagocitadas pueden impar- tual de espacios centrales de necrosis en nidos sólidos de
tir una apariencia granular azul intensa al citoplasma. células tumorales puede dar lugar a una falsa impresión de
Así se observa en algunas reacciones histiocitarias y, de diferenciación glandular. En ocasiones, coexisten ambos
manera esporádica, en algunos tumores, habitualmente fenómenos, luces glandulares verdaderas con restos necró-
tumores de alto grado con abundantes fenómenos de ticos centrales. Para reconocer una luz glandular verdade-
necrosis o apoptosis. ra, puede ser útil identificar la presencia de un fino ribete

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Fig. 5: a) Células fusiformes con citoplasmas fibrilares de predominio basofílico pero con áreas eosinófilas entremezcladas. b) Se trata de miofi-
broblastos en los que predomina el retículo rugoso (basófilo), combinado con proporciones variables de filamentos de actina (*) (eosinófilos). c)
Fenómeno de «células claras y oscuras» en un tumor neuroectodérmico. d) Imagen ultraestructural correspondiente que demuestra la naturaleza
degenerativa de este fenómeno. e) Tumor con extensas áreas eosinófilas intercelulares de aspecto fibrilar. f) Estas zonas corresponden a acúmulos
de prolongaciones con microtúbulos, vesículas y gránulos electrondensos, típicos de rosetas verdaderas en un neuroblastoma.

eosinofílico en la superficie apical, debido a la presencia superficies apicales de las luces y espacios que presentan
de microvellosidades, que no suele observarse en espacios estos tumores pone de manifiesto la existencia de un fino,
pseudoglandulares (figs. 4A y B). irregular y mal definido ribete en cepillo que se debe a las
Los tumores adenomatoides suelen presentar un características microvellosidades largas y tortuosas de
aspecto al microscopio óptico que los asemeja a tumores estas células, en ocasiones acompañadas de secreción
vasculares. Sin embargo, un examen cuidadoso de las azulada muy tenue, que corresponde al ácido hialurónico

