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Actividad 9 TEORIA DEL PROCESO OPONENTE DE LA VISION DEL COLOR

PRESENTADO A:
MARGARITA AHUMADA
PRESENTADO POR:
JHON VELA
C.C. 1848992

CORPORACION UNIVERSITARIA IBEROAMERICANA


IPIALES
2020
TEORIA DEL PROCESO OPONENTE DE LA VISION DEL COLOR

Visión del color. Los seres humanos somos capaces de distinguir una enorme variedad
de colores, por medio de la visión cromática, simplificándose en un sistema de
tres colores primarios: rojo, verde y azul. ... Los conos son los responsables de discernir una
enorme gama de colores, aproximadamente 7 millones de colores diferentes

Su teoría, arraigada en la tradición filosófica de Kant (Wertheimer en ... La psicología de la


Gestalt intenta demostrar que la actividad perceptual no es ... aparato perceptual es la de
estar enterado de la forma en que la naturaleza se manifiesta. ... sino que tiende de la
manera más directa e inmediata a atribuirle cualidades.

Si observamos la superficie blanca los colores distorsionan con la iluminación de la retina


que nos lleva a una resolución de iluminación para ver los demás colores en si son más
esclarecerte

A si mismo con los demás colores que son claros se toma la observación del color y con
lleva que los colores fluorescentes son superficies que encandilan la retina del ojo y
siempre va ver iluminación escándete a los ojos para tratar de observar otros colores más
oscuros con llevan a mirarlos más claros

FENOMENO PERCEPTUAL HUMANO.

El presente artículo define el concepto de percepción en psicología, con base en los aportes
de la teoría Gestalt (teoría de la forma). Se presentan los antecedentes filosóficos del
concepto de percepción en la obra de los pensadores asociacionistas y posteriormente se
establece el debate introducido por los representantes del movimiento Gestalt. Se hace una
revisión de las principales leyes de la percepción con especial énfasis en el principio de los
buenos contornos y el holismo perceptual. Finalmente, la conclusión presenta la
importancia que tiene para la psicología como disciplina científica la presentación de la
percepción como un proceso caracterizado por los procesos de abstracción y búsqueda de la
simplicidad o pregnancia.
LA TEORÍA DEL PROCESO OPONENTE

La teoría del proceso oponente, aplicada a las emociones y motivaciones, fue elaborada


por Richard Solomon y John D. Corbit en 1978. Este modelo tiene sus orígenes en los
procesos oponentes de Ewald Hering, aunque Hering hacía uso de este término para
explicar la percepción visual humana.

Mirándolo muy por encima, Hering sostenía que la percepción visual se fundamentaba


en la activación de conos y bastones del ojo de forma antagónica. Sin entrar mucho en
detalle, sus ideas permitirían entender por qué cuando miramos un objeto de un color
concreto, pongamos verde, al apartar la mirada tras un largo tiempo y mirar hacia una
superficie blanca o negra vemos el color contrario, rojo.

Solomon y Corbit trasladaron esta idea a la psicología de las emociones y la motivación. En


la teoría del proceso oponente trata de explicar por qué, cuando se nos presenta un
estímulo que despierta algún tipo de emoción, con el paso del tiempo se nos despierta
una emoción antagónica a la primera. Es decir, tiene como objetivo explicar el proceso
que sigue una respuesta afectiva ante un estímulo, que puede ser tanto aversivo como
placentero, desde su aparición hasta su desaparición.

Así, de acuerdo con el modelo, la presentación de un estímulo implica la activación de un


mecanismo de proceso oponente. Al principio, un estímulo nos despierta una respuesta
afectiva, pongamos que positiva. Pasado un tiempo, el organismo, con tal de recuperar
la homeostasis emocional, activa una segunda respuesta, de símbolo contrario a la
primera.

Para que se entienda. Imaginémonos que nos tomamos una cerveza. El alcohol nos produce,
al principio, una emoción positiva: estamos alegres, desinhibidos y somos más sociables.
Sin embargo, una vez acabada la lata y pasados unos cuantos minutos, empiezan a venir
algunas sensaciones que, aunque no muy graves, son molestas, como un ligero dolor de
cabeza o “la bajona”. Con este ejemplo podemos ver que al principio se ha despertado esa
emoción positiva pero, después, ha venido una negativa, contrarrestando a la primera.

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