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DESCRIPCIÓN BREVE
El profesional en su diario vivir no solo confronta problemas
con relación a su trabajo, sino también en su profesión de día
a día con las personas que le rodean, esto hace que muchas
veces cometamos errores sin darnos cuenta que estamos
pisando la línea de la moralidad y el diario vivir
DEONTOLOGIA PROFESIONAL
O ETICA
Edición 2017
EDUCACIÓN TEMPRANA Y OPORTUNA II
AUTORIDADES UNIVERSITARIAS
RECTOR DE LA UANCV
Dr. Julio Víctor HUAMÁN MEZA
VICERRECTOR ACADEMICO
Dr. Udelia, BUTRON ZEVALLOS
VICERRECTOR ADMINISTRATIVO
Dr. Leopoldo, CARI ORTIZ
DECANO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
Dr. Pascual HUACASI SUCASACA
COORDINADOR GENERAL
Mg. Marciano TOLEDO PACHA
SEDE CENTRAL DE ESTUDIO: FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
Ciudad Universitaria Salida Puno
SEDE ADMINISTRATIVA-UANCV-JULIACA
Oficina 209 2do piso Edificio el Campin (oficina de atención principal)
http://www.dueduancv.edu.pe
1ra EDICIÓN:
Enero 2017
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UNIDAD UNO
OBJETIVO TERMINAL:
ÉTICA PROFESIONAL
Los hombres y mujeres enfrentan problemas que de una manera u otra podrían poner en
tela de juicio su debida conducta, muchas veces ellos mismos dudando de su propia
profesionalidad, pero teniendo siempre en cuenta que existen desde tiempos remotos
deberes y derechos que cada cual sabe donde clasificarse.
ÉTICA
No es fácil definir este concepto, ya que tiene varios significados. La palabra ética
derivó del griego “ethos” y se le relacionaba con “morada o lugar de residencia”, pero
su significado más aceptado es el de “modo de ser o carácter”. Según el libro de Emilio
Filippi el vocablo ethos se traduce también como costumbre y es por eso que a la ética
se le conoce o se le da la acepción de “ciencia o doctrina de las costumbres”.
Por lo tanto la ética como ciencia estudia los actos humanos; dice si son buenos o
malos, justos o injustos. Pero la ética no debe quedarse detenida sólo en esto, además
debe ser una ciencia práctica y con respecto a esto Aristóteles señala “no estudiamos
ética para saber que es la virtud, sino para aprender a hacernos virtuosos y buenos, de
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otra manera sería un estudio totalmente inútil”. Según nuestra opinión esto es bastante
cierto ya que uno no se hace honesto por saber que es la honestidad sino porque practica
esta virtud. Virtud se entiende por “una disposición constante del alma humana que nos
incita a obrar bien y a evitar el mal y es el principio fundamental para una buena
conducta ética”.
La ética también señala qué valores el hombre debe asumir para buscar el bien y
alejarse del mal. Con respecto al bien y al mal el estudio de la ética debe ser muy
cuidadoso, y esto se debe a que el hombre es un ser social y cada sociedad tiene sus
propias concepciones de lo bueno y lo malo, aunque muchas veces se asemejan. Con
respecto a que valores debe asumir el hombre para conseguir el bien, el estudio ético se
preocupa de las circunstancias o del medio ambiente en que se den, como lo es el de un
profesional.
LOS PROFESIONALES
REQUISITOS PROFESIONALES
Estos son los requisitos esenciales para cumplir adecuadamente con el ejercicio de una
profesión:
Como hemos mencionado antes el profesional debe cumplir con sus deberes lo mejor
posible y esto debe hacerse desde su etapa de formación, planteándose el estudio como
una actividad seria y “profesional”, porque ya en esta primera etapa un trabajo debe
realizarse lo más perfectamente posible y será la base para todo el posterior desempeño
del profesional. Debemos señalar que la capacitación del profesional no debiera
terminar nunca debido a que el mercado laboral es altamente competitivo, por lo tanto
quien no haya innovado sus conocimientos quedará fuera de este sistema.
FORMACIÓN PROFESIONAL
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Solo eso no basta, ya que esos conocimientos lo forman una generalidad de la vida y el
profesional debe de saber combinar esa generalidad con su formación profesional.
CARÁCTER PROFESIONAL
El carácter para el individuo en su profesión se refleja desde tiempos antiguos, ellos han
experimentado un progreso en todos los tipos de ciencias, han conquistado y
desarrollado experimentos que tiempos atrás hubieran sido inimaginables de realizar. El
profesional sin carácter puede tender a caer en un modelo usado por cientos de
profesionales, puede llegar a caer en lo que sería la mediocridad, siendo éste el título
menos deseable para personas con aspiraciones en la vida.
VOCACIÓN
ORIENTACIÓN PROFESIONAL
A mi parecer toda persona que vaya a ingresar a los estudios superiores debe de ir
orientado hacia lo que esa persona realmente quiera y pueda aprender y ejecutar.
Aunque una persona pueda tener una vocación determinada hacia "x" actividad
profesional es necesario y recomendable que se oriente para darle más confianza y
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seguridad y para ponerle la contraparte y de esa manera poder reafirmar la convicción
de esa persona hacia esa actividad.
COSTUMBRE
La costumbre son normas que crea una sociedad por su continuidad y que le dan un
hecho jurídico palpable y tienen como las leyes, consecuencias cuando son violadas, el
profesional no solamente debe regirse por su código de ética propio, sino que debe irse
hacia un marco de costumbre, entendiendo que no todo lo que se viola esta escrito, ni
todo lo que la sociedad repudia lo contiene las leyes.
El código de ética de cada profesional enmarca una serie de reglas, derechos y deberes
que lo limitan y mantienen al margen de caer en errores profesionales y morales, al
mismo tiempo guiándolos por el buen desempeño profesional.
RESPONSABILIDAD
Se dice de una persona que es responsable cuando está obligada a responder de sus
propios actos. Aunque algunos autores mantienen que la libertad es definida por la
responsabilidad, la gran mayoría de estos están de acuerdo en que el fundamento de la
responsabilidad es la libertad de la voluntad.
Para mí, según las investigaciones que he recopilado de diversas fuentes he llegado a la
conclusión del concepto de responsabilidad, el sentimiento de responsabilidad nace y se
desarrolla a través de los años. Este sentido nos enseña la importancia de las cosas, a
valorarlas y cuidarlas.
Todo individuo o persona lleva una responsabilidad sea personal o para otra, pero esta la
lleva a cabo dependiendo de sus criterios.
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LIBERTAD
Es un privilegio de que gozan las personas, por vivir en un país libre y les permiten
actuar como deseen. En este sentido, suele ser denominada libertad individual. El
término se vincula a la soberanía de un país en su vertiente de ‘libertad nacional’.
Sin embargo una libertad desbordada haría imposible la convivencia humana, por lo
que son necesarias e inevitables crear normas y leyes para hacer posible dicha
convivencia. La libertad se define como el derecho de la persona a actuar sin
restricciones siempre que sus actos no interfieran con los derechos equivalentes de otras
personas.
La naturaleza y extensión de las limitaciones a la libertad, así como los medios para
procurarlas, han creado importantes problemas a los autores y juristas de todos los
tiempos. Casi todas las soluciones han pasado por el reconocimiento tradicional de la
necesidad de que exista un gobierno, en cuanto grupo de personas investidas de
autoridad para imponer las restricciones que se consideren necesarias. Más reciente es la
tendencia que ha subrayado la conveniencia de definir legalmente la naturaleza de las
limitaciones y su extensión.
El concepto de libertad es pues sumamente complejo. El vocablo latino "libert" del que
deriva libre. En este sentido, el hombre libre es el que es de condición no sometida o
esclava. Se es libre cuando esta "vacante" o "disponible" para hacer algo por sí mismo.
LA ÉTICA PROFESIONAL
Hay personas que dejan a un lado estos márgenes, la mayoría de las veces por un afán
de lucro inmoderado. Ejemplo: Iván Morales analista de Serrano Corredores, después de
estar sin trabajo y afectado económicamente, falsificó una carta del grupo Luksic
anunciando una supuesta OPA (Oferta Pública de Acciones) por el Banco de Chile,
creyendo que de esta forma saldría de su crisis, cosa que no aconteció ya que luego sería
recluido en Capuchinos. Con respecto a esto algunos especialistas señalan que: “A
pesar de mentarlos constantemente, los valores éticos están en crisis, si los
comparamos con otros principios e ideales que de hecho están dirigiendo nuestras
vidas: el éxito, el dinero y el placer”. Por lo tanto estos tres últimos factores si no son
aprovechados de buena manera pueden conducir a una falta de ética.
La ética profesional como concepto tiene una íntima relación con la responsabilidad
social. Tanto que es la Ética profesional la que posibilita llevar a la práctica los valores
que pregona la Responsabilidad Social y es la Ética la que nos ayuda a ejercer la
responsabilidad en un marco de coherencia y correspondencia social. Para que la
responsabilidad social (RS), responsabilidad social corporativa (RSC), responsabilidad
social empresaria (RSE) puedan acometerse y no sólo sean respetadas a la distancia, se
necesita de profesionales que sean éticos.
El contexto actual requiere con urgencia que los profesionales de las empresas y
organizaciones practiquen la responsabilidad social y sean éticos, necesitamos que los
actores de la innovación institucional sean competentes, creativos, contextuales,
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conceptuales y que comprendan que la solidaridad es la clave para lograr la
sostenibilidad y para afrontar esta crisis de legitimidad que vivimos.
