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Fiestas y ceremonias

tradicionales
p’urhépecha
Fiestas y ceremonias
tradicionales
p’urhépecha

L O D

Fotografías de
Iván Holguín Sarabia

Con la colaboración de
Guillermo Wusterhaus y Eniac Martínez
R
Gobierno del Estado de Michoacán
Coordinación de Comunicación Social

Fiestas y ceremonias
tradicionales p’urhépecha

D
Ernesto López Ruiz

F
Iván Holguín
Guillermo Wusterhaus
Lorena Ojeda Dávila
Eniac Martínez

E  
Ernesto López Ruiz

A  I
Rosa Isela Valentín Cipriano

R  
Aída Castilleja y Carmen A. Dávila Munguía

P  
ImpresionArte, S.A. de C.V.

Primera edición, Morelia, Mich. 2006

ISBN

Impreso en México
Para Erick, Fabricio y Mauro
Contenido

Agradecimientos 13

Presentación 15

Introducción 17
Aclaraciones pertinentes: 24
Primera parte 27

1. Los p’urhépecha y su entorno 29


Características geográficas del
Estado de Michoacán y de la región p’urhé 29

2. Antecedentes históricos del pueblo p’urhé 35


Los tarascos prehispánicos 35
Religión y ceremonial entre los tarascos prehispánicos 37
La Conquista de Michoacán 41
El proceso de apropiación y control cultural 42
Instituciones coloniales relacionadas con
el origen de las fiestas y ceremonias tradicionales 45
La sociedad p’urhé en la actualidad 49
La Familia 49
Sistemas de gobierno y autoridades p’urépecha y
su relación con las fiestas y ceremonias tradicionales. 54
Autoridades jurídico-políticas 54
Civiles 54
Autoridades agrarias 55
Autoridades tradicionales 56
Religiosidad p’urhé 56
Actividades de subsistencia 59
Segunda parte 65

3. La fiesta, la ceremonia y la tradición 67


La tradición y “el costumbre” 67
Características de la fiesta, la ceremonia y
el ciclo festivo anual 69
Estructura de las fiestas y ceremonias
tradicionales p’urhépecha: 73
Elementos y episodios rituales de las fiestas y
ceremonias tradicionales p’urhépecha: 76
Organización de las fiestas y ceremonias tradicionales:
el sistema de cargos. 77
Desarrollo de las fiestas y ceremonias
tradicionales p’urhépecha: 83
En la víspera: 84
El día de la Fiesta: 85
La Despedida: 110
La Octava: 110

4. El ciclo festivo anual 113


Las Fiestas de inicio de año 117
El Fuego Nuevo P’urhé. 117
1 de Febrero. Sede cambiante 117
El Día de la Candelaria. 125
2 de Febrero 125
Fiesta de la Candelaria en Tócuaro, Mpio. de Erongarícuaro 126
Fiesta de la Candelariaen Uricho, Mpio. de Erongarícuaro 129
El Carnaval y la Cuaresma 131
El Carnaval 131
El Carnaval en la Isla de Janitzio, Mpio. de Pátzcuaro.
Martes anterior al Miércoles de Ceniza. 133
La Cuaresma 135
Los Seis Viernes 135
Segundo Viernes de Cuaresma en Charapan, cabecera municipal 137
Domingo de Ramos en Uruapan, cabecera municipal 137
Jueves Santo en Tzintzuntzan, cabecera municipal 138
Viernes Santo. Tzintzuntzan, Mpio. de Tzintzuntzan 140
Sábado de Gloria en Tzintzuntzan, cabecera municipal 142
Domingo de Resurrección en Angahuan, Mpio. de Uruapan 143
Domingo de Resurrección en Tzintzuntzan, cabecera municipal 144
Fiestas directamente
relacionadas con los ciclos agrícolas 147
La Santa Cruz en Zipiajo, Mpio. de Coeneo. 3 de Mayo 147
San Isidro Labrador
en Tiríndaro, Mpio. de Zacapu. 13 de Mayo 149
Espíritu Santo en Sevina, Mpio.
de Nahuatzen. Movible en Mayo y Junio 150
Espíritu Santo en Ukasanástakua,
Mpio. de Tzintzuntzan. Movible en Mayo y Junio 151
Las fiestas del Corpus. 154
Movibles en Mayo, Junio y Julio 154
La Chanantskua 155
Corpus en Cherán, cabecera municipal 156
Corpus en Tarecuato, Mpio. de Tangamandapio 158
Corpus en San Jerónimo Purenchécuaro, Mpio. de Quiroga 161
Corpus en Pichátaro, Mpio. de Tingambato 165
Corpus en Sicuicho, Mpio. de Los Reyes 169
Corpus en Jarácuaro, Mpio. Erongarícuraro 171
San Pedro y San Pablo y Corpusen Cucuchucho,
Mpio. de Tzintzuntzan. 29 de Junio 173
Santo Santiagoen Nurío,
Mpio. de Paracho. 25 de Julio 175
Santo Santiago en Chilchota,
cabecera municipal. 25 de julio 178
San Miguel Arcángel en Pomacuarán,
Mpio. de Paracho. 29 de Septiembre 181
Día de Todos los Santos y Noche de Muertos. 185
1° y 2 de Noviembre 185
Noche de Muertos en Tzintzuntzan, cabecera municipal 188
Noche de Muertos en Ihuatzio, Mpio. de Tzintzuntzan 191
Noche de Muertos en Janitzio, Mpio. de Pátzcuaro 193
Noche de Muertos en Tzurumútaro, Mpio. de Pátzcuaro 195
Noche de Muertos en Ukasanástakua, Mpio. de Tzintzuntzan 197
Noche de Muertos en Urandén, Mpio. de Pátzcuaro 198
Noche de Muertos en San Andrés Tziróndaro, Mpio. de Quiroga 198
Celebraciones de Navidad y Fin de Año 201
Pastorelas, Corpus y fiesta de Santo Tomás
en Santo Tomás, Mpio. de Chilchota. 23 de Diciembre 202
Navidad en Capacuaro, Mpio. de Uruapan. 25 de Diciembre 204
Festividades de fin de año en San Lorenzo,
Mpio. de Uruapan. Diciembre 206
Reyes Magos en Ichupio, Mpio. de Tzintzuntzan. 6 de Enero 208
Día de Reyes en Santa Fe de la Laguna,
Mpio. de Quiroga. 6 de Enero 209
Reyes Magos en San Juan Nuevo Parangaricutiro,
cabecera municipal. 6 a 8 de Enero 211
Pastorelas y fiesta de la Virgen de Guadalupe en Urandén,
Mpio de Pátzcuaro. 12 de Enero 215
Otras fiestas tradicionales p’urhépecha 217
Fiestas patronales 217
San José Obrero en San Felipe de los Herreros,
cabecera municipal. 1º de Mayo 218
San Luis Rey de Francia en Nahuatzen,
cabecera municipal. 25 de Agosto 218
San Mateo en Ahuiran, Mpio. de Paracho. 21 de Septiembre 221
San Jerónimo en Aranza, Mpio. de Paracho. 30 de Septiembre 224
San Francisco en Tarejero, Mpio. de Zacapu. 4 de Octubre 225
San Andrés en San Andrés Tziróndaro,
Mpio. de Quiroga. 30 de Noviembre 228
San Nicolás de Bari en Santa Fe de la Laguna,
Mpio. de Quiroga. 6 de Diciembre 230
Fiestas en honor de Jesucristo 231
Señor de la Preciosa Sangre en Quiroga,
cabecera municipal. Primer domingo de Julio 232
Señor de los Milagros en San Juan Nuevo Parangaricutiro,
cabecera municipal. 14 de Septiembre 234
Señor de los Milagros y Festival Artístico en
Ocumicho, Mpio. de Charapan. 14 de Septiembre 237
Cristo Rey en Patamban, Mpio. de Tangancícuaro.
Último domingo de Octubre 240
Fiestas del culto mariano 243
Virgen de la Inmaculada Concepción en Cocucho,
Mpio. de Charapan. 28 de Enero 243
Virgen de la Asunción en Comachuén,
Mpio. de Nahuatzen. 15 de Agosto 246
Virgen de la Natividad en Arantepakua,
Mpio. de Nahuatzen. 8 de Septiembre 248
Virgen de Guadalupe en Tarerio,
Mpio. de Tzintzuntzan. 13 de Diciembre 250
Fiestas de imágenes religiosas
no patronales y festivales artísticos y culturales 252
Maiápita o Feria del Atole en Tarecuato,
Mpio. de Tangamandapio. Sábado anterior al Domingo de Ramos 252
Concurso Artístico de la Raza P’urhépecha y fiesta barrial de San Lucas
en Zacán, Mpio. de Los Reyes. 17 y 18 de Octubre 254
El Concurso Artístico de la Raza P’urhépecha 256
Fiesta en honor de San Judas Tadeo en Urapicho,
Mpio. de Paracho. 28 de Octubre 258
Festival Musical y fiesta de Santa Cecilia en Ichán,
Mpio. de Chilchota. 22 de Noviembre 260
Ceremonias familiares 262
Matrimonio 262
Robo de la novia 263
El perdón 263
Baño de los novios 263
Las donas 263
La boda civil 264
Boda de Pedro y Esperanza en Caltzontzin,
Mpio. de Uruapan.24 de Octubre de 2003 264
Boda de Pedro y Evelia en La Pacanda,
Mpio. de Tzintzuntzan. 27 de Diciembre de 2003 267
Primeras Comuniones 270
Primeras Comuniones en Urandén,
Mpio. de Pátzcuaro. 12 de Enero de 2004 270
Primeras Comuniones en Ukasanástakua,
Mpio. de Tzintzuntzan. 31 de Mayo de 2004 272

Conclusiones 275

Bibliografía 277
Hemerografía 280
Sitios de internet 282
Agradecimientos

E  ha sido realizado gracias al sincero interés y compromi-


so que el Gobernador del Estado de Michoacán, Antrop. Lázaro Cárdenas Batel,
ha tenido en el rescate, la revaloración y la difusión de las tradiciones indígenas
michoacanas. Este libro no hubiera sido posible sin tan decidido apoyo.
El Gobierno de Estado de Michoacán, a través de la Coordinadora de Co-
municación Social, Lic. Alma Espinosa Menéndez, facilitó los recursos técnicos
y materiales para llevar a cabo el trabajo. Igualmente, la Coordinación Interins-
titucional para la Atención a Pueblos y Comunidades Indígenas del Estado de
Michoacán, proporcionó información importante para esta labor. Mi total reco-
nocimiento y agradecimiento para ellos.
Mi universidad, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, a
través del Rector Mtro. Jaime Hernández Díaz, así como del Dr. Rodolfo Farías,
Coordinador de Investigación Científica, al ser co-editora de esta obra, cumple
con uno de sus propósitos fundamentales que es difundir la cultura y la riqueza
del Estado. Su apoyo ha sido fundamental tanto en el proceso de investigación
como en el editorial. Muchísimas gracias.
A lo largo de veinticuatro meses que duró la elaboración de este material
tuve la invaluable oportunidad de convivir con cientos de p’urépecha, quienes
amablemente me proporcionaron la información que les solicité y siempre se
mostraron amables y dispuestos a ofrecer su casa y “unas corunditas y churipo” o
“panecito y atole.” Mi más amplio agradecimiento y respeto. Estoy en deuda con
ellos. Ojalá disfruten este libro, su libro.
Rosa Isela Valentín Cipriano, p’urhé de nacimiento y egresada de la licencia-
tura en Historia, más que ser una auxiliar de investigación, se volvió parte sustancial
de este trabajo al fungir también de intérprete y elaborar el calendario festivo actua-
lizado que se incluye en el apéndice del libro. Mi amistad y gratitud siempre, Rosy.

! 13 !
El arduo trabajo fotográfico fue llevado a cabo en su mayoría por Iván Hol-
guín, Guillermo Wusterhaus y Eniac Martínez, excelentes profesionales de la lente
con quienes tuve la fortuna de compartir el trabajo de campo. La edición de las
imágenes estuvo a cargo de Ernesto López de ImpresiónArte, quien además tuvo
la laboriosa encomienda de diseñar este libro.
Los comentarios, sugerencias y precisiones que me hicieron durante la
elaboración de este libro la Mtra. Aída Castilleja, así como los Dres. Benedict
Warren, Agustín Jacinto y Carlos Paredes, gracias a su profundo conocimiento
de la historia y la etnografía p’urhépecha, fueron de primordial importancia. Les
agradezco su buena disposición para leer y releer las varias versiones de este trabajo
y para compartir generosamente su sapiencia.
Muchas otras personas contribuyeron con su experiencia, su conocimiento
y sus comentarios desde que este libro era apenas un proyecto. Mi reconocimiento
para Manuel García Contreras, Tata Alberto Medina Pérez, Benjamín Lucas, Paty
Delgado, entre otros.

! 14 !
Presentación

! 15 !
! 16 !
Introducción

M  uno de los Estados de la República Mexicana que


cuenta con mayores riquezas naturales y culturales. En la Entidad viven, junto a la
mayoría mestiza, cuatro grupos indígenas: p’urhé, nahua, otomí y mazahua. Estas
comunidades, con sus tradiciones y costumbres, constituyen gran parte del patri-
monio cultural de México. Durante la época prehispánica la etnia p’urhé, llamada
tarasca en aquellos años, logró desarrollar un elevado nivel cultural en el occidente
del actual territorio mexicano y después de la conquista, como única alternativa
ante la inminente destrucción de su cultura, supo adecuarse a los nuevos tiempos
incorporando, reinterpretando y haciendo suyos los elementos externos que le
fueron impuestos, al tiempo que influía en las costumbres de los recién llegados.
De esta manera, los p’urhépecha han hecho persistir hasta nuestros días una forma
de vida comunitaria basada en el resultado histórico de la apropiación, reinterpre-
tación, producción y reproducción de múltiples elementos culturales de origen
europeo –en algunos casos se sigue percibiendo la influencia árabe y la africana- a
través de formas de expresión propias que a partir de entonces se desarrollaron y
se entendieron desde la perspectiva de la cultura tarasca prehispánica.1
1 Bonfil señala que el control cultural es la ca- Las manifestaciones culturales indígenas son muy ricas y significativas, son
pacidad –social y cultural- de decisión sobre
los elementos culturales, que son los recursos un reflejo directo y nítido de los elementos que constituyen la cultura mexicana,
que pone en práctica una cultura para realizar
un propósito social. El control cultural presu-
de la mezcla de culturas que la han conformado y dado vida durante cinco siglos,
pone una apropiación previa de los elementos desde la llegada de los españoles a estas tierras. El proceso comenzó en el año de
culturales, para poder decidir sobre su uso.
En el momento en que el elemento cultural 1521, a la caída de México Tenochtitlan, cuando finalmente se impuso el régimen
ha sido apropiado, se le ha utilizado, ha sido
reinterpretado y se considera como parte de político español. A los territorios recién conquistados llegaron en aquel entonces
la cultura que se lo apropió, pero además se le
puede llegar a producir y reproducir de mane- europeos, esclavos negros y posteriormente algunas comunidades asiáticas, y con
ra independiente, se considera que ha pasado
a ser parte de la cultura autónoma de un pue-
ellos sus costumbres, lenguas, religiones, artes, alimentos, flora, fauna, enferme-
blo. Guillermo Bonfil Batalla, Pensar nuestra dades, entre otros elementos. Los grupos indígenas, aún cuando resistieron activa
cultura, México, Alianza Editorial, 1991, pp.
49-53. o pasivamente la imposición de una nueva forma de vida, finalmente se vieron

! 17 !
inmersos en un proceso que a lo largo del tiempo modificaría tanto sus prácticas
como las de los europeos, negros y demás extranjeros que llegaron al llamado
Nuevo Mundo, mediante el intercambio cultural y la adopción de algunos ele-
mentos externos.2 Sin embargo, cuando los tarascos se vieron sometidos y sujetos
a una relación jerarquizada de poder en donde evidentemente ellos constituían
el estrato inferior, implementaron un mecanismo sumamente inteligente, proba-
blemente inconsciente y puesto en práctica a nivel comunitario, que les permitió
adaptar ciertos elementos externos y controlar así su incorporación a su cultura,
dotándolos de un significado diferente, revistiéndolos de los valores y la coheren-
cia con los cuales se sentirían profundamente identificados.
Las tradiciones de los pueblos nativos no desaparecieron después del emba-
te conquistador; se transformaron, tomaron algunos elementos de las culturas con
las que se enfrentaron, se identificaron con ellos, los hicieron suyos -se los apropia-
ron-, se acoplaron a su nueva realidad y los mantuvieron, y siguen manteniendo y
readaptando, como parte intrínseca de su existencia. Uno de los ejemplos actuales
más claros de este mecanismo que Bonfil ha llamado de apropiación y control
cultural3 son las fiestas y ceremonias tradicionales, en las cuales es posible observar
la forma en que los pueblos p’urhépecha se apropiaron de elementos externos
–santos, imágenes, espacios y devociones católicas- y los han impregnado de sig-
nificados locales que se remiten a la época prehispánica y colonial, incorporando,
a su vez, complejas reinterpretaciones de la tradición provocadas por fenómenos
relativamente recientes como la migración, el consumismo capitalista, la llegada
de sectas protestantes y los movimientos de reindigenización surgidos de las pro-
pias comunidades, entre otros.
El ciclo festivo es entendido como la manera en que se han organizado y
sistematizado las festividades a lo largo del año. En la antigüedad prehispánica
este ciclo estaba determinado por las estaciones y los ciclos agrícolas. En los
años que siguieron al choque cultural el ciclo quedó organizado superponiendo 2 La adaptación a los diferentes alimentos,
animales, plantas, técnicas de cultivo, proce-
el calendario festivo católico al indígena. Mediante el proceso de apropiación dimientos y materiales de construcción tuvo
que ser recíproca desde el inicio. No sucedió
y control cultural los antiguos p’urhépecha identificaron diversas festividades así en lo que concierne a las religiones ni
a las lenguas nativas ya que no ejercieron
e imágenes católicas con las nativas y produjeron un ciclo festivo resultado de influencia considerable en la población espa-
ñola ni en la mestiza. Por lo que concierne a
los dos anteriores. los primeros elementos señalados podemos
Se han considerado como fiestas y ceremonias tradicionales todas aquellas hablar de la transculturación como un efecto
inevitable del choque cultural en un sentido
que se han guardado y reelaborado de generación en generación, que manifiestan multilateral y equitativo. Es decir, que todas
las culturas que se enfrentaron y coexistieron
los principales elementos culturales de la etnia y que tienen como objeto cuidar en el periodo colonial recibieron, y a la vez
ejercieron influencias en las demás, pero sólo
y transmitir la memoria colectiva y la identidad de los pueblos p’urhépecha, in- las culturas indígenas tuvieron la capacidad
de apropiarse y tener control cultural sobre los
corporando siempre las reinterpretaciones que impone el devenir histórico. La elementos externos impuestos a tal grado que
diferencia que se marca en este trabajo entre fiesta y ceremonia tradicional radica los reinterpretaron, conceptualizaron, usaron,
produjeron y reprodujeron como parte esen-
en el carácter fundamentalmente solemne y de recogimiento, no de algarabía, de cial de su cultura.
3 Guillermo Bonfil Batalla, Pensar nuestra cul-
esta última. tura, p. 49.

! 18 !
La fiestas y ceremonias tradicionales p’urhépecha constituyen un factor
indispensable para el mantenimiento de la pindekua, esto es de los ritos y las
costumbres que han sido heredadas de los antepasados y que, a decir de Agustín
Jacinto Zavala, establecen “la manera en que se forma históricamente el hombre”4,
aquellas que le confieren su sentido de identidad étnica.5 Esta identidad ha sido
elaborada por el pueblo p’urhé a través del tiempo como mecanismo de defensa
ante los factores externos que la amenazan; identidad que se basa en la conciencia
de pertenencia a un mismo grupo étnico que comparte sus prácticas culturales
esenciales, tanto materiales como espirituales y que ha enfrentado las vicisitudes
de la historia y se ha mantenido unido. La identidad es la forma en que una co-
munidad se ve y se reconoce a sí misma mediante un proceso de reelaboración
continua. Las fiestas y ceremonias tradicionales revisten una indiscutible impor-
tancia para el pueblo p’urhé ya que en ellas entran en juego todos los aspectos de
la identidad étnica y comunitaria o local.6 A través de las mismas ha sido posible
reafirmar y reelaborar estos conceptos y salvaguardar así los elementos esenciales
de su cultura, desde el momento mismo de la conquista española.
El propósito de este libro es el análisis de la organización y el desarrollo,
así como la descripción de algunas fiestas y ceremonias tradicionales p’urhépecha
representativas del ciclo festivo anual desde una perspectiva histórica en donde
éstas se entienden como un momento explosivo de la compleja vida comunitaria,
a través de las cuales es posible observar las relaciones sociales que se entretejen al
4 Agustín Jacinto Zavala, “El costumbre” como interior de la comunidad y con los pueblos vecinos –con sus tensiones y contra-
modo de formación histórico-social”, en Víctor
Gabriel Muro (coord.), Estudios Michoacanos,
dicciones-, su profunda religiosidad, su cosmovisión, sus sistemas de autoridad,
núm. V, México, El Colegio de Michoacán/Ins- además de las formas de expresión y actualización de las tradiciones comunitarias
tituto Michoacano de Cultura, Noviembre de
1995, p. 29. mediante la música, la danza, las representaciones teatrales, la preparación de los
5 Los principales aspectos de la identidad p’urhé
son: la lengua; la religiosidad que incluye alimentos rituales, las procesiones, entre otros. Todo lo anterior se guía por el me-
vestigios de la cosmovisión prehispánica; la
estructura política y la organización social; la canismo de apropiación y control cultural que ha ejercitado la cultura p’urhé a raíz
división del trabajo; el sistema de cargos y el
parentesco ceremonial; los valores (reciproci-
de la implantación de una nueva forma de vida que supuso la conquista española
dad, honor, honra, responsabilidad, modestia, y tomando en cuenta las transformaciones que el proceso histórico de la etnia ha
tolerancia, deseo de servir); la importante
posición de la mujer y el aprendizaje de los conllevado hasta la actualidad. La visión que se pretende lograr del desarrollo y el
roles de género desde edades tempranas y las
concepciones artísticas, entre otros factores. profundo significado las fiestas y ceremonias tradicionales p’urhépecha es general,
Sin embargo, debido a que las comunidades
p’urhépecha no son homogéneas, la percep- de conjunto, proporcionando explicaciones fundamentadas en investigaciones et-
ción de la identidad étnica al interior de cada
comunidad presenta variaciones, aún cuando
nohistóricas y evitando en lo posible caer en una perspectiva folklorizante. Con
son similares en los aspectos mencionados en este texto se pretende contribuir a la actualización de algunos valiosos trabajos
el plano general. Estas diferencias se deben
en parte a los distintos niveles de desarrollo anteriores al presente.
y organización social, la historia particular de
cada pueblo, sus relaciones económicas, po- Este libro está dirigido a un público amplio, y de manera especial, a las
líticas y culturales con otros lugares, el grado
de influencia y aceptación de lo externo, entre propias comunidades, deseando que con él se fomente el interés por conocer esta
otros.
6 Lo “p’urhépecha” es heterogéneo ya que
veta de las tradiciones de Michoacán y en el caso de las comunidades que se siga
siempre existen diferencias o matices locales preservando o, en su caso, que se genere el orgullo por su cultura original. Aún
a pesar de que se comparte un mismo código
cultural. cuando este trabajo presenta imágenes elocuentes de la vida festiva de las comu-

! 19 !
nidades p’urhépecha que invitarán a los lectores a conocerlas, no es su intención
fomentar una visita turística sino participar en el rescate y la preservación de las
tradiciones p’urhépecha y contribuir a que los grupos étnicos dejen de ser una
parte semioculta de la realidad nacional y que todos, los michoacanos y los mexi-
canos en general, favorezcamos con nuestro respeto, tolerancia y admiración la
integración real de los indígenas a la sociedad mexicana del siglo XXI. A través
de estas páginas se busca dar a conocer un ápice de las tradiciones más antiguas
que resguarda el Estado de Michoacán y que se encuentra en la base misma de la 7 Alberto Medina Pérez et al., Fiestas de Mi-
choacán, México, SEP, 1986.
identidad cultural mestiza. Solamente conociendo se puede valorar y únicamente 8 Manuel García Contreras (coord.), Catálogo
de danzas y fiestas de Michoacán, 2 vols.,
valorando lo ajeno se accede a integrarlo con respeto. Es el deseo de la autora co- Morelia, Mich., Comité Editorial del Gobierno
del Estado de Michoacán, 1986.
laborar con un grano de arena en este reclamo ancestral y derecho incuestionable 9 Jesús Tapia, Fiestas religiosas en el Bajío za-
morano y el área purépecha, 3 vols., Zamora,
de los pueblos indígenas. Mich., El Colegio de Michoacán, 1991.
Las fuentes de información que dan sustento al presente trabajo son bi- 10 Janet Brody Esser,, Máscaras ceremoniales de
los tarascos de la sierra de Michoacán, México,
bliográficas, hemerográficas y el trabajo de campo. Se revisó bibliografía general INI, 1984.
11 Néstor García Canclini y Amparo Sevilla Vi-
y sobre fiestas específicas, obras inéditas, tesis, artículos hemerográficos e in- llalobos, Notas sobre las máscaras, danzas y
fiestas de Michoacán, Morelia. Mich., Gobier-
cluso artículos inéditos. Los trabajos pioneros Fiestas de Michoacán7, Catálogo no del Estado de Michoacán, 1985.
12 Mario Padilla Pineda, Ciclo Festivo y Orden
de Danzas y Fiestas de Michoacán8, así como Fiestas Religiosas en el Bajío Za- Ceremonial. El sistema de cargos religiosos en
morano y el Área Purépecha9 coordinados por Alberto Medina Pérez, Manuel San Pedro Ocumicho, Zamora Mich, El Colegio
de Michoacán, 2000.
García Contreras y Jesús Tapia respectivamente han servido de base al presente 13 María Teresa Sepúlveda y Herrera, Los Cargos
políticos y religiosos en la región del Lago de
trabajo al presentar una compilación general de las principales fiestas p’urépecha Pátzcuaro, Morelia, Mich., Morevallado Edito-
res, 2003.
resaltando los eventos más importantes que se desarrollan en ellos. Muchas otras 14 Saúl Millán, La Ceremonia Perpetua. Ciclos
festivos y organización ceremonial en el sur
investigaciones de temática festiva-ceremonial más específicas como Máscaras de Oaxaca, México, INI/SEDESOL, 1993.
ceremoniales de los tarascos de la sierra de Michoacán10 de Janet Brody Esser, 15 Herón Pérez Martínez (ed.), México en Fiesta,
Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán/
Notas sobre las máscaras, danzas y fiestas de Michoacán11 de Néstor García Can- Secretaría de Turismo del Gobierno de Mi-
choacán, 1998.
clini y Amparo Sevilla, Ciclo Festivo y Orden Ceremonial12 de Mario Padilla, 16 Alberto Rendón Guillén, Semana Santa en
Michoacán, México, IMC/CONACULTA/H.
Los cargos políticos y religiosos en la región del lago de Pátzcuaro13 de María Ayuntamiento de Morelia, 1998.
-----. Tradiciones Navideñas en Michoacán,
Teresa Sepúlveda, La Ceremonia Perpetua14 de Saúl Millán y México en Fies- México, IMC/CONACULTA, 1998.
-----. Michoacán. Noche de Muertos, Ayer y
ta15 coordinado por Herón Pérez Martínez,; así como los catálogos de Alberto Hoy, México, IMC/CONACULTA, 1998.
Rendón sobre la Semana Santa en Michoacán, las Tradiciones navideñas en 17 George M. Foster, Los Hijos del Imperio. La
gente de Tzintzuntzan, Zamora, Mich., El Co-
Michoacán y Michoacán. Noche de Muertos Ayer y Hoy16, entre muchos otros legio de Michoacán, 2000.
18 Ralph L. Beals, Cherán: Un pueblo de la sie-
han proporcionado información muy valiosa que ha enriquecido este texto. No rra tarasca, Trad. de Agustín Jacinto Zavala,
México, El Colegio de Michoacán/Instituto
se diga los grandes clásicos de la región que es necesario reconsiderar en cual- Michoacano de Cultura, 1992.
R.A.M. Van Zantwijk, Los Servidores de los
quier investigación de esta naturaleza ya que todos ellos abordan el asunto de 19
Santos. La identidad social y cultural de una
las ceremonias y fiestas p’urépecha como parte de sus amplios estudios. Entre comunidad tarasca en México, México, INI/
SEP, 1974.
éstos están Los Hijos del Imperio17 de George M. Foster, Cherán: Un pueblo de 20 Pedro Carrasco, El Catolicismo popular de los
tarascos, SEPSetentas 298, México, SEP, 1976.
la sierra tarasca18 de Ralph L. Beals, Los Servidores de los Santos. La identidad 21 José Eduardo Zárate Hernández, Los Señores
de Utopía. Etnicidad política en una comuni-
social y cultural de una comunidad tarasca en México19 de R.A.M. Van Zant- dad p’urépecha: Santa Fe de la Laguna-Uea-
wijk, El catolicismo popular de los tarascos20 de Pedro Carrasco, Los Señores muo, 2ª. ed., Zamora, Mich., El Colegio de
Michoacán/CIESAS, 2001.
de Utopía21 de José Eduardo Zárate y Mitología y Modernización22 de Agustín 22 Agustín Jacinto Zavala, Mitología y Moderni-
zación, México, El Colegio de Michoacán/Go-
Jacinto Zavala. bierno del Estado de Michoacán, 1988.

! 20 !
Finalmente, los estudios antropológicos generales de referencia indispen-
sable que se han considerado para la elaboración de este texto son, entre otros,
México Profundo23 y Pensar Nuestra Cultura24 de Guillermo Bonfil Batalla, Cos-
movisión, ritual e identidad de los pueblos indígenas de México25 coordinado por
Johanna Broda y Jorge Félix-Báez, así como La comunidad sin límites26 coordi-
nado por Saúl Millán y Julieta Valle y Diálogos con el territorio27 coordinado por
Alicia M. Barabas.
Se han realizado además muchas investigaciones sobre las comunidades
p’urépecha, sus habitantes o diversos aspectos de su cultura que permanecen in-
éditos. Fue de gran utilidad consultar estudios como las tesis doctorales de Ka-
thryn Ann Sikorski titulada Styles of Living in Santa Fe, Michoacán: Two con-
trasting behavioral modes alternating in a conservative Tarascan community,28 la
de William Charles Smith: The people of La Pacanda: Social organization and
social change in a Tarascan village,29 así como la tesis de licenciatura en etnología
de Ángel Quintana Sanabria con el tema Un acercamiento al origen de la cultura
musical p’orhépicha. El caso de Zacán, Mich.,30 entre algunas más.
Por lo que respecta a las fuentes hemerográficas, se consultaron los perió-
dicos La Voz de Michoacán y El Sol de Morelia, así como las publicaciones pe-
riódicas de Arqueología Mexicana, Estudios Michoacanos, Relaciones, Erande,
entre otras.
Para el trabajo de campo, por su parte, se realizaron aproximadamente se-
tenta visitas a diversas comunidades p’urhépecha. Nos dirigimos a diferentes au-
Guillermo Bonfil Batalla, México Profundo.
23
Una civilización negada, México, Grijalbo,
toridades, que en p’urhé reciben el nombre de Juramuticha, incluidas personas
1994. representativas de cargos civiles y agrarios (jefes de tenencia, representantes de
24 Guillermo Bonfil Batalla, Pensar nuestra cul-
tura. bienes comunales, jueces, encargados del orden), autoridades religiosas (párrocos,
25 Johanna Broda y Félix Báez-Jorge (coords.),
Cosmovisión, Ritual e Identidad de los pue- sacerdotes, capellanes y monjas), así como tradicionales (miembros del cabildo y
blos indígenas de México, México, FCE/CONA-
CULTA, 2001. cargueros), además de la gente común del pueblo y algunos visitantes fuereños.
Saúl Millán y Julieta Valle (coords.), La Comu-
26
nidad sin Límites. Estructura social y organiza-
El libro se presenta dividido en dos partes y cuatro capítulos. La primera
ción comunitaria en las regiones indígenas de de ellas está conformada por los capítulos 1 y 2 y se dedica a la ubicación y la des-
México, vol. III, México, INAH, 2003.
27 Alicia M. Barabas (coord.), Diálogos con el cripción de las regiones p’urhépecha, así como a los antecedentes históricos de las
Territorio. Simbolizaciones sobre el espacio
en las culturas indígenas de México, vol. III, fiestas y ceremoniales tradicionales del pueblo p’urhé, abarcando la época prehis-
México, INAH, 2003.
28 Kathryn Ann Sikorski, Styles of Living in Santa pánica, la conquista, las instituciones coloniales relacionadas con las fiestas tradi-
Fe, Michoacán: Two contrasting behavioral
modes alternating in a conservative Tarascan
cionales, hasta la sociedad p’urhé en la época actual. En la segunda parte se trata la
community, Tesis doctoral por la Universidad organización y el desarrollo de las fiestas y ceremonias tradicionales p’urhépecha y
de Pennsylvania, Estados Unidos de América,
1968. se presentan los grandes periodos así como cada una de las festividades que integra
29 William Charles Smith, The people of La Pa-
canda: Social organization and social change el ciclo anual. A esta parte corresponden los capítulos 3 y 4.
in a Tarascan village, Tesis doctoral por la Uni-
versidad de California, Berkley, Estados Unidos En un primer capítulo se ubica el territorio michoacano y dentro de él se
de América, 1965.
30 Ángel Quintana Sanabria, Un acercamiento
sitúan las cuatro regiones indígenas que ocupan las etnias p’urhépecha, maza-
al origen de la cultura musical p’orhépicha. El hua, nahua y otomí que viven en Michoacán. Se caracterizan y ubican mediante
caso de Zacán, Mich., Tesis de licenciatura en
etnología, México, E.N.A.H., 1989. mapas, las cuatro regiones que componen la zona habitada por los p’urhépecha

! 21 !
-meseta o sierra, lago, ciénega y cañada- mencionando los municipios por los que
está integrada cada una de ellas.
Posteriormente, en el segundo capítulo, se hace un recuento histórico del
pueblo tarasco en la época prehispánica mencionando únicamente los aspectos
que ayudan a contextualizar la organización festiva-ceremonial de los antiguos
p’urépecha. Enseguida se trata el tema de la conquista de Michoacán así como el
mecanismo de apropiación y control cultural que pusieron en práctica los taras-
cos ante la imposición de un nuevo régimen civil y espiritual. Se continúa con
algunas consideraciones sobre las instituciones que se implantaron en los pueblos
p’urhépecha en la época colonial, que se desarrollaron con características muy
particulares y que tienen relación directa con el origen y la realización de las fiestas
y ceremonias tradicionales. Finalmente se mencionan algunos aspectos de la so-
ciedad p’urhé en la actualidad sin los cuales es imposible comprender el profundo
significado de las fiestas tradicionales para los p’urhépecha, como son la cuestión
de la religiosidad popular, el parentesco consanguíneo y ritual, el factor de la mi-
gración, entre otros.
En la segunda parte del libro, el tercer capítulo se aboca a la conceptua-
lización de la tradición y “el costumbre”, así como de la fiesta y la ceremonia.
Con respecto a las fiestas y ceremonias tradicionales p’urhépecha, se abordan sus
características, estructura y elementos. De la misma manera, se trata el asunto de
la organización de las fiestas y ceremonias p’urhépecha, por lo que resulta funda-
mental exponer algunas características del sistema de cargos vigente en una gran
cantidad de comunidades así como del parentesco ritual o vínculo del compa-
drazgo. A continuación se presenta una visión esquematizada y generalizada del
desarrollo de las fiestas y ceremonias tradicionales a partir de sus vísperas, el día
grande y la despedida.
En el cuarto capítulo se exponen las principales fiestas o ceremonias tradi-
cionales p’urhépecha. Para este fin se parte de festividades actuales, y se procura
identificar las variaciones que su realización ha tenido a través del tiempo. El
trabajo presenta una visión general del origen y la evolución de cada una de las
celebraciones más difundidas, mediante la cual se puede observar la supervivencia
de elementos culturales prehispánicos y otros europeos, africanos y algunos pro-
venientes de Asia, y más recientemente de Estados Unidos así como las formas
específicas en que se ha dado el mecanismo de la apropiación y el control cultural
sobre los elementos externos.
31 Varios antropólogos y etnógrafos dedicados al
El ciclo festivo comienza el día 1 de Febrero con la celebración del Fue- estudio de los p’urhépecha coinciden en que
el ciclo festivo inicia el día 2 de febrero. Sin
go Nuevo, por conmemorarse este día el inicio del año p’urhé, continuando embargo, en este libro el ciclo festivo comen-
zará con el Fuego Nuevo el día 1 de Febrero ya
con el Día de la Candelaria.31 El siguiente bloque de ceremonias corresponde que, si bien no es una festividad propiamente
tradicional, la mayoría de los pueblos han
al Carnaval y la Cuaresma, abarcando el Carnaval propiamente dicho, algu- aceptado su realización como un motivo de
nas celebraciones de la Cuaresma y la Semana Santa (el Domingo de Ramos, reivindicación étnica.

! 22 !
el Jueves y el Viernes Santos, el Sábado de Gloria y el Domingo de Pascua.)
Posteriormente se presentan las fiestas relacionadas con los ciclos agrícolas que
son las celebraciones de la Santa Cruz, San Isidro Labrador, Espíritu Santo, el
Corpus, San Pedro y San Pablo, Santo Santiago y San Miguel Arcángel. Después
vienen las festividades de la Noche de Muertos y el Día de Todos los Santos, que
corresponden al fin de la temporada de lluvias y al periodo que marca el inicio
de la cosecha. Finalmente cierran el ciclo las festividades navideñas que abarcan
desde la representación de las Pastorelas, la Navidad, hasta la adoración de los
Reyes Magos oEpifanía.
Adicionalmente se incluyen celebraciones importantes que se insertan di-
rectamente en el ciclo festivo anteriormente descrito pero que se han catalogado
independientemente como fiestas patronales, fiestas en honor de Jesucristo, fiestas
del culto mariano, fiestas de imágenes religiosas no patronales y festivales cul-
turales, y finalmente, las ceremonias de tipo familiar. Las fiestas patronales, las
de Jesucristo y las marianas se presentan en orden cronológico buscando cubrir
los diferentes periodos del año así como los cultos más extendidos, de la misma
manera que las celebraciones representativas de imágenes religiosas no patronales
y los festivales culturales de importancia regional. En cuanto a las ceremonias de
escala familiar se incluyen bodas, primeras comuniones y bautismos.*
A manera de apéndice se incluye un calendario actualizado y lo más com-
pleto posible de las fiestas p’urhépecha a lo largo del año. En él no solamente se
ubican las fiestas aquí condensadas sino también las de algunos lugares que no han
sido considerados en el presente trabajo.*
Las fotografías de Iván Holguín, Guillermo Wusterhaus y Eniac Martínez
ilustran y complementan visualmente el texto. De esta manera se procura brindar
una visión coherente y relativamente completa de cada una de las festividades que
se incluyen en este libro.
Pretender abarcar todas las festividades p’urhépecha, aunque fuera de una
sola de las regiones que componen la zona p’urhé es una labor bastante ambicio-
sa. Es por ello que una de las principales limitaciones de esta obra consiste en la
selección restringida de las fiestas que se incluyen. El criterio que se siguió para
elegirlas fue intentar cubrir todo tipo de festividades tradicionales, incluyendo las
solemnidades de Cuaresma y Semana Santa, las fiestas y ceremonias de relevancia
regional, las exclusivamente locales e incluso algunas de tipo familiar como las
bodas, los bautismos y las primeras comuniones. En este libro solamente queda
representada una mínima parte de la inmensa cantidad de fiestas que se desarro-
llan prácticamente a diario en alguna comunidad p’urhé. Se ha buscado incluir
las fiestas más significativas en términos comunitarios, las que mejor guardan y
conservan las tradiciones de sus pueblos, las más coloridas y concurridas. De la
misma manera se presentan las que apenas se mantienen vivas por el interés y la

! 23 !
dedicación de unas cuantas personas, pero que son igualmente importantes para
el sostenimiento de la cultura p’urhé.
Cada una de las fiestas y ceremonias tradicionales p’urhépecha, así como
cada uno de los aspectos que las conforman por sí solo, constituyen un rico cam-
po de estudio en términos etnográficos, antropológicos, históricos y de trabajo
multidisciplinario. En este libro las fiestas y ceremonias tradicionales p’urhépecha
se han tomado como un conjunto para presentar una visión generalizada de las
mismas, esbozando algunas aproximaciones etnohistóricas a los asuntos de la
identidad p’urhé, la religiosidad popular, la participación y la articulación de los
diversos sectores de la comunidad en las fiestas, el sistema de cargos, el parentesco
consanguíneo y ritual, etc. Cada uno de estos aspectos puede ser objeto de un
estudio interdisciplinario profundo en lo individual. Por las características y obje-
tivos de este trabajo el registro de las festividades quedó limitado a los momentos
“explosivos” de las mismas, es decir, a los días grandes de la fiesta pero no por ello
se pretende pasar por alto la existencia de una gran cantidad de acontecimientos
y episodios rituales que están vinculados a dichos momentos y que tienen lugar
antes y después de la fiesta propiamente dicha.
La descripción de las fiestas y ceremonias tradicionales incluye básicamen-
te los eventos que se realizan en la víspera, el día grande y la despedida; sin
embargo, en algunas comunidades se desarrollan con mayor detenimiento las
particularidades de su realización ya que hacen que una celebración sea signifi-
cativamente diferente a las que se llevan a cabo en otros pueblos con lo cual se
ejemplifican las múltiples identidades locales que se dan dentro de una identidad
étnica más general.
Las interpretaciones, inclusiones y exclusiones que tiene este libro son res-
ponsabilidad de la autora.

Aclaraciones pertinentes:
Aclararé brevemente el significado de los términos tarasco, p’urhé y p’urhépecha,
así como el por qué del empleo de éstos dos últimos en este trabajo. Tarasco fue el
término más común para referirse a la etnia p’urhé hasta hace relativamente pocos
años. Los autores de estudios etnohistóricos y etnográficos de las últimas décadas
se inclinan por usar el vocablo p’urhépecha, sobretodo para referirse a la etnia a
partir de la época colonial y hasta la actualidad ya que para la época prehispánica
muchos estudiosos siguen prefiriendo la palabra tarascos. El origen de este tér-
mino se remonta a la época de la conquista, en la cual los españoles comenzaron
a referirse a los habitantes de Michoacán como “tarascos.” No se sabe el nombre
que ellos se daban a sí mismos pero pronto se generalizó este apelativo. Los dos
significados más aceptados de la palabra tarasco son: cuñado o suegro (debido a

! 24 !
que los españoles tomaron a algunas mujeres indígenas y empleaban esta palabra
con un sentido de burla y desprecio hacia los hombres de su familia) o “adoradores
del dios Taras o Tares”.32
Por su parte p’urhépecha, el término que ha cobrado mayor vigencia última-
mente quiere decir “gente del pueblo”, es decir, corresponde más a un sustantivo
que a un nombre propio. En la antigüedad, p’urhépecha era un término contra-
puesto a uacúsecha, que correspondía a la clase gobernante. Sin embargo, actual-
mente los indígenas prefieren llamarse a sí mismos y ser llamados p’urhépecha.
De hecho, en algunos lugares llegan a utilizar la palabra tarasco cuando quieren
ofenderse entre ellos, o para referirse a alguien que es “bárbaro, bruto o indio”.33
En este trabajo se respeta la designación que la etnia ha elegido para sí misma.
En la actualidad no existe un consenso acerca de la ortografía de la lengua
p’urhé. Algunos lingüistas y/o estudiosos de esta lengua han propuesto diversos
modos, en primer lugar, de llamarla (Lengua de Michoacán, p’urhé, p’urhépecha,
p’orhé, tarasco, etc.) y en segundo lugar, de escribirla (además de las aquí emplea-
das se usa: puré, poré, purépecha, purhépecha, p’orhépicha y otras más.) En este
trabajo se designa p’urhé tanto a la etnia, como a su lengua. En la lengua p’urhé
el plural se compone agregando el sufijo –echa, que en este caso produce la pa-
labra p’urhépecha que se utilizará en este libro al referirnos al plural de p’urhé.34
Esta ortografía corresponde a la propuesta del profesor Tata Alberto Medina Pérez
quien señala que estas grafías producen los sonidos más cercanos a la pronuncia-
ción real.35

32 Benedict Warren, La Conquista de Michoacán.


1521-1530, Trad. Agustín García Alcaraz, Mo-
relia, Fimax Publicistas, 1977. pp. 7-9.
33 Comentarios realizados por la joven Luz María
Cira de Tzintzuntzan, así como por Tata Teodo-
ro Pérez de la comunidad de Tarerio. Tzintzun-
tzan, Mich., 17 de Febrero de 2004.
34 En este sentido decir “p’urhépechas” constitu-
ye un pleonasmo, aunque también es bastan-
te utilizado.
35 El apóstrofe de la p’ (con una exhalación un
tanto marcada) mientras que la rh suaviza la
pronunciación de la r. Prof. Alberto Medina
Pérez, Departamento de Idiomas, U.M.S.N.H.

! 25 !
! 26 !
Primera parte

! 27 !
! 28 !
1. Los p’urhépecha
y su entorno

Características geográficas del Estado


de Michoacán y de la región p’urhé
El Estado de Michoacán está situado en el centro-occidente de la República Mexi-
cana y colinda con los Estados de Guanajuato al norte, Jalisco al norte y al oeste,
Querétaro al noreste, el Estado de México al este, Guerrero al sur y al sureste, así
como Colima al oeste. Su extensión es de 58,667 Km.² y tiene una población de
3,985,667 habitantes, de los cuales 1,911,078 son varones y 2,074,589 son muje-
res, según el XII Censo General de Población y Vivienda 2000.1
En Michoacán confluye una abundante variedad de condiciones geográficas
que dan lugar a una impresionante biodiversidad y a condiciones favorables para la
agricultura y otras actividades económicas.2 El territorio está comprendido dentro
del Sistema Volcánico Transversal o Eje Neovolcánico y la Sierra Madre del Sur. Mi-
choacán cuenta con varias fuentes de humedad constante ya que tiene 208 Km. de
1 Verónica Durán Carmona y Federico Sevilla
Palacios (coords.), Atlas Geográfico del Estado costa en el Océano Pacífico y se encuentra relativamente cerca del Golfo de México;
de Michoacán., Morelia, SEE/UMSNH/Col-
Mich/EDDISA/Gobierno del Estado de Mi- por otra parte, los lagos y las presas cubren aproximadamente 1,100 Km.²
choacán, 2003, p. 29.
2 México es uno de los siete países con mayor En cuanto a la población del Estado, de los 3,985,667 habitantes que
diversidad ecológica que hay en el planeta;
el territorio que ocupa Michoacán es uno de se encuentran censados, aproximadamente 121,849 son hablantes de lenguas
los que tienen mayor cantidad de climas y indígenas (h.l.i.), de los cuales 109,361 son hablantes del idioma p’urhé; 4,706
condiciones geográficas, así como de especies
animales y vegetales en el país. Ibíd., p. 89. del náhuatl; 732 del otomí; 4,338 del mazahua y 2,712 de alguna otra lengua
3 Ibíd., p. 97. Es importante señalar, sin em-
bargo, que muchos indígenas no hablan sus no especificada.3
lenguas nativas pero habría de considerár-
seles como indígenas en los censos ya que Estos grupos indígenas se encuentran distribuidos principalmente en los
comparten la forma de vida y la identidad que
los caracteriza como tales.
siguientes municipios:4
4 Información obtenida en la página web de la P’urhépecha: Coeneo, Charapan, Cherán, Chilchota, Erongarícuaro, Ja-
Comisión Nacional para el Desarrollo de los
Pueblos Indígenas de México www.cdi.gob. cona, Nahuatzen, Nuevo Parangaricutiro, Paracho, Pátzcuaro, Peribán, Quiroga,
mx, así como en el Portal de los Municipios del
Estado de Michoacán: http://200.67.75.241/. Los Reyes, Tancítaro, Tangamandapio, Tangancícuaro, Tingambato, Tingüindín,

! 29 !
Tocumbo, Tzintzuntzan, Uruapan y Zacapu.
Mazahua: Angangueo, Contepec, Ocampo, Senguio, Susupuato, Tlalpuj-
ahua y Zitácuaro.
Otomíes: Contepec, Epitacio Huerta, Hidalgo, Maravatío, Ocampo, Sen-
guio y Zitácuaro.
Nahuas: Aquila, Coahuayana y Chinicuila.
En las principales ciudades del Estado, como Morelia, Lázaro Cárdenas,
Zamora, Uruapan, entre otras habita un número considerable de indígenas de
diferentes orígenes étnicos, que emigran en busca de mayores oportunidades.5
La zona p’urhé, por su parte, se encuentra dividida en cuatro regiones:
• Región lacustre.6 Incluye todos los poblados de la rivera del lago de Pá-
tzcuaro: Cucuchucho, Erongarícuaro, Ichupio, la ciudad de Pátzcuaro,
Puácuaro, Quiroga, San Andrés Tziróndaro, San Jerónimo Purenché-
cuaro, Santa Fe de la Laguna, Tarerio, Tócuaro, Tzintzuntzan, Ukasa-
nástakua, Uricho, así como las islas de Janitzio, Jarácuaro, La Pacanda,
Tecuena, Urandén y Yunuén; además de Cuanajo y Santa Clara del Co-
bre, entre otros poblados pequeños.
• Meseta o sierra.7 Abarca las siguientes comunidades: Ahuiran, Ang-
ahuan, Arantepacua, Aranza, Capacuaro, Cocucho, Comachuén, Chara-
pan, Cherán, Cheranástico, La Cantera, Nahuatzen, Nurío, Ocumicho,
Pamatácuaro, Paracho, Patamban, Pichátaro, Quinceo, Zurumucapio,
San Benito, Santa Cruz Tanaco, San Felipe de los Herreros, San José de
Gracia, San Juan Nuevo Parangaricutiro, Sevina, Sicuicho, Tarecuato,
Tingambato, Turícuaro, Urapicho, Zacán y Zirosto, además de algunos
5 Es significativo por ejemplo, que en Ciudad
otros pueblos y rancherías. Lázaro Cárdenas exista mayor diversidad étni-
ca y lingüística que en el resto de las ciudades
• Ciénega de Zacapu.8 Incluye las comunidades de Azajo, Comanja, Na- del Estado.
6 La cuenca abarca aproximadamente 1,000
ranja, Tarejero, Teremendo, Tiríndaro y Zipiajo. Km.2 y constituye una de las regiones con
mayor diversidad ecológica de Michoacán.
• Cañada de los Once Pueblos.9 Está compuesta por los poblados de 7 La meseta se caracteriza por mantener un
Acachuén, Carapan, Chilchota, Etúcuaro, Huáncito, Ichán, Santo To- clima frío la mayor parte del año, con abun-
dantes precipitaciones durante el ciclo.
más, Tacuro, Tanaquillo, Urén y Zopoco. 8 Una gran parte de la llamada ciénega de
Zacapu está cubierta por piedra de origen vol-
El clima de la región p’urhé es templado con lluvias en verano y heladas cánico; en ella existió una laguna de 340 Km.2
con diversas ciénegas que fueron desecadas a
en invierno.10 En esta región se desarrollan flora y fauna muy diversas. Hay varias finales del siglo XIX. Cayetano Reyes García,
Tzacapu: Las Piedras Universales, Zamora, El
especies vegetales nativas, dentro de las que sobresalen varias frutales como: zar- Colegio de Michoacán, 1998, pp. 17-29.
zamora, changunga, tejocote, capulín, pitayo, arrayán, algunos otros comestibles 9 Es un pequeño valle de 12 Km. de largo y 2
Km. de ancho que se encuentra en el extremo
como nopal, hongos y camote; así como condimentos como chile piquín, laurel y norte de la meseta. Tiene varios escurrimien-
tos de agua que bajan de las montañas que la
orégano. Otras plantas que se dan en esta región son usadas con fines medicinales rodean y en ella nacen diversos ojos de agua.
Luis Alfonso Ramírez, Chilchota: un pueblo
destacando la tronadora, el gordolobo, el cuachalalate y el sinicuiche. Además, al pie de la sierra, Zamora, El Colegio de Mi-
choacán/Gobierno del Estado de Michoacán,
varias especies silvestres se usan como plantas de ornato y como parte importante 1986, p. 53.
de las ofrendas a las imágenes milagrosas, tal es el caso de las orquídeas, llamadas 10 Esta clasificación corresponde a la propuesta
de Koppen. Verónica Durán Carmona y Fede-
también lirios, entre los que se encuentran el lirio de corpus, la flor de ánima o rico Sevilla Palacios (coords.), Op. Cit., p. 57.

! 30 !
Región lacustre
GW

Sierra
LOD

! 31 !
Ciénega de Zacapu
LOD

Cañada de los Once Pueblos


LOD

! 32 !
cempoalxóchitl,11 el lirio matizado, la aróracua y la azucena del monte; además de
la estrellita, la flor de tigre, el manto de la virgen, la rosa morada, la vara blanca, y
varias más.12 En la zona p’urhé se cultiva maíz abrumadoramente, pero también tri-
go, frijol, calabaza, chile, cebada, cebolla, alfalfa, janamargo, chabacano, guayaba,
haba, limón, chirimoya, jitomate, y en menor cantidad manzana, pera, aguacate,
y capulín, entre otros productos que constituyen la base de la alimentación de los
p’urhépecha, además de ser usados como ofrendas o como elementos decorativos.
Al igual que la flora, la fauna que se desarrolla en las regiones p’urhépecha
es muy variada. Entre los mamíferos destacan: los tlacuaches, armadillos, puercos
espín, mapaches, cacomixtles, tejones, conejos, coyotes, zorrillos, gatos montés,
venados, así como comadrejas, nutrias, ardillas, liebres, zorras, e incluso llegó a
documentarse la existencia de jabalíes y pumas.13 La diversidad de aves es muy
amplia y sobresalen los guajolotes silvestres, patos, codornices, chachalacas, huilo-
tas, águilas, halcones, cuervos, zopilotes, lechuzas, búhos y varios pájaros cantores.
Hay también una gran variedad de insectos y reptiles, algunos de éstos venenosos,
por ejemplo, la víbora de cascabel y el hocico de puerco, así como alicantes y otras
11 Miguel Ángel Serrato Cruz, “Cempoalxóchitl y
Días de Muertos”, en Arqueología Mexicana, serpientes y culebras inofensivas. El achoque, especie endémica del lago de Pátz-
vol. XII, núm. 68, julio-agosto 2004, pp. 70- cuaro, se cuenta entre los anfibios más importantes que se desarrollan en la región,
73.
12 Como veremos más adelante, las flores cum- y desgraciadamente, en seria amenaza de extinción. El pez blanco, oriundo del
plen un papel de considerable importancia
dentro del ceremonial p’urhé ya que tanto los mismo lago, también se encuentra amenazado. Otros peces, sin embargo, se desa-
altares de los templos como los que son mon-
tados dentro de los hogares cuentan con flo- rrollan por lo general sin mayor problema como la carpa, la mojarra, el charal y la
res de temporada y se cambian regularmente
significando el cuidado y la procuración de trucha. Estas especies animales se desarrollan en mayor o menor cantidad dentro
las imágenes resguardadas. Igualmente los de las cuatro regiones p’urhépecha y han constituido una parte valiosa de la dieta
altares levantados para la Noche de Muertos,
los arcos o los tapetes florales que colorean las y la economía de los habitantes de la zona quienes en determinadas temporadas
calles en las temporadas festivas, así como
ciertos atuendos ceremoniales suponen una dedican sus esfuerzos a la caza, la pesca y/o la recolección de estos productos.
delicada elaboración a partir de flores de la
región. Michoacán despunta como uno de los principales productores forestales del
13 Leopold A. Starker, Fauna silvestre de México,
México, Editorial Pax, 2000. país. En la región p’urhé se explotan varias especies de pino, encino, parota, guaje,
Verónica Durán Carmona y Federico Sevilla P.
14
cascalote, aile, oyamel y pirián. Para la elaboración de artesanías se utilizan los
(coords.), Op. Cit., pp. 62 y 63.
15 Naoki Yasumura, “Polifonía en la construcción árboles nativos llamados madroño, copalillo, cucharillo, tepemezquite y campin-
de lo p’urhépecha, un caso de la política de
identidad”, en Carlos Paredes Martínez y cerán que también se dan en estos lugares.14 Los p’urhépecha explotan los bosques
Marta Terán (coords.), Autoridad y Gobierno
Indígena en Michoacán: ensayos a través de de manera principalmente comunitaria, permitiendo a los beneficiarios obtener
su historia, México, El Colegio de Michoacán/
CIESAS/INAH/UMSNH, 2003, p. 655. considerables ingresos y además trabajar en la recuperación del sentido comunita-
Cabe destacar el caso ejemplar a nivel na-
16
rio. En Nahuatzen, por ejemplo, surgió un movimiento de rescate de la identidad
cional de los comuneros de San Juan Nuevo
Parangaricutiro, quienes se encuentran orga- p’urhé como medio para defender la explotación de los recursos madereros que se
nizados para la explotación de sus bosques,
así como para la operación de sus aserraderos encuentran dentro de las tierras comunales.15 Desafortunadamente, en la mayoría
y la trasformación de los recursos forestales
de una manera realmente eficiente y con una de las comunidades, la tala inmoderada y la falta de planeación y regulación de la
sólida conciencia ecológica. Las decisiones
sobre el bosque son tomadas por la asamblea explotación de los recursos forestales han ocasionado una grave problemática que
general de la comunidad. Entrevista de la va desde los enfrentamientos armados entre los comuneros por el control de la
autora al joven Francisco López y los señores
Miguel Campoverde Guerrero y Juana Cuara madera, hasta la desaparición de extensos bosques cuyas serias consecuencias son
Pantaleón, San Juan Nuevo Parangaricutiro,
Mich., 7 de Enero de 2004. visibles hoy día.16

! 33 !
! 34 !
2. Antecedentes históricos
del pueblo p’urhé

Los tarascos prehispánicos


La mayoría de los arqueólogos mesoamericanistas sostienen que el territorio que
hoy ocupa Michoacán comenzó a poblarse hace aproximadamente entre 6,000 y
4,000 años con grupos provenientes de América septentrional, aunque hay algu-
nos otros estudiosos que sostienen evidencias de migraciones de grupos proceden-
tes del sur, básicamente de la región andina.1
Independientemente de su procedencia, estos grupos se fueron asentando
en el territorio michoacano y alcanzaron diversos grados de desarrollo a través de
La lengua p’urhé, sin vínculos lingüísticos con
1
miles de años. Los vestigios arqueológicos nos hablan de importantes asentamien-
alguna otra de Mesoamérica y emparentada
de cierta manera con el quechua, el amplio tos en la cuenca del lago de Cuitzeo, en la ciénega de Zacapu, así como en Tzint-
conocimiento del trabajo metalúrgico por
parte de los habitantes prehispánicos de zuntzan, Ihuatzio, Pátzcuaro, Tingambato y San Felipe de los Alzate, entre otros.
Michoacán, las tumbas de tiro, entre otras
evidencias, parecen apoyar esta postura. Hacia principios del siglo XVI habitaban en las cercanías del río Balsas grupos de
2 Véase: Álvaro Ochoa Serrano y Gerardo Sán-
chez Díaz, Breve historia de Michoacán, Méxi- origen nahua, tolimeca, panteca, cumbia y chontal; en la sierra de Coalcomán, los
co, FCE/El Colegio de México, 2003. cuahucomecas; y en el territorio que corresponde al extremo sureste del Estado
3 Jerónimo de Alcalá, Relación de las Cerimo-
nias y Rictos y Población y Gobernación de vivían los matlazincas. Los mazahuas, otomíes y pames se ubicaban en el oriente
los Indios de la Provincia de Mechuacán,
Moisés Franco Mendoza (coord. de edición y y noreste de Michoacán, mientras que en el bajío se localizaban los chichimecas.
estudios), México, El Colegio de Michoacán/
Gobierno del Estado de Michocán, 2000. Se En Guayangareo vivían también matlazincas y en el occidente del Estado, los
le citará como La Relación de Michoacán.
Es muy importante señalar que las fuentes tecos. La cuenca del lago de Pátzcuaro estaba habitada por grupos tarascos, quie-
primarias disponibles sobre la cultura tarasca nes posteriormente conquistarían a los demás pueblos y los mantendrían bajo su
en la época prehispánica son escasas y las
conocidas aún están siendo estudiadas y rein- mandato hasta la llegada de los españoles.2
terpretadas. La Relación de Michoacán ha sido
tomada tradicionalmente como el documen- Es hasta el siglo XII cuando se tiene referencia de los primeros anteceden-
to más importante y fidedigno para conocer
la vida en el Michoacán precolombino, sin tes de asentamientos propiamente tarascos en la región. Cuenta la Relación de
embargo la autoridad de este relato ha sido
bastante cuestionada recientemente. En este Michoacán3 que en aquel entonces se estableció un grupo de chichimecas en las
trabajo recurro a La Relación de Michoacán y orillas de la ciénega de Zacapu. Este grupo estableció un pacto con los habitantes
a las interpretaciones que sobre ella ha habido
ya que, a pesar de la polémica, sigue siendo sedentarios de Naranxan y se acordó el matrimonio del jefe de las tribus chichi-
un documento indiscutiblemente útil y valio-
sísimo. mecas, Ireticatame, con una hermana del señor de Naranxan llamado Ziranziran-

! 35 !
camaro. La alianza duró poco y los chichimecas fueron expulsados. Durante un
tiempo se establecieron al norte del lago de Pátzcuaro y luego se aliaron con los
habitantes de la isla de Jarácuaro, mediante el casamiento de Uapeani, el nuevo
dirigente chichimeca, hijo de Sicuirancha, con la hija de un pescador llamado
Curiparaxan. Con la unión de estos pueblos se dio origen a lo que sería la cultura
tarasca. Después de Uapeani, quien fue padre de Zetaco y Aramen, subió al trono
Tariácuri, hijo de Pauacume y sobrino de Uapeani. 4
Los gobernantes tarascos, a partir de Tariácuri, comenzaron la expansión te-
rritorial del señorío. Primeramente se extendieron por los poblados de la rivera del
lago de Pátzcuaro, posteriormente por la sierra, y llegaron hasta la Tierra Caliente,
la costa michoacana y el noreste del actual territorio estatal, donde se ubicaban las
fronteras del poderío mexica. Tariácuri ha pasado a la posteridad como el mejor
gobernante p’urhé, poseedor de una gran valentía y sensatez. Su hijo Hiquingare
gobernó una porción de los territorios conquistados, junto con sus sobrinos Hi-
repan y Tanganxoan quienes eran considerados por su tío como dirigentes con
notorias cualidades. Tzitzipandácuare, descendiente de Tanganxoan (del linaje de
Zetaco) concentró de nuevo el poder en una persona y estableció un gobierno teo-
crático-militar con sede en Tzintzuntzan, desde donde gobernaba los territorios
conquistados. A partir de ahí entonces los tarascos desarrollaron un complejo y
eficiente sistema de organización política, social, militar, administrativa, económi-
ca y sobretodo religiosa que les permitió conformar uno de los Estados más fuertes
del México prehispánico.5
La organización política de los tarascos se desprendía del cargo de irecha o
Cazonci, máximo jefe, quien además fungía como supremo sacerdote y represen-
tante del dios Curicaveri. Así el Cazonci concentraba el poder político, religioso
y económico, ya que también era el dueño de las tierras conquistadas para su dios
y sólo él podía decidir el uso y la distribución de las mismas; tenía el derecho de
nombrar a los señores de los pueblos y a los demás funcionarios y éstos le debían
lealtad absoluta. Luego venían los gobernadores, encargados del resguardo de las
cuatro fronteras del señorío y los caciques locales llamados caracha-capacha; los
angátacuri, encargados de asuntos administrativos y los recaudadores de tributo
llamados ocambecha, quienes se encargaban de las obras públicas. Existían tam-
bién funcionarios encargados de las guerras de conquista y quienes acompañaban
al Cazonci en sus expediciones militares llamados Cuangariecha.
4 Véase: Delfina Esmeralda López Sarralengue,
La organización de la sociedad tarasca era equivalente a su estructura po- La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época
virreinal, Morelia, Morevallado Editores, 1999.
lítica. En la cúspide social se encontraba el Cazonci, la familia real y la nobleza. 5 De hecho, existió una fuerte rivalidad entre el
pueblo tarasco y el mexica que desembocó en
La clase sacerdotal, la alta burocracia y los artesanos del Cazonci eran parte de la varios enfrentamientos armados. Muestra del
poderío y la resistencia tarasca es que nunca
nobleza, mientras que los funcionarios menores actuaban a nivel local y tenían pudieron ser conquistados por el imperio más
injerencia en todos los ámbitos de la economía del Estado. Un nivel intermedio grande del posclásico: el mexica. Ambos pue-
blos se reconocían como rivales de respeto en
se componía por artesanos, mercaderes libres y funcionarios menores. El estrato términos bélicos.