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que segregan. Este conjunto de rasgos pueden observarse res rodeadas completamente por lámina externa y tam-
también en mesoteliomas epiteliales convencionales. En bién, de manera ocasional, formando mesoaxones. Exis-
ellos, las uniones de tipo desmosoma o unión estrecha ten, por otro lado, las llamadas pseudo-rosetas que pue-
suelen situarse en el dominio lateral de las células meso- den corresponder bien a espacios pseudoglandulares cre-
teliales, pero próximas al dominio basal, lo que da lugar ados por células neuronales o neuroepiteliales y, en
a que estas típicas microvellosidades se originen en la especial, ependimarias, o bien a estructuras papilares en
mayor parte del perímetro de dichas células (14). Ello las que las células se disponen de manera radial alrede-
produce con frecuencia a un efecto «en tachuela», con un dor de un vaso sanguíneo central. El primer tipo de pseu-
ribete denso de microvellosidades en la mayor parte del do-roseta puede ser particularmente difícil de distinguir,
contorno celular, rasgo que es más aparente con anticuer- con el microscopio óptico, de las pequeñas glándulas o
pos para determinadas proteínas vellositarias, como el estructuras acinares de un carcinoma poco diferenciado.
HBME-1 (7). Aunque es muy característica, la presencia En el examen ultraestructural, las pseudo-rosetas ependi-
de largos procesos celulares no se encuentra en todos los marias son fáciles de reconocer por sus microvellosida-
mesoteliomas ni es exclusiva de los mismos. El término des y cilios abundantes («blefaroplastos») (15).
descriptivo «tumor de células en anémona» se acuñó al
principio para referirse a carcinomas metastáticos a gan-
glio linfático que mostraban esta característica ultraes- MORFOLOGÍA NUCLEAR
tructural. Posteriormente, se aplicó a muchos otros tipos
de tumor, tales como melanomas o distintas variedades de El aspecto del núcleo es una de las principales fuentes
linfoma no-Hodgkin (linfoma con linfocitos vellosos y de información tanto en Citopatología como en Histopato-
linfoma de células grandes de tipo villopódico) (7). logía (16). Del mismo modo, en microscopía electrónica,
En las proliferaciones vasculares, pueden observarse las sutiles variaciones en la textura, la forma y el contor-
grados y estadios variables de angiogénesis. Los espacios no del núcleo suelen ser de gran valor. Así, el grado de
vasculares más incipientes no suelen estar conectados al condensación y granularidad de la cromatina suele relacio-
flujo sanguíneo y, por tanto, las luces vasculares que se narse con la ploidía y con el predominio de heterocromati-
observan en este tipo de tumores suelen encontrarse vací- na. Los núcleos pálidos o de aspecto homogéneo grisáceo
as, lo que puede llevar al diagnóstico diferencial con tumo- suelen contener un predominio de eucromatina, mientras
res glandulares epiteliales o con el ya mencionado tumor que la cromatina grosera o la llamada cromatina en «sal y
adenomatoide. El citoplasma más pálido y los núcleos más pimienta» suelen deberse a grados variables de compacta-
vesiculares, a menudo indentados, de las células endotelia- ción de la heterocromatina. En cuanto a las características
les, pueden ser de utilidad para llegar al diagnóstico correc- del nucleolo, la cantidad de cromatina asociada al mismo
to. Asimismo, además de estructuras de aspecto microve- determinará si éste presenta su característica tonalidad
llositario, el examen ultraestructural pone de manifiesto la eosinófila (cuando hay poca cromatina asociada) o basófi-
existencia de pseudópodos y lamelipodios que son caracte- la (cuando la cromatina asociada es más abundante). Aun-
rísticos de células endoteliales y excluyen la posibilidad de que suele ser difícil apreciarla al microscopio óptico, la
un tumor glandular (4) (figs. 4C y D). existencia de múltiples nucleolos suele relacionarse con
Otras estructuras intercelulares son las que se obser- alteraciones en los mecanismos moleculares de ensambla-
van fundamentalmente en tumores neuronales o neuroec- je del nucleolo, problemas que son más frecuentes en célu-
todérmicos, en forma de rosetas verdaderas y pseudo- las tumorales. Tanto la presencia de nucleolos múltiples
rosetas. Las primeras están constituidas por conglome- como otras características nucleolares, tales como el aspec-
rados de prolongaciones celulares que crean un to «serpenteante» característico del seminoma (nucleolo
característico patrón fibrilar (figs. 5E y F). En microsco- irregular, de estructura abierta, de aspecto disperso y con
pía óptica, estos procesos celulares pueden ser difíciles escasa cromatina asociada), pueden observarse con facili-
de distinguir de estructuras similares pero constituidas dad mediante microscopía electrónica. La correlación de
por acúmulos radiales de colágena, que se observan en estos rasgos ultraestructurales con la morfología óptica es
algunos tumores miofibroblásticos o schwannianos. En más fácil en preparaciones citológicas, pero puede valorar-
estos casos, el aspecto ultraestructural de las células se también en cortes de parafina. Por último, los nucleolos
adyacentes es habitualmente muy distinto, ya que en los de gran tamaño, en especial cuando están adosados a la
tumores con diferenciación neuronal se observan micro- membrana nuclear, suelen asociarse con una intensa activi-
túbulos dispuestos longitudinalmente, vesículas sinápti- dad de síntesis proteica, frecuente tanto en tumores malig-
cas y ocasionales gránulos electrondensos; en los tumo- nos como en tejidos en regeneración (3). Así mismo, se ha
res miofibroblásticos se observa el característico aspecto demostrado que, en las células tumorales, el tamaño nucle-
bifenotípico, con abundante retículo endoplasmático olar se correlaciona con la actividad proliferativa (17).
rugoso y acúmulos de actina (figs. 5A y B) y, en los En ocasiones, resulta difícil distinguir ópticamente
tumores de nervio periférico, las prolongaciones celula- el nucleolo de determinadas inclusiones nucleares,

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La apariencia óptica de las células y los tejidos patológicos desentrañada a través del microscopio electrónico

Fig. 6: a) Núcleo de un carcinoma bronquioloalveolar, con las características inclusiones nucleares verdaderas microtubulares, responsables de
grados variables de aclaramiento nuclear al microscopio óptico. b) Típicos «bolsillos» nucleares propios de células linfoides, pero que no indican
necesariamente su carácter maligno. c) Linfocito T con delicadas irregularidades del contorno nuclear. d) Imagen ultraestructural de un estroma
mixoide: la proporción de colágena es muy baja y predominan los mucopolisacáridos, que adoptan un característico aspecto reticulado.