Hoy se necesita que las personas en las organizaciones entiendan que la
Responsabilidad Social, Corporativa o Empresaria (Según el contexto de aplicación);
debe de la mano de la ética profesional dejar de ser sólo discurso y reflejarse en la
acción cotidiana, en los actos, en las actividades, en las tareas y en nuestro trabajo
diario.
Este proceso de entender cómo bajar a la realidad cotidiana de nuestros actos estos
principios es un trabajo de conceptualización colectivo, aquí presentamos un
documento que busca contar claramente como se puede llevar a la práctica la
Responsabilidad Social.
La moral es una, aunque comporte puntos de vista diversos. Tanto la moral natural
como la moral más intransigentemente teológica, o desemboca en la vida, o no sirve
para nada. La decepción de los estudiantes que se inician en un curso de filosofía moral
proviene de que buscan sinceramente una regla que abarque toda su vida, y terminan
sólo vislumbrando algunas nociones fragmentarias. Les inquieta, y a veces les desespera
que en algunos casos se convierte en desértica y mastodóntica digestión de principios,
cuando su preocupación más honda y lacerante en la vigilia de su graduación es el
problema de su vida profesional.
La Etica profesional se suele definir como la “Ciencia normativa que estudia los deberes
y los derechos de los profesionistas en cuanto tales”. La palabra ética, confirmada por
diccionarios y académicas con el sentido de “parte de la filosofía que trata de la moral y
de las obligaciones del hombre”, no es tan preciso en el significado como la palabra
moral.
Moral polariza y concreta de tal manera las obligaciones internas de la conciencia que,
incluye al menos parcialmente, las obligaciones derivadas del orden jurídico. En otras
palabras: el concepto medular de la ética profesional es el concepto de moralidad. Todos
los principios normativos y las aplicaciones prácticas de su casuística deben estar
impregnados e impulsados por la moral. Pero erraría quien hiciera objeto de la ética y
responsabilidad profesional solamente a las obligaciones impuestas por la moral o el
derecho natural, con exclusión de cualquier otra exigencia de índole jurídica o social.
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Por la jerarquía y trascendencia social y humana de la profesión, tiene un relieve
particular:
Es la primera crisis por la que atraviesa toda profesión. Es la hora de la decisión vital;
porque si su moral está bien pertrechada espiritualmente, se resuelve a luchar y a ser
fermento de renovación humana en todos los órdenes. En cambio, si no ha precedido
una sólida formación moral proporcionada a las necesidades contemporáneas, el
flamante profesionista claudica sin resistencia ni batallas, guardando una secreta
rebeldía para sus maestros “porque no le prepararon para eso; porque le disfrazaron la
vida, y porque, en lugar de moral, le enseñaron un mito”.
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juzga dispensado de cualquier orden o disciplina; como si semejante anarquía fuera un
privilegio debido a su capacitación universitaria.
La profesión se puede definir como la actividad personal, puesta de una manera estable
y honrada al servicio de los demás y en beneficio propio, a impulsos de la propia
vocación y con la dignidad que corresponde a la persona humana. En un sentido estricto
esta palabra designa solamente las carreras universitarias. En sentido amplio, abarca
también los oficios y trabajos permanentes y remunerados, aunque no requieran un
título universitario.
La profesión es una capacidad cualificada, requerida por el bien por el bien común con
peculiares posibilidades económico-sociales. Vale la pena hacer un análisis para medir la
dimensión y densidad de la profesión, porque esas son, exactamente, las medidas de la
responsabilidad profesional.
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Hay una dignidad profesional variable por estar condicionada a la jerarquía espiritual y
eficiencia de cada persona, que da realce y excelencia a la profesión, por trivialidades y
burocráticas que sean o parezcan sus actividades.
La aptitud no se entiende como una simple capacidad de hacer algo; sino una capacidad
sobresaliente sobre l término medio o común que de ellas se da, y constituye el aspecto
efectivo de la vocación.
Cuando está resuelta vitalidad administra a la persona, arrolla de tal manera a los otros
elementos del “complejo vocacional”, que los funde y multiplica en la prosecución de un
fin, dándole a la profesión las dimensiones definitivas con el halo de la personalidad. Este es
el objetivo básico de toda formación. Este es el básico cometido de la educación en general,
y de la educación familiar en particular: crear verdaderos hombres y verdaderas
mujeres de recia y definida personalidad.
Al estudiante lo que le interesa saber con claridad son dos cosas: el significado preciso de
estos vocablos, y quién es el que sabe, debe y quiere hacer ambas cosas.
LA CULTURA PROFESIONAL
Una falta de ética no sólo afecta a la(s) víctima(s) que las sufren, aunque ellas sean las
primeras perjudicadas. Consecuencias hay muchas, las más importantes son: la baja de
autoestima de quienes las cometen y del prestigio de la profesión. Esto último se
produce de dos maneras: se destruye la confianza pública y se frustra la esperanza de los
sectores sociales, que justamente esperan la realización correcta del trabajo de los
individuos que fueron privilegiados con una formación profesional. El abogado Lautaro
Ríos Alvarez con respecto a esto dice “las actuaciones contrarias a la ética no sólo
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dañan a quienes las sufren, sino principalmente a la comunidad humana en que
acontecen”, esta última es la más afectada.
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UNIDAD 2
OBJETIVO TERMINAL:
Como habíamos dicho, las conductas antiéticas dañan a la comunidad, por esto resulta
imprescindible que todas las profesiones sean reguladas. Como el cuidado de la
sociedad pertenece al Estado, éste es el principal preocupado de controlar las
profesiones, pero le delega este poder a los Colegios Profesionales, ya que estima que
éstos son los más interesados en proteger el prestigio de la profesión y los más
adecuados para discernir cuando se infringen los reglamentos explícitos en los códigos
de ética que ellos mismos se encargan de redactar, y las sanciones que han de asumir los
infractores.
Hemos decidido tomar como ejemplo cinco profesiones: los médicos, los abogados, los
periodistas, los ingenieros y por supuesto los contadores. Los códigos de ética de estos
cinco oficios poseen ciertos aspectos en común entre los que se encuentran los
siguientes:
El DEBER PROFESIONAL
Los periodistas están al servicio de la verdad, los principios democráticos y los derechos
humanos. En su quehacer profesional, el periodista se regirá por el principio de la
veracidad, entendida como una información responsable de los hechos. El ejercicio del
periodismo no propiciará ni dará cabida a discriminaciones ideológicas, religiosas, de
clase, raza, sexo, discapacidad, ni de ningún otro tipo, que lleven a la ofensa o
menoscabo de personas naturales o jurídicas. (Art. 1° código de ética de los periodistas) Los
médicos en sus tres primeros artículos señalan todos sus deberes profesionales ya sea
generales, hacia los enfermos o entre sí.
LA HONRADEZ
El abogado debe obrar con honradez y buena fe. No ha de aconsejar actos fraudulentos,
afirmar o negar con falsedad, hacer citas inexactas o tendenciosas, ni realizar acto
alguno que estorbe la buena y expedita administración de justicia.
El médico debe tratar con honestidad a pacientes y colegas... (De los deberes generales del
médico)
El ingeniero debe dedicar toda aptitud y atender con la mayor diligencia y probidad los
asuntos de su cliente.
DIGNIDAD PROFESIONAL
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Los profesionales de la Orden lucharán para que los directores, editores y otros
directivos periodísticos de diarios, revistas, agencias de noticias, estaciones de radio y
televisión y demás medios de comunicación, sean periodistas.
El ingeniero debe contribuir con su conducta profesional para que se forme y mantenga en
la sociedad, un exacto concepto del significado de la profesión, de la dignidad que la
acompaña y del alto respeto que merece.
El SECRETO PROFESIONAL
El Contador está obligado a guardar la reserva profesional en todo aquello que conozca en
razón del ejercicio de su profesión, salvo en los casos en que dicha reserva sea
levantada por disposiciones legales.
El médico debe guardar absoluto secreto de todo lo que se le haya confiado, incluso
después de la muerte del paciente. (De los deberes de los médicos hacia los enfermos) El
ingeniero debe mantener secreto y reserva respecto de toda circunstancia relacionada con el
cliente y con los trabajos que para él efectúa, salvo obligación legal.
Entre los abogados debe haber fraternidad que enaltezca la profesión, respetándose
recíprocamente sin dejarse influir por la animadversión de las partes... (Art. 40°)
El Contador debe tener siempre presente que el comportamiento con sus colegas no sólo
debe regirse éticamente sino que debe estar animado por un espíritu de fraternidad y
colaboración profesional...
El periodista debe prestar solidaridad activa a los colegas que sufran persecuciones o
agresiones por causa de su ejercicio profesional, como asimismo a aquellos que sean
juzgados en virtud de disposiciones legales que el Colegio estime lesivas a la libertad de
expresión.
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No emitir públicamente juicios adversos sobre la actuación profesional de colegas,
menoscabando su personalidad...
El código de los abogados no cuenta con un artículo en que esté explícito este principio. La
responsabilidad de un contador no es exclusivamente satisfacer las necesidades de un
cliente o empleador en particular, sino que es una responsabilidad de interés público,
entendiendo por tal, el bien común de la comunidad de personas e instituciones a las
cuales sirve el profesional.
El derecho a informar deberá ser ejercido con resguardo de todas las consideraciones y
normas éticas establecidas en este Código y, en consecuencia, jamás deberá ser usado en
detrimento de la comunidad o de las personas.
Cuando el Contador tenga conocimiento de actos cometidos por sus colegas, que
atentan contra la ética profesional, está en la obligación de hacerlo saber a las
autoridades del Colegio de Contadores aportando, en todo caso, evidencia suficiente y
competente.