! 36 !
dominado constituía el grueso de la población y se componía por productores
-agricultores, pescadores y cazadores- y esclavos.
La unidad social era la familia extensa con patrón de residencia patrilocal,
es decir, que al contraer nupcias la mujer era llevada a casa de la familia del esposo.
Dentro de una misma edificación vivían varios matrimonios con sus hijos, todos
emparentados en primer o segundo grado. En el caso de los hombres, el matri-
monio era un paso necesario para acceder a la mayoría de edad, a las obligaciones,
pero también a los beneficios que implicaba el ser cabeza de familia dentro de
una sociedad que privilegiaba, y en nuestros días continúa privilegiando, la res-
ponsabilidad familiar. La poligamia sólo era permitida en el estrato superior de la
sociedad.6 El matrimonio era el punto central de la vida social y se realizaba una
fiesta para consumarlo.
Para el sustento diario y la factibilidad de acumular excedentes productivos,
los tarascos dependían básicamente de la agricultura, la pesca y la caza así como
de la artesanía que servía para satisfacer necesidades cotidianas y patrocinar su
compleja vida ceremonial, para el pago de tributo y para comerciar o intercambiar
con otras regiones, aunque fuera de manera limitada. Los artesanos se organizaban
por oficios o gremios, con mayordomos a la cabeza. De su trabajo destacan espe-
cialmente las piezas de alfarería policromada que dejan ver el grado de desarrollo
alcanzado por las manos tarascas, preocupadas por mezclar belleza, perfección y
utilidad en sus piezas. Los tarascos trabajaron la técnica del maque y la plumaria
y fueron extraordinarios orfebres.7
6 Ver: La Relación de Michoacán; María Teresa Según proponen Jacinto Zavala y Paredes Martínez, la riqueza acumulada
Sepúlveda, Op. Cit., pp. 68-71.
7 El oro y la plata tenían un valor intrínseca- por los dirigentes se debía repartir comunitariamente ya que gobernar era visto
mente religioso y eran considerados ofrendas
valiosas para los dioses, pero también se usa- como un servicio a los dioses y al pueblo y el hecho de redistribuir ciertos pro-
ban como símbolo de nobleza, poder, valor,
linaje, o simplemente como adornos de las ductos servía a los gobernantes en última instancia como forma para legitimar el
clases pudientes. Ver: Helen Perlstein Pollard,
“Tzintzuntzan, Capital del Imperio Tarasco”, en poder.8 Los gobernantes debían dar de comer y beber en abundancia a todos los
Arqueología Mexicana, vol. II, núm. 9, agosto- convidados a las fiestas en honor de los dioses.9 En el apartado que trata sobre la
septiembre 1994, pp. 26-32.
8 Agustín Jacinto Zavala, Mitología y Moder- organización de las fiestas tradicionales veremos que la redistribución de la riqueza
nización, p. 25; Carlos Paredes Martínez, “La
estratificación social de los tarascos”, en Ar- a nivel comunitario a través de la ocasión festiva sigue siendo en la actualidad un
queología Mexicana, vol. IV, núm. 19, mayo-
junio 1996, p. 39. Recientemente se publicó mecanismo vigente entre el pueblo p’urhé.
un artículo de Benjamín Lucas sobre las
diferentes percepciones que los p’urhépecha
tienen de sus autoridades en la actualidad, de
los de origen p’urhé y de los “taresï” o extraños Religión y ceremonial
a la comunidad. La opinión general es que
los nacidos indígenas se motivan por servir
al pueblo, mientras que los que no lo son, lo
entre los tarascos prehispánicos
único que buscan es satisfacer sus intereses
personales. Benjamín Lucas, “Juchari Jura- La religión tarasca se centraba en el culto a Curicaveri, cuya esencia era el fuego y
muticha”, en Carlos Paredes M. y Marta Terán
(coords.), Op. Cit., pp. 591-597. se le adoraba como dios de la guerra. Se le representaba con una navaja de obsidia-
9 Janet Brody Esser, Op. Cit., p. 53.
na negra10 y recibía sacrificios de animales y de prisioneros de guerra. Curicaveri
10 La piedra de la p’urhepechidad en la actuali-
dad es un fragmento de obsidiana negro, por confería el poder de gobernar al águila, quien lo trasmitía al linaje uacúsecha. El
el profundo significado que reviste este mate-
rial desde tiempos remotos. Cazonci era el responsable de defender su culto y de mantener el fuego permanen-

! 37 !
temente encendido en sus templos, llamados cúes. Existía una deidad femenina,
Cuerauáperi, la madre de todos los dioses, deidad de la fertilidad y el mante-
nimiento, quien tenía sus santuarios más importantes en Araró, Zinapécuaro y
Tzintzuntzan. A ella se ofrecían los corazones de los cautivos de guerra en la fiesta
de Sicuíndiro con la finalidad de obtener abundantes lluvias y cosechas. La diosa
Xaratanga, hija de Cuerauáperi y esposa de Curicaveri se identificaba con la luna
y representaba la fertilidad humana; era ella quien ayudaba a proveer los sustentos
de los hombres y protegía los temascales y el juego de pelota. Se le ofrendaban co-
dornices y patos. Sus templos más importantes estaban en Tzintzuntzan, Uricho,
Zipiajo y Zacapu. Había otros dioses, los subterráneos, por ejemplo, protegían las
cuatro partes del universo; existían los dioses de la mano izquierda o tierra caliente
y los de la mano derecha o primogénitos y los del mar; había diversas deidades
menores como los dioses genealógicos o ancestros de grupos, los de los cerros, así
como los dioses locales, ya que por lo general, los tarascos respetaron las creencias
y los dioses de los lugares que conquistaban, dando lugar a una gran cantidad de
cultos particulares. No obstante lo anterior, el culto de los dioses principales de los
tarascos se fue extendiendo hasta ser aceptado y practicado en casi todos los pue-
blos sometidos. Dice Le Clézio: “Este lazo invisible, a veces inmaterial –muchos
de los pueblos serranos están [...] tan dispersos que esta unidad religiosa sería im-
posible sin fe- es todavía más fuerte por ser espiritual. En todas las comunidades
p’urhépechas de la meseta arde sin cesar el fuego de las hogueras sagradas.”11
Los tarascos creían que el mundo estaba compuesto por tres regiones: Aván-
daro, que correspondía al firmamento y estaba relacionado con las águilas y los
halcones; Echerendo, que era la tierra y se entendía como una diosa con cuatro
cuartos y Cumiechucuaro era el inframundo, relacionado con la muerte y donde
habitaban los animales de la oscuridad como ratas, tuzas, topos y culebras. Cada
región estaba habitada por diferentes dioses; los del cielo tenían forma de aves y
astros, mientras que los de la tierra y el mundo subterráneo eran antropo y zo-
omorfos.12 El inframundo estaba habitado por el dios de la muerte y otras deida-
des subterráneas y era un lugar con riquezas, abundancia de agua y desde donde
los antepasados velaban por el bienestar de su pueblo. Para los indígenas, con la
muerte se pasaba simplemente a otro nivel de existencia. De hecho, La Relación
de Michoacán menciona que el Cazonci iba a su encuentro con el más allá acom-
pañado de las mujeres de sus cortesanos y de ofrendas de oro y otros materiales
preciados.13 11 Jean-Marie Le-Clézio, La Conquista Divina de
Michoacán, México, FCE, 1985, p. 79.
Las deidades de los tarascos representaban elementos naturales, prácticas 12 Dora Sierra Carrillo, “La muerte entre los taras-
cos”, en Arqueología Mexicana, vol. X, núm.
económicas, grupos de parentesco, así como la división del trabajo. En la ac- 58, noviembre-diciembre 2002, p. 63.
13 Helen Perlstein Pollard, “Factores de desarrollo
tualidad los santos patronos y los cultos locales de las comunidades simbolizan en la formación del Estado Tarasco”, en Brigitte
también alguno o varios de estos factores. Por ejemplo, San Lucas es el santo que Boehm de Lameiras (coord.), El Michoacán
Antiguo, Zamora, El Colegio de Michoacán/Go-
vela por el bienestar del ganado y es venerado por el barrio del mismo nombre en bierno del Estado de Michoacán, 1994, p. 190.

! 38 !
Zacán; Santiago es el santo encargado de la siembra y se le rinde culto en Nurío
y otros pueblos; Santa Cecilia es la patrona de los músicos y se le homenajea en
Ichán; en Zipiajo el día de la Santa Cruz se hace un ceremonial claramente agrí-
cola en donde se rinde culto al cerro.
Al igual que las batallas, casi todas las fiestas de los tarascos prehispánicos
estaban dedicadas a Curicaveri y a través de ellas se establecía comunicación
directa con los dioses; más aún, mediante las pinturas corporales y los atavíos
ceremoniales los hombres se convertían en representaciones vivientes de los dio-
ses. En la fiesta de Equata Cónsquaro/Cuingo, a cargo del petámuti, además
de ejecutar a los malhechores,14 se aprovechaba la ocasión para transmitir los
conocimientos de los antepasados al pueblo: mitos, normas, preceptos y la his-
toria de la dinastía Uacúsecha a la vez que se ultimaban detalles para preparar
la guerra. Los sacerdotes menores llevaban estos conocimientos a las provincias
del Imperio e incitaban a sus habitantes a trabajar conjuntamente para la ve-
neración de Curicaveri a través del Cazonci. En la fiesta de Hanciuanscuaro o
“encarcelamiento de los rebeldes” además de hacer los preparativos para la gue-
rra se llevaban a cabo a rituales cosmológicos que marcaban el fin de un ciclo
y el comienzo de otro mediante la celebración del fuego nuevo ya que la fiesta
daba inicio cuando se llevaban leña y bolas de perfume a los altares del dios Cu-
ricaveri para posteriormente mencionar el nombre de los enemigos y comenzar
una guerra.15 Por medio de la festividad de Purecatacuaro los guerreros podían
aumentar su prestigio social ya que ofrecían sangre de sus orejas y la derrama-
ban en el monte como sacrificio a Curicaveri. La ya mencionada festividad de
Sicuíndiro, dedicada a Cuerauáperi simbolizaba los rituales de la fertilidad y
en ella se ofrendaba maíz asado y tenían lugar varias danzas alusivas al mismo
tema.16 En esa fiesta se sacrificaban cautivos cuyos corazones se arrojaban a las
aguas termales de Araró y Zinapécuaro. En la fiesta de Hiquandiro se hacía una
procesión de guerreros que llevaban banderas de plumas blancas de Curicaveri,
marchando muy ordenados mezclando los símbolos y los íconos religiosos con
14 Entre otros delitos se castigaba a quienes no
hubiesen llevado leña a los fogones o a los los militares. La Relación de Michoacán señala otra fiesta, la Caheri Uapan-
que no hacían sacrificio en sus fiestas rein-
cidiendo en cuatro ocasiones. La Relación de seuaro en donde se bailaba con unas cañas de maíz en la espalda. Le Clézio
Michoacán, p. 53.
15 Jean Marie Le Clézio, “Ceremonias, ritos y
menciona que esta festividad se ofrecía al maíz de caña. Es interesante notar que
fiestas en la Relación de Michoacán”, en Herón desde tiempos prehispánicos todas las fiestas se organizaban de acuerdo con un
Pérez Martínez (ed.), México en Fiesta, pp.
235-237. calendario festivo fijo, ininterrumpido y sustentado en el ciclo agrícola, para
16 Los sacerdotes llegaban desde cinco días an-
tes y ayunaban hasta el día de la fiesta. Ese promover la participación de la mayoría de la población tanto en las festividades
día se vestían para representar dos nubes: una
amarilla y blanca y otra roja y negra y bailaban como en la guerra y consolidar así las relaciones sociales, a la vez que fomentar
junto con otros sacerdotes que representaban
el papel de dioses que acompañaban a Cue- un sentido de unidad siempre en torno a una misma religión. “Las fiestas agrí-
rauáperi. Ver: La Relación de Michoacán, p. colas o religiosas tenían su corolario en la guerra, puesto que la finalidad de la
49; Jean-Marie Le Clézio, “Ceremonias, ritos y
fiestas…”, p. 239. guerra era menos política que mística, a fin de proveer sangre y carne para los
17 Jean-Marie Le Clézio, “Ceremonias, ritos y fies-
tas…”, pp. 238 y 239. altares de los dioses.”17

! 39 !
La jerarquía sacerdotal tenía claramente establecidas sus funciones ceremo-
niales. El petámuti o sacerdote mayor portaba las insignias que le caracterizaban
(túnica negra, tenacillas de oro pendientes del cuello, un bastón adornado con
plumas y una navaja de obsidiana) y presidía los actos de culto al dios. Los curi-
tiecha quemaban incienso en los templos, mientras que los thiumecha cargaban
la imagen del dios Curicaveri durante las guerras de conquista18, los patzariecha
cuidaban las imágenes de los dioses en los templos; los curípecha organizaban las
ceremonias previas a las guerras de conquista; los pungaracha tocaban los instru-
mentos musicales durante las ceremonias y otros funcionarios, los axámecha y los
xopitiecha, se encargaban de los sacrificios.19 18 Según señala Julián Bonavit, los tarascos ha-
cían imágenes de sus dioses con pasta de caña
Agustín Jacinto Zavala ha propuesto que los tarascos prehispánicos tenían de maíz, por ser un material extremadamente
ligero, lo que les permitía llevar a sus deidades
una religión tan bien establecida que de ésta se desprendían los valores institucio- a las guerras y, en caso de verse obligados a
emprender una súbita retirada poder cargar-
nales que debía observar el pueblo. Los hombres eran vistos como seres divinos los y correr rápidamente con ellos y evitar
que provenían de dioses genealógicos y sus comunidades se conformaban por dejarlos abandonados en el campo de batalla
lo cual implicaría su destrucción a manos ene-
vivos y muertos. El sentido último de la existencia del pueblo tarasco era rendir migas. Ver: Julián Bonavit, Esculturas tarascas
de caña de maíz y orquídeas fabricadas bajo
culto y ceremonia a Curicaveri. En aquella sociedad se privilegiaba el valor del la dirección del ilustrísimo señor Dn. Vasco de
Quiroga, Morelia, ***, 1947, p. ¿?
trabajo ya que éste le agradaba al dios, a través del Cazonci. La sociedad se con- 19 Véase La Relación de Michoacán; Benedict
Warren, La Conquista de Michoacán, p. 15-21.
formaba en su unidad básica por la familia extensa cuyas relaciones con los otros Para un breve resumen sobre el tema ver tam-
grupos se regían mediante la lógica de la reciprocidad, de la misma manera en que bién: Álvaro Ochoa Serrano y Gerardo Sánchez
Díaz, Op. Cit., pp. 25 a 32.
se rigen en la actualidad. La toma de decisiones en el pueblo se hacía mediante la 20 Agustín Jacinto Zavala, Mitología y Moderni-
zación, pp. 123 y 124. Véase el cuadro com-
consulta a todos los sectores de la población.20 parativo entre las instituciones y prácticas en
la sociedad tarasca prehispánica y el modelo
Debido a que los tarascos prehispánicos carecieron de documentos escri- de hospital de Quiroga presentada en: Carlos
Paredes, “Instituciones coloniales en poblacio-
tos y pictográficos -los códices y lienzos que conocemos son de origen colonial- nes tarascas”, en Carlos Paredes y Marta Terán
el conocimiento y la transmisión de la memoria colectiva se realizaba mediante (coords.), Op. Cit., p. 136.
21 Se entiende por rito una “práctica fuertemente
principios orales, rituales y calendáricos. Por medio de los ritos21 y las ceremonias pautada que se dirige a la sobre naturaleza. Es
una ceremonia compuesta casi siempre por
realizadas de acuerdo con el calendario prehispánico -el cual señalaba dieciocho elementos rituales heterogéneos que están
encaminados a un fin preciso, lo que da a la
meses de veinte días, con cinco días extras para complementar el ciclo anual-22 ceremonia unidad, coherencia y, generalmen-
te, una secuencia ininterrumpida.” El ritual
era posible, además de computar el tiempo, difundir a todos los miembros de la sería “un conjunto de ritos… destinados a
comunidad los componentes esenciales de la religión y la ideología tarasca.23 Las un fin común.” Ver: Alfredo López Austin, “Los
ritos. Un juego de definiciones”, en Arqueolo-
representaciones dramáticas (la escenografía, las danzas, el teatro), los cantos, los gía Mexicana, vol. VI, núm. 34, noviembre-
diciembre 1998, p. 15. El ritual “establece el
discursos, la música, las ofrendas y los alimentos rituales unían al individuo con vínculo entre los conceptos abstractos de la
cosmovisión y los actores humanos… el
la comunidad integrando un conjunto de significados culturales de gran trascen- ritual incita a sus participantes a involucrarse
en las actuaciones comunitarias, lo cual im-
dencia que se constituían en modeladores de la identidad de aquella cultura. En la plica también un complejo proceso de trabajo
actualidad, elementos festivos similares -con sus formas propias de expresión- tie- que se desarrolla en beneficio de las fiestas.”
Johanna Broda y Félix Báez-Jorge (coords.),
nen lugar dentro de las fiestas tradicionales p’urhépecha e igualmente han servido Op. Cit., 17.
22 Alberto Medina Pérez y Oracio Linares Gutié-
para resguardar la identidad p’urhé así como “el costumbre” a través de los años. rrez, “Festividad del Corpus en las comunida-
des p’urhépecha de Michoacán”, en: http://
Se hablará de ellos con detenimiento en la segunda parte del libro. www.xiranhua.com/reportaje/reportaje020.
htm.
Desde tiempos remotos, al igual que ahora, la música ha jugado un papel 23 El término ideología “establece el nexo en-
vital en las comunidades tarascas, al darles marco para la realización de ceremo- tre… la cosmovisión, y las estructuras sociales
y económicas de la sociedad.” Johanna Broda y
nias y rituales. Los instrumentos prehispánicos que destacan son: chapeti eueri Félix Báez-Jorge (coords.), Op. Cit., p. 17.

! 40 !
atsimu (especie de flauta de barro con forma globular con diferentes tamaños y
sonidos), los caracoles marinos llamados utuksi; la kiringua o paguangua que era
un instrumento de percusión parecido a un tambor; el parácuni o raspador de
hueso humano o de venado y las maracas llamadas chantzajkukua, entre otros.
No se sabe exactamente cómo se tocaban, pero se infiere, dados los sonidos que
se pueden emitir con este tipo de instrumentos, que el conocimiento musical se
había desarrollado ampliamente dentro de la cultura tarasca.24 Haciendo referen-
cia a los tiempos actuales, no se concibe alguna celebración festiva sin contar con
interpretaciones musicales, tanto por el profundo significado ritual que implica el
acompañamiento musical de ciertos actos de culto o ceremoniales –danzas, jari-
peo, procesiones, cambio de cargo, etc.- como por el hecho más banal del “baile”
por esparcimiento, que sin embargo también forma parte de la fiesta tradicional y
tiene un papel importante en el juego del cortejo.

La Conquista de Michoacán
El primer conocimiento certero que los tarascos tuvieron de la llegada de los es-
pañoles al territorio mesoamericano fue hacia 1519 ó 1520, gracias a la embajada
azteca enviada por Moctezuma, quien mandó pedir ayuda a sus antiguos rivales
contra los invasores. El gobernante tarasco, Zuangua, se negó a prestarles ayuda.
Acosada por los presagios de su derrota, atacada por una poderosa alianza de indí-
genas enemigos con los españoles, diezmada por las epidemias e inferior en tecno-
logía y tácticas militares, Tenochtitlan cayó finalmente en 1521. Con la capital del
imperio mexica sometida, los españoles prosiguieron con su empresa conquistado-
ra. Antes de alcanzar el territorio de los tarascos, llegó a Michoacán una enferme-
dad que fue mucho más letal que las armas extranjeras: la viruela. El gobernante
Zuangua murió a consecuencia del virus, al igual que el petámuti, varios nobles y
gente del pueblo, según Warren hacia la segunda mitad del año de 1520.25
Zuangua fue sucedido por su hijo Tzintzicha o Tanganxoan II a quien le
tocó enfrentar el contacto con los españoles, a partir de febrero de 1521 cuando
éstos llegaron hasta Tajimaroa. Cristóbal de Olid, uno de los más destacados ca-
pitanes, fue designado como encargado de marchar a territorio michoacano en
julio de 1522. A pesar de que el Cazonci había ordenado la fortificación de las
fronteras de sus dominios, por razones que no se conocen cambió repentinamente
de opinión y suavizó su postura frente al conquistador. Tanganxoan II, y con él el
imperio tarasco, se rindieron pacíficamente.
El impacto de la conquista militar se dejó sentir inmediatamente en el te-
Álvaro Ochoa Serrano, Mitote, fandango y
24
rritorio tarasco. Si bien esta imposición de las armas españolas sobre las indígenas
mariacheros, 2ª ed., Zamora, El Colegio de
Michoacán/El Colegio de Jalisco, 2000, pp. no fue tan violenta y desastrosa como sucedió en el Imperio Mexica, sí ocasionó
15-30.
25 Benedict Warren, Op. Cit., p. 29. pérdidas humanas y materiales y sobre todo, generó un ambiente de incertidum-

! 41 !
bre y desesperación entre los nativos. Varias poblaciones fueron abandonadas ya
que muchos indígenas huyeron a las montañas, muchísimos más murieron a con-
secuencia de las epidemias y otros tantos en los primeros años de la colonia al
ser obligados al trabajo en la minas, a enlistarse en la milicia o a trabajar la tierra
de manera inhumana.26 Sin embargo, a pesar de ser sometidos políticamente y
obligados a adaptarse a las medidas dictadas por el gobierno español, los tarascos,
hoy p’urhépecha, encontraron la manera de hacer sobrevivir su cultura, originada
Ulises Beltrán señala que de los 741,015 in-
hace más de ocho siglos. En la actualidad persisten ciertos elementos culturales 26
dígenas registrados en Michoacán en el año
ancestrales que han sido reelaborados a través del tiempo y de las condiciones his- de 1542 solamente 93,686 lograron sobrevivir
en 1548. Este número se recuperó un poco,
tóricas que ha sorteado el pueblo p’urhé. La colonia, las revoluciones, los vaivenes ya que la misma fuente señala que había
128,475 en 1560. Para 1630 menciona una
políticos y las políticas neoliberales han afectado y reestructurado muchos de los población de únicamente 59,448 indígenas.
Ulises Beltrán, “Estado y sociedad tarascos en
componentes esenciales de la cultura p’urhé, que a pesar de todo y por fortuna, se la época prehispánica”, en: Brigitte Boehm de
Lameiras (coord.), Op. Cit., p. 146.
resisten a desaparecer. 27 La cuestión del aprendizaje de los nuevos
idiomas no fue sencilla ni para los indígenas
ni para los frailes debido a que era material-

El proceso de apropiación mente imposible traducir algunos conceptos


abstractos inexistentes para la otra cultura.
Los primeros años de la conquista fueron muy
y control cultural difíciles en este sentido.
28 Hay diversas conceptualizaciones sobre el
significado de cosmovisión. La que considero
Una vez consumada la conquista militar, el clero regular jugó un papel muy im- más completa es la de Alfredo López Austin,
portante en la conversión religiosa de los indígenas de Michoacán. Las primeras según la cual una cosmovisión es “un hecho
complejo integrado como un conjunto es-
órdenes religiosas que llegaron con el fin de evangelizar a los tarascos fueron los tructurado y relativamente congruente por los
diversos sistemas ideológicos con los que una
franciscanos en 1525, seguidos por los agustinos en el año de 1537 y los jesuitas entidad social, en un tiempo histórico dado,
pretende aprehender el universo.” Johanna
en 1573. Su principal función era la catequización, pero también servir de inter- Broda y Félix Báez-Jorge (coords.), Op. Cit.,
p. 18. Según Báez-Jorge las cosmovisiones
mediarios entre los nativos y las autoridades españolas. Para completar su misión, “operan como integradoras del imaginario
algunos frailes se esforzaron por comprender la visión del mundo y la cultura colectivo.” Ibíd., p. 19.
29 Para una opinión contrapuesta ver: José
tarasca. De esta manera, comenzaron a aprender las lenguas de los habitantes de Corona Núñez, Religiones indígenas y cris-
tianismo, Morelia, IMC, 1996. En este trabajo
Michoacán,27 así como los elementos centrales de su cosmovisión.28 A pesar de Corona Núñez intenta equiparar los conceptos
dogmáticos católicos con las religiones indí-
los intentos, el éxito de su cometido fue parcial. Se trataba de dos cosmovisiones genas de México en su conjunto, llegando a
la conclusión de que estos pueblos tenían una
opuestas. Los principales problemas se suscitaron en cuanto a religión se refiere, religión de corte monoteísta al adorar advo-
ya que los conceptos básicos, las deidades, las prácticas y los rituales que cada uno caciones del dios fuego-sol; que practicaban
una especie de comunión mediante el sacrifi-
seguía eran muy diferentes.29 co humano y la antropofagia ritual, y compara
a Tonantzin o Cuerauáperi en el caso tarasco
Se han hecho ya algunas menciones sobre lo que se conoce de la religión y el con la Virgen María y a Quetzalcóatl con Jesu-
cristo.
ceremonial de los tarascos. A continuación se presentan algunos de los elementos 30 Recordemos que todos los pueblos mesoame-
ricanos tuvieron características similares,
católicos introducidos por los frailes que no tenían paralelo ni referente en el mun- estructurantes de sus tradiciones y muy
do indígena y cuya asimilación se basó en el mecanismo de apropiación y control resistentes al cambio. Éstas son fácilmente
apreciables en la “larga duración histórica”; al
cultural que activaron de manera automática los tarascos –al igual que otros pue- respecto ver: Alfredo López Austin, “El núcleo
duro, la cosmovisión y la tradición mesoame-
blos mesoamericanos- para sobrevivir ante tal embate defendiendo su cultura.30 ricana”, en Johanna Broda y Félix Báez-Jorge
(coords.), Op. Cit., pp. 47-65.
Ambas religiones –la católica y la tarasca- creían en la vida después de la 31 Hay también posiciones que señalan que
aparentemente la religión tarasca no se basó
muerte, pero desde distintas perspectivas. Los católicos creían que existía un cielo, en el dualismo, entre otras cosas, porque
un purgatorio y un infierno. Los habitantes del Estado tarasco basaban su religión pocos dioses tienen contrapartes masculinas
o femeninas. Véase: Helen Perlstein Pollard,
y su vida en un dualismo dialéctico31 y por ello no comprendían los conceptos “Factores de desarrollo…”, p. 224.

! 42 !
Ocumicho
Hombre danza de venado IHS

32 En este sentido las religiones prehispánicas


comparten el dualismo complementario
que ha estructurado la cosmología china
(Yang/activo vs. Yin/passivo) y el dualismo
cósmico griego (inteligencia/celestial vs. sus-
tancia/terrenal). Notas inéditas del Dr. Karl W.
Butzer para la cátedra “Historical Geography of
Colonial México”, Geography Department, The
University of Texas at Austin, 1998.
33 Algunos clérigos y misioneros fueron muy
queridos por los indígenas e importantes por
los alcances de su labor evangelizadora. Des-
taca en primer lugar Vasco de Quiroga quien
fue un licenciado oriundo de Madrigal de las
Altas Torres en la Península Ibérica. Llegó a
Michoacán como miembro de la Segunda
Audiencia, y fue nombrado Obispo de Mi-
choacán en 1538 sin haber asistido jamás al radicalmente opuestos del cristianismo que implicaban el triunfo de uno sobre
seminario. Su labor fue de gran importancia otro como bueno vs. malo y Cristo vs. Satanás, sino que estructuraban su cosmo-
ya que abogó en todo momento por el bien-
estar de los indígenas; orientó a los artesanos visión a partir de dualidades como positivo y negativo, orden creador y desorden
para perfeccionar sus técnicas y los conminó
a comercializar sus productos. Basándose en destructivo; ambos necesarios para la existencia del cosmos. Cada dualidad era
la idea de Tomás Moro, fundó en Santa Fe de
la Laguna el primer pueblo-hospital de la re- complementaria desde su origen y cada concepto incluía elementos de su par
gión. La labor de Fray Juan de San Miguel fue
de gran mérito y se le atribuye, en disputa con opuesto.32 Algunos conceptos cristianos abstractos que no tenían homólogo con-
Vasco de Quiroga, la paternidad de los hos- creto en la cosmovisión indígena eran: cielo, purgatorio, infierno, pecado, santo,
pitales en la región. Fray Jacobo Daciano fue
muy querido por los tarascos, entre los cuales demonio, penitencia, Trinidad, Inmaculada Concepción, entre otros, ni las con-
vivió varios años y veló por su protección ante
el gobierno colonial y sobretodo por la con- notaciones de una religión monoteísta.
servación de su cultura. Al igual que sus pre-
decesores, actualmente es venerado en varias Al tiempo que los misioneros33 adaptaron sus enseñanzas a las prácticas
comunidades p’urhépecha. Maturino Gilberti,
por su parte, fue autor de la primera obra que nativas y comenzaron a celebrar misa en capillas abiertas, donde permitieron a
compendió el vocabulario de los tarascos: los indígenas asistir con coloridos atuendos y practicar algunas danzas; dejaron
Maturino Gilberti, Vocabulario en Lengua
de Mechuacan, Trascripción paleográfica de que los indígenas participaran en procesiones llevando flores y vestidos vistosos;
Agustín Jacinto Zavala, Zamora, El Colegio de
Michoacán, 1997. institucionalizaron el culto a los santos y asignaron un patrón para cada comu-

! 43 !
Zipiajo
Danza de los Pukis IHS

Zacán
Jesús María y José IHS

! 44 !
nidad; no usaron en las cruces atriales las imágenes sangrantes de un Cristo mar-
tirizado; promovieron las representaciones teatrales con sentido evangelizador;
introdujeron instrumentos de cuerda y adiestraron a los indígenas para tocarlos,
les enseñaron nuevas tonadas y composiciones que ayudaron a la aceptación de la
nueva cultura.34 De esta manera se presentaba a los indígenas la oportunidad de
acercarse a los elementos externos y mediante un mecanismo de asombrosa capa-
cidad de sobrevivencia y adaptación ante lo inevitable, elegir comunitariamente
aquellos elementos que, pasados a través del filtro de la reinterpretación cultural,
le significaban algo sustancial de acuerdo con su cosmovisión. Así, se apropia-
ron culturalmente de estos elementos, los reelaboraron, los dotaron de un nuevo
sentido, los revistieron de características y significados comunitarios, auténticos,
resistiendo así la imposición de una nueva religión y compensando de esta manera
la destrucción de sus símbolos, de sus santuarios, de sus deidades. Los p’urhépecha
encontraron la forma de mantener viva su religiosidad prehispánica a través de
la naciente religión “católica popular” o “católica indígena.” En este sentido hay
que recalcar que la supervivencia y la reelaboración de las prácticas nativas no fue
una “concesión” de los frailes sino que fue una reacción de los indígenas como un
mecanismo de reinterpretación y resistencia ante el catolicismo introducido por
los evangelizadores.35
De alguna manera se logró identificar a ciertas advocaciones de la Virgen,
de Cristo y de los santos con las deidades nativas, más aún, en algunos casos los
tarascos elaboraron imágenes cristianas de pasta de caña de maíz huecas, en cuyo
interior escondían a sus dioses y les continuaban rindiendo culto.36 Los indígenas
34 Los tarascos aceptaron bastante bien la intro-
ducción de instrumentos y tonadas ya que ‘no adoptaron las iglesias y los cementerios37 como nuevos puntos de confluencia ce-
hay género de música que los indios no la ten-
gan y la usen.’ Álvaro Ochoa Serrano, Op. Cit., remonial comunitaria y acogieron a los santos patronos como cuasi-deidades en
pp. 93 y 94; Álvaro Ochoa y Gerardo Sánchez,
Op. Cit,. p. 41. torno a los cuales giraría buena parte de su vida ritual.38 No obstante la imposición
35 José Luis González M., “El catolicismo po-
pular y su aporte a la configuración de la de un nuevo calendario festivo, ellos siguieron celebrando sus rituales agrícolas en-
cultura mexicana”, en Guillermo Bonfil Batalla marcados dentro de alguna celebración católica; de hecho, el ciclo ceremonial que
(comp.), Simbiosis de Culturas. Los inmigran-
tes y su cultura en México, México, CONACUL- rige a las comunidades p’urhépecha en la actualidad no es más que el calendario
TA/FCE, 1993, p. 544.
36 Bonavit, Julián. Op. Cit. p.?? festivo católico adaptado por completo a las tradiciones –y a la cosmovisión- de
37 Los atrios de los templos funcionaban como
cementerios para el común del pueblo, así los pueblos indígenas.
como los interiores de los templos ya fuera en
el subsuelo o en criptas.
38 Serge Gruzinski, La Colonización de lo Imagi-
nario. Sociedades indígenas y occidentaliza- Instituciones coloniales
ción en el México español. Siglos XVI-XVIII,
México, FCE, 2001, p. 154. Sobre este punto
véase también: Jorge Klor de Alva, “Spiritual
relacionadas con el origen
Conflict and Accommodation in New Spain:
Toward a Typology of Aztec Responses to
de las fiestas y ceremonias tradicionales
Christianity”, en Collier et al., The Inca and
the Aztec States, 1400-1800, Estados Unidos En 1536 se creó formalmente el Obispado de Michoacán. De la historia colonial
de América, Academic Press Inc., 1981, pp. se mencionarán solamente algunas instituciones, introducidas por los españoles y
345-366; Louise Burkhart, The Slippery Earth.
Nahua- Christian Moral Dialogue in Sixteen- admitidas y adaptadas por las comunidades indígenas, que tienen relación directa
th- Century Mexico, Tucson, The University of
Arizona Press, 1989. con el tema de este libro ya que mediante las mismas se consolidó el sistema de

! 45 !
cargos, el culto a los santos patronos y a otras imágenes religiosas entre otras prác-
ticas e instituciones que se han constituido en pilares de la vida comunitaria. Estas
instituciones son la república de naturales, el cabildo, los hospitales, las cofradías,
las mayordomías y finalmente, el sistema de cargos.
• República de Naturales: Su principal objetivo era adoctrinar a los in-
dígenas así como ordenarlos temporalmente. La República de Natura-
les impartía justicia, administraba los bienes de comunidad, buscaba el
bienestar de sus habitantes, así como que éstos cumplieran con el pago
de tributo, asistieran a misa y todas sus demás obligaciones. Se estable-
cieron en diversos sitios sin seguir un patrón regular; estuvieron sujetas
a la autoridad de una alcaldía mayor y fueron gobernadas por un cabildo
-ayuntamiento o alcaldía- y presididas por un gobernador (que presidía
también el cabildo.) Se regían por los naturales provenientes de la clase
gobernante, pero además de los oficiales de la república había cargos
de menor grado, los cuales estaban jerarquizados y para ocuparlos era
necesario comenzar por el de menor nivel e ir ascendiendo hasta llegar
a los de mayor importancia.39 Al existir vacíos legales en las Repúblicas
de Naturales, los indígenas fueron desarrollando formas particulares de
gobierno que les permitieron la interpretación de la ley según sus cos-
tumbres y tradiciones, y con ello, la manifestación de prácticas propias.
• Cabildo: en la época colonial el Cabildo era el principal órgano de
gobierno de la República de Naturales. Administraba la justicia, tenía
funciones políticas y administrativas, daba solución a los problemas co-
tidianos en las comunidades (acompañaba a los dolientes a enterrar a sus
muertos, aprehendía a los vagabundos, procuraba evitar la venta de pul-
que y las borracheras, se aseguraba de que los indígenas asistieran a misa,
decidía quiénes habrían de ocupar los cargos de capitán y oficiales en la
danza de los moros),40 además de tener otras funciones de tipo religioso.
Sus miembros no debían recibir dinero sino trabajar por el orgullo que
significaba servir a la comunidad. Esta institución combinó funciones
de carácter civil y religioso hasta que se instauró constitucionalmente
el municipio libre. En la actualidad persiste el Cabildo, denominado
tradicional -para diferenciarlo del constitucional- en algunas comunida-
des p’urhépecha. Sus características se detallarán en el apartado sobre la
39 Cayetano Reyes García, “Las repúblicas de
sociedad p’urhé actual. naturales en el occidente de Michoacán”, en
Carlos Paredes M. y Marta Terán (coords.), Op.
• Hospital: institución originalmente asistencial y encargada de la admi- Cit., pp. 105-129.
40 Laura G. Flores García y Carlos Paredes M.,
nistración de los bienes comunales que ayudó a las comunidades a rees- “El Cabildo, Hospital y Cofradía de Indios de
Pátzcuaro”, en Ibíd., pp. 185-199; Luise M.
tructurarse en el terreno civil y político. Su fin primero era la conversión Enkerlin, “El cabildo indígena de Pátzcuaro:
de los indígenas, su congregación y la recaudación de tributo. Los hos- un espacio de poder en decadencia durante
la primera mitad del siglo XVIII”, en Ibíd., pp.
pitales fueron creados en el área tarasca desde épocas tempranas por los 241-266.

! 46 !
franciscanos, aunque se atribuyen principalmente a la tutela de Vasco
de Quiroga y de Fray Juan de San Miguel. En ellos las obras del trabajo
común eran disfrutadas y repartidas entre todos sus habitantes; con los
excedentes se asistía a huérfanos, viudas, ancianos y desprotegidos.41 Se
crearon cajas de comunidad para custodiar el dinero y los objetos valio-
sos de los miembros de cada hospital. Se llegaron a fundar hospitales en
la mayoría de las poblaciones indígenas42 y aunque por Real Cédula de
7 de Octubre de 1541 se indicó que así se hiciera en todos los pueblos
de “indios y de españoles”43, sostiene Alberto Carrillo que los hospi-
tales son “originales frutos de la michoacanidad: esto es, de la esencia
y existencia de los indios naturales de Michoacán”.44 Josefina Muriel
refiere que ‘... ahí se concentraban todos los intereses populares, desde
los problemas del campo y las industrias... hasta las grandes fiestas, que
para ellos serían las fiestas del hospital’.45 El espacio que ocupaban las
capillas de los hospitales, algunas de las cuales han sido destruidas con el
paso del tiempo, sigue siendo utilizado como centro de convivencia de
la comunidad.
• Cofradía: era una institución que agrupaba a gente de un mismo ba-
rrio u oficio bajo la devoción de alguna imagen de la Virgen, princi-
palmente la de la Inmaculada Concepción46 o de un santo en particu-
lar. Estaba encargada de la previsión social, apoyaba a sus miembros
en caso de enfermedad, accidente, invalidez, vejez, muerte y funeral,
entre otras desgracias. Estaba obligada a pagar los gastos de las nu-
41 El pueblo hospital de Santa Fe de la Laguna en
Michoacán fue fundado en 1533 por Vasco de merosas fiestas religiosas y rogaba a Dios por vivos y muertos. La re-
Quiroga, pero fue un concepto diferente al del
resto de los hospitales. No hay, por lo tanto, novación de sus funcionarios se hacía cada año en la fiesta del santo
que confundirlos.
42 Hacia 1649 un 73% de las poblaciones patrono y se tenía una caja común para los gastos. La mayoría de las
tarascas contaba con hospital y según la
Descripción de 1680 había 254 hospitales cofradías estaba ligada a la capilla de los hospitales de algunas pobla-
en aquel año aunque para la última década ciones, aunque en realidad en Michoacán no fueron tan numerosas
del siglo XVIII había desaparecido la mayoría
de los hospitales y sólo quedaban las capi- como en otros lugares. Todo el pueblo se relacionaba entre sí a través
llas anexas. Carlos Paredes M., “Instituciones
coloniales en poblaciones tarascas”, en Carlos de las obligaciones religiosas y sociales impuestas a través de las cofra-
Paredes M. y Marta Terán, Op. Cit., pp. 131-
152 y Alberto Carrillo Cázares, Michoacán en días o los hospitales.47 Al declinar los hospitales, la cofradía se erigió
el Otoño del Siglo XVII, Morelia, El Colegio
de Michoacán/Gobierno del Estado de Mi- como “el centro donde concurrían todas las actividades indígenas di-
choacán, 1993, p. 158. rigidas hacia una meta de alto valor y aprecio a la religión, en que las
43 Ma. Teresa Sepúlveda, Op. Cit., p. 30.
44 Alberto Carrillo C., Op. Cit, p. 149 ideas y las prácticas cristianas y tarascas precortesianas se mezclaban y
45 Carlos Paredes M., “Instituciones coloniales...”,
p. 138, apud en Josefina Muriel. enlazaban inextricablemente.”48 En los pueblos donde no hubo cofra-
46 En Michoacán la primera cofradía que se esta-
bleció fue la de la Purísima Concepción tam- días, se veneraban a los santos en las capillas, en torno a cuyo culto se
bién llamada de la Virgen de la Inmaculada. De
hecho, su culto fue y continúa siendo el más organizaba la sociedad indígena.
extendido en la zona p’urhé, mucho más inclu- • Sistema de cargos: para organizar el patrocinio del culto de las imáge-
so que el de la misma Virgen de Guadalupe.
47 Ma,. Teresa Sepúlveda, Op. Cit., pp. 35, 36, 45 y nes religiosas y lograr escalar en la jerarquía social, mediante mayordo-
108.
48 Ibíd., p. 96, apud en Gonzalo Aguirre Beltrán. mías, cofradías o de manera independiente, los p’urhépecha adoptaron

! 47 !
Arantepakua
Hombre Danza Moros IHS

! 48 !
el sistema de cargos civiles y religiosos, que se consolidó en el siglo XIX
y sigue vigente actualmente en un gran número de comunidades. En el
apartado sobre la organización de las fiestas y ceremonias tradicionales
p’urhépecha se hablará con detenimiento del sistema de cargos.

La sociedad p’urhé
en la actualidad
Después de haber hecho un recuento histórico de los aspectos relacionados con el
origen de las festividades tradicionales del pueblo p’urhé se procederá a presentar
algunos componentes de la sociedad p’urhé actual que se articulan entre sí me-
diante las leyes de vida comunitaria y tienen sus momentos de máxima expresión
de manera conjunta a través de las fiestas y ceremonias tradicionales.

La Familia
La unidad doméstica es el núcleo social y económico de las comunidades
p’urhépecha. Ésta es patrilineal y se integra por un matrimonio que encabeza la
familia cuyos hijos viven en la misma casa con sus esposas y sus propios hijos hasta
en tres generaciones. Todas las personas que viven en una casas deben entrar a la
dinámica familiar que ha impuesto la pareja que los acoge. Los miembros de una
familia tienen la obligación de apoyar a sus parientes en los trabajos que realicen.
Los padres deben procurar buena educación y buenos padrinos a sus hijos y a su
vez éstos tienen la obligación de ser buenos hijos y cuidar a sus padres en la ancia-
nidad, así como ayudarlos en todo lo que necesiten a lo largo de su vida. Los hijos
varones deben ayudar en las labores del campo y en los trabajos pesados como
llevar leña a casa, en la construcción, etc.; mientras que las hijas tienen el deber de
auxiliar a sus progenitoras en las actividades domésticas. Las nueras, por su parte,
Es muy común ver a niñas de 5 ó 6 años al
49
tienen la obligación de ayudar en las tareas domésticas a sus suegras y cuñadas,
cuidado de hermanitos de 2 ó 3 años y con
bebés en brazos. además de atender a sus hijos y maridos. Las características que más se aprecian
50 Además de salir a estudiar profesionalmente,
las mujeres ya no restringen su papel al tra- en una mujer p’urhé es que sea buena esposa y buena madre. De hecho, las niñas
bajo doméstico sino que han incursionado en
otros campos productivos y profesionales. p’urhépecha son educadas desde pequeñas para ejercer este papel y a menudo se
51 Un caso por demás ilustrativo de este punto es
el de las aguacateras de Caltzontzin, quienes les delega la responsabilidad del cuidado de sus hermanos menores.49 Las mujeres
diariamente viajan a diversos centros urba- se casan muy jóvenes, entre los 15 y los 18 años, aunque hay casos en que lo hacen
nos con el fin de vender sus frutos. Algunas
se han convertido en el sostén económico de más pequeñas. Después de tal edad se les considera como “quedadas”, aunque este
sus familias. Ver: Ma. Isabel Mora Ledesma,
“Las aguacateras de Caltzontzin. Génesis, fenómeno está comenzando a cambiar debido a que las jóvenes se desarrollan cada
desarrollo ¿y ocaso? de una actividad comer-
cial”, en Víctor Gabriel Muro (coord.), Estudios vez más en el campo profesional, con lo cual retrasan su incursión al matrimo-
Michoacanos, núm. V, México, El Colegio de
Michoacán/ Instituto Michoacano de Cultura, nio.50 En la actualidad cooperan con labores que antes eran exclusivamente mas-
Diciembre de 1994, pp. 159-168. En las fies- culinas como la recolección de leña, la siembra y la cosecha, el pastoreo, así como
tas regionales una gran cantidad de familias,
o bien de mujeres en grupo, se traslada a los el comercio aún cuando se tengan que trasladar a las cabeceras municipales y otros
centros de fiesta para comerciar diversos pro-
ductos. poblados.51 Hay quienes se atreven a “hablar más”, a opinar en la comunidad, a

! 49 !
52 Comentarios de diversas mujeres de Aran-
tepakua escuchados por la autora mientras
caminábamos con “el torito.” Arantepakua,
Mich., 8 de Septiembre de 2003.
53 Las mujeres por lo general toman con bas-
tante moderación, bien con un sentido ritual
o por mera diversión, se les percibe alegres y
sin temor –ni al marido ni a su sociedad-.
54 No se pretende negar que muchas mujeres
indígenas siguen siendo víctimas de la vio-
lencia intrafamiliar y que, en ocasiones, su
misma sociedad les pone obstáculos y critica
a quienes comienzan a destacar en cualquier
aspecto calificándolas de “liberales” e “irrespe-
Zipiajo tuosas”, achacando esa actitud al haber salido
Niño Danza de los Pukis IHS
del pueblo con la frase “es que ésa ya se fue
por eso piensa así.” Sin embargo, es intere-
sante destacar aquí que estas concepciones
están cambiando poco a poco por la labor
de las valiosas mujeres p’urhépecha que, im-
buscar sus propias fuentes de ingresos, a contradecir al marido, a exigir respeto, pulsadas por las transformaciones sociales de
incluso a veces hasta les “andan pegando a los maridos.”52 En las fiestas llegan a las mismas comunidades, han desafiado a los
sectores más conservadores, se han atrevido
participar de su organización e incluso se les ve tomando bebidas embriagantes en a hacerse escuchar y a superarse profesional-
mente.
grupo y ofreciéndoles a los visitantes.53 En síntesis, las mujeres se están asumiendo 55 En algunas comunidades han ocupado cargos
de moros, bien camufladas o abiertamente
cada vez más como individuos con iguales derechos, con mayor dignidad y como como mujeres. En Cucuchucho, por ejemplo,
una mujer joven salió bailando en la danza de
sujetos dignos de valoración y respeto.54 Las mujeres también han comenzado a los moros, vestida como hombre, hecho fuera
de lo común. Estas mujeres han recibido mu-
ocupar ciertos cargos tradicionales anteriormente reservados a hombres exigiendo chas críticas por parte de los hombres y de al-
sus derechos como miembros de la comunidad.55 gunas mujeres, principalmente mayores, pero
muchas otras jóvenes aprueban de alguna
Los niños son socializados en sus valores y tradiciones desde muy pequeños. manera la creciente incorporación femenina
al espacio ceremonial antes ocupado única-
En algunas comunidades no se ha perdido o bien se está recuperando la enseñanza mente por hombres. Fiesta de San Pedro y San
Pablo en Cucuchucho, 29 de Junio de 2004.
de la lengua p’urhé desde edades tempranas a nivel de la unidad doméstica y de la 56 Los hablantes aumentaron de 100,196 en el
año de 1995 a 109, 361 en el año 2000. Con-
educación básica con lo que el número de hablantes se ha incrementado conside- teo de población y vivienda, 1995 y XII Censo
rablemente en números absolutos.56 En las comunidades visitadas para este traba- general de población y vivienda citados en
Verónica Durán Carmona y Federico Sevilla P.
jo los niños constituyeron uno de los grupos que se mostraron más participativos (coords.), Op. Cit., p. 104.

! 50 !
Caltzontzin
Felicitación a padrinos
de velación IHS

dentro de las fiestas tradicionales, ya fuera como danzantes, como portadores de


las ofrendas, o simplemente como atentos observadores, se les percibía empapa-
dos del significado ritual de las ceremonias. La participación de los niños en las
ceremonias se remonta a un simbolismo prehispánico en el cual éstos guardaban
una relación especial con la lluvia; en aquella época se les sacrificaba y su sangre se
equiparaba con el agua en cuanto a su significado vital para con la fertilidad de la
tierra.57 En la actualidad los niños aprenden los roles sociales y, en este caso, cere-
moniales y rituales a través de un mecanismo de socialización en el que de ser ob-
servadores pasan a convertirse en participantes. Así, asumen su papel con una gran
solemnidad y compromiso: memorizan sus discursos, ejecutan minuciosamente
sus movimientos en las danzas y se comportan con respeto durante el transcurso
de las actividades ceremoniales. Cuando llega su turno de participar, no titubean
ni un instante y se transforman, adquieren una nueva personalidad, determinada
según el papel que están llevando a cabo. En los niños anida el sentido de la tra-
dición y de la identidad p’urhé desde antes de que puedan estar plenamente cons-
cientes de ello. Entre los p’urhépecha los roles sociales se determinan y aprenden
de acuerdo con el género, la edad, y si es el caso, el grado de parentesco que haya
entre dos o más individuos relacionados entre sí.
Como se ha dicho, la familia no sólo se integra por los parientes consan-
guíneos sino también por los parientes rituales que se “hacen” mediante el vínculo
del compadrazgo. Éste constituye una tradición profundamente arraigada en las
comunidades p’urhépecha que implica el intercambio de obligaciones y derechos
a través de la realización de servicios y favores. Su función principal es “mantener
57 Johanna Broda y Félix Báez-Jorge (coords.), el orden social a través del orden simbólico”58 porque sólo así es posible sustentar
Op. Cit., p. 202.
58 José Eduardo Zárate, Op. Cit., p. 124. la vida ceremonial y en última instancia, la comunitaria. En las comunidades

! 51 !
Calzontzin
Preparando el banquete nupcial IHS

p’urhépecha, los padrinos se escogen comúnmente entre gente de mejor nivel que
el de la familia que los invita, la cual implícitamente espera recibir algún favor
en el futuro.59 Como señalan Blancarte, González y Casillas “los mecanismos de
parentesco y compadrazgo regulan el acceso a la fuerza de trabajo, a la ayuda co-
munitaria, a la colaboración e, incluso, a ciertos excedentes que circulan en virtud
de los mismos principios.”60
Generalmente los compadres “se hacen” mediante la realización de ciertas 59 Desde que se estableció el vínculo del compa-
drazgo en la Nueva España, fue “un lazo socio-
ceremonias que corresponden al cambio de condición del individuo o individuos religioso, de tipo vertical, que se establecía por
apadrinados, es decir, a las que implican someter a la persona a los llamados “ritos lo general entre personas de condición social
diversa…” Guillermo Bonfil Batalla (comp.),
de paso”61 requeridos por su comunidad, los cuales marcan la transición de una Simbiosis de culturas, p. 28.
60 Roberto J. Blancarte et al. “La influencia de las
identidad a otra. Los padrinos más importantes son los de bautismo y matrimo- religiones cristianas” en Ibíd., p. 549.
61 Richard Robbins, Cultural Anthropology. A
nio ya que estos sacramentos tienen que ver con la continuidad de la familia. problem-based approach, 2nd. ed., Illinois,
F.E. Peacock Publishers Inc., 1997, p. 141.
Los padrinos de otras ceremonias como la confirmación y la primera comunión Agustín Jacinto señala que los ritos de paso
estarían en un segundo nivel de importancia y finalmente vendrían los de cir- coinciden pero no totalmente con los sacra-
mentos. Agustín Jacinto Zavala, Mitología y
cuncisión, los de presentación en el templo o los de los quince años. Además de modernización, p. 81.

