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Apuntes Mercantil

El Empresario y su Estatuto Jurídico (Universidad Carlos III de Madrid)

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ESTATUTO JURIDICO DEL EMPRESARIO, DERECHO DE LA


COMPETENCIA Y TEORIA GENERAL DE LOS TITULOS VALORES
(Derecho mercantil I)

PROGRAMA

Tema 1. Fundamento, concepto y fuentes del Derecho mercantil

1. Evolución histórica del Derecho mercantil


2. Concepto y contenido del Derecho mercantil
3. Las fuentes del Derecho mercantil
4. La constitución económica: la libertad de empresa
5. La jurisdicción mercantil

Tema 2. El empresario y su estatuto jurídico

1. Concepto de empresario y clases de empresarios


2. El comerciante o empresario individual según el Código de Comercio
3. Prohibiciones e incompatibilidades para el ejercicio de la actividad mercantil
4. El ejercicio de la actividad mercantil por persona casada
5. El estatuto jurídico del empresario mercantil
6. La responsabilidad del empresario: frente a consumidores y frente a no consumidores
7. La limitación de la responsabilidad del empresario
8. La representación en el Derecho mercantil: los auxiliares y colaboradores del
empresario

Tema 3. Régimen jurídico de la contabilidad y el Registro Mercantil


1. Función, intereses protegidos y naturaleza de la regulación contable
2. Evolución del Derecho contable español y europeo
3. La llevanza de los libros de contabilidad
4. Las cuentas anuales: principios contables, publicidad y revisión
5. La auditoría de cuentas
6. Introducción al Registro Mercantil: sistema registral y principios básicos de publicidad
registral
7. Organización del RM y procedimiento de inscripción
8. Sujetos inscribibles: inscripción y publicación
9. La publicidad material: los efectos frente a terceros

Tema 4. La empresa y los negocios sobre la misma


1. Aproximación al concepto de empresa: empresa y establecimiento mercantil
2. La empresa como objeto de negocios jurídicos: cuestiones generales
3. La compraventa de empresa
4. El arrendamiento de empresa
5. El usufructo de empresa
6. La hipoteca mobiliaria de empresa
7. La transmisión mortis causa de la empresa

Tema 5. Derecho de la competencia I: la libre competencia


1. El principio de libertad de competencia, sus obstáculos y su tutela: la libertad de
empresa

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2. Competencia y mercado: mercado relevante y poder de mercado


3. Derecho europeo de la competencia: evolución e influencia en el Derecho español
4. Derecho español: conductas prohibidas
5. Conductas no prohibidas o permitidas
6. Control de las concentraciones económicas
7. Las ayudas públicas a las empresas
8. Organos de defensa de la competencia
9. Procedimiento y sanciones contra las conductas prohibidas

Tema 6. Derecho de la competencia II: la competencia desleal y derecho de la


publicidad
1. El nuevo Derecho de la competencia desleal: la reforma de la LCD de 1991 y de la
LGP de 1988 por la Ley 29/2009
2. La doble estructura del nuevo régimen jurídico de competencia desleal: actos desleales
con los consumidores y actos desleales entre empresarios o profesionales
3. Las cláusulas generales de competencia desleal
4. Actos desleales frente a otros empresarios o profesionales
5. Actos desleales frente a los consumidores
6. La publicidad comercial: entre la libertad de expresión y la libertad de empresa
7. Supuestos legales de publicidad ilícita: la contraria a la dignidad de la persona,
engañosa, desleal, agresiva, subliminal, y la contraria a determinadas normas
específicas
8. Acciones judiciales contra los actos de competencia desleal

Tema 7. Derecho de la propiedad industrial I: patentes, modelos de utilidad y


diseños industriales
1. Introducción: Derecho de la propiedad intelectual y Derecho de la propiedad industrial
2. Derecho de patentes: Concepto y requisitos de patentabilidad
3. Contenido del derecho sobre la patente: las reivindicaciones
4. Infracción del derecho de patente: la doctrina de los equivalentes
5. Deberes del titular: obligación de explotar y licencia obligatoria
6. Patentes especiales: productos semiconductores, invenciones biotecnológicas y
obtenciones vegetales
7. El modelo de utilidad: concepto y régimen jurídico
8. Derecho del diseño industrial: concepto y requisitos
9. Diseño industrial y creaciones de moda: problemática especial
10. Diseño industrial registrado
11. Diseño industrial no registrado

Tema 8. Derecho de la propiedad industrial II: los signos distintivos


1. Introducción al Derecho de marcas: concepto de marca y catálogo ejemplificativo
2. Nacimiento del derecho de marca
3. Prohibiciones de registro: absolutas y relativas
4. El riesgo de confusión(y de asociación)
5. Las marcas notorias y renombradas
6. El ius prohibendi: el agotamiento del derecho de marca
7. Obligación de uso de la marca
8. Nulidad de la marca: la prescripción por tolerancia
9. Aproximación al Derecho internacional de marcas
10. Otros signos distintivos

Tema 9. Teoría general de los títulos valores


1. Introducción: evolución histórica, funcionalidad, crisis, concepto y función de la teoría
general de los títulos valores

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2. Incorporación de los derechos a los títulos valores: obligaciones causales y


obligaciones cartáceas
3. Propiedades de los títulos valores: legitimación por la posesión, literalidad y autonomía
4. Fundamento de la obligación consignada en el título valor
5. Clasificación de los títulos valores
6. Documentos sin carácter de título valor
7. Electronificación de los títulos valores

Tema 10. Introducción al Derecho concursal


1. Introducción: concepto, principios informadores y finalidad
2. Los presupuestos del concurso: subjetivo, objetivo y formal
3. Los órganos del concurso: el Juez, la administración concursal y la junta de acreedores
4. Los efectos del concurso: sobre el deudor, los acreedores, los créditos y los contratos
5. Las masas del concurso: activa y pasiva
6. La solución del convenio
7. La liquidación del concurso
8. La calificación del concurso y sus efectos
9. La conclusión y la reapertura del concurso

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA(Manuales de Derecho Mercantil):

-Bercovitz, A., Apuntes de Derecho Mercantil, 9ª ed., Tecnos, Madrid, 2008.


-Broseta/Martínez Sanz, Manual de Derecho mercantil, 16ª ed.,I-II, Tecnos, Madrid,
2009.
-Eizaguirre, Derecho mercantil, 5ª ed., Thomson/Civitas, Cizur Menor, 2008.
-Gondra, J.Mª, Derecho Mercantil I/1, Introducción, Madrid, 1992
-Jiménez Sánchez, G., Derecho Mercantil, Ariel, Barcelona, 11ª ed., 2007.
-idem, Lecciones de Derecho mercantil, Tecnos, 13ª ed., Madrid, 2009.
-Menéndez, A.(dir.), Lecciones de Derecho mercantil, 5ª ed., Thomson/Civitas, Cizur
Menor, 2009.
-Menéndez/Uria(dir.), Curso de Derecho mercantil, I, 2ª ed., Thomson/Civitas, Cizur
Menor, 2006.
-Sánchez Calero, Instituciones de Derecho mercantil, 30ª ed., I-II, Madrid, 2007.
-idem, Principios de Derecho Mercantil, Thomson/Aranzadi, Cizur Menor, 13ª ed.,
2008.
-Vicent Chuliá, Introducción al Derecho mercantil, 20ª ed., Valencia, 2007.

BIBLIOGRAFÍA ESPECIALIZADA:

AAVV, Comentarios de la Ley Concursal, 2 vols.(dir. Rojo/Beltrán), Madrid, 2004


AAVV, Comentarios a la legislación concursal(dir. J. Sánchez-Calero/V. Guilarte),
Valladolid, 2004
AAVV(coor. G:J. Jiménez Sánchez), Estudios sobre la Ley concursal(5Tomos)<Libro
Homenaje a Manuel Olivencia>, Madrid, 2005.
AAVV, Curso sobre protección jurídica de los consumidores, Botana/Ruiz
Muñoz(coord.), Madrid, 1999
-Alfaro, J. “La función de los usos en el Código de Comercio(Notas para una
reinterpretación del artículo 2 C. dec.)”, RDM, 205, 1992, p. 419 ss.
-Bercovitz, A./Garcia-Cruces(dir.), Comentarios a la Ley de Marcas, 2ª ed., Cizur Menor, 2008.
-Bercovitz, A.(dir.), Derecho de la competencia y propiedad industrial en la Unión
Europea, Cizur Menor, 2007
-Bercovitz, R.(coord.), Manual de propiedad intelectual, 5ª ed., Valencia, 2008
-Calvo Caravaca, A., Derecho europeo de la competencia, Madrid, 2009
-Candelario Macías, I., La creatividad e innovación empresarial: la tutela del diseño
industrial en el Mercado interior, Vitoria, 2007.
-De la Cámara, Estudios de Derecho Mercantil, 2ª ed., I. Madrid, 1977
-Eizaguirre, El Derecho mercantil en la codificación del siglo XIX, Bilbao, 1987
-idem, Derecho de los títulos valores, Madrid, 2003

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-Fernandez Novoa, C., Tratado sobre Derecho de marcas, 2ª ed., Madrid, 2004
-Fernández-Novoa/Botana Agra/Otero Lastres, Manual de la Propiedad Industrial, Madrid, 2009
-Figa Faura, “Colisión interestatal de ordenamientos. Derecho civil y mercantil.
Normas de conflicto”, ADC, XXXIV, 1981, p. 41 ss.
-Font Galán, J., Constitución económica y Derecho de la competencia, Madrid, 1987
-Galán Corona, E., Acuerdos restrictivos de la competencia, Madrid, 1977
-Galgano, F., Historia del Derecho Mercantil, tr. esp., Barcelona, 1981
-García Villaverde, R., “el ejercicio del comercio por persona casada”, RDM, 165/166,
1982, p. 497 ss.
-idem, “La reforma del Registro mercantil”, La Ley,, 1990-2, p. 1180 ss.
-Garrigues, J., Tratado de Derecho Mercantil, I, 1-3, 1947-49; II, 1955.
-Garrigues/Bercovitz, Curso de Derecho Mercantil, I, 7ª ed., Madrid, 1978.
-Girón, J., “El concepto del Derecho Mercantil”, ADC, septiembre 1954
-idem, Estudios de Derecho Mercantil, Madrid, 1986
-Gómez Segade, JA, La ley de patentes y modelos de utilidad, Madrid, 1988
-Gondra, J.Mª, “Significado y función del principio de <Imagen fiel>(Treu and fair
view) en el sistema del nuevo Derecho de Balances”, en Estudios Girón, Madrid,
1991, p. 553 ss.
-idem, “El nuevo rumbo del derecho de balances europeo: las opciones que se abren
al legislador español”, RdS, 23, 2004, p. 19 ss.
-Hernando Cebría, L., El contrato de compraventa de empresa, Valencia, 2005
-Hueck/Canaris, Derecho de los Títulos-valor, tr. esp., Barcelona, 1988
-Illescas, R., “El ejercicio del comercio por persona casada tras la Ley de 2 de mayo
de 1975”, en Estudios Uría, 1978, p. 285 ss.
Juste Mencía, Factor de comercio, gerente de empresa, director general, Bolonia,
2002
-Landes/Posner, La estructura económica del Derecho de propiedad intelectual e industrial, tr.
esp., Madrid, 2006.
-Lence Reija, C., La protección del diseño en el Derecho español, Madrid, 2004.
-Lobato, Comentario a la Ley 17/2001, de Marcas, Madrid, 2002.
-Marina, Régimen jurídico de la contabilidad del empresario, Valladolid, 1992
-Martínez Lage/Petitbo(dirs.), La modernización del Derecho de la competencia en
España y en la Unión Europea, Madrid, 2005
-idem, El abuso de la posición de dominio, Madrid, 2006
-idem, El derecho de la competencia y los jueces, Madrid, 2007
-Massaguer, J., comentario a la Ley de competencia desleal, Madrid, 1999
-Menéndez, A., “Auxiliares del empresario”, RDM, XXVII, 1959, p. 269 ss.
-idem, La competencia desleal, Madrid, 1988
-Menéndez,A.(dir.), Derecho cambiario, Madrid, 1976
-Otero Lastres, JM, El diseño industrial según la Ley 7/7/2003, Madrid, 2003.
-Paz-Ares, C., “La reforma del Registro mercantil”, BIMJ, 1556, marzo-1990, p. 1306
ss.
-idem, El ilícito concurrencial: de la dogmática monopolista a la política antitrust”,
RDM, 159, 1981, p. 7 ss.
-idem, La letra de favor, Madrid, 1987
-idem, Naturaleza jurídica de la letra de cambio, Madrid, 2005
-Peréz de la Cruz, A., Derecho de la propiedad industrial, intelectual y de la competencia,
Madrid, 2008
-Recalde, A., voz “Título-valor”, EJB, IV, 1995, p. 6576 ss.
-Rubio, J., Introducción al Derecho Mercantil, Barcelona, 1969
-Ruiz Muñoz, M., “Introducción a la contratación mercantil”, AC, 29, 2003, p. 785 ss.
-idem, “Derecho de la publicidad y globalización: publicidad transfronteriza, libertad
de expresión y derechos aplicables”, RDM, 263, 2007, p. 115 ss.
-idem, “Diseño industrial y Derecho de autor en Europa(La acumulación en algunos
Derechos nacionales armonizados), ADI, v. 27(2006-2007), 2007, p. 381 ss.
-idem, “Sobre Propiedad Industrial y exclusión de responsabilidad de los
intermediarios en Internet: enlaces y buscadores(A propósito del conflicto judicial
francés Louis Vuitton Malletier v. Google)”, RCE, 99, Diciembre 2008, p. 61-84.

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-Tato Plaza, A., “Líneas generales de la reforma del Derecho español contra la
comptencia desleal”, Revista Autocontrol de la publicidad, números de febrero y
marzo de 2010.
-Zurimendi, A., Los fundamentos civiles del Derecho cambiario, Granada, 2004
-idem, Las restricciones verticales a la libre competencia, Madrid, 2006

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TEMA 1

FUNDAMENTO, CONCEPTO Y FUENTES DEL DERECHO MERCANTIL

1. Evolución histórica del derecho mercantil

I. El derecho mercantil como categoría histórica

El Derecho mercantil nació como un Derecho especial frente al Derecho común o civil.
Constituye una categoría histórica, que como disciplina autónoma no ha existido siempre, sino
que su aparición se produce en un momento histórico determinado. Va a nacer como una
rama del Derecho privado al lado del Derecho civil y su transformación hasta alcanzar su
contenido actual es el resultado de una serie de factores (económicos y político-sociales) de
gran relevancia. Surge como Derecho especial para satisfacer concretas exigencias de la
realidad económica. Exigencias que no fueron debidamente atendidas por nuestro Derecho
Civil (Garrigues).

La íntima conexión entre el Derecho mercantil y los factores económicos policito-sociales de


cada momento histórico explica la “relatividad” del contenido de la materia mercantil, porque
al evolucionar y al transformarse aquellos factores, evolucionaba y se transformaba el
contenido de nuestra disciplina. Esta evolución descubre la virtualidad de tres fenómenos
distintos, ciertamente relevantes:

Una corriente de extensión o ampliación del ámbito del derecho mercantil. Nacido
éste para el comercio, se extiende también a la industria, y aunque en un primer
momento no contemplaba la actividad agrícola, actualmente tiende a abarcarla
cuando se explota mediante métodos o formas empresariales.
Una constante y paralela tendencia a la generalización y objetivación de su contenido,
por una creciente utilización de ciertas instituciones que fueron exclusivas de los
comerciantes (ej.: letras de cambio).
Una tendencia a reducir el ámbito del Derecho mercantil, porque la generalización de
ciertas instituciones aconseja detraerlas del contenido de este Derecho especial para
someterlas al Derecho civil.

Estos fenómenos ayudan a explicar el constante desfase entre el Derecho mercantil vivo en la
realidad económica actual y el presente en nuestro viejo, atrasado y decimonónico Código de
Comercio.

II. La inexistencia de un Derecho especial para el comercio en Roma

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En Roma existieron normas o instituciones específicamente destinadas al comercio, sin


embargo no existió un Derecho mercantil entendido como cuerpo cerrado de disposiciones
normativas. La existencia en Roma de sujetos que profesionalmente se dedican al comercio y
la actividad que realizan, determinan el nacimiento de exigencias económicas que deben ser
reguladas y resueltas por el Derecho. Surgen instituciones jurídicas nuevas, o se aplican y
transforman las instituciones civiles ya existentes.

Sin embargo, no surge un Derecho especial para el comercio, distinto y separado del ius civile,
por las propias características del Derecho Romano de aquella época; su naturaleza dinámica,
sus extraordinarias condiciones de acomodación, su flexibilidad antes las nuevas exigencias
sociales y su peculiar sistema de aplicación por el pretor.

Para que aparezca el Derecho mercantil es necesario que el Derecho común no pueda por si
mismo regular satisfactoriamente las exigencias que de ella nacen. El Derecho mercantil se
hará tanto más necesario cuanto más rígido sea el Derecho común.

III. El origen del Derecho Mercantil en la Baja Edad Media

El origen de nuestra disciplina lo podemos encontrar en la Baja Edad Media. Una serie de
hechos como el surgimiento de la nueva economía, la crisis del feudalismo y el auge del
comercio, propiciarán la aparición de un nuevo Derecho, de base personal, propio de los
comerciantes (ius mercatorum). Geográficamente puede situarse en las ciudades-republica del
norte de Italia extendiéndose más tarde al norte de Europa. Este derecho se encontraba
limitado a la actividad profesional de los comerciantes.

Es usual referirse a la autonomía y a la uniformidad sustancial como notas básicas de este


nuevo Derecho. Autonomía tanto en el terreno de las fuentes de producción del Derecho,
como en el de la jurisdicción. En relación a la primera, van a ser los propios comerciantes los
creadores de este derecho, a través de la generalización de los usos y costumbres.

En lo referido a la autonomía en el plano jurisdiccional, nos referiremos a los Consulados, a los


que se adscribía el conocimiento de los conflictos en los que interviniesen comerciantes
inscritos en la “matrícula” de la corporación, en litigios referidos a materias propias de la
actividad comercial. Esta jurisdicción experimentaría su paulatina expansión en su
competencia en una doble dirección: de un lado pasará a conocer igualmente de los
denominados “actos mixtos”, donde solo una de las partes reunía la condición de comerciante.
Y por otro, se acabará por considerar comerciante también a aquellos que ejerzan la profesión
comercial aun sin estar matriculados.

En cuanto a lo relacionado con la uniformidad desempeñó una gran importancia el hecho de


que el comercio se ejerciese en diferentes ferias y ciudades de sitios muy distintos, lo que
exigía que el nuevo Derecho fuera en esencia uniforme.

El Derecho mercantil se articula en torno a instituciones ligadas al comercio, como puede ser la
compraventa interlocal de mercaderías, el transporte marítimo y las operaciones a él

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vinculadas, como pueda ser la negotiatio o el “cambio trayecticio”, en el que pueden


rastrearse los orígenes de la actual letra de cambio.

IV. El Derecho Mercantil en la Edad Moderna

La formación de los estados modernos y la consolidación de la soberanía del monarca habrían


de producir importantes alteraciones en el Derecho mercantil. En el plano de las fuentes, este
Derecho dejará de ser solo de producción autónoma, cediendo paso a los usos y costumbres
de los mercaderes, paulatinamente, a la Ley, como expresión de la voluntad soberana. Fue el
resultado de una evolución en la que en un primer momento la Ley vendrá a colocarse al
mismo nivel que los usos y costumbres para, en un estadio posterior, imponerse a éstos en la
jerarquía normativa.

De esta época es característica la tendencia a recopilar las normas del tráfico comercial de los
diferente Estados por impulso real. Las muestras más acabadas de estas “recopilaciones” están
constituidas sin duda alguna por las Ordenanzas Francesas del Comercio (1673) y de la Marina
(1681), compiladas en Francia bajo el reinado de Luis XIV. En nuestro país cabe destacar las
Ordenanzas de Bilbao (1737).

Pero la pérdida de autonomía que va a experimentar el Derecho mercantil se advierte


asimismo en el terreno jurisdiccional. Los tribunales consulares subsisten, e incluso se amplía
su competencia, pero quedarán adscritos formalmente a la jurisdicción del Rey.

Se destaca la perdida de uniformidad como consecuencia del proceso de “estatalización” o


“nacionalización” del Derecho mercantil inherente a la unificación del mismo que acompaña a
la consolidación del Estado moderno.

Por tanto, en este periodo se va a dar continuidad a las instituciones surgidas en la época
anterior, así como también van a surgir algunas nuevas, conectadas con el desarrollo del sector
financiero (Banca y Bolsa). Cabe destacar la aparición de las compañías Coloniales que pueden
considerarse el primer antecedente de las actuales sociedades anónimas.

V. La transición al derecho mercantil de base objetiva: el derecho de los actos


de comercio

Es necesario estudiar los factores económicos y político-sociales que determinaron la profunda


transformación sufrida por el Derecho mercantil de la época, porque tan solo conociéndolos
será posible comprender el sentido objetivo que, legislativamente al menos, pretende tener el
Derecho de esta época.

A. Estructura ideológica, económica y político social

Determinante fue el cambio que se produjo en el ámbito de las ideas filosóficas, político-
sociales y político-económicas, exteriorizadas en el ideario de la Revolución Francesa.

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En esta época, va a aparecer una organización, una racionalización y una especialización en la


explotación de las actividades económicas que tienden a la obtención de una ganancia
limitada. Se instaura un nuevo sistema económico: el capitalismo industrial y financiero,
sistema económico que producirá una honda transformación en el Derecho mercantil de la
época.

Los principios básicos de esta materia, instaurados por la Revolución y utilizados por el
capitalismo para la construcción de su sistema, son los siguientes:

La supresión del intervencionismo estatal en la economía


La supresión de los privilegios concedidos a las corporaciones de mercaderes en el
“Ancien Régime”
La constitucionalización del principio de que todo ciudadano puede libremente inicial
el ejercicio de cualquier actividad económica
La constitucionalización de la propiedad privada de los medios de producción

Estos principios y aquella revolución industrial determinaran una paulatina transformación de


las estructuras económicas.

B. El Código de Comercio Francés de 1807 y el <<acto objetivo>>


de comercio

El siglo XIX es el siglo de los códigos. El Código, frente a las recopilaciones anteriores,
aparecerá como un cuerpo trabado de normas, como un sistema, con pretensiones de
atemporalidad y perpetuidad.

Merece especial atención el Código de Comercio Francés de 1807. Con él nuestra disciplina
deja de ser un Derecho predominantemente destinado a regular el tráfico profesional ejercido
por los comerciantes, para convertirse en el Derecho regulador de determinados actos que a él
se someten, cualquiera que sea la condición personal del sujeto que los realiza.

El Código puede decirse que adopta un nuevo criterio de imputación de la materia mercantil:
de ser un derecho “profesional” se pasaría a un derecho de base objetiva, regulador de una
clase de operaciones (actos de comercio) con absoluta independencia del sujeto que las
realice.

En relación con lo anterior, si ciertos actos se reputan objetivamente mercantiles, y se


someten al Derecho mercantil, nada de extraño tiene que, por ello y por otras causas, la
doctrina posrevolucionaria afirmase que aquél había dejado de ser un ordenamiento subjetivo
para convertirse en un ordenamiento objetivo (Derecho de “actos objetivos” de comercio).

En cuanto a la competencia de los Tribunales, ésta se fundaría en criterios “objetivos”, a saber:


la realización de actos de comercio, con independencia de que quienes los ejecuten sean o no
comerciantes.

A pesar de lo que acabamos de mencionar, lo cierto es que el Derecho mercantil contenido en


el Código continua siendo predominantemente subjetivo.

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C.La extensión legislativa del sistema objetivo

Los Códigos europeos posteriores van a asumir las ideas de interpretación “objetivadora” de la
doctrina francesa y la aparición de un Derecho mercantil objetivo. Ejemplo de ello son el
Código de comercio alemán de 1861, el Codice di commercio y sobre todo el Código de
comercio español de 1885.

En estos Códigos decimonónicos irrumpe el “acto objetivo de comercio”, con una función muy
distinta, y se codifica un Derecho mercantil que se pretende destinado a regular tanto la
actividad profesional de los comerciantes de acuerdo con el verdadero sentido del Derecho
mercantil, como ciertos actos que se sometían al Derecho mercantil aunque el sujeto que los
realizase no fuese un comerciante.

D. Critica del sistema predominantemente objetivo

La concepción objetiva del derecho mercantil no puede satisfacer al jurista. En primer lugar
porque la técnica de los actos de comercio difícilmente podrá abrazar la compleja realidad
mercantil y tener debidamente en cuenta la incesante expansión de la materia mercantil.

De otro lado, tampoco puede afirmarse que se haya conseguido un concepto unitario de “acto
de comercio”, siendo varios los criterios que afloran en la doctrina. Además, ninguno de los
Códigos “objetivos” es propia o exclusivamente un Derecho especial regulador de una
categoría determinada de actos, conteniendo también normas destinadas únicamente a los
comerciantes profesionales.

Con el posterior Código alemán de 1897 y Código civil italiano de 1942 se abandona de forma
definitiva la concepción objetiva de Derecho mercantil, para codificar de nuevo un Derecho
mercantil destinado a regular a quienes profesionalmente realizan una actividad económica
mercantil o industrial, acogiendo un sistema subjetivo de delimitación de la materia mercantil.
Por obra de estos Códigos, el Derecho mercantil se convierte de nuevo en derecho de sujetos
(los empresarios) y de la actividad profesional por ellos realizada.

VI. La realidad económica actual y el Derecho mercantil

Se pretende averiguar por qué en la realidad económica y en los Códigos subsiste un Derecho
mercantil separado del civil. La doctrina va a utilizar un método de atenta observación de la
realidad, con el fin de analizar las relaciones económicas reguladas por el Derecho mercantil.

A. Factores económicos y político sociales

Actualmente nos encontramos en un sistema económico capitalista caracterizado por la


producción industrial en masa. La actividad económica de las empresas está dominada por la
especialización, la racionalización y la concentración industrial. Van a aparecer la empresa de
grandes dimensiones y la producción industrial en masa.

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Debemos reconocer tres épocas. La primera desde la Revolución francesa hasta la Primera
Guerra Mundial, donde se consagró un liberalismo a ultranza. La segunda fase abarca desde el
final de la Primera Guerra Mundial hasta los años ochenta, y se caracteriza por un
intervencionismo estatal en lo económico. Este intervencionismo es de dos grados: a) un
intervencionismo normativo, por el cual se regula la actividad económica limitando la anterior
y absoluta libertad de iniciativa; y b) un intervencionismo directo, en virtud del cual el Estado u
otros entes públicos realizan actividades económicas de producción o mediación en el
mercado de los bienes y de los servicios.

En la tercera época, (desde finales de los ochenta a la actualidad) se asiste a un resurgir de las
ideas neoliberales en lo económico. Se traduce en una reducción drástica de la intervención
del Estado como agente económico directo, y sobre todo una progresiva reducción de los
sectores regulados y un generalizado incremento de la competencia.

B. El Derecho mercantil como Derecho de los actos jurídicos en masa

La insatisfacción provocada por otros criterios llevaría a una parte de la doctrina de comienzos
del siglo XX a afirmar que el Derecho mercantil es el destinado a regular los actos de
producción en masa (HECK) y, posteriormente, el dirigido a regular a las empresas.

Heck afirma que lo que caracteriza al sector de la actividad económica sometida al Derecho
mercantil es la repetición en serie de actos jurídicos. Su intuición fue ciertamente exacta, al
haber comprendido que el Derecho mercantil es el propio de la actividad profesional, dado
que la repetición en masa presupone la profesionalidad de su autor.

C.El Derecho mercantil como Derecho de la empresa

El mérito de la formulación de la teoría de la empresa corresponde a Wieland. Partió del


tránsito producido en el plano de la realidad económica, del comercio a la industria, y cómo
esto conferirá al Derecho mercantil un contenido más amplio. Cuanto más se extienda y
especialice la industria, tanto más tenderá a separarse aquella del comercio, no solo
exteriormente, sino también en su esencia.

Se trataría de determinar la conexión entre Derecho mercantil y materia regulada. Y esta


conexión radica, a juicio de Wieland, en la empresa, como “forma de organización”, el
elemento que permite explicar de modo coherente la evolución sufrida en el tráfico desde el
capitalismo comercial presente en el origen del Derecho mercantil hasta la situación actual.

El Derecho mercantil se detiene y no penetra en la organización interna de la empresa, cuya


regulación corresponde a varias disciplinas y especialmente al Derecho de trabajo. Por ello es
más correcto o exacto afirmar que el Derecho mercantil es el Derecho regulador de la
actividad externa de la empresa.

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Se concluye que no puede afirmarse simplemente que el Derecho mercantil es el Derecho de


la empresa, porque la regulación jurídica de ésta corresponde a varias disciplinas, y entre ellas
al Derecho del trabajo.

2. Concepto y contenido del derecho mercantil

Debemos dilucidad que es el Derecho mercantil español. Conviene distinguir entre el Derecho
presente en nuestro vigente Código de comercio de 1885 y el Derecho mercantil presente en
la realidad del tráfico.

I. El Derecho mercantil presente en el Código de comercio

El Código de comercio de 1885, aún vigente, sigue un sistema que aspira a ser
predominantemente objetivo. Para el legislador español de 1885, el Derecho mercantil no es
un ordenamiento del trafico profesional realizado por los comerciantes o empresarios, sino,
por el contrario, un ordenamiento de “actos objetivos de comercio”, a los que se aplican las
prescripciones del Código de comercio, sean o no comerciante quienes los llevan a cabo.

Se requiere de su reforma por varias razones fundamentales. En primer lugar, porque al


analizar el contenido del Código de comercio en su globalidad se descubre que éste no
responde íntegramente al sistema objetivo, pues en él se regula también a los comerciantes en
el ejercicio de su tráfico. También carece igualmente el Código de un verdadero concepto de
“acto de comercio”. Si no podemos definir “acto de comercio” difícilmente podremos
comprender la afirmación de que el Derecho mercantil es el destinado a regularlo, y aun más
difícil será aplicar el criterio de la analogía presente en el párrafo segundo del artículo 2 del
Código. El derecho mercantil moderno es el destinado a regular los actos en masa realizados
por los empresarios en la explotación de su empresa y no los “actos de comercio” objetivos y
aislados realizados ocasionalmente por cualquier persona.

II. El derecho mercantil presente en la realidad económica

El proceso de generalización ha aumentado la vitalidad del Derecho privado, causando desde


hace tiempo un lento pero progresivo efecto de “generalización del Derecho mercantil” o de
“comercialización del Derecho civil”.

El contenido del Derecho mercantil se estructura, grosso modo, en torno a tres elementos o
bloques esenciales:

El empresario mercantil es el elemento personal especialmente relevante, que puede


definirse como: “persona física o jurídica que en nombre propio y por sí o por medio
de otro ejercita, organizada y profesionalmente, una actividad económica dirigida a la
producción o a la mediación de bienes o de servicios para el mercado”. En el

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ordenamiento, al sujeto se le atribuye un status especial por razón de la actividad que


explota y del método y la forma mediante los cuales la realiza.
La empresa es el segundo elemento que explica la especialidad el fundamento del
Derecho mercantil. Por empresa se entiende la “organización de capital y de trabajo
destinada a la producción o mediación de bienes o de servicios para el mercado”. Va a
ser el medio del que se sirve el empresario para realizar una determinada actividad
económica.
La actividad económica del empresario realizada por medio de una empresa es el
tercer criterio o elemento que justifica la especialidad del Derecho mercantil y que,
además, delimita su contenido.

Desde una perspectiva económica, la actividad del empresario se concreta en la actividad de


producción o mediación de bienes y servicios que con la empresa se realiza. Según la
perspectiva jurídica, se le atribuye al sujeto agente un status especial; así como también la
explotación de esta actividad se concreta en la realización de un conjunto de actos y en la
estipulación de negocios jurídicos con quienes se ponen en relación con el empresario.

Para hacer posible la explotación de la actividad económica en masa realizada por un


empresario surgen las siguientes instituciones:

Auxiliares del empresario: forman parte de la empresa, son elementos personales que
auxilian e incluso sustituyen al empresario en su actividad profesional.
Los signos distintivos: instituciones mercantiles que surgen para individualizar al
empresario como sujeto y a sus mercancías o servicios.
El principio de libertad de competencia: cuya formulación se halla presente de forma
implícita en nuestra Constitución (art.38)
También forman parte de este contenido ciertos títulos-valor como el cheque el
pagare, entre otros.
La actividad económica externa del empresario realizada por medio de contratos (la
mayoría mercantiles) con otros empresarios o con su clientela.

III. Aproximación al concepto del Derecho Mercantil

Es enormemente difícil ofrecer un concepto del Derecho mercantil que resulte coherente. La
empresa no se sirve por sí sola como criterio único de delimitación del ámbito del Derecho
mercantil.

El Derecho mercantil se podría definir diciendo que es el ordenamiento privado propio de los
empresarios y de su estatuto, así como de la actividad externa que éstos realizan por medio de
la empresa. Los empresarios y los consumidores son sujetos importantes para este derecho.
Por su parte, debemos reducir la función de la empresa a su verdadero carácter instrumental,
que acepta la teoría de los actos en masa.

La progresiva utilización del término “empresario” y “empresa” hace que el Derecho de la


empresa haya dejado de ser una mera construcción doctrinal para pasar a tener plasmación

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positiva. Especialmente indicativa es la sustitución del término “comerciante” por


“empresario” al hacer referencia a los sujetos inscribibles en el Registro Mercantil.

IV. Relatividad del concepto de Derecho mercantil

Debemos reconocer la “crisis” por la que atraviesa el concepto de Derecho mercantil en la


actualidad, y la sensación de incapacidad para seguir explicando y construyendo el Derecho
mercantil con arreglo a una única perspectiva, aunque ésta sea la de la empresa. No resulta
fácil seguir concibiendo al Derecho mercantil como simple “Derecho privado especial” pues
cada vez son más las normas “mercantiles” que no puede ser calificadas de Derecho privado.

Tampoco resulta fácil de entender las razones que llevan a seguir excluyendo del Derecho
mercantil a sectores tradicionales ajenos al mismo, como los agricultores, o los profesionales
liberales, máxime cuando la realidad enseña que en muchos casos adoptan técnicas de
organización idénticas a las de los empresarios.

Se intenta ir hacia un sistema donde regirán las mismas normas para todos aquellos que se
dediquen al tráfico económico. La especialidad surge en un nuevo sentido, en la medida en
que se dictan normas especialmente protectoras para los consumidores.

De unos años a esta parte, se asiste a una progresiva aproximación del régimen jurídico del
empresario y de los regímenes jurídicos de los distintos profesionales. La nueva forma de
organizarse y de actuar de los profesionales liberales los aproxima significativamente a los
empresarios, y en un futuro, unos y otros podrán estar sometidos a un mismo estatuto jurídico
sustantivo. Del Derecho de los empresarios se pasaría a un derecho de los profesionales.

Deberían estar sometidos al Derecho mercantil aquellos que se organizan en el mercado de


modo idéntico o similar al de un empresario de servicios. Forzoso es reconocer que se asiste a
un proceso de convergencia que quizás en el futuro suponga la extensión del Derecho especial
nacido para los comerciantes toda clase de profesionales o, al menos, la creación de un nuevo
y alternativo derecho especial. Si el Derecho mercantil es un Derecho más riguroso para con el
destinatario de sus normas, no se alcanzarían a explicar las razones del “privilegio” que
supondría sustraer de la aplicación de tales normas a los profesionales organizados con formas
análogas, por no decir idénticas, a las del empresario.

V. Referencia a otras tendencias de evolución en el Derecho mercantil actual

Algunas de las líneas de tendencia de la disciplina del Derecho mercantil son:

A. Tutela del consumidor

En este epígrafe hablaremos acerca de normativa protectora de los consumidores y usuarios.


El “Derecho de consumo” podría erigirse, en sentido estricto, en una nueva categoría jurídica
dotada de autonomía jurídica por la propia dificultad de aislar al destinario de las normas de

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esta presunta nueva categoría. Más razonable parece por tanto no quebrar la unidad del
Derecho mercantil tradicional, sin perjuicio de proceder a las oportunas modificaciones
puntuales allá donde sea necesario.

Resulta necesario reconocer la profunda transformación que ha experimentado el Derecho


mercantil como consecuencia del desarrollo de esta política de protección del consumidor. Se
promulgó la leu 26/1984 de 19 de julio, General para la Defensa de los Consumidores y
Usuarios, que elevó la defensa de los consumidores a principio general informador del
ordenamiento jurídico, y que luego sería seguida por diversas leyes autonómicas en aquellas
CCAA con competencias en materia de defensa de los consumidores.

El RDL 1/2007 modifica ligeramente el concepto de consumidor y establece que éste será: la
persona física o jurídica que actúa en un ámbito ajeno a una actividad empresarial profesional.
Por su parte, establece también la definición de empresario que es: toda persona física o
jurídica que actúa en el marco de su actividad empresarial o profesional, ya sea pública o
privada.

B. Intervención administrativa y desregulación

En la actualidad se aprecia un claro fenómeno de desregulación y liberalización de la actividad


económica, como mecanismos que ponen de relieve la inhibición o “retraimiento de la acción
directa del Estado en la economía, comportando el abandono por el Estado de su condición de
agente económico en ciertos sectores antes reservados para sí en exclusiva y, por tanto, la
apertura a la acción de los particulares.

Se observa también un claro proceso de privatización como “fenómeno tendente a disociar la


empresa pública del Estado, contribuyendo así a la transparencia de costes, e incrementando
tanto la presión de los gastos como el estimulo de tales empresas hacia economías más
eficientes”.

C.Cambios en el plano de política legislativa

La conveniencia de proceder a la unificación del Derecho de obligaciones y contratos en


nuestro país es algo que pocos autores discuten, pues no se aprecian especialidades en
materia de contratación mercantil que no puedan ser resueltas mediante normas especificas.
Sin embargo, que el sistema de reparto de competencias de España en legislación mercantil y
civil sea diferente, puede suponer un evidente obstáculo para la unificación.

Frente a lo que podríamos considerar como codificación se encuentra la promulgación de una


serie de leyes especiales, como la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de contrato de seguro, la Ley
12/1992 de 27 de mayo, sobre el contrato de agencia, entre otras.

Ahora bien, con ser cierto lo anterior, no lo es menos que en la actualidad se puede también
observar un renacimiento de la idea codificadora. Ej.: código de segunda generación, actual
código civil holandés, etc.

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D. Unificación del Derecho mercantil internacional

En el plano del Derecho mercantil internacional se asiste desde hace tiempo a una unificación,
especialmente en Derecho de los contratos. Los logros más notables se han conseguido a
través de la unificación efectiva, es decir, al margen de cualquier convenio internacional. Han
sido los operadores económicos quienes han ido instituyendo una serie de condiciones
generales, contratos-tipo y usos codificados que, desconectados de los ordenamientos
nacionales, tenderán a regir las relaciones contractuales internacionales, siendo objeto de
aceptación generalizada, creando así una nueva “lex mercatoria”. La función que
antiguamente cumplían los Tribunales hoy en día será llevada a cabo por las Cortes o Cámaras
arbitrales. Las fuentes de este Derecho vendrán constituidas por las formas estandarizadas de
la contratación internacional (condiciones generales y contratos-tipo) y, por los usos de
comercio (ej.: INCOTERMS).

Han de incluirse también, dentro de esta “lex mercatoria” los intentos por sistematizar
principios o reglas comunes en materia de contratación internacional.

En la actualidad, un grupo de expertos, el “grupo de Pavía” trabaja en lo que sería un “código


contractual europeo”, compuesto por expertos de los diversos Estados Miembros. Fruto de
ello podría ser la aprobación, en un futuro, de un Código europeo común de Derecho privado,
objetivo éste sobre cuya conveniencia se ha manifestado algunas veces el Parlamento
Europeo, alegando tal necesidad en orden a la compleción del mercado interior.

Un paso también importante ha sido la redacción de un “marco común de referencia”


elaborado por dos grupos de expertos internacionales: el denominado “Grupo de Expertos
sobre el Código Civil Europeo” y el “Grupo de Investigación en Derecho Privado Comunitario”.
Contiene principios, definiciones y clausulas tipo para su inclusión en diversos contratos. De
momento se trata de una iniciativa privada de carácter académico que buscaría servir de base
para su adopción como “marco común de referencia” a nivel político, siguiendo las pautas
marcadas por la propia Comisión Europea en su Plan de Acción de 2003.

3. Fuentes del derecho mercantil

El Código de comercio vigente establece en su artículo 2 que “los actos de comercio, sean o no
comerciantes los que los ejecuten, y estén o no especificados en este Código, se regirán por las
disposiciones contenidas en él; en su defecto, por los usos de comercio observados
generalmente en cada plaza, y a falta de ambas reglas por las del Derecho común”. De este
precepto se han avanzado las siguientes interpretaciones:

a) Una la tradicional y dominante, señala que el articulo 2 enumera las fuentes del
Derecho mercantil; no solo contiene las fuentes o normas que rigen las instituciones y
las relaciones jurídico-mercantiles, sino que establece, además, el orden jerárquico
que ha de seguirse.

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El sistema de fuentes mercantil se separaría del general previsto en el artículo 1 del


Código civil en que se da preeminencia a los usos de comercio sobre el Derecho
común. Hay que tener en cuenta que aunque el artículo 2 del Código de comercio
invoca el Derecho común para regular relaciones jurídico-mercantiles, ello no significa
que éste adquiera la condición de fuente o norma mercantil; por el contrario, esta
invocación recuerda y pone de manifiesto el carácter especial del Derecho mercantil,
frente al Derecho civil que solo será de aplicación con carácter supletorio en ausencia
de normas estrictamente mercantiles.

b) Frente a esta interpretación del artículo 2 del Código de comercio, se ha alzado otra,
minoritaria, que propugna: primero, este precepto contiene una enumeración solo de
los “actos de comercio”, y no todo el Derecho mercantil se agota en tales actos;
segundo, que el sistema parece olvidarse de los usos de comercio precisamente allí
donde más interés parecerían tener, que es en materia de contratos mercantiles (art.
50); tercero, que no existe a simple vista en el Código de comercio una norma en
materia de integración contractual.

Esta interpretación probablemente resuelve la aparente contradicción entre los


artículos 2 y 50 del Código de comercio: el primero contendría las “fuentes” de
integración del contrato mercantil, y el segundo regularía un caso de determinación de
normas legales por remisión a otras normas, debiendo entenderse la referencia al
“Derecho común” del articulo 2 lo seria a las normas dispositivas reguladoras de cada
tipo contractual.

I. La ley mercantil

Desde un punto de vista jerárquico, la primera norma aplicable es la Ley, conjunto de


disposiciones promulgadas que, cualquiera que sea su rango, resulten de aplicación a la
materia mercantil.

La ley mercantil fundamental es el Código de comercio vigente, de 22 de agosto de 1885. Su


contenido se encuentra desfasado. La crisis o el desfase entre su contenido y las modernas
exigencias de la actividad económica, han sido de algún modo resueltas por dos
procedimientos: por la autónoma regulación que las partes pueden otorgar a las relaciones
mercantiles, prevaliéndose para ello del carácter dispositivo de la mayor parte de los
preceptos contenidos en el Código de comercio; y además, por la promulgación de numerosas
leyes especiales posteriores que completan o derogan su insuficiente y a veces inadecuado
contenido.

II. La distribución de competencias legislativas entre el Estado y las


Comunidades Autónomas

Partimos de los artículos 148 y 149 CE. Los mismos no otorgan a las Comunidades Autónomas
ninguna competencia en el ámbito del Derecho mercantil. Es más, el artículo 149.1,6º atribuye

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al Estado “competencia exclusiva” sobre lo que denomina legislación mercantil. Sin embargo,
son diversos los Estatutos de Autonomía que atribuyen a las Comunidades Autónomas
determinadas competencias sobre materias propias de Derecho mercantil.

Se sacan las siguientes conclusiones:

El contenido del Derecho mercantil o la Ley mercantil es competencia exclusiva del


Estado (149.1,6º)
En determinados sectores concretos y en virtud de los dispuesto por los Estatutos de
Autonomía aprobados, existe una potestad legislativa y de ejecución compartida sobre
materias jurídico-mercantiles, ya que o bien deberán colaborar con el Estado (es el
caos de la publicidad), o respetar la legislación general (centros de contratación), o
respetar las leyes de bases o normas básicas del Estado (defensa del consumidor).
En otros sectores existe tan solo a favor de las Comunidades Autónomas el
reconocimiento de la potestad ejecutiva (propiedad industrial).
Es necesario tener igualmente en cuenta la posibilidad de leyes estatales que
atribuyan a las Comunidades Autónomas potestades legislativas o potestades de
ejecución que afecten al ámbito del Derecho mercantil.
Algunas de las materias que son competencia exclusiva del Estado según el 149, no
parecen hacer referencia al ámbito del Derecho mercantil, sino que más bien se trata
de materias propia del Derecho administrativo.
El Derecho mercantil o la Ley mercantil del Estado deberán ser aplicables con
preferencia en caso de conflicto con la normativa de las Comunidad Autónomas como
se desprende de lo dispuesto en el artículo 149.3 CE y de concretos preceptos de los
Estatutos de Autonomía.

La complejidad de la materia mercantil, así como su diferente regulación en los diversos


Estatutos de Autonomía pueden hacer necesarias en el futuro las denominadas “leyes de
armonización” previstas en el artículo 150.3 CE porque así lo exijan el principio de unidad del
mercado, los intereses generales e incluso el interés de los consumidores y de los agentes
económicos.

III. Los usos de comercio

En la actualidad se asiste a una importante revitalización de los usos de comercio en el plano


internacional, frente a la decadencia del Derecho consuetudinario.

La ley no puede recoger todo el Derecho objetivo, razón por la que se reconoce la eficacia
normativa de los usos en defecto de normal legal; además, se respeta el poder de formación
autónoma de normas mercantiles (usos de comercio) por parte de los comerciantes o
empresarios para regular instituciones o situaciones no previstas por la Ley.

La función de los usos de comercio es cuádruple:

Establecer normas que colmen el total silencio de la ley, o sea, cuando esta no
contiene norma alguna; serian los llamados “usos normativos”, que son los únicos que,

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en sentido estricto, han de considerarse fuente de Derecho por aplicación del artículo
1.3 CC
Concretar el mandato abstracto contenido en la ley, cuando ésta, por su inconcreción,
sea inaplicable sin la regla contenida en el uso.
Fijar el contenido del contrato, cuando ni las partes ni la ley lo hace expresamente.
El uso, en fin, puede servir para resolver las dudas en la interpretación de los
contratos.

Hay que tener en cuenta, que no cualquier práctica de esta naturaleza, por reiterada que sea,
constituye necesariamente un uso de comercio. Para su existencia es indispensable que
aquella práctica haya creado conciencia general (opinio iuris) de su existencia y obligatoriedad,
con independencia de la voluntad de las partes, a las que obligara o vinculara a menos que
expresamente se pronuncien en contrario.

Las partes pueden y suelen establecer clausulas que impidan la aplicación de los usos, o que
colmen la laguna de la ley en sentido distinto al contenido en el uso. Finalmente, pese a la
importancia de los usos de comercio a nivel internacional, en contraposición de su situación a
nivel nacional, al mismo resultado conduce el renacimiento del formalismo propio de la
moderna contratación mercantil en serie o en masa: la utilización de los contratos-tipo y la
creciente utilización en ellos de extensas condiciones generales, han debilitado la función de
los usos mercantiles, suprimiendo su utilización o impidiendo su nacimiento.

IV. Ordenamiento jurídico de la Unión Europea y Derecho mercantil español

Con la creación de la Unión Europea, se ha creado un nuevo y autónomo ordenamiento


jurídico comunitario, cuyas fuentes son, por un lado, los Tratados Constitutivos de la CE, y por
otro, los diversos actos jurídicos de sus instituciones, que se caracterizan esencialmente por los
siguientes principios fundamentales:

Primacía del derecho comunitario sobre las disposiciones nacionales que le fueren
contrarias
La aplicabilidad directa en los Estados miembros de algunas de sus disposiciones y de
ciertos actos dictados por las instituciones de la Comunidad.
El reconocimiento del carácter vinculante de estas reglas, cuyo respeto es
indispensable para garantizar la eficacia del Mercado Común y la unidad del Derecho
comunitario, para lo cual se prevén diversos medios coercitivos.

En el ámbito del Derecho mercantil en cuanto ordenamiento jurídico de los empresarios y de


su actividad externa a través de las empresas se han dictado por los órganos competentes de
la UE numerosas e importantes normas y actos jurídicos. Todo ello para cumplir y desarrollar
los fundamentos de la Comunidad Europea en lo relativo a la libre circulación de mercancías, al
derecho a la libertad de establecimiento y prestación de servicios, a las reglas de la
competencia empresarial, y a la necesaria uniformidad de las legislaciones internas de todos
los Estados miembros. El análisis y estudio resultan indispensables, puesto que en virtud de la

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adhesión de España se han convertido en parte integrante y, en ocasiones, preeminente de


nuestro ordenamiento jurídico.

Este Derecho se encuentra ya integrado en nuestro ordenamiento jurídico a consecuencia,


entre otras causas, de la incorporación a nuestro Derecho interno, por un acto normativo
expreso del legislador español, de las Directivas comunitarias (“Derecho derivado”), cuya
finalidad es armonizar el Derecho mercantil de los quince Estados miembros en una misma
dirección.

4. Constitución económica. La libertad de empresa


I. El Derecho mercantil y la Constitución Española de 1978

La Constitución Española de 6 de diciembre de 1978 establece el conjunto de derechos y


principios sobre los que debe desarrollarse la vida económica y la actividad empresarial en
España. A este conjunto de principios y normas de origen básicamente constitucional que
delimitan el marco o modelo económico de una nación se le conoce como “Constitución
Económica”.

