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ESTRATEGIA DE PUESTOS DE

AVANZADA

ESTEBAN CANAL
ÍNDICE DE PARTIDAS

PRESENTACIÓN 2

PREFACIO 5

PRELUDIO 7

¿QUE ES EL PUESTO DE AVANZADA? 9

1. Canal-Johner H. Zurich 1917 Defensa Francesa 11


2. Yates-Canal Trieste 1923 Defensa Siciliana 15
3. Canal-Johner P. Trieste 1923 Defensa de los Dos Caballos 18
4. Alimonda-Canal Merano 1926 Defensa Siciliana 20
5. Canal-Pataj Merano 1926 Defensa Semi-eslava 23
6. Kostic-Canal Merano 1926 Defensa Siciliana 27
7. Yates-Canal Merano 1926 Defensa Siciliana 30
8. Rosselli-Canal Merano 1926 Defensa Siciliana 33
9. Spielmann-Canal Merano 1926 Defensa Siciliana 35
10. Grob-Canal Merano 1926 Defensa India de Dama 39
11. Canal-Becker Karlsbad 1929 Partida de los Cuatro Caballos 43
12. Nimzowitch-Canal Karlsbad 1929 Defensa Nimzo-India 46
13. Thomas-Canal Karlsbad 1929 Defensa India Bogoljubow 50
14. Menchik-Canal Karlsbad 1929 Partida Inglesa 52
15. Canal-Capablanca Karlsbad 1929 Partida de los Cuatro Caballos 56
16. Canal-Spielmann Karlsbad 1929 Defensa Francesa 60
17. Vidmar-Canal Karlsbad 1929 Defensa India de Dama 64
18. Canal-Johner P. Karlsbad 1929 Partida de los Cuatro Caballos 68
19. Canal-Havasi Budapest 1929 Defensa Siciliana 70
20. Rubinstein-Canal Budapest 1929 Defensa Nimzo-India 72
21. Brinckmann-Canal Budapest 1929 Defensa Siciliana 74
22. Canal-Honlinger Rogaska Slatina 1929 Gambito de Dama Rehusado 76
23. Konig-Canal Rogaska Slatina 1929 Gambito Blumenfled 78
24. Samisch-Canal Rogaska Slatina 1929 Defensa Semi-Tarrasch 80
25. Canal-Orvenyi Budapest 1932 Defensa Rusa 83
26. E Steiner-Canal Budapest 1932 Defensa Caro Kann 85
27. Canal-Negyesy Budapest 1932 Gambito de Dama Rehusado 88
28. Havasi-Canal Budapest 1932 Gambito de Dama Rehusado 90
29. Lilienthal-Canal Budapest 1932 Defensa Eslava 92
30. Canal-Treybal Bad Sliac 1932 Partida de los Cuatro Caballos 96
31. Canal-Bogoljubow Bad Sliac 1932 Partida de los Cuatro Caballos 98
32. Pokomy-Canal Bad Sliac 1932 Defensa Holandesa 101
33. Sterk-Canal Budapest 1933 Defensa Eslava 103
34. Canal-Rethy Budapest 1933 Defensa Francesa 106
35. Szekely-Canal Budapest 1933 Defensa Eslava 109
36. Canal-Pikler Budapest 1933 Defensa Francesa 113
37. L Steiner-Canal Budapest 1933 Defensa Caro Kann 115
38. Eliskases-Canal Budapest 1933 Defensa Merano 119
39. Foltys-Canal Mährisch-Ostrau 1933 Defensa Eslava 123
40. Canal-Pirc Mährisch-Ostrau 1933 Defensa Siciliana 127
41. L Steiner-Canal Mährisch-Ostrau 1933 Defensa Eslava 131
42. Canal-Cherta Reus 1936 Defensa Caro Kann 134
43. Canal-Sanz Reus 1936 Defensa Francesa 136
44. Grob-Canal Reus 1936 Defensa Eslava 139
45. Koblenz-Canal Barcelona 1936 Defensa Eslava 141
46. Silbermann-Canal Barcelona 1936 Defensa Merano 145
47. Calduch-Canal Barcelona 1936 Giuoco Piano 149
48. Canal-Silbermann Barcelona 1936 Defensa Francesa 152
49. Cenni-Canal Reggio Emilia 1947 Defensa Escandinava 156
50. Paoli-Canal Reggio Emilia 1947 Giuoco Piano 159
PRESENTACIÓN

Este hermoso libro de Esteban Canal, que es en última instancia, la única


obra orgánica legado del inolvidable italiano-peruano Gran Maestro,
representa no sólo es uno de las páginas más importantes de la cultura
ajedrecística de nuestro país en este siglo, sino que también, es bueno
recordarlo, una de las más felices y válidas contribuciones a la formación
técnica y las carreras de no pocas generaciones de jugadores italianos,
entre ellos la mía también. Cabe señalar que el libro se publicó hacia 1949
por la loable e histórica revista L'Italia Scacchistica dirigida por el maestro
Giovanni Ferrantes, con la participación del Conde Gian Carlo dal Verme,
Presidente de la Federación de Ajedrez de Italia, lo que provocó la
reanudación de las publicación de ajedrez en nuestro país. El libro fue un
éxito inmediato y pronto se agotó, por lo que durante mucho tiempo se
deseaba la reimpresión. Por lo tanto, se debe dar mucho mérito a la
valiente iniciativa de Messaggerie Scacchistiche de volver a editar Estrategia
de Puestos de Avanzada. Y esto sólo poco después del acto también
valiente para publicar el volumen dedicado a la figura y los artículos raros
pero hermosos e informativos (aparecidos en revistas Italianas desde 1928
hasta 1960) de este “nuestro” gran jugador de ajedrez.
Esteban Canal de hecho, a pesar de ser peruano (de origen español) por
nacimiento y ciudadanía, tenía un especial cariño por Italia, donde
permaneció por un largo tiempo en los años veinte y treinta para luego
establecerse de forma permanente después de la guerra, residiendo en
Cocquio-Trevisago, hasta su muerte en 1981, de 85 años de edad. Participó
en varias competiciones italianas, a partir de su brillante debut en el torneo
internacional que se llevó a cabo en 1923 en Trieste, de modo que sus
eventos ajedrecísticos resultaron en su mayoría estrechamente asociados
con los de nuestro país. Por lo tanto, puede con razón ser considerado como
un jugador de ajedrez tal vez perteneciente más a nuestro país que a su
lugar de origen, y su historia es en gran parte también nuestra historia.
Para el lector moderno le debo recordar que Canal era un jugador
extraordinario que, especialmente en los años veinte y treinta, y más tarde
en los años cincuenta, compitiendo en raros torneos, ha luchado en
igualdad de condiciones con los más altos campeones de su tiempo. Las
victorias de prestigio individual, por ejemplo, contra Bogoljubow,
Spielmann, Euwe, Sämisch, Lilienthal, Eliskases, Grob, Pirc, Steiner, Kostic,
Gligoric, Bernstein, Schmid, etc., Sus empates ante Capablanca,
Nimzowitch, Vidmar, Rubinstein, Tartakower, Grünfeld, Maroczy, Flohr,
etc., Junto con sus éxitos en competiciones importantes:

1º 1933 Budapest,

1º Reus 1936,

1º Barcelona, 1936,

2
1º Milán, 1937

1º Reggio Emilia 1947,

1º Bari 1948,

1º Venecia 1953,

2º Trieste, 1923,

2º Meran 1926,

2º Budapest 1932,

2º Venecia 1947,

2º Venecia 1948,

y resultados significativos en otras pruebas como Sliac 1932, Mährisch-


Ostrau 1933 y en el "supertorneo" de Karlsbad 1929 lo demuestran
ampliamente.
Pero lo que sorprende aún más en Canal, el cual jugó poco como resultado
de su vida aventurera y no fue en la práctica un profesional del tablero, es
que su comprensión del juego es muy profunda, no muy diferente de la de
los jugadores más grandes de su época, que lo estimaban mucho y lo
respetaban. Táctico sensible, estratega profundo y sutil psicólogo, Canal
ha contribuido con muchas ideas originales, tanto en la apertura (algunas
de sus innovaciones famosas son en la partida italiana, los dos caballos, la
eslava, la ortodoxa, etc.) como en la marcha del medio juego. Tanto es así
que Tartakower, como recordó Gian Carlo dal Verme en el prefacio a la 1º
edición, ha considerados expresar este punto de vista sobre Canal "... que
nadie lo ha superado en originalidad e imaginación "(El Echiquier de París,
1948).
También puedo agregar que el gran maestro peruano no sólo era un
jugador de ajedrez, sino también una persona culta (hablaba seis o siete
idiomas y había conocido y frecuentado en su juventud a Hemingway,
Thomas Mann, Pitigrilli, Zweig y otros intelectuales), dotado de aquella rara
cualidad que es rica en simpatía y, por último, de aquel particular tipo de
humanidad, que marcó a aquellos personajes extraordinarios de inicios de
siglo que han divagado por el mundo y realmente han vivido la vida.

Todas estas cualidades hacen de Canal un gran docente lo cual se refleja en


este libro, que no es sólo una colección de las partidas más interesantes
que jugó hasta 1947, sino es también un testimonio orgánico de alto valor
de su modo de entender el ajedrez como un juego basado principalmente
en ideas creativas y combativas. Los comentarios a las partidas,
centrándose más en "Ideas", que en complejas variantes, en la Alekhine
para ser claros, están ligados entre ellos no de cuestiones técnicas áridas y
dogmáticas, que a menudo pueden limitar la creatividad del ajedrez, sino

3
más bien de un tema poco común, de esta estrategia original de los
puestos de avanzada, que más que una teoría ("…ingenua, yo diría
principio” como él mismo señala en el prólogo) que representa un punto de
referencia visible, un hilo de Ariadna para penetrar, sin perderse, a través
del laberinto de la estrategia ajedrecística. Él enseña a la vez la actitud
correcta combativa que se debe tomar en una lucha difícil como la que se
desarrolla durante un juego de ajedrez. También enseña el placer de buscar
y poner de relieve las posibilidades tácticas en las posiciones cerradas hasta
identificar nuevas soluciones estratégicas, asimismo amar también las
posiciones niveladas, aparentemente parejas, porque muy a menudo, "el
fuego arde bajo las cenizas" y el verdadero jugador juega para ganar
también en estas situaciones.

¿Pero las enseñanzas del Canal son todavía actuales? En mi humilde


opinión, lo son definitivamente. Se evita los dogmas y las clasificaciones
áridas, buscando describir y comprender la realidad de la lucha
ajedrecística. Y también su juego, sus ideas y sus elecciones de apertura
siguen actuales hoy en día. Particularmente instructivo para estos fines me
parece su tratamiento de la apertura en un esquema particularmente
moderno como el que se produce en su partida con Vidmar (Karlsbad
1929), por no mencionar que algunos de los principales campeones de hoy,
como el gran maestro inglés Short, están redescubriendo la validez de
aperturas antiguas como los cuatro caballos, que fue una de los favoritas
del Canal. Pero sobre todo su visión puramente combativa de la partida que
permanece siempre actuable.

La esperada reimpresión de este libro de Canal es importante y una


operación digna de alabanza de recuperación cultural. Mi sincera esperanza
es que esto lleve a los jóvenes de hoy a volver a descubrir las maravillosas
páginas que han contribuido tanto a la formación de jugadores de las
generaciones anteriores, y a su capacidad para la comprensión del juego,
trayéndonos las mismas ventajas.

ALVISE ZICHICHI

Roma, 12 de Noviembre de 1992

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PREFACIO

Finalmente, un libro de ajedrez hermoso, inteligente, original, digno


verdaderamente de incluirlo entre los "clásicos" de la literatura de ajedrez.
No es un tratado ni sólo una colección de partidas, pero es una y la otra
cosa, para ser más precisos, las partidas son para demostrar la exactitud de
los principios teóricos expuestos.

Esto en sí mismo no sería una novedad, si el trabajo no brillase con una luz
propia intensa. Cuán difícil es escribir un libro de teoría lo sabemos, y la
mayoría de ellos no es más que una colección de partidas, variantes, sub-
variantes ... puro listado estadístico, que muchas veces tienen el aspecto
de tablas logarítmicas, que poco tienen que ver con la verdadera teoría, la
cual debe enseñar los principios estratégicos y también tácticos del juego.
Pero esto no es fácil. Muchos de los que se han propuesto esta empresa no
tienen éxito en el intento.

El Maestro Canal ha resuelto el problema en modo brillante y genial.


Fabricando un tema nuevo (la vital importancia que en el juego de ajedrez
tiene la configuración de peones avanzado), que lleva al lector de la mano y
lo introduce de golpe en la partida en vivo. Explica cómo se lleva a cabo,
expone el espíritu de las aperturas tratadas, las directivas estratégicas, los
recursos tácticos, el razonamiento de los jugadores, y así entre otras cosas.
Sin perder el tiempo en averiguaciones gaseosas, reduciendo al mínimo
la enunciación de las ideas rectoras, el autor ha dado a su obra un carácter
eminentemente práctico. El resultado fue un libro maravilloso por la
profundidad de puntos de vista y agudeza de análisis, lleno de ideas,
salpicadas de expresiones pintorescas, escrito con admirable claridad latina
y un estilo personalísimo y original, hecho de lógica, de brevedad, de
“humor”.

Es superfluo ilustrar la ya bien conocida figura del Maestro canal, del cual
Tartakower ha escrito: “… una persona a la que nadie ha superado en
originalidad e imaginación”. (L'Echiquier de Paris, diciembre 1948). El lector
hallará que esto se confirma al desplazarse por las partidas de este volumen,
en la que la genialidad es profusa a mano llena.

No todos los ajedrecistas saben lo que la Teoría le debe a Canal, cuantas


variantes él ha demolido, y cuantas otras ha hallado. Pero, es también menos
conocido el cómo algunos se han atribuido la paternidad de sus
descubrimientos e innovaciones. En la presente obra el verdadero origen de
tales innovaciones es puesto a la luz. El lector tiene, por último, la garantía de
que el propósito de las distintas jugadas son solo los expuestos en sus
comentarios. ¿Quién mejor que el autor, puede saber lo que él quería hacer?.
Esta seguridad no puede ser siempre hallada en la mayor parte de los libros de
Teoría, los cuales se asemejan a los comentarios a la Divina Comedia, cuando
los fans dicen cosas de Dante que él nunca soñó pensar. No poseyendo la
fantasía creativa de los grandes maestros, no pueden ver la vasta concepción

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de cuan frecuente las movidas individuales no son lo que aparentan, el pálido
reflejo exterior. La concepción del juego es un quid misterioso, que por lo
general escapa a los analistas miopes.

Esta obra, rica en ventajas, de las que normalmente carecen tales libros, será
sin duda apreciada por los jugadores de ajedrez, principiantes y maestros,
quienes deberán agradecer al Maestro Canal por su esfuerzo.

GIAN CARLO DAL VERME

MILÁN, 18 DE FEBRERO DE 1949

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PRELUDIO

Con este trabajo me propongo no sólo presentar mis proezas de ajedrez


en los torneos internacionales, sino también revivir en su mente las
pretensiones y las operaciones, que acompañan a las diferentes etapas de
una batalla entre maestros.

Los juegos están anotados con criterios didácticos, que tienen origen en las
meditaciones, que dio fuerza a mi lejana juventud, y que fueron la base de
mi estilo poco conocido y analizado, al menos en su devenir. Este libro le
dará al lector una visión clara de la evolución de nuestro milenario juego,
por encima de todo dogmatismo de las escuelas antiguas, modernas y
supermodernas, en cuanto sigue incesantemente el tema dominante de
una verdad inmutable, que es la esencia de cualquier lucha y cualquier
estrategia.

He aprendido el juego del ajedrez como un joven estudiante, en el año de


gracia de 1914y mi progreso fue tan rápido, que ya en 1916 gané el
campeonato del Círculo"Augusto" de Leipzig, uno de los más fuertes en
Alemania. Pero el triunfo no me envaneció, porque sabía que para un
talento táctico es relativamente fácil capturar el éxito por sorpresa, sobre
todo al principio y cuando los opositores todavía no han descubierto las
carencias estratégicas de su estilo. Hay que añadir a esto, en
mi caso, el factor psicológico de la guerra, que por razones obvias, tenía
más peso sobre mis contendientes que para mí.

Esto de los vacíos estratégicos, fue para mí una fortuna, saber que los
tenía. Empecé un estudio serio y profundo para que desaparezcan. ¡Cuántos
días, semanas y meses he pasado, encerrado en una habitación, delante del
tablero, conversando conmigo mismo de Philidor, Morphy, Steinitz, Lasker,
Capablanca, etc.!

Parecía un mago en busca de filtros misteriosos, y cuando salía de la casa,


los inquilinos, sin duda detrás de mí, se tocaban la sien con el índice, con un
guiño. ¡Sin embargo, si existe la felicidad aquí, lo supe entonces!
Infinitas veces fueron las batallas de épocas lejanas y el hecho de que se
reanudaron tomando vida en las sesenta y cuatro casillas en mi escritorio.
Aparecían, desaparecían, reaparecían debajo de mis ojos, que cual
veterinario, analizaba, comparaba. En su mayoría comparación.
Confrontaba los estilos, las escuelas, las modas, pero lo que mayormente
provocaba mi curiosidad no eran las diferencias sino las similitudes. Es una
forma de investigación muy difícil, pero rentable, ya que sólo las similitudes
entre cosas aparentemente diferentes nos muestran la ley que los une.

Fue por este camino que dirigí todos mis estudios y pronto parecía haber
encontrado un hilo conductor a través del laberinto de infinitas
combinaciones, una brújula, en definitiva, que le ha dado un camino a mi

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mente, y esperaba con impaciencia el momento de la prueba.
Lamentablemente, los acontecimientos tormentosos de mi vida me
mantuvieron durante varios años alejado del tablero.

Sólo en 1923, Trieste, hice la primera prueba, con buenos resultados:


Arribé 2º sin derrota, por delante de Rosselli, Seitz, Tarrasch, Yates, etc.
Seguido por otras bellas afirmaciones, a pesar de los intervalos de tiempo y
la falta absoluta de formación: como, por ejemplo, Merano 1926, 2º con
Spielmann, precediendo a Grünfeld, Kostic, Przpiorka, Rosselli, Tartakower,
Yates, etc., Budapest, 1932, 2º; y Budapest, 1933 1º por delante de
Eliskases, Havasi, Lilienthal, L. Steiner y la legión entera de excelentes
Magiares; Reus 1936, 1º con Silbermann, precediendo a Rellstab, Grob,
Koblenz, Sanz, etc.; Barcelona 1936, delante de Koblenz, Silbermann y
algunos maestros españoles.; Milán 1937, 1º con Rosselli y con Sacconi. Y
últimamente, después de diez años de completa inactividad, Reggio Emilia
1947, 1º; Venecia 1947, 2º con O'Kelly y Bari 1948, 1º. Estos éxitos, que
los logré a pesar de la falta de formación y un gran esfuerzo a lo cual tuve
que someter a mis nervios después de largos periodos de inactividad
ajedrecística, han demostrado la consistencia de mi teoría.
En mi libro, el estudiante podrá seguir, si tiene el deseo y la perseverancia,
el desarrollo de esta teoría a través de mis partidas más interesantes, de
esta teoría “ingenua” , yo diría principio, nacido en el dormitorio de un
joven temeroso del mundo, tal vez presagiando dolores futuros, ya que
amaba tanto este enigmático juego que es el ajedrez. En estas páginas
pedantes todavía vibra la nostalgia de ese primer gran amor, y estoy muy
contento de que ellas vean la luz en esta hermosa y desgraciada Italia, que
nunca negó el asilo a los huérfanos y vagabundos.

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EL PUESTO DE AVANZADA

¿Qué es el puesto de avanzada?. El puesto de avanzada es en mi


definición, el peón más avanzado de la configuración sobre el tablero.
Es el que situándose en el “confine”, es decir la línea que divide al
tablero en dos, o más adelante, influencia en toda la disposición
estratégica de las operaciones. Es el que ya en la apertura, conquista
espacio para sus propias piezas, y en colaboración con una compañía
vecina, crea la construcción estratégica, de la cual surgirá todo el
dinamismo táctico de la posición.

El puesto de avanzada “dicta leyes” y es de sabios obedecerlas. Es


buen estratega el que no lo pierde nunca de vista y que sin descanso
lo apoya, lo afianza, lo valoriza y es también el que diestramente
sabe frenar y combatir los peligros de los puestos de avanzada
enemigos.

Puede suceder que en el curso de la batalla que el puesto de


avanzada caiga y que rápidamente otro lo sustituya, tal vez en un
sector distinto y con tareas absolutamente nuevas. Y que este a su
vez caiga y resurja otro, y así hasta el final. Esta alternancia de
puestos de avanzada da el colorido a las diversas fases de la partida,
y hace nacer continuamente inesperados problemas y dificultades,
que se concentran en el talento y la habilidad del jugador. Es una
lucha sin cuartel, que requiere elasticidad mental, tenacidad, pasión
y mandíbula dura.

Esta estrategia que deriva de los puestos de avanzada, fue,


consciente o inconscientemente, la norma que siguieron los Maestros
de todas las escuelas y de todos los tiempos, y que se encuentra
inherente en la naturaleza del juego del ajedrez. La diversidad de
estilos, escuelas, mentalidad y psicología se manifiestan únicamente
en la manera de asignar tareas a los puestos de avanzada, tareas de
colaboración que pueden limitar las exigencias tácticas de las piezas y
elaborar normas para la posición, dándole un distintivo más o menos
duradero a la partida, que a menudo revelan al observador agudo la
técnica, las predilecciones y las intenciones en la partida de los
jugadores.

La tarea que antiguamente daban al puesto de avanzada eran


prevalentemente ofensivas: debía abrir brechas en la fortaleza del rey
adversario o provocar en breve tiempo el encuentro decisivo entre los
dos ejércitos. Fue Philidor el que primero intuyo la tarea constructiva,

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y no solo destructiva, del puesto de avanzada y acuño la siguiente
frase: “El peón es el alma de la partida”. Pero sus seguidores
confunden el alma con el esqueleto y así vi aparecer ahora ciertos
esquemas que parecen murallas chinas, con cadenas de peones
pasivas y rígidas para detener la invasión.

Luego vino Morphy, el gran pionero de la estrategia moderna, que


con sus brillantes combinaciones, que ahora todos quieren imitar,
hizo colapsar el castillo que tan injustamente portaba el nombre de
Philidor. Pero entre las ruinas permanecía cual solida piedra, Steinitz,
el excelso pensador, que pacientemente las recogió e hizo un
monumento imperecedero a “Caissa”.

Con él el juego se impregno de ciencia, de conceptos de centro,


líneas, debilidades, equilibrio, etc, dándole nuevo vigor y riqueza al
repertorio técnico de los Maestros, y fusionándose, desvelaron
impensadas armonías y verdades que limitan con lo estrecho y que
para nosotros es el vasto campo del ajedrez. Ahora el gran
protagonista de la batalla es el puesto de avanzada, como lo fue en el
pasado, y sus tareas han devenido en más arduas, ricas y
multiformes, pero el será para siempre la más valida expresión de
nuestra voluntad, de nuestro saber, de nuestras ansias y esperanzas.

En las partidas que siguen lo acompañaremos en sus diversas tareas


y evoluciones.

10
Canal,Esteban - Johner,P C06
Zurich, 1917

Es mi voluntad iniciar mi exposición con esta partida, que representa


una primera tentativa a ojos abiertos en el terreno de la estrategia.
Esa fue jugada en Zúrich, en el año de 1917, en un torneo local.

1.e4

Desde este momento la partida asume un carácter. El peón e4 no es


más un simple peón como cualquier otro, lo es avanzado por la
naturaleza del juego, es un puesto de avanzada. Mientras dura su
acción de vanguardia, no puede ser ignorado por los amigos o
enemigos. Algunos lo apoyan para valorizarlo y los otros, para
atacarlo, para reducir al mínimo su eficacia. El blanco tenderá
especialmente a afianzarlo, que es la forma más rentable de
valorización estratégica. Afianzar significa apoyar, poner al lado otro
peón de sostén, en este caso d4 o f4, obteniendo así la máxima
elasticidad en el acto constructivo, ampliando así el espacio
conquistado , amenazando ruptura y situarse en las filas del
adversario, todo esto, sin obstaculizar la acción de sus propias
piezas. El negro, por su parte, combatirá el puesto de avanzada, o
establecerá su puesto de avanzada cerca, y si tiene éxito el
afianzamiento sin desventaja alguna, no tendrá nada que temer, al
menos estratégicamente. El hecho de que en la fase inicial de la
partida, esta lucha de puestos de avanzada se lleve a cabo casi
siempre en el centro, se puede entender si se considera que el centro

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es el punto donde convergen los planes y rutas principales en el
tablero y que, dada la disposición armónica y la simetría de los
ejércitos, eso se puede lograr lo más rápidamente posible por acción
de las piezas menores, las cuales, en colaboración con los puestos de
avanzada, luchan con el adversario el espacio necesario para las
operaciones y preparan la intervención de las unidades mayores. Al
inicio de la batalla, tres factores dominantes acompañaran el ritmo de
la batalla: el tiempo, el espacio y el material. Un fuerte desequilibrio en
cualquiera de estos tres factores, que no halle compensación en
ninguno de los otros dos , comprometerá irremediablemente la
partida. ¡Cierto que todo es fácil de decir, más es muy difícil de hacer!
e6 Uno de los tantos modos de defenderse. Tiene el mérito de
preparar rápidamente una acción enérgica contra el puesto de
avanzada blanco, pero tiene el defecto de obstruir la diagonal del ¥c8.
2.d4 Este afianzamiento del puesto de avanzada es más económico
que el otro con f4, porqué, junto con espacio, conquista tiempo, lo cual
significa desarrollo. 2...d5 Lucha entre puestos de avanzada.
También 2...f5 era posible. Pero después de 3.exf5 exf5 4.¤f3 ¤f6
5.¥d3 seguido de 6. O-O. El blanco domina las casillas para sus
piezas y tiene más peso en la posición abierta. 3.¤d2 Una vieja
movida tornada de moda en estos tiempos. La económica y única era
3. ¤c3 porque no dificulta el camino a sus propias piezas. 3...¤f6 Era
también buena el inmediato afianzamiento del puesto de avanzada d5,
con la jugada 3... c5, que pondría en problemas el puesto de
avanzada blanco. En respuesta a la jugada del texto, el puesto de
avanzada e4 debe declarar sus intenciones 4.e5 El blanco tiene pocas
elecciones. Dada la infeliz posición del ¤d2, sería imprudente abrir
el juego con 4. ed5 4...¤fd7 El negro retira el caballo amenazado,
pero siempre vigilando el nuevo puesto de avanzada en e5, que
bloquea su juego, y con quien hay que hacer los respectivos cálculos.
5.¥d3 c5 El afianzamiento es exitoso, sin peligros, lo cual asegura al
negro un buen juego. El blanco deberá defender ahora hasta con los
dientes el peón d4, que es el apoyo principal de su puesto de
avanzada e5. 6.c3 ¤c6 7.¤e2 £b6 8.¤f3 Esta es la idea del viejo
sistema; el punto d4 ha resistido sin dañar la armonía de las
piezas blancas; pero inadvertidamente mientras la batalla gira en torno
al punto d4, la posición del puesto de avanzada del blanco se ha
debilitado. El negro coge la ocasión para hacerlo desaparecer del
campo.

12
8...f6 Ahora el blanco no tiene otra cosa que la captura. 9.exf6 ¤xf6 A
9...gxf6 el blanco con 10.¤f4 iniciaría un peligroso ataque de piezas.
Con la caída del puesto de avanzada e5, la partida ha entrado en una
nueva fase. El negro esta en procura de dominar el campo: el tiene
dos afianzamientos del puesto de avanzada en actitud agresiva, que
esperan con impaciencia la intervención del compañero e6, el que
avanzándolo a e5, romperá el centro, abriendo a las piezas negras
todas las vías para la invasión. ¡Es necesario impedir e5 a cualquier
costo! Por ahora el puesto de avanzada en d4, en colaboración con
¤f3, lo impide; entonces es el tiempo para llamar refuerzos. 10.0–0
¥d6 Ahora la amenaza tiene consistencia. ¿Qué hacer? El blanco,
analizando los recursos ocultos de la posición , elabora una
interesante maniobra para impedirla. Una maniobra llena de veneno
11.¦b1! 0–0 Si en lugar se jugase 11...e5 sería un problema para el
negro, por ejemplo: 12.dxe5 ¤xe5 13.¤xe5 ¥xe5 14.¤f4! ¥xf4
(14...0–0 15.¤xd5!) 15.¦e1+ con óptimo contrajuego. En esta variante
es importante que el peón b2 este defendido 12.¥f4 ¥xf4 contra
12...£c7 yo tenía en mente jugar 13.¥xd6 £xd6 14.dxc5 £xc5
15.¤ed4! y el avance e5 no es más posible. 13.¤xf4 £c7 14.g3! Esta
es la clave de toda la maniobra. El puesto de avanzada d5 , que
después del avance e5 será momentáneamente débil, deberá ser
vigilado. Mi valiente adversario subestima la amenaza. 14...e5?
Debería no aceptar una dura lucha de trincheras con 14...¥d7 15.¦e1
¦ae8 16.¤e5! siguiendo otras jugadas peligrosas. 15.dxe5 ¤xe5
16.¤xe5 £xe5 17.¦e1 £d6 si 17...£c7 18.¤xd5!; y si 17...£g5
18.h4 £g4 19.¦e5

13
18.¥c4 ¥f5 En este punto el negro se acordó que 18...¦d8 no era
posible por 19.¤xd5 ¤xd5 20.¥xd5+ £xd5 21.¦e8+ con partida
ganada por el blanco 19.¤xd5 ¢h8 20.¤e3 £e5 21.¤xf5 £xf5
22.¥e6 £g6 23.f4 ¦ad8 24.£f3 ¤h5 25.£g4 ¦d2 26.£xg6 hxg6
27.¥g4

y el negro abandonó después de un largo final. Esta partida fue


considerada entonces como una de mis acostumbradas "trampas" bien
hechas, la que es a su vez un típico ejemplo de la táctica al servicio de
la estrategia 1–0

14
Yates - Canal B40
Trieste, 1923

1.e4 c5 Esta defensa da un juego más difícil de tratar tanto al blanco


como al negro. El concepto estratégico es de posponer por el
momento el ataque contra el puesto de avanzada e4 y de complicar el
afianzamiento d4 del blanco. El negro podrá dominar cierto espacio en
el ala de dama en compensación por lo conquistado por el blanco en
el centro y el ala de rey. Esta diversidad de objetivos da en general un
juego maniobrable y lleno de sorpresas. El temperamento empleado
da un encanto a esta defensa. 2.¤f3 e6 La teoría ha ideado en este
punto una gran variedad de sistemas de defensas para el negro. La
del texto es sin duda una de las más elásticas. 3.d4 cxd4 4.¤xd4 ¤f6
5.¤c3 ¥b4 El negro que momentáneamente se mantiene sin puestos
de avanzada, lucha ahora por constituir uno, posiblemente en d5.
6.¥d3 ¤c6 7.¤xc6 bxc6 También 7...dxc6 era jugable, pero
después de 8.e5 ¤d5 9.£g4 la defensa era dura. 8.0–0 d5 9.e5 ¤d7
10.£g4 ¥f8 Se esboza un desequilibrio de tiempos para el negro, pero
este desequilibrio es solo aparente. Apuntando continuamente al
puesto de avanzada e5, el negro tiene un respiro. 11.¦e1 g6 12.¥g5
£c7 13.£g3 ¥g7 14.¥f4 0–0 15.¦ad1 ¦b8 Veamos ahora la posición.
Ambos jugaron posicionando un puesto de avanzada respectivamente
en e5 y d5. Estos puestos de avanzada tienen naturalmente una tarea
diversa. El blanco en e5 es una cuña en el campo adversario y
asegura a sus propias piezas un discreto campo de acción. Esto
puede darle al blanco la posibilidad de iniciar un ataque, por ejemplo,
con h4 y h5. El puesto de avanzada negro en d5 en cambio, por ahora,
su única tarea es de barrera y defensiva. Vigila mayormente el punto
e4, para impedir a las piezas blancas el pase rápido a la fortaleza del
rey negro in caso de un asalto a su posición. Pero esta tarea es solo
de naturaleza pasiva y a la larga el blanco tomará a su favor el
barlovento, ¡seria tan bello si el peón en e6 lo pudiera afianzar con e5!.
¡si estuvieran juntos que bella danza iniciarían!. Pero todo no es más
que un sueño. Sin embargo, con la movida del texto, el negro inicia
una enérgica maniobra contra el puesto de avanzada enemigo e5 y lo
hace desplomar. 16.b3 ¦b4 Amenazando ¦f4 y ¥e5, capturando una
pieza y dos peones por la calidad y derrumbando, además, el centro.
17.¤b1 f6! ¡Lo imposible es exitoso!. Toda la maniobra pende de un
hilo táctico, por ejemplo: 17...f6 18.exf6 ¦xf4 19.fxg7 ¢xg7 20.¦xe6
¤e5! ganando la calidad. 18.c3 fxe5 19.cxb4 exf4 20.£h3 e5 Esta es
15
la danza. La pequeña perdida de material es compensada con la
subsiguiente ganancia de tiempo y espacio.

21.f3 e4! Este peón que afianza al peón f4 realiza una labor
destructiva y constructiva. Destructiva, porque abre una brecha en la
fortaleza enemiga, y constructiva, porque crea un puente en e5 para el
pasaje de las tropas negras. 22.fxe4 ¤e5 23.£h4 £b6+ Una maniobra
táctica que aleja a la dama blanca definitivamente de la defensa. Ya
que a 23...£b6+ 24.£f2 seguiría 24...¤f3+ 25.gxf3 ¥d4 24.¢h1
¥g4 25.¦d2 ¥f6 26.£h6 ¤xd3 27.¦xd3 £f2 Todas las piezas del
negro colaboran ya con el puesto de avanzada f4, las cuales esperan
resolver la situación con unos cuantos golpes con el avance f3. Pero
desafortunadamente la posición blanca, aunque desesperada, no
abruma en todo.

16
28.¦g1 ¥d4 Terminada la partida le pregunté a mi adversario, que
haría si 28...f3 el respondió sin vacilar 29.£d2 que a primera vista es la
más lógica. Le mostré la demolición: (la jugada justa era 29.¤d2 y el
negro deberá jugar como en la partida 29...¥d4) 29...fxg2+ 30.¦xg2
£f1+ 31.¦g1 ¥d4! 32.¦xf1 ¦xf1+ 33.¢g2 ¦g1# mate. 29.¦xd4 £xd4
30.£h4 ¥e2 31.exd5 cxd5 32.¦e1 £d3 33.£f2 f3 34.¢g1 ¦f5 35.b5
¦g5 36.g3 ¦f5 37.¤a3 d4 38.¤c4 ¦xb5 39.h3 ¦h5 40.h4 ¦c5 41.¢h2
£c2 42.¦g1 ¦d5 43.g4 £xa2 44.¢g3 £xb3 45.¤d2 £b8+ 46.¢h3
£f4 Y el negro vence. 0–1

17
Canal,Esteban - Johner,Paul F C56
Trieste (5), 1923

1.e4 e5 Esta antiquísima posición de puestos de avanzada ha


tenido lugar en innumerables aperturas y variantes, convalidada por
la experiencia y el análisis. Pero en todas prevalece la idea del
"afianzamiento", el blanco tenderá al avance d4, y el negro al
avance d5, o f5. este avance puede ser apresurado o aplazado,
según la elección de la apertura y las predilecciones del jugador,
pero esto estará siempre en la mira del atacante y en la esperanza
del defensor. 2.¤f3 ¤c6 3.¥c4 ¤f6 Esta movida es más dinámica
(no digo más) que 3...¥e7; o 3...¥c5 porque el negro al tiempo que
ataca al puesto de avanzada e4, prepara d5. 4.d4 Entre las
diversas continuaciones esta es la más agresiva. El puesto de
avanzada blanco lucha y se sacrifica por abrir el camino a sus
propias piezas. 4...exd4 5.0–0 ¤xe4 6.¦e1 d5 Así el negro alcanza
al equilibrio, pero deberá superar todavía muchos momentos
tácticos. 7.¤c3 Una novedad rica en trampas. El negro sin embargo
evita las complicaciones inmediatas. 7...dxc4 La aceptación de la
pieza es peligroso, por ejemplo: 7...dxc3 8.¥xd5 f5 9.¤g5 ¥c5
(9...¤e5 10.¤f7!) 10.¤xe4 fxe4 11.¥xc6+ bxc6 12.£h5+ con juego
formidable. 8.¦xe4+ ¥e6 8...¥e7 9.¤xd4 0–0 era a considerar, pero
el negro quiere conservar la pequeña ganancia de material.(o 9...f5
) 9.¤xd4 ¤xd4 10.¦xd4 £c8 con la desaparición del respectivo
puesto de avanzada (desde ahora el peón c4 no puede ser
considerado como tal, siendo un punto neutro y sin significado), la
lucha asume un carácter prevalentemente táctico. La estrategia
necesita de normas y es solida y duradera, mientras en la táctica
todo gira en torno al momento en que debe terminar la acción.

