Cuaderno de

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Cuaderno de

INDICE
Ser persona
Tema 1. ¡Uno, con muchas capas!��������������������������������������������������������������������������������������� 6

El cuerpo vivenciado
Tema 2. ¡Abre tus sentidos!����������������������������������������������������������������������������������������������� 12
ntimientos
El océano de los se
Tema 3.¿Qué me pasa? ���������������������������������������������������������������������������������������������������� 18

Una mente clara

Tema 4. ¡Échale cabeza!���������������������������������������������������������������������������������������������������� 24
identidad
El ministerio de mi
Tema 5. Y en el centro, mi yo�������������������������������������������������������������������������������������������� 30

No estamos solos
Tema 6. Tú me enseñas cómo soy������������������������������������������������������������������������������������ 36
ros
Al servicio de los ot
Tema 7. Una mirada crítica������������������������������������������������������������������������������������������������ 42
 ¿CUÁLES SON LOS EJES DIDÁCTICOS?

Los cuadernos de Fe y Vida, del proyecto Ver a Jesús, están orientados a reforzar el auto­
conocimiento como elemento orientador del proyecto de vida y el desarrollo de experiencias
satisfactorias y felices. Aunque cada persona sea distinta, todos buscamos vivir una dignidad y
una plenitud que recogemos en una imagen o idea: ser persona.

Ser persona, como se verá, sabe a libertad y amor. Queremos favorecer el crecimiento interior
y la apertura a la dimensión trascendente.

Este cuaderno está compuesto por siete temas distribuidos según siete ejes básicos: Ser perso­
na, El cuerpo vivenciado, El océano de los sentimientos, Una mente clara, El misterio de mi
identidad, No estamos solos y Al servicio de los otros.

SER PERSONA (Amar y ser amado)

El primer bloque nos abre al resto del libro, “Ser persona” es el fin último y único de esta obra.
Vivimos en una cultura de cosificación donde es difícil crecer y desarrollarse como personas,
por ello conviene tener claro que la persona se contempla en una visión integral de distintas
dimensiones y que su razón de ser es el amor.

EL CUERPO VIVENCIADO (Mi cuerpo me habla)

La primera dimensión de la persona es el cuerpo. Vivimos en una cultura que, a la vez, sobredi­
mensiona y olvida su corporeidad. Por un lado, existe un culto al cuerpo y a la belleza exterior,
y por el otro, adquirimos hábitos insanos de vida. Una y otra postura adolecen de un grave
error: olvidan escuchar su propio cuerpo y aprender de él.

Somos cuerpo, no tenemos un cuerpo, es por ello que asumimos la difícil tarea de identificar­
nos con él. La dimensión corporal es muy importante y rica. Por eso es necesario tener presente
que el cuerpo, finalmente, suele reflejar todos nuestros estados interiores, tanto positivos como
negativos. Conviene, entonces, aprender a tenerlo en cuenta porque nos habla de lo que nos
pasa por dentro en niveles más profundos.

EL OCÉANO DE LOS SENTIMIENTOS (Con el corazón en la mano)

La segunda dimensión de la persona es el mundo de la afectividad. Espacio amplio y complejo,
en algunos casos temido, como se teme a un océano.
En el pasado parecía un tema tabú, sobre todo en el mundo masculino, como si no sentir fuera
sinónimo de fortaleza y educación. Esa castración ha provocado más sufrimiento que otra cosa.
Lo que aquí se presenta es una primera guía muy sencilla para navegar con conciencia por este
mar y encontrar una afectividad alegre que nos ayude a divisar el horizonte de la madurez. Con
este propósito se presenta cómo funciona la afectividad y cuáles son los sentimientos base.
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 UNA MENTE CLARA (Lo primero es lo primero)
La tercera dimensión, el conocimiento, es el más valorado en nuestra cultura, pero no por eso
deja de plantear problemas:
Por el conocimiento nos creamos una imagen del mundo, pero esta perspectiva tiene que ser
amplia y flexible, sin rigorismos, ya que las maneras de ver el mundo cambian. Es por ello que
profundizamos en una de las funciones más importantes del conocimiento, la guía de la vida:
los valores.

EL MISTERIO DE MI IDENTIDAD (¿Cómo soy?)

La plenitud de la vida se esconde en lo profundo de nuestro Yo y por eso es importante com­
prender que ser persona es más que tener una personalidad. En ocasiones, nos gusta conocer
las descripciones de los tipos de personalidad, pues nos vemos reflejados en ellas, pero somos
mucho más, nuestra identidad va más lejos.

NO ESTAMOS SOLOS (Aprendo a escuchar y a decirme)

En esta parte hablaremos de la persona en sociedad, ya que ella no vive aislada: en su misma
esencia está escrito que hemos sido creados para abrirnos y estar con los demás.
Ser persona es ser en relación. Por eso, para conocernos, necesitamos del otro para reflejarnos
como en un espejo. Esta necesidad se vive a través de la comunicación, un arte cada vez más
complejo y una de las mayores urgencias de nuestra cultura.

AL SERVICIO DE LOS OTROS (Una vida entregada a los demás)

El último eje está destinado a una faceta esencial para la felicidad humana: el servicio a los de­
más. Solo la solidaridad llena la vida de plenitud.
Para asumir el compromiso social con seriedad hay que aprender a ver la realidad, para ello pre­
sentamos un ejemplo práctico de vivir la solidaridad: el voluntariado.
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 ¿CÓMO TRABAJAR ESTE MATERIAL?
Todos los temas de este cuaderno se desarrollan a partir de una misma estructura,
conformada por cinco momentos de trabajo. Se parte de la realidad de la vida y se
llega a ella de una manera nueva, una vez recorridas las propuestas de cada tema. Para
ello se proponen tres momentos intermedios: experimentar, conocer e interiorizar.

Y YO ¿QUÉ? ¡EH, TÚ!

Concretamos: para Entramos en contacto:
poder hacer cambios en con la realidad, tanto de
nuestra vida y avanzar cerca como de lejos
en nuestro camino.

SAL AL ENCUENTRO PRUEBA

Interiorizamos: reposamos Experimentamos: nos
lo vivido y analizado para implicamos y vivimos
que eche raíces en personalmente de qué
nuestro corazón. estamos hablando.

DALE VUELTAS
A través de unas
pinceladas, conocemos
mejor los contenidos
de esa realidad.

¡EH, TÚ!
Por las carreteras encontramos señales de atención. Muchas veces nos avisan de posi­
bles peligros, cruces, salida de vehículos pesados, etc. Siempre nos invitan a abrir los
ojos para que no pasen desapercibidas las cosas. En la vida necesitamos llamadas de
atención para poder caer en la cuenta de qué pasa a nuestro alrededor.
• Los materiales que presentamos son de naturaleza muy distinta: poemas, testimonios,
canciones o imágenes y todos parten de la realidad y pretenden ser una provocación,
un punto de partida.
• Suelen estar acompañados de unas preguntas. No son para dedicarles mucho tiempo.
Pretenden ayudar a una primera reflexión.
PRUEBA
Estamos en el taller, pero no como espacio para reparar cosas, sino en un lugar práctico.
Cuando solo conocemos desde los libros, la vida tiene muchas cosas que enseñarnos.
© EDICIONES SM

Como en los talleres, en los que te llenas de grasa en cada rincón, para experimentar
hay que untarse: no podemos pasar sin mojarnos ni mancharnos.

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 • Esta página contiene pequeños talleres o dinámicas. Pretenden llevar el trabajo a un nivel
no intelectual, pues implican otras dimensiones como la sensibilidad y la afectividad. Exigen
un cuidado especial: el tiempo y el espacio, los materiales necesarios, etc.
• Casi todas son individuales, pero los últimos temas necesitan hacerse en parejas o grupos.
DALE VUELTAS
En muchas zonas se están sustituyendo los semáforos de los cruces por rotondas. Nos invi­
tan a detenernos y parar para ceder el paso a los que ya están girando. Una vez dentro, tene­
mos que girar hasta continuar la marcha por la dirección elegida. Así queremos que hagas:
dale vueltas al tema, piensa y conoce mejor.
• En esta parte el lenguaje cambia y se vuelve expositivo porque es importante contar con
la información suficiente sobre los temas. No basta solo con tener experiencias, también
necesitamos comprenderlas.
• Son textos muy sumarios, pueden resultar densos y se proponen tareas sobre sus conteni­
dos. Pretenden ser un abrebocas para posibles lecturas e investigaciones.
• Al final de este momento o sección, se añade un espacio para resumir, preguntar o escribir
sobre lo que más le haya aportado: Tomo nota.
SAL AL ENCUENTRO
Aunque parezca lo contrario, entrar dentro de nosotros mismos se refleja mejor con un as­
censo que con un descenso, porque cuando vivimos desde el interior sabemos que ascende­
mos a cotas más altas que las de la realidad. En la historia se ha representado con imágenes
similares o iguales a las de una montaña.
• Llega el momento de la calma. En los primeros temas se explica cómo realizar una relaja­
ción que permita la interiorización.
• Si la atención es esencial para escuchar y comprender, el silencio lo es para entrar dentro
de nosotros mismos. Por eso hay que tener mucho cuidado con el ambiente en el que se
desarrolle esta sección.
Y YO, ¿QUÉ?
Manos abiertas para mirar el paso del tiempo, las huellas de lo que hemos hecho. Las manos
del que no hace nada quedan como las de un bebé; los trabajadores se reconocen al darles
la mano. Ahora es el momento para poner en práctica lo que has asimilado en el tema, para
arremangarse y cumplir una tarea.
• Finalmente favorecemos la conclusión con otras dinámicas apropiadas para poder recoger
y lanzar el tema en la vida cotidiana.
• Es importante que no nos limitemos a pensar o a sentir los temas. Hay que aprender a
decidir y actuar en consecuencia.
• En definitiva, es un espacio muy personal. No hay referencias lejanas, ni presentaciones en
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tercera persona, sino trabajo personal sobre la propia vida.