Los mercantilistas españoles afirman que la Constitución española es un “modelo económico”,


concretamente lo que se ha dado en llamar un modelo de “economía social de mercado”, el
cual se caracteriza fundamentalmente por respetar la propiedad y la iniciativa privadas,
aunque atemperadas y sometidas a las exigencias implícitas en la clausula de “ Estado social y
democrático de Derecho” que consagra la Constitución española en su artículo 1.1,
caracterizado, entre otras cosas, por el reconocimiento igualitario de la propiedad privada y de
la iniciativa pública en lo económico.

La Constitución consagra la vigencia de los siguientes principios fundamentales en materia


económica:

La propiedad privada, y por tanto, también los medios de producción.


La libertad de empresa en el sistema de la economía de mercado, la cual supone que
los empresarios son libres de crear, dirigir y fijar las condiciones de desarrollo de su
actividad y que los poderes públicos deben garantizar, además, que es el mercado el
que fija o debe fijar las condiciones, precios, calidades, etc., de los productos y
servicios, si bien respetando los límites legales que la propia Constitución invoca y que
las leyes deben desarrollar.
El derecho de fundación y asociación para la realización y explotación de las
actividades económicas que la ley declara licitas.
El derecho a la libre elección de profesión, con lo que la Constitución establece, dentro
de los limites de las leyes especiales, que todos los españoles, personas físicas o
jurídicas, que posean los medios económicos necesarios pueden escoger e iniciar en
libertad la explotación de la actividad económica que libremente decidan, así como
cesar libremente en el ejercicio de las mimas, abandonando el mercado.

Rige un modelo en el que la libertad de iniciativa empresarial, la propiedad privada, la libertad


de asociación y la libertad de competencia forman su soporte fundamental.

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Existen también ciertos principios y normas que actúan de límite o de freno de los principios
enunciados y que junto con ellos constituyen, en su conjunto, el modelo económico de
“economía social de mercado” que caracteriza el sistema español. Estos límites son:

La función social de la propiedad


La necesidad de que la “libertad de empresa” se someta a las exigencias de la
economía general y, en su caso, de la planificación.
La posibilidad de que opere, al lado de la iniciativa y de la empresa privadas, la
iniciativa y la empresa públicas utilizando las formas propias de la iniciativa privada o
las formas específicamente públicas.
El fomento de las sociedades cooperativas, como medio de participación en otro
instrumento de producción diverso de los capitalistas, aunque formen hoy parte
asimilada ya en este modelo.

Finalmente, se limitan todos los rasgos del modelo capitalista, mediante tres declaraciones:
toda la riqueza del país está subordinada al interés general; los “poderes públicos promoverán
las diversas formas de participación en la empresa” de los representantes de los trabajadores,
para compartir o condicionar el poder exclusivo del capital; y, finalmente, la libertad de
empresa en el marco de la economía de mercado podrá ser limitada si “ el Estado, mediante
ley, planifica la actividad económica general”.

5. La jurisdicción mercantil
I. Fuentes de aplicación del Derecho mercantil: los juzgados de lo mercantil

No existen juzgados especiales por razón de materia, en el sector del Derecho mercantil. La
situación ha tratado de cambiarse con ocasión de la reforma concursal de 2003. Aprovechando
la promulgación de la Ley Concursal, el legislador ha decidido profundizar en el criterio de la
especialización, creando los Juzgados de lo Mercantil, mediante la Ley Orgánica 8/2003, de 9
de julio, para la reforma Concursal, por la que se modifica la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Estos juzgados radicaran en toda capital de provincia, implantándose un sistema de
especialización semejante en segunda instancia, mediante la creación de una o varias
secciones en las Audiencias Provinciales, para que asuman en exclusiva el conocimiento de los
asuntos propios de esta jurisdicción mercantil.

Sin embargo su competencia no se limita a los asuntos concursales, sino que se amplía el
conocimiento de diversas cuestiones que nada tienen que ver con el tema concursal. Tampoco
resuelven todos los asuntos que pueden incardinarse dentro del Derecho mercantil. Va a ser la
propia Ley la que señala que no es intención de la misma que se produzca una absoluta
equiparación entre la disciplina mercantil y la competencia de estos nuevos tribunales.

El artículo 86 ter de la LOPJ establece que los Juzgados conocerán:

Las demandas en las que se ejerciten acciones relativas a competencia desleal,


propiedad industria e intelectual, publicidad, así como todas aquellas cuestiones que
dentro de este orden jurisdiccional se promuevan al amparo de la normativa
reguladora de las sociedades mercantiles y cooperativas.

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Las pretensiones que se promuevan al amparo de la normativa en materia de


transportes, nacional e internacional.
Las pretensiones relativas a la aplicación del Derecho Marítimo
Las acciones relativas a condiciones general de la contratación en los casos previstos
en la legislación sobre esta materia
Los recursos contra las resoluciones de la Dirección General de los Registros y del
Notariado en materia de recurso contra la calificación del Registrador Mercantil, con
arreglo a lo dispuesto en la Ley Hipotecaria
Los procedimientos de aplicación de los artículos 81 y 82 del Tratado de la Comunidad
Europea y de su derecho derivado
Cuantas incidencias o pretensiones se promuevan como consecuencia de la aplicación
de la normativa vigente sobre arbitraje en las materias a las que se refieren las letras
anteriores.

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TEMA 2: EL EMPRESARIO Y SU ESTATUTO JURÍDICO

1. Concepto de empresario y clases de empresarios

En sentido vulgar, se entiende por empresario la persona física o jurídica que se sirve de una
empresa para realizar en nombre propio una determinada actividad económica y podemos decir
desde el punto de vista económico que explota una empresa para producir bienes o servicios y
llevarlos al mercado.

El empresario se caracteriza por corresponderle normalmente la iniciativa y el riesgo de la


empresa. La primera, porque decide su creación y asume su organización y dirección. El
segundo porque al empresario le son jurídicamente imputables todas las relaciones establecidas
en su nombre con terceros para la adecuada explotación de su empresa y es el quien
patrimonialmente soporta el alea (riesgo), favorable o desfavorable, que puede surgir del
ejercicio de su actividad económica soportando con todo su patrimonio presente y futuro la
responsabilidad de su conducta económica (art. 1.911 del CC.)

Desde un punto de vista jurídico el empresario puede definirse como la «persona física o
jurídica que en nombre propio y por sí o por medio de otro ejerce organizada y
profesionalmente una actividad económica dirigida a la producción o a la mediación de bienes o
de servicios para el mercado».

En el Código de Comercio se utiliza de forma indistinta los términos de empresario y


comerciante. La palabra de comerciante evoca más la actividad de intermediación, pero el Cco
no comprende como actividad de comercio solo la intermediación, sino también la industrial.
Con las reformas que han sido introducidas en el Cco (Ley 21 de Julio de 1973 y Ley 19/1989)
así como las modificaciones en el RRM, la palabra comerciante ha ido perdiendo peso y se ha
introducido la palabra empresario utilizándose ambos términos como sinónimos. Son las
reformas del Cco en materia de sociedades y contabilidad por la normativa comunitaria son las
que introducen el término empresario.

Desde una perspectiva jurídica, la explotación de la actividad económica de la empresa para el


mercado, se traduce en la atribución al empresario de un status jurídico-privado especial. Esta
actividad económica y este status permiten diferenciar al empresario mercantil de los restantes
sujetos que, no poseyendo este especial status, están sin embargo sometidos al Derecho
mercantil.

a) Empresario y empresario mercantil

- El empresario mercantil:

Puede definirse diciendo que es la persona física o jurídica de naturaleza privada que actúa en
nombre propio por sí o por medio de otros y realiza para el mercado una actividad comercial,
industrial o de servicios quedando sometido a un estatuto jurídico especial. Dicho estatuto
implica la facultad o el deber (según ante qué tipo de empresarios estemos) de inscribirse en el

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Registro Mercantil; la obligación de llevanza de una contabilidad ordenada; y, tradicionalmente,


el sometimiento a un régimen concursal especial (las antiguas quiebra y suspensión de pagos).

Ahora bien, esta regla conoce bastantes excepciones: quedan excluidos, por razón de la
actividad, los profesionales liberales con título habilitante (médicos, abogados). En fin, de la
necesaria concurrencia del criterio de la mercantilidad de su actividad se excluye igualmente a
las sociedades anónimas y de responsabilidad limitada

- El empresario no mercantil:

Al lado de los empresarios mercantiles existen sujetos que, pese a la aparente paradoja, hemos
de calificar de empresarios no mercantiles, aun cuando realicen en nombre propio una actividad
económica para el mercado Estos empresarios, que a la luz del Derecho positivo, han de ser
civiles por no ser mercantiles, son los siguientes:

1) Algunos pequeños empresarios:

Son quienes realizan en nombre propio una actividad económica para el mercado sin disponer
de una verdadera empresa. Sino preponderantemente con el trabajo propio y con el de los
miembros

de su familia. Es el caso de los artesanos (ex art. 326.3. °, Cco.), cuyo concepto ha de buscarse
en la legislación administrativa, y se entiende por artesanía la actividad de producción,
transformación y reparación de bienes o prestación de servicios realizada mediante un
procedimiento en el que la intervención personal constituye un factor predominante,
obteniéndose un resultado final individualizado que no se acomoda a la producción industrial,
totalmente mecanizada o en grandes series.

2) Empresarios civiles por la naturaleza civil y no mercantil de la actividad


económica que desarrollan:

Es el caso de los empresarios agrícolas y de quienes, disponiendo de una verdadera empresa, por
su forma de organización y recursos que emplea, ejercen una profesión liberal.

Los empresarios agrícolas individuales, no son mercantiles porque su actividad no es la descrita


en el artículo 1 del Código de comercio y porque por razones tradicionales han sido excluidos
del ámbito mercantil.

Desde una perspectiva de lege ferenda quizá deban considerarse mercantiles los empresarios
agrícolas individuales y los que adopten la forma de la sociedad personalista, siempre que
dispongan de una verdadera empresa y utilicen los métodos y las formas mercantiles
(financiación, recurso al crédito, mecanización, comercialización de productos, etc.). Pero es
que serán en todo caso verdaderos empresarios mercantiles, sociales o colectivos, las sociedades
anónimas o de responsabilidad limitada que se constituyan para explotar una actividad agrícola
(porque dichos empresarios sociales lo son siempre y en todo caso, cualquiera que sea el objeto
al que se dedique).

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b) Clases de empresarios mercantiles:

1. Según la estructura personal de empresario: empresarios sociales e individuales

-El empresario individual:

Se trata de una persona física que realiza en nombre propio y por medio de una empresa una
actividad económica comercial, industrial o de servicios. En nuestro caso, el derecho positivo le
somete a un estatuto de contenido especial, el estatuto jurídico del comerciante. Además su
situación jurídica se puede sintetizar diciendo que responde frente a terceros con todos sus
bienes presentes y fututos (artículo 1911 CC) no produciéndose una separación entre las
obligaciones civiles y mercantiles, por lo que de sus deudas profesionales responde también su
patrimonio personal.

-El empresario social:

Se trata de una persona jurídica formada por dos o más personas que acuerdan poner en común
dinero, bienes o trabajo para explotar una actividad económica, comercial o industrial con el fin
de distribuir entre sí las ganancias que obtengan. En este caso, el empresario mercantil no es
ninguna de las personas físicas que se asocian, ni tampoco los administradores que la
representan y gestionan, sino la persona jurídica nueva y distinta que se crea para realizar
aquella actividad y que adoptará alguno de los tipos que se encuentra regulados en la Ley:
sociedad colectiva, comanditaria, comanditaria por acciones, sociedades por capital (sociedad
anónima y limitada). Se deberían añadir las fundaciones cuando desarrollan una actividad
comercial, las llamadas cajas de ahorro; entidades financieras que actúan como fundaciones.
Desde el año 1995 se pueden crear sociedades con un único socio.

2.Según la dimensión de la empresa:'Pequeños y grandes empresarios.

EI Código de comercio no establece una distinción clara entre los empresarios en función de su
dimensión. No obstante, la clasificación económica que distingue entre pequeñas, medianas y
grandes empresas (en función de criterios diversos, como puede ser el volumen de facturación,
número de trabajadores…).

De esta forma nos centramos en las PYMES y Micro pymes o microempresa:

El artículo 1 Ley de sociedades de garantía recíproca las define como aquellas empresas «cuyo
número de trabajadores no exceda de doscientos cincuenta». A raíz de la intervención del
Estado en la economía, sobre todo en el área de fomento, han surgido distintas regulaciones de
apoyo a las PYMES ya que representa el 98% de las empresas españolas.

La obligación de llevanza de una contabilidad ordenada se exige en la práctica con igual grado
de detalle en el caso de los pequeños empresarios. Sin embargo, el propio Código de comercio

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flexibiliza esta obligación estableciendo que la llevanza de contabilidad «deberá ser adecuada a
la actividad de su empresa» (art. 25.1 C. de c.).

De hecho, el Real Decreto 1.515/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el Plan


General de Contabilidad de Pequeñas y Medianas Empresas, establece ciertos criterios contables
específicos para las «microempresas» (art. 4), entendiendo por tales aquéllas que, durante dos
ejercicios consecutivos, reúnan al menos dos de estas circunstancias:

el total de las partidas del activo no supere el millón de euros;


el importe de la cifra anual de negocios no supere los dos millones de euros;
el número medio de trabajadores empleados durante el ejercicio no sea superior a diez.

Aparte de ello, estos empresarios (así como otros de dimensiones algo mayores) podrán
formular cuentas anuales en forma abreviada, es decir, balance, cuenta de pérdidas y ganancias
abreviados, así como una memoria y estado de cambios en el patrimonio neto abreviados, no
estando obligados a elaborar informe de gestión, ni estado de flujos de efectivo. Igualmente, a
efectos fiscales, ciertos incentivos se vinculan a un determinado volumen o cifra de negocios.

3. En función de que la iniciativa económica parta de los particulares o del propio estado
(es decir, según la naturaleza del poder de decisión que ejerce el empresario)

Podemos distinguir entre empresarios privados, los que estudiaremos en apartados siguientes,
los mixtos y los públicos:

En lo relativo a los públicos: resulta cada vez más frecuente que la Administraciones Públicas
realicen actividades mercantiles o industriales por medio de empresas públicas bajo el amparo
constitucional del artículo 128.2 CE que reconoce la iniciativa pública en la actividad
económica. Para ello puede recurrirse a la creación de algún organismo público, como pueden
ser las «entidades públicas empresariales» reguladas en los arts. 53 ss. LOFAGE. Las mismas
han de ser creadas por Ley y, se rigen, en su funcionamiento, por el Derecho privado, salvo en
lo que se refiere a la formación de su voluntad.

Asimismo, se contempla la posibilidad de que el sector recurra a la constitución de


«sociedades mercantiles estatales». Se hallan definidas en el artículo 166 de Patrimonio de las
Administraciones Públicas, como aquellas sociedades en las que la participación, directa o
indirecta, en su capital social de las entidades que integran el sector público estatal, sea superior
al 50 por 100. Las sociedades mercantiles estatales se rigen íntegramente por el ordenamiento
privado salvo en las materias en que les sea de aplicación la normativa presupuestaria, contable,
de control financiero y de contratación En todo caso, las empresas públicas independencia de la
forma que adopten, habrán de ajustarse a las normas que disciplinan el funcionamiento del
mercado, especialmente por lo que se refiere al deber de competir en igualdad de condiciones
respecto del resto de los empresarios.

Finalmente se ha de hacer referencia a la progresiva privatización de empresas públicas, como


fenómeno que busca aligerar la nómina de este tipo de empresas y el progresivo
desmantelamiento de los monopolios estatales y la necesidad de buscar cauces eficientes de

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gestión así como con el deseo de, obtener ingentes recursos financieros para las arcas del
Estado. Privatización que ha alcanzado un notabilísimo grado de difusión en nuestro país

El procedimiento de privatización no siempre sigue un patrón preestablecido,


sirviéndose figuras previstas con anterioridad en nuestro ordenamiento: ofertas públicas de
venta (OPV), ofertas públicas de adquisición (OPA), si se trata de sociedades cotizadas en
bolsa; concurso o subasta excepcionalmente, adjudicación directa, si se trata de sociedades no
cotizadas.

2. El comerciante o empresario individual según el Código de Comercio

a) Régimen General

El artículo 1 Cco. define al comerciante (empresario mercantil individual) diciendo que lo serán
los que teniendo capacidad legal para ejercer el comercio, se dediquen a él habitualmente». La
condición de comerciante parece depender, por tanto, de la concurrencia de dos requisitos:
capacidad y habitualidad. Sin embargo olvida el requisito de obrar en nombre propio, que
es esencial al concepto de empresario. Por ello, y según la clásica distinción de GARRIGUES,
debe diferenciarse entre la capacidad para ser comerciante y la capacidad para actuar como
comerciante.

Para tener capacidad para ser comerciante basta con poseer la capacidad jurídica general.
Pueden, por tanto, ser comerciantes los menores de dieciocho años y los mayores de edad
incapacitados mencionados en el artículo 200 del Código civil, aunque el comercio efectivo lo
ejercen sus representantes legales, quienes actúan en nombre del menor o del mayor
incapacitado. La condición de comerciante, y todos sus efecto jurídicos, excepto los penales
recae sobre el menor o incapacitado, por lo que podrán continuar (pero no iniciar) el comercio
que ejercían sus padres (para los menores) o el que ejercían antes de ser incapacitados (los
mayores), siempre que lo hagan por medio de sus representantes legales (art. 5 Cco.).

Para poseer la capacidad para actuar por sí mismo como comerciante, es necesario
entonces, haber alcanzado la mayoría de edad y no haber sido incapacitado o, lo que es lo
mismo, poseer la libre disposición de sus bienes y así lo establece el artículo 4 del Cco:
«tendrán capacidad legal para el ejercicio habitual del comercio las personas mayores de edad y
que tengan la libre disposición de sus bienes».

De este artículo también se desprende que el menor emancipado no puede ejercer por sí mismo
el comercio ya que no posee el requisito subjetivo de la mayoría de edad y porque tampoco
posee el requisito objetivo, la libre disposición de sus bienes (art. 323CC).

No obstante, para realizar actos mercantiles aislados, regirán las normas y los requisitos
establecidos en el CC. para cada caso.

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b) La capacidad del empresario extranjero:

La capacidad del empresario extranjero se rige por su Ley nacional de modo que si la mayoría
de edad en el país de origen del empresario extranjero se sitúa en los 21 años, no podrá
emprender actividad empresarial en España si no ha cumplido dicha edad) Sin embargo, para la
creación de establecimientos y la explotación de su actividad en España habrá de someterse a lo
dispuesto en nuestro Derecho positivo (art.15 CC.)

No obstante, es importante diferenciar aquí a los nacionales de Estados miembros de la Unión


Europea de los provenientes de Estados terceros:

Para los de los Estado Miembros ha. de tenerse en cuenta que la libre circulación que impera en
la Unión incluye la libertad de establecimiento que abarca igualmente la apertura de
establecimientos o sucursales en el territorio de otro Estado miembro distinto.

Para nacionales de otros Estados no pertenecientes a la UE habrá que estar a posibles Tratados o
Convenios firmados con la Comunidad o con alguno de sus Estados miembros por el Estado de
procedencia del empresario. En ausencia se aplicará el Derecho nacional del Estado miembro
correspondiente.

En España se establece que deberán obtener el permiso de trabajo en España, debiendo


acreditar la solicitud de las autorizaciones exigidas para la instalación, .apertura y
funcionamiento de la actividad de que se trate (ha de estarse a lo establecido en la Ley Orgánica
4/2000 sobre derechos y libertades de los extranjeros en España, en su redacción dada por la
Ley Orgánica 2/2009, de 11 de diciembre)

3. Prohibiciones e incompatibilidades para el ejercicio de la actividad


mercantil

El principio de libertad de competencia permite afirmar, con carácter general, que cualquier
persona mayor de edad que no haya sido incapacitada, puede iniciar el ejercicio profesional de
las actividades económicas mercantiles o industriales. No obstante, existen supuestos
establecidos por la Ley, en virtud de los cuales personas físicas en pleno disfrute de su
capacidad de obrar no pueden dedicarse al ejercicio profesional del comercio o de la industria.
Estas incompatibilidades lo son, tanto para ejercer en nombre propio como para el desempeño
del cargo de administrador. (Art. 13 y 14 Cco.) abarcando tanto el ejercicio de esas actividades
de forma directa, como de forma indirecta. Estos supuestos son:

a) La prohibición de ejercer profesionalmente una determinada actividad económica en


atención a la ilícita competencia que ello produciría a otros empresarios mercantiles. Este es el
caso de la prohibición impuesta al socio colectivo (arts. 136 y 137 Cco.), al factor (art. 288

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Cco.) al capitán del buque (art. 613 Cco.) o al administrador de una sociedad de capital, que no
puede serio de otra sociedad competidora (art. 230 LSC).

b) La incompatibilidad para dedicarse al comercio o a la industria por razón del cargo, la


función o la condición de determinadas personas.
Los artículos 13 y 14 del Cco. ejemplifican este tipo de incompatibilidad, que se distinguen en
función de que la incompatibilidad sea absoluta o afecte tan sólo al ejercicio del comercio en
determinado territorio en que se desempeñan las funciones. Con todo, lo realmente importante
son las respectivas leyes especiales pues son las que, en realidad, van actualizando en lo que se
refiere a cada una de las profesiones o cargos. Las consecuencias de la realización de un acto
por una persona en quien concurre causa de incompatibilidad no es la nulidad del mismo (que es
perfectamente eficaz), sino, en su caso, sanciones administrativas (multas).

En cuanto a las incompatibilidades más relevantes son las que pesan sobre los clérigos y
eclesiásticos los jueces y magistrados, así como los funcionarios del Ministerio Fiscal en
servicio activo o los militares. Especial atención merece la incompatibilidad que pesa sobre los
miembros del Gobierno y los altos cargos de la Administración General del Estado, quienes no
podrán ejercer actividades mercantiles mientras desempeñen sus funciones (de acuerdo con lo
establecido en la Ley 5/2006, de 10 de abril, de regulación de los conflictos de intereses de los
miembros del Gobierno y de los Altos Cargos de la Administración General del Estado, y en el
Reglamento que la desarrolla, aprobado por RD 432/2009, de 27 de marzo). A estos efectos, la
noción de «alto cargo» se encuentra descrita en el artículo 3 de la Ley 5/2006 que en general
alcanza a los altos miembros de la AGE así como a los directores generales de entidades de
derecho público y de otros organismos autónomos.

La obligación de dedicación exclusiva al cargo público que se establece en el artículo 5 dela


misma ley por la que los altos cargos no podrán compatibilizar su actividad con el desempeño,
de cualquier otro puesto, cargo, representación, profesión o actividad, sean de carácter público o
privado, por cuenta propia o ajena. El artículo 6 limita también la posibilidad de participar,
directa o indirectamente, en el capital de empresas personas jurídicas que tengan conciertos con
el sector público, sean subcontratistas de dichas empresas o reciban subvenciones de la AGE.
Asimismo, los artículos 98.3 y 159.4 CE prohíben el ejercicio de actividades mercantiles a los
miembros del Gobierno y del TC. Finalmente la Ley 53/1984, de 26 de diciembre, de
Incompatibilidades del Personal al servicio de las Administraciones Públicas se deriva la
incompatibilidad que recae sobre los el personal al servicio de la Administración (funcionarios
y personal laboral).

c) La inhabilitación: Por causas distintas de las que motivan las prohibiciones


incompatibilidades descritas, tampoco podrán ejercer profesional mente las actividades
mencionadas los deudores concursados cuyo concurso hubiera sido declarado culpable, durante
el plazo que dura la inhabilitación (art. 172 Ley Concursal). Sobre la particular naturaleza
jurídica de la inhabilitación nos remitimos al propio Derecho concursal.

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4. El ejercicio de la actividad mercantil por persona casada

a) Introducción

Durante largo tiempo la mujer casada estuvo sometida a una situación de injusta opresión
jurídica frente, asu marido al no poder iniciar el comercio, durante el matrimonio, ni continuar
el ejercicio del que desarrollaba soltera, sin la autorización marital o en defecto sin la
autorización judicial. Dichas restricciones quedaron eliminadas a raíz de la reforma operada por
la importante Ley de 2 de mayo de 1975.

b) El régimen jurídico vigente para el ejercicio del comercio por persona casada.

Se desprende de lo establecido por el artículo 66 del CC. y de los artículos 6 a 11 del Cco. Punto
cardinal de partida es el artículo 66 del Código civil, según el cual «el marido y la mujer son
iguales en derechos y deberes». De este precepto y de la redacción del artículo 4 Cco. surgen
una serie de efectos jurídicos:

1.-) El marido y la mujer son iguales y libres ante la Ley para adoptar la decisión de iniciar el
ejercicio del comercio y para proseguir su actividad durante el matrimonio, sin que para ello
ninguno necesite la autorización del otro.

2.-) En consecuencia, ni el marido ni la mujer pueden impedir a posteriori, mediante


prohibición ni revocación, que el otro cónyuge continúe ejerciendo el comercio.

3.-) Para determinar los efectos patrimoniales que el ejercicio del comercio puede generar sobre
los bienes del matrimonio o sobre los del otro cónyuge no comerciante se consagra, aunque con
ciertas limitaciones, el principio de libertad de pactos entre el marido y mujer.

4.°) El consentimiento del cónyuge del comerciante es necesario para el conjunto de los bienes
que quedan afectos a las responsabilidades frente a terceros del ejercicio del comercio, además
de los propios del comerciante y de los que haya obtenido de su ejercicio, es decir, el
consentimiento del cónyuge del comerciante, o de ambos cónyuges, sólo, posee, pues, sentido y
repercusiones patrimoniales.

c) El régimen de responsabilidad patrimonial y el consentimiento de los cónyuges.

Las responsabilidades patrimoniales que pueden surgir del ejercicio del comercio y la
complejidad de las distintas situaciones patrimoniales en que puede encontrarse un matrimonio,
exigen clarificar esta situación, para saber qué bienes del matrimonio y de los cónyuges
responden ante los acreedores del comerciante.

Este problema se plantea cuando entre los cónyuges rige el sistema económico del matrimonio
de sociedad de gananciales (arts. 1.344 y ss. CC) siendo supletorio en la mayor parte del Estado
español y no así cuando rijan los sistemas de participación en ganancias o el de separación de
bienes, ya sea por haberlo pactado expresamente en capitulaciones matrimoniales o ya sea

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porque ése es precisamente el régimen legal supletorio (Cataluña o en Baleares). En estos


últimos casos, al no formarse una masa de bienes gananciales o comunes, no se llega a plantear
el problema que surge cuando rige el sistema de gananciales. Debido a la necesidad de hacer
accesible frente a terceros la existencia de dichas capitulaciones, es necesaria la inscripción de
las capitulaciones matrimoniales en el RM (arts. 12 y 22.1 Cco.) y aunque la inscripción del
empresario individual es puramente potestativa, se le otorga legitimación al cónyuge del
empresario casado para solicitar la inscripción de éste, a efectos de no verse perjudicado por el
principio de tracto sucesivo (art. 11 RRM): que impediría inscribir en el RM las capitulaciones
matrimoniales si previamente no está inscrito el empresario.

En lo relativo a la protección de dichos acreedores en casos de modificación del régimen


económico matrimonial, las reglas básicas en esta materia son dos:

la modificación en el régimen matrimonial será oponible frente a terceros, en general,


desde su inscripción en el RM y su publicación en el BORME
sólo se produce respecto de los acreedores futuros: los que lo fueran con anterioridad a
la publicación en el BORME no experimentarán perjuicio alguno.

Centrándonos en el régimen de responsabilidad por deudas del cónyuge empresario ( arts. 6 a 11


Cco) distinguimos dos situaciones de responsabilidad:

1. Del art. 6 se desprende que del comercio ejercido por un cónyuge sólo responden todos los
bienes privativos del cónyuge comerciante y los que haya adquirido mediante esa actividad
comercial (que revisten la consideración de bienes comunes) sobre los que ostenta, además,
la plena capacidad para enajenados y gravarlos

2. Mediante el consentimiento de ambos cónyuges, si se presta, la responsabilidad por las


resultas .del comercio puede extenderse, además de sobre los bienes privativos del
comerciante y los comunes que haya obtenido del ejercicio de su actividad mercantil, sobre
los siguientes bienes:

sobre los demás bienes comunes o gananciales del matrimonio (art. 6 Cco)
sobre los bienes privativos del cónyuge del comerciante que expresamente lo consienta
(art. 9 Cco.).

Lo anteriormente dicho se resume en lo siguiente: ante los acreedores del cónyuge comerciante
casado sólo responden directamente ex lege los bienes gananciales que éste haya adquirido en la
explotación de su actividad empresarial (art. 6 Cco.), mientras que si el cónyuge ejerce
«profesión, arte u oficio» del cumplimiento de las deudas contraídas por esta actividad
responden todos los bienes gananciales del matrimonio (art. 1.365.2.° CC)

d) Clases del consentimiento:


Como declaración de voluntad que es, el consentimiento del cónyuge -que se estima
indispensable para ampliar la base patrimonial de la responsabilidad del comerciante-, puede
expresarse de varias maneras:

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1. Consentimiento presunto

Se induce de la conducta pasiva del cónyuge del comerciante cuando no se opone al ejercicio
del comercio expresamente. El Código distingue dos modalidades en función de que antes del
matrimonio se ejercitase o no el comercio.

El previsto en el artículo. 7 Cco, no exige actos positivos del cónyuge del comerciante
al establecer: se presumirá otorgado el consentimiento [...] cuando se ejerza el
comercio con conocimiento y sin oposición expresa del cónyuge que deba prestarlo.

El articulo 8 del Cco, estima conferido el consentimiento «cuando al contraer


matrimonio se hallare uno de los cónyuges ejerciendo el comercio y lo continuare sin
oposición del otro».

Asimismo se admite un consentimiento tácito basado en la realización de hechos concluyentes


por el cónyuge del comerciante.

Estos consentimientos no requieren formalidades especiales y producen el efecto de extender la


responsabilidad a todos los bienes gananciales aunque cabe la oposición o la revocación por
parte del cónyuge del empresario en cualquier momento.

2. Consentimiento expreso.

Aquel que se presta mediante:

forma escrita para obligar los bienes propios del cónyuge del comerciante (art. 9 del Cco)
escritura pública inscrita en el Registro Mercantil para las capitulaciones matrimoniales
(art.12 Cco.)

El artículo 11 del Cco. exige que el consentimiento expreso del artículo 9 deba constar, a los
efectos de tercero, en escritura pública inscrita en el Registro Mercantil, para dotarle de la
necesaria publicidad corroborando así el mandato de los artículos 5 y 93.2 RRM, razón por la
que el consentimiento inscrito obligará a los bienes del cónyuge del comerciante frente a los
terceros acreedores.

Por otra parte, en opinión del profesor ILLESCAS, los terceros que logren acreditar la
existencia del consentimiento expreso verán ampliarse el marco patrimonial afecto, aun cuando
no se hubiese producido la elevación de dicho consentimiento a escritura 'pública o su posterior
inscripción en el Registro Mercantil. Esta interpretación concuerda con el aspecto negativo del
principio de publicidad material del Registro Mercantil consagrado en el artículo 4.2 del RRM:
La falta de inscripción no podrá ser invocada por quien esté obligado a procurarla.

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e) Cese del consentimiento

1. Oposición del cónyuge del comerciante.

El Cco. contempla la oposición conyugal al régimen de responsabilidad patrimonial previsto


como excepcional en él, configurándose como una declaración formal que impide el juego de
las presunciones establecidas en los artículos 7 y 8 del Cco. Para que surta efectos frente a
terceros, la oposición debe constar de modo expreso y formal en escritura pública inscrita en el
Registro Mercantil. En caso de que el comerciante no figurase inscrito en el RM, se concede
legitimación excepcional al cónyuge del empresario para solicitar la inscripción de éste, a los
efectos de poder inscribir la referida oposición (art. 88.3 RRM)

2. La revocación del consentimiento.

El cónyuge que ha consentido puede cambiar de opinión revocando el anterior consentimiento.


La revocación del consentimiento expreso o tácito, puede ser formulada por el cónyuge del
empresario en cualquier momento, para salvaguardar sus bienes privativos o los comunes
gananciales no adquiridos como consecuencia del ejercicio de la actividad mercantil.

La revocación deberá constar siempre en escritura pública y ser inscrita en el Registro Mercantil
para que sea oponible a terceros (art, 11 Cco.), pese a lo cual la revocación inscrita no podrá
perjudicar los derechos adquiridos con anterioridad al momento en que sea oponible (art. 11
Cco.)

5. El estatuto jurídico del empresario mercantil

a) La adquisición y pérdida del estatuto de empresario:

La condición de empresario mercantil se adquiere por el ejercicio profesional por sí o por medio
de otro, pero en nombre propio, de una actividad económica mercantil o industrial por lo que en
el caso de los empresarios individuales la adquisición de este status no depende de ningún dato
formal. La inscripción en el RM o la certificación de contribuir o tributar por licencia fiscal, son
medios de prueba que establecen una presunción iuris tantum de mercantilidad sobre un sujeto

En el caso de los empresarios personas jurídicas en función de los casos será necesario
el cumplimiento de determinadas formalidades (escritura pública e inscripción en el
Registro Mercantil), a efectos de adquirir plena capacidad jurídica (así, la SA o la SRL).

En el caso de los empresarios individuales, por el efectivo ejercicio de una actividad


mercantil o industrial, su pérdida dependerá de la cesación en la explotación de estas
actividades económicas:

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Para las personas físicas las circunstancias que determinan la desaparición de tal estatuto son:

1) La muerte de la persona física.


2) La transmisión temporal o definitiva de la empresa

Tratándose de una persona jurídica, la pérdida. de la condición de empresario se produce con su


extinción; disolución seguida de liquidación o cesión global de activo y pasivo en caso de que la
contraprestación fuera recibida total y directamente por los socios, tras la oportuna cancelación
registral.

b) El estatuto jurídico del empresario mercantil.

El empresario mercantil es un sujeto sometido a un especial régimen jurídico distinto del de los
restantes sujetos sometidos al Derecho privado.

La especialidad es económica, porque realiza profesionalmente una actividad mercantil o


industrial determinada y jurídica ya que porque el ordenamiento positivo le atribuye un status
especial que, como todo estatuto jurídico, se integra por especiales o singulares derechos y
obligaciones que lo distinguen de los restantes sujetos jurídico-privados no comerciantes ni
empresarios mercantiles.

La existencia de dicho estatuto jurídico se justifica por la realización en masa una actividad
económica profesional que les hace recurrir frecuentemente al crédito y a la confianza ajenas; y,
finalmente. por el hecho de que los terceros que se relacionan con el empresario para hacer
posible aquella actividad y el crédito ajeno pueden verse seriamente afectados por el resultado
adverso de su explotación.

El estatuto jurídico del comerciante se caracteriza por la imposición de obligaciones


profesionales, que pueden ser generales para todos o especiales para ciertos empresarios (p. ej.:
de seguros y bancarios). Al empresario mercantil, formando parte de su singular status, se le
imponen una serie de obligaciones:

1. La obligación de llevanza de una contabilidad ordenada:

Todo empresario mercantil está obligado a llevar una contabilidad ordenada y adecuada a la
actividad de su empresa, que permita un seguimiento cronológico de sus operaciones
mercantiles o industriales, así como a la elaboración periódica de sus balances e inventarios (art.
25 Cco.) de modo que permita conocer con claridad la imagen fiel de su patrimonio, de su
situación financiera y de los resultados de la empresa (art. 34.2 Cco.). Dicha obligación se exige
en interés propio, de terceros que mantienen relaciones económicas y del propio Estado.

Estos preceptos proceden de la Ley 19/1989, de 25 de julio, de reforma parcial y adaptación de


la legislación mercantil a las Directivas de la CEE en materia de sociedades, supuso una
trascendental modificación del Derecho contable español para adaptado a las exigencias
comunitarias (Directiva 78/600/CEE, de 25 de julio de 1978, sobre las cuentas anuales).

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No obstante, los artículos 34 al 49 del Cco, también fueron reformados y adaptados por la Ley
16/2007 para su armonización internacional con base en la normativa de la Unión Europea que
ajusta los principios y reglas contables españolas con al espíritu de las reglas NIIF (Normas
Internacionales de Información Financiera).

Por su parte, el Código Penal sanciona a los empresarios que incumplen las obligaciones
contables, en los supuestos que enumera: artículos 290 CP (falsedad en cuentas anuales de
sociedades) y 392 CP. (Falsedad en documento mercantil) y, desde un perspectiva tributaria, el
artículo 310 CP que sanciona el llamado delito contable.

La contabilidad de las empresas españolas se rige por el Plan General de Contabilidad (PGC),
aprobado por R.D. 1.514/2007 o en su caso, por el Plan General de Contabilidad de Pequeñas y
Medianas Empresas, aprobado por R.D. 1.515/2007 donde también se incluye a las
microempresas que se benefician de unos criterios específicos, más aligerados. El PGC busca
establecer una serie de reglas a fin de que los empresarios adopten un sistema de cuentas
normalizadas, empleando denominaciones idénticas en la elaboración de las cuentas. Al margen
de ello revisten especial interés las Resoluciones del Instituto de Contabilidad y Auditoría de
Cuentas (ICAC).

a) Enumeración de los libros de contabilidad.

La contabilidad es llevada por los empresarios mercantiles mediante un conjunto de libros que
son comunes y obligatorios para todos los empresarios (libro de inventarios y cuentas anuales y
el Libro Diario de los arts. 25 y 28 Cco.) así como otros libros de carácter voluntario que
estimen conveniente (art. 25 a contario) no siendo preceptiva su presentación en el RM.
Asimismo sólo para determinados empresarios es exigible, la llevanza de libros adicionales
(libros especiales) como puede ser en el caso de las sociedades los libros de actas, de registro de
acciones nominativas y de registro de sociedades:

En el libro Diario se registrarán día a día todas las operaciones relativas a la actividad de
la empresa (art. 28.2 Cco.).
En el libro de inventarios y cuentas anuales, se abre con el balance en el que han de
transcribirse al menos trimestralmente los balances de comprobación (de sumas de
saldos), así como el inventario de cierre de ejercicio y las cuentas anuales (art. 28.1 Cco.).
En los libros de actas (uno o varios) recogerán los acuerdos tomados por las Juntas
generales y por los demás órganos sociales (art. 26.l Cco).
El libro registro de acciones nominativas (en la S.A. y en la comanditaria por acciones) y
el libro registro de socios (en las S.R.L) mencionarán, respectivamente, cada una de las
acciones o participaciones sociales con expresa alusión a la persona física o jurídica que
sea su titular (art. 27.3 Cco.) .

b) Formalidades y requisitos de la llevanza de libros.-

El Cco. se preocupa por que el contenido de los libros contables no sea falseado ni falseable
estableciendo para ello dos mandatos o garantías imperativas:

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Las garantías extrínsecas exigen la legalización de los libro. El artículo 27.1 Cco y 329 y ss.
RRM establecen que los empresarios presentarán los libros que obligatoriamente deban llevar
en el RM del lugar donde tuvieren su domicilio, para que antes de su utilización se ponga en el
primer folio de cada uno diligencia de los que tuviere el libro y, en todas las hojas de cada
libro, el sello del Registro ( RDGRN 16 de febrero de 2000)

Con la legalización se busca impedir que la contabilidad se pueda reconstruir por el empresario
en función de la conveniencia de una situación determinada aumentando con ello la presunción
de legitimidad de los libros. Cada vez con más frecuencia el empresario lleva la contabilidad
mediante procedimientos informáticos u ordenadores y su legalización puede producirse
después de haberse llevado a cabo las anotaciones y asientos en los folios mediante su
encuadernación formando los correspondientes libros (legalización a posteriori que
necesariamente habrá de producirse antes de los cuatro meses siguientes a la fecha del cierre
del ejercicio (art. 27.2 Cco. y 33RRM).

Las garantías intrínsecas o internas de la contabilidad se refieren a que dichos libros deben ser
llevados, cualquiera que sea el procedimiento utilizado con claridad, por orden de fechas, sin
espacios en blanco, interpolaciones, tachaduras ni raspaduras. Deberán salvarse a
continuación, inmediatamente que se adviertan, los errores u omisiones padecidos en las
anotaciones contables (art. 29.1 Cco.)

Se impone además el deber de conservar los libros y toda la documentación relativa al negocio,
debidamente ordenada, durante seis años, a partir del último asiento realizado en los libros,
incluso aunque cese en su condición de tal empresario extendiéndose este deber a los herederos
del empresario o a las liquidadores (art. 30 Cco.)

c) Intereses protegidos por el deber de llevanza de la contabilidad

La contabilidad es un elemento necesario para la organización de la empresa mercantil, porque


mediante ella el empresario individual o social no sólo puede ver la situación de su patrimonio y
la marcha de sus negocios, sino que puede incluso proyectar y programar su actuación y sus
decisiones futuras. Si la contabilidad es veraz, se encuentra bien llevada y es un reflejo fiel del
patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa (art. 34.2 Cco.),
favoreciendo al interés general de la colectividad siendo el Estado uno de los primeros
interesados y entre otros favorece a:

los acreedores del empresario, tanto actuales como potenciales, pues, según cuál sea la
contabilidad reflejada, concederán o no crédito al empresario
los socios del empresario social, pues de ella dependerá la exacta determinación de los
beneficios sociales o de las pérdidas
los trabajadores según sea la situación que ésta refleja, podrán reivindicar mejoras
salariales en el convenio colectivo que discutan o negocien (art. 64 del Estatuto de los
Trabajadores).

La contabilidad de los empresarios es secreta (art. 32.1 Cco.) aunque la adecuada tutela de los
intereses anteriores matiza este carácter por las excepciones legalmente previstas. Los casos en

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que el Código permite solicitar judicialmente el acceso a la contabilidad ajena, son los
siguientes (art. 32 Cco.):

la comunicación o reconocimiento general de la contabilidad en los casos de sucesión


universal, concurso o liquidación de sociedades, expedientes de regulación de empleo, o
en aquellos casos en que los socios o representantes de los trabajadores tengan derecho
de examen directo.

la exhibición (parcial) de los libros y documentos contables cuando el empresario a


quien pertenezcan los libros tenga interés o responsabilidad en el asunto en que
proceda la exhibición

2. La obligación de redactar las cuentas anuales.

El empresario se encuentra con la obligación de redactar las denominadas cuentas anuales


(arts. 34 ss.). No obstante, se establece la posibilidad, a favor de aquellas sociedades que no
sobrepasen determinados umbrales, de redactar unas cuentas abreviadas (arts. 257 y 258 LSC)

a) Documentos que integran las cuentas anuales.

Las cuentas se componen, formando una unidad (art. 34.1 Cco) de:

El balance:

Comprende y enumera el valor de los bienes y derechos que constituyen el activo de la empresa
y con la separación de la enumeración y el valor de las obligaciones que forman el pasivo de la
misma especificando el patrimonio neto de la empresa (arts. 35.1 y 36.1 Cco.). Permite conocer
la situación patrimonial de la sociedad en cada momento y han de figurar dichas estructuras de
acuerdo a los modelos aprobados reglamentariamente y contenidos en el PGC.

Junto a estos balances ordinarios o de ejercicio se encuentran otros especiales, que se redactan
en ocasiones determinadas y siguiendo unos principios en cierta forma distintos (balance final
de, liquidación además de los balance abreviado).

La cuenta de pérdidas y ganancias:

Comprende, con la debida separación, los ingresos y los gastos del ejercicio y el resultado de
dicho ejercicio, distinguiendo expresamente los resultados de explotación de la empresa de los
extraordinarios que no provengan de tal explotación (art. 35.2 Cco.). Muestra la imagen
patrimonial de la empresa en un momento dado indicando el empleo de los recursos y cuáles
han sido las causas de la existencia de beneficios o pérdidas
También se permite que determinadas sociedades puedan formular cuenta de pérdidas y
ganancias abreviada de forma que todas aquellas sociedades que puedan formular balance
abreviado podrán formular cuenta de pérdidas y ganancias abreviada; pero no a la inversa, no
todas las sociedades que pueden formular pérdidas y ganancias abreviadas, pueden hacer lo
propio con el balance abreviado.

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Se trata, por un lado, de los ingresos, incrementos en el patrimonio neto en forma de entradas o
aumentos en el valor de los activos o de disminución de los pasivos, siempre que tengan su
origen en aportaciones de los socios; y, por otro lado, los gastos, los decrementos en el
patrimonio neto en forma de salidas o disminuciones en el valor de los activos o de
reconocimiento o aumento de los pasivos, siempre que no tengan su origen en distribuciones a
los socios. Como regla general, los ingresos y gastos del ejercicio se imputarán al resultado
salvo cuando proceda su imputación directa al patrimonio neto (art. 36.2 Cco.)

El estado de cambios en el patrimonio neto (ECPN) :

Es obligatorio para todas las empresas, y comprende, de una parte, los ingresos y gastos
generados por la actividad de la empresa; y, de otra, los cambios en el patrimonio neto
derivados de las transacciones realizadas con los socios de la empresa o de los cambios en
criterios contables correcciones de errores y otros ajustes (art. 35.3 Cco.). Los empresarios que
puedan formular balance abreviado podrán igualmente formular ECPN abreviado

El estado de flujos de efectivo (EFE):

Tan sólo debe formularse por aquellas empresas que no puedan formular balance y ECPN
abreviados (art. 175.4 LSA). Pone de manifiesto los cobros y los pagos realizados por la
empresa para informar de los movimientos de efectivo (art. 35.4 Cco.).

La memoria:

Es básicamente explicativa: sirve para facilitar una serie de datos o criterios que ayuden a
interpretar correctamente los datos esencialmente numéricos contenidos en el balance y en la
cuenta de pérdidas y ganancias que completará y ampliará la información en dichos documentos
(art. 35.5 Cco. y art. 259 LSC). Su importancia es cualitativamente menor ya que se trata de un
documento accesorio, aunque necesario en todo caso. De esta forma, las sociedades que puedan
presentar balance y ECPN abreviados, podrán omitir en la memoria determinadas indicaciones:
cfr. arto 261 LSC).

b) Redacción de las cuentas anuales.

Las cuentas anuales habrán de redactarse por el empresario (deben venir firmadas por el
empresario persona física o por todos los administradores si se trata de una sociedad de capital
37 Cco.). Habrán de redactarse con claridad y tendrán que mostrar la imagen fiel del
patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa (art. 34.2 Cco.)

Los criterios valoración a emplear en la redacción de las cuentas anuales no son libres. Para
garantizar que las cuentas de los distintos empresarios sean homogéneas y puedan, por tanto
compararse, es necesario que los criterios o principios utilizados sean los mismos por todos y
así lo establece el art. 38.1 Cco. al declarar que la valoración de los elementos integrantes de
las distintas partidas que figuren en las cuentas anuales deberá realizarse conforme a los
principios de contabilidad generalmente aceptados (los denominados GAAP). Se
trata de una materia sometida a profundos cambios existiendo una tendencia a unificar los
GAAP y las llamadas Normas Internacionales de Contabilidad (NIC) o NIC-NIIF (Normas

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Internacionales de Información Financiera) son elaboradas por el Consejo de las Normas


Internacionales de Contabilidad (IASB)

De hecho, los últimos textos legales comunitarios caminan en esa línea de generalización de las
NIC-NIIF. Es el caso de la Directiva 2001165 o del Reglamento 1606/2002, del Parlamento
Europeo y del Consejo relativo a la aplicación de las normas internacionales de contabilidad,
que daría lugar al Reglamento 1725/2003, de la Comisión. La reforma se inicia por las
sociedades cotizadas. En España, la Ley 62/2003, de medidas fiscales, administrativas y del
orden social, incorporó dicha normativa, introduciendo la obligatoriedad de la aplicación de las
NIIF en la redacción de las cuentas anuales consolidadas (conforme al art. 42 Cco.) siempre que
alguna de las sociedades del grupo haya emitido acciones admitidas a cotización en algún
Estado de la UE.

Entre los principios contables del art. 38 Cco. merecen ser destacados, por su importancia:

empresa en funcionamiento
la interdicción de variar los criterio de valoración de un ejercicio a otro
el principio de prudencia valorativa que obliga a recoger en el balance sólo los
beneficios realizados en la fecha de cierre del ejercicio, en tanto que han de tenerse en
cuenta todos los riesgos con origen en el ejercicio o en otro anterior.
el principio de la no compensación de partidas del activo y del pasivo, ni de gastos e
ingresos
valoración de los elementos integrantes en las cuentas en la moneda funcional sin
perjuicio de su presentación en euros
el .principio de precio de adquisición o de producción (precio histórico).

.
El principio de coste histórico el que sufre más matizaciones, pues junto al mismo se contempla
el criterio del valor razonable debiendo calcularse el mismo con referencia a un valor de
mercado fiable, siempre que el mismo exista. La aplicación del criterio del valor razonable se
limita a ciertos instrumentos financieros aunque no se cierra posibilidad de extender
reglamentariamente la obligación de valorar por su precio razonable otros elementos
patrimoniales distintos de los instrumentos financieros (art. 38 y 38 bis Cco.). Las variaciones
de valor por la aplicación del criterio del valor razonable se imputarán al resultado del ejercicio
(a PYG) aunque en ocasiones deberán incluirse directamente en el patrimonio neto, en una
partida de ajuste por valor razonable.

En lo relativo al fondo de comercio la nueva regulación expresamente indica que el fondo de


comercio no e amortiza (arto 39 Cco.), sin perjuicio de que deban efectuarse las oportunas
correcciones de valor.

Las cuentas anuales deben ser firmadas, según se dijo, por el propio empresario individual, por
los socios que ostenten responsabilidad ilimitada o por todos los administradores en las
sociedades anónimas o de responsabilidad limitada (art. 37 Cco.) por lo que se imputa como
responsables a los firmantes por el solo hecho de la firma, con independencia de que
materialmente las cuentas hayan sido redactadas por ellos o no ya que firmándolas, asumen su

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contenido y, con ello, las posibles inexactitudes. Se entiende por administradores que deben
firma estas cuentas todos aquellos que conserven su cargo vigente en el momento de la
formulación.

c) Verificación y depósito de las cuentas.-

Al establecer la intervención sobre las cuentas anuales por parte de los auditores, tiende a dotar
de la máxima transparencia a la información económico-contable de la empresa. La actividad de
auditoría puede ejercerse por aquella persona, física o jurídica, que, reuniendo una serie de
requisitos de capacitación, se encuentre inscrita en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas
del ICAC (arts. 6 y 7 Ley 19/1988), y la principal nota que caracteriza a su actuación es la
independencia respecto de la empresa auditada.