Si un periodista tuviese fundados reparos o dudas respecto del proceder ético de algún
colega, debe poner los antecedentes en conocimiento de las autoridades nacionales o
regionales de la Orden, las que derivarán el caso de acuerdo con los procedimientos
vigentes.
El médico debe tratar con honestidad a pacientes y colegas, y esforzarse por denunciar a los
médicos débiles de carácter o deficientes en competencia profesional, o a los que
incurran en fraude o engaño.
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Estos son los principales valores que se asimilan en los códigos de ética de estas cinco
profesiones. Cabe decir que cada uno de éstos códigos los aplica según la situación que
determine la profesión, esto se infiere de la comparación antes hecha. Además, cada
colegio determina que normas deben seguirse según cual sea la profesión. Ejemplo: Los
abogados deben actuar de tal manera ante los tribunales, los contadores deben
comportarse de una determinada manera en las empresas y con el Estado, los periodistas
tienen ciertas reglas con respecto a los medios de comunicación y los médicos hacia los
enfermos.
CASOS
A continuación están descritos ejemplos de casos en Chile, en los cuales los principios
éticos fueron pasados a llevar sin ninguna conciencia de las consecuencias que traerían.
Los mencionamos además, para evitar que todos nosotros, futuros profesionales, se
dejen llevar por sus deseos de poder y lucro, y de esta manera incurrir en graves faltas
éticas.
EL CASO CODELCO
Sin duda este es uno de los mayores escándalos financieros que ha afectado nuestro
país, la pérdida de Codelco fue de aproximadamente US$ 217 millones. El principal
responsable de esto fue Juan Pablo Dávila; el cual fue acusado de evasión tributaria,
fraude al Estado, negociación incompatible y presentación de documento falso en causa
criminal.
Este es uno de los casos de protección de narcotraficantes por parte de un juez más
conocido en Chile. Fuentes, conocido como “el perilla” (jefe del conocido cartel de La
Legua), fue detenido en Diciembre de 1993 tras descubrirse que él era el receptor de un
gran embarque de cocaína en Valparaíso. Pero a pesar de todos estos antecedentes, este
delincuente sólo cumplió once meses de condena; ya que luego salió en libertad bajo
fianza gracias a un cuestionable proceso (en 1995 sería recapturado nuevamente).
Tiempo después, debido a la eficiente labor de un abogado del Consejo de Defensa del
Estado, se descubrió que el fiscal de la Corte Suprema, Marcial García Pica, intervino a
favor del antisocial ante los ministros encargados de resolver la situación procesal de
Fuentes Cancino. Hoy “el perilla” sigue en libertad, mientras el Poder Judicial pierde su
credibilidad.
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EL CASO LOZAPENCO
Este caso es conocido por ser el fraude tributario más grande que ha tenido lugar en
Chile. Las pérdidas se estimaron en aproximadamente US$ 46 millones, cifra
descubierta tras la quiebra de la empresa Lozapenco. Lozapenco fue comprada en 1987 por
Feliciano Palma Matus y su cónyuge Margarita Germany, y durante 3 años
revolucionó la comunidad de Penco (su lugar de ubicación), debido a su crecimiento.
Pero en Abril de 1990 se descubrió que Palma realizaba movimientos cuestionables
(situación que derivó en la quiebra de la empresa), entre estos delitos estaban: la
exportación de sanitarios y palos de escoba sobrevalorados, y operaciones ilegales del
cobro de I.V.A. Feliciano Palma luego sería procesado.
EN LA PRÁCTICA:
Dimensiones abordadas:
1. La Ley.
2. Los Derechos Humanos.
3. El Medio Ambiente y Generaciones Futuras.
4. La organización en la que se trabaja.
5. La Profesión.
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· Teniendo responsabilidad y carácter para no aceptar trabajos en los que se
requiera su independencia de hecho y de apariencia, si ésta se encuentra
limitada.
· Respetando y cumpliendo todas las normas que tenga la organización para su
personal y el contrato que regula la relación de laboral del profesional.
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· Otorgando a los colaboradores el trato que les corresponde como profesionales y
vigilando su adecuado entrenamiento, superación y justa retribución.
· Absteniéndose de ofrecer trabajo directa o indirectamente a empleados o socios
de otros Profesionales, si no es con previo conocimiento de éstos. Exceptuando
aquellos casos que las personas que por su iniciativa o en respuesta a un anuncio le
soliciten empleo.
· Cimentando la reputación, compromiso social, honradez, laboriosidad y
capacidad profesional, observando las reglas de ética profesional más elevadas en
sus actos.
· Enviando material de promoción tanto de su empresa como de su persona sólo a
las personas que han consentido previamente el envío, solicitándolos de
diferentes formas.
· Evitando que se utilice su nombre en relación con proyectos, informes, balances,
informaciones financieras o estimaciones de cualquier índole.
· Asumiendo la responsabilidad cuando por la naturaleza del trabajo, el
Profesional debe recurrir a la asistencia de un especialista y la participación de
éste en el trabajo sea fundamental para alcanzar los resultados previstos, el
Profesional asumirá la responsabilidad respecto a la capacidad y competencia
del especialista y deberá informar claramente a su cliente las peculiaridades de
esta situación.
· Negando permiso de actuar en su nombre a personas que no sea socio,
representante debidamente acreditado o empleado bajo su autoridad.
· Puntualizando claramente en qué consistirán sus servicios y cuáles serán sus
limitaciones.
· Absteniéndose de ofrecer sus servicios a clientes de otro colega. Sin embargo,
tiene el derecho de atender a quienes acudan en demanda de sus servicios o
consejos.
· Actuando exclusivamente dentro de los lineamientos convenidos con otro colega
cuando éste solicite su intervención para prestar servicios específicos a un
cliente. En el caso de que el cliente solicite una ampliación de los servicios
originalmente establecidos para el Profesional llamado a colaborar, éste no
deberá comprometerse a actuar en forma alguna sin antes obtener la anuencia del
colega por cuyo conducto recibió las instrucciones originales.
· Absteniéndose de contratar o hacer trabajo profesional por su cuenta, sin el
consentimiento de los otros socios cuando se los tenga.
· Respetando el principio de la libertad de asociación y el derecho a la
negociación colectiva;
· Negociando bajo la premisa que todas las partes deben ganar.
· Garantizando que las personas que desempeñen un trabajo en su ámbito laboral
lo hagan dentro de una relación de empleo reconocida y legal. Además bajo un
ambiente de trabajo saludable y seguro.
· Coadyuvando en el desarrollo de las personas que trabajan con él.
· Respetando la propiedad intelectual y otros derechos de propiedad y respeto por
los intereses de todas las partes interesadas.
· Manteniendo una comunicación correcta, efectiva con contenido sustantivo para
todos aquellos que trabajan con él.
· Absteniéndose de emplear niños, ni practicar cualquier forma de trabajo forzado.
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·Absteniéndose de cualquier práctica discriminatoria e injusta en sus prácticas de
empleo, ya sea basada en religión, sexo, raza, color, idioma, opinión política o
de otro tipo, origen nacional o social, propiedades, nacimiento u otro estado.
· Promoviendo en su contexto inmediato y social la práctica de la responsabilidad
social, siendo ético y transparente en los actos.
DEONTOLOGÍA Y ÉTICA PROFESIONAL
El término deontología procede del griego: to deon (lo conveniente, lo debido) y logía
(conocimiento, estudio…); lo que significa, en términos generales, el estudio o la
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ciencia de lo debido. El objeto de estudio de la Deontología son los fundamentos del
deber y las normas morales. El concepto de deontología fue acuñado por Jeremías
Bentham en su obra Deontología o ciencia de la moral, donde ofrece una visión
novedosa de esta disciplina. Para Bentham, la deontología se aplica fundamentalmente
al ámbito de la moral; es decir, a aquellas conductas del hombre que no forman parte de
las hipótesis normativas del derecho vigente, aquellas acciones que no están sometidas
al control de la legislación pública. Esto sugiere una de las intenciones de la redacción
de los códigos deontológicos: explicitar la dimensión estrictamente moral de una
profesión, aquellos comportamientos exigibles a unos profesionales, aunque no estén
delimitados jurídicamente, o quizá, por ello mismo.
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las acciones son calificadas como buenas o malas. Se denomina moralidad y se basa en
valores y normas.
Conocimiento (Ciencia): Aquello que se sabe de manera cierta y sus causas. Doctrina
ordenada que constituye una rama particular del saber humano. Disciplina filosófica. La
ética como disciplina filosófica intenta a través de métodos de análisis y experiencia
propios de la filosofía, elaborar los conceptos y argumentos para comprender la
dimensión moral de la persona.
La moral se puede justificar desde tres perspectivas: la Metaética (viendo qué son los
juicios morales como juicios de valor), la Ética normativa y mediante la propuesta de
unas reglas práctias para la discusión, escapando del "todo vale".
Podemos señalar una serie de características que conforman la Ética de la Virtud según
Aristóteles.
Para Aristóteles, el orden social en los modos de vida está directamente ligado con el
orden natural de los mismos. Aristóteles considera que, lo bueno es hacia lo que tienden
las cosas de forma natural. Dicho de otra forma, todo aquello que es natural es, según
este autor, bueno.
Sin embargo, esta teoría no está libre de crítica. Es, precisamente, la absolutización de
su postura la que genera más desacuerdo, ya que no podemos probar, a ciencia cierta,
que lo natural puro exista. Por otra parte, muchas cosas de las que consideramos
"naturales", nos vienen dadas por la cultura. Además, no podemos olvidar el hecho de
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que la naturaleza evoluciona, no es estática, por lo que si ésta es susceptible de cambio, lo
bueno también se vería afectado.
