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CAMINANDO

EN BUSCA

DE DIOS

Amando Jesús
07 Setiembre 1998

INTERPRETACION DE LA PORTADA

La montaña con el camino siempre en ascenso representa la vida espiritual.

Los árboles secos que anteriormente estuvieron frondosos y llenos de frutos jugosos, representan las cosas
mundanas que nos seducen y endulzan embriagando nuestros sentidos, adormeciendo nuestro espíritu en un
mundo de ilusiones y falsos valores, sumiéndonos en la ignorancia y la superstición, que luego, al darnos
cuenta, tomamos conciencia de su verdadera dimensión y valor, así, se tornan en lo que realmente son, algo
hueco y sin vida.

Las grietas en el camino son tentaciones que se nos presentan en todo nivel, tratando siempre de desviarnos
de nuestro propósito, así como las dificultades que nos retrasan en el camino si no sabemos afrontarlas
adecuadamente, si caemos, podemos llegar hasta lo más profundo, y tal vez, para nunca retomar el camino.
Cuanto más alto se está, más dura es la caída; se debe tener en cuenta que es grande aquel que cien veces cae
y ciento un se levanta.

El báculo en el cual nos apoyamos para andar en el camino, representa la fe en los designios de Dios y la
esperanza de saber que hay un mundo mejor, que nosotros los seres de la tierra lo podemos habitar.

La lámpara atada al báculo es el conocimiento siempre en equilibrio que ilumina nuestro camino para llevar
la correcta dirección y no tropezar.
Las nubes representan el velo de la impaciencia que no nos deja ver la realidad en toda su magnitud, hasta
que podamos disiparla con las virtudes de la paciencia y la constancia

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DEDICATORIA

Este libro va dedicado principalmente a mis hijos y a mi esposa que fueron en quienes me inspiré para
hacerlo, pensando en dejarles un legado para su realización espiritual.

También está dedicado a todas aquellas personas que están “Caminando en busca de Dios”.

AGRADECIMIENTO

Tengo tanto que agradecer y a tantas personas, que espero ser comprendido por aquellas a quienes no
mencione, pero sólo nombraré a los que han influenciado más profundamente en mi vida.

Agradezco a:
Mi amado Padre Interno, que me dio la Vida.
Mis amados Guías, Ángeles y Maestros que se encuentran detrás del velo, por todo lo que han hecho y están
haciendo por mí.
Mi amada esposa, por su comprensión, amor y apoyo.
Mi muy querida Sra. Martha, que me sirvió de guía y me afirmó en el camino a través de sus libros y
consejos.
Mis amados amigos Oscar B., ME B. y Ricardo B., quienes me enseñaron a andar con paso firme en el
camino.
Mis amados Padres, hermanos, amigos y personas que se cruzaron en mi camino, porque gracias a ellos,
también aprendí.
Y a mi querido amigo Ernesto, por su crítica y colaboración en revisar y corregir este libro.

A todos ellos, BENDITOS SEAN.

PROLOGO

Desde que estuve en el colegio, no me gustaron las letras y mucho menos imaginé que algún día escribiría
un libro, ahora estoy aquí, escribiendo lo que será ¡Mi Libro!, esto motivado por el afán de poder compartir
con otras personas mis experiencias, que espero, tal vez, puedan ayudarlas en el recorrido de este camino,
que una vez para mí, fue incierto. Mi intención no es figurar como un gran escritor, ¡no!, lo que quiero hacer
a través de este libro, es como ya lo he dicho, compartir con la mayor cantidad posible de personas mis
experiencias y logros obtenidos a lo largo del camino recorrido durante mi vida en busca de esa fuerza, ese
ser supremo que llamamos DIOS. No soy una persona dada a los tecnicismos, ni frases rebuscadas, por el
contrario, siempre me ha gustado encontrar una explicación simple a las cosas para que puedan ser
entendidas, si es posible, por todos.

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No pretendo parecer un erudito o creerme muy especial al escribir estas cosas, porque nada es nuevo, todo
siempre ha existido, los llamados descubrimientos, no son mas que redescubrimientos, los conocimientos no
son exclusividad de éste o de aquel, porque los conocimientos son universales y siempre han estado allí; lo
que sucede es que son pocos los que ahondan en sí mismos investigando y luego, como maestros, los dan a
sus discípulos y estos los hacen suyos enriqueciéndolos con nuevas investigaciones y experiencias para
después también entregarlo, pero siempre teniendo un ideal elevado como faro que los guía; por eso, lo que
humildemente pueda transmitir a través de este libro, no pretende competir con tratados brillantemente
expuestos por personas estudiosas más entendidas en los puntos que trato, tan sólo, repito, son experiencias
expresadas libre y sencillamente para quién pueda servirle de ayuda.
Acerca del título, diré que fue algo que salió desde el fondo de mi alma, porque eso es lo que ha significado
mi vida hasta ahora, un camino para llegar a Dios, de ese Dios del que nos hablan nuestros padres, luego en
la escuela, pero que para mí, no bastaba con sólo oír bellos relatos acerca de él y de los grandes poderes que
tenía, ¡no!, no era suficiente, pensaba que no podía ser tan lejano o tan ilusorio; debía haber algo más
consistente, más palpable, algo que llenara todo y sea percibido de alguna manera por todos y porque no,
también verlo y comunicarnos como un hijo se comunica con su padre; y es así como en mi vida comencé a
ir “Caminando en Busca de Dios”.

Bien, ahora empezaré a llevarlos en un viaje por lo que me tocó vivir; esto lo hago con la esperanza de poder
lograr orientar a aquellas personas, que como yo, en algunos momentos se encontraron con un vasto camino
por recorrer y no sabían que hacer o por donde empezar. Tal vez, algunos exclamen… “esto es lo que me
está pasando” o “yo también pasé por algo similar” o “pamplinas, todo esto son pamplinas”; de cualquier
modo espero poder ayudar un poco ya que en estos tiempos en que nuestro mundo se encuentra tan
convulsionado, donde la gente no sabe que camino seguir, donde la angurria, el odio, el rencor y el egoísmo
se apoderan de las personas; cada quién está en pos de beneficio personal sin importarles que en su loca
carrera por el poder, se llevan de encuentro a los más débiles, siendo perjudicados los niños, los desvalidos,
los desposeídos, los ignorantes. Estos sucesos son la antesala del fin que se avecina, del fin que nos llevará al
inicio del recomenzar, de volver a los valores perdidos, de las cosas simples, de lo que realmente tiene valor.
Finalmente debo decir, que en el caótico mundo contemporáneo, existen seres sinceros, quienes buscan una
luz que les de fe y esperanza, una luz que les indique, que a pesar de todo, aún se puede lograr “Algo”. Es
pues para ellos que va este libro.
AMANDO JESUS

MI INFANCIA

INFANCIA

Fue un día de junio, corría el año de 1958, en una habitación de nuestra casa en Santa Beatriz, los ajetreos se
hacían cada vez más intensos cuando, a las 5.20 a.m. entre retortijones y quejidos de dolor, mi madre me
trajo al mundo; por ese tiempo se estilaba todavía dar a luz en casa. Era el último de los tres hijos varones
que en ese momento conformaba nuestra familia; siete años más tarde comenzarían a llegar las tres niñas.
Pertenecía a una familia normal de clase media sin nada en especial, tan sólo un gran amor y respeto por la
familia.

Mi infancia transcurría en forma normal como la de cualquier niño de mi época, entre juegos, travesuras,
golpes, peleas y llantos; pero sí en un ambiente familiar de mucho amor. Mi hermano Mario me llevaba un

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año de diferencia y Carlos tres, que era el mayor. Era divertido tener un jardín de infancia en casa, me refiero
por el número de niños que éramos y las edades, porque nos comprendíamos bien en los juegos y también en
las peleas; ahora que tengo dos niños me pongo a pensar en lo duro que a de haber sido para mi madre el
cuidarnos, no sé de donde sacaba tanta energía al atendernos y llevarnos muy seguido al parque que estaba
frente a nuestra casa para que jugáramos y regresáramos trayéndonos parte del las plantas y tierra entre los
dedos, la ropa y los bolsillos; realmente era admirable y pienso lo mismo de todas las madres que como ella
han criado y están criando a sus hijos con amorosa mirada; ahora que lo pienso, no debe ser difícil cuando en
todo este trajín esta el amor de manifiesto, porque el amor todo lo puede.

Mi padre, un hombre honesto, recto y disciplinado, diría que una disciplina casi militar, de principios
elevados, nos daba amor a su manera, muy trabajador y amante de su familia, tuvo una niñez muy dura
viviendo tiempos muy difíciles, yo siempre lo he admirado, él ha sido mi primer maestro en la vida junto
con mi madre, si bien es cierto, no era de hablarnos mucho pero con su ejemplo bastaba para darnos cátedra
de lo que era lo correcto, lo honesto y lo justo; siempre dispuesto a colaborar con mi madre en los
quehaceres de la casa, era del concepto que en el hogar la pareja debía trabajaba unida para salir adelante
porque la unión y el amor son el cimiento de una familia sólida.

Mi madre fue una mujer excepcional, había pertenecido a una familia acomodada y como tal, fue criada
dentro de las normas de refinamiento y conducta propias de su clase, con padres amorosos y honestos; era la
menor de cuatro hermanos, dos hombres y dos mujeres. Desde joven había dado muestras de juvenil rebeldía
y espíritu de aventura dando dolores de cabeza a mis abuelos poniéndolos más de una vez en situaciones
angustiosas; era muy decidida e independiente, una muestra fue el casarse con mi papá contra la voluntad de
ellos. Sufrió mucho para salir adelante en su matrimonio ya que cuando se casó no sabía ni freír un huevo y
ni colocar siquiera un botón; después a fuerza de tenacidad, voluntad y amor por su familia logró preparar
los mejores platillos que había probado y podía confeccionar ropa para todos nosotros y para ella con muy
buen acabado y diseños, sin haber asistido a ningún curso.

A medida que fui creciendo, comencé a ir tomando conciencia de aspectos de la vida que me iban
intrigando, siendo el más impactante para mí el asunto de la muerte. En ocasiones, en la casa se reunía la
familia por parte de padre, en esas reuniones familiares, cuando llegaba el momento en que los chicos debían
irse a dormir, los adultos se sentaban en torno a la mesa de comedor a charlar, no se porqué, o tal vez sea un
asunto que preocupaba a todos de una u otra forma, siempre llegaban a tocar el tema de la muerte “¿Te
acuerdas de fulano de tal?” decía un tío, “sí, lo vi la semana antepasada”, respondía otro, “bueno, murió
antes de ayer de un paro cardiaco”, concluyó el primero, “pero si cuando lo vi parecía estar muy bien…;
como son las cosas ¿no?, un día estas como si nada y de un momento a otro ¡zas! todo acabó”, “¿cómo será
la muerte?, ¿Que pasará con uno o que sentirá en esos momentos?” repuso otro, y no importaba si yo estaba
dormido pero apenas escuchaba nombrar la palabra “muerte” me despertaba y entre una mezcla de miedo y
curiosidad por encontrar alguna respuesta, agudizaba mi oído tratando de escuchar algo que me ayudara a
comprender y despejar ese temor a lo desconocido, ¡si! a lo desconocido de ese algo que todos
ineludiblemente tenemos que llegar algún día, la muerte.

Después de mi séptimo cumpleaños nació Cecilia, mi primera hermana; fue todo un acontecimiento porque
era la primera hija mujer y mi madre daba a luz en el hospital; mi padre no cabía en él, ella era su adoración,
y aún lo es. Más tarde, aumentaría aún más nuestra familia con la llegada de las otras dos niñas, Pilar y
María Elena.

En aquellos tiempos yo tenía unos sueños muy especiales en los cuales se daban experiencias muy vividas,
tal es así que en ocasiones cuando soñaba con algo bello que me hacía sentir bien y despertaba, me ponía a
llorar porque había sido un sueño; en otras ocasiones cuando en sueños obtenía algo, lo guardaba bajo mi
cama o almohada y al despertar lo buscaba con avidez pensando que estaba allí, pero como era lógico, no lo
hallaba poniéndome triste por eso. Tuve momentos en los que en cierta forma controlaba mis sueños, porque

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si me despertaba durante un episodio importante, cerraba los ojos y me volvía a dormir continuando con él
hasta terminarlo.

En cierta oportunidad caí enfermo con fiebre alta y ocurrió algo peculiar. Estaba durmiendo y me había
tapado hasta la cabeza, como algunas veces lo había hecho para dormir, en eso sentí una sensación como si
mi cuerpo se hubiera hinchado hasta tal punto que sobresalía de la cama y vi a mi madre pasar varias veces
al pie de mi cama, escuchándola hablar con alguien, al parecer con uno de mis hermanos y creo que estaba
disgustada por algo; me sentía flotar y tenía algo de presión en el cuerpo, luego quedé inconsciente; después
cuando desperté comprobé que efectivamente mi madre había pasado varias veces seguidas al pie de mi
cama y estaba molesta con uno de mis hermanos, de allí me puse a pensar en esa sensación que tuve y el
hecho de haber visto a mi madre pasar estando dormido con la cabeza tapada.

Cuando tenía entre 8 y 9 años aproximadamente, acaeció el fallecimiento de mi abuela materna, que por ese
entonces se encontraba viviendo con mi abuelo en el departamento de Tacna, al sur de Lima, este fue un
duro golpe para mi madre, era la primera vez que la veía derrumbarse. Tuvo que viajar de inmediato y
después le dimos alcance con papá. Este episodio tuvo repercusión en mí, ya que por un lado, estuvo el
nacimiento de mi hermana que causó tanta alegría y por otro el fallecimiento de mi abuela que provocó gran
pesar y dolor. Por un tiempo en mi cabeza, estuvieron sonando las palabras “NACIMIENTO, MUERTE”.
Luego mi madre comenzó a tener experiencias muy especiales que me causaban mucha intriga y me hacían
vislumbrar algo que no podía comprender en ese tiempo; hubo momentos en los cuales se encontró
conversando mentalmente con mi abuela y en otras ocasiones soñaba paseando y conversando con ella, que
cuando terminaban se despedían y mi madre quería ir con ella, pero mi abuela le decía… “Adiós hijita ve,
porque a donde yo voy tu no puedes venir todavía”, y la veía alejarse por un camino de rosas. Siempre la
veía en un bello jardín de flores con muchas variedades de rosas, como a ella le gustaba en vida.

Mi vida siguió transcurriendo normalmente teniendo noches en las cuales soñaba con bellos lugares, otras
con pesadillas donde habían espantos que me seguían, creo que a cierta edad la mayoría de niños pasan por
esta etapa, en otras ocaciones tenía sueños sin ensueño, esto es, cuando uno se acuesta a dormir y luego
despierta como si recién hubiera cerrado los ojos y “ya es de mañana”. Me preguntaba ¿Será la muerte como
cuando uno sueña?, ¿O tal vez, como cuando uno se acuesta a dormir y pierde conciencia de todo y luego se
despierta como si no hubiera pasado el tiempo?, esto por el concepto que tenía arraigado en mi mente
concerniente a lo del juicio final, cosa que, a decir verdad, me preocupaba mucho por el hecho de que si
cometía algún pecado determinado o acumulaba una serie de otros, podía caer en la condenación eterna. No
podía concebir de que algún día nuestros padres nos dejarían, a mis hermanos y a mí, los amaba mucho y no
quería pensar en ello, trataba de sacar de mi mente esas deducciones; creo que para mi edad era alguien que
se preocupaba del asunto demasiado pronto.

Iba al colegio como cualquier niño; durante la primaria no estuve muy atento a lo que los maestros nos
enseñaban, con una imaginación vivaz y de espíritu juguetón, tenía momentos en los que me sumía en mi
mundo interno lleno de juegos y fantasías. Cuando estuve en 5to año de primaria tuve un profesor con el que
no me llevaba muy bien, parecía que existía un rechazo recíproco; mi fastidio llegó a tal punto que hasta me
enfermaba para no ir al colegio; era algo que en ese tiempo no me daba cuenta, pero mi mente creaba un
malestar estomacal que estaba afectando mi organismo, más tarde descubrí la tremenda capacidad que tiene
nuestra mente y la posibilidad de crear dolencias donde físicamente no existen, que con el tiempo se
manifiestan como problemas reales. Llegaron las vacaciones y mi padre, que por aquella época trabajaba
viajando por el sur del país, nos llevó a mis hermanos y a mí al departamento de Puno, que queda en la sierra
sur del Perú. Recuerdo el día que arribamos y nos presentaron a nuestros primos que vivían allí, eran hijos
del hermano de papá y eran contemporáneos con nosotros. Mis hermanos me habían puesto el apodo de
mono por la agilidad que tenía y me permitía treparme a muchos lugares, así que al comentarle a nuestros
primos acerca de este apodo, con la consabida explicación, pidieron una demostración y como siempre
estaba dispuesto a demostrar mis cualidades “monísticas”. Casi inmediatamente trepé por un poste de luz

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que estaba cerca a nosotros. Quedando complacida la curiosidad e inflado mi ego, regresamos a la casa de
nuestro tío, donde estabamos alojados, sin que nada presagiara que esa misma noche comenzaría algo que
cambiaría por completo mi vida. Aquella noche, comencé a sentir malestar general, tenía nauseas, todos
pensaron que tal vez la comida me había hecho daño o algo de lo que comí en el tren durante el viaje me
había caído mal; después vinieron los vómitos y dolores abdominales, tal fue el problema, que llamaron al
médico quién vio que me había deshidratado por los vómitos, casi de inmediato, recetó suero por vía
intravenosa, porque no podía mantener nada en el estómago, ni siquiera el agua. Lo que más recuerdo de
esos momentos es a mi padre, al lado, controlando el cuentagotas del equipo de suero… “cuento con mi
cronómetro robado… cuantas gotas por minuto pasan”… me decía a manera de broma, a mi tía Angélica que
también cuidaba de mí y el terrible dolor que sentía en el brazo, porque lo tenía entablillado para que no lo
moviera y no me haga daño con la aguja del suero; en la actualidad ya no es necesario entablillar el brazo o
inmobilizarlo como antes debido a que existen agujas especiales que son flexibles, en esos momentos, cómo
hubiera deseado tener de esas. No recuerdo cuantos litros me pusieron, pero pensé que me ponían todas las
reservas de la farmacia. Calculo que habré estado unos dos o tres días en esa situación hasta que el doctor
determinó que se trataba apendicitis y ordenó mi evacuación inmediata al hospital; todo fue un gran barullo ,
todos corriendo de un lado para otro, la ambulancia corriendo por las calles haciendo sonar su sirena,
pensaba ¿Todo este alboroto por mí?, aún no estaba consciente de lo delicado de la situación. Llegados al
hospital, nuevamente los ajetreos comenzaron y fui a parar directamente a la sala de operaciones…
“¡Preparen la anestesia! - Gritó alguien - ¡¿Qué?!, ¡¿Anestesia?!, ¡No, anestesia no, no quiero que me
operen!” - respondí gritando - pero a nadie parecía importarle mi opinión, así que siguieron los correteos y
ordenes dentro del quirófano. “¡Preparen el instrumental!, ¡Traigan el bisturí!, - ¡No, bisturí no! -,
¡Esterilicen rápido!, - ¡No, que no me esterilicen! - …vaya que en ese momento yo estaba realmente aterrado
pensando que tal vez allí quedaría, no había tenido tiempo de poner mis asuntos en orden y lo peor de
todo… no estaba confesado. Entre gritos llamando a mi padre y pataletas en la mesa de operaciones, fui
quedando dormido, veía al personal moviéndose de un lado a otro, veía como me esterilizaban la zona a
operar y a un costado el instrumental, que para mí, relucía siniestramente; lo último que recuerdo haber
visto es la hipodérmica de la anestesia puesta en el conducto del suero; hasta ese momento nadie sospechaba
que mi apéndice se encontraba a punto de reventar y presentar un cuadro de peritonitis (Quiere decir que el
apéndice al reventar produce una infección generalizada pudiendo ocasionar… La muerte).

Desperté en una habitación obscura que no conocía, tenía conectado a una de mis fosas nasales un tubo que
me incomodaba mucho, estaba aturdido por la anestesia, logré reconocer a mi padre que estaba al lado;
“papá ¿Me han operado?”, - pregunté - “No hijito sólo haz dormido”, - respondió tratando de calmarme -
“¿Qué es esto que tengo en la nariz?, me molesta, que me lo saquen”, y al cabo de unos pocos minutos volví
a quedar dormido.

Al día siguiente fueron a visitarme mis hermanos, primos y tíos; Mario tenía un espíritu burlón así que no
perdió tiempo y comenzó a hacerme reír, pero a la vez, la acción de reírme producía dolor en la herida, me
incomodó un poco y pedí que lo saquen. Tenía mucha sed a causa de la operación; pero no podía, o mejor,
dicho no debía tomar ningún líquido por un tiempo; como Puno está aproximadamente a 4,000 mts de altura,
el clima es seco y mis labios estaban resecos, “en costra”, más aún, por la prohibición de beber líquidos, mi
tía Angélica pasaba por mis pobres labios cuarteados, un algodón humedecido con té; y yo desesperado
quería sorber de él; vaya que era algo angustioso y torturante.

A medida que transcurrían los días, fui recuperándome poco a poco, pero me sentía algo extraño, como si
fuera otro, indudablemente no era el mismo físicamente, porque ahora estaba incompleto, me faltaba el
apéndice. Mi carácter había cambiado, estaba más condescendiente con todos, más observador y reposado.
Todos los días, especialmente por las tardes, contemplaba a través de la ventana de mi cuarto como pasaban
las nubes encontrándole formas caprichosas, cosa que antes no había hecho. Al frente de la ventana,
aproximadamente a unos 10 mts, había un muro en el cual todas las mañanas se posaba un hermoso y
robusto petirrojo, cantando las más bellas melodías que había escuchado y sentía que estaba allí

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especialmente para deleitarme, lo cual me hizo sentir algo muy bello. Mi habitación quedaba hacia el interior
del hospital, luego de unos días me cambiaron a otra que estaba hacia el frente, donde podía ver la calle y el
majestuoso lago Titicaca; al costado derecho del hospital, curiosamente, había una especie de cárcel de
donde todos los días provenía una música autóctona interpretada por los mismos internos; al escuchar sus
melodías sentía un gran recogimiento, como si captara su sentir y producía en mí un sentimiento de
compasión por ellos, pensaba en esa pobre gente privada de su libertad, tal vez, por algo que no han hecho o
porque hicieron daño de alguna forma a alguien, también pensé: “¿Por qué el ser humano tiene que
comportarse de forma equivocada?, ¿Por qué en unos momentos llega a la violencia cegado por sus
pasiones?, ¿Acaso no podemos vivir en paz y armonía?”; estas inquietudes se las hice saber a mi padre que
luego de haberme escuchado atentamente, me contestó: “Sí hijo, lamentablemente a pesar del tiempo
transcurrido, el ser humano aún no ha aprendido a vivir en armonía”; le pedí si era posible, cuando me
dieran de alta, ir a visitarlos, a lo que me contestó que lo haríamos si se daba la oportunidad,
lamentablemente no lo hicimos porque tenía que recuperarme y viajar pronto a Lima, ya que me esperaba el
colegio y una angustiada madre.

Al cabo de un tiempo salí del hospital y tenía la sensación de estar caminando en el aire, veía a la gente por
la calle y sentía una profunda compasión por ellos; no podía explicarme el porque de esa sensación y esos
sentimientos; comencé a ver la vida de otra manera, me volví más observador y pasaba largos momentos en
una inexplicable contemplación, era como si mi mente viajara a través de las distancias sin tiempo, sentía
nostalgia ¿no sé por qué? o ¿de qué?. Con motivo de mi recuperación nos quedamos un corto tiempo más y
luego regresamos a Lima; al llegar me encontré con la mala noticia de que mi situación en el colegio no era
buena, teniendo que rendir un examen que sería la definición para mi pase a la secundaria; en esas
circunstancias fue que mamá me dijo estas palabras mágicas… “Si no apruebas, repetirás el año y tendrás
que volver con el mismo profesor”; de modo que… no sé lo que hice, pero, rendí tal examen, que mi
promedio final fue de 13 sobre 20; antiguamente se obtenía una nota promedio de todas las pruebas y si era
aprobatoria se pasaba de año y lo había logrado en el último esfuerzo.

Cuando pasé a la secundaria mi carácter cambió, fue el de una persona más seria y responsable, tal fue el
cambio, que aquel año, obtuve el primer puesto en calificaciones de mi salón y con orgullo fui a mostrar el
diploma obtenido al que fue mi profesor en primaria (Antes se otorgaba diplomas al primer y segundo
puesto pero después, cuando estuve en el tercer año, ya no se hizo, así se malogró mi colección). Tal vez, al
mostrarle el diploma al profesor, fue con la intención de demostrarle que no era lo que él podría haber
pensado de mí o por orgullo. Así continué mis estudios con la experiencia del primer año y mantuve mi
primer puesto hasta terminar el quinto año de secundaria.

EN LA ADOLESCENCIA Y LA JUVENTUD

EN LA ADOLESCENCIA Y LA JUVENTUD

En la secundaria por mi carácter serio y dedicación al estudio, gané gran ascendiente con mis compañeros,
todos me querían y respetaban, al menos eso me demostraban. Me gustaba mucho el deporte, especialmente
la gimnasia, tenía mucha agilidad y habilidad para ello. Cuando pasé a tercer año de secundaria, Mario
estaba en cuarto y Carlos en quinto, me llamó mucho la atención un libro de psicología de cuarto año, no era
muy dado a la lectura prefería las ciencias a las letras, comencé a leer ese libro porque trataba de la conducta

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humana, de las personalidades, de cómo la mente se iba desarrollando, etc. No sabía porque esos temas
comenzaron a tomar interés para mí, otros temas que también captaron mi atención fueron anatomía y
ciencias naturales que trataban acerca de las células, los organismos, la evolución de las especies, etc., sin
saberlo esto me estaba preparando para lo que después vendría, tal vez abriendo mi campo mental para poder
entender y comprender cosas que conocería más adelante.

Dentro de nuestros horarios semanales, habían horas libres donde no tratábamos ninguna materia. Un día
que tuve una de esas horas libres, pasé por el aula de cuarto año de secundaria y en ese mismo momento el
profesor de psicología estaba dando clases; esto captó mi atención y me quedé cerca a la puerta
escuchándolo, él al notar mi presencia se dirigió a mi preguntándome: “¿Te interesa la clase?” A lo que
tímidamente respondí: “Sí profesor”, Añadió: “¿Quieres pasar a sentarte?”, enseguida entré al salón algo
asustado porque estaba en un aula que no era la mía y para colmo de un año superior, esto era como invadir
territorio ajeno, a pesar de eso me encontraba contento ya que no era muy cómodo estar parado en la puerta
toda la hora escuchando una clase tan interesante para mí. Tomé asiento en la primera fila, en una carpeta
que estaba vacía, parecía como si hubiera estado reservada para mí, porque cada vez que iba, siempre estaba
vacía, desde ese día me convertí en un nuevo alumno de esa clase, cada vez que mis horas libres coincidían
con esas clases, que curiosamente eran muy frecuentes, me sentía muy bien allí, inclusive tenía la osadía de
intervenir, cosa que le divertía y satisfacía al profesor. Después, cuando pasé a cuarto año, asistí a las clases
de filosofía y lógica de quinto año porque ya sabía lo que correspondía al mío, a la vez, que era el mismo
profesor al cual admiraba mucho por sus conocimientos y su actitud tan abierta conmigo que estaba
interesado en sus clases, en un momento que aún no me correspondía, logrando interesarme más en esas
ciencias.

Ese año hubo una situación especial en casa que me abriría las puertas al conocimiento profundo del ser y el
camino a la respuesta que tanto me preocupaba hallar…. “La muerte”. Mi abuelo por parte materna, llegó a
casa para alojarse con nosotros por un tiempo, debido a que se encontraba delicado de salud, trayendo
consigo, como parte de su equipaje, entre otras cosas, tres libros que atrajeron la atención de Carlos, Mario y
mía, eran: “Las Dramáticas Profecías de la Gran Pirámide” de Rodolfo Benavides, “Yo Visité Ganímedes”
del peruano Yosip Ibrahim y “El Tercer Ojo” de Lobsang Rampa; mis hermanos se apoderaron de los dos
primeros libros, no sé porque extraño impulso tomé el libro “El Tercer Ojo”, fue el primer libro en mi vida
que leía con interés pues este libro captó en mí gran fascinación. Debo aclarar que no me gustaba la lectura y
cuando tenía que hacer algún trabajo, en el colegio, en base a una lectura, sólo leía el prólogo, hojeaba
algunas partes del libro y el final, con eso me bastaba para hacerlo.

A través de la lectura me sentía identificado con este personaje, un Lama Tibetano que relataba su vida en un
país del que nunca había escuchado hablar, sentía dentro de mí, que había encontrado el camino para llegar a
la respuesta de mis interrogantes acerca de la vida, la muerte y más. A medida que leía, me sentía como
transportado por los parajes, alturas, profundidades, ciudades y misterios del Tíbet de ese tiempo.
Avanzando en el libro, me daba cuenta que algo dentro de mí cobraba vida, como si empezara a recordar
cosas que ya antes había sabido, sentía una especie de excitación por las cosas que iba descubriendo, había
algo muy especial en todo esto y era porque en mi mente todo era posible, todo me resultaba tan familiar, no
era necesario que nadie me convenciera, porque para mí era aceptable la Telepatía, la Clarividencia, los
Viajes Astrales, la Reencarnación; pero quería saber más, quería saber como llegar a todo eso. Es así, como
comenzó mi investigación seria por los caminos de las llamadas “Ciencias Ocultas” que ahora ya no lo son
para mí, sin perder identidad dentro de mi religión, que luego pude comprender mejor a través de estos
conocimientos, logrando una mayor identificación, más consciente y más profunda.

Los conocimientos comenzaron a ir llegando de diferentes y curiosas maneras, unas por artículos en
periódicos y revistas, otros por documentales o a través de personas en forma aparentemente casual.
Recuerdo que hubo una feria del libro en el distrito de Miraflores, al cual acudimos mis hermanos y yo,
caminamos entre los estantes acondicionados para la ocasión, cuando de pronto… volteo la mirada… y justo

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enfrente mío, casi a la altura de mis ojos, en un exhibidor rotatorio, vi algo que hizo que abriera
desmesuradamente los ojos (y creo que la boca también porque Carlos lo notó), era un libro titulado “Usted
y la Eternidad” escrito por nada menos que Lobsang Rampa. Lo que provocó mayor entusiasmo en mí fue
cuando lo comencé a hojear, mi pulso comenzaba acelerarse y el corazón parecía una pelota de basket
rebotando a manos del mejor jugador en acción. Allí en mis manos tenía un libro donde me explicaba la
forma de poder ver el cuerpo etérico, el aura, desarrollar la telepatía y la psicometría, y además, ¡poder
realizar viajes astrales!.

La ciencia moderna ha logrado determinar através de pruebas e instrumentos, que existe una energía que
emana de nuestro cuerpo. Bien, para poder entender esto, debemos tener en cuenta que nuestro cuerpo está
formado por tejidos, estos por moléculas, estas por átomos y estos a su vez por electrones, neutrones,
protones, etc., todos en constante movimiento. Sabemos también, que todo lo que tiene movimiento produce
energía; ahora bien, nuestro cuerpo emite un tipo de energía sutil, que bajo ciertas circunstancias, puede ser
visto por el ojo común, al igual que se puede ver, también bajo ciertas circunstancias, la energía que circunda
los cables de alta tensión, es una especie de bruma, algo brillante que nos rodea, siguiendo exactamente
nuestros contornos formando un doble, esta energía es la más grosera o densa, si se quiere decir, que existe
después del cuerpo físico, que también es energía pero más condensada.

Todo lo que existe es energía pero en diferentes niveles de condensación; en el caso del aura que circunda el
cuerpo, es de un tipo de energía más fina, más sutil y muestra coloraciones que emanan de acuerdo al estado
de ánimo o salud del individuo y es posible percibirla bajo ciertas circunstancias y adiestramiento del
observador. La telepatía, como ya todos o la mayoría sabe, es la transmisión del pensamiento a través del
espacio, de un sujeto emisor a otro receptor. La psicometría es la forma de ver a través de nuestro tacto,
sintiendo impresiones del objeto analizado, a través de imágenes mentales que se refieren a la historia del
objeto. Más adelante trataré de ampliar más estos y otros puntos.

Después de adquirir el libro, me aboqué a estudiarlo, con mucho entusiasmo y siguiendo sus indicaciones en
forma cuidadosa. A medida que avanzaba y hacía las prácticas, comentaba mis progresos con mi familia, a
papá no le convencía mucho la idea de que me estuviera adentrando tanto en esto, a mis hermanos no les
afectaba en nada, pero a mamá le causaba curiosidad y era quién más me comprendía, como toda madre, con
ella sí podía comentar lo que leía y las prácticas que hacía. Poco a poco iba experimentando y descubriendo
aquello que estaba más allá de nuestros “niveles de percepción” y me había llamado tanto la atención hacía
unos meses. Comencé a ver el cuerpo etérico y hasta salí al plano astral varias veces en forma
semiconsciente; digo semiconsciente porque, me quedaba dormido y entre mi sueño cobraba conciencia
sintiéndome flotar en el aire. Me di cuenta que estaba acercándome al techo de mi cuarto hasta traspasarlo,
en un momento pensé: “haber, regresaré otra vez”, no había terminado de pensar en ello, cuando nuevamente
me encontré mirando el techo y traspasándolo hasta ver las estrellas afuera luego, tal vez por, la emoción,
perdí la conciencia, pero la experiencia quedó muy vivida en mí sin dejar lugar a ninguna duda. Para
ejercitarme en ver el aura, mamá siempre estaba dispuesta a colaborar conmigo; nos pusimos en una
habitación en penumbra, sentándonos frente a frente a una distancia aproximada de tres metros uno del otro
y mientras uno cerraba los ojos, el otro se daba a la tarea de tratar de verle su aura. Logramos hacer
interesantes progresos en eso. La forma en que mirábamos era: primero nos relajábamos tomando tres
respiraciones lentas y profundas, luego debía mirar hacia el entrecejo de la persona que estaba frente a mí,
tratando de no parpadear y mover los ojos de su posición, tenía que ver al contorno de su cuerpo, abarcando
una visión periférica y así, lograba ver el cuerpo etérico. A medida que avanzábamos en las prácticas, nos
iba resultando más fácil captarlo a simple vista. Luego con el tiempo podía ver delante de mi, como a unos
cuarenta centímetros, un movimiento en el espacio, como si fuera una bruma que se arremolinaba en varias
direcciones, después me di cuenta que eras mi propia aura.

Para practicar la salida al astral, primeramente no debía estar con el estómago cargado, sin haber ingerido
alimentos recientemente, luego de un baño refrescante y con la mente tranquila, me acostaba, de espaldas,

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verificaba que no hubiera nada que me cause presión ni molestia en el cuerpo, luego comenzaba mi
relajamiento desde la punta de los dedos de los pies hasta la cabeza; una forma muy buena es pensar que
dentro del cuerpo tenemos hombrecillos que están tirando de nuestros músculos y tendones a los cuales les
ordenamos que vayan saliendo, subiendo por las piernas hasta la cintura, después seguimos con el resto del
cuerpo, vientre, pecho, espaldas, manos, brazos, cuello, los músculos de la cara, los ojos, los párpados,
cerrándolos suavemente, las cejas, el entrecejo, la frente y al final la cabeza y la nuca. Debemos tener en
cuenta que la zona de mayor tensión de nuestro cuerpo es el cuello y la nuca. Después de haber relajado todo
el cuerpo, pensaba en algo bello y tranquilo, como un amanecer o atardecer, o estando en la playa, o cerca a
un riachuelo con sus cantarinas aguas; luego de lograr tranquilizar mi mente, fijaba un punto imaginario a un
metro o metro y medio sobre mi cuerpo, de allí visualizaba un doble de mi cuerpo físico flotando unido por
un cordón luminoso a la altura del ombligo, después imaginaba que a través de ese cordón, pasaba mi
consciencia del cuerpo físico al doble que flotaba encima, como si fuera una bruma que iba llenando el
doble, en este punto ya sentía una especie de vaivén en mi cuerpo, como si estuviera flotando. Es importante
tener en cuenta que esto requiere de concentración, mucha paciencia y sobre todo persistencia, sólo se debe
practicar una vez por noche, no hay peligro alguno en ello, siempre, siempre se regresa a nuestro cuerpo
físico, es algo natural que lo hacemos todas las noches en forma consciente, semiconsciente o inconsciente;
una advertencia: Este ejercicio no deben practicarlo personas débiles de salud, especialmente aquellos
que sufren del corazón. En la actualidad existen muchos tratados al respecto y personas que enseñan a
realizar salidas al plano astral. En lo que sí hay que tener cuidado es en no caer en manos de personas
inescrupulosas que sólo buscan beneficio personal o sacar partido de ello, lo mejor que puedo recomendar es
lograr contactar a sus guías espirituales a través de la meditación, ellos son los únicos que los van a ayudar
desinteresadamente y sobre todo correctamente, después diré cómo llegar a ellos.

Carlos había leído “Yo Visité Ganímedes”, en el que un hombre relata su comunicación y encuentro con
seres extraterrestres que viven en una de las lunas de Júpiter llamada Ganímedes. Mi hermano estaba
impresionado con el relato, luego le pasó el libro a Mario y después a mí, también quedé impresionado
pensando en la posibilidad de vida en otros mundos, total no podemos creer que en un espacio infinito,
donde hallan millones de millones de estrellas, quedándome corto en las cifras, no puedan existir sistemas
semejantes al nuestro con formas de vida muy parecidas a la nuestra. Después Carlos comenzó a leer “Las
Dramáticas Profecías de la Gran Pirámide”, que al parecer le interesó más que el anterior, porque a medida
que avanzaba, nos iba contando y comentando sus hallazgos; a mí me pareció muy interesante, pero no lo leí
en ese tiempo, ya que con los entusiastas y documentados comentarios de Carlos, tenía suficiente, además
que mi esfuerzo estaba orientado hacia otro tema.

Yo estaba muy entusiasmado por las cosas que había leído y practicado, y quería hacer partícipe a todo el
mundo de lo que había descubierto, tal es así, que trataba de enseñar a las personas que conocía, todas las
cosas que hasta ese momento sabía, realmente era una persona muy vehemente en este asunto de propagar
los conocimientos de las llamadas “Ciencias Ocultas”, en realidad el único objetivo que tenía al comentarlo
con otras personas era el de compartirlo, sin darme cuenta que cometía un error. Así encontré diferentes
auditorios, unos escuchaban y se burlaban, otros les era indiferente, a otros sólo tenían curiosidad y pocos,
realmente muy pocos, se interesaban sinceramente. Hubo un compañero con quién pude conversar al
respecto, aparte de mi madre; al parecer se mostraba interesado, tal es así, que acordando hacer una práctica
de telepatía, lo cual resultó muy importante para mí, un día específico en la noche a una hora prefijada,
intentaríamos comunicarnos telepáticamente, el ejercicio consistía en que cada uno en su respectiva casa se
colocaba en un lugar tranquilo, luego se relajaba y dirigía su mente hacia el otro sin hacer ningún esfuerzo,
después yo trataría de darle un mensaje. Esa noche según lo acordado fui a un lugar tranquilo en mi casa y
pedí no ser molestado, así que me relajé, luego me concentré y pasó algo curioso en ese momento, que no
me significó nada extraño, por el contrario, lo tomé muy naturalmente, en mi mente vi a mi compañero
saliendo de unos edificios y subiéndose a una línea de microbuses de color blanco con una franja negra, en
ese momento pensé: “Ah, no estas cumpliendo con lo acordado, muy bien, ahora cuando vayas a acostarte te
vas a sentir incomodo y no podrás dormir”; esto hubiera pasado desapercibido si no hubiera sido que al día

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siguiente mi compañero no asistió al colegio, yo estaba intrigado por saber qué había pasado; al otro día él
fue a clases, al parecer sin recordar nuestro experimento, le pregunte si la noche en cuestión había salido, me
miró y dijo que sí a la vez que preguntó porqué, le hice acordar nuestro experimento, se disculpó diciendo
que no lo había recordado, entonces lo interrumpí preguntándole: “¿Te fuiste en un microbús blanco con una
franja negra?”, asombrado me preguntó que cómo lo sabía, sin contestarle seguí, “¿Por casualidad pudiste
dormir bien esa noche?, me respondió que no, que había estado muy incómodo y que no había podido
conciliar el sueño, nuevamente me interrogó que cómo lo sabía, no sin menos asombro, entonces le relate lo
ocurrido y de cómo le envié esa sugestión. Mi compañero ya no mostró interés en el asunto y nunca más
volví a intentar algo similar

Dentro de las conversaciones que tuve con algunas personas estuvieron algunos compañeros de clase, que
lamentablemente estaban inmersos en el obscuro mundo de las drogas; hablé varias veces con ellos tratando
de hacerles entender lo maravilloso que era la libertad del espíritu y la mente, también les hablé del vasto
mundo por explorar que había frente a ellos, el que me tomaba más atención me dijo: “¿Sabes? todo lo que
nos dices es muy interesante pero ya estoy en esto y así me siento bien, además, no lo quiero dejar todavía,
más adelante lo haré”, lamentablemente no se daba cuenta o no quería darse cuenta, que eso, lo estaba
consumiendo y a medida que seguía, estaba siendo atrapando más fuerte cada vez; lo interrogué acerca de lo
que sentía y pude determinar que el gozo que, según él sentía (si así se le podría llamar), era muy limitado y
lo llevaba a niveles inferiores de conciencia, donde se encuentran los elementales que son entidades de muy
bajo nivel vibratorio que sólo buscan atrapar a los incautos seres humanos para poder alimentarse de sus
emociones fuertes gozando de lo que por su naturaleza no pueden hacer. Al igual ocurre con los alcohólicos,
a su alrededor están pululando entidades que lo incitan a beber siempre más para hacerlo vulnerable a su
influencia y así poder ser manejados por ellos haciéndolos esclavos de las más bajas pasiones y los más
terribles instintos, no por maldad, porque ellos no la conocen, sino porque gustan de las emociones fuertes,
otro tanto ocurre también con los fumadores de tabaco, en los que se va atrofiando el sentido del respeto y
consideración para con los demás.

Por los años 70 había un programa de televisión muy interesante que se llamaba “El Público Quiere Saber”
que se transmitía entre las 7 y 8 de la noche, se abordaban diferentes temas del momento. Un día abordaron
el tema del llamado fenómeno OVNI, en casa todos estabamos pendientes de él. Entre el público asistente al
programa hubo una persona que por su aspecto y las preguntas que hizo, nos llamó la atención; no se porqué,
pero en ese momento sentí unos deseos enormes de conversar con él, le dije a mi padre que quería ir al canal
de TV para tratar de ubicarlo al final del programa, nosotros vivíamos en la urbanización de Santa Beatriz y
teníamos cerca a nosotros 3 canales de TV. Mi padre no accedió debido a que era muy tarde y por otro lado,
no le parecía que debía ir, así que esa noche me quede frustrado.

En casa teníamos buena disciplina, nos acostábamos temprano. Un día, mi madre me dijo que en la noche
anterior, en un programa de TV, de la misma emisora en la cual habíamos visto el programa anterior, vio que
entrevistaban a un joven que tenía poderes para mover objetos a distancia, desmostrándolo con una pantalla
de cristales colgada en el set del canal de TV, yo estaba muy emocionado por el hecho de que había alguien
con esas facultades y sobre todo, estaba muy cerca, algo que para mí había parecido tan remoto, interrogué a
mi madre para obtener más detalles, lamentablemente no pudo decirme mucho, y nuevamente mi frustración
se hizo presente.

Por esos días mamá visitaba a una señora anciana que vivía a una calle de nuestra casa y era la madre de una
de sus amigas, fue un día sábado por la tarde, yo estaba en casa, cuando mamá llegó apurada diciéndome que
en la TV se estaba presentando, en ese mismo instante, el joven de la otra noche, inmediatamente puse la TV
en el canal correspondiente, pero ya había acabado la entrevista, entonces, de un salto fui a pedirle permiso a
papá para poder ir a buscarlo, pero se resistía, tal vez por el temor a estas cosas que para él resultaban tan
extrañas; para ese momento yo ya estaba parado en la puerta de la casa, con un pie afuera, hasta que se
manifestó la intervención salvadora de mamá que refutó todo argumento de papá, quién ya no podía

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encontrar motivos razonables para evitar que fuera, no hice más que percibir un leve gesto aprobatorio para
que en tres grandes saltos bajara las escaleras del edificio donde vivía, nosotros estabamos en el tercer piso,
saliendo raudamente, cruzando el parque y las cinco calles que me separaban del canal de TV, al llegar me
acerqué a la recepcionista, jadeante y con voz entrecortada me dirigí a la señorita que atendía: “Por favor
hace unos momentos en el programa Perú 73… el Sr. Tealdo entrevistó a un joven que movía una pantalla
de cristal sin tocarla, quisiera saber cómo podría contactarme con él”, sin haberlo percibido, en ese mismo
instante salía el Sr. Tealdo, poniéndose a mi lado para ver unos papeles, la recepcionista me dijo: “Allí está
el Sr. Tealdo, se lo puede preguntar a él”, voltee asombrado y creo que algo boquiabierto cuando él mismo
me miró y con el tono molesto que siempre lo caracterizó dijo: “¡Que quiere!”, a lo cual balbucee :
“Esteee…, usted entrevistó a… un joven que…”, “¡Bueno! ¿Quiere su teléfono?”- me interrumpió - y yo aún
más nervioso sólo atiné a mover afirmativamente la cabeza, “¡Ya!, entonces anote pues, ¡rápido!, Que estoy
muy ocupado”; la recepcionista vio mi apuro por no tener donde anotar e inmediatamente me alcanzó un
lápiz y papel, por lo enérgico y la velocidad con que hablaba pensé: “Este señor podría pasar fácilmente por
una metralleta”; ni bien terminé de escribir los datos, preguntó si no necesita nada más y si estaba conforme,
yo asentí y tan súbito como apareció igual desapareció. Después de pasado el shock del encuentro, pensé en
lo curioso de esta situación, parecía que el señor Tealdo hubiera salido en el momento preciso
exclusivamente para atenderme, fue la primera y única vez que lo vi personalmente. Ya con el número
telefónico y el nombre de la persona en mano, llegué con aire de triunfo a casa y relaté lo sucedido,
inmediatamente salí a llamar a este personaje con quién después entablaría buena amistad. Concertada la
cita, me puse a pensar en él ¿Qué aspecto tendría…?, ¿Cómo sería su casa…?. Después he pensado que eso
fue tonto de mi parte. Llegó el ansiado momento de conocerlo, me presenté puntual a nuestra cita, él abrió la
puerta… “Oscar supongo” - le dije - “Así es… pasa…”, era un joven uno o dos años mayor que yo y un
poco más bajo de estatura, tenía un aspecto muy agradable y de mirada penetrante, me invitó a sentarme y
comencé a contarle mis inquietudes y experiencias. Dejó que hablara todo lo que tenía que decir
escuchándome atentamente, pero lo que llamó mi atención es que él estaba sentado de tal modo que yo veía
su perfil y de cuando en cuando me daba una ojeada, al parecer indicándome que estaba atento a lo que
decía; hasta que llegué a la pregunta: “¿Tú… puedes ver el aura?” A lo que respondió afirmativamente,
seguidamente añadí: “¿Puedes ver la mía y decirme que ves?”, me contestó: “Desde que llegaste la estuve
viendo, y veo que te inquietó el hecho que estuviera sentado de costado a ti, bueno, es justamente una
manera de ver el aura y no es conveniente estar diciendo lo que uno ve en el aura de una persona, porque
podría no gustarle o podrías decir algo que no debieras, sólo cuando estés perfectamente preparado para
poder discernir que es lo que puedes decir y que no, es mejor callar”, así fue que mi curiosidad que pendía
de un hilo esperando asirse de una prolongada y detallada descripción cayó al vacío sin ser satisfecha. Esta
fue la primera gran lección que recibí de su parte.

Es así cómo comencé a frecuentarlo, Oscar me iba explicando las cosas que “debía” saber, también me
enseñaba que debía controlar el ímpetu de querer saber todo de una vez y de hecho, tener que cultivar la
paciencia, esta virtud es muy importante en los que siguen el camino del perfeccionamiento espiritual.
Recibí instrucciones acerca de las proyecciones astrales, el aura y sobre temas espirituales. Me sentía muy
excitado con todo lo que estaba ocurriendo y quería hacer y saber todo ¡ya!, lo que logró que redujera mi
aceleración a velocidad normal, fueron estas palabras: “Cada cosa tiene su tiempo, su momento, tienes que
trabajar en forma progresiva y equilibrada, sin apasionamientos ni desesperación, recuerda que cuando
plantas una semilla es necesario que esta sea sepultada bajo tierra y muera, luego saldrá el retoño y después
viene el tiempo de la germinación, el crecimiento, el florecimiento y finalmente podremos gozar del fruto,
pero no sin antes esperar su maduración, así, cada cosa necesita su tiempo de maduración, ten paciencia y
fe”.

Varias veces lo vi en mis proyecciones astrales, pero aún me resultaba dificultoso el poder “salir” de mi
cuerpo en forma consciente, él me asistió en algunas ocasiones cuando nos habíamos puesto de acuerdo
previamente, pero no lograba que saliera completamente y me dijo que tenía mi mente muy ocupada, con

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muchos pensamientos, originando que la parte de mi cabeza no pudiera salir completamente y esto era como
un lastre, así que me aconsejó que practicara el no pensar, es decir, acallar mi mente.

Para poder desarrollar mi clarividencia me dio un ejercicio muy simple, que consistía en recostarme
mirando el cielo por el lapso de una hora diaria por espacio de 30 días ininterrumpidos, no debía distraerme
con nada, para eso debía asegurarme que ese tiempo lo podría disponer libremente; así lo hice, aunque
pienso que hubiera sido mejor realizar el ejercicio en las mañanas, siempre a la misma hora, lo hice más a
menudo de noche. A partir de 15vo día aproximadamente, comencé a ver, muy alto en el cielo, unas
formaciones en “V” que pasaban de Este a Oeste, eran como pequeños trozos de nubes haciendo esa
formación, no podía distinguir muy bien por su lejanía; al cabo de unos días, en los cuales me encontraba
practicando, escuché un ruido, era como una especie de chisporroteo, como si fueran chispas eléctricas,
cuando de pronto, en el cielo aparecieron, entrando en mi campo visual, una formación en “V” conformada
de algo que parecían huevos de energía de color lechoso brillante y a medida que esa formación avanzaba se
separaban haciéndola más abierta y volvían a acercarse entre sí haciéndola más cerrada, produciendo ese
ruido más intenso con el movimiento, eso hizo que me levantara de donde estaba recostado, pero sin quitar
la vista del cielo, los seguí con mi vista hasta que se perdieron por encima de unos arboles que estaban frente
al edificio, yo estaba en el techo, luego apareció otra formación que pasó a más o menos dos metros sobre mi
cabeza, en ese momento fue que los pude observar con mayor claridad, después vi pasar otras formaciones
como las anteriores, a gran altura y eso me hizo saber que lo que había estado viendo eran formaciones de
energía condensada. Esta experiencia la tuve a plena luz del día y fue en un bello día de verano por la
mañana; después se lo comenté a mi amigo Oscar, quién me explicó que se trataban de glóbulos de energía
condensados que habían en el ambiente y que con sólo desearlo, se hubieran acercado a mí y habría podido
tocarlos absorbiendo esa energía. Esa fue la única vez que pude verlos, hasta ahora no he tenido la
oportunidad de volver a practicar ese ejercicio, creo que tal vez, lo intentare hacer nuevamente algún día.

Mi familia y yo, varias veces hemos visto los llamados Ovnis pasar por el cielo a diferentes alturas.
Recuerdo que un día, se me ocurrió subir al techo de mi casa, como si algo me impulsara a hacerlo, era
aproximadamente las 9 p.m. y el cielo presentaba nubosidad baja, cuando de pronto vi entre ellas una luz
naranja-rojiza en forma circular que se desplazaba en dirección sudeste – noroeste, no emitía ruido alguno,
pasando justo sobre mi cabeza. Cada vez que he tenido la oportunidad de ver uno de estos objetos fue, en su
mayoría de veces, cuando estaba sólo. Lo curioso era que cuando los veía era justo en el momento en que
levantaba la vista al cielo mirando hacia el lugar preciso para divisarlos con facilidad, como si algo me
indicara que debía mirar en esa dirección.

Otros libros que llamaron mi atención fueron, “El Principito” y “Juan Salvador Gaviota”; con este último me
identifiqué mucho, porque era cómo si yo hubiera estado representado por esa simpática ave, la cual buscaba
algo más importante, algo que sentía que había más allá de la rutina diaria y del ajetreo mundano, que al
final encontró en la vida espiritual, pensé que yo también podía lograrlo si perseveraba.