! 52 !
los mencionados hay una lista casi inagotable de padrinos “especializados”, sobre
todo en las bodas y los quince años –padrinos de vestido, de misa, de pastel, de
vals, de medalla, de cerveza, de vino, de coronación, de copas, de recuerdos, de
salero, de cojines, de música, de “la foto”, entre muchos más.- Hay también pa-
drinos de graduación o de “salida de kinder”, de “salida de sexto”, de cambio de
vivienda, entre otros.62
El nexo más importante entre compadres es con quienes han apadrinado a
un hijo en su bautismo, mientras que el vínculo más significativo entre padrinos y
ahijados es con los de matrimonio o velación. Los padrinos adquieren de por vida las
obligaciones de padres rituales ante el ahijado; deben acompañarlo en los momentos
más importantes de su vida, por ejemplo cuando los padres de su ahijado van a pedir
la mano de su prometida, los padrinos los acompañan como parte de la familia o en
caso de ser padrinos de la muchacha, esperan junto con ella y su familia a los padres
del novio; el día de la boda la madrina de bautismo y/o confirmación está presente
para ayudar a vestir a la novia y es necesaria su presencia para que el cortejo pueda
salir hacia la iglesia; además los padrinos tienen el deber moral de apoyar a sus ahi-
jados económicamente en sus necesidades, siempre que les sea posible. Las obliga-
ciones de los ahijados son tratar con extremo respeto y procuración a sus padrinos,
avisarles primero a sus padrinos cualquier asunto importante de la pareja (si se van
a casar o a tomar un cargo), tienen que ayudarlos en sus compromisos, sobretodo
aportando su trabajo en las fiestas en las que participen sus padrinos, en los cambios
de casa, en las actividades políticas y otros eventos especiales.
La relación que se establece entre los compadres es considerada sagrada.
Los compadres se llaman entre sí kumba y se tratan con excesivo respeto: siempre
deben mostrar cortesía cuando se encuentran, se quitan el sombrero, se saludan
de mano y hacen una leve inclinación. Cuando se ofrece una fiesta, los anfitriones
atienden primero a sus compadres que a cualquier otro invitado y se cercioran
de que estén cómodos y bien atendidos; al retirarse, les dan una buena cantidad
de pan, corundas y tamales para llevar; cuando los compadres no pueden atender
a la invitación, les mandan con los familiares o las amistades que hayan asistido
a la fiesta lo que se les preparó especialmente. Es decir, siempre se les otorga un
trato especial.
Cuando la familia participa en la realización de una fiesta, cada uno de sus
miembros tiene un papel asignado. Resulta sorprendente constatar el grado de or-
ganización y delegación de responsabilidades que se da al interior del seno familiar
con motivo de un compromiso adquirido por uno de sus miembros ya sea como
carguero, como padrino o como miembro de un comité festivo. Es en el nivel del
parentesco consanguíneo y ritual donde se fundamentan y consolidan las redes de
62 La finalidad de estas alianzas es la ayuda en la “ayudanza” o ayuda mutua que sostienen al sistema de cargos, y de manera más
vida diaria. Roberto J. Blancarte et al., Op. Cit.,
p. 549. general, a cada comunidad.

! 53 !
Sistemas de gobierno y autoridades
p’urépecha y su relación con las fiestas
y ceremonias tradicionales.
Los pueblos p’urhépecha se rigen bajo tres tipos de autoridades: las jurídico-po-
líticas (civiles y agrarias), las eclesiásticas y las tradicionales. Dentro del primer
ámbito, además de las autoridades federales y estatales, a nivel local queda com-
prendido el presidente municipal y los demás miembros del ayuntamiento (en las
cabeceras municipales), así como el jefe de tenencia y el juez menor de tenencia
en los pueblos sujetos a la cabecera o el encargado del orden en los poblados más
pequeños. Las autoridades agrarias se personifican en el comisariado o el repre-
sentante de bienes comunales. Las autoridades religiosas, por su parte, son tanto
sacerdotes y representantes de la Iglesia católica como asociaciones religiosas. Fi-
nalmente, las autoridades tradicionales están representadas en las instituciones
creadas y mantenidas por el sistema de cargos.63

Autoridades jurídico-políticas

Civiles
• Gobierno municipal: constituido por un presidente municipal, un sín-
dico y diversos regidores. Fundamentalmente tiene la tarea de promover
el bienestar (proporcionar los servicios públicos como calles, seguridad
pública, mercados, recolección de basura, panteones, jardines, rastro,
alumbrado, agua potable, alcantarillado, etc.) y de administrar los recur-
sos recaudados de la cabecera municipal y sus tenencias. Sus autoridades
gestionan recursos ante las instancias estatales y federales para beneficio
del municipio. Estas autoridades deben proporcionar toda la ayuda que
se requiera y que esté al alcance de sus posibilidades para las fiestas y
ceremonias tradicionales. Es muy bien visto que los funcionarios del
ayuntamiento acudan y participen en estas actividades comunitarias.
63 Aída Castilleja et al., “La comunidad y el cos-
Muchos de ellos tienen gran prestigio en la comunidad y han pasado por tumbre en la región purépecha”, en Saúl Mi-
llán y Julieta Valle (coords.), Op. Cit., p. 72-87.
diversos cargos tradicionales antes de ocupar un puesto importante en la 64 Exceptuando los casos de Cherán, Charapan,
Nahuatzen, Paracho, San Juan Nuevo Paran-
jerarquía municipal.64 garicutiro y Tzintzuntzan, la mayoría de las
cabeceras municipales se asientan en pueblos
• Jefatura de tenencia: su función primordial es mantener el orden de mestizos, por lo que casi todas las comunida-
acuerdo con la costumbre y la ley dentro de su localidad. El jefe de tenen- des p’urhépecha son tenencias o encargaturas
del orden. Ver: Portal de los municipios del
cia depende del ayuntamiento asentado en la cabecera municipal. Debe Estado de Michoacán. http://200.67.75.241/;
Moisés Franco Mendoza, “El gobierno co-
representar a su comunidad ante las autoridades municipales, estatales y munal-municipal entre los p’urhépecha”, en
Carlos Paredes M. y Marta Terán (coords.), Op.
federales, así como administrar y tramitar recursos, presentar inquietudes Cit., pp. 563 y 564.
65 Pedro Márquez Joaquín, “Gobierno, organiza-
y necesidades del pueblo, etc.65 El cargo de jefe de tenencia es por elec- ción social y retos del pueblo p’urhepecha en
ción y dura tres años. Es auxiliado por jefes de manzana, cada uno de los el fin del milenio, el caso de Cheranatzicurini”,
en Carlos Paredes M. y Marta Terán (coords.),
cuales representa a un barrio o cuartel en los que se divida la comunidad. Op. Cit., p. 577.

! 54 !
En las fiestas del poblado tienen el deber de ayudar con todo lo que les
sea solicitado o que por tradición les corresponda. En los casos en que
no hay autoridades tradicionales, el jefe de tenencia junto con el comité
designado, es el encargado de organizar el festejo correspondiente.
• Juzgado menor de tenencia: La función del juez menor de tenencia,
conocido en la comunidades simplemente como “juez”, es básicamente
atestiguar y legitimar la compra-venta de tierras dentro de la comunidad
y resolver los problemas que se deriven de esta transacción así como de
las herencias y de todos aquellos problemas civiles cuya cuantía no sea
mayor de mil pesos; son representantes del poder judicial federal. Los
jueces también facilitan la articulación entre las autoridades civiles y tra-
dicionales y tienen asignadas funciones de carácter religioso, según sea
“el costumbre” en el poblado. Éstas incluyen el cuidado del templo y los
trabajos para su mantenimiento, el nombramiento de cargueros de las
imágenes, entre otras. Los jueces, por lo general, cuentan con una gran
aceptación en la comunidad, son personas de respeto y experiencia. 66
• Encargatura del orden: Las denominadas encargaturas del orden repre-
sentan a las autoridades municipales en las comunidades más pequeñas.
Éstas se hayan sujetas a las jefaturas de tenencia. Sus funciones son bási-
camente las mismas que las que tiene la jefatura de tenencia, tanto en el
orden civil como en las de carácter tradicional, que se ha dicho, por lo
general en las comunidades p’urhépecha van implícitas con la posición
política. Su representante recibe el nombre de encargado del orden.

Autoridades agrarias
• Representante de Bienes Comunales: principalmente se encarga de
defender los intereses de la comunidad de los de los pueblos vecinos
así como de los propios comuneros; resuelve los problemas de tierras,
bosques y aguas de comunidad y otorga constancias de posesión a los
comuneros. Administra los recursos provenientes de terrenos de pose-
sión comunal como en los casos donde haya bosque, tierras cultivables,
etc. Los representantes de bienes comunales son intermediarios entre la
comunidad y el gobierno estatal y duran en su encargo tres años. De-
penden directamente de la asamblea comunal, que se constituye como
órgano máximo en la toma de decisiones sobre los bienes comunales
y puede revocar o extender el periodo de funciones del representante.
Igual que los anteriores, por lo general estos funcionarios cuentan con
Los jueces menores de tenencia tienen las
66
gran respeto dentro de la comunidad. En el plano de la contribución a
atribuciones que en el siglo XIX se concedían
a los llamados jueces de paz. Aída Castilleja la organización de las fiestas y ceremonias es su deber apoyar en lo que
et al., “La comunidad y el costumbre…”, pp.
76-78. necesiten a los responsables de llevar a cabo una festividad.

! 55 !
Autoridades tradicionales
• Cabildo tradicional: al darse la independencia de México y crearse el
municipio libre, el cabildo indígena pasó de ser un órgano de gobierno
civil a una organización de representación religiosa indígena que man-
tiene y actualiza las normas y los valores de la comunidad a través de sus
prácticas. El Cabildo tradicional es una institución de gran prestigio en
las comunidades indígenas. Su función más importante es encabezar
el sistema de cargos, ser los operadores principales en el proceso cere-
monial y vigilar el cumplimiento de la pindekua. Está conformado por
varios matrimonios representantes de cada barrio de la comunidad y
quienes son considerados “t’arhépiticha” (ancianos respetables o señores
principales.) Para llegar a ser miembro del Cabildo, es requisito indis-
pensable haber patrocinado la fiesta de por lo menos una de las imáge-
nes más importantes del culto local. Una vez que se es parte del Cabil-
do, la distinción es vitalicia, o por lo menos, indefinida. Dependiendo
del poblado, el Cabildo puede ejercer autoridad religiosa y política, o
bien, exclusivamente religiosa.67 En algunos poblados no existe Cabildo
tradicional, sin embargo, siempre se reconoce la autoridad y sapiencia
de algunas personas, llámenseles ancianos, t’arhépiticha, comisionados,
mayordomos, principales, etc.
Hay que diferenciarlo del Cabildo del Ayuntamiento constitucional68.
En la actualidad existe Cabildo tradicional sólo en las comunidades más
conservadoras.

Religiosidad p’urhé
67 En Ocumicho, por ejemplo, las funciones del
A decir de Pedro Carrasco, la profunda religiosidad de los p’urhépecha es uno Cabildo quedan reducidas al culto, es decir,
que fuera del sistema de cargos no representan
de los núcleos de su vida social.69 La mayoría de ellos profesa la religión católica autoridad alguna. Sin embargo, sus miembros
son vistos como personas de mucho respeto
que se ha calificado como catolicismo popular o catolicismo indígena. En las por el resto de la comunidad y con frecuencia
religiones populares, la estructura de las creencias y ritos responde a las esta- se les toma parecer. En Tarecuato, en contra-
parte, el Cabildo tiene injerencia no sólo en
ciones y los cambios climáticos; muchos de sus elementos se relacionan con el la organización de festejos, sino que incluso
elige al juez primero y sus tres auxiliares y
control de la tierra, el ordenamiento del tiempo y la preservación de la memo- ejerce el papel de árbitro en los problemas
de la comunidad. Véase: Mario Padilla Pineda,
ria colectiva. Sus practicantes creen ampliamente en la intuición, los presagios, Op. Cit., pp. 260-263. La misma información
sobre Tarecuato fue proporcionada a la autora
los sueños y llegan a practicar el chamanismo.70 La religión así manifestada se por Alicia Mateo en esa comunidad el día 10
convierte en una expresión supra racional de la solidaridad y del origen común de Junio de 2004.
68 El Cabildo constitucional es el órgano com-
del propio grupo étnico. Según Agustín Jacinto, los p’urhépecha estructuran su puesto por el presidente municipal, el o los
síndicos y los regidores de un ayuntamiento.
cosmovisión a partir del tiempo ceremonial y el espacio comunitario mediante 69 Pedro Carrasco, Op. Cit., p. 32.
70 Concepto de catolicismo popular presentado
una lógica de tipo regional.71 La religiosidad p’urhé, católica en su aspecto más en: José Luis González M., “El catolicismo
popular y su aporte a la configuración de la
evidente, ha guardado algunos elementos de la cosmovisión prehispánica y, a cultura mexicana”, en Guillermo Bonfil Batalla
su vez, se ha apropiado y ha reinterpretado los elementos cristianos que se le (comp.), Simbiosis de Culturas, pp. 541-556.
71 Agustín Jacinto Zavala, Mitología y moderni-
impusieron. Se ha producido así un catolicismo al modo p’urhé. zación, p. 78.

! 56 !
72 La Iglesia ha llegado a entrar en disputas con
otros órganos de gobierno civil y tradicional
por obtener el control de las prácticas cató-
licas y subordinar la organización indígena
a la jerarquía católica. Ver: Ma. del Carmen
Ventura, Disputas por el gobierno local en Ta-
recuato. 1942-1999, Zamora, Mich., El Colegio
de Michoacán, 2003, p. 107. En comunidades
como San Juan Nuevo Parangaricutiro, el pue-
blo ha defendido sus tradiciones y el derecho Purenchécuaro
a organizarse y decidir de manera comunitaria Mujeres templo IHS
a tal grado que se enfrentaron al sacerdote del
lugar, de quien dijeron “quiere imponernos
cómo hacer las cosas cuando nosotros ya
sabemos cómo hacerlas y además estas son
nuestras tradiciones”, “y si no le gusta que se Siendo que la religiosidad en las comunidades p’urhépecha se centra en
vaya”, “a él sólo le interesa que le demos li-
mosna y no ofrendas.” Las cosas llegaron a tal las fiestas de los santos cuyo patrocinio depende del sistema de cargos, la reli-
grado, que en el mes de Junio de 2004, en un gión implica relaciones de poder porque involucra lazos de parentesco, amistad
hecho inédito, le fue suspendida la comunión
a la comunidad por parte del Arzobispado de y compadrazgo. Las autoridades religiosas tienen un peso muy importante en las
Morelia. Caltzontzin es otra comunidad que se
queja constantemente del sacerdote que les comunidades p’urhépecha, en la mayoría de las cuales juega un papel esencial en
corresponde. “Siempre viene de malas, nomás
anda regañando y dando de coscorrones a los la organización de las fiestas, pero hay otros sitios donde los sacerdotes se limitan
niños y no nos ayuda para nada en las fiestas.”
Varias voces de Caltzontzin, Octubre de 2003. a administrar los sacramentos y se retiran, ya que la comunidad se organiza in-
73 Hay lugares donde los sacerdotes se han vuel-
dependientemente de ellos; en otros lugares ha llegado a haber enfrentamientos
to una parte importante del pueblo, que han
comprendido el sentir de las comunidades y entre la comunidad y la autoridad religiosa.72 Las comunidades buscan que los sa-
los han apoyado en diversos aspectos, inclu-
yendo la realización de sus festividades tradi- cerdotes compartan con ellas la dicha de la fiesta, que comprendan sus tradiciones
cionales. Es el caso del Padre Francisco Mar-
tínez de Nahuatzen, del padre José Antonio y que las respeten; si además, participan con ellos en la organización de las fiestas
Valdés, Párroco de Cantabria o el padre Ignacio
de San Jerónimo Purenchécuaro, entre varios les agradecen profundamente y retribuyen con creces. 73
más. No se diga el finado padre Tata Agustín Desde hace aproximadamente treinta o cuarenta años ha habido una pre-
García, quien contribuyó al conocimiento y al
estudio de la cultura p’urhé y a quien se debe, sencia creciente de grupos protestantes así como de otras iglesias como los mor-
entre otros, la celebración del Fuego Nuevo y
el apoyo a otras festividades. mones o testigos de Jehová que han llegado a las comunidades p’urhépecha en

! 57 !
Zipiajo
Padre e hijo en la Danza de los Pukis IHS

! 58 !
Janitzio
Pescadores IHS

busca de seguidores. Además se ha dado cierta influencia de movimientos de reno-


vación pastoral74 por lo que los sectores católicos más tradicionales se encuentran
preocupados. Algunas personas, que siguen siendo católicas pero que han abraza-
do movimientos disconformes con el tradicionalismo, ya no desean participar en
las fiestas y en las actividades ceremoniales por considerarlas un gasto excesivo e
innecesario, pero no dejan de asomarse a la plaza mientras se desarrolla la fiesta.
Quienes han cambiado de religión, se recluyen en sus actividades cotidianas mien-
tras pasa la festividad y son fuertemente criticados por la mayoría de los miembros
de la comunidad, sobretodo por parte de los más conservadores.

Actividades de subsistencia
La mayoría de los p’urhépecha se dedica a las labores del campo combinándolas
74 Carolina Rivera, Vida Nueva para Tarecuato: con la pesca, la caza, la explotación y el trabajo de la madera, el comercio, la alba-
cabildo y parroquia ante la nueva evangeliza-
ción, Zamora, El Colegio de Michoacán, 1988. ñilería, la música y la artesanía,75 entre otras actividades que estimen redituables.
75 Hay una altísima especialización artesanal a
nivel de cada región. Por ejemplo el tejido de Un creciente número de indígenas p’urhépecha se incorpora al mercado laboral
artículos y muebles de chuspata en diversos
poblados de la rivera del lago, la alfarería en fuera de sus comunidades después de haber salido de ellas para estudiar sus pro-
Santa Fe y Patamban; los diablos y figuras en fesiones. Sin embargo, las actividades que indiscutiblemente están aportando más
Ocumicho; las lacas y el maque en Uruapan;
las guitarras en Paracho; los tejidos en Zacán y recursos económicos a la zona p’urhé son las relacionadas con la emigración a los
Ahuiran; el cobre martillado en Santa Clara y
muchos más. Estados Unidos.

! 59 !
76 Información proporcionada a la autora por
Claudio Méndez Fernández, Coordinador Ge-
neral para la Atención al Migrante Michoacano
del Gobierno del Estado de Michoacán (CGA-
MM), Morelia, Mich., 12 de Mayo de 2005.
77 Los principales poblados p’urhépecha que
han presentado el factor de la migración en
el siglo XX son: Capacuaro, Charapan, Cherán,
Etúcuaro, Huecorio, Jarácuaro, Nahuatzen, Na-
ranja, Patamban, Tarejero, Tzintzuntzan, Zacán
y Zipiajo pero hay casos en prácticamente
todas las comunidades. Gail Mummert,
“Dilemas familiares en un Michoacán de
migrantes”, en Gustavo López Castro (coord.),
Diáspora Michoacana, Zamora, El Colegio de
Michoacán, 2003, p. 119.
78 Varios estudios sobre el proceso migratorio y
sus implicaciones son abordadas con especial
atención en Ibíd.
79 Autores como Schaffhauser atribuyen la pér-
Cocucho dida de la identidad no sólo a la emigración
Pastorelas IHS sino también a las crisis económicas que sufre
el campo p’urhé y al fracaso de los programas
indigenistas. Philippe Schaffhauser, “Migra-
ción Tarecuato-Pomona: Ráscale a tu suerte!”,
en Víctor Gabriel Muro (coord.), Op. Cit., pp.
Como bien se ha dicho, los michoacanos no son solamente quienes viven 145 y 146.
80 Los emigrantes no solamente envían di-
en el territorio del Estado. La migración es un fenómeno internacional e inconte- nero con ocasión de las fiestas. De hecho,
constituyen la principal fuentes de ingresos
nible, que también se da a nivel nacional. Aproximadamente dos y medio millo- del Estado de Michoacán, aportando más
nes de personas de origen michoacano radican en diferentes ciudades de los Esta- de $2,195,000,000 de dólares en el año de
2004. Fuente: Entrevista a Claudio Méndez
dos Unidos de América y otro tanto en el resto del país. Cada año emigran más Fernández, CGAMM, Morelia, Mich., 15 de
Septiembre de 2005. No se sabe con certeza
o menos cincuenta mil michoacanos, de los cuales un 0.22% (mil cien personas cómo se distribuyen las remesas por regiones,
pero según el investigador charapense Pedro
aproximadamente) son hablantes de lengua indígena (h.l.i.) de origen p’urhé.76 Hernández Santos más o menos el 20% se
dirigen a la zona p’urhé. Pedro Victoriano,
En todos los casos los emigrantes buscan mejorar su nivel de vida, pero en ocasio- “Sigue el éxodo de purépechas”, en La Voz
nes el acto de emigrar se ha vuelto un rito de paso hacia la madurez, por lo cual se de Michoacán, Director Gral. Miguel Medina
Robles, Diario matutino, 16 de Septiembre
ve como un reto entre los jóvenes, o bien se considera ya como una costumbre del de 2004, Sección Regional, pp. 1 G y 5 G. Sin
embargo, la CGAMM estima que esta suma es
poblado77, o de la familia a la que se pertenece.78 muy elevada.
81 Hay casos como en Tzintzuntzan, donde los
La migración afecta y trasforma, indiscutiblemente, la cultura de quienes la dos principales cargueros de la Semana San-
ta, los señores José Estrada y José Márquez,
han efectuado. Hay varias opiniones que apuntan a señalar que los emigrantes de quienes recibieron el cargo en Abril del 2004,
las comunidades indígenas son una amenaza potencial para la cultura tradicional radican en los Estados Unidos y se trasladaron
por semanas a su comunidad para coordinar
ya que se “americanizan” y comienzan a mostrar desdén por lo originalmente la recepción del cargo, en la cual se hace una
peregrinación a Ichupio de aproximadamente
propio.79 La influencia de una cultura extraña se nota en los gustos musicales, la seiscientas personas, a quienes el carguero
mayor, llamado Centurión, tiene la obligación
vestimenta, el modo de hablar, la apariencia física, y muchos otros ámbitos de de darles de merendar pozole y atole de pino-
le. El tiempo invertido, que obviamente signi-
la personalidad pero hay que ser cuidadosos de no juzgar sólo negativamente las fica dejar de trabajar y percibir dinero en Es-
consecuencias de la emigración. He observado personalmente que los emigrantes tados Unidos, y el gasto que supone convidar
a tal cantidad de personas con el único fin de
se convierten en uno de los principales motores de la permanencia y el fomento cumplir con una tradición de su pueblo, son
méritos que requieren de un auténtico com-
de las tradiciones p’urhépecha. Al tiempo que contribuyen sustancialmente en promiso con la cultura propia. En Tarejero, por
ejemplo, los cargueros de la imagen de San
términos económicos para la realización de las fiestas tradicionales (ya sea que se Francisco fueron los miembros de la familia de
la Sra. Maribel Acosta Baltazar quien recibió
trasladen directamente a su pueblo, o que envíen dinero por medio de sus fami- el apoyo de sus hijos, los cuales estaban en
lias)80 llegan a ser partícipes de la organización81 como cargueros, patrocinadores Estados Unidos y no pudieron ir a su pueblo,
pero mandaron suficientes recursos para que
conocidos o anónimos, o bien se presentan como simples espectadores, siempre la familia sacara exitosamente el cargo.

! 60 !
Cocucho
Mujeres en la fiesta IHS

con sus cámaras de fotografía y video para llevar “al otro lado” los recuerdos y las
tradiciones de sus pueblos. En los casos en que ellos no pueden estar presentes, sus
esposas o hijos se encargan de videofilmar el desarrollo de las fiestas (o de comprar
el video) y los envían a los Estados Unidos para que sus familiares no pierdan deta-
82 En distintas fiestas, las mujeres que filmaban
los eventos indicaron que esta es la manera lle de estos acontecimientos y se reúnan con sus coterráneos a ver las cintas, con lo
en que sus maridos participan de la fiesta y
pueden ver a sus hijos y a sus esposas. que se fomenta cierto sentido de identidad étnica más allá de la frontera norte.82

! 61 !
San Jerónimo Purenchécuaro
Procesión IHS

Los emigrantes que regresan a participar de sus tradiciones confirman su


apego a la familia que dejaron y a las raíces culturales que mantienen a su modo.
Muchas veces vuelven para casarse y para establecer vínculos de compadrazgo83
con amigos añejos apadrinando a alguno de sus hijos o a sus propios amigos en
sus matrimonios; además se desempeñan como alentadores y promotores de que
sus allegados se comprometan con algún cargo manifestando los favores y dones
que han recibido por cumplirle al “santito”, el respeto que se adquiere dentro de
la comunidad e incluso, llegan a hablar de la importancia de retribuir a su tierra
materna tiempo, dinero y esfuerzo.84
En las fiestas estos miembros auténticos, aunque alejados geográficamente 83 Gunther Dietz, “La comunidad acechada: la
de la comunidad, encuentran un espacio para la integración. Mediante la partici- región purépecha bajo el impacto del indige-
nismo,” en Relaciones. Estudios de Historia y
pación en las festividades tradicionales se moldea la identidad de los miembros de Sociedad, vol. XX, núm. 78, Zamora, Mich., El
Colegio de Michoacán, Primavera 1999, p. 172.
un mismo universo socio-cultural, identidad que llevan consigo allende la fronte- 84 En Sevina, el señor Rodolfo Gutiérrez García
avecindado en California, esperó varios años
ra. El contacto y la convivencia con emigrantes, en la mayoría de los casos a escala para que finalmente le tocara el cargo para
la fiesta del Espíritu Santo. En esta tempora-
familiar, han contribuido a que muchos miembros de la comunidad, sobretodo da festiva se trasladó con su esposa y sus dos
los jóvenes, se muestren más tolerantes hacia el exterior y asimismo, a que valoren hijos pequeños a su comunidad para tomar el
cargo y dejar el compromiso a sus familiares
más a su gente y su cultura. radicados en Sevina para que cuiden la ima-
gen, le recen y le cambien las flores mientras
La importante aportación económica de los emigrantes –y la apropiación y el esté en Estados Unidos. Entrevista al Sr. Ro-
dolfo Gutiérrez, Sevina, Mich., 29 de Mayo de
reinterpretación cultural que hace de estos recursos la comunidad - es visible desde 2004.
85 El dinero, además de que sirve como indicador
el patrocinio que hacen de la música y el castillo, hasta los vestidos de las imágenes para valorar la importancia de la participación
que se forran con tiras de dólares o los coloridos listones que lucen las cargueras en de cada persona en la fiesta, se ha introducido
como elemento decorativo. Néstor García Can-
la cabeza, con varios billetes de pesos y dólares atados singularmente.85 clini y Amparo Sevilla Villalobos, Op. Cit., p. 59.

! 62 !
Sin embargo, hay que señalar también algunos factores que influyen de
manera negativa en el aspecto de las festividades tradicionales en las comunidades
p’urhépecha debido a la migración. En primer lugar se ubica el ya mencionado
desdén por lo propio, mediante el cual se llega a ver a la cultura indígena como
“subdesarrollada”, “carente de sentido” e incluso “vergonzante.” Algunos emigran-
tes enfrentan serias dificultades para reincorporarse a las costumbres de su comu-
nidad al regresar a las mismas. Lo más grave de esta situación no es ser indiferente
ante una festividad, sino llegar a mofarse de lo que en ella acontece.86
El sentimiento de vergüenza conduce en ocasiones a negar el origen étnico,
a pretender la ignorancia de la lengua p’urhé (cuando incluso sea la lengua mater-
na), a hablar dentro de ciertos grupos con algunas frases en inglés, y lógicamente
a evitar participar con la comunidad o asistir a las ceremonias exclusivamente con
el fin de beber. Este tipo de actitudes se da más entre los jóvenes, según lo que he
observado, ya que por lo general, los adultos muestran un poco más de respeto
y cooperación en las festividades tradicionales. Es entre los jóvenes donde más
se observa el cambio en la forma de vestir: pantalones holgados, casi cayéndose,
playeras de equipos deportivos norteamericanos, “cachucha”, varias cadenas y es-
clavas, tenis, entre otros que Monsiváis ha definido como un estilo de “cholos.”87
Otros adoptan el estilo “norteño” y portan pantalones ajustados, generalmente de
mezclilla, con botas vaqueras, camisas satinadas con motivos religiosos, gallos de
pelea, caballos o adornos gariboleados. También abusan de la joyería o bisutería
como forma de mostrar el poder adquisitivo; traen grandes vehículos “trocas”
arreglados (casi siempre con leyendas alusivas a su lugar de origen como “Puro
Michoacán” o “Que lindo es Michoacán”, poseen aparatos electrónicos poco co-
munes en el pueblo, se tatúan, etc. Algunos llegan a hacer “graffiti”, a ocasionar
peleas, a introducir el consumo de drogas entre sus amistades, entre otras prácticas
nocivas. Un reclamo común de la gente en las comunidades es que “por los gustos
de los migrantes” se introduzcan las bandas en las fiestas tradicionales, cuando
originalmente la música era interpretada por “verdaderas orquestas”, que haya
drogadictos, pleitos, etc. en lugares otrora tranquilos.88
Hasta aquí se ha presentado un panorama de la sociedad p’urhé en la ac-
tualidad que nos permite contextualizar el ambiente social en el que se desarrollan
sus fiestas y ceremonias tradicionales. Los p’urhépecha, como todos los grupos in-
86 Así sucedió en Ocumicho en la fiesta del Cristo
Milagroso cuando varios grupos de mucha- dígenas de México, han enfrentado condiciones socio históricas difíciles e inexcu-
chos con visibles características de emigrantes
se mostraron ebrios y totalmente irreverentes sables; sin embargo y a pesar de la adversidad, las comunidades p’urhépecha han
durante la procesión. Ocumicho, Mich., 14 de
Septiembre de 2003. logrado conformar sociedades integradas, altamente solidarias y con un sentido
87 Carlos Monsiváis, “¿Tantos millones de hom-
bres no hablaremos inglés? (La cultura nor- de identidad cultural ejemplar que las mantiene unidas frente a las presiones e in-
teamericana y México)” en Guillermo Bonfil fluencias externas y que les ha permitido sobrevivir a lo largo de varias centurias.
Batalla (comp.), Simbiosis de Culturas, p. 506.
88 Es muy común escuchar este tipo de quejas
por parte de los adultos mayores en las festi-
vidades de cualquier comunidad.

! 63 !
Segunda parte
3. La fiesta, la ceremonia
y la tradición

La tradición y “el costumbre”1


Antes de abordar propiamente el tema de las fiestas y ceremonias tradicionales
p’urhépecha habrá que retomar lo que se entiende por tradición, por ceremonia y
por fiesta tradicional, mencionando la importancia de la pindekua o “el costum-
bre” para el mantenimiento y la actualización de las festividades p’urhépecha.
En este trabajo se ha interpretado el término tradición de la misma manera
que López Austin y López Luján, esto es, “un acervo intelectual creado, compar-
tido, transmitido y modificado socialmente, compuesto por representaciones y
formas de acción, en el cual se desarrollan ideas y pautas de conducta con que
los miembros de una comunidad hacen frente, individual o colectivamente, de
manera mental o exteriorizada, a las distintas situaciones que se les presentan en
la vida. No se trata, por tanto, de un mero conjunto cristalizado y uniforme de
expresiones sociales que se transmite de generación en generación, sino de la for-
ma propia que tiene una sociedad para responder intelectualmente ante cualquier
circunstancia.” 2
La tradición es la forma en la que una sociedad determinada transmite de
generación en generación sus costumbres y valores, en palabras de André Paysant:
‘La costumbre es un hábito socialmente aprendido, socialmente realizado y so-
cialmente transmitido. Es todo aquello que se hace en una sociedad determinada
1 Debido a que en la lengua p’urhé no existen con referencia a un sistema de valores más o menos implícito. En este sentido,
artículos, cuando un hablante nativo traduce
una palabra al español comete frecuente- una costumbre puede relacionarse con el modelo propio de una sociedad deter-
mente errores con los artículos. El término
“el costumbre” ha sido usado y aceptado por minada. Por lo tanto, el hábito es individual mientras que la costumbre es social.
tradición.
2 Alfredo López Austin, “El núcleo duro...” en Jo- Para algunos estudiosos, la costumbre es difícil de diferenciar de la tradición; pero
hanna Broda y Félix Báez-Jorge (coords.), Op. ésta última implicaría una idea de valor, en tanto que la costumbre sería un uso
Cit., p. 51.
3 Citado en: María del Socorro Caballero Arroyo, social preestablecido. Para otros, la tradición sería un conjunto de costumbres e
Costumbres del Estado de México, México,
SEP, 1986, pp. 6 y 7. igualmente comprendería los mecanismos sociales de su transmisión.’3

! 67 !
La tradición no sólo transmite sino que enriquece y transforma la cultu-
ra material y espiritual de un pueblo a largo plazo, esto es su cosmovisión, su
interpretación y organización de lo sagrado y su culto, sus relaciones sociales
y económicas, su vínculo con la naturaleza, su lenguaje y su construcción del
conocimiento, entre otros. En las comunidades indígenas p’urhépecha la tra-
dición, sustentada en raíces remotas, se va volviendo parte del conocimiento
popular automático mediante la socialización del individuo que nace y se de-
sarrolla en cierto contexto.4 Es justamente mediante este mecanismo de socia-
lización y el aprendizaje de los roles sociales y comunitarios como se pone en
movimiento “el costumbre” o pindekua, que dicho de otro modo corresponde a
la manera en que las tradiciones de un pueblo se activan y cristalizan en un lu-
gar y un momento específicos y que se actualizan constantemente dependiendo
principalmente de sus actores sociales. “El costumbre” o pindekua permite al
individuo conocer con precisión el papel que debe desempeñar en un momento
festivo determinado de acuerdo con su edad y su género, así como el grado de
parentesco que le une con otro individuo (en el caso que deba prestar ayuda.)
De esta manera cada miembro de la comunidad se siente profundamente iden-
tificado con los demás integrantes de la comunidad, construyéndose así lazos
de identidad comunitaria con una gran continuidad histórica.5 Moisés Franco
ha propuesto que para los p’urhépecha la tradición, traducida sïruki, implica
la prolongación activa del ser, del linaje, de la etnia. Así, tradición sería tanto
prolongación como “la facticidad de la prolongación” a través del costumbre o
pindekua. “La prolongación presente y actuante da sentido a la acción humana
y funciona como su eje. Cuando la persona participa de esa ‘prolongación’, por
estar incorporada a ella, adquiere su ‘identidad’ y por ésta, forma comunidad
con los demás que participan de la misma identidad.”6
El conocimiento de las normas que dentro de la comunidad regulan
la vida matrimonial, la formación de los grupos de trabajo, la organización y
participación social en las fiestas de la propia comunidad y en las regionales,
así como el sentido de la reciprocidad, se transmite por parte de los adultos
mayores a los individuos jóvenes, quienes adaptan a la tradición que les ha
sido heredada sus propias experiencias, reinterpretándola, sin por esto hacerla
perder su esencia. Constantemente las tradiciones p’urhépecha se reinterpre- 4 La socialización de un individuo p’urhé puede
tan, reelaboran y modifican a través de las fiestas y ceremonias como parte resumirse en cuatro aspectos: el matrimonio,
el trabajo comunitario, la fiesta y el sentido de
de un proceso de evolución socio-histórica a través del cual ha sido posible la reciprocidad. Agustín Jacinto Zavala, “La es-
tructura de la fiesta”, en Herón Pérez Martínez
mantener su vigencia así como incorporar las actualizaciones que las propias (ed.), México en Fiesta, p. 78.
5 Agustín Jacinto Zavala, Mitología y moderni-
comunidades han requerido y elaborado a lo largo del tiempo. Es así como el zación, p. 102.
Moisés Franco Mendoza, “Sïruki. La tradición
mecanismo de apropiación y control cultual del cual se habló anteriormente 6
entre los p’urhépecha”, en Relaciones. Es-
se pone en práctica en la actualidad ante los elementos externos introducidos tudios de Historia y Sociedad, vol. XV, núm.
59, Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán,
recientemente a las comunidades. Verano de 1994, pp. 215 y 216.

! 68 !
Características de la fiesta, la ceremonia
y el ciclo festivo anual
La fiesta7 en su sentido más general representa el lugar y el momento en donde
confluyen las más diversas pero complementarias manifestaciones del ser, el estar
y el sentir de un pueblo. En las comunidades indígenas la fiesta ha sido concep-
tualizada como un momento explosivo de la vida comunitaria, a través del cual se
manifiestan las múltiples relaciones y determinaciones que la conforman y le dan
sustento y que se expresan mediante la algarabía popular. De acuerdo con Mario
Padilla, la fiesta es “la realización pública, exclusiva y concentrada de ceremonias
y actos cultuales acompañados por el consumo colectivo de bienes materiales, en
honor de una o varias divinidades de la comunidad.”8
Todas las celebraciones que se incluyen en este trabajo implican la reali-
zación de ceremonias tradicionales. Sin embargo, no todas suponen un carácter
festivo, por lo que los eventos de Cuaresma, Semana Santa y Noche de Muertos se
han designado únicamente como ceremonias tradicionales (y no como fiestas) por
ser conmemoraciones luctuosas e implicar una actitud de recogimiento y respeto
por parte de los miembros de la comunidad.
Todas las fiestas y ceremonias tradicionales indígenas tienen un componente
religioso, algunas incluso mitológico; además de un sistema de símbolos y códigos
culturales reconocidos y compartidos por la comunidad en su conjunto, que les
permiten tener coherencia y significado como algo que se desarrolla fuera de lo co-
tidiano. En ellas se pueden percibir de manera muy clara tanto la unión como los
conflictos entre los diversos sectores de la sociedad, y entre la propia comunidad
en su conjunto y el exterior. Las festividades indígenas expresan la manera en que
la comunidad se ve a sí misma y permiten a sus miembros moldear y actualizar su
identidad étnica, así como adaptar e incorporar nuevos elementos culturales a sus
prácticas tradicionales ancestrales. En lo individual, la participación en los ritos y
ceremonias festivos legitima la pertenencia a cierta comunidad.
Según lo anterior, hay que señalar que las fiestas y ceremonias tradicionales
en las comunidades p’urhépecha implican forzosamente un carácter solemne y
sagrado, un encuentro con las creencias y las imágenes más arraigadas de la comu-
nidad, cuyo fundamento es la actualización y renovación de las tradiciones.
En las comunidades p’urhépecha, toda fiesta o ceremonia tradicional, in-
dependientemente de su relevancia aparente, tiene relación directa con el desa-
rrollo de un ciclo festivo anual. Esto se explica tomando en cuenta que todos
7 Fiesta deriva del vocablo latino festa, que
quiere decir día de descanso o feriado, solem- los cargos se encuentran relacionados entre sí y participan de alguna manera en
ne. Este término enfatiza una oposición a la las festividades que se celebran en la comunidad durante todo el año, aunque
cotidianidad. Herón Pérez Martínez, “La fiesta
en México”, en Herón Pérez Martínez (ed.), parezca ser de manera poco significativa. De esta forma se puede afirmar que el
México en Fiesta, pp. 25 y 26.
8 Mario Padilla Pineda, Op. Cit., p. 164. ciclo festivo en las comunidades p’urhépecha es continuo, nunca termina, nunca

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Capacuaro
Máscara negrito IHS

se detiene. En cuanto finaliza una festividad, comienzan los preparativos de una


nueva y así sucesivamente. Muchos episodios rituales de diferentes celebraciones
incluso se trasponen.
Casi todas las fiestas y ceremonias tradicionales p’urhépecha se pueden
remitir a un referente en el calendario litúrgico católico ya que, como se ha
señalado, al intentar suplantar las ceremonias prehispánicas, los conquistadores
implantaron oficialmente las festividades y conmemoraciones del santoral cris-
tiano. Las fiestas p’urhépecha son el punto de confluencia de elementos con di-
ferentes orígenes culturales y la supervivencia de prácticas prehispánicas, todos

! 70 !
filtrados a través del mecanismo del control cultural. Así que a la vez que se re-
memoran celebraciones e imágenes cristianas –que los indígenas se han apropia-
do y reinterpretado-, es posible identificar elementos de origen mesoamericano
como las fiestas del inicio de las lluvias y de la siembra, las fiestas de la cosecha
y el culto a los cerros, mezclados con algunos otros elementos introducidos por
los árabes9 y los grupos negros10 así como una creciente incorporación de ele-
mentos de la vida actual.
Las ceremonias prehispánicas que oficiaban el primer movimiento del sol y
el inicio de las labores agrícolas fueron reemplazadas por las conmemoraciones del
nacimiento y la adoración de Cristo; las festividades que tenían lugar con la llega-
da de la temporada de lluvias y la siembra fueron absorbidas por las celebraciones
de la Semana Santa y el Corpus; las ceremonias que se hacían para anunciar la
llegada de la cosecha y la sequía fueron desplazadas por las celebraciones en honor
de los difuntos y así sucesivamente.
La realización de fiestas y ceremonias tradicionales en las comunidades in-
dígenas tiene diversas implicaciones y funciones, primeramente de carácter so-
cio-cultural, pero también económicas y políticas. Algunos autores como Herón
Pérez consideran que la fiesta constituye “un pequeño sistema hermenéutico que
responde a las cosmovisiones, expectativas, lenitivos y opios culturales con que el
pueblo de México ha solido curar sus frustraciones o ha ejercitado su rica creati-
vidad para encontrar en la miseria un espacio para la utopía”.11 Octavio Paz, por
su parte, considera que la fiesta “introduce una lógica, una moral y hasta una
economía que frecuentemente contradicen las de todos los días”, para él la fiesta
es un hecho social basado en la activa participación de los asistentes, en el cual
“el mexicano intenta salir de sí mismo, sobrepasarse.”12 Los estudiosos en general
coinciden en que la fiesta es un paliativo a las difíciles condiciones socio-económi-
cas de la mayoría de la población ya que en ella se realiza la utopía de la igualdad,
Estos elementos son notorios principalmente
9
dejando de clasificar a la gente por su preponderancia económica, social o política
en los espacios arquitectónicos donde tienen
lugar las festividades: alfarjes, arcos mixtilí- y en donde todos los miembros de la comunidad pueden convivir libremente e
neos, alfices y almenas. Algunos de éstos son
visibles en el hospital de Zacán, el templo de incluso destacarse por sus cualidades para el canto, la danza o las representaciones
Angahuan, el ex convento de Tzintzuntzan,
etc. Las corridas de toros nacieron en la Gra- que tienen lugar dentro de las mismas.
nada morisca; en los pueblos p’urhépecha
las fiestas importantes invariablemente son En las comunidades p’urhépecha, la gran inversión social de esfuerzo físico
complementadas por los “toros” o el jaripeo. y económico que supone la realización de una fiesta o ceremonia tradicional se
En la danza de los moros y las vestimentas de
los danzantes se aprecia evidentemente una ve retribuida significativamente al recibir a cambio de su denuedo colectivo una
concepción sobre los elementos culturales
árabes. El primer hospital público –institu- mayor cohesión y participación social en actividades que los benefician a todos ya
ción ligada al surgimiento de las cofradías- en
España fue instalado también en Granada en que se mejoran y aumentan los lazos de ayuda mutua al fomentarse el sentido de
el siglo XIV.
10 Música de origen africano o caribeño, rituales
la reciprocidad. La identidad étnica y el sentido de pertenencia, así como la vincu-
mágicos, máscaras de negros, etc. lación con los miembros de la comunidad que radican fuera de ella (emigrantes)
11 Herón Pérez Martínez (ed.), México en Fiesta,
p. 19. son factores que se desarrollan y avivan mediante la participación activa en una
12 Octavio Paz, El Laberinto de la Soledad, Ma-
drid, Cátedra, 2003, p. 186 y188. festividad tradicional. Las fiestas y ceremonias también han tenido el carácter de

! 71 !
Capacuaro
Danza Viejitos IHS

redistribución de la riqueza en las comunidades debido a que los cargueros son,


por lo general, quienes han acumulado mayor cantidad de bienes. Al patrocinar
una festividad, los cargueros comparten y redistribuyen parte de su riqueza entre
el pueblo. Catharine Good E. considera que “el trabajo humano y los bienes inver-
tidos en la vida ceremonial fortalecen las redes de obligación recíproca necesarias
para la agricultura y... la vida comunitaria. El gasto suntuario, lejos de ser un des-
13 Catherine Good Eshelman, “El ritual y la repro-
perdicio de recursos, revierte en aumentar la capacidad productiva colectiva –no ducción de la cultura: ceremonias agrícolas,
los muertos y la expresión estética entre los
individual- a largo plazo.” 13 Las fiestas también juegan un papel de integración nahuas de Guerrero”, en Johanna Broda y Félix
local e intra-regional;14 mediante la invitación y participación de otras comunida- Báez-Jorge (coords.), Op. Cit., p. 239.
14 Se establecen circuitos regionales con la fina-
des se fortalecen los lazos regionales y en caso de que existan conflictos la fiesta es lidad de lograr una integración de las comu-
nidades. Por ejemplo, la fiesta del Cristo Mi-
ocasión de limar asperezas, como en algunos pueblos de la sierra o de la Cañada lagroso de Ocumicho el día 14 de Septiembre
es seguida por las fiestas de Ahuiran el día 21
de los Once Pueblos en la cual varias poblaciones tienen problemas ancestrales por del mismo mes, de Corupo el 4 de Octubre, el
domingo siguiente al 4 de Octubre se celebra
las tierras comunales y sin embargo hay ciertas festividades en las que los santos en Cherán, el 18 de Octubre en Zacán, el 21
de los diversos pueblos se reúnen y van a visitar a algún santo de otro pueblo. Las en Paracho y el 1 de Noviembre en Huáncito,
Purépero y Tarecuato. Mario Padilla Pineda,
personas de la comunidad deben corresponder a la visita. Op. Cit., p. 124.

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Cocucho
Presenciando las Pastorelas IHS

Estructura de las fiestas y ceremonias


tradicionales p’urhépecha:
Las fiestas tradicionales se pueden presentar en tres escalas: familiar, local y re-
gional -estas últimas incluyen a las que han adquirido relevancia nacional-. En el
primer caso, tenemos las festividades que se dan con motivo de una celebración
en la que interviene algún miembro de la familia extensa así como los parientes
rituales y que por lo general implican la participación de varios grupos al interior
de la comunidad.
Hay también fiestas y ceremonias locales en las que participan los miembros
de la comunidad exclusivamente; en ellas casi no hay visitantes externos, salvo en
contados casos en que algunas personas nativas de la comunidad, pero que residen
en otro lugar, acuden a la celebración. En estas festividades los vendedores tradi-
cionales del poblado se ubican en la plaza; casi nunca hay juegos mecánicos, gran-
des orquestas ni bandas musicales famosas. Podemos mencionar como ejemplo
las conmemoraciones con motivo de los viernes de Cuaresma en Charapan, que
tienen un carácter solemne y fundamentalmente local, así como la fiesta en honor
de los Reyes Magos en Santa Fe e Ichupio, el Día de la Candelaria en Uricho y
Tócuaro, así como la fiesta del Espíritu Santo en Sevina, en las cuales observamos
poca participación de miembros de otras comunidades. Algunas actividades que
15 La Octava es una fiesta que se realiza a los
ocho días de una fiesta muy importante, por se realizan en la víspera de “la mera fiesta” o bien como parte del programa pos-
lo general de las patronales. Su finalidad es terior al día grande o en la fiesta de la Octava15 se consideran de carácter local ya
permitir que los miembros de la comunidad
disfruten de la fiesta, ya que el día grande se que por lo general no han llegado los visitantes o bien éstos ya se han ido y sólo
dedican a atender a sus visitas y a las activida-
des ceremoniales. los miembros de la comunidad disfrutan de los eventos realizados.

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Nurío Ahuiran
Niños comprando IHS Juegos mecánicos IHS

También se pueden considerar como locales, pero de mayor relevancia y


participación, las fiestas y ceremonias en las que interviene la comunidad y los
pueblos y rancherías que colindan con ella, en las cuales se atrae a bastante concu-
rrencia y se da una gran actividad ceremonial. Ejemplos de éstas son la fiesta del
Cristo Milagroso, en Ocumicho; la conmemoración de la Santa Cruz, en Zipiajo
y la celebración de la Virgen de la Inmaculada Concepción, en Cocucho.
Después vienen las festividades regionales en las que se unen varios pobla-
dos, además de los colindantes, y que por lo general involucran a un gran núme-
ro de participantes e implican una intensa actividad ceremonial pero también
comercial a mayor escala. Por ejemplo están las celebraciones del Corpus en los
diferentes poblados del lago y de la sierra, destacándose las de Janitzio, Tarecuato
y Cherán; así como la fiesta de San Luis Rey en Nahuatzen.
Finalmente, consideramos a las fiestas y ceremonias regionales que han ad-
quirido relevancia nacional e internacional, en las cuales varios pueblos impor-
tantes incluyendo cabeceras municipales con sus pequeños poblados y rancherías,
participan dinámicamente en su realización y sostenimiento, aún cuando su or-
ganización dependa básicamente de la comunidad en donde se lleva a cabo. A
estas fiestas acude un gran número de visitantes de centros urbanos e incluso del

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Ahuiran
Juegos mecánicos IHS

16 En cuanto a lo económico, las fiestas per-


miten activar un mecanismo comercial que
beneficia a los vendedores locales y foráneos.
En primer término, los comerciantes de la co-
munidad aprovechan la ocasión festiva para
aumentar sus ventas y promover sus mercan-
cías, del tipo que éstas sean, aunque lo que
más se comercia en esos días son alimentos,
abarrotes en general, ropa y productos típicos
de la población. La gente que no se dedica extranjero. Aquí sobresale la realización del Fuego Nuevo P’urhépecha, la fiesta de
cotidianamente al comercio, aprovecha el
tiempo de fiesta para hacerse de ingresos;
Jesús Nazareno en Patamban, el festival artístico de Zacán, el Domingo de Ramos
por lo general elaboran diferentes tipos de en Uruapan, la Semana Santa y la Noche de Muertos en Tzintzuntzan y en varios
alimentos como atoles, pozole, pan, enchila-
das, tacos, corundas, fruta picada, entre otras poblados del lago.
cosas. Los comerciantes ambulantes, por su
parte, recorren los poblados según el calen- Además de las fiestas y ceremonias tradicionales, se realizan con cierta fre-
dario festivo y merman las ganancias de los
vendedores locales. Los principales productos cuencia en las comunidades los festivales culturales que son creaciones recientes
que comercian son de manufactura china
(juguetes, cosméticos, artículos eléctricos,
cuyo fin es difundir la cultura p’urhé o rescatar aspectos en decadencia u olvidados
etc.) utensilios de cocina de plástico y peltre de la tradición y que no conmemoran directamente a ninguna imagen cristiana
(dependiendo del lugar se encuentran útiles
de barro o cerámica), productos medicinales, (aunque casi invariablemente hay misa y en ocasiones se realizan paralelamente a
artículos “piratas” (cassettes grabados, discos,
películas y calzado, principalmente) y prendas alguna celebración cristiana.) Como ejemplo están el festival cultural de Zacán, el
de vestir. Por lo general los productos son
de mala calidad y su precio no resulta pro- cual coincide con la fiesta en honor de San Lucas; el de Ocumicho, de muy recien-
porcional a las propiedades de los mismos.
Además, este tipo de comerciantes invade
te creación y realizado el día de la festividad del Cristo Milagroso; el de Sevina,
las plazas y en ocasiones también las calles que coincide con la conmemoración del Espíritu Santo; el concurso musical de
principales de la comunidad. La mayoría de
los comerciantes ambulantes es mestiza, Ichán que se realiza el día que se celebra a Santa Cecilia, patrona de los músicos,
proveniente de pueblos ubicados cerca de las
regiones p’urhépecha. Sin embargo, también entre otros.
hay ciertos grupos de comerciantes nativos
que se trasladan a vender sus productos en Las ferias constituyen la parte comercial de las fiestas y en ocasiones se rea-
algunas fiestas foráneas. Obviamente, las fe-
rias artesanales son bastante concurridas por
lizan como complemento, pero independientemente de las fiestas tradicionales.16
artesanos indígenas de diversos pueblos que Cabe destacar el caso de la Maiápita o Feria del Atole en Tarecuato, la feria artesa-
llevan lo mejor de su producción y obtienen
significativas ganancias. nal de Semana Santa en Uruapan y en Tzintzuntzan, entre otras.

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Elementos y episodios rituales de las fiestas
y ceremonias tradicionales p’urhépecha
Durante el tiempo festivo se concentran en un mismo sitio eventos ceremoniales
de diferentes grados de importancia cuya realización -por separado- es parte fun-
damental de la fiesta en su conjunto y sin los cuales ésta carecería de sentido.
Cada fiesta o ceremonia contiene elementos que la distinguen, asignados a
grupos sociales específicos, quienes conocen muy bien sus funciones y se articulan
entre sí para que la fiesta se realice de manera exitosa. Entre los elementos indis-
pensables tenemos:
a) El tiempo de fiesta y duración de la misma. Este concepto abarca el día
y la hora en que habrá de comenzar la festividad, así como su duración
que puede ir desde un día hasta prolongarse por varios días e incluso
semanas. Los días de fiesta varían mucho y se pueden ajustar en cada
comunidad para poder contar con la asistencia de un mayor número de
personas. Más importante que el hecho de que un evento se lleve a cabo
a una hora específica, se marca el tiempo por la secuencia de eventos
rituales y no por el reloj.
b) Los preparativos. Es el periodo en que se reúnen los diversos requeri-
mientos para la celebración y que pueden ser de carácter material (ador-
nos, alimentos, flores, plantas, vestimenta, fuegos artificiales, ofrendas,
caza de venado, recolección de miel y de leña, etc.) así como espiritual
(ayunos, en ocasiones abstinencia sexual, preparación de las ofrendas,
de los alimentos, peregrinaciones, rituales, entre otros.) Aquí también se
considera la preparación y el ensayo de danzas rituales, cantos, música,
representaciones teatrales, así como la difusión del evento en otras co-
munidades y la contratación o invitación de los “cueteros”, las bandas y
los danzantes o jugadores de pelota.
c) El lugar de la fiesta. Consiste en demarcar claramente los espacios abier-
tos (como plazas, atrios, calles, caminos, ojos de agua o cerros) o los
lugares cerrados (templos, casas particulares, edificios comunitarios o
públicos) donde habrá de llevarse a cabo cada etapa de la fiesta. Las casas
de los cargueros se ven convertidas en lugares públicos durante la festivi-
dad por lo cual éstos las preparan y alistan con bastante anticipación.
d) La organización de la fiesta o ceremonia. La gran mayoría de las festi-
vidades tradicionales se organiza mediante el sistema de cargos, el cual
implica una gran movilización basada en las redes sociales sustentadas
en las relaciones de reciprocidad. Sin embargo, no todas las fiestas se
organizan con base en este esquema, por lo que también hay que con-
siderar las que son organizadas o apoyadas por comités o comisiones
nombrados por las autoridades locales (Presidencia Municipal, Cabil-

! 76 !
do, sacerdote y grupos religiosos) y/o estatales (Secretaría de Cultura,
Casa de las Artesanías, Coordinación Interinstitucional para la Aten-
ción a Pueblos y Comunidades Indígenas del Estado de Michoacán,
entre otros.)

Santa Fe de la Laguna
Procesión con Niño Dios IHS

Organización de las fiestas y ceremonias


tradicionales: el sistema de cargos.
El arduo trabajo que requiere la organización de una fiesta o ceremonia recae en
diversos sujetos. Como se dijo, la mayoría de las festividades tradicionales es orga-
nizada teniendo como base el sistema de cargos vigente en muchas comunidades
p’urhépecha por lo que se explicará a continuación.
El sistema de cargos es un elemento básico de la estructura social de las co-
munidades indígenas mediante el cual se llevan a cabo solemnemente los ritos co-
munitarios, se patrocina y organiza el servicio y el culto de las imágenes religiosas
que inciden en la reproducción de las tradiciones y la cultura indígena. El sistema
de cargos es la forma de corresponder y cerrar una relación de intercambio entre
los miembros de la comunidad y sus divinidades, para obtener su beneplácito y
benevolencia.17
Los cargueros se comprometen a custodiar la imagen de algún santo o de
alguna advocación milagrosa de Cristo o de la Virgen María durante un año o
más. El compromiso que se asume es individual, pero a la vez es colectivo ya que
implica la participación de toda una comunidad. El cuidado y la procuración de
la imagen incluyen diversas obligaciones. Por lo que respecta al culto cotidiano,
17 Mario Padilla Pineda, Op. Cit., pp. 58 y 183. los cargueros están obligados a mantener limpio el altar de la imagen, así como

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Santa Fe de la Laguna
Mujer Danza Moras IHS

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Santa Fe de la Laguna
Mujeres arreglando
a las Moras IHS

encendidas las velas y a hacer oraciones individualmente. Semanalmente, los días


sábado, los cargueros renuevan las flores y los cirios que decoran el altar. Los car-
gueros, además, tienen el deber de participar en las ceremonias comunitarias que
se realicen durante esos doce meses, y no únicamente en las de la imagen de la que
se es carguero. Obviamente, la fiesta del santo que se les encarga es la obligación
más importante y es la que requiere de mayor atención y aportación económica.
Tanto la toma del cargo como la separación del mismo se llevan a cabo mediante
ceremonias con gran contenido ritual. En el primer caso, se toma el cargo termi-
nando la fiesta en honor de la imagen, generalmente el mismo día de la fiesta, aun-
que hay variantes en cada comunidad, y se celebra con una comida que casi siem-
pre se prepara a base de churipo, pozole, corundas y atole. De la misma manera
se hace al darse la separación del cargo y se agradece con una misa o un rosario y
una reunión en casa de los cargueros salientes. En ocasiones los cargueros salientes
llevan la imagen a casa de los nuevos cargueros -o ellos van a recoger la imagen a
casa de los anteriores- la víspera. Éstos visten a la imagen con ropa nueva, confec-
cionada especialmente para la ocasión, rezan y la resguardan. Al día siguiente se
18 Se mencionaron anteriormente las principales
formaliza la toma del cargo mediante una ceremonia religiosa y otro banquete. En
funciones del hospital en la época colonial. ocasiones la entrega y recepción de cargos se hace en el ámbito privado.
En la actualidad en algunas comunidades
el edificio es habitado temporalmente por En las comunidades donde todavía existe el hospital18 –también llamado
los cargueros y sus esposas, así como por un
grupo de señoritas (uananchas o palmeras) iurixo, capilla o guatápera- los cargueros son responsables de pagar las contribu-
dedicadas a atender a los cargueros y cuidar
la limpieza y la decoración del templo y de ciones del mismo y, por lo general, la pareja de cargueros del hospital se muda a
las imágenes que ahí se resguardan. Estas
muchachas son dirigidas por algunas señoras vivir en este edificio durante el tiempo que dura su cargo.
viudas que también dedican un año de su vida El sistema de cargos es excluyente en cuanto que no cualquier individuo
al culto religioso. Los hospitales se mantienen
funcionando con estas características en lu- puede ser carguero. Los requisitos para aspirar, y en última instancia, obtener un
gares como San Juan Nuevo Parangaricutiro,
Ocumicho y Angahuan. cargo son conocidos y aceptados tradicionalmente por la comunidad y se pueden

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Santa Fe de la Laguna
Danza Moras en Plaza IHS

resumir básicamente en tres condiciones. La primera y más importante es tener


kaxumbikua, que significa poseer los valores más estimados por los p’urhépecha:
honorabilidad, honradez, responsabilidad, espíritu de servicio, respetabilidad, en-
tre otros que favorecen la aceptación y el respeto sociales.19 Es importante contar
con “la ayudanza”, que son todas las personas que constituyen el núcleo familiar
por relación consanguínea o ritual y otras personas que estén dispuestas a coadyu-
19 Benjamín Lucas, Op. Cit., p. 592.
var con el cumplimiento exitoso del cargo,20 así como tener suficientes recursos 20 A “la ayudanza” se le considera un “capital so-
cial.” Por éste se entienden las redes de ayuda
económicos.21 Los aspectos que he abordado se refieren a condiciones generales, mutua e intercambio que se establecen al
interior de una comunidad como parte de un
sin embargo es conveniente señalar que mientras que hay comunidades muy es- código cultural. Véase: Carolina Rivera, Op. Cit.,
p. 108.
trictas, para otras puede no aplicar alguno de estos requisitos. En comunidades 21 Aunque hay autores que manifiestan que
como Ocumicho y Tarecuato, donde todavía el Cabildo tradicional juega un papel éste no es un requisito indispensable, según
mis observaciones y los propios comentarios
central dentro del sistema de cargos, los candidatos tienen que comunicarle con de los cargueros y la gente de las comunida-
des, estimo que en la mayoría de los casos sí
antelación a esta corporación el deseo de ser cargueros de determinada imagen; resulta necesario poseer recursos materiales
suficientes para poder sacar un cargo. Véase
sus miembros revisan las solicitudes y mediante un largo procedimiento toman además Yadira Cira Gómez, “Identidad étnica y
de género. Entre la permanencia y el cambio”,
una decisión. Para esto platican con la pareja, corroboran que tengan kaxum- en J. Luis Seefoó Luján y Luis Ramírez Sevilla
bikua, piden su opinión a otras personas de prestigio dentro de la comunidad y (edit.), Estudios Michoacanos, núm. XI, México,
El Colegio de Michoacán/ Gobierno del Estado
finalmente, deciden. de Michoacán, Diciembre de 2003, p. 38.

