Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Nueva
I listona
de Colombia
PLANETA
NHC
Nueva
Historia
de Colombia
Asesores
JORGE ORLANDO MELO
JESÚS ANTONIO BEJARANO
Plan de la obra
2 Era Republicana
V Economía,
Café, Industria
PLANETA
Dirección del proyecto: Gloria Zea
Gerencia general: Enrique González Villa
Coordinación editorial: Camilo Calderón Schrader
CDD 986.1
N83
Nueva historia de Colombia: economía, café, industria / director académico Alvaro Tirado Mejía.
Bogotá: Planeta Colombiana Editorial, 1989.
v.V: 400 p., ils., gráficos, cuadros, mapas; 24 cm.
Contenido: v.V. La economía colombiana. 1886-1922 / Bernardo Tovar Zambrano. La
economía colombiana entre 1922 y 1929 / Jesús Antonio Bejarano Avila. La gran crisis en
Colombia: el período 1928-1933 / Carlos Esteban Posada Posada. Aspectos internacionales de la
crisis de los años treinta / Juan José Echavarría Soto. La economía colombiana entre 1930 y 1945 /
Jesús Antonio Bejarano Avila. La economía colombiana entre 1946 y 1958 / Jesús Antonio
Bejarano Avila. La economía en Colombia 1958-1970/Juan Felipe Gaviria Gutiérrez. La economía
colombiana desde 1970 hasta nuestros días / Guillermo Perry Rubio. Los orígenes de la industria
cafetera, 1830-1929 / José Antonio Ocampo Gaviria. La consolidación de la industria cafetera,
1930-1958 / José Antonio Ocampo Gaviria. El café desde el Frente Nacional / Juan Manuel
Santos Calderón. Luchas del campesinado cafetero, 1930-1946 / Charles Bergquist. Historia de
la industria colombiana, 1886-1930 / Alberto Mayor Mora. Historia de la industria colombiana,
1930-1968 / Alberto Mayor Mora. Historia de industria colombiana, 1930-1968 / Alberto Mayor
Mora. Historia de la población de Colombia: 1880-2000 / José Olinto Rueda Plata.
ISBN 958-614-258-2 tomo V
1 . ECONOMÍA - COLOMBIA - HISTORIA, 1886-1989. 2. COLOMBIA - CONDICIONES
ECONÓMICAS, 1886-1970. 3. COLOMBIA -INDUSTRIAS. 4. CAFÉ - COLOMBIA - HISTO
RIA, 1830-1946. 5. COLOMBIA - POBLACIÓN - HISTORIA, 1880-2000. I. Economía, café,
industria.
CDD 986.1
N83
Sumario
Sumario
Introducción
Jesús Antonio Bejarano Avila 5
Introducción
Jesús Antonio Bejarano mente críticas pero que, una vez supe
radas, propician de muchos modos el
tránsito hacia una economía más moder
na. La periodización adoptada aquí re
Cien años de economía colombiana coge las grandes etapas en las que puede
subdividirse el comportamiento econó
a historiografía económica sobre mico del país en una perspectiva histó
L Colombia suele aceptar el decenio rica.
1880-1890 como el período en el cual Así, los años que transcurren entre
empezaron a establecerse las condicio mediados del decenio de 1880 y aproxi
nes para un desarrollo sostenido del madamente 1922 no son más que la ma
país. Este "punto de inflexión", como duración lenta, y en ocasiones interrum
acostumbran llamarlo los economistas, pida, de los impulsos propiciados por
tiene su explicación en el incipiente sur el café El decenio que comienza en
gimiento de la economía cafetera, en la 1920 es, por el contrario, un período
conformación aún precaria de un sis de aceleradas transformaciones en el or
tema de transportes que vinculaba al den económico, impulsadas en buena
país con el exterior, en una organización parte al amparo de los acontecimientos
política que se fraguó al amparo de la externos favorables que logran catalizar
Constitución de 1886 y en un contexto las fuerzas económicas y sociales inter
internacional favorable que se prolongó nas con una rapidez que hasta entonces
durante los primeros decenios del presente el país no había experimentado. La
siglo. "prosperidad al debe", como se llamó
Durante los cien años transcurridos al auge de estos años, se vio abrupta
desde entonces, la economía colom mente interrumpida por la gran crisis de
biana ha experimentado la trayectoria 1929-1930, la cual, si bien en lo inme
cíclica propia de los procesos económi diato se tradujo en una paralización del
cos globales: largos períodos de creci aparato productivo y en una marcada
miento lento a los que siguen períodos inestabilidad, acabó a la postre transfor
de aceleración de este crecimiento y las mando el escenario económico, social
consiguientes contracciones de la activi y político, e impulsando un proceso de
dad económica en ocasiones extremada modernización económica cuyo resul-
6 Nueva historia de Colombia, Vol. V
tado más visible fue sin duda la indus ampliación de la frontera agrícola; per
trialización. Hasta la segunda Guerra mitió el establecimiento de una red de
Mundial, el país avanzará fundamental transportes, especialmente de ferroca
mente sobre este sector y al mismo rriles, que no sólo abrió el país a las
tiempo irá estableciendo un conjunto de corrientes del comercio externo, sino
instituciones económicas que permitirán que comunicó internamente las regio
la ampliación de la órbita de interven nes, ampliando con ello el mercado na
ción del Estado. Además del capítulo cional; provocó, en fin, múltiples efec
sobre la evolución de la economía entre tos económicos de innegable importan
1930 y 1945, hemos incluido en relación cia para el progreso nacional a lo largo
con la política económica apartes de un del siglo XX. No fue menor su signifi
ensayo escrito por el doctor Carlos Lle cación en cuanto al ordenamiento social
ras Restrepo en 1946, quien gentilmente y político del país. Los historiadores
ha autorizado su publicación. Al igual del tema han destacado suficientemente
que durante los años veintes, en el pe cómo la consolidación de la economía
ríodo de postguerra el país experimen cafetera en los primeros decenios del
tará un rápido crecimiento y una no me siglo XX, que generó una extensa capa
nos rápida transformación de su estruc de pequeños propietarios en la región
tura económica. De la postguerra emer occidental, logró atenuar sensiblemente
gerá una agricultura sensiblemente mo las rivalidades partidistas al provocar la
dernizada, un entable industrial mucho confluencia de intereses de diversos gru
más diversificado que en los años ante pos sociales alrededor del desarrollo ca
riores, y se vislumbrará desde entonces fetero, además de que los ingresos pro
la transición hacia una sociedad funda venientes del café permitieron el forta
mentalmente urbana, con todo lo que lecimiento de los ingresos estatales, dis
ello significa en términos de las dimen minuyendo así las recurrentes crisis fis
siones sociales del desarrollo. cales que a lo largo del siglo XIX acen
Los últimos quince años en buena me tuaron la inestabilidad política. Las
dida resumen las vicisitudes del com etapas del desarrollo cafetero, por otra
portamiento cíclico de la economía co parte, han significado cambios en la
lombiana, caracterizada en su trayecto conformación regional del país, en las
ria histórica, según se anotó, por perío formas de utilización de la mano de
dos bien definidos de crecimiento lento, obra, en los sistemas de comercializa
aceleraciones y crisis de las que, inde ción interna y externa y, por supuesto,
pendientemente de sus causas, emerge en la estructura misma de las unidades
un país distinto y en todo caso más vi productivas, elementos estos que permi
goroso. Quizás la enseñanza de los cien ten configurar períodos más o menos
años de historia examinados en estas precisos en la evolución de la economía
páginas sea la de que, por tortuosos que cafetera, períodos que se han adoptado
sean los caminos, siempre queda la es aquí para la subdivisión cronológica del
peranza de una alternativa para las épo tema.
cas de crisis. De hecho, en sus comienzos en las
últimas décadas del siglo XIX, la expan
Café e Industria sión cafetera se asentó sobre un régimen
de haciendas, principalmente en el occi
Sin duda, el surgimiento de la economía dente de Cundinamarca, los Santande-
cafetera en los últimos decenios del res, Antioquia y en menor medida el
siglo XIX es uno de los hechos esencia Valle del Cauca. Sin embargo, desde
les en la historia económica colombia comienzos del siglo XX, se insinuaba
na. El café vinculó al país de manera ya el avance cafetero en el sur de Antio-
estable y definitiva a la economía inter quia, viejo Caldas, norte del Valle y
nacional; contribuyó a crear las condi Tolima, en gran medida como resultado
ciones para el desarrollo de la región de la colonización del occidente del
oriental; propició la ocupación de nue país, conformándose de modo predomi
vas áreas del territorio, y con ello la nante un régimen productivo de peque-
Introducción 7
ñas y medianas unidades que iría a cons En los capítulos sobre la historia in
tituir el rasgo característico de la econo dustrial se ha optado por subrayar más
mía cafetera durante el siglo XX. Por las dimensiones sociológicas que las
otra parte, las haciendas cafeteras de propiamente económicas, ya que la in
Cundinamarca y Tolima fueron el esce dustria en tanto que sector de la econo
nario de las luchas agrarias en los años mía ha sido convenientemente tratada
veinte y treinta; aquellas, al descompo en los capítulos correspondientes a la
nerse, acentuaron aún más los cambios evolución económica general del país.
en la localización regional del desarrollo
cafetero. En rigor, el malestar campe Se complementa este volumen con un
sino de aquellos años lo fue fundamen capítulo relativo a la historia de la pobla
talmente del campesinado cafetero, lo ción colombiana durante los últimos
cual marcó, según se observa en estas cien años, capítulo que, por lo demás,
páginas, los límites y características de presenta de manera novedosa las dimen
las luchas agrarias de ese período. siones de la dinámica demográfica en
Paralelamente a la expansión cafete sus relaciones con el desarrollo econó
ra, y en parte como su consecuencia mico y social, superando con mucho las
más inmediata, se fue constituyendo en limitaciones habitualmente descriptivas
el occidente colombiano, especialmente de los estudios demográficos.
en Antioquia, un entable industrial que Recoge este volumen, pues, la histo
aprovechó la experiencia empresarial ria de tres grandes procesos que articu
ganada en el comercio cafetero, los ca lan el curso general de la economía co
pitales acumulados en este y, por su lombiana durante el siglo XX: el desa
puesto, el mercado que poco a poco el rrollo de la economía cafetera, la evolu
café iba creando mediante los múltiples ción de la industria y la dinámica demo
efectos aludidos antes. gráfica.
Capítulo 1 9
La economía colombiana
(1886-1922)
Bernardo Tovar Zambrano
1886-1992: un período
de transición
n el contexto de la historia nacio
E nal, el período comprendido en
tre 1886 y 1922 se inscribe en la fase
de transición durante la cual tomaron
cuerpo las condiciones económicas,
sociales y político-institucionales que
encauzaron el país por el derrotero de
la modernización capitalista. Tales
condiciones eran resultado de la con
fluencia, tanto en el escenario interior
como en el ámbito de las relaciones
externas, de una serie de factores cuyo
desenvolvimiento, a la vez que era ex
presión de los nuevos desarrollos, con
tribuía, por sus efectos, a cimentar y
ampliar la tendencia de la moderni 1887 y 1896 se vivió un nuevo auge ca Recuas de mulas
zación. Entre dichos factores se des fetero, hasta llegar en este último año cargadas con café,
taca, ante todo, la producción cafetera a representar el 56.3 % del valor total en la calle 5a. de
de exportación, la cual comenzó a ex de las exportaciones. Nuevamente de Bucaramanga,
a comienzos de siglo.
pandirse desde los años setenta del si cayó la exportación a fines del siglo
glo pasado. En 1872-73 se exportaron XIX y comienzos del siglo XX; en 1905
7.364 toneladas de café por valor de se exportaron 30.486 toneladas por
$ 1.9 millones, lo que significaba el valor de $ 4.8 millones, el 39.2 % de
18.4 % del valor total de las exporta las exportaciones. La exportación se
ciones; a partir de estos años la ex mantuvo baja hasta 1911 en que se co
portación de café descendió. Entre menzó a presentar un nuevo auge; en
10 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Cultivadores de tabaco
en Santander,
hacia 1910.
Importante renglón
en las exportaciones
colombianas, con un
21% en 1870-75.
el tabaco fue perdiendo
significación hasta
llegar a un exiguo
1% en 1915.
11
Composición porcentual de las exportaciones colombianas. Principales artículos Cuadro 1
Años Total Oro Café Tabaco Quina Cueros Algodón Añil Caucho Tagua Banano Otros(1)
1870/1-74/5 100 22.2 16.4 21.2 14.7 4.6 2.5 3.3 2.8 1.0 11.4
1875/6-77/8 100 24.0 22.3 13.3 17.5 5.7 1.4 0.4 1.9 3.1 10.4
1878/9-80/1 100 19.1 21.4 7.5 25.4 7.0 0.5 0.1 2.3 2.7 14.0
1881/2-82/3 100 18.7 16.9 1.2 30.9 7.8 0.2 3.2 1.1 20.0
1888-91 100 26.9 34.3 6.9 0.3 7.1 1.1 2.7 2.2 18.5
1894-7 100 55.1
1898 100 17.4 49.0 8.3 5.5 0.4 2.3 1.1 0.4 15.6
1905 100 14.1 39.5 3.3 0.1 11.7 0.1 1.8 0.9 1.4 27.1
1906-10 100 20.4 37.2 3.0 9.0 0.1 3.3 2.4 6.3 18.3
1911 100 16.8 42.4 1.6 8.0 4.0 3.4 9.8 14.0
1912 100 20.6 52.2 1.4 8.3 2.3 2.4 6.2 6.6
1913 100 12.0 53.6 2.7 9.3 1.2 2.4 8.9 9.9
1914 100 14.6 49.4 1,2 8.3 0.6 1.0 9.2 15.7
1915 100 17.3 51.5 1.1 11.7 0.8 1.2 6.3 10.1
1916 100 14.9 53.8 1.1 11.2 1.3 1.3 4.5 11.9
1917 100 12.6 42.8 1.7 16.8 0.4 2.1 0.9 7.3 15.4
1918 100 6.8 55.3 2.8 8.0 2.0 1.1 6.6 17.4
1919 100 0.5 68.7 3.5 11.0 0.3 0.9 2.8 12.3
1922 100 10.0 68.8 0.5 4.7 0.2 0.2 0.4 6.8 8.4
(1). Incluye principalmente plata, cacao, sombreros, dividivi, maderas, azúcar, platino, palo brasil, palo mora.
Locomotora
"Jorge Holguín",
que estuvo de servicio
en la prolongación
del Ferrocarril del
Norte, a comienzos
de los años 20.
Entre 1904 y 1922
la red ferroviaria
se duplicó, llegando
a 1 481 kms.
ese mercado constituyeron otras con más acentuada que para la importa
diciones propicias para el surgimiento ción de manufacturas terminadas,
de la industria, c) Asociada a la eco d) Impulsadas por la producción, pro
nomía cafetera se produjo la implan cesamiento, transporte y comerciali
tación de una red ferroviaria, que a su zación del café, se desarrollaron las
turno contribuyó a las expansiones de ciudades, que atrajeron un conjunto
la producción cafetera, del mercado y diverso de actividades, oficios y pro
de la industrialización: entre 1885 y fesiones, captaron un flujo poblacio-
1922 la red ferroviaria en uso pasó de nal, se constituyeron en centros de
203 km a 1.166 km (véase cuadro 2). mercados de bienes y fuerza de tra
Específicamente, los ferrocarriles fa bajo y de este modo coadyuvaron a la
Publicidad del vorecieron el desarrollo industrial, complejidad de la vida económica y
Ferrocarril de Ocaña particularmente la industria textil de social, e) La economía cafetera per
al Magdalena, mitió la formación de nuevos grupos
publicada por la
Medellín, al reducir los costos de
"Revista Mercantil" transporte para la importación de ma sociales que tuvieron incidencia nota
en 1890. quinarias y materias primas en forma ble en los conflictos y la vida política
Capítulo 1 13
Cuadro 2
Crecimiento de la red ferroviaria: kilómetros en uso para años
seleccionados. 1885-1922
Ferrocarriles 1885 1890 1904 1909 1914 1922
Grupo I (Zonas cafeteras) 176 215 279 549 783 992
FC de Antioquia 38 48 66 102 205 242
FC de Cúcuta 54 55 71 77 71 72
FC de La Dorada 15 29 33 119 111 111
FC de Girardot 31 31 49 132 132 132
FC del Pacífico 33 52 43 94 234 341
FC del Tolima 17 25 30 94
Grupo II 40 114 122 176
87
FC de Ambalema-Ibagué
FC de La Sabana 40 40 40 55
/in
40
Central del Norte la. 12 20 20
Central del Norte 2a. 62 62 62
FC del Nordeste 47
FC de Caldas 39
FC de Nariño
Otros Ferrocarriles 27 27 119 238 261 313
FC de Bolívar 27 27 27 27 28 28
FC de Cartagena 105 117 105 105
FC de Santa Marta 67 94 128 180
Aviso publicitario del
Otros Ferrocarril de la
Sabana, inserto en el
Total, todas las líneas 203 282 565 901 1.166 1.481 "Directorio General de
Bogotá", de 1888.
Fuente: William P. McGreevey (1975, pág. 262). con la nómina
de sus directivos.
el monto de los derechos aduaneros. ■Tin -T7 -Era. Directiva. -h-wm e»nl Joim,
dor del Departamento ; XI ten luios piuxcwaM»
Uobw»»-
sefiores Dctnelno Paredoa, Juan n rt>0BOa
Además, la exportación cafetera pa y Ricardo Gaitón
gaba una serie de derechos, tales Tkimkiio. «riloi <'lirio. T«w: Si'.t mki. .c-Dor IfcmMrio
como los de canalización, peaje y to Qr-t-ri-i -i «-i rtii clt=> Inapeood ÓXX. *<»r '■■■"PoW" H“k“
nelaje; los impuestos sobre la carne, la
Nueva Historia de Colombia Vol. V
14
Capítulo 1
Cuadro 3
Sección de empacadoras
de la Compañía Unida
de Fósforos, de
Barranquilla, 1921.
Entre 1910 y 1920.
se duplicó el número
de establecimientos
industriales en el país,
llegando a 442,
localizados
principalmente
en Medellín, Bogotá,
Barranquilla, Cartagena
v más tarde en Cali.
Capítulo 1 17
Escena campesina,
hacia 1910.
El mayor dinamismo
de los centros
industriales
produjo demandas
inmediatas a la
producción agraria,
tanto en el
suministro de
alimentos
como en la producción
de materias primas.
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
20
Santa Marta
BarranquillaQ—
Cartagena!
OCEANO / 7
l V_
ATLANTICO / |
/ ¿
Sincelejo
X
\
\
X/
\
/
\ /
\ y^Cúcuta
i x •
Bucaramanga,
Medellin]
OCEANO
PACIFICO
Ibagué iBogota
Buenaventura
Neiva
Popayán
banas y a la mayor captación de po vía por parte del Estado. Por medio de
blación. los contratos de construcción a precio
Junto con el desenvolvimiento de fijo el Estado pagaba al contratista
los factores económicos descritos, es una suma determinada por kilómetro
necesario observar la política del Es de construcción, suma que, por regla
tado. En general, para la marcha de la general, se fijaba arbitrariamente por
economía durante el período 1886 a encima del costo efectivo de construc
1922, la acción del Estado revistió ción, lo que resultaba muy oneroso
considerable importancia. Uno de los para el Estado. Posteriormente, el Es
campos de preocupación del Estado tado emprendió la construcción de fe
fue la construcción de vías de trans rrocarriles por administración directa,
porte: caminos de herradura, algunas y en estas condiciones marchaba con
carreteras y sobre todo ferrocarriles. éxito en 1920 la construcción de los fe
En cuanto a los caminos de herradura, rrocarriles del Pacífico, Tolima y la
el país contaba hacia 1890 con una ex prolongación del ferrocarril del Norte.
tensa red que unía entre sí a todas las La construcción de ferrocarriles
regiones (mapa 1); los caminos habían obedecía a los requerimientos de la
mejorado y ya no existían los atroces economía exportadora, de ahí que
y azarosos que se describían a media asumiera una orientación centrífuga:
dos de siglo. Estos caminos tenían im se buscaba la vinculación de las regio
portancia para los mercados locales y nes al mar o al río Magdalena para la
regionales y, de manera especial, cum exportación principalmente de café.
plían una función vital en las regiones Hacia 1920 (véase mapa 2), se consi
cafeteras, para la movilización entre deraba que las regiones, bien que mal,
las plantaciones y las vías carreteables. ya habían resuelto el problema de sus
En cuanto a la construcción de ferro comunicaciones con el exterior, y de
carriles, el Estado adoptó inicialmente lo que se trataba entonces era de unir
una política de contratos con empresas las entre sí. La construcción de ferro
privadas, extranjeras y algunas nacio carriles durante los años veinte obe
nales, bajo dos modalidades: contra decería no solamente a las exigencias
tos de privilegio y contratos por precio del comercio exterior, sino también
fijo. Por medio del primero el conce a los requerimientos del mercado
sionario suministraba el capital y lue interior.
go se reembolsaba con el usufructo del
ferrocarril por un largo tiempo, y tam A través del fomento a la construc
bién con subvenciones estatales o con ción de ferrocarriles el Estado tuvo un
la garantía de un interés por los fondos impacto fundamental en el desarrollo
invertidos. Este sistema resultó lesivo de la economía exportadora. Pero la
para el país, puesto que por lo general acción del Estado no se limitaba al fo
el concesionario construía la parte fá mento de las vías de comunicación, o
cil del ferrocarril, que le proporcio a las obras de infraestructura (las lla
naba grandes rendimientos, y dejaba madas obras públicas), sino que tam
sin construir la parte más difícil y cos bién incidía en el desarrollo econó
tosa, y con cualquier pretexto recla mico, como veremos más adelante,
maba la indemnización; con frecuen por intermedio de la política fiscal y
cia también se modificaba el contrato del manejo del sistema monetario; de
inicial obteniendo el concesionario igual manera, a través de la elevación
grandes ventajas que resultaban one del arancel aduanero (proteccionis
rosas para el Estado; así mismo, el mo) generaba efectos para la indus
concesionario, con miras a obtener el tria; el Estado, además, en ciertos mo
mayor lucro posible, imponía altas ta mentos estableció incentivos y subven
rifas y, además, los términos extre ciones para el desarrollo de determi
madamente largos del privilegio ha nadas industrias y de algunos produc
cían interminable la adquisición de la tos agrarios de mercado interno y de
exportación.
22 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Q Puerto Villamizar
+ '•
t- z
+z
& Cúcuta
i
Medellin ®
OCEANO
PACIFICO
Amaga
1
La Dorada
Hondar
Chiquinquirá
pTunia
Mariquitas
C$ Zipaquirá
AmbalemaÓ * K
©Bogotá
O Sibaté
Capítulo 1 23
Cuadro 6
Composición porcentual de los gastos nacionales presupuestados.
1880-1922
Administración Guerra Inversión
Año Total Sociales
y funcionamiento y justicia y fomento
1880 100 49.6 11.7 35.0 3.6
1881 100 44.4 17.0 32.5 6.0
1882 100 50.5 19.5 24.1 5.9
1883 100 61.5 19.4 12.7 7.2
1884 100 54.4 18.1 21.2 6.4
1885 100 47.6 29.4 9.7 13.3
1886 100 55.0 31.7 9.1 4.3
1887-88 100 55.8 32.1 8.7 3.4
1889-90 100 59.6 17.9 16.7 5.9
1891-92 100 51.8 21.0 17.3 9.9
1893-94 100 59.5 15.0 9.7 5.8
1895-96 100 53.5 32.3 6.4 7.8
1897-98 100 56.8 30.7 5.4 7.1
99-1900 100 45.1 37.4 10.3 7.3
1901-02 100 28.6 57.9 8.6 5.0
1903-04 100 34.1 55.7 6.8 3.4
1905-06 100 28.9 63.7 5.4 2.0
1907 100 32.1 59.2 6.9 1.8
1908 100 32.9 58.3 7.1 1.7
1909 100 35.0 56.5 6.1 2.4
1910 100 32.7 61.3 3.3 2.6
1911 100 70.2 20.0 3.6 6.2
1912 100 63.8 22.3 6.9 7.0
1913 100 59.2 24.0 9.2 7.6
1914 100 55.0 19.7 18.7 5.6
1915 100 60.6 17.1 14.8 7.5
1916 100 69.7 13.8 9.6 6.8
1917 100 68.9 13.0 10.9 7.1
1918 100 67.8 13.7 11.5 7.0
1919 100 66.4 13.1 9.5 11.0
1920 100 54.6 14.0 21.1 10.3
1921 100 53.6 12.2 29.1 5.1
1922 100 65.9 10.8 19.1 4.1
Fuente: Con base en DANE. Boletín mensual de estadística, págs. 257-258. Bogotá, dic. 1972-
enero 1973.
Capítulo 1 25
Gráfico 2
150 -
100 -
IR
Importaciones II
(/)
I
Exportaciones
u
H
I
Z i
UJ 50 - I
cr I
oc J
o
o r~'
</)
UJ
cc 30 - 1 h l
< i A l\ l
o 1/ \ \
o i/ \ I \l
UJ // \ N
Q
20 ~
/ \
(/>
tu
z
o
10 -
i |p— IF” l 1 I I I I
1875 1880 1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915 1920
Guerra Guerra Regeneración Guerra Guerra Quinquenio 1a. Guerra Auge-Criáis
Civil Civil Civil Mil Días Mundial
Vista panorámica de
Bogotá en 1895. con
las fábricas de Tívoli
y Fenicia (envases
de vidrio) en
primer plano.
El primer decenio
de la Regeneración
comportó una
reactivación
económica.
Ejército conservador
reunido en Pamplona,
en 1901, durante la
guerra de los Mil Días.
Este conflicto se
articuló sobre la base
de una triple crisis:
económica, fiscal y
política, y afligió
tanto al sector de la
producción como al
sector agrario.
Capítulo 1 35
lleras. Las vías de transporte y comu por lo menos cien mil vidas, la desor
nicación sufrieron quebrantos con la ganización del panorama laboral, la
devastación del sistema telegráfico, el postración de la agricultura, el entor
daño de algunas vías férreas, el hun pecimiento de los transportes y de las
dimiento de muchos barcos, el dete comunicaciones, el desquiciamiento
rioro de los caminos de herradura, etc. del sistema monetario y financiero, el
El movimiento de las mercancías de drama de una gran miseria social, la
exportación e importación se redujo carga de un enorme déficit fiscal, y, fi
sustancialmente, se desalentaron las nalmente, la pérdida de Panamá. Se
inversiones productivas y se produjo trataba de una economía deprimida y
el éxodo de capitales. Sin embargo, de un Estado profundamente desequi
muchas cuantiosas fortunas se hicie librado en sus finanzas y golpeado en
ron de la noche a la mañana al ritmo su integridad territorial. Los gobier
de la especulación, el contrabando y la nos de los períodos siguientes tenían
usura que la guerra y la inflación des que afrontar entonces las consecuen
bocada generaban. El abastecimiento cias dejadas por la guerra; concreta
de los ejércitos del gobierno y de los mente, debían ocuparse de equilibrar
grupos revolucionarios constituía el el presupuesto del Estado, aumentan
negocio para que los comerciantes do los ingresos y reduciendo los gas
proveedores y los contrabandistas ob tos; de organizar el sistema moneta
tuvieran copiosas ganancias. Esto con rio, suprimiendo las emisiones, amor
dujo a la formación de un grupo de tizando el papel moneda que pasaba
nuevos ricos que comenzó a tener una de los mil millones (cuadro 7) y retor
figuración de primer orden en las altas nando al patrón oro; de estabilizar la
finanzas del país. Así mismo, se fun tasa de cambio; de restaurar el crédi
daron bancos que prontamente adqui to; de impulsar los transportes y el de
rieron un éxito halagador. sarrollo de la producción. Éstos eran
Concluido el conflicto militar, la si las tareas y los problemas del Estado
tuación era desastrosa: la guerra le ha desde la administración Marroquín has
bía significado al país la pérdida de ta el Quinquenio de Reyes.
36 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Capítulo 1 37
El Quinquenio de Reyes
y la recuperación
El primer paso en firme que se dio
para afrontar la situación de posguerra
lo constituyó la expedición de la ley 33
de 1903, por medio de la cual se de
terminaba la adopción del patrón oro
para fijar el valor de la moneda; la es
tipulación de oro en los contratos; y la
creación de la Junta de Amortización
que debía fijar la tasa de cambio de
papel por oro y amortizar el papel mo
neda. No obstante, los mayores es
fuerzos para solucionar los problemas
políticos, fiscales y económicos de garle una relativa estabilidad al tipo de Billete por valor de
posguerra los efectuó el gobierno de cambio, acabar con la especulación 25 pesos, del Banco
Rafael Reyes. En lo político, la inicia desbordada de posguerra, fortalecer la Central, con la
tiva del gobierno se relacionaba, entre moneda y rescatar la confianza en ella. efigie del presidente
otros aspectos, con la búsqueda del Rafael Reyes, su fundador.
Con el objeto de contar con una ins La emisión, del 23
equilibrio político institucionalizando titución que fuera el centro de la po de agosto de 1903,
la representación liberal en el gobier lítica monetaria y crediticia del país, lleva las firmas de
no; con la profesionalización del ejér que permitiera el fomento de las ac Luis Cuervo Márquez,
cito y el apaciguamiento del bandole tividades económicas y constituyera como presidente de
rismo que quedó de la guerra; con el la Junta, y de
sobre todo un apoyo financiero al go Nemesio Camocho,
desmonte de los poderes locales, ins bierno, Reyes fundó el Banco Central como gerente
talados en las regiones, y el refuerzo de Colombia, para lo cual invocó el del banco.
del centralismo estatal (a esto respon concurso de los empresarios privados.
día en parte la reorganización político- Si bien el gobierno se abstuvo de sus
administrativa, que implicó el fraccio cribir acciones en el Banco —no cons
namiento de los departamentos tradi tituyendo en este sentido una institu
cionales). ción estatal, aunque por sus funciones
Para afrontar el problema moneta podía considerarse como tal—, le
rio, Reyes estabilizó el tipo de cambio otorgó, en cambio, un conjunto de
al 10.000 %, frenando así las fluctua privilegios entre los cuales se desta
ciones bruscas y diarias del valor de la caban los siguientes: el privilegio ex
moneda que entorpecían las transac clusivo por treinta años para emitir bi
ciones internas, inflaban la tasa de in lletes respaldados en oro; franquicia
terés y fomentaban la inseguridad eco postal y telegráfica; exención de de
nómica. Determinó así mismo la rechos de aduana y de derechos de re
adopción del peso oro como unidad gistro para escrituras. Así mismo, el
monetaria y de cuenta; en los presu gobierno le encargó efectuar la con
puestos nacionales, departamentales y versión de los billetes del Banco Na
municipales, así como en el pago de cional por moneda metálica, para lo
los gastos públicos y en la contabilidad cual destinaba unas rentas. Al banco
oficial, debía emplearse el peso oro se le recomendó también la supervi
como unidad monetaria; conservó la sión del sistema monetario nacional y
libre estipulación en los contratos ci se le entregó la administración de las
viles y en las transacciones comercia rentas de licores, pieles, tabaco, ciga
les; finalmente, consagró la conver rrillos y fósforos; además, devengaría
sión de papel moneda por moneda el 10 % de los ingresos brutos que co
metálica en la proporción de $ 100 en brara por concepto de impuestos. El
papel moneda por $ 1 en oro. Con ello Banco Central podía efectuar las ope
se buscaba, entre otros aspectos, otor- raciones corrientes de cualquier banco
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
38
nado al aumento de las vías de trans crédito del país en el exterior, obtener
porte, que se consideraban la clave del nuevos empréstitos y lograr la afluen
desarrollo económico nacional. En cia de capital extranjero, que se con
esta forma, la red ferroviaria se incre sideraba como primordial para el de
mentó en un 50 %, se amplió la cons sarrollo de las exportaciones de mi
trucción de carreteras y caminos de nerales (petróleo) y de productos agrí
herradura y se mejoró la navegación colas (banano). En cuanto a la acción
por el río Magdalena. Para la cons del Estado sobre la economía, resulta
trucción de ferrocarriles, Reyes optó también ostensible el fomento de la in
por otorgar a las compañías subven dustria y de la agricultura. Entre las
ciones y concesiones demasiado am medidas para el fomento de la indus
plias, lo cual recargaba extremada tria se destacaba el aumento de las ta
mente los costos, con un resultado rifas arancelarias, las subvenciones di
problemático y lesivo para el país y las rectas, los privilegios comerciales y los
finanzas del Estado. Él ferrocarril del incentivos tributarios, lo cual tendió a
Pacífico Cali-Buenaventura avanzó favorecer la industrial textil y el esta
notablemente; el de Honda-La Dora blecimiento de algunas industrias para
da llegó a Ambalema y el de Girardot procesar alimentos, ácidos, vidrio y
a Ibagué; el ferrocarril de Antioquia papel, sin que en estos últimos renglo
se prolongó en 36 km y también el de nes se hubiesen obtenido resultados
Santa Marta-Fundación, que llegó a positivos. En cuanto a la agricultura,
95 km del puerto. Pero la mayor rea se destacó el apoyo al cultivo del al
lización fue el empalme del ferrocarril godón, al cultivo y procesamiento de
de Girardot con el de la Sabana en Fa- la caña de azúcar y a la agricultura de
catativá: así, por primera vez, la ca exportación: café, tabaco y caucho.
pital de la República quedaba unida En cuanto al café, el gobierno deter
por ferrocarril al río Magdalena, y por minó conceder una subvención de
éste, en vapor, con el mundo exterior, un peso oro por cada quintal expor
circunstancia que favoreció sustancial tado. Este subsidio fue posteriormen
mente a la región. Así mismo, se pro te cambiado por una subvención a las
longó el ferrocarril de Bogotá al Salto compañías de navegación, con el ob
del Tequendama, y el de Bogotá a Zi- jeto de obtener una reducción en los
paquirá y se inició el de Puerto Wil- fletes, lo cual, sin embargo, no trajo
ches a Bucaramanga. En cuanto a ca el efecto esperado: los fletes más bien
rreteras, la realización más notable subieron.
fue la prolongación de la carretera
Central del Norte, que llegó a Santa Resulta claro entonces que durante
Rosa de Viterbo, en una extensión su el Quinquenio el Estado desplegó una
perior a los 200 km, uniendo a Cun- importante acción económica orien
dinamarca y Boyacá; esta vía fue inau tada a afrontar la crisis de posguerra,
gurada por Reyes en el primer auto a promover el desarrollo y a dotar al
móvil que llegó a Bogotá. mismo Estado de instrumentos inter
vencionistas. La reforma monetaria,
Con el desarrollo de aquellas vías, el Banco Central, la reforma fiscal, la
el Estado le otorgaba un impulso sus política de transporte y comunicacio
tancial al desarrollo económico en ge nes, los subsidios, las concesiones, el
neral, pero de modo especial a la eco manejo de la deuda externa y la polí
nomía exportadora, dada la orienta tica arancelaria, si bien se dirigían a
ción predominantemente centrífuga allanar obstáculos y estimular el de
de dichas vías, lo que también favo sarrollo, algunas de esas medidas sus
recía el comercio de importación. citaron diversos y graves problemas
Los mayores ingresos permitieron a que contribuyeron a determinar la
Reyes atender puntualmente el servi oposición a la dictadura de Reyes.
cio de la deuda externa, lo cual se ha Además de afectar algunos intereses,
cía con el propósito de restablecer el como el de los importadores con el
Nueva Historia de Colombia, Vol. V
40
Quema de 16 millones
de pesos en billetes,
durante una de las
incineraciones
semanales que se
realizaban en la Casa
de la Moneda, en
Bogotá, ante miembros
de la Junta de
Conversión
y representantes de
la Cámara de Comercio.
Agosto de 1916.
Cuadro 8
Ingenio La Manuelita,
en el Valle del Cauca,
inaugurado en 1901.
Junto con el ingenio
de Sincerín, Bolívar,
fundado en 1906,
estos establecimientos
marcaron en los años
10 la expansión de la
producción azucarera
Caricatura de
"Bogotá Cómico
(1919) contra la
emisión de cédulas
de Tesorería.
No obstante el
pesimismo del
caricaturista,
estas cédulas fueron
aceptadas para los
pagos de renta en
los departamentos
y municipios,
por los acreedores
del Estado y por los
establecimientos
comerciales, bancarios
e industriales, con
notable éxito.
aceptadas para los pagos de renta en da. La guerra había puesto de mani
los departamentos y municipios, por fiesto los graves problemas que afron
los acreedores del Estado y por los es taba el desarrollo del país. Éstos ha
tablecimientos comerciales, bancarios cían referencia principalmente a la red
e industriales y, de este modo, aque de transportes, a la estructura básica
llos documentos circularon como di del régimen monetario y financiero y
nero a la par con la moneda nacional. al régimen fiscal del Estado. Los avan
Con este recurso se lograron pagar las ces en la solución de los dos primeros
deudas más urgentes (lazaretos, cár problemas vendrían en los años vein
celes, policía, ejército, poder judicial, te; y del último, en los años treinta.
pensiones) y se pudo dar algún impul En cuanto a la cuestión de los trans
so a las obras públicas. Al circular portes, se buscaba mejorar las vías
como dinero, las cédulas aliviaron la para el comercio exterior y crear una
escasez circulante, contribuyeron a la red interna que sirviera de base para
animación de la actividad comercial, la articulación del mercado interior.
mitigaron la penuria monetaria del El Estado debía así mismo regular las
sector cafetero y también evitaron el tarifas y emprender la construcción de
descenso del cambio sobre el exterior. las vías. Sin embargo, esta empresa
La emisión de las cédulas resultó en chocaba con la baja capacidad finan
tonces eficaz para contrarrestar y so ciera del Estado, lo que llevaba a fin
brellevar la crisis en su etapa más agu car las esperanzas en el capital extran-
Cuadro 9
(1) Incluye principalmente España, Ecuador, Perú, Venezuela, Antillas, Italia y otros países de Europa y América.
Fuente: 1885-1910, José Antonio Ocampo (1984).
1913-1922, Anuario de comercio exterior.
Capítulo 1 47
Cuadro 10
(1) Incluye principalmente España, Antillas, Venezuela, Ecuador, Perú, Italia y otros países de Europa y América.
jero. Como quiera que la guerra había Las relaciones entre Colombia y Es
reforzado el viraje del país hacia la ór tados Unidos pasaban previamente
bita norteamericana, las miradas se di por la aprobación del tratado que zan
rigían entonces hacia esta nación. De jaba las diferencias surgidas a raíz de
hecho, se producía la conjunción entre la cuestión de Panamá, tratado por
el comercio exterior de Colombia y el el cual Colombia buscaba el recono
mercado norteamericano (cuadros 9 y cimiento de 25 millones de dólares
10), y al mismo tiempo, entre la bús como indemnización. En 1914 se sus
queda colombiana de capital extran cribió el tratado Urrutia-Thomson, su
jero y la avalancha del capital nortea jeto a posterior aprobación de los par
mericano que a su vez buscaba am lamentos de ambos países. Por parte
pliar sus órbitas de inversión y el ase de Estados Unidos, la aprobación del
guramiento de materias primas, tales tratado estuvo vinculada estrechamen
como el petróleo, además de los be te a la presión sobre los petróleos co
neficios de intercambio. Las inversio lombianos para que fueran entregados
nes norteamericanas oscilaban entre 2 a los consorcios de ese país. Sólo hasta
y 4 millones de pesos en 1913. 1922, casi dos decenios después de la
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
48
Bibliografía
ARANGO, MARIANO. Café e Industria: 1850-1930. Bogotá, Carlos Valencia Editores, 1977.
BEJARANO, JESÚS ANTONIO. El régimen agrario, de la economía exportadora a la economía in
dustrial, Bogotá, Ed. La Carreta, 1979.
BERQUIST, CHARLES. Café y conflicto en Colombia, 1886-1910, Medellín, FAES, 1981.
CRUZ SANTOS, ABEL. «Economía y hacienda pública», Historia extensa de Colombia, Volumen
XV, tomo 2, Academia Colombiana de Historia, Bogotá, Lerner 1966.
MCGREEVEY, WILLIAM PAUL. Historia económica de Colombia 1845-1930. Bogotá, Ed. Tercer
Mundo, 1975.
OCAMPO, JOSÉ ANTONIO. Colombia y la economía mundial, 1830-1910, Ed. Siglo XXI. Bogotá,
Fedesarrollo, 1984.
OSPINA VÁSQUEZ, LUIS. Industria y protección en Colombia, 1810-1930, Medellín, E S F
1955.
PALACIOS, MARCO. El café en Colombia (1850-1970). Una historia económica, social y política,
Bogotá, Ed. Presencia, 1979.
TORRES GARCÍA, GUILLERMO. Historia de la moneda en Colombia, 2.a edición. Medellín, Fondo
rotatorio de publicaciones FAES, 1980.
TOVAR ZAMBRANO, BERNARDO. La intervención económica del Estado en Colombia, 1914-1936,
Biblioteca Banco Popular, Bogotá, 1984.
Capítulo 2
51
La economía colombiana
entre 1922 y 1929
Jesús Antonio Bejarano Ávila
La prosperidad a debe
Cuadro 1
Empréstitos externos a largo plazo, saldos en circulación. 1923-100 (en miles de dólares)
Fuente: I. Diot: «Colombia Económica 1923-1929», DANE: Boletín Nacional de Estadística, n.° 300, julio de 1976, cua
dro VI-10.
