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Explorar la agencia: el papel

de las segundas generaciones


en los procesos migratorios
María Fernanda Moscoso*

RESUMEN Uno de los puntos más significativos de su


propuesta es que el niño, a través del lenguaje,
Es común que las voces y el papel de las segun- adquiere una voz que poco a poco lo desvincula
das generaciones no siempre sean visibilizados en los de su madre y lo convierte en un ser autónomo.
análisis sobre los procesos migratorios, lo cual acarrea En su propuesta hay una conexión entre el desa-
consecuencias a nivel metodológico, epistemológico rrollo de un alfabeto por parte de su hijo y la
y político. Este artículo tiene como fin abordar esta
cuestión a través del análisis del caso de los niños y
adquisición de una voz propia. La construcción
niñas ecuatorianos que migraron junto a sus padres a de una voz se vincula a la constitución del sujeto
Alemania y España a finales de los años noventa. Se en un objeto para sí mismo; proceso que tiene
sostiene que los niños se representan discursivamente lugar durante la infancia. Para Mead (1972), la
a sí mismos como agentes que tienen un rol protagó- socialización es un acto social que tiene su forma
nico en el proceso migratorio familiar. En especial, des- primitiva en el mundo animal, en el que el gesto
taca su contribución a la asignación de significados a produce, de rechazo, un gesto-respuesta en un
las relaciones filiales y su papel activo en la reproduc- proceso social simple del tipo estímulo-reacción.
ción de los lazos transnacionales. Pero en los seres humanos actúa la posibilidad
de interiorizar los gestos y convertirlos en acti-
tudes. La diferencia estriba en la idea de que la
persona lleva a cabo un proceso de comunica-
ción que implica la participación del otro en ella,
1. Introducción la identificación del otro con el individuo y la
obtención de la conciencia de sí a través del otro.
Esto se debe a que el “animal humano” es capaz
En la exposición States of Mind: Tracing the de emplear el gesto y, de tal forma, adoptar la
edges of consciousness que se ha podido visitar actitud del otro individuo, al mismo tiempo que
entre junio y octubre de 2016 en la Wellcome provocarlo en el otro. El individuo mismo desem-
Collection de Londres se puede ver el trabajo peña el papel de la otra persona a la que de tal
desarrollado por Mary Kelly (Wander lines), una modo excita y sobre la cual influye. Y gracias a la
artista que explora la evolución del vínculo entre adopción de ese papel del otro, se encuentra en
ella y su hijo, desde que este nació. condiciones de volver sobre sí y, de esa manera,
dirigir su propio proceso de comunicación. De
*  FLACSO España y Universidad Internacional de La este modo, la adopción, por parte de los niños
Rioja (maria.moscoso@unir.net). y niñas del papel del otro, no es de importancia

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pasajera, sino que tiene un efecto que reside en gico, epistemológico y político. Es imprescindible
el control que el individuo logra ejercer sobre su conocer, por ejemplo, de qué manera las segun-
propia reacción y en la construcción de sus múlti- das generaciones se vinculan a las sociedades en
ples roles y de su percepción de sí mismo. las que se incorporan, de qué modo interpretan
su propia migración, cuáles son los significados
Estas ideas permiten reflexionar sobre que dan a los vínculos “aquí” y “allí”, entre otras
el papel del lenguaje y la formación de la sub- cosas. En este artículo, en concreto, se propone
jetividad durante la infancia. El trabajo de la presentar un análisis del caso de los niños y niñas
artista londinense resulta, desde esta perspec- ecuatorianos que migraron junto a sus padres a
tiva, de gran interés pues no solo le interesa Alemania y España a finales de los años noventa
reflexionar sobre la adquisición del lenguaje a través de la visibilización de las voces y los pun-
por parte de su hijo, sino también sobre la for- tos de vista de los propios niños y niñas. Se ocupa
mación de una voz propia; una voz que, ade- de analizar los discursos elaborados por las
más, es recogida y expuesta, en forma escrita, segundas generaciones sobre las experiencias
en su propuesta artística1. previas a su propio viaje y, en concreto, durante
el periodo que transcurre desde la separación de
Como se sabe, se ha reflexionado mucho sus madres y/o padres hasta su reencuentro ya
sobre estos aspectos, especialmente desde la psi- en el país de acogida.
cología. En el campo de la antropología, la niñez
tiene cada vez un papel más importante, aunque Un estudio sobre las segundas generacio-
aún es un tema marginal. Además, en general, nes que han nacido en el país de origen de sus
las investigaciones que se han llevado a cabo padres debe tomar en cuenta, necesariamente,
no investigan con los niños, sino acerca de ellos las experiencias migratorias desde su inicio que
(Christensen y James, 2008; O´Kane, 2008). En en el caso ecuatoriano, suelen arrancar con el
otras palabras, la ciencia ha tendido a invisibilizar viaje de los progenitores. El “aquí” y el “allí”, están
el papel de los niños en sus reflexiones, no solo conectados. Se trataría, en este sentido, de visi-
porque no participan en los procesos de investi- bilizar las experiencias de actores sociales que
gación, sino también porque suele invisibilizarlos normalmente no son tenidos en cuenta en las
como agentes que, además de adquirir un len- “narraciones dominantes” o son tratados a través
guaje –como parte de su socialización–, tienen de un cúmulo de prejuicios. Así, por una parte,
la capacidad de actuar sobre el mundo y transfo- se ha concentrado la atención en las perspecti-
marlo, esto es, una agencia. En general, las voces vas de los propios niños y niñas con la pretensión
de los niños y niñas son pocas veces visibilizadas de “restituir” voces a quienes normalmente no las
en el mundo adulto, y si lo son, se hace desde una han tenido. Y, por la otra, de abordar la agencia
perspectiva adultocéntrica que no parte de los de las segundas generaciones en los trayectos
puntos de vista de los niños, sino que impone familiares de dos formas: en primer lugar, por
los suyos propios. medio de la visibilización de sus puntos de vista
sobre el proceso migratorio, y, en segundo lugar,
Se puede advertir, de este modo, que a a través del análisis de su papel en la resignifica-
pesar de que en el mundo circulan miles de niños ción de los roles familiares y en la reproducción
y niñas migrantes, sus voces apenas son recogi- de los lazos familiares. Los objetivos del artículo
das en los estudios e investigaciones (Knörr y son, por una parte, explorar la contribución de los
Nunes, 2005). Esto tiene varios efectos, entre los niños y niñas a la asignación de significados a las
cuales se destaca la tendencia a victimizarlos y relaciones filiales en un contexto migratorio, y, por
a invisibilizar sus experiencias y su papel en los otra, analizar el papel de las segundas generacio-
procesos migratorios. nes en la reproducción de lazos transnacionales.