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1 ¡UNO, CON MUCHAS CAPAS!

¡EH, TÚ!

Me encuentro con un precioso carruaje. Es de madera de nogal no- chero. Es un hombre formal, con cara de poco humor y mucho co-
ble, tiene herrajes de bronce y lámparas de cerámica blanca. nocimiento.
Abro la portezuela de la cabina y subo. Un gran asiento semicircu- Me subo, me acomodo, asomo la cabeza y le indico al cochero
lar forrado de pana y unos visillos de encaje blanco le dan un toque adónde quiero ir. Él conduce, él controla la situación, él decide la
de realeza al interior. Me siento y me doy cuenta que todo está velocidad adecuada y elige la mejor ruta.
diseñado exclusivamente para mí, está calculado al largo de mis Yo..., yo disfruto del viaje.
piernas, al ancho del asiento, la altura del techo... Todo es muy Jorge Bucay, El camino de la autodependencia
cómodo, y no hay lugar para nadie más. Entonces miro por la
ventana y veo “el paisaje”.
Al rato empiezo a aburrirme: lo que se ve por la ventana es siempre
lo mismo.
Entonces voy hasta el corral de las caballerizas y le ato dos caballos
al carruaje. El paisaje se vuelve maravilloso, extraordinario, cam-
bia permanentemente y eso me sorprende.
Sin embargo, al poco tiempo, empiezo a sentir cierta vibración en
el carruaje y a ver el inicio de una grieta en el lateral. Son los caba-
llos que me conducen por caminos terribles; pillan todos los baches,
se salen de la vereda, me llevan por caminos escarpados y peligro-
sos. Me doy cuenta que yo no tengo ningún control de nada: los
caballos me arrastran a donde ellos quieren...
Con gran dificultad freno los caballos y decido contratar a un co-

• Al nacer nos encontramos con nuestro cuerpo.
• Este carruaje no serviría para nada si no tuviese caballos.
• Las emociones tenemos que controlarlas.
• Nuestro yo interior es el curioso pasajero.
Un carruaje diseñado a nuestra medida.
Ellos son los sentimientos, las necesidades, los deseos...
Aquí es donde aparece la figura del cochero: nuestra cabeza, nuestro intelecto,
nuestra capacidad de pensar.
Disfruta y es dueño y señor de su vida cuando cuida y está atento a la armonía
de todas las dimensiones de su persona.
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 SER PERSONA 1
PRUEBA

Blancanieves y los siete enanitos

El psicólogo Carl G. Jung introdujo el concepto de “inconsciente colectivo”: sabiduría

humana, recogida simbólicamente durante generaciones en los cuentos populares. En
ellos, sus protagonistas son personajes arquetípicos que han de realizar un viaje a lo más
profundo de sí mismos hasta encontrar la felicidad.
• En la jovencísima Blancanieves se representa a la persona en su dimensión más pura.
Amenazada por las expectativas, agresiones y envidias del mundo adulto, se adentra
en la espesura del bosque y, tras quedarse profundamente dormida, se encuentra
con siete enanitos “mineros”. Todo un recorrido de introspección hacia
su crecimiento personal.
• Estos siete enanitos bien pudieran representar las siete dimensiones de la
persona humana:
v Mocoso, reconciliado con su alérgica dimensión corporal.
v Dormilón, entregado a la pereza y otras pasiones.
v Sabio, desde la razón.
v Mudito, como paradigma de la comunicación interpersonal.
v Romántico, identificado con su sexualidad.
v Bonachón, representando la dimensión espiritual y moral de la persona.
v Gruñón, desde el sentido crítico y el compromiso sociopolítico.

Imagínate a Blancanieves
Blancanieves pide consejo a los siete enanitos sobre algunas cuestiones. Ponte
en el lugar de cada uno de ellos, argumentando y discutiendo desde su particular
punto de vista a cada una de las dudas planteadas.
Blancanieves, tal como ha leído en una revista juvenil, quisiera hacer la dieta del
puerro, que consiste en ingerir únicamente un puerro al día hasta conseguir una
figura estilizada.
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Blancanieves recibe una oferta económica de su madrastra: una inmensa fortuna

a cambio de renunciar al matrimonio con el príncipe del que está enamorada.

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1
DALE VUELTAS
Somos una unidad, pero con diferentes dimensiones
Somos, esencialmente, uno. Sabemos que,
aunque cambie nuestro aspecto físico, nuestra
mentalidad..., somos la misma persona. Pero,
al mismo tiempo, vivimos nuestra unidad en
conflicto.
Todo esto ocurre porque tenemos distintas
dimensiones que interactúan entre ellas con
lógicas muy distintas. Para ser felices, sin
embargo, tenemos que buscar el desarrollo
armónico de todas ellas.
Antes de leer estas palabras:
R ¿Cómo valoras cada una de las
dimensiones en tu vida?
R Elabora frases que puedan
sintetizar tu experiencia previa y
sin elaborar.
• Mi cuerpo...
• Mi afectividad...
• Mi cabeza...
• Mi Yo...
El cuerpo
El cuerpo es la dimensión más externa y la
primera toma de contacto con los demás (y con
nosotros mismos). Nos abre a la percepción
del mundo a través de los sentidos y nos hace
presentes a él.
Aunque todos tenemos cuerpo, no todos
llegamos a comprender que somos ese cuerpo.
El cuerpo busca siempre mantener el equilibrio
vital de sus funciones, por eso nos señala
siempre los abusos y excesos. Así, tenemos
fiebre o nos duele algo cuando hay una
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infección, se nos acelera el corazón cuando
estamos nerviosos, etc.
La afectividad
Dentro de los sentimientos englobamos un
conjunto de emociones interiores, subjetivas,
distintas entre sí, pero que tienen en común
su naturaleza dinámica. Constituyen la
dimensión energética de la vida.
Sin sentimientos somos un cuerpo muerto o
una fría razón. Nosotros mismos decimos que
“hay que ponerle pasión a la vida”.
Los sentimientos se guían siempre por el
principio del placer: buscar lo agradable y
evitar lo desagradable.
Pero no podemos dejarnos guiar por los
sentimientos: necesitan la ayuda de una
mente rectora o un yo honesto.
La razón
La razón busca la coherencia lógica y
la claridad.
Con la razón tenemos que conocer y
comprender nuestro yo y el mundo,
podemos gobernar las pulsiones de nuestros
sentimientos (valorando, lo que es para
nuestro bien y lo que nos perjudica...) y
proyectar sabiamente nuestra vida para poder
desarrollar nuestra identidad.
Por el conocimiento elaboramos por medio
de nuestras experiencias un mapa de la
realidad, que es nuestro mundo. A mayor
número y calidad de experiencias, más
amplio será nuestro propio mundo.
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 SER PERSONA 1

Con la razón tenemos que conocer y en un Yo profundo, esencial, auténtico.

comprender nuestro yo y el mundo,
podemos gobernar las pulsiones de
nuestros sentimientos (valorando, lo
que es para nuestro bien y lo que nos
perjudica...) y proyectar sabiamente
nuestra vida para poder desarrollar
nuestra identidad.
R ¿Crees que “tienes mundo”?
R ¿Cuáles son las experiencias
que te han marcado en tu vida?
Por el conocimiento elaboramos por
medio de nuestras experiencias un mapa
de la realidad, que es nuestro mundo. A
mayor número y calidad de experiencias,
más amplio será nuestro propio mundo.
El Yo profundo
Pero, por debajo de todas esas
experiencias, el ser humano se identifica
El contacto con nuestro Yo nos permite
concebirnos como únicos. El Yo se
fragua en los primeros años de nuestra
vida.
Esta dimensión más profunda
necesita ser desarrollada en todas sus
posibilidades. De ello depende nuestra
felicidad: solo seremos felices si somos
nosotros mismos, y no otros.
Desde el Yo nos abrimos a otros Yo: es el
espacio del encuentro personal, incluso
con Dios, que habita en nuestro interior.
R Habla con alguien (cinco
minutos) o escribe (una hoja)
completando esta frase:
Yo soy una persona que...

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SAL AL ENCUENTRO

Aprende a parar (II): Respira

• C ierra los ojos... Y concentra tu atención en la respiración... Nota cómo el aire pasa por la nariz, garganta, tráquea, pulmones...
• N o vale cualquier respiración; solo la abdominal ayuda a la relajación; por eso, coloca lentamente tu mano sobre la barriga y nota
cómo se mueve al respirar. La respiración abdominal ocurre por el movimiento del diafragma hacia abajo, por eso la barriga se
hincha. Se opone a la respiración torácica.
• U na vez que controles que tu respiración es abdominal, cuenta los movimientos completos de inspiración y expiración de 10
hasta 0...
• T oma conciencia de la sensación global de tu cuerpo...
• Atiende a tus distracciones: descubre de qué se trata y no te dejes llevar por ellas, sino que reconoce que son solo distracciones...
• P ara salir, se respira con fuerza tres veces y se sale lentamente moviendo las manos, el cuello, abriendo los ojos, etc.

Tú, Señor, eres mi aliento

Tú, Señor, eres mi aliento.

