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Caso de análisis N° 01: Naturaleza de la ética

Para comprender lo mucho que encierra en sí el concepto de «ética», se requiere un


análisis profundo de la definición dada. En primer lugar, hemos dicho que la Ética es
una ciencia. Entendemos por ciencia un conocimiento sistemático; es un cuerpo de
conclusiones coordinadas, claramente establecidas, basadas en principios demostrados o
evidencias. Toda ciencia está, por su misma naturaleza, limitada a un determinado
campo del conocimiento humano. Su objeto es investigar el origen, naturaleza y fin de
aquellas cosas que están comprendidas en el ámbito de su esfera. La ética se halla
circunscrita en su objeto al campo de la verdad moral, y nos presenta de un modo
sistemático una sólida base racional para juzgar de la bondad o malicia de las
acciones humanas. Es, por consiguiente, una verdadera ciencia. Es, además, una ciencia
natural. Esta afirmación se hace atendiendo a los medios de que se dispone en el estudio
de esta ciencia en orden a establecer sus conclusiones.

La Biología, la Química y las demás, que designamos generalmente con el nombre


de «ciencia», son ciencias naturales en un doble sentido. 
Estas ciencias utilizan medios puramente naturales o humanos para llegar a sus
conclusiones, y en su mayor parte tocan asuntos concernientes al mundo de la
naturaleza física. Por otra parte, la Teología es una ciencia sobrenatural. Sus
conclusiones hacen una referencia particular a la vida sobrenatural del hombre y se
basan sobre la palabra revelada de Dios.

La ética, en cambio, es una ciencia natural en cuanto que se sirve de medios puramente
humanos —la razón humana— para llegar a sus conclusiones. No se basa ni en la
revelación divina, ni en las enseñanzas de Cristo, transmitidas por la tradición de la
Iglesia infalible. La Ética es una rama de la filosofía, una ciencia que deduce sus
conclusiones mediante el uso debido de la razón dejada a sí misma. 
Bien sabido es que las enseñanzas infalibles de la Iglesia de Cristo son de un valor
indirecto para el estudio de la Ética. Tales enseñanzas sirven de guía excelente y de
comprobación constante para la rectitud de nuestros procedimientos racionales. Pero, en
sí misma considerada, la Ética depende solamente de la capacidad natural que la razón
humana posee para especificar la moralidad de cada una de nuestras acciones. Por esta
razón, la Ética puede ser considerada como una ciencia puramente natural.
Es también la ética una ciencia práctica y directiva. Aunque estas dos cualidades sean
de alguna manera comunes a todas las ciencias, en la ética tienen un sentido particular.
Algunas ciencias son de carácter especulativo; otras, como la Física, Química, etc.,
tienen una finalidad eminentemente práctica. Pero la ética es ciencia práctica en el más
auténtico sentido de la palabra. De las otras ciencias prácticas se puede prescindir en la
vida, no así de la ciencia ética. Hay múltiples actividades humanas que se desentienden
de esas otras ciencias prácticas, no siendo, por tanto, necesario su uso. Las verdades y
normas éticas, una vez conocidas, obligan moralmente al hombre a aceptarlas y ponerlas
en práctica; dichas normas deben ser como un molde en que se vacíe la vida humana.
En una palabra, las otras ciencias son prácticas, porque pueden llevarse a la práctica; la
ética lo es, porque a sus principios debe ajustarse toda una vida.
 De todo lo expuesto se deduce claramente que la ética está en íntima relación con la
acción moral. Sin embargo, una rápida ojeada a la mayor parte de las obras escritas
sobre ética y Medicina para enfermeras, nos revela que tales obras no están escritas
teniendo en cuenta su relación con los principios morales, ya que se trata más bien de lo
que podría denominarse «manual de educación para enfermeras». Materias tales como,
por ejemplo, tacto, buenos modales, desarrollo de la personalidad y otros tópicos
semejantes, llenan la mayor parte de estos libros. Es cierto que estas cualidades han de
entrar a formar parte del carácter específico de todo profesional en Medicina, y se debe
procurar que reciban una educación que nada deje que desear en esta materia. Pero no
olvidemos que las normas de la ética constituyen algo fundamental y necesario para
poder conducirse rectamente en la solución de los difíciles y a la vez realísimos
problemas morales que se han de encontrar a cada paso.

REQUERIMIENTO

1. Explique cual es la naturaleza de la ética

Todo ser humano se ha cuestionado la presencia del bien y del mal y es algo que se
ve aun en la realidad, y parte del análisis de la acción humana. Por ejemplo: Se
puede trabajar bien o mal, ser un buen amigo o no serlo, en definitiva, desempeña
un buen o un mal papel en cada una de las actuaciones. Es por ello que el individuo,
comenzó a plantearse estas cuestiones cuando tomó conciencia de que el ejercicio
de su acción libre no significaba simplemente solo una elección, pues esa libertad
tiene un alcance más profundo y decisivo al optar sobre una u otra cosa y que sabe
que está decidiendo sobre sí mismo y está eligiendo el tipo de persona que quiere
ser.

Entonces, la ética es la parte de la filosofía que estudia la vida moral del hombre
porque se centra en una dimensión particular dentro de la realidad de la vida
humana, lo que se denomina el comportamiento libre de la persona y, por ende la
conducta responsable que pueda tener. Sumado a ello, la ética reflexiona sobre el
significado profundo de la vida moral y se pregunta por lo que persigue el hombre
en el paso de su vida, para determinar, a partir de esa meta, aquellos
comportamientos mediante los cuales podrá alcanzar la tan ansiada felicidad y que
todos buscamos en este mundo. En conclusión, de estas consideraciones se deduce
que la ética está al servicio de nosotros como seres humanos para ayudarnos a vivir
mejor.

2. ¿Cómo puede usted definir la Ética y que relación se puede establecer con el
desempeño laboral?

La ética es la ciencia que se encarga de estudiar la moralidad de los actos humanos,


pero; ¿qué es la moralidad? Es la bondad o la maldad de las acciones que
realizamos y que se clasifican como buenas o malas y esta clasificación se le
atribuye a los actos humanos, esto último son acciones en los que interviene la
inteligencia y la voluntad y que realizamos a conciencia.
Ahora, si lo relacionamos con el desempeño laboral puedo decir que, cuando
adquirimos un empleo se supone que queremos conservarlo por un buen tiempo y
que nos gusta lo que estamos haciendo, el servicio que estamos prestando a otros a
través de nuestro desempeño y para conservarlo es importante poner en práctica LA
ETICA.
Cuando ponemos en práctica todo tipo de virtudes en nuestro desempeño laboral no
cabe ninguna duda que seremos personas con sumo éxito en cualquier profesión
que elijamos o trabajo que tengamos, ya que lo haremos con buenos principios y
valores pues nunca tendremos de que avergonzarnos, por el contrario; iremos
siempre con la frente en alto sirviendo bien a los demás.
Pero a veces surge esta pregunta: ¿Sera que la ética nos hace mejores
profesionales? En mi opinión, definitivamente sí, ya que todo lo que significa la
ética es bueno hábitos de buen comportamiento pero sobre todo virtudes como la
prudencia, la honestidad, la justicia, etc.
Entonces, como apreciación personal puedo concluir que si en el mundo laboral se
aplicara la ética al 100%, en la labor que cada profesional tenga, no importa cuál
sea esta, siempre y cuando sea lícita; este mundo sería muy distinto en cuanto a
valores, principios. En nuestro país, estoy casi segura de que no veríamos ni
hablaríamos de los actos de corrupción que aqueja a nuestra nación.

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