Está en la página 1de 7

Contexto: LSF como forma de entender la realidad

La LSF puede resultar complicada de entender si no se sigue con rigurosidad un


proceso de asimilación teórica que implica aprender o resignificar conceptos presentes en
la comunidad discursiva que maneja conocimiento lingüístico. Mucho se dice que el
lenguaje “crea realidades”, pero, lo más probable es que el hablante desconozca un
fundamento teórico desde el cual sustentar ese enunciado.

Halliday —a través de la gramática sistémica funcional—, permite acceder a un


argumento para sostener el enunciado cuestionado en el párrafo anterior desde una
construcción teórica —y por qué no decirlo: Teleológica— compleja, que da tratamiento,
desde de la sociología y la lingüística, a problemáticas socioculturales. Cabe destacar,
que la teoría de Halliday que se intentará explicar a continuación es parte de una
evolución epistémica a base de estudios de otros científicos sociales y lingüistas que por
la extensión del trabajo sólo serán mencionados algunos: Saussure (Estudio sincrónico de
la lengua; concepto de Individuo, lengua y comunidad), Firth (Concepto de sistema y
contexto de situación; estudio del lenguaje desde sus funciones), Malinowski (Significado
potencial), Whorf (Lengua/realidad), Bernstein (Características del contexto permiten
entender el significado), Hjelmslev (Texto: Proceso; Lengua: Sistema), Lamb (Nivel
lexicogramatical de la lengua) y Pike (Tagmémica).

Entendido el propósito de la LSF, que al mencionarlo como teleológico, la implica


en la realidad de tal forma que se transforma en un instrumento que estudia la lengua
“para entender algo más: el sistema social, por ejemplo (Halliday, 2001), es necesario
partir de la comprensión de los elementos que constituyen la realidad o, dicho de otra
forma, es obligatorio entender cómo se constituye la realidad, ya que esta existe mediante
el lenguaje, o lo que es igual, mediante el uso del lenguaje.

El primer elemento es el Lenguaje:

“El lenguaje se considera como la codificación de un potencial de conducta en un


potencial de significado, es decir, como un medio de expresar lo que el organismo
humano puede hacer, en interacción con otros organismos humanos, transformándolo en
lo que puede significar” (Halliday. 2001, p.33)

El conocimiento que contiene la cita anterior será transversal a lo largo de este


trabajo, ya que el lenguaje, además de ser considerado como una capacidad o un
instrumento por el cual comunicar, se debe comprender como un proceso en el cual el
organismo significa potencialmente en interacción con otros y otras: “Lo que puede
significar (el sistema semántico), a su vez, es codificado en lo que puede decir (El sistema
lexicogramatical, o la gramática y el vocabulario” (p. 33). (Más adelante, conceptos como
“Potencial de significado” y “Significado” serán explicados con mayor detalle).

Definido el lenguaje, el concepto de lengua no puede omitirse. Para Halliday es el


“medio por el que un ser humano se hace personalidad, como consecuencia de ser un
miembro de una sociedad y desempeñar papeles sociales” (p.26). El concepto de
personalidad se relaciona con el conjunto de papeles sociales definidos por las relaciones
sociales en que participa (p.25), esto quiere decir que, en un contexto de situación, donde
existen relaciones sociales, los actores o participantes se manifiestan a través del
lenguaje según su posición de participación.

El siguiente elemento que compone la realidad es el humano “social”. Halliday lo


caracteriza como una entidad compuesta por un conjunto de partes (2001) que se
manifiesta a través de dos comportamientos que funcionan al mismo tiempo en una
especie de simbiosis: El comportamiento Intraorgánico que comprende la naturaleza
biológica del humano, se puede graficar como un mecanismo interno que permite al
individuo usar el lenguaje (Cerebro, conexiones cerebrales, aparato fónico, entre otros).
Por otra parte, el comportamiento interorgánico tiene que ver con la manifestación e
interacción con otros participantes en un medio/marco social.

La realidad por lo tanto se construye mediante el lenguaje en contextos de


situación insertos dentro de una sociedad, lo que justifica la expresión: “El lenguaje crea
realidades”, porque la manifestación del individuo —Texto/ Clausula + Registro: Campo-
tenor-modo— es una significación de la realidad que se comprende gracias a las
relaciones que suceden en la sociedad. Cabe destacar, que para Halliday el lenguaje no
es arbitrario, ya que ha evolucionado para satisfacer las necesidades de los organismos
humanos y su uso refleja una experiencia (significados) en base a los significados que le
han aportado su relación con la sociedad.