Este artículo explora el papel de las segun- La generación no es un tema nuevo en los
das generaciones en los procesos migratorios. estudios sobre migraciones. Existen tres corrientes2
Las voces y el papel de las segundas generacio- que agrupan la mayoría de las investigaciones
nes no siempre son visibilizados en los análisis sobre migración y generación. Por un lado, se ha
sobre los procesos migratorios (Moscoso, 2016), desarrollado la noción de generación a partir de
lo que acarrea consecuencias a nivel metodoló- la teoría de la asimilación segmentada, cuya pri-
1
 Véase: http://www.marykellyartist.com/post_partum_ 2
  La clasificación que se presenta ha sido tomada de
document.html García Borrego (2008).

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mera exposición se encuentra en Portes y Zhou y roles en el interior de los núcleos domésticos.
(1995). Otro grupo de estudios se han centrado Existe una suerte de constelación familiar que, en
en las denominadas primeras, segundas o terce- un contexto de cambio, se reordena. Esta reor-
ras generaciones (Simon,1993; Rumbaut, 2004; ganización conduce a que los diferentes miem-
Terren, 2007). Y también cabe distinguir la ten- bros se vean abocados a llevar a cabo ajustes
dencia a referirse a la generación como un grupo de diversa índole: legales, económicos, sociales,
de edad (Hagan, Mac Millan y Wheaton, 1996; emocionales, etcétera. La idea de rol es intere-
Zehraoui, 1999; Suárez-Orozco y Suárez-Orozco; sante a la hora de entender cómo se producen
2001, Paoletti, 2010) o educativo (Carrasco, 2002; los movimientos en las constelaciones familiares.
Luchtenberg, 2004, Kristen, 2005; Knörr y Nunes, Linton (1976) se refiere a los roles que se interna-
2005); es decir, como un concepto para diferen- lizan durante la socialización, en la infancia. Estos
ciar a los distintos miembros de las familias y, en roles corresponden a un determinado “status”, es
especial, para desarrollar investigaciones que decir, al conjunto de derechos y deberes propios
describan la situación de los niños y jóvenes de una categoría social: los individuos, a través de
hijos de migrantes. Este artículo se inserta en la los vínculos sociales, se inscriben en una serie
segunda corriente. Sin embargo, es importante de categorías que no son fijas, pues se constru-
tener en cuenta que los análisis que relacionan yen y son, en consecuencia, cambiantes: niña,
la generación y los grupos de edad corren el hijo, hermano, padre, abuelo, tía, madre... Estas
riesgo de construir categorías fijas, como infan- categorías están vinculadas a múltiples factores
cia y adolescencia. Hablar solamente de niños y (género, edad, clase social, ciudadanía, adscrip-
jóvenes no basta. Las ideas de niñez, juventud o ción étnica, etc) y a condiciones sociales, esto es,
adultez no pueden estar desconectadas unas de a contextos.
otras; antes bien, solo se pueden comprender en
la interrelación de los diferentes grupos de edad. Las familias, por supuesto, conforman un
conjunto de relaciones filiales que cambian en
El material que se presenta aquí forma el tiempo. La migración de uno o varios de sus
parte del análisis de 20 entrevistas (auto) biográ- miembros, por ejemplo, incide directamente
ficas llevadas a cabo en Alemania y España entre sobre la repartición de los roles asignados entre
los años 2008-2009. Los criterios de selección de las generaciones. Los vínculos entre los indivi-
los entrevistados fueron: 1) la edad (niños entre 8 duos de la red familiar conforman un conjunto
y 14 años); 2) el lugar de nacimiento (en la sierra, de relaciones de parentesco, es decir, la fami-
la parte oriental o las Islas Galápagos) y en zonas lia no representa solo un conjunto concreto de
urbanas o rurales; 3) la trayectoria migratoria (si vínculos sociales, sino una forma de asignar sig-
los niños y niñas han acompañado a sus padres nificados a las relaciones interpersonales (Rivas,
o si se han reagrupado transcurrido un tiempo Gonzálvez y Gómez, 2010: 19). De esta manera, si
desde la llegada de estos últimos a los países de se quiere comprender el papel que las segundas
destino; es decir, su participación de un proceso generaciones juegan en la reasignación de roles
de movilidad; 4) la clase social a la que pertene- familiares en un contexto migratorio, es impres-
cen las familias de las que proceden los niños; cindible analizar de qué modo los integrantes de
5) el país de residencia (Alemania o España); 6) el estas segundas generaciones asignan significa-
género (masculino o femenino). dos a las relaciones de parentesco y cómo inter-
pretan su papel en las mismas.

