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¿La muerte?

¡No existe!

“Todo es evolución y conciencia”

FRANCISCO NIETO VIDAL


Dedicado a todo aquel que busca
la Verdad oculta, a aquellos que buscan
a Dios a través de la devoción,
y a aquellos otros que,
con una mente abierta, admiten y valoran
positivamente estas enseñanzas.

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ÍNDICE

Página

INTRODUCCIÓN………………………………………………...6

CAPÍTULO I: ……………………………………………………14
El ser humano y sus cuerpos (el cuerpo, etérico, el de deseos y
el mental)
Quién es el verdadero Hombre
Dónde se desarrolla la humanidad
Los mundos donde evoluciona.
Por qué estamos aquí
Quién creó al hombre y para qué

CAPÍTULO II:…………………………………………….…….85
Evolución de la vida y de la forma material
La voz de la conciencia
La evolución del Alma a través del renacimiento
La inmortalidad del Espíritu.
El Espíritu, el Ego y la personalidad

CAPÍTULO III:…………………………………………………128
¿Qué es la muerte y por qué ocurre?
Diferencias entre las clases de muerte
Qué o quién produce la muerte
El renacimiento y la evolución
Posibilidad de volver después de muerto

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CAPÍTULO IV:………………………………………………….168
¿Qué ocurre en el momento de la muerte?
Después de la muerte
Incineración, embalsamamiento y entierro
Salvación o condenación eterna
Confesión, absolución y retrospección
Comunicación con nuestros seres queridos fallecidos
Ayuda a los que están en el más allá.

CAPÍTULO V:……………………………………………………230
Fenómenos relacionados con el más allá y con los cuerpos
superiores (Mediumnidad, hipnotismo, sueños y ensueños,
sonambulismo, obsesión, el aura protectora,
clarividencia, autosugestión, sugestión hipnótica)
Hechos y aspectos físicos a través del cuerpo etérico
Cómo se crean los elementales temporales
Influencias de la atmósfera psíquica
Seres que habitan entre nosotros.

CAPÍTULO VI: …………………………………………………281


Cómo es el Mundo de Deseos o astral
¿Existe el Purgatorio? ¿Qué ocurre allí?;
¿Existe el Cielo? ¿Cómo es y qué hacemos allí?
¿Qué ocurre en el Segundo Cielo?
¿Qué ocurre en el Tercer Cielo?
Desenvolvimiento y manifestación del Ego en la personalidad

CAPÍTULO VII: ………………………………………………...333


Hacia un nuevo renacimiento
¿Por qué, cómo y cuándo renacemos?

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¿Por qué renacemos en determinado lugar, familia y
circunstancias?

CAPÍTULO VIII: ………………………………………….375


El nacimiento y el karma en una nueva vida
Karma y pago de deudas
El destino y el libre albedrío
La responsabilidad por nuestros pensamientos.

CAPÍTULO IX: …………………………………………………422


El Ego y el nacimiento de sus cuerpos
¿Por qué no recordamos lo que hicimos en otra vida?
Perfección o fin del renacimiento
Acelerando el desarrollo espiritual
El sendero del discipulado
El nuevo concepto sobre la muerte.

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INTRODUCCIÓN

No es mi intención al exponer estas enseñanzas basadas


en la filosofía esotérica oculta, intentar convencer a los
incrédulos de que la muerte no existe y que, por tanto, no hay
que tener miedo a lo que pueda ocurrir en el más allá. Si un
ciego o un sordo no quieren admitir que hay luz y sonido, por
mucho que intentemos convencerles no lo conseguiremos,
como tampoco se convencerán los escépticos y preferirán
continuar con sus conceptos o ideas absurdas que, por mucho
que se intenten explicar, no tienen ningún sentido. ¿Cómo
podríamos explicar la belleza de los colores en la naturaleza a
un ciego? No es nada fácil, como tampoco lo es demostrar que
el hombre tiene varios cuerpos y que con algunos de ellos va
cada noche a otro mundo. Sin embargo, cuando alguien desea
analizar estas enseñanzas con una mente abierta y de forma
razonada y lógica, comprenderá que es más fácil que todo esto
sea mucho más cierto que lo que nos han contado hasta ahora
las iglesias y la ciencia.
Nadie puede explicar cómo es un país lejano casi
inexplorado más que el explorador que ha estado allí y ha
estudiado a sus gentes, sus costumbres y su naturaleza en

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general; quien escuche lo que el explorador cuenta sólo podrá
hacerse un pequeño bosquejo de la realidad. De la misma
forma, solo unos pocos han tenido o tienen la posibilidad de ser
conscientes en el más allá y otros de ser clarividentes hasta el
punto de estudiar y comprender lo que ven. No todo el que
escribe o habla de estos temas ha tenido la experiencia
directamente, más bien diría que casi ninguno, por tanto,
veamos quiénes son más dignos de crédito:

1º.- Hay muy pocos libros escritos por personas que tuvieron
ese poder, pero esas personas existieron y dejaron una gran
enseñanza y escuela; éstos son los más dignos de crédito.
2º.- Otros, en mayor número, que son o fueron sus discípulos y
estudiantes sinceros que han recopilado y escrito con la
intención de diseminar estas enseñanzas; algunos de ellos muy
adelantados.
3º.- Otros tantos que han hecho lo mismo después de llevar a
cabo toda una serie de ejercicios espirituales, meditaciones, etc.
y que están en el Sendero de Probación ante un Maestro.
4º.- La gran mayoría, sin tener apenas idea de lo que dicen
porque lo han copiado de cuatro libros que han caído en sus
manos, se dedican a dar gran importancia a lo fenoménico y
casi nada a lo espiritual; estos son los que menos credibilidad
tienen.

Los conocimientos expuestos en esta obra están basados


en lo que he aprendido de los más importantes ocultistas y en
mis propios razonamientos, estudios, meditaciones y, en
definitiva, experiencias en el mundo del ocultismo. Yo no
puedo demostrar nada a nadie ni lo deseo, cada uno es libre de

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pensar lo que quiera, pero el lector debe tener claro que lo
mismo que un niño de tres años no está preparado para
aprender algebra, sí lo estará en un futuro y entonces lo
comprenderá y se dará cuenta de lo útiles que son las
matemáticas por muy abstractas e incomprensibles que sean.
Estas enseñanzas las comprenderá quienes están preparados
para ello y los que, buscando la Verdad con una mente libre de
conceptos, creencias y dogmas, quieran razonar y comenzar a
creer que hay algo más elevado que es mucho más importante
que todo lo existente en la Tierra. Quienes crean en lo que aquí
se expone y quieran ver su aspecto divino y espiritual,
alcanzarán un grado en el que no necesiten que les demuestren
nada porque ellos encontrarán las pruebas en su interior;
entonces afirmarán lo que aquí se dice, pero tampoco podrán
demostrar nada.

Cuando alguien escucha, busca o investiga alguna


nueva enseñanza y lo hace pensando que, al ser diferente a lo
ya conocido alguna nueva verdad descubrirá, está superando lo
tradicional y habitual para enfocar su mente y su conciencia en
un nivel más elevado. Cada uno de nosotros somos un mundo,
algo así como un cristal de un determinado color según sea
nuestro propio desarrollo, por tanto, el más desarrollado estará
más cerca de la luz blanca mientras que los menos serán una
mezcla de muchos colores que no podrán reflejar la Luz. Según
vamos evolucionando nos hacemos más humanos, fraternales y
serviciales, es decir, nos vamos centrando en un solo color
primario, lo que facilita la compenetración y combinación con
la “Luz de la Verdad”. El renacimiento ha sido un dogma
fundamental en oriente desde hace muchos siglos, en la India,
en Egipto, entre los Fariseos y Judíos y en escritos como la

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Biblia o el Zohar. Pero también en occidente desde hace cierto
tiempo ha habido grandes investigadores o filósofos que han
creído en esta enseñanza, podríamos hablar de Giordano
Bruno, Paracelso, Jacobo Boheme, los alemanes Schopenhauer,
Leibnitz, Hegel, Kant por la antropología; pensadores ingleses
como Henry More y otros; todos ven en el renacimiento una
solución para muchos problemas y una “hipótesis” cada vez
más creíble. De aquí que, todos, en un futuro cercano o lejano,
debamos admitir que la Luz de la Verdad con sus Leyes de
Renacimiento y Consecuencia (entre otras) son la base de
nuestra evolución; una evolución que hará que algún día
reconozcamos en nuestro ser interno que nuestra procedencia
es divina.

Como mi intención es dar una idea clara, concisa y


razonada del proceso de la muerte y de lo que ocurre después
de la misma, espero que cada cual saque la conclusión lógica y
adecuada para poder pensar que no hay porqué tener miedo a la
muerte puesto que hemos muerto muchas más veces y
moriremos otras tantas más. Cuando seamos conscientes de
que la muerte es el medio por el cual nos deshacemos del
cuerpo porque ya no nos sirve para continuar con el desarrollo
previsto, y que gracias a ella obtendremos un descanso en
nuestro verdadero mundo, entonces enfocaremos la vida desde
otro punto de vista. El hecho de ser ignorantes de esta
transformación o cambio de estado de conciencia es la causa de
nuestros sufrimientos por el hecho de “cortar” las relaciones
con nuestros seres queridos. La muerte no cambia a las
personas, en el otro mundo seguimos siendo iguales y
seguimos haciendo las mismas cosas durante un tiempo, solo
cambia el estado de conciencia y el hecho de que no tenemos

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cuerpo físico. Cada noche estamos aprendiendo a vivir y a
conocer las leyes que rigen en el mundo donde vamos después
de abandonar el cuerpo físico, allí tenemos los mismos deseos
y sentimientos que aquí, por tanto es una continuación, un
“pasar a otra clase” donde también tenemos experiencias de
otra índole.
Espero y es mi deseo, que al final de esta obra el lector
sea capaz de dar de lado todas esas costumbres que la sociedad
aún sigue practicando respecto a los recién fallecidos, la muerte
libera de la prisión del cuerpo y permite ir a un mundo donde
se siente la felicidad y el gozo de vivir mucho más
intensamente que aquí, por consiguiente, ¿Para qué sirve el luto
y los dramas? La muerte es un originador de cambios de
conciencia y de mundos y, si vivimos con la idea de que
nuestro verdadero ser es inmortal, entonces nuestra vida será
más placentera y nos olvidaremos de los miedos, los lutos, las
caras largas y los recuerdos que solo traen tristezas. El
problema de la muerte está fundado en el amor a la vida, a los
seres y al aspecto material que nos rodea, sin embargo, cada
vez hay más voces que predican y más oídos que escuchan que
el origen del hombre es espiritual y que éste desciende a la
materia para renacer intermitentemente hasta que esos cuerpos
sean la expresión perfecta de la conciencia espiritual que los
anima.
Cuando, no tardando mucho, se desarrolle la
clarividencia en algunos individuos y éstos puedan describir
que hay un cuerpo etérico que sale cada noche y en el momento
de la muerte, o cuando las personas sean capaces de ver la
cuarta dimensión con sus habitantes, la muerte no causará
miedo porque sabremos que en esos momentos se está más

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vivo que antes. Ya va siendo hora de terminar con esas teorías
y enseñanzas que hablan del infierno, de la aniquilación del
Alma y de otras muchas cosas absurdas que lo único que hacen
es que tengamos pánico a lo desconocido. La muerte no existe
como no existiría el estado de conciencia que llamamos sueño
si no necesitáramos descansar y regenerar el cuerpo. La muerte
es un sueño y un olvido pero también una manera de
evolucionar más rápidamente. De hecho, si no tuviéramos el
estado de conciencia del sueño profundo (que es el mismo que
la muerte) tendríamos una continuidad de conciencia desde el
mundo físico hasta el más allá demostrando así que la muerte
no existe. Después de la muerte se descubre que el mundo
donde nos encontramos nos resulta familiar, y es que, la
realidad es que morimos cada noche con la diferencia de que
por las mañanas volvemos a nuestro cuerpo y a este mundo.
Cuando la sociedad aprenda a vivir teniendo presente que es un
Alma, cuando intente vivir como esa Alma desea, y cuando
veamos el cuerpo como una forma que utilizamos para poder
experimentar en el mundo físico, entonces desaparecerán los
miedos y todas las antiguas creencias.

Toda la humanidad tendrá que conocer la Verdad algún


día como todo niño debe pasar por la pubertad para llegar a ser
adulto. La meta es la perfección espiritual y para ello
necesitamos evolucionar a través del renacimiento, el cual,
como cada día de clase de un niño en el colegio, nos llevará a
la primera meta o fin de curso. Cuando alcancemos esa primera
meta seremos conscientes del otro mundo (como muchos ya lo
han sido) y entonces ya no necesitaremos pasar por el portal de
la muerte porque seremos conscientes en él como lo somos
aquí en el físico. Pero también en este camino de búsqueda de

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la Verdad hay Maestros como en el colegio, la mayoría de la
humanidad ahora está como un niño en la guardería, pero tarde
o temprano tendrá que ir a las clases serías donde un profesor
le enseñará y le pondrá deberes. Así es que, todos,
encontraremos a un Maestro el cual nos enseñará a funcionar
en los mundos invisibles y a experimentar como lo hacemos
aquí.

No pretendo exponer toda una serie de afirmaciones


absurdas y mucho menos incitar a los lectores a que busquen el
desarrollo de los poderes ni nada parecido, eso son los títulos
que a cada estudiante le llegan a su tiempo por mérito propio,
pues quien crea que obtener poderes es fácil está equivocado.
Pero también he de advertir del peligro de buscarlos a través de
la magia negra, del espiritismo o de cosas negativas similares,
muchos que se han creído muy listos han terminado en
hospitales. La verdad se abre paso por sí misma en cada
persona cuando esa persona ha desarrollado su Espíritu y su
intelecto en el grado adecuado, yo solo pretendo hacer
“razonable” una pequeñísima parte de la Verdad para que el
lector lo vea todo más lógico y probable. Me daría por
satisfecho con saber que mis lectores lo enfocan y lo entienden
así, ya que, a partir de ahí, todo les será más fácil y familiar si
buscan sinceramente la Verdad. Por mucho que se nieguen
estos conocimientos no conseguirán aislarlos ni destruirlos, es
más, a partir de estos tiempos, occidente se tiene que
familiarizar con ellos porque el desarrollo de muchas personas
así lo requiere. Por tanto, como en la parábola del sembrador y
como estudiante de ocultismo, aquí dejo mis semillas y, aunque
algunas caigan en suelo estéril, estoy seguro de que otras
muchas fructificarán.

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CAPÍTULO I

EL SER HUMANO Y SUS CUERPOS

Cuando la ciencia descubrió hace años el átomo


pensaba que había llegado a lo más sutil de la materia pero no
mucho tiempo después tuvo que rectificar (como en todo y casi
siempre a lo largo de la historia) y admitir que había otras
partículas en su composición; hoy ya no se habla de materia
sino de energía como origen de la materia. En un futuro,
cuando la ciencia descubra lo que afirma la filosofía oculta
sobre el origen de la materia, tendrá que admitir que hay
muchos grados de la misma más allá de los electrones y los
protones y, por tanto, verá y comprobará que nuestro cuerpo
físico es el resultado o manifestación de otros cuerpos que bien
podríamos llamar energéticos. Aún con estas afirmaciones es
lógico que algunos se pregunten: ¿Qué es y qué forma puede
tener la vida que abandona el cuerpo físico en el momento de la
muerte? ¿De dónde nacen y qué son los sentimientos, deseos y
emociones? ¿Qué son los pensamientos y quién los crea
voluntariamente? ¿Quién o qué es lo que conocemos como
voluntad? ¿Qué ocurre o a dónde van después de la muerte

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esos “aspectos” del hombre que originan los deseos,
sentimientos y pensamientos?
¿Por qué no admitir que podemos tener otros cuerpos de
materia más sutil que los átomos y que son el origen de esos
aspectos? ¿Por qué no puede ser que la muerte sea un
abandono del cuerpo físico (y por tanto la pérdida de
conciencia del mundo físico) para pasar a otro mundo también
de materia más sutil con otra conciencia como ocurre por las
noches mientras se duerme? Si, como se sabe, las células del
cuerpo se renuevan cada varios años, no se puede pensar que la
mente sea material porque si fuera así nos quedaríamos sin
memoria cada pocos años, luego entonces ¿No es lógico pensar
que la mente esté compuesta de algo muchos más sutil que las
células o las neuronas? Y si es así, ¿En qué nivel de sutilidad
material se encuentra ese “ser” que utiliza la mente para
razonar o discernir?
La filosofía oculta o esotérica afirma que todos esos
aspectos del hombre son cuerpos a través de los cuales se
manifiesta el Espíritu y que están compuestos de la misma
materia que los mundos de donde pertenecen como ocurre con
el cuerpo físico respecto al mundo físico. Así es que, hay un
grado de materia o lugar de donde toma forma la vida
individualizada que aviva el cuerpo físico; hay un mundo de
otro grado de materia más sutil donde se originan nuestros
deseos, sentimientos o emociones; y hay otro mundo más sutil
aún de cuya “materia” está compuesta nuestra mente. Pero por
encima de todo eso (como podemos comprobar cuando
utilizamos la voluntad para razonar y dominar un deseo) está el
Yo superior en su propio mundo espiritual donde recibe las
impresiones del mundo físico donde se mueve, y desde donde

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responde a las mismas a través de pensamientos, sentimientos y
acciones. Siempre habrá gente que afirme categóricamente que
esto no puede ser porque sólo tenemos un cuerpo físico, si es
así, solo hay que razonar con una mente abierta todo lo que
aquí se expone para luego aplicarlo a sí mismo de una forma
meditada y olvidándose de todo lo conocido por la ciencia
hasta ahora ¿O no es cierto que en un trozo de hielo hay
materia sólida, líquida, gaseosa, elementos químicos, átomos,
protones, electrones y otros ocupando un solo espacio y cuerpo
sólido?
Si, como pretendo, queremos comprender lo que ocurre
en el momento de la muerte y después de la misma, para así
llegar a la conclusión de que la muerte no existe sino que es
solo una transformación o cambio en su estado de conciencia,
es obvio que lo primero que debemos saber es quiénes somos.
De una forma general podemos decir que estamos compuestos
de:

1º.- Un cuerpo físico formado por materia cuya composición es


análoga a cualquier otro cuerpo u objeto material y que, por
tanto, no tiene sentimientos ni puede pensar.
2º.- Una vida o cuerpo etérico, (el cual vivifica el cuerpo
físico) que durante su existencia mantiene unidas las células
para que cumplan con su misión hasta el momento de la
muerte donde, al abandonar el cuerpo, quedan libres y
descomponen el cuerpo para que la materia vuelva a su origen.
3º.- Un cuerpo, normalmente llamado de “deseos” o
“emocional”, que es el incentivo imprescindible para que
actuemos y, por tanto, para experimentar en la vida pero que

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tampoco razona puesto que representa los deseos, los
sentimientos y emociones.
4º.- Una mente que es la que se está imponiendo cada vez más
sobre el cuerpo de deseos para que seamos más racionales y
menos animales como lo fuimos en un tiempo pasado cuando
solo actuábamos por instinto y sin ningún tipo de
razonamiento.

Con lo dicho hasta aquí podemos llegar a la conclusión


de que desde que nacemos nos identificamos con el cuerpo
físico y que, dependiendo del grado de desarrollo mental y del
discernimiento que tengamos, así podremos imponer la razón
sobre el cuerpo de deseos o, por el contrario, dejarnos llevar
por ellos así como por los sentimientos y emociones. Dicho de
otro modo, el buen uso de la mente, de la razón, nos capacitará
para (por ejemplo) decir ¡No! ante una tentación que sabemos
que puede perjudicar al organismo mientras que otros que se
dejen dominar por este cuerpo accederán gustosamente con tal
de satisfacer ese deseo.
Ese mismo discernimiento del cual estamos hablando es
el que en estos mismos momentos debería hacer que el lector
se preguntara ¿Quién utiliza la mente? o sea, ¿Quién razona
cuando le apetece para decidir si cede ante una tentación o no?
Es aquí donde tenemos que hacer una provisional pero
necesaria aclaración. Lo mencionado hasta ahora, incluyendo la
razón, es la “personalidad”, el ser humano físico tal y como lo
entienden la mayoría de las personas, sin embargo, a la
pregunta de ¿Quién se manifiesta a través de la voluntad a lo
largo de la vida para intentar dirigir y controlar los diferentes
cuerpos mencionados? hay que responder que es el Alma,

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también llamada Ego o Yo superior. Con esta pequeña
aclaración ya podemos definir al ser humano como una
“personalidad” a través de la cual se manifiesta en parte, según
el grado de desarrollo, el Alma evolucionante o
“individualidad”.
Lo mismo que la humanidad, a lo largo de su evolución,
ha ido descubriendo y clasificando las partes y órganos que
componen el cuerpo para encontrar respuesta a sus muchas
dudas sobre cómo funciona, así mismo, en el futuro tendrá que
continuar investigando y descubriendo clases de “materia” más
allá del átomo para encontrar otras muchas respuestas que, a lo
largo de la historia, han negado. Todas las partes y órganos que
forman nuestro cuerpo son necesarios para que el mismo pueda
funcionar correctamente, pero es que también cada órgano
necesita de sus correspondientes células, y moléculas, y cada
molécula de los átomos, y cada átomo de sus protones y
electrones, y de los éteres que ya se comienzan a hablar como
componentes de la energía que hace que los órganos puedan
funcionar y el cuerpo pueda vivir.
A lo largo de la vida se renuevan las células y las
moléculas, los átomos se combinan para formar
inteligentemente esas diminutas vidas (bacterias, células,
moléculas, etc.) y también toda la materia de nuestro cuerpo
¿Quién o qué inteligencia hace que todo eso cumpla una
función de supervivencia en el organismo y evita que cada una
de esas vidas actué por su cuenta? Nuestro cuerpo físico está
compuesto por el mismo material que los cuerpos de los tres
reinos que nos siguen y en cada forma material cumplen una
determinada misión. La planta tiene una “vida” que no tiene el
mineral; el animal tiene deseos, sentimientos y emociones que

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no tiene la planta; y el hombre tiene una mente para razonar y
una voluntad que no tiene el animal; y sin embargo todos
estamos evolucionando en un “cuerpo” y en un planeta
material y todos nos necesitamos para continuar
experimentando y desarrollando cualidades. Por otro lado,
nuestro planeta es parte de otro esquema llamado sistema solar
(como lo son los protones o electrones del átomo) que a su vez
es parte de un gran cuerpo llamado macrocosmos ¿O quizás
deberíamos decir que nosotros somos átomos de la célula
Tierra que es una más de las que componen el cuerpo
manifestado de un Ser Incognoscible, Omnipotente y
Omnisciente? ¿Por qué no? Todo lo que compone nuestro
cuerpo está dentro de nuestra influencia como vida y
conciencia, y cuando la individualidad (la vida y la conciencia)
abandona el cuerpo en el momento de la muerte, todo se
descompone y vuelve a su origen atómico para formar nuevos
cuerpos evolucionantes. Luego entonces, nosotros no somos
nuestro cuerpo físico como yoes individuales y con voluntad
propia.

El hombre actual es como un puente entre el animal que


fue cuando aún no tenía autoconciencia y el hombre futuro con
cierto grado de conciencia del Alma, pero nunca ha sido, es, o
será su cuerpo físico. El Alma o Ego utiliza los cuerpos en cada
vida para experimentar y desarrollar sus poderes (actualmente
latentes en nosotros) como el niño utiliza los libros cada día
que va a clase hasta que en un futuro alcance su meta o carrera
donde pueda desarrollar sus cualidades también latentes. El Yo
superior intenta espiritualizar al yo inferior o personalidad para
manifestar su poder sobre sus cuerpos como el ser humano
intenta dominar el mundo físico para crear formas más

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perfectas que le sean de mayor utilidad en sus proyectos de
convivencia. Pero algún día ambos se encontrarán a mitad de
camino y entonces la personalidad tomará conciencia de la
inmortalidad del Alma y el Alma podrá desarrollar sus poderes
y manifestarse en una común unión con los demás. Entonces
habrá continuidad de conciencia y la pérdida del cuerpo
(muerte) será como cuando tiramos un traje porque ya no nos
sirve o está viejo.
Aunque este tema pueda parecer aburrido, es necesario
dejar claro que no somos el cuerpo físico y que, como ya se
verá, tampoco es el cuerpo el que renace, es más, tampoco lo
hacen las emociones, ni los deseos, ni siquiera la mente. Hasta
ahora hemos dividido al ser humano como un Ego o Alma y
una personalidad, (cuerpo físico, de deseos y mente) quienes
lean por primera vez esta clase de enseñanza pueden pensar
que es absurda pero los que estén familiarizados con la
filosofía oculta o esotérica, verán que es la explicación más
lógica y razonable que se puede dar. He de decir que lo que se
expone en esta obra es una mínima parte, lo imprescindible,
para poder explicar lo que deseo, sin embargo, lo podría
ampliar mucho más como lo han hecho tantos y tantos
verdaderos ocultistas.
Estas enseñanzas no son nuevas, pero hasta hace poco
más de un siglo solo unos pocos tenían acceso a ellas. El
renacimiento en la India es comprendido sin ninguna duda,
Cristo mismo habló de “renacer” y de “Espíritu y cuerpo”,
incluso grandes filósofos enseñaban a sus discípulos que el
Espíritu renace en cuerpos físicos cada cierto tiempo. Platón
explicaba que el Espíritu había sido creado por lo que
comúnmente llamamos Dios, que los otros cuerpos eran

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corruptos porque habían sido creados por los “dioses menores”
y que de esa unión y por medio del renacimiento se forma un
Alma. También San Pablo habla de “cuerpo terrenal” y
“cuerpo espiritual” y, junto a Platón y a Pitágoras, también
menciona tres principios (cuerpos) que a su vez se convierten
en siete.
En esta obra se tratará del Espíritu manifestado (que es
trino como Dios mismo, su creador) por medio de cuatro
cuerpos, entendiendo que el Yo superior es el individuo que en
un momento dado de su evolución nace (se individualiza como
conciencia) al recibir la mente y al reconocerse a sí mismo
como separado de los demás, lo que, por cierto, algún día les
ocurrirá también a las vidas que animan los cuerpos de los
animales. Por tanto, estaremos más acertados si al hablar del
cuerpo físico, en vez de pensar o hablar como un “yo”, lo
hacemos como “mi cuerpo”. Si nuestra autoconciencia fuera el
cuerpo físico no experimentaríamos el sueño puesto que el
cuerpo no desaparece, el sueño o pérdida de conciencia del
mundo físico, no es otra cosa que la salida del Alma
autoconsciente del cuerpo y, por tanto, la inconsciencia del
mismo.
Lo mismo que el niño que nace va desarrollando los
sentidos según pasan los años y luego se va identificando con
los deseos, sentimientos y emociones a la vez que va utilizando
la mente para aprender y actuar hasta que, a cierta edad, se le
puede considerar maduro y responsable como individuo, así
mismo, la humanidad ha ido adquiriendo sus cuerpos a lo largo
de millones de años pasando por estados de conciencia
inferiores donde se guiaba por su instinto hasta que adquirió la
mente que es la herramienta que utiliza el Alma para intentar

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dirigir su destino. ¿Qué es, si no, el típico “fantasma” que
tantas personas han visto incluso después de haber muerto?
¿Qué es la imagen que sale de un médium en una sesión
espiritista? ¿Qué es lo que sale del cuerpo cada noche e incluso
en el momento de la muerte como se ha comprobado con
básculas muy precisas que demuestran que hay una pérdida de
peso? Ni más ni menos que el “Yo superior” con sus cuerpos
superiores dejando en el lecho al cuerpo físico y, por tanto,
perdiendo la conciencia de él a la vez que la adquiere en los
otros mundos.

Estamos hablando de renacimiento del Alma en un


cuerpo físico, podríamos hablar de la eternidad de esa alma que
adquiere sabiduría y desarrolla poderes en cada vida, pero de lo
que no se puede hablar es de “resurrección de la carne.” La
personalidad con sus deseos, pasiones, pensamientos, etc. no
puede ser eterna porque la meta es “Sed perfectos como nuestro
Padre es perfecto”. La carne y lo corrupto y malévolo no
pueden heredar el reino de los cielos, de ahí que Cristo dijera
que sólo llegaremos al Padre imitando su amor y a través de Él.
Pero, como es lógico, lo mismo que un niño no consigue una
carrera universitaria en un solo día de clase, tampoco una
persona puede adquirir la perfección de la que habla Cristo en
una sola vida. Luego entonces, si el mal que cometemos no es
eterno y tenemos que ser perfectos para entrar en el Reino de
Dios, está claro que algo tiene que ir recopilando lo bueno de
cada vida para que al cabo de cierta cantidad de renacimientos
sea perfecto. ¿O qué es, si no, la conciencia que nos advierte
antes de hacer el mal y nos causa remordimiento después de
haberlo hecho? Por supuesto, el Alma.

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Sócrates, Platón y otros filósofos griegos dividen al ser
humano en cinco principios que son: Espíritu, Alma, mente,
deseos y cuerpo físico. Mientras que los egipcios lo hacían en
siete como actualmente lo hacen casi todas las escuelas serias
de ocultismo. Las religiones y escuelas de la India, del Tíbet, o
incluso personajes como Lao Tse en su “Tao-Te-King”, hablan
del ser humano como de un Espíritu con varios principios o
cuerpos. Basándonos en todas estas escuelas y estudios
podemos decir que el Triple Espíritu (al cual está unida el
Alma o Yo superior) manifestado en nosotros como voluntad,
conciencia, intuición y mente abstracta, se sirve de la mente
concreta para imponer la razón sobre el cuerpo de deseos y así
extraer más provecho de las experiencias que obtiene en el
mundo físico.

Desde que teníamos una conciencia similar a la que


tienen actualmente los animales hasta nuestros días, en cada
renacimiento hemos ido aborreciendo o superando el aspecto
animal o más bajo de nosotros. Hemos pasado de matarnos por
el instinto de supervivencia a respetar la vida, de ser
tremendamente egoístas a comenzar a ser altruistas, de
dejarnos dominar por los deseos a imponer la razón y la
voluntad sobre ellos, de hacer la guerra por intereses personales
a no querer guerra, de ver las necesidades del tercer mundo y
no hacer nada a que haya cientos de ONG. Pero eso no es nada
para lo que nos queda por desarrollar hasta alcanzar la
perfección, y si no fuera así ¿Por qué unos van a nacer con una
naturaleza o carácter tan santo mientras que otros son lo
contrario? ¿Lo va a hacer Dios cuando nos crea? Entonces no
sería Dios puesto que, como dicen las religiones “Dios es
amor” y, aunque así fuera ¿Qué motivos tiene Dios para ello

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sabiendo que -según dice la iglesia- los pecadores sufrirán por
toda la eternidad? Lo mismo que el niño comete errores y faltas
en el colegio, los que tiene que corregir después del examen o
al siguiente día, también ese Yo superior renace para aprender,
para purificar su cuerpo de deseos, para desarrollar la mente y
para controlar sus cuerpos por medio de la voluntad. Por tanto,
es a través de renacimientos en cuerpos (aunque ahora la
mayoría de nosotros solo veamos el físico) como cada uno de
nosotros aprende, se perfecciona y se adapta más que otro, lo
que significa que evoluciona más y desarrollará antes los
poderes del Alma.

Dice San Juan en su evangelio de acuerdo a la


enseñanza de Cristo respecto a los principios del hombre: “Yo
soy la vid (el Yo superior o Alma) y mi Padre es el labrador (el
Espíritu como hijos creados por Dios que somos) Cada
sarmiento que en Mi no da fruto (cada personalidad o cuerpos
que utiliza el Alma en cada vida) lo arranca (el Espíritu hace
que muera)....” “Así como no puede el sarmiento dar fruto por
sí solo sino manteniéndose en la cepa, tampoco vosotros lo
podéis dar como no viváis en Mi; Yo soy la cepa, vosotros los
sarmientos. Si un hombre no vive en Mi, es desechado como un
sarmiento y se secará, luego se le echará al fuego y se
quemara.” Cristo está diciendo que para llegar a la perfección
de nuestro creador o Padre, tenemos que imitar su vida y hacer
lo que predica También está explicando que el Espíritu
(labrador) tiene que desarrollar sus poderes latentes gracias al
Alma reencarnante (la vid) la cual extrae la sabiduría de las
experiencias por medio de la personalidad (el sarmiento) y que
cuando ese sarmiento ya no cumple con su función, el Espíritu
hace que fallezca para prepararle y fortalecerle para otro nuevo

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renacimiento (nuevo sarmiento) después de asimilar el fruto de
la última vida.
Si estudiamos un átomo nos daremos cuenta que su
existencia (como todo lo manifestado) no puede ser casual, si
alguien lo piensa es simplemente porque la ciencia aún no ha
ido mucho más allá. Los elementos que componen un átomo y
sus movimientos son una manifestación de sabiduría, a su vez,
los átomos mismos demuestran “inteligencia” porque tienen
sus “preferencias” a la hora de combinarse para formar los
elementos químicos. Esa es la base de toda existencia o
manifestación de toda la materia y formas donde se pueda
manifestar la vida, es decir, los mismos átomos forman
nuestros cuerpos como también forman cualquier otro objeto.
Entonces, ¿Podemos decir que nosotros somos la materia
física? Por supuesto que no, si lo fuéramos también nos
identificaríamos con todo lo material. Tenemos un cuerpo
físico porque lo necesitamos en nuestros renacimientos para
poder experimentar, aprender y evolucionar en este planeta
físico. Pero cuando el Alma haya aprendido las lecciones
correspondientes, ya no lo necesitará más porque continuará su
desarrollo en los mundos donde se encuentra mientras duerme
y donde recopila el beneficio de sus experiencias de una vida
una vez abandonado el cuerpo físico.
Con lo dicho anteriormente debemos llegar a la
conclusión de que el hombre no es la materia, sin embargo,
todavía hay quien piensa que somos la “vida” que abandona el
cuerpo físico en el momento de lo que llamamos muerte. Hay
tres líneas de desarrollo en el ser humano, estas son: La forma,
la vida y la conciencia. La forma o materia, evoluciona gracias
a la vida que la habita, es decir, la vida de la planta, del animal

25
y del ser humano ha hecho que la materia haya evolucionado
desde el origen de este planeta como tal hasta nuestros días, y
la conciencia (como resultado de esa unión y desarrollo) es la
que acelera ese proceso según el reino donde se manifieste. Por
ejemplo, la vida y la autoconciencia del hombre transforman
los elementos químicos (la materia) en objetos que necesita
para su propio progreso y evolución. Así es que, aunque la vida
de los diferentes reinos tiene un mismo origen divino, la vida
que anima nuestros cuerpos está más evolucionada y lista para
que el Alma la pueda utilizar con su conciencia individual que
hace que nos reconozcamos como un “Yo”; lo que no pueden
hacer los tres reinos que nos siguen.

La vida es la que hace que el hombre respire y se sirva


de los éteres vitales del Sol (entre otras cosas) para tener salud,
la que hace que se extraigan los nutrientes de los alimentos, la
que hace que los órganos funcionen (pulmones, corazón, etc.)
y, en definitiva, la que nos mantiene vivos; por tanto tiene que
estar dentro del cuerpo físico. Pero si la vida no se ha podido
identificar como elemento químico o materia, quiere decir que
debe estar compuesta de otra clase de materia más sutil que la
que conocemos, que la ciencia aún no ha descubierto, y que
debe estar más allá de los protones y electrones; es decir, más
allá de lo que llamamos energía. Así es, la vida, en su
manifestación más densa está compuesta de éteres, unos éteres
que ya desde hace bastantes años se han podido detectar en las
plantas, en los animales y en el hombre en forma de aura o
ectoplasma y que se relaciona con los meridianos energéticos
de la acupuntura y con el magnetismo. La vida también es la
manifestación de esos cuerpos etéricos (fantasmas) que muchos

26
y en muchas ocasiones han visto, principalmente de personas
fallecidas o a punto de fallecer.
Por tanto, la vida en el hombre se manifiesta con la
misma forma e imagen del cuerpo físico, como un molde sobre
el cual se construye el mismo desde los átomos hasta las
células. Es más, este molde o cuerpo etérico es el que mantiene
unidas a las células haciendo que éstas cumplan su misión en la
generación, desarrollo y regeneración del organismo con tal de
mantenernos vivos. Ya hemos dicho que el hombre espiritual
está compuesto de siete principios, a lo que hay que añadir que,
aunque está evolucionando en cuatro mundos (de los que
obtiene la materia para formar cada uno de sus cuerpos en cada
renacimiento) también terminará su desarrollo espiritual futuro
en siete mundos o planos creados por Dios para ese fin. El
cuerpo físico y la vida que lo anima también forman siete
grados de materia, los tres que todos conocemos como sólido,
líquido y gaseoso, más los cuatro éteres que forman el cuerpo
etérico que anima o vitaliza el cuerpo físico. Estos cuatro éteres
están relacionados con la actividad de los órganos internos, con
lo sentidos, con el sistema nervioso y con la conciencia, por
consiguiente son los medios por los cuales el Ego o Yo
superior maneja y dirige el cuerpo físico. O sea, el cuerpo
etérico es, para el Yo superior, el medio de comunicación de lo
que percibimos y sentimos por medio del cuerpo de deseos (el
cual normalmente crea un sentimiento, deseo o emoción) y de
la mente (la que, normalmente, emite un pensamiento como
respuesta) Pero, además, también es el medio por el cual ese
Yo superior impresiona el cerebro a través de la voluntad en su
intento de dirigir su destino.

27
EL CUERPO ETÉRICO

Cuando hablamos del cuerpo etérico como dador de


vida del cuerpo físico, nos estamos refiriendo a la
especialización que el cuerpo etérico hace de una pequeña
porción de la “Vida Universal”. Es decir, todo el universo y
toda forma en nuestro planeta tiene vida así que, una de las
cualidades del cuerpo etérico es que facilita la vida al cuerpo
físico desde el mismo momento en que se unen el óvulo y el
espermatozoide. Es más, antes de esa unión ya existe este
cuerpo energético que servirá como molde para que se agrupe
la materia que debe formar el cuerpo físico, y es por ese motivo
por el que la muerte se produce cuando este cuerpo energético
se separa definitivamente del físico. Se dice definitivamente
porque separarse se separa cuando dormimos o, por ejemplo,
cuando nos anestesian, sin embargo, no se produce la muerte
porque no se desconecta del cuerpo físico al estar unido por
medio de un cordón etérico brillante normalmente definido
como plateado.
El Ego también se manifiesta en el cuerpo físico por
medio de la sangre, lo que significa que allá donde no haya
circulación sanguínea no tiene el Yo superior un perfecto
control. Así mismo, la energía vital que circula por el cuerpo
etérico a modo de sistema nervioso repercute sobre el cuerpo
físico sirviendo también al Ego para manifestarse y para
percibir el mundo que rodea a su cuerpo. Como los éteres del
cuerpo etérico compenetran los átomos físicos, el Ego puede
pasar a la acción gracias a la vitalidad etérica, sin embargo,
ocurre que, a veces, cuando cortamos la circulación sanguínea
(por ejemplo) de un brazo, el Ego pierde la sensación sobre ese

28
brazo y decimos que se nos duerme. El hecho es que, como
ocurre con la anestesia, ese brazo etérico se ha salido del físico
y por tanto se desconecta de ese miembro temporalmente. Esto
es lo mismo que ocurre por las noches cuando salimos y
abandonamos el cuerpo físico, con la diferencia de que como
también salen los éteres que nos hacen ser conscientes del
mundo físico, perdemos la conciencia aquí para ser conscientes
en otro mundo.
Como el cuerpo etérico se encuentra entre el cuerpo
físico y el de deseos o emocional, su función es hacer que las
impresiones que afectan al cuerpo físico lleguen al cuerpo de
deseos y después a la mente para que el Ego pueda responder
razonando y emitiendo un deseo o sentimiento y luego pasar a
la acción. Veámoslo más detenidamente, supongamos que
vemos que una persona mayor se cae, lo que en realidad
percibe nuestro cerebro son vibraciones que proceden de la
imagen que han captado los ojos. Estas vibraciones etéricas
alcanzan los éteres relacionados con el cerebro etérico (que
compenetra el físico) los que hacen que esas vibraciones
alcancen el cuerpo de deseos y originen un sentimiento de
acuerdo a la imagen de esa caída. A continuación pasarán al
cuerpo mental donde también causarán una reacción por parte
del Ego, el cual creará un pensamiento de ayuda que, a su vez,
originará un sentimiento altruista o similar y por último hará
que su cuerpo sirva como instrumento para levantarla del suelo
ya que la energía del cuerpo vital recorre el sistema nervioso
cerebro-espinal.
Cuando salimos del cuerpo físico por las noches y nos
llevamos la mente y el cuerpo de deseos lo hacemos, entre
otras cosas, para restaurar la armonía, elevar la vibración y

29
revitalizar el cuerpo etérico y el físico. De aquí que cuando
tenemos un sueño profundo, es decir, cuando salimos
totalmente del cuerpo físico, nos despertamos al siguiente día
sin sueño y totalmente descansados. Como durante el día
gastamos esas energías en todas nuestras actividades físicas y
psíquicas y, aunque el cuerpo etérico absorbe y hace suya la
energía solar, llega un momento en que ésta se agota y el
cuerpo empieza a sentir cansancio y sueño. Como ocurre en la
fotosíntesis de las plantas, el cuerpo distribuye la energía solar
por todo el sistema nervioso para que, junto a las calorías de
los alimentos, el cuerpo pueda funcionar. Pero cuando el
acumulador y distribuidor de energía solar (el bazo etérico) se
ralentiza cuando llega la noche y las toxinas afectan también al
funcionamiento del organismo, el Ego se ve obligado a salir del
cuerpo y, por tanto, a perder la conciencia del mundo físico.

Es muy probable que alguien se pregunte ¿Si es el doble


del cuerpo físico, qué ocurre cuando se le amputa un miembro
a una persona? Pues, por no poner muchos ejemplos diré que se
ha comprobado que, en la mayoría de los casos, la persona se
quejaba de dolores o picores en ese miembro amputado ¿Por
qué? Pues porque este doble etérico tarda en descomponerse un
tiempo y, mientras tanto y dependiendo de lo que hagan con la
parte amputada, puede ocurrir ambas cosas. Otro caso, como
ejemplo, aunque hoy su práctica ya no es tan común, es cuando
un espíritu extrae en gran parte este cuerpo etérico de una
persona que hace de médium, en esos casos el cuerpo físico
queda aletargado, muy débil por la falta de vitalidad, los ojos
se quedan sin expresión y la mente casi inactiva. Este es
también el “aliento de vida” que Dios insufló en la nariz de
Adán para darle vida, es decir “Nephes”, es el “prana” de los

30
hindúes, la vitalidad que especializa el Ego para mantener el
cuerpo vivo y activo; es el éter que circula por el sistema
nervioso y mantiene activas las neuronas, el que nos hace sentir
Dolor o placer a través de la envoltura física.
En un párrafo anterior he mencionado el aura como el
cuerpo etérico, en realidad, esos centímetros que algunas
personas pueden ver alrededor del cuerpo físico no es un aura
sino el cuerpo etérico que sobresale un poco del físico.
Normalmente se ve luminoso y con un color mezcla de violeta
claro y rosa. Los animales lo ven y le siguen el rastro como
ocurre con los perros policías; los niños pequeñitos también le
pueden ver al igual que ven a otros seres en sus primeros años
y hasta que pierden la conciencia de los mundos de donde
vienen y donde estamos entre un renacimiento y otro. Puede
variar en su tamaño y color temporalmente según el estado de
vitalidad o salud y según las impresiones que le afecten del
exterior; los verdaderos clarividentes le pueden ver con sus
centros o chacras y las energías que circulan por él a modo de
un sistema nervioso.
Hemos dicho que el Alma maneja el cuerpo físico por
medio del cuerpo mental cuya manifestación es la mente
concreta y sus pensamientos; por medio del cuerpo de deseos
que es el incentivo para la acción; y por medio del cuerpo
etérico, el cual, da vida a todo el organismo y facilita al Alma
la expresión del cuerpo de deseos (sentimientos, emociones,
etc.) y de la mente haciendo que los pensamientos lleguen al
cerebro. Pero, además de la reacción que el cuerpo pueda tener
y comunicar al cerebro por medio del sistema nervioso,
también los sentidos cumplen esa unión para que el Alma sea
consciente de todo lo que le rodea y afecte y para que pueda

31
ponerse en contacto con el medio ambiente donde se encuentra.
De hecho, toda la evolución adquirida, principalmente desde
nuestros primeros tiempos como humanidad, ha sido gracias a
los sentidos porque, sin ellos, no seríamos conscientes de las
experiencias, no podríamos haber investigado en este mundo
físico, y no desarrollaríamos la conciencia aquí y después de la
muerte. Entre las muchas ventajas que facilitan los sentidos del
hombre al Yo superior, están los de poder discernir entre lo que
es real y lo que no y la de poder investigar y transformar este
mundo para adaptarlo a sus necesidades de progreso.
Por último he de decir que en este cuerpo es donde
queda guardada la “película” de nuestra vida, la cual se ha ido
grabando en un átomo especial que se encuentra en el corazón.
Esta película pasa desde el corazón a un éter de los que forman
el cuerpo etérico a las pocas horas de morir y es ese hecho el
que muchas personas dicen que han visto en unos momentos
cuando estuvieron a punto de morir o presuntamente murieron.
Esta unión entre estos dos cuerpos está representada por el
mencionado “cordón brillante” que se rompe en el corazón
cuando se ha grabado la película de la vida, y después también
en el cuerpo etérico para que pase el hombre al purgatorio con
ella y así poder ver dónde erró.

EL CUERPO DE DESEOS

El cuerpo de deseos está compuesto de materia de las


siete subdivisiones del Mundo de Deseos, pero dependiendo
del grado de desarrollo tendrá más de una que de otra. Este
cuerpo renueva constantemente su materia y vibración por
medio de los deseos, pasiones, emociones, etc., de tal manera

32
que un simple sentimiento o deseo de obrar con humildad o
altruismo originará cierto grado de vibración en el cuerpo que
será la que atraiga materia más elevada del propio mundo. A la
vez que nuestros buenos sentimientos y deseos transforman
nuestros cuerpos hacia el bien, también expulsan materia de la
que se sitúa en las regiones purgatoriales, lo que facilita el
proceso de renovación e incluso la atracción de elementales y
otros aspectos benéficos que nos rodean. El desarrollo moral y
espiritual conceden cierta potencia luminosa y corrientes de
color, pero esto puede variar dependiendo si el individuo se
deja llevar y responde a las influencias externas o impone su
voluntad para practicar el bien.

Aunque la ciencia ha llegado a detectar cierto grado de


materia más allá del átomo, lo cierto es que no tenemos
conciencia nada más que de lo que es sólido, líquido y gaseoso,
pero no ocurre lo mismo respecto a ciertas energías cuyas
vibraciones son más elevadas que lo que normalmente vemos.
Un ejemplo de ello es el aire, la electricidad, el calor, el
magnetismo, etc., normalmente se dice que somos conscientes
sólo de las formas cuyas vibraciones son capaces de percibir
nuestros ojos pero, lo mismo que un invidente no puede decir
que no existe la luz por el simple hecho de no poder verla, así
mismo tampoco es muy razonable que la mayoría de las
personas piensen que no pueden existir otros mundos de
diferente grado de vibración o “materia” más sutil que la
nuestra de donde estén formados nuestros cuerpos invisibles.
Lo cierto es que el Ego atrae cierta cantidad de materia de esos
mundos (etérico, de deseos y del pensamiento) para formar sus
cuerpos superiores y así poder estar en comunicación con ellos
por medio de sus deseos, sentimientos y pensamientos.

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La única diferencia entre una persona y otra es que
cuando al renacer atraemos materia para formar nuestros
cuerpos, sólo se podrá atraer y utilizar la que tenga una
vibración que esté en sintonía con el desarrollo espiritual de
cada uno. Es decir, si una persona no ha desarrollado elevados
sentimientos y, por el contrario, en sus últimas vidas sólo se ha
preocupado de él mismo, no podrá atraer materia de las
regiones superiores del mundo del deseo hasta que no se lo
merezca por haberlo desarrollado por medio de la práctica
altruista y fraternal voluntaria. Así es que, con el cuerpo físico
adquirimos experiencias y evolucionamos en el mundo físico;
con el cuerpo de deseos obtenemos experiencias y
conocimientos y estamos en contacto con el Mundo del Deseo
donde podemos evolucionar elevándonos a las regiones
superiores por medio de los deseos y sentimientos elevados. Y
lo mismo respecto al cuerpo mental el cual pertenece al Mundo
del Pensamiento concreto y con el que razonamos e intentamos
imponer la razón sobre el aspecto animal o inferior del cuerpo
de deseos.

Ya hemos dicho que el Ego se manifiesta a través de la


voluntad, la que intenta imponer sobre la mente para no
permitir que los deseos, sentimientos y pasiones la dominen y
así actuar en el mundo físico. Si esto es así significa que el Ego
está en alguna región por encima de la mente concreta con la
que razona. Pues bien, ese lugar lo podríamos definir como las
regiones abstractas del Mundo del Pensamiento, es decir,
donde se originan las ideas, inventos y descubrimientos que la
humanidad en su desarrollo va alcanzando. Lo que significa
que un invento no es tal sino que es un descubrimiento que está
en el destino de esa persona y que en un momento dado su Ego

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se la facilita para que sirva como medio de progreso a la
humanidad.
Dijo San Pablo: “No hago el bien que deseo, más sí el
mal que no quiero.” Hace unos millones de años la humanidad
aún no tenía mente, (cuerpo mental) se encontraba en un estado
de conciencia similar al de los animales domésticos actuales y,
por tanto, se guiaba por su instinto, sus deseos y pasiones para
sobrevivir y para conseguir egoístamente todo lo que podía.
Desde que las Jerarquías superiores (las que la iglesia católica
llama Ángeles, Arcángeles, etc.) nos dieron el germen de lo
que hoy llamamos mente hasta nuestros días, la hemos
desarrollado en un grado muy elevado pero siempre, y aún nos
queda mucho más, hemos estado en lucha con el cuerpo de
deseos para no dejarnos dominar por él. Nuestro deber, como
Espíritus evolucionantes a través del renacimiento, es dominar
y dirigir nuestros cuerpos, y es precisamente el cuerpo de
deseos el que actualmente nos cuesta más porque nos incita
hacia el egoísmo y el materialismo. Pero si queremos acelerar
nuestro desarrollo para no tener que renacer muchas veces más,
debemos espiritualizar este cuerpo de deseos utilizando
voluntariamente la mente para discernir entre lo bueno y lo
malo y practicar lo bueno pensando más en los demás que en
nosotros mismos. A esto se refería San Pablo, si nos dejamos
llevar por el cuerpo deseos (deseos y sentimientos negativos,
pasiones, etc.) y no sabemos utilizar la voluntad para discernir
y actuar positivamente, no acortaremos renacimientos ni
tiempo en el Purgatorio.
El cuerpo de deseos representa nuestra naturaleza de
deseos y emocional, las pasiones, sensaciones e instintos que
debemos purificar para que en la próxima reencarnación

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podamos tomar materia más espiritualizada del Mundo de
Deseos para formar este cuerpo. Pero también gracias a él
recibimos, en forma de sentimiento, lo que percibe o siente
nuestro cuerpo físico y nos facilita el incentivo para actuar, o lo
que es lo mismo, para evolucionar. Después de la muerte, este
cuerpo toma la forma o imagen del cuerpo físico para ir al
purgatorio donde estará un tiempo según se haya
espiritualizado en mayor o menor grado su materia (la
personalidad o carácter) Si intentamos actuar como lo haría
nuestra Alma, si nos identificáramos con ella y con su buena
voluntad, comprenderíamos que de nada sirve dejarnos llevar
por el aspecto inferior del cuerpo de deseos por mucho placer
que nos cause. Deberíamos discernir más ante las
circunstancias y decisiones respecto al progreso o retraso que
nos puede causar si no actuamos como lo que verdaderamente
somos, un hijo de Dios. El Alma es sabia porque ha recopilado
la quintaesencia de todas las encarnaciones y ella intenta
manifestarse a través de lo que llamamos “conciencia”, si la
escuchamos en momentos de relajación y meditación nos
hablará claramente.

Lo mismo que el cuerpo físico necesita alimentarse para


vivir y lo mismo que el cuerpo etérico también se alimenta de
los éteres solares, también al cuerpo de deseos hay que
alimentarle con deseos puros y sentimientos elevados si
queremos purificarle. Pero tan importante como eso es no
complacerle cuando nos incita a satisfacer pasiones y otros
deseos que nos hacen caer en malos hábitos. Cada vez hacen
más películas donde se describe con bastante exactitud lo que
ocurre después de la muerte, alguna de ellas son, por ejemplo,
“El sexto sentido” “Los otros” “Más allá de los sueños” y

36
“Ghost”, quien haya visto esta última se acordará de aquellas
imágenes en las que un muerto estaba desesperado porque no
podía fumar; esa es la realidad, el cuerpo de deseos actúa igual
que aquí aún después de la muerte, de ahí la necesidad de
dominar a este gran “tentador” en vez de permitir que él nos
domine a nosotros.

EL CUERPO MENTAL

El cuerpo mental es el vehículo o cuerpo por medio del


cual el Ego se manifiesta como mente concreta (razón,
memoria, imaginación…) esta mente es la que, a través del
desarrollo evolutivo, se convierte en un vehículo de conciencia
independiente por medio del cual se manifiesta el Ego en sus
cuerpos de deseos, etérico y físico. Pero el cuerpo mental
también se manifiesta como un segundo aspecto comúnmente
llamado mente abstracta, si, por ejemplo, la mente concreta
trata con las “formas” de pensamiento (aritmética, los objetos,
etc.) la mente abstracta trata con las matemáticas puras, la
algebra, ideas o símbolos abstractos) El aspecto superior de la
mente irradia o crea originalmente ondas mentales mientras
que el inferior reproduce y crea formas de pensamiento que
cualquier iniciado puede ver.
El cuerpo mental tiene casi la misma forma ovoide del
cuerpo de deseos con la diferencia de que los buenos
pensamientos hacen vibrar la materia mental más
espiritualizada que suele estar en la zona de la cabeza, mientras
que los maléficos y egoístas gravitan en la parte inferior del
ovoide. Por tanto, podemos ver como la mente no es el Ego
sino su aspecto cognoscitivo, lo que le hace pensador y

37
conocedor en sus renacimientos; es simplemente la conciencia
individual y personal.
Cuando el hombre piensa pone en vibración el cuerpo
mental, esta vibración se manifiesta en un grado inferior, es
decir, en el cuerpo astral o de deseos, desde éste pasa a los
éteres del cerebro etérico del cuerpo etérico para, por último,
poner en acción la materia gris del cuerpo físico. Sabiendo que
el cuerpo de deseos está relacionado con el sistema nervioso
simpático y que el sistema cerebroespinal está bajo el control
del Ego, éste piensa emitiendo sus vibraciones originales en
base a experiencias pasadas, a través de los canales abiertos o
no del cuerpo de deseos para terminar encontrando el conducto
más apropiado y las partículas capaces de expresar lo que el
Ego desea. Esto explica, en cierto modo, el que a unas personas
les guste las matemáticas y a otros no o que unos comprendan
y expresen perfectamente algunos hechos más bien abstractos y
otros sean incapaces de ello.
Si analizamos esto en sentido contrario, lo que podría
ser el resultado de una experiencia o conocimiento, sería algo
así: La experiencia en el cuerpo físico (hecho, oído, visión…)
asciende al cuerpo de deseos donde se convierte en sensación,
lo que, en el cuerpo mental se transforma en percepción,
conceptos o ideales, lo que será una base para las respuestas
futuras y una manera de abrir nuevos canales para que se
manifieste el Ego. Esta es la manera también de que se forme
la memoria pero como no todo es causa y efecto ni el resultado
de experiencias pasadas, el Ego tiene en cada vida la
posibilidad de crear “ideas” nuevas y originales cuando, de vez
en cuando y en determinadas circunstancias, recibe luz del
propio Espíritu y del Mundo del Pensamiento. Cuando la

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respuesta del Ego alcanza el cerebro se producen una serie de
acciones en forma de descargas eléctricas y de corrientes
magnéticas, las cuales abren un nuevo canal nervioso. Si esto
se repite se facilita la misma expresión o se crean ideas
asociadas.
Evidentemente y como ocurre con el cuerpo físico, el
ejercicio aumenta su poder mientras que lo contrario lo atrofia
y lo destruye. Con cada nueva vibración transformamos o
expulsamos materia mental de este cuerpo según la capacidad
que tenga de responder a nuestras ideas y pensamientos; así
reemplazamos la materia que no responde a nuestras
intenciones. De aquí la necesidad y conveniencia de crear y
mantener pensamientos e ideales positivos. Cuando el hombre
intenta vivir la vida superior, es decir, actuar como lo haría
nuestro verdadero Yo superior, elimina la materia mental
grosera y atrae la positiva y espiritualizada de las regiones
superiores del Mundo del Pensamiento; así nos unimos más a
nuestro verdadero Yo el cual se expresará cada día más. Como
es lógico, esto hará que el cuerpo de deseos responda con
sentimientos y deseos más elevados. Normalmente el ser
humano actúa basándose en su aspecto mental inferior o
concreto el cual está unido a su cuerpo de deseos, son pocas las
veces que el hombre piensa como debiera, es decir, sin deseos;
y de eso se trata, de razonar para no estar dominado por los
deseos ni por los sentimientos y para que, a través de lo
positivo y elevado, demos pie a que el aspecto inferior de la
mente se una a la superior, o lo que es lo mismo, el hombre se
una a su verdadero ser.
Veamos porque en esoterismo se dice que hay que
vencer el deseo personal. El aspecto inferior de la mente, (la

39
mente concreta) está tan unida al cuerpo de deseos que
reaccionan el uno sobre el otro, es decir, la mente se ve
impulsada por el deseo y, a su vez, busca placer a través de
éste. La mente intenta crear imágenes de placer a la vez que
rechaza crear lo que del cuerpo de deseos reconocemos como
dolor o malestar, por tanto, lo que ocurre es que la mente
aumenta las pasiones animales con sus impresiones grabadas y
valiéndose de la memoria y la imaginación.
Razonando el párrafo anterior podemos comprender por
qué el hombre actúa muchas veces peor que los animales, esto
es, el cuerpo mental estimula al cuerpo de deseos despertando
así deseos y pasiones que en el animal no están activos. Por
esta misma razón el hombre poco evolucionado se deja
dominar por el aspecto inferior del cuerpo de deseos, o sea, por
los sentidos, la astucia, la lujuria, la crueldad, etc. Por este
motivo, cuando el aspecto mental se pone al servicio de los
sentidos, del materialismo y de los peores deseos y
sentimientos, el hombre pasa mucho tiempo en el purgatorio
después de la muerte de su cuerpo físico. Sin embargo, no
debemos olvidar que la libertad y el poder de elevarnos y
unirnos al Yo superior está en la mente, puesto que a través de
ella podemos conseguir el autocontrol, solo es necesario que la
conciencia se identifique con la mente pero no con los deseos
inferiores.
Quien fortalece su voluntad y persiste una y otra vez
trabaja desde el interior y lo elevado y no dejándose dominar
por lo externo y por los sentidos, el de fuerte voluntad domina
las circunstancias externas poniendo en actividad las fuerzas
adecuadas según sean sus experiencias acumuladas. Según se
progresa en este sentido, se libera cada vez más del cuerpo de

40
deseos y se aumenta el poder de la mente superior sobre la
inferior manifestando así genialidad, desarrollo espiritual,
inspiración y profecía. Lo mismo que la mayoría de nosotros
hemos vencido y transmutado la parte inferior y más animal del
cuerpo de deseos, así debemos seguir utilizando la razón para
centrar la conciencia en el aspecto superior de la mente (ideales
elevados, espiritualidad, conceptos abstractos, etc.) y no en este
cuerpo. Este desarrollo no solo nos hace más libres por no
depender tanto del cuerpo de deseos, sino que además nos
favorecerá el abandono de los cuerpos y de la tierra después de
la muerte del cuerpo físico.

Cuando pensamos emitimos una vibración que afecta al


cuerpo mental lo mismo que cuando estamos deseando algo
estamos afectando al cuerpo de deseos, sin embargo, un
pensamiento afecta de dos diferentes formas entre otras, estas
son: Primera, a nuestro cuerpo mental transformándolo y
creando hábitos de pensamientos; y segunda, al Mundo del
Pensamiento y a las mentes de las personas para intentar
reproducir el pensamiento u otro similar de acuerdo al cuerpo
mental de la otra persona. Esto puede tener éxito o no
dependiendo de la energía (vida) que el pensamiento tenga, y
esto, a su vez, dependerá de la voluntad o fuerza con que se
haya creado y de la claridad del pensamiento. Así es que,
cuando una persona centra su voluntad y concentra su mente,
estos pensamientos llegarán más lejos y cumplirán su misión si
es que la tienen. De esta forma podemos comprender que la
mayoría de los pensamientos que creamos constantemente se
debilitan y son absorbidos por todos los de los demás existentes
en nuestra sociedad y en el Mundo del Pensamiento. Por el
contrario, los pensamientos concentrados y creados

41
voluntariamente con cierta intención, serán más fuertes y
llegarán a su destino cumpliendo así su misión sin nada que se
interponga en su camino. Esto nos lleva a tener una idea más
clara del efecto de la concentración, de la oración, del estudio
concentrado e incluso del hecho de mantener la mente todo el
día en cualquier tema abstracto o espiritualmente elevado.

En alguna parte de esta obra hemos hablado de que una


persona que se obsesiona con algo pero que aún no se ha
decidido a hacerlo, puede ser impulsada a ese acto tan deseado
simplemente porque le afecte un pensamiento de la misma
naturaleza de otra persona. Así es, esto no significa que un
pensamiento de amor y de fraternidad pueda hacer buena
persona al que siempre está pensando en hacer mal, pero algún
efecto tiene. Lo mismo que cuando un estudiante ha aprendido
lo que se imparte en un curso y, por tanto, necesita pasar a otro,
también cuando un pensamiento elevado llega al cuerpo mental
de otro despierta esa misma vibración, lo que puede convertirse
en la base de una nueva forma de pensar. Por esta razón hay
cada día más empeño en formar círculos o grupos con ideas
altruistas y fraternales, por no decir del efecto positivo que
causan las frases y pensamientos tan bellos que nos enviamos
algunos por correo electrónico. La persona que sea tan egoísta
que esté todo el día pensando de qué manera puede
beneficiarse no tendrá fácil la admisión de los pensamientos
elevados, pero cualquier otra de nuestra sociedad sí. Por tanto,
es obligación de todos (y más del que tiene este conocimiento)
ser una fuente de pensamientos que ayuden y eleven la
conciencia de la sociedad así como mandar pensamientos de
ayuda, en cualquier sentido cuando sabemos que alguien los
necesita. Naturalmente que los lugares donde se practique la

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oración, la meditación o concentración sobre temas elevados, o
simplemente, cualquier agrupación que trabaje con ideales
elevados, ya hacen una gran labor en la sociedad.
No olvidemos que cualquier pensamiento que consigue
despertar una vibración simpática en otro cuerpo mental será
absorbida por éste aumentando así esa vibración o fuerza en él.
Pero, por desgracia, el hombre es todavía muy egoísta y la
mayoría de sus pensamientos se quedan con él creando una
atmósfera que repercute sobre sí mismo; es decir, hacen que el
pensador siga creando pensamientos de esa misma naturaleza.
Así se producen las autosugestiones, las obsesiones y las
tentaciones que, aún en momentos de descanso no dejan en paz
al creador de esos pensamientos. Así, una persona que se
obsesiona con matar (como vemos casi a diario en nuestra
sociedad) a su compañera por medio de repetir ese
pensamiento, termina matándola o el niño que consigue creerse
que es superman porque lleva pensando en ello mucho tiempo,
se puede lanzar al vacío pensando que puede volar.
Así es que llegamos a la conclusión de que mientras el
hombre no domine su mente, y con su voluntad y
discernimiento la mantenga limpia y despejada, no podrá ver
con claridad lo que es real como lo ve el verdadero Yo
superior. Esto es así porque, una vez analizados nuestros
hábitos mentales, podemos asegurar que nuestro cuerpo mental
junto al cuerpo de deseos nos engañan y dominan sutilmente
haciendo que nos centremos en hábitos vulgares y antiguas
formas de pensar en vez de ayudarnos a elevar la vibración o
elevarnos de plano. Por tanto, aquí podemos aplicar ese dicho
de que las cosas se ven según el color del cristal con que se
miren. Es necesario, por este motivo, que el hombre sea

43
consciente de lo que piensa y que acompañe sus pensamientos
con sentimientos y deseos elevados en vez de pasarse el día
creando pensamientos absurdos y sin sentimientos o de
naturaleza maléfica. Cuando no se haga así, al menos, debería
estar la mente concentrada en lo que el hombre esté haciendo
en sus labores cotidianas. De esta forma no permitirá que otros
pensamientos indeseables le penetren y se conviertan en
tentación ya que, como sabemos, estos pensamientos penetran
en nuestro cuerpo mental a la mínima posibilidad que tienen.
Claro que, ¿qué mejor protección contra esas influencias que
andar pensando en estos conocimientos y estar con la mente en
los aspectos más elevados de la vida y del Espíritu?

Para responder simpáticamente a otro pensamiento


debemos tener en nosotros mismos algo de esa misma
naturaleza, por tanto y si queremos que esto no ocurra, no
debemos pensar en nada negativo y sí en lo positivo; de esta
forma los pensamientos indeseables revotarán en nuestra aura y
no nos influirán. Debemos tener siempre presente que allá
donde estemos llevamos con nosotros todo nuestro mundo de
pensamientos y que vamos sembrando la atmósfera influyendo
a los demás. La gran diferencia entre un hombre poco
evolucionado y otro que sí lo está, es que el primero no
controla apenas su mente y se deja influenciar por la atmósfera
mental de donde se encuentre y que el segundo utiliza su mente
voluntaria y conscientemente para crear pensamientos que le
ayuden a él mismo y a la humanidad. Trabajando de esta forma
no solo estamos protegidos, armónicos y siempre positivos,
sino que, a la vez, estamos evolucionando porque cada vez
utilizamos materia más elevada del Mundo del Pensamiento.

44
Si, como hemos dicho, con nuestros pensamientos
creamos nuestro propio mundo, el cual llevamos a todos los
sitios a la vez que influenciamos al resto del mundo, al
considerar a los demás igual que a nosotros mismos
comprenderemos que entre todos creamos una atmósfera
mental nacional, la cual puede ser más o menos racial,
patriótica, democrática, solidaria, etc. Y lo mismo que somos
responsables por los pensamientos que creamos y su efecto
sobre las personas que nos rodean, también somos
responsables, kármicamente hablando, por el efecto de nuestros
pensamientos a nivel nacional. Esto entra dentro de lo que
llamamos karma colectivo, por ejemplo el nazi que además de
hacer mal y dar órdenes contra los judíos, estaba pensando
cómo hacer más mal o a más personas. La naturaleza de los
pensamientos de un país afectan a todos (patriotismo, opinión
pública, costumbres culturales, etc.) y muy especialmente a los
niños puesto que afectan más en la educación. El pensamiento
afecta a los cuerpo de deseos de otros y éstos estimulan al
cuerpo mental para que cree pensamientos de la naturaleza que
sea, así es que, tanto dormidos como despiertos, todos somos
receptivos a los pensamientos de los demás.

Por este motivo deberíamos tener más cuidado con lo


que pensamos individualmente. Si yo doy una conferencia, mis
pensamientos y mis palabras alcanzarán a la mente de todos y,
aunque será más afectado quien preste más atención, los
pensamientos intentarán estimular las vibraciones
correspondientes de los cuerpos de deseos de los asistentes
durante un tiempo al igual que a su mente. Ahora interpretemos
este conocimiento a través de una persona que haya hecho algo
malo y que la gente lo critica cada vez más ¿Qué ocurre? Pues

45
que las que critican, además de crearse un mal karma futuro,
están aumentando ese mal en el Mundo del Pensamiento
afectando a todo el mundo y muy en particular a esa persona
que critican. Es más, cuando alguien comete un mal por culpa
de un pensamiento nuestro, tenemos parte de culpa en el karma
de esa persona.
El hombre actual centra su actividad mental en las
cuatro regiones inferiores del Mundo del Pensamiento, son
pocos los que suelen pensar en cosas relacionadas con los
planos superiores pero, aún así, en esas regiones hay infinidad
de gradaciones o vibraciones que hacen que los pensamientos
de la misma naturaleza se asocien y fortalezcan. Esto nos lleva
a asegurar que una persona devota, rosacruz, o simplemente
que mantenga una línea de pensamientos nobles y espirituales,
se verán atraídos hacia esas regiones y agrupaciones incluso
cuando duermen. Durante el día estamos conectados con esas
zonas del Mundo Mental según nuestras creaciones mentales,
pero hay quien acelera su desarrollo y aumenta sus
conocimientos por las noches. Pongamos un ejemplo de todo
esto, cuando un estudiante de ocultismo estudia por primera
vez algunos diagramas representativos de lo que llamaos
cosmogénesis, le será tan difícil entenderlos como a un niño
respecto a las matemáticas. Pero cuando, día tras día, persista
concentrando la mente, estará abriendo un camino o canal por
medio del cual le será cada día más fácil caminar, es decir,
entenderlo y asimilarlo. A partir de esa centralización y
concentración de la mente en el tema y región que corresponda,
es cuando podrá extraer mayor provecho intelectual.
El cuerpo mental o mente es el vehículo más poderoso
(aunque menos desarrollado) que tiene el Ego, el pensador,

46
para influir sobre la personalidad con la intención de
desarrollar sus virtudes y con tal de alcanzar la perfección y así
no tener que renacer al no haber deudas kármicas. Lo ideal
sería que el cuerpo mental respondiera siempre al Ego cuando
nos aconseja, nos da ideas originales y cuando actúa como
conciencia o cuando la reconocemos por medio de la intuición.
Pero no es así porque la mente está muy arraigada aún en la
naturaleza del cuerpo de deseos, de ahí la necesidad de
espiritualizar este último. El cuerpo mental, como aspecto
mental concreto de la personalidad, toma nota de las
experiencias y asimila el producto del conocimiento para
pasarlas a la región abstracta del Mundo del Pensamiento, que
es donde se encuentra el Alma o Yo superior, y así lo une a los
resultados de todas sus anteriores vidas. Por otro lado, también
es cierto que a la mente le es más fácil pensar basándose en el
pasado que esforzarse en crear pensamientos originales o
elevarse a los planos superiores del Mundo del Pensamiento a
través de la meditación o el discernimiento; por eso también
admite, en la mayoría de los casos, las ideas y pensamientos de
los demás.

Es cierto que el Ego extrae el mayor provecho de la


vida una vez que pasa al purgatorio y al cielo después de la
muerte del cuerpo físico, pero eso no quiere decir que si
pusiésemos más voluntad en pensar positivamente y en
escucharle no aceleraríamos nuestra evolución y obtendríamos
mayores recompensas en la siguiente vida. Por consiguiente, lo
más razonable sería ser conscientes de lo que pensamos para
que nuestros pensamientos sean positivos y hagan bien a los
demás, a la vez que no nos dejarnos dominar por los

47
pensamientos e ideas negativas de otros ni por nuestros malos
sentimientos y deseos.
Si analizamos lo dicho hasta ahora llegaremos a la
conclusión de que la personalidad (cuerpo físico, etérico, de
deseos y mente concreta) aún con una mente capaz de razonar
y dominar al aspecto animal del cuerpo de deseos, tardaría
muchísimo más en llegar a la perfección si no fuera por la
influencia del Ego, es decir, por la voluntad. Por tanto,
llegaremos de nuevo a la conclusión de que el hombre no es el
cuerpo físico ni la muerte de éste es el fin del verdadero Ser o
individualidad. Como este Yo superior o entidad espiritual
vibra en un grado inmensamente superior al grado en que vibra
nuestro mundo físico, no puede obtener la experiencia que
necesita para su desarrollo aquí en la Tierra. Por eso proyecta
una parte de sí mismo para que, una vez conectada al cuerpo de
deseos futuro, se manifieste en el cuerpo físico compenetrando
el cerebro y el sistema nervioso obteniendo así el nombre de
“mente”.
Sin embargo es el Yo superior quien, a través de esta
mente concreta y personal, recibe la información del mundo
físico y envía su respuesta desde su mundo mental abstracto.
Así es que, cuando el Ego encarnado tiene cierto desarrollo y
una mente sana que sabe discernir e investigar, se puede
manifestar la “genialidad”, pero cuando hay poco desarrollo o
la mente está afectada por drogas u otras sustancias o hechos
similares surgen la ignorancia o la falta de razón. Naturalmente
que esto también tiene relación con las deudas del pasado o
karma pendiente, lo que significa que el Ego puede haber
evolucionado mucho pero ha podido renacer con algún
problema mental por algo que hizo a otros o bien a él mismo en

48
otra vida. Por el contrario, cuando en otras vidas se han
desarrollado determinadas cualidades y se eligen los padres
adecuados que facilitan la genética física necesaria puede nacer
un verdadero genio.
El libre albedrío tiene su origen en la mente pero éste
no se desarrollará en su totalidad ni la mente podrá mostrar su
poder hasta que no se libere o doblegue al cuerpo de deseos.
Cuando seamos capaces de transformar el odio en amor, el
egoísmo en altruismo, la simpatía en fraternidad y cuando
superemos el deseo de poder, el orgullo, la arrogancia, etc.,
entonces será cuando el hombre sea libre y podrá ejercer su
libre albedrío para su propio desarrollo. Aún así todos sabemos
que, aunque una persona esté presa, si quiere, en su mente será
libre; lo que también viene a confirmar que el verdadero
hombre está muy por encima de su cuerpo físico.
El origen del Yo superior divino, como lo es toda vida y
todo lo manifestado, es Dios, por tanto cuanto más intentemos
identificarnos con nuestro verdadero Ser convirtiendo los
defectos en cualidades y transformando el aspecto animal en
espiritual, más cerca estaremos de nuestra perfección y de la
liberación del renacimiento puesto que, al fin y al cabo, para
eso renacemos. Como hijos de Dios que somos, tenemos todas
sus posibilidades y poderes latentes (clarividencia, sabiduría,
profecía, conciencia de los otros mundos, etc.) pero éstas solo
se mostrarán progresivamente según seamos capaces de
espiritualizar nuestro carácter en general.

¿QUIÉN ES EL VERDADERO HOMBRE?

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Como ya hemos visto, lo que normalmente llamamos
“hombre” está compuesto de: 1º. La “individualidad” que
renace en parte manifestándose en el mundo físico, y 2º. La
“personalidad” compuesta a su vez de cuatro cuerpos que
sirven de vehículos de manifestación a la individualidad o Yo
superior. Este Yo superior es en realidad el “Alma” del hombre
que reúne o manifiesta sus aspectos a través de los cuerpos a la
vez que obtiene un desarrollo en cada vida gracias a las
experiencias con los mismos. Hay personas que creen y
afirman que esta Alma renace en cuerpos animales, nada más
lejos de la realidad, cuando un Alma que ha evolucionado lo
suficiente a través de cuerpos inferiores a los nuestros como
humanos, ha desarrollado la autoconciencia y se identifica
como un “Yo” separado de los demás. A partir de ese
momento, el individuo nunca renacerá en cuerpos de especies
inferiores a los humanos porque eso implicaría perder esa
autoconciencia y eso iría en contra de la evolución que reina en
el universo.

En las primeras etapas del hombre como individuo


(primitivo) los impactos externos y sensaciones del mundo
físico sobre sus cuerpos físico-etérico, de deseos y su recién
nacida mente, eran como estímulos que, a través del cuerpo de
deseos, actuaban a modo de puerta para que el Yo superior
hiciera sus primeros ensayos en el mundo físico. Las imágenes
mentales actuaban como incentivo para que el hombre hiciera
sus primeras deducciones pero, al actuar aún instintivamente y
con mucha maldad, fue necesario darle unos mandamientos
terrenales para que comenzara a discernir y deducir los
resultados de sus acciones negativas y de sus satisfacciones y
pasiones animales. Como efecto de sus errores, aquel hombre

50
(nosotros mismos en nuestra primera etapa como tal) comenzó
a utilizar más dinámicamente su mente ya que, por un lado
disfrutaba de los placeres como hoy ocurre aún en muchos
casos, y por otro experimentaba el dolor. Estos conflictos entre
la memoria y el deseo ayudaron a que el Yo superior
comenzara a poder manifestar su voluntad y, aún hoy en menor
grado, sigue la lucha del Yo superior contra el cuerpo de
deseos por medio de la mente y su discernimiento. El deseo
procede del “exterior” del verdadero Yo, y la voluntad del
interior.
El Yo superior o Ego tiene que conquistar el mundo
físico y desarrollar sus potencialidades, y para ello necesita
unos vehículos o cuerpos que se lo permitan. Una vez
adquiridos los cuerpos con los cuales puede renacer, el mundo
físico se le presenta como un incentivo para la acción y una
tentación para el disfrute del mismo pero, sin una mente, le
hacen caer en el materialismo, en el egoísmo, en los placeres y
pasiones que le dominan, y en el mal. Por consiguiente,
necesita una mente para razonar ante el bien y el mal y unas
leyes que le obliguen a deducir y extraer conclusiones de lo
que más le beneficia, por tanto y a raíz de ese proceso,
comienza a manifestarse la voluntad, la intuición y la
conciencia, es decir el mismo Ego. De esta forma, en el
principio el hombre era dominado por el deseo y las pasiones,
actualmente esos aspectos están en lucha contra la razón y el
discernimiento, y en un futuro, el deseo, el materialismo y el
egoísmo, morirán para quedar solamente la voluntad del
verdadero hombre.
Mientras tanto y como la mente solo puede deducir y
extraer conclusiones de las experiencias y éstas son muy

51
limitadas para la expresión del Espíritu, la voluntad falla
muchas veces y hace mal. Pero como después de cada muerte
del cuerpo físico sufrimos en el purgatorio por los errores, el
resultado es que en la próxima vida esa voluntad tendrá más
poder y más sabiduría ¿Se comprende ahora por qué sin los
cuerpos y sin el mundo físico no se podría desarrollar el Yo
superior ni el hombre tampoco podría alcanzar la perfección y
la unión con su Espíritu?

El Ego “informa” al hombre (la personalidad) de los


medios y las posibilidades que está capacitado para llevar a
cabo, y estas posibilidades y medios son las que reconocemos
como mente concreta u objetiva en nuestro cerebro. Esto es lo
que diferencia al hombre primitivo del hombre actual, el
hombre primitivo no tenía medio de expresión mental y casi
ninguna posibilidad. El Yo superior comenzó a trabajar y a
influir en el cerebro del hombre primitivo para manifestar
tantos poderes mentales como el cerebro era capaz de
manifestar. Y lo mismo que la luz actúa sobre la retina, así
mismo actúa el Yo superior sobre el cerebro para obtener la
conciencia del mundo físico, obteniendo como efecto lo que
llamamos razón, ideas originales, memoria, voluntad y
discernimiento. El cerebro no piensa por sí mismo sino que es
el instrumento del Ego como puede ser un piano para un
pianista; si no hay pianista no hay melodía. Es gracias al
cerebro del hombre terrenal como puede manifestarse el
hombre celestial renacimiento tras renacimiento, y es gracias a
esos cerebros como recoge las experiencias de las cuales irá
fortaleciendo su “voz” como Alma después de pasar por el
Purgatorio y el Cielo. De esta forma el hombre terrenal se hará
celestial e inmortal gracias a su Alma, y en su momento podrá

52
recordar todas sus vidas pasadas y ver cómo ha ido formando
lo que en ese momento es.
Cuando un niño nace no significa que esa Alma esté
recién creada. Esa Alma fue creada hace millones de años con
todas las cualidades y posibilidades para llegar a ser, como en
su origen lo es, un Dios creador (Cristo dijo que llegaríamos a
hacer lo que Él hacía y mayores obras aún) Pero para ser
diferenciada fue necesario que obtuviera cuerpos de diferente
grado de materia para manifestarse en este mundo físico y
experimentar y renacer hasta obtener la mente, que es la que
nos hace individuos pensantes y superiores a los reinos que nos
siguen. Ahora estamos en el intermedio, ya tenemos
autoconciencia de lo que somos como humanidad pero no
sabemos nada de lo que somos en los mundos espirituales y
mucho menos de que podemos (y así lo haremos) desarrollar
los poderes del Espíritu y alcanzar su perfección a través del
renacimiento. Por consiguiente, cuando un niño nace ya ha
estado aquí en la Tierra otras muchas veces antes como mujer y
como hombre, pero no como animal o planta una vez alcanzada
la individualidad.
Este Alma utiliza un Cuerpo Causal o “cuerpo mental
superior” compuesto de materia mental más elevada (en su
vibración) que lo que aquí conocemos como “mente”, que es la
que utiliza para manifestarse e intentar controlar y dirigir sus
otros cuerpos. No tiene sexo y, a los ojos de los que han
alcanzado el desarrollo suficiente como para verla, aparece
como un ovoide resplandeciente alrededor del cuerpo físico. Si
bien esta Alma existe y se manifiesta gracias a los cuerpos que
en cada vida crea y de los cuales extrae el desarrollo espiritual
que aumenta su poder de manifestación, también es cierto que

53
representa al verdadero Espíritu creado por Dios y que tarde o
temprano manifestará su propia naturaleza. Ahora es el
principio pensante o “pensador” pero llegará el día en que el
propio desarrollo que va acumulando gracias a la personalidad
(cuerpos) sea la puerta para que el hombre (como esencia
espiritual) se unifique con el Alma y ya no necesite renacer
más en este mundo físico.
Este Yo superior se manifiesta de diferentes formas y
dos de ellas es como conciencia y voluntad. La conciencia es el
resultado del desarrollo obtenido en cada vida gracias a las
experiencias, pero también lo es del obtenido después de la
muerte y más en particular de lo que sufre en el Purgatorio. Por
tanto, también es responsable de los errores aquí en la tierra
como lo es un padre respecto a un hijo menor de edad, pues el
“hombre” es sus vehículos (cuerpos sin voluntad ni conciencia
del ser) y él es quien se manifiesta a través de ellos según su
desarrollo y poder. Por ejemplo, si yo desde muy joven ya me
interesaba por todo lo oculto y misterioso y cuando lo
estudiaba parecía como si lo reconociera de nuevo, significa
que ya en otra vida he estado en contacto con este
conocimiento y en esta lo estoy ampliando. Pero si yo en esta
vida y por medio del conocimiento, me desvío hacia la magia
negra o el espiritismo y me hago mal a mí mismo o a otros, lo
tendré que pagar porque es mi voluntad (YO) quien lo ha
querido así o se ha dejado dominar por la personalidad.
A alguien le parecerá injusto que una persona pague
una deuda kármica que hizo la personalidad en su última vida,
pero lo cierto es que los cuerpos que utiliza el Yo superior no
cometen errores porque no tienen voluntad propia. Eso sería
como decir que un delincuente no es culpable cuando se le

54
arresta por el hecho de que lleve otra ropa diferente a la que
llevaba cuando hizo el mal. Cuanto más desarrollo tenga el
Alma más poder tendrá para dirigir sus cuerpos y, por tanto,
menos deudas kármicas negativas tendrá y menos tiempo estará
en el Purgatorio después de cada muerte. Es cierto que la mente
intenta pensar por sí misma y que el cuerpo de deseos es el
“gran tentador”, pero si escucháramos la voz de la conciencia o
intentáramos actuar en el puesto del Ego, cometeríamos
muchísimos menos errores. De lo que se trata no es solo de que
el Alma domine sus cuerpos, sino también y más importante
aún, que los dirija hacia el bien para poder adquirir desarrollo.

Cuando hemos vivido algo más de la mitad de la vida y


retrocedemos en la memoria nos podemos dar cuenta de cómo
pensábamos cuando teníamos 18 o 20 años, qué gustos
teníamos, qué ideales, y cuántos errores cometíamos porque,
aun con esa edad, éramos como niños en comparación, con, por
ejemplo, la edad de 60 años. Sin embargo, todas las
experiencias han sido muy útiles y si hemos tomado nota de
nuestra vida (y más aún si ha sido dura) y del resultado de
nuestros errores, podemos estar seguros de que hemos
aprendido mucho y estamos muy preparados para afrontar otros
aspectos de nuestro destino. Algo así ocurre con el Yo superior,
desde que se individualizó y comenzó a desarrollar su mente
hace millones de años, (más allá de la prehistoria) Es decir,
desde que se comportaba como un animal hasta nuestros días,
ese Yo ha evolucionado hasta ver con horror lo que hacen hoy
mismo otras personas pero que, sin embargo, él mismo hizo en
sus pasadas reencarnaciones. Para cada personalidad que muere
y con el resultado de sus experiencias pasa al Purgatorio y al
Cielo, es como un recuerdo espiritualizado que se transforma

55
en la quintaesencia de esas experiencias, uniéndose la
quintaesencia al Alma a la vez que se olvidan las experiencias.

Quien lleve algún tiempo estudiando filosofía oculta y


sepa meditar sobre lo que aquí se está exponiendo, siempre
tendrá alguna duda sobre el porqué del renacimiento. No voy a
entrar en el origen del mismo en este libro porque no quiero
complicar el tema de la muerte, solo diré que tiene relación con
la “Caída” de la humanidad en el “pecado original”, como así
lo dice la Biblia, pero claro, con un aspecto simbólico y más
profundo de lo que se dice de la serpiente y la manzana. Desde
aquella época el hombre ha sido un peregrino en busca de su
origen y de lo que perdió (su conciencia divina) El Yo superior
es un ser celestial con todos los aspectos de Su Creador, por
tanto, su origen es divino pero, como el niño recién nacido,
tiene que desarrollar lo que verdaderamente es y tiene, es decir,
sus cuerpos, su mente y su voluntad como herramientas que le
servirán para mostrar su poderes como hombre. Cuando ese
niño nace no es consciente del mundo físico hasta que no pasa
cierto tiempo, después toma conciencia del mundo físico y
aprende a utilizar sus cuerpos y su poder (cuerpo físico, cuerpo
de deseos y mental, y la voluntad) y a partir de la mayoría de
edad aproximadamente se independiza y hace su vida
individual para ser padre y formar una familia. Algo parecido
pasa con el Alma, en determinada época nace pero sin ser
consciente aún del mundo físico. A través de la utilización de
infinidad de formas y cuerpos pierde su conciencia celestial y
toma conciencia del mundo físico hasta que está preparada para
utilizar una mente que la hace individual (como nuestra edad
adulta e independencia de los padres) A partir de ahí,
continuará su desarrollo vida tras vida (días tras día en el

56
hombre terrenal) hasta que desarrolle sus poderes y adquiera
sabiduría.
Al Alma también se le representa como un Ángel de la
guarda pero es a causa de las transformaciones que ha hecho la
teología a partir de la verdadera enseñanza que dio Cristo. Es
cierto que es responsable del mal y que debe procurar no caer
en él, pero eso es precisamente porque es el Alma. Lo que no
sería justo es que un Ángel pagara por el mal que nosotros
hacemos sin tener ninguna culpa y sin haber cometido los
errores de los cuales tenemos que aprender nosotros para poder
evolucionar. Ningún ser superior puede hacernos santos si no
hemos vivido, experimentado y sacrificado nuestras vidas
voluntariamente para merecerlo, si se hace así, entonces
recibiremos los efectos en nuestro propio destino pero nada que
haga otro puede venir a nosotros. Por otro lado, no olvidemos
que es la personalidad quien sufre aquí encarnada y es el Alma
quien cosecha el resultado espiritual o desarrollo de los cuerpos
allí en su propio mundo celestial desde donde se manifiesta con
su voluntad. El Alma en su origen es como si la comparamos
con un diamante en bruto el cual, en cada pasada con la
pulidora, es decir en cada vida, se le va desprendiendo lo
grosero para dejar al descubierto su belleza.
Cuando el Ego no necesite renacer más en cuerpo
físico, continuará su evolución en los cuerpos pertenecientes a
los planos superiores, pero entonces ya no existirá el Purgatorio
para él sino que solo tendrá la perfección como meta y
continuará auxiliando a los seres cuya evolución sea inferior a
la suya a modo de colaborar con los Planes de Dios. La
finalidad de la evolución, y por tanto del renacimiento, es hacer
que la personalidad desarrolle sus cualidades y se purifique

57
hasta poder identificarse con la naturaleza espiritual de su Yo
superior, del Alma, a la vez que ésta la tiene bajo su control.
Para ello, cada cuerpo representa y tiene una relación con cada
uno de los tres aspectos del Yo superior (como una trinidad que
es) los cuales, por cierto, son estímulos para que la
personalidad haga el bien. El hombre siempre ha sido, es y será
“Divino” en su esencia y por tal motivo debe actuar siempre en
el bien en pensamiento, palabra y obra, es decir, como si el Yo
superior estuviera actuando directamente a través de sus
cuerpos.
Según vaya actuando esta personalidad de acuerdo a la
voluntad divina, llegará un momento en su evolución en que
sea cada vez más consciente del Alma y de su propio mundo,
entonces participará de los bienes celestiales. El Yo superior,
con sus tres aspectos espirituales, influye y actúa en el hombre
de tres formas diferentes:

1ª.- Como voluntad y conciencia que, a su vez, es causa o


incentivo para la existencia y acción de la personalidad en el
mundo físico y para abstraerse en el momento de la muerte del
cuerpo. Es la voluntad de vivir y experimentar para obtener un
desarrollo evolutivo conectando la mente concreta con el
cerebro físico.
2ª.- Como una esencia o fuerza coherente que manifiesta toda
una serie de deseos, sentimientos y características personales
que diferencia a un hombre (subjetivo) de otro por medio de su
nota-clave vibratoria particular, actuando mediante el cuerpo
de deseos sobre el corazón.

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3ª.- Como actividad y vida única que compenetra todas las
pequeñas vidas (átomos, moléculas, células, etc.) de cada
órgano y parte del cuerpo físico y su funcionamiento. Estas
pequeñas vidas tienen su propia conciencia individual pero
dependen y están compenetradas por la vida y la conciencia del
Alma lo mismo que nuestra vida depende y está compenetrada
por la vida Universal que procede de Dios. Esta influencia se
produce a través del bazo etérico del cuerpo vital o etérico.
Como ya analizaremos más adelante, el Espíritu es una
entidad espiritual compenetrada por una determinada vibración
que le identifica con la obra de Su Creador, Dios, así como
nuestros cuerpos tienen otra vibración que les identifica con
nuestro verdadero Yo, el Yo superior o Alma. Es una chispa o
energía vibratoria que, unida a los millones de chispas, son
parte y forman el Fuego Creador. Es, en parte, consciente de
Dios, es consciente de que existen otras chispas y es consciente
de sí mismo, por lo cual intenta manifestar el amor de Dios y el
amor al prójimo en la personalidad para que, por medio de la
experiencia del renacimiento pueda convertir los poderes
latentes del Padre en poderes dinámicos en el hombre. Por
consiguiente, es la personificación de la Vida de Dios y renace
con la intención de mostrar la naturaleza del Padre Creador y
Su propósito. También se manifiesta como el principio
inteligente o Ego capaz de discernir, distinguir, analizar, elegir,
rechazar, etc., y que, como Hijo de Dios, también es creador
por medio de sus cuerpos. Como conciencia de Dios,
compenetra las formas y cuerpos y subsiste a su manifestación
reaccionando ante las vibraciones externas del medio ambiente.
El Yo superior no puede manifestarse aún en el común
de la humanidad tal y como es en su naturaleza como no lo

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puede hacer un voltaje de 220 voltios en una bombilla de 125.
Él es una voluntad no condicionada, en su esencia ha estado (y
aún sigue estando en gran parte de la humanidad) impedido
casi totalmente en sus intenciones de manifestación por el
aspecto animal del hombre. Actualmente una parte de la
humanidad está dominando ese aspecto a través de la razón y el
discernimiento, lo que facilita su expresión desde su propio
mundo, el mundo mental abstracto. Esto es así porque la
voluntad del Yo superior se va cristalizando en cada plano o
cuerpo donde desea actuar ralentizándose su vibración y
ocurriendo, como efecto, que en nosotros sólo lo podemos
reconocer principalmente como conciencia. Así es que el Yo
superior es el libre albedrío espiritual (libre en su propio
mundo) impedido por el hombre, es la voluntad que se debilita
ante los deseos y pasiones, es la mente superior sumergida en
nuestra mente concreta y objetiva pero, sin embargo, con la
capacidad de afirmarse a sí mismo. Él es el sentimiento de
“Yo” que discierne, decide y vence porque en su naturaleza
está la voluntad y la persistencia.

La razón o cualidad de pensar y considerar los hechos


que se observan y de donde después se deduce y extrae sus
consecuencias, es la herramienta o cuerpo mental (cerebro) del
Yo superior en la Tierra, creando así y a partir de ahí, una
hipótesis o idea original. Después de esta inducción, el Yo
superior comprueba sus hipótesis o ideas por medio de la
experiencia y su puesta en práctica, o lo que es lo mismo,
deduce y razona los resultados. La verdadera intuición es una
de sus facultades y deberíamos reconocerla mientras estemos
dominados por los deseos, sentimientos y pasiones del aspecto
inferior del cuerpo de deseos. Para oír esta manera de hablar

60
del Alma debemos aquietar los sentidos, discernir entre lo
bueno y lo malo y entre lo verdadero y lo falso, e imponer la
razón sobre el cuerpo de deseos.
Quien vence el aspecto terrenal en el hombre lo
suficiente como para percibir la luz de su Alma, reconoce
intuitivamente la Verdad y cometerá pocos errores de juicio.
Este mismo hecho en las personas más desarrolladas se traduce
como profecía e inspiraciones divinas, a partir de ese grado de
desarrollo espiritual el hombre se va familiarizando con su
verdadero Yo hasta que, como iniciados, se ven cara a cara.
Entonces, este iniciado se levanta sobre la muerte y se une a
Cristo para solo renacer siendo consciente (actuando como) de
su Yo superior manifestando sus poderes aquí en la Tierra.
Mientras estuvo renaciendo estuvo sacrificado, ahora ha
obtenido la unificación y no necesita renacer. La necesidad
imperiosa que muchos cristianos tienen de aspirar a unirse a
Cristo o a Dios, su anhelo por lo Divino, no es otra cosa que la
expresión del desarrollo interno obtenido por medio de muchos
renacimientos, esfuerzos y sacrificios.

¿DÓNDE SE DESARROLLA LA HUMANIDAD?

Decimos que el mundo físico existe porque lo vemos, es


decir, porque nuestros ojos responden a las vibraciones y ondas
de luz emitidas por determinados objetos o cuerpos, lo que
nuestra conciencia transforma en forma, color y, a través de la
mente, en ideas. Esto quiere decir que cuando nuestros ojos no
son capaces de percibir esas ondas de luz es como si esa parte
física no existiera. Pero esto también es motivo suficiente
como para pensar que puede haber otra “materia” cuya

61
vibración de luz sea más elevada de la que perciben nuestros
ojos y, por tanto, sería como otro mundo que está unido
(compenetrando) al físico. Si no fuera por los sentidos del
cuerpo físico no podríamos decir que existe el frío, el calor ni
los sonidos puesto que no son sólidos. Es más, si se despertará
un nuevo sentido en el cuerpo o los ojos fueran capaces de
captar vibraciones más elevadas, seríamos capaces de ver la
electricidad, las ondas de radio y televisión que hay en la
atmósfera, etc. En realidad, la naturaleza y la humanidad es lo
que sus sentidos le permiten ver y sentir, pero lo mismo que en
su momento tuvo que admitir que hay una clase de materia que
más bien no es tal sino energía, en un futuro tendrá que admitir
que puede haber otros mundos de materia cuyas vibraciones no
somos capaces de percibir y que pueden estar interrelacionados
y compenetrados con nuestra materia física.

