Está en la página 1de 46

AMPARO DIRECTO 53/2015.

QUEJOSA: **********.

VISTO BUENO
SR. MINISTRO

MINISTRO PONENTE: JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO.


SECRETARIO: RICARDO ANTONIO SILVA DÍAZ.

Ciudad de México. Acuerdo de la Primera Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación correspondiente al trece de abril de dos
mil dieciséis

V I S T O S, para resolver los autos relativos al amparo directo


53/2015, interpuesto en contra de la sentencia de tres de julio de dos
mil catorce, dictada por la Segunda Sala Civil y Familiar del Tribunal
Superior de Justicia del Estado de Hidalgo, en el toca de apelación
**********;

R E S U L T A N D O:

PRIMERO. Demanda de amparo. Por escrito presentado el


doce de agosto de dos mil catorce, ante la Oficina de Correspondencia
Común de los Tribunales Colegiados del Vigésimo Noveno Circuito del
Estado de Hidalgo, **********, por su propio derecho promovió
demanda de amparo directo, en contra de las autoridades y actos que
a continuación se indican:

Autoridad Responsable:

 Segunda Sala Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia


del Estado de Hidalgo.
Acto Reclamado:
AMPARO DIRECTO 53/2015.

 La sentencia de tres de julio de dos mil catorce, dictada en el


toca de apelación número **********.

SEGUNDO. Garantías constitucionales violadas y tercera


perjudicada. La parte quejosa señaló como garantías violadas en su
perjuicio, las establecidas en los artículos 14 y 16 y de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, los artículos 8 y 21 de la
Convención Interamericana de los Derechos Humanos, Protocolo de
Adhesión a dicha Convención denominado de San Salvador, en
estrecha relación con los diversos 80, 113, 398, 417, 419, 420 y
demás relativos del Código de Procedimientos Civiles vigente en el
Estado de Hidalgo, relativos a la valoración de las pruebas, y expresó
los conceptos de violación que estimó pertinentes.

Se señaló como tercero interesado a **********, en su carácter de


albacea de la sucesión a bienes de **********.

TERCERO. Trámite del juicio de amparo. Mediante acuerdo de


tres de septiembre de dos mil catorce, la Magistrada Presidenta del
Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Noveno Circuito, admitió a
trámite la demanda de amparo promovida por la parte quejosa,
registrándola bajo el número **********.1

CUARTO. Solicitud de ejercicio de la facultad de atracción.


Seguidos los trámites de ley, en sesión de veintinueve de diciembre de
dos mil catorce los Magistrados integrantes del Tribunal Colegiado de
Circuito determinaron que se pusiera a consideración de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación el amparo directo **********, toda vez
que reunía los requisitos de importancia y trascendencia.

1
Cuaderno de amparo directo **********. Fojas 49 y 50 vuelta.

2
AMPARO DIRECTO 53/2015

El Tribunal Colegiado consideró que la importancia y


trascendencia del asunto merece someter a
consideración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación si estima
legalmente procedente ejercer su facultad de atracción, por las
implicaciones que traería consigo determinar si la Sala del
conocimiento vulneró o no derechos fundamentales de la quejosa al
haber revocado el fallo primigenio bajo las consideraciones que
sustentan el acto reclamado.

Mediante oficio 7974/2014 de fecha treinta y uno de diciembre de


dos mil catorce, los magistrados integrantes del Primer Tribunal
Colegiado del Vigésimo Noveno Circuito, solicitaron a esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación que ejerciera la facultad de atracción
para conocer del juicio de amparo **********.

QUINTO. Trámite de la facultad de atracción ante la Suprema


Corte de Justicia de la Nación. El Presidente de la Primera Sala por
acuerdo de veintisiete de enero de dos mil quince, admitió a trámite la
solicitud de ejercicio de la facultad de atracción, registrándola en el
expediente ********** y ordenando su turno a la Ponencia del Ministro
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.

Por resolución de fecha uno de julio de dos mil quince, esta


Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, determinó
ejercer la facultad de atracción para conocer del amparo directo
********** del índice del Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo
Noveno Circuito.2

SEXTO. Trámite del juicio de amparo directo atraído.


Mediante acuerdo de veinticinco de noviembre de dos mil quince, el

2
Amparo Directo **********. Fojas 3 a 15.

3
AMPARO DIRECTO 53/2015.

Presidente de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó


avocarse al conocimiento del asunto, registrándolo con el número
53/2015, y designó como ponente al Ministro Jorge Mario Pardo
Rebolledo, para la elaboración del proyecto de resolución. 3

SÉPTIMO. Radicación del asunto en la Primera Sala. El


Presidente de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, por acuerdo de veinticinco de enero de dos mil dieciséis,
dispuso el avocamiento del asunto, así como su devolución a la
ponencia respectiva, para la elaboración del proyecto de resolución 4.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Competencia. Esta Primera Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, es legalmente competente para
conocer del presente amparo directo, en términos de lo dispuesto por
los artículos 107, fracción V, último párrafo de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos; 40 de la Ley de Amparo vigente, y
21, fracción III, inciso b) de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación en concordancia con lo dispuesto en los puntos Primero,
párrafo segundo, Segundo fracción IX y Tercero del Acuerdo General
5/2013 emitido por el Pleno de este Alto Tribunal publicado en el Diario
Oficial de la Federación el veintiuno de mayo de dos mil trece, en
atención a que se ejerció la facultad de atracción y, su resolución no
requiere la intervención del Tribunal Pleno.

SEGUNDO. Existencia del acto reclamado, oportunidad y


procedencia de la demanda de amparo. No es necesario analizar las
mismas, habida cuenta que el Tribunal Colegiado, que conoció del

3
Ibídem. Fojas 76 a 78.
4
Ibídem. Fojas 106 y 107

4
AMPARO DIRECTO 53/2015

asunto, las examinó en los considerandos segundo,


tercero y cuarto y determinó que la existencia del
acto reclamado quedó acreditado, fue interpuesto en el término
legalmente establecido y no se actualiza ninguna causal de
improcedencia.

TERCERO. Cuestiones necesarias para resolver el asunto.


Las consideraciones necesarias para resolver esta instancia son las
que a continuación se sintetizan:

I. Antecedentes del asunto.

1. El cinco de mayo de dos mil seis, **********, celebró un


contrato de donación en beneficio de su hija **********, respecto de un
predio, consistente en una casa habitación con locales comerciales,
ubicado en la esquina que forman las calles **********. La casa
habitación donada era el lugar ocupado como residencia del actor y su
esposa, **********, quienes habían vivido ahí durante 44 años.

2. El nueve de mayo de dos mil doce, el donante **********


demandó de la donataria, **********, la revocación de la donación
aludida por cuestiones de ingratitud, la restitución a su patrimonio del
bien inmueble donado, el pago de daños y perjuicios causados al actor
y el pago de gastos y costas originados por el juicio.

3. El diez de mayo de dos mil doce, el Juez Primero Civil del


Distrito Judicial de Pachuca de Soto, Hidalgo, a quien, por razón de
turno, tocó conocer del asunto en cuestión, admitió la demanda en la
vía y forma propuestas, asignándole el número de expediente
**********. Seguido el juicio en todas sus etapas legales, el veintiséis de
febrero de dos mil trece, el Juez Tercero Civil del Distrito Judicial de

5
AMPARO DIRECTO 53/2015.

Pachuca de Soto, Hidalgo, a quién finalmente tocó conocer del asunto


bajo el número **********, dictó sentencia en la que absolvió a **********
de todas y cada una de las prestaciones reclamadas y condenó a
********** al pago de las costas generadas.

4. Inconforme con dicha determinación, el actor **********, por


conducto de su apoderado legal, interpuso recurso de apelación, del
que tocó conocer a la Segunda Sala Civil y Familiar del Tribunal
Superior de Justicia del Estado de Hidalgo, quien registró el asunto
como toca civil **********.

5. Durante la tramitación del recurso de apelación, el cinco de


mayo de dos mil trece, falleció el señor **********, donante del
inmueble materia de la litis y actor del juicio civil.

6. En razón de lo anterior, mediante proveído de ocho de


mayo de dos mil trece, la sala responsable ordenó la inscripción de la
demanda en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio;
asimismo, suspendió el procedimiento, hasta en tanto compareciera el
albacea correspondiente, al considerar que las partes no están
legalmente integradas.5

7. Asimismo, mediante proveído de dieciséis de enero de dos


mil catorce, la sala responsable dio cuenta de los proveídos dictados
en el juicio sucesorio intestamentario ********** a bienes de **********
de fechas tres y doce de diciembre de dos mil trece, en los que se
hace constar que la albacea de la sucesión es **********; por lo que al
existir intereses contrarios se designó a ********** como albacea
judicial, con la única facultad de dar continuidad al procedimiento del
expediente **********. Razón suficiente para considerar que las partes
estaban integradas y, por lo tanto, reanudó el procedimiento. 6
5
Fojas 23 a 25 del toca de apelación **********.
6
Fojas 72 a 73 del toca de apelación **********.

6
AMPARO DIRECTO 53/2015

8. El tres de julio de dos mil catorce, la


Segunda Sala Civil y Familiar dictó sentencia en el
toca de apelación **********, en la que se resolvió revocar el fallo
apelado, al estimar procedente la acción de revocación de la donación,
ordenando la restitución del bien inmueble en litigio.