El objetivo de la auditoría es determinar si las cuentas anuales expresan la imagen fiel del
patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa, para lo cual el auditor
emite un informe (art. 2 Ley 19/1988). De este informe, lo básico es, sin duda alguna:
la opinión que puede ser favorable (informe limpio)
puede dar lugar a un informe favorable pero con salvedades o desfavorable o informe
con reservas, al entender el auditor que las cuentas no reflejan la imagen fiel
la opinión denegada, en aquellos casos en que el auditor se abstiene de emitir una
opinión, sea por existir limitaciones al alcance de la auditoría, sea por existir
incertidumbres muy significativas.
.
No todas las cuentas anuales han de ser objeto de auditoría. La Ley establece una obligación de
auditar en determinados casos como pueden ser las sociedades cuyos títulos coticen en un
mercado secundario oficial (una sociedad anónima bursátil); o las sociedades de seguros; así
como, en general, las sociedades de capitales que deban presentar balance ordinario (art. 263
LSC). No cabe olvidar que el Juzgado puede acordar el sometimiento a auditoría de las cuentas
anuales de cualquier empresario, cuando acoja la petición fundada de quien acredite un interés
legítimo (art. 40.1 Cco.). Además, en las sociedades de capital que escapan a la obligación legal
de auditar pueden solicitar del Registrador Mercantil que nombre un auditor para revisar las
cuentas anuales de determinado ejercicio.

Una vez elaboradas y adoptadas las cuentas anuales, los empresarios sociales se encuentran
obligados a depositar dichas cuentas así como el informe de gestión y, en su caso, el informe de
los auditores, en el Registro Mercantil.

El incumplimiento del deber de depositar las cuentas lleva aparejado importantes consecuencias.
Así, tiene lugar un auténtico «cierre registral», de forma que no puede inscribirse en el Registro
Mercantil, en tanto persista el incumplimiento, documento o título alguno referido a dicha
sociedad, si se exceptúa algún supuesto, como es el cese de administradores (art. 282 LSC). De
otra parte, el incumplimiento dará lugar a la imposición a la sociedad de una multa por parte del
Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC).

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3. La publicidad registral

La extraordinaria importancia de la actividad empresarial exige rodearla de una cumplida


publicidad. El artículo 24 del Cco. exige que los empresarios hagan constar en su
documentación y correspondencia mercantiles los datos identificadores de su inscripción en el
RM. Para ello, existen diversos medios de publicidad, siendo varios los registros abiertos a los
empresarios y al conocimiento de los terceros. Sin embargo, el instrumento de la publicidad más
importante es el RM, regulado en el Cco. (arts. 16 a 24), y en el RRM. El mismo tiene por
objeto la inscripción de los empresarios mercantiles, individuales y colectivos, y los actos y
negocios que la Ley expresa, así como la legalización de sus libros, el depósito y publicidad de
sus documentos contables y cualesquiera otras funciones que les atribuyan las leyes (art. 16
Cco.)

Junto al Registro Mercantil, deben también mencionarse otros medios de publicidad


directamente relacionados con dicha institución, como es el Registro Mercantil Central, situado
en Madrid y que tiene carácter puramente informativo (art. 17.3) y el Boletín Oficial del
Registro Mercantil (BORME), en el que se publicarán los actos sujetos a inscripción (arts. 18.3
y 21.1).

6. La responsabilidad del empresario: frente a consumidores y frente a


no consumidores

a) El principio general:

El empresario mercantil (a excepción del régimen especial del naviero) responde, como
cualquier persona, del cumplimiento de sus obligaciones con todos sus bienes presentes y
futuros (art. 1.911 C.c.). Es importante destacar que este régimen se aplica a cualquier
empresario, sea persona física o jurídica no existiendo una distinción entre lo que podría ser un
«patrimonio mercantil» y un patrimonio «familiar». No obstante, lo anterior debe matizarse
porque desde 1995 se admite que una persona física pueda constituir una sociedad de capitales
(SA o SRL) unipersonal, salvando con ello, de facto, su patrimonio personal.

Esta responsabilidad del empresario puede tener un doble origen. De una parte, incurre en
responsabilidad por el fiel e íntegro cumplimiento de sus contratos (responsabilidad
contractual), a menos que frente a la parte con la que contrató demuestre que su incumplimiento
se debió a caso fortuito o a fuerza mayor (art. 1.105 CC.). De otra parte, y frente a los terceros
con los que no estipuló contrato alguno no ligándole ninguna relación contractual, responderá el
empresario si el tercero demuestra que el daño sufrido proviene de una acción u omisión del
empresario, interviniendo culpa o negligencia (responsabilidad extracontractual del art. 1902
CC.)

Es igualmente tradicional afirmar que el empresario responde por lo realizado por sus
empleados en el desempeño de sus funciones, tanto en el ámbito contractual como
extracontractual (art. 1.903.4 CC.). Esta norma de imputación de responsabilidad que reviste
una vigencia práctica enorme, dada la frecuencia con la que los daños vendrán causados por los
empleados de los que se sirve el empresario.

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b) Tendencia a la objetivación:

Modernamente se afirma que el empresario debe responder incluso objetivamente ante sus
contratantes y aun frente a terceros, aunque no concurran las circunstancias anteriormente
expuestas, porque la simple explotación de su actividad económica con ánimo lucrativo crea un
estado de riesgo del que debe responder el empresario, aun cuando no concurra ni su culpa ni su
negligencia, ni le sea imputable el daño causado según las reglas del Derecho de
responsabilidad clásico.

Ejemplos sería la obligación de reparar los daños causados por los accidentes de la navegación
aérea que soporta la compañía aérea, aunque el accidente se deba a fuerza mayor o la
responsabilidad objetiva prevista para el empresario fabricante y/o vendedor por los daños
causados por productos defectuosos frente a los consumidores finales (exista o no relación
contractual entre demandante y demandado.

En la actualidad, ha de estarse a lo dispuesto en los artículos 128 y siguientes del RDL 1/2007,
de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa
de los Consumidores y Usuarios. Dicha norma, recogiendo lo que establecía la Ley 22/1994, de
responsabilidad civil por los daños causados por productos defectuosos, decreta la
responsabilidad, no sólo del fabricante, sino también del importador y, en su caso,
suministrador, por los productos defectuosos por ellos fabricados y/o distribuidos. El sistema se
articula sobre la base de un principio general responsabilizatorio (art. 138 RDL 1/2007), aunque
ha de completarse con una serie de causas de exoneración (las previstas en el art. 140 RDL
1/2007). En todo caso, interesa destacar que no se contempla la culpa (o ausencia de culpa)
como causas de imputación o exoneración de responsabilidad, de modo que resulta patente la
consagración del carácter objetivo de la responsabilidad. Al margen de ello, la norma protege a
los perjudicados por el producto defectuoso, con independencia de que revistan o no la
condición de consumidor en sentido estricto. Junto a la objetivación en la imputación de
responsabilidad, y como contrapunto, destaca la limitación cuantitativa global de la
responsabilidad por lesiones o muertes causadas por defectos idénticos, que no podrá superar la
cifra de 63.106.270,96 euros (diez mil quinientos millones de pesetas) (art. 141 RDL 1/2007).

7. La limitación de la responsabilidad del empresario

Tendencia a la limitación de responsabilidad

Es cada vez más frecuente encontrarse con sectores en los que la responsabilidad del empresario
se limita. En realidad, en muchos casos, lo que se limita es propiamente la cuantía o quantum de
la indemnización a satisfacer por el empresario deudor. En el ámbito de la responsabilidad
contractual del transportista (terrestre, marítimo, aéreo) existe una consolidada tradición de
limitar cuantitativamente la deuda de responsabilidad. Las razones son diversas en un caso y en
otro, pero lo que resulta claro es que en ambos casos se facilita la posibilidad de asegurar los
riesgos por el empresario (vía seguro de responsabilidad civil) y con ello, se permite transformar
los riesgos en meros costes asegurativos.

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En otras ocasiones se emplea la expresión limitación de responsabilidad en un sentido distinto,


para hacer referencia al deseo del empresario individual de salvaguardar en cierta medida su
patrimonio personal o privado. No obstante en la actualidad, y a raíz de la Ley 2/1995, de 23 de
marzo, de sociedades de responsabilidad limitada (que incorpora la 12ª Directiva del Consejo de
la CEE de 21 de diciembre de 1989 en materia de Derecho de sociedades) no existen
inconvenientes para la constitución de una sociedad anónima o una sociedad de responsabilidad
limitada por un único socio extendiendo a los empresarios personas físicas la posibilidad de
limitar su responsabilidad, sin tener que recurrir fraudes de Ley, simulaciones y utilizaciones
indirectas de sociedades que sólo formalmente eran pluripersonales.

8. La representación en el Derecho mercantil: los auxiliares y


colaboradores del empresario
a) Introducción:

La complejidad, la intensidad y la masificación del moderno tráfico económico, son


circunstancias que obligan a los empresarios mercantiles (individuales o sociales) a solicitar la
colaboración de un gran número de personas que, directa o indirectamente, les auxilien en la
explotación de su empresa y en la prestación de su actividad de mediación o de producción en el
mercado pudiendo ser de muy variada naturaleza y condición y objeto.

Con el empresario mercantil colaboran o le auxilian, desde sus empleados, técnicos, factores y
gerentes, hasta sus asesores jurídicos, económicos o financieros, pasando por los financiadores,
aseguradores y suministradores y, en definitiva, todos los que hacen posible la explotación de su
actividad económica. Puede decirse que son colaboradores que ayudan al empresario a producir
sus bienes, mientras que otros le ayudan a introducirlos en el mercado, promoviendo su relación
con los clientes y su contratación con ellos. Los primeros le auxilian en la actividad interna de la
empresa, mientras que los segundos lo hacen sobre su actividad externa o de relación con el
mercado y pueden ostentar alguna forma de representación.

Estas formas de colaboración pueden clasificarse según varios criterios fundamentales:


Permanencia o, por el contrario, al carácter esporádico: esporádicos o permanentes
pueden ser los servicios de un representante, tanto la colaboración técnica como la
estrictamente mercantil.
Contenido mercantil O no de la colaboración. No lo es la de los trabajadores, técnicos o
asesores del empresario mientras que participa de aquel carácter la de sus representantes
generales o singulares y la de sus agentes.
Prestación dentro de su empresa o desde fuera de ella: según ésta se preste al
empresario por personas sometidas a él por un régimen de dependencia y subordinación
jerárquica, o por personas en las que no concurran tales notas.

El conjunto de estos criterios dibujan dos grandes grupos de auxiliares o colaboradores del
empresario mercantil:
En el primero están los auxiliares dependientes del empresario
En el segundo grupo se encuentran los auxiliares independientes

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b) Los colaboradores dependientes del empresario:

Los auxiliares que le prestan su colaboración de modo permanente, desde dentro de su propia
empresa u organización y, por ende, en régimen de subordinación o dependencia
configurándose como verdaderos auxiliares en sentido jurídico estricto contemplados en el
Código de comercio en forma anacrónica como factores o gerentes, apoderados singulares y
mancebos, aunque en forma anacrónica. Estos auxiliares pueden ser de varias clases, según la
amplitud e importancia de sus funciones y, por ende, la naturaleza y el contenido de sus
relaciones con el empresario. Debemos estudiar los siguientes tipos:

1. El gerente o factor mercantil (apoderado general).-

Es el principal colaborador mercantil del empresario, que con carácter de apoderado general
(arts. 281 y ss.) ha sido nombrado por el empresario para dirigir un establecimiento. En la
práctica de los negocios se le conoce como gerente, director general o similares. Lo decisivo es
el ámbito de facultades que tenga conferidas, que han de ser suficientes para administrar, dirigir
y contratar sobre todo lo que constituye o forma parte del normal u ordinario giro y tráfico de su
empresa. Nada impide por otro lado, que el empresario confiera al factor poderes más amplios
que los indispensables para explotar el giro o tráfico de la empresa (arts. 283 y 286 del Cco.).
Ej: que se le apoderase para comprar y vender inmuebles, para enajenar el establecimiento,

En las relaciones entre el empresario mercantil y el gerente debemos distinguir dos sustratos
diferentes aunque íntimamente ligados entre sí:

El primero afecta a la naturaleza jurídica del contrato que les vincula. Aunque el Código de
comercio habla equívocamente de mandato mercantil se trata realmente de un contrato
oneroso de arrendamiento de servicios. De forma más concreta, hoy hay que entender que
se trata de un contrato de trabajo ordinario o, como será lo más común relación laboral de
carácter especial

El segundo sustrato se refiere al carácter de representante del empresario que caracteriza al


apoderado general o gerente (art. 283 Cco.), que significa que ha de contratar en nombre de
éste (contemplatio domini directa) (art. 284), de modo que, cuando actúe de esa forma el
factor (gerente), los resultados prósperos o adversos de sus actos y contratos realizados en
nombre del empresario recaerán sobre éste, debiendo asumir las correspondientes
obligaciones contraídas por el gerente frente a terceros y soportar las reclamaciones
formuladas por dichos terceros (art. 285 Cco.). Si hubiese contratado el factor en nombre
propio, aunque lo hiciera por cuenta del principal, quedará directamente obligado con el
tercero (art. 287 Cco.), salvo en el caso del factor notorio, aquel que notoriamente
pertenezca a una empresa o sociedad conocidas, pero que no cuente con un poder inscrito
en el Registro Mercantil. El propio Código de comercio declara vinculado al empresario
aunque el factor notorio no hubiera expresado que actuaba en nombre del principal, siempre
que se trate de contratos comprendidos en el giro y tráfico del establecimiento (art. 286
Cco.).

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Su nombramiento y el otorgamiento de los correspondientes poderes generales puede realizarse


de una doble manera:

en forma escrita, mediante escritura pública que será inscrita en el RM en los casos en
que, por estar previamente inscrito el empresario, puedan tener acceso al Registro
documentos relativos al mismo (arts. 22. l Cco. y 87.2 y 94.5 RRM)

en forma tácita, que permita presumir a los terceros que lo ven actuar como tal, que lo
realizado por el factor notorio aun en su propio nombre lo ha sido por cuenta y en
nombre del empresario principal, pudiendo dirigirse a éste para exigir su cumplimiento.
En este caso del factor notorio, y precisamente por una elemental cuestión de
protección de los terceros y de la apariencia, no es posible alegar la eventual existencia
de limitaciones al poder de representación (art. 286 C. de c.).

En cuanto a los requisitos y deberes del factor, se exige:

La capacidad necesaria para actuar como comerciante, aunque lo haga por cuenta ajena,
dado que sustituye al empresario. (art. 282 Cco.)

soporta una especial prohibición de competencia en beneficio de su principal: menos que


expresamente lo hayan pactado en contrario, el gerente no podrá realizar para sí ni para
otro actividades económicas del mismo género que las que deba realizar por cuenta e
interés de aquél y si, a pesar de la prohibición, las realizase, los beneficios que obtenga
serán para el empresario principal y las pérdidas serán soportadas por él (art. 288 Cco.).

Sus poderes no se extinguen simplemente por la muerte de su poderdante, sino que


subsistirán hasta que sean expresamente revocados (art. 290 Cco.).

En el plano de las relaciones principal-factor, en el caso de estar el poder inscrito en el RM la


revocación obligará al gerente a no actuar en nombre de su principal desde que sea conocida por
él dicha circunstancia, pero frente a terceros, si el ex-factor continúa actuando, la eficacia de la
revocación se entenderá desde la inscripción de dicha revocación en el RM (arts. 291.2 en
relación art. 22 Cco.)

En el caso de un factor simplemente notorio, es decir no inscrito, ha de entenderse que la


eficacia de la revocación del poder frente a terceros se entenderá mediante la notificación de la
evocación a los clientes de la empresa manera individualizada, mediante cartas o circulares, o
bien general, mediante anuncios.

No deben confundirse los factores o gerentes con los administradores de las sociedades
mercantiles miembros del órgano de administración ostentando la llamada representación
orgánica de la sociedad

2. Los apoderados singulares.-

Los apoderados singulares sólo están facultados para realizar alguna o algunas gestiones
propias del tráfico ordinario de la empresa (figura del jefe de compras o de ventas) siendo el

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ámbito de su poder lo que esencialmente les diferencia. Desempeñan sus funciones también de
forma permanente en nombre y por cuenta del empresario que los nombró o encomendó el
encargo y en virtud de un poder que se les otorga por pacto escrito o verbal, sometido a la
publicidad referida en el art. 292 Cco: comunicándolo a los particulares por avisos públicos o
por medio de circulares a los corresponsales del empresario).

En principio estos poderes singulares no tienen acceso al RM o, al menos, no son objeto de


inscripción obligatoria (ex arto 22 Cco)

Sus poderes o facultades, dentro del giro o tráfico de la empresa a la que sirven, pueden ser más
o menos amplios, según las concretas funciones que les sean encomendadas. Aunque su
tipología concreta depende de la naturaleza de la actividad explotada por la empresa en la que
prestan sus servicios, podemos distinguir varias figuras:

¾ Dependientes de comercio.
El Código les denomina mancebos por ser dependientes autorizados para vender al por menor
en un almacén público, o al por mayor, en el mismo. Están autorizados para vender en nombre
del principal, así como para cobrar en su nombre y expedir los correspondientes recibos pero no
podrá vender al fiado (a crédito), cobrar fuera del almacén al que sirvan, ni cobrar los plazos de
ventas hechas a crédito (art. 294). Mancebos son también los encargados de recibir mercancías
en almacén (art. 295).

Se trata de representantes del empresario con escasas y muy limitadas facultades representativas
ligados al empresario principal por un contrato de trabajo de carácter ordinario. Su poder se
manifiesta de forma externa por la posición y las funciones que desempeñan dentro de la propia
empresa

¾ Los representantes de comercio.

Los empresarios mercantiles se ven obligados a extender su actividad económica dentro y fuera
de la propia plaza, utilizando servicios de personas que fomenten la captación de clientes. Esta
actividad de fomento suele y puede realizarse mediante auxiliares o colaboradores
genéricamente denominados comerciales que se ejercita por medio de dos figuras:

™ los agentes comerciales, que son verdaderos empresarios (personas físicas o jurídicas)
auxiliares e independientes que suelen prestar sus servicios a varios empresarios sin estar
ligados a ninguno de ellos por un contrato de trabajo.

™ los viajantes o representan/es de comercio, que son auxiliares dependientes del empresario,
al que están ligados por relación laboral especial (R.D. 1.438/1985) Su función depende del
contrato, pero suele consistir en visitar clientes fuera de la empresa; fomentar sus ofertas,
recoger sus pedidos para trasladados al empresario al que auxilian. En pocas ocasiones,
poseen poderes para concertar contratos en firme en nombre de su principal, o salvo
aprobación posterior de éste. Sus facultades, e incluso su forma de retribución, suelen ser
variados y dependen, frecuentemente, del ramo mercantil o de la naturaleza de la actividad
que desarrollan aunque su retribución contiene un importante componente variable, en
función de los resultados (comisión).

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c) Colaboradores independientes del empresario

Constituyen una categoría de sujetos que, sin pertenecer a una empresa mercantil y desde, fuera
de ella, sin subordinación ni dependencia jerárquica del empresario, colaboran con él para
fomentar su actividad externa de relación con la clientela. Son, pues, verdaderos empresarios
mercantiles, cuya actividad consiste, precisamente, en poner su organización y sus servicios a
disposición del empresario representado. Ambos empresarios están ligados un contrato de
agencia; de comisión o de corretaje.

1. Los agentes comerciales


Son aquellas personas que se obligan de manera estable a promover actos u operaciones de
comercio (compraventa) por cuenta ajena, o a promover y concluir dichos actos por cuenta y en
nombre residiendo en el dato de la «independencia» la característica que permite diferenciar al
agente del representante de comercio (art. 2 Ley 12/1992).
Su misión consiste, en función del contrato, bien en captar clientes para que el empresario
contrate directamente con ellos, bien en buscar clientes para contratar con ellos en nombre del
empresario representado, en virtud del poder de representación que a tal efecto le haya sido en
su caso concedido.
Su actividad es normalmente retribuida según el número, la cuantía o el valor delos contratos
que promueven o concluyen (comisión), si bien la ley admite la remuneración mediante
cantidad fija (art.11).
En fin, el empresario puede igualmente, en el desarrollo de su actividad, servirse de
comisionistas y corredores. No se trata de auxiliares específicos del empresario, sino que
dichos intermediarios prestan sus servicios tanto al empresario como a particulares. Se trata de
colaboradores independientes que prestan sus servicios de modo esporádico y no de forma
estable ni duradera. Su figura y su relación jurídica se desprenden del contrato que les liga al
empresario representado. Son también empresarios mercantiles, cuya actividad consiste
precisamente en la prestación de sus servicios profesionales.

2. Los agentes mediadores colegiados.-

Desde antiguo se conformaron una serie de profesionales con funciones de mediador o


comisionista a la que se añadió la de fedatario público para dotar de autenticidad a los
documentos o contratos mercantiles en los que intervenían, siempre que para ello estuvieran
adscritos a una corporación o Colegio público y ello básicamente a efectos de obtener una
prueba dotada de especial eficacia. Esta situación se reflejó en nuestro Código de comercio. que
recogía la existencia de tres figuras: agentes de cambio y Bolsa, corredores colegiados de
comercio y corredores intérpretes de buques (arts. 88 ss.). No obstante, los preceptos del Código
de comercio que hacen referencia a estas figuras han de considerarse derogados, por diversas
razones.

™ En el caso de los agentes de cambio y Bolsa, porque la Ley 24/1988,del Mercado de


valores los convirtió en cuerpo a extinguir, privándoles de su condición de fedatarios
mercantiles.

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™ Por lo que se refiere a los corredores intérpretes de buques, pese a la referencia expresa
que sigue conteniendo el Código de comercio en sus artículos 112 a 115, se trata de una
figura que ha dejado de existir, siendo sus funciones asumidas por los consignatarios de
buque y los intérpretes oficiales de lenguas.

™ El caso de los Corredores colegiados de comercio es distinto. Hasta no hace demasiado


tiempo vinieron ejerciendo una importante labor como fedatarios públicos mercantiles
en las transacciones mercantiles para las que era requerida su intervención
compartiendo la dación de fe pública mercantil con los notarios, sin perjuicio de que en
algunos casos la Ley exigiese de manera expresa que determinados actos o hechos
constasen necesariamente en escritura pública otorgada ante notario. Con todo, la Ley
55/1999, de 29 de diciembre, de Medidas fiscales, administrativas y del orden social,
procede a integrar en un Cuerpo único de Notarios a los notarios y a los corredores de
comercio pasando a depender del Ministerio de Justicia. Se produce de esta forma una
fusión de los cuerpos, incorporándose los Corredores en la estructura corporativa de los
Notarios por lo que desaparece la tradicional dualidad en materia de dación de fe
pública, pasando a ejercer los miembros del actual Cuerpo Único de Notarios las
funciones que hasta entonces realizaban por separado Notarios y Corredores.

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TEMA 3: RÉGIMEN JURIDICO DE LA CONTABILIDAD Y EL REGISTRO MERCANTIL:

1. Función, intereses protegidos y naturaleza de la regulación contable

Además de las fuentes legales, está el importantísimo PGC, Plan general contabilidad de
pequeñas y medianas empresas y las resoluciones del Instituto de Contabilidad y Auditoría de
Cuentas. (Orden jerárquico) Este sistema de fuentes merece una valoración crítica porque hay
muy pocas normas legales que se ocupan de la contabilidad, apenas 27 artículos y hay excesiva
potestad reglamentaria. El derecho alemán tiene como 194 artículos sin embargo con rango de
ley. Es un derecho muy de potestad reglamentaria.

Contabilidad formal --> que libros hay que llevar, como han de llevarse los libros,..

Contabilidad material Æ que se puede llevar al balance, como hay que llevarlo, valor
probatorio de los asientos que se ponen en un balance…

La existencia del estatuto jurídico del empresario mercantil se justifica fundamentalmente por
el hecho de que este realiza en masa una actividad económica profesional. La explotación de
esta actividades hace recurrir al crédito y confianza ajenas, y los terceros asimismo pueden
verse muy afectados por el resultado adverso de la explotación del empresario. Por tanto el
estatuto jurídico del empresario se caracteriza por la imposición de obligaciones profesionales.

a) Obligación de llevanza de una contabilidad ordenada: el empresario está obligado a


ello para hacer un seguimiento cronológico de sus operaciones, así como está
obligado a la elaboración periódica de balances e inventarios (art 25 Cde C). esto
permite conocer con claridad la imagen fiel de su patrimonio, de su situación
financiera y de los resultados de la empresa (art 34.2 Cde C). esta obligación se exige
en interés propio, en el de los terceros (con relaciones económicas con el empresario)
y además en el del propio Estado, interesado en conocer la verdadera situación de la
empresa.
2. Evolución del derecho contable español y europeo.

Todo el DC patrio está en el código de comercio y la ley de sociedades de capital, ambas lo que
han hecho es transponer las directivas comunitarias en materia de contabilidad, copiar los
reglamentos comunitarios en materia contable y a su vez la legislación comunitaria en materia
de contabilidad esta poderosísimamente influida por las normas internacionales de
contabilidad (las NIC)

El Cde C impone a todo empresario la obligación de llevar una contabilidad ordenada. Estos
preceptos proceden de una ley que ha sido reformada y adaptada a las directivas de la CEE. De
esta forma tuvo lugar una modificación importante del derecho contable español para
adaptarlo a las exigencias comunitarias. Concretamente los artículos 34 al 49 han sido
reformados para adaptarlos a la normativa mercantil de la UE. Algunas obligaciones tienen
carácter penal (falsedad cuentas anuales o documentos mercantiles, delito contable).

La contabilidad de las empresas españolas se rige por el plan general de contabilidad (PGC) o
en su caso, por el Plan General de Contabilidad de PYMES (para aquellas empresas que pueden
formular balance y estado de cambios en el patrimonio neto abreviados).

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El PGC establece una serie de reglas para que los empresarios adopten un sistema de cuentas
normalizadas, empleando por ejemplo denominaciones idénticas en la elaboración de cuentas.
La normativa contable ha sido cambiada a partir de la aprobación de la ley de reforma de
adaptación de la legislación mercantil en materia contable para su armonización internacional
con base en la normativa de la UE. Esta ley trata de ajustar los principios y reglas contables de
las empresas españolas a las normas internacionales de información financiera (NIIF).

3. La llevanza de los libros de contabilidad.

Es muy importante el valor probatorio que tienen los libros de contabilidad de los empresarios
y en este sentido, los libros de contabilidad tienen un valor importantísimo de prueba ante los
tribunales. Es verdad que constituyen un medio de prueba más y por lo tanto sometido a los
criterios de valoración general de la prueba. En este orden una anotación contable puede ser
prueba del nacimiento de un crédito o la existencia de una deuda. De hecho en la litigación
con una empresa cuando se trata de probar las ventas que se han realizado de un producto a
la hora de calcular la indemnización por daños del mismo es muy frecuente que se pida la
facilitación de dichos libros.

Los empresarios llevan la contabilidad por medio de libros. Unos son comunes y obligatorios
(libro de inventarios y cuentas anuales (LICA) y libro diario). En algunos casos la ley exige solo a
determinados empresarios la llevanza de libros adicionales (libros especiales: libros de actos,
libro de registro de acciones nominativas y libro registro de socios, exigido a las sociedades.)

En el libro diario se registran día a día todas las operaciones relativas a la actividad de la
empresa (art 28.2 Cde C). En el libro de inventario y cuentas anuales, que se abre con el
balance inicial de la empresa, han de transcribirse al menos trimestralmente los balances de
comprobación (o de sumas de saldos), y el Inventario de cierre de ejercicio y las cuentas
anuales 28.1 C de C. Por otro lado los empresarios, además de estos libros, deben llevar otros
libros propios. El libro o libros de actas recoge junta o separadamente, todos los acuerdos
tomados por las juntas generales y órganos sociales (ejemplo por el consejo de
administración), mencionando los datos exigidos por la ley art 26.1 C de C. El libro registro de
acciones nominativas (en la SA y la Sociedad Comanditaria por Acciones) y el libro registro de
socios (SRL) mencionarán, respectivamente, las acciones o participaciones sociales con alusión
a la persona física o jurídica titular, con expresión de las circunstancias exigidas por la ley.

Formalidades y requisitos de la llevanza de libros: el Cde C se ocupa de que los libros


contables no sean fácilmente falseados. Para ello establece dos garantías:

- Garantías extrínsecas: los empresarios presentaran los libros que obligatoriamente


deben llevar en el RM del lugar donde tuvieren su domicilio (legalización a priori) (art
27.1 Cde C). la legalización incluye los libros de actas, el libro registro de acciones
nominativas y de socios (art 27.3 Cde C). los libros de llevanza voluntaria no necesitan
ser presentados al efecto descrito en el RM. Con la legalización se busca impedir que la
contabilidad se pueda reconstruir por el empresario según su conveniencia. El
empresario en sus libros suele realizar las anotaciones por medios informáticos y no
manualmente. La legalización en estos casos puede producirse después de haber
realizado las anotaciones y asientos oportunos en los folios, y después de la

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encuadernación de estos (legalización a posteriori). Esta debe realizarse antes de que


transcurran 4 meses siguientes a la fecha de cierre del ejercicio (artículo 27.2).
- Garantías intrínsecas o internas: los libros, cualquiera que sea el procedimiento
utilizado (libros u hojas encuadernadas), deben llevarse con claridad, por orden de
fechas, sin espacios en blanco, interpolaciones, tachaduras ni raspaduras. Deberán
corregirse inmediatamente los errores realizados en las anotaciones contables art
29.1. Además se le exige al empresario conservar los libros y toda la documentación
ordenada durante un plazo de SEIS AÑOS, a partir del último asiento realizado en los
libros, INCLUSO AUNQUE CESE EN SU CONDICION DE EMPRESARIO (art 30.1.). Este
deber se extiende a los herederos del empresario (en el caso de empresario persona
física) o a los liquidadores (en el caso de sociedad disuelta) art 30.2.

Intereses protegidos por el deber de llevanza de la contabilidad:

- Reflejo de la situación del patrimonio del empresario individual o social y de la marcha


de sus negocios.
- Proyección y programación de su actuación y decisiones futuras.

Si la contabilidad es veraz reflejo fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los


resultados de la empresa art 34.2. Esto favorece al interés general de la colectividad y al
Estado, pues éste está interesado en conocer la verdadera situación patrimonial del
empresario, no solo por razones fiscales o concesión de subvenciones, sino por otros motivos.
Esto también interesa al Estado para tener información estadística, tomar decisiones de
política económica, a su vez la contabilidad y documentación de los empresarios es importante
para el estado para vigilar que hay competencia en los mercados, porque le interesa que las
empresas compitan porque así los productos son de más calidad, hay mas innovación, los
precios son más bajos….si no hay competencia por acuerdo de empresarios pasa todo lo
contrario. Æ Comisión Nacional de la Competencia, que tiene atribuciones para llegar a las
empresas e inspeccionar la contabilidad de ellas para saber si se están poniendo de acuerdo
para no competir y demás.

También favorece a los acreedores del empresario, tanto actuales como potenciales (según
ello concederán o no el crédito al empresario). Favorece igualmente a los socios del
empresario, y a los trabajadores.

- La contabilidad es SECRETA art 32.1, no se trata de un secreto absoluto, sino matizado


por las excepciones previstas en la ley. Ello implica la imposibilidad del carácter
absoluto del secreto de la contabilidad y los efectos perniciosos que se derivarían de
un acceso ilimitado a la contabilidad ajena (ejemplo: competidores).
o Solicitud judicial de acceso a la contabilidad ajena:
ƒ Casos de sucesión universal
ƒ Concurso de acreedores
ƒ Liquidación de sociedades
ƒ ERES (expedientes de regulación de empleo)
ƒ Casos en que los socios o representantes de los trabajadores tengan
derecho a examen directo art 32.2

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o Exhibición parcial cuando el empresario a quien pertenezcan los libros tenga


interés o responsabilidad en el asunto en que proceda la exhibición (art 32.3)

Tanto la comunicación como la exhibición habrán de llevarse a cabo en el establecimiento del


empresario art 33 C de C , evitando de esta forma que los libros de contabilidad salgan de la
empresa.

El acceso a la información contable de los empresarios está sujeto a una importante tensión,
conflicto de intereses importantes entre el carácter secreto de la contabilidad y la necesidad
de acceder a ella de otra parte. Por eso el legislador trata de hacer una regulación al acceso
donde equilibre ese conflicto de interés. En esta idea los artículos 32 y 33 del Código de
comercio regulan con cierto detalle la comunicación universal de la contabilidad de los
empresarios en determinados supuestos de hecho donde es necesario conocerla véase en
concurso de acreedores y también la necesidad de exhibir aspectos puntuales.

4. Las cuentas anuales: principios contables, publicidad y revisión.

Obligación de llevar las cuentas anuales

Artículo 34 C de C: esta obligación pesa sobre todo empresario, incluidas personas físicas.
Existen diferencias en la forma de redactar las cuentas según la clase de empresario. Así la
normativa en materia de sociedades establece que no se sobrepasen determinados umbrales a
la hora de redactar por ejemplo unas cuentas abreviadas. La ley 16/2007 de 4 de julio modifica
art 34 y ss. Del C de C, ajustando principios y reglas españolas a las NIIF.

Novedades de esta Ley:

- Documentos que integran las cuentas anuales: balance, cuenta de pérdidas y


ganancias, estado de cambios en el patrimonio neto, estado de flujos de efectivo y la
memoria (art 34.1 C de C). Todas ellas forman una unidad.
a) Balance: representa la situación patrimonial de la empresa y produce como efectos
muy importantes:
x Determina el beneficio de la empresa y por lo tanto determina la exacta cantidad que
podría ser detraída del patrimonio de la empresa que podría ser extraído del mismo
sin afectarla para los acreedores.
x Expresa el valor de realización de la empresa en caso de que la empresa tenga que ser
liquidada (balance especial).
x Expresa el valor de participación del socio en una sociedad mercantil para el caso de
que quiera separarse de la sociedad.
x Facilita información a los inversores sobre el estado y evolución de la empresa.
x Enumera los bienes y derechos que constituyen el activo y la enumeración y el valor de
las obligaciones del pasivo, especificando patrimonio neto de la empresa ( activo-
pasivo) 35.1 y 36.1
x En determinados casos las sociedades de capitales pueden formular balance
abreviado.

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b) Cuentas de pérdidas y ganancias: comprende:


x ingresos y gastos del ejercicio anual ( resultado del ejercicio)
x la cuenta de p y g también podrá ser abreviada en algunas sociedades. Si se puede
formular balance abreviado se podrá formular cuenta de p y g abreviadas; pero no a la
inversa.

DIFERENCIA balance y cuentas anuales: el balance muestra la imagen patrimonial de la


empresa en un momento dado (estático) mientras que la cuenta de p y g ofrece una
imagen dinámica del ejercicio.

c) El estado de cambios en el patrimonio neto: obligatorio para todas las empresas.


Comprende de una parte los ingresos y gastos y por otra los cambios en el patrimonio
neto, correcciones de errores y otros ajustes (art 35.3). Si se puede balance abreviado
se puede ECPN abreviado.
d) Estado de flujos de efectivo. Tan solo debe formularse en aquellas empresas que NO
puedan formular balance y ECPN abreviados. Función:
x Manifiesta cobros y pagos realizados por la empresa durante el ejercicio (cash
flow)
e) Memoria: amplia completa y comenta información del balance, cuenta de pyg ECPN Y
EFE. Importancia menor, pues es documento accesorio aunque necesario. Sociedades
que puedan presentar balance y ECPN abreviados podrán omitir en la memoria
algunas indicaciones. Su función es explicativa: interpreta algunos datos que ayudan a
comprender la información contable proporcionada en el balance y la cuenta de p y g.

REDACCION DE LAS CUENTAS ANUALES:

Estas deben ser redactadas por el empresario (firmadas por el empresario persona física o por
todos los administradores en caso de sociedad de capitales art. 37). Habrán de redactarse con
CLARIDAD y mostrar IMAGEN FIEL DEL PATRIMONIO, situación financiera y de los resultados
de la empresa.
La imagen fiel tiene mucha importancia. Permite la inaplicación de una norma legal si fuese
incompatible con una imagen fiel (art. 34).

Los criterios de redacción no son libres. Para poder compararse entre distintos empresarios, es
necesario que los principios utilizados sean LOS MISMOS para todos (principios de contabilidad
generalmente aceptados y las NIIF) art. 38.
Excepción de aplicaciones de estos criterios de redacción en casos debidamente justificados.

Entre los principios contables, destacamos:


- Presunción de empresa en funcionamiento: interdicción de variar los criterios de
valoración de un ejercicio a otro.
- Principio de prudencia valorativa: obliga a recoger en el balance SOLO los beneficios
realizados en la fecha de cierre del ejercicio, en tanto deben tenerse en cuenta TODOS
los riesgos con origen en el ejercicio o en otro anterior.
- Principio de no compensación de partidas del activo, del pasivo ni de gastos ni
ingresos.
- Principio de precio de adquisición o de producción: (valorar con precio de mercado
fiable). Se da un nuevo tratamiento contable al Fondo de Comercio, frente a la
posibilidad hasta ahora existente, de amortizar el fondo de comercio adquirido a titulo
oneroso en un plazo máximo de 20 años, no pudiendo entre tanto repartir dividendos.
La nueva regulación indica que el FC NO se amortiza (art. 39), sin perjuicio de que se
efectúen las correcciones de valor oportunas.

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Las cuentas anuales deben ser firmadas por el empresario individual, por los socios que
ostenten responsabilidad ilimitada o por todos los administradores en las sociedades
anónimas o de responsabilidad limitada. (Art. 37). Deben firmar todos los administradores que
conserven su cargo vigente en el momento de la formulación. Si no tienen información
suficiente podrán abstenerse de firmarlas.

5. La auditoría de cuentas.

Las sociedades de capital y las de personas tienen la obligación de auditar sus cuentas anuales
y solamente cuando pueden presentar balance abreviado por tratarse de empresas pequeñas,
no tendrán la obligación de auditar las cuentas. En las sociedades donde no es necesaria la
auditoria, en ese caso los socios que representen el 5% del capital social pueden pedir al
registrador mercantil que nombre un auditor de cuentas. Solamente se exige esto a las
sociedades de capital, si no lo hacen se cierra el registro mercantil para ellas y no tiene acceso
ningún documento mas para ella si no se depositan las cuentas.

A veces hay sociedades que dominan a otras sociedades mercantiles y ejercen sobre ellas un
poder unitario de dirección, cuando se da ese supuesto de hecho, la ley les obliga a que las
cuentas individuales de cada una de esas sociedades sean sustituidas por unas cuentas de una
de esas sociedades Æ consolidación.

VERIFICACION Y DEPOSITO DE LAS CUENTAS:

La función es dotar de la máxima transparencia la información económico contable de la


empresa. Puede ejercerse por persona física o jurídica (auditor) con requisitos de capacitación
y se encuentra inscrita en el registro oficial de auditores de cuenta (ICAC).

Característica fundamental: INDEPENDENCIA respecto de la empresa auditada. Existen


rigurosas exigencias para que las firmas auditores no presten asesoramiento a sus clientes. El
objetivo de la auditoria es determinar que las cuentas expresan imagen fiel del patrimonio,
situación financiera y resultados de la empresa. Para ello, auditor emite informe. Lo básico del
informe es la opinión, que puede ser favorable (informe limpio), favorable con salvedades,
desfavorable, informe con reservas, y opinión denegada en la que se abstiene de emitir una
opinión (por limitaciones al alcance de la auditoria o por existir incertidumbres muy
significativas).

No todas las cuentas han de ser objeto de auditoría. El empresario puede auditar o no
voluntariamente. La ley establece obligación de auditar cuando la sociedad cuyos títulos
coticen en un mercado secundario oficial, sociedades de seguros, así como las sociedades de
capitales que presentan balance ordinario.
El juzgado puede acordar el sometimiento a auditoria de las cuentas anuales de cualquier
empresario (art. 40.1).

Una vez elaboradas las cuentas anuales, los empresarios SOCIALES (sociedades de capital: SL,
SA) están obligados a depositarlas, así como a realizar el informe de gestión, y en su caso, el
informe de los auditores en el registro mercantil. Con ello se da publicidad a dichas cuentas.
Los empresarios INDIVIDUALES no tienen esta obligación aunque pueden depositarlas siempre
que se encuentren inscritos en el registro (su inscripción es potestativa).

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El incumplimiento de este deber ocasiona las siguientes consecuencias:


- Multa por parte del ICAC.

PUBLICIDAD REGISTRAL DE LAS CUENTAS:

- Es necesario que las cuentas anuales sean publicadas en el registro mercantil. El art. 24
exige que los empresarios hagan constar en su documentación y correspondencia
mercantiles los datos identificadores de su inscripción en el RM. El RM es regulado en
los art. 16 a 24, y RRM.
- Objeto del RM: inscripción de los empresarios mercantiles individuales y colectivos, y
los actos y negocios que la ley expresa; la legalización de sus libros, el depósito y
publicidad de sus documentos contables y cualesquiera otras funciones atribuidas por
ley.
- Otros instrumentos de publicidad: RM central y BORME.

6. Introducción al Registro Mercantil: sistema registral y principios básicos de


publicidad registral.

INTRODUCCIÓN:

El empresario mercantil individual o social es una persona física o jurídica que se manifiesta
externamente mediante una actividad económica repetida o en masa que se proyecta sobre el
mercado creando relaciones dentro de él con otros empresarios o con los terceros
consumidores de bienes o servicios.

El registro mercantil es un registro público bajo la dependencia del ministerio de Justicia (art.
17.1 C. de c.), concretamente de la dirección general de los registros y del notariado. El
régimen jurídico del Registro Mercantil está comprendido en los artículos 16 a 24 del c. de c. y
en el reglamento del propio RM (ver artículos).

El RM es un registro de personas (básicamente empresarios) y de actos (aquellos legal y


reglamentariamente establecidos: art. 81.2 RRM).

Las sociedades mercantiles tienen que inscribirse de forma obligatoria en el registro mercantil
pero los empresarios mercantiles individuales no tienen la obligación de inscripción, digamos
que la inscripción de estos es potestativa.

FUNCIONES Y ORGANIZACIÓN:

Nociones básicas sobre el registro mercantil:

-RM se rige por el sistema de inscripción, se inscriben unos hechos relevantes, unos actos,
unas relaciones jurídicas relacionadas con los sujetos inscritos, pero junto al sistema de
inscripción con mucho menor peso desde luego, coexiste el llamado sistema de expediente,
que consiste simplemente en que se depositan determinados documentos en el registro
mercantil. Así como la inscripción es la anotación de una serie de actos jurídicos relevantes,
este último sistema es simplemente de documentación.

-El RM no es un registro real, como el RP, es un registro de personas, bien sean jurídicas (en su
inmensa mayoría) o físicas. Se adopta el sistema de hoja personal Æ se abre una hoja a la

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persona inscrita y en ella se van anotando los actos, las relaciones jurídicas sujetas a
inscripción, y es precisamente sobre esos actos o esas relaciones en las que se produce el
denominado principio o publicidad material que facilita el registro mercantil.

-RM consiste en dotar de publicidad legal a determinadas situaciones y actos que afectan a los
empresarios en él inscritos. Es una obligación que se le impone al empresario mercantil cuyo
contenido debe alcanzar a todo lo que pueda interesar directamente a terceros y cuya
finalidad fundamental es dotar de seguridad al tráfico y proteger a quienes se relacionan o
puedan relacionarse con el empresario. Se viene a establecer de esta forma una presunción
legal de conocimiento de los hechos inscritos desde la fecha de su inscripción (no pudiéndose
alegar ignorancia de los mismos). La fecha de la publicidad (desde la nueva reforma de 1989)
se considera atrasada hasta el momento de publicación del acto (o un extracto) en el BORME
(boletín oficial del RM), que constituye un nuevo instrumento al servicio de la publicidad.

Por otro lado, los actos inscribibles y no inscritos NO producirán efectos respecto de terceros.

El RM deposita y publica las cuentas anuales de las sociedades de capital, los grupos de
sociedades y de los empresarios es una publicidad meramente financiera. Interesa a los que
participan en el tráfico para saber la marcha de estas sociedades. En este caso no se aplica el
sistema de inscripción sino que se depositan las cuentas de las sociedades así como su
documentación por lo tanto se aplica el sistema de expediente.

- El RM tiene la función de legalizar los libros de contabilidad de los empresarios (art. 16.2 del
c. de c.) a través del correspondiente libro de legalizaciones (artículo 27.4 c. de c.).
En ocasiones el registrador mercantil del domicilio social nombra expertos independientes o
auditores de cuentas en los casos en que su intervención es preceptiva (ejemplo: en caso de
aportaciones o aumentos de capital no dinerarios a una sociedad anónima o comanditaria por
acciones, los expertos valoraran dichas aportaciones en garantía de los terceros (artículo 67.1
de la Ley de sociedades de capital (LSC); fusión o escisión de sociedades).

PRINCIPIOS REGISTRALES: el sistema de publicidad del RM se basa en una serie de principios


normativos de carácter imperativo.

Principios que se adoptan por la influencia del derecho inmobiliario registral.

1. El principio de obligatoriedad de la inscripción Æ los actos de las relaciones jurídicas


previstos por la ley han de ser escritos. La única excepción el empresario mercantil
individual ( potestativo por el código de comercio)
2. El principio de titulación publica Æ al rm solo acceden como regla documentos
públicos, y que de una manera muy excepcional y solamente en los casos previstos por
la ley, es posible que un documento privado de lugar a un documento público en el
registro.
3. El principio de rogación Æ el registrador de oficio no inscribe nada, solo puede actuar
a instancia de parte o por virtud del mandato de la autoridad judicial
4. El principio de legalidad Æ entraña la calificación que hace el registrador, esto es, la
calificación quiere decir que el registrador cuando tiene delante de si un documento
para escribir lo evalúa y califica respetando siempre los preceptos legales de carácter
imperativo (para esto dispone de un plazo de 15 días a partir de la fecha de asiento de
presentación). Ej.: si se cumplen las formalidades intrínsecas del documento, la

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capacidad de las partes y la legitimación para otorgar ese documento, si ese


documento es lícito con arreglo a su contenido en relación de los asientos que figuran
en el registro…

En el momento de la certificación pueden ocurrir dos cosas:


a) Que no se aprecie existencia de defectos: se practicaran sin dilación los
asientos solicitados, sin que quepa recurso alguno.
b) Que en el titulo se aprecien defectos: en este caso, calificación negativa, se
suspenderá o denegará la inscripción en función de que los defectos sean
subsanables o insubsanables. Contra el acuerdo de calificación del
registrador, los interesados (incluyendo al notario) podrán interponer
recurso gubernativo de reforma en el plazo de 2 meses ante el propio
registrador que certificó negativamente. Este tiene 15 días para decidir si
reforma o mantiene la calificación, siendo posible interponer contra esta
última decisión recurso de alzada ante la dirección general de los registros
y del notariado (DGRN) en el plazo de 1 mes desde la notificación.
La DGRN tiene el plazo de 4 meses para declarar procedente la inscripción,
declarar subsanable el defecto, o declarar insubsanable el defecto (Si es
procedente se practica sin más dilación, si es subsanable podrá subsanarse
por el interesado en el plazo de 15 días, y si es insubsanable el registrador
cancelará de oficio los asientos preventivos y notas marginales que se
hubiesen practicado.

La resolución de la DGRN será recurrible ante los órganos del orden


jurisdiccional civil, siendo competentes para conocer del recurso los
juzgados de lo mercantil. (Demanda- plazo 2 meses desde la resolución del
DGRN, estando legitimados aquellos que lo estuvieren ya para imponer
recurso a la DGRN). La ley permite que el interesado, ante una calificación
negativa, inste la calificación por parte del registrador incluido en el cuadro
de sustitución aprobado por la DGRN.

5. El principio de publicidad formal Æ el RM es público, entonces cualquier persona tiene


acceso al mismo para tomar conocimiento de los datos que están inscritos en el
registro mercantil. Este carácter ha venido a reforzarse con la aparición del boletín
oficial del RM. Las formas consisten en la obtención de certificaciones, notas simples
informativas o la consulta telemática del contenido del RM. En este orden de
consideraciones conviene llamar la atención de la existencia de una obligación a cargo
de los empresarios de facilitar al tráfico económico a través de las notas simples,… que
emite de sus datos de identificación en el RM.
6. El principio de presunción de exactitud del Registro (principio de presunción de
validez) Æ su contenido se presume exacto y valido. En caso de conflicto entre la
realidad registral y extra registral prevalece la primera.

Una vez inscrito un acto o contrato se presume iuris tantum su validez y exactitud,
mientras no se inscriba la correspondiente declaración judicial de inexactitud o
nulidad. La inscripción no convalida actos o contratos que sean nulos de acuerdo a las
leyes. La declaración judicial de inexactitud o nulidad no podrá perjudicar los derechos
anteriores adquiridos conforme a lo inscrito por terceros de buena fe.
Esta presunción se denomina principio de legitimación o legitimidad formal. De esto se
desprende que la inscripción es normalmente declarativa. Como excepción, la
inscripción en el RM es constitutiva para la escritura de constitución de las sociedades
anónimas, de responsabilidad limitada y comanditarias por acciones, las cuales no

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adquieren su personalidad jurídica si no tiene lugar la inscripción. Lo mismo cabe decir


de la inscripción y delegación de facultades en la sociedad anónima o de
responsabilidad limitada.