Como sabemos, la luz origina una determinada


vibración en el éter de la atmósfera y produce un determinado
color según sea su amplitud y frecuencia. Si pasamos la luz
blanca por un prisma de cristal se divide en diferentes grados
de vibraciones que nuestra retina refleja en la conciencia como
siete colores; con estos siete colores y sus combinaciones se
pinta el mundo que vemos ¿Podemos afirmar con toda
seguridad que no existen más colores? Por supuesto que no. Si
lo que vemos en nuestra conciencia tiene su origen en una
determinada vibración de luz blanca, decir sí es como decir que
todo el universo tiene su origen en esa vibración de luz blanca
y, como sabemos aunque algunos no lo admitan, hay
vibraciones más elevadas que las que perciben nuestros propios
ojos (Por ejemplo: el sonido, el calor, los rayos X, etc.)

62
Decimos que la luz existe porque nuestros ojos perciben
las ondas de luz cuyas vibraciones están en sintonía con
nuestro sentido de la vista y por eso tenemos conciencia de
ella, sin embargo, no la tenemos de los rayos X ni de las ondas
eléctricas entre otros, lo que significa que, antes de que fueran
descubiertas, seguro que también se negaba su existencia. Esto
nos lleva a afirmar que si fuéramos capaces de ver la luz que
emiten los protones y los electrones de los átomos mientras
giran en su órbitas, casi no necesitaríamos la luz eléctrica ¿y si
viéramos las vibraciones causadas por los éteres? Entonces
podríamos hablar de otro mundo de luz no material y de la
clarividencia como un sexto sentido, pero como no es así, no
somos conscientes y decimos que no pueden existir otros
mundos.
Un clarividente puede ver a través de la materia y según
su grado será capaz de ver la parte etérica (contraparte) de la
materia física e incluso alguno de los mundos que la filosofía
oculta menciona. Desde dicha región etérica-física hasta el
Mundo del Pensamiento pasando por el Mundo de Deseos,
todo es “materia”, pero esta materia es tan sutil y sus
vibraciones son tan elevadas que muy pocas personas son
capaces de percibirla. El ser humano está evolucionando en un
esquema de siete mundos pero solo utiliza las siguientes clases
de materia:

1º.- Física para poder experimentar y evolucionar con su


cuerpo físico en el Mundo Físico.
2ª.- Etérica para crear el molde etérico sobre el que se forma el
cuerpo físico y para que el Ego sea consciente y pueda

63
responder a los impactos, hechos y circunstancias a través del
cerebro y del sistema nervioso.
3ª.- Materia del Mundo de Deseos para crear su cuerpo de
deseos como origen de sus sentimientos y deseos que son el
incentivo para la acción.
4ª.- Materia mental con la que forma su cuerpo mental para
pensar, discernir y ser el medio por el que el Ego se manifiesta
hasta el cerebro físico y el sistema nervioso.

El hombre solo es consciente del mundo físico en su


estado de vigilia pero mientras duerme está en el Mundo de
Deseos y es consciente de él así como de la región etérica. Es
más, cuando abandona definitivamente el cuerpo físico alcanza
el Mundo del Pensamiento y es ahí donde el Yo superior, ya
sin cuerpos, asimila el fruto de su vida pasada y prepara la
siguiente.
Ya hemos puesto algún ejemplo de cómo pueden
compenetrarse diferentes grados de materia ocupando un
mismo espacio. Podríamos poner muchos más, por ejemplo,
poner en una habitación toda clase de luces de diferentes
vibraciones u ondas de luz, todas estarían en un mismo sitio y
todas tendrían su propia luz. O bien, en un envase ponemos
piedras, arena y agua resultando que tendremos materia de
diferente densidad, líquido y aire que siempre habría entre los
minerales y el líquido. O también, una simple naranja que tiene
materia sólida, líquida y gaseosa aún sin descomponer los
átomos. Sabiendo esto y tal y como explican las enseñanzas
ocultas, estamos compenetrados por otros mundos pero es que,
además, también lo estamos por sus habitantes que utilizan
materia de dichos mundos para crear sus cuerpos. Estamos tan

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acostumbrados al mundo físico que no nos paramos a pensar
qué son eso que llamamos fuerzas de la naturaleza; qué o
quién hace que una semilla forme una bella flor; cómo sube el
agua a la atmósfera para formar las nubes; quién forma en el
vientre de la madre a los niños; como se crean y se diferencian
las especies y porqué; quién forma el polluelo en el huevo de
un ave; y así sucesivamente en nuestra naturaleza. La magia tal
y como entienden la mayoría de las personas no existe, lo que
llamamos “obra de la naturaleza” son fuerzas inteligentes que,
al no percibirlas, decimos que son sabias.

Desde hace muchos siglos y miles de años se ha


mencionado a los espíritus de la naturaleza, a los Ángeles, a los
Arcángeles e incluso a los muertos como seres que habitan
entre nosotros, pues bien, esos seres, y nosotros después de
dejar el cuerpo físico, son los que hacen esa magia. Si
viéramos un poco más allá de lo que vemos seríamos capaces
de percibir a los gnomos, las hadas, las ondinas e incluso a los
Ángeles como sus directores que son. Ellos son los
constructores de todo lo que vemos pero lo construyen en la
región etérica de la Tierra, sin las formas (moldes etéricos) que
ellos construyen no existirían las formas que percibimos
nosotros. Ellos colaboran con las formas mineral, vegetal,
animal y humana bajo la dirección de los Ángeles (que también
tienen un cuerpo etérico) Como ocurre con nosotros que
también colaboramos desde la materia física para ayudar a que
esa vida grupal evolucione y algún día se individualice y
adquiera su autoconciencia como nosotros la tenemos y en un
grado próximo también la tendrán los animales. Como dice
Max Heindel, clarividente y fundador de la Fraternidad

65
Rosacruz: “Nuestros muertos están más cerca de nosotros que
nuestras propias manos”.
Nuestro planeta está compenetrado por otros mundos
más elevados o, dicho de otro modo más correcto, con una
materia de una vibración mucho más elevada que lo que
conocemos en el mundo físico, por consiguiente, cuando
decimos que morimos lo único que hacemos es “vivir” en el
cuerpo etérico y en la región etérica del planeta; cuando vamos
al purgatorio estamos en las regiones inferiores (del mal) del
Mundo del Deseo; cuando pasamos al Cielo continuamos con
nuestro cuerpo de deseos, purificado ya en el Purgatorio, donde
recibimos el fruto del bien; y cuando abandonamos el cuerpo
de deseos nos encontramos en el Mundo del Pensamiento
donde descansaremos y prepararemos una futura vida sin
ningún recuerdo ya de la pasada. Una persona clarividente
puede ver a los seres queridos que han pasado al más allá, bien
sea en el Purgatorio o en el Cielo, nosotros mismos estamos en
ese mundo por las noches y podemos estar en diferentes sitios
habituales de nuestra vida cotidiana y con familiares y amigos.
Si no hay suficientes razonamientos con los expuestos hasta
ahora diré que la ciencia conoce elementos químicos que son
capaces de penetrar a otros y, por tanto ocupar un mismo
espacio y, además, podríamos afirmar que mientras dormimos
tenemos otra clase de “sentidos” con los que vemos, tocamos,
hablamos, etc. Entonces, ¿por qué no podemos tener otros
sentidos ocultos que nos permitan ser conscientes de esos
mundos?
Queda, por tanto, claro que los mundos están
compenetrados ocupando un mismo espacio (algo más que
nuestro mundo físico) gracias a que, cuanto más cerca del

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Mundo de Dios, más sutil es su materia y más elevada su
vibración. Pero también podemos expresar esta idea
definiéndolos como “estados de conciencia” porque nosotros
somos conscientes de los mundos que utilizamos actualmente.
Ahora estamos evolucionando en los tres mundos inferiores
pero llegará un momento en que lo haremos en todos y en ese
momento seremos conscientes de nuestro verdadero Espíritu y,
para nosotros, se habrá acabado ese peregrinaje porque
habremos desarrollado los poderes de Dios en nosotros según
está escrito “Sed perfectos como vuestro Padre que está en los
Cielos es perfecto.”

LOS MUNDOS DONDE EVOLUCIONAMOS

El Mundo Físico está compuesto de dos grandes


regiones que se conocen como: Primera: Región Química, que
comprende los estados de materia conocidos como sólido,
líquido y gaseoso; y Segunda: Región Etérica que comprende
cuatro estados o planos de materia llamados etéricos. Son los
éteres de esta última región los que compenetran el cuerpo
físico como un doble y se relacionan con el mantenimiento de
la vida, con la procreación, con el calor del cuerpo y con la
memoria y los pensamientos creados por el Yo superior.
De los siete subplanos de diferente vibración y densidad
de materia de los que está compuesto el Mundo de Deseos, la
más sutil y de vibración más elevada está en contacto con el
Mundo del Pensamiento y la más densa y de vibración más
lenta lo está con la región etérica del mundo físico. La mayoría
de las personas suelen tener materia de casi todos los subplanos
en su cuerpo de deseos, lo que crea el incentivo para la acción

67
en cualquier sentido por medio de los deseos, sentimientos y
emociones. La diferencia de una persona con cierto grado de
espiritualidad a otra que apenas se ha desarrollado, es que el
primero no tendrá materia correspondiente a la región inferior
del Mundo de Deseos (cuya vibración se relaciona con los
peores deseos y sentimientos) y el segundo tampoco tendrá de
la más elevada que corresponde a los más elevados
sentimientos y deseos. Así es que la materia del Mundo de
Deseos en nuestro cuerpo de deseos actúa como sentidos que
permiten expresar nuestros sentimientos, deseos, etc. Excepto
cuando una persona que, por ejemplo, si ha superado
perfectamente la ira, sería incapaz de manifestarla porque no
tendría materia de esa vibración en su cuerpo.

No hay que imaginar que los planos o mundos del


universo estén situados a modo de zonas concéntricas de
manera que el final de un mundo sea donde comience el otro.
Los mundos se penetran mutuamente y están separados
solamente por la diferencia que tiene su materia de forma
similar como aquí se diferencia el agua del aire. Por tanto, el
Mundo de Deseos está “sobre”, “debajo” y “en” nosotros
porque compenetra nuestro cuerpo físico como compenetra
toda la materia física; nos diferenciamos del él por la presión
del cuerpo y porque sus vibraciones no afectan a la materia
densa. Este mundo está compuesto, en gran parte, por las
mismas formas del mundo físico pero sus objetos se pueden ver
desde todos los aspectos a la misma vez. También sorprende
porque cambia constantemente las formas, sobre todo sus
contornos, es más, el hombre mismo puede cambiarlas y crear
formas a su antojo.

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Cuando abandonamos el cuerpo físico y el etérico
después de la muerte, el cuerpo de deseos, que durante la vida
tiene forma de ovoide, se convierte en una réplica del cuerpo
físico con la diferencia de que su materia se va estructurando
en capas de mayor a menor densidad y desde el exterior hacia
el interior. Las capas externas estarán compuestas de la materia
más grosera representando así a los deseos, sentimientos y
emociones más negativos, y las internas representarán los más
elevados y espirituales. Esta transformación del cuerpo de
deseos es la que nos hace situarnos con nuestra conciencia en
el nivel que nos corresponde para empezar a vivir y sentir el
mal que hicimos, por eso se suele considerar al subplano
inferior como el Infierno y a los dos siguientes el Purgatorio.
Naturalmente no son tal y como nos lo han pintado algunas
iglesias y, aunque allí se sufre intensamente el mal que hemos
hecho, no se puede creer que un Dios de amor castigue
eternamente a Sus hijos que están evolucionando (aprendiendo
a ser buenos)
El Mundo del Deseo, como todos los mundos, está
compuesto de siete regiones o planos que, a su vez y en este
caso, se dividen en:
1º.- Región purgatorial, que son los tres planos inferiores de
este mundo.
2º.- El cielo, que comprende los tres planos superiores.
3º.- El plano intermedio o del sentimiento.
La materia de este mundo tiene más colores
desconocidos por la humanidad, se mueve constantemente y se
la puede dar forma a voluntad; quien haya visto una película
llamada “Más allá de los sueños” tendrá una idea bastante
aproximada de lo que digo porque en esa película han querido

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expresar cómo es el mundo de los muertos. De este mundo
tomamos la materia para formar nuestro cuerpo de deseos pero
esto se hace de acuerdo a nuestro desarrollo espiritual, es decir,
solo podemos tomar la materia de los planos cuya vibración
está en sintonía con nuestra vibración, desarrollo y necesidades
kármicas. Esto es, una persona de elevados sentimientos que ha
superado muchos defectos del carácter y que tiene buena
voluntad nunca podrá atraer materia de las regiones inferiores
(Purgatorio) Ni un terrorista, fanático religioso o persona de
carácter malvado podrá atraer o tomar materia de los planos
más elevados (Cielo) porque no la puede atraer como un imán
no puede atraer lo que no sea hierro. Las personas forman su
cuerpo de deseos según su carácter interno y sus deudas del
destino o kármicas, si no fuera así el Yo superior no podría
actuar sobre dicho cuerpo como expresión de sus sentimientos,
deseos y emociones. Por otro lado, tampoco llegaría al Yo
superior lo que ocurre en el medio ambiente ni los impactos
que alcanzan al cuerpo físico y que capta por medio de sus
sentidos.
El Mundo del Pensamiento se divide en dos regiones
principales:
1ª.- La Región Concreta o cuatro planos inferiores, que
comprenden la materia de donde formamos nuestro cuerpo
mental, es decir, de donde formamos nuestra mente.
2ª.- Región Abstracta, que comprende los tres planos
superiores relacionados con lo que denominamos mente
abstracta pero que también es el lugar desde donde el Yo
superior gobierna sus cuerpos. Desde esta región el Ego intenta
expresar su buena voluntad por medio de la conciencia, la
intuición, la voluntad y las ideas originales.

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El proceso de pensar y su efecto es de la siguiente
forma: Primero: El Ego crea un pensamiento o idea que se
envuelve de material mental concreta de las regiones inferiores
de este mundo; Segundo: Este pensamiento-forma pasa al
Mundo del Deseo donde estimula una respuesta en forma de
sentimiento o deseo de determinada región según sea la
naturaleza del pensamiento; Tercero: El mismo pasará al
cerebro etérico y al físico donde actuará sobre los centros
cerebrales, sistema nervioso y músculos. Así podemos ver
cómo actúa el Alma sobre sus cuerpos con la voluntad y la
mente aunque no siempre se la escuche ni se la obedezca. En
realidad, todo lo creado físicamente por el hombre ha sido
gracias al Yo superior que envía las ideas desde su propio
plano, nada inventa el hombre sino que lo descubre.

Como su nombre indica, este mundo es el de la


inteligencia y de la mente, el cual está representado en nosotros
como “razón”. Pero, como es obvio, el hombre no puede
percibir todas las vibraciones de este mundo puesto que está
limitado por el cerebro. El cerebro responde simpáticamente al
Mundo del Pensamiento pero no puede responder nada más
que a determinadas vibraciones por la densidad de la materia y
según el karma que lo conforme. Así es que, el Yo superior
puede intentar comunicar al cerebro determinados hechos pero
el cerebro no puede percibir nada más que una pequeña parte
de esas ideas y pensamientos. De ahí que haya cerebros de
diversos grados de capacidad de respuesta como son el genio,
el intelectual, el poco desarrollado, el idiota o totalmente
inculto.

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Este mundo está compuesto de siete subdivisiones
como todos los demás, a su vez, se divide en dos grandes
regiones, llamándose la superior “abstracta” y la inferior
“concreta”. Aquí trabaja el Ego respondiendo a las impresiones
del mundo físico sobre el cerebro y creando ideas que se
convierten en pensamientos forma cuando se rodean de materia
mental de las regiones inferiores o concretas. De hecho,
podríamos considerar a la palabra como la manera de
representar o expresar lo que para nosotros serían los símbolos
o arquetipos del Mundo del Pensamiento. Digamos, como otra
forma de expresarlo, que Dios tiene ideas o crea arquetipos
mentales (en las regiones superiores o abstractas) para el ser
humano y para el planeta tierra y les da forma con materia
mental inferior para que tomen forma en las regiones etéricas y
físicas de nuestro mundo. De igual manera, una persona tiene
una idea, (percibe en su cerebro un arquetipo del Mundo del
Pensamiento) le da forma creando un pensamiento imagen, y
cuando tiene claro el esquema de lo que desea lo crea
materialmente y decimos que lo ha inventado. Esto es lo que
ocurre cuando después de la muerte llegamos a esas regiones,
el hecho de pensar es crear mentalmente, por eso se dice que
allí el propósito y el hecho es lo mismo. Pero, como es natural,
la humanidad está aún muy limitada en su acción creadora en
ese mundo y lo que hacemos allí después de la muerte es
gracias a la ayuda y dirección de las varias jerarquías que allí
habitan y trabajan para ayudarnos. Al estar aquí rodeados de
nuestra propia aura mental, todo lo que nos llega se tiñe de la
naturaleza que tenga la misma, transformando así muchas
veces pensamientos forma que nos serían muy útiles.

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Cuando decimos que una persona está más desarrollada
nos referimos al hecho de que está más capacitada para recibir
y responder a las impresiones que proceden de ese mundo y de
los seres que vibran en ese nivel. Recordemos que nosotros
estamos rodeados y compenetrados por los mundos, por tanto,
lo único que nos separa de esas regiones mentales es que
nuestra vibración mental no alcanza esos grados, lo que hace
que no podamos percibir esos pensamientos forma e ideas
elevadas. Según nos esforcemos y desarrollemos nuestra mente
y espíritu seremos capaces de identificarnos con esas regiones
y atraer materia de las mismas hacia nuestro cuerpo mental.
Cuando llegue ese momento, el Yo superior, el pensador, será
capaz de ser consciente de lo que hay allí y ver incluso sus
vidas pasadas así como algunos planes de futuro para la
humanidad. Nuestro cuerpo mental está constituido por la
materia mental de las cuatro regiones inferiores del Mundo del
Pensamiento pero solo tendrá la materia que le corresponda
según la vibración o nota-clave del átomo simiente mental, la
cual es el resultado de sus anteriores vidas y del karma previsto
para la presente. Digamos que el hombre no podrá manejar
nada más que la materia mental que le corresponda según su
esfuerzo y si su karma se lo permite.

Podríamos decir que el cuerpo mental está conformado


de forma similar al cuerpo de deseos después de la muerte, es
decir, la materia más grosera en el exterior y la más sutil y
refinada en el interior. Por tanto, la materia relacionada con las
regiones inferiores del Mundo del Pensamiento forma
realmente la mente, la razón, el juicio, etc. Su expresión es
concreta porque razona en su expresión para que estas
vibraciones lleguen al cerebro etérico-físico a través del cuerpo

73
de deseos y para que el hombre se exprese gracias a su acción
final sobre el sistema nervioso, muscular, palabra hablada, etc.
Lo mismo que un pensamiento-forma se transforma o debilita
en su manifestación física, asimismo, las respuestas del cerebro
físico también son lentas en estado consciente porque suelen
estar muy influenciadas por los sentidos, por el mundo que las
rodea, y por los hábitos e instintos. Cuando el hombre se dé
cuenta del poder que tiene y que puede expresar por medio de
la mente, podrá gobernar sus cuerpos, crear su propio destino,
utilizar la memoria del pasado para planificar su futuro, y
desarrollar la genialidad gracias al acercamiento de su propio
Yo superior.

Sabemos, y así lo afirman los científicos, que el hombre


no utiliza nada más que un mínimo porcentaje de su poder
mental, lo que concuerda con la filosofía oculta cuando dice
que el hombre ha estado dominado por sus cuerpo de deseos
hasta hace unos millones de años y que desde hace ese tiempo
para acá está comenzando a desarrollar y utilizar su mente
voluntariamente. Cuando la voluntad controla la mente y la
utiliza para gobernar el cuerpo de deseos, se demuestra que el
pensamiento es muy poderoso y que la mente es la base del
desarrollo del hombre. Claro que esto dependerá de la clase de
materia que componga la mente puesto que puede ser de
alguno de los diferentes planos del Mundo del Pensamiento. La
materia del cuerpo mental o mente se puede transformar hacia
lo elevado y positivo mientras se rechaza y se elimina lo
negativo; esto es, si creamos pensamientos concentrados y
voluntariamente fuertes estimularemos y atraeremos materia
mental de los planos superiores. Si repetimos la operación
crearemos un buen hábito y esa parte de la mente atraerá las

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vibraciones de su alrededor que estén en sintonía. Además,
Primero: Según sea el tema que se piensa así afectará al cuerpo
de deseos haciendo que se forme un sentimiento, deseo o
emoción; y Segundo: Si es abstracto y elevado como, por
ejemplo, el amor espiritual, estimulará más aun las regiones
superiores del mundo del Pensamiento. Pero también, y esto es
importante, el sentimiento y las emociones hacen que la mente
responda instintivamente o como hábito, lo que, cuando es
negativa, puede perjudicar porque la mente responderá creando
pensamientos negativos; de ahí la necesidad de controlar la
mente con la voluntad.
Cuando el hombre controla la mente y crea
pensamientos de amor, fraternidad, altruismo, humildad, etc.,
forma ese determinado carácter y la persona se muestra tal y
como piensa porque esos pensamientos estimulan sentimientos
en el cuerpo de deseos cuya materia pertenece a los planos
superiores del Mundo de Deseos. Como esto tiende a
reproducirse automáticamente, cuanto más se repitan dichos
pensamientos, más desarrollaremos nuestro Yo superior gracias
al uso positivo de los cuerpos. Si afinamos un violín o un
diapasón en el mismo tono de otro diapasón, cuando éste suene
hará sonar al violín o al otro diapasón por medio de sus
vibraciones trasportadas por el aire; eso mismo ocurre con los
pensamientos del hombre.
El hombre va dejando huella de su personalidad gracias
a su pensamiento, el cual afectará a otras mentes que estén en
sintonía con él. El que reza en una iglesia deja sus
pensamientos y sentimientos en ella, los que estimularán a otra
persona que también vaya con la intención de rezar creando así
una atmósfera de material mental que, a su vez, actuará como

75
un espíritu sobre cualquier fervoroso orador. Pero (por
ejemplo) la persona que entra en esa iglesia y no ha hecho
vibrar su mente en ese sentido de devoción y amor cristiano no
le afectará esa atmósfera. Una persona que piensa negativa y
repetidamente sobre un determinado tema, no solo afecta a los
demás por medio de la atmósfera mental sino que, además, se
puede auto-obsesionar. También es conveniente tener presente
que cuando concentramos la mente sobre alguien, los
pensamientos irán dirigidos sobre esa persona, pero si en ese
momento la persona está muy centrada sobre algún tema, no
podrán alcanzar su mente pero estarán a su alrededor hasta que
puedan penetrarle. En realidad, los pensamientos pueden tomar
varias direcciones:

1ª.- Hacia una persona en la que se piensa o hacia la que se


envían.
2ª.- Sobre uno mismo cuando el pensamiento es sobre algo
relacionado con su creador y, por tanto, repercute sobre sus
cuerpos.
3ª.- Sobre el medio ambiente porque, unos directa y otros
indirectamente, quedan flotando en el lugar donde se crearon;
pero tanto unos como otros repercuten sobre los cuerpo de
deseos y mental de su creador o sobre los de los demás.

Por consiguiente nosotros siempre estamos bañados por


pensamientos que pueden afectar a nuestra mente como ocurre
con los sentimientos y emociones respecto al cuerpo de deseos.
En nuestros hogares nos encontramos en nuestro propio
ambiente, el devoto cristiano se encontrará muy bien en una
iglesia donde asistan personas como él; por la calle nos

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asaltarán mil clases de pensamientos y así sucesivamente según
cada ambiente. Pero también, las personas ordinarias ven todo
esto muy normal porque así lo han visto durante toda su vida,
sin embargo, el que comienza a esforzarse por desarrollarse
espiritualmente gracias a este conocimiento, no se deja
influenciar tan fácilmente y medita lo que penetra en su mente
y sus creaciones mentales para así colaborar positivamente en
el Mundo del Pensamiento y respecto a la humanidad ¿Y esto
porqué? pues porque sabe que si no lo hace puede ser
dominado por el aspecto inferior del cuerpo de deseos y porque
sabe que su deber es hacer el bien y transmutar el mal. Una
mente ociosa y sin control pone a su dueño en peligro de caer
en tentaciones, por eso es aconsejable tener la mente ocupada
en temas elevados y en todo lo bueno donde se sienta cómoda.

Hay personas que se deprimen y son inestables porque


se dejan dominar por toda clase de pensamientos y hechos que
le hacen gastar mucha energía al estar las 24 horas dando
vueltas a un mismo tema. Estas personas deben aprender a
concentrarse, para ello pueden comenzar por expulsar todos los
pensamientos indeseables para quedarse solo con los positivos
y, además, practicar la concentración. Es muy importante no
dejarse llevar por los problemas ni por los temores y mucho
menos atormentarse porque eso debilita la energía vital y
aumenta el problema ya que nuestros mismos pensamientos
nos afectan. La persona que vive estos conocimientos no se
ofende por cosas que otros sí lo hacen, no se inquieta, no se
deja dominar por el temor ni por la ira ni por nada parecido,
sino que cree en una justicia divina y sabe que solo tiene que
pensar y actuar bien para que todo cambie.

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Si uno se deja llevar por lo negativo y altera y
desequilibra su cuerpo de deseos y su mente, no puede culpar a
nadie nada más que a él mismo por ello. Quien se enfada muy a
menudo termina desarrollando la irá y con un carácter irritable
e inaguantable por el simple hecho de no razonar y no luchar
contra las tentaciones que le penetran o que él mismo crea. Por
tal razón es bueno intentar ver el lado bueno de las personas y
el aspecto positivo que siempre tiene lo normalmente llamado
malo. La crítica destructiva afecta de tal manera que se hace un
gran mal a la persona mencionada a la vez que nos creamos
una deuda con ella, mientras que si hacemos una crítica
constructiva viendo sus cualidades la ayudaremos; esa es una
de las diferencias de controlar o no nuestra mente. Es cierto
que cuando uno tiene una mala costumbre arraigada desde hace
muchos años no es fácil vencerla, pero también lo es que con
cada pensamiento creado para combatir ese mal disminuye su
fuerza y tenemos más fácil la victoria.

¿POR QUÉ ESTAMOS AQUÍ?


Normalmente todas, o al menos la mayoría de las
religiones, creen que Dios es el creador del universo y que lo
hizo porque tiene un Plan para todo lo que en él existe. La
ciencia, como normalmente ocurre, no lo cree así y prefiere
afirmar algo así como que es el resultado de una serie de
combinaciones, casualidades y fuerzas de la naturaleza y que,
más o menos, todo procede de la nada y en su momento todo
volverá a la nada. La Sabiduría esotérica antigua, también
llamada filosofía oculta, dice que todo lo manifestado tiene su
origen en Dios mismo y que, como dice la Biblia “En Dios
vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”.

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La posición de la ciencia es comparable a la de una
célula que esté “evolucionando” y cumpliendo una función, en
algún órgano del cuerpo. Podríamos decir que para esas células
su mundo (el órgano) ha podido formarse de la nada como
efecto de una serie de fuerzas y mecanismos o incluso de
casualidad, sin embargo, su vida es parte de la vida del órgano
donde se encuentra, o sea, de la vida que anima ese cuerpo; su
conciencia es una parte infinitesimal de la conciencia del ser
que lo habita; el cuerpo (el universo, para las células) no tendrá
límites y por tanto no tendrá fin. Por consiguiente, viven y
evolucionan gracias al Espíritu que es el verdadero dueño de
esos cuerpos como lo es Dios de todo lo creado dentro de Él
Mismo puesto que los mundos donde evolucionamos son
campos de expresión y evolución de Dios.
Luego entonces, ¿Podemos considerarnos células que
cumplen una función en un órgano de lo que podría ser la
manifestación (cuerpo) de Dios? ¿Y si nuestra vida aquí fuera
una manera de aprender (como nuestros hijos en la escuela) y
de desarrollar el aspecto espiritual para después pasar a otro
mundo (clase) también creado por Dios para que alcancemos la
perfección? ¿Es posible tanta perfección en el universo, en la
naturaleza y en nuestros cuerpos, si hubiera surgido todo de
algo que no sea un SER infinitamente superior al hombre?
Todo lo creado tiene su origen en la mente de Dios,
como todo lo creado por el hombre tiene su origen en la mente
del hombre. La vida del universo es la Vida de Dios, desde las
fuerzas que mueven el átomo hasta las que mueven las galaxias
tienen su origen en Dios y las manifestó para cumplir un Plan,
y ese Plan está dentro de lo que llamamos EVOLUCIÓN. Lo
mismo que unos padres tienen un plan para que su hijo pueda

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llegar a lo más alto posible sin olvidarse del amor hacia ellos,
también Dios lo tiene con respecto a nosotros, con la diferencia
de que nosotros tenemos sus poderes latentes como la semilla
de una encina contiene la encina misma en forma latente. El
niño comienza en la guardería y termina en la universidad
pasando por una serie de etapas de aprendizaje durante años;
nosotros como espíritus, pasamos por cuerpos salvajes y
terminaremos alcanzando la perfección pero renaciendo
muchas veces y pasando por diferentes etapas (mundos) a la
vez que vamos abandonando otras.

Hoy el hombre es capaz de crear infinidad de cosas


materiales (en un futuro creará también la vida) pero su origen
está en la voluntad (el Espíritu) que utiliza la mente para
discernir, investigar, imaginar, etc. Si no hay voluntad (ser
espiritual) no se puede utilizar la mente para crear un
pensamiento-forma el cual será manifestado físicamente. Eso
mismo hace Dios en Sí mismo, crea un Plan de diferentes
mundos de materia y hace que sus hijos desciendan, aprendan a
crear sus propios cuerpos y los utilicen para desarrollar sus
poderes latentes a la vez que espiritualizan toda la creación.
Así, el Espíritu que Creo Dios (nuestro espíritu) y que no era
consciente de sí mismo se convierte en Dios como Su Padre
pero con autoconciencia. Cristo dijo: “Yo y mi Padre somos
uno” y también dijo “Las obras que yo hago las haréis y
mayores aún”. Eso solo se puede conseguir a través del Plan de
Dios. Si todo evoluciona ¿No es lógico que el ser humano
evolucione? Pero si como se afirma “Dios es amor”, su Plan
también tiene que ser un Plan de amor y, aunque algunos lo
duden por su ignorancia, así es.

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¿No traemos nosotros niños a este mundo sin pensar en
el mal que existe y que, por tanto, les puede hacer sufrir?
¿Prohibimos andar a nuestros hijos a partir de las primeras
caídas con tal de protegerles o les dejamos que sigan
intentándolo hasta que aprendan? Si siendo imperfectos como
somos, actuamos como lo hacemos ¿Cómo no va a ser el Plan
de Dios perfecto si Él es perfecto? Si el hombre ha creado y
caído en el mal deberá experimentar cómo le afecta y limita ese
mal hasta que aprenda a diferenciarlo del bien y pueda corregir
su destino pero, aún así, el Espíritu siempre nos habla para que
sepamos elegir el camino del bien. ¿Por qué estamos aquí?
Porque, como todo lo que se inventa, hay que ponerlo a prueba
para ver los resultados y corregir lo necesario para hacerlo lo
más perfecto posible según el fin con el que se haya creado.
Nuestro cuerpo no puede vivir toda una eternidad porque
envejece y se cristaliza, porque enferma y porque llega un
momento en que ya no funciona, de ahí la necesidad de renacer
con un cuerpo nuevo y asimilar el fruto de la experiencia
después de su muerte. Estamos en un cuerpo físico y tenemos
que renacer porque estamos evolucionando en el más denso de
los mundos, y lo necesitamos porque tenemos que desarrollar
la voluntad y la mente y, porque si no experimentamos no
evolucionamos.

¿QUIÉN CREÓ AL HOMBRE Y PARA QUÉ?

Todos los humanos hemos sido creados por Dios y


todos llevamos internamente la semilla que nos incita o
estimula para evolucionar por medio de: La procreación, la
experiencia, la maestría en el manejo de la materia física, las

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experiencias con nuestros hermanos y por medio de la
búsqueda de algo más elevado; por consiguiente somos parte
del Plan y de la Vida de Dios. Nuestro verdadero Ser hizo un
descenso desde los mundos espirituales hacia la materia a la
vez que perdía la conciencia de Dios para desarrollar la terrenal
o suya propia, ahora estamos en la etapa de conocer y
diferenciar el bien del mal y desarrollar los poderes del Espíritu
a través de la experiencia en estos mundos. Ahora que tenemos
nuestra autoconciencia y conocemos el bien y el mal, solo nos
queda ponernos a trabajar en el bien para acelerar el proceso de
evolución que nos llevará de vuelta a la Casa de nuestro Padre.
Según vayamos recorriendo el sendero iremos conociendo las
leyes ocultas que nos ayudarán como ayudan las nuevas
enseñanzas al estudiante que comienza un nuevo curso. Según
vayamos aprobando cursos en esta escuela de Dios
alcanzaremos nuevas posibilidades y desarrollaremos poderes
que ahora están dormidos, entonces seremos verdaderos
creadores en el mundo físico y ayudaremos en un mayor grado
de lo que lo hacemos ahora a las vidas que habitan los cuerpos
de los reinos que nos siguen. Dios no crea un nuevo Espíritu en
cada nacimiento aquí en la tierra sino que creó millones de
ellos, algunos de los cuales y a lo largo de la involución y la
evolución, se han distanciado más de otros y ahora están
evolucionando en diferentes mundos según cuál sea su
desarrollo, sin embargo, tarde o temprano volveremos a Él
después de haber alcanzado y desarrollado lo previsto por Dios
mismo.

82
83
84
CAPÍTULO II

EVOLUCIÓN DE LA VIDA Y DE LA FORMA MATERIAL

Cuando estudiamos el origen de la materia física


partiendo del átomo en sus muy diversas combinaciones para
formar tantas clases de materia que, a su vez, evoluciona y
forma parte de los cuerpos habitados por los diferentes reinos,
lo lógico es que reconozcamos que todo esto no puede proceder
de un algo ininteligente o de un caos sin principios ni leyes.
Tiene que proceder de algo maravillosamente inteligente y
tiene que entrar dentro de un esquema cuya meta debe ser algo
perfecto. El mineral tiene vida aunque su cuerpo sea totalmente
sólido; el vegetal tiene vida y un cuerpo sólido y líquido que
nace se desarrolla y muere; el animal es similar pero puede
moverse, procrear y tener sentimientos y deseos; el hombre es
similar al animal pero, además, tiene voluntad propia, es auto-
consciente y razona. Es decir el mineral tiene cuerpo físico; el
vegetal tiene cuerpo físico y etérico, el animal tiene cuerpo
físico, etérico y de deseos; y nosotros tenemos esos mismos
cuerpos más la mente y la autoconciencia que adquirimos

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cuando nuestra conciencia (hace millones de años) era similar a
la de nuestros animales actuales.

¿Por qué existen esos reinos y esas diferencias? Porque


es la Vida diferenciada “por” y “de” Dios la que utiliza la
materia como vehículo para, según evoluciona, desarrollar la
conciencia. Cuando esta vida ha experimentado a través de
infinidad de cuerpos de muy diferentes grados de desarrollo y
especies y alcanza el estado de conciencia humano
(autoconciencia) nace el Yo superior y a partir de ahí comienza
a renacer como hombre. Y es esta nueva especie humana la que
tendrá que aprender a dirigir la mente para gobernar su cuerpo
de deseos y vencer su naturaleza animal para, así, desarrollar la
espiritual hasta que consiga unirse y reconocer a su Yo superior
o Alma. Queda claro pues, que primero se forma la materia
que será utilizada por la vida para desarrollar la conciencia del
mundo físico, y cuando esa conciencia y vida comienza a
utilizar los cuerpos físicos, es como decir que se está
preparando para individualizarse y ser auto-consciente como
un Yo separado de los demás. Así es que, estas líneas de
desarrollo tienen un mismo fin y este es que las vidas creadas
por Dios alcancen su propia conciencia y lleguen a la
perfección y con sus poderes divinos desarrollados.

¿Puede ser esto fruto de unas fuerzas ciegas? No es


fácil, pero si es fruto de alguna inteligencia no queda otra
posibilidad que admitir que debe ser un Ser o Deidad con el
poder de crear, al menos, un sistema solar donde nuestro
planeta está involucrado. Hay una Fuerza oculta que
“presiona” en el átomo, en el hombre, en el planeta y en el
universo para que todo se mueva hacia una meta y para que

86
todo evolucione hacia arriba cuyo final no puede ser otro que la
perfección del creador de esa fuerza y de todo este esquema.
Hay diferentes teorías sobre la materia y la vida, la
primera solo da importancia y credibilidad a la materia física y
no dice nada sobre el Espíritu o sobre Dios; la segunda hace
hincapié en el Espíritu y en Dios pero no da importancia a la
materia, situando a Dios como el creador pero fuera de su obra;
y la tercera, la que da la misma importancia a la vida y a la
materia cuya procedencia es la misma, es decir, Dios, pero
compenetrando Éste Su obra con Su Vida y Su conciencia. De
forma similar, nuestro verdadero ser, el Yo superior, también
compenetra los cuerpos en los que manifiesta su inteligencia.
Algún día la ciencia descompondrá los componentes del átomo
hasta tal punto que descubrirán un nuevo mundo etérico y su
inteligencia, como ya se demuestra cuando un átomo de
hidrógeno tiene que “elegir” entre otros para formar
determinadas sustancias. El átomo evoluciona gracias a su vida
interna y a su relación con otros átomos, o sea, como nosotros
como sociedad; es en su estructura como nuestro sistema solar
y también irradia energía. Estos tres aspectos están
evolucionando en muy distinto nivel pero los tres tienen una
fuerza o vida interna que se manifiesta de diferentes formas.
El ser humano utiliza la forma (la materia o cuerpo)
para expresarse en el mundo físico a la vez que experimenta,
selecciona, aprende, etc., hasta el momento en que esa vida
interna, el Yo superior, comprende que ya no le es útil y lo
abandona para asimilar la quintaesencia de la vida. Algún
científico opinó hace años que el átomo muestra, en cierto
grado, inteligencia y deseo, si esto es así como yo también
pienso ¿No se puede afirmar que hay una vida dentro de esa

87
diminuta forma? Todo lo que vive tiene su vida interna que se
intentará manifestar según su estado evolutivo, digo más, es la
vida misma quien construye la forma como ocurre con nuestro
cuerpo y como hace el caracol cuando construye su concha de
él mismo. ¿Cuál puede ser el propósito de que la vida construya
la forma para utilizarla? No es otro que el desarrollo de la
mente, de la conciencia y de la voluntad; desarrollo de los
poderes latentes del creador, y la manifestación de la naturaleza
divina en el hombre. Lo mismo que nosotros, como vida
interna, nos expresamos de muy variadas formas, así mismo
Dios lo hace en el planeta a través de la diversidad de reinos,
razas, culturas, religiones, filosofías, etc. pero es gracias a Su
Vida y Conciencia como todos evolucionamos.

En el proceso de involución del Espíritu a la materia, la


vida se rodea de materia de diferentes mundos para utilizarla
como vehículo, luego viene el proceso de adaptación, y una vez
desarrollados los poderes y alcanzado el debido estado de
conciencia y espiritualidad, se termina con el proceso de
liberación del mundo material. Pero mientras llega el momento
de abandonar lo físico, el hombre y el Espíritu están unidos por
medio de la mente, el Yo superior es el conocedor, el hombre
es lo conocido y, entre ambos, se adquiere el conocimiento que
el Espíritu convertirá en sabiduría eterna. Por tanto, la forma
material se adapta a las necesidades del Espíritu y permite al
pensador, al Ego, utilizarla inteligentemente con un propósito
determinado que no es otro que manifestar la voluntad de Dios
e identificarse con Su Amor. Lo mismo que hoy el hombre
domina y dirige su cuerpo físico, cuando desarrolle los
primeros poderes del Espíritu tendrá poder sobre la materia
etérica-física, entonces controlará sus deseos y pasiones (el

88
aspecto animal de la personalidad) y, más allá aún, hará lo
mismo respecto a la mente. Llegado el momento, el Yo
superior solo utilizará la voluntad y la mente pero podrá seguir
ayudando a otros seres en los mundos donde hoy está su
personalidad gracias a la cual ha adquirido su perfección.
Cuando decimos que todo evoluciona, que toda
partícula o materia tiene vida y que toda vida tiene conciencia,
estamos hablando de que la materia, la vida y la conciencia
son tres aspectos de Dios y que todo tiene su origen y
existencia en Él. Como dice la Biblia “En Dios vivimos, nos
movemos y tenemos nuestro ser” La forma material, sea el
mineral o cualquier otra, evoluciona gracias a los estímulos del
exterior (golpes, cambios, temperatura, etc.) La vida
evoluciona a través de las formas pero es gracias a los impulsos
externos, sin embargo, su verdadero desarrollo lo hace a través
de la construcción y la destrucción de las formas pues, la
misma vida que habita el mineral algún día animará y crecerá
como la planta, sentirá como los animales, y pensará y tendrá
conciencia de sí misma como los humanos. A mayor evolución
de la vida más liberación de conciencia hay desde dentro de la
forma, toda vida que habite en una forma (sea un electrón o un
humano) busca su expansión o manifestación de la Fuerza
Divina de donde procede, y para ello utiliza las formas porque
ellas permiten sentir, intuir, expresarse y, en su momento,
pensar. La Vida se esfuerza por obtener cada vez más
conciencia de sí misma y de su origen y por participar del gran
Plan Divino.
La evolución de la conciencia se consigue gracias a la
liberación o manifestación de las fuerzas ocultas del Espíritu
según va evolucionando a través de las especies y cuerpos,

89
tanto visibles como invisibles; por tanto, algún día seremos
conscientes de Dios por medio de nuestro Espíritu. La vida que
evoluciona en el cuerpo de un felino salvaje continuará su
desarrollo en un felino doméstico para pasar después a otra
especie superior donde pueda alcanzar más conciencia similar a
la nuestra conviviendo entre nosotros. La misma vida que
habitó un cuerpo de una raza primitiva está hoy en otra raza
actual pero a lo largo de ese proceso, tanto en sus
renacimientos como después de la muerte, el Alma ha
trabajado y colaborado con el resto de la humanidad para
construir un mundo como el actual para poder ampliar y
manifestar su conciencia a través de sus invenciones y
creaciones. El hombre evoluciona en cada renacimiento según
el ambiente que se trate, según sus relaciones con determinadas
personas, según aproveche las oportunidades y posibilidades, y
según sean sus respuestas respectos a los impactos externos y
su efecto en su cuerpo de deseos y su mente. Pero es el tipo de
respuesta el que facilita la expansión de la conciencia
individual, pues es la experiencia en el mundo en cada
renacimiento la que nos facilita el acercamiento o desarrollo de
la conciencia del Espíritu y de Dios.

La conciencia se puede definir como la parte de la


Conciencia de Dios que cada ser humano puede desarrollar y
comprender de sí mismo. La conciencia absoluta para un
electrón o para un simple átomo de nuestro cuerpo sería su
propia vibración y actividad, (como principio) pero la
evolución a través de la forma le podría llevar a alcanzar
nuestra propia conciencia como meta, puesto que nuestro Yo
superior anima el cuerpo físico. La meta o conciencia absoluta
de la célula sería la del cuerpo físico. En el caso de la

90
humanidad, hasta que alcanzó la auto-conciencia de ser un
individuo separado de los demás, tuvo una conciencia interna
similar a la de los animales, es decir, era poco consciente de lo
que percibían sus ojos. Pero a partir de esa etapa y aunque
tremendamente egoísta, ha ido desarrollando su conciencia a la
vez que el cuerpo de deseos y que la mente, de ahí que los
deseos, sentimientos y pensamientos actualmente sean casi más
solidarios que egoístas. Hoy, gracias a los sentidos, la
experiencia, el discernimiento y el poco apasionamiento, no
estamos tan egoístamente centrados en nuestra propia vida y
negocios, sino que nos interesamos por los demás y
colaboramos para ayudarles una vez que somos conscientes de
sus problemas y necesidades.

Esto es el desarrollo de la conciencia como lo es el


hecho de que un niño de meses vuelva la cabeza al escuchar un
ruido y después observe el hecho e incluso toque el objeto en
sí. Así se hizo y se hace consciente el Yo superior del mundo
físico cuando renace con sus cuerpos, y así la personalidad
pensante toma conciencia en un momento dado de su Yo
superior. Cuando el hombre comprende que al dejarse llevar
por el aspecto material y los deseos egoístas comete errores y
sufre y cuando comprende que, aún teniendo todo, siente
necesidad de algo más, entonces comienza a escuchar a su
conciencia y se deja guiar por su Alma, la cual acelerará el
desarrollo de la misma. Una vez se deja llevar por su Alma y
conoce y practica toda una serie de ejercicios mentales y
espirituales, el hombre desarrolla unos poderes que le
permitirán ampliar su conciencia a los mundos superiores y a
las leyes que allí rigen, y en una etapa muy lejana aún tomará
conciencia del mundo de Dios.

91
Si actualmente solo somos conscientes del mundo físico
y de que somos un yo separado de otros, y comenzamos a
intuir que puede haber un Yo superior que se manifiesta de
diferentes formas, en su momento seremos conscientes de
algunas de las diferentes Jerarquías que existen y colaboran
con nosotros desde los mundos superiores. Hoy decimos que
somos hermanos y muchas personas ya luchan por que todos
tengamos los mismos derechos. Ya se está formando el núcleo
que, aunque aún faltan unos siglos, hará que tomemos
conciencia de la verdadera fraternidad universal, lo que
acelerará el desarrollo de los poderes del Alma en el hombre.
Naturalmente que hay otras maneras de desarrollar la
conciencia, estás son: Primera: Después de cada muerte cuando
sufrimos el mal que hemos hecho a otros e incluso en la vida
cuando la Ley de Consecuencia nos trae nuestras deudas
maduras y Segunda: También cuando vivimos y grabamos todo
el bien de nuestra pasada vida en el cielo después de cada
muerte.

La vida de un ser humano primitivo respondía a los


impactos externos y, en sus “relaciones”, lo hacía con los
peores sentimientos y deseos (egoísmo, cólera, lujuria, etc.)
Hoy, sin embargo, manifiesta muchos de los más elevados
sentimientos y deseos y rechaza aquellos, ¿y todo gracias a
qué? a las experiencias y desarrollo alcanzado a través del
renacimiento y de leyes divinas como la de Causa y Efecto. La
vida del ser humano primitivo apenas se podía manifestar a
través de su cuerpo mental porque éste era aún como un
germen, hoy ha aprendido a razonar y a discernir entre lo que
es bueno para su desarrollo y lo que no, entre lo que ayuda para
la convivencia pacífica y lo contrario, entre lo verdadero y lo

92
falso ¿y todo también gracias a qué? a que ha facilitado la
manifestación del Espíritu que sabe cuál es el Plan de Dios. El
renacimiento no solo facilita la perfección de las formas (del
mundo físico y de los cuerpos) sino que también desarrolla y
perfecciona los cuerpos invisibles haciendo que nuestros
sentimientos, deseos y forma de pensar sean cada vez más
elevadas y sirvan como puerta para poder percibir la voz del
Espíritu de Dios. Cuando la vida evolucionante no necesite
ninguna otra forma material, es decir, cuando no necesite
renacer más en cuerpo físico, continuará su evolución en su
cuerpo etérico y después en el de deseos y en el mental hasta
alcanzar el máximo desarrollo de la conciencia uniéndose por
fin a la del Espíritu. Entonces el Espíritu (creador por Dios y
con la conciencia de Dios) que habrá ido asimilando todo el
desarrollo del hombre con sus diferentes cuerpos y que habrá
manifestado a su vez su poder sobre él, se convertirá en
conciencia individual dentro de la Vida y la Conciencia de
Dios. Entonces seremos a imagen y semejanza de Dios porque
al descubrirnos a nosotros mismos como hijos suyos que han
desarrollado Sus poderes, descubriremos a Dios y Él habitará
en nosotros.

Es el principio universal por medio del cual la vida


evolucionante utiliza la forma como vehículo de manifestación
a medida que se desarrolla, asimilando y guardando en sí
misma el fruto de las experiencias en dichas formas; esto es
“evolución” de la vida a través de la forma material. El fin de
cada minúscula vida manifestada, aún siendo parte de la vida
de su creador, es la individualización y la obtención de la
propia auto-conciencia, y para ello, en cada manifestación
física, obtiene cierto poder y grado de conciencia que va

93
sumando a todo lo anteriormente desarrollado. Cuando se
obtiene la autoconciencia se dice que nace el “Ego” que es una
representación del verdadero Espíritu creado por Dios y que es
el que se manifiesta a través de los mundos y los cuerpos
mental, de deseos, etérico y físico. El Espíritu contiene todas
las posibilidades de desarrollo para ser un Dios, todos los
poderes de Su Creador, y todas las vibraciones relacionadas
con Dios mismo, de ahí que el hombre evolucionante debe
terminar venciendo al renacimiento y descartando los cuerpos
para continuar su desenvolvimiento hasta ser uno mismo con
su Espíritu. Es, por tanto, la experiencia con los diferentes
cuerpos y en los diferentes mundos los que, a través de los
choques externos que afectan a los cuerpos, despertarán las
vibraciones del Espíritu (Del Dios en formación) y los que, a su
vez, crean la autoconciencia y los poderes de Dios en el
hombre; de esta forma despertamos y hacemos activos los
poderes del Espíritu y de Dios en nosotros.

De esta forma podemos comprender cómo la vida que


anima una forma física se hace activa gracias a los estímulos
externos y experiencias pero que además, cuando la forma
perece, la vida conserva un resumen de sus experiencias, lo que
la hace un “alma” de la siguiente forma. Una vez ya en otra
forma o cuerpo, manifiesta sus peculiaridades como resultado
de todo su anterior desarrollo individual para modelar la forma
según sus necesidades de manifestación y de desarrollo tal y
como intenta cumplir la Ley de Renacimiento para consumar el
Plan de Dios, es decir, evolucionar hasta ser Dios. Una forma
vierte también ciertas peculiaridades en cualquier otra que se
derive de ella (una semilla que se hace planta o el propio hijo)
Sin embargo, nunca se puede decir eso mismo respecto a los

94
aspectos morales, intelectuales y espirituales puesto que un
genio puede tener un hijo disminuido física y mentalmente o el
hijo de un analfabeto o imbécil puede ser un genio. Son las
Leyes de Renacimiento y Consecuencia las que intervienen en
este proceso. Lo que hizo un individuo de bien o de mal en otra
vida y respecto a otros, las deudas que tenga así como las
necesidades de desarrollo, serán las que determinen la elección
de los padres para que le faciliten la materia para su cuerpo
físico y para que éstos le faciliten el medio social donde debe
crecer hasta que, a su mayoría de edad, haga frente a su destino
con los poderes de su Alma. Los poderes del Alma (el
desarrollo del Ego) que haya alcanzado serán las herramientas
con las que debe afrontar su destino.

LA VOZ DE LA CONCIENCIA

Aunque aún no hemos llegado al capítulo donde


analizaremos lo que ocurre después de la muerte, es
conveniente dejar claro respecto a lo que estamos tratando, qué
es lo que, normalmente, llamamos “voz de la conciencia”. Por
lo general, la mayoría de las personas no admiten que por
encima de nuestra mente concreta haya un “ser” que pueda ser
quien verdaderamente renazca, siembre y coseche, pero lo
cierto es que es así. Cuando decimos que nos habla “la voz de
la conciencia” estamos hablando como de otra persona pero
como si estuviera más evolucionada que nosotros y, por tanto,
como si fuera más sabia y lo cierto es que, como ya hemos
explicado, así es y nosotros somos su personalidad aquí en la
Tierra. Nosotros somos instinto, deseos, sentimientos,

95
emociones y razonamiento pero ese otro Yo, el verdadero ser
superior a nosotros, se manifiesta en nosotros como conciencia,
voluntad, discernimiento, a veces profecía y otras como
poderes ajenos al hombre.

Ese Yo superior o Ego del que estamos hablando es


algo así como el representante del verdadero Espíritu
diferenciado EN y POR Dios; es el Alma como resultado de las
experiencias de la Vida Divina en los mundos inferiores; es el
que recoge la quintaesencia de cada vida o renacimiento
gracias a lo cual el hombre tomará conciencia de Él a la vez
que Él (el Ego) se identifica cada vez más con el Espíritu. Por
tanto, es un ser divino en su esencia pero pendiente del
desarrollo necesario que le haga tan puro y perfecto como para
identificarse con Dios. Su desarrollo depende de las
experiencias que obtenga en sus cuerpos físicos y superiores a
través de los mundos donde experimenta y desarrolla sus
poderes latentes pero, normalmente, se le identifica como
pensamiento individual o como el pensador. Sin embargo, su
situación está por encima de la mente concreta con la que
razonamos, el Ego está en las regiones superiores o abstractas
del Mundo del Pensamiento y por eso, el hombre, la
personalidad razonadora, anhela la unión con algo superior
que, además de con nuestro Padre, también lo es con nuestro
Ego. Según se desarrollan los poderes del Espíritu más se vive
la vida interna y más se anhela la verdadera unión espiritual, de
ahí la oración y la aspiración del hombre que ya ha tenido
algún vislumbre de lo que es la vida superior. La unión con
Dios en cada uno de nosotros (con nuestro Ego o Yo superior)
es similar a la unión que debe conseguir el Ego respecto al

96
Espíritu, pero nada de eso se conseguirá sin el esfuerzo,
sacrificio y buena voluntad por parte nuestra.
Lo que nosotros creemos que somos como verdaderos
Egos es una pequeñísima parte de lo que en realidad es el Ego
en su propio plano, lo que ocurre es que aún no hemos
desarrollado su conciencia en nosotros. Por eso no deberíamos
pensar en elevarnos hacia Él sino de abrirnos a su influencia
puesto que somos Él. Deberíamos actuar como Egos sabiendo
que, cuando tengamos plena conciencia de él, será como haber
desarrollado el Cristo en nosotros; deberíamos actuar como que
nuestra vida es su vida y como que, lo que entendemos por
conciencia, es su conciencia y voluntad. La meditación, la
oración, la contemplación y la adoración entre otros ejercicios
hacen que la conciencia del Ego se manifieste en el cerebro. Es
una tarea muy larga, de varias vidas, pero progresivamente, se
va percibiendo su influencia porque con dichos ejercicios se va
abriendo cada vez más el canal de comunicación y
transferencia.
El hombre basa sus acciones en su experiencia y en sus
pensamientos, por eso se identifica plenamente con su forma de
pensar y con sus deseos, sentimientos y emociones después de
morir su cuerpo. Sin embargo, cuando alcanza las regiones
superiores del Mundo del Pensamiento, ya no es ese hombre o
personalidad sino la reencarnación del Ego, el cual, en los más
atrasados, no comprende aún el sentido de la evolución ni de su
ser.
En sentido general, se dice que la voluntad representa al
Ego porque es una cualidad suya, es la energía que el Ego
(como pensador) manifiesta hacia el exterior o mundo físico
creyendo, a veces, el hombre que es él mismo. Esta voluntad

97
está determinada o condicionada por la razón, por las
experiencias pasadas, por conclusiones, etc., pero no hay que
confundirla con los deseos, los que están condicionados desde
fuera y dependen de los cuerpos inferiores. El deseo, es la
energía del Ego (también como pensador) dirigida hacia afuera
pero condicionado por los objetos, por eso, cuanto más atrás en
la evolución de la humanidad, el deseo dominaba a la razón y
el Ego apenas podía manifestarse. Actualmente hay una lucha
en los que comenzamos a ver el verdadero sentido de la vida y
deseamos terminar cuanto antes con los renacimientos; en el
futuro el Ego impondrá su voluntad sobre el cuerpo de deseos y
solo “deseará” lo que sabe que necesita para acelerar la unión
con el Espíritu.

Para que algo exista ha debido ser creado y debe tener


un origen, así, todo lo creado por el hombre ha tenido su origen
en su mente; el verdadero Yo, el Ego, crea la idea que se
manifiesta como una forma de pensamiento, la cual formamos
después con materia física. Pero, en realidad, el Ego, como
resultado de la evolución de la vida a través de la forma, no es
normalmente un creador en el sentido que normalmente
entendemos. El creador de los Mundos donde evolucionamos
(Dios) también tiene Su Mente y es de esta Mente de donde
surge el Mundo del Pensamiento, de donde, en realidad,
nuestro Ego capta las ideas o arquetipos existentes en las
regiones superiores. Todo el Plan de Dios se encuentra en esos
arquetipos creados por las Jerarquías superiores que colaboran
con Él (los Siete Espíritus ante el Trono) por tanto, todo el
desarrollo pasado y futuro de la humanidad y todas sus
creaciones tienen su origen en la mente Creadora de Dios. Por
consiguiente, aunque el Ego envíe un sinfín de vibraciones

98
mentales desde estas regiones arquetípicas o abstractas del
Mundo del Pensamiento, el cerebro solo puede o suele
reproducir una pequeña cantidad para luego darles forma con la
mente concreta y crear las formas físicas. Por lo general, solo
los cerebros muy activos y receptivos suelen captar mayor
número de “ideas” dando así muestras de poder mental y
genialidad. Así es que, las facultades mentales de cada persona
representan el grado de sensibilidad que tiene su cerebro
respecto a las vibraciones mentales que su Ego envía.
Podríamos decir que las palabras representan los símbolos de
las imágenes mentales que forma el cerebro bajo la acción de la
mente concreta, sin embargo, la mente abstracta, es decir, lo
que expresa el Ego desde las regiones superiores del Mundo
del Pensamiento, pertenece a la razón pura, y eso no se puede
expresar con palabras.

Cuando llega el momento de la muerte, el Alma o Yo


superior ve, a la vez que graba en los cuerpos invisibles, la
película de su vida (la propia vida de la que nosotros somos
conscientes ahora) gracias a la cual obtendrá un aumento de
conocimiento que se convertirá en sabiduría cuando lo asimile
como quintaesencia de las experiencias pasadas. Una vez
desconectado el Alma definitivamente del cuerpo físico, pasa
al Purgatorio que se encuentra en las regiones inferiores del
Mundo de Deseos para sufrir el mal que hizo y grabar o
asimilar los resultados. Esta grabación se hace sobre un átomo
simiente que forma parte de cada cuerpo físico que utiliza el
Alma para renacer y, por ser precisamente donde se graban los
resultados de todos los sufrimientos o efectos del mal
cometido, se suele llamar el “Libro de los Ángeles Archiveros”.
Este átomo o libro del destino tiene principalmente dos

99
funciones: 1ª. Sirve como base para ver qué causas o siembra
hemos hecho en las vidas para que en las próximas tengamos
que afrontar las deudas pendientes como efecto o cosecha que
necesitamos experimentar para acelerar nuestro desarrollo y;
2ª. Como base de la memoria del Alma que nos hablará, como
conciencia, cuando reconozca el mal que hagamos y cuando lo
hemos hecho porque sabe que en el Purgatorio tiene unos
efectos de sufrimiento. Dicho de otro modo, cuando en nuestra
vida surgen tentaciones que deberíamos superar porque ya
caímos y sufrimos en otra vida por ellas, ese mismo
sufrimiento nos advertirá puesto que está en el átomo simiente
del cuerpo físico precisamente para que no cometamos el
mismo error. Esa es la “voz de la conciencia”. Cuando
superamos esa tentación consciente y voluntariamente,
significa que hemos aprendido la lección y que la conciencia ha
hecho bien su trabajo.
Como ya se ha dicho, el cuerpo físico se forma sobre un
molde de materia etérica el cual tiene una relación directa con
nuestro karma y con los Ángeles del Destino que son quienes
lo administran sabiamente de acuerdo a nuestras necesidades
evolutivas para la próxima vida. Pues similarmente, el Alma se
esfuerza en cada vida porque el molde sea siempre superior en
algún sentido, pues, mucho o poco, en cada vida extrae un
beneficio que servirá como incentivo para hacer el bien. Así ha
ido guiando el Alma al hombre desde sus primeros pasos y
generación tras generación, con adelantos y retrocesos,
disfrutando de los bienes celestiales y sufriendo de muy
diferentes formas pero, al final, el hombre responderá a las
vibraciones de su Ego, la voz de la conciencia.

100
LA EVOLUCIÓN DEL ALMA A TRAVÉS DEL
RENACIMIENTO

Todos los Espíritus creados por Dios son iguales pero


desde el mismo momento en que comienzan a descender por
primera vez por los diferentes mundos para llegar al mundo
donde peregrinamos en un cuerpo físico, (el mundo físico)
comienzan a diferenciarse y a distanciarse unos de otros en su
progreso. Esto es como decir que aunque la imagen o forma de
nuestros hijos como seres humanos es la misma, desde el
primer día de colegio algunos se adaptarán y otros no, unos
estarán contentos y otros lo contrario, a algunos les costará
poco asimilar lo que escucha, mientras que otros, por el
contrario, no serán capaces de aprenderlo. Por este motivo han
existido y existen razas y subrazas que sirven a modo de
“clases” o “cursos” de aprendizaje a través de sus cuerpos.
Como el objeto del renacimiento es la evolución desde un
estado hombre-animal hasta el del desarrollo de los poderes del
Espíritu en el hombre, resulta que las Almas se dividen en
grados de una forma similar a la siguiente:

1º.- Los poco desarrollados que se dejan llevar aún por el


aspecto animal del cuerpo de deseos y que casi no han
desarrollado el discernimiento ni la voluntad. Éstos reencarnan
muchas veces en una subraza antes de pasar a otra raza y
subraza superior.
2º.- Los que comienzan a utilizar la voluntad y la razón para no
dejarse llevar por los deseos, pasiones y malos sentimientos, a
la vez que utilizan el discernimiento para diferenciar y elegir

101
entre el bien y el mal. Aunque menos, estos también renacen
muchas veces en una misma subraza.
3º.- La mayoría de los occidentales que suelen renacer cada
1100 años (aproximadamente) en diferente sexo y en la misma
subraza pero con pocos renacimientos en la misma.
4º.- Los que han evolucionado hasta el punto de comenzar el
sendero de iniciación o perfección y que, en determinado
momento, están bajo la guía y dirección de los Maestros o
Hermanos Mayores. Comienzan a olvidarse del yo personal
para dedicarse a servir al prójimo, éstos pueden renacer incluso
antes de los 1000 años.
5º.- Los Maestros, iniciados y Hermanos Mayores que ya no
necesitan renacer pero cuyo papel respecto al desarrollo de la
humanidad es importantísimo y necesario. Para comprender su
labor tendríamos que verlo a modo de “sacrificio” y más aún
cuando toman un cuerpo físico para hacer algún trabajo
importante que se relacione con el destino de la humanidad.

Aunque hay quien demuestra una total incredulidad


respecto a esta filosofía y prefieren pensar que cada persona
que nace procede de la nada o que es un espíritu nuevo, es fácil
comprender que el Alma no evolucionaría sin la Ley de
Renacimiento porque es ésta la que facilita una continuidad en
las virtudes espirituales y mentales. Si fuera como dicen ¿Por
qué los niños que nacen hoy no son como los de la prehistoria
y ni siquiera como los de hace un siglo? Hay niños que
demuestran una gran inteligencia desde su infancia y parecen
como si estuvieran familiarizados con determinadas materias
¿Dónde han aprendido o por qué tienen esas habilidades? La
evolución actual de la humanidad desde cualquier punto de

102
vista, así como los cambios que se han producido y se
producen en el planeta, se producen gracias a las virtudes que
cada espíritu reencarnante ya trae de otras vidas. Si no fuera
así, la vida sería un caos y un comenzar desde cero para cada
Espíritu.
Alguien puede opinar que es por la genética pero ¿Y en
los casos de grandes genios que han nacido de padres
totalmente diferentes o contrarios a su naturaleza? Es la
“continuidad” en el desarrollo moral, intelectual y espiritual la
que hace que el Alma manifieste su poder para que el hombre,
vida tras vida, evolucione y ayude a evolucionar a los
hermanos de Espíritu que le siguen. El Yo superior
experimenta en todas las razas, países, culturas, religiones, etc.,
y según se adapte, se esfuerce y se sacrifique para superarse a
sí mismo, así evolucionará antes o después. Esto es
precisamente el motivo de que se diga que cada persona es un
mundo, al hombre no se le puede estudiar como a los animales,
los cuales, estudiando a un miembro de una especie se sabe
cómo es toda la especie. El hombre ha experimentado y
evolucionado en la Tierra desde hace millones de años y cada
vez que renace trae consigo la quintaesencia de todas sus
experiencias y vidas pasadas, por tanto, cada Espíritu tiene un
mismo origen pero una muy diferente historia evolutiva.
Dos hermanos gemelos pueden ser idénticos durante
algunos años pero, por lo general, a partir de los 21 que el Ego
puede manifestarse más plenamente a través de sus vehículos,
cambian algunos aspectos de la forma y más aún respecto al
carácter puesto que son diferentes Espíritus. En estos casos
como en el de los niños prodigio, se entiende que una cosa es la
herencia física de los padres y otra el carácter moral, intelectual

103
y espiritual de cada Ego que se manifiesta en cada cuerpo
físico. Los niños prodigio, vengan de padres cultos o incultos,
demuestran que ya traen más sabiduría y cualidades respecto al
campo donde se hacen genios, y eso no lo han podido adquirir
nada más que en anteriores renacimientos. Si no existiera el
renacimiento todos partiríamos de cero respecto a la moral, a lo
intelectual, a lo espiritual y a las habilidades para hacer
determinados trabajos, luego entonces, ¿de dónde proceden tan
distintas gradaciones en carácter y habilidades en las personas?
Por la herencia de los padres no puesto que sabemos que de
una familia inculta puede nacer un genio y lo contrario o que
de unos padres normales puede nacer un monstruo deforme y
otros hechos similares. Por tanto no queda más remedio que
aceptar el renacimiento puesto que explica que lo que somos es
el resultado de lo que hemos sido y hecho en otras vidas.

Alguien puede pensar que todo es fruto de los


resultados de la sociedad y del progreso humano, pero a esto
hay que oponerse diciendo que ¿dónde están los que deberían
superar a los grandes genios del pasado, los grandes hombres
santos, intelectuales, y científicos? Es cierto que la humanidad
progresa precisamente porque los estudios y conocimientos del
pasado de un Ego los aplica a la siguiente vida, pero eso es
respecto a la vida o Ego que anima el cuerpo y no como efecto
del progreso de la materia y de los cuerpos físicos sobre el Ego.
Lo único que se puede admitir respecto al progreso físico es
que, por ejemplo, un Ego que fue un buen músico en otra vida
y desea continuar en otra vida esa misma línea de aprendizaje,
debe buscar unos padres relacionados con la música porque
necesita crear un cuerpo con cierta organización nerviosa y
otros aspectos relacionados con el oído y a veces con los dedos,

104
etc. Eso, como es obvio, sí depende de la herencia genética, sin
embargo, ¿y cuando los descendientes de un genio ya no
muestran esa genialidad? Esto demuestra que es el Ego quien
manifiesta su sabiduría a través de los cuerpos y no del
desarrollo físico ni la herencia genética. Todo lo que hemos
aprendido en otras vidas lo tiene el Ego al alcance de la mano y
no puede manifestarlo como recuerdo o memoria porque el
cerebro actual no es el de anteriores vidas y porque, mientras
no purifiquemos nuestros cuerpos (eliminemos barreras) para
ponernos más a su alcance, no podremos recordar nuestros
pasado individual. El hombre no es un mero juguete de un Dios
personal, ni de una justicia caótica y cruel que juega con el
destino de la humanidad.
El renacimiento hace que el hombre sea digno e
inmortal y que tenga un destino espiritual y una meta gloriosa,
si no fuera así estaríamos a merced de las circunstancias y de la
casualidad. El renacimiento es progreso material, desarrollo
moral, espiritual e intelectual, y gracias a eso podemos tener la
esperanza de alcanzar una meta muy elevada. ¿Qué porvenir
tiene el hombre si no se admiten sus anteriores vidas? y, por el
contrario ¿qué hace que el hombre se esfuerce por progresar
en todo lo que nos rodea pero siempre buscando algo mejor si
no tuviera un pasado? El pasado de cada uno es el que impele
a desarrollar mejoras para la humanidad, es lo que nos da
fuerza, nos hace dignos y nos inspira confianza en unas leyes
que, aunque no las conozcamos, son inmutables y justas.
Terminando ya con el tema del renacimiento podemos
ver que la muerte no existe, es solo una ilusión terrestre. Hay
un cambio de conciencia y de las condiciones de la vida, pero
aún con estos cambios, la vida continúa sin interrupción como

105
continúa el siguiente día después de una noche donde se ha
tenido un profundo y placentero sueño.

El desarrollo obtenido hasta ahora por el Alma a través


del renacimiento ha hecho que el hombre tenga una voluntad
libre para actuar y pensar y que pueda elegir en su destino y en
la manera de afrontar los problemas y ante las circunstancias.
Pero esa libertad y desarrollo también se han obtenido gracias
al aprendizaje de sus errores y al sufrimiento que han causado
tanto en la Tierra como en el Purgatorio, por eso, tarde o
temprano y en alguna vida, terminará rechazando el mal y
abrazando las Leyes Divinas y el bien. Llegará el día en que el
hombre no buscará el placer ni las posesiones, y entonces,
sintiéndose también libre como el que no delinque, estará
dentro de las leyes celestiales que le traerán lo que tanto
merece después de su peregrinaje por este planeta. Actualmente
y ante las tentaciones y pruebas, solo tiene como consejera a la
conciencia, lo que ocurre es que como en cada vida afrontamos
nuevas causas y tenemos que tomar nuevas decisiones para
desarrollar la voluntad y aprender de sus efectos, la conciencia
no puede actuar como tal ante circunstancias o causas que no
conoce. Así evoluciona el hombre, creando nuevas causas en
cada vida, superando pruebas que son efecto de su anterior
vida, y sufriendo por sus errores para que aprenda a utilizar su
voluntad y libre albedrío correctamente en el camino del bien.
Su desarrollo moral le hace progresar desde, el hombre que
sólo se amaba a sí mismo hasta el estado actual donde ama a
sus seres queridos y, en un futuro, amará a la humanidad como
a una hermandad universal. En sus comienzos como ser
humano, el hombre se fijaba en lo que le rodeaba egoístamente,
hoy comparte y sabe que todo puede ser de todos pero, al

106
contrario que cuando abrió los ojos y la conciencia hacia el
mundo material, en un futuro su evolución le llevará a
interiorizar su conciencia en busca del verdadero Yo y el
mundo material no significará nada para él. Entonces el Yo
superior, el pensador, será solamente “conciencia” porque nada
le unirá obligatoriamente a sus cuerpos.

LA INMORTALIDAD DEL ESPÍRITU

El Espíritu que fue diferenciado “En” y “Por” Dios y


que se manifiesta en varios mundos (ver “El desarrollo
espiritual después de la muerte del mismo autor”) es inmortal y
eterno como Dios mismo. El Alma o Yo superior,
representante o rayo del Espíritu (como puede representar un
embajador a un rey como si tuviera sus atributos, autorización
y guía) es el que renace en los cuerpos Mental, de Deseos y
Etérico-físico y evoluciona a través de los mundos de cuya
materia están hechos dichos cuerpos. Dicha Alma es la que
siembra y recoge gracias a dos principales leyes, la de
Renacimiento y la de Consecuencia. El fruto de dicha cosecha
(el desarrollo físico, moral, mental y espiritual) abre la puerta a
la influencia del Espíritu en el Alma lo mismo que el Alma
intenta manifestarse en sus cuerpos para acelerar su evolución.
Por tanto, el Espíritu inmortal será quien adquiera, al final de la
evolución de cada ser humano, todo el desarrollo alcanzado en
los mundos (desde el físico hasta el de Dios) lo mismo que el
Alma o Yo superior asimilará todo el desarrollo de la
personalidad cuando ya no necesite renacer. Entonces, el
Espíritu absorberá o reunificará su Alma y todo su poder
alcanzado, resultando de todo ello que el Espíritu, que desde

107
que fue diferenciado tenía la conciencia de Dios y todos sus
poderes latentes, tendrá la conciencia de Dios, la conciencia de
sí mismo como un Dios individual, y los poderes de Dios
desarrollados. Resultando de todo esto que solo se pueden
considerar inmortales el Espíritu y el Alma como su
manifestación reencarnante.
Estas y otras muchas verdades más fueron enseñadas
por Cristo a sus discípulos, los cuales y a su vez, también las
enseñaron. Pero lo mismo que unos padres se valen de un
cuento para inculcar a sus hijos una serie de verdades o normas
morales, así mismo se valía Cristo de las parábolas para
enseñar las verdades que en aquella época estaba preparada la
humanidad para escuchar y comprender. Pero las iglesias
occidentales no quisieron continuar en esa línea y rechazaron
hacer oficial el renacimiento mientras que las orientales
llegaron a tenerlo tan presente que muchos ni se esforzaban en
progresar materialmente con tal de dedicarse al Espíritu. El
cristianismo se centró demasiado en predicar la inmortalidad y
la felicidad eterna para todo aquel que aceptara y practicara su
doctrina a la vez que amenazaba con un infierno para los que la
rechazaban. Sin embargo, hoy, lejos de ese Dios lleno de odio,
se ha impuesto la sensatez y la razón y se habla de un Dios de
amor aunque poco más sobre lo que se está tratando en esta
obra.
San Pablo dijo que “El hombre cosecha lo que siembra”
como también lo hizo Cristo cuando al responder a sus
discípulos a la pregunta de ¿Quién pecó él o su padre para
naciera ciego? dijo: “Es para que se cumpla la Ley”. Ambos, a
través de estos pasajes bíblicos, están refiriéndose a la Ley de
Consecuencia o de Causa y Efecto, normalmente conocida

108
como la ley del karma. En otra parte añade San Pablo:
“Alcanza tu propia salvación” lo que, como es obvio, la
salvación (perfección espiritual) no se puede alcanzar en una
sola vida, por tanto se está refiriendo a la Ley de Renacimiento
a través de la cual se alcanzará algún día el nivel de Cristo y
más aún como Él mismo dijo cuando afirmo: “Sed perfectos
como vuestro Padre en el Cielo es perfecto”. Para poder
superar el mal, para hacernos perfectos y, por tanto, elevarnos
al cielo no hay otro camino que el del renacimiento que va
unido a la Ley de Consecuencia. El hombre lucha por progresar
y superarse, el Alma está deseosa y colabora para que el
hombre encuentre el camino de salvación y perfección porque
sabe que es inmortal, pero ambos saben, (una vez se toma
conciencia de estas verdades) que esa inmortalidad nada tiene
que ver con el goce en el cielo o castigo en el infierno para toda
la eternidad. Tarde o temprano la humanidad tendrá
conocimiento de esta enseñanza oculta y, cuando así sea y
tenga conciencia de que es un Espíritu Divino inmortal
hermano de todos los seres humanos, descenderá el cielo a la
Tierra como preparación para la segunda venida de Cristo. El
hombre y el Alma se deben fusionar en algún momento de su
evolución para alcanzar la inmortalidad en el Espíritu Uno.

Además de ser inmortal, el Espíritu diferenciado de Sí


mismo por Dios, es la propia conciencia no interrumpida, es
decir, cuando el Alma ya no necesita renacer y ha adquirido la
perfección en los diferentes cuerpos y sus correspondientes
mundos. Ahora somos “inmortales” como Yo superior que
siempre está en vigilia procurando ayudarnos en nuestra vida
cotidiana como personas, pero nosotros, como conciencia
personal, no lo somos puesto que es temporal y física hasta el

109
momento de la muerte. El día en que el hombre alcance cierto
grado de desarrollo espiritual, normalmente llamado
“iniciación”, podrá tener continuidad de conciencia y para él
no existirá lo que hoy llamamos infierno, purgatorio y cielo;
entonces obtendrá un estado de conciencia de eterna felicidad
celestial.

Claro que estas enseñanzas esotéricas no van a


convencer al materialista incrédulo como tampoco se
convencería una persona que lleve aislada del mundo desde su
nacimiento, de todo lo que se puede hacer con las nuevas
tecnologías; ambos dirían “Mientras no lo vea no lo creeré”
Aunque así sea, el origen del hombre, en su esencia, es
inmortal y la muerte, por tanto, es temporal porque solo
tenemos conciencia del cuerpo y del mundo físico. La misma
Biblia en el Antiguo Testamento ni en los Evangelios,
refiriéndose al hombre como alma humana, menciona la
palabra “inmortal”, pero San Pablo sí la menciona varias veces
en sus Epístolas. Por ejemplo: “Esto mortal debe ser vestido de
inmortalidad” refiriéndose a la perfección que se debe
alcanzar; “Cuando esto mortal fuere vestido de inmortalidad”,
que se refiere a lo mismo, también cuando habla de que “La
inmortalidad se concede a quien la busca”; que “Solo Dios es
inmortal” o cuando habla de la “Adoración al Rey de los siglos,
inmortal e invisible”. Sin embargo, la Biblia deja claro que “El
Alma que peque debe morir”. San Juan dice que “De tal
manera ama Dios al mundo que ha dado a Su Hijo para que
todo aquel que crea en Él no se pierda y tenga una vida
eterna”. Este es el único camino que nos puede llevar a la
unión con el Espíritu, la práctica de la enseñanza de Cristo que
es el que representa el Amor del Padre. Respecto a la muerte,

110
se nos dice en Eclesiastés que no hay diferencia entre el animal
y el hombre; “Como mueren los unos así mueren los otros y
hay una misma respiración en todos”, lo que significa que la
vida de ambos tiene el mismo origen divino mientras que el
cuerpo (una vez muerto) vuelve a su origen atómico o a ser
polvo.
La palabra “muerte” no aparece unida al Espíritu
porque los que escribieron la Biblia sabían la diferencia entre el
Espíritu y el cuerpo u hombre. Pero San Mateo sí se refiere a la
inmortalidad y al renacimiento cuando menciona, hablando
Cristo de Juan el Bautista, “Este es Elías”, o sea, el Espíritu de
Elías había superado la muerte y estaba encarnado en San Juan
Bautista. Por otro lado y refiriéndose a la absurda enseñanza de
la resurrección del cuerpo, podemos leer en Job “Y después de
que mi piel y aún éste mi cuerpo sean deshechos; entonces sin
mi carne he de ver a Dios”; lo que invalida lo que dice el
Credo de los Apóstoles que fue escrito siglos después de que
murieran. También sabemos por la Biblia que “la sangre y la
carne no pueden heredar el Reino de Dios” y que “en la
resurrección (cuando no necesitemos renacer y estemos en los
mundos espirituales) no habrá casamientos ni dados en
matrimonio; lo que significa que estaremos en otro cuerpo
espiritual y no de carne. En Corintios se dice que “la simiente
es puesta en la tierra en cada ocasión para formar un nuevo
cuerpo”, si a esto añadimos que la materia del cuerpo se
renueva varias veces durante una misma vida ¿Qué átomos
formarían el cuerpo de resurrección si esa teoría fuera cierta?
El Alma o Yo superior existirá aún después de
desaparecer la Tierra como escuela para la evolución del
Espíritu o desarrollo del Alma, porque cuando el Alma ya no

111
necesite renacer en cuerpo físico continuará su evolución en los
mundos superiores. La liberación o no necesidad de
renacimiento en la Tierra, no significa que se haya alcanzado la
meta de perfección ni la unión con el Espíritu pero sí que
ninguna ley obliga a renacer. Por tanto, quien lo hace (como
actualmente ocurre) es a modo de sacrificio y para ayudar a los
reinos u oleadas de Espíritus que necesiten evolucionar en este
planeta a través de otras formas. El hombre comienza a acelerar
el proceso de liberación respecto al renacimiento en cuerpo
físico cuando conoce la Verdad sobre su propia naturaleza y su
relación con Dios. Unos se liberarán por medio del servicio y el
amor al prójimo, otros por medio de la razón, la intuición, el
discernimiento, etc., y otros a través de ambos caminos que es
lo que representa esta pequeña enseñanza, es decir, por el
conocimiento y práctica de la filosofía oculta y de una escuela
iniciática. Esta enseñanza o filosofía espiritual no solo facilita
la manera de vencer el miedo a la muerte, sino que también
enseña el sendero que hay que recorrer, las verdades que
ayudarán a recorrerle, y las ayudas que se puede obtener para
vencer los obstáculos. El hombre se debe conocer a sí mismo
para vencer su naturaleza animal que le ata a lo material y para
desarrollar el Alma que le puede llevar a la liberación del
renacimiento; entonces vivirá eternamente en el Paraíso, de
donde procede, pero con los poderes del Espíritu y sin ninguna
tentación que le pueda vencer.

EL ESPÍRITU, EL EGO Y LA PERSONALIDAD

En esta obra se están utilizando muy a menudo los


términos de “Ego”, “Yo superior” y “Alma” que vienen a

112
significar lo mismo puesto que representan al verdadero
hombre en evolución. También se utiliza el término “hombre”
o “personalidad” para dar a entender que es lo que la mayoría
de la humanidad piensa que somos, es decir, un cuerpo físico
que siente, piensa y tiene voluntad. Pero en menor grado se
menciona la palabra “Espíritu” ya que esta obra no trata de
explicar el origen del hombre pero, aún así, veamos qué son
estos conceptos para que el lector obtenga mayor beneficio de
estas enseñanzas.

El ESPÍRITU

Nosotros somos a imagen y semejanza de Dios en


muchos aspectos, tanto en sentido espiritual como en sentido
creativo y respecto a la manifestación física. Nosotros hemos
pasado por etapas evolutivas que nos han hecho “creadores” de
todo lo que nos rodea, transformamos la materia hasta tal punto
que nos podemos considerar maestros en su manejo y
utilización pero aun nos queda mucho por investigar y que
aprender del mundo físico. Sin embargo y a la vez, gracias a la
materia y a las experiencias, hemos alcanzado el actual grado
de desarrollo físico, moral, mental y espiritual. En un futuro
aun muy lejano, haremos lo mismo con la vida que anima las
formas materiales y entonces seremos creadores de formas de
vida similar a las formas de vida que hoy llamamos reinos.
Aplicado esto al renacimiento diremos que el hombre ha
evolucionado desde la prehistoria hasta nuestros días y ha
alcanzado el grado de desarrollo actual gracias al renacimiento
y a las experiencias adquiridas a través de sus cuerpos. Por
tanto, el renacimiento del Ego es el que crea la personalidad de

113
cada vida y, sin embargo, gracias al renacimiento de un Rayo
de Vida en muy variadas formas, es como se llega a formar ese
Ego o Alma. La pregunta inmediata, por consiguiente, es ¿de
dónde procede ese Rayo de Vida que se convierte en Ego? La
respuesta es: Del Espíritu.

Pero, ¿Qué es y de dónde procede el Espíritu? Procede


y es creado por Dios, por tanto, en esencia somos sus hijos y en
Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestros ser. Dios,
nuestro creador, tiene Sus “días” de actividad o manifestación
y Sus “noches” de asimilación y descanso, es decir, crea una
serie de mundos (total siete) y unas oleadas o enjambres de
Espíritus que, aunque tienen todo el potencial de su padre,
necesitan de esos mundos para poder desarrollarse como vidas
independientes. Este Espíritu o Mónada es consciente de Dios
puesto que es parte de Él pero no es autoconsciente como
individuo porque no ha desarrollado el Ego del que tanto
hablamos. Así es que Dios, en Su día de actividad crea un
universo de siete mundos donde Sus hijos han de convertirse en
Dioses como Él, y para ello hemos de pensar que Dios, al igual
que nosotros antes de renacer para manifestarnos como
hombres, “siente” o “tiene” la necesidad de obtener nuevas
experiencias a través de Su creación como nosotros las
tenemos y obtenemos experiencias gracias a la creación de
nuestros cuerpos en cada vida. En la noche de asimilación o
descanso, al igual que nosotros, Dios hace que toda la
manifestación o creación vuelva al Caos quedándose Él como
conciencia asimilando el fruto de Su manifestación y de las
conciencias de Sus hijos, lo que le hará más Omnipotente y
Omnisciente ante nuestra capacidad de comprensión.

114
Como todas las religiones y la filosofía oculta afirman,
Dios es Triuno (Padre, Hijo y Espíritu Santo; Voluntad, Amor
y Sabiduría; Brahma, Shiva y Vishnu; y así sucesivamente en
todas las culturas o razas) En filosofía oculta rosacruz se dice
que los tres aspectos o poderes de Dios son: Voluntad,
Sabiduría y Actividad, y es gracias a estos aspectos como Dios
crea Su universo para que Sus hijos se desarrollen y conviertan
sus poderes espirituales latentes en dinámicos. El primer
mundo es el de Dios mismo; el segundo es donde están los
Espíritus diferenciados “de” y “por” Él mismo y se llama de
los Espíritus Virginales o Mónadas; el tercero es el Mundo del
Espíritu Divino donde se asienta el Primer Aspecto de nuestros
Espíritu; el cuarto es el Mundo del Espíritu de Vida donde se
asienta el Segundo Aspecto de nuestro Espíritu; el quinto es el
Mundo del Pensamiento dividido en dos grandes regiones,
asentándose el tercer aspecto de nuestros espíritu en las
regiones superiores; el sexto es el Mundo del Deseo; y el
séptimo es el Físico.

Nuestro Espíritu, como hijo de Dios, también es Triuno


y se refleja en los mundos 3º, 4º y 5º comenzando por el propio
Mundo de Dios. Sin embargo el Espíritu, la Chispa Divina o
Mónada, permanece siempre en el Seno del Padre y, lo mismo
que hace Su Padre, se manifiesta desde su propio mundo como
tres aspectos divinos o como un Triple Espíritu. Este Triple
Espíritu es el que se apropia de los átomos permanentes cuando
llega el momento para, así, crear en cada vida los cuerpos
necesarios para poder evolucionar aquí en la tierra a través de
la experiencia. Como este no es un libro de cosmogénesis ni
antropogénesis, pasaré por alto las enseñanzas que tratan sobre
la formación de los mundos, los subplanos, los rayos, las

115
Jerarquías colaboradoras de Dios y todo el proceso que ha
seguido el hombre hasta alcanzar el desarrollo actual.
Bien, ya sabemos por tanto, que nuestro origen es
nuestro propio Espíritu, el cual se manifiesta (con ayuda de las
Jerarquías Creadoras) como tres aspectos de conciencia y como
una vida que en su momento se hará independiente adquiriendo
así la autoconciencia del “Yo”. Pero para que esto ocurra, esa
vida ha de pasar por infinidad de formas hasta terminar en una
cuya conciencia sea similar a la de los animales domésticos
actuales; entonces estará lista para renacer en un cuerpo
humano donde obtendrá la mente y desarrollará la voluntad.
Esta etapa es la que bien podríamos llamar el nacimiento del
Ego o Yo superior. Así es que con esto ya tenemos un Espíritu
manifestado en tres mundos como tres aspectos o poderes pero
disminuidos por estar velados por la materia de esos mundos, y
un Ego o Alma que se manifiesta en cada vida como el
pensador encerrado en sus cuerpos mental, de deseos, etérico y
físico. El Espíritu, aunque en “silencio” y en la “oscuridad”
vive, trabaja y se desarrolla gracias a los átomos permanentes
de su Triple Espíritu que, a su vez, reciben la esencia de lo que
desarrolla el Ego a través de los renacimientos y del trabajo
entre una vida y otra. Este Triple Espíritu llegará a tener
conciencia del mundo físico gracias a los impactos externos
sobre los vehículos o cuerpos del Ego y será capaz de
manifestarse a través del mismo a lo largo de la evolución.

EL EGO

Es el Triple Espíritu (Espíritu Divino, Espíritu de Vida


y Espíritu Humano) el que se manifiesta como un descendente

116
Rayo o Hilo de Vida para que comience su involución hacia el
Mundo físico, para que obtenga la conciencia del Yo, y para
que vuelva con los poderes del Espíritu desarrollados. Es en
ese Rayo de Vida donde se insertarán los átomos simiente de
los cuerpos que, a su vez, guardarán el desarrollo adquirido.
Los átomos simiente son despertados gradualmente desde el
mundo físico manifestando cada vez más vibraciones que, en
su momento, se convertirán en sentidos, sensaciones,
sentimientos, pensamientos y, por último, en voluntad. El
Espíritu no puede actuar sobre los átomos-permanentes y, por
tanto, tampoco sobre la personalidad, pero sí lo hace sobre el
Triple Espíritu que conforman el Ego. Cuando el hombre haya
evolucionado tanto que ya sea un iniciado elevado y su Triple
Espíritu esté muy desarrollado, entonces podrá sentir la
influencia del Espíritu a través de los átomos-permanentes.

Todos los cuerpos del hombre deben considerarse como


vehículos o cuerpos del Ego y como herramientas para que éste
pueda actuar y experimentar en los diferentes planos y mundos.
Estos cuerpos son transitorios y siempre son usados por el Ego
esté donde esté, pero también son renovados cuando ya no le
sirven para su desenvolvimiento. Para que el Ego pueda
funcionar en su propio plano también necesita un cuerpo, y
para ello tiene el que suele llamarse “Cuerpo Causal”, el cual
es un receptáculo de todo lo elevado y duradero (pensamientos
nobles, emociones puras, sentimientos elevados, etc.) que se
extrae de los mundos inferiores En el cuerpo causal se
encuentran todas las causas que se manifiestan como efecto en
los mundos y planos inferiores, ya que son, como resultado de
las experiencias acumuladas en este cuerpo, las que dan origen
a lo que somos en cada vida. El cuerpo Causal es el vehículo

117
del Ego como pensador pero también es el depósito de la
quintaesencia de todas las experiencias de las vidas pasadas;
aquí están todas las cualidades y sabiduría obtenida de donde
saldrá el nuevo hombre reencarnante mostrando el
desenvolvimiento obtenido hasta la última vida.
No puede haber autoconciencia o individualización
como ser si no se ha creado el cuerpo causal. Este cuerpo
perdurará todo lo que dure la evolución humana puesto que es
un verdadero registro del desarrollo obtenido, es la base para el
desenvolvimiento y, más importante aún, es el órgano del
pensamiento abstracto. En realidad, el hombre tiene dos
cuerpos mentales, el cuerpo mental o mente concreta y la
mente abstracta que se relaciona con la intuición, la voluntad,
la inspiración y las ideas originales o geniales; es decir, es
sabiduría. La mente concreta asimila, elabora y saca
conclusiones concretas sobre el mundo físico de las formas,
pero la mente abstracta discierne, distribuye los resultados de
las experiencias, manifiesta ideas puras, etc. Esta mente
abstracta es la pura inteligencia, la más clara visión, el poder
creador de la meditación, es fuerza moldeadora y, en un futuro,
manifestará el poder de la Mente Universal o de Dios.

EL EGO EN SU PROPIO MUNDO

Aunque a la mayoría de los estudiantes de filosofía


oculta no les interesa o no comprender fácilmente muchos
conceptos de estas enseñanzas, mi intención, aun sin
profundizar tampoco demasiado en ciertos cosas, es la de
intentar demostrar que esta filosofía tiene mucho más de lógica
y razonable que lo que muchos piensan. Por ese motivo quiero

118
dejar claro el mecanismo por el cual el Ego gobierna sus
cuerpos a través de su mente.
La mente obtiene su conocimiento a través de los
sentidos y, gracias a los impactos del exterior y a las
experiencias, trabaja sobre estas percepciones para así formar
los conceptos. La mente concreta trabaja razonando, con la
imaginación, con la memoria y con la atención, pero el
pensamiento abstracto tiene su origen en el cuerpo causal
donde el hombre está representado como intelecto. Según la
clase de pensamientos que una persona emita así alcanzarán a
la personalidad o al Ego, ya que, los pensamientos y
sentimientos elevados que pertenecen a las regiones superiores
del Mundo del Deseo, están conectados con las regiones
superiores del Mundo del Pensamiento. Por el contrario, los
deseos y sentimientos groseros y malévolos solo pueden
alcanzar a la mente concreta situada en las regiones inferiores
del Mundo del Pensamiento. La mente abstracta en su cuerpo
causal, trabaja con las ideas originales y con la esencia de las
cosas, mientras que la mente concreta solo se ocupa de los
detalles. Digamos que cuando el Ego ha aprendido a discernir
fijándose en determinados aspectos de los objetos, empieza a
agruparlos de acuerdo a dichos aspectos creando un vínculo
entre ellos. Así comienza a identificar el uno entre los muchos,
comienza a sintetizar, a analizar, a construir, y a crear imágenes
superiores al objeto analizado siendo éstas existentes solamente
en estas regiones superiores del Mundo del Pensamiento desde
donde el Ego trabaja.
Así es como el Ego se desarrolla en su cuerpo causal y
como conecta con el mundo físico a través de sus cuerpos. La
personalidad, el hombre, solo puede llegar a conectar con estas

119
regiones y con el Ego a través de la mente concreta, es decir, de
la razón y la meditación en lo abstracto y en los asuntos
elevados y espirituales. Cuando una persona dedica su vida a
estos asuntos y desarrolla el poder de razonar en sentido
abstracto y espiritual, deja de interesarse por lo externo y se
concentra internamente en las causas y en los aspectos más
elevados de la vida y del pensamiento, entonces sus
pensamientos no toman forma con la materia de las regiones
inferiores del Mundo del Pensamiento y con la del Mundo de
Deseos, sino que lo hacen solamente con la materia más sutil
de estas regiones mentales concretas. El pensador, el Yo en su
cuerpo causal es el origen de innumerables clases de energías y
vibraciones, las más elevadas las exterioriza por medio de la
materia del cuerpo causal y las conocemos como “razón pura”
o “ideas abstractas”, y la mejor manera de comprenderlas es
por medio de la intuición. Evidentemente, las vibraciones
menos sutiles o elevadas se manifiestan a través de la materia
de las regiones inferiores del Mundo del Pensamiento, con lo
que llamamos mente concreta o razón. Pero a medida que el
Ego se desarrolla y obtiene poder, la intuición se impone sobre
la razón; por tanto, la intuición procede de la razón.