Te siento en cada respiro porque me mantienes en vida.
Si tú retiras tu mano, perecemos; pero no, tú me sostienes y me guías.
Tú, mi roca, mi fundamento, lo que está por debajo de mí.
¡Gracias!
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 SER PERSONA 1
Y YO, ¿QUÉ?

Escucho a mis enanos

 partir del ejercicio de Blancanieves y los siete enanitos, bajo a la profundidad de

A
la mina de mi realidad personal.

S i pudiera escoger, ¿con qué enanito me identificaría más?

• 
¿Por qué?

• Si miro en mi interior y paso lista, ¿me faltan algunos enanitos?

• ¿Vivo alguna dimensión amordazada, escondida, reprimida?

• Piensa en tu entorno familiar, en tu grupo de amigos.

¿Qué enanito predomina más?
¿A cuál sería más necesario darle cancha en estos momentos?
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2 ¡ABRE TUS SENTIDOS!

¡EH, TÚ!

Rostro de
vos
Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.
Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.
Mario Benedetti

¿ De qué color son tus recuerdos

?
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Qué sabor te dejó hoy el día

A qué huelen tus sueños
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 EL CUERPO VIVENCIADO 2
PRUEBA

Si fuera

Déjate llevar e imagina las sensaciones que rodean a todas las cosas.
Si dejas a un lado el coco y te atreves a llenar de color, olor, música... la vida, la
recibirás de otra manera. Por ejemplo:

v Si la amistad fuera un color, ¿cuál sería?

Rojo, blanco, verde...

v Si la amistad fuera un olor, ¿a qué olería la amistad?

A hierba recién cortada, a pan sacado del horno, a sudor...

v Si la amistad fuera música, ¿de qué tipo sería?

Una balada, rock, pachanguera, un atasco...

v Si la amistad fuera un sabor, ¿a qué sabría?

A dulce, a salado, a agrio, a fresa, a turrón, a morder una manzana...

v Si la pudieras tocar con los ojos cerrados, ¿qué tacto tendría?

Una mano cálida, un osito de peluche, un arroyo fresco...

Atrévete con:

Si mi madre fuera...


Si la soledad, la libertad, la traición, el primer beso, un fracaso o decepción,
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perdonar y sentirnos perdonados, el miedo... fueran...

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2
DALE VUELTAS
Todo pasa por los sentidos
Vivir el presente
Por el cuerpo nos abrimos al mundo exterior
y los sentidos son la puerta que usamos
para hacerlo.
Todo conocimiento pasa por los sentidos,
decía Aristóteles. Pero a diferencia de la
imaginación, los deseos, la memoria, la
inteligencia abstracta, los sentidos nos
impiden percibir fuººera del tiempo presente.
No puedo oler, ver, oír, tocar lo que no esté
ante mí. Puedo, eso sí, recordar sensaciones
pasadas, o desear sensaciones ausentes,
soñar con ellas, pero eso es otra cosa, aunque
puedan tener el mismo grado de intensidad
que las sensaciones propiamente dichas.
La atención
La principal tarea que necesitamos es afinar
nuestros sentidos, prestar atención.
De toda la información que recibimos a través
de los sentidos (imágenes, sonidos, músicas,
olores, etc.) solo aprehendemos aquella que
capta nuestra atención: puede ser porque
sea un estímulo muy llamativo o porque me
interese poderosamente.
Por eso la atención se educa: por un lado
podemos ampliar nuestra sensibilidad si
enriquecemos la gama de sensaciones
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con matices distintos, por el otro, cuando
mostramos interés por la realidad y nos
abrimos a captarla.
La atención es una selección necesaria entre
los múltiples estímulos que recibimos, pero
hoy en día estamos sujetos a un sinfín de
distracciones que nos apartan de la
realidad presente.
Nos falta atención para leer (y comprender lo
que hemos leído), para escuchar los sonidos
(y a las personas), para ver lo que nos rodea.
R Prueba a darle prioridad a las
sensaciones por encima de las
ideas, fantasías, insatisfacciones...
R Olvida el pasado y no te adelantes
al momento.
R Relájate, abre tus sentidos y
descubre un mundo lleno de
colores, caricias, ruidos, texturas...
Somos perspectiva
Los sentidos van configurando en nosotros
una manera peculiar de percibir la realidad,
el mundo.
Cada uno de nosotros tiene la suya propia.
Hay cosas que veo desde aquí, pero la
persona que está frente a mí no puede ver.
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 EL CUERPO VIVENCIADO 2

Somos el centro de nuestra manera de “no nos sentimos escuchados”.

percibir, de nuestra perspectiva, y no
solo desde los sentidos, sino que todo
el conocimiento se va estructurando
desde nuestro centro para adquirir, como
decimos, nuestro propio punto de vista.
No podemos pretender, sin embargo,
que nuestra perspectiva sea la realidad.
Solo el diálogo, para poner en común las
perspectivas distintas puede acercarnos a
la realidad.
Escuchar y escucharse
La atención es necesaria para la
comunicación y el diálogo. Las personas
se encuentran en el presente y para eso
tenemos que aprender a escuchar. La
escucha es la capacidad de acoger la
presencia y la palabra del otro tal como es.
Es tan importante en la vida que cuando
no nos sentimos queridos decimos que
Esta situación afecta también a nuestro
propio yo. Existe una percepción
exterior (que nos pone en contacto con
el mundo) y otra interior (que nos habla
de nosotros mismos). Hay que aprender
a escuchar nuestro interior (hasta acoger
nuestro yo). Es un proceso complejo
y largo que necesita hacerse hábito.
Nuestras dimensiones más profundas
manifiestan su armonía y sus tensiones
a través del cuerpo. El mismo yo se nos
revela a través del cuerpo.
R Durante una jornada, mantén
una conciencia especial sobre tu
cuerpo.
R Anota al final del día lo que has
escuhado de él.

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SAL AL ENCUENTRO

Si Dios fuera

Dios se encuentra conmigo en el presente. ¿Qué señales descubro de su presencia?

¿Qué sabor, olor, música... deja a su paso por mi vida?

v Si Dios fuera un color, para mí es de color...

v Si Dios fuera un sabor, Dios me sabe a...

v Si Dios fuera un olor, Dios me huele a...
v Si Dios fuera un sonido o música, Dios me suena a...
v Si Dios se pudiera tocar, Dios tiene el tacto de...

Dios me sabe a pan

Dios me sabe a pan. A nuestro pan de cada día.
Me sabe a pan de hogaza, redondo y cálido,
que sabe a hogar, amor y comunidad.
Me sabe como la “tostada”, sencillota y agrietada,
cercana y comprometida.
No como la “baguette”, más perezosa y estirada.
No me sabe a pan de “pistolas”, cobardes y asesinas,
sino al sándwich compartido del perdón, al rollo paciente
de la paz.
Me sabe a pan integral, moreno y fibroso,
del sabor de la tierra, las espigas, el sol y el mar.
No me sabe a pan de molde. ¿Será porque Dios no está
cuadriculado?
No me lo encuentro en los canapés de los famosos y
adinerados,
sino en los pequeños “mojicones”,
en los detalles más crujientes y cotidianos.
Dios me sabe a pan.
© EDICIONES SM

• Toma un trozo de pan en tus manos, saboréalo...

• Lee la oración que te proponemos... No olvides que
Jesús quiso quedarse entre nosotros en forma de pan.
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 EL CUERPO VIVENCIADO 2
Y YO, ¿QUÉ?

¡No miro! ¡No escucho! ¡No hablo!

• ¿ Cómo sería mi vida si perdiera el sentido de la vista? ¿Qué cosas,

paisajes, rostros me dolería no volver a ver?

• ¿ Me imagino a mí mismo completamente sordo? ¿Qué sonidos,

voces, melodías echaría de menos?

¿Si alguna vez me viera privado de la capacidad de hablar? ¿Cuáles

• 
me gustaría que fueran las últimas palabras que pronunciara? ¿A
quién se las diría?

• ¿Disfruto de mis sentidos?

• ¿Estoy agradecido por poder contar con ellos?

© EDICIONES SM

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3 ¿QUÉ ME PASA?

¡EH, TÚ!

A veces pasan cosas,

siento algo,
me noto extraño,
me dicen que estoy raro.

¿Qué te pasa? y una tristeza enamorada,

tengo un disfraz pero no es carnaval
Todos me dicen “¿Qué te pasa?”
y esta locura que no puedo parar.
y yo no sé qué contestar.
Todos me dicen “¿Qué te pasa?”
Todos se piensan que estoy triste
y yo no sé qué contestar.

?
desde que tú te fuiste de casa
Manolo Tena

¿
y me preguntan “¿Qué te pasa?”
y yo no sé qué contestar.
Tengo el blues de la mañana
y tres relojes que se atrasan, Qué me pasa
tengo un amigo que no sabe soñar Qué siento
No sé que contestar
y una guitarra que no puedo afinar.
© EDICIONES SM

Tengo una casa sin ventanas

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 EL OCÉANO DE LOS SENTIMIENTOS 3
PRUEBA

El diccionario

Para entrar en el mundo de la afectividad con buen pie, aprende a ponerle

nombre a las cosas y amplía tu abanico de afectos.

v Te propongo una lista de sentimientos. Busca su significado en el

diccionario o elabora una definición apropiada con tus palabras. Los
sentimientos son:

Aburrimiento Compasión Pena

A dmiración Confianza PLACER

Alegría D esesperación
Pre oc up ac ió n
A mor Enamoramiento Rencor
Resignación
Antipatía Esperanza
A rre pe nt im ien to Fastidio Simpatía

Asombro ODIO Vergüenza

© EDICIONES SM

¿Se te ocurren otros?