Como se ha señalado previamente, el caso


2. Las relaciones filiales: las de los niños y niñas que nacieron en Ecuador y
abuelas, las hermanas, después se trasladaron a España y Alemania per-
las madres mite observar de qué manera las segundas gene-
raciones experimentaron la separación de sus
progenitores, pues, por el tipo de migración que
Uno de los aspectos que adquieren mayor se dió a finales de los años noventa, era común
relevancia cuando una familia atraviesa un cam- que el viaje fuera escalonado y que muchos
bio, ya sea por el viaje de uno o varios miem- niños permaneciera un tiempo separados de sus
bros, por la separación, el abandono, el divorcio padres y madres. Cuando los progenitores viajan,
de los padres o incluso por la muerte de uno de los chicos reformulan las relaciones con las perso-
los familiares, es la reasignación de significados nas que los rodean, especialmente con las madres

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y los padres ausentes. En este sentido, el vínculo como tales. No es lo mismo, en este sentido,
con los padres –especialmente las madres– compartir la crianza antes del viaje de las madres
ausentes no se entiende si no es en conexión que después de su viaje. Con la migración de las
con el papel de otros referentes, personas que madres aparece un matiz, pues muchos chicos
junto a ellos conforman los grupos de sociali- señalan trasladar el rol maternal casi por com-
zación de las segundas generaciones. Si bien la pleto a sus abuelas:
madre cumple un papel económico, afectivo y
social que ha de ser suplantado por medio de “Mi abuelita me cuidaba y me hacía la
diferentes estrategias, su partida no representa comida y me peinaba. Era como mi mamá.
necesariamente una ruptura. Las prácticas de Por eso no quería separarme de ella”
cuidado y crianza de los niños constituyen una (Alfonso, 11 años, Alemania).
continuación de prácticas anteriores que son
reorganizadas y resignificadas por los niños. Sin Los chicos establecen relaciones de leal-
embargo, como se verá a continuación, el viaje tad basadas en la gratitud hacia sus abuelas y, en
de las madres representa una profundización de general, aquellos a los que se entrevistó descri-
los vínculos que los niños señalan establecer con bieron a unas abuelas que se distinguen de las
los abuelos y con las hermanas mayores. otras personas que se quedan a su cargo por dos
características: “miman” y son permisivas. ¿Cómo
Al aludir a sus abuelos, los niños se refie- se explica esta percepción? Radcliffe-Brown y
ren a las abuelas maternas. Al respecto cabe Forde (1975) analizaron esta relación a través de
señalar que, en general, son más las abuelas que la idea de las generaciones alternas, que es un
asumen el rol de cuidadoras que los abuelos principio de reducción a la unidad de elementos
(IOÉ, 1995; García, Mateo y Gutiérrez, 1999; Radl, diversos, según el cual los parientes de la gene-
2003). Se ejerce de abuela o de abuelo en fun- ración de los abuelos se asocian o poseen una
ción del género; sin embargo, obviamente, ello solidaridad privilegiada con la generación de los
no implica que el rol de abuela sea natural (Radl, nietos, frente a los parientes de la generación de
2003), sino que está influenciado por la tenden- los padres. De ahí que, en ciertas sociedades, las
cia cultural de diferenciación sexual de roles que relaciones entre padres e hijos sean de respeto y
adjudica a la mujer el cuidado de los niños. En se compensen con los lazos más libres y protec-
cuanto a la línea familiar, se aprecian dos cues- tores de los abuelos hacia sus nietos:
tiones. Primeramente, que la mayoría de las
madres son mujeres que por distintos motivos “Yo la extrañaba; por ejemplo ella me hacía
–separaciones y divorcios, conflictos, aban- la comida, el café, extrañaba más los pata-
dono– apenas tienen contacto con la familia cones de ella, eran ricos. Yo me llevaba bien
paterna de los chicos. Y, en segundo lugar, según con mi abuela, ella nos mimaba mucho”
afirma Osuna (2006), la mayor parte de los estu- (Víctor, 12 años, Alemania).
dios referentes a la importancia de la línea fami-
liar en las relaciones abuelos-nietos consideran Esta fusión entre los abuelos y los nietos se
más relevante el papel de los abuelos maternos expresa por medio del cariño y la permisividad,
que el de los abuelos paternos. Las generaciones que los chicos relacionan con la comida y los
suelen estar más íntimamente unidas por línea horarios, pues los abuelos les permiten sobrepa-
materna o, en otras palabras, los lazos familiares sar los límites impuestos a este respecto por los
suelen establecerse de manera más firme a tra- padres:
vés de ella. En consecuencia, pasar a vivir con la
abuela y, en general, con los abuelos maternos “Si quería comer más, me daban más; si
representa, de alguna manera, una continuidad quería quedarme hasta la una de la madru-
social, cultural y afectiva de la organización del gada jugando, me dejaban porque ellos
cuidado previa al viaje de los progenitores. me veían feliz, querían lo mejor para mí”
(Marco, 12 años, España).
Los chicos se refieren a sus abuelas como
personas que asumen el rol de madres. Se puede Por otra parte, los niños también describen
señalar que esto llega a generar disputas por haberse quedado a cargo de adolescentes, en su
el poder en el interior de las familias (Moscoso, mayoría, hermanas mayores. Este tipo de “arre-
2014), pues las madres sienten que sus hijos, en glo” se da en particular cuando los padres no asu-
un contexto migratorio, deslegitiman su papel men los roles de cuidado que quedan vacíos en