EL EGO Y SU PROPIO CUERPO

El desarrollo del cuerpo causal, como vehículo de


expresión directa del Ego, es muy lento pero una vez
desarrollado por muy malos pensamientos y sentimientos que
tenga un hombre, no podrán anularle ni transformarle. El mal
del hombre retrasa el desenvolvimiento y el desarrollo de las
virtudes en el Ego o sea, cuantos más defectos y maldades

120
menos virtudes desarrolladas, pero el Ego nunca puede ser
malo. El Ego manifiesta sus cualidades a través de sus
personalidades y, por tanto, es muy difícil que la personalidad
tenga defectos contrarios a dichas cualidades o virtudes; a lo
sumo y cuando la personalidad se desvía de su destino, las
cualidades pueden quedar latentes durante un tiempo. Pero,
también, cuando el Ego no ha desarrollado determinada virtud,
no significa que el hombre tenga el defecto contrario, aunque sí
es cierto que es más fácil que lo desarrolle puesto que el Ego
no ha obtenido la virtud necesaria para evitarlo. Está claro que
cuanto más relaciones con personas de poca moral y cultura,
más posibilidades de crear malos hábitos tenemos, y que,
cuanto más se repitan esos hábitos, más difícil será vencerlos y
transformarlos en virtudes para el Ego. Por este motivo persisto
en aconsejar en todas mis obras hacer el bien, crearse hábitos
que ayuden al desarrollo espiritual (oraciones, meditaciones,
lecturas y estudios elevados, etc.) y procurar tener una vida
social que sea positiva moral, mental y espiritualmente. Si
creamos hábitos buenos estamos llenando los vacíos del Ego y
estamos formando un cuerpo causal lleno de virtudes que
engrandecerán la expresión del Ego y su canal de
comunicación con el Espíritu. No es que el mal pueda afectar
o instalarse en el cuerpo causal pero sí puede impedir en cierto
grado la expresión de las virtudes; es más, cuando se viven
varias vidas centradas en el mal, el cuerpo causal se hace
insensible para captar las impresiones positivas contrarias a ese
mal.

Sabiendo que el bien acumulado en forma de virtudes


en el cuerpo causal no se pierde por el hecho de renacer sino
que, al contrario, se manifiestan en el carácter del hombre, lo

121
lógico es que cada uno se proponga cambiar de hábitos. El Ego
es el verdadero hombre, el autentico Yo superior y lo que
hayamos incorporado de bien en el cuerpo causal le pertenece y
será lo que, cuando llegue a cierto grado, le facilite la
iniciación. Es importante que los lectores comprendan lo que
en estas líneas estamos tratando porque, si lo razonan
profundamente, su propio Ego les invitará a que planifiquen
una serie de oraciones, ejercicios y actividades para que
aumenten su poder. Pero, a la vez, también es necesario que se
olviden del egoísmo, del materialismo, del mal hablar, de la
crítica, de los vicios y placeres que les dominan, etc., etc., etc.
Es la única manera de acelerar el desarrollo espiritual y de
actuar de acuerdo a la voluntad de Dios, lo que, a su vez, traerá
como resultado la inmortalidad de la conciencia, el poder del
Espíritu y la aniquilación del mal para siempre. El aspirante
espiritual puede estar seguro de que nada del bien acumulado
se pierde y que, tarde o temprano, la luz que está acumulando
con su nueva vida atraerá la atención de un Maestro para
ayudarle a despertar y a utilizar ciertos poderes.

Lo mismo que el mal no se puede asentar en el Ego,


tampoco lo puede hacer en las regiones superiores del Mundo
del Pensamiento, sin embargo, sí lo hace en los mundos
inferiores y, por tanto, en los átomos-simiente de los cuerpos
inferiores. Como una de las responsabilidades de los Ángeles
del Destino es administrar el karma de cada persona, son ellos
los que hacen que nos tengamos que enfrentar una y otra vez
con ese mal hasta que cambiemos de actitud. Por tanto, el mal
que cometemos va con nosotros de una vida a otra para que lo
transformemos en bien con los mismos cuerpos que creamos el
mal pero éste no radica en el Ego. Así es que, la buena

122
voluntad y el trabajo positivo con la mente (pensamientos) y
con el cuerpo de deseos (deseos, sentimientos, pasiones y
emociones) crean buenos hábitos en el cuerpo etérico y buenas
acciones físicas. Esto a su vez, repercute en el cuerpo causal y
hace que el Ego pueda ayudarnos cada vez que nos esforcemos
en adquirir desarrollo espiritual. Como podemos ver, el bien y
el mal están en los mundos inferiores pero en los superiores
solo está el bien, el cual, cuando lo buscamos, viene en nuestra
ayuda para combatir el mal y, cuando el resultado de la batalla
es positivo, hace que aumentemos nuestro poder espiritual.

La razón es la herramienta más poderosa del hombre, la


que le hace superior a los otros reinos pero, si esa fue una gran
conquista en el pasado, más importante aun es el desarrollo de
la conciencia superior que nos queda por alcanzar porque nos
puede guiar en este mundo irreal y hacer discernir entre lo
malo y lo bueno y lo justo e injusto. Cuando se domina la
naturaleza inferior a través del discernimiento y la voluntad,
tomamos decisiones que proceden de la conciencia y no de la
razón. El Espíritu es sabio y no necesita de los sentidos ni de la
razón (cerebro) para dictar a través de la conciencia, pero el
hombree debe servirse de la intuición para conocer la verdad.
Es la intuición, como resultado de los trabajos positivos de la
mente, la que nos traerá la iluminación, la inspiración y otros
poderes del Espíritu. El Ego no puede facilitarnos nada si
nosotros, como hombres, no abrimos la puerta; cuando
trabajamos para el bien en pensamiento, palabra y obra es
cuando el Ego se manifiesta como “genio”. No nos engañemos,
el Ego de cualquier genio que haya pasado a la historia es
exactamente igual que el nuestro, lo que le diferencia es el
trabajo previo que esa persona haya hecho en sus anteriores

123
vidas. Así, cuando una persona desarrolla habilidades en
alguna profesión o trabajo y desarrolla su cerebro en esa misma
línea durante varias vidas, su cuerpo y su cerebro facilitarán la
expresión del Ego como genio. Nuestro Ego es sabio pero si no
tiene un cerebro, una mente y nos sentidos adecuados, no podrá
expresar su sabiduría.
Las experiencias, lo que los sentidos captan procedente
del exterior, se convierten en vibraciones que alcanzan el
cerebro en forma de impresiones, y son estas impresiones las
que, después de analizarlas, clasificarlas y ordenarlas, le dan
sabiduría al Ego. Esto es, el Ego discierne a través de la mente
y actúa sobre las impresiones que llegan al cerebro. Esto es lo
que actualmente ocurre en la gran mayoría de los humanos
pero, en un futuro, este trabajo debe dar más resultados que
harán que se unan el Ego y la personalidad y, aunque el Ego
estará aprisionado aun en un cuerpo, la personalidad ya no
existirá. Entonces ya no actuaremos solamente en la quinta
región del Mundo del Pensamiento sino que nuestro cuerpo
causal y nuestro Ego expresarán y actuarán de acuerdo al
desarrollo de las regiones sexta y séptima. Evidentemente,
cuando el aspirante a la iniciación contacta con un Maestro, el
Maestro mismo le ayuda en su desarrollo actuando sobre el
cuerpo causal del discípulo.

LOS CUERPOS O PERSONALIDAD

Las formas de los cuerpos son todas similares con


ciertas excepciones, el cuerpo etérico es un doble exacto del
cuerpo físico; el cuerpo de deseos es un ovoide unos
centímetros más grande que el físico al cual rodea; sin

124
embargo, después de la mente toma la forma del físico; el
cuerpo mental rodea, en principio, la cabeza y según se
desarrolla también toma la forma de un ovoide; y, por último,
el cuerpo causal, también termina formando un ovoide que
sobresale unos pocos centímetros del cuerpo físico. La materia
de la que están formados los cuerpos también guarda unas
leyes para poder formar parte de los mismos, es decir; el
cuerpo físico está compuesto de materia de las tres regiones
inferiores del mundo físico (sólido, líquido y gaseoso); el
cuerpo etérico está compuesto de los cuatro éteres de diferente
grado de densidad pertenecientes a las cuatro regiones
superiores del mundo físico; el cuerpo de deseos está
compuesto de materia de deseos de las siete regiones del
Mundo del Deseo, aunque con más de las superiores o de las
inferiores según el desarrollo de cada individuo; igualmente
ocurre con el cuerpo mental pero éste está formado con la
materia de las cuatro regiones inferiores del Mundo del
Pensamiento; el cuerpo Causal, en la mayoría de los humanos,
está compuesto solamente con la materia de la quinta región de
la Región Abstracta del Mundo del Pensamiento hasta que,
según van adquiriendo las iniciaciones, entran en actividad las
dos restantes regiones. Aunque, en principio, el cuerpo Causal
es una especie de película incolora, como ocurre con los
cuerpos de deseos y mental, según evoluciona y según el
estado mental, emocional y sentimental de cada persona, este
cuerpo se convierte en una esfera de bellos y delicados colores
imposibles de describir. Este último cuerpo es el que hace que,
según se va desarrollando espiritualmente, vaya ensanchándose
el canal que le une al Espíritu para que a través de él, descienda
un mayor flujo de luz. A partir de ahí, la relación del Ego se va

125
estrechando con lo divino, o sea, a mayor concentración de la
personalidad en lo noble y elevado más inspiración e intuición
tiene el Ego, por lo cual, más poder del Espíritu recibe.

126
CAPÍTULO III

¿QUÉ ES LA MUERTE Y POR QUÉ OCURRE?

La muerte no existe sino que es una transformación. Se


puede definir de muchas maneras y con mucho más sentido de
la realidad de lo que normalmente representa para la mayoría
de las personas, y con mayor motivo si de lo que se trata es de
vencer a ese miedo tan común. La muerte es un cambio de
estado de conciencia como el que ocurre por las noches
mientras dormimos pero con una diferencia, que a partir de que
se rompe el cordón etérico que une los cuerpos superiores al
cuerpo físico en el corazón, ya no podemos utilizar más este
último. También podemos definir a la muerte como originadora
de cambios que ayudarán al desarrollo y evolución del Yo
superior gracias a todo lo que ocurre desde el mismo momento
de la muerte hasta que se abandonan todos los cuerpos y el Yo
superior asimila la quintaesencia de su vida pasada.
Comúnmente y para la mayoría de las personas, la
muerte se produce por accidente o enfermedad (ya que el
suicidio y el asesinato son actos voluntarios) pero dentro de la

127
enfermedad se admite la que se considera hereditaria. A la luz
de la filosofía oculta y más concretamente de la Ley de
Consecuencia, no es exactamente así. Los accidentes sí existen
porque el hombre está evolucionando y en algún momento
tendrá que ser perfectamente responsable y tener un gran
sentido del discernimiento y de la razón, pero aún no lo es,
sino que más bien es negligente y a veces arriesga su vida o
comete errores que le hacen perder el cuerpo físico sin
necesidad. La enfermedad genética que ya traen algunas
personas desde que nacen, es una deuda o karma del pasado,
(como ocurre por lo general con las minusvalías que también
son deudas) como efecto de algo grave que se hizo y que se
debe sufrir personalmente para tener la experiencia de ese mal.
Pongamos un ejemplo: La persona que por su irresponsabilidad
y negligencia o incluso por un acto voluntario, deja ciega a
otra, es muy posible que en una futura vida nazca o se quede
ciego para que experimente lo que es eso y para que después de
su muerte lo asimile a modo de lección en su conciencia para el
futuro.

Normalmente casi todos adelantamos el momento de la


muerte en nuestro destino porque no cuidamos nuestro cuerpo
sino que más bien le maltratamos e intoxicamos, pero hay
personas que le adelantan mucho más porque vuelven a caer en
el mismo error. Por ejemplo, si una persona intoxicó su cuerpo
con determinadas substancias o utilizó su cuerpo para violar las
leyes divinas (de la naturaleza) morales y espirituales hasta
cierto punto, puede nacer con la tendencia de sufrir una
enfermedad mortal a modo de oportunidad para que cuide su
cuerpo, pero si vuelve a hacer lo mismo, la enfermedad se
desarrollará antes. Hay otras enfermedades más comunes que

128
solo son la causa para que se cumpla el destino respecto a otras
más graves, otras voluntarias porque la persona se deja
dominar por un vicio, (alcohol, drogas, etc.) otras que se
producen incluso en la juventud porque así está programado y
aceptado como karma maduro, y otras a la vejez que es la que
normalmente se entiende como natural.

DIFERENCIAS ENTRE LAS CLASES DE MUERTE

Según haya sido la muerte y la responsabilidad del


individuo dependerá su situación en el Mundo de Deseos, es
decir, depende de si la muerte prematura ha sido un acto
propio, ha sido por culpa de otro o ha sido por accidente.
Respecto a las clases de muerte, hay casos en los que es muy
conveniente saber lo que le puede esperar al individuo que no
respeta su vida. Cuando es un suicidio voluntario el suicida
tiene todos sus cuerpos y conciencia (hasta el cuerpo mental)
hasta el día previsto que debiera morir, por tanto, lo único que
le falta es el cuerpo físico y es por este motivo por el que sufre
al sentir un dolor agudo efecto de no poder satisfacer ciertas
necesidades físicas.
La fecha prevista (aproximada) se calcula ya desde que
hacemos el arquetipo vibracional en el Mundo del
Pensamiento, antes de descender para renacer. Una vez que se
nace y desde ese mismo momento, estamos grabando nuestra
vida segundo a segundo, seamos conscientes o no de lo que
ocurre a nuestro alrededor. Esto es por medio de la respiración
que es la que lleva las imágenes a la sangre hasta que se graban
en el átomo-simiente físico situado en el corazón, o sea, de la
misma forma que el éter del aire imprime la imagen que vemos

129
por el objetivo de una cámara en la película. La vida está
prevista para que podamos cumplir con nuestras deudas y
compromisos que aceptamos de nuevo antes de renacer cuando
estamos en la región etérica. Pero esa vida puede ser alargada
si cuidamos nuestro cuerpo, si no caemos en vicios que
despierten tendencias de enfermedad que se originaron en las
anteriores vidas, y si somos responsables y cumplimos con
nuestros deberes físico, morales y espirituales. Cuando
hacemos lo contrario estamos acortando la vida, sea acelerando
el envejecimiento o sea despertando o creando nuevas
enfermedades.
Volviendo al suicida, diremos que sea por huir de sus
responsabilidades, por no encontrar el sentido de la vida, por
no saber afrontar sus problemas o su karma, o sea por lo que
sea, el suicidio es un acto voluntario. Lo cierto es que si todo el
mundo creyera o aceptara estas enseñanzas al menos como
“posiblemente ciertas” estos suicidas se evitarían mucho
sufrimiento ya que, esas “necesidades físicas” se ven
acrecentadas enormemente por no tener el cuerpo físico que, al
fin y al cabo, actúa como un amortiguador. ¿Por qué se sufre?
Porque el arquetipo sigue vibrando como lo hacía en vida
intentando hacer que viva el cuerpo físico a través de los
cuerpos superiores y, como aún tiene cuerpo de deseos, aún
sigue “sintiendo” y “deseando”.
Para dejar claro este caso concreto es necesario
explicar algo que hasta ahora no hemos mencionado, esto es, el
arquetipo. Sabemos que el Yo superior se encuentra en las
regiones superiores del Mundo del Pensamiento y también que
es él el que juega un papel muy importante para que se
produzca la muerte en determinado momento. Cuando el

130
hombre asciende después de la muerte hasta esas regiones
habiendo olvidado ya su personalidad y su vida pasada, entra
en una especie de sueño o descanso antes de volver a
comprometerse con su futura vida terrenal. Es entonces, al
despertar, cuando se le ofrecen (por lo general) varias vidas que
han sido “programadas” de acuerdo a sus necesidades de
desarrollo y a sus deudas kármicas del pasado, y una vez que
ha elegido una de ellas comienza el trabajo del arquetipo. El
arquetipo es una “forma” o molde vibrante de materia mental
con la cual estarán relacionados y de la cual dependerán los
cuerpos inferiores mental, de deseos, etérico y físico. Este
arquetipo es el que da la vibración correspondiente de acuerdo
al desarrollo del Alma para que pueda atraer la materia que le
corresponda y necesite para formar dichos cuerpos y no otra
que no merezca y que no sirva para los propósitos de la futura
vida. Pero este arquetipo también es el origen de la vida del
hombre en sentido de que, cuando llegue el tiempo previsto,
esa vibración cesa y se produce la muerte, de ahí la
intervención del Yo superior en el momento de la muerte una
vez cumplida la programación de las líneas más importantes de
su vida.

Este es el caso de lo que normalmente llamamos muerte


natural, pero cuando el hombre acaba con su vida
voluntariamente y rompe el cordón que une el cuerpo etérico
con el físico, ese arquetipo no cesa de vibrar. Por consiguiente,
la persona sigue “viva” con todos sus cuerpos excepto con el
físico y, como es obvio, sigue teniendo mente, sentimientos,
deseos, etc., y es precisamente por eso por lo que sigue
teniendo sus necesidades físicas las cuales no puede satisfacer
porque la persona misma se ha deshecho de su cuerpo físico.

131
Así es que, por nombrar solo una de ellas, tendrá hambre y no
podrá comer, lo que según algunos iniciados que han podido
estudiar estos hechos, es algo así como un dolor intenso de
muelas pero que afecta a todo el cuerpo. Así estará merodeando
por los ambientes donde solía estar en vida intentando
satisfacer ese hambre, rodeándose (compenetrando) de los
éteres que flotan en las cocina. Hay casos en que, como en la
películas “Ghost”, “El sexto sentido” o “Los otros”, los
individuos muertos no se dan cuenta de que han muerto y se
sientan a la mesa para comer, por lo que sufren por no poder
hacerlo y se contentan con absorber las emanaciones de los
platos. El hombre sufre principalmente porque el arquetipo
intenta atraer materia física (como hace cuando el cuerpo vive)
como si quisiera formar un cuerpo físico, si a esto añadimos el
sentimiento que la persona tiene de que no está muerta así
como sus “necesidades”, se comprenderá fácilmente lo que
digo.

Estos hechos se pagan muy caros en una futura vida


pero sus familiares y amigos pueden ayudarle desde el mundo
físico. Cuando se da el caso de que alguien conocido es
consciente en los otros mundos mientras su cuerpo duerme, le
puede ayudar explicándole y haciéndole comprender que debe
estar así hasta que llegue el momento en que el arquetipo cese
de vibrar, es decir, el fin de la vida prevista. Como,
normalmente, no hay casi personas que sean conscientes por
las noches, la única manera de ayudarle sería por medio de la
oración y de enviarle buenos sentimientos y pensamientos. En
este caso también se puede hacer una conexión inconsciente
mientras se duerme, se trata de mantener firmemente la idea de
cómo se desea ayudar y lo que se quiere decir justo antes de

132
dormirse, si se hace así, al despertar en el Mundo del Deseo, se
encontrará con la persona y hablará con ella aunque a la vuelta
no recuerde nada.
Como el suicidio no entra como plan en el destino de
una persona, significa que es un acto voluntario y que, por
tanto, la persona es la responsable y en un futuro tendrá que
aprender la lección de lo que es poder evolucionar por medio
de las experiencias y sin embargo verse impedido para ello. La
programación de la vida solo trata de los hechos más
importantes, todo lo demás son circunstancias de las cuales
podemos aprender y evolucionar, pero el suicidio, el asesinato
ni ningún mal intencionado contra otro está previsto en el
destino de una persona. Aún así, siempre somos libres y
podemos cambiar en gran parte nuestro destino. Otra cosa son
los “accidentes” donde mueren muchas personas, las guerras y
otros hechos similares, estos casos están relacionados con
causas importantes de otras vidas y por tanto son muertes
previstas. Por la dificultad de comprender este tema y puesto
que sería muy largo de explicar de forma clara, solo diré que
los muertos de las guerras son auxiliados en el momento de la
muerte y que, a la larga, esas muertes tienen un efecto positivo
para esas personas y para la humanidad.
Naturalmente que en este tema no se puede generalizar
porque habría que estudiar cada caso, pero lo que sí está claro
es que el que se quita la vida después de haberlo planeado
voluntariamente, sólo él es responsable de esa causa y tendrá
que sufrir sus efectos. Pero hay casos en que una persona puede
quitarse la vida en un ataque de locura o descontrol temporal
de la personalidad, entonces no ocurre lo mismo. En esos
casos, como ocurre con los accidentes y los asesinados, el

133
individuo entra en una especie de sueño que le mantendrá en
ese estado hasta la fecha en que debería producirse la muerte.
También, el asesino de una persona que después es ejecutado,
estará sufriendo hasta el momento de su muerte prevista, pero
en este caso reviviendo en sí mismo el mal que cometió y, si no
han pasado muchos años, estará junto a su víctima dormida
recordando constantemente lo que hizo. Lo que no significa
que con ese sufrimiento pague su deuda porque, una vez llega
la fecha en que debía ser su muerte, deberá pasar por el
purgatorio para que, al final del ciclo, quede esa experiencia
grabada en su conciencia.
Hay cada vez más personas que se interesan por
estudiar esta filosofía oculta y, bien porque están comenzando
o bien porque la escuela no es seria o iniciática (como por
ejemplo la Fraternidad Rosacruz Max Heindel que sí lo es)
piensan que todo lo que ocurre y hacen es porque debe ser así.
No quieren admitir que una persona puede perder la vida por
un accidente que produce ella misma por su irresponsabilidad o
que otra que no se cuida y pone en riesgo su salud una y otra
vez, puede terminar rompiendo el cordón y morir. Estamos en
una escuela llamada Tierra y el que en su desarrollo aún no ha
tomado conciencia de los valores morales, humanitarios y
espirituales, puede verse dominado por el fanatismo y terminar
siendo (por ejemplo) un terrorista que, a su vez, también puede
ser ejecutado.
De acuerdo con lo dicho, también hay accidentes donde
alguien puede morir en circunstancias trágicas como, por
ejemplo, un incendio provocado por la irresponsabilidad de un
fumador o de una barbacoa. En estos casos, como en otros
muchos, suele ocurrir que la persona está tan desconcertada de

134
lo que está ocurriendo o bien tan aturdida de ver su cuerpo
destrozado, que no se percata de que su vida está pasando ante
ella a modo de una película y no centra su atención como
debería para grabarla. El resultado es que no se puede llevar
consigo la grabación de su vida y, por tanto, no puede extraer
ningún beneficio de ella. Este es el mismo caso de las personas
que tampoco pueden centrar su atención en esa película porque
estén llorando sus familiares o porque le estén haciendo la
autopsia o cualquier otro hecho similar. Pero como las Leyes
de Dios son justas y están basadas en el amor, siempre hay una
manera de ayudar a estas personas.
En la muerte por accidente no hay ninguna desconexión
entre los cuerpos y el Espíritu (lo que sí ocurre en el suicidio
puesto que no ha llegado el momento de la recopilación de la
vida) entonces los cuerpos unificados de forma similar a
cuando se está en el Primer Cielo, quedan para ese ser en una
especie de sueño profundo hasta que llega la hora prevista de
su muerte natural. Esto es así porque, en realidad, la víctima no
es responsable de esa muerte, además, será protegido por los
seres espirituales encargados de esa misión. Sin embargo,
cuando una persona malévola y apegada a los vicios malos y
pasiones muere por accidente, no ocurre lo mismo, quedan en
un estado similar al suicida y sufren precisamente por no poder
cumplir sus pasiones, vicios y deseos; estos son los que
después intentan hacerse con un cuerpo físico o intervenir
físicamente entre las personas.
Las personas que son ejecutadas normalmente se pasan
mucho tiempo reviviendo su crimen y todo lo que les ocurrió
después hasta el momento de la ejecución; algo parecido le
ocurre al suicida respecto a la desesperación o el miedo que le

135
lleva a suicidarse y a los momentos de su agonía y muerte.
Estas personas, así como otros que están apegados a la tierra
por materialismo, celos, etc., no lo pasan nada bien porque las
regiones inferiores del Mundo del Deseo están en contacto con
el mundo físico y les estimula en forma de deseos y pasiones
para la acción, lo que en realidad no pueden conseguir. La
mejor solución para estas personas es no pensar en nada que se
relacione con su vida en la tierra y pensar en cosas elevadas y
espirituales, eso ya es suficiente para que también reciban
ayuda de otros seres que se dedican a ayudar.
El asesinado también queda en un estado similar al del
accidente involuntario en el caso de la persona benevolente y
normal. Tanto en el caso de los asesinados como en el de la
muerte por imprudencia o temeridad (además del suicida) no
están planeados los momentos de la muerte. En todos estos
casos, cuando llega la fecha prevista para abandonar el cuerpo
físico, pasan al Purgatorio como todos lo hacemos. Hay que
decir que cuando una persona muere por accidente y no
comprende lo que le ha pasado suele tener siempre un auxiliar
invisible que e explica lo ocurrido. Naturalmente que una de
las muertes más plácidas es la que se muere por vejez en la
cama o como efecto de una larga enfermedad; se duermen y se
despiertan directamente en el otro mundo.
Algo similar ocurre con las personas devotas y
religiosas, aunque parezca sorprendente, las muertes más
fáciles de las producidas por accidentes son las que tienen
como causa el frío, la asfixia y el ahogamiento. Respecto a los
muertos por armas diré que los de armas blancas o disparaos
quedan despiertos pero algo aturdidos y deambulando sin saber
qué hacer, mientras que los que mueren por una bomba, quedan

136
en una especie de letargo o estado de coma durante días o
semanas a causa de haberse fracturado el aura que forman los
éteres superiores respecto a los inferiores ya que, los primeros,
están relacionados con la conciencia y la memoria.
No es fácil de entender (y mucho menos como un acto
de amor) que a un matrimonio se le muera un hijo como efecto
de un accidente pero que en realidad es de su karma, pero si se
analiza detenidamente y con una mente abierta, se podrá
comprender. No sería justo que una persona no pueda progresar
ni desarrollar su Espíritu por el simple hecho de no haberse
llevado al Mundo del Deseo la película de su vida, pero lo
cierto es que si no hay película no se puede extraer el beneficio
de las experiencias. En la muerte natural la persona graba su
vida y cae en un estado de inconsciencia temporal hasta que
despierta en el Mundo del Deseo, (el ya famoso túnel que
cuentan muchos) y una vez allí y en la región que le
corresponda de acuerdo a lo que tenga que purgar, comenzará
su estancia hasta que en el Cielo reciba todo el bien que merece
por sus buenas obras. Pero en el caso de dichos accidentes no
se pierde la conciencia y, aunque también se va al Mundo del
Deseo, no se sufre ni se siente esa alegría y amor del cielo sino
que los Ángeles del Destino le preparan en pocos años una
oportunidad para renacer de algunos padres que tengan una
deuda del pasado que merezca esa pérdida de un hijo. Así es
que, esa persona que no puedo recoger la experiencia de su
vida vuelve a nacer en un cuerpo físico y al cabo de pocos años
fallece como niño.
Los cuerpos no nacen todos simultáneamente sino que
lo van haciendo cada siete años, es decir, el cuerpo etérico
termina su formación cuando el niño tiene siete años, y es en

137
ese período cuando el niño se adapta al mundo físico y se va
familiarizando con los sentidos. El cuerpo de deseos termina de
formarse a los catorce años, y es a partir de ahí cuando el niño
comienza a tener deseos de adulto, le sale el vello, la cambia el
tono de la voz y se interesa por el sexo opuesto. El cuerpo
mental termina de formarse a los veintiuno (mayoría de edad
verdadera) y es a partir de ahí cuando de verdad se puede decir
que es responsable de sus actos.
Volviendo a nuestro caso anterior, cuando ese niño
muere no han nacido aún los cuerpos etérico, de deseos ni
mental, luego entonces, no hay grabación porque permanecen
con el Yo Superior y, por consiguiente, no tiene que sufrir nada
en el Purgatorio. Es entonces cuando pasa directamente al
Cielo y estará allí aproximadamente 20 años recibiendo la
enseñanza que no pudo asimilar (como experiencia) de esa vida
donde murió por accidente. Sabiendo que renacemos cada,
aproximadamente, mil años es fácil comprende que muchas
personas dejaron morir intencionadamente o por
irresponsabilidad a sus hijos en su anterior vida. Muchos de
ellos pagan en nuestros tiempos esa deuda con Espíritus que
han muerto hace poco en alguna guerra o accidente.
Es muy importante que todas las personas tengan
presente esta información a la hora de afrontar la propia muerte
y más aún cuando ocurre la de un familiar. Es necesario dejar
al fallecido en paz y no tocarle ni molestarle en ningún sentido
para que pueda grabar la película de su vida en su cuerpo de
deseos. Cuanto más atención se haya puesto mayor provecho
podrá extraer de su vida porque el sufrimiento en el Purgatorio
se convierte en conciencia que advertirá en la próxima vida
antes de cometer el error, mientras que el placer y la felicidad

138
en el Cielo se convertirán en virtudes que servirán como
estímulo para obrar correctamente. No cabe la menor duda de
que el hecho de que en occidente no haya guerras, junto al
desarrollo de la conciencia que hace que se cuide y se quiera
más a los hijos y, por último, los propios adelantos en
medicina, harán que cada vez haya menos muertes infantiles
como efecto de no haber grabado la película de su vida. Sin
embargo, hoy se está creando un nuevo inconveniente para este
proceso post-morten por medio de la cremación como ya
veremos más adelante.

¿QUÉ O QUIÉN PRODUCE LA MUERTE?

El miedo y el morbo que rodea a la muerte demuestran


el poco deseo que el hombre tiene de razonarla, de
comprenderla y de abandonar el mundo material. El ser
humano tiene miedo a la posible soledad o desintegración total
que pueda ocurrir después de la muerte, pero no sabe que esa
soledad e incluso sacrificio es lo que tiene que afrontar aquí en
la Tierra. Antes de nacer, el hombre está en un estado de
felicidad y dicha inimaginable para la mayoría, y sin embargo
se tiene que introducir en un cuerpo donde hasta cierta edad es
incapaz de manejarle. La personalidad no recuerda qué relación
del pasado le une a la familia donde ha renacido, se siente sola
donde se encuentra y, a su vez, no controla el mundo físico ni
reconoce a nadie de su alrededor. Por el contrario, cuando deja
su cuerpo reconoce a los seres queridos, es libre y puede
manejar la materia de deseos y es feliz en un mundo que ella
misma puede construir y utilizar para su propio desarrollo. Allí
nunca está sola porque, además de la humanidad, hay otros

139
seres que también evolucionan, es más, puede ser consciente
durante un tiempo de lo que sus seres queridos en la Tierra
hacen o piensan. El hombre ha creado un mito triste para el
momento de la muerte y otro de felicidad para el nacimiento de
un nuevo ser pero no sabe que más bien debería ser lo
contrario.

Si en algún sentido tenemos que entender la muerte


como tal, solo se puede comprender como el abandono
definitivo y desintegración del cuerpo físico pero nunca de la
conciencia puesto que después de dicho abandono la persona
sigue existiendo con su misma conciencia e incluso con su
misma mente. Esa continuidad de conciencia y de
personalidad, aún sin cuerpo físico, es lo que hace que las
personas familiarizadas con estas enseñanzas pierdan el miedo
a la muerte, pues saben que se ha acabado un ciclo y que deben
ir a descansar y a asimilar el resultado de las experiencias para
después volver a renacer con mayores oportunidades de
progreso moral, intelectual y espiritual. Lo único que tiene fin
es lo que es mortal y perecedero, lo espiritual es imperecedero,
inmortal y eterno, sin embargo, gracias a la utilización de lo
perecedero el Alma adquiere la perfección como lo hace un
profesional día tras día gracias al manejo persistente de las
herramientas.

La muerte o retirada de la atención del Ego de su


cuerpo físico se produce cuando el cuerpo no es capaz de
resistir las energías que producen la vida, energías que
proceden de los mundos más elevados. Esto produce un
proceso de cristalización en el cuerpo físico que tiene como
consecuencia la rotura del cordón plateado por parte de los

140
Ángeles encargados de esa labor que no es otra que emitir una
determinada nota vibratoria dentro de la estructura física.
Llamamos muerte a la pérdida del enfoque de la
conciencia sobre la materia física pero en un futuro no tan
lejano, cuando la humanidad perciba la parte etérica del mundo
físico y sea capaz de comprender lo que hoy, para la mayoría,
es abstracto, entonces verá cómo el verdadero hombre
abandona su cuerpo físico en el momento de la muerte y sin
embargo sigue vivo y actuando como lo hacía aquí. La muerte,
como un hecho natural de la naturaleza, debe ser concebida
como el efecto de la cristalización del cuerpo físico, y por
tanto, gracias a ella, el hombre se libera de su “traje temporal”
que, a partir de la vejez y la enfermedad le ata y hace sufrir.
Por eso, la muerte es la gran liberadora que destruye lo que ya
no sirve y que origina toda una serie de transformaciones que,
lejos de ser límites, facilitan una ampliación de la conciencia.
No hay que olvidar que el momento de la muerte está
“programado” por los Ángeles del Karma y admitido y
comprometido por el mismo Yo superior de acuerdo al
cumplimiento del delineamiento o hechos más importantes y
necesarios de la vida. En la muerte natural, como en otros
casos de los que llamamos “accidentes”, es el Yo superior
quien, de acuerdo con los Ángeles del Destino, “colabora” en
la ruptura del cordón que facilita la vida al cuerpo físico. Esto
es algo así como cuando un actor interpreta el papel de un
personaje y cuando acaba la obra ese personaje muere hasta el
siguiente día de función. El Alma tiene mucho que aprender y
desarrollar pero también le quedan muchas deudas del pasado,
de las cuales, cuando las experimente o las sufra, aprenderá
más que de las simples experiencias. Las deudas o karma del

141
pasado son los llamados problemas, sufrimiento, ruina, etc.
pero esas deudas son el efecto de algo similar que la
personalidad hizo en otra vida y que ella misma se
comprometió a sufrir antes de nacer. Pues lo mismo que ocurre
respecto a eso y a los hechos más importantes de la vida,
también está programado el momento de la muerte en el tiempo
en que se supone que ha cumplido sus deberes y sus
compromisos más importantes de su destino. El destino del
cuerpo físico, como cualquier otro cuerpo, es morir pero esta
muerte es deliberada ya que el Alma ya no le necesita, sin
embargo, sí debe continuar encargándose de su progreso en los
mundos superiores. Entonces, el cuerpo se desintegra y vuelve
a su origen atómico hasta que su materia vuelva a ser utilizados
para la formación de otro cuerpo cuyas vibraciones del Alma
ayuden a su evolución.

Hay otro momento, dentro del cielo, que un Alma


realiza desde el momento del abandono de su cuerpo físico
hasta que vuelve a renacer, que se podría llamar más
propiamente “muerte”. El hombre pasa, después de la muerte
del cuerpo físico, al Mundo del Deseo con su cuerpo de deseos
y después abandonará éste para pasar al Mundo del
Pensamiento con su cuerpo mental donde ya no se acuerda de
su vida pasada. Pues bien, es en este plano donde el hombre,
como conciencia terrenal, muere con su cuerpo mental que
retenía las experiencias pasadas y tiene una especie de sueño o
descanso inconsciente (tiempo de asimilación en el Alma) del
cual no despertará hasta que sienta la necesidad de renacer. La
misma fuerza interna que ha hecho y hace que el hombre cree,
investigue y dé forma a sus descubrimientos e ideas; y la
misma fuerza que haría que un hombre tuviera necesidad de

142
hacer algo después de estar un tiempo sin salir de casa aún con
todas las comodidades, es la fuerza que impele al Alma a
renacer para experimentar y evolucionar.
En lo que normalmente llamamos “momento de la
muerte” natural o “programada”, el Yo superior actúa de
acuerdo a la Ley de Atracción retirando la vida y la conciencia
del cuerpo físico como culminación del destino previsto. Esto
se interpreta como un acto triste e inesperado cuando no
anticipado. Sin embargo, si la humanidad actual fuera
consciente de su Alma, no solo no lo vería así sino que también
comprendería que es la mejor manera de liberar al hombre del
poder de atracción de la Tierra, un poder que, aún después de
muerto, sigue actuando sobre el cuerpo físico. El hombre es
inconsciente de lo que ocurre después de la muerte como lo es
(aparentemente) de lo que ocurre con su cuerpo físico o en su
habitación mientras duerme. Digo aparentemente porque eso es
lo que piensa la mayoría de las personas cuando la realidad es
que sí es consciente de su cuerpo y no se suele alejar mucho de
él por las noches. Por otro lado, cuando sea capaz de salir
voluntaria y conscientemente de su cuerpo (comúnmente
llamado viaje astral) entonces, para tal persona, la “noche” no
tendría el mismo sentido sino que sería simplemente el
momento de revitalizar el cuerpo y reconstruir su materia que
es la actividad principal durante el sueño.
Cada vida y su correspondiente muerte es un paso o
grado más alcanzado hasta conseguir la iniciación, de la misma
manera que cada curso o año de estudio supone un paso más
para alcanzar el título o carrera deseada. Muchas muertes
físicas son necesarias hasta hacernos conscientes de nuestra
propia Alma y ese momento se puede considerar una iniciación

143
o resurrección en sentido de que se comienza un ciclo superior.
Este ciclo superior o continuidad de progreso, se hará en el
plano inmediatamente superior al físico hasta alcanzar la
perfección de nuestros sentimientos y deseos, pero cuando eso
llegue ya se habrá vencido a la muerte. A continuación habrá
otro proceso de resurrección que nos llevará a “vivir” en otro
mundo superior hasta perfeccionar o espiritualizar el cuerpo
mental y, cuando ya no necesitemos ninguno de los cuerpos
porque hayamos adquirido el máximo de espiritualidad y
perfección a través de ellos, entonces seremos uno con el Yo
superior y habremos alcanzado la total liberación de los
mundos donde hoy evolucionamos entre la vida y la muerte.
Hoy se tiene miedo a la muerte por el apego a lo material y
porque no se es consciente de los planos superiores, sin
embargo, el verdadero hombre es inmortal y como tal, vida tras
vida, asciende triunfalmente hacia la casa de Su Padre como
vida tras vida se unifica el hombre con su Yo superior o Alma.

Sólo se puede hablar de muerte cuando nos referimos al


cuerpo físico y lo hacemos como un conjunto o unidad, ya que
si lo hacemos desde el punto de vista de las diminutas vidas
que lo componen (células, moléculas, etc.) tendríamos que
decir que el cuerpo está más vivo que nunca. La afirmación
más común respecto a lo que es el hombre es que es un
agregado de átomos y diminutas vidas unidas durante cierta
cantidad de años por una fuerza vital; es decir, mientras la vida
está activa el hombre vive y cuando se retrae o extingue muere.
En cierto modo tiene razón quien piense así pero se equivoca o
es ignorante respecto al origen de esa vida si cree que es casual.
La vida o cuerpo etérico es un molde (el típico fantasma que
algunos han podido ver) que compenetra el cuerpo físico

144
mientras tenga un destino que afrontar o cumplir el hombre
aquí en la Tierra; pero cuando llega a su fin y el Yo superior lo
desconecta del cuerpo físico, esas diminutas vidas quedan
libres y se produce una especie de anarquía o caos porque ya
no hay un control sobre ellas por parte del Alma. Así el cuerpo
se muestra más activo que antes hasta que llega el momento en
que los átomos vuelven al depósito universal de donde
proceden. Por tanto es el cuerpo etérico el que retiene, organiza
y dirige a esas vidas para que cada una cumpla con su misión
de mantener vivo el cuerpo físico. Cuando el Yo superior retira
definitivamente la vida del cuerpo físico, ocurre algo parecido
a la crisálida respecto a su envoltura física, ocurriendo como
efecto que el hombre obtiene un estado de conciencia superior
y “vive” en otro estado diferente al que tenía antes.
Desde siempre se ha oído decir que más allá de la
muerte no puede haber nada porque nadie ha venido para
contarlo, pensar eso es una falta de razonamiento y más aún de
conocimientos. En todos los países, culturas y creencias hay
escritos y pruebas en forma de mensajes o apariciones de seres
que han estado en el más allá o que mencionan alguna vida
anterior. Incluso en la Biblia podemos encontrar algunos
pasajes como por ejemplo: Mateo XI: 13 - 15; XVI: 13 - 18;
XVII: 10 - 13. Lucas IX: 18 - 21. Proverbios VIII: 22 - 31.
Salomón habla de su presencia durante la formación de la
Tierra y de que antes de nacer como Salomón ya disfrutó de la
Tierra junto con otros hombres.
La muerte del cuerpo físico se produce progresivamente
y afecta a la circulación sanguínea, al sistema nervioso y al
endocrino como efecto de la desconexión del cordón etérico en
sus puntos vitales del corazón y del cerebro. Esta desconexión

145
(muerte natural) causa primeramente la inconsciencia del
mundo físico, sin embargo hay personas que incluso antes de la
desconexión pierden la conciencia de lo que le rodea y son
capaces de hablar de algo que están viendo (el mundo etérico)
y que solo ellos perciben. Otro hecho relacionado con el
mundo etérico ocurre muchas veces en las personas muy
mayores o que están varios días agonizando, y es que no tienen
miedo a la muerte o incluso desean irse porque lo que están
viendo les causa un estado de bienestar y de paz. Es muy
importante que los presentes tengan en cuenta que esa persona
lo escucha todo aunque esté fuera de su cuerpo. Mientras esté
conectado, lo que podría ser hasta tres días después de la
muerte médica, lo escucha todo y algunas palabras le pueden
perjudicar así como otros hechos le pueden hacer abandonar
por momentos la concentración en la grabación que están
haciendo de su vida pasada.
Una vez que se han cumplido todos los acontecimientos
previstos, se han afrontado las deudas y se han experimentado
nuevas oportunidades de desarrollo, llega el momento en que,
un Ángel relacionado con lo que llamamos muerte, interviene
en nuestro paso al más allá. Pero no es solo esta la intervención
de los Ángeles, ellos administran nuestro karma según los
hechos de las vidas pasadas y ayudan al hombre desde el
momento de la muerte hasta el próximo renacimiento. También
colaboran en hacer el cuerpo o molde etérico que será
implantado en la matriz de la madre para que se forme el
cuerpo físico de acuerdo a las necesidades de desarrollo y
deudas del pasado.

EL RENACIMIENTO Y LA EVOLUCIÓN

146
Cada cierta cantidad de años surge entre la humanidad
una nueva enseñanza que indica el comienzo de una nueva era
para el progreso de la misma. Hace poco más de un siglo nació
el concepto de la “Evolución” unido a la cual y a continuación
surgió el del “Renacimiento”. Renacimiento significa el
sucesivo renacer de la vida en las formas (cuerpos) más
capacitadas para sentir y pensar, y Evolución significa el
sucesivo ascenso de esa vida a través de formas cada vez más
complejas en su estructura. Aunque esta obra solo trata del
renacimiento del hombre, hay que dejar claro que estos dos
principios están siempre unidos y también se relacionan con los
tres reinos que nos siguen. La diferencia, como ya hemos
dicho, es que la vida que anima una planta pertenece a un
espíritu grupal que evoluciona a través de esa especie de
planta, pero la vida de esa planta no evoluciona de forma
individual sino que evoluciona a través de las especies. Lo
mismo ocurre con los animales, la vida de un animal salvaje
evolucionará a través de las diferentes especies hasta alcanzar
una que conviva con el hombre donde la propia afinidad le
lleve a las puertas de la individualización como ser humano.
El ser humano que en su momento tuvo un estado de
conciencia (no un cuerpo) similar al del animal, evoluciona a
través de los cuerpos de las diferentes razas renaciendo cada,
aproximadamente, mil cien años cuando la Tierra ha cambiado
lo suficiente como para poder experimentar en otro ambiente.
Pero el ser humano no viene por primera y última vez de un
estado espiritual ni renace en cuerpos de plantas o animales
como algunos afirman, pues esto sería un atraso en su
evolución. El objeto del renacimiento es facilitar al Alma las

147
experiencias y los medios necesarios para que progrese en
conocimiento y en espiritualidad, lo que le hará sabio y creador
gracias al desarrollo dinámico de sus poderes latentes.
Si, como dijo Cristo, debemos ser perfectos como
nuestro Padre en los cielos es perfecto, está claro que la única
manera de conseguirlo es a través del renacimiento y la
evolución. Nosotros no mandamos a un hijo un día a primaria,
otro al instituto y otro a la universidad para que obtenga una
carrera; de forma similar, las Almas se sirven de lo aprendido
en una vida para progresar un poco más en la siguiente hasta
que alcancen la perfección espiritual. Lo mismo que no
recordamos detalladamente como aprendimos muchas cosas en
la infancia, tampoco el hombre que renace recuerda como
desarrollo determinadas facultades que él tiene desde que
nació.
Si bien hay millones de orientales que viven en la
creencia (aún sin tener pruebas) de un más allá en el que el
Alma renace a la vez que otros no creen en determinados
descubrimientos científicos, en occidente, creemos en la
gravedad, en el magnetismo, en fuerzas invisibles e hipótesis
que no podemos ver, oír ni tocar y sin embargo no creemos en
el renacimiento. La mayoría de los occidentales prefieren creer
que todo es fruto de la casualidad, de la nada o de la naturaleza
que ha creado el Universo pero, si desde el átomo hasta un
sistema solar todo está dentro de un orden (no de un caos) y
unas leyes ¿Quién ha creado ese orden y esas leyes y para qué?
Como el fin de la existencia del hombre es la perfección
a través de la evolución y esta perfección no se puede alcanzar
en una sola vida, no queda otra explicación más lógica que
creer en el renacimiento. Una vez que se cree en el

148
renacimiento y antes de creer en un Dios personal que pone a
cada hijo suyo en cualquier lugar incluso como si no tuviera
sentimientos, es mejor creer en la Ley de Consecuencia o de
Causa y Efecto. Una vez aclarado esto, lo que hay que tener
claro es que es el Yo superior el que, en forma de vida
individual, se manifiesta a través de los cuerpos que necesita
para poder experimentar y evolucionar en la Tierra. Después de
la vida física, esa “vida individual” va abandonando los
cuerpos que ya no necesita (como el niño abandona los libros
según pasa de curso) previa extracción del desarrollo obtenido
con cada uno de ellos, el cual va guardando el Yo superior. De
esta forma se puede ver el renacimiento, la vida individual se
puede manifestar con mil profesiones, caracteres, etc., pero
esas personalidades mueren y la vida que las animó subsiste y
las enlaza sirviéndose de las anteriores para progresar en las
siguientes. El origen de esa vida son los mundos espirituales a
los que en un futuro volveremos, pero mientras tanto, el Alma
va ensartando el resultado de las experiencias de sus
personalidades como si se tratara de un rosario; de esta forma
volveremos al lugar de donde procedemos pero con nuestro
“título” obtenido.

Hay quien opina que la vida en el más allá (la muerte)


es como un sueño, la verdad es que en cierto modo tienen
razón porque vamos al lugar que nos corresponde de acuerdo a
nuestras creencias, fe y carácter. De esta forma el malvado se
encontrará en un plano adaptado a su carácter y entre
malvados; el materialista que no ha hecho mal pero tampoco se
ha esforzado en hacer el bien se encontrará con una vida post-
morten monótona entre sus negocios; y el incrédulo que no
tiene fe en la inmortalidad del Alma ni en otra vida, se

149
encontrará en una especie de vacío. Pero eso no es todo, como
la Ley del Karma es justa y como, aunque los cuerpos se
desintegren, ciertos éteres de los que los componían tienen
relación con nuestra vida pasada, éstos volverán a formar parte
de nuestro destino y cuerpos (similarmente al estado post-
morten) para formar parte del destino futuro que nos
corresponda. El Yo superior es inmortal y por tanto solo
asimila la “esencia espiritual” de cada vida rechazando lo
contrario. Por consiguiente, quien rechaza la idea de la
inmortalidad del Alma y el renacimiento está retrasando su
progreso como el niño que suspende y no quiere estudiar para
intentar aprobar en una segunda oportunidad.

En la vida de cualquier persona hay un tiempo de


adaptación al medio, otro de aprendizaje en el manejo de los
objetos físicos y, cuando se es adulto y profesional, hay otro
tiempo en el que se esfuerza por progresar (para no quedarse
atrás) a la vez que en sus horas de descanso asimila cada nuevo
conocimiento que obtiene. Así mismo, el Yo espiritual, el
peregrino o pensador, se adapta en sus primeros renacimientos
como tal, experimenta y llega a dominar la materia física, y
asimila lo aprendido después de cada muerte para así ser más
“profesional” en la siguiente vida. Así es que, las vidas aquí en
la Tierra son el medio de experimentación y aprendizaje;
mientras que la vida después de la muerte es la manera en que
el Yo superior asimila la esencia espiritual de las experiencias
para poder evolucionar y desarrollar su poderes latentes. Sin
embargo, tanto una vida como la otra son una especie de
ilusión y sueño donde el actor (el hombre) actúa y cuya
experiencia y maestría repercuten en el guionista, (el Yo

150
superior) lo que le servirá a este último para crear otra obra de
mayor calidad.
Si nosotros fuésemos incapaces de ver y estudiar lo que
ocurre bajo la tierra cuando se planta una semilla estaríamos en
el mismo caso de los animales que son ignorantes de todo ello.
Diríamos que, en ese caso, veríamos la planta pero
ignoraríamos que el origen está en lo invisible, es decir, en la
semilla y en las fuerzas de la naturaleza que hacen que nazca y
crezca. El hombre es la planta, el Yo superior es la semilla y la
fuerza o vida es el propio Espíritu creado por Dios. Y lo mismo
que nosotros plantamos la semilla y la cuidamos y regamos
para que dé fruto, así mismo hace Dios con nosotros; de ahí la
parábola del sembrador.
El renacimiento debe existir hasta que el hombre (la
vida reencarnante) sea capaz de expresar perfectamente la
conciencia del Yo superior, pero mientras tanto, renace de
acuerdo al deseo de experiencia como base de la evolución.
Los renacimientos nunca son independientes, lo mismo que
nosotros pertenecemos a una familia también el hombre que
renace lo hace unido a otras Almas pertenecientes al mismo
grupo con los cuales tiene alguna relación kármica. El hombre
renace sin apremio y de acuerdo al karma grupal e individual,
pero también lo hace por responsabilidad y para cumplir sus
obligaciones y hacer frente a las deudas pendientes cuanto
antes. Cuanto más evolucionado antes vuelve para cumplir con
esos requisitos y más disfruta con sus cualidades espirituales en
la vida, incluso ayudando a los que van tras de él.
La Ley de Renacimiento fue necesaria desde el mismo
momento en que obtuvimos la autoconciencia y comenzamos a
ser responsables de nuestros actos, por eso va unida a la de

151
Causa y Efecto. Pero esta ley no ha sido comprendida en
Occidente y ha sido mal interpretada en Oriente porque ha
hecho que se dediquen a la vida interna y no a experimentar y
crear en el mundo físico como base necesaria para el progreso
material y, en definitiva y como fruto de las experiencias,
espiritual. Sin embargo, la humanidad no tiene otro camino que
admitir, comprender y actuar en consecuencia de acuerdo a
estas dos Leyes Divinas. No en balde dijo Cristo a los hombres
que podían ser salvados por el Alma y por el Cristo que llevan
dentro y que el que no vuelva a nacer no podrá ver el Reino de
Dios.

Si la humanidad tuviera este conocimiento más


interiorizado y más presente respecto a lo humanitario,
religioso, político, etc., su comportamiento sería muy diferente
y su progreso espiritual mucho más rápido. La Ley de
Renacimiento enseña que hay una recapitulación de
experiencias pasadas; que hay que volver a hacerse responsable
de antiguas obligaciones; que se vuelve a tratar con las mismas
Almas de otras vidas; que se tiene que hacer frente a
determinadas experiencias que son necesarias para el progreso;
que se tiene que saldar las deudas del pasado, y que el principal
motivo es afrontar el destino y actuar de manera positiva con la
intención de terminar las relaciones con los demás en paz y en
armonía. Este conocimiento hará que el hombre sea más libre y
que tenga mejores intenciones en la vida en general y su efecto
será iluminador para que termine superando las pruebas más
fácilmente que hasta ahora. Se dice que mientras el hombre no
alcance la perfección sentirá el impulso de renacer para
continuar el proceso voluntariamente, pero es el conocimiento
del Plan por parte de Yo superior el principal motivo. Pero, en

152
el fondo, el principal motivo es alcanzar la perfección para
sacrificarse por los demás.

Renacimiento es progreso y desarrollo del carácter,


progreso porque, aunque una persona se haga “mala” hasta
cierto grado en una vida, el resultado del Purgatorio siempre
aporta beneficio; y carácter porque es el resultado de las
experiencias de todos los renacimientos. Pongamos algún
ejemplo: Una persona poco evolucionada que solo piensa en sí
mismo, es egoísta y está dominada por los deseos, vicios y
pasiones, siempre estará creando pensamientos de esa
naturaleza. Esos mismos pensamientos (como ocurre con el
obseso) siempre estarán con él a la vez que ellos mismos le
incitan a crear más pensamientos de la misma naturaleza e
incluso a actuar según los mismos. Si no existiera el
Purgatorio, cuando esta persona volviera a renacer lo haría con
las mismas tendencias y tendría que formar su molde etérico (y
especialmente el cerebro) con los éteres cuya vibración se
correspondería con los hechos de su última vida. Renacería de
unos padres cuya genética estaría relacionada con las
limitaciones que la Ley de Consecuencia le traería en esa vida
y, por tanto, su Alma poco podría ayudarle. Pero el efecto del
Purgatorio, así como el del Cielo, se graba en la conciencia y,
aunque nazca con un karma duro que afrontar en su destino, el
Alma siempre podría hablar y, en el caso de no ser así porque
su karma le afecte a la mente, el resultado de esa otra vida
siempre sería importante para su progreso. De esta forma
vemos como es el pasado quien crea en mayor medida el futuro
pero siempre se pueden dar pasos a favor del desarrollo
espiritual personal.

153
Por el contrario, si una persona es altruista, fraternal y
siempre está planeando o trabajando para ayudar a los demás,
sus pensamientos inclinarán a aumentarán esos hechos. Cuando
muera no pasará por el Purgatorio sino que irá directamente al
Cielo donde grabará en su conciencia el resultado de toda esa
felicidad quedando así como tendencia para el carácter de la
próxima vida. El cuerpo etérico se formará con materia de una
más elevada vibración y renacerá en el seno de una familia
donde encuentre oportunidades para desarrollar en mayor
grado esas tendencias, formando así un carácter más elevado.
El carácter benévolo de su anterior vida le facilitará un cuerpo
y un cerebro que le permitirá poder hacer buenas obras y poder
escuchar más claramente la voz de su conciencia lo que, en
definitiva, es progreso. De esta forma, vida tras vida y victoria
tras victoria se va formando el carácter que puede diferenciar a
una persona benevolente de otra malévola, es más, puede
diferenciar a un cuerpo donde la persona sufre de otro de gran
belleza, moralidad e intelectualidad.

Ha habido casos en que una persona ha recordado


hechos de su vida pasada, sobre todo en el caso de los niños.
Hay otros en que una persona en estado de trance o
sonambulismo ha hablado una lengua de la que no sabía nada
en su vida presente, otros de personas que recuerdan (y se ha
comprobado) donde vivieron y murieron en otra vida, en
definitiva, que recuerdan algo que nada tiene que ver con su
vida actual. Por lo general, la mayoría de las personas no
recuerdan nada de sus anteriores vidas por las razones que más
adelante explicaremos, pero cuando el desarrollo espiritual es
elevado, ocurre exactamente igual que nos ocurre a todos
cuando son despertamos, es decir, que no hemos olvidado lo

154
que hicimos ayer. La noche entre dos días es lo mismo que el
tiempo entre la asimilación de las experiencias de la vida
pasada y la preparación de la futura, pero cuando la persona de
elevado desarrollo tiene continuidad de conciencia se acuerda
perfectamente de su anterior vida.
Ese es el motivo que marca la diferencia entre la
naturaleza animal y la humana, un animal vive con las mismas
características de su especie, con los mismos instintos y
hábitos, sin desarrollar una vida social como lo hace la
humanidad. Su herencia es solo física y no acumulan
internamente la experiencia como lo hace el hombre a través
del renacimiento y respecto a lo social, moral e intelectual. El
hombre ha creado el mundo en que vivimos gracias al
desarrollo obtenido en sus anteriores vidas, pero el animal no
ha podido crear nada de eso porque su progreso sólo se aplica
al paso de una especie a otra. Mientras que el animal acumula
las impresiones recibidas del exterior en una raza porque esa
vida aún no se ha individualizado y no tiene autoconciencia, el
hombre acumula la esencia espiritual de sus experiencias en
cada nuevo renacimiento. Un animal no puede responder a las
sugestiones morales e intelectuales pero un individuo sí gracias
a su Yo superior. Pero, como sabemos, eso solo ocurre a partir
de cierta cantidad de renacimientos ya que, en sus comienzos,
el ser humano tenía una conciencia similar a la de los animales.
¿Qué puede dar explicación, sino el renacimiento, al
hecho de que una gran Alma renazca en una familia de baja
moral e intelectualidad? Esa gran Alma puede tener un enorme
parecido a sus padres o hermanos como efecto de la genética,
pero el aspecto o carácter interno es sólo suyo como fruto de su
pasado y nada tiene que ver con las Almas que hacen de padres

155
o hermanos. ¿Qué hace que una persona se convierta en un
genio viniendo de padres humildes y de poco desarrollo
intelectual? ¿Qué hizo que Mozart compusiera e interpretara
esas sinfonías y esa música delicada y melodiosa sino las
experiencias en ese mismo campo en sus vidas pasadas?
Mozart nació de padres músicos porque necesitaba unos genes
que le facilitaran determinadas cualidades físicas como son los
dedos y el oído, pero Mozart expresó y demostró
conocimientos y habilidades instintivas que nadie le había
enseñado. Un niño puede ser educado y puede asistir al colegio
como otros muchos, pero no todos pueden ser genios porque
pocas son las Almas que han progresado tanto en ciertas
materias y en cierta cantidad de vidas. No todas las personas
valen para ser monjas y no todas las monjas son capaces de
hacer obras como han hecho algunas que han pasado a la
historia ¿Qué es eso sino el fruto de varias vidas dedicadas a
ayudar a los demás y al deseo de hacer mayores obras
amorosas, altruistas y fraternales?

Es fácil encontrar a personas muy inteligentes y morales


en las religiones así como en el mundo del ocultismo, sin
embargo y aunque muy similares en lo intelectual y en lo
moral, muchos religiosos rechazarán la filosofía oculta y
muchos ocultistas rechazan las enseñanzas de las iglesias. Unos
abrazan la religión por la fe y porque se guían por el corazón y
otros buscarán en la filosofía oculta porque se guían por la
mente y buscan respuestas convincentes y no fe. ¿Y todo por
qué? Porque lo que para uno es familiar por haber estado en
contacto con esa materia en otra vida, para otro es extraño y
prefiere buscar por otros caminos. Así el que en otra vida ha
estado en contacto con alguna filosofía como esta, se sentirá

156
inclinado irremediablemente a estudiar todos estos temas, pero
el que en su desarrollo pasado no ha alcanzado aún este nivel,
lo rechazará y preferirá creer en su religión aunque no
comprenda ciertas cosas ni nadie sea capaz de explicárselo. La
intuición es el reconocimiento de unos hechos practicados en
otras vidas y, por tanto, es la expresión del Yo superior, así es
que, la persona que intuitivamente percibe estas verdades, debe
aprovechar esta vida para progresar aún más en su desarrollo
intelectual y espiritual. Y el que no “reconoce” estas verdades
hará bien en olvidarse de otras teorías y dogmas y en abrir su
mente a este conocimiento que le puede hacer mucho bien
tanto durante la vida como después de la muerte.

Un ejemplo más para explicar lo que es el renacimiento


y creer en él es cuando vemos que un niño nace de padres
delincuentes, que viven en la pobreza, que están dominados por
las pasiones animales y que apenas tienen moral ni
discernimiento y otro niño que es todo lo contrario. El primero
estaría condenado a delinquir por la propia genética, por la
“educación” y por el ambiente donde se desarrolla; el segundo,
de padres puros e inteligentes, tendría una educación que le
traería una vida de placer y encaminada hacia el bien. Bien, si
sólo hay una vida como afirman los que no creen en el
renacimiento ¿Qué Dios puede hacer o permitir esto? Y si esto
es, como dicen otros, el resultado de las fuerzas ciegas de la
naturaleza ¿Con qué pruebas y causas se puede encontrar el
hombre en cualquier momento de su vida? Es más, en el caso
de los dos niños, el desvalido y condenado a esa vida de
pobreza y sufrimiento, lo único que hará será crear odio y
resentimiento hacia todo lo que le rodea y todo sin tener culpa
de nada. Sin embargo, aunque el Renacimiento y la Ley de

157
Consecuencia pueden llevar a alguien a ese mismo destino, la
Justicia Divina siempre actúa como tal y siempre facilita
medios para salir y tomar el camino del bien. Las posibilidades
bien aprovechadas se convierten en poderes y elevadas
tendencias en la próxima vida y esas tendencias bien trabajadas
se convertirán en mayor desarrollo y nuevas posibilidades en la
siguiente.
También los que creen en un Dios personal tienen
muchos motivos para meditar sobre esa absurda teoría, por
ejemplo: Si Dios crea un Espíritu nuevo para cada nacimiento
quiere decir que ese Dios debe estar pendiente de toda la
humanidad cada vez que practica el sexo para hacer que nazca
un niño. Ese mismo Dios en el ejemplo anterior de los niños
sería verdaderamente malvado. ¿Y para qué crearía ese Dios un
mundo como este si cuando nace por su voluntad un genio y
muere al cabo de unos años no permite que renazca para que su
genio sea de gran ayuda a la humanidad?
El renacimiento es lo que hizo que se crearan razas para
que las Almas pudieran manifestarse en cuerpos cada vez más
flexibles y adaptados al progresivo desarrollo interno. Cuando
un Alma ha renacido cierta cantidad de veces en diferente sexo
y época y ya no puede extraer más beneficio de esos cuerpos de
raza, entonces renace en otra nueva. Esta es la explicación de
porqué, (como en las especies animales) aunque la humanidad
quiera impedirlo, una raza deja de ser fértil y termina por no
poder tener niños.
Si los cuerpos no se cristalizasen y, por tanto, fuésemos
capaces de mantenerlos jóvenes y flexibles durante toda una
eternidad no necesitaríamos renacer para aprender las lecciones
que necesitamos y para desarrollar los poderes del Espíritu.

158
Pensar que no existe el renacimiento es como pensar que
construimos colegios, instituto y universidades para que los
niños asistan un solo día a cada uno de ellos. Así pues, después
de cada vida el hombre asimila lo aprendido y descansa a la
vez que se prepara para continuar su aprendizaje en la vida
siguiente como lo hacen los niños en el colegio día tras día. La
sabiduría, el verdadero Amor fraterno y los poderes
espirituales, no se pueden desarrollar en una sola vida. Un
inventor puede crear con su imaginación la máquina más
perfecta pero si no la construye y la pone en funcionamiento
para ver sus fallos y corregirlos de nada sirve. Así mismo
ocurre con el hombre, en su esencia espiritual es perfecto pero
esa perfección está latente y debe ser manifestada y
desarrollada aquí en la Tierra por medio del renacimiento en
cuerpos físicos. Una persona puede planear la creación de una
gran empresa y ver cómo funciona perfectamente en su mente,
pero cuando la lleve a cabo es posible que encuentre fallos y
errores que le pueden llevar a la quiebra, de ahí que la
humanidad deba aprender también a ser perfecto en sus
creaciones mentales.

Como está escrito en el libro sagrado, Cristo alimentaba


(enseñaba) a las multitudes con leche (parábolas) y a sus
discípulos con carne (verdades ocultas) En todas las religiones
ha habido una enseñanza exotérica para la multitud y otra más
profunda para los estudiantes más avanzados que ya en otra
vida se hayan acercado a esas verdades, de ahí la frase de
Cristo a sus discípulos: “A vosotros os he dado a conocer los
misterios del reino de Dios; más a los otros por parábolas.”
Entre esos misterios estaba el del Renacimiento tal y como
podemos ver en la siguiente conversación donde Cristo

159
pregunta ¿Quién dicen los hombres que es el hijo del hombre?”
Los discípulos responden “Algunos dicen que es Juan el
Bautista; y otros Elías, y otros Jeremías o algún otro de los
profetas.” Si esta respuesta hubiera extrañado a Cristo puesto
que todos estaban muertos, se hubiera sorprendido y les
hubiera corregido, sin embargo, su respuesta fue “Y vosotros,
¿Quién decís que soy?

Otro ejemplo claro de la enseñanza del renacimiento


por parte de Cristo es cuando refiriéndose a Juan el Bautista
dice: “Éste es Elías.” O también esta otra: “Y si queréis
recibirle él es aquel Elías que había de venir.” Luego entonces,
Cristo está afirmando que el Espíritu que habitó en el cuerpo de
Elías en ese momento lo hacía en el cuerpo de Juan el Bautista,
frase que reiteró en el Monte de la Transfiguración cuando dijo
“Ya vino Elías e hicieron de él todo lo que quisieron; y los
discípulos entendieron que les estaba hablando de Juan el
Bautista.” Pero la Biblia no solo muestra esta teoría en las
palabras de Cristo y sus discípulos sino que también los
sacerdotes judíos tenían este conocimiento, de no ser así no
hubieran preguntado a Juan el Bautista “¿Eres tú Elías?” Por
otro lado vemos en la Biblia que hay personajes que incluso
antes de nacer ya tienen una misión encomendada y, si esto es
así, es porque esas Almas están preparadas para llevarla a cabo,
lo que sería imposible si solo hubiera una sola vida porque
¿Dónde y cómo se han preparado y han aprendido esas
cualidades que tienen que poner en práctica en esa determinada
misión? Por ejemplo: Un Ángel predijo el nacimiento de
Sansón y la misión que tenía de derrotar a los Filisteos; El
Señor dijo al profeta Jeremías “Antes de que salieras del seno
de tu madre yo te santifiqué y te ordene profeta de las

160
naciones”; incluso a Jesús y a Juan se les asigna su misión
antes de nacer.
Desde el nacimiento del hombre como tal hace millones
de años hasta nuestros días, el mundo físico ha sido
transformado de materia bruta o virgen a ser utilizado de mil
maneras según el hombre ha ido desarrollando su mente y su
voluntad. Ese mismo desarrollo que ha transformado al hombre
prehistórico en lo que hoy somos ha hecho que cada individuo
sea un mundo respecto a su carácter, sentimientos, forma de
pensar y a que cada uno tenga cierto grado de desarrollo
espiritual. Cualquiera que quiera interpretarlo con una mente
abierta tendrá que admitir que esto no hubiera sido posible si
no existiera el renacimiento y la evolución del Espíritu en los
cuerpos, si no fuera así cabe preguntarse ¿Para qué serviría lo
aprendido en la Tierra en una sola vida si en el cielo no le es
necesario?
Como en cada vida evolucionamos en todos los sentidos
y después en el Purgatorio grabamos el resultado de nuestros
errores y en el Cielo hacemos lo mismo respecto a las virtudes,
el resultado es que en cada vida rechazamos más el mal y
sentimos el impulso de hacer el bien y de investigar y trabajar
la materia física para un mayor progreso de la humanidad. De
esta forma razonamos más, utilizamos la voluntad para que
haya más paz y fraternidad entre los hombres y, por tanto,
damos paso al Espíritu para que manifieste sus poderes en
nuestro destino. Cada vez somos más responsables, más
conscientes de lo que hacemos y nos dejamos aconsejar más
por ese impulso espiritual interno. Si cada Alma que renace
comenzara desde cero y al finalizar su vida ya no volviera a
renacer, todo esto no sería posible. El propósito de la vida no es

161
obtener felicidad y acumular riqueza sino experimentar para
desarrollar cualidades cada vez más elevadas hasta conseguir
identificarnos con nuestro verdadero Yo superior. La
experiencia es el conocimiento de las causas que producen los
actos y esto, junto al desarrollo de la mente y de la voluntad,
son los motivos principales para que exista el renacimiento. Si
no existiera el renacimiento ¿Qué utilidad tendría la vida?
¿Para qué luchar por nada? ¿Por qué una vida de felicidad en
un cielo eterno debería ser la recompensa de una buena vida?
¿Qué beneficio podría producir una buena vida en un cielo
donde todo el mundo es ya feliz?

POSIBILIDAD DE VOLVER DESPUÉS DE MUERTO

Antes de que se produzca la verdadera muerte se


produce la salida o retiro del Alma junto al cuerpo etérico, de
deseos y mental, un hecho que ha sido visto por muchas
personas, esto produce la aparente inconsciencia o muerte, sin
embargo, la persona está presente y es consciente de todo lo
que ocurre y se dice junto al lecho de muerte. En ese momento
suele producirse en la mayoría de las personas (y más si son
jóvenes) una especie de lucha interna como efecto de la
atracción que se siente por lo material y, por otro lado, en
contra de la absorción o atracción que intenta hacer el Yo
superior para su liberación del cuerpo físico. Hay dos centros
ubicados en la cabeza y el corazón etéricos que tienen una
relación muy íntima con el momento exacto de la muerte, es
decir, con su desconexión. Pero, repito, aunque el moribundo
esté inconsciente total o, como normalmente dicen,

162
clínicamente muerto, se dan casos en que la persona vuelve a
entrar de nuevo al cuerpo físico. Esto es particularmente cierto
en guerras, accidentes, incendios, ahogamiento, etc., y prueba
de ello es que hoy se consigue reanimar a algunas personas
aparentemente muertas. A esto último conviene añadir los
casos que se han dado de personas que estaban presuntamente
muertas y que cuando han vuelto a ser conscientes han contado
que han visto pasar su vida muy rápidamente y como una
película. Por el contrario es más difícil que ocurra en las
personas que mueren de muerte natural por la edad y en las
personas que mueren después de estar mucho tiempo enfermas,
sobre todo cuando no hay voluntad de vivir.

Como ya se ha dicho, mientras el cordón etérico esté


conectado al corazón no se ha producido la verdadera muerte,
de ahí que Jesucristo resucitara a Lázaro diciendo: “No está
muerto sino que duerme”. Está claro, por tanto, que una vez
que el hombre pasa al Mundo del Deseo ya no puede utilizar su
cuerpo físico, sin embargo sí puede manifestarse de diferentes
formas desde las regiones inferiores del mismo o Purgatorio.
Hay casos en que, por diferentes circunstancias, los familiares
de un recién fallecido emiten intensas vibraciones de tristeza y
desesperación y, como el hombre que está en el Purgatorio aún
tiene su cuerpo mental, estas vibraciones le llegan y atraen su
atención a la vez que le hacen sufrir recordándoles a ellos o
algunos hechos concretos. Entonces, bien sea por medio de una
persona sensitiva (clarividente) o bien gracias a un médium que
le preste su cuerpo físico, podrá manifestarse por medio de la
palabra o incluso de la escritura. Lo cierto es que en estos
casos, el fallecido no obtiene beneficio alguno mientras que,
por el contrario, sufre y puede retrasar su ascenso al Cielo.

163
Al contrario de lo explicado en el párrafo anterior,
puede ocurrir que sea la persona que fallece la que intente estar
tan despierto y tan cerca de los que ama como para quedarse
entre ellos por muchos años. Este podría ser el caso del avaro
respecto a sus riquezas o propiedades, o el del padre de familia
que se cree imprescindible y piensa que su familia lo pasará
muy mal sin él. Como estos ejemplos se podrían poner muchos
más pero lo importante es saber que no debemos tener apego a
nada y que debemos estar mentalizados para esa separación; lo
que debería ser motivo para dejarlo todo resuelto de tal manera
que beneficie a otros. Quienes están familiarizados con esta
filosofía y se mueva en ambientes esotéricos y ocultistas,
seguramente que habrá leído u oído contar que en alguna
catástrofe alguien se salvó de manera milagrosa porque un ser
luminoso se apareció e hizo tal o cual cosa. Casos así han sido
escritos incluso en la prensa, pero eso no es motivo para pensar
que es una persona fallecida porque, salvo en muy contados y
excepcionales casos, no se puede hacer.

Hay personas que por su desarrollo espiritual y porque


pueden llevar varias vidas y muchos años practicando
determinados ejercicios espirituales (ver mi libro “Métodos
esotéricos prácticos para el desarrollo interno”) son capaces
de salir conscientemente del cuerpo físico y se dedican a
ayudar a las personas bajo la dirección de un Hermano Mayor
o Maestro. A estas personas se les suele llamar Auxiliares
Invisibles y son ellos los que, entre otras cosas, ayudan a las
personas que pueden morir o mueren en guerras, catástrofes y
en otros hechos similares. Estas personas pueden materializar
sus manos con su voluntad porque su cuerpo o molde etérico
está unido al físico por medio del átomo simiente en el corazón

164
y es este átomo el que, con su vibración, atrae las partículas o
átomos físicos. Pero en el caso de una persona fallecida no lo
puede hacer porque nada más morir, el Alma se lleva el átomo-
simiente donde está grabada su vida para extraer el beneficio
de ella. Por consiguiente, los casos en que una persona puede
materializar, por ejemplo, una mano, son casos como el de la
madre que deja a sus niños pequeñitos en la Tierra y en un
momento dado pueden morir por alguna circunstancia. Estas
madres se pueden pasar muchos años junto a sus hijos con la
única intención de protegerles pero no pueden hacer ese
milagro que ni ellas mismas saben cómo se produce, salvo en
esos momentos y por medio de un amor intenso y una gran
desesperación por salvarles.
Otros casos muy diferentes son los que ocurren con las
personas poco evolucionadas y, por tanto, de poco
discernimiento. Estas personas están dominadas por sus deseos,
pasiones y lujuria mientras viven, ocurriendo entonces que
cuando mueren se quedan muchos años apegadas a su tribu y
lugares donde han estado. Algo similar ocurre con los
terroristas o gente malvada que son ejecutados o que mueren
pronto, muchos de ellos se dedican a intentar que otros hagan
mal; y lo mismo respecto a una persona con remordimiento y a
los magos negros, alcohólicos, etc. Algunos de ellos son los
que han conseguido asustar a las personas que, sin saber el
peligro que conlleva, practican la oui-ja o el espiritismo. Para
estas personas que en su vida han sido verdaderamente
malvados sí existe ese lugar que la iglesia menciona como
“infierno”; no por las llamas sino por que sufren todo el mal
que han hecho con creces.

165
166
CAPÍTULO IV

¿QUÉ OCURRE EN EL MOMENTO DE LA MUERTE?

Es posible que alguien se pregunte que si no


recordamos la mayoría de los hechos del pasado ¿Cómo vamos
a poder recordar y ver hasta los más mínimos detalles de
nuestra vida pasada? Es cierto que vamos mirando a todos los
sitios durante el día y si tuviéramos que recordar todo
exactamente al acostarnos solo recordaríamos algunos detalles
pero, si nuestros ojos fueran una cámara fotográfica o de video,
entonces podríamos ver todo tal y como lo han visto los ojos
aunque nosotros no hayamos prestado atención. ¿Por qué y
cómo? Gracias a las vibraciones del éter que exteriorizan todas
las cosas y que se quedan imprimidos en la cámara, por tanto,
esas mismas vibraciones son las que hacen que se registren las
imágenes en la memoria subconsciente.
Desde que nacemos y hasta que morimos dando un
último suspiro, inspiramos el aire (éteres) donde están las
imágenes que nos rodean (éteres que también llegan a la retina)
para oxigenar la sangre. Cuando estas imágenes en el aire

167
llegan al ventrículo izquierdo del corazón donde está el átomo-
simiente es cuando las imágenes se graban hasta en sus más
mínimos detalles. Cuando en el momento de la muerte el
átomo-simiente sale llevándose el panorama de la vida, el
cuarto éter (reflector) relacionado con el subconsciente y el
más cercano a la materia de deseos, hace de foco para que las
imágenes se impriman sobre el cuerpo deseos que es el cuerpo
que utilizamos durante la estancia en el Purgatorio y el Cielo.

Cuando dormimos estamos vivos puesto que nuestros


cuerpos están vivificados por el hilo de vida que desciende de
los mundos superiores. Por otro lado, también podemos
considerarlo prácticamente muerto puesto que la conciencia
está funcionando en otras dimensiones, unas dimensiones de
las que el cuerpo no tiene conocimiento. Sin embargo, el
cuerpo vive precisamente gracias a la vida que desciende desde
el mundo donde se encuentra el Yo superior para manifestarse
en él. Así es que casi podríamos decir que uno de los motivos
por los que no hay que tener miedo a la muerte es porque
morimos cada noche, es decir, la conciencia se desconecta del
cuerpo físico para utilizar otros cuerpos, los cuales se expresan
a través de lo que llamamos sueños. Las causas que originan
los sueños son muy diversas según el plano donde se encuentre
la conciencia y según sean los hechos y los seres que se estén
viendo, pero como, por lo general, el hombre no es consciente
de los mundos superiores no sabe traducir esas experiencias ni
darles una forma exacta salvo que lo haga por medio del
subconsciente. De ahí que yo manifieste ni opinión en contra
de la interpretación de los sueños porque para, poder creerlos,

168
el que lo interpreta debería saber dónde ha estado, qué ha
hecho y con qué seres ha estado la persona.
Hay que decir que las personas que “han vuelto a la
vida” después de haberse caído desde una gran altura o de
haberse ahogado o asfixiado (sin romperse el cordón plateado)
es fácil que cuenten que han visto pasar el panorama de su vida
en unos segundos. Esto es debido a que el cuerpo etérico
también abandona al cuerpo físico como en la muerte pero sin
romperse el cordón. La diferencia es que en estos accidentes la
persona está inconsciente, y en el momento de la muerte y
mientras se ve el panorama se permanece consciente hasta que
llega un momento en que el cuerpo vital ya no puede más
(como cuando nos vence el sueño) y la persona queda dormida
para despertar en el Mundo de deseos: A este hecho de pasar de
la inconsciencia a la luz del Mundo de Deseos hay quien lo
interpreta de la siguiente manera “pasar por un túnel al final
del cual hay luz”. Cuando algo perturba la paz que necesita el
recién muerto para centrar su atención en el panorama y para
que la grabación sea perfecta en el cuerpo de deseos, no se
cosechan correctamente los frutos de las experiencias de la vida
pasada, por tanto no aumentará su “voz de la conciencia” ni el
incentivo para hacer el bien en la próxima vida; pero esto,
como en toda la ordenación de los mundos y leyes, está
previsto y se da una solución.
Según se va acercando la hora de la muerte natural, la
persona siente como va perdiendo la conciencia del mundo
físico, es decir, cómo se van apagando los sentidos, pero en
muchos casos y a la vez que pierde esa conciencia, va
adquiriendo una nueva conciencia que le permite ver y oír lo
que ocurre más allá del lugar donde se encuentra. Esa

169
clarividencia y clariaudiencia es la que en muchos casos
también les permite ver y hablar con amigos o familiares
fallecidos no hace mucho tiempo. En el momento de la muerte
sale un destello de luz brillante, gris azulada, por la cabeza Y a
partir de que el cordón plateado se rompe en el corazón (como
se menciona en Eclesiastés 12) se para el corazón y el hombre
sale con su cuerpo etérico del físico para quedarse encima de
éste hasta haber pasado revista a la película de su vida; hecho
muy importante porque todo lo que ocurra en los mundos
invisibles hasta su nuevo nacimiento, dependerá de ese
panorama. Según el predominio de los hechos buenos y malos
en el panorama, corresponderá determinada región del Mundo
de Deseos. Cuando el cordón se rompe y el átomo simiente se
retira del corazón a través del nervio neumogástrico y de los
ventrículos para salir por la sutura parietal y occipital del
cráneo, todos los éteres que componen el cuerpo etérico se
separan de los átomos físicos por medio de un movimiento en
espiral. Al salir el Ego del cuerpo retirando la vida, las células
quedan libres, actuando de forma independiente y
dispersándose hasta que se desintegran.

Si bien es cierto que en el momento de la muerte se


pierde la conciencia durante el tiempo que dura la revisión del
panorama de la vida, en las muertes por accidentes, en guerras
o simplemente porque le han interrumpido y no ha podido
concentrarse, no se efectúa la grabación en los éteres superiores
y por tanto tampoco en el cuerpo de deseos. Por consiguiente,
no hay experiencias que llevar al Purgatorio ni al Cielo, así es
que no pierde la conciencia pero tampoco recoge el fruto de la
vida ni las enseñanzas que debió aprender. Lo que ocurre en
estos casos es que hacen que ese Ego renazca de nuevo en

170
pocos años para hacerle morir en la infancia y, como conserva
el cuerpo de deseos y el mental porque aún no se han formado
ni nacido en esa vida, pasa directamente al Cielo, (en un plazo
que no suele pasar de unos veinte años) donde aprenderá todo
lo que perdió en su anterior vida. De esta manera alcanza el
nivel que le corresponde en la evolución.
Además de entregar a la naturaleza la materia que nos
prestó para que pudiéramos adquirir experiencias y para elevar
la conciencia, en el momento de la muerte ocurre lo siguiente:
Primero, que el dolor va desapareciendo progresivamente de
las células las que, a su vez y de acuerdo a una acción del Ego,
coagulan la sangre; y Segundo, que según aumenta la
coagulación el corazón trabaja más lentamente hasta que la
propia coagulación le paraliza. Pero todavía hay vitalidad en
las células y aun se tiene que hacer un registro y recopilación
de la vida antes de que ocurra la verdadera muerte del cuerpo
físico, es decir, la liberación del Alma. Después de la
recopilación el Ego se ve envuelto por un silencio mientras
que, por lo general, está en compañía de Ángeles; a partir de
ahí podríamos decir que ya no se identifica con el cuerpo sino
con la mente.
En el momento de la muerte, el moribundo va
abandonando poco a poco el cuerpo y perdiendo la conciencia
hasta entrar en un sueño de forma similar al estado en que se
haya el feto en el vientre de la madre. Este momento también
es muy importante porque si hay manifestaciones de tristeza o
hechos similares, atraerán la atención del fallecido y éste
intentará manifestarse ante ellos de alguna manera. Según
algunos investigadores del proceso de la muerte en algunos
enfermos cuya enfermedad les hacía sufrir, cuando abandonan

171
el cuerpo físico muestran un gran alivio y felicidad en su
rostro.
El tema del renacimiento es cada vez más atractivo para
muchas personas y dentro de este tema no cabe duda que lo que
más curiosidad despierta es lo que ocurre después de la muerte.
Hoy hay cada vez más maestrillos y personas de oriente que
nos inundan con versiones; otros muchos españoles leen cuatro
libros de autores poco o nada reconocidos en el mundo del
ocultismo y montan una escuela donde imparten mil
enseñanzas o incluso enseñan a “desarrollar poderes”; y otros
más ignorantes aún, van diciendo que son clarividentes, que
curan y que tienen experiencias en el mundo astral. Lo cierto es
que, creíble y digno de ser leído no hay mucho, pero los que
verdaderamente tuvieron esas facultades dejaron una enseñanza
muy razonable (dentro de las posibilidades) científica y
verdadera como es el caso de Max Heindel de la Fraternidad
Rosacruz.
La versión más común sobre lo que ocurre después de
la muerte, además de los que dicen que no hay nada, es que se
va a un mundo bello, misterioso, tranquilo, donde nos
encontramos con nuestros seres queridos que se marcharon
antes y donde no necesitamos nada. Pero la verdad es que es
mucho más complicado que eso y, aunque sí tiene esa parte
positiva, también hay que pensar que, si hemos tenido
experiencias y han sido buenas o malas, tendrán que servir para
algo.
En las muertes más comunes como es en la propia casa
o en el hospital, la persona siente cómo va perdiendo
progresivamente sus sentidos o, como se suele decir, cómo su
vida se apaga. Pero lo mismo que el recién nacido va perdiendo

172
su conciencia de los mundos invisibles a partir de que nace y
va desarrollando los sentidos físico, así también el moribundo
suele despertar la conciencia de esos mundos y puede ver y oír
muchas veces lo que sus sentidos físicos no serían capaces de
hacer. Por otro lado, hay casos en que el intenso deseo y amor
o la fortaleza de voluntad han hecho que esa persona se
apareciera justo antes de morir ante alguien muy especial para
ella. Hay incluso otros casos en que el moribundo cree ver a su
lado a algún ser querido o a alguien conocido, pero esto no
siempre es exactamente así. Hay quien opina que en el
momento de la muerte normal se cae en una especie de trance o
sueño donde se fortalecerá para su nueva etapa o vida, dudo
que sea así puesto que se ha liberado de una pesada carga que
le ataba al mundo físico. Sin embargo, sí debería de haber una
gran tranquilidad y silencio por parte de las personas que
rodean al difunto porque en ese momento está haciendo un
trabajo en el que necesita paz para concentrarse en él.

Aún así, el alma de esa persona no siempre es capaz de


estar en paz o de concentrarse porque, de forma parecida a lo
que a muchas personas les pasa cuando tienen serias
preocupaciones o problemas que no le dejan dormir, así mismo
una persona que sabe que ha muerto se puede ver inundada por
muchas cosas de las que deja y que piensa que sólo ella lo
puede solucionar. También, cómo no, le puede perturbar el
amor que siente por las personas que deja, o el odio hacia otros
e incluso secretos que nadie sabe y que desearía contarlos.
Todo dependerá de lo consciente que sea de que ha muerto o
incluso de si alguien está a su lado para decírselo y explicarle
que debe relajarse. La ayuda en estos casos y para estas

173
personas es que tarde o temprano le llegará un auxiliar invisible
que le explicará lo que ocurre.
Alguien pensará que esto no tiene sentido puesto que
solo conocemos el mundo físico ¡no es cierto! Cada vez se dan
más casos y, por tanto, más motivos para pensar que hay otros
mundos o estados de conciencia porque, en realidad, la muerte
es la transición de un estado de conciencia a otro como lo es el
sueño, el hipnotismo o el sonambulismo. En la medida en que
tengamos enfocada la conciencia en el mundo físico así
tendremos hecho un concepto sobre la muerte, de ahí que leer
este libro con una mente abierta puede cambiar ese concepto y
empezar a ver la Verdad.
Si nosotros no necesitáramos dormir podríamos decir
que no existe el sueño, así mismo, si no hubiera un estado de
conciencia como el que hay en el mundo astral estaríamos
siempre despiertos y con la conciencia en el mundo físico, pero
como hay otros estados de conciencia, nuestra naturaleza nos
hace ir a ese mundo cada noche para reconstruir el cuerpo
físico y para reponer la energía vital que hemos gastado
durante el día. ¿O no morimos cada noche en el mundo físico,
como conciencias, cuando nos dormimos y no tenemos
conciencia de este mundo material? ¿O no es una muerte para
esa conciencia cuando una persona está en coma durante un
tiempo? ¿Sabe alguien dónde se encuentra esa conciencia
mientras duerme o está en coma? Puesto que sabemos que
existen muchas cosas invisibles y que, por tanto, no son físicas
¿Por qué no pueden estar esas conciencias en ese mundo
etérico e invisible a nuestros ojos? La única diferencia es que
cuando ocurre la muerte el hilo magnético por donde fluyen
fuerzas vitales se rompe y, entonces, la entidad consciente ya

174
no puede volver a entrar en el cuerpo físico. Mas que
incredulidad casi podríamos hablar de miedo a la muerte. La
incredulidad puede tener mucha fuerza pero es peor el terror a
lo desconocido, a la desintegración, al infierno, a no querer
abandonar a nuestros seres queridos e incluso al hecho de
aferrarnos mucho a la vida y a lo material.

Pero en realidad, la muerte no existe, y esta transición


puede ser más o menos dolorosa dependiendo del apego a lo
dicho anteriormente o, como mucho, en los casos de muerte
violenta porque la ignorancia nos hace pensar o ver lo que en
realidad no es tal. Para los muy desarrollados la muerte no
existe porque son conscientes de este mundo y del de los
muertos y para los que, como yo, creemos en la vida después
de la muerte, no existe el miedo, sino la tranquilidad de que
hay una continuidad después de abandonar el cuerpo físico. Sin
embargo, pobres de aquellos egoístas, materialistas, avaros,
terroristas, viciosos del sexo …, porque esos tendrán que
pasarlo mal hasta superar sus defectos y a continuación pasar
por las regiones del Purgatorio. Hay un caso un poco fuera de
lo común respecto al estado de conciencia de cada uno, y es
que el materialista incrédulo que no ha hecho mal a nadie no
sufrirá en ese aspecto pero se encontrará en un plano donde
nada existe porque eso mismo es lo que él ha pensado y de lo
que está convencido. En sentido general y para casi todas las
personas, después de la muerte siguen siendo conscientes de
todo lo que les rodea y siguen reconociendo a las personas que
conocían (lo que no ocurre en los poco evolucionados porque
caen en una especie de letargo) mientras que el más avanzado
sigue haciendo los trabajos espirituales que hacía por las
noches cuando tenía cuerpo físico.

175
El momento de la muerte es similar a cuando nos
quedamos dormidos, no se siente dolor físico porque la
atención está concentrada en los mundos invisibles aunque aun
sea consciente de que está en el mundo físico. Durante unas
horas se encuentra como en una especie de ensueño pero feliz
de no sentir la carga de su cuerpo físico y de sus malestares;
una vez cruce el umbral y se encuentre en el Purgatorio todo
dependerá de la vida que haya llevado aquí en la tierra. El que
ha sido dominado por su cuerpo de deseos (pasiones, vicios,
etc.) tendrá que sufrir intensamente por no poder satisfacer esos
mismos deseos intensos. La misma ansia por disfrutar de los
placeres terrenales serán su purgatorio puesto que no están a su
alcance y esto será así hasta que esos deseos y ansias se agoten
por falta de complacencia; lo que no es un castigo sino una
consecuencia que no se puede eludir. Sin embargo, los que
creen en el castigo del infierno eterno sufren porque ellos
mismos se torturan esperando a que suceda; gracias a que hay
seres que les auxilian su sufrimiento dura poco.

Lo mejor es morir lentamente en la cama porque los que


mueren repentinamente se ven en otro mundo totalmente
desconcertados. Si, además, la muerte es por accidente,
suicidio o asesinato es peor porque se ven atados a la tierra
hasta que llegue la fecha en que debía ser su muerte natural. En
el caso del suicida así como los que pierden la vida por
sobredosis de droga u otros hechos voluntarios, no solo sufren
las mismas necesidades que cuando estaban vivos sino que,
además, no pueden eludir el motivo por el que lo hicieron. No
es necesario repetir que cuando condenan a muerte a alguien,
además de no poder controlarle, lo que hacen es liberar a una
persona que odia a la sociedad, que busca venganza, y que se

176
comporta como un tentador ante otros vivos de su misma
ideología. Los que en vida solo se han preocupado por ir a la
moda, por divertirse y por sus negocios, en vez de interesarse
por la vida superior, lo artístico y lo espiritual, llevan una vida
monótona y desdichada hasta que se dan cuenta de que
necesitan buscar y desarrollar algo superior. No es lo mismo
dedicar el tiempo libre a consumir y a crearse malas
costumbres y vicios que dedicarse a la música, el arte, la
poesía, a disfrutar de la naturaleza o a cualquier otro aspecto
devocional. Lo que perdura después de la muerte como ideales
elevados se convierte en ayuda para el desarrollo, pero lo que
atrae al hombre hacia la tierra le hace sufrir y le atrasa en su
ascenso a través de los mundos espirituales.
En el momento de la muerte el silencio es
imprescindible para que la persona se vaya recuperando, para
que recopile su verdadero ser y para que vaya abandonado todo
lo material lentamente y pueda elevar su conciencia con la
ayuda de los Ángeles. Los que se introducen en el mundo de lo
esotérico y comprenden esta filosofía saben que deberíamos
morir cada día, es decir, deberíamos tener menos apego a lo
material y no dejarnos llevar tanto por los sentimientos y
deseos animales. Hay que dejar ya en vida lo que no nos será
necesario allí, cuanto más vivamos en todas esas cosas más
tardaremos en pasar al otro mundo y más difícil se nos hará la
adaptación allí.
En el momento en que el Ego se pone en “contacto
directo” con la personalidad a modo de atenderla, ésta última
comienza a ver el panorama de su vida pasada comprobando
así que el tiempo no existe en las regiones superiores. En esta
visión y grabación quedan guardadas las experiencias que

177
estaban en el cuerpo físico y que servirán para extraer la
quintaesencia de la vida gracias a la estancia en el Purgatorio y
en el Cielo. Pero ese contacto del Alma con la personalidad no
es simplemente para llevarse la grabación de la película sino
para llevarse el átomo simiente del cuerpo físico, también
llamado “Libro de Dios” porque en él está la quintaesencia de
todas las vidas físicas vividas en el pasado. Y lo mismo que
según se vayan abandonando los cuerpos se irá recopilando el
átomo simiente de ellos, así ocurre con el físico puesto que, al
fin y al cabo, es casi el más importante puesto que las vidas
futuras estarán mayormente en él para ver las necesidades de
desarrollo y el karma de ese Ego. El átomo simiente del cuerpo
vital guarda la estructura vital del cuerpo etérico y la
experiencia que servirá como base para el futuro cuerpo
etérico, y lo mismo respecto al cuerpo de deseos donde está el
desarrollo obtenido respecto a los deseos, sentimientos y
emociones, y el átomo simiente mental. De todos ellos se
extraerá el beneficio de las experiencias y del proceso
purgatorial y celestial para preparar la futura vida llena de
nuevas experiencias, posibilidades y medios; pero también con
sus tentaciones, pruebas y sufrimientos como karma (deudas)
maduro.

Existen unos Ángeles encargados de ayudar a los


humanos en el momento de la transición de este mundo a los
superiores. Al igual que en el nacimiento, la madre y las
circunstancias pueden ayudar o entorpecer. En la muerte
natural, tanto en los domicilios como en hospitales, hay
Ángeles que administran esa paz o “anestesia” necesaria para
que esa persona no sufra cuando se desconecta de su cuerpo.
Pero cuando hay mucho miedo a la muerte o ésta se produce

178
por un accidente o por violencia, la labor de estos Ángeles no
tiene el mismo resultado. El conocimiento oculto ayuda en este
proceso para que el difunto esté predispuesto y se abandone a
estos Ángeles y a otros seres humanos que también colaboran;
el fin de esa labor es que tenga confianza y seguridad en esos
seres. Después vendrá el sueño pacífico y placentero para
algunos, aunque no para los más desarrollados.
La labor de estos seres es hacer que vayamos perdiendo
la conciencia del mundo físico y que tomemos conciencia de
los mundos superiores y de nuestros nuevos vehículos. Aunque
cada noche visitamos estos planos, no estamos familiarizados
ni capacitados para funcionar allí como lo hacemos aquí, pero
eso no debe de preocupar a nadie porque allí siempre
encontramos a otros seres queridos o a personas preparadas y
dispuestas para darnos la bienvenida y explicarnos muchas
cosas. En esos momentos toda ayuda desde la tierra será
beneficiosa para el difunto y mucho más las misas y oraciones
que se puedan hacer. Al cabo de un tiempo se comienza a
experimentar el purgatorio de una forma similar a una
cuarentena pero a intervalos para que a cada sufrimiento le siga
un descanso o momento de reflexión. Los que aún estamos
aquí debemos tener un concepto claro de todo esto y pensar
que nuestros muertos están tan bien como cualquier otro
familiar que viva en un país lejano; nosotros debemos enviarles
todo lo mejor y tener confianza en que lo recibirán y nos lo
agradecerán.
La muerte es la pérdida de los sentidos pero no de la
conciencia de sí mismo, y la prueba es que cuesta convencer a
algunos de que han muerto, es más, los que no saben que han
muerto reciben un fuerte shock cuando descubren que pueden

179
atravesar las formas que ellos creen que son sólidas o cuando
hablan a alguien y no les contesta.
En el momento de la muerte, la vida o hilo dependiente
del Yo superior que se convierte en personalidad, junto al
cuerpo vital, se retiran pasando por el corazón para llevarse el
átomo simiente para futuros cuerpos, desde ahí pasan al
cerebro para, por último, salir por el punto de empalme de las
suturas parietal y occipital; esa vida individual y el átomo
simiente permanecerán junto al Yo superior hasta un nuevo
renacimiento. Una vez que el Ego y la vida abandonan el
cuerpo físico ya no queda nada de ese ser en el cuerpo físico,
solo las células que quedan libres y comienzan a dispersarse y
desorganizarse porque ya no hay control por parte del Ego
sobre ellas, como consecuencia se desintegra. Ese cuerpo está
muerto como organismo pero más vivo que nunca por la acción
de los millones de vidas individuales y diminutas que hay en él.
El cuerpo etérico o vital, que es el que anima o vitaliza
el físico, cuando se separa de ése a la hora de la muerte puede
ser visto por los clarividentes como una forma de color violeta
claro por encima del cuerpo físico y unido a él por un hilo a
cordón delgado de materia etérica; cuando este hilo se rompe
es cuando se produce la verdadera muerte. Este cuerpo se va
desintegrando a la par que el cuerpo físico y permanece cerca
de él atraído por el espíritu de la tierra; de ahí que el
espectáculo de un cementerio sea poco atractivo. Sin embargo,
cuando se practica la cremación los éteres de ese cuerpo, así
como los átomos del cuerpo físico, quedan libres y vuelven a
ser parte de su mundo al cual incorporan su experiencia, lo que
aumentará el desarrollo de la materia de ese mundo y más aún
a los cuerpos que en un futuro la utilicen.