Al igual que sucede con la teoría de Aristóteles, la teoría de Kant también es objeto de
crítica:
En primer lugar, a Kant se le puede criticar que, al relacionar la ética con cómo deben
hacerse las cosas, está universalizando el concepto, porque presupone que todos
debemos entenderla del mismo modo. No obstante, la ética está ligada a la moral, y ésta
también es particular a cada persona. Por lo tanto, probablemente el deber, no es visto
igual por todos.
En segundo lugar, Kant establece cómo hay que actuar, pero no nos dice si eso es bueno o
no. La ética no se refiere sólo a la forma, sino también al fondo de las cosas.
Por último, Kant olvida por completo el sentimiento humano: según él tenemos que
actuar en base al deber y no en base a lo que de verdad queremos hacer. En este sentido,
actuar conforme al deber nos aleja de la felicidad.
OBJETIVOS
Todo profesional está y debe estar sometido a controles sociales más o menos rigurosos
que permitan exigirle responsabilidades de muy diversa índole en relación con sus
actos, de ahí la necesidad de establecer unos principios éticos. Independientemente de la
propia conciencia, que debiera ser quién más rigiera el cumplimiento de los códigos
morales, existe la figura de los colegios profesionales para mantener, promover y
defender la deontología. Éstos vigilan el cumplimiento de determinados niveles de
exigencia, de competencia y de calidad en el desempeño del trabajo de sus colegiados.
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El Estado, al convertir a los colegios profesionales en corporaciones a través de
mecanismos legales, propicia el modo de mantener la deontología profesional. Les
encarga funciones públicas y les dota de la potestad de imponer una determinada
disciplina a todos los profesionales pertenecientes a este colectivo.
Para que se pueda pedir responsabilidad por actuaciones profesionales se precisan dos
requisitos: la independencia y la libertad. El profesional debe ser independiente en el
momento de tomar decisiones y debe ser enteramente libre de ejecutarlas.
ÉTICA Y MORAL
Estos dos términos proceden uno del griego,<ethos> (=costumbre), y otro del latín,
<mos−moris> (=costumbre). Ambos tienen la misma raíz semántica y por tanto la
misma significación original. Por ello Ética y Moral, etimológicamente, se identifican y
se definen como la "ciencia de las costumbres". Sin embargo, con el tiempo ambos
vocablos han evolucionado hacia significaciones distintas.
La moral hace referencia a todas aquellas normas de conducta que son impuestas por la
sociedad, se transmiten de generación en generación, evolucionan a lo largo del tiempo y
poseen fuertes diferencias con respecto a las normas de otra sociedad y de otra época
histórica. El fin último que persiguen estas reglas morales es orientar la conducta de los
integrantes de esa sociedad.
Moral Ética
Nace en el seno de una sociedad y Surge en la interioridad de una persona, como
por tanto, ejerce una influencia resultado de su propia reflexión y su propia
muy poderosa en la conducta de elección. Pueden coincidir o no con la moral
cada uno de sus integrantes recibida.
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Actúa en la conducta desde el Influye en la conducta de una persona de forma
exterior o desde el inconsciente consciente y voluntaria.
Destaca la presión del valor captado y apreciado
Ejerce presión externa y destaca internamente como tal. El fundamento de la norma
su aspecto coercitivo, impositivo ética es el valor, no el valor impuesto desde el
y punitivo exterior, sino el descubierto internamente en la
reflexión de un sujeto
1. El primer nivel reside en la Moral, es decir, en las normas de origen externo que
condicionan la mentalidad del individuo.
2. El segundo nivel en la ética conceptual, entendida como el conjunto de normas de
origen interno, personal y autónomo.
3. El tercer nivel es la Ética axiológica como conjunto de normas originadas en una
persona dada una reflexión previa sobre ciertos valores.
Mientras que la Ética se apoya en la razón y depende de la filosofía; la Moral se apoya en
las costumbres y la conforman un conjunto de elementos normativos, que la sociedad
acepta como válidos.
Estos dos términos suelen usarse como sinónimos, pero no lo son. Es importante
destacar las principales diferencias entre ellos:
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De forma teórica, podríamos diferenciar dos grandes grupos: la ética social y la ética
individual. Dentro de la ética individual se diferencia, también, una ética interpersonal
que es la que rige el comportamiento que tenemos en relación a otros individuos. Aquí
se puede situar la ética profesional ya que rige el comportamiento del profesional en su
actividad laboral. Los principios que rigen la profesión se obtienen a través de métodos
similares a los de la ética general: dialógico, inductivo y deductivo. Para conocer el
fundamento ético y moral de un código ético, se requiere el estudio de la actividad
profesional en sí misma y no es suficiente la labor de un filósofo que desconozca la
profesión.
Los principios se distinguen de las normas por ser más genéricos que éstas. Los
principios ponen ante los ojos los grandes temas y valores del vivir y del actuar. Las
normas aplican los principios a situaciones más o menos concretas, más o menos
genéricas. Las normas suelen hacer referencia a algún tipo de circunstancia, aunque sea
en términos genéricos. Pero también los principios se hacen inteligibles cuando
adquieren concreción normativa y hacen referencia a las situaciones en las que se
invocan y se aplican. En términos generales un principio enuncia un valor o meta
valiosa. Las normas, en cambio, intentando realizar el principio bajo el que se
subsumen, dicen cómo debe aplicarse un principio en determinadas situaciones.
Tanto las normas como los principios son universales aun cuando el ámbito de
aplicación de los principios sea más amplio y general que las normas específicas que
caen bajo dicho principio.
35
36
UNIDAD 3
OBJETIVO TERMINAL:
LA CONCIENCIA PROFESIONAL
CONCIENCIA PROFESIONAL
37
1) La conciencia profesional es intransferible e individual, nadie es
responsable por ninguna otra persona.
2) Nivel de los deberes específicos, aprendidos, asumidos y personalizados
por socialización ética. Cada persona tiene que haberse socializado en el
código deontológico de su profesión.
3) Nivel de madurez y equilibrio psíquico. Para que la conciencia
profesional pueda funcionar hay que gozar de un grado de madurez
mínimo.
4) Aptitud profesional para el ejercicio digno de una profesión.
La costumbre son normas que crean una sociedad y que le dan un hecho jurídico
palpable. Tienen al igual que ocurre con las leyes, consecuencias cuando son violadas. El
profesional debe regirse por su código de ética propio, pero también tiene que tener en
cuenta un marco de costumbre.
Una profesión cualquiera debe tener un periodo de aprendizaje, una preparación previa
especializada y casi siempre formal, que se debe completar con una formación
permanente que se completa con el paso del tiempo y la vivencia de distintas situaciones en
la vida profesional a las que enfrentarse.
COLEGIOS PROFESIONALES
Los Colegios Profesionales, tal como los define la ley, “son corporaciones de derecho
público, amparadas por la ley y reconocidas por el Estado, con personalidad jurídica
propia y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines, entre los que se encuentra la
ordenación del ejercicio de las profesiones”. Además, son las corporaciones que
elaboran los códigos deontológicos.
38
las actividades ejercidas en el ámbito cubierto por las normas
establecidas.
Retomando la idea de que la deontología profesional es uno de los órdenes reguladores del
ejercicio de una profesión, en una situación intermedia entre el derecho y la moral, es
necesario hacer una serie de precisiones. Las normas de la deontología profesional, aun
sentidas como vinculantes entre los miembros del colectivo, se alejan del carácter
coercitivo del derecho. El derecho es siempre coactivo, y la deontología profesional
puede o no imponer sanciones y, en el caso de aplicarse, son menos graves que las
impuestas por el derecho. La sanción más grave que puede imponer la deontología
profesional es la exclusión de la profesión.
Por otro lado, las sanciones de la deontología profesional en aquellas profesiones que no
exigen para su ejercicio la colegiación obligatoria son sanciones sociales difusas; es
decir, que aparte de no llegar al grado de gravedad de la sanción jurídica, no tienen por
qué estar necesariamente institucionalizadas. Un ejemplo de sanciones sociales difusas
39
-en este sentido de informalidad, cercanas a la moral- emitidas por la deontología puede ser
la consideración de exclusión del colectivo profesional de un miembro, sin llegar ésta a
ser una sanción no formalizada.
AUTORREGULACIÓN
La deontología es uno de los tres órdenes normativos que regulan el ejercicio de las
profesiones, junto al Derecho y la moral. Cabe señalar que las normas deontológicas se
encuentran a medio camino entre los otros dos órdenes normativos.
40
El humano produce sus actos por impulsos provenientes de su naturaleza, de su espíritu
y de su intelecto. Los impulsos naturales surgen de sus instintos, como sucede con
cualquier animal de nuestro entorno. Estos impulsos responden a la satisfacción de
necesidades instintivas y no se sujetan por sí mismos a ninguna norma moral, sólo a las
de la naturaleza. Así, en el humano el control de sus instintos proviene del espíritu y de
la razón de su intelecto, facultades propias que le permiten la percepción del entorno
natural donde habita y le facilitan la vinculación intelectual con ese entorno.
De esta manera, el don del raciocinio permite al hombre sujetar sus impulsos instintivos
mediante la observancia de ciertas normas de carácter social, cultural, moral y legal. La
observancia de esas normas implica la regulación de su conducta mediante un respeto a
lo considerado por él como conveniente, es decir, aquello que su conciencia le dicta
como un “debe ser”.