54 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Cuadro 2
Distribución porcentual de los gastos públicos nacionales por ministerios. 1923-1936
Ministerios
Hacienda y
Relaciones
Educación
Exteriores
Gobierno
Correos y
y Trabajo
Asistencia
Telégrafos
Higiene y
Industria
Dpto. de
Públicas
Público
Crédito
Guerra
Pública
Obras
Años
Otros
1923 15.8 2.3 40.0 8.3 1.3 6.4 9.2 16.2 0.1
1924 14.4 1.9 28.1 7.4 0.6 6.5 9.4 30.8 — 0.8
1925 14.6 1.5 23.3 7.2 0.6 6.4 9.1 36.2 — 1.0
1926 11.1 1.3 15.7 6.8 0.8 6.0 7.6 49.8 — 0.9
1927 10.1 1.2 16.0 8.3 1.4 6.8 7.5 47.9 — 0.7
1928 10.1 1.1 13.4 6.5 1.6 6.3 6.1 53.9 — 0.7
1929 11.9 1.6 21.3 8.8 3.1 8.6 8.5 35.0 — 1.1
1930 14.4 1.6 33.6 6.8 2.8 7.1 9.2 22.6 — 1.4
1931 16.7 1.8 38.9 7.6 2.4 2.8 8.3 15.4 4.8 1.2
1932 14.7 1.7 37.7 8.1 2.3 2.6 7.9 19.7 4.3 0.8
1933 11.1 2.1 23.0 27.2 2.0 2.0 6.4 22.0 3.4 0.5
1934 10.3 1.8 31.3 32.3 1.7 2.1 5.3 10.4 3.0 1.6
1935 14.4 3.1 24.3 23.8 1.9 4.0 7.0 16.1 4.0 2.3
1936 15.3 2.6 26.1 19.6 1.0 6.7 5.6 16.4 3.9 2.8
Fuente: B. Tovar, La intervención económica del Estado en Colombia 1914-1936. Banco Popular, 1984.
transporte para los productos que per y sólo 76 kilómetros conectaban con
mitiera superar la dispersión y la frag regiones no vinculadas al comercio ex
mentación de los mercados. Hasta en terior. La red de carreteras (si así po
tonces, la función de las vías de co dían llamarse los caminos a veces cu
municación, de los ferrocarriles en biertos por triturados de piedra o por
particular, había sido la de integrar las grava y arena), por otra parte, apenas
áreas cafeteras a los puertos de em ascendía a 3.437 kilómetros, de los
barque para el exterior, lo que confi cuales el 5 % se encontraba en Cun-
guraba un sistema centrífugo de la in dinamarca.
fraestructura de transportes que ape La carestía de los fletes, que según
nas vinculaba marginalmente los mer los observadores de la época era el
cados internos. Aún para 1920, del va principal obstáculo al comercio inter
lor total transportado por los ferro no, las dificultades para la importa
carriles, sólo el 17.5 % correspon ción de maquinaria, el estrecho ám
día a comercio interno y el resto es bito local de la mayor parte de los pro
taba representado por productos pa ductos, las dificultades para vincular
ra la exportación. En efecto, de los tierras incultas a la frontera producti
1.481 kilómetros de vías férreas exis va, el aislamiento, en fin, del país y de
tentes en 1922, 992 kilómetros esta las regiones entre sí, eran apenas una
ban localizados en las regiones típica lista parcial del entrabe que suponía la
mente cafeteras, 313 kilómetros se carencia de ferrocarriles, y que Ale
orientaban a los puertos de embarque jandro López precisaba en una fór
58 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
mula: «sin. cambios [o comercio], sin fugas que habían predominado hasta
caminos, sin demandas, de nada vale entonces.
el esfuerzo humano». Luis Eduardo Así, el desarrollo ferrocarrilero de
Nieto Caballero, por su parte, seña los años veinte se orientaría hacia la
laba el propósito de la expansión fe integración de la economía nacional y
rrocarrilera: «Dos han sido los pro sólo de modo secundario a completar
pósitos de los constructores de los fe las vías de comunicación orientadas
rrocarriles: En Europa, facilitar y aba hacia el mercado mundial. De hecho,
ratar un tráfico existente. En los Es entre 1925 y 1930 se construyó la mi
tados Unidos, crear y abaratar este tad de la red ferrocarrilera total del
tráfico. Construido el ferrocarril, el país existente en 1930. Por otra parte,
tráfico se intensifica a lado y lado de entre 1922 y 1934 se duplicó la canti
la vía, los campos ubérrimos entran en dad de kilómetros de ferrocarriles
plena producción porque ya sus due construidos y en explotación. Sin em
ños encuentran salida para sus pro bargo, los ferrocarriles de las zonas ca
ductos. Aumentados éstos, aumenta feteras aumentaron durante este lapso
la carga, aumentada la carga, bajan las en un 65 % (sobre todo por la amplia
tarifas. Y no es argumento el que pri ción de los ferrocarriles de Antioquia,
mero hay que crear el tráfico y luego Girardot y Tolima, que de algún modo
el ferrocarril para que una vez cons vinculaban zonas internas), mientras
truido halle carga abundante. Con in que los ferrocarriles de las zonas cén
tenso tráfico creado, la construcción tricas aumentaron en un 550 %. Por
del ferrocarril es mucho más costosa, otro lado, entre 1922 y 1934 la inver
porque las tierras que se expropien sión en ferrocarriles del grupo de re
han de valer más dinero.» Se trataba, giones cafeteras apenas se duplicó,
pues, de construir los ferrocarriles mientras que la de las zonas céntricas
para crear en unos casos, para facilitar aumentó en más del 1.000 % en el
en otros, el comercio interno, el mer mismo período. En doce años la cons
cado nacional, con todo lo que ello trucción de ferrocarriles céntricos había
significaba para el desarrollo de la igualado las cifras de kilómetros en uso,
economía, creando una red de tenden de equipo rodante y de inversión con
cias centrípetas en vez de las centrí los ferrocarriles cafeteros desarrollados
Estación del
ferrocarril de Amagá
en Medellín, años 20.
Entre 1925 y 1930
se construyó la mitad
de la red ferroviaria
existente en el país
hasta ese último año;
de hecho, entre 1922
y 1930 se duplicaron
los kilómetros
tendidos, pero más en
las zonas céntricas
que en las cafeteras.
Capítulo 2
59
Anverso y reverso de
los primeros billetes
de 1,2 y 5 pesos
emitidos por el
Banco de la República
el 20 de julio de
1923, convertibles,
a su presentación,
en oro amonedado
o en giro sobre
el exterior.
mento, según ellos, desmedido, de los Entre 1923 y 1925, los trece frentes de
salarios. trabajo ferrocarrileros hasta entonces
En todo caso, el hecho visible es abiertos absorbieron cerca de veinte
que la oferta de productos agropecua mil trabajadores. Alejandro López,
rios se había rezagado respecto de la por su parte, estima que hasta 1926 las
demanda, haciendo subir los precios obras públicas habían absorbido cerca
de los bienes de subsistencia, lo que de treinta y seis mil obreros, lo que re
obligó al gobierno a promulgar la lla presentaba cerca del 2 % del total de
mada «ley de emergencia», mediante población activa del país. Hugo Ló
la cual se rebajaban los aranceles de pez, por su parte, estima que de las
aduanas sobre la importación de ar 140.000 personas en que aumentó la
tículos alimenticios. Las importacio fuerza de trabajo entre 1925 y 1928, el
nes, en efecto, se incrementaron no sector agropecuario absorbió el
tablemente, afectando a buena parte 42.4 %, la minería el 7.8 %, la ma
de la producción agrícola nacional. nufactura el 10.8 %, la construcción el
Con todo, lo verdaderamente signifi 12.2 % y el resto de los sectores (go
cativo es que el debate sobre la ley de bierno, comercio, transporte, etc.) el
emergencia y la escasez de brazos po 26.4 %.
nía al descubierto la estructura de un Así, aunque la expansión del em
régimen agrario incapaz de responder pleo urbano no debió tener directa
a las exigencias de la ampliación de los mente un impacto decisivo sobre la
mercados. oferta de trabajo en la agricultura,
Es cierto que las obras públicas ha produjo en todo caso un mercado al
bían logrado absorber una parte no ternativo de empleo suficientemente
desdeñable de la mano de obra, pero importante como para diferenciar los
también la notable expansión cafetera salarios urbano-rurales induciendo
y el desarrollo manufacturero habían una presión alcista sobre estos últimos
contribuido a la absorción de empleo. y desestabilizando, como se verá, las
66 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Cuadro 5
Tierras cultivadas y tierras de pastos como porcentaje
del área total, 1934
(Área total en miles de hectáreas)
Departamento Cultivos Pastos Área total
Antioquia 2.98 54.00 6.559.5
Caldas 10.12 76.20 1.403.5
Cundinamarca 9.10 60.40 2.230.0
Valle 4.83 62.40 2.110.0
Bolívar 2.04 68.60 6.045.0
Tolima 3.92 62.50 2.356.0
Santander 3.46 34.40 3.174.0
Boyacá 2.32 72.00 7.000.0
Magdalena 0.87 30.00 5.634.0
Norte de Santander 2.54 35.00 2.320.0
Nariño 3.28 34.00 3.123.0
Cauca 1.79 55.00 2.806.5
Huila 1.65 56.30 2.092.5
Atlántico 7.32 92.00 370.0
Meta 0.05 4.46 8.404.0
Chocó 0.11 0.72 4.700.0
Total 2.42 43.17 60.260.5
José Escorcia: Historia de Colombia, siglo XX, Bogotá, Editorial Presencia, 1978, pág. 105.
el gobierno. No puede dejarse arrui las casillas del presupuesto. Sobre to
nar impasible [...] dos los errores en que el presidente
Durante la administración Ospi- Ospina y sus últimos ministros hayan
na los gastos eran inferiores a las podido incurrir, se destaca el propó
rentas: se cerraban los ejercicios fis sito de trabajar con eficacia y deci
cales con superávit. Ahora, bajo la sión, sin pereza ni contemporizacio
presidencia del doctor Abadía Mén nes, por el bien común.
dez, los gastos son, a la inversa, su No estaríamos esta tarde avizo
periores a las rentas: hemos vuelto rando un grave y cercano trastorno
a ver aparecer el déficit, a pesar de en la marcha económica y fiscal del
que los impuestos y contribuciones país, si el presidente Abadía Mén
nacionales traen un movimiento as dez no hubiese abandonado el ca
cendente continuo, en exceso de las mino por donde lo conducía su an
previsiones presupuestales. Ospina tecesor para entronizar nuevamente
tenía la preocupación de impulsar el el desorden administrativo en pro
progreso material del país; el afán vecho exclusivo de los servidores y
de construir ferrocarriles, carrete amigos de la casa. Dijérase que al
ras y puentes para poner en movi ser elegido presidente de la Repú
miento la riqueza pública y privada; blica anunció el advenimiento, no el
el interés patriótico de sentar las ba fin, de un régimen de trapacería. El
ses de nuestra grandeza económica, gobierno actual se resiente de este
y con estos fines en mira puso orden régimen. No tiene inspiraciones na
en la administración y restableció el cionales. Es un conglomerado de
equilibrio fiscal. El crédito público, empleados de alta y baja categoría
interno y externo, tuvo en él el más en quienes no alienta ningún deseo
celoso guardián oficial de los últi de más de seis pies de altura. No te
mos cuarenta años. Le faltó tiempo, nemos ahora una administración
colaboración y entusiasmo para pública, propiamente entendida,
acometer la reforma instruccionis- sino un sistema para distribuir los
ta, como emprendió la financiera, fondos de la tesorería con pretextos
con ánimo resuelto para llevarla a más o menos legales. Gastar, gas
cabo, a despecho de las resistencias tar, gastar, es la consigna del poder
del medio. O acaso aparecieron in ejecutivo [...] A mediados del año
vencibles ante su imaginación los pasado, y todavía más, al inaugu
obstáculos de la autoridad eclesiás rarse la presente administración
tica y de los prejuicios político-re ejecutiva, el 7 de agosto de 1926,
ligiosos de su propio partido a la ex sobraban motivos para ser optimis
tensión y modernización de la en ta. Tanto la situación económica y
señanza popular. No hay duda de fiscal como sus perspectivas eran
que pudo tener una visión más com claramente favorables, fundamen
prensiva de las necesidades del país talmente seguras. Nada parecía
y no careció, como otros gobernan ocasionado a turbar la tranquilidad
tes conservadores, de recursos ade política. El país despertaba a una
cuados para satisfacerlas. Pero ni vida mejor. Todo el mundo tenía
sus más enconados enemigos han confianza en el porvenir. Las obras
pretendido encontrar en él o en públicas nacionales se adelantaban
los colaboradores inmediatos que sin que el gobierno contrajera nue
aprestigiaron la segunda época de vas deudas.
su administración, el pequeño in Las rentas subían constantemen
terés burocrático que sacrifica o te, sin que se crearan nuevos im
pospone el interés colectivo para puestos o se elevara la tarifa de los
acomodar al pariente o al amigo en existentes. El desarrollo de nuestras
72 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Bibliografía
La mejor fuente de estadísticas para este período es JOELLE DIOT: «Colombia económica»,
DANE, Boletín Nacional de Estadística, n.° 300, julio de 1976. Sobre el endeudamiento, véase
JUAN JOSÉ ECHEVARRÍA: «La deuda externa colombiana entre los veintes y los treintas: algunas
enseñanzas para el presente», revista Coyuntura económica, FEDESARROLLO, julio 1982. Para
las inversiones públicas y el papel del Estado, BERNARDO TOVAR: La intervención económica
del Estado en Colombia, 1914-1936, Banco Popular, 1984. En cuanto a los ferrocarriles, Wi-
LLIAM P. Mc GREEVY: Historia económica de Colombia, 1845-1930, Bogotá, Ed. Tercer Mundo,
1975. El crecimiento económico, la inflación, etc., son examinados adecuadamente por HUGO
LÓPEZ: «La inflación en Colombia en la década de los años veintes», en Cuadernos colombia
nos, n.° 5, Bogotá, 1975. Una buena síntesis del problema agrario en DARÍO FAJARDO: Ha
ciendas, campesinos y políticas agrarias en Colombia, 1920-1980, Bogotá, Ed. La Oveja Negra,
1984. Para penetrantes opiniones de un observador de la época, ALEJANDRO LÓPEZ: Escritos
escogidos, Bogotá, Colcultura, 1978. También, JESÚS ANTONIO BEJARANO: El régimen agrario
de la economía exportadora a la economía industrial, Bogotá, Ed. La Carreta, 1979.
Capítulo 3 77
el precio interno del café, lo pagado al Un factor más importante que el an
productor por unidad vendida, era un terior en la génesis de la recesión ini
reflejo bastante fiel del precio exter cial fue la significativa reducción del
no, descontando obviamente los már crédito externo a lo largo de 1928.
genes de trilla, transporte, almacena Este crédito se conseguía de manera
miento y comercialización y el impuesto relativamente fácil mediante la emi
a la exportación del grano (gráfico 1). sión y colocación de bonos del sector
Posteriormente, a lo largo de 1928 público o de bancos colombianos en la
y hasta septiembre de 1929, el precio bolsa de Nueva York, principalmente,
externo del café colombiano inició una gracias al auge del mercado financiero
declinación lenta, en consonancia con norteamericano. De esta manera, en
el acentuado desajuste entre la capa tre 1925 y 1928 el país recibió un poco
cidad productiva y la demanda de café más de ciento sesenta millones de dó
en el contexto mundial, pero su nivel lares en préstamos de largo plazo, y
medio se mantuvo en una cifra relati con ellos financió diversos programas
vamente alta, 25 centavos de dólar la de obras públicas en los órdenes na
libra. De todas maneras, dicha decli cional, departamental y municipal,
nación contribuyó a poner fin al perío respaldó el otorgamiento de crédito
do de auge de los años veinte. bancario doméstico y logró hacer im-
Capítulo 3 79
Cuadro 1
Aumento
Año Nacional Departamental Municipal Bancaria Total* anual
Cuadro 3
Cartera y depósitos de la banca comercial. Junio de 1928-junio de 1933
(Miles de pesos corrientes)
Depósitos
Saldo de préstamos (exigibilidades y
comerciales* depósitos de ahorro)
Fuente: Carlos Esteban Posad a La crisis del capitalismo mundial...», pág. 251.
Capítulo 3 83
1927 - 1938
1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935 1936 1937 1938
AÑOS
□ BOGOTA + MEDELLIN
Cuadro 4
(1) índices promedio de cada año, 1923 — 100; compraventas de propiedad raíz de $ 1.000
o más pesos en Bogotá.
(2) índices de valor por unidad transada, 1923 = 100.
Fuente: Carlos Esteban Posada, «La crisis del capitalismo mundial...», pag. zjo._________
86 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Cuadro 5
Canje de cheques
Valor
nominal Valor real índice del valor real
Período (1) (2)
(1) Miles de pesos corrientes; canje en las oficinas del Banco de la República de Bogotá, Ba-
rranquilla, Bucaramanga, Cali, Cartagena, Cúcuta, Manizales y Medellín.
Fuente: Carlos Esteban Posada.
(2) Miles de pesos de 1950; valor nominal deflactado por el deflactor implícito del PIB del año
correspondiente, estimado por la CEPAL (1950: 100.0).
Fuente: CEPAL.
Nota: El valor real del canje de cheques es un indicador aproximado del ejercicio del poder de
compra real en la esfera monetaria de la economía. Incluye, sin embargo, el valor de las
transacciones financieras y transferencias de ingreso. De todas maneras este indicador
da una mejor idea de la secuencia auge-crisis-recuperación en la economía monetaria que
las cifras estimadas por la CEPAL del PIB, pues éstas no permiten apreciar, a nuestro
juicio, la gravedad de la crisis en las ciudades y en las actividades agrícolas y mineras
monetizadas.
Manifestación de la
crisis: marcha de
obreros desempleados
en Bogotá, enero 1932.
1923 102.5
1924 110.8 8.1
1925 113.5 2.4 29.8
1926 133.5 17.6 33.7 13.1
1927 125.1 -6.3 32.5 -3.6
1928 125.6 0.4 36.2 11.4
1929 125.1 -20.7 32.5 -10.2
1930 99.2 -13.5 25.8 -20.6
1931 85.8 -23.3 20.8 -19.4
1932 65.8 5.0 17.5 -15.9
1933 69.1 38.8 18.0 2.9
1934 95.9 4.3 25.0 38.9
1935 100.0 6.0 25.9 3.6
1936 106.0 3.3 27.4 5.8
1937 109.5 12.5 28.2 2.9
1938 123.2 7.1 31.7 12.4
1939 132.0 -5.6 32.8 3.5
1940 124.6 33.3 1.5
Mina de oro en
Antioquia, durante
los años 20.
nera alguna a evitar lo peor. Más aún, men librecambista. Un examen gene
durante el primer semestre de 1931 las ral del «ciclo» de la política económica
primeras medidas que el Estado adop que se vivió entonces permitirá veri
tó en materia económica se alejaron ficar las afirmaciones y entender la di
tan poco del mencionado esquema námica de la gran crisis.
que no podríamos intentar una expli El viejo esquema ortodoxo, libre
cación de la vigencia de éste hasta fi cambista, se resumía en un principio
nes de 1930 o principios de 1931, en central: la política de laissez faire o la
términos de una concepción ideológi ausencia de intervención del Estado
ca del gobierno conservador de Mi en el campo económico. Por supuesto,
guel Abadía Méndez (7 de agosto de jamás el país ha vivido épocas de total
1926 - 7 de agosto de 1930) sobre lo «leseferismo». Empero, el cuatrienio
económico, diferente de aquella que 1927-1930 fue una época de acerca
exhibió el gobierno liberal de Enrique miento a semejante ideal, que podría
Olaya Herrera (7 de agosto de 1930 - mos denominar ortodoxa sin cometer
7 de agosto de 1934) durante el primer un grave error.
año de su gestión. Más bien podría de En efecto, en la esfera del comercio
cirse que el abandono del viejo esque exterior, dicho cuatrienio se inauguró
ma en el gobierno de Olaya Herrera con la llamada «Ley de Emergencia»
fue motivado por las circunstancias, o, mejor dicho, con un decreto guber
sin la orientación previa de una nueva namental expedido en junio de 1927,
forma de concebir las funciones y res al amparo de una ley de 1926, en vir
ponsabilidades del Estado en el ám tud del cual se estableció una reduc
bito económico. Por el contrario, las ción del arancel para la importación
transformaciones de la ideología eco de alimentos con el fin de contrarres
nómica del grupo gobernante y la in tar el aumento del «costo de vida».
fluencia ascendente de los heterodo Con posterioridad a esa fecha y hasta
xos sobre aquellos que sostenían las el fin de 1930, puede afirmarse que no
riendas de la política económica fue hubo modificaciones significativas en
un fruto rezagado de la expedición rei el grado de libertad (relativa, por su
terada y cada vez más frecuente de puesto) que el Estado permitió al sec
medidas gubernamentales y actos le tor privado, mediante la fijación de
gislativos contrarios al antiguo régi aranceles, para realizar el comercio de
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
90
Esteban Jaramillo,
oferta local y frenar la pérdida de di
ministro de Hacienda, visas del Banco de la República.
y Francisco J. Chaux, Meses después el Congreso, consi
ministro de Industrias derando insuficientes las medidas an
y Trabajo: ellos teriores, aprobó la ley 99 (septiembre
enfrentaron la crisis de 1931) de espíritu marcadamente
en la transición
entre la hegemonía proteccionista. En virtud de ésta, el
conservadora gobierno adoptó tres decretos de ele
v la liberal, en 1930. vación sustancial de los aranceles. Con
ellos el país se adentró en una etapa
de proteccionismo radical.
La política fiscal, esto es, el conjun
to de medidas sobre ingresos y gastos
públicos, no se ajustó al «ideal orto
doxo» de las «finanzas sanas» durante
Cuadro 7
1923 100.0
1924 109.0
1925 114.0
1926 123.0
1927 151.0
1928 173.0
1929 165.0
1930 146.0
110
bates iniciales hasta su legitimación to mente a deudas a favor de los bancos.
tal a fines de 1933. Entre ellos hay que mencionar el 234,
En conexión inmediata con el asun que autorizó la creación de la Corpo
to de la moratoria de la deuda externa ración Colombiana de Crédito con el
surgieron el debate y las presiones so fin de que esta entidad, cuyos accio
bre medidas para solucionar el proble nistas habrían de ser los bancos, reci
ma de las deudas privadas internas, biese la cartera morosa de ellos a cam
con los bancos y entre particulares, ya bio de bonos emitidos por ésta y des
desde principios de 1931. contables por el Emisor y, simultánea
La razón de lo anterior fue obvia y mente, entrase en arreglos individua
ya mencionada. El desarrollo de la de les con los deudores morosos. La idea,
flación y la caída de los ingresos reales claro está, descansaba en el supuesto
convirtieron la existencia y el servicio de que los bancos aceptarían asumir el
de las deudas en un problema cada vez costo del descuento de los bonos a re
más álgido, puesto que implicaban la cibir, a cambio de desprenderse de
valorización real de los compromisos una cartera congelada y de liquidación
adquiridos, en tanto se registraba la incierta. Y la liberación del crédito del
desvalorización de los activos no mo Banco de la República permitida por
netarios. Y, por supuesto, crecían el el abandono del patrón oro hacía fac
tamaño y la proporción de la cartera tible la idea.
vencida y dudosa de la banca. A la medida anterior, a todas luces
A principios de 1932, las presiones insuficiente, siguieron otros decretos y
desatadas por diferentes grupos de una ley (37, de noviembre 26) a lo lar
deudores obligaron al gobierno a in go de 1932 y durante el primer semes
tervenir en este asunto, convocando a tre de 1933, que fueron configurando
conversaciones entre los representan una política de reducción del peso y
tes de los deudores de los bancos y és premura de las deudas con bancos y
tos. Como fruto de tales discusiones, entre particulares, y que puede resu
el gobierno expidió, en febrero de mirse en los siguientes aspectos: ca
1932, dos decretos referidos principal pitalización de cuotas atrasadas, am
Capítulo 3 99
Un agasajo a soldados
colombianos en la
guerra con el Perú,
hacia 1930. Una de
las consecuencias
del conflicto fue.
paradójicamente.
su contribución
a la recuperación
de la economía
nacional.
100 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Lo coyuntural y lo estructural:
un comentario final
Dos grandes sectores productivos, el
agrícola y el industrial, deben desta
carse cuando se hace referencia a las dades productivas, por ende, hizo par "La tabla de
reacciones favorables ante los eventos te también de la recuperación y le dio salvación",
que acompañaron la crisis. bases firmes al «nuevo modelo» de de Esteban Jaramillo
sarrollo que emergió de la crisis: cre y su máquina de
En efecto, estos sectores (así como hacer dinero,
uno de menor tamaño: el minero) se cimiento económico e industrializa caricatura de Gómez
vieron entre los más favorecidos por la ción basados en las exportaciones (en Leal, "Fantoches",
nueva política económica y desde muy volumen) de café y en la sustitución de diciembre de I931.
temprano reiniciaron la expansión de importaciones.
su producción. Claro está que en el Una breve conclusión puede ex "Parado",
caso de la producción agrícola existió traerse de todo lo previamente ex ilustración del libro
"Colombia S.A.",
un factor adicional y previo al giro de puesto. La naturaleza y la gravedad de de Antonio García,
la política económica: el retorno a los la coyuntura 1928-1933 y las reaccio Manizales, 1934.
campos de los trabajadores cesantes al nes de los diferentes grupos sociales,
suspenderse las obras públicas en el del gobierno y del Congreso ante las
comienzo de la crisis. circunstancias necesariamente impre
La recuperación de los sectores más vistas del momento impulsaron la
dinámicos de la economía, entre los transformación profunda del país en
cuales sobresalió el industrial, fue tre 1930 y 1940: se modificaron el tipo
también una fase de reanimación de y la intensidad del Estado en lo eco
las ganancias y del optimismo empre nómico y se aceleró el cambio de la es
sarial acerca del futuro de las activi tructura productiva. En ese entonces
dades allí localizadas. La inversión en lo «coyuntural» fue, como tantas otras
ampliaciones y mejoras de las capaci- veces, causa de lo estructural.
102 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Bibliografía
BEJARANO, JESÚS ANTONIO. «El fin de la economía exportadora y los orígenes del problema
agrario». Cuadernos Colombianos, Nos. 6, 7 y 8, 1975.
COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA - CEPAL. Análisis y proyecciones del desarrollo
económico, Vol. III: El desarrollo económico de Colombia. México, 1957.
ECHAVARRÍA, JUAN JOSÉ. «La deuda externa colombiana durante los veinte y los treinta»; Co
yuntura Económica, Fedesarrollo, julio, 1982.
LÓPEZ, HUGO: Estudio sobre la inflación en Colombia: el período de los años 20. Centro de
Investigaciones Económicas - CIÉ, Facultad de Ciencias Económicas, Univesidad de Anti-
oquia, Medellín, 1973.
OCAMPO, JOSÉ ANTONIO y SANTIAGO MONTENEGRO. «La crisis mundial de los años treinta en
Colombia». Desarrollo y Sociedad, N.° 7, Centro de Estudios sobre Desarrollo Económi
co - CEDE, Facultad de Economía, Universidad de los Andes, Bogotá, 1982.
OSPINA, Luis. Industria y protección en Colombia: 1810-1930; Oveja Negra, Medellín, 1974.
PATINO, ALFONSO. La prosperidad a debe y la gran crisis: 1925-1935. Banco de la República,
Bogotá, 1981.
POSADA, CARLOS ESTEBAN. La crisis del capitalismo mundial y la deflación en Colombia: 1929
1933. Centro de Investigaciones Económicas - CIÉ, Facultad de Ciencias Económicas,
Universidad de Antioquia, Medellín, 1976.
POVEDA, GABRIEL. «Historia de la Industria en Colombia», ANDI, N.° 11, ANDI, Medellín,
1970.
RODRÍGUEZ, ÓSCAR. Efectos de la gran depresión sobre la industria colombiana. Tigre de Papel,
Bogotá, 1973.
TORRES, GUILLERMO. Historia de la moneda en Colombia. Banco de la República, 1945.
Las «Memorias» de los ministros de Hacienda, Industria y Agricultura de la época, los informes
anuales del gerente a la junta directiva del Banco de la República y las «Notas Editoriales»
de ésta conforman una parte esencial de la bibliografía de los estudios extensos sobre la «gran
crisis».
Capítulo 4 103
Aspectos internacionales
de la crisis de los años treinta
Juan José Echavarría Soto
Aseadores del
Empire State Building,
Nueva York,
símbolo del poder
económico.
106 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Año en que se alcanzó el menor nivel, y a cuánto cayó con respecto a 1929.
Producción industrial 1931: 86% 1932: 84% 1932: 58% 1932: 68% 1932: 55% 1931: 92%
Ingreso nacional 1932: 93% 1934: 83% 1932: 80% 1933: 76% 1933: 68% Sin datos
Comedores para
desocupados en la
ciudad de San Francisco,
California,
instalados por el
millonario Luis Cabrale,
octubre, 1931.
Gráfico 1
Octubre
Fuente: Kindleberger
El consulado de
Colombia en Hamburgo
anuncia facilidades
para la inmigración
(1924).
Llegada de Enrique
Olaya Herrera y de
su hija María Olaya
Londoño al muelle
de Nueva York,
enero de 1930,
donde fueron
recibidos por
H. Freeman Mathews,
general Hanson E. Ely,
George F. Habb Hand,
Richard Southgate
(representante del
presidente Herbert
Hóover), almirante
R. de Steinger.
Capítulo 4 113
Street permitió que varios países lati La capacidad para importar cayó
noamericanos recomprasen sus com significativamente como se aprecia en
promisos a precios irrisorios. el cuadro 2, aun cuando el aumento
sustancial en el quantum exportado,
Términos de intercambio y excepción hecha de Cuba y Chile, per
mitió que la capacidad para importar
productos agrícolas no cayese tan drásticamente; el país
En cuanto a los términos de inter más golpeado en Latinoamérica —y
cambio, toda recesión ha conllevado en el mundo entero— fue Chile, pero
históricamente disminuciones drásti en ninguno de los países latinoameri
cas en el precio relativo de los pro canos cayeron las exportaciones me
ductos primarios, y la enorme inten nos del 30 %; Colombia fue poco
sidad de la depresión de los treinta afectada en términos relativos. Otro
condujo a que en 1932 los términos de factor que contribuyó a disminuir el
intercambio fuesen los peores en cien impacto externo a través del tiempo
años de historia (1870-1970), realmen fue la alta inversión extranjera en el
te los peores que jamás haya enfren sector primario de la economía lati
tado el Tercer Mundo. Para un país la noamericana. Al caer utilidades, dis
tinoamericano «típico», con exporta minuyen los flujos de remesas hacia el
ciones altas en término de la produc exterior.
ción nacional —por ejemplo 30 %—, Estos dos últimos efectos, la para
un deterioro del 30 % en los términos lización de los flujos de capital y la caí
de intercambio, como el que en efecto da en los términos de intercambio, co
se presentó en promedio, conduce au menzaron a presentarse en la econo
tomáticamente a una caída del 10 % mía colombiana desde 1928, precipi
en el ingreso nacional, a menos que tando al país a una depresión que, si
existan cambios importantes en la pro bien no fue tan severa como en otros
ducción y en el quantum exportado; países de América Latina, cambiaría
ello explica la importancia del estudio el curso de la economía en los años
de la evolución de dicha variable. posteriores.
Bibliografía
ECHEVARRÍA, JUAN JOSÉ. «La deuda externa colombiana durante los veinte y los treinta: Al
gunas enseñanzas para el presente». Coyuntura Económica, julio 1982.
GALBRAITH, JOHN KENNETH. The great crash, 3rd. ed. Boston, Houghton Mifflin, 1972. Tra
ducción: El crac del 29. Barcelona, Seix Barral, 1965. 3a ed. revisada, Barcelona, Ariel,
1983.
KALECKY, M. «Political aspects of full employment». En: The last phase in the transformation
of capitalism. Monthly Review Press, 1973.
KINDLEBEBCER, CHARLES P. The world in depression, 1929-1939. Harmondsworth. The Penguin
Press, 1973. También: Berkeley, California University Press, 1973.
LEWIS, W. A. Economic survey, 1919-1939. 8th ed. Unwin University Books, 1966.
Grouth andfluctuations. London, George Alien & Unwin, 1978.
MAITAN, LIVIO. La gran depresión (1929-1932) y la recesión de los años 70. Bogotá, Pluma,
NERÍ, JACQUES- 1929: análisis y estructura de una crisis. Madrid, Guadiana de Publicaciones,
1970.
THORP R. (ed.) Latín America in the 1930s. The role of the periphery in world crisis. London,
MacMillan, 1984.
Capítulo 5 115
Introducción________________
Llegada a Bogotá
de la misión financiera
norteamericana,
o misión Kemmerer,
agosto de 1931:
William E. Dunn,
Joseph T. Byrne,
W. E. Logerquist,
V. W. Renwicz,
J. G. Schaefer,
K. M. Williamson.
Capítulo 5
117
Fuente: CARLOS F. DÍAZ-ALEJANDRO, Notas sobre la historia económica de América Latina, 1929-1950 (Cuadros II, IV,
III, V). En Ensayos sobre historia económica colombiana, Fedesarrollo, s.f.
evidenciada por la crisis, como las pro dustrial durante este período se tradu
pias instituciones estatales y el papel jeran en un crecimiento aún más ace
que competía al Estado en el ordena lerado y circunscribió los aumentos a
miento económico y social exigido por producciones ya iniciadas en el país, sin
el nuevo entorno de las demandas ur registrarse la aparición de nuevas líneas
banas y rurales. importantes de producción».
En rigor, los sectores industriales
La industrialización que más rápidamente expandieron su
producción fueron los de consumo co "El hombre sin miedo",
Poca duda cabe sobre que el impulso rriente (alimentos, bebidas, tabaco, caricatura de
al crecimiento económico provino fun Alfredo Díaz en la
textiles, entre otros) mientras que los portada de "Fantoches",
damentalmente de la expansión indus sectores de bienes intermedios aumen agosto 22 de 1931.
trial, especialmente vigorosa durante taron mucho más lentamente. Este El ministro de
los años 1933-1939, período en el cual comportamiento se explica, de un Hacienda y Crédito
la producción industrial logró casi du lado, por el hecho de que en gran me Público, Jesús M.
plicarse, sosteniendo un ritmo de cre Marulanda, sobre el
dida la industria apoyó su expansión dragón del monopolio,
cimiento promedio anual de 10.8 %, sobre los mercados ampliados consi- ataca al pueblo.
ritmo sin duda excepcional no sólo
respecto de las tendencias anteriores
(3 % entre 1925 y 1930) sino respecto
del contexto latinoamericano. Por el
contrario, entre 1939 y 1945 la tasa de
crecimiento industrial fue sólo de
6 %, no sólo sensiblemente inferior a
la del período precedente, sino a la
mostrada por otros países latinoame
ricanos en esos mismos años.
Será necesario, sin embargo, pon
derar la significación de aquellas ci
fras. Refiriéndose al crecimiento in
dustrial de los años que siguieron a la
gran depresión, la CEPAL anota que
«aunque este ritmo de aumento es im
presionante en sí mismo, debe tenerse
en cuenta el bajo nivel inicial y la con
siderable influencia que podían así
ejercer expansiones que en términos
absolutos no aparecerían tan exage
radas. Por otra parte, la diversifica
ción de la producción industrial era
muy reducida, con alto predominio de
las industrias alimenticias —represen
tadas por transformaciones muy ele
mentales de productos agropecua
rios— y del tabaco, y escasa signifi
cación de las industrias textiles, de
bebidas, cuero y sus manufacturas
y cemento, mientras las industrias quí
micas —con excepción de jabón, velas
y fósforos— y las mecánicas y meta
lúrgicas no existían prácticamente. Esta
poca diversificación de la capacidad
productiva de la industria impidió que
los incentivos ofrecidos al desarrollo in
120 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Planta de ácido
sulfúrico de la
compañía Química
Industrial Quin S.A.
de Cali.
En la década de los
años 30 se produjo
un resurgimiento
industrial:
un 62.8 % de las
empresas existentes
en 1939 fueron
creadas en ese
decenio.
El ministro de
gobierno Darío
Echandía con el
embajador de Alemania
y miembros de la
misión comercial
de ese país,
que visitó a
Colombia en
enero de 1935.
godón creció al 20 % anual entre 1932 la guerra y hasta 1944 el ritmo general
y 1939 y al 16.7 % anual entre 1939 y de crecimiento de la economía y del
1947, es decir, a un ritmo dos veces sector manufacturero se resienten y
mayor que el conjunto de la industria aun el del propio sector textil, el cual,
manufacturera; según David Chu, la no obstante, sostiene el crecimiento
expansión de la industria textil contri global de la economía y de la manu
buyó en un 56 % al crecimiento ma factura. En efecto, las privaciones im
nufacturero total entre 1927 y 1939, y puestas por la guerra obligaron a la in
a un 67 % de ese crecimiento entre dustria, hacia 1940, a restringir sustan
1939 y 1945. cialmente su actividad, especialmente
Los efectos de la expansión textil en los sectores altamente dependien
sobre la vida económica nacional son, tes de los insumos importados.
por lo demás, evidentes. Luis Eduar Aunque la capacidad para importar
do Nieto Arteta estimaba que hacia se mantuvo en niveles apenas ligera
1938 el valor de la producción en esa mente inferiores a los de los años
industria representaba un 18.66 % del treinta, las importaciones efectivas se
total de la producción nacional, el per redujeron incluso por debajo de los
sonal ocupado representaba el 35 % coeficientes de 1930. De hecho, en
del proletariado nacional, los salarios este último año las importaciones de
pagados el 27.66 % del valor total de bienes llegaron a 327,2 millones de pe
salarios, el capital variable y constante sos (de 1950), mientras que en 1942
invertido en la producción textil re apenas fueron de 249,8 millones.
presentaba el 22 % del capital total Por otra parte, si para 1930 las im
aplicado a las industrias nacionales, de portaciones totales eran el 18.2 % del
modo que, parafraseando la opinión producto, para 1942 eran el 8.7 %, co
de don Luis Ospina Vásquez, por bijando este descenso a todos los ru
aquellos años hablar de la industria bros de bienes. Así, sobre el total de
nacional era, en rigor, hablar de la in bienes de consumo disponibles, las im
dustria textil. portaciones pasaron de 8.4 % en 1930
Pese a la disminución del crecimien a 2.2 % en 1942; en maquinaria y
to industrial en el quinquenio siguien equipo las importaciones representa
te, los logros en la diversificación de ban en 1930 el 14.5 % de la inversión
la industria no son despreciables. Ya bruta y en 1942 apenas el 4.9 %; así,
se ha señalado que durante los años de más que una contracción de la capa
124 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Instalaciones de
Cementos del Caribe,
en Barranquilla,
a fines de los años 40.
En 1945 existían en
el país 7 843 empresas,
de las cuales 3 445
habían sido creadas
en los últimos 5 años.
Capítulo 5
125
El desarrollo agropecuario
Si se mira desde el punto de vista de
los volúmenes de producción, el de
sempeño del sector agropecuario fue
apenas aceptable durante los años que
siguieron a la gran depresión. La pro
pia crisis había provocado efectos be
néficos sobre la agricultura, como
quiera que había obligado la revoca
toria en 1931 de la ley de Emergencia
mediante la cual se permitió, desde
1927, la importación de alimentos; de
otro lado, el aumento de precios agrí
colas y los efectos retardados de la po
lítica de obras públicas en los años an
teriores, así como condiciones clima
tológicas favorables, contribuyeron a
que la agricultura fuera quizás el sec
tor menos afectado durante los años
de crisis. Según la CEPAL, entre
1925-1929 y 1930-1934 la producción
agropecuaria se incrementó en un
15.1 %. Los mayores incrementos se
observaron en aumentos (44.1 %), el
café (28.4 %) y el ganado porcino
(23.7 %). Sin embargo, entre 1932 y cultivos de entonces (exceptuando ob Propaganda de
viamente el café) tuvieron incremen los cementos
1939 el PIB agrícola apenas aumentó tos de escasa significación, aunque co nacionales
al 2.9 % anual (frente al 10.6 % de la menzaba a ampliarse con rapidez el Titán y
manufactura y el 4.4 % del PIB total) cultivo de arroz y la caña de azúcar,
Diamante,
y entre 1939 y 1947 al 2.8 % anual años 40.
así como la producción de algodón.
(frente al 6.9 % de la manufactura y Por lo que hace a la producción pe
el 3.5 % del total). cuaria, el crecimiento no parece haber
Por supuesto, el café tuvo un buen sido excepcional. El ganado vacuno
desempeño durante este período. En apenas aumentó un total de 19.8 %
tre 1930 y 1944 la producción cafetera entre 1930-34 y 1940-44, mientras el
aumentó en un 47 % y las hectáreas porcino lo hizo en 21.7 % durante el
cultivadas pasaron de 356.000 en 1935 mismo período. De una revisión de ci
a 626.000 en 1946, es decir, en sólo fras sobre la evolución de diversos
once años el área plantada se expan productos, el informe de la CEPAL
dió en un 76 %; los más importantes concluía que si «se divide el período
126 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
El ministro de
Agricultura Jorge
Gartner inspecciona
una granja agrícola
estatal, en 1935.
En la época,
ya comenzaba a
ser evidente
una especialización
regional de la
producción agrícola,
que se consolidaría
en la posguerra.
128 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
El presidente
López Pumarejo
v su ministro de
Hacienda Jorge Soto
del Corral visitan
la Federación
Nacional de
Cafeteros, 1935.
Capítulo 5 129
Embarque de café de
exportación en el
puerto de Barranquilla,
1935. En este momento,
Colombia participaba
con un 20 % en las
exportaciones
mundiales del grano.