180
Pero claro, en el momento de la salida del cuerpo,
irremediablemente deben producirse algunos sucesos que
afecten a la circulación sanguínea, al sistema nervioso y al
sistema endocrino. Así es que se sabe que los impulsos
procedentes del Alma y que comunican el cerebro etérico con
el sistema nervioso etérico cesan para preparar la salida del
cuerpo. En segundo lugar parece ser que como reacción a esta
llamada de la muerte, el sistema glandular afecta al corazón lo
que, a su vez, se refleja en el cerebro. Esto es, al fin y al cabo,
el inicio del aflojamiento o separación del sistema nervioso y
las extremidades hacia el lugar donde se realizará la salida. Sin
embargo, lo mismo que decimos que una persona apegada a los
placeres de la tierra se siente atraída por ella, también en el
momento de la separación el espíritu de la tierra, la vida de la
sustancia atómica, contrarresta el tirón que ejerce el Alma para
separarse del cuerpo físico. Es entonces cuando el apego o no a
lo físico juega un papel importante. Así es que los que son
conscientes de este proceso, los que mueren por vejez y los que
están tranquilos ante la muerte suelen despegarse y salir
fácilmente, pero los jóvenes apegados, algunos enfermos y
otros hechos similares, se apegan conscientes y
voluntariamente a la vida y tardan más en dejar el cuerpo. Solo
cuando la muerte es inevitable es cuando suele durar muy poco
la salida.

Por lo general y nada más morir, la persona se


encuentra en un profundo océano de luz donde su energía está
fuera de control, sobre todo porque no sabe lo que sucede. En
esos momentos se siente llevado de un lado para otro por las
corrientes de fuerza de los diferentes mundos porque afectan a
sus cuerpos, incluso se dejan llevar por las corrientes

181
emocionales de las personas que manifiestan su dolor cerca de
ellos. Pero cierta clase de Ángeles y auxiliares también suelen
encontrarse en ese lugar para indicarle el camino que debe
seguir, un camino de luz por el que puede moverse a gran
velocidad por muy impedido que haya estado antes de morir.
Al contrario de lo que se piensa que la muerte es la
aniquilación de la conciencia, después de la muerte, la
conciencia surge de sí misma y recobra los valores formados
gracias a la experiencia espiritual que haya tenido.
Si no se molesta al recién fallecido, su cuerpo etérico
tendrá una imagen como de estar dormido pero en realidad no
es así porque, desde la última pulsación de su corazón hasta
que la última vitalidad y calor no abandonan el cuerpo, ese Ego
está visualizando su vida y aún está conectado el hilo de vida
de la conciencia. La vida pasará en sentido contrario al vivido
pero en esa grabación no se escapa nada, los cuadros y los
sucesos pasan aunque parezcan olvidados y todo con el fin de
que el Ego vea primero los efectos y luego las causas de las
cosas que hizo. Esta película es muy importante porque servirá
de base para extraer el beneficio de la vida, y cuando más se
perjudique al Ego, menos se concentrará y menos, por tanto,
experiencias positivas podrá sacar de ellas, lo que disminuirá
los beneficios de la próxima vida.
Cuando el Ego sale con el cuerpo etérico,
aparentemente no tiene forma definida y es más bien como una
especie de humo o vapor brillante, pero luego toma la forma de
la persona. Su color violeta o azul claro destaca junto a la cara
de tranquilidad que tiene la persona aunque poco antes tuviera
una enfermedad dolorosa. A veces estando gravemente
enfermos o incluso en estado de coma, estas personas pueden

182
abrir los ojos o dirigirse a alguien con tranquilidad y felicidad,
y es que, hay casos en que ven o se comunican con algunos
seres queridos. No solo familiares y amigos íntimos que hayan
muerto pocos años antes pueden estar junto a un moribundo
enfermo que va a morir, sino que también a veces hay personas
viven aún en un cuerpo físico y que se dedican a eso. Hay
personas que han desarrollado la clarividencia y la virtud de
salir del cuerpo de deseos después de vidas de servicio
amoroso y desinteresado a los demás, algunas de ellas e incluso
y sin haber contactado aún con un Maestro, pueden hacerse
auxiliares invisibles porque su naturaleza y carácter va en esa
línea y porque han creado un Cuerpo Alma.

Cuando se ha visualizado el panorama de la vida pasada


es cuando el hombre cae en esa especie de sueño profundo que
algunos han interpretado como un túnel oscuro, cuando en
realidad es la transición del mundo físico al de deseos donde
todo es luz y color. Desde ese momento el cuerpo etérico es un
cadáver o cascarón, pero a diferencia del cuerpo físico, éste
puede ser utilizado por un médium y manifestarse tal y como
era y, aunque esto solo se puede hacer por un corto espacio de
tiempo, no deja de ser magia negra. Cuando se ha abandonado
el cuerpo etérico, el Ego, con su cuerpo de deseos y su mente
pasará al Mundo de Deseos donde, lo que era su cuerpo de
deseos de forma ovoide, toma la forma de lo que era el cuerpo
físico. Aquí estará durante un tiempo y continuará haciendo las
mismas cosas que en la Tierra sin saber que es innecesario
porque, como se puede ver en la película “Más allá de los
sueños”, la materia se maneja a voluntad y podemos ir a donde
queramos por el simple hecho de pensarlo.

183
Hay casos en que una persona a punto de morir ha
podido ver su vida como es el caso de personas que caen desde
mucha altura o los que están a punto de morir ahogados. La
película está en un átomo situado en el ventrículo izquierdo del
corazón y ahí se ha estado grabando la vida desde la primera
inspiración del nacimiento. Esta película se graba en ese átomo
(como se han grabado todas las anteriores vidas) por medio de
los éteres que introducimos con el aire y que terminan
mezclándose con la sangre, es decir, como ocurre con la
imagen que una cámara graba en el celuloide; el fin de la
película es cuando se hace el último aliento.

Una vez grabada la película de la vida en los vehículos


superiores se rompe el cordón etérico que une los cuerpos
invisibles con el físico para que éste se desintegre y vuelva a su
origen atómico. El mismo “deseo” de nuevas experiencias que
despierta de su sueño al Ego para que renazca es el mismo que
ha puesto fin a la vida que había sido programada hasta, más o
menos ese tiempo. El hombre ya no tiene cuerpo físico, quizás
haya acortado su vida como ocurre por lo general, o quizás la
haya prolongado si ha llevado una vida pura y de servicio u
oración. Pero ahora se siente más libre, sigue sintiendo y
teniendo emociones porque está centrando en su cuerpo de
deseos, también sigue pensando como antes porque sigue
teniendo su cuerpo mental y, por último, sigue bajo la
influencia de su Yo superior actuando sobre diferentes chacras
según sea el desarrollo del individuo. Pero no olvidemos que la
muerte no se produce por casualidad, es un acto del Yo
superior, del verdadero hombre cuya voluntad espiritual así lo
hizo antes de descender la nueva personalidad al mundo físico.

184
Según algunos ocultistas, (aunque yo tengo mis dudas)
una vez roto el cordón etérico, el hombre puede salir del cuerpo
físico por una de las tres siguientes salidas: Las personas poco
evolucionadas y muy centradas aún en el cuerpo de deseos
suelen salir por el plexo solar (en occidente son las menos); las
personas que consciente o inconscientemente viven la vida
espiritual, los hombres altruistas y de buena voluntad y los que
comienzan en el sendero de aceleración del desarrollo interno,
salen por el corazón; y las personas de tipo mental y los
discípulos e iniciados en los conocimientos ocultos y
espirituales salen por la cabeza.

Una vez fuera del cuerpo físico, el cuerpo etérico, que


es idéntico al físico, está compenetrado por el de deseos y el
mental destacando en su interior o en el centro de ellos una
especie de luz como presencia del Alma. Entonces el hombre
puede estar hasta varios días en esa situación y, por tanto,
puede ser visible para los clarividentes e incluso para los que
tienen cierta sensibilidad visual. De hecho, hay quien ha visto
al Alma del fallecido en sus cuerpos invisibles encima mismo
del cuerpo físico o del ataúd en una especie de sueño que no es
otra cosa que el momento de la recopilación de la película de
su vida. Una vez se ha hecho la grabación de la vida es
aconsejable practicar la cremación por varias razones, primera
por la higiene misma y segunda porque si el Alma no es muy
desarrollada se sentirá atraída por el espíritu de la tierra y
tardará más tiempo en desintegrarse lo que, queramos o no, es
un lazo de unión con el hombre que se encuentra ya en el
Mundo de Deseos. Cuando se quema el cuerpo y el Alma es
muy adelantada, es el desapego mismo el que hace que el
cuerpo etérico se desintegre y es entonces cuando el hombre

185
queda libre unido a su cuerpo de deseos, a su mente y a su Yo
superior.

El cuerpo de deseos es el gran tentador y cuanto más


atrás en el tiempo más nos ha hecho caer en el aspecto animal y
en las peores pasiones y deseos terrenales. Por tal motivo existe
el Purgatorio que es el encargado (aunque al fin y al cabo
ilusorio) de hacer que el hombre extraiga un beneficio de los
males que cometió en su vida. El hombre debe conquistar la
tierra y he ahí el motivo de que nos facilitaran un cuerpo de
deseos donde también se originan los sentimientos y las
emociones. Pero como en un pasado muy lejano, llamado
época Lemúrica, nos dejamos dominar por él y despertamos las
más bajos pasiones, fue necesario que nos facilitaran el germen
de la mente para que, a través de la razón, venzamos el aspecto
más bajo o animal del cuerpo de deseos. Por eso, el hombre,
después de la muerte está centrado conscientemente y durante
mucho tiempo en las regiones inferiores del mundo de deseos
que es donde está el Purgatorio y en las superiores que es el
Cielo. Desde la época Atlante hasta nuestros días hemos
desarrollado la mente hasta un grado que no es suficiente para
lo que debe ser su poder en un futuro. Mejor dicho, no hemos
aprendido a utilizar la mente nada más que un poco y seguimos
prefiriendo aún (la mayoría de la humanidad) dejarse llevar por
el cuerpo de deseos, causa de odio, rencor, venganza, lujuria,
envidias, etc. Por eso, nuestra actividad en el plano mental
después de la muerte es mínima para, al final, quedar en una
especie de sueño hasta un nuevo renacimiento. Por estos
motivos, el átomo simiente más activo es el físico y el que
menos el del cuerpo mental. Por eso somos más activos y más
conscientes en el mundo físico y no en el mental pero, algún

186
día, cuando no expresemos esos deseos y sentimientos bajos
del cuerpo de deseos y expresemos los más elevados, el
Purgatorio no existirá para nosotros y, como los niños, iremos
directamente al cielo. Debemos ser conscientes de que, a
mayor desarrollo espiritual menos tiempo y menos dolor en el
Purgatorio. Los que solo viven para disfrutar de los placeres y
de lo material, los egoístas que se aprovechan y perjudican a
otros, los que disfrutan con el sexo, el alcohol y el tabaco, etc.,
que no les quepa la menor duda de que, además de que no les
servirá para nada positivo, tendrán que dar cuenta de todo lo
que han hecho y sufrir todo el dolor que han causado.

En realidad, el proceso de morir se produce en los tres


mundos en que el Alma humana está evolucionando. En el
mundo físico y más común para nosotros porque es el que
conocemos y del que somos conscientes dejamos el cuerpo
físico; el abandono del cuerpo etérico que es el que ha
facilitado la vida al cuerpo físico; el abandono del cuerpo de
deseos después del Purgatorio y el Cielo; y, por último, el
abandono del cuerpo mental para integrarnos, como siempre
después de cada vida, con el Yo superior. Son esas regiones
superiores del Mundo del Pensamiento donde ya se elimina la
personalidad quedando solamente los átomos simiente de los
cuerpos, la quintaesencia se une a todo el pasado de esa Alma
en sus muchas y muy variadas vidas. Así es que los cuerpos se
disuelven en el mundo de materia a la que cada uno de ellos
pertenece y el hombre se disuelve en su propio Yo superior.
Pero, téngase presente que cuanto más poder y uso de la mente
se haga para imponerla y dominar el cuerpo de deseos, más
conscientes podemos ser en el Mundo del Pensamiento,
mientras que el que se ve dominado por el cuerpo de deseos,

187
será todo lo contrario y, por tanto, se irá retrasando cada vez
más.

Las personas que viven la vida espiritual y saben


utilizar la razón y el discernimiento no tardan en ser cada vez
más conscientes en el Mundo del Pensamiento y de sentirse
libre y contactar con los planos superiores del Mundo de
Deseos. Hay que tener presente que el simple hecho de vivir
cada día desarrollando la mente abstracta, trabajando por los
ideales elevados, llevando una vida de oraciones y el hecho de
desear llevar una vida mental y no pasional, hace que después
de la muerte y ya en el Mundo de Deseos, nos desprendamos
antes del cuerpo de deseos y seamos conscientes de ello. Esto
facilita la unión y el trabajo del Yo superior. No es necesario
decir que las personas muy evolucionadas no se enfrentan a la
muerte ni les afecta como al común de la humanidad. Esto es
algo así como si alguien fuera capaz de vivir sin necesidad de
dormir, entonces diríamos que esa persona ha superado al
sueño. Cuando una persona lleva varias vidas viviendo una
vida espiritual (de servicio y amor al prójimo) llega un
momento en que es contactado por un ser superior que ya no
necesita renacer y que normalmente se le llama Maestro o
Hermano Mayor. Entonces este maestro le explica que su
dedicación y desarrollo espiritual ha despertado un poder
interno que le capacita para ser clarividente y para ser
consciente en los mundos invisibles y que él, a través de la
iniciación, le ayudará a hacer que ese poder pase de ser latente
a dinámico. Desde ese momento, esta persona tiene una
continuidad de conciencia que hará que no necesite dormir para
pasar a esos mundos y que, en el momento de la muerte,

188
también sea consciente del abandono del cuerpo al que no
volverá a entrar más.
Los que tienen varias iniciaciones pueden incluso intuir
el día de la muerte y continuar su trabajo en el Mundo de
Deseos. Son conscientes en sus cuerpos y pueden comunicarse
a través del cuerpo de deseos y mental con sus seres queridos,
aunque no exactamente como antes con los sentidos físicos.
Pero para la mayoría de la humanidad, es necesario que
comiencen por perder el miedo a la muerte y no monten
escenas de histerismos pues la muerte es, al fin y al cabo, el
medio por el cual el Alma se retira del cuerpo físico porque ha
llegado el momento propicio y esto, queramos o no, es
progreso y desarrollo. Lo mismo que no podemos considerar
destrucción o muerte de un aula el hecho de que un alumno
pase a otra aula superior, así tampoco es muerte el que la vida
(el individuo) abandone su cuerpo para irse a otro de diferente
y de más sutil materia. El abandono del cuerpo de deseos para
pasar con solo el cuerpo mental al Mundo del Pensamiento no
causa dolor ni malestar, al parecer solo se siente una especie de
penetrar dulcemente en un profundo y feliz reposo; todo es
bienestar, vitalidad y gozo. Después de nuestra estancia en el
Purgatorio y en el Primer Cielo solo nos llevamos o nos queda
los pensamientos más elevados y las aspiraciones más nobles
como fruto de la vida pasada, y son estos precisamente, los
medios que tenemos para familiarizarnos y percibir lo que para
cada uno de nosotros son estos cielos superiores.

DESPUÉS DE LA MUERTE

189
Cuando nos encontramos en el cielo parece como si nos
sintiéramos impedidos por no tener ya el cuerpo físico pero no
tardamos en darnos cuenta de que tenemos el resultado de
todas las experiencias terrenales más la posibilidad de
desarrollar muchas facultades que quisimos y no pudimos
desarrollar en la tierra. Esto se consigue no solo por la facultad
de manejar la materia de esos planos sino también gracias a la
ayuda de los seres que allí habitan y evolucionan. Démonos
cuenta de que nuestra vida (terrenal y celestial) procede de
Dios y que ésta se manifiesta a través de nuestro verdadero
Espíritu, el cual intenta inculcarnos lo mejor para que nuestras
intenciones y deseos sean fruto de Su propia naturaleza. Desde
ese punto de vista, nosotros, con nuestra voluntad y libre
albedrío, nos convertimos en leyes y juzgamos nuestros
propios hechos de acuerdo a la Ley de Dios, pero cuando nos
desviamos y no escuchamos la voz de la conciencia estamos
fuera de la Ley y las consecuencias son muy diferentes. Todo
lo bueno que trabajemos y desarrollemos aquí en la tierra se
convertirá en poderes en el Cielo. Es más, cuanto hayamos
deseado y pedido con la intención de ayudar y obtener
desarrollo espiritual pero que, a su vez, nos ha sido negado por
nuestro propio karma, nos será concedido en el Cielo puesto
que dicho karma terrenal no existe en el Cielo.

El Ego, el verdadero Yo, se mueve como un péndulo en


la eternidad alternando su estancia como un renacido y
quedándose sin los ropajes del renacimiento en los mundos
espirituales donde ciertamente se encuentra en su hogar, en su
realidad y fuera de la ilusión. Ese Ego o Alma, extrae en cada
vida la esencia de sus experiencias en la Tierra y las va uniendo
para adquirir sabiduría y tener la llave que le permitirá actuar

190
como tal sobre la personalidad. Al mismo tiempo, el Ego
desarrolla sus poderes latentes y se transforma en un ser divino,
en el representante del propio Espíritu creado por Dios. Pero
esto no se puede conseguir sin el renacimiento y sin la
extracción de esa quintaesencia de las experiencias después de
la muerte. Esto es como el actor que le conceden un óscar por
su larga carrera interpretando muchos papeles y personajes
siendo él un solo individuo (Ego) Nosotros tenemos la
oportunidad de aprender infinidad de cosas en cada vida según
el papel que nos toque interpretar, pero por muy rica que sea la
vida en experiencias de nada servirá si no podemos extraer el
beneficio después de la misma.
Pero como ya hemos dicho, no todas las personas están
en el mismo grado de desarrollo ni todas desean pasar al más
allá. En las personas verdaderamente malévolas que gozan
llevando una vida de vicio y que se comportan más como
animales que como humanos impidiendo así la expresión del
Alma, no se produce la separación de los éteres superiores de
los inferiores en el cuerpo etérico. En estos casos el cuerpo
vital se une fuertemente al cuerpo de deseos, no permitiendo
este lazo que ambos se separen. Estos seres practican los
peores propósitos para poder conseguir cierto control sobre las
personas que intentan dominar por medio del espiritismo; se
nutren de los vapores de los alimentos y licores; actúan como
vampiros entre los que se encuentran en su medio ambiente; se
hacen pasar por seres espirituales; mueven objetos físicos
gracias al endurecimiento del cuerpo vital; y, por tanto, son una
amenaza para la sociedad.
Al cabo de un tiempo, estos seres pasan al Segundo
Cielo pero como no tienen anhelos ni aspiraciones elevadas

191
para la futura vida sino que solo desean volver cuanto antes
para continuar con sus vicios y deseos materiales, solo están el
tiempo imprescindible para crear el medio ambiente futuro y
renacen mucho antes de lo normal. Pero esos cuerpos vital y de
deseos entrelazados y endurecidos quedan en ese transcurso en
las regiones inferiores y es posible que sean utilizados por
algún salvaje de alguna tribu o por algún elemental; si no es
así, se volverán a unir a su propietario a su descenso hacia un
nuevo renacimiento.
Sabemos que después de la muerte y de asimilar o
grabar la película de la vida, abandonamos el cuerpo físico y a
continuación el cuerpo etérico llevándonos dicha película
(guardada en el átomo-simiente de corazón) por medio del éter
más elevado del cuerpo vital (reflector) que es el que se
relaciona con el Mundo del Pensamiento y con la memoria de
la naturaleza. De ahí pasamos al Mundo de Deseos con el
cuerpo de deseos y la mente para, como ya veremos, purgar
todo lo malo de nuestra vida y extraer todo lo bueno en el
Cielo. Después abandonamos el cuerpo de deseos y con el
cuerpo mental ascendemos al Mundo del Pensamiento donde
nuestro Ego queda representado por su propia naturaleza triuna
asimilando y uniendo todo el fruto de la vida para después de
un gran Día de trabajo obtener el descanso o sueño merecido.
Allí solo le quedan sus aspiraciones elevadas, sus deseos puros
y nobles y su conciencia o sabiduría de todas sus anteriores
vidas. Ese estado de “sueño” mantendrá al Alma en un estado
de equilibrio y paz profunda hasta que despierte porque sienta
la necesidad de nuevas experiencias.
Todos sabemos que una cosa es la simpatía y otra el
amor y la fraternidad entre las personas, y es eso lo que marca

192
la diferencia entre la tierra y los Cielos superiores. El amor, la
devoción y otros sentimientos elevados pertenecen al Mundo
del Pensamiento, digamos que están más directamente unidos
al Ego de quien son manifestados que a la personalidad
terrestre, de ahí que cuando una persona ha pasado al Segundo
Cielo sienta mucha más intensidad en su disfrute celestial que
en el Primer Cielo del Mundo de Deseos, y también que haya
una más íntima comunión entre los Egos que se aman. La
duración y la cantidad y grado del disfrute celestial están
marcados por los hechos terrenales, pero el lazo de unión y la
comunicación entre dos Egos será siempre el resultado de la
positiva que haya sido la relación en la Tierra puesto que aquí
no existe la discordia, el resentimiento ni ningún mal
sentimiento ni pensamiento.
Para que un sentimiento, un pensamiento o incluso una
aspiración tengan su efecto en el Cielo, éstos deben ser
altruistas, es decir, una persona devota o un buen amigo tendrá
su recompensa celestial siempre que no haya pasión, egoísmo
ni exigencia de uno hacia otro. Veámoslo de otra forma, una
persona que ama esperando algo a cambio o por egoísmo (lo
que puede llevar a los celos) o el que da algo esperando recoger
más, o el que pide a Dios egoístamente, no puede aumentar su
desarrollo en el Cielo porque esos hechos no pasarán de las
regiones inferiores del Mundo del Deseo donde se encuentra el
Purgatorio. Sin embargo, el altruista sincero que actúa de
corazón y con amor, sí lo hará porque las vibraciones de esos
hechos, no se pueden retener en esas regiones sino que
alcanzarán al Mundo del Pensamiento o Segundo Cielo.
Nada podemos recibir en el cielo que no sea el resultado
de lo que hayamos hecho con nuestros diferentes cuerpos aquí

193
en la tierra. Con esto no me refiero solamente a los buenos o
malos pensamientos y sentimientos, me refiero a que también a
través de la cultura y el ocio, entre otros, podemos obtener
adelanto en el cielo. La persona que estudia estas enseñanzas
verá (o se encontrará) más cerca de la Verdad en el Cielo; el
pintor que intenta expresar sus sentimientos y lo que le sugiere
su mente superior, verá la realidad en esos planos; el músico
que desea expresar armonía, devoción y otros buenos
sentimientos, vivirá internamente lo que es la música en su
aspecto más elevado y espiritual. Todo lo que sea positivo y
que desarrollemos aquí en la tierra, nos elevará la conciencia y
el poder mental en los cielos; las aspiraciones se convertirán en
facultades y la experiencia en sabiduría.

Lo mismo que los ancianos, por lo general, están


satisfechos y no desean tener más experiencias nuevas después
de tantas a lo largo de su vida, así mismo el Alma sin cuerpos
en el Tercer Cielo, ya descansado y habiendo olvidado sus
anteriores experiencias, siente la necesidad de descansar y
fortalecerse durante un tiempo. Pero lo mismo que no podemos
estar siempre acumulando experiencias porque también
necesitamos analizarlas, ver que errores se han cometido para
no volver a hacerlos y mantener el equilibrio; tampoco
podemos estar siempre descansando sin sentir la necesidad de
renacer para continuar con nuestro desarrollo. O sea, si
queremos construirnos una casa, no podemos dedicarnos
solamente a acumular materiales sino que tendremos que ir
alternándolo con el uso de los mismos en la construcción. Así
es que tan necesario es el descanso una vez abandonados todos
los cuerpos como las experiencias en la Tierra, pero entre un

194
hecho y otro está la asimilación de las experiencias después de
la muerte, sin la cual no habría base para renacer.

INCINERACIÓN, EMBALSAMAMIENTO Y ENTIERRO

Lo mismo que cada vez se pierde más el culto a los


muertos, que ya no se suele llevar luto por un fallecido o que
ya no se tiene al difunto en la casa donde se hacían esos
espectáculos delante del mismo sino que se le lleva a un
tanatorio donde está aislado; así mismo tiene que llegar el día
en que desaparezcan los cementerios. Cada vez se practica más
la cremación de los cuerpos y, si bien puede causar algún
problema como a continuación veremos, lo cierto es que es una
ayuda para que el Ego se libere totalmente de sus ataduras
terrenales.
Cuando se destruye el cuerpo por medio de la
cremación también se desintegra el cuerpo etérico, lo que
significa que se aniquila todo vestigio de esa persona para que
su materia vuelva al depósito universal de donde procede. La
cremación tiene la ventaja de que causa la liberación antes que
cuando se entierra donde, primero, el Ego se va a sentir atraído
durante un tiempo, (según sea su naturaleza) en segundo lugar
porque el enterramiento y putrefacción del cuerpo es
totalmente antihigiénico y, en tercer lugar, también es
aconsejable por que una vez destruido el cuerpo etérico o vital,
el hombre no se sentirá atraído por él hacia la región etérica de
la Tierra. Aunque no es común en occidente, he de decir que en
algunos países y no hace mucho tiempo, (principalmente
Sudamérica) los magos negros utilizaban los cuerpos etéricos
de los fallecidos para sus fines egoístas.

195
Cuando se entierra un cadáver se va descomponiendo
muy lentamente y lo mismo ocurre con su cuerpo etérico que
suele estar flotando sobre la tumba. Cuando el fallecido ha sido
una persona que ha estado muy apegado a lo material, al sexo,
a sus negocios, etc. enterrar su cuerpo puede ser una manera de
tentarle para que intente utilizarle de nuevo; por supuesto que
si el cuerpo se ha embalsamado será peor aún, no porque lo
pueda utilizar, sino porque será una manera de retrasarle en lo
que debe afrontar en su nueva vida.
Como ya hemos dicho, no hay mejor ayuda para un
recién muerto que mantener silencio a su alrededor y no hacer
escenas que atraigan su atención porque está haciendo la
recopilación de su vida. Es cierto que para los que estamos
convencidos (y más para quien tiene pruebas de ello) de que
esta enseñanza es real no tenemos fácil encontrar ayuda en
muchos sentidos como por ejemplo en una intervención
quirúrgica o autopsia puesto que la ley obliga a hacerla en
determinadas circunstancias; lo mismo ocurre respecto a poder
mantener el cuerpo en frío durante varios días. Por tanto son
hechos pendientes de conseguir en un futuro próximo y cuanto
antes mejor, pero para ello habrá que hacer presión o intentarlo
de alguna manera. Esto es importante porque cualquier cosa
que se le haga al cuerpo antes de que se rompa el hilo
magnético será sentido por el Ego y no solamente le puede
causar algún sufrimiento sino que también impedirá que preste
la atención adecuada al panorama que está viendo.
Según algunos ocultistas cuyas fuentes de información
sobre este tema han sido Maestros orientales, afirman que con
dejar el cuerpo 36 horas es suficiente para hacer la cremación
pero que incluso con menos también vale porque no es

196
necesario más para que el Ego se desconecte de sus cuerpos
físico y vital y pase al mundo del deseo. Sin embargo, los
Hermanos Mayores de Occidente afirman que el proceso de
visualización y grabación de la vida pasada puede durar hasta
tres días y medio dependiendo del tiempo que esa persona
pudiera aguantar sin dormir si aún viviera.
La importancia, y al mismo tiempo gravedad del asunto,
estriba en que esa película que debe ser grabada en el cuerpo de
deseos (cuya materia pertenece al mundo de deseos donde se
encuentra el Purgatorio y el Cielo) debe servir para extraer el
mayor beneficio de la vida pasada. Por consiguiente, cuanta
mayor atención mejor grabación y cuanta más concentración
mejores y más fuertes serán los resultados. Si la cremación se
efectúa antes de los tres y medio días aconsejados se corre el
riesgo de que se destruya parte de o la película que se
encuentra en el átomo simiente en el corazón. Pero, además,
debe quedar claro que si la impresión sobre el cuerpo de deseos
es fuerte o intensa los resultados de Purgatorio y del Cielo
también lo serán lo que, a su vez, se manifestará como una voz
de la conciencia más audible y poderosa en la próxima vida.
Esto quiere decir que si la grabación en el cuerpo deseos es
superflua porque se ha hecho algo o molestado al cuerpo, los
resultados finales serán que la conciencia tendrá poco poder en
lo que respecta a las experiencias de la vida pasada afectadas.
Naturalmente que las jerarquías tienen algún tipo de
ayuda y solución en estos casos, bien sea por los auxiliares
invisibles, los espíritus de la naturaleza y más posiblemente los
Ángeles que son expertos en el manejo de estos éteres. Una de
las soluciones que se dan en el caso de perder toda la grabación
es hacer renacer a ese Ego a los pocos años en una familia que

197
tenga como deuda kármica la pérdida de un niño. Entonces
nace y se le hace morir y, como no tiene aún cuerpo de deseos
ni ha pecado, pasa directamente al Cielo donde se le enseñarán
las lecciones que perdió en su vida pasada y, por tanto, elevará
su conciencia.

SALVACIÓN O CONDENACIÓN ETERNA

Según algunas iglesias, cada ser humano es, en esencia,


un Espíritu nuevo creado por Dios que nace para experimentar
y aprender durante una vida; también afirman que hay un
paraíso o infierno eterno para esos Espíritus según su actitud
frente al destino y según las circunstancias que hayan tenido.
Lo cierto es que, aunque en algo coincide con la filosofía
oculta, esas teorías son totalmente injustas y no caben en la
imagen que se suele dar de Dios. Dios es omnipotente y
omnisciente y es todo Amor, Sabiduría y Justicia, mientras que
esas teorías son la imagen de un Dios personal. Ni los más
grandes filósofos creyentes en la Biblia han admitido o
concebido tales teorías sino que más bien han manifestado su
creencia en una Ley de Retribución basada en la Sabiduría y en
la Justicia Divina. Dice el Zohar “Soy tan feliz en este mundo y
no deseo ir a otro, donde seré una sierva expuesta a toda clase
de corrupciones”; “Todas las Almas (personas) que no son
inocentes en este mundo, en el cielo se han apartado ya del
Santo Único (Dios); se han precipitado ellas mismas en un
abismo, a riesgo de su propia existencia y han anticipado el
momento en que han de volver a la tierra (renacer)” Son
muchos los pasajes que existen en los libros sagrados de las
diferentes y más importantes culturas donde se menciona la

198
Ley de Renacimiento y de Causa y Efecto o Retribución, luego
entonces ¿Por qué vamos a creer en un Dios que no es
imparcial y sí personal, que prepara a cada Espíritu de su
creación un destino para luego pedirle cuentas y premiarle o
castigarle para toda la eternidad?
El infierno (para los pocos que lo viven) como ocurre
respecto al Purgatorio, es un estado de conciencia y sufrimiento
como efecto de la maldad del hombre en la Tierra, pero que
solo dura unos pocos años según la cantidad de “pecados”
cometidos. El cielo, donde se disfruta del bien causado en la
anterior vida, también es temporal pero en él se muere como
personalidad objetiva y se vive como ser subjetivo al
identificarnos con la propia naturaleza del Alma, de la cual sí
podemos decir que es eterna. Para los que creen en un Dios
personal, el hombre puede llegar incluso a la aniquilación pero
para los creyentes en un Dios de Amor y Justicia, el Espíritu o
Alma es inmortal y obtendrá un Cielo eterno.
Según los textos sagrados, Dios es “Omnipresente”,
afirman que “en Dios vivimos, nos movemos y tenemos
nuestros ser” y que “Dios es el creador de todo ser viviente”,
por consiguiente ningún Espíritu (ser humano) puede perderse
o aniquilarse porque, si fuera así, se perdería una parte de Dios
el cual es Infinito y Eterno. Según se adapte y se esfuerce un
estudiante en el curso que esté haciendo así tendrá más o
menos posibilidades de pasar al siguiente y si no lo consigue
tendrá la oportunidad de volver a examinarse para pasar como
la mayoría de sus compañeros. Pero es que si tampoco lo
consigue, lo único que le puede pasar es que repita curso pero
nunca que lo echen o que permitan que sea un analfabeto. Si el
hombre con todas sus imperfecciones actúa de esa manera

199
respecto a la educación de los niños ¿Cómo va a permitir Dios
que una parte suya (un Espíritu hijo suyo) se pierda o se
condene para toda la eternidad por haber sido malo en una sola
vida? ¿No es lógico pensar que Dios tenga un Plan donde reine
el amor y la sabiduría para que sus hijos alcancen la Vida
Eterna?
Toda persona está evolucionando a través de las
experiencias de sus vidas, y según sea su actitud en una vida
así serán los efectos que asimilará tras la muerte y las
circunstancias que tendrá que afrontar y experimentar en la
próxima pero, todos, tarde o temprano volverán al Padre como
en la parábola del hijo pródigo. Por muy mala que haya sido
una persona en una vida, siempre tendrá alguna oportunidad de
progreso, es más, aunque no la tuviera, lo único que se perdería
sería el fruto de su peregrinación pero nunca el Espíritu, el cual
comenzaría otra nueva peregrinación. Respecto a ser juzgados
después de la vida para pasarse la eternidad en determinado
lugar ¿Cómo puede crear Dios sus Espíritus y hacer que al
poco tiempo mueran muchos de ellos siendo niños? ¿Se
arrepiente Dios de sus obras y por eso actúa así? ¿Y los que
terminan en la cárcel para toda la vida porque han nacido en los
peores barrios y entre la peor gente y no han sabido salir? ¿Es
fruto de un Dios antojadizo o de las Leyes de Renacimiento y
Consecuencia?

CONFESIÓN, ABSOLUCIÓN Y RETROSPECCIÓN

Hace unos siglos las personas que eran esclavizadas


sabían que les estaba prohibido casi todo y que si incumplían
esas prohibiciones eran castigados de alguna manera. Algo

200
parecido se hizo con la humanidad cuando obtuvo el germen de
lo que hoy llamamos mente, entonces apenas sabíamos razonar
ni utilizarla y, por tanto, nos dejábamos dominar por el cuerpo
de deseos, es decir, por los más bajos deseos, sentimientos y
pasiones. Pero como el hombre tenía que comenzar a
comprender que había unas Leyes a la vez que tenía que
comenzar a desarrollar la voluntad para razonar y dirigir su
destino, Jehová les castigaba cuando incumplían esas Leyes
para que aprendieran que había un Dios poderoso que, aunque
invisible, había que obedecer. Desde entonces y hasta ahora
hemos evolucionado tanto que nos sentimos libres de todo
aquello y todo gracias al desarrollo de la mente y a la voluntad,
o dicho de otra manera, gracias a comprender que es mejor
colaborar con las Leyes Divinas que irse por el sendero del
mal. Hemos aprendido que se evoluciona más por medio de la
paz, de la solidaridad y de hacer las cosas con buena voluntad y
discernimiento que con las guerras, el egoísmo y los malos
sentimientos en general y, eso al fin y al cabo, es desarrollo y
evolución.

Sin embargo hoy todavía estamos bajo la Ley de


Consecuencia, la Ley que hace que cada uno recoja lo que ha
sembrado. Todo en el Universo es energía en movimiento y
todo el Universo, a su vez, está regido por Leyes. Todo nuestro
organismo es un universo de átomos en movimiento y las leyes
que lo rigen hacen que cada órgano cumpla su función pero
cuando el hombre lo maltrata es como violar esas leyes y
entonces surge la enfermedad o el malestar. Nosotros somos
como átomos en movimiento en un sistema solar y planeta
donde rigen las Leyes Divinas que nos han ayudado a llegar
hasta nuestro estado de evolución pero que todavía nos tienen

201
que ayudar muchísimo más hasta que lleguemos a la perfección
espiritual. Por consiguiente, cada pensamiento, palabra y obra
en este universo es como una gota que cae a un lago, es decir
que, aunque parezca una insignificancia, esa gota ha cambiado
lo que era ese lago hasta ese momento y así, según sean esos
pensamientos y esas palabras y obras así estaremos
beneficiando o perjudicando a este planeta. Dicho con frases
bíblicas: “Cosecharéis lo que sembréis; “El que mira a una
mujer con deseo es un adultero” o “¡Maestro! ¿Quién pecó
para que naciera ciego?”

Las Jerarquías superiores, como los Ángeles y


Arcángeles, han trabajado siempre ayudando a la humanidad,
ellos han puesto las leyes necesarias para que andemos por el
camino de perfección, pero el hombre está a mitad de camino y
aún sigue pecando muchas veces consciente o
inconscientemente. De ahí que en su labor a través de las
religiones nos faciliten algunos medios para arrepentirnos y
volver a comenzar de nuevo con el compromiso ante Dios de
que nos esforzaremos en no volver a caer otra vez en el pecado.
En realidad, si una persona estuviera unos cuantos años
pendientes de sí mismo para no caer en determinados defectos
(crítica, lujuria, odio, envidia, etc.) terminaría controlando su
mente, su lengua y sus malos sentimientos, pero claro, para el
común de la humanidad eso es muy sacrificado y prefiere hacer
lo que le apetece. Hoy, principalmente en occidente, no se
aprecian aquellas leyes rígidas de Jehová pero sus
mandamientos siguen activos para la humanidad como también
lo está la Ley de Consecuencia. Nadie será perfecto y
totalmente libre hasta que, además de no violar las Leyes
Divinas, colabore con ellas. La Ley de Causa y Efecto actúa

202
sobre la relación que hay entre lo que hacemos y el efecto
bueno o malo que cause, es decir, nosotros utilizamos la vida y
la energía (que proceden de Dios) y, a modo de trasformadores,
hacemos bien o mal y, en base a eso, esta Ley nos traerá en esta
o en la próxima vida los efectos que correspondan. Y todo con
el fin de liberarnos, de que estemos por encima de la Ley como
estamos casi todos por encima de las leyes terrenales, y de que,
como la gota de agua, nuestras malas acciones no afecten al
universo donde estamos evolucionando como hijos de Dios.

Quien no cumplía los mandamientos y leyes de Jehová


recibía un castigo que, por temor y por egoísmo de no perder
propiedades y cosas materiales, les hacía recapacitar y por
último cambiar de actitud. Aquellas leyes actuaban
principalmente sobre el aspecto externo del hombre para
hacerle actuar de otra manera en sentido interno, pero hoy las
Leyes actúan más bien sobre el hombre interno (pensamientos,
sentimientos, deseos, etc.) con tal de que sean sus cuerpos los
que, como herramientas, sean controlados y dirigidos para
llevarle a la perfección, a la liberación y a que sus causas sean
benefactoras y no perjudiciales para los demás. Así es que, si
además de no pecar queremos dejar de renacer cuanto antes,
deberíamos comenzar por tener ideales y aspiraciones elevadas
que nos hagan buscar la Verdad y el camino del desarrollo
espiritual; actuando así alcanzaremos cierto grado de intuición
e inspiración. A partir de ahí y como trabajo cotidiano debemos
saber que las simpatías nos traen satisfacciones; que las
aspiraciones y deseos elevados nos traen capacidades; que las
buenas obras nos aportan buen ambiente y comodidades; que
los pensamientos razonados y de buena voluntad nos crean un
buen carácter y éxitos que a su vez nos darán satisfacción; que

203
todas estas experiencias nos hacen sabios; y que los deseos de
servir amorosamente a los demás nos ayudan a desarrollar el
Espíritu.

En la cuenta que cada uno de nosotros tiene en el Banco


del Karma, hay más “deudas” que “haber” o saldo de buenas
obras, lo que en cierto modo es lógico sabiendo que, cuanto
más atrás en la historia, hemos sido peores precisamente por
ser más inconscientes. Aún así, los Ángeles que administran el
Karma siempre nos facilitan un destino con más bondades que
castigos o pruebas porque saben que si fuera lo contrario nos
podríamos hundir cada vez más aun habiendo una confesión,
una absolución y un método rosacruz (para quien lo conozca)
que nos ayuda a invalidar muchas de nuestras deudas. Hoy no
actuamos tan salvajemente como hace miles de años, es más,
nos horrorizamos ante las barbaridades y crímenes que hacen
otros, pero eso no quiere decir que estemos libres de pecados
porque, un mal pensamiento de odio, de envidia, de lujuria, etc.
es como una gota de veneno en el agua donde todos hemos de
beber. Un pensamiento de venganza en la atmósfera mental del
planeta puede ser causa de un acto de venganza por parte de
alguien que odia a otro y está a punto de perder el control; es la
gota que colma el vaso. Una película de violencia, de
violaciones sexuales o de terrorismo puede dar ideas e
iniciativas a alguien poco desarrollado que cree que lo puede
hacer fácilmente por placer o por ideas radicales y contrarias a
las Leyes de Dios. Por eso, los Ángeles que administran el
karma tienen en cuenta todos estos factores internos del
hombre a la hora de actuar, ellos no premian ni castigan sino
que simplemente preparan los efectos de todas las causas

204
cometidas de tal manera que ayudan a cada individuo a ser
mejor y a corregirse.
Actualmente cada vez se habla más de la filosofía
oculta oriental y muy en particular del karma, pero no todo el
mundo se ha puesto a reflexionar seriamente sobre esta ley.
Esta Ley de Causa y Efecto solo es eso, por ejemplo, si una
persona no se esfuerza por superarse y no aprovecha las
oportunidades que le han puesto en su destino para ser creativo
y productivo, en la próxima vida se encontrará con que, además
de no tener todo eso al alcance de su mano, tendrá necesidades
y poca ayuda para solucionar los problemas ya que él ni hizo,
ni ayudó a los demás, ni colaboró con el bien común. En
oriente, principalmente en el Tíbet y la India, llevan miles de
años sin apenas progresar porque les da igual todo ya que, para
ellos, lo más importante es la oración y la adoración. Ellos
saben que la reencarnación y la Ley de Consecuencia existen y
piensan que pasando la vida sin esforzarse materialmente y sí
en la oración, renacerán en algo así como en un cielo.
Occidente se olvidó hace muchos siglos de toda esa enseñanza
y se puso a trabajar en lo material pensando que si solo
tenemos una vida hay que vivirla lo mejor que se pueda pero
progresando cada vez más hacia una convivencia mejor, más
solidaria y más fraternal. Hoy se puede ver donde hemos
llegado y qué adelantos científicos, tecnológicos, respecto a la
salud, democracia, etc. tenemos.
Pero, a la misma vez que necesitamos experimentar con
lo material para evolucionar, nunca hemos estado dejados de la
mano de Dios ni sus Ángeles han dejado de ayudarnos como lo
siguen haciendo para que encontremos el verdadero significado
de la enseñanza de Cristo, al cual todos, en nuestro sendero y

205
tarde o temprano, tenemos que imitar, comprender y sentir en
nuestro interior. Cristo vino, entre otras muchas cosas, para
enseñarnos el “Perdón de los pecados” y es un hecho real que
quien se arrepiente profundamente y de todo corazón, a la vez
que habla y pide perdón a Dios y se compromete ante su propio
Espíritu a reformarse para no pecar más, sus pecados serán
perdonados. ¿Y esto cómo puede ser? Como hemos dicho,
nuestra vida se está grabando momento a momento en el átomo
simiente que está en el ventrículo izquierdo del corazón, y en
esa grabación no se ha perdido nada aunque nuestros sentidos
físicos no lo hayan percibido, pues bien, ese acto de contrición,
sincero y internamente doloroso, borra la escena del pecado de
esa película.

Aunque normalmente hablamos de los cuerpos como si


unos estuvieran encima de otros, sabemos que están
compenetrados por ser cada uno de ellos de “materia” más sutil
que el inferior. Todos están conectados entre sí por una especie
de cordones o hilos brillantes como el fuego pero, cuando la
personalidad se “enreda” en la materia y desvía su sendero
evolutivo, parece ser que esos hilos se enredan entre sí
impidiendo así la correcta comunicación entre los cuerpos y la
expresión del Ego. La iglesia cristiana tiene el poder, dado a
los sacerdotes cuando son ordenados, de restaurar esto cuando
la persona se confiesa de corazón y obtiene la absolución.
También es conveniente saber que se estimula el chacra
cardíaco, el de la garganta y el de la frente al hacer la señal de
la cruz que se suele hacer cuando se lee el evangelio, lo que
facilita la expresión del Yo superior.

206
Los orientales solo conocen y tienen en cuenta la ley del
karma pero nosotros tenemos otros conocimientos y leyes,
estos son:

1ª.- El perdón de los pecados, donde el sincero arrepentimiento


y la propuesta de reforma borran los hechos.
2ª.- Ver los efectos de nuestras causas terrestres en el
Purgatorio y en el Cielo para que a través del sufrimiento
purgatorial tomemos nota en la conciencia de lo que no se debe
hacer, y a través de la felicidad celestial nos fortalezcamos para
continuar haciendo el bien.
3ª.- El hecho de examinar cuidadosamente todos los hechos del
día para pedir perdón a Dios como lo hacen los verdaderos
devotos cristianos; por lo que también se borran los pecados
de omisión y comisión.
4ª.- La retrospección que enseña la Fraternidad Rosacruz de
Max Heindel que comentaré en esta misma obra.

Está claro que las leyes de Dios no desean venganza


sino todo lo contrario, aún la Ley de Consecuencia lo único que
hace es dar la retribución correspondiente por cada trasgresión
pero cuidando de que ese Ego no se hunda más en esa vida, y
una recompensa por cada acto bueno que aprendamos a través
de la experiencia. La línea a seguir es hacer el bien, actuar con
justicia y pensar en el prójimo pero, a la vez, tenemos que ser
conscientes del mal que hacemos para que podamos rectificar
de todo corazón y comencemos a hacer el bien.
Para que el perdón y la absolución tengan efecto o se
produzcan, tiene que haber una verdadera confesión y un
sincero arrepentimiento y petición de perdón, de nada sirve que

207
un sacerdote diga que nos absuelve y que Dios nos perdona si
no se dan esas circunstancias. Todos, incluso cuando éramos
niños, hemos tenido algún momento de verdadero
arrepentimiento, de sentirnos mal, con dolor y con
remordimiento por haber hecho algo que sabíamos que no
estaba bien. Pero eso no se nos ha quitado hasta que hemos ido
a nuestros padres, a la persona dañada o hemos recurrido a
Dios con nuestras plegarias y hemos pedido perdón de todo
corazón. Cuando actuamos así o recurrimos a alguien en quien
confiamos plenamente y nos dice que tengamos fe y que
quedemos en paz porque Dios nos perdona, entonces nos
sentimos tranquilos en nuestras conciencias, somos felices y
continuamos con más ganas de hacer más el bien y menos el
mal.

El ejercicio de la retrospección facilita muchas ventajas


a cualquier persona que lo practique pero aquí sólo mencionaré
lo que se relaciona con la manera de borrar nuestros errores de
la película de la vida para que, después de la muerte, no
estemos tanto tiempo en el Purgatorio.* Una vez acostados,
hay que relajar el cuerpo y comenzar a visualizar
detenidamente todas las escenas del día en sentido inverso
(desde ese momento hasta el de levantarnos) parándose en cada
una para ver si hemos pensado mal; si creamos sentimientos
negativos; si intentamos servir a los demás o servirnos de ellos;
si comemos por gula o por necesidad; si nos dejamos llevar por
nuestros deseos y pasiones animales; si actuamos con egoísmo,
por el disfrute del placer, etc. Se trata de juzgarse uno mismo
con toda sinceridad y arrepentimiento, sintiendo y viviendo el
mal que hemos podido causar a otros en pensamiento, palabra
y obra y proponiéndonos no volver a caer en esos mismos

208
errores a partir del siguiente día. Si lo hacemos correctamente,
expulsamos todos esos hechos negativos de nuestra memoria
subconsciente y así quedan borrados del átomo simiente, lo
que, a su vez, elevará las vibraciones del cuerpo etérico y
cambiará los colores del cuerpo de deseos haciendo que
tengamos un aura más pura y brillante.

COMUNICACIÓN CON NUESTROS SERES QUERIDO


FALLECIDOS

La comunicación entre los vivos y los muertos no es


nada fácil pero, aunque pocas, sí hay posibilidades de
comunicación. Nosotros vemos porque nuestros ojos responden
a determinados grados de vibraciones de la luz sobre la
materia, pero sabemos que hay otras muchas cosas de más
elevada vibración que no las percibimos pero que sí las
detectamos gracias a los aparatos que hemos inventado (ondas
de comunicación en la atmósfera, magnetismo, electricidad,
etc.) Sin embargo, y aún así, todavía hay mucha gente que
piensa que no pueden existir otros planos de materia más
sutiles y, por tanto, otros tipos de conciencia. Si nosotros
estamos en ese caso y admitimos la posibilidad de que los
muertos estén en un cuerpo de materia más sutil (etérico o de
deseos) y en un estado de conciencia como la que tenían aquí
mientras dormían, tenemos que admitir también que al estar el
mundo físico compenetrado por el Mundo de Deseos (de
materia mucho más sutil) es lógico que nuestros seres queridos
estén entre nosotros y no los podamos ver como tampoco ellos
a nosotros por las razones expuestas.
Es tan sencillo como eso, si el sentido de la vista ya no
existe porque la persona ha muerto, ya no puede ver o

209
responder a los rayos que lo hacen los nuestros, pero es que, a
la inversa, ocurre exactamente lo mismo, es decir, si nuestros
ojos físicos no son capaces de percibir ese mundo cuya
vibración es mucho más rápida que cualquier cosa del nuestro,
tampoco podemos verles a ellos ni al mundo donde se
encuentran. Por tanto, ellos viven en un mundo cuyas
vibraciones son más elevadas que las que captan nuestros
sentidos y nosotros no podremos comunicarnos con ellos hasta
que no desarrollemos esa visión que va más allá de la que
tenemos actualmente. Lo mismo que en una habitación puede
haber varias clases de luz y cada una cumple su misión sin
molestarse una a otra y lo mismo que en nuestro cuerpo hay
varios grados de materia, así mismo, nuestro mundo está
compenetrado por el mundo donde están los muertos y nuestros
cuerpos están compenetrados como el éter compenetra una
roca, lo que significa que tenemos a nuestros muertos mucho
más cerca de lo que imaginamos.

Ya hemos dicho que nada más morir, el recién fallecido


puede aparecerse a sus seres queridos en su cuerpo etérico.
Pero según la historia de las muchas apariciones ectoplásmicas
que ha habido y según la filosofía oculta, esa persona no está
capacitada para hablar porque está en una especie de letargo,
sin embargo, puede darse alguna excepción, sobre todo en
personas malvadas y materialistas. Otro caso es que las
lamentaciones, invocaciones, llantos o evocaciones hacia esa
Alma que se acaba de ir puedan atraer su atención y éste
intente manifestarse, pero en estos casos, los familiares vivos
cometen un grave error porque le perjudican haciéndole sufrir y
retrasando el proceso que debe seguir en esos mundos. Hoy,
afortunadamente, ya no se practican estos hechos como hace

210
bastantes años haciendo de ello incluso un espectáculo, esto es,
atraerles y hacer que se manifiesten por medio de un médium.
Otros métodos han sido la oui-ja y la escritura automática, pero
en estos casos y por lo general no es el difunto quien se
manifiesta sino otros seres que, en la mayoría de los casos, no
son humanos fallecidos; de ahí la necesidad de saber que esas
prácticas son muy peligrosas porque la persona se puede ver
incluso obsesionada.

Hay casos en que, cuando una persona ha vivido de


forma positiva y espiritual, se puede ver y sentir llamada por
los vivos estando incluso en las regiones llamadas
purgatoriales. También en estos casos el fallecido puede, a
través de un médium, manifestarse tal y como era e incluso
hablar pero, repito, hacer eso es un grave error. También puede
ocurrir con las personas materialistas que han gozado con los
placeres, pasiones y vicios, éstos están en las regiones
inferiores del purgatorio y las evocaciones de personas
similares a él le despiertan esos deseos. Sin embargo, tanto en
unos casos como en otros, no se puede afirmar que lo que se
vea o se entienda a través de la mente sea verdadero o
tergiversado, es más, en realidad, un médium apenas tiene
posibilidades de averiguar nada porque lo que percibe es
gracias a la sintonía de su cuerpo de deseos con el cuerpo de
deseos del fallecido y, por tanto, actúa más como un receptor
que describe lo que percibe en el otro cuerpo de deseos. No es
necesario decir que en estos casos, un intento de comunicación
tiene un efecto mucho peor aún para el fallecido. Se supone,
según mis deducciones, que a partir de una cuarta parte de los
años vividos aquí en la tierra ya es mucho más difícil contactar
con un fallecido o que él lo haga a través de un médium.

211
Otros casos son, por ejemplo, las comunicaciones que
una persona puede tener con un ser querido que ha fallecido
hace poco, los familiares pueden y suelen tener contactos
nocturnos con él pero como normalmente no recordamos lo
que hacemos en esos mundos por las noches, no pensamos que
eso pueda ocurrir. Por otro lado, cuando algún familiar (aunque
poco común) es capaz de recordar algo de lo que hizo por las
noches o incluso es una persona que ha adquirido la iniciación
espiritual y es consciente y puede ir a esos mundos según su
voluntad, entonces podrá contar dónde y cómo está ese ser.
También, parece ser que se puede dar el caso, de que un
fallecido pueda manifestarse en un determinado lugar y
momento donde un familiar o ser muy querido esté en grave
peligro o casos similares. Pero he de decir que también es
posible que esa imagen manifestada sea un intenso, amoroso y
voluntario pensamiento del fallecido o que, en otros casos, la
persona en peligro tenga una visión subjetiva del fallecido (en
el Mundo de Deseos) porque se vea atraído hacia él.

También puede ocurrir y yo afirmo, que sea a través de


un médium o a través de la oui-ja, (y hablo por experiencia)
como se contacte con una Alma elevada y se reciban bellas y
amorosas palabras o buenos consejos. En el caso del médium
ocurriría porque esa elevada Alma quiera ponerse en sintonía
con los cuerpos invisibles del médium, y en el caso de la oui-ja
sería a través de pensamientos dirigidos hacia la persona más
sensitiva del grupo que lo practica. Pero, repito, nunca se
debería practicar la oui-ja ni ninguna otra clase de espiritismo,
no solo por el mal que se le puede hacer al Alma desencarnada
sino también por el peligro que conllevan esas prácticas.
Además, hay que decir que, en la mayoría de los casos, no es

212
con el difunto deseado con quien se habla sino con otra clase
de espíritus no humanos que utilizan los cascarones (cuerpos
invisibles abandonados) para hacerse pasar por esa persona.
Cuando un espíritu elemental u otro cualquiera utiliza el
cuerpo de deseos abandonado de un ser humano que ha pasado
al Mundo del Pensamiento, reproducen su forma de pensar,
hábitos, gestos, etc., pero no tienen iniciativa propia, lo que es
suficiente motivo para pensar que no es la persona con quien se
cree estar hablando. Como estos cascarones demuestran cierto
instinto y grado de inteligencia por haber pertenecido durante
muchos años a un humano, a veces pueden decir cosas
inteligentes y razonables. Como ejemplo de quiénes son estos
seres diré que son los que causan miedo en las sesiones
espiritistas; los que se hacen pasar por otros, a veces, incluso
personajes famosos; los que transportan objetos; y los que
hacen otras travesuras y se burlan de los presentes. Es
conveniente saber que la muerte no transforma a la persona, es
decir, el que en la Tierra era malvado sigue siéndolo cuando
pasa al Mundo del Deseo y el que era servicial, caritativo y
fraternal también seguirá siéndolo. La única diferencia es que
el primero no puede pasar de las primeras regiones o planos del
Mundo del Deseo hasta que no purgue el mal que hizo y el
segundo pasará directamente al Cielo para recoger los frutos de
las buenas obras que hizo en pensamiento, palabra y obra.
Ya hemos visto como puede haber algún tipo de
comunicación con los Egos que se encuentran en las regiones
etéricas del mundo físico, en el Purgatorio e incluso algunas
veces en el Cielo. Sin embargo ya no es posible hacerlo
cuando, después de recoger el fruto de las experiencias buenas
y malas, se pasa al Mundo del Pensamiento. El motivo

213
principal es porque, una vez que se desconecta el cordón
etérico y se pasa al Mundo de Deseos y más concretamente al
Purgatorio, como aún recordamos la vida pasada y a los
familiares y además tenemos la misma imagen, es más fácil
obtener alguna clase de comunicación. Cuando una persona
poco desarrollada y materialista está en la primera o como
mucho en la segunda región del Mundo de Deseos, puede (en
algunos casos) materializar alguna pare del cuerpo gracias a la
fuerte unión que aún tiene el cuerpo etérico y el de deseos.
Naturalmente que a estas personas las encontrarán fácilmente
sus familiares y amigos cuando mueran si es que lo desean.

Cuando la persona está en el Cielo es muy difícil que


pueda manifestarse o comunicarse incluso con sus familiares
muertos porque es posible que ya esté desapareciendo su forma
y, por tanto sus recuerdos. Debe quedar claro que lo muertos se
encuentran igual que cuando vivían, es decir, tal y como ellos
creen que estaban aquí, porque la materia de ese mundo
reacciona al pensamiento y toma la forma que la persona desee.
Tanto recién muertos como durante unos años más, los muertos
están rondando por su casa haciendo casi lo mismo que hacían;
solo cuando van a pasar al Cielo es cuando suelen dejar la Casa
y, aún así, a veces vuelven. Este es el motivo por el cual una
persona moribunda puede ver a algún familiar que falleció no
muchos años antes. Pero, como se ha dicho, la muerte no hace
ninguna transformación y, por tato, ni pueden hacerse visibles
para hablar con nosotros ni tampoco pueden hacer nada por
nosotros porque perdieron su cuerpo etérico y físico. Son
espectadores de lo que ocurre en su casa y solo en muy
excepcionales casos pueden, sin saber cómo, materializarse
hasta el punto de que se les pueda ver; esto es, por medio del

214
amor y el deseo intenso de hacer algo por alguien atraen la
materia física para ello.
Como podemos ver en el esquema de los diferentes
mundos, los llamados muertos van ascendiendo o alejándose
del mundo físico según pasan los años hasta perder el posible
contacto total alrededor de los 25 o 30 años después de la
muerte. Nada mas morir están pululando en la región etérica
del mundo físico que es el lugar donde más fácil es contactar
con ellos y ellos con nosotros. Pero a partir de ahí y según van
ascendiendo por las regiones conocidas como Purgatorio y
Cielo, van desconectándose mentalmente de lo que hicieron y
conocieron en la Tierra; esto es obvio porque aún tienen la
mente, de la cual no se deshacen hasta que llegan al Mundo del
Pensamiento. De todas formas suele haber dos inconvenientes
para que se produzca algún tipo de conexión telepática de los
que se podrían producir aún estando en el Mundo del Deseo:
Primero: Porque creemos que ya es imposible hacerlo y nos
olvidamos de esa persona para volver a nuestros asuntos
terrenales; y Segundo: Que el fallecido no sabe que si hiciera
un gran esfuerzo de voluntad podría, en algún momento,
atravesar los diferentes grados de materia hasta poder conectar
con su receptor.
Con esto quiero decir que los vivos pueden, aunque no
reciban repuesta, contactar con los fallecidos a través de los
más elevados sentimientos y pensamientos pero, como he
dicho, no se debería hacer con la intención de que respondan.
Para hacer eso, como hay casos que así lo han hecho, tendría
que ser un acuerdo entre una persona moribunda que crea en lo
que estamos tratando y otros allegados que igualmente sepan
cómo hacerlo. De esta forma se podría hacer pero tampoco

215
durante mucho tiempo puesto que sabemos que hay un trabajo
que hacer después de la muerte del cuerpo y durante el proceso
purgatorial.

Hay una excepción respecto a las personas de esta tierra


que pueden comunicarse con seres vivos desde los mundos
invisibles como también otros que se encuentran en un cuerpo
físico respecto a otros desencarnados. Estos son los Hermanos
Mayores, nuestros Maestros, Adeptos e Iniciados. Son
hermanos nuestros porque fueron creados (diferenciados) por
Dios como nosotros, pero ellos se han esforzado más y se han
adaptado mejor los mundos y al trabajo evolutivo efectuado
hasta ahora. Algunos no necesitan renacer más en cuerpo físico
ni tienen deudas kármicas y sólo se dedican a guiar, servir y
ayudar a la humanidad. Otros todavía tienen que renacer pero
son conscientes y pueden trabajar en los mundos Físico, de
Deseos y del Pensamiento; se dedican a lo mismo que los
anteriores porque son colaboradores suyos. Estos Hermanos
Mayores también tienen bajo su dirección a otras personas que,
bien por el conocimiento de esta filosofía o bien porque por
“naturaleza” son grandes devotos y servidores de la
humanidad, todos ayudan a muertos y vivos por las noches
mientras sus cuerpos duermen. Estos seres han sido vistos
muchas veces mientras cumplían algún servicio de auxilio o de
curación a otras personas en vida y han sido tomados por
Ángeles. Lo mismo ocurre cuando ayudan en catástrofes,
cuando auxilian a personas que acaban de fallecer o que han
estado a punto de morir. En realidad estos Maestros e Iniciados
pueden contactar con quien quieran, de hecho lo hacen con
aquellos que han empezado a interesarse seriamente por el
desarrollo espiritual. Les animan e inducen con sus palabras de

216
amor a seguir en el sendero y a esforzarse para alcanzar las
iniciaciones y para ello les enseñan teórica y prácticamente lo
que deben hacer para conseguirlo.
No quiero terminar este tema sin antes mencionar algo
respecto a lo que ocurre cuando dos personas se aman y una de
ellas fallece. Cuando dos personas se aman sinceramente y uno
fallece antes que otro, el simple lazo magnético creado entre
los dos les volverá a unir en el Cielo siempre y cuando el otro
fallezca en un tiempo aproximado de 25 años. Si no fallece el
segundo que aún vive, el que está en el Cielo puede crear una
imagen del que aún vive y darle vida con sus pensamientos
para convivir con él. Además, esa imagen también es
vivificada aún inconscientemente por la persona que aún vive y
el resultado para el que está en el Cielo será muy placentero.
Por otro lado si, cuando la que queda en la Tierra muere y va al
Cielo y su compañero/a ya no está, siempre encontrará su
cascarón o cuerpo de deseos abandonados y éste le parecerá
perfectamente real y será así hasta que su estancia en el Cielo
termine. Lo que ya no se puede asegurar es si en la próxima
vida estarán juntos, en alguna futura se volverán a unir gracias
a ese amor mutuo pero cuándo solo lo saben los Ángeles que
administran el karma. El mismo amor o amistad sincera que
mantiene viva esa imagen del Cielo les volverá a unir algún
día, sea como pareja o como miembros de una misma familia o
algún caso similar, pero, sea en el caso que sea, esa atracción
existirá.
Los ideales, anhelos y aspiraciones de la vida son los
que llevan al Alma (cuando deja el cuerpo físico) a
determinada región del Mundo del Deseo, y algo similar
ocurre respecto al destino de la futura vida. Pero también esos

217
mismos ideales y anhelos de la personalidad son los que hacen
que en el Cielo estemos rodeados de personas similares a
nosotros y que podamos desarrollarlos. El Cielo facilita,
bienaventuranza, gozo, felicidad y dicha, haciendo allí lo que
no pudimos hacer aquí en la Tierra, pero también por medio de
otras Almas con las que compartimos esa nueva vida.
En los casos en que la persona se sienta muy atraída o
apegada a algo o a alguien que ha dejado en la Tierra, es más
fácil que pueda haber un contacto, sobre todo a través de un
médium. A estas personas, cuyo estado mental es de
semiinconsciencia porque están entre la Tierra y el Mundo de
Deseos, son a las que debemos enviar nuestros mejores
pensamientos y sentimientos con la intención de ayudarles a
que tomen conciencia de los mundos superiores y a que
continúen su ascenso para extraer el beneficio de su vida
pasada. Hay que tener el convencimiento de que cuanto más
reciente haya sido el fallecimiento más fácil es estar con esa
persona mientras dormimos y más tiempo estarán en su casa y
con sus seres queridos durante el día. Otra cosa muy diferente
es que algunos recién muertos muy apegados y con muy malas
intenciones, intenten interferir o contactar con alguna persona
determinada por interés y egoísmo propio, sobre todo si esa
persona está unida a algún movimiento o grupo que practique
el espiritismo, la magia negra u otras prácticas similares, estas
personas suelen atraerlos y llevarlos a su lado hasta su propia
casa y lecho sin saberlo.
La comunicación con las personas normales que ya se
encuentran en el Mundo de Deseos no es nada fácil, (salvo
casos excepcionales) y cuando se consigue suele ser por
personas preparadas para ello y por medios subjetivos. Con lo

218
que normalmente contactan los espiritistas y los médiums son
con los cascarones, espíritus de la naturaleza y elementales. En
realidad, los pocos casos que se suelen dar en el mundo son
más bien cuando la persona está recién fallecida y hace un gran
esfuerzo mental y de deseo para estar despierto y dar paso a su
Ego para que se comunique o manifieste a través de una forma
etérica; sin embargo, cuando un ser capacitado para ello lo hace
desde el Mundo de Deseos, ya es más difícil formar la imagen
y se comunica telepáticamente.
Pero esto nada tiene que ver con la intención de
contactar con los muertos desde la vida física, puesto que eso
ya es más grave. Cuando se atrae la atención o se fuerza el
contacto desde la Tierra es algo así como si (en el caso de que
se pudiera hacer) intentáramos forzar la atención del recién
nacido hacia los mundos invisibles de donde acaba de venir. Él
recién fallecido está confuso entre los dos mundos y lo último
que necesita es que interfieran en sus sentimientos y deseos.
Incluso cuando se atrae su atención con llantos es un perjuicio
para los fallecidos, aunque eso sí, menos grave que los que los
que les invocan como un espectáculo y por curiosidad. Lo más
aconsejable es “dar” todo lo bueno de nosotros sin esperar
“recibir”, o mejor dicho, sin buscar una respuesta. Cuando nos
relajamos para meditar y orar y nos elevamos gracias al amor,
podemos enviarles lo mejor de nosotros sabiendo con toda
seguridad que les estamos ayudando.
Hay un tipo de comunicación, no visible, que
determinadas personas pueden sentir, esto es el amor y todo lo
que sea parecido como el instinto de protección que una madre
que ha abandonado el cuerpo puede manifestar hacia sus hijos
en la Tierra. Estos hijos o personas queridas pueden sentir ese

219
amor o especie de protección que, aunque invisible, es real.
Este caso es el mismo, aunque invertido, que el hecho de que
los encarnados pueden mandar pensamientos de amor a los
desencarnados para que se encuentren en paz mientras afrontan
sus deudas en el Purgatorio.
Hay comunicaciones espiritistas o mediúmnicas con
seres que murieron muchos años atrás en las que se dice que el
Alma ha descendido para aconsejar a sus seres queridos. En
esos casos no suele ser exactamente así porque ese ser está en
el cielo donde ya hay pocas posibilidades de descender, lo que
ocurre es que el médium o vidente preparado tiene la capacidad
de contactar con el desencarnado pero, como en otros casos, no
es muy común. Cuando el encarnado es una persona muy
desarrollada espiritualmente y es sensible psíquicamente
hablando, puede ser contactado por un desencarnado que se
encuentre en el Cielo, pero eso no puede ocurrir con las
personas normales dominadas por los deseos negativos y
pasiones. En estos casos se realiza la comunicación por medio
de la vibración del cuerpo de deseos purificado del
desencarnado sobre el cuerpo de deseos y etérico del
encarnado, entonces el desencarnado se manifiesta a través del
cerebro físico para dar su mensaje oral o escrito.
Como ya hemos mencionado, hay manifestaciones
visibles, y en muchos casos de espiritismo, que solo son los
cascarones de los cuerpos que reproducen automáticamente los
gestos y hábitos que tenían cuando eran utilizados por el Ego
junto al cuerpo físico. Digamos que, lo mismo que una persona
repite una serie de movimientos, gestos y pensamientos sin
darse cuenta, también ocurre lo mismo respecto a estos
cascarones abandonados. Pero estos cascarones no tienen

220
iniciativas originales, simplemente repiten lo que hicieron
durante muchos años. Por último, los elementales, seres
semiconscientes y con cierto grado de inteligencia, también se
manifiestan principalmente en las sesiones espiritistas,
mediúmnicas o de magia donde producen fenómenos físicos y
utilizan cascarones de deseos para hacer creer que esos seres
desean contactar con los invocantes.
Cuando el ser humano, gracias a su desarrollo
espiritual, sea capaz de salir de su cuerpo físico
conscientemente y a voluntad, no existirá para él lo que
comúnmente llamamos “sueño” y “muerte” porque pasará del
estado de conciencia de vigilia del mundo físico al estado de
conciencia del Mundo de Deseos. Entonces no solo no
estaremos con los llamados muertos a voluntad sino que
también estaremos capacitados para investigar nuestras
anteriores vidas. A la pregunta de ¿Por qué no vemos ni
podemos comunicarnos ahora con los muertos? La respuesta es
la siguiente: Nuestros sentidos perciben un determinado
número de vibraciones por segundo, por ejemplo el sonido que
puede variar entre 30 y 30.000 vibraciones por segundo o la luz
que puede ser trillones, sin embargo no percibimos los rayos X
ni la electricidad. Pues bien, si nuestros sentidos percibieran
más grados de los mencionados y esto fuese una continuidad en
nuestro desarrollo, es fácil que lo más denso que estaríamos
preparados para ver fuera el cristal u otros materiales similares
pero no veríamos los cuerpos físicos. Sin embargo si
estaríamos capacitados para ver los cuerpos superiores
invisibles, es decir a los muertos, que vibran en un grado muy
superior a la materia física.

221
AYUDA A LOS QUE ESTÁN EN EL MÁS ALLÁ

Para que el Alma o Yo superior pueda comunicarse con


el cerebro desde el Mundo del Pensamiento abstracto donde se
encuentra, necesita un intermediario personal, una inteligencia
racional que sepa funcionar en el mundo físico. Esta
inteligencia racional, normalmente llamada razón o mente
concreta, a su vez debe compenetrar al cuerpo de deseos de
donde surge el incentivo para la acción, el cual afecta al cuerpo
etérico para que, a través del cerebro y del sistema nervioso
haga reaccionar al cuerpo físico. El Ego, desde su cuerpo
causal, utiliza la mente concreta, la cual pone en vibración las
moléculas del cerebro y del sistema nervioso, con lo cual
despierta la conciencia en el plano físico y forma la memoria,
pero la capacidad de respuesta estará basada en la pureza o
vibración de las moléculas, es decir, de lo poco o mucho
desarrollado que esté el individuo. Esta inteligencia es lo que
suele pensar el hombre que es él (la personalidad) sin darse
cuenta que la mente está más elevada aún y es el origen de las
ideas originales, de la intuición, invención, inspiración, etc.
Cuando esa personalidad ha evolucionado mucho, lo que está
haciendo es acercándose a la mente verdadera o superior donde
en realidad se encuentra su Alma, pero los que han
evolucionado poco aún se apegan a lo que hay por debajo de la
mente concreta y se dejan llevar por el cuerpo de deseos y por
lo material.
Cuanto más nos elevamos en pensamiento, palabra y
obra hacia la naturaleza espiritual de nuestro verdadero Yo,
más luz e inspiración recibimos de éste para liberarnos de las
ataduras terrenales. Después de la muerte, del Purgatorio y del

222
Cielo, la personalidad o inteligencia racional (el hombre)
desaparece quedando solo el beneficio de las experiencias de la
vida pasada uniéndose, por último, éste al Alma o Yo superior.
El hombre ha estado un tiempo en cada plano según su
desarrollo y naturaleza, pero cuando asciende va abandonando
sus cuerpos en cada uno de los mundos. Como vemos, y
respondiendo a la pregunta: ¿Se puede ayudar a los seres que
están en el otro mundo? la respuesta es: “depende de muchos
factores.”
A los desencarnados se les ayuda de varias maneras y
algunas de ellas tan simples como no llorando estando recién
fallecido ni después; no tocando el cuerpo para nada; no
poniéndose luto ni haciendo nada que le pueda entristecer;
haciendo que un sacerdote le imparta la extremaunción;
mandándoles nuestros mejores pensamientos y sentimientos
incluyendo las oraciones y la eucaristía; no criticando sus
defectos y si hablando de sus cualidades; y manteniendo la paz
y el silencio hasta que se entierre su cuerpo. Hay tres hechos
importantes que hay que tener en cuenta con los recién
fallecidos:

1º.- Que están recopilando la película de su vida y, por tanto,


necesitan concentrarse para poder extraer el mayor provecho de
ella en el Purgatorio y en el Cielo.
2º.- Que aún perciben todo lo que se diga y se haga delante de
ellos, lo que aconseja tener precaución.
3º.- Que puede permanecer en la casa durante mucho tiempo.

En cualquier caso, siempre es mejor hablar de sus


cualidades o incluso de que en esos mundos va a ser mucho

223
más feliz porque no se sentirá prisionero en su cuerpo y, a la
vez, podrá hacer cosas inimaginables con la materia tan
maleable de esos mundos.
Los malos sentimientos y pensamientos hacia una
persona recién fallecida son un obstáculo para que ese muerto
tenga paz porque éste los percibe, sin embargo, los buenos
sentimientos y deseos ayudan en ese estado de transición y
eliminan los obstáculos. Por otro lado, los muertos acuden a los
domicilios de los vivos mientras duermen (más a los de
familiares) durante un tiempo para “alimentarse” de las
vibraciones positivas de los diferentes cuerpos buscando
siempre los que están en sintonía con su carácter. Por eso es
una buena costumbre dormirse después de orar, meditar o, al
menos, tener buenos pensamientos y deseos de ayudar a los
demás.
Pero también se puede ayudar a los seres queridos que
han pasado al más allá puesto que sabemos que a los
pensamientos se unen los sentimientos y éstos, a su vez, a la
persona a quien van dirigidos. Cuando hablamos o pensamos
en alguien que ha pasado al más allá no hace mucho tiempo, le
pueden llegar las vibraciones y, como sabemos, ayudar o
entorpecer. Por tal motivo podemos deducir que una misa, unos
comentarios cariñosos o una simple lectura de temas
espirituales como si esa persona estuviera presente, le puede
ayudar en forma de armonía, paz y felicidad interna. Que decir
tiene que si leemos (no es necesario en voz alta) algo que
sabemos que le gustaba será mucho mejor, de cualquier forma,
hay casos en que, si el lector está atento y es un poco sensible,
puede intuir o sentir la presencia del ser querido. Algo similar
se puede hacer nada más morir una persona aunque no crea en

224
estos conocimientos, bien sea enviándole pensamientos y
sentimientos cariñosos y espirituales o bien explicándole lo que
le va a ocurrir a partir de ese momento.
Cuando se es mayor apenas se sienten las personas
atraídas por el mundo porque, en cierto modo, ya han vivido y
experimentado mucho y se sienten un poco cansadas. Sin
embargo, cuando la persona es joven ocurre todo lo contrario y
es conveniente tener presente toda esta información para darles
ánimo con la intención de que no se queden apegados a la vida
que tenían antes y sí que se dejen llevar porque allí van a
encontrar muchos medios para desarrollar lo que deseen.
Todos sabemos el efecto positivo que tienen
internamente las palabras de consolación, de amor o de bondad
que una persona puede dar a otra que tiene serios problemas y
esta afligida. Las oraciones y los pensamientos y sentimientos
positivos ayudan al recién fallecido a hacer la transición entre
este mundo y el de deseos y algo similar ocurre mientras están
en el Purgatorio. Pero hay una clase de ayuda que, aunque no
es fácil de conseguir, sí es muy efectiva, trata simplemente de
hacer entender al fallecido que cuando esté en el Purgatorio y
tenga que hacer frente a una deuda sintiendo el dolor que él
mismo causó a otros, no lo rechace ni se ponga negativo o
encolerice porque eso es peor. Reconocer humildemente los
males cometidos a la vez que hay arrepentimiento y propósito
de enmienda ayuda mucho a acelerar el proceso purgatorial.
Hay otra ayuda que nos podemos hacer nosotros
mismos estando aún en vida, esta es el ejercicio llamado
“Retrospección.” Cuando se llega al Purgatorio en las regiones
inferiores del Mundo del Deseo, nuestro cuerpo de deseos toma
la forma del cuerpo físico quedando la materia de deseos más

225
negativa (el mal que debemos purgar) en la periferia. Si hemos
sido verdaderamente malvados nos quedaremos en la primera
región porque allí es donde esta lo peor de los sentimientos,
pasiones y deseos y actuará como un imán sobre nuestro
cuerpo o más concretamente sobre la periferia para retenernos.
En esa región se está hasta que se purga lo peor de nosotros,
hasta que nos liberamos gracias a que el sufrimiento disuelve o
separa de nosotros esa materia que forma la periferia, después
nos elevamos a la región superior para que ocurra lo mismo. El
ejercicio de la Retrospección hace eso mismo si lo hacemos
correctamente cada noche cuando nos acostamos. De esta
forma obtenemos un resultado que nos permitirá pasar casi de
largo por el Purgatorio y el primer Cielo y aún nos dejaría
tiempo para dedicarnos a ayudar a los que están en el
Purgatorio durante muchos años. En estos casos, el que
desciende desde el Cielo al Purgatorio para ayudar, ya no
experimentan el efecto negativo de esas regiones como
tampoco le afectan las palaras de un enemigo a quien ama de
verdad al prójimo. Algunas de estas personas que se encuentran
en la primera región sufriendo algo muy grave que hicieron en
su vida y por lo cual y entre otras cosas están muy apegados a
la tierra, han servido como medio de comunicación con el
mundo físico porque su cuerpo vital y de deseos están tan
unidos (no separados) que les es muy fácil incluso mover
objetos físico.

También, cómo no, hay algún tipo de ayuda para los


niños, no es que lo necesiten porque allí son totalmente felices,
les cuidan y enseñan y tienen todo lo inimaginable con qué
jugar. Sabemos que cada noche, mientras el cuerpo duerme
estamos en el Mundo de Deseos donde solemos ir y estar y

226
donde los deseos y sentimientos nos llevan dentro de ciertos
límites. Por tanto, cuando se nos muere un hijo, aunque nos
acostemos sin desearlo, es fácil que vayamos donde se
encuentra y, como ellos no duermen en el Cielo, cuando nos
ven es como si fuera de día similarmente a cuando se vive en la
tierra. De esta forma podemos decir que aunque no recordemos
lo que hacemos por la noche, si lo deseamos de corazón al
dormirnos, iremos con los niños y esos niños no echarán en
falta a sus padres.

227
228
CAPÍTULO V

FENÓMENOS RELACIONADOS CON EL MÁS ALLÁ Y


CON LOS CUERPOS SUPERIORES

Puesto que hemos hablado de contactos con personas


que están en los otros mundos y hemos dicho que no se
deberían practicar determinados aspectos o métodos que a lo
largo de la historia se han demostrado que sirven para contactar
con los muertos, creo conveniente explicar detenidamente
dichos aspectos así como los peligros que puede haber en el
mundo del ocultismo psíquico.
En general, el hecho de no ser clarividentes ni
sensitivos nos protege porque, si no fuera así, nuestra
condición actual llevaría a muchos a meterse ignorantemente
en muchos peligros e incluso a ser atacado por dichas fuerzas.
Las fuerzas invisibles de los planos inferiores solo responden o
atacan cuando personas sin escrúpulos o de forma egoísta han
actuado en su medio. Algunas personas dudarán de que existan
otros mundos invisibles pero siempre ha habido casos de
manifestaciones de lo invisible y otros que, para la mayoría de
las personas, no han tenido ni tienen explicación. Veamos
algunos de ellos.

229
Además de que en mi propia familia tengo un miembro
que es sensitivo y más de una vez le ha ocurrido, hay personas
que mientras duermen han percibido la manifestación de
alguna fuerza en forma de opresión en el pecho e incluso de
que alguien se desliza desde los pies hacia la cabeza. Éstos
hechos causan miedo y, por lo general, la persona se siente
inmóvil porque, aunque está dormida su conciencia está dentro
del cerebro. Naturalmente que los sensitivos y clarividentes
desarrollados saben qué hacer pero los demás pueden llegar a
sentir pánico cuando no suele ser nada peligroso y con una
simple invocación de Cristo o de Dios suele acabarse; en el
caso de ser un elemental artificial bastará con una orden
autoritaria para que se vaya. Estos casos suelen ser más bien
concentraciones de ectoplasma o como mucho elementales que
suelen estar en todas las casas y en las auras de las personas
pero que, al no ser sensitivos, no se dan cuenta de ello.

Tampoco es muy común que alguien reciba un ataque


astral si su vida está basada en lo positivo en todos los sentidos
y menos aún si es una persona cristianamente devota, pero si
ocurre puede ser de muy diversas formas y más bien en
personas que se meten en lo negativo del ocultismo (magia
negra, espiritismo, invocaciones, rituales, etc.) o que es
mentalmente débil y se deja dominar por vicios y malos hábitos
o que incluso le sugestionen fácilmente. Se suele decir en
ocultismo que tenemos siempre a nuestro lado un Ángel
Guardián, esto no es exactamente así, aunque los Ángeles
colaboran muy estrechamente con la humanidad, un Ángel no
puede “perder el tiempo” estando siempre con nosotros. Sin
embargo sí tenemos siempre en nosotros al “Ángel” o Yo
Superior benefactor y al inferior o tentador que algún ocultista

230
llama el “Guardián del Umbral”. El Yo Superior inspira e
intenta ayudarnos y guiarnos por medio de la conciencia y de la
intuición; el yo inferior nos tienta para satisfacer los deseos
terrenales y las pasiones. Pero claro, esto último ocurre cuando
dejamos a un lado o no colaboramos con el Yo Superior, es
decir, no se puede estar a la vez con Dios y con el diablo.
Somos libres y según sea nuestro libre albedrío así
estaremos con Dios o con el diablo. Cuando estamos con Dios
(vida espiritual, de oración y enfocada a lo elevado) es difícil
dejarnos llevar por el yo inferior pero también, cuando estamos
con el yo inferior (dominados por los bajos deseos,
sentimientos y pasiones) es difícil que escuchemos al Yo
Superior si no ponemos voluntad y razonamos. Pero el yo
inferior puede elevarse en momentos de crisis espiritual lo
mismo que el Yo Superior puede caer en una tentación y luego
dejarse llevar por otros males. Así es que si queremos estar
libre de influencias astrales o etéricas negativas debemos tener
siempre algún motivo elevado o espiritual en la mente, o lo que
es lo mismo, estar con nuestra conciencia siempre puesta en lo
elevado y espiritual pues esto crea una especie de coraza o aura
protectora.
El clarividente desarrollado sabe que la mente no solo
es creadora sino que también crea los pensamientos-forma que
pueden ser utilizados para muy diversas cosas, buenas o malas,
por ejemplo, para curar a distancia o para hacer un ataque
psíquico a otra persona. Uno de los casos o fenómenos que
desde los mundos invisibles, y aunque relacionado con
nosotros, ocurre a diario es la formación de esos pensamientos-
forma que según se repitan y se fortalezcan pueden tener una
existencia más o menos larga. Esto es así porque estas formas

231
de pensamientos son utilizadas por unas criaturas inferiores a
modo de vehículo para poder evolucionar.
Si un hombre piensa, o (por ejemplo) por estar
dominado por el alcohol, está constantemente pensando en él,
está creando pensamientos-forma que utilizarán dichas
criaturas de varias maneras: Primera, para estimularle a él para
que siga creando esa clase de pensamientos ya que a ellas les
beneficia y, Segunda, para influenciar a otros de la misma
manera y con la misma intención en cualquier sitio donde se
consuma alcohol. Así es que, cuando alguien quiere hacer bien
a otra persona solo tiene que concentrar su mente en lo que
desea visualizando a la otra recibiendo su influencia positiva
(amor, comprensión, vitalidad, etc.) El pensamiento-forma
debe tener (crear con nuestra imaginación) algo nuestro, es
decir, debemos crear algo así como un mensajero a imagen y
semejanza nuestra, como es lógico, cuando más se repita ese
proceso más vida tendrá el pensamiento gracias a nuestra
energía creadora mental que será utilizada por ese espíritu
artificial. Es de suponer que según sea la naturaleza del
pensamiento así será el elemental de bueno o malo (más o
menos evolucionado)
Estos espíritus elementales no son inteligentes como
nosotros sino que tienen más parecido con los animales, sin
embargo, utilizar un pensamiento que es creado con una
intención es para ellos verse obligados a cumplir la misión
encomendada a modo de “medio evolutivo”. Por consiguiente
nosotros podemos crear Ángeles benefactores para otras
personas de la misma manera que los magos negros crean sus
demonios para hacer mal o atacar a otros. Debe quedar claro
que el hombre no puede utilizar objetos físicos con la mente

232
sino que utiliza la mente para crear estas formas etéricas que
serán el medio por el cual determinadas fuerzas cumplirán lo
que se les ordene.

El mundo invisible es una gran incógnita a la vez que


peligroso. En un futuro aún muy lejano será nuestro mundo de
forma similar a como es hoy el mundo físico, pero hasta
entonces tenemos que depender de los conocimientos que nos
llegan de aquellos que han tenido experiencias, de los
clarividentes voluntarios y de los Maestros y Adeptos que nos
“preparan” a través del conocimiento. Todo lo que existe
físicamente tiene su origen en las fuerzas invisibles como lo
tiene la concha del caracol en la baba que se cristaliza, muchas
son las cosas a las que estamos acostumbrados y sin embargo,
somos ignorantes de su origen. Un lugar donde asiduamente se
haya practicado el espiritismo o donde se hayan hecho
invocaciones y rituales mágicos estará lleno de elementales de
diferentes clases esperando influenciar a otros o incluso
moviendo objetos y otras manifestaciones; un lugar donde, por
el motivo que sea, las personas se ponen nerviosas, afectará a
otros que por naturaleza no lo son; un lugar donde viva una
persona triste, depresiva y poco sociable manifestará esa
atmósfera y afectará a cualquiera que entre; un monasterio o
iglesia que se abandona porque no hay monjas que lo puedan
habitar, mantendrá una atmósfera o espíritu (a veces llamado
“encantamiento”) que también lo percibirán las personas
devotas y sensitivas que entren en ese lugar. Espíritus
artificiales, elementales inferiores o espíritus de la naturaleza
son algunas de las respuestas a estos hechos en los cuales
normalmente no nos paramos a pensar.

233
Desde siempre se ha oído hablar de hadas, gnomos,
duendes, ondinas, etc., estos espíritus de la naturaleza son
etéricos pero su grado de materia corporal está casi en el grado
de la materia física. Como he dicho, estamos tan
acostumbrados a ver todo tan normal que no nos preguntamos
algunas cosas como ¿Quién o cómo se forman los frutos y las
flores y quién hace que maduren y que obtengan los colores?
¿Quién forma tanto a los animales como a los seres humanos
en los vientres hasta que nacen? Nosotros vemos los resultados
físicos pero la magia de las fuerzas etéricas radica en la obra de
esos espíritus de la naturaleza que trabajan bajo la dirección de
los Ángeles. El mundo invisible se manifiesta incluso en
nosotros, nosotros mostramos en gran medida cómo somos por
medio de nuestra aura al ponerse en contacto con el aura de
otros; nosotros podemos dar amor abrazando a un árbol o
creando belleza y armonía donde se encuentre una planta. Un
animal no nos ve tal como somos físicamente sino que ve más
bien nuestros cuerpos invisibles y nuestra aura, por tanto
percibe si somos amistosos, enemigos o tenemos miedo a
través de ella ¿Y todo esto por qué causa? Porque con cada
pensamiento, sentimiento y acción se manifiesta una serie de
vibraciones a través de nuestra aura. Nuestros cuerpos
invisibles irradian energía o materia, pero esa energía está
impregnada o lleva la marca de lo que somos y, quien tiene la
capacidad de percibirlo o es un clarividente que sabe interpretar
las auras, podrá decir y muchas cosas al respecto.

Esta aura o vibraciones magnéticas también impregnan


lo que tocamos, de ahí que (por ejemplo) muchas personas
perciban claramente el estado de ánimo de la persona que
escribió la carta que lee. Pero este mismo hecho aplicado a un

234
objeto antiguo que ha sido parte de un ritual ya es algo más
serio porque ese objeto magnetizado por tantos rituales tiene su
propia aura que influye y atrae todo lo que sea de su misma
naturaleza. Esto explica ciertos maleficios relacionados con
determinados objetos pero también cómo se puede hacer un
amuleto siempre que los objetos estén relacionados con el
individuo. No es lo mismo comprar algo usado para llevarlo
con nosotros y que lo haya llevado o utilizado alguien a
menudo que comprar algo nuevo, porque si es usado estaremos
siendo influenciados por la naturaleza de la otra persona
durante un tiempo más o menos largo. Algo similar ocurre si
vamos a vivir a una casa donde ha vivido otra persona muchos
años y ha hecho algo relacionado con el ocultismo o la magia,
esas prácticas han creado y atraído a elementales que,
dependiendo de si las practicas han sido buenas o malas,
pueden influir positiva o negativamente a los nuevos habitantes
a través de sus cuerpos invisibles.

Quien es un asiduo practicante cristiano y va mucho a la


iglesia con verdadera devoción, estará elevando las vibraciones
de sus cuerpos invisibles y creará un aura radiante y de colores
bellos que atraerá elementales de esa misma naturaleza que
solo harán que beneficiar a dicha persona. Pero también, quien
pertenezca a sectas o logias negras cuyas intenciones sean
solamente las de obtener poder y dinero se verá dominado por
sus vibraciones y no le será fácil abandonarla porque su cuerpo
de deseos y su mente estará en esa línea de acción. En general,
no solo nos vemos atraídos por lo que somos internamente
(fruto de las vidas pasadas) si no que también lo somos por la
naturaleza o carácter que hayamos desarrollado en la vida
presente. Las fuerzas y vibraciones están en todas partes, unas

235
estelares y otras pertenecientes a la propia humanidad y a todos
los seres que habitan en los mundos superiores, por este motivo
es bueno, como costumbre, tener la mente en cosas positivas y
elevadas que atraigan todo lo que es bueno de cuanto nos
rodea.
Las fuerzas cósmicas están influyendo constantemente a
la humanidad y lo mismo ocurre con las influencias
benefactoras de las Jerarquías que nos ayudan, pero si nosotros
no hemos alcanzado cierto grado de desarrollo sobre esas
cualidades divinas, no nos ayudarán en nada. Hay que trabajar
objetiva y voluntariamente con lo que sabemos que es bueno
para desarrollar el Cristo Niño que atraiga las bendiciones del
Cielo. Si el devoto ora y habla con Cristo, Dios o cualquier
personaje místico, obtendrá satisfacción interna y aunque sea
pobre o tenga mala salud será feliz, pero el que actúa imitando
y como si fuera Cristo mismo, no cabe duda que recibirá más
desarrollo espiritual y hará más bien al mundo a la vez que se
verá protegido de todas las influencias visibles o invisibles que
le rodean.
Como podemos ver, aunque lo mencionado es
insignificante comparado con lo existente en los mundos
invisibles, estamos rodeados de fuerzas y seres invisibles.
Aunque por lo general las personas normales no suelen verse
afectadas por las fuerzas maléficas (sean seres, pensamientos-
formas o elementales) es conveniente saber que lo mismo que
hay centros de fuerzas espirituales en la tierra (Lourdes,
Fátima, edificios antiguos donde se hayan hecho y se hagan
rituales religiosos, o una simple capilla de un monasterio donde
se hacen oraciones) también nosotros lo podemos hacer en
nuestra casa y con nuestra propia aura para sentirnos

236
protegidos. El agua bendecida, la señal de la cruz, el incienso
de la iglesia, la oración, la invocación o llamada de auxilio para
elevar las vibraciones de las auras y para crear un pequeño
centro espiritual en algún sitio aislado de nuestra casa, son
elementos muy importantes para construir nuestro refugio
espiritual.
Cuanto más estemos centrados en las cosas espirituales
y elevadas, más rechazaremos y expulsaremos de nuestros
cuerpos invisibles los éteres inferiores que impiden que
desarrollemos la sensibilidad y los poderes ocultos. Por el
contrario, cuando más devotos, fraternales y altruistas seamos,
más atraeremos los éteres superiores que harán brillar nuestra
aura y que algún Maestro venga a guiarnos y a enseñarnos todo
lo relacionado con esos mundos.

