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BOLETÍN DE HSE
Noviembre 15 de 2009
En el 2008 se reportó que Brasil, Argentina y Colombia son los tres países en Latinoamérica con
mayor número de muertos en accidentes de tráfico y carretera. Por este motivo, llaves y licor son
una mezcla no permitida. La persona que conduce estando ebria no sólo pone en riesgo su
propia vida, sino la de los pasajeros a su cargo y las de los tripulantes de otros carros o los
peatones. No sólo debe ser por miedo a una sanción como la multa o parte de tránsito. Debe ser
por conciencia que la mezcla entre llaves y licor no será permitida.
A todos nos molesta estar cerca de alguien que no sólo arriesga su vida, sino también la nuestra.
Entonces, para ser honestos con nosotros mismos y con el resto de la humanidad ¿no será
conveniente hacernos un buen examen para ver si nosotros hacemos lo mismo?
La publicidad nos dice que las personas evitan a quienes tienen mal olor, mal aliento, ojos
irritados. Para ello se promueven los talcos para pies, los desodorantes, las gomas de mascar,
las gotas para los ojos. Pero hay un motivo mayor que puede hacer que la gente se escabulla: es
nuestra irresponsabilidad. Si cuando llegamos a la empresa notamos que la gente nos evita,
puede ser porque nuestra actitud tiene que ver con los accidentes que se pueden presentar.
Ver a un compañero de trabajo que tiene un accidente es algo muy impactante. A nadie le gusta
ver que su compañero es llevado al hospital, pero pensemos que también nos podría pasar a
nosotros. Por eso, es importante el autocuidado, seguir todas las medidas de prevención de
accidentes, usar el equipo básico de protección personal, guardar las herramientas en buen
estado, informar si alguna herramienta se ha deteriorado y estar alerta para reportar incidentes
que puedan representar riesgo.
Empezar a respetar todo lo relacionado con la higiene industrial y en particular con la seguridad
vial fortalecerá la confianza en nuestro trabajo y nos evitará muchas angustias y apuros, que tan
sólo con un cambio de actitud se pueden lograr. Ganemos el respeto de todos, trabajando con
seguridad. Y no olviden: el licor no es un buen compañero ni en el trabajo ni en la vida.