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3
DALE VUELTAS
El mundo de la afectividad
La afectividad
Por afectividad entendemos el mundo com­
plejo y amplio de las repercusiones que los
acontecimientos exteriores e interiores dejan
en nosotros.
Cuando sugiero que alguien es muy afectivo
quiero decir que las cosas le afectan mucho.
Por repercusión queremos decir que algo se
nos mueve dentro y, en general, me empuja a
la acción. Por eso la afectividad es el compo­
nente energético y dinamizador de la vida de
la persona.
Sin los sentimientos no hay vida, porque la
mera razón o el placer corporal no son sufi­
cientes.
Si no somos capaces de apostar por la vida,
es que algo está frío dentro de mí. Solemos
situarla simbólicamente en el corazón.
Los afectos
Los afectos son subjetivos e íntimos y hay que
aprender a comunicarlos y respetar los de los
demás. Mi experiencia vital no es discutible:
me siento así, y ya está.
Cada persona tiene una manera propia de or­
ganizar su mundo afectivo dependiendo de su
carácter básico y de su historia personal.
20
R ¿Cómo es tu perfil afectivo?
R ¿Te crees una persona
apasionada? ¿En qué se
manifiesta?
R ¿O, sin embargo, eres racional y te
cuesta expresar y recibir afectos?
Afectos contrapuestos
Todos buscamos tener experiencias agrada­
bles y positivas y evitamos el sufrimiento y
el displacer. Pero, ¡atención! El psicoanálisis
reveló que nos atraen tanto el amor como la
muerte y el riesgo.
Cuando hablamos de placer, lo podemos en­
contrar al pasarlo bien o pasarlo mal, cuando
estamos tranquilos y en paz o cuando se nos
sube la adrenalina y nos ponemos a mil... Por
eso, cuando decimos “Hacer lo que me pide
el cuerpo”, normalmente queremos decir
“hacer lo que me pide el corazón”.
Diversos afectos
Atendiendo a su intensidad, duración y re­
percusión corporal podemos distinguir entre
los afectos:
• Los estados de ánimo
- Son duraderos y ligados a los ciclos de
la vida.
© EDICIONES SM
 EL OCÉANO DE LOS SENTIMIENTOS 3

- Es el talante propio de cada persona.
Comúnmente decimos que una perso­
na es optimista o pesimista, emotiva o
no emotiva...
• Las emociones
- Consisten en experiencias afectivas
intensas, pasajeras, bruscas y agudas,
con una gran repercusión en el cuerpo:
nos sube o baja la tensión, sudamos,
lloramos, nos ponemos pálidos o nos
ruborizamos.
- Tienen un fuerte componente energéti­
co, junto con las motivaciones, con las
que comparten raíz semántica.
sentimientos son el modo como nos
proyectamos en ese mundo. Por eso
podemos estar enfadados con una
persona (emoción) al tiempo que la
queremos (sentimiento).
• Las pasiones
- Son fenómenos afectivos que tienen la
estabilidad del sentimiento y la inten­
sidad de la emoción y en los que se da
una gran implicación: si siento pasión
por algo gastaré energías en conocerlo,
practicarlo, etc.
- La pasión puede tener por objeto una
persona o una cosa.

• Los sentimientos R Intenta ponerle nombre y

- Son más complicados y estables, menos
intensos que las emociones y con me­
nos síntomas corporales.
- Si las emociones son modos de sentirse
afectado por el mundo exterior, los
clasificar los diferentes afectos
de tu vida.
R Lo que siento por tal persona
o en tales situaciones son...
¿sentimientos, emociones...?

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3
SAL AL ENCUENTRO

Pasado, presente, futuro

Imagínate que estás en un lugar que te gusta mucho, tranquilo y sereno: en el mar, el campo o la montaña, en un
monumento o plaza solitaria, en un camino.
• A plica los sentidos a ese lugar... Percibe olores, escucha sonidos, siente frío o calor, percibe la luz.
• E stás solo.
C uando te paras a mirarte, han pasado por ti más de veinte años: tienes en torno a 40 años.
• ¿ Cómo te ves? ¿Cómo vas vestido? ¿Y tu cuerpo?
• D eja reposar los sentimientos que te provoca verte mayor.
T e detienes a reconstruir la historia, desde el momento actual hasta el que estás vivenciando.
• ¿Qué pasará en los próximos años? Imagina cómo acabas en el colegio. Si conseguirás lo que pretendes.
• ¿ Te ves en la universidad, trabajando?
• ¿ Con quién te emparejas? ¿O te quedas solo? (a lo mejor decides consagrarte)
• ¿ Y el trabajo?
• ¿ Cómo le irá a tus padres y/o hermanos? ¿Tendrás tu propia familia?
• Imagínate todo lo que puedas, sin ideas preconcebidas, con total espontaneidad.
¿Qué sientes?

• Si te has sentido contento: ¿qué has

visto que tienes que hacer?
• Si te has sentido fracasado: ¿dónde te
equivocaste?
• ¿Qué has aprendido?
© EDICIONES SM

22
 EL OCÉANO DE LOS SENTIMIENTOS 3
Y YO, ¿QUÉ?

¡Cuánta historia en algo tan sencillo!

Para hacer este ejercicio necesitas un objeto personal al que le tengas es-
pecial cariño: una foto, un muñeco, una figurilla, una cartera, un llavero....
Si necesitas intimidad, enciérrate en tu cuarto, pero relájate para dejar
aflorar tus sentimientos.

• Vas a acoger ese objeto precioso... Colócalo frente a ti y respira

durante un tiempo, con los ojos cerrados, para estar en silencio...

Ver
➤ Abre los ojos y, sin tocarlo, mira el objeto...

Recórrelo sin prisas, comprobando el paso

del tiempo...
➤ Recuerda las escenas de cuándo lo conseguis-

te, las personas que te rodeaban...

➤ Cierra los ojos... ¿Qué sentimientos te provoca?

Tocar Oler
➤Con los ojos cerrados, coge el objeto en tus

manos... ¿Qué significa este hecho, “cogerlo en

o ➤ Con los ojos cerrados, acércate el
mis manos”?
b objeto a tu nariz y respira hondo...
➤Léelo, como un ciego, con las yemas de los
j ➤ ¿A qué huele? ¿Qué te recuerda?

dedos, nota su textura... ¿Qué me dice?
➤Compórtate con él espontáneamente: abrázalo,
recógelo entre tus manos, bésalo, juega con él...
➤Reposa tus sentimientos...
e ¿Ha perdido su olor original? ¿Qué
t significa todo esto?
➤ Reposa los sentimientos que
o te suscita...

Oír
➤ 
Finalmente, acércatelo al oído.
Gustar Escucha qué tiene que decirte el
➤ Ahora besa tu objeto y siente las sensaciones
objeto...
en los labios... ➤ Reposa todo lo que has vivido y reco-
➤ ¿A quién o qué cosas estás besando?
noce cuánta historia se encierra en
¿Qué sientes? algo tan sencillo.
© EDICIONES SM

23
4 ¡ÉCHALE CABEZA!
¡EH, TÚ!
El comandante en jefe de las fuerzas de ocu­
pación le dijo al alcalde de la aldea:
–Tenemos la absoluta seguridad de que
ocultan ustedes a un traidor en la aldea. De
modo que, si no nos lo entregan, vamos
a hacerles la vida imposible, a ustedes y
a toda su gente, por todos los medios a
nuestro alcance.
En realidad, la aldea ocultaba a un hombre
que parecía ser bueno e inocente y a quien
todos querían. Pero, ¿qué podía hacer el
alcalde, ahora que se veía amenazado el
bienestar de toda la aldea? Días enteros de
discusiones en el Consejo de la aldea no lle­
varon a ninguna solución.
De modo que, en última instancia, el alcal­
de planteó el asunto al cura del pueblo. El
cura y el alcalde se pasaron toda una noche
buscando en las Escrituras y, al fin, apareció
la solución.
Había un texto en las Escrituras que decía:
Es mejor que muera uno solo por el pueblo
y no que perezca toda la nación.
¿Estás dispuesto a mirar la
realidad sin manipularla?
Para mirar la realidad, sobre todo de los ojos
de una persona, hay que ser muy valiente. A
veces preferimos acudir a nuestros esquemas
preconcebidos, nuestras ideas previas... Son
prejuicios... y nos rodean.
24
MIRAR A SUS OJOS
De forma que el alcalde decidió entregar al
inocente a las fuerzas de ocupación, si bien
antes le pidió que le perdonara. El hombre
le dijo que no había nada que perdonar, que
él no deseaba poner a la aldea en peligro.
Fue cruelmente torturado y ejecutado.
Veinte años después pasó un profeta por la
aldea, fue directamente al alcalde y le dijo:
–¿Qué hiciste? Aquel hombre estaba des­
tinado por Dios a ser el salvador de este
país. Y tú lo entregaste para ser torturado y
muerto.
–¿Y qué podía hacer yo? –alegó el alcalde–.
El cura y yo estuvimos mirando las Escritu­
ras y actuamos en consecuencia.
–Ese fue vuestro error –dijo el profeta–. Mi­
rasteis a las Escrituras, pero deberíais haber
mirado a sus ojos.
T. de Mello, El canto del pájaro
© EDICIONES SM
 UNA MENTE CLARA 4
PRUEBA

El color del cristal con que se mira

v S upongamos que un día decides ir a ver un

v S upongamos que un día decides ir a ver
un partido decisivo, o a un concierto de tu
grupo favorito. Cuando llegas a la taquilla,
te das cuenta de que has perdido $30.000
pesos, lo que cuesta una entrada. En estas
circunstancias, ¿cómo crees que te com-
portarías?
• Compraría la entrada.
• Regresaría a casa.
partido decisivo, o a un concierto de tu grupo
favorito. Compras con antelación la entrada al
precio de $30.000 pesos. Cuando llegas a la
puerta, te das cuenta de que has perdido la
entrada. En estas circunstancias, ¿cómo crees
que te comportarías?
• Compraría otra entrada.
• Regresaría a casa.