II. Conceptos de violación: la parte quejosa manifestó lo que a


continuación se sintetiza:

Primero.
 Señaló que la sentencia recurrida viola en su perjuicio los
derechos humanos consagrados en los artículos 1, 14 y 16
constitucionales, así como los diversos 8 y 21 de la Convención
Interamericana de los Derechos Humanos, ya que carece de la
debida motivación y fundamentación.
 Adujo que la acción de revocación de donación tiene el carácter
de personal, porque su objetivo o esencia consiste en la
retractación de la voluntad del donante y por tanto solo se admite
en beneficio del donante y no en el de sus herederos o de
terceros, por lo que, dicha acción se extinguió al momento de la
muerte de la parte actora –su padre-, toda vez que se ejercita
entre vivos. Cito la tesis de la extinta Tercera Sala, de rubro:
“DONACIÓN, NATURALEZA JURÍDICA DE LA.”
 Alegó que la facultad o derecho de las personas de donar sus
bienes se limita con la finalidad de asegurar que mientras vivan
puedan satisfacer sus necesidades más elementales, siendo
notorio que entonces al fallecer o morir la parte donante dicha
acción pierde su materia, esencia, objetivo o fin previsto por la
ley, derivándose de forma implícita por lo mismo, una falta de
interés jurídico para alcanzarse ese objetivo por la sucesión del

7
AMPARO DIRECTO 53/2015.

donante o de un tercero, porque la acción es personalísima del


donante, sin que jurídicamente sea factible su transmisión a la
sucesión. Cito la tesis de rubro: “DONACIÓN. LA ACCIÓN DEL
DONANTE PARA PEDIR SU NULIDAD ES PERSONALÍSIMA,
POR LO QUE NO ES FACTIBLE SU TRANSMISIÓN A LA
SUCESIÓN (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MICHOACÁN)”.
 Señaló que el artículo 2320 del Código Civil del Estado de
Hidalgo, igualmente establece que las donaciones solo pueden
tener lugar entre vivos y no pueden revocarse sino en los casos
declarados por la ley, por lo que la muerte de su padre –donante-
debe ser vista como una causa especial sobreviniente que hace
improcedente la acción de revocación de la donación por causa
de ingratitud, en virtud de que al fallecer éste antes de dictarse la
sentencia que hoy constituye el acto reclamado, se concluye que
la satisfacción de las necesidades alimentarias y médicas ya no
son necesarias ni encuentran un grado de subsistencia o
necesidad jurídica que hagan factible la esencia del ejercicio de
la acción.
 Mencionó que la autoridad responsable al emitir la resolución
recurrida sin estudiar las tesis antes citadas, causa violaciones al
procedimiento, toda vez que de las mismas se advierte que al
fallecer la parte actora –su padre-, la acción de revocación de la
donación ya no puede subsistir, pues debe ser declarado de
forma especial y por una causa de superveniencia como
improcedente en su accionar, sin consecuencias legales, más si
de autos se advierte que la suscrita es la albacea testamentaria
de la parte actora, lo que refirió, la dota de la presunción legal de
gozar de la confianza de su padre.
 Señaló que la Sala responsable no estudió todos los elementos
del ejercicio de la acción ni las causas de improcedencia de la
acción, como la muerte del accionante, lo que es un obstáculo

8
AMPARO DIRECTO 53/2015

para condenarla a la restitución del inmueble a


**********, y estudió los agravios como si
hubieran sido expresados por ********** como apoderado legal de
**********, situación que a la fecha en que se dictó la sentencia
reclamada ya no era, porque al morir su padre y ante la
existencia de su sucesión testamentaria representada por la aquí
quejosa, el poder que ostentó ya no tenía ningún efecto legal.

Segundo.
 Señaló que la resolución recurrida es ilegal, incongruente e
indebidamente fundada y motivada, en virtud de que en el
considerando III, se aprecia que los antecedentes referidos del
asunto son un relato subjetivo de algunas circunstancias que la
responsable cita para disfrazar lo inoperante e insuficientes que
resultan los agravios vertidos por la parte actora, los cuales así
debieron ser declarados
 Alegó que la responsable atendió sólo a la causa de pedir, pero
los agravios debieron ser declarados inoperantes e infundados y
que atender a la causa de pedir no implica desatender a la carga
que tenía el apelante de controvertir las consideraciones de la
sentencia recurrida; asimismo que la Sala ilegalmente sustituyó
las funciones del juez de primera instancia, todo de forma
incongruente a los autos de la causa, por apartarse de todas las
características procesales y sustantivas litigadas entre las partes
interesadas, lo que dijo, trae como consecuencia la existencia de
una sentencia ilegal e indebidamente fundada y motivada.
 Adujo que si bien la autoridad al resolver atienda la causa de
pedir, no equivale a suplir la deficiencia de la queja, pues resulta
necesario que el recurrente haya precisado con claridad cuál es
el agravio que provocan las consideraciones de la sentencia, así

9
AMPARO DIRECTO 53/2015.

como los motivos que generan esa afectación, requisitos éstos


que en el caso no cumplió la parte apelante, quien sólo refirió
hechos genéricos que no atacaban la sentencia.
 Señaló que al no proceder la responsable a calificar como
inoperantes por insuficientes los agravios formulados por el
apelante y, por tanto, al confirmar el fallo apelado, violentó en su
perjuicio sus más elementales derechos, sobre todo la seguridad
jurídica y certeza.

Tercero
 Señaló que la resolución recurrida es ilegal y apartada de todo
ordenamiento judicial porque al haber fallecido la parte actora, no
procede la tutela judicial que la responsable pretender efectuar,
ni el estudio ex officio que en cuanto a la convencionalidad o
control difuso de constitucionalidad señala.
 Agregó que si se toma en cuenta que la parte actora ha fallecido,
el adulto mayor cuya tutela judicial indica la responsable, no
procede, pues ha quedado extinta su calidad como tal y en su
caso, lo que subsiste o persiste en la vida jurídica es la sucesión
a bienes del mismo, de la cual señaló es albacea testamentaria.
 Indicó que el análisis del asunto visto desde la panorámica de la
Sala responsable, no encuentra sustento alguno, al cambiarse la
sustancia del litigio ante la muerte de su padre, asimismo, que
inadvierte que para realizarse el control de constitucionalidad y
convencionalidad ex officio, se han plasmado o definido
condiciones generales para su ejercicio, como son que se
determine si resulta indispensable hacer una interpretación
conforme en sentido amplio, una en sentido estricto o una
inaplicación, siempre que se esté en presencia de una norma
sospechosa o dudosa de cara a los parámetros de control de los
derechos humanos, lo cual no prevé la responsable.

10
AMPARO DIRECTO 53/2015

 Alegó que si la responsable no realiza en el


acto reclamado una interpretación conforme
en sentido amplio, una en sentido estricto o una inaplicación que
indique o ponga de relieve cuál es la norma sospechosa que
viola los derechos humanos que pretende, máxime, ignorándose
que en su caso, el adulto mayor al que pretende tutelar ha
muerto, es manifiesto la infracción que en este asunto se efectúa
de toda la normatividad aplicable al mismo.
 Manifestó que la responsable olvida que el control de
constitucionalidad ex officio no necesariamente lleva a la
inaplicación de una norma, como se cita en la tesis de rubro:
“CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD Y
CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO. SU EJERCICIO NO
NECESARIAMENTE LLEVA A LA INAPLICACIÓN DE UNA
NORMA”, porque las normas no pierden su presunción de
constitucionalidad, sino hasta que el resultado del control así lo
refleje.
 Alegó, que en el caso la responsable no cubrió los requisitos
para justificar su proceder ya que no señaló la norma que dejaba
de aplicar ni por cuál la sustituía, y agota la norma en cuanto a la
tutela de un adulto mayor, que además ya no existe porque ha
muerto, dando origen a que las normas que regulan la acción y
su ejercicio en los Códigos Civiles en que se sustentó el Juez
Tercero Civil de Pachuca, salven su presunción de
constitucionalidad, más si ha faltado al caso la interpretación
conforme en sentido amplio y la interpretación en sentido estricto
de la norma para que pierda su presunción de constitucionalidad.
 Adujo que para derrotar la presunción de constitucionalidad y
legalidad de los artículos en que se sustentó el juez de primera
instancia destacando el artículo 2352 del Código Civil del Estado
de Hidalgo, deben seguirse los lineamientos trazados por este

11
AMPARO DIRECTO 53/2015.

Alto Tribunal en cuanto a las condiciones generales para su


ejercicio, los cuáles no están satisfechos en este caso.
 Señaló que no es correcto que la Sala responsable haya dejado
de aplicar las normas del Código Civil y Código de
Procedimientos Civiles para el Estado para generar nuevos
supuestos jurídicos con base en definiciones lingüísticas –no
jurídicas- de lo que debe entenderse por “deber”, “moral”,
“gratitud”, “ingratitud”, conforme al Diccionario de la Real
Academia Española.
 Señaló que de los artículos 1 y 133 constitucionales, así como
de su interpretación realizada por este Alto Tribunal, se
desprende que los jueces del país están obligados a ejercer de
oficio el control de convencionalidad y constitucionalidad en
materia de derechos humanos, pero que la facultad referida no
significa que la autoridad judicial deba concluir con la
interpretación conforme o la desaplicación de la ley, si del
análisis del asunto se advierte que en realidad no existe un
problema de constitucionalidad o convencionalidad.
 Por último, reiteró que al no existir causa de justificación del
proceder de la responsable en cuanto al ejercicio de la facultad
de control de constitucionalidad y convencionalidad ex officio,
porque el asunto se constriñe a dilucidar cuestiones de mera
legalidad, se señale lo ilegal del acto reclamado y se le conceda
el amparo solicitado.

