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“Lo que pasa es que obviamente hay una estructura curricular… en el campo nuestro…
que… de alguna manera te va señalando como un camino eee…. y… pero hay un
punto en que indudablemente los estudiantes tienen la total autonomía para explorar
diferentes posibilidades en la construcción final del documento, en expresar sus propias
ideas”.
Los docentes intentan seguir el camino planteado por el sistema educativo aun así
el alumno se ve en la obligación de avanzar por su cuenta, el sistema educativo
encamina al docente a seguir un tema pero los estudiantes no tienen estos límites,
Gonzalo Patiño ve la limitación en el alumno no en el sistema educativo. La
docente Yolanda Roa (UNAB) intenta restringir -de la misma manera en que lo
hace Gonzalo Patiño- las limitaciones a sus alumnos
“Digamos dejo que cada uno de ellos me proponga el libro que ellos quieren leer y
obviamente estableciendo los límites que pone la escuela, y se aceptan los libros que
ellos quieren leer. En ocasiones por ejemplo hacemos la comparación libro película
para que ellos entiendan la diferencia que existe entre un libro y una película, o sea
vieron la película y terminan con más ánimos de leer el libro y lo disfrutan más.”
¿Pero es esto enseñar literatura? Los limites propuestos por el sistema educativo
nos lleva a cometer errores como estos, el estudio de la literatura debe
encaminarse por el docente, encontramos que lo que no es limite limita al docente,
el recurso de los medios audiovisuales aunque ayudan para la comprensión, como
el cine o la música, no son más que expresiones artísticas, no es literatura.
La elección de cualquier tipo de texto nos ayuda a mejorar nuestro habito lector
pero no podemos decir que cualquier libro es literatura, el docente se encarga por
medio de la literatura mostrar al alumno el mundo que lo rodea: Gabriel García
Márquez, mejía vallejo, Héctor Abad, Cepeda Samudio, Antonio caballero, William
Ospina; en Latinoamérica: Sábato, Borges, Cortázar… es literatura que debe
llegar al aula, en los discursos pronunciados por los profesores, en gran
porcentaje no se encontró ningún nombre que nos llevara a pensar que la
literatura es llevada al aula. Solo dos profesores no limitaban su área de saber a
estos aspectos.
Si leo a Gabriel García Márquez busco palabras desconocidas que pueda utilizar en el
El ámbito de la educación física.
pero a veces los tiempos no nos alcanzan, pero por alguna razón cuando no nos
alcanza hay que recurrir al plan b, la idea es que no nos quedemos sin ver la película
porque es que la película es muy sensibilizadora, el texto nos ayuda a fundamentar y
profundizar, pero con la película podemos correlacionar y entender mejor, ¿sí? Y nos
contextualiza.
Utilizo pues las cosas que considero que son importantes de los libros que he leído, las aplico en
clase, porque… por ese mismo… por ese mismo ámbito tan cerrado en el que está nuestro y en
que el semestre está encasillado en 16, 18 semanas… eh… en el cual la carga de lectura que ellos
tienen respecto al área clínica que nosotros manejamos, pues, quizá no les da la… no, no nos, no
nos, no nos da a oportunidad ni el espacio para ver otras cosas, pero sí por lo menos esto.
Pensar que los espacios para hablar de literatura o llevarla al aula no son los
indicados es una idea errónea, dentro de la literatura, como ya se ha mencionado,
se encuentran infinidad de temas del ser humano, temas que ayudan a la
comprensión y la facilidad para el aprendizaje, las limitaciones que existen en la
escuela cuando se habla de literatura solo se encuentran en la lecturas que el
docente realiza, durante nuestra investigación se notó que siete de los diez
docentes entrevistados solo leían libros que competen a su área de trabajo y así
¿cómo podemos permear la literatura, la lectura y la escritura en los estudiantes?
Los límites no se encuentran en el sistema, se encuentran en los docentes que
cierran la brecha que existe entre su área de saber y el mundo que lo rodea.