7. El principio de fe pública registral Æ respecto de los terceros la presunción de


exactitud del contenido del registro es iuris et de iure.
8. El principio de publicidad material: establece las consecuencias que frente a terceros
de buena fe produce la inscripción y publicación en el BORME de un acto o contrato
sujeto a inscripción, así como los efectos derivados de la no inscripción o publicación
de un acto o contrato que debiera estar inscrito. Con ellos nos referimos a la
publicidad material positiva, en la que se presume que todo lo inscrito y publicado es
conocido por todos y a todos afecta en su beneficio o perjuicio, aunque lo inscrito y
publicado no fuera efectivamente conocido por ellos, no pudiendo alegar su
ignorancia (presunción de conocimiento). Como excepción, se puede evitar la
oponibilidad de los actos inscritos y publicados si el tercero demuestra que
efectivamente no pudo conocerlos siempre que su actuación haya sido realizada
dentro de los 15 primeros días desde su publicación (art. 9.2 RRM).
Por otro lado, se habla de publicidad material negativa para indicar que frente a
terceros de buena fe no producirán efecto, aunque si inter partes, los hechos, actos o
contratos que estando sujetos a la obligación de inscripción, no estuviesen realmente
inscritos. Esto parte de la buena fe del tercero, de modo que si se llegase a probar que
el tercero realmente conocía el acto o hecho no inscrito o no publicado, el mismo le
será oponible. En caso de discordancia entre el contenido de la inscripción y el
contenido de la publicación, los terceros de buena fe podrán invocar la publicación si
les fuere favorable y, quienes hayan ocasionado la discordancia estarán obligados a
resarcir al perjudicado.

7. Organización del registro mercantil y procedimiento de inscripción.

Organización Registral

La organización del RM es a través de registros territoriales y a través del RM central.

En lo relativo a los registros territoriales, cabe decir que el registro es una oficina pública, cuya
competencia se extiende al territorio de la provincia en cuya capital está situado.

Al frente del registro territorial se encuentran, según la actividad económica de donde


radiquen, uno o varios registradores de la propiedad y mercantiles. El sujeto registral ha de
inscribirse en el registro correspondiente al lugar de su domicilio.

En los registros territoriales se llevan el libro de inscripciones, el libro de legalizaciones, el libro


de depósito de cuentas, el libro de nombramiento de expertos independientes y de auditores,
índices e inventario (art. 23 RRM).

Los registros territoriales y el RM central desde un punto de vista de subordinación jerárquica


dependen todos ellos del Ministerio de Justicia y dentro de la Dirección General de los
Registros y del Notariado. Hay RM en todas las capitales de provincia, y además en algunos
otros sitios como por ejemplo donde sea imprescindible por necesidades del servicio (Santiago
de Compostela), algunas islas, Ceuta y Melilla.

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El RM central es de carácter meramente informativo y tiene su sede en Madrid. Centraliza,


recopila y trata toda la información que le llega de todos los registros mercantiles territoriales.
Estos últimos tienen la obligación de remitir al RM Central una serie de datos, extracto de las
inscripciones que se llevan a cabo en aquellos.

Funciones RM central: servir de medio efectivo de publicidad, emisión de notas simples, pero
NO PUEDE EMITIR CERTIFICACIONES; publica el boletín oficial y también tiene un importante
cometido de certificar las denominaciones de las sociedades mercantiles (ÚNICA
CERTIFICACION QUE PUEDE EMITIR EL RM CENTRAL).--> Se pide una certificación negativa de
que la denominación que le quieres poner a tu sociedad no está ya inscrita. Para ello se
proponen tres denominaciones. La misión de esto es evitar que puedan llegar a inscribirse en
el registro denominaciones idénticas o que puedan prestarse a confusión con las de otras
sociedades o entidades ya inscritas, aunque se trate de una forma social distinta. Aunque el
RM central otorgue dicha certificación negativa, ello no implica que vaya a poder inscribirse
efectivamente pues el notario no puede autorizar ni el registrador inscribir sociedades o
entidades cuya denominación les consta por notoriedad que coincide con la de otra entidad
preexistente, sea o no española.

La información proporcionada por el RM central es limitada, puesto que en el mismo solo


figuran los datos esenciales de las inscripciones practicadas en los distintos registros
mercantiles territoriales.

Además, el RM central es la entidad encargada de la publicación del BORME. Es una


publicación diaria salvo sábados y festivos en Madrid, localidad en la que se edita. Esto muy
importante, no solo porque facilita el conocimiento efectivo del contenido del registro por
parte de terceros, sino sobre todo por los efectos de la publicidad registral frente a terceros de
buena fe.

Procedimiento inscripción:

En la hoja abierta a cada empresario individual, cada sociedad mercantil y a cada entidad
inscrita serán objeto de inscripción todos los datos de identificación de cada uno de ellos, así
como todas las circunstancias de su organización y de su actividad que la ley enumera.

La inscripción debe practicarse mediante documento público, excepto cuando la ley o el


reglamento autoricen la inscripción en documento privado (art. 93 y 95 del RRM).

El RM competente para la inscripción es el del domicilio del sujeto inscribible.

Siempre se solicita en virtud del interesado bajo el principio de subrogación ya comentado.


Requiere la calificación del registrador mercantil en los términos ya expuestos

Contra la calificación del registrador cabe interponer recurso gubernativo ante el propio
registrador, puede acudir en alzada ante la dirección general de los registros y del notariado.
Las resoluciones son recurribles ante el juzgado de lo mercantil.

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Los asientos registrales Æ son las distintas formas en las que se plasma en el RM la
información que este recoge y publica. Todos los asientos son autorizados por el registrador
mercantil con su firma. Son de distintas clases.

- De presentación Æ es el primero que se practica en el libro diario cuando presentan


un documento a inscripción. Es muy importante la práctica de este asiento porque la
fecha del asiento de presentación en el caso de que se produzca, determina cuando se
creó.
- De inscripción Æ se practica en el libro de inscripciones una vez realizada la
calificación por el registrador. Contiene toda la información que corresponde al acto
sujeto a inscripción de que se trate.
- Anotaciones preventivas Æ son asientos que ponen de manifiesto que la vigencia de
una determinada inscripción se haya sujeta a lo que se pueda decidir en un
procedimiento judicial. Siempre requieren resolución judicial.
- Cancelación Æ asiento que pone fin a la vigencia de una inscripción.
- Notas marginales Æ constancia de algún hecho relativo a la inscripción que se anota al
margen de la misma. Art 238.1 Reglamento RM

8. Sujetos inscribibles: inscripción y publicación.

El RM es un registro de personas (básicamente empresarios) y de actos (aquellos legal y


reglamentariamente establecidos: art. 81.2 RRM).

Sujetos inscribibles Æ son los contemplados en el art 16 del código de comercio (VER), que
contiene una enumeración que constituye números clausus de las personas o entidades que
pueden ser inscritas en el RM.

También se exige la inscripción de determinadas entidades no personificadas (como pueden


ser los fondos de pensiones o las sucursales, que no se encuentran dotadas de personalidad
jurídica) así como las demás personas o entidades que establezcan las leyes (art. 81 RRM).

Todos los sujetos mencionados en el art. 16 son de inscripción obligatoria, excepto los fondos
de inversión ya que su inscripción es meramente facultativa.

También rige el principio de tracto sucesivo (art. 19.1 del c. de c.) por el que la falta de
inscripción del empresario individual impedirá la posterior inscripción de cualquier documento
o acto relativo a dicho empresario.

En determinados casos se puede solicitar la inscripción del empresario individual, incluso en


contra de su voluntad (ejemplo: caso revocación del consentimiento prestado por el cónyuge).

Como excepción al carácter potestativo de la inscripción del empresario individual, el naviero


habrá de estar necesariamente inscrito para limitar su responsabilidad (art. 19.1 y 19.3 del c.
de c.).

En lo relativo a los actos se inscriben aquellos que afecten a los sujetos inscritos. Dentro de los
actos principales, diferenciamos entre:

- Empresarios individuales: deben inscribir los siguientes actos:


o Resoluciones relativas a su capacidad,

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o régimen económico del matrimonio,


o los poderes generales que se otorguen,
o la apertura y cierre de sucursales
o la declaración de concurso

(Art. 87 RRM).

- Empresario persona jurídica y demás entidades inscribibles: deben inscribir los


siguientes actos:

o Constitución (necesariamente primera inscripción).


o Nombramiento y cese de administradores, auditores y liquidadores.
o Poderes generales y delegación de facultades
o Modificación de los estatutos sociales
o Modificaciones estructurales (fusión, escisión, transformación).
o Apertura y cierre de sucursales
o Disolución
o liquidación
(Art. 94 RRM).

Objeto de la inscripción Æ relaciones jurídicas aptos por la ley.

La eficacia Æ hay ocasiones en que la inscripción tiene meramente una eficacia declarativa, la
relación jurídica a la que se refiere es perfectamente válida entre las partes con independencia
de que se inscriba o no (ej.: empresario otorga poder de representación a un representante, al
inscribirse tendrá solo efectos frente a terceros) y otros en que tiene eficacia constitutiva, la
inscripción forma parte del supuesto de hecho, (ej.: para constituir una sociedad limitada y que
esta tenga su personalidad jurídica la inscripción forma parte del supuesto de hecho, de tal
manera que otorgas escritura e inscribes y solo desde ese momento tiene personalidad
jurídica. Si no lo hace no)

9. La publicidad material: los efectos frente a terceros.

PUBLICIDAD FORMAL:

El RM es público (art. 23 c. de c. y 12 RRM por lo que cualquier persona interesada sin


necesidad de justificar interés puede acceder a él para obtener notas simples o certificaciones
oportunas. La diferencia básica entre nota simple y certificación es que tan solo la certificación
sirve para acreditar fehacientemente el contenido de los asientos. Esta tiene una mayor
lentitud en la expedición (notas simples= 3 días; certificaciones= 5 días desde la solicitud en
ambos casos).

Los interesados pueden servirse de medios informáticos para acceder al contenido del RM, lo
cual se encuentra previsto en el RRM (art. 79) y esto se emplea cada vez más en la práctica.

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Por este medio, puede accederse al CONTENIDO ESENCIAL de los asientos. Implícitamente
significa que, por regla general, resultarán accesibles los extractos o datos que se remiten al
RM central. Se advierte de que EN NINGÚN CASO se podrá tener ACCESO DIRECTO AL NÚCLEO
CENTRAL DE LA BASE DE DATOS DEL ARCHIVO (limitaciones previstas en art. 382.1 RRM).
Aparte de la consulta, por vía telemática pueden obtenerse NOTAS SIMPLES, PERO NUNCA
CERTIFICACIONES.

La vía telemática no siempre garantiza que se pueda obtener toda la información pretendida
(por ejemplo si se desconoce la capital de provincia en que está inscrito el empresario). La vía
telemática es complementada con la información prevista en el BORME.

(Apuntes que añadió el profe en clase):

El contenido de la inscripción y la publicación en el BORME, no tiene por qué coincidir. El


contenido de la inscripción es mucho más amplio.

La ESENCIA del RM es lo que se conoce como la PUBLICIDAD MATERIAL DEL RM. ¿Qué
significa? Esta materia está regulada por los art 20 y 21 del Cód. Comercio. La publicidad
material quiere decir que lo que se inscribe y publica produce efectos respecto de terceros con
lo cual se excepciona el principio de relatividad de los contratos, (esto es, que los contratos
solamente producen efectos entre las partes que lo celebran), en contrapartida a la relación
que se produce de la eficacia relativa de los contratos, los terceros de buena fe resultan
protegidos por lo que publica el RM. Con lo cual cualquier discordancia que se produzca entre
el contenido del RM y la realidad es soportada por el causante de esa discordancia y nunca
perjudica a los terceros de buena fe que confían en la situación objetiva de apariencia que
genera el registro y con base en esa confianza realizan un acto de disposición o un acto de
comercio. Cuando el acto sujeto a inscripción esta correctamente inscrito y publicado desde
esa fecha tal y como consta inscrito, es oponible a todos. Hay algunas excepciones a la regla de
la oponibilidad no obstante, principalmente, la existencia de un periodo de 15 días (art 21.2)
en que lo publicado no es oponible a terceros.

Un aspecto muy importante de la publicidad material es que sucede cuando el registro


mercantil guarda silencio, lo que conocemos como publicidad negativa. Por ejemplo, ¿qué es
lo que sucede si un matrimonio en el uno de los cónyuges que ejerce el comercio decide
separar la masa de bienes afecta al comercio y otorga capitulaciones matrimoniales pero no
las inscribe respecto de terceros de buena fe? No produce efectos respecto del tercero de
buena fe porque este no puede conocer que esas capitulaciones no han sido otorgadas. Éste lo
que confía es en la situación legal normal aplicable a ese empresario, es decir, que responde
de la resultas del comercio con todos los bienes gananciales además de con los bienes propios.

Hay otras veces en que los efectos de la publicidad negativa derivan del propio contenido del
Registro Mercantil, dando la confianza sobre la que actúa el tercero Æ Ej.: un empresario
principal otorga un poder a un representante para que actúe en el trafico en nombre y por
cuenta del empresario principal y lo inscribe en el RM, resulta que después ese empresario
revoca el poder que había concedido a su representante o factor, pero no inscribe la
revocación en el registro. La eficacia se ha producido inter partes, entre ellos, pero ¿los
terceros de buena fe tienen alguna posibilidad de saber que ese poder ha sido revocado? No,

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solo pueden confiar en el contenido de RM, en lo publicado, es decir, que el representante


tiene poder. Va a resultar que no está perjudicado por la revocación y el contrato es
perfectamente válido, solamente si quiere porque el tercero tiene un derecho de opción ya
que siempre es en su beneficio.

El principio de fe pública registral dice que la declaración de inexactitud o nulidad no


perjudican los derechos de terceros de buena fe, ya que se encuentran protegidos. Se trata de
aquellos casos en los que hay una discordancia, (ej.: contenido de la inscripción mal hecho).

(ANEXO: REGISTRO DE BIENES MUEBLES: es un punto que no viene en el programa):

Pág. 132 (viene muy poquito en el libro).

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LECCION-4: EL REGISTRO MERCANTIL Y LA CONTABILIDAD


El registro mercantil es un elemento de publicidad que se refiere a determinados sujetos y
sobre determinados actos y relaciones jurídicas de esos sujetos. De manera que, al ser un
elemento de publicidad se ofrece al mercado una información a disposición del mercado que
permite a los que participan en él, ver los contornos de la responsabilidad asumida por esos
sujetos inscritos en el registro mercantil.

Las sociedades mercantiles tienen que inscribirse de forma obligatoria en el RM, pero los
empresarios individuales no tienen la obligación de inscribirse (potestativa).

El RM se rige por la inscripción. Se inscriben unos hechos relevantes, unos actos, pero junto a
este sistema de inscripción, con mucho menor peso, existe el sistema de expediente que
consiste en que se depositan determinados documentos en el RM.

Así como la inscripción es la notación de una serie de actos, el sistema de expediente es


depósito.

El RM es un registro de personas, no es un registro real (como el de propiedad), porque lo que


se inscribe son personas, físicas o jurídicas, y se adopta el sistema de hoja personal en la que
se anotan los actos y las relaciones jurídicas sujetas a inscripción. Es precisamente sobre esos
actos o relaciones jurídicas en donde se asienta el principio de la publicidad mercantil.

El RM publica las cuentas anuales de las sociedades y grupos de capitales. Esta es una función
financiera y en este caso no se aplica el sistema de inscripción sino lo que se hace es depositar
la documentación, es decir, sistema de expediente.

El RM tiene también la función de legalizar los libros de contabilidad de los empresarios y en


ocasiones también nombra expertos o auditores de cuentas.

En esta materia del registro, existen unos principios básicos sobre la publicidad registral.
Dichos principios se adoptan por la influencia del derecho mobiliario registral:

1. Principio de obligatoriedad de la inscripción: La única excepción es la del empresario


mercantil individual.
2. Principio de titulación pública: Al RM solamente acceden, como regla, documentos
públicos y que de manera excepcional y en los casos previstos por la ley, es posible que
un documento privado tenga lugar en el registro.
3. Principio de rogación: El registrador de oficio no inscribe nada, solo puede actuar a
instancia de parte o por mandato de la autoridad judicial.
4. Principio de legalidad: Entraña la calificación que hace el registrador. La calificación
quiere decir que el Registrador cuando tiene un documento para inscribir, lo evalúa y
lo califica, si se cumplen las cualidades, la legitimación, si el documento es lícito etc.
5. Principio de publicidad formal: El RM es público. Cualquier persona tiene acceso al
mismo para tomar conocimiento de los datos inscritos. Su carácter público se ve
reforzado con la publicación en el BORME. Para que sea valida consiste básicamente
en la obtención de certificaciones, notas simples o informativas o consultas
telemáticas.

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Hay una obligación a cargo de los empresarios de facilitar al tráfico económico a través
de las facturas y otros instrumentos, de sus datos de identificación en el RM.
6. Principio de exactitud registral:
7. Principio de fe publica registral: Respecto de los terceros, la presunción de exactitud
del contenido del registro es iuris et de iure.

Organización registral:

La organización del RM es a través de registros territoriales y a través dl RM central. Estos


dependen del ministerio de justicia y concretamente de la Dirección General de los
Registros y del Notariado.

Hay RM en todas las capitales de provincia y además en otros que no son capitales (ej:
Santiago, algunas islas). El RM central tiene su sede en Madrid y recopila y trata toda la
información que le llega de los territoriales. Tiene la responsabilidad de gestionar y
publicar el BORME, y además certifica la denominación de las sociedades mercantiles
(certificación negativa).

Clases de asientos registrales:

Los asientos son las distintas maneras en la que se plasma la información que el registro
recoge y publica. Todos los asientos son autorizados por el registrador con su firma.

A) Asiento de presentación: El primer asiento que se practica en el libro diario cuando se


presenta un documento a inscripción. Es muy importante su práctica porque la fecha
de inscripción determina la prioridad.
B) Asiento de inscripción: El que se practica en el libro de inscripciones. Una vez que ha
sido realizada la calificación por el registrador y el asiento que contiene toda la
información al acto que se trate.
C) Anotaciones preventivas: Asientos que ponen de manifiesto que la vigencia de una
determinada inscripción se halla sujeta a lo que se pueda decir en un procedimiento
judicial.
D) La cancelación: Pone fin a la vigencia de una inscripción
E) Las notas marginales: Constituyen la constancia de algún hecho relativo a la inscripción
que se anota al margen.

Procedimiento de inscripción:

-El RM competente es el del domicilio del sujeto escribiente.

-Bajo su solicitud, requiere la calificación del registrador.

-Contra la calificación cabe interponer recurso gubernativo (dl propio registrador) o de


alzada, las resoluciones dictadas por la administración son recurribles.

El art.16 del Código de Comercio contiene una enumeración que constituye numerus
clausus de las personas o entidades que pueden ser inscritos en el RM.

-Objeto: Actos previstos para ser inscritos por la ley.

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Desde el punto de vista de la eficacia de la inscripción, a veces, la inscripción tiene una


mera eficacia declarativa (la relación jurídica a la que se refiere la inscripción es
perfectamente valida entre las partes con independencia de que se inscriba o no en el
RM), y otras veces tiene eficacia constitutiva (cuando la inscripción forma parte del
supuesto de hecho, por ejemplo para constituir una sociedad limitada y que dicha
sociedad sea valida, es necesaria su inscripción y otorgar escritura publica para obtener
personalidad jurídica).

-La inscripción se publica en el BORME. La inscripción recoge más datos de lo que se


publica, de manera que la publicación simplemente anuncia la inscripción porque no
reproduce todo su contenido.

Un capitulo esencial en el RM es lo que se conoce como publicidad material del RM. Esta
materia esta gobernada por los art.20 y 21 del CC que constituyen el núcleo. Esta
publicidad material quiere decir que lo que se inscribe y publica en boletín produce efectos
por lo que se efectúa el principio de relatividad de los contratos.

Los terceros de buena fe resultan protegidos por lo que publica el RM, por lo cual
cualquier discordancia que se produzca entre el contenido del RM y la realidad, es
soportada por el causante de esa discordancia y nunca perjudica a los terceros de buena fe
que confían en la situación objetiva de apariencia que genera el registro y con base en esa
confianza realizan un acto de disposición o un acto negocial.

Cuando el acto sujeto a inscripción esta correctamente escrito y publicado es oponible a


todos (desde la fecha de la publicación). Hay algunas excepciones: La existencia de un
periodo de 15 días (art.21.2) en que lo publicado no es oponible a terceros.

Un aspecto muy importante de esta publicidad material es que sucede cuando el RM


guarda silencio cuando debería haber dicho algo, es decir, publicidad negativa. Por
ejemplo, un cónyuge del matrimonio que ejerce el comercio decide separar una parte de
los bienes en separación de bienes pero no lo inscribe en las capitulaciones, no producirá
efectos frente al tercer o de buena fe puesto que este no puede conocer que esas
capitulaciones han sido otorgadas. Otro ejemplo es el caso donde la revocación no se
inscribe en el RM.

El principio de fe pública registral quiere decir que la nulidad de la inscripción no perjudica


a terceros de buena fe. Se produce en los casos en los que hay una discordancia.

LA CONTABILIDAD:

Este es uno de los deberes a los cuales los empresarios están sujetos. Todo empresario
esta obligado a llevar contabilidad. Además la sanción puede ser bastante dura.

Es información relevante para determinados actores:

- Para el propio empresario, porque conoce si la empresa va bien o no.


- Para muchas personas en relación con el empresario
- Para los acreedores del empresario, si dar o no mas crédito

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- Para los socios


- Para la gente que invierte en Bolsa dentro del mercado de valores

La contabilidad también facilita información relevante para el Estado porque éste tiene un
interés estadístico, y además le conviene para obtener beneficios (mediante impuestos), y
también para el Estado la contabilidad de los empresarios es importante para vigilar que hay
competencia en los mercados. Al Estado le interesa porque cuando hay competencia los
productos son de mayor calidad, los precios son más bajos etc…En definitiva el Estado tiene
competencias para intervenir en el mercado: Comisión Nacional de la competencia (art.40 de
la Ley de competencia).

Las fuentes del derecho contable:

Todo el derecho contable español esta en el Código de comercio y en la ley de sociedades de


capital como normas legales (leyes) que han transpuesto las directivas comunitarias en
materia de contabilidad, copiar los reglamentos comunitarios en materia contable y a su vez la
legislación contable esta influenciada por las normas internacionales de contabilidad (NICS).

Además de las fuentes legales, tenemos el plan general de contabilidad, que se encuentra en
un RD.

Las resoluciones del Instituto de Contabilidad y Auditoria de cuentas que positivizan las
normas del sector contable.

El sistema de España de la contabilidad puede merecer una crítica porque hay muy pocas
normas legales (solo 27 artículos) y en cambio hay muchas normas reglamentarias. Sin
embargo, el derecho alemán de contabilidad tiene 194 artículos con rango de ley. Entonces, es
muy difícil que el TS entre por recurso de casación por la ausencia de normas legales.

Cuando se expone la contabilidad, hay que distinguir entre contabilidad formal (libros que hay
que llevar, como llevarlos etc) y material (se ocupa del balance) desde el punto de vista
académico.

El CComercio distingue en los que es la llevanza de los libros y la formulación de las cuentas.

La contabilidad lo que quiere es, que bien sea en papel o soporte informativo, recoja toda la
actividad empresarial, tanto el detalle de día a día como los resultados globales y además que
lo haga con claridad. Que sirva para representar la imagen fiel del patrimonio de la empresa.
En definitiva, que represente la veracidad, claridad y la imagen fiel.

El libro de comercio es un soporte y el Código impone determinados libros al empresario y


deja en libertad para que los empresarios puedan construir otro tipo de libros. Los libros
obligatorios son:

1. Libro diario: Se anotan todas las operaciones económicas de la empresa día a día.
2. LICA (Libro de inventario y cuentas anuales): Se abre con un balance inicial detallado
de la empresa, se anotan los balances de comprobación y al final del año se anota el
inventario de cierre del ejercicio y las cuentas anuales que a su vez comprenden: el
balance, la cuenta de perdidas y ganancias, el estado de cambios en el patrimonio

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neto, el estado de flujos de efectivo y por el documento en prosa, la memoria. Tiene


una obligación de conservación durante 6 años.
Los libros han de ser legalizados mediante el registrador. Los libros se periodizan cada
año.
Respecto al balance:

Es un documento sintético que contrapone el activo con el pasivo (capital propio y ajeno).
Representa la situación patrimonial de la empresa y produce 4 efectos jurídicos:

Determina el beneficio de la empresa, y por lo tanto la exacta cantidad que podría ser
retraída del patrimonio de la empresa sin afectar al que podría ser garantía para los
acreedores.
Expresa el valor de realización de la empresa en caso de que la empresa tenga que ser
liquidada.
Expresa el valor de participación del socio en una sociedad mercantil para el caso de
que quiera separarse.
Facilita información a los inversores sobre el estado y evolución de la empresa.

Muy importante es el valor probatorio de los libros de contabilidad:

Los libros constituyen una prueba más ante los tribunales. Por ejemplo una anotación contable
puede ser prueba del nacimiento de un crédito, de la existencia de una deuda etc.

El acceso a la información contable de los empresarios esta sujeto a una importante tensión,
un conflicto entre intereses, el conflicto de interés entre el carácter secreto por un lado y la
necesidad de acceder a la contabilidad por otra parte. Por eso el legislador trata de equilibrar
esos intereses. En esta idea los art.32 y 33 del CC lo regulan.

La necesidad de exhibir la contabilidad (hecho concreto) y la posibilidad de que los terceros


puedan acudir a ella no es lo mismo.

Las cuentas anuales:

Hay reglas sobre estas cuentas recogidas en los principios contemplados en el art.38 del CC
(principio de prudencia, de continuidad, de precio de adquisición, del precio razonable, de la
importancia relativa etc).

Las cuentas anuales están sujetas a revisión para garantizar su fiabilidad a través de la
auditoria porque las sociedades de capital y de personas tienen la obligación de auditar sus
cuentas anuales. Y solamente cuando puedan presentar balance abreviado (cuando son
empresas pequeñas) no tendrán la obligación de auditar las cuentas. Pero aun en ese caso, los
socios que representen el 5% del capital social pueden pedir al registrador mercantil que
nombre un auditor de cuentas.

La publicación de las cuentas solo se exige a las sociedades de capital. Si no lo hacen se les
cierra el registro para el deposito de cualquier otro documento.

A veces, hay sociedades que dominan a otras sociedades mercantiles y que ejercen sobre ellas
un poder unitario sobre ellas. Cuando se da esa situación, la ley les obliga a que las cuentas

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individuales de cada una de ella sean sustituidas por unas cuentas globales, lo que se llama
consolidación de las cuentas anuales (art.42 y 43 CC).

LECCION-5: ELEMENTOS SOBRE LA EMPRESA Y NEGOCIOS


SOBRE LA MISMA
Una empresa se dedica a la producción de bienes para distribuirlos en el mercado. En la
empresa hay elementos personales: los trabajadores, otras personas con funciones que
ayudan al empresario en la tarea de dirección de la empresa y en sus relaciones con los
clientes, estos son los auxiliares de los empresarios. Como elementos de la empresa también
están los elementos materiales: las mercancías, las materias primas y elementos inmateriales:
derechos de la propiedad industrial, marcas, nombres comerciales, nombres de dominio,
derechos de autor, de propiedad intelectual etc. Finalmente hay otros elementos que se
integran en la empresa como son: el local como sede física de la empresa, y el fondo de
comercio y la clientela.

Elementos personales de la empresa:

1) Auxiliares del empresario: Tienen la función de apoyar a la dirección en las relaciones


con clientes y administradores. Todos están subordinados jerárquicamente al
empresario a través de una relación laboral que puede estar contenida en el estatuto
de los trabajadores o bien puede ser una relación laboral de carácter especial (RD de
1985 relativo del personal de alta dirección y el de personas que se ocupan de
actividades mercantiles sin…). Todos o casi todos tienen que tener poder de
representación con un contenido más o menos amplio y además se les prohíbe delegar
las tareas a otras personas. Todos los auxiliares tienen una prohibición de
competencia, es decir, no pueden desarrollar actividades de la misma índole que el
empresario (no pueden hacer el mismo negocio tanto de forma directa como
indirecta). Son responsables por los daños o infracción que causen.
Hay diversos tipos de auxiliares en función de las tareas que tienen encomendadas:
-Los apoderados generales: Que tienen un poder de representación para vincular al
empresario individual en todos los asuntos concernientes al giro de la empresa (Ej: el
que se llama factor).

Factor: Es el gerente de una empresa, es el director general de una empresa o


de una unidad menor dentro de una empresa, por ejemplo un establecimiento. Es una
persona que representa al empresario principal que es quien lo contrata como norma
general. El factor puede realizar actos y contratos en nombre del empresario principal
dentro del giro de la empresa, por lo que el empresario principal queda vinculado.
El factor no es el empresario, es un representante. Por tanto, no asume obligaciones
frente a terceros.
Los poderes generales que tiene el factor (solamente los generales) tienen acceso al
Registro Mercantil.

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Pero como sabe el mercado o los terceros que esa persona es un representante?. Pues
el mercado lo sabe por la mera actuación de hecho del factor, la mera repetición
sistemática, es decir, por la existencia de una publicidad de hecho que nace de la
actuación mercantil del factor en el marco contractual.
En el art.286 del CC se habla del factor notorio. Este factor tiene un poder de
representación basado en que vincula al principal dentro de los ámbitos de la
empresa. Es una norma que intenta proteger a los terceros a la seguridad del tráfico
obligando al empresario principal, aunque haya habido abuso de confianza,
trasgresión de competencias etc.

Pero si el factor contrata con un tercero (de buena fe) excediéndose en sus poderes, si
rebasa la frontera del marco normativo de representación, el empresario principal no
queda vinculado (no sería responsable), sino que es el factor quien queda vinculado.
Cuando el factor tiene poder de representación, y dicho poder está inscrito en el RM:
Primero, para que una persona sea considerada como factor tiene que tener un
contenido mínimo legal, es decir, el giro o tráfico de su empresa (una persona que
haga menos que eso no es factor); La ley permite modificar el poder de representación
del factor para ampliar las facultades del factor (para que pueda realizar actos de
administración extraordinarios por ejemplo, vender servicios, mercancías etc), y
además también se podrán precisar sus facultades. Además advertir que nadie puede
utilizar el RM de mala fe (el empresario no puede consentir que el factor haga lo que
quiera y en el momento de problemas que le eche la culpa).
Tiene la obligación de expresar la contemplatio domini (que está actuando por cuenta
y en representación del empresario principal), y cuando no lo hace queda dispuesto a
ser también responsable frente a terceros.

La Ley prevé que los factores no le puedan hacer la competencia durante la vigencia
(competencia desleal) y cabe también la posibilidad de que se pacte la posición de
competencia una vez haya terminado el contrato. Por ejemplo con un criterio
temporal (2 años).

El poder se extingue por su revocación o enajenación de la empresa. Hasta la fecha de


revocación son válidos todos los contratos que los terceros hayan realizado con ese
factor.

-Apoderados singulares: Sus atribuciones representativas son menores. No son


poderes de naturaleza general. Se distingue entre los mancebos y los dependientes.

Mancebos y dependientes: Art.292-295 del CC. No está nada clara la diferencia.


Mancebos: Encargado de vender al por mayor o menor en una tienda ()
Sus poderes no se pueden inscribir en el RM, ya que son singulares y su publicidad es
meramente de hecho.

-Los viajantes: Son personas vinculadas por una relación laboral de carácter especial
regulada en el estatuto de los trabajadores y en el RD de 1985 que tienen como

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función principal la de promover o en su caso concluir actos o operaciones de


comercio por cuenta del empresario principal, dependiendo de las facultades que su
contrato de trabajo le dé.
El viajante es un trabajador, un comercial que tiene un contrato de trabajo firmado
con el empresario, a cambio de una contraprestación. No es colaborador porque está
sometido jerárquicamente.
-Un agente en cambio es un empresario, un colaborador del empresario.

Los elementos materiales e inmateriales los veremos en temas posteriores.

Elementos que se integran en la empresa o que resultan resultado de la misa:

1) El local: Es muy importante la sede física puesto que se generan muchas expectativas,
es un polo de atracción y el derecho tiene en cuenta ese valor para dirimir del conflicto
en quien se puede apropiar de dicho local.
La ley de arrendamientos urbanos regula el arrendamiento local de negocio. Es un
arrendamiento distinto al de vivienda.
Sus fuentes: El contrato de arrendamiento de local de negocio tiene un par de normas
imperativas. Que el arrendamiento deposite un par de meses de fianza y la posibilidad
de que las partes del contrato puedan compelerse recíprocamente para que el
contrato pueda hacerse por escrito. Para lo demás rige el principio de libertad de
pacto.
El título III de esa ley contiene normas que se aplicaran en ausencia de pacto por parte
de las partes.
Cuando las partes en uso de su autonomía privada desean excluir alguno de su
mandatos, tiene que decirlo de forma expresa (clausula). Después como libertad de
pacto está el Código Civil.
Distinguir:
Normas que pretenden la continuidad del arrendatario en el local:
- Cuando el arriendo se ha inscrito en el registro de la propiedad, el que compra el
local se subroga en los derechos y obligaciones del contrato de arrendamiento, es
decir, no se aplica el principio clásico del Código Civil (venta quita renta). Si no esta
inscrito se aplica dicho principio.
- Derecho de adquisición preferente del arrendatario en caso de puesta en venta del
local arrendado.
- En caso de fallecimiento del arrendatario, el heredero o legatario puede
subrogarse en la posición de arrendatario.

La Ley de arrendamientos urbanos contempla la posibilidad de que el arrendatario


pueda ceder el contrato de arrendamiento o pueda subarrendar el local sin el
consentimiento del arrendador pero siempre y cuando notifique fehacientemente
(claramente) al arrendador que va a realizar esas operaciones.

Es una norma para facilitar la trasmisión del fondo

La LAU también contempla la posibilidad de que el arrendatario cumpla una


indemnización por clientela si se cumplen los requisitos previstos (art.34).

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Como causas de resolución del contrato de arrendamiento:

Falta de pago de la renta


Falta del pago de la fianza o su actualización
La realización de actividades molestas etc
El traspaso o subarriendo no identificado fehacientemente

FONDO DE COMERCIO Y CLIENTELA:

El fondo de comercio es resultado de la actividad empresarial, refleja la eficiencia de la


empresa y puede ser una partida que se lleve al balance.

La clientela tiene una gran importancia para la empresa. Tiene un gran valor
patrimonial para la empresa. El derecho también considera una indemnización.

NEGOCIOS SOBRE EMPRESAS

Compraventa de transmisión intervivos de empresa (contrato rey):

No hay una regulación expresa, el ordenamiento jurídico se refiere a la misma en el


art.1389 del Código Civil.

La Ley de sociedades de capital se refiere a la empresa cuando es objeto de aportación


y para regular el saneamiento de una empresa. También la ley de modificaciones
estructurales, asimismo el estatuto de trabajadores entiende la compraventa para
decir que los trabajadores siguen siendo trabajadores. La Ley general tributaria
también habla de la compraventa. En definitiva, no hay una regula con expresa de la
compraventa de empresa, pero esta sesgada.

Hay que distinguir entre la compraventa de una empresa en sentido económico de la


compraventa de una empresa en sentido jurídico:

-Económico: cuando se habla de las operaciones de venta de acciones y


participaciones de una sociedad (que es una transmisión intervivos de la empresa en
sentido económico), porque no cambia la titularidad de ninguno de los elementos
patrimoniales que componen la empresa.

-Jurídico: Justo lo contrario, se produce un cambio en la titularidad en todos los


elementos que conforman la empresa. Eso tiene ventajas e inconvenientes.

En este sentido hay que aplicar la teoría de título y modo del art.609 del Código Civil.
Cada elemento o bien sigue su ley de circulación propia.

A la hora de negociar el contrato de compraventa de empresa, hay un par de cláusulas a


considerar:

ÆCláusula de confidencialidad: Lo primero que se hace es una “due diligence” que es una
radiografía de la empresa (hacer un repaso de toda la situación de la empresa). Un ejemplo de
este concepto podría ser un “checklist” que es toda la información que se le facilitaría al
comprador para que decida.

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ÆCláusulas sobre cálculo de posibles contingencias: Se intenta cubrir cualquier pago que no
haya sido pagado anteriormente (ej: una reclamación de un tercero, una sanción
administracio… son pagos que no estaban previstos). Se depositan parte del precio en una
entidad de precio y se van liberando cantidades a favor del vendedor con el tiempo.

ÆClausulas a través de las cuales se intenta trasmitir la clientela (que no es un bien


susceptible de transmisión directa)

Æ Pactos de competencias: Tienen que ser razonables.

ÆEn los contratos de compraventa existe una obligación de saneamiento por evicción o por
vicios ocultos: la totalidad de los elementos de la empresa o alguno de sus elementos
esenciales.

TRSMISION MORTIS CAUSA:

Cuando uno se muere, transmite sus bienes y el heredero tiene que aceptar, de manera
simple o beneficio del inventario.

Acepatr a beneficio de inventario, que una vez hayan pagado

El derecho conserva la posibilidad de mantener la empresa y por la via de la participación dar a


uno solo de los herederos la empresa o el paquete accesorial y al resto de los herederos
paguerles la legitima en metalico (en un plazo de 5 años).

ARRENDAMIENTO DE EMPREA Y LA HIPOTECA

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Tema 5.
DERECHO DE LA COMPETENCIA I: LA LIBRE COMPETENCIA

1. El principio de libertad de competencia, sus obstáculos y su tutela: la libertad de


empresa

La competencia puede definirse como “aquella situación en la que se encuentran actual o


potencialmente dos o más empresarios que, operando en el mismo ámbito del mercado,
ofrecen bienes o servicios susceptibles de satisfacer, incluso con medios diferentes, la misma
necesidad, y que se encuentran en una situación de conflicto de interés frente a la clientela”.

Cuando se habla de tutela o de protección de la libertad de competencia se hace


referencia a disposiciones dirigidas a eliminar, o al menos a atenuar, obstáculos artificiales al
libre juego de la competencia. Porque en la economía de mercado existen dos tipos de
obstáculos que se oponen a la libertad e igualdad económica:

- Los connaturales al propio sistema (disponer de grandes sumas de capital, coste creciente
de la tecnología, etc.) que crean por sí mismo barreras para que algunos competidores puedan
ingresar o permanecer en el mercado.

- Los artificiales, que son aquellos que no surgen de la propia estructura del mercado, sino
que son creados o impuestos voluntariamente por los propios competidores para eliminar,
falsear, limitar o restringir entre ellos la competencia imperfecta o practicable, normalmente
en beneficio propio y en perjuicio de los demás competidores y de los consumidores.

A la luz de lo anterior, por tutela y defensa de la libertad de competencia debemos


entender la tendencia legislativa de los Estados dirigida a prevenir y, en su caso, a reprimir y a
sancionar los abusos que constituyen los obstáculos artificiales voluntariamente creados por
los empresarios que son perjudiciales para el ordenado desarrollo de la competencia
practicable o imperfecta en el mercado.

Tutelar la libertad de competencia es una exigencia ineludible en todos los países


capitalistas. Para ello se promulgan las llamadas leyes y disposiciones antitrust o de
ordenación del mercado (arts. 101 a 113 TFUE y Ley 15/2007 de Defensa de la Competencia).
Junto a estas normas coexisten otras, las leyes de represión de la competencia desleal.

Ha sido tradicional afirmar que el Derecho de defensa de la competencia tiene como


finalidad básica preservar la competencia como institución, sancionando una serie de
conductas que se estima eliminan la competencia, operando sobre la base de categorías
preponderantemente administrativas. Por su parte, el Derecho contra la competencia desleal
perseguiría ciertas conductas que, implicando verdadera competencia, rebasan determinados
límites que establece el ordenamiento; descansando en nociones e instituciones jurídico-
privadas, siendo los tribunales de lo mercantil los encargados de aplicar la Ley de competencia
desleal.

Aunque lo anterior es cierto, hay una progresiva convergencia entre ambos sectores, de
forma que no es rigurosamente cierto que el Derecho de competencia desleal atienda tan solo
a los intereses privados de los empresarios, sino que también son tenidos en cuenta los
intereses de los consumidores. Tampoco se pueda afirmar que el Derecho de Defensa de la
Competencia sea aplicado única y exclusivamente por la Comisión Nacional de la Competencia.

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En definitiva, puede concluirse que ambos bloques normativos buscan un fin común, como
es el mantenimiento de una estructura concurrencial no falseada.

2. Competencia y mercado: mercado relevante y poder de mercado

En el manual no viene nada de este punto.

3. Derecho europeo de la competencia: evolución e influencia en el Derecho español

La regulación sobre defensa de la competencia que puede llegarse a aplicar en España se


compone de dos estratos, uno de ellos formado por las normas comunitarias y el otro por la
regulación nacional o interna. El primero de los estratos está constituido, básicamente, por los
artículos 101 a 113 del Tratado sobre el Funcionamiento de la UE (“Derecho originario”, y
diversas normas (principalmente reglamentos) de los órganos comunitarios (“Derecho
derivado”). Este Derecho comunitario ha asumido una importancia cada día creciente.

La Ley de Defensa de la Competencia española sigue muy de cerca la técnica y la filosofía


del Derecho comunitario de la competencia.

4. Derecho español: conductas prohibidas

1. Conductas colusorias

La Ley prohíbe “todo acuerdo, decisión o recomendación colectiva, o práctica


concertada o conscientemente paralela, que tenga por objeto, produzca o pueda producir el
efecto de impedir, restringir o falsear la competencia en todo o parte del mercado nacional”
(art. 1.º1).

De esta declaración se desprende que son cuatro los tipos de conductas prohibidas: los
acuerdos, las decisiones o las recomendaciones colectivas, las prácticas concertadas y las
conductas o prácticas conscientemente paralelas.

A la Ley le resulta indiferente que la motivación o el objetivo que persigan las partes
sea o no atentar consciente y voluntariamente contra la competencia, resultándole igualmente
indiferente para calificar de ilícita tal conducta que se dé o no el resultado. Basta con que
pueda producir el efecto de impedir, restringir o falsear la competencia, para que el negocio o
la práctica resulten prohibidos.

De modo similar a cuanto ocurre en Derecho comunitario, también el artículo 1 LDC


contiene una enumeración ejemplificativa de los contenidos más frecuentes que presentan las
conductas colusorias. Así, quedan prohibidas las que consisten en:

a) La fijación, de forma directa o indirecta, de precios o de otras condiciones


comerciales o de servicio

b) La limitación o el control de la producción, la distribución, el desarrollo técnico o las


inversiones

c) El reparto del mercado o de las fuentes de aprovisionamiento

d) La aplicación de condiciones desiguales para prestaciones equivalentes

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e) La subordinación de la celebración de contratos a la aceptación de prestaciones


suplementarias que no guarden relación con el objeto de tales contratos

La LDC predica la nulidad de pleno derecho de los acuerdos colusorios, sin perjuicio de
las sanciones que pueda imponer la CNC.

2. Abuso de posición dominante

La Ley de Defensa de la Competencia no prohíbe los monopolios, ni las posiciones de


dominio que uno o varios empresarios puedan ostentar sobre el mercado. Sí que prohíbe los
abusos (la “explotación abusiva”) que puedan cometer la o las empresas que gocen de dicha
posición. El artículo 2 LDC prohíbe la explotación, por una o varias empresas, de su posición de
dominio en la totalidad o en parte del mercado nacional.

Para que se dé un abuso de posición dominante resulta indispensable que concurran


los dos requisitos siguientes. Por una parte, que exista una situación de dominio unilateral o
conjunto en todo o parte de mercado nacional. La posición de dominio no es definida por la
Ley española, pero se considera que existe cuando tal empresa puede actuar de manera
autónoma en un mercado sin tener en cuenta a sus competidores, proveedores o clientes.

Por otra parte es necesario, además, que se abuse de dicha posición, pudiendo
consistir dicho abuso, en particular, en alguna de las conductas enumeradas en el artículo 2.2:

- Imposición de precios no equitativos

- Limitación de la producción o el desarrollo técnico en perjuicio injustificado de las


empresas o consumidores

- Aplicación de condiciones contractuales desiguales para prestaciones equivalentes

- Subordinación de la celebración de contratos a la aceptación de prestaciones


suplementarias que no guarden relación con el objeto contractual

Están igualmente prohibidos los abusos de posición dominante que pudieran


eventualmente realizar los monopolios legales, lo que se desprende del artículo 2.3.
3. Falseamiento de la libre competencia por actos desleales

En casos excepcionales, la CNC (o, eventualmente, los órganos de las CCAA) es el


órgano competente para conocer determinados actos de competencia desleal, aplicando
además la propia Ley de Defensa de la Competencia. Se trata de aquellos actos en que se
incurra en deslealtad competencial que puedan provocar, por su magnitud económica, un
atentado sensible contra la libre competencia. Concretamente se requiere que se trate de
actos desleales que “por falsear la libre competencia afecten al interés público” (art. 3 LDC).

Con esta norma se pretende recordar que mediante prácticas de competencia desleal
se puede igualmente atentar contra el funcionamiento competitivo del mercado. Este es el
caso, por ejemplo, del dumping del vendedor contra sus competidores, o del boicot; o de los
llamados actos predatorios realizados con empresas con poder de mercado que produzcan sus
efectos en una parte importante del mercado.

No obstante, las relaciones ente este precepto y la Ley de Competencia Desleal


podrían suscitar algún problema de interpretación. Se plantea la cuestión de si resulta posible

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para la Comisión Nacional de Competencia, para sancionar la conducta como prohibida,


calificarla previamente como acto de competencia desleal, pues esa tarea jurisdiccional está
reservada a los Jueces de lo Mercantil, que son los que poseen competencia en la materia. La
solución reside en realizar una interpretación menos formalista del artículo 3, en el sentido de
que, sin necesidad de que el acto venga previamente calificado como de competencia desleal
por los juzgados de lo Mercantil, la CNC lo analiza, califica y sanciona como práctica o conducta
prohibida por el artículo 3 de la Ley, si concurren en él los requisitos que este precepto exige.

5. Conductas no prohibidas o permitidas

Las prohibiciones contenidas en los artículo 1 y 2 LDC no revisten carácter absoluto.

1. Conductas exentas por Ley

La prohibición no se aplicará a aquellas conductas que, a pesar de contener elementos


o producir efectos anticompetitivos, resulten autorizadas por una Ley (art. 4 LDC). Ello no
impide que esas mismas conductas, incluso autorizadas por una Ley, puedan ser objeto de
enjuiciamiento, y en su caso de sanción, a la luz del Derecho comunitario de defensa de la
competencia (salvedad contenida en el art. 4 LDC).

2. Conductas de menor importancia

Las prohibiciones de que trata la Ley de Defensa de la Competencia no resultarán de


aplicación a aquellas conductas que, por su escasa trascendencia o importancia, “no sean
capaces de afectar de manera significativa a la competencia” (art. 5 LDC). El R.D. 261/2008,
que aprueba el Reglamento de la LDC, sienta los criterios generales para estimar que nos
hallamos ante una conducta de menor importancia. Así, el artículo 1 Reglamento LDC
establece que se entenderán “de menor importancia aquellos acuerdos entre empresas
competidoras cuya cuota de mercado conjunta no exceda del 10 por 100 de los mercados
relevantes afectados”. Tratándose de empresas no competidoras, la cuota de mercado que se
tiene en cuenta es la del 15 por 100 de cada una de las empresas en cada uno de los mercados
afectados).

Sin embargo, existen ciertas conductas excluidas de la noción de menor importancia,


cualquiera que sea la cuota de mercado de las empresas partícipes. Se trata de aquellos
acuerdos o conductas entre empresas competidoras que tengan por objeto:

- La fijación de precios de venta

- La limitación de la producción o las ventas

- El reparto de mercados

Tratándose de empresas no competidoras, aquellas conductas que tengan por objeto:

- El establecimiento de un precio de reventa fijo o mínimo al que haya de ajustarse el


comprador

- La restricción de las denominadas “ventas activas” o “pasivas” a los usuarios finales


por parte de los miembros de una red de distribución selectiva (no podrá prohibirse a
los miembros de una red de distribución selectiva vender los productos a clientes de

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fuera de la zona que tuvieran asignada, al menos cuando ello suponga tan solo atender
a pedidos efectuados por tales clientes)

- Establecimiento de cláusulas de no competencia cuya duración exceda de cinco años

3. Conductas prohibidas autorizadas o autorizables

La Ley española reconoce que, junto a las conductas colusorias perniciosas existen
otras que, aunque pudieran producir ciertos efectos o consecuencias restrictivas de la
competencia, pueden, no obstante, ser toleradas y admitidas, bien porque se entiende que
producen otros efectos más beneficiosos sobre los consumidores, bien porque así lo exijan
razones de interés público.

La Ley de Defensa de la Competencia ha introducido un sistema de autorización


automática, sin necesidad de decisión previa, cuando los acuerdos, decisiones,
recomendaciones y prácticas cumplan una serie de requisitos:

- Permitan a los usuarios o consumidores participar de forma equitativa de las ventajas


de ese acuerdo (por ejemplo, vía reducción de precios)

- No impongan a las empresas interesadas restricciones que no sean indispensables

- No consientan a las empresas partícipes la posibilidad de eliminar la competencia


respecto de una parte sustancial de los productos o servicios contemplados

Tampoco serán objeto de prohibición aquellos acuerdos, decisiones o


recomendaciones que cumplan lo dispuesto en los reglamentos comunitarios relativos a la
aplicación del artículo 101.3 TFUE a determinadas categorías de acuerdos.

En consecuencia, puede afirmarse que en la actualidad todos aquellos acuerdos,


grupos de acuerdos, recomendaciones que se ajusten a lo establecido en los reglamentos
comunitarios se consideran autorizados y válidos.

Sin perjuicio de esta última importante mención, la Ley española no renuncia a la


posibilidad de que el Gobierno, mediante Real Decreto, pueda declarar la aplicación del
apartado 3 del artículo 1 a “determinadas categorías de acuerdos”, previo informe de la CNC.
En el pasado, el Gobierno ha hecho uso de esta posibilidad.

Junto a ello existe la posibilidad de que la CNC pueda declarar de oficio la


“inaplicabilidad” de la prohibición de las conductas colusorias contenida en el artículo 1 o
incluso respecto de la prohibición del abuso de dominio del artículo 2 a un acuerdo, decisión o
práctica, “cuando así lo requiera el interés público” (art. 6 LDC).