18
11.¥g5 ¥d6 El negro deberá parar la amenaza ¦d8+. Próximas a la
movida del texto el negro solo tenía otras dos posibilidades: 11...
¥e7 y 11...f6. Vamos a ver, si 11...¥e7 12.¥xe7 ¢xe7 13.£h5! con
un juego pleno de recursos.; si en su lugar se jugase 11...f6
12.¥xf6! gxf6 13.£h5+ ¥f7 (13...¢e7) 14.¦e1+ ¥e7 15.¦xe7+ ¢xe7
16.£c5+ ¢e8 17.¦e4+ ¥e6 18.¤d5! con ataque decisivo. 12.¤e4 0–
0 Evidentemente forzada. 13.¤f6+! gxf6 También la captura es
forzada. Como a 13...¢h8 sigue 14.£h5 ¥f5 15.¦h4 (amenazando
mate en dos movidas) 15...h6 16.¥xh6 y continuando con otras
jugadas. 14.¥xf6 ¥e5 El negro debe devolver todo el material
ganado para salvarse de la amenaza £e5 con mate imparable. La
otra defensa son insuficientes, por ejemplo: 14...¦e8 15.£h5 ¥f5
16.¦xd6! cxd6 17.£h6 ¦e1+ 18.¦xe1 £f8 19.£g5+ ¥g6 20.¥c3 con
juego superior.; o 14...¦d8 15.£h5 ¢f8 16.£xh7 ¢e8 17.f4! y el rey
negro debe permanecer en el centro del tablero.; o también 14...h6
15.£h5 ¢h7 16.¦h4 ¥f4! 17.¥g5! ¥xg5 18.£xg5 y mate a la
próxima. 15.¥xe5 f6 16.¥g3 ¦d8 El negro quiere liberarse de la
presión enemiga, explicable después de tanta angustia. En este
punto tal vez sería mejor mover 16....¦f7 o 16...c6, para colocar el
alfil en d5, pero en este caso el blanco conserva buena iniciativa.
Después de la movida del texto empiezan los problemas otra vez.
17.¥h4 c5 estaría claro que después de 17...¢g7 18.£f3 ¦f8
19.¦ad1 y eventualmente ¦f4, el negro estaría mal. 18.¦xd8+ £xd8
19.£f3 ¢g7 El negro trabaja ahora con trampas para salvarse. Si
ahora 19...¢g7 20.¥xf6+ £xf6 21.£xb7+ ¥f7 22.£xa8 £xb2 y el
puesto de avanzada neutro en c4, adquiere virulencia. 20.£xb7+
¥f7 21.£f3 ¦b8 Invitando al blanco a jugar 21...¦b8 22.¥xf6+ £xf6
23.£g3+ £g6 24.£xb8 £xc2 pescando en aguas turbulentas.
22.¦d1 £b6 La única jugada que permite vigilar los dos puntos
amenazados: b8 y f6. 23.£g3+ ¥g6 Con intención de tentar al
blanco a mover 23...¥g6 24.¦d6 y ahora seguiría 24...£xb2
25.¥xf6+ £xf6 con victoria segura para el negro. 24.¦d7+ ¢f8
Incluso intentando provocar ¦d6. Pero el blanco responde con una
bella movida que, a su vez, es una trampa. 25.¥xf6 ¦b7 La mejor.
Si se jugase 25...¦e8 (amenazando Df6 y Te1+) 26.¥c3 £xb2
27.£d6+ ¢g8 28.¦g7+ ¢h8 29.¦e7+ £xc3 30.¦xe8+ ¥xe8 31.£f8#
mate. 26.¦d8+ ¢f7 27.£f4! £e6 28.¥c3+ £f5 si 28...¥f5 29.g4
29.£xc4+ £e6 30.¦f8+ ¢e7 31.£xc5+ ¢d7 32.£c8+ El negro
abandona. 1–0

19
Alimonda,B - Canal,Esteban B40
Merano (1), 1926

1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.d4 cxd4 4.¤xd4 ¤f6 5.¤c3 ¥b4 6.¥d3 ¤c6
7.¤xc6 bxc6 Hasta el momento la partida es idéntica a Yates -
Canal, Trieste 1923. Los estudiosos harían bien en repasar las
observaciones. 8.¥d2 El blanco emprende una vía más pacifica que
la partida anterior. La movida es algo mala, pero necesaria, para
injertar una idea que le dé vitalidad. 8...d5 9.0–0 0–0 La variante
9...¥xc3 10.¥xc3 dxe4 (10...¤xe4 11.¥xe4 dxe4 12.£g4) 11.¥xf6
£xf6 12.¥xe4 es ventajosa para el blanco. 10.¤xd5 Esta
simplificación es perjudicial, porque el blanco finalmente pierde, sin
compensación, el puesto de avanzada e4, mientras el negro tendrá
uno en d5, que podrá servir de base a maniobras diversas. Mejor
era, por ejemplo: 10. £e2 seguido de ¦ad1, con juego elástico.
10...¤xd5 11.exd5 ¥xd2 12.£xd2 cxd5 Así es que, de ahora en
adelante, el negro deberá tener en cuenta la posibilidad del
afianzamiento del puesto de avanzada en d5, mediante el avance
e5. Naturalmente, el negro no debe tener prisa, él puede esperar y
seguir maniobrando, dando al blanco la impresión de querer hacer
el avance, sin tal vez tener la intención, salvo, naturalmente, que se
presente la ocasión. Todo esto forma parte del repertorio
estratégico moderno. Importante es que el negro siempre considere
la posibilidad que el blanco ataque el puesto de avanzada con c4, y
no prevenga los resultados, impidiendo eventualmente tal jugada.

20
13.¦fe1 £f6 Espontánea, pero sin lógica. Una maniobra más
acorde con el propósito hubiera sido 13 ... ¦b8 14. c3 ¦e8. A la
movida del texto, las blancas podrían, con 14. c4!, cambiar los
objetivos estratégicos de la partida, porque si el puesto de d5
avanzara a d4, perdería toda su eficacia, ya no que no podría ser
flanqueado por su compañero de e6, que, para ello, debe llegar
hasta e4, algo que el blanco tendría éxito fácilmente en impedir. Y
por lo tanto, no poder incluso permitir su aislamiento en d5,
debiendo cambiar en c4 y el juego tomaría, como he dicho, otra
dirección más fácil para las blancas. De esto podemos ver que la
estrategia basada en los puestos de avanzada es indispensable
incluso en las posiciones de aspecto sencillo. 14.£c3? Con esta
movida el blanco impide el avance e5. Pero, crea un feo punto débil
en la columna abierta. 14...£xc3 15.bxc3 ¥b7 Más lógico que
maniobrar en la columna "b", que no puede ser conquistada por el
negro. La movida tiene también el propósito de combatir el avance
en c4, por ejemplo: 15...¥b7 16.c4 ¦fc8 17.cxd5 ¥xd5 y el peón c2
permanece bajo vigilancia. 16.¦ab1 ¥c6 17.¦b4 ¦fc8 Iniciando la
presión y preparando la entrada en acción del rey negro. 18.¦eb1
¢f8 19.¥a6 ¦c7 20.f3 ¢e7 21.¢f2 ¢d6 22.c4 El blanco cree que
es tiempo de liberarse. Era necesario esperar todavía y resistir con
¢e3 y ¢d2. 22...¥d7 23.¢e3 ¥c8 Forzando el cambio 23...¥c8 y a
24.¥b5 seguiría 24...a6 24.¥xc8 ¦axc8 El blanco pierde
forzosamente un peón. 25.cxd5 ¦c3+

21
26.¢d4 El blanco muere de forma bella. 26.¢f4 e5+ 27.¢g3 ¦xc2 y
el peón d5 estaría perdido. 26...e5+ Todavía un puesto de
avanzada. Pero en este momento con la tarea de dar mate al rey.
27.¢e4 g6 Amenazando un excepcional afianzamiento 28.g4 ¦f8
29.g5 f5+ 30.gxf6 ¦xf6 Y el blanco después de sacrificar una torre
en b6 para salvarse del mate, abandonó. 0–1

22
Canal,Esteban - Patay,Gyula D46
Merano (4), 1926

1.d4 El puesto de avanzada preferido del jugador moderno. Esta


predilección se basa en consideraciones estratégicas muy solidas.
En primer lugar el puesto de avanzada d4, ya está defendido desde
la salida por la dama y el negro no puede ganar el tiempo al
atacarlo de inmediato, como es hecho en otras aperturas en los que
no viene resguardado el puesto de avanzada. En segundo lugar, y
esto tiene una gran importancia, el afianzamiento en c4 es de fácil
ejecución y en absoluto difícil, esto da lugar a una construcción
estratégica solida, sin que el blanco sea forzado a acelerar un
tiempo para conservar la iniciativa. Si añade, finalmente, la continua
amenaza del segundo afianzamiento con e4, que abre muchísimas
líneas y conquista, así, un espacio relevante, para entender como,
con el paso de los años, esta jugada se ha convertido en el arma
predilecta en los torneos. 1...d5 con esta respuesta simétrica, el
negro sigue idénticas directivas de afianzamiento, aunque con
mayor dificultad para el atacante. 2.¤f3 ¤f6 3.c4 c6 Con esta
jugada (Defensa Eslava) el negro defiende el puesto de avanzada
d5, sin cerrar la diagonal del ¥c8, y permanece en espera del
momento oportuno para avanzar en c5 o en e5. 4.¤c3 e6 En este
tramo, el negro cierra la diagonal para su alfil dama de c8,
considerando que el blanco deberá hacer lo mismo para defender el
punto c4, si no quiere entrar en variantes confusas como: 4...e6
5.¥g5 dxc4 6.e4 b5 5.e3 ¤bd7 Vigilando c5 y e5 , los dos puntos
estratégicos en cuestión. 6.¥d3 ¥d6 Ambos jugadores preparan el
afianzamiento de los respectivos puestos de avanzada con e4 y e5,
pero es fácil de notar que para el negro le es más difícil.

23
7.0–0 0–0 Si el blanco hubiese jugado inmediatamente 7.e4 el negro
con 7...dxe4 8. ¤xe4 ¤xe4 9. ¥xe4 ¥b4+ se aligeraría
sensiblemente su juego, en este instante, después de 7. O-O, no
puede jugarse inmediatamente 7...e5 porque después de 8.cxd5 el
puesto de avanzada negro deviene en débil ; Ni siquiera es buena
la variante 7...dxc4 8.¥xc4 e5 porque después de 9.dxe5 ¤xe5
10.¤xe5 se pierde el peón f7 10...¥xe5 11.£xd8+ ¢xd8 12.¥xf7
8.e4 dxe4 El blanco ha arribado primero al avance y se asegura un
juego más libre. El negro deberá continuar moviéndose con mucha
precisión para mantener el equilibrio. 9.¤xe4 ¤xe4 10.¥xe4 h6
Con esta jugada el negro prepara la liberación con e5, que ahora no
es posible por: 10...e5 11.dxe5 ¤xe5 12.¤xe5 ¥xe5 13.¥xh7+;
pero, por fuerza, era mejor maniobra 10...c5 sin pérdida de tiempo.
No era prudente postergar el ataque sobre el puesto de avanzada
enemigo.

11.¥c2 b6 si 11...e5 en la zona se desarrollan desagradables


posibilidades, por ejemplo 12.£d3 f5 13.c5 ¥c7 14.£c3 e4 15.¥b3+
¢h8 16.¤g5 Naturalmente hay otras jugadas, tanto para el blanco
como para el negro, pero más difíciles de calcular, en similares
posiciones es necesario tener fe en uno mismo y hacer lo que
parezca mejor. En el fondo, a pesar de todo, 11...e5 puede también
ser una jugada aconsejable. 12.£e2 ¤f6 si 12...¥b7 13.£e4 ¤f6
14.£h4 y el blanco toma una actitud amenazante. 13.¥d2 a5
14.¦ad1 £c7 15.¥c3 ¥b7 ahora 15...c5 no era más atractiva,
debido a 16.d5! y todas las piezas del blanco apuntan al rey negro.
16.¥b1 ¦fe8 Para poder jugar c5 en caso de que el blanco avance
a d5, en ese caso el negro jugaría exd5 atacando la dama. 17.£c2

24
¥f4 Una provocación. Habiendo jugado una partida
estratégicamente comprometida, el negro busca ahora un
subterfugio táctico. Si continuaba 17...c5 18.dxc5 seguido de ¥xf6
con catástrofe. 18.g3! ¥d6 a 18...c5 hubiera seguido todavía
19.d5! el negro estaría engañado si creyera que tiene debilitados los
puntos blancos, que están por entrar bajo el fuego del ¥b7, pero el
punto de avanzada en acción anularía cualquier esperanza del
negro.

19.c5 ¥e7 si 19...bxc5 ahora 20.dxc5 ¥e7 21.¥e5! £c8 22.¥xf6


¥xf6 23.£h7+ ¢f8 24.¦d6 doblando las torres. 20.¥d2 £d7
Amenazando bxc5 y £d5. El blanco descubre una combinación
táctica que hace posible la valorización del puesto de avanzada c5 y
que decide el éxito de la partida. 21.¤e5 £d5 a 21...£xd4 hubiera
seguido 22.¥c3 £c4 23.¤d7! con optimo juego 22.¤c4 £h5

25
No se puede evitar la pérdida de material. 23.¤xb6 g6 Para poder
continuar con ¤g4. 24.f3 e5 Movida hecha tarde, ¿pero qué hacer?
25.dxe5 £xe5 26.¤xa8 ¥xc5+ 27.¢h1 £h5 28.¥f4 ¥a6
Amenazando ¦e2 y el resto sería una caótica batalla. 29.¦fe1 ¦xa8
30.£g2 ¤d5 31.¦e5 f5 32.¥e4 ¥b7 33.g4 £h4 34.¥g3 £f6
35.gxf5 ¤e3 36.£d2 ¤xd1 37.¦xc5 ¦d8 38.£xh6 ¤e3 ¡Nunca se
sabe!. 39.£xe3 ¦d1+ 40.¢g2 £xb2+ 41.¦c2 £a1 42.fxg6 ¥a6
43.¥d5+ ¦xd5 44.£e8+ Y el negro abandona. 1–0

26
Kostic,Boris - Canal,Esteban B37
Merano (7), 1926

1.e4 c5 2.¤f3 ¤c6 Una buena defensa. El negro espera a mostrar


sus intenciones para más tarde.
3.d4 cxd4 4.¤xd4 g6 Por lo general el negro mueve 4...¤f6 Con la
movida del texto el blanco, después de 5. c4, domina las casillas
centrales y la columna "d", el que hará casi imposible el
establecimiento de un puesto de avanzada negro en las posiciones
centrales. Son argumentos válidos, que ponen en duda la movida
g6. Yo sabía todo esto, pero el difícil problema estratégico me
aterraba.
La explotación de la posición de parte del blanco no es tan clara,
como a primera vista parece. De hecho después de 5. c4 aparecen
dos puestos de avanzada blancos en el tablero, c4 y e4, que no son
afianzados y esto les priva de su elasticidad.
Su propósito por el momento es uno solo: presionar sobre el punto
d5.
Pero utilizar dos piezas para una sola tarea no es económico y en
segundo, sería necesario añadir dividir las tareas, por ejemplo, un
puesto de avanzada continuará con el propósito de presionar el
punto d5, mientras que el otro, supongamos, una tarea de ruptura
de contra el peón que por fuerza el negro deberá colocar en d6,
para poder desarrollar sus propias piezas.
En tal caso la posición del blanco cobra vigor y es amenazante; y el
negro, ahora, deberá concentrar sus esfuerzos en impedir y
obstaculizar tal ruptura.
Este es el tema de la presente partida, la cual podrá parecer
aburrida para los novicios, pero no así para los entendidos.
5.c4 ¥g7 6.¤b3 ¤f6 7.¤c3 d6 si ahora 7...d6 8.c5 dxc5 9.£xd8+
¤xd8 10.¤xc5 ¤d7 el negro tendría éxito en defenderse bien.
8.¥e2 ¥e6 con la idea de que si 8...¥e6 9.c5 0–0 (sería más suave
9...d5 ) 10.cxd6 ¥xb3 11.£xb3 £xd6 12.£xb7 ¤b4 el blanco estaría
en peligro.
9.¥e3 0–0 10.f3 ¤d7 Impide definitivamente la ruptura c5 y paraliza
el puesto de avanzada. Si ahora el blanco intentase transformar la
posición con 10...¤d7 seguiría 11.¤d4 £a5 12.0–0 ¦fc8 tomando
la iniciativa.
11.£d2 ¤a5

27
Un nuevo problema para el blanco, ¿Cómo defender el puesto de
avanzada c4?, si 11...¤a5 12.¤xa5 £xa5 amenazando con ¥xc3
doblar los peones en la columna abierta. 13.¥d4 ¥xd4 14.£xd4
¦fc8 y el negro tendría un buen punto de apoyo. 12.¤d5 ¤xb3
13.axb3 ¥xd5 14.exd5 ¤c5 El propósito de la jugada precedente.
La posición se ha transformado, pero no en ventaja del blanco. Una
suerte de nuevo puesto de avanzada en d5, pero, con tareas
futuras, esperando a que la torre blanca ocupe la columna "e"
amenazando al peón de rey contrario, que está retrasado. Pero,
como he dicho, por ahora el blanco tiene otras preocupaciones. No
debe tomarse el ¤c5, porque el alfil negro estaría demasiado bien,
comparándolo con el colega suyo en e2, que está casi inactivo. Es
necesario hacer algunas movidas defensivas, pero mientras tanto el
negro instalará un puesto de avanzada en el ala de dama, el cual
colaborando con la Dama, el alfil, y el caballo logrará conquistar
plenamente el equilibrio estratégico.

28
15.¦a3 a5! 16.0–0 £b6 17.¦d1 £b4 18.£c2 ¦fc8 19.¥d2 £b6
20.¢f1 a4 El pobre ha fallado en su deber. El muere con la certeza
de una vida tranquila para el negro. 21.bxa4 £xb2 22.£xb2 ¥xb2
23.¦a2 ¥f6 si 23...¤xa4 ahora 24.¦b1 y cae el peón en b7.

24.¦b1 ¦c7 25.a5 ¥d4 El negro se descuida un poco y, deja que el


blanco, a su vez, invente algo. 26.¦a3 ¢f8 27.¦b5 ¢g7 28.¥e3
¥xe3 29.¦xe3 ¢f8 30.f4 ¦cc8 En este momento el negro tiene la
intención de iniciar la presión contra el puesto de avanzada a5.
31.g4 ¦a6 32.¦h3 ¢g7 33.¦e3 e6 34.dxe6 fxe6 35.¥f3 ¦c7 Y la
partida finalizó tablas después de algunas movidas. Considerada
desde el punto de vista estratégico, esta partida es muy interesante.
Algún tiempo después Capablanca se defendió con el mismo
esquema contra Nimzowitch: "era opinión general que la variante
era favorable al blanco, pero creo que es necesario corregir este
punto de vista. " Yo, personalmente, estoy convencido de las
buenas posibilidades del blanco, pero no es ciertamente cosa fácil,
indicar una vía clara y precisa. ½–½

29
Yates,Frederick - Canal,Esteban B40
Merano (5), 1926

1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.d4 cxd4 4.¤xd4 ¤f6 5.¤c3 ¥b4 6.¥d3 ¤c6
7.¤xc6 bxc6 8.0–0 d5 9.e5 ¤d7 10.£g4 ¥f8 11.¦e1 g6 12.¥g5
£c7 Hasta ahora la partida es idéntica a la jugada entre estos
mismos adversarios en Trieste 1923. 13.£h4 El blanco, debido a la
mala experiencia anterior, cambia el plan y quiere darle a su
posición el máximo dinamismo para poder disfrutar de su
momentánea ventaja de "tiempo" y de "espacio", así como la
debilidad de las casillas negras del campo enemigo. La idea es
ingeniosa y pone al negro en arduos problemas por resolver.
13...¥g7 Esta claro que después de 13...¤xe5 14.¦xe5 £xe5
15.¥f6 el negro perdería material. 14.¥f6 ¥xf6 Esta movida yo la
hice de mala gana, porque vi que las casillas negras se mantienen
débiles, también, el puesto de avanzada en f6, que surgiría después
del cambio, valorizaría el dispositivo táctico de las piezas blancas.
Esta movida yo la hice de mala gana, porque vi que las casillas
negras se mantienen débiles, también, el puesto de avanzada en f6,
que surgiría después del cambio, valorizaría el dispositivo táctico de
las piezas blancas. ¿Pero, qué cosa debía hacerse?. Enrocar no,
porque el blanco con 15.¦e3 obtendría un ataque furibundo. Se
podría considerar también: 14...¤xf6 15.exf6 ¥f8 para mantener el
control de las casillas negras con una posición aparentemente
sólida, pero el blanco con ¤a4 y c4 abriría rápidamente nuevas
líneas y sería muy difícil tratar de compensar por el gran
desequilibrio de "tiempo" y de "espacio". Elegí la movida del texto
confiando en la benevolencia de los Dioses. 15.exf6 El blanco
amenaza jugar 16. ¥xg6 y 17. ¦xe6+ con ataque irresistible.

30
15...£d6 Provocando inmediatamente la tempestad. Lo agradable
que es una posición como esta para el bando defendiente se
demuestra con la siguiente variante, se podría atacar de golpe el
puesto de avanzada con 15...£d8 pero después de 16.¦xe6+ fxe6
17.¥xg6+ hxg6 18.£xh8+ ¤f8 19.h4 las posibilidades devienen en
incalculables.; o 15...¤c5 16.b4 ¤xd3 17.cxd3 y el blanco domina
la situación ; O también 15...¥b7 16.¥xg6 fxg6 17.¦xe6+ ¢d8
18.f7+ ¢c8 19.¦e8+ y el puesto de avanzada triunfa. 16.¦ad1 ¥b7
Ahora tenemos que decidirnos, si 16...0–0 sigue 17.¤e4 dxe4
18.¥xe4 £c5 19.¦xd7 17.¥xg6! Aún ahora el sacrificio es
fuertísimo. 17...fxg6 18.¤e4 £f8 Este estiramiento era necesario
para que el rey permanezca protegido. 19.¤g5 Parece fuerte, pero
permite al rey negro fugarse. Tal vez era para el puesto de
avanzada su gran momento, por ejemplo: 19.f7+ ¢xf7 (forzado)
20.¤g5+ ¢g8 (forzado) 21.¦d3 con muchos problemas a la vista.
19...0–0–0 20.¤xe6 £f7! Lo peor ha pasado. Probablemente el
blanco solo ha calculado 20...£xf6 21.£g3 con posición ganadora
21.£b4 El blanco intenta reavivar el ataque. Pero, sería mejor
resignarse a jugar: 21.¤xd8 ¦xd8 22.¦e7 £xf6 23.¦xh7 con juego
no fácil para ambos.

21...¦de8 22.£d6 ¤xf6 23.¤g5 £g7 24.¦e6 ¤e4 El negro ha


recuperado la paz. Ahora es el blanco el que debe buscar su
salvación. 25.¤xe4 dxe4 26.¦e1 £d7 27.£xd7+ ¢xd7 28.¦6xe4
¦xe4 29.¦xe4 ¦e8 30.¦d4+ ¢c7 31.h3 ¦e2 32.¦c4 ¥c8 Si ahora
33.¢f1 seguiría 33...¥a6 34. ¦a4 ¥b5. 33.b4 ¥f5 34.b5 ¦xc2
35.¦a4 cxb5 36.¦xa7+ ¢b6 37.¦xh7 ¦xa2 38.g4 ¥e4 39.¦e7 ¥d5
40.¦e5 ¢c5 41.¦e1 g5 Hace así posible la inmediata colaboración

31
de las piezas negras con el puesto de avanzada libre b5. 42.¦c1+
¢d6 43.¦b1 b4! 44.h4 si ahora 44.¦xb4 ¦a1+ 45.¢h2 ¦h1+
46.¢g3 ¦g1+ 47.¢h2 ¦g2+ 48.¢h1 ¦xg4+ y se gana. 44...gxh4
45.g5 b3 46.g6 b2 47.¢h2 ¦a1 y el blanco abandona.
0–1

32
Rosselli del Turco,Stefano - Canal,Esteban B80
Merano (9), 1926

1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.d4 cxd4 4.¤xd4 ¤f6 5.¤c3 d6 Entrando a la


Defensa Paulsen. Este es un esquema estratégico más fluido y
difícil. El blanco para hacer más manejable su partida, deberá en
cierto punto afianzar el puesto de avanzada en e4 con f4, y el negro
a su vez, deberá vigilar continuamente la posibilidad de ser
construido este puesto de avanzada, considerando siempre su
avance en e5 o f5, pero, como una actitud puramente pasiva es
dañina, el intentará desviaciones en el ala de dama, sea con las
piezas mayores, sea constituyendo un puesto de avanzada lateral,
por ejemplo en b5, y siempre en espera que la marcha de las
operaciones le permitan colocar un puesto de avanzada en el
centro, que dé una columna vertebral a su posición. Es un continuo
entrelazamiento de táctica y estrategia, lo que hace la lucha muy
dramática bajo un terreno de arenas movedizas. 6.¥d3 Por lo
general se mueve 6.¥e2 para continuar con Af3, después el
avance f4, con la idea de controlar el punto d5. Pero la movida del
texto no es criticable y con justificación es jugada a menudo en los
torneos. 6...¥e7 7.0–0 0–0 8.¥e3 ¤bd7 El caballo controla la casilla
e5, y está listo para entrar en acción, colocándose en c5,
amenazando el puesto de avanzada e4. 9.f4 a6 El afianzamiento
del puesto de avanzada blanco ya es una realidad. El negro prepara
un puesto de avanzada lateral en b5, para perturbar indirectamente.
El blanco lo impide, pero a costa de un ligero debilitamiento del ala
dama. 10.a4 £c7 11.£e2 b6 12.h3 Para mover eventualmente la
dama a f2, sin ser molestada por la movida Cg4 del adversario.
12...¥b7 La posición esta por sufrir una transformación. El blanco
tiene tres puestos de avanzada: a4 con tarea defensiva, e4 y f4 con
tarea constructiva, y, también amenaza con crear uno más en g4,
con tarea agresiva y liquidante. Tan pronto como el blanco haya
completado su despliegue, el negro deberá lanzarse sin
vacilaciones. 13.¦ae1 ¤c5 El contragolpe que da al negro un apoyo
al centro. 14.¥f2 d5 14...d5 El blanco no puede responder ahora
con 15.exd5 ¤xd3 16.£xd3 ¤xd5 17.¤xd5 ¥xd5 con evidente
ventaja del negro. 15.e5 ¤fe4 16.¥xe4 ¤xe4 17.¤xe4 dxe4 La
partida asume una nueva faz. La estrategia se polariza en torno al
puesto de avanzada e5 blanco y e4 negro. El blanco tratará de
valorizar el puesto de avanzada e5, intentando un eventual
afianzamiento con f5, pero siempre manteniendo un ojo en el

33
puesto de avanzada enemigo e4, que moviéndose en el momento
oportuno, abra la terrible diagonal al alfil b7. Pero, para hacer todo
esto, es necesario primero bloquear la línea de maniobras del
negro, es decir la columna "d" y la "c", moviendo por ejemplo: ¦d1,
¥e3, £f2, c3, etc. O mejor también £g4, ¥e3, etc. El blanco, en la
presente partida, no resuelve el problema estratégico y pierde el
equilibrio. 18.c4 ¦fd8 Natural. El negro presionando sobre la
columna "d" paraliza las maniobras adversarias. 19.¦d1 ¥c5
Clavando el caballo. Si, por ejemplo: 19...¥c5 20.¤c2 ¥xf2+
21.¢xf2 para no perder c4 21...£c6 22.b3 ¦d3! etc. 20.b3 ¦d7 Si
ahora 20...¦d7 21.¤c2 se juega 21...¦ad8 apuntando a d3 y
valorizando el puesto de avanzada. 21.¥e3 ¦ad8 22.£f2 El
esquema del blanco ha perdido solidez, porque falta el apoyo en c3.

22...¥a8! Esta movida misteriosa tiene una doble finalidad:


reservarse la posibilidad £f7, que en un momento dado puede
valorizar al máximo el puesto de avanzada e4, o minar el punto d4
con £a7. 23.¦d2 ¢h8! El propósito de esta maniobra es poder
combatir directamente el puesto de avanzada e5, sin ser
perturbado. Las dos movidas raras ¥a8 y ¢h8 ponen en crisis el
dispositivo enemigo. 24.¦fd1 ¥b4 Inicio del asalto, después de las
preparaciones anteriores. 25.¦c2 f6 26.¦f1 Un mal movimiento en
la tentativa de eludir los riesgos. Pero la partida ya está gravemente
comprometida. 26...¦xd4 27.exf6 ¦4d6 28.fxg7+ ¢g8 29.f5 exf5
30.£xf5 £xg7 31.¦cf2 ¦g6 32.h4 ¥c5 33.¥xc5 bxc5 Si en su lugar
se jugase 33...e3 34.£f8+! 34.h5 ¦g5 35.£e6+ ¢h8 Si el blanco
jugase ahora 35...¢h8 36.¦f7 seguiría 36...¦xg2+ 37.¢h1 ¦g1+
38.¦xg1 e3+ 39.¢h2 ¦d2+ 40.¢h3 ¥g2+ seguido de mate o de la
ganancia de la dama. 36.h6 £d4 Y el blanco abandona. 0–1

34
Spielmann,Rudolf - Canal,Esteban B40
Merano (3), 1926

1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.d4 cxd4 4.¤xd4 ¤f6 5.¥d3 ¥e7 La respuesta


5...¤c6 es sin lugar a dudas mucho más cómoda. Pero después de
6.¤xc6 dxc6 la posición deviene también en rígida, y por
consecuencia no se adapta a mi estilo. Prefiero, en general,
defensas difíciles con problemas duros de resolver. Por supuesto,
que actuando de esta manera uno se somete a una enorme presión
física y no siempre se resiste. De hecho, en este torneo me
derrumbé al final y perdí por medio punto el primer puesto, que ya
parecía estar asegurado. Y este no fue el único caso de este tipo,
que me haya sucedido, pero no lo lamento. Es cosa bella buscar la
aventura... ¡al menos en el tablero!. 6.0–0 d6 Entrando en una
especie de Defensa Paulsen, como en la precedente partida. Se
podría en este punto considerar las otras continuaciones: 6...¤c6
7.¤xc6 dxc6 8.e5 ¤d7 9.£g4 con molestias.; o 6...d5 7.exd5 (mas
fuerte que 7.e5 ¤fd7 8.£g4 ¢f8) 7...¤xd5 8.£e2 con juego un
poco más libre para el blanco. 7.¢h1 El blanco, como de
costumbre, prepara el afianzamiento f4, y no quiere ser perturbado
en la diagonal g1–a7. 7...0–0 8.f4 ¤bd7 Como en la precedente
partida, el caballo controla e5 y se prepara a intervenir en c5. El
blanco se opone. 9.¤b3 b6 Tentadora era 9...a6 para constituir un
puesto de avanzada en b5, eficaz, no estando el caballo blanco aún
en c3. 10.£e2 £c7 El blanco amenaza iniciar el ataque, avanzando
el peón a e5. 11.¤c3 a6 Ahora, se haría un puesto de avanzada en
e5, sea para molestar en un momento dado al ¤c3, sea para usar
el punto c4 como una base de operaciones. es cuestión de gustos,
si tiene que servir o no. 12.a4 ¥b7 13.¥d2 ¦fe8

35
El blanco, con lógica admirable, está por culminar los preparativos
de la valorización de su puesto de avanzada, el cual debe abrir a las
tropas blancas el camino hacia el enemigo. El negro se pone en
acecho, y al mismo tiempo, da la máxima elasticidad a la defensa,
en vista de que el enfrentamiento no podrá ser más evitado.
14.¦ae1 ¤f8 La fortaleza del rey negro espera el asalto. 15.e5 ¤d5
El engranaje táctico de la posición hace que esta movida
robustezca la defensa. Está claro que la toma en e5 haría entrar en
el campo de batalla, de golpe, dos nuevas unidades: el ¥d2 y la
¦f1. 16.¤xd5 ¥xd5 Sería lamentable que el negro, hubiese tomado
con: 16...exd5 porque después de 17.exd6 £xd6 18.f5 la posición
negra, con su desorganización y sus debilidades, hubiera dado
pena.; Ahora el blanco no puede jugar 16...¥xd5 17.¥xa6 por
17...¦xa6 18.£xa6 ¥c4 y la dama estaría perdida. 17.¤d4 ¥b7

Hemos arribado al momento crítico de la batalla. El negro amenaza


bloquear el ataque con g6, impidiendo para siempre el
afianzamiento del puesto de avanzada e5, que es f5. Tiene también
a disposición la maniobra £d7, que ataca a4 y que amenaza al
mismo tiempo dxe5. El blanco considerando todo esto, decide el
afianzamiento de su puesto de avanzada, también a costa de un
peón, y se lanza cabeza abajo hacia el asalto. Son malos tiempos
para la Majestad negra. 18.f5 dxe5 Así el negro, con este puesto de
avanzada, se asegura una buena dote. El blanco deberá vencer o
morir. 19.fxe6 f6 20.¤f5 ¤xe6 21.£g4 ¢h8 Para detener ¤h6. El
rey negro se demuestra agilísimo en esta partida y se mueve
continuamente en las pocas casillas a su disposición. 22.£h3
Interesante se presentaba 22.¥c4 La defensa es oculta, por

36
ejemplo: 22...¥f8 (pero el negro respondería mejor 22...¥d6!
23.¥xe6 ¦xe6 24.¤xg7 £xg7!) 23.¤h6 con la amenaza Tf6.
22...¤f8 Bastaba 22...e4 para parar el ataque, devolviendo el peón,
pero ahora el negro quiere ganar también un riesgo temible. Un
tremendo sacrificio en el aire, de incalculables consecuencias.
El resto se presenta como la única continuación posible.

23.¤xg7 ¢xg7 24.¥h6+ ¢h8 Continua el péndulo. Ahora, con una


pieza demás, el negro amenaza realmente avanzar el peón de e4.
25.¥f5 ¥c5 Si la torre blanca quiere pasar, deberá pagar un peaje.
26.b4 ¥xb4 27.¦e3 ¥c8 Para eliminar el apoyo principal del ataque
blanco, pero la posición está llena aún de peligros.

37
28.£h4 ¥xf5 29.£xf6+ ¢g8 30.£xf5 Si 30.¦xf5 la defensa sería
muy interesante 30...¤g6 (forzada) 31.¦g3 ¦ad8 32.¦xg6+ hxg6
33.£xg6+ ¢h8 34.£h5! ¦e7! (no 34...£h7 35.¥g7+ y mate en dos )
35.¥g5+ ¦h7 36.¥f6+ ¢g8 37.£g5+ ¦g7! 38.¥xd8 £xc2 y el negro
vence.

30...¤g6 31.£e4 ¥f8 Así el ataque del blanco es rechazado.