MEDIUMNIDAD

El médium es una persona sumamente receptiva y


negativa, tan superficial en su naturaleza interna que su cerebro
puede ser utilizado por algún ser o persona extraña. En estos
casos pueden incluso llegar a utilizar su cuerpo para causar
algún fenómeno de los llamados espiritistas. En realidad es
algo así como la parte contraria o negativa de la inspiración
con la diferencia de que la mediumnidad es muy peligrosa para
la salud mental y el sistema nervioso.
Según el carácter y naturaleza de la persona, puede ser
que sus cuerpos físicos y etérico estén muy unidos o, por el
contrario, el lazo de unión sea más bien flojo. Los materialistas
tienen estos cuerpos muy entrelazados y de ahí que se apeguen
a la Tierra después de que su cuerpo muere. Los que tienen una

237
unión floja entre esos cuerpos son: Primero: Los de débil
voluntad y Segundo: Los que lo aflojan por propia voluntad a
través del desarrollo oculto y espiritual; los primeros son los
médiums y los segundos son los clarividentes voluntarios que
han desarrollado los poderes (por lo general) por medio del
ocultismo. El médium es un clarividente involuntario que suele
estar bajo el control de alguien que se encuentra en el Mundo
del Deseo, es decir, es algo similar al caso del hipnotista y su
víctima.
Hay otra clase de médium, hoy bastante menos común,
que es el médium de trance. En este caso el Ego se ve forzado a
salir del cuerpo físico con su cuerpo mental y de deseos a la
vez que permanece en trance, o sea, como ocurre en el sueño
pero con la diferencia de que aquí el cuerpo se verá utilizado
por un ente para manifestarse como lo desee. Sin embargo, ha
habido casos en que, puesto que las personas que intentan
apoderarse del cuerpo de un médium son de las bajas regiones
del Purgatorio, este ser ha utilizado ese cuerpo físico para
satisfacerse con los vicios que tenía cuando estaba vivo.
La tercera clase de médium es el que se deja utilizar
para que otro pueda materializarse, esto se hacía hace muchos
años como espectáculo y para que alguien hablara con algún
familiar fallecido. En estos casos es el espíritu controlador el
que desde el Mundo de Deseos pone a la víctima en trance y
extrae el éter de su cuerpo vital a través del bazo etérico para
utilizarlo para su materialización. Como consecuencia de esta
extracción de la vitalidad, la carne se pone fofa, el cuerpo
parece como si encogiera y el médium parece como si estuviera
casi muerto; de ahí que cuando le devuelven el cuerpo vial el
médium parece agotado y necesita bebida, estimulantes y

238
reponer energías en general. No cabe duda de que este abuso de
la vitalidad pasará factura a la salud y a la vida misma.
De forma similar en que en una sesión de espiritismo se
puede creer que se está hablando con un difunto cuando en
realidad puede ser que se hable con un cuerpo de deseos
abandonado o incluso habitado por un espíritu elemental,
también el cuerpo del médium puede ser utilizado por seres no
humanos. Si un hombre, de los que son moralmente bajos,
puede utilizar el cuerpo para satisfacerse con alcohol, sexo, etc.
al ser un elemental puede ser mucho peor porque después de la
muerte del médium a veces no les devuelven el cuerpo de
deseos y el médium puede perder miles de años de desarrollo
en su propia evolución. De una forma u otra hay que tener
siempre presente que hacer de médium casi siempre termina
muy mal para esa persona, muchos han muerto con ataques
epilépticos, han sufrido locuras, han padecido enfermedades en
la medula, han cambiado su carácter haciéndose insoportables,
otros se han vuelto imbéciles y otros quizás hayan sido
enterrados vivos.
Hay casos excepcionales en que el médium manifiesta
conocimientos, lenguas u otros aspectos que en su vida
cotidiana no lo hace porque ni lo ha aprendido ni lo ha
estudiado. Esto demuestra que es un ser desencarnado el que se
expresa desde el otro mundo. Otras veces manifiestan
ignorancia y no hacen nada más que repetir cosas no muy
razonables y otras, pocas, incluso se han preocupado por la
salud del cuerpo del médium. Pero, de cualquier forma el
dueño es expulsado del cuerpo y ante la visión de un
clarividente, se ve como la vida de la víctima lucha contra
quien quiere controlar el cuerpo físico.

239
Estos espíritus control no solo extraen el cuerpo vital o
etérico para materializarse sino que, si hay alguien con cierta
flojedad en los cuerpos, también intentará extraer vitalidad.
Además, utilizará incluso el polvo de la atmósfera y la materia
física que pueda extraer del médium para manifestarse ante los
presentes. Por mencionar algún ejemplo más sobre los peligros
de la mediumnidad y de la obsesión, que mencionaré a
continuación, diré que:

1º.- El médium no puede hacer nada para que deje de


dominarle el espíritu control.
2º.- Que se puede ver dominado incluso para hacer cosas que el
médium nunca haría.
3º.- Que puede hacerse dueño del cuerpo físico para siempre.
4º.- Que una vez que el espíritu penetra la primera vez en el
cuerpo físico, al salir se lleva parte del cuerpo vital, lo que le
servirá para dominar a esa persona cuantas veces quiera.

La enseñanza de ese párrafo trata de que nadie, bajo


ningún concepto, debe ponerse en manos de ningún hipnotista,
ni ir a sesiones de espiritismo ni nada parecido; el hombre debe
tener una fuerte voluntad para trabajar por ideales elevados y
para tener control de sí mismo pero nunca para hacerlo sobre
los demás.
No hay que olvidar que el espíritu control expulsa los
cuerpos invisibles de la persona de carácter pasivo para
ponerse él en su puesto, a partir de ahí y si es que lo abandona,
se llevará parte del cuerpo vital para utilizarlo como llave
maestra. Cuando el espíritu control está dentro, y más si es de
los más apegados a lo más bajo de la tierra, puede sentirse tan

240
dueño que a veces no devuelve el cuerpo. En ese caso se llama
obsesión y se puede comprobar porque el iris del ojo no
responde a la luz ni a la distancia.
Aunque esto parezca increíble, he de decir que hay
infinidad de casos que ocurren entre los seres de los diferentes
mundos que, si los pudieran ver como lo hace un clarividente,
causaría tristeza y repugnancia. Este es el caso del borracho
que, una vez muerto, sufre por no poder beber pero que atrae
materia etérica para intentar absorber los vapores del alcohol
mientras compenetran los cuerpos de quienes han bebido y
intenta hacer que beban más. Hay que evitar todas estas
maneras negativas de contactar con los fallecidos o de,
simplemente, curiosear por saber qué pasa en esos mundos
invisibles porque hay más peligro de lo que la mayoría piensa.
Incluso si se hace algo en grupo se corre el riesgo de que haya
un intercambio de materia de deseos con la correspondiente
posibilidad de que se desarrollen hábitos que no se tienen. Otra
posibilidad podría ser que algún presente sea psíquicamente
débil y se le pegue algún ente con malas intenciones como ha
ocurrido en casos de sonambulismo.
Quiero dejar claro que, aunque esta información no está
muy relacionada con el motivo que me ha llevado a escribir
esta obra (que no es otro que intentar quitar el miedo a la
muerte) la expongo para todos aquellos que comienzan a
interesare por el mundo del ocultismo y que andan a ciegas de
un sitio para otro buscando lo fenoménico y lo supra físico. El
verdadero camino, aunque más lento, para desarrollar la
clarividencia y ser conscientes en los otros mundos es la
oración, los ejercicios espirituales y mentales dados por
escuelas iniciáticas como la Fraternidad Rosacruz de Max

241
Heindel y llevar una vida dedicada a servir altruista y
fraternalmente al prójimo imitando lo que predicó Cristo. Todo
lo que prometen por ahí de desarrollo de poderes, de
iniciaciones y de otros muchos aspectos que nada interesa al
verdadero buscador de la Verdad, no sirven para nada en ese
sentido. Nada de lo que verdaderamente necesitamos para
conocer estas verdades se pueden conseguir haciendo cursos y
pagando dinero. La verdad y los poderes lo tenemos dentro de
manera latente pero solo lo manifestaremos de manera
dinámica cuando hagamos méritos para que un Hermano
Mayor venga y nos despierte el poder que hemos desarrollado
por nuestras buenas obras.

HIPNOTISMO

Como sabemos, cada persona es un mundo, no solo por


las tendencias que trae de otra vida, la genética, la educación y
las experiencias desde que se es niño, sino porque unos
razonamos y tenemos más voluntad que otros. Es más fácil que
le vendan algo que no necesita o que le convenzan para
cualquier cosa al de débil voluntad y poca capacidad
razonadora que al que tiene gran voluntad con la cual sabe
utilizar su mente. Esta es la clave del hipnotismo y hay
comerciales que lo saben utilizar para convencer pero cuando
dan con alguien de fuerte voluntad no les es tan fácil. La
voluntad es un poder y manifestación del Espíritu, por tanto,
sale de dentro y puede decidir respecto a las circunstancias de
la vida e incluso hacer frente y contrarrestar la voluntad de otro
que intente dominarla. Como en el caso del médium que tiene
una débil conexión entre sus cuerpos y puede ser dominado por

242
un espíritu, aquí ocurre lo mismo respecto a la voluntad de
otro, con la diferencia de que no utiliza su cuerpo físico.
Dominar a otra persona de la manera que sea es un
delito ante la Ley de Dios pero en el caso del hipnotizador que
produce lo que conocemos como sueño hipnótico es más grave
aún y, en la mayoría de los casos, ni el hipnotista ni la víctima
saben lo que verdaderamente ocurre ni el peligro que esa
práctica conlleva. Por este motivo quiero dejar claro desde este
momento que el de fuerte voluntad que mantiene una actitud
positiva de la mente, nunca podrá ser hipnotizado. Cuando hay
un espectáculo, el hipnotizador no suele elegir a una persona al
azar porque sabe que puede fracasar, por eso antes de empezar
elige (previas pruebas) a alguien entre los voluntarios; ese
alguien es el que el hipnotizador sabe que es débil y que le
puede manejar sin ningún problema.
El hipnotizador actúa de forma similar a lo que hacen
hoy algunas personas con los teléfonos y las nuevas
tecnologías, es decir, pinchar teléfonos y meterse en los
ordenadores de otros para hacer lo que quieran. Como todos
sabemos, el Ego tiene una línea directa con su cuerpo físico a
través de sus cuerpos invisibles (cuerpo mental, de deseos y
etérico) pues bien, este hilo es el que intercepta el hipnotizador
para cortar la comunicación del Ego y ponerse él en su lugar y
así poder dominar el cuerpo físico. Los cuerpos invisibles salen
del cuerpo físico igual que lo hacen durante el sueño pero en
este caso el hipnotizador pone los éteres de su cabeza etérica en
el puesto de la cabeza etérica de la víctima.
Bajo el punto de vista del ocultismo, un hipnotizador
está en el camino de la magia negra o es un aprendiz de los
“hermanos de la sombra” o Maestros Negros. Ya hemos

243
hablado de los Maestros o Hermanos Mayores como de seres
tan sumamente espirituales que ya no necesitan renacer y que
han desarrollado ciertos poderes, unos poderes que, como ellos
bien saben, no utilizan nunca para dominar la voluntad de
nadie. Pues bien, también hay “maestros”, magos poderosos
del lado contrario a lo espiritual que tienen poder para someter
la voluntad de cualquier persona y hacer con ellos lo que
quieran. El abuso de esos poderes con fines egoístas, dominar
la voluntad o dirigir el libre albedrío de una persona es magia
negra, por tanto, el que por medio de sus poderes de sugestión
obliga a otro a hacer algo que no procede de su voluntad está
practicando la magia negra.

La técnica del hipnotizador trata de lo siguiente:


Cuando éste hace unos pases por la cabeza de la víctima extrae
los éteres vitales del cerebro etérico dejándolos en forma de
pliegues alrededor del cuello de la víctima. Entonces los
suplanta con los suyos y, como ha cortado la comunicación del
Ego de la víctima con su cuerpo, ya nadie puede impedir que
haga lo que quiera. Cuando un hipnotizador hace esto y no
vuelve a ver a la víctima ni se vuelve a interesar por ella no
pasa nada, pero el peligro está en que, una vez dominada la
persona, el hipnotizador tiene la posibilidad de volver a
hipnotizarle cuando quiera y sin que la víctima lo desee. Esto
es porque aunque le despierte y la víctima pueda ejercer otra
vez su voluntad, el hipnotizador ha dejado una parte de sus
éteres en la cabeza, lo que le facilita la entrada y el dominio
hasta el punto de que cuantas más veces lo haga, más dejará
sus éteres y más fácil tendrá el control de la víctima. Pero esto
no es todo, también, como en las nuevas tecnologías o como un
simple despertador, el hipnotista puede “programar” a su

244
víctima para que en un futuro haga lo que él desee, de esta
forma la víctima nunca estará libre hasta que el hipnotizador
muera.
En los últimos tiempos se está utilizando el hipnotismo
como un método de curación para liberar a las personas de
adicciones. Como quien lo practica (en la mayoría de los casos)
no cree que haya más vidas ni tampoco en la Ley del Karma o
de Consecuencia, piensa que está haciendo un gran bien a esas
personas. La verdad es que hoy se practica la magia negra
inconscientemente mucho más de lo que la gente piensa, la
diferencia de que sea blanca o negra solo depende del motivo o
intención.
Pero volviendo al tema de curar, hay que dejar claro
que cuando una persona desarrolla un hábito o se crea un vicio,
lo tiene arraigado en el cuerpo de deseos que, desde que lo
consumió o hizo la primera vez y a partir de repetirlo, se
encarga de “pedir más” y de ponerle tentaciones. Entonces, por
ejemplo, un toxicómano, se verá tentado o seducido a través
del deseo para que consuma más droga. Como sabemos,
estamos evolucionando a través del Renacimiento y de la Ley
de Consecuencia, dos leyes que hacen que aprendamos de
nuestros errores y que nos fortalezcamos cuando hacemos el
bien. El hombre se desarrolla gracias al buen uso de la voluntad
y la mente y se pervierte y se degenera cuando se deja llevar
por el aspecto negativo del cuerpo de deseos. Por tanto, cuando
una persona cae en un vicio que le domina, es él quien debe
superar ese vicio, es decir, es él con su voluntad quien debe
vencer al cuerpo de deseos. Por eso es necesario que se
comprenda que quitar de la droga a un toxicómano no le va a
ayudar en nada porque eso solo durará mientras el hipnotizador

245
viva. Cuando llegue al Purgatorio lo pasará mal como aquel
personaje de la película “Ghost” que buscaba tabaco muy
desesperado por el metro, pero es que, además, en la próxima
vida lo tendrá que superar por propia voluntad. En la escuela de
la vida nada se concede gratis, quien ha debilitado su voluntad
por caer ante un vicio, deberá fortalecerla y vencerlo porque
nadie puede hacerlo por ella. Si queremos desarrollar los
poderes internos no solo debemos vivir la vida espiritual, sino
que también, debemos estar atentos para que el cuerpo de
deseos no nos domine ni nos lleve a caer en vicios que, más
tarde o más temprano se pagarán caros. Por consiguiente, la
curación del hipnotista no sirve para nada, más bien al
contrario pero es que, además, él mismo se está creando una
deuda que le costará muy caro y que, a veces, puede ser la
pérdida de una vida entera de experiencias.

SUEÑOS Y ENSUEÑOS

A lo largo de los capítulos tratados hasta ahora hemos


hablado de lo que hacemos por las noches mientras el cuerpo
físico duerme y hemos comparado el sueño con la muerte. Por
consiguiente, creo oportuno explicar más detalladamente esos
aspectos para así comprender mejor otros asuntos.
El cuerpo se mueve gracias a la energía solar que está
en la atmósfera y que nos rodea, la cual es especializada por el
cuerpo vital al pasar por un centro (chacra) que está situado en
ese cuerpo a la altura del bazo. Este fluido vital pasa por el
bazo etérico y se distribuye por los nervios haciendo que se
muevan los músculos una vez exteriorizado por el cerebro.
Como ya sabemos, este cuerpo etérico compenetra (es su

246
doble) el cuerpo físico desde el nacimiento hasta la muerte
excepto cuando, en ocasiones, cortamos la circulación
sanguínea y deja de fluir la energía a esa zona o miembro. En
esos casos, como cuando a una persona se la recupera de la
muerte por la reanimación cardiopulmonar, sienten una especie
de cosquilleo o picazón intenso y mucho más si en vez de ser
un brazo o una pierna es todo el cuerpo.

Durante el día no nos falta fluido solar y el cuerpo vital


está hinchado y nos permite gastar todo lo necesario. Pero
según se va acercando la noche, el degaste del cuerpo, las
toxinas y el hecho de que ya no hay tanta energía vital en la
atmósfera, hacen que los éteres no vibren con la misma
intensidad y que los átomos físicos se muevan más lentamente;
esto es, da muestras de cansancio o sueño. Naturalmente que,
según van pasando las horas de la noche a la madrugada llega
un momento en que el cuerpo vital deja de funcionar y cuesta
mucho mover el cuerpo físico, lo que indica que hay que
revitalizar y reconstruir los cuerpos. Pero, como es razonable,
no se puede restaurar unos cuerpos que han sido afectados por
hacer uso de ellos en este mundo físico si seguimos
utilizándolos desde dentro, es decir, estando consciente y
gastando vitalidad. Por consiguiente y como ocurre cuando
alguien va a reformar su casa por completo, los habitantes se
tienen que marchar y por ese motivo el Ego sale todas las
noches con su cuerpo de deseos y su mente para hacer ese
trabajo de restauración desde fuera. Cuando el cuerpo está
dormido y mantiene un sueño profundo (sin ensueños) el
cuerpo parece inerte, sin embargo, la visión que describiría un
clarividente es que hay una gran actividad interna gracias al
mantenimiento y trabajo que hace el cuerpo vital sobre los

247
órganos de digestión, asimilación, excreción, etc. mientras el
Ego y los cuerpos de deseos y la mente están fuera.

Podríamos decir que durante el día hay una lucha entre


el cuerpo de deseos que incita a la acción y los placeres (a
gastar vitalidad) y el cuerpo vital que intenta reponer la
vitalidad. Al final siempre vence el cuerpo de deseos y mucho
más en las personas poco desarrolladas o con poco control que,
además de su trabajo físico diario, se dejan llevar por los
vicios. Pero cuando ha vencido al cuerpo vital y este ya no
puede mover el cuerpo físico, el cuerpo de deseos se ve
obligado a salir del físico y dejar a éste en manos del vital para
que lo restaure. Entonces es cuando se dice que nos dormimos
y el Ego pasa al Mundo de Deseos que es el mundo de la
armonía. Las fuerzas de este mundo hacen que el Ego haga una
especie de revisión de lo que ha sido el día para que ponga en
orden todo desde el punto de vista de errores, mentiras, etc.
obteniendo como resultado sabiduría y verdad, o lo que es lo
mismo, recobra su armonía y ritmo. Dependiendo de lo que
haya ocurrido y lo que se haya hecho durante el día así serán
necesarias pocas o muchas horas pero, cuando se acabe, estará
en condiciones de hacer el trabajo de restauración del cuerpo
vital y del físico. Por tanto, el cuerpo de deseos empieza a
vivificar el cuerpo vital introduciéndole energía rítmica y
armónica y, a su vez, los éteres de este cuerpo compenetran los
átomos físicos dándoles vida y eliminando todo lo que sea
dañino gracias a la acción del sistema nervioso simpático. Por
tanto, cuando una persona se despierta después de haber
dormido unas horas de sueño profundo, se encontrará cargado
de energía y descansado sin saber en la mayoría de los casos
por qué y cómo.

248
Todos sabemos que cuando hay algo que nos preocupa
o que nos interesa mucho, no dejamos de pensar en ello,
llegando incluso a no poder conciliar el sueño de una manera
profunda. Ocurre que, aunque el cuerpo vital se haya
paralizado y tengamos mucho sueño o cansancio, el cuerpo de
deseos se aferra tenazmente al cuerpo vital y físico y no sale
del todo como desea el Ego quedando solo la mitad fuera del
cuerpo físico. Entonces comienza a meditar u ordenar los
hechos del día desde esa posición causando desgaste de
energías (que impide la recuperación) y moviendo el cuerpo
que está en la cama. El efecto es que al siguiente día la persona
se levanta cansada y contando que ha tenido pesadillas o
sueños absurdos que no le han dejado descansar.
Recordemos que cuando el Ego sale por las noches
queda unido al cuerpo etérico y físico por medio de un cordón
plateado etérico que, aun pasando al Mundo de Deseos no se
rompe. Son las armónicas vibraciones del Mundo de Deseos las
que al penetrar en los cuerpos superiores los vivifica y
equilibra como hace el fluido vital respecto al cuerpo vital;
digamos que estos cuerpos se sumergen en un elixir de vida.
Los sueños absurdos se producen porque los centros
sensoriales del cuerpo de deseos (chacras) y los del físico no se
interrumpen. Y es por ese motivo por el cual lo que se está
viendo en el Mundo de Deseos (que ya de por sí puede ser
fantástico) se traslada a los centros cerebrales sin que pasen por
la mente para razonarlos.
Como podemos ver, el sueño no es un proceso pasivo
sino un estado muy dinámico que nos permite continuar la
vida, ya que, si no se hiciera esa restauración, viviríamos
mucho menos. El sistema nervioso voluntario tiene una

249
relación directa con el cuerpo de deseos y es el que destruye,
desequilibra y desgasta; el sistema nervioso involuntario está
más relacionado con el cuerpo vital y controla los órganos
digestivos y respiratorios que son los encargados de restaurar y
reponer el cuerpo físico. Pues bien, si no fuera por la mente que
hace de freno ante el cuerpo de deseos, nuestras horas de
vigilia y nuestras vidas serían muy cortas ya que el cuerpo de
deseos se impondría y eliminaría al cuerpo vital restaurador.
Esto lo podemos comprobar cuando el cuerpo de deseos hace
que una persona pierda la razón a causa de la ira o el descontrol
de sí mismo, entonces surge el agotamiento y la sofocación.

Hay ocasiones en que estando el Ego completamente


fuera del cuerpo físico (con sueños sin ensueños) puede ver
algún suceso relacionado con él o con otros cercanos y que está
a punto de manifestarse físicamente, ya que lo que se produce
aquí se ha producido o está programado en los mundos
superiores que son los mundos de las causas. Si cuando esa
persona se despierta pudiera recordar ese hecho, es decir, lo
hubiera grabado en el cerebro, estaría manifestado un sueño
profético. Como es lógico, dependiendo de lo que sea, podrá
cambiarlo en la mayoría de los casos. Estos sueños se
diferencian claramente de los normalmente absurdos, sobre
todo porque son advertencias, soluciones o problemas
pendientes o que incluso previenen desastres como muchas
veces hemos oído. Suelen ocurrir poco antes de despertarnos y
siempre que hayamos tenido un sueño profundo, es entonces
cuando el Ego ve la importancia del asunto y intenta grabarlo
en el cerebro, Ese conocimiento también nos puede servir para
encontrar soluciones a nuestros problemas, solo es necesario

250
dormirse con el pensamiento y el deseo de encontrar la
respuesta.
Hay otra manera de obtener un beneficio del sueño y
ésta es inculcando en el cerebro de la persona que duerme las
ideas o pensamientos que queremos comunicarle. Con esto no
se domina la voluntad ni la mente de esa persona, lo que
significa que no podemos conseguir que esa persona haga lo
que nosotros queramos y mucho menos si es contrario a sus
tendencias y hábitos. Eso solo ocurre cuando alguien como el
hipnotizador pone parte de su cerebro etérico en el del
hipnotizado para dar las órdenes al cerebro físico y éste al
sistema nervioso y muscular. Durante el sueño, el cerebro de la
persona esta compenetrado por su cuerpo y su cerebro etérico y
por tanto tiene control sobre sí mismo, que es lo contrario de lo
que hace el hipnotizador. Este método es muy útil cuando se
quiere inculcar a alguien, por ejemplo a un niño, un nuevo
hábito para suplantar a otro y otros hechos similares; también
se puede practicar con personas adultas que tienen vicios con la
intención de que lo dejen. Hay casos en que da resultados muy
pronto otros no, pero todo es paciencia y persistencia.

SONAMBULISMO

Como ya he explicado, hay veces que las


preocupaciones de nuestra vida cotidiana en el mundo físico
impide la separación total del cuerpo, es decir, el Ego sigue, en
cierto modo, en contacto con el cerebro pero tampoco
correctamente centrado como en el estado de vigilia. Es
entonces, estando mitad fuera y mitad dentro del cuerpo físico
cuando el Ego ve y mezcla las cosas del mundo físico con la

251
constantemente cambiante materia de Mundo de Deseos
obteniendo como resultado toda una serie de ensueños
fantásticos y absurdos. En esos casos, todos sabemos que nos
movemos en la cama más a menudo y que podemos hablar y
gesticular, pues bien, eso es similar o previo al sonambulismo.
El caso de los sonámbulos es cuando el Ego hace que el cuerpo
físico deje la cama y camine con o sin rumbo siendo la persona
inconsciente de ello. En esos casos el cuerpo andará por
cualquier sitio que pueda sin mirar y sin saber si es peligroso o
no porque es inconsciente de ello y no tiene miedo; de ahí que
un sonámbulo pueda caminar por sitios peligrosos por donde
no andaría si fuera consciente. El peligro de los sonámbulos y
que deben saber sus familiares y vecinos es que nunca hay que
despertarles porque si, cuando lo hacen, están en un sitio
peligroso la entrada del Ego en el cuerpo hace que se despierte
asustado y podría pasarle algo. Parece ser que la mejor
solución para los sonámbulos es practicar la relajación, sobre
todo cuando se acuesten, pues es la mejor manera de
contrarrestar la influencia del cuerpo de deseos que es el que da
el incentivo para la acción. Pero si es un caso serio o grave y se
quiere evitar cuanto antes, lo ideal es ponerle algo húmedo o
mojado en el suelo por el lado donde se levanta porque de esta
forma al tocarlo se despertará la persona.

OBSESIÓN

Obsesión es el hecho de que un espíritu desencarnado


haya poseído permanentemente el cuerpo de otra persona. Hoy
día no es muy común y menos aún en occidente, sin embargo,
sí se dan casos de personas que bien porque han cometido un

252
delito o bien porque quieren justificar falsamente algo, dicen
que están obsesionados. La manera más simple y fácil de
comprobar si una persona está obsesionada es metiéndola en un
sitio oscuro y sacándola a otro con mucha luz, en cualquiera de
los casos el iris de los ojos debe de responder como señal de
que el Ego del dueño del cuerpo está dentro, si no se contrae y
dilata es porque está poseída.
Cuando una persona malvada y apegada a ciertos
aspectos de la vida terrestre muere se suele quedar en la
primera o segunda región del Mundo de Deseos que es donde
se purga lo peor de la humanidad. Esas regiones están muy
compenetradas con las etéricas del Mundo físico y si, por lo
general, una persona puede estar unos 25 años en el Purgatorio,
estas personas pueden estar muchos más e incluso siglos.
Alguno de estos individuos, como podría ser el caso de un
terrorista muerto lleno de odio, intenta estar en contacto con
otros similares a él ideando maldades e intentando buscar la
manera de llevar a cabo lo que desea. Estas personas que se
apegan a la tierra por sus vicios, bajos deseos y pasiones u
otros hechos similares, están construyendo lo que en ocultismo
se llama el “cuerpo del pecado” y, si no rectifican a tiempo,
pueden involucionar hasta tal punto que pierden el Alma.
Cuando esta persona ha purgado y sufrido todo el mal
que ha hecho y abandona el Purgatorio para seguir ascendiendo
a las regiones espirituales para preparar su nueva vuelta,
abandona ese cuerpo del pecado. Pero, a diferencia del cuerpo
de deseos normal de cualquier persona, éste no se desintegra
tan rápidamente porque esa fuerte unión entre el cuerpo vital y
el de deseos dan una consciencia personal a ese cascarón. Esto
no significa que este cuerpo del pecado pueda razonar como

253
cuando el Ego estaba dentro pero sí tiene un instinto y una
astucia que, aparentemente, parece como si estuviera animado
por un espíritu, lo que a su vez le permite hacer una especie de
vida independiente durante muchos años y a veces siglos.
Cuando el Ego de nuestro ejemplo anterior, el terrorista,
vuelve a la tierra y atrae la materia de deseos que le
corresponda según lo que fue e hizo en su anterior vida, este
cascarón del cuerpo del pecado se adhiere a él como un
demonio durante su próxima vida. Estos son lo que en el
Nuevo Testamento consta como que Cristo expulsaba de los
cuerpos poseídos. Para tener una idea más clara sobre esto es
necesario comprender que en el mundo físico hay tres estados o
grados de materia (sólido, líquido y gaseoso) más cuatro éteres
invisibles que son el molde de las formas pero también de
diferente densidad; y que en el Mundo de Deseos ocurre lo
mismo, es decir, la región más baja del Purgatorio es de
materia de deseos más densa (las peores maldades) y la más
elevada que es el Cielo es de materia de deseos más sutil y
espiritualizada. Sin embargo, y como ya explicamos, todo está
compenetrado y lo que es afín se atrae como en el caso del
cuerpo del pecado que se pega al terrorista cuando desciende al
mundo físico para renacer, o el hecho de que este terrorista no
pueda ascender a la segunda región mientras está con otros
seres similares deshaciéndose de la materia de deseos (de
maldad) que le ata a esa región a la vez que sufre por los
hechos que la crearon.
Así es que estas personas se apegan a la tierra buscando
venganza, si es posible, por medio de otra persona. Irán a los
sitios más bajos, a los suburbios, donde hagan espiritismo o
incluso buscando una persona de débil voluntad entre los

254
alcohólicos, mendigos y drogadictos para hacer que cometan
delitos o que incluso se suiciden. Algún caso se ha dado
también de que una persona de los barrios bajos y que más o
menos conviven con la delincuencia, ha sido asesinado y su ira
y su deseo de venganza ha hecho que se apegue a su asesino
hasta encontrar la oportunidad de incitar a alguien de
mentalidad negativa para que cumpla su venganza. De ahí que
mi posición, como la mayoría de los ocultistas, sea que se debe
erradicar la pena de muerte. Un criminal se encuentra mucho
más libre en el Mundo de Deseos por el hecho de no tener
cuerpo físico, por eso la pena de muerte es como dejar libre a
una fiera con deseos de matar en la mayoría de los casos, pues
ellos siguen con sus mismos deseos y pensamientos.
Hay casos, sobre todo en la adolescencia, en que las
fuertes discusiones, desenfrenos y pasiones calientan la sangre
hasta tal grado que el Ego se ve forzado a dejar el cuerpo
(como cuando se tiene mucha fiebre o se está en un sitio con
mucho calor que se puede desvanecer la persona) Esto es como
decir que la persona ha perdido la cabeza y, como efecto, el
control de sí mismo, entonces esta persona privada de su mente
deja al cuerpo indefenso ante cualquier espíritu desencarnado
el cual lo puede posesionar.
No debemos olvidar que el que muere sigue siendo el
mismo, el que disfruta con el sexo, con el alcohol, con el
tabaco, etc. intentará continuar con esos mismos vicios en el
Purgatorio y, si es una persona sin escrúpulos y mientras no lo
supere allí a través del sufrimiento, intentará encontrar
satisfacción por medio de personas físicas. Con estos ejemplos
podemos ver que el mismo mal nos obliga a ser buenos, en
unos casos por las malas y en otros porque ya aprendieron esas

255
lecciones y saben actuar positiva y fraternalmente manteniendo
una fuerte voluntad y un equilibrio que no será capaz de
romper ningún espíritu desencarnado.
La muerte no convierte al delincuente en una persona
honrada, allí sigue siendo el mismo pero, cuanto antes
comprenda que el mal le ata a lo físico y le hace sufrir, antes se
sentirá libre para ascender a las regiones superiores. Si se
inclina por quedarse en lo más bajo del Purgatorio para
vampirizar a los más débiles y seguir frecuentando los
ambientes donde solía estar, puede que consiga incluso robar
un cuerpo físico de una débil y negativa persona, pero ni se
imagina lo que le espera ni por cuánto tiempo estará sufriendo
esos hechos. Por eso, olvídense del espiritismo y de las magias
y métodos de videncias, etc. pues en todo eso hay mucho más
peligro del que se imaginan. Gracias a Dios que hay personas
de elevados y nobles ideales que voluntariamente se quedan en
estas bajas regiones del Mundo de Deseos con el fin de ayudar
a los débiles y de enseñarles a vivir una vida más elevada y
honrada. También, como ya se ha dicho, hay otras personas
que mientras su cuerpo duerme por las noches se dedican a
auxiliar a vivos y muertos tanto en la región etérica del mundo
físico como en el Mundo de Deseos.
Algunos de estos auxiliares invisibles durante el día por
su deseo de ayudar al prójimo e invisibles por la noche cuando
salen de su cuerpo con el mismo fin, han desarrollado el
Cuerpo Alma (con los éteres superiores espiritualizados ya
mencionados) lo que les permite ser conscientes de lo que
hacen por las noches y traerse el recuerdo de ello
imprimiéndolo en el cerebro. Pero hay otros que están
trabajando sobre el cuerpo de deseos y que tienen un sueño

256
profundo sin ninguna clase de ensueños absurdos, ésos, tarde o
temprano, comenzarán a tener sueños muy vivos y razonables
con personas y lugares muchas veces conocidos y que, cuando
despierten, podrán comprobar que existen. Estos auxiliares y
discípulos de Maestros irán (supuestamente en sueños)
descubriendo que pueden viajar con la mente donde quieran y
estudiar lo que deseen porque no habrá materia física que se lo
impida. Cuando un aspirante espiritual sigue los ejercicios y
oraciones indicados por una escuela iniciática o de un
verdadero Maestro, pondrá en movimiento los chacras del
cuerpo de deseos y podrá traerse también el recuerdo de lo que
hace así como salir del cuerpo sin necesidad de esperar a que
llegue el sueño.

EL AURA PROTECTORA

San Pablo decía y aconsejaba a sus amigos y oyentes


que se revistieran con la “armadura de Dios”, esta armadura no
es otra cosa que la trasformación que sufre nuestra aura etérica
cuando, con el paso de los años y cuando hay voluntad y
sacrificio, llevamos una vida de pureza, de servicio al prójimo
y de control de nuestros deseos, sentimientos y pensamientos
para fortalecer el bien y erradicar el mal en nosotros. Hay
cuatro éteres que son los que forman el cuerpo etérico o vital
de los cuales dos más densos y cercanos al átomo físico son los
que mantienen las funciones del cuerpo físico, mientras que los
otros dos más sutiles tienen una función relacionada con la
memoria y los sentidos. Cuando una persona es buena, devota
y fraternal aumenta los átomos superiores y éstos toman un
color dorado que sobresale del cuerpo físico hasta tal punto que

257
se le considera un aura protectora del mal. Esta aura es la que
tantos pintores han pintado alrededor de la cabeza de los
personajes bíblicos y de los santos. Pues bien, este “dorado
vestido de bodas” también mencionado en la Biblia es, en
realidad, un escudo protector contra todo aquel que intente
influenciarnos y dominarnos.
El aura es la que, al ponernos en contacto con otra
persona nos hace sentir cómo puede ser la misma y también es
la que, aún sin ver a nadie, nos advierte de que alguien está
cerca de nosotros. Así es que, además de no practicar ninguna
clase de espiritismo ni de asistir a lugares donde se hagan
prácticas de hipnotismo, mediumnidad, etc. siempre estaremos
protegidos si trabajamos para desarrollar esa “Armadura de
Luz”. Trabajar con el bien no es solo protegerse del mal sino
que también es colaborar con la obra de Cristo sobre la
humanidad y con sus agentes.

CLARIVIDENCIA

Desde que en España se comenzó a leer mucha


literatura esotérica y muy en particular la oriental, cada día se
habla más de reencarnación, karma, clarividentes, sanadores,
etc. y cada día hay más clarividentes y sanadores que (en la
mayoría de los casos) “adquieren” el poder a cambio de un
dinero que han dado por hacer un curso. Nada más lejos de la
realidad, el que ha profundizado seriamente y durante años en
la filosofía oculta sabe perfectamente que el 99,99% de dichas
personas mienten y ni son clarividentes ni sanadores.
Lo mismo que hay personas que ven poco o nada y
otros lo normal, hay algunos que ven más allá de lo que

258
perciben normalmente los ojos, éstos cuya visión es más clara
se les llama clarividentes. Lo mismo que se desarrolla la mente,
así se desarrolla la clarividencia gracias al trabajo interno que
se hace vida tras vida; por tanto, todos seremos clarividentes en
el futuro cuando alcancemos cierto desarrollo espiritual. Como
podemos comprender, la clarividencia es un poder que
podemos alcanzar pero no gratuitamente, por lo general se
necesitan varias vidas de esfuerzo y persistencia en el bien para
desarrollarla; o mejor dicho, no se puede alcanzar (según la
línea de desarrollo normal) si no se han hecho los méritos y
esfuerzos necesarios como para estar seguros de que se va a
utilizar para ayudar a la humanidad.
Ser clarividente implica amor al prójimo,
responsabilidad en su uso y deseo de servir a la humanidad. Sí
un clarividente la usa de otra manera, para curiosear, para
beneficio propio e incluso se deja llevar por tentaciones
inmorales, pronto perderá ese poder. Naturalmente que me
estoy refiriendo a los clarividentes que se esfuerzan por
desarrollarla antes que el común de la humanidad ya que,
cuando la humanidad la desarrolle en un futuro será cuando
esté preparada para ello.
La clarividencia está latente en nosotros como lo
estaban los sentidos hace millones de años antes que se
desarrollaran, pero precisamente por eso hay dos clases de
clarividentes. La primera clase se suele llamar negativa o
involuntaria y esto se debe a que es una clarividencia sobre la
que la persona no tiene control, es decir, puede ver en algunos
momentos ciertas imágenes o visiones pero no puede hacerlo
cuándo ni cómo la persona quiera. Esta clarividencia es una
reminiscencia del pasado, de cuando éramos conscientes en los

259
mundos superiores porque aún no habíamos centrado nuestra
conciencia en el mundo físico; es el mismo caso de un niño que
acaba de nacer y que durante un tiempo no es consciente de lo
que le rodea pero sí lo es de los mundos de donde procede.
También hay otra clarividencia negativa que se puede adquirir
a través del espiritismo, la magia y otros casos como las
personas que hacen de médium pero, tanto unos como otros,
ponen en peligro su existencia porque son presa fácil de
espíritus y personas apegadas a la tierra, que sin escrúpulos se
apoderan de su cuerpo a veces hasta después de la muerte y
más aún.
La segunda clase llamada positiva o voluntaria, es la
que algunos adelantados respecto a la evolución, han
desarrollado y la pueden utilizar no solo para ver a través de la
materia sino también para investigar en los mundos superiores.
Esta clarividencia se desarrolla cuando la persona lleva muchos
años o varias vidas esforzándose por desarrollar su espíritu por
medio del servicio amoroso y altruista al prójimo y de ciertas
técnicas dadas por los Hermanos Mayores de la humanidad.
Estas técnicas ponen en movimiento las fuerzas o corrientes del
cuerpo de deseos para que giren sobre unos centros o chacras
(que son similares a los sentidos físicos) favoreciendo así la
clarividencia del Mundo de Deseos. Los clarividentes
negativos que muchas veces utilizan su clarividencia para
obtener beneficios, también lo ponen en movimiento pero en
sentido contrario y es por eso por lo que no ven directamente
sino que lo hacen como si fuera a través de un espejo dando pie
a que se equivoquen tanto.
La clarividencia entrenada es la que ha servido para
investigar todo el conocimiento esotérico profundo y

260
verdadero, es decir, la que ha servido para que se investigue lo
que hay y lo que ocurre en los mundos superiores y muy en
particular el tema del renacimiento, el karma, el pasado de la
humanidad y los seres y los trabajos que éstos hacen en esos
mundos. Pero para obtener esta clarividencia se necesita un
entrenamiento por parte de los Maestros, y ese entrenamiento
no llegará hasta que la persona no se haga merecedora de su
atención, es decir, hasta que los Maestros no vean que está
preparado tanto por su responsabilidad como por su
espiritualidad. Entonces será un clarividente voluntario y podrá
ver los objetos por dentro y por fuera así como investigar la
región etérica y el Mundo de Deseos con todos sus habitantes;
esta persona no necesita ponerse en trance ni hacer nada
especial simplemente desea ver y ve.
Pero lo mismo que nosotros desde que nacemos vamos
conociendo el mundo físico y experimentando y conociendo su
materia, también el clarividente debe aprender a interpretar lo
que ve y a conocer las leyes que gobiernan en esos mundos; de
ahí la necesidad de ser entrenado. También por eso, algunas
personas con unas características similares al clarividente
voluntario pero psíquicamente negativo, se exponen a ser presa
de los espíritus desencarnados como ocurre con el médium.
El clarividente tiene un parecido al médium, los dos ven
el mundo invisible pero uno es voluntariamente y sabe lo que
ve porque ha sido entrenado mientras que el otro, por lo
general, lo tiene como reminiscencia de una época en que todos
éramos conscientes de los mundos internos y solo puede ver
reflejos ocasionales. La gran diferencia está en que el
clarividente voluntario lo ha conseguido tras mucho esfuerzo
en el sendero de santidad y como mérito propio porque lo tenía

261
latente y con el poder espiritual alcanzado lo ha convertido en
dinámico. Es de comprender, por tanto, que cualquier persona
no puede ser clarividente voluntario ya que si no ha madurado
para ello no lo alcanzará porque los Maestros y Jerarquías
superiores saben que lo podría utilizar para cosas personales y
de manera egoísta. La clarividencia va unida a un largo trabajo
altruista sobre la humanidad y a un continuo deseo de utilizar
ese poder como Cristo predicó.
Hay varios grados de visión dentro de lo que llamaos
clarividencia. El grado más bajo es el que permite ver lo que
hay en la región etérica del mundo físico, esta visión permite
ver “a través”, es decir, el interior del cuerpo, de una caja o una
casa y también a los Ángeles, espíritus de la naturaleza,
elementales, etc. que habitan en esas regiones. Otro grado nos
permite ver el mundo de deseos pero “desde dentro”, o sea, nos
identificamos con los átomos de ese mundo y por tanto, vemos
todos los seres que lo habitan (Arcángeles, Ángeles, personas,
cascarones de animales y hombres, etc.) Hay más grados de
clarividencia que se van desarrollado según se progresa en el
sendero de santidad y según se adquieren las iniciaciones dadas
por los Hermanos Mayores como mérito a nuestro esfuerzo por
ser cada día más altruistas, amorosos y fraternales.
Como la clarividencia se adquiere según se espiritualiza
la personalidad y según vamos manifestando progresivamente
a nuestro Yo superior, quiere decir que su adquisición está
unida a la de las iniciaciones que también nos permiten salir
conscientemente del cuerpo físico para volver a serlo en los
mundos superiores. Pero, de una forma u otra, el clarividente
voluntario será un ejemplo de altruismo y fraternidad y solo
hará uso de ese poder de manera humilde y secreta; mientras

262
que el que lo desarrolla por otros medios contrarios, no solo
estará limitado para su uso, sino que también es posible que lo
utilice para beneficio propio. Como hemos explicado no es
fácil hacerse clarividente voluntario y menos aún investigar las
vidas pasadas, la memoria de la naturaleza ni lo que ocurre en
los mundos invisibles; por consiguiente y por lo general, quien
va diciendo o insinuando que es clarividente y que ve los otros
mundos no es muy digno de crédito.

La comunicación o transmisión de fuerzas entre los


diferentes cuerpos superiores e invisibles se efectúa a través de
unos centros comúnmente llamados chacras. Los más fácil de
ver para cualquier persona con algún grado de clarividencia son
los del cuerpo etérico que son como depresiones o vórtices
giratorios. Hay muchos centros en el cuerpo etérico pero los
más conocidos son siete, siendo el principal el del bazo por su
función respecto a la utilización del cuerpo físico; el resto
tienen relación con éste pero hay otros que se procura no
nombrar por su peligrosidad si se llegarán a estimular. Sobre
ellos actúan siete fuerzas de la naturaleza, la vitalidad solar y
otras procedentes de los mundos espirituales. Aunque con
cierto aspecto de nácar, en cada centro predomina un
determinado color y fuerza, siendo los colores más notables en
las personas más desarrolladas así como su tamaño y actividad.
Además de mantener vivo el cuerpo físico, cada centro tiene
una relación con los chacras del cuerpo de deseos, si bien es
cierto que los centros etéreos están en la superficie del cuerpo
etérico y los del cuerpo de deseos están más bien dentro. Los
centros etéreos también transfieren las cualidades de cada
centro del cuerpo de deseos a la conciencia física. Por ejemplo,
sentir, recibir y simpatizar con las vibraciones de otros cuerpos

263
de deseos, utilizar (en su momento) el cuerpo de deseos
conscientemente, ver y oír en el mundo de deseos, y otros
poderes futuros.
También se podría decir que los chacras tienen forma
de discos giratorios que, según el desarrollo, se mueven en un
sentido o en otro y que brillan. Suelen tener un diámetro entre
6 y 18 centímetros y cuando se desarrollan permiten grabar en
la memoria lo que hacemos en los planos invisibles. Es el
chacra que se encuentra en la parte etérica del bazo el
encargado de absorber la vitalidad solar de la atmósfera y
transformarla para distribuirla por todos los meridianos y
demás chacras. Es de este centro desde donde se alimenta de
energía el sistema nervioso y gracias al cual se mantiene la
salud; cuando hay mucha vitalidad es expulsada hacia el
exterior del cuerpo en forma de líneas rectas y cuando falta se
siente la persona cansada y actúa como una esponja respecto a
la vitalidad de los demás. Los centros del cuerpo de deseos no
son órganos de sentidos porque en realidad se ve y se oye con
todo el cuerpo de deseos, el desarrollo espiritual del hombre
lleva consigo la facultad sensorial de responder a, cada vez, un
orden superior de vibraciones. La materia de deseos está en
continuo movimiento en el cuerpo y a través de sus centros, y
como es el medio de ser consciente allí, significa que “vemos”
y “oímos” por abajo, por arriba y por todos los lados.
Hay escuelas y supuestos “maestros” que enseñan a
despertar la energía concentrada en la base de la columna
vertebral comúnmente llamada kundalini, sin embargo no
saben o no quieren saber el gran peligro que eso conlleva para
la mayoría de las personas. Esta energía es de origen divino,
está en los diferentes mundos, y por medio del desarrollo

264
espiritual va despertando poderes según pasa por los chacras;
es decir, abre nuestra conciencia a los mundos superiores.
Despertar esta energía antes de lo que corresponde,
evolutivamente hablando, trae muchos peligros e incluso puede
producir la muerte, esto lo han dicho todos los verdaderos
ocultistas del siglo pasado, sin embargo, los ignorantes y
algunos otros, con tal de ganar dinero en sus cursos hablan a
sus alumnos de despertar esos poderes. Además del peligro
físico despierta las más bajas pasiones y deseos animales en el
hombre, por eso solo se aconseja trabajar por el desarrollo
espiritual y olvidarse de dichos poderes porque ya se
despertarán a su debido tiempo y cuando estemos preparados
para utilizarlos responsablemente para ayudar a la humanidad.
Aquí se puede aplicar aquello que dijo Cristo de: “Buscad
primero el Reino de Dios y Su justicia y todo lo demás se os
dará por añadidura.” Por que cuando hemos trabajado lo
suficiente sobre el Espíritu aparecerá un verdadero Maestro que
nos ayudará a despertar esos centros como recompensa al
esfuerzo y por mérito propio.

Los chacras del cuerpo de deseos están muy


relacionados con los poderes supra-normales del hombre y se
puede trabajar sobre ellos a través de la mente pero lo ideal es
que se desarrollen según el trabajo que se haga para hacer
descender la influencia del Yo superior sobre ellos sin poner en
riesgo la salud ni el cuerpo físico. Cuando estos chacras se
desarrollan y funcionan de forma armónica con las fuerzas de
los mundos superiores su poder es controlable por el hombre,
pero si se despiertan por otros conductos, el hombre será su
esclavo y no podrá hacer nada para contrarrestar su influencia
negativa.

265
Recordemos que el hombre tiene varios cuerpos
energéticos con comunicaciones entre ellos, con chacras,
átomos simientes, etc. y que todos están unidos entre ellos y a
su vez al Alma y al Espíritu. Por tanto, la única manera de
desarrollarlos positivamente es haciendo que desde el cuerpo
físico se abra un canal hacia los mundos espirituales para que
todo ese entramado de cuerpos despierten a la llamada del
Espíritu. Es necesaria la dirección de un Maestro para enseñar a
utilizar los poderes que conceden esos centros así como para
saber despertarlos y trabajar con los superiores sobre los
inferiores. Pero para conseguir todo eso es necesario esforzarse
al máximo toda una vida o incluso varias para espiritualizar los
cuerpos y el carácter, de esa forma se transfieren las fuerzas
positivas despertadas de los tres chacras inferiores a las
superiores. Cuando se practican los ejercicios dado en este
libro y se desarrolla la voluntad y la persistencia para llevar
una vida santa, se subyugan las energías y se pone en actividad
el mecanismo que atraerá la atención de un Maestro que nos
ayudará a despertar los poderes que merecemos tener como
recompensa a nuestro esfuerzo.

Es necesario ser responsable, meditar de una manera


lógica y sensata y no tener prisa porque, quien busca poderes y
no hace lo que aquí se dice y, por el contrario, escucha a
muchos maestrillos y escuelas irresponsables, puede terminar
en el hospital o en el psiquiátrico. Cuando se fuerzan las cosas
no salen bien y en este caso se puede terminar siendo un
pervertido sexual, un neurótico, un antisocial o un loco entre
otras cosas. La voluntad, el amor puro hacia el prójimo y la
correcta utilización de la mente creadora para fines positivos,
son la base del desarrollo requerido, dicho de otra forma,

266
dedicar la vida al Espíritu de una forma voluntaria y haciendo
las cosas con el corazón y de forma inteligente.

LA AUTOSUGESTIÓN

La sugestión actúa sobre la subconsciencia para llevar


al individuo a la acción, así es que la autosugestión ocurre por
el efecto de la mente consciente sobre la subconsciente. Pero
como la mente subconsciente data de la Época Lemúrica, no
entiende el lenguaje de la mente consciente (palabras) y es por
eso por lo que para dirigirse a ella es mejor utilizar los
símbolos, por tanto, lo ideal es hacer una imagen mental de lo
que queremos que ocurra o ser y repetir hasta que la
subconsciencia lo entienda y actúe sobre ella según pueda.
Pongamos un ejemplo: Una persona que pierde los nervios con
los niños o en cualquier lugar y se altera, y grita, etc. Esta
persona debería hacer nada más despertarse un ejercicio de
visualizar esas situaciones pero viéndose todo tranquilo y con
un comportamiento correcto y cariñoso con esas personas. Este
ejercicio hará que el subconsciente grave esas imágenes como
que deben ser así, así es que, cada vez que esa persona actúe de
forma contraria, actuará a modo de recuerdo para decirle que lo
que hace no es lo que debe ser e induciéndole, por tanto, a
actuar responsablemente.

SUGESTIÓN HIPNÓTICA

Es la que se hace una vez que la persona está dormida


por pases magnéticos, por la fijación de los ojos en algo que
brille o la que se hace mientras la persona duerme. La persona
actúa como un hipnotizado principalmente cuando las ideas o

267
pensamientos mandados a su subconsciente son de una
naturaleza similar a la suya y cuando estas ideas han madurado
y, por tanto, han estimulado lo que hay y que es similar en el
subconsciente. Si no hay una naturaleza subconsciente similar
a las ideas que se intentan grabar no será fácil que resulte la
acción. Y es aquí donde debemos tomar nota para poder
protegernos de toda clase de ideas malévolas e interesadas. Por
ejemplo: Una persona que es débil ante el alcohol será fácil
hipnotizarle para que beba algo diciéndole que es alcohol; pero
si esta persona se está quitando de beber o no bebe alcohol y se
está mentalizando (autosugestionando) de que el alcohol, es
malo, no le será tan fácil al hipnotizador conseguir sus
propósitos.
La sugestión telepática es la base de cualquier ataque
psíquico pero también se puede utilizar para hacer el bien a
otros. Pero el primer paso es rodear a la persona con una
atmósfera mental de la misma naturaleza de la idea que
tenemos para con respecto a la persona elegida, esto es, si
queremos inducir a una persona la idea de que el alcohol es
malo debemos crear pensamientos de esa naturaleza pero
pensando y visualizando a esa persona. Desde el momento en
que esa persona admita que el alcohol es malo ya tendremos su
puerta abierta para bombardearle con sugestiones de
verdaderos amigos que desean que se cure y que no beba más.

HECHOS Y ASPECTOS FÍSICOS A TRAVÉS DEL CUERPO


ETÉRICO

Como sabemos, el Ego está conectado y mueve el


cuerpo físico por medio de la mente y del cuerpo etérico que
compenetra, el cual es el molde del cuerpo físico. Hay

268
“fenómenos” en que, sin aparente explicación, se mueven
objetos, se siente el peso de alguien en la cama, se hacen
marcas o magulladuras en el cuerpo físico y un sinfín de cosas
más. En algunos casos tenemos la respuesta en los elementales,
esos espíritus subhumanos que, por diversión o ignorancia del
mal que hacen, se entretienen haciendo algunas de esas cosas.
Pero hay otros en que, además de que pueda ser
involuntariamente, los hechos ocurren porque alguien lo desea
como es el caso de un ataque psíquico. La mente no puede
mover un objeto, la mente hace que se mueva el cuerpo físico
pero por medio del cuerpo etérico y, aunque es cierto que un
pensamiento puede ser utilizado por un elemental para
utilizarle como cuerpo y actuar, la realidad es que los objetos
los mueve la materia más densa del cuerpo etérico. Esta
materia, comúnmente llamada “ectoplasma”, es la que una
persona puede utilizar como fuerza y medio para hacer que una
puerta se cierre o un médium malévolo para atacar a otra
persona. Esta materia etérica que pertenece a la persona que
está realizando el trabajo, puede ser enviada a cierta distancia
en forma de lo que la persona desee; sin embargo eso debilitará
mucho a la persona actuante.

¿CÓMO SE CREAN LOS ELEMENTALES TEMPORALES?

Hay espíritus elementales subhumanos que están


evolucionando en el mundo etérico, que no tienen inteligencia
sino una especie de instinto, y que suelen ser obedientes ante
una fuerte y firme voluntad. Sin embargo, el ser humano puede
crear también unos elementales normalmente llamados
“artificiales”. Estos elementales son algo así como una forma

269
de pensamiento creada y repetida con voluntad y
concentración, que tiene una misión definida por su creador y
con una vida que puede durar mucho o poco dependiendo de la
voluntad que haya puesto su creador y de cuantas veces lo
regenere. Por ejemplo, una persona que sabe que un familiar
que vive en el extranjero se está muriendo, puede crear un
pensamiento-forma de la forma que se ha dicho y darle vida y
su propia imagen con su imaginación a la vez que piensa que
está junto a su familiar dándole amor; cuanto más haga ese
ejercicio más fortaleza tendrá ese elemental y podrá dar ese
amor que su creador envía. Naturalmente que esto se puede
hacer tanto para el bien como para el mal pero, ¡ay de aquel
que lo haga para mal! En verdad es ignorante de lo que se está
creando para la próxima vida y lo que le puede pasar en la
actual.
EGRÉGORES

Cuando en un lugar se reúnen a menudo y durante


cierto tiempo un grupo de personas para hacer un ritual como
ocurre con las iglesias y sus rituales así como en las logias y
escuelas de ocultismo, se crea lo que en esoterismo llamamos
un egregor. Un egregor es la condensación y forma de
determinada vibración procedente de las palabras, sentimientos
y pensamientos de la humanidad y que en un momento dado
actúa con vida propia y de forma independiente. Estos
egrégores influyen a los concurrentes al lugar donde han sido
formados desde los planos etéricos pasando por los del Mundo
de Deseos y alcanzando incluso al Mundo del Pensamiento.
Por tanto, son creados por el ser humano y después es el ser
humano quien puede ser influenciado por ellos. Veamos unos

270
ejemplos: Una persona que se acostumbra a hacer una serie de
oraciones y meditaciones espirituales estará creando un egregor
en el lugar donde lo haga, y nada más entrar en ese lugar o
donde se encuentre a esa hora, es posible que eche en falta esas
oraciones y meditaciones porque el egregor se las pida a modo
de alimento. Pero si esa misma persona tiene un cambio en su
vida y comienza a tener (por ejemplo) celos y se deja llevar por
ellos, y cada día crea más pensamientos y sentimientos de celos
hasta el punto de verse dominado por ellos, no solo morirá el
egregor espiritual de las oraciones por falta de alimento, sino
que estará creando otro de los celos que le estimulará para que
le alimente.

En el Mundo de Deseos y del Pensamiento existen


egrégores de todas las cosas malas que solemos practicar y
pensar así como de otros elevados que son fruto de todos
nuestros buenos sentimientos y pensamientos. Así es que si
queremos quitarnos alguna negatividad de nuestro carácter o
forma de pensar y actuar, debemos tener claro que, al estar
conectados con esos egrégores cuando nos ponemos en su
misma sintonía, debemos ser fuertes y tomarlo como una
batalla en la que nuestra victoria será la de terminar por no
practicar lo que ese egregor representa. Para vencer a los
egrégores negativos personales hay que dejar de practicar el
mal que representan y comenzar a trabajar con el polo opuesto
y con el bien en general. Para alimentar los egrégores más
elevados hay que desarrollar la verdad, el amor, la fraternidad,
el altruismo, etc. porque de esta forma fortaleceremos el bien
en los mundos superiores. Para debilitar y combatir los
egrégores del mal en los mundos superiores simplemente no

271
hay que practicar ni dejarse llevar por los malos pensamientos,
sentimientos, deseos, etc.

INFLUENCIAS DE LA ATMÓSFERA PSÍQUICA

Lo mismo que determinada imagen de una iglesia está


rodeada de un aura de espiritualidad gracias a los rezos y
oraciones y por ser objeto de una gran devoción, así mismo
puede ocurrir con un objeto (amuleto) o con la atmósfera de un
determinado lugar. Los castillos, mansiones y lugares antiguos
donde vivieron seres extraños, malvados, que hacían brujería o
espiritismo, etc. están teñidos con una atmósfera negativa que
puede causar depresión, nerviosismo, miedo e incluso visiones
de seres que la habitaron y ruidos extraños. Pero estos casos
son cada vez menos frecuentes, sin embargo, lo que
verdaderamente importa e interesa saber es dónde podemos
encontrar una atmósfera positiva o cómo podemos crearla.
Cualquier iglesia o lugar donde se haga a menudo algún tipo de
servicio religioso que eleve el espíritu por medio de los
sentimientos devocionales, contiene una atmósfera espiritual
que la compenetra y rodea. Estos lugares no solo atraen a
Ángeles y otros seres elevados sino que, además, tienen su
propio espíritu artificial. De una forma u otra esos lugares
tienen una gran influencia sobre los cuerpos invisibles de las
personas que penetran en su atmósfera, si son sensitivos,
pueden percibir algo más que las vibraciones. La eucaristía es
un sacramento muy especial porque en él intervienen Ángeles
y espíritus auxiliares de los mismos que se encargan de
administrar y beneficiar a los asistentes con las fuerzas
invisibles espirituales que el sacerdote hace descender durante

272
el ritual (en la mayoría de los casos inconscientemente) y que,
naturalmente, más benefician a quien está más abierto a ellas.
También ocurre algo parecido con los objetos, se han
dado casos de que objetos antiguos han causado problemas
psíquicos a sus compradores o a los que visitan el lugar donde
se encuentran. Pero también por esa misma regla podemos
afirmar que un crucifijo, un rosario, o un verdadero amuleto,
(hecho con conocimiento) si se consagra y se mantiene con un
sentimiento de devoción, como algo espiritual cuyas fuerzas
proceden de Dios, también causan buenas vibraciones y
benefician a sus propietarios. Es bueno tener siempre presente
que los pensamientos junto a sus correspondientes
sentimientos, son habitados por un espíritu elemental y que,
dependiendo del carácter que tengan pueden ir a determinado
lugar o persona e influenciar con sus vibraciones sean de la
naturaleza que sea. Por consiguiente, cada pensamiento que
dejamos o enviamos a un objeto, persona o lugar, hará un bien
o lo contrario, con la particularidad de que esos pensamientos
vuelven a su creador con el mensaje de la experiencia y muy
posiblemente engrandecidos por otros pensamientos ajenos
puesto que éstos atraerán a los que se encuentre y que sean de
la misma naturaleza. De aquí la necesidad de comprender el
bien que podemos hacer en nuestra propia casa, (incluso para
protegerla) con algún objeto en particular que queramos
magnetizar positivamente a modo de amuleto y también
respecto a ayudar a alguna persona enviándole pensamientos de
ayuda, amor y compasión.

SERES QUE HABITAN ENTRE NOSOTROS

273
Para que el que se inicia en estos conocimientos tenga
una idea de lo que significa la compenetración de los mundos
y, por tanto, la de sus habitantes con la humanidad, mencionaré
algunas de esas entidades contando con que el lector haya
tomado nota de lo dicho respecto a los diferentes grados de
materia que ocupan un mismo espacio a la vez sin tener porqué
entorpecer en los otros mundos o espacios.

Entidades subhumanas mantienen vivas las formas de


pensamiento que emiten los alcohólicos, drogadictos y todas
aquellas personas inmorales dominadas por el aspecto más bajo
y animal del cuerpo de deseos. Estos elementales subhumanos
crean formas horribles que están en las regiones inferiores del
Mundo de Deseos y en las regiones etéricas del mundo físico y
son las que suelen ver los alcohólicos que padecen delirium
tremens. Se pueden manifestar de diferentes formas, veamos
algunas de ellas: Pueden utilizar los cuerpos de deseos
desechados de personas apegadas a la tierra por diferentes
motivos como pueden ser sexo, alcohol, droga, etc. Estos
cascarones, cuyo apego ha creado casi una conciencia propia,
se sienten atraídos por los lugares y las personas con los que
trataban cuando tenían cuerpo físico, y aprovechando esas
circunstancias, un elemental puede hacerse pasar por el
fallecido para intentar hacer algún daño. Aprovechan el
contacto con un médium, algún juego como la oui-ja o la
escritura automática, e incluso las fuerzas magnéticas de
algunos lugares para mover objetos y dar a entender que están
ahí. Los elementales buscan la manera de hacerse con un
cuerpo físico y se han dado casos de hacerse con alguno de
personas que se inician en el mundo de lo oculto y que,
haciendo diferentes tipos de ejercicios que bien se podrían

274
considerar negativos o de magia negra, han abandonado
momentáneamente su cuerpo sin la debida precaución. No es
necesario decir que muchas personas que se meten en el mundo
del espiritismo y de la magia negra han terminado con
tratamiento psiquiátrico o en un centro de internamiento por
hacer tales prácticas; por no decir los que han sido
obsesionados. Como norma hay que dejar claro que ningún
espíritu bueno y elevado utiliza la oui-ja ni a un médium ni
nada parecido para manifestarse. Jugar a la oui-ja, como a
cualquier otra clase de espiritismo, es abrir la puerta a toda una
serie de espíritus desencarnados y elementales que intentarán
“jugar” para, al final, apoderarse poco a poco de la mente más
débil del grupo.
Los Arcángeles, que son los espíritus grupo que dirigen
la evolución de los animales, están dos grados por encima de la
humanidad, ellos ayudan a evolucionar a las especies animales
y al hombre actuando como espíritus de raza, país, religión,
familia,…. Su labor está centrada en el Mundo de Deseos y
fueron creados por Dios antes que los Ángeles.
Los Ángeles están un grado por encima de la
humanidad y lo mismo que nosotros ayudamos a evolucionar a
los reinos que nos siguen y muy en particular al mineral, ellos
lo hacen también con nosotros y con los reinos mencionados
pero trabajando con el éter sobre el cual toma forma la materia
física. Los Ángeles trabajan principalmente desde la región
etérica del Mundo físico y también se encuentran entre
nosotros; de hecho, nosotros no podríamos evolucionar sin
ellos.
Los espíritus de la naturaleza (gnomos, ondinas,
duendes, hadas, silfos, salamandras…) son los que, bajo la

275
dirección de otros seres superiores como los Ángeles, crean las
formas por medio de su trabajo con la materia etérica y
atómica. Una flor tiene un cuerpo etérico y sobre ese cuerpo
etérico se construye la forma física trabajando con los átomos,
pues bien, nosotros no podríamos admirar la belleza de esa flor
si no fuera porque los gnomos y las ondinas se encargan de
ello. Estos espíritus, junto con los Ángeles, colaboran en la
formación de lo que llamamos “naturaleza” incluyendo todos
sus fenómenos (nubes, tormentas, terremotos, volcanes, etc.)
Los cascarones de los cuerpos de deseos del hombre y
de los animales que muchas veces son utilizados de muy
diversas maneras por seres de la más baja moral y sin
escrúpulos.
La humanidad misma en su estado post-morten y por
las noches mientras duermen sus cuerpos físicos también
pueden estar en varios de los mundos superiores. A ésos hay
que añadir los que ya no necesitan renacer, los auxiliares
invisibles y los que, siendo conscientes en esos mundos, hacen
otros trabajos relacionados con el progreso y espiritualidad de
la humanidad.
El suicida es otro de los habitantes que más apegado
está a la tierra después de haber perdido su cuerpo físico. Antes
de que se introduzca en la matriz de la futura, cada Ego, con la
ayuda de otros seres pertenecientes a otras Jerarquías
superiores a la nuestra, prepara su futura vida o destino. Esto es
algo así como el que crea o inventa una maquina que, aún sin
construir, el inventor ya la ve funcionando en su esquema
mental. El futuro destino, basado en su vida o vidas pasadas, se
graba en un arquetipo (la idea o esquema del inventor) el cual
tendrá una vida, o mejor dicho una vibración, de determinada

276
cantidad de años. Por consiguiente, cuando el suicida “mata” a
su cuerpo sin haber llegado a los años de vida previstos en
dicho arquetipo, siente los mismos deseos y necesidades que
sin estuviera vivo y, además, tendrá que estar en esas regiones
inferiores del Mundo de Deseos hasta que llegue el momento
previsto de la muerte, que es cuando se desintegrará dicho
arquetipo.
Espíritus artificiales creados por el mismo hombre,
buenos y malos según sean sus pensamientos y sentimientos.
También están entre nosotros y se sienten atraídos por los
pensamientos y sentimientos o deseos de los demás siempre
que sean de la misma naturaleza. Esto es, el que lleva en su
aura vibraciones relacionadas con la oración, la bondad y el
amor, atraerá todo lo que se halle en su alrededor que sea de la
misma naturaleza.
Hay átomos como el argón (relacionado con un gas)
que son capaces de atravesar la materia sólida y de
compenetrase con ella, ya que no se combina con ninguna otra
substancia, pues bien, eso mismo pasa respecto a la
convivencia en un mismo espacio de todos esos seres invisibles
a nuestros ojos y nuestros cuerpos físicos. Por tanto, lo mismo
que un determinado átomo sirve igual para formar parte de un
cuerpo físico que de una mesa, así la materia de los cuerpos de
estos seres es la misma de la que se componen nuestros
cuerpos invisibles, de decir, esos seres compenetran nuestros
cuerpos de materia más sutil y algunos incluso intervienen en
las funciones orgánicas de nuestro cuerpo físico. ¿Hacemos
nosotros consciente y voluntariamente (como un trabajo) la
digestión, la excreción, o cualquier otra función orgánica?
Estas funciones que demuestran inteligencia no se pueden

277
hacer por casualidad y, aunque alguien afirme que son cosas de
la naturaleza, hay que decir que sí pero que esa naturaleza
“inteligente” son precisamente ciertos seres que habitan las
regiones etéricas.
Si un clarividente describiera lo que ve en esos mundos
no solo mencionaría todo lo dicho hasta ahora sino que
relataría cómo viven y qué hacen, la felicidad de los que están
en el cielo; la desdicha y el sufrimiento de los que se
encuentran en lo más bajo del purgatorio; la vida de dicha que
tienen los niños; o lo desgraciados que son las personas que,
dominados por los peores sentimientos y deseos se apegan a la
Tierra con el peligro de perder su Alma. Pero algún otro
clarividente también podría describir el poder de los Hermanos
Mayores sobre la humanidad quienes, a través de su amor,
altruismo y fraternidad ayudan y guían a la humanidad.

278
279
CAPÍTULO VI

¿CÓMO ES EL MUNDO DE DESEOS O ASTRAL?

Sabemos que el cuerpo físico está compuesto de materia


como cualquier otra forma material, que tiene una vida (cuerpo
vital) que le anima y que mantiene el cuerpo en buen estado y
que, además de la mente, tenemos un cuerpo de deseos que
hace que nos movamos gracias al incentivo para la acción que
nos causa. Esto quiere decir que si no tuviéramos cuerpo de
deseos seríamos como las plantas, o sea, tendríamos un cuerpo
físico y otro etérico pero estaríamos estáticos. Este incentivo
para la acción viene dado por los deseos, sentimientos,
emociones y pasiones que el hombre tiene y por los que, en
muchos casos, se deja dominar por no saber imponer su
razonamiento y su voluntad.
Si consiguiéramos poner en una habitación siete grados
de densidad de humo de tal manera que los tres más claros
estuvieran situados desde la media altura hasta el techo y los
tres más densos de menor a mayor, desde el mismo centro
hasta el suelo, podríamos tener una idea de lo que es el Mundo

280
de Deseos y el cuerpo de deseos del hombre. Una persona que
se ha dejado llevar por las pasiones, deseos y sentimientos más
bajos y que no ha tenido nunca en consideración a los demás,
tendrá en su cuerpo de deseos mucho más humo negro y denso
y casi le ocupará toda la forma ovoide de este cuerpo. Esta
persona se vería retenida por el grado más bajo que hay en la
habitación porque lo tiene en su aura y está en sintonía con él,
como es lógico, no podría elevarse a los grados superiores
hasta que limpie o se quite (purgue o sufra) el humo negro de
sus malas actuaciones. Por el contrario, una persona devota que
siempre se ha preocupado por el prójimo y que ha cumplido
con sus deberes y responsabilidades, no tendrá humo negro,
solo tendrá algo de gris (por algunas críticas, malos
pensamientos, etc.) y el resto de su cuerpo será casi aire puro;
como consecuencia irá a los grados superiores de esa
habitación porque no lleva nada que le haga ser retenido por el
humo denso inferior.

Así es que, lo mismo que una persona culta y pura no


aguantaría vivir en los barrios más bajos de las ciudades y
intentaría volver cuanto antes a su medio ambiente donde está
adaptado, así mismo la persona “mala” mencionada en el
párrafo anterior, no estaría a gusto en los planos superiores del
Mundo de Deseos y preferiría estar en las inferiores donde se
encontraría en su propia salsa. Estas personas rencorosas, con
ánimo de venganza, muy metidas en vicios y placeres, etc., se
quedan en las primeras regiones del Mundo de Deseos después
de morir con la intención de seguir satisfaciendo sus deseos y
costumbres o incluso con la intención de influenciar a alguien
similar a ella para que haga algo de lo que hacía ella en vida.
De esta forma podemos imaginar que estas personas son

281
capaces de influenciar a un borracho para que beba y así poder
compenetrar su estómago para absorber las emanaciones del
alcohol. Y lo mismo respecto a influenciar a una persona
dominada por el deseo de matar a otra y darle el impulso
último que necesita para hacerlo.

Las personas del ejemplo con un cuerpo de deseos puro


y con muy poco humo gris, estarán muy poco tiempo en el
Mundo de Deseos y será casi todo en las regiones que
llamamos el Cielo, ya que el humo gris sería como la región
más elevada del Purgatorio. Las personas con su cuerpo de
deseos negro estarán mucho más tiempo (a veces siglos) en las
regiones inferiores del Mundo de Deseos porque se encontrarán
tan a gusto que no tendrán prisa; salvo que algún Auxiliar
invisible le explique y convenza de que hay otra vida superior.
Aunque cada vez menos, lo cierto es que muchos de los
crímenes y maldades que se cometen a diario en la sociedad
tienen su causa en las regiones inferiores del Mundo de
Deseos. Un violador que, obsesionado por el sexo, muere por
cualquier circunstancia cuando está violando, (por la policía,
por la víctima en defensa propia, etc.) verá la puerta abierta
para ir a los ambientes de sexo donde intentará influir a otros
para que violen o hagan otras cosas peores. Un racista que es
ejecutado se verá libre para estimular a las personas negativas y
de débil voluntad que sean como él para que actúen como tal.
Así mismo actuará todo aquel que se vea dominado por los
deseos más groseros. Todos estos seres que se valen de otros e
incluso de los médium y obsesos, no solo están en lo más bajo
del Mundo de Deseos sino que estarán ahí hasta que se cansen
de tanto mal y decidan cambiar de actitud.

282
Nuestro cuerpo está formado por muy diversos grados
de materia perteneciente al Mundo de Deseos, o lo que es lo
mismo, nosotros tenemos una gran variedad de sentimientos y
deseos que están entre los más negativos y los más positivos.
El Mundo de Deseos es exactamente igual en ese sentido, está
compuesto de siete divisiones regidas por varias leyes y es
donde se encuentra el infierno (para algunos) el Purgatorio y el
Cielo, que es como decir que son divisiones donde se
encuentran las peores personas de nuestra sociedad hasta las
superiores donde se vive en paz y felizmente. Como
consecuencia de las leyes que rigen en este mundo y como
impulso para la acción que es, podemos asegurar que sin ese
mundo y, por tanto, sin el cuerpo de deseos, no habría
experiencias, crecimiento espiritual ni evolución.
Cuando tenemos aspiraciones espirituales, deseos,
sentimientos, etc., estamos utilizando la materia de alguna de
las divisiones de este mundo, lo que a su vez, repercute sobre
ella misma y sobre quienes en un futuro la vuelvan a utilizar.
Aquí hay una especie de enfrentamiento entre la verdad y la
mentira, lo bueno y lo malo, lo verdadero y lo falso,…. y
nuestro deber es actuar con verdad, rectitud, nobleza de
sentimientos y deseos elevados con la intención de colaborar
con el bien y mantener el equilibrio en ese mundo.
Cuando alguien despierta a la luz del Mundo de Deseos
después de recopilar el panorama de su vida pasada, tiene la
sensación de estar descansando como nunca lo había hecho
antes, algo así como sentirse libre de una pesada carga puesto
que allí se mueve sin cuerpo físico y porque puede recorrer el
planeta entero por medio del pensamiento. Los enfermos
tampoco sufren ni se sienten atados al cuerpo enfermo puesto

283
que allí no existe la enfermedad y, por el contario, pueden
recomponer su aspecto; no hacen falta alimentos, ni ropa, ni
hace frío o calor, ni existe el tiempo, ni el día o la noche, etc.
Allí las formas, aunque aparentemente reales, están compuestas
de una materia brillante y de multitud de de colores pero que se
puede traspasar como se traspasa el vapor en nuestro mundo.
Allí podemos crear nuestro hogar con los objetos y las formas
más bellas y originales que nos podamos imaginar.
El Mundo de Deseos es un mundo de luz y color cuya
materia está constantemente cambiando y donde trabajan una
gran variedad de jerarquías y seres espirituales. Es muy difícil
moverse en él durante mucho tiempo precisamente por su
aspecto cambiante, de hecho eso es lo que les pasa a los
muertos cuando despiertan en ese mundo y también a los que
son conscientes allí o clarividentes de este mundo. Ser
conscientes allí también cuesta un tiempo puesto que ya no
tenemos los sentidos físicos y lo tenemos que hacer por medio
de los sentidos del cuerpo de deseos. Precisamente cuando una
persona recién fallecida o sin experiencia en ese mundo se guía
como si tuviera sentidos físicos, empeora las cosas, por tanto,
es mejor comenzar a actuar desde cero aprendiendo a utilizar
los sentidos del cuerpo de deseos.
Lo mismo que en nosotros puede haber deseos y
sentimientos sensuales, pasionales y de todo lo peor a la vez
que podemos tener otros elevados, así el Mundo de Deseos y el
cuerpo de deseos compenetran el planeta y el cuerpo físico sin
necesidad de ningún tipo de desplazamiento. Podríamos decir
que, en cierto modo, la estancia en ese mundo es como un
sueño puesto que allí nos encontramos con lo que aquí hemos
“programado”. El sensual irá al ambiente que él desea; el

284
incrédulo y materialista se encontrará en una completa
monotonía puesto que él esperaba que después de la muerte del
cuerpo acabara todo; el que ama las bellas artes podrá
expresarse como nunca hubiera podido imaginar gracias a la
materia de deseos; el musulmán irá a su paraíso por algún
tiempo, y así sucesivamente según las creencias correctas o las
ilusiones o falsedades creadas y creídas. Según las creencias
que haya tenido el hombre respecto a la vida futura y lo que de
la misma haya esperado, será lo que le aguarde, por ejemplo, el
que piense que después de la muerte hay un aniquilamiento
hallará un vacío absoluto durante bastante tiempo después de la
muerte. El Mundo de Deseos permite la libre expresión de los
ideales de cualquier persona que allí llega, sean de lo más
elevado o lo de más bajo, es decir, la vida en el Mundo de
Deseos es un reflejo de dichos ideales; cada uno se encuentra
con el reflejo de sus pensamientos, sentimientos y emociones.

No puede ser de otro modo, no sería correcto poner a un


indígena de una tribu en un Mundo de Deseos moderno como
lo es occidente, el indígena se encontrará en un medio
ambiente donde habrá otros indígenas que hayan tenido su
misma imaginación, deseos y aspiraciones; por tanto, vivirán
en un lugar que será el resultado de las combinaciones de todos
esos aspectos. Sin embargo esa convivencia hará que crezca el
sentimiento de compañerismo y amistad de tal manera que,
aunque entre algunos de ellos hubiera enemistad, se
trasformará en amistad y después en amor universal. En cada
región donde se está se van eliminando todos los aspectos
negativos del carácter y se van transformando en nuevos y más
elevados ideales hasta terminar en una fraternidad. Cada uno
encuentra en el Mundo de Deseos el Purgatorio, Infierno o

285
Cielo en que creyó, se pone en contacto con los que profesan
sus mismas creencias pero sin otras contrarias. Las religiones,
o cualquier otro movimiento similar, solo muestran los
aspectos más elevados para que cada individuo pueda aprender
y progresar y para eliminar lo erróneo que esa persona
contenga como conocimiento.
En el Mundo de Deseos se vive tres veces más
rápidamente que aquí, por eso solemos estar un tercio de
nuestra vida terrestre pero no ocurre lo mismo con los que se
sienten atraídos por la vida terrenal ni con los muy
desarrollados espiritualmente hablando. En este mundo se tiene
la sensación de crecer enormemente y de estar en muchos sitios
a la vez según reciban las impresiones las facultades
perceptivas desde muy diferentes sitios donde estuvo el
individuo.

¿EXISTE EL PURGATORIO? ¿QUÉ OCURRE ALLÍ?

Una vez hecha una pequeña síntesis de lo que es el


Mundo de Deseos analizaremos el mismo desde un punto de
vista más objetivo y más concretamente sobre las dos
divisiones en que se dividen sus siete regiones, es decir, el
Purgatorio y el Cielo. El Purgatorio se sitúa en las tres primeras
o inferiores regiones, sin embargo y aunque en ocultismo no se
suele considerar, podríamos decir que, de tener que situar al
infierno, lo haríamos en la primera o más inferior de dichas
regiones. Podríamos definir el infierno como el lugar donde
van las personas poco desarrolladas, terroristas y personas que
han causado mucho sufrimiento. Es un lugar donde reina la
tristeza y el sufrimiento en vez de la belleza y la luz. En

286
realidad, el infierno lo crean las personas mismas con sus
malas y multiplicadas obras, mientras que la intención de las
Leyes Divinas es enseñar el camino más corto y recto para la
purificación de los defectos y debilidades y para la adquisición
de un nuevo estado de conciencia. Estas regiones, como todo lo
existente por encima del plano físico, son subjetivas para
nosotros pero tan reales y objetivas para los que están allí como
para nosotros lo es el mundo físico.
Antes de entrar el hombre en el Mundo de Deseos o
Purgatorio se reconforta por haber abandonado el cuerpo físico
y por medio de esa especie de sueño que le lleva del mundo
físico al Mundo del Deseo. Este “sueño del Alma” es similar al
que tiene el niño en el vientre de su madre y antes de nacer. Lo
mismo que está protegido el niño en el vientre de la madre, así
está protegido el hombre; y lo mismo que la madre siente y
vela con amor y por el futuro hijo, así velan y cuidan los
Ángeles al recién fallecido.
Cuando una persona tiene grandes problemas y
preocupaciones que le hacen sufrir se dice que está pasando un
infierno, así mismo, cuando alguien se siente feliz porque todo
le va bien, en su conciencia, se puede sentir como en el cielo.
Algo similar es lo que experimentamos en nuestra conciencia
después de abandonar el cuerpo y entrar en el Mundo de
Deseos, puesto que en realidad son estados de conciencia y no
lugares concretos. Cuando se entra en el Mundo de Deseos, se
hace con la conciencia que se tenía en el mundo físico y es
deber de la persona permanecer inalterable y en un estado
equilibrado. Después vendrán los recuerdos de las experiencias
vividas para sentir sus efectos y liberarnos de todo lo que nos
ata a la vida física, pero eso también repercute solamente en la

287
conciencia. Sin embargo, lo que no se puede negar es que el
Purgatorio y el Cielo se están fraguando aquí en la tierra según
sean nuestros sentimientos, deseos, pensamientos y acciones.
Los subplanos del Mundo de Deseos son una especie de filtros
que permiten elevarse al hombre hasta alcanzar el más elevado
cielo, pero según asciende desde los subplanos inferiores debe
experimentar y sentir lo que experimentó en la tierra. De esta
forma se entiende que, cuando alcanza el nivel más elevado
que le corresponde, se encuentre en ese estado de conciencia
que los orientales llaman el “devachan”; un cielo donde se
pueden desarrollar todos los ideales elevados y donde el
corazón se siente reconfortado y lleno de dicha y
bienaventuranza.

Recordemos que ya hemos explicado que Dios no


castiga sino que es el hombre quien lo hace según sus obras en
la vida física, es la muy justa Ley de Consecuencia la que da a
cada uno lo que se merece como efecto de sus actos. Cuando
una persona abandona su cuerpo etérico y físico significa que
ya ha grabado la película de su vida en el átomo simiente del
cuerpo de deseos, esto debe ser así porque sin esa película no
puede extraerse ningún beneficio en el Purgatorio ni en el
Cielo. Una vez situado en la región que corresponda, siendo
atraída la persona hacia esa región o subplano por la vibración
más grosera o lenta que contenga su cuerpo de deseos,
comienza a vivir las experiencias donde ella causó dolor a
otros. Hasta que no termina este proceso no acaba el dolor;
para ascender a otro subplano y purgar el mal que esa persona
lleve y que corresponda a dicho subplano, la fuerza de
repulsión de esas regiones tiene que expulsar el mal del cuerpo

288
de deseos, y eso no puede ocurrir si no se sufre el mal que
representa.
En el Purgatorio se despiertan confusamente los recién
muertos para tener una vida similar a la nuestra (aunque sin
obligaciones laborales, familiares, etc.) pero con mucha más
libertad de acción sobre la materia de ese mundo, sobre los
lugares que se pueden visitar, o sobre los entretenimientos y
aprendizajes que se quieran hacer. Aquí se suele estar hasta que
se agotan todas las pasiones y todos los aspectos más bajos que
dominan al hombre, dicho de otro modo, hasta que hemos
sufrido todo el mal que hicimos consciente o
inconscientemente a los demás y hasta que no nos sentimos
libres del dominio de vicios y deseos materiales.
El Purgatorio es el Hades de los griegos y el limbo o
Purgatorio de los católico. Allí revisamos la película de nuestra
vida por segunda vez pero, en ese caso, viviendo y sintiendo el
mal que hicimos. Por ejemplo, si hicimos una ofensa a una
persona en Madrid nos sentiremos en ese lugar y momento
pero como si fuéramos la otra persona; y si a continuación
tenemos que hacer frente a otra deuda kármica en Francia
porque tuvimos un conflicto con alguien y le causamos algún
dolor, sentiremos como nos expandimos hasta Francia para
sentirlo y así aprender lo que se siente cuando causamos dolor
a otro. Pero lo mismo que en el Purgatorio se vive tres veces
más rápido que aquí, también podemos decir que se sufre tres
veces más intensamente que aquí sobre todo porque no
tenemos cuerpo físico que, en cierto modo, amortigua el dolor.
Cuando uno ha vivido dominado por las pasiones más
bajas y los deseos más animales, se verá aprisionado en la
región inferior del Mundo de Deseos, ya que la muerte no

289
cambia en nada el carácter y la forma de pensar del hombre.
Esta región es (en un grado muy alto) deprimente, pesada, triste
y todo lo que se considere contrario a lo que normalmente
llamamos “bien” o “bueno”. Todo lo peor que el hombre
practica en la tierra se encuentra allí, lo que hace que sea una
región repugnante. El malvado no puede, aunque quiera,
disimular su maldad porque su imagen muestra lo que
verdaderamente es y ha sido en la tierra. Sin embargo, según
algunas personas con más medios que yo para constatar esto,
parece ser que excepto el suicida y algún caso similar, estos
seres desgraciados no son del todo conscientes de todo lo que
les rodea. Así es como el Ego aprende las lecciones de lo que
no se debe hacer, sin embargo, aunque el resultado de ese
sufrimiento queda grabado en la conciencia para advertirnos en
la próxima vida, muchas veces volvemos a caer en los mismos
errores porque nuestra voluntad es débil ante las tentaciones;
unas tentaciones que se nos presentan para que demostremos
que aprendimos la lección del Purgatorio y que hemos
fortalecido la voluntad. Esa es la labor del átomo simiente,
mostrarnos lo que hicimos, lo que sentimos, y lo que sufrieron
y sintieron otros cuando les causamos cualquier mal. El
resultado o síntesis del sufrimiento quedará también grabado en
el átomo junto al recuerdo de lo que fue la vida pasada para
servir como base para la formación del nuevo cuerpo de deseos
y para que cumpla su función respecto al karma y al destino
próximo.

Veamos esto de una forma más clara con algún


ejemplo: Una persona que haya caído en la droga, lo que
significa que desde que la probó y después cada vez que la
consumió, aumento las vibraciones que representan ese deseo

290
tan bajo que le ata al egoísmo y la pasión del Purgatorio.
Cuando esta persona pasa al Mundo de Deseos, esas
vibraciones le atan a la subdivisión o subplano purgatorial
correspondiente donde, además de no tener cuerpo físico,
comprueba que se siente solo y sin apoyo de nadie pero tan
apegado a la tierra que el deseo por la droga es muy intenso.
Entonces, la fuerza de repulsión de estas regiones trabaja para
expulsar esas vibraciones de su cuerpo de deseos a la vez que
revive y siente el deseo por el consumo de droga, lo que hace
que, al no poder consumirla, sufra mucho más que cuando
carecía de ellas en la tierra puesto que ahora no tiene cuerpo
físico y porque la estancia en el Purgatorio suele durar un
tercio de la vida, es decir, se vive más intensamente.

Lo mismo ocurre con el maltratador de quien fue su


esposa e hijos y en todos los demás casos donde se hace mal a
otro. En esos subplanos y en los momentos de purgación
estamos solos ante las leyes divinas y éstas son imparciales
cuando hacen su labor respecto a lo que hay grabado en el
átomo simiente. El mal trato o dolor causado a otro se presenta
ante nosotros porque nuestro mismo cuerpo de deseos atrae
esas vivencias guardadas en el átomo simiente y hasta que no
queda ninguna y hayamos sentido lo que sintieron las personas
afectadas no podremos liberarnos de las ataduras. Si alguien
piensa que el toxicómano, el alcohólico y todos los que están
dominados por un vicio, se pueden consolar allí por el hecho de
que el Mundo de Deseos sea igual a este está equivocado,
porque al no tener cuerpo físico con sus correspondientes
sentidos no solo no puede manipular las cosas físicas sino que,
aunque pudiera, sin cuerpo físico no obtendría placer. Sin
embargo, como el alcohol, la droga y todo lo demás no sirven

291
de nada en ese mundo porque son de materia de deseos, estas
personas buscan, compenetran y estimulan a los vivos para que
consuman para así obtener cierto placer a través de sus
cuerpos. Así es que estos muertos (aunque más vivos que
antes) compenetran los cuerpos físicos y de los que aquí en la
tierra tienen sus mismos vicios y pasiones e incluso les
sugieren, dentro de sus posibilidades, que sigan consumiendo o
haciendo lo que ellos hacían para así consolarse. El gran
beneficio de esta enseñanza está en que este conocimiento
queda grabado en la persona que lea este libro o cualquier otro
similar y a partir de ahí puede recordarlo cada vez que cometa
un error y, aunque a mayor conocimiento mayor
responsabilidad ante la Ley de Consecuencia, siempre
podremos obtener una gran ayuda si pensáramos más en el
funcionamiento de estas leyes.

Se está tratando aquí en España un tema de gran


actualidad que, aunque tiene el apoyo de los progresistas,
pienso que tiene más personas en su contra que a favor. Para
muchas personas el progreso está unido a la libertad para que
cada uno pueda hacer lo que quiera “con su cuerpo”, como es
la prostitución, el consumo de droga o el aborto. Todo eso tiene
su sufrimiento en el Purgatorio y sus efectos negativos físicos y
mentales para la próxima vida, pero respecto al aborto hay que
destacar algunos hechos. Ante las Leyes Divinas son tan
culpables el que aborta como el que lo permite y lo practica de
forma similar a cuando, ante un delito, hay un autor, un
cómplice o un encubridor. No olvidemos que un nacimiento en
determinada familia lleva un proceso que comienza en el
Mundo del Pensamiento cuando se acepta el futuro destino,
continua con la obra de los Ángeles colocando el átomo

292
simiente y el molde etérico en los correspondientes padres
elegidos, y termina con el nacimiento de ese niño de unos
padres que, por lo general, han aceptado (su Yo superior) a ese
Ego para continuar la relación kármica que existe entre ellos
desde otra vidas. En mi opinión, y creo entender que desde el
punto de vista del Código Penal así como ante la Ley de Dios,
el aborto es un asesinato. Primero porque es un ser vivo al que
se le quita la vida, y segundo porque se hace con
premeditación, fuerza y sin posibilidad de que ese ser se
defienda. En este caso no solo se corta la vida con su
correspondiente destino, sino que también se aborta todo un
Plan que han desarrollado los seres superiores y que debía
servir para que ese Ego saldara ciertas deudas y terminara su
vida con un aumento en su desarrollo espiritual. Para no
profundizar más en este tema solo diré que esto explica que
algunos padres desean tener hijos y no pueden o que algunos
Egos renacen con padres que les pueden despreciar y otros
hechos similares.

Cuando se entra en el Purgatorio el mal que llevamos


para purgar se va acumulando en capas concéntricas alrededor
del cuerpo de deseos para que la fuerza de repulsión que existe
en estas regiones lo expulse según se va sufriendo y purgando
por ello. Con cada deuda superada o dolor sufrido vamos
eliminando esa materia hasta que incluso va desapareciendo la
forma del cuerpo que había tomado el cuerpo de deseos. En el
Mundo de Deseos es donde el hombre se deshace de los peores
defectos y debilidades de la personalidad y donde se alcanzan
los más elevados anhelos y aspiraciones que el hombre tenga;
es el “Hospital del Alma” donde aprendemos el valor de la
virtud y de la rectitud y desde donde renaceremos con unos

293
sentimientos nuevos y profundos de querer rectificar hacia una
vida superior libre ya de malos hábitos.
Pero no todas las personas, como sabemos, comienzan a
purgar sus males desde la primera región. Recordemos que la
personalidad, aún siendo muy imperfecta aún, se esfuerza cada
vez más (precisamente por sus estancias pasadas en el
Purgatorio y en el Cielo) por ser mejor, por no causar mal a la
humanidad y por dominar y vencer al aspecto animal del
cuerpo de deseos. Por tanto, hay personas que pasan
directamente a la tercera o cuarta región donde están muy poco
tiempo y desde donde siguen ascendiendo a los diferentes
cielos. La intención no solo es vivir y sentir el mal que hemos
hecho para grabarlo en la conciencia como algo que no
debemos hacer, sino también, deshacernos de la materia de
deseos de este cuerpo relacionada con esas regiones inferiores,
ya que, si no nos quitamos ese lastre del cuerpo de deseos no
podremos ascender a lo superior. Como es obvio, es más fácil
deshacerse de los males menores causados a otros que liberarse
de los vicios que actualmente dominan al hombre (alcohol,
tabaco, drogas, sexo, juego, etc.)
Según se va purgando el mal también se va eliminado
en sus formas de sentimientos, deseos, etc., por tanto el hombre
se queda solamente con los sentimientos y deseos positivos
como, por ejemplo, el amor y la felicidad. Esto quiere decir que
en estas primeras regiones e incluso en parte, en el Cielo, se
olvida el mal pero no nuestra vida en la Tierra, o sea que, una
madre que fallece y deja niños, irá olvidando el mal de su vida
pero no olvidará que tiene unos niños a los que ama y desea lo
mejor. Las personas van sufriendo progresivamente sus deudas
pero no olvidan los momentos vividos de felicidad ni a sus

294
seres queridos porque eso aún se tiene que ver en el Cielo.
Tampoco, en mi opinión, tienen fácil ver (porque están
haciendo lo que deben en el Purgatorio) lo que pasa con sus
seres queridos y mucho menos lo negativo, no sería correcto
que una persona joven que está purgando ciertos errores,
también sufriera por ver los problemas y enfrentamientos de su
familia. Al contrario, esa persona vive su vida purgatorial o de
felicidad en el Cielo de tal manera que si manifiesta amor por
su familia, ese amor se podría manifestar a esos seres, pero esa
persona no puede ver, sentir ni enviar malos sentimientos a la
Tierra salvo casos excepcionales.

Es aconsejable tener siempre presente que mientras la


persona fallecida tenga deseos relacionados con la vida
terrestre, deberá estar en su cuerpo de deseos porque se sentirá
retenido por alguna de las regiones inferiores según de qué
clase sean los mismos. Como el fin del Purgatorio es eliminar
los malos deseos y sentimientos a través del sufrimiento para
unir los resultados a la conciencia, (como algo que no se debe
hacer) la persona deberá estar en esas regiones hasta que supere
ese defecto o debilidad y se olvide de ello. Mientras el avaro
siga deseando desde allí mantener y acumular dinero y siga
pendiente del que dejó aquí en la Tierra, no podrá ascender a
las regiones superiores ni dejará de sufrir por no poder
manejarlo o por ver que otros lo hacen; cuando comprenda que
el dinero, tal y como él lo ve, es un mal, se liberará del
Purgatorio. De lo que se trata en el Purgatorio es que una
persona abandone un vicio o se olvide de un mal que ha
practicado por medio del sufrimiento que sentirá allí, y de la
comprensión de que ese hecho no es bueno y que no debe
permitir que sea dominado por esos aspectos de la personalidad

295
terrenal. Cuando el fumador, o el que consuma droga o alcohol,
pase al Purgatorio y sienta la necesidad de consumir y no
pueda, sufrirá incluso más que aquí en la vida física, así es que
esa falta de oportunidad para satisfacer los deseos es el medio
principal para vencer ese deseo negativo.
Como podemos comprender, estas regiones
purgatoriales e incluso el infierno, no están hechas por un Dios
malo para castigar ni para vengarse por el mal cometido sino
todo lo contrario, es el hombre quien se auto-castiga y crea sus
sufrimientos por ser ignorante de las leyes o por no querer oír a
su conciencia. Lo cierto es que si no fuera por estas leyes, el
hombre no evolucionaría o incluso podría perder su Alma para
siempre por caer en el mal y no saber salir de él. Un suicida
cree que quitándose la vida va a arreglar sus problemas o va a
huir de sus responsabilidades, pero cuando siga viendo esos
mismos problemas más el sufrimiento de sus allegados por lo
que ha hecho, más ese intenso sentimiento de vacuidad que
tiene porque su cuerpo de deseos no ocupa el lugar que debe en
el aura, entonces, comprenderá la gran tontería que ha hecho y
seguramente que en la próxima vida tenga pánico a la muerte.
Las leyes divinas dan a cada uno lo que se merece. Un
toxicómano sufrirá por no poder consumir droga o incluso por
no tener dinero para comprarla pero seguramente que no sufrirá
en el Purgatorio por querer comer y no poder puesto que eso no
le preocupaba en la Tierra. Un alcohólico compenetrará los
estómagos de los que aún viven y consumen mucho alcohol e
incluso de los depósitos donde fermentan el vino o el whisky,
pero seguirá sufriendo con intensidad mientras que, quizás, ni
se acuerde de la familia porque en la Tierra ya no le daba
importancia. Cada persona sufre como efecto de su debilidad

296
en su cuerpo de deseos y lo hará en la intensidad y en el tiempo
necesario según sea el deseo o mal que le domine. Es la Ley de
Causa y Efecto la que restablece el equilibrio cuando una
persona se ve dominada por algo malo o sus deseos le
polarizan en el mal. Esta es una Ley impersonal que no lleva
consigo recompensa o castigo sino que corrige las debilidades
y vicios para restablecer el equilibrio por medio de los propios
efectos. La única excepción es que si en vida ha llegado a
dominar o purificar un determinado vicio o si, por otro lado, se
arrepiente o ha pedido perdón por el mal causado, ha sido la
persona misma la que ha encontrado el equilibrio y no tendrá
que sufrir por ello en el Purgatorio.

