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APUNTES INTERDISCIPLINARES SOBRE LOS TRATADOS MUSICALES MORISCOS Y CONEXIONES CON LOS MARROQUIES Manuela Cortés Garcia Departamento Historia del Arte, Secci6n Musicologia Universidad de Granada i Notas introductorias a la exposicién Han transcurrido cinco siglos desde la expulsion definitiva de los moriscos de la Peninsula Ibérica (1609-1614) y en estas fechas en las que analizamos el legado morisco desde las distintas perspectivas, sirva mi pequefa aportacién de reconocimiento y gratitud a la comunidad morisca por cuanto Nos aportaron con su vida, tradiciones y conocimientos. Antes de dar paso a mi exposicién, sefialaré el caracter interactivo que presentan al-Andalus y Marruecos respecto a la musica culta de la tradicién andalusi-magrebi a través del proceso transmisor con los moriscos, vinculacion que se pone de manifiesto en dos cédices moriscos anonimos (s. XVI) integrantes de los fondes manuscritos arabes en Espafia y centrados en el latid, los sistemas de digitacién y notacién utilizados por |a Escuela de Laudistas. A ellos se suma un tercer cédice del recopilador tetuant de origen andalusf y “posible morisco” al-Ha’ik' (s. XVIII) en su Kunnas 0 Cancionero’ Estos tratados que son el resultado de la transmisién oral y escrita, acufian lo« aspectos tedrico-practicos y e! repertorio conservado en la Escuela Marroqui, ademés de presentar el caracter humanistico y cientifico de la musica, entr: otros factores. E! cotejo de estos cédices con los tratados marroquies de fos tedricos y recopiladores al-’Alami, al-Bu'sami, al-Taddili y al-Yami'i (ss. XVIII-XIX) evidencian {as diferentes vias de conexién que presentan respecto a |. historiografia musical, el sistema ritmico-modal y el repertorio poetic: interpretado en las variantes profana y sufi, frente a la pérdida de lo cancioneros andalusies. Al mismo tiempo, sientan tos precedent: T.Vid. “abHa'ik” Brockelmarrin, suppl. Il, 709: F. Valderrama, Encyclopédie de islam (ed. frances)! 72-73; M. Cortés, Diccionario de Autores y O! lusies. Gr ndacid 22°78: M, Cont wtores y Obras Andalusies. Granada: Fundacion El Legado Anca 2... Cortés. Elcin, traduccion yestulo del “Kunnas akak”. Machi iss ral en microficha), 995 pags. , The Maords VAN 1996 Gessin 304 del caracter evolutivo e interdisciplinar que caracteriza a los tatados marroquies y el interés que representan para la investigacién actual én 9 marco de un legado y patrimonio comdn a ambas orillas. No obstante, mientras que e! Magreb se configuraria en el eslabon que daba continuidad a la musica andalusi y morisca, la desaparicion del lati del panorama musical hispano frente al protagonismo que adquirié !a viliucla, contribuy6, entre otros factores, a la mas absoluta desvinculacién con lo morisco. Todo parece indicar que bajo los ropajes cristianos de los trata listas, hispanos de vihuela (s. XVI} se ocultaba gran parte del conocimiento atesorado por la comunidad morisca. La impronta morisca aparece reflejada, sin embargo, en la musica de la tradicién popular espafiola a través de los romances recogidos en el Romancero Espafol y Morisco e hispano-juclie, cuyos autores reflejaron distintos aspectos de la convivencia entre far, tre comunidades en el territorio peninsular, huellas que también encontiano- esparcidas en los viejos romances y zéjeles llevados por los propios motirs« on la diéspora al Magreb y conservados en la memoria de los musicos cri proceso de la transmisi6n oral. |. Notas puntuales sobre los tratados musicales moriscos (ss. XV-XVI) Flestudio yandlisis de dos manuscritos musicales andnimos moriscos cents, ler. én el latid e integrados al patrimonio espafiol nos lleva a posicionarnos obit \a vinculacién y continuidad que presentaba la Escuela de Laudistas moive» respecto a la andalusi, asf como la proyeccion de su legado a la Fscunds Marroqui. Por otra parte, la conservacién de estos manuscritos teluane hos lleva a considerar, una vez més, la importancia de Marruecos cine rea geografica que ejercié el papel de puente entre las dos orillas, al scr lugar de asentamiento de una parte de la poblacién morisca. Asimismo, ji configurarse en eslabon fundamental en el proceso transmisor de una nite que, con los moriscos, desaparecié de tierras peninsulares, aunque stiby.e en clertos aspectos de la musica culta medieval y de caracter tradicional EH primero de los cédices forma parte de un manuscrito miscelaneo y say nities procedente de Tetuan adquirido para la Biblioteca Nacional de Machiel | Orden Real e! 30 de enero de 1859 y catalogado por Lafuente y Ale-itans on Catdlogo de Cédices Arabigos adquiridos en Tetudn?. Afios «le4nn- Guillén Robles lo incluirfa en Catalogo de los Manuscritos Arabes exi.touiti \ Madrid, 1882 “ L4 bibliateca Nacional de Madrid (1889) bajo el titulo de “Poesias sobre Miratea” No obstante, seria el investigador y musicdlogo judio Amnon Shiloah quien cylosaria el contenido musical de las cinco obritas que lo conforman para incluirlas en The Theory of music in Arabic writings (c. 900-1900), obra de catalogacién sobre manuscritos musicales drabes en bibliotecas europeas' y situando al tratadito morisco bajo el epigrafe de Risalat al-’ud (Epistola sobre el laud), catalogado con e| n° 5307-2 de los fondos de