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Practica:
Fatiga mecánica
Profesor:
José Alfredo Rodríguez Ramírez
Alumno:
Edthmar Jair Pedraza Verdiguel
Marco teórico
Fatiga de materiales
En ingeniería y, en especial, en ciencia de materiales, la fatiga de materiales se
refiere un fenómeno por el cual la rotura de los materiales bajo cargas dinámicas
cíclicas se produce ante cargas inferiores a las cargas estáticas que producirían la
rotura. Un ejemplo de ello se tiene en un alambre: flexionándolo repetidamente se
rompe con facilidad, pero la fuerza que hay que hacer para romperlo en una sola
flexión es muy grande. La fatiga es una forma de rotura que ocurre en estructuras
sometidas a tensiones dinámicas y fluctuantes (puentes, automóviles, aviones,
etc.). Su principal peligro es que puede ocurrir a una tensión menor que la
resistencia a tracción o el límite elástico para una carga estática, y aparecer sin
previo aviso, causando roturas catastróficas. Es un fenómeno muy importante, ya
que es la primera causa de rotura de los materiales metálicos (aproximadamente el
90%), aunque también está presente en polímeros (plásticos, composites,...), y en
cerámicas.
La rotura por fatiga tiene aspecto frágil aún en metales dúctiles, puesto que no hay
apenas deformación plástica asociada a la rotura. El proceso consiste en un inicio
y posterior propagación de fisuras, que crecen desde un tamaño inicial microscópico
hasta un tamaño macroscópico capaz de comprometer la integridad estructural del
material. La superficie de fractura es perpendicular a la dirección del esfuerzo.
Aunque es un fenómeno que, sin definición formal, era reconocido desde antiguo,
este comportamiento no fue de interés real hasta la Revolución Industrial, cuando,
a mediados del siglo XIX comenzaron a producirse roturas en los ejes de las ruedas
de los trenes, que pugnaban, por aquel entonces, por imponerse como medio de
locomoción.
Teorías sobre la fatiga
Para explicar el fenómeno se propusieron teorías que justificaban la pérdida de
resistencia mecánica en la alteración de la estructura interna del acero por campos
magnéticos o por el propio giro del eje.
Por absurdas que puedan parecer estas teorías, hay que tener en cuenta que por
entonces los conocimientos relativos a la estructura interna de los materiales eran
muy limitados, aunque se sabía que el proceso de fabricación condicionaba la
textura del material confiriéndole unas determinadas propiedades.
No es extraño entonces que se razonara que la rotura inesperada se produjera por
la transformación de la estructura «fibrosa» del acero en una estructura «cristalina»,
sin que los mismos que defendían estas teorías supieran muy bien a qué se referían.
Hacia 1845, Rankine demostró que la reducción de las concentraciones de
tensiones alargaba la vida del eje. Posteriormente, hacia 1860, Wöhler desarrolló
diversas máquinas de ensayo para el estudio sistemático del fenómeno, una de las
cuales, la probeta rotatoria, inspira los actuales ensayos de fatiga de materiales
férricos.
Wöhler extrajo dos conclusiones de aquellos ensayos: la primera, que las fuerzas
necesarias para provocar la rotura con cargas dinámicas son muy inferiores a las
necesarias en el caso estático, y la segunda, que existe un umbral por debajo del
cual las probetas no se rompían (límite de fatiga).
Ya en el siglo XX, Humfrey y Ewing observaron que, bajo cargas dinámicas,
aparecían deformaciones por deslizamiento similares a las obtenidas en el caso
estático, de modo que el progreso de dichas líneas era el que conducía a la rotura.
Posteriormente, Hanson y Gogh introdujeron la hipótesis del endurecimiento por
deformación (acritud) para explicar la existencia del límite de fatiga, de modo que
con cargas pequeñas el endurecimiento llegaba a compensar y detener el avance
del deslizamiento.
Actualmente, aunque se acepta la teoría del endurecimiento/deslizamiento, no
existe una formulación cuantitativa que permita realizar un cálculo fiable. No
obstante, la multitud de datos disponibles, especialmente para materiales férricos y
otros materiales metálicos, ha permitido desarrollar métodos de cálculo para el
diseño de piezas confiables. Este no es el caso de materiales de aparición reciente,
para los que es necesaria la fabricación y el ensayo de prototipos.