especialmente algunas inclusiones víricas, pero un exa- hace evidente que no están delimitadas por la cubierta
men cuidadoso puede poner de manifiesto el compo- nuclear ni por cromatina, a diferencia de lo que ocurre
nente azulado de cromatina asociado al nucléolo, que en las pseudoinclusiones (7).
distingue a esta estructura de las inclusiones víricas más El contorno nuclear es una característica citológica
frecuentes. En algunos tumores, la presencia de inclu- importante en muchos tumores. Así, un núcleo con aspec-
siones nucleares visibles al microscopio óptico es una to rugoso simétrico, con pliegues difusos en todo su perí-
característica diagnóstica muy útil. Las inclusiones metro, suele ser característico de los linfocitos T (fig. 6C),
nucleares verdaderas deben distinguirse de las denomi- pero también muchos linfocitos B tienen irregularidades
nadas pseudoinclusiones nucleares (2-4). Estas últimas nucleares, especialmente los centrocitos y los linfocitos
son en realidad invaginaciones o protrusiones del cito- del manto. En el caso de los linfocitos B, los plegamientos
plasma que producen una deformidad en el contorno de la cubierta nuclear no suelen ser tan complejos ni difu-
nuclear. Éste es el tipo de inclusión que se observa sos. Una clave ultraestructural clásica en el diagnóstico de
característicamente en el melanoma, en sarcomas pleo- linfoma es la presencia de delicadas invaginaciones peri-
mórficos y en el carcinoma papilar de tiroides, entre féricas entre el citoplasma y la cubierta nuclear, que dan
otros tumores. Por otro lado, las inclusiones nucleares lugar a las denominadas proyecciones y bolsillos nuclea-
verdaderas pueden deberse a múltiples substratos res («nuclear pockets») (fig. 6B). Muchos subtipos de
ultraestructurales, los más característicos de los cuales células reticulares se caracterizan por plegamientos e inva-
son los agregados filamentosos de los adenocarcinomas ginaciones nucleares pero en estas células la eucromatina
endometriales y los agregados microtubulares del carci- predomina sobre la heterocromatina (2-4).
noma bronquioloalveolar (2-4) (fig. 6A). Estas estructu- Las irregularidades de la cubierta nuclear siguen algu-
ras se encuentran realmente dentro del núcleo y, por tan- nos patrones característicos que ayudan a comprender el
to, cuando se examinan al microscopio electrónico se aspecto óptico del núcleo y que pueden ayudar a identificar