6. Control de las concentraciones económicas

La cuestión se regula en los artículo 7 a 10 de la LDC, así como en los artículo 4 a 6 del
Reglamento LDC. El procedimiento en sí se encuentra minuciosamente regulado en los
artículos 55 a 60 LDC y, sobre todo, en los artículo 54 a 71 del Reglamento LDC.

El sistema se articula sobre la base de una notificación obligatoria y previa a la CNC por
parte de los interesados (art. 9 LDC), cuando se cumpla, al menos, una de las circunstancias
siguientes:

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a) Que, como consecuencia de la operación de concentración se adquiera o supere una


cuota igual o superior al 30 por 100 del mercado relevante en el ámbito nacional (o de
un mercado geográfico definido dentro del mismo)

b) Cuando el volumen global de ventas en España del total de los partícipes en la


operación supere en el último ejercicio contable la cifra de 240 millones de euros,
siempre que al menos dos de los partícipes realicen individualmente en España un
volumen de ventas superior a 60 millones de euros (art. 8.1 LDC)

Estas obligaciones no afectan a las concentraciones de dimensión comunitaria.

La Ley de Economía Sostenible ha declarado exentas del procedimiento de control de


aquellas concentraciones en las que aun dándose el requisito del artículo 8.1 a), el volumen
global en España de la sociedad adquirida o de los activos adquiridos en el último ejercicio
contable no supere los 10 millones de euros, siempre que ninguna de las sociedades partícipes
no tengan una cuota individual o conjunta igual o superior al 50 por 100 en cualquiera de los
mercados afectados.

Por “concentración económica” se entiende todo “cambio estable del control de la


totalidad o parte de una o varias empresas”, como consecuencia de una serie de operaciones:

- Fusión

- Adquisición por una empresa del control de la totalidad o parte de una empresa

- Creación de una “empresa en participación”

- En general, la adquisición del control conjunto siempre que desempeñe funciones de


entidad económica autónoma y no tenga por objeto fundamental coordinar el
comportamiento colectivo de empresas que continúen siendo independientes

El control podrá resultar de los contratos, derechos o cualquier otro medio que
confieran la posibilidad de “ejercer una influencia decisiva sobre una empresa”-

En las condiciones anteriores, la operación deberá notificarse obligatoriamente a la


CNC, con carácter previo a su ejecución (art. 9.2 LDC). A partir de la notificación se pone en
marcha un complejo procedimiento, que puede terminar por silencio administrativo positivo
(favorable a la solicitud) si en el plazo de un mes el Consejo de la CNC no acuerda iniciar la
segunda fase del procedimiento. No obstante, se prevé la posibilidad del levantamiento de la
suspensión por la CNC, “a propuesta de la Dirección de Investigación y precia solicitud
motivada” (art. 9.6).

El procedimiento de control de las concentraciones no impedirá realizar una OPA que


hubiera sido autorizada por la CNMV, siempre y cuando la concentración sea notificada a la
CNC (si es que no lo hubiera sido antes) en el plazo máximo de 5 días desde que se presenta la
solicitud de autorización de la OPA a la CNMV; y el comprador no ejerza los derechos de voto
inherentes a las acciones.

La obligación de notificar la concentración recae, bien conjuntamente sobre las partes


que intervengan, o bien individualmente sobre la parte que adquiera el control exclusivo sobre
una empresa o parte de la misma (art. 9.4 LCD).

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El procedimiento se divide en varias fases. La primera, de instrucción, se lleva a cabo


ante la Dirección de investigación de la CNC y puede terminar: 1) por silencio administrativo; 2)
por una resolución del consejo de la CNC autorizando la concentración; 3) o acordando la
iniciación de la segunda fase.

En este último caso, tras la elaboración de una nota por parte de la Dirección de
Investigación, se abre un procedimiento con audiencia de los afectados y del Consejo de
Consumidores y Usuarios, para que presenten alegaciones. Tras la celebración, en su caso, de
una vista ante el Consejo de la CNC, esta adoptará su decisión final mediante resolución, que
podrá: 1) autorizar la concentración; 2) subordinarla al cumplimiento de determinados
compromisos; 3) prohibirla o acordar el archivo.

Las resoluciones de la CNC serán comunicadas al Ministro de Economía y Hacienda y


no serán eficaces ni ejecutivas (al menos, aquellas que prohíban la concentración o la
supediten al cumplimiento de compromisos) hasta que el Ministro haya decidido no elevar la
concentración al Consejo de Ministros o hayan transcurrido dos meses desde la apertura de la
segunda fase. Cuando el Ministro decida elevar la decisión al Gobierno “por razones de interés
general”, este podrá confirmar la resolución de la CNC (de prohibición o subordinación); o
acordar autorizar la concentración, con o sin condiciones. En estos casos de intervención del
Ministro o el Consejo de Ministros, el transcurso de los plazos sin decisión expresa implica la
eficacia de la resolución expresa de la CNC en la segunda fase.

7. Las ayudas públicas a las empresas

El artículo 11 LDC contiene un régimen en materia de ayudas a las empresas con cargo a
fondos públicos. Esta ayuda puede llegar a producir un falseamiento de la competencia
efectiva en el mercado.

Se prevé que la CNC, por propia iniciativa o a instancia de las Administraciones Públicas,
pueda analizar los criterios de concesión de las ayudas y los efectos que tengan sobre las
condiciones de competencia. Todo ello a fin de emitir informes con respecto al régimen de
ayudas o a fin de dirigir a las AAPP propuestas tendentes al mantenimiento de la competencia
(art. 11.1 LDC).

Al margen de ello, se establece que la CNC habrá de emitir un informe anual sobre las
ayudas públicas concedidas en España (art. 11.2 LDC), todo ello sin perjuicio de que los
órganos de defensa de la competencia autonómicos puedan emitir informes sobre las ayudas
públicas concedidas por las Administraciones autonómicas o locales en su ámbito territorial
(art. 11.5).

8. Órganos de defensa de la competencia

1. Sobre los órganos autonómicos de defensa de la competencia

La STC 208/1999 vino a reconocer que las CAA pueden tener competencias de
ejecución en materia de defensa de la competencia, sin perjuicio de la competencia exclusiva
del Estado en materia de bases y coordinación de la planificación general de la actividad
económica.

En cumplimiento de lo dispuesto en la sentencia se promulgó la Ley 1/2002, de


Coordinación de las competencias del Estado y las Comunidades Autónomas en materia de

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Defensa de la Competencia. La ley establece en su artículo 1 que “corresponderá al Estado el


ejercicio de las competencias reconocidas en la Ley 15/2007, cuando las citadas conductas
alteren o puedan alterar la libre competencia en un ámbito supraautonómico o en el conjunto
del mercado nacional, aun cuando el ejercicio de tales competencias haya de realizarse en el
territorio de cualquiera de las Comunidades Autónomas”. En tanto que reserva a las CCAA el
ejercicio en su territorio de dichas competencias en relación con las conductas prohibidas,
cuando las mismas, “sin afectar a un ámbito superior al de una Comunidad Autónoma o al
conjunto del mercado nacional, alteren o puedan alterar la libre competencia en el ámbito de
la respectiva Comunidad Autónoma”. Al mismo tiempo, se establece un procedimiento para la
resolución de los conflictos de competencia que pudieran plantearse entre el Estado y las
CCAA (arts. 2 y 3).

Son varias las CCAA que han procedido a la creación de Tribunales Autonómicos de
Defensa de la Competencia (Cataluña, Galicia, Madrid, País Vasco, Comunidad Valenciana).
2. La Comisión Nacional de la Competencia

La CNC es un organismo público adscrito al Ministerio de Economía y Hacienda, si bien


actúa con plena autonomía orgánica y funcional.

Está compuesta por la Dirección General de Investigación, encargada de la instrucción


de expedientes, investigación y estudios de los informes de la CNC; y el Consejo, órgano
colegiado encargado de la resolución de expedientes, que se encuentra formado por seis
consejeros y el Presidente. Todos ellos son nombrados por el Gobierno a propuesto del
Ministro de Economía y Hacienda, entre juristas y economistas, previa comparecencia ante el
Congreso de los Diputados. El nombramiento es por un plazo de 6 años sin posibilidad de
renovación.

En cuanto a las funciones de la CNC, la Ley le asigna, entre otras, la instrucción y


resolución en materia de aplicación de la Ley en lo relativo a conductas prohibidas,
concentraciones económicas y aplicación en España de la normativa comunitaria; ejercer las
funciones correspondientes a la AGE en sede de coordinación entre el Estado y las CCAA en
materia de defensa de la competencia. Asimismo, tiene atribuidas funciones consultivas,
debiendo, en todo caso, dictaminar sobre los proyectos de ley que afecten a la competencia,
en particular aquellos por los que se modifique la propia LDC, o los proyectos de apertura de
grandes establecimientos comerciales cuando su instalación en la zona pueda afectar a la
competencia en un ámbito supraautonómico. En fin, las CNC tiene encomendadas también
otras funciones de promoción de la competencia y de elaboración de estudios e informes.

9. Procedimiento y sanciones contra las conductas prohibidas

Las infracciones de la Ley de Defensa de la Competencia son objeto del correspondiente


procedimiento administrativo sancionador, incoado de oficio por la Dirección de Investigación
de la CNC o por denuncia. El procedimiento se encuentra regulado en los artículos 36 y
siguientes LDC y en los artículos 11 y siguientes del Reglamento de la Ley. Se distingue entre
una fase de iniciación e instrucción el expediente, dirigida al esclarecimiento de los hechos
(que corresponde a la Dirección de investigación) y la fase de resolución del expediente ante el
Consejo de la CNC.

Las resoluciones de la CNC podrán declarar la existencia de conductas prohibidas, o bien


no resultar acreditada su existencia, pudiendo contener, entre otras, la orden de cesación, la
imposición de condiciones, la orden de remoción de los efectos de las conductas y la
imposición de multas.

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Contra las resoluciones de la CNC no cabe ningún recurso en vía administrativa, solo podrá
interponerse el recurso contencioso-administrativo.

Aparte de otras sanciones especiales que la Ley menciona, se enumeran y tipifican en ella
las sanciones que se pueden imponer a los sujetos infractores. Las infracciones se clasifican en
leves, graves y muy graves, prescribiendo en el plazo de 1, 2 y 4 años respectivamente.

Las sanciones previstas para los sujetos infractores que deliberadamente o por negligencia
infrinjan lo dispuesto en la Ley pueden ir desde una multa de hasta el 1 por 100 del volumen
de negocios de la empresa infractora (en infracciones leves) hasta el 10 por 100 de dicho
volumen en el caso de infracciones muy graves. Cuando el infractor sea una persona jurídica, la
Ley establece la posibilidad de sancionar a los representantes legales o a los miembros de sus
órganos directivos que hayan intervenido en el acuerdo o decisión que atente contra la
competencia, a los que se podrán imponer, además de la prevista para las entidades, una
multa de hasta 60.000 euros a cada uno.

A las anteriores se añaden otras sanciones pecuniarias, denominadas multas coercitivas,


tendentes a lograr que los infractores cesen en su actividad. Para ello, la CNC podrá, además
de las multas sancionadoras, imponer multas coercitivas de hasta 12.000 euros por día, con el
fin de obligar al sujeto infractor a: 1) cesar en una conducta declarada prohibida; 2) deshacer
una operación de concentración prohibida; 3) acatar la remoción de los efectos generados por
la conducta ilícita; 4) cumplir ciertos compromisos alcanzados, entre otras finalidades.

Una de las grandes novedades de la Ley reside en el “procedimiento de clemencia”,


consistente en que la CNC “eximirá” del pago de la multa a aquella empresa o persona física
que, formando parte de un cártel, denuncie su existencia y aporte pruebas sustantivas para la
investigación. El beneficio solo se aplica a la primera empresa o persona que denuncie el
cártel. Asimismo, la CNC “podrá reducir” el importe de la multa a aquellas empresas que, sin
poder beneficiarse de la exención total, colaboren con la CNC facilitando elementos de prueba
que aporten un valor añadido significativo.

Resarcimiento de daños y perjuicios e intervención de los órganos de defensa de la


competencia en procedimientos judiciales

Las sanciones a que se refiere la Ley de Defensa de la Competencia se entienden sin


perjuicio de las demás responsabilidades (civiles o penales) que en cada caso procedan.

Los juzgados de lo Mercantil pueden conocer directamente de cuantas acciones del


orden jurisdiccional se puedan suscitar en relación con los procedimientos de aplicación de los
artículos 1 y 2 de la LDC. Se prevé que los juzgados puedan suspender el plazo para dictar
sentencia hasta que recaiga la correspondiente resolución administrativa cuando resulte
necesario conocer el pronunciamiento del órgano administrativo.

La vigente LDC sigue atribuyendo a la CNC, entre sus funciones consultivas, la de


dictaminar acerca de los criterios para la cuantificación de las indemnizaciones que los autores
de las conductas previstas deban satisfacer, cuando le sea requerido por el órgano judicial
competente.

La Ley contiene una innovación muy relevante, consistente en atribuir a la CNC la


posibilidad de aportar información o presentar observaciones a los procedimientos judiciales
sobre cuestiones relativas a la aplicación de los artículos 101 y 102 TFUE o a los artículos 1 y 2

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LDC. En la misma línea, la Disposición Adicional 2ª LDC permite a la Comisión Europea, a la CNC
y a los órganos competentes de las CCAA intervenir, sin tener la condición de parte, por propia
iniciativa o a instancias del órgano judicial, mediante la aportación de información o
presentación de observaciones escritas sobre cuestiones relativas a los artículos mencionados
anteriormente.

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Tema 6. Derecho de la competencia II: la competencia desleal y


derecho de la publicidad
Después de haber estudiado el primer bloque sobre Derecho de la competencia,
vamos a entender mejor el segundo bloque que es el derecho represor de la competencia
ilícita por desleal. La libertad de competencia, como presupuesto de la libertad de
empresa (art.38 CE), significa que el ordenamiento jurídico reconoce que cualquier
sujeto puede iniciar una actividad empresarial.

Pueden, sin embargo, surgir ciertas situaciones que excluyan o limiten la forma del
ejercicio de del principio de libertad económica. Aquí nos vamos a centrar en la
competencia desleal, que es aquella que se lleva a cabo sin respetar un mínimo estándar
de conducta, que viene dado por la buena fe en sentido objetivo.

En esta materia tiene especial relevancia la Ley 29/2009 de 30 de diciembre que


modifica el régimen legal de la competencia desleal y de la publicidad para la mejora de
la protección de los consumidores y usuarios, al objeto de incorporar al ordenamiento
español la Directiva 2005/29/CE, relativa a las prácticas comerciales desleales de las
empresas en sus relaciones con los consumidores en el mercado interior, y la Directiva
2006/114/CE, sobre publicidad engañosa y publicidad comparativa.

Concepto de competencia desleal en el Derecho español.


En nuestro país este sector ha carecido de regulación sistemática hasta la
promulgación de la Ley 3/1991 de Competencia Desleal (LCD), que define el acto
desleal en el mercado y dota de medios eficaces para reprimirlo. También ha de tenerse
en cuenta la Ley 34/1988 General de Publicidad (LGP) que contempla los supuestos de
competencia desleal realizados a través de los medios publicitarios. Como la LCD no
derogó los artículos de la LGP surge la duda de si se encuentran en vigor, siendo esta
cuestión de notable importancia, ya que existen notables diferencias entre una y otra
regulación. En la jurisprudencia predomina la opinión de que prevalece la LGP frente a
la LCP. En todo caso, la Ley 29/2009 ha introducido mecanismo de coordinación entre
ambas normas en la LGP; en este sentido, se han unificado las acciones y remedios
contra las prácticas comerciales que perjudican los intereses económicos de los
consumidores, si bien se mantiene la regulación específica de la publicad ilícita en la
LGP.
La LCD 1991 ha optado para definir y prohibir la competencia desleal, por un
modelo de cláusula general prohibitiva, similar al que predomina en la mayoría de los
ordenamientos europeos. Así el legislador prohíbe mediante una fórmula general las
distintas variedades de actos desleales que, teniendo cabida en ella, pueden surgir en el
tráfico económico. La principal novedad que introduce la Ley 29/2009 en la cláusula
contenida en el artículo 4 LCD consiste en establecer una diferente vara de medir la
deslealtad según se trate de comportamientos en relaciones entre empresarios o entre
alguna de éstos y los consumidores o usuarios.

Además, de acuerdo con la cláusula del artículo 4 LCD resulta irrelevante el dato de
la intencionalidad del agente. En efecto, no se requiere que haya existido intención, por
parte de quien comete el acto desleal, de dañar a otro, ni siquiera conciencia de atentar
contra la buena fe, ni de estar siendo desleal con su conducta, para que el acto cometido
por aquél sea calificado de desleal. Basta con que exista una conducta que
objetivamente resulte contraria a la diligencia profesional que le es exigible, para que, si

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la conducta puede distorsionar el comportamiento del consumidor medio, exista el acto


de competencia desleal. Esta cláusula general se concreta después en los casos
explícitamente prohibidos de los artículos 5 a 18 LCD. La ley regula unos actos de
competencia desleal, unos tipos, junto a los tipos de esta la cláusula general. Lo que
hace es absorber comportamientos marginales o extraños no previstos por el legislador
así como los comportamientos que puedan aparecer en el futuro por razón de las nuevas
técnicas comerciales (absorbe lo marginal y lo nuevo que aparezca).

Ámbito de aplicación de la Ley de Competencia Desleal.

En primer lugar es necesario que el acto de competencia desleal se realice en el


mercado y con fines concurrenciales. En este sentido se presume la finalidad
concurrencial de todo acto económico cuando, por las circunstancias en que se realice,
se revele objetivamente idóneo para promover o asegurar la difusión en el mercado de
las prestaciones propias o de un tercero.

Por otra parte, no en todos los casos es necesario que ese acto haya causado
efectivamente un daño, sino que puede bastar con que la actuación sea susceptible de
producir un daño. El acto desleal es considerado como tal, desde el momento en que es
potencialmente idóneo para producir daño. De hecho, el nuevo apartado 3 del artículo 2
LCD dispone expresamente que la Ley será de aplicación a los actos de competencia
desleal realizados antes, durante o después de una operación comercial o contrato,
independientemente de que llegue a celebrarse o no. Por ejemplo los arts. 5 y 6
consideran desleales los actos de confusión y engaño simplemente si son suspectibles de
inducir a error a alguien, sin que se exija probar que el infractor haya efectivamente
inducido a engaño o confusión a los consumidores.

En cuanto al ámbito subjetivo, la LCD resulta de aplicación no sólo a empresarios


sino también a cualesquiera otras personas físicas o jurídicas que participen en el
mercado ((heredo una alfombras y las vendo como alfombras persas, la ley se aplica por
participar en el mercado).

Por último, si bien antes para aplicación de la Ley se exigía expresamente que los
actos de competencia desleal “produzcan o puedan producir efectos sustanciales en el
mercado español”, la Ley 29/2009 ha eliminado el artículo correspondiente al ámbito de
aplicación territorial, teniendo en cuenta así las disposiciones del Reglamento CE
846/2007 relatico a las obligaciones extracontractuales, que permite suprimir cualquier
referencia a su ámbito de aplicación territorial.

Interés tutelado por la prohibición de competencia desleal

En los inicios de la formación de la disciplina, fundamentalmente se intentaba tutelar


los intereses privados de los empresarios que resultaban perjudicados por este tipo de
actos desleales, buscando proteger con ello, fuera la clientela, fuera la empresa misma,
en fin, al bien jurídico en sí mismo que constituye la lealtad en la competencia.

Pero en la actualidad, la LCD protege no sólo los intereses privados de los


empresarios, sino también los intereses colectivos de los consumidores, que ha
culminado con la última reforma producida con ocasión de la trasposición de la
Directiva 2005/29/CE. Esta ampliación y reordenación de los intereses tutelados está
presente a lo largo de todos los preceptos de la Ley. Particularmente ilustrativo resulta
el art.33 que atribuye legitimación activa para el ejercicio de las acciones derivadas de

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la competencia desleal a los consumidores contra quienes cometen actos de


competencia desleal. Esta moderna orientación de los intereses protegidos, convierte a
la LCD en instrumento de ordenación y control de las conductas en el mercado, ya que
regula la participación de todos los sujetos que inciden en el mismo y no sólo de los
empresarios. Lo que se pretende es evitar conductas desleales que perturben el correcto
funcionamiento del tráfico económico y del mercado.

Supuestos especiales de actos de competencia desleal

La cláusula general del artículo 4 LCD se completa con una generosa tipificación de
los actos concretos de competencia desleal más frecuentes, que la Ley describe y
enumera en los arts. 5 y siguientes. De esta forma antes un acto que pueda considerarse
desleal, en primer lugar habrá de examinarse la enumeración de los artículos 5 a 18
LCD y, en el caso de no poder incluir la conducta en ninguno de los actos allí
enumerados, se procederá a su eventual subsunción en la cláusula general del artículo 4
LCD. Tras la reforma operada por la Ley 29/2009 se ha optado por regular de forma
separada los actos de competencia desleal (arts. 5 a 18) y las prácticas comerciales con
los consumidores y usuarios (arts. 19 a 31).

a) Actos de competencia desleal

- Los actos de engaño (art.5 LCD) que deben reunir dos requisitos para ser
considerados como tales: por una parte deben contener información falsa o información
que aun siendo veraz, por su contenido o presentación induzca o puede inducir a error a
los destinatarios, siendo susceptible de alterar su comportamiento económico; además
debe incidir sobre alguno de los siguientes aspectos: a) la existencia o la naturaleza del
bien o servicio; b) las características principales del bien o servicio (la LCD enumera un
elenco de características consideradas como principales); c) la asistencia postventa al
cliente y el tratamiento de las reclamaciones; d) el alcance de los compromisos del
empresario o profesional, los motivos de la conducta comercial y la naturaleza de la
operación comercial o el contrato; e) el precio o su modo de fijación, o la existencia de
una ventaja específica con respecto al precio: f) la necesidad de un servicio o de una
pieza, sustitución o reparación y la modificación del precio inicialmente informado; g)
la naturaleza, las características y los derechos del empresario o profesional o su agente;
h) los derechos legales o convencionales del consumidor o los riesgos que éste pueda
correr.

Asimismo, en aquellos supuestos en que el empresario indique en una práctica


comercial que está vinculado a un código de conducta, el incumplimiento de los
compromisos asumidos en dicho código será desleal siempre que concurran los
requisitos previsto en el apartado 2 del art.5 LCD.

1º-Los actos de confusión (art. 6 LCD), se considera desleal todo comportamiento que
resulte idóneo para crear confusión con la actividad, las prestaciones o el
establecimiento ajenos. Con este término idóneo se refiere tanto los comportamientos
que crean efectivamente confusión, como todos los que potencialmente pueden crearla.

2º- Las omisiones engañosas (art.7), se considera desleal la omisión u ocultación de la


información necesaria para que el destinatario adopte o pueda adoptar una decisión
relativa a su comportamiento económico con el debido conocimiento de causa. Es
también desleal si la información que se ofrece es poco clara, ininteligible, ambigua, no

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se ofrece en el momento adecuado, o no se da a conocer el propósito comercial de esa


práctica, cuando no resulte evidente por el contexto.

Para la determinación del carácter engañoso de los actos a que se refiere el apartado
anterior, se atenderá al contexto fáctico en que se producen, teniendo en cuenta todas
sus características y circunstancias y las limitaciones del medio de comunicación
utilizado.

3º-Las prácticas agresivas (art.8), se refiere a las conductas susceptibles de mermar de


manera significativa la libertad de elección o conducta del destinatario en relación al
bien o servicio de que se trate (y, por consiguiente, que afecte o pueda afectar a su
comportamiento económico), siempre que haya mediado acoso, coacción (incluido el
uso de la fuerza) o influencia indebida (entendiéndose como tal la utilización de una
posición de poder en relación con el destinatario de la práctica para ejercer presión,
incluso sin usar la fuerza física ni amenazar con su uso).

A estos efectos, la propia LCD ofrece los criterios que deben considerarse para
determinar si una conducta hace uso del acoso, la coacción o la influencia indebida,
debiendo tenerse en cuenta, entre otros factores, el momento y lugar en que se produce,
su naturaleza o persistencia; el empleo de un lenguaje o comportamiento amenazador o
insultante; los obstáculos no contractuales que el empresario o profesional pueda
imponer para el ejercicio de los derechos legales o contractuales, etc

4º-Los actos de denigración (art.9), se considera desleal la realización o difusión de


manifestaciones sobre la actividad, las prestaciones, el establecimiento o las relaciones
mercantiles de un tercero que sean aptas para menoscabar su crédito en el mercado, a no
ser que sean exactas, verdaderas y pertinentes (exceptio veritatis)

En particular, no se estiman pertinentes las manifestaciones que tengan por objeto la


nacionalidad, las creencias o ideología, la vida privada o cualesquiera otras
circunstancias estrictamente personales del afectado.

5º-En relación con los actos de comparación (art.10) frente a la anterior redacción, que
reputaba estos actos como desleales cuando la comparación se refiriera a extremos que
no sean análogos, relevantes ni comprobables, tras la reforma de la Ley 29/2009 la LCD
recoge los requisitos que debe cumplir la comparación pública para no ser considerada
desleal: a)los bienes o servicios comparados habrán de tener la misma finalidad o
satisfacer las mismas necesidades; b)la comparación debe realizarse de modo objetivo
entre características esenciales, pertinentes, verificables y representativas de los bienes o
servicios (entre ellas el precio): c)para los productos amparados por una denominación
de origen la comparación sólo podrá efectuarse con otros productos de la misma
denominación; d)no podrán presentarse bienes o servicios como imitaciones de otros a
los que se aplique una marca o un nombre comercial protegido; e)la comparación no
podrá contravenir lo establecido en materia de actos de engaño, denigración y
explotación de reputación ajena (arts. 5, 7, 9, 12, 20). En consecuencia, se reputarán
desleales los actos que contravengan cualquiera de los requisitos anteriores.

6º-Los actos de imitación están en principio permitidos (art.11) de forma que la Ley
declara libre la imitación de prestaciones e iniciativas empresariales que no estén

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protegidas por un derecho de exclusiva reconocido por la Ley y, por tanto, no son
susceptibles de constituir una actuación desleal.

Ahora bien, como excepción a la regla permisiva, se considera desleal la imitación


que resulte idónea para generar la asociación por parte de los consumidores (que, por
ejemplo, les lleve a adquirir un producto creyendo que es el producto imitado); o
cuando suponga un aprovechamiento indebido de la reputación o del esfuerzo ajena.
También se considera desleal la imitación sistemática de las prestaciones e iniciativas
ajenas cuando la misma resulte predatoria (es decir, tienda a impedir la afirmación en el
mercado o tienda a la expulsión del competidor imitado).

7º-La explotación de la reputación ajena (art.12) se produce cuando un competidor se


aprovecha de la reputación industrial comercial o profesional adquirida por otro en el
mercado. En particular lo es el empleo de signos o marcas ajenas, pero no ya en
aquellos casos de simple utilización de tales marcas, sino también y sobre todo, cuando
vayan precedidos de expresiones como “tipo”, “clase” y similares.

8º-Violación de secretos industriales (art.13), es desleal la adquisición ilegítima de


secretos industriales o de cualquier otra clase (espionaje industrial), o la divulgación o
explotación sin autorización de su titular de secretos a los que se haya tenido acceso,
incluso legítimamente, cuando existiera deber de reserva.

9º-La inducción a la ruptura contractual (art.14), es decir, cuando se captan empleados o


clientes de un competidor a través de maniobras incorrectas o “malas artes” como son el
soborno de empleados, la incitación a la ruptura o infracción del contrato etc.

10º-La violación de normas (art.15) o prevalerse de una ventaja competitiva adquirida


mediante la infracción de las leyes; siempre que la ventaja sea significativa; o la simple
infracción de normas jurídicas que tengan por objeto la regulación de la actividad
concurrencial (p.ej. abrir un establecimiento incumpliendo las normas en materia de
horarios, o de llevar a cabo rebajas en contra de los estipulado en la Ley de Comercio
Minorista). De manera expresa se considera desleal la contratación de extranjeros sin
autorización legal para trabajar en España.

11º-Los actos de discriminación de los consumidores (art.16) tanto en materia de


precios como en otras condiciones de venta, se reputarán desleales, excepto si media
causa justificada para la discriminación practicada. Se califican asimismo de desleales
los supuestos de explotación por parte de una empresa de la situación de dependencia
económica en que puedan encontrarse sus empresas, clientes o proveedores que no
dispongan de alternativa equivalente para el ejercicio de su actividad económica. Tendrá
asimismo la consideración de desleal: a)la ruptura, aunque sea de forma parcial, de una
relación comercial establecida sin que haya existido preaviso escrito y preciso con una
antelación mínima de seis meses, salvo que se deba a incumplimientos graves de las
condiciones pactadas o en caso de fuerza mayor; b)la obtención, bajo la amenaza de
ruptura de las relaciones comerciales, de precios, condiciones de pago, modalidades de
venta, pago de cargos adicionales y otras condiciones de cooperación comercial no
recogidas en el contrato de suministro que se tenga pactado.

12º- La venta a pérdida (art.17). Se comienza afirmando que “salvo disposición


contraria de las leyes o reglamentos” la fijación de precios es libre, de lo que se deriva

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que también la venta a pérdida está autorizada, en principio. No obstante y como


excepción se considera desleal esta práctica cuando sea susceptible de inducir a error a
los consumidores acerca del nivel de precios de otros productos del establecimiento; o
cuando desacredite la imagen de un producto o establecimiento ajenos; o cuando forme
parte de una estrategia encaminada a eliminar a un competidor del mercado.

13º-Los denominados actos de publicidad ilícita se regulan en el art.18 LCP que reputa
desleal la publicidad considerada ilícita por la LGP. Por su parte el art.3 de la LGP
señala que es ilícita entre otras, la publicidad engañosa, desleal y agresiva. En general,
puede apreciarse una clara apuesta unificadora en el tratamiento de los actos desleales,
con independencia del medio, publicitario o no, a través del que se exterioricen al
mercado.

b) Prácticas comerciales con consumidores y usuarios. Además de las prácticas


expresamente recogidas en el Capítulo III, se consideran prácticas desleales con los
consumidores y usuarios los actos desleales de los arts. 4, 5, 7 y 8 LCD.

b1) Prácticas engañosas. Se clasifican en las siguientes subcategorías:

1º-Las prácticas engañosas por confusión (art.20) son aquellas que crean confusión,
incluido el riesgo de asociación, no sólo con cualesquiera bienes o servicios, sino
también con las marcas registradas, nombres comerciales u otras marcas distintivas de
un competidor, siempre que sean susceptibles de afectar al comportamiento económico
de los consumidores y usuarios.

2º-Las prácticas engañosas sobre códigos de conducta u otros distintivos de calidad


(art.21), son aquellas que afirman sin ser cierto cualquiera de las diversas circunstancias
relativas a los códigos de conducta o distintivos de calidad previstas en la Ley.

3º- Las prácticas señuelo y las prácticas promocionales engañosas (art.22). En primer se
considera desleal la realización de ofertas comerciales a un precio determinado sin
revelar la existencia de motivos razonables que hagan pensar al empresario que dichos
bienes no estarán disponibles al precio ofertado durante un periodo suficiente y en
cantidades razonables.

En segundo lugar, la realización de ofertas comerciales de bienes o servicios por un


precio determinado para después, con la intención de promocionar un bien diferente,
negarse a mostrar el bien ofertado, no aceptando pedidos o solicitudes de suministro,
negarse a suministrarlo en un periodo razonable, enseñar una muestra defectuosa del
bien o desprestigiarlo.

Por último, se regulan los obsequios, primas y regalos. Las prácticas comerciales
que ofrecen un premio (ya sea de forma automática o en un concurso o sorteo) sin
conceder los premios descritos u otros de calidad y valor equivalente son desleales. Del
mismo modo, la descripción de un bien o servicio utilizando los términos “gratuito”,
“regalo” u otras fórmulas similares serán desleales si el consumidor tiene que abonar
dinero por cualquier concepto distinto del coste inevitables de la respuesta a la práctica
comercial y los gastos de entrega.

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4º-Las prácticas engañosas sobre la naturaleza y las propiedades de los bienes o


servicios, su disponibilidad y los servicios posventa (ary.23) Se recogen diversas
conductas desleales como a) crear la impresión de que un bien o servicio puede ser
comercializado legalmente no siendo cierto, b) alegar que los bienes o servicios pueden
facilitar la obtención de premios en juegos de azar, c) proclamar falsamente que un bien
o servicio puede curar enfermedades o malformaciones, d) afirmar sin ser cierto que un
bien o servicio sólo estará disponible durante un tiempo muy limitado, e)
comprometerse a promocionar un servicio posventa a los consumidores o usuarios sin
advertirles claramente antes de contratar que el idioma en el que este servicio estará
disponible no es el utilizado en la operación comercial, f) crear la falsa impresión de que
el servicio posventa del bien promocionado está disponible en un Estado miembro
distinto de aquel en el que se ha contratado su suministro.

5º-Las prácticas de venta piramidal (art.24), que consisten en ofrecer al consumidor, a


cambio de una contraprestación, la oportunidad de recibir una compensación derivada
de la entrada de otros consumidores o usuarios en el plan, y no de la venta o suministro
de bienes o servicios.

6º-Las prácticas engañosas por confusión (art.25), mediante las cuales un empresario
promociona un bien o servicio similar al comercializado por otro empresario para
inducir al consumidor a creer que el bien o servicio procede de este empresario, no
siendo cierto.

7º-Las prácticas comerciales encubiertas (art.26), consisten en la ocultación del carácter


promocional de un bien o servicio.

8º- Otras prácticas engañosas (art.27). Bajo esta rúbrica se recogen diversas conductas
que siendo engañosas, no es preciso que reúnan los requisitos exigidos por el art.5 LCD
para ser consideradas desleales. Así se consideran desleales las prácticas que:

1. Presenten los derechos que otorga la legislación a los consumidores o usuarios como
si fueran una característica distintiva de la oferta del empresario o profesional.
2. Realicen afirmaciones inexactas o falsas en cuanto a la naturaleza y la extensión del
peligro que supondría para la seguridad personal del consumidor y usuario o de su
familia, el hecho de que el consumidor o usuario no contrate el bien o servicio.
3. Transmitan información inexacta o falsa sobre las condiciones de mercado o sobre la
posibilidad de encontrar el bien o servicio, con la intención de inducir al consumidor o
usuario a contratarlo en condiciones menos favorables que las condiciones normales
de mercado.
4. Incluyan en la documentación de comercialización una factura o un documento similar
de pago que dé al consumidor o usuario la impresión de que ya ha contratado el bien o
servicio comercializado, sin que éste lo haya solicitado.
5. Afirmen de forma fraudulenta o creen la impresión falsa de que un empresario o
profesional no actúa en el marco de su actividad empresarial o profesional, o
presentarse de forma fraudulenta como un consumidor o usuario.

b2) Prácticas agresivas.

-Prácticas agresivas por coacción (art.28), que hacen creer al consumidor que no puede
abandonar el establecimiento del empresario hasta haber contratado.

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-Prácticas agresivas por acoso (art.29) que son tanto (i) las visitas realizadas en persona
al domicilio del consumidor, ignorando sus peticiones para que el empresario abandone
su casa, como (ii) las propuestas no deseadas y reiteradas por teléfono, fax, correo
electrónico y similares. No obstante en este último caso se exceptúan las circunstancias
en que esté justificado legalmente para hacer cumplir una obligación contractual. Como
método de tutela del consumidor se establece la obligación del empresario de utilizar en
estas comunicaciones sistemas que le permitan dejar constancia de su oposición a seguir
recibiendo propuestas comerciales de dicho empresario. También tiene la obligación de
que en las propuestas comerciales vía telefónica se utilice un número de teléfono
identificable.

-Las prácticas agresivas en relación con los menores (art.30), inclusión en la publicidad
de una exhortación directa a los niños para que adquieran bienes o usen servicios o
convenzan a otros adultos para que lo hagan.

-Otras prácticas agresivas (art.31) .Exigir al consumidor o usuario, ya sea tomador,


beneficiario o tercero perjudicado, que desee reclamar una indemnización al amparo de
un contrato de seguro, la presentación de documentos que no sean razonablemente
necesarios para determinar la existencia del siniestro y, en su caso, el importe de los
daños que resulten del mismo o dejar sistemáticamente sin responder la correspondencia
al respecto, con el fin de disuadirlo de ejercer sus derechos.

Exigir el pago inmediato o aplazado, la devolución o la custodia de bienes o


servicios suministrados por el comerciante, que no hayan sido solicitados por el
consumidor o usuario, salvo cuando el bien o servicio en cuestión sea un bien o servicio
de sustitución suministrado de conformidad con lo establecido en la legislación vigente
sobre contratación a distancia con los consumidores y usuarios.

Informar expresamente al consumidor o usuario de que el trabajo o el sustento del


empresario o profesional corren peligro si el consumidor o usuario no contrata el bien o
servicio.

Régimen represivo de las conductas de competencia desleal


La Ley reacciona sancionando con diversas medidas a quienes incurren en ellos. A
tal fin, se concede al perjudicado por el acto de competencia desleal u na serie de
acciones civiles, que vienen enumeradas en el artículo 32 LCD. De las demandas sobre
competencia desleal que se ejerciten por medio de las acciones contenidas en dicho
precepto serán competentes los jueces de lo Mercantil. Estas acciones son:
- La acción declarativa de la deslealtad del acto para que el juez declare que ese
acto es precisamente un acto de competencia desleal y, por consiguiente, ilícito.
Por ello la presente acción se suele acumular a alguna de las siguientes:
- La acción de cesación o de prohibición futura para evitar que la actuación siga
perpetuándose en el tiempo. Para solicitar al juez la cesación no es necesario que
la conducta ya se haya cometido, basta con que exista el riesgo potencial de que
vaya a cometerse. Como medida cautelar se podría solicitar la cesación
provisional del acto presuntamente desleal.
- La acción de remoción de los efectos. Es una acción dirigida a eliminar los
actos, situaciones u objetos a través de los cuales se ha exteriorizado o

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producido la competencia desleal, como por ejemplo, la destrucción de


etiquetas, folletos, imitaciones de marcas registradas, etc.
- La acción de rectificación, para obtener la rectificación de las informaciones
engañosas o desleales.
- La acción de indemnización de daños y perjuicios, cuando en la realización del
acto desleal hubiese intervenido dolo o culpa por el infractor, incluyendo, en su
caso, la publicación de la sentencia como estricta forma de resarcimiento.
- Por último, la acción de enriquecimiento injusto, que sólo procederá cuando el
autor de competencia desleal lesione una posición jurídica de la víctima
amparada por un derecho de exclusiva (p.ej. una marca) u otro de análogo
contenido económico.

La legitimación activa se concede básicamente a cualquier partícipe en el mercado


cuyos intereses económicos resulten directamente afectados o amenazados por la
conducta desleal, salvo en el caso de la acción de enriquecimiento injusto, que sólo se
concede al titular de la posición jurídica violada. Además respecto de los cuatro
primeros números del art.32 LCD también resultan legitimadas las asociaciones
profesionales representativas de intereses afectados y las asociaciones de consumidores,
cuando los intereses de estos se vean afectados.
Por cuanto a la legitimación pasiva se refiere, las acciones podrán dirigirse contra
cualquier persona que haya realizado u ordenado la conducta desleal, o haya cooperado
a su realización, salvo en el caso de la acción de enriquecimiento injusto que debe ir
contra el beneficiario del enriquecimiento injusto.

LA PUBLICIDAD COMO INSTUMENTO DE LA COMPETENCIA

La actividad publicitaria se encuentra regulada por la LGP, que incorpora la


Directiva 84/450/CEE sobre armonización de disposiciones nacionales en materia de
publicidad engañosa. La LGP define la publicidad de forma amplia: toda forma de
comunicación realizada por una persona física o jurídica, pública o privada, en el
ejercicio de una actividad comercial, industrial, artesanal o profesional, con el fin de
promover de forma directa o indirecta la contratación de bienes, servicios, derechos y
obligaciones.

La publicidad ilícita
- La publicidad que atenta contra la dignidad de la persona o vulnera los valores y
derecho reconocidos en la Constitución, especialmente en lo que se refiere a la
igualdad, honor, intimidad, infancia y juventud. A partir de la LO 1/2004 de
medidas contra la Violencia de Género, se considera atentatorio contra la
dignidad de la persona aquellos anuncios que presenten a las mujeres de forma
vejatoria, bien utilizando particular y directamente su cuerpo o partes del mismo
como mero objeto desvinculado del producto que se pretende promocionar, bien
su imagen asociada a comportamientos estereotipados que vulneren los
fundamentos del ordenamiento.
- La ley 29/2009 hace hincapié en la protección de los menores e introduce como
supuesto de publicidad ilícita aquella que les incite a la compra de un bien o
servicio o en la que aparezcan persuadiendo de la compra a padres o tutores.
- Es ilícita la publicidad subliminal, entendiéndola como la que mediante técnicas
de producción de estímulos de intensidad fronteriza con los umbrales de los

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sentidos o análogos, pueda actuar sobre el público destinatario sin ser


conscientemente percibida.
- También será ilícita aquella que infrinja la normativa sobre productos sanitarios,
juegos de azar, estupefacientes, medicamentos, bebidas alcohólicas de
determinada graduación (si tiene más de 20º queda prohibida en televisión).
- La publicidad engañosa, la publicidad desleal y la publicidad agresiva, está en
los términos de la LCD a cuyo análisis nos remitimos. Conviene señalar no
obstante que se encuentra igualmente incluida la publicidad engañosa “por
omisión”, aquella que silencia datos fundamentales de los bienes actividades o
servicios cuando dicha omisión induzca a error a los destinatarios.
Podría entenderse que el “emplazamiento de productos” consistente en la colocación
estratégica de productos de una determinada marca en la escena de una película o serie
de televisión incumple la obligación que tienen los anunciantes de “desvelar
inequívocamente el carácter publicitario de sus anuncios” (art.11 LGP). No obstante la
ley 7/2010 declara la validez de este emplazamiento siempre que no recaiga en la
programación infantil y debiendo ser el público claramente informado del
emplazamiento del producto al principio y final del programa y tras las pausas
publicitarias.
A la vista de la LGP y la LCD surge la duda de si toda publicidad ilícita es al mismo
tiempo desleal, impresión que parece desprenderse del art.18 LCD, o si tan sólo la
publicidad ilícita contemplada en la letra e) del art.3 LGP es desleal, que es la impresión
que se deriva de este último precepto.

Régimen represivo de la publicidad ilícita

Las acciones contra la publicidad ilícita serán las que con carácter general se
contemplan en el capítulo IV de la LCD (art.6.1 LGP). No obstante, se mantiene la
legitimación especial frente a la publicidad ilícita por utilizar de forma discriminatoria o
vejatoria la imagen de la mujer, que se atribuye a la Delegación de Gobierno para la
Violencia de Género, al Instituto de la Mujer o su equivalente en el ámbito autonómico;
a las asociaciones legalmente constituidas que tengan como objetivo único la defensa de
los intereses de la mujer y no incluyan como asociados a personas jurídicas con ánimo
de lucro; y al Ministerio Fiscal.
No obstante, la publicidad cuenta con un poderoso instrumento de carácter
autorregulador, que basa sus decisiones, no tanto en la infracción de la Ley, cuanto los
códigos éticos en materia de publicidad. Se trata de la Asociación de Autocontrol de la
Publicidad (“Autocontrol”), agrupa desde 1995 a anunciantes, agencia y medios. Sus
resoluciones, sin ser verdaderos laudos arbitrales, vinculan a las partes que acuden a
dicha asociación y al resto de los asociados.

Sujetos y contratos publicitarios

Entre los sujetos diferencia la Ley tres distintos: a) el anunciante, que es la persona
natural o jurídica en cuyo interés se realiza la publicidad; b) las agencia de publicidad,
que son las personas físicas o jurídicas que se dedican profesionalmente y de manera
organizada a crear, preparar, programar o ejecutar publicidad por cuenta de un
anunciante; c) los medios de publicidad, que son las personas naturales o jurídicas que
de manera habitual y organizada se dedican a la difusión de publicidad a través de los
soportes o medios de comunicación social cuya titularidad ostente.

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La Ley dedica una serie de preceptos a las disposiciones generales sobre la


contratación publicitaria. Señala en primer lugar que los contratos publicitarios se
regirán por las normas contenidas en la LGP y, en su defecto, por las reglas generales
del Derecho Común, añadiendo la prohibición de la inclusión de cláusulas por las que se
trate de imputar o limitar la responsabilidad en que pudieran incurrir las partes del
contrato publicitario frente a terceros ajenos al mismo.

En cuanto a concretas modalidades contractuales, la LGP define el contrato de


publicidad diciendo que es aquel por el que un anunciante encarga a una agencia de
publicidad, mediante una contraprestación, la ejecución de publicidad y la creación,
preparación o programación de la misma. Se regulan con cierto detalle las obligaciones
de confidencialidad de las partes, así como, sobre todo, los principales incumplimientos
de la agencia de publicidad y sus consecuencias.

También son objeto de atención el contrato de difusión, el de creación publicitaria y


el contrato de patrocinio publicitario. Se entiende por contrato de difusión publicitaria
aquél con el que un medio se obliga a favor de un anunciante o de una agencia a
permitir la utilización publicitaria de unidades de espacio o tiempo disponibles y a
desarrollar la actividad técnica necesaria para lograr el resultado necesario. De forma
similar a cuanto ocurría con el contrato de publicidad, también aquí se abordan, con sus
consecuencias, las ejecuciones defectuosas por el medio, y la falta de difusión, como
principales incumplimientos controladas por parte del medio.

El contrato de creación publicitaria es aquél por el que, a cambio de una


contraprestación, una persona física o jurídica se obliga a favor de un anunciante o
agencia a idear y elaborar un proyecto de campaña publicitaria, una parte de la misma o
cualquier otro elemento publicitario. El contrato de patrocinio publicitario es aquel por
el que el patrocinado, a cambio de una ayuda económica para la realización de sus
actividades deportiva, benéfica o de otra índole, se compromete a colaborar en la
publicidad del patrocinador. Pese a su enorme importancia económica actual, la Ley se
limita a suministrar el concepto expuesto y a declarar que se regirá por las normas del
contrato de difusión publicitaria en cuanto le sean aplicables.

ANEXO

El libro no menciona nada de la Ley de Defensa de la Competencia pero el profesor sí


lo hizo en clase así que aquí pongo lo que dijo.

Art.1 ley defensa competencia elementos objetivos y subjetivos

Apartado 1: elemento objetivo, esas medidas restrictivas de competencia tienen que


tener por objeto impedir o restringir la competencia. Hay conductas que por su objeto se
consideran anticompetitivas. Basta que se celebre un acuerdo de ese tipo para que por su
objeto se considere una restricción de competencia prohibida por el art.1 de la ley. Hay
que hacer un análisis de los efectos positivos y negativos de la conducta en el mercado,
si los positivos compensan los negativos, la conducta no sería contraria a la
competencia y viceversa.
También se puede hacer el balance positivos/negativos hecho por el tribunal de
defensa de la competencia Se refería a la constitución de centrales de compras y su
compatibilidad con el art.1; centrales de compras son los pequeños comerciantes para
ganar poder de compra y se unen en una central que compra para todos, así ganan poder,

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la unión hace la fuerza. Este acuerdo de minoristas limita la decisión comercial suya de
alguna manera ya que ahora hay una acción concertada. Por eso es importante saber
cuáles son las conductas permitidas una vez que se compra la mercancía por la central,
si luego siguen con mas pactos sería ilícito, deberían ponerse otra vez a competir entre
ellos. Además de ello, desde el punto de vista del mercado y la competencia que se
puede hacer a las grandes superficies es muy positivo esto de las centrales. Aunque el
pacto de constitución pueda ser una disminución de la competencia, esa menor
competencia queda compensada por mor de la mayor capacidad de competir de los
pequeños con las grandes empresas.

¿La intención de restringir la competencia forma parte del tipo? NO, las
infracciones se cometen por su consumación, por el acuerdo, da igual de si había
intención o no de restringir la competencia. Se tiene en cuenta a la hora de cuantificar la
sanción
El legislador les da un conjunto de criterios para que se haga el balance de lo que
una conducta pactada puede ocasionar en el mercado. Estos criterios son si contribuye a
la mejora de la producción, a la distribución de las mercancías, del progreso técnico o
económico y que se reserve una parte de los beneficios a los consumidores. Que solo se
perjudique a la competencia en lo indispensable (art,1). Estos son criterios para la
autoevaluación de los propios operadores económicos. El control de la autoridad de la
competencia es a posteriori (desde 2007).

En este terreno de autoevaluación es necesario resaltar los acuerdos de menor


importancia, horizontales y verticales, para que sea considerado así hay que ver la
cantidad de mercado de las partes. Horizontal cuando la cuota conjunta es menor al 10%
esos acuerdos son de menor importancia, lo que significa que no se aplica la prohibición
del artículo 1. Esto no vale para los acuerdos de fijación de precios, que están siempre
prohibidos (ley de defensa de la competencia)

Para los acuerdos verticales el umbral de acuerdos de mínima importancia es del


15% no conjunto sino de cada uno de los participes. Se consideran más dañinos los
horizontales.

Artículo 2

Articulo2, prohíbe el abuso de posición dominante. El primer elemento es


determinar posición dominante, esto se hace a través de la definición del mercado
relevante (ya visto, elasticidad, geográfico, mercado abierto o cerrado, características de
la demanda, etc). A partir del 40-50% se considera que una empresa tiene posición
dominante.

Lo siguiente es ver si se abusa de la posición dominante. La jurisprudencia de la UE


nos facilita unos criterios para ver si hay posición dominante:
- Mirar capacidad de la conducta de la empresa dominante de alterar el mercado,
mediante la eliminación de competidores reales o de la competencia potencial,
ver el impacto de la conducta en el mercado. Se tiende a proteger a los
competidores frente a las empresas dominantes, para que éstas tengan una
responsabilidad especial.
- La naturaleza de la conducta comparándola con la que hubiera sido conducta
normal en un mercado competitivo.