Cuadro 3
Fuente: CEPAL, El desarrollo económico de Colombia Anexo estadís ico, Cuadro 58.
pos en que antes no se ejercía. Esa ac por todos los medios posibles, para
ción intervencionista será en unos ca cumplir su misión social, la elevación
sos de simple supervigilancia y en de los salarios del trabajador hasta ni
otros buscará la reorganización del sis veles equitativos, la baja de los precios
tema que la exige. No puede desco y la reducción de las horas de trabajo
nocerse, por ejemplo, que hay indus al mismo tiempo que el mayor rendi
trias que necesitan de una reglamen miento de la riqueza en explotación y
tación estricta, en forma parecida a la el aprovechamiento racional de lo que
adoptada por el presidente Roosevelt aún está intacto. La intervención del
con sus códigos de la NIRA. El Es Estado para conseguir esos reajustes
tado moderno está obligado a buscar se ejerce por los más diversos conduc-
Capítulo 5 133
tos. Este mismo movimiento de refla- mentar desde 1937 para detenerse du
ción monetaria que estamos presen rante la guerra, mientras que —contra
ciando en Colombia, que ha contri lo que suele creerse— los gastos socia
buido a la elevación de los precios y a les por habitante (salud y educación
la mayor elasticidad del crédito, cons particularmente) apenas si se modifi
tituye una franca intervención del Es caron a lo largo del período, con un
tado para reanimar la economía.» crecimiento del 0.1 % anual entre
El intervencionismo, por lo pronto, 1930 y 1944. Por otra parte, los gastos
significaba dos cosas: una mayor pre de fomento económico, que habían
sencia en la regulación de la actividad llegado a su más alta participación
económica ejercida a través de la le dentro del gasto total en 1926
gislación y una más amplia participa (56.6 %) para descender luego (mer
ción en la transferencia de recur ced a la contracción de la inversión pú
sos para fomentar el desarrollo eco blica durante la crisis) hasta un 20.4 %
nómico. en 1934, comenzaron nuevamente a
Habrá de señalarse, de antemano, ascender a partir de este año hasta si
que si bien el Estado desempeñó un tuarse en un 42.5 % en 1943. Por el
papel de creciente importancia en la contrario, los gastos en salud conser
movilización de los recursos, su ta varon su participación alrededor del
maño no aumentó respecto de las di 6 % en el gasto total, mientras los gas
mensiones de la economía, hecho éste tos en educación, si bien aumentaron
que por cierto caracterizó la evolución su participación entre 1936 y 1939,
del Estado intervencionista en la eco volvieron a situarse en 1943, en los
nomía occidental después de 1930. El mismos niveles de 1932 (cuadro 6).
criterio, será obvio, no es el del au Habría que insistir en que las con
mento absoluto de los ingresos y los sideraciones precedentes ilustran dos
gastos —tendencia en la que los his cosas a menudo mal interpretadas por
toriadores han querido ver una am los historiadores de la Repúbüca Li
pliación de las dimensiones del Estado beral; de un lado, la ampliación del in
y que es apenas el resultado natural tervencionismo no implicó un aumen
del crecimiento económico— sino la to en el tamaño del Estado; y de otro,
proporción en que el sector público no se evidencia ninguna reorientación
absorbe recursos del sistema econó distributiva del gasto y, antes por el
mico. contrario, éste se orienta en lo esen
Como se observa en el cuadro 3, los cial hacia el fomento económico.
gastos y los ingresos públicos por ha En realidad, tal comportamiento no
bitante, si bien son fluctuantes, no re es más que el resultado de las severas
gistran una tendencia sistemáticamente restricciones financieras en que debió
creciente, entre 1930 y 1945. Igual ocu desenvolverse la actividad estatal du
rre con la proporción entre los gastos, rante estos años, asociadas por su
los ingresos y las principales variables puesto a la lentitud del crecimiento
macroeconómicas (ingreso bruto, pro económico y a la precariedad de re
ducto total, consumo total e inversión cursos financieros externos para el de
total), indicadores con los que suele sarrollo. De hecho, entre 1925-29 y
medirse el tamaño del Estado respecto durante el período de posguerra, eta
de la economía (cuadro 4). pas de rápido crecimiento, los gastos
De hecho, entre 1925 y 1929 los gas públicos por habitante, y en general la
tos públicos crecieron a una tasa pro oferta de bienes y servicios guberna
medio anual del 12.1 %, mientras en mentales, lograron ampliarse signifi
tre 1930 y 1944 lo hicieron al -0.8 %; cativamente gracias en parte a la
por el contrario, cuando se examina la afluencia de recursos externos y a los
composición del gasto (cuadro 5), se efectos del propio crecimiento sobre
observa que aquellos de fomento eco los ingresos públicos. Por el contrario,
nómico por habitante comienzan a au entre 1930 y 1939, como herencia del
134 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Cuadro 4
Capítulo 5
Cuadro 5
Cuadro 6
Colombia: cuenta consolidada de gastos del gobierno nacional y de los
gobiernos departamentales y municipales. 1925-1945.
(Distribución porcentual)
Gastos corrientes Inversió n
Años Salud y Educación Deuda Gobierno Total fomento Total
previsión y cultura Defensa pública y varios económi o
El ministro de Economía
Nacional, Jorge Gartner,
durante un agasajo a
la Comisión de
Agricultura de los
Estados Unidos,
en la Granja
Experimental de
La Picota, en Bogotá,
enero de 1940.
E
l país no puede olvidar que el 9 de abril estuvieron a gastos en la vigencia de 1948 por una suma total de
punto de zozobrar nuestra estructura democrática y $ 23.937.528.66 o sea un aumento de $ 5.707.739.26.
el vigor de nuestras instituciones jurídicas, y que para de
También en el Ministerio de Justicia fue necesario de
fender y conservar aquellos valores, tan arraigados como cretar apropiaciones adicionales por un valor total de
vitales en la conciencia republicana de nuestra Nación, y $ 1.758.504.31. Esto da un aumento total de los gastos
para restañar las profundas heridas causadas por el saqueo, directos de sólo estos tres Ministerios de $ 21.596.673.27.
la demolición y el incendio, fue necesario acometer un es Debo recordar que el solo licenciamiento de la Policía,
fuerzo en todos los campos y particularmente en el orden cuya conducta en aquellas dolorosas circunstancias fue
público, que, como es lógico, tenía que superar las posibles oportunamente calificada por el país, costó la suma de
entradas del Erario Nacional. Basta considerar el tremendo $ 5.012.394.86.
impacto sufrido por la economía privada con motivo de ta Si a lo anterior se suma la disminución de algunas rentas
les acontecimientos, para medir hasta qué punto el Fisco ordinarias, originada en los mismos nefandos aconteci
Nacional no podía evitar un daño de igual magnitud y aun mientos, como el impuesto sobre la masa global heredita
de mayores proporciones, ya que correspondió al Estado ria, con una merma de $ 1.511.799.51, el impuesto de tim
atender no sólo a la recuperación económica de los sectores bre y papel sellado con una disminución de $ 1.143.235.70,
privados y públicos, sino también y en forma muy directa las rebajas y exenciones de impuestos a los damnificados,
al cumplimiento de los deberes que con motivo de tal emer cuya cuantía hoy aún no se conoce pero que alcanza apro
gencia surgieron para él. ximadamente a $ 3.000.000, el servicio de los préstamos a
Las pérdidas en comercio e industrias alcanzaron a una los damnificados que durante los dos años en los cuales co
cuantía de $ 79.371.483.10 y las ocurridas en propiedad raíz rren a cargo del Estado los intereses respectivos, sube a
privada a un valor total de $ 9.644.017.06, lo cual arroja $ 3.840.000, cifras que dan un total de $ 10.000.000 en nú
para los patrimonios privados un perjuicio directo de meros redondos, tenemos en estos renglones un aumento
$ 89.015.500.16. A lo anterior hay que agregar varios mi de gastos y una disminución de entradas por más de
llones en pérdidas de edificios públicos, dotaciones de ofi $ 30.000.000.
cinas, vehículos, etc., de propiedad del Gobierno Nacional Al mismo tiempo la destrucción de los edificios públicos
y Departamental, lo que sumado a las pérdidas de los par y privados aumentó necesariamente en forma muy apre
ticulares, representa en total una destrucción de riqueza ciable la partida destinada a los arrendamientos para las
nacional por valor de no menos de $ 100.000.000. dependencias oficiales en la capital de la República.
Si fue ése el daño material, el cual apenas si guarda re Los impuestos creados por el Gobierno en dicho año
lación con la índole y magnitud de los sucesos ocurridos en produjeron una suma muy inferior a la cuantía de los des
la primera quincena de abril, ¿por qué entonces se presenta favorables efectos fiscales ocasionados por los sucesos del
como escandalosa o excesiva la cifra del déficit fiscal del 9 de abril.
año de 1948, resultante necesaria de los acontecimientos Simultáneamente, y para contribuir a solucionar la si
que vengo comentando? Considero que un déficit de tuación social creada por dichos sucesos, el Gobierno, me
$ 14.000.000 en números redondos, representa un pasivo diante decretos extraordinarios, llevó a cabo iniciativas tan
mínimo, un precio excepción al mente bajo, en comparación trascendentales como la creación del Instituto de Parcela
con la inmensa tarea que para lograr el restablecimiento ciones, Colonización y Defensa Forestal, y la organización
del orden público y el regreso a la normalidad, tuvo que del Instituto Colombiano de Seguros Sociales, a los que
realizar el Gobierno. destinó la suma de cuatro millones de pesos.
La apropiación inicial del Ministerio de Guerra que para De lo expuesto lógicamente se deduce que el déficit de
el año 1948 era de $ 44.650.544.52, hubo de elevarse a 1948 ni siquiera llega a la mitad de la suma en que fue afec
$ 58.770.974.22 o sea que registró un aumento de tado desfavorablemente el Presupuesto por el mayor au
$ 14.130.429.70. A su turno, el Ministerio de Gobierno, mento de los gastos, de un lado, y la disminución de los
cuya apropiación inicial era de $ 18.229.789.40 registró ingresos, del otro.
Nueva Historia de Colombia, Vol. V
144
sólo obra de liberales. A ella prestaron su colaboración, en de las autoridades fiscales, al cobro de honorarios de pe
muchos casos decisiva, miembros de otros partidos, en el ritos y a las donaciones entre vivos. Por último se creó el
Gobierno y en el Congreso, desde las directivas de ciertas impuesto progresivo sobre la masa global hereditaria.
entidades semipúblicas. ¿Quién podría, por ejemplo, des La reforma en el impuesto de herencias, asignaciones y
conocer la eficaz labor de Esteban Jaramillo en el Minis donaciones no era menos necesaria que la que se llevó a
terio de Hacienda de la administración Olaya y en el Co cabo para el impuesto sobre la renta.
mité Nacional de Cafeteros; las intervenciones de Félix Decretos y leyes posteriores vinieron a complementar la
García Ramírez con respecto al problema de los deudores; reforma tributaria. El Decreto 1361 de 1942 estableció un
lo que Mariano Ospina Pérez hizo por el crédito agrario y recargo del 20 % en el impuesto adicional sobre exceso de
por la organización de los Almacenes de Depósito; la parte utilidades. En 1942 se votó un recargo del 35 % en las ta
que corresponde a Aquilino Villegas en las leyes de pro rifas de los impuestos sobre la renta, patrimonio y exceso
tección aduanera; la ordenada gestión fiscal de Francisco de utilidades. Y en 1945 se modificaron de nuevo las tari
de Paula Pérez en lo más duro de la crisis; la ayuda y el fas, elevándolas apreciablemente. Hoy el renglón más alto
consejo insuperables de Luis Ángel Arango; el trabajo me de la tarifa del impuesto sobre la renta es del 22 %.
tódico y eficaz de Julio Caro y de Alfredo García Cadena? La transformación no puede ser más radical. ¿Qué ha
El justo reconocimiento de lo mucho que a estos ilustres bría sido de la vida fiscal del país sin las reformas instau
colombianos corresponde en la gran empresa de nuestro radas? ¿Y cómo habría podido adelantarse la política de
progreso económico en nada amengua el mérito que cabe protección aduanera a las industrias sin la modificación en
al partido que llevó la responsabilidad del Gobierno. Por los impuestos directos? La protección no sólo habría sido
el contrario, lo enaltece aún más y constituye la mejor res imposible desde el punto de vista de la estabilidad presu-
puesta a los injustos cargos de exclusivismo y de intoleran puestal, sino que habría también constituido el más mons
cia sectaria que se pretenden formular al régimen que aho truoso e injusto de los privilegios.
ra termina. Debemos recordar, en efecto, que antes de las reformas
liberales los impuestos directos representaban un mínimo
porcentaje en el conjunto de los ingresos del tesoro nacio
La política fiscal nal. Todavía en 1934, las aduanas representaban el 50.4 %
de los ingresos comunes, mientras que los impuestos di
Corresponde al régimen liberal el mérito insigne de haber rectos equivalían tan sólo a un porcentaje insignificante.
transformado radicalmente nuestro sistema de ingresos pú En tales condiciones, el peso principal de la carga tributaria
blicos, haciéndolo a la vez más equitativo y más técnico. quedaba repartido inequitativamente, gravando de manera
La reforma tributaria implantada por el liberalismo co principal a las clases pobres. Hoy el panorama ha cambiado
menzó desde la administración Olaya Herrera. La Ley 81 de manera fundamental y se necesita estar ciego para des
de 1931 modificó parcialmente la tarifa y sobre todo el sis conocer lo que como obra de justicia social y de transfor
tema de establecer el gravamen, que antes estaba confiado mación económica ha significado la reforma tributaria del
a juntas locales, en forma deficiente y peligrosa. Durante liberalismo.
la misma administración se estableció por vez primera La equidad que caracteriza nuestra revolución tributaria
la tarifa progresiva en el impuesto de asignaciones y dona resalta aún más cuando se considera que los aumentos de
ciones. tarifas se han llevado a cabo únicamente en los renglones
Pero la transformación radical vino a efectuarse en los más elevados, es decir, que ellos han recaído sobre las per
anos de 1935 y 1936. La Ley 78 de 1935 modificó radical sonas que disponen de una renta relativamente conside
mente las tarifas para las rentas altas, haciendo pasar del rable, en tanto que se han aumentado las exenciones ini
8 al 17 % la tarifa mayor. Se modificaron además, de ma ciales disminuyendo o librando totalmente del impuesto a
nera substancial las disposiciones sobre exenciones y de quienes tan sólo disponen de rentas pequeñas.
ducciones, poniéndole fin al sinnúmero de abusos al través El sistema fiscal de la nación está hoy fundado esencial
de los cuales se evaporaba, ante los propios ojos de los re mente sobre los impuestos directos, tal como los organizó
caudadores, la renta gravable. Se incorporó en la legisla el régimen liberal. De esta parte de la obra cumplida en
ción el criterio de que la renta consolidada por la posesión los últimos diez y seis años de gobierno no puede prescindir
de un capital debe gravarse más fuertemente que la que se ya la nación, y sin ella las finanzas públicas colombianas
origina en el simple trabajo, y para tal efecto se creó el tendrían, al tiempo que una fisonomía primitiva, una ines
impuesto adicional calculado sobre el valor del patrimonio. tabilidad y una debilidad imponderables.
Por último, se estableció el impuesto sobre exceso de uti
lidades, también como adicional al de la renta. Una serie
de disposiciones procedimentales y penales complementa La política proteccionista
ron el sistema para poner fin al sinnúmero de fraudes y
evasiones que se venían registrando. Antes de 1930 las viejas controversias entre proteccionismo
La Constitución Nacional se reformó para permitir a las y libre cambio no habían inclinado, de manera definida en
autoridades la inspección de las cartas y papeles privados, uno u otro sentido ni la opinión pública colombiana ni la
con fines tributarios. política de Congresos y Gobiernos. La misión Kemmerer
En el año de 1936 se reformó totalmente la legislación que vino al país en 1923, nos dio sobre este punto consejos
relativa al impuesto de asignaciones y donaciones. Se ele de una ingenuidad inefable, que de haber sido seguidos
varon las tarifas progresivas, se estableció una serie de pre fielmente habrían hecho imposible el desarrollo de la eco
sunciones y de procedimientos investigativos para evitar nomía colombiana sobre bases medianamente sólidas.
que se defraudara el impuesto por medio de contratos si La política que adoptó el régimen liberal, y que con raras
mulados. Se reglamentó de la manera más adecuada todo excepciones ha sido compartida por todos los sectores de
lo concerniente al inventario de bienes, a la intervención la opinión pública y ha merecido la colaboración muy un-
146 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
portante de distinguidas personalidades conservadoras, se Puede apreciarse cómo, al través de los diez y seis años
funda en una concepción más realista y humana. Natural del gobierno liberal, ha constituido una preocupación cons
mente difiere del punto de vista de los técnicos extranjeros tante del Congreso y del Ejecutivo la protección a la pro
que ayer, como hoy, están dominados por conceptos be ducción nacional, tanto en el renglón agrícola como en el
néficos ante todo para las grandes naciones industriales. manufacturero. Los productores nacionales deben a esa
Los colombianos adquirimos ya un concepto de lo que protección buena parte de su prosperidad, y así lo reco
es la «economía nacional». Sabemos que tenemos que con nocen. Y debe tenerse en cuenta que dicha política pro
siderarla en su conjunto y tender al máximo aprovecha teccionista no se adelantó dejando de lado las convenien
miento de nuestros recursos naturales y humanos. Sabemos cias de los consumidores. Primero, porque, en cierta ma
también que no podemos conseguir una elevación aprecia nera, cuando se protege la producción agrícola nacional,
ble del nivel de vida ni etapas más avanzadas de moralidad dando una mayor capacidad de compra, a los campesinos,
y cultura para las clases populares si dejamos que el país se está protegiendo la gran masa consumidora del país. Se
se estanque en la posición de ser un exportador de los pro gundo, porque las leyes sociales que acompañaron a las
ductos de la industria extractiva, mal remunerados en los medidas proteccionistas contribuyeron a hacer a los obre
mercados exteriores, viéndonos obligados al mismo tiempo ros partícipes en el crecimiento de la prosperidad general.
a comprar artículos manufacturados de alto precio, pro Y, por último, porque al través de las reformas tributarias
ducidos con salarios seis y siete veces superiores a los de el Estado proveyó a una redistribución de la renta nacional,
nuestros campesinos. Sabemos que nuestra economía de utilizando en beneficio de las clases económicamente más
cambio es muy frágil y que, en la imposibilidad de forta débiles una parte creciente de las utilidades de las indus
lecerla de manera sólida y estable con nuevos renglones de trias protegidas.
exportación, debemos procurar producir aquí mucho de lo Naturalmente subsisten aún desequilibrios sociales; pero
que necesitamos para nuestro consumo doméstico, desti las líneas generales de la política seguida, si se insiste en
nando nuestros escasos recursos de cambio exterior a la aplicarlas, encierran en sí mismas la solución y abren el ca
adquisición de equipo económico, de maquinaria, de ma mino hacia un régimen de mayor equidad y de prosperidad
terial de transporte. Y esta concepción, que primó desde para todos: Ensanche de la producción nacional al amparo
los primeros meses del régimen liberal, se ha ido fortale
ciendo y consolidando cada vez más, y teniendo manifes de la protección del crédito barato, de la racionalización de
taciones externas a las cuales habremos de referirnos, si la distribución; un buen sistema de impuestos y una apli
quiera sea brevemente, en el presente capítulo. cación de los recursos así recaudados al mejoramiento del
nivel de vida de las clases pobres; las leyes sociales y de
Pero en 1930 tales ideas no eran en manera alguna claras seguros colectivos que garanticen a los trabajadores una
ni representaban un pensamiento generalizado en todos los participación adecuada. La política de protección aduanera
sectores gubernamentales. Los tremendos efectos de la cri no puede practicarse aisladamente sin llevar a tremendas
sis económica iban a contribuir en abrirnos los ojos y a injusticias. Pero combinada con una sana política fiscal que
orientarnos firmemente por los caminos de un necesario cobije tanto el sistema impositivo como la aplicación de los
proteccionismo. fondos públicos, y con una política social en progresivo de
La Ley 62 de 1931 puso en vigor un nuevo arancel adua sarrollo, puede abarcar con sus beneficios a la mayor parte
nero inspirado ya en un espíritu proteccionista, tras de ha de la población colombiana. Así la entendió el régimen li
berse derogado la ley de emergencia. Pero el nuevo arancel beral y con ese alcance la sigue defendiendo el liberalismo.
no era todavía suficiente ni para proteger nuestro desarro
llo ni para remediar el tremendo desequilibrio de nuestra
balanza de pagos. El Decreto número 1706 de 1931 esta Las instituciones de crédito
bleció un régimen mucho más drástico, en verdad excesivo,
puesto que se llegó a la prohibición de muchas importacio La ley de emergencia que redujo, hasta casi eliminarlos,
nes. Más tarde, tras un estudio a fondo, se dictó el Decreto los derechos de aduana que gravaban la introducción de
2194 de 31 de diciembre de 1931, que regularizó la situa productos agrícolas, la ruina general de la agricultura en
ción y sobre cuyas bases empezó a moverse la vida eco gendrada a la vez por este hecho y por la desordenada subs
nómica del país en la nueva etapa. tracción de brazos que se desviaron hacia la realización de
Es casi inútil ponderar los resultados favorables que la obras públicas adelantadas sin plan y sin método, creaban
política proteccionista ha tenido para el país. Su necesidad una grave situación de escasez que, además, el estado la
queda demostrada por el hecho de que aún con gravámenes mentable de nuestra balanza de pagos no permitía reme
relativamente altos tuvimos desde 1932 a 1942 una situa diar por medio de compras en el extranjero. Era indispen
ción de balanza de pagos sobremanera precaria que nos sable volver a impulsar la producción doméstica, y el cré
forzó a aplicar restricciones en forma casi permanente por dito agrícola se presentaba como la primera y más urgente
medio del mecanismo del control de los cambios. de las necesidades. A desarrollarlo sobre bases nuevas, más
Debemos llamar la atención sobre el hecho de que la técnicas y más equitativas, se aplicó la administración Ola
protección aduanera no cobijó tan sólo a la industria ma ya Herrera, a cuyos primeros pasos en este campo se sumó
nufacturera, que estaba en estado muy incipiente cuando luego el esfuerzo perseverante de las otras administracio
dicha protección se inició, sino ante todo a nuestras indus nes liberales.
trias agrícolas. Así, por ejemplo, se estableció un derecho La Caja de Crédito Agrario fue creada por la Ley 67 de
de importación de ocho centavos para el arroz, de ocho 1931 como dependencia del Banco Agrícola. Luego, el De
para el trigo, de diez y seis centavos para el azúcar centri creto 553, de 23 de marzo de 1932, le dio vida indepen
fugado, de seis centavos para las papas, de treinta centavos diente. Su capital inicial fue de dos millones de pesos.
para la manteca de cerdo, etc. En realidad, la protección El estudio de las estadísticas relacionadas con el otor
vino a cobijar a la mayor parte de las clases productoras gamiento de préstamos muestra cuál ha sido la ampliación
del país. continua de los servicios de la Caja. Pero antes de referir
Capítulo 5
147
nos a ello, conviene llamar la atención acerca del nuevo El Decreto 711 de 1932 proveyó a la creación del Banco
criterio con que ese Instituto se ocupó del crédito agrícola. Central Hipotecario que, nacido en medio de las conmo
En primer término, se reformaron las disposiciones sobre ciones de la crisis, es hoy una de las instituciones más só-
prenda agraria para facilitar el otorgamiento de los prés hdas y respetables de que pueda ufanarse la organización
tamos. En segundo lugar, se puso un límite máximo a la financiera de país alguno.
cuantía de cada uno con el objeto de que los limitados re
Hace algunos meses resumíamos así las características de
cursos de que podía disponerse beneficiaran al mayor nú la labor cumplida por el Banco y enumerábamos las in
mero posible de pequeños agricultores. A esto se agregó el novaciones de que éste se valió:
sistema de crear pequeñas seccionales de crédito agrario
En primer lugar, la de crear y organizar debidamente el
dependientes de la Caja, y agencias en número creciente, mercado de cédulas hipotecarias. El Banco no entrega sus
para poner el crédito al alcance de la población rural, aho cédulas a quien recibe el préstamo, sino que él mismo se
rrando al campesino los crecidos gastos de movilización en encarga de colocarlas, evitando así que una oferta desor
que tenía que incurrir cuando acudía a las agencias ban- denada rebaje las cotizaciones con perjuicio de los pres
carias establecidas en las ciudades importantes. Por último, tatarios. De otro lado, una política inteligentemente lle
se modificaron las disposiciones reglamentarias del Banco vada, por años enteros, dio a los referidos documentos una
de la República, para facilitar, por medio del redescuento estabilidad envidiable, convirtiéndolos en el papel de in
de obligaciones con prenda agraria, o por los préstamos versión más adecuada para quienes deseen tener una renta
sobre bonos agrarios, el ensanche de las actividades de la segura y no quieren sufrir los peligros de la especulación.
Caja. Todo ello implicó un cambio fundamental en el cri La intervención en el mercado para el logro de la estabi
terio con que se venía procediendo y en los procedimientos lidad en las cotizaciones ha sido un modelo en operaciones
bancarios que hoy nos parece natural, pero que tropezó en de tal clase. Es así como se han podido colocar más de tres
sus orígenes con singulares dificultades. De todas maneras decenas de millones en cédulas hipotecarias, consiguiendo
es claro que el pensamiento nuevo hacía su aparición en la poco a poco un menor tipo de interés. Hoy las cotizaciones
vida económica nacional: La organización del Banco Cen están por encima de la par nominal, y hay una constante
tral y los recursos del erario entraban al servicio de las cla demanda de inversionistas, que el Banco no siempre puede
ses económicas más necesitadas, con el doble objetivo de satisfacer, porque, naturalmente, gradúa sus ventas de cé
desarrollar la producción del país y de poner término a la dulas de conformidad con la colocación de créditos hipo
explotación ejercida por los intermediarios y los capitalistas tecarios. La introducción del sistema de cédulas de capi
sobre el campesino pobre. talización, calcado sobre el mecanismo de las Sociedades
de Capitalización que funcionan en otros países, ha sido
Los Almacenes de Depósito nacieron y se desarrollaron sobremanera afortunada. El número de personas que están
también durante el régimen liberal. Aun cuando las pri inscritas en los distintos grupos de cédulas de capitalización
meras leyes sobre el particular fueron anteriores a 1930, pasa hoy de 26.000.
esas instituciones sólo vinieron a tener después de esa fecha
un efectivo funcionamiento. Todavía en 1932 únicamente Sin hipérbole alguna, puede decirse que no se concibe la
existían los almacenes de depósito de Medellín. De ese año organización económica y financiera colombiana sin la exis
en adelante la Federación de Cafeteros comienza a crear tencia del Banco Central Hipotecario, como no se la con
nuevos almacenes, y para 1934 el número de éstos asciende cibe sin la Caja de Crédito Agrario, Industrial y Minero,
ya a 36. Posteriormente este servicio se ha ensanchado no los Almacenes de Depósito, la Federación Nacional de Ca
tablemente y han mejorado tanto su organización financie feteros en su forma presente, el Instituto de Fomento In
ra como los elementos materiales de que dispone. La cons dustrial, el Fondo de Fomento Municipal, instituciones to
trucción de las magníficas bodegas hecha por el Fondo Na das que el liberalismo creó durante diez y seis años de go
cional del Café por una parte, y los dineros de este fondo bierno y que están incorporadas hoy a la esencia misma de
que permiten a la Federación hacer las financiaciones en nuestra vida económica.
los almacenes con sus propios recursos, caracterizan la nue El Decreto 1157 de 1940 creó el Instituto de Fomento
va situación. Hoy día los Almacenes de Depósito de la Fe Industrial, otra de las instituciones fundamentales para el
deración Nacional de Cafeteros constituyen un instrumento progreso de nuestra economía que el régimen liberal le
utilísimo e irreemplazable dentro de la organización eco deja al país. Las razones que se tuvieron en cuenta para
nómica nacional. establecer esta nueva entidad pueden resumirse así:
A este respecto conviene hacer resaltar lo que la finan Para el establecimiento de industrias nuevas, no siempre
ciación por medio de los almacenes de depósito significa en es posible hacer un llamamiento directo al público para que
el sentido de redimir a los productores de la explotación suministre el capital por medio de la suscripción de accio
del capitalista y del intermediario. Un agricultor sin fuerte nes. Aquí, como en todas partes, es necesario el apoyo de
respaldo económico se vería ordinariamente obligado a los Bancos que, colaborando en el empuje inicial, den
vender su cosecha tan pronto como la recolectaba y a veces tiempo a que la empresa se consolide en el ánimo público.
antes de recolectarla. Si en ese momento las condiciones Pero, además, es bien sabido que ninguna empresa indus
del mercado eran desfavorables, el agricultor recibía cre trial podría aspirar a desarrollarse tomando prestado todo
cidos perjuicios. Sobre todo en lo que respecta al café es el capital que debe inmovilizar en su instalación y utilaje;
la carga del servicio de intereses y amortización de la deuda
bien conocida la precaria posición del productor frente al sería demasiado gravosa. Entonces, surge la conveniencia
intermediario o al agente en las casas extranjeras compra de que haya entidades capaces de suscribir acciones para
doras. La posibilidad de consignar el producto en los al la iniciación de la empresa, no propiamente con el objeto
macenes de depósito, recibiendo un préstamo a bajo in de conservarlas, sino con el de venderlas más tarde, cuan
terés, completa la obra redentora de la Caja de Crédito do asegurada ya la marcha normal de la industria, esos
Agrario, y es un paso más en el sentido de independizar a papeles empiecen a cotizarse en el mercado y a convertirse
nuestras clases campesinas de la dictadura en otra hora om en inversión atractiva para el ahorro creador.
nipotente del capitalismo.
148 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
El Instituto, según el Decreto 1157 de 1940, tiene como plementó las disposiciones del decreto y dispuso que el Es
fin promover la fundación de empresas que se dediquen a tado pagara una subvención a los campesinos pobres que
la explotación de industrias básicas y de primera transfor contrataron la construcción de su vivienda, subvención que
mación de materias primas nacionales, que la iniciativa y equivale a una parte de los intereses y al monto de seguro
el capital particular no hayan podido por sí solos desarro de vida correspondiente. De esta manera pudieron esta
llar satisfactoriamente. El Decreto 1419 de 1940 aclaró las blecerse condiciones en extremo favorables para el cam
finalidades de la Institución y las complementó al señalar pesino, ya que éste queda obligado únicamente a pagar un
también las de colaborar en el establecimiento de las em interés del 3 % anual y dispone de un plazo hasta de 30
presas de iniciativa particular y contribuir al desarrollo y años para la amortización. Leyes y decretos posteriores
organización de las ya existentes. ampliaron el capital del Instituto. Pero desgraciadamente
Por medio del Decreto extraordinario número 200 de el aporte de recursos oficiales a la organización no ha po
1939 se creó el Instituto de Crédito Territorial, señalándole dido ser lo suficientemente grande para dar a la campaña
como operación propia la de otorgar préstamos hipoteca toda la intensidad que debe tener. De otro lado, un sector
rios de amortización gradual, con plazo hasta de 30 años, del conservatismo trabajó de manera incansable, en los pri
destinados a la construcción de habitaciones para los tra meros años, por dificultar el adelanto de esta benéfica ini
bajadores del campo. La Ley 46 de ese mismo año com ciativa.
Bibliografía
BEJARANO, JESÚS ANTONIO. Economía y poder: La SAC y el desarrollo agropecuario colom
biano, 1871-1984, Bogotá, SAC-CEREC, 1985.
COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATTNA-CEPAL. El desarrollo económico en Colombia,
México, 1956.
CRUZ SANTOS, ABEL. Economía y hacienda pública, Vol. II, De la república unitaria a la eco
nomía del medio siglo. Historia extensa de Colombia, Vol. XV, Bogotá, Lerner, 1966.
LLERAS RESTREPO, CARLOS. «La obra económica y fiscal del liberalismo». En Plinio Mendoza
Neira y Alberto Camacho Angarita, El liberalismo en el gobierno, sus realizaciones 1930
1946, Vol. II, Bogotá, Editorial Minerva, 1946.
MONTENEGRO, SANTIAGO. «La política arancelaria en la primera fase de la industrialización»,
en Ocampo y Montenegro, obra citada.
NIETO ARTETA, LUIS EDUARDO. «LOS efectos de la guerra en el comercio exterior de Colombia».
En: Obras selectas, Bogotá, Cámara de Representantes, 1983.
OCAMPO, JOSÉ ANTONIO. «La economía colombiana en la década del 30». En José Antonio
Ocampo y Santiago Montenegro, Crisis mundial, protección e industrialización-Ensayos
de historia económica, Bogotá, CEREC, 1984.
POVEDA RAMOS, GABRIEL. «Historia de la industria en Colombia», Revista de la ANDI, N° 11,
1970.
TIRADO MEJÍA, ALVARO. Aspectos políticos del primer gobierno de Alfonso López Pumarejo,
1934-1938. Bogotá, Procultura, 1981.
TOVAR ZAMBRANO, BERNARDO. La intervención económica del Estado en Colombia, 1914-1936.
Bogotá, Banco Popular, 1984.
Capítulo 6
149
La economía colombiana
entre 1946 y 1958
Jesús Antonio Bejarano Ávila
Cuadro 1
Colombia: producto interno bruto al costo de los factores por clase de
actividad económica e incrementos porcentuales totales. 1945-1958
(millones de pesos constantes de 1970)
Agricultura, silvicultura,
caza y pesca 16.037.7 18.895.4 17.818 22.521.7 19.19 40.42
Industrias
manufactureras 3.875.8 7.509.9 93.763 10.216.6 36.04 163.6
Transporte
y comunicaciones 1.202.4 3.437.7 185.84 3.970.7 15.50 230.2
Administración pública
y defensa 2.272.2 3.981.5 75.22 4.488.5 12.73 97.53
Fuente: «Series históricas del crecimiento de América Latina», Cuadernos estadísticos de la CE-
PAL, Cuadro 15, Santiago de Chile, 1978.
Cuadro 2
El presidente Alberto
Lleras Camargo preside
el acto de constitución
de la Flota Mercante
Grancolombiana,
con el ministro de
Obras Alvaro Díaz S.,
el de Guerra
Luis Tamayo
y representantes de
Venezuela y Ecuador.
ante el notario
Julio C. Gaitán,
en la Quinta de
Bolívar, junio 8
de 1946.
Cuadro 3
Fuente: Alberto Corchuelo y Gabriel Misas, «El proceso de industrialización colombiano 1945
1958» en Uno en dos, n.° 4, Medellín, marzo 1975.
sión del trabajo y, por ende, de los turas de artículos plásticos, el rayón y
mayores mercados ya no sólo basados numerosas manufacturas metálicas li
en el consumo individual sino en el vianas, con lo cual el país comenzó a
consumo productivo. Al mismo tiem entrar en el campo de la sustitución de
po, la creación de estas unidades pro bienes intermedios. En igual forma, se
ductivas involucraba mayores efectos introdujeron nuevos procesos técnicos
ingreso y, por sobre todo, mayores de en las industrias tradicionales y por su
mandas derivadas, generando mayo puesto en las nuevas ramas. Así por
res mercados potenciales, lo que con ejemplo, la acería integrada de alto
ducía continuamente a una mayor in horno en Paz de Río (1948 a 1954), la
terdependencia entre las distintas ra fabricación de sosa cáustica y carbo
mas productivas en la generación de nato de sodio por el proceso Solvay
sus propios mercados.» (1947-1951), el lavado de carbón a es
En el cuadro 3 se ilustra claramente cala industrial (1950), la producción
este proceso. Los sectores que más rá petroquímica de amoníaco y fertilizan
pidamente crecieron fueron los de bie tes nitrogenados (1955-1959), la ins
nes intermedios; sin embargo, su baja talación de instrumentación y contro
participación en el conjunto de la in les electrónicos en varias industrias
dustria (a excepción de la industria (hacia 1950-53) son, entre otras, in
química) impidió que contribuyeran novaciones de importancia en el sector
sustancialmente a jalonar el creci industrial.
miento industrial, el cual se apoyó en Además, ello permitió que paulati
los bienes de consumo corriente, los namente las nuevas inversiones se fue
que si bien no experimentaron tasas ran concentrando en los sectores in
equivalentes a las del primer tipo de termedios y de capital que ya para
bienes, contribuyeron mucho más a la 1958 representaban respectivamente
expansión global por su alta partici el 35.5 % y el 15.4 % de la inversión
pación en la industria. neta fija del sector industrial.
Por otra parte, no es menos notable El perfil de la estructura industrial,
la diversificación industrial que acom pues, comenzó a modificarse. Para
paña el crecimiento del sector en este 1950, los bienes de consumo corriente
período. Sólo entre 1945 y 1953, se participaban con el 73.9 % al valor
crean 3.390 establecimientos indus agregado industrial, los bienes inter
triales y, si bien 1.986 de ellos corres medios con el 21.1 % y los de capital
ponden a las ramas tradicionales de con el 4.9 % y para 1958 estas pro
alimentos, vestidos y calzado, se crea porciones representaban el 64.8 %, el
rán 13 industrias productoras de papel 25.3 % y el 19.9 %, evidenciando en
e industrias de papel, 50 editoriales e efecto que la industrialización avan
imprentas, 30 industrias procesadoras zaba sobre los bienes intermedios y de
de caucho, 101 establecimientos de capital, y sin duda permitiendo ma
sustancias y productos químicos, 11 in yores alcances en la modernización.
dustrias dedicadas a productos deri De hecho, entre 1953-1958, la mo
vados del petróleo, el carbón, en fin, dernización industrial fue relativa
internamente, la industria de bienes mente rápida. La mecanización (me
intermedios se diversifica. dida en caballos de fuerza por traba
Entre 1950 y 1954 se inician en el jador) aumentó en un 40 %, especial
país rubros tan importantes como el mente en la rama de bienes de con
del cartón y el de los álcalis sódicos sumo corrientes e intermedios cuyos
que fueron las primeras bases de las incrementos son de 22 % y 66 % res
industrias de papel y químicos básicos. pectivamente.
Por otra parte, la creación de nuevas Por otra parte, los sectores que más
empresas y la construcción de nue rápidamente aumentaron la absorción
vas fábricas, permitieron avances im de empleo fueron precisamente los de
portantes en líneas como las manufac bienes intermedios y de capital. El
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
158
empleo de los primeros creció a la tasa tre 1951 y 1964, la población rural cre
de 6.9 % anual y el segundo 14.4 %, ció a sólo 1 % anual, reflejando la
mientras en los bienes de consumo co acentuación de las migraciones.
rriente el empleo creció sólo al 0.6 %
anual entre 1953 y 1958, tal como se El desarrollo agrario
observa en el cuadro 4.
Si bien era en este último sector Durante la posguerra, pero especial
donde se concentraban las mayores mente desde los primeros años del de
magnitudes del empleo dada su alta cenio del cincuenta, la agricultura ex
participación en el conjunto indus perimentará un desarrollo sin prece
trial, en todo caso era en los primeros dentes no sólo en términos de la
donde descansaba la generación de velocidad de expansión de algunos
nuevos empleos. La razón es fácilmen cultivos, sino de la rapidez de la mo
te comprensible: los sectores de bienes dernización en las áreas planas del
de consumo corriente expandían su país. Entre 1945 y 1958, el producto
producción a un ritmo bastante infe total agropecuario se incrementa en
rior al de su modernización y meca un 40.4 %, pero mientras entre 1945
nización, lo que implicaba un creci y 1953 este incremento es de 17.8 %,
miento casi nulo del empleo. Por el entre 1953 y 1958 será de 19.2 %. De
contrario, las industrias nuevas, aun a hecho, entre 1945 y 1953, el creci
pesar de su elevado ritmo de mecani miento promedio anual de la produc
zación, elevan su producción todavía ción agropecuaria fue de 1.57 % (y si
más, lo que compensa los efectos so se excluye el café, que apenas creció
bre la absorción de empleo. Aunque al 0.31 % acosado por la violencia ru
en este período no se configura del ral en las áreas cafeteras, el crecimien
todo la implicación de estas caracte to fue de 2.56 %), tasa sensiblemente
rísticas de generación de puestos de inferior a la de los años siguientes, en
trabajo en el sector industrial, tan los que el crecimiento se situó alre
pronto se desacelera el crecimiento de dedor del 3.3 %. Sin embargo, ya des
los bienes intermedios, a comienzos de comienzos de la posguerra se insi
de los años sesenta, el problema del núa lo que será la característica del de
desempleo adquirirá dimensiones sarrollo agrario de estos años. Mien
realmente dramáticas. tras el total agrícola para consumo in
De cualquier forma, desde el dece terno crece al 3.39 % entre 1945 y
nio de los cincuenta, la localización 1953, los cultivos alimenticios lo hacen
del empleo urbano en el sector servi al 2.08 % y los no alimenticios (ma
cios, con bajos niveles de remunera terias primas industriales) al 7.5 %.
ción y productividad, apenas ocultará La ganadería, por otra parte, que
la contradicción esencial de estos había venido creciendo al 2.87 % en
años, entre la agricultura que se mo tre 1940 y 1950, reduce su incremento
derniza con rapidez, generando un al 1.48 % entre 1945 y 1953, mante
cuantioso ejército de reserva y un cre niéndose a ritmos menores durante el
cimiento industrial que aun siendo ele resto de la década. Por otra parte, el
vado se revela incapaz de absorber el área cosechada crece al 3.28 % anual
excedente de mano de obra que va entre 1950 y 1960, de modo que las
creando la modernización agraria. En hectáreas cultivadas por persona ocu
tre 1938 y 1951, se estima que el total pada pasan del 1.3 a 1.4 % en este
de crecimiento urbano se debió en un mismo lapso.