Plantéale el primer caso a un grupo de conocidos y el segundo a otro grupo distinto.

Fíjate qué curioso: La “pérdida” sufrida en ambas situaciones es la misma: $30.000
pesos; pero el desarrollo de los acontecimientos nos induce a atribuir un peso dis-
tinto a la pérdida de esos $30.000 pesos. Prueba de ello es que, en el primer caso,
somos más propensos a decidir comprar la entrada, mientras que en el segundo, la
gran mayoría opta por no efectuar otra compra.
En efecto, en el caso de extravío de la entrada podría creer inoportuno comprar
una segunda entrada, pensando en su “contabilidad mental” que se trataría de una
recompra (pagar el doble), un precio demasiado elevado; mientras que en el extra-
vío del dinero, aún no gastado en la entrada, que se podría utilizar para otras muchas
cosas, comprar la entrada no nos supone más que pagar los $30.000 pesos que
teníamos previstos, a pesar del disgusto de haber perdido un poco de dinero.

Imagínate a Blancanieves
¿Me cuesta tomar decisiones?
¿Siento que me hago un lío y me pierdo en mis
propios razonamientos?
Los errores tienen su precio, pero aprender a pagarlo, reconociéndolo sin avergonzarnos, puede
ser fuente de inspiración y creatividad.
© EDICIONES SM

¿Puedo reconocer en alguna de mis últimas decisiones el peso en el

resultado final del aprendizaje de mis errores?

25
4
DALE VUELTAS
Las ideas irracionales
La mente no siempre ayuda a adaptarnos
a la realidad. Muchas veces anidan en la
cabeza esquemas que son objetivamente
falsos y que son fuente de sufrimiento.
El psicólogo americano Albert Ellis
definió como idea irracionalt los
pensamientos que dan lugar a respuestas
desadaptativas de la persona con
su entorno. Estas ideas irracionales
son mucho más frecuentes de lo que
pensamos. Las más importantes, en su
opinión, son las siguientes:
1. Es imprescindible ser amado o
aceptado por todos los que me rodean.
2. Tengo que ser muy competente
y saber resolverlo todo, si quiero
considerarme necesario y útil.
3. Hay gente mala, despreciable, que
debe ser duramente castigada por
su maldad.
4. Es desastroso que las cosas no pasen
de la forma que a mí me gustaría.
5. La desgracia humana es debida a
causas externas, y la gente no tiene
ninguna o muy pocas posibilidades de
controlar sus disgustos o trastornos.
6. Si algo es o puede llegar a ser
peligroso, uno debe preocuparse
terriblemente, y recrearse
26
constantemente en la posibilidad de
que ocurra.
7. En la vida hay veces que es
más fácil evitar que hacer frente
a algunas dificultades o
responsabilidades personales.
8. Uno depende de los demás, siempre
se necesita alguien más fuerte que uno
mismo en quien poder confiar.
9. Un suceso pasado es un importante
determinante de la conducta presente,
porque si algo nos afectó mucho
una vez en la vida, debe continuar
perturbándonos en adelante.
10. Tengo que estar permanentemente
preocupado por los problemas de
los demás.
11. Existe invariablemente una solución
perfecta y precisa para los problemas
humanos, y es horrible que uno no
dé con esa maravillosa solución.
Tomar conciencia de las ideas
irracionales
Si se leen atentamente estas ideas
irracionales, se nota que nos afectan más
de lo que pensamos y que todas tienen
un elemento nocivo en su formulación.
Tomar conciencia de ellas es la mejor
manera para superarlas.
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 UNA MENTE CLARA 4

• Nos ayuda a aprender, a vivir con

R Las ideas irracionales se
transmiten en la educación y la
convivencia social.
R Mira a tu alrededor y comprueba.
¿Cuáles son las más comunes?
R ¿Cuáles te afectan en particular?
RReescríbelas cambiando su
sentido negativo por uno positivo
El pensamiento positivo
Por el contrario, los psicólogos están
cada vez más convencidos de la
oportunidad de mirar la realidad desde
un talante optimista.
Las personas optimistas se enfrentan
a la realidad con la posibilidad
de encontrarle una solución a los
problemas, superan el miedo al fracaso y
se instalan en una lógica del éxito.
El pensamiento positivo, al mirar el
lado bueno de las cosas, tiene
muchas ventajas:
• Nos permite disfrutar más de la vida, de
las relaciones con los demás.
motivación nuestras tareas y empresas.
• Nos ayuda a hacer cosas nuevas y,
aunque parezca increíble, a gozar de
buena salud.
Ser optimistas
Podemos pensar que los optimistas se
pegan grandes batacazos en la vida,
porque se desengañan de las situaciones
en las que han puesto sus esperanzas.
Se ha insistido por todos los medios que
conviene ser precavidos y sospechar que
no todo irá tan bien, pero no es cierto.
Ser optimistas nos hace fuertes ante la
realidad y sus problemas. ¡Prueba!
R Alguien dijo: “Un pesimista es
un optimista bien informado”.
¿Compartes la idea?
R ¿Te consideras optimista o más
bien pesimista? ¿Por qué?
R ¿Qué consecuencias te acarrea
en la vida?

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4
SAL AL ENCUENTRO

La iluminación

Procede a una relajación suave... Conciencia corporal y respiración abdominal...

• Imagina una gran bola de luz... Imagina la intensidad y el color de la luz... Está
detenida un poco por encima de tu cabeza...
- La bola se pone en movimiento y va pasando unos centímetros por encima de tu cabeza...
- É sta va adquiriendo su misma luz, mientras el resto de tu cuerpo permanece igual, con su
luz natural.
- Ve pensando qué recibes de esa luz..., cómo tu pensamiento se transforma...
• Toma conciencia de algunas de las frases irracionales y de los pensamientos ne-
gativos que te trastornan...
- Bajo la inspiración de la luz, cámbialos en pensamientos positivos.
- R espira con cuidado estas ideas positivas y grábalas en lo profundo de tu mente...

• Nota cómo todo cambia.

- T us ojos aprenden a mirar de otra manera...Tus labios, a decir cosas distintas...Tus oídos, a
escuchar otros mensajes...
- T odos tus sentidos y tu cabeza se quedan llenos de luz, en paz...El Espíritu del Señor es “espíritu de
inteligencia y sabiduría, espíritu de conocimiento” (Is11,2)...

Yo derramaré mi espíritu
sobre todo hombre.
Vuestros hijos e hijas profetizarán,
vuestros ancianos tendrán sueños,
y vuestros jóvenes, visiones.

Profeta Joel 3,1

© EDICIONES SM

28
 UNA MENTE CLARA 4
Y YO, ¿QUÉ?

¿Qué me digo?

Casi sin darnos cuenta, en todo momento de nuestra vida consciente estamos en
conversación con nosotros mismos. Es un lenguaje interno de nuestro pensamiento
y da lugar a frases o ideas con las que describimos e interpretamos el mundo.
• Si este lenguaje y diálogo con nosotros mismos es preciso y se ajusta a la
realidad, no es fuente de problemas.
• Si es absurdo y no es exacto respecto a lo real, puede producirnos estrés
y angustia.
Realmente no son los acontecimientos los que nos distorsionan, sino la visión o las
ideas que nos hacemos de ellos.
Si estás atento, podrás detectar en tu lenguaje interno algunos síntomas de que no
elaboras adecuadamente los acontecimientos y vivencias de tu realidad.

➤  Parto con frecuencia de una posición

¿
pesimista?
➤ ¿Pienso siempre en lo peor? Si algo puede salir

mal, es muy probable que así sea.

➤ ¿Suelo caer en posiciones antagónicas de

todo o nada, blanco o negro sin opciones

intermedias?
➤ ¿Generalizo con facilidad catalogando a

personas o acontecimientos, metiéndolos a

todos en el mismo saco, atribuyéndoles las
características de otros? (Por ejemplo: Todos
son iguales..., siempre..., nunca...)
➤ ¿Tengo excesiva tendencia a depender de

opiniones ajenas?
➤ ¿Doy más valor a lo que otros me digan? (Me da

vergüenza..., qué dirán..., si tú lo dices...)

➤ ¿Suelo culpabilizarme y me hace sufrir el pensar

que no actúo como debiera, como espero o

como los demás esperarían de mí? (Debería...,
Tengo que...)
© EDICIONES SM

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5 Y EN EL CENTRO, MI YO

¡EH, TÚ!

La mirada
“Los ojos que ves
no son ojos porque los veas,
son ojos porque te ven.”

Antonio Machado

La mirada... puede ser irresistible o insoportable.

¿Qué hay en esos ojos que te miran?
Son como brocales de un pozo que invitan a entrar en lo profundo hacia el misterio.
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Por eso son irresistibles, por eso dan miedo.

¿Te atreves a mirar dentro?