Estadios de fatiga
La historia de una grieta que se desarrolla en un componente sometido a fatiga tiene
típicamente tres etapas: una etapa de iniciación, una de propagación estable y
finalmente una propagación acelerada que conduce al fallo del componente.
Estadio I: grietas cortas
Habitualmente en la superficie se encuentran zonas con altas cargas alternadas que
producen deformaciones plásticas en los granos próximos a la superficie. Esta
deformación se localiza en bandas persistentes de deslizamiento. Cuando un grano,
situado en la superficie, deforma, se genera un escalón en la superficie, que
inmediatamente se oxida. Una vez oxidada la superficie del escalón, resulta
imposible invertir la deformación en ese plano.
La deformación en sentido contrario deberá acontecer en otro plano, que
obviamente forma otro escalón que se oxida y se suprime la deformación en este
nuevo plano. La repetición de este ciclo de deformación, oxidación y bloqueo acaba
por formar protuberancias entrantes en la superficie original del sólido, que
concentran tensiones. La situación se agrava y termina por aparecer un micro grieta
a partir de estos defectos superficiales que se propaga a lo largo de las bandas
persistentes de deslizamiento (formando 45º con la dirección de la tracción).
Aunque la nomenclatura resulte algo confusa, esta grieta presenta modo mixto: I y
II.
En este estadio, la micro grieta tiene mucha dificultad para atravesar los bordes de
grano y, a menudo, la micro grieta sólo consigue progresar en un grano y ahí se
detiene. Si la carga es algo más alta o con suficiente número de ciclos reinicia la
propagación en el grano adjunto.
Estadio II
A medida que crece la grieta, pronto descubre que su dirección de crecimiento no
es óptima y que su propagación requiere un menor trabajo si se orienta
perpendicular al campo tractivo (modo I).Habitualmente la reorientación de la grieta
ocurre cuando la micro grieta ha atravesado unos pocos granos en el material. A
partir de este momento su propagación es estable y se ajusta a una ley potencial en
el factor de intensidad detenciones, de acuerdo con la ley empírica que propusieron
Paris y Erdogan 1960:
En donde aes el tamaño de la grieta, N el número de ciclos, C y m son constantes
que dependen del material y del medio ambiente. A medida que crece el tamaño de
la grieta, si las tensiones alternadas son constantes, aumenta ∆K I y en
consecuencia su velocidad decrecimiento: da / dN
Estadio III
Cuando el tamaño de la grieta es mayor, el máximo factor de intensidad de
tensiones durante el ciclo se aproxima a K IC. Los poppings (pequeñas zonas rotas
por clivaje) son frecuentes y la velocidad de crecimiento se acelera aún más por
estas contribuciones frágiles a su propagación. Llega un momento en que se
alcanza el valor de KIC y la propagación se convierte en catastrófica: la pieza rompe
por clivaje o coalescencia de micro cavidades.
Este último estadio de la fatiga, en general, carece de interés: la velocidad de
crecimiento es tan grande que el número de ciclos consumidos en el estadio III
apenas cuenta en la vida de la pieza.
Tensiones cíclicas
La tensión puede ser axial (tensión y compresión), de flexión o torsional. En general,
son posibles tres modos distintos de tensión fluctuante en el tiempo:
1. Representado esquemáticamente por una onda sinodal del tiempo, en la que la
amplitud es simétrica y varía de un valor máximo a un mínimo igual a la tensión
aplicada. Se denomina ciclo de carga invertida.
2. Denominado ciclo de carga repetida, los máximos y mínimos son asimétricos con
respecto al nivel cero de carga.
3. Aleatorio: el nivel de tensión puede variar al azar en amplitud y frecuencia.
La amplitud de la tensión varía alrededor de un valor medio, el promedio de las
tensiones máxima y mínima en cada ciclo:
Por convención, los esfuerzos a tracción son positivos y los de compresión son
negativos. Para el caso de un ciclo con inversión completa de carga, el valor de R
es igual a -1.
Curva S-N
Estas curvas se obtienen a través de una serie de ensayos donde una probeta del
material se somete a tensiones cíclicas con una amplitud máxima relativamente
grande (aproximadamente 2/3 de la
resistencia estática a tracción). Se
cuentan los ciclos hasta rotura. Este
procedimiento se repite en otras
probetas a amplitudes máximas
decrecientes.