68 % a las migraciones y en un 32 % Lo que había empezado a ocurrir
al crecimiento natural de las áreas ur era que la ganadería, que antes se
banas, lo que da cuenta del acelerado asentaba en las tierras planas y férti
proceso de expulsión de población ru les, era desplazada por los cultivos co
ral hacia las áreas urbanas que iría a merciales, mientras los cultivos ali
acomodarse en el sector servicios. En menticios se concentraban en las áreas
Capítulo 6
159
Cuadro 4
Fuente: CIE-DANE, Contribución al estudio del desempleo en Colombia. DAÑE 1971, Cuadros
10 y 15.
160 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
fragmentación dio lugar en muchos ca que la existente en las décadas ante
sos al fortalecimiento de la economía riores y, más aún, es muy difícil preci
campesina cafetera mediante confor sar hasta qué punto la Violencia y el de
mación de pequeñas explotaciones o sarrollo de la agricultura comercial
de tamaño mediano (entre 10 y 50 hec se estimularon mutuamente. De cual
táreas) que aumentaron sustancial quier modo, el hecho es que a nivel de
mente en número y superficie entre la vida rural el período de posguerra
1950 y 1960 (aunque no en el conjunto provocará cambios en la estructura
del país), lo que debió afectar los re agraria, en su papel frente al desarro
sultados globales de la concentración llo global del país y, sobre todo, en las
de propiedad, puesto que pudo haber condiciones de penetración del capital
se compensado la presunta mayor con al campo. Después de estos años, Co
centración en aquellas áreas donde se lombia dejará de ser un país rural, y
desarrolló la agricultura comercial. en los dos decenios siguientes deberá
Sin embargo, como observa adecua afrontar los problemas propios de un
damente Daniel Pecaut, «es cierto que país fundamentalmente urbano.
la agricultura comercial conoce apre
ciables progresos a partir de 1950. Por
esta época, además de la caña de azú El papel del Estado
car, ya sólidamente implantada en el Durante la posguerra, la actividad del
cuadro de las grandes explotaciones Estado en cuanto a sus alcances no es
capitalistas, el algodón, el arroz, etc., por cierto desdeñable. Del régimen de
se desarrollan bajo la forma de gran emergencia con que enfrentó la situa
des plantaciones. No se debe, sin em ción bélica, había heredado instru
bargo, exagerar la rapidez de ese de mentos de intervención que ampliarán
sarrollo, lo que será mucho más sen su radio de actividad. Desde entonces,
sible después de 1955, o sea durante la el Estado aumentó considerablemente
segunda ola de Violencia. Además, las inversiones públicas en servicios
estos cultivos van a extenderse la ma básicos y en sectores fundamentales
yor parte de las veces sobre tierras ga como la siderurgia y la refinación del
naderas, no hay entonces razón para petróleo. Contribuyó mediante nue
suponer que ellas hacen necesaria la vas formas de financiamiento, a la for
expulsión de un gran número de pe mación de capital, y en buena medida
queños propietarios o arrendatarios. logró reorientar los recursos de la
Si ello proviene de una mayor oferta economía en función de la indus
de tierras que resulta de la Violencia trialización.
o eventualmente —el hecho no parece Entre 1945 y 1953, los gastos públi
estar demostrado— de la disminución cos por habitante aumentaron al
de la tasa de las rentas territoriales, se 6.9 % anual, cifra sólo superada du
trata de un proceso que no afecta rante el período 1925-1929, los gastos
directamente a los pequeños pro en salud, previsión social y educación
pietarios». lo hicieron al 4.3 % y ya para 1953 el
Quizás lo que pudo ocurrir, al me Estado generaba empleos que absor
nos en las áreas cafeteras, fue un bían el 3 % de la población activa to
cambio en el origen social de los pro tal y 6.6 % de la población activa no
pietarios mediante traspasos de agrícola y tenía un nivel de gasto equi
propiedad a comerciantes urbanos, valente, en 1945-53, al 10.6 % del
funcionarios, etc., que pudieron com consumo total y del 15 % del ingreso
prar fincas a bajo precio, pero, en to total del país, y del 15 % del ahorro
do caso, la información disponible es bruto, lo que ilustra bien las dimensio
claramente insuficiente para argüir que nes que había adquirido el Estado.
la Violencia y el desarrollo de la agricul Por otra parte, el ahorro público en
tura comercial dieron origen a una este mismo lapso contribuyó en un
mayor concentración de la propiedad 17.5 % al financiamiento global de la
Capítulo 6 165
Bibliografía
La mejor fuente de cifras generales para este período es CEPAL, Series históricas del creci
miento de América Latina, Cuadernos Estadísticos de la CEPAL, Santiago de Chile, 1978. El
período 1946-1953 es tratado en detalle en CEPAL, Análisis y proyecciones del desarrollo eco
nómico de Colombia; México, 1957, y para el período 1950-1958 se puede ver Contribución al
estudio del desempleo en Colombia, CIE, DANE, 1971, donde además se detallan cifras sobre
el empleo. La industrialización es minuciosamente tratada en ALBERTO CORCHUELO y GABRIEL
MISAS: «El proceso de industrialización colombiano 1945-1958», en Uno en Dos, n.° 4, Me-
dellín, marzo de 1975. El desarrollo global en relación con el contexto socio-político se estudia
convenientemente en Rocío LONDOÑO y FABIO VELÁSQUEZ: Proceso económico y jurídico-po-
lítico de Colombia, Bogotá, Ediciones Camilo, 1974. La agricultura en SALOMÓN KALMANOVTTZ:
El desarrollo de la agricultura en Colombia, Ed. La Carreta, 1979. Las relaciones entre el
desarrollo económico y la violencia se examinan en DANIEL PECAUT: «Reflexiones sobre el
fenómeno de la violencia», revista Ideología y Sociedad n.° 19, octubre de 1976, y para las
áreas cafeteras ABSALÓN MACHADO: «La economía cafetera en la década de 1950», Cuadernos
de economía, n.° 2, Universidad Nacional, 1980.
Capítulo 7 167
La economía colombiana.
1958-1970
Juan Felipe Gaviria G.
Introducción
Cuadro 1
Tasa
Descripción 1958 1970 anual 58-70
Ingreso nacional per cápita (miles de pesos de 1970) 4.0 5.1 2.0
En Roma,
Carlos Lleras Restrepo
se entrevista,
en el marco de una
reunión de la FAO
(Organización para la
Alimentación y
Agricultura), con el
ministro de Agricultura
de la República Árabe
Unida, Sayed Marei,
con el fin de integrar
un comité especial de
reforma agraria.
En ese momento, 1971,
Lleras ocupa la
presidencia de una
comisión especial de
la FAO sobre
reforma agraria.
Lauchlin Currie
(segundo de la
derecha) durante una
cena ofrecida a
funcionarios de la
FAO y de la ONU,
en el Gran Vatel,
Bogotá, 1960.
Con él aparecen:
Anthony Boliasry,
Mario Bertossi,
Norberto Sánchez,
Gabriel Echeverri
y Virgilio Mariavelli.
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
174
Embarque de café
en el puerto
de Barranquilla.
hacia 1960.
gumentos que antes eran de uso exclu Esta gran inestabilidad del sector
sivo de la izquierda, llegando a pro externo se refleja internamente en una
poner como esquema óptimo de vin brusca reducción en los ritmos de cre
culación del capital extranjero, el en cimiento. El Producto Interno Bruto
deudamiento, contrapuesto a la inver reduce su crecimiento al 4.6 % anual,
sión. Esta última vinculaba sin límite y la industria, que había llevado bajo
temporal el aparato económico con el su peso la responsabilidad del desarro
capital extranjero, sus mecanismos ex- llo, se enfrenta a su primera crisis, más
poliativos eran incontrolables y sus allá de una simple reducción de carác
efectos de dominación mucho más ter coyuntural. Las tasas de crecimien
agudos. Pero resulta que el capital ex to del período anterior se contraen
tranjero se vincula al país como inver abruptamente: el valor agregado bru
sión por razones bien diferentes a to fabril crece a sólo 4.6 % anual, una
aquellas que movilizan el capital prés tercera parte de la tasa del período an
tamo; éste se mueve con criterios cor- terior. La crisis entra, pues, en toda su
toplacistas, y aquel lo hace impulsado vigencia y se refleja con musitada du
fundamentalmente por su relación di reza en la casi totalidad de los sectores
recta a la tecnología. En último tér industriales; tan sólo la química, el pa
mino, es la técnica lo que requieren pel y los equipos eléctricos logran
los mercados nacionales y no el capi mantener niveles de desarrollo ade
tal, el cual es finalmente accesorio. cuados: 16.2 %, 12.4 % y 11.9 % anual
promedio, respectivamente.
Período 1963-1966 Los efectos benéficos de la sustitu
ción de bienes intermedios están to
En lo externo, este cuatrienio se ca davía presentes y continúan dinami-
racteriza por gran variabilidad de la zando el desarrollo de los sectores in
política cambiaría, la cual ensaya to dustriales típicamente productores de
dos los mecanismos imaginables para materias primas y productos de uso in
conciliar objetivos «liberalizantes» de dustrial. Sin embargo, las cosas no son
comercio exterior, con tasas de cam ya del nivel logrado en el pasado: el
bio estables. Así se inicia este período sector de bienes de capital se expande
con los serios trastornos heredados de al 6.5 % anual, menos de la tercera
la singular devaluación de noviembre parte de la tasa media del período an
de 1962, que elevó el certificado de terior, y sólo el sector de bienes inter
cambio aplicable a la mayoría de las medios logra mantener una tasa por
importaciones de $ 6.70 a $ 9.00 por encima de la mitad de la del quinque
dólar. El control selectivo a las im nio pasado.
portaciones aparece y desaparece sin Durante este período se presentan
ninguna planeación: partiendo de una por primera vez reducciones en el va
prohibición casi total establecida a fi lor agregado de algunos sectores in
nes de 1962, se comienza a liberar dustriales; en 1963, cuatro ramas de la
paulatinamente durante 1963, para re industria reducen su aporte al produc
versar en 1964, frente a serias presio to nacional, en 1964 son ya seis los sec
nes por una nueva devaluación. En tores que presentan tasas negativas, y
1965 se inicia un nuevo proceso de li en 1966 serán ocho. La industria textil
beración que continuará hasta fines de
1966, cuando la situación de presión vive la primera de sus crisis en 1964,
externa sobre la urgencia de devaluar de la cual sólo se recuperará cuando la
nuevamente, resulta en un enfrenta apertura internacional le permita el
miento con el Fondo Monetario Inter acceso al mercado externo.
nacional que, en lo interno, dará lugar La crisis del modelo industrializador
a la expedición del Estatuto Cambia- por sustitución comienza, pues, a ges
rio plasmado en el decreto ley 444 de tarse y todos los síntomas que le son
marzo de 1967. propios están presentes en el panora
ma industrial en este período: un mer
Capítulo 7 181
cado interno estrecho que reduce nue eléctricos, los cuales generaron cerca
vamente la posibilidad de desarrollo, del 50 % de los empleos industriales
como expresión última de los altos ni creados durante el período.
veles de desempleo y subempleo ur Empieza, pues, a ser visible la ma
bano y rural; una estructura industrial nifestación más dramática de la ino-
deformada en donde no hay lugar a un perabilidad del modelo sustitutivo: el
crecimiento inducido por los efectos desempleo urbano creciente, que do
interindustriales; un proceso sustituti- minará la preocupación y el análisis
vo que toca a su fin, simplemente por económico a partir de 1967. En efecto,
que en lo fundamental ya no hay qué la velocidad de absorción de mano de
sustituir dentro de la racionalidad ca obra está determinada, no sólo por el
pitalista. Ya no existe, pues, el sopor ritmo de expansión de la producción,
te al desarrollo industrial, y la indus sino, además, por la naturaleza de la
tria creada al empuje de la sustitución tecnología utilizada y por la magnitud
es incapaz de generar un nuevo im de los efectos multiplicadores de la es
pulso que la mantenga a la vanguardia tructura industrial. Y ya sabemos qué
del crecimiento. pensar de los niveles tecnológicos que
El empleo generado por la industria la industria se ve obligada a utilizar en
es ya bastante bajo: unos cinco mil sus nuevos desarrollos, cuál es la es
ochocientos puestos de trabajo por tructura industrial resultante del pro
año, lo que representa una tasa del ceso y cuán lánguidos son ya los ritmos
2 % anual promedio. Además, esto es de expansión en la industria. A fines
posible sólo gracias a los efectos di- de 1966, el desempleo abierto en las
namizadores de algunos sectores como cuatro principales ciudades del país as
el químico, el papel y los artículos ciende al 10 % de la fuerza laboral.
Complejo de Mamonal
en Cartagena.
El empleo generado
por la industria
en 1963-66 es
bastante bajo,
apenas una tasa del
2% anual
(unos 5 800 puestos
de trabajo por año).
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
182
Bibliografía
BANCO MUNDIAL. Desarrollo económico de Colombia, problemas y perspectivas. Bogotá.
BEJARANO, JESÚS ANTONIO. «Industrialización y política económica 1950-1976». En: Colombia
hoy, Bogotá, Siglo XXI, 1978.
CIE-DANE. Contribución al estudio del desempleo en Colombia, Bogotá, 1971.
CURRIE, LAUCHLTN. «Limitación de las divisas al desarrollo: una solución parcial al problema»,
en: Revista de planeación y desarrollo, Volumen III, N° 3, octubre de 1971.
DÍAS, ALEJANDRO CARLOS. Tendencias y fases de la economía colombiana y de sus transacciones
internacionales, 1950-1970, Bogotá, Fedesarrollo, 1972.
FEDESARROLLO. Economía cafetera colombiana, Bogotá, Fondo Cultural Cafetero.
FEDESARROLLO. Lecturas sobre el desarrollo económico colombiano, Bogotá, 1974.
FLÓREZ, LUÍS BERNARDO. «El sector externo en los ciclos de la economía colombiana». En:
Cuadernos Colombianos, número 3, 1974.
KALMANOVTTZ, SALOMÓN. «Desarrollo capitalista en el campo colombiano». En: Colombia hoy,
Siglo XXI, Bogotá, 1978.
KALMANOVTTZ, SALOMÓN. «La agricultura en Colombia 1950-1972», en DANE, Boletín de es
tadística, números 276-277-278, 1984.
MACHADO, ABSALÓN. El problema agrario en Colombia y sus soluciones, Bogotá, Fundación
Mariano Ospina Pérez, 1981.
MATTER, KONRAD. Inversiones extranjeras en la economía colombiana, Medellín, Editorial
Hombre Nuevo, 1977.
MISAS, GABRIEL. Empresas multinacionales y Pacto Andino, Bogotá, Oveja Negra, 1983.
MISAS, GABRIEL. Contribución al estudio del grado de concentración en la industria colombiana,
Bogotá, Ed. Tiempo Presente, 1975.
OSPINA, LUIS. Plan Agrícola, Medellín, Editorial Granamérica, 1963.
POVEDA , GABRIEL. «Historia de la industria en Colombia». En: Revista Trimestral Andi, N° 11,
La economía colombiana,
desde 1970 hasta nuestros días
Gilberto Solazar R.,
Guillermo Perry presidente de la
Cámara de
Representantes,
felicita al presidente
Introducción Misael Pastrana Borrero
luego de su posesión,
l presente trabajo se divide en
E dos partes. La primera describe y
analiza la evolución de los agregados
macroeconómicos desde 1970, identi
agosto 7 de 1970.
Arturo Gómez
Jaramillo
presidente de la
Federación Nacional de
Cafeteros, con el
presidente Misael
Pastrana durante la
celebración del 30"
aniversario de la
institución,
marzo 22 de 1974.
incremento igual en el valor de las ex precios en pesos de los productos e in
portaciones menores o en el nivel de sumos importados —y también se li
la inversión pública. Así, en el período beraron en alguna cuantía las impor
1976-1979, el efecto expansivo sobre taciones con el mismo fin— y de re
la demanda de bienes urbanos que ducir la presión monetaria de la acu
provino de la bonanza cafetera alcan mulación neta de reservas internacio
zó a ser compensado en muy buena nales. El resultado fue, por supuesto,
parte por la drástica reducción que una pérdida progresiva de competiti-
tuvo lugar durante ese período tanto vidad de las exportaciones menores y
en los niveles de inversión pública un incremento significativo de las im
como en la capacidad de compra in portaciones desde 1978 y en particular
terna de las exportaciones menores. desde 1980, derivado en buena parte
Entre 1970 y 1974, como se señaló del aumento de inversiones públicas
atrás, fue precisamente la dinámica de intensivas en importaciones, como ve
estos dos componentes lo que condujo remos más adelante. Con el mismo
a una muy rápida expansión de la de propósito se introdujeron en 1977 los
manda de bienes urbanos y, en con certificados de cambio con vencimien
secuencia, a un alto ritmo de creci to diferido para las exportaciones de
miento económico, en particular de la café y servicios. Con ello se abandonó
industria y la construcción. por un tiempo la adhesión al sistema
Las exportaciones menores crecie de tasa única de cambio, implantado
ron muy poco en el período 1976 desde fines de los sesenta, para mo
1980, tanto en cantidad como en su va derar el efecto nocivo sobre las expor
lor en dólares constantes, cuando se taciones menores del nuevo manejo
las compara con su espectacular au cambiario con fines anti-inflaciona-
mento entre 1970 y 1974. Dos factores rios. Este sistema dual se abolió en oc
incidieron en este resultado: la menor tubre de 1980 para las exportaciones
dinámica del comercio internacional de café y definitivamente a principios
después de 1975 y la sobrevaluación de 1983.
del peso a partir de 1976. Este segun La política fiscal se supeditó tam
do factor, además, condujo a que el bién a los objetivos anti-inflaciona-
valor de las exportaciones menores en rios. La inversión pública se redujo en
pesos constantes (como proporción 1976 a menos de la mitad de su valor
del PIB) se redujera considerablemen en pesos constantes en 1975 y se man
te y, por tanto, a que ejerciera un tuvo a niveles bajos hasta 1978. A par
efecto depresivo sobre la demanda tir de 1979, como ya se ha indicado, se
agregada, como ya se señaló. comenzó a elevar de nuevo por los re
El atraso cambiario se gestó por un quisitos del ambicioso plan de inver
viraje en la política aplicada desde siones públicas del plan de desarrollo
1967, ante las presiones inflacionarias del gobierno de Turbay Ayala. Así, el
que se desataron desde el inicio de la déficit fiscal, que en 1975 se había re
bonanza cafetera. Hasta 1975, la tasa ducido ya como consecuencia de la re
de devaluación buscó conservar, y aun forma tributaria de 1974, y pese a un
aumentar, el nivel real de la tasa de considerable aumento en la inversión
cambio y, en particular, la competiti- pública real en ese año, descendió casi
vidad de las exportaciones menores. a cero en 1976 y se mantuvo en niveles
Así, a finales de 1975 la tasa efectiva bajos en 1977 y 1978, en un intento
real para las exportaciones menores por compensar el efecto expansivo de
alcanzó el nivel más alto en las últimas los superávits en cuenta corriente con
décadas. Desde finales de 1976, sin el exterior.
embargo, la tasa de cambio se manejó El arsenal de medidas anti-inflacio-
con un criterio anti-inflacionario. Se narias incluyó también el regreso a
redujo el ritmo de devaluación con el controles directos a los arriendos y las
doble objeto de frenar el alza en los tasas activas de interés, la aplicación
Capítulo 8 195
Yacimientos de
ferroníquel en
Cerromatoso,
departamento de
Córdoba.
La producción de
mineral de níquel
alcanzó las 683 mil
toneladas en 1984.
Los presidentes
Julio César Turbay
Ayala y Joao Baptista
Figueiredo firman un
tratado de comercio
entre Colombia y
Brasil, en Bogotá,
marzo 13 de 1981.
A la izquierda,
el canciller
Carlos Lemos
Simmonds.
Capítulo 8 197
1982, el colapso del mercado de bienes nos reales por el efecto del deterioro
raíces y el diferencial de tasas de in del sector externo y luego de la propia
terés internas y externas (que se abrió recesión, mientras que se aumentó el
con el mayor ritmo de devaluación) y gasto. Este hecho, sin embargo, no al
la nueva alza en las tasas de interés in canzó a compensar el impacto recesivo
ternacionales en 1983. La velocidad de del cambio en la demanda externa.
este proceso estuvo regulada por la Así, se indujo una deflación de de
disponibilidad de liquidez; fue más manda que provocó en la economía,
alta a principios de 1983, cuando el go que ya mostraba signos de debilita
bierno intentó sin éxito reactivar con miento, una profunda recesión. El
mayor crédito, y con crédito menor crecimiento del PIB descendió al
posteriormente, cuando se aplicó una 2.3 % en 1981, 0.9 % en 1982 y 1 %
política monetaria más estricta y se es en 1983; el de la industria se volvió ne
trecharon los controles cambiarios. gativo en 1981 y 1982 (-2.6 % y
La cancelación acelerada de pasivos —1.4 % respectivamente) y alcanzó
externos y la «fuga de capitales» se apenas el 0.5 % en 1983, creándose
manifestaron, en varios momentos, en una situación generalizada de subuti
alzas en la cotización del dólar negro, lización de la capacidad instalada que
y trajeron, como una de sus conse las empresas atribuyeron inequívoca
cuencias, el desvío de ingresos de ser mente a deficiencias de demanda.
vicios no financieros hacia ese merca El punto más bajo de la recesión se
do. Aparecieron también síntomas, obtuvo a mediados de 1983, debido a
por la misma razón, de subfacturación que el nuevo gobierno aplicó entre
de exportaciones y sobrefacturación agosto de 1982 y julio de 1983 una po
de importaciones, por lo cual es posi lítica de restricción del gasto y la in
ble que la magnitud de los flujos de versión pública, con el objeto de re
capitales hacia afuera no se refleje ducir la tasa de inflación. Entre julio
bien en las cifras de balanza de pagos. de 1983 y julio de 1984, se invirtió esta
En el segundo semestre de 1984 se política: el gobierno aumentó la inver
estrecharon los controles cambiarios y sión y el gasto público con base en
se frenó un tanto el deterioro de la nuevos recursos de emisión y de cré
cuenta de servicios no financieros. dito público y, posteriormente, tam
Más efectiva resultó la disposición de bién con el producto de dos reformas
exigir un plazo mínimo de financia- tributarias expedidas en el segundo se
miento de las importaciones, el mayor mestre de 1983. El efecto combinado
control sobre las cuentas externas del de esta política fiscal expansiva con la
Fondo Nacional del Café y de la Fe mayor protección, el moderado me
deración de Cafeteros y los incentivos joramiento en la situación externa y el
al endeudamiento de empresas públi descenso en la tasa de inflación (gra
cas como Ecopetrol, todo lo cual, en cias a una baja pronunciada en el rit
conjunto con las negociaciones del go mo de alza de precios de los alimentos
bierno con el sistema financiero in y de los arriendos) fue el de provocar
ternacional, mejoró notoriamente la una reactivación sustancial de la acti
cuenta de capitales en 1985. vidad económica, y en particular de la
Una caída tan drástica de los ingre industria, durante ese breve lapso.
sos de exportación y un deterioro en A partir de julio de 1984, sin em
la cuenta corriente de la balanza de bargo, se otorgó absoluta primacía a la
pagos como el que ocurrió en 1981, no reducción acelerada del déficit fiscal
podían dejar de tener efectos en el ni como consecuencia de las negociacio
vel de actividad económica. Los im nes con el sistema financiero interna
pulsos expansivos del sector externo cional. El gobierno aceptó el diagnós
se tornaron súbitamente depresivos tico del Fondo Monetario Internacio
En 1981 y 1982 el déficit fiscal creció, nal, que atribuyó el deterioro del sec
ya que los ingresos cayeron en térmi tor externo a un exceso de demanda
Capítulo 8 199
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
200
Instalaciones de
Puerto Bolívar,
en las minas de
carbón del
Cerrejón Norte
en la Guajira.
Su yacimiento
carbonífero se calcula
en 2 400 millones
de toneladas.
A partir de 1989.
la producción anual
será de 15 millones
de toneladas.
204 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
1985 y llegarán hasta los 15.000.000 de puede verse así como un intento por
toneladas anuales, bajo los acuerdos incrementar la participación del Esta
vigentes, lo que contribuirá a reforzar do en el ingreso nacional, con el fin de
la balanza de pagos a partir de 1988, atender las demandas crecientes por
una vez que los ingresos operacionales servicios sociales de la población, y por
netos que corresponden al país supe crear una base de impuestos internos
ren el elevado servicio de la deuda con que permita estabilizar los recaudos, y
que se financió la mayor parte de la en consecuencia la prestación de servi
inversión de Carbocol en el proyecto. cios y la inversión pública, frente a los
Adicionalmente, se inició la explota ciclos del sector externo.
ción del yacimiento carbonífero de En esta perspectiva, en los últimos
Cerrejón Centro y del níquel de Ce- años se fortaleció considerablemente
rromatoso en 1982. Estos proyectos, la base fiscal del país mediante las re
sin embargo, han arrojado pérdidas formas tributarias de 1974 y 1983
como consecuencia de la depresión de 1984. La reforma de 1974 reestructuró
los precios internacionales y altos cos íntegramente los impuestos naciona
tos de transporte interno. les. En el impuesto a la renta eliminó
Las nuevas exportaciones de hidro un gran número de exenciones y de
carburos y minerales, aunadas al in ducciones especiales que favorecían a
cremento de casi un 50 % en el volu las rentas de capital; gravó todas las
men exportado de café que dejó la dé ganancias de capital y otras ganancias
cada de los setenta, auguran un pa ocasionales; estableció un sistema uni
norama cambiario despejado para la versal de presunción de renta mínima
próxima década. Sin embargo, impon para limitar la evasión, aumentó la
drán nuevas exigencias a la política progresividad de las tarifas nominales
económica. En efecto, de una parte se y efectivas para las personas naturales;
corre el riesgo de contraer la deno unificó y simplificó el régimen para las
minada «enfermedad holandesa» que sociedades; introdujo una corrección
han padecido la mayoría de los países parcial por inflación en los costos de
exportadores de materias primas; a sa activos y las tablas de tarifas; etc. En
ber, que han descuidado su manejo el impuesto a las ventas perfeccionó la
cambiario y de comercio exterior con técnica del valor agregado y estableció
graves perjuicios para el desarrollo de el sistema de devoluciones, introdujo
su industria y el resto de la actividad mayores controles a la evasión, elevó
agropecuaria. Además, se requiere la tarifa media y su dispersión para
crear canales apropiados que permitan contrarrestar los efectos regresivos del
transferir los excedentes de ahorro ge tributo e incorporó varios servicios a
nerados en estos sectores hacia la in la base del impuesto. Además, simpli
versión industrial y agrícola. Por últi ficó y redujo el impuesto de timbre y
mo, estos sectores nuevos no generan a las sucesiones, haciendo este último
impulsos de demanda, lo que exigirá más progresivo. El impacto fiscal y re
mantener un ritmo adecuado de in distributivo de la reforma en su primer
versión pública y crecimiento de las año de operación fue sustancial.
exportaciones menores. No obstante, posteriormente estos
efectos se erosionaron, en particular
Las finanzas públicas con respecto al impuesto a la renta.
Ello se debió a una serie de factores:
Los ingresos tributarios de la Nación el impacto de la aceleración del pro
muestran, en una perspectiva de largo ceso inflacionario desde 1976, en es
plazo, oscilaciones que se asocian ín pecial sobre la efectividad de los nue
timamente con el comportamiento de vos mecanismos de presunción; un re
las exportaciones e importaciones. El lajamiento del control administrativo
proceso de reformas tributarias, que y el aumento de índices de evasión; y,
se inició en la década de los treinta, lo más importante, el efecto de mo-
Capítulo 8 207
El economista
Lauchlin Currie
es condecorado
con la Cruz de
Boyacá por el
presidente
Belisario Betancur.
n forma general puede decirse que en Colombia ha a Colombia como asesor de la Oficina de Planeación. (Por
E habido tres períodos de intensa actividad en planifi ese entonces y desde 1967 yo había estado dedicado a la
cación macroeconómica y asesoría y en cada uno de ellos docencia en Canadá y Gran Bretaña, y había salido de Co
me correspondió representar algún papel. El primero abar lombia porque creía que mis días de asesoría habían lle
có de 1949 a 1953; el segundo de 1960 a 1961; y el tercero gado a su fin). La solicitud inicial consistió en que diera mi
se inició con la década de los años setenta. Puesto que este asesoría con relación a las recomendaciones de la OIT,
trabajo no es en sentido alguno una historia general, me cosa que no acepté. La solicitud fue modificada entonces
propongo comenzar con un análisis del tercer período, du en el sentido de que asesorara la preparación de un nuevo
rante el cual se adoptó el Plan de las Cuatro Estrategias. plan general, algo demasiado atrayente como para recha
Este período ilustra, quizás mejor que otros, el posible pa zarlo. Llegué a Bogotá en junio de 1971.
pel que una oficina de planificación puede tener en el cam A comienzos de 1970, el país había estado expuesto a los
po de la macroeconomía. informes de tres misiones completas, además de las suge
Quiero, a manera de introducción a la discusión sobre la rencias de una Misión de Harvard —residente en Colom
adopción del plan, relatar una historia que complementa bia— y de un nuevo plan global preparado por la Oficina
el tratamiento teórico. Lo cual equivale a suministrar un de Planificación. El representante residente del Banco
necesario antídoto contra la impresión de inevitabilidad Mundial tenía su oficina en el Departamento Nacional de
que queda después de analizar los sucesos del pasado, Planeación. Hacia mediados de 1971, con la excepción de
e ilustra el papel jugado por el azar y por las personalida unos pocos miembros sobrevivientes de la Misión de Har
des [...] vard, yo era el asesor macroeconómico de la Planificación
El Presidente Carlos Lleras, cuyo periodo había expi y estaba en condiciones de preparar el borrador de un plan
rado en 1970, había tomado medidas tendientes a un cre y de intentar su adopción cuando quedaban aún tres años
cimiento continuado. Había fortalecido la Oficina Nacional del período presidencial.
de Planificación y le había dado facultades independientes; Durante junio y julio redacté los lincamientos de un nue
en 1969 designó como su director a Jorge Ruiz Lara, un vo plan, cuyos elementos principales habían sido aceptados
economista con título de doctor, y participó en la elabo por el presidente y por el director de la Oficina de Planea-
ración de un plan conocido como el Plan 1969-1972 (pos ción y fueron incorporados en el Mensaje presidencial al
teriormente denominado Plan 1970-1973); había invitado a Congreso, con ocasión del inicio anual de sesiones el 20 de
Richard Musgrave, de Harvard, para que hiciera sus re julio de 1971. Después de muchas conferencias dentro del
comendaciones sobre una reforma tributaria; invitó tam Departamento Nacional de Planeación y con el presidente
bién a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y los ministros responsables de los asuntos económicos se
para que enviara una misión que estudiara el problema del escribió un borrador final bajo el título de Plan de las Cua
empleo y había negociado créditos externos y preparado el tro Estrategias. En la primera semana de diciembre de
presupuesto nacional para 1970-1971. 1971, el presidente hizo entrega del borrador a los líderes
Casi que durante la primera sesión del Consejo Nacional del Congreso como el Plan Nacional de Desarrollo del go
de Política Económica y Social, en agosto de 1970, el di bierno, junto con el detalle de los programas en marcha y
rector de la Oficina de Planificación (Departamento Na con los presupuestos de cada ministerio y agencia descen
cional de Planeación, DNP) presentó al presidente entran tralizada. El director de la Oficina de Planeación actuó
te, Misael Pastrana, el Plan para el período 1970-1973. El como líder, en su papel de conseguir aceptación para el
Plan enfatizó la inversión pública (principalmente los pro plan; entretanto, dediqué la mayor parte de mi tiempo a
gramas de varios ministerios y agencias descentralizadas) y suministrarle munición para esa lucha y a estudiar lo que
fue aceptado por el presidente luego de un muy breve aná se necesitaba para su ejecución.
lisis. El presidente no contaba con mayoría en el Congreso Mientras que el plan en sí mismo fue bastante bien re
(que anteriormente había rechazado las recomendaciones cibido, la oposición a su ejecución fue intensa y vociferante
sobre impuestos de Musgrave) y sentía cierta obligación tanto dentro como fuera del gobierno. Si no hubiera sido
para con el ex-presidente, ya que éste lo había apoyado. por el feliz descubrimiento de una facultad presidencial
Todo hacía suponer, por lo tanto, que con la excepción de —hasta entonces no usada— en la Constitución, no se ha
cambios de menor importancia, el período 1970-1974 sería brían podido efectuar los cambios institucionales requeri
testigo de una continuación de las políticas de la anterior dos. Luego de muchas reuniones, el presidente se decidió
administración. por las medidas sugeridas y firmó los decretos necesarios
Fue en este momento cuando el azar y las interrelaciones el 2 de mayo de 1972, aunque el sistema financiero que se
personales jugaron su papel (como frecuentemente sucede) creaba no comenzó a operar sino en septiembre de ese año.
y surgió un cambio inesperado en el curso de los eventos. Adoptar un curso antes no ensayado y además impopular
Algunas fricciones que se habían presentado entre el pre requería una alta dosis de coraje por parte suya [...]
sidente y el director de la Oficina de Planificación salieron En breve, la idea consistió en identificar sectores poten
a la luz pública en diciembre de 1970; el director y la mayor cialmente grandes, donde la demanda insatisfecha fuera
parte de los jefes de las principales divisiones de Planeación alta y cuyos productos contaran con una alta y sostenida
renunciaron. El presidente aceptó las renuncias y nombró elasticidad ingreso de demanda, o donde un aumento en la
como nuevo director a Roberto Arenas. Arenas, quien ha oferta no se tradujera en forma notoria en un cambio en
bía quedado favorablemente impresionado con mi ense los precios o en la elasticidad precio de demanda. La in
ñanza y con quien yo mantenía cordiales relaciones, pron tervención gubernamental para estimular esos sectores «lí
tamente le sugirió al presidente que me invitara de regreso deres» podría ser entonces selectiva y estratégica. Esto, a
209
Capítulo 8
Lauchlin Currie
su vez, afectaría los sectores «seguidores», que variarían de política, compuesto por jóvenes profesionales y les ayudé
acuerdo con las distintas elasticidades ingreso de demanda a muchos a conseguir becas en el exterior. Sin embargo,
de sus productos y le ayudaría al mecanismo de la movili mi influencia dependía totalmente de mis relaciones con
dad. El ingreso per cápita se elevaría aún más por razón dos sucesivos jefes de la oficina de Planeación y de su re
de la consiguiente urbanización, el desplazamiento hacia lación, a la vez, con el presidente.
ingresos más altos y la tasa de natalidad en disminución. En un país donde el gobierno cambia cada cuatro años
Una mirada a la composición de las cuentas nacionales es muy difícil garantizar la permanencia de los cambios de
puede ayudar a visualizar el proceso. Las diferentes tasas política. Un presidente o un ministro (o aun el jefe de la
de crecimiento de los sectores reflejan tanto los obstáculos oficina de planeación) creen que no ganarán crédito alguno
a la mayor producción cómo las distintas elasticidades in si continúan con la misma política y que se espera de ellos
greso de demanda. El aumento global en la demanda (pro algo nuevo y diferente. El número de políticas diferentes
ducto) es un determinante principal del crecimiento de la pero efectivas no es, desafortunadamente, muy grande.
demanda en cada sector. Pero la tasa global de crecimiento El sesgo puede ser anulado o neutralizado en varias for
es la suma de las tasas (ponderadas) de crecimiento de los mas. Una es el uso de la semántica. La mayor parte de los
sectores individuales. La tasa global depende de las tasas elementos del Plan de las Cuatro Estrategias eran familia
sectoriales; las tasas sectoriales dependen, en buena parte, res, pero el título era fresco y nuevo. Otra técnica consiste
de la tasa global. El proceso tiende a ser autoperpetuante en hacer que algún número de personas identifiquen sus
(rendimientos crecientes), pero a una tasa constante, a me propios intereses con la nueva política. En un año de fun
nos que algún impulso —exógeno al proceso continuo— cionamiento del sistema de corporaciones de ahorro se ha
intervenga. Si hay una subutilización generalizada de hom bían creado mil empleos y sesenta mil depositantes y, un
bres y de máquinas, como en la Gran Depresión, un au año más tarde, las corporaciones habían creado su propia
mento keynesiano en la simple demanda monetaria puede asociación. La industria de la construcción dependía de un
ser suficiente. Si los factores están plena, aunque pobre flujo de dinero hipotecario a través del sistema y detrás de
mente empleados, el factor exógeno posiblemente tenga dicha industria estaba la de materiales de construcción. La
que tomar la forma de un incentivo al desplazamiento de antigua institución hipotecaria, que había combatido el sis
factores, de tal modo que el aumento en la demanda mo tema, dependía ahora —para su futuro crecimiento— de
netaria agregada refleje y surja de un aumento en el pro los depósitos indizados en lugar de los anteriores que es
ducto real. taban exentos de impuestos y tenían un interés fijo. La
En Colombia, en 1971, parecía que dos sectores califi oposición de los poderosos intereses financieros (bancos y
caban como sectores «líderes»: las exportaciones y la edi compañías de seguros) se había moderado por razón de su
ficación; las exportaciones, porque existía una buena base propia participación en las acciones del nuevo sistema. Fue
en la industria y en un sector moderno dentro de la agri este complejo de intereses creados el que salvó al sistema
cultura (el aumento de exportaciones no cafeteras sería sig de ser desmantelado por el nuevo gobierno.
nificativo para Colombia, pero lo suficientemente pequeño Aunque una de las razones que explica el éxito del plan
como para no afectar los precios mundiales); y la edifica fue su concentración de esfuerzos en una actividad selec
ción, porque había razones para creer que existía una cionada dentro de los otros programas competitivos del go
demanda grande y latente de vivienda en las ciudades de bierno, hubo un área de serio conflicto que merecía la aten
alto crecimiento. Aunque las cifras se obtienen sola ción de la oficina de Planeación: la política monetaria, fis
mente de los permisos de construcción, parecían sugerir cal y cambiaría. Aunque el empleo de la indización buscaba
que la edificación urbana alcanzaba únicamente al 1.4, anular los efectos nocivos de la inflación en un área sen
1.3 y 1.2 por ciento del PIB durante 1970, 1971 y 1972, sible, fueron el crecimiento de la inflación y el aumento en
respectivamente [...] la tasa de corrección monetaria los que por poco destruyen
Resulta estimulante demostrar que, aun bajo condicio el sistema en sus etapas iniciales. La falla en garantizar una
nes legislativas no favorables, es posible con cierta suerte, mayor estabilidad hizo que el plan fuera objeto de fuertes
con ingenio y con el apoyo del jefe del poder ejecutivo, dar ataques.
un golpe. Las dificultades y los obstáculos son tan formi El episodio sugiere el posible papel de una oficina de
dables que hacen parecer tales ocasiones como si fueran la planificación como asesora del jefe del Ejecutivo en asun
excepción y no la regla. tos macroeconómicos. Es poco probable que un ministro
Uno de los factores que contribuyeron al éxito fue que, de Hacienda, con exceso de responsabilidades y con mu
en su mayor parte, el campo en que yo trabajaba no usur chas funciones ejecutivas, pueda dedicarle el tiempo ne
paba funciones a otras secciones del Departamento Nacio cesario a estudiar una iniciativa como la del plan colom
nal de Planeación, con la excepción de la política urbana biano; ni parece posible patrocinar un movimiento tan
donde encontré alguna oposición. Nunca atendí las reunio combatido por los intereses financieros. Sin embargo, el
nes semanales de los Jefes de Unidad ni del CONPES, de episodio en forma alguna fue atípico y a medida que el con
tal modo que las actividades regulares de la planificación trol del sistema pasó a través de sucesivos ministros de Ha
no se afectaban en forma visible por mi presencia. Mi pre cienda, otras consideraciones tuvieron prelación y el po
sencia poco conspicua se benefició por el hecho de que las tencial del sistema tan sólo se aprovechó parcialmente.
oficinas del Departamento de Planeación estaban física
mente dispersas y de que mis reuniones con el grupo asesor CURRIE, LAUCHLIN. Evolución de la asesoría económica a
se celebraban a horas distintas a las de trabajo. Dirigí un los países en desarrollo. El caso colombiano. Bogotá,
grupo voluntario de discusión sobre teoría económica, no CEREC, 1984, pp. 73-87.