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Lloreta Trull J

la célula de origen. Así, un contorno nuclear simétricamen- Al Dr. Sergio Serrano, Jefe del Servicio de Anatomía
te plegado es típico de las células musculares lisas y de los Patológica del Hospital del Mar, por su decisiva apuesta
miofibroblastos, ya que se debe a la contracción espontánea por la microscopía electrónica a lo largo de los años.
e irregular de estas células, en las que los filamentos de acti-
na se encuentran distribuidos de manera homogénea. Por
otro lado, los núcleos del rabdomiosarcoma suelen estar BIBLIOGRAFÍA
desplazados a la periferia de la célula y presentan plega- 1. Dardick I, Robb I. Primer of Diagnostic Electron Micros-
mientos asimétricos, con hendiduras más prominentes en el copy for Pathologists-in-Training. Society for Ultrastruc-
polo en que el citoplasma es más abundante y más rico en tural Pathology and Pathology Images Inc, editores. 2nd
actina y miosina, que se contraen de manera desorganizada. Edition, 2006.
Por último, los melanomas y los sarcomas pleomórficos 2. Ghadially FN. Diagnostic Electron Microscopy of Tumors.
pueden presentar irregularidades tan extremas del contorno London: Butterworths; 1985.
nuclear que resultan visibles al microscopio óptico (8). 3. Ghadially FN. Ultrastructural Pathology of the Cell and
Matrix. Boston: Butterworth-Heinemann; 1997.
4. Erlandson RA. Diagnostic Transmission Electron Micros-
copy of Tumors. New York: Raven Press; 1994.
MATRIZ INTERCELULAR 5. Ordóñez NG, Mackay B. Electron microscopy in tumor
diagnosis: indications for its use in the immunohistoche-
Al igual que ocurre en el tejido normal, el aspecto mical era. Hum Pathol 1998; 29: 1403-11.
óptico de la matriz intercelular de los tumores depende 6. Montes Moreno S, Alemany Benítez I, Martínez González
del equilibrio entre la cantidad de componentes fibrilares MA. Ultrastructural studies in a series of 18 cases of chro-
y amorfos y del grado de hidratación de estos últimos. mophobe renal cell carcinoma. Ultrastruct Pathol 2005;
Así, puede tener un aspecto denso o hialinizado si pre- 29: 377-87.
7. Hammar SP. Metastatic adenocarcinoma of unknown pri-
dominan los haces de colágena densamente empaqueta-
mary origin. Hum Pathol 1998; 29: 1393-402.
dos, con una textura fibrilar u ondulada, pero también 8. Erlandson RA, Woodruff JM. Role of electron microscopy
cuando se acumula abundante material de membrana in the evaluation of soft tissue neoplasms, with emphasis
basal (colágeno tipo IV), lo que habitualmente da lugar a on spindle cell and pleomorphic tumors. Hum Pathol
un aspecto más amorfo y eosinófilo. Por otro lado, un 1998; 29: 1372-81.
estroma laxo o mixoide se relaciona con el predominio 9. Weeks DA, Beckwith JB, Mierau GW, Zuppan CW. Renal
de una matriz extracelular amorfa, rica en proteogluca- neoplasms mimicking rhabdoid tumor of kidney. A report
nos y ácido hialurónico (fig. 6D). Dependiendo de la from the National Wilms’ Tumor Study Pathology Center.
cantidad de agua que retienen estas moléculas altamente Am J Surg Pathol 1991; 15: 1042-54.
10. Weeks DA, Malott RL, Zuppan CW, Liwnicz BH, Beck-
hidrofílicas, así como de la cantidad de colágeno asocia-
with B. Primitive cerebral tumor with rhabdoid features: a
do, el aspecto será más o menos mucoide y la tinción case of phenotypic rhabdoid tumor of the central nervous
será más o menos basofílica o eosinofílica (3). system. Ultrastruct Pathol 1994; 18: 23-8.
Hasta aquí, hemos revisado algunos aspectos de la 11. Alameda F, Lloreta J, Ferrer MD, Corominas JM, Galitó E,
morfología de las células y tejidos tanto normales como Serrano S. Clear cell meningioma of the lumbosacral spine
patológicos, en los que existe una buena correlación with chordoid features. Ultrastruct Pathol 1999; 23: 51-8.
entre la microscopía óptica y su contrapartida electróni- 12. Ferrer MD, Lloreta J, Corominas JM, Ribalta T, Iglesias
ca. Es posible entender mejor y obtener una información M, Serrano S. Signet ring epithelioid stromal tumor of the
más precisa y provechosa de los datos que proporciona la small intestine. Ultrastruct Pathol 1999; 23: 45-50.
13. Lloreta J, Serrano S. The current role of electron micros-
microscopía óptica, si se conoce el substrato ultraestruc-
copy in the diagnosis of epithelial and epithelioid tumors.
tural de las diferentes enfermedades. El microscopio Semin Diagn Pathol 2003; 20: 46-59.
electrónico constituye una herramienta ideal para la 14. Oury TD, Hammar SP, Roggli VL. Ultrastructural features
comprensión de las bases patogenéticas y de la morfogé- of diffuse malignant mesotheliomas. Hum Pathol 1998;
nesis de los distintos procesos patológicos. Por todo ello, 29: 1382-92.
es muy recomendable que los patólogos, especialmente 15. Mierau GW, Weeks DA, Hicks J. Role of electron micros-
durante el período de formación, puedan familiarizarse copy and other special techniques in the diagnosis of child-
con las imágenes que proporciona este instrumento. hood round cell tumors. Hum Pathol 1998; 29: 1347-55.
16. Turbat-Herrera E, Herrera G. Electron microscopy renders
the diagnostic capabilities of cytopathology more precise:
an approach to everyday practice. Ultrastruct Pathol 2005;
AGRADECIMIENTOS 29: 475-82.
17. Lloreta J, Ferrer MD, Corominas JM, Serrano S, Pavesi M,
A los técnicos Luís Magán y María Andrea García Mackay B. Prediction of recurrence and nucleolar features
por su excelente labor en el laboratorio de microscopía in node-negative breast carcinoma: An ultrastructural
electrónica. study. Virchows Archiv. 2002; 440: 280-4.

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