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Fosbery
LA CULTURA
CATÓLICA
Edición Digital
Gran Canciller
Fr. Dr. Aníbal Ernesto Fosbery O.P.
Rector
Dr. Juan Carlos Mena
Vicerrector de Formación
Pbro. Dr. Néstor Alejandro Ramos
Vicerrector Académico
Dr. Alejandro Gabriel Campos
LA CULTURA
CATÓLICA
Edición Digital
Puede imprimirse:
S. E. R. Mons. Jorge M. Bergoglio S. J.
Arzobispo de Buenos Aires
eISBN 978-987-1312-34-4
eISBN 978-987-1312-34-4
1
Dz. 54. Cfr. Orbe, A., Hacia la primera teología de la procesión del Verbo,
Roma 1958, pp.465 y ss.
2
Para entender la enorme difusión que tuvo el problema teológico suscitado
por Arrio, se puede hacer referencia a un texto de Gregorio de Niza quien muestra
cómo en las casa de familia, en los comercios, en los baños, en los gimnasios, to-
dos hablaban de esto (Gregorio de Niza, Sobre la divinidad del Hijo y del Espíritu
Santo, P. G., T. XLVI, Col. 557 B).
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3
In Jerem., hom. XI, 3, PG 13, 369.
4
De Monogamia, 12, PL 2, 2, 948; De unitate, c.17.
5
De unitate, c. 17.
206 LA CULTURA CATÓLICA
6
Cfr. Dr. Knowles, M. D., “La Iglesia en la Edad Media”, en Nueva Historia
de la Iglesia, T. II, edit. Cristiandad, Madrid 1977, pp. 124 y ss.
208 LA CULTURA CATÓLICA
7
Cfr. Juan Pablo II, Encíclica Slavorum Apostoli, edit. Edibesa, Madrid 1993,
p.297.
8
Cfr. Schillebeeck, E., Jesús. La historia de un viviente, edit. Cristiandad, Madrid
1981, pp.540 y ss.
210 LA CULTURA CATÓLICA
9
Cfr. Mellet. M., L’itineraire et l’Ideal monastiques de saint Augustin, París
1934, pp.19-29.
212 LA CULTURA CATÓLICA
10
Mt. 13, 33.
CAPÍTULO X 213
11
Cfr. Marrou, H.I., Histoire de l’education dans l’antiquite, edit. du Seuil,
París 1948, pp.442-443.
214 LA CULTURA CATÓLICA
Las tareas que encaró Alcuino fueron más allá de las de un maes-
tro literario. A él se le confió fijar la ortografía oficial. Es él quien
propagó el uso de la caligrafía elegante y clara, conocida como la
“minúscula carolingia”. Publicó una edición renovada y oficial de
la Biblia y también otra de los principales libros litúrgicos. Estos li-
bros litúrgicos facilitaron después la reforma del canto gregoriano.
Formó discípulos, tanto en su función de responsable de las escuelas
palatinas como, posteriormente, en el cargo de abad de Tours. Sus
discípulos difundieron su modelo y su técnica de enseñanza.
Alcuino aconsejó al emperador frente a los embates de las herejías
adopcionistas en España o al grave tema teológico del filioque en
Oriente. Promovió de un modo entusiasta y perseverante las letras
y las artes sagradas profanas, canalizando toda la efervescencia cul-
tural de la época. Su tarea fue decisiva para avanzar hacia la formula-
ción de una cultura católica, y por eso debe ser considerado, junto
con San Isidoro y Beda el Venerable, fundador de la cultura católica
en la época pre-medieval.
Su influencia política fue importante, ya que fue quien más pro-
pició la coronación imperial de Carlomagno, convencido como esta-
ba de que el rey de los francos debía salvar a la Iglesia del caos.
Podríamos llegar a decir que sin Alcuino no hubiese habido renaci-
miento carolingio.
No desconocemos que sobre este tema en particular se ha polemi-
zado mucho. Para algunos, este, así llamado, renacimiento carolingio
no fue sino una versión, técnicamente mejorada, de la cultura prece-
dente. Lo que no puede negarse es que el renacimiento carolingio
significó un importante avance intelectual en la gramática y en la
redacción latina, las cuales, por otro lado, eran la base de la enseñan-
za de la época. Su método de enseñanza continuó por varios siglos.
Carlomagno quería salvar y proteger a la Iglesia. Intentó servirla
y remozarla, poniendo a su disposición consejeros y funcionarios
de su Imperio. Quiso colaborar en la organización educativa de las
parroquias, de los monasterios y de las catedrales. Sobre la base de
las antiguas escuelas estableció un sistema de instrucción que pro-
CAPÍTULO X 219
12
Cfr. Brehier, E., Histoire de la philosophie, París 1941, T. 1, p.611; Tixeront,
J., Histoire des dogmes, París 1909, T. 2, pp.209-221.
13
Cfr. Gilson, E., La Philosophie au Moyen Age, París 1947, pp.115 y ss.
14
Cfr. Gardet, M.-Anawati, M., Introducción a la theologie Musulmane. Essai
de theologie comparée, París 1948.
CAPÍTULO X 221
15
Cfr. “Los orígenes de la Theología escolástica”, en Mélanges Mandonnet,
París 1930, T. 2, p.57.
222 LA CULTURA CATÓLICA
16
Fosbery, A., La doctrina de la iluminación y el Medioevo, edit. U.N.S.T.A.,
San Miguel de Tucumán 1975.
17
Cfr. Ramírez, S., De hominis Beatitudine, Madrid 1947, T. 3, p.284.
18
Cfr. Azin Palacios, Los orígenes de la teología escolástica, ib., T. 2, p.60.
CAPÍTULO X 223
19
Cfr. S. Th. I, q. 79, a. 10; De Coelo et Mundo, Lect. 4, n. 5.
224 LA CULTURA CATÓLICA
20
Cfr. De Vaux, R., “Notes et textes sur l’Avicennisme latin”, en Bibliotheque
Thomiste, T. XX, París 1934, pp.101-102; Gilson, E., La Philosophie au Moyen Age,
París 1947, pp.380-381; ib., “Les sources greco-arabes de l’agustinisme avicennissant”,
en Archives d’histoires doctrinale et littéraire du moyen age, París, 4 (1929), pp.85-
91.
21
Cfr. Gilson, E., Introduction a l’étude de Saint Augustin, París 1943.
CAPÍTULO X 225
22
Cfr. S. Th., I, q. 84, a. 4, ad. 3.
23
Cfr. Gandillac, M. de, Oeuvres complétes du Pseudo-Dénys l’Areópagita, París
1943.
226 LA CULTURA CATÓLICA