No recuerdo cual era la fecha, pero aconteció que se acercaba el cumpleaños del director del colegio. Allí
pude comprobar, que también mis compañeros lo apreciaban. Habíamos pensado hacerle una fiesta sorpresa,
nos pusimos de acuerdo con su esposa. Este evento hubiera pasado desapercibido si no fuera por una gran
lección que me dio mi padre. Llegó el día indicado y comenzamos los preparativos, por aquel tiempo
algunos ex-alumnos tocaban en un conjunto musical y estaban estudiando en la universidad; con mi papá
habíamos acordado que estaría en la fiesta hasta las 12 de la noche, parecía la versión masculina de “La
Cenicienta”; en casa había una buena disciplina, y además se suponía que la reunión empezaría a las 7 p.m.
por lo que tenía tiempo de sobra para divertirme. Llegamos a casa del director, digo, llegamos porque papá y
mamá fueron llevándome en el auto, y al encontrarme con mis compañeros me dijeron que los muchachos
del conjunto musical aún no habían llegado y que teníamos que ir a buscarlos; felizmente mis padres no
habían partido todavía, les pedí si nos podían llevar a buscar a los muchachos del conjunto, mi padre accedió
sin poner ninguna objeción, así que, nos lanzamos por las calles de diferentes distritos a ir recogiendo a estos

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muchachos y sus respectivos instrumentos musicales; todo esto fue muy complicado, yo estaba preocupado
porque temía que mi padre se impacientara, pero en ningún momento mostró fastidio alguno, por el
contrario, veía en él, complacencia al ayudarnos, diría que lo gozaba, hasta que ¡por fin! Todo estaba listo,
los instrumentos y los músicos completos, las fuentes con los bocadillos en la mesa y las bebidas servidas,
yo estaba muy entusiasmado porque habíamos logrado el objetivo, felizmente se pudo coordinar para que
también se retrasara la llegada del director, pero mi padre hizo que regresara a la realidad, al hacer que viera
la hora, y horror eran las 11:45 p.m., lo miré con expresión angustiosa y suplicante, pero me dijo: “tenemos
un trato”, de nada valieron mis argumentos, un trato era un trato, así que tomé aire e ingresé a la casa del
director justo cuando él llegaba, todo fue magnífico, había mucha alegría y entusiasmo, cuanto hubiera
querido estar allí por más tiempo pero tenía que cumplir mi palabra, así que me despedí del agasajado, quién
con sorpresa vio mi actitud, porque gran parte del éxito de la reunión había sido lograda con mi
colaboración; antes que me dijera algo, le hice saber que ya había quedado con mi padre que estaría hasta las
12 p.m., el tiempo se había cumplido y yo debía cumplir también, me miró con actitud aprobatoria y
agradeció mi presencia; muy apesadumbrado salí y subí al auto, mi madre no decía nada, emprendimos el
camino de regreso a casa, mi padre me miró por el retrovisor y me dijo: “Yo sé que esto es muy duro para ti,
más aún por todo el esfuerzo que pusiste para lograr que todo saliera bien, pero lo más importante de todo,
es que aprendas a sobreponer el cumplimiento de tu palabra antes que cualquier beneficio personal, sé que
después lo entenderás…” y sí, realmente después de un tiempo, pude entender esa gran lección que mi padre
me dio; también sé que para ellos fue difícil el tener que tomar esa actitud, viendo el sufrimiento de su hijo,
quién había puesto todo de sí para el éxito de la fiesta y no la pudo disfrutar; ahora que reflexiono al
respecto, pienso que lo más importante es cumplir con nuestra tarea, de igual manera si obtenemos beneficio
de ella o no; y si eso logra que otros se beneficien, debe de significar una sincera y desinteresada satisfacción
al ver que podemos hacer algo por los demás.

Llegaron las vacaciones de verano con todo el entusiasmo que ello implicaba, ir a la playa, jugar al fútbol
con mis amigos, ir aquí, ir allá, tener libertad. Un día, faltando un poco más de un mes para que terminaran
las vacaciones, una tía que vivía a una calle de nuestra casa, me propuso trabajar con ella por un mes, porque
la persona que trabajaba con ella en la zapatería había salido de licencia y por eso necesitaba un ayudante, en
ese tiempo tenía 15 años y con el permiso de mis padres tomé lo que sería el primer trabajo de mi vida;
evidentemente estaba muy emocionado, todos los días me levantaba temprano e iba a casa de mi tía y juntos
nos dirigíamos a trabajar. Esta zapatería quedaba en un lugar muy comercial donde había muchos
vendedores ambulantes que estaban ubicados en los bordes de las veredas. Aquí aprendí algo muy
importante, aprendí a penetrar más en los corazones de la gente comprendiéndolos mejor; veía como día tras
día ejecutaban la misma rutina, llegar por las mañanas, alistando su mercadería, sentándose a esperar a los
clientes que se interesen por sus productos, almorzando una frugal comida y luego, al final de la jornada,
guardar todo muy bien empaquetado para evitar que alguien sustraiga sus pertenencias, ya que llevarían sus
bultos a guardar en un local cercano hasta el día siguiente, en vista que la mayoría de ellos vivían lejos de
allí. Al mirarlos comprendí sus afanes por sobrevivir de alguna forma en este mundo que se ha vuelto muy
materialista, donde cada día las cosas se ponen más difíciles, gente cuya única preocupación es sobrevivir en
su monótono mundo. Comencé a desarrollar el sentimiento de la compasión al sentir en mi corazón el fuerte
deseo de hacer algo por aquellas personas que vivían tan limitadamente. En mi mente discurrían muchas
cosas como: “¿Porqué no piensan en algo mejor?, ¿Porqué no buscan, tal vez dentro de todo eso, un mejor
propósito de vida, algo que tenga un mejor sentido, algo que los lleve a despertar de ese letargo en el que
viven, conformándose sólo en sobrevivir?”; por eso pensé que algún día yo podría lograr un nivel de
conciencia más elevada con el que pueda ayudar a las personas a encontrarse a sí mismas para poder vivir en
paz, armonía y con su mente más abierta, que les permita trascender dentro de su propio mundo.

Terminaron las vacaciones y con ellas mi trabajo, entonces orienté mis esfuerzos a estudiar más en el último
año de colegio. Un día hubo una fiesta a la cual asistiríamos Mario, un primo que tenía su carro y yo;
estabamos emocionados por lo que eso implicaba (baile, diversión, conocer chicas, etc.), tuvimos dificultad
para encontrar la dirección, preguntamos en varios lugares, hasta que estuvimos cerca; al momento de cruzar

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por una avenida que estaba obscura, sentí un fuerte resplandor por el lado izquierdo, yo estaba en la parte
trasera justo en ese lado, Mario estaba a mi derecha y nuestro primo al volante, cuando de pronto un fuerte
sacudón y un golpe sordo nos hizo dar varias vueltas como si estuviéramos en una licuadora, hasta que el
vehículo se detuvo con los neumáticos hacia arriba; inmediatamente cada uno de nosotros, empujando las
puertas con los pies, salimos rápidamente del vehículo que en ese momento estaba derramando combustible
con la posibilidad de que se incendiara; el vehículo que nos había chocado era un microbús que venía a gran
velocidad, por la derecha de la calzada y con las luces apagadas, encendiéndolas justo cuando ya estaba
sobre nosotros, esto no hubiera dejado de ser un simple accidente si no fuera que después me di cuenta que
yo había sobrevivido debido a que fui el único que en el momento del impacto tuvo un fuerte golpe en la
cien izquierda, esta zona es muy delicada y un fuerte golpe como el que me di pudo causarme la muerte; en
el área del golpe tuve un corte el cual trate de disimular con el poco pelo que tenía, desde niño siempre usé el
cabello corto, teníamos miedo de que nuestros padres se enteraran, primero por lo que después podríamos
tener dificultades para poder salir a fiestas y segundo porque mi madre era muy nerviosa y esto le podría
afectar mucho; entonces, con nuestro primo tejimos una historia para poder amortiguar por un tiempo el
hecho, hasta que nuestros padres se dieran cuenta que no había peligro debido a alguna secuela del
accidente. Después, mi hermano Carlos contó lo ocurrido a nuestros padres y sólo recibimos una leve
reprimenda. Ahora después de mucho tiempo me pongo a pensar que realmente fue una tremenda
imprudencia el ocultarle a nuestros padres tal como ocurrió el accidente, porque pudo haber habido un
problema posterior en uno de nosotros, especialmente yo que sufrí ese tremendo golpe, y hubiera podido ser
demasiado tarde para poder solucionar la complicación, pero así es cuando uno es joven, incauto,
irresponsable sin medir las posibles consecuencias.

Terminé mi secundaria y junto con mis hermanos postulé a la Escuela Militar de Chorrillos, desde niños
jugábamos mucho a ser soldados y esto muy influenciado con tantas películas y series que veíamos por
televisión producto de los rezagos de la segunda guerra mundial, Corea y Vietnam. En el primer intento
ingresamos mi hermano mayor Carlos y yo, Mario ingresaría después, en julio, gracias a que en ese año
hubieron dos ingresos como algo extraordinario, esto significó que Carlos y yo pasáramos al segundo año en
ese periodo. En la Escuela Militar había una buena biblioteca y allí encontré otros libros escritos por
Lobsang Rampa, los cuales leí con sumo interés y aprendí más de ese misterioso país que fue el Tíbet y
además me resultaba muy familiar; entre los títulos que leí se encontraban “El Medico del Tíbet”, el cual me
impactó mucho, “El Cordón de Plata”, “La Caverna de los Antepasados”, etc. También tuve acceso a otros
obras como tratados de Yoga, en donde explicaban una serie de ejercicios físicos con determinadas maneras
de respirar, que ayudaban a controlar el cuerpo físico; pero no me atraían mucho por lo complicado que para
mí resultaban. Otra obra que encontré y me interesó mucho fue, “Las Grandes Religiones del Mundo”,
donde pude comparar y comprobar que todas van a lo mismo, llegar a Dios, no importa que nombre se le de,
siempre es el mismo, en lo que difieren más, es en las formas, porque incluso sus principios en esencia son
similares; allí comencé a reflexionar al respecto y me preguntaba porqué el ser humano se empeña en
aferrase a su religión desdeñando las otras y en el peor de los casos, combatiéndolas, enfrascados en guerras
absurdas llamadas Santas, que de santas no tienen nada, destruyen vidas humanas porque no comparten sus
ideas religiosas; si la esencia de las religiones es respetar la vida y amar al prójimo. Las enseñanzas de los
grandes Abatares fueron convertidas en religiones o dogmas por personas que vieron en ellas, medios para
poder dominar a grupos humanos, que instintivamente, buscaban llegar a ese ser superior, Omnipotente y
Omnipresente que es Dios; y, a medida que el poder se sucedía, esas enseñanzas comenzaron a ser
moldeadas para orientar a los fieles hacia la dirección más conveniente en beneficio de aquellos que
ostentaban el poder. Pero a lo largo de la historia aparecieron grandes reformadores que reencausaron el
curso de estas enseñanzas en busca de su esencia pura y fueron en estas personas, en quienes los poderosos
vieron peligrosos enemigos, que venían a desenmascararlos, e intentaron por todos los medios detenerlos,
llegando incluso al homicidio. Felizmente las grandes verdades son eternas y siempre se manifiestan
renovadas a través de personas sinceras, amantes de la humanidad, por eso creo que cada quién es libre de
elegir pertenecer a tal o cual religión y seguirla sinceramente, con convicción, más que en sus formas en su

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fondo que es en donde convergen todas es decir: llegar a Dios. Sea cual fuere la elección se debe ser siempre
tolerante con las demás y vivir en armonía con todas respetándolas.

Mi vida siguió transcurriendo dentro de la rudeza militar, confieso que desde el principio, fue muy dura y en
muchos casos injusta, pero, sabía que elegí libremente esa carrera y tenía que soportarla. Dentro de todo
comencé a darme cuenta de que varios cambios se iban operando en mí, a parte de los físicos, claro está, mis
hermanos y yo nos volvimos mucho más unidos, nos reuníamos cada vez que nuestras rutinas nos lo
permitían, los temas de conversación eran en torno a la humanidad, nuestra familia y el futuro;
intercambiábamos impresiones y conocimientos, sabíamos que la humanidad estaba en camino de grandes
cambios y sufrimientos, producto de la cercanía del año 2,000 considerado por muchos como el cambio de
Era; tratábamos de planificar de que forma podríamos ayudar en los momentos difíciles que se avecinaban,
inclusive teníamos un proyecto de un refugio subterráneo en el cual podíamos albergar un número
considerable de personas, en condiciones de sobrevivir por un tiempo casi indefinido. Habíamos considerado
la utilización combinada de energía solar y atómica, el empleo de biohuertos, entre otras cosas, pero sin
animales. En la estructura debía haber un sistema de cojinetes asísmicos; aunque todo esto podría haber
sonado como a ciencia-ficción, para personas de esos años, la década de los 70s, hoy en día, sin embargo, ya
se está considerando esa posibilidad en las principales potencias mundiales, si es que no tienen por lo menos
algo en inicio. Por esa época, nuestra familia estaba conformada por nuestros padres, nosotros los tres
varones, que éramos los mayores y las mujercitas que habían aumentado a tres. En casa, acordamos que cada
uno de los varones se haría cargo de una hermana según el orden de edades, Carlos a Cecilia, la mayor,
Mario a Pilar, la segunda, y yo que era el menor de los hombres, me haría cargo de María Elena la menor de
las mujeres.

En algunas ocasiones que me correspondió estar en servicio de guardia, tuve unas experiencias muy
peculiares; un día que estaba parado en un puesto de vigilancia, siendo casi media noche, casi
instintivamente di la vuelta y frente a mí, como a unos tres metros, vi una figura vaporosa de forma humana
y llevaba puesto como un pijama celeste, de los que usábamos para dormir en la escuela, no podía
distinguirle el rostro, pero lo que sí distinguí, fue que tenía las piernas introducidas en el pavimento, hasta la
altura de las rodillas, luego se desvaneció; esta experiencia duró muy pocos segundos, pero había dejado una
gran impresión en mi mente como para darme cuenta de los detalles, lo curioso es que no sentí ningún
temor. En otra oportunidad que estuve en otro puesto de vigilancia, vi como un bulto pequeño, como de
sesenta centímetros de alto, cruzó rápidamente desde la reja que daba a la calle hasta introducirse debajo de
unas escaleras de un edificio que se encontraba a unos quince metros de la reja, había observado la escena
desde unos treinta metros de distancia y eran aproximadamente las dos de la mañana, inmediatamente me
acerque a ver de que se trataba, pero cuando me acerqué, miré bajo los escalones, que no eran más de ocho,
y me di con la sorpresa que allí no había nada, ni siquiera existía alguna abertura por donde podría haber
pasado, porque la estructura de la escalera era de cemento macizo, sin ninguna cavidad. Ese fue otro de los
misterios que quedó en el aire.

En la escuela militar, llegó el momento, como era la tradición, en que los alumnos de segundo año, en el que
estabamos mi hermano Carlos y yo, debíamos escoger la rama (arma o servicio) a la cual perteneceríamos
para el resto de nuestra vida militar; entre ellas estaban Caballería que era la que le gustaba a Carlos,
Comunicaciones que me gustaba a mí e Ingeniería entre otras más. La elección era de acuerdo al orden de
mérito en el cual uno se encontraba en ese momento; Carlos estaba en mejor posición que yo. Por
estadísticas anteriores, no era muy seguro que yo pudiera alcanzar a escoger Comunicaciones, pero sí era
casi seguro que tendría la opción de elegir Caballería, así que, la noche anterior a la elección, Carlos y yo
convenimos en que él escogería Comunicaciones y yo Caballería, para luego hacer una permuta, esto quería
decir que intercambiaríamos entre nosotros.

A la mañana siguiente, muy temprano, nos dispusimos en el patio de honor de la escuela, como varias veces
antes habíamos ensayado, se encontraban las autoridades militares correspondientes, y nosotros en correcta

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formación con un aire de nerviosismo flotando en el ambiente . Creo que ese día los sismógrafos registraron
un leve temblor de tierra, con epicentro en la Escuela Militar , originado por trescientos cincuenta pares de
piernas que temblaban. Una vez realizada la ceremonia preliminar, entonado el himno nacional y dado el
discurso de orden, uno a uno fuimos desfilando al frente, esta parte consistía en que el maestro de
ceremonias leía el nombre de cada cadete, el aludido contestaba: ¡presente! Y se dirigía al paso ligero al
centro de la emplanada, hasta quedar frente a la efigie del patrono del ejército, saludándolo con ejemplar
porte militar y con voz no menos enérgica, exclamaba la rama de su elección e inmediatamente se dirigía a
formar detrás del oficial que representaba dicha rama.
Llegó el turno de Carlos y de acuerdo a lo convenido, escogió comunicaciones, yo estaba nervioso,
pensando en la posibilidad de no alcanzar el arma de Caballería para él; hasta que al fin dijeron mi nombre
y… ¡Oh sorpresa!, tenía para escoger cualquiera de las ramas, así que en cumplimiento al acuerdo y por
lealtad a mi hermano hinche mis pulmones y grité: ¡Caballería!, de inmediato me dirigí detrás del oficial de
Caballería e ingenuamente en plena ceremonia me acerqué un poco a él y le expuse rápidamente que quería
hacer una permuta con mi hermano, al parecer lo sorprendí, vaya que sí, porque dentro de la disciplina
militar no se conciben ese tipo de osadías, sobre todo en medio de una ceremonia en el mismísimo centro de
formación del ejército, donde es muy severa; felizmente, para mí, por el nerviosismo y el ajetreo, el oficial
se olvidó de mi intromisión y salí librado de que en esa noche me convirtiera en satélite corriendo al rededor
de la pista de atletismo, cargado con tooodo el equipo de campaña.

Terminada la ceremonia, nos dirigimos al mando de nuestros oficiales instructores a las habitaciones para
ubicarnos donde nos correspondía, nuevamente me acerqué al oficial, esta vez, en un momento adecuado, e
insistí en mi pedido, parecía que no me tomaba mucha atención, porque de seguro tenía cosas más
importantes en las que pensar debido a que me respondió en forma evasiva: “Ya, ya, después veremos eso”;
no pensé que ese después lo tendría que seguir esperando hasta ahora.

Toda la semana estuvimos muy atareados con diferentes actividades y visitas informativas relacionadas a
nuestras respectivas ramas, en todo momento los expositores y quienes nos recibían, se esmeraban en
mostrarnos que la nuestra, era la mejor elección. Así pasó la semana de mucho ajetreo, mis hermanos y yo
recién pudimos reunirnos y cada uno contó sus experiencias acerca de los acontecimientos vividos, Carlos y
yo contamos con mucho entusiasmo lo que nos mostraron, y por lo visto cada uno estaba positivamente
impresionado, entonces, mutuamente nos preguntamos si el otro estaba contento con lo que había elegido y
juntos acordamos en quedarnos donde estabamos, quedando sin efecto la permuta. Luego le tocaría a Mario
el turno de hacer su elección… y también escogió Comunicaciones como Carlos.

Los días se sucedían y nosotros, entre carreras, ejercicios, estudios, marchas de entrenamiento, tensiones y
esfuerzos, íbamos formándonos en la vida militar, pero, dentro de todas estas exigencias llenas de rudeza,
nuestros espíritus, de mis hermanos y mío, se iban moldeando en busca de lo bueno, lo correcto, lo justo, lo
altruista. Para mí, algunas de las cosas que se tenían que pasar en la vida militar, me parecían injustas por el
hecho de que en la mayoría de casos, la jerarquía se imponía a la razón; “es para formar el carácter” decían,
felizmente tuve una gran guía y apoyo en el Rvdo. Jorge F. quién era el capellán de la escuela, que para mi
sorpresa había sido hermano de un piloto de avión que trabajó en la compañía donde estuvo mi papá y
tuvieron una buena amistad; entre nosotros también surgió un lazo de amistad muy especial; por mi parte,
admiraba mucho a ese sacerdote, porque, cada vez que oficiaba una misa, era como si se transformara,
adoptaba una actitud muy solemne y sentía profundamente el momento, invitando al recogimiento y sus
palabras vibraban con gran fuerza en el silencio del auditórium, invitando así, a la reflexión y a tomar más
interés en el evangelio. Pertenecía al coro de la misa y me gustaba ayudar en los preparativos previos a la
liturgia, colocaba los libros de cantos en las butacas antes de que ingresara el personal y los retiraba al final.
Las misas se oficiaban todos los sábados en las mañanas antes de las salidas de fin de semana.

Mi hermano Carlos y yo nos parecíamos mucho físicamente, un día jueves, como era costumbre, se publicó
la relación de castigados de fin de semana, yo me había cuidado mucho esos días especialmente porque el

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sábado era día de San Valentín y tenía planes al respecto. El encargado leyó la lista y para mi terrible
sorpresa, mi nombre aparecía con el sello de ¡castigado!, ni siquiera con retraso en la salida sino,
completamente castigado, el nombre de Carlos también figuraba con ese sello; sentía que el mundo se me
venía encima, “¡Debe haber un error!” Dije, estaba muy seguro que no tenía ningún problema, pero como ya
era de noche, tuve que esperar hasta el día siguiente para poder presentar mi reclamo; esa fue una de mis
noches más largas. A la mañana siguiente en un descanso, entre las horas de clases, fui al departamento de
disciplina y hablé con el oficial encargado, quién ofreció ver mi caso, pero debía ponerlo por escrito en el
buzón que se encontraba en la puerta, “Seguramente debe haber algún error y lo van a rectificar”, pensé. Ya
con esperanza y no sin preocupación, esperé el día sábado que era el día en que se daban a conocer las
rectificaciones y se salía de paseo. Por nuestra formación militar, no podía estar presionando en el
departamento de disciplina para asegurar la solución a mi problema, eso también podría significar una
sanción, así que, teníamos que depender de la persona encargada que con sus buenos oficios atendiera
nuestros reclamos. Llegó el sábado y la ansiada lista con las rectificaciones; para mi desdicha mi hermano y
yo continuábamos con el sello de castigados, a él lo veía muy tranquilo, de seguro que en su conciencia
estaba de que a él sí le correspondía ese castigo, pero yo ¡¿Qué hice?!; nuevamente trate de hablar con el
oficial de disciplina pero no atendía sino hasta el lunes, eso para mí ya era demasiado tarde, así que con mi
frustración y tristeza a cuestas tuve que formar las filas de los que no saldrían ese día tan especial. Más tarde,
se dio la oportunidad de ir a conversar con mi amigo y confidente el Padre Jorge F., quién me confortó y
ofreció ver el problema, pero, ya no podía hacer nada en ese momento. Pasé un bello día de San Valentín en
compañía de un selecto grupo de compañeros “convictos y confesos”; tuve que atenerme a ese dicho…
“tiene la razón, pero aún así, va preso”. Después durante la siguiente semana, el capellán me dijo que había
una papeleta de castigo con nuestros dos apellidos y sin nombre, así que el departamento de disciplina en
una actitud “salomónica”, para evitar el dilema y preocuparse en averiguar a cual de los dos hermanos
pertenecía, decidió colocar el sello de castigado a ambos; creo que el mismo Salomón no hubiera estado tan
brillante con esta “sabia decisión”; mi consuelo fue que, después me otorgaron una salida extraordinaria el
día que quisiera, vaya consuelo si la misa de once ya había pasado.

La vida continuaba y para mí, los periodos estaban marcados por los fines de semana, es decir: de salida en
salida, porque toda la semana la pasábamos en la escuela internados dentro de esa ruda rutina, anhelaba
mucho estar en mi hogar. Nuestra familia, era muy unida, que había pasado por muchas dificultades y que
ahora, las cosas se estaban arreglando, teníamos muchos proyectos para el futuro.

Durante el año, en la escuela militar habían celebraciones, una de ellas era el día del arma, cada rama, tenía
un día festivo conmemorando a su patrono o una acción heroica, en mi caso, el día de la Caballería se
celebraba el día 06 de agosto, en conmemoración a la batalla de Junín. En aquel aniversario, los preparativos
se habían iniciado con bastante anticipación, yo había conocido una chica, la cual sería mi pareja. Por aquel
tiempo en Lima se impuso el toque de queda por problemas políticos y nuestra fiesta duraría sólo hasta las
10:30 de la noche aproximadamente. Llegó el día esperado y se mostró siniestramente raro, desde el
principio, porque, por un lado la chica que sería mi pareja no podía acompañarme, debido a que tuvo que
viajar repentinamente y no había tiempo para invitar a otra persona, de haber ido con esa chica mis padres de
todas maneras hubieran tenido que ir a recogernos en nuestro auto, ya que yo no tenía licencia para conducir
y por otro, uno de nuestros primos de Puno, que hacía un tiempo estaba viviendo en Lima, tenía un auto VW
que esa tarde le había hecho reparar los frenos, y luego salió a pasear con mis hermanos.

Nada hacia presagiar lo que aquella noche ocurriría. Durante la fiesta me sentí algo extraño, como
desubicado, me habían presentado una chica muy guapa, con quién bailé y conversé un poco, no sabía
porque, pero mis pensamientos no estaban allí, el tiempo transcurría, la fiesta llegaba a su fin y mis padres
no aparecían para recogerme de acuerdo a lo convenido, el tiempo seguía transcurriendo y mi preocupación
fue en aumento, hasta que el límite de la hora del toque de queda estaba muy cerca, y decidí marchar a casa
de unos tíos que vivían a pocas calles de donde era la fiesta, ya en casa de ellos, pensé que seguramente se
les había averiado el auto y como no tenían forma de comunicarse conmigo, asumí que debía retirarme sin

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tratar de averiguar lo que había ocurrido. A la mañana siguiente me desperté temprano y me preparé para
dirigirme a casa, en el preciso momento que abría la puerta para salir, me encontré cara a cara con papá que
estaba acompañado del Padre Jorge F., pude notar en los ojos llorosos de mi padre la sombra de la tragedia y
entre sollozos dijo: “Tus hermanos han tenido un accidente, Carlitos se nos fue y Marito esta muy grave”,
nunca se me ocurrió que todo lo que había leído y aprendido a través de estos últimos años, me prepararían
para lo que en esos días debía vivir, al oír la noticia quede como si nada hubiera pasado, mi mente estaba en
blanco. Subimos al auto del Reverendo y enrumbamos a casa en silencio, hasta que pasamos por el lugar del
accidente, fue un horror ver el vehículo de mi primo en el que habían estado, se encontraba destrozado, el
motor por un lado, la tracción por otro y el vehículo estaba como abrazado al muro que sostenía un puente
peatonal, entonces Don Jorge le dijo a papá: “En realidad los dos han fallecido, Mario… camino al hospital,
pero su primo, que conducía, es el único que ha sobrevivido”, era realmente un milagro que alguien haya
podido sobrevivir a semejante accidente; a los pocos minutos llegamos a casa, nosotros vivíamos en el
último piso de un edificio de tres pisos, frente a un parque, en el segundo vivía una vecina que seguía la
carrera de psicología; me quedé abajo, no quise subir, papá y el padre fueron a darle la noticia a mamá, mi
mirada se fijó el parque con la mente en blanco, al poco tiempo apareció nuestra vecina que me miró y dijo:
“¿Porqué no lloras?”, “No sé” - le contesté -, me dijo: “Debes hacerlo, desahógate, no es bueno que te
reprimas” - y le respondí - “Es que no puedo, no siento nada, estoy como en un vacío”. No recuerdo mucho
qué sucedió después, pero si tengo muy presente el profundo sufrimiento de mi madre, ella nos amaba
tremendamente, nosotros éramos su existencia, estaba orgullosa de sus hijos, papá decía que lo único que
faltaba era que a cada uno nos metiera en una bolsa de celofán para exhibirnos. Papá y mamá comenzaron a
culparse por no haber ido ellos a recogerme, yo les decía que no tenían porqué hacerlo, fue algo que pasó,
que nadie era culpable y nada solucionaríamos tratando de culparnos, pero ellos insistían, así que pensé y les
dije: “Si hay un culpable, entonces soy yo, porque iban a recogerme, si no hubiera ido a esa fiesta tal vez
nada de esto hubiera pasado”, a lo que prontamente reaccionaron tratando de hacerme entender que no era el
culpable, eso fue lo que los calmó e hizo reflexionar de que las cosas se dieron así y ya nada podíamos hacer.
Vaya que ese sí fue un duro golpe para nosotros y muy en especial para mamá del que ya no se repondría,
luego, el rumbo de nuestras vidas como familia cambiaría.

Durante el velatorio yo estaba con mi mente en blanco, la gente se acercaba a mí y me abrazaba con
compasión, mientras veía a mi madre en un rincón con su profundo dolor acompañada de mi padre; en ese
momento no sabía qué era de mis hermanas o no tuve conciencia de ellas, la mayor tenía 11 años, la segunda
8 y la menor 4. Estuve un largo rato parado frente a los féretros contemplándolos, sentía que allí no había
nada, como si estuvieran vacíos; me acerqué un poco más y los vi a los dos allí tendidos con los ojos
cerrados Carlos tenía una herida profunda en una de las mejillas, en sus labios había una leve sonrisa,
parecía dormido y Mario, parecía que en ese momento estaba soñando algo hermoso, su expresión de alegría
era más notoria en él, “debe haber encontrado algo muy bello” pensé. Después me llevaron a la habitación
donde estaba mi primo, no quise entrar para no perturbarlo, lo vi desde la puerta, el pobre estaba muy
maltratado físicamente; luego regresamos al velatorio; esa noche fue interminable. Al día siguiente las
ceremonias de rigor y el lento, largo y penoso camino al campo santo. Cuando los ataúdes estaban siendo
introducidos en los nichos, seguía con la misma sensación de que estaban vacíos, de que mis hermanos no
estaban allí.

El tiempo siguió su curso, la vida continuaba aparentemente lenta, muy lentamente para mí, este era un
drama personal y los demás no tenían porqué estar afectados; veía a la gente seguir sus vidas mientras que
yo tenía un gran torbellino en mi cabeza, hasta que comprendí que cada quién es un universo con sus propios
asuntos, sus propios afanes y avideces, con sus propias alegrías y penas, cada quién tiene su propia vida que
vivir y no podemos pretender que los demás sean afectados por nuestros problemas, no debemos empañar la
vida de los que nos rodean, no tenemos ese derecho, al contrario, debemos contribuir para que la vida sea
más llevadera para todos y lograr caminar por el mismo sendero que nos tocó, con alegría a pesar del dolor,
con humildad a pesar de nuestros triunfos, con firmeza a pesar de los golpes y con fe a pesar de la
adversidad.

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Dentro de la programación de mi rama (caballería), estaba considerado un viaje de estudios al sur del país y
así lo hicimos. Mi madre por su pesar y nostalgia, también viajó por su cuenta, nos veíamos cada vez que
podíamos. Al menos, todas las actividades que realizábamos me mantenían con la mente ocupada, más aún
por el hecho de estar fuera de Lima; poco a poco fui tomando conciencia de lo sucedido y empecé a sentir
una profunda nostalgia por la falta de mis queridos hermanos, extrañaba nuestras reuniones en la cafetería,
comencé a preguntarme: ¿Dónde se habían ido todos nuestros planes, nuestros proyectos, nuestro futuro?
Nunca antes lo había pensado, pero ahora, que lo había vivido en carne propia con mi familia cercana,
comencé a recapacitar en la fragilidad de la vida, ya no pensaba en la muerte como algo lejano, sino, como
un acontecimiento que podía darse cuando uno menos lo pensara.

De regreso a Lima, llegó el día que teníamos que rendir un examen para ingresar al curso de paracaidismo.
Gracias al entrenamiento previo que tuvimos con nuestro jefe de año, en cuanto a resistencia física, no tuve
problemas en las pruebas, donde teníamos que emplear agilidad y fortaleza, por ese lado estaba en ventaja
porque pertenecía al equipo de atletismo y había practicado gimnasia, salto alto, salto largo, salto con
garrocha y carreras de velocidad, no me gustaba mucho la monotonía de las carreras de fondo, pero a pesar
de ello agradecí el entrenamiento que nos dio el jefe de año para poder soportar la prueba de resistencia.
Teniendo un buen desempeño en las pruebas ingresé al consabido curso junto con un gran número de mis
compañeros, a decir verdad la mayoría de ellos, y así comenzó lo que llamamos “la tortura”, no por abuso,
sino por las grandes exigencias físicas a las que éramos sometidos, corra aquí, suba allá, tírese de aquí,
vuelva a correr, más saltos, más subidas y aún más carreras; casi siempre las bajadas no eran tan suaves que
digamos, pero todo esto era necesario para tener la preparación de un buen paracaidista. Antes de saltar del
avión, nos subían a una torre de aproximadamente cinco pisos de altura (10.5 mts. más o menos), de donde
salían unos cables que terminaban en unos parantes de fierro tras una loma a unos 40 o 50 metros de
distancia, no estaban tensados, allí la víctima tenía que subir hasta el último piso y un monitor con cierto aire
siniestro, nos enganchaban unas cintas de lona, que pendían de los cables, a unos arneses que nos habían
colocado cuando estabamos abajo. La sensación que se tiene arriba creo que es parecida a la de un suicida
presto a lanzarse de un quinto piso. Yo estaba aún muy sensible por el accidente de mis hermanos, habían
transcurrido cuatro meses, durante el curso pensaba que tal vez no se abriría el paracaídas o que se
romperían los cables de la torre y al igual que mis hermanos allí terminaría todo, cada vez se hacía más
latente en mí, la fragilidad de la vida, diciéndome para mis adentros: “Tal vez aquí quede, bueno, si así debe
ser me pongo en las manos de Dios”; mis pensamientos se vieron interrumpidos por un grito…: ¡Número 41
adelante!, ¡¿Qué le pasa, esta durmiendo?!”, allí estabamos numerados por estatura y se nos reconocía por
ese número, no habían nombres, en la torre para saltar habían cinco cables en diferentes posiciones, dos
laterales y tres centrales, tuve la suerte de quedar justo en el centro, así que no tenía de donde asirme si me
arrepentía, en eso, a la voz del instructor, di tres pasos y el cuarto fue un salto al vacío, creo que mi
estómago se quedó en la torre pensé, estaba esperando el golpe en el piso pero no fue así, lo que sentí fue el
tirón del arnés que indicaba que había pasado la prueba, al reaccionar me pareció que la cosa era divertida y
lo volví hacer varias veces más. Cuando uno se tira de la torre de salto de entrenamiento, cae al vacío un piso
y medio más o menos (3.15 mts. Aprox.), luego su caída es detenida bruscamente por las cintas que están
enganchadas al arnés que lleva puesto el alumno, simulando el tirón de la apertura del paracaídas, luego se
desplaza deslizándose por el cable hasta llegar a la loma que está al frente.
Después de varias semanas de entrenamiento en tierra, llegó el día del salto desde una aeronave. Aquel día
nos dirigimos temprano a la escuela de paracaidismo a recoger nuestros paracaídas y luego al aeropuerto a
esperar los aviones, nos pusimos los paracaídas y los ajustamos muy bien, porque con el tirón al abrirse, se
aflojaba el arnés y no queríamos tener ningún accidente “entre las piernas”. Al desplazarnos por la pista
hacia el punto de abordaje, dábamos la impresión de ser tortugas viejas caminando encorvadas en dos patas,
debido al paracaídas en la espalda, el casco y lo ajustado de las correas. Yo no quería que nadie tocara mi
equipo, ni siquiera lo rozara, porque tenía el temor que malograran algo y el paracaídas falle, creo que
habían muchos con el mismo temor, por la actitud que tomaban. Esperamos sentados en la pista de
aterrizaje, parecía un tiempo interminable, algunos rezaban, creo para que no llegaran los aviones, pero de

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un momento a otro, de entre las nubes aparecieron tres grandes aviones que después de hacer un giro
aterrizaron uno tras otro, todos nos pusimos de pié, éramos tres grupos por avión , de 90 paracaidistas más o
menos cada uno, me tocó estar en el primer avión, subimos en tres columnas y yo estaba en la que saltaría
primero, felizmente no era el primero en la columna, creo que era el séptimo. Tomamos asiento en el piso
del avión, lentamente fue subiendo la rampa y nos encaminamos al final de la pista para el despegue, mi
nerviosismo fue en aumento porque también era la primera vez que subía a un avión y para colmo no
aterrizaría en él; cuando comenzaron a rugir los motores y el avión se sacudía, pensé: “En cualquier
momento esto se va a desarmar”, en eso mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando la nave se lanzó
por la pista a correr para despegar, creo que fácilmente hubieran podido escribir sobre mi cara,
confundiéndose con una hoja de papel, por lo pálido que debí haber estado, sentí como nos elevábamos y
como se balanceaba el avión por los aires, hasta que se estabilizó y abrieron la rampa de salto, el instructor
ordenó levantar a la primera columna donde me encontraba, allí pude ver como por debajo nuestro, pasaban
las nubes ralas; no se por qué, comencé a sentirme angustiado con el ruido de los motores y sonido de la
estructura del avión, quería salir de él lo más pronto posible, tal vez pensando que eso en cualquier momento
se caería con nosotros dentro, hasta que se encendió la luz que estaba cerca a la rampa y la columna
comenzó avanzar, poco a poco como un autómata fui acercándome al final de la rampa hasta que el siguiente
paso fue al vacío, de un momento a otro, sentí una fuerte corriente de aire que me empujó desde la espalda
haciendo que instintivamente cerrara los ojos sintiendo que estaba de cabeza, de pronto recordé lo que debía
hacer de acuerdo a mi entrenamiento y abrí los ojos casi inmediatamente, me sorprendí de ver que ya el
paracaídas estaba bien abierto y yo estaba “¡flotando!” suavemente en el vacío, esto me hizo sentir un gran
alivio, fue recién en ese momento que me pude tranquilizar y darme cuenta que eso me agradaba, el poder
estar allá viendo todo a mi alrededor, incluso nos pasábamos la voz entre compañeros que estabamos más
cerca, nuestras voces se escuchaban con eco; todo esto estaba resultando divertido y ahora teníamos que
prepararnos para el aterrizaje… “¡no miren hacia abajo cuando vayan aterrizar o terminaran como un saco de
papas tirado en el suelo o con algún hueso roto!”… - nos decían nuestros instructores - en ese momento
entendí porqué, cuando estabamos más arriba parecía que estabamos flotando con un suave vaivén pero, a
medida que nos acercábamos a tierra, nos daba la impresión que la caída se aceleraba cada vez más,
inmediatamente levante mi vista al frente y junté mis piernas según nos enseñaron y ¡PLAFF! allá estaba yo,
rodando en la arena como si un experto luchador me hubiera arrojado por sobre su hombro. Así fue como
concluyó nuestro curso después de otro salto en ese mismo día. Lo curioso que noté era que yo sufría de
vértigo de altura, supuestamente, y sin embargo no tenía problemas para lanzarme de la torre y del avión; tal
vez por el hecho de dejarme llevar por esa sensación de caída.

Ya estabamos en fecha cercana a la Navidad y la presión en la escuela disminuyó un poco, teníamos algunos
momentos libres que los podíamos utilizar de la manera más conveniente. Un día, en uno de esos
momentos, me recosté en una cama camarote de un cuarto que estaba vacío debido a que los cadetes de
cuarto año habían salido de viaje de estudios, estaba en la parte baja de la cama en forma transversa mirando
el techo, con mi mente puesta en el vacío, cuando de un momento a otro, me encontré conversando
mentalmente con mis hermanos y era como si estuvieran arriba, uno a cada lado, de tal forma, que tenía que
mover mi cabeza de acuerdo a quién me dirigía, de pronto salí súbitamente de ese estado de concentración
que me encontraba y recapacite en lo que había pasado, había estado conversando con mis hermanos como
cuando lo hacíamos antes, de una forma muy natural y vívida, me senté y comencé a pensar en lo ocurrido,
no quería hacer conjeturas, tan sólo pensé en ese suceso y sentí un cierto goce por haberlo vivido. A partir de
esa experiencia, comenzaron a ocurrirme cosas curiosas. En una ocasión estaba con algunos compañeros
desplazándonos en forma clandestina entre unos pabellones a horas que no estaba permitido a los cadetes
desplazarse por la escuela, sentí la sensación de que debía ir por otro lado, les dije a mis compañeros para
tomar esa otra ruta pero no me hicieron caso, entonces yo lo hice y luego me enteré que habían sorprendido
a mis compañeros justo después de que me separé de ellos y los castigaron; así como este caso me
ocurrieron otros tantos en los cuales sentía un impulso que me indicaba lo que debía o no hacer y cuando
seguía esas instrucciones, siempre eran en mi beneficio, como si alguien me avisara las cosas que debía

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hacer para no salir perjudicado. Cuando sentía esto no lo analizaba, tan sólo lo aceptaba con mente abierta y
cada vez se hacia más evidente, claro.

En muchas ocasiones, durante mis sueños, tomaba contacto con uno de ellos o con ambos, pero con mayor
frecuencia mis encuentros eran con Carlos (el mayor), siempre conversábamos y me daba consejos, varias
veces me encontré volando sobre mares y montañas, atravesando las nubes, escuchaba su voz cuando me
hablaba y dirigía, no lo veía pero sentía su presencia siempre a mi lado.
Después, en las veces que tenía la oportunidad de hacerlo, más frecuentemente cuando tenía clases en el aula
con profesores civiles, cerraba los ojos y me transportaba a lugares bellísimos, eran unos paisajes hermosos
en los cuales me sentía volar, era algo que parecía muy real, esto me relajaba mucho y me hacía sentir muy
bien, pero en todo momento no perdía el contacto con lo que me rodeaba, escuchaba las clases. En una
ocasión. un compañero me hizo entrar en “razón”, cuando estaba disfrutando de uno de mis relajantes viajes
mentales… escuche su voz: “Armando…, ¡Armando despierta!”…,no estoy durmiendo” – contesté -, “Solo
tengo los ojos cerrados”, “Bueno entonces ábrelos porque si te ven así, van a pensar que estas durmiendo y
te castigaran” – añadió -, él tenía razón porque la disciplina era muy severa y una de estas actitudes era
castigada con la privación de la salida el fin de semana, que para mí era lo más preciado que tenía, así que
con cierto fastidio y pena tuve que abrir los ojos y en adelante comencé a limitar mis viajes.

Llegó el día de la fiesta de fin de año, para la cual todos se habían preparado con anticipación y mucho
entusiasmo, para mi no tenía mucha trascendencia, pero era una fiesta, así que esa tarde hice mis
preparativos y contacté con la chica que sería mi pareja; mi padre nos llevó en el auto, realmente no recuerdo
mucho de esa fiesta, pero sé, que no defraudé a mi pareja porque disimulé muy bien mi indiferencia hacia la
fiesta, lo que sí tengo muy presente es la conversación que tuve con mi padre después que dejamos a la chica
en su casa, le conté un poco acerca de la fiesta y de un momento a otro me quedé callado en reflexión y le
dije: “Como son las cosas, ¿no?”, “A que te refieres” - me dijo -, “Tanto preparativo con tanta anticipación,
cuanto entusiasmo previo… y luego… todo termina en un abrir y cerrar de ojos, ya pasó y qué…, qué ha
quedado de todo esto”, en ese momento me sentí vacío, pense en lo pasajero y superfluo de las cosas, pensé
que debería haber algo más profundo, con mayor sentido, pensé en como nuestros esfuerzos están orientados
a cosas tan vanas que no logran llenar nuestro ser, esto no solo por la fiesta sino por muchas cosas que
hacemos en nuestras vidas; mi padre me miro y dijo “si hijo así es, todo pasa tan rápido…”.

Pasadas las Fiestas Navideñas, que para mi familia fueron muy tristes, se acabaron pronto las vacaciones
para los cadetes de mi año, porque teníamos que hacer otro curso, en donde nuestras aptitudes físicas y
mentales serian exigidas al máximo; esto me significó una prueba muy difícil, debido a que la situación se
me complicó con un dolor de muelas que duró todo el curso. Teníamos que pasar varias semanas en una
playa apartada, en plena temporada de verano, pero a pesar de la dureza del curso, fue muy instructivo,
porque pude comprobar que podía ir más allá de lo que consideraba el límite de mi capacidad, también tuve
la oportunidad de reflexionar mucho acerca de las cosas de la vida, el placer, el dolor, la frustración, los
logros, etc. En el curso, tuve la oportunidad de hacer lo que me gustaba, saltar en paracaídas, lo hicimos en
una bella noche despejada con una hermosa luna llena y de fondo la no menos hermosa bahía de Paracas; yo
era el último que debía saltar, mientras esperaba mi turno veía por la ventanilla hacia abajo, contemplaba la
belleza de la playa y lo comentaba con el compañero que se encontraba delante mío, de pronto, el grito del
maestro de salto nos hizo dar un salto y correr a la rampa, todos nuestros compañeros ya habían saltado, sólo
faltábamos nosotros, cuando llegué al final de la rampa, casi choco con mi compañero, él saltó y me quedé
por unos segundos parado, sólo, en el borde de la rampa con el vacío por delante y el avión atrás, hasta que
salté. Iba cayendo y gozando del paisaje nocturno, cuando, el golpe seco de un terreno duro me hizo regresar
a la realidad del entrenamiento y empezando una fatigosa caminata. Dentro de todas estas pruebas y
exigencias de resistencia física y mental aún podía aprovechar momentos para deleitarme, viendo el mar, las
nubes, las estrellas o contemplar la naturaleza de mi alrededor, eso me ayudó mucho para sobrellevar mis
problemas. Así que como no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista y como en este mundo todo
lo que comienza inevitablemente llega a su fin, acabó el curso.

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Ya en el cuarto y último año de escuela, mi amigo el padre Jorge F. me nombró algo así como su asistente en
las misas y se me otorgó la autorización de dar la comunión a los cadetes junto con él; esto lo consideré
como un gran honor. Después de unos meses nos preparamos para un viaje de estudios a la zona del canal de
Panamá.

Llegó el esperado día y los que estuvimos seleccionados abordamos el avión con rumbo a la ciudad de
Panamá. Luego de hacer una escala en Quito, llegamos y bajamos por la escalinata que quedaba debajo de la
cola del avión que nos había transportado; cuando salí pensé que las turbinas del avión, que estaban sobre
nosotros, emitían un calor muy fuerte, pero al seguir caminando me di cuenta que no era calor producido por
las turbinas sino que era la temperatura normal que había en la ciudad de Panamá. En este viaje tuve
experiencias nuevas, conocí otras culturas, porque también habían alumnos de otros países latinoamericanos.
Una de las cosas que aprendí fue que el ser humano es muy frágil cuando se encuentra presionado por otros
y el ambiente se presta para sucumbir ante las tentaciones y sobre todo, a las de la carne, dejándose
influenciar cuando aún el espíritu y carácter no están bien cimentados; aquí quiero hacer una paréntesis para
abordar el tema del sexo: Lamentablemente el sexo ha sido mal entendido o podríamos decir mal
interpretado, en su verdadera esencia, “es una necesidad fisiológica”, - dicen unos -, “si no tienes sexo a tal o
cual edad vas a embrutecer, si no tienes sexo entonces no eres un hombre”, “si no tienes sexo te vas a
atrofiar”, etc., etc., pero, ¿Qué es el sexo en si? Yo lo entiendo como una reacción instintiva de las especies
para su preservación, pero, en el ser humano va mucho más allá que eso, el sexo es la consumación de un
sentimiento puro y sincero entre dos seres de sexo naturalmente opuestos, es una consecuencia del amor;
lamentablemente este concepto ha sido, repito, mal entendido en su verdadera esencia a través de los
tiempos, el ser humano se ha convertido en un esclavo de sus bajas pasiones, siendo aún más incentivado y
aumentado por la pornografía, por conceptos erróneos de lo que es la sexualidad, no soy una autoridad en el
tema, pero, si reflexionamos en el asunto, podemos ver mucho más allá de un simple placer mundano que
debe ser aprovechado al máximo y a todo nivel. El sexo es una fuerza formidable que se encuentra
polarizada en los seres humanos capaz de crear, capaz de elevar, capaz de despertar los más grandes y puros
sentidos internos que se puedan imaginar. El ser humano a diferencia de los animales que tienen épocas de
celo y que controlan su apareamiento para la conservación de la especie, tiene la inteligencia que le permite
ser dueño de sí mismo, de sus funciones, pero, esa inteligencia es empleada para destruir y no para crear,
para maquinar nuevas formas de incitar los sentidos, a fin de sacar lucrativo provecho, sin darse cuenta, que
así están contribuyendo a que los seres humanos se orienten hacia la animalidad y no hacia el despertar de
mayores niveles de consciencia. Hay personas que saben que el humano, con mayor grado en el sexo
masculino, es débil ante la fuerza que tienen sus sentidos, siendo la mayoría prisioneros de ellos, por eso,
han creado una industria cada vez más creciente y sofisticada lograr excitar los sentidos sin importarles que
están creando monstruos violadores, alcohólicos violentos, deseos desmesurados de poder y control sobre
otros, etc. Mientras que el ser humano no se quiera dar cuenta que está siendo manipulado a través de sus
sentidos y pasiones, no va a lograr un avance hacia las altas esferas de evolución.

Finalizando el curso en Panamá, regresamos al Perú para terminar nuestros últimos meses del año como
cadetes y recibirnos de Oficiales. A medida que se acercaba el día de nuestra graduación e inminente partida
lejos del hogar, comencé a notar en mi madre una creciente y profunda nostalgia y gran pena, esto provocó
que se fuera consumiendo poco a poco. La llevamos al hospital para que la atendieran y le dieran un
tratamiento contra la depresión, pero creo que no dio el resultado que se esperaba porque se pasaba gran
parte del día dormida y no se alimentaba adecuadamente.

Después de la graduación permanecimos en Lima por un mes más y luego todos viajamos a nuestros
respectivos destinos. Recuerdo claramente el día en que me despedí de todos, mamá estaba dormida por los
sedantes y no pude decirle cuanto la quería y expresarle mis deseos de que se recupere pronto.

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Mi primer sueldo se lo había regalado a mi madre y me había endeudado en el bazar con un crédito el cual
utilicé para hacerles regalos a papá, mamá y a mis hermanas, total, pensé, donde voy no necesitaré mucho
dinero sino hasta dentro de un año que recién tendría vacaciones y podría viajar a Lima para ver a mi
familia.

ALCANZANDO LA MADUREZ

ALCANZANDO LA MADUREZ

Pasados los tres años de formación, en los que los tres primeros meses estuvimos internados sin salir a la
calle, por formación de carácter nos dijeron y el resto del tiempo, saliendo sólo los fines de semana, si no
estabamos castigados por algún motivo, que en ocasiones, pensé, eran injustos, pero así es la vida. Llegué a
mi primer centro de trabajo ya como un profesional que dependía de sí mismo… y de las ordenes de mis
superiores, sobre la base de la formación que había recibido.

Estuve cerca de un pueblito, que estaba un poco alejado de la “civilización”, donde pude entablar amistad
con personas de edad madura que tenían experiencia de su convivencia con la naturaleza y las cosas simples
de la vida, estaban llenos de tradiciones y anécdotas muy interesantes a la vez que sorprendentes.

La Unidad a la cual fui asignado a mi solicitud, porque pensé que para empezar debía conocer primero lo
más difícil de la carrera, quedaba a más o menos un kilómetro del pueblito; en medio del recorrido, sobre
una pequeña loma de unos tres metros de altura y a un lado del camino, se encontraba el cementerio; ósea
que para ir al pueblo o regresar de él, era paso obligado pasar por debajo del cementerio; al otro lado del
camino había una quebrada poco profunda. La energía eléctrica del lugar era proporcionada por dos grupos
electrógenos, uno del pueblo que se activaba al caer el sol y se apagaba a las 10 p.m. y el otro del cuartel que
se apagaba a las 10.30 p.m.. Oía con mucho interés las historias y anécdotas que contaban los ancianos, que
por las noches se sentaban a la puerta de sus casas o se reunían en una de las esquinas de la plaza; los días y
las noches en ese lugar eran muy calurosas en verano, muchas de esas historias podrían servir muy bien
como argumento para novelas o películas de terror.

Un día por la noche, que me dirigía caminando al pueblo, después de haber salido de los límites del cuartel,
justo antes de llegar a la zona del cementerio, sentí como si alguien caminaba detrás mío, inmediatamente
detuve el paso y muchos pensamientos cruzaron por mi mente alimentada por todas las historias que había
oído del lugar, “¿Quién podrá ser…?, pero si nadie salió después que yo…, y si así fuera, debió haber
corrido para alcanzarme y en ese caso hubiera sentido sus pasos…, en el momento de salir no vi a nadie al
rededor”, en ese instante no sentía ningún ruido y sin voltear seguí mi camino pensando que tal vez, me
había confundido con mis propios pasos, pero al reanudar la marcha, otra vez, los pasos tras de mí,
nuevamente me detuve y los pasos cesaron, caminé otro trecho y otra vez los pasos siguiedome, así que
decidí caminar un poco más con los pasos detrás, de pronto, tomé coraje y di la vuelta rápidamente, decidido
a enfrentar lo que fuera, eran aproximadamente las 7.30 p.m. y aún faltaba un trecho para llegar a la zona del
cementerio, ya estaba un poco oscuro, entre la penumbra de la noche pude distinguir una silueta baja, un
poco alargada hacia atrás, habían un par de grandes ojos negros mirándome y encima le salían dos sombras
alargadas que terminaban en punta, como orejas… ¡¿Orejas?!, ¡vaya susto! Si lo que me estaba siguiendo tan
solo era… ¡un burro!, sacudió la cabeza, movió la cola y yo, entre aliviado y avergonzado por mis dudas y
furioso por el mal momento que pasé, espanté al cuadrúpedo y continué mi camino hacia el pueblo riéndome
por lo ocurrido.

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Otro día que estuve en el pueblo conversando con unos ancianos, no me había percatado de la hora y de un
momento a otro, se apagaron las luces, ya eran las 10 p.m. y la conversación estaba muy interesante, así que
me quedé todavía unos instantes más, pensando que podía llegar al cuartel, antes de que se apaguen las luces
allí, pero cuando salía del pueblo, vi a la distancia que las luces del cuartel también se apagaban, entonces,
aceleré el paso y llegando a la altura del cementerio, sucedió algo muy curioso; sentí que desde el fondo de
la quebrada, que en ese momento estaba hacia mi derecha, algo se abría paso entre los arbustos, pensé que
podía tratarse de otro burrito, como la noche pasada, que de acuerdo a mis cálculos, debía aparecer a unos
cinco u ocho metros delante mío, pero mi expectativa se vio modificada por la sorpresa y estremecimiento al
ver que los arbustos se abrieron hasta el borde del camino sin que nada apareciera y ese movimiento de
arbustos continuó al otro lado del camino en dirección al cementerio, como si algo hubiera venido desde el
fondo de la quebrada, abriéndose paso entre la hierva y cruzándome por delante, pero allí no había nada.
Durante algún tiempo aquel episodio quedó dando vueltas en mi mente sin encontrar respuesta, pensé que
pudo haberse tratado de una ráfaga de viento, pero lo descarté por las circunstancias en que ocurrieron ya
que esa noche todo estaba en calma y no habían corrientes de aire; después ya no me preocupé del asunto.

