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Predicación Homilética Nº 8 (2.0)
Predicación Homilética Nº 8 (2.0)
Objetivo: Afianzar que la marca distintiva de nuestra creencia con respecto a otras se
encuentra en la figura de Cristo, nuestra bandera.
He CONVERSADO muchas veces con personas, a varias les he entregado tratados, con
otros discutimos. Es sorprendente a la cantidad de conclusiones, diferencias y hasta
acuerdos a los que se puede llegar. Pero algo en lo que NUNCA he podido encontrar a
alguien que piense como yo es con respecto a Dios.
Me han respondido:
En dos oportunidades me he topado con gente a la que le hago la misma pregunta, pero en
estos casos a conocidos, compañeros de estudio:
A lo que me responden:
Yo creo en Dios, pero como una fuerza especial que rige todo. Algo así como una gran
energía.
Parece un chiste…
En política se da mucho este fenómeno, hasta el punto que uno ya no sabe de qué lado
están los datos correctos y la información verdadera y confiable. Ahora está pasando lo
mismo en el ámbito eclesiástico.
Muchas personas dicen creer en Dios y están convencidos de que sus creencias son las
correctas porque alguien los convenció de que era así. Otras se auto-engañan con filosofías
y religiones y conciben su propio dios y no hay quien los aparte de ahí. Se
DESINFORMAN.
¡Cuántas sectas han nacido, mostrando un dios no bíblico, y enseñando a las gentes que
ellos están en la razón! ¡Cuántos profetas se han inventado con tal de llegar a la gente
indecisa para convencerlas!
Si uno averigua por internet, no tardará en saber que ya existen más de 12 o 13 MILLONES
de MORMONES en el mundo, y que hay unos 4 o 5 MILLONES de TESTIGOS DE
JEHOVÁ, por dar algunos ejemplos. Y quizás esos datos sean de mayor magnitud que los
que les estoy entregando, debido a su acelerado crecimiento en el entorno mundial.
Entonces ¿Qué diferencia a nuestro Dios de su dios? Porque muchos profesan del Señor los
mismos atributos que nosotros podamos conocer de Él. Algunos hasta pueden saber más
que nosotros con respecto a las características, presentadas en la Biblia, de nuestro Padre
Celestial.
Dios mismo nos da una respuesta: Él dará BANDERA a los que le temen.
Pero ¿Cuál es esta bandera? Con respecto al CONTEXTO DEL REINO DE DAVID, esta
bandera sería aquella que representara su GOBIERNO, así como “su establecimiento y
ampliación sobre todo Israel”. Esta bandera unía a todos los israelitas, y sería esta bandera
la que infundiría terror a sus enemigos, contra los cuales sería un permanente desafío.
En NUESTRO CONTEXTO, solo hay una bandera que UNIRÍA AL VERDADERO PUEBLO
DE DIOS. Esta bandera, bien defendida, infundiría terror y angustia a los enemigos de la
causa divina, porque este signo de distinción que tenemos por bandera venció el pecado y
la muerte y nos sería por estandarte de salvación, para la gloria de Dios. Nuestra bandera
es CRISTO.
Cristo ha de ser por “pendón a los pueblos”, para que en Él se uniera su gente, y al alzar la
vista hacia nuestro salvador, adquiriésemos nuevos ánimos y nueva fortaleza en la lucha de
su causa.
Luego, el SELLO DISTINTIVO que separa a nuestro Dios de los dioses falsos de este
tiempo es nuestro Señor y salvador Jesucristo. Nuestro Señor se DISTINGUE por medio de
Cristo de manera clara.
Pero se preguntarán ¿No creen algunas sectas falsas en Dios y en Jesús al igual que
nosotros?
“Estas empero son escritas, para que creáis que Jesús es el Cristo, el
Hijo de Dios; y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.”
(Juan 20:31)
Y como tal es participe de la Trinidad, siendo Dios, y a la vez siendo uno con el Padre y el
Espíritu Santo. Siendo Cristo denominado como el Verbo, como dice 1a. Juan 5:7:
“Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo, y
el Espíritu Santo: y estos tres son uno.” (1a. Juan 5:7)
Tomás, al que se referían como el dídimo exclamó al ver a Jesús resucitado, diciendo:
Creemos en un CRISTO REDENTOR que murió para pagar por nuestros pecados, sin el
cual estaríamos CONDENADOS sin forma de salvación, sin otro camino. Mateo 26:28
Donde vemos que el valor de cristo para el sacrificio es suficiente, en dos cosas:
- Dios mismo lo envió
- Dios mismo lo resucitó de los muertos (se cumplió la obediencia, la maldición
absorbida, la ira satisfecha, el precio del perdon pagado, la justicia totalmente
vindicada.
“Porque Cristo, cuando aún éramos flacos, á su tiempo murió por los
impíos.
Ciertamente apenas muere alguno por un justo: con todo podrá ser que
alguno osara morir por el bueno.
Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros.
Luego mucho más ahora, justificados en su sangre, por él seremos
salvos de la ira.
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la
muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos
por su vida.”
(Romanos 5:6-10)
Con lo cual dios manifiesta que el sacrificio de cristo fue totalmente suficiente
Creemos que cada atributo y perfección de Dios Padre y Dios Espíritu Santo también se
presenta en Jesucristo, porque Él es Dios, es ETERNO, ÚNICO, SANTO, OMNISCIENTE-
PRESENTE Y POTENTE, SUPREMO, SOBERANO, INMUTABLE, etc.
En fin… creemos en un Cristo BIBLICO, tal cual nos presenta Dios a través de su perfecta y
santa Palabra. Todo lo mencionado anteriormente está avalado por la Palabra del Señor.
Esta es nuestra bandera, la que debemos mostrar al mundo, para que vea a un Señor y
salvador en ella, mostrando lo que la Biblia enseña de Él y no lo que la gente ha inventado.
Es esta bandera la que nos distingue, es esta bandera la que nos unifica por una meta en
común.
Ahora, con una bandera en las manos ¿Qué vamos a hacer con ella? La levantaremos en
alto, pero NO como una bandera ceremonial, sino cual estandarte pronto para la batalla, y
LA ALZAREMOS POR LA VERDAD, para que la verdad prevalezca por sobre la mentira.
Hermanos, puede que seamos una gota de agua en un océano en comparación a otras
creencias existentes. Puede que la desinformación tenga a la gente creyendo en una
variedad de dioses que ni nos imaginamos hasta qué punto pueden ser de diferentes a
nuestro Dios. Y ellos siguen pensando que su dios es el mismo al que creó el universo y
todas las cosas en él existentes.
Pero YA ES HORA, hermanos, de que aquellos que TEMEN A DIOS, tomen la bandera, y
como GRITO DE GUERRA tengamos el EVANGELIO, y vayamos al mundo para que la
VERDAD sea defendida y esparcida a todo lugar, y prevalezca por sobre todos los engaños.
Luego veremos con júbilo como se comprueban cada una de nuestras creencias, al ver a
Jesús glorioso en su segunda venida, corroborando cada verdad escrita en la Biblia sobre
Él, o también si Dios así lo quiere, cuando nos lleve a su presencia, vamos a estar en el
cielo, disfrutando de su Santa Presencia.