Los resultados se representan en un
diagrama de tensión, S, frente al logaritmo del número N de ciclos hasta la rotura
para cada una de las probetas. Los valores de S se toman normalmente como
amplitudes de la tensión.
Se pueden obtener dos tipos de curvas S-N. A mayor tensión, menor número de
ciclos hasta rotura. En algunas aleaciones férreas yen aleaciones de titanio, la curva
S-N se hace horizontal para valores grandes de N, es decir, existe una tensión límite,
denominada límite de fatiga, por debajo del cual la rotura por fatiga no ocurrirá.
Suele decirse, de manera muy superficial, que muchas de las aleaciones no férreas
(aluminio, cobre, magnesio, etc.) no tienen un límite de fatiga, dado que la curva S-
N continúa decreciendo al aumentar N. Según esto, la rotura por fatiga ocurrirá
independientemente de la magnitud de la tensión máxima aplicada, y por tanto, para
estos materiales, la respuesta a fatiga se especificaría mediante la resistencia a la
fatiga que se define como el nivel detención que produce la rotura después de un
determinado número de ciclos. Sin embargo, esto no es exacto: es ingenuo creer
que inmaterial se romperá al cabo de tantos ciclos, no importa cúanridículamente
pequeña sea la tensión presente.
En rigor, todo material cristalino (metales,...) presenta un límite de fatiga. Ocurre
que para materiales como la mayoría de los férricos, dicho límite suele situarse en
el entorno del millón de ciclos (para ensayos de probeta rotatoria), para tensiones
internas que rondan 0,7-0,45 veces el límite elástico del material; mientras que para
aquellos que se dicen sin límite de fatiga, como el aluminio, se da incluso para
tensiones muy bajas (en el aluminio, de 0,1-0,2 veces dicho límite), y aparece a
ciclos muy elevados (en el aluminio puede alcanzar los mil millones de ciclos; en el
titanio pueden ser, según aleaciones, cien millones de ciclos o incluso,
excepcionalmente el billón de ciclos).Como en general no se diseñan máquinas ni
elementos de manera que las máximas tensiones sean de 0,1-0,2 veces el límite
elástico del material, pues en ese caso se estarían desaprovechando buena parte
de las capacidades mecánicas del material, y como tampoco se suele diseñar
asumiendo valores de vida por encima del millón de ciclos, en la práctica este tipo
de materiales no van a poder presentar su límite de fatiga, aunque sí lo tienen.
Esta confusión surge de la propia naturaleza de las curvas S-Nde Wöhler, que
fueron concebidas en el siglo XIX para los aceros. Al ampliarse el tipo de materiales
metálicos usuales en ingeniería, los mismos conceptos y las mismas curvas se
trasladaron a otros metales cuyo comportamiento a fatiga es esencialmente
diferente (de hecho, es una característica propia de la fatiga la gran variabilidad de
comportamientos que presenta en los distintos tipos de materiales). Y como quiera
que el acero ha sido y es la piedra angular de la ingeniería, interesaba comparar las
propiedades de los demás metales con respecto al mismo: es y era común que, al
ensayar materiales, los ensayos se suspendieran una vez superado el millón de
ciclos, considerando que no interesaba caracterizar materiales por encima de ese
límite temporal.
Otro parámetro importante que caracteriza el comportamiento a fatiga de un material
es la vida a fatiga Nf. Es el número de ciclos para producir una rotura a un nivel
especificado de tensiones.
Además, el conocimiento del comportamiento a fatiga no es igual en todos los
materiales: el material mejor conocido, más ensayado y más fiable en cuanto a
predicciones a fatiga es la familia de los aceros. De otros materiales metálicos de
uso común como el aluminio, el titanio, aleaciones de cobre, níquel, magnesio o
cromo, se dispone de menos información (decreciente ésta con la novedad de la
aleación), aunque la forma de los criterios de cálculo a fatiga y de las curvas S-N
parece regular, y es parecida a la de los de los aceros, y se considera que su
fiabilidad es alta. Para materiales cerámicos, por el contrario, se dispone de muy
poca información, y de hecho, el estudio de la fatiga en ellos y en polímeros y
materiales compuestos es un tema de candente investigación actual.