! 80 !
Si ninguna pareja se ofreció como cargueros, el Cabildo invita a un matri-
monio bien integrado y responsable a tomar el cargo. Éste lo considera y toma el
parecer de sus familiares ya que su anuencia es necesaria puesto que ellos constitu-
yen “la ayudanza” y, finalmente, acepta o rechaza la invitación.
Por lo general, nadie rechaza una invitación a tomar un cargo por varias
razones. La primera de ellas es que socialmente se considera un gran honor ser
carguero de una imagen milagrosa y esta distinción merece reconocimiento y
respeto por parte de los demás miembros de la comunidad; pero además muchas
personas creen que “hacerle el feo” a la imagen se revertiría contra ellos y les
“caería” alguna enfermedad, algún desastre natural podría arrasar con sus bie-
nes, o sus familiares podrían padecer alguna desgracia. En algunas comunidades
rehusarse a tomar un cargo, ante la invitación formal por parte del Cabildo o
de los organizadores, conlleva una multa monetaria significativa y el rechazo, a
veces moderado, a veces muy fuerte, de la comunidad.22 La gente cree que reparar
cualquiera de estos castigos le saldría más costoso que invertir el dinero que se
requiere para la fiesta de la imagen.
En algunos lugares es realmente complicado obtener los cargos de las
imágenes más veneradas, no sólo porque el desembolso económico sea mayor,
sino porque existe una escala jerárquica de los mismos santos, que requiere
comenzar por los de menor rango e ir ascendiendo hasta alcanzar las imágenes
principales. En comunidades como Ihuatzio y Tarecuato, entre muchas más, es
requisito indispensable tomar los cargos de menor nivel e ir avanzando hacia
las más veneradas para poder desempeñar funciones de carácter político. Dicho
22 El caso de Tzintzuntzan es muy interesante de otro modo, en ocasiones, los cargos religiosos están íntimamente ligados a
ya que la comunidad acude el Domingo de
Resurrección con los nuevos cargueros ante los civiles mediante un modelo ascensional vertical y horizontal.23 En otros
la “juecita de Ichupio”, una mujer de respeto
que certifica que quien toma los cargos tiene lugares, como Sevina, hay imágenes que tienen cargueros designados hasta el
posibilidades de llevar a buen fin el servicio
a la imagen. En caso de incumplimiento, la año 2032, es decir, que el tiempo de espera para tomar un cargo llega a ser
“juecita” determina una multa y la hace pagar. hasta de treinta años.24 En comunidades como Cucuchucho, por su parte, el
Hay que señalar que aunque la comunidad
la considera una “autoridad legal”, el cargo ser carguero es visto como una actividad respetable, en pago por algún favor
de jueza de Ichupio responde a las normas
consuetudinarias de Tzintzuntzan. Informa- recibido, pero su estructura es menos rígida. De este modo, cualquier persona
ción brindada por los Sres. José Estrada y José
Márquez. Tzintzuntzan, Mich., 10 de Abril de puede tomar el cargo que desee, sin hacer distinción de estatus socio-económi-
2004. El primero de ellos tuvo el cargo de
Centurión el año 2004 en Tzintzuntzan. co, edad ni sexo.25
23 Entrevista de la autora al Sr. Francisco Lucas
Las motivaciones para solicitar un cargo son diversas, pero típicamente se
Rafael de Ihuatzio. El Sr. Francisco ha tenido
varios cargos a lo largo de su vida y ha escala- hace para agradecer un favor recibido, cumplir una manda, establecer una buena
do hasta ser jefe de tenencia. Ihuatzio, Mich.,
2 de Noviembre de 2003. relación con seres sagrados, consolidar una posición social, iniciar una carrera
24 Esta información fue proporcionada a la auto-
ra por el Sr. Rodolfo Gutiérrez García quien fue ceremonial y/o política, entre otras. En ocasiones se acepta un cargo, en el caso
carguero del Espíritu Santo. Sevina, Mich., 29
de Mayo de 2004. de que las autoridades, ya sea el Cabildo o el comité organizador lo soliciten, para
25 En la fiesta de San Pedro y San Pablo realizada
evitar que la gente hable mal de uno o que “les vaya a caer alguna desgracia.”
en Cucuchucho el 29 de Junio de 2004, los
integrantes de la danza de los moros, que También hay personas que toman un cargo menor de manera voluntaria por sa-
además eran cargueros, eran dos hombres
jóvenes, un niño y una señora. tisfacción personal.

! 81 !
Como retribución al desgaste que implica un cargo, los cargueros tienen
la satisfacción de ser bien vistos por la gente, suben automáticamente de estatus,
consolidan importantes redes sociales con las que se beneficiarán a lo largo de su
vida, pero mediante las cuales quedan, a su vez, comprometidos a pagar el favor
proporcionando ayuda a quienes les ayudaron.
El sistema de cargos genera una nueva escala social, en la cual los cargueros
van ascendiendo según el lugar que ocupe el culto de la imagen que han tomado
dentro de la jerarquía de cargos de la comunidad y la aportación económica que
implique. Mediante éstos se legitiman las diferencias sociales y de poder al interior
de la comunidad.26
Los cargos más comunes en las comunidades p’urhépecha se presentan a
continuación, aclarando que la denominación varía de una comunidad a otra pero
se mantienen las funciones de los cargueros.
• Mayordomo o carguero mayor. Tradicionalmente es el encargado de
los asuntos materiales, paga las misas semanales y mensuales. Tam-
bién se le llama Capitán, Alcalde, Mesa de Campo, Centurión o
Kenyi. El Kenyi es uno de los cargos de mayor prestigio. Es el mayor-
domo de la Virgen de la Inmaculada Concepción; ayuda al prioste
con los gastos, o lo sustituye en caso de ser necesario y nombra a los
semaneros.27
• Prioste. Se encarga de las cuestiones espirituales y de la organización de
la fiesta patronal. En ocasiones un mismo carguero ejerce de las funcio-
nes de prioste y mayordomo. 26 A pesar de la ayuda que proporcionan a los
• Fiscal. Es el tesorero; vigila que se cumplan las disposiciones establecidas cargueros sus familiares y parientes rituales
para sacar el cargo, hay personas que consi-
para la cuestión ceremonial. deran imposible solicitar un cargo por carecer
de recursos económicos. Es necesario que las
• Semaneros. Son parejas jóvenes que asisten, arreglan y cuidan la capi- personas que constituyen “la ayudanza” de los
cargueros tengan recursos materiales suficien-
lla rotando sus funciones semanalmente. Ayudan económicamente al tes con los cuales contribuir. Se considera que
el sentido de la reciprocidad implica la aporta-
prioste. ción de bienes y dinero, el puro trabajo y la vo-
• Patzari. Compra flores, velas, incienso y todo lo necesario para que el luntad no son suficientes. Entrevista con una
señora de 65 años en Tarecuato, el día 10 de
templo luzca arreglado durante todo el año. Junio de 2004. La señora, con una condición
socioeconómica visiblemente difícil, no quiso
• Uananchas, palmeras o tsitsiki xaciral. Doncellas encargadas durante darme su nombre. La misma información me
dio la Sra. Esperanza Pulido de la población de
un año de cuidar el hospital, el templo, la ropa de la Virgen y adornar el Caltzontzin el día 25de Octubre de 2005.
27 También se le conoce como Quengue. Según
altar, además de atender a los cargueros del hospital.28 Están a cargo de Pedro Márquez, en la antigüedad prehispá-
la esposa del Kenyi. nica el Quengue era el “guardador de maíz
y mazorcas.” Ver: Pedro Márquez Joaquín, “El
Los nombres que reciben los cargueros pueden variar de comunidad en co- significado de las palabras p’urhépecha en
la Relación de Michocán”, en La Relación de
munidad, pero las funciones son básicamente las mismas. En algunas comunidades Michoacán, p. 716.
28 En la época prehispánica había un grupo de
puede haber dos o más personas que compartan una misma función, dependiendo mujeres jóvenes, vírgenes, que vivían reclui-
das en la Guatápera y estaban dedicadas al
de la magnitud del cargo y los recursos de que dispongan en lo individual. servicio del dios Curicaveri, se decía que eran
En algunas festividades no hay cargueros, pero siempre hay comisiones, sus esposas y sólo salían a bailar en las fiestas
del dios. Ma. Teresa Sepúlveda, Op. Cit., pp.
comités o encargados que se desempeñan como organizadores de la fiesta y que, 113-117.

! 82 !
a veces, cumplen funciones similares a las de los cargueros. Por lo general las co-
misiones o comités se integran por gente de prestigio en la comunidad para lograr
la cooperación de sus miembros.29 Es decir, la jerarquía de las personas se aprecia
con relación a las funciones que cumplen.30 Las responsabilidades que estas comi-
siones tienen son pedir una cuota fija o cooperación voluntaria a cada familia de la
comunidad para reunir el dinero para sufragar los gastos de la fiesta, pagar la misa
y llevar las ofrendas, contratar a los músicos, los danzantes, adquirir el castillo,
preparar la comida y darle de comer a los músicos y los danzantes así como pagar
todos los gastos extraordinarios.31

Desarrollo de las fiestas y ceremonias


tradicionales p’urhépecha
Durante el desarrollo de las fiestas o ceremonias tradicionales confluyen múltiples
aspectos sagrados para la comunidad y se ponen en movimiento todas las relacio-
nes sociales, económicas, culturales y políticas que la articulan y conforman. En
este tiempo se busca alegrar a la divinidad mediante danzas, bailes rituales, músi-
ca, e inclusive concursos, torneos deportivos y jaripeos; conversar con lo sagrado o
seres que los representan y agradecer las bendiciones de Dios y de los santos para
los hombres, con la presentación de ofrendas y el pago de mandas.
Los eventos o episodios rituales32 mediante los cuales se integran los cere-
moniales tradicionales por lo general se van desarrollando de la manera que aquí
se presentará, aunque hay una gran cantidad de variantes y posibilidades locales
que a su vez se definen por la reinterpretación que se hace en cada comunidad
de la tradición, así como por la creatividad de la gente involucrada –ya sea como
cargueros, comisionados, danzantes, miembros de las bandas u orquestas musi-
cales, etc.-
Cada fiesta se divide en tres momentos: la víspera, la fiesta propiamente
dicha y la despedida. La víspera puede abarcar desde unos pocos días hasta meses
29 Gunther Dietz, Op. Cit., pp. 185 y 186.
30 En Erongarícuaro, por ejemplo, existe lo que sobretodo en el caso de las fiestas más importantes y que requieren de una gran
se conoce como Mesa Directiva y que viene a
equivaler al sistema de cargos en este pueblo. cantidad de bienes materiales y esfuerzo físico. Hay fiestas de santos cuyos cargos
31 Varios autores señalan que el cambio de
cargueros por comisionados es una de las se toman con un año de anterioridad e implican un trabajo considerable durante
principales razones que han ocasionado la todo ese tiempo.
decadencia del sistema de cargos entre los
p’urhépecha. Ma. Teresa Sepúlveda, Op. Cit., p. La fiesta en sí tiene un día grande, pero por lo general se prolonga por tres y
158.
32 De acuerdo con E. Z. Vogt los episodios ritua- hasta ocho o más días, ya que después de la fiesta vienen los “toros” o el jaripeo y
les “llevan un pequeño conjunto completo
de mensajes que codifican y comunican duran varios días. Por último llega la despedida, es el día en el cual todo el pueblo
información referente a posiciones clave…
acerca de la naturaleza de la vida sociocultural sale a agradecer, despedir y encaminar a las bandas u orquestas musicales que ame-
o el universo natural…” Ver: Andrés Medina nizaron durante los días que duró la fiesta. Veremos a continuación los episodios
Hernández, “La cosmovisión mesoamericana:
una mirada desde la etnografía”, en Johanna rituales más importantes que se desarrollan en cada uno de los momentos en que
Broda y Félix Báez-Jorge (coords.), Op. Cit., pp.
88 y 89, apud en E.Z. Vogt. se divide la fiesta.

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Arantepakua
Altar templo IHS

En la víspera
Llegada de la flor y la cera: un día antes de la fiesta, por lo general en la tarde,
se hace la entrada de las flores que adornarán el templo, así como de los cirios
que se encenderán durante la ceremonia. Estas ofrendas casi siempre son lleva-
das por mujeres quienes hacen un recorrido breve por el atrio antes de entrar al
templo para posteriormente ingresar junto con el sacerdote que celebra. En el
momento del ofertorio, las mujeres caminan hasta el altar y entregan solemne-
mente los cirios y las flores al sacerdote, quien los bendice. Las mismas mujeres
depositan las flores en grandes jarrones dispuestos para este efecto y colocan los
cirios en sus bases.
Entrada de la banda: dependiendo de la relevancia de la fiesta, uno o
dos días antes de la fiesta grande se hace la entrada de la o las bandas. La gente
va a la entrada del pueblo a recibirlas y encaminarlas a la casa de los cargueros 33 El origen de las competencias dentro de las
fiestas tradicionales p’urhépecha se remonta a
donde se les ofrece una merienda de atole, pan, pozole, corundas y alguna be- la evangelización. Señala Warren que Vasco de
Quiroga organizaba competencias de caza de
bida alcohólica. Todo el camino, desde la entrada del pueblo hasta la casa de venado y premiaba a los ganadores con car-
neros y cerdos vivos. Benedict Warren, “Inicios
los cargueros, las bandas van interpretando sus piezas y prácticamente no dejan de la fiesta cristiana indígena en Michoacán”,
de hacerlo durante todo el tiempo que han sido contratados. Este tiempo en en Herón Pérez Martínez (ed.), México en
Fiesta, p. 256.
ocasiones se extiende por varios días durante los cuales se detienen únicamente 34 El canotaje de los p’urhépecha ha adquirido
relevancia internacional en los últimos años. El
para dormir y comer. La música es considerada por los p’urhépecha como una joven José Everardo Cristóbal Quirino, oriundo
de Urandén, se ubica como uno de los mejores
forma de alegrar a sus divinidades. canoístas a nivel mundial. La Escuela de Ca-
notaje “Felipe Ojeda Menocal” con sede en la
Competencias deportivas: En muchas de las fiestas tradicionales se desa- isla de Urandén, entrena a jóvenes promesas
rrollan paralelamente torneos deportivos de básquetbol, que constituye el deporte de la disciplina. Rubén Herrera, “José Everardo
Cristóbal Quirino. Lo impulsan a Beijing 2008”,
más practicado entre los jóvenes p’urhépecha dentro de sus comunidades.33 En en La Voz de Michoacán, Director Gral. Miguel
Medina Robles, Diario matutino, 15 de Octu-
algunas festividades de la región del lago se realizan competencias de canotaje.34 bre de 2005, Sección Deportes, pp. 6D y 7D.

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Nurío
Campeonato de básquetbol LOD

Los partidos comienzan desde unos días antes de la fiesta para hacer coincidir la
final con el día de la fiesta grande y proceder a la premiación aprovechando que
se encuentran diversas autoridades reunidas en el poblado. Los torneos deportivos
enmarcados dentro de un ceremonial tradicional se remiten a las concepciones
sociales en torno a la masculinidad, a la demostración de las habilidades físicas, a
la adquisición de una buena imagen social, al trabajo en equipo, al reforzamiento
de un sentido de permanencia y pertenencia, etc.

El día de la Fiesta
Misas: el día de la fiesta, dependiendo de la relevancia de la misma, se celebran
una o varias misas, que pueden ser las llamadas “de gallo”, a las 5 ó 6 a.m.; las
celebraciones de las 8 a.m. ó 10 a.m. que son por lo común para confirmaciones,
y la misa grande que por lo general se realiza a medio día o a la una de la tarde. Las
misas cotidianamente se realizan en español, aunque llegan a oficiarse en p’urhé,
siempre que el sacerdote lo domine. A oficiar la misa grande de las fiestas patrona-
les acuden varios sacerdotes de la región, e incluso autoridades como los obispos
de Zamora o el arzobispo de Morelia, con lo cual se le da una mayor solemnidad a
la misa grande. En ocasiones en la misa grande tiene lugar el cambio de cargueros.
La estructura de las misas en las comunidades p’urhépecha es muy similar a la que
conocemos dentro del ritual católico romano pero están llenas de particularida-
des que nos remiten de nuevo a los orígenes de la apropiación, reinterpretación
y control cultural que los p’urhépecha han ejercido sobre los elementos católicos
que se les impusieron desde el siglo XVI y que son particularmente visibles en las
actividades y prácticas religiosas y tradicionales como:

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San Andrés Tziróndaro
Copalera IHS

Ukasanástakua
Mujeres con ofrendas IHS

a) Ofrendas: las ofrendas que se realizan son principalmente el maíz en


todas sus formas (mazorcas, hojas y granos de maíz, olotes, tostadas,
tortillas, corundas, etc.), frutos nativos de la región o consumidos am-
pliamente en ella (mandarinas, plátanos, ciruelas, guayabas, capulines,
nísperos, duraznos, etc.), pan de diversos tipos, artesanías locales, dinero
ya sea en moneda nacional o dólares, entre muchas cosas más. La parte
más importante de las ofrendas está constituida por productos agrícolas
ya que para los p’urhépecha éstos están íntimamente relacionados con
su cosmovisión debido a que consideran que las plantas son el vínculo

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San Andrés Tziróndaro Tarejero
Muchachas con ofrendas IHS Ofrendando pan de águila IHS

más estrecho entre los seres humanos y la naturaleza.35 Sin embargo, en


algunas comunidades se aprecia cada vez más la proliferación de ciertos
alimentos procesados (cereales, latería, mermeladas, etc.), utensilios de
cocina, entre otros artículos no originarios de la región como parte de
las ofrendas.
b) Cuelgas: es una manera de demostrar a los sacerdotes un profundo agra-
decimiento por los servicios recibidos y consisten en colocarles unos
cordones pendientes del cuello de donde cuelgan grandes piezas de pan
(que en algunas comunidades les llaman “águilas”) y fruta característica
de la región y de la temporada (plátanos, manzanas, duraznos, granadas,
higos, mandarinas, naranjas, entre otras) o artesanías elaboradas en don-
de se desarrolle la fiesta.
c) Adornos del templo y de las imágenes: las imágenes veneradas son
35 Desde la antigüedad, los tarascos creían que
las plantas, las flores, las frutas y los árboles vestidas a semejanza de los indígenas de la comunidad de que se trate;
estaban en perfecta armonía con los elemen-
tos naturales: tierra, agua, aire y fuego. Para así es posible ver imágenes de la Virgen María vistiendo guanengo, rollo
ellos, la abundancia de productos agrícolas de lana y delantal bordado en punto de cruz, así como al Niño Jesús,
ha significado una buena relación con las
deidades proveedoras, a las cuales se man- San José y otros santos portando calzón de manta y huaraches. El tem-
tiene contentas con ofrendas y sacrificios de
diversos tipos. plo, por su parte, se arregla de acuerdo con los productos característicos

! 87 !
Tarejero Angahuan
Sacerdotes con cuelgas IHS Imagen adornada IHS

de la región, ya sea los que se dan ahí de manera natural o los que son
elaborados por sus artesanos.
d) Pirekuas:36 en algunas misas se llegan a interpretar los cánticos religio-
sos a manera de pirekuas, con lo que se les da un sentido profundamente
étnico. Destaca en este rubro el magnífico coro La Natividad de Arante-
pakua.
e) Danzas: Las danzas constituyen una parte tan importante en las fiestas
tradicionales que, en algunas de ellas, llegan a ser el elemento princi-
pal del ceremonial. A veces se ejecutan durante la misa grande en el
interior del templo, a veces en el atrio y en otras ocasiones en las calles
acompañando a las procesiones o de manera independiente. Las danzas
tradicionales también se presentan en los eventos culturales.
Según García Canclini y Sevilla Villalobos, el origen de las danzas se re-
monta a la representación de “los esfuerzos básicos del hombre, los reproducen 36 Las pirekuas (pirekuecha) son canciones que
se cantan siempre en lengua p’urhé y hablan
estilizadamente, evocan en sus movimientos cotidianos la emoción y la belleza. Es de la belleza de la mujer, de la naturaleza, del
paisaje. Son cantadas a dos voces y acompa-
una creación de grupos y clases sociales, transmite la visión de la naturaleza y de ñadas de guitarras.
37 Néstor García Canclini y Amparo Sevilla Villa-
la historia de los distintos sectores a través de un código de movimiento corpo- lobos, Op. Cit., pp. 29 y 41.
38 Maira Ramírez, “La danza p’urhépecha de los
ral…”37 Mediante las danzas se renueva la identidad étnica, cada vez que se ejecuta moros”, conferencia presentada en Reunión
una danza la comunidad vive, revive y actualiza el ritual que se representa.38 Los del Grupo K’uaniskuiarani en el Ex colegio
jesuita de Pátzcuaro. Pátzcuaro, Mich., 25 de
temas más recurrentes en las danzas son alusivos a la conquista militar y espiritual, septiembre de 2004.

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Jarácuaro
Interior del templo IHS

Ocumicho
Mujeres Danza Caballito IHS

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Arantepakua
Niño Moro IHS

! 90 !
Arantepakua Ocumicho
Niño Moro IHS Danza Venado IHS

al discurso entre el bien y el mal, a las actividades laborales, a los animales, algunas
tienen una clara connotación de la atracción entre los sexos y el despertar de la
sexualidad, los ritos de la fertilidad, entre otros. Unas danzas son realizadas como
mandas para agradecer o pedir favores a las imágenes sagradas; otras manifiestan
las diferencias entre el comportamiento correcto y el incorrecto, así como el que
deben guardar el hombre y la mujer.
Algunos danzantes portan máscaras, que se usan para enfatizar ante la co-
munidad lo que se considera una buena conducta y una inaceptable. Las máscaras
“proyectan amenaza y belleza… son núcleos de rituales multidimensionales orien-
tados hacia la conservación del control social de la distribución de excedentes, la
negociación, el establecimiento de la posición individual y la renovación de la
identidad de grupo.”39 Los tipos de máscaras que se usan en una danza dependen
de la temporada del año; por ejemplo, en invierno hay tres que se portan en los
bailes: los viejos, los negros y los feos. Las dos primeras categorías corresponden
a los “bonitos” y están asociados a vistosos tocados y hermosos vestidos; mientras
que los feos son el contrario de los otros dos, sus trajes están hechos de materiales
de deshecho y son grotescos; actúan de manera irritada e impaciente. Estas va-
riantes de máscaras representan oposiciones como: serio-excéntrico, viejo-joven,
39 Janet Brody Esser, Op. Cit., p. 21.
40 Ibíd., pp. 21 y 239. negro-blanco, masculino-femenino, bueno-malo, etc.40

! 91 !
Zacán Capacuaro
Danza Cúrpites IHS Danza Negritos IHS

Teniendo en cuenta que no existe un patrón claro ni definitivo a nivel de las


cuatro regiones p’urhépecha de cuándo y por qué se ejecuta una determinada dan-
za dentro de una fiesta o ceremonia, se mencionarán a continuación las principa-
les danzas incluidas en este libro. La Danza de los Moros está relacionada con las
festividades del santo patrono y algunas otras celebraciones en una gran cantidad
de poblados de las cuatro regiones; se representa con múltiples variantes locales y
se ejecuta por hombres a pie en la mayoría de los casos, pero también por hom-
bres montados a caballo como en Nahuatzen o por mujeres, las moras, como en
Santa Fe de la Laguna. El origen de esta danza se relaciona con el enfrentamiento
en España entre moros y cristianos y la victoria de los segundos al ser amparados
por Santo Santiago o San Jorge.41 La Danza de los Viejos que está relacionada con
la renovación de la jerarquía tradicional en los pueblos se baila por lo general en 41 En Tarejero se considera que la danza de los
Diciembre, Enero y Febrero y aquí se muestra en Uricho y Tócuaro. La Danza de moros es una representación de un pasaje
bíblico en la cual “salen las siete naciones
las Mariposas y la Danza del Pescado, según García Contreras, sugieren tener an- que no creían en Dios y hacen la señal de la
cruz en el piso, lo cual significa que empiezan
tecedentes prehispánicos por el culto a estos animales42 y se bailan en las fiestas del a creer en él… es cuando Moisés va a bajar
las tablas y anda abajo la lujuria y después los
Espíritu Santo en Ukasanástakua. Por su parte, la Danza del Venadito se relaciona corren del templo y por eso se salen y luego
entran arrepentidos a dar las gracias…” Infor-
con la preeminencia y sacralidad de este animal desde tiempos remotos; mientras mante: Sr. Óscar Gavia Téllez, Tarejero, Mich., 4
que la de los Pukis o Tigres está vinculada a la petición de lluvias mediante la lu- de Octubre de 2003.
42 Manuel García Contreras (coord.), Op. Cit., pp.
cha ritualizada de jóvenes enmascarados que llevan símbolos de animales silvestres 9-26.

! 92 !
Tzintzuntzan
La Judea IHS

como cuernos, máscaras de jaguares o bien, a ciertos animales salvajes disecados.43


La Danza de los Kúrpites es ejecutada por los jóvenes de San Juan Nuevo Paran-
garicutiro y los de Caltzontzin y se remite al ritual de cortejo además de que posi-
blemente tiene vinculación con el significado de las Danzas de Viejos.44 La Danza
del Caballito, relacionada con la conquista de la Nueva España y con la fuerza y el
poderío del caballo45 es ejecutada en la fiesta del Cristo Milagroso en Ocumicho.
La sangre que brotaba de los danzantes heri-
43
Hay también danzas que se presentan dentro del contexto de concursos,
dos se ha considerado dentro de la cosmovi-
sión de los pueblos mesoamericanos como un eventos o festivales culturales como el de Zacán; donde destacan la Danza de las
alimento para los dioses encargados de pro-
veer las lluvias. La sangre, de hecho, es vista Panaderas de Tarecuato y la Danza de los Viejitos de Sicuicho.
como un líquido vital al igual que el agua. El
rugido del jaguar, por su parte, se asocia con Representaciones teatrales: Dentro de algunas fiestas se preparan represen-
el trueno. Johanna Broda, “La Etnografía de la
Fiesta de la Santa Cruz”, en Johanna Broda y taciones teatrales como parte del ceremonial tradicional, siendo las más conocidas
Félix Báez-Jorge (coords.), Op. Cit., p. 202. las que se hacen con motivo de la Semana Santa y la Navidad. En dichas épocas
44 Janet Brody Esser, Op. Cit. pp. 75-77.
45 Manuel García Contreras (coord.), Op. Cit., pp. tienen lugar los dramas de la Judea y las Pastorelas que son considerados “reliquias
9-26.
46 Janet Brody Esser, Op. Cit., p. 209. del teatro evangelizador.”46 La Judea es la personificación que hace la gente de

! 93 !
Tzintzuntzan
La Judea IHS

la comunidad de la pasión de Cristo. En ella se busca representar episodio por


episodio el sufrimiento de Jesús y de la Virgen María para hacer reflexionar a los
espectadores periódicamente sobre su conducta y el compromiso con la Iglesia de
Cristo. Por lo general, los personajes son caracterizados por jóvenes y constituye
una gran distinción el ser elegido para participar en la Judea.
Para preparar las celebraciones por el Nacimiento de Jesús, en la época de
fin de año se realizan representaciones teatrales que se conocen como “Pastorelas”,
expresión que se constituye como un género en sí mismo ya que comprende dis-
cursos, música, danza, una vestimenta determinada, entre otros elementos, y tie-
nen la finalidad de hacer reflexionar a los espectadores sobre el bien y el mal, sobre
el pecado y la redención, así como sobre la maternidad inmaculada de la Virgen
María y el nacimiento de Cristo que se hizo hombre para salvar a la humanidad
del pecado. Durante los ensayos de las Pastorelas los jóvenes tienen la oportuni-
dad de tratarse y comenzar relaciones de noviazgo. En las Pastorelas participan
los Diablos, así como los Ermitaños, quienes tienen la función de satirizar a las
autoridades civiles y están relacionados con las festividades de fin e inicio de año
en múltiples comunidades.47
En este libro se presentan la Judea en el pueblo de Tzintzuntzan, así como
las Pastorelas en las comunidades de Urandén, Cocucho y Tócuaro. 47 Ídem.

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Cocucho Cocucho
Mujeres afuera del templo IHS Señora con donas IHS

Banquetes ceremoniales: una parte muy significativa de las fiestas tra-


dicionales se refiere a los banquetes ceremoniales que abarcan desde los rituales
de su preparación, la disposición de los lugares en las mesas, el orden en que se
sirven los platos, el orden en que se ingieren los alimentos, a quiénes se ofrecen
bebidas alcohólicas y con qué frecuencia, quiénes son los encargados de atender y
servir a los invitados, etc. La cocina es uno de los espacios donde mejor se aprecia
el resultado de la apropiación y el control cultural que se ha dado desde el siglo
XVI. Los platillos más comunes que se preparan en los banquetes ceremoniales
p’urhépecha son: el churipo (es un caldo de verdura que en la sierra se hace con
carne de res y en el lago con pescado), el arroz con pollo y mole, el pozole, las
corundas (en sus diferentes variedades), las atápakuas (variedades de sopas espe-
sas de maíz con pedazos de queso), los nacatamales (tamales pequeños rellenos
de carne en salsa de chile rojo y envueltos en hojas de maíz), el pescado guisado,
el pan en diferentes preparaciones y ocasionalmente, birria.48 La mayoría de es-
tos platillos contiene una gran cantidad de ingredientes de origen prehispánico
así como algunos otros introducidos por los españoles –aunque su origen sea
48 En la época prehispánica se consumía carne
de venado, armadillo, el llamado perro azteca africano o asiático;49 muchos de ellos se elaboran a base de maíz: corundas –tam-
y guajolote en raras ocasiones, generalmente bién conocidas como tamales en el área p’urhé-, atole, pozole, tortillas, jauákatas
durante episodios rituales.
49 El arroz se consume muchísimo, así como la (especie de corundas elaboradas con capas alternadas de maíz y frijol, envueltas
carne de res, de pollo y de cerdo, introducidas
en la época de la conquista. en hojas de maíz), entre múltiples variedades. Se utiliza ampliamente el frijol,

! 95 !
Tarejero
Mujer cocinando IHS

la calabaza, el chile y el jitomate. Para el mole, además de utilizar una variedad


de chiles, se emplea cacahuate, piñón y cacao, nativos de América. En los ban-
quetes ceremoniales, así como durante el desarrollo de las fiestas tradicionales
p’urhépecha hay un consumo bastante elevado de bebidas alcohólicas, siendo
éste uno de los mayores problemas sociales que aqueja a la sociedad p’urhé. Aún
cuando antropológicamente se considere que la embriaguez “implica una cla-
se de trascendencia, destapar lo reprimido…”50 existe una diferencia entre la
embriaguez ritual y la “borrachera” y ésta radica básicamente en que durante
la primera se consumen principalmente aguardientes producidos localmente y
dentro de ciertos límites.51 De hecho, se pasa del acto ritual al de la borrachera en
el momento que aumenta desmesuradamente el consumo de bebidas alcohólicas
de marcas nacionales, no producidas localmente, sin un marco ceremonial que
amerite el consumo de alcohol.52
Es importante señalar que en los banquetes que se realizan dentro de espa-
cios sagrados, tales como los anexos de las iglesias, casi nunca observé el consumo
de bebidas alcohólicas ni de cigarrillos, productos que se consumen con abun-
Johanna Broda y Félix Báez-Jorge (coords.),
dancia en otro tipo de recintos y que se entregan entre compadres como ofrendas 50
Op. Cit., p. 457.
rituales o como símbolo de extrema cortesía entre el anfitrión y sus invitados. 51 En ninguna de las visitas que se realizaron
para el presente trabajo observé a un carguero
Por lo general, se designa a una o más parejas o a determinadas mujeres para ebrio al grado de perder el juicio. Todos consu-
men bebidas alcohólicas pero hasta el punto
atender a los asistentes, unos se encargan de servir a la mesa principal y los demás donde puedan seguir ejerciendo un control
propio y social ya que de ellos depende en
atienden al resto de los comensales. Sólo ellos pueden llevar o retirar cosas de las gran medida el comportamiento de los de-
más durante la realización de la fiesta en
mesas. La bebida, por su parte, es “administrada” por uno o más señores. Tanto los donde son actores principales.
platillos como las bebidas deben de ser ingeridos por la persona a la que se le han 52 Información proporcionada a la autora por la
Mtra. Aída Castilleja, Pátzcuaro, Mich., 25 de
servido, de quien se espera que los consuma en su totalidad. Septiembre de 2004.

! 96 !
Tarerio
Mujeres brindando IHS

Arantepakua
Señora sirviendo atole IHS

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San Andrés Tziróndaro
Cuetero IHS

! 98 !
San Andrés Tziróndaro
Procesión IHS

Procesiones: Las procesiones tienen la función de marcar y recordar perió-


dicamente los lugares sagrados para la comunidad, sus centros, límites, márgenes
y fronteras interiores (domésticas, de barrio, de mitades o bien, comunitarias)
al tiempo que reafirman las relaciones sociales comunitarias.53 En algunas fes-
tividades las procesiones se hacen en la víspera, sin embargo, en la mayoría de
los pueblos se realizan el día grande por la tarde, como a las 5 ó 6 p.m. La gente
comienza a congregarse en el atrio del templo. Con todo cuidado y reverencia
sacan a la imagen del templo y hacen un recorrido por las calles del poblado,
deteniéndose a orar en cada una de las estaciones preparadas para tal efecto.54 La
procesión lleva un orden cuidado. Es un desfile en donde cada grupo ocupa el
lugar que le corresponde según su rango.55 Generalmente van presididas por el
sacerdote, pero hay casos en los que no participa ninguna autoridad eclesiástica,
solamente los cargueros y la gente de la comunidad se encargan de transportar a
53 Alicia M. Barabas (coord.), Op. Cit., p. 29. la imagen. Primeramente caminan quienes llevan cargando a la imagen, después
54 Teniendo al templo como referencia, la proce-
sión debe pasar por cada una de las unidades siguen diversos grupos ordenados jerárquicamente y hasta el final va tocando la
territoriales en que se divide el poblado, o banda, que ameniza el recorrido con música típica de la región.
bien, por las capillas que las representan den-
tro del templo o de su atrio. Aída Castilleja et En cada estación el “cuetero” va lanzando cuetes al aire, indicando por
al. “Puréecherio, juchá echerio. El pueblo en el
centro”, en Ibíd., p. 274. donde va pasando la procesión, con lo cual la gente que no se ha integrado toda-
55 Al hablar de las procesiones en la Nueva Espa-
ña, Florescano señala que el orden jerárquico vía a la caminata puede ubicar el sitio donde se encuentra la imagen y anexarse
se debía reconocer por los miembros de la co-
munidad y expresarse en imágenes aceptadas al recorrido. Algunas de las procesiones con mayor participación que se registran
por la mayoría de la población, expresando en la zona p’urhé son las de Semana Santa en Tzintzuntzan, la de Cristo Rey en
la desigualdad de las estructuras sociales.
Enrique Florescano, Etnia, Estado y Nación, Patamban, la de la Santa Cruz en Zipiajo, algunas del Corpus, la de San Luis Rey
México, Nuevo Siglo/Aguilar, 1997, pp. 234 y
235. en Nahuatzen, entre otras.

! 99 !
Tarecuato
Músicos GW

La Pacanda
Procesión con banda IHS

! 100 !
Música: La música es parte vital del ceremonial. Las bandas están presentes
en los cambios de cargos y fiestas familiares, acompañan las danzas, amenizan los
toros. Las piezas que interpretan las orquestas56 y las bandas57 p’urhépecha son so-
nes y abajeños. Los primeros pueden ser alegres (inspirados en animales como pá-
jaros y peces) o tristes (creados con base en impresiones personales sobre mujeres
y flores.) Los sones tarascos típicos son originarios de la sierra y el lago; no siempre
son cantados ni bailados. Los abajeños, por su parte, se componen en la sierra y
son parecidos a los de la Tierra Caliente, que se ejecutan en arpa grande.58
Las competencias musicales no son únicamente cuestión de rivalidad en-
tre bandas, sino que representan a fin de cuentas el conflicto social y la lucha por
ganar prestigio en la comunidad, así como también simbolizan la problemática
regional.59 Estas competencias, a la vez, envían un mensaje sutil de integración
comunitaria a los espectadores. Contratar a una banda muy prestigiada es una
clara demostración del poder adquisitivo, de quiénes son más fuertes, quiénes
son “más machos”, qué pueblo es mejor que el otro, qué partido político es
mejor que el otro, según el barrio o el carguero que los haya patrocinado. Hay
comunidades en las que incluso se llegan a contratar bandas de renombre na-
cional como “Los Terrícolas”, que han amenizado en Arantepakua y Sicuicho,
entre otros ejemplos.
El vestido de fiesta: La ocasión festiva se aprovecha por los miembros de
56 Las orquestas de cámara populares son carac-
terísticas de las fiestas p’urhépecha y se com- la comunidad para lucir las mejores galas, distinguiéndolas fácilmente de las de
ponen de violines, viola, violonchelo y contra-
bajo, agregando a veces otros instrumentos
uso cotidiano por ser nuevas, de mejores materiales y haber sido confeccionadas
como guitarra, flauta, trompeta, corno y con especial empeño. En los pueblos p’urhépecha, la vestimenta tradicional sigue
clarinete. Jesús Bugarini, Zacán, Renacimiento
de una Tradición, Morelia, Gobierno del Estado siendo usada principalmente por las mujeres, con diversas modificaciones y ade-
de Michoacán, 1985, p. 9.
57 Las bandas varían en número de integrantes cuaciones según el ya explicado mecanismo de apropiación y control cultural.60
pero siempre se componen por un mínimo
de cuatro instrumentos: trompeta, clarinete, Los varones, si bien han abandonado el uso del vestido tradicional, portan con
tambor y trombón. Las hay de hasta cuarenta
músicos, en cuyo caso tocan todos los instru- orgullo el vestuario que les corresponda cuando son partícipes de alguna danza o
mentos de cuerda y percusiones. Ídem. actividad que lo requiera.
58 Álvaro Ochoa, Op. Cit., pp. 40-42.
59 Arturo Chamorro Escalante, Op. Cit., p. 262; Generalmente se estrena el día de la fiesta, especialmente si se es parte de un
Álvaro Ochoa, Op. Cit. Ver también: Ángel
Quintana Sanabria, Op. Cit. ceremonial importante. La vestimenta tradicional se confecciona durante varios me-
60 La vestimenta tradicional es un elemento
importante de la identidad comunitaria. Es ses previos a la fiesta y existe un sentido de orgullo en la persona que elabora y porta
fácil distinguir a qué comunidad pertenecen
las mujeres según su atuendo. Ellas mismas la prenda. En ocasiones, la persona que usará el vestido es la encargada de su elabo-
explican que en su pueblo “se usan las naguas ración pero en muchos casos, el significado ritual de la confección de cierta parte del
un poco más largas que en el pueblo que si-
gue” o “aquí el bordado se hace de un punto atuendo recae en otras personas, generalmente las mujeres familiares (madre, herma-
y no de dos” o “aquí usamos el rollo solo de
lana.” Es decir, se está plenamente conciente nas, primas) de quien la usará, aunque también pueden estar involucradas la novia o
a nivel comunitario de que un pequeño cam-
bio en las prendas de vestir con respecto a las las amigas de un joven, dependiendo del evento o ceremonia de que se trate.
usadas en otro poblado implica un significado
profundo y seguir su tradición es motivo de Los elementos del vestido tradicional de fiesta61 en el caso de las mujeres
identificación y orgullo local. son: el guanengo o blusa de algodón, terciopelo o satín bordada con diferentes
61 En muchas comunidades se usa todavía de
manera cotidiana el vestido tradicional pero motivos; las enaguas (rectángulo de tela que se plisa en la parte posterior y lleva
las prendas no son nuevas ni las de mejor
calidad que se posea. una franja bordada en la parte inferior); el rollo (va sobre las enaguas, antes era

! 101 !
Sevina Sevina
Vestido de Tarecuato IHS Diablo de Janitzio IHS

Ukasanástakua Ukasanástakua
Vestido tradicional IHS Máscara IHS

! 102 !
Ukasanástakua
Sombrero de Viejitos IHS

sólo de lana ahora también se usa de otros materiales); el delantal (cubre la par-
te frontal del rollo y es una de las prendas que mayor elaboración requieren, se
hace de algodón, satín o terciopelo y se borda con especial esmero); las fajas de
lana (que sujetan las enaguas y el rollo); el rebozo (prenda muy valorada entre las
p’urhépecha que se usa con las puntas almidonadas y es elaborada con diferentes
materiales en la actualidad, siendo los más valorados los de lana, seda, artisela y
algodón de excelente calidad); además de accesorios corporales como moños o
listones, collares, huaraches o zapatos de charol, entre otros.62
Los hombres por lo general usan pantalones de gabardina o mezclilla, ca-
misas o playeras de algodón o fibras sintéticas con diferentes motivos, botas o
zapatos tenis, sombrero o gorra. El uso del calzón y camisa de manta, gabán y
huaraches ha quedado rezagado, se usa casi exclusivamente por grupos de dan-
zantes o por hombres muy mayores en las comunidades más tradicionales. Si un
joven participa de una danza o número especial dentro de la festividad, prepara su
ajuar también con meses de anticipación. En raras ocasiones ellos mismos ayudan
a bordar sus “capas” o sus “delantales” pero lo más común es que sean sus madres,
hermanas o novias las encargadas de su elaboración.
Las máscaras, se ha mencionado ya, son un componente especial e impor-
tantísimo del vestuario de fiesta. Éstas pueden ser elaboradas por el propio dan-
zante, adquiridas con algún artesano de prestigio o bien ser parte de la tradición
62 Amalia Ramírez Garayzar, “La indumentaria de familiar, en cuyo caso hay máscaras que han pasado de generación en generación
fiesta de los p’urhépecha”, en Herón Pérez Mar-
tínez (ed.), México en Fiesta, pp. 501 y 502. por muchos años.

! 103 !
Arantepakua
“El Torito” IHS

“El torito”, “la topa” o “el toro de once”: Es una costumbre muy arraiga-
da en las comunidades p’urhépecha que las jovencitas salgan a bailar alegremente
por las calles del poblado agitando servilletas blancas con una imagen de un toro
bordado o pintado, hasta la jefatura de tenencia o el atrio de la iglesia y de ahí
sigan hasta el toril para que después de inicio el jaripeo.63 Van seguidas y animadas
por una banda musical y por la gente que se une a su paso. Esta práctica tiene
una clara alusión a los rituales de la fertilidad y el inicio del cortejo entre los sexos
opuestos, ya que las jóvenes se visten con sus mejores trajes y se arreglan esmerada-
mente para lucirse ante los jóvenes galantes que observan su paso. Anteriormente
este baile era solamente practicado por jóvenes casaderas, pero en la actualidad
salen a bailar también algunas mujeres casadas, jovencitas de 12 ó 13 años, niñas
63 En la cosmovisión mesoamericana el toro
y algunas personas mayores. En algunas comunidades “sueltan un toro” (que en ha sido un símbolo claramente alusivo a la
muerte y el sacrificio, pero también a la fer-
realidad llevan lazado y sólo lo sueltan un poco) que dejan que recorra las calles tilidad. Jacques Galinier, “Una mirada detrás
y haga correr a los muchachos que le van cortando el paso en señal de audacia y del telón. Rituales y cosmovisión entre los
otomíes orientales”, en Johanna Broda y Félix
temeridad. Atrás de él vienen las muchachas bailando. Báez-Jorge (coords.), Op. Cit., p.460.

! 104 !
Zacán
Toro IHS

Toros o jaripeo: Casi todas las fiestas importantes incluyen uno o varios
días de “toros”, como se les conoce a los jaripeos en las comunidades p’urhépecha.
Éstos empiezan un día después de la fiesta grande y se pueden prolongar por varios
días. El jaripeo constituye una de las actividades de socialización y cortejo entre
las jóvenes casaderas de la comunidad y los jinetes que desean a toda costa mos-
trar su hombría y valentía dominando al toro. En su significado más profundo y
ancestral, el jaripeo implica dominar a una bestia, contando para ello con el favor
de los dioses; esto implicaría que quien es el mejor jinete ante los ojos de la comu-
nidad ha ganado primeramente el reconocimiento de la divinidad. El desarrollo
del jaripeo es amenizado por música de banda. Generalmente las muchachas son
las encargadas de premiar a los ganadores, para lo cual ellas mismas han adquirido

! 105 !
Tingambato
Músicos en jaripeo IHS

Tingambato
Jaripeo IHS

! 106 !
Ahuirán
Jaripeo IHS

San Andrés Tziróndaro


Jinetes encomendándose IHS

previamente diversos obsequios. Los mejores toros se reservan para el final del jari-
peo, por lo que se considera el mejor día. Las muchachas, llamadas marichas, que
se encargan de premiar a los jinetes, pueden bailar, si así lo desean, con los jinetes
o con algún espectador antes de dar comienzo propiamente al jaripeo.
En Nahuatzen, por ejemplo, después de la fiesta de San Luis Rey hay siete
días de toros y los premios van desde cobijas hasta televisores, equipos de sonido y
videocaseteras. En San Andrés Tziróndaro, como en otros poblados, el jaripeo revis-
te un significado profundamente ritual y es indispensable para los jinetes contar con
la “bendición” de sus mujeres (novias o esposas) antes de salir a domar al toro.

! 107 !
La Pacanda
Mujeres bailando IHS

Baile: Es un elemento que está siempre presente en las fiestas tradicionales


p’urhépecha. Hay bailes rituales y bailes de esparcimiento o bailes populares. Los
bailes rituales se dan por lo general en el marco de una ceremonia solemne como
en el cambio de cargos, en una boda, en un bautismo, en el pedir permiso al jefe
de tenencia para realizar alguna actividad, entre otras. Dentro de estos bailes cada
participante conoce muy bien su rol. Los bailes son discretos, el cuerpo se man-
tiene casi sin moverse, salvo por el zapateado, la cara no muestra gestos. Lo más
común es que el baile se realice entre las parejas constituidas formalmente como
marido y mujer, o entre compadre y comadre, que en este caso mantendrán un
comportamiento aún más sereno y solemne. El baile es una forma de alentar una
relación más cercana, no por ello menos respetuosa y ceremoniosa, con la gente
con la que se tienen o se establecen vínculos de parentesco.
El baile popular, por otra parte, se realiza a nivel del pueblo y se lleva a cabo
casi siempre en la plaza principal o a veces en el atrio de la iglesia. Por lo general,
comienza después de la quema del castillo. En el baile popular intervienen las ban-
das que han amenizado los días de fiesta, pero en ocasiones se contrata a grupos
de fama regional o nacional, con lo cual se asegura una gran afluencia de personas
de comunidades vecinas. Muchas de estas personas llegan a la comunidad en fiesta
hasta en la noche, sólo para el baile. El baile es un buen momento para iniciar el
cortejo, un romance o una amistad. Es importante porque, gracias a la participa- 64 Con esto no se niega que llega a haber enfren-
ción de miembros de comunidades vecinas, se logra una cierta integración regio- tamientos y pleitos fuertes, sin embargo con-
tribuyen en lo general a una mejor integración
nal y se pueden dirimir conflictos regionales o entre comunidades.64 de las personas.

! 108 !
San Jerónimo Purenchécuaro
Elaboración del castillo IHS

Castillo: es casi una regla general que en las fiestas importantes de las co-
munidades p’urhépecha se queme por lo menos un castillo. Éste expresa la al-
garabía popular y representa el clímax de la fiesta a nivel popular. Los castillos
más grandes y espectaculares se queman en las fiestas patronales. Los castillos
son pagados por uno o varios patrocinadores, o bien, mediante la cooperación de
todo el pueblo; en ocasiones hay varios patrocinadores y llega a haber hasta tres
castillos “por el puro gusto.” Hay gente especializada en la elaboración de castillos
los cuales llegan a costar hasta $50,000 e incluso mayores cantidades de dinero. El
castillo se quema en la noche, casi siempre como a las once, para iniciar el baile y
dar por concluidas las actividades del día grande de la fiesta.

! 109 !
San Andrés Tziróndaro
Juegos pirotécnicos IHS

Fuegos artificiales: En algunas comunidades, además del castillo se patro-


cinan fuegos artificiales. Éstos le dan mayor realce a la celebración y contribuyen
a que la gente se vaya contenta del pueblo y hable bien de los responsables de la
organización de la fiesta.

La Despedida:
Concluidas las actividades festivas, la gente del pueblo sale “hasta la carretera” a
despedir y agradecer a las bandas y a los jinetes que participaron en la comunidad
y se les da pan, atole y corundas para que lleven a su regreso.65 Por lo general la
despedida se hace a las 11 a.m. ó 12 p.m. Después la gente regresa a sus casas para
recoger los trastos sucios que dejaron sus visitantes, ponerlas en orden y prepararse
para continuar con sus labores cotidianas.

La Octava:
Algunas de las fiestas más importantes de las comunidades tienen su Octava, que
consiste en una fiesta que se realiza exactamente a los ocho días del día grande. 65 Para los p’urhépecha la concepción del es-
Estas fiestas por lo general son más locales y se realizan para disfrute de la gente pacio de la comunidad llega hasta donde
terminan los linderos del pueblo, por eso es
del poblado, quienes durante los días de la fiesta grande se encargaron de cumplir necesario acompañar a las bandas y jinetes
hasta las orillas del mismo. Aída Castilleja,
con sus obligaciones como cargueros, o como parte de “la ayudanza” y de atender “Puréecherio, juchá echerio…”, pp. 272-274.

! 110 !
Zacán
El castillo IHS

a sus invitados. De todas formas acude un gran número de personas de los pueblos
vecinos, sobre todo cuando la fiesta de la Octava goza de buena fama e incluye
otros días de toros. Finalizando la Octava, se dan por terminadas las actividades
relativas a la fiesta o ceremonia específica.
En cuanto finaliza una celebración en las comunidades p’urhépecha, co-
mienzan los preparativos de la siguiente festividad, o bien los de la que acaba de
terminar pero para el siguiente año.

! 111 !
4. El ciclo
festivo anual

C  podido observar, las fiestas en las comunidades


p’urhépecha están ligadas a su existencia y pervivencia social. Dichas fiestas se su-
ceden respondiendo a un ciclo festivo anual, sistematizado de manera social desde
tiempos ancestrales por las propias comunidades, con patrones que se remiten a la
época prehispánica y que se repiten con características similares en mayor o me-
nor grado en el territorio mesoamericano.1 El ciclo en cuestión se basa en las dos
grandes temporadas del año que hay naturalmente en México: la época de secas y
la de lluvias y a partir de esta división se realizan varias subdivisiones de acuerdo
con las regiones en donde tienen lugar los festejos.
Los rituales y ceremoniales que se desarrollan en cada una de las temporadas
responden a las necesidades sociales y de subsistencia relacionadas con el ciclo vital
y los cultos tradicionales que se desprenden de éste. Así, se ha propuesto que el
cultivo del maíz es el eje alrededor del cual giran las celebraciones festivas y a partir
del cual se han generado cosmovisiones que comparten una misma esencia.2 El
cultivo del maíz representa las etapas de la vida humana y animal desde la fecun-
dación, el nacimiento, el crecimiento, la reproducción, la muerte y el regreso a la
tierra de la materia que ha cumplido un ciclo de vida. Dentro de este ciclo se han
insertado las celebraciones cristianas y marianas de las imágenes adoptadas por las
comunidades, convirtiéndose en parte esencial del calendario festivo p’urhé.
En la antigüedad, por medio del calendario se organizaban la siembra y el
cultivo, fases agrícolas estaban encomendadas a deidades específicas, responsables
de proveer buenas cosechas y a quienes se ofrecían festividades con una amplia
participación de la sociedad tarasca. En esa época se llevaban a cabo una gran
Andrés Medina Hernández, Op. Cit., p. 124,
1
cantidad de fiestas, ya que dentro de cada mes se establecían bloques de cinco o
apud en Alfredo López Austin.
2 Ibíd., p. 125. diez días que se identificaban con la duración de periodos festivos.3 Como señala
3 Helen Perlstein Pollard, “Factores de desarro-
llo…”, p. 233. Florescano, es en este punto que el calendario se volvió una institución del Estado

! 113 !
y los ritos agrícolas celebraciones políticas.4 En Michoacán estas fiestas estaban
dedicadas a Curicaveri, Cuerauáperi, Xaratanga y los dioses de la fertilidad, ya que
se relacionaban con el ciclo anual de la siembra y la cosecha y de ellos dependía la
glorificación del Estado. En la actualidad es posible observar vestigios de algunas
de estas manifestaciones culturales que se erigieron como fuente del legado tradi-
cional y de la propia memoria comunitaria de los antiguos tarascos.
Como se mencionó anteriormente, las fiestas y ceremonias que se incluyen
en este trabajo son únicamente representativas del ciclo festivo y, aunque se han
seleccionado ciertas comunidades para ejemplificar cada celebración, una gran
cantidad de fiestas en honor de una misma imagen o motivo tienen lugar en varios
poblados en la misma fecha.
En este trabajo se ha tomado como comienzo del ciclo festivo el día primero
de Febrero, fecha en la que se celebra el inicio de año p’urhé, con el encendimien-
to del Fuego Nuevo. Esta fecha, si bien es cierto que no puede considerarse como
parte del ciclo anual, resulta un punto de referencia por su significado étnica.
Posteriormente se aborda el día de la Candelaria, que ocurre el día dos de Febrero
y en el que se hace el levantamiento del Niño Jesús.5 En esta obra se incluyen
las conmemoraciones de Cuaresma y Semana Santa considerándolas como una
expresión de la compleja organización y vida ceremonial comunitaria. Si bien es
evidente que este periodo es de sufrimiento y recogimiento como señal de respeto
y dolor por la Pasión de Cristo, hay que señalar que el Domingo de Pascua o Re-
surrección marca una de las celebraciones festivas más importantes de la religión
católica, ya que se recuerda el triunfo de Cristo sobre la muerte y el pecado. Las
celebraciones conmemorativas de la Semana Santa tienen lugar en fechas variables
de acuerdo con el calendario litúrgico y comienzan con la realización del Martes
de Carnaval, para dar lugar al Miércoles de Ceniza, inicio propiamente dicho de
la Cuaresma, que a su vez engloba el Domingo de Ramos y los días Santos: Jueves,
Viernes, Sábado de Gloria y Domingo de Pascua o Resurrección.
Posteriormente, se presentan las fiestas y ceremonias relacionadas con la
llegada de la temporada de lluvias y que comienzan con la celebración de la Santa
Cruz el día 3 de Mayo, la fiesta de San Isidro Labrador y el Espíritu Santo, tam-
bién en Mayo; las múltiples festividades del Corpus durante los meses de Junio a
Agosto (aunque el último Corpus del año es el día 23 de Diciembre en la comu- 4 Enrique Florescano, Historia de las Historias de
nidad de Santo Tomás) y el día de San Pedro y San Pablo el día 29 de Junio. Du- la Nación Mexicana, México, Taurus, 2004, p.
123.
rante Septiembre y Octubre tienen lugar diversas fiestas patronales, relacionadas 5 Aunque es muy difícil acordar un punto de
partida del ciclo festivo para las comunida-
de igual manera, con la producción agrícola y con la experiencia adolescente del des p’urhépecha, se ha optado por comenzar
el día en que los p’urhépecha celebran de
despertar de la atracción hacia el sexo opuesto. manera oficial el inicio del año. Esta fecha
parece adecuada además por su cercanía con
Noviembre celebra solemnemente a los muertos. La Noche del día prime- el 2 de Febrero en que se renueva la jerarquía
ro se conmemora a los fieles difuntos y el día dos es el día de Todos los Santos. A ceremonial y se rinde culto a los ancianos en
varios poblados. Véase: Mario Padilla Pineda,
su vez, en este mes han concluido las lluvias y, por ende, comienza la temporada Op. Cit., pp. 69 y 70.

! 114 !
de cosecha y almacenamiento. Ésta es una celebración de tipo agrícola, a pesar
de su carácter luctuoso, según la posición de Catherine Good Eshelman, ya que
se considera que los difuntos interceden para que se pueda obtener una buena
cosecha.6 En este trabajo quedan incluidas las celebraciones de muertos porque
en ellas es posible observar las complejas formas de organización y articulación
de la comunidad.
Para concluir el año, las comunidades indígenas llevan a cabo fervorosa-
mente las Pastorelas, que comienzan a representarse en el mes de Diciembre y
hasta el día dos de Febrero, en que cierra un ciclo y empieza uno nuevo. La Noche
Buena y Navidad se enmarcan dentro de las festividades de fin de año, o bien
tienen lugar de una manera discreta. El 31 de Diciembre y 1 de Enero tampoco
son fechas en las que las comunidades celebren a la usanza mestiza, cuando más se
llega a una misa de acción de gracias y una sencilla merienda familiar.
El 6 de Enero, día de Reyes, los p’urhépecha celebran la adoración de Jesús.
Todo el mes de Enero se representan Pastorelas y tienen lugar algunos festejos de
fin de año. Así concluyen las celebraciones de fin de año y se da inicio al siguiente
ciclo festivo anual.7
Una gran cantidad de fiestas patronales, festividades no patronales, celebra-
ciones en honor de Jesucristo o de la Virgen María y algunos festivales culturales
se desarrollan intercaladamente, y en ocasiones sobrepuestos a los bloques de cele-
braciones más generalizadas a lo largo de todo el año. En estos casos, las fiestas se
presentarán dentro del periodo de celebraciones donde tienen lugar. Las celebra-
ciones familiares como el matrimonio, el bautismo y la primera comunión, que
tienen lugar indeterminadamente, se presentarán al final de la segunda parte.
A continuación se describirán las principales fiestas de acuerdo con el calen-
dario festivo, es decir, de manera cronológica, haciendo las excepciones señaladas.