Los fines de semana solía dar paseos a caballo por los montes, me agradaba la idea de estar en contacto con
la naturaleza y disfrutar de esa apacible soledad. Mantenía correspondencia con mi familia y al parecer todo
marchaba bien, hasta que un día recibí un cablegrama procedente de Lima, en el que decía que mamá estaba
delicada de salud y que se requería mi presencia; pero cuando fui a solicitar el permiso, se me negó debido a
que era mi primer año y no tenía derecho a vacaciones ni permisos según el reglamento, esto tuve que
comunicarlo a mi casa; en ese momento no tenía idea de la magnitud del problema y continuaba con mi vida
sin mayor preocupación. Después de una semana recibí otro cable en el que me decían que mamá estaba
muy delicada de salud y se urgía de mi presencia; nuevamente se me denegó el permiso y comencé a
preocuparme un poco, no en grado alarmante, porque hacía unos días había recibido un cassette de audio en
el que estaba grabado un mensaje de mi madre y parecía estar muy bien, tan solo indicándome que me
extrañaba; hasta ese momento no podía imaginar o tal vez no quería pensar en que algo malo podría estarse
acercando.

Un fin de semana que tuve la oportunidad de ir a la ciudad, llamé por teléfono a mi casa, pero me sorprendió
que contestara mi abuela que vivía a una cuadra de nuestra casa, esto me hizo sospechar algo malo,
lamentablemente no podía volver a comunicarme con ellos sino hasta dentro de dos semanas, cuando me
tocara ir nuevamente a la ciudad, que lo hacíamos cada quince días. A la semana siguiente, me correspondía
quedarme y estaba de servicio el domingo; el día sábado llegaron unas amigas a visitarnos, iban hacia la
frontera ecuatoriana para hacer unas compras y luego regresarían ese mismo día; a su vuelta nos reunimos
en el pueblo y esa noche reímos, conversamos y pasamos momentos agradables y disipados. Al día
siguiente, en el cuartel, me levanté temprano y fui a cubrir mi servicio, todo se desarrollaba dentro de la
rutina del relevo, cuando de pronto, aún no había terminado el relevo, se acercó el oficial de personal y me
entregó un papel que reconocí, era un cablegrama que había llegado esa misma mañana, lo abrí y al leerlo no
podía creerlo, sentí que el mundo se me venía encima, el cable decía: “Urge tu presencia en Lima , mamá se
encuentra en últimos momentos”; en mi mente se generó un torbellino y me preguntaba: “¿Porqué?, ¿Qué
tenía?, ¿Cómo puede ser esto?, ¿Qué había pasado?”; en ese momento no pude aguantar la emoción y las
lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas, el oficial de personal me tomó del hombro y me dijo: “No te
preocupes, estas relevado del servicio, anda alista tus cosas para que viajes”; inmediatamente fui a mi
dormitorio a preparar mis cosas pensando que no tenía ni una sola moneda en el bolsillo; mi compañero de
cuarto Richard, se acercó y al ver mi angustia me pregunto si tenía dinero para viajar, porque él sabía que
había gastado todo mi crédito en mi familia antes de llegar a esa unidad y le respondí que no disponía de
nada y él, solidariamente, me entregó todo lo que había ahorrado diciéndome: “Cuando puedas me lo
devuelves”; en mi corazón le estuve profundamente agradecido y aún lo estoy porque ese fue uno de los
gestos más bellos de amistad que había vivido, por eso Richard, donde quieras que estés y si alguna vez lees
este libro, ten presente que siempre te estaré agradecido. Tuve que ir al pueblo a conseguir un vehículo para

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que me llevase a la ciudad de Sullana; allí los vehículos, que eran camiones pequeños de carga, pasaban
primero rumbo a la frontera y luego de regreso, llevaban a la gente que estaba por el camino; en la mayoría
de los casos viajábamos con productos agrícolas o ganado, el viaje duraba tres largas horas de camino
polvoriento; con esos inconvenientes llegamos a Sullana, donde tuve que tomar un auto que me llevara a otra
ciudad (Piura) donde se encontraba el aeropuerto de la región y era una hora de camino aproximadamente,
pero esta vez era una carretera asfaltada. Pude llegar al aeropuerto a eso de las cuatro de la tarde y logré
conseguir pasaje para Lima, pero el avión llegaría al rededor de las 9.30 de la noche para salir media hora
más tarde; tuve que esperar allí todo ese tiempo porque no tenía donde ir ni tampoco ánimos para pasear por
la ciudad de Piura, me sentía sólo, estaba sólo, durante ese tiempo muchos pensamientos cruzaban por mi
cabeza, vinieron recuerdos de mis hermanos, de nuestra familia cuando estaba completa y todo era felicidad,
llena de planes para el futuro pero, eso ya no podía ser, todo se estaba desmoronando a mi alrededor, no
podía concebir qué estaba pasando con mi madre, si tan solo se trataba de una depresión que ya estaba
siendo atendida, ¿Qué sucedió?, ¿Qué salió mal?, mis pensamientos se vieron interrumpidos al notar la
presencia de mi jefe de unidad que se encontraba en la cafetería del aeropuerto esperándome para ver si
necesitaba algo o si podía ayudar de alguna forma, pero en esas circunstancias era muy poco lo que se podía
hacer, tan solo la intención era la que tenía un gran valor y yo se lo agradecí, fue un buen gesto de su parte,
al menos dentro de la soledad en la que me encontraba, vi una cara conocida, luego me despedí de él.
Gracias Sr. T.C. D.D.R.
Llegué a Lima aproximadamente a las 11 de la noche. Desde que había salido de mi unidad hasta llegar a
Lima, en mi mente, rogaba a Dios poder encontrar bien a mi madre, rogaba que se hubiera recuperado y que
todo eso haya sido un error. Fueron horas de angustia, ruegos, esperanzas y dolor que pasé hasta que salí del
aeropuerto y tomé un taxi, no sé por qué razón, pero no me dirigí a mi casa, sino a casa de unos tíos que
vivían a unos 150 metros de nosotros; al llegar toqué la puerta y salió Norma, mi prima, tras de ella estaban
mis pobres hermanitas Cecilia y Pilar a quienes no tomé mucho en cuenta, por el estado de nerviosismo en
que me hallaba, como queriendo darme esperanzas o esperando una respuesta favorable, le pregunté por mi
madre, no le pregunté por su salud, sino, donde estaba, no quería oír nada más, me indicó que estaba en el
hospital, “Voy para allá” – dije - y de inmediato di la vuelta y me puse en marcha rumbo a la esquina para
tomar un taxi; cuando casi a diez metros para llegar a la esquina, Norma me dió el alcance y me dijo: “A tu
mamá la están velando…, falleció anoche”, eso fue algo que había estado esperando no oír, pero esa era la
realidad, mi madre nos había dejado, otro miembro de nuestra querida familia había partido; así fue como la
estocada final se hundió en mi acongojado corazón, me abrase a ella y lloré como un niño, dejando de lado
toda aquella reciedumbre militar con la que había sido formado, es en estos momentos cuando sale a relucir
el gran valor que tiene una madre para una persona que realmente la quiso y que… no le importa demostrar
con lágrima, dejando salir sus más profundos sentimientos por ella; “Vamos… te acompaño” – añadió - y
fue a casa de mis tíos para avisar que iría conmigo al hospital, me quedé un momento sólo y alzando los ojos
al cielo exclamé: “Señor ¿Porqué…?, ¿Porqué mi madre también?”, pensaba que apenas unos días atrás
había sido su cumpleaños, “Y… ¿Qué causó su muerte?”, en eso, mis pensamientos se vieron interrumpidos
por Norma, que ya estaba a mi lado; en el camino hacia el hospital, fue contándome lo ocurrido, mi madre,
al igual que mi abuela, había contraído cáncer a la sangre, había estado luchando contra el cáncer al lado de
mi padre todo ese tiempo y no quería que yo lo supiera, luchó duro hasta que su delicado cuerpo no pudo
resistir más y tuvo que partir, ella ya se había resignado y encargó a mi padre que cuidara bien a mis
hermanas, además le dijo que lamentaba el no poder verme para despedirse, ¡Oh Dios! Como esas palabras
estrujaron mi dolido corazón y me decía a mí mismo: “Como no estuve a su lado, como no pude por lo
menos despedirme de ella, porque no me dieron permiso antes, tal vez, hubiera llegado a tiempo” Después,
me sentí culpable por el hecho de que en el momento que mi madre estaba exhalando su último aliento, yo
me hallaba lejos de allí riendo y divirtiéndome, en ese instante fui muy duro conmigo porque me recriminé
eso y el hecho de no haber estado receptivo para presentirlo, ya que antes sí había podido sentir que algo no
marchaba bien, haciéndoselos saber mediante una carta y recibiendo como respuesta el cassette grabado por
mamá para tranquilizarme… y yo lo creí, hubieron tantas cosas que pensé…, de pronto, algo que surgió
dentro de mí, hizo que me serenara un poco y reflexionara acerca del momento, aceptando con resignación
los acontecimientos, pero sin disipar la nostalgia que tenía y la pena por el sufrimiento que le causó el

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tratamiento tan duro que tuvo que soportar. Llegamos al hospital y sin mirar a nadie, me dirigí al lado del
féretro donde estaba el cuerpo de mi madre, a diferencia de mis hermanos, me acerqué y tomé su mano, las
lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas, pensando en el hondo vacío que dejaba en mí, su rostro, un
poco maltratado por el tratamiento y la enfermedad, tenía la expresión como si estuviera dormida esperando
mi llegada; al parecer nadie quiso interrumpir esos instantes y lo agradezco, porque allí, de alguna forma,
pude encontrar paz como si ella me hubiera consolado, luego, se acercó mi padre, me rodeo el hombro con
un suave y cariñoso abrazo, como si no quisiera perturbar el momento, fue relatándome paso a paso lo que
ocurrió desde que me fui y las justificaciones del porque no se me quiso decir nada, yo lo escuchaba
mientras la veía con sus ojos cerrados como si durmiera en una paz profunda, ella le había dicho que no
quería que yo la viera así porque tenía marcas en el rostro producto de la enfermedad; eso no tenía ninguna
importancia para mí porque hubiera dado lo que sea, inclusive mi carrera, por estar a su lado en sus últimos
momentos. Ahora que reflexiono, tal vez por eso, no querían decirme nada.

Me concedieron unos días para quedarme en Lima, con lo que quedaba de mi familia. Al terminar el
permiso, viajé de regreso a mi unidad, los días se sucedían sin que tuvieran mucho sentido para mí. Un día,
un compañero de trabajo me invitó a comer a casa de un amigo suyo que vivía en el pueblo; todos fueron
muy amables, era día sábado y me correspondía ir a la ciudad pero no tenía ganas de hacerlo; estuvimos
hasta que las luces del pueblo se apagaron, regresamos al cuartel, nos despedimos, fui a mi cuarto y me
acosté; no recuerdo cuanto tiempo pasó desde que llegué, pero comencé a sentirme algo mareado y con
nauseas, al rato tuve que ir rápidamente al baño con la sensación de que la cabeza me daba vueltas; de
repente me vino una secuencia de vómitos, creo que allí dejé parte de mi sistema digestivo, adolorido y muy
exhausto por el esfuerzo, regresé a mi cama y quedé dormido. Al día siguiente no me levanté y pasé todo el
día allí, sin ánimos ni fuerzas para hacer nada.

Llegó el día lunes y mi asistente fue a buscarme temprano para preparar mi equipo para montar, en la unidad
contábamos con la ayuda de un soldado para algunas tareas de rutina al que se le decía asistente, yo estaba
muy débil y le pedí que llamara al médico de la unidad; al poco tiempo regresó acompañado con el médico,
me examinó y dijo que tal vez algo me había caído mal en la comida y que estaba un poco deshidratado,
¡Colón! ¡Vaya descubrimiento!, inmediatamente recetó algunas tabletas y que tomara mucho líquido,
también indicó reposo y dieta blanda. Pasé el día entre mi cuarto y carreras al baño porque no podía
mantener nada en el estómago, inclusive el líquido que tomaba lo arrojaba. Así estuve cerca de una semana
hasta que mi asistente, que era de la zona, me dijo que tal vez tenía hepatitis, ese comentario lo guardé hasta
el momento en que el médico llegó a verme, cuando se lo dije, me miró y levantando las cejas para luego
fruncir el ceño me dijo: “¡Sí! Tienes razón… y también tienes hepatitis”, de inmediato dispusieron mi
evacuación hacia el hospital de la región, que quedaba en la ciudad de Piura donde estaba el aeropuerto, así
que otra vez tuve que realizar ese viaje tan incomodo de cuatro horas. Cuando había llegado a mi unidad, por
primera vez, estaba pesando 71 kilos con una talla de 1.81 metros y al ingresar al hospital pesaba 54 kilos;
las enfermeras tenían que buscar entre las arrugas de la cama para encontrarme. Pasé internado un poco más
de un mes a punta de inyecciones y sueros; me hincaron tanto, que parecía coladera y como mis brazos
estaban muy maltratados por las agujas, optaron por colocármelas en las manos y pies, que dicho sea de paso
resultaban muy dolorosas.

Por segunda vez en mi vida me encontraba internado en un hospital y lejos de mi familia y amigos. El
tiempo que pasé en el hospital, me permitió experimentar largas horas de reflexión acerca de las cosas de la
vida, de su fragilidad, de las cosas que se nos van presentando, de cómo cada cosa tiene su lugar y todo tiene
un por qué, un significado; una cosa nos lleva a otra y así sucesivamente hasta ir poco a poco tejiendo lo que
viene a ser nuestra vida, con experiencias gratas y amargas, vivencias que nos capacitan para nuevos
eventos, pero todo ello orientado hacia algo más profundo, algo de verdadero valor, algo a lo que yo quería
llegar y estaba tratando de descubrir. Así fue cómo pude restablecer mi equilibrio emocional.

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Luego que pasó el tiempo de recuperación en el hospital, salí y regresé a mi unidad. Unos meses después me
enamoré de una chica y estuvimos juntos un tiempo, el que lo llenó de gratos momentos logrando
compensar, en cierta forma, aquel vacío que tenía por la pérdida de mi madre; pero mi camino iba por otros
rumbos lo que originó que luego nos separarnos, cada uno por su camino, quedando con muy buenos
recuerdos.

Regresé a Lima después de haber estado dos años fuera, para ingresar a un curso en la escuela de equitación,
corría el año de 1980. A mis hermanos y a mí desde niños nos agradaban mucho los animales y siempre
estabamos pendientes de las aves que podían estar en dificultades en el parque que teníamos frente a nuestra
casa, ya sea porque eran muy pequeñas para volar o habían sido heridas por algunos desalmados que se
dedicaban a cazarlas, las recogíamos y las llevábamos a nuestra casa dándoles los cuidados necesarios según
su situación; ahora que lo pienso es curioso cómo casi todas las aves que caían eran encontradas
precisamente por nosotros y creo que se debía a que éramos sensibles a ellas, algo así como conectados a
ellas, y de alguna manera éramos dirigidos para hallarlas. Después de que el paciente (el ave recogida) era
tratado y alimentado adecuadamente, lo colocábamos en un nido improvisado en el centro del amplio balcón
que teníamos en nuestro departamento (vivíamos en un tercer piso), esto era hasta que se recuperara y
pudiera volar o hasta que la madre le enseñara a volar; al respecto diré que era todo un espectáculo ver cómo
la madre, al poco tiempo de haberlos puesto en el balcón ingresaba, se acercaba al pequeñuelo y le piaba
como si lo resondrara, luego de un par de días de alimentarlo, le enseñaba a volar haciéndolo ella primero
desde el nido improvisado hasta la baranda del balcón y viceversa, después, cuando el polluelo la podía
seguir hasta allí, ella volaba hasta el árbol y regresaba, haciéndolo unas cuantas veces y de un momento a
otro, ambos emprendían la travesía, podíamos ver a la madre volar en línea recta y al polluelo, inaugurando
sus recién ejercitadas alitas, haciendo una curva hacia abajo hasta llegar a su destino, para nosotros esto era
un gran acontecimiento como si un niño de la familia diera sus primeros pasos, claro, que en este caso era un
polluelo que agitaba frenéticamente sus diminutas alitas en un esfuerzo por llegar al árbol que se encontraba
a unos 20 metros aproximadamente del edificio, aquí también lo curioso era que ocurría cuando alguien de
nosotros estaba cerca y podía percatarse de la situación, para estar atentos al movimiento, debido a que en
algunas ocasiones la travesía no tenía éxito y la curva se convertía en una línea oblicua hacia abajo, es esos
casos teníamos que bajar apresuradamente a rescatar al todavía inexperto piloto. Hubo una ocasión en que un
jilguero adulto, que Carlos había encontrado herido, decidió hospedarse por un tiempo en nuestro
departamento y a cambio de techo y comida nos deleitaba con su trinar, todo era tan bello y tierno que
constituía alimento para nuestro espíritu, hasta que un día con mamá decidimos que pertenecía a la libertad
del parque y lo llevamos a un lugar muy bien resguardado de cazadores furtivos y gatos hambrientos, nos
apenó el hecho de ya no poderlo oír trinar en casa, pero nos reconfortaba el saber que gozaba de ese don de
la vida que le pertenecía por derecho propio… la libertad.

En la escuela de equitación me sentía feliz porque practicaba deporte, estaba rodeado de bellas áreas verdes
y habían caballos. Me entusiasmaban las clases que seguía con mucho interés y cuidado, me esforzaba al
máximo para obtener los resultados que nuestros profesores querían. ¡Trote!…, ¡alarguen!…, ¡trote
levantado!…, ¡así… lleve el ritmo!…,¡acorten… trote sentado!…, ¡suelten la cintura… qué les pasa…
¿acaso se han comido un riel?!…, ¡vamos, vamos… alarguen! y nosotros hacíamos todos los esfuerzos por
seguir el ritmo del trote levantado y por mantenernos sobre el caballo… claro que hubiera sido más fácil si
hubiéramos tenido estribos. Después de las primeras semanas teníamos que usar unos parches especiales en
ciertas zonas complicadas de nuestra anatomía debido a que el continuo rose en zonas no muy utilizadas,
producían heridas y no podíamos darnos el lujo de parar, recién comprendí la forma de caminar de los
vaqueros.

Nos daban instrucción teórica de la posición del jinete, salto de obstáculos, adiestramiento, cuidado del
caballo y equipo; el trajín era de lunes a sábado de 7.30 a.m. a 5 p.m.. Comencé a notar que por las noches
no tenía nada que hacer, así que podía emplear ese tiempo en algo más útil; entonces solicité permiso al
director de la escuela, como era de rigor hacerlo, para estudiar ingeniería de sistemas en la universidad que

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estaba relativamente cerca de la escuela, muy complacido por mi actitud de superación me dio la
autorización y además las facilidades para poder asistir los días que tenía servicio de 5.30 p.m. a 10 p.m.
retornando a cubrir el turno que comenzaba a media noche hasta las tres de la mañana, esto lo podía hacer
porque habíamos dos oficiales de servicio. Todo iba bien, con esfuerzo y sacrificios claro está, hasta que un
día, el oficial que era jefe de instrucción, comenzó a tomar una actitud más severa conmigo, me exigía más,
trataba de hacer resaltar mis errores poniéndome de ejemplo; en una ocasión hizo que montara un caballo
muy difícil, en aquella ocación correspondía clase de pasaje de caballetes, que se hacía en un campo de
arena donde se colocaban varios caballetes de unos 40 cm de altura, dispuestos a cierta distancia uno del otro
para ejercitar al caballo en el ritmo y distancia de sus trancos al paso, trote o galope y al jinete para
acompañar el movimiento con la cintura; me indicó que pusiera las manos atrás, como era uno de los
ejercicios, emprendí el trote y al llegar a los caballetes pasé el primero y el caballo no creyó necesario pasar
el segundo, en consecuencia recibí una serie de reprimendas por mi falta de decisión y control con el caballo,
siendo dirigido a intentarlo nuevamente; esta vez, llegue al tercero, con mi orgullo herido por el espectáculo
que daba, sumado al derroche de calificativos de que hacía gala el instructor para referirse a mi trabajo, tome
coraje y me lance hacia los caballetes muy decidido, el caballo, que era muy temperamental, al verse exigido
y sin control en las riendas, dio un salto en el primer caballete levantando bruscamente la cabeza
impactandome en la cara, en ese momento supe lo que significaba ver estrellas sin que se ocultara el sol,
sentí que me desvanecía mientras que otro oficial, que era nuestro instructor de turno, al ver el incidente, se
acercó preocupado en el momento preciso para detener mi caída, hasta el hospital no paré y tuve que
quedarme allí para observación. Al día siguiente de regreso en la escuela, el jefe de instrucción se acercó y
me dijo: “Escoge entre la universidad y la escuela”, allí pude comprender su actitud, él quería que la escuela
tuviera la exclusividad y como esa era mi carrera, tuve que abandonar mis estudios en la universidad, que
después lamenté.

Había un curso en el que cada alumno recibía un caballo para “domarlo”, en realidad era práctica de doma,
porque los caballos que habían, si bien es cierto eran muy jóvenes, tenían ya un grado de doma. Todos mis
compañeros recibieron sus respectivos caballos de doma y a mí…, dio la “casualidad” que había llegado un
caballo en estado semi-salvaje el cual tenía la cola y crines enredadas con alambres, lo llevaban con una soga
de prolonga debido a que pateaba, mordía y manoteaba…. Pude ver la cara de alivio de la persona que me
entregó el caballo, como si le hubiera quitado un gran peso de encima, lo llevé a su “box”, así se les llama a
sus alojamientos, no sin antes entablar una feroz lucha durante el camino, yo queriendo ir para un lado y él
para todas las direcciones posibles menos a la que me dirigía, hasta que al fin después de unos cuantos
rasguños, golpes, carreras y sustos logré hacer que entrara.

Al día siguiente, mientras mis compañeros llevaban sus caballos de doma a clase, tuve que quedarme en la
caballeriza con mi nuevo compañero; me coloqué en la puerta del box y ambos nos quedamos mirando
largamente, yo suspirando y él resoplando, creo que a ninguno le gustaba lo que tenía en frente. Comencé a
pensar qué haría con él o que haría él conmigo; hasta que tomé la determinación de domarlo para demostrar
de lo que era capaz a la persona o personas que decidieron asignármelo, entonces puse manos a la obra. Lo
primero que hice fue ingresar en forma cautelosa al box y casi de inmediato salí como una bala justo cuando
Flecha, así era su sugestivo nombre, se volteaba y colocaba la grupa en mi dirección dando el saltito
característico que indicaba la intención de propinarme una certera patada, la cual no llegó a su destino
gracias a mis rápidos reflejos. Repuesto del susto regresé con mayor cautela y llevando en la mano un balde
con cebada, volví a entrar en el box en forma mucho más lenta, como queriendo pasar inadvertido mi
ingreso hasta que llegué junto al comedero y Flecha… al otro extremo, el box medía aproximadamente unos
tres metros de ancho por cuatro de largo; con todo cuidado sin realizar ningún movimiento brusco que lo
pudieran alterar, deposité la cebada dentro del comedero y con la misma cautela me retiré quedándome cerca
de la puerta para observar cómo se iba acercando al comedero oliendo y resoplando en forma nerviosa, con
un ojo puesto en la cebada y el otro en mí. Comenzó a comer, y al observarlo me retiré para no perturbarlo,
pensando que después de todo ese pobre animal no era malo, lo único que hacía era defenderse de quienes lo
tenían cautivo y se encontraba tan o más asustado que yo.

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Al día siguiente por la mañana, realicé nuevamente la misma operación, en la tarde otra vez, pero en esta
oportunidad me senté sobre el comedero hacia un costado de la cebada, quedándome inmóvil hasta que
Flecha decidió acercarse nerviosa y cautelosamente, en forma asustadiza comenzó a comer, podía notar su
nerviosismo y no sé si él notaba el mío. Cuando hubo terminado de comer, se retiró rápidamente hacia la
esquina opuesta, entonces bajé lentamente del comedero, con la misma lentitud me agaché y tomé el
extremo de la soga que servía de prolonga y con mucha suavidad lo conduje fuera del box, llevándolo hasta
el abrevadero para que tomara agua; el personal que estaba cerca, al verme salir con Flecha, se retiró
rápidamente porque conocían sus reacciones, pero felizmente Flecha se comportó muy bien. Este trabajo lo
realicé por un par de días más, tanto el la mañana como en la tarde, logrando que Flecha tomara un poco más
de confianza con su entorno, luego lo llevé a un campo pequeño de arena que servía para entrenar a los
caballos haciéndoles dar vueltas con el fin de equilibrarlos y para que reconozcan los comandos a la voz,
esto se hacía colocando en la cabeza del animal un armazón de cuero que le llamábamos “cabezón de
tornear”, al cual se le engancha una cinta de lona de unos 10 metros de largo, el jinete se coloca al centro y
poco a poco hace que el caballo vaya caminando en círculos en su rededor, ayudado con una fusta para
asusarlo, sin golpearlo, logrando su equilibrio en los tres aires; llevé a Flecha hacia un árbol, que estaba
cerca del campo, puse la soga alrededor del árbol para evitar que tirara de mi, de hecho que tenía mucha más
fuerza que yo, poco a poco fui acortando la soga y tomé un puñado de pasto con la intención de ganar su
confianza y poderlo tocar para luego retirar los alambres que tenía en las crines; cuando ya estuvo lo
suficientemente cerca, puse a su alcance el puñado de pasto y de un momento a otro, el muy condenado de
un solo mordisco me lo arrebató, se paró sobre sus patas posteriores y me manoteo dándome un golpe en el
muslo derecho logrando derribarme, felizmente tenía bien sujeta la soga lo que evitó que se elevara mucho y
hacer el golpe más fuerte, otro factor a mi favor fue que los caballos de doma no llevan herrajes (en el
ambiente ecuestre, a las patas delanteras del caballo se les dice manos y a las posteriores patas, así que si
golpea con los anteriores se dice que manotea y si lo hace con los posteriores patea). Estuve un rato allí hasta
que se calmó y después lo llevé de regreso a su box. En casa conocían a Flecha porque les contaba mis
peripecias y avances con él y seguían con interés nuestros pasos, en ese tiempo vivía con mi padre y mis
hermanas.

Después de sacarlo a pasear un poco durante dos días, se me ocurrió una idea para poderlo tocar y la puse en
práctica; sentado en el comedero puse mi mano dentro de la cebada, Flecha comenzó a comer y al encontrar
mi mano dio un chillido y levantó la cabeza, tuve que mantenerme sereno para no saltar yo también con su
reacción y pude permanecer inmóvil, luego volvió a meter la cabeza en el comedero y poco a poco fui
moviendo mis dedos tocando sus belfos (labios), luego la nariz, y así, fui subiendo haciéndole caricias en la
frente, la cabeza, las orejas, que normalmente es la parte más sensible, hasta que ambos comenzamos a
confiar. Tuve que trabajar duro, con mucha, muchísima paciencia y con constancia; después pude arreglarle
las crines, la cola, las orejas, los corvejones, los nudillos. Era un caballo de más o menos un metro sesenta de
alzada, de color negro con un lunar blanco en la frente al cual se le llama lucero.

Todos los días lo limpiaba y cepillaba bien, su pelaje comenzó a brillar y tenía muy buen aspecto, era
totalmente distinto al caballo que me entregaron; llegué a encariñarme con él, cuando me tocaba estar de
servicio, en la noche iba a su box y pasaba largos ratos con él, acariciándolo y hablándole, le decía lo mucho
que lo quería y parecía que entendía lo que le expresaba o por lo menos sentía el cariño; cuando lo
encontraba echado, porque la mayoría de veces duermen parados, me sentaba a su lado acariciándole la
cabeza.

Luego de haber logrado entenderme con él, al cabo de aproximadamente un mes, comencé su entrenamiento,
descubrí que era un animal muy inteligente, al mes siguiente de entrenamiento obedecía a mis ordenes; lo
enviaba a tomar agua y después que regresara a su box, también cuando estaba en el campo de arena,
torneándolo, no necesitaba de asusarlo, tan sólo le decía que vaya al trote y él trotaba, al galope y galopaba,
al paso y caminaba, alto y se detenía, lo llamaba y se acercaba, por último le decía que se colocara en

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posición para empezar el trabajo y se alejaba a la distancia correspondiente; realmente para mí fue una
maravillosa experiencia la que tuve con Flecha.

Llegó el día en el que tenía que ensillarlo para que se vaya acostumbrando a la montura, Flecha se mostraba
muy nervioso al sentir que le estaban colocando sobre el lomo algo extraño para él, el pobre temblaba pero
no se movía de su sitio porque confiaba en mi, luego le ajusté la cincha y lo llevé a caminar hasta que se
tranquilizó, lo regresé al campo de arena y me preparé para montarlo, nuevamente se puso un poco nervioso,
yo trataba de calmarlo con mis caricias y hablándole hasta que logré sentarme en la montura sobre su lomo y
Flecha al sentir el peso de mi cuerpo dio un brinco y se hizo a un lado, yo quedé en el mismo sitio pero sin
caballo…; sentado en el suelo, a parte del dolor que sentía en cierta zona de mi cuerpo, me causó gracia el
cuadro; me puse de pié y lo miré, Flecha me observaba también y pude notar en su mirada como si hubiera
sentido el haberme tirado, luego volví a montarlo, pero esta vez ya no hizo ningún movimiento y a mi voz
comenzó a caminar, sentía su incomodidad pero poco a poco fue acostumbrándose. Al cabo de un par de
semanas, las piernas y el movimiento de las riendas, como ya lo mencioné, era un animal muy inteligente.

El día del examen de doma, me separaron de mis compañeros porque mi caballo era nuevo y pensaban que
iba a causar problemas, nos subestimaron. El instructor que me evaluaría era el mismo que detuvo mi caída
cuando fui golpeado por el otro caballo, quedó muy sorprendido al ver cómo Flecha ejecutaba todos los
movimientos con gran precisión sin necesidad de emplear la fusta y sin mover la cinta de tornear, usando tan
sólo mi voz, esto hizo que se superara grandemente las expectativas que se tenían de mi persona en relación
a Flecha; el jefe de instrucción no estaba muy complacido con lo que habíamos logrado mi fiel amigo y yo
porque esperaba que falláramos, de cualquier modo, le agradezco mucho por haberme puesto esta prueba, ya
que así, pude conocer más a fondo el sentir de los animales y adentrarme más, volviéndome más sensible.

Terminó el año y no fui aceptado para seguir el segundo año en el cual lograría el título de maestro de
equitación, obtuve el titulo de instructor de equitación, pero creo que ya había aprendido lo que necesitaba
saber y con creces; luego tendría la oportunidad de demostrarlo; sin pensar que al dejar aflorar mi orgullo, el
único perjudicado sería yo.

Cuando dejé la universidad comencé a llenar mi tiempo de frivolidad, llevaba una vida un tanto disipada
cayendo en el torbellino de las fiestas y diversiones; tal vez, en un acto de rebeldía, me dejé arrastrar por esa
corriente vertiginosa de la vida que te lleva por lo “fácil”, sin responsabilidad ni sentido común, permanecí
incauto y todo aquello que había leído y las experiencias pasadas quedaron guardadas en un rincón del
desván de mi mente.

Saliendo de la escuela, fui destacado al Regimiento Escolta del Presidente, donde por mi condición de
instructor de equitación, todos pedían consejos para sus caballos y que los probara montándolos; cuando no
estaba de servicio llegaba a montar de 6 a 7 caballos por día. Ya no volví a ver a Flecha y no supe que fue de
él. Para entonces, mi vida no tenía un sentido muy serio, transcurría entre servicios, ceremonias
acompañando al presidente, las instrucciones en el cuartel y los entrenamientos con los caballos, no tenía
mucho tiempo libre como para emplearlo en alguna actividad regular, porque en el poco tiempo que me
quedaba trataba de divertirme como podía.

El jefe del regimiento me asignó un caballo para que lo preparara para el concurso más importante de la
caballería que se realizaba todos los años el día 6 de agosto; antes del concurso se realizaron pruebas
preliminares donde conocí a oficiales veteranos en el asunto, yo todavía era un novato.

Llegó el día del concurso, los oficiales más antiguos, al pasar por mi lado, me hablaban tratando de ponerme
nervioso para fallar en el concurso, pero aquí pude poner en práctica algunas cosas que había aprendido
como fue la concentración al entrar a la pista de salto, en forma rápida, me concentré en lo que tenía que
hacer, para mí, allí estabamos mi caballo, los obstáculos y yo, me olvidé del público y todas las indicaciones

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que me dieron antes de entrar, mi respiración se volvió una con la de mi caballo y emprendí el galope,
inicialmente dando una vuelta al rededor de la pista, cosa que si bien era nuestro derecho como participantes
se nos prohibió alegando para no perder tiempo, esta vuelta me permitió compenetrarme con mi caballo y
centrarme; allí fuimos como un binomio perfecto pasando los obstáculos a compás de reloj sin cometer
ninguna falla, luego tuve que desempatar con otro binomio que también era de nuestra unidad y era un
caballo que estuve entrenando desde el principio, porque el que montaba me lo cambiaron después de la
última prueba, previa al concurso, con mi aceptación claro esta; ¿Qué resultó de todo esto?, pues bien,
obtuve el primer puesto y mi compañero el segundo con “mi otro caballo”.

Algo muy importante que note en todo este trajín fue que para mí ese triunfo no significó gran cosa y no por
menospreciarlo, de ninguna manera, sino que sentía todo aquello, tan fugaz, tan vacío, que pasó como otro
día más, pensé que hoy ganaba pero que mañana podía perder y conforme te comportes en el triunfo, así,
pero en forma inversa, se te tratará en la derrota, pensé en el valor de lo que me significaba la humildad en
ese tiempo: “Saber que se tiene lo que se tiene y saber que no se tiene lo que no se tiene”, reconocerse a sí
mismo en su verdadero potencial, sin hacer alarde de nada, porque todos tenemos defectos y virtudes, nadie
en este mundo es perfecto, tenemos capacidades o habilidades que otros no tienen o la tienen en menor
grado, pero esas mismas personas tienen otras capacidades para las cuales nosotros somos torpes o virtudes
de las cuales somos carentes; la humildad siempre nos lleva a alcanzar los más grandes y puros ideales con
el espíritu libre, la soberbia nos conducirá, tal vez, a lograr grandes metas, pero con base de barro que en
cualquier momento se desmoronarán haciéndolos caer, para alegría de muchos, inevitablemente en el
desprecio. Más adelante conocería un significado más profundo y elevado de la humildad.

Así transcurrió el tiempo y al final del año 1980 me cambiaron a la escuela de cadetes como instructor. Esta
fue una buena experiencia porque allí pude reencontrarme con parte de mi pasado.

En un tiempo que tuve libre, decidí hacer una especie de salida al campo, apartado de todo, esto lo había
tenido en mente desde hacía tiempo atrás y no lo había concretado por diferentes circunstancias, pero ahora
estaba decidido, así que programé un fin de semana, preparé mis cosas y salí de casa con rumbo hacia el
Este; no tenía un sitio específico tan sólo seguía mis impulsos y ellos me llevaron al pié de un cerro situado
en la margen izquierda del río Rimac, cerca al distrito de Chosica, mi equipaje consistía en un saco de
dormir, un poco de agua y unos panecillos. Llegué al lugar, a eso de las cuatro de la tarde aproximadamente,
era un día tranquilo, el cielo no estaba muy despejado, mas bien, había niebla baja; crucé el río que
serpenteaba con suavidad, no era época de lluvias, llegué al pié del cerro y busqué un lugar para ascender,
pasé algunas casitas de los campesinos de la zona y comencé mi ascenso. En mi mente sólo había un
objetivo llegar a la sima, ¿Porqué? Algo dentro de mí me impulsaba a hacerlo, ¿Qué encontraría allá arriba?
No tenía la menor idea, pero seguía subiendo; en el camino iba encontrando diferentes obstáculos por
sortear, grandes piedras que rodear, zanjas que saltar, pero ningún obstáculo fue más terrible que el miedo
que comenzó a invadirme, cuando el cielo comenzó a obscurecer. Nuestra mente nos hace muchas
“jugadas”, haciéndonos ver cosas que no existen, desde niño he tenido miedo a la obscuridad y esto para mí
significaba un gran reto que me lo había propuesto sin darme cuenta, porque al emprender esta aventura, no
sabía a qué iba.

Cuando estuve casi a la mitad del cerro, al menos eso parecía, las dudas empezaron a minar mi mente, algo
me decía: “¿Qué estas haciendo aquí?, si bien podrías estar disfrutando de alguna fiesta o estar en tu casa
muy cómodamente viendo televisión, comiendo algún exquisito platillo”, a esas alturas del camino, ya
estaba un poco fatigado y no podía determinar cuanto faltaba aún, pensé en regresar, pero como un
relámpago, desde el fondo de mi ser algo me sacudió e hizo reaccionar: “Caramba que estoy pensando,
porque voy a dar marcha atrás, si estoy aquí, es por algo y debo de descubrirlo”, con esta reflexión, tomé
nuevo aliento y emprendí nuevamente el ascenso; la noche se hacía cada vez más lúgubre, la niebla estaba
más apretada y las sombras jugueteaban a mi alrededor haciendo que mi imaginación volara, el temor
comenzó a invadir mi mente, mi respiración se volvía más agitada, no precisamente por el esfuerzo físico,

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mi paso se fue volviendo cada vez más lento, casi sin que me diera cuenta, de pronto me encontré frente a
una gran roca que cerraba el paso, detuve mi marcha y casi temblando, no de frío, sentí como si hubiera algo
que estaba pululando al rededor mío, sentía como si quisiera evitar que traspusiera esa gran piedra, la noche
me pareció la más negra de todas, no me sentía capaz de seguir ni de retroceder, fue un lapso de tiempo, no
se cuanto, en el que estuve allí sólo frente a todos mis temores, casi paralizado sin atinar a nada; después de
vacilar un rato comencé a orar pidiendo fuerza para poder superar aquello, lo pedí con todo mi corazón
cuando…, de pronto, como un nuevo relámpago que salía desde el fondo de mi ser rompí con todos esos
pensamientos que me bloqueaban y reanudé el paso subiendo por un lado de la gran roca que tenía enfrente,
al llegar arriba sentí cómo aquella acción me liberó de todos esos temores, con alegría y las fuerzas
grandemente renovadas seguí adelante y al cabo de unos minutos de camino, vi sobre mí, algo que se
destacaba contra el cielo obscuro, parecía ser la sima, al trepar por allí, pude comprobar que así era; lo que vi
a continuación fue algo que realmente dejó una profunda y maravillosa huella en mi corazón; al
incorporarme para traspasar esa línea, observé al fondo, en el cielo, cómo las nubes de una forma casi
mágica, diría yo, comenzaron a separarse y dejando aparecer en forma paulatina unos rayos plateados, luego
la abertura se hizo más amplia hasta dejar ver en toda su magnitud una hermosísima luna llena, hasta ese
momento no me había percatado que justo ese día comenzaba la mencionada fase lunar, su luz bañó todo el
valle del Rimac, el río centellaba como una larga lumbrera que se perdía entre los escollos de los cerros
hacia su camino al mar, ante tal despliegue de belleza y con las lágrimas corriendo por mis mejillas, caí de
rodillas, alcé los brazos y teniendo como marco el cielo totalmente despejado lleno de fulgurantes estrellas,
desde el fondo de mi corazón di gracias a Dios por haberme permitido gozar de tanta belleza y el haberme
liberado de mis temores; es imposible el poder describir con palabras y menos en letras de molde, tan grande
y maravilloso sentimiento, esto es algo que sólo se puede trasmitir de corazón a corazón. Después de haber
terminado este sublime encuentro conmigo mismo, extendí mi bolsa de dormir y me recosté contemplando
las estrellas por largo rato, hasta que paulatinamente fue apoderándose de mí un delicioso arrobamiento
quedándome dormido con el corazón henchido de gozo.

Al día siguiente, desperté temprano, como renovado por una misteriosa fuerza interna, bajé del cerro y me
senté en la rivera del río sumergiendo los pies desnudos en sus frescas aguas; no sé cuanto tiempo estuve allí
deleitándome con el ambiente silvestre, hasta que un fuerte chasquido y agua que me salpicó hizo que
volviera en mí, algunos lugareños habían bajado al río para lavar sus ropas y uno de ellos estaba muy cerca a
mí, le pedí con toda cortesía que tuviera cuidado, a cambio recibí una serie de improperios por estar allí, lo
quedé mirando con asombro, para eso él en ningún momento levantó la vista o siquiera me hechó una
ojeada, en ese instante mi orgullo reaccionó y salí de allí, con una nube negra sobre mi cabeza, regresando a
mi vida cotidiana. Después de mucho tiempo e reflexionado acerca de este incidente y me doy cuenta de lo
frágil que es nuestro estado de ánimo, como, con un pequeño toque se puede modificar por completo,
podemos haber estado muy tranquilos y desentendidos de todo, pero si alguien toca nuestro orgullo o hiere
nuestro amor propio, nos encendemos como si fuéramos un reguero de pólvora; este asunto lo trataré más
ampliamente después.

Transcurrían los meses y yo me desempeñaba como instructor del tercer año de Caballería. Dentro de la
instrucción de equitación, había una parte que se denominaba volteo y consistía en preparar físicamente a los
alumnos con ejercicios gimnásticos y saltos, empleando aparatos como, trampolines, caballetes o sobre los
mismos caballos; como desde chico me gustó la gimnasia, en esta disciplina era muy hábil, tal es así, que
formé un equipo de demostración de ejercicios y saltos sobre caballos con mis cadetes; éramos invitados a
dar estas demostraciones en diferentes actividades castrenses. Ese año también participé y gané en el
concurso del 6 de agosto, por segunda vez consecutiva. Todo hacía pensar en un futuro prometedor en la
equitación, había una propuesta de viaje al extranjero para perfeccionarme, pero un día en el que estuve
practicando volteo, ocurrió algo que acabaría con todas esas ilusiones, todos estabamos entusiasmados,
especialmente yo, porque había logrado realizar una prueba difícil que estaba preparando para una
demostración que teníamos que realizar en unos días, pusimos varios caballos alineados, uno al costado del
otro con el fin de batir nuestro récord, saltar 8 caballos; al colocar el noveno, no había tomado en cuenta que

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ya estaba cansado por las prácticas, cuando realicé el salto, rocé el pecho con el dorso del último caballo, así
que, por mi inconsciente vehemencia y la euforia del momento, volví a intentarlo, “Para sacarme la espina”
dije, esta vez lo hice con más fuerza pero lamentablemente cometí un error, al saltar, piqué tomando
demasiada altura y no dirigido hacia mayor distancia, cuando estaba sobre los caballos me di cuenta que no
iba a llegar al final, así que de inmediato metí la cabeza, como lo había hecho en otras oportunidades, para
dar un giro y lograr mayor alcance, pero el giro lo hice cuando ya caía, lo que originó que me precipitara
sentado en el último caballo como si fuera un latigazo; en ese momento sentí como una corriente eléctrica
que subía por mi columna vertebral hasta la cabeza, el pobre caballo se dobló, me quedé por unos segundos
sin aliento, luego, los que estaban conmigo en las prácticas, se acercaron a preguntarme si estaba bien, les
dije que si, que sólo había sido un centón y que dejáramos todo para otro día porque ya estabamos fatigados,
con la intención de desviar su atención del asunto, en realidad me sentía algo tonto con lo ocurrido. Aquella
noche fue terrible, sentía fuertes dolores a la altura de la cintura y no pude salir a ningún lado acostándome
temprano, cosa inusual para mi, en esa época; no había reparado en la magnitud del problema pensaba que
era algo pasajero y que a la mañana siguiente después del descanso estaría mejor.

Al día siguiente, el dolor había disminuido considerablemente y pensé en todas esas advertencias que
siempre se hacían en nuestro medio con respecto a problemas de la columna, diciéndome que tal vez, eso
ocurría por que no se montaba bien, manteniendo una mala postura o rebotando mucho en la montura, cosa
que no sucedía conmigo, además no había pensado en hacerme daño sorteando los obstáculos. Durante el día
evité hacer esfuerzos. Por aquellos días estaba entrenando un caballo durante las noches para un concurso
por el día del ejército, pero después del incidente no monté para cuidarme; a la segunda noche si fui,
comencé con mis acostumbrados ejercicios de calentamiento y soltura, como todo buen deportista,
seguidamente, empecé mi rutina de entrenamiento, no fue sino hasta el momento de saltar un obstáculo, que
me di cuenta que tenía un problema serio; cuando se salta un obstáculo, al momento del pique, el jinete debe
de acompañar el movimiento del caballo inclinando el cuerpo hacia adelante liberando el peso de la montura
y simultáneamente alargar los brazos dando rienda a la boca del caballo para que pueda bascular libremente
el cuello, yo no lo pude hacer, me quedé sentado porque la cintura no me respondió, sintiendo un tirón con
agudo dolor en la zona lumbar justo cuando el caballo saltó hizo que mi cintura fuera hacia adelante y mi
cuerpo hacia atrás, tontamente quise seguir pero el dolor no me dejaba reaccionar para lograr la posición de
salto, así que, tuve que suspender el entrenamiento. Esa misma noche fui al hospital para averiguar lo que
tenía, el médico al examinarme indicó que era necesario internarme para hacerme unas pruebas; al día
siguiente se lo hice saber a mi jefe, quién se mostró muy preocupado por mi salud e inmediatamente dio la
autorización pero al enterarse el jefe de equipo de equitación, mandó llamarme y dijo que no podía
internarme sino hasta después del concurso, que sería en un mes, después de todo yo era su mejor jinete y él
estaba preocupado por hacer un buen papel, discutimos un poco, hasta que le dije que me disculpara pero
que primero estaba mi salud y además no podía montar, así que de mala gana y a regañadientes accedió
diciéndome: “¡Bueno haga lo que quiera!”, entonces yo, muy obediente, esa misma noche arreglé mis cosas
y al día siguiente fui al hospital a internarme por una semana, como lo había dicho el médico, pero se
equivocó, porque permanecí tres largos y dolorosos meses haciéndome una serie de pruebas y tratamientos.
Lo más doloroso que recuerdo fue la mielografía, que consiste en sacar placas radiográficas al paciente, vaya
que si hay que ser muy paciente para ello, donde previamente se le prepara inyectándole un líquido de
contraste en la columna, luego de la prueba, hay que dejar al infortunado, recostado de cúbito dorsal sin que
la cabeza esté en un nivel más bajo que el cuerpo, para evitar que el líquido llegue allí, hasta que se pueda
reabsorber, esta espera es acompañada por unos terribles dolores de cabeza y uno no sabe que hacer para
evitarlos; con la mielografía también me hicieron una punción lumbar, otra tortura más.

Durante el periodo que estuve internado en el hospital, tuve pocas visitas y mucho tiempo para reflexionar,
comencé a repasar mi vida durante largas horas. Pude darme cuenta que estaba desperdiciando el tiempo,
que muchas de las cosas que había estado haciendo eran vacías e intrascendentes, para ser sincero nada me
llenó, realmente me sentía un estropajo tirado en una cama de hospital sintiendo que nada valga la pena,
entonces me dije: “Esto no puede continuar así, la vida no puede ser tan frugal y frívola, esto no es lo que yo

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quiero, esto no es lo que yo estuve buscando, la vida no puede pasar en un abrir y cerrar de ojos acabando en
nada, debe haber algo más profundo, quiero hacer algo mejor, algo que realmente valga la pena” y fue así,
como comenzó la verdadera revolución en mi interior, a esta reflexión, siguieron largas horas de
contemplación entre pruebas y tratamientos. Los médicos no podían determinar cual era el problema pese a
las pruebas, hasta que en un momento me sugirieron emplear la cirugía para averiguarlo cosa que rechacé de
inmediato. Pasaba el tiempo sin ver ninguna solución y se acercaba el día en que tenía que presentarme a un
curso obligatorio para después poderme presentar al examen de ascenso, por este motivo solicité mi alta, ya
que no veía solución a mi problema, además, había mejorado considerablemente con los tratamientos, así
que aceptaron mi pedido.

Un par de semanas antes de salir ocurrió algo muy especial, esto lo considero como una respuesta a la
decisión de retomar el buen rumbo en mi vida. Estaba en el cuarto recostado en mi cama cuando, de pronto
alguien llamó a la puerta, me hallaba en un dormitorio individual por mi condición de oficial, di el pase y vi
aparecer un rostro familiar pero no recordaba quién era, esta persona estaba acompañada de una señora que
resultó ser su madre y una chica que era su hermana, él vestía una bata del hospital, lo que indicaba que
estaba internado, me refirió nuestra relación y resultó ser un compañero de colegio de uno de mis hermanos
que al ver mi apellido en la estación, se acercó para averiguar si era Mario, es admirable cómo hay personas
que recuerdan nombres a través de los años, caso que no era el mío. Lo peculiar de este encuentro es que su
madre, antes de irse, me habló de una señora que escribía y había editado unos libros y los escribía en
meditación, ¡dictados por DIOS!, esto me intrigó y justamente en ese momento, tenía en su poder el último
libro que había escrito la mencionada iluminada y sin que yo se lo pidiera, me lo entregó diciendo que lo lea
y que después vendría para comentar sobre él, yo accedí, vi la portada, tenía la pasta de un color amarillo
dorado un poco verdoso y llevaba por título “DIALOGOS CON DIOS”, Martha Bazo de De Las Casas. De
la misma forma como llegaron se fueron y me dejaron sólo, en mi cuarto, con el libro en la mano.

…“¿Una señora que puede comunicarse con DIOS?”…, pensé, el asunto sonaba interesante y me dije “¡¿Por
qué no?!, ¿Acaso eso era algo imposible?, sea como sea, leeré el libro y veré de que se trata”. Esa misma
noche comencé a leerlo, abrí la primera página y leí:

“Con este libro, hija mía, cierras el bloque de los siete (7) libros que te he mandado hacer.
Estos libros darán la vuelta al mundo muchas veces y ayudarán a miles a realizarse”.

Así comencé a ir profundizando más en el conocimiento de mí mismo, porque ha medida que leía, sentía
cada palabra como fuego que me consumía, despertando en mí, un nuevo camino hacia mi búsqueda, porque
en cada palabra, cada frase que leía, sentía la verdad presente que no dejaba lugar a duda alguna, no
necesitaba que nadie viniera para convencerme de lo que allí estaba descubriendo, porque o realmente lo
sentía muy dentro de mí; supe que en equilibrio, encontraría todas las respuestas que durante tanto tiempo
estuve buscando...

“Martha hija mía: estoy en ti”.


– Y yo contigo señor!
“Yo Soy el Logos”.
– Y una luz muy fuerte veo, tras de mis ojos cerrados. Toma la forma de una gran estrella que brilla
muy fuerte y con sorpresa pregunto:
– ¿Tú eres el Logos Señor?
“Yo Soy el Logos”.
“Yo Soy la verdad Pura.
Yo brillo arriba de toda Trilogía.
Yo Soy el logos.
En mi revienta la semilla.

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Soy la Raíz y las Ramas.
Los (3) tres en Uno.
Consumado y logrado Todo Efecto.
Arriba de Todo está El Uno.
Consumado y logrado Todo Efecto.
Arriba de Todo.
Soy Toda Trilogía.
Yo Soy el Logos.
Causa y Efecto de Toda Trilogía.
Y hasta en la Cruz hay 3 formas que terminan siendo (4) cuatro.
(Diálogos con Dios, Martha Bazo Pag 12)

Seguía en otro pasaje, tratando de imaginar la escena pensé: “¿Cómo una persona indigna como yo, podría
pretender algo así?” y… a mi mente llegó una respuesta en forma de pensamiento: “DIOS es todo Amor, y
ese Amor es tan grande que siempre nos considera dignos de ÈL, de su compasión infinita y de su poder de
redimirnos, pese a todo”; esto fue lo que hizo que dentro de mí se encienda la llama de la esperanza “Tal vez
algún día pueda llegar a oír la voz de DIOS”…, me dije.

Sé que para muchos, que viven muy arraigados dentro del mundo materialista y objetivo, les será casi
imposible poder concebir esta verdad, pero sea como sea, les puedo asegurar, por experiencia propia, que ¡sí,
es posible!.

Los días se sucedían uno tras otro, yo seguía embelesado con el libro y no dejaba de leerlo, el libro me tenía
muy interesado, habían pasajes que me dejaban intrigado y deseaba poder conocer a esa señora para poder
hacerle muchas preguntas. Uno de los párrafos que llamó mucha mi atención fue:

“Estoy en ti hija mía”.


Y tras de mis ojos cerrados, brilla fuertemente una luz naranja y oro. Es tan fuerte el fulgor que quedo
observando en silencio. Y oigo Su voz, firme, suave y armoniosa y dice:
“Te He dicho que te hablaré del Hombre Nuevo que ha de salir de América.
El Hombre Nuevo … saldrá, vendrá, existirá. Será de América del Sur.
El Hombre nuevo es el Hombre Americano.
El Hombre que amará la Paz y no se alimentará de carne.
Mirará las grandes extensiones de la Tierra y se llenará su alma de gozo y gratitud mirándola.
Será un Hombre Nuevo que tendrá limpia el alma, el corazón y el cuerpo.
No existe aún. Pero se está formando ya.
Amará la belleza misma … Sin ansias ocultas, sin avideces malsanas.
Será como ver surgir la sepultada Atlanta.
Soy tu Dios y te estoy hablando del Hombre Nuevo.
Este Hombre ha de venir removiendo la Tierra. Y dominará el mundo por la Paz y el Amor. Ya no
habrán más guerras fratricidas y habrá solo una raza: La Raza Humana.
(Diálogos con Dios, Martha Bazo Pag, 15)

Estaba muy ansioso, hasta que la señora que me prestó el libro regresó, todavía no había terminado de leerlo,
me preguntó que me parecía y le respondí: “¡Es bellísimo!”…, puedo asegurar que esa respuesta salió desde
lo más profundo de mi ser. Algo que me alegró muchísimo fue que la Sra. O.B. me dijo, que la señora
Martha presentaría su libro en la municipalidad de Miraflores y lo más curioso fue, que la fecha que me dio
era la misma en que me darían de alta del hospital, entonces coordiné con ella para asistir juntos al evento.
Me sentía muy entusiasmado por el hecho de que conocería a la persona que podía hablar con DIOS.