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ausencia de la madre, no cuentan con el apoyo “Le tenía más confianza a mi hermana que
de otros familiares o han viajado junto a las muje- a mi madre porque ellos le daban la plata a
res. Esta situación merece una atención especial, mi hermana para que nos cuide. Ella nos
dado que el papel jugado por las jóvenes no ayudaba en todo, me daba consejos, me
siempre suele ser tomado en cuenta en los análi- llevaba a jugar juntos. Desde chiquito ha
sis sobre el tema o apenas es nombrado. De este sido siempre así, por eso le tengo más
modo, en los discursos de los niños se aprecia confianza a mi hermana que a mis padres.
que quienes ejercen el trabajo invisibilizado por Le tengo más afecto porque no he convi-
las ideologías de género y del parentesco son las vido mucho con mis padres y no sé cómo
hermanas mayores y las abuelas. La niña cuya comportarme con mis padres” (Alberto,
cita se reproduce a continuación ilustra cómo se 12 años, España).
delegó en ella el rol que no asumió el padre:
Dos de los niños a los que se entrevistó
“Las cosas cambiaron mucho. A mí me tocó también describen haberse quedado una época
coger la responsabilidad de la casa, o sea, a cargo de las primas quienes, de alguna manera,
lo que es hacer en la casa. Entonces, tenía han desempeñado el mismo rol que las hermanas:
que dejar cocinado, ir al colegio, lavarle
a mi papá, plancharle, limpiar la casa. Yo “Vivía mi prima, mis primos y yo. Mi abuelo
tenía 12 años. Más me cogió a mí que a me iba a visitar a menudo. Cuando mis
ellos. Primero es muy difícil, demasiado padres se fueron, vino mi prima y me
fuerte, porque de repente ir al colegio, cuidó” (Diego, 13 años, España).
dejar cocinado, regresar del colegio y coci-
nar... , y los fines de semana lavar y plan- Diego y Alberto cuentan con hermanos
mayores que también pudieron haber asumido
char ... era un trabajo muy difícil. Entonces,
el rol del cuidado, pero no lo hicieron. ¿Por qué?
después ya me tocaba plancharme los uni-
En ambos casos, resulta claro que en ausencia
formes, a mi hermano, ¡ay no! Bueno, por
de un padre que reemplace el rol materno, de
eso aprendí y ahora sé cocinar, lavar y plan-
abuelos o familiares cercanos, son las niñas o las
char y él [su hermano] se volvió bien ape-
adolescentes quienes asumen el mandato de
gado a mí” (Lucía, 13 años, Alemania).
cumplir con el papel de cuidadoras.
Cuando Lucía dice que a ella le correspon- Como se puede observar, el papel adjudi-
dió más trabajo que a ellos (padre y hermano), cado por los niños a sus abuelas y a sus hermanas
se refiere a que los quehaceres realizados por es similar al que han asignado a sus madres; es
su madre fueron asumidos por ella. Por tanto, su decir, su rol principal es el de cuidadoras, lo que
jornada fue doble: ir a la escuela y trabajar en la acentúa las imágenes y los modelos de género
casa. Pero, además, recuerda que su hermano se reproducidos por los chicos, al tiempo que trans-
“apegó” a ella, es decir, que construyó con la her- forma los roles del cuidado y crianza entre las
mana una relación de mucha cercanía e incluso mujeres de la familia. Se podría sostener, desde
de dependencia emocional, similar a la que se esta perspectiva, que existe una suerte de esla-
tiene con las madres. Esto puede observarse de bón perdido en los análisis que se llevan a cabo
modo más claro en el caso de Alberto: ambos utilizando el enfoque de las cadenas globales de
padres viajaron, lo cual significó que el niño quedó cuidado (Herrera, 2005; Hernández, 2007; Orozco,
a cargo de su hermana. El muchacho se refiere a 2009). Si bien dichas investigaciones consideran,
varias cosas: la confianza, el afecto, la convivencia desde una perspectiva de género, que el tra-
e, incluso, las remesas recibidas por la muchacha bajo de las mujeres migrantes sostiene las eco-
para que ella manejara y dirigiera la economía del nomías de los países receptores de migración,
hogar. En general, al describir el rol asumido por a veces pueden olvidar introducir un enfoque
su hermana en ausencia de los progenitores y el generacional en el análisis. Esto podría condu-
modo de ejercerlo (ayudando, dando consejos), cir a una invisibilización, por edad, del trabajo
compara el vínculo fraternal con el filial-parental, de las abuelas y las hermanas menores, que son,
y subraya el mayor afecto por (y la mayor con- muchas veces, las que permiten que las muje-
fianza en) su hermana mayor, no solamente por el res puedan partir. Las segundas generaciones
tipo de cuidado que él recibió, sino también por adquieren así un papel central no solamente en
haber compartido más tiempo con ella: la asignación de roles y significados a las relacio-