6 Catherine Good Eshelman, Op. Cit., pp. 265-


267.
7 Una lista de las principales celebraciones cris-
tianas en la época colonial se encuentra en:
Alberto Carrillo C., Op. Cit., p. 237.

! 115 !
Pátzcuaro
Símbolos de la p’urhepechidad IHS

! 116 !
Pátzcuaro
El Fuego Nuevo IHS

Las Fiestas de inicio de año

El Fuego Nuevo P’urhé.


1 de Febrero. Sede cambiante8
La celebración del encendimiento del Fuego Nuevo P’urhé surgió en el año
de 1983 a partir del interés de algunos profesionistas, sacerdotes e intelectua-
les de origen p’urhé, quienes buscaban rescatar sus tradiciones más antiguas
y lograr con ello la revaloración de su propia cultura además de promover el
acercamiento y la hermandad entre las comunidades p’urhépecha así como li-
mar los conflictos existentes entre ellas por diversas razones, principalmente de
tierras. Estas personas buscaban que los miembros de su grupo étnico se dieran
8 Registrado en Pátzcuaro el 1° de Febrero de cuenta y demostraran ante el exterior que son un pueblo unido, a pesar de sus
2004 y en Caltzontzin el 1° de Febrero de diferencias y poner de manifiesto la importancia de la identidad étnica, por
2005.
9 En tiempos prehispánicos los hombres espe- encima de las identidades comunitarias. El reducido grupo promotor se reunió
raban la salida del sol en la fiesta del Fuego
Nuevo para asegurar el necesario aunque a instancias del Pbro. Agustín García Alcaraz y acordó celebrar el Primer Fuego
parcial triunfo de las fuerzas del día sobre las
de la oscuridad –recordemos que ambas eran Nuevo en el pueblo de Tzintzuntzan el día 1 de Febrero, por su importancia
partes indispensables dentro de un sistema de
opuestos complementarios. en el calendario de ceremonias prehispánico.9 Una de las primeras actividades
10 Entrevista de Rosa Isela Valentín a la Sra. Zaida
ceremoniales fue regar charanda sobre las yácatas de Tzintzuntzan, para “dar
Marina Rico Cano, quien fuera la encargada de
llevar el vino en un guaje a aquella primera de beber a la madre tierra.”10 El símbolo de Curicaveri, representado en un
ceremonia. Morelia, Mich., 3 de Septiembre
de 2004. pedernal de obsidiana y respetado desde la primera ocasión en que se exhibió,

! 117 !
surgió a partir de una visita del Padre Agustín a la Sra. Marina Rico Cano, que
tenía aquella piedra semipreciosa con forma de punta de flecha en su casa como
regalo de su padre, quien la encontró mientras labraba la tierra en Uruapan. El
Padre Agustín la enmarcó y luego encomendó a la Sra. Marina que la llevara
año con año al lugar donde se realizara el Fuego Nuevo. Otro importante sím-
bolo, la piedra de la “p’urhépechidad”, fue aportada por el Padre Agustín y en
ella cada año se va grabando el símbolo de la comunidad que sea sede de la ce-
lebración. En la actualidad, sólo la Sra. Marina Rico Cano conoce el origen de
la piedra, mismo que le fue confiado por el Padre Agustín con el compromiso
de no contarlo a nadie. Ocho o quince días después de finalizada la celebración
los cargueros salientes entregan los símbolos a la nueva comunidad y ahí los
resguardan durante todo el año.
Los principales planteamientos del primer grupo organizador fueron que
no se vendiera alcohol en la comunidad donde se realizara el encendimiento y que
no asistieran los medios de comunicación con la finalidad de hacer una ceremonia
de convivencia sobria y exclusivamente indígena.11 Todos los ceremoniales debían
realizarse en lengua p’urhé. También se planteó no hacer peticiones económicas al
gobierno, ya que sacar adelante la fiesta sería una de las responsabilidades de los
p’urhépecha. Sin embargo, estos propósitos se han modificado con el paso del tiem-
po y en la actualidad ninguno de los ellos se cumple al pie de la letra. Esta fiesta, a
pesar de que se puede dudar de su autenticidad, ha probado ser una manifestación
de las actualizaciones culturales que llevan a cabo los p’urhépecha en nuestros días.
Como señala José Eduardo Zárate: “la tradición no sólo se hereda sino que también
se inventa, pero la invención tiene sus límites en la imaginación colectiva, y ésta…
es un producto histórico, es decir, es construida socialmente.”12
En sus inicios no se acostumbraba oficiar misa como parte de las celebra-
ciones. La primera que la incluyó fue el Fuego Nuevo en Tarecuato en el año de
1995. En la actualidad, si bien no es la parte más importante de las celebraciones,
para muchos indígenas la misa se ha convertido en una tradición que debe reali-
zarse año con año.
En la actualidad este evento es coordinado por los cargueros en turno ase-
sorados por ex cargueros13 y conforme pasa el tiempo acrecienta su fama así como 11 Las primeras comunidades a las que asistieron
los medios fue a Pichátaro y Cheranástico en
la cantidad de personas que participan en él y que acuden como espectadores. Los los años de 1988 y 1991, respectivamente.
ex cargueros se reúnen con los nuevos cargueros cada cuarenta días con el objetivo Ídem.
12 José Eduardo Zárate, Op. CitLos Señores de
de compartir las inquietudes y despejar las dudas de estos últimos con respecto a Utopía., p. 53.
13 Los ex cargueros que asesoran en este tema
la realización del Fuego Nuevo. son: Esteban Maciel de Tacuro, Artemio de
Jesús Cipriano de Puácuaro, Celia Mintzita de
El evento se desarrolla de la siguiente manera: San Juan Nuevo, Glafira y Baldomero Cira de
Ukasanástakua, el Padre Antonio Abad y la
• Peregrinación con los símbolos y con el Fuego Viejo. Días antes de Dra. Gloria Abad de Pichátaro, el Dr. Ireneo
la celebración, los símbolos y el Fuego salen de la comunidad donde Rojas de Cherán, Agapito Secundino de San
Andrés, Juan Chávez de Nurío y Marina Rico
estuvieron por un año en peregrinación hasta la nueva sede del Fuego Cano, entre muchos otros.

! 118 !
Pátzcuaro Pátzcuaro
Símbolos del Fuego Nuego IHS Participante del Fuego Nuego IHS

Nuevo. En su camino pasan por diversas comunidades, donde se les


recibe y sus portadores y acompañantes son atendidos por las personas
del lugar donde pernoctan.14
• Llegada de los símbolos y del Fuego. El día 1 de Febrero en la maña-
na hacen su entrada al pueblo los símbolos de la p’urhépechidad y son
resguardados en la jefatura de tenencia, en casa del carguero mayor o en
algún recinto especial.
• Misa. El día 1 de Febrero a medio día se realiza una misa concelebrada
en p’urhé. Se cuenta con la participación de representantes de diversas
comunidades, así como de los nuevos cargueros, los cuales llevan los
símbolos. El altar se adorna con flores y frutos de la temporada y las
ofrendas consisten en fruta, artesanías, vino, pan, etc. Durante la misa
ameniza una banda que interpreta música tradicional y religiosa y se
presentan varios grupos de danzas tradicionales. En estas ceremonias se
enfatiza la importancia de ser p’urhépecha, de conservar sus tradiciones
y de proteger su cultura de las influencias negativas del exterior.
• Procesión. Terminando la misa los asistentes salen de la Iglesia en pro-
14 Esta peregrinación tuvo lugar por primera vez cesión. Primero marchan dos o más mujeres vestidas con el traje tradi-
en el año de 2005 y fue de Pátzcuaro a Calt-
zontzin. cional de la comunidad donde se celebra en Año Nuevo portando la

! 119 !
Pátzcuaro
Saliendo de misa IHS

bandera p’urhé. Posteriormente van dos columnas de uananchas, luego


las autoridades tradicionales, seguidos de un grupo de cuatro jóvenes
que acompañan al carguero principal quien lleva la piedra adornada con
flores y listones; en seguida marchan los demás cargueros, el sacerdote y
hasta atrás va la banda de música y el resto de los asistentes. El recorrido
se hace por las principales calles de la comunidad y finalmente regresan
al atrio del templo.
• Comida. Los cargueros y su ayudanza son los patrocinadores de la co-
mida para la banda y los padres, pero toda la comunidad coopera y
prepara la comida para los visitantes. Se instalan puestos de comida y
aguas frescas en los puntos principales de la plaza de la comunidad y se
obsequia un plato a todas las personas que se formen. Es un gusto para
la gente que los visitantes coman lo que han preparado, por lo que insis-
ten para que se acerquen a degustar sus platillos.
• Juego de pelota encendida. Se lleva a cabo durante todo el día y hasta la
15 Esta bola está hecha de capullos del árbol ma-
noche. El juego de pelota p’urhépecha se realiza con una bola encendida y droño o tela y untada con resina o remojada
en gasolina. Datos proporcionados a Rosa Ise-
un bastón de madera.15 Este juego de origen prehispánico ha sido rescatado la Valentín por el historiador –y participante
del juego de pelota- Víctor Hernández Vaca,
en los últimos tiempos y su simbolismo “representa la lucha del Sol Viejo y Morelia, Mich., 10 de Agosto de 2005.
el Sol Joven, de la noche y el día.”16 Acuden a jugarlo equipos de diferentes 16 Marta Turok, “El juego de pelota en la actuali-
dad”, en Arqueología Mexicana, vol. VIII, núm.
regiones e incluso p’urhépecha que han emigrado a otros estados. 44, México, Julio-Agosto 2000, pp. 58-65.

! 120 !
Pátzcuaro
Juego de pelota encendida IHS

Caltzontzin
Bandera p’huré LOD

! 121 !
Caltzontzin
Ceremonia de purificación LOD

Caltzontzin
Ofreciendo copal LOD

! 122 !
Caltzontzin
Muchachas descansando LOD

• Ceremonia de purificación. Después de la comida, en algunas comu-


nidades, se lleva a cabo esta ceremonia a la cual acuden los cargueros
llevando los símbolos. Se elige un lugar significativo, como puede ser
un manantial, un ojo de agua o algún punto en el cerro. En ella un
uandari se encarga de hacer plegarias y agradecimientos a los elementos
de la naturaleza, así como a los cuatro puntos cardinales, explicando la
importancia que tuvieron para sus ancestros.
• Evento o festival cultural. Se monta un estrado en el cual se colocan los
principales símbolos adornados con flores y listones. Durante la tarde y
hasta la media noche se presentan grupos de danzantes, músicos y pire-
ris (cantantes) provenientes de diversas comunidades sin haber descanso
entre uno y otro. En esta ocasión se presentan los mejores grupos de los
pueblos, es una oportunidad única para apreciar las diferentes manifes-
taciones artísticas de los p’urhépecha.17
• Reunión para elegir la próxima sede. En la noche se reúnen a puerta
cerrada los cargueros anteriores para decidir a quién corresponderá
llevarse los símbolos y por ende, la ceremonia del año siguiente. El
17 Por ejemplo, en Caltzontzin se presentaron en criterio que se sigue para elegir nueva sede es que sea una comunidad
el 2005 los Viejitos de Janitzio, la Tsejpakua de
Sevina, los pireris de Cuanajo, entre otros. p’urhé, o con un número significativo de habitantes de este origen;

! 123 !
Pátzcuaro
Evento cultural IHS

que sea factible realizar la ceremonia, es decir, que no haya conflictos


graves en la comunidad; que los que se proponen como cargueros sean
gente responsable; que el lugar no haya sido ya sede, entre otras consi-
deraciones.
• Encendimiento del Fuego Nuevo. Se realiza a media noche. Los car-
gueros son los encargados de encender la pira de leña situada en un
punto estratégico, al tiempo que se lanzan cuetes hacia los cuatro puntos
cardinales.
• Cambio de cargos. Terminando la ceremonia del Fuego Nuevo se invita
a los cargueros y demás asistentes principales a tomar un lugar en el es-
trado, donde los primeros hacen entrega de los símbolos a los nuevos car-
gueros que deberán llevar a cabo la celebración al año siguiente. En esta
ceremonia los cargueros salientes explican la importancia de los “símbo-
los de la p’urhepechidad”, así como la necesidad de mantenerse unidos,
como un solo pueblo y superar los conflictos entre las comunidades.
• Día 2 de Febrero. Oficialmente este día ya no hay actividades del Fuego
Nuevo, sin embargo en algunos lugares se da de desayunar a los visitan-
tes que se quedaron a pernoctar en la comunidad y se les acompaña a la
salida del pueblo.

! 124 !
• Salida del pueblo. Terminando las actividades, el pueblo acompaña a los
nuevos cargueros a la carretera, de donde parten hacia su comunidad.
Sedes de la celebración del Fuego Nuevo
1983 Tzintzuntzan
1984 Ihuatzio
1985 Nurío
1986 San Andrés Tziróndaro
1987 Angahuan
1988 Pichátaro
1989 Tacuro
1990 Santa Fe
1991 Cheranástico
1992 Ichupio
1993 Cocucho
1994 Ukasanástakua
1995 Tarecuato
1996 Puácuaro
1997 Sevina
1998 Janitzio
1999 San Lorenzo
2000 Tiríndaro
2001 Cherán
2002 Carapan
2003 San Juan Nuevo Parangaricutiro
2004 Pátzcuaro
2005 Caltzontzin
2006 Patamban

El Día de la Candelaria
2 de Febrero
Esta celebración es una de las más importantes y extendidas en las comunidades
p’urhépecha. La fiesta de la Candelaria marca el fin de un intenso ciclo agrícola
y de festividades, a la vez que señala el inicio de un nuevo. El origen del carácter
festivo y ritual del día 2 de Febrero se remonta a los lejanos tiempos mesoamerica-
nos ya que en esta fecha se celebraba el inicio de un nuevo ciclo agrícola marcado
por el cambio de estación, que llegaba acompañada por los vientos del Sur. La
celebración de la Candelaria, introducida por los españoles, conmemora la pre-
sentación de Jesús en el templo, pero según algunos autores, su relación con las
fiestas indígenas es mucho más significativa si se analiza su concordancia con el fin
del período de reposo y purificación que guardó la Virgen María posteriormente

! 125 !
Tócuaro
Templo IHS

al parto18 y que, de alguna u otra manera, esta purificación se hace extensiva al


género humano para ayudarlos a redimir sus pecados y a asegurar su salvación. En
otras palabras, la celebración de la Candelaria tiene sentido en cuanto se le puede
relacionar de alguna forma con las deidades femeninas prehispánicas, que impe-
dían el arribo de los ciclos destructivos.19 La Virgen María es la protectora por
excelencia, es quien provee salvación, fortaleza y aliento a los hombres mediante
su propio sacrificio.
En las comunidades en este día se renueva gran parte de la jerarquía me-
diante los cargos religiosos –y los civiles en algunos lugares- y se hace patente
el respeto y la consideración a los ancianos ya que son los encargados de dar su
anuencia a las personas que solicitan cargos para el ciclo que comienza. Como
forma de demostrar la influencia de los ancianos en esta fecha se baila en algunos
lugares la Danza de los Viejos, una de cuyas connotaciones es precisamente vene-
rar a la autoridad senil.
Durante los meses de Febrero y Marzo hay una gran cantidad de celebracio-
nes matrimoniales que se anuncian izando una bandera el Día de la Candelaria.

Fiesta de la Candelaria
en Tócuaro, Mpio. de Erongarícuaro20 18 Saúl Millán, Op. Cit., p. 63.
19 En la época prehispánica la festividad de
La celebración de la Candelaria en Tócuaro se festeja con Pastorelas, danzas, torneos Hanciuanscuaro (llamada Zitacónscuaro en el
texto) celebraba la llegada de un año nuevo
de básquetbol y grandes comidas rituales. Dos semanas antes los niños hacen el pa- y se realizaba durante Enero o Febrero. Esta
festividad estaba precedida por cinco días
randi o invitación casa por casa para que toda la comunidad participe el día de la funestos en los cuales se debía hacer oración
celebración. Se tiene la inconveniente costumbre de darles de tomar en grandes canti- y meditar. Alberto Rendón Guillén, Semana
Santa en Michoacán, p. 4.
dades a los infantes durante el trayecto. El día 2 de Febrero, después de la celebración 20 Registrado los días 2 y 3 de Febrero de 2004.

! 126 !
Tócuaro
Máscara de Viejo IHS

de la misa, la gente se traslada a la cancha de básquetbol. Desde el atrio y hasta llegar


a la cancha la gente es molestada por personajes disfrazados de diablos. Los miembros
adultos de la comunidad representan a los luzbeles mientras que los muchachos más
jóvenes tienen el papel de los pecados capitales. Ya en la cancha, donde previamente
se ha disputado una competencia deportiva, las personas toman su lugar alrededor.
Ahí se llevan a cabo las Pastorelas en las cuales el Arcángel Gabriel tiene un papel pri-
mordial ya que está en constante lucha con los seres malignos que buscan destruirlo.
El Arcángel cuenta con la ayuda de hombres y mujeres, vestidos de pastores, que lo
cuidan de los diablos; pero su principal protector es el Ermitaño, quien lleva colgado
un rosario y una cruz en señal de que el Bien y Dios están de su lado y los ayudarán a
vencer al demonio. Mientras se representa la Pastorela en las orillas de la cancha, y si-
gue llegando más gente, personajes chuscos buscan atraer la atención de los asistentes.

! 127 !
Tócuaro
Preparación del banquete IHS

Aparecen disfraces de los personajes del momento como por ejemplo Bob Esponja, El
Chavo del Ocho, Kiko, Bin Laden, Bush, Fox, entre otros. Terminando la Pastorela
los personajes se trasladan a casa del Jefe de Tenencia y ahí bailan hasta la noche.
Al día siguiente, 3 de Febrero, se repiten las actividades, sólo que en esta
ocasión los personajes van bailando por todas las calles del pueblo, casa por casa,
donde la gente les obsequia fruta y dulces, mientras que a los adultos que los
acompañan les dan vino, cerveza o refresco. En la tarde de este día se realiza la
adoración del Arcángel en la cancha de la comunidad y se representa el triunfo
del Arcángel sobre las fuerzas malignas. En la noche se hace la entrega de cargos.
Cuando nadie se anima a hacerse responsable para el año siguiente se aumenta el
reparto de vino para que se alienten. Como símbolo de cada uno de los cargos que
reciben, se entrega la parakua a los cuatro nuevos cargueros consistente en dulces,
alcohol, cigarros y tócuaras (piezas de pan.) Sus obligaciones son recolectar dinero
para pagar la misa y las bandas que amenizarán la fiesta, así como pagar la comida.
Al terminar este acto ritual, las cargueras salientes reparten atole de cacao y tócua-
ras a toda la gente que los acompaña.
Los participantes en la Pastorela se seleccionan con un año de anterioridad,
el día 6 de Febrero, por medio de un sorteo para representar cada uno de los

! 128 !
Uricho
Danza de Viejos IHS

papeles. La gente de la comunidad considera que es un gran honor que sus hijos
representen el papel de Arcángel. Los padres de los personajes son los encargados
de pagar los toros que se realizan los días 4 y 5 de Febrero.21

Fiesta de la Candelaria
en Uricho, Mpio. de Erongarícuaro22
La celebración de la Candelaria es sumamente discreta en Uricho, hay muy poca par-
ticipación de la gente de la comunidad y no hay visitantes externos. A las 10:00 a.m.
se lleva a cabo una misa y saliendo comienza la Danza de los Viejos, que bailan hasta
la noche llevando máscaras de personajes blancos y rubios así como trajes negros muy
elegantes. El día 3 de Febrero se repite la danza, esta vez los Viejos van acompañados
de las maringuías y recorren el pueblo casa por casa solicitando la cooperación para
21 Informaron lo anterior a la autora los señores el pago de la banda que los acompaña. Por la tarde se “pone el árbol” en algunas de
Eduardo Horta, Emilio Martínez y Javier Sán-
chez, quienes son emigrantes y en su comu- las casas de los organizadores de la festividad. Para esto se elige un árbol de mediano
nidad se han desempeñado como cargueros,
Tócuaro, Mich., 2 y 3 de Febrero de 2004. tamaño que se encuentre dentro del solar y se le cuelga fruta, piezas de pan y algunos
22 Registrado el día 2 de Febrero de 2005.
23 Reflexiones manifestadas a la autora por las
adornos. Esta actividad simboliza una ofrenda al Niño Dios así como la bonanza que
jóvenes nativas de Uricho: Patricia Campos, llega a la comunidad y se hace extensiva al mundo gracias a su nacimiento.23 Poste-
Lupita Sierra Rodríguez y María Luisa Pérez
Sierra, Uricho, Mich., 2 de Febrero de 2005. riormente se ofrece una tamaliza en las casas donde se puso el árbol.

! 129 !
Janitzio
Diablo IHS

! 130 !
El Carnaval y la Cuaresma

El Carnaval
El Carnaval, según se cree, tiene su origen “en las celebraciones griegas y romanas
que se efectuaban durante las fiestas de fertilidad en primavera… El Carnaval
abarcaba una temporada de regocijos durante los cuales predominaba el humor
festivo, se hacían pantomimas, danzas callejeras de enmascarados y desfiles de
hombres disfrazados con pieles de ovejas y cabras; se representaba el espíritu del
carnaval por medio de un muñeco de cartón o de paja que era quemado y ente-
rrado terminada la temporada festiva; se araban simbólicamente las plazas y se ju-
gaban peleas de gallos…”24 Se supone que esta celebración entró en épocas tardías
a la Nueva España ya que no se narra en las crónicas de evangelización y que se
diseminó desde las ciudades hacia los sitios indígenas.25
En todas las culturas donde se celebra, el Carnaval se ha caracterizado por-
que “durante unos días las reglas que rigen el comportamiento social y sustentan la
organización jerárquica de la sociedad son suspendidas, violadas o invertidas…”26
En estos días, los seres humanos entablan una lucha simulada con los “diablos”,
pero a la vez, desfogan sus pasiones y sus vicios. Se desbocan por última vez antes
de emprender una experiencia de auto control y represión durante la Cuaresma,
por lo tanto el Carnaval constituye la antítesis de esta última, siendo ambos parte
de un mismo proceso.27
J. Galinier ha considerado a la celebración del Carnaval como la mayor del
ciclo ritual agrícola siendo complementaria y a la vez antagónica a la de muertos.
Esta fiesta, junto con la Candelaria, delimita el cambio de estación y renueva el
tiempo cosmológico. En ella, se pone de manifiesto claramente el principio dual
de las cosmovisiones mesoamericanas al enfrentarse el elemento femenino y el
masculino en las danzas.28
Además de lo anterior, en el caso de las comunidades p’urhépecha, las fies-
tas de la Candelaria y el Carnaval se relacionan porque ambas hacen referencia al
matrimonio y a las tensiones que se dan a su interior. Durante el Carnaval se pone
de manifiesto que el matrimonio es el único medio para controlar efectivamente
24 Ma. Teresa Sepúlveda, Op. Cit., p. 37.
25 Saúl Millán, Op. Cit., p. 70. la sexualidad.29 El hecho de que en muchas comunidades bailen con una represen-
Abelardo Villegas, “La fiesta como una forma
26
tación de un toro en este día nos remite a la antigua relación de este animal y de
de existencia”, en Herón Pérez Martínez (ed.),
México en Fiesta, p. 68. la fiesta misma con los rituales de fertilidad. En esta época se concretan muchos
27 Las actividades de purificación más comunes
que se llevan a cabo durante la Cuaresma son: matrimonios porque, además de que los jóvenes convivieron durante las Pastore-
ayuno, abstinencia sexual, abstinencia de ma-
las acciones, entre otras. las, se cuenta con abundantes recursos alimenticios, puesto que la cosecha apenas
28 Jacques Galinier, Op. Cit., p. 459.
29 Mario Padilla Pineda, Op. Cit., p. 93. se recogió.
Félix Báez-Jorge y Arturo Gómez Martínez,
30
Se considera que el Carnaval también cumple un papel de “referente ét-
“Tlacatecolotl, Señor del bien y del mal (la
dualidad en la cosmovisión de los nahuas de nico” mediante la ridiculización que hacen los actores disfrazados de personajes
Chicontepec)”, en Johanna Broda y Félix Báez-
Jorge (coords.), Op. Cit., p. 418. mestizos, políticos, sacerdotes, estrellas de televisión, etc.30

! 131 !
Janitzio
Mujeres conviviendo IHS

Janitzio
Señores en banquete ritual IHS

! 132 !
Janitzio
Las uaresitas IHS

El Carnaval en la Isla de Janitzio, Mpio. de Pátzcuaro


Martes anterior al Miércoles de Ceniza31
La celebración del Carnaval en Janitzio se retomó hace pocos años, después de bas-
tantes años que no se realizaba. Anteriormente el jaripeo se hacía en el sitio donde
está el monumento a José María Morelos pero recientemente se construyó un toril.
La organización del Carnaval recae en dos comisiones que son veinte pare-
jas, diez provenientes del barrio sur y diez del norte. Ellos se encargan de recolec-
tar el dinero para la fiesta, la música, los toros y la comida para músicos y jinetes.
También hay cargueros en esta celebración pero ellos se encargan únicamente de
adornar la iglesia y atender a los sacerdotes que celebran la misa así como de pre-
parar y pagar la comida de los asistentes a la fiesta. Son tres los cargueros princi-
pales y reciben el nombre de Prioste, Kenyi y Karari. El primero reparte cañas a la
gente que asiste y se desempeña como tesorero de los cargueros ya que administra
los recursos aportados por los mismos para la comida; además cuida a los santos y
les lava sus ropas. El Kenyi, por su parte, es el responsable de organizar la fiesta de
31 Esta celebración fue registrada el 24 de Febre- Semana Santa y de repartir palmas el Domingo de Ramos. El Karari, finalmente,
ro de 2004. es un peón o persona que ayuda al Prioste y al Kenyi.32
32 Estos cargos se toman el 15 de Diciembre
anterior. Informantes: Sr. Abel López Campos La fiesta se desarrolla de la siguiente forma: el lunes llega la banda contrata-
y Héctor Flores López, Janitzio, Mich., 15 de
Febrero de 2004. da por uno de los dos barrios ya sea el del sur o el del norte. Los barrios se alternan

! 133 !
Janitzio
Jaripeo IHS

para que les toque participar el día lunes de un año y al siguiente les toque en
martes y viceversa, ya que los dos días hay jaripeo y actividades. El lunes el barrio
al que le toque, recibe a la banda y organiza por medio de sus comisionados a las
uaresitas, para que bailen. Éstas bailan por todas las calles, pasan a las casas de
los jinetes a recogerlos y todos, junto con la gente que quiera ir, comen en la casa
de los comisionados. De ahí se dirigen al ruedo donde las uaresitas bailan hasta
que comienza el jaripeo. Los jinetes ganadores son premiados con palmas por las
uaresitas si logran permanecer arriba del toro, pero si se caen el premio es para el
dueño del toro. Terminando los toros hay un baile popular gratuito.
El martes a las 6:00 a.m. un hombre sube al campanario y coloca una frane-
la roja conocida como “bandera” que indica que ha llegado el martes de Carnaval.
A esa hora las comisiones y sus familias se reúnen y bailan junto con las uaresitas
y con quien puso la bandera. A esta persona se le dan $500 pesos porque el cam-
panario es muy alto y no cualquiera se anima a subir. El martes el otro barrio sale
a recibir a la banda y hace lo mismo que hizo el barrio al que le tocó el lunes. Este
día los cargueros de la Iglesia regalan tamales y cañas.
Durante los días que duran las celebraciones hay grupos de muchachos
disfrazados de luzbeles, ataviados elegantemente, que recorren las calles de la isla
haciendo bromas pesadas a los asistentes.
Al día siguiente en la mañana se encamina a las bandas, después de ofrecer-
les de almorzar.

! 134 !
La Cuaresma
En términos católicos, la temporada de Cuaresma y Semana Santa son días de ayu-
no y penitencia, en los cuales las comunidades reviven los cuarenta días que Jesús
estuvo ayunando en el desierto; es un tiempo de preparación para la resurrección de
Cristo.33 Sin embargo, esta época también ha tenido un profundo significado en la
cosmovisión mesoamericana ya que anuncia el fin de la sequía y el arribo próximo
de las lluvias. Con la conjunción de ambos significados se entiende la relevancia que
las comunidades p’urhépecha otorgan a la misma. Mediante los sacrificios corpora-
les que se hacen durante la Cuaresma se busca la absolución de los pecados así como
propiciar el favor de la divinidad, quien proveerá las primeras lluvias en el mes de
Mayo. Así, hacia mediados de Marzo o principios de Abril comienzan las actividades
del nuevo ciclo agrícola con la selección de los terrenos cultivables y su preparación
mediante el corte de la maleza y la quema del terreno. En los días de Semana Santa
se hacen diversas peticiones de buen temporal, tanto las que se han señalado ya
como la bendición que se hace el Sábado Santo de las semillas que se sembrarán en
la temporada. Esta época es característica también por las peregrinaciones multitu-
dinarias que se realizan y que significan la caminata de Cristo por el mundo.34
La Cuaresma inicia formalmente el Miércoles de Ceniza. Este día se tiene la
costumbre de acudir al templo a que el sacerdote o algún ministro hagan la señal
de la cruz con ceniza sobre la cabeza o en la frente de los fieles.

Los Seis Viernes


Los seis Viernes de Dolores son los días más importantes de la Cuaresma antes
de la conmemoración de la Semana Santa. Estos días, en algunas comunidades
p’urhépecha se realizan procesiones del Vía Crucis. Cada una de las catorce esta-
ciones representa el camino de Cristo hacia la crucifixión y en cada parada se lee
un relato de lo que sucedió a Cristo en el momento que se está rememorando. Al
término los cargueros ofrecen pozole de haba o simplemente agua de jamaica o de
chía a la gente que ha acompañado a Cristo en procesión. La conmemoración de
los Viernes de Cuaresma tiene una obvia finalidad religiosa pero a la vez económi-
ca ya que la rotación de las comunidades en las que se va celebrando facilita la in-
33 En la época colonial se administraban los
tegración de circuitos comerciales que son cardinales para las economías locales.
sacramentos durante la Cuaresma; también El viernes anterior a la Semana Santa los cargueros organizan y pagan el
era un tiempo de procesiones. Saúl Millán, Op.
Cit., p. 65. viaje de un grupo de hombres jóvenes de la comunidad que van a Tierra Caliente
34 Hay una gran participación de gente de diver-
sas proveniencias en las peregrinaciones que a comprar las palmas para el Domingo de Ramos.35 Cuando los muchachos regre-
se hacen el Miércoles de Ceniza en Carácuaro
y en Araró el segundo viernes después del san se ofrece una cena y aguardiente a los presentes y se depositan las palmas en un
Miércoles de Ceniza.
35 En algunas comunidades el viaje para conse-
altar dentro de un cuarto destinado para la ocasión en la casa de los cargueros. Esa
guir la palma toma varios días. Al regreso de misma noche se comienzan a tejer las palmas para recibir a Cristo el día Domingo.
los jóvenes, llamados palmeros, la gente de la
comunidad acude a la entrada del pueblo a En algunas comunidades el sábado anterior al Domingo de Ramos, los cargueros
recibirlos y se les agradece públicamente en
la ceremonia de bendición de las palmas. visitan todas las casas donde se ha levantado un altar doméstico, así como las de

! 135 !
Charapan
Procesión IHS

las autoridades de la comunidad y reparten las palmas simbolizando que las cele-
braciones de Semana Santa van a comenzar. Las palmas se colocan detrás de las
puertas de las casas para procurar la salvaguarda celestial.36
El último Viernes de Dolores se lleva a cabo una procesión singular en
algunos lugares. En Tzintzuntzan, por ejemplo, un joven vestido con una túnica
blanca y montado sobre un caballo se dirige a la Iglesia de donde salen cuatro car-
gueros con la imagen de Cristo y cuatro mujeres cargando la imagen de la Virgen
de los Dolores. El Cristo es conducido en procesión hacia la derecha mientras
En algunos poblados se tiene la creencia de
que la Virgen sigue a la izquierda hasta encontrarse en un punto intermedio del 36
que si se coloca en el campo un fragmento de
camino. La imagen de la Virgen hace una reverencia ante Cristo y continúan una palma bendita se ahuyentará a las plagas
y habrá buena cosecha. Alberto Rendón Gui-
juntos la procesión. llén, Semana Santa en Michoacán, p. 27.

! 136 !
Segundo Viernes de Cuaresma
en Charapan, cabecera municipal37
En Charapan este día hay una procesión, antes bastante concurrida, pero que en
la actualidad tiene poca participación de la gente de la comunidad. Antes de la
celebración eucarística, los cargueros llevan a la imagen de Cristo en procesión por
varias calles del pueblo, llegan al templo y escuchan la misa de 11:00 a.m. Después
de la misa sale la imagen llevada en hombros por los cargueros y seguida por unos
cuantos fieles, en su mayoría mujeres (ya que este día por lo general es laboral.)
La procesión llega hasta la casa de los cargueros donde se deposita la imagen, ante
la cual se rezan varios rosarios a lo largo del día. En la habitación acondicionada
como altar se quema copal todo el día.38 La gente que no acompañó a la procesión
va llegando a la casa a diferentes horas del día y se le ofrece un vaso de agua de
jamaica o de limón. Posteriormente se retira a sus actividades cotidianas.

37 Registrado el 5 de Marzo de 2004.


38 La quema de copal como parte del culto a
las imágenes sagradas está relacionado con
rituales tarascos en los que se creía que el
humo era el alimento de los dioses. Aída
Castilleja, “La Cha’nanstkua o fiesta del Corpus Uruapan
en pueblos purépechas”, en Johanna Broda y Vendiendo palomas IHS
Catherine Good (coords.), Historia y vida cere-
monial en las comunidades mesoamericanas:
los rituales agrícolas, en prensa, p. 5.
39 La visita a Uruapan se realizó el 4 de Abril de
2004. Domingo de Ramos
40 La aceptación de la celebración del Domingo
de Ramos por parte de los indígenas tiene en Uruapan, cabecera municipal39
un significado rasteable hasta su concepción En este día se revive la entrada de Jesús a Jerusalén montado sobre un burro y vito-
originalmente prehispánica que confiere a
un santo imaginario –San Ramos, sea éste reado por los habitantes de la ciudad, quienes según la tradición agitaban palmas
el propio Jesús montado sobre un burro o un
acompañante del mismo- cualidades que lo con sus manos.40 Este pasaje bíblico es representado por voluntarios de los barrios
asocian con la cruz y el viento (símbolos de
Ehecatl-Quetzalcóatl) porque con las palmas indígenas de Uruapan, quienes recorren algunas calles aledañas a la Guatápera y
se tejen cruces que se agitan y producen vien-
to. Véase: Alessandro Lupo, “La cosmovisión
finalizan en la parroquia de San Francisco para escuchar la misa. En el atrio del
de los nahuas de la sierra de Puebla”, en Jo- templo se ubican mujeres de diferentes poblados como Comachuén, Capacuaro,
hanna Broda y Félix Báez-Jorge (coords.), Op.
Cit., p. 352. Nurío, Ahuiran y otros, quienes tejen palmas de distintos tamaños y formas y los
41 En el año de 2004 los precios oscilaban entre
$3 y $10 pesos por palma. ofrecen al público a precios módicos.41

! 137 !
Tzintzuntzan Tzintzuntzan
Preparando la procesión IHS Joven representando al Centurión IHS

Paralelamente a las celebraciones religiosas se lleva a cabo una feria artesanal


y un concurso artístico que reúne lo mejor de las expresiones artísticas y cultu-
rales de los p’urhépecha de las diferentes regiones.42 Los orígenes de esta famosa
celebración en Uruapan se remontan al año de 1960 cuando por la iniciativa del
Sr. Arturo Arán, se trasladó el tradicional tianguis del Domingo de Ramos a la
Guatápera y a la plaza principal y se llevó a cabo el Primer Concurso Artesanal, de
música y danza p’urhépecha.43 A partir de entonces este día es punto de reunión
de artesanos, danzantes, pireris, comerciantes p’urhépecha y demás personas de
diversos orígenes que acuden con la finalidad de vender sus productos, partici-
42 Acuden artesanos como alfareros, orfebres,
par en los concursos o únicamente apreciar las manifestaciones culturales de los trabajadores de la madera, personas con
prendas y artículos bordados, deshilados,
p’urhépecha. El tianguis artesanal se extiende por cuatro o cinco días. tejidos; se venden guitarras, lacas, sombreros,
figuras de trapo, alebrijes, piezas de pan, miel,
etc. En el ámbito artístico se presentan grupos
Jueves Santo de varias localidades y concursantes con trajes
tradicionales de sus comunidades.
en Tzintzuntzan, cabecera municipal44 43 Gerardo Ascencio Campos, A propósito de…,
núm. 41, Morelia, Mich., Fimax Publicistas,
Las actividades de Semana Santa en Tzintzuntzan son responsabilidad de los car- Marzo de 1996, s/p.
44 Se registró el 8 de Abril de 2004.
gueros electos con un año de anterioridad, según el designio de quien funge como 45 Información proporcionada a la autora por los

Centurión. Los principales cargueros son: el Centurión, que es el carguero mayor, señores José Estrada y José Márquez, emi-
grantes que han regresado de los Estados Uni-
el Mayordomo, el Capitán, el Alférez y el Sargento.45 Durante la Cuaresma cada dos para cumplir con sus obligaciones como
Centurión y Mayordomo, respectivamente.
uno de ellos debió llevar una vela en las procesiones de los Viernes de Dolores. A Tzintzuntzan, Mich., 8 de Abril de 2004.

! 138 !
Pátzcuaro
La Judea IHS

Tzintzuntzan Tzintzuntzan
Penitente IHS Penitente IHS

partir del segundo viernes, de manera sucesiva los cargueros van ofreciendo cenas
en sus hogares y al llegar al sexto viernes, el Centurión elige al joven que en su
representación vestirá una túnica blanca y portará la lanza que perforó el costado
Esta lanza recibe también el nombre de vara y
46
de Jesús.46 Por su parte, el Mayordomo y el Capitán nombran a dos niños que
se le venera como una imagen santa. Se guar-
da en un sitio especial de la casa del carguero escoltarán al representante del Centurión.47 Estos personajes tienen a su cargo la
y se exhibe en ciertas ocasiones especiales.
47 George M. Foster, Op. Cit., p. 280. organización de la Judea y las actividades religiosas, así como ofrecer alimentos al

! 139 !
sacerdote y a los participantes en la Judea. También son encargados de vigilar el
orden y de rezar y promover los rezos ante el Santo Entierro. El Centurión debe
asistir a la representación de la Judea en todos sus actos.
En Tzintzuntzan los días martes, miércoles y jueves los “espías” que buscan
a Jesús recorren las calles de la comunidad e invitan a los Cristos de los barrios
a que acudan a la procesión que se realiza el día viernes. El Jueves Santo los per-
sonajes de Judas y Barrabás rondan las calles de la ciudad haciendo travesuras a
quienes encuentran a su paso. Este día en la mañana se hace una misa, la última
que se celebra en este período de luto, que se levanta hasta el Sábado de Gloria.
Durante todos los días santos se instalan en las afueras del atrio una gran cantidad
de comerciantes que ofrecen en su mayoría alimentos a los visitantes, pero tam-
bién artesanías y otros productos típicos.
Al caer la noche, después de la procesión alrededor del atrio del templo,48
se lleva a cabo la primera parte de la Judea, que es la representación de la Última
Cena, el lavatorio de pies, el prendimiento, el juicio, el calvario y la muerte de
Cristo, terminando las actividades de este día con el acto del prendimiento de
Jesús de Nazaret.
El Jueves, desde la tarde comienza la demostración de los penitentes, que
se ha convertido en una de las mayores expresiones de fe comunitaria y para la
cual retornan a su pueblo las personas que han emigrado pero que desean cumplir
su compromiso con Cristo. Participa más de una centena de hombres jóvenes y
mayores. Anteriormente los penitentes llevaban en sus pechos y espaldas pencas
de nopal, que al correr se iban incrustando en su piel, pero recientemente sobre-
viven dos modalidades por demás impresionantes: los que llevan grilletes en sus
tobillos y los que cargan una cruz. Los penitentes llevan sus cabezas cubiertas con
capuchas blancas y no pueden ser ayudados. En cada estación se “disciplinan”,
esto es que se golpean con un látigo con punta de clavos. En caso de caer, tienen
que volver a empezar su recorrido, so pena de que su sacrificio sea en vano y no se
tome en cuenta por parte de la divinidad.49 48 En la procesión se representa el momento
posterior a la condena de muerte que recibe
Cristo. Al personaje de Jesús se le acerca una
gran cruz de madera que él coloca sobre sus
Viernes Santo. hombros y comienza a recorrer las estaciones
que se han montado, cayendo en la tercera,
Tzintzuntzan, Mpio. de Tzintzuntzan50 la novena y la séptima. Este personaje lleva
una corona de espinas, que penetran real-
En este día no se celebra misa. Las actividades inician a las 9:00 ó 10:00 a.m. con mente su cabeza y no puede ser auxiliado
un Vía Crucis en el atrio que concluye con la crucifixión y la muerte de Cristo en con la carga de la cruz. Lleva sangre artificial,
que se mezcla con la propia y su sudor. Estas
el templo de la Soledad. La representación de la Judea en esta ocasión comienza procesiones se remontan al siglo XVI. Véase el
testimonio de Fray Alonso Matías de Escobar
con el juicio, la condena y finaliza con la muerte de Cristo. A las tres de la tarde, en: Alberto Rendón Guillén, Semana Santa
en Michoacán, p. 12
el Centurión se retira a su casa y cambia su vestimenta blanca por una negra en 49 Estas son normas estrictas que tiene la co-
munidad; si alguien desfallece a unos metros
señal de luto. de concluir, no se le reconoce su esfuerzo,
Finalizando este acto, siguen marchando los penitentes toda la tarde alre- a menos que vuelva a empezar y termine el
recorrido.
dedor del pueblo y del atrio hasta la noche. En la tarde del Viernes Santo, se hace 50 Registrado el 9 de Abril de 2004.

! 140 !
Tzintzuntzan
El Viacrucis IHS

Tzintzuntzan
Procesión de los Cristos IHS

! 141 !
Tzintzuntzan
El Viacrucis IHS

la procesión de los Cristos por las calles de la comunidad. Después se pasea por
el pueblo a un muñeco que representa a Judas, el cual es quemado en la noche en
la plaza. En el templo, durante toda la noche, se vela al Santo Entierro estando
presente el Centurión. A las doce de la noche se hace la Procesión del Silencio en
el atrio parroquial.
En este día comienza un periodo riesgoso ya que con la muerte de Cristo
“el diablo tiene permiso y goza de una licencia absoluta”51 para llevar a cabo su
acciones, por lo tanto se vuelve indispensable el auto sacrifico para no caer en sus
tentaciones.

Sábado de Gloria
en Tzintzuntzan, cabecera municipal52
El Sábado de Gloria en la mañana se bendicen los óleos sacramentales y se adora
la Cruz, posteriormente se oficia la Misa de Gloria para conmemorar la pasión
de Cristo y la esperanza de su resurrección. En el templo, el Santo Entierro está
colocado en el centro, para que toda la gente se pueda acercar. En algunos lugares
se bendice el agua y el sacerdote procede a esparcirla por el templo para después
51 Saúl Millán, Op. Cit., p. 74.
dirigirse al altar y dar la señal para que las campanas se hagan repicar para cele- 52 Visita realizada el 10 de Abril de 2004.

! 142 !
Angahuan Angahuan
Vistiendo IHS IHS

brar la Gloria. En otros sitios se bendicen las semillas que serán sembradas en
las próximas semanas estableciendo “un nexo entre la divinidad que resucita y la
semilla de la que brotará el maíz…”53 Este día los cargueros desayunan en casa del
Mayordomo, comen en casa del Centurión y cenan con el Capitán. En todas las
casas que visitan entre uno y otro lugar, se les ofrecen alimentos de carácter ritual
y bebidas alcohólicas.

Domingo de Resurrección
en Angahuan, Mpio. de Uruapan54
En Angahuan el Domingo de Resurrección, además de celebrarse la Pascua, se feste-
ja a las imágenes de la Virgen de la Magdalena y San Juan, las cuales son adornadas
con flores artificiales por manos de jóvenes invitados por el carguero principal. El
carguero convoca a cuatro señoritas y cuatro jóvenes para que carguen las imágenes
de la casa del carguero a la Guatápera y de ahí al templo. Al llegar a la Guatápera las
jóvenes son obsequiados por sus familiares o padrinos con ropas y listones y deben
cambiarse para estrenarlos. De ahí salen corriendo, cargando a la imagen, hasta el
templo de ida y vuelta un sinfín de ocasiones durante horas. El tramo que media en-
53 Saúl Millán, Op. Cit., p. 104
54 Registrado el 11 de Abril de 2004. tre los dos recintos es adornado con ramas, flores y uinumu simulando una vereda.

! 143 !
Angahuan
Corriendo por la vereda IHS

Cada que llegan a la Guatápera deben cambiar sus ropas por unas nuevas, depen-
diendo de cuántas se les hayan regalado. La gente de la comunidad se sitúa a un lado
de la vereda o bien en el atrio del templo para ver a los corredores. Al terminar hacia
el medio día, se ofrece una comida con churipo de carne y corundas en casa de los
cargueros. Por la tarde se realiza la misa para recordar la Resurrección.55

Domingo de Resurrección
en Tzintzuntzan, cabecera municipal56
En Tzintzuntzan, por su parte, este día en la tarde se da el cambio de cargueros,
para lo cual los invitados van en procesión hasta Ichupio para asegurar ante la
“Jueza de Ichupio” que cumplirán con su responsabilidad como cargueros. Acom-
pañan la procesión más de quinientas personas. De regreso en Tzintzuntzan, quien
fungió como Centurión el año anterior, ofrece una cena de pozole de haba y atole
de pinole a los asistentes para dar por concluidas sus obligaciones.
55 Según Alessandro Lupo, la Resurrección de
En algunos lugares se celebra la Octava una semana después del Sábado de Cristo tiene la connotación, en la cosmovisión
indígena, de celebrar la resurrección del Sol,
Gloria y se festeja los días sábado y domingo. Por lo general esta celebración inclu- después de su ocaso. Ver: Alessandro Lupo, Op.
ye una feria comercial, con peleas de gallos y no hay castillo ni toros. Actualmente Cit., p. 352.
56 Esta información se recabó el 11 de Abril de
se celebra en algunos lugares como Cherán. 2004.

! 144 !
Angahuan
Muchachas con la Inmaculada Concepción IHS

! 145 !
Zipiajo
Danzantes en el atrio del templo IHS

! 146 !
Fiestas directamente
relacionadas con los ciclos agrícolas
Se ha mencionado ya que la inmensa mayoría de las fiestas p’urhépecha, al igual
que las del resto de los pueblos indígenas de México, están relacionadas con las
estaciones y con las temporadas de cultivo de diversas plantas, principalmente el
maíz. Sin embargo, la fiesta que marca el inicio de los ciclos agrícolas es la de la
Santa Cruz,57 el día 3 de Mayo, ya que avisa el fin de la sequía y la llegada de las
primeras lluvias, fusionándose además con el profundo simbolismo y culto que los
indígenas han tenido para con la figura de los cerros a través del tiempo. Dentro
de los festejos de la Santa Cruz se llevan a cabo rituales de carácter petitorio en los
cuales se ruega por un buen temporal.
Las ceremonias de la Santa Cruz se llevan a cabo en cerros y pozos y tienen
la finalidad de atraer las lluvias benéficas y alejar las granizadas, las heladas y la
lluvia excesiva. Para Andrés Medina, cada comunidad “es un centro cósmico cuya
especificidad se expresa en la existencia de un cerro patronal que lleva el mismo
nombre del pueblo.”58 Los indígenas consideran que los cerros “son residencia de
los dioses, en ellos tienen sus mesas…”59 y creen que sus deidades acuden a pre-
senciar las ceremonias que se realizan en su honor, cada determinado tiempo. La
fiesta de la Santa Cruz se relaciona intrínsecamente con la siembra del maíz y, de
manera menos explícita, con la delimitación del territorio del pueblo ya que las
cruces, dentro de la cosmovisión indígena, tienen esta función además de que “se
conectan simbólicamente con el árbol como eje cósmico.”60

La Santa Cruz
Zipiajo, Mpio. de Coeneo. 3 de Mayo61
La comunidad de Zipiajo se divide en cuatro barrios: Santo Santiago, San Sebas-
tián, El Calvario y Santo Tomás. La fiesta del 3 de Mayo se lleva a cabo en el tem-
plo del Señor del Socorro que se encuentra en un cerro cercano. Se organiza por
medio de dos cargueros principales: un hombre que puede ser soltero o casado y
una mujer que tiene que ser soltera. Las celebraciones comienzan el día 2 de Mayo
con una comida en casa de la joven carguera.
El día 3 muy temprano inicia la procesión con la imagen del Señor del So-
corro que va adornada con servilletas bordadas por las cargueras con sus nombres,
57 En la época prehispánica la figura de la cruz
se relacionaba con el dios de la lluvia y con los así como el de los cargueros. Encabezan la procesión los cargueros y hasta atrás va
cuatro puntos cardinales. Saúl Millán, Op. Cit.,
p. 81. tocando la banda de la comunidad. Llegan hasta la casa de los cargueros principales
58 Andrés Medina Hernández, Op. Cit., p. 121.
59 Ibíd., p. 150. y de ahí se van al templo, para posteriormente partir rumbo al cerro. La caminata
Johanna Broda, “La etnografía de la fiesta de
60
la Santa Cruz: una perspectiva histórica”, en
dura aproximadamente media hora. Al llegar al cerro se celebra una misa en la cual
Johanna Broda y Félix Báez-Jorge (coords.), los cargueros ofrendan vino, hostias, fruta y dinero en efectivo. Terminando la misa
Op. Cit., p. 197.
61 Registrado los días 2, 3 y 4 de Mayo de 2004. los cargueros empiezan a bailar la Danza de los Pukis o del Tigre invitando a las

! 147 !
Zipiajo
Danza de los Pukiz IHS

Zipiajo
Señor del socorro IHS

personas asistentes a bailar. Muchas personas los siguen por gusto o por manda. El
baile se lleva a cabo portando los hombres en sus cabezas unos enormes cuernos
adornados con motitas, realizados por sus hermanas o novias. Además, sobre sus
rostros llevan máscaras de luchadores o de monstruos. Esta modalidad del atuendo
para la danza es reciente ya que anteriormente usaban mascadas transparentes.
También se ha modificado el hecho de que antes llevaban cargando animales sil-
vestres disecados y ahora éstos son representados por osos de peluche, muñecas o
algún otro juguete sujeto a una faja o colgados con una banda del cuello.
Posteriormente se realiza la comida, para la cual los cargueros han prepa-
rado y llevado suficientes tamales y atole para sus parientes e invitados mientras
que los que asisten por su cuenta llevan sus propios víveres. La gente se sienta

! 148 !
Tiríndaro Tiríndaro
Feria comercial IHS Procesión IHS

debajo de un árbol a comer. Al término de la comida, la mamá de cada carguero


comienza a bailar llegando hasta el templo donde hacen entrega de unos tamales
a las personas que lo cuidan en forma de agradecimiento por haberles prestado la
imagen del Señor del Socorro. La gente después regresa al pueblo.
Al día siguiente, 4 de Mayo, terminan las actividades con una comida en la
casa del carguero principal para agradecer a sus ayudantes y familiares. No se hace
jaripeo, baile ni se queman castillos.

San Isidro Labrador


Tiríndaro, Mpio. de Zacapu. 13 de Mayo62
Las celebraciones de San Isidro Labrador, proveedor del buen temporal, se llevan
a cabo en Tiríndaro el 13 de Mayo, fecha en la que también se conmemora a la
Virgen del Rosario.
Para la fiesta el pueblo de Tiríndaro se organiza según los cuarteles en que se
divide la comunidad. De cada cuartel salen seis o siete comisiones que se encargan
de juntar el dinero para la banda, el castillo y el arreglo del templo. A esta fiesta
asiste un gran número de personas provenientes en peregrinación de diversos lu-
62 Registrado los días 13, 14 y 15 de Mayo de
2004. gares. Hay juegos mecánicos y puestos de feria.

! 149 !
Los días 14 y 15 de Mayo la fiesta se torna más local y se llevan a cabo las
corridas de toros o jaripeos patrocinados por familias determinadas. Hay misa a
medio día y comida en casa de los cargueros en ambos días. Los gastos de la fiesta
corren a cargo de las personas residentes en la comunidad, es muy raro que los
emigrantes participen enviando dinero específicamente para esta celebración.63

Espíritu Santo
en Sevina, Mpio. de Nahuatzen.
Movible en Mayo y Junio64
Esta fiesta dura varios días. Para su organización el pueblo elige una comisión,
cuyos integrantes reciben el nombre de cargueros, siendo que no responden a la
estructura del sistema de cargos tal como se ha explicado. Los aspirantes se van
anotando con el sacerdote de la comunidad quien lleva una lista –hay voluntarios
hasta el 2032- y se encarga de supervisar el buen desempeño de la comisión.65
El día 28 de Mayo hay una procesión con la gente de la comunidad y se
lleva a cabo la celebración del Corpus. El día 29 después de la comida se realiza 63 Datos proporcionados a la autora por el Sr.
Efrén Espinosa Felipe, Tiríndaro, Mich., 13 de
–a partir del año 2004- un evento cultural -que se pretende sea anual y de a co- Mayo de 2004.
64 Registrada el 30 de Mayo de 2005.
nocer las tradiciones de los diferentes pueblos- en la calle principal con grupos 65 Información facilitada a la autora por el Sr. Ro-
representativos de varias comunidades p’urhépecha, al cual asiste la mayoría de dolfo Gutiérrez García, quien fue comisionado
en el año de 2004, Sevina, Mich., 29 de Mayo
los visitantes y la gente del pueblo. Al mismo tiempo los cargueros se reúnen en el de 2004.

! 150 !
atrio del templo a donde van llegando sus esposas llevando la cera y las flores con
los que adornarán el templo acompañadas por una banda. Se realiza una misa con
poca participación de la gente de la comunidad y en ella se entregan las ofrendas
de cera y flores. Terminando la misa los cargueros se retiran a merendar a sus casas
acompañados por sus amistades y familiares. En la calle hay una gran cantidad de
puestos de fruta de la región y comida no tradicional como hot dogs, hamburgue-
sas, sopas Maruchan, etc.
El día de la fiesta grande a medio día hay una misa que es más concurrida
que la del día anterior en la cual se llevan a cabo varias Primeras Comuniones y
terminando la gente se retira a comer a sus casas o bien, a la de los cargueros o
comisionados, si es que han sido invitados. En la noche se quema un castillo.
El baile se realiza en la plaza principal el día 31 de Mayo y el 1 de Junio se
hace el jaripeo que es pagado por toda la comunidad.

Espíritu Santo
en Ukasanástakua, Mpio. de Tzintzuntzan.
Movible en Mayo y Junio66
La comunidad de Ukasanástakua también es conocida en español como Espíritu,
por lo que la fiesta del Espíritu Santo, su patrono, es la más importante. Esta fiesta
66 Registrada el 30 y 31 de Mayo de 2004. comienza desde el 30 de Mayo con la entrada de la banda, la flor y la cera.

! 151 !
El día 31 temprano se realiza un almuerzo familiar. Al terminar, la gente se
apresura a concluir los preparativos para recibir a sus amistades y cerca de medio
día se encaminan hacia “la bajada” que es el acceso a la comunidad donde se recibe
a las autoridades religiosas como el Arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda,
quien ha asistido a la celebración. La comitiva que va por ellos lleva banderines y
se compone por mujeres, que marchan primero, luego van los niños que harán la
Primera Comunión, seguidos por muchachas que van flanqueando a los clérigos,
después bajan los señores y al final la banda. Las mujeres van vestidas de gala
mientras que los hombres visten de diario con pantalones de mezclilla. Los niños
que hacen la Primera Comunión visten elegantemente con ropa no indígena.

! 152 !
La comitiva llega hasta el atrio, lugar en el que se celebra la misa ya que
el templo es extremadamente pequeño. El portal del atrio es decorado con redes
de pescar adornadas con figurillas de chuspata. Asisten casi todos los originarios
de la comunidad, aunque radiquen en otra parte y reciben la visita de bastantes
amistades por lo cual el lugar luce abarrotado.
El mensaje del oficiante religioso por lo general gira en torno a la valo-
ración de la cultura indígena y el cuidado y procuración que los padres deben
mostrar para con los hijos. Las ofrendas consisten en frutas y pan que se ponen
dentro de grandes bateas, así como platos laqueados, dinero, hostias y vino de
consagrar. Al Arzobispo se le ponen las cuelgas que están hechas de lazo y adorna-
das con petates de chuspata en miniatura. Terminando la misa hay una pequeña
procesión con el Corpus en el atrio del templo y después comienzan a presentarse
los “cuadros” que son escenas de bailes y danzas tradicionales como la Danza
del Pescado y la Danza de las Mariposas ejecutados por grupos provenientes del
vecino pueblo de Ichupio.
Mientras se llevan a cabo los cuadros, algunas personas se van retirando a
comer. Los encargados de dar de comer a los sacerdotes son dos parejas –llamados
comisiones- por cada uno de los dos barrios del pueblo. En esta ocasión se ofrecen
jauákatas, caldo de pescado, mole con pollo, así como charales de botana acom-
pañados de cerveza y refrescos.

! 153 !
Por la noche se quema el castillo y hay baile. Hay dos comisiones por cada
barrio encargadas de pagar la banda y el castillo y una comisión más que patro-
cina los toros al día siguiente, financiadas por la cooperación de la comunidad
que consiste alrededor de los $1600 a $2000 pesos por jefe de familia.67 A estas
actividades únicamente asiste la gente de la comunidad ya que la mayoría de los
visitantes se marchan después de la comida.

Las fiestas del Corpus.