Cuarto
 Señaló que la autoridad responsable, no conforme con revocar la
donación a pesar de la muerte del actor, ilegalmente condenó a
la demandada al pago de gastos y costas, a pesar de que no
quedó acreditado ninguno de los supuestos que contempla el
artículo 138 del Código de Procedimientos Civiles del Estado

12
AMPARO DIRECTO 53/2015

para la procedencia de dicha condena, lo que


resulta violatorio de la garantía de seguridad
jurídica.

CUARTO. Análisis de fondo del asunto. Los conceptos de


violación resultan por una parte infundados y, por otra, esencialmente
fundados y suficientes para conceder el amparo a la parte quejosa.

De la lectura del acto reclamado se desprende que la


responsable resolvió la controversia a partir de diversas líneas
argumentativas, las cuales se pueden resumir en los siguientes
puntos:

 Es procedente ejercer un control de convencionalidad del


artículo 2352 del Código Civil para el Estado de Hidalgo, respecto de
los derechos humanos de los adultos mayores, contemplados en la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Protocolo
Adicional a la referida Convención en Materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, en específico su artículo 17.

 Es inconstitucional el artículo 2352 del Código Civil para el


Estado de Hidalgo al no contemplar dentro de los supuestos para la
revocación de la donación el “deber moral de gratitud”.

 El Juez de origen no tomó en cuenta que la parte actora


era un adulto mayor, por lo que no debía escatimar esfuerzos para
promover y proteger sus derechos; sino por el contrario actuó de
manera legalista y no verificó que la norma era contraria a la
Convención.

13
AMPARO DIRECTO 53/2015.

 El Juez de origen no veló por la protección de los derechos


humanos del adulto mayor, pues no revocó la donación del inmueble
materia de litis.

 De acuerdo a las pruebas se acreditó el


desagradecimiento, el olvido, desprecio, desatención, violencia
emocional, malos tratos, la falta de interés por su salud, la falta de
comprensión y apoyo, en virtud de que los medios probatorios
exhibidos no fueron objetados y, por ello, adquieren valor probatorio
pleno, por lo que era procedente revocar la donación.

 El Juez de origen al aplicar el artículo 2352 del Código Civil


para el Estado de Hidalgo violó el derecho a la certeza jurídica previsto
en los artículos 5 y 7 de la Ley de los Derechos de Personas Adultas
Mayores y de la Ley de los Derechos de los Adultos Mayores en el
Estado de Hidalgo.

Estas premisas son combatidas por la parte quejosa, a través de


sus conceptos de violación; sin embargo, en términos de lo previsto en
el artículo 76 de la Ley de Amparo, con la finalidad de resolver la
cuestión efectivamente planteada, esta Primera Sala analizará los
conceptos de violación y sus argumentos en forma distinta a la que
fueron planteados. Los cuales se abordaran agrupados de acuerdo a
las siguientes líneas argumentativas: a) Indebido estudio oficioso; b)
Naturaleza de la acción de revocación de donación; c) Protección de
derechos humanos a un adulto mayor fallecido; d) Indebido ejercicio
de control de convencionalidad; y d.i) Control de convencionalidad de
la norma.

a) Indebido estudio oficioso.

14
AMPARO DIRECTO 53/2015

La parte quejosa alega que la autoridad


responsable se excedió en su ejercicio jurisdiccional
al estudiar los agravios de la parte actora, pues de la comparación de
la sentencia recurrida y de los agravios, no se advierte que hubiese
combatido en su totalidad las razones que precisó el juez de origen

Este argumento es infundado, pues de la lectura de la sentencia


del Juez de origen se advierten diversas razones que dieron sustento
para absolver a la parte demandada de las prestaciones reclamadas.
El órgano jurisdiccional de primera instancia precisó que la revocación
de la donación se fundó en la ingratitud del donatario, por lo que en
términos del artículo 2352 del Código Civil del Estado de Hidalgo era
necesario acreditar dos extremos: i) la comisión de un delito del
donatario en contra del donante; y, ii) la negativa del donatario de
socorrer al donante que haya venido en pobreza.

Con fundamento en dichas premisas, el órgano de primera


instancia valoró las pruebas y determinó que los hechos no fueron
suficientemente demostrados por ser imprecisos, ni tampoco dichos
hechos constituían un acto ilícito ni una negativa de socorrerlo, aunado
a que debió demostrar que vino a la pobreza; situaciones que en el
caso —a juicio del juzgado de origen— no acontecieron. Asimismo,
afirmó que la donación fue gratuita por lo que no estaba sujeta a
ninguna condición ni contraprestación y el donante se reservó el
usufructo vitalicio, por lo que la donataria no se encontraba obligada a
proporcionarle alimentos.

En contra de estas consideraciones la parte actora formuló


agravios, en los que esencialmente señaló que sí se acreditó la
ingratitud de la donataria con las pruebas ofrecidas. Específicamente
en el cuarto agravio reclamó una violación al artículo 1 de la

15
AMPARO DIRECTO 53/2015.

Constitución, en relación a la Carta de San José sobre Derechos


Humanos de las Personas Mayores de América Latina y el Caribe; así
como el 17 del Protocolo de San Salvador, el 3 y 25 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, conforme a lo cual consideró que
la responsable en atención a la condición de la parte actora de adulto
mayor debió garantizarle una protección especial debido a su
condición.

En esas condiciones, no asiste razón a la parte quejosa en


cuanto alega que la responsable respondió de forma incongruente la
litis del recurso, al abordar cuestiones que no le fueron planteadas en
relación a la protección de adultos mayores, pues dichos argumentos
si fueron hechos valer en el recurso.

Por esas razones, resulta de igual forma infundado que la


autoridad responsable no tenía facultades para realizar un control ex
officio, pues como se precisó la parte actora si combatió las
consideraciones del Juez de origen e invocó diversos instrumentos
internacionales en respeto a sus derechos como adulto mayor, por lo
que el tema de convencionalidad no se abordó de manera oficiosa,
sino en atención a los agravios expuestos en la apelación.

b) Naturaleza de la acción de revocación de donación.

La parte quejosa alega que la acción de revocación de donación


resulta improcedente, pues debe considerarse que dicha acción es
personalísima y, por ello, al haber fallecido el actor, los herederos ya
no pueden beneficiarse de su resultado.

Este argumento resulta infundado, toda vez que la acción de


revocación de donación, tiene un carácter personal, pues se ejerce en

16
AMPARO DIRECTO 53/2015

contra del sujeto con el que se celebró el contrato,


pero ello no implica que desaparezca derivado del
fallecimiento del dueño del bien inmueble.

Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,


al resolver la contradicción de tesis 175/2009, en sesión de veintitrés
de septiembre de dos mil nueve, dio origen a la siguiente
jurisprudencia:

“Época: Novena Época


Registro: 165034
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXXI, Marzo de 2010
Materia(s): Civil
Tesis: 1a./J. 104/2009
Página: 261
DONACIÓN. SU REVOCACIÓN POR CAUSA DE
INGRATITUD, SE DEMUESTRA MEDIANTE LA
PRUEBA DE LA COMISIÓN DE UN ILÍCITO O DELITO
CIVIL POR EL DONATARIO EN AGRAVIO DEL
DONANTE, SUS FAMILIARES, CÓNYUGES O BIENES.
POR LO QUE PARA LA PROCEDENCIA DE LA
ACCIÓN CORRESPONDIENTE NO ES NECESARIA LA
PREEXISTENCIA DE SENTENCIA CONDENATORIA
PENAL. De la interpretación integral, sistemática y
teleológica del artículo 2224 del Código Civil para el
Estado de México abrogado, equivalente al numeral
7.642 de su similar en vigor, y el diverso 2344 del Código
Civil del Estado de Chiapas, que prevén el supuesto de
revocación de la donación por ingratitud cuando el
donatario cometa algún delito contra la persona, la honra
o los bienes del donante o de sus ascendientes,
descendientes o cónyuge, se advierte que dichos
preceptos no remiten a los ordenamientos penales de
esas entidades, por lo que al referirse a la comisión de un
delito, éste no debe interpretarse como una conducta
criminosa en sentido técnico-penal, sino como el hecho
ilícito que trastoca el derecho privado. Por ello el Juez
civil no resolverá la existencia o no de un delito en
términos penales, sino de la ingratitud hacia el donante.