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nes familiares, sino también en la reproducción un papel activo ‒antes y después del viaje‒ en
de relaciones de género y edad que se reparten de la reproducción de los lazos transnacionales. Las
modo desigual en las familias, incluso cuando prácticas que desarrollan tienen como fin reprodu-
estas se transforman debido a la migración. cir las relaciones familiares en un contexto migra-
torio y constituyen, en consecuencia, un flujo en
el que esas relaciones cobran una dimensión que
traspasa la distancia física y, por tanto, las fronteras
3. La reproducción de lazos (Vertovec y Cohen, 1999; Pries, 1998; Yamanaka,
transnacionales 2005). Estas fronteras, marcadas por los estados-
nación (Bryceson y Vuorela, 2002; Levitt y Schiller,
2004; Pries, 2008), quedan desbordadas por las
Siguiendo a Besserer (1999), cabe hablar relaciones que establecen las familias transnacio-
de dos posturas en los estudios sobre los lazos nales (Rivas, Gonzálvez y Gómez, 2010).
transnacionales de los inmigrantes: el “transna-
cionalismo objetivista” y el “transnacionalismo de Se puede sostener que, en un contexto
ruptura”. El primero, alejándose de las formas terri- migratorio, las ausencias tienen sentido única-
torializadas de entender las realidades sociales, mente a través de presencias, que, como en un
procura incluir en el análisis objetos, personas y juego de luces y de sombras, iluminan las pri-
símbolos que vayan más allá de las fronteras loca- meras. El estar y no estar se requieren mutua-
les, regionales y nacionales, al objeto de construir mente para tener un sentido.
una perspectiva empíricamente más cercana a la
realidad sociocultural que se estudia. Esta posi- En este apartado se van a analizar los meca-
ción, según Besserer, generalmente habla desde nismos que las segundas generaciones ponen en
el centro de las culturas disciplinarias. El segundo práctica con el fin de establecer vínculos con los
propone, en cambio, una suerte de ruptura epis- padres que han viajado. Como se verá a continua-
temológica por medio del cuestionamiento del ción, los chicos hacen un uso estratégico de dispo-
lugar ontológico del migrante y del investigador. sitivos cuya función es, básicamente, reconstruir
Se parte de la idea de que las prácticas científicas los vínculos con los padres a partir de la distancia
(re)producidas desde el interior de las estructu- física. Los dispositivos mencionados son: la pro-
ras disciplinarias encerrarían el análisis dentro de mesa del reencuentro, los regalos, las conversacio-
una perspectiva que impediría captar el punto nes telefónicas, el uso de Internet, el intercambio
de vista privilegiado de los propios sujetos trans- de fotos, vídeos y otros objetos de la memoria.
nacionales. De allí se desprenderían la idea de
que las observaciones, experiencias y represen- Así, cuando las madres viajan, los lazos
taciones reproducidas desde los márgenes de la entre ellas y sus hijos se transforman de tal modo
disciplina y desde dentro de la comunidad trans- que solo se mantienen a través de la promesa
nacional podrían representar otros lugares de del reencuentro, que cumple con el objetivo de
acercamiento hacia los fenómenos de interés. disipar los fantasmas del abandono. Los víncu-
los con las madres y los padres no se suprimen,
El denominado “transnacionalismo de rup- sino que adquieren nuevas dimensiones. Así,
tura” representaría un campo de pensamiento es interesante partir, por ejemplo, del caso de
no encerrado en sí mismo; antes bien, pondría Jonathan, quien confronta su discurso con el
en entredicho sus propias certezas y, además, tal de su padre, con el fin de relacionar la ausencia de
como lo presenta Besserer, ofrecería la posibili- su madre con la promesa del reencuentro:
dad de generar un espacio para otras voces. Estos
entresijos son interesantes, ya que, en la medida “Mi madre se vino aquí y tal, por eso surgie-
en la que se propone incorporar, de modo crítico, ron problemas; decía que nos había aban-
a otros sujetos en las prácticas investigativas, donado (…). No, no nos abandonó; dijo que
se podría vislumbrar un espacio para la presen- iba a venir aquí para traernos a nosotros (...)
cia de las segundas generaciones en los proce- Yo, por una parte, me sentía triste [de] que
sos migratorios y su papel en la reproducción de no estuviera al lado mío, pero no me sentía
lazos transnacionales. que estuviera abandonado de parte de mi
madre; yo decía que iba a volver, entonces,
En este sentido, aunque los estudios migra- no me iba a encontrar solo en ese momento”
torios tienden a invisibilizarlos, los chicos tienen (Alfredo, 13 años, España).