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Llegó el tan esperado día y según lo acordado con la señora O.B., nos encontramos en la entrada de la
municipalidad de Miraflores y juntos ingresamos al auditórium. A los pocos minutos que nos acomodamos
se acercó una persona al micrófono y presentó a la señora Martha, allí apareció ella, una señora elegante, de
aspecto bondadoso y muy sencilla, no sé que ocurrió, pero los equipos de sonido fallaron y no pude escuchar
lo que habló, ni las respuestas que dio a las personas que estaban en la parte delantera del salón y efectuaron
preguntas. Al finalizar la exposición todos salimos a un hall donde la señora Martha a manera de anfitriona
estuvo departiendo con los asistentes, la señora O.B. me llevó a su encuentro y nos presentó, confirmando la
primera impresión que tuve de ella, la saludé, no pude hablar mucho, creo que fue por el momento de gran
alboroto que había y todos requerían de ella, así que la señora O.B. concertó una cita con ella, en su casa
para poder charlar mejor, eso me entusiasmó más por el hecho de que tendría un contacto más privado, con
la persona que había escrito tan formidable libro en el que había encontrado conocimientos profundos y
reveladores que pondrían los pelos de punta a mucha gente.

No recuerdo la fecha exacta, pero sí recuerdo que fue un día soleado de verano por la tarde, cuando me hallé
con la señora O.B. a las puertas de la casa de la señora Martha. Nos recibió en forma muy cariñosa y nos
hizo pasar hasta la terraza de su jardín interior, el ambiente estaba muy fresco, nos sentamos y comenzamos
a conversar, me sentía tan bien ante su presencia que me abrí por completo, contándole todo a lo que mi vida
se refería, le conté sobre mi búsqueda y lo que había causado en mí, el haber leído su libro, le pregunté cómo
había hecho para llegar a escribirlo, mejor dicho cómo había llegado al punto de comunicarse con DIOS; en
forma natural y sencilla me relató, como através de la meditación aprendida con el método de control mental
pudo lograr llegar, sin proponérselo, al contacto con DIOS, me comentó que en su primer libro, “Historia de
la Humanidad”, relataba un poco, como empezó. Añadiendo detalles más precisos, me hizo ver que no era
una cosa misteriosa, ni que había algo extraordinario, mágico o sobrenatural en ello, por el contrario, era lo
más natural y sencillo que alguien pudiera imaginarse; entonces entendí como nos gusta complicarnos la
vida siempre, pensando que el lograr llegar a DIOS requiere de algo que está fuera del alcance de la gente
común y lo equivocado o cerrado de los conceptos que tenemos de la pureza y santidad; la pureza no está en
enclaustrarse para no tener contacto con el mundo y evitar tentaciones, ni la santidad es una condición
exclusiva de alguien que lleva hábito, ¡no!, la pureza y la santidad está dentro de cada uno de nosotros en
forma permanente, tan solo hay que hacer que se manifiesten. A medida que las vamos cultivando van
aflorando a través de la bondad, la caridad, la comprensión, el perdón, la simpatía natural y espontánea. Hay
pureza y santidad en el ama de casa que día a día con amorosa ternura cuida de su familia, hay pureza y
santidad en el padre que cada día sale temprano a buscar dignamente el sustento diario y regresa a casa para
compartir en armonía con su familia el pan nuestro de cada día, hay pureza y santidad en el maestro que se
esfuerza sinceramente entregando lo mejor de sí para orientar a sus alumnos no sólo en la materia que le
corresponde sino en las cualidades humanas para la vida, hay pureza y santidad en el humilde barrendero de
la calle que día a día cumple a cabalidad su labor para mantener un ambiente agradable para sus semejantes.
Cada ser, en su labor diaria, puede llegar a DIOS sin diferencia de raza, credo o condición social porque en
todo está ÉL.

DIOS es un bello amanecer, es el viento, es el vuelo de una paloma, es una noche llena de estrellas, es un
atardecer de verano, es un río cantarino en su curso, es el mar con sus olas que van y vienen en su constante
vaivén, es una lágrima, es una sonrisa, es una tierna y serena mirada, es un anciano, es un niño, es perdón, es
compasión, es dulzura, es paz, es… es AMOR.

Aquella tarde, la señora Martha y yo, nos descubrimos uno al otro con el corazón abierto de par en par y a
partir de ese momento el camino de mi vida tomó el rumbo correcto. También descubrimos que había una
vinculación familiar, en el pasado, mucho antes que yo naciera, había conocido a la familia de mi madre y
ambas familias habían estado estrechamente ligadas, esto fue inclusive antes que mi madre se conociera con
mi padre; ahora después de mucho tiempo de haber estado alejadas, nuevamente las dos familias se vuelven
a unir bajo esta feliz circunstancia.

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Frecuentando a partir de ese día su casa comencé a conocer gente muy interesante que para mi sorpresa,
muchas de ellas tenían la facultad de ver el aura, cosa que antes me parecía algo muy raro de encontrar, pero
allí comprobé lo contrario.

Todo lo que había visto, leído y aprendido fue muy motivante para mí, pero, aún no estaba listo para lo que
debía hacer, sentía que todavía faltaba algo, así que seguí mi camino, pero esta vez con alguien en quién
podía confiar, que me daba su apoyo, sus consejos y orientación precisa cuando la necesitaba, esa persona
era, y aún hoy lo es, la señora Martha. En una ocasión le pedí que por favor le preguntara a Dios que es lo
que podía hacer para servirlo mejor, y El me respondió:

“Amando lo que te rodea. Jamás te sientas disminuido por nada porque…, Armando…, Yo he puesto en
tus manos algo muy bello… Tu propia vida”

Entre las personas que frecuentaban su casa conocí a M.E., quién tenía una muy desarrollada facultad de
clarividencia, nos hicimos amigos y gracias a ella aprendí muchas cosas muy importantes, como que hay que
andar con pies de plomo por este camino, saber oír y callar. “No aceptes ni niegues nada de inmediato,
primero conoce y luego vivencialo así, lo podrás comprobar” me decía.

Después seguí leyendo los otros libros que la señora Martha había escrito, como “Historia de la
Humanidad”, en el cual leí:

Era la hora de la meditación.


Era una hora de paz y recogimiento.
Volaba mi mente por regiones insospechadas y rezaba por los míos como aprendí de ti, madre.
Pedía por los míos y los extraños. Y entonces, como ahora, era siempre lo mismo que pedía:
- ¡Señor, dales la Paz, el Amor, la Bondad, la Armonía, la Alegría! ¡Que no hagan daño! ¡Que
no les hagan tampoco a ellos…!
Y así, hundida en mi oración callada, con mi mente en Alfa, recorría uno por uno los hogares, los
caminos, los rostros, las ansiedades…
Y al pie mío, dos guías me acompañaban.
Un día, uno de mis guías, con el suave tono en que me hablaba, me dijo con dulzura:
- Ahora, vamos a cambiar. No estarás solamente aquí. Vamos a ir a otros lugares.
Recorreremos los países. Vamos a viajar por el mundo.
Yo sentí un júbilo enorme. No podía creer que era cierto lo que decía. Pensé que era una broma que se
me hacía. Y recuerdo que en medio de mi total relajamiento y de la ausencia consciente en que me
hallaba, los músculos de mi cara se ampliaron suavemente con mi sonrisa. Sólo atiné a decir
mentalmente:
- ¿Podemos hacerlo? ¿Viajaremos? ¿Iremos por el mundo?
Y vi cómo también ellos, mis guías, sonreían ante mi sorpresa. Una ola de alegría inundó todo mi ser.
No había terminado la emoción de lo que oía, cuando me sentí transportada. A mi lado, mis guías. Uno
se colocó a mi derecha y el otro a la izquierda y todos etéreos, empezamos el viaje más increíble que se
puede imaginar.
(Historia de la Humanidad, Martha Bazo Pag. 12)

Después de salir del Hospital, fui a la Escuela de Caballería para seguir el curso que me correspondía por mi
grado. Era la estación de verano y mis tiempos libres solía ir a las playas cercanas con mis hermanas y en
algunas ocasiones con algunas de sus amigas, tenía un bote inflable y un equipo básico de buceo. En una
ocasión ingresé sólo, como en otras oportunidades lo había hecho, con mi equipo y el bote, me había alejado
considerablemente de la orilla, era el tiempo en que la corriente del niño se había acercado a las costas del
país y el agua estaba templada, estuve nadando un buen rato y comencé a sentir una bella sensación de

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identificación con el mar, era algo maravilloso, me sentía parte de él, jugueteaba con las olas, me sumergía y
daba vueltas, realmente cuando se sienten estas cosas, es muy difícil el poderlas explicar. Luego de un rato
subí al bote y me recosté a descansar contemplando el cielo, sentía a los peces brincar alrededor del bote y
me sentía en paz y en armonía con la naturaleza. Pasado un tiempo prudencial, decidí retornar a la playa y
cuando ya estaba bastante cerca, vi a mis hermanas y sus amigas acercándose para subir al bote, yo accedí, al
cabo de un rato de estar jugueteando, sentí un fortísimo impulso por salir del mar, entonces dije a todos los
que estaban conmigo que debíamos salir y como era lógico, nadie quería hacerlo, pero el impulso fue tal,
que mi sugerencia se convirtió en un mandato inapelable, todos se sorprendieron… yo también, así que, sin
más dilación, comenzamos a salir pero nos costó mucho esfuerzo porque la resaca se puso fuerte; al lograr
salir, me eché exhausto en la arena, cerré los ojos y vi una formación de nubes, donde había una especie de
puerta metálica pequeña con el orificio para una llave (ojo de la cerradura) en el centro exacto, estaba
sorprendido e intrigado por lo que estaba viendo ¡con los ojos cerrados!, y de un momento a otro apareció,
desde el lado izquierdo, una mano portando una llave dorada, se veía hasta algo del antebrazo que asomaba
por lo que era la manga ancha de una túnica, introdujo la llave en el orificio y le dio vuelta hacia la derecha,
luego la imagen se fue desvaneciendo y por más esfuerzo que hice, no la pude seguir “viendo”. Esa misma
semana fui a visitar a la señora Martha, allí estaba M.E., les conté mi experiencia que tuve en la playa y M.E.
me dijo que se trataba de San Pedro, que me había avisado que el mar se estaba poniendo peligroso y debía
salir, yo lo sentí así y la visión representaba la puerta que se me estaba abriendo en este camino.

Los fines de semana, nos reuníamos con otras dos personas que me presentó M.E., nos íbamos a las afueras
de Lima, cerca de la playa, para meditar; eran momentos muy bellos, llenos de gran Paz y Armonía, todo era
muy edificante, sobre todo, porque a través de M.E. recibíamos muy bellos mensajes de maestros que se
hallaban en otros planos de existencia. Aquí debo aclarar, que esto no tenía nada que ver con aquellos ritos
mal llamados espiritistas, donde lo que hacen es engañar a la gente para sacarles dinero y mas bien lo que
hacen es hurgar por regiones de bajo nivel vibratorio atrayendo entidades negativas para mover objetos o
causar ruidos e impresionar a los incautos asistentes, donde el contactante se encuentra en trance
inconsciente y expuesto a toda posible influencia de estos seres, por eso siempre estuvimos alejados de este
tipo de prácticas. En nuestro caso la comunicación se realizaba con plena conciencia y con maestros de muy
altas frecuencias vibratorias de esferas superiores, nuestras comunicaciones eran al aire libre y a plena luz
del día, en las mañanas, no había ninguna ceremonia previa, ni nos tomábamos de las manos, ni nadie
entraba en trance, todo era muy natural, nos sentábamos en la arena, en círculo, luego nos relajábamos y
abríamos nuestras mentes, También llegamos a tener contacto telepático y visual con seres extraterrestres
que viajaban en otras dimensiones, pudiéndose hacer visibles también en esta dimensión retrasando
grandemente su frecuencia vibratoria. Una vez se nos dio un bello mensaje haciendo una referencia al mar:

“Vean el mar…, contemplen su vaivén…, aprecien como las olas incansablemente están sacando desde
las profundidades la pureza…, empujando, a su paso, todas las impurezas que el humano ha vertido
contaminándolo…, nunca cesa en su trabajo por mantenerse siempre puro…; así…, así debe ser el
hombre, debe imitar el trabajo y esfuerzo del mar, debe aprender a sacar desde el fondo de su ser esa
pureza que lleva dentro…, expulsando toda aquella contaminación que limita sus capacidades de llegar a
Dios.
Es importante que aprendan a mirar a su alrededor, aprendan apreciar la naturaleza y así, podrán hallar
la sabiduría manifestándose”

Un día, M.E. me invitó a ver una película que hacía bastante tiempo había salido de cartelera, en esta ocasión
la proyectaron en función matinal, como algo especial, su titulo era “Hermano Sol, Hermana Luna”; en la
que se representaba la vida de San Francisco de Asís, pero que según algunos Padres Franciscanos no se
ajustaba a la realidad. Yo la he visto varias veces, inclusive hace poco y he tenido la oportunidad de ver
hasta cuatro versiones diferentes, logrando compararlas y sacar mis conclusiones, en la actualidad he
recibido prestado de un Padre Franciscano, un libro en el que está la regla de la Orden Franciscana, la cual se
denomina Orden de los Frailes Menores, con la vida y milagros de San Francisco de Asís y de algunos de

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sus seguidores. Lo que sí es contundente, es que este hombre tan especial llamado Francisco ha logrado calar
muy profundo en mí, gracias a su ejemplo. Una vez le pregunté a la señora Martha: ¿Qué es un Santo?, a lo
cual respondió que en una ocasión DIOS, le había dicho que era gente proba, que se mantuvo firme hasta el
final, por su persistencia y constancia, los hombres los pusieron en un altar. En otra ocasión fuimos a ver
“Ghandi”, otro personaje excepcional que despertó mi admiración.

Un día hablando con M.E. le comenté la experiencia que tuve cuando subí sólo al cerro de Chosica, le
pareció interesante y convinimos hacerlo nuevamente, esta vez juntos. Y así fue, un día emprendimos el
camino hacia el lugar, subimos a duras penas aquel cerro. Ya estando arriba nos instalamos y descansamos
contemplando un fabuloso cielo lleno de estrellas, en ese lugar se podían apreciar mejor, debido a que
estábamos alejados de las luces de la ciudad y está a más altura. Esa noche y en la madrugada tuvimos
comunicación con maestros y extraterrestres. Algo muy bello que nos dijeron los maestros era que les
complacía vernos a los dos, compartiendo como hermanos, juntos, con nuestras mentes puestas en
pensamientos de pureza, sin malicia, unidos por un mismo fin, el de acercarnos a DIOS. Al día siguiente
descendimos, esta vez fue más difícil, porque a M.E. le resultaba muy dificultoso el desplazarse entre los
peñascos y pequeñas rocas resbaladizas. Al llegar ya casi al final de la pendiente, me detuve en un pequeño
riachuelo que discurría en forma paralela al cerro, me quité los zapatos y sumergí mis doloridos pies en sus
refrescantes aguas cristalinas, cerré mis ojos por un momento relajándome y en un instante breve, pero lo
suficiente para verla con claridad, pude apreciar cerca a mí, a unos dos metros de distancia
aproximadamente, una pequeña mujercita de unos 50 cm de altura que me estaba mirando y luego de un
momento a otro desapareció; esa fue la primera vez que vi un gnomo, de los que sólo había oído hablar a
muchas personas y leído en algunos libros, significó una experiencia muy especial para mí, por el hecho de
que no había estado pensando en ello, ni había sido tema de conversación con M.E. como para haber estado
influenciado psicológicamente.

Esa misma tarde, ya de regreso, me sentí inundado por un malestar, tuve que guardar cama por unos días al
atento y solícito cuidado de mi querida amiga. Durante mi convalecencia se agudizaron mis sentidos internos
y aunque para muchos pueda resultar imposible o tal vez una herejía, vi la imagen de la Virgen María que
estaba en mi habitación, frente a mí, tenía un manto celeste que le cubría la cabeza, estaba flotando en el aire
y era de unos 35 a 40 cm aproximadamente, con aspecto vaporoso y brillante, fue durante solo un momento,
como para que me diera cuenta que estaba allí, puedo asegurar que no estaba en trance ni delirando, también
vi luego a santa Rosa de Lima que estaba a mi lado, como cuidándome, todo esto fue confirmado por mi
vidente amiga que se emocionó al notar que yo también podía ver.

Continué con mi vida normal yendo y viniendo realizando el curso en la escuela de caballería sin ningún
problema ni nada en especial, hasta que comencé a sentir algo raro, las fuerzas comenzaron a abandonarme,
me cansaba con facilidad, perdía fuerzas en piernas y manos, a tal punto que se me caían las cosas de las
manos sin que pudiera controlarlas, cuando caminaba un trecho, sentía como si hubiera caminado varios
kilómetros, debido a esto tuve que dejar el curso y fui destinado a un puesto administrativo en la
comandancia general del ejército. Llegó un momento en el que se me paralizó la glotis, que es una
membrana que controla el paso del aire desde las fosas nasales por un lado y por otro el paso de los
alimentos hacia el esófago, debido a este problema, cuando bebía líquidos, se salían por la nariz y mi voz era
gangosa. En mi trabajo, me dieron un puesto de poca responsabilidad para poder recibir tratamiento; en el
hospital se me sometió a varias pruebas comprobándose efectivamente que estaba perdiendo el control de
mis extremidades en forma progresiva, de inmediato ordenaron mi internamiento. Por cuarta vez en mi vida
ingresaba a un hospital.

Cuando me despedí de mi amiga, para ir al hospital a internarme, logré ver unas lágrimas en sus ojos, pensé
que le daba pena por mi situación y trate de hacer una broma para cambiarle el estado de ánimo, sin darme
cuenta de la magnitud del problema, después me contaría, que me “vio” atado a una silla de ruedas y por eso
se había entristecido.

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Llegué al hospital, me interné aproximadamente a mediados del mes de agosto de 1983 y como un conejillo
de indias, me sometí mansamente a cuanta prueba se me hizo, inclusive pasar nuevamente por la
dolorosísima punción lumbar y mielografía. El tiempo transcurría y yo iba empeorando hasta que un día por
la mañana, muy temprano, estando sólo en el cuarto del hospital, reflexioné acerca de lo que me estaba
sucediendo y en las cosas que había vivido y aprendido, en ese instante, mirando el techo de la habitación,
abrí mi mente y mi corazón con profunda humildad y con verdadera sinceridad dije: “Señor, si he de seguir
adelante depende de ti, tan sólo soy un instrumento en tus manos, si me necesitas para algo sáname, sino…
que se haga tu voluntad”, inmediatamente después de decir esto, sentí una paz inmensa, como nunca la había
sentido, de pronto, me di cuenta que me estaba elevando, acercándome al techo, me llené de gozo y alegría,
entonces fue cuando sentí una voz muy potente, que lo llenaba todo, no podía determinar exactamente de
donde venía porque abarcaba todo, venía de todas partes y me dijo con autoridad e imposición: “¡AUN
NO!”, de inmediato comencé a sentir cómo descendía hasta llegar a mi cama y allí pude entender y
comprender muchas cosas de la vida, sobre todo la fe, luego sentí un gran recogimiento con infinita alegría.

Al día siguiente, el proceso de la enfermedad se había detenido y comencé a recuperar la fuerza de las
manos, brazos y piernas, de inmediato los doctores me programaron sesiones de rehabilitación. A los treinta
y tantos días de haber ingresado, ya estaba listo para salir, los médicos nunca me dijeron que había tenido,
pero una enfermera con la que había entablado amistad, me contó que habían detectado “Guilliam Barré”,
una enfermedad desconocida que se manifestaba en el sistema nervioso y produce la perdida gradual de la
fuerza y sensibilidad, atacando inclusive al sistema respiratorio, llegando a producir hasta un paro
respiratorio y como consecuencia… la muerte. Lo que sé es que aún no existe cura para este mal y cuando
ataca, se espera que se detenga solo y luego, dependiendo de las condiciones en que quede el paciente, se le
somete a un tratamiento de rehabilitación. También me dijo la enfermera que siempre quedaba alguna
secuela en los pacientes que habían sufrido esta enfermedad, unos quedaban cuadraplégidos, otros
hemipléjicos, pero conmigo no se explicaban que ocurrió, llegaron a pensar que tal vez no fue “Guilliam
Barré”, sea como sea, yo sí estoy seguro de lo que sentía y de lo que pasó aquella mañana. Esta vez salí del
hospital completamente recuperado.

Comencé a arreglar algunos asuntos personales que había tenido pendiente y leí otros de los líbros escritos
por la señora Martha como “El Padre Nuestro”, en donde decía:

“Padre Nuestro que estas en los cielos”.


¡En los cielos y más arriba y mucho más!
En el espacio infinito y cualquiera puede verme, solo que para verme en el espacio infinito debe tener
puro el corazón.
“Santificado sea tu nombre”.
Hacer santo mi nombre.
Yo estoy en ti.
Trabaja con amor. Respeta tu persona.
Yo estoy en ti.
Ara la tierra y como el hortelano agradece la hermosa cosecha de su huerto y la toma en sus manos y
levanta sus ojos hacia arriba dando gracias.
No te destruyas en las ciudades malolientes con los gases que matan el germen de vida.
(Pag. 12)

A medida que seguía leyéndolo, fui dándome cuenta de la gran profundidad que existe en cada frase de esta
oración y, que pocos son, los que realmente las comprenden, rezamos como si pusiéramos una cinta
magnetofónica y la dejáramos correr, sin tener convicción en lo que estamos diciendo. Comprendí que cada
vez que rezamos el Padre Nuestro con plena convicción y sentimiento profundo puesto en nuestras palabras,
se genera una gran fuerza que nos conmueve hasta lo más profundo de nuestro ser, permitiéndonos elevar

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nuestro espíritu hacia las más altas esferas. Así fui leyendo otros libros como “Los Diez Mandamiento de la
Ley de Dios”, donde al igual que el anterior nos hace ver su verdadera dimensión y cuan equivocados
estamos en muchas cosas que consideramos insignificantes.

“Diálogos de Amor” y “Mis Meditaciones”, son libros que entran en lo profundo de nuestro corazón
haciéndonos vislumbrar esa gran fuerza de la que disponemos y los potenciales elementos que nos conducen
a la elevación espiritual. El libro que levantó una serie de controversias y polémicas es “ATLANTA, el
Continente Sumergido”, en donde se cambia radicalmente los conceptos que se tenían de ese misterioso
continente, empezando por decirnos que no fue en el Atlántico donde se hundió, sino en el Pacífico y que en
las pirámides está escrita su historia. Todo es realmente impresionante, por un lado, remesiendonos hasta lo
más profundo los cimientos de nuestros esquemas, que durante nuestra vida habíamos formado, por otro
advirtiéndonos del camino equivocado que estamos siguiendo y por último nos da una luz de esperanza,
mostrándonos el correcto camino para cualquiera que sinceramente quiera trascender hacia una vida elevada.

Por “cosas de la vida”, ya no volví a ver a mi amiga M.E.. Al cabo de un tiempo, la señora Martha me
contactó con una pareja de esposos muy amables y amorosos, mis queridos y buenos amigos, Olga y Ramón,
quienes daban un curso que denominaban “Superación Mental”, al cual acudí con mi padre, ellos no
cobraban ni un centavo, lo daban simplemente con el propósito de ayudar a la gente. En este curso nos
enseñaron el arte de la relajación y a meditar. En la meditación, nos condujeron en forma paciente hasta
lograr ver a nuestros guías y de allí, cada uno debía seguir su propio camino. En el curso no sólo tratábamos
la relajación y meditación, sino también aspectos de la vida como las relaciones humanas, de nuestra
vulnerabilidad a las pasiones y de cómo poder lograr el control de nuestras vidas através de un verdadero
trabajo en nuestro ser, profundizando en lo más intimo de nosotros y con la ayuda de nuestros guías.
A esta altura quiero hacer un paréntesis para referirme a los guías. ¿Quiénes son los guías? Son seres que
están en una frecuencia vibratoria mucho más alta que la nuestra y se encuentran unidos a nosotros por
amor, esto es, que renuncian a cualquier beneficio, que por sus méritos hayan alcanzado, para ayudarnos a
evolucionar. Muchas veces a estos guías se les han confundido con los llamados Angeles de la Guarda, pero
en realidad son seres que una vez caminaron en esta tierra con un cuerpo físico y fueron maestros, amigos o
familiares que ya cumplieron su ciclo y ahora, bajo ciertas circunstancias, podían tomar la posición de
guías; en el mundo espiritual hay una estricta jerarquía y respeto por las leyes. Hay todo un trabajo
elaborado y complicado que el hombre no entiende, pero que sobre todas las cosas se respeta el libre
albedrío y la ley de amor, por lo tanto, nadie puede “tomar posición de guías”, así porque sí, sino que de
acuerdo con el karma o nivel de espíritu, se le asigna un guía o guías, un maestro, un padrino y hasta un
apoderado y protector también. Esto lo deciden los señores del karma y la más alta jerarquía espiritual.
Todos sin excepción tenemos guías, pueden ser uno o más, dependiendo que misión tenemos que cumplir en
esta vida. Ellos, los guías, siempre están prodigándonos sus consejos y orientación, tratando de ayudarnos a
conducirnos por los correctos caminos de la vida y como lo dije, lo hacen por amor, pero este amor, nunca se
impone ni interfiere, sólo aguarda y ansía, porque respeta nuestro libre albedrío y somos nosotros, por esa
virtud, que elegimos el camino a seguir.

Entre las personas que conocí en casa de la señora Martha, estaba mi querida amiga Mariela, quién es una
persona agradable, amorosa, muy sencilla y con alma de niña. Con ella también tuve la oportunidad de
aprender aspectos importantes de la meditación y la observación del aura humana, más tarde me presentaría
a una persona con quién entablaría una profunda amistad, hasta hoy y que gracias a su ayuda, lograría mis
más grandes progresos... mi amigo… hermano Ricardo.
Habían veces en las que caminando por la calle, de un momento a otro, como por un impulso instintivo, me
detenía frente a una librería por la que estaba pasando, ingresaba como buscando algo y daba con un libro en
particular que al hojearlo, veía que era de interés para mí y lo compraba. Lo curioso era que siempre en esos
instantes disponía del dinero necesario. Entre los libros que adquirí de esa forma resaltan: “Los Cuatro
Libros de Confucio”, donde pude aprender acerca de la elevada filosofía de este excepcional personaje de la

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China milenaria, considerado, con razón, como un santo; “A los Pies del Maestro” de Krisnamurti, esta obra
ha sido para mí, una de mis guías en este camino, ayudándome a equilibrarme en el sendero; “La Doctrina
Secreta” de H. P. Blavatsky, compuesta de seis tomos, en la que encontré un estudio muy profundo y
concienzudo acerca del cosmos, simbolismo, ciencia, religión y filosofía, el objeto de los misterios y
prácticas de filosofía oculta. Todos estos conocimientos, contribuyeron grandemente en mi formación desde
un punto de vista más amplio, logrando abarcar temas muy profundos, que despertaron un poco más mi
conciencia acerca de la realidad.

Un día llegó a la casa, mi hermana Cecilia llegó con una amiga y me pidió que las ayudara con una tarea del
colegio, que consistía en leer la obra de Dante, “La Divina Comedia” y sacar un resumen, no me había
entusiasmado mucho el pedido, sobre todo porque no me gustaba leer obras de ese tipo y tenía la impresión
de que esa, en particular, era como una burla, por el título que según yo sonaba a eso, algo cómico, debido a
que mis conocimientos de aspectos literarios eran muy pobres, ya que, como lo expuse al principio, nunca
me gustó este curso desde el colegio. No podía defraudar a mi hermana, así que recibí el libro y me aboqué
a la tarea con el método que empleaba para estos casos, primero leía el prologo, luego, algunas partes de la
obra y después el final. Pero a medida que fui leyéndolo, comencé a tomarle interés porque tocaba aspectos
de los cuales había tratado
en los estudios que había hecho con relación al camino que seguía y por ese motivo, quise tener un ejemplar
de la obra. Como en otros casos, justo fui a parar al lugar preciso, encontré el libro de la editorial Sopena que
estaba escrito en versos endecasílabos y tenía los grabados de Miguel Doré, era el único que había en la
librería para hacer esto aún más evidente, estaba al precio antiguo y a mi alcance.

Comencé a leer el libro que recién había adquirido que resultó ser un viaje por los senderos más profundos
de mi ser, escudriñando y descubriendo todo aquello que estaba oculto. Acompañé a Dante en su recorrido,
primero entrando hacia el infierno, donde poco a poco fui bajando, atravesando por los diferentes niveles de
lo que en la religión Cristiana se denominan los siete pecados capitales. Allí descubrí como todos tenemos
latente en nuestro interior, aquellos impulsos que nos van atrayendo hacia su manifestación, que si nos
descuidamos, somos absorbidos por ellos y consumidos paulatinamente por la ira, la lujuria, la pereza, la
gula, la soberbia, etc. perdiendo así nuestra identidad, llevándonos a tal punto que creemos que nosotros
somos realmente todos esos impulsos, esas reacciones y decimos: “Ese es mi carácter, así soy yo” o “Eso es
así realmente, esto es normal”, poco a poco nuestra conciencia se va sumiendo en un letargo al ser ahogada
por nuestros más bajos instintos, evitando discernir entre las cosas que realmente valen, lo que realmente
importa, de lo que es ilusorio, pasajero, denigrante y perjudicial.

Después de haber escudriñado por los caminos de mi conciencia, pasé a la parte del purgatorio, donde
comencé a comprender mis defectos y analizarlos. Pude enterderme y hasta cierto punto, entender a los
demás, comprenderme y comprender a los demás, así fue como pude darme cuenta de que somos capaces de
poder trascender hacia un nivel espiritual más elevado y capaces de despojarnos de todos aquellos defectos
que nos oprimen llevándonos a caer en lo más bajo.
Por último, entré a lo que Dante describe como el cielo y en donde pude darme cuenta como podemos
remontarnos a lo más alto, después de reconocer nuestros defectos y tomar una actitud seria y decidida de
enmendar errores, librándonos de todo aquello que nos mantuvo sumidos en la ignorancia y la decadencia.
Así, y solo así, nos es posible llegar a percibir y gozar de lo que realmente nos pertenece como seres que
emanamos de la perfección.

Transcurría el tiempo entre mis lecturas, prácticas, ciertas actividades frívolas y el trabajo. Un día en mi
centro laboral, cuando me dirigía de una oficina a otra, bajando por unas escaleras, tuve un encuentro con un
compañero, nos saludamos y justo en ese momento, al final del pasillo, através de una puerta de vidrio, vi
una figura femenina que estaba desplazándose y no sé porque extraña razón, atrajo profundamente mi
atención, mi compañero al ver mi actitud dijo: “Es una empleada nueva y creo que esta de novia”, a lo que
tal vez, como una reacción defensiva, respondí con indiferencia, tratando de demostrar que no estaba

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interesado, además, por esos días había pensado que tal vez mi camino no era el matrimonio y lo había
dejado en manos de Dios, como en otras oportunidades que dejé otros asuntos con resultados positivos para
mí, diciendo: “Señor, si quieres que te sirva sin casarme, que se haga según tu voluntad”. Y quién diría que
un año después de haber visto a esa chica, Lourdes, através de esa puerta de vidrio, me estaría casando con
ella. Este fue otro de los maravillosos eventos que marcarían mi vida para siempre. Llevamos 13 años de
casados y puedo decir con toda certeza que somos complemento uno del otro, porque nos hemos
comprendido muy bien desde el primer momento; aunque por desgracia le había fallado, traicionado su
confianza haciéndola sufrir al dejarme arrastrar por la inconciencia, pero aun así, ella supo perdonarme de
corazón y yo, ahora, con más firmeza en mis principios y fortalecido con este acto de amor, me he
encaminado hacia mi realización espiritual junto con mi familia, a quienes amo entrañablemente. Con esto
quiero hacer notar que no me considero algo especial, por el contrario, soy como cualquier ser humano con
fallas y defectos, pero que ha sabido sacudirse del lodo para ir en pos de la verdad que nos lleva a DIOS, y
que cualquiera, que lo desee sinceramente y se lo proponga de todo corazón, puede lograr. Desde que
estuvimos como enamorados, hubo una profunda identificación, porque cuando debido a mi trabajo, tuve
que viajar lejos de ella, le escribía y enviaba una carta diaria para hacerla sentir que era muy importante para
mi, esa era la magnitud de mi amor por ella. En todo esto había algo muy especial, porque cuando estaba por
llamarla, ella ya lo sabía y esperaba la llamada, o cuando le escribía sobre algún tema, antes que llegue a su
poder la carta, ya estaba enviando su comentario al respecto o viceversa.

Pienso que el matrimonio es algo muy especial y serio, he visto compañeros casarse muy jóvenes, con
mucha ilusión, después de un tiempo, los encontré separados o divorciados, realmente esto es una pena y
más aún cuando hay criaturas de por medio. Cuando se es muy joven o inmaduro, uno se enamora
ilusionándose, viviendo justamente eso, una ilusión, pero luego de haberse casado, pasa el encanto, se apaga
la ilusión, entran en la monotonía y el aburrimiento, entonces cada uno saca a relucir su verdadera
personalidad, destapan todo aquello que había estado oculto con la intensión de agradar a la pareja, pero eso
se acabó, ya no lo pueden retener por más tiempo y tratan de imponer sus condiciones, es allí donde
comienzan los problemas. En realidad este tema es complicado porque en estos casos hay muchas variantes,
de cualquier modo, trataré de llegar al punto que considero importante. Lo ideal es que cada persona aprenda
a conocerse a sí misma en primera instancia, esto le permitirá darse cuenta de sus verdaderos sentimientos,
pudiendo discernir entre lo que es ilusión, afecto, amor, deseo, etc., cuando con todo nuestro corazón, con
toda nuestra mente y con todos nuestros sentidos sintamos un profundo y verdadero amor, siendo esto mutuo
en la pareja, entonces, es recién que podemos pensar en el matrimonio. Ahora allí no queda todo, debemos
también tener en cuenta que cada uno es un ser individual con sus propios pensamientos, su propia forma de
concebir las cosas, sus propias virtudes y sus propios defectos, es entonces donde surge lo que realmente es
el verdadero amor, porque, el amor comprende, el amor perdona, el amor es capaz de hacernos cambiar, con
el verdadero amor hay entendimiento, hay tolerancia y porque si amo, entonces, con la fuerza de ese amor
lucharé por ser mejor cada día.

Un día fui al cine a ver una película que estaba en cartelera, titulada: “Vida después de la vida” me causó
gran impacto por ser de corte documental. Se presentaban dramatizaciones y testimonios de personas que se
habían encontrado clínicamente muertas y luego, regresaron a la vida, habiendo tenido experiencias muy
similares entre ellas, sin que hubiera entre cada caso que se muestra ningún tipo de relación anterior a la
experiencia. Todo esto amplió mi horizonte porque, por un lado, confirmaba los conocimientos que tenía al
respecto, y por otro, cuando comenté la película con mi padre, me miró y reveló que cuando estuvimos en
Puno, la vez que me operaron, después de salir del quirófano, yo había estado unos minutos sin vida y
gracias a la intervención del doctor, “me regresaron”, no recuerdo nada de lo que pudo haber pasado en ese
lapso de tiempo, pero de lo que sí estoy seguro es que después de la operación mi vida cambió.

En el primer año de matrimonio, corría el año de 1986, nos fuimos a vivir al sur de Lima, al departamento de
Tacna debido a que fui cambiado a una unidad de caballería en ese lugar, esto fue muy bueno para nosotros,
porque así pudimos compenetrarnos más sin ningún tipo de influencia. A los pocos meses, Lourdes quedó

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embarazada. Durante todo el embarazo, me ponía a su lado y acercándome al vientre le hablaba a mi hijo
enviándole sentimientos de amor y seguridad, ya sabíamos que era varón. Estabamos muy felices por el
hecho de haber concebido una criatura que se estaba formando en su interior como consecuencia del amor
que nos teníamos, para luego nacer a este mundo.

Llegado el octavo mes de embarazo en diciembre de 1986, Lourdes viajó a Lima en compañía de su madre,
para dar a luz. Lamentablemente por mi trabajo en Tacna, no pude estar presente en el alumbramiento. Es
muy interesante el hecho de que, al nacimiento de una criatura, se le diga alumbramiento, o la madre dio a
luz, esto hay que tomarlo muy en cuenta debido a que encierra una gran verdad, porque todo niño que viene
a este mundo, trae la luz desde dimensiones donde todo justamente es luz, pero que con el tiempo y las cosas
mundanas se va ocultando, hasta que por una acción y trabajo consciente, logramos liberarla y manifestarla
nuevamente.

A finales del mes de enero de 1987, aproximadamente a los quince días que naciera Rafael, pude viajar a
Lima para reunirme con mi familia con motivo de hacer otro curso en la escuela de caballería. El encuentro
fue muy especial porque después de abrazar a mi amada esposa, mi suegra trajo al bebé y me lo entregó, lo
tomé entre mis brazos, lo besé y lo puse frente a mí, ambos nos quedamos mirando largamente en silencio, él
con sus ojitos muy abiertos, parecía el reencuentro de dos personas que ya se conocían y se habían dejado de
ver hacía mucho tiempo.

Con Lourdes nos abocamos a la tarea de aprender a ser padres y vaya que no era cosa fácil para nosotros y
para la pobre criatura que resulta ser un conejillo de indias, porque con él estábamos experimentando de
alguna forma, como educarlo y normalmente en esta etapa, empleamos nuestra experiencia como hijos, en
edad de comprender, para tratar de aplicarlas desde el punto de vista de padres, ya que no nos acordamos
periodos anteriores. Pero cuando hay amor, todo se puede. Con nuestro segundo hijo cambiamos el trato en
forma positiva. Casi siempre con el primer hijo, somos muy exigentes pensando o creyendo que debe
reaccionar como un adulto o por lo menos, como un niño con uso de razón, esto muchas veces crea traumas
en la pobre criatura, por el simple hecho de ser el primer hijo.

Hace poco (año de 1999), con mi esposa asistimos a una escuela de padres en el colegio de Rafael, pienso
que eso es algo muy bueno y creo que todos deberían tener una escuela así, para formar padres responsables
y para que estén en condiciones de formar niños que sirvan para el futuro, como buenos elementos, sin
temores, traumas ni desviaciones psicológicas. Creo que también es importante que en los colegios se enseñe
a los alumnos a ser buenos hijos y orientarlos en la responsabilidad que entraña ser padres, es mejor prevenir
que tratar de corregir después.

Transcurría el mes de febrero de 1987 y todos los días salía de casa temprano para dirigirme a la escuela de
caballería para seguir mi curso, era llevado por un compañero en su motocicleta, todos los días era la misma
rutina. Cerca al final del mes de febrero, un día viernes por la mañana, mi compañero y yo nos dirigíamos a
la escuela por la ruta habitual, cuando casi a mitad de camino, un ómnibus salió de una calle en forma
intempestiva y nos cerró el paso originando un accidente del cual resulté con una pierna enyesada.
Terminado el curso y mi recuperación del accidente, regresé a la ciudad de Tacna para continuar mi trabajo,
Lourdes y el bebé se habían quedado en Lima. Al cabo de un mes aproximadamente, después de reiniciar
mis actividades normales, comencé a sentir nuevamente molestias en la zona lumbar, al parecer mi problema
de la columna se había recrudecido con el accidente que tuve, así que tuve que ser evacuado a Lima y pasar
nuevamente por todas esas torturantes pruebas que ya había pasado antes. Otra vez no llegaron a determinar
que era lo que tenía así que me pusieron en un puesto administrativo en Lima y ya no tuve que regresar a
Tacna.

Luego de un tiempo nuevamente, retomé el contacto con personas que estaban buscando el camino que les
permita llegar a DIOS. Teníamos reuniones los días jueves para orar y hacer meditación. Estas reuniones se

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realizaban en casas de algunas personas del grupo y eran muy edificantes y reparadoras, al menos para mí,
donde sentíamos con gran fuerza la presencia de DIOS, también se recibían mensajes de ÉL y de nuestros
guías, aunque para algunos pueda resultar esto algo extraño o hasta imposible, es cierto. Allí volvería a ver a
mi amiga Mariela que me presentó a Ricardo B. quién luego se convertiría en mi mejor amigo hasta llegando
a considerarlo como hermano. Con él aprendí cosas nuevas y me ayudó a retomar el rumbo de mi camino.
Ricardo es otra de las personas extraordinarias que he conocido en mi vida, de gran sensibilidad,
excepcionales facultades, un gran talento artístico y sobre todo, un gran corazón. Los horarios dentro de
nuestros respectivos trabajos mundanos no nos permitían reunirnos regularmente, pero cada vez que lo
hacíamos, lo aprovechábamos al máximo.

Una mañana, desperté con un limitado recuerdo de un sueño que había tenido, no podía recordarlo
plenamente, pero si, en mi mente quedó resonando un nombre, que resultaron ser dos, esta inquietud se la
comenté a mi amigo quién me dijo que tratara de hacer un esfuerzo por recordar algo más, pero de allí no
salía, estaba en su casa, entró al interior y al poco tiempo reapareció con unas hojas en las manos y me las
mostró, en ellas vi el dibujo a carbón de dos personas, solo era el busto, tenían el aspecto de Cristos con una
gran belleza, de mirada penetrante y a la vez muy dulce, vaya que Ricardo es todo un artista para haber
podido plasmar con tal grado de perfección esos rostros, al momento que contemplaba esos bellos personajes
me dijo: “Son tus guías, uno se llama J… y el otro M… A…”(Quiero que me disculpen por no colocar los
nombres completos, no estoy autorizado para ello). Cuando lo escuché me di cuenta que eran muy parecidos
a lo que había tenido en mi mente cuando desperté esa mañana del sueño especial, pude comprobar también
la teoría que tenía al respecto, que cuando nuestra mente no está educada, los mensajes que podamos recibir
através de los “sueños” se distorsionan y aparecen, en muchos casos, como algo inverosímil. Me explicó que
uno de ellos, J…, era el que me acompañaba durante el día aconsejándome y el otro, M… A…, me
acompañaba durante la noche, en mis viajes astrales.

Corría el año de 1989 y por diferentes circunstancias y en común acuerdo con Lourdes, decidí retirarme de
la vida militar y así lo hice en el mes de setiembre de ese mismo año, luego conseguí un trabajo en una
empresa privada. El horario que tenía en mi nuevo trabajo era muy flexible, en cambio mi amigo Ricardo,
debido a que estaba asistiendo a unas clases particulares en relación a su vocación, el suyo era muy
complicado así que por ese motivo nuestras comunicaciones en su mayoría se hacían en forma telefónica. En
una de nuestras conversaciones telefónicas, Ricardo me dijo que había tenido comunicación con mis guías y
le habían dictado un mensaje para mí, como era de suponer yo estaba ansioso de recibirlo y por eso concerté
una cita con él. De acuerdo al día fijado, nos reunimos en su casa y me dio el mensaje, al verme y notar mi
avidez por leerlo, dijo que tenía que leerlo con sumo cuidado, eso fue como enganchar en segunda y aplicar
el freno en un vehículo que entraba a una curva en plena carrera. Comencé a leer el mensaje y por el
contenido fácilmente pude darme cuenta que se trataba de un espíritu superior, que como maestro guía a su
discípulo, este mensaje estremeció todo mi ser y renovó en mí, el deseo de seguir adelante, centrándome y
afirmándome mejor en el sendero. A continuación transcribo este mensaje porque lo considero digno de
compartir:

“Se desborda la quietud donde el silencio mora, más allá del inicio de cuanto fue creado; donde la
luz del mundo, brota su nuevo brillo y recoge la última sombra que hubiera proyectado; donde yace lo
más inmaculado del misterio de la vida, que celosamente oculta sus secretos.
En aquel único lugar donde se paraliza el tiempo y la eternidad se manifiesta cual absoluta
gobernante de su propio reino; donde toda la extensión converge en un mismo punto y se extiende al
infinito… donde todo y nada existe…
Este fue el principio… el principio de todo cuanto existe y el de aquel sendero por el cual todos
hemos de seguir para cumplir con la ley de la vida, La Evolución.
Ha transcurrido el tiempo, sin embargo nuestras distancias jamás han sido incalculables, siempre
sobre tu cielo hemos brillado, para guiar tus pasos, mas aún permaneciste incauto; pero los sucesos se
dan siempre que se les es permitido ser manifestados bajo razones armoniosamente establecidas; y es por

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ello que ahora estamos frente a ti advirtiéndote nuestra presencia para así prodigarte lo que virtualmente
se nos es asignado.
Sabrás que eres tú quien puede permitirnos llegar a ti porque nuestro amor no basta, pues es por
bien decirlo que es tu libertad y no la nuestra la que debe orientar la senda, porque el amor respeta y solo
ansía; pero jamás perturba ni se interpone.
Cuando nos busques apacigua tu alma en la más excelsa pasividad, siente emerger la paz de lo
más profundo de tu ser y disuelve el percibir del mundo que vibra a tu alrededor. Cuando el más hosco de
los sonidos se desagravia ante la inminencia del silencio, es entonces cuando podrás percibir el temblor
de la vida recorrer tu cuerpo, una mágica sensación que despertará todos tus sentidos; tu mente motivada
por la maravilla que alberga tu cuerpo comprenderá muchas de las verdades que se ocultan bajo la
impávida estructura humana. El clímax de la emoción hará brotar el más puro sentimiento, abriendo tu
corazón y desbordando toda su luz. Tu cuerpo reducido a sólo materia física no podrá albergar más tu
espíritu y su sutil estructura se elevará por encima de lo inalcanzable. Solo entonces nuestras mentes se
compenetrarán en un sólo pensamiento y bajo los ojos de pureza de tan límpido sentimiento, nos podrás
ver y cada vez que tu corazón nos llame nos oirás y cuando sean tus ojos faltos de luz, entonces nos
hallarás ”.

Cambie de trabajo y la rutina diaria me absorbió separándonos por un tiempo sin dejar de comunicarnos
periódicamente. Me sentía abrumado por toda esta rutina, lamentablemente la situación en nuestro país se
ponía cada vez más difícil. Trataba de llegar a mis guías através de la meditación, realmente estaba un poco
desesperado y nuevamente mis amados guías me enviaron otro mensaje por intermedio de Ricardo:

“Debes acrecentar la paz de tu alma, hacer crecer la bondad en tu interior y obrar con equilibrio.
Tus respiraciones deben ser pausadas y profundas, harás mucho bien en ello; tendrás que aprender a
percatarte de aquello imperceptible para agudizar tus sentidos, observar con detenimiento las cosas y con
especial cuidado a las personas; te darás cuenta que percibirás sensaciones nuevas que te permitirán
conocer a los seres humanos. La comprensión y dulzura deben ser las únicas expresiones de tu rostro, tu
mirada aletargada y profunda te permitirá ver más allá de lo normal.
Hablarás lo justo y prestarás atención a cuanto oigas decir a los seres que te rodean; aprenderás a
respetar la opinión ajena y sus formas de concebir el mundo; jamás otorgarás conocimiento alguno que
pueda ir en contra de la forma de pensar de cualquier otro ser; brindarás tu opinión de manera muy
cauta y sutil para que sea asimilada por aquellos que debieran oírla; haz de prodigar tus pensamientos
con palabras justas, sin mayor exageración ni detalle y permitirás que sean sus preguntas quienes
observen mayor interés y no el deseo de aumentar tu orgullo al demostrar tu saber.
Aquello que buscas lo llevas muy cerca, se paciente y no esperes ver ni oír tampoco sentir, pues la
ansiedad te aleja y obstruye tu capacidad. Bríndale tiempo al tiempo y reside desde hoy con humildad ”.

Los mensajes que mis guías me hicieron llegar, me han acompañado desde el primer momento y me han
servido como aliento constante cuando era absorbido por cosas de la vida mundana, ayudándome a continuar
en el camino; ¿Es que puede uno substraerse a tal sabiduría que trasciende el tiempo?, que a pesar de lo
transcurrido, sus enseñanzas siguen siendo aún vigentes.

La sombra del terrorismo comenzó a recrudecer en nuestro país, con mi esposa y suegros pensamos en la
posibilidad de salir al extranjero buscando un mejor futuro para Rafael, pero no llegamos a concretar la idea.

Volví a tener contacto con Ricardo y nos veíamos regularmente. Continué asistiendo a las reuniones de los
jueves, orábamos mucho pidiendo por los seres de la tierra y en especial, por la paz en nuestro
convulsionado país, como siempre después de las oraciones hacíamos meditación, con los consejos de mis
guías pude mejorar y en más de una ocasión he visto a la Virgen María y al Maestro Jesús, fueron
experiencias muy bellas.

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Llegó mi cumpleaños número 33 y por impulso interior decidí hacer algo especial ese día. Invité a mis
amigos del grupo para orar y hacer meditación en mi casa ese día, justo coincidió que era jueves. Me dejaron
salir temprano de mi trabajo y al llegar a casa encontré a mis amigos reunidos esperándome, no les había
dicho que era mi cumpleaños, pero Lourdes los puso al corriente y todos me saludaron afectuosamente; fue
una ocasión muy especial para mí, la meditación fue muy bella y Ricardo recibió un mensaje para mí:

“Bendito sea el instante en que hoy el Padre nos ha reunido; así sea transmitida esta bendición a
todos los presentes.

Hoy se cierra el circulo, el ciclo ha terminado en el cual el hombre ha encontrado su madurez


física y espiritual.

El tiempo de germinación ha concluido y se ha iniciado el florecimiento.

La semilla ha dado paso a la flor que emerge del interior del ser y que lleva en su seno la
sabiduría y el amor de Dios. Bendito el día en que esta flor de fruto y que este fruto sea cosechado por los
seres que hayan compartido del amor que el Padre te ha prodigado para siempre jamás.

Luz, Paz y Amor”.

TRABAJANDO EN EL FLORECIMIENTO

TRABAJANDO EN EL FLORECIMIENTO

Todo marchaba normalmente en nuestra vida familiar dentro de las tensiones que significaban la situación
del país, hasta que un día cuando regresaba a casa después del trabajo, estando a unas tres calles distantes,
sentí una explosión, me apresuré y al llegar a mi hogar me di con la sorpresa de que había sido un atentado a
dos casas de la nuestra, esto ya nos estaba afectando demasiado, haciéndonos reconsiderar el viaje. A los
pocos días de aquella experiencia, como a eso de las 11 de la noche, Lourdes se había quedado dormida
sobre la cama, porque había tenido un día muy agitado, yo estaba en el baño con Rafael, secándolo después
de habernos bañado, cuando de pronto, se escuchó una fortísima explosión y simultáneamente cayó tierra
por el tragaluz del baño, escuchamos ruido de lunas que se rompían y toda la casa se remeció como en un
fuerte sismo, Lourdes se puso muy nerviosa y empezó a gritar, no era para menos al ser despertada de súbito
por una explosión, inmediatamente tape a Rafaelito y fui a verla calmándola, felizmente, gracias a Dios,
nadie resultó herido por los fragmentos de vidrio que saltaron.

Al día siguiente nos enteramos que a unas siete calles de donde vivíamos, había estallado un coche-bomba,
dejando un hoyo en la pista de unos 10 mts. de diámetro por 2 mts. de profundidad aproximadamente; este
atentado tan cerca de nuestra casa que había producido cuantiosos daños materiales, fue lo que hizo que nos
decidiéramos a dejar el país.

Comenzamos los preparativos necesarios para el viaje. Con el grupo que nos reuníamos los jueves, una
amiga tuvo una visión durante la meditación en la que me veía regresando después de un tiempo para
reunirnos nuevamente y también vio que escribía; esto último me pareció raro porque, como ya lo había
dicho, no me gustaba para nada lo que tuviera que ver con letras y en este caso, escribir… menos. Ahora, lo

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que ella me dijo se ha cumplido, he vuelto, sigo asistiendo a las reuniones de los jueves y… ¡Estoy
escribiendo!.

Continuábamos con los preparativos y lo curioso fue que todo se facilitó para nosotros, los pasaportes, las
visas, los pasajes…; fue algo muy especial, inclusive, el día del viaje tuvimos un retraso por culpa del
tránsito y al llegar al aeropuerto, nos hicieron pasar rápidamente hasta el avión, tan rápido que se olvidaron
de darnos los números de asiento, así que tuve que bajar nuevamente para solicitarlos en el embarque,
efectivamente me dieron los números, pero lo especial de esto fue que eran asientos en primera clase;
viajamos muy bien, lo tomé como un obsequio para nosotros.

Cuando llegamos a Montreal, mi cuñado nos estuvo esperando con todo listo para instalarnos. Dentro de
todas las dificultades que tuvimos que pasar para abrirnos campo, nos fue bien, particularmente pienso que
fue una gran experiencia por el hecho de estar en un lugar tan bello, donde la gente sabe apreciar la
naturaleza y tiene un gran espíritu de colaboración con los necesitados. Yo gozaba con la naturaleza, me
identifiqué plenamente con ella, aprendí el verdadero significado de “Amar lo que te rodea”. Cuando
alguien, en forma un poco burlona, me preguntaba que tal me parecía el clima, se quedaba sorprendido por
mi respuesta, porque les decía que era bellísimo, sí ¡bellísimo!, porque las cuatro estaciones del año están
bien marcadas, a diferencia de donde había vivido, cada una tiene su propio encanto: el otoño, con su gran
colorido que varía entre el verde pálido, naranja, rojo y el marrón daba un ambiente poético; el invierno, con
su blancura que contrasta con un cielo azul intenso en los días soleados; la primavera, con sus lluvias
bañando y lavando todo, el florecimiento de las plantas que habían tenido apariencia de estar inertes, el
retoñar de las pequeñas yemas en las puntas de las ramas de los árboles que invitan a reflexionar acerca del
ciclo de la vida; finalmente el verano, con su cálida luz y la alegría que flota en el ambiente incentivando al
gozo por la vida, donde el día se extiende hasta cerca de las 10 de la noche.