17
AMPARO DIRECTO 53/2015.

De ahí que si se toma en cuenta, por un lado, que la


revocación de la donación por ingratitud se dirige a dotar
al donante de un medio coactivo y psicológico para
obligar al donatario al cumplimiento de sus deberes
morales y, por el otro, que se trata de un procedimiento
civil mediante el cual pretende demostrarse la falta del
deber de gratitud moral que tiene el donatario para con el
donador, resulta evidente que para la procedencia de la
revocación de donación por ingratitud no es necesario
que la conducta asumida por el donatario sea calificada
como delito en sentencia ejecutoria dictada por un Juez
penal, pues en el derecho privado el acto ilícito sólo se
considera en relación con el daño, prescindiendo de la
idea de hecho punible penalmente, en virtud de que en la
especie la tutela jurídica se dirige a sancionar una acción
entre particulares que aun sin ser ilícita en el ámbito
criminal, es reprochable tanto por la sociedad como por el
donante, al tratarse de una conducta realizada con ánimo
de causar una afectación a las personas estipuladas en
la ley. Por tanto, el Juez civil que conozca de la
revocación señalada está facultado para analizar las
pruebas ofrecidas por las partes para determinar con su
libre apreciación si la conducta de que se trata es ingrata
o no, ya que de lo contrario se limitaría su jurisdicción en
tanto que se condicionaría su actuar a la existencia de
una sentencia dictada por un Juez penal; máxime que la
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que
los juicios civiles cuentan con sus propias pruebas y que
las actuaciones penales sirven como meros indicios para
la comprobación de los hechos que tendrán que
valorarse junto con los demás elementos probatorios
existentes. Además, si se admitiera como único medio de
prueba la sentencia que condene al donatario por un
delito, en la mayoría de los casos la acción de revocación
sería improcedente, pues al tener que esperar hasta la
emisión de la sentencia penal, aquélla prescribiría por el
plazo que tarda en integrarse y resolverse el juicio penal.

Contradicción de tesis 175/2009. Entre las sustentadas


por el entonces Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito,
actualmente Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo
Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Segundo Circuito. 23 de septiembre de 2009. Mayoría
de tres votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Disidente: Juan N. Silva Meza. Ponente: Sergio A. Valls
Hernández. Secretaria: Paola Yaber Coronado.

18
AMPARO DIRECTO 53/2015

Tesis de jurisprudencia 104/2009.


Aprobada por la Primera Sala de este
Alto Tribunal, en sesión de fecha veintiocho de octubre
de dos mil nueve.”

En las consideraciones de dicha contradicción se precisó que en


el derecho romano, se admitió la revocación por ingratitud del
donatario. El Derecho clásico la concedió al patrono contra el liberto
ingrato, después se otorga al padre y a la madre, si ésta no había
contraído segundo matrimonio, así como a cualquier ascendiente, sin
embargo, las causas de ingratitud se dejaban a la apreciación del
donante.

Con posterioridad, Justiniano hizo general dicho supuesto a toda


revocación, pero tipificó limitativamente las causas de la conducta
ingrata, —pues no se concedía la revocación de manera
“temeraria”—, a saber: injurias graves, atentado a la vida,
incumplimiento de carga moral prometida y daño doloso en los bienes.

Dicha revocación no se verificaba ipso iure, sino estableciéndose


la acción de ingratitud, dependiendo de tal forma de la voluntad del
donante ejercerla o no.

En el derecho mexicano la ingratitud como causa de revocación


de la donación ha sido reconocida desde el Código Federal Civil de mil
ochocientos setenta, y los códigos de mil ochocientos ochenta y cuatro
y de mil novecientos veintiocho siguieron la misma línea, sin embargo,
no existe exposición de motivos ni desde entonces una definición
como tal en la ley, sino sólo supuestos con base en los cuales se
considerará que se está ante conductas ingratas.

19
AMPARO DIRECTO 53/2015.

Cabe precisar que la comisión del delito como motivo para la


revocación de la donación, no es una causal exclusiva del Código Civil
Federal Mexicano —que inspira a los de las diferentes entidades de la
República—, sino que esta cuestión proviene desde el Código Civil
Francés, también conocido como Código Napoleónico, donde se
exigía que la acción de revocación se acreditaba con el “delito”
cometido por el donatario en contra del donante o donador.

En el caso en estudio, el legislador del Estado de Hidalgo


estableció dos supuestos con base en los cuales se considerará que el
donatario fue ingrato con el donante, conforme lo cual se advierte la
existencia de un deber moral de gratitud al encontrarse establecidos
determinados supuestos que de actualizarse se concretará la
revocación del contrato de donación. Esto es, el fundamento de la
revocación de las donaciones por ingratitud es la realización de ciertos
actos ilícitos para el donante por su relación con el donatario, en el
ámbito del derecho privado.

Así, la legislación en respeto a la eficacia del acuerdo de


voluntades y la seguridad jurídica que debe brindar, prevé de forma
excepcional la revocación de la donación, tal y como lo establece el
artículo 2352 del Código de Hidalgo, cuyo texto señala:

“Artículo 2352.- La donación puede ser revocada por


ingratitud:

I.- Si el donatario comete algún delito contra la persona, la


honra o los bienes del donante o de los ascendientes,
descendientes o cónyuge de éste;

II.- Si el donatario rehusa socorrer, según el valor de la


donación, al donante que ha venido a pobreza.”

20
AMPARO DIRECTO 53/2015

La actualización de cualquiera de los


supuestos anteriores, tendrá como consecuencia
que el bien objeto de la donación regrese al patrimonio del donante, de
conformidad con lo que establece el artículo 2344 en relación con el
2353, ambos del Código Civil de Hidalgo, los cuales disponen:

“Artículo 2344.- Rescindida la donación por


superveniencia de hijos, serán restituídos al donante los
bienes donados, o su valor si han sido enajenados antes
del nacimiento de los hijos.

Artículo 2353.- Es aplicable a la revocación de las


donaciones hechas por ingratitud lo dispuesto en los
artículos del 2343 al 2346.”

La sanción derivada de la ingratitud consiste en la revocación del


acuerdo de voluntades, con la finalidad de recuperar el bien que fue
donado, esto en términos de lo dispuesto por el artículo 2344 del
Código Civil de Hidalgo.

En razón de ello, no puede considerarse una acción


personalísima la revocación de una donación, pues no se busca la
protección de los derechos inherentes al donante sino de sancionar la
conducta del donatario, lo cual implique la obligación de restituir al
donante los bienes donados, por lo que válidamente la acción ejercida
puede resolverse, a pesar del fallecimiento del titular del bien, ya que
en su caso será el albacea —en representación de la sucesión—
quién se encargue de continuar ese procedimiento para obtener la
resolución que determine el indebido actuar del donatario y el retorno
del bien inmueble al patrimonio del de cujus.

Por esas razones, son infundados los conceptos de violación en


los que la parte quejosa alega, que la responsable desconoció la

21
AMPARO DIRECTO 53/2015.

naturaleza y carácter personalísimo de la acción de revocación, pues


como se demostró, dicha acción no tiene por objeto proteger derechos
inherentes a la persona que se extingan con su fallecimiento, sino los
derechos y obligaciones generados con motivo de un contrato; por lo
que es factible que la sucesión exija su respeto, pues la consecuencia
será que el bien objeto de la donación regrese al patrimonio del
donante.

c) Protección de derechos humanos de un adulto mayor


fallecido

En relación con la naturaleza de la acción de revocación de


donación, es factible afirmar que tampoco asiste razón a la parte
quejosa en cuanto a que la acción era improcedente ya que protege
los derechos de un adulto mayor que falleció durante el procedimiento,
es decir, a continuación se desvirtuarán los argumentos de la parte
quejosa en los que alega que la acción era improcedente pues se trata
de una acción que se extingue con la muerte, ya que protege derechos
de un adulto mayor que son derechos personalísimos.

Esta Primera Sala ha establecido que los derechos humanos son


prerrogativas respecto de las cuales, todas las autoridades en el
ámbito de sus competencias están obligadas a promover, respetar,
proteger y garantizar su efectividad, y de la misma forma, deben
prevenir, investigar, sancionar y reparar cualquier violación que se
cometa en contra de dichos derechos, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 1 constitucional.

En el caso resulta importante precisar que la violación a los


derechos humanos de la parte actora, como persona adulta mayor, se
alegan derivado de la resolución del juicio de primera instancia, en el

22
AMPARO DIRECTO 53/2015

que se negó la revocación de la donación. En


efecto, dicha violación desde el punto de vista de la
parte actora, ahora tercero interesada, consistía en el desconocimiento
de su carácter de adulto mayor, sin que se tomaran en cuenta los
parámetros que deben seguirse de acuerdo a su condición.

En razón de ello, la responsable realizó un estudio de dichos


planteamientos y consideró que debía protegerse a la persona adulta
mayor. En contra de dicha determinación, la quejosa ahora plantea
que la acción de revocación de la donación resulta improcedente por
proteger derechos de los adultos mayores que se extinguen con el
fallecimiento; no obstante lo anterior, si bien como se ha dicho, la
acción de revocación de donación por ingratitud no se extingue por el
sólo hecho del fallecimiento del donante, pues en su caso, el inmueble
podría regresar al patrimonio del de cujus y formar parte de la masa
hereditaria; también lo es que los derechos humanos han sido
definidos como prerrogativas inherentes al hombre, pero ello no
implica que por su dependencia o estrecha relación a la persona, su
protección, garantía o reparación, desaparezcan con la muerte de la
persona.

Esta Suprema Corte de Justicia, al resolver el amparo directo en


revisión 4398/2013, ha señalado que los adultos mayores son un
grupo vulnerable que merece especial protección por parte de órgano
del Estado. Esa especial protección, incluye a los órganos judiciales,
cuya protección no puede agotarse por circunstancias temporales,
como el fallecimiento de la persona sujeta a esa protección, ya que
esto llevaría a entender que el incumplimiento de las obligaciones por
parte de los sujetos obligados puede quedar impune frente a la muerte
de la persona cuyos derechos fueron transgredidos; interpretación que
sería incongruente con lo dispuesto en el artículo 1 constitucional,

23
AMPARO DIRECTO 53/2015.

respecto a las obligaciones de la autoridad de prevenir, reparar,


investigar y sancionar violaciones a derechos humanos.