Enfoque funcional del lenguaje

El enfoque funcional del lenguaje quiere trabajar con lo que la lengua


puede hacer —en un contexto/sociedad—. En este punto hay que considerar que “la
lengua es como es por lo que tiene o puede que hacer” (p.30), siendo el poder hacer la
producción de un texto regulado por un potencial de significado. El organismo humano
utiliza el sistema semántico (los significados) y a través de funciones elementales, tiene el
potencial para utilizar el sistema lexicogramatical y manifestarse según el contexto. La
expresión “Tan helao’ que estay juan” en el nivel semántico comprende un significado,
pero, si se expresa en un contexto en que ningún participante ha visto el video viral donde
se produce la cláusula, la codificación lexicogramatical: Tan helao’… sería incoherente y
propicia a ser entendida de forma literal, lo que la derivaría en otro significado. En cambio,
en un contexto sociocultural informal chileno —como una junta entre amigos—, puede
resultar como una expresión válida, ya que interpreta la realidad/experiencia de quien la
manifiesta en relación con un contexto y sus participantes.

Siguiendo el ejemplo anterior, responder en un carrete a la manifestación “Hace


frío” —significado codificado en el sistema lexicogramatical— con la expresión “Tan
helao’…” es comportarse dentro de un patrón cultural, a través de un registro específico o
sociolecto, lo que lleva a enunciante, a decidir entre un paradigma de significados y
expresar una clausula que potencialmente tendrá un significado en la comunicación. El
enunciante puede decidir por oposición —un significado por sobre otro— decir: Tan helao’
que estay juan sin existir un juan en el grupo de participantes, pero en el entendimiento
cultural del significado de la expresión, el enunciado funciona potencialmente si el
contexto de situación es óptimo. Sin considerar el contexto de situación, el enunciado
analizado se vuelve difícil de significar.

Dependencia contextual del significado

La dependencia contextual del significado es un punto de análisis que permite


entender y dar sentido a la LSF. En el enunciado del párrafo anterior se evidencia —de
forma vaga—, la necesidad de un contexto de situación —y de participantes— para que
una cláusula/texto tenga significado, entendiendo el significado como producto de un
funcionamiento paralelo de componentes que ayudan a codificar el potencial significativo.
Antes de explicar los componentes (Metafunciones), es necesario, según el camino de
este trabajo, explicar dos modos de abordar —y por lo tanto comprender—, la importancia
del contexto en la generación de significados —Los significados del sistema semántico
codificados en el sistema lexicogramatical—.

El primer modo sustenta la dependencia contextual del significado desde el


concepto de “Potencial de significado”. Halliday descarta la competencia comunicativa de
Hymes (1981) debido a —explicado de forma vulgar— la separación que se produce entre
el concepto de competencia (conocimiento) y el de comportamiento (Actuación). Como
vimos en apartados anteriores, en la gramática funcional de Halliday todos —o la gran
mayoría— de los componentes funcionan al mismo tiempo y por lo mismo, su teoría
parece complicada, pero lo complicado en realidad es comprender que no se puede hacer
un estudio de la realidad si se separan de manera “formal” los componentes teóricos. La
tradición lingüística ha ido evolucionando —a mi parecer— a través cambios
paradigmáticos de los objetos de estudio. Por ejemplo, Chosmky con el generativismo se
preocupó de situar el estudio en el interior del individuo (Estructura profunda) y su
producción oracional (Estructura de superficie) oponiéndose al aspecto social de la lengua
Saussureana; Hymes, contraargumentando que la gramática generativista de Chomsky y
sus conceptos articuladores de Competence y Performance, no expresan lo que
realmente sucede a través del lenguaje, propone el concepto de competencia
comunicativa desde un énfasis en la actuación chomskiana donde el individuo es capaz
de generar enunciados gramaticales/agramaticales y socialmente apropiados. Este
análisis carece de rigurosidad científica, es más bien especulativo, pero de resultar lógico,
ayuda a entender que ninguna gramática —conocida por mi hasta ahora—, logra articular
el uso del lenguaje en la realidad —social— de un modo más o menos isomórfico.
Cuando se habla entonces, de una dependencia contextual del significado y de un
potencial de significado, se está reconociendo que existe un funcionamiento de diversos
elementos (función ideacional-interpersonal y textual) para significar algo que es lenguaje
y significado a través del lenguaje.

