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CLINICA DROGODEPENDENCIA 

“B” ALVARADO GARCIA GUSTAVO ENRIQUE

"EL PROGRESO DE LAS NEUROCIENCIAS Y LAS NUEVAS TÉCNICAS DE


INVESTIGACIÓN"
El progreso de las neurociencias está prácticamente en todo su apogeo,
en el pasado había formas muy limitas para poder estudiar y tratar de entender
el cerebro, Hoy en día la ética médica descarta la investigación y la
experimentación intrusivas con los cerebros de personas vivas. La disección de
los cerebros de muertos permitió establecer la forma y la estructura básica del
cerebro ya en los tiempos helénicos. Se dio nombre a las distintas partes y
poco a poco se fue desarrollando una idea relativamente clara de las funciones
que realizan. Una versión elemental podría ser: el cerebro tiene dos
hemisferios, cada uno dividido en cuatro partes: lóbulo occipital (relacionado
con el proceso visual); lóbulos temporales (proceso del lenguaje y del sonido);
lóbulos parietales (percepciones del espacio); lóbulos frontales (pensamiento y
planificación). La distinción entre los dos hemisferios es importante y
volveremos a ello en la siguiente sección. Debajo de los hemisferios se
encuentran las estructuras del sistema límbico que se consideran el asiento de
las emociones, y el hipocampo, que desempeña un papel en el
almacenamiento y la recuperación de los recuerdos. Luego está el cerebelo, en
la parte posterior del cerebro, que se ve cada vez más como la sede de
diversos aspectos de la cognición, incluyendo el lenguaje y la lectura.

Una lectura más extensa sobre todo esto revela que los neurocientíficos
han avanzado mucho en la identificación de las funciones que éstas y otras
partes del cerebro parecen realizar y cómo interactúan entre sí. Sin embargo,
ha fallado el intento de ligar funciones específicas del cerebro exclusivamente a
unas determinadas áreas del mismo(Sturges, 2015).

Lo que sucede en el cerebro es mucho más complejo con el desarrollo


del microscopio y de las técnicas de fijación y tinción de los tejidos, la Anatomía
del sistema nervioso experimentó un notable avance que culminó con la obra
de Santiago Ramón y Cajal. Utilizando una técnica de impregnación argéntica
desarrollada por el italiano Camillo Golgi, Cajal fue un científico moderno, que
no se limitó a describir estructuras estáticas, sino que se preguntó por los
mecanismos que las gobiernan. Sus aportaciones a los problemas del
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desarrollo, la degeneración y la regeneración del sistema nervioso siguen


siendo actuales.

Cajal empezó a estudiar el sistema nervioso utilizando el ya antes


mencionado método Golgi, hasta este entonces se habían desarrollado varios
métodos para teñir estructuras nerviosas, pero ninguno era lo suficientemente
eficaz y bueno. El método que iba a perfeccionar en el año de 1888 usando el
cromato de plata permitieron un gran avance para las neurociencias(Berciano,
2001), ya que se llegó a al uso de embriones que, de especímenes adulto, pero
¿por qué el uso de embriones? Al usar el método de cromato de plata en
embriones proporcionaba una coloración perfecta y nítida de los elementos y
componentes de la sustancia gris, Cajal se dedicó a estudiar el cerebelo de
pájaros y mamíferos como resultado de su trabajo, descubrió la manera de
terminar los axones de las denominadas células de cesta y las fibras musgosas
del cerebelo.

Desde los procesos de Nuremberg de los investigadores alemanes tras


la Segunda Guerra Mundial, se desarrolló un consenso sobre los requisitos
éticos básicos para las investigaciones biomédicas en humanos. En la mayoría
de los países desarrollados, los códigos éticos nacionales estipulan
obligaciones a las que se deben adherir los investigadores si su investigación
es ética y científicamente legítima. Aunque las condiciones específicas para la
aprobación ética pueden diferir de un país a otro, casi todos los criterios
nacionales contienen la misma serie de principios éticos. Éstos incluyen la
revisión ética independiente de los proyectos de investigación, el respeto a la
privacidad del paciente, el consentimiento informado para participar en las
investigaciones, y la protección de la privacidad y confidencialidad de la
información.

Usualmente, los experimentos neurocientíficos en humanos implican


estudios de laboratorio, bajo condiciones controladas, sobre los efectos de la
exposición crónica a drogas en las funciones cerebrales, o los efectos agudos
de la exposición a drogas, análogos de drogas o indicios relacionados con
drogas (por ejemplo, la presencia de equipo para inyectar), que se producen
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sobre la conducta y la función cerebral. Un tipo de estudio cada vez común


involucra el uso de tecnologías imagenológicas como TEP, SPECT y e IRMf
para investigar los efectos agudos de las drogas y las consecuencias
neurobiológicas del uso y la dependencia crónicos de sustancias

Los estudios clínicos de farmacoterapias para las farmacodependencias


comparan los efectos de diferentes tratamientos, y a veces placebos, sobre los
patrones de uso de drogas, la salud, la adaptación social y el bienestar de
personas farmacodependientes. Los fármacos que se prueban se identifican
cada vez más como tratamientos potenciales para la dependencia de
sustancias, como resultado de las investigaciones neurocientíficas sobre los
mecanismos biológicos que subyacen a las farmacodependencias. Estos
tratamientos potenciales pueden incluir estudios de fármacos que ayudan a
terminar la abstinencia de una sustancia psicoactiva; fármacos destinados a
reducir la recaída a la farmacodependencia tras la abstinencia, y fármacos para
proporcionar un mantenimiento a largo plazo de abstinencia o estabilidad
psicosocial. Los estudios clínicos tienen algunas posibilidades de beneficiar a
los participantes en el estudio. Esto puede ocurrir al obtener acceso a
tratamientos de buena calidad para la farmacodependencia(Organización
Mundial de la Salud, 2005)
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Berciano, J., Lafarga, M., & Berciano, M. (2001). Santiago Ramón y Cajal.
Neurología (Barcelona, Spain), 16(3), 118–121.
https://doi.org/10.15381/ci.v1i1.4980

Organización Mundial de la Salud. (2005). Neurociencia del consumo y


dependencia de sustancias psicoactivas. Neurociencia Del Consumo y
Dependencia de Sustancias Psicoactivas-Resumen, 236–258.

Sturges, P. (2015). Neuroscience advances and their implications for


Information Science. Profesional de La Informacion, 24(2), 168–175.
https://doi.org/10.3145/epi.2015.mar.10

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