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 EL MINISTERIO DE MI IDENTIDAD 5
PRUEBA

Los nombres del gato

No creáis que es cosa fácil uno que a él solo le cuadre, el gato, y ninguno más.
poner nombre a vuestro gato. un nombre particular. Cuando le veáis sumido
Me diréis que estoy chiflado, ¿Cómo podría, si no, en honda meditación,
me llamaréis mentecato; mantener la cola erguida, es porque está meditando
pero -os digo de verdad- atusarse los bigotes, en la escondida razón
los nombres deben ser tres. cortejar a su querida? del nombre especial que
Uno para el uso diario: De estos nombres tiene:
Pedro, Alonso, Augusto, especiales nombre inefable y efable,
Andrés, yo guardo todo un nombre secreto,
nombres serios, respetables, muestrario: recóndito,
pero nada originales. Munkustrap, Quaxo, profundo, inescudriñable.
Hay nombres más divertidos Alarico,
para dama o caballero: Mandolina, Cerulario. T. S. Eliot
Platón, Electra, Esculapio, Pero hay un nombre
Florinda, Sansón, Bolero. secreto
Pero a un gato le conviene que nadie puede acertar,
tener un nombre especial, que solo el gato conoce,

Escribe tu nombre de pila, el nombre diario:

Sus diminutivos o variantes familiares y cariñosos. No lo elegiste, el que responde a las expectativas de tus familiares.
Escribe tu nombre especial:
Tu apodo entre los amigos, tu nombre de guerra, el mote cariñoso. Está relacionado con tu forma de ser, con tu carácter, con tus sueños.
Escribe tu nombre secreto:
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Es el nombre que habita en lo más íntimo de tu intimidad, que sintetiza tu identidad. El nombre que habla del sentido de tu vida, de la
vocación humana a la que te sientes llamado. El nombre que Dios te dio y guardó en el secreto de tu corazón.

31
5
DALE VUELTAS
El misterio de la identidad personal
Llegamos, finalmente, a la última de las
dimensiones de la persona; aunque no es
otra dimensión más. Estamos entrando en la
más importante, y en la más difícil de narrar,
porque constituye la identidad personal, que
es un misterio.
Para saber algo de ella aparecerán símbolos e
imágenes que nunca agotarán la riqueza de
la realidad.
El centro
Yo soy cuerpo, corazón y cabeza, un conjunto
armónico de las tres, donde ninguna ocupa
un espacio desproporcionado.
Pero más allá de todas ellas, yo sigo siendo el
mismo: cambio de forma de ser, de manera de
pensar o sentir, de apariencia o aspecto, pero
mi Yo permanece: no cambio de identidad.
En mi centro, Yo soy ese que cambia.
R Toma conciencia de esa
continuidad... ¿Cuáles han sido
los momentos más importantes
de cambio en tu vida?
R ¿En qué cosas cambiaste?
¿Cuerpo, sentimientos, ideas...?
R Sin embargo, ¿tienes alguna
duda de ser tú la misma persona?
32
El nombre
Todos somos distintos, irrepetibles y únicos.
Cada persona tiene su propia identidad.
Esta identidad se refleja en la importancia del
nombre.
Cuando formamos parte de un colectivo, nos
duele que no se aprendan nuestro nombre,
o usen un apodo.
El nombre ha sido muy importante en la
tradición bíblica, porque Dios ha llamado
siempre a las personas por su nombre,
como signo de un reconocimiento y un
amor incondicional.
El abrazo
Yo no puedo tener una relación estrecha
con algo o con alguien que no sea como yo
(un perro, una piedra o trozo de madera, un
espíritu inmaterial).
Cuando me encuentro con un Tú, me siento
satisfecho, porque hacia él puedo tender un
puente de comunicación, de cariño,
de entrega.
Puedo expresarme y sentirme escuchado;
puedo sentirme querido, perdonado, amado
sin condiciones, de la misma manera que
puedo hacerlo con él.
© EDICIONES SM
 EL MINISTERIO DE MI IDENTIDAD 5

El corazón
En el Yo se albergan nuestros deseos y
valores más profundos: es en el Yo
donde buscamos la libertad, la belleza,
la verdad...
Tenemos la certeza de que al margen de
estos valores, la vida humana se degrada
y que no todo es lo mismo.
Desde la tradición cristiana, el corazón
es, además, el símbolo del espacio del
espíritu, donde somos un misterio que
trasciende lo mundano, donde somos
divinos y albergamos y nos encontramos
con Dios. Por eso el corazón es fuente de
energía (espiritual, vital).
El niño
Nuestros años de infancia, si hemos
tenido la fortuna de vivirla con buenas
condiciones, han sido el tiempo en el
que hemos aprendido a gozar de la vida
con naturalidad, donde no hemos tenido
dobleces ni heridas que nos carguen
de prejuicios...
La persona que anhelo ser está escondida
en esos años de la infancia.
El niño es, por eso, el espacio de la
gratuidad, de la espontaneidad, del
juego, de la creatividad.
Todas estas realidades improductivas
son, en cambio, necesarias para la
realización personal y, por tanto, para
nuestra propia felicidad.

R Dedica tiempo a refrescar tu

R Respira... Sabes que dentro de ti
infancia.
hay algo muy grande...
R Cárgate de imágenes, lugares,
R Lleva la mano al pecho y siente la
personas, olores...
fuente del ser con toda su fuerza
R Tu niña se lo merece: dale
dentro de ti..., en el corazón.
espacio y siente cómo fue esa
época en tu vida.

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5
SAL AL ENCUENTRO

El abrazo a mi niña

Relájate, y cuando estés sereno, imagina lo que sigue:

• Estoy sentado en un banco, en un parque, a la sombra de un árbol... Es primavera y voy vestido con ropa
ligera. No hace frío.
• Veo, a lo lejos, un grupo de niños que juegan. Sus gritos de satisfacción llegan hasta mí. Disfruto de la escena,
aunque no distinga muy bien qué hacen ni pueda reconocer a los niños...
• El juego acaba. Un niño o una niña se acercan hacia mí. No distingo quién pueda ser. Me imagino cómo va
vestido.
• Al estar más cerca descubro que soy Yo... Ahora caigo en la cuenta de que esa ropa, esa manera de andar,
esa mirada... ¡son las mías!... ¿Qué siento?
• Mi niño se acerca; se sienta frente a mí. Entablamos conversación... ¿De qué
hablamos? ¿Qué piensa de mi vida, de lo que he hecho con lo que me dejó?
• Después de conversar con el niño, se acerca y me abraza... Lo recreo con
todos los detalles... ¿Cómo me siento? ¿Cómo siento al niño entre mis brazos?
• Me despido de él (o de ella).
Busca que nadie te moleste y saborea (escribe) lo que has vivido con tu niña.

Lo abrazó y lo besó

En la parábola del Hijo pródigo (Lucas 15,20), Jesús dice

que el padre cuando aún estaba lejos, lo vio, y profundamente
conmovido, salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo besó.

• Imagina que Dios te abraza, a ti como

ahora eres...
o a tu niña, ¡da igual!
• Te abraza y te cubre de besos... porque
te quiere.
• Siente su calor, su ternura, su protección.
© EDICIONES SM

34
 EL MINISTERIO DE MI IDENTIDAD 5
Y YO, ¿QUÉ?

Carta de mi niña

Cojo el papel y el bolígrafo y busco en el álbum alguna fotografía de cuando

era niña.
Voy a escribir, desde lo que he vivido, una carta de mi niño dirigida a la persona
que soy ahora.
Para hacerlo cogeré el bolígrafo con la mano no diestra, para que mi letra torpe
sea parecida a la que tenía en mi infancia. Cuesta...
Toma el tiempo que necesites y sé sincero. Aprovecha para verte desde los ojos
de tu niño...

Querida...
© EDICIONES SM

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6 TÚ ME ENSEÑAS CÓMO SOY

¡EH, TÚ!

La Bella y la Bestia
–Bella –le dijo el monstruo–, ¿permitirías que te mirase
mientras comes?
–Vos sois el dueño de esta casa –respondió la Bella, temblando.
–No –dijo la Bestia–, no hay aquí otra dueña que tú. Si te molestara
no tendrías más que pedirme que me fuese, y me marcharía enseguida.
Pero dime: ¿no es cierto que me encuentras muy feo?
–Así es –dijo la Bella–, pues no sé mentir; pero en cambio creo que sois muy bueno.
–Tienes razón –dijo el monstruo–, aun cuando yo no pueda juzgar mi fealdad,
pues no soy más que una bestia.
–No se es una bestia –respondió la Bella– cuando uno admite que es
incapaz de juzgar sobre algo. Los necios no lo admitirían.
–Come, pues –le dijo el monstruo–, y trata de pasarlo bien en tu
casa, que todo cuanto hay aquí te pertenece, y me apenaría
mucho que no estuvieses contenta.
–Sois muy bondadoso –respondió la Bella–. Os aseguro que vuestro
buen corazón me hace feliz. Cuando pienso en ello no me parecéis tan feo.
– ¡Oh, señora –dijo la Bestia–, tengo un buen corazón, pero no soy más que una bestia!
–Hay muchos hombres más bestiales que vos –dijo la Bella–, y mejor os quiero con
vuestra figura, que a otros que tienen figura de hombre y un corazón corrupto, ingrato,
burlón y falso.
Jean Marie le Prince de Beaumonta,
La Bella y la Bestia

?

A veces yo me veo peor de cómo los demás me perciben
Les muestro a los demás mi rostro o mi máscara
Qué oculto bajo mi caparazón
Me cuesta aceptar los elogios y piropos
?
© EDICIONES SM

36
 NO ESTAMOS SOLOS 6
PRUEBA

La ventana de Johari

En un sencillo esquema de cuatro cuadrantes, de ahí el nombre de ventana, pode-

mos reflejar en qué grado estoy o no, abierto a los que me rodean.
Cuando nos relacionamos o comunicamos con los demás:
• Solo damos a conocer una parte de nosotros mismos (cuadrante “abierto”).
• Siempre ocultamos algo (cuadrante “oculto”).
• Es posible que una parte de nosotros mismos sea conocida por los demás, e
ignorada por nosotros (cuadrante “ciego”).
• Puede haber aspectos ignorados por los demás y por nosotros mismos
(cuadrante “desconocido”).

