SECADO

En este proceso la humedad de la masa proteica se reduce a valores inferiores al 12%. Se

recomienda que la temperatura del proceso no supere los 90 ° C. Las temperaturas más
grandes logran una mayor tasa de evaporación, pero la calidad nutricional de la proteína
puede ser comprometida. Hay dos tipos generales de secado: por calentamiento directo y por
calentamiento indirecto con vapor. La empresa utiliza las dos.

MOLIENDA

Antes de ser molido, el material seco pasa a través de un tamiz vibratorio y magnético para
quitar posibles materiales extraños como pedazos de madera, tejido, huesos, anzuelos y clavos
que podrían estar presentes. Finalmente, la molienda se realiza preferentemente formando
partículas de 40 mesh, pero en la práctica los tamaños de las partículas de harina varían entre
10 y 100 mesh. El tamaño de partícula homogéneo facilita la incorporación de la harina en las
raciones.

ALMACENAMIENTO

La harina procesada es llevada a un embudo por medio de unos tubos. Dentro de dicho
embudo hay una rejilla y se colocan los sacos para su llenado, una vez llenados, se procederá a
coser los sacos para su última fase en donde será llevada a los establecimientos de
almacenado