32.£d5+ ¢h8 Sigue meciéndose el pobre rey. 33.¥g5 Si 33.¦f7
ahora 33...¦ad8 34.£f3 £xf7! 35.£xf7 ¦d1+ y poco después jaque
mate 33...¥g7 34.h4 ¤f4 El puesto de avanzada e5 continua
haciendo su tarea. 35.£e4 ¦f8 36.¦ef3 ¦ac8 Y el blanco abandona.
0–1

38
Grob,Henry - Canal,Esteban E12
Merano (10), 1926

1.d4 ¤f6 2.¤f3 e6 3.c4 b6 La configuración asimétrica de las


piezas del negro tiende al desarrollo del alfil de dama, que por lo
general, en la apertura con d4 es difícil. El blanco, entre tanto, ya ha
afianzado su puesto de avanzada, mientras el negro deberá
también decidir si es mejor colocar uno en d5 o en c5. Esta
expectativa no siempre existe pero, de otra parte, la elección no es
fácil. 4.¥g5 Una buena movida de desarrollo, que presupone la
renuncia al contrafiancheto con g3, que contrarresta espacio al
negro y contrarresta eficazmente la formación de puestos de
avanzada centrales del negro. 4...¥e7 5.¤bd2 El caballo aquí tiene
muy poco poder. y el negro podrá restaurar en pocas jugadas el
equilibrio estratégico. Era preferible: 5.e3 seguido eventualmente de
5...-- 6.¤c3

5...c5 El puesto de avanzada negro entra en la lucha, un


afianzamiento con d5 no presenta dificultad y esto indica equilibrio.
6.e3 ¥b7 Era indicado 6...d5 inmediatamente; O mejor también
6...0–0 y luego 7.-- d5 pero el negro quiere complicar el juego y
esta intención, en la práctica, tiene sus atenuantes. 7.¥d3 d6 8.0–0
¤bd7 9.£e2 h6 El inicio de una violenta demostración en el ala de
rey. En verdad, salvo la situación un poco incomoda del alfil blanco
no hay nada que justifique un ataque, el blanco no tiene alguna
debilidad, tiene espacio suficiente para maniobrar y su centro es
granítico. Las razones que me llevaron a tomar esta determinación
fueron de índole subjetiva: sabía que mi adversario amaba atacar y

39
luego, constriñéndolo a una defensa cautelosa, esperaba darle un
gran disgusto.

10.¥h4 g5 11.¥g3 h5 El negro tiene tres puestos de avanzada, c5


que controla el centro, h5 y g5 con tareas agresivas. Dada la
amenaza inminente sobre el alfil de g3, yo esperaba h3 o h4, que
me permitiría abrir algunas columnas también y continuar con mi
demostración de fuerza, pero el adversario para mi sorpresa, con un
par de movidas me devolvió toda la gentileza. 12.¤xg5! h4 13.¥f4
e5

40
14.d5! Un buen concepto de lo que es defensa por parte del blanco.
El nuevo puesto de avanzada d5 restringe pavorosamente el
espacio del negro, y después de 14.d5 exf4 15.exf4 el problema
sería grande por la fuerte presión, que se condensa en la columna
"e", tanto más que, después del enroque, se pierde un tercer peón
por la pieza ganada y con mala posición. 14...¦g8 Bajo la
impresión de la sorpresa, el negro hace ahora una movida muy
débil. que aumenta el peligro. La elongación ¤h5! sería una buena
marcha. 15.¤df3 ¤h5 Esta movida provoca tremendas
complicaciones, pero no había otra elección. 16.¤xf7 ¤xf4 Si
16...¢xf7 17.¤xe5+ con fuerte ataque 17.exf4 ¢xf7 18.fxe5 dxe5
19.¤xe5+ ¤xe5 20.£xe5

El horizonte se ha iluminado un poco. Por la pieza perdida el


blanco tiene tres peones, de los cuales uno es el potente puesto de
avanzada d5. El negro tiene dos alfiles y un puesto de avanzada en
h4 con débiles esperanzas de intervenir eficazmente. El tema
estratégico del blanco es rectilíneo: máxima valorización del puesto
de avanzada d5, que sería la conquista del punto e6 por las piezas
blancas, con lo que todo optimismo estaría justificado. El negro a su
vez, tratará de impedir el plan del blanco, en la medida de lo posible
y sin perder de vista el propio puesto de avanzada h4. Durante la
partida veremos como el blanco no sigue todos los dictámenes de la
posición. 20...£d6 21.£h5+ ¢f8 22.¦fe1 ¥c8 23.¦e3 El blanco
está ocupado con amenazas tácticas. Estratégicamente era de
considerar 23.¥f5 que conquista el punto e6, si el negro no se
decide a emparejar con 23...¦g5 24.£h8+ ¦g8 25.£h5 Ahora el

41
negro neutraliza la acción del puesto de avanzada d5, y se prepara
a valorizar el propio h4. 23...¥g4 24.£h7 ¦g7 25.£h8+ ¦g8 26.£h7
¦e8 27.¦ae1 ¦g7 28.£e4 ¢g8 Desplazamiento de tropas para
darle el máximo valor al puesto de avanzada h4. 29.¥e2 ¥d7
30.£d3 ¦f8 31.¦f3 £e5!

Se ataca b2 y se prepara la inmediata valorización del puesto de


avanzada h4. 32.£d2 ¥d6 El puesto de avanzada h4 comienza a
amenazar. 33.g3 ¦xf3 34.¥xf3 £f6 35.¥g2 ¥e5 Todas las
maniobras de la dama y del alfil fueron originales y fuertes. Ahora la
colaboración con el puesto de avanzada h4 deviene en perfecta.
36.d6 ¥d4 Ahora el negro amenaza 37...hxg3 seguido de Txg3.
37.¥d5+ ¢f8 38.¢g2 £f5 39.¦e4 hxg3 si ahora 39...hxg3 40.¦f4
gxf2+ y mate en 4 movidas. 40.hxg3 £h3+

41.¢f3 ¦xg3+ Si ahora 41...¦xg3+ 42.fxg3 £f1+ y mate a la


siguiente 42.¢e2 ¥g4+ Y el blanco abandona. 0–1

42
Canal,Esteban - Becker,Albert C50
Karlsbad (1), 31.07.1929

1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 El blanco en su segunda movida puede intentar,


en lugar de Cf3, el afianzamiento inmediato con f4, llamado el
"Gambito de Rey" , o d4 que da lugar al "Gambito del Centro". Así
también el negro en la segunda jugada, en vez de jugar 2...¤c6,
puede responder 2...d5 o 2....f5. Este afianzamiento fue jugado a
fines del siglo pasado (XIX), probado en la práctica y
profundamente analizado por la teoría con todas sus variantes y
ramificaciones. Parecía que esta jugada no respondía plenamente a
los propósitos y fue lentamente alejada de los torneos. Todavía se
puede afirmar que este afianzamiento del puesto de avanzada
constituye el objeto fundamental buscado en la apertura, tendiendo
a establecer las finalidades y posibilidades del mismo puesto de
avanzada. La idea del afianzamiento, pues, acompaña
permanentemente al puesto de avanzada en toda la lucha, porque
eso representa, cuando es posible, la forma más complaciente de
su valorización, como se puede ver en todas las partidas de los
maestros. 3.¤c3 ¤f6 La apertura de los cuatro caballos. Ella está
casi alejada de la práctica moderna y yo soy uno de los pocos en
usarla. Se considera insulsa y monótona, pero, con toda aquella
caballería en giro, yo no comprendo el porqué de tales opiniones.
4.¥c4 ¥c5 El negro conserva la simetría. Una buena defensa es
también 4...¤xe4 5.¤xe4 d5 y el afianzamiento es exitoso sin
peligro. 5.d3 d6 6.¥g5 Rompiendo la simetría, porque después de
6.¥g5 ¥g4 7.¤d5 ¤d4 8.c3 ¤xf3+ 9.gxf3 ¥h5 10.d4 el
afianzamiento del puesto de avanzada e4 es eficaz de inmediato.

43
6...h6 Recomendada por la teoría y considerada la demolición
estratégica de la sexta movida del blanco, porque debe retirarse,
perdiendo tiempo, o cambiarse en f6, dejando al adversario la
célebre pareja de alfiles. Afortunadamente siempre fui rebelde a los
prejuicios de las leyes absolutas, y prefiriendo andar imperturbable
por mi propio camino, y ver en todas las posiciones las
concatenaciones ocultas, que le dan al juego aquella misteriosa
armonía y lógica. Es la única ley a la cual yo obedezco y la cual me
ha dado el permiso de crear no pocas innovaciones en el campo
teórico, y de abrir el camino a varias ideas tácticas y estratégicas,
aceptadas hoy en día por los grandes y muy grandes. ¡Si no lo
dicen es por delicadeza y por no turbar mi natural modestia!. 7.¥xf6
£xf6 si 7...gxf6 ahora 8.¤h4 paralizando el ala de rey. 8.¤d5 £d8
contra 8...£g6 parece que 9.¦g1 da un juego satisfactorio (sin
contar 9.¤h4 con complicaciones todavía no suficientemente
analizadas.) 9.c3 El propósito de la maniobra iniciada con 7. ¥xf6.
El blanco usa su ganancia de tiempo para continuar con la idea del
afianzamiento del puesto de avanzada e4 con d4, que conquista
nuevo espacio y anula la eficacia del poseído por los dos alfiles.
Constato con satisfacción que esta idea fue utilizada para salvación
y desquite de varios maestros, incluso Tartakower y Capablanca. La
presente partida desafortunadamente terminó en forma trágica,
luego de un gran error de mi adversario. Era la primera vez que
jugaba este esquema, y posiblemente estaba lejos de suponer que,
en una posición aparentemente casi inocua, hubiese tanto veneno.

44
9...¥e6? Pierde material de esta manera. Mejor era 9...¤e7 como
veremos en otra partida. 10.d4 exd4 11.cxd4 ¥b6 Con esta jugada
el negro pierde una pieza. En su lugar debió jugarse 11...¥b4+
12.¤xb4 ¥xc4 13.¤xc6 bxc6 14.£c2 ganando un peón. 12.¤xb6
axb6 13.d5 ¤a5 14.¥d3 ¥g4 15.b4 El resto es una lucha
desesperada pero inútil. 15...£f6 16.0–0 g5 17.bxa5 ¦xa5 18.¥e2
¦a3 19.£d4 £xd4 20.¤xd4 ¥xe2 21.¤xe2 ¢d7 22.¦fc1 ¦ha8
23.¤c3 ¦8a5 24.¦ab1 ¦c5 25.¦b3 ¦a4 26.¦e1 ¦ac4 27.¦e3 f5
28.f3 f4 29.¦d3 b5 30.a3 ¢e7 31.¢f2 ¢d7 32.¢e2 c6 33.¢d2 ¢c7
34.¦b1 ¢d7 35.h4 ¢e7 36.hxg5 hxg5 37.e5 cxd5 38.exd6+ ¢d7
39.¦h1 d4 40.¦h7+ ¢c6 41.¤e4 ¦c2+ 42.¢e1 ¦c1+ 43.¦d1 Y el
negro abandona. 1–0

45
Nimzowitsch,Aaron - Canal,Esteban E34
Karlsbad (4), 04.08.1929

1.d4 ¤f6 2.c4 e6 La defensa de gran moda. Mientras el blanco


afianza el puesto de avanzada d4 con c4, el negro intenta impedir
un ulterior afianzamiento en e4 y mientras se reserva de fijar un
puesto de avanzada suyo en d5, c5 o también e5.Una defensa
elástica y de gran merecimiento, sin dudar. 3.¤c3 ¥b4 4.£c2 Una
de las tantas continuaciones. Las otras movidas, £b3, ¤f3, e3, ¥d2,
a3, ¥g5, g3, son todas jugables, en cuanto tienden a apoyar,
valorizar y reforzar el puesto de avanzada en su probable evolución.
La elección es cuestión de gusto, experiencia, de conocimiento y
también de psicología. En una posición equilibrada hay diversas
posibilidades de innovación y la movida única existe solo en la
mente del teórico. Con la movida del texto el blanco apoya
decididamente su punto e4 restringiendo las elecciones del negro,
este puede oponerse al adversario indirectamente, sea jugando d4,
sea jugando c5 o también con ¤c6, para colocar eventualmente un
puesto de avanzada en e5, o directamente, controlando el punto e4
con un puesto de avanzada en d5. 4...d5 5.¤f3 c5 Este
afianzamiento inmediato es de mi gusto, el equilibrio en la posición
es inevitable. Tal vez el blanco con 6. a3 combatiría al negro
eficazmente, conservando los dos alfiles, un buen prospecto para el
futuro. 6.e3 ¤c6 7.cxd5 £xd5 Era a considerarse también
7...exd5 con juego libre, a pesar de la aparente debilidad del puesto
de avanzada d5. ; Perdí la mayor parte del tiempo del reloj
calculando la posibilidad de 7...¤xd5 pero después de 8.e4 ¤xc3
9.bxc3 ¤xd4 10.¤xd4 £xd4 11.¥b2 ¥a5 12.¦d1 se pierde una
pieza y la movida hecha es óptima y suficiente para los propósitos.

46
8.¥d2 ¥xc3 9.¥xc3 Pero la jugada 9.bxc3 era sin dudar más
fuerte, con esto la partida del blanco adquiere una gran elasticidad.
9...cxd4 10.¤xd4 ¤xd4 El cambio es hecho con la idea de
10...¤xd4 11.¥xd4 e5! y el negro tiene ahora buen juego, y por lo
contrario habría podido enrocar inmediatamente después de esta
jugada sin ningún riesgo. Era la undécima jugada, pero mientras
estaba por hacer el avance e5, toque inadvertidamente el rey y debí
enrocar. ¡Un incidente que suele suceder cuando se tiene poca
práctica de torneos! 11.¥xd4 0–0 Naturalmente la defensa deviene
ahora en difícil. Después de 11...e5 12.¥c3 0–0 13.¦d1 £c6 el
blanco debe andar cauteloso. 12.¥xf6! gxf6 El puesto de avanzada
esta momentáneamente sin compañero y es necesario crear uno
nuevo. El blanco tiene ciertamente las mejores posibilidades en este
sentido, visto que la estructura de peones negros está un poco
destrozada. 13.¥d3 £a5+ La mejor defensa del peón h7. El blanco
debe cambiar la dama si no quiere desmejorar la armonía de sus
piezas. La captura en g2 sería una locura, después de 14. O-O-O
el negro no sabría a que parte girar. 14.£d2 £xd2+

¡Demasiado apuro!. Con 14...£d5 15.0–0 ¥d7 el negro también


mostraría los dientes. En este final al contrario, deberá luchar
duramente por su existencia. 15.¢xd2 ¦d8 16.e4 e5 Este es el
nuevo puesto de avanzada, que será la dirección de todas las
futuras operaciones. El negro en e5, asegura el espacio para su alfil
y controla la casilla d4 como punto de apoyo para la torre negra,
mientras que el blanco en e4, asegura el espacio a su rey y mira en
perspectiva el afianzamiento f4 después de los necesarios
preparativos. Esta posibilidad de afianzamiento, que el negro no
tiene, le permite al blanco una iniciativa duradera. 17.¦hc1 ¥e6
Para impedir la entrada en séptima de la torre. Si, de hecho, el

47
blanco moviese ahora 17...¥e6 18.¦c7 seguiría 18...¦ac8 19.¦xb7
¥c4 18.¢e3 ¦d4 Si ahora 18...¦d4 19.¦c7 ¦b4 20.b3 a5 19.a3
¦ad8 20.¦c3 a5 El negro inventa un nuevo puesto de avanzada con
la tarea de paralizar el ala de dama y poder concentrar así, todas
sus piezas en la defensa del centro y del ala de rey. 21.¦ac1 ¦8d6
22.g3 ¦b6 23.¦1c2 ¥b3 24.¦d2 a4 25.f4 ¦bd6

El afianzamiento del puesto de avanzada blanco es exitoso. La


presión deviene en insoportable. 26.¦f2 ¢g7 27.g4 ¦c6 28.¦xc6
bxc6 29.fxe5 fxe5 30.¦f5 f6 31.g5 ¦d6 32.gxf6+ ¦xf6 33.¦xe5
¦h6 34.¦g5+ ¢f6

Si ahora 34...¢f6 35.¦g2 seguiría 35...¢e5 con la amenaza Th3+.


35.¦c5 ¦xh2 36.¥e2 ¦h3+ 37.¢d4 ¦h2 38.¦xc6+ ¢g5 39.¦c5+
¢f6 40.¢e3 ¦h3+ 41.¢f4 ¦h4+ 42.¢f3 ¦h3+ 43.¢g4 ¦h2 El punto
crucial. Se trata de establecer ahora, cual movida es mejor, si
44.¥f3 o 44. ¥d3, para dar la máxima valorización al puesto de
avanzada líbero. Mi adversario jugó 44. ¥d3, que parece la más
48
activa, porque amenaza también indirectamente el peón h7, pero la
movida correcta era 44. ¥f3, porque asegura al rey un puesto
cómodo en f4, y así el alfil, torre y rey, colaborando con el puesto de
avanzada, meten al rey negro en una situación crítica y entonces
difícilmente la torre negra podrá capturar el peón del ala de dama.
El peón h7 no es peligroso, mientras que el de a4 devendrá en
debilísimo, debiendo el alfil negro correr en defensa de su rey.
Después de la partida mostré a mi adversario esta posibilidad,
provocando en él una de sus habituales cómicas explosiones de ira.

44.¥d3 ¦xb2 45.e5+ ¢e7 46.¥xh7 ¦g2+ 47.¢f5 ¦f2+ 48.¢e4 ¦a2
49.¥f5 ¥c2+ 50.¢f4 ¥xf5 51.¢xf5 ¦xa3 52.¦c7+ ¢d8 53.¦a7
¦h3! 54.¦xa4 ¦h5+ 55.¢f6 ¦h6+ 56.¢f7 ¦h7+ 57.¢f8 ¦h8+
58.¢g7 ¦h1 59.¦a7 ¢e8 Tablas. ½–½

49
Thomas,George Alan - Canal,Esteban E16
Karlsbad (16), 19.08.1929

1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤f3 ¥b4+ Aquí hay varias continuaciones


posibles, esta tiene el mérito de garantizar al negro una cierta
libertad de movimientos, al menos en casa propia, donde por lo
general el alfil esta estorbado. 4.¥d2 £e7 Economía de tiempos. El
cambio inmediato de alfiles, desarrollaría al blanco, ahora 5. ¥b4 no
es posible, porque se pierde un peón sin compensación. 5.¤c3 b6
El negro espera formar también un puesto de avanzada que
contraponga el afianzamiento del puesto de avanzada del blanco,
Era de considerarse el enroque, reservándose el avance d6 seguido
de e5. 6.g3 ¥b7 Fiancheto y contrafiancheto. Esto es como diría
Teichmann, la moderna tentativa de perseguir al diablo con
Belzebú. 7.¥g2 c5 Esta es el momento para iniciar la lucha de
puestos de avanzada, se amenaza ganar material y para el blanco
la elección de la movida no es fácil. Abrir la columna "d" con 8. dxc5
no sería provechoso, porque después de 8....£xc5 el negro tendría
la iniciativa. Lo mejor sería también restringir el espacio del negro,
moviendo, por ejemplo 7...c5 8.d5 exd5 9.¤h4 con complicaciones,
pero tal vez, el negro haría bien en responder con 8....d6, con un
esquema muy sólido. Con la movida que sigue el blanco iguala la
partida. 8.0–0 d6 Se podría entablar fácilmente con 8...cxd4 9.¤xd4
¥xg2 10.¢xg2 pero parece que el negro tiene otras aspiraciones y
eso induce al blanco a intentar una expedición punitiva que, por
fortuna, aborta desde el inicio. 9.dxc5 bxc5 10.¤b5? a6 Esta
simple movida se le escapó al blanco, que solo contaba con
10...¥xd2 11.£xd2 ¤e4 12.£d3 a6 13.¤d2! con fuerte presión.
Ahora es necesario retornar el caballo a casa para no perder un
peón, es desagradable, pero no aún de gravedad. 11.¤c3 0–0
12.£c2 ¤c6 13.¦ad1 ¦fd8 Preparando un eventual afianzamiento
del puesto de avanzada c5 con d5. El blanco reacciona, pero el
punto d4, que ya está controlado por el puesto de avanzada c5, es
muy débil. Esto facilita la maniobra del negro. 14.e4 ¦ac8
Apuntando directamente al puesto de avanzada c4 en espera de un
posible cambio en d4. Son importantes para la estrategia tanto las
maniobras que consideran al puesto de avanzada enemigo como al
propio. También el otro puesto de avanzada blanco, e4, está bajo
control y el negro podría intentar hacerlo desaparecer con
14...¥xc3 15.¥xc3 ¤b4 16.¥xb4 ¥xe4 pero después de 17.£d2
cxb4 18.£xb4 estaría perdido el puesto de avanzada c5, que tiene
una tarea importante en el punto d4, sin una compensación visible.
15.¦fe1 El blanco previene el salto en d4 del caballo negro, y lo
50
hace de una manera verdaderamente ingeniosa. Si se jugase , por
ejemplo 15.¦fe1 ¤d4 16.¤xd4 cxd4 17.¤d5! exd5 18.exd5 £c7
19.¥xb4 £xc4 20.£d2 ¤xd5 21.£xd4 y el blanco no está mal.
15...¤d7 Con la idea de poder mover eventualmente en seguida
¤de5y conquistar el punto d4 para el otro caballo. La respuesta del
blanco (16. a3) es estratégicamente un error, era necesario jugar
16. ¤e2! acentuando el control sobre el punto en cuestión, es decir,
combatiendo la tarea del puesto de avanzada c5, en seguida el
negro; en seguida el negro, si quisiera insistir, debería crear en el
acto un nuevo puesto de avanzada, e5, y ahora el caballo en e2
estaría pronto por valorizar el propio puesto de avanzada, saltando
a c3 y plantándose en d5. En posiciones similares es necesario
conservar el caballo, de otra manera, como es el caso en esta
partida, la posición va perdiendo lentamente organicidad. 16.a3
¥xc3 17.£xc3 e5! Esta es la diferencia, mientras el puesto de
avanzada negro colabora con el caballo para la ocupación del punto
d4, el blanco va aflojando pasivamente el control sobre el punto d5.
Un cambio, entonces, en d4 transformaría completamente la
posición a favor del negro, dándole un puesto de avanzada
fuertísimo y libre en d4. La contramaniobra del blanco que sigue, no
alivia para nada la situación. 18.¤h4 ¤d4 19.¤f5 ¤xf5 20.exf5
¥xg2 21.¢xg2 ¤b8 Natural. El caballo corre a tomar la posta del
compañero caído. La tentativa del blanco de darle una nueva tarea
al nuevo puesto de avanzada ocasional en f5 no tiene eficacia.
22.£f3 ¤c6 23.¥c3 f6 Con esto el negro paraliza el puesto de
avanzada blanco en f5 y prepara una maniobra de distracción con la
dama. 24.¦e4 £f7 25.g4 ¤d4 Si ahora 25...¤d4 26.¥xd4 sigue
26...cxd4 27.b3 d5 28.cxd5 ¦c3 y la posición blanca seria incomoda.
26.£d3 £b7 27.f3 £b3 Aquí la dama es una pesadilla. 28.¥a5
£xd3 29.¦xd3 ¦d7 30.¥c3 g6 31.fxg6 hxg6 32.¦e1 g5 Otra
distracción. Esta vez contra el peón "h". El propósito del negro no es
tanto destruir el inocuo puesto de avanzada, como de abrir nuevas
líneas. 33.¦d2 ¦h7 34.b4 ¢f7 El negro amenaza ¦hc8 y el blanco
responde con ¦h1, y luego ¦h3. No hay más defensa posible y el
blanco se hace el "harakiri". 35.h3 ¤xf3 36.¢xf3 ¦xh3+ 37.¢g2
¦xc3 38.¦xd6 ¦xc4 39.bxc5 ¦xg4+ 40.¢h3 ¦h4+ 41.¢g3 ¦xc5 y
el negro vence. 42.¦xa6 ¦c3+ 43.¢g2 ¦g4+ 44.¢f2 ¦f4+ 45.¢g2
¦c2+ 46.¢g3 ¦fc4 47.¦f1 ¦2c3+ 48.¢g2 ¦g4+ 49.¢h2 ¦f4 50.¦b1
¢g6 51.a4 g4 52.¦a8 ¦c2+ 53.¢g1 ¦ff2 54.a5 ¦g2+ 55.¢h1 ¦h2+
56.¢g1 ¦cg2+ 57.¢f1 ¦b2 0–1

51
Menchik,Vera - Canal,Esteban A31
Karlsbad (21), 26.08.1929

1.¤f3 c5 Todas las defensas que tienden a involucrar una lucha en


el centro del tablero son buenas. Y esta también lo es. 2.c4 ¤f6
Esta posición cerrada, todavía simétrica, es recomendable para el
defendiente. Cierto, también con esta configuración del puesto de
avanzada en la columna "c", el afianzamiento conserva la meta
estratégica, sea con d4 y d5, o a pesar de la distancia del centro,
con b4 y b5, como sucede en ciertos esquemas a lo Keres o en el
"Gambito Blumenfeld". Sin afianzamiento no hay una construcción
estratégica. 3.d4 cxd4 Puede el negro responder al blanco con el
afianzamiento d5, conservando la simetría, pero, a pesar de ser
jugable, la rápida apertura del juego hace sentir la movida de
ventaja y la defensa, en la práctica, deviene en un retraso en el
desarrollo. Se puede responder también 3...e6 4.d5 b5 entrando en
el "Gambito Blumenfeld". 4.¤xd4 b6 Entre las continuaciones
posibles, como por ejemplo 4...e6 ; o 4...d5 ; o 4...¤c6 ; y también
4...g6 el negro elige la menos eficaz. El alfil de dama negro se
ilusiona vanamente con contrarrestar al blanco la posesión del
punto e4, una lucha perdida ya desde el inicio. 5.¤c3 ¥b7 6.¥g5!
¤e4 el blanco amenaza una eventual captura en f6, que dejaría la
estructura de peones negros sin elasticidad. Desagradable sería
también 6...e6 7.¤db5 d6 8.¥xf6 gxf6 9.e4 y la condición del negro
daría pena. 7.¤xe4 ¥xe4 8.f3 ¥b7 9.e4 g6 No se ve otro desarrollo
un poco decente. La lucha por el centro finaliza de mala manera. El
negro permanece sin puesto de avanzada, mientras el adversario
tiene dos sólidos, que controlan d5 y le aseguran espacio e
iniciativa, la balanza estratégica pende completamente a favor del
blanco y tiene en la mano todas las premisas para las decisiones
tácticas, pero no se puede utilizar, como veremos en seguida.

52
10.¥e2 Esta movida por ejemplo, es pasiva, y por decir así,
mecánica, el enroque del blanco no puede ser impedido, y
entonces, no hay premura en prepararlo. Era más importante
obstaculizar el desarrollo del negro, que se hallaba retrasado.
Varias ideas tácticas duermen en la posición y es necesario
despertarlas. Si pudiera jugarse, por ejemplo 10.h4 para abrir
nuevas líneas y provocar una ulterior rigidez en la configuración de
peones negros.; o 10.£d2 para cambiar el alfil negro y a la
respuesta 10...h6 continuar con 11.¥e3 y el enroque negro estaría
retardado un poco.; Finalmente se podría considerar 10.¤b5 con la
amenaza ¤d6 y también £d4, con ritmo endemoniado, en breve, la
construcción estratégica debe ser un trampolín para un salto audaz
y no una dormilona para la siesta. 10...¥g7 11.0–0 0–0 12.£d2 ¤c6
El negro se opone sin pérdida de tiempo a la movida protectora del
blanco y precisamente a ¥h6. 13.¥e3 f5! Finalmente un nuevo
puesto de avanzada negro. De esta manera se desmorona un poco
la muralla del blanco y se inicia una propia construcción, si bien
modesta, no del todo impermeable. 14.exf5 gxf5 Ahora el negro
amenaza ¤d4 seguido de e5 y d5! con afianzamiento liberador. El
blanco debería oponerse con ¦ad1, pero la respuesta del texto hace
posible una futura valorización del puesto de avanzada f5, con la
tarea de apoyar la casilla e4. 15.f4 e6 16.¦ad1 £f6 17.¥f3 ¤a5
Necesaria para continuar la construcción. 18.b3 ¦ad8 19.¥xb7
¤xb7 20.¤f3 d6 Esto finaliza la construcción de los diques de
barrera: e5 y d5, controlando el puesto de avanzada enemigo, está
bajo control el equilibrio estratégico y rehabilitando al caballo negro
que prepara una incursión en e4 en apoyo del puesto de avanzada
f5, asegurando la reconquista del espacio perdido. 21.£e2 ¤c5 Si
ahora 21...¤c5 22.¥xc5 bxc5 seguido del afianzamiento en e5, con
formidables posibilidades dinámicas. 22.¥d4 £g6 23.¥xg7 £xg7
24.¤d4 £f6

53
Si ahora 24...£f6 entonces 25.¤b5 ¤e4 y el peón a7 no podría
caer por 26.¤xa7 ¤c3 25.¦f3 ¤e4 26.£e1 ¦d7 el negro prepara la
ruptura en d5. 27.¤e2 d5 28.¤c3 ¦fd8 29.cxd5 exd5 30.¦fd3 £c6
Amenaza eventualmente d4 o también ¤c5. 31.¤e2 £f6 El negro
está también indeciso e interpone ganar un poco de tiempo. Se
podría jugar también 31...¦e7 32.¤d4 £f6 transponiendo a la
posición que sigue 32.¤d4 ¦e7 33.£b4 ¤c5 Creando una
interesante distracción táctica en torno al punto e4. 34.¦g3+ ¢h8
La posición aparentemente simple, está llena de trampas y arrastra
al blanco lentamente a la perdición.

35.¦g5 ¦e4! Defiende y amenaza.


36.£d2 ¤e6 La idea. El puesto de avanzada d5 deviene en un
personaje importante.
37.¤xe6 £xe6 38.¦g3 d4 39.h3 £d6
Presiona sobre f4 y prepara la maniobra de máxima colaboración
con el puesto de avanzada.
40.¦f3 b5 40...h6 41.¢h1 ¢h7 42.¢g1 b5 43.b4 ¦c8 44.a3 ¦c4
45.£f2 £c6 46.£h4 ¦c2 47.£h5 £e6 48.¦fd3 ¦ee2 49.¦g3 ¦e3
50.¦g5 d3 51.¦xf5 ¦g3 52.£f7+ £xf7 53.¦xf7+ ¢g6 54.¦d7 ¦gxg2+
55.¢f1 ¦cf2+ 56.¢e1 ¦e2+ 57.¢f1 d2
41.b4 ¦c8 42.a3 ¦c4 43.¢h1 h6 El rey negro agranda un poco su
espacio antes de la maniobra decisiva.
44.¢g1 ¢h7 45.£f2 £c6 46.£h4 ¦c2 47.£h5 £e6 48.¦fd3 ¦ee2

54
Amenazando un ataque de mate.
49.¦g3 ¦e3 50.¦g5 d3 Amenazando el avance del peón a d2.
51.¦xf5 ¦g3 52.£f7+ £xf7 53.¦xf7+ ¢g6 54.¦d7 ¦gxg2+ 55.¢f1
¦cf2+ 56.¢e1 ¦e2+ 57.¢f1 d2 El puesto de avanzada ha cumplido
su tarea: amenaza, ahora jaque mate en una movida.
El blanco abandona. 0–1

55
Canal,Esteban - Capablanca,Jose Raúl C50
Karlsbad (5), 05.08.1929

1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¤c3 ¤f6 4.¥c4 ¥c5 5.d3 d6 6.¥g5 h6 7.¥xf6
£xf6 8.¤d5 £d8 9.c3 Hasta aquí la partida es idéntica a la jugada
contra Becker en este mismo torneo. Donde el negro responde a
9.c3 con 9...¥e6 que es un grave error. Capablanca, al contrario,
ha preparado un interesante sistema para combatir la novedad. Es
una de las principales características del juego del ajedrez el
continuo inventar de armas de ataque y de defensa, lo que sucede
incesamente desde hace siglos, y eso demuestra su inagotable
vitalidad de su enigmático mecanismo. Enormes bibliotecas han
surgido por decenios como un testimonio de la actividad creativa del
hombre ajedrecista y amante de los escaques, pero nadie puede
prever el agotamiento de la fuente: la competición continua más
febril que nunca. Los grandes maestros y los que no lo son todavía,
son legiones, como en los EEEUU y en la URSS, trabajando, como
los átomos de verdaderos y genuinos laboratorios para la
investigación ajedrecística y así un montón de variantes son
pasadas por el filtro. 9...0–0 10.a4 Tal movida amenaza la ganancia
de una pieza con b4. Pero con el propósito de impedir el cambio del
alfil con ¤a5. La continuación 10.b4 ¥b6 11.a4 a5 12.¤xb6 cxb6
da ventaja al negro con una futura presión sobre la columna "c".
10...a5 11.0–0 ¤e7 Necesario quitar al desagradable caballo blanco
de la casilla d5. El blanco colocará a su similar en la posición
central. Toda la idea de la variante gira en torno de este galopeo.

12.d4 exd4 13.¤xd4 La continuación lógica, después del primer


afianzamiento del puesto de avanzada central con d4, que ha
agrandado el espacio del blanco, se prepara un segundo

56
afianzamiento con f4, que aumentará las posibilidades agresivas.
13...¤xd5 14.¥xd5 £f6 Aquí la dama negra está muy bien.
mientras controla el punto central y prepara el cambio del alfil
blanco. 15.£d3 Era ciertamente mejor 15.¥b3 para impedir el
cambio del alfil, porque sin eso es difícil construir un ataque. El
blanco cree poder esperar pero eso es engañoso. 15...¥e6!
Naturalmente si ahora 15...¥e6 16.¥xb7 ¦ab8 y el negro está
mejor. La movida del texto era esperada por el blanco, que creía
tener en sus manos una respuesta problemática, pero...

16.¤b3 ¥b6! El blanco solo esperaba 16...¥xd5 17.£xd5 c6


18.£c4 ¥b6 19.¦ad1 con presión sobre la columna "d".; Si se
jugase 16...¥b6 17.¥xb7 ¥xb3 18.¥xa8 ¦xa8 19.c4 ¦b8 20.£xb3
¥xf2+ 21.¦xf2 £xf2+ 22.¢xf2 ¦xb3 y el blanco estaría perdido por
la intervención del rey negro. Esta variante pone de relieve el
fantástico talento de Capablanca. 17.¤d2 c6 El blanco debe decidir,
o retirarse o cambiar abriendo al negro la columna "f". La retirada no
es posible por ¦ad8 seguido de d5, que iniciaría la lucha de puestos
de avanzada con buenos recursos para el negro. Ni siquiera la
apertura de la columna "f" es simpática, pero el blanco tiene en
mente una extraña maniobra que devuelve al adversario la
gentileza. 18.¥xe6 fxe6 Ahora no solo el peón f2 esta no solo
amenazado, sino también clavado, y entonces el afianzamiento del
puesto de avanzada e4 con f4 que sería estratégicamente
liberadora, parece irrealizable dado que el rey blanco no puede
abandonar el control sobre f2. Casi todas las piezas negras apuntan
a f2, y es en este "casi" que el blanco centra su táctica. El negro
para completar la presión sobre el punto f2 deberá jugar ¦f7 y
después ¦af8 y eso es lo que el blanco espera. 19.£e2 Defiende el
punto en cuestión y amenaza ¤c4 seguido de d5, perturbando la

57
maniobra del negro. 19...d5 20.¦ad1 Fingiendo una distracción con
c4, que obligaría al negro a bloquear el alfil o a aceptar batalla por
la columna "d", lo que lo desviaría de su programa.

20...¦f7 Ahora el preparativo parece estar finalizado, pero...