Por ello, debe considerarse que las obligaciones estatales de


protección y defensa de los adultos mayores son permanentes, más
cuando su avanzada edad los coloca con frecuencia en una situación
de dependencia familiar, discriminación e incluso abandono. Esto
indica que, a pesar del fallecimiento de quien se presentaba como
merecedor de especial protección, los órganos del Estado están
obligados a velar por sus derechos en todo momento, pues la
verificación en el cumplimiento de las obligaciones en la materia y una
eventual reparación, permite lograr un mecanismo eficaz de respeto y
garantía de los derechos de los adultos mayores.

Respecto al tema la Corte Interamericana de Derechos Humanos


no se ha pronunciado expresamente sobre estos temas, sin embargo
existen ciertos pronunciamientos que son útiles para ejemplificar la
idea de la permanencia de las obligaciones estatales cuando se trata
de violaciones a los derechos convencionales, no obstante el
fallecimiento o desaparición de quienes son titulares de esos
derechos.

En este sentido, a manera de ejemplo, pueden mencionarse los casos


resueltos contra Guatemala en materia de masacres contra la
población civil, Masacre Plan de Sánchez,7 Masacre de las Dos Erres,8
y Masacres de Río Negro,9 donde en términos jurídicos lo relevante es
la existencia de violaciones a derechos fundamentales como la vida o
la integridad personal, tanto de las víctimas directas como de sus

7
SCorteIDH, Masacre Plan de Sánchez vs. Guatemala (Fondo), de 29 de abril de 2004.
8
SCorteIDH, Masacre de las Dos Erres vs. Guatemala (Excepción preliminar, fondo, reparaciones
y costas), de 24 de noviembre de 2009.
9
SCorteIDH, Masacres de Río Negro vs. Guatemala (Excepción preliminar, fondo, reparaciones y
costas), de 4 de septiembre de 2012.

24
AMPARO DIRECTO 53/2015

familiares, y donde las obligaciones y deberes del


Estado no se agotan por el simple hecho del
fallecimiento de quienes se ostentan como víctimas directas de los
atentados, pues se entiende que producen no sólo consecuencias
individuales sino también sociales; pues incluso las medidas
reparadoras sirven como medida de prevención para evitar
nuevamente la transgresión de normas de derechos humanos.

Así, la garantía de los derechos humanos implica que las


autoridades deben no sólo lograr la efectividad del derecho mediante
su respeto, promoción y protección, sino también frente a su
transgresión, el Estado debe implementar los mecanismos a través de
los cuales se logre la reparación de dichas violaciones, incluso
después de fallecida la víctima, pues con ello se logra una efectividad
plena de los derechos humanos; de ahí que resulten infundados sus
argumentos, pues si resulta procedente el estudio de la posible
transgresión a los derechos humanos de la parte actora, en la acción
de revocación de origen, aun cuando hubiese fallecido.

Una vez declarada procedente la acción de revocación de la


donación, a pesar de la muerte del donante y la posibilidad de analizar
si se cometió una violación a los derechos humanos de una persona
adulta mayor, a pesar de haber fallecido, resulta oportuno analizar los
argumentos en los que se pretende demostrar que la autoridad
responsable se excedió de sus facultades al analizar los agravios de la
parte actora.

d) Indebido ejercicio de control de convencionalidad

La parte quejosa argumenta que la sala responsable no debió


ejercer un control de convencionalidad y desaplicar la norma, pues de

25
AMPARO DIRECTO 53/2015.

forma previa debió realizar un ejercicio interpretativo. Dichos


argumentos resultan fundados.

De la lectura de la sentencia reclamada se advierte una


incongruencia, pues la autoridad responsable abordó el tema de
convencionalidad de forma general, sin advertir que la problemática
planteada por la parte recurrente debía realizarse desde vertientes
distintas.

Por un lado, determinar si el artículo 2352 del Código Civil del


Estado de Hidalgo resulta inconstitucional y, por el otro, determinar si
la aplicación e interpretación que realizó la responsable respecto de
dicho artículo resultan compatibles con el parámetro de regularidad
constitucional que rige a los adultos mayores.

No obstante lo anterior, la sala responsable no distinguió estas


distintas vertientes y, por lo tanto, confunde las facultades con las que
cuenta un órgano jurisdiccional para realizar un control de
convencionalidad respecto de una norma ordinaria (junto con la
obligación de realizar un ejercicio previo de interpretación conforme)
con el actuar de la responsable al aplicar la norma; así como con la
utilidad de los instrumentos internacionales como herramienta para
interpretar las normas nacionales.

En razón de ello, resulta procedente analizar los argumentos


hechos valer por la parte quejosa, respecto a este indebido ejercicio
de control de convencionalidad, de acuerdo a sus distintas vertientes.

d.1). Control de convencionalidad de la norma

26
AMPARO DIRECTO 53/2015

En este tema, la sala responsable determinó


de forma tajante que debía inaplicarse el artículo
2352 del Código Civil del Estado de Hidalgo, pues resultaba contrario
a los estándares internacionales aplicables para adultos mayores. La
parte quejosa alega que dicho ejercicio de constitucionalidad se realizó
indebidamente, pues dicho análisis no lleva necesariamente la
inaplicación de la norma, ya que dicha consecuencia sólo se actualiza
cuando la norma no salve su constitucionalidad después de realizar un
ejercicio interpretativo.

Dichos argumentos son fundados. La autoridad responsable de


forma dogmática y subjetiva concluyó con la desaplicación del artículo
2352 del Código Civil del Estado de Hidalgo, sin antes verificar si
derivado de un ejercicio interpretativo, la supuesta incompatibilidad
con estándares internacionales podía superarse.

Debe recordarse que esta Primera Sala determinó al resolver el


amparo en revisión 159/2013, respecto al uso de la interpretación
conforme que la supremacía normativa de la Constitución no se
manifiesta sólo en su aptitud de servir de parámetro de validez de
todas las demás normas jurídicas, sino también en la exigencia de que
tales normas, a la hora de ser aplicadas, se interpreten de acuerdo
con los preceptos constitucionales (en consonancia o de conformidad
con la Constitución); de forma que, en caso de que existan varias
posibilidades de interpretación de la norma en cuestión, se escoja
aquella que mejor se ajuste a lo dispuesto en la Constitución. En otras
palabras, esa supremacía intrínseca no sólo opera en el momento de
la creación de las normas inconstitucionales (cuyo contenido ha de ser
compatible con la Constitución en el momento de su aprobación), sino
que se prologan, ahora como parámetro interpretativo, a la fase de
aplicación de esas normas. A su eficacia normativa directa se añade

27
AMPARO DIRECTO 53/2015.

su eficacia como marco de referencia o criterio dominante en la


interpretación de las restantes normas.

Esta Primera Sala afirmó que este principio de interpretación


conforme es una consecuencia elemental de la concepción del
ordenamiento como una estructura coherente, como una unidad o
contexto. Es importante advertir que esta regla interpretativa opera con
carácter previo al juicio de invalidez. Es decir, que antes de considerar
a una norma jurídica como constitucionalmente inválida, es necesario
agotar todas las posibilidades de encontrar en ella un significado que
la haga compatible con la Constitución y que le permita, por tanto,
subsistir dentro del ordenamiento; de manera que sólo en el caso de
que exista una clara incompatibilidad o una contradicción insalvable
entre la norma ordinaria y la Constitución, procedería declararla
inconstitucional.

En esta lógica, el intérprete debe evitar en la medida de lo


posible ese desenlace e interpretar las normas de tal modo que la
contradicción no se produzca y la norma pueda salvarse. El juez ha de
procurar, siempre que sea posible, huir del vacío que se produce
cuando se niega validez a una norma y, en el caso concreto, de ser
posibles varias interpretaciones, debe preferirse aquella que salve la
aparente contradicción.
La interpretación de las normas conforme a la Constitución se ha
fundamentado tradicionalmente en el principio de conservación de ley,
que se asienta a su vez en el principio de seguridad jurídica y en la
legitimidad democrática del legislador. En el caso de la ley, fruto de la
voluntad de los representantes democráticamente elegidos, el principio
general de conservación de las normas se ve reforzado por una más
intensa presunción de validez. Los tribunales, en el marco de sus
competencias, sólo pueden declarar la inconstitucionalidad de una ley

28
AMPARO DIRECTO 53/2015

cuando no resulte posible una interpretación


conforme con la Constitución. En cualquier caso, las
normas son válidas mientras un tribunal no diga lo contrario. Dicho
criterio dio origen al siguiente criterio jurisprudencial:

“Época: Décima Época


Registro: 2005135
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 1, Diciembre de 2013, Tomo I
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a. CCCXL/2013 (10a.)
Página: 530