Allí conocimos gente interesante y muy buena. Tuvimos la oportunidad de alternar con personas de
diferentes etnias; esto fue algo verdaderamente instructivo, debido a que pudimos conocer directamente las
costumbres, ideas, formas de expresión, etc. de diferentes partes del mundo, en un solo lugar.

Unas de las cosas que aprendí en ese maravilloso país de lagos, ríos, nieve y bellos paisajes, es como ya lo
había mencionado, la forma como la gente aprecia y se preocupa en cuidar la naturaleza, también brinda
cuidados y protección al desvalido, los niños y al anciano; existen numerosas instituciones de sincera y
efectiva ayuda. Pienso que todo esto es algo muy positivo que todos deberíamos aprender.

Otras de las cosas que encontré es que dan muchas facilidades para la práctica de los deportes. Cada villa,
que es como se le llama a lo que conozco como distrito, tiene áreas para la práctica de deportes, como
piscinas, canchas de football, baseball, pistas cerradas de patinaje sobre hielo, etc. además también le dan
mucho énfasis a la cultura, porque en cada una de estas villas, existen una o más bibliotecas muy bien
equipadas y de fácil acceso a los vecinos. En la estación del verano hay variadas festividades al aire libre que
ayudan a promover y difundir la cultura. Realmente Canadá es, como una vez me lo dijeron, un país de
ensueño.

Nuestra rutina diaria consistía en las horas de trabajo, estudio del idioma Francés, visitas a centros
comerciales y paseos a lugares desconocidos para nosotros; vaya que había mucho por descubrir y conocer.
Considerábamos una bendición encontrar muchas buenas personas que nos ayudaban y orientaban. Pudimos
adaptarnos rápidamente a la vida de esa ciudad. Rafaelito se adecuó muy bien a los estudios sin problemas;
es admirable la capacidad que tienen los niños para adaptarse a otras circunstancias e idioma; Lourdes y yo
lo veíamos jugar y entenderse con niños que hablaban otras lenguas, entre Hindú, Somalí, Inglés y Francés;
viéndolos así reflexioné al respecto y pensé: “¡Claro!, si lo que hacen es jugar, tienen un fin en común donde
reina la alegría, la amistad y la comprensión”, realmente la humanidad adulta, debería fijarse un poco más en

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los niños y aprender de ellos como superar diferencias logrando así, un entendimiento para llegar a un fin
común, que debe ser la paz, la armonía y el bienestar general.

Por las facilidades que habían en cuanto a ubicación y acceso, pude sacar varios libros de la biblioteca, que
eran de gran interés para mí; con ellos pude aprender cosas muy importantes para la labor que estaba
realizando, que era llegar al conocimiento de mí mismo y el encuentro con DIOS. Pude hacer estudios más
profundos acerca de la energía del cuerpo, los niveles mentales, filosofía, anatomía y geografía. Gracias a la
ubicación del trabajo donde estaba, se me daba la oportunidad de tener un contacto más estrecho con la
naturaleza y sus criaturas silvestres en mis tiempos libres.

Entre las cosas que tuvimos que hacer con Lourdes, al principio, para poder abrirnos camino, fue el de
limpiar departamentos. Uno de ellos pertenecía a tres jóvenes, que realmente eran dignos de admirar,
padecían una enfermedad incurable llamada distrofia muscular que va consumiendo a la persona, en forma
progresiva, se presenta desde temprana edad, creo que antes de los once años, atándolos desde un inicio a
una silla de ruedas para después llegar al inevitable fin alrededor de los treinta años. Digo que son dignos de
admiración y a la vez, un ejemplo de amor por la vida, porque viven en un departamento tratando de hacer
sus vidas lo más independiente posible, claro esta, que necesitan de alguien especializado que los ayude con
los medicamentos, equipos y las cosas, que por su enfermedad, les es imposible hacer; cada uno de ellos esta
en una etapa diferente del proceso, pero aún así, se esfuerzan por ser algo en la vida, aunque sepan que no es
mucha la que tienen. Uno de ellos trabaja con su computadora tecleando con un palito que coge con la boca,
porque el movimiento que tiene en la mano es muy limitado, aparte que está conectado a un respirador
artificial porque sus pulmones no tienen fuerza para hacerlo por sí mismos; con todo eso, se moviliza en una
silla de ruedas motorizada que él mismo conduce con el poco movimiento que le queda en la mano. Otro de
estos jóvenes, hacía poco que había recibido un titulo en la universidad y estaba pensando en la posibilidad
de hacer un doctorado; el tercero del grupo todavía podía usar una silla de ruedas común, que de alguna
forma él mismo manejaba, pero había momentos en los que entraba en convulsiones y lo tenían que tener
bien agarrado. Estos tres jóvenes, como muchos otros, tenían algo en común dentro de sus corazones, era el
aprovechar la vida que tenían, aceptando lo que les tocaba sin abandonarse o perder el tiempo renegando por
su suerte, trataban de aprovechar cada instante como si fuera el último, pero siempre con optimismo por
esperar un nuevo mañana… pensar que hay personas que tienen todas sus facultades y condición física en
buen estado y se pasan el tiempo lamentándose por su suerte o abrumados pensando en el futuro incierto,
creyéndose desgraciados por no lograr lo que quieren, sin tomar en cuenta que tal vez, no están tomando la
dirección correcta teniendo la solución a la vuelta de la esquina, por así decirlo.

Durante el verano, los fines de semana, Lourdes, Rafaelito y yo solíamos ir a los parques para dar de comer
a las palomas y ardillas; esto resultaba muy agradable y divertido, en mi caso, me hacía sentir muy bien
cuando tenía a las palomas comiendo de mi mano y se dejaban tocar; esto me hacía reflexionar como es
posible lograr vivir en armonía con la naturaleza y sus criaturas cuando nuestras intenciones son las de
disfrutar momentos agradables con ellas, así recibiremos su aceptación y confianza, realmente disfrutaba
eso.

En la primavera, salíamos en el auto a pasear y gozar de las lluvias abundantes que habían, también
gustábamos de contemplar el cielo nublado escudriñándolo para ver aparecer los imponentes y nítidos arco-
iris que se formaban después de la lluvia, cuando el ambiente era propicio el sol en el horizonte y sus rayos
se esparcían en el firmamento como grandes estelas celestiales abriéndose paso entre los cúmulos de las
nubes; lo que nos llamaba mucho la atención era que, en ocasiones, aparecían dos arco-iris a la vez, uno
sobre el otro siguiendo sus curvas paralelamente de extremo a extremo, ambos con la misma nitidez en sus
colores. También nos gustaba apreciar las tormentas eléctricas, realmente eran un espectáculo verlas; una
vez que asistimos a presenciar una exhibición de fuegos artificiales, hacia el fondo de donde se desarrollaba
la presentación, se desató una tormenta eléctrica, tal fue su magnitud, que se robó el show porque la gente

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que estaba presenciando el evento, aplaudía gozando del maravilloso espectáculo que aquella noche la
naturaleza nos regalaba.

Cuando era otoño, íbamos por los parques y las carreteras aledañas a la ciudad para disfrutar de los
bellísimos paisajes matizados por las diferentes tonalidades que adquirían las hojas de los árboles en esa
época. Y en el invierno, a Rafaelito y a mí, nos gustaba ir a una pequeña loma que estaba detrás de la
biblioteca para deslizarnos con nuestro trineo; vaya que nos divertíamos mucho jugando con la nieve.

El hobby de Lourdes era pasear por los centros comerciales, eran amplios, modernos y con muchas
atracciones. En época navideña, era todo un acontecimiento visitarlos porque cada uno se esmeraba por
colocar los mejores y más ingeniosos adornos para la ocasión, siendo beneficiado con todo ello el público
que gozaba viéndolos.

Todo marchaba bien, hasta que comenzaron a complicarse las cosas, Lourdes había quedado embarazada y a
los dos meses… perdió el bebé, mi cuñado adquirió un mal incurable, contra el que luchó, yo diría que
heroicamente, sin doblegarse hasta el final en que ya no pudo más; esto causó gran consternación entre
nosotros. Luego de un tiempo de recuperación, volvió a quedar embarazada y haciendo un proceso de
gestación satisfactorio, llegó el momento del alumbramiento. Ese día enviamos a Rafaelito al colegio, como
normalmente lo hacíamos, después se presentó el momento de tener que ir al hospital, donde acudimos mi
suegra, yo y Lourdes indudablemente; al llegar, fuimos recibidos por una enfermera y al instante se la llevó,
llené los formularios necesarios y nos condujeron, a mi suegra y a mí, al cuarto donde la habían puesto. Lo
que quiero resaltar aquí es la buena atención que tuvimos, el personal era muy amable y amoroso, como lo
dije anteriormente, en ese país valoran mucho la vida y el nacimiento de una criatura es un gran
acontecimiento. En el mismo cuarto habían instalado una serie de aparatos en los que se podía controlar la
presión y las contracciones de la paciente, gracias a ellos pude darme cuenta cuando se acercaba una
contracción y así asistir a Lourdes para que de alguna forma, en cierta medida, pudiera soportarla; cuando
llegó la hora, inmediatamente aparecieron tres médicos y dos enfermeras, mi suegra y yo nos hicimos a un
lado para dejar que preparen todo, el cuarto lo convirtieron, casi al instante, en una sala de partos y nos
preguntaron si queríamos estar presentes, a lo que sin titubear respondí afirmativamente; nos ubicaron a un
costado de la cama donde podía tomar la mano de mi amada esposa y a la vez presenciar todo. Como lo
mencioné, el personal era muy gentil y amoroso con nosotros e hicieron de ese momento algo muy bello y
especial, que es como debiera ser siempre para todos los que están en estas circunstancias. Todo el tiempo
estuve a su lado compartiendo con ella esos momentos, siendo testigo de los sufrimientos de una madre que
trae al mundo un hijo; al respecto tengo que decir que es digno de gran admiración lo que pasa una madre al
dar a luz, ese es un dolor que la dignifica, que la eleva y la pone a tono con el Plan Divino, la evolución; esto
fue lo que ha hecho que me sienta mucho más identificado con ella. Vi como fue apareciendo la cabecita del
bebé, luego como en un último esfuerzo, rápidamente su cuerpesito se deslizó a las manos del hábil doctor
que la asistía e inmediatamente lo puso sobre su madre, no es fácil poder expresar con palabras escritas lo
que en ese momento sentí, la emoción fue tan grande al presenciar uno de los más grandes eventos de la
vida, sobre todo porque era parte de mi amada esposa y mío, las lágrimas inundaron mis ojos y… justo en
ese momento, me alcanzaron unas tijeras y presentaron el cordón umbilical para que lo cortara, esto fue un
acto muy significativo para mí, porque el hecho de que lo cortara, simbolizaba el separarlo de la vida
protegida que tenía en el vientre materno para que, ya en nuestras manos, sea guiado y protegido para que
contribuya con el Plan de Dios. Viéndolo allí, tan pequeñito y frágil, con sus ojitos entreabiertos como
queriendo conocer en forma cautelosa lo que le rodea y sus manitos en actitud de quererse asir, me hizo
elevar los ojos al cielo y exclamar, con el corazón inundado de emoción: “Gracias Dios mío por este Don”;
nunca había sentido tan profunda identificación con mi familia como en ese momento, es algo tan
maravilloso y creo que todos los padres deberían participar en el nacimiento de sus hijos y así habrán más
hogares fortalecidos en su unión.

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Al poco tiempo del nacimiento de nuestro segundo hijo, al cual pusimos de nombre Mario Ricardo, me
enteré del nacimiento del primer hijo de un amigo muy querido, que se encontraba en Lima, y le envié una
carta con un mensaje en el cual plasmaba mi sentir y mi propia experiencia:

“Cuando entre un hombre y una mujer se prodigan el amor verdadero, sin condiciones y este
amor se materializa a través de la unión de dos cuerpos y dos almas en un tierno abrazo, envueltos en el
más elevado éxtasis del momento, debiene la bendición del cielo que se transforma en un ser de luz, que
mora en la semilla, que al tiempo de la naturaleza, se convierte en el fruto que es esa criatura indefensa,
llena de amor, que llega a nuestros brazos arrancando desde lo más profundo de nuestro corazón un
sentimiento de infinita ternura… y sólo decimos… Gracias… Gracias Dios mío por este Don”.

Después de todo lo que logramos hasta ese momento, un buen trabajo, un departamento que habíamos
llenado con mucho amor porque cada mueble, cada cuadro, cada adorno y planta que colocamos, fue
adquirido con esfuerzo y puesto con amor y más aún, la llegada de Mario, que de alguna manera
compensaba en algo la pérdida de mi cuñado, nos llenó de alegría; pero a pesar de todo esto, tuvimos que
dejar toda esa seguridad alcanzada para regresar a nuestro país, por cuestiones administrativas.

Y así fue, que con gran pesar pero con fe y aceptando lo que nos tocaba vivir, regresamos a Perú en
diciembre de 1995, un país que habíamos dejado en medio de violencia y terror, que ahora estaba pacificado.
Pero al llegar, lo encontré muy hostil, sentía en el ambiente un aire de desesperación, necesidad y egoísmo;
para mi familia y para mí, esto fue muy chocante, agravado por el hecho de que debíamos de comenzar, por
tercera vez, nuevamente de cero; no teníamos casa, movilidad, ni trabajo y lo poco que pudimos ahorrar no
era suficiente, pasamos momentos de gran incertidumbre. El padre de mi concuñado nos brindó alojamiento
hasta que pudimos conseguir un pequeño departamento dentro de una zona comercial, porque donde
estabamos, era muy lejos para tener la facilidad de poder buscar empleo, mientras tanto retomé contacto con
la señora Martha y el grupo de meditación logrando así reunirme con ellos los días jueves, como antes.
Alquilé un vehículo para movilizarnos, pero casi a la semana lo tuve que devolver debido a que me era muy
difícil conducir en un lugar donde no se respetaban las reglas de transito y la ley del más fuerte u osado
imperaba, habiendo venido de un lugar donde no hacen falta custodios del orden para que se cumplan con
las más elementales reglas de transito; cada día terminaba tremendamente “estresado” y eso repercutía en mi
familia, por eso opté por ser un peatón.

A unas pocas calles del departamento donde nos instalamos, había un colegio en el cual inscribí a Rafael
para que recibiera clases de español y matemáticas, debido a que él había estudiado en francés y las clases,
aquí, eran más exigentes desde los primeros grados, estabamos en época de vacaciones escolares. Sé que el
orgullo no es un buen sentimiento, de acuerdo a las cosas que había aprendido pero, es lo que más se acerca
para poder describir lo que siento por mi hijo Rafael, quién ha sufrido con nosotros todos esos cambios por
los que tuvimos que pasar, con las dificultades y problemas que ello entrañaba y que, a pesar de todo, a
sabido responder y superar los obstáculos, realmente él es… otra de las bendiciones de Dios.

Al poco tiempo de empezar las clases de nivelación de Rafael, de regreso a casa, después de dejarlo
temprano en el colegio, justo estaba por cruzar una calle, cuando de pronto, escuché que alguien me llamaba
desde un vehículo que pasaba, para detenerse un poco más adelante y luego retroceder hasta donde me
encontraba; era un compañero con quién había trabajado en el ejército cuando yo recién había salido de la
Escuela Militar como oficial; nos saludamos y después una ligera conversación, me preguntó que era lo que
hacía, a lo que respondí relatándole brevemente mi situación y que estaba buscando trabajo, él dijo que tal
vez me podía ayudar y concertamos una cita en su casa, para mi sorpresa estaba a tres calles de donde yo
vivía. Así fue como comencé a trabajar en un momento en que lo necesitaba mucho, esto lo consideré un
regalo del cielo y se lo hice saber a mi esposa para que siempre tenga fe de que a pesar que las cosas no
vayan bien, siempre debemos seguir adelante con alegría, fe y esperanza, aceptando lo que nos toque vivir.

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Dentro del trabajo que tuve que desempeñar, me involucraba el tener que manejar personal en diferentes
puntos de la ciudad, esto me facilitó conocer a mucha gente y tener la oportunidad de desarrollar más mi
sentido interno que me permitía llegar al conocimiento más profundo de las personas, así pude llegar a
ganarme la confianza de las personas con quién alternaba; me contaban sus problemas y de alguna forma,
obtenía la inspiración para poderlas ayudar. Alcancé la sensibilidad suficiente como para poder percatarme
cuando alguien trataba de engañarme o me decía la verdad, inclusive desarrollé cierto grado de anticipación
para algunas situaciones que se presentaban. Lamentablemente mi trabajo era muy absorbente, por lo que
tuve que reducir en gran medida mi asistencia al grupo de los jueves y hacía todo lo posible por, de alguna
forma, lograr asistir. A pesar que mi mente estaba absorbida en gran medida por la rutina diaria, trataba de
hacer un espacio para las cosas del espíritu, casi siempre el mayor inconveniente era el cansancio.

Después de pocos meses fui ascendido dándoseme la misión de recibir y organizar las sucursales que
teníamos en las provincias del norte del país, así como abrir nuevas; esto significó una nueva y gran
experiencia para mí, sobre todo por el hecho de que debía viajar a lugares que no conocía o conocía muy
poco.

Cada viaje que realizaba era una experiencia nueva, como la mayoría de veces lo hacía por tierra, me
brindaba tiempo de reflexionar y ocasiones de contemplar la naturaleza. A medida que viajaba, aprovechaba
el tiempo para volver a leer algunos libros, que sentía, debía hacerlo; al hacerlo, me daba cuenta que
encontraba conocimientos nuevos, que en realidad siempre estuvieron allí, lo que sucede es que cuando uno
lee libros especiales y luego al cabo de algún tiempo de trabajo personal, me refiero a cambios positivos en
uno mismo, vuelve a leerlos, lo hace con una nueva óptica debido a que el trabajo realizado a sido fructífero;
esto también me servía de termómetro para darme cuenta que estaba por buen camino. También en mis
largos recorridos revisaba notas, que tiempo atrás había escrito; entre esas notas encontré la letra de una
canción que había copiado, antes de viajar a Canadá, de la traducción de la película “Hermano Sol, Hermana
Luna” que para mí significó algo muy especial en cuanto al contenido y pienso que sería bueno compartirlo:

“Si quieres ver tu sueño realizado,


constrúyelo despacio
principios modestos, fines elevados
obras sentidas dan buen resultado
Si quieres libre vivir, ve despacio
Haz pocas cosas, pero hazlas bien
Gozos simples son sagrados
Día a día, piedra por piedra
Construye tu secreto despacio
Día a día, a la par tu crecerás
Y del cielo la gloria conocerás
Si quieres ver tu sueño realizado
Constrúyelo despacio
Principios modestos, fines elevados
Obras sentidas dan buen resultado”

Cuando tenía la oportunidad, plasmaba mis apreciaciones o reflexiones en una libretita que siempre llevaba
conmigo y ahora transcribo algunas de ellas, que creo puedan tener algún valor; algunas otras las pondré el
la última parte del libro:

“La aurora va manifestándose através de suaves celajes que al tornarse cada vez
más brillantes, dejan atrás la obscuridad dando paso al nacimiento de un nuevo día,
un día que a medida que transcurre, nos traen una serie de experiencias y
manifestaciones que enriquecen, ya sea exaltándonos, sumiéndonos en la más

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profunda tristeza o llevándonos por caminos de las más variadas y desconcertantes
emociones; pero todas, sin excepción, de una u otra forma, dejan huellas en lo más
profundo de nuestro ser. Luego, como através de un velo mágico, que se va
desplegando delante nuestro, comienza a caer la tarde y paulatinamente somos
envueltos por un creciente sopor que origina un letargo a la vez que produce un
estado de reflexión e introspección, ya sea consciente o semiconsciente, haciéndonos
repasar nuestro día que va quedando atrás, hasta que nos sumimos en un
tranquilizante y reparador sueño, con o sin ensueño, de acuerdo al nivel de
consciencia alcanzado, proyectándonos hacia una nueva aurora; así, van
transcurriendo uno tras otro los días hasta que, el crepúsculo de nuestra vida nos
alcanza extendiendo su manto”.
“El tiempo transcurre inexorablemente sin detener su marcha y nosotros, casi
siempre, no nos percatamos de ello o simplemente, no lo tomamos en cuenta y
cuando reaccionamos, tomamos consciencia de ello cuando lo previsible no se
previno, cuando la acción debió tomarse y no se tomó, siendo ya demasiado tarde
para ello y nuevamente caemos en la inconsciencia del transcurrir del tiempo,
lamentándonos por lo no realizado”.

“El deseo, es un estado mental que se nutre através de los sentidos, nace, se
desarrolla y se manifiesta desde la mente; por ser su origen este, es susceptible a ser
controlado a través del ejercicio de la fuerza de voluntad, mediante la orientación de
la consciencia”.

“¡Oh! Espíritu, tú eres libre, tú eres puro, por eso, elévate y vuela como las aves que
en un gracioso giro, gozan de su libertad, trinando de alegría a los siete vientos en
agradecimiento por su condición; pero tú Espíritu, puedes mucho más que eso,
puedes elevarte por los espacios abiertos y sondear el infinito gozando de la armonía
universal; anda ve, remóntate raudo, goza de tu condición y alaba a tu hacedor”.

“Regocíjate alma mía con la belleza y armonía que percibo a mi alrededor y


expándete llenándolo todo de amor, penetrando los corazones humanos
esparciéndote por campos y océanos, elevándote hacia el cielo, cargando los vientos
y abarcando hasta el infinito; es así como podemos lograr la felicidad que se
manifiesta desde nuestro interior y nos permite despojarnos de toda condición y
atadura… nos hace ¡libres!”.

“Nunca dejare de sentir admiración por las cosas que nos brinda la naturaleza;
cuando uno cree que ya ha visto lo más bello que nos puede ofrecer, surge por otro
lado algo que nos impacta hasta lo más profundo de nuestro ser, originando en
nosotros la manifestación del amor por todo lo que nos rodea, elevándonos
haciéndonos pensar: como podemos ver y a la vez estar ciegos de tanta belleza y
armonía que nos rodea; no comprendiendo que en las cosas simples y aparentemente
insignificantes, se encuentra un universo grandioso y bello por sondear. En este caso
no es necesario abrir bien nuestros ojos o tratar de aclarar nuestra visión, mas bien,
es necesario abrir nuestro corazón y liberar nuestra mente, así… podrás ver”.

Estas reflexiones que comenzaron a fluir desde el fondo de mi corazón y que iba plasmando en mi pequeña
libreta de apuntes, fueron abriendo poco a poco rincones de mi ser, que al parecer, estaban bloqueados por
las cosas del mundo que me habían estado abrumando. Es así como comencé a comprender que dentro de
cada uno de nosotros, se encuentra latente esa capacidad de poder contemplar el mundo desde un ángulo
diferente al que estabamos acostumbrados, sumidos en una bruma que nos iba consumiendo, haciéndonos

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creer que no podemos ser libres y felices; fui dándome cuenta que somos capaces de poder elevarnos por
encima de toda dificultad y obstáculo para llegar a alcanzar un alto nivel de consciencia que nos permita
trascender en el camino de la vida. Puedo imaginar que dentro de cada uno existe una chispa de luz, que
viene a ser esa parte pura que emana de Dios, la cual se encuentra envuelta en una serie de capas nubosas
que no le permiten manifestarse plenamente, esto entendámoslo como la consciencia encerrada en todos
nuestros prejuicios, limitaciones, ansiedades, egoísmos, etc.; esta chispa, de cuando en cuando logra dejar
escapar un rayo de luz que nos permite vislumbrar, en cierta medida, ese otro gran universo que nos lleva a
la libertad, entonces, nosotros sentimos su acción en forma de una tierna sensación de amor por lo que en
ese momento estamos viendo o haciendo; ahora bien, bajo ciertas circunstancias, podemos tomar una de
estas tres actitudes: disfrutar el momento y luego dejarlo pasar y caer en el olvido, negarla y desecharla por
completo ahogándola aún más o aferrarnos a ella y ayudarle a despojarse de todo aquello que la limitaba y
así, paulatinamente, vamos liberando nuestra conciencia para que pueda manifestarse cada vez en un grado
mayor, logrando comprendernos, comprender a los demás y al mundo que nos rodea, esto nos va a
transformar en seres más comprensivos, más tolerantes, más amables, más bondadosos, más humildes, más
puros, en resumen… cada vez mejores. Aquí quiero citar, como haré después también, un párrafo que he
extraído del libro “Vida de Jesús dictada por él mismo” que considero inportante tener en cuenta:

“Vosotros percibiréis al Espíritu por la influencia de dulces esperanzas que se filtrarán en


vuestra alma y por la fuerza que duplicará vuestras fuerzas.
Percibiréis al Espíritu mediante el soplo divino que pasará por encima de vuestras
cabezas y mediante el calor que penetrará en vuestros corazones.
Veréis al Espíritu en medio de los resplandores que iluminarán vuestras almas y nadie
podrá engañarse al respecto.
Mas escuchadme y preparad el Reino de Dios practicando la devoción y el amor, la
prudencia y el desprecio por los honores.
El mundo os llenará de escarnio y muchos os odiarán, pero sufridlo por amor mío,
diciendo siempre: Tengo aún otros miembros; son los pobres y cuando veáis a los pobres,
acordaos de éstas mis palabras”
(Tomado de : “Vida de Jesús dictada por él mismo” pg.134)

A medida que transcurría el tiempo me iba dando cuenta del cambio que se estaba operando en mí y
comprendí lo que me había dicho mi guía en el mensaje de mi 33vo cumpleaños:

“El tiempo de germinación ha concluido y se ha iniciado el florecimiento.


La semilla ha dado paso a la flor que emerge del interior del ser y que lleva en su seno la
sabiduría y el amor de Dios”

Pero aún había mucho trabajo que realizar y no podía dejarme caer nuevamente en el torbellino de las cosas
de la vida que nos arrastran a la inacción, al letargo… a la inconsciencia. Empecé a trabajar más en mi
persona, observándome con mayor frecuencia ante las reacciones que tenía en diferentes circunstancias;
como por ejemplo: cuando alguien se burlaba de mí y yo respondía de una forma determinada, analizaba esa
reacción y buscaba como poder evitar todo aquello que pueda llevar a una actitud desarmónica o violenta,
claro que esto no fue nada fácil al principio, casi siempre, me daba cuenta del asunto mucho después de
haber reaccionado ante el estímulo, siendo en forma negativa la mayoría de veces, enfrascándome en una
lucha conmigo mismo por haber actuado tan mal, pero como no podía sucumbir ante este inconveniente,
seguí adelante. Luego de un tiempo de haber estado esforzándome, comencé a notar que el periodo que me
demoraba en tomar consciencia de mi reacción ante el estímulo que se había presentado, se iba haciendo
cada vez más corto y paulatinamente, en ciertos casos, podía anticiparme a la reacción y tomar una actitud
adecuada; esto hizo que tuviera más confianza en mí y en el trabajo que estaba realizando, también noté que
mi carácter comenzó a ser aún más pasivo, permitiendo mantenerme de buen humor la mayor parte del
tiempo.

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Comencé a sentir el deseo de ejercitar mi cuerpo y aumentar mis periodos de meditación. De acuerdo a mis
posibilidades, procuraba hacer meditación en las primeras horas de la mañana, al alba, porque durante ese
periodo de tiempo las energías del ambiente están más puras y hay más tranquilidad. Una ves pregunté a
uno de mis maestros que era la meditación y se me respondió que era un estado de comunión con DIOS, es
el momento en el que uno apacigua su cuerpo reduciendo al mínimo la actividad física, calma el ritmo de su
respiración, se despoja de todo pensamiento y deseo, abriendo su mente y su corazón en actitud humilde y
expectante para dejar que se manifieste, en uno, la maravillosa presencia de DIOS.

Luego sentí la necesidad de hacer ayunos; para esto, el ayuno lo entendía como un periodo en el que uno,
voluntariamente y con plena consciencia del acto, hacía un sacrificio privándose de tomar alimentos, para
así educar el cuerpo físico a nuestra voluntad, permitiendo una mejor manifestación del espíritu; yo lo hacía
empezando desde la noche, aproximadamente a las 10 p.m., hasta las 3 p.m. del día siguiente; durante ese
tiempo, solo ingería agua y lo hacía por un periodo de siete días, al menos eso sentía que debía hacer; al
terminar el día de ayuno, trataba de comer cosas sanas y naturales, evitando la ansiedad al hacerlo. Este
trabajo me ayudó muchísimo para mejorar mi equilibrio físico, mental y espiritual; claro está que también
era importante el ofrecimiento del sacrificio. Al empezar, hacia una oración personal ofreciéndo a DIOS y
pidiendo ayuda para no sucumbir, porque como humanos somos débiles ante las necesidades; cuando sentía
hambre, interiorizaba mis pensamientos y daba gracias por la oportunidad de ser probado; cuando, por las
circunstancias estaba frente a un manjar que para mí era apetecible, simplemente no permitía que el deseo
de saborearlo llegara a manifestarse, esto a través del ejercicio de la fuerza de voluntad. Al principio me
resultaba duro el mantenerme sin probar alimentos por todo este tiempo, sobre todo por el hecho de que
tenía muy buen apetito, pero luego, ya no era tan penoso realizar el sacrificio. Cuando terminaba el día de
ayuno, siempre daba gracias a DIOS por haberlo hecho en forma satisfactoria; debo añadir, que este proceso
lo hace sentir a uno estupendamente bien porque al terminar, me encontraba en paz conmigo mismo, tenía
más lucidez y sobre todo me sentía en armonía con todo lo que me rodeaba.

Quiero hacer un paréntesis aquí para llamar la atención sobre una acción que creo es muy importante tener
en cuenta, y es el agradecimiento; aprendí a dar gracias a DIOS, lo hago desde que despierto en la mañana
por el nuevo día que comienza, por los favores, los dones y las pruebas que reciba, en el momento de
acostarme también lo hago por el día transcurrido, el sustento del día, mi trabajo, mi familia, el vehículo en
el cual nos movilizamos, por la salud, por darme cuenta de mis errores, etc.; con esta actitud pude descubrir
que lograba sentirme cada vez más cerca de Él. Después supe que el ayuno va volviendo al hombre asceta,
místico y espiritual.

En el transcurso del trabajo espiritual, comencé a desarrollar ciertas facultades y a sensibilisarme cada vez
más. Al irme sensibilizando, fui dándome cuenta que se producían en mí, ciertos estados de alteración
emocional, como el tener profundas e inexplicables tristezas al ver o saber del sufrimiento o limitaciones de
alguien; en otros momentos, me sumía en un estado de irritabilidad casi incontrolable; entonces, supe que
debía aprender a aislarme de los eventos para no ser afectado, no significando esto, ser indolente o
indiferente ante lo que sucede, sino, para lograr mejorar mi comprensión y alcanzar a elevar el nivel de
consciencia, pudiendo así ser más útil y no un estorbo. Debemos tener en cuenta que en muchos, cuando
sucede algo que hace que nuestra compasión aflore, lo que normalmente hacemos es sentir pena y sufrimos
en determinado grado por ello; esto genera una vibración perturbadora que acentúa más el pesar y carga el
ambiente con una atmósfera deprimente, acrecentando las penas del mundo; de igual forma ocurre cuando
reaccionamos en forma violenta, vamos cargando el ambiente con nuestros sentimientos de cólera, odio,
envidia, etc.; de acuerdo con estas experiencias pude comprender cuan importante es el mantener siempre
una actitud positiva y alegre para así poder ayudar a mejorar las cosas de nuestro entorno y contribuir a
mejorar el mundo.

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También comencé a desarrollar más el deseo de ayudar a las personas, pero en esto también aprendí algo
importante y es que hay que saber cuando podemos realmente ayudar y cuando podríamos perjudicar a
quien queremos ayudar o a nosotros mismos; esto lo explicaré con un ejemplo: supongamos que estamos en
un vehículo, conduciendo por la izquierda en una avenida de tres carriles, luego llegamos a la esquina
parando por el cambio de luz, esperado el tiempo correspondiente, la luz cambia y nos da el pase justo en el
momento que se acercaba al borde de la acera una anciana que tenía la intención de cruzar; ahora bien,
nosotros, con las mejores intenciones, detenemos la marcha para permitir el pase de la ancianita; en este
punto hagamos la reflexión del asunto, ¿Qué es lo que esta sucediendo? Le damos pase a la ancianita, ella
muy agradecida cruza pero aún le faltan dos carriles por cruzar y se detiene a esperar el momento propicio;
tenemos que darnos cuenta de que aquí estamos poniendo en riesgo la integridad de esa persona debido a
que corre el riesgo de ser atropellada y por otro lado perjudicamos a las personas que se encuentran detrás
nuestro que debían haber pasado en ese su tiempo, tal vez, alguien esté apurado por una importante cita o
existe una emergencia. Por eso, debemos estar siempre alertas a lo que hagamos para hacer las cosas bien y
no caer en el error de actuar impulsivamente.

El tiempo seguía su curso, yo había terminado mi periodo de viajes y quedé en Lima trabajando, comencé a
sentirme abrumado por el tipo de labor que desempeñaba, en la cual estaba incluido el tener que
amanecerme dos veces por semana, resultándome muy agotador, aún con estos inconvenientes, no lo
consideraba como un fastidio, por el contrario lo asumía humildemente aceptándolo y dando gracias a DIOS
por el hecho de tener un trabajo el cual trataba siempre de realizarlo lo mejor posible. Creo que esta actitud
fue recompensada porque después se presentó la oportunidad de cambiarme a otro empleo con mejor
horario y salario, lo consideré una bendición. Gracias a mi nuevo empleo, pude reorganizar mi vida y
dedicarle más tiempo a las cosas del espíritu; nuevamente empecé a asistir en forma regular a las reuniones
de los jueves logrando grandes progresos; recibíamos mensajes muy importantes para los asistentes. Había
diferentes grados de sensibilidad para recibir mensajes, algunas personas decían que no tenían comunicación
alguna, como yo al principio, pero todos sin excepción percibían una fuerte energía y sentían gran paz. Hay
varias formas en las que uno puede recibir comunicación o mensajes durante la meditación: una es en forma
de sensaciones, esto quiere decir que se percibe algo a través del sentir, como “Siento una profunda paz” o
“Siento un gran gozo que no puedo explicar”; otra forma es a través de imágenes que, al principio, se
presentan tan fugases, que apenas duran un segundo, pero son tan contundentes que nuestros sentidos
internos lo captan a plenitud y podemos pasar varios minutos describiendo lo que vimos, en este caso, por lo
general, al principio se presentan colores, luego figuras geométricas, números, imágenes de lugares y/o
personas; la otra forma que he comprobado es por medio de pensamientos, estos comienzan a fluir en
nuestra mente como ideas o diálogos que siempre llevan la marca de la sabiduría no dejando duda de su
procedencia; por último existen combinaciones de estas formas de recibir los mensajes. Casi siempre, al
principio, nos resulta difícil aceptar que realmente estamos recibiendo mensajes, ponemos cierta resistencia
a creerlo y esto, por la falta de confianza o por desconocimiento, esta actitud en la mayoría de veces, nos va
bloqueando para poder abrirnos más y lograr un mejor y más claro contacto; haré una analogía explicativa
para tratar de comprender mejor esto: supongamos que tenemos una pantalla de televisión, estas pantallas
tienen una especie de rejilla en donde se va manifestando la imagen por el bombardeo de electrones; estos
electrones, se hacen visibles en la pantalla como puntos que se plasman en forma secuencial uno después de
otro con un intervalo de 1/20 de segundo; ahora bien, tomemos esta referencia para explicar
aproximadamente como funciona la recepción de mensajes. Supongamos que la pantalla es nuestra mente
objetiva la cual tiene, por decir un número para este ejemplo, un millón de puntos en los cuales, se va a
conectar un filamento por punto para formar una imagen, también supongamos que cuando se recibe un
mensaje, van conectándose una cantidad determinada de filamentos que nos dejan ver una difusa imagen y
que a medida que vamos aceptando conscientemente esta manifestación, se van conectando cada vez más
filamentos haciendo mejor la recepción, más nítida; pero en cambio, cuando lo negamos, desechamos o
dudamos es como si fuéramos desconectando esos pocos filamentos haciendo menos comprensible la
imagen y atrofiando nuestra capacidad. Sería de gran ayuda tener alguien con experiencia y suficientemente
capacitado para guiarnos y no cometer errores; sea como sea, esto es algo muy simple y natural, tan solo hay

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que tener fe y confianza en nuestra capacidad porque así se va abriendo nuestra conciencia a niveles
superiores. En la última parte también me referiré a este asunto dando algunas pautas que puedan ayudar.

Ahora quiero transcribir algunos mensajes que recibí y han sido de mucha utilidad para mí y mis
compañeros:

“La voluntad abre los oídos, la voluntad abre los ojos, la voluntad es la fuerza que
edifica”.

“Sigan en su búsqueda… no desfallezcan”.

“Oren unidos en familia, la familia es la base de la unión… cultiven la fe dentro de la


familia”.

“El conocimiento aparta el temor, pero no el conocimiento trastocado por el hombre, es el


conocimiento adquirido con la conciencia despierta que dará alegría y paz interior”.

“Encuentren el paraíso que esta dentro de vuestros corazones, allí están la luz, los verdes
campos… la primavera eterna; exterioricen ese sentimiento para ayudar en las horas de
tribulación que se avecinan”.

“El mundo necesita mucho amor. Voy por caminos polvorientos llevando el amor. Se
acercan tiempos de grandes tribulaciones, el amor es lo único que los salvará; la energía
liberada es lo que hace que los mares se salgan y caigan sobre la tierra. Vuelo por la tierra
llevando amor”.

“Búsquenme dentro de cada uno, estoy en cada uno de Uds., en cada célula, en cada átomo
estoy Yo. El temor es producto de la ignorancia, quién me encuentra pierde el temor a todo
y logra el conocimiento que despeja las dudas”.

“Debéis dar amor y paz, vosotros conocéis el significado de la palabra amor, el humano a
trastocado el verdadero significado de esa palabra, lo han acomodado según sus
conveniencias y pasiones; vosotros debéis enseñar el verdadero significado de la palabra
amor, aquella palabra donde se encuentra todo el misterio de DIOS, la fuerza, la vida y la
eternidad”.

“Amen hijos míos, hagan oración, es el amor aquella llama que se manifiesta desde el
fondo de cada uno como un fuego abrazador, que se expande hacia el exterior abarcándolo
todo, llenando todo rincón de paz, armonía, alegría y en medio de este bello y puro
sentimiento eleven sus oraciones pidiendo por la humanidad, pidiendo por el amor en el
mundo; pero que la oración sea una oración consciente, consciente de su gran poder que
todo lo logra, que cura al enfermo, que hace andar al inválido, que devuelve la visión al
ciego; llenen todo de gozo y sean siempre benditos”.

“El Reino de los Cielos está dentro de cada uno de Uds., es accesible para todos y todos
pueden llegar a él, la diferencia está en quienes se acercan más que otros, despojándose de
todo lo que los ata; libérense de todo aquello que los hace sentir insignificantes, porque
todos son dignos de llegar a Mí. Eleven su conciencia y abran su corazón al amor y así…
llegaran a Mí”.

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“La magnificencia de DIOS, el humano la gozará, la percibirá, pero nunca la entenderá,
sólo llega a una insignificante parte de su gloria y sin embargo es infinita”.

“Deben purificarse, liberen sus espíritus de toda atadura. Los espíritus están embotados,
es tiempo de liberación”.
“Estén serenos, mantengan el equilibrio, necesito su serenidad para manifestarme, no
tengan temor, yo estoy en vuestros corazones, necesito vuestra serenidad para manifestar
mi amor”.

“Manténgase unidos en oración, tened alegría y seguid siendo puros, sed inocentes como
niños. La pureza y la inocencia están estrechamente ligadas, alejaos de todo aquello que os
contamina, cuando sientan que algo los perturbe, serénense y hagan oración y casi
instantáneamente, se verán liberados y estarán en paz; así, podrán mantener el equilibrio”.

“El amor puro, anida en corazones cargados de humildad y exentos de todo egoísmo”.

Los mensajes que recibíamos, eran para todos y cada uno sentía en que forma le correspondía, gracias a
ellos éramos orientados hacia una vida más espiritual; como ya lo había dicho anteriormente, los que he
transcrito aquí, son algunos de los que yo he recibido pero, hay más y también otras personas del grupo han
recibido cosas similares, teniendo relación entre ellos; lo que si es importante resaltar es que siempre se nos
ha estado indicando la necesidad de que seamos alegres a pesar de las tristezas, tengamos fe a pesar de que
todo se derrumba alrededor de nosotros, hagamos oración y seamos puros. Una vez me pregunté qué era la
pureza, esa pregunta estuvo dando vueltas en mi cabeza por varios días, hasta que en un momento dado,
sentí como si mi mente es abriera y captara su esencia, así llegó la respuesta a mi mente:

“La pureza es aquella condición que emana del espíritu manifestándose a través de nuestra
mente, liberándonos de toda malicia, de todo rencor, de todo prejuicio y condicionamiento,
dotándonos de la capacidad de amar sin límites, teniendo el corazón siempre abierto al
prójimo, pudiendo apreciar lo maravilloso de lo que nos rodea y alcanzar lo profundo en lo
simple"

Realmente es maravilloso lo que se siente cuando uno llega a captar la esencia de las cosas, es como si de un
momento a otro, nuestra mente se expandiera alcanzando límites inimaginables. Para este caso podría tomar
como ejemplo a una persona que hubiera vivido (imaginariamente) recluida en un cuarto pequeño y oscuro,
con todas sus facultades normales y que luego, en forma intempestiva, es llevada a un lugar en el campo,
donde hay un bello paisaje en un hermoso día primaveral; en ese momento abre los ojos en forma lenta
acostumbrándose a la luz, se siente mareado y deslumbrado, recién toma conciencia de su capacidad de
apreciar la sensación de distancia, distinguir colores, sentir las fragancias, oír los sonidos de la naturaleza,
etc., todo lo percibe de una sola vez, sin perder su equilibrio emocional, pero teniendo la capacidad de
maravillarse con ello, para luego retornar a su alojamiento. Esta persona sentirá los deseos de volver a
experimentar tan maravillosas sensaciones y hará todo lo posible por regresar; de igual manera, cuando
tocamos esas dimensiones infinitas dentro de nosotros, buscamos la forma de llegar nuevamente a ellas y
permanecer por más tiempo para lograr llegar mucho más lejos, que tan sólo percibirlas.

Comencé a ocuparme un poco más por mi persona en el sentido de reconocer la labor que desempeñaba este
vehículo maravilloso en el que nos manifestamos y llamamos cuerpo físico, el cual tiene un periodo
limitado de tiempo para servirnos como tal, por eso, debemos cuidarlo muy bien llevándolo
escrupulosamente limpio presentable y sin vanidad. Puse en práctica algunos de los ejercicios que había
aprendido leyendo unos libros de la biblioteca d´Anjou en Canadá; estos ejercicios consistían en reconocer
la importante función que cumple nuestro cuerpo, partiendo del principio que está constituido por células
que son organismos vivos que nacen, se reproducen y mueren, viviendo en una estrecha interrelación,

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sujetos a una armónica dirección por parte de una energía propia conectada al regulador y director central
que es nuestro cerebro; por tal conexión, son susceptibles a ser influenciados por cualquier reacción positiva
o negativa que se trasmita a través de él mismo, el cerebro, esto quiere decir que si estamos tristes todo
nuestro organismo es afectado por esos impulsos de tristeza; de igual manera si estamos eufóricos, todo
nuestro cuerpo se altera como si chisporroteara por todos lados o si estamos calmos y serenos entonces, esa
influencia benéfica también los afecta; teniendo estos conocimientos como base, el ejercicio lograba que a
través del pensamiento dirigido, se emiten sentimientos de amor, gratitud y alegría hacia diferentes partes de
nuestro cuerpo, así se lograba armonizarnos con nuestro cuerpo generando un mejor funcionamiento. Al
terminar el ejercicio podía sentir inmediatamente sus beneficios. En la siguiente parte del libro daré la forma
de realizar este ejercicio.

Otra de las cosas que hacía era que al momento de bañarme en la ducha, a parte de la limpieza del cuerpo,
también realizaba una limpieza, podría decirse, mental y espiritual; lo realizaba, en primer lugar, haciendo
una invocación de ayuda a DIOS y mis Guías, luego proyectaba hacia el exterior todo aquello que
consideraba negativo como la impaciencia, la pereza, la irritabilidad, etc., después entraba a la ducha, dejaba
correr el agua desde mi cabeza hacia todo el cuerpo, con las manos empujaba el agua desde la cabeza hacia
abajo pasando por el cuello, hombros, brazos, torso, piernas y pies, teniendo presente en mi mente que así
estaba eliminando toda esa energía negativa, que antes había proyectado hacia afuera, yéndose por el
desagüe hacia la tierra como abono, dejando así libertad para la manifestación de mi ser interno; esto ha sido
de gran ayuda para mí porque después del baño, me sentía más liberado, equilibrado y con mejor ánimo. En
muchas ocasiones, mientras me preparaba para el baño o durante el mismo, he recibido buenas ideas para
asuntos que eran importantes para mí, también sobre cosas que podía hacer como por ejemplo de realizar
este libro; tal vez, esto se deba a que en esos momentos mi mente está más despejada y yo más relajado,
permitiendo que mi ser interno se manifieste mejor; debo mencionar también que cada vez que voy a
realizar un trabajo espiritual lo primero que hago es tomar tres respiraciones lentas, pausadas y profundas
para ayudarme a centrarme mejor, esta es una forma de indicarle a todo mi ser que lo voy a iniciar.

Continuando con mis trabajos por lograr el florecimiento, llegó a mis manos un libro titulado “Descubre a
tus Angeles” (Título original “Ask your Angel” de Alma Daniel, Timothy Willie y Andrew Rames; Javier
Vergara Editores S.A.), en el que los autores dan a conocer la forma de llegar a contactarse con esos seres
que, desde la antigüedad se mencionan, siendo pocos los que han logrado tener un contacto real y consciente
con ellos. Por la razón de que no tengo autorización para transcribir algunos párrafos y ejercicios de ese
libro, no lo voy hacer, así que si quieren información al respecto, solo tendrán que adquirirlo; lo que si
puedo añadir, por propia experiencia, es que es muy efectivo en su propósito.

El libro en mención, inicialmente da información precisa en la que nos adentra en el campo de la


angeología, como algunos la llaman; los autores nos cuentan sus experiencias y luego dan una serie de
ejercicios para llegar a contactar a esos nuestros consejeros invisibles.

Como ya lo había mencionado, no voy a transcribir ninguna parte de ese libro, lo que si voy hacer es
transcribir mis propias experiencias logradas con los ejercicios que ellos dan, las cuales las tengo registradas
en un cuaderno según la sugerencia de los mismos autores. Tal vez sea necesario, en algún momento,
explicar sobre qué tratan algunos ejercicios para obtener una comprensión más clara de lo que realizaba;
también debo aclarar que las definiciones las doy desde mi punto de vista, según las aprendí y entendí.

Antes de comenzar, incertaré aquí otro párrafo de la “Vida de Jesús escrita por él mismo”, el cual considero
importante citarlo, su contenido habla por sí mismo:

“Dios no tiene sino desprecio para los ofrecimientos y para las prácticas exteriores,
cuando no las acompañan la virtud y la fuerza dimanada de la ciencia. Dios prohibe el
orar tan sólo con los labios, y los que entran en un templo con el corazón lleno de odio y

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con las manos sucias por rapiña y la sangre merecen el castigo de Dios. Permaneced
humildes y pacientes bajo el peso de la vida mortal. Amaos los unos a los otros, libertad a
vuestra alma de los lazos vergonzosos, vuestros Espíritus de las ambiciones injustas, y
habréis servido a Dios y Dios os bendecirá en este mundo y en el mundo que para
vosotros sucederá a éste. Dios quiere vuestros corazones por templo; adorad a Dios en el
templo que ha elegido. Las funciones del culto ponen en evidencia las más de las veces la
ineptitud, la vanidad y la hipocresía. La adoración interna lleva siempre al Espíritu por el
sendero de sencillez, de la dulzura, de la sabiduría. Vosotros podéis orar juntos, pero no
hagáis pompas mundanas con las cosas de Dios”
(Tomado de : “Vida de Jesús dictada por él mismo” pg.146)

Fecha: 31/01/99 por la tarde

Al realizar el ejercicio # 1 de cimentación*, cuando comencé a proyectar mis raíces hacia la tierra, sentí que
me hundía, como si todo yo, me adentraba hacia el fondo de la tierra. Sentí ligeramente como absorbía la
energía desde allí. En el caso de la proyección de los filamentos, no fue muy notorio, esto fue más sutil pero
sí sentí el estiramiento hacia arriba.

Fecha: 01/02/99 por la mañana.

Me es más fácil visualizar las raíces que se adentran en la tierra y sentir esa conexión; aunque la conexión
con el universo ha mejorado en algo, aún falta más nitidez.

*Cimentación: Ejercicio que lleva un proceso en el que se proyectan unas raíces hacia la tierra para eliminar
impurezas y absorber energía positiva desde ella, proyectar unos filamentos hacia el cosmos para recibir
energía cósmica y así lograr alcanzar el equilibrio para poder controlar nuestra atención.

Fecha: 01/02/99 por la tarde.

Se ha facilitado un poco la visualización de la conexión con el universo, tuve un breve dolor agudo en las
pantorrillas y luego en la cabeza que pude controlar al colocar la punta de la lengua pegada al paladar como
un conmutador.

Fecha: 01/02/99 por la noche.

En esta vez, la conexión tanto con la tierra como con el universo, se hace más firme dándome la sensación
de ser un árbol. Hay una leve tendencia a divagar un poco y sentir cierto parloteo mental.

Fecha: 02/02/99 por la mañana.

Las conexiones se hicieron más vividas. He comenzado ha percibir el flujo de energía desde la tierra y el
cosmos hacia mí; tuve un ligero hincón en la zona del parietal izquierdo y en la parte posterior derecha del
cuello luego, al pensar en que era la energía que estaba abriendo mis canales, cesaron.

Fecha: 02/02/99 por la tarde.

Hubo una mejor identificación y sentir en la proyección de los filamentos de la cabeza, también una
sensación de vibración en el interior de mi cuerpo. Me dio la impresión de que había una presencia a mi
lado izquierdo.

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Fecha: 02/02/99 por la noche.

Pude apreciar mucho mejor mi conexión con la tierra, luego hacer fluir la energía desde la tierra y el cosmos
hacia mi cuerpo; comencé a sentir una vibración dentro de mi cuerpo.
Habiendo hecho el ejercicio # 2 de exploración de los chakras, no tuve dificultad en sentirlos y luego
visualizarlos. Creo que mañana pasaré a realizar el ejercicio # 3.

Fecha: 03/02/99 por la mañana.

Tuve la sensación de una presión en la zona de la coronilla en el momento de absorber la energía y luego
hubo una sensación de acumulación de energía en la base de la columna con una ligera vibración en piernas
y brazos.
Pude sentir los chakras; en los inferiores se presenta una leve sensación de frío, luego en los otros como una
presión o movimiento; en el coronario tenía la sensación de que allí había algo, fue mucho más notorio que
en los otros, era una especie de presión y a la vez movimiento.

Fecha: 04/02/99 por la madrugada.

El trabajo con la conexión con la tierra y el cosmos se realiza más fácilmente, tengo la sensación de sentir
las raíces saliendo de mi coxis y las fibras desde la cabeza, luego siento una especie de vibración en el
interior del cuerpo como si algo se moviera. Al final tengo la sensación de seguir conectado.
En el ejercicio de los chakras, siento una especie de aire frío en los dos primeros, en los siguientes cinco
como si los estuviera tocando con la palma de mi mano derecha y en el octavo, siento una especie de
contacto y elasticidad.

Fecha 04/02/99 por la mañana.

Después de haber realizado el ejercicio # 3, sentí una sensación de gran gozo y gratitud. Pude percibir que a
medida que vaya practicando este ejercicio, los resultados irán siendo más palpables, más beneficiosos para
mí y los que me rodean; sobre todo cuando ya no necesite de la grabadora.
Ahora, siento la sensación de como si todo mi cuerpo estuviera cargado de una gran energía y me hace
transpirar.

Fecha 05/02/99 por la mañana.

Realicé el ejercicio # 3, sentí gran gozo y la sensación de conexión con la tierra y el universo, sentí como
mis chakras refulgían y todo yo como un arco iris; luego al terminar, tuve un sentimiento de gratitud, paz y
alegría.

Fecha 05/02/99 por la noche.

Realizando el ejercicio # 3, pude sentir mucho mejor la penetración de mis raíces hacia la tierra y la
expansión de mis fibras hacia el cosmos; tenía gran presión en el chakra coronario, al vocalizar el mantra
OM, sentí una fuerte vibración en la zona de mi garganta y oídos como cientos de ecos a la vez y un gran
gozo. Al hacer descender la energía del cosmos, pude apreciar como penetraba en la tierra y esta, desde sus
profundidades, emitía una poderosa luz; luego sentí como todos mis chakras refulgían como un arco iris
llenándolo todo.

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-Aquí quiero hacer un paréntesis para indicar que en algunos casos las experiencias son similares y otras
muy personales, por eso no las voy a tomar en cuenta salteándome a otras.

Fecha 06/02/99 por la mañana.

A partir de ahora, solo daré los efectos finales o los más resaltantes durante el proceso del ejercicio # 3
(meditación básica de cimentación).
Siento mayor seguridad, más energía, más entusiasmo y confianza.

-El siguiente ejercicio consiste en hacer una lista de todo aquello que consideramos un impedimento para la
comunicación con nuestros ángeles, para luego irlos eliminando uno por uno.

En el ejercicio # 4 de la lista de limpieza espiritual, pregunté y me contesté:


P: ¿Qué me impide que me comunique con mis ángeles?
R: Nada.
P: ¿Qué me impide que me comunique con mis ángeles?
R: Nada.
P: ¿Qué me impide que me comunique con mis ángeles?
R: Nada, sólo tienes que sintonizarte.

Fecha 07/02/99 por la mañana.