Cuando la persona entra en el Purgatorio es la misma


que era cuando vivía en la Tierra, con sus mismos gustos,
aspiraciones, vicios y virtudes. Pero cuando termina su paso
por el mismo es un hombre nuevo en todos los sentidos por
haber vencido todas sus debilidades y males y por haber
adquirido nuevas virtudes que le traerán un mejor destino en la
próxima vida. Sin embargo, este trabajo o purgación no ha sido
hecho por un Dios con rencor ni ánimo de venganza, ni
tampoco por un demonio que con su tridente ha mantenido a la
persona entre las llamas del infierno. En el Purgatorio actúa
principalmente la Ley de Causa y Efecto que da a cada uno la
cosecha de lo que sembró. La fuerza de una piedra que golpea
el suelo cuando cae después de ser lanzada al aire es igual a la
energía utilizada cuando se ha lanzado; eso es lo que ocurre en
el Purgatorio pero con la diferencia de que el Amor de Dios
está presente en esas Leyes y porque, en su misericordia, nos
ha facilitado los medios para evitar el sufrimiento, es decir, el
arrepentimiento y el perdón.

297
Es muy posible que el lector se imagine que en el
Purgatorio todo es sufrimiento, nada más lejos. Lo mismo que
aquí no nos pasamos toda la vida haciendo el mal, tampoco allí
se está purgando o sufriendo constantemente hasta agotar ese
mal. Es cierto que se sufre con mayor intensidad que en la
Tierra porque se vive un tercio de los años vividos aquí y
porque no se tiene cuerpo físico, pero el dolor agudo lo sentirán
más exacta y justamente quienes más profundamente hayan
causado mal a otros. Así es que el dolor es proporcional, según
la intensidad del dolor causado así será la agudeza del dolor
que se sentirá. Pero volviendo al principio del párrafo, no se
sufre continuamente porque de hacerlo así no se extraería tanto
beneficio. Es decir, si sufriéramos continuamente todo el mal
causado, nos acostumbraríamos al dolor (como un niño se
puede acostumbrar a los castigos) y éste no tendría el mismo
efecto ni resultado beneficioso para nosotros. Por tanto, se
sufre de forma similar e intermitente a como se hizo el mal en
la Tierra, mientras que en esos intervalos se lleva una vida
productiva en aprendizaje por otro medios. Esta Ley no tiene
nada de vengativa sino todo lo contrario, su intención es ayudar
a que la persona extraiga el mayor beneficio de la vida,
aprovechando así sus experiencias y obteniendo como
resultado nuevas virtudes.

Otro hecho curioso del Mundo de Deseos y del


Purgatorio es que, por lo general, los “muertos” siguen allí
vestidos como normalmente lo estaban aquí o, al menos, como
ellos piensan y desean. La materia de deseos se maneja a
voluntad y obedece al pensamiento, por tanto, uno se puede
reconstruir un miembro dañado o vestirse como quiera por el
solo hecho de pensarlo. Es más, cada persona puede cambiar

298
sus facciones o hacerse más delgada o lo que desee, con la
diferencia de que estos cambios no suelen durar mucho porque
lo que ha sido durante muchos años vuelve a manifestarse al
cabo de un tiempo y se necesita otro esfuerzo de voluntad y
mental para reformarlo.

Viendo lo que ocurre en el Mundo de Deseos y en el


Purgatorio, es de suma importancia que se comprenda por qué
hay que dejar al recién fallecido en paz y en silencio para que
se concentre en el panorama de la vida que acaba de dejar.
Cuanto mejor (con más atención y concentración) grabe la
película mayor sufrimiento tendrá en el Purgatorio (si es que
hizo mal) pero mucho mayor será el beneficio que extraiga de
la misma. El sufrimiento y las experiencias se olvidarán pero el
sentimiento de rectitud subsistirá para siempre y hablará claro
cada vez que surja la tentación. Esa voz de la conciencia o
sentimiento de rectitud será más fuerte cuanto más clara e
intensamente fuera grabada la película de la vida. En el
Purgatorio se sufre lo que se ha hecho sufrir a otros pero no
más, y en él se borran los malos hábitos por medio de no poder
satisfacerlos, pero el resultado es la toma de conciencia de una
virtudes que llevarán al individuo a actuar de manera,
benévola, cariñosa y honesta.

Evidentemente, cuando se renace se está libre de esos


malos hábitos porque, si se vuelve a caer en ellos en la
siguiente vida siempre será dentro del libre albedrío de la
persona. También es cierto que surgirán tentaciones para
comprobar hasta qué punto hemos vencido el mal hábito, pero
si la grabación fue correcta y el sentimiento fuertemente
asentado en la conciencia, no habrá problemas para volver a

299
vencerlo y que no vuelva en forma de tentación porque no será
necesario.

¿EXISTE EL CIELO? ¿CÓMO ES Y QUÉ HACEMOS ALLÍ?

El Cielo, o mejor dicho el Primer Cielo, se encuentra en


las regiones superiores del Mundo de Deseos y es un estado en
el cual se entra después de abandonar el cuerpo físico y el
etérico y después de haber pasado por el Purgatorio en las
regiones inferiores de este mismo mundo. Es lo que los
Zoroastrianos y los cristianos católicos también llaman Cielo,
un lugar donde el mal y el sufrimiento está excluidos, un lugar
de bienaventuranza o Paraíso creado por el buen obrar y por las
ideas y pensamientos elevados de cada uno. El Cielo es un
estado de conciencia que refleja la acción del Ego en la
personalidad y donde el hombre encuentra la felicidad gracias
al autodesarrollo obtenido. De aquí podemos deducir que los
seres muy atrasados, con poco discernimiento ni buena
voluntad, y dominados aún por el aspecto animal del cuerpo de
deseos, no suelen permanecer mucho tiempo en el Cielo si es
que lo hacen.
No es necesario decir mucho más de lo que se ha dicho
sobre las regiones superiores del Mundo de Deseos, llamadas
en la filosofía rosacruz el Primer Cielo. En él no solo no cabe
el mal sino que es un lugar donde se recibe todo lo bueno que
hemos hecho y que merecemos, es un lugar bello donde todo es
felicidad y bienestar. En cada una de sus tres regiones habitan
los que dejaron su cuerpo físico junto a otros seres superiores e
incluso algunos animales y los seres que les guían. Allí se
aprenden infinidad de cosas según seamos internamente y

300
según nuestros deseos y anhelos, pero cada uno está (como
ocurre en las regiones purgatoriales) en la región que le
corresponde.
Se suele considerar Primer Cielo a la quinta, sexta y
séptima región del Mundo de Deseos, siendo cada una de ellas
y en ese orden más sutil que la anterior. Aunque puede que
algún habitante aún se interese por algún hecho terrestre de su
vida pasada, por lo general están centrados en ese nuevo
mundo maravilloso que bien se puede considerar el Cielo que
cada creyente, sea de la religión que sea, cree que existe. Aquí
se recibe todo el bien que se ha hecho y la felicidad que hemos
sentido en la tierra pero también se obtienen muchas y grandes
satisfacciones gracias a la posibilidad de crear grandes obras
altruistas pensando en los demás. Aquí se puede alcanzar el
éxito en cualquier materia que desee alguien que lo haya
deseado en la tierra y no lo pudo conseguir (intelectuales,
artistas, devotos…) ya que su pensamiento modela la materia
luminosa de estas regiones. Cuando los Egos han
experimentado y vivido todas sus experiencias terrestres y han
asimilado la quintaesencia de las mismas, y cuando ya no
tienen materia de deseos relacionada con ninguna región de ese
Mundo, abandonan su cuerpo de deseos convirtiéndose así éste
en un cascarón astral.
En el Mundo del Pensamiento, donde se encuentran el
Segundo y Tercer Cielo, no solo no se pierden los sentimientos
y aspiraciones elevadas que causan felicidad, sino que allí se
experimenta todo eso en el grado que sea capaz cada persona.
Allí consumamos nuestros mejores deseos, revivimos y
gozamos con el amor hacia otras personas sean familia o
amigos, es más, si alguien nos odia pero nosotros le

301
consideramos como a un hermano, allí nos encontraremos
como tal. Por estos motivos hay quien actúa y considera la vida
física como una preparación o siembra para después disfrutarla
en el estado post-morten. Nosotros somos hijos del Cielo y no
de la tierra, por eso debemos considerar la vida como una
escuela donde aprendemos a través de la experiencia; si
actuáramos así y, por tanto, con buena voluntad, la vida post-
morten sería totalmente celestial. Las experiencias deben servir
para desarrollar la mente, la voluntad y un carácter espiritual,
eso se transforma en poder después de cada muerte.

Para la mayoría de las personas (sobre todo en


occidente) sí se experimenta el Cielo porque, de alguna
manera, nos dejamos influenciar o guiar por nuestro Yo
superior (conciencia) y porque el destino mismo nos lleva a
experimentar en niveles elevados donde reflexionamos ante el
bien y el mal y donde terminamos interesándonos en desear el
bien. Para nosotros tiene una duración normal pero para los
humanos que van más adelantados (iniciados) el Cielo tampoco
es un sitio donde estén muchos años ya que, o renacen pronto o
hacen otras labores importantes en las regiones inferiores del
Mundo del Pensamiento. El Cielo es tan necesario para el
Alma como el sueño para nosotros, sin este período de
descanso no se puede recargar o fortalecer el aspecto mental y
espiritual del hombre para que pueda renacer. Aquí podemos
desarrollar nuestros ideales elevados y adquirir un gran
conocimiento sobre la materia que más nos atraiga pues, al fin
y al cabo, es la continuación y poder de consolidación de
nuestras ideas subjetivas e ideales que en la Tierra no pudimos
alcanzar.

302
Como sabemos, en el Purgatorio no solo observamos
(como al llevarnos la película en el estado post-morten) sino
que “vivimos” el mal que hicimos para extraer la sabiduría y la
parte proporcional de la conciencia según las causas y el
sufrimiento. En el Cielo también vivimos o revisamos esa
película como en el Purgatorio pero, en este caso, teniendo en
consideración solamente el bien. Por tanto, la duración y
felicidad en el Cielo dependerá principalmente de la siembra
que hayamos hecho en la vida pasada, las experiencias
purgatoriales son las que condicionan, regulan y limitan el
desarrollo del Yo superior para la próxima vida. Es más, el
Alma algo adelantada sabe sembrar en la Tierra para recoger en
el Cielo y para tener un mejor destino en la próxima vida según
los trabajos que haga en dicho Cielo. No nos olvidemos que en
el Cielo no solo se siente el bien y la felicidad que se ha hecho
a otros, sino que también se analizan y clasifican las
experiencias para convertirlas en poderes objetivos del Alma
que tendrán que ver con el destino de la futura vida; la
“naturaleza” satisface en el Cielo los deseos puros que cada
uno tiene.

En el Cielo se está rodeado de los seres queridos que


muestran un cariño puro, allí se está libre de sufrimientos y la
muerte (como concepto) no existe; así es que cada persona se
olvida de todos los pesares, problemas y hechos que le puedan
hacer sufrir o simplemente estar triste. En el Cielo se realizan
todos los deseos del Alma; se vive una felicidad ininterrumpida
durante siglos que es, también en cierto modo, la recompensa
al sufrimiento que tuvo la persona en su última vida. Se vive en
un mar de felicidad interrumpido solamente por algún hecho
positivo de mayor grado.

303
El resultado de este proceso es un mayor impulso para
hacer el bien como en el Purgatorio también se obtiene una
mayor conciencia para rechazar el mal y para vencer las
tentaciones, pero esto es después de ver por tercera vez el
panorama de la vida pasada teniendo el bien que hemos hecho
como base para los sentimientos. La película, como en las
anteriores veces, se desarrolla en sentido inverso, es decir,
desde el momento del fallecimiento hasta el del nacimiento
para que así podamos ver los efectos que tienen las causas que
cometimos. Aquí vivimos y sentimos la gratitud que tuvimos
hacia otros que nos ayudaron y favorecieron, y la felicidad que
sentimos cuando ayudábamos o hacíamos algún bien a los
demás. De ahí que debamos dar importantica y manifestemos
gratitud a los demás en esos casos porque la felicidad en el
Cielo depende de la que hayamos causado y de la importancia
que hayamos dado a lo que otros han hecho por nosotros. En
esta vida no solo se causa felicidad con hechos o cosas
materiales sino que también con una simple sonrisa, unas
palabras de cariño, un apoyo en momentos de tristeza y un
motón de hechos tan simples como éstos.

Como lugar de reposo, cuanto más dura haya sido la


vida, más intenso será el descanso que la persona tenga. Es la
Tierra de Promisión donde no existe la enfermedad y donde se
realizan las ideas más nobles, muy cierto especialmente en los
niños puesto que no son responsables de lo que hicieron en la
Tierra; aunque, su único inconveniente es que están pocos años
porque renacen pronto. A los niños se les enseña las lecciones
que tienen pendientes de aprender de su última encarnación
como adulto; se suelen encontrar con algún familiar o incluso
suelen ser adaptados por personas que así lo hacían o deseaban

304
en su vida terrestre. Además de los casos en que las personas se
hayan quedado sin película o no aprendieron nada de su última
vida física, hay otros casos en que extrajeron muy poco
beneficio de la misma y renacen con un carácter débil que,
como en el caso anterior, los seres guías de la humanidad hacen
que muera siendo niño para que no sufra y para que aprenda las
lecciones que fortalecerán su carácter en el Cielo.

Para una mejor comprensión de este tema, he de decir


que lo mismo que mientras se está en el Purgatorio no se vive
ninguna experiencia del pasado relacionada con el Cielo
porque en esa materia grosera no se pueden expresar los deseos
y sentimientos elevados, así mismo ocurre en el Cielo respecto
a los deseos y sentimientos relacionados con el aspecto más
bajo y animal del cuerpo de deseos. Solo cuando el hombre
asciende al Primer Cielo es cuando colecta todo el bien que
hizo y que recibió haciendo con ello una amalgama que le
servirá en el futuro como incentivo para hacer el bien; así es
que, en el Purgatorio aumentamos la conciencia que nos
frenará ante la tentación de hacer el mal, y en el primer Cielo la
quintaesencia del bien se transmuta en benevolencia y
altruismo. De esta forma podemos comprender que el
Purgatorio, lejos de ser un lugar de castigo, es el lugar que más
favorece porque gracias a la purgación del mal que hicimos
allí, renacemos después inocentes como nace un niño. Es cierto
que las tentaciones nos asaltarán y podemos caer en ellas pero
se supone que con el resultado del Purgatorio deberíamos estar
fortalecidos para vencerlas pues, es el Ego o Yo superior quien
asimila el fruto del Purgatorio y del Cielo y es con ese fruto del
cuerpo de deseos y la mente con lo que tiene que hacer frente a
su nueva vida.

305
En las regiones que componen el Cielo no solo están las
personas buenas recibiendo el beneficio de sus buenas obras
del pasado, sino también las personas religiosas, devotas y las
que creen en un cielo como recompensa de sus buenas obras.
Pero en cada una de las tres regiones que se elevan hacia el
Mundo del Pensamiento también se van agrupando las
personas que están más cerca de la Verdad así como los que
tienen conocimientos ocultos. Cuanto más elevada esté una
persona en estas regiones significa que más conocedor es de la
Verdad y que más control de la mente, de deseos y de
sentimientos positivos tiene; así es que, en la séptima región, la
mente tiene un gran control sobre el cuerpo de deseos
precisamente por estar más cerca del Mundo del Pensamiento.
Aquí la razón se impone a los deseos y el interés por lo bueno
se impone sobre la indiferencia; por tanto, la felicidad se vive
plenamente. Como aquí ya hemos perdido lo que conocemos
como “carácter” de la persona por haber eliminado lo negativo,
estamos preparados para programar o admitir un destino más
duro para eliminar cuanto antes las deudas y para aumentar
nuestras posibilidades y tendencias humanitarias, amorosas y
fraternales.

Aquí conservamos aún la mente pero aunque podamos


crear pensamientos o tener ideas nunca podrán ser negativas
porque no pueden atraer materia de las regiones inferiores del
Purgatorio; así es que, siempre serán elevadas. Sin embargo,
hace millones de años, el Cielo no existía y el Purgatorio era
más bien un infierno puesto que la humanidad aún no razonaba
y su vida era más parecida al animal; como consecuencia, solo
pasaba al Purgatorio y renacía rápidamente. Así es que, en
realidad ha sido la necesidad evolutiva humana quien ha creado

306
el Purgatorio y el Cielo, pero en un futuro el Purgatorio no
existirá.
La naturaleza del Purgatorio o del Cielo para cada
individuo dependerá en mayor grado del concepto que de ellos
tenía en su vida física más, como es lógico, el bien y el mal que
haya hecho. El Alma disfruta de las bienaventuranzas del Cielo
según sus propios ideales y de acuerdo a sus buenas obras. No
hay mayor gozo y agudo sufrimiento que el que se experimenta
en el Cielo y el Purgatorio como efecto de lo que hizo una
persona en su anterior vida, sobre todo cuando uno se da cuenta
de que “lo podría haber hecho de otra forma.” Pero también en
el Cielo se realizan los sueños, esperanzas y aspiraciones que
en la Tierra no se pudieron conseguir y allí tenemos verdaderas
y puras relaciones de amistad con otros seres de similar
naturaleza a la nuestra. El Cielo es lo más bonito y elevado que
podamos imaginar, el concepto que tengamos del Cielo hay
que multiplicarlo por mil, y si hay una palabra que pueda
representar el significado espiritual del Cielo, esa es AMOR.
Según hemos podido ver hasta ahora no solo no hay que
tener miedo a la muerte sino que tampoco hay que tener miedo
a un Dios vengativo o a un Demonio que nos esté esperando
con sus peores intenciones. La muerte no existe porque es
simplemente la transición de un estado de conciencia a otro de
forma similar a lo que ocurre por las noches mientras
dormimos; al infierno no hay que temerle porque no existe
salvo para aquellos que por sus grandes maldades y profundas
caídas en lo peor de la vida terrestre se lo han creado ellos
mismos; el Purgatorio existe pero solo para quien tiene que
aprender ciertas lecciones y, por tanto, elevar su conciencia a
los mundos espirituales. Sin embargo, el Cielo existe para

307
todos incluso, en muchos casos, sin necesidad de pasar por el
Purgatorio, luego entonces, no debemos tener miedo nada más
que a nosotros mismos. Nuestro enemigo radica en el aspecto
inferior del cuerpo de deseos y nuestros medios para
combatirle son la voluntad y la mente, aún así, el
arrepentimiento y el perdón vienen en nuestra ayuda para
librarnos del Purgatorio.

¿QUÉ OCURRE EN EL SEGUNDO CIELO?

Como ya he explicado, el hombre termina el trabajo de


su pasada vida en el Primer Cielo, ahí recoge los mejor de ella
y se olvida de su personalidad y de todos los recuerdos del
pasado para comenzar a trabajar pensando en la próxima, por
ese motivo pasa al Mundo del Pensamiento donde se situará en
las regiones inferiores de las siete que también tiene. Aquí
llega el Ego libre de sus cuerpos físico, etérico y de deseos
pero con los átomos-simiente de cada uno de ellos donde se
encuentra la quintaesencia de sus experiencias, solo tiene como
vehículo el cuerpo mental y, al contrario que a la entrada al
Mundo de Deseos, aquí pasa conscientemente. Lo primero que
percibe en el Segundo Cielo es un sentimiento de que todo se
desvanece y de que se queda solo, sin embargo, no tiene miedo
porque en esa gran paz en la que se encuentra, sabe que está
protegido por algo poderoso pero difícil de comprender y
explicar. Pero no tardando mucho viene una especie de
despertar de unos sentidos más elevados que le hacen oír la
música celestial ya que éste es el mundo del sonido, aunque
también del color. Se dice que es el Mundo del Sonido porque
en realidad es el sonido (con su grado de vibración) el que

308
construye las formas del mundo físico. Ya hablamos de que en
el Mundo del Pensamiento se crea un arquetipo cuya vibración
está relacionada con la materia que debe formar parte de los
vehículos del Ego, y que el cuerpo etérico se forma de acuerdo
con ese arquetipo para que atraiga la materia física que necesita
para que se forme el cuerpo físico.

Cuando hemos experimentado todo lo que debíamos


experimentar en el Primer Cielo, centramos nuestra conciencia
en nuestro cuerpo mental para elevarnos al Mundo del
Pensamiento donde nos sentimos parte del universo y donde
vivimos su armonía espiritual. Aquí no todas las personas son
conscientes a la hora de extraer el beneficio del uso que han
hecho de su cuerpo mental, algunos son inconscientes y
obtienen poco beneficio precisamente por no haber sabido
utilizar su mente para discernir y ser consciente de los hechos
de su vida pasada. Dicho de otra forma, si no se razona, si no
se sabe utilizar la mente para extraer beneficio de las
experiencias, y si no se es apenas consciente de lo que se hace
porque se deja dominar por el instinto, los deseos, las
emociones, etc., no se eleva la vibración del cuerpo mental lo
suficiente como para ser conscientes en esas regiones mentales.
Aquí aprendemos también de nuestros errores en la forma de
pensar y se asimilan los resultados o quintaesencia de los
cuerpos que hemos abandonado para unirlos a todos los de las
anteriores vidas. Esto aumenta el desarrollo del Alma y el
poder de la conciencia para la próxima vida. También aquí
colaboramos con otras Jerarquías en la creación de los
arquetipos de la naturaleza con tal de que el planeta sea
diferente en nuestra próxima encarnación y con tal de que haya
progreso y se cumpla el karma de la humanidad. Lo mismo

309
ocurre con los arquetipos de los que serán nuestros cuerpos
futuros y respecto a los cuales los Ángeles crearán el molde
etérico que nos corresponda antes de renacer.
Aquí el hombre sigue condicionado por el cuerpo
mental y estará en estas cuatro subdivisiones hasta que asimile
el fruto de las experiencias de la vida pasada. La duración
dependerá en gran parte de la cantidad, clase y calidad de los
pensamientos creados, los esfuerzos intelectuales y morales de
las aspiraciones y anhelos espirituales, y de las ideas elevadas y
aspiraciones que, en definitiva, puedan ayudar en el desarrollo
espiritual personal y de la humanidad. El resultado y
asimilación de la quintaesencia de todos estos aspectos
mentales dará paso a las regiones superiores del Mundo del
Pensamiento donde, ya sin cuerpo mental, se descansa y
disfruta principalmente.
Por muy elevadas que sean nuestras creencias sobre lo
que es el Cielo, no es nada comparable con el Mundo del
Pensamiento porque allí estamos ya solo con el cuerpo mental
y, por tanto, más cerca de la realidad; una realidad que nos
permite crear todo lo que seamos capaces de pensar. Aún las
personas que llamamos “malas” tienen aquí también su cielo
como resultado de sus buenos sentimientos y pensamientos y
de sus ideales o imaginaciones positivas más, por supuesto, si
han hecho alguna buena obra. Estos se ven limitados por ellos
mismos según su manera de pensar en su vida pasada. El amor
entre las personas es más real y más vivo, pudiendo crear la
imagen del ser amado y de las personas con las que nos
identificamos moral y espiritualmente en la tierra; al fin y al
cabo es la verdadera comunión de las Almas donde solo caben
los sentimientos y pensamientos elevados. Allí se pierde el

310
contacto con todo lo que sea corazón y inteligencia pero somos
recibidos y ayudados por nuestros hermanos mayores y por
seres de otras jerarquías superiores. Podríamos decir que las
relaciones y, por tanto, las limitaciones, vienen dadas por el
grado en que pensamos con el corazón y sentimos con la
mente.
Cuando fallece un chico joven que, a su vez, ama
mucho a su madre, el mismo amor le ayudará a crear una
madre más viva, poderosa y profunda en el Cielo. Si, al mismo
tiempo, la madre recuerda constantemente a su hijo, también
colaborará en la obra celestial. Hay que tener en cuenta que esa
Alma está siendo ayudada a vivir su cielo desde dos aspectos
diferentes pero ambos compenetrados por el amor: Primero,
por el procedente de la tierra y, segundo, por el de su propio
Espíritu que lo hace a través de la mente. Lo mismo que los
sueños parecen (y son) reales para nuestra conciencia, también
es real para la conciencia del Alma las creaciones que hacemos
en el Cielo; por eso se dice que el estado post-morten es otro
estado de conciencia. Pero el resultado, después de ese reposo
y de felicidad y dicha inefable, es la asimilación del verdadero
valor de las que fueron las experiencias como pensadores en la
vida pasada, ya que estas experiencias se transforman en
facultades morales y mentales que nos servirán de gran ayuda
en la próxima vida. Esta es la explicación de la existencia del
genio, el resultado de un esfuerzo sobre determinada materia
traerá consigo una facultad que, si hay oportunidad en la
próxima vida, se continuará demostrando así dicha facultad.
Todo lo que ha pensado el hombre tiene su respuesta o
efecto para la próxima vida. Las aspiraciones e ideales
elevados se convertirán en poder y posibilidades en las

311
regiones inferiores del Mundo del Pensamiento, los esfuerzos,
fructíferos o no en la tierra, tendrán su recompensa como
facultades y aptitudes; incluso las luchas y los sufrimientos o
errores se pueden convertir en voluntad y sabiduría para vencer
y para actuar con justicia. Este es el efecto que tendrá en el
Segundo Cielo una persona que ha intentado ser buena en la
tierra y que ha mantenido en su corazón toda una serie de
ideales y aspiraciones elevadas. De esta forma se crea un mejor
destino gracias a la asimilación de estos resultados como
conciencia y como poderes del Espíritu. Después de esta
asimilación el Ego se deshace del cuerpo mental y se queda
desnudo pero con su más preciado tesoro, la quintaesencia de
todas sus vidas pasadas convertidas en Voluntad, Sabiduría y
Amor; los aspectos que el Espíritu intentará expresar en la
próxima vida a través de los limitadores cuerpos terrestres.

Por lo general, el hombre pasa a un estado de sueño o


descanso profundo salvo en los casos de personas muy
desarrolladas que son conscientes de cuanto les rodea antes de
comenzar su descenso hacia un nuevo renacimiento. Estas
personas estudian las causas que en la vida pasada produjeron
ciertos efectos y con la ayuda de las Jerarquías superiores
pueden ver otras vidas pasadas y recibir enseñanzas que para
otros sería imposible. En cada vida y estancia aquí se
familiariza cada vez más con las Leyes Divinas que rigen el
desarrollo y la evolución del ser humano. Cada vida celestial es
más rica y se adquiere más sabiduría y más poder; así hasta que
siente la necesidad de adquirir más experiencias a través del
renacimiento, lo que le lleva a atraer la materia que le
corresponde (según el karma y el destino previsto) para crear
su futuro cuerpo mental.

312
Desde la región inferior del Mundo del Pensamiento y
según haya sido la vida interna y el uso que haya hecho una
persona de su mente puede ir a alguna de las siguientes
subdivisiones:
1ª.- La más inferior de este mundo, donde van el común de la
humanidad porque en la mayoría de los casos siempre hay un
amor sincero hacia alguna persona o bien han mantenido
sentimientos y deseos de conseguir alguna mejora moral e
intelectual.
2ª.- Donde están las personas devotas de todas las religiones
que han creído y han actuado de acuerdo al concepto que
tuvieron de Dios en el mejor de los sentidos; la aspiración y su
actitud para manifestar el amor de Dios les lleva a esas
regiones.
3ª.- Aquí se encuentran las personas de buena voluntad, nobles,
sinceros, generosos y altruistas porque así creen que deben
actuar según desea Dios.
Y así sucesivamente se sitúan en las regiones superiores
los maestros y genios de las artes, las letras, la música, etc.,
donde pudieron manifestar los poderes del Alma y crearon
armonía en sus manifestaciones y creaciones. Estos seres serán
grandes sabios en la próxima vida pero también se encuentran
en esas regiones los maestros espirituales y de las enseñanzas
ocultas donde, junto a otros aspirantes, adquieren grandes
enseñanzas. Por otro lado y como es lógico, aquí se encuentran
las Almas desapegadas de lo terrenal que dedicaron su vida a
trabajar por una vida superior para ellos mismos y para la
humanidad. En lo más elevado del Mundo del Pensamiento se
encuentran los grandes iniciados, es de ahí de donde proceden

313
los impulsos morales, intelectuales y espirituales que debe
desarrollar la humanidad.

Pero aquí el Ego no va a descansar aún antes de renacer


porque tiene que preparar el medio ambiente de la próxima
vida y tiene que absorber, como Alma, todo el beneficio
obtenido de los tres cuerpos inferiores gracias a los átomos-
simiente. Aquí permanece durante siglos asimilando dicho
beneficio y haciendo el trabajo correspondiente para que en la
próxima vida pueda ser utilizado en los futuros cuerpos. En
realidad éste es el verdadero hogar del Ego y por eso hace
muchos trabajos en él, hay que tener en cuenta que éste renace
cada aproximadamente 1100 años y, por tanto, es necesario,
crear un nuevo ambiente en la Tierra para que las experiencias
sean diferentes y más fructíferas gracias a las nuevas
oportunidades que se preparan.

En este mundo se trabaja profundamente el fruto de la


pasada vida y, aunque la próxima estará basada en lo que se
hizo en la pasada, no quita que el Ego adquiera nuevas
experiencias internas en los trabajos que realiza allí respecto a
la próxima vida y a su futuro cuerpo físico. Todos los humanos
trabajamos bajo la dirección de varias Jerarquías superiores
para transformar los arquetipos de todo lo que llamamos Tierra
porque, de acuerdo a eso, así serán las experiencias y el destino
futuro. Allí hacemos un trabajo que después continuamos aquí,
“crear” y “construir” con la materia física como lo hacen las
Jerarquías con la materia del mundo al que pertenecen. Así
debe ser porque en nuestro destino está ser Dioses creadores
según vamos desarrollando los poderes latentes de Dios que
todos tenemos.

314
También aprendemos a construir nuestros propios
cuerpos. Nosotros somos parte de esas fuerzas que mantienen
vivo y en perfecto funcionamiento el cuerpo físico por medio
de los éteres, y lo mismo que nosotros somos guiados en
nuestro aprendizaje por seres superiores (como nosotros con
los niños) también nosotros somos ayudados por otros espíritus
de la naturaleza. En el Segundo Cielo ayudamos a otros más
atrasados a construir y a mantener vivos sus cuerpos físicos
como en nuestra vida cotidiana hacemos lo mismo por las
noches respecto al nuestro. Así es que, cuando un niño nace
dotado de determinadas cualidades significa que ha trabajado
mucho en el Segundo Cielo (quizás varias vidas) respecto a ese
órgano o parte del cuerpo que muestra dichas cualidades
especiales. Para que el hombre pueda habitar su cuerpo debe
antes aprender a construirlo, de esta forma se da cuenta de
donde comete errores para así rectificar vida tras vida hasta que
en un futuro sea perfecto.

Si en el Primer Cielo corregimos nuestros defectos y


sufrimos por el mal o los errores cometidos, en el Segundo
Cielo, ya con la conciencia más elevada, hacemos una
actividad creadora. Es cierto que cuando entramos en el
Segundo Cielo nos sentimos “solos”, en un gran silencio, pero
eso es porque todo se ha desvanecido y solo somos conscientes
de lo que en realidad somos: un Triple Espíritu en su propio
mundo. Pero una vez asimilado todo el beneficio de los
cuerpos ya abandonados “despertamos” para unirnos a las
fuerzas de la naturaleza con las cuales trabajamos para cambiar
los arquetipos del clima, de la flora y de la fauna en la Tierra
pensando en el futuro.

315
Pero también, lo mismo que nuestra estancia post-
morten en el Purgatorio y en el Primer Cielo estuvo basada en
los hechos, ideales y aspiraciones de la vida pasada, así mismo,
nuestros trabajo en el Segundo Cielo dependerá de nuestras
aspiraciones mentales e ideales en base a las cuales se creará el
futuro ambiente físico. De esta forma podemos imaginar que
una persona que no se preocupa por nada ni quiere hacerse
responsable de sus asuntos sino que más bien lleva una vida
imaginativa y especulativa, poco puede trabajar en el Segundo
Cielo y poco puede esperar para la futura vida que no sea una
vida estéril. Por el contrario, los que necesitan estar creando,
que tienen ideales sobre diferentes aspectos de la sociedad y
que aspiran a desarrollarlos o conseguir el éxito en todo lo que
puedan, éstos construirán todo eso y más en el Segundo Cielo
para que luego se haga realidad en su futura vida. Así se vuelve
a empezar un ciclo que tendrá su fruto en el Purgatorio y en el
Cielo pero de cuya esencia de sus experiencias se valdrá para
trabajar en el Segundo Cielo. Al final de este ascenso y
abandono de los cuerpos, el Ego pierde toda la forma,
transfiere la quintaesencia de su vida pasada al Espíritu para
que en un futuro le sirva como poder y percepción espiritual, y
disuelve la mente en la esencia que nutre al mismo,
quedándose así éste listo para pasar al Tercer Cielo.

¿QUÉ OCURRE EN EL TERCER CIELO?

Al igual que abandonamos el cuerpo de deseos después


de haber extraído el beneficio o quintaesencia de los resultados
de nuestra manera de sentir, de nuestras emociones, deseos,
etc., cuando vamos a pasar a las regiones superiores del Mundo

316
del Pensamiento, también abandonamos el cuerpo mental. Una
vez asimilada la esencia de las experiencias de la vida física y
de deseos ahora toca llevarse también el resumen de lo que
expresamos por medio de la mente. Y es en estas regiones
abstractas del Mundo del Pensamiento donde, junto a los
átomos simiente de los diferentes cuerpos y con la “mente” del
Ego, permanece éste en estado latente hasta que llegue la hora
de renacer de nuevo. Esta esencia de la vida anterior queda
guardada en el cuerpo causal, (el cuerpo que utiliza el Ego en
esas regiones) para que pueda, o mejor dicho, intente el Ego
expresar en la personalidad los grados de desarrollo que ha
adquirido. Es entonces cuando los humanos más o menos
desarrollados perciben cierta influencia de la conciencia del
Ego.

Como podemos ver, el único ser que existe después de


cada vida es el Ego, el pensador que en cada renacimiento crea
una nueva personalidad como un árbol en cada primavera hace
brotar hojas nuevas. Así el hombre es, en cada vida, un nuevo
actor que renace con cierta comunicación con la esencia de las
vidas pasadas guardadas en la “memoria” del Ego, lo que se
convierte en la conciencia del yo terrenal que en infinidad de
ocasiones no escucha a su Yo superior y actúa en contra de su
voluntad. El error por parte del hombre en cada renacimiento
es identificarse con la personalidad (cuerpo físico, cuerpo de
deseos y mente) y cuando esta personalidad en fuerte y tiene
sus gustos, hábitos, deseos materiales, etc., el hombre actúa
como tal y no como la herramienta del verdadero Yo superior.
De ahí que el hombre prefiera buscar una vida llena de lujos,
de disfrute de los placeres o, aunque sea, de goce de los bienes

317
materiales antes que la humildad, la fraternidad y que todas las
virtudes que el Ego desea desarrollar.

No se suele comprender ni siquiera entre los aspirantes


de ocultismo, que lo que el Ego trata de conseguir a través de la
personalidad es desarrollar sus poderes latentes, lo que, a su
vez, permite que, éste, manifieste una personalidad y una vida
cada vez más elevada y placentera. Por el contrario, algunos,
no solo comprenden esto sino que, además, intentan cumplir
los “deseos” de su Yo superior porque saben que están
acelerando su desarrollo espiritual y sentando las bases de la
futura vida. Evidentemente, esto lleva consigo una actitud
altruista, amorosa y fraternal respecto al prójimo a la vez que el
individuo se olvida de sí mismo. Que nadie piense que el Ego
es malo porque el mal no le puede afectar, puesto que, como
sabemos, no pasa de las regiones inferiores del Mundo del
Deseo o Purgatorio. Es cierto que esas regiones se reflejan en
las inferiores del Mundo del Pensamiento en sentido mental
pero, aún así, no alcanzan al Ego que está por encima de esas
regiones. A la inversa, como todo lo positivo que hay en las
regiones superiores del Mundo del Deseo (Primer Cielo) se
refleja en las superiores del Mundo del Pensamiento, lo único
que le afecta de cada personalidad es lo bueno. Cuando en una
vida se han desarrollado de una forma clara y definida una serie
de cualidades, el Ego intentará manifestarlas en la próxima
personalidad. En sentido contrario, cuando hay varios
renacimientos donde no se ha progresado casi nada se produce
cierta incapacidad por parte de la personalidad para percibir lo
que proceda del Yo superior. Esto significa que cuando el Ego
ha adquirido cierta cualidad, podrá influenciar o llamar la
atención del hombre para que no caiga en el vicio o maldad

318
contraria, mientras que si el hombre puede caer en un vicio y
nunca ha desarrollado la virtud con la que debe vencerle, lo
más fácil es que caiga en él.
Hay pocas personas que tengan conciencia en el Tercer
Cielo por ser las regiones superiores o abstractas del Mundo
del Pensamiento y porque hay que haber alcanzado cierto
grado de desarrollo para poder serlo. Para comprender lo que
se manifiesta en estas regiones como abstracto diremos que
quien piensa en el amor puro o divino o cuando alguien se aísla
en su pensamiento meditando sobre las matemáticas o
problemas elevados similares, se encuentra mentalmente algo
centrado en estas regiones; pensar en el verdadero y puro amor
no es pensar en el amor a un ser querido sino algo mucho más
elevado que abarca a todo ser viviente. De estas regiones se
extraen las aspiraciones más elevadas, los conceptos nuevos
que cambiarán el mundo, las ideas que se convertirán en
invenciones, los nuevos descubrimientos de las ciencias y, al
fin y al cabo, los sueños utópicos de muchas personas. Una vez
que ha hecho los trabajos relacionados con el futuro ambiente
terrenal, una vez que ha dado un paso más en el aprendizaje de
la construcción de los cuerpos físicos para procurarse el más
apropiado para la próxima vida, y una vez disuelto el cuerpo
mental en la esencia que está desarrollando el Espíritu, éste
pasa al Tercer Cielo con todo el poder extraído de su anterior
vida con la intención de fortalecerse antes de descender de
nuevo hacia un nuevo renacimiento.
En la mayoría de los casos y de las personas, aquí es
donde se descansa después de todo el trabajo realizado desde el
momento de la muerte. Pero, al cabo de un tiempo, surge un
deseo de tener nuevas experiencias y el Ego, ya fortalecido, se

319
prepara para un nuevo renacimiento, lo que viene dado por una
especie de fuerza que origina el progreso y la evolución; es
decir la que nos lleva a crear, a investigar, a inventar y la que
también hace que una semilla dé un árbol o que el hombre
desee procrear para mantener la especie. Entonces, las
Jerarquías encargadas de ello presentan al Ego las líneas
generales de la próxima vida que han sido creadas de acuerdo
al karma del pasado, a las necesidades de desarrollo futuro
respecto a sus cuerpos, a las deudas y posibilidades de
progreso, etc. Así debe ser si, como está previsto, debemos ser
dioses creadores como nuestro Padre que está en los cielos.
Debemos renacer para experimentar y desarrollar los poderes
del Espíritu lo que, si nos quedáramos allí, sería imposible.
Este panorama de la vida futura se presenta en su orden
normal, es decir, desde el nacimiento hasta la muerte para que
el Ego observe cómo las causas producen sus correspondientes
efectos. Pero, a la hora de hacer la elección y los cambios
permitidos, el Ego ejerce su libre albedrío y voluntad en los
pequeños detalles. Es decir, por ejemplo nos pueden obligar a
convivir con determinadas personas con las que tenemos
deudas, pero nosotros podemos añadir o alterar la manera
concreta de hacerlo, o bien podemos minimizar o ampliar una
deuda pendiente según lo vemos en esos momentos con los
ojos del Espíritu y no con los terrestres. Esto es algo así como
decir que a un estudiante le obligan a hacer una carrera pero es
el estudiante quien elige cuántas y qué asignaturas va a estudiar
cada año.

Para alcanzar esa meta debemos experimentar con el


cuerpo físico pero también con el de deseos y la mente para ver
donde fallamos y cometemos errores. El mal uso de la mente y

320
la creación de malos sentimientos y deseos nos traen problemas
y sufrimiento, y esas deudas hay que afrontarlas aquí en la
tierra cuando estamos como Egos dentro de nuestros cuerpos
como tuvo que hacer Cristo para actuar y sufrir como los
hombres. La experiencia vence la ignorancia y nos trae
conocimiento, sabiduría y desarrollo de la mente y de la
voluntad pero, además, gracias a eso y entre todos, tenemos
que construir un mundo donde reine la paz, la armonía y el
amor. El objeto de la vida es el desarrollo de la voluntad, la
experiencia que es la que produce el conocimiento de las
causas, y el desarrollo de la mente, pero la experiencia puede ir
acompañada de buena o mala voluntad y, si esta es mala,
tendremos que aprender por medio del sufrimiento y del dolor
durante y después de la muerte. Mientras tengamos algo que
aprender tendremos que volver a renacer porque la experiencia
es la que nos enseña. En el cielo no aprendemos porque no hay
experiencias ni relaciones físicas, o lo que es lo mismo y como
ejemplo, una profesión de mecánico o carpintero no se puede
aprender con libros sino practicándola. El hombre tiene que
dominar todo el conocimiento del mundo de los sentidos y eso
no se puede conseguir en una sola vida sino alternando una
vida activa en el mundo físico y su período de asimilación y
descanso en los mundos invisibles.

Aunque el Tercer Cielo es un estado de conciencia, el


hecho de pertenecer al Mundo del Pensamiento permite al
hombre hacer realidad o “vivir” cualquier deseo, anhelo,
pensamiento e idea que tuvo en la tierra pero que no pudo
hacer realidad; por tal motivo y entre otras cosas, el hombre
debe intentar vivir y pensar en lo elevado y espiritual. En este
Cielo ya no afecta el karma, no es necesario hacer esfuerzos

321
por nada y la vida es, en cierto sentido, parecida a la de los
Ángeles porque es lo más elevado y lo más cercano que
normalmente está la humanidad respecto a Dios. Para el ser
humano es como una esfera de diferentes colores pero
luminosa donde un punto más luminoso aún representa al yo
superior con todo su poder. La vida allí es intensa como lo son
los sentimientos y todo lo que manifiesta el hombre durante su
estancia; la actividad liberadora procedente de la mente del
hombre allí situado tiene también unos resultados
purificadores.

Cuando decimos que la vida en el Tercer Cielo es


intensa y liberadora nos referimos a que el hombre vive
intensamente lo que intentó vivir o realizar en la tierra pero que
no lo consiguió; esta es la manera de liberar la energía de sus
anhelos, esperanzas y sueños; y lo que hace que en la próxima
vida tenga otros anhelos y sueños más elevados y diferentes.
Pongamos un ejemplo: Una persona que vive alejada de las
ciudades, sin apenas medios económicos, con gran inquietud e
interés por desarrollarse espiritualmente, y que ha leído libros y
ha visto en la televisión algunos documentales sobre la
sabiduría de oriente y sobre los antiguos templos donde se
guardan verdaderas joyas literarias y espirituales. Si esta
persona se imaginara y deseara durante su vida la posibilidad
de acceder a esos lugares así como de contactar con maestros
espirituales y, por tanto, adquirir gran desarrollo espiritual, con
certeza que en este cielo lo vivirá intensamente tal y como lo
deseo en vida. En el cielo se podría ver vestido como quisiera,
en un templo lo más maravilloso que se pudiera imaginar, con
maestros de gran sabiduría y, por supuesto, adquiriendo mucho
conocimiento oculto y desarrollo espiritual. Obviamente, la

322
creación de un cielo en este mundo y plano estará basado en el
propio desarrollo adquirido y en las experiencias de su última
vida.
Así es que el escultor que aquí no consigue hacer las
esculturas que desearía o el arquitecto que, aún deseando hacer
un edificio envidiable, no consigue hacer más que cualquier
otro, en el Tercer Cielo conseguirán sus objetivos y lo vivirán
feliz e internamente. No es necesario decir que una persona que
lleva a la práctica éstos y otros conocimientos similares,
obtendrá paz, armonía y recogimiento en el Tercer Cielo y que
sus deseos se transformarán en poderosa voluntad al respecto
en la próxima vida. Nuestros deseos aquí en la tierra tienen un
papel fundamental en el Tercer Cielo puesto que el deseo es un
aspecto de la voluntad del Espíritu, es más, el deseo es lo que
atrae a los aspectos de la vida superior que queremos
conquistar aunque aún no estemos preparados para ellos. El
deseo, como el sueño, solo se puede alcanzar plenamente en
este cielo ya que, aunque algunos se consigan realizar aquí, la
vivencia no es tan intensa ni real como allí. Es en ese Cielo
donde obtenemos respuesta a todos nuestros deseos e
imaginaciones en forma de satisfacciones y delicias.

DESENVOLVIMIENTO Y MANIFESTACIÓN DEL EGO EN


LA PERSONALIDAD

Debemos situar al Ego en su cuerpo causal en las tres


regiones superiores del Mundo del Pensamiento, es decir, en la
Región Abstracta. Esto no significa que el hombre pueda
expresar lo que representan esas regiones abstractas, por tanto,
veamos quiénes pueden y quiénes no están tan desarrollados

323
como para ello. La mayoría de la humanidad solo tiene algo de
actividad en el primero (en sentido ascendente) o más densa de
las tres regiones, es más, si esa región la dividiéramos en otras
tres, sería también en la más densa. Así es que es una parte
muy pequeña la que el Ego activa y mezcla en su expresión con
los Mundos del Pensamiento y de Deseos. Esto quiere decir
que, como ocurre con el desarrollo general del hombre, el
cuerpo causal que pueda expresar el Ego es como resultado del
desarrollo del cuerpo de deseos y mental que son los que le
ponen en actividad cuando se actúa como Dios manda. Según
dice muy acertadamente el teósofo Arturo Powell, si nos
imaginamos al Ego en la región abstracta más densa,
dividiendo ésta en otras tres regiones y viendo al “cuerpo” y
“cabeza” del Ego en la superior, a su brazo en la intermedia, y
a la mano y los dedos en la más densa, tendríamos un
simbolismo perfecto de la realidad. Comprendiendo esto,
llegamos a la conclusión de que el común de la humanidad solo
ha desarrollado una pequeñísima parte de los poderes del Ego y
por eso apenas podemos oír su voz cuando nos habla. Nosotros
somos quienes debemos facilitar a esa mano del Ego la
posibilidad de trabajar en todo lo positivo que nos rodea a la
vez que evitamos apegarnos a lo material y a lo que no nos
sirve para nuestro desarrollo. Cuanto más utilicemos nuestros
cuerpos para el bien y para colaborar con las Leyes Divinas
más fortaleza tendrá esa “mano” y más campo de expresión
tendrá sobre el cuerpo de deseos y mental. Pero lo más
importante es que el resultado final de la vida será que esa
“mano” se habrá hecho tan fuerte y experta que los resultados
se notarán positivamente en el Ego.

324
Cuando los Ángeles del Destino preparan nuestra futura
vida tienen en cuenta:

1º.- El desarrollo del Ego respecto al cuerpo causal, es decir,


hasta qué región de las tres que forman el pensamiento
abstracto ha llegado el Ego en su desarrollo.
2º.- Hasta qué punto se debilitó la personalidad en su última
vida.
3º.- Cómo consecuencia de esto último, hasta qué punto perdió
poder el Ego respecto a la influencia sobres sus vehículos.
Si el hombre no cumplió con lo previsto y el Ego se
“atrofió” en parte, la vida futura será más dura respecto al
karma que ha de sufrir. Si la personalidad cae en los peores
deseos y sentimientos del cuerpo de deseos, poco beneficio
extraerá el Ego de su vida puesto que esas vibraciones no
alcanzan al cuerpo causal y no lo engrandecen. Es más, cuando
una persona cae en lo sensual, en la lujuria, en el egoísmo, en
la venganza, el odio, etc., no solo no se desarrolla el cuerpo
causal ni el Ego sino que, además, como los magos negros,
pierden la buena voluntad y no son capaces de elevarse ni
siquiera al Mundo del Pensamiento. En estos casos el Ego no
puede razonar porque su mente, está completamente dominada
por el cuerpo de deseos y, de seguir así, se perderá y se verá
fuera de la evolución a la que pertenecemos. Por este motivo
debemos conocernos a nosotros mismos y ver qué virtudes y
que defectos tenemos.
Si desarrollamos nuevas virtudes y ampliamos las que
tenemos aumentamos el poder del Ego gracias al desarrollo del
cuerpo causal y si, a la vez, eliminamos defectos y tenemos
nuestra mente en Dios y en las cosas elevadas y espirituales,

325
podemos asegurar que en la próxima vida oiremos mucho más
claramente la voz de la conciencia, la voz del Yo superior. Para
que el hombre pueda acelerar su desarrollo espiritual debe
comenzar por crearse nuevos hábitos que se relacionen con las
regiones elevadas del Mundo del Deseo y del Pensamiento.
Cuando deseamos, sentimos y pensamos en positivo y en
asuntos elevados y espirituales es como si nuestro mundo de
deseos y mental fueran de agua clara y el Ego pudiera
expresarse en ella perfectamente; pero cuando hacemos lo
contrario es como si el agua fuera barro y el Ego no pudiera
expresarse porque pierde toda su fuerza en el intento. Yo
aseguro que, como aconsejo en mi libro “Métodos esotérico
prácticos para el desarrollo interno”, si desde la mañana
hacemos alguna oración, nos auto programamos para hacer
bien durante el día, hacemos la retrospección por la noche y
pedimos por los enfermos y necesitados, avanzaremos a
grandes pasos en esta vida.

Aunque el Ego es un fragmento del verdadero Espíritu,


en su cuerpo causal actúa como un Ego completo, siempre que,
a su vez, pueda reflejarse de alguna manera en el hombre.
Aunque en el hombre de poco desarrollo el Ego apenas es
consciente en su propio plano, en cuanto tiene oportunidad de
actuar, siempre busca y desea lo positivo porque sabe que tiene
que desarrollar ese “Yo superior” que deberá utilizar los
cuerpos inferiores como vehículos de conciencia. El Ego va
desarrollando virtudes gracias al renacimiento de sus cuerpos,
pero esas virtudes deben de ser puras como si fueran reflejos
del propio Espíritu, por tanto, en él no cabe ni pizca de mal. El
primer estado de conciencia que alcanza el Ego en su
desarrollo es el del cuerpo físico (el más desarrollado hasta

326
ahora) y el del mundo físico, de ahí que sienta una gran
plenitud de vida en él y que el hombre (reflejo del Ego) tenga
una vida aguda e intensa hasta el punto de pensar que es un ser
separado e independiente. Por eso el hombre corriente tiene
poca conexión con el Ego (salvo en casos excepcionales como
la conversión) y por eso es necesario buscar la manera de
desarrollar y atraer la atención del Ego. Las maneras más
comunes de conseguirlo son:

1º.- Por la vía del pensamiento, en la que el desarrollo de la


mente (por medio de estudios y pensamientos elevados,
abstractos y filosóficos) también desenvuelve la mente
abstracta donde está ubicado el Ego.
2º.- La vía del corazón, la de las emociones y sentimientos
elevados (amor, devoción, fraternidad, altruismo, fe…) que
alcanzan al Mundo del Espíritu de Vida, el mundo del amor, y
que repercute sobre el cuerpo causal del Ego y sobre el cuerpo
de deseos.
3º.- Aunque no es una vía específica, la unión de las dos vías
anteriores trabajadas con persistencia y voluntad, como lo
hacen los ocultistas, puede tener los mismos efectos.

Deberíamos preocuparnos más por la unión con nuestro


Yo superior ya que Él solo puede manifestar una pequeñísima
parte de sí mismo porque nosotros tenemos nuestra conciencia
y muestra mente centrada en el mundo físico. ¿Cuántas veces
hacemos algo por el Ego al cabo del día? ¿Cuántas le
facilitamos algún medio para su desenvolvimiento? El Ego no
presta atención a nuestra existencia porque no hacemos casi
nada que sea lo suficientemente elevado como para que se

327
interese por nosotros. Por lo general vivimos para el cuerpo
físico, para satisfacer todo lo personal y tenemos una mente
egocéntrica que tampoco le es muy útil, por tanto, si queremos
atraer la atención del Ego debemos hacer cosas que sean útiles
para su desarrollo, Por ejemplo:

1º.- Purificar y desintoxicar el cuerpo físico a la vez que se le


alimenta con alimentos puros y bebidas naturales.
2º.- Hacer una serie de oraciones y ejercicios espirituales a lo
largo del día para crear los hábitos necesarios que ayudarán en
diferentes aspectos.
3º.- Purificar el cuerpo de deseos evitando tener deseos,
sentimientos, pasiones, etc. de naturaleza animal y negativa, a
la vez que se desarrollan y elevan otros sentimientos de
naturaleza devocional y espiritual.
4º.- Procurar controlar la mente para que no ande de un lado
para otro y se centre en lo que sea especialmente elevado,
abstracto, filosófico y espiritual.

La mayoría de las personas piensan y actúan como


personas independientes sin ni siquiera preguntarse de dónde
procede o qué es esa voz de la conciencia que nos aconseja,
guía y corrige. Solo un pequeño porcentaje ha desarrollado
cierta sensibilidad hacia las influencias de su Yo superior y son
algo conscientes de dichas influencias. Así es que lo primero
que se debe hacer para progresar en ese sentido es eliminar el
egoísmo porque intensifica el sentimiento de personalidad y, a
continuación, identificarnos con el Ego en todo momento y no
ocuparnos de los asuntos terrenales innecesarios. Esa es la
única manera de que el Ego nos hable, cuando llega ese

328
momento, es cuando debemos darle paso y obedecerle para
que, algún día y como culminación, el Ego absorba a la
personalidad puesto que están totalmente identificados. Algún
día tendrá el hombre que averiguar qué es lo que busca o desea
el Ego para acelerar su desarrollo, a partir de ahí es fácil, solo
hay que facilitarle las cosas.
Para que el Ego pueda utilizar lo mejor posible las
virtudes y poderes del hombre debe tener a su disposición y de
manera activa la mente puesto que es la que está
inmediatamente por debajo de él y porque con ella gobierna a
los demás cuerpos. Cuando pensamos en un hecho concreto,
estamos recordando algo que hay en la memoria y para hacer
esto necesitamos enfocar nuestra atención y voluntad en ello,
bien, pues es precisamente ese “prestar atención” o
concentración de la mente en algo lo que hace que el Ego se
interese. Cuando el hombre va por la vida sin centrarse en
nada, sin apenas discernir, dejándose llevar por las
circunstancias y por los demás, etc., no está colaborando para
que el Ego se proyecte en los mundos inferiores a través de sus
cuerpos. Es conveniente recordar que aunque nuestras
experiencias no pasan al Ego, sí lo hace la quintaesencia de las
mismas, tanto en vida como después de la muerte, por
consiguiente, elijamos en cada momento lo que más le ayude
en su desarrollo y nos ayudaremos a nosotros mismos como
personas.
El desarrollo espiritual también comienza por sentirnos
identificados sin ninguna duda con el propio Ego y por tener
plena confianza en nosotros cuando actuamos como tal; si
intentáramos vivir en la conciencia del Ego y ver como extraña
la de la personalidad, actuaríamos de otra forma. Esto significa

329
que deberíamos pensar y actuar en cada momento de una forma
voluntaria y consciente, es decir, mover el cuerpo a voluntad,
desear lo positivo porque lo desea el Ego, y hacer que nuestra
voluntad tenga controlada la mente y la imaginación para que
sirva a los deseos del Ego. Bueno, rectificando en cierto modo,
he de decir que la voluntad no hace, ejecuta o desempeña, ya
que eso pertenece a la actividad creativa del Ego; la voluntad
es: el poder de mantener la conciencia enfocada en un hecho y
objeto y excluir todo lo demás. Así es que, si queremos unificar
nuestra conciencia personal con la del Ego debemos utilizar la
voluntad de una forma positiva en la vida cotidiana y, sobre
todo, cuando, como aspirantes a la iniciación practicamos los
ejercicios de concentración, meditación, discernimiento y
contemplación.

El Ego siempre está presente o intentando manifestarse


en nosotros, lo que ocurre es que, normalmente, tenemos la
atención puesta en todo lo que materialmente nos interesa o nos
dejamos llevar por el cuerpo de deseos y la mente que están en
cosas superfluas. El Ego solo se ocupa de los pensamientos y
sentimientos altruistas, puesto que lo que normalmente
llamamos “negativo” solo afecta a los átomos permanentes.
Cuando el aspirante desea y procura utilizar sus cuerpos para el
bien a la vez que hace sus ejercicios y oraciones, suele tener
momentos de inspiración, exaltación, gozo y devoción como
respuesta del Ego. Esto es, el Ego consigue manifestarse en la
conciencia inferior, pero, repito, el Ego siempre está ahí y hay
que percibirle por medio de la razón y la fe. El Ego también
conoce la verdad y por eso el hombre, a veces, está convencido
de ciertos hechos sin que haya explicación razonable. Ese es el
caso de las personas que ya en otra vida han tenido contacto

330
con estas enseñanzas y, aunque en esta no lo recuerden, saben
que son ciertas. Otras veces percibimos por medio de la
intuición, hechos que ocurren a nuestro alrededor, que
proceden del Ego y que normalmente decimos que son efecto
del genio. Es cierto que el Ego está evolucionando y se puede
equivocar, pero suele manifestar el conocimiento que ya tiene
sobre determinado tema. Aún así, y como en el caso de los que
aplican justicia en forma de barbarie, como en el caso de los
radicales y fanáticos religiosos, lo que se demuestra es que son
Egos “jóvenes”.

331
CAPÍTULO VII

HACIA UN NUEVO RENACIMIENTO

Hasta que no se abandona el cuerpo mental se sigue


siendo personalidad puesto que es con la mente concreta con la
que razonamos y nos identificamos aquí en la tierra. La unión
de la personalidad con la individualidad o Ego se produce
cuando la conciencia se retira al cuerpo causal, es entonces
cuando el hombre se reconoce a sí mismo como Ego y se siente
en su propio hogar. Para el común de la humanidad (y con más
razón los atrasados) su estancia en este Tercer Cielo es de
somnolencia, aunque, si algo se percibe será real y exacto. Los
atrasados son inconscientes en este mundo celestial pero los
humanos más desarrollados pueden percibir y ser conscientes
en las tres regiones, teniendo así una vida celestial gloriosa y
muy satisfactoria. Aquí es donde, una vez incorporada la
personalidad al Ego, se es consciente del desarrollo adquirido
y, algo también, en parte, de lo que será su futuro.
Los más adelantados, es decir, los que tienen conciencia
en las dos regiones más elevadas del Mundo del Pensamiento,
son conscientes del propósito de la evolución, de las vidas
físicas y de lo que ocurre después de la muerte. En estas

332
regiones trata el Ego de infundir en la personalidad los valores
y conceptos más elevados para que no caigan en tentaciones;
éstos se manifestarán en la mente concreta como razonamiento
profundo, abstracto y filosófico. Además de que pueden
estudiar los arquetipos de todas las formas que hay en estas
regiones y contemplar ciertos aspectos de la Mente Divina, los
Egos pueden progresar más rápidamente al sentirse libres del
cuerpo físico. Como es de suponer en la región más elevada del
Mundo del Pensamiento solo son conscientes unos pocos pero
muy evolucionados humanos. Estos Egos pueden actuar
voluntaria y conscientemente sobre la personalidad para que la
luz esté siempre presente. Su conciencia está centrada en el
Ego y no en la personalidad, de hecho, estos iniciados trabajan
a favor de la humanidad desde estas regiones. Desde la región
más elevada se recibe la iluminación y toda ayuda por parte de
los Hermanos Mayores y Maestros.

Pero, volviendo al renacimiento, tenemos que hablar del


deseo de renacer. La causa principal por la cual el Ego siente el
deseo de renacer es el impulso interno de la Voluntad Divina y
por el deseo de manifestarse para sentirse autoconscientes. De
ahí que lo primero que hace un Alma al renacer es centrar su
conciencia en el cuerpo mental para identificarse con sus
propias creaciones mentales del pasado y para obtener una serie
de convicciones e intuiciones. Este impulso o Voluntad Divina
que se manifiesta en el Ego como “deseo de nuevas
experiencias,” es la que hace que el Ego evolucione a través de
los cuerpos que en cada vida crea, así como de las experiencias
en la vida terrestre. El Ego se manifiesta a través de sus
cuerpos pero también es partícipe de los cambios que se
producen en el planeta cuando en el Mundo del Pensamiento

333
trabaja con los arquetipos de la naturaleza; por tanto, al fin y al
cabo, hace lo mismo que Dios cuando nos crea a nosotros
como Espíritus y cuando crea el sistema solar. Pero es
importante no confundir este deseo con el deseo que las
personas tenemos de vivir, este deseo representa las ganas de
tener experiencias, de estar activo en los mundos y de
responder con su conciencia a todas las vibraciones externas
posibles. El Ego no se ve forzado a renacer, lo hace porque
quiere, aunque sí es cierto que renace porque desea conseguir
algo del mundo, y mientras desee algo del mundo material
renacerá. Cuanto más atrasada sea un Alma más deseo de
experiencias físicas tendrá, el que comienza a ver la luz del
Espíritu tendrá deseo de experiencias; y el, hasta cierto punto
desarrollado, deseará la unificación con su Padre, con Dios.

Como sabemos, en el momento de la muerte, la vida se


retira hasta el corazón donde rodea al átomo simiente físico
para después desplazarse hasta la cabeza, más exactamente
hasta el tercer ventrículo del cerebro. A continuación, este
átomo permanente envuelto en la tela de vida asciende hasta el
punto de unión de las suturas parietal y occipital para
abandonar el cuerpo físico. Pues bien, lo mismo ocurre cuando
se abandonan los otros cuerpos, los átomos quedan en un
estado estático o latente y son retenidos en el cuerpo causal.
Entonces, estos átomos envueltos en dicha tela de vida
perteneciente al Mundo del Espíritu de Vida, toman la forma
de un núcleo brillante y se quedan en estado de sueño en el
cuerpo causal junto a la quintaesencia de todas sus vidas
pasadas. Así es que, cuando llega el momento en que el Ego
necesita renacer, éste crea un estremecimiento de vida que
pone en actividad el átomo simiente mental el cual comienza a

334
vibrar con fuerza para atraer la materia mental que será
necesaria para formar su futura mente. Cuando la materia
necesaria y más adecuada para el karma y la mente futura de la
personalidad ha sido atraída, el Ego vitaliza el átomo
permanente del cuerpo de deseos para que comience a atraer la
materia de deseos correspondiente con el mismo fin.
Cuando el Ego desciende para renacer lo hace con el
pasado, con la carga del resultado de su anterior vida, el cual ha
sido guardado en los átomos permanentes en forma de
vibraciones. El resultado será administrado, en todos los
sentidos, por los Ángeles del Destino los que:

1º.- Le harán nacer en el país, familia y padres con los que (por
lo general) tiene algún karma.
2º.- Le proveerán de un cuerpo y un ambiente social de acuerdo
a lo que el Ego hizo en su anterior vida y a las tendencias del
carácter futuro.
3º.- Harán que reciba la cosecha buena y mala que merezca.

Esta es la visión que el Ego tiene, la que, por lo general,


suele contener más karma negativo que positivo; de ahí que se
comprenda que el Ego, a veces, no quiera entrar en el cuerpo
físico. A la hora de preparar el karma maduro, los Ángeles del
Destino tienen en cuenta el que éste sea lo suficientemente apto
como para que la personalidad se desarrolle según sus
necesidades; esto es, que el ambiente, las personas que la
rodean, la familia, las circunstancias, etc., sean las más
adecuadas. Hay casos en que el hombre se adapta bien al
programa y, como es libre y puede hacer lo que
voluntariamente desee, puede ocurrir que agote el karma

335
maduro antes de tiempo y los Ángeles le tengan que añadir
más. Cuando ocurre lo contrario, el karma pendiente es
guardado para otra vida futura.

Cuando hablamos del renacimiento o descenso del Ego


a la tierra no nos referimos a que el Ego descienda desde su
propio mundo hasta el físico. Está claro que para que el Ego
evolucione lo tiene que conseguir por medio de sus cuerpos
(herramientas) y de los impactos que éstos reciben
(experiencias que afectan a los sentidos y a los cuerpos
superiores) sin embargo, lo que se manifiesta en los cuerpos es
una parte de él mismo, o sea, algo así como el Sol que brilla y
proyecta sus rayos; los rayos no son el Sol pero son parte de él.
Por otro lado, como esto implica una limitación para la
expresión del Ego, es lógico aceptar que éste no puede
manifestar sus poderes y cualidades y, por tanto, se muestra
imperfecto. Las cualidades o virtudes autenticas del Ego no
pueden expresarse en los mundos y cuerpos inferiores puesto
que las vibraciones de éstos son bastante más lentas y densas.
De ahí que el trabajo del hombre sea trabajar para desarrollar
las virtudes espirituales para que pueda sintonizar con la
naturaleza del Ego aunque sea en una octava inferior. El
estudiante ocultista sabe que el Ego no es su mente ni su
personalidad; sabe que su misión es subordinar sus vehículos
inferiores para que puedan ser usados lo mejor posible por el
Ego; sabe que el propósito es el desarrollo positivo del
carácter; sabe que se debe esforzar para progresar en sentido
espiritual; sabe que el desarrollo y la espiritualización del
carácter solo está en sus manos; y sabe que cuanto más
desarrollo más felicidad interna.

336
El objetivo del Ego es el desarrollo y para eso “vela” su
conciencia con los cuerpos para poder conseguirlo gracias a las
vibraciones de los mismos; es la única manera de que sus
poderes latentes puedan convertirse en dinámicos. El Ego de
cada uno es el resultado de sus renacimientos, desde sus
primeros tiempos como humanos sin razonamiento, hasta
nuestros días pero pasando por todas las razas y subrazas. La
repetición de las experiencias positivas crea las cualidades del
Ego pero el desarrollo depende siempre de la adaptación,
esfuerzo, voluntad y sacrificio que éste haga. Cada
renacimiento en una personalidad es como un día de clase en la
escuela de la vida para el Ego y, de hecho, reanuda las clases
en el mismo punto donde las dejó en la última vida. La savia de
un árbol se forma a partir del alimento que extraen las hojas del
exterior, ese es el alimento del árbol, por tanto, sin las hojas no
lo conseguiría, pues bien, el hombre como personalidad es la
hoja gracias a la cual se desarrolla el árbol. El Ego es el actor
que se manifiesta en cada personalidad, de lo cual extrae el
fruto de la experiencia, bueno o malo, según haya sido su
actuación en la vida.

La intención del Ego es siempre elevar al hombre hacia


lo divino porque sabe que lo poco que progrese en cada vida
servirá para tener mejores vehículos y mayores oportunidades.
Aunque el hombre no perciba este objetivo, un mínimo
esfuerzo, adaptabilidad y buena voluntad, harán que comience
a responder cada vez más a las directrices del Ego. Solo
conocemos una pequeñísima parte de nuestro Ego y ésta no se
muestra perfecta porque no puede hacerlo, pero cuanto más nos
esforcemos en adquirir la conciencia del Ego, más podremos
contactar con él. Nuestro Ego en su mundo es glorioso pero los

337
cuerpos le impiden mostrar su naturaleza como varios pares de
guantes impedirían tocar el violín o la guitarra a una persona
por muy buen músico que sea.

¿POR QUÉ, CÓMO Y CUÁNDO RENACEMOS?

Si estudiamos estas enseñanzas con una mente abierta y


discernimos sobre lo explicado hasta ahora, podemos llegar
fácilmente a la conclusión de que la clave del desarrollo
humano, de la evolución y, cómo no, como medio para vencer
definitivamente el miedo a la muerte, es admitir la creencia en
el Renacimiento y en la Ley de Causa y Efecto. Estas leyes
forman parte del proceso que llamamos “evolución” el cual
permite un desenvolvimiento progresivo del hombre desde las
formas físicas más groseras e irracionales hasta la propia
perfección y desarrollo de los poderes latentes, o lo que es lo
mismo, ser un dios creador a imagen y semejanza de nuestro
Padre. La Ley de Renacimiento explica las diferencias entre los
hombres y el porqué de las circunstancias y actitudes de los
mismos. Actúa desde el Mundo del Pensamiento con una
relación directa con el Ego (y sus renacimientos en diversas
formas humanas) y con su voluntad, puesto que la mente y la
voluntad tienen relación directa con el karma y es el Mundo del
Pensamiento el hogar del Espíritu donde ha de volver cuando
se libere del renacimiento.
Al igual que aquí en la tierra a una noche de reposo le
sigue un día de actividad donde continuamos aprendiendo
gracias a la experiencia, también después de ese reposo y
disfrute en el Tercer Cielo, sentimos la necesidad de nuevas
experiencias y nos preparamos para renacer. Cuando llega ese

338
momento, nuestro mundo particular donde hemos disfrutado,
se reduce a una especie de aura brillante donde nos
sumergimos en un sueño muy profundo. Ese “deseo de nuevas
experiencias” viene dado por la influencia del Espíritu, el cual
despierta nuestra conciencia. Ya con el proyecto de vida
conformado, se despiertan los átomos simiente de los
diferentes cuerpos para que atraigan la materia adecuada para
los mismos según la vibración de dichos átomos; recordemos
que los átomos guardan el recuerdo de las experiencias de sus
correspondientes cuerpos en las vidas anteriores. El hombre
puede ser más o menos consciente en esta fase, de ahí que
responda para poner en actividad vibratoria los átomos, lo que,
a su vez, atrae la atención y colaboración de los seres que
habitan en los planos inferiores del Mundo del Pensamiento
para que seleccionen la materia que conformará la mente. Una
vez que la materia mental rodea el átomo simiente del cuerpo
mental, el Alma desciende al Mundo de Deseos donde los
Arcángeles también colaboran atrayendo la materia de deseos
que corresponda para su futuro cuerpo de deseos. El material se
puede atraer de cualquier subplano de estos mundos pero es la
nota vibratoria del Alma la que admitirá o rechazará la
“materia” que compondrá los cuerpos.

Como hemos dicho, cuando el Ego siente la necesidad


de experimentar de nuevo porque el fruto de la anterior vida ha
sido asimilado y los trabajos se han efectuado pensando en la
próxima, despierta del sueño en el que se encuentra. Pero hay
que aclarar que cuanto mayor grado de espiritualidad se haya
alcanzado en la vida pasada, más larga será la estancia en estas
regiones puras y espirituales del Mundo del Pensamiento. La
estancia allí suele variar entre nueve y catorce siglos y en ese

339
tiempo puede desarrollar nuevas facultades relacionadas con el
arte y con todo lo considerado mentalmente abstracto. Es por
este motivo por el que el Ego renace con la sabiduría o esencia
de todas sus anteriores vidas más lo que haya adquirido en el
Cielo siempre y cuando lo haya deseado. El Ego renace con
esas facultades o esencia pero, como ya se ha dicho, tiene que
hacer frente a su destino y a toda una serie de pruebas y
tentaciones que tienen relación con su vida pasada; por tanto,
estas pruebas y tentaciones del mal, despiertan (como las
semillas en primavera) cuando el Ego desciende, para adherirse
a su cuerpo de deseos. Junto con esta parte del mal también
están todas las cualidades materiales, tendencias, facultades
mentales, etc. que el Ego necesitará para expresar su nueva
personalidad.

En el capítulo anterior pudimos ver cómo, a partir de


que el Ego graba o se lleva la película de su vida pasada para
extraer el beneficio o quintaesencia de la misma gracias al
Purgatorio y al Cielo, termina descansando hasta sentir una
nueva llamada que le lleve al renacimiento. Una vez
almacenada dicha quintaesencia extraída de los diferentes
cuerpos para ser usada como simiente de los cuerpos mental y
de deseos futuros y para uso como conciencia y voluntad en la
próxima vida, el Ego está listo para comenzar un nuevo día de
actividad. Es decir, una vez hecho el contacto con el Yo
superior o Triple Espíritu después de haber abandonado los
cuerpos inferiores y después de haber permanecido en ese
estado de descanso, por lo general inconscientes, comienza el
proceso de descenso donde el Ego:

340
1º.- Despierta las fuerzas de los átomos-simiente de los futuros
cuerpos para que atraigan la materia cuya vibración estén en
sintonía con el propio desarrollo del individuo y en relación
con su futuro destino kármico.

2º.- Reúne la materia que va a necesitar una vez que ha emitido


su propia nota-clave vibracional y prepara la materia con sus
características y cualidades para que se vallan formando los
cuerpos principalmente a partir del nacimiento del cuerpo
físico.

3º.- Organiza la materia etérica para que los vórtices puedan


cumplir con su misión respecto a la vitalidad y a las conexiones
con el cuerpo físico.
4º.- Elije, dentro de lo posible, a los futuros padres de acuerdo
a las líneas generales programadas y según el karma respecto a
la herencia física y a las relaciones con las personas que serán
su futura familia.
5º. Como en algunos puntos anteriores, los Señores del Destino
o Ángeles Archiveros le facilitan el trabajo del cuerpo etérico
con la ayuda de otros seres inferiores a nosotros y una clase de
elemental constructor que permanecerá unido al cuerpo físico
hasta el momento de la futura muerte. Este elemental es el que
intenta retener (como cuando está vivo) el cuerpo físico y el
etérico aún después de la muerte.

Para la formación del cuerpo etérico y, como resultado,


del físico, es necesaria la colaboración de los Ángeles que son
especialistas en el manejo de la materia etérica puesto que ellos
habitan en la Región Etérica del mundo físico. Los Ángeles del

341
Destino o Ángeles del Karma y sus colaboradores son los
encargados de seleccionar a los padres y las condiciones físicas
según el karma pendiente y según el arquetipo formado en el
Mundo del Pensamiento. Aquí entra en juego una especie de
ángel colaborador o Espíritu Constructor que no es otro que el
“Ángel” que algunos clarividentes ven alrededor de los niños y
al que llaman Ángel de la Guarda; la construcción por parte de
este espíritu se basa en el diseño dado por los Ángeles del
Destino. Este trabajo tiene relación con la raza, país, familia,
estado social, etc. del futuro ser humano, pero quizás lo más
importante sea la “programación” e intervención de los
Ángeles para que ocurra la concepción. Sin su intervención no
habría embarazo puesto que son ellos los que ponen el molde
etérico en el vientre de la madre y el átomo simiente del cuerpo
físico en el espermatozoide del hombre. El átomo simiente está
sutilmente conectado con el Alma reencarnante mientras que
este proceso está supervisado por el Yo Superior, su tono
también está relacionado con un determinado rayo
representante de alguno de los doce signos astrológicos. Los
átomos simiente son la base para que los elementales
constructores puedan formar los correspondientes cuerpos, los
cuales estarán condicionados por el karma de su anterior vida
y, por tanto, por los defectos o herencia genética de los
mismos. Es entonces cuando se visualiza el destino futuro a la
vez que se recuerdan experiencias del pasado y las facultades
adquiridas; estos recuerdos concentrados en el átomo simiente
físico sirven como aliciente para ese nuevo ser.

Naturalmente que el cuerpo físico se forma de acuerdo


al molde etérico creado por los Ángeles, el cual es la
representación, en el mundo físico, del arquetipo que creamos

342
antes de descender desde el Mundo del Pensamiento. Ese
arquetipo lo creamos con la ayuda de otros seres de diferentes
jerarquías superiores y representa lo que va a ser nuestra vida
en líneas generales de acuerdo a las deudas que tengamos,
desarrollo inmediato que necesitemos, evolución adquirida,
estado social y familiar, salud, etc. Esta vida o arquetipo es la
que hemos elegido entre varias que nos proponen siempre
basadas en nosotros mismos tanto respecto al pasado como al
futuro. Cuando digo que elegimos me refiero a la elección del
personaje como un actor en una obra de teatro y a ciertas
circunstancias, pero no se eligen los pequeños detalles. Cuando
una persona no está contenta con su destino y se amarga la vida
o incluso se suicida, no sabe que ese destino lo eligió como
Ego puesto que él cometió las causas cuyos efectos tiene que
afrontar en el presente como karma. El “destino” nos llevará
por el camino elegido pero cómo y cuándo dependerá de
nuestra voluntad y libre albedrío puesto que, si nos desviamos
de lo elegido, nos pondrán impedimentos para que no
continuemos y tendremos que hacer frente a dichos
impedimentos y sus efectos. Este arquetipo construido de
materia del Mundo del Pensamiento, es el que emite una
vibración o nota clave que hace que los diferentes cuerpos
vivan y cumplan su función hasta el momento de la muerte tal
y como se eligió. Cuando deja de emitir la nota clave se rompe
el átomo simiente del cuerpo físico que se encuentra en el
corazón y se produce la muerte.

Para que el Ego pueda hacerse cargo y penetrar en su


futuro cuerpo físico tienen que producirse principalmente dos
hechos:

343
1º.- Que se unan las dos partes del cordón plateado que
comienzan a formarse desde el átomo simiente del cuerpo
físico y desde el átomo simiente del futuro cuerpo de deseos
para unirse en el átomo simiente del cuerpo etérico situado en
el plexo solar de las personas.

2º.- Que el Ego de la madre (puesto que la madre no es


consciente) se haga cargo de la formación del feto durante los
primeros veinte días aproximadamente.

Los átomos simiente son la base para que los


elementales constructores de los diferentes cuerpos puedan
formar el cuerpo físico, el de deseos y el mental. Pero estos
elementales (considerados como “Ángeles”) representan una
sola entidad relacionada con la personalidad. La agonía de la
muerte es en realidad una lucha entre el elemental constructor
que quiere retener la fuerza de la vida para seguir subsistiendo
y el Ego que quiere desconectarse del cuerpo puesto que es
autoconsciente. Esto es la muerte para el elemental puesto que
ve que toda su obra se acaba pero el trabajo de la humanidad es
gobernar sobre estas entidades y obtener experiencia gracias a
la obra que ellos hacen. En realidad ese intercambio de trabajos
y ayudas existe entre los diferentes reinos espíritus y jerarquías
creadoras.
Como sabemos, el Ego está relacionado y por encima
de sus cuerpos: Mental, de deseos, etérico y físico. Esta
conexión ocurre por medio de un cordón plateado de materia
etérica que facilita la comunicación del pensador (Ego) con sus
cuerpos. A su vez, este cordón está en contacto con los átomos
simiente de cada cuerpo, los que renacen en cada vida para dar

344
expresión de su correspondiente cuerpo y para guardar las
experiencias que son las que, en realidad, hacen que
evolucionamos. Entonces y ya en el útero de la madre, el Ego
continúa con el proceso de gestación pero sin penetrar aún en
el vientre puesto que eso lo hace aproximadamente a los cuatro
meses. Es entonces, antes de los cuatro meses, cuando se le
muestra al Ego, en líneas generales, lo que va a ser su vida, una
vida que él mismo eligió antes de comenzar a descender para
renacer. A continuación, cuando se unen los dos cordones
plateados en el plexo solar, es cuando el Ego penetra y
comienza a ser un ser físico que estará atado a su cuerpo hasta
el momento de su muerte pero conectado a sus cuerpos
superiores con los que podrá viajar a sus correspondientes
mundos mientras el cuerpo duerme o en casos excepcionales
como son un acto voluntario o el estado de coma.

Sin átomos simiente no hay cuerpos nuevos ni hay


medios para guardar las experiencias lo que, en definitiva,
forma la memoria de todas las anteriores vidas. Una vez el
átomo simiente en el óvulo femenino, es su vibración natural o
nota-clave lo que actúa como propulsora de la formación y
nacimiento del cuerpo, convirtiéndose dicha vibración en el
mecanismo del corazón. Esto a su vez une la vida del nuevo ser
con la vida de Dios manifestada a través del Sol místico, esta
obra sagrada es la que se destruye cuando alguien comete un
aborto. A partir de ahí, el hombre queda unido a su Yo
superior, el cual hace de observador; esto es así en la mayoría
de los humanos y solo se manifiesta en los casos de gran
progreso espiritual y en otros casos excepcionales. También el
Ángel o Espíritu Constructor abandona su obra
aproximadamente a los siete años cuando se completa la

345
construcción del cuerpo etérico. El hombre es totalmente dueño
de sus cuerpos a la edad de 21 años.
El trabajo para el nuevo renacimiento comienza por
vivificar el átomo-simiente de la mente con la intención de
despertar sus fuerzas latentes para que atraigan la materia
mental que necesita y con la que tenga afinidad según su
propio desarrollo espiritual. Así es que el cuerpo mental
expresará las facultades que obtuvo en su última vida menos el
mal que purgó, más la quintaesencia del bien; por tanto no hay
imágenes del pasado porque se borraron pero sí el efecto o
poderes resultantes. Como la región concreta del Mundo del
Pensamiento tiene varias regiones, podemos imaginar este
proceso de la siguiente manera: Imaginemos que echamos
(lentamente para que no se mezclen) en un recipiente cuatro
líquidos de diferente densidad y peso, éstos quedarán
superpuestos uno sobre otro quedando el más denso y pesado
en el fondo. Si imaginamos que esos líquidos son la materia
mental de diferente graduación y que el Ego se “sumerge” y va
descendiendo cogiendo el material que le corresponde de cada
líquido o región, entenderemos cómo se forma el cuerpo
mental. Por tanto el Ego atrae de cada región la materia que
formará parte de esa mente según el resultado de su última vida
y de acuerdo a cómo será la próxima respecto a su karma.
Como ya hemos dicho, cuando el Ego ha abandonado
todos sus cuerpos y se encuentra en las regiones superiores del
Mundo del Pensamiento, en lo que llamamos cuerpo causal,
tiene consigo, en estado latente, los átomos simiente de los
cuerpos que ha utilizado. El Ego evoluciona gracias a estos
átomos permanentes puesto que es de ellos de donde extrae la
síntesis o quintaesencia de lo que ha hecho y sido en cada vida,

346
por eso, cuando llega el momento, el Ego dirige su atención en
busca de nuevas experiencias. Este sería el momento en que el
átomo mental despierta, o mejor dicho, una vibración del Ego
pone en actividad el átomo mental para que sea el primer
receptáculo del hilo de vida que procede del Mundo del
Espíritu de Vida (lo que los teósofos llaman Buddhi) Cuando el
Ego trata de expresarse en la Región Concreta del Mundo del
Pensamiento, el átomo actúa como un imán y, en colaboración
con los Señores de la mente y otros seres, el Ego vela su
conciencia con la materia que atrae para formar su futura mente
o cuerpo mental. El poder de vibración de la materia que
atraiga estará en sintonía con el desarrollo del Ego para que
pueda expresar sus cualidades mentales latentes. Esta materia
mental procedente de las regiones inferiores se condensa en
forma de nube alrededor del átomo simiente como material con
el que se construirá, después de nacer y hasta aproximadamente
los 21 años, la nueva mente. Por supuesto que dichas
cualidades mentales no se ponen en actividad hasta que, a
partir del nacimiento, se van manifestando progresivamente de
acuerdo al medio ambiente y a las actividades que la persona
haga.

En la quintaesencia de las experiencias que el Ego se


lleva en cada átomo simiente no hay imágenes ni nada que sea
grosero sino los efectos de esas imágenes o experiencias sobre
las facultades. De esta forma la materia que el Ego atrae es de
la misma vibración que la que tenía en su último cuerpo
mental, por eso se dice que el hombre reanuda su vida en el
mismo punto donde la dejó aunque con otro destino y más
posibilidades. Esto mismo ocurre respecto al cuerpo de deseos,
por tanto, los cuerpos que el Ego construye en cada vida son el

347
resultado directo de su pasado, como ocurre respecto a su
destino.
Cuando un niño nace no tiene un cuerpo mental y uno
de deseos ya formados e independientes, la materia de lo que
serán esos cuerpos forma una especie de ovoide donde cada
materia irá cambiando y manifestando sus formas y colores
según el niño o adolescente emita sus deseos, sentimientos,
emociones y pensamientos. Los gérmenes o tendencias del
pasado (buenas o malas) se desarrollarán o no dependiendo de
los estímulos que reciba según el medio ambiente donde crezca
y según la educación que reciba. Como un niño no actúa de
forma individual e independiente hasta aproximadamente los
16 años, aunque más exactamente deber ser a los 21 cuando se
termina de formar su cuerpo mental, es deber de los padres
estimular el cuerpo de deseos y la mente con actividades que se
relacionen con la inteligencia y los buenos sentimientos ya que,
de otra forma, tienden a atrofiarse. Cuando a un niño se le
crean inclinaciones y gustos positivos, podemos asegurar que
crecerá en ese sentido mucho más que en su anterior vida, pero
si se deja que le influyan personas de gustos groseros y deseos
malévolos, no solo no crecerá moral y espiritualmente sino que
degradará lo que había adelantado en su última vida. No
olvidemos que antes de nacer el niño, es decir, a partir de que
el Ego penetra en el vientre de la madre para hacerse cargo del
desarrollo de los cuerpos, ese niño en formación, ya es sensible
a las influencias externas.
No son muchos los padres que se toman
verdaderamente en serio eso de despertar los mejores
sentimientos o inculcar los más elevados y bellos ideales en los
niños desde que nacen. Sin embargo, así debería ser puesto que

348
sabemos que nacemos con un cuerpo mental cuyos defectos y
tendencias son similares a los de la última vida. Aunque el
poder espiritual haya aumentando al pasar por el Purgatorio, si
aún teníamos muchos defectos y malas tendencias que superar
en la última vida, deberemos hacer frente a ellas e incluso a las
ya superadas para demostrar que hemos aprendido la lección y
hemos tomado nota en la conciencia. Todos, cuando somos
niños, caemos y desarrollamos o aumentamos ciertos defectos,
por el contrario, crecemos desarrollando y aumentado ciertas
virtudes que ya traemos, pero eso dependerá mucho de lo que
primero se nos presente. Si el medio ambiente familiar y social
es maléfico, seguramente que despierten las tendencias
maléficas y las benéficas puedan hacer bien poco para evitarlo.
Entonces, como el Ego aun no es dueño de sus propios cuerpos
y aunque intente luchar, no podrá estimular las buenas
tendencias hasta que el niño ya tenga alrededor de los 21 años,
pero entonces le costará mucho más vencer que si de niño se
hubieran estimulado las tendencias positivas. Qué decir tiene
que si los padres cumplen con su deber de buenos educadores
algunas malas tendencias se atrofiarán, otras se superarán
fácilmente y, a la vez, el Ego se fortalecerá en el bien para
cuando tenga que hace frente al mal en el futuro.
Como ocurre con los demás cuerpos, la materia mental
de la cual se debe formar la futura mente se divide en grados,
lo que en el hombre, suele manifestarse en tres clases que son:
El poco desarrollado; el término medio como el hombre
occidental actual; y el muy desarrollado.
El poco desarrollado atrae la materia de las
subdivisiones inferiores del Mundo del Pensamiento, creando
así un pequeño y desorganizado cuerpo mental. Estas personas

349
de muy poco desarrollo intelectual se dejan dominar más por su
cuerpo de deseos, tienen muy poca actividad interna y
responden poco y lentamente a los estímulos externos, lo que
retrasa el desarrollo de la mente. Los placeres, las pasiones, el
miedo y cualquier otra vibración producen movimiento en el
cuerpo de deseos y éste estimula a la mente para que responda
con la razón. La repetición de impactos externos así como la
acción del cuerpo de deseos iniciaron y desarrollan la
imaginación y la memoria, lo que estimula lo interno y los
sentidos para que haya acción y discernimiento para repetir lo
que más gusta, sea bueno o malo. Con el paso del tiempo y
viendo el hombre los resultados de su acción, aún poco
razonada, comienza a atraer materia de las regiones siguientes
del Mundo del Pensamiento y a expulsar la más grosera de su
cuerpo mental. De esta forma, en cada renacimiento adquiere
más posibilidades de hacer un más correcto uso de su razón por
medio del discernimiento. Así, el hombre que no ha llegado al
término medio de su evolución y que es aún esclavo de sus
deseos pasionales, mantiene una gran lucha interna.

El hombre medianamente desarrollado tiene un cuerpo


mental más grande y más organizado compenetrando su cabeza
física, su materia suele proceder de la segunda, tercera y cuarta
subdivisión del Mundo del Pensamiento. La mayoría de
nosotros vigorizamos nuestra mente gracias a la imaginación,
la razón, el discernimiento y, en general, gracias a todo hecho
donde pongamos interés. Sabiendo esto podemos decir que en
cada uso específico de la mente modificamos lo que era hasta
ese momento y, por el contrario, que cuando hay inacción y
desinterés intelectual y nos dejamos llevar por el cuerpo de
deseos, la mente se va atrofiando. Cuanto más se repiten ciertos

350
aspectos o vibraciones mentales más desarrollo obtiene la
región con que se corresponda, mientras que la materia que no
vibra al unísono es reemplazada por otra. Es conveniente
interesarse por aprender y experimentar en todos los sentidos
meditando sobre lo que somos y lo que deseamos conseguir
pero siempre de manera equilibrada para que ni haya plétora ni
atrofia u obstáculos. Cuando uno desea estudiar y esforzarse
por aprender algo, la mente intenta esquivar la acción porque
no está acostumbrada a esa clase de vibraciones, la cuesta
adaptarse y por eso hay que planificarlo para conseguirlo sin
prisas pero sin pausa. La persistencia y la repetición son la
clase para que la mente se familiarice con esa clase de
vibraciones mentales y comience a responder positivamente a
la vez que transforma y expulsa la materia antigua e inservible.
Naturalmente que si una persona así se deja llevar por deseos y
pasiones que interfieran o sean contrarios a las metas que desea
conseguir, terminará abandonado, mientras que si persiste y
lucha terminará atrofiando y expulsando las vibraciones que se
correspondan con esos deseos y pasiones del cuerpo de deseos.
La meta inmediata del hombre actual es obtener un cuerpo
mental formado por la materia de las cuatro regiones inferiores
y controlar su mente fortaleciendo su voluntad para que ésta no
se deje llevar por el cuerpo de deseos.

El futuro de la humanidad pasa, como de hecho algunos


ya lo han conseguido, por eliminar la materia mental
relacionada con todo lo que no sea espiritual, devocional,
moral y positivamente intelectual. Entonces, cuando solo se
responde a lo sublime y elevado y se actúa con voluntad y no
dejándose llevar por los sentidos ni por el aspecto negativo del
cuerpo de deseos, el Ego se expresa en los mundos de una

351
manera más noble y más sutil. La mente debe ser un
instrumento perfecto en manos del Yo superior para poder
colaborar en el desarrollo intelectual de la humanidad, de esta
forma avanzaremos a pasos agigantados a la vez que
eliminamos el mal de la tierra.

Este mismo proceso se lleva a cabo en el Mundo de


Deseos. El Ego desciende, se sumerge cada vez más en los
grados más densos de las diferentes regiones atrayendo la
materia que esté en sintonía con las cualidades desarrolladas en
la última vida. Pero también atraerá la materia relacionada con
sus debilidades y negatividades porque, entre otras cosas,
tendrá que ser tentado. Sin embargo, como el cuerpo vital tiene
forma, o mejor dicho, es el molde del cuerpo físico, el proceso
para su formación no es el mismo. Lo único parecido con los
otros cuerpos es que su átomo-simiente se pone en actividad
para atraer la materia etérica (en cantidad y calidad) que
formará parte del cuerpo vital. Como ya dijimos, este cuerpo lo
construyen las personas que están en el Cielo bajo la dirección
de los Ángeles y con la ayuda de los espíritus de la naturaleza.
Lo mismo que en el átomo-simiente del cuerpo físico en el
corazón guarda las imágenes de la vida según se van
sucediendo, también en el cuarto éter de este cuerpo están
impresas las escenas de la vida futura, pero es el Ego quien
incorpora la quintaesencia de todos sus anteriores cuerpos
vitales y hace un aporte original para que su vida no esté
basada solamente en sus acciones pasadas. Este trabajo
individual del Ego es la base para que haya nuevas y originales
causas a lo largo de la vida y para que así pueda manifestar su
libre albedrío que rompe con la repetición monótona de la Ley
de Causa y Efecto, esto es “Epigénesis”.

352
El Ego, como sabemos, gravita alrededor de los padres
que le van a facilitar el material que necesita para su cuerpo
físico, el cual tiene relación solamente como herencia física y
no anímica. Pero también, este Ego busca la manera en que esa
herencia física le pueda ayudar a manifestar determinadas
cualidades. Es decir, si ya trabajó en otra vida en determinada
carrera y profesión y se especializó en desarrollar nuevos
conocimientos, en esta vida buscará a los padres que le
favorezcan con esa materia física y que le puedan facilitar la
continuación de esas investigaciones y trabajos. Esta es la base
de lo que llamamos “genio”, o sea, la identificación de que esa
Alma es avanzada después de un largo y gran trabajo en varias
vidas; como ejemplo tenemos a Mozart y a otras familias de
grandes compositores de la música clásica. Estos casos de
genialidad no se pueden aplicar a la herencia de la materia
física porque si fuera así esa genialidad iría pasando de padres
a hijos. La materia de los padres debe servir para que se
manifieste el genio pero no es el genio, un hijo puede nacer de
un genio y, sin embargo, no sigue ni le atrae el trabajo de su
padre, lo que demuestra que el genio no se hereda con la
materia física del cuerpo.

Respecto al renacimiento dentro de una familia o


círculo, hay que tener presente que en una vida nos
relacionamos con muchas personas, con algunas de ellas habrá
sido para bien y con otras para mal, lo que implica que tenemos
toda una serie de deudas en muy diferentes sentidos (amor,
odio, injurias…) Como la Ley de Consecuencia es muy exacta
y justa no permite que por el hecho de ser otra vida se olviden
dichas deudas, por tanto, las personas que se odiaron se
volverán a unir para que las circunstancias les una y terminen

353
(de una forma u otra) amándose fraternalmente. Las personas
renacemos para conquistar el mundo, para superar y gobernar
al yo inferior o personalidad y para conquistarnos a nosotros
mismos, pero también para conocer y superar el mal
desarrollando el bien. Para que lo anterior se cumpla los
Ángeles del Destino tienen en cuenta que:

1º.- Si surge una oportunidad para que un Ego renazca y


cumpla con el destino deseado y necesario aunque para ello
tengan que adelantar varios siglos un nacimiento, lo harán sin
dudarlo. El tiempo de descanso que no pueda disfrutar se le
dará en otra vida y si no encuentra dónde renacer y está más
tiempo de lo debido en el Cielo, en otra vida se lo descontarán.
2º.- El Ego renace cuando las estrellas lo favorecen por sus
posiciones que, por cierto, deben estar de acuerdo con el
destino de ese Ego.