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María Fernanda Moscoso

Es de destacar que mientras las valoracio- “No me acuerdo de haber vivido con mi
nes provenientes del mundo adulto en el país de mamá. Solo escuchaba que mi mami vivía
origen (medios de comunicación, Iglesia, profe- en Alemania y que me mandaba cosas de
sores, etc.) tienden a victimizar y estereotipar a las Alemania, ropa” (Pablo, 9 años, Alemania).
segundas generaciones y juzgan a los que parten,
sobre todo a las mujeres, los niños que han par- Marcel Mauss, en su célebre Ensayo sobre
ticipado en este trabajo elaboran discursos que el don (2009), se refiere al principio que suele
cuestionan esas percepciones, pues ponen en regir los intercambios entre los individuos y
entredicho los argumentos más utilizados por el los grupos: dar, recibir y devolver, una idea que
mundo adulto, como la falta de responsabilidad podría perfectamente encajar con la realidad
de las madres. En efecto, varios análisis (Meñaca, aquí analizada.
2005; Wagner, 2007; Carrillo, 2005) sostienen que
luego del éxodo de ecuatorianos hacia el exterior, “Mi mami siempre nos mandaba plata para
la opinión de que la migración ocasiona el aban- ropa, para la escuela. Entonces, nos com-
dono de los hijos se ha extendido por todo el pramos una bicicleta; nos comprábamos
país. Se trata, como señala Meñaca (2005), de una lo que antes no podíamos tener” (Camila,
suerte de preocupación pública que no es neutral 13 años, Alemania).
en términos de género, pues a las mujeres que
migran se las considera culpables de una supuesta Los padres envían diferentes objetos, los
ruptura familiar y de abandono. Sin embargo, los niños los reciben y, a cambio, establecen una
testimonios de los niños no solamente compleji- cadena de lealtades que cristalizan, por ejemplo,
zan la problemática, sino que cuestionan las ideas en una suerte de rendición de cuentas y el cum-
más comunes que circulan sobre la partida de los plimiento de una serie de exigencias, como la de
progenitores, dado que no suelen culpabilizarlos ser buenos estudiantes:
de ello. Ahora bien, no se debe olvidar que las
representaciones tienen lugar en contextos con- “Ella llamaba, yo le tenía que decir si tenía
cretos (Bourdieu, 1999) y por tanto, no interpreta malas notas y eso (…). No podía quedarle
de igual modo la separación quien se ha quedado mal” (José, 12 años, España).
formando parte de las denominadas “comunida-
des fijas” (Carrillo, 2005) que quien también ha La idea de “quedar mal” quiere decir no
migrado. Alfredo, por ejemplo, ha viajado y se cumplir, y el no cumplir significa no devolver, lo
ha reencontrado con “mamá” y “papá”, factor que cual es moralmente inaceptable. Luego, el acto
influye directamente en el modo de interpretar de devolver está relacionado con la obligación de
los hechos. En este sentido, conviene recordar que conferir autoridad a la madre y/o al padre. Y otor-
aquellos niños que participan del proceso migra- garles autoridad representa una reproducción de
torio de sus progenitores y que, más temprano roles, de tal modo que la relación padres-hijos no
o más tarde, inician ellos también el viaje hacia corra peligro. En este sentido, hay casos de niños
el reencuentro, miran el momento de la partida que se niegan a recibir, es decir, a conferir auto-
con ojos distintos que aquellos que permane- ridad a sus progenitores, a mantener el vínculo
cen (Herrera y Carrillo, 2005; Observatorio de los esperado con los padres ausentes, rechazando
Derechos de la Niñez y la Adolescencia, 2008). los presentes. Este fenómeno es explicado por
En todo caso, la cita anterior –correspondiente a Bourdieu (2007) a partir de su referencia al juego
Alfredo– refleja que la ausencia tiene sentido para de intercambios en el que el don está separado
los niños a través de una idea que, de algún modo, temporalmente del contradon: “Mientras no haya
mantiene vivo el vínculo: el reencuentro. devuelto, aquel que recibió es un obligado, que
se supone ha de manifestar su gratitud hacia su
Los niños también se refieren al vínculo benefactor o, en todo caso, tener consideracio-
con sus padres por medio del acto de recibir. Con nes para con él, tratarlo bien, no emplear contra
esto se quiere decir que elaboran cierta clase de él todas las armas de las que dispone, so pena de
vínculos con sus “mamás” y “papás” a través de ser acusado de ingratitud y de verse condenado
la percepción de objetos cargados de valor. El por la palabra de la gente” (Bourdieu, 2007:169).
mismo hecho de recibir significa que alguien, al
otro lado, ha debido de enviar los presentes. Se Devolver representa el cumplimiento de
trata de una especie de presencia cuya extensión una obligación, de tal manera que el intervalo
son los objetos que se reciben: de tiempo que separa el recibimiento de presen-

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Explorar la agencia: el papel de las segundas generaciones en los procesos migratorios