En todo caso, existe una diferencia notable entre la teoría y la realidad. Esto
conduce a incertidumbres significativas en el diseño cuando la vida a fatiga o el
límite de fatiga son considerados. La dispersión en los resultados es una
consecuencia de la sensibilidad dela fatiga a varios parámetros del ensayo y del
material que son imposibles de controlar de forma precisa. Estos parámetros
incluyen la fabricación de las probetas y la preparación de las superficies, variables
metalúrgicas, alineamiento de la probeta en el equipo de ensayos, tensión media y
frecuencia de carga del ensayo.
Aproximadamente la mitad de las probetas ensayadas se rompen a niveles de
tensión que están cerca del 25% por debajo de la curva. Esto suele asociarse a la
presencia de fuentes de concentración de tensiones internas, tales como defectos,
impurezas, entallas, ralladuras,..., que han permanecido indetectadas. Se han
desarrollado técnicas estadísticas y se han utilizado para manejar este fallo en
términos de probabilidades. Una manera adecuada de presentar los resultados
tratados de esta manera es comuna serie de curvas de probabilidad constante.
Fatiga de bajo número de ciclos (oligofatiga) < 10E3 – 10E5 ciclos.
Fatiga de alto número de ciclos > 10E3 – 10E5 ciclos.
Sustitución
𝑏ℎ2 (1𝑥10−3 )(1𝑥10−3 )
𝐼= = = 833𝑥10−16
12 12
(0.15)(0.5𝑥10−3 )3
𝜎𝐴 =
833𝑥10−16
𝜎𝐴 = 900𝑥106 𝑃𝑎.
𝑎 = 8.452174𝑥109 𝑃𝑎 𝑏 = −0.297848
𝑆𝑒 1 1⁄
𝑁=( )𝑏 −0.297848
𝑎
900𝑥106
𝑁=( )
8.452174𝑥109
(Figura 1)
Después se utilizó el programa Ansys para cambiar las propiedades de los
materiales y el análisis de los ciclos correspondientes que se tenían que aplicar
(figura 2).
(Figura 2)
Al insertar la barra de acero en el programa, se le coloco un mallado, la idea era
hacer el mallado mucho más fino pero el programa nos limitaba a resolverlo, por lo
cual quedo de la siguiente manera (figura 3).
(Figura 3)
Después a la barra se colocó un empotramiento para que quedara fijo, o sea un
(Fixed support) como se muestra (figura 4).
(Figura 4)
Se le aplico un momento al otro extremo de la barra en el componente Z y este
momento tuvo un valor de (0.15 N*m) (figura 5).
(Figura 5)
(Figura 6)
Por último se generó el análisis final de la pieza el cual los arrojo los resultados
finales los cuales son iguales a los obtenidos por las ecuaciones anteriormente y
nos dan los 1844 ciclos (figura 7 y figura 8).
(Figura 7)
(Figura 8)
PRACTICA 2
Acero SAE 110
𝐹
𝜎=
𝐴
𝑎 = 𝑡𝑎𝑚𝑎ñ𝑜 𝑑𝑒 𝑔𝑟𝑖𝑒𝑡𝑎
𝑘 = 𝑓𝑎𝑐𝑡𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑠𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑓𝑢𝑒𝑟𝑧𝑜𝑠
𝑎𝑐 = 𝑡𝑎𝑚𝑎ñ𝑜 𝑑𝑒 𝑔𝑟𝑖𝑒𝑡𝑎 𝑐𝑟𝑖𝑡𝑖𝑐𝑜
𝒌 = 𝒇(𝑮)∆𝝈√𝝅𝒂 [𝑘𝑃𝑎√𝑚]
Ley de parís
Establece que la derivada con respecto a la grieta es igual a C (tablas de fatiga).