Este “debe ser”, que preside la vida de los hombres civilizados, se ramifica en diversos
códigos de conducta pertenecientes a diversas normas éticas, morales o legales,
dependiendo del sistema al cual pertenezcan.
La ética anida en la conciencia moral de todo ser humano y le sirve de motor, de freno o de
dirección -según los casos- al momento de actuar. Por otra parte, el comportamiento ético
-lo que llamamos rectitud- no es ingrediente ajeno al ejercicio profesional, como la pintura
de una casa que es sólo un aspecto decorativo del cual puede prescindirse. El
elemento ético es un componente inseparable de la actuación profesional, en la que
pueden discernirse, al menos, tres elementos:
· Aceptar que la primera idea que debe venir a nuestra mente en el momento de
enterarnos de actividades profesionales “poco claras” realizadas por un colega,
será la consideración de esas actividades como realizadas por un profesional
41
fraterno. El imperativo nos dirá: El docente se abstendrá absolutamente de
utilizar adjetivos que representen un juicio subjetivo acerca de lo realizado
previamente por un colega.
· El docente evaluará todo trabajo profesional realizado por otros docentes desde
una perspectiva objetiva, crítica y amistosa, otorgando a ellos el beneficio de la
duda y considerando siempre que la información y circunstancias pasadas en
cada caso, muchas veces no son tan claras y evidentes como lo son una vez que
el problema ha evolucionado hasta el momento en que él hace una segunda
valoración, y debe considerar la posibilidad de que los que se vieron
involucrados en un hecho -por ignorancia o por voluntad- no necesariamente
proporcionaron toda la información precisa y verídica en la indagación anterior.
El imperativo nos dirá: El docente se abstendrá de emitir juicios condenatorios o
de valor sin antes cerciorarse si se han hecho las indagaciones y verificaciones
que el caso amerite.
· Las relaciones del docente con sus colegas han de estar fundadas en los
principios de lealtad, mutuo respeto, consideración y justa solidaridad.
· El docente debe contribuir a que prime la armonía y la mejor relación humana
entre los colegas de una misma institución.
· El docente deberá respetar en todo momento y circunstancias, el buen nombre,
dignidad y honra del colega, abstenerse de toda expresión o juicio que pueda ir
en mengua de su reputación y prestigio.
· El docente está inhibido para solidarizarse con el colega cuya labor sea
deficiente, o su conducta moral resulte tan seriamente reprobable que
desnaturalice y desprestigie su misión.
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Interesa esclarecer por qué razón el comportamiento ético es parte integrante de la
esencia del ejercicio profesional6; si las faltas a la ética conciernen sólo al profesional
que las comete y la alteración de la convivencia de su entorno, o si sólo afectan el
prestigio de la profesión y si ellas redundan, o no, en perjuicio de la comunidad.
Resueltas estas interrogantes cabe todavía preguntarse si es posible el control ético de
las distintas profesiones; a quién incumbe o qué órganos son los más idóneos para
ejercer esta función; y cuáles serían las sanciones más apropiadas para los transgresores.
No olvidemos que -sin perjuicio de sus fundamentos religiosos, que conforman otro
nivel de conciencia- es un valor cultural, propio de la sociedad y el tiempo en que se
vive. Que la Universidad -principalmente agente receptor, generador y transmisor de la
cultura de un pueblo- ha inculcado o debido inculcar en los estudiantes ese patrimonio
valórico que todos compartimos. Y que, por lo mismo, cada Facultad o Escuela
universitaria no sólo debe enseñar cómo ejercer una profesión, sino como ejercerla bien.
Cabría, en este punto, formular una crítica enérgica a la actitud que se viene imponiendo
en nuestras universidades, debido -tal vez- a su proliferación excesiva. En lugar de
impartir la formación ética con la jerarquía que ella merece, Ética Profesional o está
ausente del Programa de Estudios o sólo se ofrece como ramo optativo, siendo
excepcional que ella constituya un soporte de la educación sistemática de un
profesional.
Es verdad que la formación ética llega a veces por otros cauces; y que la mejor
enseñanza moral proviene del ejemplo del maestro y no del mero discurso. Pero cada
profesión afronta problemas conductuales específicos que difícilmente se podrán
resolver correctamente si no se les ha previsto y analizado en la etapa formativa, Por eso
mismo existen los Códigos de Ética de cada profesión, sin perjuicios de los principios y
normas de la Ética General.
Es ésta una grave responsabilidad que hoy pesa sobre las universidades chilenas y que
ellas debieran afrontar con prontitud.
A primera vista pareciera que las actuaciones antiéticas afectan sólo a las víctimas que
las sufren. Desde luego, éstas son las primeras perjudicadas. Pero no son las únicas.
Ellas disminuyen la honra y la autoestima de quienes las cometen; dañan notoriamente
el prestigio de la respectiva profesión, cuya defensa constituye el primer objetivo de los
Colegios Profesionales; pero -sobre todo- hiere a la comunidad de dos maneras:
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Erosionan la confianza pública que es el cimiento necesario para el ejercicio de toda
profesión y frustran la esperanza de un correcto servicio al que la sociedad tiene derecho
por haber contribuido a formar esos profesionales a costa del sacrificio colectivo.
No debemos olvidar que toda profesión no es sólo un modo de ganarse la vida y
realizarse personalmente. Esta es sólo su dimensión individual. También las profesiones
tienen un fin social y éste consiste en servir adecuadamente cada una de las necesidades
que la sociedad debe satisfacer para posibilitar el bien común. Así, las necesidades de
educación, de salud, de justicia, de comunicaciones, de obras de ingeniería y
arquitectura y tantas otras, encuentran cobertura en el correcto ejercicio de las
respectivas profesiones.
De esta manera, las actuaciones contrarias a la ética no sólo dañan a quienes las sufren sino
-principalmente- a la comunidad humana en que acontecen.
Por eso resulta absurdo -así sea en un discutible régimen de colegiación voluntaria- que se
pretenda someter al control ético de los Colegios Profesionales sólo a sus colegiados. Estos,
desde luego, se encuentran sometidos a la disciplina y a los patrones morales de su
profesión. Los profesionales inescrupulosos, los que no trepidan en atropellar los
cánones éticos, no ingresan o no se mantienen en los Colegios. De allí que el
comportamiento ético deba exigirse en todo ejercicio profesional, con absoluta
prescindencia de sí el actor está o no está colegiado.
Cada día aumenta la preocupación por saber qué sucede en las aulas, ya que es el
espacio donde los niños/as y jóvenes pasan gran parte de su tiempo; porque además en
la escuela los valores éticos alcanzan una expresión concreta que más tarde se
expresarán en otros espacios; en ella se imprime ese ‘modo de ser’ del alumno/a, la
persona se construye a sí misma, la moral se hace efectiva. Por otra parte, existe
también un interés manifiesto por encontrar respuesta a los problemas morales presentes
en la sociedad actual desde la escuela. "La escuela debe ser un espacio de participación
democrática sensible a lo que pasa en el mundo, donde se afrontan los conflictos
analizándolos críticamente, tratando de comprender sus causas reales desde una
perspectiva global e intercultural adoptando compromisos para actuar en su resolución".
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El actuar moral de los alumnos/as y los profesores/as exige un acercamiento reflexivo;
no se trata de brindar soluciones a sus actitudes morales presentes en la escuela en unas
breves líneas; es sólo un llamar ‘ético’ constante para tomar conciencia de que, lo que
sucede en la escuela necesita ser revisado en el marco de las acciones concretas y
cotidianas y no basarnos en una moralidad abstracta sujeta a los imperativos del deber
formal para hacerlo.
¿Qué problemáticas morales son importantes, que requieren de una meditación por parte de
los docentes?, ¿es necesaria la ética en la escuela? Estas interrogantes sirven de guía en las
siguientes reflexiones:
I. Apelar a la ética en la escuela, es apelar a la razón del profesor/a, descubrir que está
obligado a introducir una actitud tolerante a la medida de sus alumnos/as. La posibilidad
de reconocerlo y aceptarlo obliga al docente a revisar su conciencia, su ley moral, como
fuente de su comportamiento en el aula; si apelamos a su razón, en términos kantianos,
es porque sabemos que debe reconocer a los otros, sus alumnos/as, como fines en sí
mismos, es decir como seres humanos, con los cuales se puede dialogar, porque la razón
es diálogo, es fuente de apertura porque "la razón (logos), como sabemos, es también
orden y es palabra: fundamento de la comunicación y de la comunidad".
• A todo deber del docente corresponde algún derecho del alumno/a y a todo derecho
del alumno/a corresponde algún deber del docente •
¿Cómo se entiende esto? Quiere decir que el profesor/a se vuelve agente moral cuando
se da cuenta que tiene un yo que responde a sus actos en el aula, por eso mismo se hace
responsable de lo que ahí sucede: "La genuina moralidad se da, en efecto, en la medida
en que se realiza el reino de la intencionalidad, de la voluntad, de las motivaciones
profundas de la acción". Es cuando descubre lo conveniente, moralmente hablando, para
sus alumnos/as; cuando tiene conciencia de deliberar sobre sus competencias
profesionales que se fundamentan en un conjunto de valores y concepciones de lo que
es el bien.
Un punto que preocupa está relacionado con la violencia escolar. Sabemos que ésta se
da en diferentes formas, ya sea física o simbólica, dirigida a un alumno/a o a todo el
grupo. En sí mismo el concepto encierra una negatividad, ya que implica, en términos
generales, el uso de fuerza para someter al otro, se relaciona con actitudes un tanto
cotidianas del docente que van, por ejemplo, desde la insensibilidad y la preferencia
hasta la prepotencia, la coacción y el autoritarismo entre muchas otras. Se opone a la
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razón, y podemos considerar que cuando el profesor/a hace uso de ella es porque
reconoce, de manera inconsciente, que ha fracasado en su ejercicio docente; es la
incapacidad de escuchar, de emprender una tarea conjunta.