tes de los padres (don) y el reconocimiento de su es decir, un espacio transnacional (Pries, 2008).
autoridad (contradon) es lo que permite percibir Así, al tiempo que el uso de Internet y el teléfono
como irreversible una relación de intercambio facilita que las relaciones y los nexos familiares no
siempre amenazada de aparecer y de aparecerse desaparezcan por efecto de la distancia, también
como reversible, es decir, como, a la vez, obligada son “herramientas-instrumentos” de los cuales
e interesada: los migrantes se reapropian con el propósito de
lograr continuidad en dichas relaciones:
“Mi mamá siempre ha sido de las personas
que si yo le pedía, me iba a mandar, pero “Con mis padres me relacionaba por telé-
lo que a mí me daba iras es no tenerla allí. fono. No hablábamos todos los días, nos
Entonces, no le pedía nada, le pedía a mi tío llamaban los fines de semana. Todos los
o a mi abuelita” (Juana, 14 años, España). domingos o todos los sábados nos lla-
maban y cada mes nos enviaban dinero”
De hecho, según se puede apreciar en las (Alberto, 12 años, España)
entrevistas realizadas, las segundas generacio-
nes relacionan la comunicación con sus padres Sin embargo, si bien las comunicaciones
con los regalos enviados: poseen un peso inestimable en el mantenimiento
y la reproducción de los vínculos afectivos, mate-
“Siempre nos llamaba para decirnos cómo riales y sociales entre padres, madres e hijos, las
estábamos, nos mandaba dinero para que estrategias comunicativas de ninguna manera
mi tía nos compre juguetes. ¡Como no aseguran que el cariño se mantenga intacto, más
teníamos tanto!” (Marta, 12 años, España). aun para aquellos niños que estuvieron sepa-
rados durante varios años, como es el caso de
Resulta interesante analizar los objetos a
Alberto:
los que los niños aluden: dinero, juguetes y ropa.
Las remesas parecen cumplir el objetivo de com-
“Me encariñaba bastante, y después ya no
pensar el “no haber tenido tanto”, como se afirma
le daba tanta importancia. Me llamaban,
asimismo en la cita anterior. Ahora bien, ¿qué sig-
conversaba. Es como si hubiera pasado
nifica “no haber tenido tanto”? Pues cosas como
algo, no les tenía tanto cariño porque no
no haber tenido juguetes antes de la migración
conviví tanto” (Alberto, 12 años, España)
de la madre o, como señala José, no haber con-
tado con dinero para “sus cosas”; es decir, para la
Las llamadas o el contacto por Internet
cobertura de las necesidades que un niño como
él, desde su perspectiva, podía tener. La partida tienen, según los niños, otra función clara: reci-
de los progenitores se traduce, de este modo, en bir información sobre la situación de quienes
el envío de remesas destinadas a cubrir necesida- han viajado. Este conocimiento, como se puede
des que, desde el criterio de los chicos, antes no observar en la cita que se presenta a continua-
podían ser satisfechas: ción, tiene el poder de crear situaciones de
empatía con los progenitores, pues supone
“Cuando tenía Internet, me conectaba con conocer qué hacen, cómo están y qué les ocurre
ella. Ella hacía giros, dinero, cada mes para en el día a día. Y este intercambio de información
mis cosas” (José, 12 años, España). cotidiana entre las personas las acerca también
social y afectivamente. Así, por ejemplo, si bien
Cuando los niños recuerdan las estrategias Marco no se refiere de modo explícito al hecho
a través de las cuales sus progenitores mantenían de que su madre, residente en España, llevaba a
los vínculos con ellos, también hacen referencia a cabo una serie de actividades que normalmente
la comunicación a través del teléfono o Internet. estaban dirigidas hacia su cuidado, expone que
Castello (2005) llevó a cabo una investigación cuando ella no podía llamarlo, era porque “vivía y
en Ecuador sobre los usos de Internet y del telé- trabajaba con unos niños”:
fono por parte de los migrantes. De su estudio se
concluye que ambos medios constituyen herra- “Era triste cuando no llamaba. Alguna vez
mientas que permiten la prolongación de las acti- no podía porque yo estaba en el cole-
vidades cotidianas, siempre y cuando posibiliten la gio, allá son 6 horas de retraso. Me dijo
construcción de un espacio donde se manifiesten mi madre que vivía y trabajaba con unos
y experimenten las relaciones familiares en juego; niños de interna” (Marco, 12 años, España).

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Otros elementos a través de los cuales los “En la primera comunión hablábamos para
niños señalan haber mantenido vínculos con hacer un vídeo. Les mandábamos salu-
sus progenitores son las fotografías y los vídeos. dos, así hablando, y le sabía coger el senti-
Estos, como se verá a continuación, son objetos miento3 a mi mami y sabía ponerse a llorar”
de la nostalgia y tienen la función de permitir (Alberto, 12 años, España).
un intercambio de información, afectos y una
serie de significados. Si bien la nostalgia suele Como se ha podido observar hasta el
ser un sentimiento expresado comúnmente por momento, la migración da lugar a una serie de
quienes partieron (es decir, por los progenito- vínculos transnacionales en los que las segun-
res), en este contexto el concepto se utiliza más das generaciones tienen un papel activo. Con el
bien, como repite Mejía (2005) citando a Boym fin de analizarlo con detenimiento, se ha colo-
(2001), como un sentimiento de pérdida y des- cado la lupa etnográfica en los lazos transnacio-
plazamiento que es experimentado también nales que se generan en la distancia física entre
por quienes no partieron, esto es, por los niños. “papás”, “mamás” e hijos. Ha sido interesante
Esta nostalgia supone la elaboración de relacio- entender que las segundas generaciones no solo
nes con objetos de la memoria específicos, como son objeto de envío o remesas, sino que quienes
las fotografías y/o los vídeos en este caso. Susan las integran desempeñan un papel activo en la
Sontag (1996) se refiere al “pacto generalizado utilización estratégica de dispositivos cuya fun-
de la añoranza” con el fin de explicar el vínculo ción es mantener la promesa del reencuentro, el
que la fotografía mantiene con la nostalgia y el envío de regalos, las conversaciones telefónicas,
paso del tiempo. Para ella, esta relación supone el uso de Internet y el intercambio recíproco de
una forma de lucha contra el irremediable paso fotos, vídeos y otros objetos de la memoria.
del tiempo, constituye un mecanismo de control
de la angustia que este conlleva. En este sentido,
las fotografías a las que los niños dicen haber
recurrido al experimentar melancolía recrean a 4. A modo de conclusión
quienes partieron: constituyen representacio-
nes a partir de las cuales imaginan y, por tanto,
recuerdan a quien se fue: En este artículo se ha analizado el papel
de las segundas generaciones en los procesos
“Me dicen que tenía fotos de mi mami migratorios. Para ello, se ha partido del caso de
y que las veía y me ponía a llorar. Yo sí sabía los niños y niñas que nacieron y vivieron sus
que mi mami se fue y no está” (Camila, primeros años en Ecuador y después migraron
13 años, Alemania). junto a sus familias a España y Alemania.