Significado como elección


La elección tiene relación con el potencial de significado. El potencial está en el
poder hacer al cual se refiere Halliday, esta posibilidad existe porque la lengua se
compone unidades, estructuras, clases y sistemas —que no serán tocados con
profundidad en este trabajo— que se configuran mediante la función textual y en relación
con las demás metafunciones. En pocas palabras, el significado que puedo manifestar es
una posibilidad de elecciones y combinaciones lexicogramáticas:

- La escala de rango permite jerarquizar y clasificar unidades. Se considera que


cada unidad consiste en una o más de las unidades que tiene por debajo, lo que
nos hace entender que las unidades se delimitan desde una composición superior
hacia una inferior (Texto>cláusula>frase>grupo>palabra>morfema)
- El continuum de la lexicogramática permite clasificar (no jerarquizar) morfemas y
lexemas o patrones lexicogramaticales.
- La red sistémica es la manifestación concreta del potencial de significado, es decir
una cláusula o texto. Este proceso se complementa con el concepto de
instanciación que integra el contexto de situación y las opciones que tiene el
hablante según su experiencia (Ideacional) y la función interpersonal.

Significado como variación

Este modo de abordar la dependencia contextual del significado fija su atención en


el concepto de registro. El registro permite entender que la manifestación del hablante
(oral o escrita) varía —se puede relacionar con la función social de la manifestación y su
mayor o menor densidad lexicológica—, también nos permite preguntar acerca de los
factores de delimitan la situación y cómo estos determinan la selección lingüística.

¿Qué necesitamos saber del contexto social de utilización del lenguaje? (Halliday, 2001,
p.48)

- El campo del discurso nos permite extraer el marco social/institucional en que se


produce un trozo de lenguaje, incluya no sólo el tema, sino también la actividad del
participante en determinado marco (2001). Un ejemplo de un marco social común
se puede graficar en una conversación de un padre con su hijo donde el niño a
través de un imperativo es enviado a ducharse; el tema es la necesidad de que el
niño se bañe y el acto es la manifestación de un imperativo que le ordena la
acción.
- El tenor del discurso es la relación entre los participantes y además el grado de la
carga de permanencia o emotividad que se sostienen en los papeles sociales que
cumplen interpersonalmente. Siguiendo el ejemplo del niño y su padre, ambos
constituyen los participantes de la situación y sus papeles sociales están
delimitados por la relación emotiva y jerárquica de padre>hijo
- El modo del discurso comprende el canal de comunicación adoptado que, en el
caso del ejemplo utilizado, la orden “¡Anda a bañarte ahora!” o una variación como
“¡Ándate a bañarte!” se manifiesta a través del lenguaje oral.

Metafunciones del lenguaje

Por último, las metafunciones del lenguaje son abstracciones que permiten
conectar la lengua con el contexto social que es utilizada; son trascendentes entre ellas y
también repercuten la elección y variación dialectal del uso. Cabe destacar que su función
es social, por lo tanto, en un contexto determinado —De ahí la relación con la justificación
de la dependencia contextual del significado—. También pueden concebirse como una
forma del sistema gramatical —GSF— en que la lengua se relaciona con las necesidades
sociales y personales que la misma lengua debe realizar —Poder decir es poder hacer—.
Antes de definirlas, es menester hacerlas presentes en la variación de significados; como
se menciona antes, son trascendentales, por lo tanto, en la variación de registros en el
sistema semiótico repercuten en el campo, tenor y modo del discurso.

- La función ideacional del lenguaje permite organizar la experiencia del hablante,


tanto su mundo interior como exterior. La experiencia que se puede situar en el
sistema semántico se manifiesta a través del lenguaje por lo tanto se realiza —
según el potencial de significado, se pueden realizar desde diferentes
posibilidades mediante el sistema lexicogramatical—. Su relación con el campo del
discurso está en la manifestación de un significado que pertenece a una
experiencia o posibilidades de significado en una situación específica.
- La función interpersonal permite establecer y identificar los vínculos, productos de
los papeles sociales de cada participante. Se relaciona con el tenor del discurso y
cómo esta composición de participantes y relaciones permiten variar en la
manifestación.
- La función textual contextualiza las unidades lingüísticas —desde el sistema
lexicogramatical— para volver operativa la manifestación, a través del lenguaje
oral o escrito), en un contexto determinado. Su relación con el modo del discurso
está en el canal a través del cual se manifiesta el hablante, siguiendo el caso del
padre y su hijo, no operan —o significan— de la misma forma una manifestación
lexicogramatical escrita en papel que diga: “Hijo, ve a asearte”, un whatsappeo a
su celular con el mismo mensaje o la orden oral.

También podría gustarte