Estando ya en el nivel que estamos, es muy posible que


más de un lector se haya hecho la siguiente pregunta ¿Por qué
tenemos que renacer? Lo primero que debemos tener claro es
que el motivo principal es la “experiencia” y no el disfrute de
los placeres o la felicidad terrenal. El disfrute de los placeres
no enseña nada, es pasajero y al final terminamos cansados de
ellos; por otro lado, es imposible hallar una satisfacción
permanente para todos nuestros deseos y lo que es peor, los
placeres no satisfacen al Alma sino que terminan creando
adicciones y malos hábitos. Como consecuencia, estos placeres
terrenales nos causan dolor y sufrimiento, sin embargo, hay
que admitir que son nuestros mejores maestros. Cuando por el
uso irresponsable de un instrumento u objeto nos herimos,

354
estamos aprendiendo a ser más responsables y a utilizar ese
instrumento de manera que no nos perjudique; y cuando
ofendemos moralmente a otro, la conciencia nos está
enseñando a través del remordimiento y del dolor; cuando no
hacemos caso a estas enseñanzas y repetimos el error, el efecto
será más duro y así continuará hasta que cambiemos la forma
de actuar. Nosotros no podemos aprender desde los mundos
superiores, debemos experimentar físicamente, como tampoco
un niño puede obtener el título universitario por ir unos pocos
días al colegio y el resto quedarse en casa jugando. No
recordamos las experiencias de cómo aprendimos a ser
responsables o a tener determinadas habilidades pero cada uno
renacemos con ellas y así deberá ser hasta que hayamos
aprendido todas. La Ley de Renacimiento trabaja para el
desarrollo del bien, primero en nosotros y, como efecto, en los
demás y en el mundo. Si no hubiera renacimiento ¿de qué nos
serviría ser buenos si no lo podemos utilizar para beneficiar a
otros y en el Cielo no nos hace falta?

No podemos dejar de renacer mientras no hayamos


alcanzado la perfección, la espiritualización del hombre o,
dicho de otra forma, hasta que el Yo superior pueda
manifestarse plenamente en la personalidad. Naturalmente que
tampoco dejaremos de renacer mientras tengamos el deseo de
hacerlo porque haya algo que nos atraiga; esto es, falta de
perfección. El Espíritu, en su propio mundo, sabe cuál es el
Plan de Dios y de ahí surge la voluntad para renacer y
continuar el desarrollo espiritual pero, aunque sabemos que
uno de los motivos principales para renacer es la perfección, he
de decir que, junto a esa perfección de la personalidad, va
unido el deseo de sacrificarse y de llevar a la práctica el

355
servicio amoroso y desinteresado a todo ser viviente
incluyendo a los que nos siguen.
Hay una esencia oculta más allá de lo comprensible y
relacionada con el origen de nuestro esquema evolutivo que se
manifiesta como Ley de Periodicidad. Aunque no es fácil de
comprender su razón de ser, sin embargo está relacionada con
aspectos como el día y la noche, la vida y la muerte física y
cualquier otro aspecto relacionado con la doble polaridad. Por
consiguiente, el renacimiento está relacionado con esta Ley
como lo está el flujo y el reflujo, el sístole y el diástole del
corazón e incluso la manifestación y reabsorción del Universo.
Eso nos lleva a pensar que aunque renacemos por la voluntad y
con el deseo de perfección y servicio amoroso, hay algo por
encima de todo eso que nos lleva a crear. Este impulso, presión
o deseo espiritualizado es el que tuvo que tener nuestro Dios
antes de crear su esquema evolutivo donde nosotros estamos
evolucionando. Algo similar debemos sentir nosotros para que
surja ese deseo y esa voluntad de renacer para ser creativos en
los diferentes mundos como lo hizo Dios con su esquema
septenario. Es cierto que en los primeros pasos en el sendero
como humanos el deseo de renacer procede del aspecto inferior
del cuerpo de deseos, pero progresivamente se transforma en
deseo de perfección y, por último, será deseo de servir y ayudar
a la humanidad. Cuando lleguemos a la perfección prevista por
nuestro creador, entonces ese impulso-deseo espiritualizado
hará que podamos crear un esquema similar al creado por Él
mismo.
Pero, el deseo, desde el punto de vista terrenal tiene un
papel importante en el porqué del renacimiento. El deseo
encadena pero también ayuda a evolucionar dependiendo de la

356
naturaleza que tenga. Con el deseo (además de la voluntad)
trabajamos y sembramos durante la vida pero, después de la
muerte y una vez cosechada la esencia espiritual de la vida, ese
deseo debe desaparecer para que no ate a la personalidad y solo
tenga esa esencia como medio de trabajar en la próxima vida.
Sin embargo, mientras haya falta de experiencias y, por tanto,
no hayamos alcanzado la perfección, nuevos y elevados deseos
nacerán en cada vida para que los podamos trabajar y
experimentar. Pero por encima de todo eso y pensando en el
propio desarrollo espiritual, cada persona debe ir desechando
los deseos materiales y más bajos en sentido personal (placeres,
éxitos, dinero…) y continuar en esa línea hasta que incluso no
desee ni siquiera ayuda para su desarrollo personal sino para la
humanidad.

Algunas personas mayores se sienten tan defraudadas


de la vida que casi desean abandonar este mundo cuanto antes.
Bien por lo que han hecho y cómo lo han hecho o bien por lo
que pudieron hacer y no aprovecharon la oportunidad sino todo
lo contrario. Lo cierto es que, en esos momentos, sus deseos y
aspiraciones no son terrenales y, por tanto, no encuentran
satisfacción en la vida. Pero otras muchas personas también
anhelan irse y se sienten defraudadas porque quisieron
construir y vivir en un mundo de dicha y felicidad y no lo
consiguieron. Estos aspectos de la personalidad que tienen su
origen en el mismo destino y en su libre albedrío tendrán su
respuesta y solución después de la muerte pero también, y esto
es lo importante, serán motivo de renacimiento. Cuando el
Alma desea y ansía determinadas cosas de la vida terrestre, con
seguridad que esos deseos tienen relación con la causa del
renacimiento. Es cierto que algunos deseos se pueden ver con

357
repugnancia en el estado post-morten y por eso precisamente
mueren de inanición, pero mientras el hombre se sienta atraído
por determinados objetos o circunstancias de la vida, tendrá
que renacer para satisfacerlos si no es capaz de reprimirlos.
Nuestra actitud debe ser como cuando nos acostamos
disgustados con nosotros mismos porque hemos actuado mal
ante alguna persona y nos proponemos enmendarnos y
esforzarnos para no caer más en ello. En el estado post-morten
tenemos la oportunidad de enfocar y desarrollar estos deseos y
anhelos terrenales desde un estado de conciencia que puede
hacer que eliminemos esos deseos que nos hacen renacer.
Cuando hablamos de deseo por alguna cosa, persona o
circunstancia terrestre, estamos diciendo que ese Ego se sentirá
atraído para renacer sin hacer distinciones entre si el deseo es
por algo bueno o malo. Hay personas que aun renacen por
deseos buenos de ayudar a la humanidad pero, aunque sea así,
están dando motivos para que se sientan atraídos hacia la
Tierra. Aun el amor, que es un aspecto más elevado del deseo,
puede atraernos para renacer. Llegamos por tanto a la
conclusión de que, respecto al deseo y pensando en evitar el
renacimiento cuanto antes, el Alma no debe sentir el más
mínimo deseo de renacer por nada existente en el mundo físico.
Esta es una manera de hacer que el karma actué en los mundos
superiores respecto a nosotros y no en lo terrenal.
Pero el motivo del renacimiento va más allá y lo
podemos generalizar desde un punto de visa más amplio. Si
bajo la Ley de Causa y Efecto cada causa tiene su efecto como
cada efecto debe tener su causa, quiere decir que cada causa
que el hombre realiza en el mundo y con su cuerpo físico, debe
tener su efecto en ese mismo mundo físico. Si de todas las

358
causas que cometemos a lo largo de la vida no tienen una
reacción correcta y adecuada y, como es evidente, tampoco
podemos cosechar lo que corresponda en esa misma
encarnación, debemos admitir que ese es otro motivo por el
cual debemos renacer, es decir, la Ley de Renacimiento es
necesaria para nuestra propia evolución pero que algún día
deberemos superar. Como dijo el místico alemán Goethe: “De
todas las fuerzas que encadenan al mundo, el hombre se libera
cuando consigue su propio dominio.” De una forma general, el
hombre renace, según las exigencias que haya respecto a las
deudas kármicas:

1º.- Por la atracción que siente de lo que él inició en su vida


terrestre.
2º.- Por un sentido de responsabilidad para cumplir con sus
deberes según las deudas que tenga por sus relaciones sociales.
3º- Por la necesidad de cumplir las obligaciones instintivas por
las Leyes Divinas que rigen en los tres mundos donde
actualmente evoluciona.

Está claro que no es fácil que el Ego tenga un destino


donde todo lo que haga y con quien se relacione esté
controlado por la Ley de Causa y Efecto o por el karma. Casi
siempre se renace en una familia con la que tenemos alguna
deuda o algo en común, y lo mismo ocurre respecto a algunas
otras personas con las que tendremos relaciones a lo largo de
nuestra vida, bien como vecinos, amigos, compañeros de
trabajo, etc.; pero con la gran mayoría de las personas con las
que nos relacionamos no tienen nada o no tenemos nada
pendiente con ellos. Estas personas, así como ciertos lugares y

359
hechos de nuestras vidas, están ahí para favorecernos con
nuevas relaciones, circunstancias y oportunidades de
desarrollo. El motivo, entre otros, es que no todas las personas
con las que tenemos deudas de nuestra última vida han
renacido en el mismo lugar que vamos a renacer ni en los
mismos años. Así es que el Ego es llevado por los Ángeles del
Destino a renacer en determinada familia pero ofreciéndole la
posibilidad (en algunas ocasiones) de elegir entre varios
destinos, aunque, eso sí, una vez hecha la elección ya no se
puede dar marcha atrás y, por consiguiente, el individuo será
controlado para que cumpla irremediablemente sus
compromisos.

Esto es algo parecido a un laberinto, si el ratón tiene


que llegar al queso y elude el camino más corto para perderse
por el laberinto (la vida contraria al desarrollo) le cerrarán el
que haya elegido para obligarle a elegir otro hasta que por fin y
obligatoriamente llegue a la meta prevista. Esta es la clave que
determina la Ley de Causa y Efecto y el libre albedrio. El
destino suele ser escogido libremente, pero es que, en la propia
vida, siempre tenemos opción de elegir entre hacer el bien o el
mal o actuar de una manera u otra. Si elegimos el camino
correcto progresaremos y nos facilitarán más oportunidades
pero si hacemos lo contrario nos irán cerrando puertas o
poniendo impedimentos para que elijamos otro camino. El
karma maduro o deudas pendientes no las podemos eludir ni
retrasar porque nos comprometimos a saldarlas pero, respecto
al futuro, somos libres de actuar como queramos aunque, eso
sí, si actuamos mal estaremos creándonos nuevas deudas, o lo
que lo mismo, más problemas y limitaciones. ¿Qué significa
esto? Que cuando el hombre haya evolucionado hasta el punto

360
de dominar su cuerpo de deseos y de controlar su mente, estará
preparado para liberarse de las ataduras que le retienen en la
Tierra.

Para que haya un nacimiento en una familia son


necesarias dos cosas: Primera que el átomo-simiente del cuerpo
físico sea colocado en la cabeza de un espermatozoide del
padre, y segundo que el cuerpo vital que ha sido modelado por
los Ángeles y sus ayudantes sea también colocado en la matriz
de la futura madre. De esta forma el átomo-simiente atraerá la
cantidad y calidad de materia física, la cual se irá uniendo al
molde etérico para formar el cuerpo físico. Sin embargo,
aunque en los demás cuerpos no lo podemos hacer, en este
caso, es el mismo Ego que va a renacer el que incorporará la
quintaesencia extraída de sus cuerpos físicos del pasado
dejando el resto al aspecto “herencia” de los padres; aspecto
físico que, por cierto, él no puede utilizar aunque sí elegir
como elige a los padres. Lo cierto es que aún no tenemos la
suficiente experiencia y desarrollo como para construir nuestro
cuerpo, por tanto, nuestra intervención es mínima pero sí lo
suficiente como para que nuestro cuerpo tenga algo de nuestra
propia expresión como Espíritus.

Pero ¿qué es lo que hace que el Ego renazca en


determinado lugar y familia? Sin duda que la Ley del karma.
Esta Ley, a través de la cual trabajan los Ángeles del Destino,
es la que facilita el cuerpo de raza y las características
generales de su medio ambiente. Esto ocurrirá según las
circunstancias sociales para la próxima vida, según las
facultades del individuo y su necesidad de experiencias, y
según su karma maduro pero, de cualquier forma, tendrá que

361
saldar sus deudas en forma de castigo y recibir sus premios en
forma de casualidades y suerte.
Además de lo que llamamos facultades o poderes de la
mente alcanzados, están las tendencias o inclinaciones
dominantes que se desarrollaron en la última vida y que bien
podríamos llamar “virtudes”. Son estas virtudes las que hacen a
un individuo un buen carpintero o un buen matemático pues
son el resultado de trabajos pasados, de ideales y aspiraciones,
y del trabajo realizado en el Segundo Cielo. De aquí la
necesidad de tener ideales y aspiraciones elevadas, practicar el
altruismo y ser humildes entre otras cosas porque eso nos
llevará a las regiones donde podamos desarrollar el Espíritu.
También es aconsejable pensar en nuestra vida cotidiana
respecto a nuestras relaciones y actitudes porque son los lazos
y deudas con otros los que nos crean el nuevo destino, cabría
preguntarse ¿Creamos armonía o desarmonía? ¿Intentamos
vencer a lo más bajo de nuestro cuerpo de deseos o nos
complacemos en los placeres y vicios terrenales? ¿Intentamos
controlar la mente para hacer el bien o la dejamos desbocada
para caer en lo peor? Estos aspectos tendrán su manifestación y
efecto en el futuro cuerpo mental y de deseos, en el sistema
nervioso, en la sensibilidad, etc. No nos olvidemos que los
Ángeles del karma tienen el archivo de lo que cada uno de
nosotros hace en pensamiento, palabra y obra, sin embargo,
según el destino, no renacemos con las posibilidades
suficientes como para poder utilizar todas nuestras virtudes.

¿POR QUÉ RENACEMOS EN DETERMINADO LUGAR,


FAMILIA Y CIRCUNSTANCIAS?

362
Como en este capítulo estamos hablando del hecho
mismo de renacer en determinado lugar y familia con sus
correspondientes nuevos cuerpos, creo conveniente explicar
cómo es este proceso más detalladamente. Cuando decimos
que el Ego abandona el cuerpo físico tras la muerte significa
que ya no tiene medios para responder o actuar en el mundo
físico; cuando abandona el cuerpo de deseos significa que ya
no puede responder sentimental ni emocionalmente ni tampoco
tiene deseos relacionados con su propio mundo; cuando
decimos que abandona el cuerpo mental significa que ya está
imposibilitado para pensar como lo hacemos aquí, es decir, se
anula la personalidad uniéndose la esencia de la vida al Alma.
En realidad, el Ego siempre está en las regiones superiores del
Mundo del Pensamiento, lo que en realidad renace es una
parte de su conciencia y de su voluntad (un rayo del Ego) de
forma similar a como enfoca el Sol su luz hacia el exterior o
sistema solar como luz imprescindible para que haya vida. Un
ejemplo, aunque algo grotesco, sería el hecho de concentrarse
hasta tal punto que no fuéramos conscientes del mundo físico y
a continuación salir de esa concentración; la concentración
profunda sería el Ego sin manifestar y el hecho de salir de la
concentración sería cómo el Ego se manifiesta en los mundos
mental, de deseos y físico.

También, cuando hablamos de la Ley de Consecuencia


y del Karma, parece como si estas leyes fueran inmovibles
cuando no es así porque no todos los Egos están en el mismo
grado evolutivo. En la etapa actual hay varias clases de Egos
según el desarrollo que tengan:

363
1º.- Los muy pocos desarrollados (por ejemplo tribus, y sub-
razas a punto de extinguirse) que renacen muchas veces en una
sub-raza antes de pasar a otra raza superior.
2º.- La gente normal que suelen renacer cada 1100 años
aproximadamente y unas cuatro veces en cada sub-raza.

3º.- Los que están en el Sendero de aceleración o de iniciación,


bien por la vía intelectual o bien por la del corazón
(misticismo) que suelen renacer antes.
4º.- Cuando se ha alcanzado el grado de Hermano Mayor que
ya no necesitan renacer.

Aunque todos fuimos creados (diferenciados de Dios


por Él mismo) a la vez, no todos hemos tenido la misma
capacidad de adaptación, esfuerzo, voluntad, etc., y por eso
unos están más adelantados que otros como ocurre con los
estudiantes en el colegio. Así es que hay una gran diferencia de
desarrollo entre el Alma joven que no domina el aspecto
inferior del cuerpo de deseos porque apenas razona, y el
Hermano Mayor que no solo superó todo eso sino que también
espiritualizó sus cuerpos hasta el punto de no tener ninguna
deuda ni karma pendiente en la Tierra.
Parece ser que renacemos muchos cientos de veces
desde nuestros primeros pasos como humanos hasta que llega
el día en que no tenemos nada que aprender de las razas ni de
la civilización porque nos hemos adelantado y hemos
desarrollado el propósito para el que Dios nos creó. Entonces,
algunos renacen con alguna misión y a modo de sacrificio para
dar un nuevo empuje a la humanidad, raza o continente según
cuál sea ésta. Hay casos excepcionales en que un Ego muy

364
avanzado puede renacer inmediatamente y utilizar sus cuerpos
mental y de deseos de su anterior vida necesitando solamente
un cuerpo físico por medo de unos padres que serán elegidos
según la misión que vaya a realizar. De esta forma vemos que
unos tardan más que otros en renacer y que cada Ego renace en
determinado continente, país y familia según su karma
pendiente, su evolución y sus necesidades de progreso futuro.
Pero lo que nunca ocurre, porque va en contra de la lógica, de
la sensatez y de las Leyes de Dios, es que un ser humano
renazca en un animal ni en ninguna otra forma que no le
corresponda como tal. Así va el hombre evolucionando a través
de cuerpos de sub-razas y de razas y de nacimientos en
diferentes sexos, puesto que esas sub-razas de razas y el
cambio de sexo junto al renacimiento mismo cada 1100 años
en un estado muy diferente del planeta, es lo que proporciona
el progreso.

No hay una regla fija que indique la duración de la vida


porque aunque ésta es fijada de antemano por las Jerarquías
superiores para que el Ego pueda extraer el mayor provecho
posible de la vida, el mismo hombre puede alterarla como, de
hecho, normalmente lo hace acortándola. Es posible que
también las Jerarquías superiores corten la vida a través de una
enfermedad o un accidente porque, según lo que haga el
hombre, se puede perjudicar él mismo. Por el contario y
cuando ven motivos suficientes como para comprender que esa
persona está centrada en algo muy positivo para ella, pueden
alargarla. Sin embargo, cuando se pierde la vida en un
accidente no previsto, según las circunstancias, puede ocurrir
que ese Ego renazca rápidamente para que pueda continuar con
su anterior destino previsto.

365
Aunque cada uno de nosotros evoluciona tal y como
hemos dicho en estos últimos párrafos y vamos renaciendo con
otros Egos con los cuales llegamos a identificarnos y a
desarrollar el amor, también llega el momento en que ya no
podemos renacer en el mismo lugar ni familia o incluso ni en el
mismo tiempo. Este amor divino y devocional entre Egos
perdurará para siempre y, aunque no puedan renacer juntos, se
encontrarán en los mundos invisibles y se reconocerán. Por lo
general, es muy probable que renazcamos junto con esos Egos
durante miles de años (varios renacimientos) en un orden de
países similar al siguiente: Egipto, Arabia, Grecia y, por último
en la actualidad, en cualquier país que esté a la cabeza de
occidente. Pero también es muy posible que en esos mismos
renacimientos seamos familiares y estemos juntos según el
cambio de sexo que hayamos hecho. Entre otros casos, se suele
renacer como buenos y eternos amigos o en forma de
adoptados y otros hechos similares. Lo cierto es que la muerte
es un proceso que desempeña el Ego durante un tiempo pero
que, tarde o temprano, no necesitará desempeñar y será libre
para colaborar con las Jerarquías en forma de ayuda a los
humanos inferiores que nos siguen y a las oleadas de Espíritus
que están en otros reinos e incluso en otros universos.

He de repetir que estas delineaciones son solo un


aspecto general de cómo suelen ocurrir los hechos en el
renacimiento pero nunca una regla fija para todo ser humano
puesto que cada persona es un mundo según su pasado, su
propio desarrollo y el grado evolutivo de sus cuerpos. No
debemos olvidar que cada causa produce un efecto en el
universo pero también que esa causa tiene su efecto sobre su
creador y sobre los implicados de su alrededor, por

366
consiguiente, tendría yo que tener un desarrollo como los
Hermanos Mayores o los iniciados para poder asegurar que
todo lo dicho es tal cual. Pero en el mundo del ocultismo,
aunque hay quien piensa que es un mundo para unos cuantos
solamente, hay muchas personas que estudian y aplican estos
conocimientos a su vida extrayendo un gran beneficio
espiritual, y también hay otros, muy pocos, que han dejado por
escrito el resultado de sus investigaciones clarividentes en los
propios mundos espirituales. Por tanto, yo escribo lo que creo
que es rigurosamente cierto basándome en mis estudios desde
hace muchos años y en mis conclusiones después de años de
trabajo personal.
Continuando con el desarrollo que estamos haciendo
sobre los diferentes aspectos del renacimiento he de decir que,
en los casos de personas de carácter extraño y poco sociable y
que tienen una vida dura de pruebas, normalmente nacen entre
extraños donde no se sentirán apreciados ni recibirán ayuda
para solucionar sus problemas. También puede ocurrir con
estas personas que nazcan huérfanos o separados de sus padres
por alguna razón o incluso que ellas mismas se marchen muy
pronto de la casa. Esta lección representa el aprendizaje de que
no hay que negar el afecto ni la ayuda a quien la necesita,
porque si se hace así se verá solo y sin ayuda en la próxima
vida.
Sucede algunas veces, que una persona que es muy
querida por su familia, cambia su línea de actuación, más o
menos normal, y comete toda una serie de delitos o hechos
deshonrosos que hacen sufrir a dicha familia. Cuando este Ego
decide o acepta enmendar esos errores en el panorama de la
siguiente vida, suele renacer entre personas cuya antipatía le

367
harán sufrir como efecto del rechazo que ella hizo al amor de
su familia pasada. A veces estos efectos suelen durar varias
vidas porque, no solo tiene que aprender a simpatizar y a
querer a los que le quieren, sino que también debe saldar sus
deudas respecto a lo que hizo y aprender a actuar con
honestidad y rectitud.
Hay casos que tienen cierto parecido con el expuesto en
el párrafo anterior aunque invirtiendo los papeles, es decir, un
Ego actúa equivocadamente en su vida pero porque su familia
no le educa, ni le muestra su amor, como tampoco le favorece
para que pueda crearse un buen futuro. Es evidente que ante el
Karma y la Ley de Consecuencia tendrá que saldar sus deudas
de lo que hizo en otra vida. Sin embargo, en la próxima
renacerá en un ambiente de cariño y favorecedor para él pero
cuya familia (posiblemente la misma) tendrá que sufrir el
efecto de su mala actuación como tal y con ese mismo Ego. En
estos casos, no muy comunes, en que un Ego renace, por algún
hecho del pasado, en una familia entre la cual se siente extraño,
no cabe la menor duda de que hay un lazo de unión basado en
el amor en algunos casos o en el odio en otros. Por
consiguiente, nuestra obligación, en cualquier caso, es tener en
consideración y ayudar cariñosamente a cualquier familiar
directo o indirecto porque, ¿quién se atreve a decir que no
tenemos algo de culpa cuando ocurre algún hecho de los
mencionados en nuestra familia?
Otro hecho muy común en los últimos tiempos y que se
relaciona con la situación en que algunos Egos encuentran en la
familia donde renacen, es el rechazo a tener hijos. La evolución
del ser humano no sería posible si no existiera la procreación,
es más, es muy posible que el principal motivo para que exista

368
el matrimonio es la procreación de nuevos cuerpos para dar la
oportunidad de renacer a otras Almas. Las Almas tienen
también el derecho de ser bienvenidos, acogidos y cuidados,
pero ese no es el pensamiento generalizado entre los humanos
actuales. Lo mismo que cometemos el error de festejar el
aprisionamiento del Alma en un cuerpo (nacimiento) y no su
liberación, así mismo cuidamos y mantenemos las especies
animales según nuestros egoístas y materialistas deseos y no
hacemos lo mismo respecto a las Almas que renacen. No solo
se evita cada vez más el tener hijos, sino que también se
practican más abortos (en mi opinión asesinatos) e incluso
cuando vienen niños sin desearlo no se tienen los mismos
sentimientos con ellos que cuando se desean y buscan Pero las
Leyes Divinas no pueden ser burladas y, sea en una vida o en
otra, quien no fue buen padre nacerá donde no sea bienvenido o
el que no quiso tener hijos no los podrá tener o los tendrá con
algún problema cuando los desee.

Sabemos que el tiempo aproximado que transcurre entre


un nacimiento y otro es de aproximadamente 1100 años. Uno
de los motivos de ese intervalo es que el Sol tarda en pasar por
cada signo astrológico (según el movimiento llamado
“precesión de los equinoccios”) poco más de 2000 mil años, el
tiempo necesario para que el aspecto del planeta cambie lo
suficiente como para que los dos renacimientos de un Alma, en
diferentes sexos, sea más fructífero. Pero como estas leyes,
aparentemente inamovibles, están administradas y son
ejecutadas por unas muy elevadas Jerarquías, el tiempo para el
renacimiento puede alterarse según el destino y la familia que
deba tener determinado Ego. Así es que, cuando un Ego tiene
un papel importante que hacer en la vida y necesita construir

369
un cuerpo especial o tener unos sentidos físicos especialmente
construidos para ese trabajo, o incluso necesita una
determinada familia en cierta época porque es quien le puede
facilitar lo que necesita y ayudarle en lo que está previsto que
sea o haga, estas Jerarquías adelantarán o atrasarán si es
necesario el momento del nacimiento. Cuando se adelanta un
renacimiento por algún motivo especial o incluso si ha tenido
que buscar una nueva oportunidad para ello a través de cierta
familia, es muy posible que nazca un genio que, al no estar en
su tiempo, será un incomprendido o incluso despreciado, pero
pasado algún tiempo se valorará su aportación. Claro que, este
mismo genio, renaciendo más tarde de lo que le corresponde,
no sería genio porque su aporte estaría anticuado.

Los hechos que estamos interpretando respecto al cómo,


por qué y cuándo del renacimiento tienen como base las Leyes
de Causación y Asociación; unas leyes que hacen que, por
ejemplo, un Ego que tiene previsto ser un gran músico renazca
en una familia donde pueda obtener el material físico necesario
para construir un buen oído o unas manos adecuadas, y los
medios necesarios para que pueda continuar su aprendizaje que
procede de otra vida. Pero ha de quedar claro que el Ego, el
Alma, ya trae su propia naturaleza mental, moral y espiritual y
solo necesita la materia física. No es justo ni cierto que la
maldad o la bondad de un hijo tengan su origen en los padres;
una cosa es la vida y otra la forma. Por consiguiente, ni el
genio, ni la maldad ni el hecho de no querer trabajar o caer en
los peores vicios se heredan; estas leyes llevan al Ego a renacer
con unas personas de gustos, características y tendencias
similares a las que él tiene, pero solo hereda el aspecto físico.
Cabe la posibilidad, en este mismo sentido, de que puedan

370
“heredarse” pequeñas particularidades como son las
costumbres y gestos o tendencias a la enfermedad por el hecho
de que las moléculas de los padres llevan su propio sello y
vibración que hacen que terminen uniéndose de alguna manera.
También es posible que el cuerpo de deseos de la madre tenga
algún efecto al respecto e incluso los átomos inferiores del
cuerpo etérico, pero, sabiendo que el Ego se va manifestando
cada vez más y años tras año hasta que a los veintiuno ya es
dueño y responsable de su propio cuerpo, lo lógico es pensar
que todo lo que no sea físico y que se achaque a los padres
tenga su origen en la acción del karma del Ego con esos padres.
Lo mismo que un genio puede nacer de una familia en la que ni
ellos ni sus antepasados han trabajado ni desarrollado lo que
ese genio manifiesta, tampoco se puede decir que la maldad o
la enfermedad de un hijo tenga su origen en la herencia física.

Las enfermedades proceden del propio karma de la


persona y si algo de relación tiene con los padres es que esos
padres ya tienen en su cuerpo lo que el Ego necesita para que
esa enfermedad se desarrolle o para que sirva como posibilidad
dependiendo de lo que el Ego haga en su destino. Las
enfermedades siempre tienen su origen en lo interno de la
persona misma, los obsesos respecto al sexo, la lascivia, la
indulgencia ante las pasiones o simplemente el carácter
malvado, son fuente de diversas enfermedades graves físicas y
mentales (cáncer, epilepsia y otras similares) Estas
explicaciones no se deben interpretar como aplicables a todo
ser sin excepción, ya hemos dicho que cada uno somos un
mundo y tenemos nuestro propio karma y destino, pero en
líneas generales suele ocurrir que las satisfacciones físicas de la
pasión tienen su efecto sobre la mente, mientras que el abuso

371
de la fuerza de la mente sobre otros tiene su efecto como
incapacidad física.

Pero hay otro aspecto en la salud que también es


necesario tener en consideración en la vida cotidiana de cada
uno, veamos. Sabemos que el arquetipo que creamos en el
Segundo Cielo y que va a ser el origen de nuestro futuro cuerpo
para la próxima vida, está creado de acuerdo a lo que hicimos y
fuimos en la última, a nuestras aspiraciones y esperanzas, a si
actuamos con la verdad o con la mentira y la astucia, a si
llevamos una vida pura y limpia, si fuimos fieles cumplidores
de las Leyes de Dios, y si actuamos honrada y fraternalmente o
no. Cuando nuestra vida ha ido por esos caminos de rectitud y
bondad, gracias a esa misma fuerza de atracción nos unimos a
la armonía celestial de este mundo para manifestarlo en el
arquetipo; como resultado obtendremos buena salud. Por
supuesto que los que andan por senderos contrarios a las Leyes
Divinas, que desacreditan, mienten, son egoístas y
desconsiderados, etc., no pueden identificarse con esta armonía
porque no es su costumbre y no están capacitados para
identificarla; por eso su arquetipo se formará con ciertos
defectos que se mostrarán en debilidades de los órganos físicos
y enfermedades de diversa índole según su karma futuro. Pero
¡cuidado! No juzguemos a los enfermos como malos y a los de
buena salud como buenos, solo los Ángeles del Destino saben
el porqué es así, y como ésta es una norma que se puede
cambiar hay que admitir que una persona buena y desarrollada
haya elegido tener alguna o algunas enfermedades en una vida
por el simple hecho de eliminar ese karma maduro que tiene
pendiente.

372
Antes de terminar este capítulo quiero dar respuesta a la
pregunta que posiblemente más de una persona se haga
respecto a si los niños que mueren en la infancia vuelven a su
misma situación y familia o a cualquier otra, sea buena o mala.
Sabiendo que la gran mayoría de los niños que mueren en su
infancia lo hacen como medio para recuperar la esencia de las
experiencias que en su vida pasada no pudieron recopilar
porque algo o alguien le impidió llevarse la película de su vida,
se calcula que más de un 50% de los que renacen en los
próximos diez años vuelven a renacer en la misma familia,
mientras que los que renacen entre los diez y veinte años
después, se toman más tiempo porque, aunque alguno puede
renacer de su anterior madre, buscan a su futura madre ideal en
otro ambiente sin importarles estar alrededor de ella durante
mucho tiempo antes de quedarse embarazada y, a veces,
incluso antes de casarse.

373
CAPÍTULO VIII

EL NACI MIENTO Y EL KARMA EN UNA NUEVA VIDA

Existe una ley en la naturaleza que dice que nadie


puede habitar un cuerpo que sea más perfecto que el que sea
capaz de construir. Es así como aprende el hombre a construir
sus cuerpos aunque sea inconsciente de ello, primero construye
y luego lo habita para comprobar su obra y aprender de sus
errores y así corregirlos en la próxima vida. La construcción de
los cuerpos, en especial del cuerpo vital, hasta la etapa
antenatal se hace, generalmente, de forma inconsciente hasta
que llega el momento en que se ha de depositar la
quintaesencia de todos los cuerpos anteriores. Es un hecho, por
tanto, que lo mismo que aquí en la vida terrenal nos estamos
haciendo maestros en el manejo y transformación de la materia
física tal y como está previsto, así mismo desde los mundos
invisibles también estamos aprendiendo a perfeccionar nuestros
cuerpos hasta hacerlos inmortales. Una vez finalizada la etapa
de construcción inconsciente es cuando el hombre, ya

374
consciente, hace su obra original que tendrá como resultado
nuevas experiencias que aportarán más progreso. Después, el
cuerpo etérico modelado por los Ángeles del Destino es puesto
en la matriz de la futura madre mientras que, el átomo-simiente
del cuerpo físico, es puesto en la cabeza del espermatozoide
que fecundará el óvulo.
Desde el momento de la fecundación (que a veces es
días después del acto sexual) el Ego queda unido a sus futuros
padres, aunque más especialmente a la madre, alrededor de
quien está flotando durante aproximadamente veinte días para
después de un tiempo introducirse y unirse a su cuerpo para no
volver a estar desconectado nuevamente hasta el momento de
la muerte. Este primer aprisionamiento de casi nueve meses no
solo es para formar el cuerpo físico sino también para
familiarizarse con él y con las vibraciones ambientales de la
madre; a partir del cuarto mes el Ego se va haciendo cada vez
más responsable de sus cuerpos. Un poco antes de nacer hay
una especie de vivificación o descenso de luz desde el propio
mundo del Ego hacia el cuerpo etérico para formar los
diferentes vórtices (chacras) que están relacionados con la
vitalidad y la salud del cuerpo físico. Esta energía o luz
procedente del Ego compenetra el cuerpo físico en el momento
del nacimiento quedando solamente pendiente la finalización
de la construcción del cuerpo etérico durante los próximos siete
años.
Una vez obtenido el cuerpo etérico y ya en el momento
aproximado del nacimiento, cabe preguntarse: Si, en líneas
generales, la vida está programada y aceptada hasta cierto
punto por nosotros ¿Podemos también alterar su duración? la
respuesta es: Eso depende de la Ley de Consecuencia. Como

375
bien sabemos, nos ofrecen una vida donde, además de los
cambios que nosotros podemos hacer o elegir, nos ponen una
serie de oportunidades para nuestro propio desarrollo espiritual.
Cuando hacemos buen uso de la vida aprovechado dichas
oportunidades y deseamos mayor progreso, la vida se cumplirá
tal como estaba previsto por medio de la vibración del
arquetipo del Segundo Cielo. Pero si no aprovechamos dichas
oportunidades y nos desviamos del camino para meternos en
lugares o en vicios que impidan nuestro desarrollo, las
Jerarquías espirituales destruyen el arquetipo causándonos la
muerte en nuestro propio beneficio. Aunque no es muy común,
sino que ocurre en casos muy excepcionales, cuando la persona
ha aprovechado el máximo las oportunidades, ha vivido la vida
plenamente y las Jerarquías aprecian un mayor desarrollo para
ese Ego, entonces alargan (aumentan) la vibración del
arquetipo para prolongar unos años más la vida física.

Recordemos que cuando, ya en vías de renacer,


pasamos por los diferentes mundos, solo atraemos la materia
que necesitamos para la construcción de nuestros cuerpos pero
solo la relacionada con nuestro grado de desarrollo y no más ni
menos espiritualizada puesto que no será atraída por la
vibración de los átomos-simiente que actúan como un imán.
Pero cuando atravesamos el Mundo de Deseos, o más
concretamente el Purgatorio, no debemos imaginar que
volvemos a sufrir otra vez como cuando pasamos a él después
de la muerte. En el descenso no hay nada que purificar puesto
que no hay imágenes de ninguna vida ni cuerpo de deseos, ya
que éste se forma entre el nacimiento y los catorce años. Así es
que el Purgatorio solo actúa como tal cuando pasamos a él

376
después de la muerte y no cuando lo visitamos en vida ni a la
vuelta para renacer.
Volviendo a nuestro nacimiento en la Tierra, además de
la colocación por parte de los Ángeles del molde etérico en la
matriz de la madre, el átomo-simiente que con el
espermatozoide fecundará el óvulo, tiene el papel principal en
la construcción del cuerpo físico. Este átomo-simiente, como
sabemos, es donde se graba la película de la vida desde su
situación en el ventrículo izquierdo del corazón, pero también
es el núcleo alrededor del cual se agruparán todos los demás
átomos cuya vibración se identifique con la que él emite. En
nuestro actual grado de desarrollo no hacemos casi ningún
trabajo conscientemente pero sí estamos presentes mientras se
va formando el cuerpo físico y colaboramos inconscientemente
con sus constructores. Aunque parezca difícil de comprender,
la verdad es que tampoco somos conscientes de lo que hacen o
lo que les pasa a la mayoría de nuestros órganos aun siendo
nuestro propio cuerpo.
Nuestro cuerpo físico está compuesto de infinidad de
diminutas vidas (células, bacterias, microbios, etc.) que son
siempre dependientes de la vida que procede del arquetipo y
del Ego más la vitalidad que se obtiene gracias al Sol. Estas
diminutas vidas cumplen su misión hasta el momento de la
muerte en que, al no estar bajo el gobierno del Ego a través de
la conciencia, quedan libres actuando de tal forma que
terminan destruyéndose y actuando como un cáncer. Pero lo
cierto es que ni el hombre como persona ni el propio Ego
controlan y dirigen el organismo en sus funciones físicas, sino
que es un elemental sub-humano ¿Quién hace o controla la
digestión? ¿Quién da la señal de que hay cansancio, hambre o

377
sed? ¿Quién pone en alerta las defensas del cuerpo cuando hay
una herida, o enfermedad del cuerpo? ¿Quién mueve el cuerpo
mientras dormimos? Como elemental está evolucionando como
lo hacemos nosotros con una conciencia superior o como lo
hacen las células con otra conciencia mucho más inferior que la
nuestra. Cuando decimos que estamos esforzándonos
físicamente demasiado sabiendo que ponemos en peligro
nuestro cuerpo o vida, es porque el elemental nos advierte y,
sin embargo, muchas veces, no hacemos caso del cansancio.
Cuando un niño llora porque le duele algo no es su Ego sino el
elemental que intenta pedir ayuda o que le presten atención al
cuerpo. Estos elementales evolucionan así y, por tanto, aun
guardan recuerdo de lo que para nosotros fue la prehistoria; es
más, a veces se manifiestan en nuestros sueños con imágenes
absurdas o que nada tienen que ver con nosotros. Aprenden a
través de la experiencia en los cuerpos físicos y algún día
llegarán a ser humanos. Tienen la necesidad de vivir y
expandirse buscando excitación, variedad, sensación, etc.;
posiblemente por eso dijo San Pablo: “No hago el bien que
quiero, más sí el mal que no quiero”. Por consiguiente,
también tenemos una lucha con este elemental puesto que nos
puede desviar de nuestro camino, de ahí que debamos procurar
tener siempre los más elevados pensamientos y sentimientos
con nosotros. Veámoslo desde otro punto de vista. El cuerpo de
deseos manifiesta atracción, repulsión o indiferencia, si
nosotros probamos una droga y nos dejamos dominar por sus
efectos y consumimos más, estamos alimentando al elemental
del deseo pero en sentido de que nos creará un mal hábito; algo
parecido ocurrirá con la crítica respecto al elemental de la
mente; y lo mismo si al elemental del cuerpo físico (que solo

378
pide comer y beber para sobrevivir) le damos a probar
determinadas comidas y bebidas, esto le produciría placer y
actuaría a través del cuerpo de deseos para pedirnos más y
hacerse un glotón o desarrollar la gula.
Si nosotros utilizamos la mente para discernir y razonar
las cosas correctamente, combatiremos a ese elemental que nos
está intentando llevar al pasado cuando éramos más animales
que humanos. Aquí podemos ver una de las explicaciones que
tiene aquella frase famosa de “hombre conócete a ti mismo”,
porque conociéndonos podremos utilizar los poderes
adquiridos hasta ahora a lo largo de la evolución y utilizarlos
para dominar nuestros diferentes cuerpos y no dejarles en
manos de esos espíritus elementales. Algunas personas y
escuelas llaman egos a nuestros defectos y dicen que hay que
erradicarlos, estos egos son los malos hábitos que imponen o
intentan imponer estos elementales pero que nosotros debemos
combatir con su aspecto contrario. Debemos tener claro que
nosotros no somos los malos sentimientos ni deseos de nuestro
cuerpo de deseos sino que son del elemental y cada vez que los
manifestamos estamos fortaleciendo a dicho elemental.
Nosotros estamos trabajando y esforzándonos por desarrollar
los deseos y sentimientos más elevados porque son el camino
más corto y más seguro para adquirir la perfección. De esta
forma purificamos nuestros cuerpos mental y de deseos
cambiando así también la línea de actuación del elemental al
que obligaremos a actuar a favor nuestro por medio de los
buenos hábitos.

KARMA Y PAGO DE DEUDAS

379
Aunque, en líneas generales, ya hemos hablado del
karma en varios de los capítulos anteriores, creo conveniente
hacer un apartado en éste con la intención de explicar un poco
más lo que es y su forma de obrar. Podríamos decir que es la
ley universal en la cual tienen su origen casi todas las leyes.
Esta Ley infalible ajusta sabia y equilibradamente los efectos a
sus causas llegando así al causante en sus aspectos físico,
emocional, mental y espiritual. Aunque por lo general no es
conocida, sus efectos se perciben tanto a nivel macro cósmico
como personal o micro cósmico. Karma trabaja dando el efecto
justo ante cualquier hecho (por insignificante que sea) sea
personal o circunstancial, así es que, cuando hablamos de
distinción de clases sociales o de problemas económicos y
laborales de un país estamos hablando del resultado de la
acción del Karma sobre los individuos que, en definitiva,
forman parte de una sociedad global y mundial.
Karma es una oportunidad cíclica de vida; es la
“relación” como resultado de la necesidad de expresar o
crear; no es premio ni castigo y su meta es la perfección de
todo lo existente y la espiritualización de la materia. Karma es
también “necesidad” de manifestarse a través del renacimiento
porque donde hay objetividad actúa la Ley de Consecuencia,
gracias a Karma se produce la redención de la vida a través de
la forma o materia.
Como Cristo explicó y San Pablo predicó, el hombre
recogerá lo que siempre; esta es la Ley de “Causa y Efecto” o
de “Acción y Retribución”. Una Ley que afecta todo el
universo y a todas las Jerarquías que en él habitan porque
gracias a ella (y en nuestro caso también al renacimiento) y a
su justicia se acelera el desarrollo y se evoluciona. Esta ley nos

380
hace comprender que nosotros somos los causantes de nuestro
destino, bueno o malo, y, por tanto, somos el gobernante pero
también el que aplica la justicia según sea nuestra propia
manera de actuar. Están muy equivocados aquellos que
entienden al destino como fruto del azar, de la casualidad, del
fatalismo o de un Dios personal. Somos cada uno de nosotros
los que vamos creando nuestro destino con cada causa creada
momento a momento con cada uno de nuestros cuerpos
(pensamiento, palabra y obra) Solo nosotros somos los
responsables de las consecuencias que tengan nuestras
actitudes ante la vida y ante los demás, por tanto, nos afectará
principalmente a nosotros como causantes. Sin embargo, una
de sus ayudas está en que nos muestra cómo nuestras
aflicciones son el efecto de nuestras actitudes y errores para
que no lo volvamos a repetir, o dicho de otro modo, nos
muestra que cada uno de nosotros está capacitado para crearse
su propio destino colaborando con las Leyes Divinas o
retrasando su propia evolución.

Lo mismo que una enfermedad nos puede servir como


instrumento regenerador para corregir determinada actitud
causante de dicha enfermedad como, de hecho, normalmente
ocurre, así mismo la Ley de Consecuencia tiene un aspecto
purificador para corregir nuestra manera de utilizar nuestros
cuerpos en cada vida, enseñándonos a través del dolor que no
estamos colaborando con Dios ni con la naturaleza. La
ignorancia de las leyes divinas y el egoísmo en todos sus
aspectos son los más grandes enemigos en el desarrollo de la
humanidad porque su práctica nos trae una respuesta negativa
kármica. Por ejemplo: Una persona dominada por la gula puede
terminar afectando físicamente a su estómago y al organismo

381
en diferente aspecto, y si esa persona no se corrige puede llegar
a tener cáncer, sobre todo si ya trae consigo algo de karma al
respecto de otra vida. Por consiguiente, como el efecto de una
causa solo puede ser neutralizado por el mismo causante,
decimos que karma nos ayuda porque nos da la oportunidad de
corregirnos a nosotros mismos y así poder evolucionar.
Sabiendo que el cuerpo de deseos, de sentimientos y pasiones,
es decir el gran tentador, es el que nos ha hecho caer en todo lo
peor desde que obtuvimos la propia conciencia y el libre
albedrío, debe ser un deber para nosotros desarrollar un
carácter fuerte y positivo para actuar rectamente en
pensamiento, palabra y obra.

Debemos ser conscientes de que estamos tomando


decisiones en cada momento y de que cada decisión no solo
tendrá el efecto correspondiente sino que, además, puede
cambiar el rumbo de las cosas haciendo que tengamos que
responder o actuar de otra manera y que tengamos que tomar
nuevas decisiones. De aquí la necesidad y el deber de hacer un
correcto uso de la voluntad y del discernimiento en nuestro
libre albedrío. Lo mismo que cada día que pasa nos aleja más
de la ignorancia y la inexperiencia de la infancia, cada
decisión nos trae una enseñanza a través de su efecto, la cual
nos puede acercar a la meta de nuestra vida y a la sabiduría o
nos puede alejar de dicha meta al dejarnos dominar por el
cuerpo de deseos. El que más discierne y el que mejor planifica
con antelación lo que tiene que hacer cada día auto
programándose nada más despertarse para actuar
correctamente, más se acerca al cumplimiento de su destino y
más sabiduría obtendrá a lo largo de su vida.

382
Como la Ley de Causa y Efecto es un poder que está
por encima de todas las cosas y que controla de forma justa e
infalible las leyes que, de cualquier forma, produzcan efectos,
está ley actúa durante la vida, después de la muerte y en
cualquier renacimiento futuro. Esto es así porque, aunque el
cuerpo físico muera, al no ser el verdadero yo creador de las
causas, la ley actuará sobre ese Yo, el pensador y creador
después de la muerte y, como consecuencia también de la vida
pasada, sobre el destino futuro. Las causas no se pueden borrar
del historial del Ego hasta que los efectos correspondientes las
cambien e invaliden dentro de las Leyes de Dios o que ese
mismo Ego las compense en la propia vida de forma adecuada.
El fin es restablecer la armonía como efecto y esa intención
persistirá incluso durante varias vidas si hiciera falta. Por tanto,
el hombre crea las causas y la ley del Karma ajusta sus efectos
de manera que el resultado esté en sintonía con la armonía del
universo. El karma ayuda en el desarrollo y evolución de la
humanidad ayudando a los buenos e introduciendo toda una
serie de problemas y aflicciones en el destino de los malos para
que rectifiquen, lo que también traerá consigo la recompensa o
castigo después de la muerte. Solo la creación de nuevas causas
(epigénesis) puede suplantar a esta ley pero, aún así, las nuevas
causas de una vida tendrán su origen en el resultado de todos
los anteriores renacimientos.

Si de verdad queremos colaborar con la Ley de


Consecuencia para que nos ayude en nuestro propio desarrollo
y, por el contrario, no nos afecte negativamente, deberíamos
saber y discernir sobre lo siguiente:

383
1º.- Los karmas maduros (inevitables porque son deudas que
debemos afrontar) han sido aceptados en el Mundo del
Pensamiento con la conciencia como Ego y antes de descender
para un nuevo renacimiento, por tanto no deberíamos de
combatirlos ni rechazarlos.
2º.- Las deudas que no se consideran karmas maduros se
pueden evitar siempre y cuando se rectifique en conciencia y se
compense moral y físicamente el mal causado.
3º.- Las causas cuyos efectos se producen en el momento y que
enseñan la lección correspondiente, por ejemplo, pillar in
fraganti al que comete un delito, o bien un accidente causado
como efecto de la droga.
4º.- Un defecto físico o mental puede tener su origen en una
vida pasada por haber causado ese mal físico a otro o por el
mal uso de la energía divina y creadora.
5º.- Podemos sustituir una deuda o karma cuando por amor y
altruismo nos sacrificamos por otros.
6º.- Por medio del ejercicio de la retrospección podemos borrar
muchos pecados para no sufrirlos en el purgatorio siempre que
se haga correctamente y de corazón.
7º.- De forma general, hay dos clases de karma en el destino de
cada persona:
A: El que nos trae felicidad, prosperidad y
oportunidades de progreso material y espiritual porque
colaboramos con las Leyes Divinas en vidas pasadas.

B: El que nos trae impedimentos, aflicciones y mal


estado social como efecto del mal que hicimos en
nuestras actitudes en general y a determinadas personas
en particular. El fin de este karma es enseñarnos toda

384
una serie de lecciones que nos llevarán a elegir el bien
como norma en la vida.

8º.- Como el origen del universo es Dios y Dios es amor y Sus


leyes están basadas en el amor, la Ley de Consecuencia actúa
con amor con la sola intención de despertar en nuestra
conciencia el amor en todos sus aspectos. De ahí que se dijera
“Ama a tu prójimo como a ti mismo”, y es que en un
universo de amor no puede existir el mal y, por tanto, debe ser
transmutado.
9º.- Toda causa (pensamiento, palabra o acción) que no esté de
acuerdo con las Leyes de Dios tendrá un efecto negativo sobre
esa persona hasta que sus nuevas causas o transmutaciones
estén en armonía con el Universo y no sean causantes de
desequilibrios.
10º.- Lo mismo que la medicina estudia e investiga para
descubrir el origen de la enfermedad, también el ser humano
debe razonar más lo que hace como causas y no fijarse tanto en
lo que le trae el destino como efecto o deudas de otras vidas.
11º.- Es aconsejable tener siempre presente que nuestras causas
y decisiones afectan a todo lo que nos rodea incluyendo, en la
mayoría de los casos, a las personas con las que tienen
relación, por consiguiente, a mayor conocimiento y desarrollo
mayor responsabilidad por nuestras causas; por eso está escrito:
“Al que más se le dé más se le exigirá.”
12º.- Sabiendo que cada semilla o causa lleva consigo el fruto o
efecto de la misma, deberíamos razonar más y pensar en los
posibles efectos a corto y a largo plazo. Hacer las cosas de
forma consciente, voluntaria y con buena intención trae
felicidad y progreso.

385
13º.- Aunque no tengamos claro el sentido de nuestro destino y
no comprendamos el porqué de nuestros problemas, no
debemos desesperarnos; una vida es solo un día de otra vida
que comprende toda nuestra evolución, por eso, cuando
comprendemos cómo trabaja la Ley de Consecuencia lo vemos
todo más claro y más lógico, lo que nos debería llevar a ser
más previsores y a estar más en guardia.
14º.- También el Nuevo Testamento hace referencia a la Ley de
Consecuencia cuando afirma: “Te he curado, pero no peques
más no sea que te venga algo peor”; “El que a hierro mata a
hierro muere”; “No juzguéis y no seréis juzgados”; “Con la
misma medida que midáis se os medirá.”

Al hablar de karma hay que decir que en el destino de la


humanidad no existe la suerte, la casualidad ni el accidente
puesto que la Ley de Causa y Efecto se basa en que cada
suceso tiene como causa u origen una acción del pasado.
Aunque en cada vida tenemos la posibilidad de responder
libremente ante las circunstancias y personas y aunque nos dan
la posibilidad de crear nuevas causas que aceleren nuestro
desarrollo, lo cierto es que su efecto se hará sentir en un futuro,
sea en la misma vida o en otra. Como aún no recordamos las
vidas pasadas ni sabemos cuál es nuestro destino, la mayoría de
la humanidad piensa que los sucesos y circunstancias surgen de
la casualidad o de la nada, sin embargo, el ocultista sabe que no
es así. Lo mismo que está confundido el salvaje ignorante de
las leyes físicas del universo al pensar que todo lo que sucede
tiene como origen la casualidad o los milagros, así mismo
ocurre respecto al común de la humanidad por no conocer la
Ley de Consecuencia ni las que regulan el desarrollo respecto a

386
la moral y a los pensamientos; algunos llaman a esto incluso
buena o mala suerte. Cuando el salvaje comienza a conocer las
leyes físicas piensa que todo lo que haga está controlado por
esas leyes inmutables y comienza a resignarse ante ellas, pero
tarde o temprano se da cuenta de que es libre dentro del mundo
limitado donde actúa. Al final, cuando conoce cómo funcionan
las leyes divinas, se hace consciente de la dirección en qué
trabajan, de la fuerza con que actúan y termina colaborando
con ellas sintiéndose libre.
Cada no mucho tiempo se descubren nuevos hechos de
las leyes físicas, el hombre adquiere cada vez más poder sobre
la naturaleza como podemos observar cuando trabajan con el
átomo o con los genes así como en otros aspectos y leyes que
hasta no hace muchos años estaban ocultas. A medida que el
hombre comprende estas leyes las utiliza como fuerzas con las
cuales puede calcular, trabajar e incluso predecir hechos
futuros; es decir, comprendiendo y manejándolas puede
producir efectos. Así es que, podemos decir que el ignorante es
esclavo de su destino y de las circunstancias, mientras que el
sabio es libre y utiliza las leyes o energías según sea su
voluntad.
Esto mismo ocurre respecto a las Leyes Divinas que
rigen en los mundos ocultos y en el nuestro respecto al
pensamiento, a la moral y a nuestros actos. Cuando más
violamos las Leyes más nos limitamos a nosotros mismos para
que, gracias a esas limitaciones, aprendamos a razonar
pensando en tomar otro camino mejor. Cuando más conocemos
las leyes más nos damos cuenta de que haciendo el bien
colaboramos con ellas y tenemos más liberad, es más, el
conocimiento de estas Leyes nos da fe, esperanza en un mundo

387
mejor, y confianza propia. El hombre es creador de su propio
destino según utilice sus cuerpos, lo que a su vez dará origen a
una respuesta en el mundo que corresponda. Así un mal
pensamiento está regido por las leyes del Mundo del
Pensamiento y nos traerá el efecto que ese pensamiento cause
al mundo y a las personas que nos rodean. Y si a ese
pensamiento va unido un deseo de hacer bien o mal, también
entrarán en juego las leyes del Mundo del Deseo o astral; y si
ese pensamiento y deseo unidos nos impulsan a la acción y
cometemos un acto malévolo, en su momento, las leyes físicas
también actuarán sobre nosotros; no sabremos cuando vendrán
estos efectos pero podemos estar seguros de que vendrán. Por
consiguiente, cada uno de nosotros es dueño y causante de su
destino, sea como sea el presente como efecto de nuestro
pasado.

La mente es creadora y poderosa, un pensamiento


puede influir a otras personas según sea su naturaleza. Toda
acción del hombre tiene su origen en su mente, lo mismo que
todo lo que ha creado también ha sido gracias al pensamiento.
Por esta razón se dice que así como el hombre piensa así es él,
por consiguiente, si queremos comenzar a cambiar nuestro
destino o karma debemos empezar por gobernar nuestra mente
para que sus pensamientos sean creadores de bien. Controlando
la mente podemos controlar los deseos y sentimientos y, como
efecto, las acciones, pero además, sabiendo que esos cuerpos
pertenecen a los mundos superiores, quien desea cambiar su
carácter y, por tanto, su destino, debe saber que podrá hacerlo
también después de la muerte. Las ideas y pensamientos de una
vida serán las tendencias mentales para la próxima pero
también serán la causa que lleve al hombre a la región del los

388
mundos del pensamiento y del deseo que le corresponda. De
alguna manera, las leyes hacen que los pensamientos y los
deseos modelen al hombre después de la muerte y que sean la
causa principal de su reconocimiento y del lugar donde la haga.
Sabemos que los pensamientos cumplen la misión
encomendada cuando van dirigidas hacia alguien, pero también
que son atraídos por otros que piensan en hechos de la misma
naturaleza. Así es que, si un pensamiento de maldad creado por
nosotros, crea un impulso de acción para que otra persona
cometa un delito, estaremos unidos a esa persona por el karma
y en un futuro nos relacionaremos para afrontar nuestra deuda.
Si no fuera así, en algún momento tendremos algún problema o
perjuicio imprevisto y, aunque como hombres no
comprendamos porqué nos ocurre eso, nuestro Ego sí lo
entenderá.
Karma también tiene en cuenta (además de los
sentimientos, deseos y pensamientos) nuestros actos sean en la
forma que sean, es decir, un mal hábito como efecto de repetir
una mala acción; el mal uso de la energía vital como efecto de
la función creadora, (sexo) de la palabra hablada (crítica,
injurias, etc.); el mal ejemplo que damos; nuestra colaboración
o no respecto a la sociedad; el cuidado y la responsabilidad de
nuestro cuerpo físico; etc. De esta forma podemos ver cómo
quien siembra dicha recoge felicidad en el mismo mundo
donde lo hizo afectando en bien a los demás. Una persona
puede crear de manera altruista una guardería para niños
necesitados y otro puede hacer algo similar pero no pensando
en los niños sino en obtener renombre, pues bien, los dos
recibirán su recompensa física en una vida futura, sin embargo,
el desarrollo de su carácter no tendrá la misma respuesta por

389
parte de karma. Cada uno nace en la familia y posición
económica y social que le corresponde según lo que hizo en el
pasado y eso será una prueba e influirá de nuevo en su carácter
y destino. Una persona puede disfrutar de lo material porque
benefició a la sociedad en otra vida pero si su carácter no fue lo
suficientemente noble tampoco será feliz en su riqueza. El que
crea miseria recibe miseria pero si esa misma persona cambia
su carácter, en la próxima vida será feliz en su miseria. De ahí
la necesidad de dar importancia a la formación de un buen
carácter. Un mal hecho sin mala intención no es lo mismo que
cuando hay mala intención, así mismo karma tampoco
considera similar al motivo que a la acción. Una mala acción
tendrá un efecto perjudicial sobre la persona causante pero en
sentido físico y hasta que el karma se agote, pero posiblemente
sin que la persona haga nada por regenerarse; sin embargo, el
motivo (los motivos) crea carácter bueno o malo y éste, a su
vez, tendrá un efecto regenerador en el futuro y muy en
particular después de la muerte.

El carácter, como resultado del karma acumulado, se


puede cambiar de acuerdo a la voluntad y a la fuerza mental
con que se ha creado, claro que unos lo transforman más
fácilmente que otros. La persona que piensa reiteradamente en
robar terminará robando, bien por su propio pensamiento o
bien por el de otros que piensen como él, pero lo curioso es que
lo hará impulsivamente porque es su carácter. En estos casos
vemos como cambiar un mal hábito, o lo que es lo mismo, el
carácter, es tan simple como crear pensamientos de naturaleza
contraria, lo que estimulará a la mente y al Alma a elegir otro
camino mejor. Un mal hábito crea limitaciones en el destino
pero siempre tenemos el libre albedrío para actuar de otra

390
manera en esas limitaciones, de tal forma que al final las
vencemos. Algo similar ocurre con las tentaciones, cuanto más
las resistamos razonando e intentando buscar la victoria sobre
ellas, más fuertes nos hacemos y antes las venceremos.
La Ley del Karma nos trae el resultado de lo que hemos
sembrado a nivel personal e individual, pero como nuestras
causas en pensamiento, acciones, sentimientos y deseos afectan
a los mundos donde estamos evolucionando, producen,
queramos o no, un efecto que los altera y que repercute en los
demás; por tanto, se puede considerar también una Ley
Universal. Lo mismo que entre los humanos hay solidaridad,
indiferencia o dependencia mutua, así la Ley distributiva del
karma responde con progreso, alivio o sufrimiento. Pero no
debemos olvidar que todo parte de “un” o de “los” individuos
cuyas obras van repercutiendo progresivamente en los demás.
De hecho, el estado social actual en relación con el de, por
ejemplo, la Edad Media, es el resultado de todas las causas
individuales que han repercutido sobre la sociedad. Esto quiere
decir que, puesto que hay infinidad de personas que les sobra
dinero para comer y para otras muchas cosas mientras que hay
otras que no tienen ni para comer, hasta que la balanza no se
equilibre, karma actuará como corresponde para buscar la
igualdad para todos pero a través de la reencarnación y del
destino de cada individuo.
Si lanzamos una piedra a un estanque donde el agua
está serena y tranquila, produciremos una serie de ondulaciones
desde el centro hacia el exterior hasta que, cuando lleguen a la
pared del estanque, intenten volver hacia el centro desde donde
partieron hasta que al final todo vuelva a estar sereno como al
principio. ¿Qué ha ocurrido? Que el efecto ha actuado de

391
manera que ha vuelto a crear la armonía y el equilibrio que
había. Esa es la Ley del Karma la que, utilizando las fuerzas
puestas en movimiento y llevándolas al punto de origen,
restablece el equilibrio. Así las obras de cada individuo
reaccionarán sobre él como un boomerang y con la misma
fuerza e intención que fueron creadas. Se podría decir que la
Ley del Karma es fría y que no tiene moral, pero también
podemos asegurar que el sufrimiento es el efecto de la falta de
armonía, y como la falta de armonía procede del egoísmo,
Karma devuelve a cada uno lo que le corresponde sin tener en
cuenta lo moral; sin embargo, sus efectos elevan la conciencia
del ser humano.

Un análisis superficial de lo que estamos tratando nos


viene a decir que somos nosotros nuestros propios salvadores
gracias a la emancipación del Ego y al dominio que existe
sobre nuestra naturaleza inferior. Pero aunque el perdón exista
no hay la menor duda de que es el restablecimiento de la
armonía, después de sufrir los efectos de nuestras causas, la
que nos hará libres. Cualquier persona puede hacer un mal a
otra de tal manera que le afecte a su economía o a sus asuntos,
pues bien, aunque después, el primero le pida perdón
directamente al segundo y queden en paz para siempre, algún
día tendrá que sufrir los efectos de los daños materiales que le
causó. El mal que produce una infracción y una desarmonía en
los asuntos de las personas y, en definitiva en el Universo, debe
repercutir como efecto del karma y en forma de lección hacia
su creador con la intención de beneficiarle en su propio
desarrollo. Dijo San Pablo: “Trabajad en bien de vuestra
propia salvación. Lo que un hombre siempre, aquello
recogerá.” Esta es la Ley de Retribución que recompensa el

392
mérito y que castiga el demérito; la Ley que crea cada nueva
personalidad y destino de cada vida pero que, al final, hace que
el Ego absorba todo el fruto de cada vida y que ya no tenga que
renacer más.
Nosotros nos hemos hecho a nosotros mismos gracias al
progreso que hacemos en cada vida y así seguirá siendo gracias
también a ese aporte original que hacemos antes de nacer para
poder crear nuevas causas en cada vida; lo que bien merece una
correcta y profunda meditación para poder vislumbrar cuál
debe ser nuestra actuación en la vida. No hay ningún destino,
salvación o condenación fuera de nosotros porque nosotros
somos su origen y seremos la causa final. El estado o
conciencia de nuestro verdadero Yo cambia después de cada
vida, pero son nuestros actos los que harán que renazcamos
siempre que haya motivos materiales y egoístas que debamos
sufrir y superar. El hombre está creando su futuro destino
desde que nace hasta que muere, pero ese destino tendrá como
base el hecho de que nosotros razonemos y tengamos la buena
voluntad suficiente como para actuar con nuestros mejores
sentimientos y deseos y con una mente puesta en los más
elevados ideales y aspiraciones. El hombre animal y
materialista es el enemigo y mientras ese enemigo exista habrá
una guerra entre el bien y el mal y, por tanto, tendrá que
intervenir la Ley del Karma para restablecer la armonía.
Nosotros somos quienes nos castigamos y premiamos y
la única manera de superar estos efectos es, como he dicho, con
buena voluntad, discernimiento y elevadas aspiraciones e
ideales ya que, al no conocer los designios o el “Plan de Dios”,
siempre podemos pecar por ignorancia. Sí, la ignorancia es un
gran enemigo de la humanidad pero el deseo y la búsqueda del

393
buen obrar con el prójimo y el conocimiento de las Leyes de
Renacimiento y Consecuencia siempre vendrán en nuestra
ayuda. Es decir, quien no conoce esta enseñanza puede
maldecir a Dios por haber tanta pobreza en el mundo pero
quien la conoce comprende por qué es así y colabora con Dios.
La Ley del Karma no actúa en la eternidad porque en realidad
es “acción y eternidad”, no es la ley que mata a una persona
en determinadas circunstancias sino el acto personal de esa
persona colocada por sí misma en el lugar donde esta Ley
impersonal debía de actuar. Porque karma no prejuzga ni
castiga a nadie ni sobre nada sino que es el hombre quien crea
de muy diferentes formas en los tres mundos, y karma ajusta
los hechos con los efectos para que todo vuelva a la armonía
original y a un equilibrio estable.

Pero esta Ley no anula la libertad intelectual individual


o el libre albedrío, como tampoco el hecho de que el hombre
investigue cuáles son los designios de Dios o que pueda
trabajar y desarrollarse como Espíritu que es. La persona que a
través de estas enseñanzas descubre la Verdad, se dará cuenta
de que su deber es trabajar por el bien de la humanidad, porque
trabajando por la humanidad también trabaja para sí mismo. No
podemos culpar a Dios por el sufrimiento que muchas personas
tienen como no se puede culpar al padre que, haciendo todo lo
que puede por su hijo, éste se mete en la droga; es más, cada
uno renace donde elige y con quien tiene afinidad según lo que
haya hecho en su anterior vida. Si una persona no quiere
trabajar y, aún en contra de la voluntad de su padre, se dedica a
delinquir y a hacer daño a otros, en la próxima vida renacerá
donde y con quien deba para que le facilite las circunstancias
donde pueda recibir lo que merece. Y si un país no busca ni se

394
interesa por el progreso material, científico, etc., y sus
habitantes se pasan toda la vida rezando o soñando, después de
la muerte no tendrán sufrimientos pero en la próxima vida no
tendrá nada con que sobrevivir ni progresar con tal de que se
esfuercen. Es decir, quien no desea estudiar ni trabajar no
tendrá futuro y terminará mendigando.
Quien conoce y trabaja de acuerdo a la Ley del Karma
mejora su vida en todos los sentidos, se crea un destino futuro
mucho más elevado y prometedor, y está colaborando con la
obra de Dios y ayudando a la humanidad. No nos olvidemos
que nuestras palabras, actos y, más importantes aún, nuestros
sentimientos y pensamientos, afectan a quienes nos rodean y a
la humanidad en común lo mismo que una gota de agua altera
el volumen de un lago. De todo ello, por muy pequeño que sea,
tenemos que dar cuenta y recibir su recompensa o castigo. Un
mal pensamiento que ha actuado como la gota que colma el
vaso en una persona a punto de cometer una locura, repercutirá
como un castigo en su creador y lo mismo ocurre con los
sentimientos de odio, venganza, etc.
Alguien puede preguntarse, aún sabiendo lo que es la
personalidad y la individualidad, (Ego) que por qué tiene que
ser castigado el Ego en una vida por algo que hizo la
personalidad en otra pasada. Recordemos que la personalidad
que renace tiene su origen en el Ego, que es el resultado de
todas las vidas pasadas y que también, por tanto, recoge todo lo
bueno con lo que, después, intenta manifestarse. ¿Se puede
culpar a nuestros zapatos de los errores que cometemos a lo
largo del día? ¡No! La personalidad de una vida se aniquila
pero no por eso no tiene responsabilidad el Ego que es quien
mantiene la memoria y los átomos-simiente de esos cuerpos y

395
los utiliza para progresar en cada vida a través de las
experiencias. ¿No es el Ego quien se manifiesta en la
personalidad a través de la voluntad, de la intuición, como
conciencia, y otros aspectos en forma de reminiscencias,
premoniciones, etc.? Sin embargo, ha de quedar perfectamente
claro que no es al Ego a quien se le castiga después de la
muerte puesto que el Ego no es quien pasa por el Purgatorio
cargado de pecados. El Ego vive en un mundo subjetivo y no
es en ese mundo donde tiene que recibir la enseñanza (castigo)
de sus errores, sino que debe ser en el mundo objetivo, en la
Tierra. Así, el Ego progresa en cada vida gracias a la
personalidad que él hace renacer pero que, a su vez, es el
resultado de todos sus anteriores renacimientos.

Pero lo mismo que la Ley de Consecuencia y el Karma


se encargan de “castigar” también lo hacen de que el Ego y la
personalidad reciban lo bueno que se merecen, el primero en el
estado post-morten a partir del Primer Cielo, y la segunda
cuando desciende para renacer que es cuando se despiertan
todos los poderes adquiridos en sus vidas pasadas incluyendo
las virtudes de la última. Así actúa la Ley justa del Karma y la
de Retribución, actuando equilibradamente pero haciendo que
se pague incluso el más mínimo pensamiento ¿o no dijo Cristo
que quien mirase a una mujer con deseo (carnal) estaba
cometiendo adulterio? Y de esa misma forma estas Leyes
Divinas hacen que el Ego renazca entre las personas que
perjudicó a través de su última personalidad para experimentar
las consecuencias. Es la individualidad quien recoge el fruto en
la Tierra y no la personalidad que no recuerda nada ni tiene
culpa de lo que hizo su antecesora; esta es la explicación al

396
porqué de la existencia de personas pobres y ricas, felices e
infelices, con suerte y desafortunadas, etc.
Como podemos ver, cuanto más conocimiento de las
leyes de la naturaleza o Leyes Divinas, más grande se hace el
sentimiento de libertad y más vamos descubriendo nuestra
naturaleza interna, la cual, nos ayudará a ser nosotros mismos y
a imponer nuestra voluntad ante cualquier circunstancia.
Veamos la Ley del Karma y nuestra actitud ante las
circunstancias constantes de la vida. Todo en el universo es
energía, el electrón, los astros, la electricidad e incluso el
hombre por medio de la energía solar y su cuerpo vital es un
depósito de energía. La humanidad está transformando
constantemente dicha energía, bien sea por el simple
movimiento del cuerpo o bien por la creación de pensamientos
y sentimientos; lo que significa que sus actos, en cualquiera de
los tres aspectos mencionados, afectan a sus propios mundos
(físico, de deseos, mental) y a los habitantes que hay en ellos.
Ahora bien, como vivimos en un mundo creado por Dios donde
las fuerzas que actúan también son Sus fuerzas y se supone que
deben ser utilizadas para bien, resulta que cada vez que
utilizamos esas fuerzas, para bien o para mal, estamos
ayudando o entorpeciendo el Plan de Dios y nuestro propio
destino. Por eso debemos entender al Karma como la relación
de Causa y Efecto establecida para actuar en la medida que el
hombre utiliza y transforma la energía de los mundos donde
evoluciona.
De esta forma podemos comprende que cada vez que
hacemos uso de la energía en las diferentes modalidades que
podemos hacerlo y siendo igual que sea para bien o para mal,
karma entra en acción para producir un resultado. Como es

397
natural, dependiendo de a qué cuerpo y mundo afecten nuestras
creaciones, podemos asegurar que las buenas acciones en el
mundo físico traerán bienestar y felicidad material en el futuro,
mientras que lo que afecte negativamente a otros nos traerá
sufrimiento en diferentes formas; las causas positivas respecto
a otras personas, como es la simpatía, relacionadas con el
cuerpo y con el Mundo de Deseos traerán satisfacciones, pero
el anti socialismo y la antipatía con otras personas nos traerán
tristeza y disgustos; la verdad y la investigación de lo oculto
con el deseo de progresar en el sendero traerá inspiraciones,
mientras que la crítica y lo que sea ir en contra de actuar en
verdad, traerá depresiones; por último y desde el propio mundo
del Ego, las aspiraciones e ideales elevados traerán ideas
abstractas para el desarrollo en todos los sentidos. Así es que,
toda causa negativa que en cualquiera de los mundos afecte al
equilibrio de otro, debe ser vuelta a equilibrar por el que ha
perturbado o causado el daño.

Supongamos que dos personas se encuentran a otra


tirada en el suelo con algún mal síntoma en la salud, una de
ellas se compadece y de forma altruista y con sus mejores
sentimientos hace todo lo que puede por ella en el sitio donde
lo han encontrado; el segundo, por su parte no se interesa de la
misma manera pero termina por llamar a un taxi y llevarle al
hospital. Bien, además de que ambos realizan una buena acción
en el mundo físico y por tanto obtendrán su recompensa, el
segundo la obtendrá más en sentido de bienestar físico o
mejora material, pero el primero recibirá la recompensa en
forma de felicidad en el Primer Cielo. Con la enseñanza de
estos últimos párrafos solo quiero dejar claro que cada uno de
nosotros estamos creando causas constantemente (con hechos,

398
con la palara, con el cuerpo de deseos y con la mente) las que,
queramos o no, tendrán un efecto sobre nosotros. Por tanto y
sabiendo que estamos evolucionando a través del Renacimiento
y de la Ley de Consecuencia, podemos admitir que, en la
mayoría de los casos, el hombre no actúa erróneamente o con
maldad porque sea perverso, sino porque está poco
evolucionado, porque es ignorante de estos conocimientos, y
porque no tiene apenas control sobre sus cuerpo de deseos y
mental.

Pero los Señores del Karma, los Ángeles que


administran esta ley de justicia, ni castigan ni premian, solo
aplican las fuerzas del pasado del hombre de manera que le
puedan ayudar lo mejor posible en la próxima vida. Aunque en
el destino haya alegrías y tristezas, estos administradores tienen
siempre presente que el objeto de la vida no es la felicidad ni el
disfrute de lo material sino alcanzar el desarrollo previsto en el
Arquetipo creado por Dios. Cuando decimos que los Ángeles
administran el karma estamos diciendo que son ellos los que
eligen y confeccionan el destino en todo lo que respecta a las
necesidades evolutivas y pago de deudas. Quiero decir, si esa
persona necesita un cuerpo fuerte porque tiene que tener una
profesión que lo requiera; si tiene que tener cierta debilidad
ante la enfermedad porque debe de padecer algo en concreto; si
tiene que desarrollar el espíritu, etc., le pondrán oportunidades
de diferentes formas y lo mismo respecto a la familia, lugar de
residencia y otros lugares que deba frecuentar para relacionarse
con quien deba. El Ego fabricó los ladrillos en su anterior vida
(impedimentos, felicidad, sufrimiento, bienestar, etc.) los
Ángeles le construyen la casa que le corresponde en la próxima

399
vida pero con la intención de que evolucione lo más pronto
posible.
Además del karma engendrado por cada individuo, cada
uno de nosotros estamos creando un karma que repercute en los
demás como karma colectivo. Lo que le ocurre a un país como
tal es efecto del karma creado por los habitantes de ese país y
lo mismo ocurre con el líder de una secta, el padre de familia,
el presidente de un gobierno, etc. Nuestros pensamientos,
deseos y decisiones que tomemos como parte de un grupo de
personas (familia, sociedad, religión, etc.) afectarán a los
demás. Una persona buena, altruista y servicial nace en una
familia pobre y por diferentes circunstancias alguien que le
aprecia le deja parte de su herencia (como karma de otra vida)
gracias a la cual él la comparte con su familia como un acto de
altruismo. Una catástrofe puede terminar con la vida de una
cantidad de personas que juntas hicieron una matanza en otra
vida. El egoísmo por ganar dinero hace que un conductor de
autobuses trabaje muchas horas y esto, a su vez, que tenga un
accidente, si algún viajero tiene pendiente una deuda de morir
en esas circunstancias, morirá y si no es así, salvará la vida
milagrosamente. Como podemos ver en estos ejemplos, los
Ángeles del Destino ajustan el karma según las necesidades de
desarrollo y las deudas pendientes muy sabiamente y
aprovechando todas las oportunidades.
Una persona tiene que sufrir una enfermedad hereditaria
como karma maduro, pues nacerá en una familia que tenga
problemas en el sistema nervioso y en la parte que corresponda
para que lo herede y así forme el cuerpo etérico kármico ya
ideado. Un Ego poco evolucionado que en su anterior vida se
dejó dominar por vicios y no tuvo aspiraciones elevadas que le

400
beneficiaran después de la muerte, nacerá en una familia
similar para que pueda atraer materia grosera y donde el
sistema nervioso sea débil, de esta forma y a la vez, aprenderá
también muchas lecciones de ese ambiente.
Hay otro karma llamado grupal en el cual a veces
surgen hechos imprevistos como imprevisto es un suicidio de
alguien que no puede afrontar su propio y duro karma del
pasado. Por ejemplo: Una persona que, como quien escribe, en
esta vida está continuando una enseñanza que puede acelerar en
gran medida su desarrollo y que, en su inquietud y búsqueda,
encuentra a algún “Maestro” que no estaba en su destino; o un
chico joven que debe nacer en un barrio bajo donde hay
delincuencia y droga puede verse relacionado con personas que
nada tienen de otras vidas con él y sin embargo le pueden
hundir su vida presente; o un mando militar se puede ver en un
conflicto junto a unos soldados con los que nada tiene del
pasado; o una persona que siendo líder de una religión o secta
sus ideas radicales puedan perjudicar a terceros; o bien, alguien
(de los muchos que hay cada vez más) que quiere ser
protagonista o buscar notoriedad o fama dentro de una escuela
de ocultismo y diciendo que tiene poderes o que es un iniciado
o contactado de los Maestros, incita a sus oyentes (con poco
discernimiento para ver la Verdad) a hacer determinadas cosas
que están en contra de las ideas morales y espirituales de la
mayoría de las personas.
Cuando es el caso de un grupo importante de la
sociedad o incluso las acciones de un número de personas de
un país contra otro, así como los accidentes y catástrofes donde
mueren cientos o miles de personas, hay que buscar la
explicación en el karma grupal del pasado. Los accidentes no

401
existen salvo cuando es un acto voluntario (causa nueva) de
una o varias personas incluyendo los casos en que ellos mismos
han minimizado su poder de razonamiento y caen en lo más
bajo de su cuerpo de deseos (droga, alcohol, ira, venganza,
etc.) La Ley del Karma también tiene que administrar los daños
que se hacen las personas en las guerras y otros casos como es
el de las muertes grupales donde no se pudo recopilar la
película de la vida, entonces y entre otras fórmulas, se
soluciona con epidemias, catástrofes y accidentes importantes.

Otro ejemplo de cómo actúan las Leyes Divinas con tal


de enseñarnos a buscar el desarrollo es el caso contrario a
cuando una persona tiene aspiraciones y ideales elevados.
Sabemos que los anhelos y aspiraciones aquí en la Tierra son
satisfechos en gran parte en el Cielo y que lo que aprendemos y
por lo que nos preocupemos allí tendrá oportunidad de ser aquí
en la siguiente vida. Pues bien, la persona que no se ha
preocupado por sus deberes, por su desarrollo e incluso por
buscar algo de la Verdad, se verá en un Cielo monótono y poco
feliz, pero además, si allí tampoco tiene aspiraciones de
desarrollo más o menos importantes, en la vida próxima,
nacerá con “defectos” en su cuerpo por no haberse preocupado
de trabajar en él para conseguirlo; así enseña karma que
también nos debemos preocupar por perfeccionar nuestro
cuerpo y buscar siempre la elevación y el desarrollo. El que en
esa vida adquiere un conocimiento y lo enseña a otros o lo
utiliza para beneficiar al prójimo, está sentando las bases para
que en su próxima vida tenga más facilidad de comunicación
oral o escrita, es decir, los Ángeles del Destino le facilitarán las
cosas para que siga haciendo lo que desea y las Jerarquías que
ayudan en la construcción del arquetipo en el Mundo del

402
Pensamiento y del molde etérico, lo crearán de tal forma que
sus manos y su órgano vocal le sirva para ello. Por el contrario,
los que metidos, por ejemplo, en el mundo del ocultismo, solo
desean conocimiento para satisfacción de su curiosidad y para
fanfarronear que saben mucho o de que son iniciados, en fácil
que en la próxima vida nazcan con algún impedimento para
hacer lo mismo.
En este último ejemplo puede que la persona sea
ignorante de esas leyes, pero la lección que se le ha ofrecido
para que aprenda y que no ha sabido aprovechar enseñando la
Verdad a los demás, pasará factura. Cuando el Ego va a renacer
encontrará el material que sea afín a su destino y si en esa vida
tiene que padecer un problema o debilidad mental por dejarse
llevar por el sexo (energía creadora), por abusar de otros con su
mente o por el mal uso de la palabra, (también creadora) estará
impedido para obtener materia sana y fuerte para la
construcción de su futuro cerebro; como consecuencia no
tendrá impulso, incentivo y quizás ni deseo de vivir la vida
como los demás. Pero el Ego no es inconsciente de todo esto, y
aunque desee enviar determinados impulsos a su cerebro y a su
sistema nervioso no lo conseguirá si ha sido impedido para
ello.
El karma, la Ley de Consecuencia o Retribución, lleva
actuando sobre la humanidad desde que desarrollamos el
cerebro, es decir, desde que comenzamos a ser humanos con
conciencia individual aunque más guiados aún por un instinto
similar a los animales. Desde y a partir de entonces la
humanidad ha cometido los crímenes más atroces porque,
además de malvados, desarrollamos muy pronto la astucia que
después utilizamos para el mal. Por consiguiente, no existía el

403
Cielo para nosotros, solo había “infierno” y purgatorio y,
aunque Cristo hizo una gran obra para “salvar a los
pecadores”, aún tenemos grandes deudas y obligaciones
pendientes que debemos devolver en forma de amor, altruismo
y fraternidad. Esta deuda del pasado, cuya representación en
ocultismo se llama “El Guardián del Umbral”, la debemos
pagar porque, como está escrito: “Los molinos de Dios muelen
despacio, pero muelen muy fino.” Como entre dos vidas y antes
de descender para renacer, se nos ofrece la posibilidad de
escoger entre varias posibilidades o vidas, ocurre que si el Ego
ha evolucionado mucho, escogerá un destino duro y difícil con
tal de ir eliminando esa deuda del pasado. Pero también se dice
que: “El Señor atempera el viento para la oveja trasquilada”
así es que los Egos poco evolucionados cuya debilidad no
aguantaría esas deudas tan duras, se les facilita un destino más
fácil de superar ; aunque claro, tardarán más en alcanzar la
perfección.

Como vemos, quien crea que por el hecho de morir ya


se han borrado sus deudas, está muy confundido. Una persona
puede comprometerse a ser padre de otro Ego (con el cual tiene
ya relación) con la intención de facilitarle bienestar, felicidad,
cariñó, etc. Pero si resulta que esa persona cae en el alcohol y
se gasta el dinero y le maltrata, no solo no ha cumplido con su
compromiso sino que, además, se ha creado una serie de
deudas para el futuro. Cuando este hombre pase por el
Purgatorio sentirá el sufrimiento de no poder consumir alcohol
más el sufrimiento que hizo a otros como es el caso de su hijo.
El sufrimiento borrará esos hechos de la memoria y renacerá
sin ningún recuerdo pero el lazo que ha creado en forma de
deuda debe eliminarse por medio del amor y del servicio a ese

404
o a esos Egos. Le ofrecerán la manera de saldar esa deuda de
esa manera pero, si tampoco aprovechara la ocasión, se vería
obligado a hacerlo con otros Egos; pues la intención del karma
es que desarrolle el amor hacia los demás. Los daños que nos
causamos unos a otros debemos saldarlos con un sentimiento
de amistad universal, con amor y de forma altruista; las deudas
de comisión son pagadas en el Purgatorio pero las de amor,
servicio, amistad, etc., se deben liquidar en futuras vidas.

La Ley de Consecuencia actúa sobre nuestro karma, ya


no solo respecto a las causas específicas sino también
globalmente respecto al comportamiento en una vida. Hay
quien piensa que por el hecho de dar oportunidades de mejorar
a sus trabajadores, de pagarles un buen sueldo, de dar limosnas
a las personas que lo necesitan y de ser un padre y marido
moral y cumplidor de sus responsabilidades como tal, ya tiene
ganado un cielo donde será inmensamente feliz. Sabemos que
el Purgatorio se encuentra en las regiones inferiores del Mundo
de Deseos y el Cielo en las tres superiores, pues bien, en la
cuarta región (intermedia) donde el sentimiento es más intenso,
es donde van esta clase de personas. Veamos por qué: Esta
clase de personas que, aún siendo morales y educadas, hacen
sus deberes pero están con la mente en sus negocios o asuntos
materiales, no van al Purgatorio porque no han hecho nada
malo y no tienen nada que purgar. Pero tampoco van al Cielo
porque no se han entregado ellos mismos con sus dádivas, por
lo que no pueden recibir la felicidad del mismo como
recompensa material. Estas personas no suelen ver que el
verdadero valor de las dádivas y de las obras altruistas está en
hacerlas con amor, por tanto se encontrará en esa cuarta región
con un sentimiento de monotonía y aburrimiento porque allí no

405
hay nada material ni negocios por qué interesarse. La felicidad
en el Cielo también procede de las causas altruistas que hemos
hecho aquí en la Tierra pero que han ido acompañadas de un
espíritu de amor y fraternidad. Incluso sin dar una ayuda
económica a otro se puede ganar el Cielo si le ayudamos
moralmente y de corazón con nuestras palabras y buenos
consejos. Así es que, la enseñanza que nos trae esta cuarta
región del Mundo de Deseos es que debemos de hacer algo que
sea verdaderamente importante para los demás y desde el punto
de vista espiritual. Actuando así nos ganaremos el Cielo y,
además, nos facilitarán más oportunidades de progreso en la
próxima vida.

Los grandes seres que administran las Leyes Divinas


tienen un desarrollo espiritual y una sabiduría que están muy
por encima de nuestra compresión, hay quien piensa que actúan
de forma fatalista y bajo el principio de “ojo por ojo y diente
por diente” pero nada más lejos de la realidad puesto que su
principio es el Amor. Sí, es cierto que cuando alguien tiene un
destino o deuda madura que cumplir, por mucho que quiera
huir, estos seres hacen que no lo consiga. Pero también es
cierto que estas Leyes no buscan la venganza, sino al contrario
que buscan enseñarnos y protegernos para que podamos
evolucionar más rápidamente. Frente a la teoría fatalista, sin
embargo, está la teoría espiritual que aboga por borrar algunas
deudas pendientes, es decir, cuando la persona se corrige de sus
errores, se arrepiente y no vuelve a cometerlos más porque
trabaja de acuerdo a las Leyes de Dios, entonces los Ángeles
del Destino “borran” esas deudas para que no sufra por ellas.
Recordemos que, como está escrito, “En Dios vivimos, nos
movemos y tenemos nuestro ser,” por lo que, si es un Dios de

406
Amor no puede manifestar maldad contra sus hijos sino que
tratará de enseñarles amorosamente (como nosotros con
nuestros propios hijos) a desarrollar lo que en Verdad son, sus
hijos a imagen y semejanza.
Sabemos que cada Ego renace muchísimas veces
porque, aunque va desarrollando sus poderes espirituales y en
cada vida se le brinda nuevas posibilidades de acelerar su
evolución, debe ser así mientras siga creándose nuevo karma.
Por consiguiente cabe preguntarse ¿Cómo podemos romper el
ciclo de renacimientos y adquirir la liberación? Para responder
a eso lo primero que debemos tener en cuenta es que el hombre
se ata a las cosas del mundo físico por medio del deseo, y
segundo que, aunque sean deseos de disfrutar gracias a los
sentimientos y emociones positivas o devocionales, también
atan porque esos sentimientos que causan felicidad atraen
también al Ego. Es por esta razón que el mayor impedimento
para alcanzar la liberación es el objeto del deseo, ya que lo que
en realidad se busca es el goce del fruto de ese deseo y de esa
acción. En sentido general, el hombre actúa siempre con la
intención de conseguir un resultado, y ese resultado o fruto
recompensa el esfuerzo lo que, a su vez, le satisface y le ata.
Pero no nos equivoquemos, el deseo ha hecho que la
humanidad esté en el nivel donde se encuentra aún habiéndole
utilizado para el mal. El deseo es necesario porque es el
incentivo para la acción y la experiencia, sin la cual no
podríamos evolucionar. Si hasta ahora el deseo ha hecho que el
hombre busque la manera de vivir cada día mejor y que se
esfuerce y trabaje para ello, en un futuro, el deseo debe ser el
que lleve al hombre a buscar su propio desarrollo espiritual. El
deseo nos puede llevar a buscar lo material, la gloria o la fama

407
pero el karma nos da las lecciones que necesitamos para que
razonemos y cambiemos nuestro carácter. Se trata, por tanto,
de actuar con responsabilidad en el cumplimiento de los
deberes pero haciéndolo, además, como un servicio a Dios y a
la humanidad para que desaparezca el deseo de posesión y de
goce del fruto de la acción.
Naturalmente que estas explicaciones van dirigidas más
bien a las personas que ya han recorrido más de la mitad del
sendero y que empiezan a buscar la vida superior intentando
llevar una vida fraternal y altruista. Pero, además de no crear
karma por el deseo de lo material ni del fruto de la acción,
también debemos mirar el pasado para ver si nos hemos creado
deudas respecto a los malos deseos, sentimientos y
pensamientos contra nuestros hermanos. En ese caso debe
haber un arrepentimiento sincero, un pedir perdón si surge la
oportunidad y un servicio o donación de la deuda a la persona
interesada o a otras si eso no fuera posible; pero ¡claro! sin
deseo de recompensa. Se trata simplemente de neutralizar las
fuerzas del pasado que nos pueden atar introduciendo causas
nuevas de altruismo, benevolencia, fraternidad, etc. Quien
manifiesta amor y altruismo neutraliza lo que le pueda venir
del pasado y origina buenas causas para el futuro.
El hombre debe subyugar sus cuerpos y utilizarlos para
el bien aunque lo considere un sacrificio, es un deber sacrificar
lo inferior a lo superior sin esperar nada a cambio si queremos
actuar con la conciencia del Yo superior. Lo mismo que un
sacrificio por lo material obtiene resultados materiales, un
sacrificio con la intención de colaborar con Dios y ayudar a la
humanidad traerá una respuesta de los mundos espirituales. Ver
a Dios en todas las partes y en todo motivo es identificarse con

408
Él y es trabajar con y por amor a Él y a su creación, y eso no
crea karma que ate al renacimiento. Cuando se utilizan los
cuerpos para esto se tiene una vida dichosa donde no se
necesita nada y donde no existe el sufrimiento ni la
desesperanza. Es aconsejable para el aspirante espiritual que
busca su propio desarrollo y el fin del karma que, cuando se
levante por las mañanas, se ofrezca a Dios y se sacrifique para
que sus pensamientos, palabras y acciones beneficien a los
demás y no busquen recompensa. Quien actúa así debe ser
consciente de que todo lo que ocurra será fruto de su voluntad
y que debe sentir gozo por todo lo que le ocurra puesto que son
las Leyes Divinas quienes responden con sabiduría. El
sacrificio voluntario aporta felicidad y poder espiritual.

No quiero terminar este apartado sin hacer alusión a lo


que los cristianos católicos llaman el “perdón de los pecados.”
Los ocultistas nos hemos, yo diría, malacostumbrado a pensar
que, como la Ley de Causa y efecto es tan estricta en su
aplicación tenemos que hacer frente irremediablemente a
nuestro karma. Digo más, nos hemos tomado tan en serio estas
enseñanzas orientales que nos olvidamos de las nuestras
cuando aseguran que Cristo vino para morir por nuestros
pecados y que, por tanto, si creemos en Él nos serán
perdonados. La diferencia entre oriente y occidente está en que
oriente solo predica la Ley de Consecuencia y occidente
predica también la misma por medio de la frase: “lo que se
siembre se recoge” pero además, predica el “Perdón de los
Pecados.” Como sabemos, después de la muerte vamos al
Purgatorio donde expiamos los pecados que hay grabados en el
átomo-simiente que estaba en el corazón, sin embargo, cuando
un verdadero y avanzado ocultista, cristiano o simplemente una

409
persona devota revisa sus errores cada noche, pide perdón por
los mismos y procura enmendarse, entonces, esos pecados de
omisión y comisión se borran de ese átomo para que no estén
cuando pase por el Purgatorio. Con la Ley de Consecuencia
parece como si Dios quisiera vengarse de los pecadores dando
exactamente lo que le corresponde a cada transgresor, bien
como recompensa o bien como castigo. Pero el objeto de Dios
es que aprendamos a obrar bien y con justicia a través de las
experiencias de cada vida, por consiguiente, cuando
comprendemos nuestros errores, tomamos la decisión de
superar esos defectos, nos arrepentimos, y aprendemos la
lección, ya no hay necesidad de castigo. El Perdón de los
Pecados existe, la oración, la reforma y el arrepentimiento son
su base y, si lo llevamos a la práctica, nos evitaremos mucho
sufrimiento después de la muerte.
Debería ser un deber de cualquier autoridad competente
(maestros, padres, gobiernos, etc.) facilitar el desarrollo
espiritual o, al menos, procurar mejorar la sociedad para que no
se vea tan fácilmente tentada y para que no caiga en los peores
vicios que hoy conocemos. Aun estamos muy lejos de que esto
sea así, y por eso y entre otras cosas, sería muy importante que
determinadas personas admitieran la existencia del
renacimiento y el karma. Lo mismo que cada uno de nosotros
colaboramos en la formación de los arquetipos del medio
ambiente que se encuentran en el Segundo Cielo, también aquí
deberíamos trabajar para que el prójimo no caiga en tantas
tentaciones y en el mal que nosotros mismos hemos creado.

EL DESTINO Y EL LIBRE ALBEDRÍO

410
Antes de que el Ego, el Yo que utiliza el cuerpo mental
para manifestarse a través del cerebro y del sistema nervioso,
comenzara a utilizar su mente para lo que actualmente
llamamos razonar, solo respondía a las vibraciones más lentas
del mundo físico. Su falta de sensibilidad le impedía percibir
algo de lo que hoy conocemos como moral, ideales elevados,
intelectualidad, etc., por tanto solo actuaba de acuerdo a sus
intereses más bajos, aunque naturales entonces. Pero más tarde,
este pensador comenzó a darse cuenta, a través del uso de la
mente, de que había algo superior que le inclinaba a actuar de
una manera diferente y más positiva. Entonces se inició la
lucha del Ego para poder gobernar a la personalidad y no fue
de otra forma que utilizando la voluntad y el libre albedrío.
Desde entonces, el cerebro, el sistema nervioso y, en definitiva,
el hombre, trabaja con vibraciones más elevadas a través del
pensamiento; es decir, se está haciendo a sí mismo un
instrumento del Alma.