0 1 2 3 4 6 7 8 9 10
0
1
Conocido 2
por otros 3 ABIERTO CIEGO
4

6
Desconocido 7
por otros 8 OCULTO DESCONOCIDO

9
10
Conocido por la persona Desconocido por la persona

El tamaño de los cuadrantes de tu ventana resulta de la disposición de los ejes centrales.

Asigna en la escala superior del 1 al 10 en qué grado te crees conocer a ti mismo y traza el eje vertical.
H az lo mismo en el lateral con el grado en el que te muestras y comunicas a los demás trazando el
eje horizontal.
Según el tamaño o proporción de los cuatro cuadrantes de la “ventana” de mi Yo, desde donde miro y a través de la cuál
© EDICIONES SM

me ven, me puedo hacer una idea de lo que comunico a los demás y en qué grado soy conocido por ellos.

37
6
DALE VUELTAS
Ser en relación
Salir de nosotros mismos
La persona no puede construirse por un mero
conocimiento o consciencia de sus distintas
dimensiones. En el origen y la meta de la vida
humana está la vocación de amar y ser amado,
y solo podemos amar a alguien, a otro Yo, un
tú. Por eso no podemos vivir aisladamente,
sino que el anhelo más profundo es
la comunión.
No podemos encerrarnos en un caparazón o
vivir desde el egoísmo estéril y destructivo o en
el egocentrismo de la infancia.
Necesitamos salir de nosotros mismos para
entregarnos en el amor al otro.
El otro como espejo
Es bastante frecuente constatar que la
convivencia con las personas más íntimas es
más difícil que con los más desconocidos.
Cuando alguien nos comprende muy bien,
nos dice con facilidad las cosas que hacemos
bien... pero también nuestros defectos: ¡y es
un verdadero fastidio! Por eso evitamos tener
demasiadas confianzas.
El espejo de los demás
Los demás pueden llegar a convertirse en un
espejo: en él puedo mirarme para conocerme
mejor y crecer como persona.
38
R Haz una lista de las personas con
las que sueles abrirte para hablar
de tu vida y lo que te pasa por
dentro.
R Seguro, además, que ciertos
temas los tratas mejor con unos
que con otros.
R Analiza con quién hablas y
de qué.
Con la ventana de Johari hemos comprobado
varios aspectos:
• En las relaciones existe una dimensión de
mí que no quiero dar a conocer (Yo oculto).
Para abrir ese cuadrante, necesitamos
profundizar en la confianza como
fundamento de la relación.
• Pero también contamos con un segmento
de nuestra vida que los demás ven en
mí, aunque yo no reconozco o acepto
(Yo ciego).
El reto que nos plantea este otro cuadrante
es el valor y la humildad para integrar en
nuestra vida consciente lo que los demás
comprueban de mí, sea en nuestros actos
sea en la comunicación no verbal.
© EDICIONES SM
 NO ESTAMOS SOLOS 6

Más allá de las palabras pienso y lo que realmente siento o vivo,

Para comunicarnos con los demás,
empleamos no solo las palabras sino
todo el cuerpo. Nuestros gestos, nuestra
postura, la mirada, los movimientos
de las manos... van dando mensajes
a la persona que está ante mí.
Podemos distinguir, por tanto, entre la
comunicación verbal y la no verbal.
• Poder hablar es muy importante: pero
no basta. En ocasiones utilizamos
las palabras para ocultarnos con una
máscara. Por ejemplo, ¿cuántas veces
decimos lo que la gente quiere oír,
aunque yo no lo piense?
• Otras veces, por el contrario, se da
en mí una disociación entre lo que
R Durante un tiempo, presta
atención a los mensajes no
verbales de la gente que te rodea.
R ¿Están de acuerdo con lo que
dicen sus palabras?
R ¿Te atreves a reconocer los tuyos?
aunque yo no me de cuenta. Por eso es
importante atender a nuestro lenguaje
no verbal.
Nuestros actos
Un viejo refrán nos recuerda que obras
son amores, y no buenas razones.
Corremos el riesgo de llenarnos de ideas
bonitas y bellos discursos, pero la vida se
manifiesta en nuestros actos.
Somos una totalidad, como hemos
visto, y necesitamos aprender por un
largo proceso que integre todas las
dimensiones de la persona.
• Las nuevas ideas tienen que convertirse
en nuevos sentimientos.
• Los sentimientos tienen que afectar a
nuestra manera de estar y de actuar.
Hemos de pasar de la cabeza al corazón,
del corazón a la barriga y las manos.
• Solo así seremos coherentes
(o congruentes, como dicen
los psicólogos).

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6
SAL AL ENCUENTRO

Tú me miras, yo te miro

San Juan María Vianney era un humilde cura de pueblo que se hizo famoso por su unión
con Dios y su atención a los más necesitados (¡Qué difícil es separar ambas cosas si son
auténticas!). Pasaba largas horas en oración. Sus feligreses le preguntaron un día: ¿Por qué
pasas tanto tiempo en oración? ¿No te aburres? Respondió: Me pongo ante Jesús y digo: Tú me miras,
yo te miro.
¡La mirada de Dios es tan distinta! ¡Ojalá aprendiéramos a mirarnos como Él nos mira!
Muchas veces nos descubrimos como los peores amigos de nosotros mismos.
¿Tienes alguna imagen que te gusta? Ve por ella... Si no la tienes, usa la imaginación.

v Ubícate ante ella, busca el silencio...

v Y ahora mira a los ojos... Tú me miras... Y veo...
v Después miro tu ser y tu vida... Yo te miro... Y descubro...

Señor, tú me conoces
Señor, tú me examinas y me conoces...
Sabes cuándo me siento o me levanto...
Todas mis sendas te son conocidas...
No está aún la palabra en mi lengua
y tú, Señor, ya la conoces...
Por eso, guíame por el camino eterno.
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Salmo 139,1-4.24

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 NO ESTAMOS SOLOS 6
Y YO, ¿QUÉ?

¿Cómo me relaciono?

SÍ NO
1. Estás en una reunión y te dicen los nombres de los presentes. Mientras te los
dicen, uno de los nombres es muy raro y no lo has entendido bien. ¿Pides que
te lo repitan?
2. ¿Disfrutas si te conviertes en el centro de la reunión y otras personas te atienden
con mucho esmero o se muestran muy interesadas y pendientes de ti?
3. Estás en un grupo de tres y empiezan a hablar de algo que no te interesa
para nada. ¿Muestras interés y haces preguntas aunque no te importe nada
en absoluto?
4. Has pasado el fin de semana con alguien, y esta persona está contándolo. ¿Le
corriges si ves que miente o exagera algún punto de lo sucedido?
5. ¿Crees que las personas notan cuándo te encuentras incómodo en alguna
situación?
6. ¿Te gusta marcar la pauta hablando de una forma original y diferente?
7. ¿Te das cuenta de cuándo no tienes razón y lo reconoces?
8. ¿Te gusta convencer en las discusiones con base en tus propios argumentos?

Corrección
Puntúan los síes en las preguntas impares y los noes en las pares.
‰
Diplomático (6 a 8 puntos): Tanto en tus relaciones como en tus conversaciones,
brillan la sutileza, el tacto, el buen gusto, la cortesía y otras tantas
cualidades positivas. En prácticamente ningún caso actuarás con
brusquedad, ni aún teniendo toda la razón de tu parte.
‰
Término medio (3 a 5 puntos): Tu actitud normal es la de intentar lograr el término
medio entre la claridad absoluta y las formas, las buenas maneras. Esta
actitud se aplica tanto en conversaciones como en tu relación con terceras
personas.
‰
Carácter fuerte (0 a 2 puntos): Consideras que lo más importante en las relaciones es
la sinceridad, llamar a las cosas por su nombre. A menudo caes en la falta
de diplomacia porque, además de la sinceridad que demuestras tener, no
te asustan ni las discusiones ni las confrontaciones.
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7 UNA MIRADA CRÍTICA

¡EH, TÚ!

Hay un niño en la calle

¡Hay un niño en la calle! de la guerra

A esta hora exactamente,
Hay un niño en la calle….
¡Hay un niño en la calle!
Es honra de los hombres proteger lo que crece,
Cuidar que no haya infancia dispersa por las calles,
Evitar que naufrague su corazón de barco,
Su increíble aventura de pan y chocolate
Poniéndole una estrella en el sitio del hambre.
Un estomago vacío, soy un golpe en la rodilla que se
cura con el frío
El mejor guía turístico del arrabal por tres pesos te
paseo por la capital
No necesito visa pa volar por el redondel porque yo
juego con aviones de papel
Arroz con piedra, fango con vino, y lo que me falta
me lo imagino.

?
De otro modo es inútil, de otro modo es absurdo
Ensayar en la tierra la alegría y el canto,
Porque de nada vale si hay un niño en la calle.
Todo lo tóxico de mi país a mi me entra por la nariz
Lavo autos, limpio zapatos, huelo pega y también
huelo paco
? Estás dormido
Mercedes Sosa y Calle 13.

