REFLEXIONES EN TORNO AL DERECHO DE ACCESO A LA INFORMACIÓN DE
LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN EL PERÚ
No ha habido un resurgimiento sostenido de los partidos organizados ni mucho
menos canales de transparencia y acceso a la información (Levitt y Kostandinova, 2014, p. 526). En términos de percepción ciudadana, las organizaciones políticas gozan de una escaza confianza ciudadana: un 47.8 % de peruanos desconfía rotundamente del rol de los partidos políticos (Latinobarómetro, 2016, p. 5). En concreto, la financiación de los partidos, una de las principales sospechas de corrupción para los peruanos en general.
EL DERECHO DE ACCESO A LA INFORMACIÓN
Parada Vásquez (2015, p. 226) concibe la transparencia como el principio por el que se debe gestionar públicamente, ya sea a la vista o al escrutinio público. El acceso a la información pública puede entenderse como un derecho fundamental que faculta a la ciudadanía a solicitar al Gobierno y administración determinada información pública no excluida por razones legítimamente tasadas, así como de obtener respuesta en un tiempo razonable (Palomares, 2017, p. 39). El principio de transparencia. Se refiere a la apertura y flujo de información de las organizaciones políticas y burocráticas al dominio público (Hernández, 2010, pp. 63- 65). El principio de publicidad. Consiste en dar a conocer y poner al alcance de los gobernados —por todos los mecanismos posibles— las razones o criterios que se tuvieron en cuenta para la toma de decisiones de cualquier rango público. El principio democrático. pretende que el acceso a los ciudadanos sea lo más completo posible a fin de consolidar el carácter democrático de las instituciones y la confianza pública en la administración (Palomares, 2017, pp. 262- 263). El principio de participación política. Es el derecho que tienen todas las personas de formar parte de la vida política de un país o región, así como la discusión de todos los asuntos públicos en los que desean participar.
EL DERECHO DE ACCESO A LA INFORMACIÓN EN EL PERÚ
Es un derecho fundamental que, en el Perú, a diferencia de otros países, es reconocido por la Constitución Política de 1993. En el Perú, gran parte de este tipo de iniciativas en el terreno político ha estado enfocada básicamente a mejorar los mecanismos de transparencia y rendición de cuentas de todos los niveles de Gobierno y a hacer frente a los actos de corrupción y autoritarismo en la década del fujimorismo. Los ciudadanos tienen derecho a la información; sin embargo, si se les niega, tienen que recurrir a los tribunales, lo que implica un coste económico y de tiempo (Palomares, 2017, p. 176). El Habeas Data (artículo 200. °, inciso 3) es una garantía constitucional vinculada al derecho de acceso a la información pública y cuya finalidad es la tutela jurisdiccional del derecho en mención. Se identifican ciertas limitaciones de esta norma, pues obliga a la autoridad a recibir la petición, pero no necesariamente puede aprobarla (a veces simplemente la puede denegar).
ACCESO A INFORMACIÓN PRIVADA
Al parecer, el legislador ha contemplado a las entidades privadas como sujeto pasivo del derecho de acceso a la información pública, aunque solo se estarían considerando a las que gestionen servicios públicos o ejerzan una función administrativa (Ministerio de Justicia y Derecho Humanos, 2014). Los partidos políticos cuentan con cierta normativa que, directa o indirectamente, proveen al ciudadano, en cuanto son —asociaciones de ciudadanos que constituyen personas jurídicas de derecho privado cuyo objeto es participar por medios lícitos, democráticamente, en los asuntos públicos del país —de acuerdo a la Ley de Organizaciones Políticas— y, como indica Sartori (2000), son actores centrales del sistema democrático. En el Registro de Organizaciones Políticas del JNE solo se cuenta con un aplicativo en el que se observa un registro de los partidos en tiempo real y una relación sobre el padrón de afiliados de los partidos registrados; sin embargo, en su mayor parte está actualizado únicamente hasta octubre de 2017.
MÉXICO COMO PUNTO DE REFERENCIA
En México se incorporan ciertos mecanismos legales que permiten a la ciudadanía solicitar información de los partidos políticos en materia electoral. Sus partidos tienen la obligación de presentar informes ante el Instituto Federal Electoral, y la Comisión de Fiscalización de los Recursos Públicos de los Partidos y Agrupaciones Políticas puede ordenar auditorías y verificaciones. Además, los resultados deben ser públicos al concluir el procedimiento de fiscalización respectivo.
REPRESENTACIÓN POLÍTICA: EL CIUDADANO COMO PROTAGONISTADEL
CAMBIO
LA CIUDADANÍA COMO EJE DE LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA
Las instituciones políticas democráticas tienen como eje principal al ciudadano, considerado un sujeto político que está adscrito a una comunidad política organizada y que no existe fuera de ella. El ciudadano y gobierno democrático van de la mano, puesto que solo existe en sociedades donde las libertades individuales están garantizadas por el Estado de derecho, donde los derechos humanos están garantizados no solo para la ciudadanía sino para la persona humana. La ciudadanía está relacionada directamente con la participación, porque, al ser miembro de una comunidad política, tiene derechos y obligaciones frente a esta; tenemos una obligación con nosotros mismos como ciudadanos, porque somos responsables no solo de proteger nuestros intereses sino también los intereses nacionales, los cuales versan sobre el bien común. Si la ciudadanía no está debidamente informada e interesada en las prácticas políticas y desconfía de las instituciones representativas así, notaremos que la democracia representativa se irá debilitando. Por tanto, como ciudadanos tenemos derechos y exigencias que cumplir —si lo que se desea es que se atiendan nuestras demandas e intereses, se protejan nuestras libertades y se vele por nuestro bienestar. Consideramos que los ciudadanos no sabemos el poder real que tenemos en la vida política de nuestro país. Es necesario buscar que el ciudadano se plantee: ¿Qué puedo hacer yo como ciudadano, desde donde estoy, para fortalecer nuestra democracia representativa?