manuscritos arabes en biblioteca®. El segundo de los trataditos moriscos fue catalogado por el Archivero de la Academia Real de la Historia, Padre Jaime Villanueva en Viaje literario a las Iglesias de Esparia (1803-1852) e incluido en el volumen XIV dedicado a manuscritos en los monasterios de Gerona Rosas y Bafiol®. Bajo el epigrate Ars pulsationi lambutio (E| Arte de tafier el laid), este tratadito sobre el atid que formaba parte de una coleccién de cédices musicales de varios autores (judios, cristianos y moriscos) habia sido encontrado por Villanueva entre los. fondos del Monasterio de los Padres Capuchinos en Gerona. Se trata de un manuscrito recientemente desaparecido, segdn la catalogacién hecha en el afio 1998 por los investigadores catalanes Puig | Ferret y M. Assumpta Giner Molina en Index Codicolégic del Viaje Literario de Jaume Villanueva’. Estos cédices moriscos focalizados en el laid que parecen complementarse en sus contenidos presentan, en principio, un punto en comin al estar centrados en el sistema de digitacién basado en la relacién cuerdas-notas- elementos-humores-modos musicales. E! estudio de los mismos denota la clara influencia que presentan respecto a la Escuela de Laudistas orientales en lo que se refiere a la teoria musical basada en el corddfono como instrumento “mater” y aplicada a la ensefianza de los aspectos tedrico-practicos de la misica y su adecuada interpretacion a cargo del laudista El primero de los trataditos Risalat al-‘ud, procedente de Tetuan y adquirido por la Biblioteca Nacional, forma parte de! cédice misceléneo y andnimo n° 5307 integrado por un total de cinco obras centradas en la musica andalusi, morisca y magrebi. Pasamos, a conitinuacién, a desglosar los titulos 41, Publicado en Munich, 1979 “Vid. Shiloah, The Theory of music in Arabic writings (catalogado n® 325) 1s. Volumen publicado en 1850. Vublic.ici6n realizada por el Institut d’Etudis Catalans, Barcelona, 1998, onlenidos de este manuscrito. En principio, nos encentramos con unos juyos sueltos catalogados con el n° 5307-1, que contienen diferentes umposiciones (sana‘at) de tipo panegirico dedicadas al sultan marroqui al- Jtratini. Le precede, la Risafat al-“ud (Epistola sobre el laud) de autor andnimo (5307-2), manuscrito de escritura magrebi que consta de cuatro folios, onceptuado por el musicélogo y arabista Henry Georges Farmer como niorisco”®, Como apuntes preliminares, sefialaremos que el estudio del nutenido de los pliegos muestra las técnicas de digitacién del latid utilizades jut la Escuela de Laudistas andalusies y moriscos, asi como la relacion de tos inodos melédicos utilizados. | 1s dos folios siguientes (n° 5307-3), lo conforma la conocida como uryuza Oo jwema didactico sobre los modos utilizados en la tradicion clasica andalust y ulada Fi [-taba‘’ wa-I-tubu’ wa-usulu-hum (Sobre los humores, los modos y sus origenes), uryuza atribuida en este cédice al poligrafo granadino Ibn Jatib (1313-1374/5)°. Catalogado con el n° 5307-4, nos encontramos on unos pliegos sueltos que abordan los ritmos utilizados en al-Andalus vel Magreb, pliegos a los que dediqué en su dia un estudio, asi como la lraduccién del contenido". Cerrando e} cdice miscelaneo, con el n° 5307-5 aparece una obra musical anonima, Rawdat al-gina’ wa-usul al-gina’ (Jardin diel canto y origenes), manuscrito sobre el que se conserva una copia enla Biblioteca Nacional de Rabat’. Este tratado sin editar, contiene uno de los repertorios mas amplios conocidos sobre Ja musica andalusi-ragrebi. Como podemos comprobar en esta exposicién sucinta, el cédice miscelaneo tetuani auna las temas de base que caracterizan a la musica andalusi-magreb/, es decir, las ritmos, los modos y las técnicas de pulsacién y notacion del laud. Ademés, retine el repertorio atesorado en las nawbas en un cancionero (n° 5307-5) que, posiblemente, responde a la transmisi6n de este patrimonio a cargo de viejos moriscos, © bien conservado en la memoria oral de un recopilador marroqui y posible tedrico anénime, ya que incluye los textos poéticos de las composiciones (sana‘at) integradas por moaxajas, zéjeles y casidas, asi como los ritmos y los modos en los que deberian interpretarse en el marco de las nawbas de la tradici6n clasica. vid Farmer, Studies in oriental music. Frankfurt am Main, 1986, ll, $57. 9, Shiloah. The Theory, 316-317 (n° 227 cat.) To Ml Cones. “Revision de los manuscritos poético- musicales érabes, andalusies y magrebies de [a Biblioteca Nacional de Madrid” en IV Congreso de Civilizacién Andalusi. €| Cairo: Universidad de El Cairo, 1998, 95- 108; shiloh. The Theory (n® 316 cat!) 11. Shiloah. The Theory (n° 314 cat. Cmondonos al titulo de este apartado, nos centraremos en abordar ol ‘onlonide especifico de la Risalat al-‘ud a fin de destacar su importancia al Ualaise de un tratadito Unico en su €poca que serviria, ademas, de pute telerencial en Jas posteriores introducciones (muqaddima) integradas en low codices de la Escuela Marroqui, en lo concerniente a los aspectos puramenty Inusicales. Antes de pasar al andlisis del contenido, nos gustaria dejar constancia ck que seria e! musicdtogo y diplomatico malaguefio Rafael Mitjana quien en su articulo “L'orientalisme musical et fa musique arabe”, publicado en Le Monde Oriental (1906)", alertaria sobre el descubrimiento de este Primer codice morisco. Sin embargo, seria el arabista y musicélogo inglés Henry Georges Farmer quien, en el aio 1931, tras situar al tratadito morisco bajo ef titulo: “Marifat al-naghamat al-thaman (Sobre el conocimiento de las ocho Notas), asumitia la edicién arabe y precedida de la traduccion inglesa 2! publicar el articulo “An old Moorish lute tutor”. El estudio del contenido de este optisculo integrado por 4 folios (14v-168), asi coma el anélisis do la escritura magrebi, las tintas utilizadas (roja y negra) y el papel, llevaron a Farmer a afirmar que se trataba de una copia marroqui realizada en ta segunda mitad del siglo XV aunque, probablemente, escrita antes del ano 1504", Este tratadito que empieza haciendo constar la necesidad de conocer la importancia de las ocho notas (nagamat), junto al canto (at-gina’) y las melodias (a-athan) como elementos centrados en las cuatro cuerdas dobles del laud, deja constancia, adema de la importancia de conocer el sistema de las proporciones intervilicas (at-ab‘ad). El autor anénimo de la Risalat al'ud indica de forma Pormenorizada los sistemas de pulsacién del laud wigentes durante su epoca, ademas de proporcionarnos la relacion de los modos musicales (al-tubu’) principales (al-usul) y secundarios (al-furu’), utilizados en la interpretacién de la musica andalusi culta en el marco de las conocidas como nawbas/nubas". 12 Upsala, 1906, pp. 184-221 (215-216). Hone gener Historical Facts for the Arabian Musical Influence. Londres, 1930, 307-311 resumen); [iiion arabe y taduccién inglesa en: “An old Moorish Lute Tutor’, Stueles,l, S66-S6s (trad) y 598-603, (eu. tab, Vid. Hi. G. Farmer. Studies, I, 580. yl “Nobo” en L.Faraqi. An Annotated Glossary of Arabic Musical Terms, Connecticut, 1981, 234- 308 nutino, los cuatro folias que integran el cédice presentan una sencila enografa sobre el laid de cuatro cuerdas dobies (folio 14v) que recur ja | olias representaciones integradas en cédices de tratadistas orientales y nioquies. Sobre las cuatro cuerdas dobles del instrumento el autor morisco loca fas letras del alifato (alif, ba, yim, dal) y su correspondencia con las vho Notas musicales, asi como la posicién de los dedos sobre las cuerdas y le distancia intervalica de las notas. «amos la relacion cuerdas-modos: bamm-Dayl; mathlat-Maya; mathna- Kamal; zir-Huseyn. lie esta forma, el autor desarrollaria en el texto que acompahia las realas que «lubia seguir el laudista respecto a la posicién correcta de los dedos ala hora ilo pulsar las cuerdas, si deseaba lograr su adecuada interpretacién. |e precede la relacién existente entre los cuatro modos principales de bases (usul a-tubu’), con tos cuatro elementos (fuego, agua, aire y tierra) y los correspondientes humores, segun recogemos en el cuadro adjunto: Dayl-tierra-atrabilis; al-Maya-aire-sangre. 6 al-Mazmum-fuego-bilis; al-Zaydan-aqua-flema"®. Observamos que los modos principales recogidos por el andnimo morisco en la Risalat al-‘ud ; al-Maya, al-DayJ, al-Zaydan y al-Mazmum, a los pe se suma un quinto Garibat al-Huseyn, sin derivaciones, van precedidos e sus correspondientes derivados, hasta conformar un total de veinticuatro ~ a que, curiasamente, coinciden con las utilizados en las interpretaciones de la: 11 nawbas conservadas en la Escuela Marroqui En nuestra opinién, tres son los factores determinantes que caracterizan a la Risalat al-’ud (Epistola sobre el laid). En primer lugar, consideramos que el autor morisco, continuando posiblemente con la labor de sus antecesorts andalusfes y maestros representantes de la Escuela de Laudistas dela ‘el ode ibn Baya (5. XI-XI), Ibn Hammara (s. XI) y al-Raquti(s.Xill), dejaba consta ca de la relacién de las cuatro cuerdas dobies del latid que dieron onsen 2 IS ocho notas (nagamat) de la escala musical, con los cuatro modos melo Hos principales que servian de base en la musica clasica. Adem con aan de explicar Jos sistemas de pulsacién vigentes sobre el cordé jono, “ : la colocacién de los dedos sobre cada una de las cuerdas e indicando su 16, Vig, Farmer, Studies, i, S58-561 ‘orespondencia con la nota de b: modo ase, COMO nota pedal relacionada con w} we Sistema de notacién musical de cufio oriental, como podemos observ, (ree Son les obras del sistemeatistaytevico de la Fscuela de Baga - art al-Din al-Urmawi (1230-1294), siste ‘h F ma basad ly relaci6n letras del alifato-cuerdas que serviria a nuestro autor angnimo p a Cc mmoles nt factor a destacar, el autor Morisco puntualiza sobre los cuatro incipales vigentes en su época. Asi é sobre Ia base de | y su vinculacién con los cuatri ; erdas dobles is ‘© elementos y Jas bel aude, y las cuatro cuerdas dobles ~ alll, ba, yim, dal, ha, wau, zayn, ha, d 4 : | ha, , zayn, ha, desarrolla los 19 modos Sernades, 4 105 que se sumaria un quinto modo: Garibat al-Muharram, in deri ‘aciones. De esta forma, completaria un total de 24 modos que, en spondencia con las 24 horas del dia, determinarian el momenta recone orl y escrita (5. XVII), segdn recogen los tratados de sus eoricos’’. Por otra parte, la relacié peop e s la relacion modos melédicos- del dia y su divisién en Cuartos derivaria en una de las caracteristicas ino, que debe existir entre la naturaleza de las melodias