INTERPRETACIÓN CONFORME. NATURALEZA Y


ALCANCES A LA LUZ DEL PRINCIPIO PRO PERSONA.
A juicio de esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, la supremacía normativa de la
Constitución no se manifiesta sólo en su aptitud de servir
como parámetro de validez de todas las demás normas
jurídicas, sino también en la exigencia de que tales
normas, a la hora de ser aplicadas, se interpreten de
acuerdo con los preceptos constitucionales; de forma que,
en caso de que existan varias posibilidades de
interpretación de la norma en cuestión, se elija aquella que
mejor se ajuste a lo dispuesto en la Constitución. En otras
palabras, esa supremacía intrínseca no sólo opera en el
momento de la creación de las normas inconstitucionales,
cuyo contenido ha de ser compatible con la Constitución en
el momento de su aprobación, sino que se prologan, ahora
como parámetro interpretativo, a la fase de aplicación de
esas normas. A su eficacia normativa directa se añade su
eficacia como marco de referencia o criterio dominante en
la interpretación de las restantes normas. Este principio de
interpretación conforme de todas las normas del
ordenamiento a la Constitución, reiteradamente utilizado
por esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, es una
consecuencia elemental de la concepción del
ordenamiento como una estructura coherente, como una
unidad o contexto. Es importante advertir que esta regla
interpretativa opera con carácter previo al juicio de
invalidez. Es decir, que antes de considerar a una norma
jurídica como constitucionalmente inválida, es necesario

29
AMPARO DIRECTO 53/2015.

agotar todas las posibilidades de encontrar en ella un


significado que la haga compatible con la Constitución y
que le permita, por tanto, subsistir dentro del
ordenamiento; de manera que sólo en el caso de que
exista una clara incompatibilidad o una contradicción
insalvable entre la norma ordinaria y la Constitución,
procedería declararla inconstitucional. En esta lógica, el
intérprete debe evitar en la medida de lo posible ese
desenlace e interpretar las normas de tal modo que la
contradicción no se produzca y la norma pueda salvarse.
El juez ha de procurar, siempre que sea posible, huir del
vacío que se produce cuando se niega validez a una
norma y, en el caso concreto, de ser posibles varias
interpretaciones, debe preferirse aquella que salve la
aparente contradicción. La interpretación de las normas
conforme a la Constitución se ha fundamentado
tradicionalmente en el principio de conservación de ley,
que se asienta a su vez en el principio de seguridad
jurídica y en la legitimidad democrática del legislador. En el
caso de la ley, fruto de la voluntad de los representantes
democráticamente elegidos, el principio general de
conservación de las normas se ve reforzado por una más
intensa presunción de validez. Los tribunales, en el marco
de sus competencias, sólo pueden declarar la
inconstitucionalidad de una ley cuando no resulte posible
una interpretación conforme con la Constitución. En
cualquier caso, las normas son válidas mientras un tribunal
no diga lo contrario. Asimismo, hoy en día, el principio de
interpretación conforme de todas las normas del
ordenamiento a la Constitución, se ve reforzado por el
principio pro persona, contenido en el artículo 1o. de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el
cual obliga a maximizar la interpretación conforme en
aquellos escenarios en los cuales, dicha interpretación
permita la efectividad de los derechos fundamentales de
las personas frente al vacío legislativo que puede provocar
una declaración de inconstitucionalidad de la norma.

Amparo en revisión 159/2013. 16 de octubre de 2013.


Mayoría de cuatro votos. Disidente: José Ramón Cossío
Díaz, quien reservó su derecho a formular voto particular;
Olga Sánchez Cordero de García Villegas reservó su
derecho a formular voto concurrente. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y
González.

30
AMPARO DIRECTO 53/2015

Esta tesis se publicó el viernes 13 de


diciembre de 2013 a las 13:20 horas en
el Semanario Judicial de la Federación.”

En razón de lo anterior, resulta claro que la autoridad


responsable no cumple con los lineamientos que ha fijado esta
Suprema Corte de Justicia, en respeto al principio de supremacía
constitucional, pues previo a declarar la inaplicación del artículo, el
órgano jurisdiccional debió tomar en cuenta el principio general de
conservación de las normas, pues la ley como fruto de la voluntad de
los representantes democráticamente elegidos goza de una más
intensa presunción de validez; sin embargo, de forma subjetiva, con un
simple ejercicio enunciativo, la responsable considera que la norma
vulnera instrumentos internacionales, sin realizar un adecuado
ejercicio de constitucionalidad.

No sobra decir que el Tribunal Pleno de esta Suprema Corte, al


resolver la contradicción de tesis 293/2011 y desde la reforma
constitucional de dos mil once, señaló que: “el primer párrafo del
artículo 1º constitucional reconoce un conjunto de derechos humanos
cuyas fuentes son la Constitución y los tratados internacionales de los
cuales el Estado mexicano sea parte. De la interpretación literal,
sistemática y originalista del contenido de las reformas
constitucionales de seis y diez de junio de dos mil once, se desprende
que las normas de derechos humanos no se relacionan en términos
jerárquicos, sino que deben armonizarse a través de la utilización del
principio pro persona. En este sentido, los derechos humanos, con
independencia de su fuente, constituyen el parámetro de control de
regularidad constitucional, conforme al cual debe analizarse la validez
de las normas y actos de autoridad que forman parte del ordenamiento
jurídico mexicano”10.
10
Dichos argumentos conformarán una tesis jurisprudencial, cuyo rubro provisional es
“DERECHOS HUMANOS CONTENIDOS EN LA CONSTITUCIÓN Y EN LOS TRATADOS

31
AMPARO DIRECTO 53/2015.

Motivo por el cual, el parámetro de comparación de las normas


ordinarias puede estar contenido tanto en la Constitución como en los
instrumentos internacionales ratificados por México, por lo que en el
caso no es obstáculo que la Constitución no prevea un marco de
protección para los adultos mayores, pues las normas internacionales
si delimitan derechos y obligaciones en esa materia.

Así, para demostrar lo acertado de los argumentos de la parte


quejosa, es necesario verificar si existen argumentos suficientes que
justifiquen la inconstitucionalidad del precepto, a la luz de lo dispuesto
en diversos instrumentos internacionales y la naturaleza de la figura
normativa que se analiza.

El artículo 2352 del Código Civil del Estado de Hidalgo


establece:

“Artículo 2352.- La donación puede ser revocada por


ingratitud:

I.- Si el donatario comete algún delito contra la persona, la


honra o los bienes del donante o de los ascendientes,
descendientes o cónyuge de éste;

II.- Si el donatario rehusa socorrer, según el valor de la


donación, al donante que ha venido a pobreza.”

En atención a dicha disposición, es factible señalar que la acción


de revocación de la donación —como se ha dicho— tiene como
fundamento la realización por el donatario de ciertos actos ilícitos
INTERNACIONALES CONSTITUYEN EL PARÁMETRO DE CONTROL DE REGULARIDAD
CONSTITUCIONAL”, sin embargo, a la fecha de emisión de la presente sentencia, aún no ha
sido aprobada la misma por el Tribunal Pleno. Cabe señalarse que con anterioridad, esta
Primera Sala ya había sostenido tales argumentos en torno a los derechos fundamentales
contenidos en tratados internacionales, al emitir la tesis jurisprudencial 107/2012, de rubro
“PRINCIPIO PRO PERSONA. CRITERIO DE SELECCIÓN DE LA NORMA DE DERECHO FUNDAMENTAL
APLICABLE”, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro XIII,
Tomo 2, de octubre de 2012, página 799.

32
AMPARO DIRECTO 53/2015

respecto del donante por su relación con el


donatario, en el ámbito del derecho privado,
conforme a los cuales se deja sin efecto un acuerdo de voluntades
celebrado válidamente.

Así lo ha señalado esta Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, al resolver la contradicción de tesis 175/2009, en
sesión de veintitrés de septiembre de dos mil nueve, dio origen a la
siguiente jurisprudencia:

“Época: Novena Época


Registro: 165034
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXXI, Marzo de 2010
Materia(s): Civil
Tesis: 1a./J. 104/2009
Página: 261

DONACIÓN. SU REVOCACIÓN POR CAUSA DE


INGRATITUD, SE DEMUESTRA MEDIANTE LA
PRUEBA DE LA COMISIÓN DE UN ILÍCITO O DELITO
CIVIL POR EL DONATARIO EN AGRAVIO DEL
DONANTE, SUS FAMILIARES, CÓNYUGES O BIENES.
POR LO QUE PARA LA PROCEDENCIA DE LA
ACCIÓN CORRESPONDIENTE NO ES NECESARIA LA
PREEXISTENCIA DE SENTENCIA CONDENATORIA
PENAL. De la interpretación integral, sistemática y
teleológica del artículo 2224 del Código Civil para el
Estado de México abrogado, equivalente al numeral
7.642 de su similar en vigor, y el diverso 2344 del Código
Civil del Estado de Chiapas, que prevén el supuesto de
revocación de la donación por ingratitud cuando el
donatario cometa algún delito contra la persona, la honra
o los bienes del donante o de sus ascendientes,
descendientes o cónyuge, se advierte que dichos
preceptos no remiten a los ordenamientos penales de
esas entidades, por lo que al referirse a la comisión de un
delito, éste no debe interpretarse como una conducta
criminosa en sentido técnico-penal, sino como el hecho