210 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Sector agropecuario 4.1 5.8 4.27 1.26 3.2 -1.9 1.8 0.7
Minería -5.0 3.8 -0.81 8.52 5.4 1.8 12.9 14.8
Industria manufacturera 9.0 1.2 4.57 0.62 -2.6 - 1.4 0.5 6.2
Electricidad, gas y agua 12.1 6.9 6.47 4.12 3.3 3.2 4.3 5.3
Construcción 9.0 -9.9 5.43 5.21 7.1 4.0 5.1 4.5
Comercio 8.2 2.2 4.39 1.00 1.2 1.6 -1.9 7.5
Transportes y comunicaciones 9.0 1.4 7.48 2.61 2.8 5.2 -1.1 2.0
Establecimientos financieros 7.5 6.1 5.36 3.96 9.1 3.1 3.2 2.0
Servicios del gobierno 7.3 0.5 7.61 3.8 5.8 2.4 3.9 3.7
Otros servicios 5.4 4.1 5.09 2.71 4.2 4.3 2.8 2.7
PIB 6.5 2.3 5.35 1.80 2.3 0.9 1.0 3.0
Tasa de inflación1 6.7 13.7 14.0 23.6 26.1 17.7 25.7 28.4 18.7 28.8 25.9 26.4 24.0 16.6 18.28
Tasa de inflación de
los alimentos 4.3 16.1 16.1 31.0 30.5 19.5 27.9 34.7 13.0 32.0 25.8 28.5 24.4 17.2 19.64
Tasa de interés
doméstica2 13.6 13.6 13.6 26.2 25.6 25.6 25.6 24.4 25.6 35.1 38.2 35.8 34.2 34.4
Tasa de devaluación 6.9 9.5 9.0 8.8 15.5 15.1 10.2 4.5 8.0 7.3 15.7 16.0 19.0 26.3 28.3
Tasa de interés externo
en dólares (prime) 6.75 5.25 5.88 10.00 10.00 7.00 6.25 7.75 11.75 15.25 21.50 15.75 11.25 11.00 10.75
Tasa de interés externo
en pesos 14.12 15.25 15.41 19.68 27.05 23.16 17.09 12.60 20.69 23.66 40.58 34.27 32.39 40.19 42.09
, Variación % del índice nacional de precios al consumidor,
lasa de interés efectiva CDT a noventa días de los bancos comerciales.
211
Exportaciones (F.O.B.) 788 752 979 1262 1494 1747 2255 2727 3270 3581 4372 3458 3399 3147 3658
Importaciones (F.O.B.) -802 -900 -849 -982 -1510 -1425 -1665 -1979 -2564 -2996 -4300 -4763 -5175 -4464 -3980
Balance comercial -14 -148 130 280 -16 322 590 748 706 585 72 -1304 -1776 -1317 -322
Servicios de capital (neto) -180 -176 -196 -215 -192 -263 -313 -272 -301 -255 -211 -427 -701 -918 -1204
Otros servicios (neto) -135 -163 -159 -156 -198 -187 -106 -67 -92 134 111 -167 11 -755 -549
Balance de servicios) -315 -339 -355 -371 -390 -450 -419 -339 -393 -121 -100 -594 -690 -1673 -1753
Transferencias (netas) 36 34 35 35 55 48 51 46 73 101 164 242 248 164 205
Balance en cuenta corriente -293 -453 -190 -56 -351 -80 222 455 386 565 137 -1657 -2218 -2826 -1870
Capital privado (neto) 39 40 17 23 36 32 14 43 67 104 52 228 268 510 405
Inversión directa 63 19 7 -15 -9 -8 -39 -6 -32 104 57 402 329 73 47
Crédito largo plazo 115 161 -48 -108 28 -133 64 -252 21 209 75 283 237 -311 -629
Crédito corto plazo*
Total 217 220 -24 -100 55 -109 39 -215 56 417 184 913 834 272 -177
Capital oficial (neto) 124 120 215 277 191 249 118 172 25 465 676 971 774 853 1120
Balance de capitales 341 340 191 177 246 140 157 -43 81 882 860 1884 1608 1127 946
Errores y omisiones -18 90 113 26 -15 37 217 225 131 113 243 -113 -193 43 -355
Variación en reservas netas 30 -23 114 147 -120 97 596 637 598 1560 1239 114 -803 -1856 -1279
Saldo reservas brutas 257.5 265.3 392.8 523.8 436 552.6 1171.5 1835.6 2492.6 4112.9 5419.7 5632.9 4892.6 3175.8 1887.5
* Incluye operaciones de los bancos comerciales.
Fuentes: Fondo Monetario Internacional.
Banco de la República.
212
1971 1972 1973 1974 1975 7.976 1977 797$ 1979 1980 1981 1982 1983 1984
Ingresos corrientes 9.4 9.2 9.0 8.6 10.1 9.5 8.7 9.1 8.8 8.8 8.3 8.0 8.4 8.5
Origen doméstico 6.9 6.8 6.5 6.2 7.7 6.3 5.7 5.9 5.7 5.4 5.4 5.3 5.9 6.4
Origen sector externo 2.5 2.4 2.6 2.4 2.4 3.2 3.0 3.2 3.2 3.4 2.9 2.7 2.2 2.1
Gastos corrientes 7.0 6.7 7.4 6.6 4.8 5.8 5.9 6.7 7.4 7.5 8.4 8.7 9.4 9.6
Ahorro 2.4 2.5 1.6 2.0 5.3 3.7 2.8 2.4 1.4 1.3 (0.1) (0.7) (1.1) (1.1)
Inversión 8.8 5.9 6.2 6.1 5.8 2.8 2.8 2.6 3.1 4.1 3.6 3.8 3.2 2.9
Superávit (déficit) (6.4) (3.4) (4.6) (4.1) (0.5) (0.9) 0.1 0.2 (1.7) (2.8) (3.7) (4.5) (4.3) (4.0)
Financiación neta 6.4 3.4 4.6 4.1 0.5 (-0.1) 0.2 0.4 1.4 0.6 1.0 1.4 0.1 1.9
Crédito externo 2.2 1.9 1.7 0.5 0.6 0.1 (-0.1) 0.3 1.3 1.1 1.2 0.8 (0.2) 0.7
Crédito interno 1.4 0.4 0.5 0.3 (-0.1) (-0.2) 0.3 0.1 0.1 (-0.5) (0.2) 0.6 0.3 1.2
Monetario 0.6 0.6 0.1 0.3 0.7 0.4 0.3 0.6 1.2 2.0 2.4 3.4 3.1 2.1
Causación no financiada 1.1 0.1 1.6 0.4 1.1 -0.2 0.1 -0.3 0.3 1.3 1.3 1.1 0.4
Bibliografía
CABALLERO ARGÁEZ, CARLOS. «Economía, sistema financiero y confianza pública». Coyuntura
Económica, Fedesarrollo, diciembre 1984.
OLONTES, GABRIEL. «Políticas macroeconómicas y desarrollo agropecuario». Revista Nacional
de Agricultura, diciembre 1968.
PERRY, GUILLERMO, Y ROBERTO JUNGUITO. «Política económica y endeudamiento externo de
Colombia, 1970-1980». Desarrollo y Sociedad, N.° 6, julio 1981.
SARMIENTO, EDUARDO. Inflación, producción y comercio internacional. Bogotá, Procultura,
1982. Funcionamiento y control de una economía en desequilibrio. Bogotá, CEREC, 1984.
WIESNER, EDUARDO. «Política monetaria y cambiaría en Colombia». Asociación Bancaria de
Colombia, Bogotá, agosto 1978.
Capítulo 9 213
taria internacional). Durante los años años setenta en las cercanías de Me-
de inflación que acompañaron las emi dellín. La expansión de fines del siglo
siones masivas a comienzos de la Re se concentró, sin embargo, en el su
generación, los jornales se rezagaron deste antioqueño, especialmente en el
inicialmente, abaratando adicional distrito de Fredonia. En el Valle, por
mente los costos. No menos importan otra parte, la mayor parte de la ex
te fue el acceso de los hacendados al pansión tuvo como epicentro el valle
crédito que les concedieron las casas geográfico, en las cercanías de Cali y
comerciales del exterior, en condicio Palmira.
nes que eran atractivas para la época:
6 % de interés anual (con 1.5 o 2 %
de comisión adicional), dos años de La organización de la producción
plazo y pago en café. Las formas de organización de la pro
En términos regionales, la expan ducción cafetera en los Santanderes
sión de la década del noventa fue la fueron diversas y carecieron en gene
más diversificada del siglo XIX. El eje ral de los elementos «semi-serviles»
de la expansión fue el occidente de que caracterizaron a las haciendas ca
Cundinamarca (y las zonas aledañas feteras de Cundinamarca. Este desa
del Tolima), que aumentó su produc rrollo divergente reflejaba el pasado
ción de 40.000 a 230.000 sacos durante de cada una de estas regiones. En
estos años. Fuera de ello, la produc Cundinamarca, la evolución de las re
ción comenzó a expandirse en escala laciones sociales estuvo marcada por
apreciable en Antioquia, que ya a fi tres siglos de dominación de la pobla
nes del siglo producía unos 90.000 sa ción indígena. En los Santanderes, por
cos. Santander duplicó su cosecha, el contrario, se había desarrollado
hasta llegar a unos 120.000 sacos. Nor desde la Colonia una economía donde
te de Santander y el Valle del Cauca los pequeños propietarios rurales y los
participaron también, aunque en es artesanos, descendientes de inmigran
cala más modesta, en el auge. tes blancos pobres, tenían una gran
En el occidente de Cundinamarca, importancia. Según la descripción de
la expansión siguió tres líneas diferen Manuel Ancízar en su Peregrinación
tes. La primera de ellas seguía la ruta de Alpha, a mediados del siglo pasa
de Bogotá a Honda; esta región in do, los Santanderes estaban «habita
cluía, entre otros, los distritos de Sa- dos casi en total por la raza blanca, in
saima y Guaduas. La segunda acom teligente y trabajadora, propietaria
pañaba al río Bogotá en su descenso del suelo felizmente dividido en pe
al Magdalena. En esta región, cono queños predios que afianzan la inde
cida como la provincia del Tequen- pendencia de los moradores». Aunque
dama, se desarrollaron distritos cafe indudablemente la concentración de la
teros importantes en La Mesa y Viotá, propiedad territorial avanzó allí en la
entre otros. La tercera, la región del segunda mitad del siglo pasado, en
Sumapaz, seguía la ruta de descenso parte apoyada por el poder político lo
de la Sabana de Bogotá hacia Girar- cal, no se desarrolló la fuerte desi
dot. Desafortunadamente, no existen gualdad de fortunas característica de
datos que permitan apreciar separa otras regiones del país.
damente la producción de estas zonas Es muy probable que en una región
afines del siglo. Parece claro, sin em como la de Santander, donde la pro
bargo, que el desarrollo cafetero co piedad de la tierra estaba relativamen
menzó en la primera región en la dé te extendida, la producción campesina
cada del setenta, y se desplazó hacia de café haya sido importante. En el
el Tequendama y, en menor medida, distrito de Salazar, uno de los más im
hacía el Sumapaz a fines del siglo. portantes de Norte de Santander, la
En el caso de Antioquia, el café ha producción parcelaria era en efecto la
bía comenzado a desarrollarse en los más importante desde los años treinta.
218 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Maquinaria para
beneficio del café
importada de Alemania.
Aviso de "Revista
Cafetera", 1930.
Maquinaria para
beneficiar calé
DESPULPADORAS, SECADORAS,
DESCASCARADORAS,
PULIDORAS, LIMPIADORAS,
CLASIFICADORAS
Y OTRAS
PAUL KAACK & Co., G. m. b. H.
Fábrica especial de máquinas para beneficiar café
HAMBURGO 30 3 - ALEMANIA
Dirección cablegráfica: “PEKACEMASCHINEN - HAMBURGO"
Catálogos ilustrados y descriptivos gratis !
cluía, según hemos visto, actividades común a muchos productos. Las pri
comerciales, la producción de café y meras exportaciones se destinaron a
otros negocios en el país. Los produc Gran Bretaña, pero posteriormente
tores más pequeños y los campesinos fueron adquiriendo una importancia
dependían obviamente de otros para creciente las ventas a Alemania y
la comercialización de sus productos. Francia. Tanto Gran Bretaña como
En el caso de estos últimos, era común Francia destinaban una parte impor
que se vendiera el café en cereza para tante de sus compras para reexportar
su total procesamiento en las hacien a otros países europeos.
das vecinas. Sólo con la generalización La importancia de Norte de Santan
de la despulpadora manual en el siglo der en la producción de café se reflejó
xx comenzó a revertirse esta práctica, en el peso de Cúcuta como puerto ca
que reducía obviamente los ingresos fetero de Colombia. Las exportacio
de los pequeños productores. nes por la frontera venezolana in
La mayor parte del café que expor cluían café santandereano y alguna
taba Colombia en el siglo pasado se reexportación de café venezolano,
destinó a los mercados europeos. pero excluían el grano producido en la
Aunque el mercado norteamericano región de Ocaña. Todavía a fines del
fue uno de los primeros en desarro siglo un 30 % del café colombiano se
llarse, la proporción de las exportacio guía siendo exportado por la ruta Cú-
nes del grano destinadas a los Estados cuta-Maracaibo. Con la expansión
Unidos tendió a estabilizarse en las santandereana y, especialmente, con
tres últimas décadas del siglo en torno la diseminación del cultivo en Cundi-
a un 30 % (véase el gráfico 3). En el namarca y Antioquia, Barranquilla
caso de Europa, se siguió un patrón pasó a ser el principal puerto cafetero
224 Nueva Historia de Colombia, Vol. V
La hacienda cafetera
Berlín, en Santander,
hacia 1922.
Si en el pasado
la expansión cafetera
fue determinada por
las grandes haciendas,
en el XX la producción
proviene de las
fincas medianas
y pequeñas.
En 1923, estas
unidades originan
un 56.4% de la
producción nacional.
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
226
crisis financiera propicia para la fun del comercio exterior, sino también un
dación del Banco de la República. cambio cualitativo en el proceso de de
La quiebra de las casas comisionis sarrollo colombiano. La inestabilidad
tas permitió la penetración del capital de nuestro comercio de exportación,
extranjero en el negocio del café y la dependiente a lo largo del siglo XIX de
creación de nuevas firmas domésticas coyunturas excepcionales en los mer
especializadas en la comercialización cados internacionales, dio paso a un
del grano. La primera casa extranjera sector exportador estable y competi
en establecerse fue la American Cof- tivo. Lo que es más importante, la di
fee Corporation, subsidiaria de la námica de la economía cafetera rom
Atlantic and Pacific Tea Company, la pió definitivamente las barreras que se
firma tostadora más grande de los Es interponían para el desarrollo capita
tados Unidos, dueña de la cadena de lista moderno en el país.
supermercados A&P. Muy pronto La base campesina de la expansión
llegaron otras, en especial W.R. no fue indiferente a este proceso de
Grace & Company, propietaria de la modernización. En efecto, la econo
empresa naviera del mismo nombre,' mía parcelaria representaba al menos
Hard and Rand Inc., y Steinwender, tres ventajas importantes con relación
Stroffregen and Company. Estas com a la hacienda cafetera. En primer tér
pañías contaban entre las más grandes mino, permitía eliminar o reducir sus
que operaban en el mercado nortea tancialmente la inversión de capital en
mericano de la época. la producción del grano. La amplia
Entre las empresas colombianas que ción de las siembras dependía ahora
surgieron después de la crisis de 1920 de los propios campesinos, que capi
se destaca, en primer término, Adolfo talizaban su fuerza de trabajo, y no de
Aristizábal y Compañía, cuyo destino inversiones monetarias por parte de
estuvo íntimamente ligado al ascenso los empresarios del sector. El escaso
comercial de Cali. Establecido en la capital dinero disponible en el país po
ciudad en 1915, tenía originalmente día concentrarse así en el comercio y
un negocio modesto de importación. otras actividades complementarias del
A raíz de la crisis de 1920 amplió con negocio, que no exigían inmovilizar
siderablemente sus operaciones, pro los patrimonios por períodos largos de
porcionando crédito o mercancías im tiempo.
portadas a los productores del grano. La producción del café permitía
Para mediados de la década del treinta además explotar en forma permanente
se había convertido en el líder indis e intensiva tierras que de otra manera
cutible del negocio del café, posición hubieran permanecido subutilizadas
que conservaría hasta comienzos de en la agricultura tradicional. En este
los años cincuenta. La otra firma de sentido, la introducción del café debe
exportaciones nacionales que surgió considerarse como una forma elemen
en la época fue Jesús M. López y tal de cambio técnico, ya que hizo po
Compañía. Su propietario había par sible un mejor uso económico de los
ticipado en la empresa Ángel, López suelos. En particular, el sistema de
y Compañía que quebró durante la cri roza y quema típico de las zonas de co
sis de 1920. La nueva firma se orga lonización, en el cual la tierra perma
nizó en 1923, estableciendo su centro necía inactiva durante largos períodos,
de operaciones en Medellín. mientras recuperaba su fertilidad na
tural, dio paso a un uso estable de los
El significado suelos. Además, a diferencia de la
de la economía cafetera otra forma de empleo permanente de
la tierra en la región antioqueña y en
La gran expansión cafetera de comien la mayor parte del país, la ganadería,
zos del siglo XX no sólo representó un el café hacía un uso intensivo de los
incremento apreciable en el volumen suelos, permitiendo incrementar así la
Capítulo 9 231
Bibliografía
ARANGO, MARIANO. Café e industria, 1850-1930, Bogotá: Carlos Valencia Editores, 1977.
BERGQUIST, CHARLES W. Café y conflicto en Colombia, 1886-1910, Medellín: FAES, 1981.
BEYER, ROBERT C. The Colombian coffee industry: Origins and major trends, Tesis doctoral,
Universidad de Minnesota, 1947.
DEAS, MALCOM. «Una hacienda cafetera de Cundinamarca: Santa Bárbara (1870-1912)», Anua
rio Colombiano de Historia Social y de la Cultura (Universidad Nacional), N.° 8, 1976,
pp. 75-99.
MACHADO, ABSALÓN. El café: de la aparcería al capitalismo, Bogotá: Punta de Lanza, 1977.
NIETO ARTETA, LUIS EDUARDO. El café en la sociedad colombiana, varias ediciones.
OCAMPO, JOSÉ ANTONIO. Colombia y la economía mundial, 1830-1910, Bogotá: Siglo XXI-Fe-
desarrollo, 1985.
PALACIOS, MARCO. El café en Colombia, 1850-1970: Una historia económica, social y política,
2.a ed., México-Bogotá: El Colegio de México-El Áncora Editores, 1983.
URRUTIA, MIGUEL. 50 años de desarrollo económico colombiano, Bogotá: La Carreta, 1979.
Capítulo 10 233
La consolidación de la industria
cafetera. 1930-1958
José Antonio Ocampo Las tendencias anteriores se refle
jaron en forma notoria en la partici
pación del país en la producción y el
comercio mundial del grano (gráfico 2).
La dinámica decreciente Ya a comienzos de la década del trein
ta, Colombia controlaba el 10 % de la
de la producción cafetera producción exportable y el 12.4 % del
comercio mundial del grano. Estas
L a gran bonanza que experimentó
la economía cafetera hasta la gran
crisis mundial del año 1929 no se
terrumpió bruscamente. Por el contra
participaciones siguieron aumentando,
inhasta
alcanzar un máximo del 20 %
durante los años de la segunda gue
rio, la producción del grano siguió cre rra mundial. Con la pérdida de dina
ciendo en las décadas posteriores. A mismo, estas participaciones comen
comienzos de los sesenta, la cosecha zaron a descender en la posguerra,
era de unos 7.8 millones de sacos de hasta estabilizarse en los años sesenta
60 kg de café verde (gráfico 1), cerca en un 13 % y 12 % respectivamente.
del triple de la producción en la se Respecto de la evolución regional,
gunda mitad de la década del veinte el lento crecimiento de la producción
(2.9 millones). en Cundinamarca y en los Santanderes
No obstante, el dinamismo fue cada era ya notorio desde comienzos del si
vez menor. En efecto, el crecimiento glo. Esta tendencia se mantuvo des
de la producción y de las exportacio pués de 1932. Entre estos años y me
nes fue muy rápido en las primeras dé diados de la década del cincuenta, la
cadas del siglo XX (entre el 6 % y el participación de estos tres departa
8 % anual). Todavía en la década de mentos en la producción nacional se
los años treinta, la cosecha siguió cre redujo de un 23.9 % a sólo un 14.4 %;
ciendo a un ritmo del 5 % anual. Des los Santanderes mostraron incluso un
pués de una clara desaceleración en retroceso absoluto durante estos años
los años cuarenta, el crecimiento del (cuadro 2). El dinamismo de la pro
sector se redujo, sin embargo, a me ducción dependió, en las primeras dé
nos del 2 % en los años cincuenta y cadas del siglo, de la amplia zona de
sesenta (cuadro 1). colonización antioqueña en el viejo
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
234
Gráfico 1
Cuadro 2
Fuentes: 1932: Censo cafetero, Revista Cafetera de Colombia, núms. 34-35, enero-febrero 1932,
pág. 1.546.
1944/5: Mariano Arango, El café en Colombia, 1930-1958: producción, circulación y
política, Bogotá: Carlos Valencia Editores, 1982, pág. 91. Datos originales en perga
mino convertidos a café verde a razón de 1 saco pergamino = 0,8 sacos verde.
1953/4-55/6: CEPAL/FAO, El café en América Latina, Vol. I, Colombia y El Salvador,
México, 1958, Cuadro 13, pág. 26.
Cuadro 3
Productividad
kg/ha 483 534 546 394 523
horas/100 kg: cultivo 192 157 147 152 151
beneficio y transporte 45 26 11 7 18
Forma de administración:
Propietario 85.5 % 74.3 % 52.0 % 8.4 % 56.0 %
Aparcero 11.7 20.9 25.0 14.7 20.9
Administrador 2.8 4.8 23.0 76.9 23.1
Comercialización y transporte
Cuadro 4
A partir de la crisis de 1920 habían
surgido seis grandes empresas comer- Concentración de la producción por departamentos
cializadoras de café, dos de ellas na (1955-1956)
cionales (Adolfo Aristizábal y Com (Según tamaño de los cafetales adultos)
pañía y J. M. López y Compañía) y
cuatro extranjeras (American Coffee Departamentos Hasta 10 10 a 50 ha. Más de 50
Corporation, W. R. Grace y Compa ha. ha.
ñía, Hard & Rand, y Steinwinder
Stoffregen Corporation). Estas em Antioquia 54 % 40%
presas controlaban la mitad del ne 6%
gocio cafetero en los años treinta Boyacá 86 14 —
(cuadro 5); el resto estaba distribui Caldas 61 32 7
do entre unas 160 empresas, muchas
de ellas con negocios relativamente Cauca 92 8 —
marginales. Cundinamarca 55 16 29
A comienzos de la década del trein Huila 88 12 —
ta, el dominio de las casas extranjeras
era evidente: las dos empresas comer- Magdalena 28 44 28
cializadoras más grandes eran nortea Nariño 60 13 27
mericanas (Grace y American Coffee)
y las cuatro firmas extranjeras más Norte de Santander 60 31 9
grandes controlaban la tercera parte Santander 57 43 —
de las exportaciones del país. Fuera de Tolima 67 29 4
ello, existían otras firmas foráneas
más pequeñas, en especial la Compa Valle 65 32 3
ñía Cafetera de Manizales, que habría Fuente: CEPAL/FAO, op. cit., Cuadro 20, pág. 31.
de convertirse con el tiempo en una de
Paseras móviles
para secado del café
en un beneficiadero
de Caldas, años 40.
Durante los cuatro
primeros años de esa
década, la exportación
cafetera a Estados
Unidos llegó a
representar un 95.8 %.
242 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Destino de las
exportaciones
(% del volumen
exportado)
Estados Unidos 87.5 % 77.0 % 95.8 % 92.3 % 88.2 % 80.4 %
Canadá 1.0 3.3 2.2 3.6 2.6 2.0
Alemania 4.1 14.9 — 0.2 4.5 7.6
Resto de Europa 7.1 4.3 1.4 3.6 4.6 9.5
Otros países 0.3 0.5 0.6 0.3 0.1 0.4
Participación de la
Federación en las
exportaciones 1.1 %a 2.5 % 4.9 % 3.7 % 7.2% 14.4 %
Concentración de
las exportaciones
privadas
la. firmab 11.1 %a 16.9 % 24.2 % 16.6 % 11.8 % 10.3 %
2a. a 6a. firmasb 37.8 a 35.8 39.7 38.8 34.4 35.9
6 firmas más
grandesb 48.9 a 52.7 63.9 55.4 46.2 46.2
4 principales firmas
extranjerasc 32.9 a 28.1 31.1 25.0 23.9 20.1
a. 1933-34.
b. Principales firmas de cada período.
c. W.R. Grace, American Coffee Corp., Hard & Rand, Steinwinder Stoffregen Corp, hasta
1935-9), Cía. Cafetera de Manizales (desde 1945-9) y Schaeffer Klaussmann Inc. (en 1940-4).
las principales casas exportadoras del controlaban casi dos terceras partes de
país. Aunque las empresas extranjeras las exportaciones privadas del grano.
siguieron controlando un volumen La comercialización externa de café
considerable del negocio hasta la se experimentó cambios apreciables en la
gunda guerra mundial, la firma Adol posguerra. El más importante fue el
fo Aristizábal y Compañía se convirtió ascenso de la Federación Nacional de
en la principal empresa exportadora Cafeteros como la principal entidad
de café en 1935. Esta casa continuó en exportadora del país. Como se puede
ascenso hasta los años de la guerra, apreciar en el cuadro 6, la Federación
cuando llegó a controlar la cuarta par había comenzado a exportar cantida
te del negocio cafetero del país. En des modestas del grano desde los años
ese momento, la estructura de comer treinta a través de los Almacenes Ge
cialización era similar a la de comien nerales de Depósito. Durante la gue
zos de los años treinta, pero la con rra había aumentado considerable
centración del negocio se había acen mente su participación en las compras
tuado: las seis firmas más importantes internas del grano, pero siguió parti-
Capítulo 10 243
cipando en forma modesta en las ex teriormente se iniciaría una nueva fase
portaciones. Sólo en los años cincuen de concentración, más allá de nuestro
ta y sesenta aumentaría apreciable período de estudio.
mente su participación en las ventas En el desarrollo del sistema de
externas. Esta participación estuvo ín transportes, conviene resaltar tres he
timamente ligada a la reapertura del chos importantes. El primero fue el
mercado europeo y a la pérdida de di vuelco en la política estatal en los años
namismo del consumo norteamerica treinta hacia el fomento de las carre
no, donde los exportadores privados teras. Este cambio permitió el acceso
habían concentrado sus operaciones. de un mayor número de localidades al
De esta manera, en los años cincuenta transporte moderno, sin los costos ele
comenzó a delinearse la estructura ac vados que representaba en Colombia
tual de comercialización del grano, en la extensión de la red ferroviaria. Las
la cual la Federación concentra la ma recuas de muías fueron sustituidas así
yor parte de las ventas a Europa y a por los camiones en el transporte del
nuevos mercados, y las firmas priva grano entre las localidades y los prin
das mantienen el predominio en el cipales centros comerciales. Este cam
mercado de los Estados Unidos. bio operó mucho más lentamente en el
El cambio más importante en la co acarreo entre la finca y la localidad,
mercialización privada fue la pérdida que se siguió haciendo a lomo de
en la participación de las empresas ex mula, especialmente entre los produc
tranjeras en el negocio. Ya en la se tores más pequeños.
gunda mitad de la década del cincuen La consolidación de Buenaventura
ta sólo la Compañía Cafetera de Ma- como el puerto cafetero de Colombia
nizales figuraba entre las seis empre fue también un hecho sobresaliente.
sas exportadoras más grandes del país. Para fines de los años cincuenta, dicho
Las principales casas extranjeras sólo puerto movilizaba más del 80 % del
exportaban entonces un 17 % del café café colombiano. El acceso a Buena
colombiano (20 % de las exportacio ventura, primero por ferrocarril y des
nes privadas), la mitad de su partici pués por carretera, permitió desplazar
pación de 1933-34. Fuera de ello, gran parte del transporte a través del
Adolfo Aristizábal y Compañía fue re río Magdalena, sujeto a grandes difi
duciendo su participación en el co cultades de navegación desde la dé
mercio del grano y en la segunda mi cada del cuarenta, a los altos costos de
tad de la década del cincuenta perdió transbordo y seguro (debido en este
el predominio sobre el negocio. La fir último caso al manejo descuidado y al
ma Rafael Espinoza Hermanos, des saqueo de las mercancías) y la ausen
pués de un período de rápido creci cia de una buena vía alternativa a la
miento, tomó el liderazgo que conser Costa atlántica.
va hasta hoy. La posguerra permitió, Por último, conviene destacar la
además, el surgimiento y consolida creación de la Flota Mercante Gran-
ción de nuevas empresas nacionales. colombiana en 1946. La discrimina
Fuera de Rafael Espinoza, ya mencio ción en los fletes marítimos por parte
nado, conviene destacar a Leonidas de las empresas navieras fue uno de
Lara e Hijos, que había llegado a ser los focos de conflicto entre la Fede
la tercera empresa exportadora de ración y los grandes exportadores pri
café del país en los años cincuenta; Es- vados en los años treinta, y una de las
pinoza adquirió precisamente su ex bases del predominio en el negocio de
periencia en el negocio cafetero como exportación de las casas extranjeras y
empleado de esta firma. Finalmente, de algunas nacionales con amplios
la concentración de las exportaciones contactos en el exterior (Adolfo Aris-
privadas de café se había reducido en tizábal en particular). Por este motivo,
forma apreciable entre los años de la la Federación apoyó constantemente
guerra y la década del cincuenta. Pos la creación de una flota mercante na-
244 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
cional y aportó finalmente gran parte (cuadro 3). La aparcería tenía una
de los recursos necesarios, según ve presencia importante, especialmente
remos más adelante. en las fincas medianas. Las más gran
des estaban manejadas generalmente
Radiografía de la economía por un administrador asalariado. En
total se estimaba que un 56 % del área
cafetera en 1955-56 sembrada estaba administrada por su
Durante el año cafetero 1955-56, la dueño, un 21 % por aparceros y 23 %
Comisión Económica para América por administradores.
Latina (CEPAL) y la Organización de La caficultura mostraba entonces
las Naciones Unidas para la Agricul claros síntomas de envejecimiento de
tura y la Alimentación (FAO) reali las plantaciones, especialmente en las
Estampilla de correos zaron uno de los diagnósticos más propiedades más grandes. Además,
con la imagen de completos sobre la economía cafetera desde el punto de vista técnico, la ac
Javier Pereira, quien de Colombia y de otros países latinoa tividad estaba muy atrasada. Según lo
alcanzó los 167 años expresó el informe, «el café colombia
de edad y pasó por ser
mericanos, que nos permite hacer una
el hombre más viejo radiografía detallada de la economía no —con las excepciones del caso— es
del mundo. El decía cafetera a finales de nuestro período producto casi exclusivo de los factores
en esta pieza de estudio. tierra y trabajo». Esto indicaba, no
publicitaria: sólo la ausencia de inversiones de ca
"No se preocupe,
Para dicho año, la CEPAL y la
tome mucho café, FAO estimaron que había 1.156.000 pital en gran escala —que se reducían
fume un buen cigarro." personas en las fincas cafeteras, equi al «trabajo capitalizado en las fincas
valentes al 9.1 % de la población del mismas»—, sino también de prácticas
país. Entre 1951 y 1955, la producción agronómicas modernas. Los germina-
del grano había generado el 13.1 % dores y almácigos, el uso de abono, in
del ingreso nacional y un poco más de secticidas y maquinaria agrícola, el
la tercera parte del ingreso agropecua control de la erosión y otras prácticas
rio. La comparación entre la partici eran casi desconocidos. Como a co
pación en el ingreso y la proporción de mienzos del siglo, los cuidados de cul
la población en las fincas indica que el tivo se reducían así al deshierbe, des-
ingreso por habitante en actividades musgado y deschuponado —o corte de
cafeteras era superior al del promedio los tallos verticales— para controlar el
Propaganda de la del país, incluso si se excluyen las ac crecimiento. La estructura de costos
máquina despulpadora tividades agropecuarias complemen de las fincas reflejaba esta tecnología:
Gallo, producida tarias que se realizaban en las mismas el 83.3 % estaba representado por
por Greiffenstein, mano de obra y sólo 3.6 % por insu
Angel & Cía., unidades de producción. Se trataba,
de Medellín, en 1931. sin embargo, de años de buenos pre mos o implementos. El resto lo cons
Todavía hacia 1955 cios del grano. En cualquier caso, las tituían los costos de transporte, im
el despulpado se condiciones de vida eran relativamen puestos, crédito y arreglo de vías.
realizaba con este te bajas, según se refleja en las carac
tipo de maquinaria La mayoría de las fincas (89 %) ha
manual en un 89 % terísticas de las viviendas. Estas care cían directamente el despulpado, casi
de las fincas. cían en su mayoría de agua y sanitario, todas con la vieja máquina manual
especialmente en las parcelas más pe para tal labor. Posteriormente, se la
queñas, de piso de cemento o madera vaba el café en pila, se secaba al sol y
en un 35 % (53 % en las fincas pe se hacía un primer proceso de clasifi
queñas) y de paredes de ladrillo o ma cación de los granos. Estas labores
dera en un 84 %. eran muy intensivas en mano de obra.
La producción estaba dominada por El informe estimó, por ejemplo, que
pequeñas y medianas propiedades, se exigían más del doble de mano de
gún hemos visto en las páginas ante obra por una misma cantidad de café
riores. Este tipo de unidades de pro que en El Salvador. El café se trillaba
ducción eran administradas general casi en su totalidad en establecimien
mente por su propietario, indicando tos modernos en los centros urbanos.
así su carácter de unidades campesinas Una proporción mínima del grano,
Capítulo 10 245
anterior. Este debate permitió reducir tura. En 1917, Aquilino Villegas pro
el impuesto a la tercera parte de su puso además la constitución de «Unio
monto original. Posteriormente, ante nes Cafeteras». Estas organizaciones
la baja en las cotizaciones internacio se crearon en Antioquia y Manizales
nales, los principales exportadores del pero funcionaron poco tiempo y no se
país pidieron en 1897 al presidente de difundieron al resto del país.
la República la supresión del grava El antecedente inmediato más im
men. Estas presiones resultaron efec portante de la Federación fue el Pri
tivas, ya que el tributo fue elimina mer Congreso Cafetero, convocado
do temporalmente en julio de dicho por la SAC en agosto de 1920 para
año y en forma definitiva a finales de analizar la situación creada por la vio
1898. lenta reducción de las cotizaciones del
En la primera década del siglo XX, grano que se experimentó a mediados
la Sociedad de Productores de Café, de dicho año. Este congreso discutió
fundada en 1904 y transformada en los problemas que implicaba la baja de
1906 en la Sociedad de Agricultores de los precios internacionales y la con
Colombia, SAC, emprendió una cam gestión del transporte por el río Mag
paña en favor del sector, presionando dalena y pidió al gobierno reducir los
por la reducción de los fletes fluviales, fletes internos, crear un banco emisor
marítimos y férreos, la disminución de y desarrollar la legislación sobre pren
los derechos consulares y la libre en da agraria en el país. Además, el con
trada al país de herramientas y ma greso propuso crear un Comité Cafe
quinaria agrícola. Los orígenes de esta tero Nacional y convocar una Confe
entidad se remontan a la sociedad del rencia Internacional para estudiar una
mismo nombre fundada en 1871, cu política de retención del grano en los
yos objetivos incluían la información países productores. Estas últimas ini
sobre cultivos tropicales, sobre el es ciativas no se llevaron a cabo.
tado de los mercados internacionales La Federación fue creada durante el
de materias primas y la difusión de los Segundo Congreso Nacional de Cafe
principios económicos liberales a tra teros, convocado por el gobierno de
vés de la Revista Nacional de Agricul partamental y la Sociedad de Agricul
Segundo Congreso
Nacional Cafetero,
reunido en Medellín
en junio de ¡927,
durante el cual se
creó la Federación
Nacional de Cafeteros
y el Comité Nacional
de Cafeteros, que
entró a actuar
inmediatamente,
aunque con precarios
medios.
Capítulo 10 247
los bancos, en septiembre del año si nuevo gerente involucraron a la Fe
guiente se obtuvo el mismo privilegio deración en las principales polémicas
para los redescuentos directos de los de la época: el problema crediticio, la
Portada de la almacenes. determinación del tipo de cambio y los
"Cartilla cafetera", tratados comerciales del país.
editada por la La Federación como grupo Las operaciones de los Almacenes
Federación Nacional Generales de Depósito resultaron be
de Cafeteros, de presión en los años treinta
Bogotá, 1934.
neficiadas con la baja en la tasa de re
Aparte de la La nominación de Mariano Ospina descuento de los bonos de prenda y
capacitación a Pérez como gerente de la Federación con las preferencias que otorgó el
pequeños y medianos en diciembre de 1930 coincidió con Banco de la República a dichas ope
productores, una ampliación considerable de las ac raciones desde 1931, según vimos ya
la Federación anteriormente. La Federación, facul
inicialmente dio ciones de la entidad gremial. El nú
la mayor importancia mero de federados se incrementó de tada por la ley, entró a regular además
a la solución de 4.000 a 50.000 entre 1930 y 1934. La las calidades del grano en 1931 y la in
los problemas de intervención en el mercado interno del dustria de café tostado en 1932. Las
comercialización grano se acrecentó, con considerables acciones más importantes se concen
interna que afectaban traron, sin embargo, en tratar de co
a las zonas de beneficios para los pequeños produc
pequeña producción. tores. Además, las actividades del rregir algunos problemas de comercia
lización interna que afectaban espe
cialmente a las zonas de pequeña pro
ducción. Como se puede apreciar en el
cuadro 6, a fines de los años veinte y
comienzos de los treinta, los produc
tores del viejo Caldas recibían apenas
la mitad del precio de venta final del
grano en los mercados de destino,
contra un 70 % en Antioquia y Cun-
dinamarca. Esta disparidad reflejaba
las características de la comercializa
ción del café en las zonas campesinas.
Según vimos anteriormente, los prin
cipales problemas eran los descuentos
apreciables con los cuales los fonderos
adquirían el café a los pequeños pro
ductores, la falta de información en
los mercados locales sobre las cotiza
ciones corrientes del grano, los mo
nopolios comerciales y finalmente las
disparidades de los precios en las di
ferentes localidades.