Movibles en Mayo, Junio y Julio
La celebración de la fiesta de Corpus conmemora la institución de la Eucaristía y
se lleva a cabo el jueves de la novena semana contando a partir del Domingo de
Resurrección.68 Es una de las principales fiestas de la religión católica cuya cele-
bración se remonta al año de 1311 en que el Papa Clemente V declaró esta fecha
como festiva. Estos festejos, además, tienen que ver con las actividades de subsis-
tencia de los pueblos y con la organización de los miembros de la comunidad de
acuerdo con sus actividades productivas.
Para los p’urhépecha la celebración del Jueves de Corpus tiene el sentido de
compartir de manera colectiva los bienes que se han producido a los largo del año
por parte de los diferentes oficios en que se ocupa la gente de cada comunidad. La
celebración, en su significado más profundo, representa las diferentes fases de los
trabajos agrícolas como son las idas al cerro, la preparación de la tierra, la siembra,
la cosecha y el reparto de excedentes entre los miembros de una comunidad.69 To-
dos en el pueblo deben cooperar para sufragar los costos de las bandas de música,
las comidas públicas, los cuetes y castillos, etc.
67 Informes de los miembros de la familia Valen-
El Corpus se lleva a cabo el mismo Jueves de Corpus, el domingo próximo tín Cipriano a la autora, Ukasanástakua, Mich.,
30 y 31 de Mayo de 2004.
o bien el día que toque la celebración en cada localidad según una bien definida 68 El Papa Clemente V fue quién instauró en el
s. XIV la observancia de la fiesta, que quedó
organización intercomunitaria que marca una alternancia siguiendo circuitos es- establecida el jueves después de la festividad
de la Santísima Trinidad, cuya celebración es
pecíficos de manera tal que la fiesta no se celebre el mismo día en comunidades el primer domingo tras Pentecostés, cincuenta
cercanas. Esto se hace con la finalidad de que los miembros de los pueblos vecinos días después de Pascua. Ma. Teresa Sepúlveda,
Op. Cit., p. 38.
puedan asistir al lugar donde toca la fiesta y a su vez, reciban las visitas de las de- 69 Mario Padilla Pineda, Op. Cit., p. 114.
70 Uno de los circuitos de los pueblos de la ribera
más comunidades en reciprocidad.70 del lago marca que el Jueves de Corpus se
celebra en Tzintzuntzan para proseguir con su
La organización de la fiesta puede recaer en el párroco, el presidente mu- realización cada semana (jueves, sábados o
domingos posteriores) en las comunidades de
nicipal, el jefe de tenencia, el Cabildo o alguna otra autoridad de la comunidad, Ichupio, Tarerio, Ukasanástakua, La Pacanda,
según el costumbre del lugar en que se realiza. También ayudan los llamados desti- Yunuén y por último en Janitzio. En la sierra,
por su parte, un circuito comienza en Arante-
nos,71 que son los representantes de cada gremio. El desarrollo de la celebración se pakua, para continuar con Nahuatzen, Sevina,
Comachuén, Turícuaro y finalizar en Quinceo.
da, con múltiples variantes, de la siguiente manera: días o semanas antes se reúnen En la Cañada el Corpus es un día después de la
fiesta patronal de los pueblos que la integran.
los responsables directos o destinos para hacer los preparativos correspondientes. Aída Castilleja, “La Cha’nanstkua...”, p. 9.
El día de la fiesta temprano se comienza a reunir la gente en el atrio de la Iglesia 71 Los destinos no son propiamente cargueros
sino responsables de cada oficio; ellos adquie-
para escuchar misa y hacer el almuerzo ahí mismo. Después la gente se dirige a ren respeto y prestigio según su desempeño,
pero éstos se hacen extensivos al resto del
casa de los diferentes organizadores, divididos por gremios, donde se ofrece una gremio. Ma. Teresa Sepúlveda, Op. Cit., p. 160.

! 154 !
comida con churipo o pollo con arroz y mole y corundas, además de cervezas y
otras bebidas alcohólicas. La reunión es amenizada por una banda musical.
Después de la comida, el párroco del lugar hace la procesión con el Corpus,
siguiendo las capillas que se han montado especialmente para el paso del Altísimo;
acompañan principalmente algunos visitantes de otros lugares ya que la gente del
pueblo se encuentra reunida con los de su oficio. A determinada hora los diferen-
tes oficios se preparan para salir del punto de reunión y dirigirse, cada uno con su
gente, hasta el atrio del templo. En el camino se cruzan con otros oficios, siguen su
camino aparte y se vuelven a juntar y así sucesivamente. Cada comitiva va integra-
da por los destinos y demás miembros del gremio, avanzando en orden jerárquico,
yendo hasta atrás la banda. Ocasionalmente acompaña a los grupos una especie de
mojiganga72 y/o un hombre disfrazado grotescamente de mujer que van asustando
a los niños y marcando el lugar por donde debe pasar su acompañamiento.73 A su
paso los caminantes van aventando confeti y divirtiéndose.
Posteriormente, ya reunidos en el atrio del templo, comienza la Chanants-
kua o juego de oficios, en la cual cada gremio va lanzando los productos propios
de su oficio; en ocasiones cada gremio lo hace independientemente y a veces todos
juntos. Las personas asistentes intentan atrapar en el aire los artículos y productos
lanzados. Paralelamente a estas actividades, los jóvenes más audaces de la comu-
nidad intentan trepar por el palo encebado, esto es un tronco (en algunas comu-
nidades se cubre de cebo según las tradiciones antiguas) que se halla enclavado en
algún sitio dentro del atrio en cuya punta se encuentran amarrados diversos pre-
mios como un gran panal, dinero en efectivo, ropa, etc. que pasan a ser propiedad
de quien llegue a la punta y los baje.
Finalmente la gente se retira, aunque en ocasiones por la noche se quema
un castillo y se realiza un baile de tipo popular y al día siguiente se hace jaripeo,
aunque esto depende del lugar y sobre todo de los recursos económicos que hayan
reunido los organizadores.

La Chanantskua
En la región p’urhé se ha vuelto una tradición generalizada que los diferentes ofi-
cios avienten miniaturas de los artículos que elaboran o venden (platitos, ollitas,
juguetitos, mueblecitos de madera, abarrotes diversos, etc.), instrumentos de tra-
bajo (martillitos, látigos, etc.) o bien la materia prima que utilizan para producir
o con la cual trabajan (por ejemplo, los panaderos avientan harina y panecitos;
72 Mona alta hecha de trapo y pelo de trapeador. los panaleros, pedazos del panal; los agricultores, mazorcas y maíz desgranado; en
73 Según Ma. Teresa Sepúlveda esta práctica se
remonta al siglo XIV cuando algunas figuras algunos lugares los carniceros avientan bolsas con carne en trozos; los albañiles,
de madera o cartón iban marcando la ruta a mezcla, etc.) Se supone que el origen de esta práctica se encuentra en tiempos de
seguir por la procesión, además de ir asustan-
do a los niños. Ma. Teresa Sepúlveda, Op. Cit., Vasco de Quiroga, cuando en una época de sequía arrojó alimentos y granos a la
p. 38.
74 Ibíd., p. 161. multitud indígena para saciar su hambre.74

! 155 !
Corpus
en Cherán, cabecera municipal75
En Cherán el desarrollo de la fiesta dura una semana comenzando el lunes an-
terior al Jueves de Corpus, pero el día en que se realizan las actividades más im-
portantes es el miércoles anterior. Los oficios que toman parte en la celebración
son: campesinos, carpinteros, tejedores, panaderos y panaleros. Los cargueros de
San Isidro buscan jóvenes de todo el pueblo para que desde el martes antes de la
celebración vayan en grupos al cerro, organizándose según el barrio al que perte- 75 Registrado el 9 y 10 de Junio de 2004.
76 Cherán se divide en dos barrios: el de arriba y
nezcan76 y llevando las imágenes de San Anselmo y Santa Inés, a buscar la miel y la el de abajo o barrio primero y barrio segundo.

! 156 !
cera que necesitarán para los festejos, así como el tronco para el palo encebado. El
miércoles van los jóvenes al Templo del Calvario a presentar los panales adornados
al Padre Jesús (Jesucristo), al Cabildo y a los cargueros. Salen y bailan en el atrio
representando el trabajo agrícola según las tareas propias de los hombres, los niños
y las mujeres. Después, los representantes de los dos barrios –de oficio panaleros
y agricultores- se van bailando hacia la plaza de la comunidad y ahí muestran las
katarakuas, que son los panales adornados con botellas de vino, mascadas con la
bandera de México o de Estados Unidos, cigarros, cerillos, etc. a la gente de la
comunidad y dan varias vueltas a la plaza. En Cherán los cargueros llevan comida
para todos los asistentes y entre todos eligen cuál de las katarakuas fue la mejor.
Con esta práctica se pretende que todo el pueblo participe en juzgar cuál de los
dos barrios consiguió el panal más grande y cuál fue el mejor adornado.
En Cherán ya no se acostumbra aventar cosas, más bien cada oficio inter-
cambia o vende sus productos. Paralelamente se lleva a cabo la tradicional
práctica del trueque de sal por diversos artículos en la plaza, aunque en la
77 Esta información fue proporcionada a Rosa
Isela Valentín por el Sr. Francisco Hurtado actualidad es muy poca la gente que efectivamente hace trueque; la mayoría
Pacamba, quien en el 2004 contaba con 100
años, Cherán, Mich., 9 de Junio de 2004. compra los productos.77

! 157 !
Corpus
en Tarecuato, Mpio. de Tangamandapio78
La comunidad de Tarecuato está dividida en seis barrios. El jueves de Corpus
como a las 11:00 a.m. comienza la procesión encabezada por dos hombres en-
mascarados, uno de cara blanca y otro de color carne que representan a los
encargados de revisar el inventario que hizo Fray Jacobo Daciano en el siglo
XVI sobre los linderos del pueblo y las condiciones de las propiedades de la co-
munidad. Estos personajes traen una libreta donde se consignan los bienes del
pueblo y van leyendo en voz alta y palomeando la lista según avanzan en su re-
visión. Uno de ellos monta un burro y el otro lo va jalando. La procesión, como
todas, se compone por sectores que marchan en orden jerárquico; así tenemos
que después de estos hombres con máscara marchan cuatro mujeres encargadas
de la Iglesia, luego cuatro niños vestidos de frailes franciscanos rememorando
a Daciano; inmediatamente después vienen las imágenes veneradas y luego los
cargueros que se distinguen por llevar paliacates y varios listones amarrados. 78 Registrado el 10 de Junio de 2004.

! 158 !
! 159 !
Luego marchan los diferentes oficios: comerciantes, agricultores, panaderos, pa-
naleros, leñadores y tejedoras. Cada carguero, con su oficio, camina con una
banda u orquesta (si hubo suficiente cooperación se contrata una orquesta, si no
únicamente una banda.)
Después de marchar por las calles, de recorrer los seis barrios del pueblo y
hacer paradas en la casa de cada uno de los cargueros, los diferentes oficios pasan
por la jefatura de tenencia a la cual entran algunos representantes a pedir permiso
al jefe de tenencia para continuar. El resto del gremio permanece afuera bailando
y haciendo la representación de su oficio. Al terminar de pasar todos los oficios
se conducen al atrio de la Iglesia, en donde se coloca cada gremio con su banda
u orquesta en un lugar designado. Ahí permanecen toda la tarde, consumen los
alimentos y bailan. Después comienza la Chanantskua o juego de oficios, turnán-
dose los diferentes oficios según les corresponda. Los asistentes pueden participar
con ellos y tratar de ganar algún objeto en miniatura. Al finalizar la Chanantskua
se retiran las personas a sus casas.
Para esta celebración, dado que acude un gran número de personas de otras
comunidades, se instalan en las calles aledañas al templo bastantes puestos de comi-
da, ropa, utensilios de cocina, mercancías piratas, etc. Por la tarde la gente regresa a
sus pueblos y la fiesta del Corpus se torna más local. La fiesta termina en la noche.

! 160 !
Corpus
en San Jerónimo Purenchécuaro, Mpio. de Quiroga79
En esta comunidad el Corpus se celebra el viernes después del Jueves de Cor-
pus. Esta festividad es organizada por dos cargueros por cada barrio quienes son
auxiliados por su “ayudanza.” Desde el domingo anterior al Jueves de Corpus los
jóvenes y las autoridades de la comunidad van al cerro a bajar el palo encebado.
Un par de días antes los jóvenes adornan la plaza y los portales por donde pasará
la procesión del día de la fiesta. Mientras tanto, los cargueros comienzan a adornar
el templo, ya que es una de sus responsabilidades.
El viernes de la fiesta los padrinos de velación de los cargueros les regalan la
loza, la ropa y algunos otros artículos que utilizarán ese día ya que invitan a comer
a diversas personas (quienes los acompañan a recorrer el pueblo.)
Cada uno de los cargueros principales tiene su propia banda de música y
con ella pasan a recoger a los diferentes oficios en sus barrios para después ca-
minar por las calles de la comunidad. En San Jerónimo los principales laboristas
(oficios) son: comerciantes, agricultores, pescadores, artesanos, petateros y teje-
doras. Los agricultores llegan a la plaza desde temprano porque ahí representan
el trabajo en la milpa mientras que las mujeres cuecen elotes para intercambiar
79 Registrado el 10 de Junio de 2004. con las demás comitivas. Con esta ocasión se da un juego muy particular entre

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la gente del pueblo ya que algunas personas simulan que les roban elotes a las
mujeres, devolviéndoselos más tarde o bien comiéndolos si ellas se los regalan.
Los pescadores bailan y avientan pescado seco; los comerciantes lanzan aba-
rrotes o artículos de ferretería; los artesanos, las artesanías que elaboran; los
campesinos, maíz para agradecer su cosecha y pedir que les vaya mejor el ciclo
que comienza.
En la plaza se coloca el palo encebado que es adornado con un panal, fruta,
vino, ropa, dinero, entre otras cosas, y que se gana automáticamente quien con-
siga llegar a la punta. A esta persona se le ofrecen bebidas alcohólicas para festejar
sus habilidades y se le hace bailar. Si ese día nadie consiguió bajar el panal, conti-
núa la competencia hasta que haya alguien que lo logre.
Después de la Chanantskua la gente se va a comer a casa de los cargueros y
al terminar se retira a sus hogares.

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Corpus
en Pichátaro, Mpio. de Tingambato80
El Corpus en Pichátaro se hace el viernes posterior al Jueves de Corpus y es or-
ganizado por comisiones que están compuestas por representantes de los oficios
80 Registrado el 11 de Junio de 2004.
81 Desde el domingo anterior al Jueves de Cor- del pueblo: tiradores o cazadores81, agricultores, carpinteros, panaleros, arte-
pus los hombres de la comunidad, jóvenes
o mayores, piden permiso a las autoridades sanos y comerciantes. Las comisiones están compuestas por cinco personas de
para “irse al cerro” a cazar lo que encuentren ya cada uno de los cinco barrios que tiene Pichátaro quienes deben coordinarse
sea “venado, conejo, coyote, gato montés o lo
que caiga.”Testimonios de jóvenes del gremio con los cargueros y los padrinos para la organización de la festividad.82 Toda la
de tiradores (cazadores) proporcionados a la
autora, Pichátaro, Mich., 11 de Junio de 2004. gente del pueblo debe cooperar con su oficio, aportando aproximadamente $50
82 El Viernes de Corpus en Pichátaro se hace el
cambio de cargueros de las principales imá- pesos por persona.
genes. El santo patrono es San José cuya fiesta
se realiza el 19 de Marzo. Los cargueros de las En la mañana comienzan a reunirse los familiares y amigos de los cargueros
imágenes invitan a una o dos parejas para que de los principales santos de la comunidad en casa de cada uno de ellos donde
apadrinen a las mismas; los padrinos, a su vez
invitan a más parejas a que les ayuden a apa- se les ofrece un almuerzo. A esta reunión acuden como invitadas las personas
drinar al santo. No importa cuántos padrinos
tenga una imagen “entre más es mejor porque que comparten un mismo oficio. A determinada hora comienzan a visitarse entre
sale más barato” señala el Sr. Arquímedes Mi-
randa. Tanto los cargueros como los padrinos los cargueros, atención que el anfitrión en turno corresponde ofreciéndoles un
apoyan a las comisiones encargadas de la fies-
ta del Corpus; esta es una de las comunidades “refresco” que es una cerveza y tamales –corundas- y atole para que se lo lleven.
donde interactúan cargueros y comisiones en Cuando terminan las visitas se hace una comida en casa de cada carguero para sus
una misma celebración. Informó a la autora el
Sr. Arquímedes Miranda, carguero de San José invitados y se preparan corundas, arroz con mole y pollo, atole de tamarindo y
del 2003-2004, Pichátaro, Mich., 11 de Junio
de 2004. grandes piezas de pan. En la tarde comienzan a salir de cada una de las casas de los

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cargueros éstos con sus invitados y recorren las calles del pueblo pasando a cada
barrio a recoger a la gente de las comisiones. Durante el trayecto rumbo al atrio
del templo las mujeres jóvenes y solteras cargan vasijas de barro con charape, el
cual van ofreciendo en todo momento a quienes se van encontrando. Compiten
entre ellas para ver cuál es el mejor charape y a quién se le termina más rápido.
Cada oficio camina seguido por la banda que ha contratado. Antes de ingresar al
atrio, hace una parada en la jefatura de tenencia para pedir permiso a las autori-
dades para poder continuar.
Al llegar al atrio, cada oficio comienza a recorrerlo y, siguiendo un or-
den predeterminado, empieza la Chanantskua. La gente se reúne en torno de
quienes lanzan los diversos artículos e intenta atrapar la mayor cantidad posible
de regalos. Terminado la Chanantskua, aproximadamente dos horas más tarde,
comienza la competencia entre los hombres de la comunidad para ver quién
puede trepar por el palo encebado y obtener el panal que se ha colocado en su
punta del cual cuelgan diferentes premios como son ropa, dinero en efectivo,
paliacates, etc.
Finalizando esta competencia comienza el baile popular en la plaza del pue-
blo, asisten muchos lugareños –que a esta hora están bastante tomados- y el baile
se prolonga hasta altas horas de la madrugada.

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Corpus
en Sicuicho, Mpio. de Los Reyes83
En este lugar los preparativos comienzan con un mes de anticipación y la fiesta
se realiza el domingo posterior al Jueves de Corpus. Cada oficio elige a dos o tres
comisionados para que reúnan la cooperación que toca a cada jefe de familia del
gremio para pagar la música.
Los de oficio panaleros van dos semanas antes de la fiesta al cerro acom-
pañados de una banda para buscar un pino grande, que será el palo encebado.
El sacristán pide cooperación voluntaria para el pago de los adornos del templo
y las flores.
El día de la fiesta en la mañana cada uno de los cuatro cuarteles en que se
divide la comunidad para las fiestas religiosas, construye una capilla, donde se
detendrá la procesión. Por su parte, las mujeres, ayudadas por niños y jóvenes, ela-
boran un tapete de aserrín y flores por donde pasará el Cuerpo de Cristo presente
en la Hostia. Después de la procesión se levanta el palo encebado de más de 20
metros de altura en el atrio del templo. En la tarde se lleva a cabo la Chanantskua
participando de uno en uno los oficios de agricultores, comerciantes, albañiles,
panaderos, panaleros y carpinteros. Al final inicia la competencia por subir el palo
y llegar a la punta por los diversos premios que se han colocado ahí.
83 Registrado el 13 de Junio de 2004. Asiste a la celebración un gran número de personas de comunidades vecinas.

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Corpus
en Jarácuaro, Mpio. Erongarícuraro84
La celebración del Corpus en Jarácuaro se hace también el domingo posterior al
Jueves de Corpus. El pueblo se encuentra organizado en torno al templo, ubicado
en la parte más alta de la antigua isla. A medio día, van llegando unas cuantas per-
sonas que se comienzan a ubicar en el atrio, en espera del comienzo del Corpus.
El padre de Erongarícuaro, encargado de oficiar la misa, celebra a la 1 p.m. en
idioma p’urhé. Dada la época del año casi siempre llueve por lo que el sacerdote
debe comenzar temprano el rosario, para después dar inicio a la procesión, que es
desairada puesto que la mayoría de la gente se encuentra conviviendo en casa de
los comisionados. En el anexo del templo algunos comisionados dan de comer al
padre y a algunos de sus invitados mientras que se escucha música proveniente de
varios puntos de la isla.
Mientras, los diferentes oficios se reúnen con sus familiares y sus amistades
84 Registrado el 13 de Junio de 2004. en la casa de cada uno de sus comisionados para comer arroz, mole con pollo y

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corundas acompañados de bebidas alcohólicas.85 Después de la comida, llega la
comitiva formada por una mojiganga a la que llaman “la señorita”, una “mujer
fea” que es un hombre borracho vestido con falda desarreglada y descosida, blusa
desfajada, relleno de busto, peluca y máscara desfigurada y horrible, rebozo y una
muñeca despeinada cargada en la espalda y que va cayéndose, comportándose vul-
gar y groseramente. Entonces los hombres organizan la salida, primero marchan
la Fea y la mojiganga, señalando el camino a seguir y asustando y molestando a
los niños, luego van las mujeres jóvenes, seguidas por las señoras mayores, después
los hombres y por último, los músicos tocando. Las personas encargadas de lanzar
los objetos los llevan en un morral y traen cosas como sombreros, dulces, discos
compactos pirata, juguetillos, utensilios de cocina, cervezas, etc.
Cada oficio marcha libremente por las calles del pueblo, cruzándose en
ocasiones con otros grupos, momento en el que agitan sus sombreros en señal de
juego y unidad y prosiguen su camino. Cada grupo llega al atrio cuando considera 85 Testimonio proporcionado a la autora por la
Sra. Teresa Cabrera, proveniente de Cuanajo,
que terminó su andar, entonces comienza la Chanantskua que dura varias horas. Jarácuaro, Mich., 13 de Junio de 2004.

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San Pedro y San Pablo y Corpus
en Cucuchucho, Mpio. de Tzintzuntzan. 29 de Junio86
La organización de la fiesta se hace a través de comisiones y cargueros. En la co-
munidad hay dos barrios oficiales, el de San Pedro, el de San Pablo y un tercero
que en la práctica se compone de dos rancherías cercanas a la comunidad. En
cada uno de los barrios las comisiones se encargan de reunir el dinero para pagar
la música, el castillo, los cuetes, las flores, la cera y demás implementos necesarios
86 Registrado los días 28 y 29 de Junio de 2004. para la celebración.

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Las celebraciones de la fiesta patronal tienen lugar los días 28 y 29 de
Junio y en estos dos días los cargueros conviven ampliamente entre ellos, con
todo y sus acompañantes, ya que se dedican a visitarse unos a otros, siendo los
anfitriones extraordinariamente hospitalarios y generosos. El día 28 los cargue-
ros ofrecen a las imágenes cera, flores y limosna entregándoselas al sacristán para
que él mismo adorne el templo, mientras que un grupo de jóvenes se encarga
de decorar el atrio.
El día de la fiesta grande, el 29, se celebra una misa en la mañana en la cual
87 El establecimiento del vínculo del compa-
se llevan a cabo primeras comuniones,87 se baila la Danza del Pescado y se venera drazgo no se da el mismo día de las primeras
comuniones sino hasta un día posterior en el
al Corpus después de la homilía. Por su parte, los cargueros se organizan entre cual se realiza una ceremonia específica “para
ellos para sacar la Danza de los Moros.88 Al término de la misa comienza una espe- hacerse compadres.” Sin embargo también
hay familias que hacen el ritual este día. In-
cie de Chanantskua.89 Por el atrio caminan los diferentes oficios de la comunidad formes de la Sra. Herminia Domingo Mariano
a la autora, Cucuchucho, Mich., 29 de Junio de
y van aventando objetos representativos de su labor. Inmediatamente después, la 2004.
88 Como mencioné en la primera parte del libro,
gente se retira a comer con los cargueros que los hayan convidado; por lo general en esta comunidad se ha dado en algunas
en la mañana se ofrece pozole y a la hora de la comida, churipo de pescado, co- ocasiones que mujeres tomen el cargo y bai-
len de moros, es decir, con atuendo y movi-
rundas, tortillas y bebidas alcohólicas. Cada uno de ellos contrata su propia banda mientos de un moro varón.
89 El Corpus en forma lo celebran un domingo
de música. En la tarde finaliza la celebración. posterior al día 29 de Junio.

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Santo Santiago
en Nurío, Mpio. de Paracho. 25 de Julio90
Santo Santiago es una de las imágenes católicas que se vinculan con la producción
agrícola. A Santiago se le considera representante del “sentimiento corporativo” de
los indígenas, al igual que San Agustín. Santo Santiago es visto por los indígenas
como una garantía de salud y fertilidad para la comunidad, así como un protector
de las fuerzas malignas. 91
La fiesta para Santo Santiago en Nurío se organiza por medio de comisiona-
dos, en los casos en que nadie haya querido ser carguero debido principalmente a
los costos que genera la participación en una fiesta de esta naturaleza.92 En el año
de 2004 no hubo cargueros y el pueblo eligió a los comisionados por calles (hay
únicamente cinco calles en el poblado.) La primera calle sacó a los Moros y a la
90 Registrado el 25 de Julio de 2004.
91 Enrique Florescano (coord.), Espejo Mexicano, banda que los acompaña en sus ejecuciones; la segunda pagó el jaripeo; la tercera,
México, Biblioteca Mexicana/FCE/CONACULTA/
Fundación Miguel Alemán, A.C., 2002, p. 92. el castillo; la cuarta contrató y pagó la música y la quinta adornó la capilla.
92 Cuando hay cargueros ellos se encargan de
El día 25 se realiza la misa grande a medio día y por la tarde se lleva a cabo
cuidar el templo y adornarlo. Los que desean
ser cargueros por lo general se anotan para una procesión en la cual la imagen de Santo Santiago encabeza la marcha, acom-
las fiestas del Corpus, la de Santa Ana y la de
Santo Santiago. pañada por los Moros quienes van montados en sus caballos adornados con servi-

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lletas y moños de vistosos colores. La demás gente camina agitando banderitas de
papel de china que las esposas de los comisionados elaboran para la ocasión.
Los asistentes a la celebración acuden a la Iglesia, donde se encuentran algu-
nos recipientes llenos de flores de los cuales la gente toma una y con ella “limpia”
la urna en la que se cree se encontraba Santo Santiago, para después llevarse a su
casa la flor bendecida por el santo y tener así su protección.
En esta celebración, a pesar de ser patronal, se observa poca participación
de gente de otras comunidades ya que el culto a Santiago es común en varios po-
93 El año de 2004 las bandas eran originarias
del Estado de México y de Guanajuato; hubo blados, cuyos habitantes permanecen en ellos para presenciar la fiesta que se hace
bastante gente inconforme ya que interpre-
taron música instrumental y moderna y no en su propia comunidad. Sin embargo, algunas personas originarias de Nurío que
la “música tradicional que tocan las bandas
de la región en estas ocasiones.” Información
residen en la ciudad de México, Guanajuato y Guadalajara, entre otros lugares,
proporcionada a Rosa Isela Valentín por el Sa- acuden a su pueblo con ocasión de esta fiesta y son las encargadas de pagar las
cristán del templo, Sr. Eliseo Pascual Lorenzo,
Nurío, Mich., 25 de Julio de 2004. bandas que amenizan la celebración.93

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Santo Santiago
en Chilchota, cabecera municipal. 25 de julio94
Chilchota está dividida en cuatro barrios: el de San Juan (barrio de arriba), el de
San Pedro (barrio de abajo), el barrio de Madrigal y el de Chapala. Años atrás el
Cabildo Indígena era el encargado de organizar los festejos en la comunidad y, por
lo tanto, de asignar los cargos.95 Actualmente el Sr. Cura del lugar registra en una
94 Registrado el 24 de Julio de 2004.
libreta a las personas deseosas de tomar el cargo. 95 El Cabildo desapareció entre 1940 y 1945. En
aquellos tiempos se turnaban los cargos de
Como preparación de la fiesta se hace un novenario en el que intervienen Santo Santiago entre los dos barrios existen-
tes: el de San Juan y el de San Pedro.
los gremios más representativos de la comunidad96 y que comienza el 16 de Julio. 96 Los principales oficios son: albañiles, azaha-
Cada oficio se organiza por comisiones las cuales reciben la cooperación para reros, campesinos, comerciantes, ganaderos,
profesores, panaderos, tablajeros, taxistas,
comprar las flores, los cohetes y pagar la música. Este día una persona del oficio se entre otros.

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lleva la imagen mediana de Santiago a su casa y ahí se queda hasta las 5:00 p.m.
Posteriormente, los miembros del gremio acompañan a la imagen en procesión
hasta el templo, donde se celebra una misa.
Diariamente sale la Danza de los Moros, integrada por veinticinco a treinta
jóvenes quienes portan los trajes que se guardan en la sacristía y son propiedad de
la comunidad. Los danzantes bailan por gusto o por una manda y son ensayados
por un coreógrafo designado por la comunidad.
En el pueblo hay tres imágenes de Santo Santiago. El día 24 de julio hay
una misa a las 7:00 a.m., después de la cual el carguero se lleva de la iglesia a su
casa la imagen grande del santo patrono, donde se junta con la imagen chica del
mismo santo, que el carguero resguarda desde un año antes. Se ofrece pan y atole
a los acompañantes. Los parientes y amigos varones del carguero lo ayudan a cam-
biar de ropa a las imágenes grande y chica del santo; ya vestido, pasan las mujeres
a despedirse de él. La imagen mediana de Santo Santiago, que está en manos de
un miembro de alguno de los oficios, también es obsequiada con ropajes nuevos y
se le cambia de ropa; ésta debe ser de diferente color que la dev las otras imágenes.
A medio día en la casa del carguero saliente se hace una comida donde se ofrecen

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churipo y corundas a todo el pueblo. Posteriormente, a las 5:00 p.m. salen las dos
procesiones para llegar juntos al templo y que el carguero saliente haga la entrega
de las imágenes. La víspera las familias más tradicionalistas hacen corundas. La
entrada de la banda también es a las 5:00 p.m. La música toca desde su llegada
hasta las 10:00 p.m. y al día siguiente todo el día (de 6:00 a.m. a 12:00 a.m.)
El día 25 se llevan mañanitas a Santo Santiago y después comienzan las
misas, que se realizan a las 7:00 a.m., a las 8 a.m. y a las 12:00 p.m., ésta última
es considerada solemne puesto que acuden diversos padres de pueblos vecinos.
Los cargueros salientes ocupan un lugar privilegiado y dan de comer churipo y
corundas a los curas y a los asistentes, mientras la banda ameniza en el atrio del
templo. Se hace una procesión a las 5 de la tarde en la que también participan los
pueblos de Urén y Tanaquillo, que son parte de la parroquia. Los habitantes de
estas comunidades acuden con sus santos patronos –San Bartolomé y San Miguel,
respectivamente- para celebrar la fiesta del titular de la parroquia. En ocasiones
llegan hasta la última misa del día, la de las 7:30 p.m. Después de esta misa, el sa-
cerdote entrega la imagen chica de Santo Santiago a los nuevos cargueros, quienes
se la llevan a su casa, donde se ofrecen nacatamales y atole a la gente que los acom-
paña a entronizar al patrón en su altar. Aproximadamente a las 8:30 p.m. salen las
imágenes de los otros dos pueblos para regresar a sus moradas.97 Posteriormente se 97 Información proporcionada a Rosa Isela Va-
realiza un baile popular, al que acude la gente de la comunidad y algunas personas lentín por el historiador oriundo de Chilchota,
Javier Valdez Velásquez, Chilchota, Mich., 1º
de otras comunidades cercanas. Así concluye esta celebración. de Septiembre de 2004.

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San Miguel Arcángel
en Pomacuarán, Mpio. de Paracho. 29 de Septiembre98
La fiesta de San Miguel, por la fecha en la que se realiza, está relacionada con la
temporada agrícola del crecimiento y cultivo de las plantas y por lo tanto, se le
pide al santo para que éstas rindan buenos frutos.
En Pomacuarán se ha perdido el idioma p’urhé y la forma de vestir tradicio-
nal pero se ha conservado la organización comunal. Este pueblo se divide en dos
barrios: el de arriba y el de abajo. Para la fiesta reciben gente de diversas comunida-
des como Nurío y Cheranatsicurini. Además, regresan a su pueblo nativo las perso-
nas que se encuentran en los Estados Unidos o en otra ciudad del país; algunos de
ellos se ofrecen a pagar o cooperar para los insumos de la fiesta ya sea un castillo,
una banda, un mariachi, etc. Para esta festividad cada uno de los barrios paga una
banda, por lo que se piden $700 pesos de cooperación a cada jefe de familia.
La fiesta comienza con una misa en la mañana después de la cual los sema-
neros que se encuentran en la Guatápera ofrecen “un taco” a los visitantes que acu-
den a llevar una limosna a San Miguel. La gente es muy hospitalaria y se abocan a
atender a los convidados. De manera alterna a las actividades en el templo se hace
un torneo de básquetbol que ha alcanzado fama regional ya que acuden equipos
98 Registrado el 29 de Septiembre de 2004. de las cuatro zonas p’urhépecha.

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A medio día se hace una comida en casa de las familias que contribuyeron
con algún gasto. Una de ellas invita al sacerdote y a la gente que lo acompaña,
así como a las personas que deseen integrarse. Llevan un mariachi que ameniza la
ingesta de los alimentos. En la noche se hace un baile popular después de quemar
los castillos que se hayan preparado para la celebración; la comunidad paga dos y
los demás son contribución de donantes voluntarios.99
En esta celebración intervienen cargueros pero su responsabilidad consiste
exclusivamente en arreglar el templo y pagarle al sacerdote que oficia la misa, ade-
más de rezarle cada mes al santo y ofrecer una pequeña comida a la gente que los 99 Comentarios vertidos a Rosa Isela Valentín por
los Sres. Juan y Crispín Valdez Aguilar, Patricio
acompaña. En Pomacuarán el gasto devengado por los cargueros es considerable- Valdez Cano, Salvador Pérez Blas y Cipriano
Trujillo Montelango, Pomacuarán, Mich., 15
mente menor que en otras comunidades ya que no tienen que hacer comida para de Abril de 2005.
todo el pueblo ni pagar la música. Las bandas que los acompañan en su recorrido 100 Informes de la Sra. Alma Alicia González Ba-
zaye a Rosa Isela Valentín, Pomacuarán, Mich.,
por el pueblo son pagadas por los dos barrios.100 11 de Mayo de 2005.

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Día de Todos los Santos y
Noche de Muertos.
1° y 2 de Noviembre

Así como la fiesta de la Santa Cruz marca el inicio del ciclo agrícola, las celebracio-
nes de los fieles difuntos en los pueblos p’urhépecha indican el fin de dicho ciclo
con la llegada de la época de la cosecha. El culto a los muertos expresa el deseo
de la comunidad viva de compartir con sus ancestros los primeros frutos de la
cosecha. Las ofrendas deben ser proporcionales a los bienes que se recibieron a lo
largo del año ya que al ofrecer a los muertos se les retribuye y agradece su función
como intermediarios ante las deidades para atraer la lluvia buena, mejorar la ferti-
lidad de las plantas y la tierra y trabajar junto con los humanos en las actividades
agrícolas. Es por ello que Catherine Good Eshelman ha considerado a esta fiesta
como eminentemente agrícola.101
Desde la época prehispánica, como ya se mencionó, los muertos eran tra-
tados con respeto y consideración. Cuando una persona fallecía, se le enterraba
con ofrendas e incluso con sirvientes o esposas –si pertenecía a la clase gober-
nante- para que en su camino a la otra vida no le faltara nada. La muerte era una
extensión de la vida terrena, no su fin. Al morir, las personas se reunían con sus
antepasados y con sus dioses y desde allí, todos juntos, velaban por el bienestar de
su pueblo. Según las concepciones mesoamericanas cuando una persona fallecía
seguía perteneciendo a la comunidad e influyendo en el éxito agrícola y la fortuna
de su grupo familiar.
La celebración de muertos implica diversos rituales de tipo doméstico: pre-
101 Catherine Good Eshelman, Op. Cit., pp. 239-
297. paración de los alimentos, montaje de ofrendas o altares en los hogares y final-

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mente, en el ámbito comunitario, la visita y velación, en algunos poblados, de las
tumbas en los cementerios. Según Saúl Millán: “la fiesta de muertos es la expre-
sión colectiva de un culto que es en esencia doméstico.”102 Los preparativos de este
culto incluyen también rituales comunitarios como la cacería de patos, que casi ha
desparecido, salvo en poquísimas comunidades como Janitzio y Tzintzuntzan.103
La preparación y limpieza de las tumbas se lleva a cabo unos días antes por parte
de los parientes de los fallecidos, principalmente por las mujeres jóvenes.
El día 31 de Octubre comienzan las ceremonias de conmemoración de los
“angelitos” que son los niños fallecidos durante ese año. Este día, los padrinos de
bautismo del pequeño difunto les llevan a sus padres ropita, juguetes y dulces que
éstos llevarán el 1° de Noviembre a sus tumbas en el panteón. El trayecto hacia
la que fuera casa del “angelito”, es acompañado de cohetes y rezos. En la casa se
monta un altar donde se colocan las ofrendas y se invita a comer a los padrinos
y sus acompañantes para agradecerles la deferencia. Terminando salen todos con 102 Saúl Millán, Op. Cit., p. 51.
103 Los cazadores salen muy temprano a cazar
rumbo al cementerio donde colocan la ofrenda en la tumba del infante, que tam- a los patos que se utilizan como parte de las
ofrendas y como alimento.
bién se adorna con los llamados “arcos”, que son marcos de madera tapizados de 104 Los arcos se colocan por tres años consecu-
flores principalmente de cempasúchitl.104 Ahí permanecen hasta entrada la noche tivos, es decir, que a partir del cuarto año de
fallecida una persona ya solamente se le lleva
y se retiran a sus casas; algunas personas permanecen velando toda la noche. ofrenda.

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El día dos de Noviembre se ofrenda y rinde culto al resto de los difuntos
para los que diez días antes empezó un novenario que terminó la víspera. Este día
en la madrugada la gente sale a llevar las ofrendas al panteón y a adornar las tum-
bas. En este sitio permanece la gente velando hasta la madrugada del día siguiente.
A las personas que fallecieron ese año se les recuerda con un altar montado en su
casa que contiene las mismas ofrendas que se colocan en el panteón además de
algunos objetos del gusto personal del difunto. Desde la calle hasta el lugar donde
está el altar se hace un tapete de flores para indicar al muerto el camino a seguir
para llegar a la ofrenda. Ahí se rezan algunas oraciones para el descanso eterno
del alma del fallecido. Las principales ofrendas que se realizan son: maíz tierno,
mazorcas, frutas, dulces, bebidas alcohólicas, cigarros, veladoras, flores, pan de
muertos, tamales, entre otras.105
Debido a la vistosidad del arreglo de las tumbas estas celebraciones atraen
cada año a un sinfín de turistas. Algunos p’urhépecha prefieren ganar más dine-
ro dedicándose a vender diversos productos y delegan el cuidado y velación de
la tumba a sus hijos jóvenes. Algunos más cobran por dejar que sus altares o
tumbas sean fotografiados con lo cual se ha ido perdido el significado esencial
105 Alberto Rendón Guillén, Michoacán. Noche de
Muertos Ayer y Hoy, pp. 23-33. de estas fechas.

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Noche de Muertos
en Tzintzuntzan, cabecera municipal106
Los preparativos comienzan desde algunos días antes cuando la gente va al panteón
a asear las tumbas, a cortar la maleza, a comprar los ingredientes necesarios para las
ofrendas, las flores y el vino. El día 31 de Octubre se lleva a cabo la cacería de patos.
El 1° de Noviembre por la mañana las personas de la comunidad y de
pequeños pueblos cercanos que no cuentan con panteón propio como Ichupio,
Ukasanástakua y Tarerio van a arreglar las tumbas, a veces las moldean con pura
tierra y en ocasiones montan tarimas o capillitas de chuspata dependiendo de la
creatividad y los recursos económicos de los deudos. Comienzan a adornarlas con
listones y colocan artículos y fotos del difunto en lugares especiales. Un poco más
tarde van llegando las ofrendas consistentes en pan, tortillas, frutas, veladoras,
dulces típicos, gorditas de nata, entre otras cosas y las van ubicando en sitios de-
terminados. Colocan también los llamados “arbolitos” de varitas que están ador-
nados con velas, panes de muerto y frutas principalmente.
La gente permanece toda la noche velando a sus difuntos para lo cual mu-
106 Se realizaron visitas a Tzintzuntzan los días 1°
chas veces se acompañan de guitarras y bebidas alcohólicas aunque es bastante y 2 de Noviembre de los años 2003 y 2004.

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raro observar a alguna persona realmente ebria. Por lo general se bebe ponche o
café. El 2 de Noviembre, Día de Muertos, se ofrece una misa en el panteón por
las almas de los difuntos y para despedirlas; el padre pasa a bendecir las tumbas.
Luego la gente se retira a sus casas llevándose la fruta y la demás comida y dejando
solamente flores y veladoras sobre las tumbas. Los alimentos son repartidos entre
familiares y amistades.
En Tzintzuntzan se lleva a cabo un festival cultural con motivo del Día de
Muertos puesto que una gran cantidad de turistas visitan la comunidad y es un
buen momento para dar a conocer y reafirmar sus valores culturales y sus tradi-
ciones. Este festival consiste en una muestra de danzas, canciones y música por
parte de grupos representativos de diversas regiones y pueblos. El escenario se
monta en la subida hacia las yácatas y tiene una duración de aproximadamente
tres horas por lo cual un buen número de personas lo puede presenciar. Por lo
anterior, es natural que estos días sean propicios para la vendimia de productos
tan diversos como artesanías, todo tipo de alimentos, bebidas preparadas, artí-
culos de plástico, utensilios de cocina, gabanes, estampas y motivos religiosos y
otros muchos artículos.

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Noche de Muertos
en Ihuatzio, Mpio. de Tzintzuntzan107
Los preparativos para recibir a los muertos que se llevan a cabo en Ihuatzio son
similares a los de Tzintzuntzan, sólo que en Ihuatzio el panteón se empieza a lim-
piar desde el 4 de Octubre. Los encargados de la limpieza son los jóvenes solteros
conocidos como “doctrinas” que son nombrados por la jefatura de tenencia para
hacerse responsables durante un año de las labores comunitarias.
El pueblo se divide en dos barrios,108 cada uno de los cuales tiene su propia
capilla en las cuales los miembros de cada barrio ofrendan en memoria de los di-
funtos que no han sido visitados por sus familias. El 1° de Noviembre desde tem-
prano la gente va al panteón a colocar sus ofrendas en las tumbas de sus familiares
difuntos. Un número importante de personas permanece velando toda la noche
en el panteón pero cada año va en aumento el número de individuos que regresa
a dormir a sus hogares. Las “doctrinas” velan toda la noche y apoyan a la gente
que acude con el mismo fin. Las ofrendas que se hacen consisten en frutas de la
temporada, pan, incienso o copal, flores y algunos objetos que eran del agrado del
107 Registrado el 1º y 2 de Noviembre de 2003. difunto. De manera alterna a la ceremonia en el panteón, en los hogares de los
108 Los barrios son el de la Ascención y el del Sa-
grado Corazón de Jesús. recién fallecidos se monta también un altar.

! 191 !
Las autoridades de Ihuatzio organizan cada año un festival cultural en la
plaza principal que lamentablemente es apreciado sólo por unas cuantas personas.
En este festival se presentan la Danza de los Moros del propio Ihuatzio, los chiri-
miteros y la banda musical de Ihuatzio. Es muy común que los artistas no lleguen
a cumplir con su compromiso cuando vienen de otro lugar, argumentando que
la carretera estaba muy llena. Este festival es menos espectacular, aunque proba-
blemente más auténtico que el de Tzintzuntzan, ya que ahí se llegan a presentar
grupos de artistas “que bailan sólo con fines de lucro”109 y que cobran bastante por
sus ejecuciones ocasionando un desprestigio de su propia actividad ante los ojos 109 Entrevista de la autora al Sr. Francisco Lucas
Rafael, quien ha ejercido todos los cargos ci-
de los p’urhépecha.110 Mientras tiene lugar el festival artístico se obsequian atole viles y religiosos en la comunidad de Ihuatzio,
Ihuatzio, Mich., 2 de Noviembre de 2003.
y pozole en la plaza, para lo cual se montan algunas mesas con los condimentos 110 De hecho una de las quejas más comunes
necesarios para disfrute de los asistentes. entre la gente de Ihuatzio es que los turistas
casi no acuden a su comunidad por preferir
El día dos la gente va muy temprano a las tumbas. Los que se quedaron Tzintzuntzan ya que hay más variedad de
grupos. El Sr. Francisco Lucas señaló que los
velando van a sus casas a desayunar y cambiarse de ropa para regresar al pan- artistas que acuden a Ihuatzio lo hacen más
por gusto que por cobrar sus presentaciones,
teón. Cerca del medio día se reparten y/o consumen los alimentos ofrendados, ya que únicamente se les paga su traslado y
alguna cantidad significativa. Consideró que
obsequiándose la totalidad de la fruta a los jóvenes “doctrinas.” Posteriormente es lamentable que se lucre con la cultura.
la gente regresa a sus casas a comer los nacatamales que se han preparado para Cada uno de los moros recibió $200 pesos y la
banda cobró $2000 pesos en el año de 2003.
esta ocasión. Ídem.

! 192 !
Noche de Muertos
en Janitzio, Mpio. de Pátzcuaro111
Janitzio es una pequeña isla de aproximadamente 5 Km.² Sin embargo, es uno
de los lugares más visitados de Michoacán en la Noche de Muertos. Ahí se acos-
tumbra rezar un novenario a los difuntos que tengan cuando mucho tres años de
fallecidos; el último día de rezos, que es el 1° de Noviembre, se ofrece de comer al
rezandero y a la gente que ha acompañado a la familia en el novenario. Este día
se elabora una corona adornada con flores, pan, fruta y dulces especiales para la
ocasión que son llevados a la tumba en el panteón. Las demás tumbas se arreglan
con los productos que se han reunido desde días antes.
La madrugada del último día de Octubre se realiza tradicionalmente la
cacería de patos, aunque en realidad esta actividad esté casi extinta comparada
con el hecho de que en la década de los 30’s era posible ver “no menos de mil
111 Registrado el 1° de Noviembre de 2005.
112 Luis Vázquez León, “Noche de Muertos en canoas.”112 Los trofeos que se logran obtener se preparan como parte de los ali-
Xanichu, Estética del claroscuro cinematográ-
fico, teatralidad ritual y construcción social de mentos rituales.
una realidad intercultural en Michoacán”, en
Martín Sánchez y Cecilia A. Bautista (coord.),
El día 1º de Noviembre la gente comienza a llegar al camposanto entre 6:00
Estudios Michoacanos, núm IX, México, El Co- y 7:00 p.m. Algunas personas permanecen toda la noche en el panteón acompa-
legio de Michoacán/Instituto Michoacano de
Cultura, Septiembre de 2001, p. 352. ñando a sus familiares o amistades pero la mayoría de las familias prefiere aprove-

! 193 !
char la gran afluencia turística para generar mayores ingresos mediante la venta de
diversos artículos o servicios.
Los que se quedaron velando se retiran después de escuchar misa temprano
y de haber intercambiado las ofendas con otras familias. Los demás, asisten un rato
durante la madrugada a la tumba y se retiran pronto para seguir comerciando.

! 194 !
Noche de Muertos
en Tzurumútaro, Mpio. de Pátzcuaro113
Los preparativos para recibir a los muertos en la comunidad de Tzurumútaro co-
mienzan el 30 de Octubre, día en que las familias se organizan para ir a limpiar el
panteón y las tumbas y empiezan a confeccionar los arcos o los arreglos de flores
que se colocarán en las mismas. Este día las autoridades agrarias del pueblo desig-
nan a grupos de personas que trabajarán en la elaboración del famoso altar que
anualmente se monta para honrar la memoria del Gral. Lázaro Cárdenas, quien
113 Registrado los días 30 de Octubre y 1º y 2 de benefició ampliamente a la comunidad. Por su parte, las autoridades civiles se
Noviembre de 2005. encargan de la decoración del acceso al panteón.114
114 Información proporcionada a la autora por el
Sr. Miguel Ángel Torres, Jefe de Tenencia de El día 1º de Noviembre en la mañana se acaban de adornar las tumbas y se
Tzurumútaro,Tzurumútaro, Mich., 30 de Octu-
bre de 2005. colocan las ofrendas que consisten en flores de diversos tipos, aunque predomina

! 195 !
el cempasúchil, maíz, veladoras y viandas que eran del agrado del difunto. En
Tzurumútaro la mayoría de las familias vela toda la noche en el panteón; casi no
se acostumbra montar altares en las casas de los recién fallecidos. Sin embargo,
para conmemorar el primer aniversario del deceso de una persona se suele hacer
un baile en la que fuera su casa. El día 2 en la mañana se levantan las tumbas y la
gente aprovecha para compartir las ofrendas con sus amistades y familiares. Des-
pués del panteón la gente se va a sus hogares en familia.
Tzurumútaro es visitado por bastantes turistas en estas fechas por lo que
algunas personas aprovechan para vender diversos productos. En el lugar se cuenta
con un centro gastronómico, un centro cultural y un museo agrarista que funcio-
nan todo el año por lo cual los visitantes pueden “acercarse a distintos aspectos
de la cultura p’urhé y no tienen que ir a otras comunidades que están repletas de
gente porque aquí se tiene de todo en el mismo lugar.”115 115 Ídem.

! 196 !
Noche de Muertos
en Ukasanástakua, Mpio. de Tzintzuntzan116
Ukasanástakua es una comunidad muy pequeña ubicada a las orillas del lago de
Pátzcuaro. No cuenta con panteón propio por lo que sus habitantes entierran a sus
muertos en el de Tzintzuntzan.
Las ceremonias que se siguen para honra de los muertos en Ukasanás-
takua son similares a las que prevalecen en su cabecera municipal. El día 1º de
Noviembre se reza en la comunidad por los difuntos recientes y se terminan
de hacer los preparativos para la noche. En la tarde se trasladan a Tzintzuntzan
con todo y los arcos (si la persona falleció hace tres años o menos) y las ofrendas
que se van a colocar en las tumbas. Se acostumbra permanecer toda la noche
en el panteón.
Al día siguiente se celebra una misa en honor de los difuntos que vinieron
al mundo a comer de los alimentos que les fueron ofrendados. La gente se reparte
el pan y la fruta que llevaron. Finalizando este acto, la gente regresa a Ukasanás-
116 Registrado el 2 de Noviembre de 2004. takua, donde se acostumbra tener una reunión familiar por la tarde.

! 197 !
Noche de Muertos
en Urandén, Mpio. de Pátzcuaro117
Las celebraciones para conmemorar a los difuntos que se llevan a cabo en la isla
de Urandén son completamente comunitarias y solemnes. En este lugar no hay
vendimias ni música en estos días.
El 1° de Noviembre se celebra una misa en la tarde en el panteón para pedir
por las ánimas y sobre todo por los angelitos, que son los niños que han muerto.
La gente de la isla permanece un rato en el panteón, pero no velan toda la noche.
El día 2 en la madrugada la gente comienza a llegar al panteón para continuar
acompañando a los difuntos. Como a las 12:00 p.m. se ve un gran movimiento
en el panteón ya que la gente recoge y reparte entre sus amistades y familiares las
ofrendas que ha llevado.
En algunas tumbas se puede observar a la gente, sobre todo a las mujeres
adultas, llevando a cabo la Miantsperakua que consiste en recordar con espíritu
festivo a quienes han fallecido en ese año. Para lo anterior se reparten bebidas
alcohólicas entre la gente que se encuentra en el panteón y se les invita a ingerirlas
en recuerdo del difunto.118
En el panteón de Urandén, tristemente, hay una gran cantidad de tumbas
de niños que fallecen año con año ahogados en el lago o por enfermedades respi-
ratorias o gastrointestinales que se generan a partir de sus precarias condiciones
de vida.
Terminando de “levantar” las tumbas la gente se dirige a sus viviendas don-
de se prepara una comida tradicional llamada tsanakata iarhata que consiste en
huevera de pescado con jitomate y chile perón acompañando con tortillas, coca
cola y “cubas.”

Noche de Muertos
en San Andrés Tziróndaro, Mpio. de Quiroga119
En esta comunidad ribereña se acostumbra ofrendar a los difuntos el día 2 de No-
viembre, aunque los preparativos se hacen desde un día antes. Desde las 7:00 a.m.
la gente se comienza a reunir en el panteón y van colocando las ofrendas sobre la
tumba. Éstas consisten en fruta, pan, vino y demás alimentos que han preparado
para disfrute de las almas de los difuntos.
A las 2:00 p.m. se celebra una misa en el panteón y posteriormente va-
rios seminaristas recorren las tumbas para dirigir un rosario en cada una de ellas.
Como a las 4:00 p.m. la gente empieza a recoger las ofrendas y a repartirlas. Algu-
117 Registrado el 1° y 2 de Noviembre de 2003.
nas de ellas son obsequiadas a sus familiares y amigos pero la mayoría de la fruta 118 El significado de la Miantsperakua fue expli-
cado a la autora por el Sr. Fernando Quirino,
y verdura se va llevando a un pequeño portal que se ubica en uno de los extremos quien ha sido Jefe de Tenencia de la isla de
del camposanto donde el sacerdote la recibe amablemente ayudado por las car- Urandén, Urandén, Mich., 2 de Noviembre de
2003.
gueras de San Andrés, quienes van organizando la fruta y verdura según su tipo 119 Registrado el 2 de Noviembre de 2003.

! 198 !
(manzanas, naranjas, guayabas, calabazas, chayotes, etc.) La cantidad de frutas
y verduras que se acumula es extremadamente abundante. Las cargueras llenan
grandes bolsas de diferentes frutas y verduras y las van regalando a los visitantes.
Lo que sobra es para el seminario.
Conforme la gente termina su rosario y hace entrega de las ofrendas y/o
limosna al sacerdote se van retirando a sus hogares, después de recibir la ben-
dición del presbítero. Los cargueros de San Andrés organizan y patrocinan una
comida para el sacerdote y los seminaristas en el panteón. Posteriormente se
retiran a sus viviendas.

! 199 !
! 200 !
Celebraciones de
Navidad y Fin de Año
En la mayoría de las comunidades p’urhépecha las celebraciones de Navidad y fin
de año se dan de manera muy particular. Los festejos que se realizan son conside-
rablemente diferentes a los que se hacen en los sitios mestizos. Estas celebraciones
abarcan varios días y pueden extenderse durante los meses de Diciembre, Enero y
hasta el día 2 de Febrero.120
Las actividades ceremoniales que tienen lugar en los últimos días de Di-
ciembre y durante el mes de Enero tienen como uno de sus objetivos señalar la
transición entre viejos y nuevos gobernantes mediante los cambios de cargos o de
varas que se realizan en estas fechas.
En tiempos de fin de año se hacen distintas peregrinaciones a santuarios
marianos o cristianos anticipando el cambio de ciclo ceremonial. Las peregrina-
ciones se hacen con el fin de lograr favores comunitarios y/o individuales por parte
de las diferentes advocaciones de Cristo o de la Virgen María, así como de cerrar
un período que comenzó un año atrás.
Como parte esencial de las fiestas de fin de año las comunidades escenifi-
can las llamadas Pastorelas, que distan mucho de lo que comúnmente se conoce
fuera del ámbito indígena. Las Pastorelas tienen como propósito fundamental
representar la anunciación de y el nacimiento de Cristo, su adoración así como
los planes malignos de Satanás. En estas Pastorelas participan diversas personas,
correspondiéndoles sus roles según su género y edad. Por ejemplo, los ángeles y
los ermitaños son representados por niños, los “luzbeles” son hombres adultos,
mientras que los rancheros, los pastores y en ocasiones los “changos” son perso-
nificados por adolescentes y niños. Es necesario ensayar en varias ocasiones para
asegurar una buena puesta en escena de la Pastorela. En varios lugares, los jóvenes
organizan una fiesta o por lo menos una reunión para acordar quiénes habrán de
montar los nacimientos del Niño Jesús en el templo, así como para ir a conseguir
el heno y la flor de piedra con que lo arreglarán. Éste es un tiempo propicio para
que los adolescentes se traten y lleguen a establecer relaciones formales de noviaz-
go o bien se den raptos de jovencitas por parte de sus novios. Por lo anterior, se
considera que el hecho de que durante los meses de Febrero y Marzo se concreten
muchos matrimonios es una consecuencia lógica del acercamiento que los jóvenes
tuvieron durante el invierno.121
Durante estas celebraciones se interpretan algunas danzas características
como Los Pastores, Las Pastoras, las Pastorelas, la Danza de los Viejos, la de los
Kúrphites, etc. El día 24 de Diciembre en algunos lugares hay bailes, danzas y Pas-
120 Alberto Rendón Guillén, Tradiciones navide- torelas durante el día, así como algún tipo de convivencia en casa de los cargueros
ñas en Michoacán, pp. 19-25.
121 Mario Padilla Pineda, Op. Cit., p. 140. del Niño Dios.

! 201 !
Pastorelas, Corpus y fiesta de Santo Tomás
en Santo Tomás, Mpio. de Chilchota. 23 de Diciembre122
En Santo Tomás las fiestas en honor del patrono y la última celebración del Corpus
en las comunidades p’urhépecha se dan en la misma fecha, el 23 de Diciembre. La
primera de las festividades comienza el día 22 con los oficios religiosos en honor de
Santo Tomás y la realización de un concurso de artesanías para el cual los miembros
de la comunidad y algunas dependencias de gobierno aportan recursos.
El día 23, a medio día se ofrece de comer churipo, tamales y cerveza a
los visitantes en casa de alguno de los organizadores. Como forma de agradecer
la visita al pueblo en este día se regala una olla y un pan a cada visitante.123 En
la tarde se reza un rosario en el templo al término del cual una familia se lleva
al Niño Dios a su casa, donde permanece por dos días, incluyendo la Noche
122 Registrado el 23 de Diciembre de 2003.
Buena. La procesión con el Niño Dios es relativamente corta y participan los fa- 123 Información proporcionada a Rosa Isela Va-
miliares y amigos de la pareja que lo alojará; en el camino van quemando copal lentín por la Sra. Adelaida Huerta Solís y su
hermana Lucila, Santo Tomás, Mich., 23 de
y sosteniendo flores.124 En la casa de la pareja se monta un altar frente al cual la Diciembre de 2003.
124 La pareja que aloja al Niño lo hace como pago
gente que va llegando reza y canta alabanzas. En la noche se ofrecen de cenar de una manda o simplemente por el gusto de
tenerlo bajo su techo, como forma de agrade-
nacatamales, atole y pan. cimiento por los favores que ha recibido.

! 202 !
De manera alterna a esta celebración se lleva a cabo la festividad del Cor-
pus. Se hace una procesión por la comunidad organizada por los dos cargueros
125

del Corpus, con la finalidad de invitar a la gente a que se incorpore a la procesión


y llegar todos juntos bailando hasta el atrio del templo donde comienza el Corpus.
Cada uno de los cargueros, uno por cada barrio, lleva su banda y es acompañado
por sus parientes consanguíneos varones, quienes llevan cuelgas de ollitas verdes y
panes, así como ramas de árboles con panales en la punta simbolizando su trabajo
como extractores de miel y rastrojo que representa el trabajo agrícola. Las señoras
se incorporan a la procesión tres cuadras antes de llegar al templo; todas llevan ca-
nastas de pan y ollas cubiertas con vistosas servilletas elaboradas por ellas mismas.
Cuando se reúnen afuera del templo comienzan a bailar alrededor del atrio y van
entregando las ollas y el pan en la mano de los asistentes, son muy pocas las perso-
nas que los avientan. Mientras las señoras bailan, los señores sacuden los panales y
la gente se dispersa por temor a ser picados por las abejas. Terminando el Corpus,
Hace aproximadamente seis años el sacerdote
125
la gente prosigue el baile con las bandas que acuden a amenizar las festividades.
de la comunidad propuso cambiar la celebra-
ción del Corpus al mes de Junio, tal como lo Esta es una celebración muy local a la que asisten pocas personas de fuera.
celebra la mayoría de las comunidades pero el
pueblo no aceptó. No hay juegos mecánicos ni mucha vendimia.