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- La explicación de la conducta de la empresa dominante basada en la conducta


lógica del negocio, si es una conducta objetivamente necesaria.

CONCENTRACIONES ECONÓMICAS

Están reguladas en la ley defensa de la competencia (7 a 10), pueden obedecer a


diversas razones, la primera es para que las empresas tengan un tamaño adecuado para
el mercado en el cual van a competir (cuando España ingresó en las comunidades
europeas hubo fusiones de empresas españolas para poder competir a nivel europeo).

Otras veces se busca obtener una racionalidad económica para que las empresas que
están en los mercados compren a otras empresas en mercados descendentes o
ascendentes (el mercado de las aves de corral, un gran ciclo económico y cada una se
dedica a una cosa, pollitos, huevos, abuelas, etc) en mercados verticales.
El problema de las concentraciones es que hay un cambio en las estructura de los
mercados (se fusionaron Boeing y McDonald Douglas que su facturación es la mitad de
los PGE, para compensar la inversión en tecnología de un avión de estos hay que hacer
2000 vuelos). Por eso la legislación más moderna de competencia establece el control
de las concentraciones económicas, que es la modificación estable de la estructura de
control de las empresas que se integran, compraventa fusión u otras formas de alterar el
control. Si se produce hay que notificar estas operaciones a la autoridad de competencia
siempre y cuando se rebasen los umbrales que de forma alternativa contempla la ley,
cuota de mercado superior del 30% y volumen de negocio 240 millones de euros. La
comisión nacional de competencia estudia la posibilidad de obstaculizar la competencia
y entonces autoriza, subordina o prohíbe la operación. Si la subordina pone condiciones
(ejemplo la venta de activos). Si prohíbe o subordina el ministerio de economía y
hacienda puede elevar el expediente a la decisión del consejo de ministros y este
motivadamente (10.4 de la ley), puede aprobar lo que ha sido prohibido o subordinado,
motivadamente!

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Tema 7.

Patentes y diseños industriales

PATENTES

Prácticamente todas las cosas que son creadas por el hombre son susceptibles de ser
patentadas.

Las patentes en realidad constituyen un gran pacto entre el estado y los inventores. El estado
lo que quiere con el sistema de patentes, es recompensar los esfuerzos que realizan las
personas físicas o las jurídicas para crear nuevas cosas, que aporten desarrollo tecnológico a la
sociedad. Quiere recompensar los esfuerzos en I+D. la recompensa concedida por el estado al
inventor es la concesión de una patente por el invento. Patente que es el derecho de uso
exclusivo y excluyente que recibe el inventor durante el tiempo concreto que determina la ley.

Es una especie de monopolio al inventor, pero no es monopolio en el sentido normal


económico. El titular de la patente puede no tener un monopolio sobre la patente, porque
podría ser una patente solo sobre un procedimiento para el que existen sustitos en el
mercado. Es un derecho de uso exclusivo.

Además parece que el sistema de patentes es bueno para la competencia en los mercados,
porque cuando una empresa o persona recibe una patente, ello constituye un incentivo a otras
empresas para intentar desarrollar una tecnología competidora. Por tanto esto también es
interesante respecto a la competencia en el mercado.

El sistema de patentes es un gran pacto entre inventor y estado. el estado presta el derecho de
exclusiva y el inventor revela a la sociedad el invento.

Normas que se aplican a las patentes:

En España para patente nacional Æ ley de patentes de 1986 y su reglamento de


desarrollo.
Ámbito europeo Æ convenio sobre la patente europea.
Todavía no existe la patente comunitaria (lo anterior es a nivel europeo, no
comunitario)
Respecto a la patente Europea se da solo en los países donde se haya solicitado
protección
Convenio de la unidad de parís (CUP). Ámbito mínimo de protección a los países
miembros de la unión de parís en materia industrial.
Mínimo de regulación legal esta en los acuerdos sobre los aspectos de los derechos de
propiedad intelectual relacionados con el comercio (ADPIC) pretende que los estados
partes de la organización mundial del comercio, tengan minino de protección
industrial, en especial en materia de patentes.
Tratado de cooperación en materia de patentes, hecho en Washington
Funciona parecido al convenio de la patente europea, pero a nivel mundial. Una única
solicitud te da protección en materia de patentes, con una sola solicitud te da
protección en todos los países donde lo hayas pedido

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Ley de patentes de 1986 reproduce casi literalmente las normas sobre el convenio de
la patente europea, es casi una copia literal. Normativa a nivel Europeo y en España es
prácticamente igual

Las creaciones industriales pueden ser de fondo o de forma. Las primeras pueden merecer una
patente de invención o un modelo de utilidad, porque ambas aportan algo nuevo al estado de
la técnica y son explotables industrialmente. Por otra parte las de forma carecen de condición
de verdaderas invenciones, sin embargo, por su forma y condiciones estéticas aportan
innovaciones que merecen ser protegidas.

En líneas generales la propiedad intelectual tiene dos significados:

Significado anglosajón (usamos este en general): significa propiedad intelectual. Es un


concepto muy amplio: coge patentes, marcas, nombres comerciales… lo que nosotros
entendemos como derecho de la propiedad industrial (mas derecho de autor)
Significado español: solo recoge los derecho de autor

Requisitos de patentabilidad:

Requisitos necesarios para que un invento pueda ser patentado. Se distingue entre requisitos
positivos, negativos y excepciones a la patentabilidad.

Requisitos positivos: requisitos que debe reunir para que se pueda patentar. En
general los requisitos positivos son 3: la novedad, la actividad inventiva y la aplicación
industrial.

De esos tres requisitos generales podemos extraer varias conclusiones:


o Solo pueden patentarse las invenciones industriales, es decir, inventos
destinados a cualquier industria o incluso a la agricultura.
o Son reglas técnicas creadas por el hombre, para satisfacer una necesidad
humana, por esto, los meros descubrimientos no se pueden patentar, solo es
la constatación de un hecho que ya estaba en la naturaleza.
o Tipos de patentes: Hay patentes de producto, hay patentes de procedimiento,
de nuevas aplicaciones de un producto o sustancia hasta ahora desconocida,
nuevas aplicaciones de un procedimiento hasta ahora desconocido.
o Lo que se regula en la patente Ttiene que ser ejecutable, haciendo lo que dice
la patente un experto debe poder realizarlo.
o Debe ser algo nuevo, e implicar actividad inventiva, esto implica que hay dos
requisitos de naturaleza comparativa (Comparar la invención que se quiere
patentar con lo que ya es conocido en la fecha de solicitud de la patente. No
sólo se debe mirar lo que ya es conocido en España, también debemos
atender a lo conocido en Europa y en el Mundo) de tal manera que si aquello
que se quiere patentar ya existe, la invención carece de novedad.
o Debe conllevar cierta inventiva por parte del inventor, no solo que se haya
dedicado a combinar elementos que ya existían.

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Además también podemos hablar de unos requisitos subjetivos. Estos son:

o Debe ser solicitado por el inventor o causahabiente, que solicite la patente


antes que otros.
o Si la solicitase otro, la ley concede al inventor remedios para ir contra aquel
que le haya usurpado el derecho a solicitar su patente. Artículos 11 y 12 de la
ley de patentes.
o Especial relevancia las invenciones laborales, que se producen cuando trabajas
en una empresa. Aquí hay varios supuestos de hecho, el legislador da distintas
consecuencias jurídicas para dar a uno u otro la patente. Desde el caso del
trabajador que ha sido contratado con el fin de encontrar un invento, donde
clarísimamente la titularidad del invento corresponde al empresario, como
otros casos, en los que el trabajador al hilo del trabajo inventa algo, en este
caso, si los medios o información que da la empresa han sido muy importantes
se le da el invento a la empresa, si no es así, se le da al trabajador.
Importantes aquí las invenciones que realizan los profesores de universidad
por ejemplo. En este caso, las invenciones serán de la universidad, aunque se
reconoce derecho a los profesores a participar de los beneficios de esas
invenciones.
También invenciones de los que realizan invenciones en los entes públicos.

Requisitos negativos: son cosas que no se pueden patentar en ningún caso. Están
regulados en el artículo 5 de la Ley de patentes. (Ejemplo: los descubrimientos es un
requisito negativo, no se pueden patentar si ya existían en la naturaleza, ya que no son
inventos). Estos son:
o Las invenciones cuya explotación comercial sea contraria al orden público o a
las buenas costumbres, sin poderse considerar como tal a la explotación de
una invención por el mero hecho de que esté prohibida por una disposición
legal o reglamentaria. En particular, no se considerarán patentables:
ƒ Los procedimientos de clonación de seres humanos.
ƒ Los procedimientos de modificación de la identidad genética
germinal del ser humano.
ƒ Las utilizaciones de embriones humanos con fines industriales
o comerciales.
ƒ Los procedimientos de modificación de la identidad genética
de los animales que supongan para éstos, sufrimientos sin
utilidad médica o veterinaria sustancial para el hombre o el
animal, y los animales resultantes de tales procedimientos.
o Las variedades vegetales y las razas animales. Serán, sin embargo, patentables
las invenciones que tengan por objeto vegetales o animales si la viabilidad
técnica de la invención no se limita a una variedad vegetal o a una raza animal
determinada.
o Los procedimientos esencialmente biológicos de obtención de vegetales o de
animales, que son aquellos procedimientos que consistan íntegramente en
fenómenos naturales como el cruce o la selección. Sí se permitirán patentar las

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invenciones cuyo objeto sea un procedimiento microbiológico o cualquier otro


procedimiento técnico o un producto obtenido por dichos procedimientos.
o El cuerpo humano, en los diferentes estadios de su constitución y desarrollo,
así como el simple descubrimiento de uno de sus elementos, incluida la
secuencia o la secuencia parcial de un gen.
Lo que si podemos patentar es un elemento aislado del cuerpo humano u
obtenido de otro modo mediante un procedimiento técnico, incluida la
secuencia total o parcial de un gen, aun en el caso de que la estructura de
dicho elemento sea idéntica a la de un elemento natural.

Hay algo que se denominan excepciones a la patentabilidad, que no se utilizan


demasiado, pero se refiere a cosas que pudiéndose patentar por razones de política
social no se deja que se patenten.

Solicitud y procedimiento para concesión

Las nacionales se piden ante la oficina española de patentes y marcas OEPM

En el caso de las europeas se pide a la Oficina europea de patentes europeas con sede en
Múnich

La solicitud incluye una descripción del invento, y las reivindicaciones (Que delimitan para que
se pide la patente o ámbito de protección)

Procedimiento de concesión

Si se pide en España, comienza con la solicitud del interesado. Con eso el solicitante puede
decidir que la patente se tramite solo con el examen de oficio de la OEPM o que se tramite con
un examen previo de examen de la OEPM.

Si solicitante opta por el examen de oficio, la OEPM solo se limita a constatar


requisitos de forma de la solicitud, y también si de forma escandalosa, la patente
carece de novedad. Este examen de oficio únicamente estudia eso.
Si se supera ese requisito previo, se dice al solicitante que pida la realización del
informe del estado de la técnica (aquí se recogen todos los documentos o información
que existen que podría destruir la novedad o actividad inventiva del invento) y este
informe se pone en disposición del público.
Ante esto se podría pedir una nulidad de la patente, alegando que la patente
tramitada no es válida.
Si solicitante pide un procedimiento con examen previo, la oficina estudia mucho más
en profundidad. Aquí determina muchas cosas.

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*Procedimiento ante oficina europea de patentes: Se presenta una única solicitud, con
esa única solicitud, pide protección en los países que considere, y queda sometido a los
tribunales de los países donde se haya solicitado protección.

El titular de la patente debe aportar la traducción al español para que tenga efectos en
España.

El sistema de concesión con base en la normativa europea, se rige por el examen previo.

Los derechos que otorga la patente son:

Derecho de patente 20 años (improrrogables)


Derecho de uso exclusivo de la patente. Este derecho de exclusiva tiene dos facetas:
ÆFaceta positiva: comercialización de productos, utilización del procedimiento
patentado, comercialización de los objetos conseguidos por la patente
ÆFaceta negativa, ius prohibendi: derecho de impedir, que los terceros hagan
lo que tu puedes hacer, comercialización de productos, utilización de
procedimiento patentado, comercialización de los objetos conseguidos por la
patente
Norma sobre inversión de la carga de la prueba Æ art 61.2 de la ley de patentes. Si una
patente tiene por objeto un procedimiento para la fabricación de productos nuevos se
presume (salvo prueba en contrario) que todo producto o sustancia de las mismas
características ha sido obtenido por el procedimiento patentado. MECANISMO DE
REFORZAMIENTO DEL INVENTOR

Los límites del derecho de patente son bastantes y se recogen en el artículo 52. Este artículo
nos dice que los derechos contenidos por la patente no se extienden:

A los actos realizados en su ámbito privado y con fines no comerciales.


A los actos realizados con fines experimentales que se refieran al objeto de la
invención patentada, en particular los estudios y ensayos realizados para la
autorización de medicamentos genéricos, en España o fuera de España.
A la preparación de medicamentos realizada en las farmacias extemporáneamente y
por unidad en ejecución de una receta médica ni a los actos relativos a los
medicamentos así preparados.
Al empleo del objeto de la invención patentada a bordo de buques de países de la
Unión de París para la protección de la propiedad industrial, en el cuerpo del buque,
en las máquinas, en los aparejos, en los aparatos y en los restantes accesorios, cuando
esos buques penetren temporal o accidentalmente en las aguas españolas, siempre
que el objeto de la invención sea utilizado exclusivamente para las necesidades del
buque.
Al empleo del objeto de la invención patentada en la construcción o el funcionamiento
de medios de locomoción, aérea o terrestre, que pertenezcan a países miembros de la
Unión de París para la protección de la propiedad industrial o de los accesorios de los
mismos, cuando esos medios de locomoción penetren temporal o accidentalmente en
el territorio español.

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A los actos previstos por el artículo 27 del Convenio de 7 de diciembre de 1944,


relativo a la Aviación Civil Internacional, cuando tales actos se refieran a aeronaves de
un Estado al cual sean aplicables las disposiciones del mencionado artículo.

De la lista anterior los más importantes son:

Que el titular de la patente no puede impedir los actos que se realizan con fines
experimentales referidos al objeto de la patente. Esta limitación es muy importante,
sobre todo en la industria químico farmacéutica (les permite ensayar durante esos 20
años para sacar un medicamento genérico)
El agotamiento del derecho de patente. Significa un límite a la capacidad, a la
posibilidad de utilizar el ius prohibendi. Una vez que el titular de la patente ha puesto
el producto en el mercado y lo ha comercializado, el titular de la patente no puede
prohibir las comercializaciones posteriores que se den sobre esa patente (hay casos
excepcionales en los que sí se podrían impedir)

Acciones que puede ejercer el dueño de una patente

Cuando se viola una patente, los remedios que la ley pone a disposición del dueño de la
patente son:

Cese inmediato de la actividad infractora: de forma provisional (medida cautelar de


cesación) y definitiva
Indemnización de daños y perjuicios que se hayan causado al titular
Embargo de objetos fabricados o importados
Atribución en propiedad de los objetos que se usaban para producir los objetos
embargados
Publicación de la sentencia

Estas acciones se pueden usar contra el infractor y el prestador de servicios de la sociedad de


la información, que facilita la información para que se pueda cometer la infracción de la
patente.

Además hay que mencionar una importante acción: la ACCIÓN DE DAÑOS. La ley consagra una
especie de responsabilidad objetiva, sin necesidad de que haya dolo o culpa por quien comete
la infracción. Esta acción dice que los que fabricasen e introducen por primera vez en el
mercado algo previamente patentado tienen responsabilidad objetiva (el resto de infractores,
que también realizan actos contra la patente, responden también, pero para que se les pueda
exigir responsabilidad deben haber sido advertidos de forma fehaciente de la existencia de la
patente).

Se puede reclamar los conceptos clásicos del daño clásico, lucro cesante y daño emergente, y
gastos de investigación en los que se haya incurrido para obtener las pruebas de que ha habido
infracción, también indemnización por perjuicio de imagen o desprestigio que haya sufrido el
dueño de la patente.

La ley para fijar en concreto la cuantía ofrece alternativas al demandante:

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Primer criterio:
o Que el demandante reclame los beneficios que el titular de la patente habría
obtenido previsiblemente de la explotación del invento si no hubiera existido
competencia del infractor.
o Beneficios que haya obtenido infractor de la explotación de la patente.
o El daño moral sufrido por el inventor, aunque no se probasen los económicos.
Segundo criterio:
o Montante que hubiera tenido que pagar el infractor para explotar la patente
conforme a derecho

La ley además fija:

Diligencias de comprobación de hechos, para conseguir pruebas.


Se pueden pedir medidas cautelares
Pedir al infractor que preste fianza

Negocios que se pueden realizan gracias a la patente

Transmisión de la patente. Transmisión plena (cesión)


Autorización a terceros el uso de las patentes, licencias voluntarias
Junto a ellas están las obligatorias, que son las que se otorgan cuando se dan
supuestos previstos en la ley, art. 86 y 89 de la ley de patentes (ejemplo: se tiene que
explotar la patente)
Licencias de pleno derecho lo que hace el titular es acudir a la oficina como
intermediario, poniendo a disposición de la gente la patente.
Usufructo e hipoteca mobiliaria, patentes que se pueden dar en garantía

El mas frecuente es el supuesto de las licencias, que producen una disociación temporal entre
el titular de la patente (licenciante) y las facultades que pasan a una persona distinta
(licenciatario). La explotación de la patente pasa a ser el licenciatario, por lo general, a cambio
del pago de una remuneración normalmente variable (cánones o royalties)

Si queremos que alguno de estos negocios produzca efectos deben inscribirse en el registro de
patentes, la cual es llevada por la oficina española de patentes y marcas (Excepto hipoteca
mobiliaria que se inscribe en el Registro de la Propiedad)

Hay tres clases de licencias:

Contractuales. Su origen está entre un acuerdo de voluntades entre licenciante y


licenciatario. La licencia ha de constar por escrito para que sea válida.
Las licencias pueden ser exclusivas o no exclusivas, en función de que el titular
licenciante pueda o no conceder otras licencias en el territorio asignado, y pueda o no
explotar por si mismo la invención. Salvo pacto en contrario se entiende que la
licencia es no exclusiva y solo se extiende al territorio español. Del contenido normal
del contrato se entiende el know how, o conocimientos técnico necesarios.
Igualmente importante es la responsabilidad solidaria entre licenciante y licenciatario

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De pleno derecho. Son contractuales en fondo, pero se diferencias por venir de in


ofrecimiento publico realizado por el titular de la OEPM. Una vez recibida la oferta hay
que inscribirá en el registro de patentes.
Obligatorias. Se conceden con independencia y aun en contra de la voluntad del
titular, en ciertos supuestos:
a. Falta o insuficiencia de la explotación
b. Cuando así lo exija un determinado mercado de exportación
c. Dependencia entre patentes
d. Por razones de interés publico

Nulidad y caducidad

Nulidad: Se da cuando a pesar de haber sido concedida una patente, en realidad no ha sido
nunca valida. La declaración de nulidad tiene efectos retroactivos. Pueden ejercitar la
correspondiente acción de nulidad tanto los perjudicados, como la administración pública.
Puede ejercitarse durante la vida de la patente e incluso dentro de los cinco años siguientes a
la fecha de caducidad de la patente. Las causas de nulidad se recogen en el artículo 112.

Caducidad, supone la simple extinción de una patente que hasta el momento era plenamente
valida. Las causas se establecen en el artículo 116.

Invenciones laborales

Hay un régimen especial para aquellas invenciones que se llevan a cabo en el marco de una
relación laboral. Hay 3 hipótesis:

Invenciones logradas por un trabajador durante la vigencia de su contrato que sean


fruto de una actividad de investigación que constituya el objeto de su contrato. estas
instituciones de servicio pertenecen al empresario
Invenciones realizadas por un trabajador que no ha sido contratado para investigar
pero que encuentra algo, valiéndose predominantemente de con conocimientos
adquiridos en la empresa (invenciones mixtas)
Realizadas por trabajadores sin que concurran ninguna de las circunstancias anteriores
(invenciones libres)

Modelos de utilidad

Se refieren a invenciones que, siendo nuevas e implicando una actividad inventiva, consisten
en dar a un objeto una configuración, estructura o constitución de la que resulte alguna
ventaja prácticamente apreciable para su uso o fabricación.

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Se trata de invenciones que reacen sobre productos u objetos que no es posible proteger
mediante esta figura invenciones de procedimiento. Además deben producir laguna ventaja o
resultado útil.

El modelo de utilidad debe reunir unos requisitos de patentabilidad simulares a los de la


patente. Sin embargo el grado de novedad exigido es menor en los modelos de utilidad, al
igual que sucede con el requisito de la actividad inventiva.

El plazo de duración de la concesión es 10 años.

El secreto industrial

También conocido como know how

Se entiende como secreto información que:

a) No sea generalmente conocida ni fácilmente accesible


b) Tenga valor comercial por ser secreta
c) Sea objeto de medidas razonables para mantenerla secreta

Conocimientos técnicos o industriales que atesora el empresario, que no están patentados y


no son conocidos de terceros.

Protección de las obtenciones vegetales

Como es sabido del derecho de patentes se excluyen las variedades vegetales. Sin embargo se
dota de protección uniforme a las obtenciones vegetales en todo el territorio de la Unión
Europea, con una única solicitud ante la oficina comunitaria de obtenciones vegetales.

Es necesario que estemos ante una variedad homogénea, estable y nueva.

EL DISEÑO INDUSTRIAL

A diferencia de las invenciones, el diseño industrial trata de proteger meras creaciones


estéticas o de forma, que son susceptibles de aplicarse en la fabricación de productos.
Regulados actualmente en la ley 20/2003.

Tradicionalmente se ha distinguido entre modelos industriales y dibujos industriales. Los


primeros eran objetos susceptibles de reproducción industrial (prototipos) se caracterizan por
su forma externa y carácter tridimensional. Los dibujos son líneas, colores… aplicables con un
fin comercial. La vigente ley 20/2003 abandona este criterio, por diseño se entiende la
apariencia de la totalidad o de una parte de un producto, que se derive de las características
de, en particular, las líneas, contornos, colores, forma, textura o materiales del producto o de
su ornamentación.

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La ley entiende por producto todo articulo industrial o artesanal, incluidas entre otras cosas,
las piezas destinadas a su montaje en un producto complejo, el embalaje, la presentación, los
símbolos gráficos y los caracteres tipográficos, con exclusión de los programas informáticos.

Requisitos de protección

Es necesario que reuna los requisitos de novedad y de carácter singular. Se entiende que un
diseño es nuevo cuando ningún otro diseño idéntico haya sido hecho accesible al publico antes
de la fecha de presentación de la solicitud de registro o, si reivindica prioridad, antes de la
fecha de prioridad. Por su parte el carácter singular cuando la impresión general que produzca
en el usuario informado difiera de la impresión general producida en dicho usuario por
cualquier otro diseño que haya sido hecho accesible al público antes de la fecha de
presentación de la solicitud de registro.

Es importante la noción de la accesibilidad al público. Asimismo destacar que hay un régimen


especial para el diseño de productos complejos, entendiendo por tales aquellos constituidos
por múltiples componentes reemplazables que permiten desmontar y volver a montar el
producto.

Procedimiento de registro

La solicitud de registro del diseño industrial habrá de presentarse ante la OEPM o ante el
órgano competente de la CCAA donde el solicitante tenga su domicilio o establecimiento
comercial.

Tras un examen de forma llevado a cabo por el órgano competente para recibir la solicitud, la
misma será remitida a la OEPM, que procederá a realizar un examen de oficio, en el que se
analiza si el objeto de la solicitud entra o no en el concepto de diseño, y se examina que el
diseño que se solicita no sea contrario al orden público o a las buenas costumbres, cuando de
este examen no resulten irregularidades, la OEPM dictara resolución acordando el registro del
diseño en el Registro de Diseños y la publicación. Durante los 2 meses siguientes cualquier
persona podrá oponerse a la concesión. El procedimiento finaliza con la resolución de la OEPM
estimando o desestimando las oposiciones.

Duración y contenido del derecho

Se concede por periodos de 5 años pudiendo renovarse por periodos sucesivos hasta acumular
un máximo de 25 años.

Doble derecho:

Derecho exclusivo a la utilización del diseño

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Derecho a impedir la utilización del diseño por terceros que no cuenten con su
autorización.

En cuanto a las acciones que atribuye la ley para la defensa de los derechos del titular del
diseño, cabe hacer uso de acciones penales y civiles. En particular de forma similar a los que
sucede con las patentes, el titular puede reclamar lo mismo en vía civil.

El diseño como objeto de negocios jurídicos

El derecho derivado del registro de un diseño (o su mera solicitud) posee un indudable valor
patrimonial y puede ser objeto de transmisión, garantía, embargo, opción de compra, licencia
y otros negocios jurídicos.

Uno de los negocios jurídicos mas frecuentes es la licencia que consiste en que el licenciatario
pasa a explotar el diseño en los términos previstos en el contrato.

Nulidad y caducidad del diseño

Nulidad

Se declara nulo mediante sentencia de los tribunales. Regulado en el artículo 13 de la ley. La


legitimación para solicitar la nulidad es amplia: en principio, cualquier persona, o cualquier
agrupación constituida para la representación de los derechos de los fabricantes,
comerciantes, o consumidores que resulten afectados u ostenten un derecho subjetivo o un
interés legitimo.

La declaración de nulidad implica que el registro del diseño nunca fue valido.

Caducidad

Presupone un registro valido y eficaz que por determinadas razones se extingue de cara al
futuro (no tiene efectos retroactivos). Se produce la caducidad del registro cuando no haya
sido renovado al termino de alguno de los periodos quinquenales de duración; cuando hubiera
sido objeto de renuncia por el titular; o, en fin, cuando el titular del diseño deje de cumplir las
condiciones para poder obtener el registro a que hace referencia el artículo 4 de la ley.

La caducidad es declarada en los dos primeros casos por la OEPM, y en el tercero por los
tribunales.

Dibujos y modelos comunitarios

El reglamento 6/2002 del consejo regula esta materia.

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La principal particularidad reside en que, mediante una única solicitud se protegen


unitariamente para todo el territorio de la unión europea, siempre que reúnan los requisitos
de la novedad y el carácter singular.

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TEMA 8

Los signos distintivos son los medios a los que se recurre el empresario para dar nombre
y diferenciarse a sí mismo como titular de una empresa (nombre comercial) y a sus
productos o servicios (marca), frente a los competidores. Estos signos sirven para
recoger y consolidar la clientela obtenida en el ejercicio de una actividad explotada por
medio de una empresa. Se trata de bienes inmateriales que conceden a su titular (el
empresario) un derecho de uso exclusivo y excluyente oponible erga omnes.

Los signos distintivos responden a una necesidad de identificación de los operadores


económicos en el mercado. Para ello están las marcas para distinguir el producto y el
servicio. Para distinguir la actividad de la empresa tenemos el nombre comercial.
Antiguamente para distinguir la sede física del empresario, el establecimiento mercantil
físico, existía el rótulo del establecimiento. Hoy en día los rótulos no tienen una
regulación legal y su función la realizan las marcas de servicios.

Hay dos principios básicos de la función distintiva de los signos:

Novedad: en virtud del cual el signo que comienza a utilizarse debe ser distinto
de los anteriormente usados por otros competidores.
Especialidad: permite la existencia simultánea de dos marcas o más marcas,
idénticas o semejantes y pertenecientes a distintos titulares, siempre que se
utilicen en relación con productos o servicios diferentes. Otro tanto cabría decir
respecto de los nombres comerciales, los cuales son exclusivos sólo es relación
al género de comercio y a la actividad económica concreta que se ejerce. (STS
17 de marzo de 2000 Kamel vs Camel: la notoriedad de la marca Camel lo es
en el sector del tabaco, por lo que, fuera de ahí, no podrá oponerse al uso de
un tercero de la marca Kamel; asimismo también impide a los titulares de la
marca Kamel sustituir la “k” por una “c” incluso dentro del sector de
perfumería, pues eso supondría el aprovechamiento injustificado de una
reputación comercial ajena).

Esta materia se encuentra regulada en la Ley 17/2001, de 7 de diciembre, de Marcas,


que regula las marcas y los nombres comerciales y por el RD 687/2002, de 12 de julio,
por el que se aprueba el reglamento para la ejecución de la Ley de Marcas. El rótulo de
establecimiento carece de la protección registral de LM y debe buscar tutela en el
régimen del Derecho represor de la competencia desleal como en los casos de actos de
comparación o confusión en cumplimiento de los requisitos legalmente previstos. La
LM traspone la Directiva 89/104/CEE, del Consejo, de 21 de diciembre de 1988 y se
acomoda la doctrina a la STC 103/1999, de 3 de junio, que delimitaba las competencias
del Estado y las CCAA en materia de propiedad industrial o por incorporar
compromisos internacionales asumidos por España como el acuerdo ADPIC, TRIPS,
OMC o el acompasamiento de la LM con el Reglamento 40/94, del Consejo, de 20 de
diciembre de 1993 sobre la marca comunitaria.

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Es importante es reglamento de la comunidad europea 1383/2003 porque permite la


retención en la aduana de las mercancías infractoras de marcas. Diríamos que a efectos
de España y de la Unión Europea son las normas más relevantes.

Sin duda la labor desarrollada por el TJUE es muy importante para conocer la
interpretación y aplicación del derecho de marcas español y comunitario. La
importancia en España se encuentra en que los tribunales interpretan el reglamento de
retención y la directiva nombradas anteriormente (la primera directiva es la causa
inmediata de la vigente ley de marcas y la interpretación y aplicación sirven también
para España). También es importante la jurisprudencia del TS a través de la Sala
Primera que dicta sentencias por infracción del derecho de marcas y sobre nulidad de las
mismas y las sentencias de la sala tercera del tribunal supremo porque al fin del al cabo
cuando solicitas el registro de una marca la realizas en la oficina española de patentes y
marcas; si hay problemas recurres en la oficina, en primera instancia en el tribunal en la
sala primera y luego la tercera.

1. LAS MARCAS

La marca es todo signo susceptible de representación gráfica que sirva para distinguir en
el mercado los productos o servicios de una empresa de los de la otra (art.4.1 LM). Se
ha producido una modificación del concepto de marca que sustituye la referencia a
persona por el de empresa, esto es, la marca es entonces el signo distintivo con el que
una empresa (marca individual) o un conjunto de empresas (marca colectiva)
diferencian el resultado material o tangible de su actividad económica.

La marca desempeña diferentes funciones:

1. Función indicadora del origen empresarial de los productos. Cuando tú ves


una marca lo que te está indicando es que el producto tiene un origen
determinado.
2. Función de calidad. Eso quiere decir que la marca lo que te dice sobre los
productos es que se distingue una determinada calidad. El consumidor cuando
ve una marca le evoca una determinada calidad sobre el producto que esta
distinguido de la misma. La continua experiencia del consumidor la marca
condensa el good will que es la buena reputación sobre los productos que
distingue.
3. Función publicitaria autónoma. La marca tiene selling power…esto es poder
de venta.

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1.1 CRITERIOS DE DISTINCIÓN

1. Objeto: producto o servicio.


2. Naturaleza de la actividad del empresario que la utiliza: marcas industriales
puestas por los fabricantes sobre sus productos y marcas comerciales puestas por
quienes comercializan o distribuyen los productos adquiridos por fabricantes (ex
art.34.3 LM).
3. Titularidad: individuales cuando el titular sea una sola persona física o jurídica
o colectivas que son las que podrán solicitar las asociaciones de productores,
fabricantes, comerciantes o prestadores de servicios para distinguir en el
mercado los productos o servicios de los miembros de la asociación titular de la
marca, de los productos o servicios de otras empresas (art.62.1 y 2 LM). De las
marcas colectivas de diferencian las marcas de garantía que son los signos o
medios utilizados por una pluralidad de empresas bajo el control de su titular,
que certifican que los productos o servicios a los que se aplica cumplen unos
requisitos comunes, en especial, en los que concierne a la calidad, componentes,
origen geográfico, condiciones técnicas o modo de elaboración del producto o
prestación del servicio (art.68 LM).
4. Marcas nacionales o internacionales en función de haber sido depositadas en
la Oficina Internacional de la Organización Mundial para la Propiedad Industrial
(OMPI) que se consideran registradas y protegidas en España. Para ello,
cualquier marca regularmente inscrita en su país de origen podrá ser depositada
y protegida en todos los países de la Unión (Convenio de la Unión firmado en la
Conferencia de Madrid de 14 de abril de 1891, ratificado por España el 8 marzo
de 1978).
Las marcas comunitarias reguladas en el Reglamento 40/94, del Consejo, de 20
de diciembre de 1993, que conceden, mediante una única solicitud ante la
Oficina de Armonización del Mercado Interior(OAMI), cuya sede radica en
Alicante, implica una marca que se extiende directamente al territorio de toda la
UE.
5. Tipos de marcas: están las marcas denominativas que son aquellas que
consisten en una denominación constituida por una o varias palabras, se pueden
leer, ver, transmitir oralmente. Pueden ser un nombre propio, una denominación
objetiva relativa a la actividad que desarrolla la empresa o una denominación de
fantasía si no tiene nada que ver.
Las marcas graficas son las que se perciben por la vista sean dibujos o imágenes.
Las marcas mixtas que consisten en una denominación más un dibujo o una
imagen. Las marcas tridimensionales son aquellas como un envase. Existen las
marcas auditivas que son un sonido como por ejemplo la señal de un programa
de radio.

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Se ha intentado que haya marcas olfativas pero es difícil que sean reconocidas
como marcas ya que no son susceptibles de representación grafica para poder
registrarlas; como un periódico que se identifique por su olor.
Hay marcas principales y marcas derivadas. Las marcas derivadas reproducen la
principal con varios elementos secundarios.

1.2 NACIMIENTO DEL DERECHO SOBRE LA MARCA

Se plantea la discusión de si el derecho al signo nace en favor de su titular con su


inscripción en un registro publico o con su creación y uso aun antes de la inscripción o
incluso sin ella. La LM establece en el art.2.1 el carácter constitutivo del registro: el
derecho sobre la marca se adquiere por el registro válidamente efectuado de
conformidad con las disposiciones de la Ley.

En casos de buena o mala fe del solicitante se permite reivindicar ante los tribunales la
propiedad de la marca, cuando la misma se hubiera solicitado con fraude de los
derechos de un tercero o violando una obligación legal o contractual, siempre que la
acción reivindicatoria se ejercite dentro del plazo de cinco años desde la publicación de
la marca (art.2.2 LM). Asimismo se configura como causa de nulidad absoluta el hecho
de haber actuado de mala fe el solicitante al presentar la solicitud de marca (art.51.1.b
LM).

1.3 MARCAS NOTORIAS Y DE ALTO RENOMBRE

El derecho sobre la marca no sólo nace con la creación y el uso anterior a su inscripción
en el Registro, sino que dicho uso puede prevalecer contra el signo registrado posterior.
Se trata de las marcas notorias que atribuyen la facultad de oponerse al registro de una
marca idéntica o similar cuando, por referirse a productos o servicios idénticos o
similares, pueda inducir confusión (art.6.1 y 2d LM). También permiten suministrar una
causa de nulidad relativa de forma que el usuario de la marca notoria no registrada
podrá instar la nulidad de una marca inscrita siempre que sea idéntica para productos
idénticos o similares entre los que pueda haber riesgo de confusión.

Estas facultades son reconocidas a las marcas notorias por el grado de conocimiento del
mercado de las mismas independientemente de que se hallen o no inscritas.

Si el signo notorio se encuentra inscrito encuentra cabida en lo regulado por el art.8 LM


distinguiendo entre marcas notorias y renombradas:

Artículo 8. Marcas y nombres comerciales notorios y renombrados registrados.

1. No podrá registrarse como marca un signo que sea idéntico o semejante a una
marca o nombre comercial anteriores aunque se solicite su registro para productos
o servicios que no sean similares a los protegidos por dichos signos anteriores
cuando, por ser éstos notorios o renombrados en España, el uso de esa marca
pueda indicar una conexión entre los productos o servicios amparados por la

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misma y el titular de aquellos signos o, en general, cuando ese uso, realizado sin
justa causa, pueda implicar un aprovechamiento indebido o un menoscabo del
carácter distintivo o de la notoriedad o renombre de dichos signos anteriores.

2. A los efectos de esta Ley, se entenderá por marca o nombre comercial notorios los
que, por su volumen de ventas, duración, intensidad o alcance geográfico de su uso,
valoración o prestigio alcanzado en el mercado o por cualquier otra causa, sean
generalmente conocidos por el sector pertinente del público al que se destinan los
productos, servicios o actividades que distinguen dicha marca o nombre comercial.
La protección otorgada en el apartado 1, cuando concurran los requisitos previstos en el
mismo, alcanzará a productos, servicios o actividades de naturaleza tanto más diferente
cuanto mayor sea el grado de conocimiento de la marca o nombre comercial notorios en
el sector pertinente del público o en otros sectores relacionados.

3. Cuando la marca o nombre comercial sean conocidos por el público en general,


se considerará que los mismos son renombrados y el alcance de la protección se
extenderá a cualquier género de productos, servicios o actividades.

4. A los efectos del apartado 1 por marca o nombre comercial anteriores se entenderán
los signos contemplados, respectivamente, en el artículo 6.2, letras a, b y c, y en el
artículo 7.2.

1.4. SIGNOS APTOS PARA CONSTITUIR MARCA Y PROHIBICIONES DE


MARCA

El art.4 LM contempla los signos aptos para constituir marca:

Artículo 4.2. Tales signos podrán, en particular, ser:

a. Las palabras o combinaciones de palabras, incluidas las que sirven para


identificar a las personas.
b. Las imágenes, figuras, símbolos y dibujos.
c. Las letras, las cifras y sus combinaciones.
d. Las formas tridimensionales entre las que se incluyen los envoltorios, los
envases y la forma del producto o de su presentación.
e. Los sonoros.
f. Cualquier combinación de los signos que, con carácter enunciativo, se
mencionan en los apartados anteriores.

REQUISITOS DE LA MARCA DE NATURALEZA OBJETIVA Y


SUBJETIVA

9 OBJETIVOS: son los requisitos que debe cumplir un signo para poder
convertirse en marca. Para poder convertirse en marca la vía normal es
acceder al registro que se lleva en la oficina de patentes y marcas.

La elección del signo como marca se encuentra limitado por dos clases de
prohibiciones: las prohibiciones absolutas que en ningún caso pueden ser signos
constitutivos de marca y las prohibiciones relativas que son aquellos signos

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perfectamente aptos para ser empleados como marca pero en caso concreto no pueden
serlo por existir un derecho previo sobre el mismo signo a favor de otra persona.

™ Prohibiciones absolutas (art.5 LM)


No pueden registrarse como marcas los signos que carezcan de carácter
distintivo. Son aquellos que se componen exclusivamente de signos genéricos;
que el lenguaje común o en las costumbre del comercio se hayan convertido en
habituales para designar productos o servicios que pretendan distinguir con la
marca (marcas vulgarizadas por el uso); los compuestos exclusivamente por
signos que sirvan para designar la especie, calidad, cantidad, destino, valor,
procedencia geográfica, época de obtención de productos; los signos
constituidos exclusivamente por la forma impuesta por la naturaleza del
producto o por la forma del producto necesaria para obtener un resultado
técnico(modelo de utilidad); los signos contrarios a la Ley, al orden publico o a
las buenas costumbres; los que puedan inducir al publico a error sobre la
naturaleza, la calidad o la procedencia geográfica del producto o servicio incluso
cuando se indique el verdadero origen o indicación geográfica traducida o
acompañada de expresiones como clase, tipo, estilo, imitación, etc.; y los
símbolos de la Nación y las Administraciones Públicas.
Hay ciertos signos de uso generalizado que no podrían tener en principio acceso
al registro como euro, multi, excelente….La jurisprudencia del tribunal supremo
también incluye el prefijo mac que es holandés y es de carácter genérico y no
susceptible de expropiación para uso privado.

Los tres primeros casos de prohibiciones absolutas pueden resultar inaplicables


cuando la marca que incurre en ellas hubiera ganado distintividad sobrevenida
(secondary meaning) por su uso.

™ Prohibiciones relativas (art.6 a 10 LM)


Las prohibiciones relativas afectan a los casos de identidad o semejanza entre el
signo elegido por el solicitante y un derecho anterior- con carácter general no se
exige que la marca anterior se encuentre registrada o solicitada.
De forma concreta, no se permite registrar como marca los signos que sean
idénticos a una marca anterior (marca registrada, comunitaria, las solicitudes de
las mismas o las marcas notorias no registradas) que designe productos o
servicios idénticos; o que resulten idénticos o semejantes a una marca anterior y
que por ser idénticos o similares los productos o servicios designados, exista
riesgo de confusión en el publico.
Tampoco podrán registrarse como marca los signos que sean idénticos a un
nombre comercial anterior que designe actividades idénticas a los productos para
los que se solicita marca; o los signos que sean idénticos o semejantes a un
nombre comercial anterior, cuando por la identidad o similitud en las
actividades, pueda inducir a confusión en el publico. Respecto a las marcas y
nombres comerciales notorios o renombrados inscritos impide el registro de

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marcas con signos idénticos o semejantes aunque los productos amparados por
la marca no sean similares.

Estas prohibiciones relativas tratan de resolver el conflicto entre marca y


derecho al nombre, así como el problema de las marcas que supongan un
aprovechamiento de la reputación ajena. Así se establece una prohibición de
registrar como marca para los propios productos o servicios el nombre civil, o la
imagen que identifique a una persona distinta del solicitante, o el nombre,
apellido, seudónimo, cualquier otro signo que para la generalidad del publico
identifique a persona distinta al solicitante de la marca. Tampoco podrán
registrarse como marcas el nombre comercial, denominación o razón social de
una persona jurídica que antes de la fecha de presentación o prioridad de la
marca registrada identifique en el trafico económico a una persona distinta al
solicitantes, si por ser idéntica o semejante a estos signos y por ser idéntico o
similar su ámbito de aplicación que suponga un riesgo de confusión en el
publico.

En definitiva, la comprobación del riesgo de confusión o de asociación se realiza


con arreglo a los siguientes parámetros:

Se aplica la denominada regla de especialidad de la marca y dice


sobre una misma marca pueden existir dos derechos autónomos
siempre y cuando que los productos y servicios distinguidos por esas
marcas sean completamente distintos. Una misma marca pude ser de
dos personas siempre que los productos y servicios son totalmente
distintos. Excepción: cuando son marcas notarias o renombradas no
se aplica la regla de especialidad porque se incurre en confusión del
consumidor.
Hay que comparar los productos o servicios que se pretenden
distinguir; si son sustitutivos, la naturaleza que tiene…
Hay que contrastar los signos, comparar las dos marcas con arreglo a
una visión de conjunto de los dos signos y desde la perspectiva del
consumidor medio (comercial impression).

El riesgo de asociación te puede impedir que la marca tenga acceso al registro y


se da casi siempre en caso de marcas notarias y renombradas. La marca que se
pretenda registrar evoca a una marca de una empresa competidora o del mismo
grupo, que exista una relación de naturaleza contractual de la marca titular
anterior con la nueva, explotación de la reputación de la marca renombrada…

Hay otros derechos exclusivos que podrían impedir el acceso al registro de una
marca: otros derechos de la propiedad industrial o derechos de la propiedad
intelectual.

ƒ Derechos propiedad industrial como por ejemplo un diseño industrial.

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ƒ Derechos de la propiedad intelectual como por ejemplo el derecho de


autor. El TS declaro nulidad de marca inscrita que consistía en la imagen
del gato Pumby. El titular del derecho de autor sobre el dibujo del gato
Pumby no se podía hacer esa marca con el mismo al contravenir el
derecho de autor del titular como el caso Popeye.

Las denominaciones sociales o razones sociales notarias que son muy


reconocidas en el trafico también pueden impedir el acceso al registro. Una
sociedad tiene un nombre, esto es, el nombre de la sociedad mercantil es una
denominación social cuando son sociedades colectivas se les llaman razón
social. Cuando es notoria la razón social pueden impedir el acceso al registro de
marcas.

9 SUBJETIVOS

PROCEDIMIENTO DE CONCESIÓN DE LA MARCA

El derecho sobre la marca se adquiere a través del registro válidamente efectuado. El


registro se lleva a cabo en la Oficina Española de Patentes y Marcas y podrá
comprender una o varias clases de productos.

La solicitud de registro de marca ha de presentarse en el órgano competente de la


Comunidad Autónoma donde el solicitante tenga su domicilio o un establecimiento […]
serio y efectivo (art.11.1 LM). El órgano competente ha de examinar los requisitos
formales de la solicitud y el pago de las tasas y si el solicitante se encuentra legitimado
para obtener el registro de marcas, pudiendo suspender el procedimiento cuando se
observen irregularidades, e incluso tener por desistida la solicitud cuando aquéllas no se
subsanen debidamente. Dicho órgano remite las solicitudes a la OEPM publicándose en
el BOPI. La OEPM procederá igualmente a comunicar, a efectos simplemente
informativos, a los titulares de signos registrados idénticos o similares que hubiesen
sido detectados con motivo de la búsqueda informática de anterioridades realizada por
la OEPM, y que pudieran estar interesados en oponerse al registro. Bajo la Ley actual,
las prohibiciones relativas por semejanza entre signos han de ser alegadas
exclusivamente por los interesados y la OEPM realizará de oficio un examen de fondo,
pero limitado a poner de relieve si la solicitud incurre en alguna de las prohibiciones
absolutas, o en la concreta prohibición relativa contemplada en el art.9.1,b) LM. Si la
OEPM constata la existencia de prohibición absoluta, se suspenderá el procedimiento
otorgándole al solicitante un plazo para presentar alegaciones. En relación con este
plazo, la Ley establece el restablecimiento de derechos para evitar el efecto preclusivo
automático y riguroso: el solicitante aun habiendo demostrado toda la diligencia
requerida por las circunstancias, no hubiera respetar el plazo con respecto a dicha
oficina, será previa solicitud, restablecido en sus derechos si la imposibilidad hubiera

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tenido como consecuencia directa[…] la pérdida de un derecho. La solicitud motivada


sólo será admisible en el plazo de un año tras la expiración del plazo. Este
restablecimiento sólo está limitado por la presentación de una solicitud por un tercero de
buena fe de signo idéntico o similar. Transcurrido el plazo habrá de acordar la
concesión o denegación del registro de la marca y publicarla en el BOPI.

CONTENIDO DEL DERECHO DE MARCA

El Registro y el derecho sobre una marca se otorga por diez años y podrá renovarse
indefinidamente por periodos sucesivos de diez años, siempre que se abone la
correspondiente tasa de renovación(arts. 31, 32 y 55 LM).

El titular tiene que hacer uso efectivo de la marca y no acumular innecesariamente


marcas de las que podrían hacer uso otros interesados, razón por la que se impone sobre
el titular un deber de usar la marca (art.39 LM).

Artículo 39. Uso de la marca.

1. Si en el plazo de cinco años contados desde la fecha de publicación de su


concesión, la marca no hubiera sido objeto de un uso efectivo y real en España
para los productos o servicios para los cuales esté registrada, o si tal uso hubiera
sido suspendido durante un plazo ininterrumpido de cinco años, la marca quedará
sometida a las sanciones previstas en la presente Ley, a menos que existan causas
justificativas de la falta de uso.

2. A los efectos del apartado 1 también tendrá la consideración de uso:

a. El empleo de la marca en una forma que difiera en elementos que no alteren de


manera significativa el carácter distintivo de la marca en la forma bajo la cual se
halla registrada.
b. La utilización de la marca en España, aplicándola a los productos o servicios o a
su presentación, con fines exclusivamente de exportación.

3. La marca se reputará usada por su titular cuando sea utilizada por un tercero con su
consentimiento.

4. Se reconocerán como causas justificativas de la falta de uso de la marca las


circunstancias obstativas que sean independientes de la voluntad de su titular, como las
restricciones a la importación u otros requisitos oficiales impuestos a los productos o
servicios para los que esté registrada.

La marca confiere a su titular un derecho sobre ella configurado como un monopolio de


uso. Tiene una vertiente positiva que es la utilización de la marca en el tráfico
económico con carácter exclusivo y podrá designar con ella los productos o servicios o
utilizarla con efectos publicitarios.

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La vertiente negativa (ius prohibendi) que podrá oponerse al posterior al posterior


intento de registrar en la OEPM esa misma marca, para productos o servicios idénticos
o similares; podrá impedir que terceros no autorizados usen su signo idéntico para
productos idénticos; o un signo parecido o semejante, siempre que por ser idénticos o
similares los productos o servicios implique un riesgo de confusión en el publico.

Por tanto, la finalidad de este monopolio de uso es proteger el interés del empresario en
que ningún competidor sustraiga la clientela obtenida por las características del
producto distinguido por una marca concreta. La Ley 17/2001 incluye la prohibición del
uso de la marca en un portal o página web y a que se use dicho signo como nombre de
dominio.

Para proteger el derecho de marca se disponen una serie de acciones en favor del titular
lesionado. La competencia para conocer tales acciones, en el plano civil, recaerá sobre
los Juzgados de lo Mercantil de la ciudad sede del TSJ de la Comunidad Autónoma
correspondiente al domicilio del demandado. Las acciones civiles son: cesación,
indemnización, acción tendente a la adopción de medidas para evitar o impedir que
prosiga la violación, la acción dirigida a la destrucción o cesión de fines humanitarios, a
elección del demandante y a costa del condenado, de los productos ilícitamente
identificados con la marca, salvo que le resulte posible la eliminación del signo sin
afectar al producto o que la destrucción produzca un perjuicio desproporcionado al
infractor; la atribución en propiedad de los productos, materiales y medios embargados;
y la publicación de la sentencia a costa del condenado.

En cuanto a la indemnización abarca las perdidas sufridas (daño emergente) como las
ganancia dejadas de obtener por el titular (lucro cesante). La indemnización se
calculará, a elección del perjudicado, con arreglo a uno de los criterios que sienta la
propia Ley (art.43).

