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ENSAYO:

IMPORTANCIA DE LA AUDIENCIA PÚBLICA EN UN PERMISO PERMISIVO AMBIENTAL PARA UN


PROYECTO MINERO

TOMANDO COMO EJEMPLO DE AUDIENCIA PUBLICA EN EXPLOTACIÓN MINERA EN TARAIRA


VAUPÉS

El problema de la explotación minero energética de Colombia se ha ido convirtiendo en un


problema central para la sociedad Colombiana para el futuro, economía y para el bienestar social;
y es que por ejemplo en Departamentos como la Guajira, en Departamentos como el Cesar y en
otras partes del país, se observa la destrucción de ecosistemas, de comunidades, la destrucción de
la vida, la destrucción de fuentes hídricas por cuenta de la minería indiscriminada y destructiva
que se practica. La audiencia pública tiene por objeto garantizar la participación ciudadana y así
conocer las opiniones de estos, aún más cuando la decisión adoptada por la entidad de negar el
licenciamiento ambiental pretendido aún no se encuentra en firme, a cuenta del recurso de
reposición interpuesto por la parte solicitante. Pero estamos frente a una situación en la que son
anuladas la participación, la forma de ver la vida y el territorio de comunidades enteras que son
sometidas también a acciones violentas por parte de grupos armados que atentan contra la vida y
la integridad de líderes sociales en el territorio.

La importancia de la Audiencia Pública Ambiental radica en que es la instancia procesal más


importante dentro del licenciamiento ambiental del proyecto, porque es la oportunidad que
tienen los interesados en el proyecto, tanto la empresa minera, como la comunidad de la zona de
influencia directa, para que se declaren a favor o en contra de la viabilidad del proyecto.

Un ejemplo acerca de la audiencia pública en un proceso permisivo ambiental para un proyecto


minero es el caso de “Explotación Minera en Taraira Vaupés, El departamento del Vaupés está
situado en la Amazonía colombiana, cuenta con tres municipios: Mitú, Carurú y Taraira, tres
corregimientos departamentales: Pacoa, Papunaua y Yavaraté y dos corregimientos municipales,
Acaricuara y Villafátima, con un área total de 5`322.326 ha. La región de Taraira en el Vaupés es
considerada rica en minerales como el oro, la plata, el tungsteno y otros minerales de interés para
el país. Cosigo Frontier Mining Corporation (CFMC), multinacional canadiense, interesada en
asumir el proceso de exploración, explotación, producción y comercialización del oro, con su
llegada creó una situación tensa con mineros tradicionales, lo que se suma a los factores de origen
interno como la baja rentabilidad de la mayoría de las explotaciones actuales, los graves
problemas y altos costos de operación y abastecimiento de insumos, el alto costo de vida y los
problemas relacionados con los recursos naturales, en especial el agua. La Defensoría del Pueblo
en desarrollo de la misión de velar por la protección de la diversidad e integridad del ambiente y la
conservación de las áreas de especial importancia ecológica, solicitó al Ministerio de Ambiente y
Desarrollo Sostenible la celebración de una audiencia pública ambiental, con el fin de que se
garantizara la participación de la comunidad y demás entidades públicas o privadas, dentro del
trámite iniciado por la empresa ante el Ministerio de Ambiente, para la sustracción de un área
correspondiente a la reserva forestal de la Amazonía en el municipio de Taraira, teniendo en
cuenta el Contrato de Concesión N° IH3‐16001X para la Exploración ‐ Explotación de un Yacimiento
de Oro y sus Concentrados. Con el ánimo de velar por los derechos de todos los colombianos y en
particular, de quienes habitan la región afectada por el proyecto y por lo que implica para el futuro
de la Amazonía colombiana, la Defensoría del Pueblo advirtió que el Ministerio de
Ambiente y Desarrollo Sostenible debía abstenerse de conceder la sustracción de la reserva
forestal de la Amazonía para el desarrollo del proyecto de la empresa Cosigo Frontier, cuyo
propósito es realizar actividades mineras a gran escala. Así mismo, destacó que la decisión que se
adopte por parte del Ministerio no sólo implicará otorgar o no la sustracción de la reserva forestal
a la empresa Cosigo Frontier, sino, también, implica la intervención actual o futura de los
ecosistemas de la gran selva húmeda en toda la Amazonía, lo que generaría un precedente
negativo para la conservación de áreas de especial importancia ecológica.
Las compañías mineras deben comprender que los principios de la Ley General del Ambiente
prevalecen por sobre las disposiciones contrarias de otras leyes nacionales y provinciales. Y esta
ley dictamina que debe asegurarse la participación ciudadana a través de dos mecanismos: la
audiencia Pública Ambiental y la consulta pública. Dadas las voces de inconformidad que se
registran en muchas comunidades que son potencialmente afectados por el desarrollo de
proyectos mineros, regiones que argumentan que no son regiones con vocación minera, con
temor a perder su territorio y el agua de la zona y además de generar graves impactos
ambientales; por ello para los habitantes es importante tener voz para exponer argumentos
técnicos y sociales alrededor de la inconveniencia que tendría otorgar una licencia ambiental al
proyecto de explotación.

El titular minero posee en virtud de la normativa vigente herramientas o documentos


interrelacionados entre sí, que lo conlleva a desarrollar y gestionar el proceso de participación
ciudadana. La elaboración de estos documentos y su presentación ante la autoridad competente
constituyen una obligación del titular minero y reflejan cómo se implementará la participación
ciudadana de acuerdo a la etapa de actividad minera en la que se encuentre un proyecto dado,
estas herramientas le brindan al titular minero la oportunidad de desarrollar una estrategia
coherente de relacionamiento con la comunidad en la cual se llevará a cabo su proyecto minero.

Por ejemplo en la etapa de exploración sería viable seguir como un protocolo de relacionamiento,
como lo es, primero hacer un plan de comunicación, enseguida plan de relacionamiento con
comunidades y centros poblados, de aquí parte la elaboración del EIA, para luego tener en cuenta
plan de participación ciudadana, plan de relaciones ciudadanas y finalmente vendría la operación.
El objetivo de la participación ciudadana es promover la difusión e intercambio de información, la
generación de confianza, el establecimiento de acuerdos sobre el manejo de aspectos ambientales
y sociales concertados entre el titular y las poblaciones locales. Idealmente, dicha concertación
debería reflejarse en proyectos y programas de desarrollo sostenible (aspectos ambientales y/o
sociales) compartidos entre los sectores público y privado, cada uno actuando dentro de su
competencia.

Nosotros como ingenieros de minas deberíamos optimizar la participación ciudadana, para ello se
podrían desarrollar estrategias las cuales podrían basarse en herramientas tecnológicas, pero
además es necesario que estudiemos la situación de cada comunidad; por ello como profesionales
vamos a garantizar la participación ciudadana y se fomentaran audiencias públicas ya que es un
deber de la ciudadanía participar en estos proyectos mineros.
ESTUDIANTES:

ELIANA YAMILE MARTINEZ AVILA

YOLIMA VARGAS MONTAÑEZ

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