! 203 !
Navidad
en Capacuaro, Mpio. de Uruapan. 25 de Diciembre126
La celebración de la Navidad en Capacuaro incluye, además de la veneración del
Niño Dios, la realización de un concurso de danza que involucra a diversos grupos
de la comunidad y donde no puede participar ningún grupo externo.
Los festejos comienzan de manera formal el día 24 de Diciembre con una
procesión encabezada por las uananchas y sus familias que llevan cargando una
imagen de la Virgen de Guadalupe y van pasando a todas las casas de los cargue-
ros para invitarlos a que se les unan con todo y los danzantes que los represen-
tan. La procesión llega hasta la Iglesia y se celebra una misa; posteriormente la
gente se traslada al curato donde se presentan las orquestas que acompañarán a
los danzantes en el concurso del día 26 las cuales ejecutan algunas de las piezas
126 Registrado el 24 y 24 de Diciembre de 2003.
que tocarán.127 El prioste hace una fiesta en su casa e invita a sus familiares, a sus 127 En el año de 2003 se juntaron ocho orquestas,
ayudantes y a las uananchas para disfrutar de la orquesta y bailar un buen rato. las cuales tocaron sin cesar de 9:00 a.m. a 6:00
p.m.
Antiguamente en Noche Buena los cargueros organizaban una mascarada, sin 128 Janet Brody Esser señala que los cargueros
que deseaban organizar la mascarada colo-
embargo esta costumbre ha variado y en la actualidad la celebración se limita a la caban en su patio un palo de pino con una
estrella de papel iluminada en la punta y
fiesta en casa del prioste.128 abetos de algodón que representaban nieve.
En los festejos que presenciamos reciente-
Los organizadores de estas celebraciones son principalmente los priostes, mente en Capacuaro ya no se sigue esta cos-
quienes se auto proponen y solicitan al Cabildo la oportunidad de velar por el tumbre. En Uricho, por el contrario, sí llevan
a cabo esta práctica. Ver: Janet Brody Esser,
Niño Dios. El prioste elige e invita a participar a sus cerca de ciento cuarenta ayu- Op. Cit., p. 213.

! 204 !
dantes para poder sacar el cargo.129 Una de sus funciones es vigilar que el templo
tenga flores todo el año y llevar flores a las uananchas todos los viernes para que
adornen el altar de la Virgen.
El día 25 de Diciembre se representan algunas Pastorelas y las orquestas
pasan el día tocando en la comunidad para alegrar a la gente y animarla a bailar.
Este día se saca en procesión al Niño Dios por las calles del pueblo.
El 26 tiene lugar el concurso de danzas coordinado por el Padre Mario
Amescua. Anteriormente se escenificaban Pastorelas y danzas de viejitos y de
negritos, pero conforme pasa el tiempo las Pastorelas han ido perdiendo popu-
laridad, mientras que las danzas se han convertido en el centro de la festividad.
Cada uno de los grupos participantes es patrocinado por un carguero y debe
129 Para esta festividad la comunidad se organiza innovar en cuanto a la música, los pasos, el vestuario, la escenografía, y sobre
por medio de los cargos desde hace aproxi- todo, el mensaje que trasmite y que por lo general se enfoca a la problemática
madamente treinta y cinco años. El cargo se
solicita el día 1° de Enero y se recibe el día 6 de la comunidad.
del mismo mes mediante la entrega de una
imagen del Santo Niño en el templo a cada De manera alterna al concurso de danzas se realiza en la comunidad una
uno de los nuevos cargueros quienes adquie-
ren el compromiso de celebrarle una misa los actividad de remotos orígenes que se refiere al intercambio de fruta como naran-
días 25 de cada mes hasta Diciembre. Informó
a Rosa Isela Valentín el Sr. Domingo Jiménez jas, cañas, mandarinas, plátanos y otros productos entre el prioste y sus ciento
Chávez, quien tiene ochenta años, Capacuaro, cuarenta ayudantes. En este intercambio las únicas que no pueden regalar lo que
Mich., Septiembre de 2004.
130 Informó a Rosa Isela Valentín el Arq. Arcángel han recibido son las uananchas; todos los demás reciben y dan fruta, privilegiando
Jiménez Constancio, Capacuaro, Mich., 26 de
Diciembre de 2004. el acto de regalar.130

! 205 !
Festividades de fin de año
en San Lorenzo, Mpio. de Uruapan. Diciembre
Las festividades con motivo de fin de año que tienen lugar en San Lorenzo son
organizadas por dos autoridades que reciben el título de mandones y son el Kenyi
y el prioste.131 El Kenyi es nombrado por el mandón principal y por el Cabildo
con base en su buena reputación; por su parte, el prioste es elegido tomando en
cuenta la opinión del Kenyi.132 Éste último junto con el prioste elige a las uanan-
chas, cuya responsabilidad es cargar a las imágenes femeninas todo el año y suman
treinta y cinco señoritas.
131 Además hay un mandón principal, que so-
El día 8 de Diciembre se hace el cambio de cargos en el templo y se reúnen brepasa en autoridad al Cabildo, al Kenyi y al
prioste. Esta persona es electa por el Cabildo
todos los que recibirán un cargo; a éstos se les coloca en la cabeza la corona de la y dura un año en sus funciones. Su respon-
Virgen de la Concepción para simbolizar que lo han recibido. Además está el car- sabilidad es supervisar que el propio Cabildo,
el Kenyi, el prioste y las uananchas cumplan
guero del Niño Dios, quien invita a los jóvenes a que participen en las Pastorelas con sus obligaciones. Informaron a Rosa Isela
Vanlentín las Sras. Elisa Bernabé Alejo y Erika
que se escenifican a partir del 24 de Diciembre y hasta el 1° de Enero. Las bandas Severo Bernabé, San Lorenzo, Mich., Junio de
2004.
que tocan en las Pastorelas son patrocinadas por el Kenyi. Estos días las Pastorelas 132 En San Lorenzo se acostumbra que el Kenyi y
el prioste se muden durante un año al Iurixo,
recorren cada una de las casas de las uananchas con la finalidad de agradecer a sus donde son auxiliados por voluntarios de la
familias el apoyo para que sus hijas se encuentren al servicio del templo y de las comunidad y por sus familiares. Se dedican
exclusivamente a cuidar del templo, no pue-
imágenes sagradas. den trabajar en otra cosa.

! 206 !
Los días que hay Pastorelas el Kenyi y el prioste obsequian fruta, dulces y
alimentos a los participantes en las Pastorelas. Los protagonistas de las Pastorelas
reciben el nombre de rancheras y rancheros, así como los cochinos133; los personajes
femeninos son gila, bata y gilita, mientras que los masculinos son bato, gilo y gilito.
Los hombres visten camisas y pantalones de manta así como un sombrero adornado
con coloridas flores y un lazo arreglado con listones y flores que se pone entrecru-
zado en el pecho. En el cuello llevan una mascada. Las mujeres, por su parte, llevan
sus trajes, sombreros y un bastón adornado con juguetes que hace ruido al bailar y
cargan canastos de fruta y dulces que regalan a la gente ante la cual bailan.
El día 24 de Diciembre se hace la representación del nacimiento de Jesús
133 Los cochinos son personajes cómicos, exclu-
en el atrio del templo. El día 25 bailan en la casa del Kenyi, el 26 en la casa del
sivamente varones que usan ropa fea y vieja, carguero del Niño Dios, el 27 en la casa del prioste, el 28 con el mandón principal
sobre la cual llevan ropa interior femenina y
una máscara para no ser reconocidos. Pasan y el día 29 con el Cabildo. El día 29 el mandón y su familia hacen atole para ob-
estos días haciendo travesuras y burlándose
de los personajes de las Pastorelas y de los sequiar a las autoridades que asisten y al pueblo en general. Mientras lo elaboran
espectadores. No faltan en ninguna Pastorela.
134 Las novias de los jóvenes que hacen de marin-
llega un grupo de jóvenes a su casa a hacer bromas; el personaje que representa a
guías son las encargadas de bordar los trajes
que visten; lo hacen a escondidas de sus fami-
la maringuía134 toma la cuchara con la que mueven el atole y comienza a agitarlo
lias. Sus padres se dan cuenta de quién es el y a repartirlo entre los asistentes. Posteriormente comienza el convivio entre los
novio de su hija al descubrir al muchacho que
porta el traje que su hija bordó. participantes que culmina al caer la noche.

! 207 !
Reyes Magos
en Ichupio, Mpio. de Tzintzuntzan. 6 de Enero135
Esta celebración es muy interesante ya que vincula a la comunidad de Ichupio con
Tzintzuntzan puesto que una gran parte de los actos rituales se dan en este último
sitio. En la fiesta de Reyes Magos se conmemora la adoración del Niño Dios por
lo que una comitiva sale de Ichupio y va en procesión hasta Tzintzuntzan llevando
en brazos una o más imágenes del Niño. En Tzintzuntzan se recorren una a una
las casas de los originarios de Ichupio radicados ahí y se les solicita una aportación
económica voluntaria para pagar los gastos. En cada casa le dan la imagen del
Niño Jesús a quienes viven ahí para que lo coloquen frente a su nacimiento y oren
por unos momentos. Al devolver la imagen regalan a todas las personas que van en
procesión frutas y colaciones. Este recorrido se lleva a cabo intercalando la Danza
de los Viejitos que ejecutan hombres y mujeres jóvenes de Ichupio.
Al terminar las visitas retornan a Ichupio donde también inician un recorri-
do a las casas de los voluntarios que se ofrecieron a recibir al Niño y en cada casa
se le obsequia algún presente a la imagen. La marcha concluye bastante noche y la
imagen es llevada de regreso a la capilla de la comunidad de Ichupio. 135 Registrado el 6 de Enero de 2004.

! 208 !
Día de Reyes
en Santa Fe de la Laguna, Mpio. de Quiroga.
6 de Enero136
La celebración del Día de Reyes en Santa Fe es una fiesta muy local, alegre y diver-
tida, en la cual participan casi todos los miembros de la comunidad, divididos por
grupos de edad. El objetivo central de la fiesta es honrar al Niño Dios, siguiendo el
ejemplo de los Reyes Magos. Para tal efecto los cargueros del Niño Dios organizan
y preparan lo necesario.
El día 6 de Enero, después de la misa de 6:00 p.m., se hace una procesión
en la cual participan bastantes mujeres de todas las edades, cada una cargando
a una imagen del Niño Jesús, siendo acompañadas por música y cohetes. Has-
ta adelante marchan los cargueros del Niño llevando la imagen del templo, así
como unas coronas de flores en sus cabezas y siendo escoltados y alumbrados por
dos hileras de hombres jóvenes que sostienen antorchas. Mezclados entre la gente
caminan niños-adolescentes disfrazados de ermitaños, quienes van cuidando al
Santo Niño y haciendo bromas a los presentes. La procesión llega hasta la casa de
136 Ídem. los cargueros, que se distingue por tener una gran estrella iluminada en su portal,

! 209 !
así como un nacimiento en el patio principal de la vivienda. Las mujeres se van
colocando cerca del nacimiento y los hombres a mayor distancia. Los cargueros
ofrecen tamales, corundas y ponche o atole a las personas que llegan a venerar al
Niño. Los jóvenes disfrazados de “viejos” llegan a casa de los cargueros a bailar
donde un hombre mayor de la comunidad les ofrece cigarros, charanda y tamales.
Posteriormente se van a bailar por toda la comunidad; las muchachas les regalan
137 Parece que esta danza se originó en Santa Fe.
tamales cuando llegan a sus casas. Sale exclusivamente el Día de Reyes y cada
año modifica su indumentaria y su coreogra-
A media noche salen a bailar de nuevo por todas las calles de Santa Fe y en fía. Néstor García Canclini y Amparo Sevilla
Villalobos, Op. Cit., p. 39.
su recorrido van haciendo bromas y parodias sobre la vejez y el matrimonio.137 138 Para esta danza no se organizan de acuerdo
con la división barrial de Santa Fe, la cual se
Los grupos de danzantes se reúnen por lazos de amistad y la edad promedio de los compone de cuatro barrios, cada uno de los
participantes es de entre diez y veinte años.138 El baile de los “viejos” se repite los cuales se divide a su vez en dos.
139 Fiesta registrada los días 7 y 8 de Enero de
días 7 y 8 de Enero. 2004.

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Reyes Magos
en San Juan Nuevo Parangaricutiro,
cabecera municipal. 6 a 8 de Enero139
El día 6 de Enero se ofrece una misa en conmemoración de la adoración de
Jesús por parte de los Reyes Magos. Atrás del altar del templo se monta un gran
nacimiento con los principales episodios de la natividad de Cristo con la adora-
ción de los pastores y de los Reyes Magos.
En San Juan Nuevo los festejos en honor de los Santos Reyes coinciden con
la presentación de las Danzas de los Kúrpites, quienes en estas fechas compiten
para demostrar quién porta los ropajes más atractivos y detallados y ser reconoci-
dos por sus novias, sus familiares y la demás gente de la comunidad.
El día 7 de Enero a las 7:00 a.m. se oficia una misa a la que asisten prin-
cipalmente los jóvenes de la comunidad. En la celebración, al momento de las
ofrendas, los jóvenes casaderos reciben de manos de sus novias los ropajes que
ellas mismas han bordado y mediante los cuales pretenden demostrarles su afecto
ya que su elaboración es difícil y laboriosa. Los muchachos, que oscilan entre los
140 San Juan Nuevo se divide en cinco barrios,
pero para el baile de los Kúrpites se organiza diecisiete y los veinticuatro años, se encuentran a ambos lados del altar, seccio-
solamente en dos: el cuartel bajo que está al
este y el cuartel alto que se ubica al oeste. nados por barrio.140 Las jóvenes, por su parte, se sientan en las primeras filas de

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la Iglesia. Cada uno de los grupos es acompañado por una banda de música, las
cuales también entran en competencia.
Saliendo del templo la gente se dirige a almorzar a casa de los cargueros,
o bien, al Iurixo, donde se tiene preparado un espacio para los visitantes quienes
son espléndidamente atendidos por los cargueros, las palmeras (uananchas) y las
señoras mayores que las coordinan y entrenan. Posteriormente los jóvenes Kúrpi-
tes se reúnen en la casa de alguno de ellos para vestirse y comenzar su recorrido
por las calles del pueblo deteniéndose en la casa de cada una de las novias de los
danzantes como parte del ritual de cortejo. Afuera de estas casas los Kúrpites
ejecutan sus pasos de baile, acompañados por los músicos y continúan sin de-
tenerse, salvo para comer, hasta el anochecer. La Danza de los Kúrpites es una
de las más hermosas de cuantas tienen lugar en la zona p’urhé. Los trajes son es-
plendorosos, destacando especialmente la “manga” que es un capote que colocan
sobre su vestimenta y está bordado y decorado con lentejuelas, chaquira y otros
adornos. Sobre sus rostros colocan paliacates y encima unas bellísimas máscaras
labradas. El baile, a decir de Janet Brody Esser, es “exageradamente macho” ya
que los danzantes hablan con groserías o hacen ruidos guturales y toman cerveza,
se pavonean y saltan al encontrarse en la calle, “su comportamiento contrasta con
la elegancia de sus ropas.”141 Cada grupo incluye una maringuía y un abuelo, que
danzan mejilla con mejilla.
Junto con los danzantes, las demás personas también se dirigen a casa de
algún carguero de cada cuartel que se haya ofrecido para dar de comer a los mú-
sicos y a los danzantes. Terminando, la gente se prepara para acudir a la capilla de
la Virgen de la Purísima Concepción a escuchar misa. En la noche los cargueros o
los vecinos ofrecen una cena con tamales y atole.
El 8 de Enero en la tarde se lleva a cabo el concurso de Kúrpites, montán-
dose para ello una gran tarima en la plaza principal. A esta contienda acude un
gran número de personas y la plaza luce a reventar. El grupo ganador recibe algún
premio significativo, pero a los muchachos les importa más obtener el triunfo por
el prestigio que éste conlleva.

141 Janet Brody Esser, Op. Cit., p. 75.

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Pastorelas y fiesta de
la Virgen de Guadalupe
en Urandén, Mpio de Pátzcuaro. 12 de Enero142
El día 12 de Enero, un mes después del día de la Virgen de Guadalupe, se lleva a
cabo su festejo en la isla de Urandén, de la cual es patrona. En este día también
se hacen representaciones de Pastorelas, alusivas al fin de año, así como un torneo
de básquetbol. Los festejos de la Virgen de Guadalupe comienzan con la misa
grande que se oficia durante la mañana y es amenizada por una banda musical. Al
concluir la celebración eucarística inicia la representación de las Pastorelas en el
atrio del templo ante un número significativo de personas de la comunidad y de
algunos otros lugares.
Quienes participan en las Pastorelas, principalmente niños y jóvenes, son
invitados por los cargueros o propuestos por sus familiares, quienes lo hacen como
una manda a la Virgen de Guadalupe. El vestuario de los ejecutantes es blanco
pero portan coloridas mascadas con la imagen de la Virgen impresa y altas varas
adornadas con listones y papeles multicolores. Paralelamente se realiza el torneo
de básquetbol en la cancha que se ubica en un punto más alto de la isla.
Finalizando estos eventos la gente se retira a comer a casa de los cargueros,
o bien, con sus familiares o amistades. Se preparan para esta ocasión churipo
de pescado, corundas, huevera de pescado con chile y charales acompañados de
bebidas alcohólicas. En la tarde concluyen las actividades y la gente retorna a sus
142 Registrado el 12 de Enero de 2004. tareas habituales.

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Otras fiestas tradicionales p’urhépecha

Fiestas patronales
Las fiestas patronales están íntimamente relacionadas con el gobierno de los pue-
blos, tanto en el ámbito civil como en el religioso mediante el sistema de cargos;
expresan lo más suntuoso y lo más tradicional de la vida ceremonial de las co-
munidades p’urhépecha. Estas celebraciones tienen su origen en la instituciona-
lización del culto a los santos católicos que impusieron los frailes al principio de
la colonización para coadyuvar a su labor evangélica así como en el mecanismo
de apropiación y control cultural del que ya se ha hablado. Los santos patronos
llegaron a conceptualizarse en la conciencia colectiva indígena como poseedores
de alguna característica de sus principales deidades prehispánicas. De hecho, las
autoridades religiosas intentaron encontrar características similares entre dos enti-
dades esencialmente diferentes (deidades tarascas e imágenes del santoral católico)
y el resultado, sorprendentemente, fue una aceptación paulatina de dichas imáge-
nes por parte de los tarascos, hoy p’urhépecha, hasta el grado de apropiárselos y
centrar su vida religiosa y ceremonial en la actualidad en torno a las festividades de
los santos patronos. En la Nueva España los santos patronos adquirieron tal im-
portancia debido a que se convirtieron en patronos de los pueblos, en inspiradores
de sus habitantes, en “abogados celestes con quienes se establecía un contrato”143;
a diferencia de España, donde se les veneraba por ser muy eficaces para satisfacer
alguna necesidad particular y se les rendía culto en sus propios sepulcros.144 Los
santos patronos son concebidos como los dueños de las tierras, los padres de las
comunidades. Los santos son vistos por la comunidad, según Gruzinsky, como
personas individuales en honor de las cuales se levantan capillas y altares y se
organizan fiestas como una forma de autoafirmación de los pueblos frente a los
pueblos vecinos “menos bien dotados.”145
En el siglo XVII en Michoacán el culto a los santos se centraba todavía en el
lugar del cual eran patronos, es decir, que se les veneraba de manera comunitaria,
sólo localmente. No existían las devociones regionales, las cuales fueron apare-
ciendo con el tiempo y es posible observarlas en la actualidad. Sobre el origen de
las fiestas cristianas-indianas regionales dice Alberto Carrillo: “… la devoción a
los santos es como una semilla sembrada en el surco de la comunidad por manos
de algún fraile doctrinero, fomentada con amor de indios, crecida como cosa del
pueblo y no de los sabios (“de razón”), que va germinando poco a poco como la
semilla del Reino, sin que el hombre sepa cómo. (Marcos, 4: 26-27.)”146 De he-
cho, desde aquel siglo se asoció íntimamente a cada pueblo con su santo patrono,
Enrique Florescano (coord.), Espejo Mexicano,
143
relación que se volvió inseparable y que continúa hasta nuestros días. A continua-
p. 92.
144 Alberto Carrillo C., Op. Cit., p. 237. ción se verán algunas festividades representativas de las fiestas patronales en las
145 Serge Gruzinsky, Op.Cit., p. 232.
146 Ibíd., p. 238. comunidades p’urhépecha.

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San José Obrero
en San Felipe de los Herreros, cabecera municipal.
1º de Mayo147
La comunidad de San Felipe de los Herreros está compuesta por cuatro barrios:
San Simón, San Lorenzo, Santa Catarina y San Sebastián. En la fiesta patronal
hay cuatro cargueros, uno por cada barrio. Dos cargueros se encargan de contratar
las bandas de música y los otros dos de adquirir los castillos que se quemarán.
Los aspirantes a cargueros acuden con el sacerdote, quien elabora una lista de
los interesados.148 La función del Cabildo es recordar a los cargueros su deber de
organizar una misa el día primero de cada mes.
La fiesta comienza el 30 de Abril por la tarde. Este día es la entrada de la
flor y la cera en procesión y la llegada de las bandas. Hay serenata en la jefatura de
tenencia y, posteriormente, se queman los castillos.
El día 1º de Mayo tempranito se realiza una alborada y una misa para el
Sr. San José. Hay una exposición de las artesanías elaboradas por la gente de la
comunidad y algunos artesanos provenientes de lugares cercanos. Después de la
comida, en la que se ofrece churipo, corundas, refrescos y cerveza, se presenta
la danza de los moros. En la tarde el carguero entrega la imagen del santo en el
templo, llevando la cera, las flores, los cohetes y las limosnas que recibió en su
casa durante todo el año. Ese día ofrece atole de tamarindo y pan a la gente que lo
acompañó durante el año.149 Ya en la noche se queman los castillos, además de los
dos que patrocinan los cargueros puede haber más, dependiendo de la cantidad de
donadores, por lo general emigrantes, que haya y el dinero que hayan aportado.
Después inicia el baile popular amenizado por las dos bandas que se contrataron.
El día 2 de Mayo se hace un Festival P’urhépecha después de la una de la
tarde y en él se presentan pireris, danzantes, orquestas y bandas. Al día siguiente,
3 de Mayo, se entrega el cargo en la iglesia.150

San Luis Rey de Francia


en Nahuatzen, cabecera municipal. 25 de Agosto151
Nahuatzen está dividido en cuatro barrios. La fiesta de San Luis Rey es organizada
147 Registrada el 1º de Mayo de 2004.
por una comisión152 integrada de acuerdo con la organización barrial: el barrio 148 En el año de 2003 había gente anotada hasta
el año de 2006.
primero compra el castillo, el barrio segundo saca la Danza de los Moros con su 149 Esta información fue proporcionada a Rosa
patrona Santa Elena; el tercero paga los toros y llevan a la Virgen del Cortijo y el Isela Valentín por la Sra. Crispina Sanabria
Bernabé, San Felipe de los Herreros, Mich., 20
cuarto saca la Danza de los Soldaditos llevando a su santo, Luis Rey. El castillo se de Septiembre de 2004.
150 Informó a Rosa Isela Valentín el Sr. Atilano Ra-
paga con el dinero colectado por la comisión, pero los barrios de donde salen las mírez Hernández, San Felipe de los Herreros,
Mich., 20 de Septiembre de 2004.
danzas y se pagan los toros tienen, cada uno, un carguero (quienes pagan las tres 151 Registrada el 25 de Agosto de 2004 y de
2005.
bandas de música que asisten.) Los cargos rotan año con año y de barrio en barrio, 152 Los integrantes de la comisión son personas
es decir, que cada cuatro años un barrio repite un cargo. Los interesados en ser jóvenes o mayores, quienes fungen como Ca-
bildo y representan la máxima autoridad de la
cargueros de la imagen piden el cargo a la comisión, quien anota a los aspirantes comunidad durante un año.

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a sacar el cargo. La lista del 2004 muestra gente anotada hasta el año 2035. Los
solicitantes deben reiterar su interés ante la comisión asistiendo cada año a la fiesta
y llevándoles cada quien una botella.
Un mes antes, el día 25 de Julio, se acude ante el Presidente Municipal a
pedir autorización para comenzar con las actividades de la fiesta patronal, a pesar
de que él no interviene en las decisiones sobre la organización de la fiesta. Este día
se hace “la vuelta” que consiste en que los cargueros y las comisiones recorren las
principales calles del poblado con bandas de música, para posteriormente pasar
casa por casa a recoger la cooperación para la fiesta patronal.153
El 24 de Agosto entran las bandas por la tarde, se representan las Danzas
de Moros y Soldaditos, se queman dos castillos en el atrio del templo y posterior-
mente las bandas se dirigen al portal de la Presidencia Municipal a interpretar
algunas piezas en la llamada serenata. El día 25 muy temprano las bandas tocan
la alborada en el atrio del templo y después desayunan en la casa de los cargue-
ros que los patrocinen. Todo el día las danzas bailan en diferentes casas, donde
les dan fruta o dinero en efectivo. A la 1:00 p.m. se concelebra la misa grande y
posteriormente se lleva a cabo el banquete ceremonial en la casa de alguno de los
153 Alberto Medina et al., Fiestas de Michoacán,
p. 50. cargueros, o bien, cada uno se dirige a su casa y convida a su gente. En la noche se

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quema un castillo imponente mientras las bandas amenizan, para posteriormente
iniciarse el baile popular.
El día 26 de Agosto continúan las danzas y comienza el jaripeo con el Toro
de Once y dura cinco o seis días, según el número de marichas154 que estén dis-
puestas a llevar regalos para premiar a los jinetes. En Julio de 2004 hubo más de
cien marichas, por lo que el jaripeo se prolongó por seis días, con corridas en la
mañana y en la tarde. El día 26 en la tarde cada carguero entrega el símbolo de la
danza al encargado del barrio que sacará la danza el año siguiente y al final de los 154 Se designa como marichas a las jóvenes en
días de jaripeo se entrega también el símbolo de este cargo. edad de establecer una relación formal con un
muchacho. Ellas llevan regalos para los jinetes
Tanto el día de la fiesta grande como los días de jaripeo hay una asistencia que consisten en dinero o en palmas, que son
carrizos que sujetan diversos premios como
masiva de gente proveniente de las regiones del lago, de la Cañada de los Once cobijas, ropa, televisores, videocaseteras, mo-
dulares, etc. Su participación en este ámbito
Pueblos y de la sierra. Además acuden personas no indígenas invitadas por gente responde al pago de una manda o “al puro
gusto.” Información proporcionada a Rosa
de la comunidad o que han escuchado sobre esta fiesta. Se venden toda clase de Isela Valentín por los Sres. Arturo Morales
artículos de plástico, de vestir y fayuca en general. En la fiesta de San Luis Rey se Ramuco, Guillermo Morales Espino y la Sra.
Martha Aguilar Castillo, Nahuatzen, Mich., 25
hace la Octava el día 3 de Septiembre. de Agosto de 2004.

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San Mateo
en Ahuiran, Mpio. de Paracho. 21 de Septiembre155
Las solemnidades para tomar el cargo de San Mateo se dan entre el 29 de Diciem-
bre y el 3 de Enero. A partir de entonces el carguero, designado por el principal
que recibe el nombre de Purhú K’eri156, tiene la obligación de patrocinar el culto
de diversas imágenes durante el año, siendo la más importante la de San Mateo.
La fiesta patronal inicia el 1 de Septiembre con un baile en casa del car-
guero para recibir el mes “grande”, a éste acuden casi todos los miembros de la
comunidad. Sin embargo, las actividades más intensas comienzan el día 16 de
Septiembre y se prolongan hasta el 23 del mismo mes. Durante esos días se tienen
bailes gratuitos a diario, se instalan mercaderes en las calles y la plaza principal
de la comunidad, se queman castillos y se realizan concursos de diversas índoles
155 Registrado el día 21 de Septiembre de 2004.
como de artesanías (rebozos, guitarras, violines, etc.), deportes (fútbol y básquet-
156 El nombramiento de Purhú Kéri (calabaza bol), bandas, entre otros. Hace 20 ó 25 años se llevaba a cabo una práctica ritual
grande) lo tiene el Sr. Ernesto Huipe Pascual.
Este cargo se adquiere una vez que se ha pa- llamado uchepúkua en casa de los cargueros. En él las señoritas de la comunidad
sado por todos los cargos de la comunidad; es
vitalicio, pero se puede renunciar en cuyo caso preparaban grandes uchepos que eran repartidos posteriormente entre la gente de
tomaría el cargo alguno de sus auxiliares (el
Sr. Juan Morales y la Sra. Rosa Damián.) Infor- la comunidad, sin embargo esto ya no se realiza.
mó a la autora el Lic. en Derecho José Ramos
Martínez, oriundo de Ahuiran, quien ha sido
El día grande, 21 de Septiembre, hay una alborada con las bandas de músi-
acompañante de los cargueros de San Mateo ca que recorren la población visitando las casas de los cargueros y las autoridades.
en diversas ocasiones, Ahuiran, Mich., 8 de
Noviembre de 2005. La misa solemne tiene lugar a las 12:00 p.m. Terminando se saca a la imagen de

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! 222 !
San Mateo en procesión por las calles de la comunidad, deteniéndose en cada
esquina para rezar y recibir la cooperación voluntaria de la gente. El dinero que se
reúne es para auxiliar económicamente al carguero principal, quien debe pagar la
comida y la música que se ofrecen diariamente a los múltiples visitantes.157
En la tarde se presentan las danzas de moros, acompañadas por música de
banda. Terminando estas actuaciones la gente se dispone a participar del ban-
quete ritual con churipo y corundas que en esta ocasión también es ofrecido por
el carguero en su casa. Por la tarde la gente continúa conviviendo ya que a esta
fiesta acuden personas de múltiples comunidades a vender y comprar diversas
mercancías. También regresan a participar de la fiesta las personas oriundas de
Ahuiran que se encuentran trabajando en otros lugares ya sea dentro del país o en
los Estados Unidos. El día grande en la noche se hace un baile popular con una
gran concurrencia y se quema uno o varios castillos.
Los días 22 y 23 hay jaripeo al cual acuden prácticamente todos los miem-
bros de la comunidad y los visitantes. Éste es organizado por las autoridades ci-
157 Se juntan entre $15,000 y $18,000 pesos. En viles, quienes contratan a la empresa que lleva los toros aunque la música que
ocasiones el dinero se reparte entre el cargue-
ro y el jefe de tenencia, o bien, se usa para una
toca esos días también es pagada por el carguero de San Mateo. Posteriormente
obra comunitaria. Los gastos de un carguero se despide a las bandas, a quienes se acompaña a las afueras del pueblo. La gente
de San Mateo oscilan en los $400,000 pesos
al año. Ídem. regresa luego a sus hogares.

! 223 !
San Jerónimo
en Aranza, Mpio. de Paracho. 30 de Septiembre158
La comunidad de Aranza es básicamente mestiza y conserva pocos rasgos indí-
genas en sus tradiciones y por ende, en la celebración de la fiesta patronal. Sin
embargo, la gente de las comunidades vecinas, que son de origen p’urhé, asisten a
la celebración para venerar a San Jerónimo y le dejan limosna y veladoras.
La fiesta comienza el día 30 de Septiembre con misas desde temprano y la
celebración de la misa grande a las 12:00 p.m. Afuera del templo se instalan per-
sonas provenientes de diversas comunidades a vender varios artículos.159 Después
de la misa la gente se traslada a sus casas con sus invitados provenientes de dife-
rentes partes del Estado, así como del extranjero –emigrantes- para departir los
alimentos que se componen de churipo y corundas que han elaborado las mujeres
de la comunidad.
Por la tarde se realiza una procesión en la cual se nota muy poca participa- 158 Registrado el 30de Septiembre de 2004.
ción de las personas, ya que la mayoría se ocupa en otras actividades. En la noche 159 La gente de Cheranatsicurini lleva miel y pan a
vender y las señoras de Carapan llevan chapa-
del 30 se quema un castillo y al día siguiente hay jaripeo y baile. tas, pan y atole, por citar dos ejemplos.

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San Francisco
160 Registrado el 4 de Octubre de 2003.
en Tarejero, Mpio. de Zacapu. 4 de Octubre160
161 Los cargueros comienzan a buscarse desde el La fiesta de San Francisco comienza el día 9 de septiembre con el cambio de car-
mes de Mayo. Información proporcionada a la
autora por el Sr. Óscar Gavia Téllez, Tarejero, gos en el cual los nuevos cargueros casados reciben de manos de sus padrinos de
Mich., 4 de Octubre de 2003. Durante todo el
año acuden personas de diferentes lugares a velación doce matas de maíz de tres metros de altura que simbolizan a los doce
dejar un sombrero y pan como manda y lle-
varse a cambio un sombrero de San Francisco apóstoles y son adornadas con chiquihuites, con fruta de la región y el pan deno-
bendecido. A los tres años la gente regresa a minado “águilas.”161
recoger los sombreros. Otras personas piden
un pañuelo para recibir un milagro, después El pueblo está dividido en ocho barrios que auxilian a los cargueros con una
devuelven uno nuevo con la única condición
de que no sea rojo. contribución económica para el pago de las bandas de música. Por cada barrio sale

! 225 !
una pareja de cargueros, los cuales en Tarejero, deben mostrar una gran disposi-
ción para la realización de la fiesta, más que ser personas de intachable reputación.
Hay un carguero mayor, pero todos los demás tienen la obligación de ayudarle. El
día 17 de Septiembre “se baja” al santo y se le ofrece una misa y un novenario. 162
Después de pedir permiso al Jefe de Tenencia, que es la principal autoridad 162 Amablemente me proporcionaron esta infor-
en Tarejero,163 el día de la fiesta desde temprano se oficia una misa de “mañani- mación los jóvenes Roberto Salvador Flores
y Agustín Ruiz Jiménez, carguero del Padre
tas” y la misa grande tiene lugar a la 1:00 p.m. Dentro de la misa, después de las Jesús y monaguillo del templo, respectiva-
mente, Tarejero, Mich., 4 de Octubre de 2003.
ofrendas llevadas por muchachas vestidas tradicionalmente, entran las “Señoritas 163 La Junta Vecinal, con representantes de cada
uno de los barrios, es la máxima autoridad tra-
de San Francisco” llevando sus coronas en las manos seguidas por los moros.164 dicional de la comunidad y se encarga de llevar
un inventario de lo que hay en el templo.
Una vez finalizada la misa, los danzantes se dirigen al atrio donde bailan 164 Es de notar que en Tarejero los jóvenes que
las danzas de los moros y la de las Señoritas, llamada también Danza del Listón. danzan de moros son bastante altos, com-
parados con la estatura promedio de los
Ésta última tiene un significado muy especial para la gente del pueblo ya que las p’urhépecha.

! 226 !
doncellas danzan vistiendo atuendos que simulan el de San Francisco (capas cafés
como túnicas bordadas con la imagen del santo en lentejuela) y coloridas coronas
hechas por ellas mismas y adornadas con espejos, flores y cuentas aperladas sos-
teniendo un velo blanco, símbolo de su pureza.165 En esta danza las muchachas
van tejiendo lazos de diferentes colores que cuelgan de un poste situado en el
centro del atrio, frente a la puerta principal del templo.166 En una mano llevan
un tamborcito que suenan al compás de sus movimientos y con la otra tejen la
cuerda. Una vez finalizadas las danzas, se procede al banquete ceremonial en casa
165 Esta información fue facilitada a la autora de los cargueros.
por la Srita. Maribel Acosta Salazar, Tarejero, La contribución de los emigrantes es muy importante ya que apoyan con
Mich., 4 de Octubre de 2003.
166 De acuerdo con Manuel García, esta danza se los fuegos artificiales, la banda y el mariachi. Los “toros” se llevan a cabo del 18 al
puede relacionar con rituales petitorios o agrí-
colas. Manuel García Contreras, Op. Cit., p. 15. 20 de Octubre.

! 227 !
San Andrés
en San Andrés Tziróndaro, Mpio. de Quiroga.
30 de Noviembre167
La fiesta de San Andrés comienza el día 30 de Noviembre con la misa grande que
se realiza a la 1:30 pm. y es oficiada por el obispo en turno, que en la actudalidad
es Mons. Leopoldo González y el cura local. Las lecturas de los textos bíblicos se
realizan por lo general en p’urhé contando con una traducción por parte de las jó-
venes de la comunidad. El ofertorio resulta bastante particular ya que el vino y las
hostias son entregados por los Moros, quienes hacen una recorrido por el templo,
hasta llegar al altar. Las uananchas, por su parte, entregan ofrendas consistentes
en papel sanitario, sopas Maruchan, servilletas, cereales, entre otros productos
industrializados que llevan envueltos en papel celofán rojo y amarillo.
Después de la misa la gente se retira a comer en sus domicilios o asiste a la
comida en casa de algún pariente, pero por lo general no esperan a gente prove-
niente de otros lugares por lo cual la fiesta se aprecia un tanto localista. La gente
que asiste de otros lugares, si no tiene familiares en el pueblo, ingiere sus alimentos
y bebidas en los puestos instalados en la plaza del lugar. Terminando la comida 167 Registrado el 30 de Noviembre de 2004.

! 228 !
un grupo musical o una banda se instalan en el atrio del templo para comenzar a
tocar música principalmente “grupera.” Estos grupos permanecen tocando hasta
la madrugada, y se van alternando, dependiendo del número de conjuntos con-
tratados para la ocasión. Mucha gente comienza a bailar y, algunos, a consumir
bebidas alcohólicas desde este momento por lo que no asisten a la procesión.
Mientras tanto, aproximadamente a las 5:30 p.m., se lleva a cabo la proce-
sión con el Santo patrono, acompañado por bastante gente. En el lugar principal
de la procesión, después de la imagen milagrosa va el párroco del lugar y los
jóvenes que hicieron la primera comunión, amenizando el recorrido una banda
musical. En cada esquina o “estación” del camino, bailan los Moros quienes van
encaminando la procesión que sigue las principales calles de la comunidad –es una
de las procesiones más largas, a tal grado que se carga una silla para que el Sr. Cura
descanse en cada estación y pueda admirar la danza.-
Alternando con las actividades religiosas, se lleva a cabo un campeonato de
básquetbol en el cual compiten jóvenes de diversos pueblos aledaños. El jaripeo
por su parte, es uno de los eventos más relevantes que se realiza en esta celebración
y tiene lugar al día siguiente.

! 229 !
San Nicolás de Bari
en Santa Fe de la Laguna, Mpio. de Quiroga.
6 de Diciembre168
La comunidad de Santa Fe de la Laguna se conforma por dos “mitades” -El Rin-
cón y La Salida,- cada una de las cuales se compone por dos barrios -San Juan y
San Pedro; San Sebastián y Santo Tomás, respectivamente- que a su vez se subdivi-
den en dos cada uno (barrio primero y barrio segundo) sumando un total de ocho
barrios. Tanto los cargos civiles como los religiosos se distribuyen entre todos los
barrios y van rotando entre sí.
En la fiesta patronal sale la Danza de los Moros el día 6 de Diciembre y la de
las Moras el 7, cuyas ejecutantes danzan al salir de misa. Las Moras son las nuevas
cargueras que han sido electas por los cargueros salientes. Cuando se toma el car-
go, el día 3 de mayo, la pareja se lleva la imagen de Santo Tomás a su casa, como
símbolo del cargo ya que la de San Nicolás no debe salir del templo. La pareja que
tomó al santo se considera la principal aunque las otras cargueras también bailan
en la Danza de las Moras.
Los cargueros van cambiando de casa cada dos meses a Santo Tomás y se
juntan a rezarle cada quince días. El 25 de Julio se hace una fiesta en honor de
Santo Tomás en casa del carguero capitán donde se da de cenar a los asistentes,
después de rezar.
Quince días antes de la fiesta llegan a Santa Fe los parientes consanguíneos
o rituales de la Mora capitana para ayudarles con los preparativos aportando su
trabajo físico, una cooperación voluntaria y botellas de bebidas alcohólicas. El 5 168 Registrado el 6 de Diciembre de 2003.
de diciembre se hace otra fiesta en casa de la pareja de cargueros capitanes a la cual 169 Para una descripción detallada de esta fiesta
a finales de los años sesenta consúltese: Ka-
asisten a comer todos los cargueros.169 thryn Ann Sikorski, Op. Cit., pp. 131-137.

! 230 !
Fiestas en honor de Jesucristo
Las diversas imágenes de Jesucristo comenzaron a honrarse en los poblados taras-
cos desde el siglo XVI cuando se fueron introduciendo por parte de los misioneros
en calidad de titulares de ciertas cofradías, hospitales y/o patrones de los pueblos.
Sus celebraciones rápidamente se instituyeron como el centro de la vida ceremo-
nial del lugar y se volvieron populares entre las poblaciones vecinas. Las advoca-
ciones que se veneran actualmente en un mayor número de comunidades son el
Señor de los Milagros, Cristo Rey, el Señor de la Misericordia, el de la Ascensión,
la Sangre de Cristo, el Santo Entierro, entre otras.170
En varias de las fiestas de Cristo se hacen peregrinaciones desde diversos
lugares para ver, venerar y pedir o agradecer favores y bendiciones a la imagen
sagrada. Por su importancia y ser centro de culto del Cristo Milagroso destaca el
santuario en San Juan Nuevo Parangaricutiro.171
En palabras de Alicia M. Barabas: “Las peregrinaciones marcan territorios
étnicos, históricos o de culto al establecer circuitos o bien marcar rumbos y ca-
minos sagrados hacia los santuarios…”172 Al salir en peregrinación, los miembros
de una comunidad que parten de la misma, recorren cierto trayecto y llegan a un
santuario, pretenden llevar consigo su esencia y sus espacios vitales como pueden
ser un cerro, un ojo de agua, una laguna, un manantial, ente otros, los cuales “se
articulan al ritmo y a los momentos cósmicos del ciclo ceremonial.”173 Es decir,
170 Alberto Carrillo C., Op. Cit., p. 178.
171 Un santuario es un espacio sagrado de re- el traslado no es exclusivamente de personas sino de todo lo que constituye a la
conocimiento y convocatoria colectiva que
marca emblemáticamente el territorio donde comunidad en su conjunto.
se ubica y es factor de interacción, articulación Las celebraciones que se han seleccionado en este apartado revisten signifi-
social intraétnica e interétnica. Alicia M. Bara-
bas (coord.), Op.Cit., p. 25. cativa importancia dentro del culto a Jesucristo en las regiones p’urhépecha. Todas
172 Ibíd., p. 29.
173 Andrés Medina Hernández, Op. Cit., p. 147. ellas incluyen peregrinaciones procedentes de diversos sitios.

! 231 !
Señor de la Preciosa Sangre
en Quiroga, cabecera municipal.
Primer domingo de Julio174
La fiesta de la Preciosa Sangre de Cristo está incluida aquí como ejemplo de una
celebración en una comunidad mestiza a la que acuden en procesión grandes can-
tidades de fieles mestizos y p’urhépecha, éstos últimos provenientes de casi todos
los poblados de la rivera del lago de Pátzcuaro, que son devotos de esta imagen,
a la que atribuyen diversos milagros. Es de destacarse la organización de las fami-
lias o las personas conocidas entre sí de las comunidades que se desplazan hasta
Quiroga, pagando pasaje o cooperándose para comprar la gasolina del automóvil
donde se trasladarán; preparan sus alimentos, que llevan en grandes bolsas; coope-
ran por voluntad para el culto de la imagen, entre otras cosas.175
El culto de la imagen del Cristo de la Preciosa Sangre recae desde hace
muchos años en un patronato, integrado por gente de a localidad, en su mayoría
adultos, que conocen cómo debe realizarse la celebración y son los encargados de
juntar y administrar la cooperación que se da para la fiesta. Las personas cooperan
voluntariamente con aproximadamente $500 pesos por jefe de familia. Los emi-
grantes envían grandes sumas de dinero en efectivo o patrocinan castillos, bandas 174 Registrado el 4 de Julio de 2004 y el 3 de Julio
de 2005.
o el arreglo del templo. Es tanto el dinero que se reúne que el patronato adquirió 175 Comentarios a la autora de las Sras. Gracia
una casa con una bodega para hacer las reuniones para organizar la fiesta y alma- Peña Valentín y Amalia Valentín Mateo, pro-
venientes de San Jerónimo Purenchécuaro,
cenar los arreglos no perecederos de las estaciones y los del templo. Quiroga, Mich., 4 de Julio de 2004.

! 232 !
La celebración tiene lugar el primer domingo del mes de Julio. Desde un día
antes van llegando las peregrinaciones de diversos puntos del Estado e incluso desde
la Ciudad de México y Guadalajara. El párroco va al crucero a recibirlas y se trasla-
dan al templo donde se hace la entrega de la ofrenda de cirios. Se realiza una misa y
durante toda la noche los penitentes recorren las calles de la ciudad de rodillas para
regresar al templo y permanecer acompañando a Cristo mientras diferentes bandas
tocan adentro y afuera del templo. A las 5:00 a.m. se cantan las mañanitas.
El domingo a las 11:00 a.m. sale la gente del lugar junto con los peregrinos
que llegaron un día antes y van de nuevo al crucero, esta vez con el arzobispo, a
recibir a la gente que llega este día. Llegan a la iglesia y se celebra la misa grande
a las 12:00 p.m. Terminando bajan a la imagen de su nicho y comienza la proce-
sión por un circuito marcado por estaciones, en cada una de las cuales se truenan
cuetes al llegar los caminantes y se les avienta confeti y serpentinas. En cada una
de las estaciones la procesión se detiene a orar. Regresan al templo y vuelven a
colocar al Cristo en su lugar. En la noche se queman varios castillos, pagados por
la comunidad o por los donadores voluntarios.176
En esta fiesta no se hace una comida para los peregrinos, quienes deben
176 Informes a la autora del Sr. Héctor Monroy Ba-
rriga y las Sras. Adela y Dalila Barriga Chávez, adquirir sus alimentos en la famosa plaza del lugar. Los músicos son invitados a
oriundos de Quiroga, Quiroga, Mich., 16 de
Mayo de 2005. comer por el patronato.

! 233 !
Señor de los Milagros
en San Juan Nuevo Parangaricutiro, cabecera municipal.
14 de Septiembre177
El Cristo Milagroso es una de las imágenes más veneradas en la comunidad de San
Juan Nuevo junto con la de la Inmaculada Concepción. Su culto ha rebasado las
fronteras del Estado y en la actualidad acuden a visitarlo anualmente personas de
muy diversos orígenes y procedencias.
Sobre el Cristo Milagroso cuenta la leyenda que hace muchos años llegó a San
Juan un arriero que no tenía donde pasar la noche y tocó a la puerta de un hombre
enfermo llamado Maricho, quien le dio posada. Al otro día el arriero comenzó a
cargar sus mulas para reanudar el viaje pero le fue imposible levantar dos cajas que
traía y decidió dejarlas prometiendo regresar, pero no volvió. Entonces Maricho y
los miembros del Cabildo abrieron aquellas cajas y encontraron dos imágenes de dos
Cristos muy bellos. Maricho, les dijo “Ay, Cristo, si tu me curas yo te bailaría.”178
Desde aquellos años comenzó la devoción de esta imagen pues se ha creído que es
muy milagrosa y que hay que agradecerle sus favores bailando en su honor. Esta
imagen es festejada en San Juan Parangaricutiro desde la década de 1860. 177 Registrado el 13 y 14 de Septiembre de 2004.
En la actualidad los festejos del Cristo Milagroso comprenden todo el 178 Rosa Plá, Leyendas y tradición oral en San
Juan Parangaricutiro: pueblo nuevo… pp.
mes de Septiembre. Para venerar a la imagen llegan diversas peregrinaciones 275 y 276.

! 234 !
de devotos provenientes de varias comunidades, de emigrantes que regresan
con motivo de la fiesta y de personas del interior del Estado de Michoacán o
de otros lugares del país. Hay gente que asiste año con año, incluso cuando
deban caminar por dos o tres días para llegar hasta el pueblo y dejar de lado
sus labores. La llegada de cada grupo de peregrinos es reconocida y agradecida
mediante una celebración eucarística. Cuando parten, son despedidos por la
gente de la comunidad para lo cual bajan a la imagen del Santísimo, de quien
reciben la bendición.
La conmemoración más importante en San Juan Nuevo Parangaricutiro
para el Cristo Milagroso se lleva a cabo el 14 de Septiembre, aunque se considera
que este día la fiesta es más bien para los que acuden de fuera. El día 14 se hace
una misa multitudinaria con la participación de una veintena de eclesiásticos don-
de se llevan a cabo danzas representativas de cada grupo de peregrinos y la entrega
de ofrendas. Por lo general los oficiantes hablan de la problemática nacional y pi-
den a Dios por resolverla y ayudarles a salir delante de manera conjunta. Después
de la misa los miles de asistentes cantan y bailan ante el Señor de los Milagros para
pedirle algún milagro o agradecer sus favores. Inmediatamente después, algunos
pasan a la capilla de la Virgen de la Inmaculada para pedirle su bendición y otros
se retiran a los parques El Laguito o El Santuario a comer y convivir con los demás

! 235 !
asistentes. En estos lugares se siguen representando danzas y cantos. Por la noche
se queman varios castillos y se hace un baile.
Esta imagen tiene doce parejas de cargueros, que se encargan de rezarle y
procurarlo durante todo el año; cada pareja resguarda al Cristo en su casa por un
mes y le prepara una pequeña fiesta posterior a la misa que se celebra en su honor.
Para la fiesta grande estas parejas se encargan de la organización de la celebración
pero todo el pueblo coopera para llevarla a cabo.179
El día 21 de Septiembre se hace la Octava en la cual se vuelve a hacer una
procesión y una misa. En la noche se queman castillos y se hace un baile popular. 179 Informes de la Sra. Silvia Ramos a la autora,
San Juan Nuevo Parangaricutiro, Mich., 10 de
Se considera que la Octava es para la gente de la comunidad. Mayo de 2005.

! 236 !
Señor de los Milagros y Festival Artístico
en Ocumicho, Mpio. de Charapan. 14 de Septiembre180
La fiesta del Cristo Milagroso en Ocumicho tiene aproximadamente treinta años
de realizarse, desde que se encontró una imagen de un Cristo crucificado que se
cree ha sido muy milagrosa. Dicha imagen consiste en un pedazo de madera con
una forma que los lugareños interpretan como de Cristo, solo que sin brazos.
Éstos fueron hechos por un carpintero, pero se dice que es necesario cambiárselos
cada determinado tiempo puesto que la imagen crece constantemente.181
Para esta celebración la comunidad se organiza mediante un grupo de car-
gueros que pueden ser del pueblo o de alguna comunidad vecina.182 Para la cues-
Registrado el 14 de Septiembre de 2004.
180
Ocumicho significa “lugar de topos” o “lugar
tión del pago de las bandas, el castillo y la comida, el pueblo de Ocumicho se
de curtidores.” organiza mediante su división barrial: San Pedro, el barrio del norte y San Pablo,
181 Mario Padilla Pineda, Op. Cit., p. 126.
182 Estos cargueros laboran de manera indepen- el del sur. A pesar de ser una celebración en la que participa la comunidad, la
diente del sistema de cargos. La forma en
que se compromete la gente a ser cargueros fiesta del Cristo Milagroso no es vista como exclusivamente del poblado, sino
es que acude a Ocumicho y pide un milagro
a la imagen de Cristo. Si el milagro se cumple, que tiene un carácter regional ya que acuden personas de Cocucho, Charapan,
los beneficiados regresan al pueblo y piden
el cargo, que se simboliza por una corona de
La Cañada de los Once Pueblos, San Felipe de los Herreros, Tanaco, entre otros,
tela. El compromiso que adquieren es sacar la contribuyendo así a integrar un circuito comercial que ayuda y activa la economía
Danza del Venadito o la del Caballito el día 14
de Septiembre. Ver: Ídem. de dichos poblados.

! 237 !
El día de la fiesta, aproximadamente a las 10:00 a.m. comienzan a presen-
tarse las danzas en las afueras del templo. Primeramente se realiza la Danza del
Caballito, en la cual sale un grupo de muchachos portando una estructura de
cartón en forma de caballo que llevan sujeta a la cintura, una capa bordada, botas
y un machete en la mano. La danza representa una pelea con machete entre los
muchachos. Las muchachas, por su parte, modifican su atuendo cada año, pero
básicamente llevan falda plisada satinada y una blusa entallada adornada con mo-
tivos brillantes.
La Danza del Venadito es bastante interesante y colorida. Los encargados
de presentar esta danza son los jóvenes de alguna comunidad vecina que deseen
hacerlo como pago de una manda o por el “puro gusto.” En esta danza, los mucha-
chos llevan una túnica a cuadros que amarran en la cintura, ponen una pañoleta

! 238 !
sobre su cabello y sobre la cara, una máscara de venado adornada con moños y
listones. Durante su ejecución, simulan los movimientos de los venados además
de que van chocando las paletas de madera que cada uno trae en la mano, en
una actitud que parece bélica. Mientras tanto, las muchachas visten falda negra
plisada y blusa de colores llamativos llevando vistosas coronas de plumas pintadas
con lo que lucen elegantes y coquetas a la vez; en la mano llevan una especie de
sonaja que agitan al danzar. 183 Se dice que esta danza, si bien se ofrece al Cristo
Milagroso, es en honor de Santo Santiago.184 Terminando su presentación en el
atrio, los danzantes recorren las calles del pueblo acompañados por los cargueros
y los padrinos de éstos.
Cada familia toma los alimentos en el puesto callejero que más les apetezca.
En la tarde se realiza un evento artístico, cuya primera edición fue en el año de
2003. Sin embargo, en él se presentan grupos no p’urhépecha, es decir, acuden ba-
llets de Jalisco, Guanajuato y otras regiones del Estado con la finalidad de difundir
183 Entrevista de la autora al Mtro. Francisco otras manifestaciones artísticas. Por la noche hay baile popular que también es
Zacarías González, quien es el encargado de
ensayar a los muchachos, Ocumicho, Mich., bastante concurrido. En la madrugada los asistentes se retiran a sus hogares.
14 de Septiembre de 2003.
184 Esta es una de las danzas donde se enfatiza A los ocho días se hace la Octava, pero con carácter más local. En esta fiesta
la importancia que la sociedad p’urhé confiere
al cerro y a su fauna nativa, así como a las ac- tienen lugar las coronaciones de niños, es decir, que los niños bautizados son lle-
tividades económicas ancestrales como es la
caza, entre otras. Hay que recordar que Santo
vados al templo y se les coloca una corona de colores vistosos. También se eligen
Santiago representa una de las imágenes que padrinos para los niños en esta ocasión, pero su importancia es menor que la de
proveen las buenas cosechas y la precipitación
necesaria. los padrinos de bautizo o de matrimonio.

! 239 !
Cristo Rey
en Patamban, Mpio. de Tangancícuaro.
Último domingo de Octubre185
La fiesta de Cristo Rey se realiza en Patamban desde el año de 1952. En sus inicios
era una fiesta en la que participaba poca gente, pero con el tiempo se ha vuelto una
de las celebraciones con mayor número de espectadores de las que se realizan en
las regiones p’urhépecha. Esta fiesta es barrial pero, por su magnitud, participa en
ella toda la comunidad.186 Hay diez comisionados por barrio, divididos por calles,
que se encargan de recolectar la cooperación que es de $200 pesos por familia para 185 Registrado el 26 de Octubre de 2003.
Patamban se divide en los barrios de Cristo
los gastos de la fiesta. Además, según sea la voluntad de los vecinos, se debe colocar 186
Rey, La Morenita, San Francisco y el Sagrado
la “compostura” que son las líneas decoradas que cruzan las calles sostenidas de los Corazón.
187 En el 2003 cada línea de “compostura” costaba
techos y las paredes.187 entre $100 y $150 pesos.

! 240 !
! 241 !
Uno de los mayores atractivos de la fiesta es la elaboración de los tapetes de
aserrín pintado y flores que se elaboran sobre las calles por las que pasa la proce-
sión de Cristo Rey. Es una labor que comienza desde temprano y en la que parti-
cipan todos los miembros de las familias ya que se tiene la obligación de decorar
el espacio que corresponde al frente de la casa. Los pequeños ayudan a acercar
el aserrín o las flores o bien a rellenar las figuras que han dibujado sus mayores,
siguiendo un mismo patrón decorativo.
Después de la misa de medio día, los asistentes comen en la plaza, en la
cual se instala una gran cantidad de vendedores ambulantes. Los visitantes apro-
vechan para adquirir productos artesanales elaborados en la comunidad o por los
artesanos que acuden a vender sus creaciones. En la tarde, comienza la procesión
con Cristo Rey, saliendo del templo y siguiendo la ruta señalada por los tapetes
y las líneas de compostura. A su paso, los tapetes quedan destruidos, pero dicen
los que los elaboran que es un honor trabajar para que el camino por el que pase
Cristo esté bien decorado.188 La procesión dura un par de horas. Terminando la
imagen es llevada al templo. En la noche se queman uno o más castillos y se hace 188 Comentarios vertidos a la autora por diversas
personas oriundas de Patamban, Mich., 26 de
un baile en la plaza. Octubre de 2003.