modales (a/- ¥ los textos poéticos de las composiciones (sana‘at), textos y melodias que deberian adecuarse al mi loment creadas ‘0 de la interpretacién para el que fueron taenpotancla de este cOdice morisco reside en que se trata del Gnico Jo arabe sobre el latd conservado en el siglo XVI que aborda fos aspectos tedrico-practicos del lau : lel laud. Entre la més importantes, s conservadas destacaremos las —_______ 17 Vid. MC as ic Ons, Pasado y presente de la mdsica andalusi, Sell: Fundacién El Monte 1996, 80-82, 310 (i primer lugar, la obra del antdlogo y poeta cordobés Ibn Abd al-Rabbih «0 940) Kitab al-‘Iqd al-farid (E| libro del collar unico) incluye en su lado Kitab al-yaqut al-thani (El Libro del segundo rubf) un apartado slecicado al ladd, ademas de dejar constancia de la existencia de cuatro tipos ‘le cordéfonos”®. «umo segundo tratadista, se ha conservado la epistola del fildsofo, tedrico, \ulisico y compositor Ibn Bayya (Zaragoza, 1070-Fez, 1128), Risalat al-alhan ‘| pistola sobre las melodias), centrada en el laid de cuatro cuerdas y su iclacién con los humores y elementos, siguiendo los precedentes establecidos por los tedricos orientales al-Kindi (790-870) e ljwan al-Safa’ (s. X) en sus obras centradas en el instrumento. lbn Bayya marca, ademas, las normativas por las que debia regirse el buen laudista en la interpretacién de las melodias, inido a los efectos terapetiticos que ejerce la musica sobre la audiencia dlependiendo de la cuerda pulsada’. Asimismo, plantea la relacién arménica que debia existir entre: melodia-texto-instrumento®. Una tercera obra se suma a estos tratados, Risalat al-Musiga (Epistola sobre la Musica) de Abu I-Salt b. Umayya (Denia, 1068-Bugia, 1134), quien en su clasificacién de los instrumentos en naturales y artificiales, incluye al laud entre los segundos, ademas de aportar una amplia informacién sobre la constitucién del cordéfono, las cuerdas y el sistema de las proporciones intervalicas entre las notas”! Ef jurista Ibn Darray de Ceuta (s. XIII) cuenta con Kitab al-imta’ wa-l-intifa’, manuscrito integrante de los fondos arabes de la Biblioteca Nacional de Madrid enfocado en la relacién milsica-jurisprudencia y donde dedica un amplio apartado centrado en 32 instrumentos, entre ellos siete cordéfcteas, cuatro laudes de mango corto (4rabes y persas) y tres de mango largo”. La laguna que presentan algunos cédices andalusies respecto a los sistemas de digitacién y notacién musical continua siendo una incognita para la musicologia actual. No obstante, si leemos atentamente la Risalat al-alhan 18. Vid. Ed. Beirut, 1988, vol. V, 4 y sigs; Vid. Edici6n y traduccién parcial en Farmer: “Music: The Princeless Jewel, From the Kitab al'igd al-farid of Ibn Abd al-Rabbihi (d. 940)” en Studies, |, 1-34 19. Vid, M. Guettat: “Ibn Bayya" en Le musica andalusi en ef Magreb. Sevila: Fundacion el Monte, 1999, 29-32 20. Vid, M1. Cons: "Sobre los efectos terapetiticos de la musica en la Risalat a-athan (Eplstola sobre las elodias) de lbn Bayya". Rvta. Sociedad Espanola de Musicologia XIX (1996), 11:23, 21. Vid. H. Averany: “The Hebrew version of Abu !-Salt’s Treatise on Music’, Yuval, Il (1974), 7-84. 22. Ed. lin Sakrun. Rabat, s/d; Vid. Shiloah. The Theory (catl. n° 233), 8. Odeimi: “Kitab alsimta’ wa-k- intifa’: Un manuscrit sur la musique arabe de Ibn al-Darray". Rvta. Arabica, XXXVIll (1991), 40-55, 30 ( pistola sobre las melodias) de Ibn Bayya observaremos que su autor bi \anbién este tratadito en el laid de cuatro Cuerdas, cuyos nombres coincide con las resefiadas por el anénime marisco. luego, se da una conexién y vinculaci6n entre la Escuela de Laudistas andalusies y moriscos. Asi pues, él tratadito morisco Risalat al-‘ud, se suma a la cadena cronolégica de obras andalusies para dejar constancia, en el proceso de la transmision, escrita, de la importancia del instrumento y su vigencia en el contexto de ha musica de corte clasico, ademas de evidenciar la evolucién de la musica en los siglos precedentes. La importancia de este cédice procedente de Tetuan le lleva a erigirse en pieza clave en el Proceso transmisor de la teoria musical centrada en el laud, asi como en el desarrollo de la modalidad, y, también, en punto referencial de tos tratados posteriores en la Escuela Marroqui. Sin embargo, el andlisis del mismo nos lleva a plantearnos diferentes preguntas de dificil respuesta En principio, su lectura plantea una reflexién, Posiblemente nos encontramos ante una copia del original, como ya apuntaba Farmer en su articulo “An old moorish lute tutor”, ya que la escritura utilizada es la magrebi, luego, existia un original realizado probablemente en Marruecos por los moriscos 0, bien, fue llevado por estos a Tetudn y sobre el que se hizo, al menos, una copia que debié servir de modelo para los tratados Posteriores. Como segunda cuestion a plantearse moriscos en el plano musical, focalizadas preterentemente en Granada y Provincia, asi como el vacio de documentos varios, realizados pot R. Fernandez Manzano. De las melodias del Reino Nazari de Granada a las estructuras musicales cristianas. La transformacién de las tradiciones musicales hispano-érabes en fa Peninsula Ibérica”. Granada: Diputacion Provincial, 1985, 61-73; 124-127; 140-168; Vid, M. Cort “Poesia, musica y danza en la Granada musulmana y morisca” en Cuademos de Arte de la Universidad ck Granada (2008), 9-33, 78. Vid. 1. Gelardo Navarro: "Mestizaje étnico en el flamenco: Los motiscos". Pequeia Gran Historia di Flamenco. Cérdoba: Diputacién, 2001, 40. 