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Sexo y Género
Identidad
¡Exacto! Usted solo o sola… por lo tanto, es importante tener clara su identidad…
Todo lo que se vive después de que se sabe el sexo del bebé es género,
es la construcción de la identidad que se va formando por la cultura y la
sociedad: el color rosa o azul, la muñeca o el autito, etc.; o sea, cuando
crecemos y recién comenzamos a plantearnos nuestra identidad: si nos
sentimos o no hombres o mujeres, si nos gusta o no el rol que tenemos
en la familia y la sociedad, si podemos o queremos cumplir con las
expectativas de los demás, si consideramos correcto como se nos trata el
sexo que poseemos, etc., una posibilidad es darnos cuenta de la gran
carga que llevamos, con una identidad que nos construyeron otros. Y aún
más grande es la carga cuando no queremos aceptar lo socialmente establecido en base al
género que tenemos y elegimos vivir diferente.
Otras características que forman parte de nuestra identidad son la etnia, país de origen, color
de piel, estado civil, edad, religión, ser o no madres o padres, tener o no una pareja del mismo
sexo, etc. Algunas de estas características pueden cambiar con el tiempo, en la medida que
crecemos, conocemos, experimentamos y tenemos mayor conciencia de que somos seres
individuales nuestra verdadera identidad va luchando por salir.
Una construcción de identidad sana, permite a las personas no apegarse a esta construcción
social de los “estereotipos de género”, que dictan el comportamiento específico a seguir,
como: “los hombres no lloran” o “las mujeres lloran por todo”, entre muchas otros. Muy por
el contrario, la consecuente construcción de identidad permite al individuo adecuarse a
situaciones sociales, buscar el equilibrio (entre lo que la sociedad dice y su convicción
personal, sus sentimientos y emociones), o ser agente de cambio frente a lo socialmente
establecido y que no le representa.
Elba Mellado Díaz
Psicopedagoga / Facilitadora Módulos Transversales
Capacitación en Oficios
Igualdad
Si bien es cierto que, la Constitución Política Chilena es muy cuestionada hoy en día y está
a las puertas de generar cambios positivos y muy importantes para nuestro país, esta se refiere
al concepto de igualdad: “Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos”, “La
Constitución asegura a todas las personas: La igualdad ante la ley. En Chile no hay persona
ni grupo privilegiados. Hombres y mujeres son iguales ante la ley. Ni la ley ni autoridad
alguna podrán establecer diferencias arbitrarias;”.
¿En realidad mujeres y hombres son tratados en condiciones de igualdad? Por sí misma,
la igualdad jurídica no genera igualdad social.
En Chile hoy viven 8.972.014 mujeres. De ellas, 89.720 viven en hogares que ganan en
promedio $6.452.000 pesos al mes (nivel socioeconómico ABC1a) y hay 1.166.231 en
hogares que ganan en promedio $324.000 pesos al mes (nivel socioeconómico E).
“Claramente, la desigualdad en Chile tiene cara de mujer”, afirma el gerente general de GfK
Adimark, Max Purcell, referente a un reciente estudio que publicaron en ocasión al 8M 2020.
Elba Mellado Díaz
Psicopedagoga / Facilitadora Módulos Transversales
Capacitación en Oficios
Los datos de la última Casen muestran que el 49% de las mujeres chilenas hoy trabaja
remuneradamente (lo que representa un aumento de 16 puntos en 27 años, pero la
participación laboral femenina sigue estando 22 puntos por debajo de la masculina). Sin
embargo, este mayor número de mujeres que hoy sale al mundo del trabajo no vuelve a su a
casa precisamente a descansar. Al preguntarles por el encargo de realizar las actividades
domésticas en sus hogares, la distribución sigue siendo desigual. Tareas como cocinar, lavar
la ropa, cuidar a los niños o hacer el aseo recaen en las mujeres en más del 80% de los casos.
Asimismo, las mujeres aún tienen menor acceso a bienes financieros que los hombres (el
95% de las mujeres no tiene cuenta corriente) y son más pesimistas que ellos frente a las
expectativas económicas del país.
Brecha salarial: La brecha salarial entre hombres y mujeres en Chile actualmente es de 200
mil pesos. Chile ocupa el quinto lugar en el mundo entre las naciones con mayor diferencia
de sueldos entre géneros, según un informe Ocde.
Sostén del hogar: El peso que tiene la mujer como sostenedora del núcleo familiar lo indagó
un reciente estudio realizado por la Universidad de Playa Ancha de Valparaíso y el grupo
Defensa, y que reveló que el 73% de las mujeres son el sostén económico del hogar.
La investigación también arrojó que el 47% de las encuestadas gana el sueldo mínimo y un
porcentaje similar califica su situación financiera como regular (48%), mientras que un 34%
reconoce que es derechamente mala.
La mayoría de las mujeres que son sostenedoras de hogar se encuentran en los tramos más
bajos de los ingresos económicos: El 24% recibe menos de $ 562.000.
Banca las discrimina: Si bien las brechas de género en los sueldos se han acortado
lentamente, todavía se mantienen en el cobro de mayores intereses a las mujeres en
comparación a los hombres en Chile, pese a los constantes llamados a la igualdad de
condiciones.