33
AMPARO DIRECTO 53/2015.

ilícito que trastoca el derecho privado. Por ello el Juez


civil no resolverá la existencia o no de un delito en
términos penales, sino de la ingratitud hacia el donante.
De ahí que si se toma en cuenta, por un lado, que la
revocación de la donación por ingratitud se dirige a dotar
al donante de un medio coactivo y psicológico para
obligar al donatario al cumplimiento de sus deberes
morales y, por el otro, que se trata de un procedimiento
civil mediante el cual pretende demostrarse la falta del
deber de gratitud moral que tiene el donatario para con el
donador, resulta evidente que para la procedencia de la
revocación de donación por ingratitud no es necesario
que la conducta asumida por el donatario sea calificada
como delito en sentencia ejecutoria dictada por un Juez
penal, pues en el derecho privado el acto ilícito sólo se
considera en relación con el daño, prescindiendo de la
idea de hecho punible penalmente, en virtud de que en la
especie la tutela jurídica se dirige a sancionar una acción
entre particulares que aun sin ser ilícita en el ámbito
criminal, es reprochable tanto por la sociedad como por el
donante, al tratarse de una conducta realizada con ánimo
de causar una afectación a las personas estipuladas en
la ley. Por tanto, el Juez civil que conozca de la
revocación señalada está facultado para analizar las
pruebas ofrecidas por las partes para determinar con su
libre apreciación si la conducta de que se trata es ingrata
o no, ya que de lo contrario se limitaría su jurisdicción en
tanto que se condicionaría su actuar a la existencia de
una sentencia dictada por un Juez penal; máxime que la
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que
los juicios civiles cuentan con sus propias pruebas y que
las actuaciones penales sirven como meros indicios para
la comprobación de los hechos que tendrán que
valorarse junto con los demás elementos probatorios
existentes. Además, si se admitiera como único medio de
prueba la sentencia que condene al donatario por un
delito, en la mayoría de los casos la acción de revocación
sería improcedente, pues al tener que esperar hasta la
emisión de la sentencia penal, aquélla prescribiría por el
plazo que tarda en integrarse y resolverse el juicio penal.

Contradicción de tesis 175/2009. Entre las sustentadas


por el entonces Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito,
actualmente Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo
Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Segundo Circuito. 23 de septiembre de 2009. Mayoría

34
AMPARO DIRECTO 53/2015

de tres votos. Ausente: José de Jesús


Gudiño Pelayo. Disidente: Juan N.
Silva Meza. Ponente: Sergio A. Valls
Hernández. Secretaria: Paola Yaber Coronado.

Tesis de jurisprudencia 104/2009. Aprobada por la


Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha
veintiocho de octubre de dos mil nueve.”

Debe recordarse que en la referida contradicción se señaló que


la revocación de un negocio jurídico es una declaración de voluntad de
una de las partes por medio de la cual manifiesta, con posterioridad a
la perfección del mismo, su decisión de dejarlo sin efecto de forma
total o parcial. La función principal de la revocación es la de extinguir
los efectos del negocio jurídico de que se trate, con posterioridad a su
perfección, derivado de un cambio de voluntad de una de las partes.

En el caso de la donación, al ser acto de carácter volitivo del


donante, su revocación está revestida de esa misma característica,
por lo que es necesario que el donante quiera dejar sin efectos la
liberalidad. Sin embargo, el poder que se le atribuye al donante de
revocar la donación está condicionado a la existencia de los
presupuestos determinados taxativamente por la ley. De tal suerte
que, cuando dichas hipótesis se actualizan, el donante puede valorar
la opción de revocar la donación efectuada o no.
Debe recordarse que el contrato de donación se trata de un acto
de carácter liberatorio que realiza el donante, cuya causa
precisamente es la liberalidad, esto es, el animus donandi, y es sólo
esta expresión de voluntad la que constituye al donante en la
obligación de cumplir con el compromiso contraído voluntariamente.
Para la perfección del contrato, la ley prevé que el donatario tiene que
aceptar la liberalidad y que ello lo haga saber al donador,
transmitiéndose en ese momento la propiedad y produciendo efectos
contra terceros cuando se inscribe en el Registro Público de la

35
AMPARO DIRECTO 53/2015.

Propiedad. Una característica destacable de este contrato es que por


regla general es irrevocable.

Sin embargo, el legislador ha previsto diversos supuestos en los


que estima procedente la revocación del mismo, los que se
encuentran limitados para garantizar la seguridad jurídica de las
transmisiones efectuadas y con ello posibles arrepentimientos
arbitrarios que el donante pudiera alegar con posterioridad.

En ese aspecto, es importante enfatizar que la autonomía de la


voluntad es un principio rector de las relaciones entre particulares, por
lo que el legislador no sólo está facultado, sino que tiene la obligación
de implementar todos aquellos instrumentos que garanticen su
eficacia, de esa forma lo establece el artículo 5 constitucional, al
regular la libertad contractual y señalar de forma excepcional los casos
en los que no puede considerarse válida la autonomía de la voluntad.
Dicho artículo dispone:

“Artículo 5.- […] El Estado no puede permitir que se lleve


a efecto ningún contrato, pacto o convenio que tenga por
objeto el menoscabo, la pérdida o el irrevocable sacrificio
de la libertad de la persona por cualquier causa.

Tampoco puede admitirse convenio en que la persona


pacte su proscripción o destierro, o en que renuncie
temporal o permanentemente a ejercer determinada
profesión, industria o comercio. […]”

Así, con fundamento en esta hipótesis constitucional, el


legislador está obligado a implementar mecanismos que protejan la
eficacia de los acuerdos de voluntades y, al mismo tiempo, de forma
excepcional aquellos casos conforme a los cuales deban perder efecto
dichos contratos, derivado de alguna conducta ilícita o inexistencia de
elementos.

36
AMPARO DIRECTO 53/2015

En atención a esos parámetros


constitucionales, se encuentra el fin constitucional que justifica el
actuar del legislador de Hidalgo para modular la acción de revocación
de donación. En efecto, el artículo 2352 del Código Civil del Estado de
Hidalgo válidamente restringe la ingratitud como fundamento para la
revocación de la donación a dos supuestos: i) la comisión de un delito;
ii) la negativa a socorrer en caso de sobrevenir pobreza. Supuestos
que deben considerarse taxativos y excepcionales, pues el valor que
está en juego es el respeto a la autonomía de la voluntad, protegida
constitucionalmente.

Ahora bien, esta Primera Sala no desconoce la existencia del


parámetro de regularidad constitucional que se ha identificado
respecto de los adultos mayores. En el amparo directo en revisión
4398/2013, en sesión de dos de abril de dos mil catorce, esta Primera
Sala determinó que los adultos mayores constituyen un grupo
vulnerable que merece especial protección por parte de los
órganos del Estado.

Asimismo, en dicho asunto se identificaron las normas dirigidas a


su protección derivado de dicha condición de vulnerabilidad, por lo que
se consideraron aplicables los artículos 25, párrafo 1 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos;11 así como el artículo 17 del
Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos
Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
“Protocolo de San Salvador.”12
11
Artículo 25
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia,
la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y
los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo,
enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por
circunstancias independientes de su voluntad.
12
Artículo 17
Protección de los ancianos

37
AMPARO DIRECTO 53/2015.

En esa línea argumentativa, en el amparo directo en revisión


1672/2014, en sesión de quince de abril de dos mil quince, se
determinó el contenido y alcances de la protección especial de los
adultos mayores, al precisar que si bien no existe en la actualidad un
instrumento internacional o regional específico sobre la protección de
los derechos humanos de las personas de edad (a diferencia de lo que
ocurre con otros grupos sociales, por ejemplo, mujeres, niños, y más
recientemente, personas con discapacidad) son muchos los que
incorporan disposiciones reconociendo expresa o implícitamente sus
derechos.

Esta dispersión normativa —afirmó dicho asunto— se atribuye


en buena medida a que el contexto en el que los tratados
internacionales en cuestión fueron elaborados no estaba marcado aún
por el cambio demográfico que vivimos al día de hoy, en donde el
número total de personas mayores de sesenta años supera los
setecientos millones en la población mundial. De esta manera, ha sido
primordialmente a través de la interpretación realizada por los órganos
de control de dichos instrumentos que ha evolucionado y se ha
enriquecido el consenso normativo sobre la protección de la
denominada tercera edad.

Esta Primera Sala precisó que la primera referencia normativa a


las personas mayores como un grupo que requiere una especial
protección se encuentra en el artículo 25 de la Declaración Universal

Toda persona tiene derecho a protección especial durante su ancianidad. En tal cometido, los
Estados Partes se comprometen a adoptar de manera progresiva las medidas necesarias a fin de
llevar este derecho a la práctica y en particular a:
a. Proporcionar instalaciones adecuadas, así como alimentación y atención médica especializada a
las personas de edad avanzada que carezcan de ella y no se encuentren en condiciones de
proporcionársela por sí mismas;
b. Ejecutar programas laborales específicos destinados a conceder a los ancianos la posibilidad de
realizar una actividad productiva adecuada a sus capacidades respetando su vocación o deseos;
c. Estimular la formación de organizaciones sociales destinadas a mejorar la calidad de vida de los
ancianos.

38
AMPARO DIRECTO 53/2015

de Derechos Humanos. Esta disposición prevé su


amparo, aunque de forma indirecta y limitada a
través de la seguridad social y el derecho a un nivel de vida adecuado.
De manera similar, el Pacto Internacional de Derechos Económicos
Sociales y Culturales establece “el derecho de toda persona a la
seguridad social, incluso al seguro social”, en el que de forma implícita
se reconoce el derecho a las prestaciones durante la ancianidad.

Ahora bien, continuó el precedente, el primer tratado


internacional en el marco de Naciones Unidas en afirmar
explícitamente a la edad como factor de discriminación fue la
Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés). Le
siguió la Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad, que incluyó específicamente el derecho al “acceso a la
justicia en igualdad de condiciones con las demás, incluso mediante
ajustes de procedimiento y adecuados a la edad” (artículo 13) y la
protección frente a “cualquier forma de explotación, violencia y abuso
(…) ten[iendo] en cuenta la edad, el género y la discapacidad” (artículo
16).