En los primeros años, la Federación
concentró su intervención en las zonas
campesinas, adquiriendo directamen
te el grano en los mercados deprimi
dos, informando regularmente (dos
veces a la semana) en las localidades
las cotizaciones del café y controlando
las calidades, pesas y medidas, entre
otros. Estas acciones fueron muy efec
tivas: el descuento con el cual se co
tizaban los cafés en el viejo Caldas co
menzó a reducirse sustancialmente
desde 1932-33 y ya para 1936-37 se ha-
Capítulo 10 249
del costo del crédito como de estas fa cambio. No obstante, el 15 de marzo
cilidades, las deudas hipotecarias re de 1932 otorgó una prima del 10 % a
sultaron favorecidas. Gracias a la pre los exportadores del grano, que se fi
sión que ejerció la Federación de Ca nanció con un bono cafetero a cargo
feteros, a comienzos de 1932 se esta de la nación, que compró en su ma
bleció una tasa máxima del 7 % para yoría el Banco de la República. Un
estos créditos, con un 2 % adicional en año más tarde, cuando los cafeteros
caso de mora. Además, se permitió comenzaron a negociar la renovación
que el 50 % de los pagos se pudiera de la prima, el gobierno decidió esta
hacer con cédulas hipotecarias. Estos blecer por un año un sistema de tasa
papeles se cotizaban en ese momento de cambio diferencial: 1.13 pesos para
a la mitad de su valor nominal y, aun los exportadores, 1.16 para los impor
que su precio aumentó, su utilización tadores y 1.05 para el gobierno. El sis
redujo en un 20 % el valor efectivo de tema implantado generalizaba los be
todos los pagos. La medida más drás neficios de la prima a todos los expor
tica fue la reducción del 40 % del ca tadores y hacía que los costos corres
pital de las deudas hipotecarias a me pondientes fueran sufragados por
diados de 1933. El beneficio fue aún los importadores y no por el fisco
más sustancial, porque la inflación que nacional.
comenzó poco después erosionó el va En septiembre de 1933 la presión de
lor real de las deudas. los cafeteros y la acumulación de so
La crisis de los años treinta abrió licitudes de giros en la oficina de con
también un capítulo que habría de re trol de cambios obligó al gobierno a
petirse varias veces después en la his devaluar primero a 1.23 pesos para ex
toria cafetera del país: la lucha de la portaciones y a liberar poco después el
Federación por obtener ventajas cam tipo de cambio. En contra de lo que
biarías o, alternativamente, por eli deseaban los cafeteros, sin embargo,
minar los diferenciales cambiarios que se obligó a los exportadores a vender
discriminaban contra el sector cafete el 15 % de las divisas a la vieja tasa de
ro. La tasa de cambio del peso había cambio (1.13 pesos) para poder finan
sido fijada desde comienzos del siglo ciar los costos en moneda extranjera
y se mantuvo constante hasta 1931, al del gobierno; este porcentaje se elevó
terándose solamente dentro de los lí temporalmente al 20 % entre el 26 de
mites estrechos de las paridades me marzo y el 19 de junio de 1934. La
tálicas. Siguiendo este principio, a co atención de la Federación de Cafete
mienzos de 1932 el Banco de la Re ros se concentró a partir de septiem
pública había establecido una tasa de bre de 1933 en esta proporción de las
1.05 pesos por dólar, la máxima per divisas que debían ser vendidas al
misible dentro del patrón oro. Banco de la República a un precio
El establecimiento del control de bajo, que se vino a conocer con el
cambios en septiembre de 1931 había nombre de «impuesto de giros».
generado, sin embargo, una cotización Como se puede apreciar en el cua
paralela (la tasa de cambio negra), dro 6, el impuesto fue moderado (un
que sirvió para que los cafeteros pre máximo de 6.5 % en 1934-35) y, gra
sionaran por una devaluación. El ar cias a la devaluación, fue compatible
gumento fundamental era que el sec con un aumento en el precio interno
tor estaba siendo discriminado, al ver real del café por encima de los niveles
se obligado a vender sus divisas al deprimidos de 1930-31. Aun así, la
Banco de la República al tipo de cam presión de los cafeteros para que se
bio oficial, cuando existía la posibili eliminara el tributo fue frontal. En el
dad de venderlas a una tasa más alta VI Congreso Cafetero, en julio de
en el mercado libre. El gobierno tardó 1934, se aprobó una resolución exi
mucho en ceder a las pretensiones de giendo su abolición inmediata, y el
los cafeteros por liberar el tipo de VII Congreso, reunido en septiembre
Capítulo 10 251
Los vaivenes del primer acuerdo sobre Brasil. La fuerte expansión del
área sembrada en este país en los años
internacional del café veinte generó un problema cuyas di
Aunque en 1901 se reunió en Nueva mensiones eran desconocidas. La pro
York la primera Conferencia Inter ducción brasileña entre los años cafe
nacional de Café, poco se avanzó en teros 1929-30 y 1933-34 fue de 119.2
tonces en el diseño de acciones con millones de sacos, de los cuales se ven
juntas de los países productores para dieron sólo 76.7; de esta manera, que
defender las cotizaciones internacio dó un exceso de 42.5 millones de sa
nales del grano. En realidad, Brasil cos, a los cuales hay que añadir 10.3
controlaba en aquella época el 80 % acumulados en el interior de Brasil a
de la producción mundial; de esta ma mediados de 1929, como resultado de
nera, cualquier intervención en el las políticas de defensa anteriores. A
mercado debía provenir fundamental este hecho hay que agregar que, al
mente de este país suramericano. Esto menos en las primeras cosechas excep
fue en efecto lo que aconteció. Brasil cionales, no se había manifestado
comenzó a regular el mercado cafete completamente la expansión de la ca
ro desde comienzos del siglo, estable pacidad productiva de fines de la dé
ciendo restricciones a nuevas siembras cada del veinte, que actuaba así como
en 1902 y emprendiendo una política una amenaza de superproducción
activa de retener parte de la produc mundial aún mayor en un futuro cer
ción en el país para defender los pre cano. La única manera de disponer de
cios internacionales. Las primeras in estos excedentes en el mercado hu
tervenciones de esta naturaleza se de biera sido dejar caer los precios a ni
nominaron «valorizaciones» y fueron veles irrisorios, para disminuir la ca
emprendidas por el gobierno del Es pacidad productiva de un golpe y lo
tado de Sao Paulo en 1905 y 1917 y, grar que los especuladores compraran
posteriormente, por el gobierno fe parte de los inventarios. Esta medida
deral en 1921. Desde fines de 1924 es no tenía, por supuesto, ninguna via
tas intervenciones esporádicas dieron bilidad política. El gobierno brasileño
lugar a una nueva política del gobier decidió así destruir el café excedente,
no de Sao Paulo, que se denominó de empezando a mediados de 1931 y ace
«defensa permanente». Esta política leradamente desde fines de dicho año.
permitió mantener precios muy ele La operación se financió básicamente
vados en los años veinte (gráfico 3), con un impuesto a la exportación, al
que ampliaron considerablemente las cual se le añadió desde la cosecha de
siembras en Brasil y en otros países 1933-34 una «cuota de sacrificio» que
productores, entre ellos Colombia. el gobierno compraba a un precio
Ante la falta de apoyo del gobierno fe bajo.
deral y la crisis financiera internacio
nal, esta política se derrumbó en oc Con esa medida drástica, Brasil im
tubre de 1929. Los precios mundiales pidió una catástrofe en el mercado ca
del café, que venían cayendo lenta fetero. Ciertamente, estaba corrigien
mente desde comienzos del año ante do los errores de la política de «defen
rior, se precipitaron a fines de 1929. sa permanente» en la década del vein
te, pero los otros países productores,
El comportamiento del mercado entre ellos Colombia, salieron doble
mundial en los años treinta estuvo de mente beneficiados. En los años vein
terminado por dos hechos básicos. En te, la política brasileña permitió a Co
primer término, el consumo mundial lombia expandir su capacidad, y en los
se siguió desplazando hacia los cafés treinta disponer del incremento resul
suaves, tal como venía aconteciendo tante en la producción a precios que,
desde los años veinte. De esta mane al menos inicialmente, no fueron de
ra, el peso del manejo de la superpro sastrosos. Era una situación que Brasil
ducción mundial recayó nuevamente no podía aceptar sin reservas. Intentó
Capítulo 10 253
El presidente
Alfonso López Pumarejo
y delegados a la
Primera Conferencia
Panamericana del Café,
reunida en Bogotá,
en octubre de 1936.
En ella se llegó a
un acuerdo de
principio entre
Colombia y Brasil
para la regulación
del mercado mundial
del grano, que se
concretó en el
siguiente mes de
diciembre, en Nueva
York, cuando se
fijaron precios
mínimos para las
variedades de
los dos países.
Capítulo 10 255
cambios apreciables. Brasil logró con de los primeros años de la crisis (cua
quistar una mayor proporción del dro 6).
mercado de Estados Unidos a costa de La segunda guerra mundial generó
los países centroamericanos, pero sa poco después un pánico en el merca
crificando significativamente los pre do. Los precios del café colombiano se
cios de su grano. No obstante, la gue redujeron de 12.3 centavos de dólar
rra de precios demostró que la sobre por libra en mayo-septiembre de 1939
producción continuaba dominando el a 7.5 centavos en agosto de 1940. Esta
panorama cafetero mundial a fines de última cotización era la más baja des
los años treinta. Por este motivo, no de comienzos del siglo. En el frente in
es sorprendente que los precios del terno, la crisis cafetera generó una se
café no hayan participado en la recu rie de medidas de defensa de los pro
peración de los precios internacionales ductores. Como había acontecido en
de materias primas en la segunda mi 1932, el gobierno decretó una bonifi
tad de la década del treinta. De hecho, cación cambiaría a cargo del gobierno
los términos de intercambio cafeteros durante ocho meses a partir de mayo
(es decir, la relación entre las cotiza de 1940, que era equivalente a un
ciones internacionales del grano y los 12 % del precio interno del grano.
precios de las importaciones de Co Fuera de ello, redujo las tasas de in
lombia) se redujeron en 1935-39 en un terés de la Caja Agraria, el Banco
14 % con relación a los niveles ya de Agrícola Hipotecario y las tasas de re
primidos de 1930-34. Internamente, la descuento del Banco de la República,
situación era aún peor, ya que la ero refinanció todas las deudas de los ca
sión de la devaluación de 1933-35 re feteros e inició una nueva oleada de
forzó la evolución de las cotizaciones compra de los excedentes de produc
internacionales para producir una ción, que acrecentó las existencias en
fuerte caída de los precios reales del poder de los Almacenes Generales de
grano. En 1938-39 dichos precios Depósitos en unos 200.000 sacos entre
eran, no sólo un 27 % más bajos que septiembre de 1939 y octubre de 1940.
en 1934-35, sino 19 % inferiores a los En el frente externo, a pesar de la
Mapa cafetero de
Colombia, editado
por la Federación
en 1933, como
complemento del
censo cafetero
realizado el año
anterior.
bra; estos recursos se destinaron ini que la devaluación de este último año
cialmente al fomento eléctrico y side permitió mantener los precios internos
rúrgico. De nuevo por presión del gre del grano a niveles reales comparables
mio, el precio básico se elevó en mayo a los del período de bonanza (cuadro
de 1954 a 74.5 centavos y sus recursos 6). En los años posteriores, la polé
se destinaron a capitalizar el Banco mica entre el gremio y el gobierno se
Cafetero. Sin embargo, con la baja en tornó aún más ardua, ya que la baja
las cotizaciones a fines de 1954 desa en los precios externos y los sucesivos
parecieron tanto el impuesto como el diferenciales cambiarlos ya no tuvie
diferencial cafetero. ron como contrapartida una devalua
El reestablecimiento del cambio li ción real de la moneda. Los precios in
bre desde 1955 y el impuesto del 15 % ternos del grano comenzaron así a re
a las exportaciones establecido por la zagarse en el proceso inflacionario que
Junta Militar en 1957 dieron nuevas experimentó el país en la década del
oportunidades de protesta, a pesar de sesenta.
Bibliografía
ARANGO, MARIANO. El Café en Colombia, 1930-1958, Bogotá: Carlos Valencia, 1982.
CEPAL/FAO, El Café en América Latina,\\o\. 1, México, 1958.
FEDESARROLLO, Economía Cafetera Colombiana, Bogotá: Fondo Cultural Cafetero, 1978.
LLERAS RESTREPO, CARLOS. Política Cafetera 1937-1978, Bogotá, 1981.
MACHADO, ABSALÓN. El Café: de la aparcería al capitalismo, Bogotá: Punta de Lanza, 1977.
MACHADO, ABSALÓN. «Política cafetera, 1920-1962», Desarrollo y Sociedad (CEDE, Univer
sidad de Los Andes), N.° 8, mayo 1982.
PALACIOS, MARCO. El café en Colombia, 1850-1970: Una historia económica, social y política,
2.a ed., México-Bogotá: El Colegio de México-El Áncora Editores, 1983.
Capítulo 11 263
L a restauración de la democracia
en Colombia, después de la caída
del general Rojas Pinilla, coincidió
con un relevo en la gerencia de la Fe
deración Nacional de Cafeteros. Lue
go de la muerte de Manuel Mejía
—quien durante veintiún años ocupó
la gerencia de la Federación— pasó a
dirigir los destinos cafeteros del país
Arturo Gómez Jaramillo. Al nuevo
gerente, oriundo también de Maniza-
les y formado en la escuela del célebre
don Manuel (había sido su funcionario
durante doce años), le correspondió
introducir una serie de cambios en la
política cafetera que habrían de tener
hondas repercusiones en el manejo del
principal producto de exportación y
mayor generador de empleo de la eco
nomía colombiana, y, por ende, el de como bien se sabe, representa el se El presidente Guillermo
mayor incidencia en el desarrollo eco gundo renglón más importante (des León Valencia con
nómico del país. pués del petróleo) en el comercio in Arturo Gómez Jaramillo,
gerente general de la
El aspecto más sobresaliente de la ternacional de productos básicos. La Federación Nacional de
política cafetera después de la llegada política cafetera en este período tam Cafeteros (1958-1983),
del doctor Gómez Jaramillo a la ge bién se caracterizó —en parte como Hernán Jaramillo
rencia de la Federación, es el que se consecuencia de los acuerdos interna Ocampo
refiere a los Acuerdos Internaciona cionales— por cambios en la produc y Gilberto Arango
Londoño.
les. Estos acuerdos buscan ordenar el ción de café y la modernización de
comercio mundial del grano que, buena parte de las áreas sembradas,
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
264
Primera Conferencia
Internacional sobre
Producción y Comercio
del Café, reunida en
Nueva York, en 1901,
a la cual no asistió
Colombia por causa de
la guerra de los
Mil Días. Se intentó
allí racionalizar
y ordenar el mercado
internacional
del grano.
producción que sólo corrige esporá sido causada por los altos precios de
dicamente por fenómenos como el de finales del siglo pasado. En ese mo
las heladas. mento el comercio mundial no llegaba
Los problemas de sobreproducción a 14 millones de sacos, mientras que
y de inestabilidad en los precios les la oferta (producción más inventarios)
acarrean tremendas dificultades a los superaba los 50 millones de sacos de
países exportadores. No sólo tienen 60 kilos. De esa reunión no salió nada
que vivir de la venta de un producto y Colombia ni siquiera pudo asistir por
cuyo precio tiende a ser cada vez más los problemas de la guerra civil que
bajo frente al de los bienes que tiene entonces libraban conservadores y li
que importar (lo que los economistas berales.
llaman términos de intercambio ne Durante los años treinta se congre
gativos), sino que no se puede hacer garon varias veces los principales pro
ningún tipo de planificación de su eco ductores latinoamericanos, con Brasil
nomía, porque nunca se sabe cuál va a la cabeza, siempre con el mismo ob
a ser el ingreso por concepto de sus ex jetivo: ordenar el mercado. Se logra
portaciones. Los planes de desarrollo ron inclusive algunos acuerdos que du III Conferencia
se convierten, entonces, casi en un raron poco, pero que sentaron las ba Panamericana del Café,
juego de azar. ses de los convenios futuros. En esa Hotel Waldorf,
época ya se hablaba de los problemas de Nueva York,
que hoy siguen siendo motivo de dis julio de 1940.
Medio siglo de antecedentes Sentados: Rafael A.
cusión: cuotas, calidades, políticas de Espaillat (República
Estas dificultades han sido el principal producción, paridades de precios en Dominicana),
motivo para que los países exporta tre los diferentes tipos de café, pro Manuel Mesa
dores traten de ponerse de acuerdo a paganda para aumentar el consumo, (México), Guillermo
fin de racionalizar y ordenar el mer etc. Colombia participó activamente Tunnermann
(Nicaragua),
cado internacional del café. Fueron en todas las reuniones. Manuel Mejía Jaramillo
muchísimos los intentos que se hicie Al estallar la segunda guerra mun (Colombia), Roberto
ron antes de 1958. El primero de ellos dial, se cerraron los mercados euro Aguilar (El Salvador),
data de 1901, cuando se reunió en peos, que compraban el 40 % de las Eurico Penteado (Brasil),
Nueva York la Primera Conferencia exportaciones de café de América La Abel La Croix (Haití).
Detrás de Mejía aparecen
Internacional sobre Producción y Co tina. Esto produjo una baja vertigi Leonidas Londoño,
mercio del Café para estudiar la situa nosa en el precio del grano (llegó a 5 Sinforoso Ocampo
ción de sobreproducción que había centavos de dólar por libra) al concen- y Rafael Parga Cortés.
266 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
cos, mientras que el consumo se esti Los países africanos defendían un sis
maba en sólo 38 millones. Era nece tema de cuotas fijas que se le asigna
sario, por consiguiente, acordar un sis rían a cada país exportador. Las me
tema capaz de prevenir el colapso de trópolis de las colonias africanas res
las cotizaciones. Surgió como conse paldaban este sistema, pero querían
cuencia el Pacto de Retención, que que su consumo no quedara restrin
suscribieron sólo los latinoamericanos gido por las cuotas. Los latinoameri
por diferencias con el sector africano. canos preferían un sistema de reten
Las negociaciones que concluyeron ción, es decir, que cada país guardara
en el Pacto de Retención se llevaron a un porcentaje determinado de su co
cabo en Washington, y el foro que se secha. No se logró un acuerdo y los
utilizó fue el llamado Grupo de Estu países latinoamericanos decidieron
dio de Café, creado por instancias de que ellos solos harían el esfuerzo,
Brasil y Colombia y con el auspicio de por un año, de retener parte de sus
los Estados Unidos. Las discusiones cosechas.
estuvieron presididas por el subsecre El Grupo de Estudio de Café con
tario de Asuntos Económicos del De tinuó en forma simultánea sus discu
partamento de Estado y en ellas par siones. Se necesitaba no sólo otro con
ticiparon la gran mayoría de los países venio que reemplazara el Pacto de Re
exportadores e importadores de café. tención, sino que los esfuerzos para
La principal discrepancia se presentó disciplinar el mercado se extendieran
en torno a los mecanismos para res a todas las áreas productoras. Este ob
tringir la oferta del grano al mercado. jetivo se logró finalmente en septiem-
Cuadro 1
Técnica Miles ha. % Miles ha. % Miles ha. % Miles ha. % Miles ha. %
Cuadro 3
63/63 83/84*
Fuentes: O.I.C. Documentos EB-1305/74 y QSB 31 (enero 2/85); Cálculos: Federacafé Estudios
Económicos. Junio 19/85.
Cuadro 4
Volumen, valor y valor unitario de las exportaciones de café de los países exportadores miembros de la OIC
Valor en términos
Exportaciones a todo destino constantes Índice 1964 = 100 #
Base 1984
Volumen Valor en Valor Valor de Valor Volumen Valor Valor Índice
Año millones términos unitario en las export. unitario términos unitario de N. Y.
de sacos corrientes términos millones de centavos de constantes términos 1980=100
millones de corrientes dólares dólar libra constantes
dólares centavos de
dólar libra
Una escena en el
mercado mundial del
café, controlado por
la Organización
Internacional del Café,
OIC, en Londres.
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
274
del convenio ni en las variables más jetivos del convenio se prohibió ex
importantes. Las cuotas han sufrido presamente realizar acciones multila
modificaciones marginales y en el caso terales de intervención en el mercado
de Colombia su participación se en mientras esté vigente el convenio, nor
cuentra en 16.13 %. La cuota global ma que fue impuesta por los consu
para el año cafetero 1984/1985 se esta midores para defenderse de operacio
bleció en 61 millones de sacos y la fran nes de mercado como las efectuadas
ja de precios entre 1.15 y 1.45 dólares. por Pancafé.
Los principales problemas con que
Cuarto Convenio ha tropezado el actual convenio han
sido los referentes a las exportaciones
Internacional del Café hacia los países no miembros. A me
La experiencia de veinte años de apli dida que se acumulan los inventarios,
cación del Acuerdo Internacional del los países productores los han ido des
Café y el convencimiento por parte de cargando en los países no miembros
todos los miembros de la organización de la organización, principalmente los
sobre la necesidad de mantener este de la órbita socialista, a precios muy
instrumento, los llevaron a negociar el por debajo de los que rigen en el mer
Cuarto Convenio Internacional que cado sujeto a cuotas. Este procedi
entró en vigencia el 1 de octubre de miento ha motivado la protesta de los
1983. La principal dificultad de esta consumidores, quienes, con razón, se
negociación giró en torno a la distri sienten discriminados por pertenecer
bución de las cuotas. Se presentó in al convenio. A pesar de haber desple
clusive un enfrentamiento entre las gado esfuerzos entre los productores
delegaciones de Brasil y de Colombia, para tratar de disciplinar estas ventas,
diferencia que puso en peligro la ne poco se ha logrado al respecto, y éste
gociación; pero después de una inten es uno de los puntos que más debates
sa labor diplomática, la crisis fue su ha suscitado últimamente en las reu
perada. El compromiso consistió en niones de la OIC. El otro problema
mantener un sistema de cuotas ad hoc que ha sido motivo de discusión se re
y facultar al consejo para que deter fiere a los llamados subembarques,
minara el reparto de cuotas básicas en que se presentan cuando un productor
tre los productores. Éste fue tal vez el no cumple con exportar la totalidad de
aspecto más relevante de la negocia sus cuotas de exportación. Los con
ción y el único cambio sustancial en el sumidores han querido sancionar a los
contexto de este convenio respecto a productores que no embarquen hasta
los anteriores. El resto del articulado el último saco de sus cuotas, con el fin
sufrió algunas modificaciones que no sólo de garantizar el suministro del
perfeccionaban los mecanismos del café, sino de obligar a los productores
acuerdo. a mantener existencias en los centros
de consumo; pero éstos se han negado
Se planteó la posibilidad de intro en forma categórica, porque aducen
ducir nuevamente el sistema de selec que si no existe garantía de compra no
tividad (variación de las cuotas en fun puede existir garantía de venta. Así
ción de los precios de cada grupo de mismo, se aduce que un país puede no
café); se precisaron algunos criterios cumplir con la totalidad de su cuota
sobre la suspensión y el restableci por otro tipo de problemas como se
miento de las cuotas; se mantuvo el rían congestiones en los puertos, re
sistema de cuotas fijas y cuotas varia traso en la cosecha, etc. El hecho, sin
bles en los mismos porcentajes del embargo, de que los problemas de la
convenio anterior (70 % y 30 % res organización se concentren en temas
pectivamente), pero, como bien se como los dos anteriores, demuestra
anotó en el párrafo anterior, la cuota
básica quedó sujeta a la que sea de que ya se ha dado un paso muy grande
terminada por el consejo. En los ob en las discusiones en torno a la forma
Capítulo 11 279
de organizar el mercado internacional aspectos que tienen que ver con la in
del café y al reconocimiento de que el dustria cafetera, y ha adquirido una
acuerdo es el sistema más adecuado. gran experiencia en el análisis y tra
Existen todavía varios frentes donde tamiento de sus problemas. La OIC ha
se podría mejorar aún más este instru tenido la ventaja también de no man
mento, como serían la introducción de tenerse estática sino en permanente
una política verdadera de producción, dinámica para ir modificando los es Juan Valdés,
una política de manejo de las existen quemas que la rigen a la luz de las cir personaje
cias, y un mayor esfuerzo por parte de publicitario
cunstancias y situaciones nuevas que representativo
todos los miembros de la organización se han ido presentando. Su éxito o fra del café colombiano
para aumentar el consumo de café en caso en el futuro dependerá también desde los años 60,
el mundo. de su habilidad para ajustarse en for fotografiado
ma rápida y práctica a las realidades aquí con su traje
de arriero
Balance de dos cambiantes y complejas del mercado en las calles
cafetero, pero sobre todo dependerá de Nueva York.
décadas de convenio
Al hacer el balance de los más de vein
te años que tiene la Organización In
ternacional del Café y de los cuatro
acuerdos que la han regido, son muy
pocos los que señalan un saldo nega
tivo. Los setenta y cinco miembros de
la organización del café, cincuenta ex
portadores y veinticinco importado
res, representan el 99 % de las expor
taciones y el 90 % del consumo mun
dial, cubrimiento que no ha alcanzado
ningún otro convenio de productos bá
sicos.
De los primeros veintiún años de
vida de la organización, catorce ha
operado el sistema de cuotas. Desde el
primer acuerdo, las exportaciones de
café han ascendido de cuarenta y seis
millones de sacos a sesenta y seis mi
llones, lo que en términos de ingresos
para los países productores representa
un aumento cercano a los tres mil mi
llones de dólares, al pasar de dos mil
trescientos millones a diez mil millo
nes. Este aumento representa en tér
minos reales un incremento de tres
mil millones de dólares, si se toma
como base el año 1980. Y en térmi
nos generales se podría decir que el
precio del grano se ha mantenido a
duras penas constante con la inflación
mundial.
La OIC, por otro lado, puede recla
mar cierto grado de éxito en el obje
tivo fundamental de estabilizar el co
mercio mundial del grano. Ha logrado
también recoger una cantidad impor
tante de información sobre todos los
280 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Un helicóptero de la
Federación y tanques
de oxicloruro de cobre
para fumigación de
los cafetos, durante
un operativo contra
la roya en el
departamento de Caldas
en 1984.
versión realizada fue del orden de los frió cambios sustanciales, y, si bien en
20.000 millones, que en su gran ma algunas zonas se pudo presentar al
yoría provino del propio sector cafe guna concentración en términos ge
tero y del plan de asignación de re nerales, ésta fue apenas marginal. Mu
cursos del Fondo Nacional del Café. chas fincas cafeteras cambiaron de
La mayor parte del proceso de tecni- manos, pero fueron muy escasas las
ficación se cumplió entre los años de compras importantes de cafetales por
1976 y 1978, que fueron los de mayor parte de los otros productores que
auge en los precios internacionales del querían aumentar su área cultivada.
grano. En efecto, en 1976 se autorizó La década de los setenta fue enton
por primera vez y solamente por un ces la época de las grandes transfor
año créditos para nuevas siembras y maciones en la producción de café en
renovaciones dirigidas a empresarios el país. La producción creció a una
hasta de treinta hectáreas cada uno. tasa promedio del 8.7 % por año de
El valor de la tierra cafetera durante ocho a trece millones de sacos, lo que
la época de bonanza tuvo aumentos en términos absolutos representó un
muy considerables. La cuadra de café, aumento del 67 %. Es interesante
que valía en 1974 alrededor de setenta anotar que durante este período los
mil pesos, llegó a venderse durante las precios internos en términos reales
épocas de mayor auge a precios cer crecieron a una tasa de 2.3 % por año,
canos a los trescientos cincuenta mil a pesar de que se duplicaron los im
pesos. Ingresaron al negocio de pro puestos y los gravámenes a las expor
ducir café gentes que nunca habían es taciones del grano para no permitir
tado vinculadas al sector; muchos pro que el productor participara de la to
fesionales, comerciantes e industriales talidad del alza de los precios internos.
que incluso vivían en las ciudades, se Es importante anotar también que
dedicaron a invertir sus ahorros en más de la mitad de los precios tecni-
comprar cafetales. Pero, contraria ficados correspondió a explotaciones
mente a lo que se ha querido hacer de 1.5 hectáreas y el avance tecnoló
creer, la distribución de la tierra no su gico se distribuyó por todos los depar-
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
284
Cuadro 6
Grupos y países S /s % S /s % S /s % S /s % S /s %
Total 60.3 100.0 52.9 100.0 63.4 100.0 65.4 100.0 69.6 100.0
Suaves colombianos 13.6 22.6 11.3 19.1 11.7 18.5 11.5 17.6 12.3 17.7
Colombia 11.5 19.1 9.1 15.4 9.0 14.2 9.2 14.1 9.9 14.2
Kenia 1.4 2.3 1.2 2.0 1.7 2.7 1.4 2.1 1.5 2.2
Tanzania 0.7 1.2 1.0 1.7 1.0 1.6 0.9 1.4 0.9 1.3
Otros suaves 16.3 27.0 15.6 26.4 16.1 25.4 18.3 28.0 18.2 26.1
Costa Rica 1.2 2.0 1.6 2.7 1.6 2.5 1.7 2.6 1.7 2.4
Ecuador 1.0 1.7 1.2 2.0 1.4 2.2 1.5 2.3 1.4 2.0
El Salvador 2.9 4.8 2.0 3.4 2.2 3.5 2.7 4.1 2.9 4.2
Guatemala 2.0 3.3 1.9 3.2 2.4 3.8 2.0 3.1 2.0 2.9
Honduras 1.0 1.7 1.0 1.7 0.9 1.4 1.2 1.8 1.1 1.6
India 1.2 2.0 1.7 2.9 1.5 2.4 1.1 1.7 1.1 1.6
México 2.3 3.8 2.0 3.4 1.8 2.8 3.1 4.7 2.9 4.1
Nicaragua 0.8 1.3 0.8 1.4 0.8 1.3 1.1 1.7 0.8 1.1
Otros 3.9 6.4 3.4 5.7 3.5 5.5 3.9 6.0 4.3 6.2
Brasileros
y otros arábigos 15.6 25.9 17.6 29.7 18.4 29.0 19.3 29.5 22.1 31.8
Brasil 14.2 23.5 15.9 26.9 16.8 26.5 17.5 26.8 20.1 28.9
Etiopía 1.3 2.2 1.5 2.5 1.3 2.0 1.5 2.3 1.7 2.5
Otros 0.1 0.2 0.2 0.3 0.3 0.5 0.3 0.4 0.3 0.4
Robustas 14.8 24.5 14.7 24.8 17.2 27.1 16.3 24.9 17.0 24.4
Angola 0.9 1.5 0.7 1.2 0.8 1.3 0.5 0.8 0.4 0.5
Indonesia 3.7 6.1 3.5 5.9 3.5 5.5 3.9 5.9 4.4 6.3
OAMCAF** 6.3 10.4 6.8 11.5 7.9 12.5 7.3 11.1 7.5 10.8
Uganda 2.2 3.7 2.0 3.3 2.8 4.4 2.2 3.4 2.5 3.6
Zaire 0.9 1.5 1.0 1.7 1.1 1.7 1.1 1.7 1.1 1.6
Otros 0.8 1.3 0.7 1.2 1.1 1.7 1.3 2.0 1.1 1.6
* Estimado.
** Benin, Camerún, República Centroafricana, Congo, Gabón, Costa de Marfil, Madagascar y Togo.
Fuentes: OIC
Federacafé - Gerencia Comercial. División de Investigaciones Económicas.
Capítulo 11 285
Cuadro 7
79/80 54.3 6.0 60.3 10.7 0.8 11.5 19.7 13.3 19.1
80/81 51.5 7.6 59.1 8.3 0.7 9.0 16.1 9.2 15.2
81/82 54.4 9.0 63.4 8.0 1.0 9.0 14.7 11.1 14.2
82/83 55.1 10.5 65.6 8.5 0.7 9.2 15.4 6.7 14.0
83/84* 59.7 9.9 69.6 9.1 0.8 9.9 15.2 8.1 14.2
* Estimado.
En el año 1979/80 no operó el sistema de cuotas ni los mecanismos de control.
Fuentes: OIC
Federacafé - Gerencia Comercial.
ductor para darle coherencia a la po ción. El cacao, por obvias razones, es
lítica de producción que se quería es ideal dentro de estos programas; el
tablecer a nivel mundial; el Fondo de azúcar, los cítricos, otros productos de
Diversificación Colombiano (hoy Pro pan coger, desarrollos forestales, e in
grama) tuvo vínculos con el interna clusive se importaron gusanos de seda
cional, pero manejó sus planes de pro del Japón para producir seda natural
ducción y de diversificación frente a en las zonas cafeteras. Después de una
las pretensiones de la Organización experiencia de más de veinte años, el
Internacional del Café y particular balance de los programas de diversi
mente de los Estados Unidos, que ficación de las zonas cafeteras en el
quería que desde Londres se impartie país no es el más halagador, si bien se
ran las instrucciones; fue una batalla cuenta ahora con una metodología,
que libraron Brasil y Colombia y que una experiencia, y se dispone de una
a la postre resultó en la liquidación del organización para continuar esta im
Fondo Internacional de Diversifica portante labor.
ción. A partir de ese momento, Co En este período y con la inversión
lombia ha seguido insistiendo en la ne de 6.400 millones de pesos se han lo
cesidad de una política de producción grado producciones cercanas a los
de café acompañada del importante 19.000 millones, se han generado ex
complemento de la diversificación, portaciones por 64 millones de dólares
pero ha hecho manifiesta también su y un total de 229.000 empleos rurales
creencia de que estos planes tienen y se han comercializado 166.500 to
que ser ejecutados por los propios paí neladas de productos. Sin embargo, al
ses y no desde el exterior. comparar la producción de alimentos
Son muchos los productos que se fo en la mitad de la década de los años
mentan en los planes de diversifica ochenta con lo que se producía en las
dos décadas anteriores, es evidente
que los resultados no son los más sig
El buque nificativos, aun teniendo en cuenta
"Arturo Gómez J." que la diversificación se ha tenido
de la Flota como una actividad complementaria.
Mercante
Grancolombiana Entre los factores que en mayor me
(1984), dida han limitado la diversificación y
homenaje a quien deben ser resueltos para que su efecto
gerenciara la
Federación tenga el alcance esperado por el go
Nacional de bierno y las autoridades cafeteras, y
Cafeteros que el desarrollo del país requiere, es
durante tán los siguientes: la falta de un siste
25 años. ma eficiente de comercialización que
La Flota es una
filial de la permita a los productores colocar sus
Federación, cosechas en los mercados a precios re
junto con el munerativos. Han sido muchas las ex
Banco Cafetero, periencias que se han tenido con re
la Agrícola de lativo éxito para que los productores
Seguros, Almacafé
y Café Colombia. siembren otros renglones, pero, en el
momento final, no han encontrado
mecanismos adecuados para su mer
cado y en muchas ocasiones han per
dido buena parte de sus cosechas.
Otra dificultad ha sido la mentalidad
misma de los cafeteros, que no consi
deran los cultivos diferentes al café
como importante elemento anticíclico
y prefieren dedicarle su tiempo a lo
Capítulo 11 289
TOTAL 11.540 100.0 9.031 100.0 8.990 100.0 9.174 100.0 9.966 100.0
Miembros de la OIC 10.678 92.5 8.294 91.8 8.047 89.5 8.465 92.3 9.130 91.6
Norteamérica 3.432 29.7 2.126 23.5 1.769 19.7 1.941 21.2 2.406 24.1
Canadá 266 2.3 133 1.5 147 1.6 178 2.0 183 1.8
Estados Unidos 3.166 27.4 1.993 22.0 1.622 18.1 1.763 19.2 2.223 22.3
Comunidad Económica
Europea 4.619 40.0 4.273 47.3 4.407 49.0 4.610 50.2 4.616 46.3
Bélgica 132 1.1 87 1.0 126 1.4 277 3.0 341 3.4
Dinamarca 145 1.3 158 1.7 139 1.6 122 1.3 111 1.1
Francia 191 1.7 167 1.8 194 2.2 207 2.3 170 1.7
Grecia 2 1
Holanda 1.032 8.9 768 8.5 721 8.0 656 7.2 665 6.7
Italia 162 1.4 95 1.1 129 1.4 156 1.7 141 1.4
Reino Unido 18 0.2 36 0.4 84 0.9 142 1.5 243 2.4
R. Federal Alemana 2.937 25.4 1.961 32.8 3.014 33.5 3.050 33.2 2.945 29.6
Asociación Europea
de Libre Comercio 1.419 12.3 1.087 12.0 1.030 11.5 1.056 11.5 1.093 11.0
Austria 126 1.1 141 1.5 103 1.2 107 1.1 81 0.8
Finlandia 432 3.8 304 3.4 310 3.5 301 3.3 314 3.2
Noruega 171 1.5 152 1.7 118 1.3 145 1.6 166 1.7
Suecia 628 5.4 452 5.0 450 5.0 432 4.7 490 4.9
Suiza 62 0.5 38 0.4 49 0.5 71 0.8 42 0.4
Otros miembros OIC 1.208 10.5 808 8.9 841 9.3 858 9.4 1.015 10.2
Australia 7 0.1 2 4 4 0.1 5 0.1
España 692 6.0 289 3.2 399 4.4 363 4.0 377 3.8
Japón 452 .3.9 408 4.5 437 4.9 490 5.3 631 6.3
Yugoslavia 56 0.5 103 1.1
Otros1 1 6 0.1 1 1 2
No miembros
de la OIC 862 7.5 737 8.2 943 10.5 709 7.7 836 8.4
COMECON 366 3.2 285 3.2 592 6.6 446 4.8 176 1.8
Checoslovaquia 22 0.2 34 0.4 47 0.5 52 0.6 44 0.4
Hungría 3 5 12 0.1 15 0.2 65 0.7
Polonia 143 1.2 34 0.4 177 2.0 1
Rep. Dem. Alemana 148 1.3 178 2.0 190 2.1 167 1.8
Rumania 33 0.3 17 0.2 133 1.5 178 1.8
U.R.S.S. 17 0.2 17 0.2 33 0.4 33 0.4 67 0.7
Otros no miembros
de la OIC 496 4.3 452 5.0 351 3.9 263 2.9 660 6.6
Antillas Menores 7 0.1 7 0.1 4 7 0.1 4
Argentina 223 1.9 224 2.5 206 2.3 181 2.0 304 3.1
Argelia 228 2.0 175 1.9 88 1.0 50 0.6 283 2.8
Corea del Sur 16 0.1 9 0.1 31 0.4 17 0.2 58 0.6
Chile 3 7 0.1 2 8 2 3
Israel 12 0.1 16 0.2 8 0.1 2 1
República Sudafricana 2 4 3 2 2
Otros2 5 0.1 10 0.1 9 0.1 2 5 0.1
Nota: A las exportaciones a Estados Unidos se les restaron aquellas que tocando puertos de este país tenían como destino el Canadá.
Así mismo, a las exportaciones a la República Federal de Alemania se les restaron aquellas que tocando puertos de este país
* tenían como destino Austria.
Preliminar.
1. Principalmente: Panamá y Nueva Zelanda.
2. Principalmente: Islandia, Honduras Británica, China Popular y China Nacionalista.
Fuentes: Federacafé - Gerencia Comercial y División de Investigaciones Económicas.
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
290
Cuadro 9
Volumen y valor de las exportaciones colombianas de café
Años cafeteros (1979/80-1983/84)1
Volumen (miles S/s) Reintegro (millones de dólares)
1979/80 11.357 100.0 .183 .100.0 11.540 100.0 2.047 100.0 48 .100.0 2.095 100.0
80/81 6.106 53.8 2.925 1.598.4 9.031 78.3 1.072 52.4 481 1.002.1 1.553 74.1
81/82 5.241 46.1 3.749 2.048.6 8.990 77.9 .863 42.2 665 1.385.4 1.528 72.9
82/83 5.110 45.0 4.064 2.220.8 9.174 79.5 .800 39.1 742 1.454.8 1.542 73.6
83/841 5.750 50.6 4.216 2.303.8 9.966 86.4 .792 38.7 744 1.550.0 1.536 73.3
que están acostumbrados, que es cui tantes del gremio y siete funcionarios
dar de sus cafetales. Así mismo, la for del gobierno nacional. La forma de
ma como se reparten los presupuestos administrar la problemática cafetera
de la Federación Nacional de Cafete ha sido un verdadero ejemplo de con-
ros entre los diferentes Comités De certación, y en los últimos veinticinco
partamentales basados en el volumen años se han mejorado y refinado los
de producción de café por departa instrumentos de manejo a disposición
mento, ha significado que los propios de la Federación para facilitar el al
comités no estén muy interesados en cance de sus objetivos.
fomentar y estimular la diversifica La política cafetera colombiana ha
ción, por cuanto consideran que si la estado dirigida primordialmente a la
siembra de otros productos se hace a consecución del mayor ingreso posible
expensas del café, su presupuesto y su de divisas, no sólo para lograr un ade
poder relativo en la Federación po cuado crecimiento de la economía na
drían verse disminuidos. cional, sino para obtener en el interior
del país un creciente apoyo al produc
Fedecafé y sus políticas tor cafetero. Este último objetivo se
alcanza mediante la comercialización
La Federación Nacional de Cafeteros, de la cosecha a un precio mínimo ga
como bien se sabe, es la entidad en rantizado y a través de programas
cargada de ejecutar la política cafetera complementarios de mejoramiento so
del país, por delegación bajo contrato cial. La decisión de apoyar los acuer
del gobierno. En el seno de la junta dos internacionales obedece precisa
directiva (Comité Nacional de Cafe mente a la firme convicción de que a
teros) tienen asiento ocho represen la larga se obtiene mayor y más esta
Capítulo 11 291
Cuadro 11
PRECIO
EXTERNO
294 Nueva Historia de Colombia. Vol V
Bibliografía
FEDESARROLLO. Economía cafetera colombiana. Bogotá, Fondo Cultural Cafetero, 1978.
LLERAS RESTREPO, CARLOS. Política cafetera, 1937-1978. Bogotá, Osprey Impresores, 1981.
NIETO ARTETA, LUIS EDUARDO. El café en la sociedad colombiana. Bogotá, La Soga al Cuello,
1975.
PÉREZ GÓMEZ, SILVERIO. LOS propósitos de la política cafetera colombiana. 1880-1980. Me
morias de Hacienda.
RAMÍREZ OCAMPO, JORGE, y SILVERIO PÉREZ GÓMEZ. 83 años de política cafetera y la partici
pación de Colombia en este proceso. Bogotá, Federación Nacional de Cafeteros, 1983.
RESTREPO, JUAN CAMILO. El pacto internacional del café: antecedentes y perspectivas. Ejem
plar mecanografiado. Londres, 1974.
REVEIZ, EDGAR, Compilador. La cuestión cafetera. Universidad de Los Andes, Facultad de
Economía. Bogotá, Tercer Mundo, 1980.
ROWE, J. W. F. Primary commodities international trade. Cambridge, Cambridge University
Press, 1965.
SANTOS, JUAN MANUEL. The National Federation of Coffee Growers of Colombia and Pancafe's
experience. Harvard University, 1980.
SANTOS, JUAN MANUEL. International coffee agreement. Harvard University, 1981.