79. Vid. 5. L Navarro Garcia: "Los moriscos y sus zarnbras” en Historia def Flamenco, |, 173-183 (177) el hecho de que los gitanos hayan sucedido a los moriscos en las fiestas del Corpus de Granada donde bailaban sus zambras 0, més atin, la asimilacién durante el siglo XIX de las danzas de los gitanos def Sacromonte de Granada con el pasado arabe de la ciudad, pueden explicar por qué estos espectaculos de danzas articulados alrededor del rito de la boda gitana, se bautizaron como zambras®. Las fuentes historiograficas sefialan la posible llegada a Espana de fa comunidad gitana entre finales del siglo XV y principios del XVI, asi como su asentamiento en tierras del valle del Guadalquivir*". E] proceso de convivencia con la cultura hispano-musulmana e hispano-judia en tierras de la Baja Andalucia a lo largo del siglo XVI debié llevar a esta comunidad a fusionar sus tradiciones con los restos de estas misicas cultas y populares sintetizadas en la tradicion musical morisca y sefardi. Estas comunidades que convivieron bajo dominio cristiano como colectivos heterodoxos en el contexto de la ortodoxia cristiana estaban consideradas como marginales, aunque sus manifestaciones artisticas cobrarian cierta identidad en los siglos posteriores de ahi a que fueran reconocidas, sequin puntualizan algunos investigadores, bajo el binomio: gitano-morisco. Entre los defensores de la teoria drabe respecto a los origenes del flamenco se encuentra el musicdlogo sevillano José Romero, gran conocedor de ambas tradiciones musicales, quien en su obra Sobre la otra historia del flamenco advierte: “La musica andaluza como tal, con identidad propia, empieza a gestarse a partir de la otra presencia semitica en Andalucia, la arabe”. En este sentido, puntualiza: Una muy especifica parte de la melédica y ritmica instrumental y vocal de nuestras formas musicales flamencas se han desgajado de determinadas partes (secuencias) vacales e instrumentales de las nubas, las moaxajas, zéjeles, zambras, leilas, villancicos moriscos y cantos almuedénicos®. i) Apud. C Cruces. El Flamenco y fa Masica Andalusi Sevilla: 203,106. Vid. B. Leblén. Flamenco cv "Musiques du monde”. Actes Sud, 1995, 72. IN}, Véanse a propésito de algunas teorias sobre los origenes del flamenco, 8. Infante. Origenes de lo flr inco y secreto del cante jondo. Sevilla: Consejeria de Cultura, Junta de Andalucia, 1980, 162 2 Apud. }. Romero, 1996, |, 25. El caracter vinculante entre la comunidad morisca y gitana se pone de manifiesto, también, en la afirrmacién de Léfranc cuando sefiala en E/ cante jondo: “los moriscos sirvieron de puente: en un proceso de aculturacién defensiva respecto al medio que permitid a los gitanos sobrevivir, hasta nuestros dias, en torno a algo que era preciso proteger y mantener”®. La conexién historica y vivencial entre moriscos y gitanos explicaria el hecho de que tras la prohibicion cristiana de las practicas musulmanas y la expulsin definitiva de los moriscos en 1603 y 1614, serian los gitanos quienes asumirian su herencia y el protagonismo de sus canciones y danzas, lo que justificaria, ademas, la continuidad que presentan algunas formas y usos moriscos respecto a las tradiciones gitanas. Como segundo rasgo a destacar, sefalar la influencia de la mUsica morisca y judia en los primeros cantes flamencos (s. XVI), fruto de la convivencia entre estas comunidades en tierras hispanas. Las Ultimas investigaciones realizadas en el campo de la historiografia nos permiten conocer que, tras la expulsidn de moriscos y judios de la Peninsula Ibérica, muchos de ellos volvieron a Espafia para elegir las zonas montafosas, como nuevos lugares de asentamiento. No obstante, las duras circunstancias politico-religiosas a la que se vio sometida la comunidad morisca y la practica desaparicién de sus tradiciones, debieron contribuir a que estas formas musicales se vieran alteradas en su morfologia estético-musical para adaptarse al lenguaje musical del flamenco ya las nuevas formas melédicas y poéticas emergentes, hasta originar nuevos estilos que determinarian, sin duda, el punto de partida para una musica flamenca posterior. De esta forma, la musica flamenca se gestaria a lo largo de la Baja Edad Media hasta desembocar en el siglo XVIII donde el flamenco se configurarla como tal y logrando su Edad de Oro entre 1850 y 1920. Sin embargo, se perderia un eslabén que le unia a un pasado imbricado a la tradicion musical andalusi. En el contexto socio-cultural, el flamenco es un condensador de significados que polariza un nddulo simbdlico y polivalente donde todo: los metalenguajes se mezclan ante lo tradicional, lo espontaneo, lo misteriosc lo tragico, lo esotérico y lo ritual, marco en el que los cantaores actuan conw intermediarios entre el auditorio y la representacién plastica del flamer: 5, Vid. P, Léfranc. El Cante Jondo. Del territorio a los repertorios: tonds, siguiriyas, soleares. Sell Nisa: Universidad de Sevilla-Association des Publications de la Faculté des Lettres de Nice, 2000, 39. al provocar