Sin embargo, se precisó, la más alta expresión de los contenidos


normativos mínimos de los derechos de los adultos mayores a nivel
internacional en el sistema universal está en los Principios de las
Naciones Unidas en favor de las Personas de Edad, aprobados por la
Asamblea General el dieciséis de diciembre de mil novecientos
noventa y uno, mediante la Resolución 46/91. Concebidos como el
marco de acción para la integración de un enfoque de derechos
humanos en las políticas nacionales e internacionales sobre el
envejecimiento, dichos principios se agrupan en cinco categorías
principales: independencia, participación, cuidados, autorrealización y

39
AMPARO DIRECTO 53/2015.

dignidad. Es precisamente en la categoría de “cuidados” en donde se


establece que “las personas de edad deberán tener acceso a servicios
sociales y jurídicos que les aseguren mayores niveles de autonomía,
protección y cuidado”.

En relación a este instrumento precisó esta Primera Sala que, a


pesar de tener el carácter de soft law (pues a diferencia de tratados y
convenciones, no estuvo abierto a firma y ratificación, y no es objeto
de supervisión por órganos internacionales judiciales o
cuasijudiciales), en la medida en que fue adoptado por el máximo
órgano de representación política de las Naciones Unidas con la
determinación de expresar compromisos o aspiraciones comunes de la
comunidad internacional, tiene definitivamente un valor normativo, por
más que éste difiera de la obligatoriedad jurídica de un tratado o
convención internacional. Lo mismo debe decirse de las demás
declaraciones, resoluciones y pronunciamientos en la materia, cuyo
impulso normativo ha influido a que los comités responsables de la
supervisión de las convenciones, ya sea mediante informes, casos
contenciosos o comentarios generales, incorporen en su
jurisprudencia algunos de sus contenidos.

En este sentido, de particular relevancia es la Observación General N°


6 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en la
que este órgano desarrolló las obligaciones de los Estados Partes del
Pacto en relación con las personas de edad en ámbitos como el
trabajo, la seguridad social, el derecho a un nivel de vida adecuado, la
salud física y mental, la educación y la cultura, así como la
Recomendación General No. 27 del Comité para la Eliminación de la
Discriminación contra la Mujer, en donde, atendiendo a las múltiples
formas de discriminación que sufren las mujeres de edad, se
reconocen específicamente sus derechos a la información, acceso a la

40
AMPARO DIRECTO 53/2015

justicia y servicios jurídicos, así como las


obligaciones de los Estados Partes en materia de
combate a estereotipos, violencia, participación en la vida pública,
educación, trabajo y salud, entre otros.

Por su parte, añade el precedente, en el sistema interamericano,


la máxima referencia es el Protocolo Adicional a la Convención
Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (Protocolo de San Salvador). Su
artículo 17 se refiere explícitamente a los derechos de las personas
mayores, en los términos siguientes:

“Artículo 17. Toda persona tiene derecho a protección


especial durante su ancianidad. En tal cometido, los
Estados partes se comprometen a adoptar de manera
progresiva las medidas necesarias a fin de llevar este
derecho a la práctica y en particular a:
a. Proporcionar instalaciones adecuadas, así como
alimentación y atención médica especializada, a las
personas de edad avanzada que carezcan de ella y no se
encuentren en condiciones de proporcionársela por sí
mismas;
b. Ejecutar programas laborales específicos destinados
a conceder a los ancianos la posibilidad de realizar una
actividad productiva adecuada a sus capacidades
respetando su vocación o deseos;
c. Estimular la formación de organizaciones sociales
destinadas a mejorar la calidad de vida de los ancianos.”

Así, el Protocolo de San Salvador reconoce una protección


genérica a los adultos mayores en el contexto de los derechos
sociales, económicos y culturales. En este sentido, el instrumento
enuncia y desarrolla derechos categoriales, es decir, propios de
determinadas categorías que abarcan a un colectivo de personas.
Además de los derechos de los ancianos, el Protocolo se refiere a los
derechos de la niñez y de las personas con discapacidad. Al respecto,

41
AMPARO DIRECTO 53/2015.

los Estados se comprometen a desarrollar su legislación social sobre


la base de que todos los seres humanos tienen el derecho de alcanzar
su bienestar material y espiritual, garantizando las condiciones que
hagan posible una vida sana, productiva y digna. Específicamente,
este instrumento retoma no sólo el derecho al trabajo (los salarios
justos, las oportunidades en el empleo, las condiciones laborales
aceptables para todas las personas, la negociación colectiva y la
huelga), el desarrollo eficiente de la seguridad social, la educación y la
cultura, sino que hace alusión a la obligación de adoptar las medidas
legislativas que fueren necesarias para hacer efectivos los derechos.
Esta obligación, asimismo, debe ser asumida bajo el respeto del
axioma medular de la no discriminación, principio rector del derecho
internacional de los derechos humanos.

Además, enfatizó esta Primera Sala que del Protocolo de San


Salvador, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención Belém do Pará)
llama a la adopción de medidas especiales de protección para las
mujeres de edad que son objeto de violencia (artículo 9). Su atención
específica también ha sido abordada en la Declaración de San Pedro
Sula sobre una cultura de la no violencia en dos mil nueve, y
enfatizada en varias resoluciones adoptadas por la Asamblea General
de la Organización de Estados Americanos.

No obstante lo anterior, de una comparación entre dicha


normatividad constitucional y el artículo 2352 del Código Civil del
Estado de Hidalgo, no se advierte una transgresión, sino por el
contrario, el legislador en protección a diversos bienes
constitucionales, actúo conforme a un principio admisible y las
limitantes impuestas no evidencian una restricción arbitraria o subjetiva

42
AMPARO DIRECTO 53/2015

a los derechos de las personas adultas mayores,


pues de entrada no se advierte una prohibición para
el operador jurídico de tomar en cuenta las condiciones de
vulnerabilidad del sujeto, sino por el contrario de la lectura de los
requisitos se observa una apertura a valorar dichas cuestiones, con el
uso de términos como “socorro” y “pobreza”.

Por lo tanto, las limitaciones que se imponen para revocar la


donación, no son contrarias a la Constitución, en virtud de que se
apoyan en la supremacía de la voluntad de las partes que rige a los
contratos y si bien existe obligación del Estado y toda persona de
proteger a los adultos mayores, lo cierto es que el artículo, por sí
mismo, no limita esa protección.

En esas condiciones, resulta inadecuado lo resuelto por la


responsable, ya que no puede considerarse inconstitucional una
norma por un simple ejercicio comparativo con los estándares
internacionales, por lo que no puede considerarse válida su
inaplicación. Es por ello que resulta necesario enfatizar que la
aplicación de derechos humanos no debe traducirse en un ejercicio
automático y subjetivo, sino que se trata de una responsabilidad que
debe ejercerse en cumplimiento a sus estándares constitucionales,
como lo son la universalidad, indivisibilidad, interdependencia y
progresividad.

En atención a que los argumentos resultaron, por un lado,


infundados y, en otro, fundados, lo procedente es conceder el amparo
a la parte quejosa.

43
AMPARO DIRECTO 53/2015.

QUINTO. Efectos. En términos de lo dispuesto por el artículo 77


de la Ley de Amparo, al acreditarse una violación a los derechos
humanos de la parte quejosa, lo procedente es ordenar a la autoridad
a que la restituya en el goce de sus derechos, para lo cual deberá:

a) Dejar insubsistente la sentencia reclamada;

b) Emitir otra en la que se pronuncie nuevamente respecto de


los agravios de la parte recurrente, tomando en cuenta que el
artículo 2352 del Código Civil del Estado de Hidalgo es
constitucional, al modular válidamente la acción de revocación
de donación, en respeto a la autonomía de la voluntad que
rige los contratos, por lo que no resulta procedente su
inaplicación;

c) Hecho lo anterior, resolver con libertad de jurisdicción.

Por lo expuesto y con apoyo además en los artículos 73 a 79 de


la Ley de Amparo, se resuelve:

ÚNICO. La Justicia de la Unión ampara y protege a **********, en


contra del acto que reclama de la Segunda Sala Civil y Familiar del
Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo, consistente en la
sentencia de fecha tres de julio de dos mil catorce, dictada en el toca
de apelación **********, para los efectos precisados en el último
considerando de esta ejecutoria.

Notifíquese; con testimonio de esta ejecutoria, devuélvanse los


autos relativos al lugar de su origen y, en su oportunidad archívese el
toca como asunto concluido.

44
AMPARO DIRECTO 53/2015

Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de
cinco votos de los señores Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea,
José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo (Ponente),
Norma Lucía Piña Hernández y Presidente Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena. Los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea y José Ramón
Cossío Díaz, se reservaron su derecho a formular voto concurrente.

Firman el Ministro Presidente de la Sala y el Ministro Ponente


con el Secretario de Acuerdos, que autoriza y da fe.

PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA

MINISTRO ALFREDO GUTIÉRREZ ORTIZ MENA

PONENTE

MINISTRO JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO

45
AMPARO DIRECTO 53/2015.

SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA SALA

LIC. JUAN JOSÉ RUIZ CARREÓN

En términos de lo previsto en los artículos 3°, fracción II, 13, 14 y 18, de la Ley
Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en
esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como
reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos.

46

También podría gustarte