REPRESENTACIÓN POLÍTICA: REPRESENTANDO AL ESTADO Y A LOS
CIUDADANOS Giovanni Sartori (1999) nos explica —tomando como ejemplo al Parlamento— la posición que asumen los representantes una vez elegidos y asumido el cargo: “Siguen hablando en nombre del pueblo, pero han de hacerlo también en nombre del Estado; representan al pueblo, pero también deben gobernar sobre el pueblo”. Olvidamos este aspecto importante cuando se trata el tema de representación política. Como dice Sartori, al asumir sus funciones de representación ocurre que, si bien no pierde su representación, se convierte en un actor político que también representa al Estado, el cual va preferir siempre el bien común. Un nuevo problema surge cuando los representantes se someten a las exigencias del electorado, convirtiéndose en simples delegados sin la facultad de legislar o la función de decidir. Los partidos políticos deberían generar espacios que fortalecen la representatividad y fomentan la participación activa de la ciudadanía.
OBJETIVOS DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN UNA DEMOCRACIA
REPRESENTATIVA Los partidos políticos son un canal democrático y constituyen un mecanismo de representación política; por tanto, representan la ideología, intereses y necesidades de un sector específico de la sociedad. Los partidos políticos en nuestro país se encuentran entre las instituciones menos confiables, con un 78 % de desconfianza (El Comercio, 2017, gráf. 2). Esto se debe a que la gente los ve como entidades que no funcionan, no están organizadas y actúan con visión a corto plazo y solo para fines electorales (caudillismo, clientelismo). Una institución no es mala en sí misma, sino que actúa de acuerdo a quienes la lideran o conforman. Así pues, si la ciudadanía estuviera bien informada, estaría en la capacidad de formar partidos políticos capaces de cumplir los objetivos para los que fueron creados. Porque una ciudadanía libre e informada garantiza que las instituciones sean eficaces en el cumplimiento de los objetivos para los que fueron pensados.
REFORMA POLÍTICA EN LA ORGANIZACIÓN DEL CONGRESO DE LA
REPÚBLICA: ¿ES NECESARIO RESTITUIR EL SISTEMA BICAMERAL EN EL CONGRESO PERUANO?
ROL DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA EN EL SISTEMA CONSTITUCIONAL
PERUANO Desde nuestra Constitución, el Congreso de la República se identifica como la institución constitucional que cumple funciones de representación, legislación y control (artículo 102º de la Constitución), es decir, un poder constituido encargado de ser el “órgano representativo de la Nación” (artículo 2º de su Reglamento Normativo). Se rige bajo el principio de democracia representativa, la cual desde el artículo 43º de la Constitución forma parte de su propia esencia como poder del Estado. Actualmente, existe una falta de representatividad y probablemente sea adecuado repotenciar los mecanismos que la Constitución provee para que el Parlamento “refuerce su vital rol institucional, cual es el de ser un verdadero canal y puente entre las aspiraciones ciudadanas y las políticas gubernamentales”. (Tribunal Constitucional, 2006).
DEMOCRACIA REPRESENTATIVA EN EL SISTEMA DE REPRESENTACIÓN
UNICAMERAL Y BICAMERAL EN EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA La legitimidad democrática del Congreso depende de su capacidad para generar esa racionalidad deliberativa en el ejercicio de sus funciones. Podemos partir de la descripción del sistema unicameral de representación en el Congreso de la República, establecido en el artículo 90° de la Constitución parte de un modelo propio del período de reformas que se inició en 1992, y qué a decir de la doctrina, se caracterizó “por menores niveles de representación y de deliberación, a favor del menor costo de la institución parlamentaria y la toma más rápida de decisiones” Delgado-Guembes, (2011). Es importante poner en discusión para la reforma política en el país, el cambio constitucional de organización del Congreso de la República, es decir, si es viable la alternativa bicameral y de ser así, cómo ésta podría ser implementada en nuestro país.
ELEMENTOS DE ANÁLISIS PARA EL RETORNO A LA BICAMERALIDAD
Para definir el sistema bicameral de organización del parlamento, debe tener en cuenta su origen que “es fruto del compromiso entre fuerzas políticas, expresa la heterogeneidad del cuerpo social y sirve para el compromiso y la moderación” (Sánchez de Dios, M., 2004). Para Sartori si las dos cámaras son muy parecidas, se facilita la gobernabilidad, pero no sirve al propósito de control o balance; pero si son diferentes “aseguran un mayor control, pero también prometen conflicto y estancamientos” (Sartori, 1999, p.201), de ahí se sostiene que, a mayor desigualdad de poder entre las cámaras, debe favorecerse una mayor diferencia en la composición entre ellas, y a la inversa: “cuanto más fuerte sea el bicameralismo, tanto más debemos buscar su semejanza” (Sartori, 1999, p.203). Por tanto, se considera necesario la reforma de la organización del Congreso de la República y el retorno a la bicameralidad debe ser aprobado. Podemos afirmar que la reforma constitucional dirigida a restaurar el sistema bicameral resulta no sólo constitucionalmente viable, sino plenamente exigible a partir del principio de democracia representativa que nuestra Constitución reconoce, y cuya maximización en sede del Congreso peruano resulta de primer orden.