Asimismo, según los niños y niñas, las imá- Si bien existen una serie de situaciones
genes que envían los progenitores les informan que permiten hablar de la agencia ejercida
sobre cómo es el entorno en el que viven sus por las segundas generaciones en los distintos
padres, los paisajes y el clima que los rodean, los momentos del trayecto migratorio familiar (como
espacios a los que los niños se enfrentarían en su rol de cuidadores de los abuelos, lo que plan-
caso de viajar. tea la pregunta de “quién cuida a quien”), este
artículo se ha centrado en los discursos elabo-
Finalmente, la circulación (envío y recep- rados por los chicos sobre un momento muy
ción) de objetos de la memoria (fotografías, concreto del trayecto migratorio familiar: antes
cartas y vídeos que representan a los ausentes) del viaje. En otras palabras, se han analizado los
también tiene la función de consolidar los víncu- discursos que los niños elaboran sobre su papel
los paterno-filiales. De este modo, no solamente los después del viaje de sus progenitores (y antes
niños reciben objetos que de algún modo fijan de su propio viaje) a través del análisis de dos
los recuerdos de “mamá” y “papá”, sino que ellos cuestiones: (1) la resignificación de los roles
también envían cartas, vídeos y fotos con oca- familiares llevada a cabo por los propios chicos;
sión de celebraciones o eventos familiares espe- (2) su papel activo en la reproducción de víncu-
ciales, como sus primeras comuniones. Estas los transnacionales.
imágenes tienen como principal propósito con-
tar esas experiencias extraordinarias a quienes 3
  El término “coger el sentimiento” se refiere a sentirse
no estuvieron presentes en los actos: triste o sensible.

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Explorar la agencia: el papel de las segundas generaciones en los procesos migratorios

Entre otras cosas, se puede señalar


varias cosas de las cuales a mí me gustaría Bibliografía
subrayar dos. Por un lado, que las segundas
generaciones tienen un papel central no sola-
mente en la asignación de roles y significados Besserer, F. (1999), “Estudios transnacionales
a las relaciones familiares, sino también en la y ciudadanía transnacional”. en Mummert, G. (ed),
reproducción de relaciones de género y edad Fronteras Fragmentadas, Colegio de Michoacán-
que se reparten de modo desigual en las fami- CIDEM, México.
lias. Esto sucede así incluso cuando estas se
transforman debido a la migración. Además, Bourdieu, P. (1999), La miseria del mundo,
por lo señalado, también se puede afirmar Akal.
que las segundas generaciones desempeñan
un papel activo en la utilización estratégica — (2007), El sentido práctico, Siglo XXI.
de dispositivos de reproducción de relaciones
transnacionales. Boym, S. (2001), The future of nostalgia,
New York: Basic Books.
Estas ideas permiten sostener que las
relaciones generacionales constituyen una Bryceson, D., y U. Vuorela (2002), The
llave para entender los procesos de cambio transnational family new European frontiers and
social, es decir, posibilitan el análisis de cómo global networks, Oxford, Oxford University.
las familias, las comunidades y las relaciones
sociales se regeneran. Esto se vincula directa- Carrasco, (2002), “La escolarización de hijos
e hijas de migrantes extranjeros y de minorías
mente con el análisis de los procesos migra-
étnico-culturales en España”, Revista de Educa-
torios, puesto que aborda la edad como una
ción, 329 (edición no distribuida).
herramienta de investigación a través de la cual
se puede observar cómo la gente experimenta
Carrillo, C. (2005), “El espejo distante. Cons-
los cambios sociales, políticos o económicos
trucciones de la migración en los jóvenes hijos e
asociados a la migración en sus vidas íntimas,
hijas de emigrantes ecuatorianos” en: Herrera,
y cómo, a su vez, las prácticas asociadas a las G., Torres, A. y C. Carrillo, La migración ecuato-
relaciones generacionales inciden en los pro- riana. Transnacionalismo, redes e identidades,
cesos migratorios. En este sentido, las relacio- Quito: Flacso-Plan Migración, Comunicación y
nes de edad entre padres, madres e hijos son Desarrollo.
fundamentales, toda vez que reflejan proce-
sos de globalización a gran escala. La edad y Castello, P. (2005), “Migración ecuato-
las relaciones generacionales que tienen lugar riana y uso de nuevas tecnologías de informa-
en contextos migratorios ofrecen una perspec- ción y comunicación”, Cartillas sobre migración,
tiva analítica valiosa de los procesos asociados 12, Quito: Plan Migración, Comunicación y
a la globalización, como la migración, pues cap- Desarrollo.
turan tanto los procesos de nivel microescala
(que acontecen en el seno de la familia, en las Christensen, P., y A. James (2008), “Introduction:
relaciones domésticas y en la propia persona) Researching children and childhood cultures
como de gran escala (transformaciones políti- of communication”, en Christensen, P. y A. James,
cas y económicas). En este sentido, la explora- Research with children. Perspectives and practices,
ción de los discursos elaborados por los niños London: Routledge.
sobre su papel en los procesos migratorios
induce a plantear un análisis interseccional. García Borrego, I. (2008), Herederos de la
En otras palabras, no cabe llevar a cabo el exa- condición de inmigrantes: adolescentes y jóvenes
men del papel desempeñado por las segundas en familias madrileñas de origen extranjero, Tesis
generaciones si no se considera que los víncu- doctoral, Universidad Nacional de Educación a
los individuales y colectivos establecidos entre los Distancia, Madrid.
chicos y la sociedad tienen lugar en contextos
específicos y están atravesados por diferencias de García, M.; Mateo, I., y P. Gutiérrez (1999),
género y edad (y clase social y género, aunque Cuidados y cuidadores en el sistema informal
por motivos de espacio, no hayan sido inclui- de salud. Investigación cuantitativa, Instituto
dos en este artículo). Andaluz de la Mujer.

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