Artículo 43. Cálculo de la indemnización de daños y perjuicios.

1. La indemnización de daños y perjuicios comprenderá no sólo las pérdidas sufridas,


sino también las ganancias dejadas de obtener por el titular del registro de la marca
causa de la violación de su derecho. El titular del registro de marca también podrá
exigir la indemnización del perjuicio causado al prestigio de la marca por el
infractor, especialmente por una realización defectuosa de los productos
ilícitamente marcados o una presentación inadecuada de aquélla en el mercado.
Asimismo, la cuantía indemnizatoria podrá incluir, en su caso, los gastos de
investigación en los que se haya incurrido para obtener pruebas razonables de la
comisión de la infracción objeto del procedimiento judicial.

2. Para fijar la indemnización por daños y perjuicios se tendrá en cuenta, a elección del
perjudicado:

a. Las consecuencias económicas negativas, entre ellas los beneficios que el titular
habría obtenido mediante el uso de la marca si no hubiera tenido lugar la

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violación y los beneficios que haya obtenido el infractor como consecuencia de


la violación.

En el caso de daño moral procederá su indemnización, aun no probada la


existencia de perjuicio económico.

b. La cantidad que como precio el infractor hubiera debido de pagar al titular por la
concesión de una licencia que le hubiera permitido llevar a cabo su utilización
conforme a derecho.

3. Para la fijación de la indemnización se tendrá en cuenta, entre otras circunstancias, la


notoriedad, renombre y prestigio de la marca y el número y clase de licencias
concedidas en el momento en que comenzó la violación. En el caso de daño en el
prestigio de la marca se atenderá, además, a las circunstancias de la infracción, gravedad
de la lesión y grado de difusión en el mercado.

4. A fin de fijar la cuantía de los daños y perjuicios sufridos, el titular de la marca podrá
exigir la exhibición de los documentos del responsable que puedan servir para aquella
finalidad.

5. El titular de la marca cuya violación hubiera sido declarada judicialmente


tendrá, en todo caso y sin necesidad de prueba alguna, derecho a percibir en
concepto de indemnización de daños y perjuicios el 1 % de la cifra de negocios
realizada por el infractor con los productos o servicios ilícitamente marcados. El
titular de la marca podrá exigir, además, una indemnización mayor si prueba que la
violación de su marca le ocasionó daños o perjuicios superiores, de acuerdo con lo
dispuesto en los apartados anteriores.

También aclara la nueva Ley que, cuando el titular de la marca que lleve más de cinco
años inscrita ejercite alguno de los derechos propios de la marca por medio de las
acciones anteriores, el demandado puede exigir que el titular demandante pruebe que la
marca ha sido objeto de uso efectivo y real en España en los términos establecidos en el
art.39LM. Le resultará igualmente posible ejercitar la acción de declaración de
caducidad por falta de uso de la marca del actor.

El derecho de marca está limitado por:

1. El titular de la marca podrá impedir a los comerciantes o distribuidores


suprimir la marca del fabricante, pero no podrá impedir que añadan por
separado la marca comercial propia de tales distribuidores.
2. El titular de la marca podrá impedir a los terceros comercializar los
productos con la marca, siempre que se haya producido la puesta en el
comercio del Espacio Económico Europeo por el titular o con su
consentimiento. Todo ello salvo que motivos legítimos justifiquen su
oposición como la modificación o alteración de los productos (art.36
LM).

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2. COPROPIEDAD, TRANSMISIBILIDAD Y LICENCIAS

La marca está dotada de valor patrimonial y puede ser cedida o transmitida (art.46.2
LM). La transmisión puede producirse, ya sea con el conjunto de la empresa o con
independencia de la misma. La marca también puede darse en garantía, ser objeto de
otros derechos reales y objeto de copropiedad.

Asimismo destaca la posibilidad de cesión temporal del uso de la marca por medio de la
correspondiente licencia. La licencia es un contrato por el cual el titular de una marca
(licenciante) autoriza a otra persona(licenciatario) a explotar dicha marca durante un
tiempo determinado, a cambio de una contraprestación.

Las licencias pueden abarcar la totalidad o una parte de los productos que comprenda la
marca, y podrán asimismo ser exclusivas o no exclusivas, en función respectivamente,
de que sólo el licenciatario pueda hacer uso de la marca en el territorio de que se trate, o
de que el licenciante se reserve la facultad de usarla el mismo, o de otorgar mas
licencias. Pero si no ser pacta expresamente lo contrario, el licenciatario tendrá derecho
a utilizar la marca durante toda la duración del registro, incluidas las renovaciones, en
todo el territorio nacional y en relación con todos los productos o servicios para los
cuales se hubiera inscrito la marca, y la licencia no será exclusiva.

3. EXTINCIÓN DE LA MARCA

El Registro de la marca se cancela por caducidad y nulidad:

™ Nulidad: se declara por tribunales de la jurisdicción ordinaria e implica que el


registro de la marca nunca ha sido válido. La nulidad se declara por haber
actuado de mala fe el solicitante al presentar su solicitud de marca y por
contravenir los casos de nulidad absoluta-siendo imprescriptible dicha acción-.
Están legitimadas para solicitar la nulidad absoluta cualquier persona física o
jurídica o cualquier agrupación constituida para la representación de los
intereses de fabricantes, productores, comerciantes, o consumidores que resulten
afectadas u ostenten un derecho subjetivo o un interés legitimo.
La declaración de nulidad relativa por causa de prohibición relativa puede ser
solicitada por los titulares de los derechos anteriores afectados por el registro de
la marca.
No obstante, se introduce en el Reglamento de la Marca Comunitaria la
institución de caducidad por tolerancia. Ésta pretende evitar que el titular de la
marca pueda pretender plantear extemporáneamente la acción de nulidad contra
una marca posterior, idéntica o similar, cuando la ha tolerado durante un periodo
de cinco años consecutivos con conocimiento de dicho uso. En tales casos queda
impedido de intentar la nulidad de la marca posterior u oponerse al uso de la
misma, salvo que la solicitud de ésta se hubiera efectuado de mala fe, en cuyo
caso la acción será imprescriptible. El titular de la marca posterior tampoco
podrá oponerse al uso de la marca anterior.

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™ Caducidad: la marca caducada es una marca que hasta entonces era


perfectamente válida. Los efectos de la caducidad se producen desde el
momento en que se produjeron los hechos u omisiones que dieron lugar a la
caducidad.

Causas de la caducidad declarada por la OEPM:

1. Expiración de la vida legal de la marca sin renovación de la misma.


2. Renuncia del titular de la marca

Causas de la caducidad declarada por los tribunales ordinarios:

1. Falta de uso de la marca según los términos del art.39LM (dentro de los cinco
años desde su concesión, o cuando se haya interrumpido su uso efectivo durante
mas de cinco años). En este caso será el titular de la marca y no el demandante
de la caducidad quien tenga que probar el uso de la marca o la existencia de
causas justificativas de la falta de uso (art.58 LM).
No cabrá declarar la caducidad de la marca si el titular es capaz de demostrar
que ha empezado a usar la marca de un modo efectivo en el intervalo entre la
expiración del periodo de cinco años a que se refiere el art.39 y la presentación
de la demanda de caducidad.
2. Aquella marca que se haya convertido en el comercio, por la actividad o
inactividad de su titular, en la designación usual del producto o servicio en
relación con el cual la marca ha sido registrada. Hablamos de las marcas
vulgarizadas que por su éxito en el mercado pierden su fuerza distintiva.
3. El uso de la marca por el titular que pueda inducir a error al público,
especialmente acerca de la naturaleza, calidad o procedencia geográfica de los
productos amparados; o cuando el titular dejase de cumplir las condiciones de
legitimación fijadas en el art.3 LM. para obtener el registro de la marca.

4. LA MARCA COMUNITARIA

Tiene su regulación en el Reglamento 40/94, del Consejo, de 20 de diciembre de


1993 desarrollado por el Reglamento de Ejecución 2868/95, de 13 de diciembre de
1995, de la Comisión.

a) Principios informadores:

Unidad: la marca comunitaria sólo puede ser solicitada y concedida para


la totalidad del territorio de la UE (ART.1.2 RMC). Habrá una sola
solicitud, una única tasa, ante la Oficina de Armonización del Mercado
Interior.

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Coexistencia de la marca comunitaria con las marcas nacionales. Esta


coexistencia se manifiesta en que el registro de la marca comunitaria
puede oponerse a una marca nacional anterior, por lo cual el titular de la
marca nacional anterior o de un signo distintivo no registrado puede
entablar oposición contra la solicitud posterior de una marca comunitaria
o de pedir la nulidad de una marca comunitaria registrada si genera
confusión.
Autonomía: las marcas comunitarias se regirán exclusivamente por
normas comunitarias. Aún así el RMC remite determinadas cuestiones a
los Derechos internos en materia de acciones de violación del derecho y
en lo relativo al régimen jurídico de la marca comunitaria como objeto de
propiedad.

b) Motivos de denegación: se distinguen motivos de denegación absoluto y


relativo.

Absolutos: los signos que carezcan de carácter distintivo (art. 4 y 7


RMC). Incluyen los signos genéricos que son aquellos que llegan a
designar el género de productos que se trate de amparar con la marca.
Respecto al idioma basta con que tenga carácter genérico en uno de los
idiomas de la UE.
También se incluyen los signos banales o excesivamente complejos; los
signos constituidos exclusivamente por formas necesarias salvo que
tenga una forma peculiarísima o modelos de utilidad; las formas que
afecten al valor intrínseco del producto; las marcas engañosas que
puedan inducir a error al público sobre la naturaleza, la calidad o la
procedencia geográfica del producto; o las marcas formadas por los
emblemas de Estados y organizaciones internacionales; marcas
constituidas por interés publico; signos que consistan en indicación
geográfica cuando los productos amparados no tengan ese origen.
Estos motivos no serán aplicables cuando el signo hubiese adquirido
carácter distintivo por el uso (secondary meaning).

Relativos: la previa existencia de una marca comunitaria o nacional que


pueda inducir a confusión.

c) Adquisición del derecho de la marca comunitaria mediante el registro en la


OAMI. El RMC opta decididamente por el llamado principio de registro, como
modo de adquisición originario de la marca comunitaria (art.6 RMC), aunque se
conceda cierta protección a los usuarios extrarregistrales.
El procedimiento de registro se inicia con la solicitud que se presentará
directamente ante la OAMI o ante la OEPM que la trasladará a aquella. La

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OAMI realiza un examen de oficio para analizar sólo las prohibiciones absolutas
y legitima a los terceros interesados a oponerse sobre la base de las
prohibiciones relativas (frente a la regulación española que permite oposición
ante todo tipo de prohibiciones). En el art.41 RMC contempla quienes se
encuentran legitimados:

o Los titulares y solicitantes de marcas comunitarias o nacionales


anteriores idénticas a la marca comunitaria que se solicita, para
productos o servicios idénticos.
o Los titulares de marcas y solicitudes de marcas naciones o comunitarias
anteriores idénticas o similares cuando, por ser idénticos o similares los
productos amparados, pueda existir riesgo de confusión entre el público.
o Los titulares de marcas internacionales anteriores, cuando se den las
circunstancias de los apartados anteriores.
o Los titulares de marcas anteriores notoriamente conocidas en un Estado
miembro, siempre que la marca notoria sea idéntica o confundible con la
que se solicite.
o El titular de una marca comunitaria o nacional anterior que goce de
renombre en la UE (marca renombrada), aunque los productos o
servicios sean distintos, siempre que el uso de la nueva represente un
aprovechamiento indebido del renombre.
o Los titulares no registrales de marcas nacionales siempre que con arreglo
a su Derecho nacional estuvieran legitimados para prohibir la utilización
de la marca comunitaria.
o El legítimo titular de la marca cuando se solicita su registro como marca
comunitaria por un agente o representante sin consentimiento.

d) OAMI: en España tiene sede en Alicante y desempeña funciones de concesión


de la marca, de declaración de nulidad y de caducidad de la marca comunitaria.
En cambio, la OEPM no tiene una competencia tan amplia para declarar la
caducidad ni la nulidad ya que corresponde a los tribunales ordinarios en el
sistema interno español.

e) Acciones de violación del derecho de marca. En este terreno, resulta aplicable


el derecho nacional respetando lo dispuesto en el Título X (arts. 90 ss. RMC).
En lo relativo a la legitimación, acciones e indemnización, en caso de violación
del derecho sobre la marca comunitaria, se rige por los Derechos internos.
Competentes son los tribunales nacionales de marcas comunitarias que han de
ser establecidos por los Estados Miembros. La LO 8/2003 atribuye a los
Juzgados de lo Mercantil de Alicante la competencia exclusiva para conocer
sobre los litigios que puedan suscitarse en torno a las marcas comunitarias,
extendiendo su jurisdicción a todo el territorio nacional.

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f) Caducidad y nulidad. La caducidad se produce por falta de uso y la concesión


de la marca se otorga por diez años prorrogables indefinidamente por idénticos
periodos. El titular esta obligado a usarla en el plazo de cinco años a partir del
registro y queda sometido a su obligación de no suspender dicho uso (efectivo)
durante un plazo ininterrumpido de cinco años (art. 15 RMC). Se prevé la
caducidad por tolerancia que implica que el titular de la marca nacional puede
verse despojado de las acciones defensivas contra una marca comunitaria
posterior, si conscientemente toleró su uso durante un plazo de cinco años
consecutivos en el Estado miembro en que su marca nacional estuviera
protegida, aunque, pese a su nombre, no implique la verdadera caducidad de
dicha marca nacional.

La nulidad se discute en foros distintos, en función de que se plantee el


procedimiento de nulidad previsto en los arts.55 y 56 RMC, en cuyo caso será
ante la OAMI, o que se pida la nulidad en vía reconvencional: así, ante un
TNMC donde se esté tramitando una demanda de infracción de una marca
comunitaria, la parte demandada podrá plantear la cuestión de la nulidad de la
marca del demandante a través de una demanda reconvencional. La legitimación
activa es amplísima: cualquier persona física o jurídica, asociaciones de
empresarios, de consumidores, etc. (art.55.1).

5. OTROS SIGNOS DISTINTIVOS

I. EL NOMBRE COMERCIAL. Es el signo distintivo que permite individualizar y


distinguir de sus competidores al empresario en cuanto titular de su empresa
(art.87 LM). Distinto del nombre comercial es el nombre civil del empresario
individual, o la denominación de los empresarios personas jurídicas: sea la razón
o firma social de las sociedades personalistas, sea la denominación social de las
sociedades capitalistas, que figura necesariamente inscrita en el Registro
Mercantil. Aunque son figuras diferentes inscritas en distintos registros entre
nombres comerciales y denominaciones sociales se pueden plantear conflictos
de homonimia o similitud. Asimismo el interesado debe asegurarse de que el
signo elegido estaba libre o disponible tanto en la esfera de denominaciones
sociales como en la esfera de los signos distintivos para no arriesgarse a la
anulación por sentencia judicial de la denominación social o prohibición del
mismo como signo distintivo.

II. RÓTULOS DE ESTABLECIMIENTO. La Ley 17/2001 ha eliminado la


protección registral del rótulo de establecimiento por lo que su regulación habrá
de buscarse en las normas generales sobre represión de la competencia desleal.

III. DENOMINACIONES GEOGRÁFICAS. Son signos distintivos aquellos que


designan el lugar geográfico del que proceden los productos o servicios por ellas
amparados. Hay denominaciones de origen e indicaciones geográficas

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protegidas que suponen que todos los productos tienen un origen geográfico y
características determinadas y protegibles y pueden ser utilizadas por sus
marcas. Ley 24/2003, de 10 de julio, de la Viña y del Vino, el Estatuto de la
Viña, Vino y Alcoholes de 1970, Reglamento del 2006 sobre denominaciones de
origen y de 2007 de procedimiento de registro en normativa comunitaria.

IV. LOS DOMINIOS DE INTERNET. Con la creación de los nombres de dominio


como los .com se ha producido muchos abusos que son gestionados por el
ICAM y la gente de forma muy apresurada ha ido registrando todo tipo de
marcas con el .com; muchas de ellas por terceros que no son sus propietarios
para obtener beneficios al pedir dinero por su transferencia.

Generalmente la inscripción de los nombres de dominio siguen el principio first


come, first served, de forma que sólo se otorgará protección al primero que
venga a inscribir un determinado nombre de dominio (Orden ITC/1542/2005).
Las marcas tienen una dimensión territorial determinada pero no influye sobre
los servidores porque no está avalado por las acciones correspondientes
recogidas en la LM. Por ello, la OMPI ha creado un procedimiento de arbitraje
para que los titulares de las marcas que consideren que sus derechos han sido
vulnerados por la apropiación de su marca en cuanto al nombre de dominio. Así
la ICAM cancela el .com y lo transfiere al titular de la marca.
En casos de conflictos entre signos y nombres de dominio idénticos o similares
cuando pretendan ser efectivamente usados en el mismo sector, si suscitan
riesgos de confusión podría recurrirse a los art.5 y 6 LCD.
Si operasen en sectores diferentes, si el primer solicitante del nombre de
dominio sea titular también de una marca o nombre comercial idéntico implica
que los terceros titulares no podrán pretender recuperar para sí el nombre de
dominio. La excepción de esta premisa se encuentra en que la marca fuese
notoria o renombrada y normalmente con este tipo de marcas se suele producir
una explotación o perjuicio desleal de la reputación ajena.
El punto .es ha generado un sistema de arbitraje gestionado por autocontrol de la
publicidad y está regulado por la Orden ITC/1542/2005, de 19 de mayo, por la
que se aprueba el Plan Nacional de nombres de dominio de Internet bajo es
código del país correspondiente a España.

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TEMA%IX:%TEORÍA%GENERAL%DE%LOS%TÍTULOS%VALORES%
!
!
I. IMPORTANCIA%Y%FUNCIÓN%DE%LOS%TÍTULOS%VALORES:%
!
A) El%título%valor%como%documento%destinado%a%facilitar%la%circulación%del%crédito:%
%
! La!función!esencial!de!los!títulos1valores!consiste!en!procurar!una!circulación!ágil!del!
derecho! de! crédito,! sin! recurrir! al! procedimiento! ordinario! de! cesión! del! crédito! propio! del!
Derecho! común.! Los! títulos1valores! aparecieron! para! dotar! de! seguridad! y! de! facilidad! a! la!
transmisión! de! los! derechos,! dado! que! la! vieja! institución! civil! de! la! cesión' de' crédito! no!
procuraba! ni! un! suficiente! grado! de! tranquilidad! al! adquirente,! ni! un! procedimiento! de!
transmisión! sencilla. 1 !La! fuerza! creadora! del! Derecho! dio! vida! a! los! títulos1valores,! como!
institución! jurídica! que! habría! de! permitir! la! rápida! y! segura! transmisión! de! los! derechos,!
facilitando!a!los!adquirentes!el!ejercicio!de!los!mismos.!
!
B) La%incorporación%del%derecho%en%el%título%o%documento:%
!
! Para!evitar!la!sumisión!de!la!transmisión!de!los!créditos!a!las!reglas!civiles!se!incorporó!
en!un!documento!el!derecho!cuya!circulación!quería!facilitarse.!Esta!incorporación!del!derecho!
en! el! documento! se! alcanza! cuando! ambos! se! funden! de! modo! permanente,! de! forma! que!
únicamente! puede! invocar! y! ejercitar! el! derecho! quien! está! en! posesión! del! documento! (es!
cosificar!un!derecho!incorporal!para!someterlo!!al!derecho!de!las!cosas,!evitando!de!ese!modo!
las!pesadas!reglas!civiles!sobre!cesión!de!créditos).!
!
! La!incorporación!del!derecho!al!documento!hace!mas!fácil!y!segura!la!circulación!de!los!
derechos,! porque! permite! una! esencial! transmutación% jurídica:! la! cesión! de! derechos! ! SE!
CONVIERTE!EN!UNA!TRANSMISIÓN!DE!COSAS!MUEBLES!a!cuyo!régimen!jurídico!se!somete!el!
documento!(título!valor).!
!
! El! tráfico! de! derechos! se! convierte,! mediante! la! incorporación! del! derecho! al!
documento,!en!un!tráfico!de!cosas!muebles,!protegido!por!el!principio!de!tutela!a!la!posesión!
de!buena!fe,!cuyo!régimen!jurídico!contiene!grandes!ventajas!!(posesión!de!buena!fe!=!título,!
adquisiciones!a!non!domino!464!CC,!la!propiedad!del!título!confiere!la!titularidad!del!derecho!
incorporado,!la!simple!posesión!del!documento!legitima!al!poseedor!para!exigir!del!deudor!el!
cumplimiento!del!derecho!incorporado…)!
!
Con!todo!lo!anterior,!y!reconociendo!el!importante!papel!desempeñado!por!los!títulos1valores!
en!la!movilización!del!crédito,!debemos!aludir!a!su!crisis!actual.!En!la!actualidad,!el!papel!está!
siendo! sustituido! en! bastantes! de! las! parcelas! anteriormente! ocupadas! por! los! mismos,! por!
anotaciones% o% registros% contables,! con! lo! que! no! cabria! seguir! hablando,! en! tales! casos,! de!
títulos1valores!propiamente!dichos!(ver!más!en!desmaterialización!de!los!títulos!valores).!
!
!
!
!

!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
1!cesión'de'crédito:'cada'cesión'aconsejaba'la'redacción'de'un'nuevo'documento'entre'cedente'y'cesionario;'
mediante'la'cesión'el'adquirente'no'está'seguro'de'haberlo'adquirido'y'está'sometido'al'riesgo'de'la'compensación'
que'pueda'alegar'el'deudor'cedido;'que'el'adquirente'del'crédito,'en'el'momento'de'exigir'su'importe'está'sometido'
a'las'excepciones'personales'que'pueda'alegar'el'deudor'derivadas'del'contrato'que'da'origen'al'derecho'de'crédito'
cedido;'y'que'el'cedente'no'responde'de'la'insolvencia'del'deudor'cedido'(art'348'C'de'C)''

! 1!

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II. CONCEPTO%DE%TÍTULORVALOR%
!
! En! nuestro! Derecho! falta! un! concepto! de! título! valor,! tanto! en! la! Ley! como! en! la!
doctrina.!La!concepción!que!se!tiene!de!los!mismos!varía!en!función!de!su!naturaleza,!clase!y!
contenido.!
!
A) Noción% amplia:! definición! que! gire! en! torno! a! la! necesidad! de! la! tenencia! y!
presentación!del!documento!para!obtener!la!prestación!consignada!en!el!papel.!
B) Concepción% restringida:!aquel!documento!sobre!un!derecho!privado,!cuyo!ejercicio!y!
cuya!transmisión!están!condicionadas!a!la!posesión!del!documento.!Esta!última!es!la!
posición!dominante.!
!
! A!partir!de!aquí,!los!casos!que!no!se!adapten!totalmente!al!supuesto!de!hecho!habrán!
de! ser! tratados! como! títulos! valores! impropios! o,! en! su! caso,! como! meros! títulos! de!
legitimación!sin!el!carácter!de!título!valor.!
!
!
III. ASPECTOS%ACTIVO%Y%PASIVO%DE%LOS%TÍTULOS%VALORES:%
!
La! incorporación 2 !explica! suficientemente! que! sea! el! poseedor! regular! del! documento! el!
acreedor! del! derecho! incorporado;! y! que! el! deudor! del! mismo! sea! quien! lo! emitió!
incorporando! al! título! su! obligación.! En! este! apartado! es! importante! analizar! tres! cuestiones!
principales:! origen! del! derecho! incorporado;! notas! características! de! los! títulos1valores! y! los!
títulos!valores!impropios.!
!
A) Origen%del%derecho%incorporado:%%
!
! El! origen! del! derecho! incorporado! radica! en! un! negocio! (fundamental,' subyacente' o'
extracartáceo)'separado;!y!la!causa!de!la!incorporación!suele!ser!un!pacto!o!convenio!explícito!
o! implícito! entre! los! sujetos! de! la! relación! o! negocio! fundamental! (pactum' cambii).' En! otros!
casos! la! causa! de! la! incorporación! no! proviene! de! la! voluntad! de! las! partes,! sino! de! la! Ley!
misma!(como!por!ejemplo,!la!condición!de!socio!en!las!acciones!de!una!sociedad!anónima).!
!
% Por% ello,% en% un% títuloRvalor% concurren% dos% obligaciones% distintas:% la% obligación%
fundamental*o*extracartácea*y%la%obligación%cartular*o*cactácea,%que%nace%con%el%acto%de%la%
emisión%del%título%valor.%
%
! En!este!sentido!cobra!importancia!el!artículo!1170!del!CC,!en!el!cual!se!establecen!dos!
reglas!fundamentales:!de!una!parte,!la!mera!entrega!del!título!valor!no!produce!por!si!sola!el!
pago!de!la!obligación;!de!otra,!hasta!que!la!obligación!documentada!en!el!título!no!sea!exigida!
por!el!acreedor!quedará!en!suspenso!la!acción!derivada!del!negocio!fundamental.!
!
! Al! margen! de! todo! esto,! debemos! incidir! en! la! importancia! que! tienen! los! títulos!
valores! en! el! trafico! jurídico,! dado! que! (siempre! que! sean! al! portador)! quien! incorpora! ! una!
obligación!al!título!puede!ser!compelido!a!su!pago,!cualquiera!que!sea!el!poseedor!siempre!y!
cuando!le!presente!el!documento!y!sea!poseedor!de!buena!fe.!Esta!obligación!llegará!incluso!
hasta! el! punto! de! que! la! ley! de! circulación! de! cosas! muebles! protege! a! los! adquirentes! de!
buena!fe!aunque!el!transmitente!del!título!valor!no!hubiere!estado!legitimado!para!ello.!
!
!
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
2!Recordad!que!por!incorporación!entendemos!plasmar!el!derecho!dentro!del!documento!o!título!valor!

! 2!

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!
%
B) Notas%características%de%los%títulos%valores%(propiedades%normativas).%
!
a)% Legitimación% por% la% posesión:! significa! que! la! posesión! es! condición! indispensable! para!
ejercitar!el!derecho!incorporado!y,!en!consecuencia,!para!exigir!del!deudor1emisor!del!título!la!
prestación! debida.! Se! dice! que! los! títulos! valor! son! documentos! de! necesaria! presentación,!
pero!también!de!necesario!rescate,!es!decir,!el!deudor!solo!estaría!obligado!al!pago!contra!la!
entrega!del!documento.!
!
! La!posesión!del!documento!es!indispensable!para!ejercitar!el!derecho!incorporado,!o!
sea,! para! exigir! la! prestación! en! él! contenida,! y! ello,! tanto! si! la! posesión! es! por! sí! misma!
suficiente! para! legitimar! al! tenedor! (títulos! al! portador),! como! si! a! ella! deben! añadirse! otros!
requisitos! fundamentales! (títulos! a! la! orden! y! nominativos).! Por! eso! mismo,! la! tradición! del!
título!es!indispensable!para!la!transmisión!regular!del!derecho!que!incorpora!(artículo!609!CC).!
!
! La! posesión! del! documento! al! portador! produce! tales! efectos! a! favor! del! tenedor! y!
para! enervarlos! (en! caso! de! robo! o! extravío! del! titulo! al! portador)! es! necesario! iniciar! un!
complejo!procedimiento!edictal!de!amortización!regulado!en!los!artículos!548!y!ss.!del!C!de!C!y!
84!y!ss.!de!la!ley!cambiaria!y!del!cheque.!
!
% En%definitiva,%para%ejercitar%el%derecho%incorporado,%la%posesión%es%suficiente%en%los%
títulos%al%portador,%y%es%necesaria%pero%insuficiente%por%sí%sola%en%los%títulos%a%la%orden%y%en%
los%nominativos.%
%
b)% Literalidad% o% abstracción:!la!naturaleza,!el!ámbito!y!el!contenido!del!derecho!incorporado!
se! delimitan! exclusivamente! por! lo! que! se! menciona! en! la! escritura! (letra)! que! consta! en! el!
documento.! Debe! ser! precisado! que! esta! literalidad! no! opera! con! la! misma! intensidad! en!
todos!los!casos.!No!es!lo!mismo!la!delimitación!del!derecho!en!un!título1valor!de!los!llamados!
completos,!perfectos!o!abstractos,!en!los!cuales!se!incorpora!de!un!modo!perfecto!un!derecho!
que! puede! delimitarse! por! la! escritura! del! documento! (ej:! letra! de! cambio),! que! en! los!
denominados! incompletos! o! causales,! en! los! que! debe! completarse! con! indicaciones! no!
contenidas!en!el!tenor!escrito!del!documento,!sino!en!otros!documentos!a!los!que!el!mismo!se!
remite! (ej:! acciones! de! una! sociedad! anónima! se! remiten! a! los! estatutos! sociales! y! a! los!
acuerdos!adoptados!por!los!órganos!sociales).!
!
c)% Autonomía:!esta!propiedad!alude!a!la!posición!jurídica!de!los!terceros!futuros!adquirentes!
del! título! y! consiste! en! que! éstos! adquieren! un! derecho! que! es! INDEPENDIENTE! de! las!
vicisitudes!y!relaciones!personales!que!hayan!mediado!entre!anteriores!titulares!y!el!deudor,!
por! lo! que! se! protegen! las! adquisiciones! a! non! domino! siempre! que! medie! buena! fe.! Cada!
poseedor! adquiere! el! derecho! ex! novo,! sin! subrogarse! en! la! posición! personal! de! su!
transmitente.! Esta! autonomía! es! una! exigencia! impuesta! por! la! necesidad! de! proteger! y! de!
fomentar!la!transmisibilidad!de!los!derechos!mediante!su!incorporación!a!un!título.!Con!todo,!
esta! autonomía! del! derecho! NO! OPERA! entre! deudor! y! acreedor! originario,! cuyas! relaciones!
están! dominadas! por! el! negocio! causal,! fuente! del! derecho! incorporado! al! documento.! La!
autonomía!se!inicia!cuando!aquél!transmite!el!título!a!un!segundo!poseedor.!
!
C) LOS%TÍTULOS%VALORES%IMPROPIOS:%
!
! Son! documentos! que! o! bien! despliegan! una! especial! fuerza! probatoria,! o! bien!
contienen!la!promesa!de!realizar!un!servicio!o!de!entregar!una!cosa!(depósito)!o!incluso!una!

! 3!

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suma! de! dinero.! Cumplen! una! función! legitimadora,! dado! que! sirven! para! ejercitar! ciertos!
derechos!y!para!que!el!deudor!se!libere!de!la!obligación!pagando!al!poseedor!del!documento.!!
!
! Ahora!bien,!nos!encontramos!ante!títulos!que!no!son!creados!para!circular!ni!para!ser!
transmitidos;! en! los! que! no! se! produce! la! incorporación! del! derecho! al! documento;! y! en! los!
que! falta! igualmente! la! literalidad! a! la! que! nos! hemos! referido! anteriormente.! Precisamente!
por!esto,!los!títulos!valores!impropios!permiten!en!ocasiones!que!el!titular!ejercite!el!derecho!
a! que! se! refieren! sin! la! posesión! y! la! exhibición! del! documento,! probando! su! titularidad! por!
otros!medios,!liberándose!el!deudor!si!paga!al!verdadero!acreedor,!y!que!el!deudor!se!niegue!a!
cumplir!el!negocio!exigiendo!a!quien!exhibe!su!contraseña!la!prueba!de!su!titularidad.!
!
! En! definitiva,! los! títulos! valores! impropios! son! simples! documentos! que! tienden! a!
facilitar!inter!partes!la!ejecución!de!una!relación!obligatoria,!procurando!al!deudor!una!fácil!y!
rápida!liberación!de!si!deuda!o!al!acreedor!una!pronta!u!exacta!obtención!de!la!prestación!que!
le!es!debida.!
!
! Ejemplos:!ficha!de!un!guardarropa,!resguardos!de!objetos!dados!para!su!reparación...!
!
!
!
IV. %CLASES%DE%TÍTULOSRVALORES:%%
%
1) EN%FUNCIÓN%DE%LA%MANERA%DE%EMITIRSE:%%
%
a. TítulosR% valores% emitidos% individualmente% (“efectos% de% comercio”):! letra,!
cheque,!pagaré,…!
b. TítulosRvalores% emitidos% en% masa% o% en% serie% (“valores% mobiliarios”% o% “valor%
negociable%“que%sería%la%versión%actualizada%de%valor%mobiliario):%su!función!
es! ayudar! al! emisor! a! recabar! recursos! financieros! del! inversor.! ! Tienen! su!
origen!en!un!negocio!de!emisión!del!que!necesariamente!deriva!una!serie!de!
documentos!de!características!idénticas!o!similares!(como!la!fundación!de!una!
sociedad! anónima! o! la! ampliación! de! capital).! No! hay! una! expedición!
individual! de! los! títulos,! sino! una! masa! amplia! de! documentos! idénticos! o!
similares.! Un! ejemplo! serían! las! acciones! de! sociedades! anónimas.! Dichas!
acciones! pueden! documentarse! tanto! mediante! títulos! (documentos! “títulos1
valor”)!como!mediante!anotaciones!en!cuenta!(que!no!tienen!ya!la!condición!
de! título1valor).! Sin! embargo,! en! ambos! casos! tienen! la! condición! de! valores!
mobiliarios.!!
!
2) EN%FUNCIÓN%DE%LA%NATURALEZA%O%EL%CONTENIDO%DEL%DERECHO%QUE%INCORPORAN:%%
%
a. Títulos%de%pago%o%títulos%pecuniarios:%incorporan!la!obligación!de!pagar!cierta!
cantidad!de!dinero!en!el!momento!y!manera!que!el!propio!título!expresa!(ej:!
letras!de!cambio,!cheques!y!obligaciones).!!
b. Títulos%de%participación%social:!incorporan!y!atribuyen!la!condición!de!socio!o!
miembro!de!una!sociedad!y,!con!ello,!todos!los!derechos!que!la!integran!según!
la! Ley! (ej:! las! acciones! de! una! sociedad! anónima).! Sin! embargo,! las!
participaciones!de!una!sociedad!de!responsabilidad!limitada!no!se!encuentran!

! 4!

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representadas! mediante! títulos! y! no! tienen! el! carácter! de! valores.! Serian!
títulos1valores! de! manera! incompleta,! ya! que! deben! ser! completados!
recurriendo! a! otras! menciones! que! no! figuran! en! el! propio! título! (ej:!
estatutos).!!
c. Títulos% de% tradición:! facultan! a! su! poseedor! para! exigir! la! restitución! de!
determinadas!mercancías!que!mencionan,!le!confieren!la!posesión!mediata!de!
las!mercancías!y!le!atribuyen!un!poder!de!disposición!sobre!ellas!mediante!la!
simple!transmisión!del!título!(ej:!conocimientos!de!embarque!y!resguardos!de!
almacenes!generales!de!depósito).!!

Es! muy! importante! la! forma! de! designar! al! titular! del! documento! y! el! derecho! a! él!
incorporado,!ya!que!es!la!forma!de!atribuir!la!legitimación!para!el!ejercicio!del!derecho!
que!incorpora.!!
Así!debemos!diferenciar:!!
1 TÍTULOS! AL! PORTADOR! (“títulos! de! legitimación! pura”):! títulos! que! al! no!
designar! los! datos! personales! de! su! titular,! legitiman! por! la! simple! posesión!
para!ejercitar!el!derecho!incorporado!(ej:!cheque!o!acción!al!portador).!!
1 TÍTULOS!A!LA!ORDEN:!
o “Títulos! nominativos! llamados! a! la! circulación”:! títulos! cuyo! derecho!
incorporado! debe! cumplirse! a! la! orden! del! primer! adquirente! (cuyo!
nombre! y! apellidos! constan! en! el! documento)! o! a! la! orden! de! los!
sucesivos! adquirentes! a! quienes! el! título! se! transmita! regularmente!
mediante! endoso.! Estos! son! títulos! nominativos! llamados! a! la!
circulación,! mediante! una! declaración! escrita! sobre! el! documento!
mismo!(ej:!letra!de!cambio).!!
!
o “Títulos!nominativos!directos”:!identifican!DIRECTA!Y!EXPRESAMENTE!
los!datos!del!titular!del!derecho!incorporado!y,!su!circulación!exige!la!
cooperación! de! su! emisor! (su! circulación! se! realiza! conforme! a! las!
reglas!generales!de!la!cesión!de!créditos).!Son!títulos!cuya!circulación!
regular! no! puede! ser! realizada! unilateralmente! por! el! titular! del!
documento,!excluyéndose!el!endoso!(propio!de!los!títulos!nominativos!
llamados!a!la!circulación).!!
!
V. %LA%LEY%DE%CIRCULACIÓN%DE%LAS%DIVERSAS%CLASES%DE%TÍTULOSRVALORES:%%
%
El!derecho!se!incorpora!al!título1valor!para!facilitar!su!transmisión!y!esta!incorporación!
asimila!la!ley!de!circulación!de!los!derechos!a!la!propia!de!las!cosas!muebles.!!
Se! denomina! ley! de! circulación! al! conjunto! de! requisitos! que! deben! concurrir! para! que! un!
sujeto!adquiera!la!titularidad!del!derecho!incorporado!o!la!simple!legitimación!para!ejercitarlo.!!
La! ley! de! circulación! que! prevalece! es! la! que! atribuye! la! legitimación! y! no! la! titularidad! del!
derecho!incorporado!(porque!quien!está!legitimado!puede!exigir!la!prestación!aunque!no!sea!
titular! del! derecho,! mientras! que! quien! no! está! legitimado! no! puede! exigirla! aunque! sea!
titular).!!
La!ley!de!circulación!varía!en!función!de!la!clase!de!título1!valor!a!la!que!nos!referimos:!!
1 TÍTULOS! AL! PORTADOR:! se! transmiten! mediante! la! simple! tradición! del!
documento!(art.!545!C.de!C.)!unida!a!la!previa!existencia!de!un!negocio!causal!

! 5!

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traslativo! (art.! 609! CC).! En! estos! títulos! puede! exigir! el! cumplimiento! del!
derecho!incorporado!el!poseedor!del!mismo,!aunque!éste!no!sea!el!titular!del!
documento!ni!del!derecho,!o!aunque!la!posesión!no!haya!sido!precedida!de!un!
negocio!traslativo.!Son!títulos!en!los!que!la!mera!posesión!confiere!al!tenedor!
la!legitimación!para!exigir!su!cumplimiento!(da!igual!que!no!haya!tenido!lugar!
transmisión! del! derecho,! mandato! o! incluso! haber! sustraído! o! encontrado! el!
título1valor).! En! estos! casos,! si! el! deudor! paga! de! buena! fe! (sin! dolo! ni! culpa!
grave),!pagará!bien!y!quedará!liberado,!aunque!el!poseedor!haya!adquirido!el!
título!de!manera!ilegítima.!El!tercero!de!buena!fe!que!adquiera!del!poseedor!
ilegitimo! quedará! también! protegido! (adquisición! a! non! domino).! ! El! RIESGO!
es!del!titular!ilegítimamente!desposeído.!!

!
1 TÍTULOS!A!LA!ORDEN:!para!su!circulación!se!requiere!doble!requisito:!!
o La!cláusula!de!endoso!o!declaración!escrita!por!el!tenedor!en!el!dorso!
del!título!y!que!contiene!su!voluntad!de!transmitirlo.!!
o La!tradición!o!entrega!del!documento!a!la!persona!en!cuyo!favor!se!ha!
redactado!la!cláusula.!!
La!legitimación!para!ejercitar!el!derecho!incorporado!se!confiere!al!sujeto!que!
reúne!los!dos!requisitos!expresados:!poseer!el!título!y!haber!sido!formulada!a!
su!favor!la!cláusula!de!endoso.!!
!
1 TÍTULOS! NOMINATIVOS! DIRECTOS:! son! documentos! como! títulos1valores! en!
sentido!restringido.!Debemos!diferenciar!entre:!!
o Los! valores! mobiliarios! (títulos! emitidos! en! serie):! su! circulación!
requiere!3!requisitos:!!
! Consignar! la! transmisión! en! el! título,! haciendo! constar! el!
nombre! del! adquirente! (o! expidiendo! otro! nuevo! a! su!
nombre).!!
! Entregar!el!título!al!adquirente.!!
! Inscribir! el! nombre! del! adquirente! en! el! libro1registro! de! los!
títulos!que!debe!llevar!su!emisor.!!
o Los! efectos! de! comercio! (títulos! emitidos! individualmente):! se!
transmiten! mediante! la! tradición! o! entrega! del! documento! y! la!
anotación!de!la!transmisión!sobre!el!mismo!documento.!Pero!además,!
para! que! tenga! efectos! frente! al! deudor,! es! necesario! poner! en! su!
conocimiento! la! transmisión! (conforme! al! régimen! de! la! cesión!
ordinaria!de!créditos).!!
!
VI. LA% INTERVENCIÓN% DE% FEDATARIO% PÚBLICO% EN% LA% TRANSMISIÓN% DE% TÍTULOSR
VALORES:%%
%
Esta!se!exige!en!la!transmisión!de!ciertos!títulos1valores.!La!Ley!24/1988!del!Mercado!de!
Valores! afirma! que! “la! suscripción! o! transmisión! de! valores! sólo! requerirá! para! su! validez! la!
intervención! de! fedatario! público! cuando! éstos! estén! representados! mediante! títulos! al!
portador!y!dicha!suscripción!o!transmisión!no!se!efectúe!con!la!participación!o!mediación!de!

! 6!

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una!sociedad!o!agencia!de!valores,!o!de!una!entidad!de!crédito”.!!Cuando!se!trate!de!títulos!
nominativos!pueden!éstos!transmitirse!sin!la!intervención!de!fedatario!público.!!
Si,! por! el! contrario,! nos! hallamos! ante! valores! al! portador,! debemos! fijarnos! sólo! en!
aquellos!que!no!coticen!en!Bolsa,!puesto!que!las!acciones!que!coticen!en!Bolsa,!no!sólo!habrán!
de! representarse! mediante! anotaciones! en! cuenta! y! no! mediante! títulos,! sino! que! además!
intervendrá!una!Sociedad!a!Agencia!de!Valores.!Por!ello,!si!las!acciones!al!portador!no!cotizan!
en!Bolsa,!se!exige!la!intervención!de!fedatario!público!(art.!545!del!C.de!C.).!!
!
!
!
VII. LA%DESMATERIALIZACIÓN%DE%LOS%TÍTULOSRVALORES:%%
%
!!!!!!!!!!!!!Las!acciones,!obligaciones,!letras!de!cambio,!cheques,!pagarés,!bonos…han!dado!lugar!
a! una! masificación! documental! de! tal! forma! que! ha! llegado! a! imponer! al! tráfico! de! tales!
títulos1valores!una!servidumbre!y!esclavitud!documental.!!
El! éxito! de! los! títulos1valores! ha! causado! su! crisis,! ya! que! el! crecimiento! de! los! mismos! ha!
dificultado! su! manejo! y! negociación,! con! lo! que! no! se! facilita! la! transmisión! de! los! derechos!
incorporados!a!ellos.!!
Sin!embargo,!las!nuevas!tecnologías!han!permitido!LA!SUSTITUCIÓN!DE!LOS!TÍTULOS!(PAPEL)!
POR! OTRO! SISTEMA! DE! REPRESENTACIÓN! DE! ESTOS! DERECHOS! (ANOTACIONES!
INFORMÁTICAS).!Asistimos!así!a!una!gradual!desmaterialización!de!los!títulos1valores,!tanto!en!
los!valores!mobiliarios!como!en!los!efectos!de!comercio.!!
En! un! primer! momento! se! sustituye! el! ejercicio! de! los! derechos! y! la! tradición! de! los! títulos!
(físicamente! existentes! y! depositados! en! entidades! de! crédito)! por! meras! anotaciones!
informáticas! de! abono! y! cargo! en! cuentas! corrientes.! En! un! segundo! momento,! la!
desmaterialización! afecta! a! la! propia! emisión! del! título,! de! tal! forma! que! mediante! simples!
anotaciones!en!cuenta!se!evitaría!el!libramiento,!la!creación!y!la!emisión!de!los!propios!títulos!
o!documentos,!los!cuales!son!sustituidos!por!ANOTACIONES!EN!CUENTA.!!
Tuvo!sus!orígenes!en!el!Decreto!1128/1974,!sobre!liquidación!y!compensación!de!operaciones!
en!Bolsa!y!depósito!de!valores!mobiliarios;!o!el!RD!1369/1987,!por!el!que!se!crea!el!Sistema!
Nacional!de!Compensación!Electrónica.!!
El!paso!definitivo!lo!dio!la!Ley!24/1988!del!Mercado!de!Valores,!al!reconocer!la!posibilidad!de!
que! los! valores! negociables! se! representen! mediante! anotaciones! en! cuenta! (meras!
identificaciones!numéricas!en!registros!contables!especiales).!Esta!materia!ha!sido!modificada!
por!la!Ley!44/2002!de!Medidas!de!Reforma!del!Sistema!Financiero.!!
Los!problemas!y!soluciones!que!plantea!y!ofrece!esta!nueva!técnica!no!son!tan!distintos!de!los!
que!contempla!el!Derecho!de!los!títulos1valores,!de!manera!que,!al!margen!de!la!fundamental!
sustitución! del! soporte,! en! ambos! casos! habría! que! crear! una! normativa! jurídico1privada!
relativa! al! ejercicio! y! circulación! de! determinados! derechos! patrimoniales,! más! ágil! y!
protectora! para! el! adquirente! que! la! prevista! en! el! Derecho! civil.! Una! línea! de! pensamiento!
alemán! propone! una! categoría! de! “derechos1valor”! que! agrupe! los! principios! y! reglas! de! los!
títulos1valor!y!de!las!anotaciones!en!cuenta.!!
También!es!de!destacar!que!el!régimen!de!las!anotaciones!en!cuenta!poco!tiene!que!ver!con!el!
Derecho!de!cosas!muebles,!en!el!que!se!basa!la!normativa!de!los!títulos1valor.!!
!
%
!

! 7!

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TEMA 10: INTRODUCCIÓN AL DERECHO CONCURSAL


10.1 INTRODUCCIÓN: INSOLVENCIA PATRIMONIAL Y CONCURSO

A) Introducción

Derecho de crédito y responsabilidad patrimonial:

El empresario, como cualquier otra persona, es sujeto pasivo de relaciones jurídico-


obligatorias, en cuya virtud sus acreedores pueden exigirle una determinada conducta activa o
pasiva. Cuando el deudor incumple su obligación, el patrimonio del deudor garantiza al
acreedor el cumplimiento forzoso o la indemnización pecuniaria (art. 1911 CC el deudor
responde con todos sus bienes presentes y futuros). La responsabilidad patrimonial del deudor
pone de manifiesto la existencia de un derecho de “agresión” del acreedor que no ve
satisfecho su crédito en cuya virtud puede invadir, previa solicitud judicial, el patrimonio
privativo del deudor hasta ver cumplida su deuda. Ese derecho de agresión se desarrolla en el
derecho procesal (arts. 517 ss. LEC).

Para la ejecución patrimonial a favor del acreedor, todos los ordenamientos prevén dos
procedimientos:

o Ejecución singular, individual o aislada: un solo acreedor exige en su propio nombre y


para sí el cumplimiento de su derecho insatisfecho. Este acreedor provisto de título ejecutivo
(sentencia de condena firme, laudo arbitral firme) solicita el embargo y la venta de un bien o
bienes del deudor para con su producto obtener la satisfacción del derecho. Si hay pluralidad
de acreedores, y mientras haya solvencia por parte del deudor (el número y el valor de sus
bienes permite pagar a todos sus acreedores), cada uno de ellos podrá ejercer su derecho de
embargo respectivo, de forma individual y primando el principio de prioridad temporal, de
forma que lo acreedores serán tenidos en cuenta en la medida que vayan ejercitando sus
ejecuciones.

o Ejecución colectiva, general o concursal: cuando hay una pluralidad de acreedores


pero el deudor no posee solvencia para satisfacer a todos. Si se diese el sistema de ejecución
individual daría un resultado injusto, por lo que se sustituye por un sistema de ejecución
colectiva a favor de todos los acreedores, el cual se caracteriza por recaer sobre todo el
patrimonio del deudor y por someter a la generalidad de los acreedores (salvo las excepciones
que comentaremos) a la comunidad de pérdidas que puedan derivarse de la insolvencia del
deudor (en virtud del par conditio creditorum).

La insolvencia como fundamento de la ejecución concursal:

Como hemos visto, a través de la ejecución colectiva se busca un sistema equitativo para que
todos cobren y soporten en común el quebranto patrimonial de su deudor. No obstante, en
esta situación, concurren otras circunstancias que reclaman el sometimiento de una ejecución
concursal y no aislada. Estas circunstancias son fundamentalmente: la imposibilidad y la
inconveniencia de hacer esperar a algunos acreedores hasta que dispongan de título ejecutivo,

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unificar en un solo procedimiento varias acciones o la necesidad de someter a publicidad la


situación de insolvencia del deudor ya que puede afectar a terceros.

B) El antiguo sistema concursal español

El sistema concursal vigente hasta la entrada en vigor de la Ley 22/2003 se componía de cuatro
piezas. De una parte, dos procedimientos destinados al deudor civil, como eran el concurso de
acreedores (procedimiento judicial de ejecución colectiva y universal) y la quita y espera
(institución tendente a alcanzar un acuerdo de reducción o aplazamiento en el pago de los
acreedores).

Para el deudor comerciante estaba prevista la quiebra y la suspensión de pagos. La principal


diferencia entre ambas residía en que mientras la quiebra pretendía remediar las situaciones
de insolvencia definitiva del deudor, la suspensión de pagos pretendía resolver las situaciones
de mera iliquidez del deudor mercantil, siempre que su activo fuera superior al pasivo, por lo
que tenía como finalidad conceder al deudor un aplazamiento para el pago de las deudas. De
acuerdo con la Ley del 26 de julio de 1922 vigente hasta la nueva ley concursal, podían
solicitar suspensión de pagos los deudores con insolvencia definitiva siempre que su
prosecución fuera consentida por sus acreedores.