21.¢h1! ¦d8 La astucia del blanco es exitosa 21...¥xf2 22.exd5
exd5 23.¤f3! Y el blanco vence por la desgraciada posición de la
¦f7. Ahora el afianzamiento con f4 es finalmente posible y el negro
deberá empeñarse a fondo para no perder el equilibrio. 22.f4 £g6
23.g3 dxe4 24.£xe4 £xe4+ 25.¤xe4 ¦fd7 26.¦xd7 ¦xd7 27.¦e1
¢f7 28.¢g2 ¦d5 29.h4 g6 30.¦e2 ¢e7

31.¦d2 Una pérdida de tiempo. El negro aprovecha para crear


rápidamente un puesto de avanzada en el lado de dama. 31...¥e3
32.¦e2 ¥a7 33.¢f3 ¦d3+ 34.¢g4 b5 35.axb5 cxb5 36.h5 gxh5+
37.¢xh5

58
¦e3 38.¦xe3 ¥xe3 39.¢xh6 e5 Cada peligro para el negro es
conjurado. 40.¢g5 exf4 41.gxf4 a4 42.¢f5 ¥c1 43.c4 ¥xb2
44.cxb5 a3 45.¤d2 Tablas. ½–½

59
Canal,Esteban - Spielmann,Rudolf C00
Karlsbad (13), 15.08.1929

1.e4 e6 2.£e2 La vieja continuación de Chigorin. esta es


estratégicamente antieconómica porque renuncia, sin motivo
plausible, al afianzamiento del puesto de avanzada e4 con d4 y
también cuenta el movimiento de las propias piezas. Puede ser
considerada una "demostración" a pesar de la actitud restringida del
adversario y nada más, como si uno le sacase la lengua al
adversario en su cara antes de cruzar las espadas. En la presente
partida yo la adopte no teniendo una intención descortés y poco
caballerosa de frente a un maestro, que yo siempre he estimado
como un hombre y un artista, pero si para escapar de la maraña de
variantes que es ahora la "Francesa". 2...¤c6 Una optima idea. El
negro se prepara para enfrentar la partida en campo abierto. 3.¤f3
e5 Estableciendo el puesto de avanzada central, que confronta al
del blanco. El negro se asegura un cómodo desarrollo. La pérdida
de tiempo solo es aparente. 4.g3 ¤f6 5.¥g2 ¥c5 6.¤c3 0–0 7.0–0
¤d4 Esta movida, bastante natural, no es buena y es la causa de
futuros disgustos. esta contrasta con el sano dictamen estratégico,
porqué después del cambio el blanco puede amenazar
continuamente el afianzamiento de e4 con f4, mientras el negro
difícilmente podrá intentar lo mismo con d5 o f5. este factor significa
iniciativa duradera para el blanco. Mejor era la movida más simple
de desarrollo 7...d6 que el negro no siguió, tal vez porque temía
cambiar el alfil por el caballo, pero creo que después de 8.¤a4 ¥g4
9.c3 £d7 el negro está bastante bien, sea que el blanco tome o no
el alfil. 8.¤xd4 ¥xd4 Si 8...exd4 ahora 9.¤a4 y el blanco domina
la situación. 9.d3 d6 10.¥g5 c6 A 10...h6 seguiría 11.¥xf6 £xf6
12.¤d5 £d8 13.c3 ¥c5 14.¦ad1 y el blanco estaría pronto para el
afianzamiento, sea con d4 o con f4.

60
11.¢h1! h6 12.¥e3 ¥xe3 13.£xe3 £b6 El negro impide
momentáneamente el asalto f4, pero también el final que surgiría de
la dura tarea. La tentativa de alcanzar el afianzamiento con
13...¤g4 14.£e2 f5 no es seductora, porque después de 15.h3 ¤f6
16.f4 la posición se abre rápidamente y no hay clara ventaja del
negro que está un poco retrasado con el desarrollo. 14.£xb6 axb6
15.a4 Importante. Este nuevo puesto de avanzada inmoviliza el ala
de dama del negro.

15...¥e6 16.f4 exf4 Movida importante para impedir 17. f5, que
dejaría al negro sin respiro. Ahora el blanco conserva dos puestos
de avanzada afianzados con tareas constructivas, d4 y f4, y uno,
a4 con tarea de bloqueo. El negro está sin puestos de avanzada y
la defensa será difícil. 17.gxf4 ¥d7 18.b3 Para movilizar la torre y el
caballo a la defensa de a4. 18...¦fe8 Maniobra para establecer un
puesto de avanzada en d5. 19.¦ae1 ¦e7 20.¤d1 ¦ae8 21.¤e3 d5
Forzada para impedir ¤c4 22.e5 ¤g4 El negro cambia de buena
gana el caballo, pero el blanco refuta este cambio, previendo que
las casillas negras del adversario se han vuelto débiles.

61
23.¤d1 h5 24.¥f3 g6 25.¥xg4 En esta posición es mejor conservar
el caballo contra el alfil. 25...¥xg4 26.¤e3 ¥e6 27.f5 ¥c8 28.fxg6?

Y el blanco corto de tiempo hace una movida débil. Correcta era


28.d4 con posición formidable, por ejemplo 28...f6 29.exf6 ¦xe3
30.¦xe3 ¦xe3 31.fxg6 con final ganado. Ahora es necesario luchar
para conservar una pequeña ventaja. 28...fxg6 29.d4 ¦f7 30.¦xf7
¢xf7 31.h4 ¢g7 32.¢g2 ¦f8 33.¢g3 g5 34.¦f1 ¦xf1 35.¤xf1 ¢g6
36.¤e3 ¥e6 37.b4 c5 La lucha por las casillas negras. 38.c3 cxd4
39.cxd4 ¥f7 40.a5 bxa5 41.bxa5 ¥e6 El negro no puede hacer otra
cosa que esperar. El blanco debe ver la manera de valorizar al
máximo al puesto de avanzada a5 y d5. 42.¤c2 ¢f5 43.hxg5 ¢xg5
44.¤b4 h4+ La optima posición de este puesto de avanzada
debería salvar al negro. 45.¢f3 ¥g4+ 46.¢f2 ¥e6 47.¤d3 ¥c8
48.¤c5 ¢f5 49.¢g2 ¢g5 50.¢h2 ¢f5 51.¢h3 ¢g5+

62
52.e6 ¢f6? Con esta jugada se pierde. Presa del tiempo el negro
no calcula con exactitud las complicaciones. La más correcta era
52...¢h5! a la cual seguiría 53.¤d7 (53.¢g2 ¢g6! 54.¢f3 ¢f6!
55.¢f4 ¢e7 ¡y el negro espera a que el rey blanco este en g4 para
tomar el peón e6 con jaque¡. Como se ve, la cosa no era así de fácil
como parece y recomiendo al estudioso de profundizar en esta
variante.) 53...¢g5 54.¤f8 ¢f6! (no 54...¢h5 55.¢h2 y el blanco
vence ) 55.¢xh4 ¢e7 y hay tablas. 53.¢xh4 ¥xe6 54.¤xe6 ¢xe6
55.¢g5 ¢d6 56.¢f6 ¢c6 57.¢e6 Y el negro abandona. 1–0

63
Vidmar,Milan Sr - Canal,Esteban A30
Karlsbad (12), 14.08.1929

1.d4 ¤f6 2.¤f3 b6 3.g3 ¥b7 4.¥g2 c5 El negro arriba en buen


momento a combatir el puesto de avanzada blanco, eso porque
muchos, prefieren, en la cuarta movida o ya en la primera, el
afianzamiento c4 para poder responder d5, que restringe el espacio
del negro. 5.0–0 cxd4 6.¤xd4 ¥xg2 7.¢xg2 g6 Siguiendo
dócilmente la norma ultramoderna, por otra parte e6 o d6, o también
£c8, seguido de d5, eran la moda para crear un sano puesto de
avanzada. Hubo un tiempo en que con solo ver un fiancheto me
sentía mal, hasta que en cierto momento, comencé a modo de cura
homeopática, a jugar tan duro como podía, hoy en día puedo decir
que no me produce más efecto alguno.

8.c4 ¥g7 9.¤c3 £c8 10.b3 ¤c6 Retardando el avance e4, a causa
de ¤e4, etc. No es posible 10...¤c6 11.f3 por 11...¤xd4 12.£xd4
¤h5 13.£d3 d5! y el puesto de avanzada c4 deviene en débil.; Una
buena continuación era también 10...£b7+ 11.f3 d5 11.¥b2 0–0
11...£b7 12.f3 ¤g4 13.¤c2 (Pero la cosa pudo tomar otro giro.
Veamos: 13.¤d5! e6 (13...¤b4 14.£d2!) 14.¤b5! y la cabeza
comienza a girar.) 13...¤b4 y la broma es riesgosa.
Alguno naturalmente podrá decir que el blanco pudo evitar todo esto
jugando ¢g1 en lugar de 12.f3, pero ahora la movida e4 sería
pospuesta un tiempo, que es lo que quería lograr el negro con £b7.
"Dadme un tiempo y moveré, si no el mundo, al menos el tablero"
piensa a veces el ajedrecista. 12.e4 £b7

64
Ahora los dos puestos de avanzada blancos presionan fuertemente
sobre la casilla d5 y el blanco prepara el disfrute de su construcción
estratégica valiéndose de su relevante ventaja de espacio.
Pero, no es el caso de perder el ánimo, ya que cada posición tiene
contenidas impensados recursos.
Con su movida el negro obstaculiza al blanco como primera cosa el
afianzamiento con f4, que daría al puesto de avanzada blanco una
peligrosa movilidad y en segundo lugar el inicio de una maniobra
llena de astucia. 13.f3 ¦fd8!
Esta movida misteriosa de la torre aparece en cualquier tiempo en
las partidas de los maestros y yo también tengo una buena
colección.
La apariencia torpe y pesada de la torre le pone muy probablemente
una máscara de astucia y tal vez no sea casualidad que los
orientales la representaron como un elefante y es sin lugar a dudas
la pieza más talentosa del tablero.

La movida del texto muestra claramente la intención de lanzar un


65
ataque contra el puesto de avanzada blanco, con e6 seguido de d5,
y entretanto esperar con ansias que el blanco ejecute su programa
de ganancia de espacio, que en verdad sería lo más lógico. Vidmar,
que tiene fama de ser gracioso, la define como una verdadera
emboscada a la mejicana. 14.¤d5 ¤xd5 15.exd5 ¤xd4 16.¥xd4

e5! La idea oculta de la movida de la torre. Ahora la toma al paso no


es posible. 17.¥b2 d6 El negro consolida el centro y amenaza una
eventual ruptura en b5. Esto explica la jugada que sigue del blanco.
18.¦c1 f5 19.¦f2 £f7 20.£d2 ¦d7 Se deja el paso a la otra torre y
se elimina al mismo tiempo la ambición blanca de intentar un
afianzamiento de su puesto de avanzada en d5 con b4 y c5, porque
después de la apertura de la columna "d", el puesto de avanzada
colapsa. 21.a4 ¦e8 22.¦e1 h6 23.h3 ¢h7 24.£c2 ¥f6 El negro
maniobra para provocar debilidades, pero no encuentra el camino.
25.¦fe2 ¥g7 26.¦f1 ¦de7 27.¥a3 £f6 28.¥b2 £g5 Se amenaza f4
y después eventualmente £h4. 29.h4 £f6 30.f4 exf4! 31.¦xe7
£xe7 32.¦xf4 ¥xb2 33.£xb2 £e2+ 34.¦f2 £e4+ 35.¢h2 ¦e5
36.£c2

66
a5? Débil. 36...£g4 Pondría al blanco contra el muro. El puesto de
avanzada f5 acabaría con cualquier resistencia. 37.£xe4 ¦xe4
38.¦b2 ¢g7 El blanco tiene ahora una sola alternativa: valorizar el
puesto de avanzada d5. 39.b4 ¦xc4 40.bxa5 bxa5 41.¦b6 ¦xa4
42.¦xd6 ¦a2+ 43.¢g1 ¦d2 Otra movida débil que arruina una bella
partida. Con 43...a4! se ganaba fácilmente, solo tenía que llevar
este peón a a3 y luego ¦a1+, entonces el peón a a2, en seguida un
peón en f3 y el blanco estaba condenado al fracaso, como puede
constatarse cualquier persona que quiera asumir el problema debe
analizar la posición. 44.¦d7+ ¢f6 45.¦d6+ ¢f7 46.¢f1 a4 47.¦a6
¦d4 48.¢f2 ¦g4 49.¢f3 h5 50.¦e6 ¦d4 51.¦a6 ¦e4 52.¦b6 Tablas.
½–½

67
Canal,Esteban - Johner,Paul F C50
Karlsbad (19), 23.08.1929

1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¤c3 ¤f6 4.¥c4 ¥c5 5.d3 d6 6.¥g5 h6 7.¥xf6
£xf6 8.¤d5 £d8 9.c3 ¤e7 La apertura es idéntica a la partidas
jugadas con Becker y con Capablanca en este torneo. Mi adversario
sigue la línea de defensa indicada por Capablanca, pero con una
pequeña inversión de jugadas, que puede ser considerada un
mejoramiento, en cuanto deja intacta la estructura de peones
negros en el ala de dama. 10.d4 exd4 11.¤xd4 También el
afianzamiento 11.cxd4 da buen juego, sin embargo, a pesar de la
ganancia de tiempo la posición del blanco es menos elástica de
cuanto lo es ahora con la movida del texto. 11...¤xd5 12.¥xd5 0–0
13.£d3 £f6 14.¥b3 El blanco informado de la experiencia, evita
cambiar su alfil, que será el principal apoyo en la maniobra que
sigue. 14...¦e8 Iniciando la presión contra el puesto de avanzada
blanco, al mismo tiempo, da más respiro al rey negro, que en un
eventual ataque sorpresivo estaría expuesto en la diagonal b1 - h7.
15.0–0 ¥e6 El propósito de esta movida, es especialmente, hacer
posible en determinado momento el avance d5, que quitaría al
puesto de avanzada blanco del campo de operaciones. 16.¥c2 g6
Ahora o más tarde era necesaria para taponar la peligrosa diagonal.
17.¢h1 Preparando el afianzamiento del puesto de avanzada e4
con f4. este afianzamiento constituye por lo general una terrible
pesadilla para el defendiente, tanto más que él esta forzado a llevar
la partida sin puesto de avanzada que se oponga al adversario. La
movida preventiva del rey era necesaria, porqué, jugando de
inmediato f4, habría dado al negro la posibilidad de participar en
una lucha de puestos de avanzada. Veamos dos posibilidades, por
ejemplo 17.f4 d5 (o 17...b5! 18.b3 b4 arruinando completamente el
plan del blanco.) 18.e5 £f5 bloqueando el ataque.; Después de la
movida del texto, ahora, el negro no puede mover ni d5, ni b5,
porque perdería material. Veamos 17.¢h1 d5 18.¤xe6 dxe4
19.£c4!; o 17.¢h1 b5 18.¤xb5 17...¦ad8 Insistiendo siempre con
la idea de bombardear el puesto de avanzada con d5. 18.f4 Con el
afianzamiento hecho en el momento preciso, el blanco elimina al
negro cada posibilidad de instalar un puesto de avanzada vital, y
eso significa, como siempre, vida poco alegre para el defensor.
18...¥d7 El alfil negro elimina el posible ataque f5, que abriría la
columna "f" a las torres blancas; al mismo tiempo, sin embargo, se
reserva el derecho a regresar el puesto de avanzada blanco e4 a su
tarea con ¥c6, después de que el contraataque d5 no pueda ser
impedido y el ímpetu enemigo amortiguado. Naturalmente está lejos
68
de preverse un mal temporal con truenos y relámpagos, de lo
contrario hubiese jugado más modestamente 18...¥c8. Del resto
mover 18...d5 sería peligroso por la posibilidad 19.f5 dxe4 20.£b5!
¥xd4 21.fxe6 ganando una pieza. 19.f5 Este puesto de avanzada
ha despejado el modo de abrir la columna "f" y eso es
estratégicamente necesario si se quiere continuar el ataque. Esta
movida oculta una fineza táctica. 19...g5 El negro se ilusiona con
poder conservar la columna "f" y de vivir separado del juego en una
solida caja, que él se ha construido, pero el sueño dura poco.

20.¤e6! fxe6 La toma del caballo es obligada para no perder


material. Si en su lugar se jugase 20...¥xe6 21.fxe6 £xe6 era mi
intención continuar con 22.e5 £g6 23.£f3 £xc2? 24.£xf7+ ¢h8
25.¦f6 £h7 26.£h5 con ataque ganador. 21.fxe6 £g6 22.exd7
¦xd7 El valiente puesto de avanzada ha abierto una gran brecha en
el campo enemigo. Ahora le tocará al compañero sobreviviente, e4,
conducir las tropas al asalto final. El llevó a cabo su tarea en modo
verdaderamente heroico. 23.¦f5 Amenaza ¦c5. 23...¦de7 24.¦af1
Amenaza ¥b3+ y ¥f7. 24...¢g7 25.e5! ¡El puesto de avanzada en
acción!. Ahora amenaza ¦f7+ y si £f7 sigue £h7+ con mate
imparable. 25...¦h8 26.e6! Nunca un puesto de avanzada se
comportó tan estupendamente. 26...£xe6 Si 26...¦xe6 ahora
27.¦f7+ £xf7 28.¦xf7+ ¢xf7 29.¥b3 27.¦f6 El negro abandona.
Porque a 27.¦f6 £xf6 seguiría 28.¦xf6 ¢xf6 29.£g6+ ¢e5 con
mate. Yo he jugado en mi carrera partidas tal vez muy bellas y muy
profundas, pero en ninguna se vio el tema del ataque en modo tan
claro y armonioso como en esta. Esta es también uno de los
ejemplos más típicos de la "estrategia de puestos de avanzada". 1–
0

69
Canal,Esteban - Havasi,Kornel B29
Budapest, 1929

1.e4 c5 2.¤f3 ¤f6 Este ataque inmediato al puesto de avanzada


está ahora de gran moda en la defensa siciliana. 3.e5
Probablemente esta es la única movida para conservar la iniciativa
ahora. Porque a 3.¤c3 el negro con 3...d5 realiza el afianzamiento
del puesto de avanzada sin grandes dificultades y eso significa
equilibrio estratégico. 3...¤d5 4.¤c3 ¤c7 Otras continuaciones
jugables eran también: ¤c3, e6, ¤b6, ¤b4, pero el blanco conserva
siempre la posición más libre debido al puesto de avanzada e5, que
defiende el espacio del blanco y restringe el del negro. 5.d4 cxd4
6.¤xd4 La continuación 6.£xd4 ¤c6 7.£e4 da un juego mucho
más dinámico. 6...¤c6 7.¤xc6 Con esta movida impulsiva el
blanco pierde casi toda su ventaja posicional, porque el puesto de
avanzada e5 es desviado de una de sus principales tareas, que es
la de hacer difícil el desarrollo del negro. Morphy, que no era tan
prejuicioso como los maestros modernos, hubiera jugado en este
momento 7.¥f4 ¤xd4 8.£xd4 ¤e6 9.£e4 ¤xf4 10.£xf4 g6 11.e6!
seguido eventualmente de ¤b5, haciéndolo trabajar como catapulta
para hacer temblar la muralla enemiga. 7...dxc6! Basta dar una
ojeada al tablero para saber que el puesto de avanzada e5 ha
perdido toda su eficacia, mientras antes obstaculizaba el avance del
peón d7, desde que el negro se mantiene con un peón débil en d6
después del cambio exd6. 8.£xd8+ ¢xd8 9.¥e3 g6 10.0–0–0+ ¢e8
11.¥e2 h5 Finalmente vemos aparecer un puesto de avanzada
negro, pero su tarea es un tanto modesta: quiere alargar la acción
de la ¦h8 para poder eventualmente cambiar su alfil inactivo de f8.
12.¦d2 ¥h6 Forzando el cambio del alfil porque después de 13.f4
las casillas blancas de la diagonal c8 - h3 adquieren un gran peso
en favor del negro. 13.¥xh6 ¦xh6 14.¦hd1 ¤e6 El único consuelo
que tiene el blanco es el dominio de la columna "d", a lo cual el
negro contrapone una sólida maniobra. A su vez el blanco crea una
especie de bloqueo en el ala de rey para esperar con más facilidad
el momento oportuno para lanzarse a un ataque en el ala de dama.
15.h4 ¦h8 16.¤e4 ¢f8 17.g3 ¢g7 18.f4 ¤c7 19.¥f3 ¥f5 20.¤c5
¦ab8 La posición del negro es más solida y no presenta
debilidades. El blanco continúa una maniobra para provocar el
enfrentamiento decisivo. 21.¤b3 ¦he8 22.¤d4 ¥c8 23.a3 ¥h3
24.b4 a5 Como se ve, el negro acepta la lucha psicológica y antes
de que el blanco finalice sus preparativos. Esto da lugar a un
cambio animado repentino, el cual hace la partida más interesante
después de tanta maniobra. 25.bxa5 ¦a8 26.¤xc6 bxc6 27.¥xc6
70
¥g4! Una movida muy importante, que perturba la cooperación
entre las torres en la columna "d". 28.¦e1 ¦xa5 29.¥xe8 ¤xe8
30.¦e3 ¥f5 La situación del negro no es cómoda, La meta del
blanco es la conquista de la octava línea y el cambio de la torre
negra, que facilitaría la aparición de un peligroso puesto de
avanzada blanco en el ala de dama. 31.¦c3 ¦a7 Para poder hacer
entrar al campo al caballo al ala de dama. La movida 31...¦a8 sería
demasiado pasiva y después de 32.¦d4 seguido de a4 y ¦c5 el
blanco obtendría el deseado puesto de avanzada. 32.¦d8 ¤c7
33.¦b3 ¤e6 34.¦e8 ¤d4 35.¦bb8 f6 Acabando con la amenaza de
jaque mate. El blanco con su última movida ha tenido éxito en crear
un compañero para su puesto de avanzada e5. 36.¦g8+ ¢h7 De tal
modo se provoca el cambio de la torre negra. Con 36...¢f7 habría
todavía buenas posibilidades de defensa. 37.exf6 exf6 38.¦h8+
¢g7 39.¦bg8+ ¢f7 40.¦h7+ ¢xg8 41.¦xa7 ¤xc2 42.a4 ¤e3 43.a5
¤f1

44.a6 ¤xg3 Después de 44...¥e4 45.¦e7 el blanco amenazaría


siempre al alfil, que sería el modo de defender g3 y de conservar un
final superior. A la movida del texto sigue una sorpresa propia de un
estudio. 45.¦e7! El negro abandona. El negro pierde una pieza. 1–0

71
Rubinstein,Akiba - Canal,Esteban E35
Budapest, 1929

1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤c3 ¥b4 4.£c2 d5 Es justo el momento para el


negro iniciar la lucha de puestos de avanzada, no se puede permitir
el segundo afianzamiento del puesto de avanzada con e4, que daría
al blanco una enorme ventaja posicional. Continuaciones lógicas
son también 4...c5 o 4...¤c6, porque estorba al puesto de avanzada
enemigo. 5.cxd5 exd5 También 5...£xd5 seguido de 6.-- c5 es
una optima defensa. Con la movida del texto el negro enfrenta al
puesto de avanzada enemigo con uno propio, eso fortalece el
centro, pero la estructura asimétrica de peones haría prever una
lucha dura y movida. 6.¥g5 h6 7.¥xf6 £xf6 8.a3 ¥xc3+ 9.£xc3 c6
La situación estratégica está encendida después de la ultima
movida. la columna "c" y la diagonal f1 - a6 son caminos que
apuntan al ala de dama del negro y es entonces en aquellos
sectores en los que el blanco debe redireccionar sus operaciones,
la columna "e" a su vez, y la diagonal c8 - h3 convergen en el ala
de rey blanco, y es allí donde el negro tratará de ejercitar la máxima
presión. La tarea principal del puesto de avanzada d4 será el control
del punto c5, fijando un nuevo puesto de avanzada, en colaboración
con sus piezas, sin atacar a la cadena de peones b7 - c6 - d5 y la
tarea principal del puesto de avanzada negro será el control del
punto e4, fijando también un nuevo puesto de avanzada en
colaboración con las piezas negras sin romper la cadena f2 - e3 -
d4. Este es el tema estratégico de la batalla que sigue. 10.¤f3 0–0
11.e3 ¦e8 12.¥d3 ¥f5 Acentuando el dominio de la casilla e4, clave
del contrajuego negro. 13.0–0 ¤d7 14.b4 ¥e4 Después de la
aparición del nuevo puesto de avanzada b4, que guía el asalto
contra la trinchera negra del lado de dama, el negro debe acelerar
los tiempos. Este maniobra en torno al propio puesto de avanzada
tratando de debilitar al ala de rey enemiga o de transformar la
redirección estratégica de la posición. Si ahora, por ejemplo
14...¥e4 15.¥xe4 dxe4 16.¤d2 ¤b6! las tropas negras tendrían en
el punto d5 un optimo "punto" para entra en campo enemigo.
15.¥e2 £g6 16.a4 a5 Con esta movida audaz el negro reduce los
planes del blanco. Si 16...a5 17.bxa5 ¦a7 con lenta presión en la
columna "a". 17.¦fc1 ¤b6 Movida paradójica, digna continuación
de la precedente. El negro, repentinamente, asigna una nueva tarea
al puesto de avanzada d5, este deberá morir para poder ampliar la
diagonal en la que se mueve el alfil negro, mientras un nuevo
puesto de avanzada, en el ala de rey, romperá la cadena protectora
72
y abrirá el camino a la invasión. Solo con maniobras similares
puede dificultarse la estrategia de los grandes campeones, eso
requiere un gran desgaste mental y nervioso, pero no siempre el
físico está a la altura de la inspiración, especialmente cuando no se
está fortalecido por un continuo entrenamiento. 18.¤e1 ¤c4
19.¥xc4 dxc4 20.£xc4 ¥d5 21.£c3 f5 El puesto de avanzada
destructor. Amenaza posicionarse en f4, y si exf4, entonces ¦e1+ y
mate a la siguiente.

22.g3 f4! 23.exf4 axb4 24.£xb4 £e4 Quizá 24...¦e2 seguido


eventualmente de ¦ae8, era más fuerte. 25.f3 £e3+ 26.¢f1 ¥xf3
27.£c3 ¥e2+ 28.¢g2 £e4+ 29.¢f2 ¦ad8 30.¤f3 ¥xf3 31.£xf3
£xd4+ 32.¢g2 £b2+ 33.¢g1 ¦d2 34.¦e1 ¦ee2 35.¦xe2 £xa1+
36.¢g2 ¦xe2+ Con esta jugada se esfuma toda la ventaja. Con
36...£a2 se podía conservar un final superior. 37.£xe2 £xa4
38.£e6+ ¢f8 39.f5 c5 Una tentativa interesante de reavivar la
lucha. 40.£c8+ £e8 41.£xc5+ ¢g8 42.£c4+ £f7 43.£c8+ ¢h7
44.g4 £d5+ 45.¢g3 £d3+ 46.¢h4 £e2 47.£c7 £f2+ 48.¢h3
£e3+ 49.¢g2 £e4+ 50.¢g3 £d3+ 51.¢g2 £a6 52.f6! Tablas. La
intervención de este puesto de avanzada puso fin a las hostilidades.
½–½

73
Brinckmann,Alfred - Canal,Esteban B23
Budapest, 1929

1.e4 c5 2.¤c3 d6 3.g3 ¤f6 La partida toma una impresión


dinámica, pero un tanto confusa, como el estilo de mi adversario. El
blanco retarda para más tarde la lucha de puestos de avanzada,
sea con d4 o con f4, mientras tanto reune a su tropa en torno al
punto central. 4.¥g2 ¥g4 5.¤ge2 ¤c6 6.f3 ¥d7 Todas la
maniobras del alfil tienden a aumentar la confusión en mi
adversario. Si ahora por ejemplo: 6...¥d7 7.d4 cxd4 8.¤xd4 £b6
seguido eventualmente de ¦c8 o g6 con complicaciones. 7.d3 g6
Como se ve, las movilizaciones de los dos ejércitos se desempeñan
en torno a los dos puntos d5 y d4, puntos controlados
específicamente por los puestos de avanzada e4 y c5. Pero la
verdadera batalla comenzará, como siempre, con el afianzamiento
de los puestos de avanzada, o eso cuando el blanco mueva f4 o d4,
o también cuando un nuevo puesto de avanzada surja en otro punto
del tablero. 8.¥e3 ¥g7 9.£d2 h5 El blanco amenazaba con cambiar
el importante ¥g7. Con la movida del texto el negro iguala y al
mismo tiempo inicia con el nuevo puesto de avanzada una
demostración de ataque contra el ala de rey adversaria. 10.h3 a6
Ahora 10...h4 no tiene sentido, porque después de 11.g4 el puesto
de avanzada es bloqueado y no tiene conexión con otras piezas en
el tablero. El negro, por otro lado, prepara también un eventual
ataque en el otra ala en caso de que el blanco osase enrocar en
aquella parte. 11.f4 ¦c8 El afianzamiento del puesto de avanzada
blanco "e4", no es todavía peligroso, pero puede serlo, si se
pudiese avanzar d3 a d4. El negro con su movida se opone a esta
posibilidad, al menos indirectamente, porque si ahora 11...¦c8
12.d4 cxd4 13.¤xd4 ¤a5 El blanco se enfrentaría a un difícil
problema, si debilitar el ala de dama con b3 o jugar e5 con
complicaciones incalculables. 12.¤d1 £c7 Siempre para
contraponerse al avance d4. El blanco con la movida precedente ha
aumentado la elasticidad de su esquema y prepara una nueva
formación de puestos de avanzada. Comienza a arder el tablero.
13.c3 e6 También el negro decide el afianzamiento de su puesto de
avanzada c5 con d5. 14.¤f2 ¤e7 15.0–0 d5 Ahora el negro tiene la
esperanza de conservar el equilibrio estratégico. El blanco a
continuación elige un camino estratégico amplio y rectilíneo, pero en
el cual hay una pequeña piedra con la cual tropieza. Una maniobra
vigorosa era 16.¥f3 seguido de ¢g2 y el puesto de avanzada
blanco se convertiría en peligroso. 16.e5 ¤fg8 17.¤d1 ¤h6 18.¥f3
74
¤hf5 19.¥f2 g5! Esta es la pequeña piedra. Aprovechando de la
pequeña debilidad del puesto de avanzada blanco e5, un nuevo
puesto de avanzada negro entra en la lid y amenaza con gxf4, con
conquistar para siempre la casilla f5 a la caballeria negra. 20.d4
cxd4 21.cxd4 gxf4 22.¦c1 £b6 23.¦xc8+ ¥xc8 24.g4 hxg4
25.hxg4 ¤h4 El blanco logra exitosamente conquistar la casilla f5,
pero en el entretiempo el ala de rey se enfermó. El puesto de
avanzada lateral negro (h5) ha desaparecido después de abrir
peligrosas brechas en aquel frente de batalla. El negro intentará
ahora llevar el máximo de tropas a ese lado. 26.£xf4 ¤eg6 27.£g3
£c7! No creo haber hecho en mi carrera una movida tan bella como
esta. La dama negra descubre el único modo de participar en la
batalla, que es entrar en c2 para dominar la diagonal b1 - h7 que
conduce a una ligazón con sus tropas en lucha. No parece que el
blanco pueda evitarlo, por ejemplo 27...£c7 28.¤dc3 ¤xe5
29.dxe5 ¥xe5 30.£h3 ¥h2+ 31.¢h1 ¤g6 32.£g2 ¥d6+ 33.¢g1
¦h2! 28.¥e3 £c2 29.¤ec3 ¤xf3+ 30.¦xf3 ¤h4 31.¦f2 £g6 32.¢f1
¤f5 En su tentativa de fuga el rey blanco provoca una fuga. 33.£f3
¦h1+ Si ahora 33...¦h1+ 34.¢e2 sigue 34...¤xd4+ 35.¥xd4 £c2+
36.¢e3 ¥h6+ 34.£xh1 ¤g3+ 35.¢g1 ¤xh1 36.¢xh1 £xg4 37.¦g2
£h4+ 38.¢g1 £e1+ 39.¢h2 ¢f8? Tropa confiada. El león todavía
no está muerto y lanza un poderoso zarpazo. Afortunadamente que
la coraza negra es bien sólida. 40.¦f2! b5 La dama negra está
perdida, pero el negro conserva todavía una buena ventaja. 41.¥d2
¥xe5+ 42.¢g2 £xf2+ 43.¢xf2 ¥xd4+ 44.¥e3 ¥xe3+ 45.¢xe3
¢e7 46.b4 ¢d6 47.¤e2 e5 48.¤b2 ¥f5 49.¤g3 d4+ 50.¢d2 ¥g6
51.¤d3 ¢d5 52.¤b2 e4 53.a4 f5 54.axb5 axb5 55.¤e2 ¢e5
56.¢e1 f4 57.¤c1 f3 58.¤b3 e3 59.¤c5 ¥f5 60.¤d1 ¢f4 61.¤b2
¢g3 El blanco abandona. 0–1

75
Canal,Esteban - Hönlinger,Baldur D30
Torneo di Rogaska Slatina, 1929

1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤f3 d5 El negro entra a variantes normales y


contrapone un puesto de avanzada central al afianzamiento
adversario, ahora amenaza también afianzar su puesto de
avanzada con c5, cosa que el blanco tratará de obstaculizar. Este
es el sentido de la apertura. 4.¥g5 ¥e7 Si ahora 4...c5 seguiría
5.cxd5 y el negro perdería tiempos o tener un puesto de avanzada
débil en d5. 5.e3 0–0 6.¤c3 h6 7.¥h4 b6 Una antigua idea tornada
de moda en aquellos años. El blanco, ahora, siguiendo un buen
precepto, intentará obstruir la diagonal del fiancheto, a lo cual el
negro se opondrá obstinadamente. De esta manera la partida toma
un inusitado desarrollo. 8.cxd5 ¤xd5 9.¤xd5 ¥xh4 10.¤xc7 ¥xf2+
11.¢xf2 £xc7 Una posición realmente insólita en esta apertura. A
pesar de la situación incómoda del rey, el blanco no está mal, pero
debe actuar con la máxima energía, porque de otro modo el negro
que esta momentáneamente sin puesto de avanzada podrá
reforzarse amenazadoramente con ¤d7, ¥d7 y f5! . 12.¦c1 £d6
13.£a4 El blanco detiene el brote de la acción enemiga. A esta
acción en la columna "c", como en el punto de penetración c6,
colabora eficazmente el puesto de avanzada d4, en cuanto este
será el apoyo del caballo blanco. Casi todo el ejército blanco
participa en las operaciones en el ala de dama., la dama, la torre, el
alfil y el caballo. 13...¥b7

76
14.¤e5 f5 La peligrosa entrada en la batalla de este puesto de
avanzada negro estaba prevista por el blanco como veremos dentro
de poco. 15.£a3! £d8 Está claro que después del cambio de
damas, el blanco tendría absoluto dominio del tablero. No sería
posible 15...£d5 por 16.¦c7 con la amenaza £e7. 16.¥c4 ¦f6
17.¦hd1 ¤d7 18.£d6 ¤f8 Evidentemente forzada. Ahora el blanco
conserva una neta superioridad estratégica. 19.£xd8 ¦xd8 20.¥b3
f4 Una tentativa de valorizar el puesto de avanzada. 21.¦c7 fxe3+
22.¢xe3 ¥d5 Se pierde un peón, porque 22...¥xg2 no era posible
por 23.¦g1 El blanco recoge el primer fruto, pero el pilar de la
construcción es el puesto de avanzada d4, que con su continuo
apoyo al ¤e5 ha hecho posible la maniobra de irrupción. Este es el
protagonista y el silencioso héroe de la batalla. Las piezas blancas
lo saben y con amor lo protegen. 23.¥xd5 ¦xd5 24.¦xa7 ¦b5 Es
interesante la tentativa del negro por equilibrar la posición. 25.¦d2
¤g6 Necesaria para dar mayor movilidad a la torre negra y también
para dejar atrás la pesadilla que es ahora el caballo blanco en e5.
26.¤xg6 ¦xg6 La partida entra en una nueva fase. A pesar de la
ganancia de material la victoria del blanco no es fácil. Con la
desaparición del caballo blanco el puesto de avanzada blanco d4 ha
perdido su tarea principal y ahora no es de gran ayuda. Un puesto
de avanzada eficaz puede surgir solo en el ala de dama con tarea
de promoción. Se tratará de una nueva construcción estratégica, de
la que puede surgir el problema táctico decisivo. El blanco maniobra
en este sentido. 27.¦b7 ¢h7 28.¢d3 El rey blanco apoya las
operaciones y amenaza decidir la partida con ¢c4. 28...e5 Una
marcha graciosa. 29.¢c4 ¦a5 30.b4 ¦c6+ 31.¢b3 ¦d5 32.¦c2!
¦g6 Después del cambio de torres el blanco conservaría dos
peones unidos. El puesto de avanzada central desaparece ahora y
se iniciará una carrera de los peones laterales. Una carrera de
velocidad. 33.dxe5 ¦xe5 34.¦bc7 Si 34.a4 ¦e3+ crearía confusión
en el campo del blanco. 34...h5 35.g3 ¦ge6 36.¦7c6 ¦xc6 37.¦xc6
g5 38.a4 ¦e2 39.¦xb6 ¦xh2 40.a5 El blanco vence en la
emocionante carrera. 40...¦h3 41.¦b5 ¦xg3+ 42.¢c4 h4 43.a6 h3
44.a7 ¦a3 45.¦a5 h2 46.a8£ El negro abandona. 1–0