La cimentación se hace más latente, de igual manera la renovación de energía en todo mi cuerpo. La
visualización de mis chakras es más clara y tomo consciencia de la luz que se descompone en nosotros,
siendo esa descomposición de colores los mismos chakras, manifestando cada uno un determinado color,
esto quiere decir una longitud de onda de luz diferente.
Preguntas y respuestas:
P: ¿Qué me impide que me comunique con mis ángeles?
R: Nada. (pregunta y respuesta repetidas tres veces)
P: ¿Qué debo hacer para comunicarme con ellos?
R: Tan sólo sintonizarte. (pregunta y respuesta repetidas tres veces)
Fecha 08/02/99 por la mañana.

Cimentación bien realizada.


En el trabajo básico de liberación, cuando deseché lo que me impedía poderme sintonizar bien, pude ver que
al rededor de mis raíces bajaba una especie de aro formado por una bruma gris; esto ocurrió por tres veces,
sentí un ligero calor en la cabeza, un poco más intenso en la zona del parietal izquierdo.

Fecha 08/02/99 por la tarde.

En el trabajo de liberación básica, al hacer la misma eliminación anterior, los dos primeros aros fueron
brumosos y en el tercero, con la vocalización de la “I”, fue casi blanco; en ese instante sentí la presencia de
dos ángeles que estaban enfrente de mí.

Fecha 09/02/99 por la tarde.

En la vocalización para abrir el chakra de la garganta, sentí la vibración de las vocales en la zona de la
garganta, el pecho y los oídos; al final sentí la vibración en todo mi cuerpo.

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En la visualización para la sintonización de la energía, al abrir los ojos, percibí en el cuarto una especie de
leve resplandor dorado y la sensación de que no había vacío sino, que todo estaba lleno.

Fecha 10/02/99 por la tarde.

La cimentación fue bien hecha con la sensación de pureza y elevación.


Al realizar el ejercicio de meditación centralizadora, sentí el estar unido a todo y todos, sintiendo a DIOS en
mí.
En la vocalización pude percibir que de acuerdo a la vocal vibraba un chakra: A la garganta, E el timo, I el
tercer ojo, O el corazón, U los oídos y el plexo solar con IU; con Ah, Oh, Um sentía vibrar todo el pecho
hasta la cabeza; al final sentí la sensación de flotar.
En el ejercicio de visualización para la sintonización de la energía, pude sentir que con la luz plateada se
refrescaba todo mi cuerpo y luego, ni bien visualicé la esfera dorada, sentí una presión en la zona de la
coronilla luego, al hacerla ingresar, sentí un calor que bajaba por la columna, permaneciendo allí hasta que
regresé en forma inversa; al abrir los ojos, sentí la sensación de que los marcos de las puertas estaban como
superpuestos y el hecho de que no había vacío debido a la presencia de la energía dorada que todo lo
llenaba.

-En el ejercicio de visualización para la sintonización de la energía, se forma mentalmente una esfera la cual
se va cambiando de cobrizo a plateado y luego a dorado para ir entrando a diferentes niveles de
manifestación en otros planos. Debe recordarse que no puedo dar detalles al respecto y que si se quiere
profundizar al respecto lo pueden ver en el libro ya mencionado.

Fecha 11/02/99 por la mañana.

Realicé el ejercicio de meditación básica de cimentación sentado en mi vehículo, mientras calentaba el


motor, sintiéndome muy bien; luego, mientras conducía, comencé a sentir una gran paz y alegría en mi
corazón, me llené de amor el cual proyecté hacia todo el mundo sintiendo los deseos de estar junto a mi
esposa e hijos para compartir este bello sentimiento, al hacerlo, tuve una visión de ellos y les envié ese
sentimiento.

Fecha 11/02/99 por la tarde.

En la eliminación del cansancio vi una especie de llama rojiza que bajaba por mis raíces, cuando lo hice con
la falta de concentración vi una nube negra.

Fecha 12/02/99 por la tarde.

Al comenzar los ejercicios de sintonización de energía, apareció una llave luminosa que se encontraba
colocada en una chapa, estiré la mano y traté de darle vuelta entonces, tuve vislumbres de dos rostros (uno
después del otro), más orientado hacia los ojos.

Fecha 13/02/99 por la tarde. “Abrirme a mi Angel”.

P: ¿Qué puedo hacer para verte mejor?


R: Abre más tu corazón.
P: ¿Cómo abro más mi corazón?
R: Dejando que los sentimientos de amor fluyan y se expandan libremente.

-A partir de este momento cuando me refiera a mi intervención colocaré la inicial “Y” y cuando intervenga
mi ángel colocaré la inicial “A” o la que corresponde a su nombre.

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Y: No soy muy bueno para conversar.
A: Es bueno callar.
Y: Creo que sería conveniente que siga hablando contigo para así estrechar más nuestro contacto.
A: Es buena idea.
Y: ¿A qué grupo o clan perteneces?
A: Es muy complicado explicártelo para que lo comprendas.
Y: ¿Estas asignado a mí solo en este planeta o tienes otras personas?
A: …
Y: ¿Cómo te llamas?
A: DEMON.
Y: DEMON ¡¿De demonio?!
A: ¡No! de DIAMANTE.
Y: ¡Ah! Entendí mal, es DIAMON. Gracias y hasta pronto.

Cuando estuve trabajando con la esfera cobriza, vi una chica que andaba por una calle y me preguntó mi
nombre, se lo di y fue como si perdiera la concentración, tomé consciencia del asunto y seguí adelante.

Y: ¿Puedes materializarte?
A: Eso requiere de un gran esfuerzo por nuestra parte.
Al finalizar sentí como si todo mi cuerpo estuviera latiendo al compás de mi corazón.

Fecha 14/02/99 por la tarde.

En el ejercicio de sintonización de energías, su ingreso se hizo más nítido; en la luz dorada, al abrir los ojos
sentí muy claramente la presencia de ángeles. En el contacto con mi ángel, sentí como un vacío
inicialmente, luego como que de las alturas caía un rollo de cuerda con un extremo atado a la copa de un
árbol, trepé y cerca de la copa había una pequeña cabañita donde pude notar la presencia de dos ángeles.
Dijeron que me estaba bloqueando un poco y debía relajarme más, ellos me ayudarían; luego sentí una
presión a la altura del tercer ojo… pregunté:

Y: ¿Qué es esta presión?


D: Es que cada vez se está abriendo más, debes continuar así.
Y: El Padre me dijo que de pronto vería en toda dimensión.
D: Así es, eso es lo que estas logrando con estos ejercicios.

Me sentí como si estuviera en una nube flotando y luego me invadió un gran sentimiento de amor y unión
con mi ángel.

Y: ¿Me puedes ayudar para poder tomar nota de todo esto?


D: Sí, abre los ojos.(los abrí)
D: Centra tu vista en la vela y ve como crece la llama.
Así lo hice y vi como la llama resplandecía un poco más y luego me sentí como si estuviera en otra
dimensión.

D: Cuando quieras escribir, debes hacerlo mientras estés en este nivel.

…Y así lo hago.

Y: Diamon.
D: ¿Si?

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Y: Te pido que siempre me ayudes a perfeccionar mi percepción.
D: Así lo haré… siempre lo estoy haciendo.
Y: Hasta luego.
D: Hasta luego, mi amor queda en ti.
Y: Y el mío en ti.

Fecha 15/02/99 por la tarde.

Y: ¡Hola amado ángel!


D: Recibe todo mi amor.
Y: ¿Porque me siento así?
D: Es por la reconexión que se esta produciendo.
Y: ¿En qué consiste la reconexión?.
D: Es alinear tus canales para una mejor recepción, a la vez que te estamos reorganizando, es por eso que te
sientes como ido y cansado, no te preocupes que pronto pasará y podremos comunicarnos mejor.
Sigue haciendo tus prácticas y no te desalientes que todo va por buen camino.
Y: Gracias y hasta pronto.
D: Recibe todo mi amor.
Y: Tu también recibe el mío.

Fecha 16/02/99 por la mañana.

Y: ¿Amado ángel?, ¿Diamon?… Hola.

Tengo una agradable sensación y siento que me rodea con sus alas.

D: Estoy complacido de como estas llevando las cosas, pronto vas a lograr tener una comunicación más
nítida.
Y: Quiero que me ayudes a verte y escucharte mejor.
D: (sonríe) Ten paciencia que lo estas logrando; ten cuidado de no angustiarte, eso te limita, se siempre
libre, vive con alegría, sábelo, que todo lo que necesitas lo llevas en tu corazón.
Y: Ayúdame para no…
D: No te preocupes que estas bien afirmado en el sendero, tus pasos son seguros y siempre hacia adelante.
Y: Bueno, gracias por tus consejos, seas siempre bendito y hasta pronto.
D: Mi amor está contigo.

Fecha 18/02/99 por la noche.

Y: Hola Diamon.
D: Recibe todo mi amor Armando.
Y: Ayer no pude comunicarme contigo.
D: No te preocupes por ello que siempre estoy a tu lado y sí lo hemos hecho.
Y: ¿Te puedo preguntar algo?
D: Si.
Y: ¿Qué significa la CUARESMA?
D: Es el tiempo de preparación previa al momento de la entrega total por la humanidad.
Y: ¿Cómo puedo tener mi cuaresma?
D: Haciendo de esos cuarenta días algo muy especial dando amor, evitando toda reacción negativa,
haciendo ayunos, orando, comiendo magramente, no para el paladar sino para el espíritu.

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Y: Te pido que me ayudes y guíes porque deseo de todo corazón hacer esa entrega de amor.
D: Yo estoy siempre a tu lado y no te preocupes que te ayudaré.
Y: Gracias y hasta luego.
D: Mi amor queda contigo.
Y: Gracias y el mío contigo.

Fecha 19/02/99 por la mañana.

Y: ¿Diamon?
D: Aquí estoy, que mi amor te llene siempre.
Y: Y el mío a ti… un momento que voy a tomar nota.
D: Hazlo… El sueño que has tenido, es una revelación y a su debido tiempo lo asimilarás; ten en cuenta que
cada vez tus canales se van abriendo más y más, a la vez que te estas purificando; es por eso que te estas
poniendo tan receptivo y sensible, pero siempre debes guardar el equilibro. Está bien el deseo que tienes
por documentarte acerca de la cuaresma, hazlo, eso te ayudará a comprenderla mejor y también a
prepararte mejor. Sábelo bien, estas entrando a una dimensión de vibraciones más sutiles y debes estar
alerta al más mínimo cambio, cosa que percibas o se te presente, eso afianzará más tu confianza y así
reforzarás más tu capacidad; ahora ve tienes labores que atender.
Y: Gracias amado Diamon, te doy mi amor.
D: Gracias y tu recibe el mío y se feliz.

Fecha 21/02/99 por la mañana.

Y: Hola Diamon, seas bendito.


D: Hola mi amado Armando.
Y: ¿Tienes algo que decirme?
D: La luz se expande dentro de tu ser, toda duda queda de lado, el amor fluye y se manifiesta hacia afuera,
comienzas a tener conciencia de esta manifestación, todo aquello que te limitaba y te oprimía se va
desvaneciendo hasta que quedes totalmente libre y puedas percibir el amor en toda su magnitud;
manténte siempre firme y alerta para no dejar que te invada ningún sentimiento negativo.
Y: Te agradezco por lo que me acabas de decir, es algo que me va ayudar mucho y ya lo está haciendo.
D: Es por eso que estoy aquí, para ayudarte a trascender y cumplir con la ley de la vida que es la evolución.
Y: Lamento no poder seguir conversando contigo por ahora, ya es tarde, nuevamente te agradezco tus
consejos y seas siempre bendito.
D: Mi amor te acompaña siempre.

Fecha 21/02/99 por la mañana.

Y: ¿Diamon?
D: Aquí estoy.
Y: Hola mi amado ángel.
D: Hola mi amado Armando, ¿Cómo estas?
Y: Bien… ¿Tienes algo que decirme esta mañana?
D: De que quieres que hablemos.
Y: Haber… háblame de los espíritus de la naturaleza.
D: ¿Qué quieres saber de ellos?
Y: Como puedo comunicarme con ellos y verlos.
D: Eso pronto lo podrás hacer, en cuanto tus canales estén totalmente abiertos y entres en su frecuencia
vibratoria, podrás verlos y dialogar con ellos, mientras tanto, piensa en ellos, acéptalos y percibe su
existencia en las cosas de la naturaleza, inclusive en tu mismo cuerpo; sabes que ellos una gran fuente de
información y de gran ayuda cuando entras en armonía con ellos; esto después te va a ser muy

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beneficioso sobre todo cuando vayas hacer curaciones, su colaboración es de suma importancia por eso
haces bien en querer tomar contacto con ellos.
Y: Espero poder sentir pronto tu voz.
D: Ten paciencia, relájate y sigue practicando que vas por buen camino.
Y: Gracias por tus consejos y ayuda, recibe todo mi amor y hasta luego.
D: Mi amor está siempre contigo, anda ve.

Fecha 22/02/99 por la mañana.

Y: ¿Diamon?
D: Aquí estoy Armando.
Y: Hola, bendito seas.
D: Mi amor te llene de júbilo.
Y: Diamon, estoy con estos problemas del auto que me angustian, ayúdame necesito tus consejos.
D: …
Y: ¿Diamon?
D: Al hablar de tus problemas, has traído esa angustia que hizo que te bloquearas por un instante. Estas son
pruebas que debes superar, debes aprender a mantenerte sereno en todo momento y bajo toda
circunstancia, solo así podrás equilibrarte para lograr alcanzar los niveles más sutiles de conciencia,
recuerda que estas en una etapa de purificación y de sintonización con las altas esferas, por eso siempre
debes mantenerte alerta y no dejarte arrastrar por las circunstancias, tu actitud debe ser siempre
equilibrada, serena y alegre, pase lo que pase; solo así encontrarás la luz que te guíe en toda prueba. No
te preocupes que siempre te acompaño y te protejo.
Y: Gracias amado Diamon y perdona por dejarme arrastrar por las circunstancias.
D: No te preocupes, ten en cuenta que a pesar de todo te mantuviste en un nivel de equilibrio positivo, eso
esta bien; poco a poco vas a ir controlándote más y más hasta llegar a ser dueño de toda situación.
Y: Nuevamente gracias, recibe todo mi amor y que la bendición del Padre te colme.
D: Anda ya, mi amor siempre te acompaña.

Fecha 24/02/99 por la mañana.

Y: ¿Diamon?
D: Si amado aquí estoy.
Y: Quisiera que me digas algo que me anime y me ayude a avanzar.
D: No tienes porque perturbarte, ten presente que siempre estoy a tu lado y que estas yendo por buen
camino; no te dejes abatir por las minucias de la vida, tu camino ya está trazado, tú mismo tomaste la
decisión y ahora andas por él, ten siempre en cuenta que este es un camino de paz, amor y liberación;
esto último es lo que más te esta afectando porque te estas liberando de todo lo viejo y eso deja un vacío
que muchas veces te abate; pues bien, ese vacío es el que va a ser llenado por la paz, el amor y la
armonía, por eso, debes estar tranquilo y consciente de ello para que permitas que ese vacío se llene con
la nueva energía; ten fe y supera esos momentos que son los que te llevan a la liberación final.
Y: Gracias Diamon por tu ayuda, ahora ya puedo ver mejor las cosas, que Dios…
D: Que Dios te bendiga y te colme de su luz y amor.
Y: Te envío todo mi amor y hasta luego.
D: Mi amor te acompaña siempre.
Y: Anhelo verte pronto.
D: Lo harás, lo harás.
Y: Anhelo…
D: Ssssh… paciencia… paciencia.

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Fecha 26/02/99 por la mañana.

Y: Hola mi amado Diamon.


D: Hola Armando, que la paz esté contigo.
Y: A que se debe que mis sueños… los voy recordando mejor.
D: Todo se debe a que tus canales internos se están abriendo cada vez más y es por eso que la información
está fluyendo más libremente sin obstáculos ni distorsión; esa también es una buena fuente de
información que te ayuda en tu desarrollo.
Y: ¿Por qué tengo esos arranques de violencia en ciertas ocasiones?, no me gustan.
D: Se debe a tu impaciencia y porque cada vez estas más sensible. Quieres que todo sea perfecto y sientes
los ruidos más agudos, además captas la verdaderas intenciones de las personas y eso te molesta, pero ten
cuidado, no te dejes arrastrar por esos arranques que son dañinos; cuando sientas que se está acumulando
esa energía para explotar, trasmútala dirigiendo tu atención a otra cosa más elevada o envíala a la tierra
para que la recicle; debes evitar cualquier estallido de tu energía, debes mantenerte equilibrado y sereno.
Y: ¿Por qué se me soltó el estómago temprano?
D: En la noche cuando viste ese purgante, pensaste en la posibilidad de tomarlo, pero lo descartaste porque
tenías que trabajar; esto te hizo pensar en la posibilidad de que te funcionara el estómago muy temprano
de modo a que te obligara a levantarte, así que, inconscientemente te programaste y eso fue lo que
sucedió tu pensamiento tuvo un efecto laxante.
Y: Gracias por tu ayuda, ya me tengo que ir, seas bendito y hasta luego.
D: Hasta luego Armando, mi amor te acompaña.

Fecha 28/02/99 por la tarde.

Y: ¿Diamon?
D: …
Lo veo acercarse a mí y envolverme con sus blancas alas, siento una bella sensación y percibo un rayo de
luz rosada que conecta nuestros corazones.

Y: Que bello es lo que siento, tengo la sensación de estar flotando.


D: Es el amor.
Y: Tengo que anotar esto, ayúdame a recordarlo.
D: Ve hazlo.
Y: Me siento muy bien aquí contigo, te agradezco por el amor que me brindas.
D: Así es querido mío, mi amor te envuelve y tú te haces cada vez más sensible a él; es por eso que lo estas
sintiendo de una forma nueva, sientes como te llena más; pero siempre estuve prodigándote mi amor lo
que sucede es que no estabas consciente de él y ahora, que te estas sintonizando más, lo estas percibiendo
como algo nuevo.
Y: Quiero poder mantener un contacto más continuo contigo, te pido me ayudes a lograrlo.
D: Estas en el camino, tan solo sigue practicando y tenme siempre presente donde estés, no permitas que la
duda te confunda porque siempre estoy dispuesto para la comunicación contigo y poder ayudarte.
Y: Muchas gracias, en este momento no se que decir, tú me conoces bien lo callado que soy.
D: No te preocupes, eso es bueno porque así estas más receptivo y es mejor no decir nada a decir algo por
decir, en ese caso lo mejor es estar callado y observar con todos tus sentidos externos e internos.
Y: Nuevamente te agradezco y te doy mi amor.
D: Mi amor va siempre contigo.

Pienso: “¿Debo salir de este estado o puedo permanecer en él sin problemas?”.

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D: No te preocupes, poco a poco nuestras dimensiones tomaran la apariencia de haberse fundido en una y
así podrás interactuar en forma simultanea en todas.

Fecha 01/03/99 por la mañana.

Y: ¿Diamon?
D: Aquí estoy querido y amado Armando.
Y: Ahora me he sentido un poco extraño, muy agotado ¿Qué sucede y qué debo hacer?
D: Tu naturaleza humana está diseñada para trabajar, recrearse, nutrirse y descansar; todo tiene que ser un
balance perfecto. Donde surge alguna distorsión, viene el desequilibrio y como resultado el organismo
reclama su estabilidad; tú sabes bien y lo sientes, que las hora de sueño son muy importantes en su
momento y en su dosis, por eso, debes vigilar más tu sueño, eso es lo que te altera.
Y: Gracias Diamon por tu ayuda y bendito seas, te doy mi amor.
D: Ve descansa, que yo velaré tu sueño.

Fecha 02/03/99 por la mañana.

Y: ¿Amado Diamon?
D: ¡Sí querido Armando, aquí estoy!
Y: El sueño que he tenido ahora ¿A qué se refiere?
D: Haz entrado en comunión con todas las personas que conociste.
Y: ¿Y eso?
D: Al pedir perdón y perdonar, haz logrado eliminar cualquier indicio que pueda distanciarte con alguna
persona y eso ha permitido que en una forma instantánea hallas podido percibir a todas reunidas y ligadas
a ti.
Y: ¿Y esa persona que estaba cerca a mí y por la que sentía tanto amor?
D: Era yo en forma de una persona amante.
Y: Gracias, ¿Tienes algún consejo para mí?
D: (Sonríe)… Todo está bien, sigue adelante y no te estés preocupando tanto, todo está tomando el rumbo
que debe tomar y tú vas por buen camino, tan solo se paciente.
Y: Gracias Diamon, bendito seas y recibe todo mi amor.
D: Mi amor está en ti y te envuelve.

Pienso: “Me olvidé de hacer las tres respiraciones”.

D: No te inquietes, eso es para hacer más objetivo nuestro acercamiento, sí es conveniente que lo hagas para
canalizar y fortalecer tu percepción, pero si lo olvidas, no es grave, sigue adelante.

Fecha 03/03/99 por la mañana.

Y: Hola amado Diamon ¿Cómo estas?


D: Bien.
Y: Vaya pregunta la mía.
D: No te preocupes, esa es una forma de que nuestra comunicación sea más natural, eso esta bien.
Y: Como puedes ver hay cosas que me están perturbando un poco, a pesar que sé que son situaciones que
debo superar, te pido tu ayuda.
D: Amado mío, como tú bien sabes, hay cosas que se presentan para que puedas tomar consciencia de tu
condición, para que aprendas a mantener el equilibrio en toda situación; sabes que todo en este mundo es
pasajero, que todo es perecedero; no te aflijas por las minucias de la vida, mantén siempre una actitud
positiva y piensa en estas cosas como retos que debes sobrepasar para tu perfeccionamiento y como bien
tú lo sabes, eres parte de Dios, eres un ser perfecto que puede ser dueño de su mundo, tan sólo basta

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tomar consciencia de ello y despojarte de todo aquello que te ata y limita. Sábelo bien, yo estoy siempre
contigo y me puedes llamar cuando quieras, que te brindaré mi ayuda.
Y: Gracias Diamon, te amo.
D: El Padre te bendice y protege, nosotros estamos pendientes de ti para prodigarte lo que requieras para
avanzar, no te preocupes, manténte sereno y alegre.
Y: Hasta luego Diamon y gracias de nuevo.
D: Mi amor te cubre.

Fecha 04/03/99 por la mañana.

Y: ¿Diamon?
D: Aquí estoy mi amado.
Y: En este momento me siento muy bien, estoy feliz.
D: Así es mi querido, porque haz traído a manifestación tu parte Divina y al fusionarte con ella logras un
sentir indescifrable que te llena y se expande. Esa serenidad que tienes es porque al traer a manifestación
lo Divino, ya nada te perturba, nada te limita y deseas permanecer así siempre; eso lo puedes lograr solo
con constancia y fe; esto es muy bueno para ti y los demás.
Y: Amado Diamon eso es lo que quiero, esa es mi meta, el traer a manifestación mi ser Divino en forma
permanente.
D: No te preocupes que vas por buen camino y yo te ayudaré; ahora deja de anotar por un momento, relájate
y siente esa maravilla.

Y: ¡Oh! Gracias mi amado Diamon, por favor ayúdame para poder anotar lo que he sentido y lo que me han
dicho.

Siento una gran fuerza que me inunda y el gozo que siento es indescriptible, siento como si flotara y la
emoción me embarga.

D: Así es amado mío, la fuerza del amor te penetra y es tal su magnitud que hace correr las lágrimas por tus
mejillas, es la emoción de estar ligado a tu Dios, es la emoción de traerlo a manifestación… y es tan fácil
y está tan cerca, solo hay que desearlo y esforzarse tan sólo un poquito, si el humano pudiera entender
esto.
Y: ¡Oh! Diamon tengo el deseo de caer postrado y alabar a Dios.
D: ¡Hazlo!

Lo hago y oigo su voz:

“Hijo mío, ahora haz llegado, estas en comunión con tu Dios y la emoción te embarga”

Y: Gracias Padre por lo que me das.

“Extiende tus manos”

Lo hago y percibo algo que ponen en ellas.

“Hijo mío, estas son tus nuevas vestiduras con las que andarás, ¡póntelas!”

Y: Gracias Padre.

Acerco las manos hacia el pecho y siento como soy envuelto por esa energía que es mi nueva
vestidura.

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“Ve hijo… ve ya”

Y: Gracias Padre… Diamon, nuevamente te agradezco tu ayuda y sigue siempre a mi lado, te doy mi amor.
D: Siempre estoy contigo, cuando me necesites sólo háblame, mi amor está contigo y en ti.

Fecha 06/03/99 por la tarde.

Y: ¿Diamon?
D: Si mi amado, aquí estoy.
Y: Gracias por todo amado Diamon.
D: … El gran gozo y amor que sientes es porque te haz abierto a la comprensión de la verdad, haz logrado
pasar la barrera y ahora puedes sentir las maravillas que están esperando para todo aquel que busca
sinceramente la verdad. Ya haz llegado, lo haz logrado, disfrútalo y gózalo, sintonízate más con ella y
tráela a manifestación para gloria de Dios y gozo de los humanos; haz logrado captar la fuente del amor y
la armonía, ahora comprendes, sabes y sientes; esto lo debes de compartir par lograr nuestra
manifestación en el mundo.
Y: (suspiro) Tengo tanto que agradecer y lo hago, esto es mérito de Uds. Y mis guías que siempre
estuvieron guiándome amorosa y pacientemente, gracias por todo; con respecto a lo que he sentido ¿Qué
debo hacer?
D: Si, así es, se te ha dado esa misión en forma de sentimiento y pensamiento para que envíes un mensaje de
nuestra parte. Necesitamos a todo aquel que pueda servir de instrumento de conexión con los humanos
para poder llegar a sus corazones y abrirlos a la nueva era. Muchos como tú están trabajando en el
mundo, pero cuantos más hallan es mejor; por lo que haz de poner no te preocupes que nosotros te
guiaremos.
Y: Espero hacerlo bien a ti y a Loah.
D: Loah quiere hablarte.
Y: ¿Si? Adelante amado Loah.
L: Querido Armando, nosotros estamos a tu lado para guiarte y orientarte; como bien sabes nosotros no
imponemos ni interferimos en vuestras vidas, tan sólo aconsejamos amorosamente y lo hacemos a través
de sentimientos, visiones, situaciones y otras personas; son Uds. Los que a través de vuestro libre
albedrío los que toman la decisión final y es vuestra apertura la que nos va a permitir llegar más
claramente en nuestra comunicación. Como ya lo haz notado, haz entrado en una nueva etapa en la cual
empieza el afianzamiento y la acción para traer a manifestación el Plan de Dios; es por eso que es
necesario que siempre trates de mantener tu equilibrio y permanezcas abierto a todo lo que llegue a ti…
Y: Gracias Loah por lo que me haz dicho y les doy todo mi amor y sean siempre benditos.
D: Nuestro amor te cubre y la paz llena tu corazón.

Fecha 07/03/99 por la mañana.

Y: ¿Diamon, Loah?
D: Si, aquí estamos amado Armando.
Y: Dime por favor como es tu nombre Olah o Loah.
L: LOAH.
Y: Gracias… ¿Tienes algo que decirme o aconsejarme?
L: El tiempo transcurre inexorablemente no significando nada para nosotros, pero para Uds. Los humanos
que viven atados a esa condición, sí; es por eso que cada día, cada momento, cada instante cuenta para
trabajar en vuestro desarrollo espiritual, cuanto más pronto traigáis a manifestación el reino de Dios,
tanto mejor; así podrán afrontar las cosas que vienen; hay mucha gente que piensa solo en el poder del
arrepentimiento, pero ahora eso no es suficiente porque lo dejan para el último momento; si bien es cierto
que esto funciona para el perdón, pero no así para el desarrollo y avance en la escala de evolución, es

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como si tuvieras que hacer cola para comprar una entrada y dejas para el último momento el hacerlo;
aquí pueden ocurrir dos cosas, que encuentres entrada pero no puedas escoger tu asiento y la otra, que no
encuentres ninguna y tengas que esperar para la siguiente función. Por eso, el humano debe entender que
no puede dejar las cosas para después o para “un momento propicio”. Es tiempo de trabajar ¡ya!, no hay
tiempo que perder, busquen dentro de Uds. La verdad, acérquense a Dios que es esa verdad, sea cual sea
el concepto que tengan de El, porque siempre está allí aunque no lo reconozcan.
Y: Loah, que sabio lo que me dices y que importante, espero poder contribuir a lograr esto…
L: Lo harás, por eso estas aquí y ahora, dialogando con nosotros.
Y: Gracias por eso y les pido que me ayuden a lograrlo.
L: Siempre estamos a tu lado para ayudarte, no te preocupes, solo permanece abierto y ten fe.
Y: Gracias amado Loah, gracias amado Diamon.
L: mi amor te cubre y te protege.
D: La dulzura del amor puro se aposenta en tu corazón, siéntela y manifiéstala para tu gozo, el gozo de otros
y el gozo de Dios… ahora anda ve.
Y: Gracias…

Fecha 08/03/99 por la noche.

Y: ¿Diamon?
D: Aquí estamos amado Armando.
Y: Hola… y hola Loah.
L: La paz este contigo.
Y: Hoy para mí ha sido un día tranquilo y especial por el mensaje del Padre que tuve temprano.
D: Así es, en este día haz tomado conciencia de lo importante el que te mantengas sereno y alegre, evitando
todo tipo de irritación en tu carácter, es así como debe ser, mantén siempre esa actitud, está siempre
alerta y así podrás avanzar más rápido en el sendero, todo esta en tus manos, ten en cuenta que lo demás
vendrá por añadidura.
L: Armando, es muy importante que te mantengas siempre alerta y no dejes que se desperdicie tu energía en
un momento de euforia, manténte siempre sereno, así lograrás una mejor sintonización con nosotros y
hallarás la paz, el amor y la alegría en ti, pudiendo luego manifestarla en forma espontánea y natural.
Y: Gracias mis amados ángeles, que Dios los bendiga, ahora tengo que hacer, nos comunicaremos luego, mi
amor para Uds.
L: Te bendecimos y te damos nuestro amor, anda ve.

Fecha 09/03/99 por la mañana.

Y: ¿Amados Diamon y Loah?


D: Si querido aquí estamos.

Los percibo y veo avanzar hacia mi. Los contemplo por un rato, Diamon estira su mano y me hace una
caricia, veo nuestros corazones por una luz rosa, Diamon, Loah y yo.

Y: Que bello es esto.


D: Así es mi amado Armando, eres consciente del lazo de amor que nos une, vez como estamos conectados
por el sutil rayo rosa del Amor Divino, siéntelo siempre así, percíbelo en todo momento y capta nuestro
amor que te llena; es así como cada vez nuestros vínculos se van afianzando más y nuestras aparentes
distancias se estrechan. Llénate con nuestro amor y regocíjate en él.
L: La perfección es inherente a todo ser humano, como ya lo haz leído en el mensaje que te dio el Padre,
todos sois perfectos porque son su hechura y El no hace la imperfección, toma conciencia de ello, la
mente humana es la que ha creado el estado de imperfección, es la que os ha puesto limitaciones; es por
eso que debes despojarte de todo prejuicio, de todo concepto preconcebido de que sois imperfectos;

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cuanto más tomáis conciencia de ello lo traéis a manifestación y así vais eliminando poco a poco toda
limitación, porque sois libres, sois perfectos como lo es el Padre.
Y: Gracias mis amados ángeles y les pido que en todo momento me ayuden a mantener mi conciencia
abierta a esta perfección.
D: Lo haremos, no te preocupes.
L: Tan sólo mantén abierto tu corazón para que podamos llegar a ti.
Y: Gracias nuevamente y hasta siempre, los amo.
D: Nuestro amor te llena y te acompaña siempre.

Fecha 11/03/99 por la tarde.

Y: ¿Diamon, Loah?
D: Si querido, aquí estamos, nuestro amor te cubre.
Y: Gracias… ¿Tienen algún mensaje para mí?
D: Mi querido, nuestro amor está siempre contigo, te cubre, te baña, te protege en cada momento como nos
lo pediste, estamos a tu lado; no haz más que abrir tu corazón y nos podrás percibir.
L: No basta el saber que estamos allí, es necesario que ahora abras tu corazón y nos sientas, siente nuestra
presencia, como en este momento lo haces; nosotros siempre estamos a tu lado, no dudes, confía y así,
poco a poco irás logrando afianzar nuestra comunicación, luego nos verás y después nos oirás, por el
momento sólo podemos llegar a ti a través de pensamientos, tan sólo depende de ti, de tu apertura y
confianza; eso es todo por ahora, anda ve.
Y: Gracias mis amados ángeles, sean siempre benditos y hasta luego.
D: Nuestro amor está contigo siempre.

Fecha 13/03/99 por la mañana.

Y: Hola mis amados ángeles.


D: Hola mi bien amado Armando.
L: La paz este contigo querido Armando. Estas haciendo bien en buscar liberarte de tus bloqueos y de todo
aquello que te limita; es bueno que siempre mantengas presente en tu mente manifestar la perfección, eso
te acerca más a nosotros y al Padre. Tu mente aún te juega algunas pasadas pero pronto lo superarás
porque estas avanzando, cada vez estas logrando dominarte más; eso está muy bien, así permitirás una
plena manifestación de la presencia de Dios en ti y estaremos mucho más cerca y palpables a tus sentidos
internos. Siempre manténnos presente en todo momento de tu vida y ya no dudes ni te preocupes más que
el camino está trazado y la meta muy cerca; nosotros estamos siempre a tu lado prodigándote nuestro
amor y protección y nuestros consejos cuando nos lo solicites, ten paciencia, fe y sé constante siempre, te
amamos.
D: Mi querido Armando, tu corazón es una bella flor que se ha abierto para prodigar su perfume y belleza,
permite que se manifieste libremente y así sentirás su acción en ti y los demás lo podrán percibir. Te
amamos, ten siempre eso presente.
Y: Gracias mis amados ángeles, gracias por lo que me dicen, gracias por su ayuda y gracias por su amor,
hasta siempre.

Fecha 14/03/99 por la tarde

Y: Amados ángeles ¡Hola!


L: La sabiduría está penetrando en ti y estás tomando conciencia de la Cristificación, haz logrado capar la
esencia de la realización y es por eso que percibes la presencia de otro ángel.
Y: Amado ángel ¿Quién eres, puedes decirme tu nombre?
A: AMORATH.
Y: AMORATH, ¿Es así como debo llamarte?

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A: Si, así es.
Y: Porque estas aquí amado, a que se debe que ahora tu te haz presentado.
A: Mi amado, es el momento en el cual has logrado alcanzar un peldaño más en el conocimiento y la
apertura hacia una nueva dimensión superior, estoy aquí para ayudarte a seguir ascendiendo mientras
permanezcas en el sendero porque, como lo sabes, todo depende de ti, de tu elección, tu libre albedrío,
nosotros no interferimos ni nos interponemos, estamos aquí para ayudar a todo aquel que se encamina
hacia la ascensión con un sincero deseo y una profunda pureza de intención, ¡Si!, como lo estas
pensando, aún quedan residuos por eliminar pero por eso no te preocupes, esa es nuestra labor de
ayudarte a limpiarte y que puedas liberarte finalmente.
Y: Si tú estas ahora aquí, ¿Qué será de Diamon y Loah?
A: Ellos seguirán a tu lado, siempre será así, no te inquietes.
Y: Gracias amado Amorath y también a Uds. Diamon y Loah, les doy todo mi amor y sean siempre
benditos.
D: Nuestro amor te acompaña siempre.
A: Ahora, cuando quieras saber más acerca de tu desarrollo y el camino a seguir, sólo llámame que estaré
contigo.
Y: Nuevamente gracias Amorath y sean siempre benditos, hasta luego.

Fecha 18/03/99 por la mañana.

Y: Amados ángeles ¡Hola!


D: Bien amado, estuviste unos días sin comunicarte debido a tu cansancio y apatía, pero ahora te haz dado
cuenta que ese cansancio, sueño y apatía, pueden ser retirados de ti casi instantáneamente a través de la
liberación rápida, eso está muy bien, así podrás trabajar mejor.
L: Mi querido Armando, hoy empiezas una nueva etapa en tu evolución, por tu propia decisión haz optado
por realizar una purificación sistemática de todo tu ser, eso lo celebramos ya que así vas a lograr elevar
aún más tu nivel vibratorio que te permitirá alcanzar nuevas y mayores dimensiones, tus sentidos internos
se agudizaran mucho más y así podrás captar mejor a tu Yo Superior que es la manifestación perfecta de
Dios en ti.
A: El que hayas elegido las fechas dentro de lo que corresponde a Semana Santa, no es algo tomado al azar,
es una decisión tomada en base a influencias armoniosas que se han manifestado en ti; esto te llevará a
una mejor sintonización con tu ser interno aprovechando la gran fuerza que se manifiesta en esta época.
No te preocupes que estamos a tu lado y te estamos ayudando porque en tus manos está una gran
responsabilidad y una gran misión; sé equilibrado, paciente, constante y humilde. Nuestro amor te cubre
y acompaña.
Y: Gracias mis amados ángeles, benditos sean, mi amor también los llena, hasta luego.

Fecha 19/03/99 por la mañana.

Y: ¿Amados ángeles?
D: Aquí estamos amado Armando prodigándote nuestro amor para ayudarte y protegerte.
L: Es bien sabido que todo aquel que trabaja en el camino hacia la elevación, se encuentra con obstáculos
que pretenden detener su marcha o por lo menos retrasarla; por eso, nosotros estamos siempre a tu lado
dándote consejos y llamando tu atención cuando algo quiere asirte; no te inquietes ni te preocupes que
estas progresando rápidamente… y sí, como lo estas pensando, necesitas mantenerte humilde para no
caer. Como puedes apreciar este camino es un constante estar alerta porque en el menor descuido puedes
caer, pero como te lo dije, por ello no te inquietes porque estamos siempre a tu lado para ayudarte; por
eso, es importante que te mantengas alerta y abierto a nosotros para así lograr llegar a ti.
A: Así es Armando querido, ábrete siempre a nuestra presencia para prodigarte todo nuestro amor… como
ya tu bien lo sabes y lo haz ido presintiendo desde mucho tiempo atrás, tu planeta está entrando en un

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estado de convulsión a todo nivel y eso, debido a que debe subir un peldaño en la evolución; no te
inquietes por ello, tan sólo manténte libre y sereno y no dejes de trabajar porque es muy importante que
sigas haciéndolo, se te necesita para que ayudes a otros; sé siempre firme como la roca donde las olas
revientan, amoroso como el árbol que prodiga su sombra para cobijar infinidad de seres y vigilante como
el águila que se remonta a las alturas.
Y: Les agradezco con todo mi corazón el aliento que me dan y sus consejos, sobre todo gracias por su amor,
yo también los amo…, hasta luego.
D: La paz este siempre contigo y no te olvides que estamos en todo momento a tu lado, tan sólo manténte
sereno y abierto a nosotros.

Fecha 20/03/99 por la mañana.

Y: ¿Amados ángeles?

Veo a mis ángeles avanzar y dos de ellos pasan por mis costados y se sitúan tras de mí, el tercero se adelante
y coloca algo sobre mi cabeza… estoy intrigado.

Y: Amorath, ¿Qué está pasando?


A: Manténte un momento en silencio y percibe lo que está sucediendo…, deja tu cuaderno.

Veo una gran hueste de ángeles delante mío, se van separando por el medio dejando un largo corredor y al
fondo una magnífica luz se manifiesta y oigo en mi mente:

“Haz conquistado los tres reinos inferiores el mineral, el vegetal y el animal; es momento de un
reconocimiento”.

Y: Señor… perdón… ¿Me estoy imaginando todo esto?

“¡No! así es todo esto, los tres reinos se regocijan contigo, con lo que haz alcanzado”

La visión se desvanece y mis ángeles me llevan por diferentes rincones de la tierra y percibo el júbilo en los
tres reinos inferiores.

Y: Amado Amorath, te pido que me expliques que ha sucedido.


A: mi querido y amado Armando, como ya lo supones, a medida que tú haz ido trabajando estos días
inicialmente en los tres reinos inferiores, paulatinamente haz logrado armonizarte con ellos
conquistándolos, logrando alcanzar una nueva etapa en tu desarrollo, es por eso que hay júbilo en los tres
reinos y en los cielos, hoy te haz coronado en la “realización” en los tres reinos.

Me quedó como anonadado.

D: Si mi amado, tu esfuerzo comienza a tener sus logros y recompensas, tú tan sólo acéptalo humildemente,
no te cuestiones ni te turbes, manténte así, amoroso y humilde que aún falta recorrer más.
L: Mi amado, no pierdas la fe y siempre sé constante, está alerta en todo momento, ábrenos siempre tu
mente y tu corazón, tu esfuerzo comienza a dar frutos, sigue adelante, te damos nuestra bendición.
Y: Gracias mis amados, no se que decir.
D: No digas nada sólo asimílalo, gózalo y manifiéstalo en el amor, ahora anda ve.
Y: Gracias, los amo.
D: Y nosotros a ti.

Fecha 22/03/99 por la noche.

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Y: Mis amados ángeles.
L: Sí mi querido Armando, aquí estamos. Como tú mismo te diste cuenta, el hecho de que no hicieras el
ejercicio en la mañana, tuvo su razón de ser, te diste cuenta que la lección era la tolerancia y la
comprensión, no solamente para con los demás, sino para contigo mismo, es muy importante eso, que
tengas paciencia y no seas demasiado duro contigo mismo… si estas cansado, por ahora es suficiente,
anda ve y descansa, más tarde hablaremos contigo.
Y: Gracias mis amados ángeles, hasta más tarde.

Fecha 23/03/99 por la noche.

Y: Mis amados ángeles ¿Están allí?


D: Sí amado Armando, como siempre estamos a tu lado prodigándote nuestro amor.
L: Querido, sé consciente del trabajo que estás realizando, es muy importante, cada vez trata de vivenciarlo
en mayor grado… es cierto, se presentan dificultades, pero justamente te sirven para trascender; sé
siempre constante, ten fe y mucha paciencia; ahora anda ve y descansa… te damos todo nuestro amor.
Y: Gracias mis queridos ángeles yo también les doy mi amor.

Fecha 24/03/99 por la mañana.

Y: ¿Amados ángeles?
L: Sí querido Armando, aquí estamos, a tu lado brindándote nuestro amor y protección. Efectivamente tus
canales se están abriendo cada vez más y tus sentidos internos se están agudizando, es por eso que estas
percibiendo voces y pensamientos, esto se va a ir haciendo cada vez más nítido y tú deberás controlarlo
para poder aislar lo que te corresponde; vas por buen camino, sigue así, ten paciencia y sé constante, no
dudes que la duda ata y limita, la fe abre y expande. Sé humilde en todo lo que hagas porque estas
recibiendo cosas muy grandes.
Y: Diamon, ¿Me dices algo?
D: Sí mi amado Armando, mantén siempre tu corazón abierto y amante, permite que se manifiesten en ti los
más bellos sentimientos y así lograrás alcanzar el gozo Divino.
Y: Y tú mi querido Amorath, ¿Tienes algo que decirme?
A: Sé siempre sincero contigo mismo, no te abatas por nada, reconoce tus limitaciones y tus alcances, no
desfallezcas en el camino, manténte firme y sigue adelante.
Y: Gracias mis amados ángeles por vuestra ayuda y consejos, sobre todo por vuestro amor, los amo con todo
mi corazón… gracias.
D: Tu corazón se llena de regocijo porque la verdad se está manifestando, estas llegando a la luz más pura;
siente el gozo divino y sé puro, te damos nuestro amor.
Y: Gracias.

Fecha 26/03/99 por la noche.

Y: ¿Diamon?

Los veo y percibo una gran silueta tras ellos y pregunto quien es.

L: El es un Arcángel y está observando tu trabajo y desarrollo, no quiere hacerse visible todavía, por ahora
sólo está observando.
Y: ¿Tienen…?
A: Armando, querido Armando.
Y: ¿Sí, amado Amorath?

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A: Estamos complacidos con tu trabajo y determinación, vas por muy buen camino, estas abriéndote cada
vez más y estas dejándote guiar, muchos de los impulsos que tienes vienen de tu ser interno, cada vez
estas logrando una mayor apertura para su manifestación; el hecho de que hayas decidido ayunar y evitar
las carnes, indica tu disposición hacia esa apertura. Tus vibraciones están aumentando de frecuencia y así
estás logrando manifestar mejor la luz. Manténte siempre firme y constante, que estas muy cerca del
triunfo y nosotros estamos muy complacidos por ello.
Y: Gracias amado Amorath y a todos los que me asisten les doy mi amor.
D: Mi buen y querido Armando, siempre estamos a tu lado prodigándote nuestro amor y protección, ten
siempre presente esto.
Y: Gracias…

Fecha 27/03/99 por la mañana.

Y: ¿Amados ángeles?

Los veo aparecer y acercarse a mi; lo que siguió no lo puedo relatar porque así se me indicó, era algo muy
personal.

D: Así es mi amado Armando, hay cosas de las que no debes de dar a conocer porque son muy tuyas y no
deben ser cuestionadas ni objeto de burla o desconfianza; esas cosas que vives son sólo para ti, para tu ser
interno pero que serán manifiestas a través de tu aura y actitud; así, todos a tu alrededor se darán cuenta,
ya sea directa o instintivamente tu cambio. Sigue trabajando así que la meta está muy cerca. Se acerca el
momento en el que vas a trabajar para la humanidad, para el Plan Divino; ya haz comenzado, pero esto
aumentará gradualmente, el mundo te necesita. Recibe nuestro amor, siempre te acompañamos y
protegemos.
Y: Gracias, yo también los amo y … hasta luego.

Fecha 28/03/99 por la mañana.

Y: ¿Amados ángeles?
L: Aquí estamos amadísimo, siempre a tu lado prodigándote nuestro amor y protección. Estas entrando en la
etapa que podríamos llamar la recta final del trabajo que estas realizando; esto es muy bueno, cada vez tus
vibraciones alcanzan mayor nivel, tu purificación se hace más palpable y lo sientes. Puedes darte cuenta
que hay circunstancias que te invitan a estallar o claudicar, pero tú las estas llevando bien, es así como
debe ser, manténte siempre firme y equilibrado que el camino es duro pero la recompensa es inmensa; no
te olvides que siempre nos tienes a tu lado para prodigarte nuestra ayuda y consejos cuando los requieras,
toma mucho líquido y mantén tu dieta eso te está ayudando mucho; no te inquietes por los sueños que
tienes, eso se porque están aflorando desde el fondo de ti todos tus temores y limitaciones para ser
liberados. Ahora sigue tu trabajo con amor y conciencia, tu mente debe permanecer siempre abierta para
todo lo que se te presente; ve y recibe todo nuestro amor.
Y: Gracias mis amados ángeles, les doy mi amor siempre.

Fecha 29/03/99 por la noche.

Y: ¿Amados ángeles?
L: Sí mi querido Armando, aquí estamos frente a ti, nos sentimos muy complacidos con tu avance, sigue así,
eso hace que allá alegría en los cielos.
Y: ¿Por qué?
D: Cuando un alma trabaja arduamente en la tierra para liberarse, en los cielos hay gran regocijo porque en
esa alma se está manifestando el Plan Divino y así permite llevar a la tierra los dones de Dios para ayudar
a la evolución del planeta.

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Y: Gracias amado Diamon por tu explicación, ¿Hay algo más que me quieran decir?
A: Sí amado Armando, sigue vigilando tu alimentación y tus reacciones, no te permitas ceder ante ninguna
tentación, mantén tu corazón abierto y siempre ten presente en todo momento al Padre, en todo lo que
hagas, sientas, veas y pienses; eso es todo.
Y: Gracias mis amados ángeles los amo.
D: Recibe nuestro amor y ve en paz.

Fecha 30/03/99 por la mañana.

Y: ¿Mis amados ángeles?


D: Amado Armando, es importante que no dejes de hacer tus ejercicios pero también lo es el momento; es
necesario que estés lo más tranquilo posible y la influencia externa sea casi nula, tú sabes que eso lo
puedes lograr muy tarde en la noche o muy temprano en la mañana, esta última es mejor porque las
energías están renovadas y no hay tanta distorsión en el ambiente por eso, sería de gran utilidad el que
realices estos ejercicios en la madrugada preferentemente, si no lo puedes hacer, no te preocupes que
cualquier hora estaría bien.
Y: Sí querido Diamon, lo sé, pero a veces me resulta tan difícil levantarme muy temprano.
D: Mi amado, tú sabes que si vas a dormir muy tarde, tu cuerpo te pide más tiempo para descansar y eso es
lo que ocurre por las mañanas; trata de adecuar tu tiempo para que puedas dormir más temprano.
Y: Así lo haré, gracias Diamon, los amo.
L: Nosotros también a ti; ahora continúa con tu trabajo, siempre estamos a tu lado prodigándote nuestro
amor, no lo olvides.
Y: Sí, muchas gracias Loah.

Fecha 01/04/99 por la mañana.

Y: ¿Mis amados ángeles?


D: Sí querido Armando aquí estamos. Como te has dado cuenta, cada vez más estas tomando conciencia de
las maravillas que albergas en tu cuerpo, te vas identificando con cada plano de la naturaleza y elevando
tu conciencia hacia planos de existencia mucho más superiores, en eso puedes sentir el gozo y la paz, es
una sensación de tal magnitud que tu cuerpo pareciera que ya no lo puede contener y en un momento
dado pudiera estallar; eso mi querido, es la fuerza del amor que llegado el momento, se expandirá por el
universo como una gran explosión cósmica y así habrás llegado.
Y: ¡Oh! Mi amado Diamon.
D: Sí mi amado, así es, te sientes como algo anonadado, algo ido, es así lo que se siente por haber palpado el
infinito en un instante; piensa en lo que lograrías al traerlo a manifestación permanentemente; sí, es así lo
que piensas, es una fuerza formidable con la cual podrás hacer mucho bien.
L: Sigue en la brega de tu destino, el triunfo se acerca y los cielos están ya regosijándose, ten siempre mucha
paciencia, fe y sobre todo HUMILDAD.
Y: Amorath, ¿No me dices nada?
A: El tiempo terrestre se ha cumplido, ahora todo lo que se haga es vital, la humanidad debe tomar
conciencia y elevarse o cegarse y caer. Ve ayuda a los que estén en tu camino y bendito seas.
Y: Gracias mis amados ángeles por su ayuda y consejos, los amo con todo mi corazón, sean benditos
siempre.

Fecha 02/04/99 por la mañana.

Y: ¿Amados ángeles?
D: Sí amado, aquí estamos contigo.
L: Querido Armando, acabas de cerrar el círculo, has terminado otra etapa de tu preparación y estamos
complacidos por ello, ten siempre presente que la humildad debe ser, en todo momento, tu estandarte;

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debes actuar siempre con prudencia y reaccionar armoniosamente utilizando la paciencia y la
comprensión. Ahora tienes que mantenerte en meditación profunda y aguardar, que lo que ha de venir
vendrá, ten fe y sé paciente.
Y: Gracias mis amados ángeles, ¿No van a decirme nada más?
A: Por ahora eso es todo, anda ve nuestro amor te acompaña.
Y: Gracias los amo.

Fecha 04/04/99 por la mañana.

Y: Hola mis buenos y amados ángeles.


A: (Se adelanta) Mi amado Armando, estás refulgiendo de gozo porque ya sabes, ya sientes y ya eres. Hoy
culminas la etapa que te habías propuesto para tu elevación y lo estas haciendo muy bien; la constancia, la
entrega, la fe y el amor dan sus frutos y tú ya comenzaste a percibirlos y a recibirlos.
Los tres me contemplan en silencio.

Y: ¿Qué sucede mis queridos, por qué me ven así y se quedan tan callados?

Siento en mi un profundo amor y una gran ternura que hacen empañar mis ojos.
De pronto sobre mis amados ángeles, se eleva una gran figura muy luminosa irradiando esa luz hacia toda
dirección, lo contemplo y mi corazón da un brinco, las lágrimas brotan de mis ojos y comienzan a correr por
mis mejillas ¡Es el CRISTO resucitado! Siento su imponente y divina presencia, me siento tan insignificante.
Me dice cosas que quedan guardadas impresas con fuego en mi corazón. Luego de darme algo, se hace a un
lado y me muestra un camino que asciende al cielo y al final de él está la luz de Dios Padre que me habla y
yo caigo de rodillas; la emoción es indescriptible. Todo lo que me dice se graba con caracteres de fuego en
mi corazón y yo pido humildad, tan sólo humildad porque ya todo lo tengo.

Y: Amados ángeles ¿Están allí?


L: Sí mi querido Armando, siempre estamos aquí. Ya has vivido la gloria de Dios, has estado en presencia
del CRISTO ascendido y ahora tu vida ha cambiado; aunque todo veas que a tu alrededor parezca
derrumbarse, aunque todo parezca entrar en un caos, sabrás que es el ingreso al ordenamiento de las
fuerzas para la manifestación de la nueva era; habrá mucha incertidumbre, habrá mucha desesperación
pero tú, siempre permanecerás sereno y dispuesto a dar consuelo y orientación a todo aquel que pase por
tu vereda. La luz ahora se ha posado en ti y tú la darás a otros, esa es tu misión mostrar el camino a los
que vayan desorientados sin saber que hacer ni a donde ir; tu misión ya comenzó cúmplela con amor,
humildad, fe y entrega.
Y: Amado Loah, es fuerte lo que me dices.
L: Sí mi amado, son los tiempos que le tocan vivir a esta generación pero deben de ver que la verdad está en
ellos, siempre estuvo en ellos… Tiene que haber todo este aparente caos para que reaccionen y tomen
conciencia de esta verdad; el ser humano si no es remecido hasta el fondo de sus raíces, no reacciona;
tienes que hacer ver eso.
Y: Gracias mi amado Loah y también a Uds. Diamon y Amorath por su ayuda y consejos. Gracias a Uds. Y
mis amados guías he logrado esto.
D: Ten en cuenta que esto es el principio y que ahora más que nunca estamos más cerca de ti.
Y: Nuevamente gracias y los amo…
A: Y nosotros a ti.

Fecha 05/04/99 por la noche.

Y: Hola mis amados ángeles.