Sabes lo que sucede en el mund

por qué
oy
ciedad
Robo billeteras pero soy buena gente soy una son­ Qué quieres gritarle a la so
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risa sin dientes

Lluvia sin techo, uña con tierra, soy lo que sobro

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 AL SERVICIO DE LOS OTROS 7
PRUEBA

Recortes de prensa

Vivimos en un mundo mediático. Los acontecimientos más notables llegan a

nuestras pantallas de televisión, los escuchamos por la radio o lo leemos en
los periódicos.
Periodistas y grupos de información se cuentan entre los poderes más
importantes de nuestra sociedad. Lo que ellos deciden que sea noticia llega a
nosotros creando una imagen determinada del mundo; por el contrario, lo que se
condena al anonimato parece que no existe. ¡Cuántas guerras pasan inadvertidas
al mundo occidental!
Por eso conviene aprender a recibir la información.

v Por lo pronto es nuestra responsabilidad conocer el perfil de

cada grupo en temas como política, religión u otros temas de
opinión. Eso nos permitirá relativizar el alcance de lo que cuentan.

v Conviene, además, no acudir a una sola fuente: compagina

periódicos de distintas tendencias, no veas o escuches siem-
pre las noticias de la misma cadena, etc.

Hagamos un ejercicio

Elige un acontecimiento. Si tiene implicaciones políticas te será más fácil.

Compra varios periódicos: tres o cuatro.

Recorta los titulares y pégalos en una página.

Lee el contenido de la información y comprueba:

- Lo que es común a todos: es la base de la información.

- Lo que es diferente en cada uno: son las tendencias. Pueden ser interpretaciones o manipulaciones.

- ¿Qué falta por contar sobre la noticia?

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- ¿Cómo me afectan a mi manera de ver la realidad?

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7
DALE VUELTAS
El método crítico
Un método para afrontar los problemas
Cuando un problema nos supera o es
demasiado grande, es necesario acometer el
esfuerzo de poner orden. Por eso, sin método
en la vida, no podemos hacer nada.
Método, en griego, significa camino, porque
nos indican los pasos que hemos de seguir si
queremos llegar a la meta.
En la segunda mitad del siglo xx se impuso
el método crítico como la mejor manera para
afrontar los problemas sociales, aunque no es
el único. En pocas líneas, se puede resumir en
cuatro pasos.
1. Ver
Para acometer un problema siempre hay que
partir de la realidad. En ella se encuentran no
solo los problemas, sino también los recursos
para solucionarlos.
• Cuando la información nos invade,
conviene ser consciente de que
normalmente es sesgada, intencionada.
• Para ser más objetivos es necesario
contrastarla para poder distanciarse de los
prismas parciales que las producen.
Acercarse a los grupos que se comprometen
con los problemas sociales ayuda a tener más
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información específica y menos manipulada,
más crítica.
Si, además, entramos en contacto con la
realidad personal que pretendemos ayudar, la
información cambia de sentido:
no existen problemas que afectan a
personas, sino personas que tienen
problemas.
2. Juzgar
Para que la realidad pueda ser cambiada,
hay que conocer hacia dónde tiene que ir el
cambio.
Sin ideales, sin utopías, no hay horizontes,
que, aunque lejanos, nos permitan saber la
dirección.
Hablamos de los derechos humanos, de los
deberes ciudadanos, de los valores supremos
de igualdad, libertad, justicia, paz.
Solo entonces podemos criticar lo que no
humaniza, lo que degrada a la persona o lo
que, simplemente, es mejorable.
3. Actuar
Cuando nos volvemos sensibles a la realidad
y soñamos un mundo mejor, las acciones
suelen brotar con mayor fuerza.
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 AL SERVICIO DE LOS OTROS 7

Hay que tener en cuenta, sin embargo,
algunas cosas:
• La persona y el respeto a su dignidad
tienen que ser la medida de toda
acción.
• Los recursos tienen que ser estables
y, por tanto, tienen que surgir de los
grupos sociales afectados por los
problemas.
• Hay que pasar de las acciones
asistenciales (dar pescado a quien lo
necesita) a los proyectos de promoción
(enseñar a pescar) y las políticas
sociales (leyes justas que estabilicen las
mejoras).
4. Celebrar
Conviene evaluar las mejoras y
simbolizarlas de alguna manera para que
sepamos que avanzamos por el camino
correcto.
Cuando no caemos en la cuenta de las
cosas que cambian, corremos el peligro
de caer en el pesimismo y pensar que
todo sigue igual o, peor, que la situación
empeora y que nuestro esfuerzo no
sirve para nada. Suele ocurrir que te
has vuelto más sensible a los problemas
y a las personas y ves cosas que antes
pasaban desapercibidas.
Por eso, incluso, es necesario festejar
los éxitos. Los pueblos más pobres
mantienen habitualmente más despierta
esta capacidad de festejar el misterio
de la vida y el amor. Piensa qué puedes
aprender de ellos.
R ¿Te atreves a aplicar el método
crítico a algún problema urgente?
R Te propongo varios:
- Inmigración
- Globalización económica y
cultural
- Desarrollo
- Contaminación
- Discriminación de géneros...
R ¿Tienes suficiente? Busca tú otros.

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7
SAL AL ENCUENTRO

Si Dios fuera

Habitará el lobo junto al cordero,

la pantera se tumbará con el cabrito,
el ternero y el leoncillo pacerán juntos;
un muchacho pequeño cuidará de ellos.
La vaca vivirá con el oso,
sus crías se acostarán juntas;
el león comerá paja, como el buey,
el niño de pecho jugará al escondrijo
con la serpiente,
el recién destetado meterá la mano
en la hura del áspid.
Nadie causará ningún daño
en todo mi monte santo,
porque el conocimiento del Señor
colma esta tierra
como las aguas colman el mar.
Isaías 11,6-9

Cierra los ojos y ponle imagen al oráculo.

• Cambia los animales por personas de nuestros días. ¿Te
parece imposible?
• En cambio, solo los sueños alientan las transformaciones
sociales. Sin ellos el mundo será siempre igual: de los
poderosos y los opresores.
Aprende del profeta: sueña y otro mundo será posible.
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 AL SERVICIO DE LOS OTROS 7
Y YO, ¿QUÉ?

¿Cómo me relaciono?

El pastor protestante Martin Niemoller fue testigo de la escalada de violencia e

injusticia de la Alemania nazi. Los ciudadanos no reaccionaron ante la barbarie
que se estaba desatando porque en principio no les afectaba a ellos, hasta que fue
demasiado tarde.
• ¿Los problemas de los demás, son mis problemas?
• ¿Me importa la suerte que corran otros colectivos sociales: ancianos,
discapacitados, desempleados, inmigrantes?
• Las noticias de guerras y hambrunas que nos llegan de otros países: ¿Me dejan
indiferente? ¿Me indignan? ¿Me digo a mi misma que es imposible hacer nada
por ellos?
• ¿He participado en alguna manifestación para protestar por algo?
• ¿Cómo puedo implicarme activamente en la construcción de la sociedad?
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Cuaderno de
10
Cuaderno de fe y vida 10/ Miguel A.
Dieste., Javier Sanz S. y Carmen
Pellicer; Fotografía: Javier Calbet, Anne
Geddes, Archivo SM, EFE, Firo Foto,
Imagesource, J. M. Eizaguirre, J. M.
Navia, J. M. Ruiz, O. Boé, P. Features,
Photodisc, Photolink, R. Leiro, S. Prada,
Sipa-Press, Stock Byte, Y. Alvarez;
shutterstock, -- Primera edición. --
Bogotá; Colombia: Ediciones SM, 2017.
48 páginas: il. col; 29 cm. – (10
Secundaria)
ISBN:978-958-780-146-0
1. Ser persona 2. El cuerpo vivenciado 3. El
océano de los sentimientos 4. Una mente clara
5. El ministerio de mi identidad 6. No estamos
solos 7. Al servicio de los otros
CEP
Director de contenidos y servicios editoriales Jaime Marco Frontelo
Gerente Editorial Jeannette Benavides Escobar
Editor jefe de Área Norma Constanza Triana
Editores Mario González Jurado
María Teresa Tautiva
Equipo asesor José María Alvear
Miguel Ángel Cortés
Miguel Ángel Dieste
Rogelio Núñez
Carmen Pellicer
Autoría Miguel Ángel Dieste
Javier Sanz Sendra
Carmen Pellicer
Gerente de Arte y Diseño Leonardo Rivas Agudelo
Diseño de la serie Rafael Antonio Niebles
Nicolás Loaiza Díaz
Diseño de carátula Juan Camilo López Rojas
Retoque digital Ángel Camacho Linares
Iconógrafo Mario Alarcón Orozco
Fotografía  JAVIER CALBET, ANNE GEDDES, ARCHIVO
SM, EFE, FIRO FOTO, IMAGESOURCE, J. M.
EIZAGUIRRE, J. M. NAVIA, J. M. RUIZ, O. BOÉ,
P. FEATURES, PHOTODISC, PHOTOLINK, R.
LEIRO, S. PRADA, SIPA-PRESS, STOCK BYTE, Y.
ALVAREZ; SHUTTERSTOCK
© Ediciones SM S. A., 2017
Carrera 85K #46A - 66 Of. 502
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Bogotá, D. C., Colombia
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 Eres único e irrepetible.
Entrar en ti mismo es sorprendente. ¡Tienes tanto dentro!
Tu mundo interior está habitado .

Necesitas tiempo para compartir sentimientos,

intimar con los amigos, pasarlo bien
y saborear la vida  .

Existimos en la medida en que nos relacionamos.

Los demás nos ayudan a crear
nuestra identidad .

1766 8 0
IS B N 978-958-78 0-14 6-0