77
König - Canal,Esteban E10
Torneo di Rogaska Slatina, 1929

1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤f3 c5 También esta es una buena defensa,


aunque no se adapta a mi estilo. El puesto de avanzada negro
interviene en el combate contra el afianzamiento adversario, pero
deja al blanco la posibilidad de situar un esquema avanzado y eso
da lugar a posiciones muy difíciles de valorar. 4.d5 b5 Este insólito
afianzamiento del puesto de avanzada, que continua minando el
esquema adversario, es una idea del maestro ruso Blumenfeld.
Después de por ejemplo: 4...b5 5.dxe6 fxe6 6.cxb5 d5 el negro
adquiere un formidable puesto de avanzada central afianzado,
mientras el puesto de avanzada blanco b5 permanece lejos de la
lucha y sin posibilidades de inmediata valorización, el que
compensa al negro plenamente del material perdido.; En lugar de la
movida del texto el negro podría también elegir 4...exd5 5.cxd5 d6
con juego no inferior. Todas estas consideraciones inducen al
jugador, que ama conservar la iniciativa de la partida, a preferir
¤c3 en la tercera jugada en lugar de ¤f3. 5.¥g5 exd5 6.cxd5 £a5+
Saliendo improvistamente del carril, como se hacía hace algún
tiempo. La movida teórica es 6...h6. La maniobra del texto quiere
ganancia de tiempo, basándose en una aparente debilidad
momentánea del puesto de avanzada d5, pero el blanco no se deja
influenciar. 7.¥d2 £b6 8.e4! El blanco sin pérdida de tiempo
defiende su puesto de avanzada. Jugar 8.e4 ¤xe4 no era posible
por 9.£e2 f5 10.¤c3 8...d6 9.a4 De esta manera se provoca el
desalojo de la casilla c4 para colocar más tarde una pieza blanca.
Óptima estrategia 9...b4 10.¥b5+ ¥d7 11.¥xd7+ ¤bxd7 12.0–0
¥e7 La movilización de los dos ejércitos está finalizada, y el tema
estratégico del blanco está bien definido: dominio incontrastable del
punto c4. Durante la partida el blanco deja de lado el factor
importante del puesto de avanzada y su estrategia débil e incierta.
El puesto de avanzada d5 cumple una tarea formidable de
contención, que hace impugnable la casilla c4. El puesto de
avanzada negro b4, a su vez, no tiene tareas y entonces es
necesario que el blanco lo controle, de modo que no se puede
valorizar. Pero eso es dejado de lado por el blanco y poco a poco se
torna en desventaja. 13.¥g5 h6 14.¥xf6 ¥xf6 La maniobra del
blanco que ha conducido al cambio de su alfil es un error
estratégico. Entre el alfil negro y el puesto de avanzada b4 se va
delineando una cierta colaboración y eso anula casi completamente
la ventaja de la casilla c4. 15.¤bd2 0–0 16.¤c4 £c7 17.£d3 ¦ae8

78
Continuación lógica. El negro no puede hacer nada contra el puesto
de avanzada d5 e inicia una presión contra el apoyo e4 y eso
produce un pequeño debilitamiento de la casilla c4. 18.¦ae1 ¤b6 Si
se jugase 18...¤b6 19.¤fd2 ahora se respondería 19...¤xc4
20.¤xc4 ¥d4 y el alfil negro tendría una posición dominante, al
menos respecto a la del caballo blanco. 19.b3 ¤xc4 20.£xc4 ¦e7
21.¦e3 ¥c3 Esto establece una conexión entre el alfil y el puesto de
avanzada b4, colaborando en la presión contra el punto e4.
Teniendo bajo fuego la casilla e1, base de la torre blanca. A
continuación el blanco intentará una extravagancia que empeorará
la situación. 22.¤h4 g6 23.g3 ¦fe8 La presión continua, se
amenaza ¥d4 ganando material. El blanco basándose en la
posición cerrada y en el dominio de la casilla c4 decide sacrificar la
calidad, evitando así una defensa difícil. Hubiera sido lo justo, si el
negro no hubiese hallado la forma de valorizar su puesto de
avanzada b4. 24.¤g2 ¥d4 25.¦fe1 ¥xe3 26.¦xe3 ¢h7 27.g4 £d7
28.h3 ¦g8 29.f3 f5 El negro ataca a fondo y eso fuerza a la dama
blanca a dar el punto c4 y después de esto el puesto de avanzada
b4 adquirirá un valor decisivo. 30.exf5 gxf5 31.£d3 ¢h8 32.¤f4
¦xe3 33.£xe3 fxg4 34.hxg4 £g7 35.¤e6 £f6 36.¢g2 h5 37.g5
£f5 38.£d2 a5 El puesto de avanzada b4 es ahora peligroso,
porque puede llegar a ser libre en cualquier momento, después del
avance c4. Para dar consistencia a esta amenaza el negro crea en
el ala de rey una colaboración con un nuevo puesto de avanzada. El
blanco estará forzado a cambiar la dama y eso asegura al negro
una rápida victoria. 39.£d1 ¢h7 40.¢h2 ¦xg5! 41.¤xg5+ £xg5
42.£d3+ ¢g7 43.¢h1 h4 44.£b5 h3 45.£d7+ ¢h6 Si se jugase
45...¢h6 46.£xh3+ ahora se movería 46...£h5 y el negro vencería
rápidamente. 46.£e6+ £g6 El blanco abandona. 0–1

79
Sämisch - Canal,Esteban B13
Torneo di Rogaska Slatina, 1929

1.d4 ¤f6 2.c4 e6 Como se ve, en la apertura es fácil para el blanco


llegar al afianzamiento del puesto de avanzada, no así para el
negro, el cual debe zigzaguear un tiempo, antes de restablecer el
equilibrio. 3.¤f3 c5 Con la intención de entrar en el gambito de la
partida anterior. El blanco, a su vez, propone la simetría. 4.e3 cxd4
Si pudiera igualar la posición con 4...d5 que llevaría a cabo el
afianzamiento del puesto de avanzada negro. Con la movida del
texto se ofrece un juego más libre al adversario, pero se rompe la
simetría, creando problemas difíciles problemas para ambos
contendientes. 5.dxc5 5.exd4 d5 La posibilidad de cambiarse este
puesto de avanzada en c4 en el momento oportuno, dejando un
"punto" central en d5 a las piezas negras, dando a la defensa la
necesaria elasticidad. 6.¤c3 ¤c6 7.¥d3 dxc4 El blanco podría
haber dado otra dirección a la partida jugando 7.c5, moviendo el
centro de la batalla hacia el lado de dama. Cuestión de estilo y de
gusto. 8.¥xc4 ¥e7 9.0–0 0–0 Estamos en la fase final de las
movilizaciones y un programa estratégico se impone. Veamos. El
negro aun no tiene un puesto de avanzada y con pocas
posibilidades de tenerlo en el futuro. Pero tiene en la casilla d5 un
óptimo "punto" y una buena columna en el ala de dama. El que le
permitirá contrabalancear la tarea del puesto de avanzada d4
blanco. El blanco, a su vez, tiene un solo camino para valorizar su
puesto de avanzada d4: preparar, explotando el dominio de la
columna "e" y del punto e5, un ataque contra el rey adversario, otra
forma de valorización no existe en este caso, desde que el puesto
de avanzada d4 no puede ser afianzado, estando aislado y ni
siquiera puede ser avanzado para abrir una brecha en el centro,
porqué después de d5, ¤a5, se perdería un peón. Única solución
es usarlo en el momento justo como apoyo de las piezas blancas,
que intervendrán en el ataque a través de e5. El programa
inmediato del blanco será, entonces, la máxima defensa dl punto d4
y el colocamiento más eficaz de las piezas blancas para un eventual
asalto. 10.¥e3 a6 El negro intenta formar un puesto de avanzada en
b5. El blanco, para que no le cause problemas, lo debe impedir con
otro puesto de avanzada, aunque a costa de debilitar las casillas
negras del ala de dama. 11.a4 £a5 12.£e2 ¤d5 Una maniobra
hecha con la intención de causar inconvenientes, pero que el blanco
para con gran frialdad. Está claro que después del cambio en d5, el
negro obtendría un juego superior por la rápida apertura de
columnas y diagonales. 13.¦ac1 ¤cb4 Después de 13...¤xc3
80
14.bxc3 £xa4 15.¦a1 el blanco gana. 14.¥d2 £d8 Una aparente
pérdida de tiempo, porque lo que importa es solo el continuo control
del punto d5. El ataque blanco debe tener lugar por caminos
obligados y, hasta que no haya debilidades en el ala de rey negro,
eso tiene pocas probabilidades de éxito. El blanco encuentra el
modo en seguida, de provocar debilidades y la situación se torna
dramática. 15.¦fe1 b6 16.¤xd5 Este cambio era necesario para
poder entrar en batalla con el alfil de rey blanco. 16...¤xd5 17.£e4
¥b7 18.¥d3 g6 19.¤e5

Esta es la posición soñada por el blanco. Amenaza operaciones


peligrosas en las dos alas y entre otras cosas ¥h6 y si la torre negra
se mueve ¤f7. También ¤c6 forzando el cambio de un alfil y esto
es desagradable en una lucha en la que la diagonal tiene tanta
importancia. 19...¥g5! Se demuestra con esta jugada las
infundadas ilusiones del blanco. Después del cambio de alfiles , el
negro adquiere un dominio sobre las casillas negras y muchos
puntos débiles permanecen en la formación blanca, sobretodo en el
ala de dama. Para evitar el cambio, el blanco termina hundiéndose
en una trampa oculta en la niebla de sus esperanzas.

81
20.f4 ¤xf4! 21.£xb7 ¤xd3 Si ahora 21...¤xd3 22.¥xg5 £xd4+ y
se gana. 22.¤c6 £d5 Ahora sigue un bello adorno. 23.¦f1 ¤xc1
24.¥xc1 ¦ac8! 25.¥xg5 ¦xc6 26.¥h6 ¦c1 Entrando en un final
vencedor. 27.£xd5 ¦xf1+ 28.¢xf1 exd5 29.¥xf8 ¢xf8 30.b4 ¢e7
31.¢e2 ¢f6 32.¢f3 ¢g5 33.g3 h5 34.h3 h4 35.g4 f5 36.gxf5 ¢xf5
Se esfuma la última esperanza. Si en su lugar se jugase 36...gxf5
37.¢e3 f4+ 38.¢e2 entablando.; Por lo tanto el blanco abandona.
Podía seguir 36...¢xf5 37.¢e3 g5 38.¢f3 g4+ 39.hxg4+ ¢g5 y el
negro vence. 0–1

82
Canal,Esteban - Orvenyi,B C43
Budapest, 1932

1.e4 e5 2.¤f3 ¤f6 El negro conserva la simetría y contraataca al


puesto de avanzada blanco. esta defensa llamada Petroff o Rusa,
es del todo válida, sin embargo, tiene la desventaja de dejar al
blanco una gran elección de movidas y eso explica la desaparición
casi total en los torneos modernos. 3.d4 Entre los varios esquemas
posibles, el blanco opta por este inmediato afianzamiento, que da a
la partida un ritmo sostenido. 3...¤xe4 Ni siquiera con 3...exd4 4.e5
¤e4 5.£xd4 se puede impedir que la batalla se lleve a cabo en
campo abierto y con mucho viento y eso no le gusta a todos. 4.¥d3
d5 La intervención de este puesto de avanzada central asegura al
negro un cierto equilibrio. 5.¤xe5 ¥d6 6.0–0 0–0 La posición es
todavía simétrica. El blanco, a continuación, afianza el puesto de
avanzada d4 e inicia una presión contra el puesto de avanzada d5.
7.c4 c6 8.¤c3 ¤xc3 Creo que debía preferirse la retirada a ¤f6. La
movida del texto refuerza demasiado el juego del blanco. 9.bxc3
¥xe5 Era mejor. 9...¤d7 El negro cree, que después del
establecimiento del puesto de avanzada en e5, ganar el tiempo
necesario para reforzar su posición. Esto es errado. Dado el
relevante dominio de espacio resultante, el puesto de avanzada e5
tendrá todo el apoyo y la colaboración necesaria para convertirse en
el eje de futuras operaciones tácticas. 10.dxe5 dxc4 El negro sigue
consecuentemente su programa. La movida es necesaria para
desviar al alfil de la peligrosa diagonal y también para dar mayor
vigorosidad a la maniobra de presión que sigue contra el puesto de
avanzada e5. 11.¥xc4 £e7 El cambio de las damas dejaría al
blanco todo el control de las columnas y diagonales. 12.£h5 Entre
las tantas defensas del puesto de avanzada esta es la más
agresiva, visto que f4 no es todavía posible. El blanco quiere
provocar una debilidad en el ala de rey para aumentar al máximo la
colaboración con el puesto de avanzada e5, el cual está en espera
de una tarea bien definida. 12...g6 13.£e2 ¥e6 13...¤d7 El negro
bloquea esta casilla antes de continuar la presión en e5. 14.e6
14.¥h6 ¦e8 Ahora la situación del puesto de avanzada blanco se
presenta muy crítica, pero con la movida 14.¥h6 el blanco ha
iniciado una maniobra de apoyo. Rápidamente el puesto de
avanzada será afianzado con f4, y los dos peones harán tales
maniobras que harán la vida amarga al negro. 15.¥xe6 £xe6 16.f4
f6 Ahora necesita bailar. De otro modo el blanco ocupará
rápidamente la columna "d", dejando al negro sin respiro.

83
17.f5! El afianzamiento es exitoso en su forma más dinámica.
Ambos puestos de avanzada muerden la trinchera enemiga
17...£xe5 Un puesto de avanzada está caído mas el otro continuara
la tarea de desmoronamiento, hasta que nuevas tareas se
presenten. Si el negro hubiese jugado 17...gxf5 seguiría 18.£h5
£f7 19.£xf5 ¦xe5 20.£g4+ ¢h8 (o 20...£g6 21.¦xf6!) 21.¦xf6!
18.£g4 g5 El negro produce finalmente un puesto de avanzada, el
cual, nace casi contra la voluntad del defensor y da un poco de
respiro al rey. El blanco llevará nuevas fuerzas al ataque en espera
de renovar el ataque o de valorizar el propio puesto de avanzada f5.
19.¦ad1 La inmediata 19.h4 era un error por 19...£e3+ seguido de
¦e4. Ahora el blanco amenaza £c4+ y £f7. 19...£e7 20.h4 ¤d7 No
era posible 20...£e3+ por 21.¢h1 ¦e4 22.¦d8+ 21.hxg5 £e3+
22.¢h1 ¦e4 23.gxf6+ ¦xg4 24.¥xe3 ¤xf6 la columna conquistada
y la posición del puesto de avanzada f5 le aseguran al blanco una
buena iniciativa en el final. 25.¥d4 ¢f7 26.¥xf6 El único modo de
valorizar el, puesto de avanzada. 26...¢xf6 27.¦d6+ ¢e7 28.¦e6+
¢f7 29.¦d1 ¦ag8 Una pequeña esperanza. 30.¦d7+ ¢f8 31.¦xb7
¦xg2 32.¦xc6 ¦e2 A la tentativa de jaque perpetuo con 32...¦g1+
33.¦c8+ ¦e8 34.¦xe8+ ¢xe8 35.¦b8+ ¢f7 36.¦xg8 ¢xg8 37.c4
1–0

84
Steiner,E - Canal,Esteban B10
Budapest , 1932

1.e4 c6 Aunque esta defensa que prepara una lucha de puestos de


avanzada en el centro, sea muy solida, es poco propia de mi estilo.
De hecho yo la he jugado solamente dos veces y precisamente
contra el hermano Steiner, uno de los más grandes conocedores de
esta apertura.
Exponerse a sus geniales y formidables ataques es como querer
suicidarse, pero entre las varias formas de juego psicológico esta es
una de las más venenosas, es una audacia que irrita al atacante y
que a menudo lo arrastra a cometer una falta, por ejemplo antes del
tiempo, o en posiciones superiores. 2.c4 d5 Iniciando de inmediato
la lucha central. Menos eficaz sería: 2...e5 3.cxd5 cxd5 4.exd5
¤f6 La continuación 4...£xd5 5.¤c3 £d8 6.d4 es también jugable
5.¥b5+ ¥d7 Demasiado pasiva sería 5...¤bd7 6.¤c3 g6 La movida
del texto tal vez no sea del todo correcta, pero inicia una maniobra
de presión contra el puesto de avanzada blanco d5, que el
adversario intenta valorizar al máximo.
Su caída no solo equilibraría el factor material, sino también dejaría
al blanco con una estructura inferior. El enfrentamiento se vuelve
tenso. 6.¥c4 b5 La idea fundamental de la maniobra. Con la
entrada en acción de este puesto de avanzada lateral el negro da
tema a la batalla.
El blanco no solo está obligado a abandonar una importante
diagonal de operaciones, sino que deberá tener en cuenta para
siempre el avance b5-b4, cuando su caballo de dama se encuentre
en c3 y defienda el punto d5.
Sigue un interesante desarrollo. 7.¥b3 ¥g4 Para debilitar un poco
el ala de rey adversaria. 8.f3 ¥f5 El puesto de avanzada d5 está
ahora en peligro, porque a ¤c3 seguiría b5-b4. La marcha del
blanco está llena de brío. 9.£e2 a6 Forzada. A 9...b4 seguiría
10.£b5+ 10.¤c3 ¤bd7 Más metódica seria la continuación 10...g6
para continuar rápidamente el desarrollo, antes de continuar la
maniobra en torno al puesto de avanzada d5.
La movida 10...b4 a su vez, sería un golpe en el aire por 11.¤a4
¤xd5 12.¥xd5 £xd5 13.¤b6
Con la movida del texto la agresividad del blanco es llevada al
arrebato. Y no puede tergiversarse en vista de la amenaza ¤b6 y
¤c5.

85
11.g4 ¥g6 Se tiene ahora la impresión de que el blanco está mucho
mejor, y ello es sin duda verdad. ¿Como acentuar la ventaja? El
camino que elige el blanco a continuación no es el mejor y da
impensadas posibilidades al defensor.
Tal vez hubiera sido mejor interrogar al puesto de avanzada d5, el
cual ciertamente, habría sugerido la maniobra ¤h3 y ¤f4 con neta
superioridad. 12.f4 b4 El puesto de avanzada negro desata el nudo.
13.f5 bxc3 14.fxg6 hxg6 Ahora se amenaza ¤c5. 15.g5 ¤h5
16.¤h3 ¤c5 El peligro no ha cesado y el negro debe jugar con
cuidado para aliviar su juego. Grave imprudencia seria ahora la
toma en b2 o d2, que habría aumentado los recursos del atacante.
17.¥c4 £c8 El negro ataca el ¤h3 que no puede moverse y, al
mismo tiempo, intenta valorizar el puesto de avanzada c3, mientras
este todavía sobre el tablero.
El blanco se encuentra al final de la marcha y tiende ahora una
trampa.
18.£f3 £f5 El negro comienza la emboscada estratégica. Tiene
éxito en maniobrar alrededor del círculo del puesto de avanzada d5
e ignora a g5, el cual no cumple tarea alguna.
Si se jugase 18...cxb2 seguiría 19.¥xb2 ¤a4 20.d6 e6 21.d7+!
19.0–0 £xf3 20.¦xf3 cxb2 21.¥xb2 ¤e4 22.¦a3 e6 El blanco está
ilusionado con estar todavía mejor y trabaja para tener un peón libre
lejano.
23.¦xa6 ¦xa6 24.¥b5+ ¢d8 25.¥xa6 exd5 26.¥b7 A todo esto
sobre el tablero, el blanco promete grandes cosas.
Ahora sigue una gran confusión: algo así como risas y murmullos en
la taberna.
26...¤hg3 27.¢g2 ¤f5 28.¥xd5 ¤xd2 29.¦e1 ¥c5 30.¤f4 ¤e3+

86
31.¢h1 ¤ef1 32.h3 ¦h4 33.¥e5 ¥e3 34.¥g2 ¥xf4 35.¥xf1 ¤xf1
36.¦xf1 ¥xe5 El blanco abandona. 0–1

87
Canal,Esteban - Negyesy,Gyorgy D35
Budapest, 1932

1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤c3 d5 Así se entra en una defensa normal, un


puesto de avanzada negro se contrapone al blanco afianzado. Si el
blanco quiere conservar la iniciativa, el debe obstaculizar el
afianzamiento del punto c5 negro, de otro modo el juego se
equilibra rápidamente. La variante teórica en uso tiene este
propósito. 4.¥g5 ¤bd7 5.e3 c6 Se refuerza el puesto de avanzada
y se abre una diagonal a la dama negra. Todos conocemos el
esquema con £a5 y eventualmente ¥b4 o ¤e4 o dxc4. Esta
colaboración de las piezas negras con el puesto de avanzada d5
fue introducida en los torneos por Pillsbury. El blanco en la presente
partida, para escapar de la teoría, controla los cambios. 6.cxd5
exd5 Hay quienes prefieren 6...cxd5 Esto es cuestión de gusto,
estilo y de intenciones. 7.¥d3 ¥e7 8.¤ge2 0–0 La partida tiene ya
una fisonomía. La configuración de peones tiene una consideración
estratégica similar a la de Rubinstein - Canal, Budapest 1929.
Ahora el blanco maniobra para reducir al máximo la posibilidad de
una ofensiva contra su rey, antes de iniciar las operaciones en la
otra ala, pero el destino no funciona como uno quiere. 9.¤g3 ¦e8
10.¤f5 ¤f8 Es desagradable permitir el cambio de alfiles, pero
después de ¥f8 la respuesta £f3 es peligrosa. 11.¤xe7+ £xe7
12.£f3 Ahora, a su vez, esta movida no es buena y hace perder
tiempo. Al blanco se le escapó la respuesta del negro pero, no
obstante, no es grave el error. 12...£b4 13.£e2 ¤e4 14.a3 £a5 Si
ahora 14...£a5 15.b4 ¤xc3 16.£c2 £a4 17.£xc3 ¤g6 y el alfil
blanco mantiene su fuerza. Se va delineando una fuerte
colaboración del puesto de avanzada negro d5. El blanco provoca
en seguida un cambio para aclarar las cosas. 15.¥xe4 dxe4 16.¥f4
£f5 El negro completa la colaboración con su puesto de avanzada
e4 y basándose en la debilidad de las casillas blancas en el campo
adversario, inicia un violento ataque. Es el bello estilo del maestro
magyar que refulge, lleno de decisión y abundantemente sazonado
de ají. 17.0–0 £g6 Preparando la intervención del alfil de dama. El
puesto de avanzada e4 presiona condenadamente la posición del
blanco, el cual a continuación intentará valorizar el puesto de
avanzada d4 para hacer una especie de contrajuego, que
desvanezca la ofensiva del enemigo. 18.¦fc1 ¥g4 19.£f1 ¤e6
20.¥g3 h5 Arriban la olas del ataque. El blanco bloquea el juego por
un cierto tiempo, después intentará valorizar el puesto de avanzada
d4, mediante el apoyo de colaboradores. la tentativa de ruptura
21.d5 no es recomendable por ¤c5 y una nueva tropa enemiga
88
penetra en la posición. 21.h4 ¦ad8 Controla el puesto de avanzada
blanco d4 y finaliza la movilización. 22.b4 £f5 Necesaria para iniciar
el desmantelamiento de la posición blanca. 23.b5 c5 El negro a su
vez, intenta bloquear el ataque en el ala de dama antes de
continuar con la agresión. 24.d5 ¤f8 La posición tiene
repentinamente una gran transformación y parece que el blanco ha
llegado a muy poco con su contraofensiva. pero, observando mejor,
veremos que los puestos de avanzada blanco colocándose en d5 y
b5 han hecho que la casilla c4 se convierta en una óptima base de
operaciones para la dama blanca. Esta controlará eficazmente el
puesto de avanzada e4 y hará posible un contraataque que a lo
larga será peligroso 25.£c4 g5

26.f3! exf3 27.e4 £f6 28.e5 ¦xe5 Si 28...£g6 29.hxg5 £xg5


30.¤e4 29.hxg5 A la inmediata 29.¥xe5 sigue 29...£xe5 con
varias amenazas. 29...£xg5 30.¥xe5 £e3+ 31.¢h2 £xe5+ 32.g3
¤e6 Una tentativa de valorizar el puesto de avanzada f3. Si ahora
32...¤e6 33.dxe6 ¦d2+ gana. 33.¦e1 £d4 34.£xd4 ¤xd4 35.¦e7
El blanco ha hallado la forma de valorizar uno de sus puestos de
avanzada en forma decisiva. Sigue un final rico en sutileza, que
recomiendo a los estudiosos que lo examinen cuidadosamente. El
desarrollo que sigue es calculado al milímetro. 35...¢f8 36.¦xb7
¤e2 37.¤xe2 fxe2 38.¦xa7 ¦xd5 39.b6 ¦d1 40.b7 e1£ 41.b8£+
¢g7 42.£b2+ ¢g6 43.£c2+ ¢g7 44.¦xd1 ¥xd1 45.£b2+ ¢g6
46.¦a6+ ¢h7 47.¦a8 ¢g6 48.¦g8+ ¢f5 49.£b1+ ¢f6 50.£b6+
£e6 Si 50...¢e7 sigue 51.£d8+ ¢e6 52.¦e8+; Y si 50...¢f5
51.£xc5+ ¢f6 52.£g5+ y gana igualmente la dama. 51.£d8+ El
negro abandona. 1–0

89
Havasi,Kornel - Canal,Esteban D35
Budapest, 1932

1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤c3 d5 La partida toma un camino análogo al


de la partida precedente, con la sola diferencia que ahora yo
conduzco las negras. 4.¥g5 ¤bd7 5.e3 c6 6.cxd5 exd5 7.¥d3 ¥e7
8.¤ge2 h6 Inicio de una maniobra rara para aligerar la defensa y
obstaculizar la entrada en el campo del ¤e2. Esto solo es parcial y
otra maniobra extraña es necesaria enseguida. Digno de nota en
esta partida es también el hecho que el evento arrastra al blanco a
intentar un ataque contra el ala de rey, mientras que el negro intenta
salvarse con operaciones en el ala de dama, esto contrasta con las
observaciones estratégicas a la partida Rubinstein - Canal,
Budapest 1929, pero el jugador de ajedrez es maravillosamente
variado, y las leyes son verdaderas casi siempre mientras las
excepciones no la confirmen. 9.¥h4 ¤h5 La movida 9...¤e4 no me
complacía por 10.¥xe7 que obliga a reforzar el centro blanco con
10...¤xc3 (después de 10...£xe7 11.¥xe4 dxe4 12.¤g3 el puesto
de avanzada negro está enfermo gravemente.) 10.¥xe7 £xe7
Ahora el blanco hace una buena movida de espera. 11.¦c1 0–0 Un
problema. Más prudente era por ejemplo: 11...¤f8 ; O también
11...£h4 12.g4 ¤hf6 Un nuevo puesto de avanzada blanco
aparece en el horizonte. El negro tendrá tiempos duros, pero el
blanco también tendrá que medir sus pasos. 13.¤g3 ¤b6 El negro
continua el bombardeo contra el puesto de avanzada g4 y al mismo
tiempo planifica nuevas tareas para su puesto de avanzada d5.
Seductora era la continuación 13...¤xg4 14.£xg4 ¤e5 15.£e2
(15.£d1 era suficiente) 15...¥g4 16.£c2 (16.dxe5! y el blanco
conserva tres piezas por la dama.) 16...¤f3+ 17.¢f1 ¥h3+ y el
negro gana la dama. 14.h3 ¤c4 La idea. Este caballo no solo
amenaza con tomar en b2, sino estabilizarse en d6 y controlar los
puntos estratégicos e4 y f5. Esto lleva al blanco a cambiar su alfil y
la partida toma una nueva fisonomía. 15.¥xc4 dxc4 Este puesto de
avanzada será la clave del contrajuego negro. 16.£e2 ¥e6 17.0–0
c5 Abre las líneas necesarias para la colaboración con el puesto de
avanzada c5. Su tarea será de abrir brechas en el lado de dama a
modo de prevenir operaciones del blanco en el ala de rey. 18.dxc5
£xc5 19.e4 b5 20.¢h2 El blanco prepara la formación de tres
puestos de avanzada con f4, en espera de cual de los tres deberá
resolver el problema táctico de la construcción estratégica. Si de
inmediato 20.e5 ahora 20...¤d7 21.¦ce1 b4 22.¤d1 ¦ae8 20...b4
El negro ha realizado rápidamente el afianzamiento de su puesto de
avanzada c4 y eso dará la máxima elasticidad a su contraofensiva.
90
21.¤d1 £d4 Presionando al puesto de avanzada e4. El negro
impide ¤c3, que traería nuevas fuerzas enemigas al campo de
batalla. De otra parte después de 21...£d4 22.e5 ¤d7 23.f4 ¤c5
las piezas negras irrumpen en el centro. Ese también es el motivo
por el cual la dama ha despejado la casilla c5. 22.f4 ¦ac8 23.¤f2
c3 24.bxc3 ¦xc3 25.¦fd1 £c5 El adversario deberá aceptar ahora
batalla en el lado de dama. 26.¤d3 £a5 27.£b2 ¦fc8 28.¤e2 ¦xc1
La situación parece ahora adversa para la paz. El blanco juega muy
mal. En su campo se ven grandes debilidades, como sucede
siempre que un ataque se abandona a medio camino. 29.¦xc1 ¦d8!
Un cañoneo. Si ahora 29...¦d8 30.¤xb4 sigue 30...£b6 con
irrupción decisiva.

30.¤d4 £xa2 31.¤xe6 £xb2+ 32.¤xb2 fxe6 Un bonito tropiezo


sería 32...¦d2+ 33.¢g1 ¦xb2 34.¦c8+ y el blanco tendría al menos
el empate 33.¢g1 a5 Si 33...¤xe4 34.¦c4 34.¦a1 ¦a8 35.¤d3 b3
Si 35...¤xe4 36.¤xb4 36.¤c5 ¦b8 37.¤xb3 ¦xb3 38.¦xa5 ¤xe4
39.¦e5 ¤f6 40.g5 hxg5 41.fxg5 ¤h7 42.¢g2 ¤f8 43.h4 ¤g6
44.¦e4 e5 45.¢h2 ¦f3 Y el blanco abandona. 0–1

91
Lilienthal,Andor - Canal,Esteban D15
Budapest, 1932

1.d4 d5 2.c4 c6 3.¤c3 dxc4 Esta maniobra , que lleva en


determinadas variantes, a constituir un puesto de avanzada lateral
avanzado en el lado de dama, es muy eficaz para fines de defensa.
Liquidando al caballo blanco de c3, el negro puede más fácilmente
intervenir en la lucha por el punto e4.
4.e3 b5 5.a4 En mi partida contra Szekely, Budapest 1933 he
demostrado como la continuación teórica 5.¤xb5 es poco
recomendable.
5...b4 6.¤a2 e6 7.¥xc4 ¤f6 8.¤f3 ¥e7

La movilización de los dos ejércitos procede sin sobresaltos


importantes.
El tema estratégico del blanco y del negro es el respectivamente
indicado a la posición de los dos puestos de avanzada d4 y b4.
El blanco querrá afianzar su puesto de avanzada, con el avance e4,
para abrir líneas y adquirir elasticidad en el centro. El negro, a su
vez, maniobrará para obstaculizar este avance.
El puesto de avanzada controla el punto c3 y simultáneamente
defenderá la superioridad de espacio en el lado de dama. 9.0–0 0–0
El negro espera con su caballo de dama.
No está todavía claro si estará mejor en c6 o en d7.
10.¥d2 a5 El blanco colocará un caballo en b3 desde donde podrá
controlar el centro y presionar los puntos c5 y a5.
11.¤c1 ¤bd7 El negro ha decido de acuerdo a las circunstancias:
control del punto c5.

92
12.¤b3 ¥b7 Apuntando a e4. 13.£e2 c5 Estorba al puesto de
avanzada d4 e impide también el afianzamiento e4. 14.¦fd1 £b6 La
defensa del negro es fácil, sin el avance e4 el juego blanco ha
arribado a un punto muerto. Las piezas negras tienen más acción,
Lilienthal lucha por emparejar las acciones. 15.dxc5 ¤xc5 16.¤xc5
¥xc5 17.¦ac1 ¦fd8 18.¥e1 ¤d5 El negro no quiere todavía tablas
e intenta nuevas complicaciones. El avance e4 no es más de temer
ahora que el puesto de avanzada d4 ha desaparecido. 19.¤g5 Una
interesante maniobra que da más acción a las piezas blancas.
Amenaza £h5. 19...h6 20.¤e4 ¥e7 21.¤g3 ¦ac8 22.¥b3 g6

Esta movida enigmática tiene necesidad de una explicación. El


negro está un poco mejor y desdeña el empate, pero no se ve el
modo de crear alguna cosa que aporte y una decisión. Con la
movida del texto el negro pretende preparar el ataque h5, h4 y
eventualmente h3, pero en verdad él quiere atraer al adversario a
nuevas aventuras y privarlo del consuelo pacifista. 23.¦xc8 ¦xc8
93
24.¥d2 Las tropas blancas abren nuevamente el refugio, habiendo
descubierto una debilidad en h6. 24...¤f6 25.e4 ¢g7 26.¥e3 ¥c5 El
alfil lucha nuevamente por la ocupación de la diagonal a1 - h8, que
adquiere una importancia estratégica fundamental. El blanco habría
hecho mejor en cambiar este alfil, aunque después de £c5 el negro
conserva la iniciativa. La movida del texto oculta una tremenda
argucia. 27.¥f4 Ahora parece que el negro no podrá evitar la
movida ¥e5 sin desventaja.

27...¥d4! La ocupación de esta importante casilla con el alfil


compensa generosamente el peón que se pierde. 28.£d2 e5 Esta
movida no solo apoya sólidamente al alfil, pero pone también en
comunicación todas las unidades del ejército negro. 29.¥xh6+ ¢g8
30.£g5 ¥xe4! Para la amenaza de mate en g6. Magnifico seria si
30...¤xe4 31.£e7 (pero el blanco en la movida 31 podría, a su vez,
jugar 31.¤xe4 ¥xe4 32.¦xd4! £xd4 (o 32...exd4 33.£e5) )
31...£f6 32.£xb7 £xf2+ 33.¢h1 £g1+ y mate a la siguiente.
31.¤xe4 ¤xe4

94
32.£g4 Ataca el punto c8, e4 y g6, pero como decíamos la unión es
perfecta. 32...£c6 Si 32...£c6 ahora 33.¦c1 £xc1+ 34.¥xc1 ¦xc1+
35.¥d1 ¤xf2 33.£f3 ¤f6 34.£g3 £e4 Amenaza 34...¤g4 35.h3
£f5 Amenaza ¤e4. 36.¥e3 ¤e4 37.£h4 g5 38.£g4 £xg4 39.hxg4
¤c5 Este es el despertar del puesto de avanzada b4 después de un
largo letargo. 40.¥c2 b3 41.¥f5 ¦d8 42.¥xd4 exd4 43.¦a1 d3
44.¢f1 ¤xa4 45.¥xd3 ¤xb2 46.¥e2 a4 47.¢e1 ¦d4 48.f3 ¢f8
49.¢f2 ¦b4 50.¢e3 ¤c4+ 51.¥xc4 ¦xc4 52.¢d3 b2 53.¦b1 ¦b4
Mas convincente era 53...a3 54.¢c3 ¦b3+ 55.¢c2 ¢g7 56.¦xb2
¦xb2+ 57.¢xb2 ¢f6 58.¢a3 ¢e5 El blanco abandona. 0–1

95
Canal,Esteban - Treybal,Karel C49
Bad Sliac, 1932

1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¤c3 ¤f6 4.¥b5 ¥b4 Hay tres formas
principales en el esquema de los cuatro caballos: La forma italiana
con ¥c4 y ¥c5, en donde se ve la lucha de puestos de avanzada un
poco más tarde. La forma escocesa con d4, que inicia la batalla
central inmediatamente y del modo más violento. Finalmente la
forma española de lenta presión central, que es la que más se
adapta al juego moderno. 5.0–0 0–0 6.d3 ¥xc3 7.bxc3 d6 8.h3 La
idea de esta movida es la de preparar el afianzamiento d4 sin ser
molestado por una clavada en g4. Fue jugada, creo, por primera vez
por Bogoljubow en el torneo de Moscú en 1925. En la presente
partida, el negro demuestra que es del todo inocua. 8...¤e7 Un
repliegue muy usado en esta apertura y que a primera vista parece
ilógico, porque abandona el control del punto avanzado e5, pero en
realidad el caballo negro huye de la amenaza del alfil b5 y va a g6,
en donde reemprenderá su conexión con el puesto de avanzada e5.
9.¦e1 ¤g6 10.d4 El blanco ha hecho su afianzamiento y su
construcción pasa a ser imponente y amenazante. Con la respuesta
que sigue, el negro escapa de los fantasmas. 10...c5! El segundo
puesto de avanzada negro entra en escena con ímpetu y hace crujir
el centro. Amenaza entre otras cosas £a5 y también un eventual
salto en el ala de dama con a6 y b5. El blanco para el golpe
lanzando al fuego un tercer puesto de avanzada. 11.a4 £c7 El
negro no tiene intención de quedarse quieto. No pudiendo hacer
nada en el ala de dama, el refuerza ahora el punto e5 y prepara una
eventual maniobra de afianzamiento con ¤d8 y f5 para remover
definitivamente el centro y tomar la iniciativa, tanto más que el
blanco no puede bloquear el centro con d5, porque silenciaria para
siempre la acción de su alfil y ni siquiera cambiar con dxe5, porque
su esquema de peones perdería elasticidad. El blanco hace una
movida de apariencia ingenua que parece complacer las
intenciones del adversario.

