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NOTAS DE CÁTEDRA
Podemos afirmar que los administradores coordinan recursos y acciones empleando sus
habilidades para la toma de decisiones para el logro de una mayor productividad en las
organizaciones, con eficacia y eficiencia.
Para que las decisiones sean acertadas y conduzcan al logro de los resultados buscados
por la organización y sus stakeholders, los administradores realizan un análisis de la
situación de la organización para formular un diagnóstico estratégico, que permita
determinar las amenazas y oportunidades del Contexto y las fortalezas y debilidades
internas claves para aprovechar las oportunidades y enfrentar las amenazas de ese
Contexto.
Las fortalezas y debilidades de una organización se relacionan con los recursos y las
capacidades que ésta posee y las habilidades de los administradores para tomar acertadas
decisiones en cada una de las fases del proceso administrativo para el logro de una mayor
productividad organizacional con eficiencia y con eficacia.
CONFORMAN
MAYOR
CAPACIDADES
HABILIDADES DEL PRODUCTIVIDAD DE LA
ORGANIZACIONALES EN
ADMINISTRADOR ORGANIZACIÓN CON
LA GESTIÓN DE
EFICACIA Y EFICIENCIA.
RECURSOS
“La guerra por el talento en el sector privado fue expuesto en 1997 cuando McKinsey
publicó su ahora famoso informe proclamando que valía la pena luchar por alcanzar un
mejor talento y que el talento es el factor crítico del desempeño corporativo, sustituye “la
vieja realidad” que las personas necesitan a las empresas, por "la nueva realidad", que las
empresas necesitan personas” (Beechler y Woodward, 2009). (Harold Koontz, 2012).
El investigador Robert L. Katz, citado por Chiavenato, Idalberto, (2007, p.3), encontró que
los gerentes necesitan tres habilidades administrativas básicas:
HABILIDADES TÉCNICAS: incluyen el uso de conocimientos especializados y la facilidad
para aplicar técnicas relacionadas con el trabajo y los procedimientos.
Por ejemplo, habilidades en contabilidad, programación de computadoras, ingeniería,
etcétera. Las habilidades técnicas se relacionan con el hacer; es decir, con el trabajo con
"objetos", ya sean físicos, concretos o procesos materiales. Es relativamente fácil trabajar
con objetos y cifras, porque son estáticos e inertes y no se oponen ni resisten a la acción
del administrador.
HABILIDADES HUMANAS: se relacionan con el trato con las personas, y se refieren a la
facilidad de relación interpersonal y grupal. Incluyen la capacidad de comunicarse, de
motivar, coordinar, dirigir y resolver conflictos personales o grupales. Las habilidades
humanas se relacionan con la interacción personal. El desarrollo de la cooperación en
equipo, el estímulo a la participación sin temores ni recelos, y el desarrollo de las personas
son ejemplos característicos de habilidades humanas; saber trabajar con personas y por
medio de ellas.
HABILIDADES CONCEPTUALES: implican la visión de la organización o de la unidad
organizacional en conjunto, la facilidad de trabajar con ideas, conceptos, teorías y
abstracciones. Un administrador con habilidades conceptuales es apto para comprender
las diversas funciones de la organización y complementarlas entre sí; para entender cómo
se relaciona la organización con el ambiente y cómo afectan los cambios en una parte de
ella a las demás. Las habilidades conceptuales se relacionan con el pensamiento, el
razonamiento, el diagnóstico de las situaciones y la formulación de alternativas para la
solución de problemas. Representan las capacidades cognitivas más sofisticadas del
administrador, que le permiten planear el futuro, interpretar la misión, desarrollar la
visión y percibir oportunidades donde no hay en apariencia”.
De acuerdo al nivel jerárquico del administrador varía el tipo de habilidad que debe
prevalecer para la toma de decisiones requerida.
Nos dice Koontz: “La importancia relativa de estas habilidades puede ser distinta en los
diferentes niveles de la jerarquía organizacional donde las habilidades técnicas son de
máxima importancia para los supervisores; por su parte, las habilidades humanas son
útiles en las interacciones frecuentes con subordinados; a su vez, las habilidades
conceptuales y de diseño casi nunca son decisivas para estos últimos. Las habilidades
técnicas son menos necesarias en los mandos medios, las humanas son aún esenciales y
las conceptuales son más importantes. En la alta gerencia las habilidades conceptuales, de
diseño y humanas son especialmente valiosas, mientras que las técnicas son
relativamente poco necesarias. Se supone, sobretodo en compañías grandes, que los
directores ejecutivos (Chair Executive O_ cer,CEO) pueden utilizar las habilidades técnicas
de sus subordinados; sin embargo, en empresas más chicas la experiencia técnica es la
más importante” (Harold Koontz, 2012)
Con el correr de los tiempos las habilidades del administrador para tomar correctas
decisiones en la organización se vuelven más importantes, en el marco de contextos
cambiantes y complejos.
“Una de las capacidades deseadas en los gerentes —por lo común muy mencionada— es
la analítica y de resolución de problemas; como solía decir Alan Stoneman, antiguo
presidente de la Purex Corporation: “Aquí no tenemos problemas, todo son
oportunidades, todo lo que puede ser un problema es una oportunidad”. En otras
palabras, los gerentes deben ser capaces de identificar problemas, analizar situaciones
complejas y, al solucionar los problemas encontrados, explotar las oportunidades que se
presentan. Deben analizar el ambiente e identificar, mediante un proceso racional, los
factores que interfieren con las oportunidades. Así, se utilizarán las capacidades analíticas
para encontrar las necesidades de clientes actuales o potenciales, y luego satisfacerlas con
un producto o servicio. Se ha demostrado ampliamente que este enfoque de buscar
oportunidades puede significar el éxito de la corporación”.
“La globalización y la tecnología están cambiando nuestros empleos; por supuesto que es
difícil predecir el futuro, pero ya pueden verse algunas de las tendencias en las empresas:
el nuevo director ejecutivo deberá ser un constructor de redes globales; aunque se
necesitará aún de la estructura organizacional, la cultura cúbica se reducirá o eliminará, lo
que significa que se eliminarán las fronteras de las oficinas, por lo que los escritorios serán
menos importantes o incluso desaparecerán, la fuerza de trabajo será aún más
multicultural de lo que es ahora, los programas de bienestar animarán a mantener a los
trabajadores sanos y los empleados podrán elegir entre un abanico de beneficios (estilo
autoservicio) y los proyectos serán multidisciplinarios con una fuerza de trabajo escalable
para ajustarse a las demandas del trabajo; en cierto sentido, el futuro ya está aquí.
Diversos autores, “The Future of Work”, Business Week, 20 y 27 de agosto de 2007, pp.
41-95.” ” (Harold Koontz, 2012).
Bibliografía.