Es una forma de aceptar el fracaso, el cierre de toda posibilidad de encontrarse con los
otros. La violencia escolar tiene otra connotación: al momento de ejercerla se da una
relación profundamente desigual entre le alumno/a y el profesor/a, las posiciones son
diferentes moralmente hablando, porque las posibilidades de tomar decisiones por uno y
otro tienen consecuencias morales diferentes. Ejercer la violencia reconociendo esta
desigualdad implica negar un compromiso ético en el aula, ya que la ética es por esencia
contraria a todo tipo de violencia. De tal forma que podemos decir que cualesquiera que
sean las razones que el profesor/a argumente para justificarla son moralmente
inaceptables, ya que por ejemplo, no se puede enseñar destruyendo al otro. En el orden
ético el fin no justifica los medios, no se puede sostener que en el intento de ayudar al
joven lo hemos de ver como medio y que por ello nos valgamos de cualquier cosa para
hacerlo.
Por otra parte, se puede afirmar que cuando el profesor/a utiliza la violencia también se
daña a sí mismo aunque este no se dé cuenta. "El fenómeno de la violencia trasciende la
mera conducta individual y se convierte en un proceso interpersonal, porque afecta al
menos a dos protagonistas: quien la ejerce y quien la padece". Desde luego, después de
un acto violento en la escuela el niño/a y el profesor/a ya no podrán verse de la misma
forma; existe un daño emocional y moral muy claro en ambos una vez que se comete
este tipo de acciones.
Desde luego, reconozco que el docente necesita de espacios donde él también pueda
discutir sobre los derechos de los niños/as y jóvenes, de espacios que posibilitan su
participación activa en la relación moral que guarda con ellos, donde medite sobre los
problemas cotidianos de los alumnos/as, y problematice los situaciones diarias de
conflicto a la luz de los derechos humanos, donde establezca nuevas alternativas
disciplinarias en el aula, esto es pensamos en espacios de tiempo y lugar. De esta forma se
puede pensar en un profesor/a con acciones intencionadas y comprometidas, que
convierta en un estilo de vida moral el trabajo docente. Así sus actos morales tendrán la
doble acepción de intencionalidad y de intención.
Como nos damos cuenta el trabajo docente se mueve, desde el punto de vista ético en dos
dimensiones: su relación consigo mismo, su relación con los estudiantes.
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La relación ética debe asumirse como una ‘preocupación’ del docente, una
preocupación que debe ser asumida por el directivo como un compromiso por tratar de
cambiar las cosas en la escuela, ya que ésta es la beneficiaria del tipo de actitudes que
manifiesta el maestro/a.
Como podemos ver la tolerancia es una concepción de la vida, un estilo que guía
prácticas, ideas y actitudes, que tiene que ver con el respeto que le guardamos a los
demás cuando manifiestan formas de vida diferentes a las propias. Si partimos de este
significado y lo trasladamos al salón de clases, el concepto adquiere una dimensión
novedosa porque las personas con las que se tiene que ser tolerante son sujetos con
"menos competencia moral".
Esto trae un doble compromiso moral: primero nos obliga a ser tolerantes con los
estudiantes que identificamos como personas, principio de toda comunidad, y segundo
reconocemos en ellos menos competencia para tomar decisiones lo que implica un
compromiso mayor. El ejercicio docente se puede mover en la tolerancia o en su
contrario, en ambos casos es una reacción activa. En una se comprenden, y se aceptan,
los momentos diferentes de aprendizaje, necesidades, sentimientos y conductas que
manifiestan los niños/as, como producto de sus diferencias individuales e históricas:
frente a sus desigualdades la tolerancia viene a constituir una actitud positiva.
Nuevamente este punto nos lleva a declarar que la intolerancia es un problema moral,
que requiere comprensión antes que explicación, como una forma de atacarla. Para ello
hay que aludir a nuestra condición profesional, a lo que nos hace ser docentes, en cuanto
que nos afirma como personas morales, reconociendo que con actitudes intolerantes
negamos al otro, y al hacerlo en el fondo negamos nuestro propio yo. El compromiso
moral apela nuestra conciencia, exige un compromiso basado en la aceptación y en la
responsabilidad de nuestros actos.
Si se justifican las sanciones que se imponen a la infracción de las reglas del tránsito,
aun cuando ellas no ocasionan daños a terceros, con mucho mayor razón se debe
castigar las transgresiones a la ética profesional; toda vez que ellas ponen en peligro la
vida, la salud, los derechos de las personas, su seguridad moral y material, la confianza
pública y valores inestimables cuya protección incumbe al Estado.
Por otra parte, el clima de corrupción que generan las conductas antiéticas de los
profesionales -pensemos en el escándalo de los operadores de Codelco- tiene un grave
49
efecto multiplicador en los demás estamentos de la sociedad que no tardan en imitar el mal
ejemplo.
El mismo cuerpo legal, publicado sólo días antes de la entrada en vigencia de la nueva
Constitución, entregó a los Tribunales de Justicia el conocimiento de todo "acto
desdoroso, abusivo o contrario a la ética, cometido por un profesional en el ejercicio de
la profesión". Sin embargo, como ha reconocido el Presidente de la Excma. Corte
Suprema, la vía jurisdiccional para conocer de estos asuntos de índole administrativa, ha
resultado completamente ineficaz, sin que conozcamos un solo caso de sentencia
judicial condenatoria de una conducta profesional reñida con la ética, pese a que éstas
han proliferado por ausencia de control.
Si no fuese por la diligente actitud de los Colegios Profesionales -los cuales, no obstante
haber sido disueltos por el decreto ley aludido, son muertos que gozan de buena salud-
las transgresiones a la ética, que no son escasas en la vida profesional, habrían quedado
impunes.
Con todo, el precario control ético que hoy ejercen los Colegios, tiene dos graves
limitaciones que urgen remediar.
La primera dice relación con lo sustantivo de las sanciones. En el antiguo sistema -tan
irresponsablemente desmantelado por el D.L. Nº 3.621- una falta gravísima o la
reiteración de una conducta atentatoria del correcto ejercicio de la profesión, podría
sancionarse con la suspensión del ejercicio profesional del infractor y hasta con la
cancelación de su título. En otras palabras, las faltas graves impedían ejercer, por cierto
50
lapso, la respectiva profesión. Y las gravísimas podían conducir al impedimento de
ejercerla para siempre. Naturalmente, en este último caso, se concedía al afectado un
recurso jurisdiccional por tratarse de la privación de un derecho personalísimo y de su
consecuencia patrimonial.
No obstante, es nuestra convicción que son tan graves los vicios de inconstitucionalidad de
que adolece el decreto ley que privó a los Colegios de su naturaleza propia y de sus
prerrogativas históricas y han sido tan funestas sus consecuencias para la calidad y
rectitud del ejercicio profesional, que lo más sano y provechoso sería derogarlo y
restituir la personalidad de derecho público y la autonomía de la organización colegial
que ha prestado tantos y tan señalados servicios a la sociedad chilena, sin perjuicio de
adecuarla a principios y normas de la Constitución Política vigente.
La ciencia, por muy vasta y profunda que sea, no implica en quien la posee, idoneidad,
o sea la aptitud para el ejercicio de la profesión, a modo de ejemplo tomamos el caso en
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que un impedimento físico obstaculizara el normal desempeño de la profesión. Si ésta
falta de idoneidad se produce cuando ya está desempeñando la actividad, es ético que
considere retirarse.
El requisito mas difícil de detectar es la vocación, o la inclinación del espíritu hacia una
actividad que produce en el sujeto satisfacción y gusto, generalmente supone ciencia e
idoneidad, pero no siempre es así. La ciencia, a veces origina la vocación, otras, la
vocación lleva a la adquisición de la ciencia. En pocas profesiones, la vocación es tan
importante como en la tarea educadora.
El tema de la responsabilidad del educador ante los fines de la educación está plasmado
en la "Recomendación relativa a la situación del personal docente" Aprender a conocer,
aprender a actuar, aprender a vivir juntos y aprender a ser son los cuatro pilares que la
Comisión de la UNESCO ha señalado e ilustrado como bases de la educación.
Esto justifica la importancia cada vez mayor que debería darse a las diversas formas
posibles de alternancia entre la escuela y el trabajo, o la que tiene la realización de
pasantías en las que los estudiantes deben poner a prueba las capacidades y
competencias adquiridas.
La solidaridad:
Los motivos o las razones de la intolerancia son variados: pueden ser de creencias y
opiniones de diferencias económicas, de diferencias físicas. Es sabido que no hay
razones objetivas para excluir a nadie de la categoría de ser humano. No obstante, las
exclusiones están ahí y existen cínicas justificaciones para ellas.
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Son problemas diferencias que exigen respuestas e intentos de solución diferente. La
lucha contra los prejuicioes, en cambio, un problema de la educación y la cultura.
La práctica de la tolerancia es el respeto a la libertad de cada cual a ser como quiere ser.
Este respeto debe estar unido a la exigencia de que no se pierdan los principios que
deben tener valor universal.