96
12.¥g5 ¤e8 Si el negro hubiese adivinado la pequeña diablura que
sigue, el habría intercalado la movida a6. 13.dxe5 dxe5 14.¥d8!
Esta movida, fácil de escapar al cálculo da ventaja al blanco.
14...£d6 La alternativa era £b8 que conferiría un aspecto muy
extraño a la octava línea, pero después de 15.¤h4 la superioridad
posicional del blanco es sensible. 15.¥xe8 £xd1 16.¥xf7+ ¦xf7
17.¦exd1 ¥d7 Interesante era la continuación 17...¥xh3 18.¤g5!
mejor que ¤e5 18...¦f8 19.gxh3 ¦fxd8 20.¤e6 y el blanco está
todavía mejor. 18.¥g5 ¥c6 19.¥e3 El blanco deja la casilla g5 para
proteger indirectamente el puesto de avanzada e4 y al mismo
tiempo amenaza al puesto de avanzada negro c5 para provocar el
avance b6 y después de eso el otro puesto de avanzada a4
entraría en acción. Como se ve, la partida retoma su colorido
estratégico. La victoria es dificultosa. 19...¦f6 El negro defiende
también indirectamente el puesto de avanzada c5, para no avanzar
b6. 20.¤d2 ¦c8 21.f3 h6 22.¤c4 Una óptima maniobra de
colaboración con el puesto de avanzada a4. 22...¦e6 23.¦d2 ¢h7
24.a5 La construcción estratégica del blanco está finalizada. El ala
de dama del negro esta incurablemente enferma. El resto es
explotación táctica, no carente de interés. 24...¦c7 25.¤d6 ¥d7 El
peón no se puede salvar. 26.¦b1 ¥c6 27.¥xc5 a6 28.¥e3 ¦d7
29.¦bd1 ¤e7 30.h4 ¥a4 Amenaza ¥c2, Sigue una aventura
tragicómica. 31.¤c4 ¦c7 32.¤b6 ¦xc3 33.¤xa4 ¦xe3 34.¤c5 ¦c6
35.¤d3 La broma final tiene éxito. La ¦e3 está perdida. 35...¦c3
36.¤xe5 De esta manera la ¦e3 no escapa. 36...¦c5 37.¤d3 ¦xa5
El negro toma revancha de su principal culpable de su catástrofe: el
puesto de avanzada a5. 38.¢f2 ¦xd3 39.cxd3 ¢g6 40.d4 ¦a3
41.d5 ¦c3 42.¦b1 El negro abandona. 1–0

97
Canal,Esteban - Bogoljubow,Efim C49
Bad Sliac, 1932

1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¤c3 ¤f6 4.¥b5 ¥b4 5.0–0 0–0 6.d3 d6 Hasta
aquí la partida es similar a la precedente, pero ahora el negro ha
renunciado a la toma en ¤c3. El desarrollo estratégico toma otra vía
pero siempre en torno al puesto de avanzada. 7.¤e2 ¥c5 Movida
preventiva. El negro no espera el ataque c3 para retirar el alfil. 8.c3
¥b6 Otra movida preventiva antes del afianzamiento blanco con d4.
Toda la maniobra del alfil no es otra cosa que la posposición de la
movida, pero hecha de modo que incite al adversario.
Es una invitación a hacer giros inesperados, piruetas, en mi juego.
Por fortuna el ansia de verme perder el equilibrio era tan grande en
mi ilustre competidor, que fue el primero en tener un resbalón.
9.¤g3 ¤e7 10.¥g5 Optimo era en este punto el afianzamiento d4,
que aseguraba al blanco una lenta, pero duradera iniciativa.
Con la movida del texto el blanco acepta la invitación, y la carrera
de patinaje da comienzo. 10...c6 Naturalmente a 10...¤g6 seguiría
11.¤h5 con muchos problemas.
De otra parte el blanco amenazaba ¥f6 doblando
desfavorablemente los peones negros en un sector muy delicado
como es el ala de rey. Con la movida del texto el negro da inicio a
una movida de liberación, pero que no tiene el éxito deseado.
11.¥a4 Curiosa es la variante 11.¥xf6 cxb5 (el negro puede jugar
11...gxf6 ganando el tiempo necesario para el afianzamiento f5, y
obteniendo así la iniciativa.) 12.¤h5 gxf6 13.£d2 ganando.
11...¤d7 El negro resbala y pierde no solo un tiempo precioso, pues
deberá soportar también el doblaje de peones que quería evitar.
Sólida era ¤e8. 12.¤f5 ¤f6 Este triste retorno es forzado para no
perder material.
El negro se dio cuenta tardíamente que la movida 12...f6 que
estaba programada, no era posible por 13.¤xd6 fxg5 14.¥b3+ ¢h8
15.¤xg5 con ataque
13.¥xf6 gxf6 14.¤3h4 Importante para el control del punto f5.
14...¥xf5 El negro cambia el alfil que difícilmente podría tener una
ocupación en la batalla que sigue. 15.exf5 La posición de este
puesto de avanzada blanco da la dirección estratégica a esta
partida.
Esto bloqueando cada movimiento del negro en la columna "f",
cerrando al enemigo la diagonal, que conduce al ala de rey, con lo
que es lógico que en este sector el blanco concentre el mayor
número de tropas.

98
15...¢h8 Para dejar libre a la torre el único camino para maniobrar
que mantiene el negro en el ala de rey. 16.£h5 ¤d5 Una movida
que denota un cierto optimismo. El negro no cree todavía en el
ataque del blanco y maniobra de una manera agresiva. Un sólido y
metódico esquema de defensa sería, por ejemplo, el afianzamiento
d5 seguido de ¤c8 y ¤d6, desde donde sería posible controlar en
forma permanente el puesto de avanzada f5 y sobretodo el punto e4
que. como veremos más tarde, devendrá en un punto de irrupción
del blanco. 17.g3 a5 Fiel a su concepto optimista el negro inicia una
demostración en el ala de dama. 18.¦ae1 £e7 19.¢h1 ¥a7 20.¦e4
b5 21.¤f3 Ahora el negro deberá sufrir una violenta tempestad. Las
tropas blancas invaden el terreno enemigo a través del "punto" e4,
que permanece sin control. Véase la anotación a la movida 16.
21...¦g8 22.¦h4 ¦g7 23.¥b3 ¥b6 El punto f6 tiene necesidad de
refuerzo. 24.£h6 ¥d8 El blanco amenaza ¥d5 y ¤g5!. 25.¦e1 £a7
Desaloja e7 para dar lugar a las piezas menores. 26.d4 ¤e7
27.£h5 ¤g6

99
Darse un golpe en la cabeza para frenar el ataque. El blanco
amenazaba no solo ¤g5, sino también ¦e1– e4. 28.fxg6 fxg6
29.£h6 f5 30.¦h3 a4 El ataque del blanco se ha cerrado después
de la desaparición del puesto de avanzada f5, pero el negro pagará
un caro precio por ello. 31.¥c2 ¥f6 Un error que pone fin a todos
los sufrimientos. 32.¥xf5 £f7 33.¥b1 El negro abandona. 1–0

100
Pokorny,Amos - Canal,Esteban A90
Bad Sliac, 1932

1.d4 e6 Buena defensa. El negro se reserva de intervenir con un


puesto de avanzada ya sea en d5, f5 o c5. 2.c4 f5 Todo el esquema
asimétrico de puestos de avanzada dan una partida difícil y movida.
El blanco que ha realizado un cómodo afianzamiento, tiene un juego
más libre y puede producir un segundo afianzamiento con e4,
adquiriendo superioridad indiscutida. La lucha se lleva a cabo en
torno a este punto e4. 3.g3 ¤f6 4.¥g2 ¥b4+ 5.¢f1 El blanco entra
en un territorio poco explorado y evita la continuación de rutina
5.¥d2 La idea de evitar el cambio de piezas en un estadio
temprano de la partida es respetable, considerando el espacio un
poco restringido del negro. 5...0–0 6.¤h3 Si ahora 6.c5 ahora el
negro moverá 6...c6 y el alfil en b4 eludirá la captura. 6...¥e7
7.¤c3 d5 Esta movida pone prácticamente fin al litigio por el punto
e4, debido a la mala posición del rey blanco que impide jugar f3
seguido de e4, maniobra que parece riesgosa. El esquema central
negro es rígido, con lo que la casilla f4 permanece a disposición de
las piezas blancas. La segunda fase de la partida gira en torno a
esta casilla. 8.cxd5 Con este cambio, que he visto hacer en
posiciones similares a fuertísimos jugadores se elimina al negro de
una de sus mayores preocupaciones: la obstrucción de la casilla
e6.En el fondo el blanco tiene que desaparecer del campo de
batalla uno de sus puestos de avanzada sin afianzamiento, c4, sin
compensación y su construcción estratégica pierde
consecuentemente elasticidad. Una idea muy desagradable para la
defensa seria esta por ejemplo 8.¤f4 dxc4 9.£a4 £xd4 10.¥e3
Entrando en el océano de las complicaciones tácticas. 8...exd5
9.¤f4 c6 Ahora la posición del caballo en f4 tiene menos potencia.
El negro defiende el puesto de avanzada amenazado e intenta con
¤a6 - c7 - e6 perseguir al intruso, sino sería posible en la casilla
e6 entonces esta se mantendría obstruida. 10.h4 Esta movida no
solo tiene el propósito de asegurarse el dominio de la casilla f4, sino
también de establecer un nuevo puesto de avanzada visto que el de
d4 ha perdido mucha de su fuerza después de la desaparición de su
compañero en c4. 10...¤a6 11.h5 ¤c7 12.£b3 ¦b8 Para poder
jugar ¤e6. La maniobra de torre sirve entre otras cosas para futuras
maniobras en el ala de dama. El negro tiene en mente afianzar a su
puesto de avanzada d5 cuando haya terminado las operaciones
contra el ¤f4. 13.¢g1 ¤e6 14.£d1 Como se ve, el blanco no puede
hallar todavía un dispositivo armónico para su ejército y entretanto
revolotea en la obscuridad como un murciélago. 14...¥d6 El negro
101
lucha inflexiblemente por la casilla f4. 15.¥f3 ¤e4 El negro restringe
el campo de acción del alfil f3 y se prepara para la valorización del
puesto de avanzada d5, el cual servirá para la creación de un nuevo
puesto de avanzada en el ala de dama, antes que el blanco pueda
valorizar su puesto de avanzada en h5. 16.£d3 £f6 17.¥e3 ¤xf4
18.¥xf4 ¥xf4 19.gxf4 £d6 De esta manera el negro gana un
tiempo importante para el transporte de tropas al ala de dama. Una
violenta ofensiva está en elaboración. 20.e3 ¥e6 21.¢g2 b6
22.¦ag1 El blanco prepara una fuerte presión en la columna "g"
para explotar la posición del puesto de avanzada h5. El negro
arremete intempestivamente con su ataque. 22...£b4 23.£c2 c5
24.a3 £a5 25.£d3 c4 Este es el nuevo puesto de avanzada que
dará las orientaciones estratégicas a las operaciones del negro.
26.£c2 b5 27.¢f1 b4 Afianzamiento del puesto de avanzada. Se
abren caminos para la penetración. 28.axb4 ¦xb4 29.¥xe4 fxe4
30.¦g5 ¦f5 31.¦hg1 £a1+ 32.¤d1 ¦xg5 33.¦xg5 ¥d7 Provocando
en pleno la crisis. esta movida me costó más de media hora de
tiempo. Próxima a las complicaciones que ella comporta había
también otras dos posibilidades. 33...¦xb2 34.£xb2 £xd1+ (o
34...£xb2 35.¤xb2 c3 36.¢e2 con juego poco claro.) 35.¢g2 £b3
34.¦xd5 ¥a4 35.£xe4 £xd1+ 36.¢g2 £g4+ 37.¢f1 ¦b6! La
movida más bella de la partida. Desde aquí la torre controla los dos
puestos de avanzada, el propio c4 y el adversario h5
indirectamente. Después del avance c3 se reserva de intervenir en
b1 y después de h5 - h6 se reserva la casilla g6. Al mismo tiempo
esta jugada apoya eficazmente también la defensa. 38.¦d8+ ¢f7
39.£xh7 £d1+ 40.¢g2 ¥c6+ 41.e4 £g4+ 42.¢f1 ¥e8 43.£h8 £e6
44.h6 £h3+ Después de la colocación del puesto de avanzada
blanco en h6, sigue la catástrofe, porqué el rey blanco no tiene más
la casilla g1. 45.¢e1 £h1+ El blanco abandona. 0–1

102
Sterk,Karoly - Canal,Esteban D13
Budapest, 1933

1.d4 d5 2.c4 c6 3.cxd5 cxd5 El igualamiento de la configuración de


peones centrales por parte del blanco, no puede naturalmente ser
criticado, visto que no compromete nada. Todavía eso representa
un remanente de energía. El blanco tenía dos puestos de avanzada
contra uno del negro. Ahora después del cambio los recursos
estratégicos se equilibran completamente. Similar procedimiento es
justificado, cuando uno quiere luchar sin alejarse demasiado de las
posibilidades de tablas. 4.¤c3 ¤f6 5.¤f3 ¤c6 6.e3 Por lo general
se juega en este punto 6.¥f4 la movida del texto parece muy
pasiva, pero la idea es mucho más que pacifica. El blanco quiere
completar su desarrollo con ¥d3 y O-O, y en el momento oportuno
afianzar dinámicamente su puesto de avanzada d4 con e4, a
semejanza de la variante Colle. El negro se proyecta en otra
dirección. 6...g6 Anulando para siempre la idea del afianzamiento
e4, porque el puesto de avanzada d4 se enfermaría gravemente.
7.¥d3 El blanco continua la movilización de tropas
automáticamente. El alfil no tiene futuro. La maniobra 7.¤e5
seguida eventualmente de ¥b5, £a4 o ¤c6, habría dado al blanco
una esperanza de iniciativa. 7...¥g7 8.¥d2 0–0

9.0–0 e5! Una sorpresa. El negro imprevistamente afianza su puesto


de avanzada. 10.¤xe5 ¤xe5 11.dxe5 ¤g4 El negro gana un peón
y toma la iniciativa. 12.¥e2 Si 12.f4 ahora 12...d4 En esta
intervención del puesto de avanzada está basada la combinación
del negro. 12...¤xe5 13.¤b5 ¤c6 Las piezas negras protegen
ahora el avance del puesto de avanzada a d4, para darle a la
partida un distintivo de batalla de movimientos. 14.¥c3 ¥xc3

103
15.¤xc3 Digna de considerar era también 15.bxc3 para controlar el
punto d4 e inmovilizar el puesto de avanzada negro. Sin embargo el
ala de dama estaría muy debilitada. 15...d4 16.exd4 ¤xd4
Desaparecido el puesto de avanzada se entra en una nueva fase.
Tema estratégico del negro: dificultar la acción del alfil blanco o
cambiarlo por el caballo. 17.¥c4 Si 17.¥d3 el negro habría
respondido con 17...¥e6 dominando las acciones. 17...£h4
Amenazando ¤f3 y £c4. 18.¥d5 ¦d8 La dama blanca se halla en
problemas. Si ahora 18...¦d8 19.£a4 ¦xd5 y el negro vence.
19.£d3 ¥f5 20.£g3 £xg3 21.hxg3 ¤e2+

El negro tiene éxito en su intento, ya que el conserva su alfil contra


el caballo, el que en posiciones abiertas es casi siempre decisivo,
sobre todo cuando hay objetivos de ataque. 22.¤xe2 ¦xd5 23.¦fd1
¦ad8 No se puede evitar la entrada de una torre negra en d2.
24.¦xd5 ¦xd5 25.¤c3 ¦d2 26.b3 a6 Las baterías negras apuntan
al esquema blanco del ala de dama con la torre en segunda línea y
después brevemente el alfil en e6. Con la movida del texto el negro
prepara la acción de un puesto de avanzada que hará crujir la
fortaleza del blanco. 27.¦e1 ¦c2 28.¦e3 ¥e6

104
Todo el ejercito blanco está ahora inmovilizado. La torre blanca
debe defender el ¤c3, el caballo debe defender el peón a2, este
debe proteger b3, el cual no puede avanzar porque caería el peón
a2. Las piezas negras, al fin, han creado un perfecto sistema de
colaboración con un puesto de avanzada que no existe todavía,
pero que rápidamente aparecerá con arrogancia y audacia. 29.f3
b5! ¡Este es el poderoso! 30.g4 h6 También el blanco ha producido
un modesto puesto de avanzada, el cual le lleva pequeñas
esperanzas de ataque. 31.a4 b4 32.¤e4 ¢g7 33.¢f1 ¥d5

La posición del puesto de avanzada b4 garantiza un final de torres


ganador. 34.g3 a5 35.¢e1 ¥xe4 36.fxe4 ¢f6 37.¢d1 ¦g2 38.e5+
Un nuevo puesto de avanzada se avecina.. 38...¢e6 39.¢c1 ¢d5
40.¢d1 ¢d4 Si ahora 40...¢d4 41.e6 sigue 41...¢xe3 42.e7 ¢d3!
41.¦f3 ¢xe5 Sigue ahora una espantosa masacre de infantería.
Solo el valeroso puesto de avanzada b4 se salva. 42.¦xf7 ¦xg3
43.¦a7 ¦xg4 44.¦xa5+ ¢d4 45.¦b5 El blanco halla todavía un
puesto de avanzada para valorizar. 45...¢c3 46.a5 ¦g1+ 47.¢e2
¦a1 48.¦b6 ¦xa5 49.¦xg6 ¢xb3 50.¦xh6 ¢a2 51.¢d2 b3 52.¢c3
b2 53.¦h2 ¦c5+ El blanco abandona. 0–1

105
Canal,Esteban - Rethy,Pal C12
Budapest, 1933

1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 ¤f6 La defensa francesa que ya habíamos


visto en una partida precedente, se presta mucho al estudio del
puesto de avanzada en la fase inicial del juego. Además de la
movida del texto, la defensa tiene a disposición otras rutas para
intentar mover el afianzamiento del blanco, por ejemplo 3...¥b4
jugada preferida por muchas celebridades modernas.; o incluso
3...c5 que produce dos afianzamientos de puestos de avanzada, los
que se miran no con agrado. Esta segunda configuración
excomulgada de la teoría, ha desaparecido completamente de los
escenarios hoy en día, y tal vez equivocadamente. 4.¥g5 El modo
más económico para defender el puesto de avanzada amenazado
e4. El avance 4.e5 que crea un puesto de avanzada central
avanzado, es ciertamente jugable, sobretodo por los recursos
tácticos que esta puede ofrecer al blanco en el ala de rey. Sin
embargo, desde el punto de vista estratégico esta tiene defectos
significativos: en primer lugar, la imposibilidad de evitar el
afianzamiento del puesto de avanzada negro con c5, lo que en la
práctica significa contraofensiva central en el ala de dama del
blanco. 4...¥b4 "Te clavo las uñas también". Defensa Mac
Cutcheon, patentada en América. En muchas variantes eso da lugar
a un juego complicado y difícil. 5.¤ge2 Momentáneo sacrificio de
peón. Entre tantas variantes el blanco se decide por la variante
más pacífica y menos desafiante. Esta es recomendada para los
temperamentos nerviosos y amantes de la aventura. Es un óptimo
calmante. 5...dxe4 Buena continuación. El negro permanece sin
puesto de avanzada, pero eso fuerza al blanco a un cambio de
aligeramiento. 6.a3 ¥e7 7.¥xf6 ¥xf6 8.¤xe4

106
¥d7 El deseo de llevar al "aire libre" este pobre alfil es del todo
comprensible, pero el negro no tiene mejores elecciones. Era
necesario aprovechar las ventajas inmediatamente del momentáneo
obstáculo en el desarrollo blanco para bombardear enérgicamente
el puesto de avanzada d4. Es verdad que el ataque 8...e5 9.£d2
seguido de 9...-- 10.0–0–0; pero un óptimo desempeño estratégico
seria este por ejemplo 8...¤c6 9.c3 £d5 y prestamente aparecería
un puesto de avanzada negro en e5 tomando la iniciativa. 9.g3 ¥c6
Rápidamente se demostrará que aquí el alfil no esta bien. 10.¥g2
¥e7 Tristes consecuencias de las maniobras erradas de desarrollo.
El alfil escapa del cambio para poder mover el caballo a d7 sin
exponerse 11.0–0 ¤d7 12.c4 ¥xe4 Necesaria. Después del
afianzamiento del puesto de avanzada con c4, el blanco amenaza
peligrosas evoluciones en el centro y en el ala de dama. El alfil en
c6 no haría otra cosa que obstaculizar los movimientos de defensa
del negro. 13.¥xe4 c6 14.£c2 ¤f6 15.¥g2 0–0

16.¦fd1 Naturalmente las piezas blancas colaboran con el puesto


de avanzada para una eventual ruptura en c5. 16...£b6 Despeja la
casilla d8 para la torre negra y controla d4. 17.¦d3 ¦fd8 18.¦ad1
¦d7 El punto de ruptura d5 será controla do al máximo y al mismo
tiempo se presiona sobre uno de los puestos de avanzada blancos.
19.¤c3 Todas las tropas del blanco contra el punto d5. 19...¦ad8
20.b4 Defiende indirectamente d4. El blanco posee ahora un bello
trío de puestos de avanzada afianzados que esperan órdenes
especiales. ¿Deberá la ruptura ser en d5 o en b5?. Los
acontecimientos de la batalla conducen a una formación estratégica
del todo imprevisible. 20...£a6 Encuentra un truco táctico en una
posición difícil. Si ahora 20...£a6 21.b5 sigue 21...cxb5 22.¤xb5
¦c8 Y el negro tiene un respiro 21.¤a4 g6

107
Al negro se le pasa la ocasión de darle un sentido estratégico a su
movida anterior. El debía de lanzar un puesto de avanzada a la
lucha y jugar 21...b5, el cual le habría dado el control completo de la
casilla d5 y buenas posibilidades de salvación. Por ejemplo 21...b5
22.cxb5 cxb5 23.¤c5 £c8! Ahora el blanco da a la partida una
nueva cara. 22.¤c5! ¥xc5 23.dxc5 ¦xd3 24.¦xd3 ¦xd3 25.£xd3

25.£xd3 b6 26.cxb6 £xb6 27.£d6 25...£a4 Una tentativa de


romper la jaula con a5. 26.¥f3 Pero el guardián corre presuroso.
26...¢g7 Mas resistencia habría ofrecido 26...¢f8 ; o 26...e5
Ahora la tragedia deviene en farsa. 27.¥d1 £a6 28.£c3 b6 29.g4
h6 30.h4 e5 31.£xe5 £xc4 32.g5 £xh4 33.gxf6+ ¢h7 34.£e7
£g5+ 35.¢f1 £d5 36.¥f3 £c4+ 37.¢g2 El negro abandona. 1–0

108
Szekely,Jeno - Canal,Esteban D10
Budapest, 1933

1.d4 d5 2.c4 El usual afianzamiento del puesto de avanzada d4. El


blanco presiona al puesto de avanzada negro d5 y el negro si quiere
conservar su posición central, debe defenderlo con e6 o c6.
Son dos defensas lógicas y metódicas, profundamente elaboradas
por la teoría y la práctica. Innumerables partidas de tiempos
remotos y recientes confirman su precisión, pero no obstante
ninguno de los dos puede pretender obtener el equilibrio inmediato.
El bando defensor será forzado por un cierto periodo de tiempo a la
renuncia de espacio.
Después de 2...e6, por ejemplo, el ¥c8 permanece encerrado y
necesitará fatigosamente procurarse enseguida una mayor libertad
de movimientos.
Después de 2...c6 , a su vez, el ¤b8 deberá contentarse con una
tarea inicialmente modesta, anulándose por un tiempo antes que él
pueda intervenir directamente en la batalla central. Del resto es
natural que sin un contrajuego, se sufra una parte de disgustos y
preocupaciones.
Pero si estos son soportados valientemente y con firmeza, siempre
respetando las leyes estratégicas de la posición, ahora la defensa
en cuestión será del todo suficiente para alcanzar los objetivos
prefijados. 2...c6 El negro elige la segunda de estas defensas, la
eslava, habiendo estudiado profundamente en aquella época las
partidas de Bogoljubow, Alekhine y otros colosos de la eslava, que
la privilegiaron en su repertorio y la llenaron de interesantes
innovaciones.
3.¤c3 Hecha con la idea de evadir la variante usual de la eslava.
Si ahora por ejemplo 3.¤c3 ¤f6 4.¥g5 el negro deberá decirle adiós
a su slavofilia, porqué la respuesta 4...¥f5 que se hace en una de
las principales variantes de la eslava no será más conseguible
debido a 5.£b3 3...dxc4 La primera sorpresa.
El negro hace una movida que la teoría ha demostrado que es
inferior. 4.e3 El blanco continua "teóricamente", refuerza el puesto
de avanzada d4 y ataca también el débil puesto de avanzada negro
c4 sin pérdida de tiempo. Este según la teoría no puede ser
defendido con b5. En aquel tiempo después de esta partida, Keres
jugó, creo que contra Euwe, el afianzamiento 4.e4, que parece más
enérgico que la movida del texto.
El esquema se desarrolló así: 4...b5 5.a4 b4 6.¤a2 e5 7.¤f3 Con
consecuente dominio del centro por parte del blanco. 4...b5

109
La segunda sorpresa. Parece que el negro ignora que esta jugada
esta tachada de errónea por la teoría, pero el verdaderamente lo
sabe muy bien. La teoría es una señora simpatiquísima, pero a
veces mentirosa. 5.¤xb5 cxb5 A primera vista nadie daría un
centavo por la partida del negro y no es de maravillarse que el
señor teoría haya cogido un cangrejo. Su pensamiento antes de
esta partida era demoler con 5.¤b5 la movida 4...b5. 6.£f3

£c7! La clave de toda la variante iniciada con 3...dxc4.El negro


podría salvar la calidad con 6...¤c6 7.£xc6+ ¥d7 8.£a6 pero la
preponderancia en el centro del blanco sería evidente, mientras que
el ala de dama negro podría ser destruido de un momento a otro
con a4.La movida del texto, en su lugar, crea una configuración
táctica en la cual la colaboración de las piezas negras con el puesto
de avanzada c4 asegura al defendiente un empate
matemáticamente forzado. 7.£xa8 ¥b7 8.£xa7 e6 Mucho más
convincente, corrigiendo la variante 8...e5, movida que yo he visto
largamente analizada en revistas y sin que, naturalmente, se
110
publicase mi nombre como el creador de la variante precedente de
sacrificio de calidad, que ha aportado al negro nuevos horizontes
estratégicos en la defensa eslava. Caissa, la diosa noble, tiene una
hermanastra que se llama envidia. 9.d5 El blanco está forzado a
sacrificar su puesto de avanzada para salvar a la dama amenazada
con ¤c6. 9...exd5 El negro cree que tiene una posición lo bastante
sólida como para tentar un juego de ataque, a pesar de la calidad
perdida. Si hubiese querido, hubiese podido forzar el empate con
una bellísima maniobra de colaboración con el puesto de avanzada
c4: 9...¥c5! 10.d6 £xd6 11.£xb7 ¥b4+ 12.¢e2 £d3+ seguido de
jaque perpetuo. 10.£d4 ¤f6 11.¤f3 ¥b4+ Esta movida tiene el
propósito de impedir que la dama vuelva a d1 a consolidar la
posición. 12.¥d2 ¤c6

13.¥xb4! Magnífica idea. Después de 13.¥xb4 ¤xd4 14.¤xd4 la


posición blanca parece inexpugnable por el dominio de los puntos
b4 y d4. 13...¤xb4! 14.£c3 £a5 Amenaza ¤c2+ y también ¤e4.
15.¤d2 d4!

111
Afianzamiento dinámico del puesto de avanzada c4. La
emocionante partida está decidida. Se abren líneas y se construye
un "puente " en d5. 16.exd4 ¤fd5 17.£g3 Si 17.£c1 sigue 17...0–0
y la columna "e" es mortal. 17...0–0 18.¢d1 £a4+ Crea un nuevo
punto de penetración. 19.b3 £a3 El puesto de avanzada amenaza
decidir la partida con c3. Sigue una excelente carga de caballería.
20.bxc4 ¤c3+ 21.¢e1

¤c2# Mate. 0–1

112
Canal,Esteban - Pikler,Robert C15
Budapest, 1933

1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 ¥b4 Un tiempo esta movida era considerada


inferior por la posibilidad del blanco de abrir el juego con 4.exd5, en
un momento en el cual el alfil de rey negro está lejos de la defensa.
La variante Maroczy con ¤e7 y ¥f5 que fue aplicada en el Match
Alekhine - Capablanca, ha demostrado que esta defensa es
suficiente garantía también de una lucha abierta. 4.¤ge2 dxe4 5.a3
¥xc3+ 6.¤xc3 f5 La apertura sigue el orden de una partida
Alekhine - Nimzowitch. El blanco sacrifica material para poder
presionar sobre las casillas negras del enemigo debilitadas después
del intercambio del ¥f8. El sacrifica su puesto de avanzada para
abrir y dominar la columna vital que pueda dar a sus operaciones la
necesaria velocidad. El factor "material" será compensado por el
factor "espacio" y "tiempo" y como sucede cuando hay puestos de
avanzada, la estrategia serena y acompasada se retira a segunda
línea dejando el campo a la táctica caprichosa y romántica. 7.f3
exf3 8.£xf3 £h4+ La partida mencionada continuó con 8...£xd4 el
blanco respondió 9.£g3 y la presión sobre las casillas negras
(amenaza ¥f4) sobrevino en irresistible. La movida del texto es una
mejora significativa y me dio la impresión de una sirena de alarma
en la noche, en las horas de sueño más plácidas. La movida £g3
es impedida para siempre. 9.g3 £xd4 El puesto de avanzada ha
caído. La maniobra basada en £g3 no es más posible. Es
necesario, ahora, inventar cualquier cosa nueva que gire en torno al
tema en el cual se conjugan los factores "espacio" y "tiempo”. El
negro amenaza simplemente ¤f6 y O-O, después de esto su
fortaleza será inexpugnable, y entonces, lenta pero
inexorablemente, el factor "material" hará sentir su peso. El tema
estratégico del blanco está claramente escrito sobre el tablero:
¡necesita impedir a cualquier costa la salida del caballo negro
situado en g8!. 10.¤b5 Distracción contra el punto c7 que da tiempo
necesario para completar la movilización. 10...£e5+ 11.¥e2
Amenaza ¥f4. 11...¤a6 La salida del ¤g8 se perfila
catastróficamente en el horizonte. 12.¥f4 £c5 La continua amenaza
impide al negro de consolidarse. El ¤g8 debe ser paciente y
entretanto el blanco va acentuando peligrosamente el factor
"tiempo". La dama negra espera hallar finalmente un refugio
tranquilo en e7. Temeraria seria la toma: 12...£xb2 13.0–0 y el
factor "tiempo" seria determinante.; Poco simpática seria igualmente
la movida 12...£d5 por 13.£xd5 exd5 14.¥h5+ y las piezas
blancas están bien. 13.b4 £e7 Después de muchas peripecias la
113
dama negra está de vuelta con el esposo. El caballo negro está casi
listo para vengarse de tanta afrenta. Pero el destino no lo quiere así.
El blanco le frena la furia con una potente combinación. 14.¤d4!

Amenaza ¥f6 ganando una pieza. La continuación 14.¤d4 no salva


por 14...¦b8 15.¥xa6 bxa6 16.¤c6; Ni siquiera 14.¤d4 e5
defiende por 15.¤c6 e4 16.£c3 £f6 17.¥e5 14...¤b8 La pérdida
de tiempo seria remediable todavía si el ¤g8 pudiese salir. 15.¥b5+
c6 No hay elección. Si 15...¤d7 seguiría 16.0–0–0 (o también
16.£e2 con violento ataque.) 16.¤xc6 bxc6 17.¥xc6+ ¤xc6
18.£xc6+ ¢f7 19.£xa8 ¥b7 20.£b8! La médula de toda la
combinación. El blanco pierde una pieza pero el vengativo ¤g8 no
podrá salir más, sino para ver su propia ruina. 20...¥xh1 21.0–0–0
¥d5 22.c4 ¥xc4 23.¦d8 Aquí recuerdo de haber encendido un
cigarro. 23...¢g6 Para poder hacer £f6 con determinadas
amenazas. Si a su vez 23...¥d5 seguiría 24.h4 y eventualmente
¥g5 o ¥d6. 24.¦c8 ¥d5 25.¦c7 ¤h6 Forzada para evitar la pérdida
de la dama o el mate. ¡Que triste salida caballero!. 26.£xh8 A una
victoria más cómoda habría llevado 26.¦xe7 26...£f6 El resto es
una canción nostálgica sin palabras. 27.£e8+ ¤f7 28.¢c2 ¥e4+
29.¢d2 e5 30.¥xe5 £xe5 31.£xf7+ ¢h6 32.£c4 £b2+ 33.¢e1
£xh2 34.£c1+ g5 35.£e3 £h1+ 36.¢e2 £g2+ 37.£f2 ¥f3+
38.¢e1 £h1+ 39.£f1 a6 40.£xh1+ ¥xh1 41.¦a7 ¥e4 42.¦xa6+
¢h5 43.b5 ¢g4 44.¢f2 h5 45.b6 f4 46.gxf4 gxf4 47.¦a7 El negro
abandona. 1–0

114
Steiner,Lajos - Canal,Esteban B10
Budapest, 1933

1.e4 c6 2.c4 d5 Para la apertura ver la observación a la partida E.


Steiner - Canal, Budapest 1932 3.cxd5 Se puede jugar también
3.exd5 cxd5 4.d4 Entrando con inversión de movidas en una
variante favorita de Alekhine. 1.e4 c6 2.d4 d5 3.exd5 cxd5 4.c4 .
3...cxd5 4.exd5 ¤f6 5.£a4+ En la partida mencionada el blanco
jugó ¥b5+, que era la variante preferida de los dos colegas.
Finamente elaborada para que el blanco conserve una duradera
iniciativa basada en la posición de su puesto de avanzada d5. El
cual al ejercer presión sobre el juego del negro, representa una
conquista material, que el negro deberá a toda costa intentar de
anular. La movida del texto es, sin ninguna duda, más fuerte. Esta
inicia un plan de protección y colaboración con el puesto de
avanzada d5. La idea es profunda y la construcción estratégica
revela un modelo de perfección técnica. Es una alegría para la vista
y para la mente seguir la evolución de la dama, caballo de dama y
alfil de rey en torno al precioso puesto de avanzada. Esta alegría,
se entiende, es relativa para aquellos que deben batirse en contra.
5...¤bd7 Es obvio que si el negro moviese 5...¥d7 el blanco con
6.£b3 ganaría un tiempo importante para la protección del puesto
de avanzada. 6.¤c3 g6
No hay otro modo para completar la movilización de las tropas
negras.

