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Esta es una de las muchas entrevistas que realicé al Dr. Jorge Flores
Ochoa. Entre nosotros, los temas eran inagotables. Él era en vida
una verdadera cantera, no solo de conocimientos, ni por sus grados y
currículum internacional, no. Lo era porque caminar con él por las
calles cusqueñas era repasar la propia historia del Cusco de su época,
ya sea de un personaje, alguna anécdota de tal o cual callecita,
memorias de su infancia o de sus luchas universitarias. Hablábamos
mucho de política, de los cusqueños, en particular de nuestra
idiosincrasia. Fue un hombre que prefirió al Cusco antes que, a la
cátedra internacional, que la tuvo por supuesto, pero aceptándolas
solo por temporadas cortas. Le costaba dejar su “pueblo”, como él
decía. Respetaba la tradición, pero era enemigo del anquilosamiento
cultural y social. Le gustaba compartir su conocimiento con quien se
lo pidiera, y si eran jóvenes aún mejor. Hombre de temple, orgulloso
de ser quien era y férreo defensor del Cusco y lo cusqueño. Mi
manera de rendirle homenaje al mes de su deceso, como ya lo he
dicho en varios foros, será difundir su pensamiento y obra. En esta
entrevista, realizada en el año 2011, tocamos uno de sus temas más
caros: los camélidos.
Por: Patricia Marín
¿Qué es la domesticación de camélidos?
Cuando uno dice domesticación, pareciera que nos referimos a una
actitud pasiva, y que se tratara prácticamente de amansar a los
animales, pero los estudios de los arqueólogos y biólogos expertos en
camélidos, muestran que no es así. Los camélidos han sido
transformados por la acción humana, desde las especies silvestres, al
extremo que alguno de ellos no podría sobrevivir sin el cuidado
humano. Por ejemplo, las llamas sobrevivirían, pero las alpacas no
podrían vivir sin el cuidado de los pastores.
¿Cuál es la relación del hombre andino con los camélidos?
Es muy larga. Los incas son las últimas cuatro páginas de la historia
prehispánica.
¿Cuándo comenzó el proceso de domesticación de camélidos?
Este es un proceso que dura casi tres mil años. Es decir, hace treinta
siglos, más que la edad cristiana, aquí en los Andes había gente que
ha estado manipulando animales, los ha estado seleccionando,
seguramente ha hecho cruzamientos entre especies. A los guanacos,
primero los cazaban y se los comían, y luego vieron que era más útil
mantenerlos bajo cierto control, para aprovechar su carne, su cuero y
posiblemente también su fibra, para luego convertirlos en lo que
conocemos nosotros como llamas, y así poco a poco los han ido
convirtiendo en los animales especializados que ahora tenemos.
La vicuña, de la cual proceden las alpacas, es un animal mucho más
complicado, más nervioso. Es bien difícil de lograr que esté en
presencia humana, y uno no puede sino asombrarse de cómo
convirtieron a ese animal nervioso en la pacífica alpaca de hoy en día,
apacentada de una manera especial, pues lo que hacen los pastores
es tenerlas en un lugar y solo las miran, no necesitan de nada más,
quizás de rato en rato volverlas al grupo, e impedir que algún perro
salvaje se acerque, o que alguien se quiera robar a un animal. Por
tanto, este tipo de apacentamiento puede ser realizado por los niños
y las mujeres, pues es muy suave y controlado. No solo
transformaron el carácter de la arisca vicuña; también hicieron que la
fibra les creciera, pues la fibra de la vicuña alcanza solo dos o tres
centímetros de longitud, mientras que la de la alpaca es de 20 a 30
centímetros de longitud. Además, las vicuñas son de un solo color, y
conseguir la variedad de colores que tienen las alpacas es un trabajo
excepcional al que no podemos llamar solamente domesticación, pues
estaban transformando materia viva. Por eso me atreví a llamarlo
"esculpiendo vida” en una conferencia que di recientemente.
Algo parecido fue el proceso de domesticación de bueyes y cabras en
el Oriente Medio, aunque éste ha sido mucho más estudiado que el
caso de los Andes. Allí han probado que los bueyes salvajes, de los
cuales descienden los animales domesticados, tenían patas muy
grandes, y en términos generales poca carne, así que al
domesticarlos les achicaron las piernas y ampliaron el lomo para que
den mucha más carne (ahora los zootecnistas hacen eso con más
facilidad). Pero aún hay gran ignorancia en muchos círculos científicos
con respecto a los Andes, no piensan que aquí también hubo
animales domesticados y se afirma que el solo núcleo de animales
domesticados es el Medio Oriente. Es un error.
Es decir que hace más de 30 siglos, el hombre andino convirtió
al guanaco en llama y a la vicuña en alpaca creando dos
nuevas especies.
Sí. Hubo una transformación. Todos son camélidos, pero, ya son
nuevas especies, Lama guanicoe – el guanaco; Lama glama – la
llama; Vicugna pacos – la alpaca; Vicugna vicugna – la vicuña.