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CENTRO AMERICA (dos intentos socialistas y dos ejemplos de la política del garrote)

En las primeras décadas del siglo XX, las islas del Caribe se convirtieron en el principal cliente de Estados Unidos. las
mercancías norteamericanas comenzaron a llenar el mercado y fueron desplazando a las europeas. Las monedas
locales, quedaron sometidas al dólar y las reservas monetarias eran depositadas en bancos norteamericanos. Una
sola empresa, la American Sugar Company, controlaba la producción azucarera de Cuba, Santo Domingo y Puerto
Rico. Las inversiones estadounidenses transformaron la economía de estas islas, que pasaron a tener una fuerte
relación de dependencia económica con los Estados Unidos, a partir de la guerra hispano-norteamericana.
El expansionismo norteamericano, que comenzó en el Caribe con la idea de anexar bases exclusivas en Puerto Rico y
en Cuba, se extendió hacia Centroamérica con el proyecto de abrir un canal interoceánico, primero en Nicaragua y
después en Panamá. El presidente Theodore Roosevelt (1901-1909) promovió una política exterior agresiva a través
de un intervencionismo en los países vecinos: con desembarco de tropas, ocupación de puertos y control de
aduanas. Esta diplomacia norteamericana fue conocida como “política del garrote” (big stick).
Roosevelt, consideraba a América Latina como una dependencia norteamericana, calificaba a estos pueblos como
“desdichadas republicas” que no estaban preparadas para autogobernarse y necesitaban la guía de una nación
fuerte y civilizada. Dispuesto a impedir las intromisiones europeas en los países latinoamericanos, defendió el
derecho exclusivo de intervención de los Estados Unidos en el continente. Para ello, amplio el alcance de la Doctrina
Monroe, a través del Corolario Roosevelt, que justificaba su política intervencionista en al intención de mantener el
orden en las repúblicas vecinas.
Desde 1900 hasta la Gran Depresión de 1930, las principales víctimas de la política imperial de los Estados Unidos
fueron las pequeñas naciones del Caribe y de América Central. Durante este periodo, las compañías norteamericanas
consolidaron sus inversiones y obtuvieron grandes concesiones de tierras para plantaciones ferrocarriles en las
repúblicas de Centro América, cuyas economías de exportación quedaron atadas y dependientes al capital
extranjero. Los sucesores de Roosevelt denominaron “diplomacia del dólar”, a la doctrina que afirma el derecho del
gobierno de Estados Unidos a buscar y proteger negocios lucrativos o inversiones para sus empresarios.

Guatemala
Guatemala1, luego del proceso independentista en la región, quedo bajo la órbita mexicana. Sin embargo, gracias a
una Constitución centralista, en 1847 se independiza de México y forma parte de una Confederación con otros
países centroamericanos.
Con la apertura del libre comercio, a comienzos del siglo XIX, Gran Bretaña influyo en toda la región
centroamericana. Sin embargo, Centro América continuo exportando productos tradicionales (principalmente
productos para teñir: añil y la grana). Avanzado el siglo, comenzaron las exportaciones de café, debido al clima
tropical de la región, que era comercializado por empresas inglesas y, finalmente, la gran plantación cafetalera
desplazo a la agricultura de colorantes en la economía centroamericana. En este contexto, Guatemala desarrollara
una producción de monocultivo, en latifundios, con mano de obra esclava y con fuertes capitales extranjeros, lo cual
crea la base para la necesidad de una reforma agraria.
Las haciendas cafetaleras se consolidaron en la costa del Pacifico. Las reformas liberales adoptadas por el gobierno
de Justo Rufino Barrios (1873-1885) arremetieron contra la Iglesia y contra las comunidades originarias, expropiando
tierras y movilizando mano de obra indígena a través del reclutamiento forzoso. De este modo, los indios
guatemaltecos, que constituían la mayoría de la población, fueron obligados a desplazarse de sus originarias tierras
altas, endeudados, y comenzaron a vivir en rancherías en el interior de la haciendas de café y cobraba en especies o
recibían una pequeña parcela para su subsistencia.
Manuel Estrada Cabrera, dictador de Guatemala desde 1898 a 1920, abrió las puertas del pais a las inversiones del
monopolio frutero norteamericano y, a partir de 1901, Estados Unidos va a comenzar a tener empresas en