La voluntad y el pensamiento son los medios más


poderosos que tiene actualmente el hombre para evolucionar y
por tanto para crearse un buen o mal destino futuro. La
voluntad y el libre albedrío siempre nos permiten elegir entre
hacer el bien o el mal pero, como la voluntad se manifiesta a
través de los diferentes cuerpos, hay varias opciones que tienen
diferentes resultados. Ya sabemos que nuestro verdadero Yo, el
Ego, funciona en las regiones superiores del Mundo del
Pensamiento, o dicho de otra forma, está conectado a sus
cuerpos desde una porción de materia de ese mundo que ha
especializado en la periferia de su cuerpo mental. Allí recibe
las impresiones del mundo externo gracias a los sentidos
físicos que están íntimamente unidos al cuerpo etérico, a los

411
que se unen los sentimientos y emociones que como respuesta
emite el cuerpo de deseos y que, por último, se refleja todo en
la mente.
La respuesta del Ego ante un impacto que procede del
exterior es crear una conclusión o idea respecto al tema que
corresponda. Esta idea se rodea de materia de la región
concreta del Mundo del Pensamiento y, ya como un
pensamiento forma, se manifiesta como sigue: Se comunica
con el cuerpo de deseos para que emita un sentimiento como
respuesta; a su vez, éste puede despertar interés en la persona,
el cual puede ser de atracción o de rechazo. Cuando el
sentimiento que ha despertado el interés es de atracción el
pensamiento se envuelve con la materia del cuerpo de deseos
que corresponda (según sea el sentimiento y el interés) y actúa
sobre el cerebro etérico para activar los impulsos
correspondientes sobre los centros cerebrales, el sistema
nervioso y los músculos; así se ejecuta la acción como
respuesta y queda grabada la imagen en el éter del cuerpo
etérico.
Supongamos que el impacto que llega al Ego es la
imagen de un animal herido que necesita ayuda, y supongamos
también que el sentimiento, en este caso, despierta una actitud
de repulsión. Los hechos suelen ser los siguientes: La voluntad
unida al pensamiento lucha contra el cuerpo de deseos por no
estar en sintonía, es decir, la conciencia o naturaleza superior
lucha contra la inferior intentando cada una por su lado vencer
a la otra. Si la voluntad y el pensamiento son fuertes llegarán a
los centros cerebrales como en el caso de la atracción y se
consumará la acción que la voluntad (el Ego) quería quedando
grabada la lucha también en el éter reflector del cuerpo etérico

412
uniéndose así a lo que llamamos memoria subconsciente. Si
gana el cuerpo de deseos porque consigue agotar la vitalidad
puesta en el pensamiento, entonces ganará la repulsión y la
persona se marchará sin ayudar al animal herido. Naturalmente
que este hecho también queda grabado como todo puesto que
todas estas imágenes son necesarias para extraer la esencia de
la vida en el estado post-morten.
Como podemos ver, cuando la voluntad se alía con la
razón (mente) o lo que es lo mismo, cuando el Ego utiliza el
discernimiento con la voluntad de progresar en Espíritu,
terminan imponiéndose sobre el cuerpo de deseos que
representa la naturaleza inferior del hombre. Cuando la mente
no se deja dominar por los deseos y sentimientos negativos de
este cuerpo, está facilitando la comunicación del Ego con la
personalidad, está manifestando su propia naturaleza, y está
haciendo que los impulsos del Espíritu sean oídos por el
hombre. Está claro que la voluntad y el libre albedrío deben ser
una sola herramienta y trabajar junto a la mente para vencer al
cuerpo de deseos que es el que nos ata y no nos deja ser libres
como deberíamos serlo. Es la única manera de que el hombre
sea libre y sepa actuar con sabiduría en su vida cotidiana para
que su próxima vida sea más prometedora. Cuando se actúa así
vida tras vida nos deshacemos del aspecto inferior del cuerpo
de deseos y nos unimos a nuestro verdadero Yo en su propio
mundo.
No es muy común pero es necesario mencionarlo, si
algo hay parecido a la aniquilación del Espíritu es precisamente
cuando ocurre lo contrario de lo que se debería hacer tal y
como se ha dicho en el párrafo anterior. Cuando la
personalidad, el hombre, se deja dominar durante una o varias

413
vidas por el cada vez más poderoso aspecto inferior del cuerpo
de deseos, es decir, se va haciendo cada vez más “animal”,
entonces puede llegar hasta el punto de perder su Alma. Esto es
algo así como que el hombre actúa dominado por la lujuria, la
pasión, y por los más bajos sentimientos y deseos, hasta que
llega un punto en que la razón, apenas existente, se desconecta
del Yo superior. Estos seres, aún dominados por el egoísmo
más puro, por el deseo de poder, astutos y perversos, pueden
reencarnar y hacer mucho mal hasta que se desintegran como
personalidades.
Como podemos ver, es importante que el hombre se
esfuerce en progresar en cada vida y para ello tiene la voluntad
de esfuerzo y la razón que son las herramientas a utilizar
cuando su libre albedrío cree oportuno. El hecho de aprender a
utilizar el cuerpo como instrumento (trabajo, manualidades,
etc.); la mente para estudiar e interesarse por la cultura y
practicar el discernimiento; y el desarrollo de sentimientos de
amor, fraternidad, compasión, altruismo, etc., son medios a
nuestro alcance que favorecen el desarrollo del Alma y nos
conceden cada vez más libertad. No olvidemos que cada
persona renace con una serie de cualidades y defectos de los
cuales debe utilizar las virtudes para crearse otras nuevas y, a la
vez, eliminar los defectos aunque solo sea por inanición; es ahí
donde mayor importancia tiene el libre albedrío y la voluntad.
Lo mismo que renacemos con toda una serie de virtudes
y defectos, también lo hacemos con los aspectos negativos que
nos pueden traer sufrimientos y disgustos y, por otro lado, con
los medios que nos facilitarán cierto grado de gozo y felicidad.
Pero ¿Cómo podemos utilizar la voluntad y el libre albedrío
para obtener cada vez más felicidad y menos sufrimiento?

414
Sabiendo que tenemos tres principales cuerpos para
experimentar y evolucionar en la Tierra, debemos tener muy en
consideración lo siguiente: Los efectos de los trabajos
realizados por los diferentes cuerpos tienen unos efectos que
progresan geométricamente según van desde el cuerpo físico
hasta los ideales elevados de las regiones donde se encuentra el
propio Ego. Esto quiere decir que un acto físico realizado con
buena intención y más aún si sus efectos benefician al prójimo,
tendrá una recompensa material en la próxima vida. Pero si una
persona trae ideales elevados e inspiraciones, no solo puede
progresar en sentido material sino que también tendrá éxitos y
medios para solucionar los problemas más una serie de
oportunidades para el desarrollo espiritual.
En el grado evolutivo en que se encuentra actualmente
la humanidad trae más karma malo que bueno, es decir, más
disgustos, problemas o limitaciones, que alegría, trabajos
cómodos y libertad de acción. Esto procede del “Banco
Universal” donde cada uno de nosotros tiene una cuenta con su
correspondiente “debe” y “haber”. Las actuaciones positivas de
nuestros cuerpos, más las aspiraciones, ideales, etc., aumentan
nuestro saldo, mientras que lo contrario lo disminuye y nos trae
problemas, disgustos y toda una serie de fuerzas que harán que
estemos en determinadas circunstancias y con determinadas
personas que no nos pondrán las cosas fáciles.
Cuando utilizamos el discernimiento antes de tomar
decisiones; cuando nuestro egoísmo no perjudica a los demás
como por lo general ocurre; cuando tenemos aspiraciones e
ideas espirituales, devocionales y fraternales; y cuando
controlamos la mente con la voluntad para no crear mal a
nadie, estamos eliminando parte de esas deudas kármicas que

415
tenemos en el Banco Universal como “debe”. Cuando nacemos
no lo hacemos con todas esas fuerzas buenas y malas activas,
siempre nacemos con algunas más virtudes o fuerzas positivas
que negativas para que podamos aumentar nuestro saldo y
porque, si fuera al contrario, las fuerzas o karma negativo nos
podría vencer y llevarnos al desastre. Así es que, los Señores
del Karma nos favorecen para que nuestra vida no sea tan dura
y nos dan la oportunidad de mejorar por medio de nuevas
oportunidades (causas) que, si sabemos utilizar la voluntad y el
libre albedrío, nos facilitarán un mejor destino.
De todo lo anterior podemos deducir que si del karma
total negativo traemos un 25% y del positivo un 30% más las
oportunidades que nos ofrecen los Ángeles del Destino de
mejorar nuestro desarrollo y aumentar el buen karma,
tendremos muchas posibilidades de ir saldando nuestras deudas
y aumentando nuestro saldo. Pero no hay que centrarse
solamente en las posibilidades u oportunidades. Si cada
sufrimiento, problema o limitación la convertimos en
resignación, humildad, simpatías, etc. gracias a la rectificación
de nuestro carácter por medio de la fuerza de voluntad y el
sacrificio, engrandeceremos nuestro buen karma. Pero si
hacemos lo contrario, no sólo aumentaremos el malo sino que
agotaremos el bueno, lo que en la próxima vida se traducirá en
sufrimiento y dolor. ¿No es ésta razón suficiente para
conocernos a nosotros mismos, cambiar nuestro carácter y
procurar no hacer mal a nadie en pensamiento, palabra y obra?
Por lo general y particularmente en occidente, no hay
grandes variaciones en los resultados del karma de una vida
respecto a otra, se suele mejorar algún grado pero siempre hay
altibajos hasta que la persona encuentra el sendero de

416
aceleración por medio de la devoción o del conocimiento
oculto. Cuando el hombre comienza a intuir o conocer el Plan
de Dios es cuando de verdad acelera su desarrollo espiritual
gracias a su fuerza de voluntad y a su libre albedrío. Esta es la
explicación al porqué hay un destino para cada persona, la
cantidad de karma bueno o malo puesto por los Ángeles del
Destino según sus deudas pendientes y según sus necesidades
de desarrollo. Sus padres, hijos, profesión, sus amigos, las
circunstancias, todo está previsto para que el resultado de la
vida sea bueno y, sin embargo, nada de ello va a obligar a una
persona a responder de determinada forma. Siempre somos
libres y podremos elegir entre hacer el bien o hacer el mal,
entre aumentar el karma bueno o saldo o aumentar el malo y
crearnos más deudas. Por muy duro que sea el destino siempre
tendremos a nuestro Ego intentando aconsejarnos para que
desarrollemos nuevas virtudes y para que podamos crearnos un
mejor destino.

El hombre no debe estar dominado por las personas ni


por las circunstancias, pero tampoco debe dejar de utilizar su
mente y su voluntad con la mejor intención. Aunque dos
personas tengan un destino duro y similar siempre pueden
ocurrir dos cosas: Primera, que uno de ellos decida luchar con
fuerza, optimismo y sabiendo que él mismo puede cambiar
muchos aspectos de su vida; y Segunda, que, el otro, desde el
primer momento se rinda y piense que no merece la pena
luchar porque así está escrito en sus destino. Dos mismos
barcos pueden competir en una regata con las mismas ventajas
y el mismo viento a favor pero llegará primero quien sea más
hábil y tenga más experiencia. Luego entonces no podemos
admitir que el hombre se vea manipulado y dirigido de allá

417
para acá aún en contra de su voluntad, sino que es el hombre
mismo quien, con su voluntad y libre albedrío puede cambiar
su destino en muchos aspectos. Todos tenemos un Poder
Interno que, bien utilizado, nos ayudará a cambiar muchas
circunstancias de esta vida y otras muchas en la próxima, ese
poder es la Voluntad trabajando sobre los ideales elevados y
con la intención de espiritualizar el carácter.
Nuestro origen, como seres humanos, podría
compararse a un diamante en bruto el cual, si se le aplica una
pasada tras otra en la piedra de esmeril hasta permitir que la luz
penetre en su interior, veremos el diamante en todo su
esplendor y belleza. Si comprendemos que cada aplicación a la
piedra es una vida en la que nos esforzamos en desarrollar la
voluntad para colaborar en ese Esquema que Dios ha creado
cuyo fin es hacernos a imagen y semejanza Suya, admitiremos
que en cada vida estamos desarrollando nuevos aspectos que
nos acercan a Él en conciencia y en espiritualidad. Si en cada
vida nos esforzamos solo un poco y actuamos y tomamos las
decisiones correctas, cada vez mostraremos y tendremos más
posibilidades de forjarnos un destino donde, además de obtener
bienestar y felicidad, obtendremos mayor dominio propio, más
libertad de acción y mayor volumen en la Voz de la conciencia.
Recordemos que:

1º.- Las aspiraciones, anhelos e ideales elevados de una vida se


convierten en facultades y habilidades en la próxima.
2º.- La voluntad se convierte en capacidad y poder.
3º.- La repetición de pensamiento en determinada línea o
aspecto se convierte en tendencias para la mente creadora.

418
4º.- La experiencia se convierte en conocimiento y éste en
sabiduría.
5º.- Las ayudas materiales y el servicio a los demás serán
nuevas oportunidades de seguir haciéndolo en la próxima vida.
6º.- El servicio y ayuda de forma oral, literaria, moral, etc.,
traen mayor desarrollo intelectual y espiritual.
7º.- Las oportunidades no aprovechadas y el no cumplir con
nuestros deberes y responsabilidades traerán problemas,
limitaciones y aspiraciones frustradas.

Es aconsejable tener siempre presente que:

1º.- Nuestros hechos, respecto a los diferentes cuerpos son la


base de nuestro futuro destino.
2º.- Que en lo que pensamos en eso nos convertimos.
3º.- Que los pensamientos son como semillas y se unen y
refuerzan para hacer bien o mal en el mundo.
4º.- Que podemos cambiar nuestra vida, carácter y destino
cambiando nuestra forma de pensar, sentir y actuar.
5º.- Que somos nosotros mismos quienes creamos nuestro mal
destino cuando nos encerramos y obsesionamos con lo
negativo.
6º.- Que cuando actuamos consciente y voluntariamente para
hacer el bien y la voluntad de Dios estamos trabajando por
nuestra propia liberación del renacimiento.
Así es que: “Solo nuestros propios hechos pueden
entorpecer nuestra evolución y solo nuestra propia
voluntad y libre albedrío puede atarnos al
renacimiento.”

419
LA RESPONSABILIDAD POR NUESTROS PENSAMIENTOS

Hay un axioma muy conocido en el mundo del


ocultismo que dice que “Así como el hombre piensa en su
corazón, así es él.” En realidad, bien por nuestros propios
hábitos de pensamiento o bien porque tienen su origen en las
ideas que proceden de las regiones abstractas, la gran mayoría
de los pensamientos son de nuestra propia creación. Sabiendo
esto y también que toda acción física tiene su origen en la
mente creadora, podemos asegurar que nosotros somos
responsables de nuestros pensamientos y de nuestros actos que
han sido pensados por la mente e impulsados a su
manifestación por el cuerpo de deseos. Sin embargo hay que
reconocer que no todos los pensamientos son siempre nuestros,
pues, lo mismo que el sonido de un diapasón hace vibrar a otro
que esté a su lado por la ley de simpatía, así mismo, nuestros
pensamiento pueden atraer o verse atraídos por otros de la
misma naturaleza. Lo que significa que cuando creamos malos
pensamientos estamos aumentando el mal en todo aquel que
esté pensando en algo similar y estamos sembrando la
atmósfera de malos pensamientos allá donde nos encontremos
lo que, a su vez y de alguna manera, engrandece el mal
existente en el Purgatorio. He aquí la importancia de utilizar
nuestro libre albedrío y nuestra voluntad para pensar siempre
bien, ya que si pensáramos siempre bien actuaríamos siempre
bien.
Utilizar la mente para crear pensamientos buenos de
forma voluntaria y consciente tiene muchas ventajas para el
propio desarrollo y para la propia humanidad. Si mantenemos
pensamientos de amor al prójimo, de fraternidad, altruismo,

420
etc. en nuestra mente, éstos actuarán como un incentivo y
terminaremos actuando en esa misma línea de acción con los
demás. Por otro lado, nuestra aura cambiará hasta tal punto que
sentiremos una alegría interna hasta entonces desconocida, que
atraerá la simpatía de las personas que nos rodean. Pero es que,
además, como esos pensamientos despiertan sus
correspondientes sentimientos en el cuerpo de deseos, veremos
a esas mismas personas con otros ojos, a través de una
atmósfera de verdadera hermandad, entonces evocaremos lo
mejor que hay en ellos mismos. Luego entonces, podemos
llegar a la conclusión de que, si no hemos desarrollado
determinadas virtudes o cualidades espirituales será difícil que
las podamos ver en los demás. Por consiguiente, somos los
responsables de nuestros pensamientos como lo somos de los
actos que son sus efectos, y esto debería ser motivo suficiente
para meditar sobre el uso voluntario y consciente del
pensamiento.

421
422
CAPÍTULO IX

EL EGO Y EL NACIMIENTO DE SUS CUERPOS

Sabemos que los Ángeles del Karma son los encargados


de modelar nuestro destino de acuerdo al arquetipo creado en el
Mundo del Pensamiento, al karma individual, y a las
necesidades de desarrollo inmediato. Para ello deben crear el
nuevo cuerpo etérico que dará forma al físico y que es formado
por el espíritu elemental constructor, el cual, bajo la dirección y
estímulo de estos Ángeles, copian (en el vientre materno) el
molde creado por ellos. El cuerpo físico se forma como una
copia exacta del cuerpo etérico gracias a los materiales
facilitados por los padres y de acuerdo al karma que ya traiga
según dicho cuerpo etérico, por tanto, aquí entra en juego la
herencia física. Sin embargo, también el medio ambiente
familiar y el carácter de los padres desde el mismo momento de
la concepción tienen su importancia, pues no es lo mismo
concebir en un acto de amor por un hijo que se desea que
concebir en un acto de pasión y de disfrute personal.

423
Como todos sabemos, el cuerpo del recién nacido se
encuentra indefenso durante bastante tiempo, o más
concretamente hasta que adquiere fuerza y madurez, de la
misma manera, los demás cuerpos del Ego también están
ciertos años madurando hasta el momento de su total
formación e incluso algún tiempo después. Con el fin de tener
algo más claro esto tomaremos como tiempo aproximado para
la formación y nacimiento de los cuerpos lo siguiente:

1º.- El cuerpo físico se forma en nueve meses en el vientre de


la madre.
2º.- El cuerpo vital o etérico tarda aproximadamente siete años
en formarse a partir del nacimiento del físico.
3º.- El cuerpo de deseos hace lo mismo hacia los catorce años
de edad.
4º.- El cuerpo mental exactamente igual pero a los veintiuno.

El cuerpo vital, cuya forma etérica es formada por los


Ángeles del Destino y otros espíritus y elementales, no utiliza
todos los éteres que necesita para formarse desde el primer
momento sino que rodean el cuerpo físico mientras está dentro
de la madre y los va utilizando según su formación hasta su
nacimiento a los siete años; luego entonces, el cuerpo etérico o
aura de un niño en formación y hasta los siete años, es mucho
más grande lo normal. Los Ángeles que intervienen en la
creación de este “molde” están relacionados con las cuatro
regiones etéricas del mundo físico, de las cuales tomarán la
materia necesaria para que un “elemental” creado por ellos
mismos se haga cargo de su construcción. Este elemental lo
pueden ver los clarividentes dentro de la madre formando el

424
cuerpo físico o incluso antes de situarse en la matriz; suele
tomar la imagen del futuro niño o niña. Cuando el feto alcanza
el tamaño de esa forma, aproximadamente a los cuatro meses,
el elemental y demás colaboradores se centran en la forma y
condición que debe adquirir el cuerpo etérico hasta la edad de
su nacimiento que es cuando aproximadamente se retiran
dejando el trabajo al propio Ego. Ese molde lleva impreso el
karma que pertenece al cuerpo físico del futuro ser humano ya
que tiene una relación directa con el átomo-simiente del cuerpo
físico que es el que atrae la clase de materia que necesita. El
Ego penetra en el cuerpo de la madre unos meses antes del
nacimiento y, en muchos casos y si su trabajo está muy
adelantado, el Ego se hace cargo de su cuerpo.
Mientras se construye el cuerpo etérico y físico es
cuando se hacen las dos conexiones que se mantendrán como
tal hasta el momento de la muerte, estas son: Primera: La
corriente de vida que penetra por la cabeza y se centra en el
corazón y que es diferente a la energía que vitaliza a esos
cuerpos por medio del bazo etérico y de los chacras, y
Segunda: El rayo de la conciencia individual que, relacionado
con el Espíritu, muestra el grado de evolución alcanzado y se
centra en la cabeza. Este último Rayo o corriente se relaciona
con la personalidad a través de los vórtices del cuerpo de
deseos y del cuerpo etérico hasta alcanzar el cerebro y el
sistema nervioso.
En el nacimiento están todos los cuerpos
compenetrados por sus correspondientes materias que serán
utilizadas por el Ego para formar lo que va a ser su cuerpo
etérico, de deseos y mental. Pero estas fuerzas aún no están
activas excepto algunas relacionadas con el cuerpo etérico

425
como es, por ejemplo, las de la excreción y las de la percepción
sensorial que hace a los niños clarividentes durante un tiempo.
Por este motivo no hay apenas dolor físico, emociones,
percepción de los objetos ni clara visión del mundo físico, no
hay razonamiento ni apenas voluntad, etc., sin embargo, el niño
es un gran imitador que aprende fácilmente. El medio ambiente
de la casa así como los pensamientos y sentimientos de los
padres elegidos tienen gran importancia para la familiarización
del Ego y para el elemental encargado de la construcción del
cuerpo etérico y físico. Aunque aún no tengan la forma como
cuerpos, la materia que en un futuro formará el cuerpo de
deseos y el mental, tiene cierta relación con lo que será su
condición moral y mental y con las visiones que los niños
tienen de los seres que habitan los mundos invisibles. Lo
mismo que la humanidad va desarrollando y elevando su
conciencia hacia su Espíritu gracias al renacimiento, así el niño
recién nacido va desarrollando los cinco sentidos en el orden
siguiente: oído, tacto, vista, gusto y olfato.

El desarrollo de los cuerpos de deseos y mental


comienza nada más nacer por medio de los impactos externos
sobre el nuevo ser, los que producen sensaciones; es decir, el
niño comienza a reconocer gracias a los contactos con los
objetos los que producen sensaciones placenteras o lo
contrario. Estas sensaciones producen imágenes mentales que,
además de ser el origen de la memoria, actuarán como medio
para crear nuevos impulsos en busca de nuevos placeres y
contactos que inicien la actividad mental que irá unida a lo que
representa el cuerpo de deseos. Pero la actividad mental en los
primeros años de vida no es duradera puesto que el futuro
hombre no tiene a su disposición el material necesario, por

426
tanto, se deja llevar por las sensaciones de placer y rechaza lo
que, si razonara, elegiría por su propio bien. El bien y el mal
son aún desconocidos para el niño y es aquí donde es de suma
importancia la educación moral e intelectual por parte de los
padres pues, el mismo niño no se formaría igual con unos
padres cultos y morales que con otros de los barrios bajos de
una ciudad y mucho menos en una tribu de la selva amazónica.
Los padres deben evitar que un hijo caiga en manos de
los placeres, vicios y pasiones como cayó la humanidad hace
millones de años cuando comenzaba a desarrollar la mente. Su
deber es enseñarle a utilizar la mente para discernir entre lo real
o lo ilusorio y entre el bien y el mal. Un hombre debe saber
fortalecer y utilizar la voluntad a través del discernimiento de
tal forma que su libre albedrío responda automáticamente para
seguir el camino del bien en todos los sentidos. El impulso, el
instinto, los deseos irrazonados y las pasiones pueden
degenerar a un hombre. El hombre libre que elige el camino
correcto progresa y el que, con buena intención se equivoca
aprenderá pronto de sus errores, pero el que elige libremente el
camino del mal puede llegar a desperdiciar su vida. A quien
educan en el bien y en la Verdad de estos y otros
conocimientos acelerará su evolución y llegará pronto a la
meta, pero el que hace lo contrario tendrá que aprender muchas
más lecciones que le serán dadas a través de más renacimientos
hasta que algún día ese hombre rechace esos placeres o
senderos que en el pasado eligió. El camino de la verdad y del
bien es solo uno, pero los caminos del mal y de la degeneración
son muchos y muy tentadores.
Aunque los cuerpos de deseos y mental tardan 14 y 21
años en desarrollarse, los materiales de los que serán formados

427
están determinados por el karma del pasado y las necesidades
futuras, por consiguiente, estos materiales influyen en forma de
vibración sobre el cuerpo etérico y el físico en formación,
particularmente hasta los 7 años. Hasta los 14 y los 21 años, la
formación de los cuerpos superiores estará muy influenciada
por el medio ambiente, la educación familiar, y todo lo que ese
Ego traiga de sus anteriores vidas. Pero hasta los 7 años, y muy
en particular hasta los 2 o 3, el niño está con la conciencia más
en los mundos de donde procede que en el físico, de ahí que
muchas veces cuenten hechos y contactos fantásticos para los
adultos pero que no por eso dejan de ser ciertos.

En sentido general, las personas que desde su


nacimiento ya traen alguna enfermedad o problema mental,
suele ser por el propio karma creado en otra vida, sin embargo,
hay un caso en que el Ego se ve incapacitado para utilizar su
cuerpo físico por un problema que crea él mismo antes de
nacer y que afecta a la mente. Los Ángeles del Destino y sus
espíritus y elementales colaboradores hacen las conexiones
necesarias entre el cuerpo etérico y los centros sensoriales del
cerebro antes del cuarto mes o de que entre el Ego en la matriz
de la madre. Si en ese momento advierte el Ego que su próxima
vida va a ser dura y que no va a poder afrontarla, puede ocurrir
que intente huir para evitarla dislocando dichas conexiones y
haciendo que el cuerpo vital no quede en una posición
concéntrica respecto al físico. El deber de toda persona humana
es ayudar a todo ser que nace porque, aunque hay quien piense
que el Ego no puede aprender nada de un cuerpo con
dificultades mentales, lo cierto es que el Ego no está afectado
y, por tanto, sí obtiene experiencias. Una conexión mal
efectuada entre dos de los cuatro cuerpos o entre el Ego y la

428
mente puede producir una tara mental o una personalidad
astuta, violenta y malvada. Quien nace con un problema de
estas características suele ser por deudas del destino y porque
ese Ego lo ha aceptado así antes de renacer. Estos casos no se
deben considerar hereditarios pero es cierto que el Ego renace
en la familia que le facilite el material necesario para que ese
defecto se manifieste.
Alguien puede pensar que esto es un “castigo muy
duro” pero lo cierto es que es el Ego quien escoge entre varias
vidas después de analizar qué lecciones puede aprender en cada
una de ellas, por otro lado, hay que comprender que una vida
para un Ego es muy poco tiempo de forma similar a lo que es
un día para nosotros. La única diferencia que hay respecto al
Ego entre la elección que hace de la vida en el Tercer Cielo y la
visión que tiene de su futura vida (ya elegida) cuando penetra
en la matriz de la madre, es que en el Tercer Cielo el Ego está
desnudo, sin cuerpos y con un correcto sentido espiritual,
mientras que en el panorama que ve de pasada está, en cierto
modo, algo ciego para comprender el sentido espiritual de la
vida. De aquí la necesidad de que, desde el momento en que
una mujer sabe que está embarazada, procure llevar una vida
alegre y tranquila porque la sensibilidad del futuro niño/a es
muy aguda y le cuesta mucho adaptarse a su nuevo ambiente.

¿POR QUÉ NO RECORDAMOS LO QUE HICIMOS EN


OTRA VIDA?

Son varias las respuestas inmediatas que se pueden dar,


por ejemplo, ¿Cómo voy a recordar cosas que yo no hice sino
que fue otra personalidad? o, si no recordamos muchas cosas
que han ocurrido no hace mucho tiempo y menos aún las de la

429
infancia ¿Cómo vamos a recordar lo que hicimos hace más de
mil años? Pero hay hechos curiosos que demuestran que hemos
vivido en otras épocas. Uno de ellos fue el caso de un mendigo
muy mayor que en un momento de delirium habló una lengua
que desconocía; otro fue una niña que, yendo con sus padres se
fijó en otro hombre y dijo que era su padre (se comprobó que
esa niña había muerto como niña no hacía muchos años siendo
su padre el que ella decía) En estos casos los niños renacen
utilizando sus anteriores cuerpos de deseos y mental y por eso
tienen más fácil recordar. Otro caso sería el de una persona
puesta en trance que también habló un idioma antiguo de los
países del Este. Sin embargo, hay un hecho en el cual no
muchas personas se ponen a pensar y es que, como ya dijimos,
renacemos con una serie de habilidades (como muchos genios
lo han demostrado a través de la historia) que, aunque no
recordamos cuando las adquirimos, lo cierto es que están ahí y
no son de la vida presente.

Tenemos varias clases de memoria, la memoria normal


a la que tenemos acceso y la memoria subconsciente donde
están guardados muchos hechos y pensamientos que creamos,
que nos vienen o que captamos por afinidad, y todo lo que se
va grabando en el átomo-simiente en forma de película. Estas
dos clases de memoria (consciente y subconsciente) están
relacionadas con las experiencias de esta misma vida. Pero hay
una tercera memoria llamada supra-conciencia que es donde
están guardadas todas las facultades y conocimientos
adquiridos en las vidas anteriores. Esta supra-conciencia está
en los mundos del Espíritu y a veces se manifiesta en forma de
intuición, conciencia, carácter interno que se muestra en los

430
pensamientos, e incluso como aliciente o impulso del Espíritu
para actuar en determinada línea.
En realidad y aunque no recordemos el pasado, todo
está guardado, es más, en muchas ocasiones nos vienen hechos
a la cabeza que no reconocemos o tenemos vislumbres de otras
cosas que, aún sin saber de dónde proceden, sabemos que es
algo relacionado con nosotros. Lo mismo que en un momento
dado no recordamos algo de nuestra propia vida y en otro
momento de relajación mental o sensibilidad cerebral si lo
hacemos, también ocurre que las personas que son muy
mayores y han llevado una vida pura pueden percibir hechos de
otras vidas en esos mundos espirituales. No olvidemos que el
Yo ha estado presente en todas esas vidas y esa memoria del
pasado está a su alcance, el problema es que no puede hacernos
conscientes, entre otras cosas porque nuestros vehículos no son
los mismos ni pueden responder a tan altas vibraciones. Es
decir, si no estamos lo suficientemente desarrollados como
para ver los mundos invisibles. ¿Cómo vamos a estarlo para
percibir lo que hay en el propio Mundo del Espíritu? Solo
cuando a través del renacimiento hayamos purificado o elevado
nuestros cuerpos estaremos preparados para recibir las
impresiones que el Espíritu nos pueda enviar.
Por otro lado, las neuronas y moléculas cerebrales están
relacionadas con la memoria consciente de los hechos que nos
rodean y con la conexión de la personalidad (yo inferior) con el
Ego; ni existían antes de nacer ni existirán una vez que se
desintegre el cuerpo. La memoria está íntimamente unida al
hombre pero el eslabón que une la memoria o el cerebro de una
vida con otra es el Yo superior, el pensador que conecta con la
personalidad para informarla e iluminarla. Como consecuencia,

431
se entiende que si no se eleva la personalidad hacia su
verdadero Yo, no puede haber conexiones entre las memorias
de las diferentes vidas. El día que la propia purificación del
hombre elimine las barreras, existentes entre el yo inferior y el
superior, ya no habrá separación entre las memorias. Mientras
tanto y sabiendo que el cerebro de hoy no es el que utilizarán
las otras personalidades en el futuro, tendremos que
conformarnos con trabajar para el desarrollo espiritual hasta
que comencemos a percibir en nuestra conciencia algún
vislumbre de las vidas pasadas como efecto de nuestro propio
esfuerzo y desarrollo. La razón, el discernimiento, la memoria,
las ideas elevadas, la intuición y la voluntad son aspectos del
rayo que el Ego envía al cerebro y que, haciendo vibrar las
moléculas de las celdas nerviosas, se modifican según su
capacidad de transmisión y sus condiciones físicas.
De cualquier forma y aunque se quieran dar muchas
explicaciones o se quieran poner muchos ejemplos como el de
un campesino que sin estudiar y sin haber viajado hablaba
hebreo cuando estaba sonámbulo, de nada servirá ante el
incrédulo y materialista. ¿Es que por el hecho de no recordar
lo que hicimos en los primeros meses o años de nuestra vida no
los vivimos? Si los escépticos materialistas no creen ni en la
existencia del Alma ni en la de los otros mundos ¿Cómo van a
creer que nosotros, después de pasar por el Purgatorio y el
Cielo, eliminamos la memoria de la vida pasada y solo
recogemos la esencia de las experiencias?
Claro que más de una persona irá más lejos y se
preguntará que por qué tenemos que sufrir por algo que
“presuntamente” hicimos. Lo cierto es que las Leyes de Dios
son sabias y actúan como tal porque si recordáramos lo que

432
hicimos hace, por ejemplo, ocho o diez vidas, y las cosas que
hicimos entonces, no nos beneficiaría nada como tampoco lo
haría saber que determinadas personas de nuestro entorno nos
hicieron otras que no nos gustaría saber. No recordaremos las
vidas pasadas hasta que no estemos en un grado tal de
desarrollo espiritual que no nos pueda afectar por muy duras
que sean las imágenes de lo que hicimos o fuimos. Esas deudas
del pasado se van liquidando poco a poco como karma maduro
y es preferible ser ignorantes de ellas, es más, si supiéramos
cuáles fueron nuestras horribles actuaciones sabríamos
cuando las deberíamos pagar y, al ver el castigo que nos viene
encima, nos hundiríamos y no seríamos capaces de hacerlas
frente.

Si no recordamos ni conocemos lo que ocurrió en el


pasado tampoco podemos saber lo que queda por venir, es
decir, no sabemos lo que hemos aprendido en el pasado ni
tampoco lo que nos queda por aprender en los futuros
renacimientos. Sin embargo, si tenemos un medio en que
basarnos para actuar en el futuro pensando a su vez en el
pasado y así intuir lo que hemos podido hacer, éste es la
conciencia. La conciencia, la Voz del Ego nos advierte para
que no cometamos errores en el futuro, nos aconseja a la hora
de tomar decisiones, nos amonesta cuando hemos hecho algo
malo, etc., y todo basándose en que este Yo superior sabe lo
que hemos hecho en el pasado. Cuando una persona conecta
con un verdadero Maestro o Hermano Mayor y lleva a cabo los
ejercicios encomendados por ellos, despertará la clarividencia y
el poder de salir conscientemente del cuerpo físico para leer en
el éter reflector solo, aproximadamente, hasta la vida anterior.
Pues bien, a partir de ahí se puede preparar para leer en la

433
“Memoria de la Naturaleza” que se encuentra en la región
arquetípica del Mundo del Pensamiento.

PERFECCIÓN O FIN DEL RENACIMIENTO

Hace millones de años, cuando nació la especie


humana, el cuerpo físico estaba compuesto de la materia más
grosera y apenas era sensible a las vibraciones que le rodeaban
excepto a lo que era similar a ella. Para desarrollar el cuerpo
físico es necesario afinar el sistema nervioso y el cerebro para
sensibilizarlos ante cualquier impresión que alcance a su poder
vibratorio. Se trata de hacer un vehículo de conciencia activo y
armónico para el Yo superior con la intención de que sea
sensible a las vibraciones internas; es decir, hacer que la
personalidad sea un fiel servidor de su verdadero Yo y sea
consciente de que existe gracias a él. Según el Ego actúa
libremente sobre la mente, el cerebro, y el sistema nervioso,
expulsa la materia mental más grosera y atrae otra de más
elevada vibración afín a su manifestación. De esta forma
aumenta la capacidad del cerebro para responder a lo superior a
la vez que le hace más delicado; el sistema nervioso también se
hace más dinámico en sus respuestas al cerebro (al Ego) y se
hace más equilibrado. Es así como la personalidad, el hombre,
va prestando más atención a su Yo superior y va abandonando
sus intereses y costumbres terrenales y egoístas. Si a partir de
ese momento el hombre se dedica al estudio de estos
conocimientos y a la práctica de cualquier otro ideal elevado
devocional, cada vez controlará más su mente y su cuerpo de
deseos elevando así sus vibraciones.

434
Hacer del cuerpo de deseos un vehículo de conciencia
lleva un proceso similar a lo dicho anteriormente. Desde que el
hombre centró su conciencia en el cuerpo y en el mundo físico
perdiendo así la conciencia de los mundos superiores hasta
ahora, solo algunos pocos han desarrollado la capacidad de ser
autoconscientes allí y traerse el recuerdo de su estancia en el
Mundo de Deseos. Algunos ni siquiera reciben las impresiones
de los “objetos” existentes en ese mundo pero el común de la
humanidad ya se está familiarizando y comienza a relacionar
las impresiones que reciben con los objetos que la producen
despertando así progresivamente la conciencia en ese mundo.
Esto concede nuevas facultades a la mente del hombre, lo que
le permitirá dominar el ambiente donde se encuentre y
defenderse de los peligros que allí acechan; al final del
desarrollo el cuerpo de deseos será utilizado como lo es
actualmente el cuerpo físico.

Además de lo dicho anteriormente sobre la mente, he de


decir que su desarrollo como vehículo de conciencia entra ya
en el sendero de perfección o iniciación cuando somos
aleccionados por los Maestros. Pero está claro que hasta
entonces también podemos adelantar el proceso simplemente
intentando controlar la mente, meditando, concentrándola
voluntariamente en todo lo que estemos haciendo, y
observando todo lo que nos rodea para ser conscientes de ello.
Lo mismo que un recién nacido se va haciendo consciente del
mundo físico según pasan los años, así el hombre, aunque no lo
crea, está trabajando para que en un futuro pueda ser consciente
en los mundos superiores. Además de facilitar el trabajo para
que el Ego pueda manifestarse en la personalidad tal y como
queda dicho, el hombre puede acelerar ese proceso también por

435
otros medios. Para ello intentará tener constantemente los
cuerpos a disposición del Ego, es decir, cultivando
pensamientos nobles y elevados, desarrollar y crear
sentimientos relacionados con el amor fraternal y el altruismo
y, en definitiva, llevar una vida devocional y libre de ataduras a
vicios y pasiones animales. La oración, la concentración, la
meditación, la observación, la contemplación y otros ejercicios
espirituales son de gran ayuda para el desarrollo del Alma.

Según los muy pocos ocultistas dignos de crédito por


sus investigaciones clarividentes, contactos con Maestros y
estudios profundos de la filosofía oculta, el ser humano es un
Espíritu que fue diferenciado (separado) “En” y “Por” Dios.
Este Espíritu es como una chispa perteneciente a una gran
llama y por tanto de su misma naturaleza pero, como sabemos
y es obvio, una chispa no puede alumbrar como la llama de
donde procede, así es que la diferencia en nuestro origen estaba
en que nosotros no éramos conscientes de que éramos
individuos separados. Antes de que Dios nos diferenciara
éramos partícipes de su omnisciencia, de su omniconciencia y
de los demás poderes divinos, pero al separarnos para (en un
futuro) obtener nuestros cuerpos y después comenzar el
sendero evolutivo que nos llevó a la individualización y a la
autoconciencia como seres humanos, estos poderes quedaron
latentes. El fin es que cada Espíritu individual desarrolle y
transforme esos poderes latentes en dinámicos para que esa
chispa se convierta en Llama pero con conciencia individual,
es decir, para que ese Espíritu sea a imagen y semejanza de su
Creador, Dios. Pero lo mismo que el viento al pasar por un
monte lleno de eucaliptos absorbe su olor o al pasar por un
campo lleno de lavanda recoge su fragancia, así cada Espíritu

436
recoge la esencia de las experiencias de cada vida haciéndole
diferente de los demás Espíritus. De esta forma, cuando
volvamos de nuevo como hijos pródigos, a la Casa de nuestro
Padre que está en los Cielos, nuestra esencia será compartida
por todos y todos compartiremos la de nuestro creador, sin
embargo, cada uno seremos un Dios autoconsciente e
individual. De aquí que Cristo dijera: “Las obras que yo hago
las haréis y mayores aún.”
Hay muchas escuelas en el universo donde los Espíritus
creados por Dios evolucionan, unas para los más adelantados y
otras para los más atrasados que nosotros, pero ninguna es
eterna como tampoco lo es el planeta Tierra y el sistema solar.
Por consiguiente, es fácil deducir que los renacimientos no son
ilimitados y que los Espíritus hijos de Dios subsistirán aún
después de desaparecer el planeta, como subsiste el Ego a la
muerte del cuerpo físico. Es cierto que la humanidad puede
renacer miles de veces, pero tarde o temprano alcanzará la
liberación y no necesitará renacer más, sin embargo y aún no
teniendo la obligación de renacer, todavía le queda otra etapa
de aprendizaje y perfección hasta llegar al propio mundo de
Dios. Por tanto, hay:

1º.- Seres ya liberados.


2º.- Otros a punto de conseguirlo a través de las iniciaciones.
3º.- Otros que están comenzando el sendero que les llevará a
las iniciaciones.
4º.- Otros muchos que son ignorantes de este conocimiento
pero que están acelerando su desarrollo por otros caminos
como es el de la devoción.

437
5º.- Y por último, la gran mayoría que no camina nada más que
por el sendero del materialismo y que, por lo general, solo
piensan en ellos mismos y en sus intereses.

Hoy cada vez hay más personas que se interesan por la


filosofía oculta y estoy seguro que, aunque sea una minoría
comparándola con el resto de la sociedad, muchos de ellos
leerán este y otros libros similares que les ayudará a tomar la
decisión para comenzar el sendero de aceleración y de
desarrollo personal.
A principios del siglo XX coincidieron en sus
renacimientos varios de los ocultistas que, después de mucho y
arduo trabajo, dejaron escritas las enseñanzas que ellos mismos
habían recibido de los Maestros (como en el caso de Max
Heindel de la Fraternidad Rosacruz) más el resultado de sus
investigaciones en los mundos superiores como clarividentes
voluntarios que eran. Estos ocultistas tenían la misión de hacer
ese trabajo como un acto de servicio al mundo occidental y
como una ayuda para el propio desarrollo de todo aquel que
estuviera preparado para ello. Pero ellos no descubrieron esta
filosofía, ya que siempre ha estado a disposición de todo aquel
que estuviera listo para comprenderla. Antes de esta fecha solo
se impartía de manera privada, pero ahora la podemos
encontrar en infinidad de libros que, mejor o peor, incentivan a
muchas personas a interesarse o a tener curiosidad por estos
temas. Esta enseñanza fue más o menos pública en Grecia,
Persia, Asia Central, India y en otros sitios donde era
mantenida oculta por los Iniciados y Maestros.
Los cultos religiosos y las filosofías antiguas
comprendían una enseñanza esotérica y otra exotérica, de ahí

438
que Cristo dijera que Él alimentaba a las multitudes con leche
y a sus discípulos con carne, esto mismo lo encontramos en los
misterios antiguos que eran de dos clases: los Mayores
(secretos) y los Menores (públicos) Así vemos que esta
enseñanza ha sido siempre guardada porque la gran mayoría no
estaba preparada para recibirla y, por tanto, por temor a su
profanación. Cuando se ha hecho pública siempre ha sido por
medio de personas preparadas para ello como es el caso de los
Brahmanes en la India, los Hierofantes de Samotracia, Grecia,
Egipto o los Rabinos hebreos. También las enseñanzas budistas
tienen dos clases de enseñanzas, las Mayores y las Menores; lo
mismo pasaba con Pitágoras, quien tenía el conocimiento más
elevado solo para sus discípulos y también los antiguos
cristianos, los gnósticos y hasta Cristo mismo que daba su
enseñanza oculta en forma privada. Como hemos podido ver a
lo largo de esta obra, Cristo mismo enseñó la doctrina del
renacimiento como otros lo hicieron antes y después que Él.

Si bien estas enseñanzas no son más que un


descubrimiento público de lo que siempre han sido las
enseñanzas ocultas, los Maestros y Hermanos Mayores están
poniendo empeño en que se divulguen a través de las personas
que verdaderamente las viven. Así es que, aún teniendo
muchos enemigos en contra, (teólogos, iglesias, el
materialismo, el egoísmo, la ciencia y el poco deseo de
desarrollo espiritual de las personas) este conocimiento se va
abriendo paso progresivamente para que los que están
preparados para entenderlo, tengan acceso a él. Si en el pasado
fuimos, en lo que respecta a la conciencia, algo parecido al
animal, hoy que tenemos autoconciencia nos debemos de servir
de estas enseñanzas para expandirlas y acercarnos a nuestro

439
propio Espíritu y a Dios. Debemos encontrar el “Sendero”,
descentralizar la conciencia para que comprenda a toda la
humanidad en forma de imitación a Cristo, buscar y desear la
Iniciación que conceden los Maestros, y conocer la Verdad que
nos hará libres y nos iluminará. Entonces llegará un momento
en que desarrollaremos los poderes del Alma y dominaremos
los sentimientos, deseos, y pensamientos demostrando así que
estamos en el “Sendero sin Retorno.”
Según llevemos a cabo, comprendamos y nos
esforcemos por progresar espiritualmente por medio de este
conocimiento, el egoísmo y el materialismo que nos ata a la
Tierra irá desapareciendo. Según nos vayamos identificando
con nuestra naturaleza superior iremos abriendo la puerta que
nos lleva al “Sendero de Perfección”; según abramos esta
puerta y conectemos con la propia vida del Espíritu así
comprenderemos que esta vida no tiene nada que ver con la
terrenal. En el más allá se vive en la Luz, mientras que los
renacimientos son períodos de oscuridad para el verdadero
hombre, sin embargo, el renacimiento unido a los
conocimientos que llegan a cada uno cuando los necesitan,
vencerán a la muerte. Entonces no se sentirá ni amor ni odio
por lo terrenal, el verdadero ser se consolidará como el amo de
sus cuerpos y acabará con la personalidad terrestre, pero sin
olvidar nunca que gracias a esas personalidades ha llegado a
ser lo que es, el vencedor de la muerte.
El ser humano tiene que estar integrado como un todo,
es decir, él como conciencia, debe ser dueño y señor de sus
vehículos para luego colaborar con la Ley del Servicio respecto
a la humanidad. Para ello debe conocer esta y otras enseñanzas,
recorrer el Sendero de Probación, hacerse discípulo de un

440
Maestro y alcanzar las iniciaciones. Pero entre esos grados
debe trabajar y esforzarse en ser servicial y misericordioso; en
amar al prójimo; en practicar la oración, la observación, la
meditación, la concentración, el discernimiento, la
contemplación y la adoración. Gracias a estos ejercicios y
trabajos se desarrollarán los poderes necesarios para verificar
que lo dicho en este libro es cierto, es decir, para salir
consciente y voluntariamente del cuerpo y para ser clarividente.
Con ese desarrollo ya adquirido estaremos preparados para
ayudar a la humanidad y para colaborar con los Maestros,
Hermanos Mayores y Jerarquías superiores. De esta forma, el
conocimiento se convierte en sabiduría, el amor se manifiesta
desde la propia voluntad del Espíritu, el propósito personal se
convierte en propósito divino; en definitiva, la vida de la
personalidad debe estar compenetrada por la Luz que procede
de las Jerarquías que velan por la humanidad y por la Luz de
Dios.

Es lógico suponer que habrá cierto número de personas


que estén preparadas para comenzar el sendero que les puede
llevar a adquirir esos poderes y a acelerar su desarrollo de
manera que se puedan liberar antes del renacimiento. Pero
también hay otros que en esta vida comienzan a interesarse por
la vida del Espíritu y que, con un poco de entrenamiento, puede
acelerar bastante su desarrollo espiritual. Para ello deben
cambiar la polarización de los cuerpos de tal manera que si
ahora están centrados en el cuerpo de deseos, lo hagan en la
mente y en la voluntad que, utilizadas con las mejores
intenciones, les pondrá en contacto con el Yo superior. Para
cambiar la polarización es necesario llevar a cabo un
entrenamiento o disciplina que progresivamente eleve el grado

441
de vibración de los diferentes cuerpos comenzando por el
físico, veamos:

Desarrollo del cuerpo físico. La transformación de este


vehículo implica la asimilación de alimentos puros (no
animales) y sanos y una correcta higiene y vida sana. Se trata
de eliminar los malos hábitos y la materia más grosera de
nuestro cuerpo por medio de alimentarse con productos sanos y
naturales a la vez que se desechan los vicios perjudiciales como
el tabaco, el alcohol y todo aquello que perjudique y que
domine al cuerpo y a la mente. Refinar y elevar las vibraciones
del cuerpo físico implica facilitar la transmisión y el
conocimiento de los Maestros.

Desarrollo del cuerpo etérico. Como cuerpo de la vitalidad que


es, debe proveer de vitalidad al cuerpo físico, por tanto es
necesario cuidar la salud y no hacer derroches de energía
innecesarios, aunque sí algo de ejercicio y de vida al aire libre.
Como, por otro lado, en este cuerpo se forman los hábitos por
medio de la repetición, es conveniente persistir en los ejercicios
y técnicas de desarrollo para crear buenos hábitos a la vez que
mueren los malos por inanición.

Desarrollo del cuerpo de deseos. Este cuerpo está influenciado


constantemente por las emociones, sentimientos, deseos y
pensamientos de las personas y del medio ambiente en que
cada persona se mueve. Por tanto, lo primero y más importante
que hay que hacer es procurar enfocar la conciencia y la
atención en las cosas o hechos que estén relacionados con el
Yo superior, con el Alma. Se trata de procurar no emitir deseos

442
ni sentimientos negativos para eliminar su materia más baja
(perteneciente al Purgatorio) y, por el contrario, crear
sentimientos y deseos que le purifiquen (los que causan la
felicidad en el Cielo) Esta polarización atraerá todo lo positivo
y, como un aura protectora, rechazará lo negativo y, cuando se
trabaje de esta forma durante bastantes años, será un fiel reflejo
de lo que transmite el Alma. Así es que no se debe dejar
dominar ni llevar de un lado para otro sino que debe estar
sereno, imperturbable y limpio de manera que solo refleje los
deseos, sentimientos y aspiraciones más elevadas. Cuando se
está vigilante de los propios deseos y sentimientos; cuando uno
lleva una vida en busca de la unión con su Yo superior; cuando
se llevan a cabo los ejercicios y oraciones recomendados por
los Maestros y Hermanos Mayores; cuando uno aquieta la
mente para, a través de la meditación, apaciguar la naturaleza
de deseos y emocional; cuando la persona lucha contra sus
deseos más bajos y se esfuerza por desarrollar los más
elevados; entonces esa persona está elevándose hacia las
regiones superiores del Mundo de Deseos para que, después de
la muerte, no sea atraído por el Purgatorio. Con el trabajo sobre
este cuerpo se desarrollan nuevas facultades y se aprende a
afrontar los peligros del Mundo de Deseos.

Desarrollo de la mente. El fin o meta del cuerpo mental es


unirse al Ego, es decir, ser usada por éste tan directamente que
no permita que sea dominada por el cuerpo de deseos ni que
actué por su propia cuenta basándose en hábitos de
pensamientos ni por la influencia de otras mentes.
Normalmente se necesita seguir las directrices de un Maestro
para vivificarlo hasta cierto grado y de forma independiente, es

443
decir, para que sirva como vehículo para el Yo superior.
Controlar la mente de una manera consciente y voluntaria es
colaborar para la manifestación del Ego pero si, además,
practicamos el discernimiento, la observación y la meditación
sobre asuntos elevados, aceleraremos ese proceso. También es
importante que el discernimiento y la meditación traten sobre
temas abstractos (filosofía oculta, simbolismo arcaico,
matemáticas, cosmogénesis y antropogénesis, etc.) pues el
propio Ego se encuentra en estas regiones del Mundo del
Pensamiento y por tanto, servirá para acercarnos a Él. Si
queremos transformar el cuerpo mental, como ocurre respecto a
los demás cuerpos, debemos persistir en el esfuerzo con
voluntad y sin ninguna pereza mental. La construcción de
formas de pensamiento positivas; el desarrollo de ideales
relacionados con el progreso espiritual; el hecho de
comprender y actuar sabiendo que los cuerpos son
instrumentos y que deben ser usados correctamente, el hecho
de actuar como el pensador y observar la naturaleza de sus
cuerpos con la intención de transformarlos; los cambios en la
manera de pensar de manera que se puedan crear proyectos e
ideas que desarrollen la intuición y el acercamiento a Dios; y
vivir la vida interna de forma meditativa y espiritual las 24
horas del día, lleva consigo una nueva visión del mundo, una
visión que debería ser similar a la expresada por Cristo.
Cuando estos dos últimos cuerpos son trabajados de forma
correcta comienzan a recibir algunas señales o pequeñas
visiones de los mundos invisibles, sin embargo, no por eso son
fiables, sino que más bien llevan al engaño y por eso se
necesita la guía de un Maestro. Pero cuando se hace bajo la
dirección de un Maestro, además de conocer y saber actuar

444
sobre las imágenes que se presentan ante la visión interna, se
despiertan aspectos que nos hacen ser más sensibles ante el
sufrimiento humano y más serenos y sabios en nuestra vida.
De todos los que se preocupan por su desarrollo
espiritual es sabido que el hombre anula la voz interna de su
Yo superior por medio del egoísmo, del materialismo, del
bullicio, los negocios, las diversiones, el disfrute de los
placeres… no dejando ni un solo minuto para dedicarlo al
Espíritu. Esta actitud es precisamente la contraria a la que hay
que llevar a cabo, o sea, la de aumentar la sensibilidad a las
vibraciones superiores para expansionar la conciencia. Cuando
una persona se esfuerza en esa línea de trabajo es cuando su
aura comienza a brillar y a destacar de tal forma que los
Maestros se fijan en ella y observan al candidato para un
posible contacto. Pero antes de que llegue ese momento, es
necesario que el aspirante a la iniciación se estudie y conozca
no vaya a ser que incluso sus anhelos y sus deseos de servir
sean egoístas. Es necesario aquietar la personalidad para poder
escuchar la voz de la conciencia y los impulsos del Yo
superior; es necesario que el aspirante aprenda a “medir” con
discernimiento y buena voluntad lo que manifiestan sus
diferentes cuerpos. El hombre debe: Conocerse a sí mismo,
conocer a su Yo superior y conocer a Dios; si a esto añade la
disciplina y la correcta y estricta vigilancia de su personalidad,
emprenderá el camino de perfección o de liberación del
renacimiento.
Si de verdad queremos mantener una mente lúcida y
desarrollarla espiritualmente a través del ocultismo y la
devoción para que sea capaz de captar lo más elevado del
mundo mental, debemos adquirir el hábito de pensar recta y

445
noblemente. Estas palabras escritas afectarán al cuerpo mental
del lector, y lo mismo ocurre con los pensamientos de los
profesores, conferenciantes, etc., pero el que nos afecten o no y
el grado en que lo hagan dependerá siempre de nosotros
mismos. Si yo escucho una conferencia que creo que me puede
perjudicar por las cosas que enseña, lo primero que debo hacer
es no hacer nada de lo escuchado, olvidarlo todo, y no pensar
en ello; de esta forma, lo poco que me haya afectado se
atrofiará o morirá por inanición. Somos nosotros quienes
marcamos el grado vibración de nuestra mente según la
naturaleza de lo que pensamos, así es que, quien piensa en ser
altruista es difícil que le afecten los pensamientos egoístas, y
quien de verdad viva la vida devocional es difícil que se pierda
por el mundo de la diversión y del vicio. Sin embargo, es
necesario recordar que las mentes desocupadas y ociosas son
más débiles ante la tentación.

Por esta razón debemos conocernos a nosotros mismos


y, una vez analizados los defectos y las virtudes, fortalecer la
voluntad para controlar nuestra manera de pensar y para no
permitir que nos penetren otros pensamientos indeseables; esta
es otra manera de que el cuerpo de deseos no se convierta en el
tentador que nos termine llevando a caer en algún vicio o mal
hábito. A más de una persona le parecerá una tontería pero
cuando no hay un esfuerzo por controlar la mente, se comienza
por una pequeña crítica, se continua por consumir o hacer
cosas que perjudican a la mente (alcohol, películas
pornográficas, conversaciones donde se muestra el odio hacia
alguien, racismo, el tabaco y otras drogas, etc.) y se termina
cayendo en algún vicio o mal hábito que nos aparte de nuestra
práctica espiritual diaria y de nuestros elevados ideales. Es muy

446
aconsejable para el aspirante espiritual que entrene
deliberadamente su mente y que utilice su discernimiento y la
concentración para aumentar el poder mental. Estamos
construyendo nuestro cuerpo mental a cada momento, con cada
pensamiento que creamos y con todos los que nos influyen;
incluso dormidos atraemos materia mental mientras vamos
expulsando otra que ya no nos sirve. Por eso debemos estar
siempre elevados para que no penetren los pensamientos
vulgares y egoístas de los demás. Recordemos que todo buen
pensamiento y sentimiento aquí se convierten en poderes y
facultades después de la muerte y en la próxima vida.
Todos, tarde o temprano, debemos descubrir cuál es el
arquetipo creado por Dios para nosotros y poner manos a la
obra para así desarrollar los poderes ocultos que todos tenemos
como herencia de nuestro creador. Nosotros debemos
identificarnos con nuestra Alma para poder colaborar en el
esquema de Dios desde el propio mundo del Espíritu y sobre
los seres que nos siguen; los deseos de nuestro corazón deben
de ser los designios de Dios. En algún momento, y ya
terminado con los renacimientos en un futuro aún lejano,
tendremos que elegir entre liberarnos o desconectarnos de los
mundos en que hemos adquirido la liberación del renacimiento
para continuar en otros diferentes esquemas o bien quedarnos
aquí voluntariamente para, de forma amorosa y servicial,
ayudar a los seres evolucionantes que nos siguen; esto es,
ayudar en la redención universal.
En este capítulo estamos hablando del desarrollo que
debemos alcanzar para ir eliminando progresivamente el
renacimiento, hablamos de regeneración o polarización de los
cuerpos pero, veámoslo mejor con un ejemplo. Supongamos

447
que una persona tiene el mal hábito de pensar mal sobre los
demás y que, aunque a veces quiera, no consigue quitárselo.
Ahora imaginemos que esa persona lee este libro y comprende
que esta enseñanza puede ser cierta y que el aspecto devocional
le atrae. Pues bien, si toma la determinación de evitar tener
esos pensamientos por el solo hecho de controlar su mente para
evitar su manifestación y, además, procura pensar
persistentemente en todo lo que aquí se dice, seguro que en
pocos meses habrá vencido ese mal hábito y su mente estará
despejada.

No ocurre lo mismo ni es tan fácil de conseguir los


mismos resultados con el cuerpo de deseos porque, mientras
que la mente comprende que hay que amar al prójimo, el
cuerpo de deseos no lo entiende así porque está más
acostumbrado a criticar, a juzgar o a tener sentimientos de
rencor, odio o venganza. Es más, a veces, cuando creemos que
hemos vencido un mal sentimiento resulta que, al cabo de unos
años, surge de nuevo y necesitamos toda la fuerza espiritual
que tenemos para poder vencerlo. Por tanto es bueno que
siempre estemos alerta y rogando a Dios que nos de fuerzas
para luchar contra el mal. El cuerpo de deseos es el responsable
de nuestras acciones, buenas o malas, él es el incentivo, por lo
tanto no es malo sino que se necesita sabiduría para dominarle
y guiarle; el deseo no es malo ni bueno sino que depende de
nosotros la acción que le queramos dar. Como el trabajo sobre
el cuerpo de deseos es difícil, es conveniente trabajar sobre el
cuerpo etérico que es donde se forma al carácter, donde nacen
nuestras aspiraciones y anhelos etc. La repetición de obras
altruistas, las de buenos sentimientos hacia el prójimo, y
cualquier otra repetición de ideales que desarrollen un buen

448
carácter, traerán poder para doblegar al cuerpo de deseos. Eso
es espiritualizar el carácter, y por tanto, cuando
espiritualizamos el carácter estamos aniquilando los malos
sentimientos y deseos.
Estos trabajos tienen otra consecuencia a tener en
cuenta y es que, según adquirimos dominio sobre el cuerpo de
deseos y la mente y según vamos espiritualizando el carácter,
vamos disminuyendo los éteres inferiores del cuerpo etérico
cuyas funciones están centradas en el cuerpo físico, a la vez,
que vamos aumentando los éteres superiores que son los que
forman el Cuerpo-Alma. Este Cuerpo-Alma es el cuerpo que
nos permitirá salir conscientemente del cuerpo físico y el que
nos liberará antes del mismo después de la muerte.
La oración es uno de los métodos más eficaces para
desarrollar el Espíritu y obtener respuesta de esa Luz espiritual
que llena los mundos superiores. Pero la oración no es
solamente el hecho de rezar repitiendo palabras, la verdadera
oración deber ser la dedicación completa y de corazón durante
las 24 horas del día. Estar con el pensamiento en Dios; hacer
las cosas en su nombre; imitar a Cristo en nuestra vida
cotidiana; dar constantemente ejemplo de humildad, de amor,
de fraternidad y de servicio desinteresado a los demás, son los
medios para atraer la Vida y la Luz Divina. Debe haber un
intenso anhelo en las invocaciones y plegarias a Dios y deben
estar libres de palabrería para dar paso a las aspiraciones
sinceras, al amor y a los pensamientos reverentes. En la oración
no caben las peticiones materiales o egoístas, solo cabe la
petición por los demás, por el mundo y, por supuesto, la
alabanza y la adoración a Dios. De esta forma se crea un
templo etérico (invisible) espiritual en el lugar de la oración

449
donde la Luz y el Amor crearán una atmósfera de santidad y
donde la persona se sentirá reconfortada.
La evolución es una realidad de la naturaleza y por eso
la humanidad de hoy es el resultado de la evolución desde hace
millones de años hasta nuestros días. Pero tampoco el momento
actual es la perfección ni el fin de la evolución del Espíritu,
estamos a medio camino y aún nos queda mucho para llegar a
la perfección según el esquema de nuestro creador. Sin
embargo, el próximo paso para la humanidad es el fin del
renacimiento, así es que, viendo lo que hemos andado, tenemos
motivos para pensar que quien adopte una posición de
verdadero empeño y esfuerzo por el desarrollo espiritual, puede
conseguirlo en pocas vidas. Es necesario aprovechar las
oportunidades que nos presenta la vida y tomar las decisiones
correctas; podemos generar infinidad de causas buenas,
también podemos regenerar nuestro carácter y nuestros
defectos del pasado, pero lo que nunca debemos hacer es
degenerarnos a nosotros mismos. Aunque mi intención con esta
obra es la de quitar el temor que muchas personas tienen a la
muerte, he incluido las enseñanzas necesarias y los
razonamientos precisos para que, quien lo desee, pueda
comenzar a trabajar por su propio desarrollo en esta misma
vida. Por consiguiente, ¡Adelante Amigo/a! Ud. tiene el Poder
dentro de sí mismo y el hecho de persistir una y otra vez le dará
la victoria.

ACELERANDO EL DESARROLLO ESPIRITUAL

El estado de conciencia de occidente está en un punto


que hace que muchas personas se interesen por acelerar su

450
desarrollo espiritual, bien por medio del esoterismo o bien por
la devoción a Dios o a elevados ideales. Existen hermanos
nuestros que se han esforzado tanto que se encuentran muy
lejos por delante del común de la humanidad, son grandes
iniciados que incluso no tienen porqué renacer. ¿Qué podemos
hacer nosotros? ¡Vivir intensamente! pero siempre guiados por
las Leyes Divinas, servir de corazón, hacer las cosas con la
mejor voluntad, estar atentos a todo lo que ocurre para ser
conscientes de ello y actuar en consecuencia desde un estado
de conciencia de amor. Vivir intensamente también es ser
conscientes en todo momento de lo que nos ocurre y de cómo
respondemos.
Es necesario comprender que nuestra voluntad es un
aspecto de nuestro propio Espíritu como el propio Espíritu es
parte de Dios, pues bien, el libre albedrío es, en cierto modo,
un aspecto de la voluntad que, en su origen procede de Dios.
Pero ¡cuidado! “procede” de Dios pero no es la Voluntad de
Dios y por eso debemos utilizar el libre albedrío para hacer que
esa voluntad encerrada en el hombre se desarrolle y eleve hacia
la voluntad de Dios. Entonces cabe preguntarse a menudo y a
modo de autoayuda ¿Cómo actuaría yo si tuviera la voluntad
de Dios? Se trata de abandonar progresivamente el libre
albedrío personal en favor del desarrollo de la voluntad en
nosotros.
Debemos ser prácticos y responsables, sobre todo los
que hemos obtenido estos conocimientos, dicho de otra forma,
deberíamos considerarnos como células o neuronas en el
cuerpo de Dios para así comprender que lo que hacemos como
conjunto (bueno o malo) tiene su correspondiente efecto.
Nuestro deber es desarrollar el Espíritu de Dios en nuestras

451
vidas y en todo cuanto nos rodea y no ser juguetes de la
personalidad y del destino. La voluntad debe ser utilizada para
buscar el reino de Dios porque todo lo demás nos será dado
por añadidura.
Lo mismo que desde la infancia hasta la vejez nos
elevamos con cada experiencia, así mismo ocurre con cada
vida, ya que con cada nacimiento nos encontramos en un plano
intelectual y espiritual más elevado. Cuando a través del
ocultismo sabemos de la existencia de Maestros e Iniciados de
gran sabiduría que no necesitan renacer, parece como si
nosotros no fuéramos capaces de conseguirlo pero nada más
lejos de la realidad. Es cierto que el grado actual de
desenvolvimiento hace que no estemos contentos con nuestra
vida, que tengamos resentimiento, que no veamos con buenos
ojos a los que son diferentes a nuestras ideas, a nuestra política
y a nuestra religión. Es muy fácil caer en la crítica, la envidia,
en el complejo de superioridad respecto a los débiles y pobres
y, en definitiva, en actuar contra todo aquel que limite a
nuestro yo.
Para acercarnos moral, intelectual y espiritualmente a
esos grandes seres y a los niveles donde ellos actúan debemos
comenzar por desarrollar nuevas y elevadas aspiraciones e
ideales y, a continuación, buscar un apoyo o motivo que nos
sirva como impulso. Siempre ha habido grandes personajes que
han dejado un ejemplo de vida o una enseñanza para quien
quiera verla y llevarla a la práctica, estos son los escritores,
poetas, religiosos e incluso científicos que han hablado del
origen divino del universo; pero el más grande de todos fue
Cristo. Antes de Cristo ya hubo otros “mensajeros” para otras
épocas y razas pero para occidente tenemos su ejemplo a

452
seguir. El ejemplo de aquel que precisamente vino a dar la
enseñanza que occidente necesita actualmente; aquel que dejó
una enseñanza y predicó un ejemplo de vida como nadie lo
había hecho antes; aquel que dijo que todos somos hijos de
Dios y hermanos; y aquel que predicó que las obras que Él
hacía las podríamos hacer nosotros algún día.
Cuando una persona descubre que la humanidad está
compuesta de una sola vida procedente de Dios y que, por
tanto, somos hermanos aunque en cuerpos de diferentes razas,
da igual cómo se llame su Dios porque lo importante es que esa
persona ha dado el primer paso en el camino de perfección. Un
artista, un músico, un científico, un filósofo, cualquiera puede,
a través de la meditación y el discernimiento en el camino
elegido en la tierra, comenzar a vislumbrar el origen divino de
las cosas. Cuando uno se consagra a un trabajo como resultado
de una necesidad interna, tarde o temprano descubre que todo
procede de Dios, que nuestra vida es de Dios y que somos
inmortales, entonces y si persiste en sus investigaciones y en
escuchar a su conciencia, comprenderá que hay una vida
superior aún estando aquí en la Tierra.
Todos vemos, nos encontramos o conocemos
circunstancias, enseñanzas y personas que nos pueden servir
también como ejemplo para descubrir esa vida superior. Un
buen amigo sincero y noble que no le gusta criticar ni hacer
mal; un cura o un devoto de cualquier religión que intente
llevar a la práctica las enseñanzas de Cristo; un filósofo o
escritor que intuye que hay un Dios de amor creador de todo y
padre nuestro; una persona ocultista avanzada que a través de
estos conocimientos es un ejemplo a imitar o, ¿por qué no?
todo aquel que practica el mal y que nos está diciendo lo que

453
no debemos hacer. Todo aquel que nos despierta algún elevado
ideal o sentimiento positivo debe servirnos como estímulo para
esforzarnos hasta encontrar esa nueva filosofía de vida, pues, al
fin y al cabo, son mensajeros que nos sirven de ayuda. Solo es
necesario observarles, discernir la ayuda que podemos obtener
de ellos y llevarla a la práctica o simplemente vivir los
sentimientos internos que nos despiertan. Un músico, un poeta,
un pintor o un humilde y devoto cristiano entre otros muchos
pueden despertar en nosotros los más bellos y elevados
sentimientos si los queremos observar y revivir en nosotros.
Pero también los que viven en la pobreza, el mendigo que
vemos todos los días pero que no nos fijamos en él, la mujer
abandonada que se sacrifica y en su humildad y sencillez saca
adelante a sus hijos, o la persona que aún sin tener apenas para
vivir siempre tiene una sonrisa en los labios y nos estrecha la
mano con entusiasmo y simpatía. De todos ellos nos podemos
servir para transformar nuestro carácter y comenzar una nueva
vida que nos acerque a nuestro verdadero Yo.

Desde los grandes filósofos como Platón o Pitágoras,


pasando por grandes santos de la iglesia como Santa Teresa y
otros como Tomás de Kempis, Gandhi, Teresa de Calcuta, etc.,
han dejado como ejemplo de vida y en forma de escritos una
enseñanza que nos puede llevar muy alto en el sendero de
santidad. Pero para llegar a la cima hay que recorrer el camino
pues de otra forma no lo conseguiremos; Dios no puede venir a
nosotros si no le buscamos, si no nos esforzamos y si no
persistimos. Nos podemos servir de todo para buscar a Dios,
nos podemos valer muy especialmente de estos conocimientos
esotéricos (si ya en esta vida los comprendemos) para
comprender la existencia y la creación de Dios pero, a partir de

454
ahí, debemos buscarle en nuestro interior, un poco más allá de
donde nacen nuestros más elevados sentimientos y
aspiraciones. Cuando se alcanza esa comprensión ya es
indiferente que nos digan que Dios es injusto o que no existe
porque en nuestro interior sabemos que existe y cuál es Su
Poder. Ese Dios del que han hablado los profetas, las
religiones, los santos, los filósofos, los místicos e incluso la
mirada y el ejemplo de un verdadero cristiano.
Hasta aquí he descrito lo que podríamos denominar el
primer vislumbre de la Verdad, lo que también se consigue por
medio del sendero de devoción y, cada vez más, por el camino
de las enseñanzas ocultas. El trabajo que se realiza y lo que se
aprende por medio de estos conocimientos ocultos desarrollan
los dos aspectos más importantes en el hombre que le llevarán
a la liberación de una manera más rápida, estos son el corazón
y la mente, es decir, el amor y el discernimiento. Esto a su vez,
y gracias al conocimiento que se adquiere, le lleva a purificar
sus cuerpos y, por último, a contactar con algún Maestro que le
preparará para la iniciación, lo que le hará consciente de los
mundos invisibles mientras duerme.
Este contacto con el Maestro nos obligará a elevar el
nivel de purificación de los cuerpos como aproximadamente
describo a continuación:
La purificación del cuerpo físico trata de mantenerle
sano y puro y para ello es necesario tomar alimentos sanos y
libres de toxinas, y eliminar todo aquello que pueda dominar la
voluntad del hombre o llevarle a adquirir vicios y malas
costumbres. Por otro lado y después de cierto progreso, la
persona se hace vegetariana voluntariamente al comprender
que comer animales es impedir que unos hermanos menores

455
nuestros puedan evolucionar a través de sus cuerpos. No
tenemos necesidad de matar animales para comer y mucho
menos para otras cosas. La naturaleza nos ofrece todo lo
necesario para poder estar bien alimentados por medio del
mundo vegetal y de otros alimentos procedentes de los
animales como la leche y los huevos. Lo mismo que vivieron
grandes personajes de la historia y muchos místicos sin comer
carne podemos vivir nosotros. Solo tenemos que interesarnos
por la nutrición para ver que lo que necesitamos lo tenemos en
cualquier supermercado sin necesidad de consumir animales.

La purificación del cuerpo de deseos es otro de los


pasos que tenemos que dar como preparación para adquirir la
iniciación en un futuro. Los deseos y pasiones animales, los
instintos y los apetitos, y costumbres del cuerpo de deseos,
suelen subyugar la voluntad y la mente del hombre haciéndole
caer en vicios. Es el hombre con su voluntad y su
discernimiento quien debe dirigir su destino, por tanto, debe
dominar todos esos aspectos inferiores de la personalidad. Los
deseos son necesarios también para el desarrollo espiritual pero
para ello es necesario utilizar el discernimiento para elegir y
desarrollar lo bueno mientras rechazamos lo malo. De esta
manera, al no alimentar lo malo en nosotros, muere de
inanición, a la vez que deseando y teniendo buenos
sentimientos reemplazamos los malos. Podríamos hablar de los
pecados capitales, de las bienaventuranzas y de todo lo que
predicó Cristo en el Sermón de la Montaña entre otras muchas
cosas, pero nos podemos valer de infinidad de cosas para tener
buenos sentimientos y deseos las 24 horas del día. En mi libro
“Métodos esotérico prácticos para el desarrollo interno” doy
algunos de los mejores técnicas para el desarrollo espiritual

456
pero he de decir que el simple hecho de programarse cada
mañana para hacer el bien y no caer en el mal, más la revisión
de lo que hemos hecho durante el día al acostarnos, nos puede
ayudar mucho.
El trabajo sobre el cuerpo mental también puede ser
variado pero todo debe partir del conocimiento de que la mente
está por encima de los deseos y, por tanto, no tenemos que
hacer nada más que cambiar voluntariamente nuestros deseos,
aspiraciones y anhelos para que éstos sean de naturaleza
elevada, devocional e intelectual. Pero para conseguirlo lo
primero que debemos aprender es a callar, a observar y a
escuchar mientras meditamos para hablar poco pero de forma
razonada, responsable y con la mejor voluntad de ayudar o ser
constructivos. ¿Cómo podemos conseguir esto? o lo que es lo
mismo, ¿Cómo podemos ver el lado bueno de los hechos?
Hablando poco mientras razonamos para no escuchar lo que
nos perjudica, no fijarnos en el mal y no decir lo que no
debemos. Es necesario fijarse en lo bueno, en lo que sea
motivo para crear buenos sentimientos y pensamientos, en lo
que satisfaga internamente, y en lo que nos aliente a seguir
buscando a Dios en todo lo que nos rodea. Aconsejo la
observación junto al discernimiento de lo que se observa, la
meditación de lo que hacemos a diario y lo que somos, y la
práctica de la oración y otros ejercicios espirituales.
Pero junto a esos deberes diarios tienen que estar como
hábitos: El servicio desinteresado y amoroso al prójimo allá
donde surja la ocasión; llevar una vida sencilla, humilde y
ejemplar ética y moralmente; y ser un vivo ejemplo de Cristo
ante los demás. Junto a lo anterior, pero una vez que ya se
aprecia cierto progreso, como es, por ejemplo, estar todo el día

457
pendiente de que estamos haciendo lo correcto, hay otros
aspectos complementarios que podemos llevar a la práctica.
Éstos son algunos: La meditación sobre hechos o ideales
elevados; la adoración; la contemplación; y todos los rituales
donde se invoque, alabe o adore a Dios o tengan relación con
lo divino y espiritual. Con estos ejercicios se desarrollan: La
intuición, la inspiración, los sentimientos más elevados, el
discernimiento sobre temas abstractos y la moral. Esto a su vez,
nos debe hacer humildes y hacer que rechacemos lo material, la
búsqueda de engrandecimiento, el bienestar y la fortuna. Nos
debe concienciar para superar toda clase de tentaciones y para
ser un sacrificio viviente y consciente en todo momento; nos
debe hacer cambiar el egoísmo y amor familiar por el amor y el
servicio al prójimo; nos debe llevar a escuchar y a
compadecernos de quienes necesitan ayuda; nos debe llevar a
comer lo necesario para estar sanos y vivir y no vivir para
comer; y nos debe llevar a ser verdaderos colaboradores de
Cristo emitiendo vibraciones de amor a todo ser viviente.

EL SENDERO DEL DISCIPULADO

Estos son algunos de los requisitos necesarios para


poder pensar en la posibilidad de ser discípulo de un Maestro.

1º.- Lo mismo que se debe ser responsable con el cumplimiento


de nuestros deberes familiares, laborales, sociales, etc., así
mismo el aspirante debe tener siempre presente la vida
espiritual y trabajar para obtener la conciencia del Ego. Esto
lleva implícito el desarrollo del discernimiento para saber
diferenciar lo que es real y parte del Espíritu de lo que no lo es

458
y pertenece al mundo material. La mente debe estar centrada en
las cosas celestiales y no en asuntos terrenales que de nada
sirven porque, si no es así, no superará las tentaciones, las
tensiones ni las pruebas. Es así como el aspirante desarrolla la
indiferencia hacia lo superfluo y cómo utiliza y da importancia
a lo material en su justa medida.
2º.- El control de la mente y su fortalecimiento junto a la
voluntad es otro de los requisitos. El aspirante no debe perder
el tiempo pensando cosas que no sirven para nada ni dejar la
mente suelta puesto que, controlándola, nos podemos
beneficiar mucho nosotros y más aún a la humanidad. A la vez
que se controla la mente hay que poner orden y disciplina en el
cuerpo de deseos, es decir, hay que eliminar los más bajos y
groseros sentimientos y deseos puesto que son ellos los que nos
tientan y nos hacen caer en el mal. La observación de
nosotros mismos y del mundo que nos rodea hará que nos
conozcamos mejor y que podamos luchar contra lo que
entorpece el desarrollo deseado. La oración o repetición de
mantras espirituales es preferible a dar rienda suelta a la
mente, esto es una manera de controlarla y de fortalecerla en la
devoción y en los ideales espirituales. La concentración
mental como ejercicio será de mucha ayuda a la hora de
controlar la personalidad. La meditación, también como
ejercicio diario en los ratos libres, ayudará a hacer un correcto
uso de los diferentes cuerpos evitando la búsqueda y el disfrute
de los placeres terrenales.
Cuanto mayor control y desarrollo positivo de la
mente mayor obediencia de los demás cuerpos; más quietud
mental; mejor conducta en las relaciones; más control de la
palabra y de los deseos; menos fanatismo; más paciencia;

459
menos resentimiento; más fe en lo superior; y más confianza
propia.
3º.- El desarrollo de la tolerancia es necesario desde el mismo
momento en que sabemos que todos somos hermanos e hijos de
Dios, aunque cada uno tengamos diferente grado de
evolución. Lo mismo respecto a la comprensión porque los
errores de los demás (entre otras cosas) son nuestros errores,
bien porque los tengamos, bien porque los hayamos tenido, o
bien porque quizás los tengamos en el futuro.
4º.- La paciencia también es muy importante respecto a los
demás y a lo que nos traiga el destino porque, por muy malo
que sea, su origen está en nosotros. Todo lo que nos ocurre y
lo que traemos como personalidad es la cosecha de lo que
sembramos ayer, así es que, la paciencia es una virtud que nos
ayudará a alcanzar nuestra meta.
Estos requisitos traerán la paz y el equilibrio necesarios
para trabajar a favor de nuestro Yo superior a la vez que
abandonamos los malos hábitos de nuestra mente y de nuestros
cuerpo de deseos. Los cambios en la manera de pensar y en la
nueva vida harán que nazca un gran anhelo por el desarrollo
espiritual, por la liberación y por la unión con nuestro
verdadero Yo. Cuando esta sed espiritual ya no se puede
apagar con lo material es cuando se está preparado para ser un
discípulo. Sin embargo, si el esfuerzo y la actitud son
enfocados desde la posición del Ego, veremos todo con su
conciencia y cada vez se tendrá menos deseos inferiores y
materiales; el Ego también representa el mundo del Amor, por
tanto, actuar en su nombre implica dar amor.
Actualmente, gran parte de la humanidad actúa y piensa
egoístamente, dirigiendo sus fuerzas hacia adentro. Quien

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desee ser verdaderamente un aspirante a discípulo y a la
iniciación debe hacer lo contrario, es decir, dirigir su atención y
sus fuerzas hacia el exterior y actuar fraternal y altruistamente
en pensamiento, palabra y obra. Este servicio a la humanidad
debe aumentar según se desarrolle espiritualmente el aspirante
y más aun cuando se despierte algún poder. A partir de que el
aspirante o discípulo obtiene algún poder, por pequeño que sea,
éste no solo no debe contarlo sino que, además, no debe
utilizarlo para beneficio propio, para satisfacer curiosidades, o
para producir fenómenos ni actuar públicamente. Lo mismo
que en la vida física debemos ser responsables y cumplir con
nuestros deberes, también debe ser así respecto a nuestros
deseos, sentimientos y pensamientos, o sea, debemos colaborar
con el Ego en su trabajo de influenciar positivamente a la
mente para que pueda vencer el aspecto grosero y animal del
cuerpo de deseos. Si de verdad queremos actuar como lo haría
el Ego, debemos elevar la conciencia del Mundo de Deseos al
Mundo del Pensamiento, sólo así seremos dueños de nuestros
propios cuerpos y les podremos gobernar a voluntad y para el
bien.

EL NUEVO CONCEPTO SOBRE LA MUERTE

Quien haya comprendido todo lo explicado en esta obra


hasta ahora tendrán que llegar a la conclusión de que no hay
ninguna teoría o filosofía (al menos en mi opinión) que iguale
o supere a lo aquí expuesto, cuya procedencia es la filosofía
oculta o esotérica. Nuestro mundo es parte de un proceso o
manifestación sabiamente concebido y dirigido donde los seres
evolucionan desde un estado salvaje hasta el de santidad con

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sus más elevadas y nobles virtudes. En este proceso no hay
injusticias, no existe un Dios personal, no hay condenación
eterna o salvación que no haya sido merecida, no hay infierno
ni venganza contra los malos, todos tenemos las mismas
oportunidades y todos somos libres para actuar según nuestra
conciencia y nuestra voluntad.

La teoría del renacimiento es contraria a las que dicen


que el Alma es un conglomerado de vibraciones relacionadas
con una determinada clase materia física, ni admite que con
cada nacimiento se crea un Espíritu que ya nace con vicios,
debilidades, enfermedades, con un mal destino o con un
problema mental que le impida ser o actuar como los demás. El
progreso del hombre depende de su carácter, habilidad y
esfuerzo, etc. y no cualquier otro según le apetezca a su
creador. No se predestina a un Alma a que nazca idiota,
condenada a la pobreza, a la ignorancia, al sufrimiento, en un
ambiente donde pueda caer en vicios y un sinfín de cosas más.
Si esta teoría fuera cierta y, por consiguiente, todo fuera así,
¿no sería lógico que todas las cosas maravillosas e inteligentes
creadas tuvieran el mismo origen? ¿Qué motivos habría
entonces para hacer las cosas así? ¿Qué recompensa o trato
tendrá un salvaje después de su única vida si le han creado así?
Pero si se admite la teoría del renacimiento como respuesta
más lógica, entonces tenemos que creer en la “evolución”.
Evolución de la vida a través de las formas para adquirir y
ampliar la conciencia. Y si, como vemos, una persona nace
mucho más inteligente o teniendo más virtudes que otra,
deberíamos admitir que en los mundos donde está el Alma
entre una vida y otra, también se aprende y experimenta.
¿Cómo puede explicarse que nazca un niño prodigio si no es

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gracias al renacimiento? ¿Y dos gemelos idénticos pero de muy
diferente grado de desarrollo intelectual y moral?
El hombre no es manipulado como si fuera un juguete
de la injusticia, de la maldad o de los antojos de nada ni de
nadie, sino que es el resultado de lo que adquiere en cada vida
y de su propia línea de actuación voluntaria en la dirección
que libremente elije. El Renacimiento y la Ley de
Consecuencia hacen al hombre inmortal, digno, poderoso y con
un destino final divino junto a Dios, pero sin estas dos leyes
sería como un madero en un océano o una simple veleta. Creer
en el renacimiento es vencer el miedo a la muerte, es tener fe y
esperanza en una vida mejor y es superar el temor a lo
desconocido y a la aniquilación total por muy baja o
desgraciada que sea la vida aquí en la Tierra. Vencer el miedo
a la muerte y admitir que hay otra vida mucho más placentera y
activa después de la física es tener confianza y seguridad de
que existe el progreso y que, por tanto, nos traerá un mejor
porvenir. Cambiar el concepto de la muerte y creer en el
renacimiento es saber que tarde o temprano alcanzaremos la
meta final y que seremos a imagen y semejanza de nuestro
creador. Creer que no hay renacimiento es privarse uno mismo
de pensar que Dios es justo, amoroso, y que desea que
volvamos a Él cuanto antes. Creer que con la muerte acaba
todo es privarnos de esperanza y de confianza y de esa
inspiración que nos hace pensar que hay algo más allá.
Las enseñanzas esotéricas aportan seguridad interna y
confianza en lo que verdaderamente somos y a todo aquel que
quiera acabar con el reinado de la muerte y prefiera entrar en
una nueva etapa que le hará feliz interna y externamente. No
pasarán muchos años sin que, un cada vez mayor número de

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personas crean en estos conocimientos desde un punto de vista
científico y se interesen por aprender a morir y a pasar al otro
mundo con toda la seguridad de que hay una nueva vida donde
podemos alcanzar nuevos valores. Después vendrá la
preparación para desarrollar los poderes del Alma que nos
permitan tener una continuidad de conciencia para que
podamos comprobar que la muerte no existe. Para muchos
pronto se desvanecerá el temor a la muerte a la vez que
descubren la Luz y la Vida del Espíritu, esto será una especie
de “resurrección” de entre los muertos que demostrará que la
muerte es un estado de conciencia temporal.

Gracias a ese nuevo enfoque de la muerte debería llegar


pronto el día, sobre todo en occidente, en que no nos
entristezcamos por la partida de un ser querido al más allá
donde sabemos que va a estar libre de las ataduras y donde va a
continuar su desarrollo en un ambiente y circunstancias mucho
más favorables que aquí. Eso debería hacer cambiar nuestra
manera de pensar y actuar en casos como, por ejemplo, ante un
nacimiento donde el Alma muere en los mundos espirituales
para nacer aquí en un mundo lleno de limitaciones. Debemos
asimilar definitivamente que lo que llamamos “muerte” es un
factor que nos ayuda en muchísimos aspectos en nuestra
evolución porque gracias a ella (al trabajo que hacemos en el
más allá) hemos conseguido ser lo que somos. Lo mismo que
no tenemos miedo a dormirnos tampoco debemos tener miedo
a la muerte porque allí despertamos en un mundo de luz, vida y
posibilidades. Por muchos que algunos nieguen la inmortalidad
y aseguren que después de la muerte no hay nada, no van a
evitar que estas enseñanzas tengan cada vez más adeptos como
efecto del propio progreso espiritual. Estas enseñanzas han

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existido siempre y serán comprendidas y asimiladas cuando
cada una de las personas esté preparada para ello. Como el
niño desarrolla la capacidad de comprender las matemáticas
según pasan los años y lo mismo que una semilla oculta se abre
paso hasta recibir la luz, así el hombre hará suya esta Verdad
que le hará más libre, más altruista y más fraternal.
Desde hace varios siglos se viene haciendo público este
conocimiento por parte de los Hermanos Mayores con la
intención de que los más preparados venzan el miedo a la
muerte. Es decir, lo mismo que nosotros intentamos convencer
a un niño de que en una habitación oscura no hay peligro
aunque él lo desconozca, así mismo los Hermanos Mayores
intentan hacer con nosotros respecto a la muerte. Nosotros no
tenemos miedo y estamos seguros de que en la habitación no
hay nada malo porque hemos estado dentro pero como el niño
no lo ha experimentado sí lo tiene. Sin embargo, ¿Qué ocurriría
si un amiguito suyo le dice que hay juguetes maravillosos y
que se lo puede pasar muy bien dentro? ¿Vencería el miedo?
Este es el papel de muchos de nosotros.
Entiendo que a los más escépticos les cueste creer en
estas enseñanzas o que incluso duden de su utilidad y beneficio
pero, al menos para los que las admiten, les diré lo siguiente:

1º.- Aunque estas enseñanzas no fueran ciertas, el hecho de


esforzarse en todo lo dicho en esta obra y principalmente en
espiritualizar su carácter, ya de por sí trae un mejor ambiente
allá donde la persona se encuentre y una mayor atracción y
valoración de las personas con quien suele relacionarse.

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2º.- Al cambiar su carácter y atraer la simpatía de quienes le
rodean, su vida será más alegre y feliz y tendrá más apoyo
cuando lo necesite.

3º.- Pensando en que todo esto sea “posiblemente cierto”, el


hecho de trabajar y esforzarse para hacer lo que se aconseja ya
es un gran adelanto porque cuando la persona descubra que es
así se alegrará de haberlo hecho.

Sabemos que todos tenemos que pasar al más allá en


algún momento, por tanto, ¿No es importante y beneficioso
saber cómo es aquello, qué ocurre después de la muerte, a
quiénes encontraremos, qué podemos hacer allí, etc.? El simple
hecho de creer en esta filosofía ya quita el miedo a la muerte
pero, además, si hacemos todo lo que se ha aconsejado en este
libro, podemos pensar que nos podemos librar en gran parte o
en toda del Purgatorio. Por otro lado, como esta práctica nos
ahorraría tiempo en el Mundo de Deseos, pasaríamos casi
directamente al Segundo Cielo donde colaboraríamos con la
humanidad y nos crearíamos un mejor destino. También son
muy útiles estos conocimientos en el estado post-morten
porque, sabiendo que en el Mundo de Deseos hay elementales
que suelen atemorizar a los “nuevos e inexpertos visitantes”
que llegan, sabríamos cómo hacer que nos dejen en paz. Por
último, si ya traemos algún trabajo importante hecho en las
vidas pasadas y gracias al esfuerzo por superarnos y elevar
nuestro desarrollo espiritual obtuviéramos algún grado de
clarividencia, no cabe la menor duda que podríamos comprobar
que todo esto es cierto y prepararnos concienzudamente para el
momento de esa transición o “muerte”.

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Cada renacimiento nos ofrece la posibilidad de cosechar
y de sembrar una vida más abundante si sabemos ordenar
nuestra vida y aprovechar las oportunidades. Pero si nos
perdemos por caminos que no van en la dirección de nuestro
desarrollo espiritual, perderemos el tiempo y nos
perjudicaremos nosotros mismos. Todo en la creación de Dios
tiene un propósito definido y cuando nosotros no
aprovechamos la vida tal y como debería ser, las Jerarquías
colaboradoras de Dios hacen que abandonemos el cuerpo físico
para crearnos un nuevo destino en otro ambiente más adaptado
a nuestras necesidades. De ahí que no debamos rebelarnos
contra las circunstancias y sí aprender de las lecciones que nos
traen por muy malas que sean, ya que las lecciones que
aprendemos aquí no pueden ser aprendidas en otro sitio.
Cuantas más experiencias mayor y más rica cosecha, más
desarrollo y más sendero recorrido que nos liberará de renacer.
Es necesario que el hombre moderno deje a un lado,
aunque solo sea unos minutos cada día, sus preocupaciones,
sus deseos materiales, sus entretenimientos y sus sutilezas para
que pueda abrir su mente y su corazón a estos conocimientos,
ya que si no lo hace no tendrá el apoyo de su intuición y de su
percepción. Para creer y comprender estas enseñanzas y teorías
no se necesita ser un gran intelectual, simplemente razonar un
poco con la mente abierta y con el corazón a la vez que se
dejan a un lado los antiguos conceptos. La filosofía oculta evita
la creencia fanática y la fe ciega pero, además, cuando se
razona profundamente se comprende que no puede haber otra
verdad que nos produzca tanto entusiasmo.
Esta filosofía nos hace creer en nuestra propia divinidad
y en el anhelo interno que todos tenemos en el corazón por

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superarnos, por perfeccionarnos y por conquistar cada vez más
elevadas metas. Creer en la existencia del Alma es creer en la
capacidad que tenemos para salir de la oscuridad y del mal y
para entrar en la Luz y en el bien. Interiorizar este
conocimiento como algo verdaderamente nuestro es tener la
seguridad de que somos inmortales y de que nuestra naturaleza
es Divina como Dios mismo, por lo que, a partir de ese
momento, es como vivir en una nueva Tierra y un nuevo Cielo.
Este es el nuevo concepto sobre la Vida y la muerte, la muerte
no existe todo es Vida, desarrollo y evolución.

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CONTRAPORTADA

La muerte no existe, la muerte es la transición de un


estado de conciencia a otro como lo es el sueño, el hipnotismo
o el sonambulismo. Si no necesitáramos dormir podríamos
decir que no existe el sueño, así mismo, si no hubiera un
estado de conciencia como lo hay en lo que llamamos
“sueño” cuando dejamos el cuerpo cada noche y después de
la muerte, estaríamos siempre despiertos, y con la conciencia
en el mundo físico. Pero como tenemos la necesidad de
reconstruir y revitalizar el cuerpo físico cada noche,
necesitamos ir a ese mundo perdiendo así la memoria del
mundo físico. ¿Podríamos llamar a eso “morir”? ¿Por qué no
puede ser que la muerte sea un abandono del cuerpo físico (y
por tanto la pérdida de conciencia del mundo físico) para
pasar a otro mundo también de materia más sutil con otra
conciencia como ocurre por las noches mientras se duerme?
Hay infinidad de cosas que nuestros ojos no perciben
como por ejemplo la electricidad, el magnetismo, las ondas de
radio o televisión, los electrones y los protones, pero por el
hecho de que sean invisibles no podemos decir que no
existan, luego entonces ¿Por qué el hombre no puede tener
otros cuerpos de esa misma materia invisible, los que utiliza
cada noche y después de la muerte para estar en los otros

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mundos? Si en un trozo de hielo hay materia sólida, líquida,
gaseosa, elementos químicos, átomos, protones, electrones…..
ocupando un solo espacio y cuerpo ¿por qué no podemos
tener otros cuerpos que compenetren el cuerpo físico y nos
sirvan para ir a otros mundos después de la muerte al ser de
la misma materia invisible a nuestros ojos?
Más que incredulidad respecto al más allá deberíamos
hablar de miedo a la muerte y a lo desconocido, miedo a la
desintegración total o a no querer abandonar a nuestros seres
queridos y a todo lo que tenemos apego. La muerte no existe,
si algo muere, mejor dicho, si algo abandonamos porque ya
no nos sirve, son los cuerpos porque, la vida, la verdadera
vida, somos nosotros como parte inmortal del Gran Ser que
nos creó.
Toda la humanidad tendrá que conocer la Verdad
algún día como todo niño debe pasar por la pubertad para
llegar a ser adulto, por eso se ha escrito esta obra, para que
los que han madurado tengan a su alcance un nuevo
conocimiento que les permita progresar en su sendero
evolutivo.

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