Capítulo 12 295
en extremo peculiar, por dos motivos. Pero también ese enfoque deja de
El primero es el hecho de que en los lado la lucha de los trabajadores co
escritos históricos sobre este período lombianos como parte de la explica
(al igual que en los referentes a todos ción e interpretación del proceso que
los acontecimientos del siglo XX en culminó en la Violencia. Incluso los
Colombia) ha predominado la inves estudiosos del movimiento laboral
tigación liberal y de izquierda. En lo propiamente dicho no han logrado dar
que hace a la teoría y la inclinación po en general una interpretación muy di
lítica, es de esperarse que esas inter ferente a los acontecimientos políticos
pretaciones, más que las conservado de la nación. Aunque sus simpatías es
ras, hagan hincapié en los intereses y tán con los trabajadores, estos escri
la función de la clase trabajadora. El tores también tienden a ver el fracaso
segundo es el hecho de que estas in de la izquierda y de las fuerzas popu
terpretaciones, aunque vagamente, lares como un problema de liderazgo,
perciben el período en cuestión como del supuesto oportunismo del partido
algún tipo de revolución social fallida. comunista y de liberales disidentes
Según estas opiniones, a medida que como Gaitán, o de las astutas mani
avanzaron los años 30 y 40, los diri pulaciones de la «oligarquía» liberal o
gentes liberales reformistas «traicio conservadora que ejerciera el control
naron» a las masas, frustrando sus as de los partidos tradicionales y del Es
piraciones de alcanzar un orden polí tado.
tico y social más justo. Entre tanto, la
élite política conservadora, en alianza Este énfasis en el éxito de las cons
con la Iglesia, engendraba la reacción piraciones de la clase dominante o en
política que erosionó la hegemonía el fracaso del liderazgo popular dis
política liberal y culminó en el esta torsiona significativamente la eviden
blecimiento de los regímenes conser cia histórica. Es mi intención demos
vadores represivos de finales de los trar que el estudio de la dinámica de
años 40 y principios de los 50. El re los acontecimientos políticos naciona
sultado fue la tragedia de la Violencia, les que culminaron en la Violencia se
durante la cual el pueblo colombiano hace más comprensible si es vista a la
se volvió contra sí mismo, mientras la luz de la lucha de los trabajadores co
élite bipartidista quedaba libre para lombianos. Para colocar la lucha de
forjar el orden capitalista dependiente los trabajadores en el centro de este
y nominalmente democrático que ha análisis histórico hay que empezar por
prevalecido, sin cuestionamiento efec redefinir ante todo el tema de la his
tivo, hasta el día de hoy. toria laboral.
rico (la teoría del desarrollo «depen contra la acumulación por parte de la
diente» tanto en la versión neomarxis- clase dominante nacional y foránea.
ta como en la de la CEPAL). Y han Las huelgas del sector de exportación
adaptado las categorías de la descrip afectaron muy seriamente la condición
ción de las clases gobernantes para dar económica y fiscal del país. Por con
cabida a la realidad del desarrollo po siguiente, los trabajadores del sector
lítico periférico donde el poder ha sido de las exportaciones tuvieron en sus
detentado históricamente, no por una manos el mayor poder objetivo y sim
burguesía industrial, sino por quienes bólico para afectar los acontecimien
han ejercido el control sobre los me tos laborales y políticos de la nación.
dios de la producción y el intercambio Sus luchas dicen mucho acerca del
de las exportaciones. Pero, curiosa destino y la trayectoria de los distintos
mente, se han mostrado renuentes a movimientos laborales de América
modificar sus categorías de análisis Latina. Su historia revela claramente
para la clase trabajadora. El por qué los patrones a través de los cuales el
esto ha sido así es, en sí, un interro trabajo organizado fue incorporado a
gante que vale la pena investigar. ¿Re la vida jurídica e institucional de los
fleja acaso un elitismo paternalista y distintos estados-naciones de América
autoritario, aunque subconsciente, in Latina durante las décadas anteriores
cluso en la ciencia social más «progre a los mediados de siglo.
sista», aun aquella concebida dentro
de la tradición marxista? En Colombia, la mayoría de estos
trabajadores se encuentran en el sec
Sea cual fuere la causa, el hecho es tor cafetero, el eje de la economía na
que los trabajadores del sector de pro cional durante la mayor parte de este
ducción y procesamiento de los pro siglo. Se calcula que el número de per
ductos de exportación pertenecientes sonas empleadas total o parcialmente
a las sociedades capitalistas periféricas en el sector cafetero a finales de los
como las de América Latina, se re años veinte oscilaba entre quinientos
húsan a encajar dentro de las catego mil y un millón, cifra esta última que
rías conceptuales de las teorías liberal representa una abrumadora octava
y marxista ortodoxas. ¿Cómo clasifi parte de la población nacional. El tra
car, por ejemplo, a los trabajadores de bajo reciente de los historiadores y ex
los enormes complejos azucareros que pertos en ciencias sociales nos ha per
han formado el núcleo de la economía mitido comprender mucho mejor las
cubana desde el siglo XIX? ¿O a los mi condiciones variadas y cambiantes en
neros del alto Perú, que continuamen las cuales laboraban y vivían los tra
te abandonan la agricultura de subsis bajadores cafeteros. También ha con
tencia para luego regresar a ella? Es tribuido a un mejor conocimiento de
tos trabajadores en ocasiones son más la naturaleza de su lucha colectiva, ini
rurales que urbanos, a veces más agrí ciada durante la década de los años
colas que industriales, a veces traba veinte, por el control de la tierra y el
jadores con salario libre, a veces no. producto de su trabajo. Sin embargo,
Sin embargo, fueron estos trabajado debido a los impedimentos conceptua
res del sector de producción y proce les descritos anteriormente, la historia
samiento de productos para la expor de los trabajadores cafeteros no se ha
tación, y aquellos ligados a ellos por integrado bien, en términos generales,
su trabajo en los complejos modernos dentro de la historia del movimiento
de transporte exigidos por la econo laboral o de la política de la nación.
mía de exportación, quienes influye El énfasis en la lucha de los traba
ron más fundamentalmente en el de
sarrollo de las sociedades capitalistas jadores del sector cafetero genera una
periféricas durante la primera mitad interpretación diferente, más persua
del siglo XX. Durante dicho período siva, y decididamente más democráti
constituyeron la amenaza más directa ca del período eje de la historia colom
biana marcado por la República Li-
Capítulo 12 299
beral de 1930 a 1946. Los elementos sión de dirigentes como Alfonso Ló
de esta nueva interpretación depen pez, o en la ineptitud de unos dirigen
den de cuatro argumentos consecuti tes conservadores confundidos por la
vos presentados en lo que resta de este jerarquía eclesiástica, la cual se mos
ensayo. Cada uno de los argumentos tró a favor de uno y luego de otro de
se basa en una evaluación de lo que los candidatos conservadores a la pre
significa para la política nacional la lu sidencia. Los estudios recientes nos
cha de clases dentro de un sistema ca han permitido comprender mejor es
pitalista mundial. El primero ofrece tos acontecimientos al analizar los re
una interpretación de la transferencia veses de fortuna de la hegemonía con
trascendental del poder de manos del servadora en términos de la incapaci
partido conservador al liberal en 1930, dad del gobierno para controlar, me
basada en dos consideraciones. Por un diante la represión, un movimiento la
lado, la amenaza que representaba boral anticapitalista insurgente, y su
para los intereses de la clase dominan incapacidad, llegado el año de 1929,
te el floreciente movimiento laboral para garantizar el flujo de inversión
anticapitalista de los años veinte. Por extranjera a la economía. La masacre
otro, el desafío que plantea para esa de cerca de mil trabajadores y miem
clase el advenimiento de la crisis mun bros de sus familias en las plantaciones
dial del orden capitalista a finales de bananeras de la United Fruit cerca de
ese decenio. El segundo argumento se Santa Marta, perpetrada por las tro
relaciona con la República Liberal pas oficiales, acontecimiento infame
misma. Arguye que las crecientes vic que sirvió de plataforma de lanza
torias de los trabajadores cafeteros en miento para la carrera política del di
su lucha por el control de la tierra son sidente liberal Jorge E. Gaitán, fue el
la mayor explicación para la lógica re ejemplo más evidente del problema
formista del período comprendido en social a que hubo de enfrentarse el ré
tre 1930 y 1946. El tercero es un aná gimen conservador.
lisis de la crisis del liberalismo y la El segundo problema no fue menos
transferencia del poder al partido con serio. Durante los veinte años trans
servador en 1946. Hace hincapié en la curridos después de 1910, el creci
vulnerabilidad del movimiento laboral miento y el desarrollo de la economía
colombiano ante las iniciativas de la colombiana, y la estabilidad y legiti
clase dominante durante el resurgi midad del régimen, habían descansa
miento y la reorganización del capi do sobre los principios de una econo
talismo mundial al terminar la segun mía política liberal clásica. Estos prin
da guerra mundial. El cuarto argu cipios habían sido consolidados jurí
mento plantea un análisis que rela dica y políticamente por la élite bipar
ciona todo este proceso social con tidista al terminar la guerra de los Mil
el fenómeno de la Violencia. Las ob Días. Bajo dichas políticas, el desarro
servaciones finales se refieren a las im llo de Colombia dependía en gran me
plicaciones políticas contemporáneas dida de la ampliación del sector cafe
de una interpretación que coloca la lu tero de exportación y de la infusión a
cha de los trabajadores colombianos gran escala de capital extranjero. En
en el centro del análisis de todo el pe 1927, un informe del gobierno de los
ríodo fundamental que comenzó en Estados Unidos cuestionó la capaci
1930 y terminó en 1946. dad crediticia de Colombia y desen
cadenó una crisis de todo este sistema.
Advenimiento Condujo a la virtual suspensión del
crédito norteamericano a Colombia
de la República Liberal__________ durante los dos años siguientes, y con
Las interpretaciones tradicionales so tribuyó a la decisión de dirigentes de
bre la victoria del Partido Liberal en los dos partidos tradicionales de lanzar
1930 tienden a basarse, bien en la vi la candidatura presidencial de Enrique
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
300
datados o como dueños de una par rales y hacer de ellos una fuerza polí
cela. Durante el auge de la economía tica capaz de desafiar el monopolio
cafetera que alcanzó su apogeo duran electoral de los dos partidos tradicio
te los años 20, la mayoría de estos tra nales.
bajadores, sean cuales fueren sus con Una parte menos conocida pero al
diciones de trabajo, lograron mejorar tamente significativa de esta lucha co
su posición con respecto a los grandes lectiva fueron las fallidas huelgas ca
terratenientes y productores capitalis feteras nacionales, organizadas por el
tas. Los jornaleros conquistaron jor partido comunista en 1934 y 1935. Los
nales más elevados, los arrendatarios organizadores de estas huelgas reco
lograron reducir sus obligaciones per nocieron con mucha mayor claridad
sonales de trabajo para con los gran que sus sucesores izquierdistas la im
des hacendados (o empezaron a con portancia central de la fuerza laboral
tratar a otros para cumplirlas), y am cafetera para el futuro del movimiento
bos, igual que los colonos y pequeños laboral colombiano. Su intención era
terratenientes, lograron aumentar la organizar a los productores rurales, la
producción de café y alimentos en las fuerza laboral femenina en las trilla
tierras propias o arrendadas, o en doras de café, y los trabajadores del
aquellas a las cuales habían ganado ac transporte (arrieros, ferrocarrileros y
ceso. Con la caída de los precios del trabajadores portuarios) para formar
café y la llegada de la depresión, estos una gran alianza en el propio corazón
trabajadores que tenían el acceso a la de la economía colombiana. Pese a la
tierra rehusaron rendirse ante los es lucha heroica y las victorias significa
fuerzos de los grandes hacendados tivas aunque aisladas, estas huelgas no
para salvar sus menguadas utilidades lograron paralizar el sector cafetero u
obligando a sus trabajadores a regre organizar a los trabajadores en sindi
sar a su antigua posición de mayor de catos efectivos y duraderos. Este fra
pendencia. Ante los tiempos difíciles, caso, combinado con los esfuerzos im
a diferencia de los trabajadores pro productivos de la UNIR y el partido
letarizados de los sectores capitalistas comunista para debilitar el monopolio
de la economía, estos trabajadores del electoral de los partidos tradicionales,
campo, que tenían control efectivo de llevaron a los dirigentes de ambos par
sus medios de producción, se fortale tidos a desistir de la lucha por orga
cieron en su determinación y se tor nizar a los trabajadores en el núcleo
naron más radicales en sus exigencias.
La dimensión colectiva de esta lu de la economía colombiana. Llegado
cha de los trabajadores cafeteros ha el año 1936, tanto los comunistas
sido objeto de numerosos estudios en como los disidentes liberales optaron
los últimos años, que se han concen por perseguir objetivos reformistas
trado en la formación de las ligas cam menos ambiciosos a través de una
pesinas a finales de los años 20, es alianza con el partido liberal.
pecialmente en Cundinamarca y Toli- El fracaso de estos esfuerzos colec
ma; en las luchas explosivas de los tivos fue el resultado de muchos fac
arrendatarios, jornaleros y colonos de tores, el más importante de los cuales
los latifundios cafeteros del suroriente fue la lucha individual y cada vez más
de Cundinamarca que comenzaron a fructífera de decenas de miles de tra
finales de los años 20 y cobraron fuer bajadores cafeteros por el control de
za a comienzos de los años 30; y en los la tierra. En la mayoría de los estudios
esfuerzos políticos desplegados antes izquierdistas este proceso se niega o se
del año 1935 por liberales disidentes ignora, y aún está por estudiarse muy
encabezados por Gaitán y su Unión a fondo la dinámica de su desarrollo a
Nacional Izquierdista Revolucionaria través del tiempo. No obstante, no
(UNIR) y por el partido comunista cabe duda de que este proceso fue
para organizar a los trabajadores ru real, y sus características generales es
tán claras. Ya para los años 20 el pro-
Capítulo 12 303
Cuadro 1
Propiedades cafeteras clasificadas por número de arbustos en los principales departamentos
cafeteros de Colombia (1932)
Número de
fincas
Departamento con menos de De 5.001 a De 20.001 a De 60.001 a Más de Número total
20.000 60.000 100.000 100.000 de
5.000 propiedades
arbustos
Antioquia 24.434 3.531 518 65 41 28.589
Caldas 36.475 3.411 260 23 5 40.174
Cauca 12.194 283 12.477
Cundinamarca 12.474 922 257 68 91 13.812
Norte de Santander 5.128 2.416 352 38 38 7.972
Santander 1.500 1.128 303 51 63 3.045
Tolima 9.610 2.670 369 62 60 12.771
Valle 18.477 1.514 71 3 4 20.069
Otros departamentos 9.264 1.046 96 14 19 10.439
Totales 129.556 16.921 2.226 324 321 149.348
Porcentaje
de fincas 86.75 11.33 1.49 0.22 0.21
Porcentaje
de arbustos 48.79 24.67 12.57 5.51 8.46
Cuadro 2
Tolima
1932 9.610 2.670 369 62 60 12.771
1939 22.555 5.021 511 68 62 28.217
Fuente: Cuadro 1 y «Censo cafetero en los departamentos de Cundinamarca y Tolima», Boletín de estadística, n.° 24
(abril, 1943): 62.
depresión y para el éxito de la indus dad rural en Colombia nunca fue muy
trialización destinada a sustituir las grande, y el monopolio de los partidos
importaciones durante los años 30 y tradicionales permaneció inmune.
principios de los 40. Durante este pe Además, los partidos de la izquier
ríodo, en parte debido a esta lucha, el da, en especial el partido comunista,
sector industrial de la economía co que trató valientemente de organizar
lombiana creció más rápidamente que a los productores de café y unirlos con
el de cualquiera de las otras naciones los trabajadores proletarizados de las
latinoamericanas grandes. Los resul ciudades cafeteras y los del transporte
tados sociales, políticos e ideológicos en el sector cafetero, nunca lograron
de esta favorable respuesta económica apreciar plenamente las dimensiones
ante la crisis mundial del capitalismo democráticas de la lucha de los tra
no fueron menos importantes. Por pri bajadores cafeteros por el control de
mera vez en la historia colombiana, la tierra y el dominio sobre el proceso
los trabajadores de la industria llega de trabajo. Incluso en el municipio de
ron a ser parte importante de la fuerza Viotá, al suroccidente de Cundina-
laboral. La migración del campo a las marca, donde el partido logró armar
ciudades liberó a los emigrantes del una base popular, comenzó tratando
control político ejercido por los jefes de organizar a los jornaleros en contra
locales de los dos partidos y contri de sus antiguos patronos arrendatarios
buyó a hacer posible el surgimiento de y pequeños terratenientes. Solamente
la política urbana populista de Gaitán cuando fallaron estos esfuerzos y se lo
durante la década de los 40. El éxito gró la unidad de jornaleros, arrenda
de los pequeños productores del sec tarios y pequeños productores a través
tor cafetero, y de los capitalistas in de la lucha contra los grandes terra
dustriales en el sector de manufactu tenientes, decidió el partido acceder a
ras, junto con el crecimiento general y esa realidad y respaldar tal alianza.
el desarrollo de la economía colom Pero el partido nunca supo expresar el
biana, ayudaron a consolidar en las significado democrático de esta alian
mentes de los individuos de todas las za en términos teóricos, y no logró o
clases la viabilidad fundamental de un no quiso aplicar esta fórmula positiva
sistema económico basado en los prin de organización en otras partes. Las
cipios del capitalismo. lecciones y el potencial político de la
Tal como hemos visto, el éxito de lucha cooperativa por la tenencia in
los trabajadores cafeteros en su lucha dividual de la tierra fueron amplia
por el control de la tierra también con mente ignorados. No se pensó en la
tribuyó a fortalecer el atractivo de los importancia del control de los traba
dos partidos tradicionales, y asegurar jadores sobre el proceso laboral con
su monopolio político. Los trabaja respecto a los problemas de la pro
dores cafeteros no solamente encon ductividad económica y la alienación
traron que algunas de sus más profun del ser humano. No se analizaron ple
das aspiraciones y creencias estaban namente las implicaciones de la explo
expresadas en el dogma de los parti tación del trabajo por el capital a tra
dos tradicionales. Se valieron y llega vés del control de los medios de cam
ron a depender de las relaciones pa- bio, una relación que fue dejada de
trono-clientelistas incorporadas en los lado en la lucha de los trabajadores
partidos a efectos de obtener protec por la tenencia de la tierra.
ción y recursos en su lucha por evitar La victoria progresista y en muchos
la proletarización y asegurar su acceso sentidos democrática de los trabaja
a tierra propia. Por consiguiente, el dores del sector cafetero en el eje de
atractivo de algún tercer partido (es la economía colombiana contribuyó
pecialmente si estaba basado en con entonces a fortalecer, no a la izquier
ceptos de clase) en las zonas cafeteras da, sino a los partidos tradicionales.
que formaban el corazón de la socie La victoria de los trabajadores rurales
Capítulo 12 309
del sector cafetero llevó a una situa de los grandes latifundios no utilizados
ción de aislamiento y vulnerabilidad a o deficientemente desarrollados den
las organizaciones sindicales en otros tro de diez años, la ley agraria dictada
sectores de la economía colombiana. durante su segunda administración
También puso fin a la amenaza social (Ley 100 de 1944) no solamente ig
para la clase gobernante. Dicha clase, noró completamente tal promesa, sino
pese a haber perdido la batalla por el que buscó fortalecer el poder de los
control de los medios de producción grandes terratenientes en sus relacio
cafetera, pudo valerse de su control nes con los arrendatarios y moradores
sobre el Estado, garantizado por el de sus tierras. La ley laboral dictada al
monopolio de los partidos tradiciona año siguiente (Ley 100 de 1945) no fue
les, para explotar a los productores ca tan abiertamente reaccionaria. Sus ca
feteros a través de un monopolio cre racterísticas ambiguas sin duda fueron
ciente sobre el cambio y el crédito ca reflejo de la creciente cantidad e im
fetero. Este objetivo se cumplió sobre portancia de los trabajadores del sec
todo gracias a la expansión del poder tor industrial, la fuerza de los sindi
y las actividades de la Federación Na catos del sector del transporte, y los
cional de Cafeteros durante las déca vínculos políticos de muchos de estos
das posteriores a su creación en 1927. trabajadores con el partido liberal.
Además, la prosperidad inducida por
la guerra creó una gran demanda de
La crisis del liberalismo mano de obra, lo cual seguramente
y los albores de la reacción contribuyó a fortalecer la posición de
Tal como lo hemos visto, la victoria pí- negociación de estos trabajadores pro
rrica de los trabajadores cafeteros im letarizados. Algunas partes de esta
plicó un proceso político e ideológico ley, tal como la prohibición de des
paradójico que debilitó a sus aliados pedir a los dirigentes sindicales, favo
de la izquierda y fortaleció a los opre recían la organización y el poder de los
sores de la clase trabajadora. El eclip trabajadores; otras partes, especial
se de un movimiento laboral y la re mente las que fortalecían los sindica
cuperación de la economía nacional y tos de las empresas individuales a cos
mundial a finales de los años 30 per ta de las federaciones industriales, y
mitieron a la clase bipartidista domi las que ampliaban la definición de los
nante revertir gradualmente las polí empleados del sector público y prohi
ticas de reforma social que había im bían su derecho a huelga, contribu
plantado ante la amenaza de los tra yeron a debilitar considerablemente al
bajadores y la crisis del capitalismo movimiento obrero.
mundial durante los años anteriores. Sin embargo, este enfoque ambiva
Este proceso se apreció en la inclina lente ante el movimiento obrero se
ción cada vez más grave del gobierno tornó abiertamente represivo durante
nacional hacia la derecha entre 1938 y el año de 1945. Al llegar ese año, que
1946. El proceso condujo primero a la daron claros los términos del sistema
suspensión de la reforma y luego a la capitalista internacional de la posgue
reversión misma de las leyes agrarias y rra, fundados en el sindicalismo «apo
laborales de principios y mediados de lítico» cuidadosamente controlado y la
la década de los 30. exportación renovada de capital de los
Así, mientras que la famosa ley de países desarrollados a los países peri
reforma agraria (Ley 200 de 1936) dic féricos (gran parte de él hacia la in
tada durante el apogeo del gobierno dustria manufacturera bajo los auspi
reformista de Alfonso López buscaba cios de las corporaciones multinacio
apaciguar a los trabajadores rurales nales). Siguiendo un patrón típico de
insurgentes a través de la legalización todas las sociedades capitalistas de la
del status quo en el campo y prome posguerra, el gobierno colombiano
tiendo una importante redistribución lanzó una importante ofensiva contra
310 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Cuadro 5
Muertes atribuidas a la Violencia en Colombia (1946-1957),
y producción de café (en toneladas) por departamentos (1955)
Muertes atribuidas
Departamento a la Violencia Departamento Producción cafetera
1946-1957 (toneladas) 1955
políticas y cuyo foco geográfico cam tres departamentos cafeteros más im
biaban a medida que evolucionaba a portantes en 1955, antiguo Caldas,
lo largo de dos decenios. Sin embargo, Tolima y Antioquia, ocupan el pri
la complejidad de la Violencia no mero, segundo y tercer lugar con res
debe ocultar su unidad esencial. La pecto al número de muertes. Claro
Violencia, más que cualquier otra está que se trata de un argumento ba
cosa, parece haber sido la máxima ex sado en una correlación y sería nece
presión política de la lucha continua sario un análisis minucioso para de
por la tierra y la movilidad social en mostrar las relaciones causales. No
las zonas cafeteras que ha sido descrita obstante, dentro del contexto de la te
en este ensayo. Esto fue especialmen sis desarrollada en este ensayo, resulta
te cierto durante la primera fase, la útil señalar que fue en estos tres depar
más violenta y más «tradicional», en tamentos, especialmente en el primero,
tre 1947 y 1957. Ésa, por lo menos, es el antiguo Caldas, donde fue mayor el
la conclusión más lógica que podemos desarrollo de las pequeñas fincas cafe
derivar del cuadro 5, que señala una teras viables de propiedad familiar.
estrecha correlación entre la intensi
dad de la producción cafetera por de Conclusión
partamentos (en 1955) y la intensidad
de la Violencia, medida por el número Los acontecimientos políticos de 1930
de muertes que se le atribuyen en cada y 1946, los años que marcan la crucial
departamento durante el periodo trasferencia de poder entre los dos
comprendido entre 1946 y 1957. Los partidos tradicionales y definen el sur-
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
312
Bibliografía
BERGQUIST, CHARLES. Labor in Latin America: Comparative essays on Chile, Argentina, Ve
nezuela and Colombia, Stanford, California, Stanford University Press, 1986. Trad.: Los
trabajadores en la historia latinoamericana, Bogotá, Siglo XXI, 1988.
CAICEDO, EDGAR. Historia de las luchas sindicales en Colombia, 3.a ed., Bogotá, Ed. Sura-
mérica, 1977.
GAITÁN, GLORIA. Colombia: La lucha por la tierra en la década del treinta, Bogotá, Tercer
Mundo, 1976.
GARCÍA, ANTONIO. Geografía económica de Caldas. 2.a ed., Archivo de Economía Nacional,
N.° 39, Bogotá, Banco de la República, 1978.
GILHODES, PIERRE. Las luchas agrarias en Colombia, Bogotá, La Carreta, 1974.
MACHADO, ABSALÓN. El café. De la aparcería al capitalismo, Bogotá, Punta de Lanza, 1977.
MONCAYO, MANUEL, y FERNANDO ROJAS. Luchas obreras y política laboral en Colombia, Bo
gotá, La Cometa, 1978.
OSORIO LIZARAZO, JOSÉ ANTONIO. La cosecha, Manizales, Arturo Zapata, 1935.
PALACIOS, MARCO. El café en Colombia, Bogotá, Presencia, 1979, 2.a ed., Bogotá, El Colegio
de México/El Áncora, 1983.
PECAUT, DANIEL. Política y sindicalismo en Colombia, Bogotá, La Carreta, 1973.
SÁNCHEZ, GONZALO. Las ligas campesinas en Colombia, Bogotá, Tiempo Presente, 1977.
TIRADO MEJÍA, ALVARO. Aspectos políticos del primer gobierno de Alfonso López Pumarejo,
1934-1938, Bogotá, Procultura/Colcultura, 1981.
TORRES GIRALDO, IGNACIO. LOS inconformes, 5 vols. Bogotá, Margen Izquierdo, 1973-74; Bo
gotá, Ed. Latina, 1978.
TOVAR, HERMES. El movimiento campesino en Colombia, Bogotá, Ediciones Libre, 1975.
URRUTIA, MIGUEL. Historia del sindicalismo en Colombia, Bogotá, La Carreta, 1973.
Capítulo 13 313
Historia de la industria
colombiana. 1886-1930
Alberto Mayor Mora
La promesa (1886-1902)
uando la Ferrería de La Pradera,
C en Cundinamarca, fabricó el 21
de agosto de 1884 el primer riel de hie
rro en Colombia para los ferrocarriles,
la noticia produjo por doquier un in
descriptible sentimiento de patriotis
mo, pues parecía que se daban los pri
meros pasos hacia la independencia
económica. A los pocos días, el his
tórico riel, llevado en carroza y cu
bierto con la bandera nacional, fue pa
seado apoteósicamente por las calles
de Bogotá en medio de una entusiasta
multitud, compuesta de liberales y
conservadores, banqueros y artesa
nos, comerciantes y campesinos, ha
cendados y obreros. Se llegó a pensar
en grande, y el ingeniero inglés Won-
rall, director técnico de La Pradera,
aseguró «sin riesgo de error, que no tiva para el país la revolución indus Desfile con el primer
solamente podrán producirse, en la trial europea del siglo XVIII caracteri riel para ferrocarriles
Ferrería de La Pradera, rieles y otros zada, precisamente, por sustituir la producido en Colombia,
por la Ferrería de
artículos de análoga naturaleza, sino madera por el hierro y el acero para la La Pradera, el 21 de
también locomotoras, máquinas de construcción de máquinas y por reem agosto de 1884
vapor, etc.». Fabricar hierro, una de plazar el agua por el vapor para mo (Grabado de Ricardo
las metas del gobierno de Rafael Nú- verlas. Leyes como la 36 de 1880 a fa Moros en "Colombia
ñez, significaba tomar como perspec- vor de la Ferrería de Samacá, en Bo- Ilustrada").
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
314
La empresa que contrasta en el dé mostró una meta a los empresarios na
bil entable industrial del país es Ba- cionales. Los balbuceos de la indus
varia, fundada en Bogotá en 1889 por trialización en grande eran evidentes.
un grupo de industriales alemanes. Pero todo este débil impulso habría de
Desde su puesta en marcha, dos años sufrir un nuevo retroceso, añadido ala
después, concentró en un mismo es ya estructural falta de mercados: la
tablecimiento la fabricación de cerve guerra de los Mil Días que, entre 1899
za en gran escala, los ochenta obreros y 1902, con su reclutamiento forzado
y la maquinaria moderna alemana, te de obreros y fundición de las máqui
nida en ese entonces por extraor nas, no sólo postergó el montaje de fá
dinariamente avanzada. Condición bricas en grande, como la textil de Be
esencial para la producción era el alto llo, en Antioquia; o suspendió opera
Leo Sigfried Kopp grado de especialización técnica alcan ciones de vidrierías como Fenicia, per
(1858-1927), zada con la incorporación, desde los teneciente a Bavaria; sino que incluso
fundador de la inicios, de maestros y técnicos cerve llegó a averiar las instalaciones de
empresa Bavaria ceros alemanes, expertos no sólo en el
en 1899, institución
otras más como la textil de Samacá y
que contrasta con el
«arte» de la fabricación de la cerveza la ferrería La Pradera, que intentaba
débil entable y de la malta, sino también especialis reactivarse. Al comenzar el siglo, el
industrial del país, tas en el montaje de ollas de cocción, dominio del tallercito artesanal, es de
en su época. cavas de fermentación y maduración, cir, de la madera, piedra, hueso y de
"Desde su puesta en calderas de vapor para la fuerza mo
marcha dos años la energía humana, continuaba. Lo su
después, concentró
triz y sistemas de enfriamiento, pro cedido en La Pradera en 1884 había
en un mismo cesos todos que relevaban, por lo de sido un espejismo.
establecimiento más, una compleja división del traba
la fabricación de jo. Expresión del sentido capitalista
cerveza en gran escala, con el que se creó Bavaria fueron no El primer impulso (1902-1909)
los ochenta obreros sólo el estímulo a las siembras de ce
y la maquinaria La inauguración oficial de Coltejer, el
moderna alemana... bada, la adquisición y explotación de
Condición esencial las minas de carbón de Zipacón para 19 de septiembre de 1908, por el pre
para la producción alimentar sus calderas, sino también el sidente Reyes, tuvo las dimensiones
era el alto grado de montaje, en 1896, de la fábrica de vi de un prodigio. Sin necesidad de ir a
especialización drios Fenicia, para autoabastecerse de Medellín, el general Reyes oprimió a
técnica alcanzada cientos de kilómetros de distancia un
desde los inicios envase. Fábrica, maquinaria, utillaje,
por maestros y materias primas y fuentes de energía, botón eléctrico que puso en movi
técnicos cerveceros concentrados en posesión del empre miento todas las máquinas, milagroso
alemanes..." sario alemán Leo S. Kopp y socios ex suceso que el cronista de la Familia
tranjeros, empezaron a figurar tam Cristiana registró así: «Ha llegado el
bién desde un principio en términos de momento sensacional, señores, acer
su valor monetario, en términos de ca caos a observar el fenómeno. El ge
pital fijo, en el asiento de su contabi neral Reyes tiene en sus manos un bo
lidad: «Señor Juez de este Circuito: tón eléctrico..., se pasan dos minu
Yo, Leo Siefried Kopp, de esta vecin tos..., de repente un electroimán ac
dad y comercio, presento a Usted los tivo por la corriente que viene de Bo
libros en que va a llevarse la contabi gotá por los hilos telegráficos atrae
lidad de la fábrica de cerveza alemana una palanca, ésta deja libre un peso
llamada Bavaria Kopp's Deutsche que al caer cierra el switch que da en
Bierbraverei... Bogotá, abril 20 de trada a la electricidad proveniente de
1891.» (Archivo de Bavaria). Como la instalación medellinesa, lo cual po
empresa lucrativa, Bavaria se preo niendo en ejercicio los dinamos cuyos
cupaba, pues, por controlar su renta ejes están en conexión con los de la
bilidad en el orden administrativo. maquinaria, produce vertiginoso mo
vimiento.» Asombrado, el periodista
Aunque Bavaria era una excepción, empleaba, sin comprenderlos, los sím
al concentrar en sí misma todos los bolos más expresivos del cambio de
rasgos típicos de la empresa moderna situación; botón eléctrico, electroimán,
Capítulo 13 319
Muestras de
baldosas y tubos
de Cementos Samper,
en la visita de
miembros del
gobierno a la
Exposición Nacional
de agosto de 1919,
organizada en el
Hospital San José,
de Bogotá.
La empresa Samper
inició actividades
en 1909, con una
producción inicial
de 60 000 sacos
de 50 kilos al año.
nicamente más rentable seguía limi dora que dividía el tabaco en rama en
tado por la desarticulación de los mer partículas invariablemente exactas;
cados y por la competencia de los pro luego observó otra que tomaba el pa
ductos extranjeros, no obstante los es pel de un cilindro, lo desenvolvía y lo
fuerzos de Reyes de impulsar la cortaba a la vez que distribuía auto
construcción de ferrocarriles y carre máticamente la picadura, liaba los ci
teras que facilitaran el tránsito de las garrillos, los engomaba y marcaba; ¡en
mercancías. Pero 900 kilómetros de un minuto hizo 320 cigarrillos! Por úl
vías férreas no podían constituir aún la timo, terminó por maravillarse ante
base de un mercado interior. otra de hacer cigarrillos que, «con
El experimento proteccionista del uñas suaves de dama pulida y delica
general Reyes concluye parcialmente da», doblaba la punta de cada uno ha
con la caída de su régimen en 1909, ciendo los pliegues, siempre iguales,
cuando empiezan a desmontarse pri perfectos, sin que la mano humana to
vilegios y concesiones. El gobierno ha cara el producto. A E.A. Gaviria le
bía corrido con los riesgos iniciales de pareció, entonces, que no sólo la
muchas empresas industriales, varias mano sino incluso el cerebro humano
de las cuales subsisten aún hoy como estaban siendo sustituidos por las má
prueba del impulso dado. Los objeti quinas: «todas dan la impresión de ce
vos políticos de pacificación parecían rebros metálicos superiormente orga
también estarse consiguiendo, pues la nizados que piensan y obran con una
curiosidad por las «fábricas» fue tan eficiente matemática que el cerebro
grande que, por ejemplo, en Antio- humano no alcanza». Al salir de la fá
quia, el propietario de la Fábrica Tex brica, no pudo evitar elevar una ora
til de Bello vendía a la gente boletos ción «a la divinidad del trabajo que
de entrada a cincuenta centavos cada salva y redime a los pueblos y a los
uno para visitarla los sábados. hombres». Parecía, pues, que el ins
tinto religioso heredado disputaba en
E. A. Gaviria la expresión natural del
En búsqueda hombre ante la perfección silenciosa
de terreno firme (1909-1920) de las máquinas.
E. A. Gaviria, desprevenido ciuda En Colombia, la fabricación de ci
dano de Medellín, visitó un día la fá garrillos había sido desde el siglo XIX,
brica de la Compañía Industrial Unida y aún lo era, un laboreo enteramente
de Cigarrillos y quedó tan conmovido manual, donde el cierre de las puntas
de lo que vio que no pudo menos que de los cigarrillos con «uñas de lata», su
escribir una crónica sobre sus impre empaque y la pegadura de las cajeti
siones personales en el periódico El llas los efectuaban cientos de hábiles
Correo Liberal, el 18 de junio de 1916. artesanos en decenas de domicilios y
Encontró lo que iba siendo ya normal pequeños establecimientos. De un día
en las primeras fábricas grandes de la para otro, en medio de la rutina de las
época: un edificio de vastas proporcio ciudades de comienzos de siglo, al
nes, amplios depósitos de olorosa pi guien notaba el contraste. E. A. Ga-
cadura cubana y nacional, 250 obreras viria experimentaba, pues, el sobre
y 80 obreros divididos ordenadamente salto de aquella gente que veía con
en los salones de trabajo bajo la atenta frontados en forma abrupta los anti
dirección del administrador y super guos métodos de trabajo con la técnica
visores y, en fin, una elevada produc aparentemente perfecta, que le era
ción de diez millones de cigarrillos y ajena. A pesar de todo, la industria
un millón de cigarros mensuales. Pero lización avanzaba en el país sólo va-
su sorpresa aumentó cuando en el sa cilantemente, circunscrita a determi
lón de máquinas pudo examinar más nadas regiones y localidades como
de cerca algunas de las 18 ahí dispues Medellín o Bogotá. En ese mismo año
tas. Primero vio una máquina corta de 1916, el ministro de Hacienda hizo
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
324
Fábrica de tejidos
de los Hernández,
en Medellín,
fotografía de
Benjamín de la Calle.
Adquirida por
Tejidos Rosellón
en 1919, esta planta
debió ser cerrada
por falta de ventas
en la crisis
económica del
año siguiente.
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
328
Fábrica de Hilados y
Tejidos Samacá,
fundada el 23 de
diciembre de 1905,
durante el gobierno
de Rafael Reyes.
Allí se efectuó una
de las primeras
huelgas en la historia
industrial del país,
en 1921, ya en plena
recuperación de
la crisis económica
de 1920.
adicionó también una planta termoe manual. El tiempo para producir una
léctrica a la de El Charquito, y se yarda de tela se había disminuido sen
estaba pensando ya en el proyecto siblemente en el país: quizá a seis mi
Salto I. nutos. Esto, traducido a rendimientos,
La base técnica de ramas industria era lo que causaba la sorpresa de Jor
les como la textil comienza a experi ge Echavarría. Las demás empresas
mentar una transformación sin ante textiles tenían que seguir el ejemplo
cedentes debido a la introducción de de Fabricato o verse irremediable
equipos automáticos. Fabricato, como mente atrasadas. El paso de de 1.600
se vio, inicia esta innovación desde telares existentes en Colombia en 1923
1923 con la compra y montaje, con a 3.583 en 1930, de los cuales 1.140
técnicos extranjeros, de 100 telares eran ya automáticos, fue la mejor se
Draper, 4 Crompton y 2 Jiggers, todos ñal de que empresas como Coltejer,
automáticos, con sus equipos de hila La Espriella y Tejidos Obregón ha
dos técnicamente equivalentes. En un bían tomado también el camino de la
momento en que la mayoría de las em producción a bajos costos y con mejor
presas textiles nacionales mantenía sus calidad.
viejos equipos, algunos con más de Las consecuencias de la crisis de
veinte años, introducir en el país el te 1920 fueron, por fortuna, de corta du
lar automático significaba una peque ración; de ahí que ya desde 1922 se no
ña revolución técnica: dos operaciones taran en casi todos los sectores indus
que en el telar mecánico estaban en triales signos de reactivación. Inclusi
manos de la tejedora, a saber, el cam ve la primera serie de huelgas en la
bio de bobinas y la detención de la má historia industrial del país no desani
quina, pasaban a ser efectuadas en mó a los empresarios: en 1920, las
adelante automáticamente por el nue huelgas en la Fábrica Textil de Bello
vo telar. La tejedora colombiana de y en Tejidos Obregón; en 1921, en Te
1923 pasó por primera vez del manejo jidos Samacá; en 1923, un conato de
simultáneo de uno a dos telares me huelga en Fabricato; y en 1924, en La
cánicos al control de 20 telares auto Garantía y en San José de Suaita. A
máticos, quedando en capacidad de pesar de ello, nuevas fábricas apare
producir tal vez diez veces más que la cieron, como la Compañía de Hilados
tejedora mecánica y una cifra incal y Tejidos de Caldas S. A., en Mani-
culablemente superior que la tejedora zales, en 1924, y la fábrica de paños
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
330
Construcción de
obras y tanques de
la nueva planta de
Barrancabermeja,
según fotografía
tomada en octubre
de 1929. El oleoducto
Barrancabermeja -
Mamona!, con sus
537 km., inicia en
el país el típico
fenómeno contemporáneo
del gigantismo en
proyectos industriales.
Bibliografía
BREW, ROGER. El desarrollo económico de Antioquia desde la Independencia hasta 1920, Bo
gotá, Banco de la República, 1977.
ECHAVARRÍA, JUAN J. «Los factores determinantes de la industrialización colombiana entre 1920
y 1950». Coyuntura Económica, vol. XIV, N.° 1, Bogotá, 1984.
MAYOR M., ALBERTO. Ética, trabajo y productividad en Antioquia, Bogotá, Ediciones Tercer
Mundo, 1984.
MCGREEVEY, W. P., Historia económica de Colombia, 1845-1930, Bogotá, Ediciones Tercer
Mundo, 1975.
MESA, DARÍO. «La vida política después de Panamá, 1903-1922». En: Manual de Historia de
Colombia, vol. III, Bogotá, Colcultura, 1980.
MONTENEGRO, SANTIAGO, «La industria textil en Colombia: 1900-1945», Desarrollo y Sociedad,
N.° 8, Bogotá, 1982.
OSPINA VÁSQUEZ, LUIS. Industria y protección en Colombia, 1810-1930, Medellín, E.S.F.,
1955.
POVEDA RAMOS, GABRIEL. Políticas económicas, desarrollo industrial y tecnología en Colombia,
1925-1975, Bogotá, Colciencias, 1976.
333
Capítulo 14
Historia de la industria
colombiana. 1930 -1968
Ingeniero Luis Peláez
Alberto Mayor Mora Res trepo, fundador
en 1933, con Luis
Palacio, de la fábrica
de calcetines Pepal,
La década decisiva que daría origen en
de la industrialización (1930-1939) ¡936 a la firma
Pepalfa S.A.
ralmente en 1931, mientras que en el pacto fue sobre una industria en for
cemento se estableció un arancel de 1 mación y no sobre una industria ya
centavo por kilogramo importado. Las consolidada. Por lo demás, sectores ya
medidas proteccionistas iban, pues, relativamente desarrollados, como el
reservándole a la naciente industria un cervecero, adoptaron medidas como
importante mercado en expansión. En la fusión entre empresas para hacer
1938, la Junta de Control de Cambios frente a la crisis: tal fue el caso de Ba-
y Exportaciones emitió dos resolucio varia, que se organizó en 1930 como
nes de restricción a las importaciones consorcio aglutinando numerosas plan
extranjeras y de defensa de la indus tas de cerveza que operaban en todo el
tria nacional, lográndose en el caso de país; o el de Cervecería Unión, que re
la industria textil reducir las importa sultó de la fusión de las cervecerías La
ciones en cerca de 41 millones de me Antioqueña y Libertad en 1930.
tros de tela. El país asistió, pues, casi desde los
Considerada América Latina de mismos años de la crisis a una extraor
modo global, el impacto que tuvo la dinaria recuperación industrial sin an
gran depresión mundial de 1929 fue, tecedentes en su historia. En el caso
sin embargo, mínimo sobre los países de la industria textil, las inversiones y
del área, comparados con los países el cambio técnico fueron dos de los
capitalistas avanzados. Por ello, los factores que determinaron su creci
hechos más notorios en la historia de miento. Las compras de maquinaria y
la industria colombiana fueron la ra de equipo textil crecieron en forma
pidísima recuperación acaecida entre marcada a partir de 1930 y 1931. Fa-
1931 y 1934 y el notable crecimiento bricato prácticamente duplicó su stock
industrial iniciado desde 1932, el cual de maquinaria entre 1928 y 1932. Algo
fue uno de los más altos en América similar sucedió en Coltejer, que co
Latina y tal vez el más elevado de la menzó en 1932 su ensanche de hilados
historia del país. Por ejemplo, el di y tejidos y adquirió en Checoslovaquia
namismo del sector textil fue tal que la primera maquinaria de estampación
dobló el conjunto de la industria co de telas que se conoció en el país. En
lombiana. Las razones de este fenó 1933, Rosellón también dispuso el de
meno radicaron en un aspecto esen sarrollo de un segundo plan de ensan
cial: la crisis mundial alcanzó a Co ches. La inversión textil se elevó con
lombia en el momento mismo de su la fundación de Tejicóndor, creada
despegue industrial, es decir, el im por el empresario Jesús Mora en 1934,
Planta de Cementos
Samper en La Siberia
(La Calera,
Cundinamarca), cuya
construcción hubo
de ser suspendida
temporalmente
a raíz de la crisis
mundial de los
años 1929 y 30.
