El estado de California propenso a los terremotos, está muy lejos de ser el lugar ideal para colocar metal sobre el agua y esperar que se mantenga en su lugar. Sin embargo, los ingenieros del nuevo tramo oriental del Puente de la Bahía de San Francisco – Oakland manifiestan que esta estructura debería de permanecer por lo menos 150 años. Cuando el nuevo tramo abra posteriormente en este año, el puente de la Bahía se extenderá 624 metros, convirtiéndose en el puente colgante auto anclado más largo del mundo.
A diferencia de un puente colgante convencional, en el que los cables se anclan en la orilla, el puente de la Bahía no puede depender del suelo fangoso de los alrededores, el mismo que amplifica los movimientos sísmicos. Es por ello que el puente está anclado a sí mismo, con un único cable enrollado alrededor de la autopista y sostenido en alto por una torre de metal.
La torre de acero asume la carga de soportar el puente. Para mantenerse firme durante los terremotos que sacuden los cimientos, la torre contiene cuatro columnas de acero unidas por placas llamadas shear links. Las placas se endurecen cuando el viento sopla, manteniendo estable el puente de 70.4 millones de toneladas . No obstante, en un terremoto, los shear links absorben los movimientos de la tierra e incluso se rompen si el estremecimiento es lo suficientemente intenso, evitando daños al resto del puente. TIM NEWCOMB