1) ¿Por qué para Maquiavelo el conflicto es garantía de libertad?

Relacionar
fortuna virtud y ocasión

Maquiavelo establece un punto de ruptura central con la introducción de una noción de

virtud desligada de las connotaciones morales de la virtud clásica.
El elogio que Maquiavelo hace de la república romana, sobre el éxito político, y sobre
las razones de la grandeza de una ciudad, radica en su virtud propiamente política, es
decir, en la capacidad que ella muestra de hacer frente a la fortuna.
Maquiavelo se propone reexaminar la historia de Roma a fin de descubrir en ellos la
clave de su grandeza a través de la lectura de la historia la gramática profunda de los
asuntos humanos.
“... Yo digo que quienes condenan los tumultos entre los nobles y la plebe atacan lo
que fue la causa principal de la libertad de Roma, y que se fijan más en los ruidos y
gritos que nacían de esos tumultos que en los buenos efectos que produjeron. En toda
República hay dos espíritus contrapuestos, el de los grandes (por su deseo de querer
dominar) y el del pueblo (por su deseo de no querer ser dominados), y todas las leyes
que se hacen en pro de la libertad nacen de la desunión de ambos...”. las leyes que
surgen responden a ese conflicto, para así este ultimo quedar institucionalizado y
contenido.
Este capítulo IV del Libro I de los Discursos sobre la Primera Década de Tito Livio
introduce un tópico clave para la interpretación de la obra de Maquiavelo: la división
social es propia del orden político y, por lo menos en lo que respecta a Roma, esa
división social no sólo la ha conducido a darse leyes favorables a la libertad sino que
es considerada como la causa principal de la libertad de Roma.
Que en Roma fueron las luchas sociales -la desunión entre los nobles y la plebe- las
que fueron a través del tiempo forjando una “república perfecta”. Una república en la
cual se encontraba el senado (que representaba los intereses de los grandes), el
tribuno de la plebe (representaba al pueblo), y los cónsules (que era una forma de
monarquía, que aparecía en un momento de excepción muy puntual y marcado por
ley).