Pero ya en 1933
se reiniciaron las
obras y, bajo la
dirección del ingeniero
Hermann Bohlen se montó
el primer molino de
tipo horizontal,
marca Polysius, con
capacidad de 200
toneladas/día, que
empezó producción
en abril de 1934.
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
336
empresa que operó en gran escala des ducciones en los costos que en Colte-
de sus inicios. jer, en 1935, 30 yardas de determinada
Pero la inversión no se limitó a las tela cuya fabricación costaba 0.481 pe
empresas antioqueñas, sino que texti- sos en un telar mecánico, salía a cua
leras como La Espriella y Obregón re tro veces menos, es decir, en 0.1122
novaron sus plantas. La Garantía de pesos en un telar automático. La pro
Cali se aprestaba, en 1938, a abrir una ductividad del obrero textil también se
nueva fábrica en Pereira. El exceso de incrementó notablemente, pasando el
inversiones en las empresas antioque- quantum de tela producida anualmen
ñas las obligó a un acuerdo, en 1933, te por trabajador de 4.496 metros en
según el cual cada una de ellas se com 1926 a 14.055 metros en 1942. Es de
prometía a no importar más maqui cir, se triplicó la productividad del tra
naria en el lapso de dos años. Entre bajo textil. Paralelamente, hubo licen-
1933 y 1943, las ocho principales fac ciamiento de mano de obra, como en
torías textiles nacionales triplicaron Rosellón, donde en 1932 la supresión
sus equipos, alcanzando la cifra de de 116 telares mecánicos significó el
4.840 telares. despido de 86 obreros. Se dieron me
Sin embargo, el aspecto fundamen didas «racionalizadoras» complemen
tal del liderazgo textil lo constituyó el tarias como la refundición de empleos,
salto técnico que significaba la gene la creación de jornadas extras de tra
ralización del telar automático que im bajo, premios por asistencia y rendi
ponía sustanciales reducciones en los miento. Se presentaron tres movi
costos. A nivel internacional, durante mientos huelguísticos: en Coltejer, en
el período comprendido entre las dos 1935, en Rosellón y otra vez en Col-
guerras mundiales, la industria textil tejer, en 1936, en gran parte motiva
experimentó pocas innovaciones téc dos por una fuerte resistencia a la dis
nicas importantes. En Colombia, por ciplina industrial que se buscaba ins
el contrario, el cambio del telar me taurar. Los sindicatos querían la su
cánico al automático permitió tales re presión de los contadores mecánicos
Capítulo 14 337
na [..] ocasionada por [...] los trust durante el conflicto bélico. Con sólo
más poderosos de Europa». Esto era tres fábricas en 1939, durante la gue
parcialmente cierto, pues el empobre rra fundaron otras tres más: Cementos
cimiento crónico que experimenta del Valle, Nare y Diamante, en Bu-
ban los artesanos colombianos se debía, caramanga, con las cuales no sólo
en última instancia, a la mayor produc atendieron la demanda nacional sino
tividad con que operaban tanto las fá que incluso pudieron exportar volú
bricas nacionales como extranjeras. menes significativos a países vecinos.
Con excepción de Argentina, todos
La prosperidad de la guerra los demás países latinoamericanos so
licitaban a los fabricantes colombianos
(1939-1945) el envío de cemento, sin discutir el
El hombre de negocios caldense Fer precio. Internamente, en ciudades
nando Mazuera Villegas narra en sus como Medellín, se construía el hotel
memorias, tituladas Cuento mi vida, la Nutibara y 15 edificios similares más; en
manera como durante los años de la Bogotá, numerosos edificios comercia
guerra logró enriquecerse mediante la les en la avenida Jiménez y en la carrera
especulación con materias primas tex 7.a; en Cali y Barranquilla, numerosos
tiles que debido al cierre de los mer barrios residenciales. La demanda in
cados internacionales escaseaban en el terna se satisfizo igualmente.
país: «Dominábamos el mercado y, En la industria textil, la llegada de
por consiguiente, imponíamos los pre la segunda guerra mundial quebró de
cios a nuestro libre albedrío. Estando finitivamente el abastecimiento me
yo en Nueva York, recibí un día una diante telas importadas. Ganancias
llamada de uno de los corredores de extraordinarias percibieron las empre
Philadelphia, quien me ofreció, muy a sas líderes del sector textil, pues de un
finales de la guerra, unas libras de hi momento a otro se cerró la oferta ex
laza de nylon de segunda. Como yo sa terna y las fábricas se encontraron en
bía que el gerente de una importante capacidad de abastecer la creciente
fábrica colombiana estaba sumamente demanda. En principio, la guerra sig
necesitado de un producto parecido y nificó dificultades para conseguir ma
se hallaba en ese momento en el hotel quinaria textil, pues las fábricas ex
San Francis de San Francisco, Califor tranjeras se orientaron a la producción
nia, lo llamé por teléfono, le vendí de material de guerra. Por ejemplo,
esas hilazas y en 20 minutos que gasté Fabricato, que no pudo importar un
en tres conversaciones, me gané la en solo telar durante el conflicto. Otras,
tonces y hoy también maravillosa como Coltejer, llegaron a acuerdos
suma de 74.000 dólares. No tuve más con el gobierno norteamericano y, a
que presentarme en downtown, donde cambio de producir uniformes para su
los agentes de esta empresa antioque- ejército, pudieron adquirir equipos en
ña y recibir mi cheque. Los años de la ese país. Así, Coltejer introdujo
guerra nos dieron frutos en ese nego 20.000 husos, 120 telares, otras dos es
cio extraordinario, y ya cuando venía tampadoras y modernos equipos de
la decadencia, a la llegada de la paz... tintorería, mercerización y blanqui
vendimos la fábrica en valor muy ha mento. Las utilidades de empresas
lagüeño a la firma Pepalfa de Mede- como Coltejer y Fabricato durante la
llín.» Surgida de los negocios de la guerra fueron elevadísimas, ganancias
guerra, la nueva clase social de nego que constituyeron la principal fuente
ciantes como Mazuera Villegas se ca de financiación en una época en que
racterizaba por la audacia más desen los créditos de fomento aún no exis
fadada y por su capacidad para la es tían. La emisión y venta popular de
peculación financiera. acciones fueron considerables, llegan
do Coltejer a pasar de 65.000 acciones
Industriales como los del cemento en 1937 a más de tres millones en
obtuvieron también pingües ganancias
340 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
tratados de comercio, y señalan las aparato estatal a las mismas. Con esta
orientaciones que se hayan de seguir carta abierta del Estado y fortalecida
en las conferencias aduaneras, y son con los negocios de la guerra, durante
los llamados a declarar como voceros la cual había acumulado 180 millones
del punto de vista oficial en las comi de dólares como reserva, debido a los
siones legislativas o a señalar las con buenos precios internacionales del
diciones en que el capital extranjero café, la clase social de los industriales
puede venir a competir con ellos mis colombianos se aprestó a gastar esa
mos. Hace cinco años representantes suma en el ensanche de las fábricas ya
de la CTC y de los gremios de em existentes y en el montaje de otras
pleados se sentaban en las juntas eco nuevas. Los industriales conocieron,
nómicas integradas por el presidente en la posguerra, una segunda edad de
López, al lado de los delegados de la oro.
Andi, de las cámaras de comercio y de La emisión popular de acciones se
las sociedades agrícolas. Ahora los de había constituido en uno de los prin
legados obreros y de la clase media no cipales mecanismos de financiación de
asisten.» la industria nacional, ciertamente.
Tenía razón el periodista Galindo. Hubo emisión y venta indiscriminada
El gobierno de Ospina Pérez había de acciones y era normal en regiones
sido el gobierno de los industriales. Él como Antioquia que viudas, obreros,
se había rodeado de sus pares, pues el huérfanos, sirvientas y campesinos es
mismo presidente venía de las filas de tuvieran pendientes de la cotización Convencionistas
la capa empresarial más dinámica en de sus acciones y del reparto de divi liberales reunidos
esas décadas, la antioqueña. Era ape dendos. En verdad, en ninguna otra en Apulo,
nas natural, entonces, que el gobierno parte del país las empresas industriales Cundinamarca,
alcanzaron tal desarrollo en socieda visitan las
elegido desde 1946 estuviera al tanto instalaciones de
de las principales oportunidades eco des anónimas abiertas. Empresas Cementos Diamante,
nómicas de la posguerra y adecuara el como Coltejer operaban de la siguien- en julio de 1931.
344 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
en una pequeña Babel, donde acudie quier forma, que educar pueblos para
ron inicialmente más de 6.000 obre el uso ordenado y prudente de su pro
ros, técnicos, ingenieros y administra ducción. Todo lo demás, si no es un
dores de todo el país y de muchas na riesgo, es cuando menos un gran des
cionalidades. Había ingenieros y téc pilfarro, una auténtica orgía de mate
nicos franceses, mexicanos, america riales costosos, condenados a la des
nos y alemanes. En 1956, Paz del Río trucción.» En efecto, el papel que
contaba ya con 6.463 trabajadores, la tuvo la mano de obra en esa operación
mayoría de Boyacá, y 576 empleados deficiente de Paz del Río pareció ser
administrativos y técnicos. No faltaron determinante. La experiencia prein
a la cita con el acero los mineros del dustrial de los primeros contingentes
Chocó, llevados equivocadamente por obreros de la siderúrgica no superaba,
un ingeniero alemán, quien había oído en verdad, el laboreo de la tierra con
hablar de la gran capacidad minera del bueyes y con arados de madera, la
negro de esa región. Nadie le aclaró confección doméstica de tejidos, y las
que lo eran, ciertamente, pero de río. actividades mineras a pico y pala. Esa
Este último error no fue, empero, el poca adaptación al trabajo industrial
más grave de los cometidos inicial se reflejó en la alta accidentalidad,
mente. La operación de la planta fue, que en algunos meses de 1954 y 1955
en efecto, durante sus primeros diez llegó a 30 muertos mensuales. La ines
años, una verdadera calamidad. Lo tabilidad era enorme, pasando por la
cual demostraba que el país no podía planta los tres primeros años más de
dar el salto a la revolución industrial 14.000 trabajadores. Otros obreros se
abreviando etapas tecnológicas me retiraban, volvían a sus faenas agrí
diante decretos oficiales. Iniciadas las colas y retornaban un tiempo después
operaciones en 1954, un año después a la siderúrgica.
la planta no había alcanzado siquiera A pesar de todo, el impacto regio
la mitad de su capacidad nominal de nal y nacional de la creación de la si
100.000 toneladas, pues sólo había derúrgica de Paz del Río fue conside
producido 35.175 toneladas de acero. rable, sobre todo en lo que se refiere
En marzo de 1956, se presentó un tro a la diversificación en la producción de
piezo en el funcionamiento del alto artículos metálicos, mecánicos y aun
horno que significó una disminución químicos. Después de 1954, empiezan
del 50 % en la cantidad de arrabio a aparecer un sinnúmero de fábricas
producido durante dos meses. A fi medianas y pequeñas de muebles me
nales de ese mismo año, debido a tálicos, herramientas agrícolas y ar
errores de diseño, la planta lavadora tículos domésticos. Cuando en 1959 se
de carbón presentaba deficiencias en desató otra ola emocional en favor de
su rendimiento. Lo mismo sucedía, en la compra de un equipo de lamina
1957, con el horno eléctrico. En 1958, ción, se adujo que 1.500 industrias de
uno de los generadores de la central pendían de esa adquisición. Lo cierto
de fuerza sufrió un grave daño en tan es que una empresa como Carboquí-
to que el revestimiento del alto horno mica empezó operaciones en Bogotá,
se desgastó antes del término calcula en 1956, aprovechando un subproduc
do. Desde su sitio de aislamiento im to de la cockería de Paz del Río para
puesto por la dictadura militar, Alber fabricar benzol, toluol, xilol y naftali
to Lleras Camargo, como un eco de na; o Metalúrgicas Boyacá, que entró
las advertencias de la misión Currie, a funcionar en 1963 con materias pri
afirmaba en 1957: «Los directores de mas ciento por ciento suministradas
la revolución industrial de los países por Paz del Río.
infradesarrollados tienen responsabi La entrada en la edad del acero
lidades morales mucho más pesadas y coincidió con la puesta al día del país
complejas... Su misión no termina en en otras etapas tecnológicas cuyas
producir. Tienen, también, en cual consecuencias aún no repercutían en
Capítulo 14 349
Sena, por su parte, se encargó desde peciales para los equipos. Fabricato,
esa misma época en preparar y califi entre tanto, parecía dudar. En junio
car el personal obrero requerido por la de 1960 salió desde Nueva York en
industria. barco con destino a Cartagena el «Ce
Mientras tanto, el capital extranjero rebro Electrónico» IBM 650 para Col-
continuaba su penetración en el país tejer. Y, efectivamente, el 29 de agos
mediante la creación de nuevas firmas to de ese mismo año se pusieron en
como Sherwin Williams, en 1955; Al- funcionamiento en Coltejer los nuevos
kon Collins, en 1956; Bourroghs de y maravillosos equipos electrónicos,
Colombia, en 1954; Kapitol, en 1958, compuestos por las máquinas calcula
entre otras. Pero tanto las empresas doras 650 y 655, dos impresoras 407 y
multinacionales como las nativas iban la 533 como fuente de entrada y salida
produciendo en función de sus nece de datos. Fabricato, que parecía haber
sidades una verdadera transformación perdido la carrera, continuó en su em
de la geografía nacional, en especial peño, pero para aventajar a su rival
por sus exigencias de energía eléctrica. decidió solicitar, ya no la 650, sino
Así, en 1949, se inauguraba la central otro equipo más avanzado. Y, en efec
Guadalupe II y en 1952 la de Ríogran- to, un año después que su competidor,
de, ambas en Antioquia. En el Valle en septiembre de 1961, instaló su «ce
del Cauca, se daba al servicio la de rebro», totalmente transistorizado,
Anchicayá, en 1955, en tanto que en dotado de una unidad de sistematiza
este mismo año se creaba la Corpo ción 1401, una unidad lectora-perfo-
ración Autónoma Regional del valle radora de tarjetas 1402, una impresora
del Cauca, CVC, para generar y trans 1403 y la unidad de almacenamiento
mitir energía eléctrica, regular aguas, en cinta magnética 729. De este modo,
desecar e irrigar tierras en el valle del si bien Coltejer instaló primero sus
río Cauca. En la zona central del país, equipos electrónicos, Fabricato instaló
se dieron ampliaciones en 1955 en la los más modernos.
planta hidroeléctrica de Sueva II. Al De una manera quizá un tanto apa
mismo tiempo, empresas como Col- ratosa, la industria del país entraba en
tejer y Fabricato instalaban o amplia la era de la automatización y de la
ban sus unidades térmicas obteniendo computación. Otra empresa, Bavaria,
energía eléctrica a partir del carbón por esos mismos años también, había
quemado en sus calderas. En 1955, la dado el paso a la moderna computa
primera de esas dos empresas produ ción. Poder calcular rápidamente los
cía y consumía más energía eléctrica costos y mejorar los balances era la ra
industrial que cualquier ciudad de Co zón de esa carrera, pero había algo
lombia, con la excepción de Bogotá, más no tan evidente: más que entrar
Barranquilla y Medellín. al ámbito de la tercera revolución in
dustrial, esa carrera no hacía sino co
Hacia la concentración industrial rroborar la dependencia cada vez ma
(1960-1968) yor de la industria del país respecto a
las innovaciones tecnológicas de las
Los primeros años de la década de los multinacionales norteamericanas que,
sesenta presencian el fin de una ver como en el caso de la IBM, vinculaban
tiginosa carrera emprendida, desde estrechamente la investigación cientí
1956, por dos importantes empresas, fica pura a las aplicaciones comercia
Coltejer y Fabricato, por la adquisi les. Automatización del proceso pro
ción del primer equipo de computa ductivo y utilización de una nueva
ción electrónica. Parecía una cuestión fuente de energía, la nuclear, eran dos
de prestigio. El proveedor era el mis de las manifestaciones claves de la
mo, la IBM. Coltejer pareció tomar la nueva revolución científica y técnica.
delantera cuando anunció que empe El trabajo humano era eliminado en el
zaba a construir las instalaciones es ciclo completo del proceso producti
352 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Bibliografía
DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA, UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA, Estructura de clases en
Colombia, Bogotá, 1971.
ECHAvARRÍA, ENRIQUE. Historia de los textiles en Antioquia, Medellín, 1942.
ECHAVARRÍA, JUAN JOSÉ. «LOS factores determinantes de la industrialización colombiana entre
1920 y 1950», Coyuntura Económica, Fedesarrollo, Vol. XIV, N.° 1, Bogotá, 1984.
GÓMEZ MARTÍNEZ, FERNANDO, y ARTURO PUERTA. Biografía económica de las industrias de Antio-
quia, Medellín, Bedout, 1946.
MAYOR MORA, ALBERTO. Ética, trabajo y productividad en Antioquia, Bogotá, Ed. Tercer Mun
do, 1984.
MESA, DARÍO. «Treinta años de nuestra historia, 1925-1955», en: Colombia, estructura política
y agraria, Bogotá, Ed. Estrategia, 1971.
MISAS, GABRIEL. Contribución al estudio del grado de concentración en la industria colombiana,
Bogotá, Ed. Tiempo Presente, 1975.
OCAMPO, JOSÉ ANTONIO y SANTIAGO MONTENEGRO. Crisis mundial, protección e industrializa
ción, Bogotá, Cerec, 1984.
POVEDA RAMOS, GABRIEL. Políticas económicas, desarrollo industrial y tecnología en Colombia,
1925-1975, Bogotá, Colciencias, 1976.
Capítulo 15 357
Historia de la población de
Colombia: 1880 -2000
Anfiteatro del Hospital
José Olinto Rueda Plata San Juan de Dios,
en Bogotá, grabado por
Ricardo Moros Urbina
La población colombiana publicado en el
"Papel Periódico
a fines del siglo XIX. Ilustrado". Los largos
La decadencia demográfica períodos de guerras
civiles hacen que entre
l finalizar el siglo XIX, la pobla
A ción colombiana reflejaba el im
pacto de los largos períodos de guerras
civiles, inestabilidad política y estan
1870 y 1905 el país
alcance el crecimiento
de población más bajo
de su historia: sólo
del 13 por mil.
camiento económico atenuado sólo
por fugaces períodos de bonanzas eco
nómicas y frágiles intentos de recon
ciliación política. Entre 1870 y 1905 el
país alcanza el ritmo de crecimiento
demográfico más bajo de su historia,
igual al de 1851-70, con un incremento
anual promedio de trece personas por
cada mil habitantes. Cien años antes,
a finales de la Colonia, el crecimiento
de la Nueva Granada era sensiblemen
te superior. Superadas las luchas de la
conquista, se inicia durante los siglos
XVII y XVIII una fase de rápida expan Este cuadro de acelerada recupera
sión demográfica, mestizaje y pobla- ción demográfica durante la Colonia
miento progresivos. Hacia 1778 la po varía, en cuanto a su intensidad, con
blación del país ascendía a cerca de el inicio de las luchas de la indepen
ochocientos mil habitantes, y dos años dencia y se acentúa con el prolongado
antes del grito de independencia se es período de guerras civiles que sucedie
timaba, quizá con exageración, en un ron a las gestas emancipadoras. Los
millón trescientas mil personas. censos levantados durante la Repúbli-
358 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Cuartel de peones lles interandinos permanecían prácti finalizar el siglo XVIII, en el oriente del
en una hacienda camente despoblados a mediados del país se concentraba el 53 % de la po
antioqueña, siglo pasado. Los puertos de Carta blación; en el sur-occidente sólo el
a comienzos de siglo. gena y Santa Marta, las poblaciones ri 22 %; en la costa atlántica cerca del
En ese momento,
como en las últimas bereñas del Magdalena; las zonas mi 16 % y en el centro el 9 %. Se observa
décadas del siglo neras y las vertientes y altiplanicies an cómo, a lo largo del siglo XIX, la costa
pasado, existe una dinas concentraban más del 90 % de atlántica va perdiendo importancia re
extraordinaria la población nacional. Hacia 1870, la lativa, al igual que el oriente, en favor
movilidad de la mitad de la población residía en el del occidente del país. Este crecimien
población,
prácticamente en oriente colombiano (Santanderes, Bo- to diverso obedeció básicamente al
todo el territorio yacá y Cundinamarca); el 30 % en el efecto de la mortalidad diferencial de
nacional. Se destaca, sur-occidente, en lo que hoy son los las regiones, en gran medida deter
sobre todo, la departamentos de Antioquia, antiguo minada por las condiciones desiguales
colonización Caldas, Valle, Cauca, Chocó y Nari- y cambiantes del desarrollo regional.
antioqueña en el
Gran Caldas y norte ño; el 8 % en el centro (Tolima y Hui- No debe concluirse de lo anterior
del Valle y Tolima. la) y el 12 % en la costa atlántica. que las migraciones internas fueran de
Pese al notorio grado de concentra poca importancia. Por el contrario, lo
ción en el oriente colombiano, se evi que caracteriza al siglo XIX, y sobre
denciaba una redefinición de los pa todo a las décadas finales, es la ex
trones de asentamiento que habían traordinaria movilidad de la población
predominado durante la Colonia. Al prácticamente en todo el territorio na
Capítulo 15 361
cional. Sin embargo, dichos éxodos tu más densamente poblados como Cun-
vieron un carácter marcadamente in- dinamarca, Boyacá, Santander y Antio-
trarregional, y en algunos casos inter quia. De esta suerte, los cambios en la
nacional. En Cundinamarca el auge de economía nacional fueron sentando las
la economía tabacalera de mediados bases de un desarrollo regional más
de siglo abrió nuevas fuentes a la in equilibrado.
versión nacional, desplazando capita En síntesis, las últimas décadas del si
les e importantes contingentes de fuer glo XIX se caracterizaron por importan
za de trabajo hacia la vertiente occi tes y generalizados desplazamientos de
dental de la cordillera oriental y al va poblaciones campesinas y aun urbanas
lle del Magdalena. En Los trabajado hacia las zonas rurales de las vertientes
res de tierra caliente, Medardo Rivas de las grandes cordilleras, predominan
nos dejó una penetrante descripción temente en las tierras de climas medios,
del proceso de colonización del occi asiento de la economía agraria de la
dente de Cundinamarca. Miguel Sam- época.
per, Camacho Roldán y Eugenio La apertura de caminos, la construc
Díaz, vinculados a estos acontecimien ción de ferrocarriles, el desarrollo por
tos, produjeron, entre otros, una sig tuario y de la navegación fluvial, fueron
nificativa documentación acerca de la interconectando poblaciones, merca
conquista de la vertiente occidental. dos, capitales y culturas, en medio de
De no menor intensidad fueron los convulsiones políticas, bajo crecimiento
desplazamientos originados en la ex demográfico e intermitentes crisis y bo
plotación de la quina y posteriormente nanzas económicas.
del café, sobre todo en Norte de San
tander, donde la vigorosa expansión
del cultivo arrastró a miles de cam
pesinos del sur de Santander hacia Cuadro 3
este departamento y Venezuela. En el
sur de Colombia se registran igual
mente corrientes migratorias hacia el Población de las principales ciudades* en el siglo XIX
Ecuador y en la costa atlántica no fue
menor el desplazamiento de población
hacia el departamento de Panamá, 18431 r%o 18511 r%o 18701
asiento de una intensa actividad co
mercial durante este período. Dentro
de este panorama sobresale ese for Bogotá 40.086 -37.7 29.649 16.9 40.883
midable éxodo colectivo que consti
tuyó el poblamiento del Quindío, co Medellín 9.118 51.4 13.755 40.6 29.765
nocido como «la colonización antio-
queña», en lo que hoy es el sur de Cali 10.376 16.6 11.848 3.8 12.743
Antioquia, el gran Caldas, y el norte
de los departamentos del Valle del 9.896 7.4 8.603
Cauca y Tolima. La numerosa funda Cartagena 10.145 -3.1
ción de pueblos durante las últimas
décadas del siglo XIX revela la inten Barranquilla 5.651 9.8 6.114 33.7 11.598
sidad, carácter y sentido de los nuevos
asentamientos poblacionales. Socorro 10.657 42.9 15.015 3.5 16.048
Con la extensión de la economía ca
fetera en todo el territorio andino se Subtotal 86.033 0.4 86.277 17.2 119.640
crean fuentes alternativas de empleo
para los desocupados del campo, ca Fuente: 1. Melo, Jorge Orlando, «La Evolución Económica de Co
nalizando a través de flujos migrato lombia, 1830-1900» en Manual de Historia de Colombia, tomo
II, Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura, 1978/79.
rios internos la presión demográfica, * Comprende tanto la cabecera municipal como su área rural.
especialmente en los departamentos
362 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
una población es el resultado del com Hace parte ya del folclore nacional
portamiento de la natalidad y de la la idea extendida de la excepcional ca
mortalidad, cuando no se presentan pacidad procreadora del pueblo anti-
movimientos migratorios de importan oqueño. Ciertamente llegaron a ser
cia. El ritmo de crecimiento demográ ejemplares en esta región las familias
fico aumenta cuando las diferencias de copiosa descendencia, y en épocas
entre las tasas de natalidad y mortali de expansionismo demográfico este
dad se hacen mayores, y disminuye fenómeno llegó a convertirse en mo
cuando éstas se acortan. tivo de orgullo familiar y regional y, a
veces, en ejemplo de virtudes ciuda
danas. Sin embargo, fuera de la ten
Una natalidad elevada y constante dencia a matrimonios muy tempranos,
A pesar de no contar con estadísticas no existe evidencia de que los niveles
exactas sobre nacimientos y defuncio de fecundidad fueran superiores en
nes para este período, se estima que Antioquia a los del promedio del país.
en el país existía un régimen de ele Muy seguramente las pautas de orga
vada natalidad estimulado por las nización de la propiedad y del trabajo,
creencias religiosas, las prácticas de la predominancia de climas benignos,
nupcialidad temprana, la ideología na- ingresos más elevados, y la existencia
talista del Estado, las necesidades de de hábitos alimenticios e higiénicos fa
expansión de la economía, los altos ín vorables a la prevención y conserva
dices de mortalidad infantil y, desde ción de la salud determinaron una ma
luego, la práctica muy reducida de mé yor sobrevivencia de la progenie y la
todos de control natal. No es de ex formación de familias numerosas.
trañar entonces que las tasas de nata Las desiguales condiciones del de
lidad alcanzaran niveles entre 45 y 50 sarrollo socio-económico regional, la
nacimientos por cada mil habitantes, rica heterogeneidad cultural del país,
equivalentes a un promedio de siete u las variadas formas de organización fa
ocho hijos nacidos vivos por mujer. miliar y la disimilitud correspondiente
364 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
sado el país no había conformado una ceras partes del notable incremento
red urbana de importancia. Salvo Bo demográfico nacional fue absorbido
gotá, que no sobrepasaba los 80.000 por el campo. Merced a la existencia
habitantes, el resto de lo que hoy son de un producto de explotación esta
las principales ciudades no pasaban de ble, de alta rentabilidad y cultivable
ser a lo sumo pueblos grandes. en la mayoría de los departamentos, la
El crecimiento rural proseguía so presión demográfica sobre las ciuda
bre las bases de la expansión cafetera. des se contuvo en gran medida. Mas
Durante las cuatro primeras décadas esta dinámica económica simultánea
del presente siglo, más de las dos ter mente iba generando las condiciones
Cuadro 9
Distribución relativa de la población según departamentos y regiones
(1951-1973)
1951 1964 1973 1985 2000
Costa Atlántica 16.7 18.7 20.3 18.7 19.2
Atlántico 3.7 4.1 4.5 5.1 5.7
Bolívar 3.8 4.0 4.3 3.9 3.9
Cesar 1.0 1.5 2.1 2.1 2.4
Córdoba 2.8 3.4 3.3 3.1 2.9
Guajira • 9 9 1.1 0.9 1.3
Magdalena 2.6 3.0 3.2 2.2 1.7
Sucre 1.9 1.8 1.8 1.4 1.3
Bogotá D.E. 6.2 9.7 12.5 15.6 17.8
Oriente 25.0 21.8 19.4 18.1 16.5
Boyacá 6.7 5.7 4.5 3.9 3.1
Cundinamarca 7.9 6.4 5.1 4.6 3.8
Norte de Santander 3.3 3.1 3.3 3.2 3.4
Santander 6.5 5.7 5.4 4.9 4.5
Meta 6 9 1.1 1.5 1.7
Sur 11.0 9.9 9.2 8.3 7.1
Cauca 3.8 3.5 3.2 3.0 2.4
Nariño 4.7 4.0 3.9 3.5 3.3
Huila 2.5 2.4 2.1 1.8 1.4
Centro occidente 39.8 38.1 36.6 36.6 35.4
Antioquia 13.6 14.0 13.9 14.9 14.6
Caldas 4.6 4.1 3.2 2.8 2.7
Chocó 1.1 1.0 1.1 0.9 0.9
Quindío 2.0 1.8 1.5 1.2 1.0
Risaralda 2.7 2.5 2.2 2.3 2.1
Tolima 6.2 4.8 4.2 4.1 3.9
Valle 9.6 9.9 10.5 10.4 10.2
Territorios Nacionales 1.3 1.8 2.0 2.7 4.0
Total país 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
Fuente: Cuadro 8.
370 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Campesinos de Chitagá,
Norte de Santander.
El crecimiento de la
población campesina
proseguía sobre las
bases de la expansión
cafetera. Durante las
cuatro primeras
décadas del siglo XX,
más de las dos terceras
partes del notable
incremento demográfico
nacional fue
absorbido por el campo.
La formación de este
extenso campesinado
ocurrió sobre todo en
los Santanderes,
Boyacá, Cundinamarca
y Tolima, departamentos
minifundistas y de
alta concentración
poblacional.
Capítulo 15 371
Cuadro 10
Cuadro 11
Cuadro 12
Cuadro 13
Cuadro 15
Tasa de
Zona 1938 1951 1964 crecimiento
Población % Población % Población % 1938-51 1951-64
Total 8.701.8 100.0 11.548.2 100.0 17.484.5 100.0 21.9 31.4
Urbana 2.692.1 30.9 4.468.4 38.7 9.093.1 52.0 29.2 53.9
Rural 6.009.7 69.1 7.079.8 61.3 8.391.4 48.0 12.7 12.9
Fuente: Censos de población.
Cuadro 16
Tamaño de los
conglomerados 1938 1951 1964 1973
nos, como parte de las estrategias para demográfica, con miras a desarrollar
elevar los niveles de desarrollo, la la información y el conocimiento re
adopción de políticas de reforma agra queridos para la formulación de pla
ria y la implantación de la planifica nes y programas en estos campos.
ción familiar. Con la cooperación técnica y finan
Era fácil advertir el origen malthu- ciera de gobiernos, fundaciones y
siano de estas interpretaciones eco agencias extranjeras se despliega una
nómicas y demográficas, promovidas, ofensiva en todos los campos relacio
por lo demás, por los países industria nados con la planificación poblacio-
lizados de occidente cuya preocupa nal. Se abocan de esta manera aspec
ción e interés por el problema los ha tos concernientes a la investigación y
bían conducido a aplicar todos sus re la información, la formación de recur
cursos políticos, económicos, científi sos humanos, el desarrollo institucio
cos y tecnológicos al objetivo de con nal, la creación de la infraestructura
trolar la expansión demográfica y sus de servicios, la educación y difusión de
efectos adversos. conocimientos sobre métodos y técni
El debate demográfico se había cas de planificación familiar, así como
abierto en Colombia con particular vi la distribución subsidiada y aun gra
rulencia, tanto por parte de los sec tuita de anticonceptivos modernos.
tores liberales como por los grupos El gobierno, por su parte, además
conservadores más tradicionales, así de los programas oficiales, favorecía
como por los voceros de la izquierda con su apoyo las actividades del sector
radical que veían en las formulaciones privado y estimulaba la canalización
neomalthusianas la mano interesada de recursos para los diversos progra
Carteles del Centro del imperialismo para impedir los mas y servicios. Dentro de la Reforma
de Planificación cambios sociales que el crecimiento Constitucional de 1968, oficializa la
Familiar, demográfico contribuía a acelerar. En planificación poblacional, otorgándole
de Profamilia, en 1965, medio de ardorosas controversias al Departamento Nacional de Planea-
año en que esta
institución inicia
ideológicas se fue abriendo paso la ción la facultad de formular políticas
en el país la idea de la legitimidad del Estado de demográficas y canalizar recursos de
política de extender su función planificadora del inversión al desarrollo de las mismas.
contención demográfica. desarrollo a la esfera del comporta Dentro del Plan de Desarrollo de la
miento demográfico. administración Lleras Restrepo se in
Fueron los médicos, a través de la cluye por primera vez en el país una
Asociación Colombiana de Facultades política de población, cuyos objetivos
de Medicina, quienes se convirtieron principales apuntaban a la reducción
en los abanderados más conspicuos del crecimiento demográfico y a la
del cambio demográfico, seguramente reorientación de los flujos migratorios
en razón de que sobre ellos recaía di hacia las ciudades intermedias. Para
rectamente la responsabilidad de la lelamente se crea el Consejo Nacional
prestación de los servicios de anticon de Población, órgano asesor del go
cepción. Oficialmente se inician las ac bierno en estas materias, en el cual se
tividades en 1962 en los hospitales uni hallaban representados el Estado, el
versitarios. En 1965, PROFAMILIA sector público, la Iglesia católica y las
comienza sus programas y en 1967 el universidades.
Ministerio de Salud incorpora las ac En 1969 se realiza la primera en
ciones de Planificación Familiar a sus cuesta nacional de fecundidad. Sus re
programas de salud materno-infantil. sultados indicaban que a mediados de
Ya desde comienzos de la década del la década del sesenta se había iniciado
sesenta, ASCOFAME había adelan en Colombia un cambio de extraordi
tado los primeros estudios sobre fe naria importancia en nuestro desarro
cundidad, planificación familiar, mi llo demográfico. En efecto, los datos
graciones internas y relaciones entre el registraban un sorprendente descenso
desarrollo económico y la dinámica de la fecundidad. Se había iniciado en-
Capítulo 15 381
Gráfico 5A
Composición de la población por edad y sexo (1964)
HOMBRES MUJERES
384 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
permitido que los colombianos vivan caída de la fecundidad en las áreas ur
hoy en promedio cinco años más que banas y, en segundo término, el des
a comienzos de la década de los sesen censo de las tasas de inmigración a es
ta; en ese momento la esperanza de tos centros, cuyo desarrollo demográ
vida llegaba a 58 años para ascender a fico se venía nutriendo casi en un
63 en el presente. Restan aún avances 50 % del aporte de las corrientes mi
importantes para que nuestra expec gratorias. Los estudios de población
tativa de vida se equipare a la de los realizados por el DANE entre 1982 y
países desarrollados, en los cuales ha 1984 en más de cincuenta ciudades
ascendido a 75 años. han permitido establecer que la decli
El mejoramiento observado en las nación del crecimiento urbano es un
condiciones de mortalidad ha obede fenómeno que se profundiza en todo
cido fundamentalmente a la reducción el territorio nacional a medida que
de las enfermedades inmunopreveni- avanza la transición demográfica.
bles, las infecciosas y las respiratorias, Si bien ha menguado la intensidad
cuya prevalencia causaba las mayores del desarrollo urbano, no por ello se
víctimas dentro de la población infan han modificado las tendencias hacia la
til. Con los avances señalados y mer progresiva urbanización del país.
ced a la modificación de la estructura Cada vez son mayores el número y
de edad de la población, el cuadro de proporción de personas residentes en
la mortalidad ha variado consecuen áreas urbanas. En 1973 el 60 % de la
temente. A la par que se reducen las población vivía en localidades de más
causas de muerte de carácter externo de 1.500 habitantes. Proyecciones del
que afectan preponderantemente a los Departamento Nacional de Planea-
menores de edad, se incrementan las ción estiman que esta proporción ha
de orden endógeno propias de las per llegado al 70 % en la actualidad. El
sonas de edad avanzada: tumores ma crecimiento urbano reciente ha sido
lignos, enfermedades arterioscleróti- de tal magnitud, que el 83 % del in
cas y degenerativas del corazón y las cremento demográfico nacional obte
lesiones vasculares, entre otras. nido entre 1964 y 1973 se concentró en
Con la transición demográfica, el las zonas urbanas. Su dinámica per
proceso de urbanización acelerada pa mite esperar la absorción de casi todo
rece haber llegado a su término. el crecimiento futuro en dichas zonas.
Como se recordará, hace veinte años Con el avance de la urbanización, se
las tasas de crecimiento urbano regis profundiza la concentración en los
traban los máximos niveles del presen centros principales. En 1973 las ciu
te siglo con tasas de cincuenta y cuatro dades de más de 100.000 habitantes al
por mil, el cuádruplo de las corres bergaban el 33 % de la población del
pondientes al área rural. Todo parecía país, proporción que en el presente ha
indicar en ese momento que su ritmo ascendido al 50 por ciento.
se incrementaría en el futuro inmedia La desaceleración del ritmo de cre
to. Sin embargo, no ocurrió así. Por el cimiento demográfico ha cubierto por
contrario, las cifras censales de 1973 igual a las diversas secciones del país,
revelaban una reducción importante, pero con características diferenciales,
alcanzando una tasa de cuarenta y tres consolidando las nuevas tendencias de
por mil. De igual manera las princi redistribución espacial de la población
pales ciudades del país, salvo contadas que se advertían desde mediados de si
excepciones, vieron reducir inespera glo. Es así como los departamentos de
damente su ritmo de crecimiento (cua la costa atlántica, el Meta, el Valle de
dro 12). Cauca y los Territorios Nacionales
Dos fenómenos habían contribuido prosiguen su vigorosa expansión de las
a este comportamiento. En primer lu décadas precedentes, en tanto que el
gar, la disminución del crecimiento resto de los departamentos, ubicados
natural como resultado de la drástica en su totalidad en la región andina,
Capítulo 15 __________________________ 387
Cuadro 9
Panorámica de la
ciudad de Medellín
a finales de los
años 70, una muestra
del acelerado
proceso de
urbanización
y concentración
poblacional
en las grandes
ciudades del país.
> / / 7 , 7 7 / / 7 7 / 7 . 7 rJ 4
EDAD ¿
1’8
1’7
1’6-
1’5-
1’4
1’3
1’2-
1’1
\ 1’0-
\ 9 -
8
/ 7'
) 6
5 -
4
3
2
x 1 -
TOTAL NACIONAL
27837.932
país hace apenas dos décadas. Las Estas alentadoras perspectivas acer
perspectivas permiten esperar la crea ca de la evolución demográfica no de
ción de condiciones de vida más fa jan sin embargo de suscitar algunos in
vorables para la inmensa mayoría de terrogantes, como el progresivo en
la población. La reducción del creci vejecimiento de la población, sin la
miento demográfico, la disminución adecuada infraestructura económica y
del tamaño de las familias, la promo social para responder apropiadamente
ción social de la mujer, el descenso de a sus inminentes demandas.
las tasas de dependencia demográfica, No resulta extemporáneo tampoco
el incremento de la esperanza de vida, interrogarse sobre la conveniencia de
la baja de la mortalidad infantil, la re un estancamiento demográfico en un
distribución espacial de la población y futuro no lejano en un país como el
la desaceleración del ritmo de urba nuestro, cuyo territorio se encuen
nización constituyen en conjunto fac tra en su mayoría virtualmente des
tores particularmente propicios para poblado.
alcanzar en el futuro inmediato niveles Irreversiblemente nos adentramos
de crecimiento mayores y una más en la fase de lento crecimiento, y se
amplia apertura de oportunidades guramente el país encontrará en su
para los sectores tradicionalmente momento los ajustes que este proceso
rezagados. demande.
Nueva Historia de Colombia. Vol. V
394
Capítulo 15 395
396 Nueva Historia de Colombia. Vol. V
Bibliografía
Censo Nacional de Población y IV de Vivienda (Censo 85). Bogotá, Departamento
DANE. XV
Administrativo Nacional de Estadística, 1986.
DEPARTAMENTO NACIONAL DE PLANEACIÓN. Plan de integración nacional: 1979-1982, Bogotá,
1980, tomo II, cap. I.
FEDESARROLLO. La economía colombiana en la década de los ochenta, Bogotá, 1981.
GÓMEZ, FERNANDO. «Los Censos en Colombia antes de 1905» en Compendio de estadísticas
históricas de Colombia, Bogotá, Universidad Nacional, 1970.
HIGUITA, JUAN DE DIOS. «Estudio histórico-analítico de la población colombiana en 170 años.»
Análisis de Economía y Estadística, suplemento anual N° 2, tomo III (abril de 1940).
LÓPEZ TORO, ALVARO. Migración y cambio social en Antioquia en el siglo XIX, Bogotá, CEDE,
1970.
RUEDA, JOSÉ OLINTO, y CECILIA LÓPEZ DE RODRÍGUEZ. «La transición demográfica en Colombia
y sus implicaciones sociales y económicas». Revista de Planeación y Desarrollo, vol. LX,
N.° 1, enero-abril, 1979.
VILLEGAS, JORGE. «La colonización de vertiente en el siglo XIX en Colombia», Estudios Rurales
Latinoamericanos, vol. 1, N.° 2, mayo-agosto, 1978.
397