𝑑𝑎
= 𝐶(∆𝑘)𝑚
𝑑𝑁
𝑁 𝑎𝐹
𝑑𝑎
∫ 𝑑𝑁 = ∫
0 𝑎0 𝐶(∆𝑘)𝑚
%𝝈 𝝈 (𝑴𝑷𝒂) 𝑷(𝑵)
90 450 12.62
80 400 11.22
70 350 9.82
60 300 8.41
Sustitución
𝐶 = 1.59𝑚𝑚 → 𝐶 = 1.59𝑥10−3 𝑚
𝜋𝐷2
𝐼= = 5.02𝑥10−12 𝑚4
4
𝜎𝐼
𝑚=
𝐶
𝑃𝑑
𝑚= 𝑑 = 22.5𝑐𝑚 = 0.225𝑚
2
𝝈𝑰
𝒎= 𝝈(𝟒𝟓𝟎, 𝟒𝟎𝟎, 𝟑𝟓𝟎, 𝟑𝟎𝟎)
𝑪
Se realizaron los cálculos para determinar a cuantas rpm iba a girar el motor, ya que
este se colocó a 10 Hz, el resultado fueron 600 rpm, y se determino así:
𝑓 = 10 𝐻𝑧
3. 𝑃 = 9.8𝑁
𝑡 = 1 min 28 𝑠𝑒𝑔 = 1.46 𝑚𝑖𝑛
𝑁 = 876 𝑐𝑖𝑐𝑙𝑜𝑠
4. 𝑃 = 8.8 𝑁
𝑡 = 2.56 = 2.93 𝑚𝑖𝑛
𝑁 = 1758 𝑐𝑖𝑐𝑙𝑜𝑠
Tamaño de grieta (𝑎)
1.- 95.9 𝑚𝑖𝑐𝑟𝑎𝑠 95.9𝑥10−6 𝑚
2.- 4.24 𝑚𝑖𝑐𝑟𝑎𝑠 4.24𝑥10−6 𝑚
𝒌 = 𝒇(𝑮)∆𝝈√𝝅𝒂
1.- 𝑘 = 1.2(450)√𝜋 95.9𝑥10−6 = 9.3729 [𝐾𝑃𝑎√𝑚]
Fotos de la práctica
La probeta con la cual se realizó la práctica, se necesitaron 4 iguales (figura 1).
(Figura 1)
La bomba y el plc con la que se realizaron las pruebas y se controlaron las rpm, se
observa que en el plc se programa a 10 Hz que es igual a 600 rpm (figura 2 y 3).
(Figura 2) (Figura 3)
Aquí se colocó la pieza y se sujetó para comenzar ya con las pruebas (figura 4).
(Figura 4)
En las siguientes imágenes se ve como se regulo el esfuerzo para la pieza, esta se
calibro conforme dieron los resultados obtenidos (figura 5 y 6).
(Figura 5) (Figura 6)
Aquí se muestra como quedo la probeta ya con la fractura al término de las pruebas
(figura 7).
(Figura 7)
Conclusiones
La fatiga de materiales se refiere a un fenómeno por el cual la rotura de los
materiales bajo cargas dinámicas cíclicas se produce ante cargas inferiores a las
cargas estáticas que producirían la rotura.
En la primer practica la solución del problema fue un poco complicado porque se
tuvieron que sacar valores con ayuda de las formulas y estas a su vez sustituirlas
correctamente.
El diseño de la pieza fue fácil, pero ya al someterla al análisis en el programa Ansys
fue un poco complicado ya que el programa no lo generaba rápido debido que no
nos permitía resolverlo muy bien por el número de nodos.
Después de todo esto los resultados analíticamente y en el programa fueron exactos
ya que los datos obtenidos fueron los que se esperaban.
En la segunda practica sacar los resultados fue más complejo ya que de esta
dependían las condiciones para realizar la práctica y así con los resultados
obtenidos volver a aplicarlos en fórmulas para determinar el factor de intensidad de
esfuerzos. El único problema fue que al calibrar el esfuerzo que se le iba a aplicar
a la probeta con un pequeño giro se disparaba por muy encima de lo necesario. Al
final toda la práctica fue de mucho éxito ya que aprendimos a calcular su fatiga
mecánica de forma experimental.
Bibliografía
https://es.wikipedia.org/wiki/Fatiga_de_materiales
https://ingemecanica.com/tutorialsemanal/tutorialn217.html
http://bibing.us.es/proyectos/abreproy/4089/fichero/4.pdf
http://www.imem.unavarra.es/EMyV/pdfdoc/elemaq/em-transparencias_fatiga.pdf
https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/6860/02CAPITULO.pdf?sequence=3&isAllowed=y