D: Querido Armando, ya estas sintiendo la influencia de la Luz Divina, la energía cósmica que llena todo tu
ser, es por eso que sientes esa paz, esa alegría y esa seguridad.

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L: Vuelca tu amor al mundo, vive en paz y sé feliz, que esa felicidad se desbordará por doquier llenándolo
todo y alcanzándolo todo; paz y amor para ti amado.
A: Ahora tomas conciencia de tu gran responsabilidad por el sitial alcanzado y sabes que ya no es posible
regresar. Debes mantenerte alerta al menor indicio de un acto o sentimiento de desarmonía en tu corazón,
mantén el equilibrio en todo momento, que tu corazón esté siempre abierto y alerta para dar a quien lo
necesite. Nosotros permaneceremos contigo para prodigarte nuestra ayuda cuando la requieras; ahora más
que nunca debes permanecer alerta y amoroso. Te damos nuestro amor y nuestras bendiciones. Anda ve y
continúa con tu trabajo.
Y: Gracias mis amados ángeles, también los amo y les doy mi bendición.

Fecha 07/04/99 por la mañana.

Y: ¿Amados ángeles?
D: Aquí estamos querido Armando, el sol se asoma por levante, es la aurora de un nuevo día, la vida
comienza a despertar y sabes que el día empieza; los cambios que has notado en ti te indican que estas en
el camino correcto, que has subido otro peldaño, te sientes con más responsabilidad y así debe ser porque
las cosas que se te dan, son para que las emplees responsablemente en su debida medida, … eso tú lo
sabrás en su debido momento.
A: Amado Armando, vez que cada vez las cosas se van poniendo en tu camino para que tomes conciencia de
lo que hay a tu alrededor, te vas dando cuenta que tu sensibilidad va en aumento, puedes captar mejor la
esencia de las cosas y esto es lo que te permitirá profundizar en la vida para orientar la verdad de las
cosas; así, podrás dar consejo correcto y de acuerdo a la medida requerida, el conocimiento penetrará en
aquellos que te escuchen; tal vez en ese momento no lo comprendan o no lo entiendan, pero quedará en su
ser como una semilla lista para germinar. Ya nada puede afectarte porque sabes y ese saber, te pone por
encima de las cosas. Ahora vibras con nueva frecuencia y puedes contemplar todo desde otro peldaño,
desde otra perspectiva; sigue sereno y humilde, abierto al amor que allí está la fuerza y el conocimiento.
Y: Les agradezco sus enseñanzas y les doy mi amor, hasta luego.
L: Sí amado, anda ve, la paz te acompañe y nuestro amor te cubra.

Fecha 08/04/99 por la noche.

Y: Hola mis amados ángeles.


L: Mi querido Armando, es así como lo has sentido, te vas dando cuenta como las cosas armoniosamente se
van encaminando para que puedas cumplir tu misión; a medida que mantienes la continuidad de tus
practicas, te vas sensibilizando más y más volviéndote receptivo a los mensajes de tu ser interno que te
guían por el camino hacia el cumplimiento de tu misión como instrumento de la ley divina para la
evolución.
A: Sí amado Armando, vas tomando conciencia de tu rol en la vida y así es, eres parte de ese gran plan que
hay sobre la tierra y la humanidad; poco a poco tu conciencia se va ir ampliando cada vez más y así irás
descubriendo todo aquello de lo cual sólo tenías una vaga idea, presentimiento o sensación; así
descubrirás la verdad total en el momento que todo tu rompecabezas quede ordenado y armado.
D: Sí mi amado, yo también te quiero hablar. Manténte siempre abierto a toda sensación o impresión que
llega a tu corazón y deja libertad a la manifestación del amor puro que hay en él y así la alegría y la
felicidad se aposentaran más firmemente en ti hasta que se expanda y sea irradiada en toda dirección para
alcanzar a todo lo que te rodea compartiéndola. Ahora anda ve, continúa y recibe nuestro amor. Recuerda
que siempre te acompañamos, Paz, Luz y Amor.
Y: Gracias mis amados ángeles, sean benditos.

Fecha 09/04/99 por la mañana.

Y: Hola mis amados ángeles.

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L: Hola querido Armando, te costó un poco el despejarte para levantarte temprano pero lo lograste, no te
preocupes que poco a poco se va ir volviendo más fácil, hasta que todo tu ser se acostumbre.
A: Es cierto que es muy bueno el que te levantes temprano a trabajar porque así puedes utilizar las energías
más puras de la mañana, con eso logras mayor beneficio y mayor efectividad. Ten siempre presente que
es importante que pongas todo de tu parte para poder canalizar cada vez mejor las corrientes de vida, así
contribuyes con el Plan Divino.
D: Sí amado, el trabajo resulta mejor cuando las corrientes de vida están puras en la mañana. Ahora anda ve,
recibe nuestra bendición y amor.
Y: Gracias mis amados.

Fecha 11/04/99 por la mañana.

Y: Hola mis amados ángeles.


D: La paz se aposente en ti y el amor te colme. Mi amado Armando, hay cosas de las que debes cuidarte para
no limitar tu capacidad y una de esas es el alcohol, si bien es cierto no haz llegado a la embriaguez, pero
te diste cuenta que había algo que te impulsaba a tomar un poco más; eso es así, al principio piensas que
es una o dos copas, luego piensas que no te daña y crees que puedes tomar más, pero allí es donde
comienza el descontrol, sin darte cuenta comienzas a alcoholizar tu cuerpo hasta que de un momento a
otro, vez que reaccionas de diferente forma, tienes una gran somnolencia y es allí donde se afectan tus
canales; por eso, ten cuidado que esto se apodere de ti, ten en cuenta que ahora estas mucho más sensible
que antes y captas todo; sólo depende de ti, de tu voluntad el saber que dejar que crezca en ti y que
desechar; esto es una lección para que siempre estés alerta.
Y: Gracias amado Diamon, sí me di cuenta de ello.
L: Mi querido Armando, con respecto a tu participación en el bautizo de ayer, sí, es así como lo percibiste, el
hecho de que Uds. Participaran como padrinos fue algo que estuvo armoniosamente dirigido para que
Uds. Lo sean. Uds. Servirán de ejemplo a esa criatura y en su momento lo instruirán.
Y: Gracias amado Loah.
D: Los acontecimientos que se están presentando, son eventos que no deben afectarte en lo más mínimo, tan
sólo ten presente que Dios está en ti y nosotros siempre a tu lado para protegerte y ayudarte.
A: Es importante que bajo toda circunstancia te mantengas sereno, equilibrado, alegre y lleno de amor.
Recuerda que “cuando llegan pruebas es porque el cielo te considera digno de ser probado” y por ello
debes de dar gracias. Tu corazón debe permanecer abierto para prodigar amor, consuelo y fortaleza a
todos los que te rodean y los que vengan a ti en busca de ayuda.
Y: Gracias amado Amorath, los amo a todos y les doy las gracias.
A: Anda ve que siempre te acompañamos y te prodigamos nuestro amor y ayuda en todo momento.

Fecha 12/04/99 por la mañana.

Y: Hola mis amados.


L: Mi amado Armando, hoy has podido percibir las fuerzas contrarias o de baja vibración que están
pululando alrededor; por ello no debes inquietarte porque están protegidos, son como criaturas
inconscientes que curiosean al ver la luz y tratan de atemorizar para que esa luz se retraiga y ellos puedan
acercarse más, pero como ya te dije, eso no debe inquietarte, nosotros siempre estamos a tu lado.
A: Esta bien que te hayas levantado temprano, así estas aprovechando las corrientes más puras que hay en la
tierra porque, a medida que va transcurriendo el día, estas se van distorsionando. Es importante que seas
constante en tu trabajo, con eso haces mucho bien.
D: Sabemos de tu preocupación, pero debes despejar toda duda, tu naturaleza humana te lleva a la duda y eso
te condiciona, te limita y tú no debes tener límites porque estas manifestando la presencia de Dios que es
ilimitada, tienes su poder y fuerza dentro de ti y debes dejarlo fluir, dejarlo manifestarse plenamente; eso
lo lograrás a través del equilibrio, la confianza y la fe; ahora ve y continúa tu trabajo, te damos nuestro
amor y vive en paz y armonía.

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Y: Gracias mis amados ángeles, los amo.

Fecha 14/04/99 por la mañana.

Y: Hola mis amados ángeles, ¿Tienen algo que decirme?


L: Sí mi amado Armando, ese cansancio y sueño que sientes es debido a una combinación de varios factores,
uno es el comer muy tarde, otro es el acostarte muy tarde, otro es por el estrés producido por la
incertidumbre de tu trabajo, el malestar de tu hijo, la actitud de tu esposa y suegra; todo eso te abruma y
agota tu energía; por eso debes ser más disciplinado y apartarte mentalmente de todas las influencias
negativas externas, debes saber aislarte para que no te afecten, debes tener confianza y fe en tu capacidad
de lograr estar por encima de todo; que nada te perturbe, vive equilibrado, amoroso y alegre. Cada vez
que necesites ayuda, llámanos que siempre te acompañamos. Ahora anda ve y relájate un poco.
Y: Gracias amado Loah.

Fecha 17/04/99 por la mañana.

Y: ¿Amados ángeles?
L: Sí amado Armando, aquí estamos.
Y: Les pido que me hablen y me aconsejen.
L: Mi amado, toda enfermedad, como bien tú sabes, es una desarmonía, es cuando nos desconectamos de la
fuente universal y entramos en distorsión, eso hace que tus energías se desarmonicen y estén como si se
alocasen produciendo malestares que se manifiestan en el cuerpo físico, por eso muy importante el que
siempre te mantengas equilibrado, sereno y en armonía con las fuerzas del universo, así no habrá
distorsiones y como consecuencia no conocerás la enfermedad. El poder está en cada uno de Uds. El caso
es que primero lo reconozcan y luego comiencen a trabajar con él para así poderlo controlar a voluntad;
no es un poder meramente físico, es algo mucho más elevado, más sutil, más delicado que emana de la
Fuente Universal, al controlarlo, controlas todos los poderes de la naturaleza y ellos te obedecen.
A: Pero para llegar a lograr ese control, es necesario la purificación de la persona y la elevación de su
conciencia, porque es un poder inimaginable y requiere de un ser muy elevado para su utilización, pero
mientras, se puede empezar en los planos más bajos para mantener la armonía y la salud, luego podrás
utilizarlo en bien de los demás ayudando aquellos que no tienen la capacidad de canalizarlo.
Para esto es muy importante el amor porque él te llevará hacer sólo cosas buenas en concordancia con el
Plan Divino y así no habrán dudas ni temores de error.
Y: Diamon, ¿No me dices nada?
D: (Sonríe) Sé constante, manténte amoroso y alerta, no te inquietes por las minucias de la vida, ten fe y
confianza, nosotros te estamos ayudando, manténte siempre abierto y… ama, ama, ama.
Y: Gracias mis amados ángeles, los amo con todo mi corazón.
A: Y nosotros a ti, ve en paz.

Fecha 18/04/99 por la mañana.

Y: Hola mis amados ángeles.


D: Sí querido y amado Armando, aquí estamos prodigándote nuestro amor y ayuda, lo que estás haciendo te
ayuda a entrar en armonía con todo lo que te rodea, sientes como te vas identificando con cada plano de
existencia y con cada reino de la naturaleza, sientes como tus chakras van vibrando en armonía y
elevando su frecuencia; eso es la purificación, eso te va elevando más a nuevos niveles de conciencia, te
vas dando cuenta que te es más fácil percibir esas energías y te sientes lleno de luz resplandeciente, nada
te ata, te sientes liberado, la paz y el gozo se apoderan de ti; sí, estas en camino y poco a poco vas a ir
logrando que esas manifestaciones sean más permanentes al expandir tu conciencia, sé humilde siempre,
no te dejes abatir por nada, el cielo está expectante, tu esfuerzo y constancia son muy importantes, sigue

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adelante y emplea tu fuerza de voluntad para pasar los obstáculos; sé bendito y nuestro amor te llene
siempre.
Y: Gracias Diamon, te amo. ¿Alguien más me va a hablar?
L: No, por ahora es suficiente, anda ve.
Y: Gracias, los amo.
L: Y nosotros a ti.

Fecha 26/04/99 por la mañana.

Y: Hola mis amados ángeles, nuevamente me acerco a Uds. Después de una semana de descanso.
L: Así es mi queridísimo Armando, era necesario de que dejaras un tiempo este trabajo para poder centrarte
y asimilar lo recibido. Como ya te has dado cuenta, has empezado una nueva etapa en tu vida, estás
recibiendo energías que van a ayudarte y servirte en el futuro, ves como las cosas se van acomodando
para que adquieras nuevas capacidades.
A: El hecho de que comiences a ejercitarte con el Tai Chi, te ayudará a centrarte mejor y permitir una mayor
y mejor fluidez de tus energías. Estas siendo preparado para algo muy importante, ten paciencia y fe, no
te sientas disminuido ni limitado; ten siempre presente que la luz que está en ti no tiene
condicionamientos ni límites.
Y: Gracias amados ángeles, y tú Diamon ¿Qué me dices?
D: (Sonríe) Siempre hemos estado acompañándote, a pesar que dejaste una semana tus prácticas, siempre
estuvimos a tu lado prestos ayudarte en lo que necesitabas; ahora que retomas el trabajo debes de volverte
aún más disciplinado, eso te ayudará mucho y así obtendrás mejores resultados. No te preocupes, siempre
estamos dispuestos para ti; ahora anda ve.
Y: Gracias Diamon, te amo, los amo a todos… gracias…

Fecha 27/04/99 por la mañana.

Y: Hola mis amados ángeles.


A: Mi querido Armando, tienes que tratar de acostarte más temprano para que aproveches mejor tu descanso,
es por eso y además los cambios que están habiendo en ti por lo que sientes ese sopor; debes sobreponerte
y seguir adelante. Sabes bien que estamos a tu lado para ayudarte y protegerte, ve también tu
alimentación.
L: Tienes que disiparte un poco, sal a caminar por parques, toma aire puro y libera tu mente para que puedas
recibir lo que te corresponde.
D: Deja un momento de escribir y estate quieto.
… Ahora termina con tu trabajo y luego disípate, en tu cabeza hay un torbellino pero no te preocupes son
los cambios lo que te tienen así. Sé firme y constante, el triunfo está cerca, anda ve.
Y: Gracias mis amados ángeles, los amo.
D: Y nosotros a ti.

Esta fue la última comunicación con mis ángeles que escribí porque después, como ellos mismos me lo
dijeron, mi comunicación ha sido más informal, quiere decir que no necesité un momento ni ambiente
especial para poderme comunicar con ellos. Cuando tengo alguna duda o necesito algún consejo, ellos están
allí siempre.

Seguí realizando mis ejercicios tratando de disciplinarme cada vez más y a medida que avanzaba iba
sintiendo más confianza en mí y más identificado con mis ángeles. Una tarde, después de regresar de mi
trabajo, sentí un impulso y comencé a caminar por varios ambientes de mi departamento, buscaba algo pero
no sabía que, cuando de pronto, quede parado a un costado de la refrigeradora donde había un calendario, lo
miré por un momento y luego, en mi mente apareció la idea de realizar un trabajo de purificación que debía
culminar entre el 28 y 29 de julio; faltaban tres semanas para esos días. Inmediatamente abrí mi mente y

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todo lo que tenía hacer comenzó aflorar; debía realizar ayuno por espacio de diez días previos a la fecha
elegida, durante esos días no debía probar alimentos entre las 10 de la noche hasta las 4 de la tarde del día
siguiente, sólo tomaría agua, los alimentos que ingiriera tenían que ser granos y menestras casi sin
condimentos, debía privarme de todo aquello que sea agradable al paladar. Hasta aquí tenía una idea de lo
que debía hacer durante esos días previos al señalado como central pero, ese día ¿Qué haría?,
inmediatamente recibí la respuesta, tenía que ir a un lugar apartado como una playa y realizar una serie de
ejercicios incluyendo la danza del Tai Chi para luego hacer meditación y después dejarlo en manos de Dios.
Ya tenía claro lo que debía hacer y era evidente que era algo que se me había indicado a través de la
inspiración; los detalles iban llegando con el transcurso de los días. Avisé a otras tres personas del grupo y a
mi hijo Rafael para que lo hiciéramos juntos. Cada uno debía purificarse durante los diez días anteriores al
28 de julio que fue el día escogido para realizar el trabajo central. Hicimos una reunión y conversamos
acerca de los preparativos, allí se sumaron dos personas más al grupo, la hija de uno de mis amigos que iba
en forma esporádica a las reuniones del jueves y una sobrina de mi esposa que por ese tiempo estaba alojada
con nosotros quién proyectaba un aura de sencillez, pureza, inocencia y amor lo cual habíamos percibido
todos, siendo muy inspirador para nosotros.

Habiendo establecido ya el día principal, el inicio de la purificación era el viernes 18, así que comencé mi
ayuno el jueves 17 a las 10 de la noche. Al día siguiente, después de levantarme, fui a bañarme con la mente
puesta en la necesidad de purificarme; realicé mi baño como desde hace un tiempo atrás lo venía realizando,
pidiendo ayuda e iluminación para purificarme, luego, salí a llevar a los chicos al colegio y después me
dirigí a mi trabajo provisto de una botella de agua para el día. Todo iba bien hasta que, al medio día, llegué a
casa después de terminar mi mañana de trabajo, mi esposa quería hacer algunas compras y como disponía un
poco de tiempo antes de regresar a mis labores en la tarde, ofrecí llevarla empleando mi tiempo de refrigerio.
El primer día de ayudo siempre es uno de los más difíciles debido a que estamos rompiendo una rutina
alimentaria para cambiarla por otra más austera; como nuestro organismo está educado para emitir la
sensación de hambre a determinada hora, debemos poner en práctica la fuerza de voluntad para poderla
superar. Llegamos a la zona comercial donde Lourdes tenía que hacer sus compras, justo en la hora de
almuerzo, vaya tortura; por el ambiente flotaban los aromas de diferentes platillos provocativos, mi
estómago comenzó a dar señales de protesta por la falta de alimento; mi esposa ocupada en sus recorridos de
compras ajena a mi lucha y yo tras ella siguiendola; de cuando en cuando pasaban frente a nuestras narices
algunos manjares y yo… desfalleciendo. El hambre y el cansancio comenzaron a producir un estado de
malestar y fastidio; en este punto pedí asistencia a mis guías y ángeles para no sucumbir, de inmediato en mi
mente apareció una reflexión:

“Cuando uno está en el camino hacia Dios, las tentaciones son aún más grandes y se vuelven
más sutiles cuando se han podido superar en una ocasión anterior, por eso es necesario estar
alertas para poderlas reconocer cuando comienzan a manifestarse para desecharlas antes que
se fortalezcan”

Esto hizo que reaccionara y tomara una actitud humilde y de ofrecimiento hacia Dios logrando superar el
momento.

Superada la etapa del primer día, continué con el trabajo por los siguientes días llegando al miércoles 21 en
el que uno de mis compañeros del grupo me llamó porque había tenido un sueño en la noche anterior en el
que le habían mostrado un plano en el cual le señalaban el lugar posible para la reunión. Esa noche nos
reunimos en mi casa, conversamos al respecto y de otras cosas más; ahora ya teníamos algo más preciso
acerca del lugar donde debíamos ir. Al día siguiente, después de la meditación del jueves, los del grupo
convinimos reunirnos el sábado por la mañana antes de la practica del Tai Chi para ultimar detalles.

Llegado el sábado 24, desperté temprano pero no me levanté, luego despertó Lourdes y estuvimos
conversando un rato, salió a relucir el tema del amor, me sentí como transportado y comencé hablar acerca

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de él con conceptos elevado que iban fluyendo desde mi interior, sentí un amor muy profundo por todo lo
que me rodeaba, sentía la presencia de ese amor manifestándose hasta en las paredes de la habitación; fue
entonces cuando percibí un resplandor color rosa que llenaba nuestro dormitorio; se lo hice saber a mi
esposa quién me refirió que sentía una gran paz y armonía. Me levanté y fui al baño a prepararme para salir
a hacer Tai Chi con mis amigos; como no es mi costumbre, llevé un radio al baño para escuchar música
mientras me afeitaba, estaba alegre con buen ánimo; luego entré a la ducha para bañarme, comencé
haciendo la invocación que siempre hago pidiendo asistencia para mi purificación, pero esta vez lo hice de
una forma diferente porque así sentía que debía ser; después del pedido percibí como si mi cuerpo brillara
con una suave luz azulada, luego empecé por decirme mentalmente: “Todo aquello que me incite a la
lujuria, ¡salga de mí!” casi instantáneamente percibí una especie de sudor negro etérico que brotaba de la
zona del sexo y quedaba en la superficie a unos 10 cm del cuerpo; luego dije: “Todo aquello que me incite a
la cólera, el enfado o el desagrado, ¡salga de mí!” y ocurrió lo mismo que en el sexo pero en la zona del
hígado; después nombré la tristeza, el desaliento y la pena, el sudor se manifestó por el corazón; también
nombre el cansancio, el agotamiento y la pereza manifestándose en los brazos, piernas y espalda; por último
mencioné todo aquello que me incite a malos pensamientos, manifestándose alrededor de la cabeza. Una vez
terminado de nombrar todo aquello que en ese momento pensé debía hacerlo para librarme, agradecí a esas
fuerzas por las lecciones aprendidas gracias a su manifestación y les dije que ya no las necesitaba más y que
ahora debían dejarme para que la presencia de Dios se manifieste; así, abrí la ducha y me puse debajo del
chorro de agua, con los ojos cerrados, permitiendo que el agua discurriera por todo mi cuerpo, luego, con las
manos empujaba el agua hacia abajo comenzando por la cabeza siguiendo por el cuello, hombros, pecho,
espalda, brazos, vientre, piernas y finalmente los pies; esto lo hacía con la mente puesta en que así, me iba
librando de todas esas manchas que brotaron de mí.

Aquí debo hacer una aclaración, primeramente esta es la forma como se han manifestado, para mí, estas
energías negativas y segundo, este trabajo debe ser continuo y apoyado con la convicción de no ceder ante
sus influencias, porque siempre están allí y se fortalecen si nosotros las alimentamos dándoles atención y
sucumbiendo ante ellas.

Después de realizada la limpieza seguí con mi baño normal, cuando de un momento a otro comenzó a
invadirme un sentimiento de alegría, júbilo, paz; sentía ganas de bailar y cantar, tenía la impresión como si
con cada gota de agua me vivificaba más luego, comenzó a brotar desde el fondo de mi corazón un
sentimiento de profundo amor, cerré los ojos y me quedé quieto bajo el agua que discurría por todo mi
cuerpo, en mi mente comencé a captar que ese amor que sentía se expandía, inicialmente impregnando las
paredes del baño, luego hacia toda la casa, después más allá de sus límites abarcando los parques, otras
casas, ríos, mares, valles. Todo lo penetraba alcanzando a toda criatura viviente. Sentí compasión por los
necesitados y por los malvados. Ese sentimiento se expandió hacia el infinito, era algo indescriptible e
inimaginable, sentí que ya no podía contenerlo y caí de rodillas, con las lágrimas corriendo por mis mejillas
confundidas con el agua que bañaba mi rostro, mientras, en mi mente escuchaba:

“Esto es lo que significa la presencia de Dios en uno”

Al terminar mi baño salí de la ducha con gran gozo y mucha alegría, tal es así que todos en casa lo notaron;
igualmente cuando salí al parque y me reuní con mis amigos para la practica del Tai Chi. Después de las
practicas, nos pusimos a ultimar detalles para el trabajo que haríamos el miércoles 28. Convinimos
reunirnos en mi casa a las 6 a.m. para salir rumbo al sur; aún no teníamos un lugar preciso, tan sólo nos
guiaba nuestra intuición.

Transcurrieron los días que faltaban en los cuales tuve experiencias similares a la anterior, hasta que tomé
conciencia que el trabajo era para despojarme de la mayor cantidad de impurezas y así quedar vacío para
llenarme de la presencia de Dios. La víspera hice meditación por la noche y al acostarme pedí a mis
maestros y ángeles que me ayudaran a despertarme antes de las 5 a.m. con plena lucidez.

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Así fue el día 28 desperté sin ninguna dificultad un poco antes de las 5 a.m. y con Rafael estuvimos listos
para salir a las 6 a.m. Alrededor de las 5.45 llegaron los otros integrantes del grupo, nos reunimos y
partimos hacia el sur guiados por un impulso interno. Después de haber recorrido aproximadamente 70 Km.
Nos detuvimos para ubicarnos y ver hacia donde nos dirigiríamos; sacamos el mapa y nuestra intuición nos
orientó por una playa que veíamos cerca del lugar donde habíamos parado, así que de inmediato
reanudamos la marcha y continuamos hasta que encontramos una entrada, seguimos un camino afirmado
que serpenteaba en dirección a la playa hasta que llegamos a unos restaurantes que también servían de
viviendas en donde pudimos dejar los vehículos cuidados por unas amables personas del lugar.
Comenzamos a mirar hacia alrededor buscando en qué lugar haríamos nuestro trabajo, hasta que
coincidimos en subir una pequeña loma que se encontraba hacia nuestra izquierda; así lo hicimos y grande
fue nuestra sorpresa cuando al otro lado encontramos un lugar muy apropiado el cual sentí que era el que
buscaba, nos pusimos contentos y descendimos hasta la playa; allí habían dos pescadores que estaban
terminando su faena y a los pocos minutos se fueron dejándonos solos en esa pequeña playa aislada del
exterior por una serie de elevaciones dispuestas en forma de semicírculo dándonos privasidad. Dejamos
nuestras cosas a un lado y nos dispusimos a realizar el trabajo; primeramente hicimos una oración de
agradecimiento y pidiendo asistencia y protección, luego continuamos con la danza de Tai Chi, después
hicimos unos ejercicios de purificación para realizar la meditación. Finalizada la meditación cada uno
compartió sus experiencias con el resto del grupo, todos coincidimos en que a pesar de que era un día
nublado y un poco frío, sentimos un agradable calor y una fuerte luz sobre nosotros haciéndonos pensar que
el cielo se había despejado y que estaba brillando el sol en todo su esplendor, inclusive, el batir de las olas lo
sentimos amenguado durante el tiempo que duró nuestra meditación. No voy a detallar lo que cada uno
recibió pero sí diré que esta fue una experiencia maravillosa para todos los que estuvimos allí, recibimos
mucho, mucho, mucho.

Para terminar este capítulo transcribiré lo que brotó desde el fondo de mi corazón, que creo resumirá mi
sentir después de todo lo vivido hasta este momento:

“Antes vivía en un mundo de sombras con ilusiones a mi alrededor, vivía incautamente;


pero algo dentro de mí me decía: Lo que ves, no es lo que ves, lo que crees, no es lo que
crees, la vida, no es la vida, la muerte, no es la muerte; busca, busca, busca la luz que
palpita y clama por manifestarse; entonces, busqué y busqué; busqué en la letra muerta,
busqué en las palabras ocultas, busqué en los corazones acongojados, busqué en los
corazones sinceros, busqué en los ojos del anciano, busqué en los ojos de los niños y de
los padres; busqué en los cielos e interrogué a las estrellas, busqué en la lluvia y ríos e
interrogué a los mares, busqué en los campos e interrogué a las montañas, pero nada
supe hasta que descubrí que aquella luz que buscaba la tenía dentro de mí, en mi propio
corazón y sólo, en un rincón, con mi mente libre de pensamientos y mi cuerpo de
tensiones, llegué hasta el fondo de mí mismo encontrándome frente a frente con aquella
luz que era ¡yo mismo!, es sólo que hasta entonces, fue que comencé a conocerme y
comprenderme, a conocer y comprender a los demás; así, pude descubrir en mí un
inmenso e inagotable amor por todo a mi alrededor. Fue como entendí muchas cosas, el
sentir de un alma plasmadas en la letra, el universo oculto dentro del corazón de cada
ser, la sabiduría en los ojos del anciano, la pureza y alegría en los ojos del niño, la fuerza
y el amor en los ojos de los padres, la majestuosidad del universo y su historia extendida
como un gran manto escrito con estrellas, la armonía y el amor en la naturaleza... ¿Es
que hay algo más grande y bello que descubrir esto en uno mismo?, ¿Es que hay algo
más grande y bello que encontrar a Dios en uno mismo?”

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PRODUCIENDO FRUTOS

PRODUCIENDO FRUTOS
“Ven sin temor, ven acércate y abre tu corazón, te llevaré donde el lirio florece con nuevo
aroma, donde de un universo distinto podrás disfrutar, lleno de sensaciones puras y elevadas
que te transportarán al infinito, del que no querrás regresar, pero esto, tan sólo te mostrará el
umbral de lo que puedes lograr con amor y comprensión. Quiero descubrir aquel radiante cielo
que anida dentro de ti, que nadie puede arrebatar. Libre podrás vivir de toda atadura y
condición, la armonía se aposentará en ti y tu amor todo lo llenará. Así verás, que la luz brilla
en ti, en mí, en todos y sabrás que todos… somos uno”

Siempre me ha resultado difícil el comenzar un escrito, pero me he dado cuenta que una vez superado ese
inconveniente las palabras han comenzado a fluir incansablemente desde mi interior para expresar lo que
siento y ahora más que nunca que estoy haciendo algo para tratar de ayudar a mis hermanos. En este quinto
y último capítulo de mi libro voy a tratar de orientar de alguna forma, sobre la base de mis propias
experiencias, a todas aquellas personas que de una u otra forma sientan que este es el camino que desean
seguir, y esto, no por un mero deseo externo, sino porque algo dentro de ellos lo impulsa hacerlo, porque
sienten que lo que he vivido lo pueden estar viviendo o lo han vivido o lo pueden vivir también y llegar a
donde he llegado… “AL ENCUENTRO CON DIOS” y esto mis amados hermanos todos, todos sin
excepción lo pueden lograr, tan sólo se necesita determinación, fe y amor para llegar a Él.

Hoy en día la humanidad está viviendo una época de profundos cambios a todo nivel y el ser humano se da
cuenta de ello pero no quiere entender, no quiere entender lo que realmente está sucediendo, él tan sólo ve lo
superficial y no se percata de lo que realmente significan estas señales, vive encerrado en su mundo de falsas
apariencias, de egoísmo, de angurria, de pensar sólo en su bienestar cegándose a lo que le rodea. El ser
humano ha llegado al momento en el que ya debería de haber abierto bien los ojos para darse cuenta que la
realidad no es lo que está viendo, no es lo que palpa con sus torpes manos, cree que por andar en las sombras
ya está a salvo, oculto a lo que se avecina. ¡Oh! Amado hermano lo que realmente vale, lo que realmente
importa, lo que realmente es imperecedero lo llevas dentro de ti, va contigo, duerme contigo, respira contigo
y está esperando pacientemente a que lo reconozcas y lo tomes en cuenta para que empiece a manifestarse y
brindarte la más grande, bella y sublime realidad que anida en ti.

Hubo un tiempo en el que yo también, como tú, anduve incauto por la vida dejándome arrastrar por las
corrientes que iban de un lado a otro, permitiendo que el tiempo vaya consumiendo parte de la vida que se
me había dado para lograr elevarme hacia el Padre, hasta que, la misma vida en su infinita sabiduría me
sacudió haciendo remecer hasta lo más profundo de mi ser mostrándome su fragilidad, su verdadero valor y
lo vano de lo que me estaba arrastrando. Así fue como comencé a darme cuenta de las cosas que realmente
valían y descubrí mi propio camino.

Todo aquel que desee seguir el camino ascendente de la liberación, deberá cultivar primero las cualidades de
la CONSTANCIA, EQUILIBRIO, PACIENCIA, HUMILDAD Y AMOR. Trataré de definir que es lo que
entiendo por cada una de ellas:

CONSTANCIA: Esta cualidad es la que nos va a mantener firmes en el camino sin desviarnos de él, no
dejando pasar un instante en el que no cumplamos con nuestras metas trazadas. Para reforzar y entender
mejor su significado citaré una sentencia la cual es muy elocuente “La gota continua labra la piedra”, quiere
decir que a pesar que la piedra es muy dura, con una simple gota de agua que caiga en el mismo lugar en

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forma permanente, con el tiempo, logrará perforarla. Esta cualidad lleva un aliado muy fuerte que también
debemos cultivarlo y manifestarlo y es la fuerza de voluntad.

EQUILIBRIO: Es la cualidad que hace que mantengamos una actitud serena y armónica en todo momento
tanto en las pruebas y dificultades como también en los momentos de gozo, porque aún en esto debemos ser
equilibrados.

PACIENCIA: Muchas almas sinceras se ha apartado del camino por la falta de esta cualidad, debido a que
quieren ver con prontitud los frutos de sus trabajos y esfuerzos y no tienen en cuenta que así como la semilla
lleva en su interior el prototipo de lo que será el árbol con sus flores y frutos, y que deberá primero morir
para luego renacer y crecer un poco en el seno de la tierra, oculto a la vista, antes de poderse manifestar en la
superficie, así el alma pura deberá primero despojarse de todos sus condicionamientos y ataduras antes de
comenzar a manifestar su belleza. Por eso hay que saber esperar a que cada cosa se manifieste en su
momento y no se le debe forzar, a eso se debe que esta cualidad es muy importante cultivarla.

HUMILDAD: A medida que avanzamos en el trabajo espiritual esta cualidad va a ser de suma importancia
debido a que por ese mismo avance, nuestra parte humana nos hace creer que somos algo muy especial, algo
que está por encima de otros y que debemos apartarnos con desdén de todos aquellos que no comparten
nuestros puntos de vista, pensando que nosotros no podemos tener fallas y que tenemos la última palabra. La
Humildad es no decir nunca la última palabra; ver, oír y callarlo todo, saber que se tiene lo que se tiene y que
no lo que no se tiene, eso es Humildad.
AMOR: Yo diría que más que una cualidad, el Amor es la base de todo, la esencia de toda manifestación del
espíritu, porque cuando hay un sincero y verdadero Amor, la Humildad se manifiesta, somos pacientes,
mantenemos equilibrio en toda circunstancia, somos constantes en nuestras empresas, somos comprensivos,
respetamos, no deseamos lo que no nos pertenece, no envidiamos, no pensamos mal de nadie, sólo queremos
servir y dar lo mejor de nosotros. El Amor es la fuerza que nos lleva hacia Dios puesto que de Él emana.

Hay personas que dirán: “Todo esto suena muy bonito pero la vida es tan dura, las presiones son muy
grandes, no tengo colaboración de los que están a mi alrededor para avanzar, por más que trato, me es muy
difícil el poderme mantener en el camino, siempre que trato, algo se aparece y me desvía de mis propósitos.
Si la gente, las circunstancias cambiaran, yo sería otra cosa”.

Si tú piensas algo como esto, te diré que tal vez, estas enfocando tu esfuerzo por un lado equivocado, estas
buscando en la dirección incorrecta, como una vez me sucedió a mí. Lo primero que debes hacer es serenarte
y luego comenzar a analizarte; esto lo podrías hacer en las noches antes de dormir, detenerte por un
momento y repasar las cosas que haz hecho durante el día, haciendo un análisis sincero y desapasionado. Al
principio te darás cuenta que lo que más presente tienes en tu mente son los momentos que te han causado
algún tipo de daño o molestia debido a que es lo que más a impactado en ti, aún si decidieras hacer un
recuento de tu vida, lo que más recordarías son los momentos infelices; esto debido a que dentro de nosotros
hay dos sentimiento negativos que están latentes y nos atan un lastre en nuestro avance, que son la
autocompasión y el rencor. La autocompasión nos hace sentir víctimas de todo, que nuestra vida está hecha
para sufrir y que debemos de hacernos a la pena, tratamos de culpar a los demás por lo que nos sucede o tal
vez decimos seguramente es la voluntad de Dios; te digo que esta afirmación está completamente errada,
cómo podemos pensar que un ser que es todo amor, que nos a creado con lo mejor de ÉL, vaya a querer
nuestra desdicha, por el contrario, a cada instante nos está diciendo que nos liberemos de esas cargas que
nosotros mismos nos hemos puesto encima, porque debido a nuestra transgresión de la ley del amor, hemos
creado fuerzas negativas que se vuelven contra nosotros mismos. El rencor es uno de los más terribles
venenos que llevamos dentro y como un cáncer va consumiendo las vías que nos conducen a nuestra
liberación; yo les digo con todo mi corazón, desechen este destructivo sentimiento que los mantiene
anclados en el sufrimiento y la desdicha, deben aprender a olvidar cualquier mal o daño sufrido, en algunos
casos originados en forma involuntaria, por otros. Sé que para algunos esto resultará algo que acerca a lo

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imposible, pero esto nos da un indicio de lo fuerte que está arraigado este sentimiento en esas personas las
cuales necesitaran de un mayor esfuerzo. Otros dirán “yo perdono pero no olvido”, si esto, dices es que no
has perdonado, porque perdonar es olvidar y aquí lo que ha ocurrido es que el rencor se ha transformado en
algo más sutil, más refinado pero sigue tan fuerte y arraigado como antes, o más. El rencor lo podemos
desterrar de nosotros totalmente a través del Amor, porque el Amor es la llama preciosa que consume toda
imperfección, toda desarmonía; cuando actuamos con Amor podemos comprender a nuestro hermano
sabiendo que alguna fuerza que lo domina lo impulsó a hacernos daño y que lo que realmente se está
manifestando en él es la apariencia externa que todos llevamos, creada por nosotros mismos y que tras esa
apariencia está latente esa gran luz divina que realmente somos y clama por liberarse y expandirse para
gloria de Dios, nuestro bien y de todos.

Lo primero que hay que hacer es tomar conciencia y reconocer que todo cambio que deseemos realizar
comienza por nosotros, no debemos esperar que las cosas y personas de nuestro alrededor cambién primero
para luego hacerlo nosotros, ¡no!, De ninguna manera; al cambiar nosotros, cambia nuestra óptica de ver las
cosas, cambia nuestra actitud hacia los demás y las cosas que se nos presentan. Tomando todo con equilibrio
y armonía se logra así irradiar paz, lo que ayudará a que las circunstancias y personas de nuestro alrededor
comiencen a cambiar para mejor a través de nuestra influencia positiva.

Antes de continuar quiero transcribir algunas reflexiones que había dejado para este capítulo. Pero primero
pondré algo que recibí una noche en la que me hallaba parado en una calle mirando al cielo, contemplando
las estrellas mientras esperaba a mi esposa.

Era una noche de mayo en la que había acompañado a Lourdes para que hiciera algunas compras, nos
habíamos separado y convenido encontrarnos en un lugar y hora específicos. Yo había llegado un poco antes
de lo previsto y mientras esperaba comencé a ver a la gente pasar, a los comerciantes en sus respectivos
locales y pensé: “Toda esta gente que vive en su rutina diaria, ¿Se preocupará en algún momento de tratar de
descubrir lo que realmente significa la vida, de donde vienen y hacia donde van. Pensarán en algo más puro
y elevado de lo que a diario viven?”. Con esta reflexión en la mente levanté la mirada hacia el cielo, como si
alguien me lo hubiera indicado, vi las nubes como pasaban dejando entrever algunas estrellas dando un
relajante y bello panorama; con ese marco dije mentalmente: “Padre, gracias por la vida, gracias por el cielo,
la tierra, los ríos, los mares, la armonía, la belleza, gracias por el don de poder apreciar todo esto y más. Te
pido por el amor, por la paz y la armonía para que los seres de la tierra entiendan y comprendan esto, para
que se amen, respeten, vivan unidos en paz”. En ese instante sentí un profundo amor por todo lo que
abarcaba; fue entonces que en mi mente resonaron estas palabras:

“Hijos míos, mi corazón está acongojado porque vosotros estáis marchando en


desenfrenada carrera hacia vuestra destrucción, consecuencia de la angurria, el ansia
de poder, el egoísmo, los instintos torcidos. Pero hay de Uds. Que no supieron cuidar lo
que les di, no supieron escuchar la voz sensata de la conciencia que los guiaba, porque
ahora la presión que Uds. Mismos han ejercido en su propio mundo ya no puede
contenerse más y es el tiempo de que se liberen y así la maldad, la angurria, el odio, el
ansia de poder, ya no serán más. El humano regresará al comienzo y los valores, los
falsos valores que seguían, cambiaran a un nuevo orden y este será… el inicio de la
ascensión”

En ese momento pude percibir una inmensa tristeza, como nunca la había sentido antes, fue algo
inexplicable; a mi mente vinieron estas palabras: “Lo que sientes es tan sólo una ínfima parte del sufrimiento
de Dios por sus hijos”. Comprendí que si hubiera pretendido sentirlo todo, no lo habría soportado. Entonces
dije: “Padre perdónanos…”

“…Ya los he perdonado”

90
“Tal vez hay algo que podamos hacer”

“Todo ya está dado…”

Reflexioné por un momento y me dije: “Pero aún nos queda la fe, todavía podemos hacer algo, es necesario
que hagamos algo, debemos orar y pedir con fe, con la fe que mueve montañas”. Y recordé algo que leí hace
tiempo… “LA ORACION ES LA FUERZA DEL HOMBRE Y LA DEBILIDAD DE DIOS” … y dije: “Padre aún
podemos hacer algo, aún hay tiempo, por mas que sea poco pero mientras lo haya… hay esperanza. Luego
sentí sólo el silencio.

Reflexiones:

“El ser humano tiene todos los elementos necesarios para poder desarrollarse y
evolucionar, y está dotado con la capacidad de sobreponerse a todo revés de la vida,
elevándose por encima de los más profundos avismos, logrando así su realización más
sublime. El hecho está en encontrar esas capacidades y fuerza interior que nos lleven al
logro del despertar de nuestra conciencia”

“El amor no se puede medir ni pesar, el amor se da y no hay nada ni nadie que pueda
detenerlo o limitarlo”

“Busca la humildad, no busques fuera, todo está dentro de ti, enseña con el ejemplo.
Humildad es no decir nunca la última palabra; ver, oír y callarlo todo, eso, es humildad”
(respuesta a una pregunta que le hice al Padre)

“Hagamos de nuestra vida una constante lucha por alcanzar la paz espiritual y trasmitirla
al mundo”

“Cuando estés sólo, entra en lo más profundo de ti y busca en donde los más bellos y
puros sentimientos nacen, allí encontrarás aquella brillante luz como lucero en el
firmamento, donde anida la gran verdad fuente de toda dicha y liberación”

“Hemos escuchado a personas decir: “Ya no te amo” o “Mataste mi amor” o “No quiero
amar a nadie”; y la mayoría de estas personas viven con rencor y amargura que les
oprime el pecho y les revuelve las entrañas; pero el amor nunca muere o desaparece, lo
que sucede es que lo reprimimos y cuando lo manifestamos, casi siempre, lo
direccionamos, osea, lo limitamos en cierta dirección, hacia un lugar o persona y es esto
lo que después nos hace sufrir; cuando amemos, dejemos libre ese sentimiento, que se
expanda por doquier, así podremos estar en la capacidad de comprender y perdonar
cuando es necesario y vivir en paz con todos y nosotros mismos manteniendo la armonía
universal”

“Oye tú, ser viviente que te autodenominas humano, ¿Acaso te has detenido un momento
a pensar donde estas?, ¿Acaso has extendido tu vista para escudriñar tu alrededor?,
¿Acaso has elevado tu mirada y contemplado el firmamento?, ¿Acaso te has puesto a
observar las aves remontarse en gracioso vuelo?, ¿Acaso te has sentado al lado de un río a
escuchar su alegre cantar o al mar con su estruendosa sinfonía?, ¿Acaso has visto a la
humilde yerba elevarse tímida por entre la tierra?, ¿Acaso te has puesto a pensar que tú
eres parte de todo ello?; aprende a amar todo esto y vive siempre libre, en armonía y así
comprenderás la palabra hermano”

91
“¿Buscas sabiduría?, Pues te diré que ella duerme contigo, va contigo, está donde tú estas
y entiéndelo bien, está en ti, tan sólo debes llegar al fondo de ti mismo. Bueno, entonces
empieza por ver a tu alrededor, escudriña los cielos, interroga a las estrellas, escucha los
ríos y los mares, observa la naturaleza y sobre todo, no desdeñes a tu prójimo que él lleva
su propia verdad de la cual podrás aprender; pero todo esto debe estar matizado con el
amor y la humildad, entonces y solo entonces, hallarás la sabiduría”

“El mar en su eterno vaivén se renueva día a día, minuto a minuto, segundo a segundo,
sacando desde sus profundidades la pureza que empuja todos aquellos desechos que caen
a él, arrojándolos fuera de sí. Tomemos conciencia de los ejemplos y sabiduría que hay
en la naturaleza y así, como el mar, desprendámonos de toda esa escoria e impurezas que
están adheridas a nosotros; hagámoslo con la fuerza de la voluntad empleando la pureza
que anida en nosotros y está sofocada por todo esto, así nos liberaremos y seremos
mejores”

“La capacidad de apreciar la belleza y armonía, es innata en el ser humano, pero el punto
está en que sepamos sintonizar esa capacidad con lo que hay a nuestro alrededor y así,
podremos gozar de ella dando un incentivo a nuestro espíritu para manifestarse,
apartando de nosotros toda pena y angustia”

“Dios es un amanecer, es el vuelo de un ave es una noche estrellada, es un bello atardecer


de verano, es un río cantarino en su curso, es el compás de las olas del mar, es una
lágrima, es una sonrisa, es una serena y tierna mirada, es un anciano, es un niño, es
perdón, es comprensión, es dulzura, es paz, es… AMOR”

“Cada quién es libre en sí mismo, nadie pertenece a nadie, la libertad es un don que tiene
todo ser y cada persona es responsable de ella. Las aves van y vienen cruzando mares,
prados, montañas, sin preocuparse de las fronteras; el ser humano se ha condicionado a sí
mismo al delimitar territorios sin entender su propia libertad, aún no comprende lo que es
realmente ni su verdadero valor, que por propio derecho le pertenece; muchas veces cree
que la libertad es el libertinaje, libertad para arrasar con lo que hay a su paso, libertad
para herir los corazones de sus semejantes, libertad para destruir honras, libertad para
hacer… “lo que se le venga en gana”; esa no es libertad; la verdadera libertad existe
cuando está orientada por la conciencia, cuando no estas atado a nada y vives en armonía
con todo sabiendo donde empieza la libertad de tu semejante"

“Cada uno es dueño de su destino, pero existen ciertos lineamientos que seguir, podemos
decir también que existen tareas o misiones que cumplir. Estas tareas o misiones pueden
ser: La principal o el faro que va a iluminar nuestro camino; otras que hay que cumplir de
rigor para pulir nuestro espíritu limpiándolo de impurezas; otras que sirven para
perfeccionarnos y por último quedan las que libremente podemos aceptar o rechazar las
cuales nos van a servir para una mayor elevación espiritual. Ahora bien, existe el libre
albedrío que nos proporciona la libertad de elegir y tenemos la capacidad de discernir, de
debe ser perfeccionada, para poder ayudarnos a elegir lo correcto”

“La naturaleza se ha esmerado en agradar al ser humano dándole armonía, paz, amor,
sustento, cobijo, vida, pero este no lo ha entendido o no lo a querido entender así y la está
dañando, la está destruyendo; no ha querido darse cuenta que los ríos tienen su cause
natural y lo desvían, que los animales tienen su propia genética y la modifican, que los
niños son niños y los quieren hacer adultos; que la tierra se sacude como un perro se

92
sacude de sus pulgas cuando es dañada. ¿Es que acaso no quiere abrir los ojos para ver
por qué su ambición es mayor?”

“El ser humano cuando viene a este mundo se rige por instintos e impulsos en reacción a
estímulos externos; por eso es que ha creado leyes, reglamentos y normas de conducta
que sirven para controlar y moldear esos impulsos hasta que pueda lograr razonar y luego
despertar su conciencia que es la que lo va a guiar en la vida. La conciencia es la
capacidad que tenemos de poder manifestar nuestro ser interno que nos permite discernir
y captar a todo nivel y dimensión logrando una forma de conducta que nos hará vivir en
armonía con todo lo que nos rodea”

Hace mucho tiempo atrás, se me dijo que debía cultivar: FE - ESPERANZA - CARIDAD. En ese entonces,
no comprendía muy bien el significado de cada una de estas palabras, hasta que hace poco leí un libro en el
cual encontré estas palabras en ese mismo orden lo cual hizo que tomara interés y averiguara sobre ellas.
Acudí a mi querida amiga, la Sra. Martha, y le pedí que hiciera la pregunta al Padre, a lo que recibí como
respuesta:

Fe “Es no dudar de Dios”


Esperanza “Es no dudar y estar lleno de Dios”
Caridad “Es cuando sientes compasión del ser humano y… ¡No lo olvides”

A pesar de tener las respuestas aún debía meditar acerca de cada una de ellas para llegar a comprenderlas en
su verdadera dimensión; y así lo hice. La Fe es una de las manifestaciones del Espíritu que se proyecta hacia
nuestro exterior consciente, impulsándonos a confiar en aquello que proviene de Dios y no se nos presenta
en forma objetiva como para poderla aceptar, desechando toda duda o cosa contraria a ello; por ejemplo: la
misma existencia de Dios, nosotros tenemos fe en su existencia aunque objetivamente “nunca lo hemos
visto”, pero algo dentro de nosotros nos impulsa a dirigirnos a Él, hasta que de un momento a otro, tomamos
conciencia y lo percibimos con el corazón en todo lo que nos rodea y en nosotros mismos, así también
cuando a pesar que las cosas no van como quisiéramos, algo dentro de nosotros nos dice “sigue adelante, no
desfallezcas, hay algo más allá que está esperando por ti”, y después, por nuestra persistencia, encontramos
que las cosas comienzan a mejorar para nosotros. La Esperanza va estrechamente ligada a la Fe que hace que
sigamos adelante con gozo y alegría en nuestro corazón, haciendo que el camino sea más llevadero. La
Caridad no es lo que muchas personas creen, el dar un objeto o dinero a alguien que lo necesita, no está en el
acto de hacerlo sino en la forma como se da, en la intención; inclusive no es necesario dar algo material
(cuando no estamos en condiciones de poderlo hacer) sino, envolver a esa persona con un profundo y sincero
amor que brote desde el fondo de nuestro corazón “El dar una moneda para alimentar al pobre, cualquiera lo
puede hacer, hasta el rico lo hace, pero… alimentar su alma…”.

Veo conveniente incertar aquí dos párrafos de “Vida de Jesús dictada por él mismo” en los que nos incitan a
mejorar nuestra vida exhortándonos al amor:

“Vosotros avecillas sois que los primeros pasos habéis dado ya por las vías del Señor, mas
no intentasteis aún el auxilio de vuestras alas. El amor son vuestras alas, apoyaos pues
sobre ellas y levantaos por encima de las estrecheces del camino, para llegar al nido en
donde el cálido afecto os aguarda de quien os dio el Ser. Padre es ese que jamás olvida a
sus criaturas, por cuanto pequeñuelos y endebles ante El siempre han de ser, como que
siempre vosotros, como yo, siempre Hijos de Dios fuisteis, sois y seréis. Hijos míos
queridos, pues, de una vez, que el amor ha de ser la única base sobre sí comporte el peso
del eterno porvenir vuestro. Las obras inspiradas así sobre el amor de nuestro prójimo,
deben llevar en sí mismas el suave aroma del sentimiento que les dio vida”
(Tomado de : “Vida de Jesús escrita por él mismo” pg.238)

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“Tan sólo pues las obras por el amor dictadas enaltecen el alma y danle grandeza,
abriéndole las puertas que la perfección llevan, esto es, hasta el Padre. La perfección en
el amor, porque es infinita, tan sólo en el Padre es comprendida, no otra cosa siendo la
creación más que el reflejo de su amor. El amor humano lleno de errores es, pues en
tanto que desea el bien de la persona amada, mal ocasiónale no obstante muchas veces, y
es porque todavía no ha llegado al justo discernimiento de lo cierto y de lo incierto, de lo
bueno y de lo malo. Con todo y así mismo, el solo sincero deseo del bien, el movimiento de
afección que espontáneamente mueve al hombre hacia otro hombre, en su interés y sin
interés, por parte de quién obra ya mucho camino andado significa que en las vías que
hacia el Padre, esto es, hacia la perfección conducen. Y si ese sentimiento todavía y del
mismo modo lo sentís para los que bien y para los que mal os quieren, para los que bien y
para los que mal obrando han para con vosotros, entonces más, mucho más avanzados en
esas vías os encontraríais.
-¡Oh, hermanos míos! - ¡Cuánta luz al Espíritu trae el obrar así! - ¡Cuánto el mismo
engrandecimiento de la inteligencia con ello gana! - ¡De cuánto el camino hacia la
perfección así abrevia!”
(Tomado de : “Vida de Jesús escrita por él mismo” pg.291)

Hace unas semanas estuve conversando con mi hijo Rafael, hablábamos acerca del miedo, de como nos
afecta para poder lograr algo.

Hijo, el miedo y los temores, le dije, debes tomarlos como fantasmas que pululan a tu alrededor,
los cuales se alimentan de esa sensación que llamamos miedo, ellos no nos pueden hacer nada,
tan sólo el tratar de incitarnos de diferentes formas, a sentir, primero, el temor que es la
manifestación más tenue o suave podríamos decirlo así, sí tú lo acoges y permites que entre en ti,
poco a poco se va a ir fortaleciendo hasta convertirse en miedo y con esa manifestación, tus
facultades de autocontrol van disminuyendo su capacidad, llegando al terror y pudiendo alcanzar,
si es el caso, a su nivel máximo que es el pánico que produce en ti el completo descontrol,
causando hasta la parálisis completa de tu cuerpo y la inconsciencia; todo esto siendo tan sólo
una sensación. Quiero que te des cuenta hijo, lo vulnerable que es nuestra mente cuando estamos
lejos del conocimiento de la verdad, esa verdad que anida en nuestros corazones y a la cual
debemos llegar, por eso, ten en cuenta que nunca debes sucumbir ante el miedo; cuando sientas
que el temor se inicia, recuerda que son fantasmas que no te pueden dañar, a menos que tú lo
permitas, ten presente que en ti anida “La Luz Divina” que proviene de Dios y que al tú
manifestarla, todo lo demás que no está en armonía con ella retrocede y no te puede afectar;
somos parte de Dios, más aún ¡Somos Hijos de Dios! Y como tales, debemos tomar conciencia
de ello y saber que nada ni nadie puede dañarnos. Piensa como yo, que soy tu padre terrenal, velo
por ti y te protejo con mis limitaciones humanas, ahora que no puede hacer nuestro Padre Dios
que es todo poder y amor.