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Había sido sede de las autoridades coloniales españolas.
Guatemala: la más importante es United Fruit Company2, que se dedica a la producción del banano (instalada en
Costa Rica, Guatemala y Honduras). Desde ese momento, esta empresa comienza a tener una gran extensión de
territorios guatemaltecos, generando un fuerte arraigo de la población local con la cultura estadounidense. Esta
situación, no solo generaba una injerencia económica en Guatemala, sino que también era una influencia política, ya
que la empresa tenía incluso más poder que los partidos políticos. Por otro lado, la presencia de esta compañía
extranjera desplazo y arruino a los pequeños cultivadores locales de bananos e, impuso condiciones terribles a los
trabajadores de las plantaciones.
Este periodo clásico de Centro América, que se extiende desde comienzos del siglo XX hasta la crisis de 1929, es
conocido como “Imperio bananero”, y es cuando, en esta región, las compañías norteamericanas reemplazaron a los
sectores oligárquicos locales dedicados a las plantaciones del café. En este contexto de dependencia del país,
comenzó a utilizarse el término de “Repúblicas bananeras”, para definir a los Estados que eran dependientes del
capital norteamericano, sin casi soberanía y, que dependen de lo que los capitales decidan.
A partir de 1944 se instauran las elecciones libres en Guatemala y, luego de la Revolución de Guatemala del 20 de
octubre de ese mismo año, hay un periodo de gobiernos socialistas, donde se destaca Jacobo Arbenz, que es
presidente desde 1951 a 1954, que es un socialista moderado, pero que cultiva las idas de reforma agraria y
soberanía nacional. En la práctica, el proyecto de Arbenz estaba condenado a fracasar porque tiene que generar la
reforma a partir de la expropiación y nacionalización de las tierras de las empresas estadounidenses, con lo cual, se
gana un enemigo muy fuerte: Estados Unidos. Como consecuencia, en 1954, la CIA orquesta un golpe de Estado y,
asume en el poder un presidente más conservador, Carlos Castillo Armas.

Durante la década de 1960 se da una serie de gobiernos militares, que generan guerras civiles y una violación de los
derechos humanos, sobre todo contra la población originaria (mayas). Recién en 1985 se lograra la vuelta a la
democracia y, en 1996, comienza un proceso de paz, donde se crea un tribunal para juzgar las violaciones de
derechos humanos.

