POR QUÉ LO CARACTERÍSTICO DE LA CLÍNICA PSICOANALÍTICA ES LA

INTERPRETACIÓN.
La interpretación es la principal técnica de la cual se vale el psicoanálisis para
ejercer su práctica, sin embargo, este concepto ha tenido un recorrido específico en la obra
de Freud para llegar a instaurarse como tal, así que se puede decir que empieza tímidamente
con los sueños, hasta llegar a posicionarse como característica propia de la terapia analítica
y del quehacer del analista; siguiendo esta línea, en el texto El uso de la interpretaciòn de
los sueños en el psicoanálisis (Freud, 1911), el autor da por primera vez esbozos más
concretos sobre la técnica psicoanalítica y lo referido al arte interpretativo, expone que la
interpretación debe regirse bajo las reglas principales de la técnica, se podría decir que la
interpretación no debe ir en contravía de la asociación libre, de esta manera, no debe dirigir
al paciente en lo que él diga. De este texto se puede extraer que para que el analista haga
una interpretación se debe valer de un material, en este caso los sueños y las ocurrencias
frente a ellos, aunque luego se le irán anudando otras formas que el analista puede utilizar
para colegir asuntos sobre ellas, y la segunda cuestión que se extrae es que la interpretación
del analista serían las comunicaciones que este le haga al paciente sobre sus cuestiones
anímicas que él desconoce. Posteriormente, en Sobre la iniciación del tratamiento: Nuevos
consejos sobre la técnica del psicoanálisis, I ( Freud,1913), se habla igualmente de la
interpretación como comunicaciones que se le hacen al paciente en pro de mostrarle el
significado de las ocurrencias que él arroja, y hace una acotación sobre cuál es el momento
adecuado para que el analista haga sus comentarios, este asunto tiene gran relevancia ya
que, al analista violar la regla de abstinencia que este debe tener, podría producir una
resistencia en el paciente que pueda obstruir toda posibilidad de seguir con la terapia.
Entonces menciona que las comunicaciones se deben realizar en un momento en el que se
haya establecido una transferencia operativa en el analizado y no antes de que el sujeto esté
cerca de sacar sus propias apreciaciones. Es importante agregar que dentro de los efectos
que tiene la interpretación, está la posibilidad de producir resistencia, pues entre más se
acerque a un asunto problemático del sujeto, la resistencia emergerá para evitar que salgan
a flote asuntos del inconsciente.

Más tarde, en ¿Pueden los Legos Ejercer el Análisis? (Freud, 1926), se llama
interpretación a las inferencias que debe hacer el analista, persiguiendo y dilucidando lo
que está detrás de las comunicaciones y ocurrencias del sujeto, ya que el autor indica que
estas son desfiguraciones de lo inconsciente; también se habla de que esta es una cuestión
que solo lo brinda y lo refina la experiencia que obtenga el analista, sin embargo hace un
señalamiento importante y es que, en la interpretación que haga el analista no deben ir
prejuicios personales, no hay nada que sea de parte de él, siempre será de parte del
paciente. Posteriormente, en Construcciones en el Análisis (Freud, 1937), introduce la
distinción entre construcción e interpretación, de lo cual expone que la interpretación
consiste en partir desde alguno de los materiales que brinda el sujeto analizado, sean sus
sueños, ocurrencias o repeticiones, por tanto se entiende que la interpretación le brinda una
información que el sujeto no estaba dilucidando de ese material que expresa, de esta
manera él puede o no, incitarse a encontrarle una conexión y a reconstruir esa parte de sí
que no estaba viendo. Por otro lado, se habla de que la construcción consiste en hacer una
devolución a partir de la reconstrucción de un recuerdo, tomando una pieza del pasado del
sujeto, es un asunto que tiene que ver con su biografía y unir las piezas desde esta para
hacerle tal devolución, que se hace a manera de hipótesis y se espera la reacción del sujeto
frente a esto, y a su vez, cómo evoluciona la terapia, entonces el propósito de las
construcciones sería reconstruir el recuerdo, pero esto no siempre se da de manera
completa; se podría decir que constituye una forma de interpretación, y que no deben ser
entendidas como sinónimos, ya que si bien las construcciones parten de esos materiales que
entrega el sujeto, su característica específica es la devolución sobre lo biográfico, una
rehistorización de una pieza.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, se puede concretar diciendo que la

interpretación busca brindar un conocimiento al paciente sobre sí mismo que este antes no
tenía, y ya que trabajan sobre él y sobre su vida psíquica, es esto mismo lo que es devuelto,
en ningún momento viene algo que sea propio del analista, pues de ser así se estarían
cometiendo errores éticos y técnicos, y tendrían sus consecuencias en la terapia, como fue
expuesto anteriormente. Las formas en las que se puede hacer la interpretación puede ser
una pregunta, volver a algo que dijo la persona, el silencio, concluir la sesión en un
momento específico; cuestiones que pueden tener un efecto en el sujeto, ya que puede
rumiar acerca de esto, brindándole un espacio para que este se pregunte o se enfrente a una
cuestión de cara a esta, y ahí le surjan esas ocurrencias que forman conexiones a los
significados; se puede ver entonces que las interpretaciones constituyen un punto
importante del psicoanálisis porque va en concordancia con la teoría y una técnica que
busca un papel activo en el paciente, que él mismo pueda darle significado a su vida
psíquica, y se podría decir que la interpretación brinda ese espacio para que el sujeto pueda
situarse en la pregunta sobre sí mismo, y vuelva a ella una y otra vez. A manera de
conclusión, es posible decir que lo que hace el analista en la terapia psicoanalítica, y para
hacer sus interpretaciones, es poner su escucha al servicio de la superficie psíquica del
paciente, y a partir de esa atención flotante, la teoría y su experiencia, ejercer esta práctica
considerada un arte, y una tarea imposible; se dice esto por su complejidad, y porque no
hay una fórmula mágica para saber cuándo es el momento exacto en el que se puede
intervenir, el momento justo para hacer la interpretación lo brinda el tacto, que a su vez lo
genera la experiencia, aquí se vuelve a una cuestión múltiples veces tratada de que, el
análisis no solo se aprende a través de la teoría, es estrictamente necesaria su práctica,
entonces es en la conjugación entre teoría y práctica donde se podría hablar de aprendizaje
de la terapia psicoanalítica.

REFERENCIA

Freud, S. (1976) Sobre la Iniciación del tratamiento (1913). En Obras Completas (Vol. XII,
pp. 121-144).Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Freud, S. (1976 ). Construcciones en el análisis (1937). En Obras Completas (Vol. XXIII

pp. 255- 270). Buenos Aires: Amorrortu Editores