con su cante un viaje al mundo de las emociones mas inter valores, emociones y comportamientos, individuales y sociales nos permiler hablar, por tanto, de un ethos y un pathos representado en el drama musical flamenco cuyos origenes se encuentran en las zambras. En el andlisis de ambas liricas, observamos que algunos viejos romances que cantaban las cuitas de amor vividas por las comunidades cristiana, morisca y sefardi, asi como romances de cautivos y ciegos, aparecen recogidos, de forma fragmentada, en algunos palos del flamenco. Como afirma Antonio Carrillo en La huella del romancero y el refranero en la lirica del Flamenco: Especial repercusién parecen haber tenido en los antiquos cantaores de flamenco los romances moriscos y aquellos otros referidos a renegados y cautivos, tal y como podemos comprobar en la adaptacién de diversos cantes de pasajes fragmentados de esos romances antiguos™. Estébanez Calderén en el siglo XIX escribia en “Un baile en Triana”: “La misica con la que se cantan estos romances es un recuerdo morisco todavia Slo en muy pocos pueblos de la Serrania de Ronda, o de la sierra de Medina y Jerez es donde se conserva esta tradicion érabe"®®, El autor sefiala que la conservacién de ciertos elementos moriscos se debia a que una parte de las gentes de estas zonas de montafas eran descendientes de viejas familias moriscas que conservaron este legado de sus antepasados a través de la memoria oral e incrementada por el aislamiento geografico. Numerosos son los romances moriscos cantados por los grandes maestros y Viejas figuras del flamenco reconvertidos en el proceso evolutivo en nuevos cantes, Entre ellos, “El Romance de Gerineldo” cantado por Maria Fernandez "La Perrata”; “El Romance de Zaide” cantado por “El Chozas”; el “Romance de la Reina Cautiva”, cantado por Agujetas el Viejo, o "El Romance del Rey moro que perdié Alhama”, cantado por el gran Antonio Mairena bajo el titulo dle “Lloran por Granada”, por citar algunos®®. Este romance que aparecio simultaneamente en el afio 1550 en el Cancionero de Romances y en Silva de Romances, afios més tarde lo incluiria Ginés Pérez de Hita en Guerras Civiles de Granada (1595) quien le asignaba un origen andalusi, teoria que lia sido muy rebatida por los criticos del Romancero espanol". Hiei tate en Tiana” en La Andalucia de Estébanez, Madta: Tours, 1964, 95-100, ih, Vee. A. Carrillo, 37-38, A) uct, 37. ; Existe, igualmente, en la poesia del “cante jondo” determinados poemas interpretados como romances o “bulerias” que aparecen imbricados en Giversos aspectos del romancero antiguo y van ligados a figuras claves de la lirica popular espariola como “el moro” o “la morita”. Luego, resulta evidente que debieron llegar al Romancero espafiol muchas de estas cancioncillas primitivas arabes que, al fragmentarse en el proceso transmisor, pasaron a engrosar el repertorio lirico de los cantaores de flamenco para incorporarlos a las letras y cantes de la soled y la buleria por soled. Asi también, la importancia de los romances moriscos en el origen de las conocidas “coplas” del cante flamenco como resultado de la afinidad vivencial, pues como puntualiza la etnomusicdloga Cristina Cruces en su obra El flamenco yla musica andalusi. Argumentos para un encuentro: “los moriscos a través de su musica consiguieron encontrar un modo de presentar su pena y afirmar su espiritu”. Esta afinidad que presentan los repertorios andalusies y moriscos con el flamenco se pone de manifiesto, también, en la similitud tematica y expresiva de ambas culturas enraizadas en un acervo oriental. Los recursos expresivos de estos patrimonios se ponen de manifiesto en unas coplas enmarcadas en los distintos palos del flamenco y giran en torno al amor y el desamar, el fatalismo, las canciones de alba, las elegias, la descripcién de la naturaleza © los temas religiosos. Estos elementos que conforman la cultura andalust y morisca debieron servir de catalizadores en el proceso de difusién al integrarse ala lirica medieval espafola y al flamenco. Asimismo, la impronta de las danzas moriscas prevalece en el acervo tradicional integrado a la musica espafiola en el marco de la Escuela Bolera Espafiola ante la conservacién de antiguas danzas como “La Zarabanda”, “La Chacona”, “La Jaracanda”, “La Tirana", “El Zorongo” y las conocidas como “Danzas moriscas", danzas que, segtin Blas Vega, gozaron de gran popularidad en el siglo XV, de igual forma que ocurrié con los romances o corridos de origen morisco™ Conclusiones puntuales El estudio y andlisis de los contenidos de los manuscritos moriscos y marroquies nos llevan a posicionarnos, por una parte, sobre el proceso transmisor ejercido a través de la escuela musical andalusi (ss. IX-XV) y morisca (ss. XVI), £88, Vid. J. Bias Vega. Los Corrides 0 Romances Andatuces. Madd, 1 i 5, Madrid, 1982, 10, 14-15, 18-19; “Bailes Popu lives" en Historia del Flamenco. Sevila: Editorial Tartessos, 1995, 272. Te 1esMPales Pow ante la impronta que presentan los tratados marroquies respecto al sistema pedagdgico basado en el latid y su aplicacién al campo de la teorla y Ia practica musical. Por otra parte, la fuerza de las cadenas de transmision onal reflejada en los repertorios magrebies de corte clasico. No cabe duda, ademés, que los tratados