7.g4! Mirad con cuanta armonía y lógica procede el plan del blanco.
El ¥f1 se prepara para reforzar la protección del puesto de
avanzada d5, al mismo tiempo se amenaza con perturbar la paz del
¤f6, apartándolo de su labor de presión contra el puesto de

115
avanzada en cuestión. Se delinea también un eventual ataque
contra el ala de rey del negro. Todo esto demuestra cuán peligroso
es provocar al adversario entrando en variantes y aperturas que le
son familiares. Pero, como ya he tenido la oportunidad de decir, una
justificación psicológica hace que a menudo el adversario en la
prisa por alcanzar su expedición punitiva, dispare al vacio o antes
de tiempo. 7...h6 8.¥g2 ¥g7 9.h4 Muy difícil. Una vez completada
la protección del puesto de avanzada d5, el blanco cree llegado el
gran momento y en espera del enroque enemigo se lanza a toda
vela al ataque. Con 9.h3 seguido de d4 o ¤ge2, se consolidaba
convenientemente la posición. 9...¢f8! Esta movida extingue el
fuego. Amenaza ¤b6 y el peón g4 cae. No hay modo de defenderlo
directamente y el blanco deberá de disparar antes de tiempo. 10.g5
hxg5 11.hxg5 ¦xh1 12.¥xh1 ¤h5 De esta manera se para
definitivamente la ofensiva del blanco en el ala de rey y el negro
está libre de concentrar sus fuerzas en la otra ala. 13.d4 ¤b6

Movida plausible y modesta y a la vez muy desagradable para el


blanco que ahora deberá revelar claramente sus intenciones.
Veamos otras tres posibilidades: 1) 13...¤b6 14.£d1 seguido de
¥e3, £f3, y O-O-O.; 2) 13...¤b6 14.£b3 abandonando el peón
ganado para continuar después de 14...¥xd4 15.¤ge2 y
eventualmente ¥e3 y O-O-O con rápido desarrollo. 3) La
continuación del texto. 14.£b4 El blanco hizo su elección. Y su
plan está claro ahora. El posee dos puestos de avanzada, g5 y d5.
El primero es un punto neutro, sin tareas posibles. El segundo, d5,
ha guiado bastante y guiará en el futuro la estrategia del blanco. Se
ha decidido por tanto valorizarlo al máximo ocupando la diagonal
a3-f8, desde donde controlará constantemente la casilla d6. La
posibilidad de que el puesto de avanzada pueda penetrar en esta

116
casilla en el momento oportuno, abriendo la gran diagonal al alfil en
h1, es una espada de Damocles sobre la cabeza del soberano
negro. Una gran batalla se enciende por la posesión de la diagonal
a3-f8. Este es el tema estratégico de la operación que sigue.
14...a5! Un obscuro puesto de avanzada lateral recibe el encargo
de guiar la contraofensiva. 15.£c5 ¥f5 Colaboración con el puesto
de avanzada a5. La construcción ideal para el negro seria ¥d3, ¤c4
y ¦c8. 16.¤ge2 ¥d3

Amenaza no solo la construcción recién nacida, sino también una


bella combinación para desalojar a la dama de la diagonal a3-f8. La
partida adquiere valor y si yo fuera rey, podría decir con aplomo
regio, que esta es una de las más bellas piedras en mi corona.
¡Bum! 17.b3 ¤d7 18.£a3 b5 Afianzamiento especialmente eficaz.
19.b4 a4!

El puesto de avanzada inicia una nueva batalla. 20.d6 exd6! La


idea. 21.¥xa8 £xa8 22.¥e3 ¤b6! Colaboración con el puesto de
117
avanzada a4. La dama blanca está en peligro. 23.d5 Cierra la gran
diagonal de penetración. Pero el negro hallará rápidamente otra.

23...¤c4 24.£c1 £c8 25.£d1 £h3 26.£xd3 £h1+ 27.¤g1 £xg1+


28.¢e2 £xa1 29.¤xb5 £xa2+ 30.¢f1 £b3 Continua la
colaboración con el incansable puesto de avanzada. 31.£e2 a3
32.¥d4 £b1+ El blanco abandona. 0–1

118
Eliskases,Erich Gottlieb - Canal,Esteban D47
Budapest, 1933

1.¤f3 ¤f6 La escuela moderna prefiere esta inocente escaramuza


en la apertura. 2.c4 c6 El negro se prepara contra el afianzamiento
d4, para poder responder d5 entrando en la eslava. 3.e3 d5 Visto
que el blanco demora el avance d4, el negro puede darle una
disposición original a la partida, constituyendo un puesto de
avanzada distinto al teórico. Por ejemplo: 3...£a5 4.¤c3 e5 5.d4 d6
4.¤c3 ¤bd7 Movida cuidadosa. El camino 4...¥f5 no satisface por
5.£b3; El otro 4...e6 no parece malo, pero deja al blanco libertad
de iniciativa y eso no es de buen augurio para el bando defensor.
"El que se defiende debe imponer claridad". La movida del texto
responde a todos los propósitos, amenaza el cómodo afianzamiento
del puesto de avanzada d5 con e5. El blanco debe reaccionar y así
la partida adquiere un rostro sin mascaras. 5.d4 e6 Y aquí
revisamos de nuevo a una vieja conocida. Muy lentamente nos
encaminamos a la Defensa Merano. 6.¥d3 dxc4 Abandono del
puesto de avanzada para crear otro en el ala de dama, pero
siempre con una tarea, indirectamente, central. 7.¥xc4 b5 8.¥d3 b4
Por lo general se mueve 8...a6 seguido del afianzamiento c5.
9.¤e4 c5 10.0–0 ¥e7 11.¥d2 Presión contra el puesto de avanzada
b4. 11...0–0 12.£e2 ¥b7 13.¤xf6+ ¥xf6

Otra vez el negro quiere imponer claridad. Después de 13...¤xf6 se


dejaría al blanco varias posibilidades, por ejemplo, presión con ¦c1
en el ala de dama, combinada eventualmente con ¥a6, etc. O
avanzar un nuevo puesto de avanzada con e4 a e5. O también una
maniobra puramente posicional con ¦fd1 y ¦ac1. Imponer claridad
suena bien y tiene un cierto efecto el decirlo. Pero, antes de arribar

119
a la luz, necesitamos atravesar cavernas un tanto tenebrosas. 14.e4
cxd4 Esta es la movida que da la dirección estratégica a la partida.
El negro abandona el puesto de avanzada lateral para crear uno
central en d4. El blanco en compensación tiene, tiene un puesto de
avanzada central en e4 y rápidamente intentará establecer otro en
el ala de dama. La lucha que sigue es voraz y honra a ambos
adversarios. 15.¥xb4 El avance en e5 no es posible por ¥f3. Este
es el factor táctico que le da permiso al negro de realizar un original
sistema. 15...¦e8 16.¦fd1

Control del puesto de avanzada negro. El blanco intentará a


continuación de provocar el avance defensivo e6-e5 para procurar
a su puesto de avanzada e4 el dominio de la casilla d5.
Naturalmente el negro verá si se rehúsa o defiende el puesto de
avanzada solo con piezas. 16...£b6 17.¥a3 ¦ed8 18.¦ac1 ¦ac8
19.¤d2 También este es el factor para provocar el avance e6-e5.
El blanco amenaza ¤c4 seguido de e5. 19...¤e5 El negro para la
amenaza y a su vez quiere tomar el importantísimo alfil que bloquea
a su puesto de avanzada. 20.¤c4 ¤xc4 21.¦xc4 ¦xc4 22.¥xc4
£c6 El negro quiere asegurar a su puesto de avanzada d4 la
posibilidad de participar activamente en la batalla antes de que el
blanco explote su superioridad de peones en el ala de dama y
entretanto ataca el puesto de avanzada e4 del blanco. ¿Como
defenderlo?. Si 22...£c6 23.¥d3 ¦c8 y el dominio de la única
columna paraliza el movimiento del blanco.; Si a su vez 22...£c6
23.¦e1 sigue 23...¥e5 con la idea de presionar luego sobre f5.
23.f3 ¥g5 Colaboración con el puesto de avanzada. 24.b3 £c7
Prepara ¥e3+ que todavía no es posible por £e3 y también el inicio
de un despliegue ofensivo, que equilibra el avance del blanco en el
ala de dama. 25.¥b2 Si 25.¥c1 el puesto de avanzada negro

120
estaría entrando en acción desagradablemente con d3 25...¥e3+
26.¢h1 £f4 27.a4 g5 28.¥c3 g4 29.¥e1 h5 30.¥g3 gxf3 31.gxf3
£f6 El blanco ha parado con habilidad y sangre fría el peligroso
asalto. Ahora consolida la posición antes de reanudar el avance en
el ala de dama. 32.¥d3 h4 33.¥f2 ¥g5 Se nota con cuanto cuidado
el negro protege sus puestos de avanzada d4 y h4. 34.a5 ¦c8 Una
movida sutil y astuta. El ataque del negro esta justo en un punto
muerto y el blanco puede reanudar tranquilamente su paseo en la
otra ala. El negro, sin pretender nada, le pone una cascara de
plátano en el camino. 35.a6 ¥a8 36.¥c4 El alejamiento de la torre
negra de la defensa del puesto de avanzada d4 le recuerda al
blanco que había un tiempo en el que luchaba por forzar al negro el
avance e6-e5. Ahora parece que la ocasión se le presenta propicia
porque el puesto de avanzada d4 está bajo presión. 36...¦d8
37.£d3?

¥e3! El blanco ha puesto el pie en la cascara y la caída es


llamativa. Si ahora 37...¥e3 38.¥xe3 sigue 38...£xf3+ 39.¢g1
¥xe4 con catástrofe para el blanco. 38.£e2 ¥xf2 39.£xf2 ¥xe4
40.£g2+ ¥g6 ¡La trampa tuvo éxito pero cuanta tarea todavía!.
41.¥d3 ¢h7 42.£g4 ¥xd3 43.¦xd3 ¢h6 44.f4 ¦d5 45.¦h3 ¦h5
Ahora que las piezas negras están implicadas, el blanco intenta
valorizar su puesto de avanzada a6 como último recurso. 46.b4 e5
47.b5 e4 48.b6 £xb6 Nada que hacer. 49.¦xh4 ¦xh4 Esta claro
que 49...£b1+ daría risa.; o también llanto si se jugase la más
natural 49...£g6 por 50.£g5+! £xg5 51.fxg5+ ¢xg5 52.¦xe4 con
empate. 50.£xh4+ ¢g7 51.£g5+ ¢f8 52.£e5 e3 53.£h8+ ¢e7
54.£e5+ £e6 Si ahora 54...£e6 55.£xd4 £c6+ 56.¢g1 £c1+
57.¢g2 £d2+ 55.£c5+ ¢e8 56.£b5+ ¢f8 57.£c5+ ¢g8 Si en su
lugar se jugase 57...£e7 58.£c8+ con jaque perpetuo. ¡Cuanto

121
sudor señores! 58.£g5+ £g6 59.£d8+ ¢h7 60.£h4+ £h6 61.£g4
£c6+ 62.¢g1 £g6 El blanco abandona. 0–1

122
Foltys,Jan - Canal,Esteban D19
Moravska Ostrava, 1933

1.d4 d5 2.¤f3 Es interesante constatar que muchos maestros


prefieren hacer esta jugada antes del afianzamiento del puesto de
avanzada d4 con c4.
La idea del texto constituye una medida prudencial para evitar el
contragambito e7-e5, que realizaría el afianzamiento del puesto de
avanzada d5, aunque con la pérdida de un peón.
Los teóricos están todos de acuerdo en calificar de poco
satisfactorio para el negro este contragambito y la práctica parece
confirmar este veredicto.
No obstante, es sintomático el hecho que muchos rehúyan este
sistema (1.d4 d5 2.c4) y esto indicaría que el sentido del olfato de
muchos maestros de valor adivinarían obscuros recursos tácticos
todavía no del todo desvelados en este contragambito que no es
otra cosa que una enérgica tentativa del defendiente de realizar ya
el afianzamiento en la fase inicial de la partida.
2...¤f6 3.c4 El blanco afianza su puesto de avanzada d4 y, como
ya lo hemos demostrado otras veces, el negro tiene dos buenas y
solidas defensas para conservar en el centro el propio puesto de
avanzada d5, sea e6 o d6.
Defensas jugables son también: 3.c4 dxc4; y también 3.c4 c5
Todavía se utilizan de forma esporádicamente en los torneos y su
escasa popularidad es debida al hecho de que el juego se abre
demasiado rápido, una ventaja para todos quienes tienen la debida
cualidad para jugarla.
3...c6 La defensa "eslava" que ha conquistado muchos corazones
en los últimos tiempos.
Su verdadero padre parece ser Polerio, hacia el final del siglo XVI.
A pesar del tiempo ha tenido muchos cortejadores y doctores de
fama como Chigorin, Alapin, Bogoljubow, Alekhine, Rubinstein,
Vidmar, etc., en su mayoría eslavos, que la han rejuvenecido con
curas verdaderamente portentosas.
Yo, modestamente, he contribuido con algunos afeites y no pocas
baratijas. 4.¤c3 El blanco hace una movida de desarrollo que es
buena en cualquier variante de la eslava, y entretanto espera la
elección del negro antes de hacer algo amenazante.
4...dxc4
El negro podría proponer la variante Merano con 4...e6 pero el
blanco puede rehusar jugar ella y en lugar de 5.e3 mover 5.¥g5,
entrando en complicaciones. Cuestión de gusto y de momento.

123
5.a4 El negro con la movida precedente ha abandonado su puesto
de avanzada central para crear uno lateral con b5 como en la
partida Lilienthal-Canal, Budapest 1932. La movida del blanco lo
impide. 5...¥f5 Aprovechando de que la dama blanca no puede ir a
b3 atacando a b7, el negro desarrolla su alfil de dama que en otras
defensas permanece encerrado más tiempo. 6.e3 e6 7.¥xc4 ¥b4
Algunos valientes y gentiles teóricos dan a esta variante mi nombre.
La movida es lógica. El negro para desarrollar su alfil de dama se
mantiene sin puesto de avanzada, mientras el blanco ha
conservado el suyo en d4. Necesario entonces retardar el
afianzamiento en e4, este es el propósito de ¥b4. Cuando el negro
haya completado la movilización, entonces será capaz de hallar
compensación al avance que después lo haga el blanco si le es
posible. 8.0–0 0–0 9.£e2 El afianzamiento e4 amenaza con crearle
problemas al negro. 9...c5!

124
Una novedad teórica de mi invención que fue jugada por primera
vez, precisamente en esta partida. El conocido maestro y teórico en
finales Kmoch en su libro del torneo dice, entre otros, el siguiente
comentario: "Parece que Canal ha hallado en este punto la mejor
continuación". Bien, señores, desde aquel día esta movida es
llamada en todas partes la "Variante Kmoch". Esto es casi cómico,
yo la llamo así también, para no parecer presuntuoso. La movida
del texto significa presión contra el punto d4 para equilibrar el
avance e4. El puesto de avanzada momentáneo c5 es el artífice de
la construcción estratégica del defendiente. 10.dxc5 Algunos
consideran 10.¤a2 como la mejor respuesta, pero yo creo que
después de 10...¤c6 el negro conserva el equilibrio. 10...¤c6
Control del punto d4. 11.¦d1 £e7 12.e4 ¥g4

La presión continúa sobre d4. El puesto de avanzada blanco que


ahora surgirá en e5, es un fuego de paja. La variante no es
aconsejable para el blanco. 13.e5 ¤d7 Si ahora 13...¤d7 14.¥g5
¥xf3 Ahora el puesto de avanzada e5 está en peligro. 14.¥f4 ¥xc5
Amenaza ¤d4. 15.h3 El blanco está mal e intenta un golpe de
zurda. Si ahora 15.h3 ¤d4 16.¦xd4 ¥xf3 17.¦xd7 15...¥xf3

125
16.gxf3 £h4 El baluarte blanco está literalmente pulverizado en
pocas jugadas. El puesto de avanzada e5 cae. 17.¥h2 ¤dxe5
18.¥xe5 £g5+

19.¢h1 ¤xe5 20.¦g1 £f5 Más fuerte que 20...£f4 que habría
dado al blanco la oportunidad de pescar en aguas turbias con
21.¤e4 21.¦g4 Si 21.¦g3 ahora 21...¤xc4 22.£xc4 ¥xf2 21...h5
El blanco abandona. 0–1

126
Canal,Esteban - Pirc,Vasja B30
Mahrisch Ostrau (2), 1933

1.e4 c5 La partida que veremos adelante es de interés sobretodo


psicológico. Se puede afirmar, por ejemplo, que cuando un jugador
hace uso de esta defensa que por lo general no es de su repertorio,
lo hace por motivos y consideraciones no puramente ajedrecísticos.
Este es el caso de mi adversario. En el torneo precedente, en
Budapest, yo había perdido solamente un partida, y precisamente
contra esta defensa, conducida hábilmente por aquel esplendido
maestro que era Endré Steiner.
Ahora creen haber hallado una debilidad en mi estilo. "Para Canal la
siciliana es un veneno" se dice en el ambiente ajedrecístico. Lo que
explica la elección de defensa de mi adversario y significa también
que él quiere vencer, porque cuando se ofrece veneno al
adversario, no es precisamente por motivos de paz.
2.¤f3 ¤c6 3.c4

Psicología también aquí. El negro "cree" haber hallado un esquema


que abata a su adversario.
El blanco, a su vez, "sabe" que su antagonista quiere vencer. Por lo
tanto, los dos verbos "creer" y "saber" que tanto en el ajedrez como
en la vida son equivalentes, son el espíritu invisible que guía la
contienda.
La movida del texto, por ejemplo, es hecha con la plena convicción
que el negro no hará 3...e5, lo que le daría una posición
absolutamente par y simétrica.
3...¤f6 4.¤c3 No es buena la continuación 4.e5 ¤g4 5.d4 cxd4
6.¥f4 ¤gxe5!
4...d6 El negro tiene en mente un plan que no mantiene las

127
promesas.
Hubiera sido mejor descartar la continuación simétrica e5 y avanzar
el peón a e6., para participar sin pérdida de tiempo en la lucha de
puestos de avanzada en el centro.
5.d4 ¥g4 La idea. El negro presiona sobre uno de los puestos de
avanzada del blanco, d4, para conquistar la casilla central para su
caballo de dama. 6.d5

Movida muy estimable, y a la vez llena de astucia. Con 6.dxc5 dxc5


7.¥e3 el blanco habría tenido un optimo juego, pero sin una
evidente superioridad. La movida del texto avanza un puesto de
avanzada del blanco, que delinea el espacio del campo de batalla,
con ligera ventaja para el blanco, pero al mismo tiempo deja al
caballo negro la importante casilla d4. Pero, como decíamos, el
blanco sabe que el negro juega para ganar y, entonces, sabe
también que el caballo negro no podrá colocarse en d4. 6...¤e5
Entre las dos casillas d4 y e5, el negro elige la más arriesgada.
Después de la movida 6...¤d4 7.¥e3 £b6 el negro no estaría mal. ;
Pero lo que el temía y el blanco lo sabía era la continuación
6...¤d4 7.£a4+ ¥d7 8.£d1 ¥g4 9.£a4+ La psicología es un gran
recurso y un arma muy temible en los partidas de torneo. No es
verdad que solo es válido el esfuerzo, porque nadie podría alcanzar
la maestría y el éxito, si se la dejase de lado. Naturalmente hay
diversas formas de psicología y cada una de ellas tiene sus
seguidores. Así por ejemplo, la psicología técnica, que está basada
en el estudio de los conocimientos teóricos o de las predilecciones o
antipatías del adversario. Este es el trabajo de casi todos los
maestros. Por eso, la psicología ocasional, que se basa en factores
fortuitos, como por ejemplo la falta de tiempo o en la necesidad del
adversario de vencer o de empatar para finalizar bien en la

128
clasificación, etc. Esta es la labor de los zorros del tablero. Sigue la
psicología pura, que es la que estudia el carácter del adversario, si
es nervioso o paciente, tímido o temerario, resistente o que afloja,
pesimista u optimista, etc. Este es el trabajo de solo pocos
profundos observadores. Finalmente, hay una psicología volitiva,
que cumple con todas las anteriores, pero basada sobretodo en
nuestra propia fuerza de voluntad y de carácter, con la que
hacemos frente al adversario. Típicos representantes de esta
psicología volitiva son Alekhine y Lasker. El primero, muy agresivo,
da a sus partidas un sesgo frenético, apasionado, y cada una de
sus movidas parece gritar "yo". El segundo, más filosofo, espera
pacientemente que el adversario manifieste su deseo y entonces el
opondrá su férreo "no quiero" "no deseo". 7.¥e2 ¥xf3 Tal vez
hubiera sido mejor 7...¤xf3+ pero el negro quiere conservar el
control del punto e5 para retardar el afianzamiento del puesto de
avanzada d5.

8.gxf3! g6 9.f4 ¤ed7 10.¥f3 Para preparar el afianzamiento e4-e5.


10...¥g7 11.£e2 0–0 12.h4 h5 Un razonable debilitamiento. ¿Pero
qué hacer?. El blanco tiene también elasticidad y amenaza con
instalar un nuevo puesto de avanzada en h5, f5 o e5. 13.¦g1 £e8
Refuerza el ala de rey y con un ojo mira el ala de dama. Ilusión.
14.¥d2 a6 Prepara el afianzamiento del puesto de avanzada c5, y
apunta a la casilla b2.

129
15.0–0–0 ¦b8 Ahora el blanco no puede esperar más. 16.e5! dxe5
17.fxe5 ¤g4 Una tentativa de taladrar el ataque blanco. El colapso
es inevitable. 18.¥xg4 hxg4 19.¥f4 e6

20.d6 Plenitud. El puesto de avanzada d6 es una buena promesa


de victoria, en caso de que el ataque al rey negro se detuviese.
Pero no puede ser detenido. 20...b5 21.¦xg4 bxc4 22.h5 El negro
abandona. 1–0

130
Steiner,L - Canal,Esteban D17
Mahrisch Ostrau (3), 1933

1.d4 d5 2.c4 El jugador de ataque prefiere este inmediato


afianzamiento a la movida más prudente ¤f3. 2...c6 3.¤f3 ¤f6 El
caballo observa respectivamente los puntos e5 y e4. Estas son las
posibles casillas de afianzamiento. El blanco ya tiene realizado un
afianzamiento con c4 y esto le ofrece una mayor libertad de
movimientos. 4.¤c3 El blanco comienza a observar también el
punto e4, casilla de un eventual segundo afianzamiento. La movida
no puede ser imitada por el negro siendo que la casilla e6 está
ocupada por el peón. 4...dxc4 Véase el comentario a la partida
Foltys- Canal de este mismo Torneo. 5.a4 ¥f5 6.¤e5 En la partida
anterior se siguió 6.e3 e6 7.¥xc4 ¥b4 con la movida del texto el
blanco quiere acelerar el afianzamiento del puesto de avanzada d4
con e4, y entonces, mientras ataca c4, prepara f3. ; La defensa en
uso contra la movida del texto es 6.¤e5 ¤bd7 7.¤xc4 £c7 8.g3
e5 que a mí siempre me gustaba poco. La configuración de peones
del blanco tiene más dinamismo y por lo tanto más posibilidad de
crear puestos de avanzada vitales.; En el último año ha aparecido
6.¤e5 e6 7.f3 ¥b4 que impide momentáneamente 8.e4 por el
sacrificio 8...¤xe4 En esta partida, por otro lado, he probado una
maniobra de mi invención que retarda igualmente o trunca en modo
fuerte las operaciones blancas en el centro.

6...¤a6 Movida que no debe confundirse con la variante Lasker: 1.


d4 d5 2.c4 c6 3.¤f3 ¤f6 4.¤c3 dxc4 5.a4 ¥f5 6.e3 (no ¤e5) ¤a6.
También el propósito en la variante Lasker es diferente: solamente
se da al caballo de dama una buena casilla (b4). Mientras en mi
idea este caballo combate eficazmente por retardar o impedir las

131
pretensiones del blanco en el centro. 7.f3 ¤d7! Esta movida
combinada con la precedente, es la idea de la maniobra. Dos
movidas muy extravagantes realmente. 8.¤xc4 e5! Así el negro
inicia sorpresivamente una lucha por los puestos de avanzada en el
centro.
Si ahora 8...e5 9.dxe5 £h4+ 10.g3 £xc4 11.e4 £e6 con juego rico
en recursos. 9.e4 exd4 La fuerza central del blanco está destruida.
10.exf5 En una partida del Torneo de Reus (España) 1936,
Silberman-Canal, el blanco prosigue con 10.£xd4 y el drama tiene
el siguiente desarrollo: 10...¤b4 11.¤e3 ¥e6 12.¥c4 ¥xc4 13.£xc4
¤e5 14.£b3 ¤ed3+ 15.¢f1 ¤xc1 16.¦xc1 £d3+ 17.¢f2 £d2+
18.¤e2 ¤d3+ 19.¢g3 £xe3! y el blanco abandonó, porqué a
20.£xb7 el negro con 20...£g5+ tiene mate a la movida siguiente.
Como se ve el blanco no tiene una vida placentera en esta variante.
10...dxc3 11.bxc3

Una posición embriagante. Efervescente y espumeante como un


viejo champán. Probad, por ejemplo el siguiente sorbo: 11.£e2+
¥e7 12.¤d6+ ¢f8 13.¤xb7 £b6 14.£xa6 cxb2 15.£xb6 bxa1£ La
cabeza gira fervientemente. ¿No es verdad?.
11...£f6 Las debilidades en el campo blanco son evidentes.
El puesto de avanzada es puramente ocasional y sin tarea. Esa
será su constante preocupación y el objetivo del enemigo. 12.£c2
¤b4 El misterioso caballo entra en batalla antes que la casilla b4
quede impedida de ser utilizada. 13.£e4+ ¥e7 14.¥d2 0–0–0
Amenaza ¦he8 o ¤c5. Parece que ahora el blanco no tiene
salvación. El factor "tiempo" y "espacio" pesan en la balanza.
Loable el intento viril de rebelarse al destino.
15.£b1 Si ahora 15.£b1 ¤d5 16.¤a5 provocando un poco de
alboroto.

132
15...¤e5! Aclara la situación y pone en evidencia la insuperable
superioridad del negro.
16.cxb4 ¤xc4 17.¥xc4 £h4+ 18.g3 £xc4 Ahora el negro amenaza
la movida mortal ¦he8. El cambio de damas es la única manera de
mantenerse a flote un poco más. 19.£e4 £xe4+ Convincente.
Menos prometedora era 19...£b3 20.¦c1 con intención de jugar
¦c6+ 20...£xa4 21.0–0 con alguna esperanza. 20.fxe4 ¦d4 21.b5
Un puesto de avanzada que amenaza tardíamente. El equilibrio
está ya roto y poco importa ahora la estrategia. Al factor "espacio" y
"tiempo" el negro añade ahora el factor "material". 21...¦xe4+
22.¢f2 ¦e5 23.g4 ¦d8 24.¥f4 ¥c5+ 25.¢g2 ¦e2+ 26.¢h3 ¥d6

El rey blanco esta creándose un pasajero refugio. El negro lo apoya.


27.¥g3 ¥xg3 28.hxg3 g5 Este es un puesto de avanzada que con
el aire más inocente del mundo, parece añadirle solidez al refugio
del melancólico rey. 29.bxc6 Se podía prolongar la agonía con
29.fxg6 ; o 29.¦hd1 pero el blanco se halla ya en un estado de
sonambulismo que precede a la inevitable derrota. 29...¦d6 Llega el
mate. 30.cxb7+ ¢b8 El blanco abandona. 0–1
133
Canal,Esteban - Cherta D27
Reus, 1936

1.e4 c6 2.c4 Reminiscencias de mi estancia magiar. La variante


favorita de mi colega Steiner. 2...d5 3.cxd5 cxd5 4.exd5 £xd5 Mas
simple que 4...¤f6 Esta movida requiere aún más precisión para
compensar la pérdida de tiempo. 5.¤c3 £d8 6.d4 e6 El blanco
tiene un puesto de avanzada importante y central, d4. Mientras el
negro deberá estar sin el por un tiempo. Su compensación es la
debilidad latente del puesto de avanzada d4 y el dominio de la
casilla c5, clave de la defensa. Las movilizaciones iníciales se
juegan en torno a este punto. 7.¥c4 ¤f6 8.¤f3 Inútil es la tentativa
de destruir el "puente" avanzando el puesto de avanzada con 8.d5
porque después de 8...exd5 9.¤xd5 ¤xd5 10.£xd5 ¥b4+ 11.¥d2
£e7+ el negro tendría una fácil defensa. 8...¥e7 9.0–0 0–0 10.£e2
Esto forma parte del plan del blanco para valorizar su puesto de
avanzada, reforzándolo al máximo y controlando el punto e5.
10...a6 Tentativa de crear un puesto de avanzada lateral. El blanco
lo impide instituyendo uno en el ala extrema. 11.a4 ¤c6 Trata de
colocarse en b4 para controlar el "punto" d5. Estrategia lógica. en
este sentido, repase la apertura de la partida Sämisch-Canal,
Rogaska Slatina 1929, que es muy instructiva al respecto. 12.¦d1
¤b4 13.¤e5 ¤bd5 Ilógico. El caballo abandona una óptima
posición. Mejor era 13...¤fd5 ; O completar la movilización con
13...b6 y 14.-- ¥b7 14.¥g5 ¤xc3 El negro pierde la calma y para
poder hacer el cambio de aligeramiento, refuerza el puesto de
avanzada central blanco. Estrategia reprochable. Hubiera estado
mejor tomar de inmediato en consideración 14...¥d7 15.bxc3 ¤d5
16.¥d2 Naturalmente. El encadenamiento en el ala de dama y el
centro encabezados por los dos puestos de avanzada a4 y d4, es
ahora férreo y nada podrá hacer el negro contra eso. Se avecina el
momento de preocuparse por el ala de rey. 16...¥d7 17.f4 Crisis. El
blanco tiene ahora tres puestos de avanzada: a4, con la tarea de
impedir la formación del puesto de avanzada vital negro en el ala de
dama;d4, con la tarea de apoyar el punto e5 y finalmente este
nuevo,f4, con tarea agresiva. 17...¥e8 Con 17...¥c6 se apoyaba
bien la posición. Tal vez el negro temía dejar al blanco con los dos
alfiles. Prejuicio perjudicial. La maniobra elegida es torpe. 18.£f3 El
puesto de avanzada f4 amenaza con avanzar con gran efecto. Si
ahora 18.£f3 g6 19.f5! desmoronando la muralla de la fortaleza
negra. 18...f6 19.¤g4 ¦c8 20.¥b3 Es natural que el alfil no
abandone esta diagonal. Entre la dama y el puesto de avanzada f4
se establece una colaboración constructiva. 20...h5 Demasiado
134
temperamento. Se necesitaba paciencia y mover 20...¥f7 pero se
ve que el negro quería tener también puestos de avanzada. 21.¤e3
¥f7

Ahora el puesto de avanzada blanco entra en acción. 22.f5 ¤xe3


23.fxe6 ¥e8 Lo mejor para prolongar la resistencia. Si se jugase
23...¤xd1 24.exf7+ ¦xf7 25.£xh5 24.£xe3 g5 Un afianzamiento
para dar respiro a las piezas en el ala de rey. El blanco prepara en
seguida la valorización de su puesto de avanzada e6. 25.h4 ¢g7
26.¦f1 ¥g6 27.hxg5 fxg5 28.¦xf8 £xf8 29.¦f1 £e8 30.£e5+ ¢h6
31.¦f6! El porqué del sacrificio de calidad es evidente. El puesto de
avanzada e6 en colaboración con la dama y el alfil es imparable.
31...¥xf6 32.£xf6 b5 Para cerrar en seguida la diagonal que el
puesto de avanzada e6 está por abrir. ¡Cuan tristes son los puestos
de avanzada negros b5, g5 y h5!. 33.£xg5+ ¢h7 34.£h6+ ¢g8
35.e7+ ¦c4 De otra manera peligro de jaque mate. 36.axb5 axb5
37.£g5 ¢h7 38.¥xc4 bxc4 39.¥f4 ¢g8 40.£f6 Maniobra final. El
blanco amenaza ¥e5. 40...£f7 41.e8£+ Heroico puesto de
avanzada. 41...£xe8 42.¥e5 El negro abandona. 1–0

135
Canal,Esteban - Sanz C13
Reus, 1936
España

1.d4 e6 2.e4 d5 Con una pequeña inversión de jugadas hemos


arribado a la defensa "Francesa".
3.¤c3 ¤f6 4.¥g5 ¥e7 5.e5 ¤fd7 He estado intentando algunas
veces 5...¤e4 pero no parece suficiente, porque después de
6.¥xe7 £xe7 7.¤xe4 el puesto de avanzada negro e4 está en
peligro y sin tarea definida.
6.h4 La interesante variante "Chatard" bautizada también
"Alekhine-Chatard".
Es una cuestión extraña la de este bautismo. Algunos sostienen que
debería llamarse con el nombre del que primero la propuso, no
importa donde, ya sea en una conversación o en una partida de
café o también en simultáneas.
Otros señalan que esto no es justo, porque la variante debería
intitularse por el nombre del primero que la jugó en una contienda
como un Match o Torneo. O por el nombre de quien ha elaborado
un exhaustivo análisis, publicados en libros, periódicos o revistas
especializadas del juego. No es mi intención tomar posición en
estos argumentos.
Solo digo que Chatard era un fuerte jugador y experto en finales, y
que tal variante ya era conocida por todos hace mucho tiempo antes
de la famosa partida Alekhine- Fahrni, jugada en el Torneo de
Manheim 1914.
6...h6 Otras defensas son 6...f6 ; y 6...c5 con la intención de minar
el puesto de avanzada e5 que oprime el centro negro de modo
mucho más eficaz que lo que hacia el puesto de avanzada d5 hacia
el centro blanco.
Muchas líneas conducen rápidamente al ala de rey negro y entre
ellas la movida 6.h4, que crea una fuerte tensión en aquella ala y
está del todo justificada.
La movida del texto tiende a aclarar la posición antes de iniciar
operaciones centrales.
7.¥xe7 Más lógica es 7.¥e3 tentada sin éxito por Bogoljubow ante
Maroczy.
He descubierto una maniobra fuerte para explotar el debilitamiento
del ala de rey después de 6...h6, maniobra que puede poner en
realce la posición del puesto de avanzada e5, sin el cual cualquier
ofensiva estaría equivocada.
7...£xe7 8.¥d3 a6 prepara el afianzamiento c5.

136
9.£g4 Una vieja movida con una idea nueva. El negro tiene ahora
tres continuaciones posibles: 9.£g4 ¢f8; 9.£g4 f5; 9.£g4 0–0 Los
señores teóricos juzgarán. 9...0–0 10.£h5! La idea. Ahora se
amenaza el ataque g4 y g5 causando problemas. Se avecina un
cuerpo a cuerpo furibundo. 10...c5 El negro mina la base del puesto
de avanzada e5. El blanco entrega material para reforzar su puesto
de avanzada de otro modo, porque sin este la ofensiva colapsaría.
11.f4 La atención del blanco se concentra en torno al puesto de
avanzada e5. Este pasará a ser un cable de alta tensión. ¡El que lo
toca muere!. 11...cxd4 12.¤ce2 £b4+ Plan alegre del negro.
Intenta realizar una colaboración de sus piezas con el nuevo puesto
de avanzada d4 antes de que el enemigo inicie el asalto. 13.¢f2 f6
14.¤f3 fxe5 15.fxe5 £d2 Hace mucho calor, sin embargo. 16.£g6
Las dos majestades dan miedo. 16...£e3+ 17.¢e1 Para no cortar la
corriente que protege el puesto de avanzada e5. 17...¤xe5? El
negro toca imprudentemente el cable y muere. La movida 17...¦xf3
; o 17...¤c6 habrían dado algunas posibilidades de resistencia.