Los educadores son delegados y deben mantener una estrecha y cordial relación con la
familia de los alumnos. La familia y la escuela constituyen una comunidad educativa
cuyo centro es la familia y cuyo fin es el desarrollo de los valores positivos de la
persona, niño o adolescente. Basándose en que la familia es la célula de la sociedad
política, y de que la estabilidad familiar es la condición para la estabilidad del país, se
forman ciertas asociaciones muchas veces poderosas denominadas "Sociedades
Cooperadoras", que cumplen tareas supletorias que corresponderían al estado. La labor
docente en cuanto a las cooperadoras, es apoyarlas, difundirlas y favorecerlas,
convencidos de que el trabajo en conjunto de docentes y familia redundará en bien de
los alumnos.
El bienestar nacional debe ser prioridad para el gobierno nacional y los gobiernos
provinciales. Si la familia es la célula de la sociedad política, que es la Nación, educar al
niño y al adolescente es educar a la Nación. Así, el buen o mal pasar nacional, dependen
de la educación que reciben los niños y la juventud.
Los educadores son delegados y deben mantener una estrecha y cordial relación con la
familia de los alumnos, para colaborar con ella en los pedidos que les haga,
concernientes al desarrollo de su hijo, y para que ella colabore con los educadores en el
mismo sentido. Así, esta colaboración mutua, afirma al educando respecto de lo que
debe hacer y de lo que debe evitar. Debe haber una fluida comunicaciónentre docente y
familia, ya que los dos se ayudan mutuamente al dar a conocer características propias
del alumno en cuestión, las que ayudan a evaluar a la persona y así realizar la mejor
tarea posible educándolo.
El bienestar nacional debe ser prioridad para el gobierno nacional y los gobiernos
provinciales. Si la familia es la célula de la sociedad política, que es la Nación, educar al
54
niño y al adolescente es educar a la Nación. Así, el buen o mal pasar nacional, dependen de
la educación que reciben los niños y la juventud.
COMPROMISO ÉTICO
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56
UNIDAD 4
OBJETIVO TERMINAL:
ÉTICA Y TRANSPOSICIÓN
Para lograr esto, un docente deberá tener todas las cualidades éticas enunciadas
precedentemente.
Deberá salvar los sanos principios filosóficos de la educación y así eliminar los
erróneos, actualizar los instrumentos técnicos, siguiendo el cambio de los tiempos en la
medida que juzgue necesario para ayudar a perfeccionar y agilizar la acción educadora sin
desmedro de la finalidad a que apunta la educación libre.
Debe adoptar una actitud crítica con respecto a su metodología y práctica perdiendo
evaluar y revalorizar los contenidos y formas de enseñanza. Un docente consciente de su
dignidad humana, valorará la dignidad de sus semejantes fomentando a generar
libremente proyectos individuales de características éticas y morales.
El educador debe cumplir con todo aquello que sea necesario para formar al educando
con honestidad intelectual, o sea: buscar, aceptar, amar, vivir y transmitir la verdad.
La única verdad, éticamente hablando, es que siempre que se debe decir la verdad, hay
que decir la verdad.
La obligación del educador consiste en formar al educando para que sea un digno
miembro de la sociedad en que vive, para que sepa actuar como integrante de la
comunidad política, como gobernado o gobernante
El docente así tiene obligación de educar al alumnado con los valores esenciales de la
nacionalidad, pero sin tomar posiciones extremistas; con la tradición y la herencia
cultural, pero sin cerrarse en los adelantos modernos; con el legado de nuestras gestas
históricas, de la cosmovisión occidental y cristiana que nos legaron nuestros mayores,
ellos deben inculcar en sus alumnos un acendrado patriotismo, ese patriotismo que
consiste sobre todo en defender a la Patria no sólo de enemigos exteriores, sino también
57
de los enemigos interiores que amenazan su libertad, socavan su economía y corrompen
el ejercicio de la función pública.
Una enorme responsabilidad pesa sobre los hombros de los educadores. Son
responsables de sus palabras, del tono con que las dicen; de sus silencios, de sus gestos, de
los contenidos de sus enseñanzas, de las experiencias en las que hacen participar a los
educandos, de los ejemplos que dan con su propia conducta, de su vida pública. El niño y
el adolescente ven muy alto al maestro o al profesor, lo admiran, lo idealizan y el docente
debe ser conciente de todo eso.
Si no se logra esto, el docente no será culpable, sino incapaz ante la sociedad, pero en su
conciencia moralmente culpable.
Toda persona que aspira a entrar a la carrera docente, tiene la obligación de un examen
de conciencia que valore su equilibrio psicofísico y que sepa organizar las demás
manifestaciones de su conducta.
Cuando un docente se inicia en su profesión, un impulso vital arrasa con todas las
dificultades que salen al paso, y lo llevan a la perseverancia en el obrar bien, que
éticamente debe mantenerla durante toda su carrera educadora.
El educador no debe ser indefinido respecto a los problemas vitales que afectan a la
existencia y al quehacer del hombre. Para esto debe tener su propia cosmovisión para
tomar una postura acerca del origen y sentido de todo el Universo, pero no una visión de
naturaleza científica, sino filosófica para que cuando el alumno lo interrogue, pueda dar
respuestas y servir de guía.
En el caso que fuera consultado por temas expuestos por un colega, por ética
profesional, debe mantener el respeto hacia el otro sin emitir juicios de valor frente al
alumno, en ese caso, se puede plantear el tema con el colega.
58
Debe ser solidario al conocer las diferencias culturales de su entorno, tratando de
transmitir sus conocimientos en forma humanista e igualista, ayudando a que sus
alumnos logren el razonamiento que los llevará a la superación de la condición que la
diferencia cultural, (restándole oportunidades de tener una vida digna) y no razonando
por ellos.
Las conductas del docente deberán ser coherentes con sus enseñanzas, que no sólo se
basen en conocimientos sino en modos de vida; esto lo otorga autoridad moral y hace
que sus alumnos lo consideren un referente ético con autoridad en lo que enseña.
Utilizando los argumentos de Abbott expuestos por Yinger (1999), lo privativo de una
profesión es tener un campo especifico de acción y reclamar su reconocimiento
jurisdiccional por parte de la sociedad; lo que significa a su vez mantener control sobre la
calidad de su ejercicio.
La Etica profesional del educador está constituida por el conjunto orgánico de derechos
y obligaciones morales emanados de la función pedagógica y deriva sus finalidades y
normas específicas, de la condición básica de persona, tanto del educador como del
educando, en armonía con los anexos que implican exigencias del bien común.
El objetivo de la ética en el terreno de la práctica profesional, es principalmente, la
aplicación de las normas morales, fundadas en la honradez, la cortesía y el honor. La
Ética tiene entre otros objetos, contribuir al fortalecimiento de las estructuras de la
conducta moral del individuo.
El hombre como ente social tiene misiones que cumplir para hacerse útil dentro del
ámbito donde se desenvuelve. Es la formación profesional un esfuerzo del individuo
para el logro de una rango intelectual, que le permita una calificación superior y
eficiente, así, gana el profesional la obligación de disponerse, en toda ocasión, a
devolver en parte siquiera, a la sociedad, algo de lo mucho que a ella debe reconocerle,
justificando lo que no se puede dudar: que el profesionalismo es el orgullo de una
sociedad y el triunfo de su futuro.
En un mundo donde la globalización cobra cada vez mayor fuerza se hace necesario la
preparación de un individuo que pueda recibir cualquier información y procesarla de
manera consciente sin que esto afecte en nada a su desarrollo. Por eso es vital la
formación de un hombre con cualidades positivas en su personalidad para enfrentar
todos los fenómenos que suceden a su alrededor.
PROFESIONALIDAD
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Respecto al primer elemento F. Altarejos (1989), se plantea: ¿Cuál o cuáles son los
saberes que fundamenten la práctica educativa?. Si son suficientes unos saberes
meramente teóricos para dicha práctica, y si cabe pensar que la docencia es una práctica que
pueda realizarse como aplicación de dicho saber teórico.
El docente no tiene ni podrá tener nunca un control del aprendizaje, pues éste depende de
muchos y diversos factores además de su actuación didáctica. En el aspecto de la
autonomía, es donde hay más limitaciones en la profesionalidad del docente, aunque, el
docente puede formular juicios autónomos en la actividad cotidiana de las clases, sin
embargo posee escaso control sobre el contexto organizativo general dentro del cual se
desarrolla dicha actividad (W. Carr y S. Kemmis,1988).
Por lo que podemos decir, que la educación entra de las profesiones asistenciales (tarea de
ayuda), en las cuales vienen determinada por una serie de características:
Competencia, Iniciativa, Responsabilidad, Dedicación y Compromiso.
COMPETENCIA
Se refiere a la habilidad o capacidad para resolver los problemas propios del trabajo. No
solo se refiere a un saber teórico, sino a un saber práctico, o a la acción racional-
práctica; no es tanto un saber objetivo, sino la realización de ese saber teórico en una
subjetividad, desde la experiencia y con un conocimiento suficiente, distinto y
actualizado de la finalidad. En la competencia radica la autoridad del profesional y su
valor social (aptitud acreditada en su quehacer). La competencia expresa la síntesis de
saber y hacer; de doctrina y capacidad; de conocimiento y acción eficiente.
INICIATIVA PERSONAL
Es una vertiente esencial de la competencia y raramente puede darse la una sin la otra. La
iniciativa se resuelve en anticipación ye innovación y son necesarias en las tareas de ayuda.
Necesario donde las circunstancias son irrepetibles de cada posición personal e
interpersonal. (Ejemplo: Actuación por falta de motivación o de actividad para el
aprendizaje, donde la resolución trasciende el mero ámbito académico). La iniciativa
personal favorece la autonomía profesional.
