Erick Jacob Pérez Robles

Inflación
En la actualidad, la mayoría de gobiernos ven con buenos ojos el crear dinero, con propósito de
evitar la recesión económica que puede llegar a sufrir el país, ya que tienen en mente que la mejor
manera de estimular la economía, es por medio de la inyección de efectivo al mercado financiero.

Si bien es cierto, existe una pequeña apreciación al inicio que este estímulo de efectivo hace que el
mercado se pueda, no se logra ver los efectos devastadores a largo plazo, ya que, de forma
directa, el dinero pierde su valor adquisitivo ante el encaje financiero, que en el caso de
Guatemala es la paridad ante el dólar.

Dicha práctica, es demasiado común, y cuando notan que existe un desbalance en contra de lo la
Junta Monetaria espera, nuevamente realizan una inyección de dinero, con el propósito de
mantener la estabilidad económica del país.

Lamentablemente, esto lo único que genera es más pobreza en la nación, ya que aquellos ahorros
realizados por un largo tiempo, dejarán de tener el mismo valor. Si en dado caso, se ha planificado
un fondo de retiro para la vejez, este no podrá ser suficiente, por la pérdida del valor que el dinero
ha tenido, lo cual obligará a la persona a trabajar de forma continua, porque todo su trabajo no ha
servido, puesto que ya no cuenta con la solvencia económica que un día creyó alcanzar.

No con ello se promueve el dejar de ahorra, sino todo lo contrario, se debe conservar esta
práctica, pero se hace necesario evitar las viejas costumbres de mantener el efectivo guardado en
casa, sino que por lo menos se requiere buscar alternativas, para que éste no pierda el cien por
ciento de su valor, ante la posibilidad de una inflación.

Los habitantes de Guatemala, tal vez no consideren este hecho como algo relevante, toda vez que
la economía informal y las remesas han hecho su trabajo, en mantener un equilibrio en el
mercado, lo cual ha evitado que la estabilidad financiera se venga de picada.

Pese a ello, en la actualidad, la Superintendencia de Administración Tributaria, quiere crear nuevos

mecanismos para intervenir estos dos mercados emergentes, para obligarlos a pagar un impuesto
por las sumas de dinero que llegan a manejar, lo cual su efecto será contrario a lo esperado,
puesto que sólo provocará más empobrecimiento en la población guatemalteca.

Si bien es cierto, hoy por hoy, derivado a la Pandemia del Coronavirus COVID-19, se ha
incrementado de forma exponencial las operaciones por medio de las redes sociales, y la entrega a
domicilio, lo cual ha facilitado la sobrevivencia de los pobladores, e incluso ha permitido que no
exista un desabastecimiento en los comercios, sino que lejos de ello, ha creado una alternativa
muy viable y bien vista por los compradores, ya que no se hace requerido exponerse ante
cualquier contagio innecesario. Resulta que ahora, se desea desarticular a su criterio, un mercado
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negro, el cual lejos de tener este calificativo, es un medio por el cual las personas encontraron
para satisfaces sus necesidades.

Pareciera que el tema de la intervención de la Superintendencia de Administración Financiera no

tiene que ver con el tema de la inflación, sin embargo, sí tiene un componente importante, al igual
que el tema de las remesas.

Si la Superintendencia de Administración Financiera llegase a interferir el curso natural que estos

flujos de trabajo han generado en la sociedad, y la estabilidad que los mismos generan,
provocaran no sólo una inflación, sino también la pérdida de empleo y una baja productividad, lo
que generaría una estanflación, lo cual provocaría nuevamente una pobreza.

Al momento de caer a una estanflación, se observará un proceso más difícil de controlar, ya que
como se mencionaba al inicio, los grandes miembros encargado de velar por la gobernabilidad del
país, así como su estabilidad económica, buscarán mecanismos pocos idóneos y lejos de la
realidad para corregir esta problemática que en cada momento se agudizará de forma
desproporcionada.

El Instituto de Administración Pública, quien es el ente encargado de poder formar a los diferentes
funcionarios y trabajadores del ente estatal o de la cosa pública, enseña por medio de los cursos
que imparte, la importancia de mantener una estabilidad financiera y económica del país, en
donde es una responsabilidad directa del gobierno, por medio de la deuda, tanto interna como
externa

Irónicamente la concepción de una estabilidad económica, por medio de la deuda, sin importar su
naturaleza, tanto interna como externa, la cual ya se encuentra constituida como una política de
gobernanza, e inclusive se considera como una buena práctica, es completamente errada.

Si se observa desde un punto individual, nadie, absolutamente nadie, ni una sola persona o
individuo puede alcanzar una estabilidad económica por medio de una deuda, por la misma
ocasionará una mayor, para cubrir la anterior, y si esta práctica es el mecanismo para el supuesto
financiamiento, nunca la persona que lleva a cabo esta forma de vida, podrá cubrir los
compromisos adquiridos, y su nivel de endeudamiento llegará a ser completamente absurdo, en el
sentido que será impagable.

Es por ello que, al llevar esta misma analogía a la práctica del gobierno, lo único que se puede
visualizar es un desbordamiento de endeudamiento, hasta alcanzar la quiebra de una nación,
puesto que la administración pública, mantiene la práctica de realizar una planificación con su
respectivo presupuesto, por medio de los gastos que consideran oportunos realizar, y no por
medio de sus ingresos, es decir, la recaudación fiscal, y el déficit generado, será cubierto por más
deuda.
Erick Jacob Pérez Robles

Todo esto conllevará a la generación de más dinero sin respaldo, para cubrir así los gastos que han
presupuestado, con una base lejos de la realidad y por medio de malas prácticas, lo que generará
la increíble tentación de nuevamente intervenir los mercados emergentes, los cuales mantienen la
estabilidad de la población, y promoverán nuevos mecanismos para según ellos captar más dinero
a través de las tasas impositivas, lo que derivará en un estanflación más aguda que la inicial, en
donde el único resultado directo a obtener será, la generación de más pobreza.