18.£h7+ ¢f7 19.¤xe5+ £xe5 20.¦f1+ ¢e7 21.¦xf8 ¢xf8 22.£h8+


137
Este jaque traidor se le escapó al negro en sus cálculos. 22...¢e7
23.£xc8 £h2 24.£xb7+ ¤d7 25.£xa8 £h1+ 26.¢d2 £xa1
27.£b7 £f1 28.¥xa6 ¢d6 29.£b4+ ¢c7 30.£a5+ ¢d6 31.¥b5
¤f6 32.£d8+ ¢c5 Si 32...¢e5 ahora 33.£c7+ ganando la dama
con 33...¢f5 (33...¢e4 34.¤g3#) 34.¤g3+ 33.£c7+ Conduce al
jaque mate o a la captura de la dama negra. 33...¢xb5 34.¤xd4+
El negro abandona. 1–0

138
Grob - Canal,Esteban D11
Reus, 1936
España

1.d4 d5 2.c4 c6 3.¤f3 ¤f6 4.£c2 Con esta jugada se abandona el


camino maestro de la teoría, y también pone al negro en el
problema de cómo continuar su desarrollo. La movida del texto no
es despreciable, porque con ella ocupa una importante diagonal y al
mismo tiempo se protege uno de los puestos de avanzada
afianzados, c4, para poder desarrollar en seguida el ¥c1. Si por
ejemplo ahora 4.£c2 e6 5.¥f4 y más 5...-- 6.e3 con un esquema
elástico. Aunque nadie podría decir lo mismo con respecto al negro.
4...¥g4 El negro no quiere renunciar al desarrollo inmediato del alfil
de dama. La movida es audaz y requiere gran confianza en la
posición. 5.¤e5 Sin dudar la más activa. El negro deberá estar
atento a no tomar una mala medida. 5...¥h5 Considerable era
también 5...¤bd7 6.¤xg4 ¤xg4 y el negro tendría un juego óptimo
a pesar de los dos alfiles del adversario. ; Pero como no me gustó la
posible continuación 5...¤bd7 6.f3! ¥h5 7.£b3 seguida de
eventuales ¤c3, g4 y h4, explotando con un ataque de puestos de
avanzada laterales la posición del alfil de dama negro. 6.e3 El
blanco quiere aprovechar tácticamente la situación del alfil de dama
negro, renunciando por ahora al desarrollo del propio alfil de dama
para apuntar al punto g6, lugar natural del alfil h5. 6...e6 7.¥d3
¤fd7! Necesita reconquistar el fácil control de la casilla g6 para el
alfil negro. La medida responde a los propósitos.
Si se jugase 7...¤bd7 ahora 8.f4 y el puesto de avanzada blanco
domina. ; Mientras ahora el negro respondería a 7...¤fd7 8.f4
bloqueando fácilmente el centro con 8...f5 8.0–0 ¤xe5
Consecuente. Pero ahora el blanco tendrá ahora un peligroso
puesto de avanzada en e5, que el negro deberá continuamente
vigilar.
9.dxe5 ¤d7 10.f4 El puesto de avanzada e5 es mensajero de
malas nuevas. Un afianzamiento suyo con f5 se va
desagradablemente delineando. Si por ejemplo 10.f4 ¥e7 sigue
11.cxd5 cxd5 12.g4 ¥xg4 13.£g2 10...¤c5 Hallando el talón de
Aquiles. El eventual afianzamiento del blanco con f5 pierde vigor.
11.cxd5 ¤xd3 12.£xd3 cxd5 No se crea que el negro hubiese
temido un cambio de damas, lo cual le habría dado un juego
netamente superior. 13.¤c3 ¥e7 14.f5 El afianzamiento está en
curso. Se perfila la amenaza e4 y £h3. Si ahora 14.f5 exf5 caería
el puesto de avanzada negro d5, importante sostén de su posición,
la cual ahora saca las uñas. 14...0–0 15.e4 dxe4!
139
El blanco malogra la tarea asignada al puesto de avanzada e4.
Necesitaba asegurarla con 16.£e4. 16.£h3? ¥c5+ La idea. Si
ahora 16...¥c5+ 17.¢h1 £d3! 17.¥e3 ¥xe3+ 18.£xe3 exf5
19.¦xf5 ¥g6 Finalmente el alfil halla su nido desde donde le será
posible colaborar con el puesto de avanzada negro e4. El negro
tiene ahora un peón más una posición solida. Y eso significa tener
la victoria en la mano. 20.¦f2 £d3 21.£g5 £d8 El negro no ha
hallado todavía la maniobra para valorizar el puesto de avanzada.
22.£g3 A 22.£e3 el negro habría respondido con 22...¦e8
23.¤xe4 ¦xe5 24.¦f4 £e7 22...£a5 Se amenaza ¦e8. 23.¦d1 ¦ad8
24.¦fd2 ¦d3 El puesto de avanzada negro trabaja, mientras el del
blanco no constituye una preocupación. 25.£f4 ¦fd8 26.h4 Un
atentado contra el puesto de avanzada negro e4. Amenaza 27.h5
¥h5 28.£e4. 26...£c5+ 27.¢h1 £d4 28.¦xd3 exd3 29.£g3 d2 La
colaboración de las piezas negras con el puesto de avanzada es
completa. Este no puede ser atacado y también se amenaza de
forma imparable ¥c2 o ¥h5. 30.¦f1 ¥h5 31.e6 Tentativa "in
extremis", porque después de 31.¤d1 ¥e2 32.¦g1 £xg1+ 31...fxe6
32.£g5 d1£ 33.¤xd1 ¥xd1 34.£e7 Con la oculta esperanza
34.£e7 £d7 35.¦f8+ 34...¥h5 35.£xe6+ ¢h8 36.£e7 h6 37.¦f8+
¦xf8 38.£xf8+ ¢h7 39.£f5+ ¥g6 40.£h3 £xb2 41.a3 ¥e4 El
Blanco abandona. 0–1

140
Koblentz,Alexander - Canal,Esteban D11
Barcelona, 1936

1.c4 c6 Después de esta respuesta el blanco podrá difícilmente


esquivar las variantes normales de la apertura peón de dama, sino
quiere entrar con e4 en la "Caro Kann". 2.d4 d5 3.¤f3 ¤f6 4.e3 a6 El
negro quiere establecer eventualmente un puesto de avanzada lateral,
como es, por ejemplo en la variante "Merano" o en otras
continuaciones de la "Eslava", pero sin cerrar todavía su alfil de dama
con e6. Se necesita jugar de forma precisa, pues, la movida al final
puede resultar en una grave pérdida de tiempo. 5.cxd5 Antes de de
desarrollar el alfil de rey el blanco elige afianzar su puesto de
avanzada. No es agradable cxd4 seguido de b5. Cuestión de gustos.
Estratégicamente 5.¤c3 o 5.¥d3, son de preferirse, porque se
conserva la superioridad del puesto de avanzada. 5...cxd5 Los
puestos de avanzada cara a cara. Equilibrio central. 6.¥d3 g6 Para
impedir el afianzamiento e4 en un próximo futuro (dada la debilidad
resultante del peón d4). El negro tendrá así oportunidad de
consolidarse sin problemas y de equilibrar el factor "tiempo", el cual
ahora le es desventajoso. 7.0–0 ¥g7 8.¤c3 0–0 9.¥d2 parece pasiva,
pero es una optima jugada de desarrollo y de espera. El negro se halla
en una situación que podría definirse como "crisis de desarrollo".

¿Que plan elegir?. 9...b5 El negro intenta poner una trampa. La idea
de consolidar el punto central e4, controlado por el puesto de
avanzada d5, pero se necesitaba andar con cautela y jugar
modestamente 9...b6 y ¥b7.
10.a4 espontanea, pero tal vez era mejor no dar el punto e4 y mover
141
por ejemplo 10.a3 ; o más fuerte aún 10.b4! seguida rápidamente de
a4, iniciando un feroz asalto de puestos de avanzada en el ala de
dama.
Aún así con la movida del texto se hace pasar al negro un mal cuarto
de hora. 10...b4 Ahora el negro se halla con un puesto de avanzada
lateral muy difícil de valorizar. Todavía por el momento esta jugada
facilita las operaciones en el punto e4. 11.¤a2 a5 12.£e2 ¤e4 Así el
juego del negro adquiere un rostro, una fisonomía, no bellísima, pero
es un rostro a pesar de todo. 13.¤c1 Metódicamente el caballo galopa
a c3, para presionar contra a5, base del puesto de avanzada b4, y al
mismo tiempo, para controlar el punto c5 con el apoyo de la torre en la
columna "c", colaborando con el puesto de avanzada d4.
Dulces sueños ya que al negro no le gusta trabajar.

13...¥g4 El alfil que parecía destinado a hacer el control desde b7,


cambia improvistamente de giro e inicia una violenta lucha. 14.¤b3
Amenaza 14.-- ¤xd2 y a 15.£xd2 se respondería 15...¥xf3 seguido
de 16.-- e5 con iniciativa.
14...¤g5 15.e4 ¤xf3+ 16.gxf3 ¥h3 17.¦fc1 El blanco ha esquivado
magistralmente el peligro y ahora retorna a sus sueños estratégicos.
El punto c5 es una herida incurable, también el puesto de avanzada d4
está afianzado y el centro blanco es móvil y potente.
El negro decide tomar al toro por las astas.
17...e5 18.f4 f5 Nadie podrá negar la furia de la batalla. ¡Cuidado con
el centro!
Con la última movida el negro sacrifica un peón para constituir un
puesto de avanzada central, que da agresividad a las operaciones.

142
19.exf5 e4 20.fxg6 hxg6 Si 20...exd3 21.£h5 21.£e3 £h4 22.¥f1 El
Miedo es un mal consejero. La movida justa era 22.¥e2 Ahora el
puesto de avanzada negro e4 esta valorizado en su plenitud.
22...¥xf1 23.¦xf1 ¤c6 24.¢h1 g5! Los dos puestos de avanzada
blancos, f4 y d4, están en peligro. El negro recupera el material
perdido con posición superior. Porque a 24...g5 25.fxg5 seguiría
25...¦f3 25.£g3 £xg3 26.hxg3 ¤xd4 27.¤xd4 ¥xd4 28.¦ab1 ¦ac8

La victoria es cuestión de tiempo. La colaboración entre los dos


puestos de avanzada se delinea ahora orgánica e indiscutible. 29.¥e3
¥xe3 30.fxe3 gxf4 31.¦xf4 ¦xf4 Sigue ahora un final fácil, pero
instructivo. 32.gxf4 ¦c2 El negro amenaza ahora ¦e2 32...¦c2 si
ahora 33.¦d1 sigue 33...¦xb2 34.¦xd5 ¦a2! 35.¦xa5 b3! 33.¦g1+
¢f7 34.¦g2 b3 El negro mantiene la tensión hasta la entrada en
acción del rey negro o de un nuevo puesto de avanzada. 35.¢h2 ¢e6
143
36.¢h1

d4 37.exd4 e3 38.¦g3 e2 39.¦e3+ ¢d5 40.¢g1 ¢xd4 41.¦e8 ¦xb2


42.f5 ¦b1+ El blanco abandona. 0–1

144
Silbermann - Canal,Esteban D47
Barcelona, 1936
España

1.d4 d5 2.c4 c6 3.e3 El blanco maniobra cautelosamente. Después de


la derrota de Reus (ver partida L. Steiner-Canal, MahrischOstrau
1933, 10a movida), él elige una variante más tranquila. 3...¤f6 La
continuación 3...¥f5 es más astuta y contra 4.£b3 el negro se
defiende muy bien con 4...£c8 4.¤c3 e6 La continuación 4...¥f5 no
es más recomendable por 5.£b3 5.¤f3 ¤bd7 6.¥d3 dxc4 Estamos
en la Defensa "Merano". El negro renuncia a su puesto de avanzada
central para constituir uno lateral, con la tarea de facilitar el desarrollo
del alfil de dama y al mismo tiempo presionar indirectamente al centro.
Véase partida Eliskases-Canal, Budapest 1933. 7.¥xc4 b5 8.¥d3 b4
9.¤a4 En la partida mencionada anteriormente se jugó 9.¤e4 La
movida del texto tiene la ventaja de no obstruir la casilla e4, en cuanto
de un momento a otro se puede afianzar el puesto de avanzada d4.
9...£a5 Original maniobra de aligeramiento. 10.0–0 ¥a6 La idea: el
espacio del ala de dama conquistado por el puesto de avanzada b4 se
hace habitable para las tropas de defensa y también se elimina un
temible diente del atacante. 11.¥xa6 £xa6

12.¥d2 El plan es claro: explotar rápidamente el factor "tempo"


presionando sobre el ala de dama y sobretodo en la columna "c", así
como al puesto de avanzada negro b4. El negro se enfrenta ahora a
un problema decisivo: avanzar el peón c6 o dejarlo atrasado para
completar antes el desarrollo. 12...¥e7 El negro elige la segunda vía,
que parece la más fatigosa. El ha descubierto un dispositivo que
145
descansa en el puesto de avanzada b4, que le da la posibilidad de ser
dueño de una casa propia. La movida 12...c5 no seduce por la rápida
ocupación de las columnas abiertas con la torre blanca después de
13.dxc5; Y también es de considerar la destrucción del puesto de
avanzada b4 con 13.a3 que rompe el dique que protege el lado de
dama. Ahora este avance no servirá mas al blanco, porque después
de 12...¥e7 13.a3 bxa3 14.bxa3 la columna "a" permanece cerrada.
13.£b3 £b5 La defensa está centrada en las casillas blancas.
¡Aprovechando que el blanco esta privado de su alfil de rey!. 14.¦fc1
0–0 15.¦c4 a5 16.¦ac1 ¦a6 No 16...¦ac8 porque después de 17.a3
estaría en peligro el puesto de avanzada protector. 17.£c2 ¦c8
Todas las unidades pesadas del blanco bombardean la casilla c6. El
negro bien plantado en sus casillas blancas, las defiende. Es un tira y
afloja. La cuerda esta tensa pero firme, sin oscilaciones. Estos son los
momentos más angustiosos para la defensa: un tiempo...y todo se
derrumba, un tiempo... y todo se salva. 18.b3

Es justo el momento para el atacante de afianzar el puesto de


avanzada d4 con e4, creando así peligrosas maniobras en el centro y
en el ala de rey.
Desgraciadamente para él 18.e4 no era posible por 18...¤xe4
Necesita por lo tanto defender primero el ¤a4. ¡Este tiempo salva al
defensor!.
18...¤e8 19.¤c5 Amenaza ganar calidad después de 19.-- ¤d6
19...¤xc5 20.dxc5 ¦d8 Las tropas se mueven al nuevo frente.
21.e4 Desocupa para el ¥d2 la casilla e3 y el alfil podrá reforzar así el
puesto de avanzada ocasional c5.
21...¦a7 22.¥e3 ¦ad7 23.h3 £b8
146
24.¦d4 ¥f6 El alfil apunta ahora a la casilla c3, controlada por el
puesto de avanzada negro b4 y eso podrá dar lugar a un eventual
aislamiento del puesto de avanzada blanco c5.
25.¦xd7 ¦xd7 26.¦d1 £d8 27.¦xd7 £xd7 28.£d2 El blanco toma
posesión de la columna "d", porque después de 28.£d2 £xd2
29.¤xd2 la entrada del caballo blanco sería muy peligrosa para el
negro. Ni siquiera 28.£d2 es posible por 28...£d8 29.£xd8 ¥xd8 a la
cual seguiría 30.¤e5
El momentáneo éxito da confianza al blanco, el cual se embarca en
una desdichada aventura. 28...£c8

29.a4? Esta movida está hecha con el propósito de bloquear el juego


del negro e impedir al ¤e8 colocarse en b5.
Pero, el puesto de avanzada negro que resultará después de la toma
al paso, no es así de débil como parece. 29...bxa3 30.£xa5 ¥b2
31.¤d2 ¤c7 32.¤c4
147
Ahora el blanco según sus cálculos espera 32.¤c4 ¤b5 33.¤xb2
axb2 34.£a2 Pero en su lugar se le escapa una fineza. 32...£a8! Así
el negro gana una pieza y la .partida 33.£xa8+ ¤xa8 34.¥d4 ¥xd4
35.¤xa3 ¥xc5 36.¤c4 ¥d4 37.b4 ¥c3 38.¤a5 c5 El blanco
abandona. 0–1

148
Calduch - Canal,Esteban C50
Barcelona, España, 1936

1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥c4 ¤f6 4.d3 La nave va hacia el Océano


Pacífico, que además no siempre está en calma. También la variante
pianissima del "Giuoco Piano" tiene sus trampas y debe ser tratada
con mucha atención. 4...¥c5 Si el negro en este punto pudiese
afianzar su puesto de avanzada e5 con d5, quitaría la iniciativa al
adversario, pero no si se trata de cosas más claras y simples.
Después de 4...d5 5.exd5 ¤xd5 el blanco tiene varias buenas
continuaciones como, por ejemplo 6.£e2 (o 6.0–0 ; asimismo 6.¤g5
parece aburrida para la defensa) En suma la simetría y las aguas
calmas parecen constituir la mejor vía. 5.¤c3 d6

6.h3 Una movida insólita, que puede tener la siguiente explicación: el


conductor de las blancas sabia o suponía que yo conocía muchos
secretos de esta posición (un tiempo la jugaba a menudo) y desdeña
la usual continuación teórica e incluso mi variante 6.¥g5. De otro lado
él pensaba que al obviar estas movidas, yo me hallaría en problemas,
porque mi variante 6.¥g5 y ¥g4 no son más posibles. Pequeñas burlas
consentidas por la ley. 6...h6 7.0–0 Así se provoca un temporal con un
mar muy movido. Necesitaba conservar la posición el tranquilo camino
estratégico y trabajar en torno al tema del afianzamiento, es decir
prepara el avance d4, visto que el avance f4 es más difícil. 7.¥e3 por
ejemplo ; o 7.¤a4 ; o 7.¤d5 podrían ser el primer paso en este
sentido. En cualquier apertura, el primero que sepa realizar un
afianzamiento robusto tomará en sus manos el timón de la partida.
Después de la movida del texto el rey blanco sentirá el rodar de la
nave. 7...g5 El negro confía en este puesto de avanzada la tarea de
149
abrir las líneas necesarias para la invasión. Este ataque es posible,
porque el otro puesto de avanzada e5, en colaboración con las piezas
negras, defiende el centro de cualquier sorpresa. Es una vieja máxima
de la estrategia que un ataque por los flancos solo es posible cuando
el centro es sólido. Lo decía ya Napoleón, campeón de un juego algo
más feroz y glorioso que el nuestro. 8.¥e3 Intento de sacudir el centro,
pero el negro sin pérdida de tiempo lo refuerza.

8...g4 9.hxg4 ¥xg4 10.¤d5 Siempre con la idea de conquistar o


debilitar el punto d4. 10...¤xd5 11.¥xd5 £f6 El negro no da tregua.
Presiona sobre f3, controla el punto d4 y prepara la entrada en escena
de la torre. 12.¦e1 0–0–0 13.c3 El blanco está listo ya para lanzar el
contragolpe en el centro. Pero no tendrá el tiempo. 13...¦dg8 14.¢f1
Amenaza 14.-- ¥xf3 14...¥h5 15.¥xc5 Amenaza 15.-- ¦xg2
16.¢xg2 ¦g8+ ganando 15...dxc5 16.¦e3 Si 16.¥xc6 ahora
16...¦xg2 17.¦e3 ¦hg8 con fuerte ataque. Ahora parece que el mar va
calmándose pero un nuevo navegante arriba. 16...¤d4!

150
El único modo de conservar la presión. Si ahora 16...¤d4 17.cxd4
cxd4 18.¦e1 ¦xg2 El blanco decide sacrificar la calidad. 17.cxd4 cxd4
18.£d2 dxe3 19.£xe3 ¢b8 20.¤e1 ¥g4 El puesto de avanzada que
guiará a las tropas negras a la victoria esta por nacer. 21.¦c1 h5
22.¦c3 h4 23.¦b3 c6 24.¦a3 b6 25.¥c4 h3 Si ahora 25...h3 26.gxh3
seguiría 26...¦xh3 27.£d2 ¦h1+ 28.¢g2 ¥f3# con jaque mate. El
blanco abandona. 0–1

151
Canal,Esteban - Silbermann C11
Barcelona, 1936

1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 ¤f6 4.¥g5 dxe4 Esta defensa está entre las
buenas, ya que deja al blanco un poco más de espacio y un puesto de
avanzada central. El negro renuncia a su puesto de avanzada para
provocar un cierto aligeramiento de la posición. 5.¤xe4 ¤bd7 6.¤f3
Era exacta tal vez la maniobra 6.¥d3 ¥e7 7.£e2 con gran elasticidad.
6...¥e7 7.¤xf6+ ¥xf6 8.£d2 ¥xg5 9.¤xg5 ¤f6 Un sano plan de
desarrollo. El negro renuncia al bombardeo del puesto de avanzada d4
con la movida 9...£e7 seguida de 10.-- (o 10.-- e5) 10...c5
Chalecos antibalas. Después de la movida 10.O-O-O de parte del
blanco, el juego se abriría rápidamente con una ventaja total de este
último. 10.0–0–0 £d6 El negro está por completar el desarrollo.
Entretanto el se prepara, cuando llegue el momento, a dar batalla al
puesto de avanzada blanco con e5 o c5. 11.¤f3 Hubiera estado mejor
posponer para un poco más tarde esta movida de repliegue. Preferible
era 11.¥d3 ; o 11.g3 Pero el blanco quiere molestar al alfil de dama
cuando este en d7 y se reserva también de trasladar la dama a g5
eventualmente.
Pequeña idea que provoca una gran cocción en la olla cerebral del
contendiente. 11...a6 Optima jugada de espera y de preparación. Si
ahora 11...a6 12.£g5 h6! 13.£xg7? seguiría 13...£f4+ 14.¢b1 ¦g8
12.¥d3 ¥d7 Necesaria para finalizar el desarrollo. La continuación
12...0–0 no sería recomendable, dada la configuración agresiva de las
piezas blancas. Y ni siquiera 12...c5 por 13.dxc5 £xc5 14.¥b5+ ¢e7
15.¥d3 perturbando el juego del negro.

152
13.¤e5 £xd4 El negro acepta el desafío.
Sigue ahora una escaramuza interesante.
14.¤xf7 ¦f8 15.¤g5 0–0–0 El puesto de avanzada d4 ha
desaparecido.
La partida toma un colorido táctico.
16.¦he1 £d5 Esta movida estrábica que apunta a a2 y a g2, hace
encontrar el equilibrio al negro.
17.¢b1 £xg2 18.£e3 ¢b8 19.£g3 £xg3 20.fxg3 ¦de8 El negro
quiere quedarse con su caballo contra el alfil enemigo, pero no podía
mover 20...h6 por 21.¤xe6

21.¤xh7 ¤xh7 22.¥xh7 ¦e7 Defiende el ¥d7 y amenaza ¦h8.


23.¦d2 g5 Después de esta movida de pausa, aparece nuevamente
un nuevo puesto de avanzada en el tablero, y esto, en posiciones más
o menos equilibradas significa que la partida vuelve a tomar un
colorido estratégico.
Con la movida del texto el negro quiere anular la mayoría de peones
en el ala de rey.
24.¥g6 g4 25.¢c1 ¥c6 26.¦d4 ¥f3 27.¦f4 ¦h8 El negro rechaza la
variante 27...¦xf4 que daría al blanco un poco de presión contra e6.
Pero ahora el peligro aumenta, porque el puesto de avanzada blanco
que surgirá en h4, será más temible que el del negro.
28.h4 e5 29.¦f7 ¦e6 Después del cambio de torres se pierde el §e5, o
el §h4 continuaría su marcha.
30.¥e4 Al negro se le escapó esta maniobra. El puesto de avanzada
g4 es un campo minado.
30...¦g8 Si 30...¥xe4 ahora seguiría 31.¦xe4 ¦g8 32.¦ff4
31.¥xf3 gxf3

153
32.¦xf3 ¦eg6 Esta movida pone al adversario en un difícil problema.
El blanco, por su parte, confiará la suerte de su ejército en su puesto
de avanzada h4. 33.¦h1 ¦xg3 34.¦xg3 ¦xg3 El puesto de avanzada
blanco conquistará un gran espacio para su tribu, mientras el negro en
e5 solo será una preocupación para su bando. 35.h5 ¦g7 36.h6 ¦h7
La torre cuida el puesto de avanzada blanco, aunque con intenciones
diversas, mientras su Majestad va al encuentro del puesto de
avanzada negro e5. 37.¢d2 ¢c8 38.¢e3 ¢d7 39.¢e4 ¢e6

Ahora que el negro está inmovilizado en el centro y en el ala extrema


de rey, el blanco crea un punto de penetración en el ala de dama. Ahí
es donde se decidirá la batalla. 40.c4 ¢d6 41.b4 ¢e6 42.a4 ¢f6
43.a5 c6 Sigue una maniobra de tiempo. 44.¦h2 ¢e6 45.¦h5 ¢f6
46.¦f5+ ¢g6 47.¢xe5 ¦e7+ 48.¢d6 ¦e4 49.¦c5 ¢xh6 Cayó el
protagonista de la construcción estratégica. El potente puesto de
avanzada a5 toma su posta y rápidamente su afianzamiento barrerá
con cualquier obstáculo.
154
50.b5 axb5 51.cxb5 cxb5 52.¦xb5 ¢g6 53.¢c7 ¢f6 54.¦b6+ ¢e7
55.¢xb7 ¦d4 56.a6 ¦d7+ 57.¢c6 ¦d6+ 58.¢c5 ¦d1 59.a7 ¦a1
60.¦b7+ Mas bello era 60.¦h6 con la amenaza imparable 60...--
61.¦h8 60...¢e6 61.¢c6 El negro abandona. 1–0

155
Cenni - Canal,Esteban B01
Reggio Emilia, 1947

1.e4 d5 Defensa jugable. Su punto débil reside en el hecho que el


adversario finaliza permaneciendo con un puesto de avanzada central
(d4), al cual el negro podrá difícilmente contraponer otro. 2.exd5 ¤f6
3.d4 También 3.¥b5+ ; o 3.c4 son buenas continuaciones. 3...£xd5
4.¤c3 £a5 La idea de la escandinava es crear rápidamente una
presión contra el puesto de avanzada d4 y es por esta razón que la
dama negra busca aventuras riesgosas. De esta manera deja
desocupada la casilla d8 para la torre. 5.¤f3 ¤c6 La teoría indica
como mejor 5...¥g4 A la movida del texto podría seguir 6.¥d2
importunando a la dama. La pobre cree encontrar un rincón tranquilo
en una esquina y los pretendientes se incrementan. Los celosos hacen
bien en descartar esta defensa.

6.¥b5 Un grave error estratégico como lo demostrará la respuesta del


negro. 6...¤d5! Movida simple que fuerza al adversario a cambiar su
alfil. Eso da al negro un juego comodísimo. Quiero explicar en qué
consiste el error estratégico del blanco: después del cambio de alfiles,
este no estará más dispuesto a valorizar su puesto de avanzada.
¿Porqué?. Ya habíamos visto en el transcurso de este libro que la
valorización estratégica de un puesto de avanzada (hablo de
valorización estratégica y no táctica) ocurre en torno a las casillas de
su dominio, en este caso e5 o c5, o en torno a las casillas de
avanzada y aquellas de afianzamiento, en este caso, respectivamente,
d5 y c4.Ahora está claro que las casillas negras e5 y c5 no pueden ser
dominadas por largo tiempo, porque ese dominio puede ser
válidamente contrarrestado por piezas y peones negros y entonces
156
necesita conservarse la máxima posibilidad de dominar las casillas c4
y d5, puntos respectivamente de afianzamiento y de avanzada.
Cambiando el alfil de rey, el blanco deja al negro el dominio de las
casillas blancas y de manera especial aquellas en asunto: c4 y
sobretodo d5, que vendrá a ser un "punto" base de las operaciones de
las tropas negras. Los seguidores de la escuela ortodoxa estarían
contentos de comentar: "y el negro esta mejor, porque posee los dos
alfiles", ¡haciendo no se sabe cuánto esfuerzo para revelar semejante
secreto!. 7.¥d2 ¤xc3 8.¥xc6+ bxc6 9.¥xc3 £d5 A pesar de la
pérdida de tiempo el negro ha obtenido una buena partida. La casilla
d5 es un óptimo punto de observación y de apoyo. 10.£e2 Era de
considerarse también 10.0–0 seguido de 10...-- 11.¦e1 El blanco
espera ahora el plan del negro para decidirse en que parte enrocar. En
el aire esta también £e5. 10...¥g4 11.a3 e6 12.0–0–0 ¥d6 13.h3 ¥xf3
Comienza una nueva fase. El negro entra en un final favorable.
14.£xf3 Si 14.gxf3 £a2 15.£e3 (con la amenaza 15.-- ¥f4+)
15...¦b8 y el ataque negro se perfila peligroso. 14...£xf3 15.gxf3 0–0–0

16.¦hg1 Aquí se presentaba la ocasión de cambiar el inútil puesto de


avanzada blanco por el §g7, jugando 16.d5 y ahora la continuación
del negro para conservar la ventaja de posición no es tanto evidente.
Aquí está 16...¥f4+ 17.¢b1 ¦xd5 18.¥xg7 ¦g8 dominando el campo.
En suma estos finales se juegan en torno a una real estrategia: los
peones doblados o aislados del negro pueden ser defendidos por su
propio rey, mientras que los del blanco no. Este factor es decisivo.
16...¥f4+ Protagonista de la maniobra estratégica es este alfil. Sus
evoluciones en torno al rectángulo f8-d6-f4-h6-f8 dándole a la
partida un encanto especial. 17.¢b1 ¥h6 Ahora 17...¥h6 18.d5 no
procede por 18...¦xd5! 18.¦d3 ¦d5
157
El puente de los suspiros ... para el blanco. El negro amenaza ¦hd8 y
luego g6, seguido de ¥g7, y en el momento oportuno, ¦h5.El blanco
intenta prolongar la agonía en espera de un milagro. 19.f4 ¦hd8
20.¥d2 ¦xd4 21.¦xd4 ¦xd4 22.¥e3 ¦d5 Retorno al "puente". Absurdo
seria querer conservar el botín con 22...¦a4 por 23.b4! ¦xa3 24.¢b2
¦a6 y las piezas negras ... reirían. 23.¥xa7 c5 24.b4 cxb4 25.axb4 g6
26.¥e3 ¦f5 27.¦g4 ¥f8 El alfil ha completado su giro, pero su labor no
está todavía finalizada. 28.c3 ¥d6

Finalmente se podrá ganar un poco de material. 29.¦g5 ¦f6 30.¦a5


¥xf4 31.¥d4 e5 32.¥c5 ¥d2 33.¢c2 ¥e1 34.¢d3 ¥xf2 35.¥xf2 ¦xf2
36.¦xe5 ¦f3+ 37.¢d4 ¦xh3 38.¦e7 ¦f3 39.c4 h5 40.c5 ¢d8 41.¦e4
¢d7 42.b5 g5 43.¢d5 ¦f5+ 44.¢d4 ¦f4 45.¦xf4 gxf4 46.¢e4 f5+
47.¢f3 h4 48.¢g2 ¢e6 El blanco abandona. 0–1

158
Paoli - Canal,Esteban C53
Reggio Emilia, 1947

1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥c4 ¥c5 4.c3 En el "Giuoco Piano", a diferencia


del " Pianissimo "4.d3 d3, el blanco se centra en el reforzamiento del
avance d4, y esto es, después de todo, la única manera de mantener
la ventaja en la partida.
4...¥b6 Retirada preventiva en vez de 4 ... £e7. El negro quiere
esperar el afianzamiento del puesto de avanzada enemigo antes de
mover ¥e7, porque de otro modo el blanco podría cambiar de plan y
ensayar un violento ataque de los puestos de avanzada en el ala de la
Dama con a4, b4, y ¦a3. Ahora que la dama negra no está todavía en
e7, este intento de ataque sería completamente inofensivo. 5.d4 £e7
El perfeccionamiento de esta defensa se debe al genio creativo
inagotable de Alekhine. La dama negro participa en la defensa del
puesto avanzado e5, aprovechando el hecho de que no puede ser
molestada por un caballo en d5, estando la casilla c3 bloqueada. Por
otro lado, después de una posible captura en e5, sería un cómodo y
eficaz "puente" para que maniobren las piezas negras, tanto más que
el puesto blanco e4 difícilmente podría ser mejorado en el futuro
cercano.
Es admirable cómo la habilidad y el talento de Alekhine han sido
capaces de encontrar y rejuvenecer variantes antiguas. Recordamos,
entre muchos otras, la defensa que lleva su nombre, ¤f6 al primer
movimiento, o ¥c5 en la Española, ¤f6 en el Gambito de Rey, £e2
con blancas en la Española, ¥f5 en la defensa eslava etc. A fuerza de
querer ser gracioso, se le podría llamar el Voronoff del tablero de
ajedrez.

159
6.d5 Última receta.
El blanco fortalece el centro con un sacrificio de peón para
contrarrestar la movilidad de las piezas negras.
6...¤d8 7.d6 £xd6 Mejor que cd6, lo que dejaría la dama
encapsulada.
8.£xd6 cxd6 9.¤a3 ¤f6 10.¤d2 Entre las dos posibles defensas del
"puesto de avanzada" e4, las blancas eligieron la más pasiva.
Creo más fuerte 10.¥d5 bloqueando así el centro. Este es quizás el
punto débil del sistema del negro.
10...¤e6 11.f3 Ahora el bloqueo con 11.¥d5 no tendría la fuerza de
antes por 11...¤c7 12.c4 ¥c5 y pronto el negro podrá liberarse con
b5.
11...d5 avance liberador.
12.exd5 ¤f4 13.¤e4 ¤xe4 14.fxe4 No 14.¥xf4 por 14...¤f2
14...¤xg2+ El negro busca aventura. Por otro lado 14...d6 sería una
medida buena y prudente.
15.¢f1 ¤h4

16.¤b5 Tratar de valorizar el puesto de avanzada con 16.d6 tal vez


habría sido mejor.
16...h6 Modesta movida, que requiere cálculo profundo.
Está claro que el blanco prepara b3 y ¥a3.
Por otro lado, la variante 16...a6 17.¤d6+ ¢e7 18.¥g5+ ¢xd6
19.¥xh4 ¢c7 20.d6+ no me gustaba por el desorden que podría
causar en el ejército negro.
Con el movimiento del texto se prepara una continuación bastante
original.
17.b3 0–0! 18.¥a3 Parece que la Torre negra está en problemas.
18...a6!
160
La idea. La torre no se puede tomar, ya que si 18...a6 19.¥xf8
después de 19...axb5 se pierde una pieza, por lo que el caballo
blanco tiene que moverse, pero para ello, debe interferir con la acción
del Alfil de a3, en este momento de respiro el Negro afianza su puesto
de avanzada iniciando el contraataque. 19.¤d6 f5 20.¢e2 f4 El puesto
de avanzada que guiará las operaciones a partir de ahora. 21.¤f5
¦xf5 22.exf5 d6! Con este movimiento se alcanza la máxima
colaboración estratégica y táctica con el puesto avanzado f4.Su
afianzamiento marcará la victoria final. 23.¥xd6 ¥xf5 Ahora 23...¥xf5
24.¥xe5 no sería aconsejable por 24...¦e8 24.¦ae1 ¦e8 25.¢d1
¥g4+ 26.¢c2 ¤f3 27.¦e2 g5 28.¥d3 ¢f7 29.h3 ¥h5 30.¥f5 ¢f6! No
30...¥g6 por 31.¥xg6+ ¢xg6 32.¦f1 e4 33.¦xe4 con posibilidad de
resistencia. 31.¥g4 ¥g6+ 32.¢b2 e4

161
El principio del fin. 33.¦f1 ¤e5 34.¥xe5+ ¢xe5 35.c4 h5 36.¥d7 ¦e7
37.¥e6 ¥f5 38.¥xf5 ¢xf5 39.d6 ¥d4+ 40.¢c2 ¦d7 41.¦d2 ¦xd6
42.¦fd1 ¢e5 43.¦g2 g4 44.hxg4 f3 45.¦h2 hxg4 46.¦h5+ ¢f4
47.¦d5 ¦xd5 48.cxd5 ¥b6 49.d6 g3 50.d7 g2 El blanco abandona.
0–1

162

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