De este modo, un estudio elaborado por Chiledeudas.cl, reveló que a las mujeres se les cobra
una tasa de interés promedio de 12,4%, mientras que a los hombres se les cobra un promedio
de 11,1%, por lo tanto, el género femenino está pagando un monto casi 12% mayor (1,3
puntos porcentuales).
Elba Mellado Díaz
Psicopedagoga / Facilitadora Módulos Transversales
Capacitación en Oficios
Elba Mellado Díaz
Psicopedagoga / Facilitadora Módulos Transversales
Capacitación en Oficios
Aun cuando las leyes dictan normas de igualdad entre mujeres y hombres, las sociedades
forjadas en estereotipos de género provocan la desigualdad. Por lo que hay que comenzar a
generar cambios desde la base de la sociedad que es la familia y la educación, pero también
es de suma importancia que nuestros gobernantes impulsen la igualdad de género y que
verifiquen con dedicación el cumplimiento de las leyes al respecto.
Visto desde la perspectiva de género, la lucha por la igualdad ha pasado por muchos
obstáculos socialmente construidos y el material que construye estos obstáculos es el poder.
Entendiendo al poder como la necesidad de posicionarse por encima de otras y otros, es la
más pura representación de la dominación y sometimiento, generando como consecuencia la
pérdida de espacios de libertad, sumisión o rebeldía, desacuerdo o frustración, proposición o
imposición.
Para que una persona ejerza poder sobre otra(s), requiere tener recursos, ya sean materiales
o emocionales, pero además que esta(s) sea(n) susceptibles a través de su posesión y que
sirvan al sometimiento de la contraparte.
Históricamente las relaciones de poder entre géneros han estado presentes, se filtran e
invaden los espacios cotidianos convirtiéndolos en “campos de batalla” generando tensión,
injusticia y abuso.
Sexo y Género
Equidad
La diferencia entre los conceptos de igualdad y equidad, es que esta última significa que cada
uno recibe lo que le corresponde o lo que merece, en cambio la igualdad, implica recibir el
mismo trato sin considerar las diferencias.
La equidad de género busca la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres para que
participen en todos los ámbitos de la vida en igualdad de condiciones, con el fin de que se
redistribuyan no sólo los ingresos sino también el poder. Es eliminar con acciones afirmativas
y con políticas públicas las barreras para igualar las
oportunidades en salud, educación, no violencia, trabajo y
fomento productivo, derechos humanos, familia,
participación política, medio ambiente, etc.; de tal manera
que todas las personas, sin importar género, etnia, sexo,
condición social o edad, puedan disfrutar en condiciones
de igualdad y equidad de estas oportunidades y beneficios.
Las acciones afirmativas son medidas destinadas a corregir las diferencias de trato social
entre mujeres y hombres, pretenden que ninguna de las partes sea favorecida de manera
injusta en perjuicio de otra; con estas acciones se avanza hacia una cultura de la equidad.
Se deben eliminar las barreras que hacen más difícil a algunas personas obtener
oportunidades en nuestra sociedad: salud, educación, servicios básicos, trabajo, etc., lograr
equidad, entonces, implica que todas y todos participemos en los procesos de desarrollo y en
la aplicación del enfoque de género en todas las actividades.
Democratizar los roles entre mujeres y hombres. Que ninguna persona se vea obligada
o limitada a hacer cosas o a asumir determinadas conductas en razón de ser hombre
o mujer.
Permitir y brindar oportunidades para que cada persona desempeñe diferentes tareas
sin importar su sexo.
Elba Mellado Díaz
Psicopedagoga / Facilitadora Módulos Transversales
Capacitación en Oficios
Que las mujeres y los hombres tengan las mismas posibilidades de acceder a todos
los recursos de desarrollo.
Que, en todos los espacios públicos y privados, ya sea educativo, recreativo, etc., el
acceso y oportunidad sea mixta.
Que las oportunidades laborales sean logradas en base a las capacidades personales,
no al género.
Que todas las personas sean valoradas en su dignidad de igual manera, sin importar
su sexo, etnia, clase social o edad.
Pero ¿por qué las mujeres salen a marchar, reclaman, presionan y están a la defensiva?
Aún existen sectores de nuestra sociedad que ponen a la mujer en un plano inferior
que los hombres,
Las calles, los espacios públicos son lugares de riesgo para las mujeres, manifestado
en el acoso callejero y la violencia sexual (contacto físico no consentido, violencia
verbal y física).
Existe un juicio público ante una víctima de femicidio, violación o abuso sexual,
cuestionando el lugar y la hora dónde estaba, la ropa que llevaba o incluso su vida
sexual o social.
Los planes de salud en una Isapre son más costosos para las mujeres,
Las mujeres son tachadas de: locas, histéricas, “feminazis”, etc., por exigir sus
derechos.
Las reglas y normas sociales son las que direccionan y proporcionan a las personas sus
atribuciones o estereotipos de género en relación a la identidad y rol. Esta construcción se
establece a partir de las diferencias biológicas de sexo.