centrados en la teorla musical y los sistemas de digitacion y notacién musical del laid se dejaron sentir en los tratados de los vihuelistas hispanos de! sig!o XVI, al responder a unas rnismas coordenadas respecto al sistema establecido por los moriscos. No obstante, las posturas enconadas mantenidas durante generaciones por parte de algunos musicdlogos, defensores 0 detractores de la influencia arabe en la musica peninsular del Medioevo, nos lleva a pronunciarnos sobre la necesidad de nuevos planteamientos por parte de la Musicologia actual en el contexto de trabajos cientificos renovadores que permitan, en principio, reflexionar sobre las teorias que enfrentaron a una parte de los musicéiogos medievalistas durante las primeras décadas del siglo XX quienes, dando muestras en sus trabajos de una clara "grabofobia”, ademas de reflejar lagunas respecto al conocimiento real del legado 4rabe y andalusf, se enfrentaban a las teorias de los arabistas estudiosos de la historia musical y su literatura, a los que acusaban de “arabofilia”. Sin duda, nuevos planteamientos ajenos a las ideologias permitiran afrontar la investigacién de este periodo espinoso de la musica ya que !os avances registrados por la Musicologia a partir de finales del siglo XX y promovidos, en gran medida, por el descubrimiento y catalogacién de nuevas fuentes textuales, permiten esclarecer ciertos puntos oscuros hasta ahora y contribuyendo a avanzar en esta parte del patrimonio. Asimismo, bajo los ropajes de una incipiente cultura flamenca se ocultarian, también, las huellas de las tradiciones moriscas de caracter_ popular enmarcadas en las conocidas como “zambras” y “laylas” de las que dan fe las obras cristianas de la época. Como comunidades y tradiciones marginales en las tierras del Bajo Guadalquivir, la comunidad gitana, sobre la que no pesaba el yugo de la expulsién, acrisolaria el legado morisco como muestran algunos “palos” y cantes flamencos y, también, a través de, en tinos modos, meldicos compartides, modulaciones, melismas, ritmos, compas y ciertos estilos, elementos a los que se sumaria la tematica de unas cancioncillas que seflejan el sentimiento marginal de estas comunidades”. ili van i Cones Garcia: I. I Flamenco y la Misica Andalusi como referente andaluz e hispari en "hilt hielo: Realdad y mito en la perspectva intelectual drabe". Lo Andaluz popular, simbolo de fo nacional... iy Unwversidad de Granada-Centro de Decumentacién Musical de Andalucia, 2009, 271-320 (300 1) Estos factores evidencian la realidad que acuflaban los nuevos poderes facticos y religiosos al asumir un Protagonismo que intentaba ahogar todo resquicio musulman en el territorio espafiol, en un periodo histérico que debe servirnos para reflexionar sobre el nesgo que supone las enfrentamientos de Orden ideolégico y religioso En cuanto a los tratados drabes, la fiqueza que atesora este patrimonio y legado comin a ambas orillas en su trayectoria andalusi, morisca y magrebi, nos lleva a hacer una valoracin del mismo, al mismo tiempo que una reflexién y llamada de atencién sobre la necesidad de preservarlo de influencias ajenas @ su concepcidn, teniendo en cuenta que se trata de un patrimonio Unico y de gran riqueza, al atesorar unos campos interdisciplinares que permiten abordar su estudio desde distintas perspectivas, Asi, el estudio de fas fuentes textuales, nos permite abordar su historia y relacién con la literatura, la lengua y su prosodia, el pensamiento filoséfico, la jurisprudencia, el sufismo, la aritmética, la geometria y fa astronomia, lo que nos fleva a incorporarla a los estudios musicolégicas actuales y a interaccionarla con la antropologia y la arqueologia musical. Por otra parte, al tratarse de un patrimonio vivo que ha superado los avatares de una larga trayectoria histérica y se ha conservado, en cierta medida, hasta nuestros dias, nos permite su anélisis desde ta evolucién que plantean los procesos transculturales del siglo XXI En este sentido, cuantos trabajamos y fomentamos un mejor conocimiento y difusion de esta parte del patrimonio y legado compartido por ambas orillas mediterréneas debemos concienciarnos y concienciar a [as jOvenes Generaciones sobre su valoracién e importancia en el campo de las muisicas de la tradicién “clasica”, de igual forma que lo hicieron nuestros teGricos, recopiladores y mtisicos, andalusies, moriscos y magrebies, auténticos ‘transmisores de este legado. En nuestra opinién, contamos con los suficientes argumentos que avalan a nuestra musica para elevarla a la categoria de Universal, de tal forma que a través de la Conservacién y difusién estaremos contribuyendo a su valoracion yreconocimiento. Sdlo de esta forma podremos aspirar, en el futuro, a que forme Parte de las musicas universales ya que sea consideradé patrimonio de la humanidad 336 LA LITERATURA MORISCA EN EL EXILIO (E1. REFUGIADO DE TUNEZ COMO EJEMPLO) Gamal Abdel Rahman Universidad de Al Azhar — Egipto Una de las fuentes principales para comprender el problema morsco en su conjunto la constituyen los cédices escritos por los propios mariscos, i “: manuscritos interesan desde varios punto de vista: al Iingeistico, el “e 2 historia regional, el de la situacidn de una minoria...etc. Pero av “ ‘ un manuscrito morisco interesa por motivos relacionados con la Comuni a Islamica en su conjunto. Conviene adelantar ahora que la historia del Islam andalusf—tanto en su auge como en su decadencia- no ha dejado de piantear temas nuevos para los alfaquies musulmanes' De hecho, los moriscos llegados a Tunez han dado que trabajar a los alfaquies del pats rofiea ricano, pues desconocian la situaci6n juridica de muchas cosas y planteal an semos nuevos para los alfaquies de los paises de acogida. Este breve stu i ata de [a {literatura morisca en exilio, y se centra en ef modelo del Refugiado de Tunez. 