C) El nuevo derecho concursal español

El conjunto normativo descrito en el epígrafe anterior era deficiente y exigía una reforma
urgente que adecuara nuestro derecho concursal al de otros países de nuestro entorno. Por
ello la Ley Concursal 22/2003, de 9 de julio, tuvo una acogida muy favorable a su conjunto. Las
principales novedades que introduce son las siguientes:

a) Unidad legal, unidad de disciplina y unidad de sistema: los aspectos materiales y


procesales son objeto de regulación en un solo texto. No se discriminará según la
naturaleza del deudor, tanto a los deudores civiles como los mercantiles se les aplicará
esta Ley concursal (aunque con algunas salvedades). Se opta por un único
procedimiento, el concurso, desapareciendo la tradicional distinción cuatripartita
concurso-quiebra-quita y espera-suspensión de pagos.
b) Competencia exclusiva de los Juzgados de lo Mercantil, creados ex novo por la Ley
Orgánica 8/2003 para el conocimiento de las cuestiones en materia concursal.
c) Como presupuesto objetivo la nueva ley se decanta por la insolvencia.
d) Régimen de concurso flexible por lo que se refiere al procedimiento en sí (ejemplo: el
tradicional arresto del quebrado pasa a tener carácter excepcional).
e) Se tiene en cuenta la existencia de los deudores como personas jurídicas.
f) Reforma del régimen de los órganos del concurso, simplificándola y gira en torno a la
“administración concursal”.
g) Se determina los efectos de la declaración del concurso sobre los contratos bilaterales
en curso.
h) Se simplifica todo lo relativo a la formación de la masa activa.
i) Refuerza el principio par contidio creditorum y reduce el número de créditos
privilegiados.

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j) Especial atención al convenio con los acreedores como forma de terminación del
concurso.
k) La calificación del concurso deja de ser preceptiva y tan sólo procederá en
determinados casos (ante ciertos tipos de convenio o cuando se abra la fase de
liquidación).

Modificación de la Ley Concursal a través del Real Decreto-Ley 3/2009 y la Ley 13/2009: se
alteraron aspectos relativos a la publicidad del concurso, al momento para la solicitud del
concurso o las condiciones que han de reunir ciertas operaciones realizadas antes de la
declaración del concurso, por citar algunos ejemplos. También se implantó la nueva Oficina
Judicial para actualizar los aspectos procesales de la Ley Concursal.

Ley 38/2011 de Reforma de la Ley Concursal: las reformas del RD 3/2009 tenían carácter
provisional, por lo que propició la reforma de la ley concursal a través de la nueva ley del 2011
e impulsada también por la situación económica de crisis que atraviesa el país y que afecta a
numerosas empresas. El estudio de la misma la vamos a realizar en los siguientes epígrafes
pero de forma resumida la nueva reforma se estructura en torno a seis ejes principales: mayor
regulación de institutos preconcursales o alternativas al concurso, se simplifica y agiliza el
procedimiento concursal, se pretende favorecer la solución conservativa del concurso, mayor
protección de los trabajadores afectados, cambios en la administración concursal e incide
también en aspectos concretos del concurso. Además se ha procedido a la regulación de dos
cuestiones específicas; un nuevo régimen especial aplicable a las entidades deportivas y la
modificación del IVA en cuanto a la inversión del sujeto pasivo en el procedimiento concursal.

Sin embargo debemos destacar que esta reforma es deficiente ya que no abarca una solución
del sobreendeudamiento de los consumidores en sede concursal. Un aspecto que según la
doctrina exige una respuesta inmediata que de la posibilidad de un nuevo comienzo a los
deudores de buena fe con comportamiento intachable para que no arrastrasen una deuda
que condicione su vida social y laboral de forma perpetua. Cabe esperar una nueva reforma a
vista de que en los ordenamientos de nuestro entorno ya se ha previsto y recogido una
solución a este tema.

10.2 LOS PRESUPUESTOS DEL CONCURSO: SUBJETIVO, OBJETIVO Y FORMAL

Para la declaración del concurso son necesarios unos requisitos o presupuestos esenciales:

A) PRESUPUESTO SUBJETIVO: La unificación operada por el nuevo derecho concursal

El derecho concursal históricamente había reservado el procedimiento de quiebra para los


comerciantes mientras que el concurso de acreedores se reservaba para los deudores civiles,
excepto cuando estos formasen una sociedad colectiva a la cual también podía aplicarse la
quiebra. Con la ley 22/2003 se unifica el sistema y somete a un mismo procedimiento
denominado concurso a cualquier deudor sea empresario o no y ya sea persona natural o
jurídica (art. 1.1 LC).

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Ahora bien, esta unificación no implica que todo deudor concursado vaya a quedar sometido
al mismo procedimiento, se prevé un procedimiento simplificado aplicable a pequeños
empresarios o cuando el Juez así lo dictamine. La nueva ley también aclara que la herencia que
se encuentre en situación de insolvencia es susceptible de ser declarada en concurso siempre y
cuando haya sido aceptada en beneficio de inventario y no “pura y simplemente” (art. 1.2 LC)

B) PRESUPUESTO OBJETIVO: La insolvencia como requisito esencial del concurso

Para que un sujeto sea declarado en situación de concurso de acreedores es imprescindible


que en su situación patrimonial concurra un presupuesto objetivo. Cual sea esta presupuesto
es una de las cuestiones más debatidas en nuestro derecho concursal.

o Concepto económico y relevancia jurídica de la insolvencia: mientras que el


incumplimiento es un hecho que se presenta cuando el deudor no cumple una obligación
determinada que tiene contraída con un acreedor singular, la insolvencia presupone una
situación patrimonial en la que se encuentra el deudor, en cuya virtud no puede satisfacer a
la generalidad de sus acreedores en el momento en el que éstos pueden exigirle el
cumplimiento de sus obligaciones por carecer de bienes o de crédito. No hay insolvencia
cuando el valor de ejecución del activo supera el importe de las deudas ni cuando a pesar de
ser superior el pasivo del activo el deudor recibe crédito de tercero que le permite pagar a sus
acreedores.

o Exteriorización de la insolvencia: la insolvencia solo adquiere relevancia jurídica


cuando se manifiesta al exterior y afecta a los acreedores. La principal forma de manifestarse
al exterior es con la cesación de pagos o sobreseimiento general en el cumplimiento de sus
obligaciones. Sin embargo, no es esta la única forma de exteriorizar la insolvencia (cierre
establecimiento, fuga deudor…) ni toda cesación de pagos procede de una situación de
insolvencia (hechos imprevistos, porque se estime que no debe pagarse…) Por lo que la
cesación de pagos refleja la situación de insolvencia solamente si responde a verdadera
impotencia para pagar y sólo en ese caso debiera ser justificada la apertura del procedimiento
concursal.

Si cuando se producen hechos indiciarios externos que permiten presumir que el deudor es
insolvente, cualquier acreedor legítimo puede solicitar que sea declarado en concurso y éste
sólo debe continuar si aquellas manifestaciones externas responden a una verdadera situación
de insolvencia definitiva (no puede pagar a todos sus acreedores). En el caso contrario, los
acreedores insatisfechos pueden ejercer sus acciones ejecutivas singulares sin utilizar la
ejecución concursal ya que la situación patrimonial del deudor no pone en peligro la par
conditio creditorum.

o Pluralidad de acreedores como presupuesto para la declaración de concurso: aunque


la ley no lo aclara de forma expresa, de varios de sus preceptos se deriva la necesidad de que
exista una pluralidad de acreedores. Por lo que la tramitación del concurso exige la existencia
de dos o más acreedores ya que de lo contrario nada justificaría la sustitución de la ejecución
individual por el sistema de satisfacción colectiva previsto en la ley concursal.

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o Presupuesto objetivo en el derecho concursal vigente: viene recogida en el artículo 2


de la Ley Concursal y establece lo anteriormente expuesto, se aclara que el presupuesto
objetivo es la “insolvencia del deudor común” entendida la insolvencia como “el estado en el
cual el deudor no puede cumplir regularmente sus obligaciones exigibles”. La Ley permite que
sea el propio deudor el que presente la solicitud sobre la base de una insolvencia
“inminente” en la cual prevea que no podrá cumplir regular y puntualmente sus obligaciones.

Cuando la solicitud sea por parte de los acreedores deberá ir acompañada de título por el que
se haya despachado ejecución sin resultar del embargo bienes libres suficientes, o bien habrá
que fundar la solicitud de la declaración de concurso en la existencia de alguno de los
siguientes hechos:

a) Sobreseimiento general en el pago corriente de las obligaciones del deudor


b) Existencia de embargos que afecten al patrimonio del deudor
c) Alzamiento lo liquidación apresurada o ruinosa de los bienes del deudor
d) Incumplimiento generalizado de ciertas obligaciones (tributarias, salarios…) en los
últimos tres meses

Solicitada la declaración de concurso a instancia de los acreedores y admitida a trámite el


deudor podrá oponerse en base a diversas razones, entre las que aun existiendo el hecho
indiciario no se encuentra en estado de insolvencia (art. 18.2 LC).

C) PRESUPUESTO FORMAL: La declaración judicial de concurso

o Legitimación: sin declaración judicial constitutiva del concurso (mediante auto), éste
no existe judicialmente y no se producen ninguno de sus efectos. El concurso no puede ser
declarado de oficio si no que las personas legitimadas son:

- El propio deudor: concurso voluntario (incluidos los socios o miembros de una persona
jurídica que sean personalmente responsables de las deudas de aquella)
- Cualquiera de los acreedores: concurso necesario (la solicitud debe ir acompañada de
medios de prueba que acrediten los hechos que fundamenten la solicitud)

El deudor está obligado a solicitar la declaración de concurso dentro de los dos meses
siguientes a la fecha en que hubiera conocido o debido conocer su estado de insolvencia (art.
5.1) En el caso de incumplimiento de dicho deber: el deudor queda impedido de poder
presentar propuesta anticipada de convenio y se calificará el concurso como culpable ya que
se presumirá culpa o dolo.

Se exime de la obligación de declarar al deudor que se encuentre en negociaciones con sus


acreedores para tratar de alcanzar un acuerdo de refinanciación o un convenio anticipado y
ponga en conocimiento del Juzgado esas negociaciones dentro del plazo de los dos meses.
Transcurridos tres meses desde la comunicación y con independencia del resultado de las
negociaciones, el deudor deberá solicitar la declaración de concurso dentro del mes siguiente
a menos que ya se encuentre en situación de insolvencia (art. 5 LC).

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o Procedimiento: el juzgado competente para seguir el caso es el juzgado de lo


mercantil en cuyo territorio tenga el deudor el centro de sus intereses principales (art.10 LC).
En el caso de persona jurídica se presume que el centro de sus intereses principales se lleva a
cabo en el domicilio social. Si hay discordancia entre el domicilio del deudor y el centro de
intereses, el acreedor solicitante puede elegir alternativamente entre uno y otro.

Declaración del concurso mediante AUTO:

Si es concurso voluntario: si se acredita algún hecho de insolvencia el juez dictará auto


declarando el concurso (Art. 14.1 LC). Contra el auto desestimatorio cabe recurso de
reposición únicamente.

Si es concurso necesario: si está fundado en un hecho que por sí solo acredita la situación de
insolvencia, el juez dictará auto de declaración el primer día hábil siguiente (art. 15 LC). Cabe
recurso de apelación por parte del deudor o por cualquier persona que acredite un interés
legítimo; si el auto es desestimatorio solo estará legitimado el solicitante. Si la solicitud está
basada en un hecho revelador de la insolvencia pero no que la acredite por sí sola, el juez
dictará auto admitiendo a trámite la solicitud y emplazará al deudor para que comparezca en
el plazo de 5 días. El deudor puede allanarse o no formular oposición (el juez dicta auto
declarando concurso de acreedores) o puede oponerse basándose en la inexistencia del hecho
o que este no fundamenta la insolvencia.

Frente a la oposición, el juez citará a las partes en una vista en la cual el deudor puede
consignar el importe del crédito a todos los acreedores poniendo fin al concurso, o bien que el
deudor no comparezca (se dicta auto declarando el concurso) o que el solicitante no
comparezca o no se ratifique en la solicitud.

El auto de declaración del concurso se regula en el artículo 21 en él el juez tendrá que hacer el
juez una serie de pronunciamientos:

1. El carácter necesario o voluntario del concurso.

2. Los efectos sobre las facultades de administración y disposición del deudor respecto
de su patrimonio, así como el nombramiento y las facultades de los administradores
concursales.

3. En caso de concurso necesario, el requerimiento al deudor para que presente, en el


plazo de 10 días a contar desde la notificación del auto, la documentación necesaria
que se prevé en el art. 6

4. En su caso, las medidas cautelares que el juez considere necesarias para asegurar la
integridad, la conservación o la administración del patrimonio del deudor hasta que los
administradores concursales acepten el cargo.

5. El llamamiento a los acreedores para que pongan en conocimiento de la


administración concursal la existencia de sus créditos, en el plazo de un mes a contar

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desde el día siguiente a la publicación en el "Boletín Oficial del Estado" del auto de
declaración de concurso.

6. La publicidad que haya de darse a la declaración de concurso.

7. En su caso, la decisión sobre la procedencia de aplicar el procedimiento especialmente


simplificado.

Publicidad

Respecto a la publicidad del procedimiento se prevé un Registro Público Concursal como vía
fundamental para tener un conocimiento efectivo y real de los concursos en marcha, sin
embargo no tiene los efectos propios de la publicidad material. Pero a la vez subsiste la
obligación de publicar por vías tradicionales: el BOE, el diario de mayor difusión de la provincia
donde el deudor tenga el centro de intereses y su domicilio. En cuanto a la publicidad registral
con todos sus efectos se inscribe en el Registro Civil si el deudor es persona física y en el
Registro Mercantil si se trata de una sociedad u otro sujeto inscribible en este.

Procedimiento abreviado

La ley introduce el procedimiento abreviado para resolver los concursos de menores


dimensiones (ya se trate de personas físicas o personas jurídicas). Las características esenciales
del procedimiento abreviado, tal y como ha quedado configurado tras la reforma de 2011 son
las siguientes:

En los que se refiere a la posibilidad de recurrir a este procedimiento especialmente


simplificado hay dos supuestos:

o Procedimiento abreviado es obligatorio cuando el deudor hubiera cesado


completamente en su actividad y no tuviera en vigor contratos de trabajo o cuando
presente, junto con la solicitud del concurso, un plan de liquidación que contenga una
propuesta escrita vinculante de compra de la unidad productiva en funcionamiento.

o Procedimiento abreviado es facultativo cuando el juez considere que el concurso no


reviste ninguna complejidad especial (circunstancias del art. 19 LC) o cuando el deudor
presente una propuesta anticipada de convenio o una propuesta de convenio que
incluya una modificación estructural por la que se transmita íntegramente su activo y
pasivo.

Con el procedimiento abreviado se consigue una reducción de los plazos previstos y también
se simplifica el régimen de las impugnaciones del inventario y de la lista de acreedores. Ahora
todas las impugnaciones se acumularán de modo que se tramiten y resuelvan en una sola vista
y que el juez pueda ordenar la finalización de la fase común y la apertura de la fase de
convenio o liquidación incluso cuando se hayan producido impugnaciones del inventario o de
la lista de acreedores, siempre y cuando éstas afecten a menos del 20 % del activo o del pasivo
de concurso.

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10.3. LOS ÓRGANOS DEL CONCURSO: EL JUEZ, LA ADMINISTRACIÓN CONCURSAL Y LA


JUNTA DE ACREEDORES

La ley 22/2003 acometió una modificación muy sustancial en materia de órganos del
concurso, operando una notable simplificación en la materia.

A) El juez del concurso

El juez conserva su importancia en el procedimiento concursal. Se pierde en flexibilidad pero


se gana en seguridad jurídica. Especialmente positivo resulta el interés del legislador en evitar
las colusiones o acuerdos entre acreedores para alcanzar mayorías en la junta de acreedores.
Para agilizar el procedimiento algunas facultades de gestión se han transferido al secretario
judicial.

B) La administración concursal

Los administradores concursales han pasado con la reforma del 2011 a ser de un solo
miembro (anteriormente era un órgano colegiado de tres), tan solo en los concursos
ordinarios de interés público o con especial trascendencia se asignará un segundo
administrador. El nombramiento del administrador compete al juez a través del auto de
declaración del concurso al igual que será competencia de este fijar la retribución del
administrador mediante arancel.

El administrador único deberá ser un profesional con experiencia o formación contrastadas: un


abogado, economista, titulado mercantil o auditor de cuentas; o en su caso una persona
jurídica que integre al menos un abogado en ejercicio y un economista, titular mercantil o
auditor de cuentas. La Ley también fija la diligencia exigible y establece un régimen de
responsabilidades e incompatibilidades (art. 28 LC).

Durante el procedimiento le corresponde al administrador, entre otras misiones:

- la intervención de los actos de trascendencia patrimonial realizados por el concursado


- redactar un informe que ha de acompañar al inventario de la masa activa
- pronunciarse sobre la procedencia de los créditos incluidos en la lista de acreedores
- evaluar la propuesta del convenio que se presente
- intervenir en los incidentes concursales que puedan presentarse
- pronunciarse acerca de la calificación (fortuita o culpable) que a su juicio merece el
concurso

C) La junta de acreedores

Ésta pierde parte del protagonismo con la nueva redacción ya que: la competencia para el
nombramiento de los administradores judiciales recae en el juez y no en los propios
acreedores y tampoco es misión de la junta el reconocimiento y graduación de los créditos
sino que son funciones que las lleva el juez con ayuda del administrador concursal. De hecho,
es posible que el procedimiento se desarrolle sin que la junta de acreedores se llegue a
constituir, si una propuesta anticipada de convenio recibe las suficientes adhesiones escritas
para ser aprobada.

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10.4 LOS EFECTOS DEL CONCURSO: SOBRE EL DEUDOR, LOS ACREEDORES, LOS
CRÉDITOS Y LOS CONTRATOS

A. EFECTOS SOBRE EL DEUDOR

o Efectos personales y patrimoniales:


i. La declaración del concurso, por sí sola, no interrumpe el ejercicio de la
actividad profesional o empresarial del deudor (art. 44.1 LC). Cuando el concurso
es voluntario, el deudor sigue conservando las facultades de administración y
disposición sobre su patrimonio, requiriendo tan solo la autorización de la
administración concursal. Si el concurso es necesario se produce la suspensión del
ejercicio por el deudor de las facultades mencionadas sobre el patrimonio, siendo
sustituidos por los administradores concursales (art. 40 LC). Con esta medida se
pretende incentivar la solicitud del propio deudor de la declaración del concurso.
Sin embargo el juez podrá alterar este régimen previsto.
ii. La inhabilitación se reserva únicamente para los concursos que merezcan la
calificación de culpables y además se concibe como sanción de carácter temporal.
iii. Los efectos que afectan a derechos fundamentales del deudor se recogen en
la Ley Orgánica para la Reforma Concursal 8/2003. La misma permite la
intervención de las comunicaciones del deudor, el registro de su domicilio, imponer
la obligación de residir en la población del domicilio pudiendo incluso ordenar su
arresto. Si es persona jurídica estas medidas se podrán acordad respecto de sus
administradores.
iv. Si el deudor es una persona jurídica la ley decreta que se mantengan los
órganos de las persona jurídica deudora, se permite ordenar el embargo de bienes
de los administradores o liquidadores de hecho o de derecho así como de los
apoderados generales cuando de lo actuado resulte fundada la posibilidad de que
en la sentencia de calificación de las personas a las que afecte el embargo sean
condenadas a la cobertura del déficit resultante de la liquidación. En definitiva, la
sola declaración de concurso no constituirá causa de disolución de la sociedad; no
obstante, si durante el procedimiento se produce la apertura de la fase de
liquidación, la sociedad quedará disuelta de forma automática.

o Efectos registrales:
i. Inscripción en el Registro Civil: la Ley del Registro Civil de 1957 aun vigente
dispone la inscripción de la quiebra al margen del nacimiento de las personas
físicas, con la entrada en vigor de la nueva ley del RC exigirá la inscripción de la
declaración de concurso del deudor persona natural, así como la intervención o
suspensión de sus facultades de administración y disposición, o como el
nombramiento de administradores concursales.
ii. Inscripción en el Registro Mercantil: según la Ley Concursal el secretario de
juzgado ante el que se tramite el concurso de un sujeto inscribible promoverá la
inscripción en el RM del auto que lo declare y otras resoluciones judiciales

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relacionadas. Cuando el concursado no figurase inscrito en el RM, la Ley ordena que


previamente se practique dicha inscripción.
iii. Inscripción en el Registro de la Propiedad: El art. 142 del Reglamento
Hipotecario admite la anotación preventiva de la solicitud de la declaración de
quiebra del titular de los bienes o derechos inscritos a su nombre y la inscripción de
cuando el auto haya devenido firme. La nueva normativa concursal lo refuerza
aclarando que en los casos que el deudor tenga bienes o derechos inscritos en
Registros públicos, se se inscribirán en el folio correspondiente a cada uno de ellos
la declaración de concurso, con indicación de su fecha, la intervención o, en su
caso, la suspensión de sus facultades de administración y disposición, así como el
nombramiento de los administradores concursales (art. 24.4 LC). De esta forma se
intenta amparar al tercero de buena fe ya que el Registro debe dar cumplida noticia
de que el titular de los bienes inscritos o puede gravarlos o enajenarlos al haber
sido declarado en situación de concurso.

B. EFECTOS SOBRE LOS ACREEDORES

En general, puede afirmarse que los efectos de los acreedores vienen impuestos por el echo de
qe el concurso es un procedimiento de ejecución colectiva que tiende a la satisfacción de
todos los acreedores en igual medida, con todo el patrimonio del deudor. Estos efectos suelen
afirmarse generados por la vigencia de la llamada par conditio creditorum, o principio de
igualdad de trato de los acreedores. Sin embargo, como vamos a ver, este principio ha de
relativizarse.

o Paralización de las acciones individuales: con la declaración del concurso se señala


expresamente que todos los acreedores del deudor quedan integrados de derecho en la
masa pasiva del concurso (art. 49 LC), incluidos los créditos contra el cónyuge del
concursado que sean, además, créditos de responsabilidad de la sociedad ganancial.
Finalizado el concurso tampoco podrán iniciarse ejecuciones individuales, judiciales o
extrajudiciales.
La ley ordena a los jueces de los civil y lo social que se abstengan de conocer las nuevas
demandas que afecten al deudor así como las acciones de responsabilidad de los
administradores de una sociedad. Respecto a los procedimientos que pudieran hallarse en
marcha cuando se declara el concurso seguirán su curso hasta que cobre firmeza la
sentencia, salvo los juicios por reclamación de daños y perjuicios a la persona jurídica
concursada contra sus administradores, liquidadores o auditores, que se acumulará de
oficio al concurso.

Los procedimientos tendentes a la ejecución de garantías o recuperación de los bienes a


los que se ha hecho referencia en los párrafos anteriores, que estuviesen ya iniciados al
tiempo de declararse el concurso, se suspenderán desde que la declaración del concurso,
sea o no firme, conste en el correspondiente procedimiento, pudiendo reanudarse sólo
cuando el juez del concurso haya declarado que se trata de bienes no afectos o no
necesarios para la continuidad de la actividad económica del deudor. Con todo, parece

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que debe admitirse la reanudación también en aquellos supuestos (art. 53 LC) en que se
apruebe un convenio que no afecte al ejercicio del derecho en cuestión o, en todo caso,
cuando transcurra un año desde la declaración de concurso sin que se hubiera producido
la apertura de la liquidación.

C. EFECTOS SOBRE LOS CRÉDITOS

i. Prohibición de compensación de deudas y créditos del concursado: puede


ocurrir que el deudor sea a la vez acreedor de la misma persona y aplicando el art.
1196 CC se podría aplicar la compensación. Sin embargo, la ley concursal
establece que declarado el concurso, no procederá la compensación de los
créditos y deudas del concursado, pero producirá sus efectos la compensación
cuyos requisitos hubieran existido con anterioridad a la declaración.
ii. Suspensión del devengo de intereses: según el art. 59 LC desde la declaración del
concurso queda suspendido el devengo de intereses, legales o convencionales.
Ahora bien, de esta regla escapan dos supuestos: los intereses que correspondan
a créditos garantizados por garantía real, que seguirán siendo exigibles hasta
donde alcance la respectiva garantía y los créditos salariales que hubieres
resultado reconocidos.
Lo anterior no implica que se pierda, siempre y en todo caso, la posibilidad de
reclamar los intereses. La Ley contempla su reactivación en dos supuestos:
permite que en el convenio concursal se pacten el cobro de los intereses cuyo
devengo haya resultado suspendido y también regula la reactivación de los
intereses tras la liquidación.
iii. Suspensión del derecho de retención: como excepción no se ven afectados por la
norma las retenciones impuestas por la legislación administrativa, tributaria,
laboral y de seguridad social.
iv. Interrupción de la prescripción de acciones: según el art. 60 LC, desde la
declaración hasta la conclusión del concurso quedará interrumpida la prescripción
de las acciones contra el deudor por los créditos anteriores a la declaración. En el
caso de deudores solidarios cuando tan solo uno sea declarado en concurso, la
itnerrupción de la prescripción solo le afectará a él, al igual que en el caso del
deudor principal, la interrupción no afectará al fiador.
El momento de la conclusión del concurso determina que el cómputo del plazo de
prescripción se iniciará nuevamente, sin que sirva el tiempo transcurrido antes de
la declaración ya que es interrupción y no mera suspensión.

D. EFECTOS SOBRE LOS CONTRATOS

i. Contratos pendientes en los que una de las partes hubiese cumplido


íntegramente sus obligaciones al tiempo de declararse el concurso: si es el
tercero quien ha cumplido, gozará de un crédito de naturaleza concursal
contra el deudor concursado y será satisfecho conforme a la ley del dividendo;

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si fuera el deudor concursado el que hubiera cumplido, su crédito será


incluido dentro de la masa activa.
ii. La declaración de concurso, por sí sola, no afectará a la vigencia de los
contratos con obligaciones recíprocas pendientes de cumplimiento tanto a
cargo del concursado como de la otra parte. Las prestaciones a que esté
obligado el concursado se realizarán con cargo a la masa (es decir, se pagarán
al margen del concurso).
iii. Concurso y extinción del contrato: el juez podrá declarar la resolución del
contrato, cuando ello resulte conveniente al interés del concurso y siempre a
instancia de parte. Por otra parte, el juez podrá acordar el cumplimiento del
contrato incluso en presencia de causa de resolución, también por el interés
del concurso. Las cláusulas contractuales que otorguen a las partes la facultad
de resolver el contracto o determinen la extinción del mismo por la sola
declaración del concurso de una de ellas serán ineficaces.
iv. Contratos laborales: se le atribuye al juez mercantil competencia en materias
que en rigor, le resultaban ajenas.
v. Rehabilitación de contratos: la facultad de rehabilitación se concede a la
administración concursal, que podrá ejercitarla siempre que se consigne o
pague la totalidad de las cantidades que se deban, y asuma los pagos futuros
con cargo a la masa. Sn embargo, se excluye de la rehabilitación cuando se de
un doble requisito cumulativo: que se oponga el acreedor y que éste hubiese
ya iniciado, con anterioridad a la declaración del concurso, el ejercicio de las
acciones reclamando el pago, sea contra el deudor, sea contra algún codeudor
solidario o algún garante.

10.5. LAS MASAS DEL CONCURSO: ACTIVA Y PASIVA

MASA ACTIVA

La masa activa se define como el conjunto de los bienes y derechos integrados en el


patrimonio del deudor a la fecha de la declaración del concurso y los que se reintegren al
mismo o adquiera hasta la conclusión del procedimiento (art. 76 LC).

Administración de la masa activa: En caso de concurso voluntario, el deudor conservará las


facultades de administración y disposición sobre su patrimonio, quedando sometido el
ejercicio de éstas a la intervención de los administradores concursales, mediante su
autorización o conformidad. En caso de concurso necesario, se suspenderá el ejercicio por el
deudor de las facultades de administración y disposición sobre su patrimonio, siendo
sustituido por los administradores concursales. Los bienes que forman la masa activa no se
podrán enajenar o gravar hasta el momento de la aprobación judicial del convenio o la
apertura de liquidación.

Informe de la administración concursal: este lo deben elaborar y presentar los administradores


concursales en el plazo de dos meses desde la aceptación de dos de ellos (art. 74 LC). En el
caso de concursos complejos, se permite la ampliación del plazo por otro período no superior
a dos meses. El informa ha de seguir una estructura legalmente definida y se le deben adjuntar

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una serie de documentos: inventario de la masa activa, lista de acreedores, en su caso, escrito
de evaluación de las propuestas de convenio que se hubieran presentado y en su caso también
plan de liquidación.

Bienes que integran la masa activa: forman parte los bienes y derechos integrados en el
patrimonio del deudor en el momento de la declaración del concurso, y los que se reintegren
al mismo hasta la conclusión del procedimiento. Se reconocen dos supuestos de separación y
ciertas excepciones: en unos casos por ser de pertenencia ajena pese a encontrarse en poder
del deudor y en otros casos por tratarse excepcionalmente de bienes de propiedad del deudor
pero afectos en garantía. En cuanto a los bienes conyugales, la masa activa del concursado
persona natural incluye los bienes privativos del concursado. En sociedad de gananciales se
incluirá en la masa activa los bienes gananciales.

Acciones de reintegración: la ley sustituye la retroacción por un sistema de acciones de


reintegración. En el régimen concursal general se trata de acciones “rescisorias”, tendentes a
rescindir determinados actos perjudiciales para la masa realizados por el deudor dentro de los
dos años anteriores a la fecha de declaración. Pero en ningún caso serán susceptibles de
rescisión los actos ordinarios de la actividad profesional del deudor realizados en condiciones
normales.

Se presume perjuicio patrimonial salvo prueba en contrario en los actos a título oneroso a
personas relacionadas especialmente con el concursado, en la constitución de garantías reales
a favor de obligaciones preexistentes y en los pagos cuyo vencimiento fuera posterior a la
declaración del concurso. Respecto a otro tipo de actos que trates de rescindir habrá de ser
probado por quien ejercite la acción rescisoria.

Operaciones de refinanciación: No podrán ser objeto de rescisión los acuerdos de


refinanciación alcanzados por el deudor, así como los negocios, actos y pagos, cualquiera que
sea la forma en que se hubieren realizado, y las garantías constituidas en ejecución de tales
acuerdos, cuando en virtud de éstos se proceda, al menos, a la ampliación significativa del
crédito disponible o a la modificación de sus obligaciones, bien mediante prórroga de su plazo
de vencimiento o el establecimiento de otras contraídas en sustitución de aquéllas, siempre
que respondan a un plan de viabilidad que permita la continuidad de la actividad profesional o
empresarial en el corto y medio plazo y que se cumplan las siguientes condiciones:

- Que el acuerdo sea suscrito por acreedores cuyos créditos representen al menos tres
quintas partes del pasivo del deudor
- Que el acuerdo sea informado favorablemente por un experto independiente
designado por el registrador mercantil
- Que el acuerdo se formalice en instrumento público

MASA PASIVA

Declarado el concurso, las acciones individuales de los acreedores quedan paralizadas y éstos
quedan agrupados en un consorcio de interesados en la ejecución del patrimonio del
quebrado. A esta agrupación se le llama tradicionalmente masa de acreedores o masa pasiva

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del concurso. Conforme a la ley, constituyen la masa pasiva los créditos contra el deudor
común que conforme a esta ley no tengan la consideración de créditos contra la masa.

Créditos contra la masa: no se someten a la ley del dividendo y han de ser satisfechos
conforme al principio de la prededucibilidad, es decir, antes de pagar cualquiera de los créditos
concursales, los administradores concursales deducirán de la masa activa los bienes y derechos
necesarios para satisfacer los créditos contra la misma. Estos créditos no necesitan incluirse en
los listados de acreedores y habrán de satisfacerse en sus respectivos vencimientos. El artículo
84 recoge una enumeración expresa de este tipo de créditos entre los que se incluye: costas
judiciales por la declaración del concurso, créditos por salarios devengados en los últimos
treinta días de trabajo, alimentos del deudor…

Determinación masa pasiva: en el plazo de un mes después del auto declarativo del concurso,
los acreedores del deudor habrán de comunicar por escrito a la administración concursal la
existencia de sus respectivos créditos con la calificación que se pretende (ej: crédito con
privilegio), a efectos de que sean tenidos en cuenta. Será la administración la encargada de
determinar la inclusión o exclusión en la lista de acreedores los créditos que le hayan sido
puestos de manifiesto además de los créditos incluidos en el art. 86 (créditos reconocidos por
resolución judicial, etc).

Publicidad e impugnación de la lista de acreedores: la lista de acreedores con su


correspondiente calificación ha de acompañar al informe que deben presentar los
administradores concursales, junto con el inventario. Todo ello ha de ser objeto de publicidad,
por ello, antes de presentar el informe al juez, la administración concursal deberá dirigir una
comunicación electrónica a los acreedores cuya dirección electrónica le conste para
informales. De esta forma los acreedores pueden solicitar que rectifiquen o complementen
datos. Una vez presentado el informe al juez y dentro del plazo de 10 días desde la notificación
efectuada podrán impugnar la lista de acreedores solicitando la inclusión o exclusión de
créditos o la modificación de la clasificación. Si se da la comunicación de nuevos créditos
concursales una vez transcurrido el plazo de impugnación, tales créditos se les clasificará como
subordinados.

Clasificación de los créditos concursales: con la nueva reforma del derecho concursal se parte
de la distinción entre créditos privilegiados, ordinarios y subordinados, se hace una reducción
de los privilegios concursales, se introduce el privilegio del acreedor, se reorganizan los
privilegios de los créditos públicos, se introduce la figura de los créditos subordinados.

- Créditos con privilegio especial: aquellos que afectan a determinados bienes o


derechos concretos y cuyos titulares cuentan con la seguridad de que el pago de los
mismos cuando se produzca, se hará con cargo a los bienes y derechos afectos,
debiendo proceder su realización en subasta:

1) Los créditos garantizados con hipoteca.


2) Los créditos garantizados con anticresis, sobre los frutos del inmueble gravado.
3) Los créditos refaccionarios
4) Los créditos por cuotas de arrendamiento financiero o plazos de compraventa con
precio aplazado de bienes muebles o inmuebles

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5) Los créditos con garantía de valores representados mediante anotaciones en cuenta,


sobre los valores gravados.
6) Los créditos garantizados con prenda constituida en documento público, sobre los
bienes o derechos pignorados que estén en posesión del acreedor o de un tercero.

- Créditos con privilegio general: según la enumeración que recoge l art. 91 LC se


establece una prioridad dentro de las diferentes clases de créditos privilegiados
generales:

1. Los créditos por salarios que no tengan reconocido privilegio especial, las
indemnizaciones derivadas de la extinción de los contratos, las indemnizaciones
derivadas de accidente de trabajo y enfermedad profesional, devengados con
anterioridad a la declaración de concurso.
2. Las cantidades correspondientes a retenciones tributarias y de Seguridad Social
debidas por el concursado en cumplimiento de una obligación legal.
3. Los créditos de personas naturales derivados del trabajo personal no dependiente y
los que correspondan al propio autor por la cesión de los derechos de explotación de
la obra objeto de propiedad intelectual
4. Los créditos tributarios y demás de Derecho público, así como los créditos de la
Seguridad Social que no gocen de privilegio especial
5. Los créditos por responsabilidad civil extracontractual.
6. Los créditos en concepto de responsabilidad civil derivada de delito contra la
Hacienda Pública y contra la Seguridad Social.
7. Los créditos que supongan nuevos ingresos de tesorería concedidos en el marco de
un acuerdo de refinanciación
8. Los créditos de que fuera titular el acreedor a instancia del cual se hubiere declarado
el concurso y que no tuvieren el carácter de subordinados, hasta el 50 % de su
importe.

- Créditos ordinarios: son los no privilegiados y tampoco merecen ser clasificados como
subordinados. Llegado el momento del pago si se opta por liquidación, el mismo se
efectuará a prorrata una vez satisfechos los créditos contra la masa y los privilegiados.

- Créditos subordinados: créditos que se posterga su pago hasta que hayam sido
íntegramente satisfechos los créditos ordinarios:

1. Los créditos que, habiendo sido comunicados tardíamente, sean incluidos por la
administración concursal en la lista de acreedores, así como los que, no habiendo sido
comunicados, o habiéndolo sido de forma tardía, sean incluidos en dicha lista por
comunicaciones posteriores o por el juez al resolver sobre la impugnación de ésta.
2. Los créditos que por pacto contractual tengan el carácter de subordinados respecto de
todos los demás créditos contra el deudor.
3. Los créditos por recargos e intereses de cualquier clase, incluidos los moratorios, salvo
los correspondientes a créditos con garantía real hasta donde alcance la respectiva
garantía.
4. Los créditos por multas y demás sanciones pecuniarias.
5. Los créditos de que fuera titular alguna de las personas especialmente relacionadas
con el deudor a las que se refiere el artículo 93 de la LC

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6. Los créditos que como consecuencia de rescisión concursal resulten a favor de quien
en la sentencia haya sido declarado parte de mala fe en el acto impugnado.
7. Los créditos derivados de los contratos con obligaciones recíprocas a que se refieren
los artículos 61, 62, 68 y 69, cuando el juez constate, previo informe de la
administración concursal, que el acreedor obstaculiza de forma reiterada el
cumplimiento del contrato en perjuicio del interés del concurso.

10.6 LA SOLUCIÓN DEL CONVENIO

A) Introducción

El convenio se introduce en la nueva regulación como forma de solución ordinaria y normal al


concurso. Se trata de un acuerdo entre deudor y acreedores en el cual se trata de beneficiar a
ambas partes: al deudor concursado porque le evita la ejecución de su patrimonio y le permite
continuar explotando su actividad y a los acreedores porque normalmente les permite obtener
una parte más sustancial que la que obtendrían de la ejecución del patrimonio del deudor.

Se caracteriza por dos notas: a pesar de ser un negocio jurídico basado en la autonomía de la
voluntad, es un negocio en masa, un convenio de mayorías, por lo que se le impondrá a los
disidentes y por otra parte, se encuentra sometido al control judicial.

B) Propuesta anticipada de convenio

-Presentación: La propuesta puede presentarse en un momento del procedimiento anterior a


la sección quinta (destinada a la tramitación del convenio) y se aprueba por el sistema de
adhesiones escritas, sin recurrir a la convocatoria de la junta de acreedores. La propuesta
anticipada solo puede presentarla el deudor (exceptuando los deudores recogidos en el art.
105 LC) desde la solicitud de concurso voluntario o la declaración de concurso necesario y
hasta la expiración del plazo de comunicación de créditos.

-Admisión a trámite por el juez: la propuesta anticipada deberá ir acompañada de adhesiones


escritas de acreedores cuyos créditos superen la quinta parte del pasivo presentado por el
deudor; si la propuesta se presenta con la solicitud de concurso voluntario bastará con la
décima parte del pasivo. El juez decidirá su admisión a trámite o bien en el mismo auto
declarativo de concurso voluntario o bien en el plazo de tres días y dará traslado a la
administración concursal para que proceda a la evaluación del contenido. Si es favorable, se
incluirá al informe de la administración concursal. En caso contrario el juez puede dejar sin
efecto la admisión de la propuesta anticipada.

-Una vez admitido a trámite: para la aprobación del convenio por el juez, los acreedores
deben manifestar su adhesión a la propuesta y esta se entenderá aceptada cuando reciba el
respaldo de al menos la mitad del pasivo ordinario del concurso. No obstante, cuando la
propuesta consista en el pago íntegro de los créditos ordinarios en plazo no superior a tres
años o en el pago inmediato de los créditos ordinarios vencidos con quita inferior al 20%, será
suficiente que vote a su favor una porción del pasivo superior a la que vote en contra.

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Si el juez verifica que la propuesta ha recibido las adhesiones necesarias, aprobará el convenio
mediante sentencia, todo ello sin que la junta de acreedores haya tenido que convocarse y
reunirse. En caso contrario, el juez dictará auto abriendo la fase de convenio o liquidación
según corresponda.

C) De la fase de convenio

- Apertura: el juez dentro de los quince días siguientes a la expiración del plazo de
impugnación de inventario y lista de acreedores, dictará auto abriendo la fase de convenio. En
el auto se ordenará convocar junta de acreedores en el plazo de dos o tres meses y la
posibilidad de la tramitación escrita del convenio cuando el número de acreedores exceda de
300.

- Tramitación: la ley permite que se presenten propuestas de convenio transcurrido el plazo de


comunicación de créditos y hasta la finalización del plazo de impugnación del inventario y de la
lista de acreedores. Las propuestas de convenio pueden proceder tanto de acreedores cuyos
créditos superen una quinta parte del pasivo como del deudor. Admitidas a trámite las
propuestas mediante providencia se le da traslado a la administración concursal para que
hagan evaluación de la propuesta, pudiendo adherirse a la propuesta los acreedores que así lo
deseen, hasta el momento de cierre de la lista de asistentes a la junta.

- Contenido: la propuesta deberá contener proposiciones de quita o espera además podrá


contener proposiciones alternativas para todos los acreedores o para algunas clases de
acreedores. Podrán incluirse también proposiciones de enajenación. La Ley establece a la vez
ciertos límites que se pueden sobrepasar en la propuesta de convenio además de prohibirse la
cesión de bienes o derechos en pago o para pago de créditos. Las propuestas han de venir
acompañadas de un plan de pagos.

- Celebración de la junta de acreedores: se celebra bajo la presidencia del juez y se considera


constituida con la concurrencia de acreedores que titulen créditos por importe, al menos, de la
mitad del pasivo ordinario del concurso. Están obligados a asistir tanto el concursado como la
administración concursal. Respecto al derecho de voto los titulares de los créditos
subordinados y los acreedores que hubieses adquirido su crédito por acto inter vivos tras la
declaración del concurso se les priva el derecho a voto, por su parte a los acreedores
privilegiados les basta con no votar (y no adherirse) para no verse sometidos o afectados por el
convenio de acreedores. La regla general para la mayoría para la aceptación del convenio es el
voto favorable de al menos la mitad del pasivo ordinario.

-Cumplimiento y conclusión del concurso: una vez aprobado el convenio adquiere eficacia y
cesarán los efectos propios de la declaración de concurso. El convenio vinculará al deudor y a
los acreedores ordinarios y subordinados, en cuanto a los privilegiados solo quedarán
vinculados si votaron a favor de la propuesta. En cuanto al cumplimiento, semestralmente
habrá de informar el deudor al juez acerca de dicho cumplimiento, cuando el deudor estime
que se haya cumplido íntegramente presentará al juez el informe correspondiente, pudiendo
solicitar los acreedores declaración de incumplimiento, por lo cual e juez resolverá mediante
sentencia. Firme el acto de declaración de cumplimiento, el juez dictará auto de conclusión del
concurso.

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10.7 LA LIQUIDACIÓN DEL CONCURSO

A) Causas de apertura de la liquidación

El deudor puede pedir la liquidación en cualquier momento del procedimiento concursal, pero
estará obligado a solicitarla cuando, durante la vigencia del convenio, conozca la imposibilidad
de cumplir los pagos comprometidos. Si incumple dicha obligación, la liquidación podrá ser
solicitada por cualquier acreedor. Podrá ser abierta de oficio en los casos previstos en el art.
143 LC, cuando no se haya presentado ninguna propuesta de convenio o cuando se hubiera
rechazado.

B) Efectos y operaciones de la liquidación

La apertura de la fase de liquidación se declara mediante auto y su sola apertura produce la


suspensión del ejercicio de derechos de administración y disposición y en el caso de personas
jurídicas se procede a su disolución y a cese de los administradores. Una vez abierta la
liquidación, la administración concursal deberá presentar un plan de liquidación de la masa
activa, pudiendo alegar el deudor y los acreedores en los quince días siguientes a su puesta de
manifiesto. El juez resolverá mediante auto aprobar el plan, modificarlo o no aprobarlo y
acordar la liquidación conforme a una serie de reglas legales.

En ningún caso podrán adquirir los administradores concursales los bienes y derechos que
integran la masa activa, ni siquiera en subasta pública. Pero deberán impulsar la liquidación,
informando al juez cada tres meses acerca del estado de las operaciones.

C) Pago a los acreedores

En primer lugar la administración concursal deberá deducir de la masa activa los bienes y
derechos necesarios para satisfacer los créditos contra la masa. Ahora bien, los bienes que
resultarán afectados por dicha deducción serán aquellos no afectos al pago de créditos con
privilegio especial. A continuación, una vez deducidos los bienes necesarios para pagar los
céditos contra la masa y respetando los bienes afectos a privilegio especial, se procederá al
pago de los créditos con privilegio general, por el orden establecido en el art. 91 LC. Una vez
satisfechos estos, se efectuará el pago de los créditos ordinarios a prorrata y posteriormente
los créditos subordinados en el orden del art. 92 LC.

10.8 LA CALIFICACIÓN DEL CONCURSO Y SUS EFECTOS

La reforma del 2011 invierte el sistema vigente con anterioridad el cual preveía la formación
de la sección de calificación en unos supuestos tasados y pasa a que esta sección se abra
siempre en la misma resolución judicial por la que se apruebe el convenio o el plan de
liquidación, salvo que se apruebe un convenio y la quita convenida sea inferior a un tercio del
importe de los créditos o la espera inferior a tres años. Tras la resolución la administración
concursal ha de presentar al juez un informe en el que haya una propuesta de calificación y de
todo ello se dará traslado al Ministerio Fiscal a fin de que dictamine en el plazo de diez días.

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Además las posibles calificaciones se reducen a dos (en lugar de las tres anteriores): fortuito y
culpable, mereciendo el concurso esta última calificación cuando en la generación o
agravación del estado de insolvencia hubiera mediado dolo o culpa grave del deudor. La ley
establece una serie de supuestos cuya concurrencia necesariamente acarrea la calificación
como culpable:

1. Cuando el deudor legalmente obligado a la llevanza de contabilidad incumpliera


sustancialmente esta obligación, llevara doble contabilidad o hubiera cometido
irregularidad relevante para la comprensión de su situación patrimonial o financiera en
la que llevara.
2. Cuando el deudor hubiera cometido inexactitud grave en cualquiera de los
documentos acompañados a la solicitud de declaración de concurso o presentados
durante la tramitación del procedimiento, o hubiera acompañado o presentado
documentos falsos.
3. Cuando la apertura de la liquidación haya sido acordada de oficio por incumplimiento
del convenio debido a causa imputable al concursado.
4. Cuando el deudor se hubiera alzado con la totalidad o parte de sus bienes en perjuicio
de sus acreedores o hubiera realizado cualquier acto que retrase, dificulte o impida la
eficacia de un embargo en cualquier clase de ejecución iniciada o de previsible
iniciación.
5. Cuando durante los dos años anteriores a la fecha de la declaración de concurso
hubieran salido fraudulentamente del patrimonio del deudor bienes o derechos.
6. Cuando antes de la fecha de la declaración de concurso el deudor hubiese realizado
cualquier acto jurídico dirigido a simular una situación patrimonial ficticia.

Frente a esta enumeración, la ley también establece en el artículo 163 los casos en los que se
presume el dolo pero que admiten prueba en contrario:

1. Hubieran incumplido el deber de solicitar la declaración del concurso.


2. Hubieran incumplido el deber de colaboración con el juez del concurso y la
administración concursal.
3. Si el deudor obligado legalmente a la llevanza de contabilidad, no hubiera formulado
las cuentas anuales, no las hubiera sometido a auditoría, debiendo hacerlo, o, una vez
aprobadas, no las hubiera depositado en el Registro Mercantil en alguno de los tres
últimos ejercicios anteriores a la declaración de concurso.

Cuando tanto la administración judicial como el Fiscal coincidan en calificar el concurso de


fortuito, el juez archivará las actuaciones mediante auto. En otro caso, se dará audiencia al
deudor por diez días. La calificación tendrá lugar mediante sentencia, en el caso de que sea
culpable deberá contener:

a) personas afectadas por la calificación


b) inhabilitación temporal de las personas afectadas por la calificación para
administrar bienes ajenos y para representar o administrar a cualquier persona, física
o jurídica.
c) pérdida de cualquier derecho que pudieran tener como acreedores concursales o de
la masa
d) condenar a los cómplices que no tuvieran la condición de acreedores a
indemnización por daños y perjuicios.

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10.9. LA CONCLUSIÓN Y LA REAPERTURA DEL CONCURSO

A) Conclusión: el concurso se concluye mediante auto por el que no cabe recurso alguno y se
debe a una serie de causas expresadas en la Ley en su art. 176:

1. Una vez firme el auto de la Audiencia Provincial que revoque en apelación el auto de
declaración de concurso.
2. Una vez firme el auto que declare el cumplimiento del convenio y, en su caso,
caducado o rechazado por sentencia firme las acciones de declaración de
incumplimiento, o que declare finalizada la fase de liquidación.
3. En cualquier estado del procedimiento, cuando se compruebe la insuficiencia de la
masa activa para satisfacer los créditos contra la masa.
4. En cualquier estado del procedimiento, cuando se compruebe el pago o la
consignación de la totalidad de los créditos reconocidos o la íntegra satisfacción de los
acreedores por cualquier otro medio o que ya no existe la situación de insolvencia.
5. Una vez terminada la fase común del concurso, cuando quede firme la resolución que
acepte el desistimiento o la renuncia de la totalidad de los acreedores reconocidos.

La conclusión del concurso supone el cese de las limitaciones de administración y disposición


del deudor, sin embargo la conclusión del procedimiento no implica la liberación del deudor.
En particular, el deudor sigue siendo responsable del pago de los créditos restante, pudiendo
iniciar los acreedores las ejecuciones singulares que correspondan.

B) Reapertura: en los casos de conclusión por liquidación o insuficiencia de la masa activa, la


ley permite que se reabra el concurso, considerándose continuación del procedimiento
anterior. Así ocurre con la declaración de concurso del deudor persona física que tenga lugar
dentro de los cinco años siguientes a la conclusión del procedimiento anterior, respecto a las
personas jurídicas no hay límite de tiempo.

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