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Año: 2020
Desarrollo.
3. Pierre Bourdieu alega que, así como el espacio físico se define por la
exterioridad recíproca entre las partes, el espacio social se define por la
exclusión mutua (o la distinción) de las posiciones que lo constituyen, es
decir, como estructura de yuxtaposición de posiciones sociales.
En tanto que cuerpos físicos (y otros materiales) estamos situados en un
lugar y ocupamos un sitio. El lugar puede definirse como el punto del
espacio físico en que un agente o cosa están situados, existen. El sitio
ocupado puede definirse como la extensión, la superficie y el volumen que
un individuo o cosa ocupan en el espacio físico, sus
dimensiones/envolventes.
Los agentes sociales que se constituyen como tales en y en relación con un
espacio social (con determinados campos) –y también las cosas en tanto
que los agentes se apropian de ellas, y son pues constituidas como
propiedades-, están situadas en un lugar del espacio social que puede
caracterizarse por su posición relativa con respecto a los otros lugares
(encima de, debajo de, entre, etc.) y por la distancia que lo separa de ellos.
4. Según Bourdieu hablar de barrio bajo es evocar en no “realidades”
(ampliamente desconocidas por quienes hablan de ellas con mayor
naturalidad), sino fantasmas alimentados por experiencias emocionales
suscitadas por palabras o imágenes incontroladas de la prensa
sensacionalista y el rumor político. Para romper estas ideas no basta tan
solo “con ir a ver”, ya que, en estos casos se impone la ilusión empirista y el
enfrentamiento directo con la realidad no deja de presentar algunas
dificultades, sino algunos riesgos, y por lo tanto algún mérito. Da pensar
que lo esencial de lo que se vive y se ve sobre el terreno (evidencias
sorprendentes y experiencias dramáticas) tiene su origen en un lugar
distinto.
Una forma de indiferencia insoportable con respecto a la miseria de los mas
desvalidos
5. Michel Foucault en “Los espacios: entre el poder y la resistencia” hace referencia
al despliegue de una analítica del poder. No se centra en la definición de poder
sino en su ejercicio, como se ejerce en diferentes dominios: la prisión, la medicina,
la psiquiatría, la pedagogía, los dispositivos de seguridad, la salud de las
poblaciones, etc. Hay que entender por poder a aquellas relaciones de fuerza
propias del dominio en que se ejerce (2005).
También existen micropoderes: el poder se produce a cada instante en distintos
puntos. Significa que, al no ser algo que se posee, no puede localizarse en un solo
lugar.
El carácter productivo y positivo de poder: el poder más que reprimir o impedir
tiene como su efecto más positivo la producción de lo real. Lo real no es algo
dado, sino que es efecto de diversas estrategias. Lo que un espacio pueda ser no
está definido de antemano.
Por último, concebir las resistencias en conjunto con el poder. La resistencia no es
un elemento pasivo porque constituye y es constituida por las relaciones de
poder. El poder es aquí la condición de posibilidad de la resistencia y viceversa
(donde hay poder, hay resistencia)
6. Mi reflexión al tema de: la respuesta a las enfermedades a partir de los
mecanismos de poder sobre del disciplinamiento de los cuerpos y la relación con
los espacios; creo que, el Estado, los medios de comunicaciones y las instituciones
jugaron un papel importante ya que los espacios y las relaciones para lo que
estaban pensados, dejaron de funcionar. La relación con los espacios se vio
modificada, una plaza ya no es un lugar para estar, concurrir a los lugares más
comunes representaba un riesgo, y a pesar de los DNU gubernamentales que
pedían “que nos quedemos en casa”, sin embargo, varias comunidades fueron
desalojadas y violentadas por parte de gendarmería, entonces ya no había un
espacio para “quedarse en casa”. En las formas de disciplinamiento de los cuerpos
tuvieron lugar los medios de comunicación haciéndoles saber a todos que nos
teníamos que quedar en casa para prevenirnos del COVID 19, cosa que resultaba
casi contradictoria, ya que se suponía un contagio comunitario, entonces las
posibilidades de adquirir el virus esta tan posible que solo era necesario salir a
hacer una compra a la esquina. Las instituciones del Estado y la Salud también
dejaron ver actitudes contradictorias; se creó un organismo de acompañamiento
para la prevención de la enfermedad, pero resultaron ser ineficientes, ya que en
pocos casos se atendía al seguimiento de la salubridad de una persona. Por otra
parte, el Estado y los sistemas de Salud ratificaban que era conveniente el realizar
estudios médicos para ser recetados y afrontar la enfermedad con fármacos.
Luego se supo que los Hospitales y clínicas privadas estaban cundidos de pacientes
y eso implicaba muchísimas demoras, además la posibilidad de contraer el virus ya
que a esos espacios concurrían personas que se supone contenían el virus.
Entonces las personas ya no se sentían seguras en un hospital bajo recetas de
fármacos, si no, con la medicación individual y casera, con prevención en el mismo
hogar ya no con recetas de fármacos, si no, adquiriendo la alimentación necesaria
(limón, miel, jengibre, cúrcuma, cloruro de magnesio) y baños de sal, además de
vahos de hojas de eucalipto.