RESPONSABILIDAD
Es una obligación acogida por el sujeto, que quiere hacerse cargo de las consecuencias
de su acción por un lado, y pretende constantemente mejorar dicha acción por otro lado,
para que las consecuencias sean crecientemente beneficiosas, para uno mismo y para los
demás. La responsabilidad es la otra cara de la libertad; la cara de su incremento o
desarrollo. La libertad aumenta progresivamente el potencial operativo del sujeto; y
desde ese crecimiento se da cuenta de las acciones y se responde de los efectos. En el
ofrecimiento que hace un profesional de su competencia, está implícito el hacerse cargo
del interés y beneficio del cliente, y por tanto no se admite la posibilidad de “descargar”
en otro.
DEDICACIÓN
COMPROMISO
"Son propósitos del Código de Etica enunciar los principios que deben guiar la actitud y
conducta del profesional, para el logro de elevados fines morales, científicos y técnicos,
dando al cuerpo profesional un conjunto de normas éticas, para evitar comprometer el
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honor y probidad profesional, así como la imagen de la profesión. Estas normas de ética
no excluyen otras no enunciadas, pero que surgen del digno y correcto ejercicio
profesional. No debe interpretarse que este Código admite lo que no prohibe
expresamente"
Con lo cual queda debidamente expresado que es la actitud del profesional, lo que
reforzara lo que por norma establece un código, ampliando así la posibilidad de un
desenvolvimiento gerencial y personal mucho más amplio.
Es importante destacar que Goman, (1992) resalta la importancia de una ética imparcial, la
cual al ser aplicada en la praxis se destacan los siguientes elementos creàndose un
estandar deseable:
El secreto profesional, aspecto considerado por casi todas las profesiones en sus
respectivos códigos de ética, tiene dos vertientes:
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• La segunda, relacionado con la información que se obtiene a su vez de instancias
como los alumnos, los padres y representantes y de todas aquellas personas
involucradas en el quehacer educativo.
Por ultimo, el docente se reúne en los Consejos de Docentes, en donde se discuten los
casos de sus alumnos y los hechos educativos - pedagógicos de mayor relevancia e
interés para todo el cuerpo de docentes, y es allí donde se intercambia información y se
analizan situaciones y proponen soluciones que tienen como centro principal al alumno
y su familia, con lo cual queda demostrado que toda información debe ser tratada con
discreción, aun en el mismo plantel, aún con los demás miembros que conforman el
equipo de trabajo.
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El Grado de Dificultad del Problema a Tratar: Se considera que a menor dificultad, los
honorarios deben ser reducidos en función de la complejidad o no del problema.
El Nivel de Formación del Docente: Este aspecto es de suma importancia, por cuanto la
formación universitaria o de post - grado determinara el nivel de capacidad para abordar
una problemática pedagógica o de aprendizaje, o de asesoría gerencial, según sea el
caso.
La Experiencia o los Años de Servicio: Esto esta relacionado con el punto anterior, ya
que el grado de capacitación y la experiencia desarrollada permitirá que el docente
pueda prestar un servicio privado eficiente y seguro, al igual que en el público.
El Nivel Socio Económico del Núcleo Familiar que Requiere del Servicio: Es
importante considerar este aspecto al establecer los honorarios profesionales, para así
clarificar la factibilidad de la prestación del servicio, o en su defecto, remitirlo a un
servicio oficial , el cual es gratuito.
Todo esto debe soportarse en la política, las cuales son las líneas generales de conducta
que deben establecerse con el fin de alcanzar sus objetivos ( la organización). La
Política es, entonces, una guía que indica el camino para facilitar las decisiones.
Ahora nos referiremos a las exigencias que afectan directamente al ejercicio profesional, las
cuales son:
Definición que lleva consigo la probidad humana. El sentido de este término encierra,
pues, una actitud permanente de bondad, rectitud de animo e integridad en el obrar.
Las reglas morales encerradas en el extenso sentido de la palabra honradez, pueden
sintetizarse en lo siguiente:
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La honradez nace de la adecuación de la conducta a los principios que rigen la
conciencia personal del profesional.
La probidad puede venir del orden de las relaciones del profesional con los otros
compañeros, alumnos, padres y representantes, proveedores, clientes , ciudadanos, la
sociedad, etc.
El cumplimiento de los deberes de justicia en las relaciones con los otros no es,
precisamente, el desenfrenado afán de lucro, la competencia desleal, la propaganda
engañosa, el descrédito, e intriga profesional.
Otras exigencias en esta materia han sido reflejadas en distintos Códigos Eticos, incluso
en el Parlamentario, tal es el caso del Parlamento Británico, cuando en 1994 por
solicitud expresa del Primer Ministro de entonces, John Mayor, este señaló: " No se
puede afirmar en forma definitiva, que se ha producido un deterioro significativo en las
normas de conducta que prevalecen en la vida pública de los parlamentarios, ministros y
empleados administrativos. En todo caso, se puede señalar que la conducta en la vida
pública de los funcionarios de alto y mediano rango estará siendo supervisada de una
forma mas directa que en el pasado".
Continúa señalando Mayor: " Sería un alivio pensar que la opinión pública considera
que ha habido un mayor cumplimiento en las normas por parte de los servidores
públicos debido al incremento en la actividad investigativa de los medios y su intrusión
en las vidas privadas de las figuras públicas. Sin embargo, no pensamos que ésta sea la
única respuesta. Los medios impresos generalmente publican, lo que a su juicio, son los
hechos."
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Alta calidad, Alto rendimiento, Poco cambio de personal, Buena reputación, Moral alta, y
Espíritu de Equipo.
La contraparte de esto, es decir el alto costo del poco compromiso origina las siguientes
consecuencias:
Baja calidad, Bajo rendimiento, Rotación de personal, Mala reputación, Baja moral, y
Espíritu de equipo bajo.
Además son responsables ante la opinión pública por la labor realizada en los planteles en
los cuales estàn adscritos
· Abnegación.
· Integridad
· Objetividad
· Responsabilidad
· Transparencia
· Honestidad
· Liderazgo.
· Amistad
· Disciplina
· Objetividad
· Autonomìa
· Eficacia
· Originalidad
· Autoridad
· Eficiencia
· Pluralismo
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· Coherencia
· Excelencia
· Prudencia
· Colaboración
· Flexibilidad
· Perseverancia
· Compromiso
· Humildad
· Respeto
· Confianza
· Identidad
· Responsabilidad
· Control
· Imparcialidad
· Serenidad
· Crítica
· Independencia
· Sinceridad
· Democracia
· Lealtad
· Tolerancia
· Diálogo
· Liderazgo
· Tradición
Las sanciones a que hubiese lugar en este sentido son de carácter disciplinario y Ético.
Este mecanismo es independiente de los que se establecen en la normativa legal.
Se espera que todo docente se comporte de acuerdo con las normas mas rigurosas de
conducta personal y constitucional.
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Deberá mantener el debido Secreto Profesional para con la información que tenga
acceso durante el desempeño de sus funciones.
Esto debe privar igualmente en aquellos casos en donde la información pueda ser
obtenida en forma accidental, para lo cual el empleado debe informar a su inmediato
superior del hecho en cuestión.
La misión que le está encomendada al docente debe ser cumplida con la máxima
eficiencia, objetividad e imparcialidad y con estricto apego a las leyes.
CONCLUSIONES
El presente trabajo estuvo orientado a analizar y establecer una serie de puntos de vista
sobre el desempeño personal - profesional y sus implicaciones Éticas, no solo del
profesional de la docencia, sino de otras profesiones a objeto de tener una visión
prospectiva de la problemática ética que en ellas se presentan.
Históricamente, las normas, los juicios de valor, la moral, y las reglas y costumbres, han
evolucionado según el momento en que han surgido y desarrollado y las mismas se han
mantenido (caso de algunas religiones) y otras han evolucionado de acuerdo al
desarrollo de la civilización.
La posibilidad de normar las conductas profesionales surgen cuando las personas con un
determinado fin común, deciden establecer un conjunto de pautas de obligada
observancia, a objeto de preservar su honorabilidad, honradez y objetividad, entre otros.
Está claro que los códigos de Ética no pueden suplir la responsabilidad de la decisión
personal., pero un código tiene que aspirar a ser verdaderamente regulador, y debe
proteger el interés público.
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Diferentes disciplinas contribuyen notablemente con la Ética (como ciencia filosófica y
práctica) , especialmente aquellas que se refieren al hombre como la Psicología, el
Psicoanálisis, la Sociología, la Antropología, el Derecho, la Historia y Economía., con lo
cual podemos inferir que no hay actividad desplegada o desarrollada por el hombre que
no este ligada a lo Ético y a lo moral.
El ser humano se rige de manera universal, por diez valores morales, que
indistintamente de su ubicación en el tiempo o grupo social, particularizan al ser
humano en un contexto general cuya interpretación obedece a circunstancias
particulares.
Dentro del tema de la realización de la moral, ocupa un destacado lugar una rama
eminentemente práctica de la Ética que se identifica como Deontología. Esta representa
la teoría de los deberes particulares, propios de una profesión, situación o entorno
organizacional.
Los deberes que estudia y prescribe la Deontología nos permiten referirnos a una serie
de principios o normas que debe observar el sujeto que pertenece a una organización o
estructura.
Las normas morales se comparan con otros tipos de reglas como las leyes naturales, las
reglas técnicas, normas jurídicas, normas sociales y las normas religiosas, las cuales
todas en su conjunto coadyuvan a esclarecer que es y que no es una norma moral.
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Por otra parte, es necesario adicionalmente contar con un elemento regulador del
comportamiento cotidiano conforme a unas normas Éticas que deben ser observadas por el
docente, indistintamente de su posición y función jerárquica ...
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REFERENCIAS:
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