! 242 !
Fiestas del culto mariano
La advocación más venerada en las regiones p’urhépecha es la Virgen de la In-
maculada Concepción, ella constituye una parte importantísima en la cons-
trucción de la identidad comunitaria y se erige como “patrona del centro de
la región p’urhépecha.”189 En torno a su figura gira el ciclo festivo mariano. Su
culto fue introducido desde el segundo cuarto del siglo XVI constituyéndose
como patrona de diversos pueblos, o por lo menos, de un gran número de
hospitales que se crearon en ese entonces. Esta imagen tuvo aceptación entre la
población tarasca, quien después de apropiársela y reinterpretarla, comenzó a
venerarla ampliamente. En la actualidad, los p’urhépecha han heredado la fe y el
respeto hacia la Virgen de la Concepción, a quien año con año celebran grandes
festividades.190 En algunas comunidades se honra a la imagen de la Virgen de
la Asunción, quien es igualmente fundamental para la vida de aquellos pueblos
que la han tenido como patrona.
El culto de la Virgen de Guadalupe, por su parte, fue introducido poste-
riormente al de la Virgen de la Inmaculada Concepción. De hecho, la primera
cofradía de Nuestra Señora de Guadalupe en Michoacán se fundó en Numarán
hasta finales del siglo XVII extendiéndose luego hacia las regiones tarascas.191 La
Virgen de Guadalupe ha sido considerada por los p’urhépecha más como una
virgen mestiza que indígena por lo que en los pueblos, ya desde hacía años identi-
ficados con otras advocaciones de la Virgen, principalmente la de la Concepción,
la Asunción, la Soledad o del Rosario, no está tan arraigado el guadalupanismo
como en otros sitios.192

Virgen de la Inmaculada Concepción


en Cocucho, Mpio. de Charapan. 28 de Enero193
La fiesta de la Virgen de la Concepción en Cocucho194 es organizada por tres o cua-
tro parejas de cargueros, cada una de ellas representando a uno de los tres barrios en
que se divide la comunidad. El cargo se toma un año antes de la fiesta y durante este
tiempo la imagen de la Virgen permanece en la casa de los cargueros mayores.
Los preparativos para la fiesta comienzan el día 15 de Enero cuando los
189 Aída Castilleja et al., “Puréecherio, juchá eche- parientes y amigos del carguero lo acompañan a bajar leña del cerro mientras que
rio…”, p. 305. las mujeres los esperan con una comida hecha especialmente para ellos. El día 19
190 Alberto Carrillo C., Op. Cit., pp. 173-191.
191 Ídem. el suegro del carguero le lleva a su yerno un toro para el churipo así como mucha
192 Hay excepciones como las comunidades de
Tarerio o San Andrés Tziróndaro en las cuales loza ya que se ocupará para los días de fiesta.
hay una gran devoción hacia la Virgen de
Guadalupe, girando gran parte de su vida Las Pastorelas son parte esencial de estos festejos. Cada carguero patrocina
ceremonial en torno a su culto.
193 Registrada los días 27, 28 y 29 de Enero de a los jóvenes que actúan y bailan en éstas. Desde el día 27 de Enero en la tarde se
2004. hace una representación general de las Pastorelas en el atrio del templo y comien-
194 Cocucho significa “lugar de ollas grandes.” La
fiesta de la Inmaculada Concepción en la ma- zan las competencias entre las bandas de música. Se instalan diversos vendedores
yoría de los lugares es el 8 de Diciembre, pero
en Cocucho se celebra hasta el 28 de Enero. ambulantes así como juegos mecánicos. Este día también los cargueros comienzan

! 243 !
a decorar el templo y especialmente se dedican a colocar flores y veladoras en el
pilar de la urna de la Virgen de la Concepción.
El día 28 de Enero es la fiesta grande a la cual asiste un gran número de per-
sonas de comunidades vecinas e incluso más alejadas, quienes participan en todas
las actividades con gran devoción. Ese día se representan de manera más formal las
famosas Pastorelas así como algunas danzas ejecutadas por grupos de otras comu-
nidades y patrocinadas por los cargueros de sus lugares de origen como son: Pa-
tamban, San Felipe de los Herreros, Paracho, Charapan, Cherán, Pamatácuaro y
Cheranatsicurini, entre otros. A medio día se hace la misa grande y posteriormen-
te se lleva a cabo una procesión con gran participación de los asistentes en la cual
llevan a las imágenes de San Bartolo, San Sebastián, San Francisco, San Ignacio,
Tata Cristo, Nana Dolores y de la Virgen de la Concepción. Mientras se realiza la
procesión, los personajes conocidos como “diablos”, “luciferes” o “satanases” van
incomodando y tratando de inquietar a la gente que acompaña a la Virgen. En
la noche se quema uno o más castillos y hay baile popular mientras que las Pas-
torelas se siguen representando hasta altas horas de la madrugada. Cada carguero
patrocina una Pastorela, así que hay tres grupos que compiten representando lo
mismo. Cada uno de ellos cuenta con los llamados “Coloquios” que es una libreta
en la cual a lo largo de generaciones se han anotado frases alusivas al pecado y la

! 244 !
redención, así como a la Virgen de la Concepción.195 El contenido de cada libreta
es diferente, algunos textos son más extensos que otros.
Finalmente, el día 29 se lleva a cabo la fiesta de manera más local, es decir, que
la mayoría de los asistentes de otras localidades se han marchado y son los habitantes
de la comunidad quienes tienen la oportunidad de disfrutar de los festejos. Después
de la misa de medio día se hace otra procesión al tiempo que se siguen representando
las Pastorelas en las afueras del templo y se comienzan a repartir los “aguinaldos” que
consisten en dulces como colaciones y cacahuates. Después de la procesión, al hallarse
congregada la multitud, algunas mujeres, sobre todo mayores, que son las abuelas y
tías de los cargueros, comienzan a aventar confeti y dulces o chicles en forma de bola
divirtiéndose enormemente al ver cómo le pegan a más de algún espectador. Otras
mujeres, las madrinas de velación de las esposas de los cargueros así como las esposas
de las autoridades civiles de la comunidad, reparten las kanakuas, que son panes re-
dondos como donas gigantes de dulce o de sal comprados por los padrinos de velación
195 Informes de la Sra. Carmen Cipriano a la auto- de los cargueros.196 Posteriormente se ofrece una comida en casa de los cargueros con-
ra, Cocucho, Mich., 29 de Enero de 2004.
196 Testimonios brindados a la autora por la Sra.
sistente en churipo y corundas a la cual asiste la banda contratada por cada carguero
Gabriela López Remigio y su esposo Sr. Loren- para seguir tocando y que la gente baile. El carguero primero debe hacer más comida
zo Santos Joaquín, quienes fueron cargueros
de la Virgen de la Concepción en 1998 y de puesto que la gente de otras comunidades llega a comer a su casa. En la noche hay baile
San Bartolo en el 2003, Cocucho, Mich., 10 de
Septiembre de 2005. popular. El 30 se despide a las bandas y se les acompaña hasta la salida del pueblo.

! 245 !
Virgen de la Asunción
en Comachuén, Mpio. de Nahuatzen. 15 de Agosto197
Comachuén es una comunidad que está dividida en dos barrios: el de arriba y el
de abajo. Los festejos de la Virgen de la Asunción comienzan tres meses antes del
15 de Agosto, es decir, en Mayo. En este tiempo se organizan dos comisiones por
cada barrio; dos de ellas recogen la cooperación para pagar dos bandas de música
y se encargan de buscar a los moros que bailarán el 14 de agosto; las otras dos
comisiones colectan el dinero para los castillos. En el año de 2004 hubo cinco cas-
tillos, ya que además de los dos que son pagados por la comunidad, tres familias
de emigrantes donaron cada una un castillo.
Los festejos propiamente dichos comienzan el día 1º de Agosto en que se
hace la Palanda, que es una especie de procesión que hace la Virgen de la Asunción
acompañada por los chirimiteros, el Consejo198 y las uananchas, pasando casa por
casa recolectando la cooperación que corresponde a cada jefe de familia.199 Con
Registrado el 15 de Agosto de 2004.
este dinero se paga la misa, se adorna el templo y se hace la comida para la gente 197
198 El Consejo o Cabildo es la autoridad principal
que acude de visita y para los peregrinos. El día 13 de Agosto llegan los peregrinos de la comunidad.
199 El año de 2004 la cooperación por jefe de fa-
provenientes de comunidades como Arantepakua, Janitzio, Nahuatzen, Paracho, milia fue de $50.00 pesos.

! 246 !
entre otros pueblos. El día 14 de Agosto se hace la entrada de las bandas al pueblo
y se hace la Tsejpakua, que es el nombre que recibe el baile de los Moros en el atrio
del templo. Cada Moro es patrocinado en su atuendo -de pies a cabeza- por una
pareja joven, recién casada, con la intención de integrarse a las responsabilidades
que cada jefe de familia tiene en la comunidad. Desde el día 14 hasta el 17 de
Agosto bailan los soldaditos y las vaqueras.
El día 15 de Agosto que es el día grande por la mañana hay misa concele-
brada y procesiones; se hace la comida en casa de los cargueros y en el atrio del
templo para los peregrinos. Por lo general se ofrece churipo, corundas, cervezas y
refrescos. En la noche se queman los castillos y hay baile.
Los días 16 y 17 de Agosto hay jaripeo patrocinado por las autoridades
civiles. El Jefe de Tenencia paga la primera corrida y su suplente paga la segunda,
ayudados por sus comitivas que están formadas por parientes y amistades. Los
premios que reciben los mejores jinetes son las palmas, adornadas con fruta, bote-
llas de vino, ropa y/o dinero en efectivo. En Comachuén las palmas son donadas
200 Entrevista de Rosa Isela Valentín al Sr. Raúl por la comunidad, organizándose por calles y turnándose cada año. El día 18 el
Cruz Sebastián, Comachuén, Mich., 20 de
Septiembre de 2004. pueblo sale a encaminar a las bandas que amenizaron los festejos.200

! 247 !
Virgen de la Natividad
en Arantepakua, Mpio. de Nahuatzen.
8 de Septiembre
La comunidad se divide en dos barrios, de cada uno de los cuales se eligen comi-
sionados que son los encargados de la organización de la fiesta patronal y de reunir
el dinero para pagar la banda y el castillo. Los comisionados también reciben el
nombre de Consejo y son cuatro matrimonios con kaxúmbikua que se encargan
por dos o tres años de la administración del dinero recaudado para la fiesta.
Unos días antes de la fiesta un grupo de personas acude al cerro a bajar
la leña que se requerirá en el festejo. Otras personas acompañan a la esposa del
carguero a comprar los ingredientes para preparar la comida. La fiesta comienza
el día 6 de septiembre con un evento cultural y competencias de baloncesto; el
día 7 se hace la entrada de la flor y la cera y se arregla el templo con las ofren-
das. Este mismo día se recibe a los santos de otros lugares que llegan al poblado
como visitantes para el día grande. Se hace una misa en la tarde y se ofrece atole
de tamarindo y pan a los visitantes. El día 8 hay varias misas que comienzan des-
de temprano: a las 8:00 a.m. se cantan las mañanitas, a las 9:00 a.m. se hacen las
confirmaciones; las primeras comuniones se hacen durante la misa grande. Ésta
se lleva a cabo a las 12 p.m. y es concelebrada por varios sacerdotes de la región,
así como por un obispo. Las ofrendas consisten en frutas de la región, vino de

! 248 !
consagrar, hostias y dólares enviados por los emigrantes. Los cantos de la iglesia
son interpretados por el excepcional coro originario de la comunidad llamado
“La Natividad.”201 Las imágenes y el templo son adornados con suntuosidad,
con grandes cantidades de cirios, flores y frutos; a las imágenes se les colocan
además billetes de dólares.
En esta fiesta bailan los Moros, incluyendo a unos pequeños niños que eje-
cutan sus pasos con toda ritualidad y serenidad. Los Moros son invitados a bailar
por medio del Consejo, quienes buscan a gente que tenga voluntad de participar
por una manda o por gusto. La imagen de la Virgen de la Natividad es llevada al
atrio del templo para que presencie la danza y se regocije del espectáculo. Poste-
riormente se hace una procesión.
En el pueblo se instalan varios vendedores locales y provenientes de otros
poblados, quienes comercian alimentos y productos de “fayuca”, y en menor can-
tidad, artesanías.
201 El coro ha grabado un disco compacto bajo La gente de la comunidad invita a los visitantes a comer a sus casas, don-
la dirección y encomio del Sr. Cura Javier
Constancio Jiménez, párroco de Arantepakua. de se ha preparado churipo de res y corundas para la ocasión.202 Terminando la
Coro La Natividad de Arantepakua, Alborada
Records, Uruapan, Mich. comida las mujeres salen a bailar “el torito”, van alegremente tomando y dando
202 Información proporcionada a la autora por los
de tomar a todas las mujeres que se acercan a observarlas. Bailan por las calles
Sres. Elpidio y José Luis González Jiménez, así
como por las Sras. Ma. de los Ángeles Jeró- del poblado y finalmente afuera de la casa del carguero. Por la tarde comienza el
nimo y Lidia Fernández Basilio, Arantepakua,
Mich., 8 de Septiembre de 2003. jaripeo que dura dos o tres días.

! 249 !
Virgen de Guadalupe
en Tarerio, Mpio. de Tzintzuntzan.
13 de Diciembre203
La fiesta patronal en Tarerio se organiza por barrios. En esta pequeña comunidad
hay dos barrios en cada uno de los cuales hay un encargado del orden. En cada ba-
rrio hay doce grupos compuestos cada uno por un número que va de seis a quince
personas y un coordinador, que es quien se encarga de comunicar a sus miembros
toda la información referente a la organización de la fiesta.
Los preparativos de la fiesta más importante de Tarerio comienzan desde el
mes de Junio o Julio, cuando se reúnen los encargados del orden para elaborar el
presupuesto de la fiesta. En esta ocasión se decide cuándo se buscará la música,
cuánta comida preparará cada familia así como qué se ofrecerá de comer.
Los mayordomos, veinticuatro en total, se reúnen el día 12 de Diciembre
para organizar los preparativos de la comida y reunir tanto la cooperación que
han juntado, como los productos con los cuales se hará la comida –pollo, arroz,
sal, verduras, refrescos, etc.- La reunión es en el templo, donde también se definen 203 Registrado el 13 de Diciembre de 2003.

! 250 !
los últimos detalles de la fiesta, que queda bajo responsabilidad directa del Primer
Mayordomo. El día 13 se celebra la misa grande a la 1:30 p.m. a la cual asiste
toda la comunidad. Cada año se presenta una banda reconocida en la región; en
el 2003 la misa fue amenizada por la música de la banda Flor Morena, integrada
por mujeres jóvenes provenientes de Nocutzepo, Mpio. de Pátzcuaro. A las 6:30
p.m. hay otra misa para hacer la entrega de la vela a los nuevos cargueros quienes
aceptan el compromiso para el año siguiente. La función de los cargueros es cuidar
y adornar el templo, poner las flores y supervisar que las personas que hacen el
aseo tengan el lugar muy limpio, organizar las misas mensuales y dar de comer al
sacerdote que las celebra. 204
De manera alterna a la misa se lleva a cabo un campeonato de básquetbol
con equipos invitados de Ukasanástakua, Cucuchucho e Ichupio. Después de la
primera misa, los encargados del orden llevan una botella para repartir entre la
gente asistente y convidarla al banquete consistente en arroz, mole y pollo acompa-
ñados por agua de jamaica, cervezas y aguardiente o alguna otra bebida alcohólica.
Es curioso que en esta celebración coman primero las mujeres que los hombres,
separados por género al sentarse en el atrio del templo. Solamente el sacerdote y
sus acompañantes comen sentados a la mesa que se encuentra en la planta alta del
curato. En la noche se quema un castillo para regocijo de los asistentes.
Esta fiesta tiene un carácter básicamente local, por lo que casi no hay parti-
204 Esta información fue proporcionada a Rosa cipación de gente de otros lugares –salvo las pequeñas comunidades colindantes-,
Isela Valentín por la Srita. Rosa Martínez Lu-
cas, Tarerio, Mich., 13 de Diciembre de 2004. vendedores ni juegos mecánicos.

! 251 !
Fiestas de imágenes religiosas no patronales
y festivales artísticos y culturales

Maiápita o Feria del Atole


en Tarecuato, Mpio. de Tangamandapio.
Sábado anterior al Domingo de Ramos205
Anualmente se lleva a cabo la Feria del Atole, conocida en idioma p’urhé como
Maiápita, en la comunidad de Tarecuato. Se realiza el sábado anterior al Domin-
go de Ramos. Durante el día de fiesta tienen lugar diversos eventos, siendo el de
mayor relevancia el concurso de atoles, pero también hay un evento cultural y la
coronación de la reina de la feria. Las autoridades civiles son los principales res-
ponsables de los distintos eventos.
Días antes de la feria la gente que desea entrar en el concurso de atoles se
dirige a la jefatura de tenencia a anotarse; ahí se les asigna un lugar determinado
dentro de la plaza, o bien, en las calles aledañas a la misma. Estos días la gente ad-
quiere los ingredientes para su atole. El día de la feria desde temprano las mujeres
comienzan a preparar sus atoles, ayudadas por algunas de sus familiares y amigas.
A medio día se celebra una misa en p’urhé en honor de quien ha sido electa
por las autoridades del pueblo como reina y sus dos princesas. El criterio que se
sigue para elegir a la reina es desconocido por las participantes, únicamente lo
conocen las autoridades quienes no dan razón alguna del por qué de su elección y
las muchachas aceptan los resultados sin mayor inconformidad. Durante la misa
el sacerdote hace referencia constante a las muchachas, a quienes se les hacen
algunas preguntas sobre la historia de la comunidad, sobre su lengua materna y
sobre la manera en que se debe preparar un atole. Terminando la misa se ofrece
una comida en el atrio del templo, que ha sido patrocinada por los cargueros de
las principales imágenes de la comunidad. Por lo general se preparan churipo y
corundas; en algunas ocasiones, pozole.
Al término del banquete las autoridades acompañan a las reinas de años
anteriores a las casas de las nuevas princesas y después, todos juntos, van a reco-
ger a la reina. En cada una de las casas que se visitan, los padres de las mucha-
chas invitan a las autoridades a pasar, sentarse y tomar alguna bebida mientras
la muchacha termina de arreglarse. Cuando la reina ha salido, toda la comitiva
se dirige hacia la plaza principal en donde se monta un entablado en el cual
se corona a la reina y a las princesas. Después de la coronación, comienza un
evento cultural en el cual se presentan grupos de danzantes, músicos y pireris de
diferentes comunidades.
Mientras se desarrolla el evento cultural un grupo de aproximadamente
cinco señoras bastante mayores toman su lugar justo debajo del entablado, al
centro y comienzan a probar y calificar cada uno de los atoles que compiten por 205 Registrado el 3 de Abril de 2004.

! 252 !
ganar el concurso. Para elegir el atole ganador se toman en cuenta su sabor, sus
ingredientes y la forma en que ha sido elaborado.
Al mismo tiempo, en la plaza y alrededor de la cancha de básquetbol se
ubican las señoras que han preparado atoles quienes los venden acompañados de
una pieza de pan. La gama de sabores es espectacular y se pueden encontrar desde
los tradicionales de zarzamora, tamarindo, guayaba, blanco, negro, hasta el atole
de chaqueta, de grano, de pinole, de nurite y un sinfín de variedades.
En esta fecha se nota un movimiento inusual en Tarecuato, es decir, acude
una importante cantidad de personas de diferentes regiones del Estado e incluso
de procedencia extranjera. Además, visitan el pueblo las autoridades estatales y
municipales. La feria es aprovechada por comerciantes de la propia localidad o de
otros poblados para tender sus puestos y vender sus productos.
El evento cultural termina al caer la noche y es entonces cuando se procede
a la premiación de las personas que han elaborado los atoles ganadores. A éstas
se les da como premio cierta cantidad en efectivo que varía cada año además de
obtener el reconocimiento de la comunidad.

! 253 !
Concurso Artístico de la Raza P’urhépecha
y fiesta barrial de San Lucas
en Zacán, Mpio. de Los Reyes. 17 y 18 de Octubre206
El pueblo de Zacán se divide en cuatro barrios: San Nicolás, La Natividad, La
Candelaria y San Lucas. El Concurso Artístico de la Raza P’urhépecha es organi-
zado paralelamente a la fiesta del patrono del barrio de San Lucas.
Con respecto a la fiesta de San Lucas, los habitantes refieren que es muy
antigua y que dicho santo cuenta con una gran devoción entre los lugareños y la
gente vecina ya que él se encarga de proteger al ganado. Para esto la gente debe
acudir ante la imagen con un torito o algún otro animal del campo en miniatura
206 Registrado los días 17 y 18 de Octubre de los
y pedir la bendición del santo ya que así “es como si se llevaran a casa al torito de años 2003 y 2005.
207 Durante el día de la fiesta hay una gran can-
San Lucas.”207 Antiguamente los cargueros de San Lucas hacían un arco adornado tidad de personas que acuden con San Lucas
con dulces, fruta y vino, al cual se subían los niños y los jóvenes para obtener un a bendecir a sus animales en miniatura: llevan
vacas, bueyes, gallinas, chivos, etc. Como
premio, simulando la práctica del palo encebado. En la actualidad ya casi no se agradecimiento por la bendición recibida, los
devotos dejan veladoras y alguna cooperación
lleva a cabo esta costumbre. Los habitantes de los otros barrios consideran a San en efectivo, que va desde los $15 hasta los
$50 pesos, aunque en ocasiones se contribuye
Lucas “el barrio más gorrón” puesto que todo el pueblo les ayuda a realizar la fiesta con más dinero según las posibilidades.
208 Información proporcionada a la autora por la
de su santo patrono. 208 química farmacobióloga originaria de Zacán,
La fiesta comienza el día 17 de Octubre con la celebración de una misa Ana Lucía Medina cuya familia se ha dedicado
tradicionalmente a la panadería, Zacán, Mich.,
por la mañana acompañada de una banda musical. Este día hay concurso de 18 de Octubre de 2003.

! 254 !
artesanías y de atoles además de que se realiza paralelamente un torneo de bás-
quetbol que concluye al día siguiente en la tarde con la premiación. El Concurso
Artístico inicia el día 17 en la tarde para obtener los finalistas que competirán el
día 19 al anochecer.
El día 18 de Octubre en la mañana sacan al “toro de once” que hace un
recorrido por algunas calles del pueblo, acompañado por los cargueros, muchas
jóvenes casaderas arregladas especialmente para la ocasión y decenas de visitantes
que acuden para divertirse. Después se lleva a cabo el jaripeo y en la noche hay
baile, seguido por la quema del castillo. En el baile se acostumbra que el Jefe de
Tenencia vaya por los cargueros y los saque a bailar. En este baile se juntan todos,
“los güeros y los indios, los fresas y los mariguanos.”209 Al mismo tiempo se lleva a
cabo la final del Concurso Artístico de la Raza P’urhépecha, el cual concluye por
lo general pasada la media noche con la premiación de los ganadores por parte de
209 Ídem. autoridades estatales y comunales.

! 255 !
El Concurso Artístico de la Raza P’urhépecha
La evidencia histórica refleja que desde el siglo XVIII uno de los pocos lugares
indígenas donde se celebraba una feria anualmente era el pueblo de Zacán.210 El
Concurso Artístico de la Raza P’urhépecha se realiza anualmente desde 1971 y
cuenta con un comité organizador de la propia comunidad, sin embargo el punto
de vista de los habitantes del pueblo con respecto al mismo es que no es parte de
los festejos más arraigados entre la población, salvo porque coincide con la fiesta
de un santo muy venerado en la región, San Lucas. La gente de la comunidad
junto con las decenas de personas provenientes de otras comunidades aprovechan
la gran afluencia de visitantes que genera el Concurso para comerciar toda clase de
alimentos tradicionales y productos artesanales. La gente de Zacán confiere un alto
valor al Concurso en tanto que permite difundir y revalorar los bailes, la música y
las pirekuas tradicionales además de que aglutina a los “hermanos de raza.”211
Para el Concurso se inscriben los grupos de artistas que así lo deseen bajo
las diferentes categorías: danzas típicas, orquestas, pireris, bandas, etc. pero sólo
pueden inscribirse grupos que no sean originarios de Zacán porque “antes gana-
ban todo los de aquí, por eso ya mejor se les da chance a los de otros pueblos.”212
Uno de los requisitos del evento es que al menos una de las piezas que presente 210 Jesús Bugarini, Op. Cit., p. 18; Álvaro Ochoa,
Op. Cit., pp. 99-101.
cada grupo sea de nueva creación. Anualmente, entre las distintas categorías se 211 Jesús Bugarini, Op. Cit., p. 18.
212 Palabras de Rosalía Méndez Jacobo, Zacán,
cuenta con número mayor a los quinientos participantes.213 Mich., 19 de Octubre de 2003.
El evento se lleva a cabo en el auditorio “Melchor Díaz Rubio”, recién inau- 213 En el año 2005 se inscribieron 800 artistas, se
presentaron 18 grupos de danzas, 5 orquestas,
gurado el día del Concurso en el año 2005. Se desarrolla en dos etapas: el día 17 10 grupos de pireris y una banda.

! 256 !
214 Los premios a los primeros lugares en el 2005
eran los siguientes: Bandas $20,000 pesos,
danzas $10,000 pesos, orquestas $10,000 pe- de Octubre es una primera ronda, cuyos ganadores pasan a la final que se realiza el
sos, pireris $5,300 pesos, danzas de Kúrpites
$11,000 pesos y danza de expresión de resca-
día 18 por la noche. Los ganadores reciben como premio dinero en efectivo y un
te tradicional $6,000 pesos. Ernesto M. Vargas, importante reconocimiento regional.214 Para la organización del Concurso y los
“Preparan la fiesta”, en La Voz de Michoacán,
Director Gral. Miguel Medina Robles, Diario premios que se otorgan se cuenta con el apoyo del Gobierno del Estado, a través
matutino, Sección Cultura, Miércoles 12 de
Octubre de 2005, p. 18E. de sus diferentes dependencias.

! 257 !
Fiesta en honor de San Judas Tadeo
en Urapicho, Mpio. de Paracho. 28 de Octubre215
La comunidad se encuentra dividida en dos barrios: el de arriba y el de abajo. La
fiesta en honor de San Judas Tadeo se realiza desde hace aproximadamente cua-
renta años y el culto del santo fue introducido a la comunidad por el padre Rubén
Registrado el 28 de Octubre de 2003 y el mis-
Ríos, quien también ayudó a la construcción del templo.216 Para la organización 215
mo día del año 2005.
de la fiesta de San Judas Tadeo la comunidad se ha organizado desde hace cinco 216 Testimonio del Sr. Julio Bautista a Rosa Isela
Valentín, Urapicho, Mich., 28 de Octubre de
o seis años por cargueros, ya que anteriormente la responsabilidad de la organiza- 2003.

! 258 !
ción era comunitaria. Los cargueros piden el cargo –por devoción- directamente
en la Iglesia y se les proporciona tomando en cuenta sus posibilidades económicas
ya que el costo de la fiesta supera los $500,000.00 pesos.217 En la actualidad, casi
todos los cargueros son emigrantes a los Estados Unidos. Éstos además de regresar
a su comunidad desde medio año antes de la fiesta para organizarla y reunir a su
“ayudanza”, cuentan con el apoyo monetario de los demás emigrantes para sacar
el cargo exitosamente. Seis meses antes de la celebración, los cargueros tienen la
obligación de buscar entre la gente del pueblo voluntarios que se ofrezcan como
danzantes moros o soldaditos y voluntarias para cocinar el día de la fiesta. Afuera
de cada casa donde consiguen cocinera o danzante, se truena un cuete para dar
aviso a la comunidad. El carguero mayor fija una cuota por jefe de familia que
va desde los $400 hasta los $1000 pesos, según los recursos económicos de cada
familia. Por lo general, todos cooperan, salvo las familias que han cambiado de
religión y se niegan a hacerlo. 218
El 26 de Octubre por la tarde se lleva a cabo el Festival Artístico de la
Cultura P’urhé; el día 27 se realizan los preparativos para recibir a la gente
que visite la comunidad con motivo de la celebración y en la tarde hay una
procesión con la imagen por las principales calles de la comunidad. En ella, los
padrinos de bautizo, confirmación, primera comunión y velación acompañan
al carguero y le ayudan a cargar la imagen venerada. Caminan en procesión
todos los devotos de San Judas Tadeo del pueblo y los múltiples asistentes de
las comunidades vecinas.
En la “mera fiesta”, el día 28 de Octubre, hay dos bandas que son pagadas
por la comunidad según la cooperación que se haya dado y éstas amenizan los
festejos; el carguero, por su parte, absorbe los gastos del adorno del templo y del
castillo. Después de la misa grande, en la cual el carguero y su esposa han entre-
gado una vela muy grande y bellamente adornada como símbolo de devoción y
respeto a la imagen, salen las danzas de los moros y de los soldaditos. Después se
lleva a cabo la comida ofreciéndose corundas y churipo acompañados de refres-
cos y cervezas. Posteriormente se lleva a cabo otra procesión bastante colorida y
sumamente solemne, en la cual participan los Moros montados en sus caballos
cuyos lomos se adornan con servilletas y listones. Los cargueros cargan la imagen
y sus padrinos y los demás acompañantes llevan flores en las manos. En la noche
se quema el castillo y hay baile.
Al día siguiente en la mañana se baila el “toro de once”, donde el carguero
va acompañado de sus familiares quienes llevan servilletas bordadas y se dirigen
217 San Judas Tadeo es una de las imágenes más hasta el corral. En el transcurso van aventando al aire dulces, confeti y colaciones.
veneradas de la comunidad, junto con su pa- El ruedo es adornado con servilletas bordadas. Los toros son pagados por en car-
trona, la Virgen de la Natividad.
218 Informes de la Sra. María de Jesús Mercado Fi- guero y la cooperación de la comunidad. Terminando el jaripeo la gente se retira
gueroa a Rosa Isela Valentín, Urapicho, Mich.,
28 de Octubre de 2003. a sus hogares.

! 259 !
Festival Musical y fiesta de Santa Cecilia
en Ichán, Mpio. de Chilchota. 22 de Noviembre219
La celebración de Santa Cecilia, patrona de los músicos, es el día 22 de Noviem-
bre. Este festejo se lleva a cabo desde hace más de treinta años. Desde el día 21
hay un festival artístico en la tarde con bandas y grupos invitados de diferentes
pueblos y presentan algunas danzas y piezas musicales. Acuden algunas personas
de fuera, invitadas por la gente de la comunidad o atraídas por la promoción que
se hace de los eventos durante el mes de Noviembre. 219 Registrado el 22 de Noviembre de 2003.

! 260 !
El día 22 se ofrece una misa en honor de Santa Cecilia a la 1:00 p.m. Es una
misa bastante más larga de lo habitual, en la cual los párrocos han acostumbrado
desde hace algunos años dar homilías de más de cuarenta minutos a los asistentes.
Es por eso que parece tediosa a los ojos de las personas que permanecen en el atrio
del templo, escuchando las ejecuciones de las bandas que tocan sin descanso en
este espacio.220 Durante la misa se recuerdan las virtudes de Santa Cecilia y se pide
por los músicos del mundo. Ameniza el maravilloso coro de niños de Yurécuaro.221
Terminando la misa se ofrece una comida de corundas, churipo y arroz, patroci-
nada por alguna de las dieciocho diferentes bandas de música que hay en Ichán,
en un anexo del templo a la cual se invita a los sacerdotes y a los visitantes. Las
demás bandas tienen la responsabilidad de pagar la misa y el castillo, organizar el
concurso de bandas, etc.222
Por otra parte, el Concurso Musical de Ichán se realiza el día de la fiesta
de Santa Cecilia. Sólo participan dos bandas de Ichán, las demás son invitadas de
otras comunidades. Las bandas que compiten por los tres primeros lugares en el
concurso se presentan, una tras otra, en el atrio, siendo evaluadas por un jurado
220 Cometarios escuchados por la autora en el
atrio del templo de Ichán, Mich., el día 22 de
calificador. En la tarde se lleva a cabo la premiación por parte de autoridades
Noviembre de 2003. estatales y locales; los premios son bastante atractivos y consisten en una suma
221 Los niños tienen entre ocho y trece años.
222 Existe un comité que se encarga de reunir el en efectivo que va de los $20,000 a los $10,000 pesos para cada uno de los tres
dinero para los gastos de la fiesta, según el
factor que le toque pagar a cada banda. La primeros lugares.223
cooperación es voluntaria.
223 La suma que cobran las bandas en sus presen- En general tanto la fiesta de Santa Cecilia como el Concurso de Bandas
taciones va de los $1000 a los $4000 pesos la
hora. Pertenecer a alguna banda musical es
lucen desairados, la gente se concentra hacia la hora de la premiación. No hay
una de las principales actividades económicas un gran número de visitantes externos y los locales acuden más bien a la plaza
de Ichán. En esta comunidad no se da mucho
la emigración. Información proporcionada a la principal donde se lleva a cabo un baile popular con la participación de bandas
autora por el Sr. Guadalupe Granados, Ichán,
Mich., 22 de Noviembre de 2003. provenientes de lugares cercanos.

! 261 !
Ceremonias
familiares
En este libro se han considerado tres fiestas familiares: los ceremoniales de boda,
de bautismo y de primera comunión. La importancia de estos ritos de paso es que
establecen los vínculos de parentesco ritual más importantes que se dan al interior
de las comunidades p’urhépecha, además de la obvia importancia que revisten
para asegurar la reproducción de la cultura y las tradiciones del pueblo.

Matrimonio
A manera de contexto histórico, en La Relación de Michoacán se dice que había
cuatro formas de casamiento: la primera era la de la hija o la hermana del Ca-
zonci, que era acompañada por mujeres quienes le llevaban sus joyas y ropajes;
el cacique elegido para ser su esposo la esperaba con petates nuevos y comida. La
finalidad de estos matrimonios era la alianza política. El otro tipo de esponsales
correspondía a los realizados por el hijo de algún cacique, quien mandaba pedir
la mano de la muchacha. Si se aceptaba, la joven era enviada a casa del futuro
marido con varias mujeres que le llevaban mantas, ropa y hachas de cobre como
regalo para el futuro esposo. Finalmente, el Cazonci decidía con quien contrae-
rían nupcias los nobles de menor categoría. Los sacerdotes llevaban su ajuar a la
muchacha como regalo del Cazonci. La gente del pueblo se casaba por acuerdo
entre las familias o por decisión de los contrayentes, que por lo general se pro-
piciaba mediante el “robo de la novia” ante lo cual el novio tenía que ir a pedir
perdón a los padres de la muchacha, así como su permiso para casarse (el cual era
concedido sólo que los novios fueran del mismo barrio, si no la muchacha y su
familia quedaba deshonrada.) Al contraer matrimonio en la actualidad la mujer
es igualmente llevada a vivir casa de la familia del marido donde sigue vigente
el patrón de la familia extensa patrilocal; por su parte, la ceremonia del perdón
sigue siendo un requisito para salvar la honra de la muchacha que ha sido robada.
Como señala Agustín Jacinto Zavala, en los discursos pronunciados por los uan-
daris en las bodas, así como las cuelgas que se les ponen a los novios, se pueden
ver ciertas reminiscencias de la religión tarasca.224
El matrimonio es el rito de paso más importante en la vida de los p’urhépecha.
Con su consumación, se adquiere respeto en la comunidad (se recibe el nombre
de “achati” o “uari”, para el hombre y la mujer respectivamente) y se hacen mere-
cedores de consideraciones como cabeza de familia, pero también de las responsa-
bilidades que la comunidad dicta.
Los matrimonios se llevan a cabo durante todo el año, aunque Mario Pa-
dilla ha observado que éstos se concentran en el periodo que va de la Candelaria
al Carnaval puesto que en estas fechas hay abundancia de maíz, además de que el 224 Agustín Jacinto Zavala, Mitología y Moderni-
zación, p. 65.
clima es bueno.225 Anteriormente los jóvenes se casaban con gente de su mismo 225 Mario Padilla Pineda, Op. Cit., p. 33.

! 262 !
barrio, pero con el paso del tiempo esto ha cambiado. En la actualidad se pueden
casar con muchachos de otro barrio, e incluso de otro lugar, pero siempre se busca
que el futuro cónyuge cuente con la anuencia de los padres.

Robo de la novia
Muchas bodas en las comunidades p’urhépecha son precedidas por el robo de la
novia, acción que, por lo general, cuenta con la anuencia de la susodicha (en este
caso se dice que “ya se fue con el novio”) y se consuma un par de meses antes de
la boda. En otras ocasiones se trata de raptos. En ambos casos la novia es llevada
a vivir a casa del novio donde se integra a la familia y de inmediato adquiere obli-
gaciones impuestas por la suegra.

El perdón
En los días posteriores al robo la familia del novio debe acudir en compañía de los
novios a casa de los papás de la novia a pedir perdón por habérsela robado lleván-
doles una botella de vino. Por lo general, el perdón es aceptado ya que si no fuera
así la novia no podría casarse con lo cual quedaría deshonrada. En esta ceremonia
se ofrece una merienda a los asistentes.

Baño de los novios


En algunos lugares, la víspera de la boda las primas y hermanas de la novia acuden
a bañar al novio, para lo cual llegan hasta su casa, donde bailando le entregan
jabón, ropa limpia y toallas y lo llevan a casa de alguna de las parientes cercanas a
la novia para bañarlo y que quede así purificado. En la actualidad el novio se baña
solo. Las primas y hermanas del novio hacen lo mismo con la novia, sólo que en
este caso sí la bañan o la ayudan a bañarse puesto que “todas son mujeres.”226 Estas
prácticas son amenizadas por una banda. En las casas donde se bañaron los novios
se ofrece una cena a los jóvenes acompañantes.

Las donas
En algunas comunidades, un día antes de la boda se llevan las donas que consis-
ten en el vestido o el traje de boda para la novia, así como el traje para el novio.
Éstos son obsequiados por los familiares de los jóvenes a desposarse. Las primas
de los novios bordan servilletas que regalan a los primos de los novios, con las
cuales éstos van toreando los toritos que llevan las primas de la novia mientras
toca una banda de música. Al llegar a casa de la novia, ésta es vestida por la
madrina o la hermana mayor del novio y después salen a dar las gracias. Ahí se
intercambian panes con forma de toro a los jóvenes que entreguen una servilleta
226 Testimonio proporcionado a la autora por la bordada. El día de la boda los que recibieron pan deben corresponder regalando
Sra. Alejandra Pulido Medina, Caltzontzin,
Mich., 25 de Octubre de 2003. ropa a los novios.

! 263 !
La boda civil
Se realiza antes o después de la religiosa, por lo general en el juzgado de la comuni-
dad o de la cabecera municipal. Los p’urhépecha le conceden menor importancia
que al matrimonio eclesiástico. Cuando se lleva a cabo en una fecha diferente, se
hace una comida con o sin música, de menor importancia y formalidad que la
ceremonia religiosa.

Boda de Pedro y Esperanza


en Caltzontzin, Mpio. de Uruapan.
24 de Octubre de 2003
El día de la boda de Esperanza Durán y Pedro Rangel hubo un almuerzo tem-
prano en casa de cada uno de los novios; cada familia ofreció a sus invitados
frijoles de la olla con un pedazo de queso y tortillas de máquina, ya que las mu-
jeres estaban bastante ocupadas con los preparativos y no alcanzaron a hacerlas a
mano. Debido a que la fiesta más grande con motivo de un matrimonio es la que
ofrecen los papás del novio, en su casa tuvo lugar el desayuno más concurrido,
asistiendo tanto sus familiares como gente del pueblo. Los hombres de la familia
iban de un lugar a otro, llevando sillas, montando lonas y haciendo los arreglos
necesarios afuera de las casas de los novios y los padrinos de velación para recibir
a los invitados. Mientras la novia se peinaba, su abuelita y algunas otras familiares
cercanas fueron a “traer” a la madrina de confirmación, llegando la comitiva a la
casa de la novia bailando y aventando confeti. No podía partir el cortejo sin la
presencia de esta madrina.
Ya desde temprano empezaron a llegar los invitados a ambas casas a llevar
regalos, los cuales eran anotados minuciosamente por alguna familiar de los no-
vios en una lista, para que supieran “qué dio cada quién” y ser recíprocos en los
compromisos posteriores con cada persona y/o familia. Las cantidades de comida
que se prepararon eran extraordinarias, era posible ver en cada casa ollas grandí-
simas de arroz, mole y corundas. Las familiares de los novios se distinguían de las
demás asistentes porque portaban listones rojos y amarillos.
Minutos antes de la ceremonia religiosa, salió el novio acompañado de sus
familiares, amistades y la banda hacia el templo, sólo que la banda se desvió junto
con las tías del novio para ir por la novia. Así, la novia, su comitiva y la banda
fueron a casa de los padrinos de velación a “recogerlos” para llevarlos al templo. El
trayecto fue relativamente directo, la comitiva no se desvió y todos iban caminan-
do solemnemente, no había risas ni baile a pesar de ir acompañados por la banda
que tocaba alegremente. Los padres de los novios se adelantaron hasta el atrio del
templo, donde esperaron la llegada de la novia y la comitiva. Durante la ceremo-
nia religiosa tanto los novios como los asistentes se mostraron muy serios. La misa
se realizó de acuerdo con el ritual católico.

! 264 !
Saliendo de misa cambió visiblemente el semblante de los novios y de los
asistentes. La banda retomó su ejecución, la gente salió bailando y la novia fue cu-
bierta de la cara con su velo. Sobre las cabezas de los recién desposados se coloca-
ron charolas que llevaban una pieza de pan muy grande y claveles rojos y blancos y
comenzaron a bailar y continuaron bailando hasta llegar a casa de los padrinos de
velación donde se ofreció la primera de las tres comidas que se realizaron. En este
sitio el padre de la novia comentó: “Vengan, que nos vamos a hacer compadres”
y la gente se fue formando en una larga fila para ir dando el abrazo a los padres

! 265 !
de los novios, así como a los padrinos de velación. Algunos colocaron un billete
en la cabeza de la madrina de velación en señal de apoyo y como contribución
económica. Posteriormente un uandari de la comunidad se colocó en medio de
la gente y dio un discurso sobre el dignificado del matrimonio y el valor de las
tradiciones del pueblo; la gente lo rodeaba y escuchaba atentamente.227 Después se
sirvió la comida que consistió en pollo con mole, arroz y corundas, acompañados
de cerveza y otras bebidas alcohólicas.
De casa de los padrinos de velación toda la gente se fue a casa de los papás de
la novia donde se ofreció otra vez a todos mole con pollo, arroz, tortillas o corundas 227 Un Uandari es un consejero y rezandero. Son
oradores oficiales con carácter ritual y místico.
y bebidas alcohólicas, mientras la banda seguía tocando. Ya cayendo la tarde llegó “el En la práctica los Uandaris tienen un papel
fundamental en las ceremonias p’urhépecha
negrito” que era un familiar de la novia, a esta hora ya ebrio, quien llevaba un látigo ya que se encargan de sermonear a los asis-
tentes a las mismas, haciendo hincapié en
en la mano y comenzó a juguetear con los asistentes a alcanzarlos y chicotearlos.228 el valor de la comunidad y sus tradiciones.
De acuerdo con diversas fuentes, los Uanda-
En casa de la novia amenizaba una banda pagada por la familia de ésta. Hacia el final ris son herederos de una antigua tradición
de la reunión en su casa, la novia se cambió de ropa para vestir el traje tradicional mesoamericana en la que se encargaban de
trasmitir la cultura y la historia del pueblo
p’urhé y así se trasladaron en la noche todos los invitados a casa del novio, donde se mediante discursos públicos, además de
poseer un gran conocimiento sobre el culto a
ofreció de nuevo pollo con mole, arroz y corundas y tocó la banda que contrataron sus antiguos dioses y a la naturaleza. Tienen
autoridad para resolver conflictos en torno a
los familiares del novio para la ocasión. En este lugar se entregaron los regalos a los la tradición. Véase: Agustín Jacinto Zavala,
“¿Cómo ser Uandari?”, en Bárbara Skinfill N.
novios, mediante un baile que recibe el nombre de kanarakua ahí también se llevó a y Alberto Carrillo C. (coords.), Estudios Mi-
cabo un baile muy alegre entre los novios y los invitados, los cuales se dividían por choacanos, núm. VIII, México, El Colegio de
Michoacán/Instituto Michoacano de Cultura,
género; las mujeres hicieron una especie de “víbora de la mar” tratando de tirar a la Septiembre de 1999, pp. 67-84.
228 En otros lugares se le conoce como “el tiznado.”
novia que está de pie sobre una silla, mientras que el novio era molestado por sus Generalmente se pinta de negro con los tras-
tes tiznados de la cocina y trata de embarrar a
amigos quienes lo jalaban, atrapaban y empujaban. Hacia la media noche los invita- los asistentes. Janet Brody E. refiere que en la
antigüedad prehispánica los indígenas se tiz-
dos se retiraron, quedándose los novios a vivir definitivamente en casa de los padres naban con hollín de madera o con ceniza de
del novio. Al día siguiente muy temprano, la recién casada tendría que levantarse a animales ponzoñosos quemados para despo-
jarse de sus miedos y celebrar sacrificios. Janet
ayudar a su suegra con la limpieza del hogar que quedó bastante sucio por la fiesta. Brody Esser, Op. Cit., p. 173.

! 266 !
Boda de Pedro y Evelia
en La Pacanda, Mpio. de Tzintzuntzan.
27 de Diciembre de 2003
La Boda de Pedro Campos y Evelia Reynoso en La Pacanda comenzó muy tem-
prano con un desayuno de pan y chocolate ofrecido a los miembros de la familia
y las amistades de los novios y de los padrinos de velación en las casas de cada
uno de ellos.229 Posteriormente, se les ofreció de almorzar pozole. La misa, que se
realizó a medio día fue ofrecida en p’urhé y español y amenizada por una orquesta.
Asistió poca gente, ya que la gente considera que “lo importante aquí es la fiesta
y no la misa porque la misa es para que los novios y los padrinos escuchen bien
lo que les dice el padre… nosotros ya escuchamos cuando nos tocó y ahora como
tía de la madrina nos toca andar pero en la fiesta.”230 El templo se decoró con flor
de nube y gladiolas y con adornos de los colores de la bandera p’urhé: morado,
azul, verde y amarillo; además, por la época, había una gran cantidad de motivos
navideños: nacimiento, escarcha, series luminosas, etc.
Terminando la celebración religiosa los novios recibieron la bendición del
Los padrinos de velación fueron los Sres. Abe-
229
sacerdote, así como de los familiares del padrino de velación y de sus propios
lardo Campos y Evelia Castillejo Salvador.
230 Testimonio de la Sra. Emma Castillejo, her- padres. Posteriormente la pareja salió de la iglesia y se quedó un rato en el atrio,
mana de la madrina de velación, Isla de La
Pacanda, Mich., 27 de Diciembre de 2003. llevando sus acompañantes confeti, rompope y pan adornado con camelinas mo-

! 267 !
radas –símbolo de la convivencia- que llevan los papás del novio para repartir a
sus acompañantes y en donde se hizo un brindis con cerveza por la felicidad de los
novios. Después, los padrinos de velación conminaron a sus invitados a trasladarse
a su casa a comer mientras tocaba una orquesta, al tiempo que los padres del novio
hicieron lo propio llevándose a sus invitados a su casa donde amenizaba una ban-
da. Se ofreció mole rojo con pollo, así como tortillas y corundas.
Aproximadamente a las 3:00 p.m. se escuchó un cuete porque iban a llegar
los papás del novio a visitar la casa de los padrinos en donde se les ofrecería pozole.
Salió a recibirlos una comitiva compuesta por mujeres (las hermanas y la mamá de
la madrina y la cuñada del padrino, ya que éste no tiene hermanas) y acompañada
por la orquesta, llevando confeti y cuernos de buey. Los llevaron bailando hasta
la casa. Los familiares del novio traían cubetas porque sabían que se acostumbra
darles pozole para llevar.
Una pareja se encargó de atender tanto a los padrinos como a los papás del
novio y le entregaron a cada uno una botella, un refresco, vasos, cigarros, cerillos y
un cartón de cerveza los cuales deben terminarse para que la gente pueda retirarse
de la casa, por lo que se acostumbra llevar más invitados para que les ayuden a
tomarse las bebidas y no salir borrachos. Las botellas se deben entregar vacías. Al
tiempo que se estaba repartiendo el vino, se llevó a cabo la kanarakua que, como

! 268 !
se ha dicho, consiste en la entrega que hace la madrina de los regalos que compró
así como los que le llevaron los invitados para los novios. Todos los regalos se
entregaron bailando, incluyendo los que desde días antes de la celebración una
pareja de familiares del novio, así como los padrinos de velación, habían estado
recibiendo, junto con verdura, fruta, pollo, vino y pan que los familiares y amigos
les llevaron como muestra de apoyo para preparar el banquete nupcial.231
Terminando la kanarakua, los padrinos fueron a entregar a los novios a la
casa de los papás del muchacho para lo cual se preparó el acompañamiento del
padrino y todos juntos salieron con la orquesta, avisando su salida con un cuete.
Las tías del novio salieron a recibirlos bailando. Llegando a casa de los novios éstos
se hincaron en un altar que se montó especialmente en donde el padrino de bau-
tismo del joven les habló del respeto que deben tener por sus padrinos, los cuales
a partir de ese momento se habían convertido en padres para ellos. Igualmente
les señaló la importancia de mantener una buena relación con sus padres: “Todos
los días al levantarse saluden a sus papás que nada se les quita si los saludan para
que así puedan formar todos una familia con respeto.” Al finalizar los consejos,
se prosiguió con el establecimiento del vínculo del compadrazgo entre los papás
231 Al recibir cada uno de los obsequios, la pareja del novio y los padrinos de velación, así como entre los hermanos del padrino y
besa las cosas en señal de reverencia y agra-
decimiento. los papás del novio. Éstos últimos ofrecieron dos botellas de vino, dos cartones

! 269 !
de cerveza, cigarros, mole, chocolate y pan a los padrinos y sus acompañantes por
medio de una pareja que fue designada para tal efecto. Los padrinos de velación
también recibieron una canasta grande de pan, dos cajas de plátano, una botella,
un gallo y una gallina por parte de los padrinos de bautismo y confirmación,
quienes, a su vez, entregaron a la novia un traje tradicional completo, compuesto
por rebozo, faja, nahua, delantal, rollo de diario y un uanengo. Minutos antes de
la entrega, los generosos padrinos salieron a bailar a la calle con los obsequios. Por
su parte, los padres del novio obsequiaron una botella, cervezas, ocho pollos con
mole, pan y fruta a la madrina de velación y sus acompañantes, mientras que a la
novia le regalaron también ropa. Los padres de la novia no le obsequiaron nada a
su nuevo yerno debido a que viven fuera de la isla y les fue difícil trasladarse con
los regalos.
En la noche, después del brindis, comenzó el baile, que fue amenizado
por un conjunto. Primeramente se bailó un vals y después los acompañantes del
padrino y sus familiares hicieron burla de él poniéndole un delantal y una escoba.
Se bailó un buen rato en casa de los papás del novio, donde se establecería su resi-
dencia según las costumbres p’urhépecha. Prácticamente todos los asistentes, salvo
los novios, terminaron la celebración en estado de ebriedad.
La asistencia a la boda fue reducida, se contaban no más de cincuenta
personas en total debido a que el acceso a la isla es complicado ya que sólo salen
lanchas en la mañana. A la mañana siguiente la madrina repartió el pan, el pollo
y la fruta entre la gente que la acompañó.232

Primeras Comuniones
La Primera Comunión es otro de los rituales de paso más significativos para los
p’urhépecha. Mediante la misma se consuman lazos de parentesco ritual suma-
mente importantes con los cuales los pequeños ahijados quedan obligados de por
vida a respetar y proporcionar ayuda a sus padrinos y éstos a su vez a procurar a
sus ahijados y ver por su bienestar. En términos católicos, la Primera Comunión
es uno de los sacramentos más importantes ya que convierte al niño en parte de la
comunidad comulgante, de la familia que conscientemente acepta a Jesucristo.
Los padrinos de los pequeños les obsequian ropa y juguetes con motivo de
la celebración, acompañan a comer a la familia el día de la ceremonia y quedan
comprometidos a cuidar de ellos en la medida de sus posibilidades.

Primeras Comuniones
en Urandén, Mpio. de Pátzcuaro. 12 de Enero de 2004
En Urandén la mayoría de las primeras comuniones se llevan a cabo el día de la 232 Una interesante descripción de las funciones
fiesta patronal de la Virgen de Guadalupe, que es el 12 de Enero, un mes después del matrimonio y la familia en La Pacanda
en los años sesenta se encuentra en William
del día de su celebración tradicional. Por lo regular, son los padres de los pequeños Charles Smith, Op. Cit., pp. 42-47.

! 270 !
comulgantes quienes eligen a la pareja que habrá de apadrinarlos basándose en sus
compromisos o intereses, ya que como se ha señalado, los lazos de compadrazgo
que se establecen mediante los rituales de paso son extremadamente importantes
en las comunidades p’urhépecha.
Con semanas o días de anticipación los padrinos adquieren el vestido o el
traje que usarán sus ahijados y lo llevan a entregar a casa de sus futuros compadres,
los cuales agradecen el gesto invitándolos a comer.
El día de la ceremonia los futuros padrinos envían a algunos de sus fami-
liares a apoyar con los preparativos en casa del niño; en ocasiones la celebración

! 271 !
se realiza en casa de los propios padrinos. Los pequeñines se atavían muy emo-
cionados antes de la ceremonia religiosa que tiene lugar a medio día. El sacerdote
dedica unos minutos a explicarles la importancia de iniciarse como comulgantes
así como la necesidad de respetar sus costumbres y a sus mayores para vivir en
armonía. Después de la misa los invitados se dirigen al lugar donde tendrá lugar
el banquete. Como esta es una ocasión bastante íntima se convida a un número
pequeño de familiares o parientes rituales. Para este tipo de celebraciones se prepa-
ran churipo y corundas, acompañados por Coca-Cola, cervezas y ron. Los niños
cambian sus atuendos por ropa más cómoda y se pierden entre las casas de la isla,
es decir, no permanecen con los invitados. En algunas ocasiones los padrinos les
obsequian, además de su ropa ceremonial, algún juguete.
Por la tarde se despiden los invitados. Como estas ceremonias coinciden
con la fiesta patronal, o con alguna otra festividad importante, en la noche hay
baile al que acuden los padres del niño con sus nuevos compadres.

Primeras Comuniones
en Ukasanástakua, Mpio. de Tzintzuntzan.
31 de Mayo de 2004
La fiesta patronal en Ukasanástakua es ocasión de que varios niños de la comu-
nidad hagan sus primeras comuniones. Los preparativos se realizan en casa de los
papás de los niños invitando a sus familiares a que los acompañen a la comida que
se ofrece a los padrinos.
Para recibir este sacramento los niños eligen a una pareja, por lo general
joven, con la cual tengan una muy buena relación y aprecio para que los apadrine.
En algunos casos los padres de los niños eligen a sus padrinos por sus propios
compromisos o intereses sin consultar a los pequeños.
El día de la ceremonia los niños son vestidos elegantemente; los varones
llevan un trajecito negro con mocasines y las niñas usan vestido blanco y velo.
Muy pocos usan el traje tradicional p’urhé. Son llevados por sus padres a la iglesia,
donde se celebra una misa en la cual los niños comulgan por primera vez. Como
se realizan muchas primeras comuniones en la fiesta patronal de Ukasanástakua,
el oficiante dedica un espacio amplio de la homilía a concientizar a los niños de la
importancia de recibir en la Hostia el cuerpo de Cristo, así como del respeto que
deben tener para sus padrinos y su comunidad en general. En la casa del infante se
queda un grupo de ayudantes de los padres, quienes se encargan de que la comida
esté lista, la mesa puesta y la casa bien limpia para cuando lleguen los padrinos y
los invitados.
Terminando la misa los padres de los comulgantes llevan a los padrinos a
su casa donde se ofrece una comida en su honor puesto que se ha consumado el
vínculo de parentesco ritual. La fiesta no es para los pequeños quienes, si bien

! 272 !
se quedan con su traje o su vestido puesto, se retiran a jugar y no participan en
las actividades de los adultos más que como espectadores. Si los padrinos son
de la comunidad permanecen en casa de sus nuevos compadres hasta la noche,
cuando son llevados a la plaza a ver el castillo, pero si son de fuera se retiran
acabando de comer.

! 273 !
Conclusiones

L  y las ceremonias tradicionales que se han presentado en este


libro reflejan ampliamente las formas de vida –cotidiana y extraordinaria- de la
etnia p’urhé. Se explicó la manera en que la comunidad se organiza para llevar a
cabo las festividades así como las vías mediante las cuales es posible sufragar los
costos –materiales y de trabajo- de las mismas.
En cada fiesta o ceremonia se pudo apreciar el trabajo colectivo que con-
lleva cada una de ellas, por sencilla que parezca. La perfecta articulación entre los
diferentes sectores de la población resulta sorprendente; cada grupo social, cada
familia y cada persona en lo individual conoce su rol y lo cumple cabalmente.
Evidentemente, el esmero y la dedicación que requiere la custodia de la imagen
sagrada, así como las erogaciones económicas de los responsables directos de cada
fiesta o ceremonia son descomunales; sin embargo, a través de las mismas éstos
adquieren prestigio y respeto social en la comunidad, que resultan casi inaccesibles
de otro modo. Prácticamente todos los miembros de una comunidad participan,
de una forma u otra, en la organización y el desarrollo de las festividades. A cam-
bio, se fomenta el sentido comunitario, la solidaridad y las redes de ayuda mutua
que son indispensables para responder a las necesidades y urgencias locales actua-
les; se aumenta la capacidad productiva y por ende, el bienestar colectivo.
A través de las fiestas y ceremonias que se presentaron aquí se ponen de
manifiesto los valores primordiales de la sociedad p’urhé: la importancia de la
familia –consanguínea y ritual-, el respeto a la autoridad, la solidaridad, el culto al
entorno, la devoción a lo sagrado, el apego a sus tradiciones y a su cultura, entre
otros. Es notorio que cada comunidad confiere diferentes niveles de importancia a
los elementos mencionados, o bien los manifiesta de forma particular, con lo cual
refrenda su identidad local. Así, mientras que en algunas comunidades es indis-
pensable haber tomado ciertos cargos para acceder a otros de mayor jerarquía, en
otras, se puede tomar el cargo que se desea siempre que se cuente con los recursos
necesarios. En el nivel de los elementos culturales hay múltiples ejemplos como las
variaciones en el vestido tradicional, la manera de hablar, la forma de realizar una
danza, etc. que se dan de un pueblo a otro. Es decir, a pesar de que la etnia p’urhé
comparte un mismo código cultural, al interior de cada comunidad existe una
fuerte identidad local que le permite autoreconocerse de manera independiente a
la vez que diferenciarse de los pueblos vecinos.

! 275 !
No obstante los bien fundamentados valores tradicionales de los p’urhépecha,
cuya solidez les ha permitido hacer sobrevivir a su cultura durante siglos, median-
te los procesos de adaptación y control cultural de los que se ha hablado en el tex-
to, existen en la actualidad serias amenazas que si no se combaten decididamente
pueden dañar u ocasionar la pérdida irremisible de ciertos elementos culturales
p’urhépecha. En todas las comunidades es posible apreciar la influencia cada vez
mayor de la globalización y la emigración. Aunque es cierto que estos fenómenos
posibilitan algunos beneficios a las comunidades y a las condiciones de vida de sus
miembros, sus efectos negativos son considerables y deben ser contrarrestados de
manera conciente por cada integrante de la comunidad. Es decir, que cada p’urhé
en lo individual y todos en lo colectivo, sepan apreciar, valorar, enorgullecerse y
defender su cultura, sus tradiciones y sus costumbres étnicas. Para lograr lo ante-
rior considero indispensable la acción conjunta de los habitantes de la localidad,
sus autoridades y las instancias gubernamentales con injerencia en cuestiones cul-
turales, educativas e indígenas en todos los niveles. Creo que fomentando la cultu-
ra tradicional de los p’urhépecha, difundiendo ampliamente sus manifestaciones
culturales y brindándoles una educación real y efectiva en su lengua nativa y bajo
sus propios conceptos, sin por esto obviar la indispensable formación bicultural,
se puede generar una postura crítica de los p’urhépecha ante lo “externo” para
que elijan cuidadosa y selectivamente –como lo han hecho por siglos- aquellos
elementos que enriquecen o actualizan su cultura, sin dejar de lado sus manifes-
taciones propias.
Este libro, modestamente, pretende contribuir a la difusión de la cultura de
los p’urhépecha y generar en sus lectores el respeto y la admiración por la misma.
Ojalá lo haya logrado.

! 276 !
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