1. El autor: La mayoria de los cOdices moriscos fueron escritos en Gcunstancis muy dificiles, bajo las leyes que prohibjan ejercer las practicas religiosas is| micas Por tanto era muy arriesgado escribir el nombre del autor 0 del copien es apuntar estas palabras nos referimos a los codices escritos en Espana. par ir de la fecha de la expulsién, ya llegados los moriscos a los paises de acogida, las circunstancias cambian y el peligro desaparece. Por 850 conocemos ya algunos nombres de autores moriscos: Abdel Karim Ben Ali Pérez, Juan ree, Ibrahim Al Taybili, el hache Muhammad Rubio, Ahmad Ben Qasim Bejara re. Muhammad Rabadan, Ibrahim de Bolfad, Ibn Abd-Al Rafi, Ahmad Alhanafy, Ibrahim Ghanim...etc. Sin embargo no sabemos el nombre del autor cuya obra tratamos de exponer (Desgraciadamente, al cédice S-2 le faltan algunas hojas al principio, en las “Voase Mikel de Epa -pagas, la colaboracion de Abran se Mil “EI Cid y los musulmanes: el sistema de las parias-pagas, ; ben belt de Gear, an frets Se skone Sino teagan ah ” i ituto Fernando e! Catbiico, 1991, Ilona Fatwa soda desde Oron sos 1504, traducida en Vida religiosa de los moriscts, lmbign ia Fatwa enviada desde Oran a los moriscos en 1504, a en Vida relgiee de los moi, ile Po (Madrid, 1919). Puede verse también el Breviario sunni de Ic al 1 Wiggers Alas cell Congrevo de tsucos Moracon: Zaguan, Tones, 1965 pp, 181-108 337 LOS MORISCOS Y SU LEGADO Desde éstay otras laderas Editan Instituto de Estudios Hispano-Lusos 1». Allal El Fassi - Madinat Al Irfane, B.P. 6633 Rabat Tel: 0537 27 85 90 / Fax: 0537 68 20 14 8 Facultad de Letras y Ciencias Humanas Ben Msik, Casablanca Primera edicién, 2010 Coordinan la edicién Fatiha Benlabbab Achouak Chalkha ISBN : 978-9954-30-158-6 Depésito Legal : 2011 MO 0477 Se reservan todos los derechos. Ninguna parte de esta publicaci6n podré ser reproducida sin el permiso de los editores. Este libro se ha publicado gracias a una subvencién del Programa de Apoyo al Hispanismo Universitario Marroqui 2010 I. LAEXPULSION: ANTECEDENTES Y REPERCUSIONES ‘Trevor J. Dadson La expulsion de los moriscosy la oposici6n internaaella ct Rafael Benitez Sanchez Blanco la presunta amenaza marrogui como justificacion de la expulsion de Jos moriscos 36 Maria Filomena Lopes de Barros La primera expulsion de los musulmanes de la peninsula ibérica: ef caso portugués ° 54 Miguel Angel de Bunes Ibarra Los moriscos en el mundo mediterraneo de los siglos XVIy XVII... 68 Abdelmajid Kaddouri Le marocain andalou dans la perception du makbzen 78 José Maria Perceval El memorial de nihex muley (1566) a la vista de los estudios poscoloniales o iqué dificil es banarse en Granada! 85 Fadoua el Heziti Profectas moriscas: évocacién peninsular visionaria 0 mas plantos sobre la peregiosa isla de spafia? 107 Rafael G. Peinado Santaella Los moriscos y las élites dirigentes del reino de Granada a comienzos del siglo SVT Marta Ghazali 1a phobie du complot morisque: te royaume de Valence dans les années 1580 Mustapha Adila Planteamientos espatoles actuales en torno a la expulsién de los ‘moriscos en 1609 1. LOS MORISCOS EN LA DIASPORA Fernando Branco Correia Los mudéjares en Elwas (Portugal) -una sociedad de frontera Enrique Gozalbes Cravioto La presencia morisca en Tetuan: un debate bistoriogréfico (1950-2000) . Luis Alberto Anaya Hernandez Los moriscos canarios: una excepcion a la expulsion Hassan Amili Las circunstancias de la instalacion de los andalusies en la desembocadura de Bouregreg: los escollos del proceso de acogida Manuel Lomas Cortés “En vito de cristianos”. El retorno clandestino de moriscos durante su destierro (1609-1614) Ill, EL LEGADO CULTURAL Y TECNICO MORISCO Qassim Al-Samarrai Los cambios textuales en el libro de Al-Hayari “Nacer Eddine sobre Los infieles” : Manuel Barrios Aguilera Los libros plimbeos de Granada. Ensayo de interpretacion de un fraude morisco 13h 157 201 265 271 Alanucla Cortés Garcia ; \puntes interdisciplinares sobre los tratados musicales moriscos y comexiones con los marroguies Gamal Abdel Rahman - Lu literatura morisca en el exilio (el refugiado de Timez como vjempla) Mohamed Jadour | es morisques et le transfert des techniques militaires au Maroc Xavier Casassas Canals ; slim La literatura aljamiado-morisca en et marco de la literatura islamica cspaitola viglos XI I-XVII (una variedad del castellano vinculada al hiero-sprachbund islamico) Virgilio Martinez Enamorado Apuntes sobre Ia villa de Tolox (Mélaga) 4 partir de su libro de repartimiento (1572): una sociedad “morisca” en trance de desaparicion Pedro Martinez Montavez Moriscos, Al-Andalus y Espana : pensando en el futuro 304 337 357 368 397 423

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