Nicaragua
Los proyectos de anexión de Nicaragua a Estados Unidos se remontan a 1855, cuando William Walker desembarco
en las costas nicaragüenses e intento infructuosamente apoderarse del país. Más tarde, hacia finales del siglo XIX,
como en el resto de Centroamérica, la economía de Nicaragua se basaba en el cultivo de café, cuyo auge estaba
vinculado al dominio británico. Sin embargo, a partir de la ocupación norteamericana de 1912, que se prolongó
hasta 1933, Estados Unidos sustituyo a Gran Bretaña y, comenzaron las primeras inversiones en la costa atlántica,
vinculadas a la explotación maderera y a las plantaciones de bananos de la United Fruit.
Nicaragua se constituía como una zona de interés para Estados Unidos, porque desde el siglo XIX, cuando se quería
hacer un canal de unión interoceánico, entre el Atlántico y el Pacifico, era una de las opciones, incluso más viable
que Panamá. De esta manera, la intervención armada en Nicaragua3, que comenzó en 1912, tuvo un motivo
estratégico: al construirse el Canal de Panamá, Estados Unidos necesitaba asegurar una concesión alternativa, un
segundo paso interoceánico. Los grupos dominantes locales fueron en ese momento partidarios de la intervención
estadounidense para derribar al dictador José Santos Zelaya, quien no acepto firmar un tratado de cesión de
derechos territoriales exclusivos para la apertura del futuro canal. A partir de la intervención, Zelaya renuncio y se
vio obligado a exiliarse en México.
Luego de la renuncia de Zelaya, en 1916 asumió como presidente de Nicaragua el general Emiliano Chamorro, quien
consumo el tratado Bryan-Chamorro (durante la presidencia de Wilson en EEUU), en el cual Estados Unidos obtuvo
la concesión de los territorios previstos para la construcción del canal a lo largo del Rio San Juan y el Gran Lago de
Nicaragua y, de una base naval en el Golfo de Fonseca. Además, Estados Unidos otorgo préstamos a gobiernos
locales que avalaron la permanencia de marines y la supervisión de las elecciones. De esta forma, la presencia militar
2
Controlaba el 80% de las plantaciones de bananos y la red ferroviaria de América Central. Además, era propietario de buques
mercantes, redes telegráficas, bancos e instalaciones en todos los puertos del Caribe.
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La profesora lo dio como diferentes intervenciones, que se dieron en: 1912, 1927, y 1933, pero el libro lo da como todo un
proceso de intervención, desde 1912 a 1933.
extranjera se extendió por más de 20 años, consolidando una situación directamente neocolonial, un protectorado
sobre Nicaragua: Estados Unidos impuso la supervisión de las aduanas, el control bancario, la inspección de fronteras
y la creación del primer ejército profesional, la Guardia Nacional.
La Resistencia de Sandino: en 1926, surgió una resistencia armada liderada por Augusto Cesar Sandino, quien
comenzó a reclutar sus primeros compañeros de lucha contra el conservadurismo, encarnados en las figuras del
general Chamorro y de Adolfo Díaz, y contra la nueva ocupación norteamericana (se consagro como figura
antiimperialista). El combate, que contó con el apoyo de sectores obreros y campesinos y también con el del
gobierno revolucionario mexicano, trascendió a toda América Latina.
Las fuerzas de ocupación norteamericanas bombardearon las localidades donde se destacaba la presencia de
Sandino, ordenaron desarmar al Ejército Sandinista y dieron orden de capturar al caudillo rebelde. La persecución
fue implacable pero Sandino, refugiado en la zona montañosa y selvática de Las Segovias, de muy difícil acceso,
respondió con una estrategia guerrillera, organizando emboscadas al ejército invasor. Un símbolo de su
determinación fue la toma, en 1927, de las minas de San Albino, propiedad de un ciudadano norteamericano y, en
1931, después de que el gobierno de Estados Unidos anuncio su intención de retirarse de Nicaragua, los sandinistas
destruyeron las instalaciones de la United Fruit en la costa atlántica.
Durante seis años el Ejército de Sandino mantuvo su iniciativa. Se incorporaron voluntarios mexicanos y
centroamericanos, como el salvadoreño Farabundo Marti, y recibió una amplia solidaridad internacional (México, la
Unión Soviética y China). Las noticias sobre las matanzas y los estragos causados por la aviación estadounidense en
Nicaragua habían provocado la indignación y la solidaridad continental, y esto se expresó claramente en ocasión de
la Conferencia Panamericana de 1928, que censuro duramente la política imperial de Estados Unidos. Sandino llego
a enviar un mensaje a la Conferencia reunida en La Habana, solicitando a las delegaciones de los países presentes
que exigieran el retiro inmediato de las fuerzas de ocupación de su país. Si bien el delegado norteamericano tenia
precisas instrucciones de evitar el debate y cualquier declaración a favor del principio de no intervención, las
posiciones se aunaron en contra del intervencionismo.
La prensa estadounidense también comenzó a criticar la presencia en Nicaragua y a poner ne ridículo al persecución
de bandidos en pequeños países centroamericanos. Finalmente, en 1933, las fuerzas estadounidenses abandonaron
Nicaragua, aunque dejaron que la Guardia Nacional, entrenada por ellos y dirigida por Anastasio Somoza, siguiera
actuando. El 21 de febrero de 1934, tras ser citado por el presidente Sacasa para negociar, Sandino y dos de sus
generales son asesinados a traición por Somoza. Dos años más tarde, Somoza, con el apoyo de Estados Unidos,
encabezo el golpe de Estado que depuso al presidente Sacasa, iniciándose así, la larga dictadura familiar de los
Somoza, que duraría 40 años: Anastasio gobernó Nicaragua hasta su muerte en 1956, luego asumió el gobierno su
hijo, Luis Somoza (1956-1962) y, por último, el hermano menor de este, Anastasio Somoza (1962-1979). Después de
la revolución de 1979, esta familia va a ser exiliada y, finalmente, terminara siendo asesinada.
En 1979, se da un movimiento revolucionario en contra de la familia Somoza, liderado por el Frente Sandinista para
la liberación4, compuesto por la izquierda, centro izquierda e incluso algunos liberales (después el frente termina
radicalizándose). Este movimiento, generara lo que se denomina “la Teología de la liberación”, ya que es un
movimiento muy cultural, que se forma del lado de la Iglesia de izquierda, con el Cardenal Enrique, y que es muy
cultural, porque se pone el acento en la alfabetización y en la sanidad. Este movimiento revolucionario es muy
apoyado por Cuba, y termina siendo global, por el intento de internacionalización misma del Frente sandinista.
Estos movimientos socialistas, en el contexto de la Guerra Fría, generan que haya una fuerte intervención
estadounidense para sofocar la revolución (puesto que se hallaban en lo que Estados Unidos considera su “Patio
trasero”, o zona de influencia natural). De esta manera, el movimiento de lucha contra la revolución va a ser el
Movimiento de los Contras, que estaban asentados en Honduras (de gobierno de derecha), y que eran
estadounidenses y hondureños.

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La reforma agraria que realiza el Frente Sandinista, es principalmente con la expropiación de las tierras de la familia Somoza,
que son dadas a cooperativas de los pueblos originarios.
A partir de esto, se generara una guerra civil importante, que se extenderá hasta 1990, donde el sistema político
colapsa, se llama a elecciones y gana Violeta Barrios de Chamorro (de una ideología liberal moderada), que se
consagra como al primera presidenta mujer del continente americano.
En las elecciones de 2006, volvió a ganar el Frente Sandinista, que estaba representado por Daniel Ortega (socialista,
de la revolución), quien asume en un contexto de gran crisis económica, ya que el país se ve afectado por la situación
de Cuba y Venezuela, sus aliados históricos. Ortega, al volver en este momento, lo hace con un ideario muy
diferente, porque hace reformas de corte neoliberal, como el recorte de las jubilaciones, y esto genera enormes
manifestaciones en contra del gobierno, que provocan muchas muertes.

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