Papá…

¿Sí hijo?

…y la muerte.

Mira, ese es un tema muy importante porque es uno de los motivos de gran temor en la mayoría
de la gente. Normalmente lo que se teme es lo que no se conoce y este asunto de la muerte es lo
que más preocupa por el velo de misterio que lo envuelve. Como ya te lo he contado antes, yo no
era la excepción, para mí, el oír hablar de la muerte era algo terrible, pero dentro de ese miedo

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que sentía, había curiosidad por saber algo que me hiciera comprenderla, mi gran temor era el
quedarme sin mi familia, a la que amaba mucho, y después el no saber que sucedería después.
Ese concepto del juicio final me tenía muy asustado, hasta que con el tiempo fui teniendo
experiencias y adquiriendo conocimientos que me llevaron a encontrar la respuesta que disiparon
mis dudas y temores; y ahora, te puedo afirmar con certeza que la muerte no existe, porque
somos espíritus que emanamos del Padre y como tales somos eternos. Lo que sucede es que a
medida que fuimos bajando desde la condición Divina, plano por plano hasta llegar al material,
hemos ido perdiendo conciencia de esa condición y más aún por el hecho de habernos dejado
embriagar por los sentidos, llegando a creer que esta es la realidad, que sólo lo que vemos,
oímos, tocamos, gustamos y olemos con los sentidos físicos es lo único que cuenta, es lo real,
negando todo aquello que está más allá de ellos. Como era de suponer, el Plan Divino tuvo en
cuenta estos inconvenientes y mantuvo, en toda época, seres que tenían la luz resplandeciendo en
ellos, enviando Abatares y maestros para ir corrigiendo y encaminando a la humanidad, pero
lamentablemente no todos los oyeron, inclusive los mataron, más que nunca, por los tiempos que
se están viviendo, hay encarnados muchos maestros que están tratando de ayudar a la mayor
cantidad de gente posible para llegar a la gran verdad. Hubo un tiempo en el que todo esto era
muy conocido por todos, se sabía de la reencarnación, pero lamentablemente, por la soberbia, la
desviación y la comodidad del humano, se tuvo que ocultar estos conocimiento para evitar una
degeneración aún mayor ya que habían muchos que decían que podían hacer lo que les viniera
en gana en esta vida y que en la próxima se recuperarían; de allí vinieron tantas calamidades para
la humanidad. Para que puedas entender esto de la reencarnación te diré cual es el ciclo que
seguimos en este mundo: La persona vive durante un tiempo en este mundo luego, cuando se
acerca al ocaso de sus días, se va volviendo más reflexivo, recién comienza a sentir el paso del
tiempo y la angustia lo invade, llega el momento de su transición llamada muerte, es como un
schok, no se da cuenta de lo que está sucediendo, cree que está soñando y deambula por un
tiempo hasta que toma conciencia de que ya no se encuentra en un cuerpo físico, que ya lo ha
abandonado y con este conocimiento pasa a otro plano donde es asistido por seres que conoce y
habían partido antes que él, repasa su vida y evalúa las cosas que hizo y dejó de hacer; de
acuerdo a sus méritos obtiene un tiempo de descanso hasta su próximo regreso al mundo físico el
cual planea con la asistencia de maestros, o si lo desea y es permitido omite el descanso y
regresa; en el caso que no hayan ido muy bien las cosas , pasa por un tiempo de purificación y
rehabilitación según el daño causado (caso de alcohólicos, drogadictos, asesinos, etc.). Llega el
momento de volver a nacer en este mundo, entra en una matriz concebida y previamente elegida
según los requerimientos para su desarrollo. Llegado el tiempo nace entre retortijones y dolor;
todavía le queda un vago recuerdo de su anterior condición y se siente aprisionado en un limitado
y condicionado cuerpo, después, según su avance anterior, va perdiendo ese vago recuerdo que
aún le quedaba y entra de lleno al mundo de los sentidos para tratar de alcanzar, en esta
oportunidad, un peldaño más en la ascensión. Durante su vida va recibiendo impulsos internos
que lo van orientando a cumplir la misión que él mismo se había planteado. Hay quienes la
cumplen y hay quienes se dejan arrastrar por las cosas del mundo de los sentidos ahogando esa
sutil voz interior que les prevenía y al final del camino se dan cuenta que no han cumplido con su
cometido y nuevamente van a tener que regresar en las mismas condiciones para cumplir con lo
que no hicieron. En el caso de que lo hayan cumplido, planean su siguiente regreso en
circunstancias más favorables orientados hacia un nivel superior.

Nuestro camino y deber en esta vida es el de trascender, el de recuperar nuestra condición divina;
por eso, siempre debemos seguir trabajando y tratando de llegar un poco más arriba.

…¿Por qué hay personas que ignoran esto y otras si las conocen… por qué al nacer debemos
perder conciencia de nuestras vidas anteriores y paso por los otros planos después de la
muerte?

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Esa es una buena pregunta hijo. El conocimiento o desconocimiento de todo esto está dado por el
nivel de evolución alcanzado por el ser, de acuerdo a su trabajo de vidas anteriores, estos trabajos
o conocimiento obtenidos previamente, le permiten aceptar o comprender más fácilmente lo que
se les presenta en su vida actual; es por eso que hay quienes tienen una predisposición innata para
aceptarlos y a otros les cuesta mucho el concebir estos conocimientos. En lo que respecta a la
pérdida de conciencia de los otros planos y existencias anteriores, se debe a que si la persona que
no está preparada recuerda todo esto, tendería por un lado a lamentarse de su actual condición
anhelando regresar por cualquier medio, o vivir distraído de su misión; esto te lo puedo ilustrar
con una analogía: Supón que estas frente a un panel donde hay muchas pantallas de televisión,
ahora bien, esas pantallas de televisión te presentan todas tus vidas anteriores y están encendidas,
tú te encuentras sentado frente a una mesa con un trabajo que realizar en ella pero mientras esas
pantallas estén encendidas, no podrás concentrarte en tu trabajo y perderías el tiempo. Hay
ejercicios y métodos para poder hurgar en vidas anteriores, pero aún así este acceso es limitado,
pero hay que verlo de esta forma: Si uno recuerda un hecho terrible que ha cometido en una vida
anterior el trauma sería terrible en esta, (imagínese saber que tú fuiste el que clavó a Jesús o que
mataste a la que ahora es tu madre) también equivale a que te “soplaran” el examen que te van a
tomar mañana, eso no te ayudaría con lo que tienes que aprender realmente. Considero justo el
mensionar aquí al Doctor Brian Wysse el cual ha publicado libros relacionados a las regresiones
(Muchas Vidas, Muchos Maestros -entre otros-) y además fue el primero en demostrar ante la
academia de ciencia y de medicina de los Estados Unidos, que la reencarnación existe, poniendo
en riesgo su prestigio y su carrera. Es mejor no preocuparse por ello y dedicarse a hacer cada vez
mejor las cosas en esta vida y si debes tener conocimiento de alguna vida anterior ella se
manifestará en su debido tiempo, mientras tanto, estarás mejor sin preocuparte por ello.

Hoy en día, el conocimiento de todas estas cosas se están dando más abiertamente y en diferente
forma; esto lo puedes ver claramente en diferentes películas que últimamente han salido a
cartelera en las que te hacen ver que realmente existe otra vida después de la muerte, de que el
ser humano tiene potenciales inimaginables dentro de sí, también nos muestran la fragilidad de la
vida y las desviaciones de la humanidad arrastrada por el mundo de los sentidos, pero también
nos muestran que hay seres en otros planos y galaxias que vienen para ayudarnos en forma
desinteresada haciéndolo sólo con y por amor.

Hijo, nosotros tenemos la capacidad de poder trascender a las minucias de la vida y proyectarnos
hacia lo más alto, todo a fuerza de voluntad y sincero deseo de hacerlo; tenemos las herramientas
y la ayuda necesarias para lograrlo, tan sólo debemos de decidirnos a hacerlo.

Papá… y ¿Cómo podemos hacerlo?

Podemos empezar por conocernos a nosotros mismos y esto a través de un auto-examen


consciente en el cual debemos de llegar hasta lo más profundo de nuestro ser, descubriendo
nuestros defectos, virtudes, deseos, debilidades, capacidades y limitaciones sin tratar de
justificarnos; así, lograremos saber con que disponemos y contra que debemos luchar. Hay que
tener en cuenta que nuestras manifestaciones negativas cada vez se van a ir haciendo más sutiles
tratando de disfrazarse para evitar que las eliminemos de nosotros, por eso, este es un trabajo
que debe ser constante y minucioso.

Esto es muy difícil…

Sí, ¡pero no imposible!. Es cierto que al principio nos va a costar mucho por lo arraigado que
estamos a nuestros defectos, llegando a pensar inclusive, acerca de ellos como si fuéramos

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nosotros mismos diciendo: “Yo soy así y no puedo cambiar…” No hay nada más falso que esta
afirmación porque nosotros no somos esos defectos, como ya antes te lo dije, porque somos parte
de Dios y Dios es perfección, y tenemos la capacidad de cambiar. Hay un modo por el cual este
trabajo se te va a facilitar y es, a través de la meditación.

¿Qué es la meditación, papá?


Es la forma de interiorisarnos acallando nuestra mente y relajando nuestro cuerpo para llegar a
encontrar a Dios dentro de nosotros.

¿Cómo puedo meditar?

Te voy a enseñar un método el cual a base de mis conocimientos y experiencias lo he


desarrollado y lo considero la forma más sencilla para iniciarse en este camino:

Hay que tener en cuenta que para la practica de la meditación, se debe estar en un lugar
adecuado, previamente elegido, el cual debe tener reducida iluminación para evitar distraerse (no
a obscuras) y tratando reducir al máximo los ruidos, debemos de avisar para evitar ser
interrumpidos durante el periodo de practica.

Ejercicio de Práctica para la Meditación

1. Primero siéntate cómodo, que no haya nada que te apriete ni te incomode, coloca los pies bien apoyados
en el piso, pon tus manos sobre las piernas con las palmas vueltas hacia arriba, tu columna debe estar
recta y tu cabeza derecha.

2. Cierra los ojos y toma tres respiraciones lentas, pausadas y profundas; inhalando por la nariz y exhalando
por la boca. Estas respiraciones las vas a hacer cada vez que vayas a realizar un trabajo espiritual; es para
centrarte e indicarle a todo tu ser que justamente vas a hacer un trabajo espiritual, es como encender el
interruptor de todo un sistema.

3. Ahora vas a empezar a relajar tu cuerpo.

A. Toma una respiración profunda y al exhalar lentamente por la boca visualiza el número 3 y cuenta
mentalmente: Tres… Tres… Tres. Lleva tu atención hacia tus pies indicádole que es tiempo de
descanso y suelta tus músculos y tendones; sube tu atención hacia las piernas, también indícales que
dejen toda tensión, relaja los músculos y los tendones; pasa ahora a la parte de la cintura y el torso,
comienza a relajar los músculos del abdomen…, la cintura…, la zona de los riñones…, la espalda…,
el pecho.

B. Toma otra respiración profunda y al exhalar lentamente por la boca visualiza el número 2 y cuenta
mentalmente: Dos… Dos… Dos. Lleva tu atención a los dedos de las manos y relájalos; relaja tus
manos…, muñecas…, antebrazos…, brazos…, hombros…; ahora lleva tu atención al cuello relaja los
músculos y tendones del cuello, que tu cuello descanse de la carga de la cabeza que ha soportado
todo el día; pasa ahora a los músculos y tendones de la cara: mandíbula…, boca, que los labios no
esten apretados…, lengua…, mejillas…, pómulos…, sienes…, párpados…, ojos…, cejas…,
entrecejo…, la frente donde se reflejan todas las tensiones del día, ahora se relaja…, cabeza…, cuero
cabelludo…, y finalmente la nuca.

C. Ahora tienes relajado todo tu cuerpo desde la punta de los dedos de tus pies hasta la cintura…, desde
la cintura hasta los hombros…, desde la punta de los dedos de las manos hasta el cuello…, y desde el
cuello hasta la punta de tu cabeza. Bien, ahora imagina un lugar muy hermoso en el cual te

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encuentras descansando, donde todo es armonía y paz…, puede ser una playa en un atardecer de
verano, o tendido sobre la yerba en un lugar en el campo al costado de un riachuelo contemplando las
nubes pasar…Toma otra respiración profunda y al exhalar lentamente por la boca visualiza el número
1 y cuenta mentalmente: Uno… Uno… Uno. Siente como si tu cuerpo flotara, una sensación como de
dejarte ir, todo es apacible, tranquilo, perfecto.

4. En este momento dirige una oración a Dios diciendo mentalmente mas o menos así: “Padre
humildemente te doy gracias por la oportunidad que me brindas de acercarme a ti a través de la
meditación, pido tu permiso, tu iluminación y tu protección para mí y todos los seres de la tierra,
llénanos con tu luz y amor… y has que esta meditación sea perfecta. Te doy gracias porque me has
oído”.

5. Visualiza un punto de luz en el interior de tu cabeza, en medio a la altura del entrecejo. Obsérvala, ve
como brilla…, ahora haz que esa luz crezca cada vez más y lo llene todo, siéntete dentro de esa luz…, en
este momento vas a realizar un ejercicio que te va a permitir aclarar tu visión interna empleando lo que
se llama “La imaginación Creadora”. Enfrente de ti, forma una pantalla blanca de forma rectangular,
mírala, ve sus contornos, está allí, frente a ti. Ahora pinta esa pantalla de color rojo, obsérvala, ve como
resalta la pantalla roja en el espacio…, ahora vuélvela a poner de color blanco y obsérvala…, en esta
ocasión la pintas de color verde, obsérvala, ve como resalta la pantalla verde en el espacio…, ahora
vuélvela a poner de color blanco y obsérvala…, ahora pinta esa pantalla de color azul, obsérvala, ve
como resalta la pantalla azul en el espacio…, ahora vuélvela a poner de color blanco y obsérvala…,
dirige tu atención al centro de la pantalla y has aparecer una manzana…, ve su forma y color…, mírala
por arriba…, por abajo… y al rededor de ella…, ahora has aparecer un cuchillo y pártela por la mitad…,
mira su interior…, ve las semillas…, siente su aroma…, dale un pequeño mordisco y siente su sabor, su
textura…, ¿Cómo es?…, ¿Jugosa?, ¿Arenosa?, ¿Dulce?, ¿Acida?…, desaparece la manzana y has
aparecer una piña…, ve su forma y color…, mírala por arriba…, por abajo… y al rededor de ella…,
ahora con el mismo cuchillo pártela por la mitad…, mira su interior…, siente su aroma…, dale un
pequeño mordisco y siente su sabor, su textura…, ¿Cómo es?…, ¿Jugosa?, ¿Dulce?, ¿Acida?…,
desaparece la piña y has aparecer un limón…, ve su forma y color…, míralo por arriba…, por abajo… y
al rededor de él…, ahora con el mismo cuchillo pártelo por la mitad…, mira su interior…, ve las
semillas…, siente su aroma…, dale un pequeño mordisco y siente su sabor, su textura…, ¿Cómo es?…,
¿Jugoso?, ¿Dulce?, ¿Acido?…, desaparece el limón y el cuchillo, concentra tu atención en el centro de la
pantalla…, ahora redúcela hasta hacerla desaparecer…, es momento de regresar.

6. Toma una respiración profunda y al exhalar lentamente por la boca repite mentalmente: “A la cuenta de
tres abriré mis ojos y estaré bien despierto, bien descansado y en perfecto estado de salud sintiéndome
mejor que antes, no tendré dolor de cabeza ni ninguna molestia, así es y así será”, comienza contando
mentalmente UNO, empieza a sentir y mover poco a poco tus pies y piernas. Toma otra respiración
profunda y al exhalar lentamente por la boca repite mentalmente: “A la cuenta de tres abriré mis ojos y
estaré bien despierto, bien descansado y en perfecto estado de salud sintiéndome mejor que antes, no
tendré dolor de cabeza ni ninguna molestia, así es y así será”, cuenta mentalmente DOS, empieza a sentir
y mover poco a poco tus manos…, brazos…, hombros. Toma otra respiración profunda y al exhalar
lentamente por la boca repite mentalmente: “A la cuenta de tres abriré mis ojos y estaré bien despierto,
bien descansado y en perfecto estado de salud sintiéndome mejor que antes, no tendré dolor de cabeza ni
ninguna molestia, así es y así será”, cuenta mentalmente TRES. Toma una respiración profunda y al
exhalar lentamente por la boca abre lentamente los ojos repitiedote mentalmente: “He abierto mis ojos y
estoy bien despierto, bien descansado y en perfecto estado de salud, me siento mejor que antes, así es y
así será”.

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Hijo este ejercicio debes de practicarlo durante una semana para que vayas acostumbrándote a
controlar tu mente y relajar tu cuerpo para que luego empieces el trabajo de meditación; después
te guiaré en el proceso de meditar, desde ya te digo que es muy sencillo.

Un día Rafael tuvo una invitación a casa de un vecino para ir a un club a celebrar el cumpleaños de su
amigo, la mamá me dijo que regresarían un poco tarde, mi esposa y yo no tuvimos objeción alguna. Al día
siguiente mi hijo se acercó y me dijo:

¿Sabes? A veces siento que todo esto que estoy haciendo está bien…, pero en otras
ocasiones pienso que debo de hacer mi vida normal.

En ese momento entendí lo que estaba pasando. El día anterior por lo visto se había divertido mucho y en
cierta forma pensaba que todo lo que le estaba enseñando, de alguna forma le ponía límites a su diversión.
Este asunto era muy delicado por el hecho de que desde el primer momento yo no lo había condicionado, ni
obligado a hacer algo que no le hubiera nacido hacerlo y tampoco podía dejarlo para que sea arrastrado por
las cosas vanas de la vida; pensé que debía ser muy cauto en lo que debía decirle para que él mismo sacara
sus conclusiones y tomara su propia decisión, así que lo miré y guarde un momento de silencio, pedí
asistencia a mi ser interno y luego le dije:

En principio quiero que por ti mismo, tomes tu propia decisión. Ten en cuenta, como otras veces
te lo he dicho, en la vida hay muchas cosas que se presentan como atractivas, que captan
profundamente nuestra atención haciéndonos creer que eso es bueno o que así deben ser las
cosas, poco a poco nos van arrastrando hacia la inconsciencia del transcurrir del tiempo,
condición de este plano, y cuando menos lo pensamos, nos damos cuenta que perdimos mucho
tiempo, lo desperdiciamos en cosas sin valor, que no valían la pena; porque tarde o temprano el
espíritu clamará por liberarse de las ataduras de los sentidos para poder manifestar su
magnificencia. Es muy lamentable ver a personas llegar a la vejez con defectos, manías o estados
negativos de la personalidad muy arraigados en ellos, haciéndoles pensar que ellos son esos
mismos defectos, siendo ya casi imposible el poderlos liberar de ellos. Es muy importante el
saber darse cuenta a tiempo cuando algo nos está arrastrando hacia una ilusión, hacia algo que no
es trascendente, por trascendente quiero decir, aquello que va más allá del espacio y el tiempo,
los valores verdaderos del ser, el amor, la armonía, la paz, etc. no te digo que te apartes de las
cosas que son naturales e inherentes a tu edad sino que aprendas a darte cuenta cuales son las
cosas que sí tienen valor cultivarlas y que desecharlas; como por ejemplo: El reír y divertirse es
bueno, saludable, pero nunca a costa de otros, a costa del pesar, del sufrimiento o la vergüenza de
otro, con esto quiero llegar al punto de las famosas bromas, esto es algo que se emplea mucho
para divertir a unos y denigrar a otros haciédolos sentir mal o tontos, ¿Acaso quién o quienes
maquinan y llevan a cabo la broma se han puesto a pensar que es lo que siente la persona o
personas afectadas?, es casi seguro que no y por eso la llevan a cabo sin ningún miramiento ni
compasión, tan sólo teniendo en mente “el divertirse”, normalmente los niños son muy crueles al
burlarse de los defectos de sus compañeros, y esto no porque sean malos en sí, sino porque no
tienen conciencia del daño que pueden estar causando, que en muchos casos son permanentes,
por eso, es importante la labor que tienen los padres de educar y enseñar a sus hijos el respeto por
los demás, la comprensión de las limitaciones de otros y la compasión por los defectos. ¿Sabes?
… hace un tiempo atrás pensé que me hubiera gustado tener a alguien, así como tu me tienes, que
me pudiera haber hablado de estas cosas desde este punto de vista para no cometer todos los
errores que cometí en mi vida y que en algunos casos aún sigo cometiendo, pero después de
reflexionar me di cuenta que era necesario que pasara por todo lo que pasé a fin de darme cuenta
del transfondo de las cosas y poder comprender la naturaleza humana para después ayudar a otros
a superar defectos y limitaciones… y poder estar aquí junto a ti orientándote para que seas una
persona de bien útil al plan de Dios. El Tai Chi que practicas te ayuda a relajarte y equilibrarte, la

99
meditación que haces te ayuda a encontrarte a ti mismo y poco a poco llegar a Dios y no porque
EL nos haya puesto trabas, sino que somos nosotros mismos los que nos hemos condicionado y
limitado ese camino; recuerda que en ningún momento te he obligado a que hagas estas cosas
sino que por lo que has podido experimentar y observado los resultados en otros, es que por tu
propia voluntad los has acogido y ahora nuevamente te digo es tu propia decisión la que orientará
tu camino, tan sólo recuerda que debes aprender a discernir y liberarte de las ataduras de los
sentidos.

Dime…, y…, el infierno… ¿Existe?

No hijo, esa es una creación humana para poder orientar a la gente hacia lo bueno,
lamentablemente el ser humano necesita de estímulos para que actúe correctamente y castigos
para evitar que hagan lo incorrecto; esto, hasta que por sí mismo trascienda y tome conciencia de
la realidad, que en la mayoría de casos no lo logra. Como te digo, esto es una creación humana;
y si nos ponemos a analizar el verdadero infierno es lo que está viviendo actualmente la
humanidad encerrada y sacudida de un lado a otro por sus propios defectos, egoísmos, placeres
descontrolados que lo atan, envidias, etc.; todo esto crea sus propias limitaciones, frustraciones y
sufrimientos; y por esos motivos tiene que regresar nuevamente a este mundo, que ha creado para
purificarse y elevarse, haciendo que su vida sea “un verdadero infierno”, cada vez más difícil.
Todo esta en cada uno de nosotros, nuestros miedos, temores, limitaciones; es por eso, repito,
que debemos aprender a liberarnos de ellos buscando la Luz, el Amor y el Equilibrio dentro de
nosotros, porque allí está nuestra liberación.

Habiendo pasado los días entre conversaciones y orientaciones, decidí enseñar a mi hijo a meditar.

Hijo, ten en cuenta que la meditación es algo muy natural y no es precisamente llenar la mente de
pensamientos, por el contrario, es carencia de ellos, dejando que en el silencio se manifieste tu
ser interno. Al principio, puede que tengas vislumbres de luces, colores, formas geométricas, etc.;
debes permanecer sereno y expectante, no trates de forzar nada porque eso obstruiría tu
capacidad, tan sólo sé un observador y si no logras ver o vislumbrar nada, no te desalientes, ten
fe y mucha paciencia, que la paciencia es la virtud de los grandes logros. Después, puede que
aparezcan imágenes muy fugases, como un relámpago en la noche, pero te darás cuenta que bastó
ese pequeño instante para que te dieras cuenta de muchos detalles y su significado; es importante
estar alerta a lo primero que se te venga a la mente porque después vienen las críticas de la razón
que no está acostumbrada a esto, originando que la primera impresión, que es la que vale, se vea
tergiversada, mutilada y hasta negada, perdiéndose su esencia. Nuevamente te repito, ten mucha
paciencia, en estos trabajos esa es la mejor herramienta y sobre todo no te desalientes y sé
constante, recuerda que “la práctica hace al maestro”. Poco a poco, más adelante o puede darse el
caso que sea casi al inicio de tus practicas, que se te puede dar la comunicación directa con tus
maestros o guías, o tus ángeles; esto a través de sensaciones, pensamientos, imágenes o palabras.
En estos casos hay que mantener el equilibrio y ser muy humildes. Ten en cuenta que de estas
comunicaciones sólo pueden resultar cosas llenas de amor, ternura, verdad y para el bien de
todos, si no es así, es que estas en el camino equivocado, pero no te preocupes que esto es muy
difícil que se manifieste debido a que siempre hay protección y sólo podría darse en mentes
desequilibradas. Sea como sea, es siempre conveniente tener a una persona con experiencia y
desinteresada que nos guíe, al principio, para después recorrer nuestros propios caminos guiados
por Maestros de Planos Superiores. Te recomiendo que siempre al iniciar tus trabajos, cualquiera
que sea, pidas permiso, protección y orientación a tu ser interno; verás que diferentes son las
cosas y recuerda que siempre estaré a tu lado para protegerte y guiarte cuando me lo pidas y ten
siempre presente que el espacio y el tiempo sólo son condiciones materiales y el Espíritu es libre
y eterno.

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Práctica de Meditación

1. Siéntate cómodo con los pies bien apoyados en el suelo, las manos sobre tus piernas con las palmas
vueltas hacia arriba, la columna recta y la cabeza derecha, cierra los ojos, toma tres respiraciones lentas
pausadas y profundas…, verifica que todo tu cuerpo esté bien relajado, si encuentras alguna parte que
aún está tensa, toma una respiración profunda y al exhalar por la boca dirige tu atención a ese punto
relajándolo…

2. Toma una respiración profunda y al exhalar lentamente por la boca, visualiza y cuenta mentalmente 3…,
3…, 3…, poco a poco vas ingresando en niveles de conciencia más profundos, más perfectos y más
saludables, toma otra respiración profunda y al exhalar lentamente por la boca visualiza y cuenta
mentalmente 2…, 2…, 2…, sigues bajando tu nivel y cada vez te vas sintiendo mas relajado, más
descansado y en paz profunda, toma otra respiración profunda y al exhalar lentamente por la boca
visualiza y cuenta mentalmente 1…, 1…, 1…, bien, ahora has bajado tu nivel, en este punto debes de dar
gracias a Dios por estar aquí y ahora, dirígele una oración más o menos así: “Padre amado,
humildemente me acerco a Ti, ante todo para darte gracias por todo lo que haces por nosotros, por darnos
la vida, el amor, la paz, la armonía, gracias por el pan de cada día, por todo lo que nos rodea y te pido
humildemente por el amor, la paz y la armonía en el mundo, para que los seres de la tierra aprendan a
amarse, a vivir en unión, para que se ayuden y respeten mutuamente, te pido que abras sus corazones, sus
mentes y sus espíritus a tu presencia para que se acerquen más a ti, para que te busquen y te encuentren,
para que se den cuenta que Tú estas en cada uno de ellos y en todo lo que los rodea, te lo pido con todo
mi corazón y por último, te ruego que me guíes, me orientes y me gobiernes, que hagas de mí un
instrumento de tu paz y de tu amor, gracias padre que me haz oído.

3. Ahora vas a entrar en un nivel de consciencia más profundo. Toma una respiración profunda y exhala
lentamente por la boca… visualiza y cuenta mentalmente conmigo: 10…, 9…, 8…, más profundo, más
profundo, te mantienes consciente y sigues bajando más profundo, 7…, 6…, 5…, más profundo, más
profundo, sigues manteniéndote consciente y sigues bajando más profundo, 4…, 3…, 2…, 1…, Padre,
he bajado mi nivel y abierto mis canales, háblame que te escucho…

Al cabo de unos 20 minutos lo hago regresar al mundo exterior consciente.

4. Bien, ahora vamos a regresar. Mentalmente repite conmigo: “A la cuenta de 10 abriré mis ojos y estaré
bien despierto, bien descansado y en perfecto estado de salud, no tendré dolor de cabeza ni ninguna
molestia, por el contrario estaré mejor que antes, así es y así será”. Visualiza y repite mentalmente: 1…,
2…, 3…, a la cuenta de 10 abriré mis ojos y estaré bien despierto, bien descansado y en perfecto estado
de salud, no tendré dolor de cabeza ni ninguna molestia, por el contrario estaré mejor que antes, así es y
así será…, 4…, 5…, 6…, a la cuenta de 10 abriré mis ojos y estaré bien despierto, bien descansado y en
perfecto estado de salud, no tendré dolor de cabeza ni ninguna molestia, por el contrario estaré mejor que
antes, así es y así será…, 7…, 8…, 9…, 10… Toma una respiración profunda y al exhalar lentamente
por la boca, abre poco a poco los ojos y repite conmigo: “He abierto mis ojos, estoy bien despierto, bien
descansado y en perfecto estado de salud, me siento mejor que antes, así es y así será…”

Después que lo hice regresar, le dije que me narrara lo que había experimentado y lo comentamos juntos; tan
sólo diré que tuvo muy bonitas e interesantes experiencias.

Hijo, cada vez que realices un trabajo espiritual o cualquier otra labor, es conveniente que
siempre te encomiendes a Dios y al finalizar agradécele por lo recibido o logrado, esto es muy
importante y recuerda que nosotros tan sólo somos un instrumento suyo. Ahora ya puedes
meditar en cualquier momento con este método, es muy seguro, luego tú mismo hallarás tu

101
propia forma de hacerlo, recuerda: Cuanto más constante seas en hacer meditación, tus canales se
abrirán en mayor medida y así te acercarás más a DIOS… y no te olvides que este camino está
abierto para todos, por eso, SÉ SIEMPRE HUMILDE.

El otro día vino a visitarme una de mis hermanas, tenía un pesar profundo en su corazón y quería consejo.
Cuando llegó le abrí mi corazón, encomendándome a mi ser interno para poder ser guiado y ayudarla mejor,
como siempre lo hago con todo aquel que viene a mí en busca de ayuda. Ella me narró todos sus infortunios
y las injusticias de las que había sido objeto en su centro de trabajo, también de su entrega a la labor que
desempeñaba haciéndo la situación más dolorosa. Yo la escuchaba pacientemente y simultáneamente iba
viendo en mi mente cosas más allá de las que me contaba, podría decir: la esencia de los sucesos. Me hizo
recordar su predisposición a decir las cosas que pensaba sin ningún reparo. Una vez terminado su desfogue y
un poco más serena, le dije:

Hermanita…, quiero que me escuches atentamente y no me interrumpas tratando de justificarte,


tan sólo escúchame y reflexiona en lo que te voy a decir. Nuestra vida está llena de pruebas y
situaciones que nos llevan a reflexionar para obtener una enseñanza, si es que realmente
tomamos esta actitud ante ellas, pero lamentablemente lo que casi siempre hacemos es tomarlo
desde el punto en que nos ha afectado, así somos, comenzamos a hurgar en los acontecimientos
para tratar de justificar nuestra actitud rebelde hacia ellos o nuestra posición de víctima,
queremos tener la razón en todo, porque eso nos ha afectado, y nos cegamos a ver las cosas en
forma imparcial -¡ah! Si el humano aprendiera a tomar esta actitud ante las cosas que le afectan,
no habría tanto sufrimiento en el mundo -, si es que tomamos esta actitud, nos pondríamos en la
posición de aquellas personas que pueden ayudar a otras porque están fuera del problema y les
es más fácil encontrar una o varias vías de acción (al no estar directamente involucrados).
Debemos aprender a ver las circunstancias que llevaron a desencadenar lo que nos afectó,
¿realmente se fue injusto con nosotros? O fue una consecuencia de las circunstancias; la actitud
de los involucrados ¿fue de mala fe? O fue una actitud de supervivencia; no debemos juzgar a
nadie y menos en forma violenta porque podemos caer en el error de ser injustos en nuestra
apreciación y afectar a inocentes, en ese caso estaríamos cayendo en el mismo error; lo mejor es
tomar una actitud serena y ver qué de bueno podemos sacar de todo esto; si no hay un beneficio
aparente, debemos aprender a comprender a los demás, tener en cuenta que no todos piensan
como nosotros y que con explotar no vamos a lograr cambiar las cosas; …sí, sé que hay personas
que viven encerradas en un mundo de ambición e indolencia hacia los que sufren, pero esa pobre
gente no es feliz, digo pobre porque realmente hay que compadecerlos, están ciegos y esa
ambición los mantienen atados a temores y esos temores hacen que actúen dañando a otros sin
tener conciencia de que a quienes realmente están dañando son a ellos mismos, porque creen que
lo que realmente vale es lo que les rodea y no piensan que todo ello es pasajero, a lo mucho les
sirve una vida y después ¿qué? Son como ciegos que caminan hacia un lecho de arena movediza
y como sienten que está blando siguen caminando sin darse cuenta que a cada paso se hunden
más. No te aflijas por las cosas pasajeras de este mundo, aprende a vivir alegre en armonía con
todos, dando gracias a Dios por lo que tienes, por aquel don maravilloso que posees y que es tu
propia vida, tienes la capacidad de ir más allá de las minucias de la vida, tienes el conocimiento,
tienes a Dios dentro de ti… y dime… ¿qué no puedes lograr con Dios en tu corazón?

Después de nuestra conversación, mi hermana se notó más confortada y vio las cosas de otra manera. Al
respecto agregaré que a partir de ese momento las cosas le han comenzado a resultar mejor por que ve con
nuevos ojos y del problema se derivó hacia algo mejor. Bien por ti hermanita. Aquí incerto otro párrafo de
“Vida de Jesús dictada por él mismo”:

“Hagamos depender nuestra felicidad del cumplimiento de nuestros deberes, cualesquiera


que sean las cargas que resulten de ellos.

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Marchemos sin preocuparnos de los defectos de los demás, a fin de librarnos de nuestras
imperfecciones, hacia la libertad de nuestra alma.
La debilidad de los hombres los arrastra a juzgar las intenciones de los otros y se apoyan
en la posibilidad del fraude para cometer ellos el fraude; y hablan de injusticia mientras
hacen desbordar la injusticia de sus corazones y de sus labios. Hay quien ve una paja en
el ojo de su vecino y no ve una viga en el suyo; otros se quejan del egoísmo y del
abandono mientras cierran el alma a los lamentos de los infelices, a la desesperación de
los náufragos, a la vergüenza del arrepentimiento de los pecadores”
(Tomado de : “Vida de Jesús escrita por él mismo” pg.144)

Hay personas que se quejan de tener mala salud, dicen cosas como estas: ¡Ah! Yo siempre he sufrido de
esto. Esta es mi parte débil, que puedo hacer. ¡Ya no!, fijo que ahora me agarra un refrío, etc., etc.

Es realmente lamentable como desde niños se nos va condicionando para debilitarnos mentalmente y
permitir que nuestro organismo caiga en desarmonía produciendo eso que llamamos enfermedad; claro que
también hay enfermedades que son congénitas por debilitamiento o distorsión en los genes, pero sea como
sea, hay que tener en cuenta que nuestra actitud mental juega un papel muy importante en el proceso de
enfermedad y el de curación. Debemos aprender a enviarle a nuestro cuerpo pensamientos positivos de salud
y reconocimiento a su maravillosa labor. Al decir reconocimiento me refiero al hecho de que nuestro cuerpo
es un vehículo prestado por la naturaleza para que nosotros, Espíritus emanados de Dios, podamos
manifestarnos en este mundo y logremos aprender las lecciones de vida que nos corresponden; pensemos
como si fuera un auto, ese auto necesita que se le limpie constantemente para evitar que el polvo se acumule
y se forme oxido, también necesita de combustible para funcionar y necesita de un mantenimiento periódico
para que se mantenga en optimas condiciones durante el tiempo que lo tengamos. En el caso del cuerpo
debemos tomar en cuenta que está compuesto de seres vivos, nuestras células son seres vivos, y como tales
son susceptibles a nuestra influencia mental, por eso es importante el enviarle pensamientos positivos que
son energías vivificadoras para él. Aquí tengo un ejercicio que aprendí hace algún tiempo y me ha dado muy
buenos resultados, hace que uno se sienta estupendamente. Claro está que ahora este ejercicio lo doy
personalizado, porque lo he modificado y adaptado de acuerdo a mis experiencias.

Ejercicio para Armonización de nuestro cuerpo

1. Primero siéntese cómodo en una silla o banco con la planta de los pies bien apoyados en el piso y la
columna recta, las manos descansando naturalmente en el regazo unidas entre sí (como si se diera un
apretón de manos, pero suavemente, sin tensión). Tome tres respiraciones profundas y pausadas
inhalando por la nariz y exhalando lentamente por la boca; luego relaje todo el cuerpo. Cierre
suavemente los ojos.

2. Concéntrese en los ojos; sienta sus contornos, su forma y envíele pensamientos de amor, alegría y
reconocimiento a su labor… siéntalos refulgir en armonía y salud. Pase a la zona de la mandíbula y
proceda de la misma forma que con los ojos; después continúe con el cuello, el corazón y sistema
circulatorio, los pulmones y todo el sistema respiratorio, el hígado, el páncreas, el bazo, los riñones y
sistema urinario, por último toda el área del vientre.

3. Regrese a los ojos, nuevamente y proceda de igual forma que la anterior; de allí pase a la boca, la lengua;
aquí deténgase un momento produciendo saliva, acumulando una buena cantidad y cargándola de esa
energía positiva, ahora trague la saliva y sienta como recorre el esófago hasta el estómago llenando de
amor, armonía, alegría y salud todo a su paso; concéntrese en el estómago por unos minutos de igual
forma que con los ojos…, pase al intestino delgado y luego al grueso.

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4. Otra vez regrese a los ojos, nuevamente y proceda de igual forma que al principio; ahora pase a la base
del cráneo, de allí a las siete vértebras cervicales una por una, a las doce vértebras dorsales, las cinco
vértebras lumbares, el sacro y por último el coxis.

5. Regrese a los ojos y de allí sienta como todo su cuerpo esta lleno de luz que refulge de amor, armonía,
alegría y salud…, ahora haga que esa luz que emana de su cuerpo comience a crecer hacia afuera
abarcando, primeramente, la habitación en la que se encuentra, luego toda la casa y así poco a poco
expandiéndose hacia todo el universo. Siéntase parte del universo, sienta toda esa expansión de armonía
y paz, manténgase así por unos minutos…, ahora tome una respiración profunda y al exhalar lentamente
por la boca, abra poco a poco los ojos, quédese un momento sentado y luego levántese y continúe sus
actividades normales.

Este ejercicio le permitirá mantener buena salud o mejorarla, es muy importante tener fe en lo que se está
haciendo para obtener los resultados deseados, cuanto más se practique será mejor; pero no debe hacerse
más de una vez por día.

Hubo una conversación que tuve con una persona en la que tratamos el tema de la mentira y el engaño.
¿Porqué se miente?, ¿Porqué se engaña? Estos son dos aspectos de una misma cosa pero, a mi parecer, de
diferente óptica, me refiero en el sentido de que la mentira se produce, en su gran mayoría de veces (si no es
que en todas), como una reacción de temor, de miedo, para tratar de cubrir algo que pueda perjudicarnos o
llegar a consecuencias terribles, sin pensar que el mantener la mentira se convierte en un gran riesgo para
que su posterior develación sea más perjudicial que si fuera al principio o que propicie nuevas y tal vez más
terribles; el engaño lleva consigo el propósito de cambiar o de tergiversar acciones, ideas o actitudes para
lograr un fin en beneficio propio tomando ventaja sobre otros, siendo esto, a mi parecer, más terrible que la
mentira debido a que lleva una intención más elaborada, más maliciosa. Hay que cuidarse mucho para no
mentir o engañar evitando encaminarse a situaciones o actitudes que nos sugieran o tienten a emplearlos,
para eso, está el desarrollo de nuestra conciencia que nos permitirá estar alerta alejándonos de esas
situaciones. Debemos a toda costa evitar mentir o engañar, porque cuando se empieza, nos podría conducir a
continuar y no poder parar hasta llegar al punto de creer nosotros mismos en nuestras propias mentiras y
engaños. Todos somos susceptibles en caer en este error, por eso, debemos aprender a ser comprensivos con
quienes lo cometan y estar dispuestos a perdonarlos y ayudarlos; y si somos nosotros los culpables, debemos
tener el coraje de aceptar nuestro error y tomar el firme y sincero propósito de enmendarnos olvidando el
pasado y empezar una nueva vida, teniendo en cuenta las siguientes palabras de Jesús:

“La criatura humana, hecha ciertamente, como fue dicho, a semejanza de Dios, lo es
justamente por su Esencia Divina, por su alma inmortal, no por la pasajera y torpe forma
material, que tan solo como prueba le es dada y como instrumento de su adelantamiento
en las vías del Señor, que son las que, por la luz, hacia la eterna luz llevan a los Hijos de
Dios, por Él creados para comprenderle y para amarle, en medio de la felicidad completa,
que habéis con seguridad alcanzar, poniendo tan solo en práctica y de verdadero corazón
lo que ya os dije: “Ama a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”; mas
os aseguro también que cuando habréis llegado a comprender y a sentir en toda su pureza
y en toda su grandeza esa máxima, tanto ella sea esencia de vuestra propia esencia, como
Jesús seréis vosotros también y a la altura del Hijo de Dios asimismo seréis. Esto será
cuando Espíritus viejos ya sobre la tierra, todo el adelanto en ella posible vuestro será, y
tampoco volveréis ya a ella con las cadenas de la carne, sino que, como Espíritus libres,
dominaréis por encima de ella, en medio del etéreo ambiente de luz y dicha que desde
muy lejos le rodea.
Podéis por tanto enormemente acortar el camino y el tiempo para vuestro triunfo
definitivo sobre la materia, marchando derechamente hacia el exacto cumplimiento de

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esa máxima que todo lo encierra y que es la religión única que, traía del Cielo, he querido
y firmemente quiero implantar en vuestra morada, para la salvación vuestra, que en ella
únicamente la habéis de encontrar”
(Tomado de : “Vida de Jesús escrita por él mismo” pg.292)

“Todos los hombres son iguales”, a menudo se ha escuchado esta frase proveniente de las mujeres,
refiriéndose al hecho de que los hombres son más débiles en cuanto a sexo se refiere (inclusive hay madres
que inculcan esta idea en las mentes de sus propios hijos), pero de lo que no se dan cuenta, es del gran daño
que están ocasionando con esta afirmación, están manteniendo y reforzando en el ambiente esa fuerza
tremenda que influye en la personalidad de los hombres para que sean cada vez más propensos a caer en esta
afirmación, el repetir algo en forma constante y mas aún con convicción, genera una fuerza que se mantiene,
en forma creciente, afectando a los que va dirigido el pensamiento; de igual forma actúan los pensamientos
positivos, generando fuerzas que ayuden a mejorar o evitar algo negativo, por eso, debemos tomar
conciencia de este hecho y contribuir a mejorar nuestro mundo emitiendo pensamientos positivos de ayuda,
mejora, elevación y perfección hacia nuestra humanidad y mundo. Todos los hombres y mujeres somos
iguales en el sentido de que estamos en este mundo bajo la influencia de las emociones, pasiones, avideces,
somos susceptibles a equivocarnos, a despertar nuestras bajas pasiones, a dejarnos llevar por influencias
negativas, a caer, pero, también somos iguales en cuanto a que somos Espíritus puros emanados del Padre
con la capacidad de amar, comprender, perdonar, de rectificar nuestras vidas, de empezar de nuevo… de
volver a nacer en nosotros mismos, dejando atrás todo aquello que produjo dudas, dolor, amargura, error… y
recuperar la inocencia prima de nuestra niñez, he ahí el significado de nacer de nuevo, no caer en la
ignorancia, sino de alcanzar el conocimiento sin malicia, de mantener el pensamiento sin malicia, de
manifestar la palabra sin malicia, de realizar la acción sin malicia… manifestar pureza en el pensar, el sentir
y el obrar… he ahí lo que realmente significa el “Ser como niños”.

Veo oportuno citar dos párrafos del libro “Vida de Jesús dictada por él mismo” en los que se trata de la
orientación hacia las cosa buena y positiva, uno y otro sobre la inocencia y la búsqueda del conocimiento:

“La altura moral ciertamente es la que da mayor progreso al Espíritu, por cuanto ella
colócanos en el medio mismo de las mayores verdades, las que pónensele en evidencia
con tal claridad, que no tan sólo las comprende, sino que participa de ellas, como si
interviniera en su gobierno por mandato de Dios. ¡Ah! Sed, pues, grandes de alma, sed
verdaderamente buenos y no temáis, porque el universo entero os pertenecerá, como
verdaderos Hijos del verdadero Padre. No os confundáis con tantas doctrinas, cuando son
los hechos los que valen, y éstos gobernados son por el Padre y no por las doctrinas
salidas de vuestras cabezas. Y os lo dije y nuevamente os lo repito: amad, amad siempre,
perdonad, perdonad siempre, y haced el bien, hacedlo siempre, aun a los que os hacen
mal. Veréis así elevados vuestros Espíritus, una vez llegada su hora, elevarse sobre nubes
de luz hacia Dios, en medio de la dicha perfecta de que sólo a los ángeles de Dios les es
dado disfrutar.”
(Tomado de : “Vida de Jesús escrita por él mismo” pg.331)

“Si ciertamente la inocencia de los que llegaren a participar del Reino de mi Padre habría
de ser como la de los tiernos niños, porque de los tales es el Reino de Dios no ha querido
decirse del atraso intelectual del niño, sino únicamente de su falta de malicia para con el
pecado de lo que el Mesías había hablado, y no es ciertamente la malicia del pecado la
que pueda añadir grandeza o algún adelantamiento de la inteligencia en los Espíritus.
Mala interpretación hacen por tanto los que creen que el conocimiento de las cosas y de
los trabajos de la inteligencia no son necesarios para la salvación vuestra. “Preciso es que
comprendáis que la verdad ha de buscarse en la esencia de la enseñanza y no en su

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forma, puesto que ésta ha de ser la que le preste el medio en que se habla y el ambiente en
que la enseñanza se produce”. Así también, si llevaron siempre las enseñanzas de Jesús,
más que otra cosa, la mansedumbre, la humildad, el perdón, la resignación, la limpieza
de la conciencia, alcanzando hasta la inocencia de los niños, fue porque estas cosas eran
más que todas necesarias en esos tiempos y en medio de esos pueblos de tanta dureza de
corazón, de tantas maldades y de tantas falsías. Ahora todavía esas enseñanzas son más
que todo necesarias, por cuanto el egoísmo, la ambición y las mismas necesidades hacen
violencia continuada en el Espíritu para su adelantamiento en la inteligencia, y así
naturalmente el adelanto de ésta primero es en el Espíritu, que le da moral. Tal se ve en la
manera de las cosas y tal crece el hombre en su egoísmo; empero, en verdad os digo, que
aquel que a mayor altura llega, mayor felicidad habrá alcanzado, al encontrarse
nuevamente en el mundo de los Espíritus, será mayor también la extensión de sus
percepciones y más clara su visión. Quiere, pues, esto decir, que en ello también hase de
encontrar el adelantamiento intelectual.”
(Tomado de : “Vida de Jesús escrita por él mismo” pg.332)

Creo que ya he llegado al final de mi libro, tan sólo quiero agregar algunas palabras más. Debemos tener en
cuenta que este mundo que habitamos es maravilloso, el problema está en que nosotros los humanos lo
hemos vuelto muy complicado y lo estamos destruyendo, lamentablemente nos dejamos llevar por las
pasiones, la angurria, el deseo de poder, la vanidad, el placer de los sentidos, el egoísmo y tantas otras
manifestaciones negativas que alimentamos. Hay quienes dicen que es imposible cambiar a la gente, que son
así, que ya es tarde para lograrlo; pero yo les digo que ese pensamiento pesimista no debe prevalecer porque
mientras tengamos un poco de tiempo, aún se puede hacer algo. Pensemos en las siguientes palabras de
Jesús:

“¿No véis en todo ello la mano del Padre, que, por senderos los menos sospechados, hace
llegar su palabra de vida hasta el corazón de sus hijos? En balde los Espíritus de las
tinieblas pretendieron levantar dique infranqueable para la marcha de la predicación de
Jesús e inútil será el que las veleidades humanas préstenle apoyo a la obra satánica, pues
por encima de todo ciérnese el Padre con el propósito de la salvación de todos sus hijos,
por cuanto Dios no quiere la muerte del pecador, sino que él viva y se regenere, por
cuanto al fin todos serán salvos. No es el Dios de muerte, sino de vivos.
Regocijaos así en éstas, que son señales de los tiempos, pues dedúcese claramente de ello,
la mayor comprensión alcanzada por los hombres, su mayor penetración para con las
cosas del plano espiritual y su mayor capacidad para las percepciones en al más allá.
Mas he de venir en deciros aún, por cuanto, hasta el ruido que levántase alrededor de
fenómenos de los Espíritus, ha de venir en menos y han de llegar al mayor silencio,
mientras éstas, mis palabras, sin ruido, habrán ya muy sencillamente conseguido su lugar
de preferencia en inmenso número de hogares… No rechacéis, pues, ahora vosotros, mis
palabras, porque lo que ahora os digo, ya antes también os lo dije… Venid más bien a mí
por la humildad y por el amor, llamadme con el alma, que pronto a vuestro lado estaré.”
(Tomado de : “Vida de Jesús escrita por él mismo” pg.338)
Unas de las grandes barreras que impiden que se puedan abrir las puertas de la conciliación para el cambio
está en el orgullo, en el rencor. Cometemos errores como humanos que somos porque nuestra naturaleza nos
lleva hacia ciertas manifestaciones; pero el problema está en que esas manifestaciones se han tomado como
algo que así debe ser, que es normal, reforzándolo con argumentos justificatorios permitiendo que
prevalezca la influencia del goce de los sentidos en lugar de la manifestación del espíritu, ahogándolo en el
torbellino de las pasiones; no se dan cuenta lo equivocados que están, dejándose llevar por el camino más
fácil, “así será, total todos lo hacen”. Debemos de tener el coraje de cambiar, de emanciparnos a todos esos
argumentos que no hacen mas que cegarnos a la realidad, porque la realidad es otra y esta dentro de cada uno
de nosotros, luchemos por liberarnos y vayamos al encuentro de nuestra verdadera naturaleza pura.

106
Aprendamos a ir controlando nuestros bajos instintos que son emanaciones de nuestro vehículo terrenal y
busquemos el equilibrio para ser libres, ¡se puede hacer! Si caemos, levantémonos, aprendamos a pedir
perdón de corazón y recuperémonos, todo error es una experiencia que nos enseña; lo grande está en no
volverlo a cometer, aprendamos a perdonar también los errores de otros y ayudémosles a salir adelante. Si
somos más fuertes en algo, no por eso despreciemos o condenemos al que es débil, por el contrario
enseñemos a superar esa debilidad y así estaremos contribuyendo a mejorar nuestro mundo, seamos parte del
plan divino porque todos estamos en la capacidad de serlo y sobre todo, todos somos dignos de serlo porque
en esencia todos somos iguales, seamos humildes porque toda virtud y fortaleza viene de DIOS y en esto
debemos de fortalecer nuestra fe que precisamente en ella está nuestra fortaleza.

“Manteneos en la fe y en el amor. La fe pide vuestra adoración hacia un Dios fuerte y


poderoso; el amor os dicta los deberes de fraternidad. La fe ilumina el Espíritu; el amor
hace honores del alma. Vosotros no alcanzaréis la sabiduría más que por el estudio de
Dios; vosotros no seréis fuertes sino por la concepción de la fraternidad”
(Tomado de : “Vida de Jesús escrita por él mismo” pg.182)

Les pido que tengan muy en cuenta las siguientes palabras abriendo más que su mente su corazón:

“Hombres de todas las religiones humanas, de todos los pueblos, de todas las clases,
vosotros sois todos hijos de una sola patria y la leche de un mismo seno debe
amamantarnos a todos.
Hombres de todas las religiones, de todos los pueblos, de todas las clases, vosotros sois
todos hermanos, y los más ricos en bienes temporales, los más sanos de cuerpo y de
Espíritu, los más iluminados deben albergar a los pobres, curar a los enfermos, sostener a
los débiles, instruir a los ignorantes.
Iniciaos los unos a los otros en los conocimientos de la igualdad primitiva y de la
igualdad futura, que proporciona al Espíritu el sentimiento de humildad y la conciencia
respecto de sus propias fuerzas para sufrir los efectos de una desigualdad pasajera y para
no enorgullecerse de un encumbramiento también pasajero.
Adorar a Dios en Espíritu y en verdad. Pedid y se os dará; llamad y se os abrirá. Luchad
en contra de las emanaciones groseras. Libertad vuestra alma de las pasiones humanas y
aguardad el porvenir; él está lleno de promesas”
(Tomado de : “Vida de Jesús escrita por él mismo” pg.150)

Para despedirme, por último diré que la clave de todo está en el AMOR.

Hermanos, les doy mi amor…, DIOS LOS BENDICE A TODOS.

Amando Jesús

“¡Paz a los hombres de buena voluntad! He aquí lo que entiendo con estas
palabras: El hombre se ve continuamente agitado por deseos y arrepentimientos. Su
alma jamás se ve satisfecha, su Espíritu es ávido de bienes efímeros, su vida pasa
entre la ignorancia y la ambición. Mas si el hombre se inicia mediante la voluntad
en la emanación divina, su alma se hace libre y feliz, su Espíritu recorre senderos
hasta entonces desconocidos, su vida aspira tan sólo a una posesión, la de la ciencia.

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Sí ¡Paz a los hombres de buena voluntad! Ellos son obreros de Dios, los
preparadores de su Reino sobre la Tierra”
(De “Vida de Jesús” dictada por él mismo.)

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INDICE

Interpretación de la portada 3

Dedicatoria 5

Agradecimiento 7

Prólogo 9

Mi Infancia 11

En La Adolescencia y La Juventud 23

Alcanzando La Madurez 65

Trabajando en el Florecimiento 123

Produciendo Frutos 209

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