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Tienen una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el
enfermo se vea obeso, aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado.
Puede ocurrir que una persona que padezca de anorexia pueda estar pensando en
comida e incluso quiera estar cerca de ella, pero el miedo aumentar de peso y a la larga
engordar es superior a este deseo. Si bien es cierto es una enfermedad que se
manifiesta en el rechazo a la comida, pero el objetivo último del enfermo es tener en parte
control de su vida, ya sea sentimiento y emociones, y esto lo realizan ejerciendo este tipo
de conductas.
Las causas de la anorexia se ignoran, se afirma que es por una presión del mundo actual,
por conseguir belleza e imitar estereotipos como modelos o grandes figuras famosas que
poseen un cuerpo esbelto. Sin embargo puede ocurrir que una anorexia se desate por
problemas internos y muy personales de la persona, ya sea familiares o entre sus pares
que buscan una vía de escapatoria en esta enfermedad. También podría considerarse
como causas las influencias familiares, la genética, factores neuroquímicos, entre otros.
Para detectar si una persona está comenzando a desarrollar una anorexia es necesario
detenerse en los síntomas. Si bien es cierto son relativos a cada enfermo, pero los más
comunes son. Brusco bajo de peso. Miedo a la gordura. En el caso de mujeres, el ciclo
menstrual se interrumpe. Aumento de la actividad física. Extrañas costumbres
alimenticias, creación de dietas, consumo excesivo de agua, etc. Fatigas seguidas. La piel
se torna de un color amarillo. El frío comienza a ser intolerable.
Características esenciales
Un atracón consiste en ingerir en un tiempo inferior a dos horas una cantidad de comida
muy superior a la que la mayoría de individuos comerían.
Tipos de bulimia En función del tipo de purga que utilizan para compensar el atracón,
tenemos: Tipo purgativo: cuando se utiliza como conducta compensatoria el vómito
(emesis), los laxantes, los diuréticos, enemas, jarabe de ipecacuana o incluso la teniasis,
(infestación por solium), para eliminar lo más pronto posible el alimento del organismo.[6]
Sexualidad
La sexualidad humana representa el conjunto de comportamientos que conciernen la
satisfacción de la necesidad y el deseo sexual. Al igual que los otros primates, los seres
humanos utilizan la excitación sexual con fines reproductivos y para el mantenimiento de
vínculos sociales, pero le agregan el goce y el placer propio y el del otro. El sexo también
desarrolla facetas profundas de la afectividad y la conciencia de la personalidad. En
relación a esto, muchas culturas dan un sentido religioso o espiritual al acto sexual, así
como ven en ello un método para mejorar (o perder) la salud.
El término "sexo" deriva del latín "sexus", por "sectus", sección, separación, del griego
"genos" (del cual deriva a la vez la palabra "genitalidad") y aparece usado por primera vez
en "De inventione I" de Cicerón.
Una de las grandes preocupaciones de muchas personas es la relación que existe entre
el amor y el sexo. Hay quienes opinan que es perfectamente posible separarlos, mientras
que para otra dicha separación no es posible ni tampoco deseable,
Es un tema con tantas implicaciones y entresijos que conviene ir por partes y destacar
algunos aspectos. En primer lugar, resulta necesario crear un contexto para nuestra
exploración.
Los alcances de la sexualidad son inmensos y muchas veces insospechados. Tanto, que
en bastantes ocasiones la comprensión que se tiene del término «sexo» resulta algo
confusa y vaga. Si tomamos en cuenta los múltiples tabúes a los que ha estado sujeto el
sexo no debiera sorprendernos. En términos generales, el concepto que la gente en tiene
del sexo varía dependiendo de la edad, la educación, la cultura, el entorno familiar, la
experiencia.
La edad es un factor que suele influir con respecto al concepto que se tiene del sexo.
Asimismo, puede también influir en las actitudes que genera. De hecho, la edad a veces
se utiliza como razón para explicar una cierta intolerancia o incomprensión hacia el sexo y
la sexualidad.
Esto es, a mayor edad, supuestamente, mayor intolerancia. Esto no siempre es así,
recordamos con mucho cariño charlas que hemos dado a grupos de personas muy
mayores, que con su gracia y desenfado han dado lecciones de tolerancia y ganas de
disfrutar del sexo y de la vida. Y estamos hablando de personas de más de 70 años, tanto
hombres como mujeres.
En el fondo, y muchas veces sin darse cuenta, uno de los mensajes que se siguen
propagando es que el sexo es algo peligroso, que hay que evitar. Por todo ello, no es de
sorprender que en ocasiones no se sepa muy bien qué engloba el sexo y el lugar que
tiene la afectividad en todo esto.